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Dirección Universitaria de Educación a

Distancia
EAP DERECHO

DERECHO PENAL GENERAL

Nota:
Docente: ALCIDES MALDONADO CORTEZ
2015-I Ciclo: III Módulo I
Datos del alumno: FORMA DE PUBLICACIÓN:
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PREGUNTAS:
1. Principios Penales
De acuerdo a lo estudiado y con tus propias palabras explica que entiendes por
cada uno de los principios penales que se encuentran en el Título Preliminar del
Código Penal (máximo dos páginas). (5 puntos)

PRINCIPIO DE LEGALIDAD
Consiste en aquel mandato por el cual una persona no puede ser sancionada si es
que su acto delictivo no se encuentra regulado por ley,
Es decir no podrá ser sancionado o penado si es que su comportamiento no se
encuentra constituido como un delito o falta en el ordenamiento jurídico al momento de
su realización, la limitación del estado está en que solo podrá aplicar la pena a las
conductas o delitos que estén definidos como delito por una ley penal.

PRINCIPIO DE PROHIBICIÓN DE LA ANALOGÍA


Es un principio en donde no se puede aplicar a un caso que no está previsto en la ley
una norma que no le corresponde. La analogía esta permitido si El juez usa normas
semejantes para resolver el caso pero a favor del reo o procesado.

PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD PENAL O CULPABILIDAD


Tiene como objeto acreditar que el acusado es culpable de los hechos cometidos, pero
para que este pueda ser considerado como autor del hecho delictivo, esta acción
deberá estar tipificada como ordenamiento jurídico. La culpabilidad consiste en el

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reprocha miento a la conducta del acusado. Ya que actúa de forma contraria al
mandato legal.
De acuerdo al principio solo se sanciona si es hallado culpable del delito que se le
imputa.

PRINCIPIO DE PROTECCION DE LOS BIENES JURÍDICOS


Este principio nos dice que para que se considere delito primero debe de haber un
daño a un bien jurídico legalmente protegido.

PRINCIPIO DE SUBSIDIARIDAD
Este principio es cuando se realice en la sociedad algún hecho delictivo, primero debe
recurrirse a otros recursos jurídicos ya sean civiles o administrativos que ha de
emplear el estado para resolver el caso determinado; y, recurrir en última instancia al
derecho penal.

PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD DE LA PENA


El delito cometido y la pena impuesta deben de existir una proporción.
En este principio el juez luego de analizar el bien jurídico transgredido, examinara si el
delito es cometido con dolo o culpa y de acuerdo a esto aplicara la pena. Porque no se
va aplicar la misma pena a una persona que cometió el delito con dolo a una que
cometió por culpa.

PRINCIPIO DE IGUALDAD
Este es un principio constitucional que menciona que las personas tienen derecho a un
trato justo y equitativo. Esto se ve en el derecho penal cuando establecen las
garantías para el cumplimiento del proceso justo, que el trato de las personas al
momento de sancionar un delito sea igual, pero esto no aplica a las personas con
inimputabilidad es decir menores de 18 tiene un trato diferente a las personas mayores
de edad

2. Causas de justificación
Explica brevemente las causas de justificación que desarrolla nuestro Código
Penal, puede hacer uso de ejemplos, diagramas, mapas conceptuales, etc.
(máximo cuatro páginas). (5 puntos).
Las causas de justificación han discurrido, en el orden histórico-legislativo, por dos
etapas principales. En una primera fueron previstas, en las antiguas legislaciones,
asociadas sólo a particulares delitos. El caso más típico es el de la legítima defensa

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que se vinculaba directamente con los delitos contra la vida (homicidio) y contra la
integridad corporal (lesiones).

En una segunda y más reciente etapa, fueron llevadas a la parte general de los
códigos penales, con el fin de favorecer la posibilidad de su apreciación en todos los
delitos o, por lo menos, en una amplia diversidad de ellos.
Sin embargo, no siempre se ha podido conseguir este objetivo principal, o sea, prever
todas las causas de justificación en la parte general del código penal, porque como
más adelante se precisará, aún se conservan algunas en la parte especial.
Cuando una conducta queda subsumida dentro de una figura de delito, se avanza en
el proceso de imputación penal, por lo que corresponderá analizar la antijuridicidad de
dicho comportamiento. Pero si esa conducta se halla amparada en una causa de
justificación, significa que el ordenamiento jurídico la considera lícita, trayendo como
consecuencia que decaiga la imputación atribuida indiciariamente a nivel de la
tipicidad.
Como afirma García Cavero. En las causas de justificación no se hace más que
responder a la cuestión de si la persona que organizadamente afecta a otro resulta
penalmente competente por dicha afectación. Estas causas producen el efecto de
descargar de la imputación penal a quien afecta organizadamente a otro, lo que, en
resumidas cuentas, significa que el autor de la afectación no mantiene
la competencia por el hecho lesivo, sino que éste debe ser asumido por terceros o por
el propio afectado.
Ahora bien si la imputación penal mantiene su vigencia o si por el contrario, procede el
descargo o justificación de la misma, es indispensable primero apreciar en toda su
extensión las dos facetas que presenta la concreción penalmente relevante del hecho:
objetiva y subjetiva.
En el aspecto objetivo, implica una situación de conflicto que autoriza su solución
mediante una conducta que en otro contexto estaría prohibida, es decir, merecería
reproche penal. Si bien este dato objetivo puede adquirir contornos específicos, lo
cierto es que los presupuestos objetivos deben estar presentes y ligados a la situación
de conflicto y no basta solo una consideración objetiva ex ante de su existencia.
En cuanto a la exigencia del aspecto subjetivo en las causas de justificación,
apreciamos que es un tema controvertido. Sin embargo, se afirma en la doctrina que
"las causas de justificación permiten una determinación de las competencias mediante
una concreción del hecho". En este sentido, el aspecto subjetivo debe también
concretarse, lo que significa que al sujeto debe también imputársele el
conocimiento de la situación de justificación.

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Con respecto a esto lo más adecuado será considerar la exigencia de conocimiento
(imputación del conocimiento) de la situación de justificación. Esta imputación no
puede reducirse a una comprensión sobre los presupuestos fácticos de tal situación
sino que debe abarcar también la consideración de esa circunstancia como justificante
en el supuesto concreto.
Hay que precisar que no nos referimos a un conocimiento psicológico, sino a una
imputación de conocimiento determinado en las condiciones específicas, es decir, las
causas de justificación requieren el conocimiento de la situación objetiva que la
fundamenta por sujeto actuante elemento subjetivo, para su apreciación.

Efectos de las Causas de Justificación


Entre los más aceptados se encontramos los siguientes:
El más importante es la exclusión de la responsabilidad penal por el hecho típico
cometido, lo que significa que está prohibido imponer una pena al sujeto que haya
cometido un hecho típico que se encuentre amparado por una causa de justificación.
Estas eximen de responsabilidad no sólo al autor sino a los partícipes, es decir, si el
hecho principal está autorizado por el Derecho también serán legítimas las
participaciones accesorias a su ejecución.
La presencia de una causa de justificación descarta, por lo general, la exigencia de la
responsabilidad civil y administrativa, así se establece en el artículo 99 de nuestro
Código Civil. La excepción lo constituye el estado de necesidad que
genera responsabilidad civil pero no es, en modo alguno, una responsabilidad
nacida ex-delicto, pues no recae sobre el autor del hecho ni, mucho menos, sobre los
partícipes; sino que obliga únicamente a aquellos en cuyo favor se haya precavido el
mal y en proporción del beneficio que hubieren reportado.
Contra una conducta justificada no prospera alegar una causa de justificación que
ampare la conducta agresora del bien jurídico, es decir, que simultáneamente no es
posible apreciar dos comportamientos justificados. Un ejemplo de ello es la legítima
defensa, lo que se debe a que la conducta justificada no constituye una agresión
ilegítima, requisito esencial para su apreciación.
La culpabilidad solo se valora una vez comprobada la existencia de la antijuridicidad.

Clasificación de las Causas de Justificación


Las causas de justificación pueden ser de dos tipos: genéricas y específicas. Las
causas de justificación genéricas son las que se hallan previstas en la Parte general
del Código penal, por considerárseles aplicables a cualquier clase de delitos; por
ejemplo, la legítima defensa (artículo 21 del Código Penal), el estado de necesidad

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(artículo 22), el cumplimento de un deber o el ejercicio de un derecho, profesión, cargo
u oficio y la obediencia debida ambas en el (artículo 25) del propio cuerpo legal.
Las causas de justificación específicas son aquellas que se hallan incorporadas a la
definición de determinados delitos en la Parte Especial del Código Penal.
Un ejemplo de ello es el delito de Abandono de menores, incapacitados y desvalidos
(artículo 277.1), el cual contiene la salvedad: "…sin que ello implique un riesgo para su
persona". Esta característica legal opera como una verdadera causa de justificación,
en virtud de la cual ese riesgo para la persona autoriza la realización de la figura, o
sea, la no-prestación de socorro a una persona herida o expuesta a un peligro que
amenace su vida, su integridad corporal o su salud.
Las causas de justificación específicas se caracterizan, en consecuencia, por tener un
ámbito de aplicación limitado al delito de que se trate (de ahí su denominación).
Aun cuando las causas de justificación específicas están contenidas en la
correspondiente figura de delito, no constituyen características de esta (elementos
constitutivos del delito de que se trate), sino que son verdaderas causas de
justificación excluyentes de la ilicitud de la conducta y que, salvo su restringido ámbito
de aplicación referido al particular y concreto delito, siguen el mismo régimen jurídico
de las causas de justificación genéricas.
Relación figura de delito-causa de justificación
El análisis de la antijuridicidad se dirige a establecer si excepcionalmente la ejecución
de un acto típico está autorizada por el Derecho, por lo que habrá antijuridicidad
cuando se haya constatado que el ordenamiento jurídico no autoriza, en una situación
específica, la ejecución de un comportamiento típico.
Por esta razón se plantea que la relación figura de delito-causa de justificación
responde al esquema regla-excepción, lo que significa que la figura delictiva constituye
la afirmación de la antijuricidad del hecho (la regla) en tanto no intervenga una causa
de justificación que excluya esa antijuricidad (la excepción). Desde este punto de vista,
las figuras delictivas constituyen "normas prohibitivas" y las causas de justificación
"normas permisivas".
Los delitos recogidos en la Parte Especial del Código penal se refrendan como normas
prohibitivas en tanto prohíben con carácter general y abstracto la realización de
determinado comportamiento. Estas resultan interferidas, en ciertos casos, por otras
normas, las permisivas, que eliminan la valoración de la ejecución del hecho
delictuoso como ilícita, o sea, que justifican ese hecho y excluyen, por lo tanto, su
antijurídica, teniendo lugar las causas de justificación.
De lo anterior se colige que las causas de justificación operan permitiendo,
autorizando o facultando, lo que por regla general está prohibido. Por ejemplo, la

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ilicitud de la figura del delito de homicidio (artículo 261 del Código penal), que es una
norma prohibitiva, queda excluida cuando el hecho se comete en legítima defensa
(artículo 21 del Código Penal), que es una norma permisiva.
De esta relación figura de delito-causa de justificación se deduce la naturaleza
estrictamente normativa tanto de la antijurídica como de las causas de justificación, lo
cual, implica el rechazo de las algunas veces alegadas "causas supra legales de
justificación (eximentes apreciables al margen de la ley, fuera de las expresamente
previstas en la legislación penal) porque admitirlas atentaría contra el principio
de legalidad y seguridad jurídica, por ello sólo podrán considerarse "causas de
justificación" aquellas que de modo taxativo se enuncien y reconozcan en la ley.
Límites de las Causas de Justificación
El permiso que implica una causa de justificación llega tan sólo hasta donde alcanza la
protección normativa al bien jurídico en peligro.
Para estimar la presencia de una causa de justificación será imprescindible que junto a
los elementos objetivos que se superponen y contrarrestan al "desvalor del resultado"
(lesión o puesta en peligro del bien jurídico) concurra en el sujeto el elemento sujetivo
que permita afirmar el carácter valioso de su comportamiento "desvalor de la acción".
Por ejemplo para apreciar la eximente de Legítima Defensa será necesario el animus
defendendi del sujeto, pues sólo estará justificada la conducta en tanto y en cuanto
haya necesidad de defenderse pues la norma autoriza las lesiones inferidas al agresor
ilegítimo si ellas son ocasionadas para proteger la vida de quien se defiende, por lo
que los excesos de este límite es lo que origina el carácter antijurídico de la conducta.
La provocación intencionada de una situación que permita invocar la presencia de una
causa de justificación, excluye la justificación del hecho que se busca amparar bajo
esa causa.
En este supuesto estaremos ante un fraude de ley pues habrá abuso del derecho y
manipulación del agresor al tratar de defraudar una norma, como por ejemplo en el
delito de lesiones, homicidio o asesinato, a través de una norma de cobertura, en este
caso la que preceptúa la legítima defensa.

3. Causas de inimputabilidad
Explica brevemente las causas de inimputabilidad que describe nuestro Código
Penal, puede hacer uso de ejemplos, diagramas, mapas conceptuales, etc.
(máximo cuatro páginas). (05 puntos)
La inimputabilidad

Es uno de los temas de mayor dificultad que reviste para su estudio dentro de
las ciencias penales. La mayor parte de las legislaciones, consideran que existe un

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cierto grupo de personas de personas que por su situación trastorno mental,
inmadurez sicológica), deben recibir un tratamiento diferente por parte de la ley penal
cuando realicen un derecho legítimamente escrito, a estas personas se les denomina
"inimputables", y al fenómeno que cobija "inimputabilidad".
Entendemos por inimputable quien en el momento de ejecutar el hecho legalmente
descrito, no tuviera capacidad de comprender su ilicitud o determinarse de acuerdo
con esa comprensión por inmadurez sicológica o trastorno mental.
Hablar de inimputabilidad lleva a las nociones de dolo, culpa y preterintencional y las
causas que excluyen a la culpabilidad. Se entienden quienes obran dolosa o
culposamente se les aplicara penas. Las causas de exculpación implicaran ausencia
de punidad. La diferencia con la inimputabilidad consiste en que los inimputables serán
sujetos a medidas que establezca la ley (seguridad-curativas) y no de penas, a no ser
que expresamente se les excluya de toda consecuencia.
Entonces podemos decir que la inimputabilidad es " la incapacidad del sujeto para ser
culpable; así son aspectos determinantes del fenómeno que nos ocupa la falta del
conocimiento de la ilicitud y la alteración de voluntad, siempre y cuando concurran en
el sujeto al momento de ejecutar el hecho legalmente descrito"[3]. Toda anomalía a
alteración que afecte a la inteligencia o a la voluntad, así como cualquier estado
temporal de anulación o perturbación de la conciencia viciaran la imputabilidad por
principio.
En estos casos se toman "medidas de seguridad", que pueden consistir en
internamiento o en seguimiento y control ambulatorios, dependiendo de la decisión del
tribunal que juzga.

ELEMENTOS DE LA INIMPUTABILIDAD
La inimputabilidad tiene dos elementos, uno intelectivo y otro volitivo.
El elemento intelectivo consiste en la incapacidad de comprensión, que se sustenta en
la incapacidad de juzgar y valorar.
La conciencia del acto no implica necesariamente inimputabilidad, puede ocurrir que
una persona que mata pero comprenda su significación, tal es el caso del paranoico
que mata a cualquiera que pasa por su lado identificándolo como su perseguidor.
Por eso es capital diferenciar entre conocer y comprender. El primero es "darse
cuenta" mientras que el segundo está impregnado de contenido axiológico.
La inimputabilidad como capacidad de comprender la ilicitud del acto y de obrar de
acuerdo a esa comprensión.
No es suficiente conocer y comprender la ilicitud del acto para poder predicar la
inimputabilidad. Nuestro segundo elemento es el volitivo. Es probable que se presente

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una deficiencia en la voluntad que hace que el sujeto para conocer y comprender la
ilicitud del acto y no logre regular su conducta.

Criterios reguladores de la inimputabilidad

Los sistemas penales suelen utilizar diferentes criterios para regular el problema de la
inimputabilidad atendiendo a la causa y los efectos. Los criterios más importantes son
los siguientes:
Criterio sicológico
Este es uno de los criterios que se refieren solo al efecto que la causa produce con
respecto a la compresión y a la voluntad, es decir que se fundamenta en el hecho que
el inimputable no comprende el significado de su comportamiento y por eso no es
capaz de autorregularse. Como por ejemplo "el caso de los menores de edad
entendida como edad en sentido psicológico y no cronológico".
Cuando en una legislación establece que para que exista la inimputabilidad es
necesario que haya tenido el efecto de impedir que el agente comprenda y dirija su
acto, se puede estimar que esta legislación ha adoptado el criterio psicológico.
Quedando la inimputabilidad subordinada al efecto del agente.
Entonces resumiendo, "lo que interesa en este criterio es la incapacidad mental del
sujeto de querer y entender.
Criterio biológico
Este criterio se refiere a la causa por la cual el sujeto es inimputable, sin tomar en
cuenta su afecto. Se toma en cuenta el carácter orgánico físico del individuo.
Este sistema es utilizado por los códigos que consideran inimputables a quienes
padecen intoxicación crónica siendo este un fenómeno fisiológico.
Cuando en una legislación no se incluye la clausula "para que exista inimputabilidad
es necesario que ella haya tenido el efecto de impedir que el agente comprenda y
dirija su acto" y declara simplemente las causas de inimputabilidad, adopta el criterio
biológico
Nuestro Código Penal recoge este criterio en el artículo 20, inciso 2.
Criterio siquiátrico
Este criterio basa la inimputabilidad en supuestos de anormalidad biosíquica
identificados clínicamente, es necesario que el sujeto sufra una enfermedad mental
comprobada por un examen médico legal.
Como ejemplo de este criterio está el Código Penal Napoleónico de 1810 que dice en
el artículo 64: "no hay crimen ni delito, cuando el sujeto se encuentra en estado de
demencia al tiempo de la, o cuando ha estado obligado por una fuerza a la cual no
haya podido resistir".

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Criterio sociológico
Es un criterio que toma en cuenta la personalidad del individuo en relación con el
contexto social y cultural en que transcurre su vida, de este modo se considera
inimputable a quien no logra adecuar su comportamiento al patrón socio-cultural
dominante, porque procede de un ambiente distinto .
Generalmente en los estatutos penales que se fundamentan en este criterio se señala
a los indígenas como inimputables.
Criterio mixto
Todos los criterios hasta el momento son deficientes por sí solos por lo que para
regular un fenómeno tan complejo como esté las legislaciones modernas utilizan el
criterio mixto, que consiste en combinar los criterios anteriores.
Las formulas mixtas más comunes son: la sicológico–siquiátrica, la biológico–
siquiátrica, y biosicológica.
La forma sicológica–siquiátrica supone que el sujeto no es capaz de comprender su
conducta y de quererla, por motivo de una enfermedad mental
La biológico–siquiátrica tiene en consideración tanto las alteraciones fisiológicas y
orgánicas de las personas como sus deficiencias mentales clínicamente comprobadas.
Un ejemplo de este criterio está en las legislaciones que consideran como inimputable
a una persona que sufre una intoxicación crónica, siempre y cuando la misma le haya
ocasionado trastornos mentales.
La biosicológica además de tener en cuenta las bases biológicas de las personas
atiende además su capacidad de comprensión.
Las legislaciones penales adoptan, frente al fenómeno de la inimputabilidad, un criterio
eléctrico; "utilizan formulas en las que se recogen criterios puros y mixtos de acuerdo
con la naturaleza de la causal de inimputabilidad; lo más común es que utilicen
fórmulas de carácter biológico respecto de los menores de edad, de naturaleza socio-
siquiátrica en relación con los enfermos mentales, de contenido biosicológico en
cuanto a los sordomudos, de carácter sociocultural para referirse a los indígenas
Causales de inimputabilidad

El doctor Roberto serpa fuentes nos establece que la imputabilidad es "la inmadurez
de la mente, inmadurez del juicio, no haber desarrollado completamente las
características psíquicas, la inteligencia el juicio y la personalidad". De ello deducimos
que lo esencial en la madurez psicológica está en que el sujeto no posee
un desarrollo completo de sus facultades mentales.
Las causas de inimputabilidad son aquellas que si bien el hecho es intrínsecamente
malo, antijurídico, no se encuentra sujeto a delito, por no concurrir en él el desarrollo y
la salud mental, la conciencia o la espontaneidad.

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Las causas de la inimputabilidad serán pues todas aquellas capaces de anular o
neutralizar, ya sea en el desarrollo o salud de la mente, en cuyo caso el sujeto carece
de la aptitud psicológica para la delictuosidad.
Para la escuela clásica serán imputables los alienados, los semi alienados, los que
han procedido de un estado de inconsciencia y los que no pueden invocar una causa
de invocación. Pero para nosotros serán inimputables los menores de edad, los
sordomudos, los indígenas y los enfermos mentales.
El menor de edad
Se somete a tratamiento especial a los menos de cierta edad cuando realizan una
conducta tipificada como delito. La minoridad como causa de inimputabilidad aparece
con carácter científico a mediados del siglo XIX, en el cual se va perfilando un
tratamiento distinto para la delincuencia infantil y juvenil. Contribuye ello una mayor
técnica del Derecho Penal, la constitución de una teoría sobre menores que ha
rechazado los medios retributivos expiatorios y hasta reprensorios para obtener su
enmienda. Por eso hoy se declara al menor fuera del Derecho Penal.
Según la cita del Dr. Luis Carlos Pérez por Julio Sampedro, referido a la inmadurez
sicológica al menor de edad "es un estado de incompleto desarrollo de las facultades
mentales, especialmente de la inteligencia en sus tres aspectos: comprensión,
creación y crítica…".
Sordomudez
Desde tiempos antiguos se ha considerado a los sordomudos sicológicamente
inferiores por las deficiencias orgánicas que presentan están privados del oído y del
habla, impidiéndoles en algunos casos, la adaptabilidad al medio social.
La sordomudez no puede generarse como generador de inimputabilidad, para que lo
sea es necesario que el sujeto sordomudo no haya tenido discernimiento necesario
para comprender la ilicitud de su acto o determinarse acuerdo con esa comprensión.
Cuando un sordomudo realiza un hecho legalmente descrito se impone la necesidad
de un examen médico legal que determine el estado en el que el agente se encontraba
al momento de la realización del hecho; si en el examen se demuestra que el
sordomudo posee suficiente capacidad de discernimiento se le declarará como
inimputable y se le aplicara una pena. Concluimos que a los sordomudos se les puede
tratar como imputables o inimputables, según lo determine un examen médico legal.
Los indígenas
Son grupos de personas que dentro del ambiente sociocultural donde nacieron viven
en forma normal, pero que si se colocan en contacto con la "sociedad civilizada" se
presenta un choque de sus propios valores con otros que ignoran por completo. La
comprensión que ellos puedan tener de la ilicitud es diferente a la de sociedad

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dominante. Solo seda la inimputabilidad en este caso cuando estén sometidos a una
inmadurez sicológica.
Inimputabilidad por trastorno mental

Sampedro Arrubia, Julio Andrés cree que "el término "trastorno mental " tiene diferente
significado según el sentido en el que se utilice, en medicina tiene un significado
restringido y equivale a "enfermedad mental", mientras en el lenguaje común tiene un
significado más amplio utilizado por el Derecho Penal como causa de inimputabilidad".

CLASIFICACIÓN DE LAS ENFERMEDADES MENTALES


El concepto "trastorno mental" es un concepto amplio no se identifica con el de
"enfermedad mental", pero este si se hace parte de aquel, por ello lo considero
de interés.
Clasificación según Kraepelin
Kraepelin dividió las enfermedades mentales en catorce grupos y quedo así:
 1. Alteraciones en los traumatismos craneales.
 2. Alteraciones psíquicas en otras encefalopatías orgánicas.
 3. Alteraciones en las intoxicaciones (endógenas y exógenas).
 4. Alteraciones mentales en la sífilis.
 5. Procesos arterioescleróticos y de regresión.
 6. Procesos arterioescleróticos y de regresión.
 7. Epilepsia genuina.
 8. Esquizofrenias (que comprendían la precoz y las "parafrenias").
 9. Sicosis maniaco depresivas (que comprendía la "predisposición maniaco-depresiva"
y las sicosis maniaco-depresiva: manía, melancolía y estados mixtos).
 10. Las sicopatías (incluidas las personalides histéricas. Entre ellas los nervios,
"neurosis obsesiva", excitables, inestables, débiles de voluntad, impulsivos, impulsivos
patológicos, perversos sexuales, discutidores extravagantes, mentirosos,
personalidades histéricas, camorristas y antisociales).
 11. Reacciones sicógenas (comprendían neurosis y sicosis de situación estados
nerviosos y reacciones histéricas).
 12. Paranoia.
 13. Oligofrenias
 14. Casos oscuros.

Concurso ideal y concurso real de delitos


4. Señala las diferencias sustanciales entre el concurso ideal y concurso real de
delitos; y explica el tratamiento legal que le da nuestra legislación a estas
figuras jurídicas (máximo tres páginas). (5 puntos)

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Concurso de delitos

Tradicionalmente el concurso de delitos se estructura para su estudio en concurso


ideal y concurso real. Sin embargo bajo la denominación "Concurso de Delitos" se
incluyen distintos supuestos que van más allá de la tradicional división entre concurso
ideal y concurso real, que, prácticamente, solo se refieren a los casos de unidad de
acción y pluralidad de delitos (Concurso Ideal) y de pluralidad de delitos (Concurso
Real). Junto a ellos existen otros de pluralidad de acciones y unidad de delito (Delito
Continuado y delito en masa) y de pluralidad de acciones y de delitos. Pero tratada
como si de concurso Ideal se tratase (Concurso Ideal Impropio). En el fondo, más allá
de las premisas conceptuales de estas distinciones, se trata de resolver un problema
de determinación de la pena.
Sin embargo, no hay duda de que también corresponde a la teoría del delito establecer
las líneas básicas que permiten diferenciar unos supuestos de otros y las razones por
las que deben diferenciarse.
La cuestión de cuando hay una acción y cuando hay varias, hace depender la clase de
concurso de delitos.
La Teoría del concurso concierne no solo a la estructura del hecho punible y de los
hechos punibles, sino también de sus consecuencias, es decir, a la pena en sentido
amplio; y, como agrega Maggiore, el problema del concurso de delitos es también un
problema de concurso de penas, ya que es necesario ver como se sanciona al
responsable de varias infracciones penales con el criterio que inspire al legislador,
traducido en la forma de regulación de los distintos casos que se presenten y las
distintas consecuencias penales, puede construirse un índice de mayor o menor
severidad de la ley y considerarse entonces que el aspecto de la penalidad debe
formar parte del capítulo de la unidad y pluralidad del delito, pues no siempre se trata
de sumar las penas cuando los delitos son varios, o de aplicar exactamente la pena de
un delito cuando solo aparece el plus que resulta de la modalidad del delito o de la
pluralidad de encuadramientos", ya que sería un error suponer que
los sistemas conocidos para determinar la pena que debe aplicarse se corresponden
exacta indefectiblemente con los casos que presenta el estudio de la unidad de
hechos y de delitos, como asegura Fontan Balestra.
Existen, dentro de nuestro ordenamiento jurídico penal, tipos penales que incluyen la
lesión de varios bienes jurídicos al momento de su consumación; en estos casos no se
produce un concurso para poder determinar la penal si no que el legislador ya ha
realizado una valoración de bienes afectados por lo que señala el marco de la sanción
adecuada.

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No obstante, la concurrencia de delitos ante la posibilidad de diversos fenómenos
antijurídicos de alguna manera relacionados, concurrencia que se puede dar en dos
sentidos, el Concurso Real y el Concurso Ideal. La necesidad de esclarecer como
operaran las normas penales ante el concurso, se da ante una conducta
reiteradamente delictuosa de un mismo agente o de diversos resultados obtenidos a
partir de ella.
Se llama concurso de delitos porque tanto como el concurso real y el concurso ideal
tienen que estudiar el delito para ver a cual se amolda más, esto quiere decir que
"concursan" entre ellos para ver cuál es el concurso que va a ser aplicado
correctamente.
Ejemplo:
El art°106 (norma general) frente al art°107 (norma especial), en el caso que un hijo
mate a su padre (Parricidio), pero hay una norma general y hay otra especial, y según
el principio de especialidad ley especial prima sobre ley general.
El art° que va a ser el correcto es el art° 107 (Parricidio).
Unidad de acción y pluralidad de delitos (concurso ideal)

Noción:
Esta figura surge cuando un solo hecho jurídico o acción configura al
mismo tiempo dos o más delitos y, por tanto, se dañan dos o más bienes jurídicos.
El concurso de ideal consiste en la comisión de varios delitos mediante un solo acto:
hay una sola acción y varios delitos.
El concurso ideal posibilita la adecuada consideración pluridimensional, así como la
apreciación exhaustiva de una acción, por simultánea aplicación de diversos tipos:
únicamente el conjunto de estos tipos permitirá ofrecer el adecuado perfil de acción. El
Concurso Ideal representa pues una figura necesaria para el agotamiento (valoración
exhaustiva) del proceso global. De tal suerte, el concurso ideal se presenta como una
modalidad de la unidad de acción. Constituye una "unidad de acción con pluralidad de
tipos": una necesaria consideración combinatoria del mismo proceso bajo diversos
aspectos valorativos".
Evidentemente no puede valorarse igual una acción que produce un solo delito, que
esa misma acción cuando realiza varios delitos. En este último caso la aplicación de
uno solo de los tipos delictivos no agotaría la valoración plena del complejo delictivo.
Solo la aplicación simultánea de todos los tipos delictivos realizados por la acción
valora plenamente el suceso, si bien, luego, la pena resultante de la aplicación de
todos los tipos delictivos se limita con ayuda de ciertos criterios.
Vemos que el concurso ideal de delitos, distingue dos elementos: unidad de acción y
pluralidad de delitos; nuestra legislación penal positiva considera preferible optar por la

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palabra hecho, pues considera que esta es mucho más amplia que el concepto de
acción. Sin embargo, creemos que no reviste mayor trascendencia. También hay que
señalar que no es suficiente la unidad jurídica del hecho, se exige que la acción sea
impregnada con la intención que guía el autor. La teoría ya antigua que solo atendía a
la unidad de acción para caracterizar el concurso ideal, prescindiendo de la finalidad e
intención, ha sido superada.
De la unidad de acción jurídicamente valorada que incide sobre la pluralidad de
disposiciones penales, surge el concurso ideal.
El concurso ideal puede ser heterogéneo y homogéneo.
Existe concurso ideal heterogéneo cuando con una acción se realizan varios delitos,
es decir, cuando a la misma acción se aplican distintas leyes penales.
Ejemplo: La violación sexual de una mujer virgen provocándole lesiones (concurre
violación sexual y el delito de lesiones).
Por otra parte, estamos ante el concurso ideal homogéneo cuando el mismo tipo
legal resulte aplicable varias veces a la misma acción.
Ejemplo: El causar la muerte de varias personas al hacer explosionar una bomba.
El concurso ideal está caracterizado en la valoración penal, de que en un hecho
concurren varios tipos que en su totalidad agotan el contenido del injusto del hecho.
Puede existir concurso ideal, si al menos una acción real que llena el tipo objetivo de
varios delitos, es idéntica; lo decisivo es la identidad total o parcial, del tipo objetivo,
pudiéndose cubrir o superponer total o parcialmente. En cambio, no basta que haya
sido tomada simultáneamente la decisión para varios delitos, o que se cometan los
diversos hechos al mismo tiempo y en el mismo lugar.
Ejemplo:
Quien paga una mercadería con moneda falsa, comete un delito monetario, en
concurso ideal con estafa, pues el uso de dinero falso y la acción de engaño se
concretan en un mismo acto.
Concurso ideal es el juicio del mismo hecho de acuerdo con distintos puntos de vista
penales de desvalor (tipos).
La teoría reinante acepta, sin embargo, también un llamado concurso ideal de la
misma especie, si una acción tiene varios resultados de la misma especie. Una bomba
mata a 20 personas: concurso ideal de la misma especie, vale decir, múltiple juicio del
mismo hecho en igual sentido.
No obstante, surgen dudas en el concurso de delitos instantáneo (asesinato, hurto,
etc), con un delito permanente (violación de domicilio, privación de libertad, tenencia
de armas).

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Desarrollo Penal: Concurso Ideal
Está regulado en el artículo 48 del Código Penal, el cual establece que:
"Cuando varias disposiciones son aplicables al mismo hecho se reprimirá con la que
establezca la pena más grave.
Las penas accesorias y medidas de seguridad podrán ser aplicadas aunque solo estén
previstas en una de esas disposiciones"
Lo importante en el concurso ideal es que haya unidad de acción aunque haya
pluralidad de fines. Lo que pretende el legislador es evitar que la producción de varios
delitos equivalga automáticamente a la realización de varias acciones. Empero, la
discusión entre concurso ideal y concurso real y su incidencia en la determinación de
la pena no tendría sentido.
El problema que se presenta en la práctica es la determinación de la pena, aquí es
aplicable el principio de absorción: la condena resulta de todos los tipos concurrentes,
pero la pena se debe tomar de la ley, en la que está amenazada la pena más grave
que en cuestión en el caso concreto.
decir, que se precisa tomar en consideración bien una pluralidad de tipos, bien el
mismo tipo varias veces, para caracterizar en todas las direcciones el contenido del
injusto del hecho.
Jescheck, precisa que el concurso ideal significa que mediante una acción se realizan
varios tipos penales. Sin embargo, las diversas infracciones legales no precisan
coincidir de modo absoluto, bastando por el contrario, solo para el concurso ideal, con
que coincidan parcialmente. Según la medida y clase de la coincidencia, procede
distinguir varias formas de aparición del concurso ideal.

Ejemplo:
 Hay concurso ideal cuando un disparo mata a diversas personas, cuando se dirige a
dos personas una palabra insultante, cuando mediante un requerimiento se incita a
2 niños a realizar acciones lubricas.

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