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Fragmentación 1
Fragmentación 1
Fragmentación de hábitat
Índice
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Efectos de borde[editar]
Estructura de la matriz[editar]
Por otro lado, los remanentes de hábitat nativo no son necesariamente las únicas
partes del paisaje que proveen recursos relevantes para la permanencia de las
especies, ya que algunas son capaces de compensar la pérdida de hábitat
haciendo uso de los recursos presentes en la matriz .4 Mediante modelos de
simulación de ha demostrado que las especies generalistas (i.e. las que pueden
utilizar recursos de la matriz) alcanzan tamaños poblacionales mayores que las
especies especialistas .71 Asimismo, modelos similares muestran que
aumentando la calidad de la matriz (i.e. aumentado los recursos que aporta al
sistema) se incrementa la densidad poblacional dentro de los fragmentos . 72 De
este modo, la habilidad de las especies para utilizar recursos de la matriz puede
alterar la intensidad de los efectos de la fragmentación del hábitat.
Ejemplos de dichos factores pueden ser tanto los mecanismos que explican los
patrones observados a nivel de especie, como los atributos de las mismas que
determinan su susceptibilidad frente al proceso de fragmentación . 4 En general,
existe una serie de atributos que comúnmente se piensa que aumentan la
vulnerabilidad de las especies a la fragmentación, incluyendo tamaños
corporales grandes, baja movilidad o dispersión, tolerancia a la matriz,
dependencia de interacciones mutualistas y niveles tróficos altos .196173 De
hecho, se ha demostrado que la extinción de especies ocurre en un patrón
consistente y secuencial a medida que el área del fragmento disminuye,
indicando un gradiente en la vulnerabilidad a la extinción a través de las especies
.4 De esta forma, estudiar los impactos de la fragmentación en especies con
umbrales de extinción diferentes puede generar resultados aparentemente
contradictorios.
Por último, hay que tener en cuenta que la fragmentación puede tener efectos
positivos para la biodiversidad, aunque estos pueden verse enmascarados por
los efectos negativos de la pérdida del hábitat .18 Por ejemplo, Huffaker81 llevó a
cabo experimentos que sugieren que la subdivisión de la misma cantidad de
hábitat en muchos parches pequeños puede favorecer la permanencia de
sistemas predador-presa. El planteó que la hipótesis de que la subdivisión
provee refugios temporales para las presas, donde estas pueden aumentar en
número y dispersarse hacia otros sitios antes de que el depredador o parásito
los encuentre; idea que puede trasladarse al proceso de fragmentación.
Un factor importante para tener en cuenta es que el cambio climático debe ocurrir
a una velocidad que permita la expansión y colonización de nuevos ambientes
antes de que la población proveedora de propágulos se extinga. Esta
coordinación depende a su vez de las características de las especies, como
puede ser el rango de dispersión de propágulos. Sin embargo, si las especies
necesitan de largos periodos de tiempo o numerosos eventos de colonización
para establecer nuevos asentamientos, la tasa de expansión será mucho menor
a la esperada según la capacidad de dispersión de la especie . 84 Asimismo, el
proceso de extinción-recolonización causa una distribución menos efectiva a
través del hábitat, y la mortalidad de los propágulos es alta, lo cual extiende el
tiempo de recuperación de las metapoblaciones. En conclusión, se puede decir
que la fragmentación del hábitat multiplica el impacto del cambo climático . 84
Por otro lado, uno de los métodos obvios para frenar y compensar el avance de
las extinciones locales es la recolonización artificial, y para ello los recursos
genéticos constituyen una herramienta extremadamente útil. Estas
intervenciones además de ser necesarias para evitar las extinciones, permiten
asegurar la permanencia de un número suficiente de poblaciones locales y
preservar la variabilidad genética global; y existen dos estrategias básicas:
recolonizar con animales provenientes de una única gran población, o con una
mezcla de animales provenientes de varias poblaciones .34 Esta última puede
restablecer la variabilidad a nivel local, pero dado que las poblaciones
introducidas en general son pequeñas, esta variación puede ser rápidamente
perdida por deriva génica. Pero, incluso una temporaria infusión de variabilidad
genética puede ser beneficiosa. Otros factores a tener en cuenta son la
depresión por exogamia (e.i. la ruptura de genotipos adaptados por
recombinación) y la depresión por endogamia (como consecuencia del pequeño
tamaño poblacional), los cuales pondrían en peligro la población introducida en
las primeras generaciones hasta que se seleccionen y
establezcan genotipos adaptados nuevamente .34
A pesar de los riesgos en las primeras generaciones, la introducción de
poblaciones mezcladas permite que los alelos deletéreos se eliminen
por selección natural. Por otro lado, la introducción de individuos de una única
población no lo permite, por lo tanto cualquier característica puede fijarse por
endogamia poniendo en riesgo la población .34 Esto sugiere que es preferible la
liberación mezclada de un número de individuos idealmente cercano a
la capacidad de carga del sistema. Pero el proceso de recolonización continúa,
ya que la población liberada debe ser monitoreada genética y demográficamente
las primeras generaciones para detectar posibles depresiones por exo- o
endogamia .34
ALTERACION QUIMICA
1.INTRODUCCION
Los procesos de deterioro de tipo químico pueden definirse como aquellos que
implican un cambio en la composición química global y/o mineralógica de la roca
original. Generalmente, estos procesos de alteración suponen la interacción de una
solución acuosa (y/o gases) con el material rocoso, produciendo una solución de
composición diferente de la inicial y un residuo de sólidos insolubles (fases minerales
secundarias, esto es, formadas en el proceso de alteración). El medio de alteración
transporta parte de los productos fuera del sistema rocoso, cambiando la composición
original del mismo.
Como para cualquier reacción química, los procesos de alteración químicos están
controlados por variables fisico-químicas (composición química y mineralógica de las
rocas, composición de las disoluciones acuosas y composición de los gases,
temperatura, pH, Eh,...). Es por tanto necesario un conocimiento preciso de estas
variables a la hora de describir los procesos de deterioro.
La composición de la roca original (e indirectamente sus características texturales
y estructurales) es un control decisivo sobre que tipo de proceso será operativo y sobre
el resultado del mismo. Por lo tanto, las distintas reacciones químicas se describen a
continuación en relación con los tipos de rocas sobre los que apliquen de manera
específica.
2.EQUILIBRIO QUIMICO
Los átomos que forman cualquier sistema fisico-químico tienden a ordenarse en
fases (minerales, soluciones líquidas y gaseosas) cuya composición y estructura
dependen de las condiciones ambientales bajo las que está sometido el sistema.
Cualquier ordenamiento particular de un sistema concreto en determinadas
asociaciones de fases puede permanecer estable o sufrir cambios hacia otro tipo de
ordenamiento distinto. La situación estable se denomina de equilibrio fisico-químico o
termodinámico. Por ejemplo, en un sistema en que coexistan agua y una sal bajo unas
condiciones ambientales determinadas, la condición de equilibrio se adquiere al
disolverse una cantidad definida de sal en el agua. Esta situación se mantendrá si las
condiciones ambientales no cambian, lo cual no implica que el sistema se comporte
estáticamente, esto es, que no exista movilidad de los átomos. De hecho, la condición
de equilibrio en un sistema se describe en términos de ecuaciones químicas, de manera
que los cambios que se producen en una dirección de la reacción son compensados con
los producidos en el sentido contrario. En el ejemplo anterior, una vez alcanzado este
estado de equilibrio se producirá un proceso de disolución de la sal que será
compensado por la precipitación de la misma cantidad de sal a partir de la disolución,
de manera que el sistema permanece sin cambios globales en las cantidades y
composiciones de la sal y la disolución. Esta condición de equilibrio se describe
definiendo las condiciones ambientales y las proporciones y concentraciones de las
fases.
El cambio de una o más de las variables implica una tendencia al cambio en el
ordenamiento de la materia. En el ejemplo anterior, se producirá un desplazamiento de
la reacción hacia la disolución o precipitación, según el caso. El nuevo ordenamiento
nace de la condición de desequilibrio del sistema para las nuevas condiciones, y se
detendrá cuando se alcance un ordenamiento nuevo en equilibrio para estas
condiciones. Así, para que un sistema alcance el equilibrio debe mantenerse sometido
a una condiciones constantes durante cierto tiempo, ya que las velocidades de las
reacciones que afectan al sistema no son muy elevadas. Si las condiciones cambian a
más velocidad que las velocidades de reacción, no dará tiempo a reorganizar la materia.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta que las ecuaciones químicas indican los
cursos posibles de las reacciones químicas, pero no informan de las velocidades de las
mismas que son las que realmente determinan si la reacción es importante o no en los
procesos de alteración. Estos aspectos son tratados por la cinética de reacción.
Cualquier desviación de las condiciones de equilibrio en un sistema tiene como
resultado la transformación del sistema mediante uno o varios procesos fisico-químicos
que tienden a reorganizar la materia y restablecer el equilibrio. Esta reorganización se
realiza mediante cambios en la composición de las fases existentes, produciendo fases
nuevas, y/o destruyendo fases anteriores. Los procesos de deterioro que afectan a los
materiales pétreos utilizados como materiales de construcción y ornamentación
resultan de la condición de desequilibrio a que están sometidas a las asociaciones de
fases que constituyen las rocas bajo las condiciones del medio ambiente atmosférico.
No obstante, los procesos de alteración rara vez consiguen alcanzar el equilibrio en el
medio ambiente atmosférico, ya que el sistema no permanece cerrado químicamente y
la velocidad de cambio de las condiciones ambientales es mayor que las velocidades de
reacción.
En consecuencia, los factores cinético son muy importantes en la evaluación de
los procesos químicos. Su importancia queda manifestada en el hecho de que la mayoría
de los minerales que forman las rocas no son estables en las condiciones superficiales,
permaneciendo el ellas metaestablemente debido a las bajas velocidades de reacción a
baja temperatura. Aunque las bajas temperaturas a que se verifican los reacciones de
alteración condicionan bajas velocidades de reacción, este efecto se ve compensado por
la presencia de fases fluidas (soluciones acuosas y/o gaseosas) en la mayoría de las
reacciones. Esto último aumenta las velocidades de reacción ya que las velocidades de
difusión de las especies químicas incrementan de manera importante en presencia de
fases fluidas que sirven de transporte. Por ello, la presencia de fases fluidas es de crucial
importancia en el proceso de alteración de un material al servir de medio de transporte
de los productos de alteración. Así, si estos son retirados del sistema las reacciones
progresarán en la misma dirección, mientras que si permanecen en el mismo, el sistema
puede devenir cerrado y por lo tanto alcanzar el estado de equilibrio, llegándose a parar
la reacción.
Resumiendo, podemos establecer como características generales de los procesos
de alteración en el medio ambiente atmosférico las siguientes:
Condiciones de desequilibrio en el material original, lo cual supone fuerte
tendencia al cambio de ordenación de la materia.
Condiciones ambientales muy cambiantes, lo que supone ausencia de
equilibrio.
Presencia de fases fluidas que interaccionan con el material, lo que supone
velocidades de reacción más elevadas que en su ausencia y capacidad de
transporte fuera del sistema de los productos de reacción.
El sistema será por lo general abierto y no alcanzará el equilibrio, por lo que
las reacciones procederán en el mismo sentido, esto es, en el sentido de la
alteración. El resultado es que será imposible detener el proceso de deterioro.
A todo esto hay que añadir la acción de la contaminación y de ciertos organismos,
que en general suponen el aceleramiento de los procesos de alteración. Aunque los
efectos de la contaminación pueden tratarse al mismo tiempo que los procesos de tipo
químico, serán considerados aparte, al igual que los efectos debidos a la acción
organismos.
De los tipos de reacciones químicas operativas en los procesos de alteración,
la disolución es muy importante ya que los productos de reacción suelen ser
transportados fuera del sistema. La oxidación se producirá en los minerales que
presenten componentes químicos con estados de oxidación variables al ponerse en
contacto con el oxígeno atmosférico. Procesos de reducción son muy raros en el
ambiente superficial rico en oxígeno libre, aunque pueden ser operativos en relación
con ciertos procesos de origen orgánico. La hidrólisis es importante el los procesos de
alteración de silicatos. Otros tipos de reacciones son
la carbonatación, hidratación y quelación, aunque este último en relación con
procesos biológicos y de contaminación.
3.FACTORES FISICO-QUIMICOS
3.1.PRESENCIA DE AGUA
Los procesos de alteración que vamos a considerar son esencialmente reacciones
que tienen lugar en presencia de agua. El agua es un líquido poco usual. Es un
disolvente excelente, tanto por la variedad de sustancias que puede disolver como por
la cantidad de las mismas. La estructura de su molécula (H 2O) es la clave de este
comportamiento. Los dos átomos de hidrógeno están embebidos dentro del átomo de
oxígeno, por lo que la molécula es casi esférica y presenta un radio poco mayor que el
radio del oxígeno. El ángulo entre las líneas que unen los centros de los átomos de
hidrógeno con el centro del átomo de oxígeno es de 105o. Esta estructura resulta en una
molécula con distribución preferente de cargas. En y entre los átomos de hidrógeno se
concentra la carga positiva, mientras que la negativa lo hace en el polo opuesto. Por lo
tanto, la molécula de agua es un dipolo. Las atracciones electrostáticas de estos dipolos
hacen que las fuerzas cohesivas entre las moléculas de H2O sean mucho más fuertes
que las de otros líquidos. Por esto, para ser una sustancia de bajo peso molecular, el
agua presenta valores altos de puntos de fusión y ebullición. Además, sus buenas
cualidades como disolvente proceden de esta misma causa, ya que los iones son atraídos
por los polos de carga opuesto de las moléculas de agua, permitiendo su dispersión en
el líquido.
3.2.POTENCIAL IÓNICO
Como acabamos de ver, los iones en solución atraen las moléculas de agua; los
cationes atraen los polos negativos y los aniones los positivos. El número de moléculas
de agua que puede atraer un ión determinado será función de su radio y su carga. A
mayor radio y carga, mayor número de moléculas atraídas. Sin embargo, el factor
esencial es la intensidad de las cargas eléctricas en la superficie externa de los iones,
que puede describirse como el potencial iónico. Este valor es la relación entre la carga
de un ión (Z) y su radio (r). Por lo tanto, la tendencia a la hidratación de un ión en
solución y su comportamiento puede medirse por su potencial iónico (Figura 1):
Los cationes con potencial iónico bajo (menor de 3), tales como los alcalinos
(Na+, K+) y alcalinotérreos (Ca2+, Mg2+), atraen con intensidad moderada a las
moléculas de agua, permaneciendo en solución durante los procesos de
alteración.
Los cationes con potencial iónico intermedio (3-12), tales como Al3+, Fe3+ y Si4+,
atraen con mayor fuerza las moléculas de agua, pero al mismo tiempo repelen
con mayor fuerza los átomos de hidrógeno de las mismas, pudiendo forzar el
desprendimiento de uno de ellos. Se forma así una molécula de (OH)–, cargada
negativamente, que se combina con el catión para formar un hidróxido
insoluble que precipita (e.g., Al(OH)3, Fe(OH)3). Por esta razón, este tipo de
cationes suelen formar precipitados por hidrólisis, que son muy poco solubles.
Los cationes con potenciales iónicos más elevados (más de 12), tales como C+4,
N+5 y S+6, repelen con tal fuerza a los átomos de hidrógeno de las moléculas de
agua, que todos ellos son desprendidos de las mismas. Los iones de oxígeno
libres se combinan con los cationes, formándose moléculas de oxiácidos (e.g.
CO3=, NO3–, SO4=). Por esta razón estos elementos son de nuevo solubles bajo la
forma de aniones complejos.
H2O = (OH)– +
H+ (1)
que tiene una constante de ionización (a 25 oC) de:
K = [H+]*[OH–]/[H2O] = 1.82*10-
16 (2)
Puesto que la concentración de las moléculas de agua es muy alta comparada con
las concentraciones de los iones hidrógeno e hidroxilos, la constante de ionización o de
disociación suele expresarse exclusivamente en términos del producto de las
concentraciones de los iones hidrógeno e hidroxilos. En este caso, la constante se
denomina constante del producto iónico del agua, esto es (a 25 oC):
[H+] = [OH–
]/Kw (4)
Estas relaciones no son constantes, sino que dependen de las sustancias disueltas
en el agua (ácidos o bases) y de la temperatura. Así, el agua se denomina neutra cuando
presenta [H+] = [OH–] (= 10-7 a 25 oC), agua ácida cuando [H+] > [OH–] (>10-7 a 25 oC), y
agua básica cuando [H+] < [OH–] (<10-7 a 25 oC). Para expresar las variaciones posibles
en las concentraciones de los iones hidrógeno e hidroxilo (que varían de 1 a 100 billones)
se establece el potencial de hidrógeno o pH, que se define como:
pH
= log[H+]
(5)
de manera que una disolución neutra presenta un pH igual a 7, una ácida de 0 a 7, y
una básica de 7 a 14 (a 25 oC).
La solubilidad de muchas sustancias están fuertemente influenciadas por el pH.
Especialmente importante es en el caso de la precipitación de hidróxidos. Así por
ejemplo, la solubilidad del hierro es 100000 veces mayor a pH = 6 que a pH = 8. Por lo
tanto, el hierro puede disolverse en soluciones débilmente ácidas y precipitar como
hidróxido de Fe3+ si la solución se convierte en básica. Las solubilidades del Al y Si
también están fuertemente condicionadas por el pH (Figura 2), lo cual influye en el tipo
de alteración en rocas silicatadas. En condiciones muy ácidas (pH<4) el aluminio es más
soluble que el silicio, lo que supone que el Al puede ser transportado fuera del sistema
rocoso dejándolo enriquecido en Si y formándose geles de sílice. Entre pH de 5 y 9 el Al
es virtualmente insoluble, pero la solubilidad del Si aumenta al aumentar el pH. Bajo
estas condiciones, el residuo puede hacerse cada vez más rico en Al, formándose
minerales de las arcillas y/o hidróxidos de Al.
En la Figura 3 pueden observarse las condiciones de pH de algunos tipos de aguas
naturales. Las condiciones apropiadas para la alteración de materiales pétreos en el
ambiente atmosférico está señalada por una línea, que hacia la parte inferior del
diagrama se señala discontinua para indicar condiciones poco probables. No obstante,
hay que tener en cuenta que la contaminación atmosférica puede distorsionar este
campo, pudiendo alcanzarse valores de pH bastante bajos (menores de 4).
Figura 2. Solubilidad de sílice y alúmina en función del pH (Tomado de Mason, 1966).
H2 = 2H+ +
2e – (6)
Esto es, la energía necesaria para liberar dos electrones de una molécula de hidrógeno
gaseoso es tomada como estándar de comparación, por lo que el valor del potencial
redox de esta reacción se fija en 0.00 eV, extendiéndose la escala de Eh a valores
positivos y negativos. A medida que el valor de Eh se hace menor, la energía necesaria
para desplazar la reacción hacia la pérdida de electrones (esto es, en el sentido de la
oxidación) se hace menor. Este tipo de reacciones no se producen aisladamente, sino
que están acopladas en pares, de manera que al oxidarse un compuesto, se reduce otro.
Por ejemplo:
4.1.DISOLUCIÓN DE SALES
Como hemos visto, la disolución la consideramos como el proceso de disociación
de un compuesto en sus iones simples constituyentes. Este tipo de procesos se da
esencialmente en las sales solubles via reacciones de disociación tales como (Sólidos =
iones libres):
NaCl = Na+ +
Cl– (11)
CaSO4 = Ca2+ +
(SO )4 = (14)
CaCO3 = Ca2+ +
(CO )
3 = (15)
Generalmente la solubilidad de las sales es mayor al aumentar la temperatura,
aunque en algunos casos esta tendencia puede invertirse, como en el caso del yeso cuya
solubilidad máxima está en torno a 40 oC (Figura 4); en otros casos, la solubilidad
desciende con la temperatura, como en el caso de la calcita (Figura 5). Por otra parte,
para las mismas condiciones de P y T, los distintos compuestos tienen solubilidades
distintas; así, la halita es más soluble que la anhidrita y esta última más soluble que la
calcita. En la Tabla 1 se expresan las solubilidades de distintos minerales. La presencia
de sales solubles en los materiales, ya sean de origen primario (morteros de yeso o
mixtos, alabastro,...), o secundario, ejerce una fuerte influencia en el deterioro del
material.
En primer lugar hay que considerar la propia disolución de las sales, que genera
pérdidas importantes de materia si el medio acuoso está en contacto con la superficie
atmosférica. Cuanto mayor sea la cantidad de agua que circula por el material y su
velocidad, y menor sea su grado de saturación, mayor será la tasa de disolución de las
sales y la pedida de materia. Esto se debe a que si el agua circula por el sistema poroso,
accediendo al exterior, será poco probable alcanzar el grado de saturación, por lo que el
sistema no alcanza el equilibrio y las reacciones de disociación no se interrumpen,
continuando desplazadas hacia los productos de reacción. Además, si la disolución
original es diluida para las condiciones ambientales bajo las que se produce la
disolución, las reacciones de disolución son más rápidas. Si además consideramos altas
velocidades de circulación del agua, la disolución aumenta rápidamente (Figura 6).
Figura 5. Solubilidad de la calcita en función del CO2 disuelto en la atmósfera y la
temperatura (tomado de Winkler, 1973).
Figura 6. Influencia del flujo de agua en la tasa de disolución de calizas por soluciones
diluidas de HCl (Tomado de Winkler, 1973).
CaCO3 + H+ = Ca2+ +
(HCO ) 3 – (17)
De estas ecuaciones se deduce que existe una relación directa entre las cantidades
de CO2 y CaCO3 disueltas en el agua, o también, que cuanto más ácida es la disolución,
mayor es su capacidad de disolver CaCO3.
Si se considera un sistema en equilibrio a una presión constante (fijada en nuestro
caso a 1 atm), existirá una relación entre la concentración (o presión parcial) de CO2 en
la atmósfera y la cantidad de carbonato disuelto en el agua en equilibrio con la misma.
Esto se debe a que la concentración de CO2 en el agua es función de su concentración
en la atmósfera. En la Figura 7 se observan las relaciones entre la cantidad de CO2 en
la atmósfera y las solubilidades máximas de CO2 en agua en equilibrio con la atmósfera
para distintas temperaturas. Puede apreciarse como para una misma cantidad de
CO2 en la atmósfera, la cantidad disuelta en agua disminuye con la temperatura, y que,
lógicamente, la cantidad de CO2 disuelta en el agua aumenta con la cantidad de CO2 de
la atmósfera. En la Figura 5 se proyectan en escalas logarítmicas las concentraciones
de CO2 en la atmósfera y de CaCO3 en agua para distintas temperaturas. Se observa
que, a una temperatura dada, a medida que aumenta la cantidad de CO2 aumenta la
cantidad de CaCO3 disuelto, y que para una misma cantidad de CO2, la cantidad de
CaCO3 disminuye con la temperatura. Esto mismo puede observarse en la Figura 8,
donde la presión parcial de CO2 se proyecta respecto de la cantidad de CaCO3 disuelto
a la temperatura de 16.1 oC.
En contacto con el oxígeno del aire, y sobre todo con el agua (con su poder
potenciado en el suelo porla presencia de carbónico y ácidos orgánicos
disueltos), los minerales de las rocas se alteran. Por otra parte, los organismos
atacan a los minerales para extraer elementos nutrientes (K, Ca, Mg...) y
transforman a los minerales.
halita disolución
anhidrita yeso
Si - O - M + H+ = Si - OH- + M
El agua de lluvia al
pasar por la
Este agua con ácido carbónico disuelto ataca a estas
atmósfera se carga
calizas de la Sierra de Cazorla disolviéndolas.
de CO2 y se
acidifica.