Está en la página 1de 6

O

PENSAMIENTO

¿Evaluación?
No, gracias, calificación
Según el autor, la palabra evaluación se ha puesto de moda administrativa y
socialmente. No es que sea nueva, sino que se está convirtiendo en una especie
de camuflaje que se utiliza como singular sinónimo de otras más clásicas en el
sistema educativo, como examen, control, prueba, nota, calificación ... Así
pues, lo que debería suponer una ruptura conceptual conducente a una acción
renovada en el ámbito de la indagación de lo que sucede en la práctica educativa,
está perdiendo su significación más profunda, contagiándose en sustancia y en
forma de los antiguos conceptos y actuaciones a los que pretendía superar.

Juan Delval * señantes y no para educadores. Ex- el camino inverso de la, frase de Juan
presión que en el terreno de la eva- Manuel Alvarez mencionada ante-
Educación Infantil, luación de los alumnos y alumnas riormente; es decir cuando conclu-
proyectos de trabajo puede traducirse como: «Estoy ca- yo el proceso evaluativo, ¿cómo
pacitado para medir los conoci- consigo llegar hasta la calificación
mientos (conceptos disciplinares) (obligación legal de convertir la eva-
que poseen los estudiantes sobre mi luación en nota), sin distorsionar (o
n la última década, muchos asignatura, mas no me pidan otra traicionar) la dimensión educativa

E profesionales preocupados
por las rutinas medidoras de
nuestros centros educativos hemos
intentado transmitir el mensaje de
cosa».
Los principios y recomendaciones
legales, que se han ido publicando
espaciadamente desde la LOGSE
de mi acción docente y evaluadora?
La paulatina puesta en marcha de
la ESO ha hecho entrar en claras
contradicciones al profesorado de
que, como reitera Juan Manuel Al- hasta los decretos de evaluación1 (y Enseñanzas Medias y ha abierto un
varez (1987), precisamente donde otras directrices) del MEC y de las vivo debate en torno al tema de la
los números no llegan comienza la Comunidades Autónomas, siguen evaluación, provocado, en muchos
evaluación. Esto ha dado algún fru- un proceso de calidad descendente: casos, más por la desorientación an-
to mientras hemos trabajado y pen- desde un enfoque amplio formati- te la ausencia de normas concretas
sado en claves de EGB, con maes-
tros y maestras que, salvando las
diferencias de enfoques profesiona-
les-ideológicos que coexisten en es-
te nivel de la enseñanza, poseen un «Todo sistema precisa contar con
denominador común: se autoconsi-
deran y/o se admite socialmente que información relevante»
son educadores.
La cuestión se complica cuando,
al ampliarse la Educación Obligato-
ria, se intenta insertar en los institu-
tos la filosofía y la praxis de lo que vo-cualitativo hacia una concreción para aplicar, que por inquietudes in-
significan, por separado y unidos, los restringida y sumativo-cuantificado- novadoras sobre este asunto.
términos educación y obligatoria. ra que, en mi opinión, acabará re- No obstante, los profesionales de
Cosa que ha de llevarse a cabo en un forzando la tradicional mentalidad y la educación hemos de recordar que
sistema social y educativo con una formación medidora del sector ma- la explicación de los devaneos del
historia y experiencia en sentido in- yoritario del profesorado de En- desarrollo legislativo es simple y an-
verso (de instrucción y propedéuti- señanzas Medias. Así que el asunto tigua: en nuestra sociedad conviven
co), con unos profesionales que, co- que preocupa en estos momentos a variedad de intereses, muchos con-
mo a menudo puede oírseles decir, los profesores y profesoras innova- trapuestos, y el sistema educativo no
son y se les ha preparado para ser en- dores de Secundaria es cómo andar es una excepción, sino un elemento

92 Cuadernos de Pedagogía / N.0 243 / Enero


R OPINIÓN R

PENSAMIENTO

activo en el dilema reproducción/li- Información intra-aula mismos, pero, sobre todo, estamos
beración social. Por lo tanto, nunca Todo sistema precisa contar con in- desaprovechando el potencial didác-
podremos esperar un consenso formación relevante que lo retroali- tico que la evaluación tiene para el
(explícito y tácito) respecto al papel mente, permitiéndole una reorien- profesor o profesora, si la entendié-
de las enseñanzas en la construcción tación racionalizada (Pérez Gómez, semos como «el momento de buscar
de nuestra sociedad y, consecuen- 1988). Tratándose de procesos de los datos que ayuden a decidir si la
temente, en las funciones que ha de enseñanza-aprendizaje, su evalua- estrategia metodológica desarrolla-
desempeñar la evaluación de los ción habría de cumplir dos finalida- da es adecuada o no, o en qué me-
alumnos en ese tándem. Así pues, la des primordiales: comprobar la vali- dida lo es, para guiar un proceso de
convivencia de la evaluación y de la dez de las estrategias didácticas enseñanza que encauce, provoque y
calificación en los niveles obligato- puestas en escena e informar al configure un proceso de aprendiza-
rios del sistema educativo se justifi-
ca porque ambas cumplen una serie
de funciones, a menudo contradic-
torias e invisibles, por imperativo
del enfrentamiento entre propues- «La nota ofrecida a un alumno o alumna
tas socioeducativas renovadoras y la
ideología competitiva hegemónico sin más no tiene ningún valor
de la sociedad actual.
Así las cosas, un problema priota- didáctico ni educativo»
rio de la didáctica debe ser, a mi for-
ma de ver, desarrollar un aparato
conceptual que permita compren-
der y explicar la situación, con el fin
de orientar la acción evaluadora en alumno para ayudarle a progresa en je que desemboque en la obtención
las nuevas Enseñanzas Obligatorias. su autoaprendizaje (Gimeno Sa- de unos resultados de aprendizaje
En esa línea, lo que pretendo en es- cristán, 1993). previamente propuestos» (Gimeno
te artículo es analizar las funciones En esa línea, evidentemente, una Sacristán, 1993). Así pues, la verifi-
que hoy desempeña la evaluación en de las funciones irrenunciables de la cación de los aprendizajes de los
las Enseñanzas Medias y evidenciar evaluación será la de verificar los alumnos y alumnas debe ir insepara-
sus posibles contradicciones con la aprendizajes de los alumnos. Y, por blemente ligada a la validación de la
pretendida reconversión de un sis- supuesto, la totalidad de los profeso- acción docente.
tema dirigido a la instrucción elitis- res afirmarán que ésta es la finalidad En este sentido, las correcciones
ta (propedéutico) en uno enfocado esencial de sus evaluaciones. La du- de los trabajos, los exámenes, prue-
hacia una educación universalizada da surge al indagar qué se verifica y bas, entrevistas, observaciones y
(Para todos los ciudadanos y ciuda- con qué objetivo. demás instrumentos de recogida de
danas). Por ejemplo, si reviso una tarea, datos no deben entenderse como
En principio, podemos convenir pregunto en clase, dialogo con los simples acumuladores de informa-
que la evaluación de los alumnos se estudiantes acerca de sus trabajos, ción para calificar, sino que han de
justifica por la necesidad de ofrecer realizo una prueba o examen, etc., y convertirse en elementos cuya fina-
información interna (intra-aula) y no obtengo respuestas o resultados lidad esencial sea conocer el estado
externa de los procesos que se desa- satisfactorios, ¿me planteo que tal de la cuestión para ilustrar la toma
rrollan en las aulas y centros educa- vez dicho trabajo o examen no se de decisiones pedagógicas. Ahora
tivos. La primera de las dos vertien- correspondía con lo tratado en cla- bien, esto requiere estar dispuestos a
tes cumple, esencialmente, una se, reflexiono sobre la metodología flexibilizar la labor educativa, o sea,
finalidad retroalimentadora, mien- empleada, analizo las causas de ese a adaptar la acción didáctica a la si-
tras que la segunda realiza una fun- fracaso, etc.? 0, por el contrario, ¿me tuación individual y grupal de la cla-
ción de notificación y certificación limito a culpar a los alumnos y se; porque los profesores que siguen
social. Esta última dimensión es el alumnas acusándoles de poco traba- al pie de la letra el libro de texto, o
factor que más peso tiene en la jadores, al medio social en el que ha- una programación previa, o sus pro-
transformación de la evaluación en bitan, a la despreocupación de los pios apuntes año tras año, no nece-
calificación, de tal forma que el bi- padres, a la juventud de hoy, o tópi- sitan tanta información.
nomio evaluación formativa/suma- cos similares? Es decir, ¿profundizo La verificación de la validez de la
tiva es interpretada por numerosos en las razones de los hechos o me metodología puesta en marcha tiene
profesores y profesoras (y así se pre- dedico a buscar un chivo expiatorio como finalidad reconducir los pro-
senta sutilmente por los legisladores que tranquilice mi conciencia pro- cesos didácticos del aula. Procesos
y algunos teóricos) como informa- fesional? que, obviamente, implican al profe-
ción para andar por casa, la primera, Si nos limitamos a la segunda par- sorado y al alumnado, por lo que
versus calificación, o sea lo impor- te de la disyuntiva, posiblemente, ambos deben aprender de la evalua-
tante, lo que cuenta, la segunda. nos estemos engañando a nosotros ción, de tal forma que si al primero

Enero / N.0 243 / Cuadernos de Pedagogía 93


O
PENSAMIENTO

le es útil para reconducir sus estrate- mos lo que estamos haciendo, ni de necesidad de informar a las familias
gias de enseñanza, al segundo debe qué manera podemos aprovechar el y a la sociedad de los resultados de
proporcionarle información que le esfuerzo realizado. Actuamos hege- los procesos de enseñanza-aprendi-
ayude a orientarse y progresar en su monizados por un pensamiento zaje de los alumnos y las alumnas.
autoaprendizaje. profesional y social y por unas cos- Pero detrás de ello existen podero-
Por ello, la nota ofrecida a un tumbres que nos inclinan hacia una sas razones socio-político-económi-
alumno o alumna sin más no tiene actitud calificadora que nos impide cas menos aireadas.
ningún valor didáctico ni educati- alcanzar a comprender las dimen- La información sobre la situación
vo. Y si es negativa, a menudo, lo siones educativa de la evaluación y escolar de los escolares es un dere-
que se consigue es desorientarlos, aprovechar su potencial didáctico cho de la familia y una obligación
desmoralizarlos y crearles comple- para la mejora de la vida cotidiana legal de los centros educativos. El
jos y ansiedades. Discutir con ellos de nuestras aulas y centros, y para profesorado ha de cumplir este pre-
cuestiones como su participación m potenciar la autonomía intelectual cepto. No obstante, hemos de pre-
en clase, su interrelación con los de los alumnos y alumnas. guntarnos por la forma y naturaleza
compañeros y con el profesor, su in- Es imprescindible, si pretendemos de esa información y si es suficiente
terés ante la materia de estudio, la cambiar el rumbo, desformalizar y con comunicarles las calificaciones.
metodología empleada por el profe- desburocratízar la evaluación y con- Si los padres y madres son sujetos
sor, las posibilidades de reorienta- vertirla en un diálogo constante in- activos en la educación de los chicos
ción de sus métodos de trabajo y es- terpersonal con una clara intencio- y chicas, es preciso que cuenten con
tudio, los criterios de evaluación y nalidad de mejora del sistema, del información veraz y suficiente para
su interpretación en esa tarea con- grupo y de los individuos. que puedan comprender lo que pa-
creta, etc…, es poner en sus manos Por lo tanto, en mi opinión, la in- sa en la vida académica de éstos; de
herramientas conceptua- con les y formación interna (en el aula) no só- otra forma, es imposible que partici-
de trabajo que le facilitan la asun- lo no justifica la calificación, puesto pen eficazmente. Ellos no siempre
ción del papel de aprendiz. El análi- que existe la posibilidad real de in- saben muy bien a qué atenerse y
precisan, también, ser orientados. El
interrogante, pues, surge en torno a
la validez de la información que
ofrecen las calificaciones para dicha
orientación e implicación en los
«Hay que desburocratizar la evolución y procesos educativos de sus hijos e
hijas: ¿ puede considerarse informa-
convertirla en un dialogo constante» ción relevante desde el punto de vis-
ta educativo lo reflejado en los bole-
tines en forma de notas? Todos
sabemos que no. Para un intercam-
bio significativo y eficaz de infor-
mación podemos encontrar otros
sis conjunto (profesor-alumno) de tercomunicación directa y de valo- métodos y medios más idóneos; por
las circunstancias académicas y ex- ración conjunta y continua entre los ejemplo, organizar sesiones infor-
traacadémicas que han llevado a los elementos personales implicados en mativas periódicas, individualmente
resultados obtenidos y de los proce- los procesos de enseñanza-aprendi- o por grupos, según problemáticas
sos desarrollados es una fórmula efi- zaje, sino que por el contrario, la y asuntos a tratar; entrevistas pro-
caz para ponerlos en disposición .de obligación legal de emitir notas in- gramadas u horas de visita con cita
desarrollar estrategias de aprendiza- terfiere, en gran parte, los procesos previa; informes escritos descripti-
je autónomo. de análisis y diálogo interpersonales vos, explicativos y valorativos...
No es ésta la tónica imperante en ya que, abierta o latente, la califica- Así pues, el derecho y el deber de
nuestras prácticas evaluadoras, sino ción subyace como mediadora dis- los padres y madres a ser informados
que, a menudo, actuamos como si torsionante de la deliberación. y a colaborar en la enseñanza de sus
fuésemos sujetos externos y desco- hijos e hijas no justifica el reduc-
nocedores del sistema, como si rea- Información externa cionismo de la evaluación a la califi-
lizásemos evaluaciones a individuos El sistema educativo, de hecho, ca- cación, sino que, por el contrario,
desconocidos, anónimos, sobre los si lo único que ha pedido tradicio- ésta limita y soslaya la información
que no pudiésemos intervenir e in- nalmente al profesorado, y sin duda relevante, fluida y de calidad, nece-
fluir. Así es imposible aprovechar la la exigencia más contundente, es saria para ese menester.
capacidad que la evaluación tiene que haga constar en un documento La calificación se justifica tam-
para reconducir nuestra interven- oficial (libros o actas de evaluación) bién, y especialmente, por la necesi-
ción educativa. La fuerza de la cos- las notas que los y las estudiantes han dad de informar a la sociedad sobre
tumbre de viejas formas de actua- alcanzado a final del curso. Esta obli- las adquisiciones y/o aprendizajes
ción nos arrastra hacia la rutina sin gación (que supone la transforma- (niveles) de los estudiantes. Aquí to-
que, normalmente, nos paremos, ni ción de la evaluación en calificación) pamos con el problema de la acredi-
tan siquiera, a pensar para qué hace- se justifica, explícitamente, por la tación , siendo éste un asunto de

94 Cuadernos de Pedagogía / N.0 243 / Enero


R OPINIÓN R

PENSAMIENTO

gran trascendencia sociopolítica. En selección y clasificación social de los profesional, sino social y ética.
principio, parece lógico y deseable alumnos (Lerena, 1983). Como di- Estas funciones, unas explícitas y
que todo joven reciba una certifica- ce Gimeno (1993), «la complejidad otras invisibles, obligan a los docen-
ción académica que le acredite su que ha ido adquiriendo el sistema tes a desempeñar una especie de pa-
paso por el sistema educativo y su productivo con una especialización pel psicótico o de desdoblamiento
aprovechamiento dentro de éste. creciente, junto al papel propedéu- profesional, ya que ejercen, al mis-
Esta cuestión referida a Enseñanzas tico para la incardinación social que mo tiempo, de educadores-amigos y
no Obligatorias tiene poco que dis- se le concede al sistema educativo, de jueces (a veces vistos como in-
cutir. Lo que sucede es que aquí es-
tamos hablando de Educación Obli-
gatoria, aquella que tienen el
derecho y la obligación de recibir
todos los ciudadanos y ciudadanas
de un país; por lo tanto, es, cuanto
«Bastantes docentes utilizan los exámenes
menos, dudoso el que deban mar-
carse diferencias de acreditación en- o pruebas de evaluación para castigar la
tre los jóvenes alumnos.
Se argumenta que la LOGSE ha actuación de los alumnos y alumnaas»
acabado con la bifurcación clásica de
titulaciones en la Educación Básica,
pues ya no existirá un Certificado
de Escolarización y otro de Gradua-
do Escolar. Esto, sin dejar de ser ha obligado a éste a controlar la ca- quisidores) de sus alumnos. A pesar
cierto, es una verdad a medias, pues- lidad de los sujetos que pasan desde de esto, el profesorado de Enseñan-
to que al terminar la ESO unos chi- él al sistema de producción». zas Medias (tampoco otro) no se ca-
cos recibirán el título de Graduado Esta tarea de clasificación se desa- racteriza, precisamente, por opo-
en Educación Secundaria y otros rrolla en dos niveles interrelaciona- nerse a los sistemas más puros y
no. Luego, la división pervive, aun- dos. Por un lado, internamente, en duros de calificación. Su preocupa-
que dos años más tarde y matizada. el sistema educativo, dirigiendo a los ción esencial, en la mayoría de los
Algunos, tal vez ingenuamente, se- jóvenes hacia niveles y campos de casos, está en cómo no perder el po-
guir preguntándonos cómo, si la en- estudios determinados en función der que ésta le otorga. Es decir, que,
señanza es obligatoria, puede ser al de su éxito escolar o de la calidad de indagando sobre este tema, lo que
mismo tiempo discriminatoria en sus calificaciones. Por otro, exter- se evidencia es el temor de los pro-
cuanto a titulaciones. ¿No se podría namente, ya que los caminos entre fesores y profesoras a no encontrar
expedir a todos los estudiantes una los que se han visto obligados a ele- armas alternativas para dominar sus
certificación común al final de di- gir determinarán, en gran medida, clases, si se les arrebata la única que
cha etapa? Sin esa presión, posible- sus oportunidades académicas y la- creen poseer: las notas (o más clara-
mente, podríamos convencer a mu- borales, su profesión, su clase social mente, la facultad de suspender).
chos enseñantes para que rompan y, en definitiva, su vida actual y fu- Y es que los enseñantes, en gene-
con viejas rutinas medidoras, cam- tura. ral, aprovechamos estas circunstacias
bien su pensamiento sobre el asun- No es, por supuesto, la evalua- y hacemos cumplir a la calificación
to y asuman la verdadera dimensión ción-calificación el único instru- una serie de funciones gratuitamen-
y papel que la evaluación ha de tener mento que la sociedad pone en fun- te añadidas, que degradan el poten-
en los procesos de enseñanza-apren- cionamiento para la selección y cial didáctico de la evaluación y dis-
dizaje, la de reorientarlos, recondu- clasificación de las personas. Influ- torsionan, más gravemente aún, los
cirlos, la de reorientarlos, recondu- yen factores escolares y extraescola- procesos educativos, al emplearla
cirlos, retroalimentar la acción res, socioeconómicos y psicológi- con diversas finalidades:
docente y discente... cos, externos e internos al Coercitiva. La calificación, por el
Esto, hoy, es una utopía (a la que, individuo. Pero sí es uno de los más poder que da a los docentes sobre
en mi opinión, no hemos de renun- significativos dentro del sistema los alumnos, puede y, a veces, suele
ciar), pues, a pesar de discursos con- educativo y social, y el que sanciona ser empleada como un elemento o
trarios, el sistema educativo tiene (sella y rubrica) el resultado final de forma de presión para obligarles a un
asignada la función de situar a los in- los procesos de enseñanza (Santos comportamiento acorde con la fina-
dividuos en diferentes puntos de Guerra, 1994). Al ser el profesor el lidad pretendida por los profesores y
partida. Cosa que era evidente y responsable de diseñar y ejecutar los por el centro de enseñanza; por
explícita en las Enseñanzas Medias, planes de intervención en el aula y ejemplo, forzarles a un ritmo deter-
pero que no concuerda con la filo- las pruebas e instrumentos de eva- minado de trabajo, a respetar las
sofía ni las intenciones proclamadas luación, así como de sancionarlos y normas de funcionamiento de la cla-
para la Educación Obligatoria. certificarlos, adquiere, ineludible- se o del centro, a repasar ciertos te-
La sociedad encarga una tarea po- mente, un papel primordial en ese mas, etc. Frases como «les pongo
co educativa al sistema escolar y, por proceso selectivo. Ello le supone frecuentemente pequeños exáme-
tanto, a los centros de enseñanza: la una gran responsabilidad no sólo nes a mis alumnos porque es la úni-

Enero / N.0 243 / Cuadernos de Pedagogía 95


O
PENSAMIENTO

ca manera de que estudien los apun- ?». Aparte del rigor y veracidad de las que puede imponer y hay que acep-
tes» son corrientes entre el profeso- alusiones o comentarios, los en- tar sus normas de comportamiento,
rado. El preguntarnos por el interés señantes que así actúan se esfuerzan sus ritmos de trabajo, su concepción
que nuestra materia y la forma de en descubrir lagunas en el conoci- sobre lo importante, sus criterios de
trabajo que desarrollamos en el aula miento de los estudiantes para atacar evaluación, etc.
despierta en los chicos y chicas es un a otros estamentos o personas del En ciertas ocasiones, puede lle-
buen ejercicio de reflexión didácti- sistema educativo. De esta forma, garse hasta posiciones que rayan en
ca y, tal vez, de modestia y ética pro- esperan alcanzar una buena posición el despotismo, sin analizar la conse-
fesional. No quiero decir con esto de autoridad académica, forzar a los cuencias de ciertas actitudes y ac-
que sólo hayan de evaluarse los co- estudiantes a trabajar más, ocultar su tuaciones. Por ejemplo, me he en-
nocimientos conceptuales separados incompetencia profesional u otras contrado con casos como los
de las actitudes. Por el contrario, en cuestiones menos confesables. siguientes: una profesora de Inglés
la Enseñanza Obligatoria son más Aparte de la dimensión ética de es- suspende medio parcial (trimestral) a
importantes éstas que aquéllos, pero te comportamiento, didácticamente una alumna que termina segundo
esto debe estar perfectamente claro es una estrategia errónea y negativa ciclo de FP, aunque en las demás
y explicitado para los estudiantes, de porque suele provocar jóvenes in- materias tiene una media de nota-
forma que no E vean tropelía en la fravaloración personal, quiebra de su ble, y hace caso omiso de las opi-
actuación del profesor o profesora.
Es más perjucicial la arbitrariedad al
evaluar, que los mismos contenidos
de la evaluación (evaluar para cazar). «Modificar la cultura evaluadora del
- Punitíva. Bastantes docentes
utilizan los exámenes o pruebas de sistema de enseñanza implica la ruptura
evaluación para castigar la actuación
de los alumnos y alumnas. Emplean de las concepciones profesionales y
diversas argucias (elaborar pruebas
más difíciles o en momentos más educativas de los y las docentes»
inadecuados o menos apetecibles
para los estudiantes, preguntas re-
buscadas, etc.), a modo de pequeñas
venganzas o lecciones ocasionales: autoconcepto y desconfianza en el niones de sus colegas. La explicación
«¡Para que aprendan!», aunque no se profesorado en general. de la profesora en la entrevista con el
sabe qué. En Primaria y en los pri- Otro uso de tipo ofensivo-defen- investigador fue ésta: «No puedo ser
meros años de Secundaria es relati- sivo de la evaluación de los estu- injusta con los demás alumnos». 0 el
vamente frecuente amenazar a los diantes, menos extendido, consiste de un alumno de BUP que, al obte-
escolares con un control o examen en realizar una especie de diagnósti- ner buenas notas en todas las mate-
si no se callan, si no se portan bien co precavido, que no preventivo. rias menos en una, cuando el profe-
o si no Estudian más. La utilización He encontrado, en bastantes ocasio- sor lo llama y le pregunta (a
de la evaluación con miras puniti- nes, docentes que tienen la costum- instancias de la de tutora) por qué su
vas, además de ser poco efectiva bre de realizar algunas pruebas al asignatura la lleva tan floja, él, con la
didácticamente, confunde a los jó- principio de curso, no con la sana sinceridad propia de la adolescencia,
venes con respecto a lo que es signi- intención de programar su materia le dice: «Ahora me doy cuenta que
ficativo para su aprendizaje y a las adecuándola al nivel de conoci- no la tenía que haber cogido como
prioridades e intenciones de los pro- mientos y de maduración alcanza. optativo, porque no me . gusta», y la
fesores y profesoras. por sus nuevos alumnos y alumnas profesora le replica: «Espabila, que
- Defensiva-ofensiva. No se evi- (lo que, por otra parte, constituye no apruebas». Le suspendió porque
dencia como una práctica generali- una de las funciones primordiales de «le faltaban dos décimas». La razón
zada, pero tampoco excepcional, el la evaluación), sino pensando en de- dada por la profesora en la entrevis-
que algunos docentes manifiesten jar constancia escrita de «cómo vie- ta es que ella no puede «hacer ex-
un interés especial por demostrar y nen» (es decir, lo poco que saben ... cepciones, no hubiese sido justo
convencer a sus nuevos alumnos y, ), por si precisan demostrar su labor: aprobarlo, pues siempre he suspen-
a veces, a los padres y madres, de que «Yo cada ano, al empezar el curso, dido al que no llega al 5». Sería inte-
la enseñanza recibida hasta ese mo- les hago un examen de la materia a resante indagar en el concepto de
mento sobre su materia ha sido de- mis alumnos y lo guardo para dejar justicia que se transmite a estos
ficiente. El profesor de Secundaria por escrito lo que sabían cuando lle- alumnos y alumnas.
infravalora al de Primaria y el de Fa- garon... por si acaso ... ». Los efectos
cultad al de Medias. En el mismo secundarios son evidentes, por En conclusión
nivel educativo también suele darse ejemplo, se enseña a los jóvenes a La prevalencia de la calificación y su
esta costumbre descalificadora entre desconfiar por sistema. supremacía sobre la evaluación obe-
colegas de distintos cursos: «Con el - De patentización de quién posee dece, más que a necesidades didác-
nivel que traéis ¡cómo queréis apro- la autoridad, de que su materia o tico-educativas, a intereses sociales y
bar!, ¿qué os han enseñando en ... disciplina es muy importante, de políticos, pero también gremiales,

96 Cuadernos de Pedagogía / N.0 243 / Enero


R OPINIÓN R

PENSAMIENTO

no explicitados públicamente. El las funciones señaladas (y de otras


sistema presiona al profesorado, más que aquí se han omitido): cuál es su
para que califique y seleccione que valor didáctico, qué papel represen-
para que eduque, haciéndole de- tan en la vida del aula, qué efectos
sempeñar al mismo tiempo el papel secundarios provocan, etcétera.
de amigo-educador y de juez-san- Ahora bien, no se pueden cambiar
cionador, con las contradicciones los modos de evaluar si no cambia-
que la simultaneidad de ambos pro- mos los de enseñar, y no se cam-
vocan en la práctica docente coti- biarán éstos si no evolucionamos en
diana. No obstante, a pesar de las nuestras concepciones educativas y
críticas lanzadas a la Administración sociales.
por este asunto, muchos profesores Dicho de otra forma, modificar la
y profesoras comparten el interés cultura evaluadora del sistema de
por la supervivencia de la califica- enseñanza implica la ruptura de las
ción, de tal forma que, lejos de tra- concepciones profesionales y edu-
bajar por superarla, tras muchas que- cativas de los docentes, pero, sobre
jas se esconde el pánico a perderla y todo, significa comenzar a reestruc-
la pretensión de potenciaría. turar el concepto de relaciones so-
Si no nos mantenemos vigilantes, ciales y de sociedad que queremos
podemos caer en la trampa de, aun para el futuro. Y, evidentemente, -
inconscientemente, pensar o actuar a esto no todos estamos dispuestos.
como si la responsabilidad de eva- No puede extrañarnos, pues, que
luar fuese nuestra y la de aprender de ciertos sectores económicos, políti-
los alumnos y alumnas, disociando cos, sociales y profesionales inten-
los elementos del sistema y perdien- ten reforzar y parapetarse detrás del
do de vista su interrelación y globa- muro de la calificación, unos por in-
lidad, distanciándonos paulatina- tereses ocultos, otros por desidia
mente de nuestra función profesional.
educadora y aproximándonos peli-
grosamente a la de juez de los jóve-
nes. *Juan Fernández Sierra pertenece al De-
partamento de Didáctica y Organización
Los profesores y profesoras nos Escolar de la Universidad de Málaga.
vemos obligados a vivir y convivir
con estas y otras contradicciones,
fruto tanto del sistema como de ru- Notas
tinas profesionales históricas; sin l. Es aconsejable ver, además de las normativas
embargo, si aspiramos a conocer y legales, los interesantes trabajos de Juan Ma-
nuel Álvarez Méndez sobre evaluación de
comprender el terreno por el que alumnos, por ejemplo, ,La evaluación del ren-
nos movemos, hemos de enfrentar- dimiento académico de los estudiantes en el
nos a ello de una forma abierta y crí- sistema educativo español,,, en Angulo, J.F. y
Blanco, N. (1994): Teoría y desarrollo del
tica. En' el ámbito de la evaluación, currículum, Archidona (Málaga): Aljibe. 0
al menos, habríamos de reflexionar bien, «El alumnado. La evaluación como acti-
individual y colectivamente sobre lo vidad crítica de aprendizaje», Cuadernos de
Pedagogía, 219, noviembre, pp. 28-32.
que tiene de educativo cada una de

PARA SABER MÁS


Álvarez Méndez, J.M. (1993): «El alumnado. La evaluación como actividad crítica de
aprendizaje», Cuadernos de Pedagogía, 219, noviembre, pp. 28-32.
- (1994): «La evaluación del rendimiento académico de los estudiantes en el sistema educa-
tivo español>,, en Angulo, J.F. y Blanco, N.(1994): Teoría y desarrollo del currículum, Ar-
chidona Málaga: Aljibe.
Fernández Sierra, J. (1994): «La evaluación del currículum: perspectivas curriculares y en-
foques en su evaluación>,, en Angulo, J. F. y Blanco, N. (1 994): Teoría y desarrollo del
currículum, Archidona (Málaga): Aljibe.
Gimeno Sacristán, J. (1993): «La evaluación de la enseñanza», en Gimeno, J. y Pérez Gó-
mez, A. l.: Comprender y transformar la enseñanza, Madrid: Morata.
Lerena Arleson, C. (1983): Reprimir y liberar. Crítica sociológica de la educación y de la
cultura contemporánea, Madrid: Akal.
Pérez Gómez, A.I. (1988): Currículum y enseñanza: análisis de componentes, Málaga.
Universidad de Málaga.
Santos Guerra, M.Á. (1994): La evaluación: un proceso de diálogo, comprensión y me-
jora, Archidona (Málaga): Aljibe.

Enero / N.0 243 / Cuadernos de Pedagogía 97

También podría gustarte