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UNIVERSIDAD PRIVADA SAN JUAN BAUTISTA

FILIAL CHORRILLOS

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE TECNOLOGIA MÉDICA

ESPECIALIDAD DE LABORATORIO CLINICO Y ANATOMIA PATOLOGICA

INVESTIGACIÓN FORMATIVA DE

INMUNOHEMATOLOGIA Y BANCO DE SANGRE

TITULO:

EVOLUCION DE PRUEBAS DE TAMIZAJE

PRESENTADO POR:

 Puntriano Guillen , Cristel Antuaneth


 Tantapoma San Miguel, Liliana Claudia

2018
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Índice:

1.- INTRODUCCION………………………………………………………….…….… PAG 3

2.- ANTECEDENTES………………………………………………………….….…… PAG 4

3.- MARCO TEORICO………………………………………………………………… PAG 4

3.1- VIH………………………………………………………………………………….. PAG 4

Diagnostico serológico

Objetivo de la prueba

Características operacionales – anticuerpos Anti VIH

Técnica antígena

Western blot

3.2.- HVB………………………………………………………………………………. PAG 10

Serología

Infección crónica

Tabla de marcadores serológicos

3.3.- HVC…………………………………………………………………………..….. PAG 12

Serología

Métodos de diagnósticos

Métodos de cribado EIA

Epidemiologia

3.4.- CHAGAS………………………………………………………………..……….. PAG 15

Serología

Diagnóstico de laboratorio

Método de diagnóstico en fase crónica

3.5.- SIFILIS……………………………………………………………….………….. PAG 17

Serología

Diagnostico indirecto

Pruebas serológicas treponemas / no treponemas

Uso clínico de las pruebas de sífilis

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3.6.- HTLV…………………………………………………………………………. PAG 20

Serología

Diagnóstico de laboratorio

3.7.- CMV…………………………………………………………………….……. PAG 21

Serología

3.8.- PARVOVIRUS B19…………………………………………………………. PAG 22

Serología

3.9.- PALUDISMO…………………………………………………………………. PAG 22

Tamizaje por quimioluminiscencia

4.- DISUCION………………………………………………………………..……. PAG 24

5.-CONCLUSION………………………………………………………….....…… PAG 25

6.- REFERENCIA BIBLIOGRAFICA…………………………………………….. PAG 26

7.- ANEXOS……………………………………………………………..……...….. PAG 27

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1.- INTRODUCCION

El escenario actual del tamizaje serológico para enfermedades infecciosas en bancos de


sangre incluye el uso de pruebas serológicas cualitativas para HIV, HTLV, HCV, HBV y
sífilis. En los países de América Latina, endémicos para la enfermedad de Chagas, también
se realiza el tamizaje para anti-T.cruzi. Paralelamente al tamizaje serológico se recomienda
el uso de pruebas NAT (nucleic acid testing) para HIV, HBV y HCV para disminuir el riesgo
de transmisión durante el periodo de ventana inmunológica. El tamizaje serológico se
realiza utilizando pruebas sensibles y específicas, con metodologías ELISA (enzyme-linked
immunosorbent assay) y CLIA (chemiluminescence immunoassay) en la mayoría de los
casos en plataformas automatizadas para atender al gran volumen de muestras y al tiempo
corto para la soltura de los resultados1 . Todas las pruebas serológicas usadas en el
tamizaje son cualitativas y deben ser acompañadas por procedimientos de control de
calidad adecuados para ese tipo de pruebas y que aseguren la calidad de los resultados
finales. Procedimientos de control de calidad son indispensables para asegurar la calidad
de los resultados emitidos por los laboratorios responsables por el tamizaje serológico.
Recomendaciones internacionales y nacionales indican que dentro de un sistema de
gestión de la calidad es de fundamental importancia que se adopten por lo menos dos tipos
de control: a) Control de calidad interno y b) Control de calidad externo.

El control de calidad externo significa la participación en por lo menos un programa de


evaluación externa de la calidad (PEEC) que use paneles bien caracterizados que
contengan muestras para todos los parámetros del tamizaje y que además permitan tener
una evaluación como mínimo mensual. Desde el final de los años 90, por iniciativa de la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) los laboratorios de referencia de bancos de
sangre de la mayoría de los países de América Latina pasaron a participar en programas
de control de calidad en serología y muchos de ellos pasaron a funcionar como centros
organizadores en el desarrollo interno de cada país de esos mismos programas5-11. Hasta
los días de hoy se mantiene esa tradición de participar de los programas de evaluación
externa (PEED), principalmente debido a las solicitudes contenidas en las normativas de
los países y por recomendación de entidades internacionales. No todos los programas
tienen las mismas características y en general no atienden a la necesidad de evaluaciones
mensuales.

2.- ANTECEDENTES

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 Tamizaje de enfermedades infecciosas en bancos de sangre, Colombia, 2011
Mauricio Beltrán ', Jorge Raad 2, Maribel Ayala ', Regina Ching

 Diagnóstico serológico de la Hepatitis B (Serologic diagnostic of Hepatitis


type B)
Zaida García-Solano

 Marcadores serológicos de sífilis, hepatitis B y VIH en donantes de sangre en


el Hospital Nacional Cayetano Heredia, Lima-Perú.
DE LA CRUZ DEL SOLAR Rafael; BARRERA CUADROS Teresa, VIDAL ESCUDERO
Julio*, RODRIGUEZ
SALAZAR Isaías.

3.- MARCO TEORICO

3.1 VIH

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) está


preparando una serie de materiales sobre temas de interés relacionados con la infección
por el VIH y con el SIDA, con las causas y consecuencias de la epidemia y con las prácticas
óptimas en materia de prevención y de asistencia y apoyo a los afectados por el SIDA. Para
cada uno de los temas tratados en la Colección ONUSIDA de Prácticas Óptimas se incluye
por lo general un texto breve dirigido a los periodistas y los líderes de la comunidad (Punto
de vista); un resumen técnico de las cuestiones, los retos y las soluciones propuestos
(Actualización técnica); estudios de casos de todo el mundo (Estudios de casos de
Prácticas Óptimas); un conjunto de material gráfico para exposiciones; y una lista de
material fundamental (informes, artículos, libros, audiovisuales, etc.) sobre el tema. Estos
documentos se actualizarán según sea necesario.

Los tres objetivos principales para las pruebas del VIH son los siguientes: 1) el análisis de
la sangre donada; 2) la vigilancia epidemiológica de la prevalencia o de las tendencias del
VIH; y 3) el diagnóstico de la infección en las personas. No existe una prueba única que
responda a todas las condiciones u objetivos locales. Objetivos distintos requieren
estrategias específicas (combinación y secuencia de pruebas), mientras que las
condiciones locales como el volumen diario de pruebas, los niveles de capacitación del
personal y los costos comparativos influenciarán el tipo de prueba elegida.

Las pruebas ELISA, que son las utilizadas más habitualmente, son apropiadas para los
bancos de sangre que analizan más de 100 muestras diarias o efectúan pruebas

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sistemáticas para control. En otros contextos, son más adecuadas las pruebas sencillas y
rápidas que no necesitan un equipo especial o un personal altamente capacitado. Ambos
tipos de pruebas tienen la misma fiabilidad, siempre y cuando se empleen correctamente.
Los resultados iniciales positivos no pueden considerarse concluyentes, de modo que
siempre deben confirmarse usando la(s) prueba(s) suplementaria(s) adecuada(s) antes de
notificar a una persona su estado serológico con respecto al VIH.

La mayoría de las pruebas se basan en la detección de anticuerpos contra el VIH en el


suero o plasma. No obstante, también se dispone de pruebas que se aplican a la sangre
entera, a gotas de sangre secas, a la saliva y a la orina. Como los procedimientos de
recolección de esos especímenes alternativos son prácticos y se pueden llevar a cabo en
casi cualquier lugar, son útiles para efectuar pruebas en los grupos de población de difícil
acceso, como los de profesionales del sexo y de consumidores de drogas intravenosas.

Recientemente se han desarrollado pruebas que efectúa el interesado en su propio


domicilio. Esas pruebas, llamadas pruebas domiciliarias, abarcan en realidad dos sistemas
de pruebas distintos: las de recolección domiciliaria, que permiten a los usuarios tomar su
propia muestra en el hogar y mandarla por correo a un servicio de pruebas clínicas, y los
autoanálisis domiciliarios, que son verdaderos productos diseñados para ser utilizados por
el usuario en su hogar y sin el consejo o la ayuda de nadie. A finales de 1996, en los Estados
Unidos de América se autorizaron de forma limitada las primeras ventas de una prueba de
recolección domiciliaria. Hasta el presente, en ningún país del mundo las autoridades
nacionales de reglamentación han aprobado los autoaná- lisis del VIH. Los estuches de
pruebas del VIH representan una parte sustancial del desembolso en materia de control del
VIH/SIDA. Desde 1990, la OMS ha ayudado a los gobiernos y a las organizaciones
nacionales a obtener estuches de alta calidad a bajo precio a través de licitaciones
internacionales para compras en grandes cantidades.

Diagnostico serológico HIV

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El diagnóstico serológico del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) trasciende en
importancia a otros diagnósticos de laboratorio por la gravedad de la enfermedad que este
virus produce, la existencia hoy en día de tratamientos mucho más eficaces que los iniciales
y el conocimiento que tienen los médicos y sanitarios sobre esta infección. Además, buena
parte de ese conocimiento ha tenido una gran difusión entre la población general, sobre
todo el referido a los mecanismos de transmisión y a las posibilidades diagnósticas.
El cribado de anticuerpos en muestras de suero es el método más comúnmente empleado
para el diagnóstico de laboratorio de la infección por VIH. Las pruebas están basadas en
distintos principios técnicos que han ido evolucionando con el tiempo, la experiencia
adquirida y las recomendaciones nacionales e internacionales. A pesar de los avances
logrados en el desarrollo de estas pruebas, se siguen produciendo casos de falsos positivos
y, con menor frecuencia, falsos negativos.
Estos errores son atribuibles, en parte, al enorme crecimiento de esta demanda analítica
dentro de la asistencia clínica hospitalaria y extrahospitalaria.
La importancia de estos errores es obvia, pudiendo provocar situaciones que generan
ansiedad en los pacientes y desconcierto en los profesionales encargados de dicho
diagnóstico.

OBJETIVOS DE LAS PRUEBAS DE DETECCIÓN DE ANTICUERPOS ANTI-VIH

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido de manera clara y sucinta cuáles


son los objetivos de las pruebas de
detección de anticuerpos frente al VIH. La mayoría de casos o situaciones en la práctica
diaria del laboratorio puede ser incluida
en uno de los objetivos contemplados en la tabla 1.

Tabla 1. Objetivos de las pruebas de detección de anticuerpos anti-VIH


 Seguridad biológica (cribado de donantes de sangre, órganos, semen, óvulos,
etc.).
 Diagnóstico de la infección por el VIH.
 Vigilancia seroepidemiológica
 Investigación.
Los objetivos que persigamos con el diagnóstico van a influir en la elección de la técnica
apropiada, en la actitud del profesional de laboratorio ante un resultado y en la estrategia o

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algoritmo de confirmación. De forma conceptual, se denominan pruebas diagnósticas las
que se emplean de forma individualizada en el suero de una persona bajo los principios
clínicos del consentimiento informado, y sirven para detectar o descartar la infección por
este virus. Cuando las pruebas se aplican en virtud de criterios de seguridad biológica,
vigilancia epidemiológica o investigación y el objetivo principal no es el diagnóstico clínico
de la infección por el VIH, las denominamos pruebas de detección de anticuerpos anti-VIH
en sentido estricto. Como veremos más adelante, esta distinción, aparentemente
semántica, condiciona la utilización de las pruebas de detección de anticuerpos VIH de una
forma coordinada y secuencial.
En todo caso, las pruebas habituales de detección de anticuerpos frente al VIH constituyen
un primer escalón en el diagnóstico de la infección por este virus y se aplican en la práctica
clínica a un gran número de sueros. Así, la sencillez y la posibilidad de automatización son
cualidades que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir un prueba en particular.

CARACTERÍSTICAS OPERACIONALES DE LAS PRUEBAS DE ANTICUERPOS


ANTI-VIH

La sensibilidad y la especificidad son los parámetros más importantes para valorar una
prueba y, en el caso de la aplicacióncclínica de las pruebas VIH, son muy importantes el
valor predictivo positivo (VPP) y el valor predictivo negativo (VPN). La sensibilidad de los
equipos actuales ha alcanzado límites máximos; es frecuente leer artículos en los que se
mencionan sensibilidades de un 99-100% para el conjunto de muestras ensayadas.
Conviene señalar, sin embargo, las dificultades de alcanzar una sensibilidad real del 100%
en una infección en la que la seroconversión ocurre en un lapso de tiempo de 2 a 4 semanas
en la mayoría de los casos y, a veces, hasta varios meses (período ventana). Cabe recordar
a este respecto la posibilidad de encontrar individuos infectados por el VIH que son
seronegativos debido a causas orgánicas o defectos inmunes (falsos negativos).
Es bien conocido que el incremento de la sensibilidad lleva aparejado un descenso de la
especificidad (falsos positivos); aunque las técnicas actuales ofrecen cifras de especificidad
en torno al 99%, el aumento espectacular que ha experimentado la demanda analítica
posibilita que los resultados falsos positivos sean más frecuentes, a pesar de las mejoras
técnicas introducidas en las pruebas primarias de detección de anticuerpos frente al VIH.

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Tabla 2. Antígenos empleados en las pruebas de detección primaria de anticuerpos
frente al VIH en los últimos tiempos.

Técnica Antígeno

 EIA 1ª generación Lisado viral VIH-1


 EIA 2ª generación Péptidos recombinantes/sintéticos de VIH-1 y VIH-2
 EIA/ELFA 3ª generación Péptidos recombinantes/sintéticos de VIH-1 y VIH-2 y
antígeno VIH-1 del grupo O (outlayer o marginal)
 EIA/ELFA 4ª generación Péptidos recombinantes/sintéticos de VIH-1 y VIH-2 y VIH-
1 "O", y anticuerpos para detectar el antígeno p24

La evolución de los antígenos incluidos en las pruebas de detección ha permitido, por una
parte, incrementar la sensibilidad sin merma de la especificidad y, por otra, ha hecho posible
la detección de anticuerpos frente a tipos y subtipos del VIH que escapaban a los equipos
de diagnóstico habituales. A pesar de las mejoras introducidas en los equipos actuales,
debe tenerse en cuenta la posibilidad real de encontrar sueros de infectados por subtipos
inusuales del VIH, sobre todo en pacientes africanos o en personas con estancias
prolongadas en ese continente.
Respecto al principio técnico que emplean, cabe mencionar que la gran mayoría están
basados en las distintas modalidades del enzimoinmunoanálisis (EIA): indirecto, en
sandwich y de captura. Existen EIA competitivos que tienen una gran especificidad, aunque
adolecen de cierta falta de sensibilidad en algunos momentos de la infección por el VIH,
como al inicio de la seroconversión y en los pacientes que se encuentran en estadios
terminales. Sin embargo, combinadas con otras pruebas de mayor sensibilidad en forma
secuencial, pueden proporcionar excelentes resultados en la estrategia diagnóstica. Estos
tipos de pruebas han sufrido también variaciones tecnológicas, siendo una de las más
empleadas la utilización de substratos fluorescentes que han dado lugar a las pruebas
denominadas ELFA (enzyme-linked fluorescent assay). La última aportación ha sido la
detección simultánea del antígeno p24 y de anticuerpos, lo que acorta el período ventana.
Diversos trabajos publicados y nuestra propia experiencia ponen de manifiesto un adelanto
entre una a dos semanas en la detección serológica de la infección, aspecto a considerar
si tenemos en cuenta que en ese período la infectividad es más elevada.

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Existen pruebas basadas en la técnica de aglutinación pasiva que ofrecen ventajas por su
sencillez y simplicidad de ejecución así como por la posibilidad de realizar titulaciones de
forma sencilla. La dificultad de automatización las hace poco adecuadas para procesar gran
número de sueros, estando menos extendidas. Estas técnicas permiten detectar tanto
anticuerpos de la clase IgG como IgM.
Entre las pruebas de cribado de anticuerpos VIH, las denominadas pruebas rápidas han
experimentado un desarrollo importante; los antígenos que emplean son similares a los EIA
y ELFA y el tiempo en el que se puede obtener un resultado oscila entre 5 y 20 minutos.
Aunque las características operacionales son inferiores a los EIA y ELFA, deben tenerse
en cuenta para situaciones de urgencia. Combinadas con otras pruebas de detección de
anticuerpos constituyen una estrategia que mejora la especificidad de los resultados de
forma asequible en términos de costes laborales y de tiempo. En la tabla 3 se exponen
algunas de la más utilizadas; son preferibles aquellas que permiten detectar anticuerpos
frente al VIH-1 y VIH-2 de forma separada. Su mayor inconveniente reside en la lectura,
que siempre es subjetiva, lo que puede generar dudas de interpretación de la reactividad
de ciertos sueros. En los últimos años, han aparecido pruebas rápidas basadas en el
principio de la inmunocromatografía capilar que han mejorado de forma importante la
sensibilidad y la especificidad de éstas respecto a las de Dot-EIA. Se deben elegir aquéllas
que tengan controles internos que verifiquen el correcto funcionamiento de la reacción.

La técnica más ampliamente utilizada es el WB. Las técnicas de IFI y RIPA, por razones
distintas (subjetividad de la lectura, requerimientos de laboratorio, etc.), se emplean cada
vez menos, de tal forma que los resultados del WB son considerados el estándar de
confirmación de la presencia de los anticuerpos anti-VIH. Existen distintos criterios de
positividad propuestos por organismos o sociedades involucrados en el diagnóstico del VIH
(tabla 4). De ellos, el de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el más específico
cuando se manejan sueros de diversa procedencia poblacional.

Criterios de positividad de la prueba western-blot


Criterio Reactividad frente a:
 OMS: Dos glucoproteínas cualquiera de: gp160, gp120, gp41
 Cruz Roja Americana : Una proteína de cada gen estructural (env, pol y gag)
 FDAa: p24 + p32 + (gp41 o gp120 o gp160)

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 CRSSa: p24 + (gp41 o gp120 o gp160) o p32 + (gp41 o gp120 o gp160)
 CDC/ASTPHLDa : p24 + (gp41 o gp120 o gp160) o gp41 + (gp120 o gp160)

3.2.- HVB
Infección crónica
En la mayoría de los individuos crónicamente infectados se detecta en suero HBsAg en
concentraciones mayores de 1 mg/ml. Aunque la mayoría de los portadores de HBsAg
tienen títulos elevados de HBV en suero, algunos portadores parecen no tener partícula
infecciosa circulante. En estos casos la replicación del virus en el hígado ha cesado. El DNA
viral se ha integrado en el cromosoma de la célula huésped durante la infección. Los genes
virales, sobre todo los del core y la polimerasa pueden romperse mientras que las regiones
que codifican a la proteína de la envoltura y su promotor permanecen intactos. Estos
pacientes pueden aparecer como portadores de HBsAg sin detección de HBeAg y sin
actividad DNA polimerasa. En la célula hepática no se detecta DNA viral libre ni HBcAg.
Estos pacientes, no todos, no tienen enfermedad hepática o ésta es mínima y son
considerados portadores sanos. No se conoce cual es la fracción de estos portadores de
HBsAg que no tienen virus infeccioso en sangre periférica.
Casi todos los pacientes crónicamente infectados presentan títulos elevados de anti-HBc
en la sangre. Aunque la mayoría de los anticuerpos anti-HBc son de clase IgG los
anticuerpos de clase IgM se siguen produciendo y pueden detectarse en 10 % de estos
pacientes crónicamente infectados en los periodos de reactivación positividad en niveles
muy bajo, cerca del cutt-off. Los pacientes con infección crónica se pueden clasificar en
altamente replicativos o con infección mínimamente replicativa. Estos con HBeAg y DNA
HBV detectables en suero son considerado altamente replicativos, son altamente
infecciosos para sus contactos y tienden a tener un daño hepático sustancial.
Aproximadamente 10 % de los pacientes con infección crónica altamente replicativa
presentan reversión espontánea a un estado relativamente no replicativo en el cual se
pierde HBeAg y DNA-HBV y se adquiere anti-HBe. En el estado no replicativo la infectividad
y daño hepático están limitados, estos pacientes tienden a ser portadores asintomáticos de
HBV.

Con el tiempo hay una perdida espontánea de DNA HBV y HBeAg y seroconversión a
positividad anti-HBe. Sin embargo la infección prolongada parece ser la regla y la perdida
espontánea de HBsAg es muy rara, en el 2 % de los pacientes por año. Algunos pacientes

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con infección persistente pos HBV pueden estar sin HBsAg circulante y detectable en suero.
Esto se confirma por una pequeña fracción de donantes de sangre que son negativos para
HBsAg pero que transmiten la infección por HBV a sus receptores de sangre. Aunque
algunos de estos donantes pueden encontrarse en el periodo de incubación de la HBV con
mayor probabilidad se encuentran infectados de manera crónica, con HBsAg por debajo del
límite de detección a causa de que ellos tienen títulos elevados de anti-HBc.

3.3.- HVC
EL VIRUS DE LA HEPATITIS C
El VHC fue identificado y caracterizado en 1989 después de múltiples investigaciones para
la detección del genoma del virus de las hepatitis no A- no B. (NANB ), reconociéndose
como la causa mayor de este tipo de hepatitis y una causa importante de las hepatitis
crónicas. No se ha podido infectar cultivos celulares y el único animal de experimentación
útil es el chimpancé. El hecho más notable de las infecciones por VHC es su capacidad

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para persistir aún en presencia de una buena respuesta inmune humoral y celular del
huésped, debido tanto a la alta tasa de mutaciones (quasiepecies) que facilita mecanismos
de escape como a la elevada producción y aclaramiento de viriones de VHC, la cual se
produce a un ritmo de 10¹² viriones/día, con una vida media del virión de 2,7 h.
El virión del VHC tiene un genoma RNA, rodeado por una cápside icosaédrica (core) y una
envoltura que contiene 2 glucoproteínas, E1 y E2. Las partículas virales tienen 50 nm
aproximadamente de diámetro y el core en torno a los 30 nm. Tanto el tamaño como la
organización genómica del VHC guarda semejanza con la de los flavivirus; debido a esto,
el International Commitee for the Taxonomy of Viruses ha propuesto que este virus sea
asignado dentro de la familia Flaviviridae

METODOS DIAGNÓSTICOS DE LABORATORIO

El diagnóstico del VHC se puede aplicar en diferentes situaciones diagnósticas, bien como
cribado en la población de bajo riesgo, como serian los donantes de sangre; en el
diagnóstico clínico en aquellos pacientes con factores de riesgo para el VHC, o en los que
clínicamente está indicado por las alteraciones analíticas o clínicas. El diagnóstico de la
infección por el VHC se realiza inicialmente por una prueba de cribado, como son las prueba
de enzimoinmunoensayo (EIA), seguidas por técnicas suplementarias para confirmar la
infección. Estas pruebas suplementarias incluyen tanto las técnicas serológicas de
detección de anticuerpos específicos como las moleculares para detectar, cuantificar y tipar
el RNA viral. Deberán ser aplicados en función de
la población estudiada y de los síntomas clínicos. Sólo las pruebas serológicas están
aprobadas por la Food and Drug Administration norteamericana (FDA) para el diagnóstico;
mientras que las pruebas moleculares, hoy día, se consideran sólo para uso en
investigación, lo que no quiere decir que no tengan utilidad en el diversas situaciones
clínicas, como se comentará más adelante.

Métodos de cribado

Para la detección de anticuerpos se usan normalmente técnicas EIA, ya que no resultan


costosas, son cómodas de realizar y, además, están adaptadas a sistemas automatizados.
El primer ensayo de EIA (EIA-1) se desarrolló en 1990 usando una sola proteína

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recombinante como antígeno (C100-3), derivada del gen NS4. Este ensayo carecía de
sensibilidad y especificidad y fue
rápidamente sustituido por otro de segunda generación (EIA-2), que apareció en 1992,
añadiéndole las proteínas C33c de la región NS3, C22-3 de la región core y C200 de las
regiones NS3 y NS4 del genoma viral. Posteriormente, en el año 94, apareció otro de
tercera generación (EIA-3), añadiéndole a las proteínas ya existentes, una de la región NS5
y modificando la proteína
NS3 para aumentar la sensibilidad. Ambos ensayos, EIA-2 y EIA-3, aumentaron la
sensibilidad y especificidad comparándolas con las del EIA-1. Estudios posteriores
comparando la sensibilidad y especificidad entre los ensayos de EIA-2 y EIA-3, no
encontraron diferencias significativas entre ellos. Parece que, en poblaciones de alta
prevalencia, el EIA-3 es más sensible (97 a 100%), mientras que en donantes de sangre la
especificidad es del 99,3 a 100%. A pesar de que la prueba EIA-3 ha mejorado
comparándolo con el EIA-2, todavía puede observarse un pequeño porcentaje de falsos
positivos en poblaciones de baja prevalencia. El período de seroconversión en la
primoinfección (ventana serológica) se ha reducido considerablemente con los EIA-2 y EIA-
3, cifrándose en 7-8 semanas para los últimos.
Los antígenos usados en los ensayos serológicos son derivados del genotipo 1a, lo cual
puede dar lugar a resultados falsos negativos en pacientes infectados con otros genotipos.
Para solucionar éste problema, se está desarrollando un nuevo ensayo que no está
disponible en el mercado y que usa un antígeno de fusión de múltiples epítopos e incorpora
proteínas de la región de envoltura. Este antígeno quimérico contiene epítopos de las
regiones estructurales y específicos de genotipo. Estudios preliminares indican que el
antígeno de envoltura específico de genotipo puede aumentar la sensibilidad y especificidad
en las pruebas EIA.
También se han desarrollado pruebas de detección de anticuerpos IgM anti-VHC, pero no
han alcanzado las expectativas previstas, ya que los métodos existentes no permiten
detectar una respuesta significativa en la mayoría de los pacientes y su patrón de
producción es demasiado variable.
Recientemente, ha aparecido un ensayo cualitativo para la detección del antígeno core del
VHC (Ortho® ). Se realiza por técnica EIA, y se detecta en muestras de suero o plasma. Se
ha propuesto como una prueba de cribado para los donantes de sangre y se está probando
como una ayuda en el diagnóstico temprano de la infección aguda (período ventana), con
resultados prometedores, aunque es pronto para tener una opinión definida.

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UTILIZACIÓN PRÁCTICA DEL DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
El diagnóstico de laboratorio resulta obligado por múltiples razones. Se aplica en diferentes
situaciones que pueden requerir asimismo estrategias distintas:
a) cribado de los donantes de sangre.
b) pacientes sintomáticos con sospecha clínica.
c) pacientes con factores de riesgo asociado al VHC.
d) personas con alteraciones esporádicas de la ALT.

EPIDEMIOLOGÍA
La prevalencia de la infección por el VHC es variable, según la zona geográfica y los
diferentes grupos de riesgo. En nuestro país, no existen muchos estudios dirigidos
específicamente a determinar la frecuencia de la infección en la población general. A partir
de estimaciones indirectas en donantes de sangre o de órganos, o de estudios específicos,
se puede asumir una prevalencia cercana al 2%, aumentado conforme avanza la edad.
Los factores de riesgo y la vía de transmisión y adquisición del VHC son variables. Como
es sabido, la más frecuente es la vía parenteral percutánea. La transmisión por esta vía
resulta relativamente eficiente, con un riesgo que se situaría entre el del virus de la hepatitis
B (VHB) y el del VIH. Así, en nuestro medio, se considera que las transfusiones pueden ser
responsables de menos del 2% de los pacientes infectados en la actualidad, aunque es un
factor en claro descenso a partir del momento en que se controlan las donaciones, como
demuestran las estudios más recientes de incidencia. Por el contrario, el uso de drogas por
vía parenteral es un factor de riesgo responsable de hasta un 40% en los estudios de
prevalencia. Si se analizan ciertos grupos de riesgo, todavía el impacto es mayor. Por
ejemplo, los pacientes infectados por el VIH y que son adictos a drogas parenterales, en su
práctica totalidad están coinfectados por el VHC, lo que tiene consecuencias desde el punto
de vista del diagnóstico de laboratorio y del manejo clínico en estos momentos. Los
pinchazos accidentales (agujas no desechables, personal sanitario, tatuajes, etc.) son
responsables del 2-4% de los casos actuales.

3.4.- CHAGAS
La enfermedad de Chagas es una infección parasitaria causada por el protozoo
Trypanosoma cruzi. Está ampliamente distribuida en América Central y del Sur donde es

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endémica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la población de riesgo
es de aproximadamente 60 millones de personas, entre 9 y 12 millones están infectados y
cada año provoca 12 500 muertes. La enfermedad de Chagas está incluida dentro de las
denominadas “Enfermedades Olvidadas”.

La transmisión en área endémica es a través de insectos hematófagos de la familia


Reduviidae, los triatominos, conocidos vulgarmente en área endémica como “vinchucas”,
vectores de la enfermedad y que transmiten cuando defecan sobre la piel o mucosas al
picar para alimentarse.
El parásito, presente en las heces de los triatominos, penetra activamente en el hospedador
a través de las lesiones en la piel o de las mucosas producidas por la picada del vector,
cuando el individuo se toca o rasca la picadura. El Chagas también puede transmitirse por
otras vías que no son la vectorial. En zonas endémicas, y especialmente en áreas no
endémicas, estas otras vías de transmisión han ido tomando protagonismo como la
transmisión vertical de madre a hijo, que se calcula que tiene una tasa de transmisión entre
un 4 y 7 % y la trasmisión a través de transfusión de sangre infectada y sus componentes.
Con menos frecuencia se produce la transmisión a través del trasplante de órganos, la
transmisión oral por alimentos contaminados por el parásito y hay descritos casos a través
de accidentes de laboratorio.

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
Las técnicas diagnósticas están encaminadas a detectar el parásito o bien a detectar la
respuesta inmune que se genera. El criterio para utilizar uno u otro test diagnóstico se basa
en el conocimiento o sospecha respecto a que fase de la infección presenta el paciente.
Durante la fase aguda los parásitos circulantes son abundantes y los métodos
parasitológicos son los más adecuados para detectar la presencia de T.cruzi en muestras
de sangre. Durante la fase crónica las parasitemias son bajas e intermitentes y se detectan
altos niveles de IgG específicas por lo que el diagnóstico de laboratorio se basará en la
determinación de anticuerpos aplicando diferentes técnicas serológicas.

METODOS DIAGNÓSTICOS PARA LA FASE CRONICA


Cuando las parasitemias son bajas e intermitentes, característica de la fase crónica,
debemos recurrir a detectar la presencia de anticuerpos específicos, multiplicar las pocas

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formas presentes o bien a detectar ADN del parásito mediante técnicas de biología
molecular.
Serología
El diagnóstico basado en la búsqueda del parásito presenta un notable valor durante la fase
aguda de la enfermedad, pero estas técnicas tienen baja sensibilidad durante las fases
crónicas, en las que la serología es de gran utilidad y se considera el método de elección.
El diagnóstico serológico en la enfermedad de Chagas se basa en la determinación de
inmunoglobulinas específicas de la clase G totales (IgG), aunque otras inmunoglobulinas
como las IgM pueden ser detectadas en fase aguda.
Disponemos en la actualidad de un amplio número de test serológicos para el diagnóstico
de la enfermedad de Chagas que se diferencian entre sí por el principio de la técnica o los
antígenos que utilizan, factores que condicionan su sensibilidad y especificidad. Se conocen
como tests convencionales los que emplean como antígeno la totalidad del parásito como
la inmunofluorescencia indirecta (IFI) o mezclas de fracciones antigénicas del parásito como
la hemoaglutinación indirecta (HAI) o ensayos inmunoenzimáticos (ELISA). En general se
considera que las pruebas que utilizan antígenos crudos o totales presentan más
reacciones cruzadas, con lo que la especificidad es menor. Los tests no convencionales
son aquellos que utilizan antígenos purificados, recombinantes o péptidos sintéticos, entre
ellos tenemos las pruebas rápidas de inmunocromatografia.

La OMS (2002) debido a la distinta capacidad inmunogénica de las distintas cepas del
parásito, la distinta respuesta inmunitaria entre los pacientes y la existencia de reacciones
cruzadas con otros tripanosomatidos que coexisten en las áreas endémicas cuando
utilizamos antígenos crudos del parásito, recomienda que, al menos, se realicen dos
pruebas en paralelo que utilicen antígenos o principios distintos. En consecuencia un
individuo está infectado cuando el resultado de dos tests serológicos es positivo.

Un problema que habitualmente se plantea con la serología durante la fase crónica es la


obtención de resultados discordantes, indeterminados o no concluyentes. Habitualmente
este problema de discordancia de resultados entre técnicas aparecen cuando los títulos
serológicos son bajos y cercanos al umbral de positividad lo que supone que decidir la
reactividad o no de una muestra conlleva cierta imprecisión.

17
En aquellos casos en que dos pruebas serológicas distintas, siguiendo las
recomendaciones de la OMS, no sean suficientes para confirmar la infección se debe
recurrir a una tercera técnica.
Los expertos recomiendan que se utilice la IFI que tiene una sensibilidad del 95 % y una
especificidad del 100 %. A pesar de ello, muchas veces no es la más aconsejable ya que
su lectura es subjetiva, depende de la experiencia del técnico y se recomiendo que se
realice en un centro especializado. Se han propuesto alternativas a la IFI como las técnicas
que utilizan antígenos de secreción-excreción del parásito (TESA) utilizados en inmunoblot
o ELISA, glicoproteínas 72 y 90 kDa, detectadas mediante radioinmunoensayo (RIPA) o
antígenos recombinantes diversos usados en inmunoblot. A pesar de ello los resultados
obtenidos dejan de ser concluyentes, los antígenos o test propuestos no se encuentran
comercializados y no están al alcance de los centros de diagnóstico habituales.

3.5.- SIFILIS

La sífilis es una enfermedad infecciosa aguda o crónica cuyo agente causal es Treponema
pallidum perteneciente, junto con otros treponemas, borrelias y leptospiras, a la familia
Treponemataceae. Es un microorganismo móvil que, dadas sus dimensiones, 5-15 m de
largo por 0,2 m de diámetro, se encuentra en el límite de resolución óptica de los
microscopios convencionales; por ello no es posible visualizarlo mediante tinciones
normales y sí por contraste de fases o tinciones de plata que "engruesan la bacteria".
Tampoco es cultivable según el concepto tradicional. Su movilidad se debe a 10 flagelos
periplásmicos .Su tiempo de generación en los tejdos humanos es de unas 8 horas, por lo
que su multiplicación es lenta.
La enfermedad está clasificada como venérea y de declaración obligatoria, siendo su
mecanismo de transmisión el contacto directo con una lesión productiva. Tras un período
de incubación de 12 a 90 días (media de 21 d), aparece en el lugar de la inoculación una
lesión primaria, rica en treponemas (el chancro), que desaparece espontáneamente a las
pocas semanas. Durante este primer estadío, conocido como sifilis primaria, T. pallidum se
multiplica en los linfáticos regionales distribuyéndose por la sangre a todos los órganos del
individuo (infección sistémica). Generalmente las pruebas serológicas se hacen positivas
en este período pasadas 3-4 semanas de la infección. En el paciente no tratado, el segundo
estadío comienza con la aparición de una de las manifestaciones sistémicas de la
enfermedad: una erupción en piel, palmas y plantas, la roseola sifilítica, acompañada de

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síntomas generales y, frecuentemente, de otros signos localizados (condilomas genitales).
Las lesiones abiertas de este período son muy contagiosas. Tras la primera desaparición
espontánea de la misma y durante el primer y segundo año, pueden aparecen brotes
similares cada vez de menor intensidad (fases de latencia precoz) hasta que desaparecen
totalmente todos los signos y síntomas (fase de latencia tardía). El tercer estadío de la
enfermedad, que solo se presenta en unos pocos pacientes, se caracteriza por la formación
de lesiones granulomatosas destructivas (gummas) que, curiosamente, tienen escasa
carga treponémica. En este período pueden aparecer sintomas y signos de focalización de
la enfermedad: neurosífilis, sífilis cardiovascular, etc.

DIAGNOSTICO INDIRECTO

La experiencia nos dice que, en la mayoría de las ocasiones, existen dificultades o no es


posible realizar el diagnóstico directo, por lo que el diagnóstico indirecto -serológico- de la
enfermedad se ha convertido en el procedimiento más frecuente. Estos marcadores
necesitan, aproximadamente, de unos 14 a 20 días para hacerse reactivos. En la tabla 2 se
resumen las pruebas que existen actualmente para el diagnóstico serológico de la lúes.

Pruebas serologicas empleadas actualmente para el diagnóstico de la sífilis.


Pruebas

No treponémicas
Valor de referencia / Observaciones
RPR : No reactivo / -
VDRL : No reactivo / -
USR : No reactivo / -
TRUST : No reactivo / -
ELISA : Cut-off / -

Treponémicas
Valor de referencia / Observaciones
TPHA : No reactivo Suero,/ hemaglutinación

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FTA-ABS IgG e IgM : No reactivo / Suero y LCR
FTA-ABS-DS : - / Doble tinción
ELISA anti-IgG : Cut-off / Suero
ELISA anti-IgM : Cut-off / Suero

USO CLINICO DE LAS PRUEBAS DE SIFILIS

Existe la creencia de que la utilización de las pruebas diagnósticas está predeterminada en


el sentido de emplear las "reagínicas" para analizar gran número de muestras y las
treponémicas para confirmar los resultados positivos obtenidos con aquellas. Este
proceder, que es aceptable para rastrear poblaciones con baja prevalencia de enfermedad
(donantes de sangre), no es tan claro en los pacientes de riesgo, con clínica compatible o
sospecha de enfermedad. Ante el diagnóstico de la infección debemos tener presente que:
Realizar en suero solo pruebas no treponémicas puede conducirnos a obtener falsos
negativos en sífilis latentes tardías o en los periodos terciarios de la enfermedad.
1.- Ensayar los sueros únicamente con pruebas treponémicas puede llevarnos a falsos
negativos en los estadios primarios de la infección.
2.- Ambas pruebas, por separado, pueden producir falsos positivos, por lo que el valor
predictivo positivo individual (VPP) de cada una de ellas se ve incrementado cuando se
realizan conjuntamente.
3.- Por todo ello nosotros recomendamos realizar los dos tipos de pruebas a todos los
sueros que nos remitan para realizar un diagnóstico indirecto. En la mayoría de los casos
el diagnóstico serológico del estadio de la enfermedad es imposible hacerlo si no se dispone
de información clínica.

2.6.- HTLV
El Ministerio de Salud en el año 2008 estableció el tamizaje obligatorio para el HTLV-1 en
todas las donaciones de sangre. Estos virus pertenecen a la familia Retroviridae,
subfamilia Oncoviridae. Respecto del HTLV-I, el genotipo circulante en el país pertenece
al subtipo Cosmopolita.
El HTLV-I es un virus ancestral presente en la población amerindia de Los Andes. En Chile,
se asoció a paraparesia espástica tropical en 1989, y en 1991 se describió por primera vez
en donantes de bancos de sangre. En la Tabla 1 se presenta un resumen de los estudios

20
de seroprevalencia en Chile y otros países. El rango de seroprevalencia del virus en Chile
varía entre 0,3% y 0,73%.
La infección se produce principalmente a través de células que contienen el provirus y, en
un muy menor grado, mediante los viriones libres. La infección se puede adquirir por vía
sexual, vertical y sanguínea. La transmisión sexual es poco eficiente en general, y por ser
un virus asociado a células es más eficiente su transmisión de hombre a mujer que a la
inversa. La transmisión vertical ocurre por lactancia, dado que la infección transplacentaria
e intraparto es poco frecuente.

La transmisión vía sanguínea debe ser con sangre y hemoderivados que contengan
elementos celulares. Un estudio centinela en Japón mostró que 68% de los receptores de
sangre, glóbulos rojos y plaquetas seroconvirtieron; y tan sólo 0 a 1% de los receptores de
plasma. La transmisión disminuye de manera importante al usar glóbulos rojos
desleucocitados. Hay casos descritos de transmisión por compartir jeringas en personas
drogadictas.

La infección con el virus HTLV-I se asocia a varias patologías, siendo las más relevantes la
paraparesia espástica tropical y la leucemia/linfoma de células T del adulto. La paraparesia
espástica se caracteriza por ser una enfermedad crónica desmielinizante que afecta la
médula espinal y la sustancia blanca del SNC, produciendo un síndrome paretoespástico
de extremidades inferiores, además de compromiso autonómico. Esta enfermedad se
desarrolló en el 3-5% de las personas infectadas y con una latencia de alrededor de 10-20
años desde el inicio de la infección viral. Además, a esta infección viral se asocia un cuadro
de inmunodeficiencia celular que permite la aparición de infecciones oportunistas
como Pneumocystis jiroveci(ex carinii), meningitis por Cryptococcus spp; y en zonas
tropicales, estrongiloidosis. También esta infección viral puede generar múltiples trastornos
inmunitarios que se manifiestan a través de múltiples procesos inflamatorios.

Diagnóstico de Laboratorio

El tamizaje serológico de la infección con HTLV se hace habitualmente con un método de


ELISA y luego mediante un método de confirmación, ya sea Westernblot o
Inmunofluorescencia Insdirecta (IFI), se realiza el diagnóstico de laboratorio. En caso de
ser necesario tipificar, HTLV-I o HTLV-II, lo recomendable además es confirmar la infección

21
viral mediante la amplificación genética in vitro o PCR del material genético viral en las
células mononucleares periféricas sanguíneas (PBMC) del paciente. En Chile, la
confirmación del diagnóstico de laboratorio de la infección con HTLV es realizada por el
Instituto de Salud Pública, empleando simultáneamente dos métodos diferentes:
confirmación serológica mediante IFI y confirmación molecular mediante la detección del
ácido nucleico viral en PBMC.

3.7.- Citomegalovirus (CMV)


La seroprevalencia de anticuerpos contra el CMV en la población general es elevada, de
50 a 100% en diferentes países, dependiendo de factores tales como nivel socioeconómico,
edad, área geográfica y otros. Este hecho ocasiona que la disponibilidad de unidades de
sangre seronegativas sea muy limitada. La transmisión de CMV por vía transfusional está
asociada sólo con componentes celulares y en pacientes inmunodeprimidos, bebés
prematuros de bajo peso, receptores de trasplantes. La eliminación de leucocitos en
glóbulos rojos y concentrados plaquetarios reduce la posibilidad de transmisión de la
infección. En la actualidad, se utilizan para pacientes susceptibles unidades filtradas, para
reducir el número de linfocitos, y/o seronegativas para CMV

3.8.- Parvovirus B19


El riesgo de transmisión por vía transfusional varía con la incidencia de la infección. Sólo
se han publicado tres casos de enfermedades asociadas con transmisión por vía
transfusional o por trasplante. La incidencia de viremia del parvovirus B19 en donantes de
sangre es muy baja. En Cuba, la transmisión sanguínea de este virus no ha sido evaluada
Virus de Epstein-Barr (EBV)
Produce la mayoría de los casos de mononucleosis infecciosa y está estrechamente
asociado con el carcinoma nasofaríngeo, linfoma Burkitt y otros trastornos
linfoproliferativos. La infección del EBV transmitida por transfusión es asintomática. Es una
causa rara de hepatitis postransfusional. Se ha descrito en pacientes sometidos a
cardiocirugía y en los que se ha requerido administración masiva de sangre recién extraída.
Fiebre por garrapatas de Colorado Es una enfermedad febril aguda adquirida por
mordeduras de garrapatas en las regiones montañosas del oeste de los Estados Unidos. El
virus puede persistir en sangre periférica hasta 90 días después de desaparecidos los
síntomas, pero se ha comunicado el estado de portador crónico. El virus ha sido transmitido
por transfusión

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3.9.- Paludismo
El paludismo es causado por varias especies del gé- nero de protozoarios intraeritrocíticos
Plasmodium. En general, la transmisión es resultado de la picadura de un mosquito
anofeles, pero la infección puede seguir a la transfusión parasitémica, considerada la
complicación parasitaria más reconocida de la transfusión. En los Estados Unidos las
especies implicadas son P. malariae (40%), P. falciparum (25%), P. vivax (20%) y P. ovale
(15%). Los parásitos pueden sobrevivir como mínimo durante una semana en componentes
almacenados a temperatura de 4 o C y a la crioconservación con glicerol.19.23 No existe
prueba serológica práctica para detectar el paludismo transmisible en individuos
asintomáticos. La manera de evitar su transmisión por el uso de sangre y componentes es
a través de la selección predonación, investigando sobre los antecedentes médicos y de
viajes. No aceptando aquellos individuos con riesgo elevado de infectividad.

Quimioluminiscencia para el tamizaje serológico - Importancia en el banco de sangre


en los últimos años

Uno de los avances en el desarrollo de las pruebas de tamizaje de enfermedades


infecciosas en los donantes a sido la incorporación de las pruebas de quimioluminiscencia
como una nueva alternativa a las pruebas tradicionales de Elisa.

Las ventajas que encontramos son las siguientes:

 Tenemos una tecnología que dado su desarrollo, nos permiten obtener unas
pruebas con un coeficiente de variación mínimo, al realizar la repetición de las
mismas (eso es sumamente difícil con las pruebas de Elisa).

 Tenemos la ventaja de no realizar “POOL” de muestras, pudiendo ingresar los tubos


de muestras unitariamente, consiguiendo acortar los tiempos de espera de los
resultados (con Elisa el tiempo de espera de un donante podía extenderse 24 horas).

 Los resultados de los 7 marcadores los obtenemos casi en simultaneo en un periodo


de tiempo menor a una hora.

23
Emergencias: tenemos una posición de ingreso de muestras, de emergencia, para que el
equipo de prioridad a una muestra especial.

Es muy importante la rapidez de respuesta, para los donantes de plaquetas por aferesis,
nos permite en un lapso no mayor a 3 horas, evaluarlo integralmente y obtener sus
resultados de tamizaje en el mismo día para rápidamente realizar la plaquetoferesis.

4.- DISCUSIÓN
La sífilis transmitida por transfusiones fue un problema antes de la segunda guerra mundial, cuando las
transfusiones directas eran una práctica común. La mejora en los sistemas de conservación ha disminuido
el riesgo de transmisión, puesto que el Treponema no resiste la temperatura de mantenimiento de las
unidades de sangre por más de tres días, menos aún las temperaturas de congelación . El rol de los tests
serológicos en la prevención de la sífilis post transfusional ha sido cuestionado y es controversial, ya que
en algunos casos el test de reagina permanece negativo en estadios tempranos y tardíos de infección
treponemica definida . Una razón importante para la ejecución de esta prueba en nuestro medio es que
permite identificar sujetos cuya conducta sexual puede calificarse de riesgo para la adquisición de otras
enfermedades potencialmente transmisibles a través de transfusiones.

24
5.- CONCLUSIONES

En el momento actual, el cribado de los anticuerpos desborda por su transcendencia la


oferta diagnóstica. Las aplicaciones hospitalarias de estas pruebas han hecho que, en la
mayoría de los hospitales, las solicitudes de estas pruebas analíticas hayan crecido de
forma exponencial en los últimos años. A consecuencia del aumento de peticiones y del
descenso consiguiente de los porcentajes de positividad, se producen resultados falsos
positivos en situaciones clínicas complejas (candidatos a trasplantes, pacientes
hemodializados, embarazadas, etc.) que obligan a una diversificación de las estrategias
diagnósticas y de los métodos de cribado. En este contexto es aconsejable disponer al
menos de dos técnicas de cribado de anticuerpos anti-VIH y utilizar un método de
confirmación con muestras del mismo paciente tomadas en momentos diferentes.
La colaboración entre los laboratorios de un mismo hospital que realicen este tipo de
pruebas con distintos objetivos (Virología y Hematología), o de una misma área sanitaria,
puede minimizar el coste y facilitar la implantación de estas recomendaciones, coordinando
las técnicas que cada laboratorio asume y organizándose en protocolos de actuación
concretos.

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6.- REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

 Amadeo Sáez-Alquezar1, Pedro Albajar-Viñas2 Control de calidad en el tamizaje para


enfermedades infecciosas en bancos de sangre. ¿Por qué? y ¿cómo? , JIFCC,
http://www.ifcc.org/media/334111/eJIFCC2015Vol26No4pp286-294.pdf [internet] .
 Dr. Pedro Sánchez Frenes. Especialista de 2do grado en Laboratorio Clínico Profesor Auxiliar
Banco de Sangre Provincial de Cienfuegos; Infecciones transmitidas por transfusión, 2008.
http://www.sld.cu/galerias/pdf/uvs/patologiaclinica/frenes.pdf [internet].
 Academia Nacional de Medicina de México, A.C., Simposio futuro de las enfermedades
transimisibles por transfusión sanguínea, 2003,
http://www.medigraphic.com/pdfs/gaceta/gm-2003/gms033i.pdf, [internet].
 Quimioluminiscencia para el tamizaje serológico - Importancia en el banco de sangre.
http://www.diagnosticoual.com/noticias/actualidad/quimioluminiscencia-para-el-
tamizaje-serologico-importancia-en-el-banco-de-sangre.html, [internet].
 Cristina Riera, DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO DE LA ENFERMEDAD DE CHAGAS, 2012-
2013, http://www.seqc.es/download/tema/7/3322/3022644/1217704/cms/tema-7-
diagnostico-de-laboratorio-de-la-enfermedad-de-chagas.pdf/, [internet].
 Antonio Carlos Jaramillo Tobón, Serología de cuarta generación, biología molecular
diagnóstica y el nuevo algoritmo para diagnóstico de infección por VIH, Rev. Med. FCM-

26
UCSG, Año 2012, Vol.18 Nº1. Págs. 45-52, file:///C:/Users/5/Downloads/Dialnet-
SerologiaDeCuartaGeneracionBiologiaMolecularDiagno-5584811.pdf, [internet].

7.- ANEXOS
Diferenciación entre seropositivos y controles 2000
Banco de Sangre, Hospital Nacional Cayetano Heredia

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28
Resultados de los estudios serológicos por año de estudio. Banco de Sangre, Hospital Nacional Cayetano Heredia

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