Está en la página 1de 73

See

discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/313469479

Prospección de hongos antagonistas en la


provincia de Cienfuegos. Efectividad y
posibilidades de reproducción de cepas...

Thesis · January 2002


DOI: 10.13140/RG.2.2.20959.46245

CITATIONS READ

0 1

3 authors, including:

Leonides Castellanos
Universidad de Pamplona
118 PUBLICATIONS 33 CITATIONS

SEE PROFILE

Some of the authors of this publication are also working on these related projects:

Yo estoy trabajando en UNIPAMPLONA View project

Empleo de las herramientas del SIG y los análisis geoestadísticos para el perfeccionamiento de los
servicios de la sanidad vegetal en Cienfuegos View project

All content following this page was uploaded by Leonides Castellanos on 08 February 2017.

The user has requested enhancement of the downloaded file. All in-text references underlined in blue are added to the original document
and are linked to publications on ResearchGate, letting you access and read them immediately.
UNIVERSIDAD AGRARIA DE LA HABANA

Prospección de hongos antagonistas en la provincia


de Cienfuegos. Efectividad y posibilidades de
reproducción de cepas nativas de Trichoderma
spp.

Autor: Ing. María Elena Lorenzo Nicao


Tutores: Dr. Leónides Castellanos González
Dra. María Ofelia López Mesa

Tesis para optar al grado de


Master en Ciencias Agrícolas

2002
RESUMEN

En el presente trabajo se expone un estudio de prospección de cepas nativas de hongos


antagonistas en la provincia de Cienfuegos, realizado en el período comprendido entre los
años 2000 – 2001. Este se desarrolló en las empresas Cítrico Arimao, Pecuaria El Tablón,
Tropiflora y Forestal Integral, así como en el Envasadero de Cítrico, pertenecientes al
municipio de Cumanayagua. Además se incluyó el Frigorífico de la Empresa Cuba Cítricos en
Cienfuegos. Se evaluó el efecto antagónico de las cepas nativas de Trichoderma spp, frente a
hongos patógenos postcosecha aislados de frutos cítricos Colletotrichum gloeosporioides
Penz, y Alternaria citri Ellis & Pierce apaud Pierce, así como la factibilidad de reproducir las
cepas más promisorias por la tecnología actual de reproducción del biopreparado a base
Trichoderma spp. Se aislaron cepas nativas de nueve géneros de hongos Trichoderma,
Penicillium, Fusarium, Acremonium, Paecilomyces, Colletotrichum, Rhizopus, Mucor y
Aspergillus, los cuales incluyen especies beneficiosas de una forma u otra para la agricultura
en Cienfuegos. Se identificaron 10 cepas nativas de Trichoderma pertenecientes a
Trichoderma spp. Sección Trichoderma grupo viride, Trichoderma koningii Oud Sección
Pachybasium y Trichoderma harzianum Rifai Sección Longibrachiatum. Del género
Aspergillus se aislaron seis cepas que se identificaron como Aspergillus flavas Link,
Aspergillus fumigatus Fres, Aspergillus terreus Tom, Aspergillus biplanus Raper y Fennell y
Aspergillus tubimgensis (Schober) Mosseray, de las cuales, las dos últimas constituyen
nuevos informes para la microbiota del suelo cubano. Resultaron efectivas en el
enfrentamiento contra C. gloeosporioides Penz las cepas nativas de Trichoderma C – 3, C – 5,
C – 7, C – 9 y C – 10, todas pertenecientes al grupo viride, las cuales manifestaron un
antagonismo superior a las comerciales cepa A – 34 y cepa C – 66. Las cepas nativas de
Trichoderma C – 7 (Trichoderma sp. Sección Trichoderma grupo viride) y C – 4
(Trichoderma harzianum) manifestaron un efecto antagónico marcado frente al hongo
patógeno Alternaria citri, presentando un comportamiento similar a las cepas comerciales A
– 34 y C – 66. Todas las cepas nativas manifestaron buen comportamiento en el sustrato
cabecilla - paja de arroz, alcanzando mayor título la cepa C – 3 seguida de la C – 5, C – 7
todas del grupo viride, y la C – 4 T. harzianum, las cuales manifestaron un comportamiento
similar o superior a las comerciales A – 34 y C – 66.
INDICE
1. INTRODUCCION 1
2 REVISION BIBLIOGRAFICA 4
2.1 Control biológico de enfermedades 4
2.2 Antecedentes del control biológico 5
2.3 Mecanismo de acción de los antagonistas 5
2.3.1 Antibiosis 7
2.3.2 Competencia 7
2.3.3 Hiperparasitismo 8
2.3.4 Resistencia inducida 9
2.4 Factores ambientales que influyen en el control biológico 9
2.5 Influencia de las prácticas culturales 10
2.6 Técnicas de aplicación de agentes biocontroladores 12
2.6.1 A través del riego 12
2.6.2 Incorporación de sustratos naturales 12
2.6.3 Aspersión en el follaje 13
2.6.4 Incorporación en la semilla º3
2.7 Control biológico de enfermedades fúngicas postcosecha 14
2.8 Principales hongos antagonistas 16
2.9 Generalidades del género Trichoderma 17
2.9.1 Clasificación y descripción taxonómica 18
2.9.1.1 Desarrollo, morfogénesis y esporulación in vitro 19

2.9.1.2. Producción de metabolitos secundarios 20


2.9.1.3 Distribución 21
2.9.2 Utilización de Trichoderma como agente de biocontrol 22
2.9.3 Producción masiva de Trichoderma spp. 23
3 DESARROLLO 25
3.1 3.1 Materiales y métodos 25
3.1.1. Prospección de cepas nativas de hongos antagonistas en Cienfuegos 25
3.1.2. Efectividad in vitro de cepas nativas de Trichoderma spp. contra 27
hongos patógenos post cosecha aislados de frutos cítricos
3.1,3 Reproducción de las cepas nativas de Trichoderma spp. por la 28
tecnología estándar de producción
3.2 Resultados y discusión 31
3.2.1. Prospección de cepas nativas de hongos antagonistas en Cienfuegos 31
3.2.2. Efectividad in vitro de cepas nativas de Trichoderma spp. contra 44
hongos patógenos post cosecha aislado de frutos cítricos
3.2,3 Reproducción de cepas nativas de Trichoderma spp. por la tecnología 50
estándar de producción
4 CONCLUSIONES 51
5 RECOMENDACIONES 53
6. 6 7. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 54
1. INTRODUCCION

El impacto ambiental del uso irracional de los plaguicidas químicos en los agroecosistemas
agrícolas ha motivado la búsqueda de alternativas no químicas en el control de plagas. En los
últimos años ha cobrado gran importancia la utilización de microorganismos como agentes de
biocontrol de los parásitos de las plantas (Castellanos, 2001).

Muchos de los microorganismos que habitan la microflora del suelo son importantes tanto en
los ecosistemas naturales como en los agrícolas, algunos de ellos degradan la materia
orgánica, se alimentan de esta o mantienen bajo regulación las poblaciones de otros
microorganismos y contribuyen de esta forma al reciclaje de los componentes del ecosistema y
al mantenimiento de los mismos (Cuba, 1997).

A nivel mundial en los últimos años se ha demostrado la posibilidad de explotar el control


biológico en el campo de la fitopatología. Los ensayos con antagonistas a escala reducida
dieron lugar a estudios dirigidos al aislamiento y selección a gran escala de agentes biológicos
con propiedades de interferir el crecimiento y desarrollo de fitopatógenos. (INISAV, 1992).

En Cuba el Manejo Integrado de Plagas se ha establecido como forma superior de protección


de las cosechas, el empleo de bioplaguicidas se utiliza en sustitución de los plaguicidas
químicos, Rosset y Benjamin (1994). Los mayores avances en los agentes de biocontrol
contra enfermedades se han obtenido con especies del género Trichoderma spp. (Stefanova y
col., 1995; Rodríguez y Sandoval, 1995; Castellanos y col., 1995), fundamentalmente contra
hongos del suelo, no obstante, Gerlach (1993), señala que los agentes de biocontrol tienen
mayores posibilidades de éxitos contra hongos del suelo y causantes de enfermedades en la
semilla y postcosecha, y en menor escala en los sistemas de acción.

Al respecto Sandoval y col. (1998) comprobaron in vitro la actividad antagónica e


hiperparasitica de diferentes cepas de Trichoderma frente a Fusarium oxysporium f. sp
dianthi (causante de marchitez en el clavel) y otros hongos patógenos que afectan al cultivo.
.

1
Blakerman (1985), plantea que el uso de microorganismos para el control de enfermedades
postcosecha consta de dos vías posibles, uno la de estimular y manejar el antagonista que
existe naturalmente en la superficie del fruto y otra la de introducir y enfrentar los
antagonistas contra los microorganismos patógenos.

Por otra parte, Smilanick y Arrue (1992), argumentan que cuando la fruta se encuentra
almacenada en cámaras frigoríficas es una buena oportunidad para realizar la aplicación del
control biológico a las enfermedades post-cosecha, ya que en este caso la fruta se encuentra
bajo condiciones ambientales controladas de humedad relativa, temperatura y concentración
de gases.

En Cuba Aranguren (1994), realizó estudios in vitro con tres aislados de Trichoderma spp.
frente a los hongos post-cosecha: Diplodia natalensis, Geotrichum candidum y Penicillium
digitatum, demostrando las capacidades antagónicas de las diferentes especies de
Trichoderma utilizadas. Estas mostraron ser muy prometedoras por sus resultados para el
control de pudriciones post-cosechas en cítrico, no obstante, no se conoce la utilización
práctica del biopreparado para el control de estas enfermedades en el país.

La liberación de biopreparado a partir de cepas autóctonas más adaptadas a las condiciones


edafoclimáticas de cada región y menos ajenas a ese agroecosistema, permitirá reducir aún
más la ruptura de los equilibrios establecidos naturalmente entre las diferentes especies,
cuando se liberan agentes de biocontrol (Castellanos, 2000).

Teniendo en cuenta los anteriores antecedentes y que en Cienfuegos no se han realizado


estudios sobre cepas nativas se trazó la siguiente hipótesis:

La búsqueda de cepas nativas de hongos antagonistas, la evaluación del potencial


biocontrolador de las de Trichoderma contra hongos postcosecha y sus posibilidades de
reproducción masiva permitirá la diversificación de este biopreparado con una menor ruptura
del equilibrio natural.

2
Para confirmar la hipótesis se trazaron los siguientes objetivos:

1. Realizar la prospección de cepas nativas de hongos antagonistas en Cienfuegos.

2. Evaluar la efectividad in vitro de cepas nativas de Trichoderma spp. contra hongos


patógenos post-cosecha aislados de frutos cítricos.

3. Evaluar la posibilidad de reproducción de las cepas nativas de Trichoderma spp.

3
2. REVISION BIBLIOGRAFICA

2.1. Control biológico de enfermedades

El término control biológico o biocontrol de enfermedades fúngicas ha experimentado desde el


comienzo de su utilización cambios en cuanto a su contenido y definición, siendo la más
aceptada la indicada por Baker (1987), quien define al control biológico como la reducción
del inoculo o de la actividad productora de enfermedad del microorganismo patógeno, debido
a uno o más microorganismos incluida la planta huésped y excluido el hombre.

Por otra parte, Snyder (1960), citado por Mehrotra (1988), definió al control biológico como
una táctica para interrumpir las actividades del microorganismo patógeno, tomando como base
la resistencia de la planta, a través del mejoramiento genético y modificaciones de las prácticas
culturales para disminuir la infección.

Baker (1974), lo definió como la reducción de la actividad metabólica del inóculo patógeno
en su estado activo o latente por uno o más organismos teniendo en cuenta la manipulación del
medio ambiente, hospedero entre opción de organismos antagonistas.

Mehrotra (1988), refiere la existencia de cuatro componentes en el concepto de control


biológico los factores incluidos son: hospederos susceptibles, organismos patógenos,
condiciones ambientales favorables para el inicio de la infección y el cuarto componente lo
constituye el curso de la enfermedad. Nigam y Mukerji (1988), plantearon que el control
biológico no presenta grandes variaciones, sin embargo el concepto actual no solo incorpora la
introducción de antagonistas en los sistemas de producción sino también incluye la
manipulación del medio ambiente, manejo de residuos de cosecha y un amplio número de
prácticas culturales que aseguran el éxito del control.

Al respecto, Cook y Baker (1983), señalan que el control biológico no es más que el resultado
de la reducción de la densidad de inóculo o de la actividad de un microorganismo patógeno en

4
estado activo a latente donde actúan uno o más organismos en forma natural o mediante la
introducción de antagonistas.

2.2. Antecedentes del control biológico

El control biológico ha sido utilizado por el hombre desde los inicios de la agricultura. En
Europa durante el tercer y cuarto milenio se utilizo el barbecho como la técnica principal de
los sistemas de producción, posteriormente se introdujeron sistemas de rotación para disminuir
la incidencia de enfermedades e incrementar la fertilización del suelo (Campbell, 1989).

El término control biológico de enfermedades unido al control biológico de plagas de insectos


fue descrito por Howard en (1916) y Smith en (1919) (Cook, 1983). No fue hasta 1920 que
se registra un repentino incremento de las publicaciones haciendo referencia al control de
enfermedades mediante la utilización de hongos antagonistas (Campbell, 1989).

En las últimas décadas el mercado para los productos biológicos generados para el control de
enfermedades ocupó solo el 0,45% del mercado global de los agroquímicos. Dentro de los
agentes biológicos más comercializados se citan: Bacillus thuringiensis, Beauveria spp.,
Metharrizium spp., Trichoderma spp.; Pseudomonas spp. y nemátodos del género
Steinernema. Es importante mencionar que los bioplaguicidas obtenidos de los agentes antes
mencionados presentan limitantes, especificidad, sensibilidad a factores ambientales,
problemas con las dosis de formulación y algunos problemas de calidad en la producción a
escala industrial debido a la presencia de algunos contaminantes (Powell y Jutsum, 1993).

2.3. Mecanismo de acción de los antagonistas

El control biológico puede presentarse de forma natural o de forma inducida, cuando ocurre
naturalmente trae consigo un balance ecológico entre los microorganismos patógenos y sus
antagonistas (Webber, 1986). El control biológico inducido se origina por la manipulación
directa e indirecta de los microorganismos, al provocar un incremento de los agentes
controladores sobre las especies de plagas (Nigam y Mukerji, 1988). Esta forma de control es

5
auxiliada por dos métodos, el primero conocido como antagonismo que en él están
comprendidos tres mecanismos de acción: antibiosis, competencia y parasitismo (predación
directa e hiperparasitismo), y el segundo modo es conocido como resistencia inducida (Cate,
1990).

Baker (1985), señala la relación que existe entre los principales mecanismos de acción del
control biológico inducido, incluye en esto el ambiente, hospedero, patógeno, antagonismo,
resistencia inducida y agente biocontrolador.

Al respecto, Cook y Baker (1983), plantean que los investigadores dedicados al control
biológico inducido han considerado cinco elementos importantes para obtener buen éxito,
entre ellos se encuentran: reducir la densidad de inoculo, reemplazo del patógeno con
organismos saprófitos, supresión de la germinación e interferencia en la patogénesis,
protección de infección y protección de cultivos.

El antagonismo es una consecuencia de la interacción que existe entre las poblaciones (Odum,
1972). Este mecanismo de acción se percibe mejor cuando influyen factores internos y
externos en el comportamiento de la población (Singh y Faull, 1988).

El suelo se divide en dos nichos ecológicos: masa de suelo (zona no colonizada) y rizosfera
(zona que existe alrededor de las raíces), su existencia esta en función del tiempo y el espacio,
situación esta que favorece a los microorganismos antagonistas y patógenos que habitan en
estos sitios. Los antagonistas generalmente se encuentran en la masa de suelo, ya sea en forma
de propágulos latentes o de micelio saprofito. La función principal de estos organismos es
sanear el suelo a través de la colonización del sustrato para evitar el establecimiento de
microorganismos patógenos. Una vez establecidos los colonizadores no patogénicos
mantienen el sustrato de desarrollo mediante su mecanismo de acción (Singh y Faull, 1988).

Papavizas y Lumsden (1980), señalan que el antagonismo en el suelo es influenciado por la


incorporación de nutrientes en forma de compost, abonos verdes y otras sustancias nutritivas
que activan la germinación de los propágulos patogénicos, los cuales, en ausencia de un

6
hospedero entran en competencia por nutrientes con los antagonistas y cuando se agotan, los
microorganismos patógenos perecen antes de generar nuevas estructuras de resistencia.

Dentro de la acción biorreguladora de los antagonistas se han descrito diferentes mecanismos


de acción para controlar el desarrollo de hongos patógenos, entre los que se encuentran:
antibiosis, competencia (por espacio y nutrientes), interacciones directas con el patógeno
(micoparasitismo, lisis enzimática) e inducción de resistencia (Leal, 2000).

2.3.1. Antibiosis

El proceso en el cual los metabolitos secundarios de un microorganismo inhiben directamente


o matan a otro, se conoce como antibiosis (Baker, 1985). Algunos organismos productores de
antibióticos son saprofitos que dependen de los recursos de carbono y nitrógeno disponibles en
el suelo. Los antibióticos actúan en áreas no localizadas, manteniendo su posición en la
superficie del sustrato para excluir a los microorganismos patógenos durante cierto período de
tiempo (Cate, 1990).

Por otra parte, (Wells, 1988), señala los efectos que produce este antagonista en la
degradación de la β-1,3 glucosaza, quitinaza y celulosa, su actividad enzimática y antibiótica
están íntimamente combinadas para ocasionar un amplio espectro biocontrolador.

Según Lorito y col. (1992), Trichoderma spp. posee la habilidad de controlar hongos
patógenos de las plantas. La presencia de quitina en este biocontrolador juega un papel
fundamental, ya que degrada la quitina de la pared celular de los hongos inhibiendo su
crecimiento micelial y la germinación de esporas.

2.3.2. Competencia

Un importante y posible mecanismo de acción antagónica lo es la competencia, un factor


esencial para que exista ésta, es que halla escasez de un elemento, si hay exceso no hay
competencia (Leal, 2000).

7
Guzmán y col. (1993), señalan que la presencia de Trichoderma spp. en los suelos de todo el
mundo es una evidencia de que este género es un excelente competidor por espacio y recursos
naturales.

La competencia se divide en dos tipos, competencia intraespecífica e interespecífica, estos


tipos de competencia son importantes ya que pueden determinar clase y número de organsmos
(Singh y Powell, 1988). La competencia intraespecífica es un factor importante en aquellas
poblaciones que pueden ser regulables por sí misma, ya que se compite por espacio y se
mantiene un control efectivo sobre la misma población. La competencia interespecífica se
torna importante cuando existen dos o más especies estrechamente relacionadas y adaptadas al
mismo sitio o a uno similar, sí la competencia es rigurosa, una de las especies puede ser
eliminada por completo o forzada a emigrar a otro sitio; o bien las especies involucradas
pueden ser capaces de vivir juntas a densidades reducidas compartiendo los recursos en alguna
manera de equilibrio (Odum, 1972).

2.3.3. Hiperparasitismo

Los términos parasitismo, micoparasitismo, parasitismo directo y parasitismo entre hongos,


son usado en referencia al fenómeno de parasitismo de un hongo sobre otro. El
hiperparasitismo generado por hongos provoca una serie de daños morfológicos sobre la
especie blanco, esta actividad se inicia con la cobertura de las hifas patógenos por el
antagonista, posteriormente succionan los nutrientes y concluye con la lisis de la hifa. Las
interacciones hiperparasiticas pueden ser biotroficas y necrotroficas. Los parásitos biotroficos
consumen los nutrientes de las células vivas del hospedero vía haustorios, mientras que el
parásito necrotrofico se alimenta de las células muertas que son eliminadas a través de la
secreción de toxinas y enzimas extracelulares antes de invadirlas. El grado de
hiperparasitismo es afectado por cambio en la relación carbono – nitrógeno, temperatura, luz,
pH y nutrientes (Singh y Faull, 1988).

8
2.3.4. Resistencia inducida

La resistencia inducida no es específica debido a que sin importar el tipo de agente o


patógeno utilizado como inductor el nivel de resistencia de una planta aumenta ante varios
patógenos, la resistencia contra un determinado patógeno puede inducirse inoculando la planta
con una raza incompatible al patógeno, encontrándose esta en estado joven, considerándose
esta una resistencia inducida local para que esta resistencia se manifieste debe transcurrir un
largo período de tiempo. La resistencia también puede inducirse tratando las plantas con
compuestos naturales como proteínas de los virus, bacterias y de los hongos, los cuales
funcionan como inductores de resistencia local cuando son infestadas y sistémicas cuando son
absorbidas por pecíolos y raíces, a mayor concentración del inductor más rápida es la
resistencia inducida por el hospedante (Agrios, 1995).

2.4. Factores ambientales que influyen en el control biológico

Entre los factores ambientales que afectan el desarrollo de microorganismos encargados del
control biológico, se consideran la nutrición, pH, temperatura, humedad y tipo de suelo.
(Lumsden, 1992).

- Nutrición

La disponibilidad de nutrientes en el suelo es uno de los factores más importantes que


afectan al microparasitismo, debido a que los antagonistas toman la materia orgánica y
nutrientes como alimento base antes de atacar al patógeno (Papavizas, 1985).

- Temperatura del suelo

La temperatura del suelo afecta a los microorganismos que habitan en este, debido a que
no todos tienen la misma capacidad para sobrevivir a la misma temperatura, el rango
establecido para el desarrollo de estas oscila entre los 12 y 30 ° C (Lumsden, 1992).

9
- pH del suelo

Según Chet y col. (1980) y Papavizas (1985), el pH en la mayoría de los suelos agrícolas
es favorable para la actividad de los microparásitos, señalando que algunas necesitan un
pH específico para desarrollarse adecuadamente. La tolerancia al pH que han registrado
algunos antagonistas ha sido de 5.5 a 7.5 Lumsden (1992). Al respecto Harman y col.
(1981) señalan que el pH del suelo ejerce gran influencia sobre el agente en biocontrol,
condiciones ácidas favorecen la actividad de Trichoderma.

- Humedad y textura del suelo

La humedad del suelo afecta directamente al microorganismo, cuando las estructuras de


resistencia de los antagonistas son lavadas, pierden su capacidad germinativa (Adams,
1986). Al respecto, Lumsden (1992), señala que la escasez de agua trae consigo un retardo
en el micoparasitísmo. La humedad y textura del suelo están muy relacionadas ya que el
encharcamiento y el drenaje dependen de la proporción de arena, lino, arcilla y materia
orgánica, elementos fundamentales que influyen en la modificación del medio ambiente del
suelo a favor de los antagonistas (Lumsden y col., 1983).

2.5. Influencia de las prácticas culturales

Las prácticas culturales más comunes que tienen influencia sobre el control biológico son:
incorporación de materia orgánica, solarización, sequía, inundación y modificación del
microclima (Nigam y Mukerji, 1988). Estos mismos autores plantan que éstos tienen
influencia sobre la supresividad del suelo y la inducción de fungistasis.

Baker y Cook (1974), consideraron que los suelos supresivos son aquellos en que el
microorganismo patógeno: no puede establecerse o persistir, se establece, pero causa poco o
ningún daño a las plantas normalmente susceptibles, puede generar la enfermedad y causar
daños por un tiempo, después del cual disminuye la importancia de esta, hasta desaparecer,
aún cuando el parásito persista en el suelo.

10
Según Cook y Baker (1983), el efecto supresor de los suelos se divide en dos clases: supresión
de tipo general y de tipo específica. La mayoría de los suelos poseen o exhiben cierto grado de
resistencia al desarrollo del microorganismo patógeno como forma general de control. La
supresión generalizada para un determinado organismo patógeno está directamente
relacionada con el nivel de actividad microbiana del suelo en un tiempo crítico para el
desarrollo del patógeno, en este período el microorganismo patógeno está en competencia
directa con el resto de los microorganismos del suelo que le rodean. Estos mismos autores
refieren que la supresión específica tiene como base la supresión general y que ésta a su vez se
ve incrementada por las actividades supresoras de un grupo de especies o especies
individuales de microorganismos antagónicos al parásito en un momento crítico de su
desarrollo en el suelo. Al respecto Kloepper y Schroth (1981), refieren que la capacidad
supresora de los suelos está basada en parte a la competencia existente entre los
microorganismo del suelo por fuentes de carbono y energía.

La convivencia de los hongos del suelo con varios microorganismos antagonistas que
producen metabolitos tóxicos trae como resultado que las esporas de muchos hongos que
habitan éstos no puedan germinar, este fenómeno se conoce como fungistasis (Agrios, 1995).

Papavizas y Lumsden (1980), señalan que el fenómeno de fungistasis se eleva a un nivel


superior cuando permite la germinación de propágulos patógenos en presencia de un
hospedero susceptible. Por otra parte, Nigam y Mukerji (1988), plantean que al originarse la
situación antes mencionada lo más conveniente es manipular el ambiente del suelo con la
incorporación de materia orgánica para inactivar el ciclo de la enfermedad con altas
concentraciones de amonio producidas por los compuestos orgánicos.

Cuando se trata de modificar el medio ambiente las prácticas culturales juegan un papel muy
importante, al añadir materia orgánica al suelo, los antagonistas nativos manifiestan el máximo
de su potencial antagónico contra los fitopatógenos (González y Rivas, 2000).

Blakerman (1985), señala que los cambios estacionales modifican las condiciones
atmosféricas sobre la superficie de las plantas provocando cambios en los microorganismos

11
que habitan en ella. Al respecto, Nigam y Mukerji (1988), refieren que el microclima es
difícil cambiarlo, pero la arquitectura y el estado nutricional de la planta puede ser modificado
e intervenir en la población masiva, no obstante la manipulación del ambiente que rodea la
planta contribuye a disminuir la presencia de hongos patógenos y aumentar la actividad del
antagonismo.

2.6. Técnicas de aplicación de agentes biocontroladores

La efectividad de la aplicación de los agentes biocontroladores al ser aplicados, depende del


método de aplicación que se utilice, éstos pueden realizarse por aspersión al follaje,
diseminación directa en el suelo e inoculación a la semilla como tratamiento preventivo (Cook
y Baker, 1983). Según Stack y col. (1998), la aplicación de los agentes biocontroladores
puede ser:

2.6.1. A través del riego

Existen diferentes formas de incorporar los agentes biocontroladores al suelo: uno lo es


mediante la técnica de aplicación directa y otra mediante la incorporación de propágulos en
forma de suspensión a través del riego (Abd – El Moity y Shatla, 1981).

Stack y col. (1988), señalan que cuando el agente es aplicado en la parte superior del suelo el
biocontrol entra en competencia con la fauna nativa disponible, quedando el antagonista
expuesto a los predatores, parásitos y fungistasis, resultando esto un inconveniente.

2.6.2. Incorporación de sustratos naturales

La incorporación de agentes biocontroladores a través de sustratos naturales, dependen en gran


medida del sustrato utilizado. Stack y col.(1988), señalan que los sustratos naturales
proporcionan a los microorganismos el alimento hasta que entra en contacto con su hospedero.

12
Por otra parte, Elad y col. (1981), señalan que el patógeno Rhizoctonia solani fue colonizado
en viveros de fresa con la incorporación al suelo de sustrato natural colonizado por
antagonistas.

En Cuba Brito (1996), sustituyó los sustratos comúnmente utilizados para la reproducción del
antagonista Trichoderma spp. (cabecilla de arroz, harina de maíz, paja de arroz y cáscara de
café), por trigo y sorgo de desecho, comprobando que éstos, unidos con el antagonista e
incubados en sobres de papel, pueden llegar a alcanzar concentraciones entre 7 x 109 y 1,4 x
1010, además de comprobar su efectividad y desplazamiento sobre Rhizoctonia solani y
Sclerotium rolfsii.

2.6.3. Aspersión en el follaje

El control de hongos fitopatógenos del follaje generalmente se realiza a través de la aspersión


directa de los agentes sobre la planta (Stack y col., 1988).

Cullen y Andrews (1985), señalan que los factores físicos que afectan la eficacia del control
son las dosis de aplicación, horario de aspersión y tipo de adherente empleado. Por otra parte,
Stack y col. (1988), refieren como desventaja para el uso de las aplicaciones foliares las
variaciones de temperatura y humedad que perjudican la sobrevivencia de los agentes
haciendo necesario el incremento del número de aplicaciones.

2.6.4. Incorporación en la semilla

La inoculación de semillas con microorganismos antagonistas seleccionados del suelo, tienen


como función la protección de las plantas contra los microorganismos fitopatógenos que
puedan existir en el y estimular el crecimiento de los cultivos (Mehrotra y col., 1988).

Los antagonistas incorporados a la semilla ofrecen un excelente potencial del control contra
hongos patógenos que afectan a ésta. Bernal (1996), comprobó la actividad beneficiosa y

13
estimulante para el incremento de la germinación y calidad de la semilla, mediante tratamiento
en inmersión con Trichoderma harzianum al 10%.

Por otra parte, Andreu y col. (1995), aplicaron el biopreparado T. viride (Ts-III) por el método
de inmersión a estacas de caña de las variedades Jaronú 60-5 y Cuba 1051, comprobaron una
disminución de las afectaciones causadas por Fusarium moniliforme y Chalara paradoxa,
además observaron incremento en el ahijamiento de las estacas.

2.7. Control biológico de enfermedades fúngicas postcosecha

Baker (1987), señala que existen dos vías posibles para explorar y buscar soluciones, para el
control de enfermedades postcosechas y verduras, tales como:

 Uso de microorganismos antagónicos.


 Uso de fungicidas naturales derivados de metabolitos de la planta.
 Manipulación de resistencia en productos recolectados.

Por otra parte, Blakermam (1985), señala dos vías posibles para controlar las enfermedades
postcosecha, mediante la utilización de microorganismos antagónicos, uno lo es, estimular y
manejar los antagonistas que ya existen naturalmente en la superficie del fruto o introducir
artificialmente al antagonista contra los patógenos. Este mismo autor refiere que existen
antagonistas naturales en la filosfera y rizosfera de las plantas que pueden contribuir a
contrarrestar el desarrollo de los patógenos, así como ser aprovechados en los sistemas de
manejo de plagas.

Tuset (1999), señala que el empleo de agentes microbiológicos antagonistas, incluye bacterias
y hongos como una prometedora alternativa al uso de fungicidas, además de referir resultados
satisfactorios en el control de Penicillium spp. con especies bacterianas del género
Pseudomonas (P. cepacia, P. fluorescens y P. syringae), y del género Bacillus (B. subtilis) y
micotas como las levaduras Pichia guilliermondii, Candida oleiphila y Candida sake.

14
En este sentido, Sanz (1998), reafirmó que las levaduras naturales pueden ser antagonistas
muy efectivos, con capacidad para el control de Penicillium expansum y posibilidades de
control contra hongos postcosecha que causan podredumbres al fruto Rhizopus y Alternaria.

Por otra parte, Viñas (1977), al referirse a los antagonistas y los tratamientos postcosecha,
señala que estos deben sobrevivir y ser efectivos después de la exposición a los tratamientos
de postcosecha y en las condiciones de almacenamiento, además de ser competitivo por
espacio y/o nutrientes.

Tuset (1999), señala que cuando un microorganismo va a ser empleado como antagonista en
postcosecha, además de estudiar su poder inhibitorio, se deben tener en cuenta otros factores:

 Estabilidad genética.
 Efectividad a bajas concentraciones.
 Poca exigencia en cuanto a necesidades nutricionales (incluida las bajas temperaturas y el
almacenamiento bajo condiciones controladas).
 Efectividad para un gran número de patógenos y para diversos frutos y vegetales.
 Tener capacidad para reproducirse en medios de crecimientos que sean económicos.
 Formulación estable en el tiempo.
 Fácil de aplicar.
 No productores de metabolitos secundarios, que sean perjudiciales al hombre y animales.

Una buena oportunidad para la aplicación del control biológico de enfermedades postcosecha,
lo es, cuando la fruta se encuentra almacenada en cámara frigorífica, ya que existen
condiciones controladas de temperatura, humedad relativa y concentración de gases
(Smilanick y Arrue, 1992; Wilson y Chalutz, 1989).

Estos mismos autores plantean que la frecuencia y dosis de aplicación del antagonista,
depende de su habilidad para interrumpir el ciclo de la enfermedad. Los métodos de aplicación
del antagonista pueden ser por ducha o baño, previo a la entrada de la fruta a la cámara
frigorífica, de igual forma a cuando se utiliza un control químico.

15
2.8. Principales hongos antagonistas

Martín (1977), refiere que las rizosfera en muchos casos puede ser considerada como la zona
buffer microbiológica, donde la microflora sirve para proteger a la planta de los ataques del
patógeno. Dentro de los microorganismos antagonistas que más abundan en la rizosfera y
rizoplano de las plantas se encuentran Aspergillus, Fusarium, Penicillium y Trichoderma.

Díaz y Castro (1977), en estudios realizados comprobaron la actividad hiperparasítica de una


especie de Penicillium no identificada sobre Sclerotium rolfsii en condiciones de laboratorio.

Ulacio y col. (1997), observaron en la zona de rizosfera y rizoplano la presencia de especies


del género Aspergillus en mayor cuantía, las especies fueron A. niger, A. ustus, A. terreus,
además A. candidus y A. flavus.

Según Raper y Fennel (1977), las especies antes mencionadas tienen presencia universal y
están ampliamente distribuidas en el suelo. Estos mismos autores refieren que A. niger es
saprofito en tejidos de plantas muertas y otros materiales orgánicos, bajo ciertas condiciones
pueden volverse patogénico al hombre y animales.

Según Domsch y col. (1980), el género Aspergillus terreus presenta actividad antifúngica
sobre los hongos Ophiobolus graminis y Fusarium udum. Por otra parte, Ulacio y col.
(1997), no descartan la posibilidad de que Aspergillus terreus y Aspergillus flavus tengan
propiedades antagónicas sobre algunas especies del complejo Fusarium spp. y Rhizoctonia
spp.

Pineda y Gonnella (1988), mostraron en condiciones de laboratorio la capacidad inhibitoria de


los antagonistas Aspergillus spp. y Trichoderma spp. frente al hongo patógeno
Macrophomina phaseolina aislada de ajonjolí, las cuales detuvieron la producción de
esclerocios, Trichoderma limitó el crecimiento de Macrophomina en un 30 %.

16
Stuart y col. (1996), comprobaron en ensayos in vitro que el uso de Fusarium proliferatum
como agente biocontrolador contra el mildiu de la uva Plasmopara viticola fue muy efectivo
mediante la aplicación en postinfección de una suspensión de microconidios con la utilización
de discos de hojas, este redujo la producción de esporangios en un 97% evitando la
reesporulación del patógeno.

Borrás y col. (1997), comprobaron la efectividad de Trichoderma spp. como agente


biocontrolador frente a la pudrición piña causada por Phytophthora parasitica var nicotianae
en segmentos de tallos, observándose un incremento sobre la brotación de las yemas en las
secciones de tallos, así como una reducción de la incidencia de la enfermedad.

2.9. Generalidades del género Trichoderma

Según Chet (1987), el género Trichoderma fue reconocido como un antagonista al comprobar
su acción como micoparásito, competir por espacio, nutrientes y producir antibióticos.

En la actualidad varios autores mediante investigaciones realizadas comprobaron la


efectividad del agente biocontrolador Trichoderma spp. contra enfermedades del suelo
causadas por hongos fitopatógenos a diferentes cultivos, entre los que se encuentran
Rhizoctonia solani, Sclerotium spp., Fusarium spp. Colletotrichum spp., Phytophthora y
Phytium spp. (Hadar, 1979; Henis, 1983; Chet, 1985; Sivan y col. 1987; González 1996).

La mayoría de los experimentos realizados con este agente biocontrolador han sido bajo
condiciones de laboratorio, sin embargo en los últimos años se han realizado pruebas de
campo con la finalidad de obtener resultados reales de la actividad biológica de Trichoderma
spp. bajo condiciones naturales (De Paz, 1998).

17
2.9.1. Clasificación y descripción taxonómica

Según Carone (1986), la clasificación del género Trichoderma es:

REINO FUNGI
Subdivisión: Deuteromycotina
Subclase de forma: Hyphomycetidae
Orden de forma: Moniliales
Familia de forma: Moniliaceae
Género: Trichoderma

El género Trichoderma fue identificado por Persoon en 1794. Rifai (1969), realizó estudios
hasta obtener una clasificación genérica de Trichoderma basada en características
morfológicas. Consideró un primer intento de agrupación en una clasificación taxonómica,
donde se distinguieron nueve especies agregadas, definidas como agregaciones morfológicas
de difícil separación. Estas caracterizaciones fueron aceptadas por Bissett (1991).

Trichoderma se caracterizó por presentar un micelio sumergido, aéreo y lanoso con


conidiación expandida o en pústulas compactadas de color inicial blanquecina y después se
torna a verde olivo, gris y café (Von Arx, 1981). Los conidios presentaron un eje principal
amplio, recto y flexible con 16 ramificaciones primarias levantadas, clamidosporas
abundantes en el micelio sumergido, las mismas se encuentran intercaladas en las ramas
terminales de los hifas vegetativas. Las células conidiógenas, usualmente están dispuestas en
verticilos divergentes que terminan en ramas de conidióforos, (Bissett, 1991).

Las especies agregadas del género Trichoderma son:


Trichoderma piluliferum Webster y Rifai.
Trichoderma polysporum (Link ex Pers) Rijai
Trichoderma hamatum (Bon) Bain
Trichoderma koningii Oud

18
Trichoderma aureoviride Rifai
Trichoderma harzianum Rifai
Trichoderma longibrachiatum Rifai
Trichoderma pseudokoningii Rifai
Trichoderma viride Pers ex S. F. Gray

Bissett (1984), realiza estudios sobre el género y estableció Longibrachiatum como una
sección en la que incluye a Trichoderma viride, Trichoderma koningii, Trichoderma
pseudokoningii y Trichoderma longibrachiatum, además de agrupar dos nuevas especies de
Trichoderma citronoviride Bissett y Trichoderma atroviride Bissett. Este mismo autor divide
el género Trichoderma en cinco secciones de acuerdo al crecimiento de la colonia, la
pigmentación, la forma de los conidióforos y la disposición de las fiálides (Bisset, 1984;
Bissett, 1991).

Sección: Trichoderma
Sección: Pachybasium (Sacc)
Sección: Hypocreanum (Doi)
Sección: Longibrachiatum (Bissett)
Sección: Saturnisporum (Doi)

2.9.1.1. Desarrollo, morfogénesis y esporulación in vitro

La morfogénisis del género Trichoderma se define como el desarrollo de un organismo en sus


diferentes formas en las que incluye diferenciación de sus células, en cuanto a forma, tamaño,
función y composición química (Turian, 1983).

Papavizas (1985), refiere que el estudio sobre el desarrollo, morfogénesis y esporulación in


vitro del género Trichoderma es muy útil si la información derivada de estos puede ser
utilizada para el desarrollo de biomasa a grandes escalas y emplearlas en el control biológico.

19
El mismo autor señala que las especies de este género necesitan un alto porcentaje de
carbono y nitrógeno, los cuales obtienen de los compuestos monosacáridos, disacáridos,
polisacáridos y aminoácidos.

La esporulación en la mayoría de las especies del género Trichoderma, es favorecida por su


fotosensibilidad y como consecuencia de esto esporulan bien en varios sustratos, ya sean
naturales o artificiales (Papavizas, 1985). Este mismo autor señala que la exposición de cepas
a una intensidad de luz de 85 a 90 lux, durante un tiempo de 20 a 30 segundos induce la
esporulación, sin embargo la mejor fotoinducción a fialoconidiogénesis ha sido obtenida
cuando las cepas fueron expuestas a la luz del día durante tres minutos.

Lewis y Papavizas (1984), señalan como efecto muy importante en la esporulación de


Trichoderma spp. la habilidad de producir clamidosporas las cuales juegan un rol importante
en el control biológico. Las clamisdosporas recién formadas presentan un alto porcentaje de
germinación, aproximadamente 75% bajo condiciones óptimas, y en caso contrario entre un 13
y un 31% son viables.

2.9.1.2. Producción de metabolitos secundarios

Dentro de las especies del género Trichoderma que producen metabolitos tóxicos se encuentra
Trichoderma lignorum que produce un metabolito funguicida. Brian y Mc Gowan (1945),
realizaron estudios y encontraron un metabolito altamente fungitóxico (viridin) producido por
Trichoderma viride. Posteriormente se aisló en forma cristalina un metabolito orgánico muy
tóxico para Rhizoctonia solani, conocido con el nombre de gliotoxin (Papavizas, 1985).

Dennis y Webber (1971), demostraron la producción de metabolitos volátiles y no volátiles


diferentes a gliotoxin y viridin, encontraron metabolitos solubles en cloroformo; trichodermin,
el cual es producido por Trichoderma viride y Trichoderma polysporum, así como la
presencia de metabolitos peptídicos producidos por Trichoderma hamatum.

20
2.9.1.3. Distribución

Las especies del género Trichoderma son mohos verdes cosmopolitas, se les puede encontrar
en diferentes materiales orgánicos y suelos de varias zonas, están adaptados a diferentes
condiciones ambientales y a esto se debe su amplia distribución (Guzmán y col. 1993).

Con frecuencia Trichoderma spp. se presenta como un colonizador secundario en el material


orgánico descompuesto, en la superficie de las raíces de las plantas y algunas veces es posible
encontrarlo en la corteza descompuesta, especialmente cuando está dañada por otros hongos
(Papavizas, 1985). Al respecto, este autor señala que los factores físicos y químicos como: pH
del suelo, textura, concentración del CO2 HCO3, contenido de sales, materia orgánica y la
presencia o ausencia de otros microorganismos en el suelo influyen en el desarrollo del
antagonista.

Por otra parte, Blios (1951), concluyó que el antagonista puede llegar a sobrevivir en suelos
fumigados y aprovechar los nutrientes disponibles durante su establecimiento.

2.9.2. Utilización de Trichoderma como agente de biocontrol

En Cuba se ha extendido ampliamente el uso del biopreparado Trichoderma harzianum Rifai


cepa A-34 para el control de los hongos del suelo en tabaco, hortalizas, pimiento, tomate en
hidropónico y otros cultivos (Stefanova y Sandoval, 1995; Sandoval, 1995; Castellanos, 1995;
Santana, 1995 y Rodríguez; 1998).

Estudios realizados por Sandoval y col. (1994), mostraron el amplio espectro de acción como
agente biocontrolador de Trichoderma harzianum cepa A – 34 no sólo en el control de
hongos del suelo en tabaco y tomate, sino también en el tratamiento de la semilla y semilleros
con el biopreparado donde se reduce notablemente la incidencia de microorganismos
patógenos del suelo.

21
Pérez (1995), comprobó el efecto del biopreparado de Trichoderma spp. en semilleros de
tabaco, el cual mostró inhibición del desarrollo de hongos del suelo que producen Damping
off, resultado que fue corroborado por Fernández ( 1998) en semilleros de tabaco en Pinar del
Río, quien plantea que cuando la densidad de inóculo en el suelo de hongos que producen
Damping off es baja, el biocontrolador aplicado al suelo tiene buena efectividad.

Por otra parte, Santana y col. (1995) estudiaron in vitro la acción antagónica de Trichoderma
spp. contra Sclerotium rolffi aislado de Topinambur (Helianthus tuberosun L), logrando la
inhibición del hongo patógeno.

El potencial biocontrolador de Trichoderma spp. fue evaluado por González (1996) al


enfrentar este a Fusarium spp. aislado de semilla de papa, observando un marcado efecto
hiperparásitico de las cepas estudiadas Trichoderma harzianum cepa A-34, Trichoderma
spp. cepa C-66 y Trichoderma sp. con una colonización total sobre el hongo patógeno a los 10
días.

La efectividad de Trichoderma como agente de biocontrol no sólo ha sido estudiada contra


hongos patógenos del suelo y la semilla, sino también se ha utilizado como estimulante del
crecimiento de las plantas, al respecto Castellanos y col. (1996), estudiaron el efecto de
Trichoderma spp. contra enfermedades radiculares en viveros de café donde no observaron
presencia de enfermedad, pero sí una acción estimulante en las posturas, las cuales
presentaron mayor diámetro y altura, así como un mayor número de hojas funcionanles.

Los estudios relacionados con el empleo de Trichoderma spp. como biocontrol de


enfermedades foliares no han sido muy difundidos, no obstante investigadores como Pérez y
Echemendía (1994) señalaron que bajo condiciones de infección natural de Alternaria porri
obtuvieron una disminución de un 20% del hongo patógeno con la aplicación foliar de
Trichoderma harzinaum en plantas de cebolla. Resultados similares obtuvieron Carelys y col.
(1997), frente a Alternaria solani Sor. en papa en parcelas experimentales.

22
Por otra parte, Castellanos y col. (1998), comprobaron la efectividad del biopreparado de
Trichoderma spp. frente al tizón temprano en papa, roya del frijol y mildiu del pepino, donde
observaron una disminución de las enfermedades, con una densidad baja de inóculo.

Estos resultados coinciden con los obtenidos por Rodríguez y col. (1998), con la aplicación
foliar de Trichoderma harzianum en el cultivo del pepino frente a Pseudoperonospora
cubensis (Berk Curt) Rostow. mildiu velludo quienes obtuvieron una reducción de la
incidencia del patógeno entre un 35% y 23,2% para el mildiu polvoriento, E. cichoracearum
D.C., además de observar estimulación del crecimiento de las plantas.

2.9.3. Producción masiva de Trichoderma spp.

Upadhyay y Bharat (1988), plantean que para la producción masiva de agentes


biocontrololadores es conveniente aprovechar residuos frescos que proporcionan carbóno,
nitrógeno y mineral que pueden ser balanceados para obtener un biopesticida con calidad.

En Cuba la producción artesanal de biopreparados a base de especies del género Trichoderma


ha sido muy difundida por su fácil reproducción y efectividad en la protección de los cultivos
contra hongos del suelo (Stefanova, 1993).

Según Castellanos (1996), la producción masiva de Trichoderma spp. puede realizarse


mediante fermentaciones sólidas y líquidas. Papavizas (1984), al respecto señala que estas
fermentaciones contienen esporas, micelios, clamidosporas o mezcla de estas estructuras
conocida como unidades formadoras de colonias.

La producción de Trichoderma spp. en fermentaciones líquidas se obtiene a partir de


subproductos agrícolas como almidones, maíz hidrolizado, con este sistema de fermentación
se desarrollan grandes cantidades de biomasa en un período de seis días de incubación
(Papavizas, 1984). Castellanos (1996) refiere que la calidad del biopreparado por una
tecnología líquida fue de 1 a 5 x 108 ufc/ml, mientras que por una tecnología de fermentación
sólida para la producción masiva de Trichoderma spp. se obtuvo un título de 5 x 109 ufc/ml,

23
por lo cual, ésta constituye la forma principal para su obtención, debido a que no se requieren
elevadas inversiones económicas y tecnológicas, y permite la utilización de sustratos locales
de bajo costo como cabecilla de arroz, harina de maíz, paja de arroz y cáscara de café.

24
3. DESARROLLO

3.1. Materiales y métodos

3.1.1. Prospección de cepas nativas de hongos antagonistas en Cienfuegos

La prospección de hongos antagonistas del suelo, se desarrolló en áreas agrícolas de la


Empresa de Cítrico Arimao, la Empresa Pecuaria El Tablón, la Empresa Tropiflora , la
Empresa Forestal Integral, todas pertenecientes al Municipio de Cumanayagua, y para los
hongos ambientales los muestreos se realizaron en el Envasadero perteneciente a la Empresa
de Cítrico Arimao y el Frigorífico perteneciente a la Empresa Cuba Cítrico de Cienfuegos en
el período comprendido entre los años 2000 – 2001.

Las áreas de suelo muestreadas en la Empresa de Cítrico Arimao pertenecían a:

 Suelos para Casas de Cultivo donde nunca se había aplicado ningún medio biológico.
 Suelo del campo 15 de Naranja Valencia ubicado en el Lote Avilés.
 Suelo con aplicación de materia orgánica procedente de la Empresa Pecuaria El Tablón.

En la Empresa Pecuaria El Tablón se tomaron las muestras en:

 Suelo de un campo de Bermuda cruzada y Leucaena en la UBPC El Tabloncito.


 Suelo de un campo de King Grass en la UBPC El Tabloncito.
 En la Empresa Tropiflora la muestra se tomó en:
 Suelo de campo para siembra de flores en le lote El Naranjo en el Escambray
♦ De la Empresa Forestal Integral de Cumanayagua.

Se tomaron muestras de aserrín en descomposición en 10 puntos alrededor del


establecimiento y se unieron para conformar una muestra.

25
En las áreas de cultivo las muestras se tomaron en la zona de la rizosfera de las plantas más
robustas y sanas donde no presentaban afectaciones por hongos del suelo, a profundidades de
5 – 10 cm. Se tomó en cada campo de muestreo 20 submuestras de suelo y raíces. Estas se
unieron en una bolsa plástica y se trasladaron al laboratorio.

Para el caso de hongos ambientales se hicieron pesquisas en lugares húmedos y pallets del
exterior, así como plaqueos que se realizaron periódicamente en el interior del Frigorífico y
Envasadero, utilizando para ello la metodología propuesta por Otero y col.(1990 ), para lo
cual se expusieron en 5 puntos tres placas de Petri con medio de cultivo agar – papa –
dextrosa durante 1 minuto aproximadamente. Posteriormente las placas se incubaron a
temperatura de 25 + 2 °C por un período de siete días para realizar el conteo de
microorganismos presentes en el área muestreada.

Para el aislamiento de Trichoderma spp. y otros hongos de las muestras de suelo se realizaron
diluciones seriadas, a partir de las cuales se hicieron siembras en placas de Petri de 9 cm. de
diámetro. Estas contenían un medio selectivo específico compuesto por agar - papa - dextrosa,
agar – dextrosa - saboraud y rosa bengala, propuestos para estos casos por Domsch y col.
(1980) y Sandoval y Saenz (1992).

Una vez obtenido el microorganismo se realizaron siembras en tubos en medios agar - papa -
dextrosa con la finalidad de mantener cepas de cada uno de ellas en el cepario del laboratorio
y enviar a otras instituciones. Se trabajó en la clasificación utilizando el microscopio
estereoscopio, las claves del CMI (1986) para la descripción hasta género y las claves de
Rifai (1969), de Bissett (1984) y Bissett (1991), para identificar hasta especies las cepas
Trichoderma encontradas.

Posteriormente se enviaron al INISAV para confirmar su clasificación taxonómica.

26
3.1.2. Efectividad in vitro de cepas nativas de Trichoderma spp. contra hongos
patógenos post cosecha aislados de frutos cítricos

La investigación se condujo en el Laboratorio Provincial de Sanidad Vegetal de Cienfuegos,


durante los años 2000-2001. Se evaluó la acción antagónica e hiperparasítica de 10 cepas
nativas de Trichoderma aisladas de suelo, aserrín u obtenidas mediante plaqueos en las
cámaras de Frigorífico y Envasadero representadas por:

♦ Trichoderma sp. C-1 procedente de suelo del campo de Leucaena y Bermuda Cruzada El
Tabloncito.
♦ Trichoderma sp. C-2 procedente de suelo del campo de King Grass del Tabloncito.
♦ Trichoderma sp. C-3 procedente de suelo del campo 15 de Naranja Valencia de la
Empresa de Cítrico Arimao.
♦ Trichoderma sp. C-4 procedente del interior de las cámaras del Frigorífico.
♦ Trichoderma sp. C-5 procedente del Envasadero de la Empresa de Cítrico Arimao.
♦ Trichoderma sp. C-6 procedente del andén del Frigorífico.
♦ Trichoderma sp. C-7 procedente del andén del Frigorífico.
♦ Trichoderma sp. C-8 procedente de las cámaras del Frigorífico.
♦ Trichoderma sp. C-9 procedente de aserrín en descomposición de la Empresa Forestal
Integral de Cumanayagua.
♦ Trichoderma sp. C-10 procedente del Envasadero de la Empresa de Cítrico Arimao.

Las mismas se compararon con las cepas comerciales: Trichoderma harzianum cepa (A-34)
procedente del INISAV y Trichoderma sp. C-66, obtenida en Cienfuegos, las cuales se
reproducen en centro Reproductor del Laboratorio Provincial de Sanidad Vegetal de
Cienfuegos.

Se realizaron dos experimentos donde se enfrentaron las 10 cepas nativas de Trichoderma y


las dos comerciales A-34 y C-66, o sea, doce tratamientos con 4 réplicas (placas). Se utilizó un
diseño completamente aleatorizado. En un experimento se enfrentó el antagonista al hongo
patógeno Alternaria citri Ellis Pierce apaud Pierce, causante de la pudrición negra en el fruto

27
y en el otro a Colletotrichum gloeosporioides Penz, causante de antracnocis, ambos aislados
de frutos cítricos, en el Laboratorio Provincial Sanidad Vegetal Cienfuegos.

La evaluación de la acción antagónica de Trichoderma spp. contra cada hongo patógeno, se


realizó mediante el enfrentamiento en cultivo dual de los dos microorganismos (patógeno –
antagonista) en placas de Petri de 9cm de diámetro sobre medio de cultivo agar – papa-
dextrosa. Se tomaron discos de 0,5 cm de cada microorganismo y se sembraron equidistantes
del borde de la placa.

El testigo se sembró sólo con el hongo patógeno (Sandoval y Saenz,1992). La incubación se


realizó con una temperatura de 25 + 2 °C.

A partir de las 72 horas se evaluó la acción antagónica por espacio y nutrientes, midiendo
diariamente el diámetro en centímetros de la colonia de cada microorganismo hasta el
enfrentamiento de estas.

Se evaluó el hiperparasitismo sobre el hongo patógeno midiendo la distancia de solapamiento


de las colonias y el tiempo que demoró en cubrir la placa el antagonista. Se observó si éste
fructificó o no sobre la colonia del hongo patógeno.

Con la información obtenida se realizó un análisis de varianza. Las medias obtenidas fueron
comparadas por el test de rangos múltiples de Duncan con un 5% de error Lerch (1977). Se
utilizó el paquete estadístico SPSS para Windows Versión 9.0.

3.1.3. Reproducción de las cepas nativas de Trichoderma spp. por la tecnología estándar
de producción

Para el proceso de reproducción de cepas nativas fueron utilizadas las cepas que mayor acción
antagónica e hiperparasítica presentaron en los experimentos del epígrafe 3.1.2 (9 cepas, las
cuales se compararon con las cepas comerciales A-34 y C-66).

28
Para ello se siguió la tecnología orientada por el INSAV (1993), utilizando la variante de la
bandeja de 30 x 20 x 5 cm en vez de la de sobres de papel. Se preparó un pre inóculo en
frascos de 500 ml con 12 g de cabecilla de arroz en 25 ml de agua destilada. Se esterilizó a 1,5
atmósfera durante 30 minutos y se dejó reposar por 24 horas. Se inoculó con la concentración
de esporas (ufc/ml) obtenida para cada cepa, a partir de diluciones y conteos realizados en la
cámara de Neubauer, para lo cual se añadió 100 ml de agua destilada estéril al contenido de
dos tubos de ensayo por cada cepa en estudio. Los títulos obtenidos fueron:

Trichoderma sp. C-1 4,5 x 108 ufc / ml


Trichoderma sp. C-2 3,2 x 108 ufc / ml
Trichoderma sp. C-3 3,5 x 108 ufc / ml
Trichoderma sp. C-4 3,9 x 108 ufc / ml
Trichoderma sp. C-5 6,3 x 108 ufc / ml
Trichoderma sp. C-6 7,8 x 108 ufc / ml
Trichoderma sp. C-66 3,2 x 108 ufc / ml
Trichoderma sp. C-7 4,3 x 108 ufc / ml
Trichoderma sp. C-8 4,1 x 108 ufc / ml
Trichoderma sp. C-9 3,8 x 108 ufc / ml
Trichoderma harzianum A-34 – 3,9 x 108 ufc / ml

Se inoculó cada frasco con 2 ml de la suspensión anterior. Se colocó en el cuarto de


crecimiento a temperatura ambiente durante siete días.

Para la producción del biopreparado se utilizaron 16 bandejas por cada variante en estudio. Se
empleó un diseño completamente aleatorizado con cuatro bandejas para cada observación. A
cada una se le añadió 400 g del sustrato utilizado (cabecilla de arroz al 30% más paja de arroz
al 70%), previamente esterilizado a 1,5 atmósfera de presión por 30 minutos. Estas se dejaron
reposar durante 24 horas. Posteriormente se inoculó cada bandeja con la suspensión que se
obtuvo al añadir al pre - inóculo obtenido 100 ml de agua destilada estéril, alcanzándose los
siguientes títulos en las suspensiones:

29
Trichoderma sp. C-1 1,3 x 109 ufc / ml
Trichoderma sp. C-2 2,0 x 109 ufc / ml
Trichoderma sp. C-3 2,2 x 109 ufc / ml
Trichoderma sp. C-4 2,0 x 109 ufc / ml
Trichoderma sp. C-5 2,3 x 109 ufc / ml
Trichoderma sp. C-6 1,5 x 109 ufc / ml
Trichoderma sp. C-66 2,2 x 109 ufc / ml
Trichoderma sp. C-7 1,6 x 109 ufc / ml
Trichoderma sp. C-8 1,9 x 109 ufc / ml
Trichoderma sp. C-9 2,1 x 109 ufc / ml
Trichoderma harzianum A-34 – 2,1 x 109 ufc / ml

Las bandejas se colocaron en un cuarto de crecimiento a temperatura ambiente durante siete


días. Una vez obtenido el producto final, se tomó 1 g de cada variante, a partir del cual se
realizaron diluciones y conteos en la cámara de Neubauer para determinar la concentración
(ufc/g) del biopreparado.

Con la información obtenida se realizó un análisis de varianza. Las medias fueron


comparadas por el test de rangos múltiples de Duncan con el 5% de error Lerch (1977). Se
utilizó el paquete estadístico SPSS para Windows Versión 9.0.

30
3.2. Resultados y discusión

3.2.1. Prospección de cepas nativas de hongos antagonistas en Cienfuegos

Se encontraron nueve géneros de hongos formando parte de la microflora del suelo en las
áreas estudiadas, ellos son: Aspergillus, Penicillium, Rhizopus, Mucor, Fusarium,
Acremonium, Trichoderma, Colletotrichum y Paecilomyces, los cuales pueden considerarse
como microorganismos propios de este agroecosistema. En el Envasadero y Frigorífico sólo se
hicieron aislamientos de las cepas de Trichoderma (Tabla 1).

Tabla 1. Microorganismos fungosos detectados año 2000 – 2001.

PROCEDENCIA MICROORGANISMOS
Empresa de Cítrico Arimao Aspergillus sp.
Suelo para Casas de Cultivos Penicillium sp.
Rhizopus sp.
Mucor sp.
Paecilomyces sp.
Lote Avilés. Empresa de Cítrico Arimao Fusarium sp.
Campo 15 de cítrico Trichoderma sp.
Aspergillus sp.
UBPC Barajagua .Cítrico Arimao Penicillium sp.
Suelo + Materia orgánica Rhizopus sp.
Empresa Pecuaria El Tablón Acremonium sp.
UBPC Tabloncito Aspergillus sp.
Campo de Bermuda cruzada y Leucaena Trichoderma sp.
Empresa Pecuaria El Tablón Aspergillus sp
UBPC Tabloncito Trichoderma sp
Campo de King grass
Envasadero Empresa de Cítrico Arimao Trichoderma spp.
Cámaras del Frigorífico Trichoderma spp.
Andén del Frigorífico Trichoderma sp.
Empresa Tropiflora El Naranjo Aspergillus sp.
Penicillium sp.
Empresa Integral Forestal. Aserrín en Colletotrichum sp.
descomposición. Aspergillus sp.
Trichoderma sp

31
El género Trichoderma fue el más representativo dentro de los hongos aislados, el mismo se
observó, en suelo, aserrín en descomposición, pallets del Envasadero, cámaras y andén del
Frigorífico, andén, y en áreas de pastos seguido por la presencia del género Aspergillus . El
resto de los hongos Penicillium, Mucor, Rhizopus, Fusarium, Acremonium, Paecilomyces,
Colletotrichum se interceptaron con menor frecuencia en muestras de suelo.

Ulacio y col. (1977), en estudios realizados en Venezuela sobre la microflora asociada a las
raíces de plantas de tabaco observaron en la zona de la rizosfera, rizoplano, raíz y suelo la
presencia de seis géneros de hongos Aspergillus, Penicillium, Fusarium, Rhizopus, Mucor y
Trichoderma.

Resultados similares obtuvieron Mazzabel y col. (1997) en zonas de bosque de Perú donde
encontraron cuatro géneros Aspergillus, Penicillium, Mucor y Rhizopus, formando parte de la
microflora microbiana del suelo, lo que manifiesta mayor diversidad de géneros de hongos en
los resultados obtenidos en el presente estudio.

Dentro del complejo de microorganismos encontrados formando parte del agroecosistema, hay
géneros que incluyen especies responsables de pérdidas en los cultivos a causa de las
enfermedades que producen (Fusarium, Colletotrichum, Penicillium, Aspergillus), pero otros
incluyen especies beneficiosas (Trichoderma, Rhizopus y Penicillum) ya que aumentan la
efectividad del suelo al liberar nutrientes de forma asimilable por las plantas (Cuba, 1997). En
el género Penicillium existen especies reportadas como antagonistas de Sclerotium rolfsii
Sacc. (Pineda y Polanco 1982) y dentro de Aspergillus una especie no identificada, aislada de
suelo, que resultó antagonista del hongo patógeno Macrophomina phaseolina (Pineda y
Gonnella, 1977).

Según Mayea y col. (1982), al referirse al género Aspergillus señalan que estos
microorganismos juega un papel importante en el ciclo del carbono en el suelo ya que
desdoblan el almidón, además de participar en la descomposición de la celulosa y la quitina.
Intervienen en el ciclo del fósforo degradando compuestos carbonados y nitrogenados del
suelo, liberando el fósforo como fosfato asimilable por las plantas. Estos mismos autores con

32
respecto al género Penicillium indican que interviene en el ciclo del carbono
descomponiendo la celulosa, la quitina y almidones y señalan a Rhizopus como participante
en el ciclo del fósforo al liberar fosfato asimilables por las plantas cuando degrada compuestos
carbonados y nitrogenados del suelo.

Con respecto a Mucor informan que interviene en el ciclo del fósforo participando en la
descomposición de la quitina y en ciclo del nitrógeno descomponiendo las proteínas.

Los géneros Rhizopus y Mucor no se clasificaron hasta especies por no tener interés como
antagonistas. Carone (1986), señala que dentro del género Rhizopus hay especies como
Rhizopus stolonifer, R. sinensis y R. nodosus que producen ácido láctico y en especial R.
stolonifer, que se utiliza para producir industrialmente ácido fumárico para la fabricación de
cortisona. El género Mucor se informa además como saprofito, asociado al material vegetal y
de mucha abundancia en el suelo.

Mayea y col. (1982), señalan que Fusarium interviene en el ciclo del carbono, en la
descomposición del almidón y la quitina. Al respecto, Díaz (1999), refiere que una especie de
Fusarium (Fusarium oxysporium var orthocera), se encuentra entre los hongos que son
utilizados en el control biológico como micoherbicida contra Orobanche spp.

Del género Trichoderma se aislaron 10 cepas con características diferentes, dos obtenidas de
muestreos de suelo, una de la Empresa de Cítrico Arimao (campo de cítrico Lote Avilés), dos
de la Empresa Pecuaria Tablón, una se obtuvo de una muestra en aserrín en descomposición
(Empresa Forestal Integral), dos de muestreos al Envasadero de Cítrico Arimao y cuatro del
Frigorífico de Cienfuegos. Todas las cepas manifestaron crecimiento rápido y se observaron
muy esporuladas a los tres días. Desde el punto de vista visual, las mayores diferencias se
encontraron en cuanto a la pigmentación que inducieron al medio de cultivo. De estas, siete
cepas se identificaron como Trichoderma spp. Sección Trichoderma grupo viride, una como
Trichoderma koningii Oud Sección Longibrachiatum y dos como Trichoderma harzianum
Rifai Sección Pachybasium (Tabla 2).

33
Tabla 2: Características más importantes de las cepas Trichoderma spp. detectadas.

AISLAMIENTO PIGMENTACIÓN IDENTIFICACIÓN


Trichoderma sp. Cepa C-1 Cambia color del medio Trichoderma koningii Oud
Campo de Bermuda Cruzada y amarillo a carmelita claro Sección Longibrachiatum
Leucaena
Empresa Pec. El Tablón
Trichoderma sp. Cepa C-2 No cambia Trichoderma sp *
Campo de King grass Sección Trichoderma
Empresa Pec. El Tablón grupo viride
Trichoderma sp. Cepa C-3 No cambia Trichoderma sp *
Campo 15 de Naranja Valencia Sección Trichoderma
Lote Avilés grupo viride
Emp. de Cítrico Arimao
Trichoderma sp. Cepa C-4 Cambia color del medio de Trichoderma harzianum
Cámara amarillo a carmelita Rifai
Frigorífico Cienfuegos Sección Pachybasium
Trichoderma sp. Cepa C-5 No cambia Trichoderma sp *
Envasadero Sección Trichoderma
Emp. de Cítrico Arimao grupo viride
Trichoderma sp. Cepa C-6 No cambia Trichoderma sp *
Andén Sección Trichoderma
Frigorífico Cienfuegos grupo viride
Trichoderma sp. Cepa C-7 No cambia Trichoderma sp *
Andén Sección Trichoderma
Frigorífico Cienfuegos grupo viride
Trichoderma sp Cepa C-8 Cambia de color amarillo a Trichoderma harzianum
Cámaras carmelita claro Rifai
Frigorífico Cienfuegos Sección Pachybasium
Trichoderma sp. Cepa C-9 No cambia Trichoderma sp *
Aserrín en descomposición Sección Trichoderma
Emp. Forestal Integral grupo viride
Trichoderma sp. Cepa C-10 No cambia Trichoderma sp *
Envasadero Sección Trichoderma
Empresa de Cítrico Arimao grupo viride

* Siguiendo los criterios de Bissett (1991).

La cepa C-1 se aisló de suelo perteneciente al campo de Bermuda cruzada y Leucaena de la


UBPC El Tabloncito de la Empresa Pecuaria El Tablón. Presentó crecimiento rápido, colonia
de coloración verde oliváceo, muy esporulada, cambió la pigmentación del medio a
amarillento, presentó conidióforos con ramificación moderada, con fiálides en verticilos. Su

34
clasificación se correspondió con Trichoderma koningii Oud Sección Longibrachiatum
(Figura. 1). La misma cuando se enfrentó a C. gloeosporioides manifestó un cambio de
coloración del medio de amarillo a carmelita oscuro, lo que se corrobora por Bissett (1991),
que señala como característica de esta sección la producción de pigmentos.

La cepa C-2 se aisló de suelo perteneciente al campo de King grass de la UBPC El Tabloncito
de la Empresa Pecuaria El Tablón. Presentó crecimiento rápido, colonia de coloración verde
oscuro granuloso, muy esporulada, no produjo cambio de pigmentación del medio, presentó
micelio lanoso, conidios agrupados en forma de pústulas, y presencia de clamidosporas. Se
clasificó como Trichoderma sp Sección Trichoderma grupo viride (Figura 2).

La cepa C-3 se aisló de suelo del campo 15 Naranja Valencia del Lote Avilés, de la Empresa
de Cítrico Arimao, de crecimiento rápido, coloración de la colonia verde oscuro matizado,
granuloso, muy esporulada, no cambió de pigmentación al medio, se correspondió con
Trichoderma sp Sección Trichoderma grupo viride (Figura 3).

La cepa C-4 aislada en el interior de la cámara del Frigorífico, de crecimiento rápido, colonia
coloración verde no muy intenso, muy esporulada, cambió la pigmentación del medio de
amarillo a carmelita se clasificó como Trichoderma sp Sección Trichoderma grupo viride
(Figura 4).

La cepa C-5 aislada en el Envasadero de la Empresa de Cítrico Arimao presentó crecimiento


rápido, colonia de coloración verde oscuro, muy esporulada, no cambió la pigmentación del
medio, se identificó como Trichoderama sp Sección Trichoderma grupo viride (Figura 5).

La cepa C-6 aislada del andén en el Frigorífico de Cienfuegos, presentó crecimiento rápido,
colonia coloración verde oscuro muy intenso, muy esporulada, no cambió la pigmentación del
medio (Figura 6). En este lugar se aisló la cepa C-7 de crecimiento rápido, colonia coloración
verde intenso, no cambió la pigmentación del medio, ambas pertenecen a Trichoderma sp.
Sección Trichoderma grupo viride (Figura 7).

35
La cepa C-8 aislada en el interior de las cámaras del Frigorífico, se caracterizó por presentar
crecimiento rápido, colonia de coloración verde olivo intenso, muy esporulada, emitió una
pigmentación amarillenta al medio, presentó conidióforos amplios agrupados en pústulas
compactas, presencia de anastomosis, conidios de color verde, presencia de clamidosporas se
identificó como Trichoderma harzianum Rifai Sección Pachybasium (Figura 8).

La cepa C-9 se aisló de aserrín en descomposición perteneciente a la Empresa Forestal Integral


de Cumanayagua, presentó crecimiento rápido, colonia de coloración verde claro, muy
esporulada no cambió la pigmentación del medio. Su identificación correspondió con
Trichoderma sp Sección Trichoderma grupo viride (Figura 9).

La cepa C-10 fue aislada del Envasadero perteneciente a la Empresa de Cítrico Arimao,
presentó crecimiento rápido, colonia de coloración verde oliváceo, poco granuloso, muy
esporulada, no cambia la pigmentación del medio, se identificó como Trichoderma sp
Sección Trichoderma grupo viride (Figura 10).

El aislamiento de varias cepas de Trichoderma spp. a partir de los muestreos de suelo


pertenecientes a las áreas agrícolas de la Empresa de Cítrico Arimao destaca la presencia de
este microorganismo como componente de la rizosfera, el cual estuvo siempre presente en casi
la totalidad de las localidades muestreadas.

No se descarta la posibilidad de que la presencia de Trichoderma en el suelo pueda ejercer un


rol importante al contribuir de manera indirecta a solucionar los problemas fitopatológicos en
estas áreas a través de su efecto biocontrolador, ya que puede ser un antagonista efectivo para
algunos hongos invasores del agroecosistema. Al respecto Latiegue (1990); Sivan y Shet(
1989); Velásquez, (1996) y Wells ( 1988) señalan que Trichoderma es un antagonista efectivo
para muchos patógenos que habitan el suelo y que actúa como hiperparásito.

Por otra parte, Harman (2000), señala que Trichoderma spp. se puede presentar de forma
natural en casi todos los suelos y habitad del planeta, además de referir que su desarrollo se ve

36
favorecido por la presencia de altas densidades de raíces ,destacando la importancia de algunas
cepas de este microorganismo como componente de la rizosfera.

Este mismo autor refiere que Trichoderma presenta mecanismos de acción que le permiten
atacar y parasitar a otros hongos y de esta forma aprovecha una fuente nutricional adicional,
además de ser considerado un inductor del crecimiento de las plantas en especial del sistema
radicular.

No solo se observó Trichoderma en el suelo de cítrico sino también en áreas de pastos


perteneciente a la Empresa Pecuaria El Tablón , estos suelos son ricos en materia orgánica,
poseen gran cantidad de nutrientes y otros materiales que le sirven de sustrato al antagonista
para aumentar su capacidad de colonización contra otros microorganismos componentes de la
microflora del suelo, corroborado este resultado por Mayea y col. (1982), quienes señalan que
en los suelos ricos en materia orgánica hay presencia de celulosa, hemicelulosa, lignina y
quitina que favorecen el desarrollo de los microorganismos.

Los aislamientos obtenidos del aserrín en descomposición, el Envasadero y el Frigorífico


muestran la presencia de Trichoderma en lugares donde hay celulosa; ya que además del
aserrín se aisló en pallets del Envasadero. En el Frigorífico se encontró en el interior de las
cámaras y pallets del andén. Se puso en evidencia las propiedades celulolíticas de este
microorganismo.

Stefanova y col. (1999), estudiaron la actividad metabólica de cuatro aislamientos promisorios


de Trichoderma spp. para el control de P. nicotianae, P. capsici, R. solani y Pythium.
Comprobaron que Trichoderma harzianum A-34, T. viride A- 86, Sección Trichoderma A-
53 y Sección Longibrachiatum PR – 617 producen metabolitos con actividad antifúngica que
reducen el crecimiento de P. nicotianae y R. solani.

Del género Aspergillus, se hicieron seis aislamientos de suelo, todos presentaron crecimiento
rápido, con cloración variable, de colonias muy representativas que transmitieron diferente
pigmentación al medio de cultivo. Se identificaron las siguientes especies: Aspergillus

37
candidus Link, Aspergillus terreus Fres, Aspergillus tubingensis (Schöber) Mosseray,
Aspergillus fumigatus Fres, Aspergillus biplanus Raper y Fennell y Aspergillus flavus Link
(Tabla 3).

Tabla 3. Características más importantes de las cepas aisladas del género Aspergillus
spp.

AISLAMIENTO PIGMENTACIÓN IDENTIFICACIÓN


Empresa de Cítrico Arimao
Suelo para Casas de Cultivos
Cepa– 14 No cambia Aspergillus flavus Link
Suelo + Materia Orgánica
Cepa– 14 No cambia Aspergillus flavus Link
Empresa Pecuaria Tablón campo
de Bermuda cruzada y
Leucaena.
Cepa – 9 No cambia A. fumigatus Fres
Cepa – 10 Cambia a amarillo A. terreus Tom
Cepa – 11 Cambia a amarillo A.tubingensis (Schöber) Mosseray
Cepa – 4 No cambia A. candidus Link
Empresa El Tablón Campo de
King Grass.
Cepa – 13 No cambia A. biplanus Raper  Fennell
Cepa – 11 Cambia amarillo A.tubingensis (Schöber) Mosseray
Empresa Forestal Integral
Aserrín en descomposición No cambia Aspergillus fumigatus Fres
Cepa- 9

La cepa C – 14 se aisló de suelo para casas de cultivos de la Empresa de Cítrico Arimao y de


suelo con aplicación de materia orgánica perteneciente a la UBPC Barajgua de la misma
empresa. Esta presentó crecimiento rápido, con esporulación abundante. Se caracterizó por la
formación de esclerocios, colonia de coloración amarillo intenso, no cambió la pigmentación
del medio, y se identificó con Aspergillus flavus. (Figura 11).

La cepa C– 9 se aisló en tres zonas diferentes: de suelo, de un campo de Bermuda cruzada y


Leucaena perteneciente a la UBPC El Tabloncito Empresa Pecuaria El Tablón, del suelo de la
Empresa Tropiflora El Naranjo y de aserrín en descomposición de la Empresa Forestal

38
Integral de Cumanayagua. Presentó crecimiento rápido, colonia de coloración verde seco, muy
esporulada, no cambió la pigmentación del medio, se identificó como Aspergillus fumigatus
(Figura 12).

La cepa C – 10 se aisló del campo de Bermuda cruzada y Leucaena Empresa Pecuaria El


Tablón, presentó crecimiento rápido, colonia coloración color tierra, muy esporulado y
cambió el medio a amarillo. Correspondió con Aspergillus terreus. Tom (Figura 13).

En ese mismo campo se aisló la cepa C – 11 la cual presentó, crecimiento rápido, colonia
coloración carmelita oscuro a negro, muy esporulada y cambió la coloración del medio a
amarillo. Se identificó como Aspergillus tubingensis (Figura 14).

La cepa C–4 se aisló de suelo perteneciente al campo de Bermuda cruzada y Leucaena de El


Tabloncito en la Empresa Pecuaria El Tablón, presentó un crecimiento rápido, colonia de
coloración naranja claro, formó esclerocios muy abundantes, muy esporulada, no cambió de
pigmentación el medio. Se correspondió con Aspergillus candidus (Figura 15).

La cepa C – 13 se obtuvo de suelo del campo de King Grass perteneciente a la UBPC El


Tabloncito, manifestó un crecimiento rápido, colonia coloración verde, muy esporulada, no
cambió la pigmentación del medio se clasificó como Aspergillus biplanus (Figura 16).

Lorenzo y col. (1992) en un estudio microbiológico realizado en áreas citrícolas de la Empresa


de Cítrico Arimao en Cienfuegos, encontraron presencia de Aspregillus en la totalidad de los
campos muestreados, comprobando la alta capacidad de dispersión de este hongo, pero no se
realizó la clasificación hasta especie como en la presente investigación.

Aunque el género Aspergillus ha sido poco estudiado en Cuba, no se encontró referencias en


la literatura revisada, como por ejemplo Mercado (1984) y Arnold (1986), donde estuvieran
reportadas que las especies de Aspergillus biplanus y A. tubingensis en Cuba, por lo que se
considera que estas dos especies constituyen nuevos informes para la microbiota del suelo en
Cuba. Raper y Fennell (1977) señalan que A. biplanus solamente se ha aislado en suelos de

39
Costa Rica y no aparece en el listado de Farr y col. (1995) donde se recogen los hongos sobre
plantas y productos en Estados Unidos y algunos países del Caribe.

Las especies identificadas se reafirman con los estudios realizados por Ulacio y col. (1997), en
Venezuela, quienes obtuvieron en la zona de la rizosfera y rizoplano de plantas de tabaco
Aspergillus flavus, Aspergillus candidus, Aspergillus terreus, Aspregillus níger, y
Aspergillus ustus. Estos mismos autores en su estudio, no descartan la posibilidad de que
tanto Aspergillus terreus como Aspergillus flavus tengan posibilidades antagónicas sobre
algunas especies del complejo Fusarium y Rhizoctonia sp.

Raper y Fennell (1977), informan a la especie Aspergillus terreus como típico de suelo,
particularmente de suelos cultivados, tiene propiedades celuloliticas con acción antagónica
comprobada contra los hongos Ophiobolus graminis y Fusarium udum, de igual forma
refieren que Aspergillus tubingensis: es típico del suelo perteneciente al grupo A. niger que
además incluye a A. fumigatus, ambos patogénicos al hombre y animales.

Teniendo en cuenta que existen especies de Aspergillus patogénicas al hombre mezcladas con
los antagonistas o con doble acción se hace difícil la introducción de cepas de Aspergillus con
interés antagonistas en centros de producción masiva por métodos artesanales.

No obstante, pudiera trabajarse en el manejo de las poblaciones naturales de estos antagonistas


en el suelo ya que Pineda y Gonnella (1988), demostraron la capacidad inhibitoria que
presentó Aspergillus spp. aislado de suelo frente a Macrophomina phaseolina aislada de
ajonjolí al inhibir la producción de esclerocios, lo que se corroboró por Raper y Fennell
(1977), al referir que el género Aspergillus tiene alta capacidad de colonización y
competitividad con otras especies a nivel de suelo producto de su amplia dispersión tanto en la
zona de las rizosfera como en el rizoplano de las plantas.

En los muestreos de suelo se observó durante el presente estudio la presencia de otros hongos
de importancia como Fusarium clarmydosporium, Colletotrichum dematium Acremonium
fusidiodes , Penicillium sp, Paecilomyces sp, Rhizopus sp y Mucor sp. (Tabla 4).

40
Tabla 4. Características de otros hongos.

AISLAMIENTO PIGMENTACIÓN IDENTIFICACIÓN


Empresa de Cítrico Arimao
Campo 15 de Naranja Valencia. Lote Avilés
Cepa C – 15 Cambia a rojo marrón F. clamydosporium
Fr.(Sacc).
Empresa Forestal Integral Cumanayagua
Aserrín en descomposición
CepaC –16 No cambia C. dematium
(Penz)Sacc

Empresa Pecuaria Tablón


UBPC El Tabloncito Campo de King grass
Cepa C – 17 No cambia A. fusidioides (Sacc)
Gams
Empresa de Cítrico Arimao
Suelo para casas de cultivos
Cepa C - 18 No cambia Penicillium sp
Cepa C – 19 No cambia Paecilomyces sp
Cepa C – 20 No cambia Rhizopus sp
Cepa C – 21 No cambia Mucor sp

La cepa C – 15 se aisló de suelo de la zona de la rizosfera de las plantas presentó crecimiento


micelial rápido, colonia de coloración naranja, muy esporulada, cambió de pigmentación del
medio a rojo marrón. Se identificó como Fusarium clamidosporium. Esta especie se
considera cosmopolita, saprofítica, pero ha demostrado patogenicidad en posturas de
guisantes. Según Nelson y col. (1983), está informada como una especie toxicógena.

La presencia del género Fusarium sp en áreas de al Empresa de Cítrico Arimao fue


comprobada en los estudios realizados por Lorenzo y col. (1992) al ubicar a este hongo con
alta disponibilidad en estos suelos, por lo que se pudiera manejar sus poblaciones como
control biológico contra microorganismos propios del agroecosistema estudiado, ya que Stuart
y col. (1996), comprobaron la capacidad inhibitoria de Fusarium proliferatum G6 frente al
hongo Plasmopara viticola (mildiu de la uva) al inocular una suspensión de microconidios
sobre Plasmopara, se redujo la producción de esporangios en un 97%.

41
La cepa C – 16 presentó crecimiento rápido, colonia coloración negra, muy esporulada, no
cambió la pigmentación del medio, se identificó como Colletotrichum dematium. Según
Sutton (1980) y Tomás y col. (1997), este microorganismo se encuentra ampliamente
distribuido en plantas de diferentes familias generalmente como saprófito, puede causar
antracnosis. Se ha encontrado con mucha frecuencia en regiones de países templados, con una
menor aparición en países tropicales y sub tropicales, hasta el momento se conocen tres
formas especiales dentro de la especie.

La presencia de especies del género Colletotrichum en las muestras de suelo no puede ser
desconocida ya que Díaz (1999), incluye a especies del género Colletotrichum que intervienen
en el control biológico como micoherbicida contra malezas, entre ellos está: Collego
(Colletotrichum gloeosporioides f. sp. aeschynomene), que se ha recomendado contra
Aeschynomene virginica (L.) B.S.P.; Lubua II (C. gloeosporioides f. sp. cuscutae) que se
recomienda contra Cuscuta spp. y Biomala (C. gloeosporioides f. sp. malva) contra Malva
pusilla S.M, pero que pudieran aislarse más fácilmente en el área foliar de plantas.

La cepa C – 17 se aisló del suelo del campo de Bermuda cruzada del Tabloncito manifestó
crecimiento lento, colonia coloración gris pálido, muy esporulada, no cambió de pigmentación
el medio, se identificó como Acremoniun fusidiodes. Según Domsch and Gams (1980), este
hongo no es muy común del suelo, pero esta especie produce sustancias antibióticas efectivas
contra estafilococos y otras bacterias gram (+). Las posibilidades de utilización de esta especie
en el control biológico sería por el momento en el manejo de sus poblaciones en el suelo,
debiéndose profundizar su actividad posteriormente enfrentándola a bacterias y hongos
patógenos in vitro.

Viñas (1998), menciona dentro de otros agentes de biocontrol en Estados Unidos a


Acremonium breve, el cual ha tenido buena aceptación en el control de enfermedades
postcosecha, encontrándose el mismo en fase de patentización.

42
La cepa C – 18, se aisló de suelo para casas de cultivos perteneciente a la Empresa de Cítrico
Arimao, presentó crecimiento lento, muy esporulado, colonia de coloración verde oliváceo
claro, no cambió la pigmentación del medio, se identificó como Penicillium sp.

Lorenzo y col. (1992), encontraron con frecuencia poblaciones altas de Penicillium sp, en
suelo de campos de cítricos de la Empresa de Cítrico Arimao de Cienfuegos, lo que se
confirmó con los presentes resultados e indican la necesidad de profundizar en el posible papel
beneficioso de este género en la regulación de poblaciones de otros hongos patogénicos a las
plantas, si se tiene en cuenta lo planteado por Pineda y Polanco (1982), quienes señalan que
mundialmente el género Penicillium se ha utilizado muy poco como control biológico, a
pesar, de que estos mismos autores comprobaron que Penicillium notatum era antagonista
efectivo de Sclerotium rolfsii tanto en suelo natural como en condiciones de campo.

Por otra parte, Windels y Kommedhall (1978), indican que P. oxalicum fue muy efectivo en el
control de enfermedades radiculares, mostrando mejor efectividad en pre emergencia que en
post emergencia por lo que su eficacia como antagonista está muy relacionada con la densidad
de inóculo.

La cepa C – 19 se aisló de suelo para casas de cultivo perteneciente a la Empresa de Cítrico


Arimao, manifestó crecimiento lento, muy esporulado, colonia de coloración beige - rosado,
no cambió la pigmentación del medio, se identificó como Paecilomyces sp. Este género
incluye especies como P. lilacinus que ha manifestado buena efectividad en el control de
nemátodos fitoparásitos del género Melodiogyne incógnita, el cual coliniza las ootecas
(Fernández y col. 1998), así como contra R. similis y M. incógnita en plátano (Pérez y col.,
1999), por lo que debe continuarse estudios para la identificación hasta especie.

Dentro del género Paecilomyces la especie P. fumosoroseus también constituye un importante


agente de biocontrol, el cual se ha informado como efectivo contra varias especies de plagas
del orden Lepidóptero, Homóptera y Coleóptera en las condiciones de Cuba, siendo factible la
reproducción de este microorganismo, por vías artesanales (Becerra y col., 1996).

43
Las cepas C – 20 y C – 21 fueron aisladas de suelo para casas de cultivos pertenecientes a la
Empresa de Cítrico Arimao. La cepa C – 20, presentó crecimiento rápido, muy esporulada,
presentó estolón, con cabezuela cubierta de una masa de esporas oscuras, no cambió la
pigmentación del medio, se identificó como Rhizopus spp. La cepa C – 21, presentó
crecimiento rápido, presentó estolón con cabezuela, muy esporulado, no cambió la
pigmentación del medio, se identificó como Mucor spp.

3.2.2 Efectividad in vitro de cepas nativas de Trichoderma spp. contra hongos patógenos
post cosecha aislado de frutos cítricos

Todas las cepas de Trichoderma en estudio y las comerciales C-66 y A-34 manifestaron
acción antagónica sobre Colletotrichum gloeosporiodes, al diferir el diámetro de la colonia
del hongo patógeno enfrentadas al antagonista con el testigo.

La cepa C-9 Trichoderma Sección Trichoderma grupo viride, resultó la mejor, aunque no
defirió estadísticamente de un grupo de cepas nativas como las C – 5, C –10, C – 6, C – 7, y C
- 3 todas del grupo viride, la C– 4 y C–8 Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum
y las cepas comerciales C – 66 y A –34. Le siguieron en orden de mérito la cepa C - 1
Trichoderma koningii Sección Pachybasium y la cepa C – 2 del grupo viride. De esta forma
se confirma la habilidad competitiva de ocho cepas nativas, similar a las comerciales por
espacio y por nutrientes (Tabla 5).

44
Tabla 5. Diámetro de la colonia de Colletotrichum gloeosporioides Penz en el
enfrentamiento con diferentes cepas de Trichoderma spp.

CRECIMIENTO DE LAS
COLONIAS A LAS
72 HORAS
VARIANTES X (cm) SIG.
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-9 3,3 c
Trichoderma sp. Cepa C-66 3,5 bc
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-5 3,5 bc
Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum Cepa C-4 3,52 bc
Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum Cepa C-8 3,52 bc
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-10 3,55 bc
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-6 3,60 bc
Trichoderma harzianum Cepa A-34 3,65 bc
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-7 3,70 bc
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-3 3,75 bc
Trichoderma koningii Sección Pachybasium Cepa C-1 3,87 b
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-2 3,87 b
Testigo 4,37 a
ET* 0,15
CV (%) 2,45

*Letras desiguales difieren para p< 0.05 según el test de Duncan.

Estos resultados se reafirman con los de Barros y col. (1995), quienes comprobaron la acción
antagónica in vitro sobre Colletotrichum lindemuthianum aislado de fríjol, cuando T.
harzianum, T. viride y T. koningii causaron alteraciones morfológicas a las hifas del hongo
patógeno.

Por otra parte, De los Santos y col. (2001), estudiaron in vitro la capacidad antagónica de 12
aislamientos de Trichoderma spp. frente a Colletotrichum acutatum, las cuales causaron la
inhibición del crecimiento micelial entre 90% y 60%.

Todas las cepas de Trichoderma en estudio, resultaron hiperparásitas, esporulando sobre el


hongo patógeno, alimentándose de el y finalmente matándolo. Se puso de manifiesto que
hubo diferencia estadística entre las variantes utilizadas, destacándose la cepa C – 5

45
Trichoderma Sección Trichoderma grupo viride procedente del Frigorífico, que se comportó
como la más hiperparasítica a los cuatro días, la cual superó al resto. Le siguió en orden de
mérito la cepa C – 3 del grupo viride obtenida de suelo del campo 15 de Naranja Valencia del
Lote Avilés, que no difirió de la cepa C – 1 Trichoderma koningii, Trichoderma harzianum
cepa C – 4 y las cepas C – 2, C – 10 del grupo viride y las comerciales A –34 y C – 66. La de
peor comportamiento resultó la cepa C – 8 Trichoderma harzianum Sección
Longibrachiatum y las cepas C – 6 y C – 7 del grupo viride que no difirieron de ésta (Tabla
6).

Tabla 6. Mediciones del hiperparasitismo de cepas de Trichoderma sobre Colletotrichum


gloeosporioides Penz.

DISTANCIA DE
SOLAPAMIENTO DE
LAS COLONIAS
VARIANTES X (cm) SIG.
Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum Cepa C-8 2,25 d
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-6 2,35 cd
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-7 2,45 bcde
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-9 2,52 bcde
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-10 2,57 bcde
Trichoderma harzianum SecciónLongibrachiatum Cepa C-4 2,62 bcde
Trichoderma sp.Cepa C-66 2,85 bcde
Trichoderma harzianum Cepa A-34 2,87 bcde
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-2 2,97 bcde
Trichoderma koningii Sección Pachybasium Cepa C-1 3,07 bcde
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-3 3,15 b
Trichoderma Sección grupo virideCepa C-5 3,75 a
ET* 0,209
CV (%) 6,31
*Letras desiguales difieren para p  0.05 según el test de Duncan.

A pesar de estas diferencias en cuanto a rapidez a los siete días, todas las cepas en estudio y
las comerciales habían alcanzado un hiperparasitismo total en la colonia de C.
gloeosporioides.

46
Todas las cepas nativas y las comerciales presentaron antagonismo sobre Alternaria citri, al
diferir estadísticamente con el testigo. Se puso de manifiesto mayor inhibición del crecimiento
micelial del hongo patógeno con la cepa C-7 Trichoderma Sección Trichoderma grupo viride,
aunque no demostró diferencia estadística con la cepa C – 8 Trichoderma harzianum, la cepa
C – 2 Trichoderma grupo viride, la cepa C – 5 Trichoderma, grupo viride, la cepa C – 1
Trichoderma koningii, la cepa C - 9 Trichoderma grupo viride, la cepa C – 6 Trichoderma 6
grupo viride y las comerciales cepa C – 66 Trichoderma sp y cepa A - 34 Trichoderma
harzianum, pero si con el resto y el testigo (Tabla 7).

Tabla 7. Diámetro de la colonia de Alternaria citri Ellis et Pierce apud Pierce en el


enfrentamiento con diferentes cepas de Trichoderma spp.

CRECIMIENTO DE
LAS COLONIAS A
LAS
72 HORAS
VARIANTES x(cm) SIG.
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-7 3,1 d
Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum Cepa C-8 3,25 cd
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-2 3,37 cd
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-5 3,37 cd
Trichoderma sp. Cepa C-66 3,55 cd
Trichoderma koningii Sección Pachybasium Cepa C-1 3,67 cd
Trichoderma harzianum Cepa A-34 3,77 cd
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-9 3,77 cd
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-6 3,80 cd
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-3 3,92 bc
Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum Cepa C-4 4,1 bc
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-10 4,37 b
Testigo 4,45 a
ET* 0,223
CV (%) 5,35

*Letras desiguales difieren para p  0.05 según el test de Duncan.

Todas las cepas nativas en estudio y las comerciales resultaron hiperparásitas a Alternaria
citri. Se observó un mayor hiperparasitismo por la cepa C – 4 Trichoderma harzianum

47
Sección Longibrachiatum, quien mostró un efecto hiperparasitico mayor frente al hongo
patógeno Alternaria citri, la cual no presentó diferencia estadística con las cepas comerciales
A –34 y C – 66. Las cepas C – 5 y C – 7 le siguieron en orden de mérito y no difirieron de la
cepa C – 66. Las de peor comportamiento fueron las cepas C – 2, C – 3 y C – 10 del grupo
viride (Tabla 8).

La alta capacidad competitiva e hiperparasita de las cepas de Trichoderma spp. se corroboró


con los resultados obtenidos por González y col. (1999), quienes estudiaron la actividad
antagónica de una cepa nativa Trichoderma sp. Dimitrov II frente a Alternaria solani,
observaron inhibición del crecimiento miceliar del patógeno y un efecto hiperparasitico mayor
que la cepa comercial Trichoderma harzianum A - 34.

Por otra parte, la posible utilización de las cepas en estudio para el control de estos hongos
causantes de enfermedades postcosecha, se reafirmaron con los obtenidos por Aranguren y
col. (1994), quienes señalan la efectividad biológica de Trichoderma spp. contra D.
natalensis, Geotrichum candidum y Penicillium digitatum al lograr una inhibición del
crecimiento micelial de los patógenos a los 10 días después del enfrentamiento.

Tabla 8. Mediciones del hiperparasitismo de cepas de Trichoderma sobre Alternaria citri


Ellis et Pierce apud Pierce.

DISTANCIA DE
SOLAPAMIENTO
DE LAS COLONIAS
VARIANTES X (cm) SIG.
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-3 0,55 e
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-2 0,675 e
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-10 1,00 e
Trichoderma koningii Sección Pachybasium Cepa C-1 1,92 d
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-6 1,85 d
Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum Cepa C-8 2,02 d

48
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-9 2,20 cd
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-5 2,77 bc
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-7 2,80 bc
Trichoderma sp.Cepa C-66 3,4 ab
Trichoderma harzianum Cepa A-34 3,82 a
Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum Cepa C-4 3,95 a
ET* 0,231
CV (%) 9,59

*Letras desiguales difieren para p  0.05 según el test de Duncan.


En este trabajo se demostró la importancia de contar con cepas nativas de antagonistas por
particular de las 10 cepas de Trichoderma aisladas de diferentes lugares de la provincia de
Cienfuegos, fueron varias las que tuvieron mejor o igual comportamiento en cuanto a
antagonismo e hiperparasitismo que las cepas comerciales A –34 y C – 66 específicamente
contra dos patologías postcosecha de los frutos cítricos.

De forma general con los resultados obtenidos hasta el presente las cepas C – 5 y C – 7 no
difieren o superan a las cepas comerciales para los dos hongos patógenos en su conjunto,
tanto en antagonismo como hiperparasitismo, por lo que serían las más recomendables en caso
que se decida hacer tratamientos postcosecha en este cultivo, porque incluso fueron aislados
en ecosistemas de Envasadero y Frigorífico, o sea, que se devolverían al medio donde ellas
están presente.

Las cepas nativas aisladas permitirán ampliar los estudios realizados sobre enfermedades
foliares, donde las cepas comerciales han mostrado efectividad como por ejemplo contra
Alternaria spp. (Castellanos y col. 1998; Pérez y Echemendía, 1994; Carelys y col. 1997)
quienes comprobaron una disminución del patógeno en el área foliar de las plantas, pero su
utilización no se ha extendido por no competir el bioproducto en los sistemas aéreos con los
fungicidas químicos.

Con respecto a los hongos del suelo, resultaría interesante comparar las cepas nativas con las
cepas comerciales A – 34 y C – 66, donde éstas han demostrado gran efectividad contra
enfermedades en tomate (Castellanos y col., 1995) y del frijol (González, 2001) y comparar si
éstas las superan en efectividad.

49
3.2.3. Reproducción de cepas nativas de Trichoderma spp. por la tecnología estándar de
producción

El mejor título lo alcanzó el biopreparado obtenido a partir de la cepa C - 3 Trichoderma


Sección Trichoderma grupo viride, con 4,47 x 109 ufc/g de producto, la cual no presentó
diferencia estadística con la cepa estándar de producción Trichoderma harzianum cepa A-34,
C – 66 y las cepas nativas C – 5, C – 7 pertenecientes al grupo viride y C – 4 Trichoderma
harzianum Sección Longibrachiatum, todas pertenecientes al grupo viride (Tabla 9).

Tabla 9: Calidad del biopreparado de diferentes cepas de Trichoderma spp. en sustrato


cabecilla – paja de arroz.

TITULO DEL
BIOPREPARADO
VARIANTES X (ufc/g) SIG.
Trichoderma sp.Cepa C-66 3,42 x 109 abcd
9
Trichoderma harzianum Cepa A-34 3,85 x 10 bcd
Trichoderma koningii Sección Pachybasium Cepa C-1 2,55 x 109 ab
9
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-2 2,30 x 10 a
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-3 4,47 x 109 d
Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum Cepa C-4 3,57 x 109 abcd
9
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-5 3,90 x 10 cd
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-6 3,72 x 109 bc
9
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-7 3,80 x 10 bcd
Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum Cepa C-8 2,35 x 109 a
9
Trichoderma Sección grupo viride Cepa C-9 2,67 x 10 abc
ET * 0,400
CV (%) 19,9

*Letras desiguales difieren para p  0.05 según el test de Duncan.

Se demostró la posibilidad real de reproducción de todas las cepas nativas de Trichoderma por
vía sólida con la tecnología actual del INSAV (1993) obteniéndose títulos del biopreparado
superiores a 2 x 109 ufc/g, niveles óptimos por esta tecnología Castellanos (1996), no

50
obstante, para una recomendación específica debe tenerse en cuenta la acción antagónica e
hipreparasítica contra el agente causal de la enfermedad en cuestión. y si el efecto y la calidad
superan las cepas comerciales actuales.

Para el caso de enfermedades causadas por C. gloeosporioides y A. citri, sería recomendable


reproducir las cepas C – 7 y C – 5 (ambientales), la primera aislada del andén del Frigorífico
de Cuba Cítrico y la segunda del Envasadero de la Empresa de Cítrico Arimao, que mostraron
resultados iguales o superiores a las comerciales en cuanto al antagonismo y manifestaron
títulos superiores o iguales a las comerciales.

La cepa C – 3 aislada del campo 15 de cítrico del Lote Avilés obtuvo el título más alto, no
demostró buenos resultados de antagonismo e hiperparasitismo frente a los dos hongos en
estudio. Su fácil reproducción y alta calidad del producto final, debe ser tenido en cuenta para
evaluar su efectividad como agente de biocontrol contra otros hongos patógenos.

Además se destacó la cepa C – 4 Trichoderma harzianum Sección Longibrachiatum, aislada


del andén del Frigorífico, mostró tener buenas habilidades competitivas frente a los hongos
patógenos C. gloeosporioides y Alternaria citri y manifestó calidad del biopreparado (título)
que no difirió de la cepa A – 34, pero no de la cepa C – 66, por lo que debe ser tenida en
consideración en segundo lugar.

Los resultados obtenidos demuestran la importancia de disponer de cepas nativas de


Trichoderma más adaptadas al ecosistema y que pueden ser tan efectivas como las que se
utilizan comercialmente e incluso obtenerse un bioproducto con calidad similar o superior,
pudiéndose devolver al medio donde fueron aisladas con menor alteración del ecosistema.

51
4. CONCLUSIONES

1. Se aislaron cepas nativas de Trichoderma, Penicillium, Fusarium, Acremonium,


Paecilomyces, Colletotrichum, Rhizopus, Mucor y Aspergillus, que incluyen especies
beneficiosas de una forma u otra para la agricultura en la provincia de Cienfuegos.

2. Se identificaron 10 cepas nativas de Trichoderma, de las cuales: siete pertenecieron a


Trichoderma sp Sección Trichoderma grupo viride, una a Trichoderma koningii Oud
Sección Pachybasium y dos a Trichoderma harzianum Rifai Sección Longibrachiatum.

3. Se aislaron seis especies del género Aspergillus, entre las que se incluyen dos que
constituyen nuevos informes para la microbiota del suelo cubano: Aspergillus biplanus
Raper & Fennell y Aspergillus tubingensis ( Schöber) Mosseray.

4. Resultaron efectivas contra Colletotrichum gloeosporioides las cepas nativas de


Trichoderma C – 3, C – 5, C-7, C – 9 y C –10, todas pertenecientes al grupo viride, las
cuales manifestaron antagonismo superior o igual a las cepas comerciales Trichoderma
harzianum cepa A –34 y Trichoderma sp. cepa C-66.

5. Las cepas nativas de Trichoderma C – 7 del grupo viride y C – 4 T. harzianum Sección


Longibrachiatum ambas pertenecientes al grupo viride manifestaron un efecto antagónico
marcado, frente al hongo patógeno Alternaria citri, presentando un comportamiento
similar a las cepas comerciales A – 34 y C – 66.

6. Todas las cepas nativas de Trichoderma manifestaron buen comportamiento en el sustrato


cabecilla – paja de arroz, alcanzando mayor título la cepa C – 3 seguidas de la C – 5, C – 7
del grupo viride y C – 4 T. harzianum las cuales manifestaron un comportamiento similar
o superior a las comerciales A – 34 y C – 66.

52
5. RECOMENDACIONES

1. Continuar la identificación hasta especie de las cepas nativas de Paecilomyces,


Penicillium, Rhizopus y Mucor.

2. Determinar la acción antagonista de las cepas nativas de Aspergillus, Penicillium,


Fusarium y Acremonium.

3. Realizar pruebas de campo contra los hongos patógenos postcosecha de cítricos con las
cepas nativas del género Trichoderma fundamentalmente las aisladas de forma ambiental,
que resultaron más efectivas in vitro.

53
8. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. Abd-El Moity, T.H. and Shatla, M. N. Biological Control of white rot disease of
onion Sclerotium cepivorium by Trichoderma harzianum. Phytopathology 71: 29 –32
p. 1981.

2. Adams, P. B. Effects of soil temperature, moisture and depth on survival activity of


Sclerotinia minor, Sclerotium cepivorum and Sporidesmium sclerotiorum. Plant
Disease 7: 170 – 174, 1986.

3. Agrios, G.N. Fitopatología 2da edición. Noriega editores. México. D. F. 1995.-- 838
p.

4. Andreu, R; R, Cupull; S, Mayea y M. Reynoso. Relaciones antagónicas sobre el


crecimiento micelial de Alternaría solani Sor. por Trichoderma spp. y Verticillium spp.
Centro Agrícola 19 (2-3 ): 114 - 116, 1992.

5. Andreu, R. C.M; E. Rodríguez; A. Feitó; Y. Morales y J. Sánchez. Efecto de los


tratamientos de con biopreparado de Trichoderma viride Rifai a la semilla de caña de
azúcar. En: Resúmenes V Simposio Internacional sobre Sanidad Vegetal en la
Agricultura Tropical. Centro de Investigaciones Agropecuarias. Universidad Central de
Las Villas. 1995.-- p.49.

6. Aranguren, M; A. García y H. Grillo. Evaluación in vitro de tres aislados de


Trichoderma spp. como antagonistas de patógenos postcosecha de los frutos cítricos.
Centro Agrícola 21( 2) : 42 – 45, 1994.

7. Baker, K. F and J. R. Cook, J. Biological Control of Plant Pathogens. Freeman


Press. San Francisco 1974.-- p. 433.

54
8. Baker, K. F. Evaluating concepts of biological control of plants pathogen. Annu.
Rev. Phytopathology 25: 67 – 87, 1987.
9. Baker, R.T. Biological control of plant pathogens: definitions En: Biological
Control in Agricultural (Hoy, M. A y D. C. Herzog eds) Academics Press New York.,
1985.-- p. 25 – 32.

10. Barros, S. T; N. T. Oliveira; S.T.G., Bastos. Trichoderma spp. in the bilogical


control of Colletotrichum lindemuthianum (Sacc. et Magn). Scribb. Agent of the bean
anthracnose (Phaseolus vulgaris L.). Boletín Micológico (Chile) V.10 (1-2): 5-11,
1995.

11. Becerra, M; J del R. García; A. Sánchez; S. Caballero; V. Sánchez; M. Machado.


Paecilomyces fumosoroceus (Wize) 1981 – 1985. Características. Tecnología de
reproducción. Particularidades y espectro en la Protección Fitosanitaria de las plantas.
En: Resúmenes V Jornada Científica Sanidad Vegetal. Cienfuegos. 1996.-- p.49.

12. Bernal, B; Z. Amat y G. González. Diferentes tratamientos a semillas hortícola para


el control de fitopatógenos. En: Resúmenes V Jornada Científico Técnica Sanidad
Vegetal. Cienfuegos. 1996.-- p.8.

13. Bissett, J. A revision of the genus Trichoderma III. Section Pachybasium.


Canandian Journal of Botanic. 69: 2373 – 2417, 1991.

14. Bissett, J. A revision of the genus Trichoderma I. Section Longibrachiatum sect


nov. Canadian Journal of Botanic 62 : 924 – 931, 1984.

15. Bissett, J. A revision of the genus Trichoderma II. Infrageneric clasification.


Canadian Journal of Botanic 69: 2357 – 2372, 1991.

16. Bissett, J. A revision of the genus Trichoderma IV. Additional note on Section
Longibrachiatum. Canadian Journal of Botanic. 69 : 2418- 2420 p, 1991.

55
17. Blakerman, J. P. Ecological succession of leaf surface micro-organism in relation to
biological control. In: Biological Control on the Phylloplane (Windels, C.E y
S.E.Lindow eds). American Phytopathological Society, St.Paul. Minn. 1985.--p. 6-18

18. Borrás, H.; M. C. Pérez; J. Noriega; E. Felix; A. Martín; Y. Rodríguez y M.


Mosqueda. Empleo de Trichoderma sp. en el control de la pudrición piña causada por
Phytopthora nicotianae var parasítica en segmentos de tallos. Cuadernos de
Fitopatología. No.54: 148 – 149, 1997.

19. Brian, P. W. and Mc Gowan, J.C. Viridin: a highly fungistatic substance produced by
Trichoderma viride. (London) Nature 156: 144, 1945.

20. Brito, R. R. Sustitución de sustratos para la reproducción de Trichoderma spp. En:


Resúmenes V Jornada Científico Técnica de Sanidad Vegetal, Cienfuegos. 1996.-- p. 55.

21. Campbell, R. Biological control of Microbial Plant Pathogens. Cambridge University


Press. Cambridge. Great Britain, 1989. -- p. 212.

22. Carelys, S. W; M. D. Ariosa y I. D. Armas. Efecto de Trichoderma cepa ( TS-3 ) en


el control de enfermedades de la papa. En: Resúmenes V Encuentro Nacional de
Bioplaguicidas y V Expo- CREE. La Habana. 1997.-- p.35.

23. Carone, M. Subdivisión Deuteromycotina.Clase de forma Deuteromycetes


.Micología. Editorial Pueblo y Educación Cap.26. 1986. -- p. 279 – 306.

24. Castellanos, L.; T. Santana y A. Pérez . Evaluación de varias cepas de Trichoderma


spp. contra enfermedades radiculares en vivero de café. En: Resúmenes V Jornada
Científico Técnico de Sanidad Vegetal. Cienfuegos. 1996. -- p.57.

56
25. Castellanos, L. Proyecto de Investigación Prospección de microorganismos de interés
agrícola y ambiental en la provincia Cienfuegos. Informe Parcial. 2000.-- 10 p.

26. Castellanos, L. Proyecto de Investigación. Prospección de microorganismos de


interés agrícola y ambiental en la provincia Cienfuegos. Informe Parcial. 2001.--10 p.

27. Castellanos, L.; M. E. Lorenzo y M. González. Control de enfermedades foliares con


el uso de antagonistas. Ponencia al XII FORUM de Ciencia y Técnica. 1998. -- 8 p.

28. Castellanos, L; M. González; T. Santana e I. Irimia. Generalización de la producción


y uso de Trichoderma spp. para el control de enfermedades. Memorias. III Encuentro
Nacional de Bioplaguicidas. La Habana 1995. -- p.39.

29. Cate, R. J. Biological control of pest and diseases. Integrating a diverse heritage. In:
New Directions in Biological Control. Alternatives for Suppressing Agricultural Pests
and Diseases (Baker, R.R y D.E Dunn eds). Alan R. Liss Inc. New York, 1990. -- p.23 –
43.

30. Chet, I. Trichoderma. Application, mode of action and potencial as biocontrol agent
of soilborne plant pathogenic fungi. In: Innovative Approaches to Plant Disease Control
(Chet, I. ed) New York, 1987. -- 137 – 156.

31. Chet, I.and R. Beaker. Induction of suppres siveness to Rhizoctonia solani in soil.
Phytopatology 70: 994 – 998, 1980.

32. Chet, I. and Y. Henis. Trichoderma as a biocontrol agent against soliborne


pathogens. In: Ecology and Management of Soilborne Plant Pathogens (Parker, C.A.D.
Roviva y K.J. Moore eds). The American Phytopathological Society, St. Paul Minn.
1985. -- p. 110 – 112.

57
33. Chunchill, B. W. Mass production of microorganism of biological control. In:
Biological Control of Weeds with Plant Pathogens (Charudattan, R. y H. L. Walker eds)
John Wiley & Sons Press. New York.. 1982. --139 – 156.

34. Cook, R. J and F.K. Baker. The Nature and Practice of Biological Control of plant
pathogens. American Phytopathological Society, St. Paul Minn. 1983.-- 539 p.

35. Cuba, INISAV. Información preliminar sobre los estudios de Trichoderma spp.
como biocontrol de patógenos en cultivos de importancia económica. 1992.-- 2 p.

36. Cullen, D. and J. H. Andrews. Benomyl marked population of Chaetomium


globosum survival on apple loaves with and without benomyl and antagonism to the
apple scab pathogen, Venturia inaequalis. Can. J. Microbial 31: p. 251 – 258, 1985.

37. De los Santos, B; C, Barrau; M. Porras; C. Blanco y F. Romero. Evaluación del


antagonismo in vitro de Trichoderma spp. frente a Colletotrichum acutatum y Botrytis
cinerea, patógenos de fresa. Centro de Investigación y Formación Agraria “Las Torres
Tomejil”. Sevilla. España. En: Resúmenes II Congreso Latinoamericano de la Sección
Regional Neotropical de la Organización Internacional de Control Biológico. 2001. -- p.
159.

38. Denis, C. and J. Webster. Antagonistic properties of species groups of Trichoderma


I. Production of non-volatile antibiotics. Trans.Br. Mycol. Soc. 57: 25 – 39, 1991.

39. Descriptions of patogenic fungi and bacteria. Kew. Surrey. 1980. -- 406p.

40. Díaz Polanco, C y J. L. Castro. Estudios sobre el control biológico de Sclerotium


rolfsii (a). Agronomía Tropical 27 (5): 539 – 541, 1977.

41. Diversidad de los microorganismos de Cuba. 1997. Disponible en:


http://www.latinsynergy.org/microoganísmoscuba.Htm.

58
42. Domsch, K. H; K. W. Gams and T. H. Anderson . Compendium of soil. Fungi. Acad.
Press. London. Vol. I, 1980. -- 859 p.

43. Elad, Y; I. Chet and Y. Henis. Biological control of Rhizoctonia solani in strawberry
fields by Trichoderma harzianum. Plant Soil 60: 245 – 260, 1981.

44. Farr, D. F; Bills, F; G. Geralel.; G. R. Chamuris y A. Y; Rossman. Fungi on plant


and productes in the United States. Minnessota: U.S.A. 1995.-- p . 578 –579.

45. Fernández, Ana. Biología, detección en el suelo, nocividad, epidemiología y control


de Phytopthora nicotianae var parasítica causante de la enfermedad pata prieta del
tabaco. Fitosanidad. Vol. 2. No. 1 y 2: 64 – 65, 1998.

46. Fernández, E; R. Hernández; M. López y M. Gandarilla. Nemátodos parásitos del


banano y plátano. Manejo y lucha biológica. Boletín Técnico. Vol. 4 No. 5: 19-20,
1998.

47. Gerlach, M. Biological control of Plant Disease. Biological control of Pest


Departament of Entomology Wageningen Agriculture University. 1993. -- 25 p.

48. González, C. H; A. Puertas Arias; M. Fonseca; E. Suárez y R. Blaya Gómez.


Actividad antagónica de Trichoderma sp. aislada de un suelo de la provincia Granma,
Cuba, frente a Alternaria solani Sor. Rev. Fac. Agron. (LUZ) 16: 167 - 173, 1999.

49. González, M. Utilización de Trichoderma spp. para el control de hongo patógenos


de la semilla y del suelo en el cultivo del frijol. Tesis en opción a título académico de
Master en Ciencias Agrarias. Cienfuegos. 2001.-- 50 p.

50. González, C. y E. Rivas. Conferencia Curso de postgrado Manejo Integrado.


Maestría Ciencias Agrícolas. Tema 6. Uso de los agentes biológicos en el MIP.
Cienfuegos, 2000. -- 38 p.

59
51. González, Mercedes. Efecto antagónico de diferentes cepas de Trichoderma spp.
sobre Fusarium spp. aislado de semilla de papa (Solanum tuberosum L.). En:
Resúmenes V Jornada Científico Técnica de Sanidad Vegetal Cienfuegos. 1996. -- p. 3.
52. Guzmán, G; D. Mata; D. Salmones. El cultivo de los hongos comestibles con
especial atención a especies tropicales y sub tropicales en esquilmos y residuos
agroindustriales. IPN México, D. F. 1993. -- 124 p.

53. Hadar, G. E.; I Chet; R. Baker. Trichoderma harzianum effects on seedling disease
induce in radish and pea by Pythium spp. or Rhizoctonia solani. Phytopathology 70:
1167 - 1172, 1980.

54. Hadar, G. E; I Chet; R. Baker. Biological control of Rhizoctonia solani damping off
with wheat bran of Trichoderma harzianum. Phytopathology 69: 64 – 68, 1979.

55. Harman, G. E. Trichoderma harzianum, T. viride, T. kuningii, T. hamatum


(Deuteromycetes: Moniliales). SANINET: Trichoderma spp. p. 1 – 6, 2000. Disponible
en: http://www.nysases.cornell.edu/ent/biocontrol/pathogens/trichoderma.html.

56. Harman, G. E; I. Chet and R. Baker. Factors affecting Trichoderma hamatum


applied to seeds as a biocontrol agent. Phytopathology 71: 569-574, 1981.

57. Henis, Y and G. C. Papavizas. Factors affecting germinability and susceptibility to


attack Sclerotium rolfsii by Trichoderma harzianum in field soil. Phytopatology 73:
1469 – 1474, 1983.

58. Henis, Y. and G.C. Papavizas. Factors affecting germinability and susceptibility to
attack Sclerotium rolfsii by Trichoderma harzianum in the field soil. Phytopathology
73: 1469 - 1474, 1981.

60
59. Hernández De Paz, Leticia. Evaluación in vitro del potencial biocontrolador de tres
especies del género Trichoderma. Tesis para obtener el título de Ingeniería Agrícola.
Cautitlan Izcalli, Edo. De México. 1998. -- 27 p.

60. Herrera, A. Understanding and improving fungal biocontrol agents for plant
protection. En: Programa – Resúmen III Seminario Internacional de Sanidad Vegetal.
Cuba. Protección Vegetal. 1997.-- p. 46.

61. Kloepper, J. W. and M. N. Schorth. Relatioship of in vitro antibiosis of plant growth


promoting rhizobacteria to plant growth and the displacement of root microflora.
Phytopathology 71: 1020-1024, 1981.

62. Latiegue, A. Trichoderma harzianum Rifai como antagonista de Sclerotium rolfsii


Sacc. agente causal de la pudrición basal en carota. Tesis Post-grado de Fitopatología.
UCLA. Barquisimeto, 1990.-- 61 p.

63. Lerch, G. La experimentación en las ciencias biológicas. Editorial Científico


Técnica. La Habana. 1977.-- p. 434.

64. Leal, R. RE: FW: EEUU arroja hongo mortal en Ecuador (fwd). 16 October, 2000.
Yahoo Feb. 2001.

65. Lewis, J. A and G. C. Papavizas. Characterístic of alginate pellets formulated with


Trichoderma and Gliocladium and their effect on the proliferation of the fungi in soil.
Plant Pathology 34: 571 - 577, 1984.

66. Lewis, J. A and G. C. Papavizas. Chlamydospore formation by Trichoderma spp. in


natural substrates. Canadian Journal Microbiology. 30: p. 1 - 7, 1984.

61
67. Lorenzo, M. E; L. Castellanos; T. Santana; M. González; M. Gómez; A. Rodríguez y
O. Homen. Estudio microbiológico de los suelos en la Empresa de Cítrico, Arimao.
Laboratorio Provincial de Sanidad Vegetal. Cienfuegos, 1992.-- 10 p.

68. Lorito, M.; G. Harman; A. Di Prieto and C. Hayes. Extracelular chitinolytic enzimez
produced by T. harzianum, purification, characterization and molecular clonning.
Phythopathology 82 (10) : 1077, 1992.

69. Lumsden, R. D. Mycoparasitism of soliborne plant pathogens. In the fungal


Conmunity: It´s Organization and Role in the Ecosystem (Carroll, C. G. y D. T.
Wicklow eds). Dekker Press. Peoria, Illinois. 1992.-- p. 275 – 293.

70. Lumsden, R. D.; J. A. Lewis and G. C. Papavisas. Effect of the organic matter on
soil-borne plant diseases and pathogens antagonists. In: Environmentally Sound
Agriculture (Lockeretez. W. ed) Praeger. New York. 1983. -- p. 51 – 70.

71. Martín, A .Introduction to Soil Microbilogy, 1977.

72. Mayea, S; R. N. Sordo; A. Valiño Alvarez. Introducción a la Microbiología del


suelo. Editorial Pueblo y Educación, 1982.-- 187 p.

73. Mazzabel, C.; M. C. López; K del Castillo. Población microbiana del suelo en la
zona Norte del Bosque Reservado de UNAS Tingo María. Universidad Agraria de la
Selva. Facultad de Recursos Naturales Renovables. Trabajo de Investigación. Tingo
María Perú. 1997.-- p. 1 – 7.

74. Mehrotra, R.; K. R. Aneja and K. A Gupta. Fungi-Agents of biological control. In:
Handbook of Pest Management Vol.1 (Pimentel, D.ed) CRC Press, Boca Raton. Florida.
1988.-- p. 37 – 47.

62
75. Nelson, P. E; T. A. Toussounand; W. F. O. Marasas. Fusarium species. An
illustrated manual for identification. The Pennsylvania State University Park. University
Park and London, 1983. -- 193 p.

76. Nigam, N. and Mukerji K. G. Biological control = Concepts and Practices. In:
Handbook of Pest Management Vol. I (Pimentel, D. ed) CRC. Press, Boca Ratón,
Florida. 1988.-- p.1 – 9.

77. Odum, P. E. Ecología. Editorial Latinoamericana. México. D. F. 1972. -- 639 p.

78. Otero, O; F. Guerra y C. B. Moya. Metodología para la evaluación de la


contaminación en los envasaderos y frigoríficos. Instituto de Investigaciones de Cítricos
y otros frutales. Departamento de postcosecha. 1990.-- 6 p.

79. Papavizas, G. C. Trichoderma and Gliocladium: biology, ecology, and potential for
biocontrol. Annual Rewiew of Phytopathology 23: 23 - 54, 1985.

80. Papavizas, G. C; M. T. Dunn; J. A. Lewis and J. Beagle Distaino. Ligud fermentation


technology for experimental production of biocontrol fungi. Phytopathology 74: 1171
– 1175, 1984.

81. Papvizas, G. C. and R. D. Lumsden. Biological control of soilborne fungal


propagules. Annual Rewiev of Phytopathology 18: 389 – 410, 1980.

82. Pérez, A. E. Lorenzo y E. González.. Biocontrol de nemátodos en plátano bajo el


sistema de riego por goteo. Centro Agrícola. Año 26 No.1: 5-10, 1999.

83. Pérez, C. Adriana. Sustitución de las tres primeras aplicaciones de fungicidas en


semilleros de tabaco por el hongo Trichoderma spp. III Encuentro Nacional Científico-
Técnico de bioplaguicidas y III Expo-CREE. Memorias. Ciudad de la Habana. 1995, --
p.3.

63
84. Pérez, N.; M. Echemendia. Efectividad de Trichoderma spp. en el control de la
mancha púrpura en cebolla. Resúmenes IX Forum de Ciencia y Técnica/II Encuentro
Nacional de Bioplaguicidas, II Expo-CREE. CID-INISAV. Ciudad de la Habana
Octubre 1994. -- p-25.

85. Pineda, J. B. y C. D. Polanco. Control biológico de Sclerotium rolfsii Sacc. En


Phaseolus vulgaris mediante la utilización de Penicillium notatum West. Agronomía
Tropical 31 (1-6): 265-281, 1982.

86. Pineda, J. B. y Ercilia R..Gonnella. Evaluación del control biológico de


Macrophomina phaseolina en ajonjolí (Sesamum indicum L.). Agronomía Tropical
38 (4-6): 43 - 48, 1988.

87. Rosset, P. y M. Benjamín. Management of insect pest, plant diseases and weeds. The
Greening of the Revolution “Cuba’s experiment erth organic agricultur, 1994. p. –35-42.

88. Powell, K. A and A. R. Jutsum. Technical and commercial aspects of biocontrol


products. Pesticides Science 37 : 315 - 321, 1993.

89. Raper, K. y Fennel, D. The Genus Aspergillus. Academic Press New York. 1977.

90. Rifai, M. A. A revisión of the genus Trichiderma. Mycologycal Papers 116: 1- 56,
1969.

91. Rodríguez, F. y I. Sandoval. Efectividad de diferentes productos químicos y del


biopreparado Trichoderma harzianum contra enfermedades fungosas del tomate en
hidropónicos. Memorias III Encuentro Nacional de Bioplaguicidas. La Habana 1995.

92. Rodríguez, F; M. Stefanova y U. Gómez . Efecto del biopreparado de Trichoderma


harzianum (Rifai) contra Pseudoperonospora cubensis (Berk Curt) Rostow y

64
Erysiphe cichoraceanum D.C en pepino (Cucumis sativus L.) Fitosanidad. Vol. 2 No.
1 y 2 Junio 1998. -- p.41- 43.
93. Sandoval, I; M. O. López; T. Bonilla y Y. Tomás. Hongos del suelo que atacan al
clavel. Fitosanidad Vol. 2. No. 3 y 4: 41 – 44, 1998.

94. Sandoval, Ileana y M. Saenz. Metodología de aislamientos prometedores de


Trichoderma spp. para el biocontrol del patógeno en el cultivo del tabaco. INISAV-
MINAGRI, 1992.

95. Sandoval, Ileana; M. López; D. García; I, Mendoza. Trichoderma harzianum (Cepa


A-34): Un biopreparado de amplio empleo para micopatología en tomate y pimiento.
CID-INISAV. Boletín Técnico No. 3: 38, 1995.

96. Sandoval, Ileana; M. López; D. García; I. Mendoza. Trichoderma harzianum (Cepa


A-34): Un biopreparado de amplio empleo para micopatología en tomate y pimiento. IX
Forum de Ciencia y Técnica. INISAV / II Encuentro Nacional de Bioplaguicidas / II
Expo CREE. Ciudad de la Habana, Octubre 1994.-- p.73- 74.

97. Santana, Teresa; L. Castellanos; M. E. Lorenzo. Acción antagónica que ejercen


diferentes cepas de Trichoderma spp. contra Sclerotium rolfsii aislada de Topinambur
(Helianthus tuberosum L.). III Encuentro Nacional Científico Técnico de
Bioplaguicidas / III Expo CREE. Memorias INISAV. Ciudad de la Habana. Octubre
1995.-- p. 38.

98. Sanz, Ferramola, María del Rosario. Biocontrol de enfermedades de origen


Criptogamico en productos fruti-hortícolas. Proyecto de investigación. Universidad
Nacional de San Luís. Argentina, 1998.-- p. 1-2. Disponible en:
http://linuxO.unsl.edu.ar/~foncyt/sanzferra.htm.

65
99. Silvan, A y I, Shet. The possible role of competition between Trichoderma
harzianum and Fusarium oxysporum on rhizosphere colonization. Phytopathology 79
(2 ):198 - 203, 1989.

100. Singh, J. and J. L. Faull. Antagonism and biological control. In : Biocontrol of Plant
Disease. Vol. II ( Mukerji, K.G. y K.L. Garg eds) CRC Press, Boca Ratón, Florida,
1988. -- p. 168 –175.

101. Stefanova, M. Empleo de biopreparados de Trichoderma en el control de hongos


fitopatógenos del suelo en tabaco pimiento y tomate de hidropónico. En: Resúmenes
FORUM de Ciencia y Técnica. Ciudad de la Habana. INSAV. 1993.-- p. 33.

102. Sivan, A.; O. Ucko and I. Chet. Biocontrol of Fusarium crown of tomato by
Trichoderma harzianum under conditions. Plant Disease 71: 587 – 592, 1987.

103. Smilanick, J. L.; R. D. Arrue. Control of green mold of lemons with Pseudomonas
species. Plant Disease 76: 481 - 485, 1992.

104. Stack, P. J.; Ch. M. Kenerley; R. E and Pettit . Application of biological control
agents. In: Biocontrol of Plant Disease. Vol. II (Mukerji, K. G y Garg, K.L eds) CRC
Press. Boca Ratón. Florida, 1988. -- p. 43 – 54.

105. Stefanova, M; A. Leiva; L, Larriganaga; M. F. Conronado. Actividad metabólica de


cepas de Trichoderma spp. para el control de hongos fitopatógenos del suelo. Rev. Fac.
Agron. (LUZ) 16: 509 – 516, 1999.

106. Stefanova, M y Sandoval, I. Efectividad de biopreparados de Trichoderma spp. en el


control de hongos fitopatógenos del suelo. Boletín Técnico No. CID-INISAV p. 20,
1995.

66
107. Strack, P. J.; M. Kenerley and R. E. Pettet. Application of biological control agents.
In: Biocontrol of Plant Diseases Vol. II (Mukerji, K. G. y K. L. Garg eds) C. R. C.
Press, Bock Raton, Florida. 1988. -- p. 43 – 54.

108. Stuar, P. Falk; Roger. C. Pearson; David. M. Gadowy; Robert. C. Sum and Abraham
Sztejnberg. Fusarium proliferatum as a biocontrol agent against grape Downy mildew.
Phytopathology: 86 (10 ): 1010, 1996.

109. Sutton, B. C. The Coelomycetes. Fungi Imperfecti with Pycnidia Acervuli and
Stromata. CMI, Surrey. England, 1980. -- 696 p.

110. Tomás, Y; M. O. López; T. Bonilla y G. Estrada. Lista actualizada de especies de


Colletotrichum y sus hospedantes encontrados en Cuba. Fitosanidad (1) 1 – 4: 79 – 80,
1997.

111. Turian, G. Concepts of fungal differentiation In : Fungal Diferentiation (Smith, J. E.


ed) Dekker. New York. 1983. -- p. 1 – 18.

112. Tuset, J. J. Perspectivas del control de las podredumbres en la postcosecha de cítricos.


Levante Agrícola: 272 – 281, 1999.

113. Ulacio, D; C. Pérez y J. Pineda. Microflora asociada a las raíces de plantas de tabaco
(Nicotiana tabacum) provinentes del Estado Portuguesa. Bioagro 9 (1): 3 –11, 1997.

114. Upadhyay, S.R and Bharat, R. Biocontrol agents of plan pathogens: their use and
practical contraints. In: Hanbook of Pest Management. Vol.I (Pimentel, D. ed) CRC
.Press, Boca Raton, Florida. 1988.-- p.15 – 30.
115. Velásquez, J. Control biológico de Sclerotium rolfsii Sacc. con Trichoderma
harzianum Rifai en siembras comerciales de tabaco en el Estado de Portuguesa. Tesis
de Post grado de Fitopatología. UCLA. Barquisimeto. 1996. -- p. 103.

67
116. Viñas, I; J. Usall; N. Teixido; V. Sanchis. Biological control of major postharvest
pathogens on apple with Candida sake. International Journal of Food Microbiology 40: 9
– 16, 1998.
117. Viñas, Inmaculada. Control biológico de las principales enfermedades fúngicas
postcosecha. 8vo Symposium. La calidad de los frutos cítricos en postrecolección.
Phythomas 90: 78 – 81, 1997.

118. Webber, J. F and J. N. Heger. Comparison of interactions between Ceratocystis ulmi


and Elm bark saprobes In vitro. Trans. Br. Mycol Soc. 86: 83 – 93, 1986.

119. Wells, D. H. Trichoderma as biocontrol agent In: Biocontrol of Plant Diseases. Vol
II (Murkerji,K.G., Garg,K.L. eds) CRC Press Boca Raton. Florida, 1988. -- p. 72-78.

120. Wells, H. Trichoderma as a biocontrol agent. In: Mukerji y Garg (eds). Biocontrol of
Plant Diseases, Vol.1 CRC. Press. Boca Raton. Florida, 1988. -- p. 71 – 82.

121. Wilson, G. C; E. Chalutz – Postharvest Biological control of Penicllium rots of citrus


with antanistic yeast and bacteria. Science horticulture 40, 105 – 112, 1989.

122. Windels, I and T. Kommedahl. Factors affecting Penicillium oxalicum as a


protectante against seedling blight of pea .Phytopathology 68: 1656 - 1661, 1978.

68
69

View publication stats

También podría gustarte