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Lenin y el trotskismo
Por José Sotomayor Pérez (tomado de Kaosenlared)
El rol decisivo que jugó la Unión Soviética en la derrota del nazi fascismo, puso en
ridículo al “falso profeta”. Recuérdese que en vísperas de la agresión nazi a la
URSS, Trotski declaró textualmente:
Con la ayuda del imperialismo y estimulados por el “Informe Secreto” del infiltrado y
traidor N.S. Jruschov, los trotskistas volvieron a sus andanzas anticomunistas y
antisoviéticas, con verdadero frenesí y delirante antistalinismo. Para engañar a la
clase obrera y a todo el pueblo inventaron el cuento de que el trotskismo y el
leninismo constituyen una misma doctrina, y sus actuales “dirigentes” juran ser
“trotskistas leninistas convictos y confesos”. Tan burda patraña es necesario
desbaratar remitiéndose al mismo Lenin.
“A fines de 1903, Trotski era menchevique furioso, es decir, que de los iskristas se
había pasado a los “economistas”… En 1904-1906 se aparta de los mencheviques y
ocupa una posición vacilante, colaborando unas veces con Martinov (“economista”)
y proclamando otras la “revolución permanente”, de un izquierdismo absurdo. En
1906 a 1907, se acerca a los bolcheviques y en la primavera de 1907 se declara
partidario de Rosa Luxemburgo”. A continuación Lenin agrega:
¿Cuales son estas ideuchas de Trotski, refutadas por Lenin? Pasemos a verlas
brevemente.
“La desigualdad del desarrollo económico y político es una ley absoluta del
capitalismo. De aquí se deduce que es posible que la victoria del socialismo
empiece por unos cuantos países capitalistas, o incluso por un solo país capitalista
el proletariado triunfante en este país, después de expropiar a los capitalistas y de
ORGANIZAR LA PRODUCCIÓN SOCIALISTA DENTRO DE SUS FRONTERAS, SE
ENFRENTARÍA CON EL RESTO DEL MUNDO, con el mundo capitalista, atrayendo
a su lado a las clases oprimidas de los demás países…” (Lenin t. XVIII pgs 232-
233)
El sucesor de Lenin hace una distinción clara entre lo que es la cuestión del triunfo
del socialismo en un solo país, y lo que es la cuestión del triunfo DEFINITIVO DEL
SOCIALISMO.
Respecto al triunfo del socialismo en un solo país, Stalin dice “Podemos edificar el
socialismo y lo iremos edificando juntamente con el campesinado y bajo la dirección
de la clase obrera”. Y agrega “bajo la dictadura del proletariado se dan en nuestro
país… todas las premisas necesarias para edificar la sociedad socialista completa,
venciendo todas y cada una de las dificultades internas, pues podemos y debemos
vencerlas con nuestras propias fuerzas”.
Con relación a la cuestión del triunfo DEFINITIVO DEL SOCIALISMO, Stalin dice:
“El triunfo definitivo del socialismo es la garantía completa contra las tentativas de
intervención y, por tanto, también de restauración, pues una tentativa de
restauración por poco importante que sea, solo puede producirse con un
considerable apoyo del exterior, con el apoyo del capital exterior, con el apoyo del
capital internacional. Por eso, el apoyo de los obreros de todos los países a nuestra
revolución, y con mayor razón el triunfo de estos obreros, aunque solo sea en unos
cuantos países, es condición indispensable para garantizar plenamente al primer
país victorioso contra las tentativas de intervención y de restauración, es condición
indispensable para el triunfo definitivo del socialismo”.
2) La revolución permanente.
Esta es la segunda “ideucha” de Trotski, a la que se refiere Lenin. Detengámonos
brevemente en ella. “Las contradicciones - dice Trotski- en la situación del gobierno
obrero en un país atrasado, en el que la mayoría aplastante de la población está
compuesta de campesinos, podrán ser solucionadas solo en el plano internacional,
en la palestra de la revolución mundial del proletariado”.
De aquí que no fuera casual su conocida consigna antibolchevique “sin zar por un
gobierno obrero”, que no puede significar otra cosa que una revolución sin
campesinos, un intento aventurero de saltar por encima del movimiento campesino
sin que se hayan agotado sus posibilidades de ser aliado de la clase obrera en la
etapa democrático burguesa de la revolución, etapa que para el trotskismo no existe,
porque defiende la tesis (de un izquierdismo absurdo) de que en los países
atrasados, la revolución es desde un principio puramente obrera socialista, negando
categóricamente la tesis leninista de la revolución como un proceso ininterrumpido,
en cuyo comienzo cumple objetivos democrático burgueses junto con su aliado el
campesinado.
Nos preocupa que algunos trotskista agazapados y otros seudo marxistas, vengan
destilando su veneno antiestalinista desde la revista “Cuba Socialista”. No hay que
olvidar que detrás del antistalinismo se esconde, hoy en día como nunca, el
anticomunismo. Esperamos que los marxistas leninistas cubanos salgan al paso de
los Hardt y la perestrotskista Marta Harnecker. Las Tesis y Resoluciones del Primer
Congreso del Partido Comunista de Cuba tienen plena actualidad y constituyen una
poderosa arma en la lucha ideológica de los marxista-leninistas latinoamericanos
contra la ofensiva reaccionaria, revisionista y trotskista, fomentada y financiada por
el imperialismo. Quien pierde la batalla ideológica, a la postre pierde la batalla
política. Esta es la dolorosa enseñanza que se desprende de la desaparición del
campo socialista. Con el triunfo del revisionismo en la URSS, el socialismo se
encontraba condenado a muerte. NO OLVIDEMOS ESTA AMARGA LECCIÓN.
El trotskismo no es leninismo
1. introducción.
Sirvan estas breves líneas como esquema para patentar algunas diferencias importantes
entre Trotskismo y Leninismo. Existe mucha documentación al respecto de Lenin, Trotsky y
Stalin. No obstante, los trotskistas tratan de presentar a Trotsky como compañero y brazo
derecho de Lenin y a Stalin como un trepa enfermo de avaricia, ávido de poder y capaz de
hacer cualquier cuestión para alcanzar dicho objetivo.
Los trotskistas siempre atacan la figura de Stalin, pero en realidad no atacan a Stalin sino
que reproducen los ataques que Trotsky efectuó contra Lenin, porque en el fondo, como
veremos a continuación, Trotsky y el Trotskismo es enemigo feroz del Leninismo y de Lenin.
2. El trotskismo no es leninismo.
El trotskismo es la negación del leninismo, para ello prestemos atención al desarrollo de los
siguientes tres puntos, en los que comprobaremos la divergencia de principios entre
trotskismo y leninismo.
2. 1. análisis del imperialismo.
Trotsky confronta a esta ley leninista del desarrollo desigual económico y político su teoría
de la revolución permanente. Lo que hace Trotsky es tergiversar el concepto de Revolución
Permanente de Marx y de Engels –que vivieron en el capitalismo premonopolista - que
consideraban que la Revolución Proletaria podría triunfar únicamente como revolución
simultanea en los países capitalistas más desarrollados. Trotsky, con su teoría de
Revolución Permanente, señalaba que "el triunfo de la revolución socialista es inconcebible
dentro de las fronteras nacionales" [3] y respecto a la URSS afirmaba que "la división
mundial del trabajo, la subordinación de la industria soviética a la técnica extranjera, la
dependencia de las fuerzas productivas de los países avanzados de Europa respecto de las
materias primas asiáticas, hacen imposible la edificación de una sociedad socialista
independiente en ningún país del mundo"[4].
2. 2. etapas de la revolución.
Lenin considera que se debe completar una fase para pasar a otra, es pura dialéctica. Así,
partían de un régimen zarista, medieval, y consideraba que los socialdemócratas –así se
llamaban los bolcheviques – debían apoyar una revolución democrático-burguesa, que se
completase dicha fase para, posteriormente, en la medida de las fuerzas del proletariado
con conciencia de clase y organizado, avanzar hacia la revolución socialista. Esto se
visualiza en el siguiente extracto de Lenin:
La historia volvió a dar la razón a Lenin pues primeramente junto con los campesinos se
alzaron contra la monarquía y su sistema semimedieval, configurándose una revolución
democrático-burguesa para, posteriormente, en alianza con los campesinos pobres y los
explotados transformar dicha revolución democrático burguesa en revolución socialista.
Trotsky tenía una concepción espontaneísta sobre el partido, del que podían formar parte
todos "los huelguistas". Una definición que no planteaba fronteras entre la vanguardia y la
masa.
3. 1. La paz de brest-litovsk.
El imperio alemán, apoyándose en que Rusia no tenía casi fuerzas armadas, que estaba
construyendo el socialismo sin clase obrera presentó una serie de reclamos territoriales y
económicos. Frente a esto Lenin dijo que había que ganar tiempo. Trotsky fue como
canciller soviético a estas negociaciones, procedió de acuerdo con Lenin durante algún
tiempo, y luego lo desobedeció. No firmó la paz con los alemanes y desmovilizó al ejército.
Esto creó condiciones para que los alemanes avanzaran y la Rusia soviética tuviera que
pagar con más territorio y más dinero, aparte de tener que ceder Ucrania, Finlandia,
Estonia y otros territorios que los alemanes reclamaban. Este hecho implicó que en el VII
Congreso del Partido Trotsky afirmara que era una traición haber firmado la paz de Brest
Litovsk. La oposición "de izquierda" (Trotski-Bujarin) se coaligó contra Lenin-Stalin a
propósito de esta cuestión. Habló de que se traicionado la revolución alemana, entregado
Finlandia, etc. Nuevamente aquí comprobamos un “efecto colateral” o error de la teoría de
la Revolución Permanente y no le preocupó ni rifar el débil estado socialista ni derramar la
sangre de los soviéticos en una contienda donde el estado soviético estaba en desventaja.
Los hechos probaron, y dejaron a Trotski en su sitio, que hubo socialismo durante muchas
décadas. Y que vino la revancha soviética, conducida por Stalin, cuando los ejércitos rusos
llegaron hasta Berlín, en la 2° Guerra Mundial, aplastando al hitlerismo y liberando a media
Europa.
La III Internacional comunista en su VII Congreso de 1935 a iniciativa del camarada búlgaro
Jorge Dimitrov se plantea la necesidad de constituir Frentes Populares o Frentes Únicos
para combatir al fascismo.
La historia demostró que los frentes populares sirvieron, y sirven, para luchar contra el
fascismo. Así se probó en España, China, Vietnam o la Europa del Este. Los frentes no sólo
eran antagónicos con el fascismo sino que negaban a Trotsky. Ciertamente, el imperialismo
se benefició con la labor escisionista de los trotskistas y de Trotsky, por ello hoy les
financia.
[3] Leon Trotsky: Las lecciones principales, qué es la Revolución permanente, tesis
fundamentales.
[4] Leon Trotsky: Las lecciones principales, qué es la Revolución permanente, tesis
fundamentales.