Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Septiembre de 2017
1
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
INDICE
1. La familia como agente educativo ..............................................................................................3
2. Ámbito educativo familiar y su participación en el centro educativo .........................5
2.1. Perspectiva sociopolítica de la participación de las familias en el centro
educativo ..............................................................................................................................................6
2.2. Perspectiva educativa de la participación de las familias en el centro
educativo ..............................................................................................................................................7
3. La familia funcional o disfuncional en la educación ...........................................................8
3.1. Familia funcional y familia disfuncional .........................................................................9
3.2. Condiciones que favorecen la función educativa de la familia ........................... 11
3.2.1. Aceptación en el ámbito familiar ............................................................................ 12
3.2.2. Aprecio de lo positivo en la familia ....................................................................... 13
3.2.3. Pertenencia como saberse importante dentro de la familia ....................... 13
3.2.4. Confianza para crecer y dejar crecer .................................................................... 14
3.2.5. Dar la oportunidad de mostrar la propia competencia ................................. 15
3.2.6. Contribuir para crecer ................................................................................................ 15
4. Estilos educativos a partir de los límites, la comunicación y los objetivos en el
hogar ........................................................................................................................................................ 16
4.1. Saber gestionar los límites educativos ......................................................................... 16
4.2. La comunicación en el hogar ............................................................................................ 17
4.3. Establecer objetivos en la educación de los hijos .................................................... 18
4.4. Estilos educativos funcionales y disfuncionales ....................................................... 19
5. Tutoría con los padres (o tutores legales) de los estudiantes ..................................... 21
5.1. La comunicación: principios básicos ............................................................................. 22
5.1.1. Empatía ............................................................................................................................. 24
5.1.2. La escucha activa .......................................................................................................... 25
5.1.3. La comunicación no verbal ....................................................................................... 27
5.1.4. El feedback ............................................................................................................... 28
5.1.5. Estilos de comunicación: la asertividad como objetivo................................. 30
5.1.6. Barreras en la comunicación .................................................................................... 32
5.2. El alumno y los padres como agentes activos de sus propios procesos de
crecimiento ...................................................................................................................................... 33
6. Formación de padres.................................................................................................................... 35
7. Bibliografía ....................................................................................................................................... 35
2
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
Este tema parte del reconocimiento del papel que corresponde a las madres, padres y
tutores legales como primeros responsables de la educación de sus hijos como queda
recogido en el artículo 26.3. de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que
establece: “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que
habrá de darse a sus hijos”, educación que tiene por objeto, como reconoce esta misma
Declaración en su punto 26.2, “el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos
los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las
Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz”. Un objetivo de este capítulo es
presentar las condiciones y dinámicas que mejor ayudan a este desarrollo pleno de los
estudiantes en el ámbito familiar. Otro objetivo es reflexionar sobre la importancia de
potenciar una saludable participación de las familias en la vida del centro educativo,
pues existe un pleno convencimiento de que, ni la familia sola, ni la escuela sola, pueden
ser instituciones educativas únicas, cerradas, sino que han de ayudarse mutuamente y
no por meros lazos de unión, sino formando una comunión educativa.
3
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
establece que “la familia puede escoger la formación moral y religiosa de los hijos y
determinar la orientación general de la enseñanza que reciban”.
El hecho es que, como reconoce Naciones Unidas, “las familias se han visto
afectadas por la evolución mundial de los flujos migratorios, el envejecimiento de la
población, la pandemia de VIH/SIDA y las consecuencias de la globalización. Ante todos
estos cambios sociales, algunas familias experimentan dificultades a la hora de cumplir
con sus responsabilidades y les cuesta cada vez más ocuparse de los niños y de las
personas mayores, así como ayudar a que los niños aprendan el funcionamiento de la
vida en sociedad” (ONU, 2017, sp.).
Y es que cuando la familia no cumple lo elemental de su función educativa, los hijos
se ven afectados en su autoestima y sus habilidades sociales. Su fuerza interior tiende
a la violencia y en lugar de orientarse a la efusión constructiva del nosotros, se dirige a
la posesión y utilización egocéntrica del otro. El menor, dentro de una familia que no
cumple su función educativa se siente inseguro, desorientado y a merced de sus
tendencias más elementales y de las manipulaciones del entorno. La resiliencia no se
desarrolla, y se aprenden la indefensión y la desconfianza ante el otro. La falta de
condiciones elementales de crecimiento, puede llevar al joven a perder la perspectiva
de su vida; se ve dificultado para diseñar un proyecto de vida lleno de sentido y con
mayor probabilidad que otros, verse inmerso en problemas de droga, alcoholismo,
adicción a la pornografía, embarazo adolescente, violencia sexual, acoso escolar,
sectas, radicalización, patologías de la alimentación, depresión o suicidio.
Si como decimos, no existe acuerdo internacional para explicitar una definición de
familia aceptada por todos, sí existe consenso en reconocer la contribución de la familia
a la realización del derecho a un nivel de vida adecuado para sus miembros (en
particular a través del papel que desempeña en la educación), la erradicación de la
pobreza y en el logro del desarrollo sostenible.
Como marco de políticas internacionales en el que se pone de relieve la importancia
de las familias en el proceso de desarrollo, encontramos la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible. No obstante, no se trata de algo nuevo, pues este consenso
internacional viene de lejos y se ha ido forjando en los últimos decenios como parte de
debates más amplios acerca del desarrollo y la protección social, en los que se
favorecían políticas sólidas y centradas en las familias como parte de los esfuerzos de
ámbito nacional e internacional por hacer realidad el derecho a un nivel de vida
adecuado, el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza (ONU, 2016).
En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, se subraya la función de las
familias como agentes del desarrollo y a partir de esta hoja de ruta, los estados se
comprometen a garantizar a los niños y los jóvenes un entorno familiar propicio para la
plena realización de sus derechos y capacidades, incluso velando por la cohesión de
las familias y comunidades (UNESCO, 2016).
En este marco en el que se establecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS),
se fijan metas que son significativas para la protección de la familia y sus miembros y
para la realización del derecho a un nivel de vida adecuado para todas las familias.
Además, se reconoce a la familia como elemento fundamental en la transmisión de
valores que son esenciales para hacer realidad la agenda del desarrollo sostenible,
como la igualdad de mujeres y hombres, el respeto del medio ambiente y la solidaridad
intergeneracional.
Se reconoce que para que los estados cumplan sus objetivos con respecto a sus
ciudadanos, es imprescindible que las familias cumplan con sus funciones en relación a
los hijos. Sin embargo, lo que define a la familia no es su condición funcional, sino su
sentido existencial. Funcione o no, cada estudiante se refiere a “mi familia”, y resulta
indisoluble de la propia autoconfiguración de su “sí mismo”. La familia es el lugar en el
que se aprende a querer a los demás por sí mismos, y no por lo que consigo con o de
4
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
ellos, sino por el mero hecho de que son mi familia. Y quizá sea este uno de los
aprendizajes sociales principales que esta aporta: la aceptación del otro tal y como es,
que implica aprender a comprender, convivir y perdonar los fallos y defectos ajenos.
La familia es el marco de la primera educación, en el que los hijos encuentran las
condiciones básicas derivadas de un amor incondicional y de un proyecto parental
responsable, y gracias a ello pueden crecer en todas sus dimensiones. Si el amor deja
de ser incondicional, la familia tiende a la descomposición y su funcionalidad educativa
se debilita.
De entrada, los padres biológicos son los primeros responsables del hijo que han
concebido, pero si estos no están en condiciones de asumir esta responsabilidad, puede
ser la familia extensa quien asuma la crianza del hijo como hoy, en tantas familias, hacen
los abuelos. Es un hecho que todo ser humano tiene la condición de hijo, y tanto desde
lo corporal, como lo mental como lo apertural, estamos condicionados por nuestros
padres biológicos. Una manifestación del reconocimiento de esta importancia se
manifiesta en la tendencia legal a evitar la separación del menor de sus progenitores,
siempre que se pueda.
Además de ser un hecho constatable de forma biológica, jurídicamente cuenta con
todo el reconocimiento, de tal modo, que se procura por todos los medios mantener a
los hijos con sus padres biológicos y solo en casos de extremada gravedad, se
prescinde de ellos: “mientras en las situaciones de riesgo, caracterizadas por la
existencia de un perjuicio para el menor que no alcanza la gravedad suficiente para
justificar su separación del núcleo familiar, la citada intervención se limita a intentar
eliminar, dentro de la institución familiar, los factores de riesgo, en las situaciones de
desamparo, donde la gravedad de los hechos aconseja la extracción del menor de la
familia, aquélla se concreta en la asunción por la entidad pública de la tutela del menor
y la consiguiente suspensión de la patria potestad o tutela ordinaria” (Sieira, 2011, sp.).
Puede ocurrir que falten padre y madre o alguno de ellos, por muerte, por abandono,
por divorcio, familia monoparental, etc. En caso de que falten ambos, por el bien del
menor, se intentará compensar esa ausencia procurándole una familia de adopción o
de acogida, y en su defecto, un centro de acogida.
A los estados les interesa proteger a las familias para que sean funcionales. La
funcionalidad de la familia es un aporte imprescindible al funcionamiento global de la
sociedad. Cuando las familias no funcionan, el estado encuentra mayores dificultades
para sostener la sociedad de bienestar. La familia que funciona aporta a la sociedad
ciudadanos con bienestar subjetivo, emocionalmente equilibrados, con calidad de vida
y al que se respetan sus derechos y libertades desde el primer momento. Los
ciudadanos con familia que funciona encuentran en ella un entorno en el que volver para
recomponerse y seguir luchando por el bien común.
5
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
6
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
7
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
8
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
coordinar su acción educativa con la de los demás componentes sociales, con miras al
desarrollo sostenible.
Desde el punto de vista educativo, la familia funcional es aquella que cumple su
función educativa con efectividad, ayudando a crecer a sus miembros, en partículas a
los hijos hacia el pleno desarrollo de su personalidad y el fortalecimiento del respeto a
los derechos humanos y a las libertades fundamentales como queda recogido en la
Declaración Derechos Humanos, en su artículo 26.2.
Cuadro 3.1.
Comparativa de las condiciones educativas familiares funcionales o disfuncionales
Condiciones
funcional disfuncional
familiares
9
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
Uno se puede
No hay oportunidad para equivocarse. Si te
equivocar y volverlo
Competencia equivocas no hay segundas
a intentar sin sentirse
oportunidades.
mal
Cuadro 3.2.
Comparativa de los elementos esenciales de la dinámica educativa familiar funcional o
disfuncional
Facilitadores de la seguridad,
la convivencia, el respeto La falta de respeto de los límites de
mutuo, la realización de los otros (objetos personales,
tareas y la justicia familiar. contacto físico, romper acuerdos de
lealtad…)
10
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
11
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
12
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
crezca, esto no quiere decir que no atiendan a su hijo, sino que le atienden no para
ayudarle a crecer, sino para compensar por otras vías su falta de crecimiento.
La aceptación en la educación de los hijos, se traduce en paciencia,
perseverancia, optimismo, paz, esperanza… Por el contrario, la resignación, la
negación o la rebeldía toma formas de ansiedad, amargura, frustración, abatimiento,
resentimiento, violencia, desesperación, abandono…
En un entorno familiar de aceptación, el hijo se hace tolerante de sus propias
limitaciones, debilidades, errores y fracasos, reconociendo serenamente los
aspectos desagradables de su personalidad y descubre que lo que realmente tiene
son cualidades positivas con un potencial que tiende a crecer. Los defectos son
precisamente lo que no tiene, es decir, se trata de un déficit de cualidad con
insuficiente presencia. En este contexto de crecimiento, el hijo habita la realidad
como lo que es; un ser maravilloso y original con un potencial infinito de crecimiento.
Y esto no es negar la realidad, ni revelarse ante los hechos, sino habitan el presente
en comunión con la esperanza de que algo bueno vendrá de todo esto.
3.2.2. Aprecio de lo positivo en la familia
Ya hemos visto que la aceptación de los hijos, tal y como son, lleva consigo prestar
atención a sus cualidades actuales y potenciales con lo que se descubren casi sin
pretenderlo, rasgos positivos dignos de ser apreciados. Este aprecio al que nos
referimos como condición para aprender no es sólo valorar al ser humano por su
dignidad intrínseca, es decir, por el hecho mismo de ser humano, sino también por
su dignidad ética, es decir, por la belleza de sus manifestaciones humanas. Así, por
ejemplo, de un que maltrata niños y otra que los trata bien, se podrá decir que la
dignidad intrínseca de cada uno como seres humanos es igual pero la dignidad del
comportamiento de quien trata bien a los niños es mayor que la del que los maltrata.
Por tanto, como condición educativa es importante que los hijos se sientan
apreciados tanto en su dignidad intrínseca como en el valor de sus expresiones de
humanidad. En sentido, se aprecia al hijo, aunque mienta, pero no se aprecia su
decisión y ejecución de mentir, en todo caso, se apreciará el esfuerzo que haga por
evitar la mentira o por rectificar y reconocer que ha mentido. Se aprecian sus hábitos
adquiridos por la repetición de sus actos de orden, perseverancia, humildad,
sinceridad, fortaleza, justifica, bondad… Se aprecian sus talentos, sus capacidades,
sus habilidades, su buen carácter…
Para ayudara crecer, es importante que los padres sean capaces de hacer una
lista de al menos 5 cosas positivas de su hijo, por poner un número. Quien no es
capaz de ver algo positivo en el otro, no puede ayudar a crecer a ese otro. Está bien
reconocer en los hijos sus cualidades regaladas, sus dones, talentos o como prefiera
decirse. Por ejemplo, que es inteligente, que tiene buen temperamento, que es
guapo o guapa, pero lo que más importa es que valoren aquellas cualidades
adquiridas con su esfuerzo, lo que llamamos competencias con valores y emociones
positivas. Si sólo se aprecian aquellas cualidades que le han sido regaladas por la
vida, en lugar de motivarle para crecer, se envanecerá, se acomodará en lo que ya
tiene sin mérito alguno de su parte y finalmente se verá entristecido por no saber
cuidar, cultivar y aprovechar las cualidades que le han sido regaladas para alcanzar
su plenitud: Se quedará pequeñito por dentro, inmaduro, incapaz de realizar su
misión, aquella que todos tenemos grabada en el corazón y queremos dar salida
para realizarnos y ser felices haciendo felices a los demás.
3.2.3. Pertenencia como saberse importante dentro de la familia
13
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
El vínculo emocional que se forma entre las personas se llama apego. Los hijos que
forman apegos seguros con sus padres como consecuencia de la aceptación plena,
el aprecio recibido y el sentido de pertenencia, experimentan más confianza para
explorar su mundo. Los padres que confías en sus hijos sin confiarse, es decir que
les protegen, pero sin sobreprotegerles, estimulan la autonomía y la iniciativa de los
hijos que se lanzan a emprender innovaciones vitales confiando en sus posibilidades
y en el apoyo respetuoso de sus padres. Si los padres sobreprotegen o no apoyan
los esfuerzos del hijo, éste podría sentirse avergonzado de sus fracasos y aprender
a dudar de su competencia para desenvolverse en ciertos ámbitos de la vida
(Erikson, 1963).
La familia funcional educa sin intrusión, ofreciendo supervisión sin interferencia.
La disfuncionalidad aparece cuando a los niños no se les permite hacer cosas por
su cuenta que podrían hacer con su grado de desarrollo o se les deja hacer cosas
que están por encima de sus posibilidades ocasionándoles un daño al no saber
14
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
Ayudar a los demás y mejorar el entorno con nuestro trabajo es algo que aprende el
hijo a lo largo de todo su desarrollo y una familia funcional se caracteriza porque
todos sus miembros contribuyen de algún modo, con autonomía personal y
responsabilidad social, al bien común de la familia y de su comunidad. Una
manifestación de disfuncionalidad es la falta de cooperación y reciprocidad en el
servicio.
Para la adolescencia la posibilidad de contribuir no es algo accesorio, sino un
factor clave para superar el egocentrismo propio de esa edad y desplegar un
proyecto de vida con madurez.
En este sentido la familia puede brindar oportunidades para aplicar sus
competencias adquiridas, vivir sus valores y disfrutar de sus servicios. Está
demostrado que un ambiente de servicio en casa y abierto a la comunidad, mejora
el rendimiento académico y aumentan el interés por los demás y por su entorno.
Al adolescente se le puede pedir su contribución en la solución de problemas
reales, ayudar a sus hermanos, a sus abuelos, encargarse de tareas del hogar y
prestar servicios a la comunidad. La cooperación de las familias y la escuela en
acciones de aprendizaje-servicio fomenta el desarrollo político y moral de los
adolescentes. Les hace abrirse a los problemas del mundo, les hace más tolerantes
hacia las diferencias y les aumenta el compromiso para afrontar retos sociales
significativos (Woolfolk, 2010).
15
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
16
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
Cuadro 3.3.
Tipos de límites dentro de la educación familiar
17
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
(Stein, 2008).
La diferencia entre la primera forma de empatía y la segunda, es que la una
enmarca la ayuda con tendencia a la objetividad, mientras que la otra tiende a filtrar
la realidad con unas lentes de subjetividad. La primera aporta a los padres, una
nueva visión de la realidad, además de contar con la propia perspectiva, se tiene en
cuenta la perspectiva del hijo. Estas dos formas de ver la misma realidad, favorecen
una comprensión intersubjetiva de la realidad que les aproxima más a lo que las
cosas son y como son vividas por cada cual (Stein, 2008). Sin embargo, la mera
resonancia emocional de vivenciar como vivencia el otro, agudiza y multiplica las
malas sensaciones. Se podría decir que se entra en una espiral de agobios que sólo
se rompe con perfeccionismos, agresividad, evasión en lugar de la esf uerzo sereno
y esperanzado por adquirir competencias.
La empatía es personal e intransferible y se aprende a fuerza de querer
empatizar, abrirse, permanecer receptivos, tratar de comprender y tratar de
comprenderse…
Desde esta interpretación profunda de la empatía, se trasluce que la clave de la
comunicación educativa no está en una serie de habilidades, sino en la persona que
educa. Ningún catálogo de técnicas o recursos eficaces para educar valen tanto
como la inteligente administración de las posibilidades de la propia personalidad.
Junto a la forma de ser de cada madre o padre, se encuentra la forma de hacer
y de decir: la palabra. Debe saber preguntar, saber responder y saber escuchar. La
pregunta es un arma decisiva, pero también es peligrosa, por cuanto supone un
instrumento para dirigir las conversaciones. A continuación, en el cuadro 3.4 se
describen las diferentes formas de comunicación familiar.
Cuadro 3.4.
Tipos de comunicación dentro de la educación familiar
18
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
piensan más allá: que tengan una buena carrera, se sepan formar una familia… Está
claro que los padres tienen ciertas expectativas en relación con sus hijos, pero esto
no supone que los padres estén gestionando los objetivos en relación al desarrollo
personal de sus hijos. Es más, puede ocurrir que los hijos no sepan que se espera
de ellos y los avances, más que por un plan intencional se logren por acierto y error.
Desde el punto de vista educativo, con objetivos no son referimos a metas, sino
a cada paso que nos hace avanzar hacia esas metas, lo que llamamos micro
desafíos. Una meta es un resultado o un logro que un estudiante lucha por alcanzar.
Las metas motivan a las personas a actuar para reducir la discrepancia entre “dónde
están” y “dónde quieren estar” pero no siempre se pueden alcanzar esas metas de
una vez, sino, por lo general, se hace imprescindible avanzar mediante pequeños
pasos posibles.
Por ejemplo, las expectativas de los padres es que su hijo sea una persona
ordenada y le plantean la meta de mantener su cuarto ordenado, pero así visto,
puede no servir como micro desafío, en particular su el hijo tiene una especial
dificultad con el orden. El desglose de esta meta en micro desafíos podría ser:
Recoger los juguetes, poner la ropa en su sitio al cambiarse, guardar lo que ya no
está utilizando en el estudio para despejar la mesa, apagar la luz al salir y todos los
indicadores observables y medibles que se consideren. Una vez desglosado en
micro desafíos, se debe trazar un plan, estableciendo prioridades y periodos de
tiempos en los que se va a acometer cada micro desafío, pues cuando todo es
objetivo, nada es objetivo. En un siguiente capítulo desarrollaremos una posible
manera de trabajar con los micro desafíos.
Las familias con disfuncionalidad educativa se caracterizan por no proponer
objetivos de crecimiento a los hijos, sino en todo caso, sólo se plantean cuando surge
un problema, o la forma de plantearlos es inadecuada. La forma adecuada puede
ser de muchos modos, pero todos se caracterizan por que logran la motivación del
hijo, los objetivos se plantean en positivos, el hijo los asume como propios y se
plantean dentro de su Zona de Desarrollo Próxima (Vygotsky, 1978), espacio en la
que el hijo puede dominar una tarea si recibe la ayuda y el apoyo adecuados. En el
cuadro 3.5 se pueden ver los diferentes tipos de objetivos que se pueden dar en la
educación familiar.
Cuadro 3.5.
Tipos de objetivos dentro de la educación familiar
19
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
que la variedad de estilos educativos familiares es muy extensa, pero, a fin de cuentas,
lo que resulta interesante desde el punto de vista operativo, es considerar cuáles de los
estilos educativos son más funcionales desde la perspectiva educativa.
Si contrastamos con reconocidos estudios sobre estilos de crianza, observamos que
aquellas familias que tienen límites amplios, comunicación asertiva y objetivos fluidos
tienen mayores probabilidades de tener éxito en la escuela, de sentirse felices con ellos
mismos y de relacionarse bien con los demás. Los adolescentes que describen su
experiencia educativa familiar con límites amplios, comunicación asertiva y objetivos
fluidos, con padres con autoridad, exigentes, pero a la vez sensibles, reflexivos y
dialogantes, se encuentran entre los que presentan mejores competencias con valores
y emociones positivas, presentan un mejor nivel de autoeficacia, son más sanos mental
y físicamente, se deprimen menos y se sienten más motivados para el logro (Seligman,
2012) y suelen verse menos influidos por la presión de los pares para consumir drogas
o alcohol, especialmente cuando sus amigos también tienen padres con este estilo
(Woolfolk, 2010).
A estos padres con límites amplios, comunicación asertiva y objetivos fluidos se les
puede considerar sencillamente padres con autoridad (o autoritativos): establecen
límites claros, exigen el cumplimiento de las reglas, establecen rutinas positivas dentro
del hogar y esperan que sus hijos se comporten con tendencia a la madurez, sin tolerar
reacciones impropias de la edad. A la vez, son tiernos con sus hijos; escuchan sus
inquietudes, les interesan sus intereses, explican las razones de las reglas y permiten
una toma de decisiones más democrática. Evitan los castigos, procurando que más que
castigos sean las consecuencias de sus actos quienes le hagan aprender que pasan
cosas y a la vez le acompañan en la superación personal. Estos padres se caracterizan
por la paciencia, la perseverancia y saben crear un entorno de calma que ayuda a tomar
decisiones reflexivas y ayuda a los hijos a pensar de forma crítica y creativa (Elias,
Tobias y Friedlander, 2000).
Si los padres con autoridad representan la funcionalidad educativa de la familia, la
disfuncionalidad se genera por el exceso de autoridad (autoritarismo) o la insuficiente
autoridad (permisivismo).
Los padres autoritarios en su manifestación más nítida mantienen límites
estrechos, comunicación agresiva y objetivos gaseosos. Esperan que sus hijos sean
maduros y fácilmente se sienten frustrados por su falta de madurez. No dan
explicaciones de sus razones, ni tampoco hacen por escuchar ni comprender las
razones de sus hijos. No tienen muy en cuenta los sentimientos de sus hijos y los
castigos suelen ser contundentes, pero a la vez, esa contundencia, lleva a que los hijos
eviten los motivos que les puede llevar a ser castigados, por lo que estos padres
autoritarios, no suelen abusar de los castigos. Los padres aman a sus hijos, pero no
demuestran su afecto de manera abierta.
Los padres permisivos en su máxima expresión hacen una gestión de los límites
de forma auto aplicada. En algunos casos puede ser una estrategia intencional de los
padres, cuando esto es así, la comunicación se presenta de forma más asertiva, pero
de forma habitual, esta tendencia a suavizar los límites es consecuencia de una
comunicación pasiva con la que esperan sentirse bien con sus hijos y que estos se
sientan bien, sin embargo, las consecuencias es que estos padres suelen sentirse
insatisfechos por el progreso de sus hijos y los hijos se hacen cada vez más intolerantes
a la frustración, por lo que terminan disgustándose por cualquier minucia. Estos padres
no exigen más a sus hijos por una pseudo-comprensión de sus hijos de los que no
esperan un comportamiento maduro porque “sólo son niños” (Woolfolk, 2010). En
ocasiones, amenazan mucho, pero sin consecuencias. Incluso castigan con frecuencia,
pero la falta de contundencia lleva a que estas medidas resulten ineficaces.
Más allá de la disfuncionalidad, los encontramos las familias cuyos padres rechazan
20
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
a sus hijos, se muestran negligentes o indiferentes. No tienen interés por controlar a sus
hijos, ni por comunicarse con ellos, ni porque aprendan algo de provecho. En el caso de
que exista una relación, esta puede ser de abuso y maltrato. También existen casos en
los que la familia puede verse en riesgo de exclusión social y la propia situación personal
de los padres lleva a la total desatención de los hijos.
PADRES DOCENTE
Competencia a
Acción Acción Actitud mostrada
desarrollar o adquirir
21
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
Paciencia
Fortaleza
Las personas
estamos
constantemente
comunicando, ya sea
de una forma
consciente o no, pero,
si dicha comunicación
no se desarrolla
dentro de unos
esquemas básicos, es previsible que no logre sus objetivos, haciendo inútil el esfuerzo
realizado, al tiempo que deteriora las relaciones el docente y el alumno, que puede
interpretar que su intimidad está siendo violentada sin saber exactamente el motivo o
qué le reporta o si realmente será de ayuda. Habrá que tener en cuenta que entre lo
que yo expreso y lo que el otro interpreta no siempre hay una relación adecuada.
22
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
La comunicación siempre está mediada por los filtros propios de cada uno, que el
docente debe conocer de sí mismo para que no interfieran en la comunicación y puedan
interpretarse como un juicio de valor o falta de capacidad de generar una relación de
empatía y aceptación.
La comunicación es un proceso intencional, interactivo y dinámico, a través del cual
pretendemos transmitir un mensaje desde un emisor que codifica una idea a un receptor
que es susceptible de decodificarla. El mensaje se puede modificar según la situación
en la que se transmite el mensaje, la utilización de múltiples y diversos estímulos
verbales y físicos. Y habrá que tener en cuenta que se trata siempre de un proceso muy
mediatizado por las experiencias de aprendizaje del emisor como del receptor. El canal
elegido, así como los códigos, tanto del emisor como del receptor, deben favorecer que
la comunicación sea óptima.
Para que la comunicación sea eficaz hay que lograr que siempre se presenten de
forma consciente, armónica y coherente “lo que se dice”, lo que “se siente” y lo que “se
expresa de forma no verbal”. Cualquier desequilibrio entre estos tres aspectos hace
ineficaz la comunicación, transmite desconfianza y, en última instancia, se interpreta
como una falta de respeto. Desde esta premisa, entender los principios básicos de la
comunicación facilita que lo que se quiere comunicar se realice de una forma eficaz. Un
docente coach debe conocer y dominar las técnicas básicas de la comunicación.
En los siguientes epígrafes trataremos los siguientes aspectos básicos para lograr
una comunicación eficaz:
23
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
Empatía
Feedback
Escucha activa
Comunicación no
verbal Asertivdad
5.1.1. Empatía
24
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
25
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
26
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
que nuestra expresión facial exprese lo que provoca en nosotros lo que se está
transmitiendo, sobre todo si es algo negativo.
• Por último, hay una serie de fallos en los es frecuente caer cuando se pretende
escuchar de forma activa. Los más frecuentes hacen referencia al rechazo a las
emociones que se están poniendo de manifiesto, la realización de juicios de
valor, descalificaciones o juzgar a la persona, interrumpir continuamente o en
momentos inadecuados, aconsejar sobre lo que el alumno debe hacer o, peor
aún, intentar solucionar el problema del alumno. Cualquiera de estas actitudes,
sobre todo el tratar de solucionar nosotros el problema, no solo no favorece el
crecimiento del alumno, sino que genera dependencia y aumenta la inseguridad.
27
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
5.1.4. El feedback
28
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
Por otra parte, el área III, área ciega, es la zona que el asesor percibe, pero el alumno
no es capaz de reconocer en sí mismo. El asesoramiento se orientará a procurar ayudar
al alumno a ir conociendo y reconociendo y aceptando los aspectos que en ella se
encuentran. Siempre desde la prudencia de procurar no abrumar ni desconcertar al otro.
Entrar en la intimidad de alguien debe ser siempre un proceso que se trate con exquisito
cuidado. La idea de “verdad soportable” hay que saber manejarla, con prudencia y
extrema delicadeza; remite a la necesidad de no abrumar al alumno con información
sobre sí mismo que aún no está preparado para asimilar. No se trata nunca de que el
asesor muestre lo “listo” o suspicaz y sagaz que es (sólo lograría que el alumno se
cerrara y no aportara más información). Hay que ir con mucho cuidado y, se reitera,
extrema delicadeza y cautela. Todas las áreas aumentan o disminuyen en función de
cómo se actúe con el alumno y del nivel de confianza y de la calidad del feedback que
se aporte.
29
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
30
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
Frente al estilo asertivo de comunicación hay que aprender a reconocer los estilos
disfuncionales y las formas tóxicas: la agresión, la sumisión y, la más sutil, el estilo
pasivo-agresivo. Tanto en la comunicación agresiva, como en la pasiva-agresiva, el que
comunica no considera al otro, no se pone en su lagar, falta empatía.
Gráficamente quedan así representados los estilos de comunicación según el grado
de coacción y la forma más o menos directa de expresión de las emociones o las ideas:
31
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
32
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
Por último, habrá que tener en cuenta que el asesor debe tener en consideración
siempre el diferente nivel de conocimientos del alumno obliga a adecuar el lenguaje a
la capacidad de interpretación de éste.
Por último, como síntesis de todo lo expuesto en los epígrafes anteriores, el asesor
debe tener en cuenta que cualesquiera de las siguientes actitudes o conductas coartan
la comunicación y crean barreras a veces insalvables:
33
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
34
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
de las otras personas con las que se relacionan, como si aquellas dependieran
como “bebes” de ella. Se olvidará y hasta anulará las decisiones de los demás.
No tendrá en cuenta que los demás son responsables de sí mismos.
▪ Autonomía. Esta actitud disfuncional lleva a la persona a creer que sus
sentimientos son inmodificables o dependen de las situaciones que viven, por lo
que se siente a merced de ellos. No se da cuenta de que esos sentimientos
dependen en gran parte de su forma de interpretar los acontecimientos y de las
decisiones de sus actos y que, por lo tanto, puede llegar a controlarlos en gran
parte.
El objetivo final, por tanto, es la ayuda y el acompañamiento a los padres para
que sepan ayudar a crecer a su hijo mientras mejoran su propio proceso de
desarrollo personal.
6. Formación de padres
Los programas que enseñan a los padres a mejorar el ambiente familiar en beneficio
del aprendizaje de los niños toman una variedad de formas y pueden producir resultados
importantes (Redding, 1997).
Las actividades para la formación de los padres en secundaria suelen concretarse
en sesiones grupales dirigidas por padres previamente entrenados, así como cursos y
talleres desarrollados por expertos. Las sesiones grupales con padres les permiten
aprender en el marco de un grupo pequeño, realizar actividades con sus hijos entre
sesiones y compartir sus experiencias con otros padres. Cuando son dirigidas por otros
padres, en vez de profesores o expertos, los grupos son distendidos y no suscitan temor.
Los talleres y los cursos desarrollados por expertos (educadores, psicólogos, etcétera)
tienen la ventaja de tener un contenido basado en la investigación y de poder acceder
al conocimiento profesional.
Cuando los padres aprenden sistemas para guiar y orientar el tiempo de sus hijos
fuera del ámbito escolar, los niños consiguen mejores resultados académicos. Las
escuelas que enseñan a los padres formas de reforzar el aprendizaje académico de sus
hijos en casa encuentran alumnos más motivados para aprender y de asistencia más
regular. Los programas de formación mejoran la comunicación de los padres con los
profesores y las actitudes de aquellos hacia la escuela. Los programas en los que
participan tanto padres como hijos resultan más eficaces que los que sólo incluyen
padres.
Muchos padres no son receptivos a las buenas intenciones de los organizadores de
los programas, y contar con participantes puede ser un proceso frustrante que consume
mucho tiempo. Los profesores generalmente tienen ya suficiente quehacer en sus aulas
y con sus alumnos; trabajar con padres puede parecerles una carga extra. De ahí estriba
el doble problema de la formación de padres: 1) proporcionar personal que organice y
desarrolle los programas de formación, y 2) conseguir la participación de los padres.
Las sesiones en grupos pequeños, dirigidas por padres que han sido previamente
entrenados, son baratas, estimulan la vinculación de los padres con el centro escolar y
les permiten compartir experiencias y ayudarse mutuamente.
7. Bibliografía
35
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
36
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
Martínez, L.M. (2009). El estudio de los hijos: soluciones para padres. Madrid: Palabra
Martínez, L.M. (2011). Ser líder ante tus propios hijos. Madrid: Palabra.
O'Callaghan, X. y Fernández González Mª. Begoña (2016). Compendio de Derecho Civil
Tomo II: Derecho de obligaciones. Editorial Centro de Estudios Ramon Areces SA.
ONU (2016). Protección de la familia: contribución de la familia a la realización del
derecho a un nivel de vida adecuado para sus miembros, en particular a través
del papel que desempeña en la erradicación de la pobreza y en el logro del
desarrollo sostenible. Ginebra: ONU. Recuperado el 20 de junio de 2017 de
http://ap.ohchr.org/documents/S/HRC/d_res_dec/A_HRC_35_L.31.pdf
Paul, A.M. (2011). What we learn before we're born. TED, recuperado el 10 de mayo de
http://edition.cnn.com/2011/12/11/opinion/paul-ted-talk/index.html
37
BLOQUE 2. FAMILIA Y ESCUELA
38