11TEMA
Esquema
TEMA 11 – Esquema
Relación entre visión y audición Elaboración de la información
verbal y auditiva. Indicaciones especiales para
maestros y educadores.
La visión:
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secuencias auditivas. Dirigir la atención al maestro.
Es multidireccional, al estar las orejas a
ambos lados de la cabeza nos los 360º de Nivel lingüístico:
campo auditivo y ayuda al ojo para que se Espere las respuestas.
Síntesis y análisis, Refuerce la respuesta.
dirija hacia la fuente del sonido. complementación auditiva,
sintaxis, morfología,
Es continua lo que mantiene al hombre en segmentación.
contacto con su entorno. Tiene funciones
A nivel visual:
de exploración y de alerta. Nivel semántico: Exagere los movimientos bucales.
Trastornos específicos del
vocabulario, clasificación, Observar en un espejo os propios
Teoría del contagio. La lesión en un relaciones, memoria y movimientos.
sentido afecta a los restantes. coordinación audiovisual.
Muéstrele los auxiliares visuales.
Teoría de la compensación. Los sentidos
intactos suplen las funciones del sentido
Motivar al alumno.
afectado.
Funcionalidad Visual y Auditiva para la Lectura, el Lenguaje, los Idiomas y el Aprendizaje
Ideas clave
Para estudiar este tema, lee atentamente las ideas clave que se explican a
continuación.
Hagamos una pausa en la lectura y escuchemos. ¿Qué hemos oído? Quizás, el sonido de
un reloj, niños que juegan o la bocina de un automóvil. Oír e identificar ruidos del medio
ambiente nos parece una tarea simple, pero es en realidad una intercomunicación
muy complicada de capacidades perceptuales auditivas y visuales.
Es comprensible que los maestros y los padres se vean confundidos cuando un niño
entiende bien en una ocasión y en la siguiente no comprende en absoluto lo que ha
oído. Quizás, un niño puede comprender fácilmente un concepto simple y aislado,
abandonando sus capacidades de oír y entender cuando se agregan nuevos y diversos
elementos de complejidad creciente. Es posible que «oiga» y entienda parcialmente la
orden del maestro, quizás ni siquiera eso. Las interpretaciones erróneas de la
información auditiva y visual obtenida por el niño pueden observarse a menudo en sus
expresiones escritas, sus respuestas verbales y sus movimientos.
La visión
» Es direccional. Solo vemos 180º por delante de nuestra cara, no vemos por detrás
de nosotros a no ser que giremos la cabeza y para realizar tal movimiento
tendremos que haber oído algo que nos indique la necesidad del movimiento.
» Se interrumpe durante el sueño. Se puede descansar.
La audición
Este carácter de reciprocidad sensorial entre la vista y el oído fue destacado por
J.D.Harris (1950) y un estudio de Myklebust y Brutten (1953) relativo a los efectos de la
sordera temprana, indica que esta conlleva igualmente alteraciones de la visión.
Se han analizado varios síndromes en los que la deficiencia auditiva se acompañaba, entre
otras, de deficiencias visuales como cataratas o retinitis pigmentosa. Tales síndromes no
son frecuentes. En cambio, sí se dan problemas visuales en mayor proporción entre la
población deficiente auditiva que en la normoyente, lo que supone un hándicap de mayor
Uno de los primeros estudios sobre la visión en niños sordos, fue realizado por K. Braly
(1937) sobre una muestra de 422 alumnos pertenecientes a un colegio, entre 5 y 21 años de
edad. A partir de las hipótesis de que la causa de la sordera puede igualmente afectar a la
visión y tras la aplicación del test de Agudeza Visual de Snellen, obtuvo un 38% de defecto
visual en el grupo estudiado, porcentaje considerablemente mayor del que se encuentra
entre la población oyente.
La experiencia con ciertos niños sordos profundos algunos con lesión neurológica asociada,
sin lenguaje verbal y apenas sin lenguaje mímico-gestual, indica un mayor uso del olfato, lo
cual indica lógicamente, un máximo aprovechamiento de los restantes sentidos intactos
para orientarse en el ambiente que les rodea y atenuar, de algún modo, el aislamiento y la
incomunicación en la que se encuentran.
Que los sentidos intactos suplan de algún modo las funciones del sentido o
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sentidos afectados: teoría de la compensación.
Que no exista repercusión alguna entre el sentido afectado los demás sentidos
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intactos, ni favorable, ni desfavorable: teoría de la indiferencia.
Con frecuencia, la causa que produce una lesión o déficit en un órgano sensorial puede
afectar otros órganos o estructuras, originando una plurideficiencia o un síndrome
determinado.
En otros casos, sin llegar a esa marcada deficiencia, se observa una mayor incidencia de
percepción deficitaria en un sentido entre quienes ya padecen una pérdida en otro.
Aunque esta teoría se basa en una serie de hechos comprobados no puede decirse que
tenga un carácter general, solo en determinados síndromes.
La conclusión a la que llega Colin (1978) es que ante una deficiencia concreta, el individuo
afectado utiliza al máximo sus capacidades sensoriales restantes para darle un significado
a las informaciones que recibe y poderlas utilizar como paso previo a la acción.
La persona que tiene una deficiencia auditiva, por ejemplo, tiene la forzosa necesidad
de compensar su pérdida guiándose a través de la vista. Lejos de teorías, el desarrollo
de la función visual es explicado, por alguien que se ha visto en tal necesidad por
problemas auditivos, en estos términos, como explica Pinedo Peydró (1981):
Estamos dentro de un aula, tenemos diversos niños. Unos no paran de moverse, otros
están quietos y centrados en sus tareas… El grado de diversidad es la nota
predominante entre nuestros alumnos.
» Fonológico.
» Lingüístico.
» Semántica.
Nivel Características
Atención.
Localización.
Fonológico Figura-fondo.
Discriminación.
Secuencias auditivas.
Síntesis y análisis.
Complementación auditiva.
Lingüístico Sintaxis.
Morfología.
Segmentación.
Trastornos específicos del vocabulario.
Clasificación.
Semántica Relaciones.
Memoria.
Coordinación visual.
Tabla 2. Características de los niveles para la información verbal auditiva y visual.
Fonología
» Atención auditiva:
Estos niños oyen tantos ruidos accesorios que se ponen nerviosos e inquietos. Esta
conducta puede ser falsamente diagnosticada como déficit de atención, si bien el
niño no tiene en realidad control alguno sobre la situación.
o También existen niños que atienden por corto tiempo a un relato pero que no
pueden permanecer sentados quietos durante todo el tiempo.
o Otros parecen atender, pero comprenden en realidad solo palabras aisladas (por
otro lado, hay niños que parecen no atender, pero que pueden repetir literalmente lo
dicho).
» Localización auditiva:
Por el contrario, el niño que no puede detectar la fuente de sonido: queda en general en
este estado de pánico. Aún peor es que los niños con trastornos de localización no
saben que su confusión es propia de ellos y que el mundo de los demás se encuentra
ordenado.
Ya a los cuatro meses de edad, los lactantes normales pueden reconocer la voz de su
madre. El lactante descubre fácilmente el ordenamiento auditivo visual correcto,
pudiendo identificar el particular tono de la madre. Los lactantes normales giran su
cabeza en dirección a los ruidos repentinos, interrumpen su juego y miran con atención
como si quisiesen detectar la direccionalidad de esos ruidos. Los niños escolares con
trastornos en la localización no girarán su cabeza en la dirección correcta cuando se les
llama. Esta alteración puede continuar incluso en la escuela y en la edad adulta.
Hoy en día oímos todo con un complejo fondo de estímulos auditivos; la polución
auditiva crece en grado llamativo. Cada vez es más difícil concentrarse en determinados
estímulos, ignorando simultáneamente los ruidos secundarios.
elaboración y respuesta. Un niño tal, percibe todos los ruidos y no puede graduar, por
consiguiente, la importancia de estímulos específicos durante largo tiempo sin ser
distraídos por ruidos secundarios.
» Discriminación auditiva:
Los problemas de la discriminación auditiva en niños que aprenden a leer y escribir nos
son habituales. Así por ejemplo, confunden las letras d y t, f y z ó s y z. Los errores
discriminativos específicos de los fonemas son llamativamente constantes y
predecibles en los niños con trastornos auditivos.
Con un análisis más exacto, se observa que los sonidos que se diferencian solo por una
característica fonemática se confunden con más facilidad que aquellos con varias
características diversas. Así por ejemplo, los fonemas /k/ y /g/ solo pueden
diferenciarse por su característica fonofónica. Los fonemas sonoros /b/ y /d/ son a
menudo confundidos entre sí.
Incluso entre los grupos fonemáticos sonoros o áfonos aparecen confusiones entre
consonantes que se diferencian por diversos mecanismos de pronunciación, como por
ejemplo /b/-/d/ y /p/-/t/. También los sonidos nasales dan lugar a dificultades. Los
sonidos /m/, /n/ y /g/ son en ocasiones difíciles de diferenciar. También hay una
discriminación errónea cuando se entienden mal las vocales.
En general, los fonemas, las palabras, las expresiones y las oraciones no se escuchan
separadamente entre sí; se oye y se aprende en combinación con otros fonemas,
palabras, expresiones y oraciones. Los niños con trastornos secuenciales, pueden oír
bien los fonemas aislados, pero su significado les queda incierto, dado que no oyen en
la secuencia correcta. Pueden surgir así todas las confusiones posibles: algunos
fonemas de una palabra se pueden invertir; en ocasiones, se invierten sílabas. A veces,
la palabra queda completamente mezclada. También pueden invertirse porciones de
palabras compuestas. Incluso una oración completa puede ser invertida.
Nivel lingüístico
» Síntesis y análisis:
A muchos niños con trastornos auditivos les resulta difícil combinar los fonemas para
formar palabras. Para ellos, se trata de una esforzada y a veces imposible empresa.
En el proceso del análisis, se extraen de una palabra completa los fonemas que la
componen.
» Complementación auditiva:
Muy a menudo, los niños con trastornos de complementación auditiva necesitan más
tiempo que otros para dar una respuesta. Es posible que la información auditiva que
les llega, les confunda. Como compensación, algunos niños desarrollan un tipo de
repetición -en voz alta o baja-, con lo que parecería que lo oído es reforzado, con el fin
de que los niños puedan llenar más fácilmente los lugares vacíos.
Algunos niños entienden fácilmente la sintaxis normal, en tanto otros les son difícil. Es
posible que los niños con alteraciones sintácticas no hayan recibido suficiente
estimulación gramático-verbal de pequeños, debiéndoseles llamar la atención por
consiguiente sobre determinados puntos importantes del contenido en lo hablado.
Los niños desarrollan un método propio mediante el cual trastocan las informaciones a
su esquema verbal. «Ve a la biblioteca y devuelve los libros por mí» se transformará quizás
en «Lleva los libros». El niño ha reducido
correctamente la indicación a su «estructura
fundamental», que a menudo se mantiene por
largo tiempo después de que la «estructura
superficial» verbal ha desaparecido de la
memoria infantil.
» Morfología:
Los niños con dificultades de aprendizaje necesitan a menudo mucho tiempo antes de
poder entender los aspectos morfológicos del lenguaje. Consideran cada palabra
derivada como nueva, sin relación con la palabra original. Estos niños parecen tener
las mayores dificultades en los siguientes aspectos morfológicos lingüísticos: plural,
comparativo y superlativo; prefijos y sufijos anexados a las raíces de las palabras;
tiempos, diferentes formas verbales y pronombres posesivos.
» Semántica/cognición:
Si bien estos niños son resueltos y hablan de forma adecuada, un análisis más
exacto de sus hábitos verbales permite encontrar vacíos característicos en su
vocabulario. Estos problemas se muestran con frecuencia en hábitos verbales
específicos, ligados a determinadas áreas del vocabulario.
Algunos niños tienen dificultades con los sustantivos. Olvidan una palabra, aun
cuando conocen su significado y definición, reconociéndola al volver a oírla. Este
niño verá la figura de un dentista y dirá «Repara nuestros dientes»; pero la
verdadera palabra, «dentista», vuelve a su memoria solo cuando se le ofrece en
medio de una serie de palabras. Conoce la palabra, pero no puede memorizarla
espontáneamente (disnomia).
Puesto que este problema es especialmente frustrante, los niños desarrollan con
frecuencia complicados mecanismos compensatorios. Utilizan para la
compensación gestos y palabras reemplazantes, como «Eso» y «Cosa» o brindan
definiciones operativas. Algunos de estos niños agradecen muchas veces los
indicios, cuando se encuentran buscando una palabra. Otros dicen «No digas nada,
ya la tengo».
Tal como se observó en algunas experiencias, estos niños entienden mal las
oraciones con muchos adjetivos. Se comprobó también que los adjetivos
interesantes que denotan características tales como color, tamaño, cantidad y
forma, son entendidos con más facilidad que aquellos que tratan de conceptos
como distancia (cerca, lejos), tiempo (breve, prolongado) y comparaciones
(grande, mayor, el más grande), siendo esta última categoría la más difícil.
Es comprensible que el niño se confunda con ellas. Así por ejemplo, palabras
tales como «en» y «de» pueden tener tanto un sentido temporal como espacial.
Las confusiones de conjunciones aparecen a menudo cuando las relaciones
entre las palabras o los pensamientos no se entienden bien. Para un tratamiento
exitoso debe comprobarse en principio en qué área se encuentran las
o Clasificación:
En algunos niños, el sistema de almacenamiento, que sirve para la clasificación
de informaciones, parece estar defectuoso. Puesto que no pueden clasificar
correctamente surge en ellos, cada vez que buscan una palabra, un ajuste erróneo
en el sistema relacional. He aquí algunos de los métodos terapéuticos para
este trastorno:
o Relaciones:
También son difíciles para los niños con dificultades de aprendizaje las
siguientes relaciones de uso general:
Relaciones
Relaciones comparativas (los elefantes son más grandes que los tigres).
o Coordinación audiovisual:
Al aprender a leer, los niños deben dominar dos tareas diferentes: por un lado,
la transformación de signos impresos en sonidos hablados y oídos; y por otro, la
interpretación de estos últimos.
Así por ejemplo, las letras impresas p-e-r-r-o carecen de significado para la
mayor parte de los niños preescolares, no así la palabra hablada perro. Algunos
programas de fonética contienen ejercicios para la diferenciación auditiva de
sonidos, pero solo unos pocos posibilitan el desarrollo de todas las capacidades
fundamentales necesarias para la comprensión de los sonidos hablados y sus
relaciones con los símbolos escritos correspondientes.
Los niños deben aprender a escuchar correctamente: cómo atender y reconocer los
sonidos, a qué prestar atención, cómo reconocer una figura en el fondo, cómo
discriminar, cómo reconocer secuencias, cómo asociar contenidos significativos y
cómo recordar diversos patrones auditivos.
» Los niños prueban qué ruidos pueden hacer con sus pies: ruidos fuertes como
patear el suelo, golpear sonoramente con los talones (lo cual necesita cierta
ejercitación) y ruidos leves como golpear, resbalar y deslizar a un lado y otro.
Colocan las cabezas sobre sus pupitres. Un niño pasa al frente y hace uno de los
ruidos. Los otros deben adivinar cómo lo ha hecho.
» Un niño es «él» y sale afuera. Otro niño es elegido como «persona secreta». «Él»
regresa al aula, gira hacia la pared e intenta identificar a la «persona secreta»
cuando esta dice «Hola». La persona secreta se encuentra en el medio de un grupo
y puede tratar de confundir a «él» falseando su voz todo lo que quiera.
» Varios niños se adjudican los nombres de otros niños presentes. Estos niños hacen un
pequeño círculo con sus rostros hacia adentro. Los otros niños cierran los ojos. El
maestro señala a uno de los niños del círculo, el cual contesta con voz normal: «Me
llamo… (el nombre elegido)». Los otros niños deben intentar reconocer a quien habla
por su voz.
» Con ojos cerrados, los niños tratan de escuchar ruidos del aula y del corredor. Se pide
a cada niño que identifique una fuente de sonido y señale la dirección de la que esta
proviene.
Algunos ejemplos:
» El maestro lee en voz alta una historia compuesta por cuatro oraciones, de las
cuales una no pertenece al contexto. Los niños escuchan la historia una vez y,
cuando es releída, levantan su mano en el momento de escuchar la oración falsa.
Ejemplo:
Tomás tiene un nuevo trineo. Quiere andar con él, pero no hay nieve sobre la
tierra. Tomás come con agrado crema de avellanas. Tan pronto nieve, Tomás irá
afuera.
» El maestro lee a los niños un texto que contiene una oración inapropiada. Al
leer por segunda vez, los niños levantan su mano cuando escuchan una oración sin
sentido o que no corresponde a la historia.
Ejemplo:
Elena vive lejos de la escuela. Cada mañana, debe levantarse temprano y dirigirse
a la parada del autobús. Siempre es la primera en el autobús. El hermano de
Elena juega al fútbol. Cuando el autobús no viene por la mañana, Elena no puede
llegar a la escuela, porque está demasiado lejos para ir caminando.
» Los niños escuchan un trozo de texto en el que una palabra aparece varias veces.
Levantan su mano cada vez que la palabra repetida se utiliza erróneamente.
Aventuran cuál podría ser la palabra correcta.
Ejemplo:
Los niños están sentados en sillas ordenadas como los asientos de un autobús
escolar. La maestra es el conductor. Ella adjudica a cada niño el sonido de una letra.
Los niños imitan los ruidos del viaje (ruido leve del motor y ruidos ocasionales del
tránsito), la maestra va nombrando calles. Si un niño escucha el nombre de una calle
que comienza con su letra, desciende. Los niños que han descendido se colocan a un
lado del autobús y siguen haciendo sonidos de tránsito, hasta que el autobús se ha
vaciado.
» La maestra dice que quisiera ver cuántas cosas pueden colocar los niños en un
pequeño carro rojo, antes de que sea demasiado pesado para tirar de él. Cada niño
de un grupo de cuatro menciona algo que desearía colocar en el carro y repite, en la
secuencia correcta, lo que los otros niños ya han cargado en él. Si el niño olvida una
parte de la lista, la maestra pide ayuda a uno de los niños que ya han participado.
Una vez que todos han participado, los niños repiten en voz baja la lista. La maestra
debe estimular a los niños a permitir el libre curso de su fantasía.
En ocasiones, confunde los encargos, o agrega algo absurdo, de modo que los otros
niños puedan corregirlo. Otros niños repiten el juego como clientes y camareros.
» Los niños mencionan su propio número telefónico o algún número de siete cifras.
Un niño menciona su número y luego dice el nombre de otro niño.
Este debe llamar «por teléfono» al primero, repitiendo el número telefónico
mencionado. Si comete un error, el primer niño dice «Equivocado» y sigue llamando a
otros niños hasta que uno repita correctamente el número. El juego continúa con otros
niños.
Dos ejemplos:
Otro ejemplo:
Ejemplos:
mo-to-ci-cle-ta
e-le fan-te
ma-es-tro
di-rec-tor
so-bre
den-tro
» El maestro lee oraciones con pronombres erróneos. Indica a los niños que
encuentren la palabra que no corresponde con el sentido de la frase.
Ejemplos:
» Los niños oyen oraciones y dicen cuáles son correctas y cuáles no. Si no saben si
una de ellas es correcta, se explica el por qué.
Ejemplos:
» Los niños escuchan pares de oraciones. Buscan dos palabras que suenan igual y
dicen si también significan lo mismo.
Ejemplos:
Hoy hemos aprendido en la hora de música a escribir las notas. Mi hermano solo
tiene buenas notas en su boletín. El maestro pone una nota a mi redacción.
» Los niños escuchan refranes. Luego de un refrán, la maestra lee en voz alta dos
oraciones: Una, que reproduce el significado del refrán y una que toma el refrán
literalmente y no considera el significado real. Se discuten las oraciones y se decide
cuál es la más adecuada para explicar el refrán.
Ejemplos:
» El maestro lee palabras en las que faltan letras. Explica a los niños que oirán una
palabra que suena como una palabra conocida pero a la cual le falta una parte. Los
niños dicen cómo debería ser la palabra completa.
Ejemplos:
televi(s)or
toma(t)e
fo(t)ografía
ga(t)o
Repita las indicaciones y las preguntas en caso necesario. Si el niño sigue sin
2 entender, formule lo dicho de otra manera y utilice entonces palabras y
construcciones o racionales más simples.
Auxiliares tactilquinestésicos: coloque la mano del niño sobre su boca, de modo que
pueda sentir cómo se diferencian diversas palabras de sonido similar en cuanto a sus
características de pronunciación; por ejemplo, sonoridad y afonía, nasalidad, tensión o
relajación relativas de los labios y posición de la lengua.
Permita que los niños también coloquen las manos sobre su propia boca, para sentir
movimientos contrapuestos.
Auxiliares visuales:
» Permita que el niño observe con ayuda de un espejo sus propios movimientos
bucales.
» El niño debe concentrarse también en medios auxiliares visuales (tales como cortes
transversales y otras ilustraciones de diversas posiciones de la lengua y de los
labios).
» Muéstrele también auxiliares visuales que representen relaciones entre los sonidos
de las letras.
» Si el niño ofrece respuestas correctas con regularidad, dele tareas con un grado
creciente de complejidad y deje de lado progresivamente los auxiliares visuales.
Retorne entonces a las indicaciones y preguntas del comienzo.
» Los mejores medios auxiliares para despertar el interés infantil y mantenerlo son
la novedad y el humor. A fin de estructurar la enseñanza en forma interesante y de
interrumpir la uniformidad necesaria para este entrenamiento, hemos relajado las
tareas mediante cuentos, adivinanzas, oraciones jocosas y «errores» divertidos.
Estos métodos y otros similares, son especialmente efectivos en la motivación de los
niños.
Caso práctico
Sonia tiene 9 años, nos la remite su logopeda porque no avanza en el tratamiento. Sus
padres nos cuentan que ha habido muchos cambios en su entorno familiar desde hace
dos años (muerte de la abuela, trabajo de la madre...).
Observaciones concretas:
Recogida de datos:
» Estudio audiométrico:
Audiometría vocal:
En cuanto a la revisión visual se comprueba que todos los valores se encuentran dentro
de la norma para su edad, excepto los movimientos oculares para la lectura que se
realizan con:
1. Saltos.
2. Pérdidas de fijación.
3. Movimientos de la cabeza.
1. Motricidad ocular.
2. Figura-fondo auditiva.
3. Discriminación auditiva.
4. Localización de sonidos.
5. Estructuras rítmicas.
Lo + recomendado
Lecciones magistrales
El tema habla de la relación existente entre audición y lenguaje. Veremos los siguientes
epígrafes: área del lenguaje; relación inteligibilidad energía de las palabras; dificultades
de discriminación auditiva y problemas escolares; dominancia hemisferial.
No dejes de leer…
Pérez-Abaloa, M.C., Gaya, J.A., Savío, G., Ponce de León, M., Perera, M. & Reigosa, V.
(2005). Diagnóstico e intervención temprana de los trastornos de la audición: una
experiencia cubana de 20 años, Revista de neurología., 41, 556-563.
Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/pediatria/pesqaudcuba-revneurol2005-
41(9)556-63.pdf
+ Información
A fondo
Discapacidad auditiva
Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://ocw.um.es/cc.-sociales/trastornos-del-desarrollo-y-logopedia/material-de-
clase-2/tema5.pdf
Accede al artículo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://sid.usal.es/idocs/F8/ART21446/dominguez_leybaert.pdf
Bibliografía
Munar, E., Rosselló, J., Mas, C., Morente, P. y Quetgles, M. (2002). El desarrollo de la
audición humana. Psicothema, 14, 247-254
Test
2. La sinestesia es:
A. La interpretación de la información visual.
B. La interpretación de la información auditiva.
C. Un proceso integrador de la percepción intersensorial.
9. Para aprender a leer los niños han de dominar dos tareas diferentes:
A. Discriminar adecuadamente los fonemas y recordarlos.
B. La transformación de signos impresos en sonidos y su interpretación.
C. Diferenciar los fonemas y escribirlos sin errores.