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Las lesiones óseas de la columna vertebral no difieren en gran medida de las fracturas
de otros huesos; tienen características parecidas y su tratamiento y evolución responde
a los mismos principios.
Con el progreso industrial, magnitud del tránsito, etc., estos accidentes serán cada vez
de mayor envergadura y frecuencia.
Felizmente, éstas son de menor frecuencia comparadas con aquéllas que afectan sólo
el aparato osteoligamentoso de la columna vertebral.
CLINICA
Signos y síntomas
Hay que sospechar lesión vertebral cuando el mecanismo del accidente
es alguno de los ya mencionados o cuando éste no es claro y
espontáneo.
Existen también fracturas de columna sin que haya un mecanismo de
gran energía en pacientes osteoporóticos, en que basta una pequeña
fuerza en flexión para producir un acuñamiento del cuerpo vertebral.
Dolor
Aunque puede pasar inadvertido, lo habitual es que sea muy evidente,
sobre todo a la percusión de las apófisis espinosas. Como la signología y
la sintomatología son poco específicas, la clínica no es determinante, por
lo que el estudio radiográfico es fundamental en el diagnóstico de estas
fracturas.
Contractura muscular
Está presente siempre en estas lesiones, con lo que se limita fuertemente
la movilidad vertebral.
Signos neurológicos
Deben ser interpretados como signos indirectos de una fractura de la
columna, que además, casi con seguridad tiene el carácter propio de una
fractura inestable. Su identificación es imperiosa; su pronóstico es
inquietante al revelar inequívocamente un daño raquimedular.
Signos neurológicos como paresia, hipoestesia, anestesia, alteraciones
de los reflejos osteo-tendinosos, sobre todo si son asimétricos o
progresivos, tienen un significado inquietante, determinan un mal
pronóstico y en muchas ocasiones indican terapias quirúrgicas
descompresivas de urgencia.
Figura
Fractura
antigua de
columna
vertebral
torácica.
Intenso
acuñamiento
anterior propio
de un
mecanismo de
flexión-
compresión en
cuerpo
vertebral
intensamente
osteoporótico.
No hay
compromiso
neurológico.
x Motricidad,
x Reflejos osteotendinosos, y
Figura
Fractura de columna vertebral. Por flexión-compresión. Acuñamiento anterior con
indemnidad del muro posterior.
Figura
Fractura de cuerpo
vertebral. Que
compromete
principalmente la
placa superior. En
menor grado está
com-prometido el
muro anterior.
CLASIFICACION
Es importante comprender la clasificación de las fracturas de la columna, porque
en ella se ha usado como criterio para su definición, los mecanismos de la
fractura, la magnitud del daño óseo resultante, la existencia de compromiso
neurológico, señalando así los factores de los que depende el pronóstico, así
como la decisión terapéutica.
Muchas han sido las clasificaciones con las cuales se ha pretendido aclarar los
conceptos referidos, patogenia, anatomía patológica, clasificación de los daños
óseos, etc., en un intento de entregar al traumatólogo una guía confiable de los
daños vertebrales producidos y que lo orienten en la proyección pronóstica y en
la determinación terapéutica.
Clasificación de Denis (1982)
Tomando referencias de estudios anteriores (Holdsworth), Denis ha
creado su clasificación tomando en consideración principios ánatomo-
funcionales muy claros, que explican el porqué de los mecanismos
patogénicos que provocan las fracturas. Además, ha recopilado no sólo
sus propios conceptos, sino que ha incorporado en su estudio conceptos
de otros autores, que, como él, se han dedicado al estudio de este mismo
problema.
El resultado ha sido crear una clasificación muy sólidamente fundada,
expresada en forma sencilla y de fácil comprensión.
Básicamente, los mecanismos que producen una fractura de columna
vertebral son: flexión, extensión, rotación, cizallamientos y compresión
axial.
Es excepcional que actúen aisladamente, lo habitual es que sean varios
los mecanismos que hayan actuado en forma simultánea. De allí se
explica la complejidad de su anatomía patológica, así como la diversidad
de sus posibles complicaciones.
Las tres columnas de Denis: para este autor, la estabilidad y
funcionalidad de la columna vertebral está sustentada en la existencia de
tres pilares que, unidos en una sola unidad funcional, permiten el
complejo mecanismo con que funciona el "órgano columna vertebral":
1. Columna anterior: Formada por la parte anterior de los cuerpos
vertebrales, fuertemente unidos unos a otros por la banda
longitudinal de ligamento común vertebral anterior y por la parte
anterior del anillo fibroso del disco intervertebral, fuertemente
adherido a las caras superior e inferior de las vértebras
adyacentes, así como al cuerpo del ligamento vertebral común
anterior.
2. Columna media: Formada por la parte posterior del cuerpo
vertebral, unido y sólidamente fijado al ligamento vertebral
longitudinal común posterior y al anillo fibroso posterior.
3. Columna posterior: Formada por el arco óseo posterior:
pedículos, láminas, apófisis transversas articulares y espinosas y,
además, el complejo ligamen-tario posterior; ligamento
interespinoso, amarillo, cápsulas y ligamentos articulares.
La configuración anatómica y funcional de cada uno de estos tres pilares,
puede ser parcial o totalmente destruida, en forma aislada o en conjunto,
por acción del traumatismo.
RADIOLOGIA
Con frecuencia, dado el desplazamiento de los segmentos vertebrales fracturados, la
radiografía muestra claramente el plano de la luxofractura. En la radiografía lateral se
puede ver indemnidad del muro anterior y posterior, especialmente cuando la lesión es
por cizallamiento y el plano de la luxofractura es coincidente con el disco
intervertebral.En ocasiones de grandes desplazamientos, los extremos fracturados se
encuentran desplazados en cualquier sentido.La tomografía axial computada no suele
ofrecer datos importantes que tengan valor en el pronóstico o en el tratamiento.
CORRELACION ENTRE LA LESION DE LA COLUMNA Y EL DAÑO NEUROLOGICO
Lesiones menores con daño neurológico
Como cualquier fractura de la columna, se debe inmovilizar y estabilizar para lograr su
consolidación. Lo que la diferencia de las fracturas de otros huesos, es la posibilidad de
lesión neurológica.
La fractura aislada de la apófisis trasversa se puede asociar con una lesión del plexo
lumbar cuando la fractura compromete la vértebra L1 o L2; también puede
comprometerse el plexo lumbo-sacro, si la fractura compromete las apófisis trasversas
de L4 o L5 (Fractura de Malgaine).
Fracturas aisladas de apófisis espinosas a nivel de D12 a L2, pueden asociarse con
lesión del cono medular, como consecuencia directa de la violencia del traumatismo.
Lesiones mayores con daño neurológico
Fracturas por flexión compresión: Son las más frecuentes. La asociación con
lesión neurológica es excepcional ya que lo habitual es que se trate de fracturas
estables.
Fracturas por estallido (Burst): Presentan un alto porcentaje de lesión
neurológica, desde déficit parcial, unilateral, hasta paraplejia completa.
Fracturas por flexión disrupción (cinturón de seguridad): Cuando el mecanismo
es de gran energía, puede haber una grave lesión neurológica (paraplejia) con
mínima traducción en el estudio radiográfico. En general, la lesión neuroló-gica es
poco frecuente.
COMPLICACIONES
Son secundarias a la lesión ósea y neurológica.
1. Lesión de columna. Pueden quedar secuelas por deformidad angular,
xifosis torácica o lumbar, que condiciona inestabilidad y dolor crónico.
2. Lesión neurológica. Produce las secuelas más graves e invalidantes, en
forma de lesiones radiculares (paresias, paraplejias), medular (paraplejia),
cola de caballo (secuela vesical, esfinteriana).
FRACTURAS EXPUESTAS
Definición y Concepto
Es aquélla en la cual el foco de fractura se encuentra directa o indirectamente
comunicado con el exterior; de este modo, el concepto de fractura expuesta se
identifica con el de herida, en la cual, uno de sus tejidos &endash;el hueso&endash; se
encuentra en contacto con el exterior. Lleva por lo tanto involucrado todos los hechos
anatómicos y fisiopatológicos propios de una herida: lesión de partes blandas (piel,
celular, músculos, vasos, nervios y hueso), desvascularización y desvitalización con
riesgo de necrosis de los tejidos, incluyendo el hueso, y por último, contaminación y
riesgo de infección de piel, celular y hueso (osteomielitis) que es la complicación más
temida de la fractura expuesta.
GENERALIDADES
Son varias las circunstancias que hacen que la fractura expuesta sea una de las
lesiones más graves y comprometedoras de toda la traumatología:
x Es bastante frecuente.
x Sus circunstancias hacen que deba ser considerada como una "urgencia no
derivable".
x Magnitud de la herida.
x Riesgo de infección.
x Necesidad de traslado.
De acuerdo con ello, se emplean algunos de los siguientes métodos:
x Tracción continua.
x Tutores externos.
x Infraestructura hospitalaria.
x Gravedad de la lesión.
Será la evolución del proceso, y sobre todo el criterio clínico del médico
tratante, el que determinará el procedimiento a seguir. En este aspecto,
nadie debiera guiarse por esquemas o clasificaciones teóricas o pre-
establecidas.
11.Antibioterapia: el uso de una antibioterapia de amplio espectro debe ser
instalada en el momento mismo de la operación.
x Penicilina y derivados.
x Cefalosporinas.
x Aminoglicósidos.
Usados en forma independiente o combinados, logran cubrir gran parte
de la gama de los gérmenes contaminantes habituales.
El enfermo tratado así en esta primera etapa de su fractura expuesta, debe ser
observado en su evolución y en general trasladado a un servicio especializado,
para que se continúe y termine el tratamiento definitivo.
Es bueno reflexionar sobre la posibilidad de hacer una osteosíntesis interna de
entrada, en el momento de hacer el aseo quirúrgico. Antiguamente se hizo,
resultando en su mayoría en fracasos, por infección y pseudoartrosis, que
obligaba al retiro de las placas o clavos endomedulares.
Posteriormente se proscribió el uso de elementos de síntesis interna, más aún
con el advenimiento de los fijadores externos, que salvaban estas
complicaciones.
En el último tiempo, y en centros altamente especializados, se ha vuelto al uso
de la fijación interna en situaciones excepcionales, como fracturas producidas en
la nieve, limpias, con cortes de la piel netos, grado 1 y que puedan ser operadas
de inmediato.
Por lo tanto, la recomendación final es que, en general, la fractura expuesta no
debe ser tratada con osteosíntesis interna de inmediato; esto se hace en plazos
definidos por el especialista y cuando la situación local así lo aconseja.
Actualmente el uso de fijador externo está muy generalizado, lo que permite
reducir y estabilizar una fractura expuesta sin invadir con elementos extraños el
foco de fractura; permite además realizar fácilmente nuevos aseos en pabellón,
vigilar las heridas en las salas de hospitalización y corregir insuficiencias de
reducción, comprimir, realizar transporte, óseo, etc.
Esto permite la reducción y estabilización inmediata de una fractura expuesta.
Las nuevas técnicas de injertos miocutáneos, miofaciales y musculares
vascularizados, permite cerrar precozmente las heridas de exposición, lo que ha
mejorado notablemente el pronóstico de las fracturas expuestas. A ello se
agregan las técnicas de sutura vascular microscópica y los colgajos musculares,
que han permitido la curación de graves defectos de partes blandas en fracturas
expuestas.