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| 26 ICONOS Los EspectRos DE MARX Jacques Derrida, adi, Edit TROTTA, 1995, pp. 196 Hise algunas elas conocido Jautor italiano Umberto Eco, en un articulo publicado en el El Pals de Espafa propésito dele conmema- ragon de los’ 160 aftos de a epar- cién del Manifiesto del Partido Comunista, analiza a este texto como una obra itearia en la que su protag- onista es un fantasma. Precisamente de fantasmas y espectros habla Jacques Derrida en ‘4 libro Los especttos de Mare, pre- sentado durante el coloquio -<> (<>) hacia 1993, y ue provocara un gran impacto en los ambitos intelectuales y académi- cos. (Cabe mencionar a manera de ejemplo que, en la Facultad de Fiosotia y Letras de fa UNAM, tras la ‘aparicion de este libro, a pedido de los estudiantes de flosotia, se incor- pord una materia denominada Lecturas flosoficas de El Capita ). Tanto en el texto de Eco como entre los estudiantes de la UNAM, se manifiestan los planteamientos’ de Derrida, El marxismo no ha muerto, sigue vivo; 0 mejor, esta muerto pero vivo. Esta aqui y alla; mas alla de toda temporalidad, Esta presente, ro no ahora sino en un tempo dis- locado. Mas ain, ha disiocado el tiempo, lo ha vuelto loco, lo ha >. Esta presente oro fantasmalidad, coro un espec- to, es un sobre-vivido, Derrida presenta a Hamlet como el correlato literario de este aparec- imiento, de este (re)aparecimiento del marxismo, La espectralidad hace ‘su (fe)aparecimiento. Cuando el Rey muerio en la obra shakespereana (re)aparece, da vuelta al tiempo: s (<<éi tiempo esta fuera de quicio>>). Es este momento, Derrida reflexiona sobre Marx, uni autor que muchos reyeron habia sido olvidado por ol filgsofo tundador de la teoria decon- struccionista ‘Sin embargo el mansismo esta ah Marx esté presente como un espirts al que no vemos y que, sin embargo, nos ve. Lo que se observa de él es Una visible invsibildad . Se trata del <>, segtn Derrida, no ver @ quien nos observa. La misma figura utiliza Sartre: alguien nos mira siempre a través dei ojo de la cerradura: la presencia invisible de Dios, la moral, como ‘spirit, como espectro. Derrida por su parte dice, parafaseando @ Manx, ue el especto es la toma del cuerpo del espintu. Inaprensible, es una sen- sible insensibilidad como la figura del valor de cambio. Y, a la vez, la rmanifestacién del poder se resume en mirar sin ser visto Frente a un marxismo muerto se ha levantado un duelo que, segin el autor, trabaja para identificar y lecalizar. Es preciso saber quién es y donde esta, para estar seguros de Que de ahi no se moverd. Se pro- duce, entonces, lo que Derrida denomina como ina fantologia: el asedio de un fantasma. Es el asedio ue $8 presenta como un vabajo dl uelo_del espintu que se transtorma, e la funcién misma del trabajo. Este espectro es un (felaparecido y como tal empieza por volver, transformado y tranformando, <. Es en el lenguaje abierto del marxismo en donde debe- mos discutir, en disputa 0 dilogo con alguno de sus espectros. El tiene algunos, todos tenemos fantasmas que nos asedian y nos causan miedo, En la petspectiva de rescatar al maraismo, Derrida opta por uno de sus espectros, el que considera mas importante: el espectro mesiénico. Para el autor francés, este espectro, que representa la capacidad escat” Oldgica y teleol6gica, os ef valor fun- damental del marxismo. Ahi empieza la posibildad de un futuro realizable, abierto como sus discursos (evider Ciado por Blanchot y recogido, tam- bién, por Derrida). En los Espectros... Derrida sefiala, con certeza, que en varios autores ‘que atacan a Max se evidencia una suerte de perspectiva teo-escatolégi- ca, que, pata asesinarlo, nan debido matar la historia, Fukuyama y Kojeve, entre ellos. Estes autores se involucran en esta condicién, de lo mesianico, como lo arivante (sic): la verida del otro anuncia que el mars ismo esta presente en su ausencia, Con la condicién mesianica surge le ditférance, la puesta en escena de la alteridad, Esa, junto a la capacidad de criticar y cuestionar al poder es el legado de Marry es Ia deudaque tenemos con él, una deuda que hemos adquirdo “toda deuca lo es- ¥, ante ella, debemos responder con responsabilidad. fegun Derrida, se impone entonces una nueva internacional que sea capaz de consirur una Jemocracia real en la que todos ESPECTROS: DE MARX “iret jacques DERRIDA f Ee estén unidos. El llamado trastocado - lease - que hiclera el Manifiesto, cuando con- mminaba a los proletarios del mundo a Unirse, Se ha transformado en el la- mado 4 la différance. Precisamente, el Manifesto, que iba 4 ser titulado por Marx y Engels como Los Espectros, ¢8 uno de los libros que merecen >. Las inquietudes de Eco frente a un libro tan. polémico son una demostracién del asedio (estar en un lugar sin ocuparlo) dal fantasma, al que se ha querido conjurar, conju- racién que para Derrida es una con- spiracién para un poder superior, y 8 a la vez el hacer venir a traves de la voz aquello que no esté aqui (ei dinero, la fetichizacién), Tambien es tun exorcismo magico para eliminar al espirtu malético, El marxismo esté en el limite, enfrentado a su vacio. Esta posicién le permite el didlogo con otros discur- 808, la apertura a la helerogeneidad como porvenir atirmado, con fin- pasado. Para Derrida >, Galo Cevallos

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