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En el siglo XIX Heinrich Ewald distinguía “el gran libro de los orígenes” (de Gn a
Jo) del “gran libro de los Reyes” (de Jc a 2Re sin excluir Rut) a pesar de reconocer en todo
el estilo deuteronomista presente. Las razón de la división se inspiraba en la propuesta del
Hexateuco de Julius Wellhausen.
Josué
1,1-18
Retoques deuteronomistas entre los cap. 2-11 (por ej. 3,2-8; 5,4.6.7; 6,6.8.9a.26; 8,30-35)
Los cap. 12 y 23
Jueces
2,6-11.14-16.18-19; 3,7-11
Retoques deuteronomistas en (por ej. 3,12-15a;4,1-5.31;6,1.6b-10; 8,27-35; 10,6-16; 13,1
1-2 Samuel
1Sa 2,25-35; 7,2-17; 8,1-22; 10,17-27a; 12,1-25
Retoques deuteronomistas en las historias de la subida de David al trono y de su sucesión
(por ej. 2Sa 5,4-5; 7,11-13.22-24)
1-2 Reyes
1Re 2,2-4.27b; 4,1-5.8; 7,47-51; 8,1-4.9.14-66; 9,1-9; 11,1-13.38-43
Para cada rey, Dtr crea la introducción y la conclusión de su reinado
Otros textos importantes redactados por Dtr 1Re 14,14-24; 16,1-4; 21,21-26; 22,38-47; 2Re
10,28-33; 13,3-7.22-25; 17,7-20.32-34a; 21,1-18; 22; 23,26-30; 24; 25.
~1~
Noth observa que los pasajes deuteronomistas más importantes asumen la forma de
discurso puestos en la boca de los héroes principales (Moisés Dt 1-30; Dios Jo 1; Josué Jo
23; Samuel 1Sa 12; Salomón 1Re 8), o de consideraciones introductorias o conclusivas
donde el Dtr, a falta de un personaje apropiado, expresa en voz en off un comentario (Jo
21,43-45; Jc 2,6ss; 2Re 17). Estos textos para él sirven para estructurar el conjunto de la
obra y reforzar su coherencia.
Para Noth, el Dtr no es un redactor, sino un verdadero autor, en el sentido que construye
una presentación del pasado de Israel que obedece a una teología de la historia
perfectamente coherente. Para elaborar esta historia, Dtr utiliza ciertamente numerosas
trdiciones antiguas que trasmite fielmente (Noth habla del Dtr como un “intermediario
honesto”), aun cuando estas contradicen su visión de las cosas. Entre esos materiales se
podrían contar:
La primera edición del Dt que correspondería a los cap. 5-28, o al menos el código
12-26.
Diversas tradiciones etiológicas ligadas a Guilgal sobre la conquista de la tierra, y
listas geográficas sobre el reparto de la misma
Historias heroicas de unos personajes denominados “jueces”
Tres ciclos de tradiciones acerca de Samuel, Saúl, David, respectivamente
Los ciclos proféticos de Elías, Eliseo, Isaías
Algunas fuentes oficiales de los reinos: Los hechos de Salomón (cf. 1Re 11,41), los
anales de los reyes de Judá (15 veces, cf. 1Re 14,29; 15,7.23; 22,46; 2Re 8,23;
12,20; 14,18; 15,6.36; 16,19; 20,20; 21,17.25; 23,28; 24,5) y los anales de los reyes
de Israel (17 veces, cf. 1Re 14,19; 15,31; 16,5.20; 22,39; 2Re 1,18; 10,34; 13,8;
14,15; 15,11.15.21.26.31).
Pero es gracias a los textos que el mismo compone como elabora una historia de
Israel y de Judá coherente y original. El leitmotiv de la historia es la obediencia o la
desobediencia de Israel y de sus responsables a la voluntad de YHWH. A causa de la
desobediencia Israel y Judá sufren la experiencia de la caída de sus reinos y del destierro.
Dtr trata de explicar la destrucción de Jerusalén y la deportación de la corte real, la caída no
es signo de la debilidad de YHWH que habría sido vencido por los dioses del enemigo
babilónico; por el contrario, fue el mismo YHWH quien eligió castigar a su pueblo. La
historia fue redactada según Noth, en Mispá (residencia del gobierno de Judea instalado por
los babilonios).
Hubo desde el cominzo voces críticas a Noth, especialmente la de O. Eissfeldt y A.
Weiser. El primero cuestionó la posibilidad de atribuir la mayoría de los textos
deuteronomistas a un solo redactor, hay numerosas tensiones entre los textos que
descalifican la posibilidad. El segundo insistió en el carácter diferente de las redacciones
deuteronomistas en cada uno de los libros históricos que hace imposible hablar de la
redacción de una única historia.
~2~
Principales modificaciones de la teoría de Noth
“Ahora pues di esto a mi siervo David: Así habla Yahveh Sebaot: Yo te he tomado del pastizal, de detrás del
rebaño, para que seas caudillo de mi pueblo Israel. 9 He estado contigo dondequiera has ido, he eliminado de
delante de ti a todos tus enemigos y voy a hacerte un nombre grande como el nombre de los grandes de la
tierra: 10 fijaré un lugar a mi pueblo Israel y lo plantaré allí para que more en él; no será ya perturbado y los
malhechores no seguirán oprimiéndole como antes…12 Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con
tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su
realeza.
13
(El constituirá una casa para mi Nombre y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre.) 14 Yo seré
para él padre y él será para mí hijo. Si hace mal, le castigaré con vara de hombres y con golpes de hombres, 15
pero no apartaré de él mi amor, como lo aparté de Saúl a quien quité de delante de mí. 16 Tu casa y tu reino
permanecerán para siempre ante mí; tu trono estará firme, eternamente».” (2Sa 7, extracto)
“No hubo antes de él ningún rey que se volviera como él a Yahveh, con todo su corazón, con toda su alma y
con toda su fuerza, según toda la ley de Moisés, ni después de él se ha levantado nadie como él.” (2Re 23,25)
Josías es presentado como el Rey ideal que cumple el mandato del Dt:
Cross pensaba que los dos textos eran el comienzo y el final, una inclusión que
delimitaba una edición de la historia deuteronomista antes del destierro, en la época de
Josías.
Cross partía de la observación según la cual, los libros de Sa y Re estaban
especialmente caracterizados por dos temas principales: el pecado de Jeroboán (que
estableció fuera de Jerusalén, en Betel, un culto yahvista, cf. 1Re 12,26-33) y la promesa de
una dinastía davídica eterna (2 Sa 7). Estos dos temas convergen de modo especial en el
relato del reinado de Josías, pues es él quien destruye definitivamente el altar de Betel,
aboliendo el pecado de Jeroboán (cf. 2Re 23,15) y es él también, el retoño davídico
ejemplar (cf. 2Re 22,2; 23,5).
En esto apoya Cross su hipótesis que la primera edición de la historia
deuteronomista fue redactada bajo Josías, y que fue concebida como una narrativa de
propaganda destinada a celebrar las innovaciones políticas y religiosas introducidas durante
el reinado de éste.
1
F.M.CROSS, “The Themes of the Books of Kings and the Structure of the Deuteronomistic History”, en
Canaanite Myth and Hebrew Epic. Essays in the History of the Religion of Israel, Cambridge, Harvard
University Press, 19732, 274-289.
~3~
Otra observación de Cross es que los textos de 2Re 24 y 25 se distinguen bastante
de los capítulos anteriores, dado que en éstos apenas se encuentran expresiones
deuteronomistas tan estimadas por el Dtr. De ellos concluye que un segundo Dtr (Dtr2),
habría añadido estos textos con el fin de explicar la caída del reino de Judá. Los discípulos
de Cross (Nelson, Friedman, Mayes) ampliarán la tarea de Dtr2, pues observaron que son
tantas las alusiones al destierro dentro de la HD que es necesario postular que Dtr2 intervino
en muchos más textos (cf. por ej. Dt 4; Jo 23; 1Re 8; 2Re 17, etc.).2
Es muy interesante, “el análisis que hace Nelson de los “sumarios reales” hallados
antes de Josías y los correspondientes a los últimos cuatro reyes de Judá. Los primeros
despliegan una fascinante diversidad dentro de una unidad general de expresión; los
segundos son solo ocho palabras, secas y descoloridas. La explicación más plausible de este
cambio estilístico es que aquí tenemos una torpe imitación de algún editor suplementario,
no la variedad libre y creativa del autor original.”3
2. La escuela de Göttingen
y la teoría de los estratos deuteronomistas sucesivos
2
Cf. R.D.NELSON, The Double Redaction of the Deuteronomistic History, Sheffield, JSOT Press, 1981.
3
R.M.ROMÁN, “El legado de Martin Noth”, en AA.VV., «Donde está el Espíritu, está la libertad.» Homenaje
a Luis Heriberto Rivas con motivo de sus 70 años, Buenos Aires, San Benito, 2003, 76. Cf. también
R.D.NELSON, The Double, 32.38.
4
Cf. La versión original de R.SMEND está en alemán y es del año 1971 presentamos una traducción: “The
Law and the Nations: A Contribution to Deuteronomistic Tradition History”, en G.KNOPPERS –
J.MCCONVILLE, Reconsidering Israel and Juda: Recent Studies on the Deuteronomistic Studies, Winona
Lake, Sources for Biblical and Theological Study, 2000, 95,110.
~4~
suerte y éxito en tus empresas. 9 ¿No te he mandado que seas fuerte y valiente? No tengas miedo ni te
acobardes, porque Yahvé tu Dios estará contigo adondequiera que vayas." (Jo 1,2-9)
“Estos son los pueblos que Yahveh dejó subsistir para probar con ellos a Israel, a cuantos no habían conocido
ninguna de las guerras de Canaán.” (Jc 3,1)
Según 3,2 “era sólo para que aprendieran las generaciones de los hijos de Israel,
para enseñarles el arte de la guerra; por lo menos los que antes no lo habían conocido”.
Mientras que en 2,20-21 y 3,4 las razones son otras, parecen aportar una corrección:
“Se encendió la ira de Yahveh contra el pueblo de Israel y dijo: «Ya que este pueblo ha quebrantado la alianza
que prescribí a sus padres y no ha escuchado mi voz, tampoco yo arrojaré en adelante de su presencia a
ninguno de los pueblos que dejó Josué cuando murió».” (Jc 2,20-21)
“(los cinco príncipes de los filisteos y todos los cananeos, los sidonios y los hititas)… sirvieron para probar
con ellos a Israel, a ver si guardaban los mandamientos que Yahveh había prescrito a sus padres por medio de
Moisés.” (Jc 3,3a.4)
Estos textos constituyen así, según Dietrich, un estrato deuteronomista distinto que
se caracteriza principalmente por su interés por los profetas, y por su insistencia en el hecho
de que la palabra profética se cumple si excepción. Además, DtrP habría interpolado en la
HD las tradiciones sobre Elías y Eliseo, así como otros relatos proféticos. Para Dietrich, la
actividad de este redactor se limitaría a los libros de Sa y de los Re (por ej. 2Sa 12). El
~5~
orden de las redacciones que postula sería: “DtrH hacia el 580, DtrN hacia el 560 y DtrP
entre los dos. (¡Tres ediciones de una obra colosal en 20 años! ¿?)”5
Mientras que Smend había limitado su análisis solo a los libros de Jo y Jc,
T.Veijola, otro discípulo de Smend, se ha ocupado especialmente de la actividad de DtrN
en los libros de Samuel. Según Veijola, DtrH es más reducido que el Dtr de Noth; DtrP y
DtrN desempeñan así un papel importante en la formación de los libros de Sa y de los Re.
Veijola sostiene que cada uno de los tres Dtr tenía una idea y una presentación diferente de
David. Los textos favorables a la monarquía en 1Sa 8-12 provendrían de DtrH; DtrP, en
cambio, habría sido el primero que tuvo una visión negativa de la monarquía, y sobre todo
habría bosquejado un cuadro sombrío de David bajo la influencia del pecado. Para DtrP
solo los profetas son “siervos” de YHWH. Por lo que respecta a DtrN, también él habría
dirigido una mirada crítica a la monarquía (cf. 1Sa 8,6-22; 12); pero no obstante habría
tratado de exculpar a los reyes fundadores, David y Salomón (cf. 1Re, 35-37.46-48; 2,3-4).
“El trabajo de estos tres exégetas ha sido y es impresionante, y aporta a la historia
deuteronomística prácticamente un estudio acabado de sus libros: Jo y Jc (Smend), Sa
(Veijola) y Re (Dietrich).”6
3. El debate actual
Diversas posiciones defendidas
La posición «neo nothiana»: J.Van Seters y S.McKenzie son los defensores más
brillantes de una versión radical del modelo de Noth, ambos mantienen la hipótesis
de la existencia de un solo autor Dtr, responsable de una obra histórica que va de Dt
hasta Re. Van Sters desarrolla considerablemente la concepción de Dtr como autor,
responsable de la mayoría de la redacción de los textos de la HD. No niega la
existencia de fuentes utilizadas por el Dtr, pero a diferencia de Noth, no cree en la
posibilidad de reconstruirlas sistemáticamente. Los textos que se encuentran en
contradicción flagrante con la teología del Dtr son considerados como añadidos
posteriores (ej. 2Sa 9-20).
5
Cf. R.M.ROMÁN, “El legado”, 77. Román expone la inmensa lista de citas que Dietrich analiza
minuciosamente.
6
Cf. Ibidem., 78.
7
Cf. A.CAMPBELL – M.O´BRIEN, Unfolding the Deuteronomistic History: Origins, Upgrades, Present Text,
Minneapolis, Fortpress, 2000; A.CAMPBELL, 1 Samuel, FOTL, Michigan, Eerdmans, 2003.
~6~
estratos redaccionales, pues los multiplican en demasía perdiendo coherencia en el
plano redaccional y teológico.
“Que los dioses nombrados en esta tablilla del tratado hagan tu suelo tan estrecho como un ladrillo… Así
mismo, que la lluvia que la lluvia no caiga de un cielo de bronce… En lugar de rocío, que carbones ardientes
lluevan sobre tu país… Que Ninurta, el primero entre los dioses, te abata con su flecha feroz; que llene la
llanura con tu sangre, que alimente con tu carne al águila y al buitre” (Tratado de Asaradón, 672, a.C.)
“Que el cielo sobre tu cabeza sea de bronce y la tierra bajo tus pies de hierro.
Que el Señor te mande en vez de lluvia polvo, y haga bajar ceniza del cielo, hasta que seas exterminado.
Que el Señor te haga caer derrotado ante tu enemigo: saldrás a atacarlo por un camino y por siete caminos
huirás; serás el espanto de todos los reinos de la tierra; será tu cadáver pasto de las aves del cielo y de las
bestias de la tierra, y no habrá quien las espante.” (Dt 28,23-26)
8
Investigación empírica realizada por un autor que cita sus fuentes.
9
Cf. T. RÖMER, The So-Called Deuteronomistic History. A Sociological, Historical and Literary
Introduction, London, T&T Clark, 2007; A. DE PURY – T. RÖMER – J. MACCHI, Israel Constructs its History
Deuteronomistic Historiography in Recent Research, Sheffield, JSOT Press, 2000, 25-141.
~7~
Partiendo de esta observación, parece plausible buscar los primeros deuteronomistas
entre los funcionarios de la corte de Jerusalén, porque era en ella donde se tenía
conocimiento de los documentos de los soberanos asirios. Esta conclusión parece
corroborada por el relato bíblico de 2Re 22-23 que narra la llamada reforma de Josías, y
que debe ser visto como el mito fundador de la escuela deuteronomista (con N.Lohfink
conviene evitar el término «movimiento deuteronomista»). Aún cuando este relato contiene
pocos elementos históricos, ciertamente refleja el hecho de que bajo Josías comenzó la
fijación por escrito de textos «deuteronomistas».
No obstante, es dudoso que la primera edición de la HD date de esta época, como
pretende la escuela de Cross. En efecto, todos los grandes discursos y capítulos de reflexión
que, según Noth, constituyen el esqueleto de la historia deuteronomista presuponen la
destrucción de Judá y no pueden en ningún caso ser datados en el siglo VII; por
consiguiente, es imposible reconstruir un relato deuteronomista que iría de Dt a 2Re y se
remontaría a la época pre exílica. Esto no impide que varios textos se expliquen mejor en
un contexto pre exílico que exílico, como se ha visto anteriormente; éste es el caso,
especialmente de los relatos triunfales de la conquista en Jo 2-11, o también de la promesa
hecha a David de una dinastía eterna en 2Sa 7. Hay que imaginar probablemente la
existencia de una biblioteca deuteronomista en el Templo de Jerusalén, que habría reunido
diferentes rollos donde se contenían los textos deuteronomistas. Lohfink postuló en 1981 la
existencia de un «DtrL» (un Dtr que narra la conquista –Landnahme en alemán–), que
habría editado bajo Josías un rollo donde se contendría el núcleo del Dt y de Jo, con el
propósito de legitimar la política de expansión militar de Josías. Otro rollo contenía sin
duda la historia de la monarquía (Sa – Re) que, según el modelo de los anales del Oriente
Bíblico, elogiaba al rey reinante presentándolo como un sucesor digno del fundador de la
dinastía.
10
Los libros del tetrateuco a pesar de contener textos deuteronomistas no tiene alusiones al exilio babilónico
en Gn – Nm (excepto Lv 26,27-33 un texto muy tardío). La independencia de Dt en el plano del lenguaje es
manifiesta en el pentateuco (las expresiones típicas en Dt – 2Re están casi ausentes en el tetrateuco). Así
mismo, los libros Gn – Nm no contienen discursos comparables a los encontrados en Dt (prototipo de todos
los discursos de la obra), Jo 23, 1Sa 12, etc.
~8~
habitantes, se comprende mejor en la perspectiva de un desterrado que en la de alguien que
hubiera quedado en Palestina. También la oración de Salomón que manda a orar vueltos a
Jerusalén y al Templo parece presuponer la perspectiva del desterrado: “si en el país de los
enemigos que los hayan deportado se vuelven hacia ti de todo corazón y con toda el alma,
si te suplican en dirección al país que diste a sus padres, a la ciudad que tú has elegido y a
la Casa que yo edifiqué para tu Nombre, escucha tú desde el cielo, desde el lugar donde
habitas, esa oración y esa súplica y hazles justicia” (1Re 8,48-49).
Contrariamente a los libros de la Crónicas, que terminan con el edicto de Ciro y la
perspectiva de una restauración, la época persa no está directamente presente en los libros
de Dt – 2Re. Esto confirma la hipótesis tradicional según la cual la redacción/es de la
historia deuteronomista orientadas sobre la problemática del destierro datan de la época
babilónica, antes de la llegada de los persas. Así pues, fue el destierro babilónico lo que dio
origen a la primera construcción de la historia de Israel y Judá, lo cual no excluye en modo
alguno la actividad de otros redactores en la época persa. Los altos funcionarios y sus
descendientes que habían sido deportados se encontraban de hecho en una situación
material acomodada. Se puede incluso imaginar, pero este dato sigue siendo especulativo,
que pudieron llevar consigo al exilio una parte de los rollos del palacio o del Templo.
La construcción de la historia deuteronomista en Babilonia puede ser comprendida
como una respuesta a la crisis identitaria a la que se enfrentaban los exiliados, una respuesta
destinada probablemente a la enseñanza de la elites de Judá en Babilonia. La explicación de
la catástrofe hace que ésta resulte «comprensible», y la insistencia en la Torah mosaica
como pauta de lectura permite a los destinatarios de esta historia mantener su identidad en
una situación de desarraigo geográfico e ideológico.
Para R. Person la idea de un autor entra en crisis.11 Mientras que Noth hablaba de un
autor como personalidad concreta, Cross proponía dos (pre exílico y exílico) y Smend tres
(DtrH, DtrN, DtrP), Person no pone el énfasis en el “autor” sino en la escuela. Esta escuela
deuteronomista fue semejante a otras parecidas existentes en el Antiguo Oriente, desde
Egipto hasta Persia. Dentro de ellos habría que distinguir: a) los meros copistas; b) los
escribas con capacidad de alterar los textos; c) los que podían crear otros nuevos.
La escuela deuteronomista surgió entre los escribas desterrados a Babilonia. Allí
produjo la primera redacción de la Historia deuteronomista, utilizando fuentes escritas
anteriores. Volvió del destierro con Zorobabel y estuvo al servicio de la administración
persa. Su trabajo consistió sobre todo en la revisión de los textos antiguos y la creación de
otros nuevos. Ideológicamente, favorecían la reconstrucción del templo y la reinstauración
del culto, y probablemente alentaban la esperanza de que Zorobabel llegase a rey. Al no
realizarse esta esperanza, la escuela deuteronomista se refugió en la escatología, hasta que
11
Cf. R. R. PERSON, The Deuteronomistic School. History, Social Setting, and Literature, Atlanta, Society of
Biblical Literature, 2002.
~9~
la misión de Esdras (hacia el 458 a.C.) que trajo “La Ley del Dios del cielo” le hizo perder
el favor de la autoridad persa y terminó desapareciendo.
Algunos textos en Dt – 2Re muestran que la historia deuteronomista fue revisada
durante la época persa.12 Textos como Dt 7; 12,2-7; Jc 3,1-6, al igual que otros que
prohíben los matrimonios mixtos, ponen de manifiesto preocupaciones religiosas y políticas
como la pureza étnica de la comunidad, que se encuentran, por otro lado, en los libros de
Esdras y de Nehemías. También algunos textos «nomistas», que sitúan la Torah por encima
del Templo o que transforman el Templo en lugar de oración y de lectura de la Ley, por ej:
“ 30 Entonces Josué construyó un altar a Yahvé, Dios de Israel, en el monte Ebal, 31 como había mandado
Moisés, siervo de Yahvé, a los israelitas, según está escrito en el libro de la Ley de Moisés: un altar de piedras
sin labrar, a las que no haya tocado el hierro. Ofrecieron sobre él holocaustos a Yahvé e inmolaron sacrificios
de comunión. 32 Josué escribió allí mismo, sobre las piedras, una copia de la Ley que Moisés había escrito
delante de los israelitas. 33 Y todo Israel, sus ancianos, sus escribas y sus jueces, de pie a los lados del arca,
delante de los sacerdotes levitas que llevaban el arca de la alianza de Yahvé, todos, tanto forasteros como
ciudadanos, se colocaron la mitad en la falda del monte Garizín y la otra mitad en la falda del monte Ebal,
según la orden de Moisés, siervo de Yahvé, para bendecir por primera vez al pueblo de Israel. 34 Luego, Josué
leyó todas las palabras de la Ley, la bendición y la maldición, a tenor de cuanto está escrito en el libro de la
Ley. 35 No hubo ni una palabra de cuanto Moisés había mandado que no la leyera Josué en presencia de toda
la asamblea de Israel, incluidas las mujeres, los niños y los forasteros que vivían en medio de ellos.” (Jo 8,30-
35). También se puede ver Dt 6,6-9; 30,1-10; 2Re 23,1-3.
Estos textos se explican sin duda mejor en el contexto de la época persa, cuando las
comunidades de Judá se instalan definitivamente en la diáspora y el culto sinagogal
reemplaza el culto sacrificial por la lectura de la Torah. No cabe ninguna duda de que los
deuteronomistas desempeñaron un papel importante en el debate de las elites judías sobre la
publicación de la Torah.
12
Cf. R. R. PERSON, The Deuteronomistic School, 2002, 31-63.
13
Cf. T. RÖMER, The So-Called Deuteronomistic History. A Sociological, Historical and Literary, London,
T&T Clark, 2007; T. RÖMER, “La historia deuteronomista (Dt – 2Re)”, en T. RÖMER – J. MACCHI – C.
NIHAN, Introducción al Antiguo Testamento, Bilbao, Desclée De Brouwer, 2008, 234-250.
~ 10 ~
comer en tus ciudades el diezmo de tu trigo, de tu mosto o de tu aceite, ni los primogénitos de tu ganado
mayor o de tu ganado menor, ni ninguno de los votos que hayas ofrecido ni tus ofrendas voluntarias, ni los
presentes de tus manos. 18 Sino que en presencia de Yahvé tu Dios lo comerás, en el lugar que haya elegido
Yahvé tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo y tu sierva, y el levita que vive en tus ciudades. Y te regocijarás
en presencia de Yahvé tu Dios por todas tus empresas.
Se dirige a propietarios ricos. Este texto procede de finales del siglo VII (hacia el
620), durante la monarquía. El lugar es el Templo de Jerusalén, y la tribu Judá.
Procede del primer siglo de la época persa (s. V a.C.); se advierte la obsesión por
separarse de los paganos.
Estos tres estratos pueden advertirse también en otros textos, como Jos 7-8; 1 Sam
8-12; 1 Re 8; 2 Re 22-23. Sin duda, es posible que los escribas retocasen un libro o una
sección solamente. Pero la mejor hipótesis de trabajo es distinguir tres estratos
redaccionales correspondientes a tres contextos distintos desde el punto de vista social,
político e histórico: neo-asirio, neo-babilónico y persa.
~ 11 ~
Cross Smend Person Römer
Leyes
MONARQUÍA
Conquista
Dtr 1 Reyes
EXILIO
Dtr 2 DtrG
Historia Historia
DtrG + DtrP dtr dtr
ÉPOCA PERSA
Revisión y Revisión
ampliación con tres
temas
Los nuevos trabajos sobre la Septuaginta pusieron a la luz algunas diferencias con el
Texto Masorético (TM), que invitan a postular cierto trabajo “redaccional” que se continuó
incluso en la época helenista.14 La Septuaginta parece atestiguar a menudo un texto hebreo
anterior al preservado en el TM. En éste último, se encuentran numerosas adiciones con
lenguaje deuteronomista que no están en la Septuaginta.
Jo 1,7:
עב ִ ִּ֔די
ְּ ֹשה
ֶׁ֣ ּתֹורה ֲא ֶׁ֤שר ִצוְּ ֙ך מ
ָ֗ ָ ל־ה
ַ ׂשֹות ְּכ ָכ
֙ לע ֲ
“… de hacer toda la Ley que te mandó Moisés mi siervo…”
14
Cf. E. TOV, The Greek & Hebrew Bible. Collected Essays on the Septuagint, Leiden, Brill, 1999.
~ 12 ~
ποιεῖν καθότι ἐνετείλατό σοι Μωυσῆς ὁ παῖς μου
“… hacer según ordenó a ti Moisés mi siervo”
Jo 8,31-32:
TM “… 31 como había mandado Moisés, siervo de Yahvé, a los israelitas, según está escrito en el libro de la
ֶׁ֣ ַ ) ְּב ֙ספ ֙ר15: un altar de piedras sin labrar, a las que no haya tocado el hierro.
Ley de Moisés ( ּתֹורת מ ִֹּ֔שה
Ofrecieron sobre él holocaustos a Yahvé e inmolaron sacrificios de comunión ( ) ְּש ָל ִ ִֽמים16. 32 Josué escribió allí
mismo, sobre las piedras, una copia de la Ley que Moisés ( משנ ֙ה ּתֹו ַ ֶׁ֣רת מ ִֹּ֔שה
ְּ ) había escrito delante de los
israelitas.17”
LXX “… 31 como Moisés, siervo del Señor mandó a los hijos de Israel, según está escrito en la ley de Moisés,
un altar de piedras sin labrar, sobre el cual el hierro no se había levantado, y ofreció ahí un holocausto al
Señor, y un sacrificio de salvación ( θυσίαν σωτηρίου ). 32 Y escribió Josué sobre las piedras la ley ( τὸ
δευτερονόμιον ), la ley de Moisés ( νόμον Μωυσῆ ), el cual escribió ante los hijos de Israel.”
15
Expresión de Ne 1,1
16
שלם: Así singular sacrificio. En plural es el nombre técnico del sacrificio de communion, también de
alianza o de paz. Es una expresión de la teología sacerdotal cf. Ex 24,5; 32,6; Lv 3,1.6; 4,10.26; Dt 27,7.
17
Se cumple la Torah, se la copia; y lo primero que hace Josué es un altar, cf. Dt 27; Gn 12,7; 13,18; 22.
~ 13 ~
Fuentes de la historia deuteronomista
Por lo que respecta a la llamada época de los Jueces, los deuteronomistas integraron
sin duda en su presentación un «libro de salvadores» que vio la luz en el reino del Norte, en
el seno de medios hostiles a una monarquía centralizada. Probablemente, en la época de la
dinastía de Jehú, que fue como Abimelec un usurpador. Tal vez, en Jc 5,12 haya una
alusión a 2Re 10,1-9, el baño de sangre que provocó Jehú entre los miembros de la dinastía
de Omrí (841 a.C.). En efecto, todos los episodios de Jc 3-12 se sitúa en el horizonte
geográfico del reino de Israel y no en el de Judá.
18
F. STENDEBACH, Introducción al Antiguo Testamento, Barcelona, Herder, 1996, 166.
19
La alta datación resulta improbable (bajo David cf. Vermeylen, bajo Salomón cf. Weiser, bajo Roboán cf.
Grønbaek), pues tras los descubrimientos arqueológicos recientes, que sugieren que la administración
jerosolimitana no tuvo los recursos socio – económicos necesarios para componer obras de envergadura, es
improbable suponer su datación antes de finales del siglo VIII a.C. Hay que pensar que se trata de un
documento compuesto para glorificar a los príncipes davídicos en la corte de Jerusalén, cuando ésta se dota
progresivamente de una verdadera administración y comienza a desempeñar un papel económico, aún cuando
sea poco significativo, después de la desaparición del reino del Norte.
~ 14 ~
Para la presentación del libro de los Reyes, los deuteronomistas tuvieron acceso a
los anales de Israel y de Judá (cf. pag. 2 de esta guía). El establecimiento de anales reales
era una práctica común en todo el Oriente Bíblico, y es muy probable que tales anales
existieran en la corte de Samaría y Jerusalén. Es muy probable que algunos refugiados que
abandonaron Samaría, convertida en provincia asiria, aportaran a Judá documentos
procedentes de la corte y de los santuarios. Éste es, sin lugar a dudas el caso de las historias
de Elías y Eliseo, que en su origen existían como unidades independientes y que un
redactor (¿el Dtr?) secuenció los relatos tal como hoy los encontramos. También proceden
otros relatos proféticos que se encuentran ahora en los libros de Reyes (cf. por ej. 1Re 13;
20; 22,5-28).
20
Cf. G. FOHRER, Introduction to the Old Testament, Nashville, Abingdon, 1968, 231-237.
~ 15 ~
La finalidad de la historia deuteronomista
M. Noth tiene una visión pesimista de la obra deuteronomista, para él, el Dtr “vio
claramente el juicio divino que había causado el colapso de Israel como nación como algo
final y definitivo y no expresó ninguna esperanza para el futuro, ni siquiera en la muy
modesta y simple forma de un deseo de que el pueblo deportado y disperso pudiera volver a
reunirse”.21
Existieron tres propuestas diferentes a la de Noth sobre la finalidad de la obra
deuteronomista:22
b) En 1961 volvía sobre el tema H.W. Wolff. Tomando una opción moderada entre las
dos posturas pesimista y optimista de Noth y von Rad respectivamente, Wolff
afirma que:
21
Cf. M. NOTH, The Deuteronomistic History, Sheffield, JSOTSup 15, 1991, 143. Tomamos la cita traducida
de R.M. ROMÁN, “El legado”, 71.
22
Seguimos para la exposición de los siguientes tres autores el status questionis de: J.L. SICRE, "La
investigación sobre la Historia Deuteronomista desde Noth a nuestros días", EstBíb 54 (1996) 399-403.
23
G. VON RAD, Estudios sobre el Antiguo Testamento, Salamanca, Sígueme, 1975, 189.
~ 16 ~
destrucción de Jerusalén y el destierro es el segundo (castigo). El autor Dtr
pretende que sus contemporáneos den ahora el tercero (conversión), para que
Dios realice el cuarto (salvación).
c) Frank Cross que sostiene la idea de dos ediciones, una anterior al exilio y otra
posterior, desde ya que hace notar grandes diferencias en los objetivos de una y otra
edición. Ciertamente, la edición anterior al exilio debía de estar marcada por un
espíritu muy distinto. No es lo mismo escribir la historia del pueblo en un momento
de optimismo y euforia nacional que escribirla cuando todas las esperanzas se han
hundido.
Cross está de acuerdo con Noth que para el Dtr no hay esperanza, y respecto a los
textos sobre la conversión, en los que insiste Wolff, los toma todos como de la primera
edición preexílica.
~ 17 ~
Bibliografía de referencia y de consulta
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Present Text, Minneapolis, Fortpress, 2000.
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2007.
FOHRER, G., Introduction to the Old Testament, Nashville, Abingdon, 1968.
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MCKENZIE, S.L. - GRAHAM, M.P. (EDS.), The History of Israel's Traditions. The Heritage of
Martin Noth, Sheffield Academic Press, Sheffield, 1994.
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Press, 1981.
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History, Sheffield, JSOTSup, 19912.
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libertad.» Homenaje a Luis Heriberto Rivas con motivo de sus 70 años, Buenos Aires, San
Benito, 2003, 59-94.
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Introducción al Antiguo Testamento, Bilbao, Desclée De Brouwer, 2008, 234-250.
RÖMER, T., The So-Called Deuteronomistic History. A Sociological, Historical and Literary
Introduction, London, T&T Clark, 2007.
SICRE, J.L., "La investigación sobre la Historia Deuteronomista desde Noth a nuestros
días", EstBíb 54 (1996) 361-415.
SICRE, J.L., “La historia deuteronomista”, en Introducción al Antiguo Testamento, Estella,
Verbo Divino, 1998, 133-160.
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History”, en G.KNOPPERS – J.MCCONVILLE, Reconsidering Israel and Juda: Recent Studies
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TOV, E., The Greek & Hebrew Bible. Collected Essays on the Septuagint, Leiden, Brill,
1999.
VON RAD, G., Estudios sobre el Antiguo Testamento, Salamanca, Sígueme, 1975.
i
El siguiente apunte está realizado sobre la presentación que hace del tema T.RÖMER en su
Introducción al AT, por lo tanto, nunca lo citamos aún cuando lo estemos trascribiendo.
~ 18 ~