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La música según Diapasón (1) “Entre los primeros temas a ser recortados en los
presupuestos escolares se encuentra el arte en cualquier tipo de expresión y
sobre todo en su expresión musical. Los recortes se basan a menudo en la
creencia de que estos temas pueden ser sacrificados sin que sufra mucho daño
el desarrollo personal del estudiante o su éxito académico. Pero, cada vez más
estudios y más profesionales demuestran que éste no es el camino. Mientras
que todo el profesorado anda reclamando un aumento de horas lectivas
dedicadas a cualquier tipo de expresión artística, la administración actual se
empeña en dar la espalda a sus ciudadanos y buscar exclusivamente
rentabilidades económicas o políticas, sustituyendo las horas y recursos
dedicados a la música por pseudo-asignaturas como religión que deberían ser
más de ámbito personal y que deberían quedar fuera del ámbito académico de
una vez por todas.”
es uno de los placeres más comunes en la vida en todos, por lo mismo es tan
antigua como el hombre y su deseo de expresas sus sentimientos resulta tan
indispensable para las personas que viven para redescubrirla, es decir, la
búsqueda constante por la esencia del sonido original, que el cerebro capta los
sonidos, estos sincronizan.
Hay persona que hacen de la música su razón de ser y su logro de vida, otros
lo ven como un escape para crear y estar en su propio mundo donde nadie les
pueda decir qué está bien o mal; incluso llega a ser un medio de lucha contra
los problemas mundiales como el hambre, las enfermedades, la discriminación,
el maltrato, la pobreza o hasta la guerra. un ejemplo claro encontramos en la
década de los 70 “El movimiento hippie” cuando la gente utilizó la música como
un arma para contrarrestar la violencia y la inutilidad de la guerra de Vietnam.
Lo que muy pocos saben es que la música también puede influir negativamente
en la sociedad. Se puede considerar como un hábito destructivo la utilización
de música para animar a comprar productos y servicios sin que nosotros nos
demos cuenta. Como es sabido que en los años 50 la música de genero rock
and roll pasó a ser parte de “nuestra historia”, es que hoy contiene artistas
conocidos mundialmente y que pasaron a la historia como: Los Beatles, Elvis
Presley, Rolling Stone es la música que ha pasado a ser parte de la
ciudadanía, en especial en la de los adolescentes. Siempre ha puesto una
fuente de preocupación para la sociedad, ya que esta puede formar un tipo de
valores para una futura generación.
Como se sabe en la sociedad actual priman el éxito, el poder del dinero, el
estatus, el ocio y la belleza, los jóvenes construyen su identidad a partir de sus
ídolos es así como comienzan a construir grupos que siguen un patrón de
comportamiento regidos al de sus ejemplos a seguir, sustituyen a la familia por
estos grupos de amigos y de allí escogerán los significados sociales que
atribuyan a los bienes culturales.
La música ha alcanzado un nivel de masificación y propagación mayor que a
cualquier otra expresión cultural, lo que le permite constituirse como un canal
que va más allá de la apreciación valorativa y la diversión, convirtiéndose en un
medio de expansión de ideas e ideologías que dotan de sentido al mundo
social actual. Si bien la sociedad humana ha evolucionado históricamente, con
ella también lo ha hecho la música. Y es que la música y los géneros que la
componen adquieren mayor o menor importancia de acuerdo al contexto social
que predomine, que además está predeterminado por factores económicos,
culturales, políticos y hasta religiosos. Por lo tanto, su concepción y la
importancia que esta pueda tener en la vida del hombre varían en torno a los
valores de la sociedad.
Tal como lo enunciaba Aristóteles (2): “la música representa las pasiones o el
estado del alma”, y es que esta afirmación sigue estando en vigencia como en
la Antigua Grecia; viéndose esto reflejado, por ejemplo, en el mundo del cine
donde las escenas de mayor carga simbólica estarán acompañadas por un
determinado tipo de música escogido minuciosamente, de manera que la
música represente la naturaleza de la escena (terror, peligro, romance), o la
emoción plasmada (tristeza, alegría, dolor). Estos efectos conforman la fuerza
comunicativa contenida en la música al ser usada con estos fines. Si bien
existe esta función comunicativa, sobre todo en las piezas musicales que
contienen una lírica referida a algún tema o ideología en particular, cabría
preguntarse si aquella música netamente instrumental también tendría dicha
función.