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Módulo 3

Vicisitudes del
vínculo
matrimonial y
uniones
convivenciales
5. Disolución del
matrimonio
La disolución de un matrimonio tiene lugar cuando el vínculo válido
preexistente se extingue por causas sobrevenidas al acto de celebración. Esto
supone que el matrimonio nació mediante un acto jurídico sano y que el
vínculo conyugal así creado produjo sus consecuencias jurídicas propias; pero
en un instante de su devenir surge alguna eventualidad que determina el cese
de su existencia por lo que, a partir de ese momento, desaparece el vínculo y,
por ende, dejan de producirse todos los efectos que de él emergen. Tales
precisiones sirven para marcar las diferencias respecto de la nulidad.

 En la nulidad no hay un matrimonio válido que se extingue, sino una


apariencia que se esfuma. Mientras que con la disolución finaliza un
matrimonio que tuvo vida legal, con la anulación no se termina sino que
se constata que jamás hubo vínculo jurídico.-

 Como hay un vicio en el origen, el pronunciamiento judicial que declara


la nulidad tiene efectos ex tunc, o sea, se retrotraen a la fecha de su
celebración, con las importantes excepciones que se establecen en los
matrimonios putativos.

5.1. Causas
Las causas de disolución del matrimonio son:

 Muerte de uno de los cónyuges: Al morir uno de los cónyuges se


disuelve el matrimonio de pleno derecho.

 Sentencia firme de ausencia con presunción de fallecimiento.

 Divorcio declarado judicialmente1: en este caso, se disuelve el vínculo


matrimonial mediante sentencia judicial.

Analizaremos a continuación cada una de estas causales.

1
Art. 435 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

1
5.2. Proceso de divorcio. Competencia
El divorcio vincular es una de las soluciones legales frente al conflicto
matrimonial, configurando la disolución del vínculo matrimonial en vida de
ambos cónyuges mediante sentencia judicial. Es así que el divorcio “constituye
el origen de un verdadero estado de familia que restituye la aptitud nupcial de
los cónyuges” (Bossert y Zannoni, 2007, pág. 323).

Competencia

Según el artículo 717 del Código Civil y Comercial Nacional,

En las acciones de divorcio o nulidad, las conexas con ellas y las


que versan sobre los efectos de la sentencia, es competente el
juez del último domicilio conyugal o el del demandado a elección
del actor, o el de cualquiera de los cónyuges si la presentación es
conjunta2.

En este sentido, Kielmenovich (2014) expresa que tenemos que tener en cuenta
si el pedido de divorcio es unilateral o conjunto. Si se trata del pedido unilateral
de divorcio, es decir, si uno solo de los cónyuges es quien solicita el divorcio,
será competente el juez del último domicilio conyugal o el del demandado a
elección del actor. Por otro lado, si se trata de la petición bilateral o conjunta
de divorcio, es decir, aquella que ambos cónyuges solicitan, va a ser
competente el juez del último domicilio conyugal o el de cualquiera de los
cónyuges a opción de ellos.

5.2.1. Nulidad de la renuncia


“Es nula la renuncia de cualquiera de los cónyuges a la facultad de pedir el
divorcio; el pacto o cláusula que restrinja la facultad de solicitarlo se tiene por
no escrito”4.

Esta directiva ya estaba presente en el Código de Vélez Sársfield, siendo un


principio de orden público, que restringe la facultad de los cónyuges a
renunciar a la facultad de solicitar el divorcio.

2
Art. 717 – Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
4
Art. 436 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

2
5.2.2. Requisitos y procedimiento
Los cónyuges, de manera conjunta o unilateral, pueden solicitar el divorcio ante
el juez competente sin tener que alegar causa ni prever plazo alguno. Esta es
una de las instituciones que mayores cambios ha tenido a partir de la sanción
del Código Civil y Comercial de 2014, teniendo en cuenta que a partir de este
código nuestro ordenamiento recepta el divorcio incausado y sin someter la
posibilidad de peticionarlo a ningún plazo.

Junto con la demanda de divorcio deberá acompañarse un convenio regulador


que contemple los efectos de la disolución del vínculo. Entre ellos podríamos
nombrar la atribución de la vivienda, distribución de los bienes, eventuales
compensaciones económicas entre los cónyuges, y en caso de haber hijos
menores, ejercicio de la responsabilidad parental, la prestación alimentaria,
etcétera. La presentación de este convenio es un verdadero requisito de
admisibilidad de la demanda, atento a que la omisión de este requisito impide
dar trámite a la misma. El convenio puede ser consensuado entre los esposos, o
bien ofrecido por uno solo de ellos. En este último caso, el otro cónyuge puede
ofrecer una propuesta reguladora distinta. Ambas propuestas van a ser
evaluadas por el juez, quien convocará a los cónyuges a una audiencia.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que en ningún caso el desacuerdo en el
convenio suspende el dictado de la sentencia de divorcio. Por ello, de existir
“desacuerdo sobre los efectos del divorcio, o si el convenio regulador perjudica
de modo manifiesto los intereses de los integrantes del grupo familiar, las
cuestiones pendientes deben ser resueltas por el juez”5.

El procedimiento de divorcio, tal como hemos expresado, se desprende del


artículo 438 del CCyCN, que establece:

Toda petición de divorcio debe ser acompañada de una


propuesta que regule los efectos derivados de éste; la omisión
de la propuesta impide dar trámite a la petición.

Si el divorcio es peticionado por uno solo de los cónyuges, el


otro puede ofrecer una propuesta reguladora distinta.

Al momento de formular las propuestas, las partes deben


acompañar los elementos en que se fundan; el juez puede
ordenar, de oficio o a petición de las partes, que se incorporen
otros que se estiman pertinentes. Las propuestas deben ser

5
Art. 438 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

3
evaluadas por el juez, debiendo convocar a los cónyuges a una
audiencia.

En ningún caso el desacuerdo en el convenio suspende el


dictado de la sentencia de divorcio.

Si existe desacuerdo sobre los efectos del divorcio, o si el


convenio regulador perjudica de modo manifiesto los intereses
de los integrantes del grupo familiar, las cuestiones pendientes
deben ser resueltas por el juez de conformidad con el
procedimiento previsto en la ley local.6

5.2.3. Efectos. Convenio regulador. Alimentos


posteriores al divorcio. Compensación económica.
Atribución del uso de la vivienda
La disolución del matrimonio en vida de los esposos, a través del divorcio
vincular, trae aparejado ciertos efectos:

1) El divorcio disuelve el vínculo matrimonial.

2) Como principio general, cesa el deber de alimentos entre los ex


cónyuges. La prestación alimentaria luego del divorcio es excepcional en
los casos establecidos por el Código Civil y Comercial o por convención
entre las partes.

3) Atribución del uso de la vivienda.

4) Apellido: La persona divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado


nulo no puede usar el apellido del otro cónyuge, excepto que, por
motivos razonables, el juez la autorice a conservarlo.

5) Cese del régimen patrimonial matrimonial, ya sea el de comunidad o el


de separación de bienes.

6) Cesa la vocación hereditaria.

7) Surge la necesidad de regular ciertas cuestiones si hubiere hijos


menores de edad, como el ejercicio de la responsabilidad parental, en
especial, la prestación alimentaria.

8) Cesa el beneficio de competencia.

9) Cesa la suspensión de la prescripción entre los ex cónyuges.


6
Art. 438 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

4
Convenio regulador

Como expresáramos ut supra, es un requisito al momento de solicitar el


divorcio vincular ante el juez competente que se acompañe una propuesta o
convenio destinado a regular los efectos del divorcio.

En este sentido, conforme el art. 439 del Código Civil y Comercial de la Nación,
“el convenio regulador debe contener las cuestiones relativas a la atribución de
la vivienda, la distribución de los bienes, y las eventuales compensaciones
económicas entre los cónyuges; al ejercicio de la responsabilidad parental, en
especial, la prestación alimentaria”7. Estas enunciaciones no son taxativas, y
por lo tanto no impiden “que se propongan otras cuestiones de interés de los
cónyuges”.8

Recordemos que “si el divorcio es peticionado por uno solo de los cónyuges, el
otro puede ofrecer una propuesta reguladora distinta”9.

Al decir de Kemelmajer de Carlucci y Herrera (2015):

El convenio regulador es un acto jurídico familiar bilateral, por lo


cual, para su existencia necesita de la voluntad de ambos
cónyuges. Esta voluntad conjunta puede estar al inicio del
proceso de divorcio —cuando la petición es bilateral— o
alcanzarse durante el trámite por iniciativa del juez con la labor
colaborativa de los abogados, o con la intervención del equipo
interdisciplinario cuando están comprendidos efectos que
comprometen a otros integrantes de la familia como son los
hijos.
Para comprender con exactitud cuál es el rol del convenio
regulador en la legislación civil y comercial resulta necesario
tener en claro, como se ha dicho que no es lo mismo la
propuesta, necesaria para que el juez dé trámite al divorcio (art
438, presupuesto de proponibilidad) del convenio regulador al
que puede arribarse para regular los efectos del divorcio.
(Kemelmajer de Carlucci y Herrera, 2015, pág. 3).

Asimismo,

7
Art. 439 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
8
Art. 439 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
9
Art. 439 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

5
las partes deben acompañar los elementos en que se fundan; sin
perjuicio de que el juez puede ordenar, de oficio o a petición de
las partes, que se incorporen otros que se estiman pertinentes.
Las propuestas deben ser evaluadas por el juez, debiendo
convocar a los cónyuges a una audiencia (…) Si existe desacuerdo
sobre los efectos del divorcio, o si el convenio regulador
perjudica de modo manifiesto los intereses de los integrantes del
grupo familiar, las cuestiones pendientes deben ser resueltas por
el juez de conformidad con el procedimiento previsto en la ley
local11.

Pero ello no obsta en absoluto la declaración del divorcio.

Es necesario tener en cuenta que será necesaria la intervención del Asesor o


Defensor de incapaces cuando se encuentren involucrados intereses de los
hijos menores de edad o de personas declaradas incapaces o con capacidad
restringida (Veloso, 2014).

El juez puede exigir que el obligado otorgue garantías reales o


personales como requisito para la aprobación del convenio.
El convenio homologado o la decisión judicial no son inmutables
y pueden ser revisados si la situación se ha modificado
sustancialmente12.

Alimentos posteriores al divorcio

Como principio general, los ex cónyuges no se deben alimentos después del


divorcio.

Sin embargo, “las prestaciones alimentarias pueden ser fijadas aun después del
divorcio”13 en los siguientes casos :

a) a favor de quien padece una enfermedad grave prexistente al


divorcio que le impide autosustentarse. Si el alimentante fallece,
la obligación se transmite a sus herederos.
b) a favor de quien no tiene recursos propios suficientes ni
posibilidad razonable de procurárselos. En este supuesto se
tendrá en cuenta la edad y el estado de salud de ambos
11
Art. 438 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
12
Art. 440 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
13
Art. 435 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

6
cónyuges; la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un
empleo de quien solicita alimentos; y la atribución judicial o
fáctica de la vivienda familiar; (incisos b), c) y e) del artículo 433).
La obligación no puede tener una duración superior al número
de años que duró el matrimonio y no procede a favor del que
recibe la compensación económica del artículo 441.
En los dos supuestos expuestos, la obligación cesa si: desaparece
la causa que la motivó, o si la persona beneficiada contrae
matrimonio o vive en unión convivencial, o cuando el alimentado
incurre en alguna de las causales de indignidad.
Si el convenio regulador del divorcio se refiere a los alimentos,
rigen las pautas convenidas14.

Compensación económica

La compensación económica tiene su fundamento en el principio de solidaridad


familiar y puede definirse como “la prestación económica que debe abonar un
cónyuge al otro, nacida en virtud del desequilibrio manifiesto que importa un
empeoramiento de la situación patrimonial, ocasionada por el quiebre del
matrimonio” (Veloso, 2014).

Por ello, el artículo 441 del Código Civil y Comercial de la Nación establece que:

El cónyuge a quien el divorcio produce un desequilibrio


manifiesto que signifique un empeoramiento de su situación y
que tiene por causa adecuada el vínculo matrimonial y su
ruptura, tiene derecho a una compensación. Esta puede consistir
en una prestación única, en una renta por tiempo determinado
o, excepcionalmente, por plazo indeterminado. Puede pagarse
con dinero, con el usufructo de determinados bienes o de
cualquier otro modo que acuerden las partes o decida el juez15.

En virtud de lo expresado, hay que tener en cuenta que:

No todo matrimonio que finaliza generará automáticamente la


fijación de una compensación económica. No requiere que exista
necesidad, ni se relaciona con una cuestión asistencial. Se trata
de un instituto jurídico que intenta recomponer una situación
económicamente desventajosa para uno de los cónyuges, que

14
Art. 434 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
15
Art. 441 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

7
pudiera haberse mantenido oculta durante la vida matrimonial,
pero que el divorcio deja a la luz (Pellegrini, 2013, pág. 239).

La Doctora Pellegrini ilustra con un ejemplo típico en qué casos podría acudirse
a este instituto mencionando el siguiente caso:

si al momento de contraer nupcias se optó por llevar adelante


una familia en la cual uno solo de los cónyuges era el proveedor
económico y el otro cumplía sus funciones en el seno del hogar y
en apoyo a la profesión del otro, no sería justo que al quiebre de
esa elección se deje desamparado a aquél de los cónyuges que
invirtió su tiempo en tareas que no se traducen en réditos
económicos; en este caso, se le fijará una compensación
económica que puede asumir distintas modalidades de pago:
pensión, cuotas, etcétera. (Pellegrini, 2014, pág. 349).

Fijación judicial de la compensación económica

A falta de acuerdo de los cónyuges en el convenio regulador, el


juez debe determinar la procedencia y el monto de la
compensación económica sobre la base de diversas
circunstancias, entre otras:

a) el estado patrimonial de cada uno de los cónyuges al inicio


y a la finalización de la vida matrimonial;

b) la dedicación que cada cónyuge brindó a la familia y a la


crianza y educación de los hijos durante la convivencia y la que
debe prestar con posterioridad al divorcio;

c) la edad y el estado de salud de los cónyuges y de los hijos;

d) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un


empleo del cónyuge que solicita la compensación económica;

e) la colaboración prestada a las actividades mercantiles,


industriales o profesionales del otro cónyuge;

f) la atribución de la vivienda familiar, y si recae sobre un bien


ganancial, un bien propio, o un inmueble arrendado. En este
último caso, quién abona el canon locativo18.

18
Art. 442 – Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

8
Caducidad

“La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses
de haberse dictado la sentencia de divorcio”19.

Es importante diferenciar la compensación económica de los alimentos, para lo


cual, siguiendo a Veloso (2014) tenemos que tener en cuenta que los alimentos
tienen como fin satisfacer las necesidades materiales y espirituales con la
extensión que corresponda según los supuestos analizados ut supra.

El objeto de la prestación económica, en cambio, surge con motivo del quiebre


del matrimonio y su objetivo es evitar el desequilibrio económico que es
causado por el mismo divorcio.

En este sentido, es fundamental tener en cuenta que cuando proceda la


compensación económica no habrá posibilidad de fijarse alimentos y viceversa.

Atribución de la vivienda familiar

Uno de los cónyuges puede pedir la atribución de la vivienda


familiar, sea el inmueble propio de cualquiera de los cónyuges o
ganancial. El juez determina la procedencia, el plazo de duración
y efectos del derecho sobre la base de las siguientes pautas,
entre otras:

a. la persona a quien se atribuye el cuidado de los hijos;

b. la persona que está en situación económica más desventajosa


para proveerse de una vivienda por sus propios medios;

c. el estado de salud y edad de los cónyuges;

d. los intereses de otras personas que integran el grupo


familiar20.

En cuanto a la oportunidad para efectuar el reclamo, nada dice el Código al


respecto, y si bien está incluida dentro de los efectos del divorcio, nada impide
que pueda ser solicitada durante la tramitación del proceso, antes de
promovido éste o después de dictada la sentencia que decreta el divorcio,
puesto que justamente está prevista como uno de los efectos derivados del
divorcio (Veloso, 2014).

Efectos de la atribución del uso de la vivienda familiar (art. 444)

19
Art. 442 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
20
Art. 443 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

9
A petición de parte interesada, el juez puede establecer: una
renta compensatoria por el uso del inmueble a favor del cónyuge
a quien no se atribuye la vivienda; que el inmueble no sea
enajenado sin el acuerdo expreso de ambos; que el inmueble
ganancial o propio en condominio de los cónyuges no sea
partido ni liquidado.
La decisión produce efectos frente a terceros a partir de su
inscripción registral.

Si se trata de un inmueble alquilado, el cónyuge no locatario


tiene derecho a continuar en la locación hasta el vencimiento del
contrato, manteniéndose el obligado al pago y las garantías que
primitivamente se constituyeron en el contrato21.

Cese (art. 445)

El derecho de atribución del uso de la vivienda familiar cesa:


a) por cumplimiento del plazo fijado por el juez;
b) por cambio de las circunstancias que se tuvieron en cuenta
para su fijación;
c) por las mismas causas de indignidad previstas en materia
sucesoria22.

5.3 Muerte de uno de los esposos


La persona física es sujeto o titular de derechos, entonces, como al morir el
individuo desaparece el sujeto, se extingue el conjunto de poderes, potestades
y relaciones jurídicas de su titular, salvo aquellos derechos y obligaciones que,
por su naturaleza, se trasmiten a los sucesores. En general, los derechos
personalísimos y los derechos personales en las relaciones de familia son
indisponibles e intrasmisibles. Entre los últimos figura el vínculo matrimonial
que se diluye o desaparece con el deceso de cualquiera de los cónyuges.

5.3.1. Efectos con relación al matrimonio disuelto

21
Art. 444 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
22
Art. 445 – Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

10
 Perdura la emancipación que generó en el cónyuge supérstite cuando el
matrimonio se hubiere extinguido durante la menor edad del mismo.

 La viuda y/o viudo sigue facultada para usar el apellido marital, mientras
no contraiga posterior nupcias ni constituya unión convivencial.

 Se mantiene la afinidad que surgió del matrimonio con los


consanguíneos del cónyuge fallecido, por lo que prosiguen generándose
todos los efectos jurídicos derivados de esta clase de parentesco, en
particular, el impedimento matrimonial, la obligación alimentaria y el
correlativo derecho de comunicación.

 Subsiste la afectación bien de familia aunque el viudo o viuda sea el


único beneficiario sobreviviente.

5.3.2. La muerte como fuente de nuevos derechos del


cónyuge supérstite
La muerte de uno de los cónyuges causa el nacimiento o modificación de
algunos atributos, derechos o expectativas del supérstite, pudiendo señalarse
las siguientes:

 Varía su estado de familia con relación al vínculo matrimonial ya que,


deja de ostentar la calidad de cónyuge y pasa a ocupar el estado de
viudo.

 Recupera aptitud nupcial.

 Se actualiza y consolida la vocación hereditaria respecto del consorte


prefallecido a cuyo sucesorio concurre como heredero forzoso.

 Nacen en su beneficio los llamados “derechos preferenciales del


cónyuge supérstite”, de contenido patrimonial. Dentro de esta
concepción se registran las siguientes ventajas:

 Primacía para ejercer la administración de la herencia indivisa que le


otorgan los códigos de procedimiento.

 La facultad de imponer, dentro del sucesorio del cónyuge premuerto,


la indivisión hasta por diez años del establecimiento de cualquier índole
que constituye una unidad económica que hubiese adquirido o
contribuido a formar durante el matrimonio, reservándose la
administración del mismo mientras dure la indivisión.

11
 Idénticos privilegios se le reconocen respecto de la casa habitación,
siempre que hubiera servido de residencia habitual de los esposos.

 Puede imponer a los demás coherederos o legatarios que concurrieren


a la sucesión el derecho real de habitación sobre el inmueble en el que
hubiera asentado el hogar conyugal.

 El viudo o viuda ocupan el primer lugar entre los que gozan del derecho
a pensión, en caso de muerte del jubilado o del afiliado en actividad o
con derecho a jubilación.

5.4. Matrimonio que contrajere el


cónyuge del declarado ausente con
presunción de fallecimiento
Continuando con el análisis del artículo 435 del Código Civil y Comercial, la
disolución del matrimonio se produce también por sentencia que declare la
ausencia con presunción de fallecimiento. Esto implica un cambio en relación al
Código de Vélez Sársfield que establecía la disolución por "el matrimonio que
contrajere el cónyuge del declarado ausente con presunción fallecimiento"23.
Ahora, la simple sentencia de ausencia con presunción de fallecimiento
extingue el vínculo.

5.4.1. Efectos
Los efectos son los mismos que se suscitan cuando uno de los cónyuges fallece,
con lo cual nos remitimos a dicho apartado.

5.4.2. Reaparición del ausente


La reaparición del ausente solo tiene incidencia en los bienes del mismo, los
cuales, según el artículo 92 de Código Civil y Comercial:

La prenotación queda sin efecto transcurridos cinco años desde


la fecha presuntiva del fallecimiento u ochenta años desde el

23
Art. 213 – Ley 340 – Código Civil de la Nación derogado por ley 26.994.

12
nacimiento de la persona. Desde ese momento puede
disponerse libremente de los bienes.

Si el ausente reaparece puede reclamar:

a) la entrega de los bienes que existen en el estado en que se


encuentran;

b) los adquiridos con el valor de los que faltan;

c) el precio adeudado de los enajenados;

d) los frutos no consumidos25.

Respecto al matrimonio, al haberse disuelto en el momento de la sentencia con


presunción de fallecimiento, no incide en el nuevo matrimonio que hubiere
podido contraer su cónyuge, así como también, si quiere reanudar el vínculo
matrimonial con su cónyuge reaparecido, deberá contraer nuevo matrimonio.

5.5. Registración y publicidad de la


sentencia
La sentencia de divorcio es título de estado en sentido formal y sustancial y que
emplaza a los ex cónyuges en un nuevo estado de familia, que es el de
divorciados, readquiriendo éstos la aptitud nupcial. La inscripción registral de la
sentencia de divorcio sirve a los efectos de su publicidad (Medina, Rodriguez
Saa, Mastrascusa y Coussirat, 1987).

5.5.1. Momentos a partir del cual se disuelve el vínculo


En el caso de la muerte de uno de los cónyuges la disolución del matrimonio se
produce de pleno derecho.

En el supuesto de la sentencia de ausencia con presunción de fallecimiento,


ésta tiene el efecto de disolver el matrimonio, teniendo esta sentencia efecto
erga omnes (Herrera, 2015).

Por último, respecto al divorcio, la disolución se produce por el divorcio


declarado judicialmente.

25
Art. 92 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

13
5.6. Nulidad de matrimonio

La nulidad del matrimonio importa la existencia de un vicio o


defecto en torno a algunos de los presupuestos que la ley exige
para que el acto matrimonial produzca efectos válidos y que
tienen que ver con la falta de aptitud nupcial (Herrera, 2015,
pág. 424)

5.6.1. Anulación del vínculo matrimonial. Doctrina de la


especialidad: consecuencias
Esta doctrina sostiene la autosuficiencia del régimen de nulidades
matrimoniales y la consiguiente inaplicabilidad de la teoría general de la
nulidad de los actos jurídicos.

No sólo estima que las reglas de nulidad de los actos jurídicos son inaplicables
al matrimonio, sino que entiende que debe construirse toda la teoría del acto
jurídico familiar independientemente de la del acto jurídico en general.

A favor de esta doctrina se cuenta con los antecedentes históricos y con la


voluntad expresa del legislador. Es también la solución acogida por los códigos
civiles más modernos.

También razones de orden práctico inclinan a admitir esa doctrina. El


matrimonio es un acto jurídico, pero de naturaleza tan trascendental para el
orden social que requiere normas especiales que regulen su invalidez, ya que
ésta puede acarrear la disolución de la familia y la colocación de los esposos en
la categoría de concubinos. Es muy distinto pues, anular un acto que sólo
produce consecuencias patrimoniales, de uno que da origen a un sinnúmero de
relaciones de orden familiar.

Por lo tanto, la formación histórica del régimen de las nulidades matrimoniales,


la voluntad legislativa claramente expresada, la naturaleza del acto y la
comparación de los resultados de la aplicación práctica concurren al
sostenimiento de la tesis de que el régimen de nulidades matrimoniales es
especial y no le son aplicables las reglas sobre nulidad de los actos jurídicos en
general.

14
Consecuencias de la doctrina de la especialidad

 En cuanto a las causales de nulidad del matrimonio, no hay otras que las
expresamente previstas en la ley, es decir, las enumeradas en los
artículos. 424 y 425 del Código Civil y Comercial de la Nación (nulidades
absolutas y relativas).

Por lo tanto, no son nulos los siguientes matrimonios.

o El celebrado con vicio de forma. La única formalidad esencial del


matrimonio es la presencia del oficial público ante quien debe
ser expresado el consentimiento de los contrayentes. De modo
que no hay matrimonio, el acto es inexistente. Pero el
incumplimiento de cualquier otra formalidad (enunciados en el
acta, habilidad y actuación de los testigos y aún, el
pronunciamiento de la unión por el oficial público) no afecta la
validez del matrimonio, sin perjuicio de las sanciones
administrativas a que pudiera dar lugar su inobservancia y que
recaerían sobre el oficial público.

o El celebrado a distancia.

o El celebrado por oficial público incompetente. Es competente


para la celebración del matrimonio el encargado del registro civil
del domicilio de cualquiera de los contrayentes. Sin embargo, si el
acto se celebrase en otro lugar, igualmente sería válido.

 En cuanto a las personas legitimadas para ejercer la acción de nulidad,


sólo pueden ejercerla aquellos a quienes le acuerdan los artículos 424 y
425 del Código Civil; no puede hacerlo otra persona, por más interés que
tenga en la declaración, ni la acción es transmisible por sucesión ni por
cesión. Igualmente improcedente es la declaración de oficio de la nulidad
del matrimonio, no sólo porque tal nulidad nunca puede aparecer
manifiesta en el acto, sino también porque la declaración requiere la
petición de parte legitimada para el ejercicio de la acción.

 En cuanto a los efectos de la nulidad, ellos son los establecidos en los


artículos. 428, 429 y 430 del CCyCN., según los diferentes supuestos
(buena fe de ambos contrayentes, buena fe de uno solo o mala fe de
ambos).

5.6.2. La doctrina de los matrimonios inexistentes y las


nulidades matrimoniales. Supuestos y consecuencias

15
Para que haya matrimonio se requieren dos elementos esenciales o de
existencia del matrimonio: el consentimiento de los contrayentes, y su
expresión ante la autoridad competente para la celebración de los
matrimonios.

Su ausencia determina pues, los correlativos supuestos de inexistencia.

Por lo tanto, son casos de inexistencia: la falta de consentimiento, y la falta de


expresión de ese consentimiento ante el oficial público.

La falta de consentimiento no presupone necesariamente que alguno de los


contrayentes lo niegue en la ceremonia y se asiente falsamente su respuesta
afirmativa. Sería esta una situación de hecho de muy remota posibilidad, ya
que no es normal que una persona concrete el casamiento y vaya a la oficina
del registro civil para finalmente negarse a contraerlo, y menos aun, que en
esas condiciones el oficial público haga caso omiso de su negativa y lo de por
casado.

Habrá también inexistencia del matrimonio por ausencia de consentimiento de


una o de ambas partes toda vez que exista un acta de la cual resulte la
prestación de un consentimiento que en realidad no tuvo lugar, como en los
siguientes casos:

 Cuando existe sustitución de la persona de uno de los contrayentes o de


ambos, es decir, cuando quienes comparecen ante el oficial público
aparentan una identidad falsa, haciendo aparecer en el acta como
casados a quienes en realidad no concurrieron a la ceremonia,

 Cuando el acto no refleja la verdad de lo ocurrido, sea porque con la


complicidad del oficial público se haya labrado un instrumento
enteramente falso, o sea porque no responde a la expresión de la
voluntad de las partes.

 Cuando, en el matrimonio a distancia, el consentimiento del ausente ha


sido dado para la unión con una persona distinta de la que asiste a la
ceremonia definitiva, o si el consentimiento ha sido revocado o el
ausente ha fallecido.

Por último, la falta del consentimiento ante el oficial público encargado por la
ley de la celebración de los matrimonios tendría lugar si solo si se lo contrajera
en forma religiosa, o de cualquier otra manera que no sea la prevista en la ley.

En cambio, no es inexistente el matrimonio celebrado por un oficial de estado


civil incompetente por razones territoriales, es decir, por no ser el
correspondiente al domicilio de uno de los contrayentes, ni tampoco el
celebrado ante un funcionario usurpador que, sin ser el verdadero oficial del
registro civil habilitado para la celebración de los matrimonios, ejerce

16
públicamente las funciones de tal. En ese caso, si el acto se celebra en el
local del registro civil y con apariencia de regularidad, los contrayentes no
tienen medios de comprobar que se hallan ante el funcionario verdadero, ya
que no podrían exigirle la presentación de su designación; por tanto, no cabría
imponerles la privación de efectos del acto por causas a las cuales son
totalmente ajenos.

En la estructura del acto jurídico matrimonial se distingue entre condiciones de


existencia y condiciones de validez. A la falta de cualquiera de las primeras
responde la inexistencia, a la falta de cualquiera de las segundas responde la
sanción de nulidad.

Consecuencias

Los matrimonios inexistentes se encuentran en un plano jurídico


completamente distinto al de los nulos. Las diferencias más importantes son:

 La inexistencia no es decretada por el juez, sino simplemente


comprobada por él. Estrictamente, no es necesaria la declaración
judicial.

 La inexistencia puede ser invocada por todo interesado. También puede


declararla el propio juez. Y como se trata de una mera apariencia, puede
ser opuesta por vía de sanción y de excepción.

 La acción para hacer declarar la inexistencia de un matrimonio no


prescribe ni caduca.

 Los matrimonios inexistentes no son susceptibles de confirmación.

 No producen los efectos del matrimonio putativo, ni aun cuando las


partes fueran de buena fe.

5.6.3. Clasificación de las nulidades matrimoniales.


Matrimonios anulables. Nulidad absoluta y nulidad
relativa. Causales. Ejercicio de la acción. Supuestos de
confirmación en la nulidad relativa
Los artículos 424 y 425 del Código Civil y Comercial se refieren ahora
claramente a la nulidad absoluta y la nulidad relativa de los matrimonios,
respectivamente. La solución es la correcta, ya que en los casos del artículo 424
(parentesco, ligamen y crimen) está en juego el interés público y no el privado
de los contrayentes, mientras que en el artículo 425 (falta de edad legal, la

17
falta de salud mental, y vicios del consentimiento) la ley tiene en mira un
interés particular26.

Matrimonios anulables

Nulidad: Es la destrucción legal y retroactiva de un vínculo imperfectamente


constituido por concurrir a la celebración de las nupcias un vicio consustancial a
ellas, suficientemente acreditado.

Matrimonios anulables afectados de nulidad absoluta

La nulidad absoluta responde a una razón de orden público; de allí que el acto
es inconfirmable y la acción imprescriptible. Estos principios propios de los
actos jurídicos en general son también aplicables al matrimonio.

Cabe señalar una diferencia entre la nulidad absoluta de los actos jurídicos en
general y la propia del matrimonio. Mientras en el primer caso, el juez puede y
debe declarar de oficio la nulidad si apareciera manifiesta en el acto, en el
segundo, el juez no puede declararla de oficio pues ningún matrimonio será
tenido por nulo sin sentencia que lo anule dictada en juicio promovido por
parte legitimada para hacerlo.

Según el artículo 424 Código Civil y Comercial de la Nación “ la nulidad puede


ser demandada por cualquiera de los cónyuges y por los que hubieran podido
oponerse a la celebración del matrimonio”28. Estos son:

o El cónyuge de la persona que quiere contraer otro matrimonio.

o Los ascendientes, descendientes y hermanos de cualquiera de los


futuros esposos.

o El Ministerio Público29.

La acción está limitada a estas personas y no se extiende, como en el caso de


los otros actos jurídicos, a todos los que tengan interés de hacerlo.

Nulidad relativa

Mientras la nulidad absoluta responde a razones de orden público, la nulidad


relativa tiende, fundamentalmente, a proteger el interés de las partes
intervinientes en el acto. De ahí que el acto sea confirmable y la acción
prescriptible.

26
Arts. 424 y 425 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
28
Art. 424 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
29
Art. 411 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

18
La acción de nulidad no sólo está abierta para las partes, sino también a otras
personas estrechamente vinculadas con ellas.

Causales de nulidad absoluta

Según el artículo 424 es de nulidad absoluta el matrimonio celebrado con


alguno de los siguientes impedimentos:

o Parentesco en clase y grado prohibido (artículo 403 incisos a, b y


c).

o Ligamen (artículo 403 inciso d).

o Crimen (artículo 403 inciso e)30.

Causales de nulidad relativa, ejercicio de la acción y supuestos de


confirmación

 Falta de edad legal (artículo 403 inciso f y 425 inciso a). En este caso,

la nulidad puede ser demandada por el cónyuge que padece el


impedimento y por los que en su representación pudieren
haberse opuesto a la celebración del matrimonio. En este último
caso el juez debe oír al adolescente, y teniendo en cuenta su
edad y grado de madurez hace lugar o no al pedido de nulidad.
Si se rechaza, el matrimonio tiene los mismos efectos que si se
hubiera efectuado con la correspondiente dispensa. La petición
de nulidad es inadmisible después de que el cónyuge o los
cónyuges hubiesen alcanzado la edad legal31.

 Falta permanente o transitoria de salud mental (artículos 403 inciso g y


425 inciso b): En este caso

la nulidad puede ser demandada por cualquiera de los cónyuges


si desconocían el impedimento.
La nulidad no puede ser solicitada si el cónyuge que padece el
impedimento ha continuado la cohabitación después de haber
recuperado la salud; y en el caso del cónyuge sano, luego de
haber conocido el impedimento.
El plazo para interponer la demanda es de un año, que se
computa, para el que sufre el impedimento, desde que recuperó
la salud mental, y para el cónyuge sano desde que conoció el
impedimento.

30
Art. 403 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
31
Art. 425 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

19
La nulidad también puede ser demandada por los parientes de la
persona que padece el impedimento y que podrían haberse
opuesto a la celebración del matrimonio. El plazo para
interponer la demanda es de tres meses desde la celebración del
matrimonio. En este caso, el juez debe oír a los cónyuges, y
evaluar la situación del afectado a los fines de verificar si
comprende el acto que ha celebrado y cuál es su deseo al
respecto33.

 Vicios del consentimiento (art 425 inc. c):

el matrimonio celebrado con alguno de los vicios del


consentimiento el artículo 409. La nulidad sólo puede ser
demandada por el cónyuge que ha sufrido el vicio de error, dolo
o violencia. La nulidad no puede ser solicitada si se ha
continuado la cohabitación por más de treinta días después de
haber conocido el error o de haber cesado la violencia. El plazo
para interponer la demanda es de un año desde que cesa la
cohabitación34.

5.6.4. Extinción de la acción de nulidad. Prescripción y


caducidad
Las acciones de estado en general son susceptibles de caducidad cuando así lo
establece expresamente la ley. En tal supuesto la caducidad opera
consolidando el estado de familia.

Caducidad de la acción de nulidad del matrimonio

La ley prevé un supuesto genérico de caducidad de la acción de nulidad del


matrimonio y varios específicos para algunos de los casos de nulidad relativa.

Supuesto genérico

El artículo 714 del Código Civil y Comercial de la Nación establece:

La acción de nulidad del matrimonio no puede ser intentada


después de la muerte de uno de los cónyuges, excepto que:
a) sea deducida por un cónyuge contra el siguiente matrimonio
contraído por su cónyuge; si se opusiera la nulidad del

33
Art. 425 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
34
Art. 425 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

20
matrimonio del cónyuge demandante, se debe resolver
previamente esta oposición;
b) sea deducida por el cónyuge supérstite de quien contrajo
matrimonio mediando impedimento de ligamen y se haya
celebrado ignorando la subsistencia del vínculo anterior;
c) sea necesaria para determinar el derecho del demandante y la
nulidad absoluta sea invocada por descendientes o ascendientes.
La acción de nulidad de matrimonio deducida por el Ministerio
Público sólo puede ser promovida en vida de ambos esposos35.

Supuestos específicos

Los supuestos de caducidad específicos, están previstos para los casos de


nulidad relativa por falta de edad legal, falta de salud mental y vicios del
consentimiento.

 Falta de edad legal: la acción de nulidad del matrimonio no podía


entablarse después que el cónyuge o los cónyuges hubieren llegado a la
edad legal (artículo 425 inc. a).

 Falta de salud mental: el artículo 425 inciso b, establece que:

La nulidad no puede ser solicitada si el cónyuge que padece el


impedimento ha continuado la cohabitación después de haber
recuperado la salud; y en el caso del cónyuge sano, luego de
haber conocido el impedimento36.

 El plazo para interponer la demanda es de un año, que se computa, para


el que sufre el impedimento, desde que recuperó la salud mental, y para
el cónyuge sano desde que conoció el impedimento. Vicios del
consentimiento: la acción caduca para su único titular, el cónyuge que
sufrió el vicio; si no puso fin a la cohabitación dentro de los 30 días de
haber conocido el error (espontáneo o causado por dolo) o de haber
cesado la violencia (artículo 425 inciso c), interrupción que puede
producirse hasta la extinción del día del vencimiento del plazo. La
cohabitación continuada después de los 30 días mencionados, consolida
el matrimonio debiendo ser inequívoca y normal.37

35
Art. 714 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
36
Art. 425 – Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
37
Art. 425 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

21
5.6.5. Efectos de la nulidad. Principios generales.
Matrimonio putativo. Definición. Consecuencias según
los diversos supuestos: buena fe de ambos cónyuges,
buena fe de uno solo de ellos, y mala fe de ambos,
respecto a las relaciones personales y patrimoniales
entre los ex esposos
Principios generales

Como principio, la anulación del matrimonio por sentencia judicial priva de


sus efectos al título de estado de familia que derivaba del acto anulado,
desplazando a los contrayentes del estado de casados. Su estado de familia
vuelve a ser el anterior a la celebración del acto; "las cosas vuelven al mismo o
igual estado en que se hallaban antes del acto anulado"38, sin perjuicio de que
mientras la sentencia no se dicte, el matrimonio deba reputarse válido, y solo
sea tenido por nulo desde el día de la sentencia que lo anule.

Pero mientras la sentencia no haya sido dictada, el título de estado matrimonial


produce efectos erga omnes, pero la sentencia que anula el matrimonio lo
priva de eficacia con efecto retroactivo. La sentencia es declarativa y retrotrae
sus consecuencias al día de la celebración del matrimonio que se anula.

La privación retroactiva de los efectos del matrimonio anulado sufre


excepciones:

 No se alteran los efectos que el matrimonio habría producido con


respecto a terceros de buena fe, dispone el artículo 426: "la nulidad del
matrimonio y la buena o mala fe de los cónyuges no perjudica los
derechos adquiridos por terceros, que de buena fe hubiesen
contratado con los cónyuges”.39 Quedan así protegidos los derechos de
quienes hubiesen contratado con los contrayentes creyéndolos
válidamente casados.

 Cuando los contrayentes hubieran sido menores de edad al tiempo de


contraer el matrimonio anulado, la emancipación producida por éste
subsiste hasta la sentencia de nulidad. La invalidez del matrimonio no
deja sin efecto la emancipación, salvo respecto del cónyuge de mala fe
para quien cesa a partir del día que la sentencia pasa en autoridad de
cosa juzgada”40.

38
Art. 1050 - Ley 340 – Código Civil de la Nación derogado por ley 26.994.
39
Artículo 426 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
40
Artículo 27 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

22
Estos efectos se producen independientemente de la buena o mala fe de los
que celebraron el matrimonio anulado, pero los más importantes son los que
tienen lugar cuando el matrimonio ha sido putativo, es decir, cuando hubo
buena fe de uno de los cónyuges o de ambos.

Matrimonio putativo

La anulación del matrimonio tiene gravísimas consecuencias. No parece justo


que quien fue sorprendido en su buena fe deba sufrir, además del derrumbe
de sus ilusiones y de la afrenta que importa la nulidad, la calificación legal de
concubino, con todas las consecuencias morales, ni que los hijos deban ser
tenidos como extramatrimoniales.

El derecho canónico introdujo la teoría del matrimonio putativo, que significa


atribuir, al matrimonio nulo, pero celebrado de buena fe, los mismos efectos
del válido, hasta el momento de la sentencia. En lo futuro, el vínculo queda
disuelto, pero hasta entonces los cónyuges son legalmente cónyuges, y sus
hijos legítimos.

La condición esencial y suficiente para la existencia del matrimonio putativo es


la buena fe. Consiste esta en la ignorancia de que existía un impedimento para
contraer nupcias. El error o ignorancia deben ser excusables y, como es
natural, no se puede invocar el error de derecho.

La buena fe existe no sólo cuando se ignora la existencia del impedimento, sino


también cuando conociéndolo, ha sido imposible evitar la celebración del acto,
tal es lo que ocurre en el caso de violencia. En realidad, lo que configura la
buena fe, más que el error, es la honestidad y rectitud del propósito y
conducta.

La buena fe debe existir en el momento de la celebración, no importando que


con posterioridad el cónyuge se haya enterado de la existencia del
impedimento.

La buena fe se presume y por tanto no necesita probarse.

Consecuencias respecto de las relaciones personales y patrimoniales entre


los ex esposos, según los distintos supuestos:

Buena fe de ambos cónyuges:

Si el matrimonio hubiese sido contraído de buena fe por ambos cónyuges,


producirá, hasta el día que se declare su nulidad, todos los efectos del
matrimonio válido

Las consecuencias son:

23
 Régimen patrimonial – matrimonial: la sentencia firme de nulidad
disuelve el régimen matrimonial convencional o legal supletorio.

 Compensación económica: si la nulidad produce un desequilibrio


económico de uno de ellos en relación con la posición del otro, se podrá
requerir una compensación económica.

 Derechos hereditarios: si uno de los cónyuges fallece antes de la


sentencia de nulidad, el otro lo hereda con posterioridad a la sentencia,
cesa la transmisión hereditaria entre ellos.

 Jubilaciones y pensiones: al cónyuge de buena fe corresponden los


beneficios que las leyes de jubilaciones y pensiones reconocen a la
viuda/o del empleado/a fallecido; en caso de bigamia debe
reconocérsele ese beneficio si resulta que el primer cónyuge está
privado de él por haber vivido separado del otro sin voluntad de unirse.
Pero naturalmente esta solución sólo puede admitirse si el empleado/a
falleció antes de declarada la nulidad.

 Emancipación: en caso de matrimonio putativo, la emancipación


subsiste respecto del cónyuge de buena fe.

 Responsabilidad parental y tenencia de los hijos: el ejercicio de la


responsabilidad parental corresponde a ambos progenitores. Se
presume que los actos realizados por uno cuentan con la conformidad
del otro. Esta regla no implica que el ejercicio se atribuya a uno solo de
los progenitores si así lo establecieran, en virtud de la autonomía de la
voluntad.

 Nombre: El cónyuge pierde el apellido del otro, pero el juez puede


autorizarlo a seguir usándolo.

Buena fe de uno de los cónyuges

Si hubo buena fe solo de parte de uno de los cónyuges, el matrimonio hasta el


día de la sentencia que declare la nulidad producirá también los efectos del
matrimonio válido, pero solo respecto del cónyuge de buena fe.

La sentencia tendrá efectos retroactivos respecto del cónyuge de mala fe, pero
no del que obró de buena fe.

Las consecuencias son por lo tanto:

 El cónyuge de buena fe, en caso de corresponder, podrá solicitar


compensaciones económicas.

 El cónyuge de buena fe podrá revocar las donaciones que por causa del
matrimonio hizo al de mala fe.

24
 Si los cónyuges hubieren estado sometidos al régimen de comunidad, el
cónyuge de buena fe podrá optar entre liquidar los bienes mediante las
reglas del régimen de comunidad, o dividir los bienes como si se tratase
de una sociedad no constituida regularmente u optar por considerar
que el matrimonio ha estado regido por el régimen de separación de
bienes.

 El cónyuge de buena fe puede demandar al de mala fe por


resarcimiento de daños y perjuicios. También puede reclamarlos de los
terceros que hubieran provocado el error, incurrido en dolo o ejercido la
violencia.

Como en estos casos la determinación del perjuicio material es con frecuencia


imposible y, por lo demás, mucho mayor es la lesión moral que la económica,
es obvio que también ella debe indemnizarse. Si los autores son varios, su
responsabilidad es solidaria, puesto que tiene ese carácter la responsabilidad
derivada de hechos ilícitos, trátese de delitos o cuasi delitos.

Mala fe de ambos cónyuges

“La mala fe (…) consiste en el conocimiento que hubieren tenido o debido


tener, al día de la celebración del matrimonio, del impedimento o circunstancia
que causare la nulidad”41.

“El matrimonio anulado contraído de mala fe por ambos cónyuges no produce


efecto alguno”42.

 Bienes: “Los bienes adquiridos hasta la nulidad se distribuyen, si se


acreditan los aportes, como si fuese una sociedad no constituida
regularmente”43.

 Carácter de la filiación: los hijos serán considerados extramatrimoniales.


Se presume que son hijos comunes los nacidos desde el matrimonio
hasta trescientos días después de la separación originada en la acción de
nulidad.

 Emancipación: quedará sin efecto a partir del día en que la sentencia de


nulidad pasase en autoridad de cosa juzgada. Hay una notable
excepción al principio de la retroactividad de la anulación del
matrimonio, puesto que se mantiene la validez de todos los actos
celebrados por el emancipado hasta la sentencia. Esto se vincula con la
necesidad de proteger a los terceros que hayan contratado con los
menores.

41
Art. 224 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
42
Art. 430 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
43
Art. 430 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

25
 Terceros: la anulación del matrimonio no puede, en ningún caso,
perjudicar a los terceros que, de buena fe, hubieran contratado con los
cónyuges.

No sería equitativo que el que obró confiando en el estado que surgía de un


matrimonio formalmente celebrado sufriera más tarde las consecuencias de la
invalidez.

La ley exige que el tercero sea de buena fe, es decir, que ignorase la existencia
de la causal de nulidad.

26
6. Uniones
convivenciales
6.1. Definición. Requisitos. Registración.
Prueba
Definición

El Código Civil y Comercial de la Nación por primera vez regula las uniones
convivenciales. Son consideradas tales “la unión basada en relaciones afectivas
de carácter singular, pública, notoria, estable, y permanente do dos personas
que conviven y comparten un proyecto de vida común, sean del mismo o
diferente sexo”44.

Requisitos

El artículo 510 establece que para que se reconozcan los derechos establecidos
en el Código Civil y Comercial a las uniones convivenciales, éstas deben cumplir
con ciertos requisitos, los cuales analizaremos brevemente siguiendo a la
Doctora Herrera (2015):

 que los dos integrantes sean mayores de edad: a diferencia


del matrimonio, que en determinadas circunstancias se
permite que sea celebrado entre menores de edad, la unión
convivencial, al no haber ningún tipo de formalidad para
constituirla, ni control estatal previo, se impone que involucre
solo a personas mayores de edad, es decir, personas que
hayan cumplido 18 años.

 no estén unidos por vínculos de parentesco en línea recta en


todos los grados, ni colateral hasta el segundo grado: Las
uniones convivenciales implican una relación de pareja, por
ello es requisito que no estén unidos por vínculos familiares
cercanos. A través de este requisito se excluye del régimen a
otro tipo de uniones como las llamadas uniones asistenciales,
en las cuales, por ejemplo, conviven juntos dos hermanos, dos
amigos, etcétera.

44
Art. 509 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

27
 no estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad en
línea recta: por las mismas razones expuestas en el inciso
anterior, no serán consideradas uniones convivenciales las
compuestas por una persona y padres afines, abuelos afines,
hijos afines, etcétera.

 no tengan impedimento de ligamen ni esté registrada otra


convivencia de manera simultánea: este requisito es de fácil
comprobación ya que tanto del matrimonio subsistente, como
de la unión convivencial registrada se obtienen los
correspondientes certificados.

 mantengan la convivencia durante un período no inferior a


dos años: se entiende que este requisito tiende a materializar
la publicidad, notoriedad, estabilidad y permanencia que
define las uniones convivenciales45.

Registración

La existencia de la unión convivencial, su extinción y los pactos


que los integrantes de la pareja hayan celebrado se inscriben en
el registro que corresponda a la jurisdicción local, sólo a los fines
probatorios.
No procede una nueva inscripción de una unión convivencial sin
la previa cancelación de la preexistente.
La registración de la existencia de la unión convivencial debe ser
solicitada por ambos integrantes46.

Es decir, la registración se prevé solo a los fines de facilitar la prueba de la


unión, aunque las parejas registradas tendrán un plus de reconocimiento frente
a terceros respecto de la protección de la vivienda familiar, ya que solo para el
caso de las uniones registradas, se protege la vivienda familiar y los muebles
indispensables al requerirse el asentimiento del otro conviviente en caso de
disposición, así como también se determina la inejecutabilidad por deudas
contraídas con posterioridad a la registración, excepto que hayan sido
contraídos por ambos convivientes o por uno con el asentimiento del otro47.

45
Art. 510 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
46
Art. 511 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
47
Art. 522 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

28
Prueba

“La unión convivencial puede acreditarse por cualquier medio de prueba; la


inscripción en el Registro de uniones convivenciales es prueba suficiente de su
existencia”49.

Este artículo deja claro que la registración no es obligatoria para constituir la


unión convivencial, pudiéndose probar ésta por cualquier medio. Asimismo, el
beneficio de la inscripción es que es prueba fehaciente por sí misma para
probar dicho unión.

6.2. Pactos de convivencia. Autonomía


de la voluntad de los convivientes.
Contenido del pacto. Límites. Efectos
frente a terceros
Pactos de convivencia

Nuestro ordenamiento jurídico, frente a la legislación de las uniones


convivenciales, incorpora la posibilidad de realizar pactos convivenciales. Estos
pactos están destinados a regular las relaciones entre los convivientes que
pueden ser de carácter patrimonial o extra patrimonial. En principio estos
pactos prevalecen sobre las normas previstas en el Código. Sin embargo, ellos
están limitados y existen materias donde el ordenamiento legal prevalece.

Autonomía de la voluntad de los convivientes (art. 513)

La autonomía de la voluntad es la base del contenido de los pactos


convivenciales, por lo tanto lo establecido en el Código respecto a las uniones
convivenciales se aplicará siempre y cuando los convivientes no establecieran
algo distinto en el referido pacto.

Sin embargo, hay ciertas disposiciones de orden público que el pacto de


convivencia no puede dejar sin efecto. Estas disposiciones son las referidas a:

 La asistencia que se deben los convivientes durante la convivencia51.

49
Art. 512 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
51
Art. 519 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

29
 La obligación de contribuir a los gastos domésticos de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 45552.

 La responsabilidad solidaria de los convivientes, las deudas que uno de


ellos hubiera contraído para solventar las necesidades ordinarias del
hogar o el sostenimiento y la educación de los hijos53.

 Si la unión convivencial ha sido inscripta, ninguno de los convivientes


puede, sin el asentimiento del otro, disponer de los derechos sobre la
vivienda familiar, ni de los muebles indispensables de ésta, ni
transportarlos fuera de la vivienda. El juez puede autorizar la disposición
del bien si es prescindible y el interés familiar no resulta comprometido.

Si no media esa autorización, el que no ha dado su asentimiento


puede demandar la nulidad del acto dentro del plazo de
caducidad de seis meses de haberlo conocido, y siempre que
continuase la convivencia.

La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas


contraídas después de la inscripción de la unión convivencial,
excepto que hayan sido contraídas por ambos convivientes o por
uno de ellos con el asentimiento del otro54.

Respecto a la forma que debe tener el pacto convivencial, éste debe ser hecho
por escrito y no se admite un medio distinto al establecido (Herrera, 2015).

Contenido del pacto

El Código Civil y Comercial, de manera enunciativa, establece algunas de las


cuestiones que pueden ser incorporadas al pacto de convivencia.

Así, el artículo 514 establece:

Los pactos de convivencia pueden regular, entre otras


cuestiones:
a) la contribución a las cargas del hogar durante la vida en
común;
b) la atribución del hogar común, en caso de ruptura;

52
Art. 520 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
53
Art. 521 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
54
Art. 522 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

30
c) la división de los bienes obtenidos por el esfuerzo común, en
caso de ruptura de la convivencia55.

Como puede observarse, estas cuestiones son las que mayores conflictos
suelen traer frente a la separación de los convivientes.

Asimismo, es importante destacar que en virtud de la autonomía de la


voluntad, estos “pactos pueden ser modificados rescindidos por acuerdo de
ambos convivientes”56.

Límites

Frente a la autonomía de la voluntad que tienen los contrayentes para celebrar


el contenido de los pactos de convivencia, se establecen límites a los fines de
proteger a los convivientes.

Por un lado, tenemos los límites establecidos en el artículo 513, que


estudiamos ut supra y que hace referencia a aquellas cuestiones que el pacto
de convivencia no puede dejar sin efecto57.

Por otro lado, el artículo 515 establece también límites a la autonomía de la


voluntad, estableciendo que: “Los pactos de convivencia no pueden ser
contrarios al orden público, ni al principio de igualdad de los convivientes, ni
afectar los derechos fundamentales de cualquiera de los integrantes de la
unión convivencial”58.

Efectos frente a terceros

El artículo 517 establece que:

Los pactos, su modificación y rescisión son oponibles a los


terceros desde su inscripción en el registro previsto en el artículo
511 y en los registros que correspondan a los bienes incluidos en
estos pactos.
Los efectos extintivos del cese de la convivencia son oponibles a
terceros desde que se inscribió en esos registros cualquier
instrumento que constate la ruptura59.

55
Art. 514 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
56
Art. 516 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
57
Art. 513 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
58
Art. 515 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
59
Art. 517 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

31
Como se observa, para que los pactos sean oponibles a terceros, se requiere
necesariamente la registración de la unión convivencial, y además, para el caso
de que el acuerdo incluyese cuestiones relativas a bienes registrables, también
debe dejarse constancia de ello en los respectivos registros.

6.3. Efectos durante la convivencia.


Relaciones patrimoniales. Asistencia.
Contribución a los gastos del hogar.
Responsabilidad por deudas frente a
terceros. Protección de la vivienda
familiar
Efectos durante la convivencia

El reconocimiento de las uniones convivenciales como una forma de


organización familiar por el cual puede optar una pareja, trae aparejado
diversas cuestiones relativas al patrimonio de los convivientes que es necesario
dilucidar. En este sentido, el Código establece normas claras al respecto, las
cuales abordaremos a continuación.

Relaciones patrimoniales

Las relaciones económicas entre los integrantes de la unión se


rigen por lo estipulado en el pacto de convivencia.
A falta de pacto, cada integrante de la unión ejerce libremente
las facultades de administración y disposición de los bienes de su
titularidad, con la restricción Regulada en este Título para la
protección de la vivienda familiar y de los muebles
indispensables que se encuentren en ella60.

Como se observa, la norma acerca de las relaciones patrimoniales entre los


convivientes tiene su eje en la autonomía de la voluntad de los mismos, con lo
cual, existiendo pacto de convivencia, la administración y disposición de los
bienes se regirá de acuerdo a lo allí estipulado.

60
Art. 518 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

32
Como régimen supletorio, establece que cada integrante de la unión administra
y dispone de los bienes de su propiedad de manera exclusiva y sin limitación
alguna, excepto respecto a la única restricción a este derecho para poder
disponer sobre la vivienda familiar y su ajuar (Roveda y Giovannetti, 2014).

Asistencia

“Los convivientes se deben asistencia durante la convivencia”61. Como


estudiamos anteriormente, esta es una norma de orden público, lo cual implica
que ni siquiera a través del pacto de convivencia podría cercenarse este
derecho–deber.

La asistencia comprende tanto la faceta material como espiritual y solo es


debida durante la unión convivencial.

Contribución a los gastos del hogar

“Los convivientes tienen obligación de contribuir a los gastos domésticos de


conformidad con lo dispuesto en el artículo 455”62.

El ordenamiento jurídico obliga a los convivientes a contribuir a los gastos del


hogar, remitiéndonos al deber de contribución entre cónyuges. Por lo tanto, los
convivientes deberán contribuir a su propio sostenimiento, el del hogar y el de
los hijos comunes, en proporción a sus recursos.

Asimismo, y como lo expresa el artículo 455, dicha obligación se extiende


también a las necesidades de los hijos menores de edad, con capacidad
restringida, o con discapacidad de uno de los cónyuges que conviven con ellos.

Responsabilidad por deudas frente a terceros

Como regla general cada uno de los convivientes responde con sus bienes por
las deudas contraídas. Sin embargo, “los convivientes son solidariamente
responsables por las deudas que uno de ellos hubiera contraído con terceros”64
para solventar las necesidades ordinarias del hogar o el sostenimiento y la
educación de los hijos.

A los fines de ejemplificar dicho artículo, Roveda y Giovannetti (2014) expresan:

Las necesidades ordinarias del hogar es un concepto amplio. Por


ellas debe entenderse a las necesidades médicas del grupo
familiar, la adquisición de bienes muebles para el hogar,
vestimenta para todos los integrantes, gastos de vacaciones
familiares, entre otros.

61
Art. 519 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
62
Art. 520 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
64
Art. 521 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

33
El concepto de sostenimiento y gasto de educación de hijos
comunes, comprende todo lo necesario para sus necesidades:
vestimenta, alimentos, esparcimiento, actividades deportivas y
recreativas. La educación comprende el pago de aranceles de los
colegios donde concurren, o de sus profesores particulares,
compra de material escolar, etc. (Giovannetti y Roveda, 2014).

Protección de la vivienda familiar

El Código Civil y Comercial se caracteriza por una fuerte protección a la vivienda


familiar, y las uniones convivenciales no son ajenas a este principio protectorio.

En virtud de ello, el artículo 522 establece que:

si la unión convivencial ha sido inscripta, ninguno de los


convivientes puede, sin el asentimiento del otro, disponer de los
derechos sobre la vivienda familiar, ni de los muebles
indispensables de ésta, ni transportarlos fuera de la vivienda. El
juez puede autorizar la disposición del bien si es prescindible y el
interés familiar no resulta comprometido.

Si no media esa autorización, el que no ha dado su asentimiento


puede demandar la nulidad del acto dentro del plazo de
caducidad de seis meses de haberlo conocido, y siempre que
continuase la convivencia.

La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas


contraídas después de la inscripción de la unión convivencial,
excepto que hayan sido contraídas por ambos convivientes o por
uno de ellos con el asentimiento del otro65.

Cabe destacar que esta extensa protección a la vivienda familiar, solo producirá
efectos si la unión convivencial está debidamente inscripta en el respectivo
registro.

6.4. Cese de la convivencia. Causas.


Efectos. Compensación económica:

65
Art. 522 – Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

34
fijación judicial, pautas, caducidad.
Atribución del uso de la vivienda.
Distribución de los bienes
Cese de la convivencia. Causas

El artículo 523 del enumera taxativamente las causales por las cuales se
extingue la unión convivencial. Algunas causales son ajenas a la voluntad de las
partes y otras tienen su origen en la voluntad de los convivientes (Herrera,
2015).

En virtud de ello,

La unión convivencial cesa:


a) por la muerte de uno de los convivientes;
b) por la sentencia firme de ausencia con presunción de
fallecimiento de uno de los convivientes;
c) por matrimonio o nueva unión convivencial de uno de sus
miembros;
d) por el matrimonio de los convivientes;
e) por mutuo acuerdo;
f) por voluntad unilateral de alguno de los convivientes
notificada fehacientemente al otro;
g) por el cese de la convivencia mantenida. La interrupción de la
convivencia no implica su cese si obedece a motivos laborales u
otros similares, siempre que permanezca la voluntad de vida en
común66.

Efectos. Compensación económica: fijación judicial, pautas, caducidad

La ruptura de la unión convivencial trae aparejado efectos, los cuales estarán


regulados por las normas de orden público abordadas ut supra y por supuesto
por el pacto convivencial si lo hubiera.

Asimismo, la figura de la compensación económica establecida como un posible


efecto del divorcio, se repite frente al quiebre de la unión convivencial.

En este sentido, el artículo 524 establece que:

cesada la convivencia, el conviviente que sufre un desequilibrio


manifiesto que signifique un empeoramiento de su situación
económica con causa adecuada en la convivencia y su ruptura,
66
Art. 523 – Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

35
tiene derecho a una compensación. Ésta puede consistir en una
prestación única o en una renta por un tiempo determinado que
no puede ser mayor a la duración de la unión convivencial.

Puede pagarse con dinero, con el usufructo de determinados


bienes o de cualquier otro modo que acuerden las partes o en su
defecto decida el juez67.

Como puede observarse de la comparación entre la compensación económica


derivada del matrimonio y de la derivada de la unión convivencial, surge que en
ésta última, si la compensación se tradujera en una renta, ésta no puede
superar lo que hubiera durado la unión.

Como se expresara al momento de abordar el divorcio, la compensación no es


una figura que necesariamente se va a dar ante la ruptura de la unión
convivencial, sino que deben cumplirse los requisitos expresados en la norma.
Asimismo, conforme el artículo 525:

El juez determinará la procedencia y el monto de la


compensación económica sobre la base de diversas
circunstancias, entre otras:
a) el estado patrimonial de cada uno de los convivientes al inicio
y a la finalización de la unión;
b) la dedicación que cada conviviente brindó a la familia y a la
crianza y educación de los hijos y la que debe prestar con
posterioridad al cese;
c) la edad y el estado de salud de los convivientes y de los hijos;
d) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo
del conviviente que solicita la compensación económica;
e) la colaboración prestada a las actividades mercantiles,
industriales o profesionales del otro conviviente;
f) la atribución de la vivienda familiar68.

Caducidad

“La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses
de haberse producido cualquiera de las causas de finalización de la
convivencia”69.

Acerca del breve plazo que se concede para ejercer la acción, la Doctora
Herrera explica que “pretende evitar la perpetuación de reclamos o litigios
derivados de una unión de sustento fáctico, que ya se encuentra cesada;

67
Art. 524 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
68
Art. 525 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
69
Art. 525 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

36
conductas que por lo demás podrían resultar abusivas con relación al
exconviviente a quien se reclama la prestación” (Herrera, 2014, pág. 525).

Atribución del uso de la vivienda

Como venimos expresando, la vivienda es un derecho humano, y como tal ha


merecido gran protección por parte de Código Civil y Comercial.

En este sentido, se protege el derecho a la vivienda tanto ante el cese de la


unión convivencial en vida de ambos cónyuges, como en el supuesto de
muerte.

Respecto a la atribución del uso de la vivienda familiar,

el uso del inmueble que fue sede de la unión convivencial puede


ser atribuido a uno de los convivientes en los siguientes
supuestos :

a) si tiene a su cargo el cuidado de hijos menores de edad, con


capacidad restringida, o con discapacidad;

b) si acredita la extrema necesidad de una vivienda y la


imposibilidad de procurársela en forma inmediata70.

Respecto al plazo, el código establece que “el juez debe fijar el plazo de la
atribución, el que no puede exceder de dos años a contarse desde el momento
en que se produjo el cese de la convivencia”71.

Asimismo,

a petición de parte interesada, el juez puede establecer: una


renta compensatoria por el uso del inmueble a favor del
conviviente a quien no se atribuye la vivienda; que el inmueble
no sea enajenado durante el plazo previsto sin el acuerdo
expreso de ambos; que el inmueble en condominio de los
convivientes no sea partido ni liquidado. La decisión produce
efectos frente a terceros a partir de su inscripción registral.

Si se trata de un inmueble alquilado, el conviviente no


locatario tiene derecho a continuar en la locación hasta el
vencimiento del contrato, manteniéndose el obligado al pago y

70
Art. 526 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
71
Art. 526 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

37
las garantías que primitivamente se constituyeron en el
contrato72.

“El derecho de atribución cesa:

a) por cumplimiento del plazo fijado por el juez;

b) por cambio de las circunstancias que se tuvieron en cuenta para su


fijación;

c) por las mismas causas de indignidad previstas en materia sucesoria”73.

En el supuesto de muerte de uno de los convivientes, el artículo 527 dispone:

El conviviente supérstite que carece de vivienda propia habitable


o de bienes suficientes que aseguren el acceso a ésta, puede
invocar el derecho real de habitación gratuito por un plazo
máximo de dos años sobre el inmueble de propiedad del
causante que constituyó el último hogar familiar y que a la
apertura de la sucesión no se encontraba en condominio con
otras personas.

Este derecho es inoponible a los acreedores del causante.

Se extingue si el conviviente supérstite constituye una nueva


unión convivencial, contrae matrimonio, o adquiere una vivienda
propia habitable o bienes suficientes para acceder a ésta74.

Distribución de los bienes

La distribución de los bienes ante el cese de la convivencia, siempre ha traído


aparejado numerosos inconvenientes, sobre todo cuando las uniones
convivenciales no estaban reguladas en nuestro ordenamiento.

En el Código Civil y Comercial se regula esta situación, priorizando siempre, si


hubiere, el pacto convivencial.

A falta de pacto, los bienes adquiridos durante la convivencia se


mantienen en el patrimonio al que ingresaron, sin perjuicio de la
aplicación de los principios generales relativos al

72
Art. 526 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
73
Art. 445 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.
74
Art. 527 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

38
enriquecimiento sin causa, la interposición de personas, y otros
que puedan corresponder75.

A los fines de explicar este artículo, Roveda y Giovannotti (2014) recuerdan que
el Código Civil y Comercial de la Nación regula al enriquecimiento sin causa en
sus artículos 1794 y 1795. A este se lo define como el enriquecimiento
patrimonial sin causa justificada o lícita de una persona a expensas de otra.
Tiene carácter excepcional sujetando su procedencia a la inexistencia de otra
acción.

Asimismo, la interposición de personas se da cuando el vendedor no conocía


que el adquirente no era el que figuraba como tal, supuesto que no
consideramos aplicable entre convivientes, ya que ellos no serán adquirente y
vendedor para su aplicación.

Respecto a las “otras acciones que pudieren corresponder”, los autores citados
expresan que pueden ser procedentes la de simulación o fraude. Cabe recordar
que el plazo de prescripción para interponer estas acciones se encuentra
suspendido entre ellos durante la convivencia (Giovannetti y Roveda, 2014).

75
Art. 528 - Ley 26.994 – Código Civil y Comercial de la Nación.

39
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