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CORRUPCIÓN PÚBLICA Y LA ECONOMÍA

El Perú pierde al año unos US$ 3,000 millones por corrupción, según estimaciones
oficiales, de los cuales solo se detectan unos 900 millones, en medio de una falta
de liderazgo del gobierno para combatir ese problema.
El fenómeno de la corrupción es un flagelo que está presente en todos los países
afectando la estabilidad de sus sistemas políticos y de sus instituciones,
lesionando sus economías y la moral de sus sociedades, haciéndose cada vez
más necesario, contar con análisis que permitan un mejor entendimiento del
fenómeno para formular estrategias integrales enfocadas a su erradicación.
La corrupción se expresa como una violación de las normas; si el orden es
económico, la corrupción puede verse como alteración de la asignación de
recursos y distorsionadora de los precios, o, en el lado opuesto, como una
garantía para la eficacia de la acción económica.
La corrupción pública es un fenómeno difícil de medir y definir; en el primer caso
no hay instrumentos que permitan captarla de manera objetiva, y en el segundo es
posible que se excluyan acciones ubicadas en esa delgada línea entre lo legal y lo
ilegal, pese a los intentos de autores como Nye (1967) para definirla como el
abuso del poder público para obtener ganancias privadas definición funcional a la
que se acogieron organismos como el Banco Mundial (BM).
La tentación de utilizar el cargo público en beneficio privado es tal vez la cuestión
más difícil de salvar. Habitualmente quien accede a un puesto administrativo
considera que cuanto rodea al cargo le pertenece para su beneficio, cosa a todas
luces falsas, pero al parecer raramente superable. (Cortina,1998:163).

Busquets (2003) señala que la corrupción es mayor en economías más complejas,


es decir que al aumentar el número de transacciones económicas la corrupción se
vuelve un problema más serio. Asimismo, Tanzi (1998) relaciona el aumento de la
corrupción con el crecimiento del papel del gobierno en la economía, en particular
en lo que se refiere al incremento en el nivel de impuestos en muchos países, un
mayor gasto público y, probablemente, un aumento en la regulación y controles a
la actividad económica por parte del gobierno. De acuerdo con este autor, en las
últimas décadas, en un número importante de países, muchas operaciones o
actividades económicas requieren varios tipos de permisos por parte de diferentes
oficinas públicas, lo que otorga a los funcionarios públicos la oportunidad de
solicitar o aceptar sobornos para emitir dichas autorizaciones.
Klitgard (1994), concluye que mayores serán los incentivos para actuar de manera
deshonesta o corrupta, cuando:
 El funcionario público goza de arbitrio y tiene bajo nivel de responsabilidad
 Hay poca probabilidad de que el agente público sea descubierto y
sancionado rápida y eficientemente
 El funcionario público posee poder monopólico sobre el cliente
 Bajo salario del agente público
 Escaso costo moral por aceptar sobornos
 Mínima satisfacción moral por ser honestos
 El cliente beneficiado por las circunstancias anteriores ofrece un soborno lo
suficientemente alto para persuadir al agente a costa del principal

Daly J. y Darío O. (2015) realizaron una encuesta a 406 ejecutivos residentes en


el Perú, con un promedio de 38 años de edad para calificar el orden de
importancia de cinco factores explicativos de la corrupción: venalidad de los
funcionarios públicos; bajo sueldo de los funcionarios públicos; poca disposición
del sector privado para rechazar coimas; aprovechamiento del sector privado para
conseguir favores; y cultura. El factor “cultura”, con un puntaje de más del 27%, se
alza como el más importante, seguido por la venalidad de los funcionarios públicos
que registra un puntaje del 22%. Y es también de enorme significancia lo que
revela nada menos que el 54% de los ejecutivos entrevistados contundente e
inequívocamente citan al factor cultura como el número 1, el principal y más
importante que hay que tomar en cuenta para entender la corrupción en el país.
Como señala Jonathan Hopkins (2002, 585), las estrategias contra la corrupción
que defienden los economistas de la corriente principal constan de “dos cuerpos
principales de reforma: reformas de la administración del Estado para minimizar
los incentivos a la corrupción, y reducción del papel del Estado en la vida
económica para dejar en manos del mercado tanta actividad económica como sea
posible”. El papel y el alcance de la corrupción en el sector privado se subestiman
considerablemente.

la corrupción
es el reflejo de conductas económicas de individuos que buscan maximizar su
nivel de utilidad o bienestar. Para alcanzar mayores niveles de utilidad, éstos
tratan de incrementar sus niveles de ingreso mediante el proceso de
maximización del ingreso neto generado por las actividades irregulares.

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