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IDEAS CLAVE DE LA ADICCIÓN RELACIONADA CON LA PLASTIDICAD CEREBRAL:

 En la definición de lo que es adicción hay un conjunto de ejes vertebrales que


configuran algunos de los aspectos críticos: la falta de control en la autoadministración
de la droga, la persistencia, el deseo por la sustancia, la abstinencia que se produce
después la interrupción de su administración tras una historia de consumo previo y la
recaída que puede producirse, incluso meses después de no tener contacto con la
sustancia de abuso.

 Existe una relación entre las sustancias de abuso y la plasticidad sináptica en


diferentes regiones cerebrales que podría explicar la génesis y desarrollo de estos
aspectos críticos.

 El riesgo a las recaídas puede persistir durante muchos años, ¿cómo es posible?
Tendría que existir algún mecanismo celular y molecular modificado en el cerebro de
un adicto para que pudiera explicar esta persistencia a largo plazo. Otro aspecto muy
interesante en relación a la adicción es la liberación de dopamina en los sistemas
mesolímbico, mesocortical y nigroestriado.

 Parece ser que los episodios repetidos de liberación de dopamina pueden consolidar
las conductas de autoadministración de la droga y convertirlas en un uso compulsivo a
largo plazo. La compusilvidad es uno de los rasgos vertebrales que caracterizan la
adicción.

 En tercer lugar, durante la adicción se da lugar una serie de asociaciones entre


diferentes estímulos con las sustancias de abuso. Estos estímulos se convierten en
claves que predicen la droga y que pueden explicar diferentes estados motivacionales
y emocionales del sujeto. Los estímulos asociados a una droga terminan por controlar
la conducta de un adicto.

 Parece ser que diferentes mecanismos de señalización intracelular pueden generar


formas de plasticidad sináptica y neuronal capaces de convertir las señales inducidas
por la droga (por ejemplo, la liberación de dopamina en diferentes regiones) en
alteraciones a largo plazo en la función cerebral.

 El uso compulsivo que los adictos muestran por las sustancias de abuso, la persistencia
de la adicción y las asociaciones entre diferentes estímulos contingentemente
relacionados que explicarían algunos aspectos fundamentales de las recaídas, podrían
estar relacionados con diversos mecanismos moleculares y celulares subyacentes a
memorias asociativas a largo plazo en diferentes circuitos prosencefálicos inervados
por las neuronas dopaminérgicas del mesencéfalo.

 El uso compulsivo que los adictos muestran por las sustancias de abuso, la persistencia
de la adicción y las asociaciones entre diferentes estímulos contingentemente
relacionados que explicarían algunos aspectos fundamentales de las recaídas, podrían
estar relacionados con diversos mecanismos moleculares y celulares subyacentes a
memorias asociativas a largo plazo en diferentes circuitos prosencefálicos inervados
por las neuronas dopaminérgicas del mesencéfalo.
Por ejemplo, se observa que en lo que respecta a las respuestas conductuales, en sus
exposiciones iniciales a la droga se encuentran implicados los cambios plásticos en el
área tegmental ventral (AVT) que provocarán adaptaciones a largo plazo en las
regiones a las que llega información nerviosa por neuronas dopaminérgicas del
mesencéfalo.
*Insertar imagen del mesencéfalo*

No obstante, cuando los cambios plásticos ocurren en el estriado dorsal, en el núcleo


accumbes y en la corteza prefrontal, estos cambios parecen ser parte de la formación
de asociaciones persistentes a largo plazo entre la droga y diferentes claves asociadas
con la experiencia. Estos estímulos o claves están asociados de manera contingente
con la experiencia con la droga, que dirigen de forma potente diversos efectos
cognitivos y emocionales en personas adictas.

 Las adaptaciones cerebrales producidas en los procesos de adicción pueden implicar


diferentes aspectos que van desde cambios en la morfología y excitabilidad de la
membrana hasta modificaciones en la transcripción genética.

 Sustancias de abuso inducen cambios a largo plazo en la conducta de las personas


adicta al alterar la función sináptica y los mecanismos de plasticidad en diferentes
regiones cerebrales críticas en el procesamiento de la información reforzante. Se ha
podido comprobar que las cascadas moleculares de señalización y comunicación
celular implicadas en diferentes modelos experimentales de plasticidad sináptica
también están implicadas en los mecanismos subyacentes a la adicción (Kelley, 2004).

 Existen múltiples evidencias que relacionan varios modelos conductuales de diferentes


rasgos vertebrales que definen la adicción con modificaciones en la plasticidad
sináptica en áreas cerebrales que procesan diversos aspectos relacionados con el
refuerzo.
EXTENDED AMYGDALA

Representación de las estructuras que se agrupan bajo la denominación de extended


amígdala. Las drogas adictivas (así como los reforzadores naturales) aumentan los
niveles de dopamina en la zona más externa en posición ventromedial del núcleo
accumbens (región shell) pero no en la región más dorsolateral e interna (región core).

Diferentes estructuras del prosencéfalo con cierta unidad funcional, morfológica e


histoquímica podrían ser el sustrato nervioso de los reforzadores naturales y de las
sustancias de abuso. Parece ser que son varios los sistemas neurofisiológicos que
coordinan las respuestas reguladoras de los mecanismos motivacionales apetitivos,
integrando estas respuestas con los procesos de aprendizaje y memoria. La integración
de la actividad de las estructuras límbicas, hipotalámicas y troncoencefálicas implicadas
en estos procesos parece que está modulada por sistemas ascendentes monoaminérgicos,
sobre todo por las neuronas dopaminérgicas del mesencéfalo.Las neuronas
dopaminérgicas del mesencéfalo activan los procesos de refuerzo, colaborando en el
aprendizaje de secuencias conductuales por medio, sobre todo, de las funciones
asociativas del sistema límbico. En definitiva, los sistemas motivacionales apetitivos
organizan respuestas con el fin de regular e incentivar la conducta.

SISTEMAS DE AVERSION (dato extra)


No obstante, hay indicios suficientes para destacar que ciertos estímulos aversivos
también aumentan la liberación de dopamina en el núcleo accumbens. De todas formas,
esta liberación de dopamina no tiene una acción específica sobre una región concreta
del núcleo accumbens (tal como lo hacían las drogas en la región shell).
`ÁREA TEGMENTAL VENTRAL Y NÚCLEO ACCUMBENS:

PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN REFORZANTE:


 La naturaleza del refuerzo parece procesarse de forma diferente por neuronas en
diferentes estructuras cerebrales, abarcando desde la detección y percepción de los
refuerzos hasta el uso de la información sobre refuerzos predichos para el control de la
conducta dirigida a un fin determinado. Se ha podido comprobar que el sustrato neural
subyacente a este procesamiento de la información reforzante está claramente
implicado en la facilitación de los procesos de aprendizaje y memoria.

 A pesar de que la memoria es un proceso activo y complejo mediado por diferentes


áreas cerebrales, el sustrato nervioso del refuerzo parece ser capaz de facilitar la
consolidación de la memoria en diferentes paradigmas. Por ello, es lógico pensar que
existen múltiples rasgos equivalentes entre el refuerzo cerebral y los procesos de
aprendizaje y memoria.

 Algunas de las neuronas que son capaces de detectar y percibir la administración de un


refuerzo son:
1. Células dopaminérgicas del mesencéfalo (A8, A9 y A10).
2. Células del estriado ventral y dorsal.
3. Células del núcleo subtalámico.
4. Células de la sustancia negra (pars reticulata).
5. Células de la corteza cingular anterior, dorsolateral y orbitofrontal.
6. Células de la amígdala.
7. Células del hipotálamo lateral.

(Para entender expectación del refuerzo)

Según la hipótesis de Schultz y colaboradores, las neuronas dopaminérgicas de la


sustancia negra y del área tegmental ventral proporcionarían una señal de aprendizaje
que modificaría la transmisión sináptica en el estriado y en el córtex frontal.
PUBLICIDAD DE HEROÍNA:

Los opioides se caracterizan por inducir fuertes sensaciones placenteras en el sujeto que
los consume así como diferentes grados de analgesia, sedación e hipotermia. Asimismo,
estas sustancias también son capaces de inhibir a los centros neurales que provocan la
tos y reducir la actividad de motilidad intestinal, por ello su consumo puede generar
constipación. Los efectos agudos de los opioides se encuentran relacionados con una
sensación de euforia muy intensa con cálidas sensaciones de placer. No obstante, dichos
efectos positivos pueden verse acompañados de náuseas y vómitos, así como de
picazones, pesadez corporal y sequedad de boca.

Asimismo, estas sustancias también pueden provocar sedación durante horas y


analgesia. Diferentes modelos animales de autoadministración han puesto de manifiesto
las fuertes propiedades reforzantes de los opioides como la morfina y la heroína. Las
consecuencias crónicas de la administración de los opioides se relacionan tanto con la
tolerancia a múltiples de sus efectos como con la sensibilización de alguno. Asimismo,
se da un intenso síndrome de abstinencia que implica diferente tipología de síntomas.

Las sustancias derivadas del opio han mostrado una alta afinidad por receptores
específicos cerebrales. Si estos receptores se encuentran en nuestro cerebro no es por
qué adaptativamente se ha previsto una actuación de estas sustancias exógenas para
modificar el funcionamiento del sistema nervioso, sino porque hay sustancias
endógenas que pueden interaccionare con estos receptores específicos, los péptidos
opioides endógenos.

Receptores de opioides en el cerebro de rata: los receptores para opioides se localizan


funcamentalmente en la sustancia gris periacueductal, en el área preóptica, en la
formación reticular mesencefálica, en el tálamo medial, en los núcleos del rafe, en el
locus coeruleus, en el bulbo olfatorio, en el colículo inferior, en el área tegmental
ventral y en el núcleo accumbens, entre otros. Los colores cálidos representan una
concentración mayor de los receptores.
Esquema de los receptores para opioides.

TOLERANCIA A HEROÍNA:
Los adictos a la heroína desarrollan tolerancia a los efectos placenteros de la droga,
conllevando a un aumento paulatino de la dosis para obtener los efectos similares a los
obtenidos con el consumo inicial. No obstante, por ejemplo, los adictos a la heroína no
desarrollan tolerancia a la constricción pupilar (reducción de la pupila del ojo).

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