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DE LA REVISTA A LA ACADEMIA

Un panorama de la historia, composición y construcción de


Annales, como escuela historiográfica
Introducción

Se tiende a pensar que el año 1929 es el año “clave” o “inicial” de un proceso de


conformación de lo que será una de las instituciones más importantes del siglo XX, a nivel
de formación profesional, en el campo de la historia. Peter Burke, en su obra La
Revolución Historiográfica Francesa (1990) nos da un panorama completo de la
producción de Annales y de su historia institucional y la composición historiográfica de la
cual hace eco durante casi todo el siglo XX. Esta historia y descripción se hace sentir en las
páginas, en donde se pueden ver los diferentes problemas que aborda el autor, y que da a
entender, fueron los problemas que pasaron las diferentes fases o etapas que atravesó la
revista, simbolizada (y significada) por las diferentes direcciones que la atravesaron
(LucienFebvre& Marc Bloch, Fernand Braudel y Jacques Le Goff). En este sentido el
presente informe se desarrollara. Va a ir dando cuenta de estas problemáticas que
atravesaron a Annales y ver, tanto transformaciones como aportaciones metodológicas,
que pasó, y dejó, para las futuras generaciones de historiadores.

Los Precedentes: Aportes y herencias anteriores a 1929

Como apunté en un primer momento, se tiende a pensar que la Escuela de Annales, tuvo
su origen en 1929 con la fundación de la revista Annales d’ histoireéconomique et sociale
por parte de Marc Bloch y LucienFebvre. Sin embargo hay que destacar los contextos de
formación que tuvieron, para poder dar un panorama de los precedentes intelectuales de
la futura revista. En primer lugar, LucienFebvre, quien estudió en la
EcoleNormaleSupérieurede París y que, en ese entorno de formación, tuvo gran
acercamiento con la geografía de Vidal de la Blache (con quien había fundado la revista
Annales de Géographie), también la filosofía de Lucien Levy-Bruhi (de quien toma las ideas
del pensamiento pre lógico o “mentalidad primitiva”), de la historia de Emile Mále (quien
da los primeros pasos para la historia de la imagen, o la iconografía) y de la lingüística de
AntonieMeille (quien será uno de los discípulos de Emile Durkehim, y verá los aspectos
sociales del lenguaje). Su admiración por este último profesor fue tal que entre 1906 y
1926 escribió varias reseñas de libros lingüistas para la Revue de SynthèseHistorique de
Henri Berr. Otros historiadores y pensadores influyeron en Febvre, entre ellos el
izquierdista Jean Jaurés, de quien tomo aportes economicistas y sociales.1

1
BURKE Peter. La Revolución Historiográfica Francesa (1990), Trad. Alberto Luis Bixio, Editorial Gedisa.
Barcelona. 1993., pp. 21
Mientras que Marc Bloch tuvo sus estudios también en la EcoleNormale, como Febvre, sin
embargo tuvo como maestro, además de Meillet y Levy, al mismo Emile Durkheim. Y tuvo
un acercamiento a la revista del sociólogo: AnnéeSociologique. Y a pesar del férreo interés
de Bloch por la política contemporánea, se dedicó a la Edad Media, y le interesaba, como
a Febvre, la geografía histórica. Y, una característica que compartía también, era la de una
profunda interdisciplinariedad. Esta carga que compartían los llevo a conocerse
inevitablemente, y el contexto fue la Universidad de Estrasburgo.

De Estrasburgo a la Sexta Sección.

Tras conocerse Lucien y Marc, y haber hecho una trayectoria en Estrasburgo, surgió un
proyecto de conformación y creación de una revista de historia económica, al principio
tuvo la idea Febvre de hacer una revista internacional, tras la Primera Guerra Mundial,
dirigida por el historiador belga Henri Pirenne, sin embargo el proyecto fracasó. En 1928
Bloch retomó la iniciativa y propuso una revista francesa de historia económica, la cual
tuvo éxito, y que al principio si se propuso la dirección a Pirenne, pero al rechazar el
ofrecimiento, Bloch y Febvre decidieron quedar como directores, en asociación, de la
revista en 1929. Había nacido la revista. El carácter interdisciplinario de la revista fue bien
recibido en los círculos de intelectuales, pero no tanto por los académicos franceses.

En la década de 1930 los directores de Annales se fueron de Estrasburgo, y sentaron en el


Collège de France (Febvre) y en la Sorbona (Bloch). Como señala Burke, estos movimientos
eran signos del éxito de Annales.2 De este modo la revista llegó a ser el centro de una
escuela historiográfica que, en la medida que iba ampliando su red de contactos, de
intelectuales suscritos, y lectores entre las décadas de 1930 y 1940. Los aportes de Bloch
en esta época fueron importantes y junto a sus discípulos, y los de Febvre, iniciaron una
expansión de la revista, que se vio detenida al estallido de la Segunda Guerra Mundial.

Tras la muerte de Bloch a manos del ejército alemán en 1944, y tras el importante legado
que dejó, desde el punto de vista metodológico, se comenzó a perfilar Annales. Estos
aportes tenían que ver con el deber del historiador, en su obra “el oficio del historiador”.
Bloch sostenía que todo fenómeno histórico ha de explicarse atendiendo a su propio
tiempo.3 Otro aporte que ha dejado Bloch es la que se refleja en su obra Los reyes
taumaturgos el cual dio pie a, lo que predominaría en Annales a partir de los 60, la historia
de las mentalidades. Sin embargo no pareció tener efecto en el joven Fernand Braudel. En
este contexto, Febvre quedó totalmente a cargo de la revista, tras 1944, y concluida la
guerra quedo al frente de la reconstrucción institucional de Francia, y en eso, a cargo de la

2
Ibíd., pp. 32
3
BURKE Peter. Op. Cit., pp. 33
EcolePratique des Hautes Etudes, y una de sus máximas realizaciones fue la de consolidar
u organizar dentro, de lo que podría llamarse, “su” clase de historia, que era la Sexta
Sección, fundada en 1947, dedicada a las ciencias sociales, y dentro de su Centro de
Investigaciones histórica quedaron sus discípulos, entre ellos, Fernand Braudel, a quien le
dejó a cargo la el Centro de Investigación de la Sexta Sección, y la Revista.4

De Braudel a Le Goff: del Ambiente a la Mente

Con la llegada de Braudel, se puede decir, comenzó la expansión y la institucionalización


internacional de Annales, como una “verdadera” escuela historiográfica. Pero esto no se
debía solamente a las estrategias que llevo a cabo como director de la revista, sino que
también fueron por los aportes efectuados por él en lo que se refiere a varios aspectos de
la historia que dejaron una importante huella historiográfica en la historiografía
occidental. Braudel situaba a los individuos y los acontecimientos en un contexto, en su
medio, pero los hacía inteligibles a cosa de revelar su fundamental importancia. La historia
de los acontecimientos, decía, era superficial. De esto se deviene sus aportes a las
nociones de tiempo histórico y de ahí su más grande aporte a la historiografía: los
tiempos. Estos los divida en tres rangos, según el proceso histórico: aquellos que son
hechos o acontecimientos políticos les da una importancia temporal, y los pone en un
tiempo de corta duración, o acontecimental; luego están los procesos económicos-
sociales de las estructuras los cuales tiene una prolongación mayor a los acontecimientos,
y entran en un tiempo mediana duración , o coyuntural5; y los procesos de
transformación mental y ambiental los cuales le da un tiempo de larga duración, puesto
que sus transformaciones no son perceptibles para los contemporáneos, y solo los
historiadores pueden percibirlas.La especial contribución de este historiador a las ciencias
sociales es la conciencia de que todas las estructuras están sujetas a cambios.6 Junto a
esta herencia, Braudel, dejó una fuerte tendencia relacionado a la historia cuantitativa, la
cual la retomaran los historiadores de la Tercera Generación.

Con la partida de Braudel de la dirección de la revista, comenzó un nuevo periodo que,


historiográficamente es conocido como la tercera generación de Annales, la cual quedó en
la dirección del medievalista Jacques Le Goff. Durante su dirección quedo expuesto las
intenciones “más abiertas” a las ideas externas y varios miembros de la revista pasaron un
tiempo en el extranjero para luego volver. Aunque se retrataban como seguidores de la
tradición Annales, tanteaban nuevasformas de abordar la historia, lo que no se vio

4
Ibíd., pp. 37
5
No confundir la coyuntura braudeliana, que es de carácter articulador, con la coyuntura gramsciana que es
de carácter de ruptura entre las clases dominantes y las subalternas
6
Ibíd., pp. 47
durante la dirección de Braudel. Una característica de esta historia nueva es la de un
cambio de enfoques, y en este caso, es la de un Le Goff preocupado por la “historia de las
mentalidades” que muchos tienden a confundir como el precursor de dicha tendencia,
cuando, como señale antes, es una herencia de la obra de Marc Bloch, Los reyes
taumaturgos. Otra de las características de estos nuevos historiadores es el retorno a lo
político, y el hecho este se reflejó en el cambio de título de la revista a Annales,
économiessocietéscivilisations. Este retorno a lo político suscitó una nueva relación con el
determinismo, lo cual inspiró a un proceso de “giros” que llevaron a que durante la
década de los 70 y 80, que desembocaron en lo que sería la crisis de la historia, entendida
como la caída de los grandes paradigmas, y el inicio de las especializaciones (el
desmigajamiento, como señala el historiador italiano Ginzburg).

Conclusiones aproximadas

En el presente intente dar cuenta de los procesos y la construcción por la que pasó la
revista, y la escuela, de Annales desde su formación como revista, pasando por su
expansión en la dirección de Braudel, hasta su “crisis” con la “tercera generación”. Viendo
esta historia, que refleja en sus páginas la obra de Peter Burke, se puede trazar una línea,
o varias líneas, sobre las tendencias y las herencias dejadas de aquellos historiadores que
buscaban salir del esquema positivista obrando por una nueva forma de hacer historia
(Marc Bloch; LucienFebvre), pasando por aquello que salieron del esquema de la historia
acontecimental y política por una historia ambienta y estructura (Fernand Braudel),
pasando por aquellos que veían más allá de lo material y retomaron una historia interna y
más larga, como lo fue el de las mentalidades (Le Goff y la “tercera generación). Entender
la historia de Annales no es restringirse a una historia de publicaciones, es poder captar,
comprender y conoceruna construcción compleja y total, de una de las escuelas
historiográficas más importantes del siglo XX.

BIBLIOGRAFÍA EMPLEADA

• BURKE Peter. La Revolución Historiográfica Francesa (1990), Trad. Alberto Luis Bixio,
Editorial Gedisa. Barcelona. 1993

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