Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Obras incompletas
Recopilación Tiago
Desde sus inicios Traficantes de Sueños ha apostado por licencias
de publicación que permiten compartir, como las Creative Com-
mons, por eso sus libros se pueden copiar, distribuir, comunicar
públicamente y descargar desde su web. Entendemos que el co-
nocimiento y las expresiones artísticas se producen a partir de
El feminismo es para todo el mundo elementos previos y contemporáneos, gracias a las redes difusas
bell hooks en las que participamos. Están hechas de retazos, de mezclas, de
experiencias colectivas; cada persona las recompone de una for-
ma original, pero no se puede atribuir su propiedad total y excluir
a otros de su uso o replicación.
Sin embargo, «cultura libre» no es sinónimo de «cultura gratis».
Producir un libro conlleva costes de derechos de autor, traduc-
ción, edición, corrección, maquetación, diseño e impresión. Tú
puedes colaborar haciendo una donación al proyecto editorial;
con ello estarás contribuyendo a la liberación de contenidos.
traficantes de sueños
Indice
Índice 9
Nota editorial. Origen del proyecto y agradecimientos
Prólogo. Ochy Curiel
1. Política feminista. Donde estamos
Traficantes de Sueños no es una casa editorial, ni siquiera una 2. Toma de conciencia. Un continuo cambio de actitud
editorial independiente que contempla la publicación de una co- 3. La sororidad sigue siendo poderosa
lección variable de textos críticos. Es, por el contrario, un proyec- 4. Educación feminista para una conciencia crítica
to, en el sentido estricto de «apuesta», que se dirige a cartografiar 5. Nuestros cuerpos, nosotras. Derechos reproductivos
las líneas constituyentes de otras formas de vida. La construcción 6. Belleza por dentro y por fuera
teórica y práctica de la caja de herramientas que, con palabras 7. Lucha de clases feminista
propias, puede componer el ciclo de luchas de las próximas déca- 8. Feminismo global
das. 9. Mujer y empleo
Sin complacencias con la arcaica sacralidad del libro, sin concesio- 10. Raza y género
nes con el narcisismo literario, sin lealtad alguna a los usurpado- 11. Acabar con la violencia
res del saber, TdS adopta sin ambages la libertad de acceso al 12. Masculinidad feminista
conocimiento. Queda, por tanto, permitida y abierta la reproduc- 13. Crianza feminista
ción total o parcial de los textos publicados, en cualquier formato 14. Liberar el matrimonio y las relaciones de pareja
imaginable, salvo por explícita voluntad del autor o de la autora y 15. Una política sexual feminista.
sólo en el caso de las ediciones con ánimo de lucro. Una ética de libertad mutua
16. Plenitud total. Lesbianismo y feminismo
Omnia sunt communia! 17. Volver a amar. El corazón del feminismo
18. Espiritualidad feminista
19. Un feminismo con visión de futuro
se permite la copia @
Nota editorial Finalmente lo hemos traducido un equipo de cinco mujeres xica-
nas, colombianas y del Estado español, con la colaboración de
Origen del proyecto y agradecimientos otra compañera para la traducción de un capítulo. A más compa-
ñeras les hubiera gustado participar en el proyecto pero por dis-
Todas las mujeres blancas de este país saben que su esta- tintos motivos no pudieron seguir, entre ellas Elena Rey.
tus es muy distinto al de las mujeres negras y de color, y lo
saben desde muy pequeñas porque tanto en la televisión Desde nuestro primer contacto con Traficantes de Sueños, la edi-
como en las revistas solo ven imágenes como la suya. Sa- torial puso mucho empeño, ilusión y constancia para que el libro
ben que el único motivo por el que las personas de color fuera finalmente publicado. En la larga búsqueda de los derechos
están ausentes y son invisibles es porque no son blancas. de la obra y la localización de la autora tuvimos que recurrir a
Todas las mujeres blancas de este país saben que su raza nuestras redes feministas a uno y otro lado del Atlántico, las cua-
es una categoría privilegiada y, por mucho que decidan les (aunque sin mucho éxito) se pusieron a la tarea. Queremos
reprimir o desmentir este hecho, no significa que lo desco- agradecer especialmente la ayuda de Mara Viveros.
nozcan. Simplemente lo están negando.
Ya en el proceso de traducción fue mucha la gente que nos animó
Esta cita es el origen de esta publicación; a una de las tra- y nos apoyó y que espera con ilusión leer el libro traducido. Gra-
ductoras, Maira Puertas, le llamó poderosamente la atención cias de manera especial a Kath Nygard, que contribuyó con la tra-
cuando la encontró en Internet. Tanto que buscó y se leyó el libro. ducción de un capítulo, y a Ivonne Donado Kerguelén y Carmen
Y le pareció tan completo, variado y útil, y tan necesario tenerlo Romo Velasco, que ayudaron en la pre-revisión de otros.
en castellano que lanzó la propuesta de traducirlo a varias com- Por último, queremos dar las gracias en especial a Ochy Curiel
pañeras feministas de acá y de allá. Pichardo por aceptar nuestra propuesta de escribir el prólogo.
Desde el principio la idea nos entusiasmó y nos pusimos manos a Fdo. El equipo de traductoras:
la obra: primero confirmamos qué compañeras estarían dispues- Beatriz Esteban Agustí Lina Tatiana Lozano Ruiz Mayra Sofía Mo-
tas a participar y después encontramos una editorial que quisiera reno Maira Puertas Romo Sara Vega González
publicarlo. Por diversos motivos, desde que el proyecto echó a
andar han transcurrido casi cuatro años y un sinnúmero de perso-
nas ha colaborado para que saliera adelante.
to quién es ella. No obstante, es bueno saber que bell hooks, co-
Prólogo mo ha sucedido con la mayoría de afronorteamericanas, fue víc-
Ochy Curiel tima de la segregación racial, del sexismo y del clasismo en Esta-
dos Unidos; es desde esta experiencia desde donde se posiciona
Feminism is for Everybody / El feminismo es para todo el mundo es en torno al feminismo, en el que cree profundamente, colocando
uno de los textos más importantes de la escritora, teórica activis- su propio standpoint [punto de vista]. Este es uno de los marcos
ta, académica y crítica cultural afronorteamericana bell hooks. fundamentales del libro: la experiencia como autoridad analítica,
desde una posición crítica, constructiva y vivencial, es el hilo con-
A diecisiete años de su primera edición, ya solo el título invita a
ductor de este texto.
una reflexión que hoy sigue estando en boga en los espacios fe-
ministas y que podemos sintetizar en esta pregunta: ¿cuál es el Fue escrito de forma simple y explicativa, pues su propósito era
sujeto del feminismo? hacer una especie de «manual» sencillo, que todo el mundo pu-
diera leer, que permitiera eliminar los prejuicios en torno al femi-
La respuesta la encontramos a lo largo de diecinueve pequeños
nismo —y en torno a las feministas como mujeres que «odian a
capítulos que, si bien cortos, profundizan en cuestiones clave para
los hombres»— y que ayudara a ampliar su alcance, ya que, según
el feminismo norteamericano, también abordadas en otras geo-
ella, las propuestas feministas circulan fundamentalmente en la
políticas, y que continúan siendo hoy debates importantes. Por lo
academia y en los movimiento políticos.
tanto, su lectura es una reactualización de historias, debates,
disputas, propuestas, en las que encontramos continuidades y Contar con la traducción en castellano de Feminism is for
discontinuidades y que son presentadas por bell hooks desde su Everybody. Passionate Politics es un privilegio que nos permite
experiencia, su apasionamiento y desde profundos y complejos adentrarnos en el pensamiento y la práctica política de una de las
análisis. feministas afronorteamericanas que ha construido lo que hoy se
denomina Feminismo Negro, una de las propuestas feministas
bell hooks fue un nombre construido por la autora combinando
más coherentes y radicales, que promueve un análisis y una ac-
parte de los nombres y apellidos de su madre y de su abuela, un
ción política que consideren la imbricación de las opresiones deri-
acto de reconocimiento de una ancestralidad que define su propia
vadas del sexo, la raza y la clase.
ubicación, lo que ha sido una práctica política reiterada por parte
de muchas mujeres negras. Pero además lo escribe en minúsculas, ¿Por qué «el feminismo es para todo el mundo» para bell hooks?
cuestionando el canon gramatical hegemónico que señala que los Es la pregunta que me condujo a leer este libro. Y no encontré una
nombres propios deben escribirse en mayúsculas. Para ella lo más sola respuesta, sino muchas.
importante son las ideas que están vertidas en sus textos, no tan-
I. Lo primero que la autora nos propone es que el feminis- periencia de muchas mujeres empobrecidas y negras que no eran
mo tiene el potencial de cambiar no solo la vida de las mujeres, consideradas en un feminismo cuyas integrantes legítimas eran
sino la de todo aquel y aquella que busque claves para transfor- las blancas y de clase burguesa. Es desde allí desde donde intro-
marla. duce interesantes análisis en torno a la raza y a la clase.
En este libro bell hooks conecta este potencial de transformación En torno a la raza, señala que fueron las feministas negras, a
con una toma de conciencia del sexismo que no debe quedarse en quienes define como visionarias, las que desvelaron la relación
las mujeres, sino llegar también a los hombres, para que se hagan entre racismo y sexismo y las que —aunque fueron catalogadas
conscientes de su sexismo y renuncien a sus privilegios masculi- como «traidoras», porque para muchas feministas blancas esto
nos. Es uno de los temas recurrentes de la autora. Así desesencia- disminuía el estatus del género en el feminismo— forjaron las
liza la relación mujer = feminista, hombre = enemigo, pues sostie- bases para una posición antirracista dentro del feminismo.
ne que un hombre que ha renunciado a sus privilegios de sexo es
un compañero de lucha, y una mujer que sostiene el sexismo es Critica un feminismo blanco que, si bien aprendió de la lucha de
una peligrosa amenaza para el feminismo. la población afronorteamericana por los derechos civiles para
lograr sus propios derechos, no integró por ello ningún compro-
Esta posición está inscrita en debates que surgieron en la década miso con la lucha antirracista. Al contrario, se negaron a analizar
de los años setenta y ochenta en el feminismo (y que hoy siguen el impacto que tenía la raza al colocar el género como único cen-
presentes) en torno a la idea de que el feminismo era exclusiva- tro de sus luchas, lo que reproducía el racismo dentro del femi-
mente para las mujeres, pues han sido oprimidas por el sexismo, y nismo. La experiencia de las mujeres negras, la mayoría en situa-
que había que enfrentarse con los hombres. hooks problematiza ción de precariedad material, era borrada de los análisis y luchas
esta relación analizando cómo los hombres no son el problema feministas. Fue así como se cuestionó la supuesta hermandad y
principal. Si bien asume críticamente sus privilegios en el sistema sororidad que muchas feministas blancas y con privilegios de clase
patriarcal y cómo reproducen el sexismo, propone una teorización enarbolaban como un principio ético feminista, pues la mayoría
más compleja que coloque el problema en el patriarcado, el se- de las mujeres y feministas negras eran objeto de explotación y
xismo y la dominación masculina, que incluya el hecho de que racismo por parte de la sociedad en general, y por muchas femi-
muchas mujeres también reproducen esta dominación, y que nistas blancas en particular; por tanto, no había tal opresión com-
ponga en el centro que para lograr erradicar este sistema es im- partida. Si bien hooks señala que posteriormente muchas feminis-
portante asumir la toma de conciencia crítica. tas blancas han teorizado sobre la relación entre género y raza,
cabe destacar que esto sigue ausente en la práctica feminista de
II. Pensar y hacer un feminismo para todo el mundo no es muchas otras.
pensar solo en los hombres: hooks coloca en primer plano la ex-
III. Para bell hooks la clase también ha sido una cuestión pro- siguieron en gran medida abocadas a abortos ilegales en precarias
blemática para el feminismo. Partiendo del cuestiona- miento de condiciones.
lo que Betty Friedan llamó «el problema que no tiene nombre» en
su célebre texto The Feminism Mystique [La mística de la femini- Sobre esta cuestión analiza también cómo los derechos logrados
dad], un best-seller de la época en el que Friedan analizaba las por algunas en torno a la reproducción y la sexualidad fueron pos-
frustraciones de muchas mujeres por estar en sus casas como teriormente perdiéndose, mientras la radicalidad feminista iba
amas de casa, hooks restringe esa frustración a un grupo de muje- desapareciendo y se fortalecía la ultraderecha religiosa funda-
res blancas pequeño burguesas pues una gran mayoría de muje- mentalista, lo que colocó de nuevo el aborto en la agenda pública,
res trabajaban ya fuera del hogar por pésimos salarios y, a la vez, en un intento de socavar el derecho de las mujeres a decidir sobre
a su regreso, tenían que asumir el trabajo doméstico en sus pro- sus cuerpos, su sexualidad y su reproducción.
pias casas. Por tanto, cuestiona el concepto de «libertad» que V. En relación con los cánones de belleza, examina cómo las
Friedan demandaba para ciertas mujeres con privilegios, pues no feministas lograron cuestionar la belleza promovida por la indus-
era aplicable para mujeres sin privilegios de clase y raza. tria de la moda y la obsesión que esta impone para que las muje-
hooks examina cómo fue dándose la institucionalización del femi- res asuman una determinada apariencia. Así, muchas feministas
nismo, al crearse los estudios de la mujer en el campo académico, se bajaron de los tacones, dejaron el maquillaje, empezaron a
que en buena medida desplazaron a los grupos de autoconciencia, usar pantalones y se sintieron más libres y cómodas con sus cuer-
espacios no jerárquicos y autónomos que permitieron analizar las pos. Sin embargo, también analiza cómo el patriarcado capitalista
vidas cotidianas de muchas mujeres. Esta institucionalización pro- supremacista blanco, posteriormente, ha sido capaz de volver a
fesionalizó la apuesta feminista por parte de mujeres privilegiadas generalizar nociones sexistas de la belleza a través de los medios
convirtiéndolo en un estilo de vida más que en una apuesta trans- de comunicación.
formadora, lo que fortaleció un feminismo clasista. VI. bell hooks amplía en este texto los análisis en torno a la
IV. Por otro lado, para la autora, si bien la sexualidad de las violencia. Prefiere el concepto de «violencia patriarcal» en vez de
mujeres fue un catalizador fundamental para el movimiento femi- «violencia doméstica», porque la liga al sexismo y a la dominación
nista, pues permitió reconocer los cuerpos de las mujeres, defen- masculina y porque además esta violencia no incluye solo a las
der el derecho a elegir, a ejercer más libremente su sexualidad, a mujeres, sino también a los niños y a las niñas, que muchas veces
acceder a métodos anticonceptivos seguros o al aborto, lo cierto son violentados, también por las mujeres. Ante esto propone una
es que de mucho de esto solo hicieron uso mujeres blancas con crianza feminista como vía para evitar la violencia hacia las muje-
privilegios de clase. Las empobrecidas, incluyendo a las negras, res, hacia niños y niñas, pero también para generar procesos de
socialización que eviten la reproducción de la violencia a nivel mental de las lesbianas radicales y, segundo, trabajando contra la
general. homofobia y la lesbofobia.
VII. En temas como el matrimonio y la vida de pareja, bell Con todos estos temas, lo que nos propone bell hooks en este
hooks recuerda que fueron las posturas feministas de la década libro es un feminismo visionario y radical que debe analizar las
de los setenta, que criticaron el matrimonio heterosexual por experiencias personales desde la posición de cada uno, desde
constituir otra forma de esclavitud sexual y por reforzar la hege- nuestros lugares de sexo, raza y clase para que «entendamos con
monía patriarcal de los hombres, las que construyeron el para- claridad nuestro lugar dentro del patriarcado capitalista suprema-
digma sexual más libre que vivimos hoy y que ha permitido a las cista blanco»; un feminismo que debe recuperar los aportes de
mujeres y a los hombres tener mejores relaciones con sus parejas muchas feministas que no se quedaron en una política reformista,
heterosexuales. sino que apostaron por la transformación de la vida; un feminismo
que debe reconocer la importancia de «otra» espiritualidad lejos
VIII. A partir de un sugerente título, bell hooks analiza la rela- del sexismo, del racismo, del funda- mentalismo y que contenga
ción entre lesbianismo y feminismo. Lo denomina «plenitud to- ideas de justicia y liberación; un feminismo que debe cuestionar
tal». Reconociendo que fueron lesbianas las que le ayudaron a su las nociones de amor que se basan en la dominación y la coerción;
propia autodefinición, analiza cómo las lesbianas y las bisexuales un feminismo que luche contra todas las formas de violencia y
fueron la vanguardia del movimiento de la liberación de las muje- que debe invitar a sumarse a todo el mundo.
res por dos razones: por haber mostrado a través de su propia
experiencia que, en tanto mujeres, no era necesario depender de
los hombres para lograr el bienestar y el placer sexual; y porque
eran las que estaban más dispuestas a asumir una perspectiva de
raza y clase. Muestra además el heterosexismo del feminismo, en
tanto que las heterosexuales del movimiento no legitimaban a
lesbianas y bisexuales, cuestión que era reforzada por los medios
de comunicación. Una aportación interesante de hooks es el cues-
tionamiento de la consigna «el feminismo es la teoría y el lesbia-
nismo la práctica» ya que muchas lesbianas reproducían formas
de violencia dentro de sus parejas y asumían roles y actitudes
sexistas, y muchas terminaron por alejarse de las prácticas políti-
cas radicales. Con todo ello hooks invita a una práctica feminista
frente al heterosexismo, primero, reconociendo el legado funda-
está representado por mujeres comprometidas principalmente
1. Política Feminista con la igualdad de género: el mismo salario por el mismo trabajo
Donde estamos y, a veces, el reparto de las tareas del hogar y la crianza entre
mujeres y hombres. Generalmente ven que estas mujeres son
blancas y privilegiadas materialmente y saben, por los medios de
comunicación de masas, que la liberación de las mujeres se centra
EXPLICADO DE FORMA SENCILLA, el feminismo es un movimiento en la libertad para abortar, para ser lesbianas y en la lucha contra
para acabar con el sexismo, la explotación sexista y la opresión. la violación y la violencia doméstica. De todos estos temas, mucha
Esta definición del feminismo la incluí en mi libro Feminist Theory: gente está de acuerdo con la idea de la igualdad de género en el
From Margin to Center hace más de diez años. En ese momento trabajo: el mismo salario por el mismo trabajo.
esperaba que se convirtiera en una definición común que utilizara
todo el mundo; me gustaba porque no implicaba que los hombres Como nuestra sociedad sigue teniendo principalmente una cultura
fueran el enemigo. Al especificar que el problema era el sexismo, «cristiana», mucha gente sigue creyendo que Dios ha dispuesto
iba directamente al corazón de la cuestión. A efectos prácticos, es que las mujeres deben estar subordinadas a los hombres en el
una definición que implica que el problema es el conjunto del hogar. Aunque muchísimas mujeres se hayan incorporado a la
pensamiento y la acción sexista, independientemente de que lo población activa o aunque muchas familias estén encabezadas por
perpetúen mujeres u hombres, niños o adultos. Es lo suficiente- mujeres como únicas proveedoras, sigue dominando en el país la
mente amplia como para comprender el sexismo sistémico insti- imagen de que la dominación masculina sigue intacta, haya o no
tucionalizado; y es una definición abierta. Para entender el femi- hombres en el hogar.
nismo es necesario entender el sexismo.
La errónea noción del movimiento feminista como movimiento
Como bien saben todas las personas que defienden la política antihombres conllevaba también la errónea asunción de que los
feminista, la mayoría de la gente no sabe lo que es el sexismo o, si espacios en los que solo había mujeres serían necesariamente
lo sabe, cree que no es un problema. Mucha gente cree que el entornos libres de patriarcado y pensamiento sexista. Muchas
feminismo consiste única y exclusivamente en mujeres que quie- mujeres, incluidas las que participaban activamente en política
ren ser iguales que los hombres, y la gran mayoría de esta gente feminista, también decidieron creérselo. De hecho, sí que existía
cree que el feminismo es antihombres. Esta falta de comprensión un fuerte sentimiento antihombres entre las primeras activistas
de la política feminista refleja lo que la mayoría de la gente feministas que luchaban con rabia contra la dominación masculi-
aprende sobre el feminismo a través de los medios de comunica- na. Esa rabia ante la injusticia fue lo que les impulsó a crear el
ción de masas patriarcales. El feminismo del que más oyen hablar movimiento de liberación de las mujeres. En un principio, la ma-
yoría de las activistas feministas (la mayor parte blancas) tomaron
conciencia de la naturaleza de la dominación masculina cuando bre las divisiones de clase entre las mujeres a mediados de los
militaban en espacios anticlasistas y antirracistas con hombres setenta en la recopilación de artículos Class and Feminism. Estos
que hablaban al mundo sobre la importancia de la libertad mien- debates no trivializaban la insistencia feminista en que «la sorori-
tras subordinaban a las mujeres en sus filas. Ya fuera en el contex- dad es poderosa», sino que simplemente hacían hincapié en que
to de mujeres blancas que luchaban en nombre del socialismo, solo podríamos llegar a ser hermanas en la lucha si nos enfrentá-
mujeres negras que luchaban a favor de los derechos civiles y la bamos a las formas en las que las mujeres —mediante la clase, la
liberación de la población negra o mujeres nativas estadouniden- raza o la orientación sexual— dominaban y explotaban a otras
ses que luchaban por los derechos indígenas, estaba claro que los mujeres y creábamos una plataforma política que abordara estas
hombres querían ser los líderes y que querían que las mujeres los diferencias.
siguieran. Participar en estas luchas radicales de liberación des-
pertó el espíritu de rebelión y resistencia de las mujeres progresis- Aunque las mujeres negras de forma individual habían participado
tas y las condujo a la lucha contemporánea de liberación de las en el movimiento feminista contemporáneo desde sus inicios, no
mujeres. fueron las que se convirtieron en las «estrellas» del mismo, las
que atrajeron la atención de los medios de comunicación de ma-
Según fue evolucionando el feminismo contemporáneo y según se sas. A menudo, las mujeres negras activas en el movimiento femi-
fueron dando cuenta las mujeres de que los hombres no eran el nista eran feministas revolucionarias (como muchas lesbianas
único grupo de nuestra sociedad que perpetuaba el pensamiento blancas). No estaban de acuerdo con las feministas reformistas
y la práctica sexista —las mujeres también podían ser sexistas— el que querían proyectar firmemente una imagen del movimiento
sentimiento antihombres dejó de moldear la conciencia del mo- que consistía únicamente en lograr la igualdad entre hombres y
vimiento; los esfuerzos pasaron a centrarse en la creación de jus- mujeres dentro del sistema existente. Incluso antes de que se
ticia de género. Pero las mujeres no podíamos unirnos para im- empezara a debatir sobre la cuestión de la raza en los círculos
pulsar el feminismo sin enfrentarnos a nuestro pensamiento se- feministas, las mujeres negras (y sus aliados revolucionarios en la
xista. La sororidad no podía ser poderosa mientras las mujeres lucha) tenían claro que nunca iban a conseguir la igualdad dentro
siguieran compitiendo entre ellas. Las visiones utópicas de la soro- del patriarcado capitalista supremacista blanco existente.
ridad que se basaban únicamente en la conciencia del hecho de
que todas las mujeres eran de alguna manera víctimas de la do- Desde sus inicios, el movimiento feminista ha estado polarizado.
minación masculina se vieron afectadas por los debates de clase y Las pensadoras reformistas eligieron hacer hincapié en la igualdad
raza. Los debates sobre las diferencias de clase surgieron muy de género. Las pensadoras revolucionarias no queríamos simple-
pronto en el feminismo contemporáneo, antes que los debates mente modificar el sistema existente para que las mujeres tuvie-
sobre la raza. Diana Press publicó unas notas revolucionarias so- ran más derechos; queríamos transformar ese sistema, acabar con
el patriarcado y el sexismo. Como los medios de comunicación de
masas patriarcales no estaban interesados en la visión más revo- el pensamiento feminista revolucionario tenía una mayor acepta-
lucionaria, la prensa convencional nunca le prestó atención. La ción y seguimiento en los círculos académicos, en los cuales se
imagen de la «liberación de las mujeres» que quedó y que perma- siguió produciendo teoría feminista revolucionaria, pero en mu-
nece en el imaginario de la gente representa a mujeres que que- chos casos esa teoría no llegaba al gran público. Pasó a ser, y lo
rían lo que tenían los hombres; y esto era más fácil de alcanzar. sigue siendo, un discurso privilegiado disponible para aquellas
Los cambios de la economía del país, la crisis económica, la pérdi- personas con una amplia formación académica, buenos estudios
da de empleos, etc., crearon el clima adecuado para que nuestra y, generalmente, materialmente privilegiadas. Obras como Femi-
ciudadanía aceptara la noción de la igualdad de género en el tra- nist Theory: From Margin to Center, que ofrecen una visión libe-
bajo. radora de la transformación feminista, no reciben nunca mucha
atención. Mucha gente no ha oído hablar de este libro; no han
Dada la realidad del racismo, tenía sentido que los hombres blan- rechazado su mensaje, simplemente no lo conocen.
cos estuvieran más dispuestos a tener en cuenta los derechos de
las mujeres, al considerar que la obtención de esos derechos po- Al patriarcado capitalista supremacista blanco establecido le in-
dría servir a los intereses de mantener la supremacía blanca. No teresaba acabar con el pensamiento feminista visionario que no
podemos olvidar que las mujeres blancas empezaron a reivindicar era antihombres o cuyo objetivo no era conseguir el derecho de
su necesidad de libertad siguiendo los pasos de los derechos civi- las mujeres a ser como los hombres, y las feministas reformistas
les, justo en el momento en el que se estaba luchando contra la también querían silenciar estas fuerzas. El feminismo reformista
discriminación racial y en el que la población negra, especialmen- se convirtió en un medio para la movilidad de clase; les permitía
te los hombres negros, podrían haber logrado la igualdad con los liberarse de la dominación masculina en el trabajo y tener un esti-
hombres blancos en el trabajo. lo de vida más independiente. Aunque no se había acabado con el
sexismo, podían maximizar su libertad dentro del sistema existen-
El pensamiento del feminismo reformista, que se centra princi- te y podían contar con la existencia de una clase más baja de mu-
palmente en la igualdad con los hombres en el trabajo, eclipsó las jeres subordinadas explotadas que harían el trabajo sucio que
bases radicales originales del feminismo contemporáneo que ellas se negaban a hacer. Al aceptar y, de hecho, confabular por la
reivindicaban la reforma y la reestructuración general de la socie- subordinación de la clase trabajadora y las mujeres pobres, no
dad para que nuestro país fuera fundamentalmente antisexista. solo se aliaron con el patriarcado existente y su sexismo concomi-
La mayoría de las mujeres, especialmente las mujeres blancas tante, sino que se concedieron a sí mismas el derecho a llevar una
privilegiadas, dejaron incluso de tener en cuenta las visiones fe- doble vida: una en la que eran iguales que los hombres en el em-
ministas revolucionarias cuando empezaron a conseguir poder pleo y otra en el hogar cuando querían permanecer en él. Si opta-
económico dentro de la estructura social existente. Irónicamente, ban por el lesbianismo, tenían el privilegio de ser iguales que los
hombres en el empleo, mientras utilizaban su poder de clase para evoca es el que se obtiene mediante la explotación y opresión de
crear hogares en los que podían elegir tener poco o ningún con- otras personas.
tacto con los hombres.
La política feminista está perdiendo fuerza porque el movimiento
El «feminismo como estilo de vida» se acomodaba en la noción de feminista ha perdido definiciones claras. Tenemos esas definicio-
que podía haber tantas versiones del feminismo como mujeres en nes. Reivindiquémoslas. Compartámoslas. Volvamos a empezar.
el mundo. De repente, el feminismo se fue vaciando lentamente Hagamos camisetas y pegatinas, postales y música hip-hop, anun-
de contenido político y se impuso la idea de que no importaba la cios para la televisión y la radio, carteles y publicidad en todas
tendencia política de una mujer, ya fuera conservadora o liberal: partes, y cualquier tipo de material impreso que hable al mundo
ella también podía incorporar el feminismo en su estilo de vida. sobre feminismo. Podemos compartir el mensaje sencillo pero
Obviamente, esta forma de pensar ha hecho que se acepte más el potente de que el feminismo es un movimiento para acabar con la
feminismo porque presupone que las mujeres pueden ser feminis- opresión sexista. Empecemos por ahí. Dejemos que el movimiento
tas sin desafiar la esencia de la cultura o a ellas mismas. Por ejem- vuelva a empezar.
plo, tomemos el caso del aborto: si el feminismo es un movimien-
to para acabar con la opresión sexista y privar a las mujeres de los
derechos reproductivos es una forma de opresión sexista, no se
puede estar en contra del derecho a decidir y ser feminista. Una
mujer puede insistir en que ella nunca optaría por abortar, pero
afirmará su apoyo al derecho de las mujeres a elegir y seguirá
siendo una defensora de la política feminista. No se puede ser
antiabortista y defensora del feminismo. Asimismo, no puede
existir un «feminismo del poder1» si la imagen del poder que se
1
Power feminism. En los años ochenta y noventa, feministas ligadas al
neoliberalismo acusaron a ciertas corrientes feministas de mostrar siem-
pre a las mujeres como víctimas sometidas a un orden externo [victim
feminism]; frente a ellas, pretendían promover imágenes de las mujeres
como agentes con poder [power feminism] pero no entraban en profun-
didad a la cuestión de la posibilidad de agencia en contextos de opresión
y a menudo se terminaba culpando a las mujeres de su propia situación.
[N. de E.]
suelta a la hostilidad y a la rabia reprimidas por los abusos, y se
2. Toma de conciencia. centraban poco o nada en las estrategias de intervención y trans-
Un continuo cambio de actitud formación. En un nivel muy básico, muchas mujeres heridas y
oprimidas utilizaron los grupos de conciencia de manera terapéu-
tica; era el espacio donde destapaban y revelaban abiertamente la
profundidad de sus heridas más íntimas. Este aspecto confesional
Las feministas no nacen, se hacen. Una no se vuelve una defenso-
funcionó como ritual de sanación. A través de la toma de concien-
ra de la política feminista simplemente por tener el privilegio de
cia las mujeres obtuvieron la fuerza para desafiar a las fuerzas
haber nacido mujer. Como en todos los posicionamientos políti-
patriarcales en el empleo y en el hogar.
cos, una se vuelve partidaria de la política feminista por elección y
por acción. Cuando, por primera vez, las mujeres se organizaron Sin embargo, de forma importante, la base de este trabajo empe-
en grupos para hablar juntas sobre la cuestión del sexismo y la zó cuando las mujeres examinaron el pensamiento sexista y crea-
dominación masculina, tenían claro que a las mujeres se las socia- ron estrategias con las que cambiar nuestras actitudes y creencias
liza al igual que a los hombres para creer en el pensamiento y los a través del pensamiento feminista y del compromiso con la polí-
valores sexistas. La única diferencia es que los hombres se benefi- tica feminista. Fundamentalmente, el grupo de conciencia era un
cian del sexismo más que las mujeres y, como consecuencia, es espacio para la transformación. Para construir un movimiento
menos probable que quieran renunciar al privilegio patriarcal. feminista de masas las mujeres necesitaban organizarse. La sesión
Antes de que las mujeres pudiéramos cambiar el patriarcado, de toma de conciencia normalmente tenía lugar en casa de al-
teníamos que cambiarnos a nosotras mismas, teníamos que to- guien (en vez de en un espacio público que había que alquilar o
mar conciencia. que tenía que ser cedido). En ese lugar de reunión las pensadoras
y activistas feministas con experiencia podían reclutar nuevas
La toma de conciencia feminista revolucionaria enfatizaba la im-
conversas.
portancia de aprender sobre el patriarcado como sistema de do-
minación, sobre cómo llegó a institucionalizarse y sobre cómo se La comunicación y el diálogo eran, de forma significativa, la priori-
perpetúa y se mantiene. Entender la manera en que la domina- dad fundamental en las sesiones de toma de conciencia. En mu-
ción masculina y el sexismo se expresaban en la vida diaria con- chos grupos se tenía como política que hablara todo el mundo.
cienció a las mujeres sobre cómo eran acosadas, cómo trabajaban Las mujeres se turnaban para hablar con el fin de asegurarse de
para otros y, en el peor de los casos, cómo no tenían ningún con- que se oyera a todas. Este intento de crear un modelo de debate
trol sobre sus vidas. En los orígenes del movimiento feminista no jerárquico verdaderamente dio a todas las mujeres la oportu-
contemporáneo, los grupos de conciencia a menudo se convirtie- nidad de hablar, pero a menudo no creó un contexto para un diá-
ron en espacios en los que las mujeres simplemente daban rienda logo comprometido. Aun así, en la mayoría de los casos, se discu-
tía y debatía después de que todas hubieran hablado por lo me- A finales de los años setenta los estudios de la mujer estaban en
nos una vez. En los grupos de conciencia, eran frecuentes los de- proceso de ser aceptados como una disciplina académica. Este
bates acalorados ya que de esa forma pretendíamos aclarar nues- triunfo ensombreció el hecho de que muchas de las mujeres que
tra comprensión colectiva sobre la naturaleza de la dominación habían abierto el camino para su institucionalización fueron des-
masculina. Solo a través del debate y el desacuerdo podríamos pedidas porque tenían estudios de máster y no doctorados. Mien-
empezar a encontrar un planteamiento realista sobre la explota- tras algunas de nosotras volvimos a la escuela de postgrado para
ción y la opresión de género. obtenerlos, algunas de las mejores y más brillantes no lo hicieron
porque estaban totalmente desilusionadas con la universidad y
El pensamiento feminista surgió por vez primera en el contexto de hartas del exceso de trabajo, así como decepcionadas y enfureci-
pequeños grupos en los que, con frecuencia, las personas se co- das porque la política radical en la que se apoyaban los estudios
nocían entre sí (tal vez habían trabajado juntas o eran amigas). A de la mujer estaba siendo reemplazada por el reformismo liberal.
medida que este empezó a teorizarse en material impreso para Poco tiempo después, las aulas de estudios de la mujer habían
llegar a una audiencia más amplia, los grupos se deshicieron. La reemplazado al grupo de conciencia en el que todo tenía cabida.
creación de los estudios de la mujer como disciplina académica Mientras que en los distintos grupos de conciencia podían encon-
aportó otro escenario desde el que se podía informar a las muje- trarse mujeres de orígenes variados (las que trabajaban exclusi-
res sobre el pensamiento y la teoría feminista. Muchas de las que vamente como amas de casa, en el sector servicios o profesiona-
encabezaron la introducción de las clases de estudios de la mujer les exitosas), la academia era y sigue siendo un lugar de privilegio
en facultades y universidades habían sido activistas radicales de de clase. Las mujeres blancas de clase media privilegiadas, que
las luchas por los derechos civiles, los derechos de las personas eran mayoría en número aunque no necesariamente las que lide-
homosexuales y el movimiento feminista temprano. Muchas de raban la vertiente radical del movimiento feminista contemporá-
ellas no tenían doctorados, lo que significaba que habían entrado neo, a menudo ganaron protagonismo porque eran el grupo en el
en las instituciones académicas recibiendo un salario más bajo y que se centraban los medios de comunicación como las re-
trabajando más horas que sus colegas de otras disciplinas. Cuando presentantes de la lucha. Las mujeres con conciencia feminista
estudiantes de postgrado más jóvenes se unieron al esfuerzo de revolucionaria, muchas de las cuales eran lesbianas y de clase
legitimar los estudios feministas, en la academia sabíamos que era trabajadora, con frecuencia y a medida que el movimiento recibía
importante conseguir mejores títulos universitarios. La mayoría de más atención, perdieron visibilidad. Pero una vez que los estudios
nosotras veía nuestro compromiso con los estudios de la mujer de la mujer arraigaron en las facultades y universidades, al fin y al
como una acción política; estábamos preparadas para sacrificar- cabo, estructuras corporativas conservadoras, se vieron totalmen-
nos para crear una base académica para el movimiento feminista. te desplazadas. Cuando el aula de estudios de la mujer reemplazó
al grupo de conciencia como escenario primario de transmisión
del pensamiento feminista y de estrategias de cambio social, el se al sexismo interiorizado, mujeres que enarbolaban la bandera
movimiento perdió su potencial de masas. feminista, a menudo traicionaban a la causa en sus interacciones
con otras mujeres.
De un día para otro y de buenas a primeras, cada vez más mujeres
empezaron a denominarse a sí mismas «feministas» o a usar la A principios de los años ochenta, la evocación de una sororidad
retórica de la discriminación de género para cambiar su estatus politizada, tan crucial en los inicios del movimiento feminista,
económico. La institucionalización de los estudios feministas ge- perdió significado a medida que el terreno de la política feminista
neró un conjunto de empleos tanto en el mundo de la academia radical fue ensombrecido por un feminismo basado en el estilo de
como en el mundo editorial. Estos cambios profesionales conduje- vida, el cual sugería que cualquier mujer podía ser feminista sin
ron a formas de oportunismo, y mujeres que nunca habían estado importar cuáles fueran sus creencias políticas. Huelga decir que
comprometidas políticamente con la lucha feminista de masas ese pensamiento ha socavado la teoría y la práctica feministas, en
empezaron a adoptar la actitud y la jerga del feminismo cuando suma, la política feminista.
esto mejoraba su movilidad social. El desmantela- miento de los
grupos de conciencia prácticamente borró la idea de que para Cuando el movimiento feminista se renueve, reforzará las estra-
llegar a ser una defensora del feminismo una tenía que formarse y tegias que permitan que un movimiento de masas acabe con el
tomar una decisión informada sobre qué significa acoger la políti- sexismo, la explotación y la opresión sexista que subyugan a todo
ca feminista. el mundo, y la toma de conciencia recuperará de nuevo su impor-
tancia original. Al imitar de forma efectiva el modelo de las
Sin el grupo de conciencia como el lugar donde las mujeres se reuniones de Alcohólicos Anónimos, los grupos de conciencia
enfrentaban a su propio sexismo hacia otras mujeres, el rumbo feminista se reunirán en las comunidades y ofrecerán el mensaje
del movimiento feminista cambió para centrarse en la igualdad en del pensamiento feminista a todo el mundo independientemente
el empleo y la lucha contra la dominación masculina. Al centrarse de su clase, raza o género. Aunque pueden aparecer grupos espe-
cada vez más en la construcción de la mujer como «víctima» de la cíficos basados en identidades compartidas, los grupos de base
igualdad de género y por tanto merecedora de reparaciones (ya deben componerse con personas de procedencias distintas.
sea a través de modificaciones de las leyes discriminatorias o de
políticas de discriminación positiva) perdió vigencia la idea de que La toma de conciencia feminista por parte de los hombres es tan
las mujeres, como parte de su transformación en feministas, ne- esencial para el movimiento revolucionario como los grupos de
cesitaban primero enfrentarse a su sexismo interiorizado. Mujeres mujeres. Si se hubiera hecho hincapié en los grupos masculinos
de todas las edades actuaban como si la preocupación o la rabia que enseñaran a los niños y a los hombres qué es el sexismo y
por la dominación masculina o la igualdad de género fuera todo lo cómo puede transformarse, a los medios de comunicación de
que se necesitaba para convertirse en «feminista». Sin enfrentar- masas les habría resultado imposible retratar al movimiento como
antihombres. También habría evitado la formación de un movi- mujeres enarbolan la bandera de la política feminista sin abordar
miento masculino antifeminista. A menudo los grupos de hombres y transformar su propio sexismo, el movimiento acabará debili-
se formaron siguiendo los pasos de un feminismo contemporáneo tándose.
que no abordaba en absoluto las cuestiones del sexismo y la do-
minación masculina. Al igual que el feminismo basado en el estilo
de vida y dirigido a las mujeres, estos grupos a menudo se volvie-
ron espacios terapéuticos en los que los hombres se enfrentaban
a sus heridas sin una crítica al patriarcado o un programa de resis-
tencia a la dominación masculina. El movimiento feminista futuro
no cometerá este error. Los hombres de todas las edades necesi-
tan espacios donde se afirme y se valore su resistencia al sexismo.
Sin los hombres como aliados en la lucha, el movimiento feminista
no avanzará. En este momento tenemos mucho trabajo por hacer
para contrarrestar la idea profundamente interiorizada en la psi-
que cultural de que el feminismo es antihombres. El feminismo es
antisexismo. Un hombre que ha renunciado al privilegio masculino
y que ha adoptado la política feminista es un valioso compañero
de lucha; no supone, de ninguna manera, una amenaza para el
feminismo; mientras que una mujer infiltrada en el movimiento
feminista que se sigue rigiendo por el pensamiento y el compor-
tamiento sexista sí supone una peligrosa amenaza. La interven-
ción más poderosa que hicieron los grupos de conciencia fue, de
manera significativa, la reivindicación de que todas las mujeres
deben enfrentarse a su sexismo interiorizado y a su lealtad al pen-
samiento y a la acción patriarcal, y deben comprometerse con la
transformación feminista. Todavía se necesita esa intervención;
sigue siendo el paso necesario para cualquiera que opte por la
política feminista. Hay que transformar al enemigo interior antes
de que podamos enfrentarnos al enemigo exterior. La amenaza, el
enemigo, es el pensamiento y el comportamiento sexista. Si las
capacidad y empecé a dudar de mí misma. Entonces, el movimien-
3. La sororidad sigue siendo to feminista sacudió el campus. Las estudiantes y las profesoras
exigían que se acabara con la discriminación por género dentro y
fuera del aula. ¡Guau! Fue un momento intenso e increíble. Allí
asistí a mi primera clase de estudios de la mujer con la escritora
Cuando se utilizó por primera vez el eslogan Sisterhood is power- Tillie Olsen, quien hizo a sus estudiantes pensar, primero y ante
ful [«La sororidad es poderosa»] fue increíble. Yo empecé a parti- todo, sobre el destino de las mujeres de clase trabajadora. Allí la
cipar de lleno en el movimiento feminista en mi segundo año de académica y posteriormente biógrafa de Anne Sexton, Diane
universidad. Al haber asistido a una universidad solo de mujeres Middlebrook, repartió uno de mis poemas en nuestra clase de
un año antes de pasarme a la Universidad de Stanford, conocía poesía contemporánea sin decir de quién era y nos pidió que
por experiencia propia la diferencia en la autoestima y la confian- identificáramos si estaba escrito por un hombre o por una mujer,
za en sí mismas de las mujeres en un aula del mismo sexo frente a un experimento que nos hizo reflexionar críticamente acerca de
otra en la que hay hombres. En Stanford los hombres reinaban en los prejuicios de género a la hora de juzgar el valor de la escritura.
todas las clases. Las mujeres hablaban menos, tomaban menos la Allí empecé a escribir mi primer libro a la edad de diecinueve
iniciativa y muchas veces, cuando hablaban, difícilmente se podía años: Ain't I a Woman: Black Women and Feminism. No se habría
escuchar lo que decían. Sus voces carecían de fuerza y confianza. producido ninguna de estas increíbles transformaciones si el mo-
Para empeorar las cosas, de vez en cuando, los profesores, tam- vimiento feminista no hubiese creado una base para la solidaridad
bién hombres, nos decían que no podíamos ser «grandes» pensa- entre mujeres.
doras, escritoras, etc., que no éramos tan inteligentes como los
hombres. Estas actitudes me chocaban dado que yo venía de un Esa base se apoyaba en nuestra crítica a lo que entonces llamá-
ambiente solo de mujeres donde se afirmaba constantemente bamos «el enemigo interior», refiriéndonos a nuestro sexismo
nuestra valía y valor intelectual por el nivel de excelencia acadé- interiorizado. Todas sabíamos de primera mano que habíamos
mica establecido por nuestras docentes, en su mayoría mujeres, sido socializadas como mujeres por el pensamiento patriarcal para
tanto para nosotras como para ellas mismas. considerarnos a nosotras mismas inferiores a los hombres; para
vernos entre nosotras única y exclusivamente como competidoras
De hecho, sigo en deuda con mi profesora favorita de inglés, blan- por la aprobación patriarcal; para mirarnos entre nosotras con
ca, que pensaba que yo no estaba recibiendo la orientación aca- celos, miedo y odio. El pensamiento sexista nos hacía juzgarnos
démica que necesitaba en nuestra universidad para mujeres por- las unas a las otras sin compasión y castigarnos duramente. El
que no tenían un programa intensivo de escritura. Ella me animó pensamiento feminista nos ayudó a desaprender el autodesprecio
a ir a Stanford; creía que algún día sería una pensadora y escritora
importante. Allí, en cambio, se cuestionaba constantemente mi
de las mujeres. Nos permitió liberarnos del arraigo que el pensa- Siguiendo los pasos de la revolución por los derechos civiles, el
miento patriarcal tenía en nuestras conciencias. movimiento feminista de las décadas de los años setenta y ochen-
ta cambió el panorama nacional. Las activistas feministas que
La unión entre los hombres es un aspecto aceptado y afirmado de hicieron posibles estos cambios se preocuparon por el bienestar
la cultura patriarcal. Simplemente se sabe que los grupos de hom- de todas las mujeres. Nosotras entendíamos que la solidaridad
bres se mantendrán unidos, se apoyarán, harán equipo y pondrán política entre mujeres expresada en la sororidad va más allá del
el bien del grupo por encima del beneficio y del reconocimiento reconocimiento positivo de las experiencias de las mujeres e in-
individual. La unión de las mujeres no era posible dentro del pa- cluso de la afinidad por los sufrimientos comunes. La sororidad
triarcado, era un acto de traición, pero el movimiento feminista feminista está enraizada en el compromiso compartido de luchar
creó el contexto para que esta unión fuera posible. No nos unimos contra la injusticia patriarcal, sin importar la forma que tome esa
en contra de los hombres, nos unimos para proteger nuestros injusticia. La solidaridad política entre mujeres siempre socava el
intereses como mujeres. Cuando retamos a los profesores que no sexismo y prepara el escenario para la destrucción del patriarca-
enseñaban libros escritos por mujeres no fue porque no nos gus- do. De manera significativa, la sororidad nunca habría sido posible
taran esos profesores (muchas veces nos gustaban), sino porque a través de las fronteras de raza y clase si las mujeres individual-
queríamos terminar, legítimamente, con los prejuicios de género mente no hubieran estado dispuestas a desprenderse de su poder
en las aulas y en el currículo. para dominar y explotar a grupos subordinados de mujeres. Si las
Las transformaciones feministas que estaban teniendo lugar en mujeres utilizan su poder de clase o de raza para dominar a otras
nuestra universidad mixta a principios de los años setenta se es- mujeres, es imposible alcanzar plenamente esta sororidad.
taban produciendo también en el ámbito del hogar y del empleo. En la década de los años ochenta, a medida que más mujeres em-
Primero y ante todo, el movimiento feminista instó a las mujeres a pezaron a reivindicar el feminismo de forma oportunista, sin ex-
dejar de vernos a nosotras mismas y a nuestros cuerpos como perimentar la toma de conciencia feminista que les habría permi-
propiedad de los hombres. Para exigir el control de nuestra sexua- tido despojarse de su sexismo, el supuesto patriarcal de que los
lidad, métodos anticonceptivos efectivos y derechos reproducti- poderosos deben subordinar a los débiles rigió sus relaciones con
vos, y acabar con las violaciones y los abusos sexuales, teníamos otras mujeres. Cuando las mujeres, en particular las mujeres blan-
que ser solidarias. Para que se modificara la discriminación de las cas privilegiadas antes privadas de sus derechos, empezaron a
mujeres en el empleo necesitábamos presionar como grupo para adquirir poder de clase sin despojarse de su sexismo interiorizado,
que se cambiaran las políticas públicas. Desafiar y modificar el se intensificaron las divisiones entre las mujeres. Cuando las mu-
pensamiento sexista de las mujeres fue el primer paso hacia la jeres de color criticaron el racismo en la sociedad en su conjunto y
creación de una sororidad poderosa, una potente hermandad de llamaron la atención sobre las maneras en que el racismo da for-
mujeres, que finalmente sacudió nuestro país.
ma y conforma a la teoría y a la práctica feminista, muchas muje- tre mujeres, que fue la fuerza que trajo cambios positivos, ha sido
res blancas simplemente le dieron la espalda a la visión de sorori- y es hoy en día socavada y amenazada sistemáticamente. Como
dad, cerrando sus mentes y corazones. Lo mismo sucedió cuando consecuencia, tenemos tanta necesidad de un compromiso reno-
se abordó la cuestión del clasismo entre las mujeres. vado con la solidaridad política entre mujeres como cuando se
inició el movimiento feminista contemporáneo.
Recuerdo cuando mujeres feministas, en su mayoría mujeres
blancas con privilegios de clase, debatían sobre si contratar o no En ese momento, teníamos una visión de la sororidad sin un en-
ayuda doméstica, tratando de no participar en la subordinación y tendimiento concreto del trabajo real que tendríamos que llevar a
la deshumanización de las mujeres menos privilegiadas. Algunas cabo para hacer de la solidaridad política una realidad. A través de
de estas mujeres lograron crear uniones positivas entre ellas y las la experiencia y el trabajo duro y, sí, aprendiendo de nuestros
mujeres que contrataban de modo que hubo un avance mutuo en errores y fracasos, contamos ahora con un cuerpo de teoría y de
un contexto más amplio de desigualdad. En vez de abandonar la práctica compartida que puede enseñar a las nuevas personas que
visión de la sororidad porque no podían alcanzar un estado utópi- se acerquen a la política feminista lo que puede y debe hacerse
co, crearon una verdadera sororidad, una que tenía en cuenta las para crear, sostener y proteger nuestra solidaridad. Dado que
necesidades de todas las personas implicadas. Este fue el duro muchas mujeres jóvenes saben poco sobre el feminismo y muchas
trabajo de la solidaridad feminista entre mujeres. Tristemente, a asumen de forma equivocada que el sexismo ya no es un proble-
medida que el oportunismo dentro del feminismo se intensificó, y ma, la educación feminista para la conciencia crítica debe ser
los logros del feminismo se volvieron lugares comunes, y por lo constante. Las pensadoras feministas de más edad no pueden
tanto se dieron por sentados, muchas mujeres no quisieron traba- asumir que las jóvenes adquirirán conocimientos sobre feminismo
jar duro para crear y sostener esta solidaridad. cuando se vayan haciendo adultas; necesitan orientación. En ge-
neral las mujeres de nuestra sociedad han olvidado el valor y el
Un número importante de mujeres simplemente abandonó la poder de la sororidad. Un movimiento feminista renovado debe
noción de sororidad. Algunas que alguna vez habían criticado y levantar la voz otra vez para proclamar de nuevo que «la sorori-
retado al patriarcado se volvieron a poner del lado de los hombres dad es poderosa».
sexistas. Otras mujeres radicales que se sintieron traicionadas por
la feroz competencia negativa entre mujeres a menudo simple- Los grupos radicales de mujeres mantenemos nuestro compromi-
mente se retiraron. En este punto, el movimiento feminista, que so con la construcción de la sororidad, con hacer de la solidaridad
estaba dirigido a transformar positivamente la vida de todas las política entre mujeres una realidad en marcha. Nosotras seguimos
mujeres, se estratificó de forma más visible. La sororidad, que trabajando para unirnos a través de la raza y la clase. Seguimos
había sido el grito de batalla del movimiento, parecía que había aplicando el pensamiento y las prácticas antisexistas que afirman
dejado de importar a muchas mujeres. La solidaridad política en- que las mujeres pueden lograr la autorrealización y el éxito sin
establecer relaciones de dominio las unas sobre las otras. Y tene-
mos la buena suerte de saber, y recordar todos los días de nues- 4. Educación feminista para una conciencia crí-
tras vidas, que la sororidad en la práctica es posible, que la sorori-
tica
dad sigue siendo poderosa.
Durante los años setenta la producción de pensamiento y teoría Las mujeres y los hombres fuera del mundo académico ya no se
feminista era un trabajo colaborativo en el que las mujeres está- consideraban un público importante. El pensamiento y la teoría
bamos constantemente debatiendo sobre ideas, probando y re- feministas ya no estaban ligados al movimiento feminista. La polí-
formando nuestros paradigmas. De hecho, cuando las mujeres tica académica y el arribismo ensombrecieron la política feminis-
negras y otras mujeres de color plantearon la cuestión de los ses- ta. La teoría feminista comenzó a quedar relegada a un gueto
gos raciales como un factor que moldeaba el pensamiento femi- académico con poca conexión con el mundo exterior. El trabajo
nista, hubo una resistencia inicial a la noción de que buena parte producido en la academia a menudo era y es visionario, pero estas
de lo que las mujeres de clases privilegiadas identificaban como reflexiones rara vez llegan a la mayoría de la gente. Como conse-
verdadero en la experiencia de las mujeres podía estar equivoca- cuencia, esta academización del pensamiento feminista debilita al
do; con el paso del tiempo, sin embargo, la teoría feminista fue movimiento feminista a través de la despolitización. Al estar des-
cambiando. Aunque muchas pensadoras blancas eran capaces de radicalizado, se convierte en una disciplina académica como las
reconocer sus sesgos sin hacer el trabajo de repensarse, fue un demás, con la única diferencia del enfoque en el género.
giro importante. A finales de los años ochenta, la mayoría de la La literatura que ayuda a informar a la población, la que ayuda a
literatura feminista reflejaba cierta sensibilidad sobre las diferen- los individuos a entender el pensamiento y la política feminista,
cias raciales y de clase. Las académicas que estaban verdadera- tiene que estar escrita en distintos estilos y formatos. Necesita-
mente comprometidas con el movimiento y la solidaridad feminis- mos obras dirigidas en especial a la cultura juvenil; nadie en ámbi-
tos académicos produce este tipo de trabajo. Sin abandonar los
programas de los estudios de la mujer —que ya de por sí están en pal lugar en el que la gente aprende acerca del feminismo, y la
riesgo en las facultades y las universidades debido a que el sector mayor parte de lo que se aprende en ellos es negativo. Que la
conservador intenta deshacer los cambios generados por las lu- enseñanza del pensamiento y la teoría feminista llegue a todo el
chas por la justicia de género—, necesitamos estudios feministas mundo requiere que vayamos más allá del mundo académico e
comunitarios. Imagínate un movimiento feminista de masas en el incluso de la palabra escrita. Muchas personas carecen de las ca-
que la gente vaya puerta por puerta repartiendo textos, tomándo- pacidades para leer la mayor parte de los libros feministas. Los
se tiempo (al igual que los grupos religiosos) para explicar a la audiolibros, las canciones, la radio y la televisión son todos ellos
gente de qué trata el feminismo. medios para compartir el conocimiento feminista; y por supuesto
necesitamos un canal de televisión feminista, que no es lo mismo
Cuando el movimiento feminista contemporáneo estaba en su que un canal para mujeres. Reunir fondos para crearlo nos ayuda-
punto álgido, se criticaron los sesgos sexistas de los libros infanti- ría a difundir el pensamiento feminista a nivel global. Si no pode-
les. Se escribieron libros «para niñas y niños libres». Cuando de- mos contar con un canal propio, hagamos programas en uno que
jamos de vigilar críticamente, el sexismo comenzó a reaparecer. ya exista. La revista Ms., después de años de ser propiedad de
La literatura infantil es uno de los terrenos cruciales para la edu- varones, no todos antisexistas, es ahora propiedad de mujeres,
cación feminista con conciencia crítica, precisamente porque es todas ellas profundamente comprometidas con los principios fe-
cuando las creencias y las identidades aún se están formando. Y a ministas. Este es un paso en la dirección adecuada.
menudo el pensamiento tradicional sobre el género continúa
siendo la norma en los patios escolares. Las activistas feministas Si no trabajamos para crear un movimiento de masas que ofrezca
deben seguir incidiendo en la educación pública infantil para crear una educación feminista a todo el mundo, mujeres y hombres, la
un currículo sin sesgos. información negativa producida en la mayoría de los principales
medios de comunicación de masas seguirá desvirtuando la teoría
El movimiento feminista del futuro tiene que pensar en la educa- y la práctica feminista. Es imposible que la ciudadanía de este país
ción feminista como algo significativo en la vida de todo el mun- llegue a conocer las contribuciones positivas que ha generado el
do. A pesar de los avances económicos de algunas mujeres femi- movimiento feminista en todas nuestras vidas si no destacamos
nistas, que han llegado a ser ricas o han aceptado contribuciones estos logros. La cultura dominante a menudo se apropia de las
de varones pudientes y que son nuestras aliadas en la lucha, no contribuciones feministas al bienestar de nuestras comunidades y
hemos creado ninguna escuela que se fundamente en los princi- nuestra sociedad y después proyecta representaciones negativas
pios feministas para niñas y niños, para mujeres y hombres. Al no del feminismo. La mayoría de la gente no entiende las innumera-
haber logrado crear un movimiento educativo de masas para en- bles maneras en las que el feminismo ha cambiado todas nuestras
señar a todo el mundo sobre feminismo, permitimos que los me- vidas de forma positiva. Compartir el pensamiento y la práctica
dios de comunicación de masas patriarcales sigan siendo el princi-
feminista sostiene al movimiento feminista. Los saberes feminis-
tas son para todo el mundo. 5. Nuestros cuerpos, nosotras
Derechos reproductivos
Al trabajar en un contexto social en el que el sexismo sigue Ningún contraataque antifeminista ha sido tan nocivo para el bie-
siendo la norma, en el que hay una competitividad innece- nestar de los niños como el menosprecio hacia las madres solte-
saria que promueve la envidia, la desconfianza, el enfren- ras. En una cultura que tiene a la familia patriarcal compuesta por
tamiento y la maldad entre las personas, que hace que el padre y madre como la mejor opción en detrimento de cualquier
trabajo sea estresante, frustrante y casi siempre comple- otra, las niñas y los niños se sienten emocionalmente inseguros
tamente insatisfactorio [...] muchas mujeres a las que les cuando su familia no cumple ese estándar. La visión utópica de la
gusta y disfrutan del trabajo asalariado sienten que les familia patriarcal permanece intacta a pesar de todas las eviden-
ocupa demasiado tiempo y que les deja poco espacio para cias que demuestran que el bienestar de la infancia no es mayor
otros fines más satisfactorios. El empleo puede ayudar a en un hogar conflictivo encabezado por un hombre que en uno
las mujeres a ganar cierto grado de independencia eco- encabezado por una mujer. Los niños y las niñas deben crecer en
nómica o incluso la autosuficiencia total, pero no logra un entorno de amor y cariño. Cuando surge cualquier tipo de do-
que la mayoría de las mujeres puedan satisfacer sus nece- minación, entonces falta el amor. Los hogares encabezados por
sidades humanas de forma adecuada. Como consecuencia padres cariñosos, mujeres o hombres, solteros o en pareja, de
de la búsqueda por parte de las mujeres de un ambiente distinto o del mismo sexo, tienen más probabilidades de criar a
amable de trabajo, se acentúa de nuevo la importancia de niñas y niños felices y sanos con una buena autoestima. En el fu-
la familia y de los aspectos positivos de la maternidad. turo movimiento feminista, necesitamos trabajar más para que
los padres y las madres sepan que, al acabar con el sexismo, se
Irónicamente, justo cuando las pensadoras feministas habían tra- cambia positivamente la vida de las familias. El movimiento femi-
bajado para crear una imagen más equilibrada de la maternidad,
nista está a favor de la familia. Acabar con la dominación patriar-
cal de niñas y niños, sea ejercida por hombres o por mujeres, es la 14. Liberar el matrimonio y las relaciones de
única forma de que la familia sea un lugar donde niñas y niños
pareja
estén seguros, puedan ser libres y conozcan el amor.
2
Traducción de María Tabuyo en Norwich, Libro de visiones y
revelaciones, Madrid, Trotta, 2002, p. 134. [N. de la T.]
En sus inicios, el movimiento feminista lanzó una crítica a la reli- Desde sus inicios, en el movimiento feminista surgieron conflictos
gión patriarcal que tuvo un profundo impacto y modificó la natu- porque algunas activistas sentían que el movimiento debía ceñirse
raleza de la devoción religiosa en todo nuestro país. Expuso cómo únicamente a la política y no pronunciarse sobre la religión. Un
el dualismo metafísico occidental (el supuesto de que el mundo se número importante de las mujeres que habían llegado al femi-
puede entender siempre mediante categorías binarias en las que nismo radical desde la política socialista tradicional eran ateas.
una es inferior y otra superior, una buena y otra mala) era la base Veían los esfuerzos por volver a una visión sagrada de la femini-
ideológica de todas las formas de opresión de grupo, sexismo, dad como algo apolítico y sentimental. Esta división dentro del
racismo, etc., y que ese pensamiento era la base de los sistemas movimiento no duró mucho ya que muchas mujeres empezaron a
de creencias judeocristianos. Para cambiar la manera en la que ver la conexión entre el cuestionamiento de la religión patriarcal y
enfrentábamos nuestra espiritualidad, había que repensarla. Las la espiritualidad liberadora. La inmensa mayoría de la ciudadanía
críticas feministas de la religión patriarcal coincidieron con un de Estados Unidos se identificaba como cristiana. La doctrina cris-
cambio cultural general hacia la espiritualidad new age. En los tiana, que justifica el sexismo y la dominación masculina, no es
círculos espirituales new age, las y los practicantes abandonaron solo una simple fe religiosa, sino que conforma la manera en la
el pensamiento cristiano fundamentalista que había dominado en que integramos los roles de género en esta sociedad. Verdadera-
Occidente durante siglos y buscaron respuestas en las distintas mente, no puede haber ninguna transformación feminista de
tradiciones espirituales de Oriente. La creation spirituality [espiri- nuestra cultura sin una transformación de nuestras creencias reli-
tualidad de la creación] sustituyó a una espiritualidad patriarcal giosas.
basada en las ideas de pecado y redención externa.3 Las mujeres
encontraron diosas en esas tradiciones —el hinduismo, el budis- El despertar de la espiritualidad cristiana centrada en la creación
mo— que las permitieron sumarse a una espiritualidad centrada se vinculó con el movimiento feminista. En Original Blessing,
en figuras femeninas. Matthew Fox explica lo siguiente: «Las religiones patriarcales y los
paradigmas patriarcales de la religión han gobernado las civiliza-
ciones del mundo durante 3500 años, como mínimo. La tradición
3
La espiritualidad new age [nueva era], desarrollada en los años centrada en la creación es feminista. En esta espiritualidad, la
sesenta del siglo XX, sostenía que con la llegada de la llamada era astro-
lógica de Acuario empezaba una época de paz, bienestar y armonía sabiduría y el eros cuentan más que el conocimiento o el control».
mundial; reunía una serie de cultos y corrientes filosóficas como el orien- Al referirse a las tensiones entre las feministas interesadas en la
talismo, el esoterismo, la medicina alternativa o el sincretismo religioso. naturaleza y la ecología, y las interesadas en trabajar por los dere-
La creation spirituality considera que el hombre es bueno por naturaleza
chos civiles, muestra que se trata de un dualismo innecesario:
y que la redención es un proceso personal de reconexión con uno mis-
mo; es un culto no dualista, holístico, ecuménico, feminista y ecologista.
Los movimientos políticos por la justicia forman parte del
[N. de E.]
desarrollo más pleno del cosmos; la naturaleza es la ma-
triz en la cual los seres humanos llegan a una consciencia compromiso con la práctica cristiana. Sin embargo, estas activistas
de sí mismos y a una consciencia de su poder transforma- todavía no han conseguido organizar del todo un movimiento que
dor. Los movimientos de liberación suponen un desarrollo permita entender a las miles de creyentes cristianas que no tiene
más pleno del sentido de armonía, de equilibrio, de justicia por qué existir un conflicto entre el feminismo y la espiritualidad
y de celebración del cosmos. Es por esta razón que la ver- cristiana. Lo mismo sucede con las feministas judías, budistas,
dadera liberación espiritual exige rituales de celebración y musulmanas, etc. Hasta que esto no se consiga, la religión patriar-
de sanación cósmica, los cuales, a su vez, culminarán en la cal organizada seguirá minando los logros feministas.
transformación personal y en la liberación de las perso-
nas.4 En sus inicios, el feminismo contemporáneo hizo hincapié en los
derechos civiles y en las victorias materiales y no hizo mucho caso
Las teologías de la liberación entienden la liberación de grupos a la espiritualidad. Los medios de comunicación convencionales
explotados y oprimidos como actos de fe esenciales que obede- prestaron atención a las críticas feministas a la religión, pero no
cen a la voluntad divina. Las luchas para acabar con el patriarcado mostraron ningún interés en destacar el despertar de la espiritua-
siguen también un mandato divino. lidad que se produjo en distintos grupos de mujeres feministas.
Mucha gente sigue pensando que el feminismo está en contra de
La religión patriarcal fundamentalista ha sido y sigue siendo un las religiones. En realidad, el feminismo ha ayudado a transformar
obstáculo que frena la difusión del pensamiento y de la práctica el pensamiento religioso patriarcal para que más mujeres puedan
feministas. De hecho, ningún grupo ha demonizado tanto a las encontrar una conexión con lo sagrado y mantener su compromi-
feministas como los fundamentalistas religiosos de derechas, que so con la vida espiritual.
incluso promueven y justifican el asesinato de pensadoras femi-
nistas, especialmente de las que defienden los derechos repro- Con frecuencia, la práctica de la espiritualidad feminista encontró
ductivos de las mujeres. En un primer momento, las críticas femi- reconocimiento y aceptación en los espacios terapéuticos en los
nistas al cristianismo alejaron a muchas mujeres del movimiento. que las mujeres trataban de curarse las heridas provocadas por las
Pero cuando las cristianas feministas empezaron a ofrecer nuevas agresiones patriarcales, muchas de las cuales habían tenido lugar
críticas a las creencias cristianas a partir de la espiritualidad de la en sus familias de origen o en sus relaciones personales. Y fue en
creación y de renovadas interpretaciones de la Biblia, muchas las terapias feministas donde muchas mujeres se reafirmaron en
mujeres fueron capaces de reconciliar la política feminista y su su búsqueda de espiritualidad. La naturaleza privada de esta bús-
queda hace que a menudo la gente no sepa que las activistas fe-
4
Traducción de Verónica d'Ornellas en Matthew Fox, La bendición ministas reconocen en la actualidad la necesidad de abordar las
original. Una nueva espiritualidad para el hombre del siglo XXI, Barcelo-
necesidades del espíritu, de la vida espiritual. En el movimiento
na, Ediciones Obelisco, pp. 19 y 20. [N. de la T.]
feminista del futuro necesitaremos mejores estrategias para com- temas de creencias desfasados y se crearan nuevos caminos. Re-
partir información sobre la espiritualidad feminista. presentar a Dios de distintas formas y restaurar nuestro respeto
por la feminidad sagrada nos ha ayudado a confirmar o volver a
Elegir caminos espirituales alternativos ha ayudado a muchas mu- confirmar la importancia de la vida espiritual. Identificar la libera-
jeres a mantener su compromiso con la vida espiritual, a la vez ción de cualquier forma de dominación y opresión como una bús-
que siguen enfrentándose y cuestionando la religión patriarcal. queda espiritual nos devuelve a una espiritualidad que liga la
Las intervenciones feministas consiguieron cambiar en algunos práctica espiritual con nuestras luchas por la justicia y la libera-
sentidos la Iglesia, el templo patriarcal institucionalizado, pero en ción. Solo una idea de plenitud espiritual que incluya la perspecti-
los últimos años se han empezado a abandonar los avances con- va feminista puede servir de base para una auténtica vida espiri-
seguidos en relación con la igualdad de género. El crecimiento del tual.
fundamentalismo religioso amenaza la espiritualidad progresista.
El fundamentalismo no solo anima a la gente a creer que la de-
sigualdad es «natural», sino que perpetúa la idea de que es nece-
sario controlar el cuerpo de las mujeres; de ahí su ataque a los
derechos reproductivos. Al mismo tiempo, el fundamentalismo
religioso impone tanto a los hombres como a las mujeres nocio-
nes represoras de la sexualidad que alimentan la opresión sexual
de muy distintas formas. Claramente, sigue siendo necesario que
las activistas feministas apunten a la religión organizada y se com-
prometan a seguir criticándola y resistiendo.
Joan Cocks
resistencia6
bell hooks
6
* Tomado de Black Looks: Race and Representation, Boston, MA,
South End Press, 1992.
En los debates actuales acerca de raza y diferencia, la cultura de con el Otro, de una conexión arraigada en el anhelo del placer,
masas es la que declara públicamente y perpetúa la idea de que funcione o no como una intervención crítica que desafíe y subvier-
puede ser placentero reconocer y disfrutar las diferencias raciales. ta la dominación racista, que invite y permita la resistencia crítica,
Convertir la Otredad en mercancía ha tenido mucho éxito porque es una posibilidad política aún no realizada. Explorar cómo se
se ofrece como un nuevo deleite, más intenso y más satisfactorio expresa, manipula y transforma el deseo del Otro a través de en-
que los modos comunes de hacer y sentir. En la cultura comercial, cuentros con la diferencia y lo diferente es un terreno crítico que
la etnicidad se convierte en especia, condimento que puede ani- puede indicar si alguna vez se cumplirán estos anhelos potencial-
mar el platillo aburrido que es la cultura blanca dominante. Se mente revolucionarios.
transgreden y se hacen explícitos los tabúes culturales en torno a
la sexualidad y el deseo cuando los medios de información bom- La jerga contemporánea de la clase obrera inglesa juguetonamen-
bardean a la gente con un mensaje de diferencia que ya no se te hace convergir el discurso del deseo, de la sexualidad y del
basa en la suposición de que "las rubias se divierten más", según Otro, al evocar la frase de tomar "un pedacito del Otro" como una
proclamaba la supremacía blanca. La "diversión real" se logra al manera de hablar del encuentro sexual. Coger es el Otro [Fucking
traer a la superficie todas esas "molestas" fantasías y anhelos is the Other]. Al desplazar la noción de Otredad de la raza, la etni-
inconscientes acerca del contacto con el Otro, insertados en la cidad y el color de la piel, el cuerpo surge como un sitio de con-
estructura profunda secreta (no tan secreta) de la supremacía troversia en que la sexualidad es el Otro metafórico que amenaza
blanca. De muchas maneras es la alteridad: reconociendo al otro con controlar, consumir y transformar mediante la experiencia del
un renacimiento contemporáneo del interés por lo "primitivo", placer. Deseado y buscado, el placer sexual altera al sujeto que lo
con un matiz claramente postmoderno. Como dice Marianna Tor- acepta, y desconstruye las nociones de voluntad, control y domi-
govnick en Gone Primitive: Savage Intellects, Modern Lives: lo que nación coercitiva. La cultura comercial en Estados Unidos explota
ahora queda claro es que la fascinación de Occidente por lo primi- las ideas convencionales acerca de raza, género y deseo sexual al
tivo tiene que ver con sus propias crisis de identidad, con su pro- "trabajar" la idea de que la diferencia racial marca a la persona
pia necesidad de delimitar claramente sujeto y objeto, aun cuan- como Otro y la suposición de que la acción sexual expresada den-
do coquetee con otras maneras de vivir el universo. tro del contexto de un encuentro sexual interracial es una expe-
riencia convertidora que altera la posición y la participación de la
Desde luego, desde la perspectiva del patriarcado capitalista de la persona en la política cultural contemporánea. La promesa seduc-
supremacía blanca, la esperanza es que los deseos de lo "primiti- tora de este encuentro es que contrarrestará la fuerza aterradora
vo" o las fantasías sobre el Otro puedan explotarse continuamen- del statu quo que hace que la identidad sea fija, estática, una
te, y que tal explotación ocurra de una manera que reinscriba y condición de contención y muerte. Y esta voluntad de transgredir
mantenga el statu quo. La posibilidad de que el deseo de contacto los límites raciales dentro del campo de lo sexual es la que erradi-
ca el temor de que uno debe siempre ajustarse a la norma de tros cuerpos, sin siquiera mirarnos ni reconocer nuestra presen-
permanecer "seguro". La diferencia puede seducir precisamente cia.) Aparentemente sin darse cuenta de mi presencia, estos jóve-
porque la imposición dominante de la igualdad es una provoca- nes hablaban acerca de sus planes para cogerse al mayor número
ción que aterra. Como sugiere Jean Baudrillard en Estrategias posible de muchachas de otros grupos raciales o étnicos que pu-
fatales: dieran "atrapar" antes de graduarse. "Recorrieron" la lista. Las
negras estaban bien paradas, no era fácil encontrar a indias nor-
La provocación —al contrario de la seducción, que permite teamericanas, las asiáticas (todas amontonadas en la misma cate-
que entren en juego algunas cosas y aparezcan en secreto, goría) se consideraban más fáciles de seducir y eran vistas como
duales y ambiguas— no te permite ser libre; te convoca a "objetivos primordiales". Al comentar esta conversación con mis
revelarte tal como eres. Siempre es un chantaje mediante alumnos, me enteré de que se aceptaba comúnmente que uno
la identidad (y, por ello, un asesinato simbólico, ya que "iba de compras" para conseguir compañeros sexuales de la mis-
nunca eres eso, salvo precisamente cuando estás conde- ma manera en que uno "iba de compras" para conseguir cursos en
nado a serlo). Yale, y que raza y etnicidad era una categoría importante en la
Ser vulnerable a la seducción de la diferencia, buscar un encuen- que se basaba la selección.
tro con el Otro, no requiere renunciar para siempre a la posición Para estos jóvenes y sus amigos, coger era una manera de con-
dentro de la corriente dominante. Cuando la raza y la etnicidad se frontar al Otro, así como una manera de transformarse, dejar
comercializan como recursos para el placer, puede considerarse atrás la "inocencia" blanca y entrar al mundo de la "experiencia".
que la cultura de grupos específicos, así como los cuerpos de los Como suele suceder en esta sociedad, estaban convencidos de
individuos, constituyen un parque de recreo distinto en que los que la gente no blanca tenía más experiencia de vida, era más
miembros de razas, géneros y prácticas sexuales dominantes mundana, sensual y sexual porque era diferente. Conseguir un
afirman su poder en las relaciones íntimas con el Otro. Cuando yo pedacito del Otro, en este caso tener encuentros sexuales con
daba clases en Yale, un día de primavera fui al centro de New mujeres no blancas, se consideraba un ritual de trascendencia, un
Haven, que está cerca de la universidad e invariablemente lo pone movimiento hacia un mundo de diferencias que transformaría, un
a uno en contacto con mucha gente negra pobre que vive cerca rito de transición aceptable. El objetivo directo no era sólo poseer
de allí, y me encontré caminando tras un grupo de muchachos sexualmente al Otro, sino que el encuentro los cambiara de algu-
muy rubios, muy blancos, muy "galancitos". (Se suele hablar del na manera. "Naturalmente", se consideraba que la presencia del
centro como un sitio en que la dominación racista de los blancos Otro, el cuerpo del Otro, existía para servir a los fines de los de-
sobre los negros se realiza en las banquetas, dado que la gente seos del hombre blanco. Al escribir acerca de cómo se recupera la
blanca, por lo general hombres, con frecuencia galancitos, usan diferencia en Occidente en 'The 'Primitive' Unconscious of Modern
sus cuerpos para bajar a los negros de la banqueta, empujar nues-
Art, or White Skin, Black Masks", Hal Foster recuerda a los lectores ción racista colectiva de los blancos, creen que su deseo de con-
que Picasso consideraba los objetos tribales que había adquirido tacto representa un cambio positivo en la actitud de los blancos
como "testigos" más que como "modelos". Foster critica esta ubi- frente a los no blancos. Creen que no están perpetuando el racis-
cación del Otro y subraya que tal reconocimiento "dependía de la mo. Para ellos, la indicación más potente de ese cambio es la ex-
instrumentalidad": "Así, a través de la afinidad y el uso, lo primiti- presión franca del anhelo, la declaración abierta del deseo, la ne-
vo se pone al servicio de la tradición occidental (que después se cesidad de una relación íntima con los Otros más morenos. El
considera en parte como su productor)". Una crítica parecida pue- asunto es cambiar mediante esta convergencia de placer y Otre-
de hacerse de las tendencias actuales de deseo sexual interracial y dad. Uno se atreve —y actúa— de acuerdo con la suposición de
el contacto iniciado por hombres blancos. Se apoderan instrumen- que explorar el mundo de la diferencia, el cuerpo del Otro, pro-
talmente del cuerpo del Otro de otra raza, como terreno inexplo- porcionará un placer mayor y más intenso que ninguno de los que
rado, una frontera simbólica que será terreno fértil para su re- existen en el mundo común del grupo racial propio y conocido. Y
construcción de la norma masculina, para afirmarse como sujetos aunque están convencidos de que el mundo conocido permanece-
deseosos transgresores. Convocan al Otro para que sea tanto rá intacto aunque uno se aventure fuera de él, tienen la esperanza
testigo como participante en esta transformación. de volver a entrar distintos a ese mundo.
El hecho de que los muchachos blancos hablen abiertamente La tendencia actual de "nostalgia imperialista" (definida por Rena-
acerca de su deseo de muchachas (o muchachos) no blancos to Rosaldo en Culture and Truth como "nostalgia, que suele en-
anuncia públicamente su ruptura con un pasado de supremacía contrarse bajo el imperialismo, en que la gente lamenta la desa-
blanca que habría articulado ese deseo sólo como tabú, secreto, parición de lo que ellos mismos han transformado" o como "un
vergüenza. Ellos consideran que su voluntad de nombrar abierta- proceso de añoranza por lo que uno ha destruido, que es una
mente su deseo por el Otro es la afirmación de un pluralismo cul- forma de mistificación") suele oscurecer las estrategias culturales
tural (su impacto en la preferencia y la elección sexuales). Al con- contemporáneas desplegadas no para lamentar, sino para cele-
trario de los hombres blancos racistas que a lo largo de la historia brar el sentido de una continuidad del "primitivismo". En la cultu-
violaban los cuerpos de mujeres negras o de color para afirmar su ra de masas, la nostalgia imperialista toma la forma de volver a
posición como colonizadores/conquistadores, estos jóvenes no se realizar y a ritualizar de distintas maneras el viaje colonizador
consideran racistas, eligen transgredir los límites raciales dentro imperialista como una fantasía narrativa de poder y deseo, de
del campo sexual no para dominar al Otro, sino más bien para que seducción por parte del Otro. Esta añoranza se origina en la
éste actúe sobre ellos, de modo que experimenten un cambio creencia atávica de que el espíritu de lo "primitivo" reside en los
totalmente radical. Para nada conscientes de los aspectos de sus cuerpos de Otros morenos cuyas culturas, tradiciones y estilos de
fantasías sexuales que los vinculan irrevocablemente a la domina- vida, de hecho, pueden cambiar irrevocablemente mediante el
imperialismo, la colonización y la dominación racista. Este deseo crisis contemporáneas de identidad en Occidente, sobre todo
de hacer contacto con esos cuerpos considerados Otros, sin vo- experimentadas por la juventud blanca, se calman cuando lo
luntad aparente de dominar, mitiga la culpa del pasado, y hasta "primitivo" se recupera a través de centrarse en la diversidad y el
toma la forma de un gesto desafiante en que se niega la respon- pluralismo que sugiere que el Otro puede proporcionar opciones
sabilidad y la conexión histórica. De modo más importante, esta- que nutren la vida. Al mismo tiempo, diversos grupos étni-
blece una narración contemporánea en que el sufrimiento im- cos/raciales también pueden abrazar esta sensación de ser espe-
puesto por estructuras de dominación sobre los designados como ciales, en que pueden considerarse con admiración las historias y
Otros se desvía por un acento sobre la seducción y el anhelo en la experiencia que antes se consideraban sólo dignas de despre-
que el deseo no es rehacer al Otro a nuestra imagen, sino conver- cio.
tirse en el Otro.
La apropiación cultural del Otro mitiga las sensaciones de priva-
Mientras que la triste nostalgia imperialista conforma el mundo ción y carencia que asaltan las psiques de la juventud blanca radi-
traicionado y abandonado del Otro como una acumulación de cal cuando ésta elige ser desleal a la civilización occidental. Al
carencia y pérdida, el anhelo actual por lo "primitivo" se expresa mismo tiempo, los grupos marginados, considerados como Otro,
mediante la proyección al Otro de un sentido de abundancia y que han sido ignorados, hechos invisibles, pueden quedar seduci-
generosidad, un campo de sueños. Al comentar esta estrategia en dos por el acento en la Otredad, por su comercialización, porque
"Readings in Cultural Resistance", Hal Foster dice: ofrece la promesa de reconocimiento y reconciliación. Cuando la
cultura dominante exige que el Otro se ofrezca como señal de que
"Así, la diferencia se usa de manera productiva; de hecho, se está dando un cambio político progresista, que el Sueño Norte-
en un orden social que parece no conocer ningún exterior americano de hecho puede incluir la diferencia, invita al resurgi-
(y que debe inventar sus propias transgresiones para rede- miento de un nacionalismo cultural esencialista. El Otro reconoci-
finir sus límites), la diferencia suele fabricarse en favor de do debe asumir formas reconocibles. Por lo tanto, no sale a la
los intereses de control social así como de la innovación superficie la cultura africanoamericana formada en la resistencia a
comercial". las situaciones contemporáneas, sino la evocación nostálgica de
Muchos jóvenes, insatisfechos con el imperialismo estadouniden- un pasado "glorioso".
se, el desempleo, la falta de oportunidades económicas, que su- Y aunque se suele centrar la visión en las maneras en que ese
fren el malestar postmoderno de la enajenación, de no tener nin- pasado era "superior" al presente, esta narración cultural depen-
guna sensación de arraigo, ninguna identidad redentora, pueden de de estereotipos de lo "primitivo", aunque evita el término,
ser manipulados por estrategias culturales que ofrecen la Otredad para evocar un mundo en que los negros estaban en armonía con
como un lenitivo, en especial mediante la comercialización. Las la naturaleza y entre sí. Esta narración se vincula con las concep-
ciones occidentales blancas del Otro moreno, no con un cuestio- Aunque habla desde el punto de vista de su experiencia individual,
namiento radical de esas representaciones. Foucault expresa un dilema sentido por muchos en Occidente. Es
precisamente la añoranza por el placer que ha llevado al Occiden-
Si acaso la juventud de cualquier otro color no supiera cómo acer- te blanco a mantener una fantasía romántica de lo "primitivo" y la
carse al Otro, o cómo entrar en contacto con lo "primitivo", la búsqueda concreta de un paraíso primitivo real, ya sea que su
cultura consumista promete mostrar el camino. El drama de la ubicación sea un país o un cuerpo, un continente oscuro o piel
Otredad encuentra su expresión dentro del campo comercial de la oscura, percibido como la encarnación perfecta de esa posibilidad.
publicidad. Los encuentros con la Otredad están marcados clara-
mente como más excitantes, más intensos y más amenazadores. Dentro de esta fantasía de la Otredad, el anhelo del placer se pro-
El señuelo es la combinación de placer y peligro. En el mercado yecta como una fuerza que puede perturbar y subvertir la volun-
cultural el Otro está codificado como capaz de estar más vivo, de tad de dominar. Actúa para mediar y para desafiar. En la obra de
conocer el secreto que permitirá a quienes se aventuran y se atre- teatro de Lorraine Hansberry Les Blancs, el deseo de experimentar
ven a romper con la anhedonia cultural (definida en The Passiona- la cercanía y la comunidad lleva al periodista blanco estaduniden-
te Life de Sam Keen como "la insensibilidad ante el placer, la inca- se Charles a hacer contacto y establecer una amistad con Tshem-
pacidad de experimentar la felicidad") a experimentar una reno- be, el revolucionario negro. Charles lucha por despojarse del privi-
vación sensual y espiritual. Antes de su muerte prematura, Michel legio de la supremacía blanca, evita el papel de colonizador y re-
Foucault, la quintaesencia del pensador transgresor en Occidente, chaza la exotización racista de los negros. Sin embargo, sigue su-
confesó que tenía muchas dificultades para experimentar el pla- poniendo que sólo él puede decidir la alteridad: reconociendo al
cer: otro naturaleza de su relación con una persona negra. Evocando la
idea de un sujeto trascendente universal, cuando repudia el papel
Considero que el placer es un comportamiento muy difícil. de opresor acude a Tshembe y declara: "Soy un hombre que tiene
Disfrutar no es tan sencillo. Y he de decir que ése es mi ganas de hablar". Cuando Tshembe se niega a aceptar la relación
sueño. Me gustaría y espero morir de una sobredosis de de confianza que se le ofrece, se niega a satisfacer el anhelo de
placer de cualquier tipo. Porque creo que es realmente di- camaradería y contacto por parte de Charles, se le acusa de que
fícil y siempre tengo la sensación de que no siento el pla- odia a los blancos. Recordando las situaciones en que los blancos
cer, el placer total y completo y, para mí, está relacionado han oprimido a otros blancos, Tshembe desafía a Charles, y decla-
con la muerte. Porque creo que el tipo de placer que yo ra que "la raza es un recurso, ni más ni menos", que "no explica
consideraría el placer real sería tan profundo, tan intenso, nada". Complacido con este repudio de la importancia de la raza,
tan sobrecogedor que no lo sobreviviría. Me moriría. Charles está de acuerdo y dice que "la raza no tiene nada que ver
en esto". Tshembe entonces deconstruye la categoría de "raza" cos y negros, en la cultura de masas. La publicidad es un campo en
sin minimizar ni ignorar el impacto del racismo, y le dice: que han tenido gran impacto la política de diversidad y su insis-
tencia consiguiente en una representación inclusiva. Ahora que
Yo creo en el reconocimiento de los recursos como recur- complicados estudios de mercado revelan el grado en que con-
sos, pero también creo en la realidad de esos recursos. En sume productos la gente pobre y materialmente desvalida de
un siglo los hombres prefieren ocultar sus conquistas bajo todas las razas y grupos étnicos, a veces en una cantidad despro-
la religión, y en otro bajo la raza. Así que tú y yo podemos porcionada a sus ingresos, resulta más evidente que se puede
reconocer el carácter fraudulento del recurso en ambos recurrir a estos mercados con la publicidad. Los estudios de mer-
casos, pero el hecho sigue siendo que un hombre que tiene cado revelaron que los negros compran más Pepsi que otros re-
una espada atravesada porque no quiere convertirse en frescos y de pronto vemos más comerciales de Pepsi con imáge-
musulmán o en cristiano, o a quien se ha linchado en Mis- nes de negros.
sissippi o Zatembe porque es negro, sufre la realidad total
de ese recurso de conquista. Y no tiene caso hacer como El mundo de la moda también ha llegado a comprender que la
que no existe, sólo porque es una mentira... venta de productos aumenta con la explotación de la Otredad. El
éxito de los anuncios de Benetton, que se han convertido en un
Una y otra vez Tshembe debe aclararle a Charles que el contacto modelo para varias estrategias publicitarias con sus imágenes
de sujeto a sujeto entre blancos y negros que señala la ausencia racialmente diversas, resume esta tendencia. Muchos anuncios
de dominación, de una relación entre opresor y oprimido, debe que se centran en la Otredad no hacen comentarios explícitos, ni
surgir a través de la elección mutua y la negociación. Al expresar dependen únicamente de mensajes visuales, pero el catálogo de
simplemente su deseo de contacto "íntimo" con los negros, los este otoño de Tweeds proporciona un ejemplo excelente de la
blancos no erradican la política de dominación racial, ya que se manera en que la cultura contemporánea explota las nociones de
manifiesta en la interacción personal. Otredad con imágenes visuales y texto. La portada del catálogo
El reconocimiento mutuo del racismo, su impacto en quienes es- muestra un mapa de Egipto. Insertada en el corazón del país, por
tán dominados y en quienes dominan, es el único punto de vista así decir, está una foto de un hombre blanco (del tipo de Out of
que hace posible un encuentro entre razas que no se base en la África) con un niño egipcio en los brazos. Atrás no hay un paisaje
negación y la fantasía. Porque la realidad siempre presente de la de Egipto como ciudad moderna, sino siluetas algo borrosas que
dominación racista, de la supremacía blanca, es la que hace pro- parecen chozas y palmeras. En las páginas interiores, el ejemplar
blemático el deseo de los blancos de tener contacto con el Otro. cita los comentarios de Gustave Flaubert tomados de Flaubert in
Esta realidad suele ser la más disfrazada cuando aparecen repre- Egypt. A lo largo de setenta y cinco páginas, Egipto se convierte en
sentaciones del contacto entre blancos y no blancos, entre blan- un paisaje de sueños, con un trasfondo de gente de piel más mo-
rena, escenografía para resaltar lo blanco, y la añoranza de los "con su esposo y su bebé, Ahmedio A'bass, 22 años, lleva vida de
blancos de habitar, aunque sólo sea por una época, el mundo del gitana"; la segunda mujer es una modelo de piel blanca. Las ma-
Otro. La primera página dice: nos entrecruzadas sugieren que estas dos mujeres comparten
algo, tienen una base de contacto y, de hecho, sí la tienen: se pa-
No quisimos que nuestro viaje estuviera lleno de fotos de recen, tienen más semejanzas que diferencias. Otra vez, el mensa-
una tierra antigua. Más bien queríamos redescubrir nues- je es que el "primitivismo", aunque más aparente en el Otro, tam-
tra ropa en el contexto de una cultura diferente. ¿Sería po- bién reside en la persona blanca. Esta foto no afirma el mundo de
sible —nos preguntamos— expresar nuestro estilo de una Egipto, de vida "gitana", sino la capacidad de la gente blanca para
manera desacostumbrada, rodeado por colores egipcios, vagar por el mundo y hacer contactos. La mujer blanca, que usa
texturas egipcias, y bañado en una antigua luz egipcia? pantalones, parada junto a su "hermana" morena que viste una
No es esto la nostalgia imperialista por excelencia: expresión po- falda tradicional, parece utilizar vestimentas entrecruzadas (un
tente del anhelo de lo "primitivo"? Uno desea "un pedacito del tema actual en Tweeds). Visualmente, la imagen sugiere que ella,
Otro" para realzar el paisaje monótono de lo blanco. No se dice así como otras mujeres blancas del primer mundo, está liberada,
nada en el texto acerca de los egipcios, pero su imagen aparece a tiene mayor libertad para viajar que las mujeres más morenas que
lo largo de todas las páginas. Los rostros suelen estar borrosos por viven estilos de vida peripatéticos.
efecto de la cámara, estrategia que asegura que los lectores no se Es significativo que el catálogo posterior a éste se centrara en
entusiasmen más con las imágenes de la Otredad que con las de Noruega. Allí no se representa a los noruegos, sólo el paisaje.
lo blanco. El objetivo de este intento fotográfico de extrañamien- ¿Debemos suponer entonces que los blancos de este país se sien-
to es distanciarnos de lo blanco, para que regresemos a ello con ten tan "en casa" en Noruega como en su propio país, de modo
más fervor. que no hay necesidad de fotos y explicaciones? En este texto vi-
En la mayoría de las "instantáneas", cuidadosamente escogidas y sual, lo blanco es el rasgo unificador, no la cultura. Desde luego,
para las que se posó, no hay una mirada mutua. Uno desea el cuando Tweeds explota la Otredad para dramatizar lo "blanco" en
contacto con el Otro aun cuando se desea que los límites perma- Egipto, no puede incluir modelos de piel más oscura, ya que no se
nezcan intactos. Cuando los cuerpos entran en contacto, cuando daría el juego de contrastes que debe resaltar lo "blanco", ni tam-
se tocan, casi siempre es una mano blanca la que toca, manos poco la explotación que impulsa el consumo del Otro podría esti-
blancas que reposan en los cuerpos de gente de color, a menos mular el apetito de la misma manera; igualmente, incluir modelos
que el Otro sea un niño. Una foto de contacto "íntimo" muestra a más morenas en el número dedicado a Noruega insinúa que Occi-
dos mujeres tomadas del brazo, como lo harían unas amigas cer- dente no está tan unificado por lo "blanco" como lo sugiere este
canas. Una es una egipcia identificada con un pie de foto que dice texto visual. En esencia, ambos catálogos evocan el sentido de
que la gente blanca es homogénea y comparte la "cultura del pan En el ensayo "Hip, and the Long Front of Color", el crítico blanco
blanco". Andrew Ross interpreta la declaración de Langston Hughes ('Te
has llevado mis blues y te has ido/Los cantas en Broadway/Y los
Los intelectuales blancos progresistas, que critican sobre todo las cantas en Hollywood Bowl/Y los mezclaste con sinfonías/Y los
nociones "esencialistas" de identidad cuando escriben acerca de arreglaste/ Para que no suenen a mí. Sí, te llevaste mis blues y te
la cultura de masas, raza y género, aún no han dirigido sus críticas fuiste") como una "queja" que "celebra... el purismo del folklore".
hacia la identidad blanca y la manera en que el esencialismo in- Pero la declaración de Hughes también puede oírse como un co-
forma las representaciones de lo blanco. El culpable del esencia- mentario crítico respecto de la apropiación (no como una queja).
lismo siempre es el no blanco, y a veces el Otro no heterosexual. Hay que distinguir entre la añoranza de un reconocimiento cultu-
Pocos intelectuales blancos han llamado la atención sobre la ma- ral continuo de la fuente creativa de productos culturales africano
nera en que la obsesión contemporánea con el consumo del Otro americanos específicos que surgen de la experiencia negra parti-
moreno por parte del blanco ha servido como catalizador para el cular, e inversiones esencialistas en nociones de pureza étnica que
resurgimiento del nacionalismo negro y étnico basado en el esen- apuntalan versiones burdas del nacionalismo negro.
cialismo. El nacionalismo negro, con su acento en el separatismo
negro, vuelve a surgir como una respuesta a la suposición de que En la actualidad, la comercialización de la diferencia promueve
el imperialismo cultural blanco y el anhelo del blanco por poseer paradigmas de consumo en que se erradica cualquier diferencia
al Otro están invadiendo la vida de los negros, apropiándose de la habitada por el Otro, a través del intercambio, por un canibalismo
cultura negra y violándola. Como estrategia de supervivencia, el consumista que no sólo desplaza al Otro sino que niega la signifi-
nacionalismo negro sale a la superficie con más fuerza cuando la cación de la historia de ese Otro a través de un proceso de des-
apropiación cultural blanca de la cultura negra amenaza con des- contextualización. Así como el "primitivismo", según afirma Hal
contextualizar y, con ello, borrar el conocimiento del contexto Foster, "absorbe lo primitivo, en parte mediante el concepto de
histórico y social específico de la experiencia de los negros a partir afinidad", las nociones contemporáneas de "cruzar el límite" am-
de la cual surgen los productos culturales y estilos distintivos ne- plían los parámetros de producción cultural para permitir que un
gros. Sin embargo, la mayoría de los intelectuales blancos que público más grande oiga la voz del Otro no blanco aun cuando
escriben críticas respecto de la cultura negra no ven las dimensio- niegue la especificidad de esa voz o la recupere para su propio
nes constructivas del nacionalismo negro y más bien tienden a uso.
verlo como un esencialismo ingenuo, arraigado en nociones de
pureza étnica semejantes a las suposiciones racistas de los blan- Esta circunstancia aparece en la película Heart Condition cuando a
cos. Mooney, un policía racista blanco, se le hace un transplante de
corazón y recibe el corazón de Stone, un negro a quien ha inten-
tado destruir porque Stone ha seducido a Chris, la prostituta blan-
ca de quien Mooney está enamorado. Transformado por su nuevo hombre blanco debe estar sostenido por el "trabajo" (en este caso
"corazón negro", Mooney aprende a ser más seductor, cambia sus el corazón) de un Otro moreno. Desde luego, la fantasía es que
actitudes ante asuntos raciales y, en un estilo perfectamente ho- este trabajo ya no se exigirá mediante la dominación, sino que se
llywoodense, al final logra el amor de la muchacha. dará voluntariamente. No debe sorprender que muchos negros
consideraran que esta película es "racista". El negro joven, desea-
Dramatizando desvergonzadamente el proceso de "devorar al ble, guapo e inteligente (de quien se dice mediante su propio au-
Otro" (en antiguas prácticas religiosas entre la gente llamada torretrato que está "muy bien equipado") debe morir para que el
"primitiva", podía extirparse el corazón de una persona, comérse- hombre blanco más viejo pueda recuperar su potencia (cuando
lo y así encarnar su espíritu o algunas de sus características), una despierta del transplante encuentra una réplica de un inmenso
película como Heart Condition se dirige a las fantasías de un pú- pene negro entre sus piernas) y ser más sensible y cariñoso. Tor-
blico blanco. Al final de la película Mooney, unido a Chris a través govnick recuerda a los lectores en Gone Primitive que un elemen-
del matrimonio y rodeado por la familia de Stone de negros cari- to central de la fascinación occidental con el primitivismo es su
ñosos, se ha convertido en el "padre" del bebé birracial de Chris y acento en "superar la enajenación del cuerpo, restituir el cuerpo
Stone, que es moreno como su padre. Stone, cuyo fantasma ron- y, por lo tanto, el yo, en una relación de armonía plena y suave
daba a Mooney, de pronto se hace "historia", se va. Es interesante con la naturaleza y el cosmos". Esta conceptualización de lo "pri-
que esta película de la cultura dominante sugiere que la lucha mitivo" y el hombre negro como su representante esencial es lo
patriarcal sobre la "propiedad" (es decir, la posesión sexual de los que se escenifica en Heart Condition. Un punto débil en el trabajo
cuerpos de mujeres blancas) es la pieza clave del racismo. Una vez de Torgovnick es que se niega a reconocer cuán profundamente
que Mooney puede aceptar y vincularse con Stone sobre la base afianzada está la idea de lo "primitivo" en la mente de la gente
falocéntrica de su posesión y "deseo" mutuos respecto de Chris, común, lo cual modela los estereotipos racistas contemporáneos
su vínculo homoso- cial posibilita la hermandad y erradica el ra- y perpetúa el racismo. Cuando sugiere la autora que "nuestra
cismo que los ha mantenido separados. Es significativo que la propia cultura rechaza en general la asociación de lo negro con la
vinculación patriarcal funcione como mediadora y como base para sexualidad y la irracionalidad desenfrenadas, con decadencia y
erradicar el racismo. corrupción, con enfermedad y muerte", sólo podemos preguntar-
En parte, esta película ofrece una versión del pluralismo racial que nos cuál es la cultura que ella considera la suya.
desafía al racismo al sugerir que la vida del hombre blanco será Las películas como Heart Condition hacen que la cultura y la vida
más rica, más placentera, si acepta la diversidad. Pero también de los negros queden como telón de fondo, escenografía para
ofrece un modelo de cambio que aún deja intacto al patriarcado narraciones que se centran principalmente en gente blanca. Las
capitalista de la supremacía blanca, aunque ya no se base en la voces del nacionalismo negro critican este cruce del límite cultu-
dominación coercitiva de los negros. Insiste en que el deseo del
ral, el desplazamiento de la experiencia negra en relación con los sobre raza. Este punto de vista inhibe su capacidad para com-
negros, y su insistencia en que es aceptable que los blancos explo- prender las necesidades políticas específicas de los negros a las
ren lo negro siempre y cuando su último punto en el programa que atiende, aunque de manera poco adecuada, el separatismo
sea la apropiación. Estas voces, políticamente "ocupadas del ca- negro basado en el esencialismo. Como aclara Howard Winant en
so", no pueden descartarse como ingenuas cuando critican la "Postmodern Racial Politics in the United States: Difference and
apropiación de la experiencia negra por parte de la cultura blanca, Inequality", debe comprenderse la raza para comprender la clase
que la reinscribe en una narración "alivianada" de la supremacía porque "en el marco político postmoderno actual de Estados Uni-
blanca. Se equivocan cuando sugieren que la mejor manera de dos, la hegemonía se determina por la articulación de raza y cla-
criticar y resistir el imperialismo cultural blanco es el separatismo se". Y, más importante aún, "la capacidad de la derecha de repre-
negro, o cuando evocan nociones de pureza étnica pasadas de sentar problemas de clase en términos raciales" es un elemento
moda que niegan la manera en que existen los negros en Occiden- "central para la pauta actual de la hegemonía conservadora".
te, que son occidentales y que a veces están influidos positiva- Desde luego, un nacionalismo negro basado en el esencialismo,
mente por aspectos de la cultura blanca. imbuido con muchos estereotipos raciales y que los perpetúa, es
una respuesta inadecuada e ineficaz a la demanda urgente de una
El ensayo de Steve Perry, 'The Politics of Crossover", desconstruye lucha de liberación negra revolucionaria viable que tuviera como
las nociones de pureza racial al esbozar los diversos intercambios objetivos centrales la politización radical de los negros, estrategias
culturales entre músicos negros y blancos, pero parece incapaz de de descolonización, críticas del capitalismo y la continuación del
reconocer que esta realidad no cambia el hecho de que la apro- combate a la dominación racista.
piación imperialista cultural blanca de la cultura negra apoya la
supremacía blanca y es una amenaza continua para la liberación El resurgimiento del nacionalismo negro como una expresión del
negra. Aunque Perry acepta que artistas negros exitosos que han deseo de los negros de defenderse de la apropiación cultural
cruzado el límite entre las culturas, como Prince, llevan el "impul- blanca indica el grado al que la comercialización de lo negro (in-
so del cruce" al grado en que "empieza a ser una negación de lo cluido el programa nacionalista) se ha reinscrito y comercializado
negro", es incapaz de entender que esto es una amenaza para los con una narración atávica, una fantasía de Otredad que reduce la
negros que combaten cotidianamente al racismo, que abogan por protesta al espectáculo y estimula una añoranza aún mayor por lo
que continúe la descolonización, y necesitan una lucha eficaz de "primitivo". Dado este contexto cultural, el nacionalismo negro es
liberación negra. más bien un gesto de impotencia que una señal de resistencia
crítica. ¿Quién podría tomar en serio la insistencia de Public
Bajo la condescendencia de Perry, y a veces su actitud despectiva Enemy de que los dominados y sus aliados "luchan contra el po-
ante todas las expresiones de nacionalismo negro, hay una insis- der", cuando esa declaración no está vinculada de ningún modo a
tencia tradicionalmente izquierdista en la precedencia de clase
una lucha colectiva organizada? Cuando los jóvenes negros hablan negros tienen un ritmo natural y son más sexuales). El programa
con la retórica del nacionalismo negro de la década de 1960, vis- de televisión In Living Color se inicia con una canción cuya letra
ten telas Kente, medallones de oro, se esponjan el cabello y plati- dice al oyente: "haz lo que quieras hacer". En lo positivo, este
can con los blancos con quienes se juntan, muestran cómo la co- programa aboga por la transgresión, pero en lo negativo promue-
mercialización sin sentido desnuda a estos signos de su integridad ve estereotipos sexuales, sexismo y homofobia. La cultura de la
y significado político, negando la posibilidad de que pudieran ser- juventud negra representa el límite máximo de "estar en onda". El
vir como catalizadores para una acción política concreta. Como nexo comercial explota el deseo de la cultura (expresado por
signos, su poder para impulsar la conciencia crítica se diluye blancos y negros) de inscribir lo negro como un signo "primitivo",
cuando se comercializa. Las comunidades de resistencia se susti- como lo salvaje, y con ello la sugerencia de que los negros tienen
tuyen con comunidades de consumo. Como subrayan Stuart y un acceso secreto al placer intenso, sobre todo a los placeres del
Elizabeth Ewen en Channels of Desire: cuerpo. El cuerpo del hombre negro joven se ve como el epítome
de esta promesa de salvajismo, de proeza física ilimitada y erotis-
La política del consumo debe entenderse como algo más que lo mo desenfrenado. Este cuerpo negro fue el más "deseado" por su
que se comprará, o incluso lo que se boicoteará. El consumo es trabajo durante la esclavitud, y este cuerpo es el más representa-
una relación social, la relación dominante en nuestra sociedad: do en la cultura popular contemporánea como el cuerpo que se
una que dificulta cada vez más que la gente permanezca unida, debe observar, imitar, desear y poseer. Más que un signo de pla-
que forme una comunidad. En una época en que para muchos de cer en la vida cotidiana fuera del campo del consumo, el cuerpo
nosotros la posibilidad de cambio significativo parece estar fuera de un joven negro debería representarse más gráficamente como
de nuestro alcance, éste es un asunto de inmensas proporciones el cuerpo adolorido.
sociales y políticas. Para establecer la iniciativa popular, debe
trascenderse el consumismo, tarea difícil pero fundamental que Desde un punto de vista fetichista en la imaginación racial psico-
enfrenta toda la gente que busca una vida mejor. sexual de la cultura juvenil, los cuerpos reales de jóvenes negros
son asaltados ferozmente todos los días por la violencia racista
Las obras abiertamente políticas y radicales de artistas negros rara blanca, la violencia de negros contra negros, la violencia del traba-
vez se vinculan con una cultura política opositora. Cuando se co- jo excesivo y la violencia de adicciones y enfermedades. En la in-
mercializa es fácil que los consumidores pasen por alto los mensa- troducción a The Body in Pain, Elaine Scarry afirma que "por lo
jes políticos. general no hay un lenguaje para el dolor", que "el dolor físico es
Y aunque un producto como el rap articula narraciones acerca de difícil de expresar; y esta falta de lenguaje tiene consecuencias
cómo lograr una conciencia política crítica, también explota este- políticas". Esto, desde luego, es cierto respecto del dolor de los
reotipos y nociones esencialistas de lo negro (como decir que los hombres negros. Los hombres negros son incapaces de articular y
reconocer plenamente el dolor en sus vidas. No tienen un discur- formada por la pobreza, fuera de los espacios cerrados en que el
so y un público dentro de la sociedad racista que les permita que cuerpo de los jóvenes negros debía ser contenido y controlado.
alguien escuche su dolor. Lamentablemente, los hombres negros
suelen evocar la retórica racista que identifica al hombre negro En sus primeras etapas, el rap era "cosa de hombres". Los jóvenes
como un animal, y hablan de sí mismos como "especie en peligro" negros y morenos no podían bailar breakdance ni cantar el rap en
o "primitivos", para conseguir que se reconozca su sufrimiento. conjuntos habitacionales apretados. La creatividad masculina,
expresada en el rap y el baile, requerían espacios amplios y abier-
Cuando los jóvenes negros adquieren una voz pública y una pre- tos, fronteras simbólicas donde el cuerpo podía hacer lo suyo,
sencia poderosa a través de la producción cultural, como ha suce- expandirse, crecer y moverse, rodeado por una multitud de es-
dido con la explosión de música rap, no significa que tienen un pectadores. El espacio doméstico, igualado a la represión y la con-
vehículo que les permita articular ese dolor. El rap niega este do- tención, así como a lo "femenino", se combatía y se rechazaba
lor al presentar narraciones que tratan sobre todo del poder y el para que surgiera un paradigma patriarcal afirmador de la mascu-
placer, que abogan por la resistencia contra el racismo pero apo- linidad competitiva y su acento en la proeza física. Como resulta-
yan el falocentrismo. Es cierto que las condiciones de sufrimiento do, mucha música de rap está llena de sexismo y misoginia. El
y supervivencia, pobreza, privación y carencias caracterizaban los relato público de vidas de hombres negros narrado por la música
sitios marginales de donde surgieron el breakdance y el rap. Des- de rap habla directamente a la dominación racista blanca y contra
critos como "rituales" por los participantes en las comunidades ella, pero sólo sugiere indirectamente la enormidad del dolor del
urbanas pobres de no blancos donde primero se dieron, estas hombre negro. Al construir el cuerpo masculino negro como sitio
prácticas ofrecían un medio para que los individuos consiguieran de placer y poder, el rap y los bailes asociados con esa música
reconocimiento y voz públicos. Gran parte del dolor psíquico que sugieren vibración, intensidad y una alegría insuperable de vivir.
experimentan los negros todos los días en un contexto de supre- Bien podría ser que vivir al borde, tan cerca de la posibilidad de
macía blanca es provocado por fuerzas opresoras deshumaniza- ser "exterminado" (eso sienten muchos jóvenes negros) aumente
doras, fuerzas que nos hacen invisibles y se niegan a reconocer- la capacidad de riesgo y de intensificar el placer propio. Esta car-
nos. Michael H. (al comentar el estilo del libro de Stuart Ewen, All ga, generada por la tensión entre placer y peligro, muerte y de-
Consuming Images) también habla de este deseo de atención, seo, es la que evoca Foucault cuando habla del placer total y
diciendo que el breakdance y el rap son una manera de decir "es- completo relacionado con la muerte. Aunque Foucault habla co-
cuchen mi historia, mi vida, mis romances". La música de rap pro- mo individuo, sus palabras resuenan en una cultura afectada por
porciona una voz pública para los jóvenes negros a quienes se la anhedonia, la incapacidad de sentir el placer. En Estados Uni-
suele callar y a quienes no se hace ningún caso. Surgió en las ca- dos, donde cotidianamente asaltan y bombardean nuestros senti-
lles, fuera de los límites de una domesticidad conformada e in- dos a tal grado que se instala un entumecimiento emotivo, tal vez
se necesita estar "al borde" para que los individuos puedan sentir buscan contacto con los Otros morenos. Tal vez añoran conquistar
intensamente. De ahí la tendencia general en la cultura de consi- su temor de la oscuridad y la muerte. En la derecha reaccionaria,
derar a los jóvenes negros como peligrosos y deseables a la vez. tal vez la juventud blanca sólo intenta afirmar el "poder blanco"
cuando coquetea con tener contacto con el Otro. Pero hay mu-
Desde luego, la relación entre la experiencia de la Otredad, de chos jóvenes blancos que desean ir más allá de lo blanco. Críticos
placer y muerte, se explora en la película El cocinero, el ladrón, su del imperialismo blanco y "partidarios" de la diferencia, desean
esposa y su amante, que critica la dominación imperialista mascu- espacios culturales donde puedan transgredirse los límites, donde
lina blanca, aunque rara vez se menciona esta dimensión de la puedan formarse relaciones nuevas y distintas. Estos deseos se
película cuando se ha analizado en este país. Quienes hicieron escenifican en dos películas contemporáneas: Hairspray de John
reseñas de esta película no hablaron acerca de la representación Waters y la más reciente Mystery Train de Jim Jarmusch. En
de los personajes negros; a partir de las reseñas se podría suponer Hairspray, los blancos "alivianados", que son Traci de la clase
que todos los actores son blancos e ingleses. Pero hay hombres obrera y su novio de la clase media, transgreden los límites de
negros que forman parte de la comunidad de subordinados, do- clase y de raza cuando bailan con los negros. Ella le dice en un
minados por un hombre blanco que controla todo. La mujer rubia callejón lleno de ratas con vagabundos borrachos: "Ojalá fuera
y blanca, después de que su marido mata a su amante, habla con morena". Y él contesta: "Traci, nuestras almas son negras aunque
el cocinero moreno, que claramente representa a los inmigrantes nuestra piel sea blanca". Una vez más, lo negro —la cultura, la
no blancos, acerca de los vínculos entre muerte y placer. El coci- música, la gente— se asocia con el placer así como con la muerte
nero le explica cómo se concibe lo negro en la imaginación blanca. y el deterioro. Sin embargo, su reconocimiento de los placeres y
Le dice que los alimentos de negros son deseados porque recuer- pesares específicos que experimentan los negros no lleva a una
dan la muerte a quienes los comen, y por eso son tan caros. apropiación cultural, sino a una apreciación que se extiende hasta
Cuando se comen (en la película siempre sólo por blancos), el el campo de lo político: Traci se atreve a apoyar la integración
cocinero como informante nativo nos dice que es una manera de racial. En esta pelí¬cula, el anhelo y el deseo de contacto con la
coquetear con la muerte, de ostentar el poder que uno tiene. Dice cultura negra que expresan los blancos se acompaña del recono-
que comer comida de negros es una manera de decir "muerte, te cimiento del valor de la cultura. No se transgreden los límites para
estoy devorando" y así conquistar el temor y reconocer el poder. permanecer igual, para reafirmar la dominación blanca. Hairspray
El racismo blanco, el imperialismo y la dominación sexista preva- es casi única en su intento de construir un universo ficticio en que
lecen mediante ese consumo valiente. Al devorar al Otro (en este los "indeseables" blancos de la clase obrera son solidarios con los
caso, la muerte) uno afirma el poder y el privilegio. negros. Cuando Traci dice que quiere ser negra, lo negro se con-
Una confrontación parecida puede estar sucediendo dentro de la vierte en una metáfora de la libertad, la terminación de los lími-
cultura popular en esta sociedad ahora que los jóvenes blancos tes. Lo negro es vital no porque represente lo "primitivo" sino
porque invita a comprometerse con un espíritu revolucionario nante. Sin embargo, la película no aclara el carácter de su identifi-
que se atreve a desafiar y perturbar el statu quo. Al igual que los cación con la cultura negra. A lo largo de la película, ella se coloca
raperos blancos MC Search y Prime Minister Pete Nice que dicen en una relación de comparación y competencia con las mujeres
"querer presentar algún tipo de mensaje positivo a los negros de negras, aparentemente mostrando la envidia de la mujer blanca
que por ahí hay unos blancos que entienden de qué se trata todo por la mujer negra y su deseo de "ser" una imitación de la mujer
esto, que entienden que tenemos que ir más allá de todo el odio", negra; pero también se burla de las negras. La negra no identifica-
Traci cambia su posición para solidarizarse con los negros. Está da que aparece en la película como un fantasma, mirándose en el
preocupada por su libertad y cree que su liberación está ligada a espejo, no tiene ni nombre ni voz. Pero su imagen siempre con-
la liberación de los negros y a un esfuerzo por terminar la domina- trasta con la de Bernhard. ¿Será ella el Otro de fantasía en quien
ción racista. desea convertirse Bernhard? ¿Será ella el Otro de fantasía que
Bernhard desea? La última escena de la película parece confirmar
En su nueva película Without You I'm Nothing, Sandra Bernhard que las mujeres negras son la vara con que se mide Bernhard.
expresa una solidaridad parecida con los temas de "liberación", Aunque juguetonamente sugiere en la película que el trabajo de
que incluyen la libertad para transgredir, y asocia lo negro con cantantes negras como Nina Simone y Diana Ross es derivado,
esta lucha. En el número de marzo de Interview dice que la pelícu- "robado" de su propia obra, esta inversión de la realidad irónica-
la tiene "todo un tema negro, que es como una metáfora personal mente llama la atención sobre la manera en que algunas mujeres
de estar afuera de la jugada". Esta afirmación muestra que el sen- blancas han tomado "prestado" de mujeres negras sin reconocer
tido de lo negro de Bernhard es problemático y complejo. La pelí- su deuda. De muchas maneras, la película critica la apropiación
cula se inicia con ella aparentando ser negra. Vestida con ropa cultural blanca de "lo negro" que no deja huella. De hecho, Bern-
africana, complica la cuestión de raza e identidad, ya que esta hard especifica que inició su trabajo artístico en clubes nocturnos
representación sugiere que la identidad racial puede construirse de negros, entre gente negra. Aunque reconoce de dónde provie-
socialmente, aun cuando implica que la apropiación cultural se ne, la película muestra cómo Bernhard define claramente un es-
queda corta porque siempre es una imitación, es falsa. Al contra- pacio de espectáculo artístico que sólo ella como blanca puede
rio, hace un contraste entre su intento de ser una mujer negra habitar. Las negras no tenemos un público amplio que pague por
transvestida y el intento de la mujer negra de imitar el aspecto de ver nuestras imitaciones cómicas de muchachas blancas. De he-
una blanca. La película de Bernhard sugiere que hay una cultura cho, es difícil imaginar algún espacio que no sea únicamente entre
blanca que deriva su posición y su ímpetu de la cultura negra. Si negros en que las mujeres negras pudieran usar la comedia para
bien se identifica con los Otros marginados, la herencia judía de criticar y ridiculizar a las blancas de la misma manera en que
Bernhard así como sus prácticas eróticas sexualmente ambiguas Bernhard se burla de las negras.
son experiencias que en sí la ubican fuera de la corriente domi-
Bernhard cierra la escena envuelta en una capa que se parece a la Tweeds, al fin de cuentas los negros quedan reducidos —como
bandera de Estados Unidos, y luego descubre su cuerpo casi des- declara Bernhard en Interview— a "una metáfora personal". Lo
nudo. La película termina con la figura de la mujer negra, que negro es el telón de fondo de la Otredad que ella usa para aclarar
hasta entonces sólo había estado en segundo plano, ahora en su posición como Otro e insistir en su carácter alivianado, en onda
primer plano como la única espectadora que queda para ver este y transgresor. Aunque informa a su público que como "novata"
espectáculo seductor. Como si buscara un reconocimiento de su del espectáculo empezó trabajando de manera muy cercana con
identidad y su poder, Bernhard mira fijamente a la negra, quien negros, el asunto es definir cuándo empieza a subrayar hasta
devuelve la mirada con un gesto de desprecio. Como si esta mira- dónde ha llegado. Cuando Bernhard "llega", capaz de explotar la
da de desinterés y desgano no fuese suficiente para comunicar su Otredad en grande, llega sola, no acompañada por sus socios ne-
indiferencia, saca de su bolsa un lápiz de labios rojo y escribe so- gros. Ellos son la escenografía, el telón de fondo. Sin embargo, el
bre la mesa "a la chingada [fuck] Sandra Bernhard". Su mensaje final de la película complica este adiós. ¿Bernhard está dejando a
parece ser: "tal vez necesites la cultura negra porque sin nosotros los negros o ha sido rechazada y despedida? Tal vez ambos. Al
no eres nada, pero las mujeres negras no te necesitamos a ti". En igual que Madonna, su pareja del espectáculo, Bernhard abando-
la película, todas las mujeres blancas se desnudan, ostentan su na sus encuentros con el Otro más rica que cuando los inició. No
sexualidad, y parecen dirigir su atención a la mirada de un hombre tenemos idea de cómo se va el Otro.
negro. La película sugiere que esta perspectiva puede llevarlas a
no fijarse en las negras y sólo advertir lo que las negras piensan de Cuando empecé a pensar en este ensayo y a hacer la investiga-
ellas cuando estamos "justo en sus narices". ción, pregunté a gente de diversos lugares si pensaban que cen-
trarse en la raza, la Otredad y la diferencia en la cultura de masas
La película de Bernhard camina por una cuerda floja crítica. Por sería un desafío para el racismo. Hubo un acuerdo general en que
una parte, se burla de la apropiación blanca de la cultura negra, el el mensaje de que el reconocimiento y la exploración de la dife-
deseo de los blancos por los negros (como en la escena en que se rencia racial pueden provocar placer representa un adelanto, un
ve que Bernhard, en el personaje de una muchacha blanca rubia, desafío a la supremacía blanca y a diversos sistemas de domina-
es "inspeccionada" por un negro a quien, según vemos después, ción. El temor principal es que las diferencias culturales, étnicas y
sólo le importa su pelo, es decir, su propia imagen), aun cuando la raciales serán continuamente comercializadas y ofrecidas como
película funciona como espectáculo sobre todo por el hábil modo nuevos platillos para estimular el paladar blanco, que el Otro será
en que Bernhard "utiliza" la cultura negra y los estereotipos racia- devorado, consumido y olvidado. Después de semanas de discutir
les comunes. Dado que tantas representaciones de lo negro en la acerca de la distinción entre apropiación cultural y apreciación
película son estereotipos, en realidad no se opone al estilo cine- cultural, los estudiantes en mi curso de introducción a la literatura
matográfico de Hollywood. Y, al igual que el catálogo de Egipto de negra quedaron convencidos de que algo radical estaba sucedien-
do, porque estos asuntos estaban "saliendo a la luz". Dentro de un Foucault, Michel, Language, Counter-memory, Practice: Selected
contexto en que el deseo de contacto con quienes son diferentes Essays and Interviews, editado por Donald F. Bouchard, traducido
o son vistos como el Otro no se considera malo, políticamente por Bouchard y Sherry Simon, Ithaca, NY, Cornell University Press,
incorrecto o equivocado, podemos empezar a conceptualizar e 1977.
identificar maneras en que el deseo informa nuestras elecciones y
afiliaciones políticas. Reconocer las maneras en que el deseo de Foucault, Michel, Power/Knowledge: Selected Interviews and
placer, incluidos los anhelos eróticos, informa nuestra política, Other Writings, editado por Colin Gordon, traducido por Gordon
nuestra comprensión de la diferencia, sabremos mejor cómo el et al., Nueva York, Pantheon, 1980.
deseo perturba, subvierte y hace posible la resistencia. No obstan- Hansberry, Lorraine, Les Blancs: The Collected Last Plays of Lorrai-
te, no podemos aceptar estas imágenes nuevas sin una actitud ne Hans- berry, editado por Robert Nemiroff, Nueva York, Ran-
crítica. dom House, 1972.
Traducción: Mónica Mansour Keen, Sam, The Passionate Life, San Francisco, Harper, 1983.
Cocks, Joan, The Oppositional Imagination, Nueva York, Routled- * La autora cita textos que no están en la bibliografía.
ge, 1989.
Entender el patriarcado ción de la mujer, con el feminismo, y por lo tanto la descartan por
irrelevante a sus propias experiencias. He estado parada en po-
dios hablando sobre el patriarcado por más de treinta años. Es
bell hooks una palabra que utilizo diariamente, y los varones que me oyen
usarla a menudo me preguntan qué entiendo por ella.
publicado en The Will to Change: Men, Masculinity, and Love,
Simon and Schuster, 2004 Nada desvaloriza más la vieja proyección antifeminista de los va-
rones como todopoderosos que su ignorancia básica de una face-
traducción: Gabriela Adelstein, Buenos Aires, 2014 ta fundamental del sistema político que da forma y sustancia a la
identidad masculina y a su sentido de sí mismos desde el naci-
miento hasta la muerte. A menudo uso la frase “patriarcado capi-
talista imperialista supremacista blanco”, para describir los siste-
mas políticos interconectados que forman la base de la política de
nuestro país. De estos sistemas, el que más aprendemos mientras
crecemos es el sistema del patriarcado, incluso si nunca escucha-
mos la palabra, porque los roles de género patriarcales nos son
asignados cuando niñxs, y se nos entrena continuamente sobre las
formas en que mejor podemos cumplir con esos roles.
El patriarcado es un sistema político-social que insiste en que los expresar sentimientos. Se me enseñó que las mujeres pueden y
machos son inherentemente dominantes, superiores a todos los deben expresar sentimientos, o al menos algunos de ellos. Cuan-
seres y a todas las personas consideradas débiles (especialmente do respondía con ira al negárseme un juguete, se me enseñó,
las hembras), y dotados del derecho a dominar y reinar sobre los como niña en un hogar patriarcal, que la ira no era un sentimiento
débiles y a mantener esa dominación a través de distintas formas femenino adecuado, que la ira no sólo no debía ser expresada
de terrorismo y violencia psicológicos. Cuando mi hermano mayor sino que debía ser erradicada. Cuando mi hermano respondía con
y yo nacimos, con un año de diferencia, el patriarcado determinó ira al serle negado un juguete, se le enseñó como niño en un ho-
cómo cada unx de nosotrxs sería considerado por nuestro padre y gar patriarcal que su capacidad de expresar ira era buena, pero
nuestra madre. Ambxs progenitores creían en el patriarcado; se que debía aprender cuál era el mejor ámbito para desatar su hos-
les había enseñado el pensamiento patriarcal a través de la reli- tilidad. No era bueno para él utilizar su ira para oponerse a los
gión. deseos de su padre y su madre, pero más adelante, cuando creció,
se le enseñó que la ira estaba permitida y que dejar que la ira lo
En la iglesia habían aprendido que Dios creó al hombre para regir provocara a la violencia lo ayudaría a proteger su hogar y su na-
el mundo y todo lo que hay en él, y que el trabajo de las mujeres ción.
era ayudar a los hombres a realizar estas tareas, obedecer, y
siempre asumir un rol subordinado en relación con un hombre Vivíamos en una zona de granjas, aisladxs de otra gente. Nuestro
poderoso. Se les enseñó que Dios era varón. Estas enseñanzas sentido de los roles de género fue aprendido de nuestra madre y
fueron reforzadas en todas las instituciones que encontraron: nuestro padre, de las formas en que lxs veíamos comportarse. Mi
escuelas, tribunales, clubes, campos de deporte, además de igle- hermano y yo recordamos nuestra confusión sobre el género. En
sias. Al adoptar el pensamiento patriarcal, como todas las demás realidad, yo era más fuerte y más violenta que mi hermano, y
personas a su alrededor, lo enseñaron a sus hijxs porque parecía rápidamente aprendimos que eso era malo. Y él era un chico
una forma “natural” de organizar la vida. amable y pacífico, y aprendimos que eso era realmente malo. Si
bien a menudo estábamos confundidxs, sabíamos ciertamente
Como su hija, se me enseñó que mi rol era servir; ser débil; estar algo: no podíamos ser y actuar de la forma que queríamos, ha-
libre de la carga de pensar; cuidar y nutrir a otrxs. A mi hermano ciendo lo que sentíamos. Estaba claro para nosotrxs que nuestro
se le enseñó que su rol era ser servido; proveer; ser fuerte; pen- comportamiento tenía que seguir un guión generizado y prede-
sar, armar estrategias y planificar; y rehusarse a cuidar o nutrir a terminado. Ambxs aprendimos la palabra “patriarcado” en nues-
otrxs. Se me enseñó que no era correcto para una mujer ser vio- tra vida adulta, cuando aprendimos que el guión que había de-
lenta, que eso era “antinatural”. A mi hermano se le enseñó que terminado lo que deberíamos ser y las identidades que debíamos
su valor estaría determinado por su voluntad de hacer violencia
(en los ámbitos apropiados). Se le enseñó que un varón no debía
construir estaba basado en valores y creencias patriarcales sobre hagas.” Me pegó y me pegó, queriendo que yo admitiera que
el género. entendía lo que había hecho. Su ira, su violencia, captó la atención
de todxs. Nuestra familia estaba sentada como hechizada, fasci-
Siempre estuve más interesada que mi hermano en desafiar al nada por la pornografía de la violencia patriarcal. Después de esta
patriarcado, porque era el sistema que siempre me dejaba fuera paliza fui exiliada— forzada a quedarme sola en la oscuridad.
de las cosas en las que quería participar. En nuestra vida familiar Mamá vino a mi dormitorio para aliviar el dolor, diciéndome en su
de los años ’50, las bolitas eran juego de varones. Mi hermano suave voz sureña, “Traté de advertirte. Tenés que aceptar que sos
había heredado sus bolitas de varones de la familia; tenía una caja sólo una niñita, y las niñas no pueden hacer lo que hacen los va-
en la que las guardaba. De todos los tamaños y formas, de colores rones.” Al servicio del patriarcado, su tarea era reforzar que papá
maravillosos, eran a mis ojos los objetos más hermosos. Jugába- había hecho lo correcto, poniéndome en mi lugar, restaurando el
mos juntxs con ellas, y yo a menudo agresivamente acaparaba la orden social natural.
bolita que más me gustaba, rehusándome a compartir. Cuando
papá estaba trabajando, nuestra madre ama de casa estaba con- Recuerdo este evento traumático tan bien porque era una historia
tenta de vernos jugar juntxs a las bolitas. Sin embargo a papá, que que se contaba una y otra vez en mi familia. A nadie le importaba
miraba nuestro juego desde una perspectiva patriarcal, lo que que el constante re-relato pudiera desencadenar stress post-
veía lo perturbaba. Su hija, agresiva y competitiva, era mejor ju- traumático; el re¬relato era necesario para reforzar tanto el men-
gadora que su hijo. Su hijo era pasivo; al chico no parecía impor- saje como el estado recordado de absoluta impotencia. El recuer-
tarle realmente quién ganaba, y estaba dispuesto a entregar boli- do de esta brutal paliza a una hija-niña pequeña por parte de un
tas si se las pedían. Papá decidió que este juego tenía que termi- hombre grande y fuerte servía para más que un mero recordato-
nar, que tanto mi hermano como yo necesitábamos aprender una rio de mi lugar generizado: era un recordatorio para todas las
lección sobre los roles de género apropiados. personas que estaban mirando/recordando, para todxs mis her-
manxs, varones y mujeres, y para nuestra madre-mujer adulta que
Una tarde papá le dio permiso a mi hermano para sacar la lata de nuestro padre patriarcal era el gobernante en nuestro hogar. De-
las bolitas. Anuncié mi deseo de jugar, y mi hermano me dijo que bíamos recordar que si no obedecíamos sus reglas, seríamos cas-
“las chicas no juegan a las bolitas”, que era un juego de varones. tigadxs, castigadxs incluso hasta la muerte. Ésta es la forma en
Esto no tenía ningún sentido para mi mente de cuatro o cinco que fuimos entrenados experiencialmente en el arte del patriar-
años, e insistí en mi derecho a jugar, agarrando bolitas y tirando. cado.
Papá intervino para decirme que parara. No lo escuché. Su voz
subió de volumen. De pronto me agarró, rompió una tabla de la No hay nada de único o siquiera de excepcional en esta experien-
puerta, y empezó a pegarme con ella, diciéndome “Vos sos sólo cia. Escuchen las voces de hijxs adultxs heridxs criadxs en hogares
una nena pequeña. Cuando te digo que hagas algo, quiero que lo patriarcales, y oirán diferentes versiones con el mismo tema sub-
yacente, el uso de la violencia para reforzar nuestro adoctrina- del alcance del patriarcado. Los chicos sufren sus embates, como
miento y nuestra aceptación del patriarcado. En How Can I Get los sufren todos los niños y las niñas en mayor o menor medida.
Through To You?, el terapeuta familiar Terrence Real cuenta cómo Indudablemente, al crear un hogar amoroso que no es patriarcal,
sus hijos fueron iniciados en el pensamiento patriarcal aun cuan- Real al menos ofrece una alternativa a sus hijos: pueden elegir ser
do sus padres trabajaban para crear un hogar amoroso en el que ellos mismos, o pueden elegir la conformidad con los roles pa-
prevalecían los valores antipatriarcales. Cuenta cómo su pequeño triarcales. Real utiliza la frase “patriarcado psicológico” para des-
hijo Alexander disfrutaba vistiéndose de Barbie, hasta que unos cribir el pensamiento patriarcal común a mujeres y varones. A
chicos que jugaban con su hermano mayor presenciaron su per- pesar del visionario pensamiento feminista contemporáneo que
sona Barbie y le hicieron saber mediante su mirada y su silencio deja en claro que alguien con pensamiento patriarcal no necesa-
estupefacto y reprobador que su comportamiento era inacepta- riamente es un varón, mucha gente sigue viendo a los hombres
ble: como el problema del patriarcado. Esto no es así, de ninguna ma-
nera. Las mujeres pueden estar tan involucradas en el pensamien-
Sin un ápice de malevolencia, la mirada que mi hijo recibió to y la acción patriarcales como los varones.
transmitió un mensaje. No podés hacer esto. Y el medio en
el que ese mensaje fue transmitido fue una emoción po- Resulta útil la clara definición de patriarcado del psicoterapeuta
tente: vergüenza. A los tres años, Alexander estaba apren- John Bradshaw, en Creating Love: “El diccionario define al ‘pa-
diendo las reglas. Una transacción muda de diez segundo triarcado’ como una ‘organización social marcada por la suprema-
fue lo suficientemente poderosa para disuadir a mi hijo, de cía del padre del clan o familia, tanto en funciones domésticas
ahí en adelante, de lo que había sido una actividad favori- como religiosas’.” El patriarcado está caracterizado por la domina-
ta. Llamo a estos momentos de inducción la “traumatiza- ción masculina, por el poder masculino. Dice además que “las
ción normal” de los varones. reglas patriarcales aún gobiernan la mayoría de los sistemas reli-
giosos, escolares y familiares del mundo.” Describe las más noci-
Para adoctrinar a los varones en las reglas del patriarcado, los vas de estas reglas, enumerando “la obediencia ciega—el cimien-
forzamos a sentir dolor y a negar sus sentimientos. to sobre el cual se sostiene el patriarcado; la represión de todas
Mis historias ocurrieron en los años ’50; las historias que cuenta las emociones excepto el miedo; la destrucción de la voluntad
Real son recientes. Todas subrayan la tiranía del pensamiento individual; y la represión del pensamiento cada vez que se aparta
patriarcal, el poder de la cultura patriarcal para mantenernos cau- de la forma de pensar de la figura de autoridad”. El pensamiento
tivxs. Real es uno de los pensadores más iluminadxs en el tema de patriarcal moldea los valores de nuestra cultura. Somos sociali-
la masculinidad patriarcal en nuestro país, y sin embargo informa zadxs en este sistema, tanto las mujeres como los varones. La
a sus lectores que él mismo no puede mantener a sus hijos fuera mayoría de nosotrxs aprendimos las actitudes patriarcales en
nuestra familia de origen, y nos las enseñaron nuestras madres. triarcal son las que ocurren en el hogar entre progenitores pa-
Estas actitudes fueron reforzadas en las escuelas y las institucio- triarcales y niñxs. El objetivo de tal violencia es habitualmente
nes religiosas. reforzar un modelo de dominación, en el que la figura de autori-
dad es considerada amo y señor de aquellxs sin poder, con dere-
La presencia contemporánea de hogares encabezados por muje- cho a mantener esa dominación mediante prácticas de sojuzga-
res ha llevado a mucha gente a suponer que lxs niñxs en estos miento, subordinación, y sumisión.
hogares no están aprendiendo valores patriarcales, porque no hay
varones presentes. Suponen que los varones son los únicos que Una de las formas en que se mantiene la cultura patriarcal es evi-
enseñan el pensamiento patriarcal. Sin embargo, muchos hogares tar que tanto varones como mujeres cuenten la verdad sobre lo
encabezados por mujeres adhieren al pensamiento patriarcal y lo que les sucede en las familias. La gran mayoría de los individuos
promueven con mucha más pasión que los hogares con dos pro- hace cumplir una regla tácita de la cultura en general, que de-
genitores. Como no tienen una realidad experiencial que desafíe manda que mantengamos los secretos del patriarcado, protegien-
las falsas fantasías de los roles de género, es mucho más probable do así la dominación del padre. Esta regla de silencio se mantiene
que sean las mujeres de estos hogares quienes idealicen al rol cuando la cultura niega a todxs el acceso incluso a la palabra “pa-
masculino patriarcal y a los varones patriarcales, que las mujeres triarcado”. La mayoría de lxs niñxs no aprenden cómo se llama
que viven con varones patriarcales todos los días. Tenemos que este sistema de roles de género institucionalizado, y por lo tanto
subrayar el rol que asumen las mujeres en la perpetuación y el raramente lo nombramos en el habla diaria. Este silencio promue-
mantenimiento de la cultura patriarcal, de modo tal que reconoz- ve la negación. ¿Y cómo podemos organizamos para desafiar y
camos al patriarcado como un sistema sostenido igualmente por modificar un sistema que no puede ser nombrado?
mujeres y varones, incluso si son los varones quienes mayores
recompensas reciben de ese sistema. Desmantelar y cambiar la No es accidental que las feministas comenzaran a usar la palabra
cultura patriarcal es un trabajo que varones y mujeres deben rea- “patriarcado” para reemplazar los términos más comunes “chau-
lizar juntxs. vinismo machista” y “sexismo”. Estas valientes voces querían que
varones y mujeres tomaran consciencia de la forma en que el
Es obvio que no podemos desmantelar un sistema si nos dedica- patriarcado nos afecta a todxs. En la cultura popular, la palabra
mos a negar colectivamente su impacto sobre nuestras vidas. El misma casi no se utilizaba durante el apogeo del feminismo con-
patriarcado requiere la dominación masculina por cualquier me- temporáneo. Las activistas anti-hombre estaban tan poco deseo-
dio, y por lo tanto sostiene, promueve y consiente la violencia sas como sus contrapartes, los varones sexistas, de enfatizar el
sexista. Donde más oímos hablar sobre violencia sexista es en los sistema del patriarcado y la forma en que funciona, porque esto
discursos públicos sobre violación y abuso por parte de compañe- habría automáticamente desacreditado la idea de que los varones
ros domésticos. Pero las formas más comunes de violencia pa- son todopoderosos y las mujeres impotentes, de que los varones
son opresivos y las mujeres siempre y sólo víctimas. Al asignar la vistas feministas deberían reconocer ese daño, y trabajar
culpa de la perpetuación del sexismo solamente a los varones, para cambiarlo —ese daño existe. No borra o reduce la
estas mujeres podían mantener su propia lealtad al patriarcado, responsabilidad masculina en el sostenimiento y la perpe-
su propia ansia de poder. Enmascararon su deseo de ser domina- tuación de su poder en el patriarcado de explotar y oprimir
doras con un manto de víctimas. a las mujeres de forma mucho más nociva que el serio es-
trés psicológico y el dolor emocional causado por la obe-
Como muchas feministas radicales visionarias, desafié la idea diencia masculina a los modelos rígidos de roles sexuales.
errada (propuesta por mujeres que simplemente estaban hartas
de la explotación y la opresión masculinas) de que los hombres En este ensayo hice hincapié en el hecho de que las defensoras
eran “el enemigo”. Ya en 1984 incluí un capítulo titulado “Men: feministas contribuyen al dolor de los varones heridos por el pa-
Comrades in Struggle” [“Hombres: Camaradas en la Lucha”] en mi triarcado, cuando falsamente representan a los hombres como
libro Feminist Theory: From Margin to Center, instando a lxs de- siempre y sólo poderosos, como siempre y sólo obteniendo privi-
fensoras de la política feminista a desafiar cualquier retórica que legios de su obediencia ciega al patriarcado. Enfaticé que la ideo-
culpabilizara solamente a los varones por la perpetuación del pa- logía patriarcal lava el cerebro de los varones para que crean que
triarcado y la dominación masculina: su propia dominación de las mujeres es beneficiosa, cuando no lo
es:
La ideología separatista alienta a las mujeres a ignorar el
impacto negativo del sexismo sobre la persona masculina. A menudo las activistas feministas afirman esta lógica,
Refuerza la polarización entre los sexos. Según Joy Justice, cuando deberíamos constantemente nombrar estos actos
las separatistas creen que existen “dos perspectivas bási- como expresiones de relaciones de poder perversas, falta
cas” sobre el tema de nombrar a las víctimas del sexismo: general de control de las propias acciones, impotencia
“Está la perspectiva de que los hombres oprimen a las mu- emocional, irracionalidad extrema, y, en muchos casos,
jeres. Y también está la perspectiva de que las personas completa locura. La absorción masculina pasiva de la ideo-
son personas, y los roles sexuales rígidos nos dañan a logía sexista permite que los varones interpreten falsa-
todxs.” ... Ambas perspectivas describen con exactitud mente este comportamiento perturbado como positivo.
nuestra situación. Los hombres efectivamente oprimen a Mientras a los varones se les lave el cerebro para equipa-
las mujeres. La gente es lastimada por los esquemas rígi- rar la violenta dominación y el abuso de las mujeres con
dos de roles sexistas. Estas dos realidades coexisten. La privilegio, no tendrán comprensión del daño hecho a sí
opresión machista de las mujeres no puede ser excusada mismos o a otrxs, y ninguna motivación para cambiar.
con el reconocimiento de que hay formas en que los varo-
nes son lastimados por los roles sexistas rígidos. Las acti-
El patriarcado demanda de los hombres que se conviertan en Estos cambios en su pensamiento y comportamiento fueron pro-
minusválidos emocionales, y así queden. Dado que es un sistema vocados por su deseo de ser aceptado y afirmado en un lugar
lo que niega a los varones el pleno acceso a su libre albedrío, es patriarcal de trabajo, y racionalizados por su deseo de salir ade-
difícil para cualquier hombre de cualquier clase rebelarse contra lante. Su historia no es inusual. Los chicos brutalizados y victimi-
el patriarcado, ser desleal a su progenitor patriarcal --sea este zados por el patriarcado en general se tornan patriarcales, corpo-
progenitor mujer o varón. rizando la masculinidad patriarcal abusiva que antes reconocían
claramente como malvada. Pocos varones abusados brutalmente
El hombre que ha sido mi vínculo primario por más de doce años cuando niños en nombre de la masculinidad patriarcal resisten
fue traumatizado por la dinámica patriarcal de su familia de ori- valientemente el lavado de cerebro y se mantienen fieles a sí
gen. Cuando lo conocí tenía más de veinte años. Aunque había mismos. La mayoría de los hombres se adaptan al patriarcado de
pasado sus años de formación con un padre alcohólico y violento, una forma u otra.
sus circunstancias cambiaron a los doce y comenzó a vivir solo con
su madre. En los primeros años de nuestra relación hablaba abier- En efecto, la crítica feminista radical del patriarcado ha sido prác-
tamente sobre su hostilidad y su ira hacia su padre abusador. No ticamente silenciada en nuestra cultura. Se ha convertido en un
estaba interesado en perdonarlo ni en entender las circunstancias discurso subcultural disponible sólo para las élites educadas. In-
que habían formado e influido la vida de su padre, ya sea en su cluso en esos círculos, utilizar la palabra “patriarcado” es conside-
niñez o en su vida laboral como militar. rado fuera de moda. A menudo en mis conferencias, cuando uso
la frase “patriarcado capitalista imperialista supremacista blanco”
En los primeros años de nuestra relación era extremadamente para describir el sistema político de nuestro país, el público ríe.
crítico de la dominación masculina de mujeres y niñxs. Aunque no Nadie ha explicado nunca por qué llamar con exactitud a este
usaba la palabra “patriarcado”, entendía su significado y se oponía sistema resulta gracioso. La risa es en sí misma un arma de terro-
a él. Su comportamiento amable y tranquilo a menudo hacía que rismo patriarcal. Funciona como descargo, devaluando la impor-
la gente lo ignorara, considerándolo débil e impotente. A la edad tancia de lo que está siendo nombrado. Sugiere que las palabras
de treinta comenzó a asumir un personaje más macho, adoptando en sí mismas son problemáticas, no el sistema que describen.
el modelo dominante que antes criticaba. Poniéndose el manto de Interpreto esta risa como la forma que tiene el público de demos-
patriarca, ganó mayor respeto y visibilidad. Más mujeres eran trar su incomodidad al requerírsele aliarse con una crítica antipa-
atraídas hacia él. Era más notado en las esferas públicas. Su crítica triarcal desobediente. Esta risa me recuerda que si oso desafiar
de la dominación masculina cesó. Y en efecto comenzó a hablar abiertamente el patriarcado, me arriesgo a no ser tomada en se-
con retórica patriarcal, diciendo la clase de cosas sexistas que lo rio.
habrían horrorizado en el pasado.
Lxs ciudadanxs de esta nación temen desafiar al patriarcado aun si embargo, no existe una preocupación masiva por la difícil situa-
carecen de una abierta consciencia de que tienen miedo, tan pro- ción de los varones. En Stiffed: The Betrayal of the American Man
fundamente incorporadas están las reglas del patriarcado en [Petrificados: la traición del hombre estadounidense, 1999] Susan
nuestro inconsciente colectivo. A menudo le digo al público que si Faludi incluye un muy reducido análisis del patriarcado:
fuéramos puerta a puerta preguntando si deberíamos poner fin a
la violencia masculina contra las mujeres, la mayoría de las perso- Pidan a las feministas un diagnóstico de los problemas de
nas daría su apoyo inequívoco. Y después, si les dijéramos que los varones y a menudo recibirán una explicación muy cla-
sólo podemos detener la violencia masculina contra las mujeres ra: los hombres están en crisis porque las mujeres están
mediante el fin de la dominación masculina, erradicando el pa- correctamente desafiando la dominación masculina. Las
triarcado, comenzarían a dudar, a cambiar su posición. A pesar de mujeres están pidiendo a los hombres compartir las rien-
los muchos logros del movimiento feminista contemporáneo (ma- das públicas y los varones no pueden soportarlo. Pregun-
yor igualdad para las mujeres en los lugares de trabajo, mayor ten a antifeministas y obtendrán un diagnóstico que es, en
tolerancia para el abandono de los rígidos roles de género), el cierto sentido, similar. Los varones están perturbados, se-
patriarcado como sistema se mantiene intacto, y mucha gente gún muchos expertos conservadores, porque las mujeres
sigue creyendo que es necesario para que los seres humanos so- han ido mucho más allá de sus demandas de trato iguali-
brevivan como especie. Esta creencia parece irónica, ya que los tario y ahora están tratando de tomar el poder y el con-
métodos patriarcales de organizar las naciones, y en especial la trol, quitándoselo a los hombres... El mensaje subyacente:
insistencia en la violencia como medio de control social, han efec- los varones no pueden ser varones, sólo eunucos, si no es-
tivamente llevado a la masacre de millones de personas en el pla- tán en control. Tanto la visión feminista como la antifemi-
neta. nista están enraizadas en una percepción estadounidense
peculiarmente moderna de que ser un hombre significa es-
Mientras no logremos reconocer colectivamente el daño que cau- tar en control y sentirse siempre en control.
sa el patriarcado y el sufrimiento que crea, no podemos abordar
el dolor masculino. No podemos demandar el derecho de los va- Faludi nunca cuestiona la idea de control. Nunca considera que
rones a ser enteros, a ser dadores y sostenedores de vida. Obvia- sea falsa la idea de que los hombres estaban de alguna manera en
mente, algunos varones patriarcales son cuidadores y proveedo- control, en el poder, y satisfechos con su vida antes del movimien-
res responsables e incluso benévolos, pero de todos modos están to feminista contemporáneo.
aprisionados por un sistema que socava su salud mental. El patriarcado como sistema ha denegado el acceso a los varones
El patriarcado promueve la locura. Está en la raíz de los males al bienestar emocional completo, que no es lo mismo que sentirse
psicológicos que afectan a los hombres de nuestra nación. Sin recompensado, exitoso, o poderoso debido a la propia capacidad
de afirmar control sobre otrxs. Para verdaderamente atender el lectores masculinos que son sólidamente antifeministas, median-
dolor masculino y la crisis masculina debemos, como nación, estar te la idea de que ellos tienen algo que ganar de la lucha feminista.
dispuestxs a exponer la dura realidad de que el patriarcado ha
dañado a los varones en el pasado y que continúa dañándolos en Hasta ahora en nuestro país el movimiento feminista visionario es
el presente. Si el patriarcado fuera gratificante, no existiría la la única lucha por la justicia que enfatiza la necesidad de poner fin
abrumadora insatisfacción que siente la mayoría de los hombres al patriarcado. Ningún grupo masivo de mujeres ha desafiado al
en su vida laboral -una insatisfacción ampliamente documentada patriarcado, y tampoco se ha formado ningún grupo de varones
en el trabajo de Studs Terkel y retomada en el tratado de Faludi. para conducir la lucha. La crisis que enfrentan los hombres no es
la crisis de la masculinidad, es la crisis de la masculinidad patriar-
En muchos sentidos, Stiffed fue otra traición a los varones esta- cal. Mientras no aclaremos esta distinción, los varones seguirán
dounidenses, porque Faludi dedica tanto tiempo a tratar de no temiendo que cualquier crítica del patriarcado represente una
desafiar el patriarcado que no remarca la necesidad de poner fin amenaza. Distinguiendo al patriarcado político (que considera
al patriarcado, si queremos liberar a los varones. Por el contrario, dedicado en gran parte a terminar con el sexismo), el terapeuta
escribe: Terrence Real deja en claro que el patriarcado que nos daña a
todxs está integrado en nuestras psiques:
En lugar de preguntarme por qué los hombres resisten la lucha de
las mujeres por una vida más libre y más sana, comencé a pregun- El patriarcado psicológico es la dinámica entre aquellas cualidades
tarme por qué los varones se abstienen de una lucha propia. Por consideradas “masculinas” y “femeninas” en las que la mitad de
qué, a pesar de rabietas aleatorias in crescendo, no han ofrecido nuestros rasgos humanos son exaltados mientras la otra mitad
ninguna respuesta metódica y razonada a su situación: dada la son devaluados. Tanto hombres como mujeres participan en este
naturaleza insostenible e insultante de las demandas realizadas en atormentado sistema de valores. El patriarcado psicológico es una
nuestra cultura a los varones para que demuestren lo que valen, “danza del desprecio”, una perversa forma de conexión que re-
¿por qué no se rebelan los hombres? ... ¿Por qué los varones no emplaza a la verdadera intimidad con capas complejas y furtivas
han respondido a la serie de traiciones en sus vidas -a las fracasos de dominación y sumisión, complicidad y manipulación. Es el no
de sus padres en cumplir sus promesas- con algo recíproco al fe- reconocido paradigma de relaciones que ha impregnado a la civili-
minismo? zación occidental generación tras generación, deformando a am-
bos sexos, y destruyendo el apasionado vínculo entre ellos.
Nótese que Faludi no se anima a arriesgar ni la ira de las mujeres
feministas (sugiriendo que los varones pueden encontrar la salva- Al resaltar el patriarcado psicológico, vemos cómo todxs estamos
ción en el movimiento feminista), ni el rechazo de los potenciales implicadxs, y nos liberamos de la idea errónea de que los hombres
son el enemigo. Para terminar con el patriarcado tenemos que
enfrentar tanto sus manifestaciones psicológicas como concretas
en la vida diaria. Hay gente que puede criticar el patriarcado pero
no puede actuar de manera antipatriarcal.