Los robots deberán tener un interruptor de emergencia
Lo primero que tenemos que controlar es cualquier situación que se pueda dar de peligro. La evolución que están teniendo estas máquinas hace que la Inteligencia Artificial pueda aprender debido al entrenamiento, por lo que cualquier situación de peligro que se pueda producir debe ser evitada con un interruptor de emergencia.
2. Los robots no podrán hacer daño a los seres humanos
Obviamente, está fundamentada en la principal Ley de Asimov y completa la primera propuesta por la Unión Europea. La robótica siempre tiene que ser pensada para ayudar y proteger a los humanos, por lo que no se permitirá la creación de máquinas cuyos fines sean destruir o dañar a las personas. 3. No podrán generarse relaciones emocionales con los robots ¿Habéis visto “El hombre bicentenario”? En ella, un robot interpretado por Robin Williams permanece colaborando con la misma familia durante décadas, dando como resultado estrechas relaciones personales entre las máquinas y las personas. Si no la habéis visto no seré yo quien os haga spoiler, pero estos vínculos emocionales son la trama central de todo el film. Pues bien, la Unión Europea considera que esto no debe ser así, por lo que prohibirá crear cualquier relación emocional con los robots. El objetivo de esta norma es recordar a los humanos que las inteligencias artificiales no son capaces de sentir amor por nosotros, por lo que nosotros no debemos actuar diferente.