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Desde principios del siglo XX, la vía principal de Ibagué era la Carrera Tercera; la ciudad tenía 23
cuadras tendidas en desnivel desde el sitio de La Pola arriba donde estaba el acueducto, hasta el
cementerio donde terminaba la ciudad. Por esta razón decían que Ibagué era un cielo roto, con
acueducto en una punta y un cementerio en la otra. Los carros Ford los llamados tres patadas
compartían las vías con caballos y mulas. La vida tranquila y veraniega del poblado se combinaba
con la música que sonaba en cada rincón y la que le daría el famoso nombre de Ciudad Musical de
Colombia.
El sorprendente crecimiento demográfico que ha sufrido la ciudad, pues tal como lo describe el
historiador Carlos Eduardo Jaramillo (Ibagué, Conflictos políticos de1930 al 9 de Abril). En el año
de 1948 Ibagué contaba con aproximadamente 35.000 habitantes distribuidos en 16 barrios y
5.500 casas de los cuales 5.000 eran de un solo piso y apenas cuatro (4) edificios que
sobrepasaban los cuatro (4) pisos; 2.636 con baño, 2.800 con sanitario y 2.000 sin 47 ningún
servicio. El servicio de luz eléctrica era prestado por dos compañías: Luz Laserna y Luz Municipal
que cubrían aproximadamente el 40% de la población.
Este periodo de violencia partidista provocó el desplazamiento de las comunidades rurales a esta
ciudad en grandes cantidades, originando un importante crecimiento urbano principalmente a los
alrededores de la ciudad (vía a Armenia, Venadillo y en menor cantidad en la vía a Bogotá).
A partir de la Ley 10 de 1987 o de la Descentralización Política, Administrativa y Fiscal, se
otorgaron facultades a los Municipios para constituir las Juntas Administradores Locales de
Comunas para el caso de la zona urbana y de Corregimientos en la zona rural. Se buscaba
entonces la ampliación de la base social para la toma de decisiones, a un nivel que acerque
gobierno y población alrededor de los temas locales más apremiantes.
El Acuerdo 035 de 1990, mediante el cual se implementa el Estatuto Urbano de Ibagué, define 13
Comunas para la zona urbana que comprende 516 barrios aproximadamente, mientras el Acuerdo
037 de 1992 designa 17 Corregimientos para la zona rural que comprende actualmente 144
asociaciones veredales, pero reconocidas por Acuerdo Municipal son 137 veredas. En la
actualidad el funcionamiento de las Juntas Administradores Locales (JAL) es limitado, dada la
imposibilidad de desconcentrar parte del presupuesto municipal por lo exiguo de los recursos para
inversión, no obstante, los comuneros hacen pfinalarte de los organismos asesores de la
Administración Municipal, teniendo así la oportunidad de incidir sobre las políticas de desarrollo
municipal.
Ahora para tener en cuanto las estadísticas se plantean a nivel departamental debido a la
metodología estadística del DANE en dicha década, para analizar el comportamiento de los
indicadores laborales está realizado a dos sectores económicos de importancia. En primer lugar es
el sector de la construcción, porque desde 1990 la fuerza laboral es de 10.744 trabajadores y para
1995 con 16.096 empleos por lo tanto es la mayor contribución y la esta propensión comenzó a
caer ocupando en el año 2002 sólo 7.546 trabajadores. La segunda corresponde al sector
financiero, donde se empleo 5.831 trabajadores en 1990 y 12.492 empleados en 1994, ahora
después del resultado de las reformas estructurales más representativas como la liberalización del
sector financiero. En 1998 y 1999 el sistema financiero colombiano llego a una crisis, por el
deterioro de la calidad de los activos, y la necesidad de intervenciones estatal con la
Superintendencia Bancaria, situación que auxilio la multibanca, lo que significó la liquidación y
fusión de entidades convirtiendo en corporaciones de ahorro y vivienda en bancos, reduciendo
varias entidades en el Tolima contaba con 14 bancos, 5 corporaciones financieras, 10
corporaciones de ahorro y vivienda y 3 entidades cooperativas de carácter financiero en 1990 para
2002 quedaron 17 bancos y 4 compañías de financiamiento esto redujo el personal a sólo 2.145
empleados.
Desde hace varias décadas Ibagué experimenta un proceso de urbanización sostenido. En 1985 el
92.8% de la población se ubicaba en las áreas urbanas y sólo el 7.2% en zonas rurales. Según
proyecciones del DANE, en 2012 la población del municipio ascendió a 537.467 personas, 94.4%
de las cuales residía en el zona urbana.
El sector de la construcción del Tolima no fue ajeno a las fuertes oscilaciones que se presentaron
en el contexto nacional. Después de un prolongado estancamiento durante la segunda mitad de los
años ochenta, la actividad constructora experimentó un importante dinamismo a inicios de los años
noventa. Sin embargo, luego del repunte de 1996, su ritmo se desaceleró notablemente y solo se
observó un leve mejoramiento en las expectativas de construcción a comienzos de la década de
2000.
La actividad constructora en el departamento, según las cifras del PIB a precios constantes,
presentó la variación anual más significativa en 1990, cuando creció en 66.2%, mientras que en el
contexto nacional el avance más alto era del 14.3% en 1993. En la segunda mitad de la década el
crecimiento del sector se desaceleró y fue significativamente negativo en los años de 1999 y 2000,
cuando obtuvo variaciones de -28.9% y -40.9% respectivamente, para el año 2001, experimento un
incremento real del 9.2%, una considerable recuperación. Ahora el agregado nacional en 1999
mostro una caída del 27% anual, debido a la mayor recesión en la economía colombiana,
acompañada por una contracción de la demanda agregada, en razón del ajuste que tuvo que hacer
el sector privado.
Para la segunda mitad de la década de los noventa, el sector de la construcción mostró una caída
sustancial tanto a escala nacional como regional, al ser una de las actividades más golpeadas por
la crisis económica colombiana. De esta manera, el área licenciada en el país se redujo entre 1994
y 1999 en un 55.0%, al pasar de los mencionados 16.5 millones de m2 a 7.4 millones de m2,
mientras que en la región el descenso fue del 55.4%, al bajar la superficie de 467.996 m2 a
208.940 m2 la investigación realizada por el DANE sobre la estimación del stock de viviendas por
nivel de ocupación, muestra que en el Tolima el total de unidades ascendió a 308.594 viviendas en
diciembre de 2002. De este universo, 186.107 unidades (60.3%) corresponden a viviendas propias,
91.695 (29.7%) son arrendadas y las restantes 30.792 unidades (10.0%) corresponden a otro tipo
de ocupación36.
Esta distribución reporta ligeras modificaciones frente a la presentada en 1985, cuando era la
siguiente: 67.3% propias, 21.8% arrendadas y 10.9% otras; se destaca la reducción de 7.0 puntos
porcentuales en la participación de la vivienda propia, la cual fue ganada por la vivienda arrendada,
mientras que los otros tipos de ocupación permanecieron estables. En cuanto a la ubicación de las
viviendas (urbanas y rurales), se tiene que el 64.0% (197.354 unidades) están situadas en las
cabeceras municipales, en tanto que el 36.0% (111.240 unidades) corresponden al área rural.
Finalmente, debemos señalar que el acelerado crecimiento del sector a finales de los años ochenta
y comienzos de los noventa, debido a la elevada demanda por finca raíz, condujo a que los costos
de la construcción38 tuvieran una tendencia creciente. De esta manera, en los primeros años de la
década de los noventa se presentaron variaciones anuales significativas. En 1993 el índice de
costos creció 24.4% en el ámbito nacional y 28.9% en Ibagué. Sin embargo, a partir de 1997 la
tendencia del indicador fue descendente, y las variaciones anuales pasaron a solo 6.59% y 5.86%
en el año 2002. (EVOLUCIÓN Y ESTRUCTURAECONÓMICA Y SOCIAL DEL TOLIMA 1980 –
2002).
El 2000 al 2012 la construcción en Ibagué influyo en el 11% del PIB, El mayor impulso de la
construcción puede estar asociado a una mayor demanda de vivienda por parte de ciudadanos
bogotanos que ven en Ibagué una posibilidad rentable para invertir en vivienda, así como también
el crecimiento del comercio que requiere la construcción de centros comerciales y el programa de
viviendas de interés social del Gobierno que benefició a Ibagué con 1100 viviendas.
“A medida que se ha ido planteando una mejor propuesta con la llegada de los centros
comerciales, se ha buscado un mayor desarrollo, la gente de Ibagué hacía sus mejores compras
en Bogotá, no existían almacenes de marca para atender la demanda de Ibagué, hoy día cualquier
persona puede llegar a Ibagué y encontrar mejores restaurantes, centros comerciales, eso ha
hecho que se jalone el desarrollo habitacional, porque la gente empieza a buscar mayor numero de
apartamentos.
Desde sus inicios la planificación urbana de la ciudad ha estado obstaculizada por las dinámicas
políticas que han desembocado en la expansión territorial y demográfica de manera alterada. De
planificación urbana se habla recientemente en Ibagué, ya que los planes que se han desarrollado
en materia de crecimiento, demografía, urbanismo y vocación del suelo además de implementarse
de manera tardía, tradicionalmente han estado permeada por cambios inconsultos generando de
esta forma incertidumbre en la ejecución completa de cualquier plan propuesto ya sea por las
autoridades locales o por parte de los consensos alcanzados con la ciudadanía.
Se suma a lo anterior la falta de visión en la planificación del prospecto de ciudad en que se ha
pensado, esto reflejado principalmente en los cortos horizontes de tiempo contemplados en los
palanes estratégicos de organización ciudadana y en la ausencia de una visión clara en la
funcionalidad de la ciudad en el andamiaje regional, nacional y mundial. En este orden de ideas,
se evidencia que la ciudad de Ibagué no cuenta con una utilización del suelo por vocación o
actividad económica ya que tanto fábricas, industria, zonas residenciales y el comercio, coexisten
generando desde luego un evidente paisaje de abandono y carente de planificación.