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Cuando la vida cotidiana se convierte en una carrera permanente el estrés y la fatiga afectan a
todo el cuerpo. Nuestro modo de vida actual es responsable de muchas enfermedades.
Todos hemos sufrido de algún dolor en el cuello, en la espalda, en los brazos o en otras partes
del cuerpo como consecuencia de las malas posturas, un mal movimiento, una lesión o
simplemente por el estrés.
El dolor provocado por el nervio ciático es un dolor un santo y agudo que reciente todo un
largo de los dos nervio ciático sus situados detrás de cada una de las piernas y que son los
nervios más voluminosos del organismo. Abarcan desde la columna vertebral hasta la parte
baja de la espalda a la altura de las vértebras lumbares y sacras, exactamente por encima del
coxis.
El dolor alcanza principalmente los muslos y la pantorrilla y se extiende hasta el pie.
Habitualmente, esto afecta sólo un lado del cuerpo.
El dolor que provoca el nervio ciático, no surge porque sí, sino que es la consecuencia de una
compresión de los nervios especialmente en casos de hernia discal, de una enfermedad
neurológica o en casos menos frecuentes de un tumor. Algunos de estas causas son:
- Una mala postura.
- Una torcedura.
- Un espasmo.
- Obesidad o sobrepeso.
- Usar zapatos de taco alto.
- Dormir sobre un colchón demasiado blando o incómodo.
- Embarazo.
- Diabetes.
Los síntomas asociados a los dolores del nervio ciático son:
- Entumecimiento.
- Calambres.
- Inflamación.
- Dolor agudo constante u ocasional.
- Hormigueos.
- Espasmos musculares.
- Debilidad muscular.
1) Posición mariposa.
Este ejercicio no sólo te ayudará a desbloquear el nervio ciático sino que también contribuirá a
reducir los dolores de espalda y caderas. Tiene como objetivo al mismo tiempo reforzar y
mejorar la resistencia de huesos y articulaciones.
- Siéntate en el suelo, con la espalda bien recta y con las piernas abiertas flexionadas.
- Procura que las plantas de los pies estén en contacto una con la otra.
- Sostén tus tobillos mientras realizas este movimiento.
- Inclínate hacia adelante hasta sentir una ligera tensión en la cadera.
- Sostén la misma posición durante cinco segundos, relaja los músculos y vuelve a intentarlo.
- ¡No te esfuerces! En caso de que sientas que este ejercicio te genera más dolor, tal vez
deberías empezar con otros que veremos a continuación y dejar este para más adelante.
3) En una silla.
Este es un ejercicio muy sencillo que puedes realizar en cualquier momento en que estés
sentado. También te será útil para los dolores de espalda.
- Siéntate casi en el borde de una silla firme y pesada.
- Coloca una pierna por sobre la otra de manera tal de que el tobillo quede apoyado sobre tu
rodilla.
- Mantén esta posición durante varios segundos.
- Luego, inhala profundo e inclínate hacia adelante manteniendo la espalda recta.
- Repite invirtiendo las piernas.
Hemos visto cuatro ejercicios simples que te serán útiles para no quedarte estancado e inmóvil
que es negativo a la hora de aliviar el dolor. ¡Inténtalo!