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Centros Históricos

Alicia Margarita Berrío Mantilla& María José Romero Silva

Universidad del Atlántico.


Facultad de Arquitectura.
Arquitectura.

Electiva de Urbanismo III


Manuel Torres Polo.

Barranquilla
Mayo,2018
- Los POTS y los centros históricos

El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) es un instrumento de planeación para

el desarrollo y ordenación físico de territorio. Esta consigna todos los objetivos,

directrices, políticas, estrategias, metas, programas, actuaciones y normas

adoptadas para orientar y administrar el desarrollo físico del territorio y la

utilización del suelo.

En conclusión, un POT constituye el acuerdo social de una población con su

territorio, este tiene vigencia de tres periodos administrativos (12 años), que se

concretan con la ejecución de obras físicas y de control urbano y rural, con el fin

de obtener un municipio más equitativo, sostenible y productivo

Al momento de elaborar un POT se deben incluir los siguientes componentes:

 Componente general: en él se identifica el modelo, las políticas, los

objetivos y las estrategias territoriales. También incluye la clasificación del

suelo urbano, rural y de expansión urbana, la delimitación de las áreas

protegidas y suelos de protección y la determinación de las zonas de

amenazas y riesgos.

 Componente urbano: aquí se definen las políticas, programas, proyectos y

normas para el área urbana del municipio. Incluye el Plan Vial, el Plan de

Servicios Públicos Domiciliarios, la estrategia de mediano plazo para el


desarrollo de programas de vivienda de interés social y de mejoramiento

integral y las normas urbanísticas.

 Componente rural: en este se señalan las políticas, programas, proyectos

y normas para el área rural del municipio, promoviendo la adecuada

utilización del suelo y la conveniente interacción entre los asentamientos

rurales y la cabecera municipal. Incluye la delimitación de las áreas de

conservación y protección de los recursos naturales y las áreas de

amenazas y riesgos. También, localiza y dimensiona las zonas

suburbanas, identifica los centros poblados rurales y determina los

sistemas de aprovisionamiento de los servicios de agua potable y

saneamiento básico. Finalmente, expide las normas para la parcelación de

predios destinados a vivienda campestre.

 Programa de ejecución: aquí se definen los proyectos sobre el territorio

que se deben ejecutar, señalando prioridades, actividades, responsables y

recursos.

Un punto importante que debe se debe tener en cuenta en el momento de

realizar un POT, es el centro histórico de la ciudad, si esta lo posee, un centro

histórico es el núcleo urbano original de planeamiento y construcción de un área

urbana, generalmente el de mayor

atracción social, económica, política y cultural, que se caracteriza por contener

los bienes vinculados con la historia de una determinada ciudad, a partir de la


cultura que le dio origen, y de conformidad en los términos de la declaratoria

respectiva o por determinación de la ley.

Así mismo el centro histórico es base fundamental del movimiento económico no

solo de la ciudad si no también del país, ya que en el mismo existen zonas

determinadas al comercio de diversas y variadas mercancías, en donde los

pequeños comerciantes tanto de la ciudad como del interior de la república se

abastecen de todo aquello que les es necesario para el desarrollo de sus

actividades, esto hace que en dichas zonas el movimiento de dinero se haga en

cantidades verdaderamente importantes, pero no solamente lo es en cuanto a la

economía, pues estos barrios o zonas también se convierten en una atracción

social y cultural, ya que dichos comercios que distribuyen mercancía al por

mayor, se encuentran ubicados en bellos y antiguos edificios, que siguen

conservando sus vínculos con la historia, así mismo se convierten en una

manera fácil de acceder a aquellas mercancías que le son necesarias al

pequeño comerciante, pues existen calles determinadas para los que se dedican

a las ventas de papelería otras más para los que se dedican a la venta de telas,

o los que buscan artículos de jarcería, en fin, estas zonas en el centro histórico

hacen de las ciudades un atractivo para el visitante, para el ciudadano y para el

comerciante, o para todos aquellos que desean conocer las entrañas de una

ciudad que aunque cosmopolita conserva su belleza, su historia y su cultura.


Respecto del manejo de los Centros Históricos en relación con el Ordenamiento

Territorial Urbano de los municipios a los que pertenecen, se comprueba que en

cumplimiento de la Ley 388 de 1997 solamente las categorías de Plan de

Ordenamiento Territorial (POT) y Plan Básico de Ordenamiento Territorial

(PBOT) incorporan el tema de conjuntos históricos, como si ningún municipio

con Esquema de Ordenamiento Territorial (EOT), tuviera Centro Histórico.

Para ayudar al manejo de los centros históricos, apareció un nuevo instrumento

de gestión llamado “Plan especia de Manejo y Protección” (PEMP) que busca

proteger y conservar el patrimonio cultural de los declarados bienes de interés

cultural (BIC). El PEMP establece las acciones necesarias para garantizar la

protección y sostenibilidad en el tiempo.

Pero, aun así, con la implementación del PEMP no se logra llevar a cabo una

buena acción en los centros históricos ya que esto requiere más que la

aplicación de la Ley de Cultura 397 de 1997, mediante el Plan Especial de

Manejo Patrimonial (PEMP), siendo necesario ajustar el alcance de los

contenidos urbanos de los POT, PBOT y especialmente EOT de los municipios

con Centros Históricos, para garantizar su protección. Por lo tanto, los PEMP no

pueden ser los receptores de las carencias de los POT, PBOT y EOT, sino que

estos últimos deben desarrollar el tema patrimonial. Adicionalmente, como la

ciudad es histórica pero también es dinámica, se plantean otras estrategias

espaciales y económicas para la protección de los Centros Históricos, como la


definición de distintos tratamientos urbanísticos y la implementación de

instrumentos de gestión y financiación, además del fortalecimiento de la oferta

turística como estrategia de competitividad de los municipios a los que

pertenecen estos centros históricos, con iniciativas de apropiación cultural y

desarrollo social y económico local.

Esta categorización y sus contenidos se concretan en el primer decreto

reglamentario de la Ley 388 de 1997 que es el Decreto 879 de 1998. De ambos

se concluye que no le dan suficiente significación a los Centros Históricos y que

solo establecen la delimitación de los conjuntos urbanos históricos y culturales

en los Componentes Urbanos de los POT y los PBOT, como si ningún municipio

con menos de 30000 habitantes tuviera Centro Histórico.

Sin embargo, aunque las propuestas y normas aprobadas en el POT deberán

estar articuladas al PEMP y el objetivo es garantizar la coherencia y

complementariedad entre estos instrumentos de planeación y gestión, la Ley 388

de 1997 establece que las normas de protección del patrimonio cultural son de

superior jerarquía y, por lo tanto, priman sobre otras normatividades locales. De

esta manera, en el caso de existir diferencias entre el POT y el PEMP de los

Centros Históricos con declaratoria nacional, primarán las disposiciones

consignadas en este último.

Siguiendo la línea de las determinaciones legales y los instrumentos técnicos en

el nivel local, se formulan los Planes de Desarrollo Municipal (PDM) y los Planes
Municipales de Cultura, ambos con la posibilidad de incorporar las decisiones

del PEMP. Especialmente los PDM, reglamentados por la Ley 152 de 1994 (Ley

Orgánica del Plan de Desarrollo), pueden materializar las disposiciones de

ordenamiento territorial y protección patrimonial, así como aquellas

complementarias de ámbitos no físico-espaciales, pues estos deben definir las

acciones que se realizarán en el corto, mediano y largo plazo de cada periodo

de gobierno local, comprometiendo sus fuentes de financiamiento.

En sí, los PDM deben incorporar estrategias de desarrollo económico local y, en

el caso de los Centro Históricos, las estrategias espaciales deben apuntar a que

dichos sectores patrimoniales sean atractivos para fortalecer la competitividad

de los municipios a los que pertenecen.

Otras estrategias orientadas a la protección patrimonial se refieren a la definición

de Tratamientos Urbanísticos en los POT, que en el caso de los Centros

Históricos pueden ser principalmente de conservación, renovación o desarrollo.

Cabe anotar que aquí solamente se hace referencia a tratamientos que se

aplican a sectores urbanos y, específicamente, a aquellos patrimoniales, no al

manejo de inmuebles individuales en su interior, ya sean predios o edificaciones.

En estos casos, por ejemplo, se encuentran inmuebles (como parqueaderos)

que requieren el manejo de desarrollo prioritario.

Por su parte, la Renovación Urbana está enmarcada en las nuevas políticas de

competitividad económica, siendo esta una de las siete estrategias de la política


urbana para optimizar el desarrollo urbano en Colombia, según el Viceministerio

de Vivienda y Desarrollo Territorial. En los Centros Históricos se requiere la

incorporación de este tratamiento como estrategia para su recuperación y

revitalización, mediante modificaciones sustanciales a los usos del suelo y de las

edificaciones, pues por lo general son sectores urbanos con problemas de

desorden social y deterioro físico cuya escala depende del tamaño de la ciudad

en que se ubican.

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