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Nuevas Tendencias en Arqueología

Andrés Brando

Resumen Crítico 1

Ian Hodder – “Theory and practice in archaeology” (CAP. 5 y 6)

En el capítulo 5 titulado “Post-Processual Archaeology” Hodder se propone a exponer algunas


características de la arqueología pos procesual. Inicia su exposición argumentando que el proceso, ya sea
como concepto teórico o como objeto de estudio, es tan importante que los arqueólogos procesuales,
por no haber dado con una manera más integral de abordarlo, no pueden ser los únicos en enfrentar su
realidad concreta. Una caracterización de las arqueologías pos procesuales va ligada a una crítica de la
escuela procesual pues es, según Hodder, el punto de origen de tal corriente.

Hodder explica que hubo dos desarrollos que produjeron un distanciamiento de la arqueología
procesual/positivista/funcionalista; el primero de estos fue el reconocimiento del dilema de la
arqueología en el que los arqueólogos se han visto imbuidos por corrientes primero empiricistas y después
positivistas, lo cual generó dudas sobre la posibilidad de aproximarse desde el mismo positivismo hacia la
arbitrariedad y multiplicidad de significados. De acuerdo con el autor el significado de un artefacto no
deriva nada más de su producción, sino que también lo hace de su uso y de las percepciones que se
puedan tener de él.

El segundo desarrollo tiene que ver con la introducción de una teoría social más amplia. La “nueva
arqueología” adoptó el funcionalismo y el positivismo mucho después de que disciplinas como la
sociología y la antropología hubiesen criticado tales paradigmas; lo cual ocasionó que en los años 70 y 80
en Cambridge (Inglaterra), varios grupos de arqueólogos se encontrasen en la necesidad de generar
nuevos conocimientos arqueológicos, muchos de ellos influenciados por el feminismo y muchos otros por
los aportes de Giddens en lo que refiere a la actividad como sujetos sociales y políticos.

Así el objetivo de la arqueología pos procesual se centró en romper con 6 oposiciones presentes en la
arqueología sistémica. La primera dicotomía era la de norma y adaptación, y plantea que la cultura no es
normativa y estática, sino que es el medio a través del cual se da la adaptación y que además es
transformada durante el proceso de adaptación; la segunda era la de materialismo e idealismo, para la
que los pos procesuales no rechazaban la importancia de las limitaciones materiales en las sociedades,
pero aceptando la necesidad de incorporar significados, valores y simbolismo buscando el proceso
dialéctico que conecta la idea con la materia. La tercera oposición tiene que ver con la separación entre
sistema y estructura, rechazando tal separación aludiendo que a través del marxismo y el estructuralismo
se pueden apreciar las estructuras soslayadas debajo de los sistemas y se puede ver cómo estas
incorporan conflictos, tensiones y contradicciones.

La cuarta de las dicotomías procesuales es la de sociedades e individuos, rechazando cualquier dicotomía


absoluta entre estas, aun cuando no se espere que los arqueólogos vean a los individuos o a las
intenciones individuales como forjadoras del curso de la historia; se intenta buscar la relación entre
agency y estructura. Se asume la cultura como activa, siendo esta usada significativamente para intereses
sociales ulteriores. La siguiente es la de antropología versus historia, rechazando cualquier separación de
estas y explicando que aun cuando se acepta la especificidad de un fenómeno cultural, muchos aceptan
la necesidad de traducir esa particularidad al mundo contemporáneo a través de la generalización. Por
último la oposición sujeto/objeto debatiéndose la relación entre estos pero sin considerar de buenas a
primeras una separación radical de los dos.

Sin embargo esta “arqueología pos procesual” no puede ser vista como algo unificado, dado que hay
varias arqueologías pos procesuales, cuestión que depende de cada arqueólogo pos procesual y su
formación y orientaciones. Así pues Hodder explica que una de las primeras “líneas de investigación” es
la del marxismo y el estructuralismo, a partir de los cuales se han incorporado las nociones de estructura
y sistema, así como se ha incluido como herramienta de análisis simbólico al estructuralismo. Otra de las
líneas de investigación es la teoría crítica, la cual enfatiza el rol del a arqueología para mantener las
ideologías dominantes del capitalismo, y explora las alternativas de empoderamiento de las personas para
la crítica de dichas ideologías. Por último Hodder explica que el feminismo ha sido una corriente que ha
influido más en la arqueología pos procesual ya que esta ha sido la que incluye conceptos como agency,
poder, proceso, construcción de pasado, aportando también nuevas perspectivas desde la arqueología de
género.

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