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EL

INEVITABLE

GUPFY
por A ld em aro R om ero

P orq u e e l G u p p y es una de esas especies de peces m u y po pulares, un pez de


c o n s id e ra b le v a lo r g e n é tic o , d e c u rio s o c o m p o r t a m ie n to , y p o rq u e los n ú m e ro s
de V I D A A C U A T IC A en d o n d e se han in s e rta d o a r tíc u lo s s o b re este pez se han
a g o ta d o rá p id a m e n te , h e m os c re íd o c o n v e n ie n te la p u b lic a c ió n de un a r tíc u lo
e xten so d o n d e se t r a t e n las m ás v a riad a s fa c e ta s de este in te re s a n te a n im a l.

Dado que queremos dar al presente trabajo Lo que a continuación voy a relatar, se refiere
una forma lo más completa posible, no duda­ a una serie de errores de identidad que se
mos en comenzar a estudiar a este pez en su produjeron hace un siglo y que gracias a Dios,
estado natural, ya que esto nos servirá, ade­ son hoy poco frecuentes.
más, como un buen punto de partida para el Nuestra «historia» como diría algún novelista,
estudio del mismo en el acuario, motivo prin­ comienza cuando el ictiólogo alemán Wilhelm
cipal del presente artículo. Peters clasificó a un pez traído de Venezuela
como Poecilia reticu/ata, con lo cual lo que
hacía era añadir una especie más del mismo
«Lebistes reticulatus»
género Poecilia tales como la P. graciiis
Antes que todo he de reconocer, como autor, (Heckel, 1848). P. vivípara (Bloch y Schneider,
una cosa. Nunca, y eso que he escrito ya más 1801) y algunas más que ya formaban parte
de medio centenar de trabajos de divulgación, de lo que era la variada familia Poeci/idae.
me había encontrado con un tema, en este La primera cuestión anecdótica con que nos
caso un pez, que tuviera tantas particularida­ encontramos es saber que el nombre de Poe­
des que abarcan desde su mismo nombre cilia fue dado por un descendiente de Napoleón
hasta el momento de procrear, a través de toda Bonaparte. El nombre de Poecilia vendría a
su Historia Natural. significar algo así como«pez veteado», y el de

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reticulata como «enrejado». Hasta aquí todo va este género (dado en honor del naturalista
bien, pero dos años más tarde y, aparentemente Charles Girard) y le añadiría para mencionar
sin conocer los trabajos de Peters, el italiano la especie la palabra gup pii vocablo latinizado
Filippi denomina científicamente como Lebistes proveniente del apellido de quien se preocupó
poeciloides. un pez que algo se parecía al en enviarle el ejemplar del pez en mención
Poeci/ia reticulata pero no del todo. La deno­ para su clasificación. El señor en cuestión era
minación de Lebistes, viene a significat algo el religioso Robert John Lechemere Guppy.
así como «olla, caldera», apreciación muy sim i­ quien obtuvo el referido ejemplar en la Isla de
lar a la que se puede obtener al observar la Trinidad, al oeste de Venezuela. ¡Y pensar que
parte inferior negruzca que presenta la hembra tanto lío para un mismo pez!
cuando está preñada, mientras que el nombre
de poeciloides. está dado en honor del inves­ Esto es un buen ejemplo de lo que sucede
tigador Poey del que ahora hablaremos. cuando, entonces, no existía una adecuada
Cinco años después de Filippi, en 1866 un comunicación entre los investigadores, y sirve
señor. Doctor en Zoología, y llamado Albert a la vez para demostrar que todo investigador
Carl Ludwig G otthilf Günther que a pesar de — a cualquier escala, sea aficionado o profe­
su germánico nombre desarrolló sus investiga­ sional— no sólo debe conformarse con «de­
ciones científicos en el Museo Británico de vorar» todo lo que se publique que pueda estar
Historia Natural, clasificó unos peces algo pa­ relacionado con su área de interés, sino que
recidos al protagonista principal de este artículo además debe tratar de mantener en lo posible
pero al que le dio en nombre de Girardinus una estrecha relación con los investigadores
guppii. El nombre del género (Girardinus) ya en su materia.
había sido adoptado por el eminente ictiólogo Pero dejemos de hablar de teorías sobre m eto­
cubano Felipe Poey, mencionándolo en sus dología de la investigación científica y pase­
«Memorias sobre la historia natural de la Isla mos a la realidad de cómo se llegó a un
de Cuba», siendo la fecha de descripción la «acuerdo».
de 1855. Günther tomaría pues el nombre de Hasta el momento tenemos tres nombres:

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PoecHia reticu/ata 1859, Peters; R etrato de un pez
Lebistes poeciloides 1861, Filippi;
Girardinus g u p ii 1866, Günther. ¿Cómo es el Guppy... en la naturaleza?, y hace­
Con el fin dei siglo XIX, viene también el fin mos esta aclaración de «en la naturaleza», ya
del mucho desorden dentro de la Zoologia. que, como veremos más adelante, muchas de
Es la época en que comienzan a reunirse gran­ sus características secundarias han sido trans­
des congresos con verdadero carácter interna­ formadas por medio de diversos experimentos
cional y en los que se dispone una serie de genéticos en los acuarios.
Reglas de fa Nomenclatura Zoológica ’ , para Parece mentira, pero así es. A pesar de ser un
acabar con una serie de barbaridades científicas pez tan conocido y estudiado, poco podemos
que hasta entonces regía en la Ciencia de los decir acerca de su morfología externa general,
animales a la vez que se creaba la «Comisión y ello es debido a que a través de una infinidad
Internacional para la Nomenclatura Zoológica», de experimentos genéticos se han conseguido
máximo organismo zoológico internacional que una variedad tan grande de formas y colores,
se cuida de evitar que un mismo ejemplar sea que el apuntar una descripción general resulta
clasificado de distinta manera o que diferentes poco menos que imposible. Sólo podríamos
especies sean tratadas como una misma. Es decir, acaso, que su tamaño varía entre los
época, pues, de revisionismo, y en esa época 2,5 centímetros y los 6 centímetros de longitud.
aparece un joven inglés cuya labor sería pre­ ¿Cómo tanta diferencia, se preguntarán uste­
miada con la dirección del Museo Británico. des?, pues bien, la explicación reside en que
Se trataba de Charles Tate Regan, hombre en en esta especie existe un fuerte dimorfismo
el que se mezclaban de manera armoniosa una sexual y que por consiguiente hembra y macho
gran calidad como investigador (características son muy diferentes. Así la hembra mide cerca
que en general presentan los científicos de su de 5,5 ó 6 cm „ mientras que el macho 2,5
isla) con un desbordante entusiasmo e ima­ a 3 cm. Pero existe otra diferencia verdade­
ginación. ramente fundamental entre ambos sexos y es
Fue Regan, especializado en el estudio de los la siguiente:
peces de la América meridional, quien en 191 3,
al publicar su «Classification of the Percoid
Fishes» deja zanjada la cuestión; Poecilia
reticu/ata, Lebistes poeciloides y Girardinus
gupii, eran la misma cosa. Para testificarlo, se
basó en el estudio del gonopodio de estos
peces, es decir en aquél órgano producto de
la transformación de la aleta anal en órgano
copulador, propio de los peces Ciprinodonti-
formes.
De acuerdo. El Dr. Regan nos ha demostrado
cómo los tres nombres se refieren al mismo
pez, ahora bien, cómo saber qué nombre
ponerle en definitiva. Según las reglas de la C A R R A L , 14 - T E L É F O N O 212878 - V I GO
nomenclatura siempre hay que adjudicar en
estos casos el nombre de mayor antigüedad,
sin embargo existían otras especies de Poecilia
que por sus características no coincidían ple­
namente con nuestro «Guppy», por lo tanto PreKua
había que tomar el segundo género en orden
cronológico. Este era el de Lebistes, pero Regan
quería no olvidar la primera descripción, y por
SALUDA A LA AFICION
eso tom ó el nombre de la especie del primero ACUARIO FILA ESPAÑOLA
(reticulata) pero transformándolo en reticulatus. Y PONE A SU DISPOSICION
más apropiado idiomàticamente. Así quedará, ACUARIOS. PECES
pues el nombre del «guppy»; Lebistes re ticu ­ TROPICALES Y DE AGUA
latus (Peters, 1859)... claro siempre y cuando FRIA, Y TODOS LOS
no aparezca otro Regan o sobrevenga alguna COMPLEMENTOS
otra revolución zoológica. NECESARIOS PARA
LA INSTALACION
1 Ver: «Las reglas de la nomenclatura zoológica», del Y CONSERVACION.
mismo autor en VIDA ACUATICA, n.° 0.

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Como ya antes habíamos mencionado, el órga­ Este pez fue introducido «vivo» en Europa en
no copulatorio del macho es un producto de 1908, por vez primera.
la transformación de la aleta anal, por lo tanto
está constituido por los radios alargados y an­ El acuario para el Guppy
teriores de la aleta anal. Este gonopodio es una
estructura muy completa y delicada estando Bien, ya tenemos nombre para nuestro pez.
provista de arpones y raspas, así como también También sabemos cómo es y dónde conse­
de otras peculiaridades anatómicas de gran guirlo. Es hora de que lo traslademos al acuario.
utilidad para la clasificación de los géneros Las condiciones del acuario son muy im por­
y especies. Los radios gonopódicos son mucho tantes, ya que una variación de las mismas,
más largos que los otros radios de la aleta puede traer como consecuencia una variación
anal, una característica que permite identificar también en las características de Guppy. Co­
inmediatamente a los machos de cualquier mencemos hablando del agua en la cual los
especie de la familia, la cual está constituida Guppys deberán estar inmersos.
por unos 45 géneros. La aleta a n a ld e la hem­ El agua ha de ser siempre lo más pura y cris­
bra suele ser redondeada y carece de radios talina posible, por lo que cualquier medida que
extendidos. Esto es lo que — rigurosamente tomemos para la consecución de dicho fin
hablando— constituye la base científica de será siempre poca.
diferenciación entre unos y otros. Los filtros que se pueden utilizar en acuarios
Sin embargo no sólo en el tamaño y el gono­ de Guppys, pueden ser internos, externos o b io ­
podio son el macho y la hembra diferentes. lógicos y deben actuar siempre de manera
La forma del cuerpo así lo es también: mientras constante en el acuario. Se debe mantener al
que el macho presenta un aspecto casi raquí­ máximo una limpieza del material filtrante de
tico, podríamos decir, la hembra presenta un manera que ésta se haga cada semana a la
vientre desarrollado así como una mayor volu- vez de que se debe cambiar 2/5 del agua del
minosidad. acuario también semanalmente, no debiendo
olvidar que el agua remplazante debe tener la
Muchas son las variedades que se han conse­ misma temperatura que el agua remplazada.
guido a través de experimentos genéticos con Por consiguiente hay que olvidar ese arcaico
el Guppy, de tal manera que — como sucedió concepto d'e que «mientras más vieja el agua,
con el caso de sus nombres— hoy en día es mejor», ya que, al menos en el caso del Guppy,
necesario «homologar» las variedades obteni­ ello no es cierto, tal y como nos lo ha demos­
das. Así se conocen dos tipos básicos de trado Alex Damazio, experto brasileño en la
Guppys: materia. Se deberá además cuidar de que los
a) Hembra de coloración verde oliva sin excrementos, restos alimenticios y otras im pu­
ornamentos especiales y macho de distinta rezas no solubles sean sifonados junto con la
coloración. renovación del agua. Por lo tanto la alim en­
b) (Reticulado.) Hembra y macho poco dife­ tación (de la que hablaremos más adelante)
rentes. Color amarillo violáceo con el cuerpo no debe darse en exceso para mantener así
cubierto de pequeñas manchas oscuras a ex­ una mejor pureza del medio.
cepción de la región pectoral. Región pectoral En cuanto al pH, hemos de empezar diciendo
y región ventral de color plata-azulado muy de que se ha de tratar que éste sea neutro
brillante, con una tonalidad anaranjada en la o ligeramente alcalino. Se suele aconsejar un
base de las aletas impares. pH de 7,4 a 7,2, sin embargo, si se trabajo
De estos dos tipos básicos, han salido también con pH de 6,8 a 6,4, se verá cóomo los peces
otros once «elementales», y de ellos docenas crecerán más rápidamente, pero si estos mis­
de variedades, que no podemos mencionar aquí mos peces se trasladan a aguas más alcalinas
una a una ya que en ese caso más que un estarán muy propensos a contraer cualquier
trabajo de divulgación este artículo terminaría enfermedad. Algunos investigadores, sin em­
pareciendo un listín telefónico. bargo, recomiendan utilizar un pH de 6,8 pues,
al parecer, da interesantes resultados. Pero sea
O rigen geográfico una cosa u otra nunca se aconsejabla crear
cambios de pH ya que de esta manera la salud
Como ya antes habíamos dejado entrever, el del pez se conservará mejor. Por lo tanto no
Guppy es originario de la parte norte de A m é­ olvide observar este factor de una manera
rica del Sur, tanto de su región continental constante en su acuario y no deje de hacer
como insular. Los lugares donde más abundan las correcciones que crea conveniente.
son: Venezuela, Barbados, Trinidad, las Gua- En cuanto a la dureza, ésta no debe sobrepasar
yanas y norte del Brasil. los 1 5 grados.

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La cuestión de la vegetación es muy im por­
tante. Para el Guppy se suelen recomendar
plantas tales como sagitarias, elodeas. m iriófi-
los, valisnerias, la Samambaia, etc., pero yo
quisiera hacer hincapié sobre el llamado Hele-
cho de Sumatra (Ceratopteris thailictroides).
En mi opinión esta planta es importantísima
desde el punto de vista del Guppy. Como todos
sabemos, estos helechos acuáticos suelen vivir
en temperaturas entre los 18 a 25ü C, son de
tallos frágiles, y debe enterrarse hasta la base
de sus raíces, ya que de lo contrario, la planta
se pudriría. Debe tenerse cuidado con su ma­ mida preparada, pero ha de procurar darle
nipulación. La iluminación ha de ser más bien alimento vivo.»
débil, sea natural o artificial y como son plantas Lo que antes hemos dicho es rigurosamente
que se alimentan por igual por sus hojas como cierto. Un Guppy come de todo, inclusive llega
por sus raíces, no presentan preferencias por a robar freza, pero si lo que usted quiere es
un suelo determinado. conseguir Guppys que valgan la pena, ha de
Pues bien, el helecho de Sumatra puede ser intentar alimentarles con alimentos vivos, tales
de gran importancia en los acuarios de Guppy, como larvas de mosquitos, dafnias, etc. El sólo
ya que al ser éstos y los Guppys muy sensibles ver como este pez devora las larvas de mos­
de los cambios, nos pueden servir a manera quito, por ejemplo; es el mejor incentivo para
de «indicador»: la exhuberancia de sus hojas procurarles alimentos vivos de manera con­
o la decoloración de las mismas, nos dirá si tinuada.
realmente las condiciones del acuario son bue­ Para que este alimento no ensucie el acuario
nas o no. Son muchos los investigadores que ha de tratarse de que sea devorado en unos
confirman esta opinión. cinco minutos.
Y permítame que haga aquí una observación,
y es la de que la falta de atención hacia las Lo más d ifíc il, lo más herm oso: la re ­
plantas de acuario es uno de los errores más
producción
frecuentes de los cometidos por los acuaristas,
y que debe desaparecer, ya que las plantas de El Guppy es un pez pacífico. Por lo tanto su
acuario, además de su gran valor ornamental, mezcla con otros ejemplares de su misma
tienen un valor biológico inestimable ya que especie, no trae problemas y por lo tanto es
el caso del Helecho de Sumatra-Guppy, no es una buena condición propicia para la repro-
ciertamente el único en el mundo de acua- Ducción-de los mismos. De todas maneras no
riofilia. se ha de olvidar de tenerlos en acuarios espa­
No queremos terminar hablando sobre el agua ciosos, especialmente cuando conviven con
del acuario de Guppy sin olvidar recomendar otras especies vivíparas.
la buena utilización de fertilizantes y racionada Pero comencemos a hablar sobre el com por­
alimentación, para obtener así los mejores re­ tamiento sexual de estos peces.
sultados. Los Guppys son muy activos sexualmente
¡A h!, se nos olvidaba, la temperatura ideal hablando y gracias a que son tan populares,
para los Guppy ha de estar entre los 20 y es muy conocida su actividad sexual. Podría­
30° C aunque pueden soportar entre los 18 mos sintetizar el cortejo nupcial de la siguiente
y 38° C, produciéndose fenómenos interesan­ manera: Primero el macho se separa del car­
tes relacionados con la temperatura, tales como dumen dirigiéndose hacia la hembra desde la
que los Guppys que habitan en aguas de 18o C parte de abajo sin asaltarla de manera defini­
tienen menos espinas en la aleta dorsal que tiva, sino para lamerle su región genital. La
los que viven a 25° C, por ejemplo. Las varia­ excitación de ambos aumenta y entonces el
ciones de temperaturas también tienen una macho decide a ponerse encima de la hembra,
decisiva importancia en la reproducción, pero cortándole luego el paso, mientras coletea y se
de ello hablaremos más adelante. nada en zig-zag. Entonces el macho se aleja
y si la hembra entonces considera «atractivo»
al macho y decide seguirle. El macho entonces
Una alim en tación variada
cruza delante de su conquista, vuelve la cabeza
«No. Usted no es un conformista. Usted sabe y agita la cola, nada rápidamente tras la hembra
que un Guppy come de todo, incluyendo co ­ y la copula por detrás.

515
Esto no siempre da resultado por lo que el de la reproducción animal. Esta teoría se ve
macho muchas veces a de repetir alguno de refutada ya por el solo hecho de que cuando
los pasos que aquí hemos apuntado. Sea como una misma hembra ha sido fecundada por
fuere, lo que aquí hemos dicho sobre este machos diferentes se ve cómo cada generación
extremo es sólo un pequeño croquis, ya que está relacionada con el respectivo padre no
en realidad suceden muchas otras cosas. produciéndose por consiguiente puestas de
Entre otras particularidades que se pueden o b ­ huevos en donde el macho no haya sido el
servar durante el acoplamiento entre los Guppys inmediatamente anterior que fecundó a la
está el cambio de posición de las aletas así hembra.
como cambios en la coloración. En cuanto a Segunda: Que la primera puesta viene m o­
esto último pasemos a decir que los machos tivada por la fecundación directa del macho,
normales cambian el dibujo del cuerpo de una pero que las restantes «estimuladas» por esta
fase a otra del acto nupcial. El macho presenta primera, son fruto de una fecundación sin
unas manchas oscuras las cuales presenta espermatozoides (partenogénesis).
frecuentemente a la hembra. Razonamiento: Imposible. Tanto la primera
Muchos habrán pensado que con esto ya hay como la segunda y restantes puestas, revelan
bastante como para terminar de hablar acerca una intervención del macho ya que muestran
de la reproducción de nuestros protagonistas. los caracteres genéticos del «padre».
El macho ya ha introducido sus espermato­ T ercera: Que son los óvulos los que van sa­
zoides, ¿por qué no seguirlos? liendo al paso de los espermatozoides en dife­
Los espermatozoides, agitando constantemente rentes períodos de tiempo.
su cola y atraídos por un estímulo químico se Razonamiento: Probable. Es posible que los
dirigen hacia el óvulo de la hembra para fecun­ espermatozoides se mantienen libres durante
darlo. ¿Cómo se comporta la hembra durante algún tiem po hasta que aparezcan óvulos que
este período? Después de los dos primeros puedan fecundar. No se ha de olvidar que los
días durante los cuales reina la calma com ien­ espermatozoides pueden vivir durante varios
za la hembra a excitarse, y suele tener su días. De hecho muchos de los «fallos» de la
momento culminante al sexto día de preñez llamada Regla de Ogino en los humanos viene
y que va delinando hasta el noveno día en el dada a que hay una deposición de esperma­
que termina el ciclo. Aquí ya las hembras se tozoide en la mujer días antes del- período de
pueden empezar a reconocer gracias a una fertilidad, pero dada la relativa larga vida de
mancha oscura situada delante de la aleta anal las células germinales masculinas, éstas sobre­
y que es denominada la «mancha nupcial». viven hasta que llega el período de fecundidad
Mi compañero Antonio Jimeno en su artículo produciéndose así la fecundación del óvulo.
«Reproducción e interés genético del Lebistes Sea lo que fuere, este es un campo de inves­
reticu/atus», publicado en el n.° 1 de la Se­ tigación en el que el acuarista podría probar
gunda Epoca de VIDA ACUATICA, se hace fortuna. No debe olvidarse que la aportación
eco de unos experimentos que sólo resumire­ del «aficionado» es, de hecho, mucho más
mos aquí. «Según Dulzetto (1930), se sabe abundante de lo que se cree dentro del cono­
que las hembras pueden hacer varias puestas cimiento de las Ciencias Naturales.
en períodos de tiempo diferentes, sin necesidad No hablaremos aquí de otros pormenores que
de otros acoplamientos, así mismo como que acontecen después de la fecundación, es decir,
las hembras ya fecundadas repudian y hacen la formación del huevo, para no hacer más
lo posible por esquivar las constantes incita­ voluminoso a este trabajo de por sí largo. Sin
ciones del macho; al contrario de las que son embargo recomendamos el artículo de Jim eno
vírgenes o que no poseen aún sus reservas que hemos mencionado ya en el cual se podrán
espermáticas que se ofrecen a la atracción leer datos acerca de este extremo.
sexual.» No queremos terminar este apartado, sin decir
De lo anteriormente reproducido por nosotros, que una fecundación es suficiente para unas
seguramente el hecho de que las hembras dos o tres camadas. Las camadas duran unas
puedan poner varias puestas (hasta siete en dos horas, tiempo que varía según factores tales
cinco meses) sin otra intervención del macho como la temperatura del agua, su composición
tiene tres posibles explicaciones. química, ambiente, compañía y. sobre todo, el
P rim e ra : Que todos los óvulos de la hembra
son fecundados simultáneamente, pero que el
desarrollo ulterior de los huevos se produce
a diferentes velocidades.
Razonamiento: Si esto fuera cierto, sería un
hecho notablemente excepcional en el campo

516
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instinto materno de defender la cría, el cual cuando notemos próximo el parto, colocándola
puede aplazar o retardar la camada, en un acuario aparte con vegetación tupida,
i Pero por favor! No llame a estos peces viví­ propia de estos casos.
paros, ya que a pesar de que nace vivos direc­ ¿Por qué esta separación? Como sucede fre­
tamente de la madre los alevines han estado cuentemente entre los animales en cautiverio
previamente en un huevo dentro de su pro­ e inclusive en muchos en libertad, los descen­
genitor, por lo que de ahora en adelante hay dientes serían devorados por sus padres por
que pensar que son ovovivíparos. lo que hay que tomar esta precaución.
Ahora bien, sabiendo que por parto se pueden
M illio n Fish
obtener 60 alevines es fácil darse cuenta de
Entre los anglosajones el Guppy también es la enorme proporción que en un año podríamos
conocido como «M illion fish», ¿razón?; la obtener de estos peces.
enorme proporción en que se reproducen. Tanta facilidad de reproducción ha creado una
Como ustedes saben son peces que no pre­ mala fama en torno a este pez. Hay muchos
sentan dificultades para reproducirse, ya que que consideran «indigno» tener Guppys en sus
las hembras suelen quedar preñadas al poco acuarios por aquello de que «es cosa fácil, sin
contacto que tengan con machos. Sin embargo valor». Sin embargo, esa misma «facilidad» a la
hemos de anotar aquí que hay que evitar las que aluden los «indignados» acuaristas y hasta
reproducciones consanguíneas repetidas, sepa­ algún vendedor de peces, es lo que ha perm iti­
rar los sexos (hacia tres meses) apenas el do desarrollar un campo de estudio muy grato
gonopodio aparece y no permitir que las parejas para el aficionado: el lograr, tras sucesivos
se reproduzcan hasta haber alcanzado los seis experimentos genéticos, diversas razas de Gup­
meses de edad. pys. en los cuales lo interesante es lograr las
La gestación dura de 22 a 25 días después más extrañas aletas y coloraciones. Este será
de la cual nacen los alevines bastante desa­ el tema de nuestro último apartado.
rrollados y aptos para la vida libre. Pero para M endel y los Guppys
asegurarnos del mayor número posible de na­
cimientos, habremos de separar a la hembra Ciertamente Mendel no conoció a los Guppys.

L
517
De hecho jamás trabajó con peces, pero gra­ trate de hacer su trabajo lo más objetivo y
cias a sus estudios fundó la ciencia de la completo posible. Trate de tomar nota de todo
Genética, gracias a las leyes por él dictadas, lo que pueda ser importante. Si su interés es
así como por las de otros investigadores, son excepcional, consulte libros de Genética bási­
y seguirán siendo, uno de los campos más ca y asesórese con especialistas. Sin embargo
apasionantes de la biología. De hecho muchos para los que empiezan, van las siguientes y
de los últimos premios Nobel han recaído sobre resumidas anotaciones.
investigadores en este campo. Claro que usted 1. Busque la pareja de Guppys que se pa­
no aspira a un premio Nobel, pero quizá se rezcan más al Guppy que usted se ha fijado
sorprenderá al saber que si tuviéramos que como objetivo a alcanzar.
hacer una lista de los animales más interesantes 2. Asegúrese de que le hembra que ha tom a­
en Genética, los Guppy estarían ocupando uno do es virgen, ya que de lo contrario, y debido
de los primeros lugares, lo que ha motivado a los fenómenos reproductivos de estos peces
una gran atención tanto por parte de los inves­ que ya hemos explicado, se pueden producir
tigadores como por parte de los acuaristas. fenómenos que alteren el resultado que que­
Pero pasemos a lo importante. Gracias a una remos obtener.
cualidad innata de los Guppys a la variabilidad 3. Proceda a crear las condiciones para la
al cruzarse con individuos diferentes entre sí, obtención de la primera generación y una vez
es lo que a priori condiciona una facilidad para obtenida ésta, separe en cuanto pueda a las
la obtención de interesantes variedades. Usted hembras de los machos (por lo incidado en
nunca debe pensar que lo que se puede hacer el apartado 2) utilizando las diferentes cuali­
con el Guppy, se puede hacer con cualquier dades que dimos al comienzo del presente
otro pez. ya que cada especie, por caracterís­ artículo.
ticas genéticas que no nos detendremos a es­ 4. De esta primera generación tomaremos las
tudiar aquí, es más o menos propenso a la mejores hembras y las aparearemos con su
variabilidad. padre, para fijar así mejor los caracteres.
Antes de comenzar a hacer sus experimentos 5. Si es posible, repita la operación entre el
(sigue)

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518
Nos com place, con estos bellos dibujos, poder
contar de nuevo con la excelente colaboración
de J. M .a M O G O LLO N . Caso típico, de feliz
coincidencia, en el que se com plem entan las
dotes de artista, con las de acuariófilo.

COBRA

ARCO IRIS

GOLD

VELO

519
ya abuelo y sus nietas (segunda generación). Fancy Guppy Correspondence
6. De ahora en adelante se deberán ir tom an­ Club
do los ejemplares más parecidos a lo que c/o. G. B. Me. Croskey
queremos obtener. 1627 Mahala - Oregon
Naturalmente, este es un trabajo de paciencia, Ohio
de estudio y que muchas veces se hacen más Guppy Associated of Chicago
fracasos que éxitos. Pero usted no debe olvidar c/o. Fred Bolinger 1044
que es de los fracasos de donde más se Charles St. Heintiugton
aprende, ya que el éxito no hace más que Ind. 46750
confirmar lo que ya de antemano suponíamos.
Quienes deseen información adicional sobre San Gabriel Valley Guppy Assoc.
este últim o punto, encontrarán en el artículo 9903 Candia Dr. W hittiei
«Los mejores lo hacen así» por H. Bishop, Ca.
publicado en el n.c 1 (13) de la Segunda Southern California Guppy
Epoca de VIDA ACUATICA, interesante obser­ Association
vaciones al respecto. c/o. Helen Bishop, Secretan/
Si además usted desea conocer el aspecto 5017 East Broadway
intrínseco del fenómeno (combinación de cro­ Long Beach
mosomas, utilización de hormonas, etc.), en­ California 90803
contrarán en el artículo de Antonio Jimeno
Sobre esta última así como de «The Fancy
antes citado y en la página 34 del mismo
Guppy Correspondence Club», hemos publica­
número (también antes citado) de nuestra re­
do en el n.° 1 (13) de VID A ACUATICA,
vista, interesantes observaciones al respecto.
referencias interesantes acerca de las mismas.
Un consejo: escríbales, póngase en contacto
Las asociaciones para el estudio del G uppy con estas entidades. No olvide que ellos le
ayudarán y a la vez hará amigos a través de
La fama del Guppy, así como sus diferentes
aspectos, han hecho de él uno de los obje­ la acuariofilia del Guppy.
tivos preferidos de los acuaristas de todo el Y nada más, queridos lectores. Buena suerte
para usted... y sus Guppys.
mundo formándose numerosas asociaciones
para reunir a los aficionados a este pez. A con­ B IB LIO G R A FIA
tinuación damos una lista de las más im por­
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