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La leche dorada (o "leche de oro") es una bebida de la medicina tradicional de la India (ayurveda) que

contiene propiedades increíbles no sólo para el cuerpo sino también para el espíritu humano. Es
deliciosa y reconfortante y ha sido utilizada desde la antigüedad en las prácticas de kundalini, por su
poder de eliminar toxinas y reparar daños a nivel celular. Su magia proviene de los ingredientes
sanadores que la componen.

El ingrediente principal de la leche dorada es la cúrcuma, una planta nativa de la India que tiene
propiedades curativas y es usada para tratar padecimientos como cáncer, diabetes, artritis y sobre todo,
desórdenes que tienen relación con un desajuste químico. Además, esta especia es antibacteriana y
antifúngica (combate los hongos), lo que la convierte en un elemento indispensable para la medicina
tradicional.

La leche dorada es un relajante natural por su influencia directa en el tejido conectivo, además de que
regula las funciones hepáticas y digestivas y estabiliza los desórdenes ocasionados por la tensión y el
estrés. La mejor manera de tomarla es después de los alimentos, para potenciar sus propiedades. La
piel, las articulaciones y los ligamentos también se ven directamente beneficiados por su consumo.

Prepararla en casa es bastante sencillo. Aquí te damos los pasos a seguir. Necesitarás:

- 4 cucharadas de cúrcuma en polvo

- 1 taza de agua

- 1 litro de leche de tu elección (vaca, cabra, almendra, avena o soya). Si quieres potenciar el sabor, usa
la de almendra

- ½ cucharadita de cúrcuma en pasta

- 1 cucharada de aceite de coco

- Miel o azúcar morena al gusto

Primero, agrega la cúrcuma en polvo a la taza de agua y mezcla hasta disolver. Si gustas, puedes calentar
en la estufa, pues esto ayudará a potenciar las propiedades de la cúrcuma. Después, en un recipiente
aparte, añade el agua con la pasta de cúrcuma, el aceite de coco y la miel o azúcar y revuelve hasta
homogeneizar todos los ingredientes. Por último, sirve una taza de leche y agrega la cantidad del
preparado poco a poco hasta que adquiera el color y la consistencia que más te agrade, y revuelve. El
sobrante lo puedes refrigerar para preparar posteriormente otra taza.
¡Listo! Así es como preparas esta revitalizante bebida. Haz la prueba de tomarla después de comer y
cuéntanos cómo te sientes y qué mejorías notas en tu organismo. Recuerda que practicar yoga y
meditación es la otra parte necesaria para complementar el consumo de leche dorada.

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