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TrazoUnario
2 Trazo Unario
TrazoUnario

Una nueva revista. Una apuesta por la apertura de lo escrito. Por sus desgarradu-
ras; por rayar la superficie del lenguaje. Esta revista rompe con lo anterior, con
nuestra escritura anterior, pero la continua. Ruptura y continuación. Oxímoron,
como la tensa calma.

Su nombre es trazo unario. Trazo: primera inscripción sin significación precisa;


rayón de multiplicidad de sentidos. Un trazo es el trayecto del pincel que inicia
una obra. Es la marca pincelada que estrena, un garabato con linaje estético; un
comienzo de ideograma que no se cierra.

El trazo unario es estampa de movimiento que inicia. Rastro que precipita la


diferencia y la repetición. Ajetreo originario de la cadena significante. Imán cen-
trifugo de mar tapiado de letras. Es irrupción del establecimiento de lo lógico. Es
marca de concatenación matemática. Unario que no es el uno de la unidad ni de
la totalidad. Unario de uno que llama al dos, que se constituye como tal al instituir
al dos. Uno de destino bífido gestor de la diferencia. También es el adentro y el
afuera combinados, cicatriz que rememora perdidas, pista que traza marcando. Es
caligrafía ilegible y descentrada; dislocación de sentido.

El trazo unario convoca y señala un frenesí barroco, complejo, entrópico. Pero


también su fracaso. Es espacio abierto; líneas de fuga sin horizonte. Blancos, au-
sencias, pisadas, manchas; borraduras.

Esta revista es editada por la red analítica lacaniana. Pero, tal como se establece
en nuestra trayectoria y posicionamiento, está abierta a otros horizontes, otras
posiciones, diversas posturas y distintas latitudes. Esta revista quiere ser polifóni-
ca. Calidoscopio textual para generar letras, dialogías, reflexiones, aportaciones
doctrinales, discusiones, disentimientos, arquitecturas, riesgos gráficos; aventuras
textuales. Quiere ser movimiento, convulsión en espiral; tipografía cromática.
.
Nuestra revista electrónica convoca, en su conformación, la filigrana del trazo
como grafía no significable, como connotación significante y asignificante, como
cuño de la estética matemática. Pero también su frontera abierta con el paisaje
más allá de la palabra. Texto y lámina. Letra y cromática. Busca merodear el litoral
entre el saber y el goce. Sí, atañe a la escritura.
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NumeroCERO
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Número Cero

Este Cero es territorio especial de memoria. Inicio sin concepto en un


tiempo complejo. Los artículos publicados habían aparecido en nuestro
formato anterior. No pueden perderse aunque se pierdan. Hacen comien-
zo para que se establezca el n (+1). Ahora se actualizan, por tanto, son
diferentes. Además, este Cero, se irá construyendo con los otros números
que aparezcan. Los textos que estuvieron, estarán. Se nutrirá de la cons-
trucción que viene de un pasado y se devela en un futuro.
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Índice
2 Bienvenida

6 Créditos Editoriales

7 En Homenaje a Camille Cluadel (1864-1943)


Victoria Leal

11 La Muerte es una Santa


Isela Segovia

18 En el Siglo de Freud, un significante primordial:


La Ciencia
J. Ignacio Mancilla

31 Rulfo
Aurora Fernández Cornejo

36 La ficción del Otro


Juan Ramón Gonzáles Rosales

44 Entre la historia y el síntoma del cine


Xóchitl Romo

53 Una ética que no es el sacrificio


Daniel Gerber

31 Referencias iconográficas
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Coordinación Editorial

Helí Moráles Ascencio
Andrés Manuel Jiménez
Asbel Hernádez
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Fernando Quezadas Sede del Colegio de Altos Estudios : Espacios Av. 3 número 99 , Col. San
Pedro de los Pinos, Delegación Benito Juárez, Distrito Federal. Teléfo-
no: 5515 5329
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© 2009 Copyright
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Felipe Simón Olvera Encina Noviembre 2009
EN HOMENAJE A
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CAMILLE

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CLAUDEL
(1864-1943)
“Yo lograré ser sólo yo misma.” C.C.

A partir de la película de Bruno Nuytten que llevó a la


pantalla la vida de Camille Claudel, y que fue exhibida
en el Museo de Arte Contemporáneo “Alfredo Zalce”,
el 25 de septiembre de 2003, me vi llevada a saber más
VICTORIA LEAL del oscuro periodo con el que concluyó su vida. Ese
tiempo de oscuridad duró 30 años, de 1913 a 1943, es
decir, desde sus 49 años de edad, hasta sus 79, en que
murió. El lugar donde permaneció esos terribles años,
fue el asilo para alienados, llamado Montdevergues,
cerca de Avignon, en Francia.

¿Qué la condujo hasta ahí? ¿Cómo pudo tener tal


destino? Y, ¿cómo lo vivió?

Para responder a estas preguntas de modo siempre


inacabado, cuento no sólo con esa premiada película,
sino con algo que considero muy preciado: los frag-
mentos de sus Cartas desde el asilo, que Anne Delbèe
ha reunido en su libro “Une Femme”, editado por
Presses de la Renaissance, Francia, 1982.

Así que vayamos primero a lo primero, a la época


luminosa y genial de Camille, que abarcó también 30
años, de 1883 a 1913, es decir, desde sus 19 años de
edad hasta sus 49.

Camille Claudel nació en Villeneuve-sur-Vère en


Tardemois, Francia, el 8 de diciembre de 1864; cuatro
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años después, nació su hermano, el poeta Paul Clau- respuesta. Camille aborta y queda resentida.Luego,
del, a quien quiso mucho y con quien permaneció en cuando Camille le muestra el busto que ha hecho de
contacto íntimo, confiándole las vicisitudes de su vida. él, Rodin exclama sorprendido: “¡Maestra..., Bruja!”.
El padre de Camille, la apoyó siempre y desde niña,
en su talentosa pasión por la escultura. Su madre en Camille le pide que deje a su mujer. Pero Rodin nun-
cambio la rechazó siempre. Esa madre no creía en su ca dejará a Rose Beuret. Entonces Camille deja a
“supuesta vocación” y lamentaba lo que su padre le Rodin y afirma:“Ahora me ocuparé de mi misma”; y
daba. Su amiga Jessie le decía: “Tú estás enferma de como una desaforada esculpe hasta con sus uñas. Su
la enfermedad del lodo”. “Sólo tu trabajo te interesa”. padre le recuerda que es una Claudel, que es diferente
Era entonces una estatuaria, luego una marmolera y a todos y que debe trabajar para ella, no para Rodin.
finalmente una escultora, de la que Rodin dijo un día:
“Yo le mostré dónde encontrar oro, pero el oro que A Paul su hermano, le cuenta lo sucedido y declara:
ella encuentra, es efectivamente de ella, le pertenece”. “Yo lograré ser sólo yo misma”.

Camille encuentra a Rodin en 1883, cuando él tiene 42 Camille expone y tiene gran éxito. Se re-encuentra
años y ella 19. Para entonces lleva ya 3 años de haber con Rodin. Este acaricia, palmo a palmo, con los ojos
llegado a París, con el apoyo de su padre, para desarro- cerrados todas las esculturas de Camille y dice: “¡Qué
llar su talento bajo la dirección de Alfred Boucher, esto bello coraje, qué demonio de voluntad!”
es, a sus 16 años de edad.
Tiempo después, discuten, ella le insiste en su verdad,
El encuentro con Rodin abre no sólo la posibilidad de él se muestra evasivo. Y Camille confiesa a Paul: “Le
trabajar en su taller, sino una relación que, de discípula dí mi dureza, me dió su vacío”. Y agrega: “Siempre
a maestro, pasa a la intensidad del amor pasional, que hay una ausencia que me acompaña”.
arderá hasta el final de modos diversos y cambiantes.
Pero aunque Camille sigue trabajando y vuelve a ex-
Camille ama, admira, busca a Rodin y espera su re- poner, Rodin se ha vuelto ahora, desde el rompimien-
conocimiento. El, poco a poco, no puede menos que to último, su perseguidor. Y ya sufre hondamente un
otorgárselo, llegando a decir: “...la llevaré a donde dolor de abandono y de traición. Es entonces cuan-
quiera”. Y más tarde, ante su genio creador, Rodin do se encierra en su taller, destruye parte de su obra,
le confiesa: “Tú sabes lo que te conmueve, yo ya no”. le envía excrementos al Ministro, rechaza los ofreci-
mientos de Rodin y vaga durante las noches solitaria,
Pronto los problemas entre ellos, comienzan. Camille por las calles de París.
se embaraza y le pide que se case con ella, pero no hay
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A Eugene Blot, quien preparó la exposición indivi- traordinario de la conciencia social, llegando al extre-
dual, Paul le comenta:“Todo lo apostó con él, todo mo de prohibirle escribir y recibir cartas. Sus médicos
lo perdió con él”. fueron verdugos implacables.

Destruida -como parte de su obra-, el 3 de marzo de Y si esto no fuese suficiente, el poeta Paul Claudel,
1913 muere su padre y 7 días después, el 10 de mar- escribió, -y bastante-, sobre su hermana, revelando
zo, por iniciativa de su madre, es secuestrada e inter- de modo riguroso una evocación de la tragedia de su
nada en el Sanatorio de Ville-Evrard. Es declarada prisionera. ¡Paradoja extrema! Su dolor y su arte, ali-
enferma y un peligro para la sociedad; y en julio del mentaron a los seres que más significaron para Cami-
mismo año, es trasladada a Montdevergues, el asilo lle en su amor: Paul y Rodin.
para alienados donde permanecerá prisionera para
siempre, a pesar de los ruegos a su hermano Paul. De la supuesta “locura”, que fue tratada con el silen-
ciamiento de una prisión, hubo grandes beneficiarios.
Danielle Arnoux, una psicoanalista francesa, quien Por último, su madre jamás fue a visitarla y rechazó,
dictó en México un seminario sobre Camille Clau- a fines de los años veinte, el consejo de los médicos
del, ha dicho lo que yo aquí medio transcribo, por- de regresarla a su hogar. Paul Claudel, embajador y
que estoy de acuerdo: célebre poeta adinerado, se negó, en 1933, a pagar la
pensión hospitalaria. Y cuando falleció en 1943, se
¿Qué, acaso no, la decisión de su madre y de su her- llamó a la familia que no respondió; así, el cadáver
mano, de conservarla hasta su muerte en reclusión, fue a parar a la fosa común, denunciando con estos
no nos habla de un miedo a Camille y a su supuesta últimos hechos, la insensatez de los ultrajes que le in-
“locura”; y también de un odio? flingió la sociedad de su tiempo y -¿por qué no decirlo
claramente?- también su madre, así como los hom-
Y, estando en un “sanatorio”, ¿no habla esta prisión bres que signaron su vida.
perpetua de un crimen médico de lesa humanidad
que no reparó en lo más mínimo en escuchar a la pa- Pero Camille Claudel vive entre nosotros, porque vivo
ciente y en atender a sus razones, a su dolor, a su tra- está su Deseo, su Deseo que tomó forma en las mara-
gedia amorosa? Ni siquiera planeó, acorde al “diag- villosas obras de su escultórica inigualable. Porque el
nóstico”, estrategia alguna de recuperación. Deseo giró vertiginosamente en las manos de Cami-
lle, para darle significación en el lenguaje de las for-
Ese “sanatorio” fue una cárcel que por la fuerza tuvo mas estatuarias, marmoleras, escultóricas.
enclaustrada, como “loca”, a una artista única y ge-
nial; y que brutalmente trató de borrar a un ser ex- Ahora, asomémonos a algunos de los fragmentos de
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sus Cartas desde el asilo; son 26 las que Anne Delbèe Año de 1927
incluye en su libro y todas las he traducido, pero sólo “Este no es mi lugar, en medio de todo esto, debo reti-
las fechadas y más elocuentes, presento: rarme de este ambiente; después de 14 años, hoy llevo
una vida igual, yo reclamo la libertad a grandes gritos...”
17 de marzo de 1913
“Tú no me reconocerías, tú que me has visto jovial Sin fecha
y brillante en el salón de exposiciones. Yo espero tu “¡Es realmente excesivo! ¡Y me condenan a la prisión
visita con impaciencia. Yo no estoy tranquila, yo no perpetua, para que yo no reclame! Todo esto en el
sé qué me va a suceder. ¡Creo que estoy en trance de fondo, sale del cerebro diabólico de Rodin. El no te-
terminar mal! Todo me parece turbio y sospechoso, nía más que una idea y es que, estando él muerto yo
Si estuvieras en mi lugar tú lo verías. ¿Recuerdas al tomara mi vuelo como artista y que yo deviniera más
señor marqués tu ex vecino?, pues él ha muerto des- que él. Faltaría sólo que él llegara a tenerme entre sus
pués de haber estado enfermo durante 30 años. Eso garras, después de su muerte, como durante su vida.
es horroroso.” Hace que yo sea desgraciada, estando él muerto como
vivo. El lo consiguió en todo punto, pues soy desgra-
25 de febrero de 1917 ciada, yo lo sé. Y me perjudico de esta esclavitud.”
“Se me reprocha (¡oh, crimen espantoso!), haber ven-
cido todo yo sola...”

Marzo de 1920
“Hoy 3 (sic) de marzo es el aniversario de mi arresto
en Ville-Evrard, 7 años..., 7 de hacer penitencia en
los asilos de alienados. Después de apoderarse de la
obra de toda mi vida, ellos me obligan a pasar años
en prisión, los mismos que ellos habrían merecido.”

Año de 1927
“Hoy hace 14 años que tuve la desagradable sorpresa
de ver entrar en mi taller a dos esbirros armados de
todos sus instrumentos, cascos, botas, y amenazantes
desde todo punto de vista. Triste sorpresa para una
artista, en lugar de una recompensa, he aquí lo que
me llegó. Es a mí a quien suceden cosas parecidas.”
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No se muere de haber nacido, ni de haber vivido, ni de vejez. Se muere
de algo... No existe muerte natural: nada de lo que le sucede al hombre es
natural puesto que su sola presencia cuestiona al mundo.
Todos los hombres son mortales: pero para todos los hombres la muerte es un
accidente y, aun si la conoce y la acepta, es una violencia indebida..

Simone De Beauvoir 8

Varias figurillas pequeñas, lujosamente vestidas,


acompañan a otra de mediana dimensión y a su vez
a la más grande de todas ellas, de tamaño natural,
asimismo elegantemente ataviada. Comparten el es-
cenario con diversos objetos: un cráneo humano, ro-

LA
sarios con cuentas y crucifijos de diferentes colores,
veladoras, flores, así como retratos y demás productos
de la creatividad que, como ofrenda, dejan los nume-

MUERTE
rosos fieles que visitan el altar. Las imágenes están
resguardadas por una vitrina que mes con mes es per-
fectamente aseada y todas las figuras son vestidas con

ES UNA
ropas de renovado color. Los altares son atendidos
por una familia, apoyada por la comunidad, ubica-
dos en colonias de la ciudad de México, y son lugar
de encuentro para numerosas llevan obsequios, le pi-

SANTA
den favores y le hacen promesas. Su poder milagroso
se difunde gracias al testimonio de quienes aseguran
han recibido sus bendiciones, lo que refuerza su fe y
devoción. La Niña Blanca, la Santa Muerte, la Santí-
sima, la Señora Blanca, la Santa...
8 De Beauvoir, S. Una muerte
“...a tus pies me postro para pedirte y suplicarte ha- muy dulce. Bs. As., Sudameri-
gas sentir tu fuerza, poder y omnipresencia contra los cana, 1975
que intentan destruirme...”* * Revista Devoción a la Santa
ISELA SEGOVIA Muerte. México, Mina Edi-
tores, No. 14, marzo 2005,
Si miras al interior verás tu propia muerte pág. 19.
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Las imágenes están muy lejos de la idea común que El culto a la Santa Muerte es urbano y popular, pro-
tenemos acerca de la belleza; no hay carne, sólo hue- ducto del sincretismo de la religión católica, lo pre-
sos, una representación descarnada de la muerte, esa hispánico y la santería. Tal como se le venera actual-
sí más familiar, con su guadaña en la mano derecha mente, surge de una crisis personal y comunitaria,
y en la izquierda el mundo, una balanza, un reloj de ante una religión que ya no proporciona un asidero
arena, una lámpara o un búho, que tienen simbolis- suficiente para hacer frente a las tribulaciones de la
mos específicos. Detrás de la riqueza de su atuendo, vida. Para la gente que vive en el Centro Histórico de
una túnica, pareciera acentuarse más la sonrisa bur- la ciudad de México, en el barrio de Tepito, la Lagu-
lona, sin labios, de una dentadura. Es la imagen de lo nilla, o la colonia Guerrero, la concepción acerca de
ominoso, de lo real. Y sin embargo, quienes creen en la muerte responde a reglas particulares a la situación
ella la ven hermosa, impregnada de un halo de san- de riesgo constante en la que viven muchos de los
tidad y de bondad: “es una santa que no castiga; al habitantes de esos lugares.
contrario, ayuda, protege y bendice; no es para hacer
el mal, sino para pedirle todo tipo de favores. Una de La muerte es una posibilidad cotidiana y, aparente-
las cosas que pide la Santa Muerte es que le hablen mente, no le temen, menos aún si cuentan con la pro-
con la verdad y que le cumplan lo que prometen; tección de una divinidad cuyo poder va más allá de
nada más”9 , comenta la señora Marta, cuyo altar se la vida misma, pues ¿quién puede ser más poderoso
encuentra en la colonia 20 de noviembre. que la muerte? No por nada la Iglesia Católica se ha
sentido amenazada por un culto que cada día tiene
No obstante, esta concepción positiva no es la única más adeptos. El retiro del registro como asociación
que prevalece entre sus fieles, pues mientras para al- religiosa a la Iglesia Católica Tradicional México-
gunos de ellos funciona como una guía de comporta- Estados Unidos, Misioneros del Sagrado Corazón y
9 Ibid, pág. 20
miento, para otros, los favores solicitados tienen que San Felipe de Jesús, señala Bernardo Barranco, vol- * Ibid., pág 20
ver con un código ético muy peculiar, como en el caso vió a colocar en el centro del debate el tema de la 10 Según la Subsecretaría
de los grupos de narcosatánicos. En esta relación del Santa Muerte.10 de Asuntos Religiosos de la
Secretaría de Gobernación
sujeto con la divinidad, la axiología, lo bueno o lo dicha asociación cambió su
malo en tanto valores, son muy relativos. Es decir, cada Asimismo, Barranco asegura que en este culto existe objeto religioso de catolicismo
quien su Santa, cada quien su relación con el Otro. una plurifuncionalidad religiosa, ya que los actores tradicional con culto tridentino
que viven al margen de la ley se han posesionado de por la advocación a la Santa
Muerte, violando el artículo
“Santa Muerte, ángel de Dios, te doy las gracias infini- la dimensión simbólica de la deidad, pues no se tra- 29 de la Ley de Asociaciones
tas y sinceras por los favores que me has concedido...”* ta solamente de la devoción popular de sectores so- Religiosas; Barranco, B. “La
cialmente marginados de la sociedad, sino de actores Santa Muerte”. En: Periódico
La Jornada, México, 1 de junio
emergentes de la exclusión social. de 2005. (www.jornada.com)
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Muchos investigadores tienen la percepción de que la zaje cultural. En las culturas prehispánicas, la vida
devoción por la Santa Muerte sostiene religiosamente cotidiana oscilaba en una dualidad construcción-des-
a aquellos sectores delictuosos dominantes que actúan trucción (vida-muerte), derivada de la lluvia-fertilidad
fuera de la ley, creando códigos propios de organiza- y sequía-carencia propia de las sociedades agrícolas.
ción y de poder simbólico que los legitiman en ciertos En Occidente, la idea de la muerte es lineal: a un
sectores de la sociedad. Narcotraficantes, comercian- comportamiento de vida corresponden gozo o sufri-
tes ambulantes, taxistas, vendedores de productos pi- mientos. En cambio, el mundo prehispánico conside-
rata, niños de la calle, prostitutas, carteristas y bandas ra varios planos de vida que coexisten; la tierra es un
delictivas tienen como característica común que no lugar entre otros, por ello la forma de morir determi-
son muy religiosos; sin embargo, responden a la su- na el destino de cada hombre.
perstición y al chamanismo. Crean y recrean sus pro-
pias particularidades religiosas con códigos y símbolos Algunos estudiosos de la mexicanidad coinciden al se-
que nutren su existencia, identidad y prácticas. Así ñalar una cierta “indiferencia por la muerte” como
como los narcos han tenido cultos particulares, como una característica cultural del mexicano, expresada en
Malverde en entidades norteñas del país como Sina- una burla hacia lo que tiene que ver con la muerte. Sin
loa, muchos otros grupos delictivos, como la Mara embargo, como afirma Roger Bartra13, el desprecio
Salvatrucha, se han refugiado en la Santa Muerte, por la muerte es una de las formas de tenerle miedo y
imagen que los representa y protege porque es una esto es un mito cuyas fuentes son, por una parte, la fa-
deidad funcional, acorde con sus actividades, ya que talidad religiosa que favorece la vida miserable y, por
violencia, vida y muerte están estrechamente unidas.11 otra, el desprecio de los poderosos por la vida de los
trabajadores. Es decir, la “indiferencia por la muerte”
“Santa Muerte querida y de mi corazón, no me des- tiene su origen en el desprecio por la vida ajena. Es,
ampares de tu protección…”* asimismo, una invención de la cultura moderna.
11 Ibid.
El culto a la muerte se remonta a tiempos muy anti- Ante la inevitabilidad de la muerte individual, toda * Revista Devoción a la Santa
guos. No se sabe con exactitud cuándo nace, aunque cultura necesita crear rituales y símbolos que permi- Muerte, Op. cit., pág. 20.
se tiene noticia de que entre casi todas las antiguas cul- tan que los muertos comiencen a morir con nosotros, 12 Montes, R. “El culto
urbano popular de la Santa
turas que poblaron lo que hoy es México existía una para no correr el riesgo de morir con ellos. Frente a muerte”. Ponencia presentada
veneración a la muerte. Los olmecas, mayas, toltecas, la certeza de la inexorabilidad de la muerte, continúa en el II Coloquio del docto-
nahuas, zapotecos, mixtecos, otomíes, le rendían culto. Bartra, “el hombre, tanto el ‘primitivo’ como el ‘mo- rado en Antropología de las
derno’, necesita proteger su equilibrio, para lo cual religiones. Inédita
13 Bartra, R. La jaula de la
Rodolfo Montes12 comenta que la veneración a la desarrolla diversas formas de control ritual del sufri- melancolía. México, Grijalbo,
Santa Muerte surge de un largo proceso de mesti- miento: el ‘desdén’ mexicano por la muerte forma 1987, pp. 76-8.
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parte de un rito colectivo que le da sentido a la vida”14. con Roger Bartra, “le recordaban al hombre que la
La muerte, pues, sí tiene un sentido: oculta algo que es muerte lo libera de un cuerpo desgraciado y que sig-
necesario descifrar; oculta el misterio del Otro. nifica un segundo nacimiento a una vida mejor”16.
Esta vestimenta, sin lugar a dudas, fue traída por los
“Estoy embriagado, lloro, me aflijo, pienso, digo, en españoles ya que en el México prehispánico no exis-
mi interior lo encuentro: si yo nunca muriera, si yo tían guadañas ni túnicas.
nunca desapareciera...” *.
Una vez consumada la Independencia de México las
La llegada de los españoles a estas tierras cambió el tradiciones en torno a la muerte se mantuvieron vi-
mundo antiguo. Las deidades de la muerte fueron de- gentes; sin embargo, no fue sino hasta fines del siglo
rribadas de sus altares y los templos destruidos. En su XIX cuando resurgió el interés por representar a la
lugar se construyeron las primeras iglesias cristianas. muerte participando en diversas actividades gracias
Pero si los dioses de la muerte fueron vencidos en lo al ingenio de José Guadalupe Posada, quien inmorta-
material, en lo espiritual siguieron vigentes, aunque lizó a la célebre Catrina, la calavera que pela los dien-
adoptaron nombres hispánicos y se ocultaron bajo las tes sonriente y que se paseó por todo el Porfiriato.
ceremonias religiosas de los vencedores.15
Al entrar el siglo XXI y en medio del proceso de
Una de las festividades donde se mezclaron las viejas globalización, el culto a la Santa Muerte tiene en
tradiciones indígenas con las creencias españolas de el barrio de Tepito y sitios que lo circundan, un ca-
la época fue el Día de muertos, que se celebra hasta rácter urbano, popular y permeado por la comuni-
la actualidad en nuestro país. Una de las expresiones cación mediática, que se articula con la tradición
más típicas de esta celebración son las calaveras de de una ritualidad marginal y local, produciendo un
azúcar, que con gusto comemos, aun cuando pue- expansivo movimiento de religión popular, desde un
dan llevar nuestro nombre impreso, al igual que el emergente sistema religioso.17
famoso pan de muerto.
El factor religioso es, entre otros, expresión de la vida
El atuendo de la Santa Muerte quizá fue inspirado cotidiana. Las creencias reflejan de manera nítida las
por las imágenes de la muerte elaboradas en la Euro- diferentes expresiones culturales, políticas y la organi- * Nezahualcóyotl. Citado en:
pa medieval. La túnica y la guadaña, características zación social vivida o deseada. El culto creciente por la ibid., pág. 83.
de la representación actual, acompañan siempre a la Santa Muerte manifiesta el tipo de país polarizado que 15 Montes, R. Op. cit.
16 Bartra, R. Op. cit., pág. 76.
imagen de la muerte en las llamadas danzas maca- hemos venido construyendo; la Santa Muerte revela, 17 Ibid.
bras o danzas de la muerte que fueron pintadas entre asimismo, prácticas sociales subterráneas existentes.18 18 Barranco, B. Op. cit.
los siglos XIV y XVI en Europa y que, de acuerdo
15

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“Inmaculado ser de luz, te imploro me concedas los Al interior de los grupos humanos está presente una
favores que te pida, hasta el último día, hora y mo- gran necesidad de tener una figura de autoridad a la
mento en que su Divina Majestad ordene llevarme cual pueda admirarse, inclinarse ante su presencia,
ante su presencia...”* ser gobernado e incluso maltratado. Es a partir de
la psicología individual que Freud 20 logra discernir
Freud asegura que “a muchos seres humanos les pare- esta peculiaridad en la relación de la colectividad con
ce ominoso en grado supremo lo que se relaciona de seres considerados como superiores. En ella se halla
manera íntima con la muerte, con cadáveres y con el presente la añoranza del padre, inherente a todos
retorno de los muertos, con espíritus y aparecidos”19. desde la niñez. Y es la figura del padre la que ha sido
elevada para así constituir la imagen de Dios, al cual
Difícilmente existe otro ámbito del pensar que haya se le atribuyen todos los poderes.
variado tan poco con respecto a lo primitivo, como
en nuestra relación con la muerte, pues en lo incons- Si los síntomas son el retorno de lo reprimido, los dio-
ciente se reserva muy poco espacio a la representa- ses son un síntoma de la colectividad y, como todo
ción de la propia mortalidad. Si lo ominoso provoca síntoma es sostenido pese al padecimiento y al gasto
angustia y no es algo nuevo o ajeno, sino algo anti- de energía que representa. Y este retorno se lleva a
guamente familiar a la vida anímica, sólo apartado cabo poco a poco, no de manera espontánea, sino
de ella por vía de la represión; y lo angustioso es algo más bien a partir de la influencia de las modificacio-
que retorna y lo relacionado con la muerte resulta nes de las condiciones de vida que forman la historia
ominoso, ¿cómo es que la imagen de la Santa Muerte de la cultura humana.
puede ser bella para sus fieles y provocar la devoción
que provoca? La relación con un ser divino es compleja, pues al
mismo tiempo que funciona como protector o bene-
Lo que hace tan poderosos a los fenómenos religiosos, factor también supone una serie de renuncias y sacri-
* Revista La Santísima. Una
dice Freud, es la represión, pues una vez que han pasa- ficios e incluso de castigo y de culpa si se lo desobede- religión. México, Mango, No.
do por el estado permanente dentro de lo inconscien- ce o no se lo satisface lo suficiente. Un dios al que se le 1, Año 1, febrero de 2005,
te, su retorno despliega efectos muy intensos sobre los rinde tributo siempre pide algo a cambio de su amor: pág. 25.
19 Freud, S. “Lo ominoso”.
sujetos. Lo que se reprime es la relación temprana con renunciar al propio deseo. Un dios es considerado En: Obras Completas, Bs.
los padres, relación teñida de una gran intensidad de como omnipotente, omnisapiente y omnipresente, es As., Amorrortu, 1976, Tomo
sentimientos opuestos, de amor, de odio y de deseo, ya decir, como absoluto, como ese Otro sin tachadura y XVII, pág. 241.
20 Freud, S. “Moisés y la re-
que las expresiones de los sentimientos infantiles son sin falta, a través del cual se intenta tapar la propia ligión monoteísta”. En: Obras
agudas y de una profundidad inagotable. falta, pues al creyente nada le falta cuando tiene fe. Completas, Bs. As., Amorror-
Es, entonces, una relación con lo real. Al ser concebi- tu, 1976, Tomo XXIII.
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do como absoluto es quien protege de la castración, canonización de la Iglesia, que no se trata de un ente
ya que la existencia de Dios pone a salvo de asumir el sino de un fenómeno natural y eso es motivo de gran
propio deseo, teniendo además la importante función debate entre la Iglesia Católica y la Iglesia tradicio-
de pacificar y civilizar con el sacrificio de las pulsio- nalista, pero que a los devotos parece no importarles.
nes y el nacimiento de la culpa. Dios estaría, enton-
ces, en el lugar de la falta.21 La Santa Muerte es un significante que para cada
creyente tiene un sentido particular, de acuerdo con
“Al verla sentí como el amor de mi madre... que su deseo. En su imagen confluyen la fe como produc-
siempre y a pesar de todo va a estar a mi lado y me to de un acto simbólico, la creencia como el desplie-
va a ayudar...”* gue imaginario de la desmentida de la falta, y lo real
que no puede inscribirse y que retorna exigiendo la
Las diosas femeninas provienen de la figura mater- representación ritual de un sacrificio, ante la inexo-
na, quien, en un inicio, era concebida por el niño rabilidad de la muerte, como límite de la vida, como
como omnipotente, como el gran Otro, pero que fue la castración misma. Pero no es la imagen terrorífica
desplazada tanto en la situación edípica individual, de la muerte; es la de una deidad protectora y pode-
como en la mitología colectiva, por la figura del pa- rosa. Es la relación con la madre como objeto pri-
dre, quien introduce la ley. En esas deidades figuran, mordial, que se continúa en la figura de la hermana,
según Freud, “las tres formas en que se muda la ima- de la guerrera, de la santa.
gen de la madre en el curso de la vida: la madre, la
amada, que el hombre elige a imagen y semejanza de No es casual que el culto se haya mantenido con un
aquélla, y por último la Madre Tierra, que vuelve a carácter velado hasta hace algunos años y que muy
recogerlo en su seno”.22 recientemente han empezado a proliferar los altares,
como una manera de hacer pública la creencia. La de-
La Santa Muerte es una intermediaria entre los cre- voción que los grupos marginados y excluidos de la 21 Novoa, V. “Goce y
yentes y Dios; la misa que se le dedica es una celebra- sociedad sienten por la Santa Muerte tampoco es ca- sacrificio”. En: Escritos de la
Red, México, Ediciones de la
ción de origen católico y ella es, por decirlo de algún sual, ante una Iglesia elitista como la Católica que no noche, 2004, pp. 31-32.
modo, la segunda en orden jerárquico. Es una advoca- tiene lugar para los más desamparados y que se resiste * Revista La devoción a la
ción de la Virgen María, la madre de Dios, y, de acuer- a flexibilizar sus posturas, pese a las exigencias sociales. Santa Muerte. México, Mina
Editores, No. 46, agosto
do con una definición de Rodolfo Montes, es el alter 2006, pág. 2.
ego de la Virgen de Guadalupe. Lo interesante es que La situación de crisis en la que se haya inmerso el 22 Freud, S. “El motivo de
no se trata de una deidad sustentada en un personaje mundo actual ha reforzado la necesidad de crear la elección del cofre”. En:
Obras Completas, Bs. As.,
que haya tenido una vida reconocida como de santi- enemigos, visibles e invisibles, y seres peligrosos de Amorrortu, 1976, Tomo XII,
dad ni que haya sido elevada a ese rango por vía de la todos tipos; ha dado lugar a la proliferación de nue- pág. 317.
17

TrazoUnario
vos sistemas religiosos muy ligados a grupos ultra-
conservadores que son eminentemente excluyentes;
al resurgimiento de la demonología a la cual, según
Paul Ariès 23, el Vaticano está dispuesto a utilizar para
reconquistar mentes y corazones y para hacer frente
a las múltiples creencias no necesariamente religiosas
que le han robado adeptos.

La única certeza que tenemos es la muerte. La pos-


tura del hombre moderno ante ella es tratar de eva-
dirla. La ciencia busca la fórmula para prolongar
el periodo de vida humano, el control genético que
modifique el destino biológico de los seres por nacer.
La farmacología se esfuerza en encontrar el medi- 23 Citado por Anne Marie
camento que nos evite el sufrimiento. Sin embargo, Mergier. “Instrumento del
miedo”. Revista Proceso Espe-
la ciencia falla en su intento por obturar la falta. Y cial, No. 18, 18 de noviembre
cuando la ciencia falla, está Dios, o la Santa... cuando de 2005. México, APRO,
la muerte es una Santa. Año 29.
18
TrazoUnario

EN EL SIGLO DE
Históricamente, Freud se encuentra ubicado, como
nosotros, entre dos Siglos. El Siglo XIX y el Siglo XX.

FREUD ,
UN SIGNIFICANTE
Y da la casualidad o causalidad histórica que esos dos Si-
glos, el XIX y XX son, también, los Siglos de la ciencia.

PRIMORDIAL:
Entonces, hablar de los Siglos de Freud es hacer un
balance del aporte del mismo; es decir, hacer un ba-

LA CIENCIA lance de lo que representa, hoy día, el psicoanálisis en


tanto creación determinada por su tiempo histórico,
que fue el tiempo de la ciencia.

Todavía más, significa hacer, también, un balance de


la relectura a que fue sometida la obra de Freud por
parte de Lacan.

Relectura donde el significante, mejor dicho, una teo-


ría muy peculiar del significante, juega la función de
punto de capitón; es decir, de hilo conductor y su-
jetador de muchos de los planteamientos freudianos.
Obviamente este balance tiene que ser, aquí, muy ge-
neral. No puede ser de otra manera.

La teoría lacaniana del significante resignifica, de ma-


nera total, la obra de Freud.

Es por ello que a partir de Lacan leemos de otra for-


ma la obra freudiana.
J. IGNACIO MANCILLA
Ese es el peso específico de Lacan.

Por eso es que revisamos aquí, en este lugar llamado


Espacios, los Seminarios de Lacan. Es decir, leemos,
19

TrazoUnario
y también releemos la relectura que hizo Lacan de la El motivo de la conferencia de Lacan es, el 16 de mayo
obra de Freud. de 1956, conmemorar el centenario del nacimiento
de Sigmund Freud. Aunque todos sabemos que Freud
Relectura de Freud, pero también lectura de Lacan. nació el 6 de mayo de 1856, y no el 16 de mayo. ¿Cuál
es el origen de ese desliz?
¿Qué es lo que destaca Lacan, de Freud, en su con-
ferencia intitulada En el siglo de Freud, como lo más Pero doy un salto. Ya que estamos hablando de la
relevante de la obra freudiana? relación del psicoanálisis con la ciencia, me gustaría
iniciar con una afirmación de Lacan, dentro de su
Ni siquiera de esta conferencia vamos a poder agotar conferencia, donde le atribuye a la ciencia de Freud el
todas sus implicaciones, por lo que me veo obligado a significante de “revolución”. Nada más.
puntuar algunos de los problemas señalados por Lacan
como los más significativos y renunciar a otros. Vaya, Lacan dice, textualmente, lo siguiente:
ni siquiera podré ahondar lo suficiente en estos proble-
mas, pero sí les presentaré mi lectura de los mismos. “La ciencia que Freud aporta, si tiene el valor que él pre-
tende, es por tanto una revolución.”(Edición Citada, p. 338).
Bien, ¿cuáles son esos problemas?
Luego Lacan se pregunta:
Señalemos algunos, pues.
“¿Tiene ese valor? ¿Tiene esa significación?” (Ibídem).
Según el profesor Jean Delay, quien presenta a Lacan,
Freud supera el “marco de las ciencias médicas”. Pero demos otro salto. Freud, como buen científico,
y hasta podemos decir, con todo el acto pro-vocativo
Así pues, el asunto de la ciencia es central en la obra que pueda tener una afirmación de ese tenor en un
de Freud, pero quiero citar, ampliamente, el decir lugar como éste, que Freud, como buen filósofo, no
del profesor Delay: hace otra cosa que hacerse preguntas.

“... al poner en evidencia el papel del inconsciente Y, no cabe duda, “Freud respondió a sus preguntas”,
en todas las manifestaciones de la vida mental, pue- y el “núcleo de la estructura” con que responde a “sus
de decirse que [Freud] aportó una contribución que preguntas” es su obra, conocida y llamada por todos
supera el marco de las ciencias médicas, y que se apli- como psicoanálisis.
ca al conjunto de las ciencias del hombre.” (LACAN,
JACQUES. El Seminario 3, Las Psicosis, Editorial Paidós, Barcelona, En este sentido, hay una relación compleja y no
1984, pp. 333-334).
20
TrazoUnario

exenta de problemas entre el nombre de Freud y su abstracción y de darse sustancialidad y transformar su


creación, hasta nuestros días. pensamiento en ser y confiarse a la diferencia absoluta.”

¿Qué decir de la relación de Lacan con el psicoanáli- Luego remata que:


sis en tanto no fundador, pero sí en tanto “revolucio-
na” el paradigma de lectura de la obra de Freud? ¿Y “El objeto hueco que se produce lo llena, pues, aho-
en tanto vuelve a Freud? ra, con la conciencia de la vaciedad; su obrar es el
anhelar que no hace otra cosa que perderse en su
¿Qué relación sostener, hoy día, entre Freud, Lacan hacerse objeto carente de esencia y que, recayendo
y el psicoanálisis? en sí mismo más allá de esta pérdida, se encuentra so-
lamente como perdido; -en esta pureza transparente
Pero doy otro salto más. ¿Es Freud una “alma bella”? de sus momentos, un alma bella desventurada, como
se la suele llamar, arde consumiéndose en sí misma y
Lacan nos habla del “alma bella” de Freud. se evapora como una nube informe que se disuelve
en el aire.” (HEGEL, G. W. F. Fenomenología del espíritu, Fondo de
Saben todos ustedes que este es un concepto hegelia- Cultura Económica, Colombia, 1997, p. 384).
no, y que Hegel está particularmente presente en El
Seminario 3, sobre todo en las lecciones XIX y XX; Sea lo que quiera decir Hegel, uno sospecha que no
pero ¿qué es lo que Hegel entiende por “alma bella”? concuerda esto del todo con el ser de Freud, por lo
que habría que entender la referencia de Lacan a la
¿Y por qué utiliza Lacan este peculiar concepto que “alma bella” en relación con el ser de Freud como
es una de las figuras del espíritu desde la dimensión una ironía o, en todo caso, como el señalamiento de
de la moral y la ética para referirse a Freud? que a Freud nada humano le es ajeno.

Veamos. Pero continuemos con nuestros saltos.

Hegel nos dice que el “alma bella”: ¿Es el psicoanálisis, una ciencia del campo del sentido?

“Vive con la angustia de manchar la gloria de su interior Después de leer a Heidegger uno no pude concebir
con la acción y la existencia; y, para conservar la pureza que antes de él nadie se hubiera preguntado por el
de su corazón, rehuye todo contacto con la realidad y olvido de la pregunta por el ser, por el olvido de la
permanece en la obstinada impotencia de renunciar al pregunta por el sentido y la verdad del ser.
propio sí mismo llevado hasta el extremo de la última Así, después de leer a Lacan uno no puede concebir
21

TrazoUnario
que antes de él nadie se hubiera percatado que lo que Remitiría aquí a los trabajos de Paul-Laurent Assoun
estructura la obra de Freud, lo que le da sentido a su sobre el sentido de la epistemología freudiana.
campo, es la teoría del significante.
Así como la metafísica se olvidó de preguntarse por
Es ahí donde Lacan pone el acento, es ahí donde radica el ser, por su sentido y por su verdad, de igual modo
la peculiaridad, según él, de la ciencia creada por Freud. entre los propios psicoanalistas se fue borrando la
peculiaridad de la obra de Freud, es por ello que el
¿Por qué fue de ese modo? retorno a Freud, por parte de Lacan, pasa a jugar un
papel preponderante, incluso desde el punto de vista
Cito la conferencia de Lacan, tal y como se nos tras- político, y no solamente epistémico.
mite en El Seminario de Las Psicosis:
Al respecto, Lacan nos dice:
“Si el descubrimiento del psicoanálisis estriba real-
mente en haber reintegrado a la ciencia todo un “Nunca podré recomendar lo suficiente, a aquellos
campo objetivable del hombre y haber mostrado su de ustedes que frecuentan la literatura analítica –y
supremacía, y si ese campo es el del sentido, ¿por qué Dios sabe que se ha vuelto enorme, casi difusa- que
buscar la génesis de ese descubrimiento fuera de las unan a esa lectura una dosis al menos proporcional
significaciones que su inventor encontró en sí mismo de lectura de Freud mismo. Verán resplandecer la di-
en la vía que lo llevaba a él, por qué buscar fuera del ferencia.” (Ed. Cit. p. 339).
registro al que éste debe con estricto rigor confinarse?
Si debemos recurrir a algún resorte ajeno al campo Y por supuesto que no se trata solamente de una dife-
descubierto por nuestro autor, y por nadie sino él, rencia de estilo, sino de diferencias epistémicas abis-
para explicar lo que es, la prevalencia de ese campo, males, donde lo que está en juego es, precisamente, la
por estar subordinada, se vuelve caduca. especificidad del psicoanálisis en tanto éste inaugura
un nuevo campo, lo que Lacan llama, en El Semina-
“Postular la supremacía y no la subordinación del sen- rio 3, el campo del sentido.
tido en tanto causa eficiente es aparentemente rene-
gar de los principios de la ciencia moderna. En efecto, Campo que no puede entenderse sin el significante.
para la ciencia positiva, a la que pertenecen los maes- Dicho de otro modo, se entiende mejor con la teoría
tros de Freud –esa pléyade que Jones evoca con toda del significante formulada por Lacan.
razón al comienzo de su estudio- toda dinámica del
sentido es, por petición de principio, descartable, fun- No es casual, nos parece, que Lacan se haga la si-
damentalmente superestructura.” (Ed. Cit. pp. 337-338). guiente pregunta-capitón:
22
TrazoUnario

“¿Cómo pudo omitirse el papel fundamental de la ¿Cómo leer, ahora, esas obras, sin el aporte lacaniano
estructura del significante?” de la teoría del significante como estructuradora del
sentido de dichas obras; es decir, como estructurado-
Es por ello que Lacan vincula la especificidad del des- ra del sentido mismo del campo del psicoanálisis?
cubrimiento freudiano, es decir, psicoanalítico, con el
significante; más particularmente, relaciona la Inter- ¿Cómo leer a Freud todo sin el Real, Simbólico,
pretación de los sueños con el significante. Imaginario (RSI)?

Nos ha quedado más que claro, por las exposiciones Por supuesto que no pasaré revista ni a cada una de
de Helí Morales y Daniel Gerber, que la condensa- estas obras, ni siquiera a las consecuencias re-estruc-
ción y el desplazamiento, mecanismos fundamentales turantes que tiene la introducción de cada una de
del sueño, se comprenden mucho mejor si se piensan ellas en todo el edificio teórico del psicoanálisis.
como metáfora y metonimia; es decir, como mecanis-
mos fundamentales del lenguaje. Propongo que esa relectura se haga también en este
lugar, en Espacios.
Pero también relaciona la Piscopatología de la vida
cotidiana, el Witz (El Chiste y su relación con lo in- Lo que me interesa destacar, aquí, es que es en los pro-
consciente), que poco puede entenderse de ellos si no pios psicoanalistas que la cosa freudiana generó resis-
se les lee bajo la férula del significante. tencias; y ese es el gran sentido del llamado lacaniano
y ahora famoso “retorno a Freud”.
Incluso, sin nombrarlo, nos habla de Más allá del
principio del placer, cuando menciona el “automa- “Retorno a Freud” al que Philippe Julien le atribuye
tismo de repetición”. ¿Podría entenderse esta obra, por lo menos 4 consecuencias:
que reestructura todo la obra freudiana sin la teoría
lacaniana del significante? 1ª) La de tomar el texto freudiano, en su conjun-
to, como un decir de Freud dirigido, más allá de su
También comenta sobre los textos Introducción del muerte, a los analistas y también a todos aquellos no
narcisismo, El yo y el ello, Tótem y tabú y Moisés y analistas que en la cultura tienen la preocupación por
la religión monoteísta. De este último me ocuparé la exigencia de la comunicabilidad científica.
más adelante.
2ª) La de tomar el texto freudiano como un decir-
Es por ello que uno puede preguntarse: verdadero; en otras palabras, la de tomarlo como una
palabra que nos interroga y convoca a una respuesta.
23

TrazoUnario
¿Cómo nos interroga? Por lo que en el texto mismo blematización, todavía, de la obra de Freud y, por su-
está marcado en hueco, como ausencia y laguna. En puesto, de la problematización de la obra de Lacan.
efecto, por ser el inconsciente el sentido del descu- Quisiera destacar aquí dos: Uno, el texto de Ilse Gru-
brimiento de Freud, éste no se agota en el informe brich-Simitis, Volver a los textos de Freud. Dando
clínico o metapsicológico que nos diera... En suma: el voz a documentos mudos, Biblioteca Nueva, recien-
texto no dice todo, y desde allí nos interroga aún más temente publicado, y que problematiza la cuestión de
de lo que lo interrogamos nosotros. los manuscritos de Freud.

3ª) La de, en nuestra lectura y relectura del texto de El otro de Ignacio Gárate y José Miguel Marinas, Lacan
Freud, obligarlo a responder a él mismo a las pregun- en español (Breviario de lectura), de Biblioteca Nueva y
tas que plantea, por medio de una exégesis, por el acto también de reciente publicación, y que problematiza el
de hacer salir de ese texto, otro. Es decir, tomarlo en interesante asunto de pensar a Lacan en español.
su dimensión de transferencia y leerlo no sólo como
texto analítico, sino analíticamente, según los proce- No se hable de la problematización de la relación de es-
dimientos y las reglas de inscripción del inconsciente. tos dos nombres tan significativos en la historia del psi-
coanálisis. Sobre lo que todavía hay mucho que decir.
4ª) La de instituir una diferencia entre el acto de Freud
dándonos su mensaje y el campo que Lacan abre y Y en todo esto de la problematización, Lacan dixit,
limita al mismo tiempo por una nueva escritura. Esta Freud no deja de tener cierta faceta de filósofo.
heterogeneidad que es la diferencia instaurada por
el retorno mismo, se indica por la distinción de los Cito a Lacan:
nombres propios: retorno a Freud de Lacan. En efec-
to, esta nueva escritura se elabora y se mantiene en el “... ¿cuál es el centro de gravedad del descubrimiento
sentido de la diferencia de la diferencia de estos dos freudiano, cuál es su filosofía? No es que Freud haya
nombres propios con relación al psicoanálisis. hecho filosofía, siempre repudió que se le considerase
filósofo. Pero, formularse una pregunta es ya serlo,
Naturalmente estoy súper condensando la proble- aun cuando uno no sepa que se la formula. ¿Qué en-
mática de estas 4 consecuencias, mismas que hoy ad- seña pues Freud el filósofo?” (Ed. Cit. p. 350).
quieren una enorme relevancia.
Luego vienen dos respuestas de Lacan, por demás
Hecho que se puede constatar simplemente con la bastantes contundentes.
publicación de textos recientes sobre Freud, así como
sobre Lacan; textos que están en la tesitura de la pro- En la primera dice así:
24
TrazoUnario

“Para dejar en su proporción, en su lugar, las verdades Y Lacan cierra su reflexión de la siguiente forma:
positivas que aportó, no olvidemos que su inspiración
es fundamentalmente pesimista. Niega toda tenden- “Indudablemente, el psicoanálisis nos introduce a
cia al progreso. Es fundamentalmente anti-humanis- una psicología, pero ¿cuál? La psicología propiamen-
ta, en la medida en que en el humanismo existe ese te dicha es efectivamente una ciencia, y de objetos
romanticismo que quiere hacer del espíritu la flor de perfectamente definidos. Pero, sin duda a causa de
la vida. Freud debe situarse en una tradición realista las resonancias significativas de la palabra, nos des-
y trágica, lo que explica que sus luces nos permitan lizamos hasta confundirla con algo que se relaciona
hoy comprender y leer a los trágicos griegos.” (Ibídem). con el alma. Se piensa que cada quien tiene su psi-
cología. Mejor sería, en este segundo empleo, darle
Aquí di un seminario sobre la Ética Nicomáquea, de el nombre que podría tener. No nos engañemos: el
Aristóteles, obra a la que Lacan le da un lugar muy psicoanálisis no es una egología. En la perspectiva
especial ya en El Seminario de Las Psicosis, nada me- freudiana de la relación del hombre con el lenguaje,
nos que la de encontrar en ella “el origen de los temas ese ego no es para nada unitario, sintético, está des-
freudianos sobre el placer” (Ed. Cit. p. 339). compuesto, complejificado en distintas instancias, el
yo, el superyó, el ello. Convendría, por cierto, que no
La segunda respuesta la da Lacan después de una se hiciese de cada uno de estos términos un pequeño
pregunta que dice así: sujeto a su modo, mito grosero que no lleva a nada,
no esclarece nada.
“Pero, para nosotros, trabajadores, para nosotros,
científicos, para nosotros, médicos, para nosotros téc- “Freud no pudo tener dudas sobre los peligros que
nicos, qué dirección indica este retorno a la verdad corría su obra.” (Ed. Cit. pp. 350-351).
de Freud?” (Ed. Cit. p. 350).
Hasta aquí la cita.
A lo que responde así:
¿En manos de quién corría peligro el psicoanálisis?
“La de un estudio positivo cuyos métodos y cuyas for- Podría uno preguntarse.
mas están dadas en esa esfera de las ciencias llama-
das humanas que conciernen el orden del lenguaje, Es curioso, pero a Freud le ocurrió algo parecido a lo
la lingüística. El psicoanálisis debería ser la ciencia que pasó con Marx. Fue con sus adeptos, donde más
del lenguaje habitado por el sujeto. En la perspectiva se desvirtuó el sentido de su obra.
freudiana, el hombre, es el sujeto capturado y tortu-
rado por el lenguaje.” (Ibídem). Pero henos aquí, releyendo a Freud con Lacan, y con
25

TrazoUnario
ello, estamos en el intento de situar el papel del signi- de Schreber, más allá de lo que inclusive él mismo
ficante, como “trenza de significantes”, no sólo en la sostenga, es la dolorosa ruptura, que se manifiesta in-
estructura de la realidad, sino, incluso, en la estructu- cluso al nivel del cuerpo del sujeto, en este caso de
ra de las psicosis. Schreber, entre saber y verdad del sujeto.

Nada más, pero nada menos. Desgarradura que se juega, en el caso de él, en esa
alucinación visual donde ve convertirse su cuerpo en
La Verwerfung como punto de capitón Lacan afirma : cuerpo de mujer.

“La no-integración del sujeto al registro del signifi- En este sentido, no me parece casual que Freud cierre
cante indica la dirección en la que se plantea la pre- su reflexión sobre el caso Schreber con la siguiente
gunta sobre las condiciones previas de las psicosis: la paradoja o parajoda epistémica:
cual ciertamente sólo puede solucionarse mediante la
investigación analítica.” (Ed. Cit. p. 360). “Queda para el futuro decidir si la teoría contiene
más delirio del que yo quisiera, o el delirio, más ver-
Todos conocen el famoso caso del Presidente Daniel dad de lo que otros hallan hoy creíble”. (FREUD, SIG-
Paul Schreber. MUND. Obras Completas, Editorial Amorrortu XII, p. 72).

Freud analizó ese famoso caso a través de las Memo- Donde se problematiza la compleja relación entre cien-
rias escritas por el propio Presidente Schreber, lectura cia, saber, verdad, realidad. Ficción, sujeto y delirio.
insustituible, aún en el supuesto de conocer al dedillo
El Seminario 3 de Lacan. Problemas puestos en primer plano por el propio Daniel
Paul Schreber, y no sólo por la lectura que hacen Freud y
Hay en esas Memorias, algo de insólito, de deslum- Lacan de las Memorias del famoso Presidente Schreber.
brante, por ejemplo al nivel de las relaciones del suje-
to con el saber y con su verdad. Cito los siguientes dos pasajes de las famosas Memo-
rias, para poner en primer plano esa paradójica re-
La concepción schreberiana, si podemos hablar así, lación que hace Freud entre teoría, delirio y verdad.
se coloca a distancia de la concepción hegeliana, en
la medida en que, en Schreber, el saber no necesaria- En el Capítulo I de sus Memorias, Daniel Paul Schre-
mente tiene que culminar en su expresión conceptual, ber escribe lo siguiente:
como sinónimo de verdad, donde sujeto y objeto se
hacen uno; sino que, lo que nos manifiesta en el texto “El alma humana está contenida en los nervios del
26
TrazoUnario

cuerpo, sobre cuya naturaleza física yo, a fuer de pro- terno. A ello parece deberse la circunstancia de que
fano, no puedo decir más sino que son comparables cada nervio intelectivo represente la individualidad
a dibujos de damasco de extraordinaria finura –he- espiritual íntegra del hombre, de que en cada nervio
chos con las hebras más finas-, y de cuya excitabi- intelectivo esté, por así decirlo, inscripta la totalidad de
lidad por los influjos externos depende toda la vida los recuerdos, y que el mayor o menor número de los
espiritual del hombre. Por medio de ellos, los nervios nervios intelectivos existentes tengan influjo solamente
entran en vibraciones que, de una manera imposible sobre el lapso durante el cual estos recuerdos pueden
de dilucidar, generan el sentimiento de placer y des- ser conservados.” (SCHREBER, DANIEL PAUL. Memorias de un
placer; poseen la capacidad de conservar el recuerdo enfermo nervioso, Ediciones Carlos Lohlé, Buenos Aires, 1979, pp. 17-18).
de las impresiones recibidas (la memoria humana)
y, poniendo en tensión su energía volitiva, la fuerza Más adelante, en el capítulo V, escribe sobre el len-
para hacer que los músculos del cuerpo en los que guaje humano y el lenguaje de los nervios lo siguiente:
están alojados ejecuten cualesquiera manifestaciones
de actividad que ellos deseen. Se desarrollan a partir “Aparte del lenguaje humano usual existe un modo
de los más tenues principios (como embrión humano, de lenguaje de los nervios, del cual un hombre sano
como alma infantil) hasta convertirse en un sistema por lo general no tiene conciencia...”
muy amplio que abarca el más extenso dominio del
saber humano (el alma del hombre maduro).” Y continúa:

Y cierra su argumentación de la siguiente manera, “El empleo de este lenguaje de los nervios en circuns-
por demás impresionante en cuanto a su consistencia tancias normales (acorde con el orden cósmico) de-
discursiva: pende, naturalmente, sólo de la voluntad del hombre
de cuyos nervios se trata; ningún hombre puede por
“Una parte de los nervios es apta solamente para re- sí mismo compeler a otro hombre para que se sirva
cibir las impresiones sensibles (nervios de la vista, el de este lenguaje de los nervios. Pero en lo que a mí
oído, el tacto, la voluptuosidad, etcétera), los cuales, respecta, después del giro crítico antes mencionado
por ende, sólo son aptos para las sensaciones lumíni- que tomó mi enfermedad nerviosa, se da el caso de
cas, sonoras, de calor, de hambre, de voluptuosidad que mis nervios son puestos en movimiento desde el
y de dolor; otros nervios (los nervios del intelecto) re- exterior, y por cierto sin interrupción ninguna.
ciben y conservan las impresiones espirituales y, en
calidad de órgano de la voluntad, otorgan a todo el “La capacidad de influir de esta manera sobre los ner-
organismo del hombre el impulso para las exteriori- vios de un ser humano es en primer término propia
zaciones de su fuerza para actuar sobre el mundo ex- de los Rayos divinos; de ahí depende que Dios haya
27

TrazoUnario
estado siempre en condiciones de inspirar sueños a Bueno, esto dice Schreber. ¿Cómo leer esto sin la teo-
los hombres mientras duermen. Por mi parte, sentí ría del significante como hilo conductor de la psico-
por primera vez ese influjo como emanado del profe- sis? ¿Ven el alcance del aporte de Lacan?
sor Flechsig. La explicación de esta circunstancia sólo
puedo encontrarla en que el profesor Flechsig apren- Pero dejo aquí, quiero ahora pasar hacerles mi propuesta
dió de alguna manera a valerse de los Rayos divinos; de lectura, que se ubica dentro de una de las consecuen-
posteriormente, además de los nervios del profesor cias del “retorno a Freud”, señaladas por Philippe Julien,
Flechsig, se han puesto directamente en vinculación y para hacerlo les formulo las siguientes preguntas:
con mis nervios también algunos Rayos divinos. El
modo y manera del influjo ha ido cobrando con el ¿Qué tipo de saber es el psicoanálisis?
transcurso de los años formas cada vez más contra-
rias al orden cósmico y al derecho natural que tiene ¿Es un saber científico, epistémico?
el hombre a la libre disposición de sus nervios y, me
atrevo a decirlo, cada vez más grotescas. No obstante que Freud, incluso Lacan, siempre insis-
tieron en colocar el psicoanálisis del lado de la ciencia,
“Este influjo apareció relativamente pronto bajo la dada la peculiaridad del propio psicoanálisis, sospe-
forma de compulsión a pensar, expresión que las Vo- cho que el saber psicoanalítico es más bien un saber
ces interiores me indicaron ellas mismas, pero para de tipo PHRONÉTICO, de PHRÓNESIS (Pruden-
que otras personas difícilmente será conocida, pues el cia), que de tipo EPISTÉMICO, de EPISTÉME.
fenómeno en su totalidad cae fuera de toda experien-
cia humana. La esencia de la compulsión a pensar Ello debido a que se trata, en todo momento, de un
consiste en que el hombre se ve forzado a un pen- saber situado espacial y temporalmente, del cual no
sar incesante; en otras palabras, el derecho natural pude hacerse LEY UNIVERSAL, dada precisamente
del hombre a proporcionar de tiempo en tiempo a su determinante espacial y temporal que en todo mo-
sus nervios intelectivos el indispensable descanso me- mento tiene que atender las contingencias de un sujeto
diante el no pensar nada (como sucede de la manera afectado por el tiempo; es decir, de un sujeto mortal.
más típica al dormir) me fue restringido ya desde el
comienzo por los Rayos que tenían trato conmigo, Desde esta perspectiva, el saber psicoanalítico como
quienes continuamente pretendían saber en qué es- saber PRHONÉTICO tiene que tener, como corre-
taba yo pensando. La pregunta era formulada, por lato, una teoría del acto psicoanalítico y, en conse-
ejemplo, con estas palabras: ‘¿En qué piensa usted cuencia, una ética.
ahora?’...” (Ed. Cit. pp 49-50).
28
TrazoUnario

Para Heidegger la temporeidad es el sentido del ser llegó en última instancia a creer que era así.
de ese ente peculiar que él llamó Dasein; negándose,
de ese modo, a situar su discurso en la lógica tradi- “En realidad, me limitaré aun más y bastará con que
cional, incluso moderna, que opone sujeto y objeto. me conteste una sola pregunta: cuando su hija tras-
mitió esas palabras al congreso de Jerusalén, ¿estaba
Tengo claro, por otra parte, que si situamos el psi- hablando en nombre de usted?
coanálisis como un saber de tipo PHRONÉTICO,
esto ni implica excluirlo de aquel saber que es del “Por favor dígamelo, Profesor. Le prometo no reve-
tipo EPISTÉMICO. lar a nadie su respuesta.” (Las cursivas son del pro-
pio Yerushalmi. YERUSHALMI, YOSEF. El Moisés
Lo que sostengo es que, hoy día, sigue siendo proble- de Freud. Judaísmo terminable e interminable, Ediciones Nueva Visión,
mática la relación del psicoanálisis con la ciencia, y, Buenos Aires, 1996, p. 199).
desde esta perspectiva, no me parece casual que Yosef
Yerushalmi, en su precioso libro El Moisés de Freud. ¿Es el Logos judío, distinto del Logos griego?
Judaísmo terminable e interminable, en un diálogo
imaginario con Freud mismo, sea esta cuestión de la ¿Este es el sentido de lo que le pregunta Yerushalmi
ciencia la que problematice en su grado extremo. a Freud?

Cito ese pasaje también comentado por Jacques De- ¿Una ciencia judía privilegiaría otra cosa que lo
rrida en su Mal de archivo, pasaje que viene después epistémico?
de una larga desconstrucción histórica de la historia
del texto Moisés y la religión monoteísta, libro que ¿Por qué entonces Freud cuidó tanto el que no se
Freud publica prácticamente al final de su vida: relacionara el psicoanálisis con lo judío?

“Profesor Freud, en este momento me parece fú- ¿Por mera estrategia política y no por razones de
til preguntar si, genética o estructuralmente, el psi- estructura discursiva?
coanálisis es en verdad una ciencia judía; eso sólo lo
sabremos, si es que hay algún modo de que pueda Hay en todo eso, según Yerushalmi, por lo menos
saberse, cuando se haya hecho mucho trabajo futuro. ambivalencia de parte de Freud.
Mucho dependerá, desde luego, de cómo se definan
los términos mismos de judío y ciencia. En este ins- Desempolvando un texto de Marx, Sobre la cuestión
tante, dejando a un lado las cuestiones semántica y judía, hay dos problemas que quiero señalar antes de
epistemológicas, lo único que quiero saber es si usted dejarles la palabra:
29
Uno estaría a un nivel ontológico. Y creo que es a ese Psicosis, en la Casa Espacios de la Red Analítica La-

TrazoUnario
sentido al que apunta la pregunta que le hace Yerus- caniana (REAL), el 21 de junio del año en curso. So-
halmi a Freud en su diálogo imaginario. lamente le he hecho algunas pequeñas correcciones y
le he agregado algunas notas.
Es decir, se trataría de las diferencias entre el Logos judío
y el Logos griego en relación con la ciencia occidental. Ignacio Gárate y José Miguel Marinas traducen point
Con un tipo de saber que es hoy hegemónico y universal. de capiton por “puntada de Acolchado”, cito parte
de la definición y explicación que ofrecen y remito al
Otro estaría a un nivel político social, y más allá de lector a su importante y reciente libro; importante en
las limitaciones del texto de Marx, quisiera retomar la relectura del psicoanálisis, así como en la relectura,
una de su afirmaciones, que sigue teniendo, según la en español, del propio Lacan: “(Fr. point de capiton)
lectura que yo hago de ese texto, una enorme perti- Son muchos los traductores de textos psicoanalíticos
nencia para el mundo de hoy: y, principalmente, de textos lacanianos, los que, al
llegar al concepto <<point de capiton>>, unas veces
Habla Marx: se contentan con traducirlo simplemente por <<pun-
tada>> -como si sólo existiese un tipo de puntada- y
“La capacidad de emancipación del judío de hoy es la otras incurren en feroz galicismo al conservar capi-
actitud del judaísmo ante la emancipación del mun- ton, traduciéndolo por <<puntada o punto de capi-
do actual” (MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Obras tón>>. Terrible cabezada, que tal es el sentido cas-
fundamentales 1, Fondo de Cultura Económica, México, 1982, p. 485). tellano de esta voz: pues es capitón, al mismo tiempo
que mújol o cabezudo, a la par que vuelta o voltereta,
Esto lo escribió Marx en 1844, pero volteemos la mi- el golpe que se da o se recibe en la cabeza. Aunque
rada hacia el conflicto israelí –palestino de hoy día y no lo contemple el Diccionario de la Real Academia,
tratemos de leerlo a la luz de esta afirmación de Marx. la palabra <<capitoné>> es de uso en castellano, por
más que se le considere <<palabra francesa>>. Por
Más que las limitaciones del texto, lo que resalta la metonimia viene a designar el carro o vagón, a veces
pregunta es su pertinencia misma, inclusive hoy día. acolchado, que se emplea para transportar muebles.
Y es que el point de capiton es, en francés, la puntada
Bueno, abro la discusión, la palabra la tienen ustedes. particular que utilizan los tapiceros para fabricar el
acolchado de sillones, butacas y edredones.
Ciudad de México.
La función particular de la puntada de acolchado es
El presente texto se presentó como comentario a las impedir el deslizamiento de la pluma, la lana, el pe-
lecciones XIX y XX del Seminario 3 de Lacan, Las lote, la crin o la borra que se utiliza en el acolchado.
30
TrazoUnario

Basta con estudiar la manera peculiar como se anuda


esta puntada, y las superficies a través de las cuales se
anuda y en las que se sostiene, para entender la utili-
zación lacaniana del término, atribuida, esta vez, a la
limitación del flujo de los significantes...” (GÁRATE,
IGNACIO Y MARINAS, JOSÉ MIGUEL. Lacan en espa-
ñol [Breviario de lectura], Biblioteca Nueva, Madrid, 2003,
pp. 83-84, todas las cursivas son de los autores. Ade-
más, en el texto vienen ilustraciones del campo de la
tapicería que permiten tener una claridad concreta
de la función que tiene, en la tapicería, el famoso po-
int de capiton, JIM).

Estas consecuencias están tomadas del libro de Phi-


lippe Julien: El retorno a Freud de Jacques Lacan,
particularmente de su Introducción, pp. 5-6, editado
por Sistemas Técnicos de Edición, México, 1992.
Ver la nota 3 referida a este concepto.
Todo esto merece ser trabajado con mayor deteni-
miento, de hecho estoy en eso y próximamente pre-
sentaré, espero que en este espacio, los resultados del
trabajo que hago sobre esta importante problemática
tanto del psicoanálisis como de la filosofía.
“Mi cuerpo se sentía a gusto sobre el calor de la are-
31

TrazoUnario
na. Tenía mis ojos cerrados, los brazos abiertos, des-
doblados, las piernas a la brisa del mar. Y el mar allí
enfrente, lejano, dejando apenas restos de espuma en
mis pies al subir su marea…” “Ahora si es ella la que
habla, Juan Preciado. No se te olvide decirme lo que
dice…”

“...Era temprano el mar corría y bajaba en olas. Se


desprendía de su espuma y se iba limpio, con su agua
verde, en ondas calladas.” “...en el mar solo me sé
bañar desnuda –le dije. Y él me siguió el primer día,
desnudo también, fosforescente al salir del mar. No

RULFO
había gaviotas., solo esos pájaros que les dicen “picos
feos” que gruñen como si roncaran y después de que
sale el sol desaparecen. Él me siguió el primer día y se
sintió solo a pesar de estar yo allí.”

“...Es como si fueras un “pico feo”, uno más entre


todos –me dijo –me gustas más en las noches cuando
estamos los dos en la misma almohada, bajo las sá-
banas, en la oscuridad. Y se fue.” Volví yo. Volvería
siempre. El mar moja mis tobillos y se va, moja mis
rodillas, mis muslos, rodea mi cintura con su brazo
suave, da vuelta sobre mis senos, se abrasa de mi cue-
“UNA LECTURA DESDE EL PSICOANÁ- llo, aprieta mis hombros. Entonces me hundo en él,
LISIS SOBRE LA FUERZA POLÍTICA Y entera. Me entrego a él y a su fuerte batir, en su suave
POÉTICA DE ALGUNOS FRAGMENTOS, poseer, sin dejar pedazo. -me gusta bañarme desnuda
en el mar- le dije. Pero él no lo comprende. Y al otro
PASAJES Y PERSONAJES DE LA OBRA día estaba otra vez en el mar, purificándome. Entre-
LITERARIA DE JUAN RULFO” gándome a sus olas.”

La obra literaria de Rulfo puede ser precisamente 14 Juan Rulfo: Pedro Pára-
AURORA FERNÁNDEZ CORNEJO como un suave batir de las olas frente al mar.14 mo, Editorial Planeta (2002)
Pág. 95-96
32 Cada fragmento puede leerse de manera diferente, titulo: “el hijo del desaliento” da cuenta de cómo su
TrazoUnario

de manera poco usual. Rulfo dice más de lo que dice: estilo narrativo es el del “murmullo”, no el de la viva
lo mejor de su literatura proviene de la fidelidad a un voz; el decir callando y no la expresión verbal.
lenguaje que ya es lo suficientemente rico como para
permitirse extirpar toda redundancia, toda demasía. Este viajero que va hacia la tierra de la Media Luna
se parece a otro viajero el de Luvina donde denunció
La clave de este lenguaje y ese estilo interior, murmu- la estructura patrimonial desde la perspectivas de sus
rando antes que dicho, sugerido antes que exclamado la víctimas lo que Rulfo revolucionó es cómo no se ha-
da el mismo Pedro Páramo antes de morir por ejemplo, bía destruido la propiedad neofeudal porfiriana; solo
nos presenta un desafió como lectores, encontrar una se había trasladado a una nueva etapa revolucionaria,
nueva forma de hacer audibles; escuchar los murmullos lo que Rulfo revoluciona políticamente es la denuncia
de su escritura. de la estructura patrimonial advertida desde la pers-
pectiva de los campesinos en este diálogo entre los
Pero comencemos por el instante de la mirada: campesinos y el gobierno.

“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi El narrador cuenta, como aquellos campesinos pos-
padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y revolucionarios habían aspirado a una verdadera pro-
yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella murie- piedad, no “este puro pellejo de vaca que se llama el
ra. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues llano”, cómo soñaban legítimamente con tierras férti-
ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo les bañadas por el río, y no con el desierto, y cómo, en
todo”. “No dejes de ir a visitarlo me recomendó se lla- cambio, el delegado parecía burlarse de ellos al mos-
ma de este modo y de este otro. Estoy segura de que le trarles la inmensidad del sitio y decirles: “no se vayan
dará gusto reconocerte” entonces no pude hacer otra a asustar por tener tanto terreno para ustedes solos”.
cosa sino decirle que así lo haría, de tanto en tanto
decírselo se lo seguí diciendo aun después que a mis Aquí Rulfo no sólo es irónico, es sarcástico. Exhibe cla-
manos les costo trabajo safarse de sus manos muertas. ramente la condición clasista de la revolución triunfan-
te, en otro de sus cuentos: Luvina esta situación parece
- Todavía antes me había dicho: continuar y alcanzar una nueva instancia expresiva; allí
el narrador –un profesor –recrea la sensación de des-
“No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro lo que amparo experimentada en la “soledad” de Luvina, ante
estuvo obligado a darme y nunca me dio… el olvido sus tierras erosionadas e inútiles recuerda como había
en que nos tuvo, mi hijo cóbraselo caro.” intentado animar a los habitantes a vencer su arraigo:

Esta manera de iniciar una novela la única que Rulfo Vámonos de aquí –les dije -no faltará modo de aco-
escribió además de la que destruyó que llevaba por modarnos en alguna parte, el gobierno nos ayudará.
Ellos me oyeron sin parpadear, mirándome desde el hasta cuando se terminara aquello; esperaba que al-
33

TrazoUnario
fondo de sus ojos de los que solo se asomaba una guna vez, nada puede durar tanto, no existe ningún
lucecita allá muy adentro. recuerdo por intenso que sea que no se apague.

- ¿Dices que el gobierno nos ayudará profesor? Si al menos hubiera sabido que era aquello que la
- ¿Tú conoces al gobierno? maltrataba por dentro, que la hacía revolcarse en el
- Dije que si. desvelo, como si la despedazaran hasta inutilizarla.

También nosotros lo conocemos. Da esa casualidad; Él creía conocerla y aun cuando no hubiera sido así,
de lo que no sabemos nada es de la madre del go- ¿acaso no era suficiente saber que era la criatura mas
bierno. Yo les dije que era la patria. Ellos movieron querida por él sobre la tierra? y que, además, y esto
la cabeza diciendo que no. Y se rieron fue la única era lo mas importante, le serviría para irse de la vida;
vez que he visto reír a la gente de Luvina, pelaron alumbrándose con aquella imagen que borraría todos
sus dientes molenques y me dijeron que no, que el los recuerdos.
gobierno, no tenia madre. ¿Será? Atenco, Oaxaca.
Pero ¿...Cuál era el mundo de Susana San Juan? Esa
Mientras que Susana San Juan es la historia de amor fue una de las cosas que Pedro Páramo nunca llegó a
y desamor con Pedro Páramo, indica que la única saber. Para Rulfo los actos forman una piel de la que
ambición de este cacique que aparentemente lo tiene no es posible desprenderse y el pasado gravita como
todo, goza de “todas las mujeres” excepto de Susana una “fatalidad” que determina el fin. En el mundo de
San Juan con quien se bañaban desnudo en el río y Rulfo la culpa es fruto de la acción.
de cómo persigue sus huellas; desde la última vez que
se fue de Comala. 30 años antes. Pedro Páramo, sostiene una ambición única que
determinó su vida y acumulación de bienes que se
Pensaba cuándo ella regresaría. Él no pensaba más confunde; con su ambición única: la de recuperar
que en Susana San Juan metida siempre en su cuarto, el paraíso perdido de un amor infantil: “...esperé 30
durmiendo, y cuando no, como si durmiera, la noche años a que regresaras Susana San Juan.” La fatali-
anterior se había pasado de pie, recostado en la pared dad, y la pobreza de los personajes, el futuro, no
observando a través de la pálida luz de la veladora. El son resultado de una condenación atávica sino de un
cuerpo en movimiento de Susana., la cara sudorosa, orden social injusto.
las manos agitando las sabanas, estrujando la almo-
hada hasta el desmorocimiento. En los cuentos de Rulfo los personajes transitan,
Desde que la había traído a vivir aquí no sabía de se mueven sobre una tierra estéril que expresa una
otras noches pasadas a su lado, sino de estas noches imagen de vida. Pero los viajes no tienen destino ni
doloridas de interminable inquietud y se preguntaba propósito, al llegar a Luvina por ejemplo; después
34 de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sola en antecedentes habiendo alcanzado una extensión
TrazoUnario

sombra de árbol, ni una sola semilla de árbol, ni una de veinte cuartillas. Como antes había indicado, trata
raíz de nada. Se oye el ladrar de los perros y culmina de la descripción de un pueblo de la Sierra de Juárez
con la visión del grupo de campesinos disolviéndose hecha por un profesor rural a un recaudador de ren-
como fantasma: “Somos cuatro. Yo los cuento: dos tas del estado.
adelante, dos atrás, miro más atrás y no veo a nadie
entonces me digo: Somos cuatro. Hace rato, como Aunque aparentemente se desarrolla por medio de
eso de las once éramos veintitantos hasta quedar una conversación entre las dos personas, es en general
nada más este nudo que somos nosotros.” un monólogo ya que el profesor como se verá al final
no existe. El recaudador se concreta a oír, mientras el
También un tránsito empobrecedor y agónico es el profesor relata sus experiencias en el pueblo de Loobi-
que hace el padre, con el cuerpo de su hijo a cues- na, así como algunos rasgos de su vida personal, todo
tas, en “No oyes ladrar los perros” allí lo que se va enmarcado en un cuadro de desilusión, interrumpi-
perdiendo por el camino no son bienes materiales o dos de vez en cuando para beber, pues el profesor ha
propiedades. Es la vida. Ese bien que a menudo es el terminado por ser un borracho característico de los
único que poseen los personajes de Rulfo. pueblos olvidados.

En “Luvina” el viaje es contado desde la perspecti- Finaliza el relato con la clave del cuento: el profesor
va de un regreso: el narrador ha sobrevivido la ex- representa la conciencia del recaudador quien va por
periencia de esa tierra de nadie, y está dispuesto a primera vez a “Loobina” y, por consiguiente, obra
comunicarla a un supuesto interlocutor que iniciará como muchos hemos obrado en estos casos: imagi-
el mismo viaje, cumpliendo así el ritual mítico de la na el lugar a su manera ya que lo desconocido en
iniciación. “Luvina” es un cuento experimental entre ocasiones, violenta la imaginación y crea figuras y
los más extraños e inesperados. situaciones que podrían no existir jamás. El viaje lle-
ga a ser el movimiento principal de los personajes:
Al menos, es posible hacer la lectura del cuento invir- “Talpa”, donde disfrazan su crimen con apariencia
tiendo, totalmente el sentido. Es lo que hizo Rulfo en de una peregrinación en busca de la salud perdida.
mil novecientos cincuenta y tres, mientras lo escribía,
como se desprende de un informe dirigido a Marga- Hemos dicho que Rulfo no emplea toda la voz sino el
reth Shedd, entonces directora del Centro Mexicano murmullo… una estética del silencio y de la alusivi-
de Escritores, durante el período en que Rulfo gozó la dad un ejemplo sería suficiente: se refiere a la secuen-
beca que le permitió escribir Pedro Páramo. cia más famosa de Pedro Páramo: su final, la novela
termina con la muerte de Pedro Páramo. “Después de
-terminé de escribir el cuento titulado “Loobina”- así unos cuantos pasos calló, suplicando por dentro; pero
se llamaba originalmente –del cual ya estaba usted sin decir una sola palabra, un golpe seco contra la tie-
rra y se fue desmoronando como si fuera un montón Toda la lectura psicoanalítica que pueda desprender-
35

TrazoUnario
de piedra” Pedro Páramo acaba identificándose con se sobre la función del Padre en Pedro Páramo, del
la naturaleza, disolviéndose con la materialidad del pueblo lleno de murmullos y habitado por fantasmas
paisaje, preanuncianda en su nombre mismo. dependen del lector. Saber que hasta la mitad de la
novela nos enteramos del nombre del hijo de Pedro
Ese final es de incomparable elocuencia, un hallazgo Páramo: Juan Preciado una vez que está muerto y
artístico pleno, sin embargo, en una versión anterior, que junto con él están enterrados los restos de una
Rulfo extendía ese final de modo redundante, con mujer que es quien comienza a contarle la historia de
la siguiente frase: “… y junto a la Media Luna que- Susana San Juan son algunos de los recursos estilís-
dó siempre aquel desparramadero de piedra que fue ticos que Rulfo emplea para tenernos pendientes de
Pedro Páramo.” su obra; donde cada fragmento puede ser leído por
separado hasta completar la novela; pues hay en cada
Cuando hizo su opción final Rulfo eliminó esta frase, fragmento un relato en sí mismo.
y tuvo razón en hacerlo; no solo porque concentró la
expresión apretando el texto sino porque lo mejor de Es un estremecedor poema en prosa donde el lec-
su literatura provenía como ya dije de la fidelidad a tor sensual puede oler, respirar, oír, palpar, incluso
un lenguaje que ya es suficientemente rico. saborear cada pasaje. La delicadeza de su proceder
literario tiene una secreta arquitectura musical pues
La clave de ese lenguaje y ese estilo interior, murmu- inventó sus propias reglas; un retroceso temporal que
rando antes que dicho, la da el mismo Pedro Páramo contribuyó al campo de la narrativa latinoamericana.
en el momento de morir. “Sin decir una sola palabra” Juan Rulfo ha sido traducido a más de treinta idiomas
calló, “suplicando por dentro”. Esta imagen dice más y se ha escrito mucho sobre él. Esta sencilla ponencia
que lo que dice y es la mejor manera de hablar del es solo una invitación a su lectura.
estilo de Rulfo. Para nosotros como lectores el desafío
permanece; encontrar el nuevo código y el nuevo tim- Hacer una lectura de su obra literaria Pedro Páramo
bre correspondiente a los murmullos de su escritura de acuerdo a las fórmulas de la sexuación será el ob-
para aprender a leerlo. jetivo de un próximo escrito. Por hoy es lo que deseo
presentar. Para ser congruente con Lacan diré: “leer
En realidad es muy poco tiempo para exponer la no los obliga en lo más mínimo a entender, primero
obra tan rica que Rulfo nos propone; esta exposición hay que leer” y la obra literaria de Rulfo se presta
no es más que una invitación para que hagamos un especialmente para ello.
viaje con él a través de sus obras; es decir invitar a
que Rulfo encuentre a sus lectores. Motobatha; Hidalgo; Otoño de 2006.
LA FICCIÓN
36

DEL OTRO
TrazoUnario

¿Cuál es la pretensión de un titulo como éste? ¿Se


trataría de pensar una fantasmatización del objeto
gracias a la cual se hace posible la aparición de la
palabra en el campo de lo humano? Esto a partir de
dos menciones cinematográficas: ¿Una conjetura so-
bre el origen del lenguaje (Kubrick) y lo que se podría
pensar sobre el cumplimiento del deseo de manera
absoluta, el llamado goce (Tarkovsky)?

Sólo se pueden proponer como preguntas ya que


es muy cuestionable saber qué es eso que pensamos
como lo real del ternario lacaniano. Hay una protec-
ción contra lo real, de allí las fantasías que promueve,
los ficcionamientos se manifiestan también en el cine.
De allí que la pregunta de nuestra época es; ¿qué es
lo real detrás de los acontecimientos tan dramáticos
que vive nuestro planeta?

Una producción fantasmática es el origen, otra el goce

En las dos películas que se trabajarán esas produccio-


nes no sólo están presentes sino que podemos pensar
la lógica de su operación, estirándola un poco, a otros
ámbitos.

I
Hemos pasado, pues, del mundo de la
Cosa (a conservar o expulsar)
al mundo menos arcaico de las cosas y
de las representaciones, en el que de ahora
en adelante el sujeto puede vivir.
Paul-Laurent Assoun
JUAN RAMÓN GONZÁLEZ ROSALES
37

TrazoUnario
Una película ya clásica; Una odisea espacial 2001, se animal, después del cumplimiento del deseo, es decir
propone quedarse sólo con la primera parte, no ir más en el goce, sólo la muerte es posible.
allá de ésta pues pareciera que el autor intenta aportar
una posible solución al problema, una conjetura sobre Lo que se muestra en la película son “ ” en lo real, eso
el origen del lenguaje. innombrable e inaprensible, eso que Adolfo Sánchez
Vázquez podría llamar objetos no humanizados, por
La novela es de Arthur C. Clarke, pero aquí se foca- estar fuera de la realidad humano social en el sentido
lizará la atención en la película, de hecho la novela del materialismo histórico. Cosa que haría imposible
fue escrita gracias a la petición del director cinema- trabajar sin hacer referencia a lo humano. Lo que hace
tográfico Stanley Kubrick a Arthur C. Clark de que a “eso” humano dice Sánchez V. siguiendo a Marx es
participara en su proyecto realizando un guión de la acción, la praxis.
ciencia ficción, se podría decir que Clark estaba pen-
sando en imágenes al escribir, escribía imágenes, la Karel Kosik dice: “A diferencia del mundo de la
palabra es una imagen del objeto (humanizado), pero pseudoconcreción, el mundo de la realidad es el
las imágenes también son imágenes de la “cosa”, aun mundo de la realización de la verdad; es el mundo en
así no son la “cosa” (aquí se abre la puerta a pensar el que la verdad no está dada ni predestinada, ni está
que habrá cosas que serán mejor presentadas en imá- calcada indeleblemente en la conciencia humana; es
genes desde el principio, la novela parece ser superior el mundo en el que la verdad deviene. [...( La destruc-
al cine en muchos aspectos, pero cabe la posibilidad ción de la pseudoconcreción significa que la verdad
de que existan imágenes no susceptibles de escribir, de no es inaccesible, pero tampoco es alcanzable de una
allí que podamos pensar en un cine no guiado por el vez y para siempre, sino que la verdad misma se hace,
logos). No sería mejor mostrar que escribir, ya que lo es decir, se desarrolla y se realiza”.
segundo implica las palabras que no son las imágenes
(aunque las imágenes tampoco son las cosas), ser leído A qué otra cosa se puede referir Lacan en su seminario
estaría más alejado de lo que allí se ve. “Lo que puede XI cuando habla de praxis sino a eso, al decir que el
ser mostrado no puede ser dicho.” psicoanálisis es una forma de tratar lo real mediante lo
simbólico, y en esta forma de hacerlo encontrarse con
Los objetos de cualquier modo están ya humaniza- una realización de la verdad. Lacan camina a través de
dos, es decir, una vez que estamos en el sistema (mun- la obra de Marx;
do) del lenguaje es imposible no tener consistencia
simbólica sino allí. Justo allí se pondrá un acento en “¿Qué es una praxis? Me parece dudoso que este tér-
este escrito, la posición es en un callejón donde ya no mino pueda ser considerado impropio en lo que al
hay salida, donde hacia atrás no se puede andar y ha- psicoanálisis respecta. Es el término más amplio para
cia delante igual. Antes del lenguaje sólo tenemos lo designar una acción concertada por el hombre, sea
38
TrazoUnario

cual fuere, que le da la posibilidad de tratar lo real hábitat, la manada “B” tiene mejor dotación de vello
mediante lo simbólico. Que se tope con algo más o y masa muscular, por grandotes siempre ganan. La
algo menos de imaginario no tiene aquí más que un manada “A” es la perdedora.
valor secundario”.
Clark llama a un elemento de la manada “A” “Moon
Clark se da cuenta, a diferencia del Lacan de 1964, watcher”, no de balde nombra con un significante
que sin imaginario es imposible acceder a lo simbólico. que evoca imágenes de reflexión y meditación, y a
este le toca “tratar lo real mediante lo simbólico”,
Esto es el relato: cómo lo hace es un punto oscuro, es claro que no sólo
en la película o en el libro.
Lo que vemos ahí son dos manadas (que llamaré, no
sin dificultades, “A” y “B”), en las cuales los elemen- “Y de pronto le llegó un sonido que Moon Watcher
tos guardan una cierta relación interna entre sí, y otra no podía posiblemente haber identificado, pues ja-
para con los elementos de la manada vecina. Una más había sido oído antes en la historia del mundo”
cierta relación especular, pero aun no como constitu-
ción de la función del yo. Las relaciones internas a la No sólo no podía identificarlo porque no hubiera sido
misma manada “A” son lo que se podría llamar, de oído, sino que al identificar algo también se simboliza,
supervivencia animal; por no estar solos, por perte- cosa que no hacia. El sonido provenía de algo extraño,
nencia, porque estar lejos de la manada implica peli- un monolito incrustado en la tierra que alcanzaba una
gro, estando juntos cuando menos el tigre sable no se altura mucho mayor que la de cualquier miembro de
comerá a todos. Aquí está ya presente una cierta iden- una manada encorvada donde parecían andar a ga-
tificación, aun no como matriz simbólica, pero iden- tas. Eso estaba allí, inmóvil, produciendo un sonido
tificación. Se podría suponer que una identificación angustiante. Y si la angustia se caracteriza por no te-
parecida se sostenía internamente en las dos manadas. ner un objeto definido que la produzca, pues bien eso
tampoco era un objeto, era algo en lo real, claro no
Parece justo entonces hablar de una identificación se puede tener miedo de eso, se puede tener angustia.
entre las dos manadas. Es curioso porque la relación
(imaginaria) entre las manadas se ve cuando entre La manada rodeando eso, expresaba algo (la mana-
ellas hay un “espejo”, es decir un pequeño riachuelo da rodeando, eso expresaba algo), indecible, pero hay
donde toman agua y es el lugar vital a “A” y “B”. Justo allí un acercamiento con lo que Helí Morales dice
cuando se encuentran en ese lugar es donde realizan sobre el acto de mirar (ver pié de pag. no vi), acto
el ritual especular, pelean pero no con golpes o pie- animal, pero acto epistémico a fin de cuentas. No se-
dras, sino gritando y moviendo el cuerpo de manera rían actos cronológicamente situables, al contrario,
estrepitosa, y por las características ecológicas de su sólo después de relacionar es que lo mirado puede
39

TrazoUnario
ser ubicable. Heli habla del sol y la luna, ¿de qué nos introducido por Lacan. En la posibilidad misma del
habla Clark? De lo mismo. De la posibilidad de que lenguaje está la necesidad de que el sujeto ubique un
algo de lo real pueda cimbrar las entrañas de eso que ojo, fantasmático, ahí donde no mira nadie. Porque
será un sujeto para que pueda acceder a algo del or- lo que sucede en este acontecimiento estructurante
den simbólico. ¿Y eso para qué? No será para estar que produce al sujeto. Es una dislocación del sujeto,
mejor que antes, para estar poquito peor tampoco, por eso también es necesaria una fantasmatización
sino para ser lo que antes no se era y punto. ¿No es del sujeto, ese que después será constituido.
eso lo que sucede en un psicoanálisis? Hay pues un
movimiento subjetivo y al mismo tiempo epistémico. Ese miembro de la manada hizo un fantasma que
mira (el Otro), para que él (el otro) pudiera ser un
A continuación las imágenes son muy ilustrativas. fantasma que ve ese Otro que mira. Es en esa medida
Tenemos a ese, que ahora sí podemos llamar sin una fractura en el encuentro con lo real, el primer
reservas “Moon-watcher”, frente a un esqueleto de encuentro fallido con lo real. Fallido porque es un en-
algún animal muerto tal vez por sed, calor o frío, o cuentro mediado por el Otro, ¿pero cómo podría ser
por alguna enfermedad. Frente al esqueleto el sujeto de otra forma?
aprende a tratar lo real mediante lo simbólico. To-
mando un hueso del mismo esqueleto inicia a golpear “...si puedo organizar una percepción y po-
el cráneo, la imagen evoca una compulsión, cada vez ner a distancia la excitación, es porque el Otro está
con mayor fuerza y euforia. “Lo repetido de la mane- desde el origen para ayudarme”
ra más compulsiva es justamente lo que no puede ser
dicho efectivamente una solo vez” .Claro que ese Otro es inconsciente, no de balde As-
soun menciona un comentario de Freud a Groddeck,
. ¿Cómo es que Freud aprehende la pulsión de muer- el inconsciente como el mising link “que condena a
te, sino como compulsión de la repetición? El sujeto las palabras y a las cosas a buscarse sin fin, creándose
se ve en el espejo, “el estadio del espejo es un drama el más problemático y firme de los lazos...”
cuyo empuje interno se precipita de la insuficiencia a
la anticipación”, el sujeto se ve, se ve golpeando no a Después de esto todo es diferente, tanto es así que al
un esqueleto, sino a un animal vivo, en la insuficiencia ir a beber agua “Moon-watcher” no olvida, es mejor
se anticipa, en la anticipación ya es otro. Es matando decir que ahora ya tiene memoria. Ahora ya no es el
su naturalidad como hace inmersión en lo humano, hueso, son piedras, la primer herramienta del hom-
negándose deviene otro. El espejo es el Otro, mejor bre, las que utiliza para asesinar a otro. Ya está la
dicho es la mirada desde donde el Otro podría ver*, imagen, a la cual se identifica, anticipadamente, y el
es por ello que la dimensión del lenguaje también in- asesinato trayendo consigo la muerte propia. Cuando
troduce la presencia del Otro con mayúscula, el Otro “Moon-watcher”, ayudado por otros que lo siguen,
40
asesina a un miembro de la otra manada y también traparte, es decir, si el deseo aparece por una falta, y
TrazoUnario

se presenta la euforia, pero podríamos decir que ya es esa falta la que constituye al sujeto, entonces ¿qué
con un plus de goce perdido; a. La dimensión de lo pasa si el sujeto logra encontrar “el objeto que falta”?
humano inicia con un déficit. “La función de la tyche, Freud nos enseña que eso no es un objeto sino una
de lo real como encuentro –el encuentro en tanto que alucinación, ¿pero qué es entonces el cumplimiento
puede ser fallido, en tanto que es, esencialmente, el del deseo para los humanos? ¿Qué sea una alucina-
encuentro fallido.” ción o no, importa poco ya que hay una ilusión per-
sistente en la cultura, tal ilusión es que en algún lugar
Fallido porque lo real aparece allí como inalcanzable, debe existir una totalidad absoluta; Dios?
pero también por la mediación del Otro, como ya se
había comentado. Para plantear estos problemas se relata de forma bre-
ve otra película: Stalker de Andrei Tarkovski (1980).
Lo que se presenta al final es la aparición del len- Lo que vemos en ella es que en un pequeño pueblo
guaje en el hombre, si entendemos por lenguaje la ruso ha pasado algo importante aunque no se sabe
capacidad de simbolización, para ello es necesaria muy bien qué es. Militares han vetado una gran
la intervención imaginaria. Una de las interrogantes zona, los habitantes cercanos tienen hipótesis; cayó
centrales de este texto es que a partir de allí inicia el un meteorito, o aún una nave espacial. El rumor más
campo de lo humano, y también el del sufrimiento. especial es que allí pasa algo extraordinario, hay un
Lo humano no es sino con el sufrimiento. lugar en la zona donde los deseos se cumplen. Han
ido algunos pero de ellos no se volvió a saber más,
II excepto dos; Espin que era una especie de guía para
llegar a ese lugar. Él se hizo muy rico y después de
Debo añadir que no me inspira temor alguno el Todopoderoso. ahorcó, eso era lo único que se conocía de ese que
Si algún día llegáramos a encontrarnos,yo tendría más cargos había llevado y llegado muchas veces al lugar donde
que hacerle que Él a mí. se cumplen los deseos.

Freud. carta a James J. Putnam La película ilustra cómo el otro guía, Stalker, lleva a
8 de Julio de 1915 dos personas, un científico y un escritor, a la zona y al
cuarto que es donde se cumplen los deseos. El trayecto
No sólo esta la tendencia del hombre a realizar su tiene una serie de características muy especiales. Por
deseo, sino también la “posibilidad” de que esto se ejemplo Stalker ata a tuercas pequeños trozos de tela
cumpla. Esa posibilidad es la estructura misma del blanca para luego arrojarlas lejos, el camino que tra-
Otro; la imposibilidad propia se refleja como posibi- cen esos objetos será el mismo que ellos tendrán que
lidad imaginaria del Otro. Esto es, entonces la con- seguir, es claro que no puede ser otro, en este juego de
41

TrazoUnario
andar lo que es claro es que se debe hacer un rodeo En la película el científico era un enviado especial, no
para llegar a la verdad. “La dialéctica trata de la “cosa sabemos de quién, ni de dónde viene. Cuando llegan
misma”. Pero la “cosa misma” no se manifiesta inme- por fin al cuarto, se preguntan quien entrará primero,
diatamente al hombre. Para captarla se requiere no allí es donde Stalker se da cuenta que el científico lle-
sólo hacer un esfuerzo, sino también dar un rodeo.” va consigo una pequeña bomba atómica para destruir
el cuarto. El científico sabía lo que les había pasado a
Para Stalker, cuando menos, había un sentido místico los que entraban allí, que una vez realizado el deseo
en el camino a la realización del deseo. el único camino es la muerte. Todos habían cometido
suicidio, o había muerto en circunstancias extrañas.
En ese trayecto las discusiones son en relación justo al El verdadero diálogo inicia en ese momento.
deseo, dice uno de ellos:
Stalker había llevado mucha gente a la zona, pero él
“¿Y cómo poder saber lo que quiero? nunca entraba al cuarto, es decir que nunca pedía
¿Y cómo puedo saber que no quiero aquello que se realizara su deseo. ¿Por qué? Podría interpre-
que busco? tarse que era una especie de elegido que se encargaba
¿O que de verdad no quiero eso que no quiero? de llevar a la felicidad. Si él no entraba era porque
Son cosas inasibles, sólo hay que nombrarlas sabía que a quien se le cumple el deseo se muere, él
y pierden sentido, hacia de “eso”(su posición de guía) la posibilidad de
se derriten como medusas. perpetuar su deseo. La perpetuidad del deseo es la
Mi conciencia quiere el triunfo del que posibilita la visión en el horizonte del goce, pero
vegetalismo, pero mi subconsciente añora un no absoluto. La posibilidad de su deseo (el de Stalker)
buen bistec. posibilitaba en el horizonte la visión (para los demás
¿Qué es lo que yo quiero?” excepto para Stalker) de un goce pero ya no absoluto,
ya que él se colocaba como deseante del goce, ya que
“La meta de toda vida es la muerte” nos dice Freud sabía que es imposible estar gozando el goce. Él no
en Más allá del principio del placer, qué es lo que quería trascender el campo de lo humano, es decir, el
había pasado con todas aquellas personas que habían territorio del sufrimiento, de la vida.
llegado a la zona, lo que decía el “mito” era que des-
pués de llegar allí y “pedir” lo que se desea, tiempo III
después se cumplía. Si hay algo en nosotros que año- Con la idea de encontrar la salida del laberinto se asocia la
ra un buen bistec, después del bistec sólo quedará el cuestión del fin del análisis.
triunfo del vegetalismo.
¿Salir? ¿A dónde? ¿Al paraíso? ¿A las promesas de felicidad?
42
TrazoUnario

Para decir con Carlos Fuentes que la felicidad nunca ha hecho No hay un real en el sentido psicoanalítico sino dentro
feliz a nadie. de los bordes del lenguaje, ello implica que el origen
y el goce son fantasmas, como se ha traducido coti-
Quizás salir del laberinto es haber hecho la travesía, sólo para dianamente al español. Tal vez lo real sea más bien
encontrarse con que se está perdido. la indigencia de la presencia del otro, o para decirlo
con Zizek cuando trabaja La vida es bella de Roberto
Margarita Gasque, 1995 Benigni y Celebración de Thomas Vinterberg: “En
último termino, pues, el verdadero horror no es el Ur-
Ambas películas articulando la cosa y al sujeto. vater violador frente al cual nos protege el benevolen-
te padre maternal con su escudo de fantasía, sino ese
¿Qué es la “cosa” en ambos? Lo incognosible, los mismo padre maternal y benigno”.
objetos no humanizados, el ombligo oscuro del sexo,
los objetos fuera de la practica histórica, lo cual los .- La propuesta del goce como un fantasma es uno de los
hace inhumanos. planteamientos de Slavoj Zizek, el cual parece significati-
vamente probable en el campo del arte contemporáneo.
Como consecuencia el sujeto es lo determinado, sin .-Wittgenstein, L. Tractatus Logico–Philosophicus. Alianza,
1997. Pág. 67.
embargo eso no quiere decir sin posibilidad de hablar
.-Sánchez Vázquez, A. Filosofía de la Praxis, Grijalbo,
y de rodear a la cosa hablándola. Lo trascendente de
1980.
estas posiciones es que en la interacción del sujeto .-Kosik, K., Dialéctica de lo concreto, Grijalbo, 1965, pág.
con la cosa hay un acto de producción de verdad. 36.
.- Lacan, J. Los cuatro conceptos fundamentales del psi-
“El hombre da un rodeo y se esfuerza en la búsqueda coanálisis, Paidós, 1993, pág. 14.
de la verdad sólo porque presupone de alguna mane-
ra su existencia, y posee una conciencia firme de la .- “Uno podría decir que el primer acto epistemológico de
existencia de la “cosa misma” los hombres fue mirar la luminosidad del tiempo (del cielo),
mirar es el primer acto epistémico. Pero mirar que el sol
Una de las consecuencias que se pueden tomar es que sale por un lado y se mete por el otro, que la luna sele de un
lado y se mete por el otro también lo hacen los animales, es
para el sujeto no hay ni antes ni después. Antes de la
decir que en el acto de mirar no estamos hablando de un
capacidad de significar no hay campo de lo humano.
acto específicamente humano, estamos hablando de un acto
Después, ya sea en el cielo o en otra cosa, tampoco animal”, Helí Morales Ascencio, Conferencia taller “Psi-
puede existir allí lo humano. Lo humano está atrave- coanálisis y epistemología” dictada en Puebla, 1985. Los
sado por el sujetar del lenguaje. No hay nada antes paréntesis en la cita son míos, dicen lo que él había dicho,
del deseo, ni después del goce (cuando menos nada estaba hablando de mirar el cielo como primer acto episté-
de sujeto). mico, porque justo allí se encierra la concepción del tiempo.
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TrazoUnario
.- Clarck, A. Una odisea espacial 2001, Salvat, 1971, pág. 19.
.- En esta parte abandono totalmente la posición que se
tiene en el libro para orientarme sólo por mi experiencia
al ver las imágenes de la película.
.- Helí Morales, Conferencia citada.
.-Assoun, Paul-Laurent, “Introducción a la metapsicología
freudiana”, Paidós, 1994, pág.129.
.- Lacan, J. “El estadio del espejo como formador de la
función de yo (je( tal como se nos revela en la experiencia
psicoanalítica”, en; Escritos 1, Siglo XXI, 1997, pág. 90.
* .- Recordemos ese ojo metido en un triangulo en los cua-
dros religiosos, es el ojo de Dios que todo lo ve.
.-Assoun, Paul-Laurent, Op. cit. pág. 117.
.-Ibid. pág. 119.
.-Lacan; J. “Los cuatro conceptos fundamentales del psi-
coanálisis”, Paidós, 1993.
.-Kosik, K. op. cit. pág. 25.
.-Kosik, K.,op. cit.
ENTRE LA
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HISTORIA Y El cine “toma” la realidad (y luego la deforma).
TrazoUnario

EL SÍNTOMA
Cuando las personas tengan acceso a las nuevas máquinas y las
dirijan hacia los gestos de sus parientes, la muerte dejará de ser
algo definitivo.

DEL CINE
Auguste Lumiére

El día 28 de diciembre de 1895 se señala como el


origen de la cinematografía mundial, puesto que
tuvo lugar la primera exhibición con público del ci-
nematógrafo Lumière en el Salón indio del Grand
Café de París.

Sin embargo como todo origen, este relato se constru-


yó no sólo a partir de una fecha, sino también a través
de un cuento, puesto que, más allá de los aconteci-
mientos “objetivos” lo que importó finalmente fue el
“mito”. De esa primera exhibición suele relatarse que
los espectadores salieron corriendo pensando que el
tren de la pantalla los iba a atropellar. Esta leyenda es
de una belleza extraordinaria porque hace aparecer
una dimensión de encuentro de la realidad y la ficción:
es como si el espacio físicamente “real” y el “imagi-
nario” contaran en ese momento con una continui-
dad sorpresivamente importante para la vivencia del
público. Este cuento habla, ciertamente de un origen,
pero no del cine como objeto, sino de la intensidad
que la imagen en movimiento iba a tener en la vida a
partir de ese momento, el origen de la profunda rela-
ción que se establece entre el filme y la audiencia una
vez que la película comienza a correr.

XÓCHITL ROMO El impacto del cine no sólo respondió a la novedad


científica, que en todo caso era una entre las muchas
45
que se presentaban a finales del siglo XIX, sino a la po- tecnología señalaron lo diferente, lo subversivo, lo te-

TrazoUnario
sibilidad de sorprenderse en primer término y después rrible, la anarquía, el inconsciente, etc.
de reconocerse o de identificarse en una dimensión dis-
tinta de la realidad. La importancia industrial actual A partir de su incorporación como elemento artístico,
del cine esta ligada estrechamente a este efecto de gran el cine pasa de la función de promover las risas y los
emotividad de la celebración de los lazos que unen a un llantos (cosa que ya en sí misma es maravillosa) a cues-
sujeto con una imagen y con una historia imaginada. tionar, a protestar, a ser indicio, síntoma del malestar,
diría Freud, de la cultura.
Dicho lazo, sorpresa e identificación, convirtieron al
cine en un fenómeno de grandes alcances relaciona- Sobre la categoría de síntoma (apuntes)
dos sobre todo con el entretenimiento. Los ingredien-
tes fueron una combinación de la idea del progreso … el espectador resopla en la oscuridad
moderno por un lado y una dimensión lúdica, por el bajo la imagen que pasa velozmente.
otro. El cine fue, podríamos decir, el resultado de mez- rompe a sudar.
clar la magia y la ciencia, la fantasía y la tecnología. La película sigue: ahora el hombre
Ambos aspectos promovían una exaltación humanis- allí arriba agarra a la mujer,
ta: el conocimiento del hombre había logrado generar abajo todas las mujeres se
un aparato para registrar objetivamente la realidad y sienten agarradas,
además la posibilidad de vencer la muerte, por lo me- todos los hombres agarran.
nos la muerte de la imagen. Cómo no iba a ser este un Surge la fiebre, los suspiros…
gran espectáculo por el que cualquiera quisiera pagar. Mierendorff

A pesar de que rápidamente se generó una industria


que decidía (y decide aún) qué función y cuáles usos Hablar de síntoma implica adelantar un intento de
se le podían otorgar al cine, el aparato empezó a sufrir definición. El síntoma puede ser entendido simple-
un malestar provocado por los artistas del siglo XX. mente como el signo de algo que no marcha bien:
a) Un hombre no logra recordar nada de lo que le
Los movimientos vanguardistas: el futurismo, expresio- ocurre cuando han pasado más de 5 minutos e inten-
nismo, dadaísmo, surrealismo y cubismo, vieron en el ta escribir su historia tatuándose el cuerpo; b) Una
cine la posibilidad de manifestar más que la exaltación mujer decidió, sin razón, no volver a hablar –más
del ser humano, su ruptura. Personajes como Robert que con piano-; c) Una bella princesa, contra toda
Wiene, Man Ray, Marcel Duchamp, Germaine Dulac, su voluntad, en la noche se convierte en ogra; d) Un
Buñuel y Dalí, cuestionaron así a la modernidad desde chef que cocina frente al televisor en donde aparece
el centro mismo de su propuesta, utilizando la misma su madre, persigue jovencitas para matarlas; e) Un
46
director de cine se queda ciego en el momento en que trucción de sintagmas fijos, puesto que contradice a
TrazoUnario

tiene que realizar una película, etc. Pero para el pre- la razón y a lo establecido como ideal. El síntoma es
sente trabajo es necesario extender los alcances del una forma de escribir lo que desde otros espacios se
término más allá de los elementos fenomenológicos. pretende hacer callar. Si algo sabe hacer el psicoaná-
lisis es no ignorar estas manifestaciones:
En la doctrina psicoanalítica el síntoma es uno de los
elementos centrales y no sólo a nivel de la explora- “Los síntomas recuerdan lo que el sujeto no puede
ción médica. Para Freud, esta categoría se constituye (…) el dolor, el tiempo y el olvido hacen nudo en el
en sí misma como un lenguaje incomprensible para síntoma (…) el síntoma recuerda la historia pero de
la razón y elaborado de manera inconsciente. manera simbólica. Es por ello que los síntomas convo-
can a que alguien los escuche, los hospede, los analice”
Los síntomas son la manera de decir lo indecible, lo
que se pretende olvidar y que, sin embargo insiste; Los síntomas aparecen, claro, en los neuróticos, psi-
son las metáforas de la pesadumbre, la ansiedad o cóticos y perversos; pero no solamente; en todos los
la angustia. El síntoma es, en resumidas cuentas, la espacios culturales donde se expresen las vicisitudes
forma simbólica que toma el descontento de aquel del deseo, habrá ocasión para que se dibujen mani-
que se enfrenta a su propio deseo: festaciones sintomáticas. En la cinematografía hay
ejemplos fascinantes: ahí están Buñuel y Fellini esbo-
(…) Los síntomas –nos ocupamos aquí, desde luego, zando constantemente el conflicto entre el lugar de la
de los síntomas psíquicos (o psicógenos) y de enfer- religión que forcejea con el erotismo. En propuestas
medades psíquicas- son actos perjudiciales (…) a me- más actuales y cercanas, están Almodóvar, González
nudo la persona se queja de que los realiza contra Iñárritu, Eastwood y Amenábar intentando contar el
su voluntad, y conllevan displacer o sufrimiento para malestar que provoca la modernidad con sus avances
ella (…) Así el síntoma se engendra como un retoño médicos: a partir de la posibilidad real del trasplante
del cumplimiento del deseo libidinoso inconsciente, de órganos, el cambio de sexo, los miles de aparatos
desfigurado de manera múltiple; es una ambigüedad que mantienen vivo a un cuerpo absolutamente daña-
escogida ingeniosamente, provista de dos significados do, etcétera; los directores abren discusiones ignoradas
que se contradicen por completo entre sí. por casi todo el mundo sobre el lugar de la muerte, el
cuerpo y el alma en las nuevas realidades; la posibili-
Para el psicoanálisis el síntoma no es solamente aque- dad de tener un padre-mujer ó un hijo engendrado
llo que hay que “curar”, ni responde simplemente a después de que el padre ha muerto, la determinación
una “anormalidad”, sino que cobra el estatuto de ele- de morir si el cuerpo no da para vivir, etc.
mento poético que revela una verdad a través de lo
que en el arte se denomina contrasentido o decons-
47

TrazoUnario
Algo se desfigura, se desgrana en la cultura y eso, Si seguimos la línea histórica de algunos elementos
toca a cada sujeto, pero toca también a las historias eróticos en la pantalla haremos un relato lleno de
que contamos en imágenes. idealismos rosados, pero también de transgresiones y
escándalos. Un ejemplo es la inclusión, primero poco
Volvemos de este modo a señalar esa intensa relación tolerada y ahora casi obligada, de los besos.
entre la ficción y la verdad cotidiana, porque mien-
tras se está “afuera” de la pantalla, algo de la acción Aunque las parejas se besaban aprovechando la oscu-
que ahí se despliega hace las veces de “arrollar” al ridad del cine, en la pantalla dichas expresiones, tarda-
espectador y si ya no lo obliga a correr, si le propone ron en aparecer de manera recurrente. Los primeros
un cierto rompimiento con la inercia aplastante y la besos cinematográficos, las tempranas muestras de este
pasividad en la que vive. elemento visual-corporal del deseo humano, fueron
reprobadas por la censura con gran intensidad, pero
El síntoma del cine de los noventas el espectador ante el hueco oscuro que dejaba como
marca la censura respondía con su propio erotismo be-
Amortajados sando en el cine a su acompañante:
Amor
taja Humberto Batis recuerda cuando era pequeño en
dos Guadalajara y veía cine con los jesuitas. La chiquillería
Francisco Hernández gritaba: “¡Ya viene el beso!, ¡Ya viene el beso!”, y el
cácaro mojigato tapaba la lente y había unos segun-
En la cinematografía el erotismo y el amor-pasión dos que nosotros aprovechábamos para besarnos con
han sido temas recurrentes, entre otras cosas, por la nuestras compañeras las damas del colegio del Sagrado
nobleza del medio que permite además de la sensa- Corazón. Entonces el beso era realimente maravilloso.
ción audiovisual (casi táctil en algunos casos), el rela-
to de una trama. En estos temas se juega de manera Para Julia Tuñón la incorporación de los besos en el
muy intensa el lazo que uno a los espectadores con la cine constituyó una transgresión a la tradicional con-
imagen en movimiento. Las imágenes eróticas de la cepción dicotómica que separa el amor y el erotismo.
pantalla cinematográfica seducen a las audiencias de En un principio en el cine el amor fundamentalmen-
diversas maneras: por su forma, por lo que evocan te era platónico, totalmente ideal e incorpóreo. Pero
o por la transgresión moral implicada, pero es un con la inclusión, poco a poco lograda, del contacto
hecho que en el erotismo audiovisual hay siempre un físico en pantalla (ya no solamente insinuado por un
intenso juego de seducción hacia el espectador. pie que levanta la muchacha) se realiza una propues-
ta discursiva distinta: que el amor y el erotismo suelen
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TrazoUnario

estar en el mismo territorio, que en los asuntos del La manera de plantear el erotismo suele estar ligada
afecto, el cuerpo es un elemento no ausente. con un discurso y una representación sobre el amor. Y
el amor, por más gris que nos resulte esta aseveración,
Para Tuñón esto constituyó una posición subversiva es histórico; es decir, se inserta en una época y en un
por parte del cine, que contribuía así a cambiar la discurso. Una de las herencias más importantes so-
forma en que las parejas vivían sus relaciones. Sin bre el tema es la propuesta del amor cortes venida del
embargo, hay que mencionar que esta propuesta era siglo XII, que establece la relación con un objeto su-
también acorde a la posición subversiva de la época blime, puesto que el elemento fundamental es que el
y que se manifestaba también en otros campos del objeto amoroso es inalcanzable, inaccesible.Un objeto
arte y de las reflexiones filosóficas de la modernidad, que para Lacan, esta vaciado de toda sustancia real.
sobre todo en el siglo que vio desplegar la imagen
cinematográfica, el siglo XX: La poesía surge ahí del anhelo constante y de la no
consumación. Lo que se teje en la cinematografía
La severa condenación del placer físico y la pérdi- desde esta perspectiva, si bien no corresponde exac-
da de la castidad como camino hacia la virtud y la tamente con la experiencia de la cortesía, si guarda
beatitud son la consecuencia natural de la separación los elementos necesarios para conmover desde la
platónica entre el cuerpo y el alma. Para nosotros esa “imposibilidad” de la realización del amor. Podemos
separación es demasiado tajante. Éste es uno de los pensar, por ejemplo, en la película Deseando Amar
rasgos que definen a la época moderna: las fronteras de Wong Kar-wai (2000). Ahí vemos todo el tiempo a
entre el alma y el cuerpo se han atenuado. dos que se miran, se rozan, se convocan, pero nunca
llegan si quiera a tocarse. La imagen es intensamente
De ahí que podríamos inclinarnos a pensar que el poética pero se sostiene únicamente por lo que hay
cine tuvo que caminar hacia una expresión más acor- ahí de irrealizable. A pesar de que sabemos que am-
de con la vivencia de los espectadores, y que fue esa bos personajes se iluminan con la presencia del otro,
experiencia la principal subversión. deciden no ceder en la intención de su deseo. Todo
queda, además, en el silencio más absoluto, ellos co-
Los besos y ahora también el encuentro de los cuer- mentan poco su amor y ni siquiera los espectadores
pos desnudos, junto con otros elementos del erotismo nos enteramos de lo que él guarda en su pensamien-
humano están ya de diversas maneras en la pantalla: to, puesto que lo echa –en la escena final- a un aguje-
como expresión indispensable de la relación amoro- ro, en secreto, de espaldas a la cámara.
sa, como una apuesta visual por el deseo y el goce
humanos, como gancho taquillero, etc. El otro discurso heredado es el del romanticismo. Es
el amor prohibido, que se engendra contra las nor-
49
mas sociales y religiosas. Lo que se resalta es el ideal manera escandalosa, a una mujer capaz de abando-

TrazoUnario
por el cual vale la pena renunciar a todo, sacrificarlo nar no solamente al marido, sino a su hija, atraída
todo. Es una actitud febril de ir hacia lo infinito. La por el romanticismo de una noche. Como escena fi-
trascendencia del romanticismo del siglo XIX es en- nal dicha mujer va con el pelo suelto (contrariamente
rome, hasta el punto en que se extendió a todas las a como inicia la película en donde está con el pelo
expresiones artísticas y las fantasías individuales, y recogido y llevando un elegante sombrero) y con el
también representó una transformación radical en el camino abierto frente a ella. El amor es la apuesta
campo del pensamiento. desesperada y única, igual que en Hiroshima, mi
amor de Resnais o en Las alas del deseo de Wenders
Hay paz, hay calma, hay construcciones elegantes, que contestan a las atrocidades de la guerra y la de-
se cree en la aplicación de la razón universal tanto vastación del poder con un afán poético.
en cuestiones humanas como en la práctica artística,
en la moral, en la política, en la filosofía. Entonces, Sin embargo, en los años noventas encontramos
se da una invasión súbita y aparentemente inexplica- ejemplos que trastocan no solo los ideales de la cor-
ble. Surge repentinamente una erupción violenta de tesía y el romanticismo del encuentro amoroso, sino
la emoción, del entusiasmo (…) La gente se vuelve también el ideal de la libertad conseguida a través
súbitamente neurótica y melancólica (…) de la realización del deseo y el amor. Películas como
Luna amarga, de Roman Polanski (1992) en donde
La tradición romántica de despedidas y amores im- una pareja está ligada a través de un amor-a-muerte
posibles es el pan de cada día en el cine y ha formu- y Crash de David Cronenberg (1997) en donde el
lado las más grandes historias: Cuando las cigüeñas erotismo está atravesado por cuerpos rotos llenos de
pasan, Algo para recordar, Casa Blanca, Lo que el cicatrices de ese mismo abismo mortífero. A partir de
viento se llevó, Un hombre y una mujer, Africa mía, estas obras surgen algunas preguntas en relación a las
El joven manos de tijera, Los puentes de Madison, reflexiones y obras artísticas sobre el amor y el erotis-
Titanic, etcétera. mo en el occidente contemporánero: ¿hasta qué pun-
to hemos agotado ya nuestras viejas representaciones
Sin embargo, en lo que toca a las relaciones amorosas del amor?, ¿hacia dónde se dirigen ahora nuestras
que presenta el cine “de autor” han tenido siempre historias llenas de desencanto?, ¿constituyen simple-
ese carácter transgresor que idealiza la experiencia mente una nueva propuesta o pueden situarse como
de la libertad generalmente en contra de las normas la formación de un síntoma de la (pos) modernidad?
sociales, tratando de marginar al melodrama clásico.
Por poner algún ejemplo –quizás el más común- po- Un planteamiento femenino:
demos pensar la película enmarcada en la Nueva Ola el romance sin romanticismo
Les amants de Louis Malle (1958) que propone, de L´amour entre les hommes et les femmes,
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on ne dit pas assez, ahueco, esa es mi pureza. Marie está siempre en el
TrazoUnario

c´est une bataille sournoise exceso que la consume, se pregunta con respecto a
Paul (su pareja): ¿por qué solo puedo amarlo u odiar-
Al final de la década de los noventas apareció un im- lo?, ¿por qué no puedo sentir indiferencia?
portante filme dirigido por una mujer: Romance de
Catherine Breillat (1999). Esta película se distingue En esta propuesta de la cineasta francesa, hay una
de manera muy clara entre otras por la aportación mezcla de angustia, de dolor y de ímpetu del deseo.
estética de la imagen: por un lado hay una intención El objeto que ella busca está siempre en otro lado: el
angelical pues utiliza recurrentemente el color blanco hombre que ama no la honra con su deseo, el hom-
en el vestuario y en la escenografía, un minimalísmo bre que la corteja, la toma y la escucha es uno al que
solitario y, por qué no, moderno; y por otra parte, ella renuncia. Finalmente el hombre con quien se re-
hace una apuesta a la crudeza de lo “real” en la ex- laciona de manera más íntima, es con aquel que la
periencia de un cuerpo femenino (vemos sin filtros los ata (“átame” diría Almodovar). Quizás la premisa del
sexos, un orgasmo femenino, la violencia de la revi- filme se resuelve en dos partes, por un lado una de-
sión ginecológica y el cuerpo a punto de partirse en claración de Marie: el amor entre el hombre y la mu-
un parto). Esta combinación radicaliza las imágenes jer, digámoslo nuevamente, es un conflicto tortuoso;
y la historia, diferenciando enérgicamente su pro- y por el otro la imagen que ella construye sobre una
puesta de la de otras directoras ganadoras de oscares fantasía (y que nosotros vemos impactados): un pros-
(Jean Campion, por ejemplo). tíbulo donde las mujeres están atravesadas por una
especie de guillotina, los hombres solo pueden ver de
Además la rudeza se acentúa porque no contamos la cintura para abajo, ellas con las piernas abiertas
con el importante elemento de la música. No es que ofrecen su sexo, ellos toman sólo eso, el resto no im-
la película sea silenciosa, sino que intenta acercarse porta. ¿Dónde, dónde quedó la cortesía y el romance?
rotundamente a la experiencia del espectador y ale-
jarse de la fantasía del videoclip. Es una propuesta Imposible ignorar que en esta historia está presente
tortuosa. En la trama, acompañamos a una mujer también el registro de la muerte: en lo que parece
viviendo la eterna insatisfacción, la búsqueda fallida un último intento desesperado por hacerlo reaccio-
del amor y la avidez, casi como un agujero negro, de nar, Marie termina por asesinar al padre de su hijo.
su deseo. Las palabras interiores de Marie (el perso- Finalmente Marie se abre camino por la vía de la
naje principal) están muy a tono con la violencia de maternidad, pero ¿hacia dónde?
las imágenes: quiero ser un agujero, un pozo, cuanto
más abierto más obsceno es y es más yo, mi intimi- Vemos quizás, elementos de un planteamiento femeni-
dad, mi entrega es mayor, es metafísico… yo desapa- no, pero las coincidencias con autores como Polanski
rezco en la proporción a la verga que me posee, me y Cronenberg nos obligan a pensar en la emergencia
51
de un discurso contemporáneo, una preocupación que MORALES, Helí: Sujeto en el laberinto, Ediciones de la no-

TrazoUnario
che, México, 2003.
empieza a desarrollarse en el cine actual, quizás, un
PAECH, Anne y PAECH, Joachim: Gente en el cine, Cate-
síntoma. dra, Madrid, 2002.
PAZ, Octavio: La llama doble. Amor y erotismo, Ed. Seix
En todo caso parece que los nuevos personajes en- Barral, México, 1993.
frentan a su manera la indiscutible, inevitable, insal- TUÑON, Julia: Cuerpo y amor en el cine mexicano de la
vable, irrenunciable, incontenible y por si fuera poco edad de oro: los besos subversivos de “la diosa arrodillada”,
involuntaria soledad a la que nos enfrentamos todos en Cuidado con el corazón. Los usos amorosos en el México
moderno, Ed. CONACULTA-Inah, México, 1998.
y cada uno de los seres humanos, solo que, ahora,
sin el recurso imaginario de los discursos amorosos Filmografía
que nos habían acompañado. La distancia entre la
ilusión de los Lumiére y la desesperanza actual es AMENÁBAR, Alejandro: Mar adentro, España, 2004.
digna de subrayarse. AlLMODÓVAR, Pedro: Todo sobre mi madre, España,
1998.
Esto vienen haciendo los cineastas, ¿qué correspon- BREILLAT, Catherine: Romance, Francia, 1999.
CRONENBERG, David: Crash, Canadá, 1997.
derá al psicoanálisis hacer con estas manifestaciones
EASTWOOD, Clint, Golpes del destino, E.U. 2004
del séptimo arte? La pregunta se ensancha por la GONZÁLEZ IÑÁRRITU, Alejandro: 21 Gramos, E.U.
postura crítica del psicoanálisis frente a las ilusiones 2003.
ideológicas. Quizás corresponde averiguar las conse- POLANSKI, Roman: Luna Amarga, E.U. 1992.
cuencias de estos aspectos inusitados en épocas ante- KAR-WAI, Wong, Deseando Amar, China, 2000.
riores, estar atentos y formular por lo menos algunas RESNAIS, Alan: Hiroshima, mi amor, Francia, 1959.
preguntas, puesto que al parecer, algo nuevo de la WENDERS, Wim, Las alas del deseo, Alemania, 1987
El programa constaba de 11 películas de 15 a 20 metros cada
subjetividad está siendo trazado por el malestar que
una y duraba unos 20 minutos en total, siendo el precio de las
genera la ruptura con los ideales. localidades de 1 franco. Estas películas estaban realizadas por
Louis Lumière e interpretadas por sus familiares y amigos.
Entre ellas destacan La salida de los obreros de la fàbrica Lu-
Bibliografía mière (La sortie des usine Lumière, a Lyon-Montplaisir) de
17 metros; La llegada del tren (l´arrive d´un train en Gare),
BERLIN, Isaiah: Las raíces del romanticismo, Taurus, Es- película tratada con “profundidad de campo” y El jardinero
paña, 2000. regado, una comedia considerada la primera película narra-
FREUD, Sigmund: Conferencias de introducción al psicoa- tiva de la historia del cine.
nálisis: los caminos de la formación del síntoma. Obras com-
pletas, tomo XVI, Amorrortu, Argentina, 2000. Literalmente, puesto que en las primeras exhibiciones del ci-
LACAN, Jacques: La ética del psicoanálisis, Piados, Argen- nematógrafo la cámara captaba escenas de la vida cotidiana,
tina, 2000. que luego transmitía. Hay muchas anécdotas en las que la
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TrazoUnario

gente sentada frente a la pantalla lograba reconocerse de ella.


Cfr. Los trabajos de Anne y Joachim Paech.
Sigmund Freud, Conferencias de introducción al psicoanáli-
sis: los caminos de la formación del síntoma, Obras Comple-
tas tomo XVI, Amorrortu, Argentina, 2000.
Helí Morales. Sujeto en el laberinto. Ediciones de la noche.
México, 2003.
“Todo sobre mi madre”, en el caso de Almodóvar , “21 gra-
mos” en el de G. Iñárritu, “Golpes del destino” de Eastwood
y “Mar adentro” de Amenábar.
Julia Tuñon, Cuerpo y amor en el cine mexicano de la edad
de oro. Los besos subversivos de “la diosa arrodillada”, en
“Cuidado con el corazón. Los usos amorosos en el México
moderno”, ed. CONACULTA-Inah, México, 1998.
Ibid.
Ibidem.
Octavio Paz, La llama doble, amor y erotismo, ed. Seix
Barral, México, 1993.
Clase del 10 de febrero de 1960
Isaiah Berlin, las raíces del romanticismo, Taurus, España,
2000.
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TrazoUnario
UNA ETICA QUE NO “Nada hay cierto sino la incertidumbre, nada hay más
miserable y orgulloso que el hombre.”
ES DEL SACRIFICIO Plinio

En 1964, casi al final del seminario XI, Los cuatro


conceptos fundamentales del psicoanálisis -un semina-
rio que comienza con la afirmación de que “el estatuto
del psicoanálisis es ético y no óntico”- Lacan se refiere
al sacrificio como una manifestación de lo que llama
allí el deseo en estado puro. Deseo puro que se identifi-
ca con la ley moral kantiana, el imperativo categórico,
que puede a su vez equipararse al mandato sadiano
que exige el goce.

Se trata de una revisión de lo postulado en el semina-


rio de 1959/60, La ética del psicoanálisis, Aquí Lacan
había propuesto este deseo puro como exigencia ética
para el psicoanalista, pero cuatro años después, en el
transcurso de los cuales se desarrollará la escritura de
Kant con Sade (1962), hace una revisión de aquella
tesis para afirmar que el deseo puro –es por esta razón
que puede identificarse con el mandato de goce- “lle-
va al sacrtificio de todo lo que es el objeto de amor en
su ternura humana [...], no solamente al rechazo del
objeto sino también a su sacrificio y a su asesinato”
.
En esta última sesión del seminario, el 24 de junio
de 1964, Lacan había afirmado un poco antes que
“la ofrenda a dioses oscuros de un objeto de sacrificio
es algo a lo que pocos sujetos no sucumben en una
DANIEL GERBER monstruosa captura”
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TrazoUnario

. ¿A qué alude con este adjetivo “oscuros” que ca- No es posible sin embargo para el sujeto, sobre todo
lifica a esos dioses a quienes va destinado el sacrifi- para el neurótico, aceptar sin más esta caída de la
cio? En el texto Subversión del sujeto y dialéctica del omnipotencia del Otro. Será preciso ocultar su fal-
deseo en el inconsciente freudiano, de 1960, hay un ta, negar su inexistencia, para lo cual será necesario,
párrafo que puede conducir a la respuesta: “El dicho ante todo, ocultársela al Otro mismo. ¿De qué modo?
primero decreta, legisla, ‘aforiza’, es oráculo, conce- Por medio de la culpabilidad: el sujeto asume la culpa
de al otro real su oscura autoridad” por esa falta del Otro y de esta manera evita el trau-
matismo real que el encuentro con ésta provoca. De
Este “otro real” de quien ese dicho primero emana este modo, y a diferencia de lo que se suele pensar, no
no puede ser sino el otro materno primordial, el que se escapa de la culpabilidad; se huye más bien hacia
ocupa en primera instancia el lugar del gran Otro ella, se busca en ella un refugio frente a la falta, la
para el sujeto, y su “oscura autoridad no puede aludir falta del Otro.
más que al hecho de que ésta no depende de nada
que se posicione más allá de él sino solamente de la En esta postura de asumir la culpabilidad y expiar
enunciación de ese dicho que profiere. por ella antes de que pueda quedar expuesta la fal-
ta del Otro se encuentra la razón básica de lo que
Esto quiere decir que para el niño, a quien este dicho en el sujeto hablante es la propensión al sacrificio, a
se dirige, el orden simbólico se confunde primera- desempeñar el papel de chivo expiatorio. Como lo se-
mente con ése que habla, razón por la cual aparece ñala Lacan: “Ese goce cuya falta hace inconsistente
frente a él como un Otro omnipotente. Omnipoten- al Otro, ¿es pues el mío? La experiencia me prueba
cia que será puesta en cuestión por la metáfora pa- que ordinariamente me está prohibido, y esto no úni-
terna, la introducción del Nombre-del-Padre que al camente, como lo creerían los imbéciles, por un mal
tachar a ese Otro establecerá un límite. Efecto de esta arreglo de la sociedad, sino, diría yo, por la culpa del
metáfora será que el Otro primordial pase a ser, más Otro si existiese; como el Otro no existe, no me queda
allá de lugar del significante, lugar de la falta. Es el más remedio que tomar la culpa sobre Yo (Je), es decir
momento lógico en que su autoridad puede dejar de creer en aquello a lo que la experiencia nos arrastra a
ser oscura pues no podrá ya depender exclusivamen- todos, y a Freud el primero: el pecado original”
te de su pura enunciación, tendrá que apoyarse en la .
Ley que, fuera de él, lo legitima a la vez que cuestiona El sacrificio –del latín sacri, sagrado y facere, hacer,
su omnipotencia: “No hay Otro del Otro. Es como es decir, hacer lo sagrado- es ofrenda al Otro desti-
impostor que se presenta para suplirlo el Legislador nada a tapar su falta, a ocultar el abismo del deseo de
(el que pretende erigir la Ley). Pero no la Ley misma, éste último, su inconsistencia y, en última instancia,
como tampoco el que se autoriza en ella” su inexistencia. Busca garantizar que él exista en la
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medida en que se sostiene en el supuesto de que pue- Otro como un rasgo de éste, [I(A)]- lo hace omnipo-

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de ser apaciguado de esa manera. tente, es lo que deja al sujeto atrapado en la sugestión.
La alternativa ante esta posibilidad es la identificación
Por el acto mismo del sacrificio presupongo la existen- con el objeto de la demanda de amor, que en este con-
cia de aquél a quien se dirige, e incluso si ese acto falla texto no es el objeto que se demanda sino la causa de
es posible –en la lógica misma del sacrificio- interpre- ésta, el objeto perdido, a.
tar esa falla como mi propio fracaso para completar/
apaciguar al Otro. La precisión sobre la transferencia es importante
porque es común confundir ésta con lo que no es
¿Propone la clínica psicoanalítica alguna clase de más que sugestión, es decir, la producción del efec-
sacrificio? La respuesta es negativa pues se basa más to de poder propio del significante, especialmente
bien en provocar el encuentro del sujeto con la in- ese significante todopoderoso de la demanda que
evitable falta del Otro, encarnada aquí en el deseo es I(A). En realidad este efecto es consecuencia de
del analista que es el motor de la cura. En este senti- que la función del gran Otro se hace presente: basta
do puede decirse que se ubica se ubica en las antípo- simplemente con que algo o alguien tome este lugar
das de una ética del sacrificio. Baste recordar lo que para que haya sugestión. Pero esto no es, en sentido
señala Lacan en La dirección de la cura al tratar estricto, la transferencia, al menos en su dimensión
acerca de la transferencia: “Hay entre transferencia específicamente psicoanalítica: “Estas consideracio-
y sugestión, éste es el descubrimiento de Freud, una nes nos confirman que es natural analizar la transfe-
relación, y es que la transferencia es también una rencia. Pues la transferencia en sí misma es ya aná-
sugestión; pero una sugestión que no se ejerce sino a lisis de la sugestión, en la medida en que coloca al
partir de la demanda de amor...” sujeto respecto de su demanda en una posición que
no recibe sino de su deseo”
Más adelante va a agregar que la sugestión –resulta- .
do de la demanda que se dirige a un Otro sin falta-
promueve la identificación del sujeto con el signifi- La transferencia descoloca entonces al sujeto de su
cante de la demanda del Otro que aparece en ella posición respecto de la demanda para colocarlo en
como todopoderoso: “Pero no hay que confundir la una posición que es determinada por su deseo. Será
identficación con el significante todopoderoso de la en el Seminario 11 ya citado, cuando Lacan va a re-
demanda [...] y la identificación con el objeto de la lacionar la transferencia con la maniobra que el ana-
demanda de amor” lista tiene que realizar desde el lugar del Otro para
poner en acto el deseo. Esto abre la posibilidad de no
.La identificación con el significante todopoderoso de dejar al sujeto capturado en el campo del Otro que
la demanda, con ese significante que –ubicado en el se presenta como completo porque si esta captura se
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produce será inevitable el sacrificio: el sujeto tendrá la falta; pero es necesario aclarar que esa falta que se
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que asumir la falta del Otro como propia para consa- tiene que “asumir” no es básicamente la de él sino la
grar así su vida a mantener al Otro completo. del Otro: éste no posee lo que al sujeto le falta, de tal
modo que no existe manera de que éste pueda –con
Esa maniobra del analista se apoya indudablemente su entrega- “hacer lo sagrado”, hacerse el objeto que
en una dimensión presente en el sujeto que lo hace pueda colmar eso que al Otro le falta. En este sentido,
reacio a toda sugestión y en la que se basa toda su cualquier exaltación del Otro –como conductor, jefe,
resistencia a alguna clase de ofrecimiento sacrificial, maestro y aún psicoanalista- resulta totalmente ajena
dimensión puesta de manifiesto por Freud en el mo- e incluso contrapuesta a la enseñanza freudiana que
mento en que cuestionó la eficacia de la hipnosis e in- viene a mostrar que este no es en última instancia
ventó el psicoanálisis. Es así como la describe Lacan: sino una ficción inherente a la existencia del lenguaje.
“Lo que el neurótico no quiere, y lo que rechaza con
encarnizamiento hasta el final del análisis, es sacrifi- Lejos pues de cualquier propósito de sostener o forta-
car su castración al goce del Otro, dejándola servir lecer esa ficción, en psicoanálisis se trata de acceder a
para ello” la certeza de que el Otro no existe. Es lo que se llama
destitución subjetiva, que no es un acto de sacrificio
Más allá entonces de cierta inclinación al sacrificio, sino más bien de ruptura, de renuncia de todo apo-
algo en el sujeto resiste a éste último y es determinan- yo del Otro. El acto analítico –la puesta en acto del
te para que en ningún caso esté dispuesto a“sacrificar análisis- pretende establecer que el Otro no existe,
su castración para servir al goce del Otro”. Lo que es decir, no sabe y no goza. Es la vía por medio de la
Lacan señala aquí es aludido por Freud en 1921 en cual se tratará de resolver esa eterna querella que el
su comentario acerca de la sugestión: “ Ya en esa épo- sujeto –particularmente del neurótico- le dirige para
ca (1889) sentí una sorda hostilidad hacia esa tiranía hacerlo existir, así como también la inclinación al sa-
de la sugestión. Si un enfermo no se mostraba obe- crificio como el modo extremo de darle consistencia.
diente le espetaban: ‘¿Qué hace usted, pues?¡Usted se
contrasugestiona! Me dije entonces que eso era una Esta renuncia a la tentación sacrificial tiene un costo
manifiesta injusticia y un acto de violencia. Sin duda importante pues exige que el peso de su división y su
alguna, el sujeto tenía derecho a contrasugestionarse castración sea cargado por el sujeto mismo, lo que
cuando se intentaba someterlo con sugestiones” implica para éste una situación incomparablemen-
te más insoportable que el sacrificio con el que se
Este rechazo radical a cualquier empleo de la suges- mantiene la creencia en el Otro. Se trata por lo tanto
tión coloca al psicoanálisis en una perspectiva contra- de una posutra ética de un carácter radical a la que
ria al de cualquier tipo de ética basada en el sacrificio. Lacan le llama una “ética del soltero” en la medida
Se insiste muchas veces en que el sujeto debe asumir en que se basa la “no relación con el Otro”
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Si se toma en cuenta que “soltero” proviene del latín decir; este no significa decir bien sino permitir que el

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“solvere” que significa “suelto” (de desatar, soltar), se deseo no deje de hacerse su lugar pues es el único me-
puede advertir la estrecha relación de esa ética con el dio para que el decir no sea sacrificado al discurso do-
estatuto del deseo que “se presenta como autónomo minante que exige la conformidad con los bienes.
con relación a esa mediación de la Ley, por la razón
de que es del deseo que ella se origina, en el hecho Bibliografía
de que por una simetría singular, invierte lo incondi-
cional de la demanda de amor donde el sujeto per- J. Lacan: Le Séminaire. Livre XI. Les quatre concepts
manece en la sujeción del Otro, para llevarlo a la fondamentaux de la psychanalyse. Paris, Seuil, 1973, p.
247.
potencia de la condición absoluta (donde lo absoluto
Ibíd., p. 247.
quiere decir también desasimiento)”
J. Lacan: Subversion du sujet et dialectique du désir dans
l’inconsciente freudien. En Ecrits, Paris, Seuil, 1966, p.
Una ética que se sostiene en el deseo exige la renun- 808 [Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el in-
cia al Otro del Otro, a la tentación del sacrificio que consciente freudiano. En Escritos 2, México, Siglo XXI,
pretende hacerlo existir, a toda posición marcada por 1994, p. 787]. Las cursivas son mías.
incondicionalidad ante él. En el psicoanálisis no hay Ibíd., p. 813 [Ibíd., p. 793].
lugar para la existencia de los incondicionales; su Ibíd., p. 819 [Ibíd., p. 800]
ética es la de no ceder en el mantenimiento de una J. Lacan: La direction de la cure et les principes de son
condición una condición absoluta que puede descen- pouvoir. En Ecrits, op. cit., p. 635 [La dirección de la cura
trar al sujeto de la función de simple instrumento al y los principios de su poder, op. cit., p. 615]
Ibíd., p. 635 [Ibíd., p. 615]
servicio del Otro: el deseo.
Ibíd., p. 636 [Ibíd., p. 616]
J. Lacan: Subversion du sujet... Op. cit., p. 826 [Subver-
No hay más –ni tampoco menos- que esta exigencia sión del sujeto...Op. cit., p. 806]
ética, exigencia de soportar lo insoportable renun- S. Freud: Psicología de las masas y análisis del yo. En
ciando a toda tentación de dar consistencia al Otro Obras Completas, Buenos Aires, Amorrortu, 1979, Tomo
porque todo afán por lleva esto a cabo conduce inevi- XVIII, p. 85.
tablemente al sacrificio. J. Lacan: Television. Paris, Seuil, 1974, p. 65.
Ibíd., p. 65
Una ética que no es del sacrificio no puede proponer J. Lacan: Subversion du sujet.... Op. cit., p. 814 [Subver-
la búsqueda de un nuevo ideal en contraposición a los sión del sujeto... Op. cit., p. 794]. Traducción corregida.
que tienen vigencia. Se basa más bien en la constata-
ción de que todo ideal tiene el carácter de un bien a
alcanzar para mantener al sujeto en la sumisión hacia
el Otro. Por esto sólo puede pretender un bien: el bien-
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Referencias iconograficas
Pagina 5 Sigmund Freud
http://www.eldepornauta.com.ar/noticias.php?idNoticia=2995
Pagina 7 Camille Claudel
http://picasaweb.google.com/lh/photo/OaO2nQlkPdkcUMWne_cDag
Pagina 10 Camille Claudel
http://www.heyokamagazine.com/HEYOKA.11.CONTENTS.html
Pagina 11 Santa Muerte
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/be/SantissimaM.jpg
Pagina 17 Santa Muerte
http://ajuaa.com/news/imagenesypalabras/16337-culto-santa-muerte.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Muerte-Blanca_6.jpg
Pagina 18 Sigmund Freud
http://lisis.wordpress.com/2008/03/10/filosofos-de-la-sospecha-iii-freud/
Pagina 30 Sigmund Freud
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Sigmund_Freud_LIFE.jpg
Pagina 31 Imagen Juan Rulfo
http://leyendadeltiempo.files.wordpress.com/2010/03/rulfo.jpg
Pagina 36 Poster Naranja Mecánica
http://i158.photobucket.com/albums/t91/wilhelm_photo/NARANJA_MECANICA.jpg
Pagina 43 Poster Naranja Mecánica
http://www.remerascopadas.com.ar/disenos/95-naranjamecanica3_350.jpg
Pagina 44 Imagen Cártel Nosferatu
enciclopediadelhorror.files.wordpress.com
Pagina 52 Imagen El del Gabinete del Dr. Caligari
www.hoycinema.com
Pagina 53 Imagen Sade
http://www.decitre.fr/gi/26/9782020091626FS.gif
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