José Pablo Feinmann
buscar. Para Descartes, en cambio, el hombre es Dios. Este es un paso
fundamental en la historia de 1a filosofia, en la historia del capitalismo.
Este sistema poderostsimo que tecavia tenemos, que es lo tinico que sub-
siste, es el unico sistema que es tan perverso como el alma humana. Los
filésofos burgueses pesimistas, como Hobbes, definfan al hombre como
el lobo del hombre. Y si el hombre es el lobo del hombre, el capitalismo
es el sistema que mejor le va, porque es el sistema de la competencia
feroz, en la cual el otro nunca es un ser humano, sino que es ante todo
un competidor. Entonces por eso el capitalismo triunfa sobre todas las
bienintencionadas teorias del alma humana. Y si uno lee El malestar en la
cultura, de Freud, encuentra que Freud dice: no tengo ninguna buena
noticia para dar; segan lo que yo he estudiado, el hombre no ha venido
al mundo para ser feliz. Y termina.diciendo: me temo mucho que en la
lucha entre la pulsién de muerte y el Eros, la pulsion de muerte salga
ganando. Texto pesimista, realista y ademas muy actual. Cuando yo em-
pecé a hacer anilisis, por el ‘74 (no tenia grandes problemas en ese mo-
mento, pero habia que hacer analisis, yo qué sé, si uno era portefto tenia
que ir a un analista), lo primero que me dijo el analista fue: no te pre-
ocupes por sentirte mal, porque siempre que uno Hlega al fondo, salta y
va hacia arriba. Pero qué maravilla, yo sali contentisimo de esa sesion: la
vida esta asegurada, la utopia, la felicidad, todo esta ahi, porque es sim-
plemente cuestion de llegar al fondo; cuando Ilegue al fondo, salto y voy
para arriba. Pero un dfa otro psicoanalista me dijo: no, querido amigo,
no hay fondo. Y ahi se me arruiné la vida. Entonces, guarda, no hay
fondo, esto puede seguir y seguir y seguir. Ahora, si hay resistencia, se
puede resistir esto. Pero para resistirlo tenemos que conocerlo en toda la
inmensa dimension de su gravedad.
Heidegger, deciamos, va a denunciar al capitalismo tecnificado, so-
berbio, centralizado en la figura del hombre conquistador, en el sujeto
cartesiano. Ahora lo que subyace ya no es el ser, es el sujeto. Aquello de
lo que no se duda, aquello que fundamenta, aquello de lo que hay que
partir es el sujeto, a lo cual Heidegger llama el subiectum: lo que subyace,
lo que esta debajo ahora es el hombre. Nace aqui. el humanismo, que
Heidegger va a destruir prolijamente en la Carta sobre el humanismo, y que
también Althusser va a destruir en Lire le Capital y Pour Marx, que Foucault
va a destruir en Las palabras y las cosas con la formula “el hombre ha
muerto”, que Derrida va a destruir en todos sus textos, que el estructura-
lismo, el postestructuralismo y los posmodemos van a destruir una y otra
vez. El sujeto, el hombre y el humanismo son los tres objetos de odio de
la filosofia de los treinta tltimos afos y eran la base fundamental de la
60{Qué es Ia filosofia?
asartreana y del primer Marx. O sea, ese giro que se hace saliendo
rire y Marx y girando a Heidegger implica la supresion del huma-
o, la supresion del sujeto y la instauraciOn de la estructura, del nivel
fatico, la aniquilacion del sujeto a través de las heridas que se le
en a Narciso con Nietzsche y la concepcion de la voluntad de
a, que no es subjetiva, y con Freud y el inconsciente. La gran herida
jsista al sujeto se la da Freud, ese si le da una certera punalada al
o cartesiano. Descartes ni sosfiechaba este ataque cuando estaba tan
mo de la transparencia de su. sujeto: pienso luego existo... No, vos
vos duds, podés estar seguro de tu duda, pero hay algo, hay
y hay cosas muy raras que te pasan, le dirfa Freud a Descartes,
site diste cuenta, te comés las unas, tenés miedo, te fuiste a Holan-
or qué? Leamos las Meditaciones Metafisicas, y veremos que
itor estaba Ileno de miedo. ;Como se explica tanta necesidad de
naar alguna certeza? ;Y, a la vez, tanta prudencia para no ofender a
noderes? Y si. Estaba lleno de miedo Descartes. Por eso se fue a Ho-
| donde le decian: piense tranquilo. En realidad lo que un filosofo
esque le den plata y lo dejen pensar. Por eso El discurso del método
iin final hermoso: sé que este libro me va a traer gloria, dice Descar-
9 no me ofrezcan puestos, por favor, simplemente déjenme dis-
ire mi ocio. Esto parece chocante ino?
Bueno, entonces, Freud le diria a Descartes: pero, sefior, usted tuvo
. jpor que tenfa tanto miedo? Y bueno, tenfa miedo porque la
icidn lo quem6 a Giordano Bruno, diria. Si lo quemaron a Giorda-
no, tengo miedo de que me quemen a mi también, responderia
cartes, porque yo, cuando digo “de lo unico que no puedo dudar es
9”, estoy matando a Dios, la Iglesia no me va a perdonar eso. yComo,
d duda de Dios? {Usted duda de la verdad revelada? {Usted duda de
Sdogmas de la Iglesia? Bueno, a la hoguera, mi amigo. Entonces el
n René se va a Holanda, donde esta el naciente capitalismo, el calvi-
noel protestantismo, todas esas cosas, y a Descartes Holanda lo cobi-
ahi esta la famosa estufa de Descartes, porque escribe El discurso del
do al lado de una estufa, o sea, calentito (aunque al final alli también
finaron acusandolo de ateismo, que es lo que él queria evitar). Yo
aca bajo la dictadura y en una ocasién estaba en una reunion,
de me dijeron algo muy gracioso. No sé qué dije y alguien me mira y
; pero vos lo que necesitas es un lugar seguro y una maquina de
it Claro, eso es lo que necesita un filésofo, un lugar seguro y una
fasina de escribir. Acaso ahora deberiamos reemplazar la maquina de
bir por una PC. Descartes contaba con su pluma y con ella, junto a
61iQue es Ia filosofia?
filosofia sartreana y del primer Marx. O sea, ese giro que se hace saliendo
de Sartre y Marx y girando a Heidegger implica la supresion del huma-
nismo, la supresion del sujeto y la instauracion de la estructura, del nivel
linguistico, la aniquilacion del sujeto a través de las heridas que se le
producen a Narciso con Nietzsche y la concepcién de la voluntad de
Poder, que no es subjetiva, y con Freud y el inconsciente. La gran herida
narcisista al sujeto se la da Freud, ese si le da una certera purialada al
Sujeto cartesiano. Descartes ni sospechaba este ataque cuando estaba tan
seguro de la transparencia de sp sujeto: pienso luego existo... No, vos
Pensés, vos dudas, podés estar seguro de tu duda, pero hay algo, hay
Pulsiones y hay cosas muy raras que te pasan; le diria Freud a Descartes,
o sé si te diste cuenta, te comés las ufas, tenés miedo, te fuiste a Holan-
daa escribir. ;Por qué? Leamos las Meditaciones Metafisicas, y veremos que
su autor estaba Ileno de miedo. ;Como se explica tanta necesidad de
alcanzar alguna certeza? Y, a la vez, tanta prudencia para no ofender a
los poderes? Y si. Estaba leno de miedo Descartes. Por eso se fue a Ho-
landa, donde le decian: piense tranquilo. En realidad lo que un filésofo
Quiere es que le den plata y lo dejen pensar. Por eso El discurso del método
tiene un final hermoso: sé que este libro me va a traer gloria, dice Descar-
les, pero no me ofrezcan puestos, por favor, simplemente déjenme dis-
frutar de mi ocio. Esto parece chocante no?
Bueno, entonces, Freud le diria a Descartes: pero, sefior, usted tuvo
miedo, gpor qué tenia tanto miedo? Y bueno, tenia miedo porque la
Inquisicion lo quemé a Giordano Bruno, diria. Si lo quemaron a Giorda-
no Bruno, tengo miedo de que me quemen a mi también, responderia
Descartes, porque yo, cuando digo “de lo tinico que no puedo dudar es
del yo", estoy matando a Dios, la Iglesia no me va a perdonar eso. ;Como,
usted duda de Dios? {Usted duda de la verdad revelada? Usted duda de
los dogmas de la Iglesia? Bueno, a la hoguera, mi amigo. Entonces el
buen René se va a Holanda, donde esta el naciente capitalismo, el calvi-
nismo, el protestantismo, todas esas cosas, y a Descartes Holanda lo cobi-
ja. Y aht esta la famosa estufa de Descartes, porque escribe El discurso del
método al lado de una estufa, o sea, calentito (aunque al final alli tambien
terminaron acusandolo de ateismo, que es lo que él queria evitar). Yo
estuve aca bajo la dictadura y en una ocasion estaba en una reunion,
donde me dijeron algo muy gracioso. No sé que dije y alguien me mira y
dice: pero vos lo que necesitas es un lugar seguro y una maquina de
escribir. Claro, eso es lo que necesita un filésofo, un lugar seguro y una
maquina de escribir. Acaso ahora deberfamos.reemplazar la maquina de
escribir por una PC. Descartes contaba con su pluma y con ella, junto a
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