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ARNOULD MOREAUX EDICIONES NORMA Reservados os derechos de edicin, adaptacion o reproduccidn para todos los paises. No esta permitida la reproduccion total o parcial de este libro, ni su tratamiento informético, ni la transmisi6n de ninguna forma 0 por cualquier medio, ya sea electronica, mecénico, por fotocopia, por registro u otras meétodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. © CAPITEL EDICIONES $. L ‘© EDICIONES NORMA. Parque Eurépolis, V-16B, 28230 Las Rozas (Madrid) Tel. y fax: 91 637 74 14 ‘email: panorma-capitel.com wwewnorma-capitel.com ISBN: 84:8451-022-2 Depésito Legal: M. 40.607-2005 Imprime: Lavel, Industrias Graticas S.A. Printed in Spain - Impreso en Espafa INDICE Prdlogo a la edicién espafiola . Introduccién y objetivo de la obra vu El miembro superiof o torécico La mano y los dedos . El miembro inferior 0 pélvico. 65 Elsacro........ z 65 Elcdccix 68 La pelvis. El hueso ilfaco 69 La pelvis . 74 El muslo . 7” La pierna. 83 EI pie y los dedos. 89 El crineo SL Sivne ta tintinenioedasiment: Oe Lacara 110 Los dientes . 119 LAS ARTICULACIONES Articulaciones de la pelvis Archdale po cece oss pease ace epee we eo ve was a 129 Articulaciones del miembro superior... .. oe sercsecsvensessees 132 MIOLOGIA LA MIOLOGIA Los miisculos del tronco. .. Los miisculos del abdomen Los musculos del hombro . Los miisculos dé los miembros sugeriores . Los miisculos del antebrazo Los miisculos de la mano. . Los miisculos de los miembros inferiores Los misculos de la picrna . Los miisculos de! cuello . Los muisculos de la cabeza . EL SISTEMA VASCULAR El sistema vascular Las venas EL TEJIDO GRASO El tejido graso. .. MORFOLOGIA HUMANA (por el doctor HECKEL) Consideraciones preliminares ... Elementos de morfologia normal. El atleta es el hombre normal .. Descripcion del cuerpo femenino. PROPORCIONES DEL CUERPO HUMANO Los cénones Ejercicios elementales de dibujo. Apéndice. La crucifixién 352 352 356 361 364 365 366 372 379 393 PROLOGO A LA EDICION ESPANOLA Es, sin duda, tarea ardua y dificil, el realizar un Tratado de Anatomia Huma- na, que abarcando los conocimientos imprescindibles y necesarios del cuerpo humano, actualizados en sus conceptos morfofuncionales y puestos al déa en nomenclatura caste- Mana, sea compatible con los intereses de los futuros artistas, alumnos de Bellas Artes. No es menos cierto que la forma depende de su estructura, y si el artista quiere llegar a plasmar en sus obras de figuras humanas altas cotas de perfecciin, la Anatomia es Ja sinica via que a ello conduce y su estudio marcard el camino a seguir y Henard de en- canto las dificultades que pueda encontrar en su comprensién. E! mismo enlace arménico que existe entre los elementos de la Naturaleza, es el que debe existir entre ciencia y arte; ambas se perfeccionan y complementan. Para el artista el conocimiento de la Anatomia, le proporcionard la perfecciin en la expresion de la forma. Si se han exagerado relieves y formas en el ser bumano, no se achaque a imaginaciin excesiva, sino a falta de suficientes conocimientos. Oue sean, pues, los ojos del saber anatimico los que plasmen la forma arménica y bella en sus justas dimensio- nes, pues «todo el arte consiste en que la mano obedezca al entendimiento» (Miguel Angel). Hemos realizado la traduccién, revisiin de nomenclatura y puesta al dia de algu- nos conceptos morfofuncionales, del Tratada de Anatomia Artistica de ARNOULD MOREAUX, que viene a ocupar un importante puesto en las obras que a tal fin se de- dican, por haber sabido imprimir el autor unos conocimientos precisos y claros de la Anatomia guiado por su pasion hacia ella. En conclusién, creemos que dicho tratado posee una metédica clara y prdctica y sera de gran utilidad para los alummos de Bellas Artes, que se inician en el sublime conocimiento del cuerpo bumano, DR. JUAN SOBRADO PEREZ — Profesor Adjunto Numerario de la Ca. tedra Il de Anatomia. Facultad de Medicina. Universidad Complutense. Madrid. — Catedritico Interino de Anatomia Artistica, Facultad de Bellas Artes. Madrid. ‘omado de Jattler INTRODUCCION Y OBJETIVO DE LA OBRA Esta obra esta destinada a los estudiantes de Bellas Artes y a los futuros profesores de dibujo. Animado por la acogida que estos han dado a mi pe- quefio curso de Osteologfa, y por su sugerencia, pensé en completarlo de tal forma que encontrasen, resumidas a su nivel, las nociones elementales de anatom{a 6sea y muscular, cuyo conocimiento les es necesario para su desarrollo profesional. Esta obra en su conjunto es un pequefio manual de anatomfa mas que un curso de morfologia humana. Se dirige a aquellos alumnos que teniendo ya, tras haber realizado estudios preliminares sobre arte antiguo y el modelo vivo, una primera nocién empirica de las formas externas del cuerpo humano, su objetivo ser4, menos el ensefiarles cémo deben ser esas formas dandoles una aproximacién tipolégica, que cl de instruirles del cémo y del por qué se presentan en la anatomia de super- ficie y sus relaciones con el modelo, La anatomia no seré considerada aqui como un clemento de sintesis sino como un medio de anilisis perfecto cuyo conocimiento es necesario al artista y representa una de las partes mds importantes de la gramitica de las artes plasticas. Al no ser la primera en su género, esta obra no aportard ningun ele- mento nueyo al conocimiento de la llamada anatomia artistica. Mi finalidad al escribirla ha sido el que pueda ser util al estudiante de Bellas Artes po- niéndole entre las manos un texto con abundantes ilustraciones, cuyas numerosas figuras anatémicas representan el mejor elemento didadctico del volumen, que le facilitard el uso de un método que ha sido siempre utiliza- do para aprender anatomfa. El estudiante de Bellas Artes que aspire conocer la osteologfa y la mio- logia debe poder dibujar perfectamente todos los elementos, huesos y x ANATOMIA ARTISTICA muisculos bajo todas las perspectivas, y este conocimiento, introduccién in- dispensable de todas las formas del cuerpo humano, no se adquiere nada mds que por un profundo entrenamiento de la memoria visual y conse- cuentemente con la ayuda de numerosos ejercicios de dibujo. Esta es la raz6n de porqué he realizado una obra donde todos los conocimientos se hacen por medio de las imagenes, que estén acompaftadas de un corto texto destinado a permitir mejor su comprensién. E] alumno encontrara pues en esta obra numerosas figuras exactas en lo referente a la representacion de los huesos vistos bajo sus diferentes ca- ras y recordard continuamente que la osteologfa, siguiendo la cita de Charles Blanc, «es la verdadera ciencia del artista, y debe constituir el punto de partida de sus estudios», En lo que concierne a los muisculos, unos dibujos muy sencillos y de ca- ricter esquemiatico le introducirin rdpidamente en los elementos de la anatom{a muscular, Para afiadir attactivo a estas ilustraciones, he crefdo conveniente mos- trar al estudiante reproducciones de dibujos de los grandes maestros; asi podrdn iniciarse en el estudio de la anatomfa del cadéver. El andlisis de es- tas figuras, su estudio, y sobre todo la realizacién de numerosos dibujos de estos modelos, familiarizarin ra4pidamente al alumno con los clementos anatémicos que ante todo debe conocer, y seguidamente poder reproducir- los de memoria. Nuestro estudiante una vez iniciado con este trabajo preli- minar, cuando comience el curso de anatomia, estard en la mejor disposi- cién para comprender y asimilar répidamente la metédica de esta ciencia. Introducido en ella, le serd facil, gracias al libro, ordenar los conoci- mientos adquitidos y obviar asi los lapsus de memoria. He crefdo oportuno conservar en este libro y dentro de lo posible, la ordenacién de la anatomia descriptiva. Este manual, realizado ordenando las notas tomadas por mi en el curso de Mathias Duval, se encuadra perfectamente dentro de las leccio- nes que daba en la Escuela de Bellas Artes de Parfs, este ilustre antropdlo- go digno continuador de Huguier y de Géricault. Mis descripciones en lo concerniente a la miologia, parten de los musculos superficiales a los pro- fundos; este método permitird al artista que frecuente las salas de diseccién, seguir la sistemdtica de estudios utilizada en estos lugares; cada musculo sera analizado individualmente, con sus inserciones, su estructura, su ac- cién y su contribucién a las formas externas del cuerpo. A conti- nuacidn se estudiardn en conjunto los diferentes musculos y sus relaciones INTRODUCCION Y OBJETIVO DE LA OBRA XI mutuas en una sintesis que representar4 todo el escorzo, o solamente cada una de las diferentes regiones del cuerpo humano. Realizado esto, el alum- no todavia debera ensayar y recordar todos estos detalles y reproducirlos de memoria. He crefdo oportuno, al final del volumen, dar un conocimiento de lo que se llama el estudio de los «cdnones», en donde se consideran las pro- porciones relativas de las diferentes partes del cuerpo humano; estudio sin duda fruto de impresiones més subjetivas que reales, destinado a prevenir errores excesivamente manifiestos en el artista que intenta realizar una obra de memoria. Este capitulo, de brevedad intencionada, se abstiene por lo demds de hacer conclusiones entre la anatomfa y la morfologia del cuerpo humano y de dar a los alumnos mi modelo determinado de las formas de éste. Incier- ta, subjetiva, irrealizable, esta determinacién de la forma tipo cuando ha sido analizada por el cientifico es siempre admitida por aquel artista des- preocupado por adquirir una forma personal de arte y estilo. He crefdo oportuno reemplazarlo por un trabajo tomado por mf de una de las obras del doctor Francis Heckel, gran atleta y especialista de la forma huma- na, que aborda de forma novedosa y original este problema de la belleza fi siolégica y funcional; estas ultimas ideas no deberin ser por lo de- més consideradas mas que como un simple dato de cultura general. El estu- diante deberd ante todo conocer las formas tfpicas del cuerpo humano y cjercitarse en la busqueda de la belleza plastica a través de un largo y ex- haustivo estudio de esas admirables figuras de hombres que nos han dejado los escultores de las antiguas civilizaciones helénica y latina, estudio que completara con el de los maestros del Renacimiento. Y as{ se demostrard que sus ilustres predecesores se vieron obligados a aprender su oficio no solamente como verdaderos aprendices, sino también como verdaderos ar- tesanos, antes de empezar su produccién. Estos artistas estudiaban durante mucho tiempo la osteologia y la mitologfa del hombre y animales. iCudntos fragmentos célebres de diseccién han sido pintados por los gran- des maestros! Es preciso volver a estos estudios primarios 0 aceptar que las artes plisticas, expresién suprema del culto a la belleza, desaparecen en el desorden, el caos, y la anarqufa intelectual de las civilizaciones decadentes. Un ultimo consejo al artista; deberd tener siempre interés en frecuentar lo més posible las salas de diseccién y en estudiar sobre el cad4ver. Nada podré reemplazar esta educacién que ha sido la de los grandes maestros del xl ANATOMIA ARTISTICA arte, tal y como hicimos en nuestra juventud en la Escuela de Bellas-Artes de Paris, Abandonada esta sistematica durante cuarenta y cinco afios por dos profesores sucesivos, ha sido vuelta a imponer, con gran utilidad para los estudiantes, por el escultor que es el actual titular de la asignatura de anatomia. Este, de formacién puramente bibliografica, para obviar esta fal- ta de instruccién, esté ayudado por un profesor de cirugfa, antiguo proyector de la Facultad de Medicina; que aporta su conocimiento de la anatomia del caddver y su habilidad en el manejo del escalpelo. Los alumnos que estudien en una ciudad de provineias donde exista una Facul- tad de Medicina deberin asistir a sus pricticas con la frecuencia que les sea permitida. Deberin imponerse este esfuerzo suplementario si quieren tener un perfecto dominio de su arte. Yo me consideraré bien pagado por sus esfuerzos al realizar esta nueva obra si consigo animar a nuestros futuros alumnos a no regatear esfuerzos para aprender una ciencia despreciada por algunos pintores y escultores de nuestra época, ciencia admirable que se lama «Anatomia», toe A parte de dos cortos aumentos aftadidos a los capftulos del trapecio y oblicuo, el alumno no encontrard en esta nueva edicién ningtin cambio en cl cardeter general del texto, que no ha sido modificado; por el contrario conforme al plan que yo habia diseftado previamente, y que las dificultades econémicas de la época me habfan obligado a alterar; mi objetivo era en aquel momento el iniciar al estudiante en el conocimiento de la anatomia artistica a través de ejemplos concretos sacados por mi de los grandes maestros del arte, Esta nueva edicién trata asi de atenuar que la iniciacién del conocimiento cientffico puede ser a veces drido para el artista. Espero que realizada de esta forma la obra le sera accesible y agradable. Ruego a mi editor, la editorial Maloine que me ha ayudado mucho y ha puesto a mi disposicién todos los recursos de su industria, que exprese aqui mi mds sincero agradecimiento. ARNOULD MOREAUX OSTEOLOGIA Y tu, que pretendes demostrar la figura del hombre con palabras, aparta de ti esta idea, pues cuanto mds minuciosa- mente describas, mds confundirds el espiritu del Lector y mids te alejards de la idea de la cosa descrita, es necesario pues representarlo y describirlo. Si te parece més facil co- nocer el objeto natural porque estd en relieve, que el que est4 dibujado, puesto que se puede ver el objeto desde diferentes lados, debes comprender que, en las distintas imagenes que yo te dé (sucesivamente) por varios lados, se obtendré el mismo efecto. Dibujards los huesos del cuello (vértebras cervicales) desde tres puntos de vista por separado; después lo hards desde arriba y desde debajo y as{ dards la verdadera idea de sus figuras, ideas que ni los autores antiguos ni los moder- nos hubieran podido jamds dar como verdaderas, sin un extenso y fastidioso pdrrafo. Pero este répido método de representacién bajo distintos puntos de vista, te dard una idea completa y real. LEONARDO DE VINCI Esterno-cleido-mastoideo EL ESQUELETO Los huesos son estructuras duras y resistentes cuyo conjunto forma un sistema sdlido y flexible que se denomina esqueleto. Este constituye el so- porte del aparato muscular y el aparato protector de las visceras y érganos internos. Determina por medio de sus articulaciones de la extensién y di- reccién de los movimientos. (Figura 1). El conjunto de los huesos del esqueleto se encuentra situado alrededor de una co- Jumna ésea media; la columna vertebral a \a que estén unidos directa e indirecta- mente. Hacia arriba (cranealmente) esta columna 6ésea soporta el craneo, béveda dsea voluminosa sobre cuya parte anterior (rostral) se articulan los huesos de Ia cara, que forman conjuntamente con los de la boveda del cré- neo, el esqueleto de la cabeza. En su parte media, una serie de arcos eldsticos, las costillas, constituyen la caja toracica. Sobre la parte superior de ésta se apoya la cintura escapular clavicula y oméplato) que se continua con el miembro superior 0 toracico. Hacia abajo (caudalmente) la columna vertebral se apoya sobre la pelvis y el miembro inferior. El esqueleto esta constituido por dos mitades laterales y simétricamente comparables. Esta disposicién permite clasificar los huesos en dos catego- rfas: 1° los que estan situados en la linea media y que son impares; 2.° los que estan situados a ambos lados de la Ifinea media y que son huesos pares y de forma simétrica Vistos en su conjunto, /as Auesos se dividen en tres clases: huesos largos, huesos planos y huesos cortos. 6 ANATOMIA ARTISTICA Los buesos Jargos son aquellos que presentan un canal medular y en los que una de las dimensiones predomina sobre las otras dos. Pueden presen- tar una longitud mas o menos considerable. Algunos son muy cortos, como los huesos de las falanges. Se componen de una parte media alargada, cilin- drica o prismatica, denominada cuerpo o didfisis, y dos extremidades en- grosadas, provistas de superficies articulares Mamadas epifisis. Estén recubiertas de una delgada membrana fibrosa, el periostio que esti unido intimamente al hueso y ocupan por lo general el ¢je de los miembros. Los huesos cortos se encuentran a la vez en la parte media del esqueleto (vértebras) 0 en el extremo de los miembros (mufieca, tarso). Presentan una forma cuboidea, en la que se describen caras y bordes. Son de pequefto ta- majo y se retinen en grupos. Forman conjuntos elasticos, que aseguran 1a plasticidad y elasticidad de las regiones donde estan ubicados. Los buesos planas, generalmente delgados y planos adquieren Ia forma de laminas 0 escamas 6seas en las que se describen caras, bordes y angulos. Se encuentran en la cabeza, pelvis, etc... siendo el oméplato un ejemplo de este tipo de huesos. Cualquiera que sean sus dimensiones presentan partes pro- minentes y excavadas. Las partes prominentes son rugosas y son tanto mas prominentes cuanto mas desarrollado es el musculo que se inserta en elas. Las partes excavadas reciben el nombre de cavidades, fosas, surcos, canales, etc. Las partes salientes se denominan gencralmente apéfisis 0 protuberan- cias, tuberosidades, crestas, espinas, etc.. Las apéfisis se dividen en dos clases: aquellas en las que se insertan muisculos, y las que recubiertas de car- tilago participan en la constitucién de las articulaciones. El estudio del esqueleto se denomina osteologta. Este estudio es funda- mental para el conocimiento de la anatomia artistica, ya que explica el mecanismo de los movimientos y posiciones al tiempo de énformar sobre las formas y praporciones: 1) Sobre las formas, porque en muchos puntos los buesos son subcutdneos ¢ in- tervienen directamente en la morfologia del cuerpo humano. 2) Sobre Jas proporciones, porque marcan sobre la piel puntos de referencia inva- riables. El esqueleto, como el cuerpo humano, presenta planos y caras. La parte que mira hacia delante se denomina plano anterior. La parte que mira hacia atrds se denomina plano posterior. Cranealmente (hacia arriba) esta el plano superior y caudalmente (hacia abajo), el plano inferior. En los lados, se hallan las caras externas y las de los miembros que miran al eje del cuerpo se Ha- OSTEOLOGIA 7 man caras internas. Por otto lado, un plano ideal, perpendicular a los planos anterior y posterior, denominado plano sagital divide al cuerpo en dos par- tes simétricas. Para describir el esqueleto, se toma como modelo-un sujeto cuyos brazos cuelguen a lo largo del cuerpo y cuya palma de la mano mire hacia delante. Esto permitiré cuando se examine un hueso aislado describir- lo seguin la cara anterior, posterior, interna o externauperior o inferior. Es conveniente que el estudiante adquiera soltura utilizando esta nomenclatu- ra antes de comenzar el estudio de érganos aislados, huesos o misculos. El estudio de la osteologia sera completado con el de las articulaciones (artrologia). ee Regién dorsal Region Region Sacro COLUMNA VERTEBRAL La columna vertebral 0 raquis constituye el eje medio del esqueleto. Esta constituida por veinticuatro piezas dseas, las vérte- bras apiladas como discos unas sobre otras. Se numeran desde el craneo hacia la pelvis. (Figs. 5 y 6). En la columna vertebral se distingwen tres regiones: Una regin cervical o regién del cuello, una regién dorsal o tordcica y una region lumbar. Una cuarta parte de la columna vertebral (el sacro), consti- tuido por cinco vértebras fusionadas serd estudiada con la pelvis (Fig, 5 y 6). La regién cervical comprende siete vérte- bras, la region tordcica doce y la regién lumbar cinco. (Figs. 5 y 6). cada vértebra podemos distin- guir dos partes: una parte anterior que se llama cuerpo vertebral, la otra posterior, el arco neural y las apéfisis. (Fig. 7). 5 vértebras 10 ANATOMIA ARTISTICA VU Cuerpo. vertebr: Vista lateral a El cuerpo vertebral tiene la forma de una seccién cilfndrica discreta- mente aplastada por su cara posterior. En direccién vertical presenta en su centro un ligero estrechamiento que le da un aspecto de reloj de arena (Fig. 8). Las vértebras aumentan progresivamente de tamajio de la primera a la ultima y por ello las vértebras lumbares son mas voluminosas. As{, en conjunto la columna vertebral adquiere la forma de un tronco de cono muy alar- gado. Dorsal al cuerpo vertebral, la parte posterior de la vérte- bra, estd constituida por un anillo éseo denominado arco neural (0 vertebral). (Fig, 7). De este arco, nacen una serie de salientes 6seos 0 apéfisis; son las apéfisis espinosas, impares, las apdfisis transver- sales, pares, y las apéfisis articulares en mimero de cuatro. (Fig, 9). Fig, 8 Apétisis espinosa Apétisis Fig. 9 Las apéfisis espinosas son laminas medianas, prominentes, cuya longitud y orientacién en el plano sagital es variable segun las regiones vertebrales a las que pertenezcan. Se originan en la cara posterior del arco neural, tienen COLUMNA VERTEBRAL 1 la forma de una lémina dsea aplastada en sentido vertical. Su direccién casi perpendi- cular al cuerpo vertebral en las primeras vértebras, se inclina progresivamente hacia abajo y atras hasta la mitad de las vértebras dorsales, para enderezarse en la region lumbar. Poco desarrolladas en las primeras vértebras cervicales, aumentan progresiva- mente de longitud hasta la VII cérvical, ya apéfisis es la mas larga. A continua- cién disminuyen progresivamente hasta las vértebras lumbares (Figs. 10 y 22). Las apéfisis transversas son salientes 6seos, pares, situados a cada lado del arco spinosa neural y cuyas dimensiones son variables MY. segtin cl tipo de vértebra. Cortas en la re- gidn cervical, en la que estén atravesadas cu Vista lateral Vista superior Fig. 10 Vista anterior por un conducto; largas en la regién tordcica, para volver a ser cortas en la region lumbar. Su direccién es transversal al eje del cuerpo y perpendicular al de las apéfisis espinosas (Fi- guras 9y 11). Las vértebras estén separadas entre si por discos fibrosos flexi- bles y elisticos, que se denomi- nan discos intervertebrales, cuyo grosor aumenta _progresiva- Vista posterior APOFISIS TRANSVERSAS Fig 1 mente del primero al ultimo. Su 12 ANATOMIA ARTISTICA Fig 12 funci6n es la de permitir movimientos de inclinacién de un cuerpo verte- bral sobre otro, transformando la columna vertebral en una columna ésea flexible (Fig, 12). Las vértebras se articulan entre sf por medio de las apéfisis articulares. Dos de éstas estan situadas sobre el borde su- perior del arco neural, las otras dos se hallan sobre el borde inferior. Estan dis- puestas de tal forma que las apdfisis su- periores son el apoyo directo de las apé- fisis inferiores de la vértebra anterior. La orientacién de las superficies articu- lares de las apéfisis varia segun la region vertebral; de esta orientacién dependera la naturaleza y amplitud de los movi- mientos posibles entre las vértebras de cada regién (Figs. 9 y 13). En la columna cervical (regién del cuello) las superfi- cies articulares se encuentran situadas en un plano casi horizontal. Esta dispo- sicién permite el deslizamiento de las superficies entre sf, casi en todos los una vértebra se Las apétisis articulares inferiores (a) de ‘apoyan sobre las apdtisis superiores (d) de la vért COLUMNA VERTEBRAL, 13 ae Fig. 14 sentidos (movimiento de circunduccién) y ello trae como consecuencia una gran amplitud de los movimientos del cuello (Fig, 14). En las vértebras dorsales, el plano de las superficies articulares se incli- na, la oblicuidad se acentua y tiende a verticalizarse. Esta disposicién que permite mo- vimientos de rotacién, trae como consecuencia una limi- tacién acentuada de los mo- vimientos de flexién ventral, la apéfisis inferior practica- mente pegada a la apéfisis superior le impide a ésta des- lizarse hacia delante (Fig, 15a); la flexién dorsal estd igualmente limitada por la disposicién de las apéfisis espinosas, cuyos extremos chocan los unos contra los otros (Fig, 15, 5). Resulta pues que los movimientos de la columna tordcica estén casi reducidos a movimien- tos de giro o torsién sobre sf misma y a una ligera flexion lateral. 14 ANATOMIA ARTISTICA Fig, 16 En la region lumbar, por el contrario, la disposicién de las superficies ar- ticulares de las apéfisis se modifica completamente. Estén orientadas vertical- mente en un plano sagital (Fig, 16) de tal forma que las apéfisis superiores se colocan entre las de la vértebra inferior como el tornillo en la rosca. Por ello los principales movimientos de la columna lumbar son los de fle- xién y extensién a los que el gran grosor del disco intervertebral contribuye a hacer mds extensos. Em las regiones de transicién (cérvico-dorsal y dorso-lumbar), las superficies articulares de las apofisis presentan una orientacidn interme- dia. La columna vertebral presenta en estos puntos su maxima movilidad. Al considerar los movimientos del tronco, puede pues decitse que la flexidn de éste sobre las piernas se realiza en gran parte a expensas de de la columna lumbar y cervical y los movimientos de torsién a expensas de la columna dorsal y cervical. Las vértebras se unen entre s{ por un conjunto de ligamentos que van de una vértebra a la siguiente. Delante de los cuer- pos vertebrales estos ligamentos se engruesan y fusionan para formar un robusto ligamento plano y continuo, que se extiende desde la primera vér- tebra a la ultima, recubriendo toda la cara anterior de la columna vertebral. Es el ligamento vertebral anterior. Dorsalmente, los arcos neurales estén igualmente unidos entre sf por sdlidos ligamentos elasticos que se denominan ligamentos amarilllos. Este dispositivo transforma el conjunto de los arcos neurales en una especie de canal flexible a lo largo de toda la columna vertebral y que se llama canal vertebral o canal medular. En este canal se encuentra la médula espinal. En las caras laterales, los arcos neurales presentan un estrechamiento de su pediculo que la superposicién de dos vértebras transforma en un ori- COLUMNA VERTEBRAL 15 ficio denominado agujero de conjuncién. A través de este orificio pasan los nervios raquideos (Fig, 15, «). VERTEBRAS CERVICALES Las vértebras cervicales son las mds pequefias. El didmetro del cuerpo vertebral es, en el plano frontal, mds alargado que en las otras vértebras. La apéfisis espinosa, muy corta en las primeras vértebras, se bifurca en su extremo y cl borde externo del arco neural se confunde con las apéfisis transversales, Estas estan atravesadas por un orificio. Viendo la vértebra de La apéfisis espinosa de, Gla 7* cervical es promi- Snente) / | perfil se observa cémo el eje de la apéfisis espinosa forma con el del cuerpo vertebral un dngulo muy abierto (Figs. 10 y 17); este angulo se cierra pro- gresivamente de las primeras vértebras a las ultimas, al tiempo que va aumentando la longitud de las apéfisis. Las dimensiones de la apéfisis espi- nosa de la VII: vértebra cervical han hecho que reciba el nombre de apéfisis prominente. Esta, muy larga y adoptando la forma de una espina terminada en un tubérculo, hace siempre relieve sobre la piel. Este relieve se aumenta cuando se flexiona el cuello sobre el pecho (Fig. 17 y 22). 3eV TIN ‘VVERTEBRAS DORSALES En las vértebras dorsales (Fig, 18) el volumen de los cuerpos vertebra- les, més redondeados que los anteriores, aumenta progresivamente y las caracteristicas de la ap6fisis se precisan. Las apéfisis transversales se origi- nan claramente del arco neural, Las apéfisis espinosas son mds

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