Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Entre ambas aproximaciones al concepto
*
Introducción de trauma hay más de una diferencia sustan-
Las ideas e interrogantes que aquí pro- cial. Por ejemplo, la palabra “acontecimiento”.
pongo provienen, fundamentalmente, de mi Ésta alude, no tanto a la irrupción de canti-
práctica clínica, y de la convicción acerca de la dad, que rompe la barrera antiestímulo y pe-
necesidad de una revisión y actualización del netra “salvajemente” (como el trauma de gue-
concepto de trauma, y, en especial, de la clíni- rra, un accidente, etc.), sino a “algo” que ocu-
ca de lo traumático. Considero que el trauma rre en la vida del sujeto, que le acontece, y que
es uno de los temas que más se beneficia del tiene determinadas características, siendo una
intercambio y la confrontación, quizás por el de ellas la intensidad.
hecho de estar ligado a algo tan vasto y com- Ahora bien, para hablar del grado de in-
plejo para el psicoanálisis como el tema de la tensidad de un acontecimiento traumático
realidad -realidad exterior, realidad material, habrá que tener en cuenta las características
realidad psíquica del trauma-, con sus particu- del receptor. Interviene en esto la diferente
laridades contextuales, geográficas, de lengua- capacidad de adecuación y respuesta de cada
je, etc. individuo frente a la intensidad de un mismo
Para incluirme de lleno en el tema, co- acontecimiento. Y, si convenimos que esa
menzaré por una posible definición del con- capacidad de respuesta se corresponde con la
cepto de trauma. Por ejemplo, siguiendo ideas estructura y preparación del Yo (de un cierto
de Laplanche y Pontalis (1971) el trauma po- espesor del preconciente, podríamos decir) un
dría definirse como aquel acontecimiento de niño tendrá menos posibilidades de producir
la vida que se caracteriza por su intensidad, respuestas adecuadas que un adulto. De ahí
por la incapacidad del sujeto para responder a que lo que el psicoanálisis define como el
él adecuadamente, así como por los trastornos trauma temprano tenga características más
y efectos patógenos duraderos que provocan difíciles y complejas de resolver terapéutica-
en su organización psíquica. mente. Ni qué decir si hablamos del trauma
Otra definición, quizás más habitual, es la del desamparo, en el inicio del psiquismo,
de lo traumático como un exceso en el flujo de cuando son tan escasos los medios con los que
excitación que “perfora”, por así decir, la ba- cuenta el sujeto para poder dar sentido o sig-
rrera protectora del psiquismo. nificado al acontecimiento traumático. Estas
diferentes posibilidades de aproximación nos
revelan el alto nivel de complejidad del tema.
Es por ello que, a los fines de organizar mejor
mis reflexiones, consideré conveniente deli-
• Este artículo fue originalmente publicado por mitar algunas perspectivas de abordaje. Así,
la Revista de la Asociación de Psicoterapia de me referiré a la problemática de lo traumático
la Republica Argentina (APRA) Nº 2 No- enfatizando sus expresiones clínicas.
viembre 2010
AIEDEM:
Asociación
Internacional
Para
el
Estudio
y
Desarrollo
de
la
Mentalización
www.asociacion-‐mentalizacion.com
Marucco,
N.C.:
Actualización
Del
Concepto
De
Trauma
En
La
Clínica
Analítica
2
AIEDEM:
Asociación
Internacional
Para
el
Estudio
y
Desarrollo
de
la
Mentalización
www.asociacion-‐mentalizacion.com
Mentalización.
Revista
de
psicoanálisis
y
psicoterapia,
5;
Octubre
2015
3
AIEDEM:
Asociación
Internacional
Para
el
Estudio
y
Desarrollo
de
la
Mentalización
www.asociacion-‐mentalizacion.com
Marucco,
N.C.:
Actualización
Del
Concepto
De
Trauma
En
La
Clínica
Analítica
4
AIEDEM:
Asociación
Internacional
Para
el
Estudio
y
Desarrollo
de
la
Mentalización
www.asociacion-‐mentalizacion.com
Mentalización.
Revista
de
psicoanálisis
y
psicoterapia,
5;
Octubre
2015
5
AIEDEM:
Asociación
Internacional
Para
el
Estudio
y
Desarrollo
de
la
Mentalización
www.asociacion-‐mentalizacion.com
Marucco,
N.C.:
Actualización
Del
Concepto
De
Trauma
En
La
Clínica
Analítica
6
AIEDEM:
Asociación
Internacional
Para
el
Estudio
y
Desarrollo
de
la
Mentalización
www.asociacion-‐mentalizacion.com
Mentalización.
Revista
de
psicoanálisis
y
psicoterapia,
5;
Octubre
2015
7
2002) que la pulsión de muerte destejió (en su individuo se siente de este modo relegado, y
poder de desligadura), sino también a crear las comunidades se desdibujan en los márge-
ese entramado capaz de contener aquello que nes demasiado amplios y “extraños” de una
no ha podido adquirir representación. Se iría “globalidad” naciente que no facilita a veces
de este modo constituyendo una trama psí- sentimientos de identidad y pertenencia. De
quica que, funcionando como “tejido de con- ahí provienen, a mi entender, muchas de las
tacto” sirva a la vez de filtro frente a los emba- “nuevas situaciones traumáticas” sociales que
tes de la realidad traumática. Para lograrlo el nos afectan. Las tradiciones, las antiguas
analista tendrá que poder “pensar lo no pen- creencias, los mitos estructurantes, quedan
sado” por el paciente, según lo expresa Chris- arrasados por la épica posmoderna de los hé-
topher Bollas (1991 y 1994). Concepto afín al roes “tecno” capaces de todas las proezas y sin
de Bion cuando nos habla de la “capacidad de fallas “humanas”. En los umbrales del nuevo
reverie” y a los de César y Sara Botella (2001) milenio se llegó a decretar el “fin de la histo-
cuando describen los procesos de la figurabi- ria”, y todos asistimos azorados a esas y otras
lidad psíquica. afirmaciones de similar tono apocalíptico. De
Para la implementación de estos recursos hecho, algunos acontecimientos de la traumá-
técnicos el mejor soporte con que cuenta el tica realidad parecerían estar sosteniendo su
analista es el que le otorga su propia “pulsio- posible legitimidad.
nalidad de vida”; en otras palabras, su “apues- Es en este contexto que el psicoanálisis
ta pulsional”, única fuerza que puede “ani- debe seguir pensando y trabajando en la con-
mar” ese tiempo detenido por la repetición del ceptualización y la clínica del trauma. Su res-
trauma. Se trata, en suma, de incluir en la di- ponsabilidad implica afrontar, no sólo el es-
mensión de la cura la presencia del analis- fuerzo y el compromiso que le imponen las
ta, involucrado con todo su ser y su saber en dificultades de la clínica. Creo que debe ade-
la tarea analítica, con “alma y vida”, podría- más asumir su necesaria implicación en la
mos decir. investigación de las “situaciones traumáticas”,
Para finalizar: las últimas décadas han es- interviniendo activamente en defensa de la
tado marcadas por el signo del cambio, afec- pulsión de vida en la clínica del trauma.
tando todos los sectores de la vida de los Por último: Nuestra vocación de descu-
hombres. Se trata de cambios casi siempre brimiento, nuestra búsqueda de la verdad
impuestos desde los recursos del poder y los (imposible en cuanto certeza, pero posible y
modos de organización de una sociedad que necesaria en tanto búsqueda), la fuerza de
parece transformarse a una velocidad mayor nuestro impulso creador, siguen siendo, aún
de la que la mayoría de los individuos es capaz en medio de las mayores dificultades, los pila-
de comprender y mucho menos controlar. El res para nuestro crecimiento.
El Dr. Norberto Carlos Marucco es Miembro Pleno de la International Psycho-Analytical Association (IPA), y
Miembro Titular en función didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), de la que fue Presidente (2004-
2008) y Secretario Científico (1997-2000). Fue Presidente del Primer Comité Editorial para América Latina del
IJPA/IRPA publicado por el Instituto de Psicoanálisis de la British Psycho-Analytical Society (1983-1988). Es el actual
Coordinador de la Comisión de Educación de la Federación Psicoanalítica de América Latina (FEPAL), e integra las
Comisiones de la Asociación Psicoanalítica Internacional “Analytic Practice and Scientific Activities Committee
(CAPSA)” y “Subcommittee on Latin America of the International New Groups Committee”. Recibió el "Premio Konex
2006: Diploma al Mérito", una distinción que reciben importantes personalidades de la cultura en Argentina, por su
trayectoria en la disciplina ‘psicoanálisis’ durante los últimos diez años. Es autor de Cura analítica y transferencia. De la
represión a la desmentida (ed. Amorrortu, 1998), co-autor de varios libros publicados en español, francés, italiano y
portugués y numerosos trabajos suyos fueron publicados en el país y en el exterior.
AIEDEM:
Asociación
Internacional
Para
el
Estudio
y
Desarrollo
de
la
Mentalización
www.asociacion-‐mentalizacion.com
Marucco,
N.C.:
Actualización
Del
Concepto
De
Trauma
En
La
Clínica
Analítica
8
Referencias:
AULAGNIER, P. Los destinos del placer. Ediciones MARUCCO, N.C. Narcisismo, escisión del yo y Edipo.
Petrel, Barcelona, 1979 Una introducción a manera de epílogo. Revista de
Psicoanálisis, XXXV No 2, pág. 221 a 250.1978(a)
BOLLAS, C. Ser un personaje. Psicoanálisis y
Introducción de [lo siniestro] en el yo. Revista de
experiencia del sí mismo. Paidós, Bs. As., Argentina,
Psicoanálisis XXXVII, No 2, 1980
1994 __. La sombra del objeto. Psicoanálisis de lo
La identidad de Edipo. Acerca de la escisión del Yo,
sabido no pensado. Amorrortu Editores, Buenos
de la compulsión a la repetición y de la pulsión de
Aires, (1991 [1987]).
muerte, en cap. 2 de Cura analítica y transferencia.
BOTELLA, C. Y S. La figurabilité psychique, Delachaux De la represión a la desmentida Buenos Aires,
et Niestlé, Paris, 2001 Amorrortu editores, 1998
Algunas puntuaciones psicoanalíticas. Desde mi
FREUD, S. Introducción del narcisismo, Amorrortu
práctica clínica. Revista Francesa de Psicoanálisis,
Editores XIV, 1914
Tomo LXV, Hors Série, “Courants de la
Pulsiones y destinos de la pulsión, A.E. XIV, 1915
psychanalyse contemporaine”, dirigida por André
Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo
Green, Presses Universitaires de France, Paris, 2001
psicoanalítico, A.E. XIV, 1916
De ayer a hoy, de nosotros a los pioneros. Qué
Duelo y melancolía, A.E. XIV, 1917
escuchamos y cómo intervenimos. Panel de cierre
Más allá del principio de placer, A.E. XVIII, 1920
del Symposium de la Asociación Psicoanalítica
Psicología de las masas y análisis del yo, A.E. XVIII
Argentina, 2002
El yo y el ello, A.E. XIX, 1923
Análisis terminable e interminable, A.E. XXIII, 1937 MARUCCO, N.C. (et al) Entre el cambio psíquico y la
escucha analítica: el malestar. Congreso
GREEN, A. El tiempo fragmentado. Buenos Aires,
Psicoanalítico de América Latina, Montevideo,
Amorrortu Editores, 2001
Uruguay, 1992
De locuras privadas. Buenos Aires, Amorrortu Ed.,
1990 MARUCCO, N.C. (et al) La función analítica y [la
presencia de] el analista. El papel de la singularidad
LAPLANCHE, J. La prioridad del otro en psicoanálisis,
real en la transferencia. Revista de Psicoanálisis
Buenos Aires, Amorrortu Ed. 1996
Tomo XLII, No 3, 1995.
LAPLANCHE, J. Y PONTALIS J. B. Vocabulaire de la
ROUSSILLON, R. Paradojas y situaciones fronterizas
Psychanalyse., Prensa Universitaria, Paris, Francia,
del psicoanálisis, Buenos Aires, Amorrortu ed. [1991
1971.
(1995)]
WINNICOTT, D. (1979) Realidad y Juego. Buenos
Aires, Ediciones Gedisa, 1979
AIEDEM:
Asociación
Internacional
Para
el
Estudio
y
Desarrollo
de
la
Mentalización
www.asociacion-‐mentalizacion.com