Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Según el argumento de Lisias, el estar enamorado o la persona que está enamorada, tiende a
entregarlo todo por cariño, por amor, por conveniencia, la persona que está enamorada está
fuera de sí, no tiene dominio propio, no está en su sano juicio. Por ende no hay que conceder
favores al amante enamorado si no al que no lo está, ya que el que no ama está cuerdo y por
ende puede elegir lo mejor; de la misma manera no se concede favores al que más lo necesita,
si no a los que puede devolverlos y que se acuerda del que recibió el favor al pasar el tiempo.
Son los enamorados los que después de estarlo, se arrepienten de los favores que hicieron,
están sumergidos en una locura, porque fueron impulsados por la pasión, por el deseo del
cuerpo del amado, son engañosos, no tienen escrúpulos, son posesivos porque evitan el trato
de su amado con los demás, son ambiciosos, celosos, por ende es al amante al que se debe
temer.
“Pero si te dejas persuadir por mí, no va a ser el gozo momentáneo tras lo primero que voy
a ir cuando estemos juntos, sino tras el provecho futuro. No seré dominado por el amor,
sino por mí mismo, ni me dejaré llevar por pequeñeces a odios poderosos, sino que sólo
en relación con cosas importantes dejaré traslucir mi desagrado”.