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PRIMERAS LEYES
La primera ley que habló del Revisor Fiscal fue la Ley 58 de 1931, la cual creó la
Superintendencia de Sociedades Anónimas. Esta Ley se refirió al Revisor Fiscal
en su Articulo 26 para establecer sus incompatibilidades en los siguientes
términos:
El Articulo 41 fijo la responsabilidad del Revisor Fiscal frente a los accionistas, así:
“Los miembros de la administración y los fiscales o revisores son solidariamente
responsables para con cada uno de los accionistas y acreedores de la sociedad
de todos los daños que les hubieren causado por faltar voluntariamente a los
deberes que les imponen sus funciones respectivas.
No obstante ser esta la primera Ley que hablo del Revisor Fiscal no fue la primera
en adquirir vigencia o aplicación, puesto que su vigencia se postergó
indefinidamente y la misma no vino a empezar a regir a partir de septiembre de
1937.
Como se puede apreciar, este Articulo no establecía que la Revisoría Fiscal era
función privativa o recomendable para el contador juramentado. Todavía el
legislador no vislumbró que el contador era la persona mas indicada para ejercer
el cargo de la Revisoría Fiscal. En la, practica los cargos de Contador, Revisor,
Auditor, Contralor, etc., de las entidades oficiales, los bancos, las compañías de
seguros, las sociedades anónimas o firmas comerciales venían siendo ejercidas
por personas de diferentes profesiones o diferentes especialidades.
La primera Ley que describió a cabalidad la Revisoría Fiscal fue la Ley 73 de 1935
la cual en su Articulo 6° dispuso que toda sociedad anónima tendría
necesariamente un Revisor Fiscal con las siguientes funciones:
Para darle fuerza a esta función del Revisor Fiscal, el Decreto N° 1946 de 1936,
en su Articulo 1° ordeno que para practicar o renovar la inscripción de las
sociedades anónimas, distintas de los bancos y compañías de seguros en el
Registro Publico de Comercio, era requisito esencial que en los documentos
presentados a la respectiva Cámara de Comercio aparecería que la sociedad tiene
un Revisor Fiscal, con su suplente, nombrado por la Asamblea General de
accionistas, que cumpla la funciones enumeradas en el Articulo 6° de la Ley 73 de
1935.
Aun cuando las funciones que les imponía el Articulo 6° de la Ley 73 de 1935 a los
Revisores Fiscales todas eran de carácter contable y en el país ya se conocía la
profesión o, mejor dicho, las actividades que venían desarrollando los Contadores,
y no obstante que los Artículos 40 y 41 de la Ley 58 de 1931 les imponía
sanciones cuando estas obligaciones o deberes no se habían ejercido con
idoneidad, en ningún momento los legisladores pensaron en que el contador o la
persona con conocimientos contables y legales era la más capacitada para
desempeñar este cargo.
2. El Artículo 69, regla 1a, de la Constitución, dice que sólo el congreso puede, por
medio de Leyes, reformar otras Leyes. La Ley 73 de 1935, Artículo 6°, había
establecido la obligación en que están las sociedades anónimas de tener un
Revisor Fiscal, sin exigir condiciones especiales para el desempeño de esa
función. El mismo Artículo 46 de la Ley 58 de 1931, tampoco las exige.
De modo que ha venido a ser el Decreto que acuso el que diga expresamente que
para ser Revisor Fiscal de sociedades anónimas se requiere ser Contador
Juramentado o, al menos, que debe preferirse a éstos, con lo cal reformo el
Artículo 46 de la Ley 73 de 1935, cose que sólo otra Ley podría hacer”.
El Decreto 2521 de 1950, el cual reglamentó toda la legislación que existía relativa
a sociedades anónimas, se refirió a la revisoría Fiscal en los siguientes artículos:
Art. 134. - Todas sociedad anónima tendrá necesariamente un Revisor Fiscal con
su respectivo suplente, elegido por la Asamblea General de Accionistas, para un
periodo igual al del gerente, que pueden ser reelegidos indefinidamente. El
Revisor será siempre una persona natural.
Art. 135. - Los nombramientos del Revisor Fiscal y su suplente deberán registrarse
en la Cámara de Comercio, con base en las actas de la Asamblea General.
Este Artículo tampoco trajo nada nuevo en relación con la legislación anterior
puesto que el Artículo 1° del Decreto 1946 de 1936 exigía que para practicar o
renovar la inscripción de las sociedades anónimas en el Registro Público del
Comercio, era indispensable que en el extracto notarial que se le presentara
apareciera que la sociedad tenía un Revisor Fiscal, con su suplente elegido por la
Asamblea General de Accionistas y con sus funciones enumeradas en el Artículo
6° de la ley 73 de 1935.
Art. 136. - El Revisor Fiscal no podrá en ningún caso tener acciones en la misma
sociedad, ni estar ligado dentro del 4° grado civil de consanguinidad o 2° de
afinidad con el gerente, con alguno de los miembro del Consejo de administración,
o Junta Directiva, con el cajero, o con el Contador. El cargo de Revisor es
incompatible con cualquier otro cargo o empleo de la rama jurisdiccional o del
Ministerio Público o de la misma sociedad.
Art. 138. - La firma con que el Revisor Fiscal autorice los balances de la sociedad
debe ir precedida de la declaración de que ellos están fielmente tomados de los
libros y de que las operaciones registradas en éstos se conforman con los
mandatos legales y estatutarios y con las decisiones de la Asamblea General y de
la Junta Directiva.
Este artículo trae una noción nueva en relación con la firma del Revisor Fiscal, la
cual señala, debe ir precedida de una opinión. Pero esta opinión es simple y
puede ser emitida por cualquier persona sin tener la calidad de Contador Público,
puesto que la misma no dice otra cosa que los balances fueron tomados de los
libros y que las operaciones están conformes con los mandatos legales y
estatutarios y con las decisiones de la Asamblea y la Junta Directiva, y no se
requiere la calidad de Contador Público para poder decir esto.
Art. 139. - Los Revisores Fiscales son responsables conforme al Artículo 121 de
este Decreto.
El Artículo 121 no hace otra cosa sino reproducir las disposiciones contenidas en
los Artículos 40 y 41 de la Ley 1931, en cuya virtud los Revisores Fiscales son
solidariamente responsables con los administradores de los daños que le
ocasionen a la sociedad por los perjuicios que le ocasionen si faltan
voluntariamente a los deberes que sus cargos les imponen.
Art. 140. - En caso de oposición del Revisor Fiscal a un acto u operación de los
administradores, respecto de su conformidad con la leyes, los estatutos o las
decisiones de la Asamblea, deberán someterse el acto u operación al estudio de la
Asamblea.
Art. 141. - Los Revisores Fiscales podrán ser sancionados con multas sucesivas
hasta de $100.00 cuando, requeridos por la Superintendencia de Sociedades
Anónimas, no dieren cumplimiento a sus obligaciones legales y estatutarias.
Este artículo no hace otra cosa que imponer sanciones pecuniarias por faltas del
Revisor Fiscal o más bien por incumplimiento de sus funciones; adicionalmente a
esta multa pecuniaria se ha debido tratar de establecer sanciones disciplinarias;
indudablemente esto no se hizo por que quien podía imponer estas sanciones
disciplinarias era la profesión misma y como todavía no se está exigiendo la
calidad de Contador Público, mal se podría imponer estas sanciones al Revisor
Fiscal.
A partir del año de 1950 los Contadores Públicos empezaron a preocuparse por
darle una reglamentación legal a su profesión. A pesar de que desde el año 1936
se venían presentando algunos brotes e inquietudes de personas que estaban
ejerciendo funciones de Contadores para organizarse, las que se cristalizaron con
la fundación de Asociación Colombiana de Contadores en la ciudad de Cartagena
( posteriormente la sede de esta Asociación se traslado a Bogotá donde se
extinguió), los demás brotes de Asociación Seccionales tuvieron vida efímera.
En el año de 1951 se creó el instituto Nacional de Contadores Públicos,
agremiación esta que agrupó a los principales contadores de la época. Con la
creación de esta nueva agremiación se despertó en sus miembros el interés por
legislar acerca de la profesión del Contador Público y se dijeron los pasos para
redactar el primer Proyecto de Ley que se presentó a la consideración del
gobierno nacional y fue aprobado en septiembre de 1956, bajo el número 2373,
por medio de la cual se reglamentó el ejercicio de la Contaduría Pública en
Colombia.
Art. 6°. - Se requerirá haber sido inscrito como Contador Juramentado, conforme a
los artículos anteriores, para todas aquellas actividades en que la leyes exijan
dicha condición, y especialmente para las siguientes:
Art. 7°. - Los funcionarios públicos que acepten documentos 1que deben ser
autorizados por un contador inscrito, sin esa autorización, o que designen como
peritos personas que no sean contadores inscrito, en los casos que deben serlo,
incurrirán en multas de cien pesos ($100.00) a quinientos pesos ($500.00), por
primera vez, y en pérdida del cargo o empleo, en caso de reincidencia.
Las sociedades que estén legalmente obligadas a tener Revisor Fiscal o Auditores
y que designen para tales cargos a personas que no sean contadores inscritos,
incurrirán en multas de doscientos pesos ($200.00) a mil pesos ($1000.00), que se
doblará en caso de reincidencia o de renuncia en hacer una designación ajustada
en este decreto.
Art. 15. - La atestación o firma de un Contador Público en los casos que las leyes
se lo exijan hará presumir, salvo prueba en contrario, que el acto o documento
respectivo se ajusta a los requisitos legales de forma lo mismo que a los
estatutarios, cuando se trate de personas jurídicas.
Art. 48. - La firma con que un Contador juramentado expresa su concepto sobre
un balance general. Como Revisor Fiscal, Auditor o Interventor de cuentas, ira
acompañada de un informe sucinto que deberá mencionar por lo menos:
Con este decreto y concretamente con el Artículo 48, se inicia la era profesional
del Revisor Fiscal. En el se indica que la Revisoría Fiscal debe ser exclusiva del
Contador Público y, lo que es más importante, se establece que la misma se debe
ejercer mediante la realización de un trabajo profesional de acuerdo con los
procedimientos aconsejados para hacer una Auditoría o Interventoría de Cuentas.
Por otra parte, se exige que la firma del Revisor Fiscal debe ser acompañada de
un dictamen para el que la profesión dispone de normas sobre su Contenido y de
la responsabilidad que el Contador Público asume en el mismo.
Este decreto tuvo vigencia hasta el año 1960, cuando se expidió la Ley 145 de
1960, que lo derogo.
5. INTERVENTORIA DE CUENTAS
Los saldos de las cuentas del estado de pérdidas y ganancias al cierre del período
son analizados únicamente en cuanto afecten a los activos y pasivos presentados
en el balance general. Por ejemplo, la cuenta de interés pagados será examinada
exhaustiva y cuidadosamente para determinar las principales obligaciones sobre
las que se han pagado interese durante el período, con el fin de averiguar si
existen obligaciones que no se han reflejado como pasivo o que se hayan hechos
figurar por menor cantidad.
El Titulo I del libro Segundo del Actual Código de Comercio le dedicó el Capitulo
VIII al Revisor Fiscal, cuyo articulado se comenta a continuación:
Este artículo precisó las compañías que requieren la Revisoría Fiscal obligatoria y
determino la forma como debe establecer el cargo en las sociedades que por Ley
no la requieran.
Art. 204. - La elección del Revisor Fiscal se hará por la mayoría de votos absoluta
de la asamblea o de la junta de socios.
En las comanditarias por acciones, Revisor Fiscal será elegido por la mayoría de
votos de los comanditarios.
2°) Quienes estén ligados por matrimonio o parentesco dentro del cuarto grado de
consanguinidad, primer civil o segundo de afinidad, o sean consocios de los
administradores y funcionarios directivos, el cajero, auditor o contador de la misma
sociedad, y
Art. 206. - En las sociedades donde funcione Junta Directiva, el período del
Revisor Fiscal será igual aquélla, pero en todo caso podrá ser removido en
cualquier tiempo, con el voto de la mitad más una de las acciones presentes en la
reunión.
El Artículo 206 indica que el Revisor Fiscal debe ser nombrado para un período
igual al de la Junta Directiva, pero dejó un vacío en las sociedades donde no
hayan Junta Directiva; en estos caos se presumirá el período debe ser igual al del
gerente de la sociedad, como se contemplaba en la Ley 73 de 1935 y como se
viene presentando en la práctica.
9° Cumplir las demás atribuciones que le señalen las leyes o los estatutos y las
que, siendo compatibles con las anteriores, le encomiende la Asamblea o junta de
Socios
El Artículo 207 mejoró las funciones del Revisor Fiscal que se trían desde el
Artículo 6° de la 73 de 1935 y que se repitieron en el Artículo 137 del Decreto 2521
de 1950.
El Artículo 207 eliminó por fin la verificación del arqueo de caja por lo menos una
vez a la semana. Aunque en la práctica esta función se había eliminado por
considerarse que venía de una época (1935) en que las actividades de los
negocios se desarrollaban en escala más pequeña y que por lo tanto no era de
ninguna aplicación práctica y que por otra parte su aplicación no conducía a nada.
Si bien es cierto que se elimino el arqueo semanal de caja, se incluyó en el
numeral cinco de inspeccionar asiduamente los bienes de la sociedad, lo cual
parece ser tan fuera de época como el célebre arqueo semana. Asiduamente
quiere decir: frecuentemente. Puntual y perseverante, términos que son muy
subjetivos, y por lo tanto de interpretación libre de cada Revisor Fiscal.
El parágrafo del mencionado artículo abre las puertas para que algunas
sociedades tengan Revisores Fiscales que sean Contadores Públicos, pero estos
funcionarios sin títulos no autorizar balances ni dictaminar, o sea que no pueden
cumplir las funciones más importantes que la Ley prevé para los Revisores
Fiscales.
Art. 208. - El dictamen e informe del Revisor Fiscal sobre los balances generales
deberá expresar por lo menos:
Art. 209. - El informe del Revisor Fiscal a la Asamblea o Junta de Socios deberá
expresar:
El Artículo 209 establece que además del dictamen sobre los estados financieros
de la compañía, el Revisor Fiscal debe informar acerca de los puntos Contenidos
en este artículo.
El Artículo 210 estableció que los subalternos obran bajo la responsabilidad del
Revisor Fiscal y que pueda ser empleados de la Compañía o del propio Revisor
Fiscal. Además en este artículo la ley reconoció que en algunos casos resulta
físicamente imposible que una sola persona natural cumpla a cabalidad su función
de Revisor Fiscal.
Art. 212 El Revisor Fiscal que, a sabiendas, autorice balances con inexactitudes
graves, o rinda a la Asamblea o a la Junta de Socios informes con tales
inexactitudes, incurrirá en las sanciones privativas en el Código Penal para la
falsedad en documentos privados, más la interdicción temporal o definitiva para
ejercer el caro de Revisor Fiscal.
Los Artículos 211 y 212 tratan de la responsabilidad y de las sanciones del Revisor
Fiscal. A pesar se que el Artículo 212 contemplan sanciones drásticas, no se
presentarán en la practica ya que para las mismas exigen dos elementos
subjetivos y difíciles de comprobar, como son los elementos a sabienda y el que la
inexactitud sea grave.
Art. 214. - El Revisor Fiscal deberá guardar completa reserva sobre los actos y
hechos de que tenga conocimiento en ejercicio de su cargo y solamente podrá
comunicarlos en la forma y casos previstos expresamente en las leyes.
El Contador Público está regido por un Código de Etica severo y estricto el cual
prohibe revelar la reservas comercial de los libros, papeles o informaciones de
personas o entidades a cuyo servicio hubiera trabajado o de los que hubiese
tenido conocimiento por razón del ejercicio del cargo o de funciones públicas.
Art. 215 - El Revisor Fiscal deberá ser Contador Público. Ninguna persona podra
ejercer el cargo de Revisor Fiscal en más de cinco sociedades por acciones.
El segundo párrafo del Artículo 215 tiene una contribución tremenda al permitirse
el nombramiento de una firma como Revisor Fiscal y exigírsele como se le viene
exigiendo el registro ante la Cámara de Comercio y de la Superintendencia de
Sociedades de las personas naturales designadas por la firma para desempeñar el
cargo de Revisor Fiscal; si esto tiene que hacerse, de nada sirve nombrar a una
firma de Contadores.
Art. 217. - Las sanciones previstas en el artículo anterior serán impuestas por la
Superintendencia de Sociedades, aunque se trate se trate de compañías no
sometidas por la Superintendencia Bancaria, respecto de sociedades controladas
por ésta.
Por ser las superintendencia las entidades a cuyo cargo está la vigilancia de las
sociedades que requieren el cargo de Revisor Fiscal, quizás se pueda enterar más
fácil de las fallas o negligencias de los Revisores Fiscales, pero no deberá ser la
entidad encargada de imponer las sanciones y mucho menos de para las
disciplinarias puesto que los Contadores Públicos tienen en la Junta Central de
Contadores la entidad disciplinaría de la profesión.
En el art.13 Parágrafo 2o. determinó que todas las Sociedades Comerciales cuyos
activos brutos sean o excedan el equivalente a 5000 salarios mínimos y/o cuyos
ingresos brutos sean o excedan a 3.000 salarios mínimos, al 31 de Diciembre del
año anterior, obligatoriamente deben tener Revisor Fiscal.
Art. 37- Señaló los principios básicos de ética profesional, con base en el Código
de Etica Profesional creado por esta Ley( desde l.964 no existía Código de esta
naturaleza por haberse considerado inexequible por el Consejo de Estado), dentro
del capítulo IV, título I.
RESUMEN
La Revisoría Fiscal tiene en Colombia una larga vida institucional; nació en el
creciente desarrollo comercial y financiero de las empresas en la segunda mitad
del siglo XIX, fue reglamentada mediante la Ley 73 de 1.935 y asignada al
contador público como función privativa por medio del decreto 2373 de 1.956.El
legislador asignó esta función al contador público porque comprendió que el cargo
requería de suficientes conocimientos técnicos para poder evaluar con eficiencia la
gestión de la administración y de una capacidad de análisis profunda para evaluar,
en forma adecuada, los controles de las entidades; luego incluyó que un tercero
debía velar que las transacciones se reflejaran en la contabilidad en forma
adecuada y oportuna para que la administración proyectara el desarrollo de las
empresas; finalmente, examino las calidades morales de quién poseía los
conocimientos técnicos mencionados y concluyó que éstas eran de alta estima y
que debía relievarlas exigiéndole independencia mental respecto de quien recibiría
el fruto de sus cualidades y capacidades. Entonces, no dudó en confiar al contador
público tan trascendental responsabilidad.
Con qué el objetivo fue creada la revisoría fiscal?; con el mismo que existe hoy,
que unos profesionales idóneos, de aquilatada honradez, integridad y
responsabilidad, investidos de la representación permanente de los inversionistas,
la comunidad y el gobierno, les informaran regularmente cómo había sido
manejada la entidad, cómo han funcionado los controles, si los administradores
cumplen con sus deberes legales y estatutarios, y si los estados financieros
reflejan fielmente la situación financiera de la entidad sus resultados económicos.
Todo lo anterior, expresado en breves palabrs aparentemente parece simple, pero
qué tarea ten inmensa representa y sobre todo, qué responsabilidad!.
A medida que nos acercamos al siglo XXI lo único con que podemos contar es con
la certeza de que el cambio acelerado desafiará nuestro entendimiento y removerá
las bases del mundo que nos rodea, en todos los aspectos.
El Consejo Técnico consciente de los cambios inmediatos que tiene que asumir la
revisoría fiscal en el mundo actual de los negocios fundamenta este
pronunciamiento en el concepto de auditoría integral, entendiendo como tal una
auditoría financiera, una auditoría de cumplimiento, una auditoría de gestión y una
auditoría de control interno, que proporcione valor agregado a los servicios de la
revisoría fiscal, en el lugar de convertirse en una carga para la entidad.