Está en la página 1de 3

(CNNMéxico) — Científicos y artistas mexicanos lanzarán un nanosatélite que tendrá como

única misión transmitir música a todo el mundo desde una órbita polar a 300 kilómetros de
altitud durante un periodo de tres meses, según el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y
Electrónica (INAOE).
El nanosatélite fue desarrollado por el INAOE a petición del Colectivo Espacial Mexicano
(CEM), un grupo de artistas mexicanos dirigido por el fotógrafo Juan José Díaz Infante y que
se formó 2010 con el propósito de llevar muestras del arte mexicano al espacio.

La misión del Ulises I (nombrado así en honor al personaje de La Ilíada yLa Odisea) será "unir
la ciencia, la tecnología y el arte en beneficio de la sociedad", según un comunicado publicado
en la página de internet del INAOE.
"Es un nanosatélite parecido a los llamados cubesat de 10 por 10 centímetros, pero tiene
forma de un tubo; se les llama tubesat, y también es pequeño y ligero", según Celso Gutiérrez,
director del Laboratorio de Comunicaciones de Radiofrecuencia y Fibra Óptica, donde se
construyó el mismo.
“Es enriquecedor trabajar con artistas en estas iniciativas 100% multidisciplinarias que
permiten que nuestro país avance en el uso de tecnologías satelitales en beneficio de la
sociedad”, añadió Gutiérrez.

El Ulises I está compuesto por un sistema de potencia eléctrica integrado por celdas solares,
un módulo de control y otros de radiotelecomunicaciones.
Una vez en órbita el satélite emitirá una señal con piezas musicales, que han sido creadas por
11 compositores y que "serán emitidas periódicamente por un enlace de radiofrecuencia a
México y a todo el mundo".

El proyecto ha llamado la atención de la comunidad artística internacional y ha obtenido el


respaldo de expertos y la Federación Internacional de Astronáutica, según el INAOE.

El satélite será lanzado este año desde el Reino de Tonga en el Pacífico Sur, aunque el
INAOE no ha precisado la fecha.
(HLN) — Hola, amorosos. Parece que fue ayer cuando nuestros intentos de romance eran
caminar en el parque, las personas se conocían a lo largo de conversaciones cara a cara (en
persona, no en vivo), y si querías comunicarte con tu amor tenías que meter tu dedo en un
disco de marcar y hacerlo girar aproximadamente siete veces.
Facebook ha cambiado todo eso y el amor nunca será lo mismo.

1. No es real hasta que lo oficializas en Facebook


Por supuesto, hay parejas que 'no practican el amor en Facebook', pero en el mundo ha
habido más de una conversación difícil acerca de si dejarán o no que sus amigos de la
preparatoria y la tía Chonita se enteren de que están juntos.

Lee: Las personas que publican en Facebook su relación son más felices
"Oficial en Facebook" se ha convertido en un estatus de relación por sí mismo, y se encuentra
entre "tenemos citas casuales" y "tendremos un segundo hijo juntos".
2. El acoso ya es una actividad legítima
¿Google? Juego de niños. Incluso si un perfil está bloqueado (en cuyo caso: ¿qué intentas
esconder, futura pareja?), todo el mundo sabe cómo darle por lo menos un vistazo a algunas
fotografías y quizás a algunas interacciones públicas. Si incluyeron dónde trabajan y algunos
enlaces a sus otras cuentas en redes sociales, puedes ahorrarte la charla incómoda en un
café e ir directamente al acuerdo prenupcial.
3. Es fácil verse increíble y mentir sobre uno mismo
Sabes que la gente te estará acosando. Por suerte, estás preparado para deslumbrar a tu
nuevo amor con las fotografías en la línea de meta de los 10k y tus vacaciones en sitios
tropicales y paradisiacos.

Si realmente te importa, podrías tener una lista de intereses cuidadosamente curada y algunas
interacciones bien colocadas que muestran que, a pesar de tu casi impecable imagen, eres
una persona totalmente divertida... y no un psicópata que crea una vida perfecta en internet.

4. Ya no tienes que sacar un álbum para mostrar sus fotos de pareja


Si eres feliz y no se lo restriegas en la cara a cientos de conocidos en línea, ¿realmente eres
feliz? Los álbumes de Facebook son las nuevas fotos de la billetera y no hay un enamorado
que no quiera que sus fotos delices saturen las páginas de sus amigos.

Para ser justos, casarse es un gran paso, y si somos honestos, probablemente te guste
navegar a través de las fotos de las bodas de tus amigos, así que no nos quejemos.
5. Las reglas de la infidelidad han cambiado
En realidad es trágico, en cierto modo. Te gustaría esperar que tu pareja no te engañe, pero
estar a unos cuantos clics de distancia de un amor del colegio o de un compañero de trabajo
excesivamente amable lo hace un poco más fácil. Además Facebook les da a los infieles una
nueva forma de comunicarse. De cualquier manera, ¿qué significa la infidelidad en estos
tiempos? ¿Coqueteo? ¿Conversaciones de sexo extrañas? ¿Fotos? ¿Algo estrictamente
físico? ¿Ya estás asustado? Deberías estarlo. Un poco.
6. Las rupturas son MUCHO más desagradables
¿Crees que esa persona está fuera de tu vida porque decidiste desocupar el cajón que tenías
en su casa? Diviértete cambiando tu situación sentimental, desetiquetando las fotografías,
respondiendo a las preocupaciones bien intencionadas (pero que no te interesan) que tus
amigos y familiares publican en tu muro, manteniendo un halo de resistencia y tratando de
decidir si quitas o no a tu ex de tus 'amigos' de Facebook.
Lee: Cómo comportarte en redes sociales tras una ruptura
¿Deberías eliminar también a sus amigos? ¿Sabes qué?, mejor deberías eliminar tu cuenta y
tirar tu computadora por la ventana.

Lee: Cuando Facebook te abofetea emocionalmente


7. La gente es más... pegajosa
En realidad no pegajosa, desagradable. Crees que te has deshecho de un contacto que te
idolatraba o con quien tuviste un desliz (o peor: ambos), pero de repente el amigo de un amigo
interactúa casualmente y ¡bam!, vuelves a ver el pequeño cuadro con su cara mirándote
desde tu muro. Y si eso no sucede, los algoritmos de Facebook están más que felices de
proveerte una cadena de arrepentimiento en su pequeña sección: "Personas que quizás
conozcas".

Sí, Facebook, yo conozco a esas personas. Y desearía no haberlo hecho.

También podría gustarte