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Luego del descubrimiento de petróleo en la Amazonía ecuatoriana, en 1964, las

operaciones petroleras han trasformado la economía del país y han afectado el medio
ambiente. En el año 1993, un grupo que representaba a 30.000 residentes de la Amazonía
presentó un juicio contra ChevronTexaco en la Corte Federal de New York, alegando que
la empresa petrolera causó daños entre los años 1972 y 1992. Los demandantes
manifiestan que los subproductos tóxicos que ChevronTexaco vertió en un área de la
Amazonía en estos años causaron graves problemas de salud y contaminación de
propiedades privadas. En el año 2003, e fuero del juicio se trasladó a la Corte Suprema
de Nueva Loja, en el Oriente en la Amazonía ecuatoriana.

En el año 1964 el consorcio Texaco Gulf descubrió grandes reservas de petróleo en las
provincias de Sucumbíos, Napo, Pastaza y Orellana, de la amazonia de Ecuador. Texaco,
que se fusionó con Chevron en el año 2001 para formar ChevronTexaco, operó en el país
entre los años 1970 y 1992. Admite que durante este tiempo vertió 18 billones de galones
de aguas de formació, un subproducto peligroso del proceso de extracción, en piscinas no
forradas. Aunque en Estados Unidos la canalización de aguas de formación en los pozos
cerrados bajo tierra era un estándar de los procesos ambientales décadas antes de que
empezara la extracción, en el Ecuador ChevronTexaco las depositó en piscinas no
forradas, de las cuales hoy en día existen 627 con 339 pozos petroleros.

En el año 1995, ChevronTexaco firmó un contrato de remediación con el Gobierno


ecuatoriano que la liberó de responsabilidad por la contaminación causada en el país.
Aseveran que las pruebas de tierra muestran niveles aceptables de químicos petroleros y
que su remediación de 40 millones de dólares fue adecuada. Más aún, autoridades de
ChevronTexaco argumentan que el Gobierno le absolvió de responsabilidad en 1998. Sin
embargo, los grupos que se oponen a la empresa petrolera mantienen que el nivel
aceptable de químicos petroleros en partes por millón en el contrato con el Estado fue
arbitrario y diez veces más alto que el nivel permitido por ley en Ecuador.

En mayo de 2003, los demandantes presentaron un nuevo pleito “Lago Agrio” en la Corte
Suprema de Nueva Loja, en la Provincia de Sucumbíos . Los demandantes piden 6
billones de dólares por la remediación de daños ambientales sufridos a lo largo de 30 años
de contaminación. La última inspección en el caso concluyó el 19 de noviembre de 2006,
cuando el juez Yánez permitió 60 días para el análisis de las inspecciones.
Luego de ocho años de batalla judicial, Los jueces de la Corte provincial de Justicia de
Sucumbíos, determinaron que Chevron es responsable del grave daño ambiental, cultural,
social y humano causado por sus operaciones en la Amazonía Ecuatoriana. En
consecuencia, Chevron fue condenada a pagar más de 18.000 millones de dólares para
reparar parte de los daños existentes en la selva Amazónica.

Una vez que la petrolera se dio cuenta, que sus argumentos se habían caído y que la prueba
en su contra era poderosa, optó por fortalecer su presión política en contra del Estado
ecuatoriano con el fin de obligar al Gobierno de la República del Ecuador a entrometerse
en un litigio que es entre particulares. Desde el 2008 hacia acá, Chevron ha intensificado
su campaña internacional en contra del sistema judicial ecuatoriano, le teoría de Chevron
es convencer a la opinión pública que la justicia en el Ecuador no sirve para nada y por
lo tanto ninguna sentencia que salga de las Cortes ecuatorianas, debe ser ejecutada en el
exterior. Adicionalmente, Chevron pretendió que un Juez de Nueva York, emita una
resolución descalificando al sistema judicial de Ecuador.

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