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Autor:
Nazaret Álvaro Ferreiro Rodríguez
RESUMEN
que significa ser latino. A un lado están los escritores que expresan una estimación de lo
autóctono regional bajo los supuestos de una unidad histórica, lingüística y cultural. Por el
otro lado están los críticos del desarrollo de los países latinos así como de la idea de la
llevar más allá de la dialéctica de los dos posicionamientos incluyendo otro elemento: el
reconocimiento del caribe como sustrato cultural de lo Latino. Para ello, se evidenciará de
Literatura noté siempre que en la ensayística de distintos autores latinoamericanos hay dos
delimitación geográfica abarca a Latinoamérica bajo los supuestos de una unidad histórica,
“latinoamericanistas”. Por otra parte, se puede identificar a otro grupo de escritores que
destacan el “atrasado desarrollo” de los países americanos que se hallan el sur de EEUU,
partiendo desde México y llegando hasta las pampas argentinas. Intelectuales que, al mismo
preeminente por varias razones. La primera razón está en el hecho de es suscrita por la
segunda razón tiene que ver con el auge que generaron las obras “latinoamericanistas” a
partir del fenómeno conocido como “Boom latinoamericano de los 60 y 70”. Auge del que
mundo del arte en general hasta acuñarse como una categoría para el estudio de los
productos intelectuales que se han producido desde el sur del río Bravo hasta la Argentina.
debe decir que la coexistencia de estos dos enfoques ha generado, desde sus orígenes, una
haría lo mismo con Sarmiento. Debate que ha afianzado cada posición pero que ha perdido
de vista el origen de la discusión: el Ser Latinoamericano. Concepto que debe revisarse más
allá de la dialéctica de los dos enfoques e incluir otro elemento que sí se ha soslayado en el
José Martí, Alejo Carpentier, Dereck Wallcott, entre otros. Autores a quienes, por cierto, se
les ubica más como “intelectuales latinoamericanos de origen caribeño”. Apreciación que
no es desacertada pero que soslaya la influencia cultural del caribe en la perspectiva que
los citados autores manifestaron en sus diversos estudios y escritos. El hecho es que en el
plano discursivo sólo se ha referido el caribe como una nota al margen sobre el origen de
Una revisión seria de las ideas sobre el Ser Latinoamericano pasa por la lectura de
los distintos textos que traten el tema. En el caso de este trabajo, por razones de espacio y
ser sobre otro. Al respecto, Martí (2005) dice: “la masa inculta es perezosa, y tímida en las
sacude” (p.33) b. la valoración del pensar y el estudio “Estos tiempos no son para acostarse
con el pañuelo en la cabeza, sino con las armas en la almohada, (....) las armas del juicio,
que vencen a las otras. Trincheras de ideas” (p.31). Así se entiende que haga una
exhortación al estudio como una forma de pensar a partir del conocimiento. Por eso dice
modo de librarlo de las tiranías” (p.34). De esta manera el conocimiento sirve para la
liberación social. Por ello, plantea que tal educación debe partir de c. el Conocimiento de lo
característicos resultando el principio rector para el gobierno de los países de lo que -en su
vanidoso” es decir al americano meridional que bien aprecia a su tierra pero con el
desarraigo que va desde el renegar de su propia gente hasta el irse del país y que, en el
menor de los peores casos, se queda en su nación pero juzga sus situaciones a partir de
cómo hacen las cosas en Norteamérica o Europa resultando juicios que Martí llama
tácita y urgente del alma continental”(p.39), para finalmente, concretar la esperanza de una
Otras ideas sobre el ser y pensar a Latinoamérica se pueden tomar del discurso de
aceptación del premio Nobel de 1982 por parte del escritor Gabriel García Márquez. En
dicho texto, llamado La Soledad de América Latina, García Márquez plantea que lo que
sublimación de quien transita dichas tierras b. Denuncia del “delirio áureo” (García, 2010,
p.22) que despierta la maravilla natural de estas tierras. “Delirio áureo” es una
denominación interesante con la que se puede designar al afán de obtención de las riquezas
naturales que ofrecen las tierras latinoamericanas. Este afán ha sido una constante histórica
en la américa latina. De acuerdo con el Gabo tal delirio se inició con el dominio español en
la colonia y culminó con la hegemonía comercial del petróleo que impuso EEUU.
Quien redacta estas líneas considera que la demencia del delirio áureo no ha
culminado para Venezuela. Si bien alguna vez tal delirio fue dorado, en los actuales
momentos es ebúrneo. Más aún si se considera la actual coyuntura política que vive la
consumo, las divisas y otras industrias. Posicionamiento que incide –al menos
discursivamente- los planes y proyectos de la administración pública. Tal orientación, debe
después de la guerra fría (tales como EEUU, Canadá, Alemania, Francia, Israel, entre otros)
pero, por otra parte, le ha llevado a asociarse con los centros económicos emergentes
(China, Rusia, Bielorrusia, India, Uruguay, etc.). Situación que ha sumergido a la nación
materializa lo que García Márquez llama “demencia” del delirio áureo y que, ya se ha
Otras ideas que se pueden tomar del mencionado discurso del Gabo son: c.
cotidiana -que en el plano estético se manifiesta sobre todo en la ficción literaria- en la que
están inmersos los habitantes de la América Latina d. Denuncia de la exclusión social por
parte de los gobiernos locales. De acuerdo con el Gabo tal exclusión se nota en “la
insuficiencia de recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida... nudo de nuestra
soledad” (García Márquez, 2010, p.25). Por ello, se asume desde la consideración de los
dominantes) que han incidido en la injusta distribución de los recursos ocasionando una
aguda desigualdad social contenida opresivamente. Sin embargo, para el Gabo, tal nudo de
sustantivando el ser latinoamericano. Por otra parte, al igual que Martí, advierte f. La
necesidad de buscar un “método válido para interpretarnos” (García Márquez, 2010, p.26).
Tal método debe alejarse del eurocentrismo. Aspecto en el que concuerda con Martí quien
señalaba a los “sietemesinos increíbles” que juzgaban la realidad propia a partir de una
visión norteamericanista o europeísta. Por ello el Gabo plantea que los europeos y los
latinos deben revisar a profundidad la “manera de vernos” (Ídem, p.27). Se puede decir que
culmina García Márquez sus planteamientos con un tono sentido pero no pesimista y,
finalmente, esperanzador cuando g. Convoca a “la creación de una utopía contraria. Una
nueva y arrasadora utopía de la vida” (Ídem, p.29). Tal utopía debe entenderse como una
Otro autor que necesariamente se debe tomar en cuenta en cualquier revisión de las
ideas sobre Latinoamérica, es el antillano Dereck Walcott. Se tomará como referencia para
precisar sus ideas su texto de aceptación del premio nobel de 1992 Las Antillas:
que expresa una reflexión sobre el ser antillano desde el propio contexto insular. Walcott
toma como punto de partida para sus reflexiones un evento turístico teatral que ocurre una
vez cada año en una aldea trinitaria llamada Felicity: la famosa Ram Leela, una
representación dramática del poema épico hindú Ramayana. Entre las reflexiones de
Walcott se vindica: a. La condición de originalidad quintaesencial. Quien redacta este
mestizaje por considerarlo racial ya que no reconoce el sincretismo -lo cultural- sino que se
interpretación de lo Antillano. Por otra parte, tal acepción de originalidad antillana, hace
Para Walcott quienes actuaban en la Ram Leela “No eran actores aficionados; eran devotos
de una fe. No había vocablo teatral para designarlos. No habían tenido que mentalizarse
para hacer sus papeles (...) Creían en lo que actuaban, en la esencia sagrada del texto”
(Walcott, 2005, p.2). Desde esta perspectiva, la Ram Leela de Felicity es más que una
un acto de fe auténtico y sincero. Tal apreciación de Walcott se encuentra con otro rasgo
manera de cosmovisión. Desde esta perspectiva, se asume que el nobel de Santa Lucía
reconoce en el área Caribeña, como rasgo de lo latinoamericano, una visión espiritual del
de la naturaleza caribeña. En palabras de Walcott (2005): “La maravilla visual (...) natural
en el Caribe; acompaña al paisaje” (p.2). Naturaleza que fascina tanto que incide en las
expresiones culturales antillanas. Debe decirse, siempre fiel al propósito de este trabajo,
que este rasgo fue el primero que se notó en el discurso de García Márquez. No obstante,
Walcott le da un desarrollo más extenso a esta idea. Argumentación que resulta interesante
y del que emerge con frescura y originalidad una poesía de “dos acentos: caliente y
naturaleza se encuentra con la poesía dándole una materialidad en un contexto que, si bien
del venezolano Andrés Bello, el Martín Fierro del argentino José Hernández, la Oda al
Niágara del cubano José María Heredia, el Tabaré del uruguayo Juan Zorrilla de San
Martín, Los Heraldos Negros del peruano César Vallejo o la América del Chileno Pablo
Neruda, entre muchos otros. Sin embargo, el telurismo -o tema de la tierra elemento
determinante y/o concomitante en la vida del hombre- contiene dos tópicos que, en sí
economía de sobrevivencia. Debe señalarse que esta denuncia, más o menos en los mismos
términos, se relaciona con una planteada por García Márquez. Vinculación interesante
porque genera como conclusión parcial que ¡los excluidos de las administraciones
gubernamentales orientadas por los centros de poder dominante practican una economía de
manera de justificación, los cinco elementos anteriores del discurso Walcottiano, en una
comprender como un sentido estético orientado por la espiritualidad pero como una
esperanza en el futuro. Debe señalarse, sobre este aspecto en particular, que el mismo
coincide, en mayor grado con la invitación a “la utopía de la vida” del Gabo y, en menor
Otros autores, de los tantos que hay en la patria grande, manifiestan similares o
ahora, se puede entender como un pensar a Latinoamérica. Sin embargo, como se dijo al
inicio, por razones de espacio y tiempo, sólo se tomarán las ideas de los autores reseñados
anteriormente como punto de partida para una reflexión inicial sobre la denominación en
cuestión. Así, se deben hacer ciertas precisiones sobre estos primeros (diecinueve hasta
que las proposiciones que no son reiterativas son complementarias o se concatenan en una
visión, más o menos colectiva, sobre lo que es y debe ser la América Latina. Otra reflexión
es que las propuestas se distancian de USA como país pero no como la región Norte del
se toma como una referencia distinta, ajena y lejana, tanto como Europa, por su
Vistas en conjunto, estas ideas evidencian más que una mera observación de la
puede decir que tales planteamientos, en su conjunto, resultan desde la retórica, un Discurso
los latinoamericanos sobre sí y/o su entorno inmediato. Esta reflexión, se debe reconocer,
Americana planteaba:
del saber latinoamericano. Ya el propio Zea reconocía antecesores de esa búsqueda en los
que a Zea se le debe un legado de críticas que permite, aún hoy la reinterpretación de la
principal detractor de Zea fue Augusto Salazar Bondy quien plantea que es imposible una
señala que Salazar Bondy y su visión también ha tenido sus seguidores y reconoce, en
forma particular, a Mario Vargas Llosa. Así, desde la deconstrucción de los planteamientos
discurso político neoliberal, globalista y excluyente corriendo el riesgo del “reto constante
regional, superar –en términos de José Gaos- el "imperialismo de las categorías europeas”
acción de pensar minimizando lo cultural y contextual ¡como si eso fuese posible! Debe
destacarse que estas apreciaciones son de autores suramericanos pero no caribeños (Zea,
Libano, Salazar Bondy y Vargas Llosa). Así se revela que el problema del reconocimiento
de lo caribeño no está en la concepción del ser latino sino en la discusión sobre el pensar a
Latinoamérica.
de reconocer lo caribeño del ser latino requiere precisar que las consideraciones geográficas
colinda con el mar mediterráneo. Ser latino desde lo caribeño es validar una cultura
sustanciada por elementos históricos y sociales. Desde esta perspectiva se debe reconocer
como rasgos distintivos; tanto el sustrato africano que dejó el esclavismo en América
durante los siglos XVIII y XIX, así como el sustrato indígena que legaron los habitantes
Lo “afro” surgió de la cadencia rítmica de los tambores con que se comunicaban los
del trato personal así como los bailes, en lo colorido en la preferencia de los atuendos, en la
predilección por la oralidad, entre otros elementos. Lo “afro” figura como el componente
importante –el más reconocido- en las expresiones culturales caribeñas dejando de lado lo
indígena hasta el punto de sobrevivir en la toponimia del nombre: “Karibs” que es una voz
ser mayor ya que forma parte de esa quintaesencia identitaria que, en mayor o menor grado,
otros que conforman la variedad de platos de la región gran caribeña. Lo mismo ocurre con
la música y los Mono ritmos que conforman composiciones o partes de estilos musicales.
No debe perderse de vista lo evidente que resultan las composiciones estróficas trasuntas en
las letras del calipso, el mare-mare o las garífunas de Centroamérica. Esto sólo por
mencionar algunos de los elementos indígenas más obvios. Por ello, debe enriquecerse la
Con esto, sólo se pretende ampliar lo distintivo cultural del caribe más allá de lo afro. Para
ello, debe recurrirse como señala Martínez y Valdez (2013) a una “decolonización
epistémica para lograr visibilizar y estudiar los complejos fenómenos y procesos regionales
con otros ojos y otras miradas” (p.25). Es decir, se debe proponer un episteme
descolonizado y comprensivo que permita apreciar con mayor profundidad los rasgos
su conformación cultural.
porvenir. Se opta por esta denominación para diferenciar a estos planteamientos de los que
llamada “diáspora caribeña” de Norman Girvan (o núcleos emigrantes del caribe con
entendido como un marco referencial inicial que puede –y debe- ser sustanciado por el
avance académico.
Referencias
febrero de 2013]
MONDADORI S.A.
AYACUCHO
Real Academia Española (1992) Diccionario de la Lengua Española, a-g (21a. ed.).
Madrid: Espasa