Está en la página 1de 18

Receta de gelatina casera natural

paso a paso
Primero elegimos los productos ricos en colágeno que vamos a usar. En este
caso: patas de pollo, cabeza de salmón, manitas de cerdo, cabeza-piel-
espinas de rodaballo asado. Es lo que tenía, pero podéis usar otros productos.
La pata y el morro de vaca van muy bien. La cabeza-piel-espinas de rape
también.
Vamos a usar una olla rápida para la cocción intensa de todo este
colágeno. Introducimos todo el producto bien limpio en la olla,
puede estar congelado.
Cubriremos escasamente de agua o caldo. En este caso el agua de
cocción de unas acelgas. Nada de sal.
Cerramos la olla y ponemos a fuego vivo hasta que suba el
indicador de máxima presión. Luego a fuego medio durante una
hora.
Seleccionamos las verduras que pondremos a nuestra gelatina. En este caso
unos tallos de espárragos trigueros, cuyas yemas me sirvieron para una tortilla,
y unas judías verdes congeladas. Añadimos también unos tomates cherry
algo pasados ya para consumo humano. Pero podemos poner las verduras u
hortalizas que queramos, patata, calabaza,...
Transcurrida la hora de cocción abrimos la olla tras eliminar la
presión y este es el aspecto. Se ha consumido algo de caldo pero
no demasiado. Dependerá de vuestra olla.
Añadimos las verduras y hortalizas y ponemos a fuego medio con la
olla destapada.
Nos interesa en este punto que se evapore bastante caldo porque
demasiado líquido no es bueno para nuestra gelatina. En este punto
a veces añado también copos de avena/quinoa siempre
INTEGRALES.
Tras unos 15-20 minutos hemos reducido el caldo y nuestro guiso
tiene esta pinta. La textura ya es bastante melosa por todo el
colágeno y la reducción de líquido.
En este punto viene la peor parte. Localizar y retirar los huesos más
grandes para poderlo batir. Básicamente los huesos de la mano de
cerdo y los huesos altos de las patas de pollo. Del pescado no es
necesario retirar nada. Si tuviéramos una batidora superpotente con
fuerza para triturar todo esto, este paso no sería necesario.
Ahora es cuando le añadimos un poco de cúrcuma, hierbas,
espirulina o lo que queráis...(porque todo esto no es necesario que
hierva) y trituramos todo con el brazo batidor.
Si tenéis un batidor de vaso, tipo blender, también lo podéis usar,
pero manchamos un cacharro más...
Ya tenemos el guiso de la gelatina batido. Aquí ya va en
gustos si se quiere más o menos triturado.
Cuando está algo templado lo vertemos sobre los
recipientes que hayamos elegido.
Tapamos los recipientes y los ponemos a refrigerar o
congelar si tenemos demasiada cantidad.
Cuando se ha enfriado nuestra gelatina ya puede ser desmoldada
y cortada como queramos para dar a nuestros perros. Es ideal para
clavar aquella pastilla que vuestro perro es incapaz de tragarse... o
también para preparar unos canapés sobre unas tostadas… 
El resultado es una gelatina sabrosa, sana y totalmente natural. Rica
en nutrientes, en colágeno y vitaminas. Ideal para conservar en el
frigo y/o congelar. Espero que os guste.

…by Eduardo Corell Almuzara

También podría gustarte