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jPor favor, no roben mas al Estado! iC 20 casos a ® , . e |) Ftica publica Ke vs. corrupcion / | . Capitulo XI. Cémo promover acciones y pricticas éticas.. 133 Capitulo XI. La fuerza de los principios y los valores. i 143 Capitulo XIII. Cémo vivir los valores. 151 Capitulo XIV. La multiplicacién de los valores...159 Capitulo XV. Los valores se aprenden... 167 Cuarta parte: Valores para vencer la corrupcion Capitulo XVI La importancia de ser honesto......175 Capitulo XVII. Sin el respeto, ni hablar. 185 Capitulo XVIIT. La confianza lo es todo... 195 Capitulo XIX. Solo la solidaridad crea comunidad E 205 Capitulo XX. Servir a todos los ciudadanos para trascendets.cisssststsnannnenin 215 PROLOGO La honestidad: la verdadera esperanza e qué sirve que muchos hombres y mujeres D* mayoria pertenecientes a las élites de Ja sociedad—hayan estudiado en las mejo- 1e8 universidades del mundo y del pais si cuando llegan a los altos cargos de la politica o del mundo empresarial no ayudan a los dems sino que se dedican a robar? Existe claramente una enorme crisis de ejemplari- dad de las élites y una gigantesca responsabilidad de las clases privilegiadas por la podredumbre moral por Ja que atraviesa la sociedad. El ciudadano comin y corriente, abrumado por tan- ta corrupcién, se pregunta: ypor qué no me voy a robar yo un millén de pesos si los de arriba roban miles de millones? El problema es que quienes guian no dan ejemplo: el padre con Ja botella en la mano diciéndole al hijo que no tome. El contralor distrital encargado de vigilar el buen uso de los dineros publicos recibien- do comisiones por debajo de la mesa. El defensor del pueblo encargado de proteger los derechos humanos dejéndose comprar. El gerente de una refineria esta- tal no sabe por qué su construccién costé el doble de lo presupuestado. La superintendente de servicios pi- blicos no es capaz de explicar dénde estin los cinco mil millones de délares que estaban reservados para proteger cnergélicamente a los colombianos en caso de sequia. Un alcalde mayor que recibe multimillona- tios recursos de contratistas mafiosos favorecidos con 7 8 Prélogo ‘enormes proyectos de infraestructura publica. Un gene- ral, jefe de seguridad de la Presidencia de la Republica, ‘en la némina de los capos del narcotréfico. Un director del Departamento de Seguridad del Estado envuelto en el ascsinato de un defensor de derechos humanos. Un magistrado de la Corte Constitucional acusado de recibir sobornos para fallar en favor de una empresa. Un presidente de la Repiblica sindicado de financiar su campafia de eleccién con dineros del narcotréfico. Otro presidente de la Repiiblica acusado de tener ne- xos con grupos paramilitares responsables de miltiples crimenes. Un gobemnador de departamento sindicado de ordenar el crimen de uno de sus oponentes politi- cos. Decenas de senadores de la Repiblica envueltos en robos y saqueos de las cuentas piblicas en centenares de municipios. Decenas de representantes a ka Camara acusados de corrupcién por desviar recursos piblicos pertenecientes a la red hospitalaria y a las secretarias de educacién departamentales. Agentes de policia que reciben dineros de vendedores de estupefacientes en os mismos centros de expendio. La lista es de nunca acabar. El boletin diario que ofrecen nuestros noticieros ¥ periédicos sobre el comportamiento ético de la élite gobernante es lamentable. Y a nivel mundial el panorama resulta aterrador Basta mencionar “los papeles de Panama”, cuya difi- sidn inicié un consorcio internacional de periodistas de investigacién. Millones de documentos que com- prometen, en operaciones aparentemente ilegales de evasi6n de capitales y de fraude fiscal, a personajes de la élite (politicos, empresarios, gobernantes, figuras del deporte....), de todas las latitudes: Islandia, China, Lahonestidad: In verdadera esperanza 9 Rusia, Argentina, Inglaterra, Ucrania, Emiratos Ara- bes y muchos mas. Han empezado ya a rodar cabezas y a abrirse investigaciones, el asunto va para largo. Esa informacién ha puesto en evidencia la existen- cia de una gran olla podrida de evasién fiscal de mu- chos poderosos del mundo que esconden utilidades 0 evaden impuestos, robando a sus paises; eso demuestra su insensibilidad frente a las necesidades de los pue- blos, porque parte de esas riquezas ayudarian a satis- facer necesidades de sus respectivas sociedades, como cocurre con los dineros de la corrupcién. Esa insensibi- lidad evidencia la falta de ejemplaridad de las élites del poder y los antivalores éticos predominantes en ellas. En el fondo todos los personajes hasta ahora men- cionados coinciden en el mismo punto: son agentes de la gigantesca corrupcién que desangra a los pai- ses. Todos hacen lo mismo, dan las espaldas al bien comin y no comparten las riquezas. Su individualis- mo extremo los hace capaces de cualquier cosa para colmar su afin de enriquecimiento y poder. Solo la vigorosa reaccién de la sociedad civil puede llevar a que los Estadostomen decisiones drasticas, demodoque los Gobiernos intercambien Ia informacién financiera para que desaparezcan los paraisos fiscales y se pueda aplicar la ley a cabalidad. Es absolutamente necesario abandonar las arenas movedizas de la corrupeién que nos hunden dia tras dia. Casi sin darnos cuenta estamos al borde de un abismo moral. La honestidad es la verdadera esperan- za. Sé honrado, con eso estarés seguro de que hay un bribén menos en‘el mundo: uno mismo. Efectivamen- te, todo comienza con nosotros mismos 10 Prélogo Si las élites econdmicas y politicas de nuestro pais tienen la mayor responsabilidad por la corrupcién de nuestra sociedad, también tienen el mas grande de- ber de controlarla, disminuirla y al fin desaparecerla, De esto no cabe la menor duda. Pero también es res- ponsabilidad del maestro ensefiarles a sus alumnos todos los trucos necesarios para volverlos diestros en la magia del bien. Asimismo es responsabilidad de los padres de familia dar ejemplo y estar atentos en todo momento a que ni un caramelo y menos fa bolsa entera seri robada jamds. Igualmente es responsabi- lidad de las empresas encargadas de prestar servicios de salud evitar que la gente se muera haciendo colas interminables o esperando citas que no llegan. Tam- bién es responsabilidad del tendero pesar con preci- sién la libra de came, ta del vigilante no dormirse y la del cajero devolver las vueltas exactas. Incluso cs responsabilidad de los lideres religiosos de cualquier culto insistir ante sus fieles que Dios no miraré las manos Hlenas sino las manos limpias, La honestidad siempre ayuda a alguien, La corrup- cién siempre afecta a alguien. En realidad, no es la co- rTupcién, sino las pequefias corrupciones las que nos llevan poco a poco a ser una sociedad pobre y medio- cre. ¥ no es la honestidad en general, sino el compor- tamiento de cada uno y la suma de todas las honestida- des lo que nos hace un pais grande. {Que muchos politicos roban y no les pasa nada? {Que muchos mafiosos trafican y viven como re- yes? {Que muchos funcionarios se aprovechan de sus cargosparaenriquecerse y sonintocables? ;Quemuchos comerciantes cobran mas de lo justo por los productos La honestidad: la verdadera esperanza 11 que venden y triplican sus gana de no ser como ellos. {Que los obreros que construyen las grandes ave- nidas no tienen carro propio? {Que los operarios que construyen los grandes colegios no tienen como enviar ‘asus hijos a la universidad? {Que los trabajadores que construyen los grandes edificios no tienen un aparta- ‘mento propio? Si, Pero alégrate, como tantos obreros yy trabajadores de servir bien a los demas, aun cuando ‘sean claramente injustas todas sus carencias. Alégrate por no confundir nunea pobreza material con pobreza spiritual. Alégrate por saber diferenci ncias? Si. Pero alégrate Alégrate de tu honestidad. Alégrate de no hacerle dafio a nadie. Alégrate por ese tesoro que se lama paz interior. Sonrie con tranquilidad al saberte una persona que cumple con su deber. Se alegea el jardinero por podar con cuidado las plantas. El obrero por pegar con precisién los ladrillos. El taxista por manejar con pre- caucién. El politico por invertir adecuadamente el di- nero de los demas. Millones de padres y madres de familia nunca serdn noticia en un periddico 0 en un reporiaje de televisién. Pero seri una gran noticia para millones de hijos que saben en sus corazones que esos padres y esas madres gastaron treinta 0 cuarenta afios de sus vidas trabajan- do diariamente de manera honesta, sin robarle un peso a nadie, y que con grandes dificultades lograron sa- carlos adelante, legindoles con su ejemplo el poder y el valor de la honestidad; heredindoles quiz no sus bienes, pero si la invaluable y perdurable fortuna de saber qué es el bien 12 Préloga Se pueden diseflar las mejores politicas piblicas anticorrupeién y crear todas las oficinas de transpa- rencia que se quieran, pero, si en las familias no se ensefian valores éticos a los hijos y en los colegios y universidades no se ensefta a vivir valores éticos a los estudiantes, jamds tendremos unas élites que se dedi- ‘quen a servir y no a robar y tener claro en la mente y el corazén lo que es el bien comin, Es posible que si redoblamos y triplicamos nues- {tos esfuerzos por inculcar valores en las nuevas gene- raciones, tal vez algiin dia nuestras élites econémicas y politicas no estén tan pendientes de sus chequeras y de sus bolsas de valores, sino que en algiin momento ‘comprendan que lo més importante en la vida es crear una bolsa de valores éticos que enriquezea espiritual- mente a nuestros nifios y a nuestros jévenes, Tal vez algim dia ese gmpo de colombianos privi legiados que logren ocupar los cargos directivos “y alcanzar las posiciones de poder en el nuevo pais que se - vislumbra en el horizonte” comprendan que la fortuna verdaclera de una sociedad es tener el capital moral su- ficiente y la solvencia ética necesatia que permita a sus ciudadanos vivir con dignidad. — Cjalé llegue ef dia en que Tas nuevas generaciones de colombianos no tengan que decirles nunca més a sus clases dirigentes: Por favor, no roben més al Estado!”. INTRODUCCION iPor favor, no roben mas al Estado! a cotrupcién (“el abuso de posiciones de poder [ © de confianza para beneficio particular en de- ‘trimento del interés colectivo” [Transparencia por Colombia]) es sin duda el enemigo niimero uno del Estado y un fendmeno generalizado en muchos pai- ses del mundo. Aunque tiene un relieve més acentuado en los paises latinoamericanos, también ha crecido en otras latitudes © involucra a todos los sectores de la sociedad, no solo al Estado. La corrupcién Meva a la pérdida de confianza_y credibilidad de los ciudadanos en los funcionatios € instituciones piblicas, como garantes que deben ser, del bien comin. Sin embargo, quienes roban al Esta- do én el sector piblico son incitados por politicos 0. por empresarios privados, mientras ta sociedad civil permanece como espectadora pasiva, que no reacciona con suficiente fuerza_para frenar el saqueo de los di- netos publicos. Todo esto causa un profundo detei ro econémico y social y amenaza la estabilidad de las instituciones y la democracia misma. Los resultados negativos y el poco avance, incluso el retroceso, como lo revelan las cifras de los organismos especializados en la lucha contra la corrupcién, significa que las leyes no se llevan a la prictica o que son insuficientes, porque B s3 \ \ 14 Invoduecin superan la capacidad de los Gobiernos, sobre todo si quienes lo ejercen resultan comprometidos con la co- nn. Basta recordar el caso del destituido y enear- celado presidente de Guatemala, Los estudios de competitividad del Foro Econémi- Co Mundial indican que la corrupeién es el primer obs- téculo para Ia economia de los paises. Las cifras son alarmantes. Hay consenso en que se deben aumentar las medidas y los controles legales, los cuales deben aplicarse mas estrictamente, al tiempo que se acepta, tal vez lentamente, la necesidad de complementarlos y reforzarlos con la formacién ética de los finncionarios para lograr una prevencién efectiva y transformacio- hes reales en la cultura piblica, Un botén de muestra es que en Colombia alrededor del veinte por ciento de quienes tienen algiin proceso acuden al soborno de los funcionarios de la rama judicial. El robo sistematico al Estado Es importante sefialar, como lo dice Susan Ro- se-Ackerman, que no se debe confundir la corrupcién con el terrorismo y con el narcotrafico, aunque exis- tan relaciones entre ellos. Son tres mundos diferentes, complejos y globales, en los que, a veces, coinciden los actores, pero no es conveniente mezclar el andli- sis de unos con otros. Para evilar, entre otras cosas, que eso dificulte todavia mas su control. Entre los tres hhan desquiciado a la sociedad en proporciones gigan- tescas. Si pensamos, por ejemplo, en las cifras que se manejan en las grandes contrataciones del Estado, eso da lugar a la corrupcién en gran escala {Por favor, no roben mas al Estado! 15 Ese fenémeno se da mas en los paises pobres y subdesarrollados, pero no se debe estrictamente a la pobreza y al desarrollo, porque se presenta también én los paises ricos y desarrollados, y sus raices tienen que ver con aspectos no solo econémicos. Tampaco es aceptable decir que la corrupcién es un problema natu- ral al ser humano, como si se tratara de algo inexorable que formara parte de la cultura piblica. Es cierto que hay factores historico-sociales que ayudan a explicarla en un pais determinado, lo cual no significa que haya que resignarse ante el problema. Otro gran campo de corrupcién es el sistema electo- ral, Desde ahi se ponen bases s6lidas para que quienes son elegidos en cargos piblicos vendan su conciencia y se conviertan en saqueadores de lo piiblico a través de las muy variadas formas de clientelismo politico. Algunos piensan que en el Estado sc puede robar, por- que él es ladrén, “todos lo-hacen”-y serfa una tonteria no hacer lo mismo: hay que aprovechar las ocasiones para hacer Tavores o para enriquecerse. Los que asi piensan no tienen “prejuicios” morales. Es un autés tico ejército de personas dedicadas sistematicamente a robarle al Estado. Se trata de practicas y mecanis mos que se repiten de eleccién en eleccién y de pais en pais, con modalidades cada vez més ingeniosas para disimular que en realidad se est4 robando descarada- mente. Ademas de la corrupeién en grandes proporcio- nes, existe un sinndimero de corrupciones menores que se han generalizado: favoritismo, omisién de trémiles, descuidos de los bienes piiblicos, desorden burocrat co, que demuestran el debilitamiento de la conducta de los funcionarios y también de los ciudadanos. 16 neodvec Qué hacer para que no se robe més al Estado Lo primero que hay que hacer es pensar que los paises con menor corrupcién son mejores como so- ciedades que viven orgullosas de si mismas. Demues- tran que si es posible lograr un manejo honesto de lo piiblico, y que para alcanzarlo se requiere el esfuerzo de la sociedad entera. Es el caso de algunos paises de Europa, como Suecia y Dinamarca, que ofrecen indi- ces de corrupein muy bajos. No hay que pensar que ¢8 fruto de factores que los hacen jinicos en el mundo. En ellos ha echado raices una cultura de lo piiblico que Fesponde a una cohesién social y a un aporte de los seetores que convergen en su defensa por encima de las diferencias politicas. Una de las cosas que mas hacen falta en nuestro entorno es una auténtica renovacién moral de las ins- tituciones piblicas, que Hleve a poner medios para que la formacién ética de los servidores piblicos dé como resultado un cambio en los habitos de comportamien- to. Eso no se aleanza con conferencias, cursos 0 semi- narios, que solo son parte de los medios por emplear Hay que crear una cultura basada en Ia prictica efec- tiva de los valores, a partir de una conciencia seria del problema. Hay que buscar con creatividad métodos y, sobre todo, planes de sostenibilidad, que aseguren ha- ia el futuro que esa tarea no corresponde a una moda ©.a un trabajo superficial, sino a algo consistente y es- table para alcanzar una auténtica transformacién ética, Las causas estructurales. de la corrupcién hunden sus raices en la debilidad de las instituciones, en la iPor favor, no roben mis al Estado! 17 imperfeccién de los controles, en Ia inadecuacién de las leyes, en el desprestigio de la autoridad, en la in- congruencia de los principios y valores que se propo- nen con los quie se viven en la realidad, en el afan de enriqueeimiento ilicito, en el clientelismo politico, en la inequidad social que da pie a la violacién de la jus- ticia, en la voracidad de los empresarios privados, en el capitalismo de los mercados, etc. No hay sector que se escape a este flagelo. Hay una enorme incidencia de factores politicos y econémicos, en los que convergen casualmente los sectores piiblico y privado, que deben {trabajar juntos en las soluciones. Una crisis ética ‘Todo lo anterior est vinculado a una erisis de ética. Hoy casi nadic duda de la necesidad de la ética piibli- ca, porque el problema de la corrupcién no se combate linicamente con leyes y represién, que es lo usual. In- cluso podria decitse que hay demasindas leyes escri- tas y poca estructura étiea. Hay que reforzar la labor — preventiva y educativa. Falta un conocimiento serio de cémo implantar culturas éticas, de cémo interiorizar Jos valores éticos para que se proyecten colectivamen- te\\El Estadojtiene que hacerlo y promayerlo en todos sus estamentos. Pero también el sector privado y la sociedad civil deben respaldarel esfuerzo piblico y fortalecer la ética en su propio campo. No se trata de dos éticas distintas, sino mas bien complementarias. Hay que trabajar por la prevencién y por los aspectos culturales, educativos y éticos del problema. Este libro quiere ser una ayuda para trabajar en este campo. 18 Introduceiéa Existe una clara necesidad de que la ética no se que- de en discursos y declaraciones que no cambian nada, sino que leve a politicas, estrategias y pricticas que mejoren las empresas y las instituciones del Estado, Hace falta empeitarse mas en la labor formativa de ‘os funcionarios para que exista una pedagogia socia @ gran escala, promovida desde el Estado y el sector privado, que busque la transformacién de la conduc. ‘a de los servidores piblicos, para que actien guiados por el bien comtin por sobre los intereses particulares, La convocatoria es urgente para todos los sectores de la sociedad, porque todos ganan si se cuenta con unos servidores piiblicos mas honestos, iransparentes y res: Ponsables, que cumplan ejemplarmente su labor como \ funcionarios y como ciudadanos. Recobrar la confianza en lo publico Hay una urgente necesidad de devolver la credibi- lidad en lo piblico demostrando que afortunadamen. te la mayoria de los servidores piblicos conservan la rectitud moral en su funcién, Por eso, es necesario ca. Pacitar a los funcionarios no con un aprendizaje solo conceptual, sino buscando desarrollar en cada uno la inteligencia ética 0 capacidad de advertir racional y emocionalmente la conveniencia de hacer el bien y realizarlo efectivamente a través del comportamiento, El Estado no puede vacilar, a través de adecuados marcos de integridad, en promover la ética en sus funcionarios, junto con marcos de legalidad necess, rios para combatir la corrupeién y para hacer efica? la orientacién de las entidades en la consecucion del bien ior favor, no roben mis al Estado! 19 comin. Bs tarea ardua que requiere la voluntad politi- a y también la sostenibilidad de los planes dirigidos a Ja formacién de los funcionarios en el campo dela éti- ca y los valores. Son un esfuerzo y una inversién que vale la pena hacer. Lo que no conviene son los planes ¥ proyectos aislados, esporadicos, no respaldados por politicas de Estado. Es mucho el tiempo y el dinero que se pierden cuando esa planeacién no se hace te- niendo en cuenta todos esos factores. Las personas responden si se les llega a tiempo, si tos medios que se emplean tienen bien presente las ca- racteristicas propias de la cultura de cada entidad pi- blica y las propias de ta cultura piiblica del pais. Puede ‘ocurrir lo mismo que pasa cuando se habla del bien comin y luego en realidad todo se queda en buenas intenciones, sin llegar al orden operativo que vincule a Personas, grupos, instituciones, comunidad y Estado. La inmensa mayoria de los servidores publicos es gente trabajadora, responsable y honesta, que ha con- sagrado la mayor parte de su vida a servir a la socie- dad y que procura hacer bien las cosas y actia con honestidad. Pero hay una minoria corrupta muy fuerte que, con la riqueza y el poder adquiridos, ejerce una conducta perversa que causa un inmenso daiio a la so- ciedad. Debido a eso, la ciudadania podria pensar que todo lo piiblico esta contaminado por la corrupcién, Una oportunidad dinica: la paz, El proceso de paz representa una oportunidad tinica para repensar el pais. Llevamos mas de sesenta afios de violencia fratricida y ha Hegado la hora de decir no 20 Imtroduecién ims. Se trata de una revolucién de la paz, una revolu- cién de la moral, de las responsabilidades de cada uno, de la equidad social, en la que el poder no puede ser ef Hanne Pata enriquecer a unos y defraudar a la mayo- tia, Hay que repensar la politica y salir de la polarn idn que leva a la falta de didlogo para poder construir dle comiin acuerdo las bases de la convivencia. Tole €s0 tiene que llevar a un ataque frontal contra la o>. Imupeién, tema en el cual el pais parece no avanzen Fomo lo revelan los indices publicados por Transpa, rencia Internacional O no se roba mas al Estado o el proceso de parser una nueva estafa al pais. El Estado en muchas regiones apenas va a empezar a construirse, pues, alli no existe Peto si apenas empiece su construccién comienvan ro, bindolo, a frustracién serd total. ¥ si os miles de mh Hones para la reparacién a las victimas salen solo da Estado, porque los guerrlleros que pactan la paz dicen ue no tienen dinero, a pesar de lo que se sabe piiblica. dente de las inmensas riquezasfruto del terorismo y cl narcotréfico ejercidos durante décadas de conflicto, Surge un interrogante sobre el futuro del proceso de reconstruccién del pai Robando al Estado se Mega a la no viabilidad de los paises, a su ingobemabilidad y a que, al final de Guentas, peligre la convivencia, o derive en violencia, anarquia, injusticia ¢ inequidad social, panorama nadg deseable para una nacién o para la comunidad inter obra pretende contribuir Piiblica diferente, basada personas y en el respeto lo realidad valores funda- al orden institucional haciend. {Por favor, no roben mis al Estado! mentales expresados en la legalidad y la integridad en conducta. . te este un libro sobre la corrupcién, ni busca escribir en detalle cémo se realiza el robo en lo ae e0 0 en lo privado, ni se detiene en dar cifias estadist- ¢as que cambian continuamente, Pretende ofrecer oe Solucién respecto dela cultura ética de lo blo, Por €s0, el subtitulo “Ttica pablica vs. corrupeién’”, para india Ia urgencia de frtalecer a ica piblica, Es tuna propuesta para pasar de Tas palabras y los gestos a Jos hechos, que demuestren que es posible defender lo piblico desde dentro, teniendo presente ciertos facto- res que en las entidades del Estado facilitan la corrup- cién, pero contando con el valor moral de los funcio- harios para rechazarla efectivamente. Esta obra debe mucho al proyecto Cultura de la le- galidad y Ia integridad para Colombia (2011 y 2014) de la Procuraduria General de la Nacién, siendo pro- curador Alejandto Onéfez, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). He utilizado aqui los materiales preparados para esa ocasién como direc tor del equipo formativo de! proyecto con los sper del equipo de consultores del ILL y de la Universida Catélica de Colombia, del Comité Coordinador —en cabezado por el procurador delegado para la descen tralizacién y entes territoriales, Carlos Augusto Mesa Diaz—, que tomé como base el informe realizado por el Centro de Proyectos para el Desarrollo (Cendex) de Ja Universidad Javeriana sobre la cultura de la legali. dad y la integridad. Agradecimiento muy sveael en amigo Ricardo Armenta, quien revisé el original del libro y le hizo valiosos aportes. 22 Introduccion Finalmente, cabe sefialar que al término de cada ca- pitulo se presenta un caso o dilema para la reflexidn, con Ia idea de que los lectores lo analicen y discuten para saber qué decisiones tomarian si se vieran enfren- tados a los dilemas expuestos, Jorge Yarce ill@liderazgo.org.co Primera parte EL MARCO SOCIAL DE LA CORRUPCION Capitulo! LA CORRUPCION: LA SUMA DE TODOS LOS MALES a se indieé la extrema gravedad del fendme- Y no de la corrupeién en el Ambito mundial y especificamente en los paises latinoamerica- ros, seftalando a grandes pinceladas lo que sobre él dicen los organismos internacionales al considerarlo el ‘enemigo nimero uno del Estado y el mayor obstéculo para la economia, Podemos afirmar que es el mal del Siglo. La corrupeién, hay que decirlo con absoluta cla~ ridad, tiene atrapados a los paises y opera como un cancer que carcome las instituciones y obstaculiza la marcha normal del manejo del Estado y del sistema democratico, porque retrasa el desarrollo del pais, pro- duce inequidad y causa graves injusticias. De ahi que ni el Estado ni la sociedad puedan permanecer pasivos 6 indiferentes ante el avance de sus efectos devasta- dores; al contrario, deben contar con leyes, planes y permanentes acciones para frenar su expansion y para fortalecer la cultura de las instituciones, contando con la participacién del sector privado. Por cada corrupto que se logre encarcelar deberia haber diez ciudadanos convencidos de que hacer lo correcto es el mejor bien que se le puede hacer-al-pais. 2s 26 El marco social dela comupeién A los corruptos les conviene la pasividad, la debilidad y la ineficacia de las normas, y que la sociedad acepte la corrupeién como un mal necesario ¢ irremediable, para seguir transitando tranquilamente por el camino del delito, de la ilegalidad y la inmoralidad. Precisa- ‘mente esto puede ocurrir en la medida en que no hava plena conciencia en todos los sectores sociales sobre la profunda incidencia que la corrupcién tiene en el Ambito empresarial y piblico y en el sistema social: es algo asi como una pandemia que va contaminando las fuerzas vitales de una nacién, El impacto general La corrupeién engendra violencia, porque atenia contra los bienes de todos, arrebatados en forma frau- dulenta. Donde hay individualismo hay siempre riesgo de violencia y, con frecuencia, su fin es apropiarse de los bienes de los demas. La corrupcién es también una forma de violencia sobre lo colectivo y una causa clara de injusticia social ‘A mayor permisividad de las leyes, habré maycr corrupeién: la avidez de dinero ficil y el apetito des- mesurado de consumir engendra mecanismos qu: llevan a Ia gente a buscar caminos torcidos, y esos caminos fécilmente derivan en la corrupcién, Los co- rruptos buscan neutralizar la ley y para ellos no hay argumentos morales que valgan, con tal de conseguir su objetivo. En la familia, la corrupcién viola sus de- rechos fundamentales, afecta sus ingresos, les arebata muchas veces el sustento, desintegra su nucleo bisico y aumenta su indice de pobreza. LLacorrupeién: I suma de todos las males 27 Los funcionarios corruptos tienen sobre su con: ciencia el terrible mal que causan al bien comin, de- fraudando a sus conciudadanos. Ademis del dafio mo- ral que se hacen y el riesgo que corren de acabar en la ‘edrcel y con su carrera, incluso hasta con su familia. En el contexto social actual, la corrupeién no en- cuentra suficientes resistencias personales 0 colecti- ‘yas, en un ambiente dominado por el individualismo y el relativismo. Se crea, se fomenta y tolera como fruto de un ambiente moralmente permisivo, unido a Ia ineficacia del sistema normativo de persecucién del delito. Mas que a una patologia social inevitable, se debe al desmoronamiento interior de_los individuos, ala laxitud de las instituciones piblicas y a la marca- da ausencia de una cultura ética que sirva como dique moral para contener sus efectos» Uno de los peores males que trae consigo la co- rrupcién es su_aceptacion social, lo cual afecta pro- fundamente a las instituciones piblicas y privadas. De ahi la necesidad de una vigorosa reaccién del Estado y de la sociedad civil para que los poderes piblicos, las entidades y empresas, el sistema educativo, las familias, la politica y la comunidad rechacen a los corruptos y contrarresten enérgicamente su poder con el peso de la ley y con el comportamiento ético ciudadano. Hay que combatirla represivamente, pero mas decididamente en forma preventiva, mediante la promocién de la éti La peor lacra del siglo ~~ Cuando advierta que para producir necesita ob- tener autorizacién de quienes no producen nada: Tt 28 El marco social dela corupeién cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el sobor- no y por influencias mds que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, or el contrario, son ellos los que estén protegi- dos contra usted; cuando observe que la corrup- ibn es recompensada y la honradez se convier- {e en un autosactificio, entonces podré afirmarse sin temor a equivocarse, que su sociedad esta condenada (Andy Rand). La escritora rusa Alissa Zinovievna Rosenbaum e- dacté esas palabras hace sesenta afios, pero parecen escritas ayer en cualquier capital latinoamericana. Palabras que describen certeramente lo que esta pa- sando: como cnervos carrofieros, los corruptos chupan la sangre de los paises que ellos han reducido pricti- camente a cadaveres juridicos. Los tribunales no dan abasto para atender [os casos de corrupcién. La co- mmupcién en el Gobierno, las cortes, los partidos, los entes de control, los organismos de salud y un largo eteétera, es decir, el resto del pais, estiin bajo condena, juicio, sospecha o averiguacién judicial por cuenta de la corrupeién, Se ha dicho desde el comienzo que este libro no es sobre la corrupcién, pero si podemos decir que el pro- blema es viejo y existiré siempre. Si amigos, los cuales querian salvarlo de la muerte sobo~- nando-a-sus carteleros, que en su alma habia azones mids poderosas que Ta de salvar la vida de esa forma: y a quienes Te susufraban que debia incumplir las leyes rates decia a sus {La comupién: Ia suma de txos los males 29 Jes respondia: “Atentar contra ellas solo puede causar males; hay que obedecerlas con todas sus-consecuen- cias”. Como afirma Rail Franchi: “La corrupeién es la peor lacra social que ha padecido la humanidad. Como algunas enfermedades epidémicas, no puede ser erra- dicada pero es controlable... Hoy la corrupcién esta matando mas gente que todos los genocidios y dicta~ duras”. ‘Tremendos efectos en la sociedad Los Gobiernos trabajan en lograr una represién efi- caz que permita rebajar los altos indices de corrupcién para fortalecer la ética a todos los niveles. Es una labor formativa de latgo aliento, que empieza en el seno de Ja familia_y continiia en Jas demas organizaciones, a través de Ja promocién de una cultura de la legalidad y la integridad. Las organizaciones tienen que fomentar practicas en las condiciones y circunstancias de cada tipo de trabajo para resolver los dilemas éticas. No pensamos solo en las grandes decisiones que pueden dar paso a la corrupcién a gran escala, sino en las mas pequeiias que si se afrontan a tiempo y con el debido criterio, logran evitar males mayores. Su impacto se hace sentir en la salud, la educacién, el empleo, la justicia, el transporte, las obras piblicas y el Gobierno en todos sus niveles. Se menoscaba el dinero del Estado —o de las empresas— de muchas formas. Por ejemplo, no se terminan o se acaban de- fectuosamente grandes obras de infraestructura, por- que se desvian los recursos destinados a ellas que van a parar a los corruptos. 30 FI mareo social de Ia corrupeidn Como afirma un estudio del Centro de Proyectos para el Desarrollo (Cendex), se debilita la autotidad 0 se disminuye la adhesién a la ley, se da priorided al interés individual sobre el piblico, no hay coherencia entre los valores que se proclaman y los que se viven, se pierde la ordenacién al bien comin y crece la ies. confianza en las instituciones piiblicas. Sin dejar de ‘mencionar que se incurre en un enriquecimiento ilicito y €n otros delitos contra los bienes piiblicos. Otro as- pecto nocivo de la corrupcién es el empobrecimiento del Estado y de las instituciones pablicas directamente afectadas. A su vez, Ia lucha contra la corrupeién lo es tam- bién contra la injusticia social y una defensa del bien «comin. El empobrecimiento de los paises y del Esta- do redunda por fuerza en el recaudo de los impuestos que también sufre defraudacién. La cadena de sucesos vVinculados a este fenémeno produce un deterioro de la economia y de la sociedad que amaneza la gober- nabilidad, por el poder que adquieren los corruptos ¥ por los mecanismos de desestabilizacién empleados por ellos, Los organismos internacionales proponen hormas y dan a conocer cifras sobre la influencia de la corrupcién en la economia de los paises, y revelan~ dramaticamente 1a inoperancia de las leyes y de las autoridades encargadas de aplicarlas. éSera licito robar al Estado ladrén? Si, por ejemplo, una persona manda con la tarjeta de felicitacién de Navidad un reloj como regalo, es algo completamente sospechoso, Surge lo que poce- [a conupeién: la suma de todos los males mos llamar “relaciones peligrosas”, que van forman- do una telarafia de intereses en la que se puede estar jingenuamente envuclto. En ocasiones, no es directa. mente la falta de cardcter o de valores: es un ataque a Ja integridad que puede ser muy sutil. No se pide, por ‘ejemplo, que se favorezca a alguien en particular, sino que se faciliten los datos sobre cémo va el estudio de Jos documentos de una licitacién o un concurso—que es algo reservado—, simplemente para que el resulta- do no tome por soypresa al interesado. Puede tratarse de una insinuacién de corrupeién. Ha prosperado, desafortunadamente, la idea de que al Estado, en determinadas circunstancias, se le puede robar, aduciendo que él es ladrén a veces, y al ladrén seria licito robarle. Todo esto enciera un sofisma, porque cl robo al ladrén es tan robo como cualquier otro, No resulta extrafio, entonces, que haya paises cn el mundo en los que las personas se hacen nombrar con el objetivo de defraudar al fisco. Aunque exista en muchas partes, estarfamos de todos modos ante la co- rrupcién generalizada, que de ninguna manera podria justificarse, mucho menos alegando que se trata de un problema cultural o de una patologia social. Zt! Donald R. Cassey explic el fendmeno dela co- ‘rrupcién usando un triéngulo: en un éngulo esté la dd humana que juzeny adopia aetindes no correctas justificéndolas; en otro la presién in- tema y externa sobre las personas (los servidores prliblicos), y en el diltimo, la oportunidad facilitada 32 Wb mao social de la cormpeion > tegridad, Yaree opone a ese triéngulo otro distinto Para rechazar la corrupeién: un Angulo seria la {La comupcién: Iasuma de todos les males 33, / x Ps + Uso personal de bienes y equipos de la organi zacion en favor de amigos o familiares motivacién trascendente basada en fa orientacién Pl bien comin; oto a racionaidad alias como {o/tzonamiento moral que distingue bien la conduc- 4 (a recta de la deshonesta, y el tercer éngulo es el {v_ comportamiento ético con base en la prictica de ©" valores que se proyectan en la cultura corporativa (CA. Mesa) Algunas pricticas de corrupeién * Corrupeién electoral en la democracia (compra de votos y cargos). * Corrupcién en el poder ejercido como dictadura 0 totalitarismo, + Trafico de influencias en sus variadas manifes- taciones, * Pago de dineros para lograr agilizar tramites en el Estado, * Enriquecimiento ilicito con bienes del Estado. * Incumplimiento de los deberes piblicos * Cleptomania en las oficinas. + Autopréstamos de dineros de la entidad para cubrir necesidades personales. + Favores ¢ invitaciones a periodistas para ganar apoyo en los medios, + Auxilios econémicos a falsas instituciones de servicio social. + Publitteportajes pagados con dineros del erario. + Hacerse el de la vista gorda en las aduanas para permitir el ingreso de mereancias. + Sobrefacturacién en compras para entregar la diferencia bajo la mesa. + Adecuacién de cotizaciones, de modo que de antemano se escoge la ganadora. + Ejercer presiones indebidas sobre quienes fijan tarifas para ciertos servicios. + Abuso desde la posicién 0 cargo para influir en nombramientos. * Dejar de comprobar los documentos que respal- dan las hojas de vida para ocultar defi para favorecer a alguien. + Hablar a nombre de los superiores para obtener favores 0 acortar plazos. 4 El marco social de I comupeion * Trafico de cargos, derivando beneficios econd- micos de los favorecidos, * Incumplimiento habitual de los horarios del cargo por asuntos personales, + Pagar para lograr fallos judiciales favorables + Uso indebido de informacién confidencial 0 restringida, + Violacién del secreto de oficio, que obliga en y después de ejercer el cargo, * Manipulacién de compras y suministros bus- cando siempre un beneficio personal 0 hacer fa- vores a terceros, + Peculados o malyersaciones de fondos piblicos segiin sobrantes de gastos aprobados. + Falsificacién de documentos o de soportes de erogaciones, * Fraude en contratos puiblicos en detrimento de los bienes del Estado, asin de impuestos, + Facilitacién del fraude fiscal * Asesorias incompatibles con el cargo. {La comypetén: Ia suma de todos ls males 35 + Divulgacién anticipada e indebida de informa- ciones oficiales sobre alzas de precios. + Aceptar viajes propuestos por concursantes 0 licitantes para conocer mejor los productos 0 su produccién y ser objeto de atenciones 0 dadivas personales. + Uso de la papeleria y utiles oficiales para asun- tos personales. + Aceptacién de regalos o propinas para acelerar trémites. + Indelicadezas en gastos de viaje, respaldando- los con recibos falsos. * Violacién del acceso reservado a cualquier tipo de bases de datos + Pagos en especie a funcionarios. + Donaciones a obras sociales que tienen que ver con los funcionarios. + Pedir participacién para favorecer la adjudica- cidn en las contrataciones. + Autocontratacién a base de testaferros. + Abuso de poderes recibidos para derivar benefi- cios directos 0 indirectos. 36 El mareo social de la comrupeién * Cobro de porcentajes por adjudicacién de licen- cias para vehiculos de servicio piiblico. * Silencio cémplice ante las faltas de otros funcio- narios. + Amenazar con multas para obtener arreglos di- rectos ilegales. + Falta de escripulos en el manejo de los dineros y las cuentas. * Desviaciones de fondos cambiando en la préic- tica la destinacién, + Uso financiero no previsto de dineros que ad- ministran organismos externos // * Aquiescencia incondicional con los jefes para evilar sanciones por faltas. * Doble moral: actuar de un modo en la entidad y de otro en la vida social. + Inasistencia a juntas y comités para evitar in ‘quérum o para facilitar la sustitucién indebida de alguno de sus miembros, + Declaraciones a los medios para presionar deci- siones de las autoridades, -Nominas paralelas o fantasmas. 1a comupeién: la suma de todos los males 37 + Malversacién de fondos de la organizacién por negligencia o por interés. + Dar a conocer a terceros la situacién econémica de la entidad. + Sacar provecho ilegal o inmoral de la empresa. + Beneficiarse de variaciones cambiarias con di- neros del Estado. + Desercién en el trabajo, fruto de un cumpli- miento que se limita al minimo. + Conflictos de intereses, como cuando se facilita hacer negocios con la empresa de un pariente con el fin de favorceerlo. + Mantener dineros en paraisos fiseales con el fin de evadir el pago de impuestos. + Aprovechamiento del otorgamiento de becas sin cumplir normas exigidas. icito a costa de los intereses + Enriquecimiento de la entidad. + Peculado 0 malversacién de fondos publicos por apropiacién. * Vinculacién de familiares a cargos estatales existiendo prohibicién explicita. 38 Fl marco social dela comupeidn + Arbitrariedad de los funcionarios con un interés de favorecer a terceros, + Abandono del cargo para facilitar operaciones en provecho personal. 7, + Como funcionario cobrar por actos del cargo. Seguramente, cl listado anterior es incompleto y se podrian afiadir muchas cosas mas. Pero con él se da una idea de los campos multiples en los que se pre- senta el fendmeno de la corrupcién. Todo lo anterior conduce a la implantacién de antivalores que socavaa el buen Gobierno y la buena Administracién piblice. Todo eso, a pesar de que hay una normativa cada vez més clara en el Estado para ponerle un dique a la co- rrupeién, buscando proteger no solo los intcreses del Estado, sino de la comunidad misma, a la que esos bie- nes pertenecen en tiltimo término, Las veedurias ciudadanas funcionan cada vez mas para supervisar los grandes contratos del Estado, lo cual ayuda a garantizarle a la comunidad el buen ma- nejo de los recursos piblicos. Hay necesidad de una vigorosa reaccién de la sociedad civil para que el Esta- do, la politica, todos los poderes piblicos, estén alertas y se emprendan acciones de fondo para fortalecer la ética publica y privada y la fe en las instituciones. 6 Caso para la reflexién Un funcionario ha hecho carrera contando con el apoyo de conocidos empresarios, amigos de) La corrupetén: la suma de todos fos males ft. padre, que le ayudaron en su vida politica y a los que ha favorecido en contrataciones de proyectos de infraestructura vial. Se pre- senta la oportunidad de que ellos intervengan en uno de los proyectos mas grandes del pais para la construccién de una megautopista. El funcionario tiene la posibilidad de participar en la seleccién de los proponentes. Recibe la visita del gerente de una de las empresas de os amigos de su padre, quien le recuerda los favores hechos a padre ¢ hijo, y que es una oportunidad de retribuirles el favor. El geren- te le hace una velada amenaza al recordar los problemas surgidos en contratos de su padre con algunos de sus socios. 3»

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