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POLITICA ECONOMICZ GRUPOS _ SOCIALES. E INDUSTRIALIZACION: LA_ARGENTINA EN LA DECADA DEL 30 AUTOR: ANDRES MUSACCHIO Instituto de Investigaciones de Historia Econémica y Social, Facultad de Ciencias Econémica Universidad de Buenos Aires. INTRODUCCION EI proceso de industrializacién en la década de 1930 es, probablemente uno de los aspectos mas controvertidos de la historia econémica argentina contempordnea. Algunos autores, como Jorge Abelardo Ramos, sostienen que durante este periodo la industrializacion fue bloqueada sisteméticamente por las politicas econdmicas, Otros establecen una continuidad con el proceso que se inicia una década antes y tienden a negat, al menos indirectamente Ia importancia de las politicas publicas en el crecimiento industrial; tal el caso de Javier Villanueva. Algunos autores, entre los que se destacan Murmis y Portantiero, la relacionan al conjunto de medidas que se instrumentaron desde el ‘gobierno nacional para enfrentar la profunda crisis por la que atravesaba el pais. A pesar de que en casi todos los trabajos subyace la idea de que se esta analizando un periodo de ruptura y, en cierta forma, de transicién, en el caso de la industrializacién las continuidades y las discontinuidades no han sido exploradas con profundidad, en contraste con lo eferente a los aspectos sociales y politicos. Eso ha impedido también ahondar en las relaciones del fenémeno industrial con aspectos tales como la politica econémica y las transformaciones sociales, objetivo que nos proponemos en este articulo. EI presente trabajo intenta abordar en sus primeras secciones la relacién entre las politicas econémicas y el proceso de industrializacién, mostrando que la_primera constituyé un punto de apoyo fundamental para el crecimiento de la segunda, Para ello, partiremos de una descripcién de la crisis y de un andlisis de la politica econémica, sefialando la existencia de dos politicas diferenciadas, que transcurren entre 1930 y 1933 y desde 1933 en adelante respectivamente. Las diferencias entre ambas se convierten en una de las causas que permiten explicar el comportamiento diferente del sector industrial en ambos subperiodos, tal como se analiza en la cuarta seccién. De alli en més, el interrogante central apunta a explicar como es posible que un gobierno estrechamente vinculado a la élite ganadera, que en el pasado se habia opuesto ‘emiticamente al desarrollo industrial, fomente el crecimiento de. dicho sector. respuesta consistiré en mostrar que los cambios en los parémetros de la insercion econémica de ese grupo econémico tomaban funcional a sus intereses un crecimiento de la industria, compatible, a su vez, con la expansién de un conjunto de empresas industriales de origen extranjero, Sin embargo, también establecian serias limitaciones que impedian un desarrollo industrial autosostenido e integral, lo cual se pone de manifiesto en el andlisis morfologico del crecimiento, Simulténeamente, la creciente heterogencidad de la élite genera una oposicidn sobre la estrategia econdmica a seguir, que también conspira contra el limitado proyecto “industrialista” de la otra fraccién CTOS DE LA La ctisis de 1930 afect6 profundamente a la economia argentina, Como era predecible, los resultados de Ia depresién debian ser graves en una economia extremaclamente abierta a los flujos de capital, de mercancias y de fuerza de trabajo y con una estructura econémica altamente integrada a Ja division internacional del trabajo. Por €80, sus efectos mas visibles se notaron en el sector externo, La balanza comercial se torn negativa; los capitales extranjeros dejaron de ingresar y se debié recurrir a la exportacién de oro para equilibrar el balance de pagos. Estos fenomenos no eran coyunturales. Por el contrario, reflejaban el comienzo de una rapida transformacién mundial que llevaria a la quiebra del sistema multilateral de comercio, a cambios significativos en los montos origen y destino de los flujos internacionales de capital, al establecimiento de bloques economicos junto al renacimiento de un fuerte proteccionismo frente a quienes no pertenecian a dichos bloques, y al traspaso definitivo de la hegemonia economica mundial de Gran Bretafia a los EEUU," Sien el largo plazo esto afectaba profundamente a la dinmica econémica argentina, sus efectos inmediatos no eran menos importantes. A las restricciones cuantitativas de numerosos productos de exportacion en los mercados tradicionales se le sumé un catastrofico derrumbe de los precios. Es cierto que los precios de las importaciones también se redujeron, pero aiin asi, los téminos del intercambio disminuyeron un 40% entre 1928 y 1932. Si consideramos que las exportaciones argentinas representaban en 1927 el 42% del PBI, podemos concluir que esta modificacién de los precios relativos provocé una reducci6n del ingreso interno cercana al 25%. 2 Argentina tenia ademas una abultada deuda externa y una gran concentracion de inversiones extranjeras directas (IED). Aiin sin considerar la devolucién del capital de los préstamos, la salida de divisas en concepto de pago de intereses y remesas de utilidades habia sido, habitualmente, superior al superavit comercial. A pesar de ello, los ingresos de nuevos préstamos 0 de IED compensaban este déficit, permitiendo en algunas ocasiones reforzar las tenencias de oro y divisas del pais. También este mecanismo fue socavado en la fatidica depresion. Ya en 1929, debido al ange de Wall Street, los egresos de capitales superaron holgadamente a los ingresos. La tendencia se agravé luego del estallido de la crisis, determinando una salida neta de oro de 235 millones de Soro.’ ‘Los dos motivos apuntados (la reduccién de los precios de los bienes exportados y la satida neta de capitales) nos permiten coincidir con O'Connel cuando sefiala.que."En el caso de la Argentina, la caida del ingreso durante la depresion no es, basicamente, consecuencia de una disminucién de Ja actividad productiva, sino del impacto externo sobre los términos del intercambio y de la rigidez del servicio del capital extranjero."* Estos problemas comenzaron prontamente a afectar al mercado cambiario. Los déficits comerciales y las fugas de capitales incrementaron la demanda de divisas, forzando fa la depreciacion de un peso inconvertible desde 1929, que alimentd la retencién especulativa de divisas por parte de algunos sectores exportadores.* Tal estado de cosas afectaba gravemente al conjunto de los sectores econémicos, ain cuando los mecanismos " Ver Eduardo Jorge, Industria v concentracién econémnica (Buenos Aires, 1986), p. 109 ¥ Mario Rapoport “El trdngulo argentino", en Economia e Historia’, (Buenos Aires, 1988), pp, 260-262. * Arturo OConnel, "La Argentina en la depresién: los problemas de una economia abierta’, en Desarroo Economica No. 92, (Buenos Aites, 1984), p. 492. > Walter Beveraggi Allende, El servicio del capital extranjeroy el control de cambios (México, 19$4),P. 108. * Arturo O;Connel, "La Argentina en... p. 492 5 Walter Beveragai Allende, El servicio del p. 155. de transmisi6n de la ctisis generaran efectos especificos para cada unos de ellos. Los ptoductores de granos, por ejemiplo, asistieron a una contraceién de sus precios que comenz6 a mediados de 1928, acentuindose con el estallido de la crisis. El sector ganadero, mientras tanto, sintié el impacto con cierto retraso. A diferencia de to que ocurria mercado de granos, hacia 1930 no existia en el mercado de carnes un exceso de oferta manifiesto. Solo hacia mediados de ese affo, con la reduccion det ingreso y la consiguiente caida del consumo en las principales naciones compradoras, comenzé una Tenta declinacién de los precios. A medida que se agravaban las perspectivas, se fueron sumando otros factores de preocupacién, como la posibilidad de que la formacién de bloques econdmicos internacionales se tradujera en restricciones cuantitativas al comercio exterior, La consolidacion del Commonwealth luego de la Conferencia de Ottawa en 1932 y la probabilidad de que aparecieran trabas para la exportacién de carnes al Reino Unido (cl principal mercado), acentuaron la alarma, No narraremos aqui las penurias que Ia crisis descargé sobre los sectores asalariados. La memoria colectiva, a pesar del tiempo transcurrido, nos exime de hacerlo. En este contexto, la determinacién det gobierno argentino de honrér sus abultados ‘compromisos con el exterior, enmarcada en una espectacular revaluacién de las monedas extranjeras y el oro, comenzaba a transformarse en una utopia, atm reforzando la extraccion de recursos de Ia sociedad a partir de una mayor presién tributaria, Por otra parte, empezaban a multiplicarse las reclamaciones de asistencia desde los diversos sectores, hecho que dificultaba Ia introduccién de una politica fiscal contractiva, imponiendo limites sobre la reduccién del gasto. EI conjunto de problemas que acabamos de exponer transformo radicalmente la dindmica politica y social. Diversos grupos econémicos pugnaron por inducir al gobierno a intervenit en la economia para evitar que Ia crisis continuara afectindolos. Las élites tradicionales, desplazadas del gobierno con el advenimiento del radicalismo en 1916, demostraron que su poder econdmico seguia conservandolos como grupo dominante, incluso en el plano politico. Por medio de un golpe de Estado recuperaron los resortes del poder politico, afianzéndose aim mas en las fraudulentas elecciones de 1932, que llevaron a Agustin P. Justo a fa presidencia de la nacién, Esta posicién privilegiada les permitié imponer un conjunto de medidas que los ponia a salvo de los efectos mas nocivos de la debacle, o, en palabras de Ricardo M. Ortiz, les permitia "curarse en salud” La. politica seguida desde el gobierno estaba signada por dos fuertes contradicciones internas: siendo la élite gobernante tradicionalmente liberal, inicié ta practica de lo que més adelante se denominé "el Estado intervencionista’. Por otra parte, debia compatibilizar los intereses de clase con las necesidades del Estado, problema que se teflej6, por ejemplo, en la instauracién de un sistema de control de cambios que, desde el punto de vista econdmico, privé a los ganaderos de una importante transferencia de ingresos que podria haber sido obtenida a través de una persistente devaluacién del peso. LA POLITICA ECONOMICA EN TIEMPOS DE CRISIS En un marco tan cambiante, en el cual las inflexiones de Ia coyuntura, la redefinicién de intereses de los grupos econdmicos y las necesidades del Estado introducian permanentemente nuevas necesidades y desafios, era dificil mantener un curso de accion predeterminado e invariable, A lo largo de la década del °30 pueden distinguirse, entonces, dos politicas econdmicas diferenciadas, ain cuando una parte sustancial de las medidas adoptadas fuese comin a ambas. La primera, cuyo principal © Ricardo Ontz, "El aspecto econémico de la crisis del 30", en La crisis de 1930, Tomo 1, (Buenos Aires, 1983), p85, ejecutor fue el Ministro de Hacienda Alberto Hueyo, se impuso entre 1931 y 1933 Todavia predominaba la impresion de que en el largo plazo el libre juego de fa oferta y la demanda permitiria la recuperacion de una crisis juzgada como coyuntural, Ain asi, los desequilibrios eran tan marcados que el gobierno comenz6 a apartarse de la ortodoxia inicial en busca de soluciones de corto plazo. Los objetivos de la politica econmica eran, en esta etapa, basicamente dos primero, lograr un equilibrio en el mercado cambiario que le petmitiera al gobierno proseguir con el pago de la deuda externa y_ segundo, evitar los perjuicios que la evolucién de la crisis internacional comenzaba a traer al niicleo central de los ganaderos, Por ende, la accién del gobierno se canali26 en esos dos sentidos, postergando todo aquello que resultara secundario, El desequilibrio cambiario fue atacado con dos herramientas. La primera era el establecimiento de un control de cambios, que obligaba a realizar todas las operaciones en divisas por medio de los bancos autorizados, por cuenta de la Comisi6n de Control de Cambios, la cual, ademés, otorgaba los permisos para adquirirlas y fijaba diariamente el tipo de cambio.” El otorgamiento de las divisas se realizaba de acuerdo a un estricto orden de prioridades que reflejaba de manera clara los motivos que habian Hlevado a la jnstauracién del mecanismo. En el primer escalén se encontraban las necesidades gubernamentales. especialmente destinadas a cubrir el servicio de la deuda externa. ‘Algunos autores’ han sostenido que la adopcién del control de cambios era el tinico mecanismo técnicamente viable para poder cumplir con el pago de la deuda. La hipétesis radica en que, dadas la magnitud del endeudamiento y la reduccién del comercio exterior, la devaluacién necesaria para equilibrar el sector externo (suponiendo que existiera en esas condiciones un tipo de cambio de equilibrio) colocaba los niveles de recaudacion impositiva en un punto pricticamente inalcanzable, Recordemos que la porcién més importante de los ingresos puiblicos se realizaba en pesos y que la recaudacion aduanera se encontraba en franca declinacién, pasando del 57% del total en 1930 y del 47% en 1931 al 30% en 1939, Ademés, contribufan a la ineficacia de una devaluacién su escaso impacto sobre las exportaciones, debido al fuerte proteccionismo agricola mundial y a su baja elasticidad-precio, asi como sobre la fuga de capitales iniciada en 1929, sobre cuyas causas tampoco podia influir. ‘A este instrumento se le daba un caricter excepcional y transitorio, lo cual permiti6 importantes deslices técnicos como Ia ausencia de un sistema de permisos previos de importacién o algin mecanismo equivalente. Esto llevé a la acumulacién de fondos bloqueados originados en importaciones impagas, para las cales los importadores no habian podido obtener divisas, incrementando el endeudamiento con el exterior, problema que generé trastornos importantes en el mediano plazo. El segundo eje de la politica econdmica se relacionaba directamente con los importantes déficits comerciales. En este campo, se implement una politica en dos sentidos. En primer lugar, se trataba de reducir las importaciones. Por eso, en 1931 se levaron los aforos aduaneros, ain cuando Ia deflacién internacional habia reducido notablemente la diferencia entre los valores reales y los de tarifa. Ademas, a comienzos de 1932 se incrementaron los aranceles aduaneros en un 10% de manera temporaria, De esta forma, se logré reducir un 49% el volumen de importaciones entre 1930 y 1932. De todas formas, la reduccién de las importaciones no era el objetivo mas acuciante, El problema fundamental consistia en reinsertar las colocaciones de carne ” Para un andlisis deallado del control de cambios pueden consultarse Ins tres obras ckisicas sobre el ema: W. Beveraugi Allende, EL servcio., Jesis Prados Arrare, El control de cambios, (Buenos Aires, 1944) y Virgil Salera, Exchange control and the argentine market, (Nueva York, 1940). * Entre ellos, Beveraggi Allende, Elservici... enfiiada en el mercado britinico, preocupacién que ponia de manifiesto los estrechos vinculos entre ef gobierno y el nuicleo central de la élite ganadera, cuya dependencia de un inico mercado comenzaba a mostrar las graves deficiencias de la estrategia de inserci6n niernacional. La solucién inmediata era la negociacidn de un tratado con el Reino Unido, que se concretd en 1933, con el envio de una delegacién argentina encabezada por el Vicepresidente Julio Roca. Se firmé entonces un acuerdo ~conocido como Pacto Roca- Runcimann- en el que Gran Bretafia se comprometia a mantener las compras de carne enfriada en el mismo nivel que en 1932.0 de no reducirlas mas que las importaciones provenientes de sus dominios, “habida cuenta de la importancia que esta tenia para la economia argentina”, como reza el primer articulo del Pacto. Dicha importancia, cuantificada, equivalia al 9,6% del total de exportaciones de 1932. De acuerdo a estas consideraciones, no resultaban demasiado importantes las tan ctiticadas concesiones realizadas a Gran Bretaffa, que le otorgaban un tratamiento preferencial’ en materia de compras a sus industrias declinantes y a sus capitales en Ia ‘Argentina. En definitiva, permitian lograr el mantenimiento de una posicién privilegiada en el mercado londinense de cares enffiadas, objetivo principal de los grandes invernadores. En su defensa del pacto en el Parlamento, Miguel Angel Cércano, que habia participado en las negociaciones con los briténicos, era muy explicito en este aspecto: "Sin dudas, tratdndose de un pais rico y sano como la Republica Argentina, cuya produccién no parece ser eliminada de los mercados mundiales sin graves riesgos, tendriamos sobrados recursos para huchar y exigir respeto y consideracién pata nuestra posicién econdmica Estoy seguro de que hubiéramos tenido la entereza y decisién de affontar todas las consecuencias de este hecho. Pero, jqué objeto hubiera tenido, sefiores diputados, esa lucha con nuestro mejor cliente y amigo? {No era lo mas sensato, lo més prudente, buscar puntos de concordancia, fortificar los vinculos de cohesién entre las dos naciones? Cuando se habla de conquistar nuevos mercados, 2no es hacer obra til asegurar y consolidar los ya existentes? Cuando se habla de posibles exportaciones de carne a otros paises, {no es ‘mejor tratar de que no se disminuyan con cuotas las exportaciones a los mercados que ya tenemos? Frente a esta situaciOn ya delicada, {no era mas serio y prudente consolidar nuestra situacion comercial con el Reino Unido, que es y seguiré siendo nuestro mejor cliente y que tiene y seguiré teniendo positivo interés en mantener su situacién comercial con nuestro pais?"’, No obstante, no es posible dejar de resaltar que los. errores y debilidades cometidos en la negociacién tuvieron un efecto "boomerang" tres afios mas, tarde, al renovarse el convenio. En ese momento, la posicién mas solida de los britinicos y la presién de sus propios ganaderos les permitid imponer gravamenes aduaneros a las, importaciones de carne argentina, A pesar de estas medidas coyunturales y, en cierto sentido, heréticas, la crisis s enftent6 de una manera ortodoxa. Por eso, el economista Alejandro Bunge, se lamentaba de que "El pais se contraia, ;Habian resultado cortas las medidas? Parecia notarse un fuerte descenso ‘del rendimiento' de los doce millones de habitantes. Y esa renta, mejor dicho, esas entradas, asi disminuidas, debian soportar las mismas salidas de antes por concepto de los tributos y las deudas... Se estaba achicando asi, rapida y progresivamente, el volumen y la velocidad de los negocios y desapareciendo las utilidades. Y, por ende, bajando la capacidad econémica y contributiva de la poblacién, Se entra asi al circulo vicioso: la depresi6n, cuyos sintomas son el descenso de los consumos, de los precios y de las utilidades, se cura con économias; y las economias reducen nuevamente los consumos ¥ originan la desocupacién, y asi sucesivamente,.. La vibora se devora a si misma por la ° Citado en José Liceaga, Las cames en Ia economia argentina, (Buenos Aires, 1952), pp. 128-129. cola." Su juicio resultaba lapidario: "Parece ya evidente que en este afio de 1933 hemos entrado en un proceso de estrangulacion econdmica progresiva.” aa Pero mientras Bunge escribia estas afirmaciones se aproximaba un importante golpe de timén en la politica econdmica. Contribuian a ello al menos tres factores: ol estado critico de la situacién econémica general, un principio de solucién de los problemas mag acuciantes de la élite ganadera con la firma del pacto Roca-Runcimann y un recambio del equipo ministerial de Justo, que llevaria a Federico Pinedo al comando del Palacio de Hacienda. Sobre la pequefia base reguladora que coyunturalmente se habia construido en los tiltimos tres afios, Pinedo edified un poderoso aparato de intervencién estatal con el que disefio una politica econdmica de largo plazo. ‘La historia econémica de Ia Argentina nos ofrece matices de una riqueza extraordinaria, No resulta curioso que la élite ganadera, librecambista desde la Independencia, aplaudiera restricciones a ciertos aspectos del comercio exterior, pues resultaba razonable que los intereses econdmicos sectoriales fuesen mucho més importantes que los principios ideoldgicos. Menos comprensible resulta que el mas brillante exponente del liberalismo verndculo haya sido el iniciador de la intervencién det Estado en la economia, ain cuando Juego haya intentado esgrimir una justificacién que apuntaba a las restriceiones impuestas en el resto del mundo, tratando de “deslindar responsabilidades”. La politica econémica implementada partir de mediados de 1933 abarco simulténeamente cinco frentes principales, que individualizaremos con fines expositivos, teniendo en cuenta de que la mayor parte de las medidas se encuentran profundamente entrelazadas. a) mercado cambiario Dentro del nuevo esquema jug6 un papel fundamental el control de cambios. Su fancionamiento refle|6 mejor que ningan otro instrumento el cambio de rumbo del gobierno, al convertirse en una pieza clave para la regulacién de varios mercados. Para adaptarlo a los nuevos requerimientos, Pinedo realiz6 una importante reforma, luego de renegociar a largo plazo las deudas acumuladas por las deficiencias instrumentales en los dos aiios precedentes. La reforma del control de cambios consistid, desde el punto de vista téenico, en el desdoblamiento del mercado cambiario en uno oficial y otro libre. En el primero, cuyo tipo de cambio era fijado por la Comision de Control de Cambios primero, y por el Banco Central a partir de 1936, debian liquidarse las divisas provenientes de las exportaciones regulares. Quienes necesitaban divisas debian obtenerlas por intermedio de la Comision, 0 comprarlas en el mercado libre, a un precio sensiblemente mayor. Este ultimo funcionaba a manera de valvula de escape del sistema, nutriendo su oferta de moneda extranjera de las, exportaciones no regulares, de las IED, de fondos flotantes provenientes del exterior, de fletes maritimos y de diversas transacciones comerciales y financieras privadas. Ya no se Jimitaban las importaciones, aunque aquellas que no figuraban en la lista de prioridades, debian soportar un tipo de cambio mucho més elevado que el oficial EI mecanismo de funcionamiento sencillo. Los exportadores estaban obligados @ vender sus divisas a la Comision a un tipo oficial de compra mientras que los importadores y aquellos que necesitaban efectuar pagos en el exterior debian para adquirirlas obtener permisos previos de la Comision, fijandose diariamente el tipo vendedor pot licitacion entre los poseedores de permisos. Solo quienes realizaban exportaciones no regulares podian votcar sus divisas al mercado libre, al cual debian °0 Alejandro Bunge, Una nueva Argentina, (Buenos Aires, 1984), pp. 276-280. Fl pirrafo proviene de una ‘exposicién en la Academia Nacional de Ciencias Eoontmicas el 17 de mayo de 1933. recurrit aquellos importadores que no hubiesen podido obtenerlas en el mercado oficial, con lo cual intentaba evitarse la reaparicion de fondos bloqueados. "' No ha pasado desapercibida en la literatura la importancia de este mecanismo en la asignacin de divisas por parte del gobierno, que permitié reotientar discrecionalmente el comercio exterior, como veremos mas adelante. Tampoco se ignora la importancia como fuente de ingresos para el gobierno, que se originaba en la diferencia entre los tipos de cambio comprador y yendedor, que permitian financiar las operaciones de fa Junta Reguladora de Granos.'? Sin embargo, no existen referencias al poderoso estimulo que, a partir de la reforma del 33, recibieron las TED, que podian fiquidarse en el mercado libre, a un precio mas clevado que en el mercado oficial. Insistiremos sobre este punto en el proximo apartado Junto con la reforma cambiaria, el gol mo realizé una fuerte devaluacion, CUADRO1 VALOR DEL DOLAR 1930=100 ANO COSTODE VIDA TCOFICIAL TCLIBRE 2/1 3/1 1931 36,0 126,1 - 1466 1932 772 119 - 1838 — 1933 87,1 ur 150.2" 1344 172,4 1934 TI2 123.9 1444 1605. 187,0 1935 81,8 1266 1389 1548 1698, 1936 888 124,4 1305 140,1_ 147,0 1937 91 1181 1215 1296 133.4 1938 90,5 120,7 14301334 158,0 1939 91.9 140,0 1581 152.3. 172,0 @) Precio de diciembre. FUENTE: Vicente Vazquez Presedo, Crisis y retraso. Argentina y la economia internacional enire las dos guerras, (Buenos Aires, 1978) Debemos resaltar aqui dos particularidades no observables en el cuadro. La primera ¢s la fuerte revaluacién del peso entre marzo y noviembre de 1933, cuando el dolar cayé de 3,918 a 2,498, hecho que acentua la importancia de la devaluacién de diciembre. Por otra parte, el masivo ingreso de divisas a partir de 1934 cred las condiciones para una revaluacién del peso que fue evitada ex profeso por el gobierno con una sobretasa del 20% en la cotizacién de las divisas y por masivas compras en el mércado abierto por parte del Banco Central, que permitié simultaneamente el pago de parte del capital dela deuda externa, Esta actitud contrastaba con los esfuerzos para evitar la devaluacién por medio det control de cambios en los primeros afios de la década y la tenaz resistencia de Hueyo a detener la revaluacién del peso a lo largo de 1933, denotando un cambio significativo en la politica econdmica, Ain asi, es probable que el efecto de la nueva politica cambiaria no hhubiese sido suficiente sin una importante transformacién de la politica exterior de la Argentina. b) politica exterior En su faz econmica, luego del pacto Roca-Runcimann, la politica exterior argentina tuvo importantes transformaciones, de las cuales el viraje hacia el bilateralismo fue, sin dudas, la faceta més significativa. La pérdida de dinamismo de las exportaciones © Ver W, Beveraggi Allende, El servicio, cap. IX. A. OConnel, "La Argentina en... W. Beveraggi Allende, El servicio del. dirigidas a Gran Bretaia y la necesidad de colocar carne congelada y granos en el exterior impulsaron la busqueda de mercados aiternativos, Jo cual se materializé con la firma de sumerosos tratados con diversos paises, destacndose entre ellos las regiones europea y latinoamericana. Esta idea no era totalmente nueva. A fines de la década anterior, los ganaderos ya habian levantado el lema de "comprar a quien nos compra’, reemplazando la concepcién de “la nacién mas favorecida" por la de "la nacién que més nos favorece" como principio de politica comercial’, pero este cambio solo se concreté hacia 1934. ‘Antes de la llegada de Pinedo al Palacio de Hacienda, "comprar a quien nos compra” significaba s6lo comprar a Gran Bretafia. Si bien el viraje econdmico del nuevo ministro no era tan dristico como para reconsiderar el papel central del Reino Unido en el comercio exterior argentino, su politica apunt6 a trabar fuertes vinculos con otras naciones y, para ello, no dudd, en ciertos casos, en atacar posiciones tradicionalmente briténicas. Ejemplo de ello fue el importante trueque de locomotoras por maiz y carne congelada realizado con Alemania." ‘Ademas se utilizs con discrecionalidad el sistema de control de cambios. Las divisas offecidas en el mercado oficial comenzaron a destinarse hacia aquellos paises con Jos que la Argentina tenfa una balanza comercial positiva, Esto favoreci6 a Gran Bretafa, pero también a Europa continental, en detrimento de los EEUU, principal proveedor de productos industriales de la Argentina.'? La tendencia hacia el bilateralismo coexistié con un progresivo cerramiento de la economia, Para recuperar el equilibrio externo, no solo debia reinsertarse las exportaciones en los mercados exteriores, sino que también habia que reducir las importaciones, para lo cual se mantuvo casi intacta la estructura arancelaria aplicada desde los comienzos de la década. Confluyeron también en este sentido la fuerte devaluacion de 1933 y, en menor medida, la discriminacién en el otorgamiento de divisas en el mercado oficial de cambios. La relacién importaciones/PBI paso asi del 26,6% en el quinquenio 1925/29a 14,8 en el periodo 1935/39, Esto creaba una demanda potencial insatisfecha de bienes de consumo ‘que contribuyé al inicio del proceso de sustitucién de importaciones. C) Regulaciones en los mercados de bienes ‘A fin de evitar una mayor caida de la actividad interna, que manifestaba ya una seria baja en sus niveles de ingreso y ocupacién, desde 1931 comenzaron a crearse diversas Comisiones Asesoras y Juntas Reguladoras cuya finalidad era proponer soluciones y encarar medidas para proteger los intereses de los distintos sectores productivos: cerealero, de Ia carne, del azicar, del vino, textil, ete. Las principales fueron la Junta Reguladora de Granos y la Junta Nacional de Cares. En total, entre 1930 y 1940, se crearon 21 organismos autsnomos y 25 sin autonomia, entre ellos La Comision Nacional de Fomento Industrial y la Junta Nacional para Combatir la Desocupacion. El propésito de éstos organismos puede ser ejemplificado por la accién de la Junta Reguladora de Granos que compraba los cereales a los productores a precios “pasicos" que resultaran rentables para los productores y los vendia luego a los exportadores a los precios de mercado, particularmente deprimidos por la crisis. La idea era proteger a aquellos de la caida de los precios internacionales, absorbiendo las posibles pérdidas que pudieran tener, aunque al modificarse Ia estructura de comercializacién sus efectos fueron bastante limitados. Sin embargo, las juntas 13 Mario Rapoport, El triingulo... p. 262. Ver A. Masco, "La Alemania nazi... y Amold Ebel, Das ite Reich und Argentinien, (Colonia, 1971), +B. Jorge, Industria y..., cap. III; Jorge Schvarzer, La industria que supimos conseguir. , Buenos Aires, 1996, pgs 155-156 reguladoras y otras instituciones que implicaban una mayor interveneién del Estado en Ja economia no generaron por lo general condiciones para estimular la produccién, ni favorecer nuevas experiencias tecnolégicas, ni mejorar las condiciones de trabajo: habian sido creadas, sobre todo, pata defenderse mejor de la crisis D) La politica monetaria y el Banco Central Una de las principales medidas econdmicas de la época fue la creacién del Banco Central, en 1935, que modificd de raiz el sistema implementado por la Caja de Conversién, con el objetivo principal de regular la moneda y el crédito adaptando el circulante a las necesidades de Ja actividad econdmica. Para el disco de la nueva institucion el gobierno recurrid al asesoramiento del experto britinico Sir Otto Niemeyer, quién realiz6 una evaluacion del sistema financiero y aconsejé una serie de medidas necesarias para sti mejor funcionamiento, Sin embargo, el gobierno aprobé otro proyecto que, en su concepcién de Ia politica bancaria, diferia de las propuestas de Niemeyer. En la elaboracién de aquel tuvo un papel fundamental Rail Prebisch y se caracterizaba por estar més adaptado a las caracteristicas especiales del caso argentino. El Banco Central fue creado por la ley N° 12155. La nueva institueién debia transformarse en un instrumento que fuera lo suficientemente flexible como para aplicar politicas monetarias expansivas durante los momentos de depresion y contractivas durante los de expansi6n, esto es, una politica anticiclica que atemperara la amplitud de las fluctuaciones coyunturales, La propuesta de Niemeyer, en opinién del mismo Prebisch, era demasiado ortodoxa y limitaba severamente la autoridad discrecional del banco al imponer un patrén oro modificado. EI Banco Central quedé constituido como una entidad de capital mixto, la mayoria de cuyo directorio se elegia por los bancos accionistas y con un marcado grado de prescindencia politica en su conduccién, En cuanto al presidente y al vicepresidente, funcionarios claves del nuevo sistema (duraban siete afios y podian ser reelectos), eran designados por el poder ejecutivo con acuerdo del senado, a partir de ternas propuestas por la asamblea de bancos accionistas. Este procedimiento fue modificado por una ley que establecié que tanto el presidente como el vicepresidente serian nombrados por el poder ejecutivo, sin necesidad de recurrir a las ternas preseriptas anteriormente con lo que se aparté de lo sugerido sobre el particular por Niemeyer. Finalmente, el Banco comenzé sus actividades en junio de 1935. Citra de las instituciones creadas en esos aiios, fue el Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias, Para su fiuncionamiento se destinaron 700 millones de pesos resultantes de la revaluacién del oro transferido de 1a caja de conversién al Banco Central, El Instituto se fundo para hacerse cargo de los créditos que algunos bancos no podian cobrar debido a la crisis y que los podia arrastrar a la quiebra. Esos eréditos no cobrables en forma inmediata y los bienes no realizables rapidamente sin grandes quebrantos, caian bajo la denominacién de activos congelados de los bancos, por oposicién a los activos liquidables. El Instituto procuraba, sobre todo, auxiliar al Banco de la Nacién y a otros bancos comerciales que se hallaban en dificultades por considerar que ello afectaba el interés piblico. Uno de los bancos comerciales mas afectados, el Banco Tomquist, habia sido una de las mas prestigiosas casas financieras argentinas desde fines del siglo XIX. A raiz de lo cuantioso de los salvatajes financieros, la oposicién cuestiond a las autoridades no dar una informacién amplia acerca de los bancos asistidos, ni del estado de sus cuentas y menos ain de sus clientes morosos. E) politica fiscal La politica fiscal suftié a partir de 1933 una serie de cambios en diversos aspectos Lo primero que se observa es un aumento del gasto, que se relaciond con un importante crecimiento de la inversion publica y la creacion de los organismos reguladores ya analizados. En materia de inversiones se destacé el importante programa de construceion de caminos que, ademas de incrementar el nivel de empleo, estimulé Ia demanda de automotores y camiones, agudizando la declinacién de los ferrocarriles, Fl desarrollo del qutomotor constituyé un importante avance de los capitales norteamericanos sobre posiciones inglesas vinculadas al ferrocarril y al sistema tranviario. 7 CUADRO2 GASTO PUBLICO En % del PBL Periodo Total Gasto Gasto de corriente Capital 1925-29 15,6 10.9 47 193034 198 15,2 4,6 193539 213 48 65 FUENTE: CHPAL, Ei desarrollo econémico de la ‘Argentina (México, 1959) FJ aumento de! gasto implicaba un serio problema para el gobierno, debido a que la recaudacién fiscal se estructuraba en funcién de los ingresos aduaneros, sensiblemente afectados por el descenso del comercio exterior a causa de la crisis. No debe olvidarse que, por e308 afios, las teorias keynesianas todavia no se habian impuesto y se consideraba que fa actitud més sana para enffentar una crisis consistia en mantener un presupuesto equilibrado, tomando al déficit fiscal como un grave error de politica econémica. Por eso, se trat6 de captar mayores recursos de las actividades internas. EI nuevo impuesto a los réditos fue, quizas, Ia medida mas conocida, Pero no debe ignorarse el importante incremento de diversos impuestos internos, Asi, la recaudacion aduanera, que en 1930 aportaba el 57% de los recursos, cay a menos del 30% a fines de la década, En el mismo periodo, los impuestos internos erecieron del 17 al 23% y el nuevo impuesto a los réditos port un 13% de la recaudacién total. EI resultado de la reforma tributaria fue un gran incremento de la recaudacién, que mantuvo el presupuesto relativamente equilibrado hasta el rebrote de la crisis de 1938, cuando Ia caida de fas rentas nacionales y una politica fiscal cexpansiva para atenuar las tendencias recesivas originaron un déficit significativo. © Ver Raiil Garcia Heras, Automotores norteamericanos, caminos y modemizacién urbana en Ja Argentina, 1918-1939, (Buenos Aires, 1985). CUADRO3 PRESUPUESTOS FEDERALES En millones de pesos corrientes Afio Ingresos Gastos Resultado Fiscal 1930 691, 906,7 -328,4 1931 7248 830.6 -106,4 1932 755,3781,0 25,7 19337582 777,7 “19,5 1934 7654 765,6 02 1935 8966 869,5 2.1 1936 1190,7 11663 244 1937 1994.7 2086,0 913 1938 1175,2, 1433,0 -257,9 1939 15709 1533,7 312 1940 1196.2 1491,9 -295,7 FUBNTE: Relevamiento_estalstice_de_ia_economta argentina (1900-1980) (Buenos Aires, 1982). El conjunto de medidas que hemos descripto, junto a una recuperacién parcial de los precios internacionales de las materias primas, permitieron una progresiva reactivacion de la economia, Es cierto que la mayoria de las-medidas ‘aipuntaban a sostener el complejo agroexportador, reeomponiendo, en la eres ide lo posible, su nivel de rentabilidad. Sin embargo, muchos autores destacan un importante crecimiento industrial apuntalado por la politica de Pinedo, que, segtin la hipOtesis mas aceptada, habria sido casual, es decir, como efecto colateral no deseado 0 no esperado. Una conclusion derivada de esta es que esa industrializacion se produjo, entonces, debido al ingreso de capitales extranjeros ELESTIMULO A LA INDUSTRIA Y SU EVOLUCION La teoria econdmica suele aceptar que el crecimiento de un sector determinado depende positivamente de Ia inversién y que esta, a su vez, se orienta de acuerdo a la evolucién de los precios relativos y de la disponibilidad de factores. Si observamos la economia argentina en la década del 30 podemos ver, prima facie, una evolucién de precios que resulta favorable al sector no agropecuario, que incluye al sector industrial. El grifico 1 presenta caracteristicas interesantes. En primer lugar, los precios agropecuarios resultaron mucho mas inestables y fluctuantes. Los precios no agropecuarios, por su parte, suftieron menos las consecuencias de la crisis y su tendencia a lo largo de Ia década fue reciente, Los precios agropecuarios tuvieron un importante crecimiento entre 1934 y en 1938, hecho que respondi6 en gran medida a la recuperacién de los precios de las materias primas en el mercado internacional GRAFICO 1 PRECIOS MAYORISTAS (1930=100) a Ss | 400 | oo —__—— = | | o+— \ 1930 1932 1933 1934 1935 1936 1987 1938 Precios agropec. Freier no i] FUENTE: Relevamiento estadistico de la Repiblica Argentina Probablemente, el instrumento més importante de la politica econdmica implementada desde 1933 haya sido la politica cambiaria por su influencia sobre los precios relativos de las diversas actividades internas y de la produccién local frente a las importaciones. Dada la estructura del comercio exterior, Ia devaluacién favorecia a los sectores ligados a las actividades tradicionales. También cjercia un importante estimulo para el ingreso de capitales extranjeros. La devaluacién en el mercado oficial fue del 20%; este guarismo debe tenerse en cuenta para evaluar el impacto sobre Ta rentabilidad de los sectores agropecuarios, pues alli se liquidaban las divisas provenientes de sus exportaciones. Pero las divisas provenientes del ingreso de nuevos capitales se liquidaban fen el mercado libre. En él, la devaluacion fue del 65%. Es probable que las inversiones productivas, en contraposicién con las financieras 0 especulativas, pudieran ver parcialmente neutralizada esta ventaja al importar bienes de capital o insumos que se liquidaran también en el mercado libre, Pero debemos decir que no hemos encontrado constancias de que esto fuera asi; de hecho, estas importaciones se encontraban entre las prioridades a la hora de distribuir las divisas en el mercado oficial Para un pais que cuenta, como la Argentina de esa época, con una estructura arancelatia débil, cuya finalidad no es la proteccidn de las actividades internas sino la recaudaci6n fiscal, resulta importante la evolucién de! tipo de cambio real para la aparicion y proteccién de actividades nuevas 0 insuficientemente desarrolladas. Por eso, la devaluacién se sumaba al control de cambios para disminuir el nivel de exposicién de la industria a la competencia externa. A eso se le agregaba el incremento de los aranceles aduaneros y de los aforos sobre los cuales se liquidaban que, aiin cuando se los juzgue como insuficientes, se sumaban a la evolucion del tipo de cambio para establecer un ‘margen mayor de proteccion que en el pasado, De alli que no resulta sorprendente que la relacién entre las importaciones y el Producto bruto interno haya descendido del 25,6% en 1929 al 18,5 en 1938 y al 14,6% en 1939, aunque este iltimo guarismo se encuentra influenciado por el estallido de la guerra En ese marco, se produjo una importante modificacién de la estructura de las importaciones, con un descenso de los bienes de consumo, una recuperacién de los bienes de capital y un notorio incremento de las materias primas industriales. CUADRO COMPOSICION DE LAS IMPORTACIONES En% sobre el total PERIODO BS. DE CAPITAL MAT. PRIMAS BS, DE CONSUMO INDUSTRIALES 1920/24 170 416 414 1925/29 22,0 40,6 374 1930/33 13,5 46,3 40,2 1934/38 18,0 468 35,2 FULNTE: Vazquez Presedo, Crisis retraso, Las nuevas condiciones emergentes del movimiento de precios relativos, de la politica cambiaria, del incremento de aranceles y de las posibles discriminaciones en la aplicacién del régimen de control de cambios"” generaban un contexto mas favorable que en el pasado, Ademas, algunos sectores, entre los que se destacaba el de la construccion (inclayendo la produccion de sus insumos), se vieron especialmente favorecidos por las compras del Estado, sobre todo a partir del programa de construccién de caminos. ica, sin embargo, que se estuviera coneretando un programa de corte abiertamente industrialista; las herramientas utilizadas no aleanzaban para conformar una politica industrial en el sentido moderno del término. Ni siquiera se impuso una politica crediticia adecuada, ya que las facilidades de financiamiento para el sector se encontraban muy por debajo de las necesidades en lo que respecta a créditos de largo plazo, excepeidn hecha de los eréditos hipotecarios para las inversiones en construcciones'®, Por eso, las inversiones en bienes de capital dependian, en gran medida, de la disponibilidad de recursos propios. Otro factor importante para estimular el crecimiento industrial provino de la evolucién del salario, A pesar de que el nivel de empleo tuvo una tendencia ascendente a {0 lago del periodo, el nivel salarial permanecié relativamente estable a partir de 1931 y su pico mas alto no superé los valores registrados al final de la década anterior. A partir de 1936 se observa, incluso, un creciente despegue de los precios. de los productos no agropecuarios frente a los salarios, de donde puede inferirse una menor incidencia del costo salarial en la formacién del beneficio industrial. De alli que el agregado comercial del Reino Unido destacara que “existe en la Argentina mano de obra buena y barata, que no esta echada a perder y es complaciente y voluntariosa””, 1 Hecho que, segiin Phelps, motivé a numerosos exportadores norteamericanos afectados a saltarla bbarrera proteccionista produciendo en ta Argentina Cf. Altimir, oscar, Horacio Santamaria y Juan V. Sourrouille, ,.Los instrumentos de promocién industrial en la posguerra", en Desarrollo economico N° 24 (Buenos Aires, 1967). Citado en Dorfinan, Adolfo, Historia de la industria argentina, (Buenos Aires, 1986), pig. 394. rd CUADROS EVOLUCION DEL MERCADO LABORAL Base 1929:100 Afio Salario.Salario Precios n. Agro. Indice de Nominal Real Salario real___ Ocupacién 1928 100,0 101 siD sip 1929 100,010 siD 100,0 1930 919 91 100,0 100,9 1931 85,2 98 ) 97,8 1932 78,9 104 90,7 94,2 1933 613 96 942 98,2 1934, 59,3 99 103,3 104,4 1935 64,5 101 994 113,2 1936 665 95 104.6 19,5 1937 686 96 115.4 126,1 1938 67,9, 96 115,7 129,5 FUENTE: Relevamiento estadistico de la Repiiblica Argentina, La evolucién del salario resulta una variable significativa durante el periodo, ya que, como sefiala Oscar Collman, uno de los rasgos distintivos de la evolucién industrial de la década fue la utilizacién de tecnologias de bajo rendimiento que -en general- no se orientaban tanto a generar el incremento de la productividad del trabajo, como del volumen bruto de la produccién, a través de la incorporacion masiva, inestable y cfetica de la mano de obra al proceso productivo y un uso mas intensivo de esta, en condiciones de desregulacién juridica y salarial creadas por la oferta sobredimensionada de fuerza laboral, que inclufa mujeres y menores.” A su vez, el aumento del empleo originado en el crecimiento de la industria, del sector servicios y de las inversiones publicas inerementaban la demanda en un momento en cl que las importaciones de bienes de consumo se encontraban en franco descenso, constituia otra fuente de estimulo para la produccién industrial, Si bien a partir de 1934 los precios agricolas se recuperan sostenidamente, es posible afirmar que el Plan Pinedo otorgé un conjunto de estimulos que permitieron ‘mantener un nivel de rentabilidad mas elevado y estable en el sector, derivados de una mayor proteccién frente a la competencia externa y de una evolucién favorable de algunos costos clave. De alli que la respuesta pueda observarse en el avance de los indicadores que denotan la actividad del sector industrial. El impacto inmediato de la crisis sobre el sector habia sido profundamente negativo. La caida del ingreso interno y las dificultades para la importacién de insumos y, en el caso de las manufacturas de origen agropecuario como la came congelada o reffigerada, para exportar provocaron una cafda de la produccién que arrastré consigo a la tasa de inversion, Pero a partir de 1933, con el cambio de politica econdmica, se inicid una recuperacién que redujo primero la capacidad ociosa y alento, posteriormente, una nueva ola de inversiones, sustentando un intenso ritmo de crecimiento durante el resto de la década. Si bien las tasas de crecimiento no superaron a las alcanzadas en los afios 20, hbo una ruptura con respecto al pasado, sefialada acertadamente por Ménica Peralta Ramos: hasta la década del 30 la industria habia erecido al compas del resto de la > Qccar Collman, "La industria textil y la reconversin extensiva del sector industrial argentino, 1930-1943", cen Revista Ciclos No. 2, (Buenos Aires, 1992), p. 131 economia, pero no habia tenido un papel dinamizador. A partir de 1933, se convertira en uno de los sectores impulsores del crecimiento econdomico del pais” GRAFICO 2 PRODUCCION INDUSTRIAL en millones de pesos de 1950 | 9.000 | i 7.000 6,000 ——— 5,000 fe 4,000 3.000 2.000 | —_—____—— 1.000 — 4 | 1900 WAI 19321993 Ime 1038 1986-1997 19981999 Producci6n Lo FUBNTE: CEPAL Simulténeamente al incremento de la produecién, se produjo un importante aumento de la cantidad de establecimientos industriales. Sin embargo, Schvarzer plantea que este indicador puede inducir a confusiones, ya que muchos establecimientos eran pequetias plantas con escasas miquinas y poca tecnologia, entre las que se contaban hornos de ladrillos, fabricas de pastas 0 tejedores de articulos de punto, que solo podian ser consideradas industrias a partir de un criterio de clasificacion muy laxo”. Estas seudoindustrias pesaban en la cantidad de establecimientos, pero su incidencia en el volumen de produecién era muy reducido. CUADRO6 ESTABLECIMIENTOS INDUSTRIALES (2) ‘ANO CANTIDAD TASADE CRECIMIENTO : MEDIA ANUAL, 1930 29.969 1935 39.063 61 1937 47.831 uz 1939 S1.178 35. 8) No inclaye aia indus da consiroecion PUENTE: O. Collnan "La industria tex. p. 152 2 Monica Peralta Ramos, The political economy of Argentina: power and Class since 1930 (Boulder, San Francisco, Oxford, 1992), pag. 11. ® Schvarzer, La industia.., pag 174, A Los niveles de inversion industrial siguieron un derrotero similar a ta dinamica de Ia produccidn. La crisis contrajo intensamente las tasas de inversion, de forma tal que, entre 1931 y 1933, la inversion neta result6 negativa. Las nuevas condiciones ggeneradas por el Plan Pinedo lograron revertir la curva descendente y entre 1933 y 1935 y entre 1936 y 1937 se observan dos importantes saltos en la inversion que denotan un renovado dinamismo. ‘Aunque sin llegar a los niveles del Gitimo lustro de ta década previa en lo que respecta a la inversion bruta fija total, fas tasas de inversion muestran una proporcion creciente de recursos destinados a Ia obtencién de maquinarias y equipos y un descenso ‘tanto relativo como absoluto de la inversion en construcciones ¢ instalaciones, hecho que, nuevamente, establece una diferencia importante con el pasado. CUADRO7 INVERSION BRUTA FIJA Y STOCK DE CAPITAL EN LA INDUSTRIA En millones de mSs de 1950 ‘Allo Total Maq.¥ Const. Stock de capital Stock maq. equipo y equipo 1930 1.850 1.387 463 19.826 12.850 1931 1208 896 312 20.078 13,005 1932 782-562-220 19.890 12.818 1933 397 687 210 19.803 12.746 1934 1.062 789-273 19.857 12.757 1935 1313 1.104 209 20.109 13.035 1936 1361 1.180 181 20,394 13.376 1937 1945 1.697 248 21.208 14.179 1938 1.873 1.605 268 21.961 14.908 1939 1.467 1.187 283_____-22.295 15,205 PUENTE: CEPAL El dinamismo relativo del sector industrial incidid en los niveles de importacibn. Si antes sefialamos que a partir de 1933 se produjo un aumento de las importaciones de bienes de capital y de materias primas para uso industrial sobre el total de las compras al extranjero, en el rubro de bienes de capital se observa nuevamente que tanto aquel sector ‘como el de servicios piblicos incrementan su posicién relativa y ponen al descubierto el estancamiento de la inversion agropecuaria, que en 1916 habia originado el 62% de las compras al exterior de bienes de capital. 1s CUADROS COMPOSICION DE LAS IMPORTACIONES DE BIENES DE CAPITAL En% ANO " AGROPECUARIAS INDUSTRIALES SERVICIOS PUBLICOS, i9as/29 218 626 121 1930 23,7 644 59 1931 39 82,1 53 1932 43 79.9 uy 1933 5,0 82,5 94 1934 45 58,1 32.6 1935 89 62,6 26,3 1936 5,7 69,1 2,1 1937 8.6 59,5 29.2 1938 10,8 54,2 23 FU Vazquez Presedo, Cr iINDUSTRIALIZAC IN ESPONTANEA O INDUCIDA? Existen diferentes interpretaciones sobre el proceso de industrializacién (0 su ausencia) en la década de 1930, adecuadamente conceptualizadas por Murmis y Portantiero en su ya clasico trabajo sobre los origenes del peronismo”. Las dos conclusions menos discutidas hoy son la efectiva presencia de un importante crecimiento industrial (atin cuando su tasa no supere globalmente la de la década previa) y su relacion con las politicas piblicas, sobre todo a partir de 1933. Dado que el gobierno era manejado por la élite conservadora, la relacion entre la industrializacién y la politica econdmica resulta por lo menos curiosa y merecedora de alga tipo de explicacidn. Sobre este aspecto, la vision mas usual (que aqui Iamaremos la “vision tradicional”) indica que la industrializacion surgié como efecto "no deseado" de una politica que, en su esencia, apuntaba a recomponer la rentabilidad del sector agropecuario, hipétesis que, teniendo en cuenta lo antedicho, resulta bastante verosimil, Segin Vazquez. Presedo, por ejemplo, "Esta proteccién (emergente de la nueva politica econémica) no habia sido, quizas, especificamente dirigida a proteger al sector industrial sino a los intereses del pais como un todo, pero no caben dudas de su idoneidad..."* Di Tella Y Zymelman, por su parte, nos indican que "En el periodo 1933 a 1938, la industria se desarrollé rapidamente, en parte, a consecuencia de la contraccién de las importaciones y, en patte, también por efecto de medidas politicas incidentales como la desvalorizacién del ‘peso, las restricciones a los cambios y los recargos sobre el cambio libre."... "No siguié el gobierno una politica de apoyo directo a la industria local. Las facilidades acordadas a otros gobiernos con motivo de los convenios bilaterales constituyeron mas bien una amenaza para la industria del pais.""*. Gary Wynia sostiene que "La industrializacién recibio su mayor impulso inesperadamente a raiz del derrumbe del comercio exterior a comienzos de los afios 30. Si bien no transformé de inmediato a la economia de exportacién, la pérdida repentina de proveedores extranjeros obligé a las autoridades a adoptar numerosas medidas de emergencia que casi sin proponérselo favorecieron a la 2 Miguel Murmis y J. C. Portantiero, Estudios sobre los orfgenes del Peronismo (Buenos Aires, 1972) is yrotraso.., P. 290. 2 Las ctapas del desarrollo econdmico argentino, (Buenos Aires, 1967), pp. 433 y 436. industria local."25, Mas recientemente, Gerchunoff y Llach plantean que existen mas evidencias que apuntan a sostener que las politicas econdmicas en los affos 30 no tenian como uno de sus objetivos fomentar el proceso de industrializacién, sino soto equilibrar Jas cuentas externas y proteger de la crisis a las actividades agropecuarias tradicionales. 7 La vision tradicional contiene tres supuestos basicos subyacentes que es preciso explicitar: a) la élite terrateniente, historicamente enfrentada a la idea de un desarrollo industrial, no redefine sus intereses en la década del 30; b) la ausencia de intereses directos de esta élite en la industria y ¢) estamos en presencia de un grupo econdmico homogéneo. Sin embargo, un conjunto de evidencias permiten cuestionar la validez de la vision tradicional y sus supuestos. El primero de ellos es netamente subjetivo y no insistiremos demasiado en su importancia, aunque no resistimos a fa tentacion de formularlo: la solida formacion técnica y académica de los principales mentores de la politica econémica aplicada desde fines de 1933, como Pinedo y Prebisch, nos plantean serias dudas de que et crecimiento industrial haya surgido como un "efecto colateral no esperado". Independientemente de que se comparta o se rechace el pensamiento de Pinedo 0 del "joven Prebisch’, In hip6tesis tradicional pareceria endilgarles cierta eeguera que, a nuestro juicio, resulta por lo menos injusta en funcién de su produccion académica y politica anterior y posterior. En segundo lugar, esa supuesia ceguera no se compadece con las diversas ‘manifestaciones de algunos funcionarios, de Tas que solo rescataremos las mas conocidas, Asi, por ejemplo, el Ministro de Agricultura y prominente invernador Luis Duhau decia en diciembre de 1933 que "La Argentina podia obtener buena parte de las manufacturas que requeria ya sea produciéndolas directamente 0 ya obtenigndolas en los paises extranjeros ‘mediante el canje con sus productos agrarios. Lo mas econdmico, lo mas provechoso para al pais, resultaba con frecuencia el ultimo procedimiento, el procedimiento del intercambio... A la industria nacional le tocar, pues [en el futuro], resarcir a la economia argentina de las pérdidas incalculables que provienen de la brusca contraccién de su comercio exterior.""" En julio de ese mismo afio, el Presidente de la Sociedad Rural Argentina, Horacio Bruzzone, declaraba que "Es verdad que nosotros siempre hemos conceptuado contraproducente el proteccionismo aduanero para cierta clase de industrias que solo pueden vivir en aquél inverndculo arancelario por cuanto carecen de condiciones propias de existencia s6lida en el clima de nuestra economia, pero ahora nos encontramos todos de acuerdo en la necesidad de ayudar a la organizacion de industrias que puedan prosperar transformando las materias primas tan varias y cuantiosas que nuestra tierra produce y brinda generosamente."” Simultaneamente, Matias Sanchez Sorondo proponia un plan en el Senado que, segiin Murmis Y Portantiero, recoge todas las reclamaciones de la UTA y se anticipa en su contenido al Plan Pinedo de 1940. Ya en 1938, el Banco Central comenta los efectos de Ja nueva politica cambiaria recalcando que "Es légico esperar que, como esta sucediendo, el poder adquisitivo que debido a cllo no puede ya estimular desproporcionadamente a la importacién se desviaré en gran parte hacia la industria"’”, Esto nos devuelve a la primera hipétesis: 0 nos encontramos en presencia de un marcado proceso de "learning by doing" en materia de 2° \Wynia, Gary, La Angentina de posauerra, Buenos Aires, 1986. » Pablo Gerchunoff y Lucas Llach, Los desafios_econémicos argentinos III; La politica econémica en tiempios de crisis (1929-1940), Buenos Aires, 1998. Citado en Eduardo Jorge, Industria v.. p.119. Citado en Murmis y Portantiero, Estudios... p. 24 °° Citado en Murmis y Portantiero, Estudios... p. 34 17 politica econdmica, © los funcionarios habian evaluado los efectos del plan sobre la industria Por titimo, no se debe pasar por alto la referencia directa a la industrializacién del Plan Pinedo de 1940, a pesar de que Ia intensidad de las transformaciones econdmicas de la década previa podrian haber inducido a cambios en la percepcién de los problemas econdmicos de funcionarios y tedricos. En este corto panorama se puede apreciar que los discursos antiindustrialistas de le lite habian sido atemperados por la evolucién de Ia crisis y muchos de sus integrantes hacian un llamado a la industria para reemplazar con produccién local lo que ya no podia comprarse en el exterior, aiin bajo una retorica que lamentaba las transformaciones de la coyuntura mundial que tan beneficiosa habia sido en el pasado. Hemos visto, entonces, las dificultades para sostener que el estimulo a la industria era sélo casual, Pero bien cabria preguntarse sobre los motivos que impulsaban a algunos ‘grupos de la élite ganadera y a diversos funcionarios a aceptar, repentinamente, la necesidad de promover una industria tan resistida como bloqueada en el pasado inmediato. La respuesta se encuentra en los factores de cardcter estructural y coyuntural que hicieron eclosién con la crisis. La grave coyuntura emergente de la depresion se tradujo en una pérdida de mercados externos para los productos tradicionales, en una agudizacion de la competencia internacional y en una sensible disminucién en la rentabilidad de las actividades agropecuarias, fruto del derrumbe de los precios. Ademés, comenzaban a ser perceptibles los indicadores que denotaban ef fin del modelo agroexportador, algunos de los cuales ya habian sido observados por Alejandro Bunge dos décadas atris. El agotamiento de tierras virgenes comenzaba a mostrar la poca flexibilidad de los patrones econémicos y sociales del modelo: el crecimiento solo podia continuar con una masiva incorporacién de bienes de capital y una profunda transformacion de la organizacién de la produccién. Pero la disminucién de la rentabilidad quitaba estimulos para el fuerte desembolso de capital que implicaba tal transformacién. Por otra parte, el bajo dinamismo relativo del comercio agropecuario, combinado con la saturacién de los mercados, permitian pensar en la esterilidad de las transformaciones agricolas para estimular las exportaciones _tradicionales. Sinmultaneamente, el proceso de urbanizacién y el crecimiento de la poblacion comenzaban ‘a pesar significativamente en la reduccién de ios saldos exportables, lo que desarticulaba el "métoco indireeto" para el abastecimiento de bienes de consumo, En ese marco, el sector agropecuario perdia atractivo para la reinversion de la renta, y ese hecho parece no haber pasado desapercibido para un grupo de terratenientes. La reduccién de la inversion y de la importacién de bienes de capital del sector se convierten en importantes elementos de juicio para confirmarlo. La inversion neta sectorial del periodo muestra un estancamiento, que confirma los resultados anticipados por el anélisis de la estructura de las importaciones de bienes de capital y contrasta con el fuerte crecimiento registrado en los primeros treinta afios del siglo. CUADRO9 STOCK DE CAPITAL EN EL SECTOR AGROPECUARIO En mill. de pesos de 1950 ‘Afio Total Mag, YY equipos 1905 15.012 1.821 1910 18831 3.830 1915 21331 5329 1920 23996 6377 1925 17.669 8.852 1930 31783 12.791 1935 31344 11.907 1940 31.719 12.203 1945 30613 9.547 1950 32754 10.359 1955 _ 32.068, 10.636 PUENTE: CEPAL Surge entonces un nuevo interrogante: {Hacia donde destinar las rentas agropecuarias? Por cierto que las operaciones especulativas, de fuerte raigambre en la ‘economia argentina’, podian ser una alternativa parcial. La gran propension mar rginal al consumo de bienes suntuatios importados, por el contrario, se veia limitada por la escasez de divisas y la politica econdmica y cambiaria. Por eso, algunos grupos ligados a la produccién agroexportadora comenzaron a percibir a la industria como una alternativa factible para reinvertir sus excedentes. Esto se reflejo en una larga lista de terratenientes y exportadores con inversiones en empresas industrales propias 0 con participacion en el capital accionario de empresas de origen extranjero Existe cierta tendencia a atribuir el proceso de industrializacion que vivid la ‘Argentina en el periodo de entreguerras al ingreso de un conjunto de firmas extranjeras. Sin embargo, las estadisticas no confirman plenamente esta hipotesis. Si suponemgs. que: toda la inversién extranjera se destind a la industria (y en ef mismo cuadro 10 se aprecia que esto es incorrecto), entonces la inversién nacional en el seotor fue, al menos, del 2,1% de la inversion total entre 1930 y 1933, del -0,2% entre 1934 y 1935 (lo cual nos indica que la estamos subestimando significativamente) y del 6,1% (lo que representaba casi el 38% de la inversion industrial) para el periodo 1935/39. CUADRO 10 OLUCION SECTORIAL DE LA INVERSION “(en porcentajes sobre el total de Ia IBIF) PERIODO —_ 1930/33 19: INDUSTRIAL 153 NACIONAL 863 EXTRANJERA 13,7] 10, F'UENTE: Relevamiento econdmico..., p.60. ® al respect, ver, por ejemplo, cl trabajo de Rail Prebisch, "Historia monetaria argentina: anolaciones sobre ‘nuestro medio cieulante, 1776- 1885", escrito en 1921 y_reeditado en Mario Rapoport (comp.), Eeonomia @ Historia, Buenos Aires, 1988. 52 Ver, por ejemplo, Alberto Ciria, Parti v poder en la Argentina moderna, (Buenos Aires, 1968), cuadro XI, p. 327-330, con datos extrados de Milciades Peiia, o Luis V. Sommi, Los capitales alemanes en 1a “Argentina Pero, insistimos, las inversiones extranjeras tuvieron como destino no solamente la industria, sino también las actividades relacionadas con el comercio exterior, la publicidad; los bancos, los servicios, etc. Por lo tanto, Ia inversién de capitales nacionales debe haber sido mas elevada, acercandose a una tasa equivalente al 2% del PBL Algunos autores, como Eduardo Jorge, apuntan que “Los nuevos sectores industriales tuvieron origenes heterogéneos. Basicamente surgieron de dos fuentes: las clases bajas y medias de otigen inmigratorio radicadas en el pais desde fines del siglo pasado y principios del presente, y nuevos inmigrantes de clase media que huyeron de Europa en visperas de la segunda guerra."”, Desde el punto de vista del néimero de empresas fundadas, la observacién puede resultar adecuada. Sin embargo, tomando en cuenta la observacién de Schvarzer cuando cuestiona la representatividad de! nimero de empresas fundadas como indicador adecuado para analizar la evolucién del sector, parece dificil pensar que este sector de pequefias y medianas empresas familiares tuviera una capacidad de acumulacion equivalente al 38% de la inversion industrial total 0 al 2% del PBI. Es evidente que estamos en presencia de un fendmeno que involucra a sectores con ‘una capacidad de acumulacién importante, que debe buscarse en algunos grandes y medianos grupos industriales locales de antigua data’, pero también en otras actividades, como Ia agropecuatia que, coincidentemente, se encontraba con serios problemas para sostener un proceso de reproduecién ampliada. Por lo tanto, creemos que un grupo de la Glite tradicional comenzaba a diversificar sus inversiones hacia la industria. Podemos entender ahora el cambio de concepcion de algunos ganaderos con respecto a la industria reflejada en las citas transeriptas al comienzo de la seccion y la promocién de la actividad por parte del gobierno de manera consciente y explicita. Sin abandonar sus antiguos intereses y sin ser los tmicos beneficiarios del crecimiento industrial, la nueva politica respondia a algunos cambios en su ecuacién econémica y, por lo tanto, se justificaba aiin dentro del horizonte de la élite dominante. Ademas, como veremos, también los beneficiaba de manera indirecta, al promover actividades internas que absorbian la produccién primaria que ya no podian vender en el exterior. Pero es precisamente alli donde se encuentran también las limitaciones que encontraba el proceso de industrializacién estimulado por la politica econémica. LOS LIMITES “SECTORTALES” DE LA INDUSTRIALIZACION Si, como hemos sostenido, el proceso de industrializacién en los afios 30 no fue espontaneo, sino que estuvo estrechamente relacionado con la politica econémica de un gobierno especialmente permeable a los intereses concretos de un grupo econémico determinado, resulta claro que sus limitaciones también estuvieran perfiladas de antemano y que su evolucién permaneciera bajo relativo control. Eso era expresado con claridad por Federico Pinedo en su conocida frase; "La vida economica del pais gira alrededor de una ‘gran rueda maestra que es el comercio exportador. Nosotros no estamos en condiciones de reemplazar esa rueda maestra, pero estamos en condiciones de crear, al lado de ese mecanismo, algunas ruedas menores que permitan cierta circulacién de riquiézas, cierta actividad economica, la suma de la cual mantenga el nivel de vida del pueblo a cierta altura”. Citada a menudo para justificar diversas interpretaciones, la expresion tiene, a nuestro juicio, un doble sentido, En primer lugar, implica la aceptacidn de la necesidad de la industria; pero, en segundo lugar, no cuestiona el eje agropecuario como centro de ta > Eduardo Jorge, Industria v.., p. 153. © No obstante, Schvarzer ( La industria...) apanta que algunos de ellos, como los Bemiberg, se mostraban relicentes a inerementar sus inversiones y Ia propia UIA navegaba entre un abierto silencio y una tenaz ‘oposicién a la posibilidad de que se crearan muevas fibricas. actividad econdmica, Por fo tanto, e crecimiento industrial se debia concentrar en un conjunto de ramas especificas que no alteraran de manera dréstica las caracteristicas ‘esenciales de la estructura econdmica del pais y no constituia un proceso de desarrollo ‘ccondmico basado en un proyecto de industrializacién radical Ei propio Pinedo aclara el sentido de su expresion con meridiana claridad: “No pensamos ilegar a una industrializacion total, masiva del pais, pero no hay por qué abandonar algunas producciones industriales, totalmente sanas, tan sanas como Ia de fabricar trigo poniendo semillas en los surcos, o fabricar carne, haciendo pacer los pastos por el ganado. No veo por qué ha de ser mas infecunda la fabricacién de papel con érboles ‘que pueden brotar en la llanura, que la fabricacion de fino en las mismas llanuras. No se por qué Ia elaboracién de algunas materias primas, que este pais produce, como el cuero, para la fabricacién de botines, sea una actividad reprochable, y que debamos abandonar para dejar el campo a otras actividades rurales. > Se trata, entonces, de promover las industrias transformadoras de materias primas locales, que en ese entonces recibian la denominacion de “naturales, en contraposiciOn a las “artificiales”, que utilizaban insumos industriales. Dos grupos de actividades concentraron el mayor dinamismo de la actividad industrial por estos afios. Por un lado, la biisqueda de alternativas para canalizar la venta agraria y las dificultades para continuar importando los bienes de consumo indispensables por medio de la colocacién de la produecién agropecuaria en el exterior se conjugan para fomentar la sustitucisn de un conjunto de importaciones de bienes de consumo no durables con una transformacién de materias primas de origen fundamentalmente agropecuatio. ‘Simulténeamente, el desarrollo del transporte automotor vinculado al capital extranjero (especialmente de origen norteamericano) promovid un racimo de inversiones asociadas, que no cuestiona la orientacion fundamental del proceso. Esto explica el dinamismo relativo diferenciado de los diversos sectores. * Diario de Sesiones de Ja Cémara de senadores, 17 de diciembre de 1940. o CUADRO It ESTRUCTURA DE LA PRODUCCION INDUSTRIAL SEGUN VALOR AGREGADO En porcentaje sobre el total 1918 1930 1939 Alimentos y bebidas 33,6 262 289 Tabaco 94 45 37 Textiles 95 7,6 132 Confecciones 105 87 69 Madera 61 86 49 Imprenta y public. 42 90 5,5 Cueros 73 46 39 Papel y carton 25 24 1,6 Prod. quimicos 10,1 83 73 Caucho ol 13 Metales 18 Piedras, vidrio y ceram. 4,5 Vehiculos y maquinarias 0,5 Aparatos elétricos aecondmica vf ‘Buenos Aires) En el cuadro precedente, se exponen con claridad los dos conjuntos de activi dindmicas mencionadas, En primer lugar, y continuando la evolucién iniciada en los afios 20, el complejo automotriz (incluyendo rubros como el caucho, los vehiculos y maquinarias y los derivados del petréleo) prosigue su expansién, incorporando en algunos casos (como el del caucho) actividades hasta entonces inexistentes o marginales, En esta ‘misma direccién se inscribe también la produccién de aparatos eléctricos. En segundo lugar, ciertas actividades relacionadas con insumos de origen agropecuario (en especial fos alimentos y bebidas y los textiles) quiebran Ia tendencia descendente de los afios 20 y vuelven a recuperar peso en la estructura industrial, provocando una contraccién de las importaciones. Este segundo micleo incluye las actividades que podriamos denominar de "sustitucién facil de importaciones", compuestas por bienes de consumo, que permitian reducir el peso del déficit comercial con el exterior, canalizar una poreién de la renta agraria a través de inversiones y ofrecer una salida a la produccién agropecuaria que permitiera reducir la dependencia de las fluctuaciones en los mercados exteriores, sin transformar significativamente las estructuras econémicas del pais, Este niieleo es el que responde mas claramente a la concepcidn de Pinedo que ya hemos transcripto: la rueda maestra sigue intacta Si bien la politica econémica implementada desde 1933 mejoraba sustancialmente la rentabilidad de la industria, no puede pasarse por alto que su influencia no era neutral a lo largo de las cadenas productivas, Felix Weil®® acufié el ingenioso término de “proteccionismo al revés” para describir una estructura arancelaria, que, en muchos casos, gravaba con impuestos mayores a los insumos que a los productos terminados. De esa forma, diversas industrias que utilizaban materias primas importadas se encontraban en desventaja a la hora de competir con las importaciones de productos similares, ya que aquellas debian hacer frente a un sobrecosto aduanero que no padecian estas, Por eso, las ramas que contribuian con la porcién mayoritaria de la °° Felix Weil, Argentine Riddle (Nueva York, 1944). 99 produccin industrial eran aquellas que utilizaban una alta proporei6n de insumos nacionales, CUADRO 12 PORCENTAJE DE MATERIA PRIMAS NACIONALES SOBRE EL TOTAL DE LOS INSUMOS POR, RAMA ‘Alimentos, bebidas y tabaco 92,4 ‘Caucho y manufacturas _ 258 Cuero y manufacturas 94,3 Empresas de la construccion —_ | 80,5] Tmprentas y publicaciones [349 Maquinaria y vehiculos [212 ‘Metales y manufacturas 275 [Papel, carton y manufacturas 51.7| Petréleo y carbon _ 7 62.0 [Piedra, vidrio y ceramica 65,0 Productos forestales y sus manufacturas | 41,8} Quimicos, drogas, aceites y pinturas, 69,9 | Textiles y mamufacturados 52.6 Varios 66 Yacimientos minerales, canteras y minas | 44,7| Fuente: Felix Weil, Argentine Riddle, (Nuova York, 148) Elorigen de este proteccionismo al revés tenia diversas explicaciones. En primer lugar, se relacionaba con posibles errores téenicos en la confeccién de las categorias arancelarias. Sin embargo, no parecia ser esta una causa relevante, sobre todo cuando se observa la direceién de los debates sobre las estrategias de industrializacién de la época En dichas discusiones se esgrimia el argumento de que no debia estimularse el surgimiento de “industrias artificiales”, considerando como tales a aquellas que utilizaban como insumos materias primas inexistentes o escasas en el pais. Los reducidos yacimientos de hierro y carbon descubiertos por entonees en la Argentina, por ejemplo, conducian al planteo de que no era adecuado ni conveniente apoyar el establecimiento de plantas metaliirgicas o siderurgicas. En este sentido, los aranceles sobre los insumos se correspondian con la idea de tratar de disuadir ta instalacién de industrias artificiales. Esta percepcién descubria las ideas subyacentes en los funcionarios que habian virado stibitamente de posiciones liberales a planteos de corte aparentemente mas industrialistas y explica por qué, a pesar de pertenecer 0 estar vinculados a la elite terrateniente, comenzaron a abogar de repente por el despliegue de una industria nacional, En realidad, se trataba de un grupo que parecia comprender que el potencial del modelo agroexportador estaba agotindose, hecho que la crisis no hacia mas que profundizar. Por eso, descubrian en el mercado interno una nueva fuente de demanda de su produccién tradicional. Pero para ello necesitaban transformar esos productos pot medio de procesos industriales que, simulténeamente, les permitia contar con nuevas alternativas de inversién en el momento en que el campo ya no offecia los atractivos del pasado. ‘La industrializacion era, entonces, un “aggiornamiento” sofisticado de los intereses agropecuarios, que se complementaba con la expansién de un conjunto de firmas multinacionales, responsables en la instalacién de industrias no-tradicionales como la automotriz o la quimica. Pero el proyecto no contemplaba avanzar mucho mas alla; es decir, no pretendia transformar a la Argentina en una potencia industrial con alto grado de integracién horizontal -y vertical det aparato productivo. Por-fo tanto, la estructura industrial revelaba grandes vacios en un conjunto de ramas que, por su efecto multiplicador y por su importancia para el despliegue de otros sectores, tienen un rol clave en un proceso de desarrollo industrial autosostenido. Entre otras consecuencias, esos vacios preanunciaban que la prosecucién del crecimiento industrial y su complejizacién profundizarian su dependencia con el exterior e impactarian negativamente sobre la balanza comercial debido a la importacién de bienes de capital e, inevitablemente, de cantidades erecientes de insumos intermedios, curioso resultado que contradiria la distincion entre industrias naturales y artificales. Por esta via se cerraba también al desarrollo local de tecnologia, fomentando una creciente dependencia tecnolégica y una nueva fuente de pérdidas de divisas, debida al pago de regalias y de asistencia técnica Por eso, los limites politico-sociales derivaban en limites técnicos, financieros y comerciales que contribuian, en el largo plazo, a trabar el crecimiento industrial y a disminuir su impacto en la transformacién estructural del aparato productivo, LOS LIMITES “DE CLASE” A LA INDUSTRIALIZACION El proceso de industrializacion enconir6, como acabamos de apuntar, una primera limitacién emergente de la coneepcién ideolégica y de la insercion productiva del grupo que la impulsaba. Simulténeamente, comenz6 a perfilarse una segunda limitacion de importancia creciente, vinculada a la heterogeneidad de la clase dominante, Este sector no conformaba un grupo monolitico, sino que acogia en su seno a diferentes fracciones con intereses econdmicos especificos y no siempre confluyentes””. Los anilisis mas aceptados suelen hacer hincapié en la existencia de tres grupos econdmicos diferenciados: un sector de terratenientes, erigido como la fraccién "mis poderosa de la oligarquia"™®, asimilada a lo que se ha dado en llamar “el grupo invernador"”®; un grupo de terratenientes pequefios y medianos, los criadores, y una burguesia industrial. En esta caracterizaci6n, la élite dominante, los invernadores, controlan los resortes del Estado desde el golpe de 1930 y, especialmente, desde la asuncién de Justo como presidente de la Repiiblica, Las particularidades de la crisis los lleva a aceptar la necesidad de cierta industrializacién, que les permite una confluencia de intereses con el sector industrial subordinado. Los criadores se transforman en un polo opositor a las nuevas Politics, pero, hasta el fin de la década carecen del suficiente poder pottico y econdmico para impedirla."° EI modelo resulta atractivo y permite explicar un conjunto de acontecimientos de manera adecuada, pero lleva implicita la hipétesis de homogeneidad en el interior de cada fraccién, Segiin nuestro punto de vista, las cosas parecen haber sido algo mas complejas, sobre todo hacia el final de la década, cuando un nuevo rebrote de la crisis y el estallido de la guerra alteran significativamente el panorama, Esa heterogeneidad permite entender una serie de matices que escapan al analisis tradicional. * Bn general, os momentos de crisis han puesto de manifiesto agrios enfrentamientos en el seno de las clases dominantes, eflejo de distints proyectos altemativos de transformacién. Probablemente los debates sobre el proteccionismo y lbrecambio de la década de 1870 haya sido el ejemplo mis destacado, * Ver, por ejemplo, Murmis y Portaniero, Estudios. ® Ver Ricardo M. Ortiz, "El aspecto econémico dela crisis del 30." en La crisis del 30, T.1, (Buenos Aires, 1988) © Ver Peter Smith, Came y politica en la Argentina, (Buenos Aires, 1986), Como explica Mario Rapoport", el estallido de la guerra y Ia inminente eleccion presideneial pusieron al descubierto importantes disidencias en el seno de fa fiaecién dominante de los terratenientes que, en materia de politica exterior, provacaron rispidos debates sobre la necesidad de un acereamiento a los Estados Unidos o el reforzamiento de Jos vinculos tradicionales con Gran Bretafia. Esta discusién en materia de politica exterior reflejaba un conflicto con profundas raices econémicas, que se relacionaban directamente con la orientacidn que debia tomar el gobierno. En este sentido, el fraeaso del Plan Pinedo de 1940 es notoriamente significativo. La oposicién al mismo no solo provenia de los sectores criadores y del radicalismo, como se expresa habitualmente, sino también del ‘grupo mis conservador de la élite ganadera. Contrastando con la posicién sostenida por Bruzzone en 1933, la Sociedad Rural Argentina planteaba en 1940 que "el fomento de las industrias transformadoras que utilicen materias primas. del pais puede contribuir a mantener la prosperidad econdmica, pero ese fomento debe estar subordinado fundamentalmente a la consiceracién de nuestro intercambio; no debemos fomentar autificialmente industrias que en un momento de normalidad nos obliguen a trabas arfificiales para mantenerlas, trabas que dificultarin ta reanudacién de nuestro intereambio."* La teticencia de un grupo de invernadores, que consideraban al plan como demasiado avanzado™, denotaba el progresivo avance del sector mas conservador, que, a partir det levantamiento de las tesis tradicionales de repudio a las industrias arificiales y su influencia negativa sobre el comercio exterior, impulsaban el retomo a una politica librecambista a ultranza. Esta division en el seno de la fraccién dominante, junto con la permanente prédica contraria a la industrializacién desarrollada por los sectores ganaderos subordinados establecieron un segundo limite al proceso, al trabar iniciativas que, como el Plan Pinedo de 1940, tendian a consolidar las transformaciones de la estructura econdmica que venian perfilandose desde 1933. CONCLUSIONES La crisis de 1930 sirvié como detonante de la ruptura definitiva del modelo agroexportador. En rigor de verdad, las primeras sombras habian comenzado a aparecer veinte afios antes, coincidiendo, paradéjicamente, con el momento de mayor explendor. Luego de la primera guerra mundial, las estructuras economicas de la Argentina comenzaron a modificarse lenta pero firmemente. Los flujos de capitales norteamericanos, ‘un incipiente crecimiento de actividades industriales no vinculadas directamente con el complejo agroexportador, los cambios en el patron de transportes y la complejidad de una sociedad que ya era fiundamentalmente urbana enclavada en una base econémicamente agropecuaria, entre otras transformaciones, alteraron el funcionamiento del pais Sin embargo, solo luego de la depresién las clases dirigentes internalizaron los nuevos procesos y ciertos limites del modelo, incorporando las pautas emergentes en el diseiio de las politicas pablicas. Por supuesto que esta internalizacion llev6 algin tiempo, durante el cual la accién del Estado solo apuntd a morigerar los efectos de la crisis y a evitar sus consecuencias més nocivas para los grupos dominantes compuestos por la élite ganadera. Pero a partir de 1933 tomaron conciencia de la irreversibilidad de los cambios, Desde ese momento, Ia politica econdmica reflej6 un nuevo rol para el Estado, “Mario Rapoport, "Patrén Costas y la revotucién de 1943", en Revista Todo cs historia, No. 150, (Buenos Aires, 1979). * Citado en Murmis y Portantiro, Estudios... p. 38. © Mario Rapoport, Gran Bretafa.., p. 79 y El laberinto argentino (Buenos Aires, 19: cL capitulo I de la tervera parte 7), en especial caracterizado por un intervencionismo de cardcter estructural, que alter6 drasticamente los patrones-de crecimiento, Ei niicleo dindmiico de fa economia comenzé a girar en torno a la industria y los servicios, en detrimento de las actividades agropecuarias y comerciales, ain cuando estas no perdieron su preeminencia en la estructura econémica. La industria se beneficid de un conjunto de politicas pablicas que protegia algunas actividades de la competencia externa, construia la infraestructura basica para el desarrollo de otras y zgeneraba los incentivos necesarios para el nuevo racimo de inversiones. En este contexto se potencid un proceso de industrializacién que giraba en torno a tres ejes: el desarrollo del automotor, un reducido sector de produccién de bienes de consumo no durables y un conjunto de ramas ligadas a la transformacion de bienes imaterias primas de origen agropecuario, tales como industrias alimenticias y textiles. La corriente de inversiones asociada a este crecimiento respondié tanto al flujo de capitales extranjeros, mayoritariamente de origen norteamericano y al establecimiento de numerosas pequefias y medianas empresas de caricter familiar, como a la diversificacion de actividades emprendida por los sectores nacionales ligados al complejo agroexportador. Estos tltimos encontraron en fa industria una altemnativa para canalizar la renta agraria, dados los limites apuntados en el sector de origen y a las condiciones desfavorables que le imprimian la evolucién de los precios y la demanda de alimentos en los mercados exteriores tradicionales. Las fuertes vinculaciones entre el Estado y la élite ganadera permiten comprender que la industrializacién llevada a cabo al ealor de la politica econémica del gobierno no fue producto de la casualidad 0 de una deficiente evaluacién de sus consecuencias. Antes bien, Fefleja las nuevas necesidades de una fraccion de dicha élite que, sin renegar de su carécter terrateniente, incorpora nuevas alternativas de valorizacién de su capital. Este aspecto arroja hz, sobre los limites de dicha industrializacién, En la medida en que no se cuestionaba el eje agroexportador, no se abandoné la concepoién de "industrias artificiales" para la mayor parte de las ramas. Por eso, el primer limite tuvo un cardcter sectorial y, por lo tanto, solo se promovieron aquellas industrias con un grado importante de complementacién con el complejo agropecuario, que pudieran sustituir las importaciones de bienes de consumo que el método indireeto ya no garantizaba. La segunda limitacion se situé al nivel de la dinamica social. La élite dominante no tuvo una reaccion homogénea frente a las transformaciones econdmicas, Si bien un grupo comprendié la necesidad de adaptarse a los cambios, una fraccién mas conservadora intent6 una solucién mas ortodoxa, buscando reforzar los vinculos exteriores tradicionales que garantizaran la continuidad de las estructuras precedentes. Las posiciones de ambas fracciones se fueron agudizarido con el corer de la década y la pugna en tomo al Plan Pinedo de 1940 y a las elecciones presidenciales de 1943 fueron los momentos de mayor aspereza, condicionando y debilitando las mutaciones iniciadas con el plan econémico de 1933, Las cuestiones abordadas en este articulo revisten particular importancia, porque reflejan los indicios econdmicos y sociales emergentes de la ruptura del modelo agroexportador, que constituyeron los prolegdmenos de profundas transformaciones en el pais, catalizadas por la revolucién de 1943 y el surgimiento del peronismo, pero que tienen una profunda raiz en el periodo de entreguerras. 26

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