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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

ECONOMIA
IMPUESTOS
JENNER EDWARD ORELLANA CUBA

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IMPUESTOS EXISTENTES EN EL PERU

IMPUESTO A LA RENTA

Esta clase de impuesto grava las distintas clases de renta que una persona recibe a lo largo del
año. Hay cinco tipos de rentas o clisificaciones: Primera categoría (arrendamiento,
subarrendamiento), Segunda categoría (intereses de préstamos, patentes, regalías, ganancias de
capital), Tercera categoría (rentas de comercio e industria), Cuarta categoría (trabajo
independiente) y Quinta categoría (trabajo dependiente).

IMPUESTO GENERAL A LAS VENTAS (IGV)

Este es uno de los impuestos en el Perú que genera mayores ingresos para el Estado. Grava el
valor agregado de todas las transacciones realizadas en las etapas del ciclo económico de la
importación de bienes, la primera venta de bienes inmuebles, los contratos de construcción, la
utilización de servicios en el país y la venta de bienes inmuebles en el país. Se suele decir que este
impuesto grava el consumo y que el encargado de pagarlo es el consumidor.

IMPUESTO SELECTIVO AL CONSUMO

Este impuesto grava la venta en el país (producción e importación de bienes) de cigarrillos,


combustibles, vehículos, cervezas, agua mineral, bebidas alcohólicas, juegos de azar, apuestas y
artículos de lujo. Entre el 0% y el 50% varían las tasas de este impuesto para cada producto,
dependiendo del tipo.

IMPUESTO A LA VENTA DEL ARROZ PILADO

Este impuesto se aplica a la primera operación dentro del país de arroz pilado, así como a su
importación. La tasa de este impuesto es de 4% sobre la base imponible. Cabe señalar que todas
estas operaciones no son afectas al IGV, al Impuesto Selectivo al Consumo o Impuesto de
Promoción Municipal.

RÉGIMEN ÚNICO SIMPLIFICADO (RUS)

Este es uno de los impuestos en el Perú que se aplica a las personas naturales domiciliadas en el
territorio nacional y que cuentan con pequeños negocios que venden al consumidor final. Hay
cuatro requisitos para acogerse a este régimen: tener un límite de activos fijos de 80,000 nuevos
soles, un límite de compras de 360,000 nuevos soles, un límite de ingresos anuales de 360,000
nuevos soles y un solo establecimiento comercial. Este régimen permite que la persona natural
pueda realizar un pago mensual fijo, sustituyendo al IGV, el Impuesto de Promoción Municipal y el
Impuesto a la Renta.
IMPUESTO A LAS TRANSACCIONES FINANCIERAS (ITF)

Este impuesto fue creado con carácter temporal para gravar los créditos o débitos en moneda
nacional o extranjera. En la actualidad se aplica con la tasa del 0.05%. No se gravan las siguientes
operaciones: operaciones entre las cuentas de un mismo usuario, crédito o débito en las cuentas
que crea el empleador a sus trabajadores, pago de pensiones, remuneraciones, débitos en la
cuenta del cliente, el crédito o débito de las cuentas de los gobiernos, consulados, organizaciones,
etc.

IMPUESTO TEMPORAL A LOS ACTIVOS NETOS (ITAN)

Uno de los impuestos en el Perú que se aplica sobre los activos netos que tiene una empresa al 31
de diciembre del año anterior. Se aplica a aquellos contribuyentes que tengan rentas de tercera
categoría. LA tasa es de 0.0% para aquellos que tengan hasta 1,000,000 de activos netos, y de
0.4% para los que sobrepasen dicha cantidad.

DERECHOS ARANCELARIOS

Los derechos arancelarios son uno de los impuestos en el Perú que gravan la importación de
mercancías del extranjero.

PRESTACIÓN DE SERVICIOS PÚBLICOS

Se incluye dentro de estos impuestos en el Perú a los Certificados de domicilio, denuncias


policiales, mudanzas, supervivencia y el resto de tasas que cobran las entidades públicas.

IMPUESTOS A LOS JUEGOS DE CASINOS Y TRAGAMONEDAS

Este impuesto se aplica a las personas y empresas que explotan los juegos y máquinas de los
casinos y tragamonedas. La periodicidad de este impuesto es mensual y es del 12% sobre la base
imponible, que es la diferencia entre el ingreso neto y los gastos de mantenimiento.

COMO AFECTA LOS IMPUESTO AL ISC

El Ministerio de Economía y Finanzas, en coordinación con el Ministerio de Salud y el Ministerio


del Ambiente, modificó las tasas del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de los productos que
tienen mayor incidencia en la afectación de la salud y en el medio ambiente.

En los últimos años se ha observado un incremento en la demanda de varios de estos productos


como las bebidas alcohólicas, bebidas azucaradas, combustibles, entre otras. Por el contrario, los
recursos disponibles para atender las externalidades generadas por el consumo de estos bienes
han ido disminuyendo. En efecto, la emisión de CO2 ha seguido una tendencia creciente por el
mayor consumo de combustibles, contraria a la tendencia decreciente de la recaudación vinculada
al ISC que grava los combustibles, el mismo que se redujo, pasando de 1,6% del PBI en el 2003 a
0,4% en el 2017. Esto genera que el Gobierno disponga de menores recursos para atender las
externalidades negativas que genera la contaminación y la toxicidad de los combustibles fósiles.
Es importante señalar que esto ocurre en un contexto donde el costo social en Perú por
enfermedades no transmisibles -asociadas al consumo de productos como alcohol, cigarrillo,
bebidas azucaradas, entre otros - es en promedio US$24 mil millones anuales de acuerdo a un
estudio realizado por la Universidad de Harvard, lo que es equivalente a cerca del 11% del PBI
anual. Para poder combatir estas enfermedades se requiere de otras herramientas de política
como los impuestos tal como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud. De hecho, de
acuerdo a Cepal, el gasto en salud peruano es cercano a 3,7% del PBI, un resultado que es inferior
al de países como Chile, Colombia, Brasil y Argentina con gastos superiores entre 4,4% y 7,1% de
su PBI.

Ante ello, se ha dispuesto la modificación del Impuesto Selectivo al Consumo que grava las
bebidas alcohólicas, azucaradas, cigarrillos, combustibles y vehículos para alinearlos a las
externalidades que el consumo de dichos productos generan en la salud y bienestar de las familias
peruanas, en coordinación con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ambiente. Estos cambios
están siendo acompañados y fortalecidos por una mayor fiscalización y control del contrabando,
informalidad y piratería por parte de la SUNAT mediante el uso de tecnología para mejorar el
control del tránsito de mercancías, focalizar los esfuerzos en los agentes riesgosos y/o bajo
sospecha, y mayores operativos de control en sectores de comercialización informal o dudosa
procedencia.

El detalle de las medidas es el siguiente:

Vehículos nuevos y usados

En el caso de vehículos, se está incentivando el uso de los vehículos menos contaminantes y la


renovación del parque automotor. Por ello, el Decreto Supremo precisa que los vehículos nuevos
para transporte de pasajeros que tengan algún mecanismo dual como gas o eléctrico no pagarán
impuestos y los vehículos a gasolina nuevos tendrán una tasa de solo 10%. Por el contrario, se
desincentiva el uso de los vehículos a gasolina usados que tendrán una tasa de 40%. Asimismo, los
vehículos nuevos que utilicen diésel o semidiesel tendrán una tasa de 20%, mientras que a los
vehículos usados se les aplicará una tasa de 40%. Por último, las camionetas pick-up no pagarán
impuesto por ser un bien de capital.

Bebidas azucaradas y tabaco

De la mano con el Ministerio de Salud, se ha creado un nuevo rango en el ISC a las bebidas
azucaradas para reducir los incentivos a consumir aquellas bebidas que tengan una mayor
concentración de azúcar y por lo tanto tengan un efecto más perjudicial sobre la salud. Esta
medida se encuentra en línea con la experiencia exitosa de modificación impositiva en México. Así,
todas aquellas bebidas que tengan menos de 6 gramos por 100 mililitros de azúcar mantendrán
una tasa de 17% y las que contengan una cantidad mayor a esta se les aplicará una tasa de 25%.
En el caso de los cigarrillos de tabaco negro y rubio, se busca desincentivar su consumo tomando
como referencia la experiencia exitosa del 2016. Por ello, el ISC por cigarrillo pasará de S/ 0,18 a S/
0,27 por cada uno.

Bebidas alcohólicas

La reciente modificación del ISC a las bebidas alcohólicas busca: (i) reducir los incentivos al
consumo de estas bebidas, y (ii) brindar una mayor progresividad al impuesto al valor. Para ello,
los licores que tengan entre 0 y 6 grados de concentración de alcohol se mantiene el ISC de S/ 1,25
por litro producido y se eleva de 30% a 35% la tasa al valor según precio de venta al público.

Para los licores con mayor concentración de alcohol, los que superen los 20 grados, se mantiene
los S/ 3,40 por litro, pero se sube de 25% a 40% la tasa al valor.

Combustibles

En el caso del ISC a los combustibles, también se hizo ajustes tomando en cuenta su grado de
nocividad, en coordinación con el Ministerio del Ambiente. Con esta medida, se corrige la
distorsión vigente que hace que el gasohol de 97 octanos pague más impuesto selectivo al
consumo que el diésel, siendo este último el combustible más nocivo.

¿PORQUE ARGENTINA ESTA EN CRISIS ECONOMICA?

La economía de Argentina se encuentra al borde del colapso, en cuestión de semanas hemos


visto una depreciación sostenida del peso argentino, alzas de la tasa de interés y presiones
inflacionarias que están muy por encima de lo previsto.

Los factores que produjeron este entorno económico adverso fueron varios: en lo interno
van desde las políticas de control e intervención del estado en la economía implementadas por
los gobiernos de los Kirchner, hasta decisiones incorrectas del actual gobierno, encabezado por
Muricio Macri, para revertir esas medidas de control estatal; por otra parte, en lo externo influyó
el fortalecimiento del dólar en los mercados de divisas internacionales y el incremento de las tasas
de interés en Estados Unidos.

“Una llovizna en el exterior puede generar una tormenta al interior.”

En términos internos, la economía argentina se encuentra en un periodo de apertura a los


mercados, debido a que durante el kirchnerismo, se estableció un modelo de intervención estatal,
en donde, entre otras cosas, se privilegió el gasto público y se controló el tipo de cambio. En ese
sentido, la economía de Argentina sufrió una distorsión, la cual tarde o temprano se iba a
ajustar.
La liberalización del mercado emprendida por Macri a partir de la política de “gradualismo”
(liberalización en fases), de hecho, puso el terreno fértil para que el mercado se reajustara en
cualquier momento, es decir, el proceso mismo de liberalización aumentó los riesgos de
volatilidad en su economía. Además, el gobierno argentino no entendió que la economía del país
necesitaba ser manejada de manera quirúrgica, no visualizó escenarios en donde dicho reajuste en
los mercados derivara en una crisis económica, dicho de otra forma, dejó de lado un principio
básico de cualquier economía abierta: el entorno global tiene influencia en tu propio sistema
económico, pero no solo eso, una llovizna en el exterior puede generar una tormenta al interior.

Y justo eso fue lo que sucedió: por una parte el dólar se fortaleció en los mercados
internacionales afectando sobre todo a las monedas emergentes y, por otra parte, la FED
incrementó sus tasas de referencia, lo que normalmente se traduce en una atracción de capitales
a ese país. Pues esos sucesos externos fueron suficientes para activar el disparador que
reventara la burbuja y se depreciara sostenidamente el peso argentino y desatara una reacción
en cadena hacia las tasas de interés y la inflación.

Antes de que sucediera esto, el gobierno de Macri había generado un entorno de incertidumbre
debido a que mandó mensajes negativos a los mercados cuando miembros de su gobierno
estuvieron en el anuncio del pronóstico de inflación del Banco Central a principios de este año,
lo cual se interpretó como si este estuviera perdiendo autonomía.

En ese contexto, la divisa argentina llegó a depreciarse frente al dólar 4.61% en un solo día y
lleva 20% acumulado en el año, poniendo al peso argentino a 23.41 unidades por dólar y la Bolsa
cayó en un 5%, lo que detonó que el Banco Central Argentino elevara bruscamente la tasa de
interés al 40% y al mismo tiempo vendiera mil 500 millones de dólares de sus escasas reservas
internacionales para amortiguar el tipo de cambio, estas medidas por supuesto tuvieron
consecuencias: el pronóstico de inflación pasó del 15% al 20% anual. Además anunció el recorte
de alrededor de 3 mil millones de dólares de gasto público. (Vía: El Financiero)

Ante este desastre, el gobierno argentino decidió acudir al Fondo Monetario Internacional para
pedir una línea de crédito preventiva de 20 mil millones de dólares. Esto ha causado críticas de la
oposición debido a que el FMI otorga créditos, siempre y cuando el país que lo solicita implemente
políticas económicas aprobadas por la institución financiera.

Aunque como tal esto no es una crisis económica como tal, sí es la antesala de una, en ese
sentido, el gobierno argentino debe tomar medidas quirúrgicas. (Vía: Clarín)

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