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SUAREZ
659
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J·l .t.¡.8

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í

PEREGRINACION
DE

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MANCIZAR..

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PEREGRINAOION
DE ALPHA.

~1 ue ellero Ii. 1S:.O.


1
Era la mañana, i los primeros rayos del ~ol de-
rramaban copiosa luz sobre Bogotá i la e~tellsa
planicie que demora al frente de la ciudad andina.
Leves vapores se alzaban desde el pié de la cordi-
llem inmediata, escalando lcntalllente las majes-
tuosas cimas de l\lollserrate i Uuadalupe, cuya
sombra se proyectaba bien at1clante t1e sus bases.
contrastando la suave oscuridad ele estas con la
brillante iluminacion de las crcsta3 i picachos sa-
lientes de la parte superior. El ambiente puro, li-
jera i perfumado con los innumerables olores de
los arbustos de la ladera. i de lo~ rosales i eampn-
nula.s que crecen 8ilvestres a. orillas de los valla-
dos i alamedas, producia en todo mi ser una illl-
presion indefinible ele bienestar, sintiéndome vivir
desde el fácil movimiento del pulmon, vigorizado
al aspirar aquel aire diáfano i fresco, hasta la pal-
pitacion de las mas pequeñas arterias ue mi cuer-
po. U na bri. a tenue mccia los flexibles saUCeS de
la. "Alameda vieja," por entre los cuales se veía a
intervalos la vecina pradera, verde-esmeralda, ma-
tizaua de innumerables flores de achicoria, i po-
b~ada de reses que pastaban la menuda yerba cu-
lHerta de luziente rocío de b noclj(>. Todos lo~

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6 PEREGRINA ION

sonidos misteriosos de la naturaleza, al uesperlar,


el balido de las ovejas, el mujir del ganado vacu-
no, la voz de los campesinos i el sordo murmullo
de la ciudad, llegaban a lní claros i distinto~ con
la "ibracíon peculiar que adquieren el1 medio de la
atmó fera el1l'arecida de las altas rejiones de los
Ándes. La magnificencia de una mañana como
e8tn, llenaba mi alma de l'eeojimicnlo, i un j6ncro
ue tri,teza agradable sellaba mis l[dlÍos. Deh'as
de mí dejaba a Bogotá i touo lo que fOl'ma la vida
del eorazoll i de b intelijL!llcia: delante de mí se
estenuian las no medidas C01l1nrca~ que debia visi-
tnr en mi larga pel·cgrinaeion. Mi ausencia de la
ciuuncl natint era voluntaria; i sin embargo, n en-
da "uelta elel camino mis ojos buscaban h distan-
te mole de edificios mas i mas oscurecida, hasta
que se l11e ocultó del todo, i en un suspiro impre-
meditado C'xhal6 mi auios al hogar (¡lIcrido.
El resoplido de un eabnJlo que se acercaba a me-
dio-g:!lopc, i el ruido de I;:¡~ grandes espuelas ore-
jonas, ehoc:ando contra los sonoros c~tribos do ca-
uro en forma de botin, cDraetcrí~(ico, <le la mon-
tura en estas rejiones, interru1l1pieron mi recoji-
miento. Era mi compañero dc "iaje que se mo
reunia en el acto de ccrnr su cartem en que, sin
deteller la marcha, apuntaba su~ ohsorvaciones i
fijaba las lmses ue nuestras futmas tareas. Por en-
tónces costcábnI11os el repecho Jlamndo " Boque-
rOI1 de Torca," i aclmirábamo'; la vigorosa vejeta_
cion de este lado ele la cordillera, en contraste con
la inmediata planicie de la " Venta del Contento,"
árida i cubierta de frailejon cual si fuese n11 pára-
mo, no obstante que la nltura de nqu<:lllano so-
bre el nivel del mar es solo de 2,G(iO metros, i]a
l'ejion del frailejon comienza, segun Cáldas, a lo

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DU ALPUA. 7
2,D23 metros de altura. Todo era efecto de la cou-
figuraeion del terreno, causa frecuente i notabilí-
sima de los fenómenos (le yejetacion rica o pobre
que en incesante varicdad i a trechos cortos pre-
senta el suelo de las rejioncs andinas. En cfecto,
una simple abra de la cordillera del E. fronteriza
a la" Venta del Contento," le envia los vientos
del páramo i esteriliza el terrcno: al paso que el
abrigo de los cerros de J,'usca i la accion prolon-
gada de los rayos solares sobre la Jadera de Torca,
determinan allí, a mas de 2, 700 metros de altura
sobre el mar, el crecimiento de un bosque robusto
i elevauo. De esta manera no solo la altura de las
planicies j valles de nuesLl'o país i la constitncion
jeolójica (kl t.erreno, sino aun las meras sinuosi-
dades i accidentes tI ,1 suelo, prorlucenla inngotable
variedad de fl'Utos ('on que la Providencia ha cnri-
q ueeido las bellas i deliciosas comarcas de los Andes.
poco an(lar II gamos a un arroyuelo claro i
purísimo que baja de las peilas de l~lIsea i atra-
viesa el camino en demanda del río de FUllza prrra
precipitarse con él ácia el abismo de Tequcn-
dama. La agreste b elleza del sitio i el murmullo •
de las límpidas ng las que bajnn al camino por en-
tre rocas SOI1l brcadas de iloridos al'bmtos, nos obli-
garon no uetener el paso i beber en aquella fuen-
te ,olitnrin, no enturbiaua hasta allí por la manu
del hombre, sometida a cauce artificial mas al1e-
Jante, turbia i revuelta con otras aguas dcsp\le~j
hasta cacr tributaria en el vecino rio i lan:t..:nse
con él en las profunrlirhdes del " Sallo": imájen
fi~l de la vida, inocente i pum al principio, op ¡-
mida clespues por las re~las sociales, perturbada i
t1ll1lultu<lria al fin, perdiéndose en las inson(bbles
tinieblas de lo futuro. Tal es la "Fuente de 1'01'-

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8 PEREGRINAClON

ca," admirablemente descripta por nuestro jÓ\"(,1l


literato José Caicedo Rójas en una lindísima COnl-
posicion que lleva aquel título, i cuyas bien sen-
tidas estrofas reprodujo allí mi memoria en fuerza
de la fidelidad de la descripóun i la naturalidad
de las imájunes que contienen.
De la fuelltede Torca a la venta" Cuatro-esqui-
nas" hni un corto trecho dc camino; o C0l110 si
dijéramos, de lo mas poético a lo lUas prosaico
imajinable, no hni aino un paso. Cuatro ranchos
de paja que no forman cuatro, ni U08, ni esquina
alguna, constituyen la famosa e histórica Venta,
tan antigua como el Vireinato i tan estacionaria
eC\mo los cerros adyaccntes. Una pequeña sala en
tuya testera hai una larga i tosca mesa arrimada
ti Ull banco fijo, i anexo a la sala un dormitorio,
rara yel'. barrido, con dos camas de cuero, mondas
i desamparadas conformo salieron de la rústica fá-
hrica, he nquí el aspecto interior de la posada.
En compensarion las paredes presentaban la mas
copiosa coleeclon de letreros que pudiera desearse,
inclusos muchos modelos de retórica de taberna
que se hallan siempre en ](\$ cercanías de las ciu-
dades populosas como advirtiendo al viajero que
al lado de la cultura crecen siempre el cinismo i la
indelicadeza, hien así como en los camposlabradoll
asoma. por entre los tallos del trigo la silvestre
zizaña que le roba el alimento i le marchita la
belleza.
" En habiendo techo para los aguaceros i pare-
(les para. resguardarse del vicnto helado, nadie elc-
he quejarse de la posada," decía mi compañero
f:losi;ficamente: "los muebles i el asco son acce-
sorios inútiles, pucsto que míéntras se duermc to-
dos los gatos son pardos." No siendo, pues, lícito

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DE ALPHA.

estar despierto en tales posadas, me apresuré a


gastar el n'sto del dia en visitar el "Puente del
Comun, " objeto de nuestra dctellcion allí. ~lide
410 vams de lonjitud inclusos los camellones ad-
juntos, i la ohra es de sillares i mampostería, bas-
tante sólida para resistir el al)rmdono en que yace.
Sobre el cuerpo principal del puente, ~ustentado
por un arco grande i dos laterales pequeños echa-
dos sohre ellllanso j tortuoso rio Funza (Bogotá),
se levanta una rotund" adol'llada de pilastrones
eulos cuales se lee11 , medio borradas por la intem-
perie i los porrazos, las siguientes inscripcioJlÚs
con la ortografía milcarróniea de antaño:
lt E Y N A ~ Il O L A .:Ir A G E S T A D D E
E L ~. D. ('.\ It L () S 1 V, Y s Y E N ]) o
VYRREY DE ESTE NUEYO HEY~O
D g ti lt A ~ A D A E LE. - .:11 O. S g;
DO¡'¡ .JOsEF 1)1'; EZl'ELETA y GALDEA-
lt °
NO SE CO.-STltUYO ESTA ODRA
DEL PVENTE y SUS CAMEL-
LO _. E S E... 3 1 DE DIe 1 E ~113 lt E D E
17!l2.
1 en el pilar fronterizo:
HA ])IItIGIDO ESTA OBRA EL
S E ,~ O R D. J) O l\f 1 N G O E S (.l U J-
A (l U 1 '1' 1 g N. e () R. DEL R. C y E R P o
DE ARTILL. Y CO.IAN." EN LA PI.A-
ZA y PROV. DE C.\lt'l'AG.))g YN DI-
A S , Y E N D O D 1 l' U T A D O l' O lt E S T E
YLUS'I'HE CABILDO EL REGIDOR
D. U. .T O S E F C A y Z E D O.
El pcnldtilllO l'cllglon esplica la dellominacioll
"del COllJun" dat1:L a este puente; i la obra, por
la importancia de los cantones que enlaza al tra-
ves del FUllza i los pantanos laterales, facilitando
el comercio i comunicaciol1 entre Bogotá i Zipa-
qui.r(t, es UIlO de los muchos testimonios que de
S;1 Üustracion i bondad dejó en este país el Yirei
Ezpclcta.

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10 I'EIlEGRINACION

Regresé a la pseudo-posada i hallé a mi com-


pañero confortablemente acostado sobre el pellon
de su silla con los zamarras por almohada, i como
no fueran suficientes para este oncio, les habia
agregado el blando aditamento dd freno, entre
euyas prdctas do hierro colocó la cabeza i se puso a
dormir deliberadamente. Il1lit(>lo en todo, a mas no
poder, salvo en lo del freno que me pareció un refi-
namiento superflno, i tuve la flaqueza de no poder
CQllciliar el ~ucií() ha ta hiL'n C1I trada la 1Ioche, estra-
iíanuo el cuerpo el regalo de la desusada ('ama. ¡Es-
traña posada a 7 leguas 110 Illas de la capital de todo
un cx-vireinato! 1 prediquen ustedes contra el
" lujo corruptor" de nuestro país, señores del púl-
pito, a imitacion de nuestros t.llel/tosos comunistas
que declaman contra." los suntllo os palacios" i
los" dorados saJones" de Jos OPUICll tos tle esta
tierra, siendo e1l realiclac1 menw c:\sas de tapias
modestamente empapeladas i algo alfombradas con
cualquier eosa. No podemos negar que los árabes
son nuestros consanguíneos, i que abri~amos con
fidcli<lad ejemplar sus dos maS preciosas i caracte-
rísticas virtudes: la bambolla i las calavcr;lllas so-
ciales, llamadas en jenuino español pronunciamien-
tos, i en español americano bochinches; palabra
mas alta, sonora i signifi~ativa que la ele nuestros
tíos lo~ chapetones, e indicativa de nuestro ade-
lanto en esta interesante materia.
De Bogotá a Zipaquirá hai 10 leguas granadi-
nas (5 miriámetros) de camino nano, cuya m:lyor
parte tiene el mismo piso que nos dejó el buen
llochica cuando desaguó el gran lago cuyo lecho
constituye la hermosa planicie que habitaron i la-
braron los inocentes Chibcha .. Ellos, segun refie-
ren los cronistas de la conquista, tenian cultivada

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DJl ALPIl". 11
palmo a palmo toda la llanura: nosotros la mante-
nemos convertida en Ilotreros de ceba, es decir,
hemos dado un paso atras, puesto que la ganadería
es el primer escalon de la eivilizaeion, la cual no
se radica verdaderamente sino con la agricultura.
En las 10 leguas de llano mencionadas, solo el
pueblo de Cajicá presel1tr\ Sll'> (PITenos labrados
i sembrndos C011 esmero, conservándose allí, como
en otros pucblos de indíjcnas, el primitivo jenio
agricultor en contraste con nuestra perezosa indus-
tria pecuaria.
La entrada de Zipaquir5 es bella i pintoresca por
llu\Jl'/rho de camino recto somhl'catlo de sances i
.,n~\)ri;lllo con buenos puentes ~obrc ¡ns quehradas
i el riachuelo, obra c1ehicla a la lwrtinazia i activi-
dad del Correjidol' espai'íol Don Jos f ele Ancíznr,
vizeaino de s.mas intcneiolH • i hiell un tanto mi-
litElr en su modo de, dmini tmr el antiguo corrc-
jimiento. La importancia de Zipaqllirii uepcnde
de sus ricas mina~ ele sal jcnllna i carhon, i de la
gra~l fábr' a de elnhoracioll elel pdmcr artículo
por . ntc ni Gobierno, COpiOSol fuente de in-
gre paro. el Tesoro nacioll' 1. Con todo, al re-
correr las calles ,le la !:illdad, al nn!rlr sus cdint'ios
anticuados i la muchedumbrc eh: lr11lj..,res hnrapicll-
tas que concurren a lr.~ c,~rc' nía!' <1e la fábrica de
sal a raspar 10$ tiesto· des 'chados, i recoje!" pa-
cientemente la~ partículas de sal arro.i:1dns con las
basuras, no puede 11l1oménos de preguntarse "¿ Zi-
paquirá es lo que dcberia ser, vista. ~ll aveJ\t~ja­
ela posicion i la rir¡ueza no eOllllll\ de sus tt'rrenos
cultivables? "-De Ilillf:llna 1llanero. Semejante a
una preciosa joya UCqCnitlllela i empolvada, la ciu-
dad quericla de los lIipas, sol,., nece, ita que sus vc-
einos la sepan apreci r i cuidar C01110 clb merece,

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12 PEREGRINACION

para convertirse en el lugar ma lindo i alegre de


la planicie. }<'uertemente impregnados de sallas
terrenos vecinos, guardan en su seno una fertili-
dad inagotable, hasta ahora desaprovechada. Todo
la revela: cl yerdor i lozanía de los campos, el
fresco follaje de los árboles, cllujo de los arbus-
tos i aU1l el tamaño estraonlinario i vivísimo colo-
rido uc las flures innumerables ~Lue en vano osten-
tan su nativa magnificencia, pues no encuentran
una mano agradecida que las reduzca al cuidado
de un jardin; ingratitud lanto mus notable, cHap-
to el amable, injenuo carácter de las damas zipa-
quirefias i su vivir recojído parecen dcst; ,
mantener íntimas relaciones eon las repres(;¡;.....
tes do la belleza en el mundo físico, L.~S lltonEs,
santuario hrillante i delicado en quo la naturaleza
ha colocado sus callados misterios de amor, como
un reflejo de lo~ ricos tesoros de afecto i modestia
guardados en el alma de la Illujer. 1:>in embargo,
las fiares permaneccll desdeñadas por sus lcj íti-
mas tutora~, así COlrlO los campos yecO s esperan
todavía el jcnio dilijcllle que haga valer un-
didad.
Pao ¿ qué mucho qne así vayan las cOsas en ór-
den a lo material, cuando en lo intelectual tiene que
lamentar el patriota la ausenci,il. dc ulla simple es-
cuela primaria? Fincan su empella los zipaquircños
en añadir lentamente piedra a piedra cnla fábrica
de una igl csi:t colosal, esponja que embebe inú-
tilmente dineros que cmpleaclos en fundar escuc-
las i mejorar caminos, mantuudrian hoi próspera i
Horecicntu la ciudad, en YCZ de hallarse reducida
fi la eondicion de un apéndice inerte de la Salina
i un humilde contraste de la interminable iglesia.
Jenio cspalíol, euán adverso eres al verdadero i
sólido progreso social 1

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DE ALPlIA. 13
Perdónenmc .los zipaquircños el sermono En
aquella ciudad pasé mi infancia: allí tengo recuer-
dos querídos e imperecederos, i no puedo mirar con
indiferencia la situacíon decaida, i el inmerecido
abandono del antiguo Eden de los Chibchas.

II

Tres leguas mas adelante de Zipaquirá conclu-


ye el camino llano i empieza la subida del "Be-
queron de tierra-negra," midiendo legua i cuarto
hasta llegar a la cumbre, 2,RG8 metros sobre el
nivel del mar. El .. iandante perdona entónccs, de
buen grado, el craso error de conservar el camino
por (ncima de este cerro, abandonando el llano
que )0 rodea: la fatigosa pena de tanto subir que-
da rcS'm:itla con la contempbcion del grandioso
espectáculo que a uno i otro laclo se prcsent:l. Acia
el S. se vcn, como una alfombra matizada de
hermosos colores, las ricas i estensas llanuras que
6e desarrollan desde el pié del "Boqucron" hasta
la rustantc azulada cordillera del antig1lo Cama-
nllos i del Tequendama, dominándose la serie tu-
m llltuosa de cer~os cst'!ndidos a derecha e izquierda
de los valles. Aeia el N. surjell las multiplicadas
crestas, desnudas i despedazadas, de las dos ramlll>
principales de la cordillera, i mas abajo se es tiende
un anfiteatro de cerros menores, formados a espen-
sas de los primeros, que atestiguan las tremendas
sublevaciones i los hundimientos posteriores que
en tiempos 110 mui remotos trastornaron aquel te-
rritorio. Desde esta altura se ven clara i manifies-
tamente los dos grandes sistemas de valles que
se inclinan al N. i al S, i cuyo suelo limpia-

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14 PERl::GRINACION
mente nivelado i compuesto de capas de aluvioll,
COJlscrYa lodos los caracteres del fondo de grandes
lugos lranquilos, uno de los cuales luyo ~u prin-
cipal i último de~ag¡ie por Tequcndama, i el otro
por las roturns i flbras al T_E. de Simijaca,
confirmándose la lrudicion chibchu que establece
la existencia de esos mures dulces, próximamente
hasta dOR siglos ánlcs do la cOllquista, segun lo
jndic'a1l la composicion i cOllformacion actuales del
terrellO, i sc¡!!un pUl' el e juzgarse por la antigüedad
his(órÍC'a de los ClJibcklS, puesto que solo en 1'170
empiC'zan los anale:; dc los Zipas i las crónicus de
la civili2.acion de aquel pueblo, que hin duda ne-
cesitó el trascurso de tres siglos, por lo ménos,
pam poblar i laInar las vastas plallicil's compren-
dida s entre el Tcqucndama i los últimos CC'J'I' de
SugulIllL ' i, desplles que las aguas las hubill'on
abandonado.
Tmspucsta la cima del "noqueroll" 51' laja
un tl'ceho de dos leguas, hasta el pueblo de Suta-
tausa, dejando a la izquierda a Tansa envuelto en
la niebla i en el humo de su salina, que solo a ratos
descubren las humildes casas de paja, agrupadas
cn tOrl1Q de la iglesia. El terreno que corta el ca-
lnino ('11 ('Rte espacio es árido, revuelto i lrastor-
Ilodo, lnina,l" haRto lo p,.o('u"c1" por 1" filll'UC'ion
de la~ nguas, e inúlil hasla que adquiera ~u défi-
nitivo carácter. Los altos cerros d" uno i otro lado
son producto de un alzamiento sÍlbito i colosal,
manifestando una confusa m('zcla de rocas estra-
tincadas ('n capas mas o ménos verlicales, desnu-
das por 10 comUll i descubierlas del Indo de la
imperfecta lIanuJ'O, como quc por esta parte han
sufrido el cercen de un JlUllelimiento espantoso.
A1lí se ostelltan en toda su grandeza las ruinas '. l'

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DE ALPlIA. 15
un ramal eutero de la altiva Cordillera: rocas es-
tupenuas han sido rouadas a grandes distancias,
donde permanecen solitarias i aisladas sobre un
suelo estraí'ío: estensas i gmesísimas capas estra-
tificadas han sielo sublevadas por un lado a mas de
1,000 llletros de altura, miéntr:!s por el opues-
to se hunden bajo los piés Llel observador: el gres,
el calcúreo, el feldspato i la greda están aglomera-
dos en confusa mezcla, sin coherencia i presentan-
do grandes grietas donde las aguas llovedizas se
pierden, sin fecundar aquel atol'ltlentado i delez-
nable ;uelo , A las 3 de la tarde marcó el termó-
111etro centígrado 2:3", i siendo la altura del lugar
2,631111ctros, el caetus (tulla) se ostentaba entre
las rOC1S con una lozaníaigllal a la qne adquiere
en: nrcnales del nivel del mar; COI\lO si la natura-
leza hubie 'C nrr?jado allí esta tribu de plantas no
creados n:11'a los Anues, en uemostracion de haberse
tr:lstvTnado por una potcnte convulsion todas las
leyes jeolójicas, T,\l es, en todo lo que he "isto, la
historia de estas sublimes Cordilloras, es 'rila en
sus moles jigantescas, con caractcrcs grandiosos:
los volcanes i las sublevacioner. del viejo mundo
son fenómenos pequeños i comunes, en compura-
cion de los cataclismos de que ha sido teatro la
rejion :Inclino, ('(HIn vez lllayorcH confOl'lllo nos
aproximamos al ecuador, en donde el "ü\jero estu-
dioso dC'ja caer de las manos los libros escritos por
los jeólogos europeos, convencido de que estas co-
marcas rechazan las clasificaciones ordenadas j Jo.
miniatura de los sistemas que los sabios de ultra-
mar han creído universalmente aplicables.
Poco ántcs (le avistarse Tuusa se pasa el "Bo-
queron" que lleva su nombre, rotura violenta de
la COI dillera , en la direccion -N. A la de-

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PEREGRINACION

J"ccha sombrea el eamino un gran peñon avanzado,


que ántes constituia el corazon del allo cerro: a
la izquierda yacen nmontonados en una profundi-
dad los fragmentos confasos de la derruida emi-
nelÍcia: el estrecho i desigual camino rodea el pe-
ñon, formando un áspero desfiladero en qne un
puñado de hombres resueltos potIrian l'cehazar
fuel'zas numerosas. Por los años ele 15 JO los in-
tlíjen:\s ele Tausa, Suta i ClIcunubá concertaron
un alzamiento contra los españoll's, mns para re-
sistirles i librarse de la cruel snjecion a los r{'J1a1'-
¡imienlos, que para atacar n los insllfrihles domi-
nadores. Hctírárollse con sus familias i mallteni-
mientos nI Peñon de Timsa, i en él se fortificaron
haciendo acopio de piedras i peñascos para rndarlos
sobre los odiados enemigos. Cien españoles salieron
de flantnfé en de1l anda de los indios rebelados, i
<1espues de una desesperada resistencia, qUL'daron
aC[uellos infclizes rotos i de~alojados, con gran
mortandad de hombres, mujeres i niños. "Por
" muchos dias, diee Acosta, !lO se vió otra cosa eu
"estos lugares de desolaeion, bino bandadas de aveli
•• de rapiiia, q lle se cebahan en los cadáveres de los
"destrozados indios." Escenas de la misma natu-
raleza, repetidas en todo el país de los indefensos
Chibchas, esplican suficientemcnte cómo se yerifieó
la rápida despoblaeíon de estas fértiles comarcas,
en términos que para 1576, segun la "Relucion del
Adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada," jefe de
• los conquistadores, apénas queda ban unos pocos in-
dios, resto infeliz de mas de dos millones de l1abi-
tantos que hallaron en esta planicie los cspañolell,
treinta i nueve años ántes! El recuerdo del san-
griento suceso me hizo pasar el desfiladero con
cierta veneracion por la memoria de los vencidos,

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DE ALl'IlA. 17
defensores de su patria i llOg!ll'CS i de la santrt li-
hertad, por entónces perdida. Al pié del J'cñon
detuve el caballo, procurando imnjinrll'luc h situ'l-
cion de los asaltado~ i el tranzo del ~om bate, que
sin duda fué rerio i peligroso miéntraslos l~ertilla~
zes conquistadores trepaban aC[t~ellos penascos I
ladera~ verticales. El viento, en ca.JOl1ndo en el (lcs-
fiJadera, mujia contra. las concavidades..i ángnlo
salientes de la roca, ¡ en la cumbre aJltaba con
sordo i prolong3do rumor les árl)()lc~ l'nanos qtlC'
la COronan. Parecíame oir el clamor de los comh \-
tielltps, tunmltuario en 10 alto, rOllCO i mnenuza(}or
en lo bajo de la casi inaccesible forlal('za. La eiel ~
cia (le la destruccio1\ trinni'ó dclm:wor l1úmcru, 1
la yerma soledat1 se estnhlc('ió d()l~{le :ínte~ ra
pobb(lo i resonalnn los cnllLare~ de las inoccntcs
il1clias i la risa de sus inmolados hijo~. Hoí lo,
sucesores i rleudos de tantos mártires p¡¡~an por l
Peñon de Tausa, sin saber lo que significa, i l.u-
',ildes i alJatitlos piden la bendicion al hijo de
españoles que paga allí su trihuto ,le rc:spcto n h.
desgracia inmereeidn. "Nue~tro Scñooor le ('orol1('
de gloria!" esclamó con efmion 1\11 pobre indio
de Tausa, al recihir de mí el pequeño don que pi-
dió, con el roto sombrero en la m:ll10, sobré las
mismas rocas regadas con la sangre de sus nbuelos.
¡Oh ignorancia! me dije entristecido, i me apre~u­
ré a dejar aquellos lugares ......
Dos leguas escasas mas adelante de Sutatau a
se encuentra a Ubaté, que los indíjcnas llamab:m
"Ebaté," cabezcra del canton i centro de llll va-
lle bastantemente cultivado, dividido cn su mayor
:parte en pequeñas heredades, labradas ]lOr los ~1t­
~esores de los indios. La llanura es fértil, abíertn
1 anchurosa, compuesta de capas de sedim lt

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l' PEREGRINACIO~

depositadas por las aguas del anti ~uo lago . El


cultivo, reducido hasta ahora a trigo, maiz, cebada,
papas i algun otro fruto menor, puede lI('gal" en es-
te valle a un grado ele perfeccion i variedad, de
que hoi no se tiene idea. Atraviésanlo en la
clircrrion S-O . N-E . los riaehuclOQ "Hato de
SuMa' i "Ubaté," alimentad0s por las vel'tien-
h'R de la alta Cordillera del O , los cuales son
h hase (10 un sistema de irrigacíon apénas bosque-
.indo, i que en lo futuro asegurará h feliziclad per-
manente de la llanura, COllstan tell1c'nte t'nriquecida '
con los despojos de los C('lTOS veein'lS . En medio
de las sementcl'Us i trojes de herlllOso trigo, i 11
pequeñas distancias, se alzan las habitaci()nes de
lo) cultivadores, feas i toscas mas de lo que pudie-
r:1. c51k'rar8r de jentes muí léjos de la illdijcneia, i
j 111 j"(·rll\('·da~ el1 estcnsion i altur:\, <1Ut' difleilmen-
te ',r cOl1ci!Jr cómo puc(len alherga\': l' (>n dlas sus
]'Í!~ticos hahitantes . Por ventura las casas du los
pril:litivos Chibch:lS eran ~jl1 cnll1]l:lI':lcion mejores:
la conCJuista 110 produjo e11 t'sta raza dcsvC'nturada
otros rl'~,l¡]tatlu: que la humillaciol1 i t'1 t'm bl'llte-
"imiento, m'lt¡:Jldo hasta la raiz todos los jérmeneH
j ncrosoS del es¡ íritu, junto con h Iwrsonalidad
lllOl',¡J de los conqai'i t:!dos ¡sus ¡]pscclldicntcs,
1:1 camino quc conduce a Ubaté l'B ancho, dc-
sunbarazmlo i alc~re, teniendo 11 la izquierda al-
tos cerros de calcáreo, lahrado a pico por el em-
hate de las aguas del lago que llenó en otro tiem-
]lO la planicie. Lo fértil i cultivado de la comarca,
la lozanía de los ganados que pastan en los leja-
110S potreros, i la bcllezn misma del paisaje, del
claro cielo i la. oloros:1. vcjetacion, cobijado todo
por una atmósfera lijera, ;liáfana i templada, ba-
cen esperar que Ubaté sea ulla villa alegre, limpia

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DE ALPIIA. 19

~ bien trazada. Nunca la esperanza del vi~jero se


Ye tan completamente burlada: la; torluo~as i des-
cuidadas calles i las ca~as desguarnecidas, en las
que solo se ha 'procurado tener techo i suelo, for-
man un contraste sobresaliente con la espléndida
i abundosa comarca asit'llto del IllJ(~blo. Era la
tarde de un dia ele mercado cuando llegnmos: las
calles eslaha ll obstruidas por bl1l'ycs enjalmados,
Con carga i sin ella, i por muchedumbre de indios
i Ille~tizos, mas o lllénos alegrones, a causa de la
chicha, los tillOS disputalldo a gritos en mitad de
la calle, i los otros agrupados en las tiendas i pa-
sándose de lIlallO en \llano sendas toLumas delli-
Cal' popular, llIiéntras algun taíi~dor de tiple ras-
go,1 ha con c\ltu~i:tsl11o las encrelaR, i entallaba el
Jflonó'ono recitado (>n que cspresaba su pena de-
lante de la rechoncha Dulcinéa, objeto dc S11S es-
fuerzos al'tí~ticos. Allí el chircate de la india i la~
('naguas ele bayeta de la mestiza, andaban amiga-
blemente juntOfI, i el calzon corto i manilla parda
del Chihcha u"jeuerauo, fraternizahan con el lar-
go pantalon azul i la pintada ruana del labrador
blanco, 'luien con el sombrero ladeado, plrg:Hh
una orilla (!e la ruana sobre el hombru derecho
para luzil' el fol'1'o amarillo, i puesto al dcsgnil'c el
tabaco en un estremo de la boca, se dignnhn escu-
char i responder dogmáticamente nI indíjcna su in-
tprlocutor. Por cnmeclio de aquel tumulto de bue-
yes, mulas i devotos de la totuma, caminábamos
despacio mi eOtnpuí'il'l'O i yo, inquiriendo dónd
podriamos alojarnos, lmsta que al fin climos con
nuestro cut'rpos i cabalgaduras en la única posa-
da que se nos dijo halJar~c disponible.
Por una pequciía i desvencijada puerta enlr::-
mos a un pasadizo, obstruido (;011 vigas, cueros i

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20 l'EREGRI 'AC'ION

tabla~ viejas, i en seguida al patio pohlado de ani-


males i nada limpio. l\1ostrál'on\los al frente la
sala, dando este pomposo nom bre a ulla pieza lar-
ga COIl pavimento natural, es decir, do tierra pisa-
da, mesa empolvada próxima a un ]Joyo de la(lri-
!lo, dos sillas de cuero contemporÍlncas de la con-
quista, i en las paredes toda la corte cdestía], rc-
presentada en estampas al humo, grabadas cn roa-
(lera, iluminadas valCl'osal1\l'nt~ ton azafran i
achiute, i un 8an Antonio dl' hulto. l'crdidas la
('olore., raído el hábito, i est. 1H1h IIdo las mutila-
das manos acia dos sartales elL rri~uks intcrpola-
dos con musgos que invadíall la punta elel nicho
del aflijido santo, eomo para illljllllirle la salida j i
en nrulId que los bienavcntural os 110 o.chian pcr-
lllane(;~r allí sino prisionero 1 mal su grado, en
rOIlIJlaí'íía de las escandalo ' L ", lEnas, <¡uc de
ru:.ne!o en cuando trepaban liaste t:I '1I1dal11io hea-
liticado, con la manifiesta il,tf.lIc'iol1 irrcs¡H'tuo a
cl<- convertirlo en nido . La Jlo~:tclero en jefe cm
na dejcei11a enjuta de carIll' . de .i~nio agnu 1 al
parecer rezandera, muí zclosa d~ 1I11a muchacha
IlIof1etuda i desgreñada, de LJuiell s~ hacia acom
rai'ínr, i In cual, segun las U¡';I1:.icllcias del rostro,
TYlanOS i piés, proi~ aba tl'lla2.11H nte: la te:Mía ga-
llega de que "la cásc[]l':\ guarda nI ¡mIo." ~ o T

quise visitar la cocina, Jlon¡m estaha s~guro de


perd~r, con detrimento dd apelito, el resto de las
¡[¡¡sioncs que aun me que,lnhan. Llegó por fin la
hom de wmer i cenar en e:Oll1 fJcndio, i salimos he-
n inlllcnte de aquel mal paso, disponiendo en se-
¡:uitla nuestras penitentes camas cn la sala i en
presencia de los santos sllsodichos, por cuanto el
dormitorio no se heLbi;, bnrriclo desde la construc-
cían de la casa, i las do, cujas allí soterradas no
dab:rn muchas garantías.

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DE ALPIfA. 2]
_" Oh Señor! " prorumpió la voz de la patro-
lIa por delJajo de su alto i amarillento sombrer.o
de palma: " l cómo no se acuestan en el dorml-
" torio i no aquí por ande una tiene que dir a IU
" cuarto? "
-"Nada temas, ríjida virtud," contestó mi com-
pañero, "pues te hallarás libre de asechanzas."
_ce Chanzas ( dijo ella, sin entender 10 demas.
o señor, que les pondré un junco en cada cuja,
i estarán mejor allá adentro,"
_" Ilusiones engaño. as!" le repliqué en el
mismo tono de capilla de mi predecesor en la pala-
bra. "~ada de cujas ! abajo las cujas ! "
- " I or,L? " continuó la interesante patrona un
tanlo picada, "rns~ nostá bueno que no tenga un:\
por ande pasiI\' sin qn ...... ?"
U n ronquido nasal i vigoroso <le mi compañero,
i uno súbita carcajada mia, pusieron fin al impor-
tuno diálogo: salióse la vieja gruñendo, i a poco~
mumentos volvió, procurando no hacer ruiclo i em-
pnjando por clelante a la jaspeacla Maritornes,
('au~a de sus dcs\'elos, hasta encerrarse entrám-
has en su aposento.
He aquí el aspecto i ntractiyos de nuestra posa-
da en Dhaté. Sin embargo. sea dicho en honor
del lugar, qu hni otra po~nda mucho mejor, si-
tuada en la plaza, i a la cual no tuvo por conve-
niente llevarnos el Sr. Felipe COl'clero, Jefo políti-
co del calltoll, cuyos buenos oficios imploramo~
con el éxito que cl'led:\ referido. A él i a su de~lI­
tült<:ion deben cnIpar los nbatcreíios, si la pintura
jiel de la posada (Jue nos deparó mortificare su
amor propio j si bi~n es de todas maneras cierto
que la cabezem elel eanton no corresponcle alo que
1.\ riqueza agrícola cle los alrededores promete,

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22 PEREGRINACrON

Salvo raras escepciones, los pueblos que median


entre Zipaquirá i Chiql1inql1irá, no hrindan al
viajero las comu nes i ordinarias comodidades que
podrian esperarse de su f('1iz situacíon sobre 1,1l
suelo rico i cullivado . Nacc esto sin duda de que
entre 11050tr05 aun los propietarios mas acomoda-
dos vinj,¡n lleválldolo torJo consigo . En los coji-
netes o bolsones de la silla de montar, acomodan
la parca comicia que basta a la sencillcz de su
gusto gaslronómi<;o : el pellon con que cubren la
silla, tendido sohre ur,a ('S lera de junco, i los za-
marros por cabc7.era, forman la cama en C]ucduer-
men perfectamente eH un nlllcho cualqui,·ru . Por
tanto, hahiendo mui poca demanda ocasional de
mesa i camas, nadie se aventura a intentar el esta-
blecimiento de posadas propiamente (lichas, i el
viajero inesperto sufre muchas escasezes en medio
de la abundancia de estos vecindarios.

IJI
Desde Ubaté empiezan a vcne al N-E. los
restos elel antiguo lago de Fúquene, que en su 0l'Í-
jen debió colmar toda la llanlll'a comprendida en-
tre los altos de Sutatausa i Simijncai Savoyá S-N.
i los ramales O. i E. ele la Curdillera, ocupando
un espacio dc TIlas de 8 leguas de lonjitnd i
:2 de latitlld con 2,000 metros de profundidad
}Jor lo ménos, i formando con la planicie de
llogotá el segundo sistema de grandes lagos in ter-
andinos de que ántes he bablado. El aspecto de
los cerr08 vecinos confirma esta observncion, que
espero ver ,1emostrada al examinar la rotura de la
cordillera ácia Savoyá i Puente-nacional, pues de

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DE ALPII.\. 23
la parte uelllano se presentan rápidos i descnrna-
dos con escalones que manifiestan los sucesivos dc:-
rrumbes que han padecido, al paso que del lado
Opuesto conservan íntegros sus declives desue la
cumbre, i entera su formacioJ\ primitiva. Demas
de esto Jos cronistas de la conquista mencionan
por jncld~ncitlla grnn laguna ele "Cucullubá i Uba-
té," lugares hui CJljllLos i labrados, lo ~ue hace
creer que entóllccs comenzaban en el pl'll11ero tic
estos pueblos las aguas dellogo de Fúquenc, res-
tos del antiguo mal' dulce.
Poco mas adelante de Ubaté se acaba el cami-
no llano i sigue por encima de celTOS escarpado~,
uno ue Jos cuules, el "Alto de BucJ\avista," mide
2,76D metros de clevac.:ion, i la cumbre higuit.:nlc
llamada , . Volador de FÚltll!:ne" 2,895 IIletros,
alargándo~c i difieultándose notalJleltll'nte el ca-
millO por aquellas eminencias, cuando Jlodrian ro-
dearse fácilmente ~iguiendo la orilla de la lngUllU
tie Fúquene hasta Susa. SinC'l1lbargo, la costum-
bre i el espíritu de rutina comervlln esa dispen-
diosa i bárbam vía (le comunicaríon abierta por los
inrlios i frecuentada por los e~pañolt's cuando la
llanura estaba allt'gadu. ElltÓ!1CCS la Ilccehidad lo~
disculpaba: ahol'a,-val'i:¡c!as las cosa~, es dl~ admi-
rarse cómo no se ha pensarlo en mejorar i acderar
h eOl11unicacion entre los productivos valles de
Ubaté, Susa i Simijaca.
De lo :lILo del" Volador de l<'úqucne" alcanza
la yista sobre una grande estensioll de país hasta
los linderos ue la planicie de Chi!]uinquirá . r,ar-
go rato estuve contemplando aquella escena mag-
nífica, aquel océano de eelTOS perfectamente ver-
des, aquellas comarcas ántes henchidas de Chib-
ChaH IalJoriosos, despues cubiertas de CSCOlll bros j

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l'EREG1UNAClON

¡lllegadas cn sangre por los conquistadores, ahora


naciellclo de lluevo a la civilizacion en medio de
nu(;stros afanes politicos i de las barreras que los
Andl:s oponen al comercio de estas rejiones con el
(;stranjero. Fatigados los ojos de r<:correr tantos
obj~tos colosales desparrumados en el ancho espa-
cio inf¡;rior, volvílos al suelo que pisaba i le \"í eu-
l,ierto en totlas SW¡ alturas por innumerables CI'UZt~
formadas tie ralUa~ de arbolillos i sem bradas de
tres en tres. Vn peleo mas abajo, del lado en que
el escarpado cerro hace freute a Chiquillquirá, la~
cruzes se multiplican con una profu~ion que dará
mucho que pcnsar al diablo. Ya no guardan ór-
den ni ~illlctría, sino se apiñan i juntan COl1l0 ma-
torrales, i la illvasion es tal, que las modernas de-
rrihan a las antiguas i se alzan sobre un (:speso
monton ue sus preul:cesoras, cual si fueran la imá-
jen de las jencl'acion0s del hOIll bre, de sus luchas
i de sU (;fílllCra umuieioll. De vez cn cuando, i en
a¡gull lugur aparlado, aparecian trcs eruzt'situs cu-
l'iOSalllellte htlJl'adas i l'qtado el pié con musgo j
flores ,ilYestre~. Adi,inúlJase la mano de la mujel
en (tc¡twlla obra, lillljJia i euidadosa en la ofrl'ndn,
prcviso\a CI! retirarse del torbellino de las otra,
crUZé:;, ~cnlj¡t1ental i csquisita en los adornos.
¡ El alllor t¡¡mojen 1.0 concurriría en ausilio de la
dilvociColl para formar estos altares Illisterio~o~ (
.so 11) dudé al encontrar (;ll d camino C"noalgnla~
de bellas dallla~ de las ciudades distantes, que re-
¡!rcsallul1 ue su p/'O/l/eSc1, acoillpaiíatlas por man-
cebo!> Illuí dilijcnlcs 1;11 cuidarlas. ::li la lei de Dios
es alllor, d a1ll0r es talll biel! dl:yociol!, pensé in-
voluntariUlllente; ¡ volv¡t:lldolllc a un baquian(¡
que iba con nosotros,
_" ¿ Son t:stas cruzc~, le pregunté, tributo da

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DL ALPllA. 25
gracias de los pasajeros tímidos, por haber subido
estas cueEtas sin romperse la crisma?
- " N o señor. Todo peregrino que por primera
vez pasa esta cumbre, de viaje a Chiquinquirá •
cumplir promesa, pone su cruz de made~a, o la
graba en las peñas o en la corteza de los arbolt!S,
conforme vaya de prha o despacio.
- " SeO'un eso i por la cantidad de muestra>
devotas q~le cu bT~n e~te camino, la peregrin:J.ci oll
a Chiquinquirá uebe ser mui numerosa.
- " Oh, señor, sí lo es! El Cura de Chiquin-
'luirá coje mas de 20,000 pesos al año en misas ,
salves i ofrendas, por enseñar la Vírjen milagrosn.
- " ¿ 1 él diee o canta todas es;¡s misas?
_ce Quién ~aIJ(;, sei'íor!" contesló el buen ba-
quiano: "la veruatl e~ qne el año puado me cun
de una disenteria vj.italldo a la Yírjcn, j ahora 1
llevo una misa par ... sanar¡lle del pecho, que 11 e
trae con cuidado."
Miré a mi hombre para descubrir en su cnra si
em la malicia o la canuid<.;z tle su ú ltima rl:spues-
ta lo que en él prcuolllilHLba. Alto, j seco de car-
nes, s mantenía dere<:ho sohre su penslüivo caba-
llo, los piés Inotidos en labrados estribos tlc cobre,
los zamarras flojos i colgantes, la roja i amarilla
ruana un tanto arriscada para comodiuau de una
larg. escopeta terciada al hombro, el rostro serio,
moreno i ámplimnente barbado, terminando la fi-
gura un pañuelo raho-dc-gallo atado a la cabeza,
coronauo por el indispensable sombrero de paja
con hule amarillo. La imperturbable gravedad de
IiU aspecto me convenció de que hablaba de buena
fe, i no insistí en mi interrogatorio i pero involun-
~riftmen te recordé una nota que trae Acosta en S11
Hittoria compendiada de la conquista i coloniza-

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26 PEREGltINACION

('ion, hablando de las perf'grinaciones de los Chib-


chas a los santuarios de ciertas lagunas sagradas:
" El reverendo padre Moya, Cura de Chipaque,
" erijió una capilla en su puehlo a prineipios de
" este siglo i colocó la illlájcn de nuestra Señora
" de Chiquinquirá, tmtando de persnallir a los in-
" dios que para cncomcntlal'se a la Reina de los
" Cielos no nccesitaban hacer un "ia.ir tan largo i
" dispcndjo.o como el de Chiquin<]uirá, que tlista
" 20 l('glla~ ele Chipaql1l'. gll09 rC'sponclian: Es
.. derlo, lr/i 01/10 Cura; lilas Ril'lIIprC irell/os de ClIall-
"do en cuando a Chíq/lil/lfllirrí, pan/l/e es/amos
" acosllIlI/hrad, s desde ¡iem/IO de /Il1cs/ms padres a
" ir biclI líjos a nUI's/ras dCL'Ocio})l's." El terreno,
como se ve, estaba hil'll c1isIJlle,to para l'l'ribir la
semilla de esta~ pcrC'p;rinnci01lc<¡ S 'llIi-idolátricas.
La san~re c:spañola, eSl'ncialmente devota de j¡ná-
jcl1t's Jlri\'ill'.iia(ln~, ml'~dn(l:t con la san~rc Chib-
cha tambien inclinada al ('\Ilto dc Hantuarios e~pe­
ciales, ha producido una Ta~a de hombre~ que mm-
CIne no crecn qlle el Cura de Chiqninr¡uirá dice
todas la, misas que le encolJliendan, Jler~isten en
creer que ~i no van allá a t:ísilar a la rírjell, nada
obtendrán ele ella. Y'm, pues, con el ánimo pues-
to en el divertido viaje, i bien tlistnnte de las co-
sas del Cielo, i (le la jelluin:t (]C'vocion (lc! cristia-
no: la VírjC'n se contenta con vC'r]os cn su templo,
i en saliendo ele l'l 110 ve 10 que llacen. i Oh cris-
tianismo! dónde C',tús?
Pnsado el Yolnrlor de Fúquene i andados tres
cuartos e~casos Ile legua gl'Unndina, se lle¡:p al pue-
h10 de Susa, vecindario ca~i todo de indíjenns i
antigua encomienda concedida por QuC's[Hh al ca-
pitan Antonio de Sfll\tana, con otros puehlos "e-
einos. La situacion de Susa es bella, en terreno

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DE Af.PIlA . 27
ll~lno i limpio, hat'Íendo frente a la laguna, i pró-
){lmo a la 1Il'nno~n. hacienda de Silllijaca, cuyas
rectas al¡¡mcdll~ Ul' frondosos sances cl11pic'zan a la
salida (1c-l pueblo i forman parte del camino quc
lleva a Cltiqninquirá, el cual constituye tUlllhien
la ancha i descmbrlr;JZ'Hla calle de Susa, pobladas
sus orillns de casas de paja modestas pero hlanca~
por (1(; fuera i ('Ollbl'n "das I'n el illterior con la
lllil1l1('iosa niti,le;: <¡ue el jenio ilHlíjena sabe dar
a sus cosas propias. l)v'pues de haber anclado a
sol al,icrto por la l"lsa llanura ant"lior, se siente
Un ycrdu(lero placl'r:tl entrar en la nlnmccla ,le Si-
lllijaea, f.. esca i somhre¡\cla po raltísimos S:IUCCS quc
Oscilan con agrada ble SU5\11TIJ a impulso;, dt: la bri-
sa, recihiént!o e el" ewmdo en cuando un torrente
ele perfUllH'H clllHnllClos do las rOS:l~ siln'sln's i ele
los borracheros qlle lkn'\I11o, illll\'\"dlos (~L " 111~\!
a 8allce. Tiene aquel trecho de camino un aire de
fiesta que rego,.i,ia in\"oluntnl'iamentr, i In ~en a-
cion dl' salud i bien¡·star que se cSjll'rilllenta se tS-
tiende hnsta las eahalgauuras, quc uyiyan d pnso
ele por sí i hacen resonnr la nl¡¡meda con a 't'gres i
ruidosos resoplidos; srnsncion c1~ que solo ('11 las
rcjioncs audillllS St' dis(rutn, porque uno de su~
principales elelJlentos l'Ollsistt, en aspil':ll' el am-
biente le\'e, purísimú i em balsamado que lo ,iyifica
todo ~in oprimir el pecho con la densidad del nire
ele las tierras calielltes. Razon ti llen los Ilativos
ele estas comal"cn~ para amarlas con delirio i no hn-
liarse bil'n fuera de cllas obldeci~lldo a lIn senti-
miento de gratitud i ap;go ác:ja las infinitas be-
llezas que la naturnleza siembra con profusa mano
en lns alturas de la tierra, profesado instinti .... a-
mente por todos sus moradores en ám bos hemis-
fe rios.

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I'EREGRINACION

El deseo d~ visitar el famoso" Salto de Olnlla "


i la bella laguna dc Fúqucnc, i acaso tambien la
amenidad del lucrar i la amistosa bOlluatl del Sr.
Enrique Paris, °propictario de Simijaca, nos lle-
varon en dCtl!ehura a la casa de la hacicnda fabri-
cada en el Il1i~mo lug.u' en que en 1565 edificó
su~ Aposcntos el encomendero Gun,zalo d~ Leon.
Hechus los preparati \'08 necesanos salImos en
dClIlanda de la laguna. Antecédele una conside-
rable ustcnsiul1 UC terreno anegadizo, apéllas deso-
cupado por las antiguas aguas perlllanentes. Em-
barcálilollos en una canua, i por las zanje¡s abiertas
parad desagüe nos tlirij imos a dos pe(!uei'íos cerros.
ántes islas, en UllO de los cuales, seguIl leí Cll las
noticias i escrituras de la encomienda tic Silllijaca)
se refujial'on los indios lluyeIH10 tlcl pueblo, hasta
que en 1791 los redujo a salir de allí el dueño ele
In. hacienda. Espluratla la islila hallé de trecho CI1
trecho señalcti de s 'pul tu ras en (lité lus tristes emi-
grados se hacia n enterrar, siempre a la banda del
c.:rru que mira al pucblu, como si aun desJlllcs de
muertos buscasen el consuelo dc los hogarl;s (Iue-
ridos de utro tiempo. N o sin repugnancia de un
Jlobre labriego a quien llamé en mi ausiliu, hice
abrir una de las sepulturas que la~ aguas llovedizas
hauiun dejado mas vatentl', i en dla SI: Cllcontra-
l'ull caturce fl/orrallas o esnH'rahlas imperfectas,
varias cuentas de piedra llluí gastadas, los r 'stas
de un esqueleto <ItIC, ti juzgar por la lonjitud dc [a
fosa, debió medir dos varas granadinas, i finalmen-
te una olla de barro eocitlo ligurand() Ull pcqn"ño
barril abierto pur un costadu, i en la abertura un
re borde afianzado por dos asas la bradas, que vis-
ta~ dc frente furmaban las orejas de un rostro hu-
mano toscamente esculpi(lo en ámbas paredes es-

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DE ALPllA. 2!J
ternas del reborde. La olla contenía dentro frag-
lIlentos de arcilla endurccida, i a falta de base es-
taba acuñada por dos pedazos largos de ocre, <':11
que aun se notaban los restos de dibujos con quc
estuvieron adornados. Nunca se han encontrnclo
joyas de oro, sino rara vez alguna argolla ele tum-
baga, i piedrecitas de pizarra cónicas, horacllldas el1
e~ centro, iguales a las que todavía ponen las in-
dIaS en el estremo de los husos ell que tnercen el
hilo de algodono El tiempo habia pulverizado gran
parte de los huesos, incluso el cráneo, que era lo
~ue yo buscaba para estnblecer nlgunas conjeturas
trenoló.iícn~. Burlada en esto mi cspcrnnzn, IlÍc~
cubrir de nuevo la fosa, i volvicmlo a lomar la ca-
non 110S dirijimos a la JaD,'ulló\ por d río Símijnc3,
que es su dcsngill', profundo i in corriellte sensi-
ble. ~Iide la laguna 1 legua i ; C'1 su mayor lon-
jitncl i 1 legua en 11 mayor Iatitl d. sin contar las
ensenadas, i ] 4 metros de pl'oftllldidad en el cen-
tro. Es elc herll10sa i alegre apariencia, í encierl'fL
..¡ i. las, dos de ellas cultivadas por unos pocos ha-
hitadores que, COIl los de los lin(los valles del li-
toral, forman una poblacion estrniln a Cllanto ajitn
la República, i feliz en m pintoresco retiro. El
!rigo, el maiz, las papas, lmas pocns reses ¡O>€'-
.las i el abundante pescado de la ]:Iguna, sumin ,s-
tran a aquellos pobladores segura suhsi,tancin 1
~obrantes de fáeil canlbio en los lllercados veci-
nos, a los cuales salen en balsas compuestas de
h.az es de junco forlllnndo un conjunto estr~mbo­
tlCo, semejante a una "mn tortuga. Tresclcnt-os
~ños de conquista i e\la~enta de Jib rt:u.1 política e
Industrial han pasado por allí ~in dejar huella, . al-
\'0 algunas innovacinues en la vida doméstion que
han alterarlo mui poco l:t manera. de existir de lo~

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30 PEREGRINACION

primitivos señores del suelo . El político poclní la-


mentar esta situacion de las cosa8 ; mas el filósofo
la aplaude i casi la envidia en el fondo de.: su eo-
razon o
Rula falda del alto cerro que limitll al N.la llanura
de Fúquenc, está situado el pueblo de Simijaca,
donde mismo lo hallaron los conquistadores. Consta
de un caserío regular, en parte de teja, i una igle-
sia bastante aseada. La poblacion indíjcna va de-
sapareciendo absorvida por la l"Uza blanca, de la
cual hai algunas familias de cierta importancia,
base de la futura" sociedad de buen tono" de
aquel retirado pueblo, cuya prosperidacl dcpend>
en gran parte de las mejoras que en la agricultura
intenta introducir en su hacienda el Sr. Paris, de
donde indudablemente su cstcnderán a los alre-
dedol"cs. Habia fiesta solemlle ell Simijacn, i por
consiguiente lllereado ¡concurrencia estraordinaria .
Cuando llegué a la plaza Il proeesion acabu ba de
recorrerla i regresaba a la iglesia cn medio del hu-
mo dc los cohetes i b,¡jo un repi(l1w jcncl",¡l ele tres
campanas infatigables. En eada esquina de L! pla-
za se hahia erijido un altar de rc¡)oso, adornándo-
los COIl cuadros, espejos i flores, ciertamente eOIl
mas decoro que algunos altares que he visto en
los afueras de Bon-ot(\ durante las oetav,ts de Cor-
pus. Ácia el e(,llt~O de la plaza, haciendo frente a
los cuatro lados, luzian cuatro te.:ndales adomados
de arrayan i flores silvestres, i llenos de frutas,
animales j producciones de la industria de los in-
clíjenas concurrentes. P(;lIdian uel tra\·csai'ío su-
perior racimos de plátanos, mazorcas du maiz, es-
piga~ ele trigo, redondos quesos, scndas calabnza~
i nniedad de raÍ;,:es i hortalizas. De los horcones
colgaban entre el follaje tórtolas, palomas i tal

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DE ALPIIA. 31
cllal pollo aflijido de ver~e en exhibicion pública.
~I pié yaeian apri~iollados algunos corderos pa-
CIentes, cerdos escandalosos i hasta un uesven.tu-
raJo annadillo, cuyo afan eon~tante era eseonder
la cabeza en un agujero que habia log_rad~ ~r¡¡cti­
cal' en la ticrra, no obstante los reganos 1 tJrOlles
de cuerda de la indiecilla que v,jilaua su conduc-
ta. Habia no sé qué ue injelluo i plausible en
aq ucl alarde de los frutos del trabajo, en la eaacra
que recorrió el Santo patrono, como para pedirle
<¡ue bendijera i prosperara los productos del sudor
tic los honrados indios e Lllti vauores. 1 de g('guro
que si Dios proteje a los lilll píos de cor:lZOtl, las
fiso nolIl ías fOl'lllalotas, los trajes lJlouestos i las
cncallczidas mano. de los labril'gos concurrentes,
daban testimonio de mereccr la l'roteccion solicita-
da. 'l'el'lllinaua la proccsion fu~ron desbaratados
los altares i tendales, i a la tarde se jugaron sci '
toros benévolos, mas inclinados al sistema de la
paz univer,al que al de los combates a que los
escitabrm con lJlucho mido i poco fmto. Llegó la
noche: los toros vohieron a sus polrcros tranqui-
lamente: las notabilidades dd lugar se congre-
garon en un baile que fué de eti lueta duraute
las dOiJ primeras horas, i al mislIlo tielfl po la jante
llana, i feliz en su llaneza, improvisó tantos hai-
les borrascosos cuantos tiples rcsonaban en las di-
Versas ehiehel'ías; los cuales bailes fueron de ri-
gorosa etiqueta desde el punto en que comenza-
ron hasta la hora en que todos, inclusa la orquesta,
quedaron achiehados i dormidos donde i como les
fué faltando el equilibrio.
Pregunté por el "Salto de OIalla," i nadie, ni
aUn el Cura del lugar acertaron a determinarlo,
pero sí me refirieron dos cuentos a cual mas es-

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32 PEJl.EGR.lNACJÓN

~'ambóticos acerca de la significacion de aquel


nom bre. :\Ieeliante el exámen atento ele las escri-
turas nntiguns de los Aposentos de Simijaca, salí
de dudns, hallando que la escena habia pa~ado en
la cresta de un alto i peinado cerro que demora
pocas cuadras al S. de las casas de la hacienda.
Cuando el alzamiento de los indios, que produjo
en 15,10 la carnizería del peñon ue Tausa ántes
mencionada, los indios de Simijaca se habian he-
cho fncrtcs CIl lo alto del indicado cerro, el cual
termina Jlor un estremo en dos pico$ inaccesihles,
: por el otro, ácia el S-S-O . en una rotura per-
pendicular labrada por la corriente ,le un riachue-
lo. Allí facroll atacados por los españoles, reno-
vándo,c la matanza de Tal1'a; i cn lo recio (lel
combate los indios estrecharon tanto a Alon~o de
Ola1111. quc hubo de cejar defendiéndose, sin ad-
v,'rtir que (letras le quedaha el terrible precipicio,
hasta que faltií.llrlole el 811elo cayó dU~Jlcñado ácia
t'l rio. El animo~o castellano se dejó ir al abismo
sin ~oltur la cspar1n ni la rodela, i hubiera pereci-
do "i la r¡¡mazon ele los árholes que cntónccs crc-
('¡fln ahajo, no le huh¡rsc atajado en la caida, (le b
cu:d salió con una pitrna rota j herido en el rostro
con su propia espada, dl·.illndo ~ll nombre al pe-
li",'1'O.o e involunt.ario salto, lIoi los árhol\!s han
·¡",ap'l'ceirlo qm'chllc1o "11 eOlllpleta desnudoz d
pr<;;cipicio; i el ri<1chuelo, testigo de la trajedia, co-
rre apresurado n dar movimiento a dos molinos de
trigo inmedinto~. Nadie rrl'IlC'l'cla allí el suceso;
ni los sucesores C!¡O los victoriosos, ni los descen-
dientes de los desventurados Simijacas, muertos a
mill:net 11 insepultos 9n aquel sitio . .

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DE AI.l'IlA.

IY
Dojanuo :ltras a Silliijacn i nllllauns trc~ lcgu s
granadinas e 'cns:1~, o !ltra en uu \'1IlIe amelll i~
:no prolonCYlItlo 8 E .• r 0, l'Piliclo de alto~ cerro:-
cluC t('rmi~an áei:1 el "allo tu 111ulli ud de coliIHlc
redondas, i naycs ]atll'ra~ Balpicadas de casit. s i
Semhl';Hlns de trigo . mníz , ce b~lCla, papas, haha" i
0tro" frutos .1Hmor ~ ,(,iI~·n. semen!( ras, divididas
]101' Cel·cn. \ ¡vas, i sllhdi,'icliL1:1' ('n p '}uCoños cua-
rlrn~, hnc~Jl el cfecto de un n o ¡cn de "nriadr¡ co-
lores, :legros alguno re ¡IZO j J,reparados parn h
~jC11l:l)':1, v rue'; los olros con 1 lri~al(~s nuC'yos,
. marilloR mue .os con lrs r ,¡¡trojo. de In. mie, co-
('el!:lcb, j no po~os lontiz:l :los ('on 1 d"o ('nlOl'i-
110 de lns fhl'cS de hahas, arnjasi Coi olcs; paisnj .
bello i f\'{, ca sobre tOlla llonderncioll. ante c·l ('ual
ill hábil pintor se hallaria perplejo para rcprodn-
cirlo en su lienzo, bajo un cído de azul hl'ill:111te
franjeac10 de Iijcra 111~bt·s, i en medio e e 1:1 almó.-
fem diálima de los .\ndcs, que permite y l' a gran
rlistnncia cl con turno uc lo~ lnajebt·\O os C,'IT(¡~ . la
... h'azic1atl de los color l el resplandor dc las ::t hun-
dnnles a~\lr.~ i lus ]('junos r~baiíos pacielldo la tll-
pida grama ,le1 valle, m¡¡tizada con :llq~r('s nol'c~
de achicoria.
En mitad de cste "filie se fllz:t un caserío de
teja j paja, por encima elel cllal sobrcs:1IC'1l lns )lfl-
redes i torres de Ull t<:lllplo de f(rnnrles dimcnsio -
~es . Es Chiquinquirií, h villa de los lllilal:,'TOS i
peregrinaciones, ecntro n qne se dirijcn i a, clon-
cle parten para todos lo~ caminos, nmnel'o~o~ devo-
tos a pié i a caballo . La pulida clama de las ri11-
d~dcs con su largo trnjc de montar, su lijera I'l1a-
mta d· hilo, ell'cuucido sombrero de jipijapa con
3

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31 PEREGRIN ACION

velo verde, i el rostro enteramente cubierto con un


pañuelo 'para preserv;¡.rse del sol i del polvo; el
caúallero acompañante, montado en un potro de
raza, enjaezado con la ancha silla de Chocontá,
descomunales espuelas que hacen contra los ce-
rrados estribos ele cobre el ruido de una fragua,
zamarros de piel de leon, ámplia ruana listad,l i
sombrero de grandes alas cubierto de hule blanco:
lo. campesina rica, sentada confortablemente en su
sillon colorado con chapas de plata, ámbos piés
obre una tablilla pendiente de fuertes correas,
mi~ntras la robusta persona se apoya contra el es-
paldar i los brazos del sillon, oprimiendo <:l lomo
de un caballo vigoroso i sufridor, guiado por el
complaciente i grave jefe de la familia gloriosa-
mente ataviado a lo orctjon jenuino, con todos los
colores del arcCJ-Íris: el peon socorrano, de ruana
diminuta, sombrero de trenza i calzon de manta
rayada, manufacturas ue su IJI'opia tierra: el de
Jiron i Sanjil, vestido de azul, i el sombrero enri-
quecido con un escandaloso hule nuevo, dejándose
llevar mas bicll, que a.:ompañando a tres o cuatro
paisanas suyas, con enaguas de lienzo, tambien
azul, rematadas por una arandela, sombrero de pal-
ma de copa alta i pañuelon colorado C011 ramBzon
amarilla; la guaricha bogotann, regordeta, peque-
ña, cara chispeante entre el embozo de la mante-
llina de paño, abundantes enaguas de bayeta fina
i In patita encerrada en blanco alpargate; en su-
ma, todos los matizes del traje peculiar a cada pro-
"incia, todos los tipos de casta, desde el indio puro
hasta el europeo de ojos azules, todas las edades
i condiciones se ven allí reunidas en una masa vi-
viente, euya idea cardinal es "ver a la Vírjcn,"
cuya ocupacion es el rezo, i su afan predominante

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DE ALPnA. 35
es reunir velas de cera o de sebo para encenderlas
{¡el ante de la imájen privilejiaua, sin lo cual se du-
da que otorgue las gracias que vienen a deman-
darle.
Chiquinquirá toeó en repartimiento i encomien-
da a Antonio de Santana, compañero del Conquis-
tador Gonzalo Jiménez de Quezada. La p<>blacion
de los indios estaba asentada a espaldas de la sie-
rra de Coca, poco mas de una legua granadina al
E. de la actual villa, por cuanto el valle era en-
tónces desapacible, rodeado de bosques i eubierto
de nieblas, de donde le vino el nombre Chibcha
que lleva. Fundó en él Santana sus Aposentos i
Capilla, i para adornar esta pidió a Alonso de Nar-
váez, pintor de Tunja, por los años de 1570, que
le dibujara una imájcn de la Vírjcn del Ros:jTÍo.
Narváez tomó una manta de aIgodon, tejido indí.
jena, de vara i cuarta de alto i vara i tres cuartas
de ancho, i pintada la Vírjen en el centro, eomo
vicse que ]e quedaba mucho espacio blanco a los
lados, los llenó con las cfijics de San Andres i
San Antonio, poniendo esta a la derecha de la Vir-
jen en obsequio del encomendero, quien pagó por
el cuadro veinte pesos de oro. I .. levólo a su Ca-
pilla, qlle era un rancho de paja de vara en tierra,
en el cuál se solio. orar de dio., i de noebe se reco-
jian a dormir los cerdos i las gallinas. Al poco
tiempo quedó el cuadro malparado i roto, como
era de esperarse, i así estuvo hasta el año de 1586
en que María Ramos, cuñada de Santana, estan-
do en devota orucion el 26 de diciembre, vió que
el cuadro descendió de donde lo tenian atado, i
permaneció en el aire, renovada i resplandeciente
la pintura. Larga informacion S" hizo de este mi-
lagro, por órden del Arz o~J i ;po Don Frui Luis Za-

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DE ALPIIA, 37
nualm n e, me ase~uró el Currl, ,ienen eerea de
,W,OOO pe\" rrinos d.., t')(lo~ los puntos de la Re-
pública i "lgnllos del ECllrlclor j del l)crú, no fal-
tando cjcr;lplarc de peregrinos venezolanos i aun
cspai'íoles "cnitl<19 de ultralllar, solo a cumplir pro-
me as, c: llL p r"grillo hace 'u ofrenda en velas,
de la3 ell'.le~ arde un uo~r¡u(' cnt('ro sobr(' dos lar-
ras lllesas eoloc.ldas al ingrl.!so de la nrlvc princi-
pal. Las l1li~as, s,,1 y.;s i rosario:; solemnes, son
interminahles; i ~i se atiende a que el precio de
las mi:t ~·ari.l de de 2 n 1 O peso~, el de las salves
i ro~arios de ~ a i, i el de las demas ceremonias
en ¡ll'oporcion, !le \'iene en ennncimienlo d\) que
no e 'ajrró n el>tro U;J(luirlno de mirras cuando
dijo q le ,1 ('ul! ut" o anual de fide~ (h'jabn al Cu-
l'a ¡lllO 20,000 peso de rcnta, pucsto <¡ne el t')tn)
,le J"s .. rr uda. plH'.1e (; :timarse (:11 cerca dc10,OOO
pesos cad'L año, (¡ue repartidos entre 12 saccrdotés
i 1li j Ilr rí tu i can tores adscrito~ al s.:rvicio del
lelO plo, bien ql1eda al Cnr, la lllilau, limpio. de
IH)lvo i pa.ia; lJla~nífico ¡1estino de que dispone
tOc!a\'Íl 11. Orden de Santo Domingo tlc Bogotá,
clotand., con C'l sucesivamente a los relijiosos mas
antiguos. ti>

• E I (bnhlc q\l~ Cotos proventos del Cura _c dj,minu •


. an tUll 'ho I ('~1l de un e"mudo Ycrgollzo,o que prcctican
vari" le' ('S sudlo" O cura,; el'l'~lIt('" Cjuc Caen soure ehi·
'Iui •. ¡lIlil cumo ¡:;orriOllc> . obre seml'l.teras. Ellos se an!i.
Clp:lll '\ re.'oj r ,le los peregrinos el dincro que tr:len para
111\ 'lb. situaI,U" IMIlS.ljcros eH l"s cutrada, de In c;ud. ti i el!
t:tblcC1Il' \1\1 reg !¡." 'I"C los hace a lodos ncreedur\:. n la
¡l'rnla ,n '1 e .lv'llcr; to arrujó del t['01[>lo n los trntantc" i
:.urcl'O,; 'j1\!' lo pfof.• n"ban. Pero no e~ esto 10 ]1 01': PI;R.
,,~,\~ VL111DI' \ l Co !!'l:r¡;.'T1:ij \11~ informaron clue to,10
1..~t('rlJ (pe 11" cSJl~ra ahsolI¡e;ul\ cn 01 ('oufesonal'io UD bU pro.
]>11'. l'llr ,a m<'l1os c¡nCHO rc'tituya lo hurtado, 11:\1In enChi.
'!l!llIljuirli (jl11('11 le rcnÚt:t. el peCadO,l!lcdiullte un tribllto ..

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38 PEREGRINACION

Infiérese de lo dicho que la principal fuente de


riqueza i comercio de esta villa es la devocion de
los fieles. Un movimiento de 25 a 30,000 tran-
Beuntes al año, i de 50,000, 6egun dicen, cada sie-
te años que tiene lugar un paseo público de la Vír-
jen, representa una masa de consumos i cambios
considerable; i sinembargo, no bai en la villa una
80la posada que merezca este nombre; porque a
nawe le ha ocurrido esplotar csa rica mina.
Chiquinquirá cuenta cerca (le 4,000 vecinos que
habitan 135 casas de tt-ja i 1,010 de paja. Tiene
dos plazns i dos fuentes públicas. El aspecto de
la poblacion es sano i robusto, compuesta de indí-
jellas i blancos, i esenta de las deformidades Jel
coto i miembros contrahechos, tan comunes en
otras partes. En lo material se nota algun progre-
so, tanto en ]a fábrica de casas nuevas como cn el
asco de las calles, algunas de ellas empedradas;
pero el buen gusto i la elegancia no han penetrado
todavía en la "ida doméstica ni en el ajuar i dis-
posicion de las casas. Contiene, ademas del sun-
tuoso tcmplo de la Vírjen, una iglesia edificada
sobre las ruinas de ]a antigua capilla, i una peque-
ña emlÍta que corona lo alto de lma colina desde
la cual se dominan la ciudad i sus alrededores. En
1835 fué suprimido el con vento de domínicos, ane-
xo a la iglesia, i el edificio sirve hoi de Colejio
provincial, en el cual se enseñan latin, filosofía
kJ VírjC1l. j Estraiío modo de llacer c6mplice i encuhridora
la inocente imájen! La pluma se resiste a llazar las con-
11.
secuencias lamcntables quc se dedncen de tales abusos, no
ya en detrimento de la moral i del 6rdcIl civil solamente, si.
no en perjuicio i afrenta de la relijiOI\ mioma, desfigurada,
desnaturalizada i pro:tituida cou semejantes plácticas i las
doctrinas que ellas presu.ponen. ¿ DE PARTE DE QU¡í:N f.o-
TÁN LA U¡r¡ED.l.D I LA IIlIlELIJION t

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DE ALPllA.

especulativa, algo de castel1ano i frances, i una


Cosa que Haman Jurisprudencia, sin duda mui útil,
junto con las susodichas enseñanzas, para sacar
hombres de provecho que sepan descubrir i esplo-
tar las ricas minas en que abunda el territorio de
Yélez, adelantar su arrricultura i abrir los caminos
ue que carece i sin lo~ cuales jamas saldrá la pro-
vincia de su actual condicion pasiva i estacionaria.
i Funesto i lamentable estravío en la direccion que
se da a la instruccion pública, sacrificando a una
ridícula vanidad universitaria el porvenir de los
jóvenes i la prosperidad del paí ! Uai una escuela
primaria de niños, i una de niñas, tan mal surti-
dM, que el ánimo Sil contrista al ver semejante
imperdonable descuido de los mas caros intereses
morales en el seno de un puehlo que por cierto no
es pobre ni debe ser partidario de la barbarie.
El trato de las personas de nota es amable, frall-
co i obsequio~o: el vivir de las señoras mui reco-
jido i modesto, pues ni ga tan lujo alguno, 11i se
las ve en las calles sino es para ir a la iglesia: con-
tentas con su existencia seuentaria, pasan los dlas
iguales, sin emociones fuertes, i acaso ignoranuo
que sus gracias tienen admiradorcs. ¿ Qué otro re-
Curso les quedará, pues, para ocupar lo. actividad
del espíritu femenino, sino la devocion? Tal es la
.suerte de las mujeres en la rejion de la Cordillera,
~ esta es sin duda la causa de la propension al rezO
1 prácticas monásticas que caractcriza a los mora-
dores del antiguo país de los Chibchas. El influjo
de la mujer es siempre grandc, i a su ejcmplo se
amoldan las costumbres domésticas i las inclina-
ciones de los hijos i subordinados.
Resueltos a recorrer los distritos de que consta.
el cantan Chiquinquirá, aprovechando para ello el

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40 l'EaEGRINACION

fllsto del verano, que dura hasta mediados demur-


zo en la lierra caliente, echamos a andar por UII
rastro de camino empezado a trajinnr en el declive
tic las colinas del O., i de allí a poco avistamos el
pueblo de Cáldas, recientemente fundado por los
vecinos delllntigllo Cámlen, cuyo asitmto aban-
uonaron por falto de .aguas i pastos . Situado Cál-
das en U1::\ 1IIlnurita enjuta, bien venti.lada i con
huenas aguas potables, presenta UII aspecto de
bieno_taI" i ueo que ojalá fuera eOlllun a los deolas
pueblo!! del cantoo. Activos e industriosos sus
llloradores se aprovechan de la fertilidad de sus
i crrellos para bien cuidadas sementeras de trigo,
muiz, cebuda, papas, {risoles i otras menestras, i
para la ería de ganado (Iue es abundante i hermo-
$0 . Las escclentes maderas de los cercanías, la pie-
dn i la cal se hallan a la mano para toda clase de
lIbras: así el nuevo pueblo ha comenzado a Ie-
'antarse con casas de tl'ja, .ólidns- i espaciosas,
• \;1'0 desgraciadamente mal ordenadas, por jaita d{'
11 1\ hombre illtclijcnte que hubiese tOlllado interes
en delincar el poblado. l.a jl!lIte de Cáldus es sa-
na i vigorosa, ohsequiosa i atenta con los foras-
eros i 111ui empeñada en la mejora de su distrito,
de lo cual es relevante prueba ulIa escuela de pri-
lnelaS letras, lim pia i bien ordenada, a la que con-
curren 40 niños aseados, intelijentes i de modales
abiertos i fáciles, dirijidos por un jóven lleno de
I~onsagracioll al desempeño de sus santos deberes.
El pucblo de Cáldas es digno de llevar el nombre
de aquel ilustre mártir de la República.
Traspuesto un alto cerro a espaldas del pueblo
t"omienza el descen~o por la opuesta banda de la
Cordillera, suave hasta la "Boca-del-monte," rá-
pido de I\hí en adelante. En este lugar eaDlbia de

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DE ALPHA. ·11
repente la vejetacion, sostituyéndo~e a las pl.mtas
enanas i cerros tapizados de grama i uchicoria de
las ti nas altu. , árboles cada vez may()r~s, i bos-
ques qne trepan ll<lsta las cumbres que se I~\'anta¡,¡
apiñadas por todas pnrtes. La caña de nzúcar, el
café, el plátano i las lindas palmas llamad" Ca-
chipai, cuyo fruto cOl'itlo lienu c:l mismo ~abor de
In papa, invadun el tL'lTCllO a 11lcditla que la tem-
peratura subo de rl'aelDs; i en igual progresion se
hace rara, descolorida i floja la pohl;¡cioll. i Sin-
gular contraste de la esplendidez i abundancia de
la tierra, i la c C:lSCZ i pobreza (le los llabitantcs !
RendÍI.lOs la jorna,.la en Bucn'l\·jst:l, centro de
este distrito, siluado n ulla húllc\onada que con-
tradice abi('rtamcnte el prctcnsioso nombre dd
pueblo, imáj('1l de la pobreza, desaliíio e incuria.
Sus fl!razes CatIlPO$ en qne s<.: ost"l1tu ulla "l'jcta-
cion vigorosa i y, riacla, l,ermanccen yermos: el
aspecto de los moradores es apático i enfenllizo, alo
que contribuye 111ucLo el vieio, jene!'nl en todo el
resto del canton, do comer fragll1entos de pizarra
i greda ele los al'l'oy()~, "C[lH.' cuando llue\'e, dicrll
aquellos illfclÍzcs, sab~n i hudl'u a pan." En COllSC-
cuenda la poblneiolll'erll1:nwcc estlll:ionnri;l, si no
retrograda, COIllO lo dCJll\1estr:\Jl la eÍfra 57 bnuti3-
mos i 48 cntÍeuos en el último año.lluscnr posac1:l.
e~,~ [)c:dirp casal olmo; ~ or loqllc ~in vacilarnosdi.
C1JlIIlOS a la casa del Cura, trÍ~hl rancho de paja
contiguo a la iglesin. Est~bn el solitnrÍo ~acerdote
en el patio cscojiclHlo '(I':1no el0 trig'o ¡J.) sembra-
dura sobre una I1Inllahracla 111~ n. JÚycn todavía,
vestido de manta del país, en el rostl'O impresa la
melancolía i los ademnnes no tiueltos ni vivos como
eSJll'csion del bienestar, ~illo abatidos i resignados,
produjo en mí una impresion ele simpatía qlle mo

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42 PEREGRINACION

hizo estar un rato contemplándole. Llamé al fin,


i vino a nosotros con los brazos abiertos, i desde
aquel punto fueron nuestras la casa, la frugal me-
sa i todas las comodidades del Presbítero Ortiz,
si comodidades pueden llamarse dos asientos de
cuero i unas esteras de junco. Un aspecto de de-
solacio11 predominaba en aquella casa, en armonía
con el del pueblo, habitado por 80 "ecinos n lo
sumo, e invadülo por los matorrales hasta cerca de
las miserables rasas. La iglesia, abierta i desman-
telada, abriga bajo el nombre de imájenes un COD-
junto rídículo de monstruosidades adornadas es-
trambóticamente con restos de vestiduras antiquí-
simas i colocadas sobre poyos de adohe, desnudos
i descascarados . A "ista de esto, de la situacion
abatida del Cura i e11 medio de las tinieblas de la
ignorancia q uo cobijan al vecindario, ¿ qué ideas
tendrán del cristianismo aquellos rudos morado-
res? Fácil es concebirlo; i este hecho desconso-
lador se repite en las demas parroquias del canton
ácia el Magdalena. No hai, pues, para estas jen-
tes desventuradas mas alternativa que la ausencia
de creencias relijiosas, o una verdadera idolatría
disfrazada con las apariencias de culto a las imá-
jenes : las puras, sublimes doctrinas de la Biblia
se ignoran: las máximas morales i civilizadoras
del cristianismo no han llegado hasta estos hom-
bres: ellos son buenos, obedientes i sufridos por
índole natural, o diré mejor, por falta de tenta-
ciones para inclinarse al erímen ; jénero do bondad
negativa que l)roviene de la inercia. oe los espíri-
tus i DO oe la fuerza tutelar de sanos principios
inculcados por institntor alguno.
Llegó la deseada mañana, i salimos en demanda
de Coper, distrito parroquial que loa de Buena-

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DE ALPHA. 43
vista nos pintaron próspero i rico, tal vez compa-
rándolo con su propio estado. Una cuesta rápida i
larga por la cual desciende cn multiplicados jiras
Un callejon profundo i escabroso, que llaman ca-
mino, es la salida del pueblo: despues siguen ba-
jadas suaves hasta llegar a la honda i estrecha Ye-
ga por donde pasa presuroso el rio "Cantina."
El termómetro ccntígrauo marcó 30. 0 a mediodia :
ni un aum leve movía los corpulentos árboles; ni
mas ruielo que el penetrante i continuo chirrido de
las chicharras acompañaba al de las nc'>r.1S aguas
del Cantino. La naturaleza dormia bajo el peso
de una atmósfera den a i caldeada, i llOrubres i
bestias buscamos la sombra, abrumados oc calor,
para prepararnos a pasar el puente col,qantc, i tre-
par en seguida el alto ccrro que se alzaba enfrente
hasta perderse entrc nubes. En ,,1 breve espacio d •
5 horas habiamos pasado por una serie de t(1111)('ra-
tu ras desde 18. 0 ccnlígrados (Bucnavista ) hasta la
ardiente del Cantina: en ménos tiempo íbamos a
volver a temperamento casi fria. Tal es la comar-
ca que visitábamos; rica en prouucciones de to-
dos los climas encerrados en pequeños espacios,
p~ro solitaria í en la plenituc1 de la agreste maq-
~lficencia que ha o tentado i seguirá ostentando
lnúlilmcnte por muchos siglos.

v
:i\Iidc el rio Can lino, en el lugar por donde sc
pasa, 40 varas granadinas de latitud, i sus acruas
enncgreeidas pOl'!a pizarra que traen en disolucion,
pasan riipidas i bastantes profunuas por un lecho
sembrado de piedras rodadas que hacen su curso

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1-1 PEU¡';GUINAC¡O:O<

tUllluhuoso C illvatleablc. El injenio de lo,; ilHlí-


jenas hal:ó el fficclio llt: pasarlo \'aliénllo~c tll' un
arte (Inc iu\:go illlitcí la s.ihia l:urop:l lleviindol,) n
la pel1c\:cioll: los puentes col,rantes. A Hur de
agua i Uh() ClIfre'llte de otro arrHJlCan, 011 el pa IJ
ele <¡uc trato, d.,s l'orpulcntos úrhol\:s natlll',I~1I111l e
inclinadl',> :íCl-\ 1,ll1litaddd río, de piclielldo lIlIel -
!'O~a. r 1 as rohu. las en torlas direccioncs: al! esto
IÍrhol· Il \.,li<i!:1 aJ'tííiL'c del ptl 'l1tC C01l)O dl' cstri-
b()~C~ll \Zll .. Jo: H I.,tit' d ílllpC~tI (]e la COI'Til·"tc,; i
¡>lIlltll ele poyo de la f.ihrie l. Pna f'll'ltc hnrln-
coa d madel"os lleva dC'J(I· jo nIto !lel harrmv'o
hast:l CllC(llitra,' el tronco del árbol: dI.! de nquí
partcll ,'mItro 'Iue as "lIilt!lIa~ tl"¡badas 11 elisUIl-
ei,. eL \11J p:¡]mo por tr<"lvl'saÍins firmemente uL¡ dOi
c1,?k,.:o, i'()l lHlIldo UII piso su,ttntnr!o en el aire por
1111 (;~:' ú t.jido de bcju os (IllC hajan de ],18 ra-
Illas dd't']¡l)j i ('nln,nn las guút1UIIS, c¡ue aí'í,l-
diJ.I:; no .. s ,; (,tr s su jll'lllollgall de rihcl'(L. rib ·ra.
hasta ,nconl1'llr;;c s ¡hro el centro e1el rio du:;cl"bicll.
do una curva itTcgulnr. e11::; a parte lIlcdia He le, an-
(;; CdC.l de 8 V,lra encima dJ lil" :Iguas. UOllfúl'li1r
,Ll'llll<lan hs gllá<1ulLS ¡ícill el ápice dI.! la cun a 6e
multi!,lican lo bcjllC'JS de ~\1 pellsion, en tél'lllilloS
'lile a In ¡nitad de pUCllt() S() l'.ipl"ia11 i jUlltaD, ¡
su cruzan i l'Iltrcl('jen Illti el" allá i los 110 flt';í ('01\
IIna l'rofll iOI. de nucll)~ quc ill(licall el aún (l el ar-
tífice ¡el' salil' ¡,iroSll d·l diríeil paso. SOOI'() Ir ,
f,\11áduns. i du media ('11 Ill('tlia Y:-Ira, ¡I¡ti ph'llehas
~:¡cada uc la JI.i ,l1la pl:tnla i :¡firmadas al pis() con
hejucos dcl¡r:tdos: fiu .. ]¡ lente, encima tIl! éstos
utra V('53íio;, I t:n el sC'ntido de la lonjitlltl (!d pmn-
t~, hai un listol1 c{'!,tral de \lIla tercit de :Incho,
¡,mundlj de cint'to, nn¡,; 1St I.J (]lJ ¡jn;'iclu:ls, i dL'SI ¡nado
" ser el piso tran it. blc del pu nte. Lo angosto <l.'

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bE .\LI'I1A.

este i la oscilaciOJl que le comnuic:I el transeunte,


I1q pCl'mitcll l'a~arl(\ a ('alla110 ni con bestia carga·
d : lns ('arga~ pa"ln poco a poco a csp'\;das de
lo p,'unes, i el viajero toma su mula de dil'stro i
etnrie;¿,( a hacer eql1ilihrjo~ soh!" aquf'lla 111 n ro 111 1,
viendo por en (1' las aberturas del pi, o las enebro.
n~ ngll:, del río, 'lIIC rucdan w:lo7.e illtin,; ndo
Senl eneia d 'muer! n' que caí!"! ucl movihle puen-
te, por l'l1anl 1 \ milan, lo; ;¿nmnrros i las c,lu-
P I1dns e~pucl(\s orejonas, !lO fuero:l illYl'Il(:ulas
pnra IWllar. Pa, '1IllOS; i 'ca ¡JiC]I') en ae t IJlil:Ilto
n b justici:l, mi mula lo hizo con Inas t.IIlnto,
Slrl'ni'lad i aplolllo que II d!leño. Tres hor;~' ues-
pm'" i COlIJO n los do., tercios ,1<,1 alto el no, eu-
COlltralllo, los prim r:'\s casns de ('OP,'T, j nI cabo
(1 c un instante nos h' l1al1lo~ a!r,jlldcls ell una lim-
pia i conforlnhle cn<Í!;t q llC la ñOl'<l 1 lcaldesa
nos fralllltWÓ con L lll'n(l.vo~ 'neia i agrado ('üll que
la~ mujeres hac\' 1 el hiell sin dctent;\'.e, 11 iéntras
lo hombres calculan si les lendrá cuenta el ha-
cerlo.
En 10 ll1:1tcrial Coper hace algulHts \'cntnjas a
Buenavistn, es ma. l,ol>ln,lo ¡lo. alrllkdo\'cs oul-
tivados de SCl11cntc'rns i etlíia (1<' nzúl'ar, sicndo la
indu,tria principal la es!racdDll tle mieles . Sin
embargo, la pohJr.,ioll u}lénns com: nza a salir de
Su antiguo abntimiulto, i CH diczlllnc1:.t jlO1' la en-
fcrmudad peculiar de estos disfritos, llamada jiJ1ll-
lera, l'csultndo del vicio de comer tierra i del inmo-
derado uso del gunrapo crndo. La J1ll'jora de la
poblacíon data (lL'sdc la 1Ic"l\(la del actunl Cura,
presbítero Fajardo, i es un~ prueha. palmaria del
grandc influjo de tstos funcionarios en In suerte i
c:ondicion de los pnchlos situados cn medio de
nuestros desiertos: el carácter del Cura se refleja

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46 PEREG ¡UN ACION

siempre fielmente en el aspecto i mancra de vivir


de los feligreses. El de Coper es un hombre llano,
franco i abierto, que se rie sonoramente, viste rua-
na i alpargatas i persigue con tesan los "cnados en
las montañas vecinas. Activo i emprendedor, no
se contenta con predicar el trabajo, sino descuaja
monte i siembra caña i maizales, i en tiempo de
cosecha convierte en granero toda su casa, inclusa
la sala. Hospitalario i alegre, anima a sus feligreses
ron el ejemplo i la palabra, i poco a poco va des-
pertándolos elc su jenial letargo i corrijiéndoles
las costumbres. Está en su elemento: no envidia
otros curatos, i es probable que a vuelta ele pocos
años él mismo se admire de la revolucion que ha-
brá causado en su parroquia. ¡El CllJ'a! he aquí
el ajente positivo, único quizas, de civilizacio~
para los pueblos distantes de las capitales i centros
mercantiles. A la educacion i mantenimiento de los
Curas debiera dirijirse la meditaeion del Gobierno,
persuadido de que hasta no reformarlos i levantar-
los a la altura de su mision, el progreso moral, in-
telectual i material de la poblaeion jornalera i
agricultora de las parroquias, será lento, muí lento,
a pesar de las instituciones republicanas que ella
no conoce, i cuyos beneficios no le alcanzan en
medio de su ignorancia suma.
Ya desde Coper predominan en la formacíon de
los cerros el sislo arcilloso, algunas vezes betumi-
noso, i la pizarra, particularmente esta última, que
ennegrece las aguas ele los torrentes ¡riachuelos
rápidos. LaR cstratas de las serranías superandi-
nas desaparecen enteramente, i cesan los grandes
hundimientos i las sublevaciones súbitas que ca-
racterizan aquellas comarcas. Los cerros se apiñan
sin dejar valles intermedios, las crestas son pira-

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DE ALPJtA. 47
midales, las laderas pendientes i angulosas. Por
Consiguiente los caminos son quebrados sobrema-
nera, hondos o en forma de escaleras que no con-
aienten el trasporte de cargas pesadas, fatigan mu-
cho las bestias i solo permiten jornadas cortas: así
la configuracion del suelo conspira a mantener en
la inercia aquellos pueblos, lJrivándolos del estí-
¡nulo que las ganancias del corr:ercio les comuni-
carian para dedicarse al cultivo del café, que allí
es de un aroma esquisito, de la caña de azúcar,
Cacao i algodon, que crecen casi espontáneamente.
Cíñense los moradores a producir lo necesario pa-
ra su propia subsistencia j i como esta la fundan
en el plátnno, maíz j guarapo, no han menester
I

mucho trabajo para asegurarla, de donde procede


que sean perezosos, vivan en la ociosid.ad i se
entreguen a vicios, hijos de la ignorancia, que los
enervan i matan en número casi igual al de los
nacimientos ; por manera que los distritos parro-
quiales de Bnenavistn, Muso, Maripí i Paime ca-
minan visibl emente a su estincion, i desaparecerán
e~ breve si el jcuio de alguu Cura civilizndor i ca-
rItativo no viene en su ausilio.
Los conquistadores hallaron mucho que hacer
en esta tierra de los Musos para sujetarla. Eran
valientes i soberbios los indios, contaban a cada
p.aso con fortalezas naturales para resistir la inva-
SlOn castellana, i las quiebras i barrancos, no inte-
rrumpidos por llanos ni lomas limpias, les ponian
n salvo de los temidos caballos, que en aquel país
e~an mas embarazosos que útiles a los invasores.
SlII arcabuzes nada habrían podido, como lo de-
mostraron los descalabros que sufrió el Capitan
Valdez, a quien arrojaron del territorio bien escar-
mentado. En 1552 los acometió de nuevo Pedro

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48 PER:EGRINAClON

de Ursú:t con un cuerpo de vct ranos, i logró pe·


nctral' hasta l)auna, con mil riesgos, fatigas e inf:¡-
Illes traiciones en que asesinó a los principales
eandillos ilJ(líjenas ; con lo cual, crcyéll(lose vcn-
cedor, fundó la ciutlau de Tudcln, CE re.! del rio que
hoi llaman (;ua o, a la izquierda del camino que
de ~\T\ls() 11 ya a Puripí; mas los Y' Jicllte~ indios
volvie1'On n la car¡;a, atacaron i arr:tsaron Irt ciudad,
i cSlJUI~'lr()Jl ele llllC,O (l sus insufrihle, 1111éspedes.
La csp :1.j nci:t cn,,'íló a e 'tos ('1 modo dc triunfar
ele Jos heroicos ~Iu os, i en 1555 ll,nrchó .ohre
ellos el Cal,itan Lanchero con un cm 1'1'0 de arca-
lJtlzcros i Ulla numerosa jauría de }ll1TO~ N'hados
('on CJrnc de indios, Jo~ cuales f¡¡¡'ron cruelmente
cozados i despedazados en los 11oSquco. •en eró
Lal1cl~ '1'0; i Jloticio~o de que en lns cerros (1() Itoco
habia copiosas muestras ele eSlTIe'mldas finas. fundó
allí cerca UlJa ciudad qllC: llamó "Trini(lacl de los
lusos," i es hoi el tri sto i Il.L ruhlc 1 \1 hIo de
1uso. Fué en 10 antiguo un, "ilb cOllsiclerahlc,
si se ha. dcjm:gar por las ruinas (¡ue mm se ,"en de
bucllas casas de laurillo j piedra, obre cuyos res-
toe ban levantado los modernos sus ruine mochos
de paja. La tradicion ele los viejos con el' ';1 me-
moria de 5 igl<;sias i 2 conventillos: hoi, ('n aql1c-
Hns ruinas macizas, donde fueron las ~nkt.' i apo-
sentos do los al,tiguos hidallJ:os, bai \ ic.iísfh ns
plantas de cacao i árboles corpulentos, nunciol el
la invaslon tle los bosques en el dccadelltc poblado,
i del próximo retroceso dd p;¡ís ala. ugres! sO'ledud
de las selvas primitivas.
Cuenta Muso 200 \'ecinos, i el di. trilo parro-
quial 900, todos de aspecto pobre i enfermizo,
abundando estraordinariamente la sífili • fomenta-
da por las costumbrefl harto sueltas, COI .0 lo Ina-

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DE ALPIL\. 4D
nifiesta la proporeion de 60 nneimi(,lIto~ ilejítimos
por cada 100. Hallábase ausente el Cllra, Dr.
Agustin Otálom, jóven ele dudosa vocacian ec!C'-
si ática ; i como tengo por csperic~ei? que la COTl-
ducta de los Curas e la causa pnnclpal del bicn-
estar o ueeadencia de estos lejanos pueblos, quise
juzgar ele la del de Muso visitando las c1o~ iglesias,
que logré hacerme abrir. Nada es comparable con
el estado ele abandono i desaseo en que F(' encucn-
~ran: la iglesia antigua podl'idns laR ]1uertas, casi
lnvadida Jlor la maleza i yerbas, agujereado ('\
techo, rotos i :\squerosos los altare,: la iglc:-ia
nueva, de espaciosa fábrica, sucia j clt'~greñacla
sobre toda plJnrlerncion. Acerqnvme nI altnr ma-
yor para r<'jislrar por entre las desordenadas COI"-
tinos d I'etabio principal, i mUlluano Cflmn soi.
me indignó yer el sagrario abierto. C011l0 si huhie-
sen tenido gran prisa en dejar el templo los que en
él onciaron ; rctirélllc, i al salir noté sohre uno (1"
los altares lat('rale~ i al pié de un ~anto aflijido
por la miseria dI' SlI traje i una guitalTa !
Las iglesias <le :\[ uso eran ricas en joyas i pa-
r:\mentos, i :l\1ho un tiempo, no remoto, en qut'
tenian el aspeclo de templos cristianos. Uoi gnnr-
dan armonía con la desobeion de la anti"ua villa:
dentro de poco crecerán en su recinto las breñas i
los !Í.l'llOlcs, segun caminan a la ruin:-t.
Dió el Congreso a :J.[ uso 1,500 pesos anuale pa-
ra puentes i caminos. Asegnróseme que de ellos
se aplicaban 1,000 pesos para fábrica de i~lesia,
300 para la escueltt a cargo del Cura, i el resto ...
quizás para obras públicas a cargo del Alcalde,
hermano del Cura. Las iglesins ya queda dicho
Cómo están: quince niños desgl'ei'íados suelen con-
gregi.\f$e en una pieza cmpolvada i sin muebles, i
~

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50 PEREGRINACIO!'<

flllí gritan desaforadamente algunas palabras to-


madas de los euadros de lectura; i esta es la es-
cuela: barrancos escarpados, quebradas sin puen-
tes, bosque por todas las sendas, yerba j ruinas
en el pueblo; estas son las obras públicas. No
hai que admirarse, pues, ele la decadencia de Mu-
so, sino de que aun subsista la apariencia de un
pueblo. El egoismo i la codicia de unos pocos, i
la ignorancia i los vicios de los demas, concurren
a porfía a la dcstrucchm ele un distrito que podría
ser rico por d cultivo ele sus f.'razcs terrenos, e
importante por sus ahunflantcs minas de preciosas
esmeraldas. i :\Iiscrablcs hombres a quienes ciega
el apetito de uu IUt'lO mezquino hasta el punto de
no ver q ne se están suicidando, precipitándose en
la ruina COUlun que su salvajismo labra i apresura!
Al poniente de 1\] uso, a legua i media escasa,
queda la af, mada mina de esmeraldas, que hoi es-
plota una compañía arrcndataria cmpleanuo 120
peones. El establecimiento se halla hien ordenado,
bajo la c1ireecion uel intclijente i activo Sr. Fallon.
Los trabajos se ejecutan a tajo abierto, habienuo
aballdonadoel antiguo sistema de socabol1e~, inse-
guro i eycntual en unos cerros formados por capas
¡le pizarra mui deleznable, interrumpidas por Je-
cho" accidentales de calcáreo sistoso i cuarzo. La
mina actual presenta una escavacion drcular de
120 varas de profundidad por un lado i 20 a 30 por
la parte inferior del plano inclinado. La abertura
mide a flor de tierra cerca de 200 varas de diáme-
tro, i en el fondo de 10 a 50 varas; por consi-
guiente las pareeles son mni rápiclas, formadas dl;
pizarra desmenuzada que rueda a lo profundo des-
de que algun peso estraño perturba el equilibrio
momentáneo de ~ierra. En lo ,mas alto i al re-
-<,'t-C
~
____~®Biblioteca Nacional de Colombia
..¡

____~~~~_e ~~~~--~--------
DE ALPHA. 51
dedor del hoyo hai estanques grandes llamados
tambres, donde reeojen el agua de varias acequias
para lanZúrla oportunamente hasta el fondo o patio,
~e donde sale por una perforacion bajo de U1la eo-
hna hasta caer en la próxima profuJ1d~ que,brada
que desagua turbulenta i negra en el no ~,lJl)ero.
Para de~cu bdr ];\ veta de esmeraldas bapn los
trabajadorl's por la pared casi vertical con admi-
rable destreza, labrando con 1m golpe ue barra,
pequeños IIgujr!'o$ en que colocan sucesivamente
lo piés ~il\ dl'lcncrse ni vacilar, hasta el lugar de-
signa<1u jl~l'il el bauq ueo O corte perpendicular de
la pared a manera de esealon . El esprctndor que
por prilllen veZ presencia aquella maniobra, se
estremece e ptranclo ver despeñarse de lIn momen-
to a otro lo' peones al fondo empedrado de la
grandc (; c.iv;leion; ni faltan ejemplares dc mine-
ros que por afianzar mal el pié, o por caer de mas
arriba una piedra i darle contra las piernas han
descl'nclido velozmellte i despedazádosc contra el
P?Vimellto del patio: 10 cierto es que solo el 11ú:-
blto o la (,1l1ubóon puede inspirar a lo~ mineros
la auclazia j la indiferencia con que COl'r011 cual si
fueran hormigil~ por las pendientes paredes, hncien-
do rodar las sueltas piedras i la tierra del lugar
donde asientan el pié, que a detenerlo Ull poco
careceria de apoyo precipitándose indefectiblemen-
te el peon. Pucstos ell fila en el lugar designado
para el ballc/ueo, comicnzan a dar golpes de pala,
1 una larga h.ia dc tierra se desliza de por sí hasta
la zanja que circunda el patio. Cuando esta zan-
Ja se llena, el capataz suena un cacho, i el lum-
brero, a quien corresponde estar preparado, abre la
eOn¡ puerta elel tam 1>rc en vianda desde lo alto del
ceno hasta e1lJatio un torrente impetuoso de agua,

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52 PEREGRINACION

que bien dirijida, arrastra cuanta tierra i picdra


encuentra en la zanja, i la arroja Jlor el soeabon
del desagüe fuera del patio. Esta operaeion repe-
tida muchas vczes conduce Jlor fin al descuhri-
miento de vetas horizontnles o (li:lgonalcs de calizo
i cuarzo, en en)"o sella deben ll:lllnr~c las ansiada~
esmeraldas. Su presellcia la :il1llncinn el cuanlO
cristalino verdoso, los pC<JucI¡os cristnles llamados
verdacho, los fdones ele hierro eomhinado COI1 azu-
fre en tr():.\os hrillallto~ amarillos e irrisados, hasla
que por último se da en ln~ !/(//)!/as o cristaliza-
ciones aglol1Jcrauas en cuyo (('\llro brillan las pre-
ciosas piedras.
CIWlldo (stuve en la mina se 1rataba ue \ll' scu-
brir un rico socabon trah,¡j aclo por Jos e~pañ()les i
que se hahia clerrumbado sepultando a los traha-
.iadorc~. Tanto hahia inY stigado el Sr. Falloll, <Ju~
estaha l', i ("ierto de haber dado con la l)(:rrlicla
veta, j así lo indieahall los huesos petrificadus i
los tJ.rrOH de gu, (lua hallarlus lO!" los mineros, se-
ñales ciertas ele c. tar c!cs("u hriendo el " Soca bon
de los llluertos." Cuál ~ea ln rigue:Ga que promct ,
puede jnferirsc del hcel!o de ha1>"rse sacarlo dl) (;1,
poco ánt , <Ce urrrulllh. r s(', Hna esmeralda pllra i
mngnífica que PC l; Ú ccrn dt 18 Oll;\ilS i filé n mi-
tida :11 Yirei EZI¡rleta " 0 1\10 IIIt port('l1(o digno (~e
enriquc;\er el ;'¡[U ('o (h' ~1:t(lrid.
Adell1as dl' la ele }\luso se (Olloccn COlJlO abull-
dantes las lIliuru; de ~()HlHC, Sorqucsito i Co~cue¡;,
situadus en la misma serranía; pno careciendo de
a~uas que las domine·n, e~ mui prohlemático que
ll('gllen a labrarse, pues causarian enormes gastos
c[ue las inhahilitarian para competir con la de ?Ilu-
so, en la cual el agua desempeña grátis las dos
terceras partes del trab .•jo.

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DE ALPllA. 53
De regreso al pueblo ele l\Iuso atravesamos el
rio Minero, que en Coper llaman Cantina, por Ull
puente de bej ncos, fníjil i vacilantel:astn el punto
de no servir sino para per'onas, tel1lendo que pa-
~ar las be~tias a nacIo. La construccion del puente
es por el estilo del ya descrito en el camino de
COpt'l'. Lánzase de ulla :t otra orilh en forma. de
arco irregular o eUt'va ondulante. Enfrente, de tras
i al rededor se levan tan eneumbrauos cerros cu-
biertos de c~[lcso bosq ne no torado por el hacha,
en el cual, cuallllo pasalllos, retl1m baba la voz de
los peones i resollaha un ince~ante ruido de pája-
ros, ehicharras i animales ocult{)~, pnrecil'l1(lo que
cada árbol, cada piedra, c,\/la hoja tenia su habi-
tante, en tanto 'llll' el :\finl'ro (]ol'l'ia sorrlo i ame-
nazador por el ancho cauce, i a tr,'c:hos bramaba
cstreehándose rontra algun !lell. co, Stb}>enso en
la Jllitad del :llto puente me (',luve n mirar aquel
conjunto grandioso dé nnilllncirJll j so!elhd, la e, "-
IlUb 'ranci,t dI.: la vrjc:tncion, la grandeza de las se-
naulas que l!strcchnlJan el"spatio, la majestad del
rio negro i pre,;nro;o des]il"iÍndosu b:ljo mis piés ....
i la pequoiic7. ud hOltl hre en prcsclleia de la natu-
raleza salvaje que pa1'c('<) dúsaibr el !Jo/ler de la
intelijencia. 1 silll!mhar~o, me dije. alótlll día la
hUI'!la del 110111 bre quedará profunu'lll1cntc impre-
sa en este desiE'rto: él habní depllesto su altivez
ante el jcnio ele la clvili7.aeÍoll i resonará con el
ruido de la iudustra omnipotcnb!
\'1
Cerca de las minas de ('~Illcraldas, al otro lauo
de los cerros que demort\u a1 O. de las casa~, hai
r~neherías i labranzas en que habitan alguuos in-
dlO S Aripies, resto de las numerosas tribus cnemi-

®Biblioteca Nacional de Colombia


54 PEREGRINACION

gas de los Musos. Viven con cierta independen-


cia, sin sujetarse a trabajar como peones ni tolerar
poblaciones estrañas en lo que llaman S¡I territurio,
que pretenden se estiendc hasta las ribel'UR del
Magdalena. Estos no piden humildemente a los
descendientes de los conquistadores un rincon de
tierra para morar i subsistir bajo el título de "es-
,!Jua?'do, como lo hacen los cIsmas indios reduoidos.
Altivos todavía, i aspirando con el aire de sus bos-
ques el sentimiento de su dignitlad de hombres i
de señores lejítirnos del suelo 'lile habiwl'on sus
padres, lo llaman suyo i hnhIan d,' sus apartados
lindel'os con la naturalidacl ele propietarios se¡¡;uros
de su derecho. Sinembargo. la c'iviliznciOll les di-
rá pronto que siendo pocos no es tÍtil que Re les
dejen a ellos solos millarcs de legllas cuadradas de
terreno, i so lo irán reduciendo a unas pocas falle-
gadas; i el homhre de las selvas verá con a, om bro
este despojo, primer beneficio que recilJir:í de la
sociedad civilizada. ¿ Cómo ha de amarla cntón-
ces? Los Aripies son de regular eHtntllfa, hien he-
chos de cuerpo, de faccioncs pálidas e intelijentcs.
Visten ancho calzan blanco <¡ne llrga a la rodilla,
camisa tambien bla11cn dc lil!llZO del país, som bre-
ro de rama i sandalias de cuero. A ellos se confía
la constl'uceion de Jos p\lí'utea í'olgaIJtos sohro el
linero, eontenhíndosc e~t()~ i11j('11io1"oS naturales
con que les paguen un real diario a cnrln. uno, i
desempeñan su tarea con 1í'altad i prontitud. Sus
costumbres son puras i sencillas: obedecen i res-
petan a los ancianos, a las autoridades nuestras i
!l. los blancos de porte decente: viven fe1izcs, "ni
envidiados ni envidiosos."
Ignórase que haya en los alrededores de Muso
particularidad alguna o recuerdo de los primitivos

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DE ALPlIA. 55
moradores. HabJáronme de una cueva que dicen,
perfora la serranía al S-S-E. del pueblo i era fre-
cuentada por los indios; pero nadie supo indicar
dónde quedaba, ni dicron noticias de ~aberla visi-
tado: lo contrario habria sido de estranarse en jen-
tes tan morosas i apáticas, cuyo vivir es una pura
i simple vejetacion. En la misma serranía, como
a 400 varas en la direccion del caminoáeia Coper,
brotaba un manantial euyas aguas cxllltlabnn fuer-
te olor a njo . No hace mucho que desapareció ba-
jo un dermm be, i esta circullstancÍ:1, unida a la de
uo haber podido procurarme un poco de tierra del
lecho del perdido manantial, me privaron de datos
sobre que fundar juicio alguno.
Dos cosas nos restaban por :\"veriguar : la situa-
ejon e importancia de una poblacion que con d
caprichoso nombre ele " Otro-l'l ~lndo, " se halla
indicada en un antiguo mapa manuscrito, el cual
la sitÍla casi al N. de ]\Tuso i a muchas leguas de
distancia sobre las márjenes del rio Minero; i los
dos picachos aislados i clivi di<los por este rio, men-
cionados cn la Crónica del r. 1"1'ui Pedro Simon
como adoratorio de los !Ilusos, quienes los l1ama-
ban "Fura" i "Tena" (Homhrc i Mujer) i des-
critos por nuestro distinguido compatriota 1\1. ll.
Zaldúa cual dos jigantescas rocas de granito. ])e
una i otra cosa nos daban noticias tan cOlltradic-
torias i a vcze$ di~paratadas que determinamos se-
gujr viaje hasta donde la aspereza i lo despoblado
de la tierra nos lo pcrmitieran p:¡ra salir de dllllas.
Habiamos visto desde una eminencia la Fura-Tena
mui a lo léjos como dos grandes torres formadas
de rocas aisladas i apoyadas en estribos montuo-
~os que las enlazaban a las serranías adyacentes,
1 deseábamos ver de cerca aquellos moñumentos

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56 PEREGRINAClON

naturale., gue si, como indica el Sr . Zaldúa, son


de fOrlnarion granítica, constituirían un sorpren-
dente fenómeno jcolójico, por cuanto el terreno i
los cerros q ne veiamos pertenecen a las clases lla-
madas secundario i de trallsidon . En consecuen-
cia cDllm:ndimos marcha para Canipauna .
TOlJlal1llJ~ el camino de abajo, porque el de an·i-
ba no;; dijeron que estaba c~rmdo, lo (1 ue significa
que el uo IltlC lo ha invadido í cuhierto sin opo-
sicion ni contrac1íccion ue lo~ tolerantes vecinos j
11otic;ia de mal agüero rcspec·to dd Cllluino que de-
cian abierto . A tres leguas i llledia se red\ljo nu,,~ ­
ra jornuch, hasta llegar al Pllc:blo ti· Purirí, ca-
bcz..:ra dd distrito parroquial de l\taripí. Una sé -
ric continua de suhidas i bajadas rápidas por sen-
das que a tr~chos sirven de cauee a las aguas
1l0Yediza~ dejando el sucio lleno de zanjas, esca-
IOIH:s i ~altoR tlontlu las mulaR hacen evoluciones
admirables, sin cantal· con la volulltntl del jinete,
quien ticllé <[ue abdicarla i tra~ferirla :t la bestia j
tal es el c,lluillO de :\Iuso a l'uripí: haste decir
(1 UL' gastamos D horas en andar las 3 lleguas, i
que los SaCuuilllil'ntos eran tan fuerte~, que los ba-
rómetros marcaron ell Puripí 800 i 804 milímch·o!l,
es decir, ulla insigne hcrl'jía, puesto que nos po-
nian 1lJa~ ¡,bajo del nivel del mar: el mercu-
rio se hahía aglomerado en la parte eapilar del
tubo, i la columna supe¡·ior no desCendia. El pue-
blo susodicho contelldrá 80 vecinos en pocaR h a-
bitaciones de paja que no tlr'sal'monizarian con
las casas de Buenavista, así como los morado res
nada tienen que envidiar a lo~ de Muso en punto
:\ j ipatera í rclajaeion de costumbres . N.acen 35
en el trascurso de 12mcses en todo el dlstnto (800
habitantes) i mueren 20; por manera que aquello

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camina rápidamente a la dcspoblacion en medio del
mas completo abandono, plles no cuenta i\Iaripí
Con un solo hombre benéfico e influyente que co-
rrija las costUIll bres i rejcnere esa pec¡ ueí'ía socie-
dad acancC'rnüa al nacer. "Aquí no hai Cura,
nquí 110 hai Cura," iha diciéndollle yo mismo con-
forme endcrclaha mis pa~o~ 5ci,\ la iglcsia para
ver si me hahi l equivocado en mi fallo. Llovíase
el edificio por l,HlaS parte~, en términos el' estar
amenaz'lndo ruina, ¿ Para qué decir lo dl'lll:lS ! El
Cura, anciano i achacoso, vivia cSlrnño '1 cuanto
le rOlleaba, ;.;a tadas las fucrz1s lh·¡ t' lllltt i del
cuerpo, inválido pnra las tareas nC'!:\;ts j Itlulti-
plicadas ,1el sne rrlote civiliza(!O\'. 1 lll'stra ]'jisla-
cion no ha consagr:uln \1Il ~()ln pl'nstll11i ntn d" r('[or-
ma i beneficl'ncia ns! cc'to ne cstn"imp"rtnntesfnn-
cionarios qlle, como IH' dicho áll P', lo son TOllO
en pueblos n'tirados e ipeipient 'S, donde el Al-
calde es un pohre rústico f¡lIe ni aun la Con~titn­
cion política ha leido, i la :le ion de las ll')'l's lle-
ga floja i dl:H\'il'tlli<da, si ;1(':1<0 llega, i Plugui('se
a Dios que Jlllr fin ~e aboliua la p 1'Ilieiosísima
práctica de cohrar dinero por la adlllini~trn('ion de
los sacramentos, verdadero ~i1llonisll\o 'lu!> desau-
toriza i vilipendia el mini~lerio del Cura i le des-
poja de su prestijio moral a los ojo~ ele los feHgre-
ses, al paso qnC' propnga entre cstD~ la cormpcion
i el C'oneubinato! Pero llO bastará seí'blar sueldo
a,los Curas pam que viv:ln modestnmente: lajns-
tIcia i h convenil!ncia demandan que se piellse
tambien en crear un fondo {le pel1~i()nell de retiro
para los ill\'álidos del sacerdocio adi\'(> a quienes
11\ Ycjez i la pobreza sorprendan e inutilizcn enllle-
dio de sus trabajos meritorios. Se han prodigado
1n8 peusioncs civiles, monstruoSl anomalía en el

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58 PEREGRJNACJON

eno de la República, para premiar a empleados


sedentarios envejezidos en SllS fáciles quehaceres,
i se ban olvidado los párrocos rurales, sin recordar
que ellos tmnbien envcjezen, i envejezen rodea-
dos de privaciones i bajo el peso de todo linaje de
fatigas. ¿ Cómo culpar ntónces a un Cura que
en el último tercio de su vida se vuelve interesado i
avaro? La prevision de la miseria i la certeza del
desamparo que le esperan le compelen a degradar-
se metalizando su corazon, i de pastor benévolo
se convierte en c1esapiadado esquilmador de sus
feligreses. La culpa no es orijinariamente suya,
pero el daño moral de los pueblos es incalculable,
i acaso irreparable.
Dos leguas mas adelante de Puripí llegamos a
una cuesta que habia de bajarse para atravesar la
quebrada e1el Salitre. La cuesta era realmente un
haTlanco mui peinado, i sin asomo de camino, salvo
una estrecha vereda. Fué preciso desmontarse i
dejarse rodar cebando cada cual su cabalgadura
por delante. Pasada la quebrada sorprendimos en
el hueco de una gran peña a una pobre indiecita
que, toda azorada, trataba de ocultar dos peque-
ños calabazas. Segun luego supimos estaban lle-
nos de agua. alada rccojida lentamente en un ma-
nantial próximo. I,a infeliz muchacha tenia apren-
dido ya que en la tierra de sus mayores el homhre
civilizado habia erijido en delito el acto de apro-
vecharse de uno de los dones espontáneos de In.
naturaleza. Tranquilizámosla basta el punto de
señalarnos ella misma el escaso hilo de agua don-
de penosamente acopiaba de tiempo en tiempo la
cantidad de sal necesaria para su familia; no valía
la pena de detenerse a examinarlo, i seguimos ac1e-
lante a escalar un cerro que se alzaba derecho i

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DE ALPHA. 59
descarnado sobre la qUf'brada. No habia otro ca-
mino sino una senda mni angosta que serpenteaba
en cortos zig-zags hasta la elevada cumbre pira-
rpida!. Conforme subiamos, el problema se com-
plicaba mas i mas. El 3uelo de la senda ee com-
pOllja de pizarra desmenuzada que cedia bajo el
casco de la mula i rodaba por la ladera. Nada de
parapeto para tranquilizar los l1{'ryios, un tanto
alterados por la contemplacion del dcspci'íadero
limpio i vertical que tcrminal1a en lo profundo so-
bre el lecho de la bulliciosa quebrada, i se remon-
taba hasta lo alto eon apariencias de inaccesible.
Las mulas mismas se uctenian sohresaltadas allle-
gar a los ángulos de aquella diabólica espiral, co-
mo si reflexionasen de qué manera darian la \"lIcI-
ta sin precipitarse. Todo lo que yo habia leido 1;0-
bre el vértigo que suele producir la vi la de los
precipicio i el poder ele la imajinacion para con-
servar o hacer p('rcler el equilibrio, se llW vino allí
a las mientes por mi mal. Cerraha (·1 ojo del Indo
del despeñadero para no ver sino los ]lciia CPS c('r-
canos del Indo opuesto e imajinnnuc <¡Ile iba por
un e:ur ino ancho; pcro al I!< gar a los ángulos de
la e~piral i ver con cntrámbos ojos la falta de suc-
Io, no cra posihle consernl\" la consoladora ilusion.
Poco a poco i e11 profundo silen<:io trepamos hnsta
arriba: el m:llc1ito camino, e01l1O ClS uso i costum-
bre en la mayor parte de los nue. tras, ~ube a la
cima misma del picacho aprovechando toda la 111-
tu~a para despues proporcional' cl placer de una
bapda correspondiente: así las ngradables cl..o-
cio.nes del tránsito se prolongan hasta que 110 hai
donde encaramarse, como si se hubiese qucrido
poner a prueba la serclJidnt1 del viandaLto i la for-
taleza. de las bostias. La b, jada del C~lTO es eom-

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60 I'EREGRINACION

parutivamcnte SUave i segura, pasúndose al pié


una quebrada ~ín nombre, quc bien pudiera lla-
marse ".JlaJ-paso " en la futura Carta coro gráfica,
por lo que voi a referir, lo cual completará la des-
cripcioJJ de esta parte de la luta, muí parecida a
las demas de la comarca que trnnsitáhamos. Corre
h quebrada por un cauce profundo labrado en la
pizarra i el sisto arcilloso: el eamino si¡'?;\1(; la orilla
izquierda del barranco por una pendiente que al
llegar al últilllo n'C"Hlo visihle ~e alza muchas va-
ras subre cl fondo de la quel)l',ld:, formando pare-
don, Al fin del recodo se da Yuclt,l súbitamente
para tomar la ü'¡da de una colina a la mano iz-
quierda, i l)l'('cisamente ell este repliegue del ca-
mino sobre sí mislllo apénas mid . media vara de
ancho desde la recta colina al borde del barranco,
La f:dc1a de la colina tiene m.a altura repentina de
tres varas sobr' la ~cnda (1" 'j'll) "s cOl1tinnacion,
i esta altura /le salva. tr"pando por UI1'l esealera
formada de grandes piedras negras, lllstro~as i casi
redondas. Iba yo clistraido u 'tras de mi cOlllpuue-
ro, cuando el ruido de los CdSCI)S de: su mula que
~c resbalaba, las Yo:!:cs que dal,a para animarla i
t-I grito "i pié a tit'l'l'a !., q lle I,'e dirijió desde 10
al to del rccodo IllC h icieron n~l'arar ll1 cl paso pe-
li¡!;r'Iso; mas ya cnl tanh.', ¡ll'l'S mi mula C01nen-
zaha a ,ul,ir la e call'ra, i I.'lltr' la l'olina de la iz-
q uicrda, bil1H)ul.'ada a pico, i el !tondo balTanco de
la aerecha 110 había esp.lcio IHll'l cl'jar ni para
apearme. La mula se uetu\'o a ('x~lll1inar el lugar
tomo lo acostumbran estos intelijcntes animales:
yo le confié las rítlldas i mi sU"rtc', i al fin arr •• n-
eó pam arriba; pero cn la mitad de la escalera le
fallaron :LlIl uas patos i resbaló violentamente para
tltras a caer en derechura a lo profundo de la que-

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DD ALI'IlA . 61
braua. Una intcrjcccion vj~oro~:t que me arrancó
el susto animó al animal, no lllénos asu~tado, que
haciendo pié firme, no sé eómo, jiró sobre el pre-
cipicio describiendo un semicírculo con todo cl
cuerpo en el aire hasta recuperar el suelo lieia
atraso
_" v írjen de Chiquinqui:á, mi amo, eso ~s
volar! ,- e~clamó d peon baqUIano que uesde abaJO
presenciaba con la boca abierta aquellas estrañas
cabriolas .
- " i 1 quién te ha dicho, alcornoque, replicó
mi compañero desde lo alto, que este camino se ha
llecho para caminar?"
- " Sí, mi amo, el camino está .fieresito, pNO
en hajando la otra eu ~ta entraremos en lo llano,
que aunque es un po~o pantanoso no thmc pe-
ligro."
- " Otra ruest~ i un llano pantanoso! esclnmé
dcsmontúndom e, huen comudo! ¿ 1 vos d~cí,_
:tlu baqt.i:lllo, que este camino jie¡'esito es mcjor
que el quc llaman dc arriba? "
-" Sí señor: el de arriba lo ha tapao eImontc,
i hace tielllpo qnc no lo componen ."
_" l 1 qué hacen el Alcalde de Muso i el de
PUTipí? ..
_" Pass quién sabe, señor! ..
Este " qui[~ll sab\! -, es el ultimatum de los in-
díjenas i me tizos. En llegando a él 110 hai que
preguntarles lUas sobre el asunto de que se trate,
pues o nada saben, o no les conviene decir lo que
saben. El ultimatum de nuestro baquiano tenia
evidentemente mas tle m~licioso que de cándido;
tazan adicional para tlpjarlo en pazífica poscsion
de su reserva. Todo los caminos de la parte baja
del callton Chiquillquirá se parecen al que de 1n-

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62 PEltEGRlNACION

tento ho ucscrito. ¿ Cómo, pues, han ue progresar


aquellos uistritos condenados al aislamiento pot
la incuria dc los vecinos j la eatolidcz de los Al-
caldes? Ni debe sorprender la próxima estincio!
de los pueblos Buenavista, :\1U50 i Puripí, cuando
a la falta de caminos transitables se une para des-
truirlos la ausencia de toda policía i el egoismo i
la avaricia de los vecinos que podrian atlljar la
ruina, pero que no la perciben o ¡cosa cstraña !
están interesados en ella como las autol'itlaues de
Muso.
Bien entrada la. tarde llegamos a Canipauna,
pueblo de 20 casas de paja fundauo en l!H7 i com-
pueRto de los vccinuul'ios entónces existentes de
Callipe i Pauna, de cuyos UOS 110m ures illdíjena~
han sacarlo ahora el compuesto que lleva el lluevo
pueblo. K tú situado este en una llanurita ahier-
ta i alegre, a c{)rtr~ ílistancia mas abajo del asiento
del antiguo Pauna. Aquí, como en Cáldas, ha
faltado ulla cabeza inteJijentc para trazar el llue-
bio, i cada cual ha levantauo su casa donde mejor
le ha parecido, con el uesórdcll que es de cOll!iide-
rarse. Los habitantes son mas activos i robu~to
que los de los otros distritos, i en el mercado se-
manal se nota bastante concunencia i.Jnovimiento,
celebrándose los camuios i contratos principal-
mente con vecinos de Chiquinquirá. Cauipauna
encierra muchos elementos de progl'cso, i adclan-
tará sin duda si In suerte le depara Alcaldes como
el que hallamos funcionando, jóven lleno de Ph-
triotismo i deseosísimo ue )0. felizidad tie su di~­
trito.
Al N-O. del pueblo i a distancia directa de 2~
leguas, en el último término de una série de colí.
nas descrecíentcs que desde Cauipauna bajan hasta

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DE ALPBA. 63
el pié de la majestuosa serranía del Tambrial, divi-
samos los vértices blanquecinos i ere.!tos de Fura-
Tena. Para llegar allá era preciso dar nn rodeo de ca-
si cinco leguas yendo por el camino que conduce al
Otro-l\1ulluo; circunstancia de que nos alegramo,¡,
puesto que de alO'una cumbre seria fácil determi-
nar la posicion d~ aquel vecindario ~ingular, i en
las cercanías de Fura-Tena debiamos hallar quie-
nes nos dieran todos los informes apetecibles, vis-
to que ir personalmente al Otro-J\Iundo era em-
presa bomérica, no siendo fáeil atravesar las sel-
vas i desiertos que de él nos separaban. A]a ma-
ñana siguiente partimos, i como a las 3 de la tar-
de llegamos a la casa dcl Sr. Padilla, donde hubi-
mos de dejar las cabalgaduras para trasponer un
corro que nos dividia del objeto de nuestra escur-
sion. No babia camino alguno, i fué menester abrir
a machete una pica por entre el bosque: el calor
era abrasador i la fatiga no pequeña, pues las la-
deras del cerro son en estremo escarpadas. Por fin
avistamos las turbulentas i negras aguas del Mi-
nero, i dc allí a poco nos hallamos en su orilla de-
recha, teniendo enfrente la Fura-Tena. Fué (¡sta
en su oríjen un alto cstribo de la serranía del N-O,
rot.o al traves por algun telTemoto que dió paso al
Minero. Las aguas del rio, que allí es caudaloso i
corre a razon de una legua por hora, labraron la
rotura hasta bajarla al nivel dcl cauce, cortando la
peña verticalmente. El cerro mayOl" (Fura) mide
625 metros sobre el rio, de los cuales 100 son una
l~nea perpendicular, determinándose desde este
l~lllite a la cúspide una lijera inclinacion ácia atras,
IIUllllaa vejetacion que algunos arbustos. La parte
P08terior del cerro, a trechos montuosa, baja en
Ondulacúonel rápidas i cortas dejando al desaubier-

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04 PEREGRINACION

to la altiva ere~ta del coloso, descarnada i en for-


ma de un inmenso bonete coronando una pir{¡mide
irregular. El cerro menor (Tena) mide 380 me-
tros del pié a la eillJa, cortado perpendicularmente
solJl'(~ el rio, í formando su espalda uu plano in-
elinatl0 OIHlulante, que comienza a un tercio de la
altura de la cUlllbre, dejándola aislada. La rotura
quc los s para ticne 300 metro. de abertura en lo
alto, i 30 en lo h,ljo, por dOlldL: se precipita el li-
nero eIlcajolla(!o i ruidoho . Cal'¡)S rectas i eu~i a
plomo de sisto arcillo~o j pizarra con~tjtuycn uno
í otro JH líon, qllc lnvado., por los fuertes agu,.e\:-
ros de,i:ill al de~cubicrto las pumas i aristas agu-
das 'lile ws dan la estraña apariencia que los ha-
ce tan 1JlItablc~. Al pié elll U~",S ji u 'ante3 la figura
del hombre (les"parL'cL: l:1l su pequeñez, i solo la
majestuosa ~llT¡l1Jía de que son apéndice i que Re
alza ;3,~:;~ n,<:ll'OS bill trallsicJOl1 de valles ni <!u<!¡,-
tas, podría diNlllillllil' 1.L grallde~a de) efecto qu<! a
no ser ]Jor esto produciría la Fura-Tena con su "h-
pecto illlponcnte i la desnudez de sus rocas COI1-
tra~tal1l¡() cou el e"peso i Yigoroso bosque de los
cerro" vecinos. U na legua mas adelante de la Fu-
r<l- Tena hai otro fenómeno jcolójico en que nadie
pone b atenc;on siendo como es admirable i gran-
rlioso. lIallJu dl'l Boqueron de Peña-armada, que
es un Clll'l<: hedlo a pico en la gran serranía para
dar pa.o .\1 ),¡illero i al Tapachipí reunidos. Tiene
la abt:rtlll'a ~,:;oo metros de espacio arriba, i 500
metros en la base. El celTO cortado mide 3,531
metros de altura, i las paredes del boqueron des-
cansan en muros perpendiculares de 1,050 metros
de elevacion formado cada cual por una sola roca
de gres . Nada puede ser comparable al supremo
esfuerzo de la naturaleza para romper así aquella

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DE ALPIlA. 65
cnorme masa de rocas que parecen creadas para
resistir las mas violentas conl11ociones: el ánimo
se sobrecoje al considerar la mugnitud del poder
llUesto en accion para V':lncer tamaño obstáculo, i
se admira la oportunidad con que la mano del Crea-
dor abatió la estupenda barrera a fin de dar li~)re
paso ti los dos rios, que de otra ¡llanera habnan
inundado toda la comarca, ddenidos cn su curbO
por altas serranías eapazes de resistir inmobles
cualquiera presion de las aguas.
Como el día se nos acababa tratamos de re-
grúsar temprano n tomar nuestras cabalgaduras i
alcanzar el pucbl,) no llllli entrada la noche; mas
en la pCllo~a faella de t'~ca ,al' a pié el áspero i mon-
tuo~o cerro que uos sepnraba de la estancia del Sr.
Patli lla, ga~lall1os el rusto del dia, j el dueí'ío de la
C/lsa, all 'lInO respetable, amable í franco que en
aquella soledad vive patriill'calmcnte rodeado rle
su, hijos i nietos, lIO nos permitió seguir, dándo-
nos ~u mesa i hospedaje de una manera tan cordial
que 110 cra posible rehusar el oportuno beneficio.
Hablámosle del Otl'o-;"¡undo. "He estado en él,"
nos dijo, i no Plldimo ménos de sonreírnos por lo
estrambótico del rluid-pro-quó: " es un vecinuario
de sei:i familias asentado a orillas del 1\1inero, sie-
le leguas de aquí rio a bajo. Antiguamente era
lilas numeroso, formado de malhechores que huían
de la jll~tieia i hallaban en ese desierto 1111 retiro
entónces inaccesible, i vivian allí sin Dios i sin leí
s~bsistien<lo de la abundante pesca q uc ofrece el
no, de algunas matas de plátano i de la caza de
venados i otros animales moutarazes . Poeo a poco
han ido entrando en relaciones con nosotros, i hoi
~e consideran como parte del distrito de Canipau-
na, habiendo recibido llll Comisario i sometídose

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66 PEREG RI1\" ACION

a las autoridades. No es jcnte mala, aunque rús-


tica ¡casi pngana, pues hui muchachos grandes siu
lJuutizar. Las mujeres visten unas enaguns de lien-
zo atarlas al pescuc7.o, sacando los brazos por las
abertuTns laterales : los hom bres llevan ca]zon an-
cho, i cuando :;[llen por acá sc ponen cami a. Ha-
bin. entre ellos un ncgro "iejo flue sacallu mucho
oro de parajes ignorarlos de los demas, i perdidos
tlespu .~ de la muerte del monopolist..'l. Ahora co-
mercian bOleando algun cacao, cabezas de !legro
(marfil vcjetal ) i otras cosillas de poca llIonta que
les prodllce lo llecesal'io para comprar Yc~tidoS i
herramientas . Donde tienen sus 11abitaciones haca
el rio anchas i hermosas vegas sumamente [t·rtil(·s
que permanecen ~in cultivo, i que sembradas (le
eaña, café, cacao i algodon enriquezerjan a cual-
quiera, jlmsto que todo podria llevarse 'fúcilmente
no a lJ:ljn hasta el puerto del Carare sobre el Mag-
dalena. "
Tales fueron las noticias que del Otro-Mundo
adquirimos. Otl situncion es 8 leguas al N-O. d,
Canipauna i 17 leguas al 8-8-0 . del puerto del
Carare siguiendo el eurso del Minero, que en aque-
llo~ parajes es manso, profundo i navegable, i llc-
va sus aguas al traves de selvas vírjenes i desier-
to, nun no esplorauos por el hombre.
VII
Como 5 leguas al N . de Canipauna hai otra cu-
riosidad natural que llaman" Peñon de Quitiso-
que," i consiste en una gran roca de gres que arran-
ca desde la mitad de la alta serranía, formando
una esplanaua en la parte superior i un muro Yer-
tical de mas de 300 varas de altura por el frente.
N aee de la euro bre de la serranía un riachuelo quc

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DE ALPllA. 67
en el in vierno rcune muchas aguas, cuya corriente
~e dirije en de::reehura sobre el peñon escavado en
lo alto, a m~nera tle recipiente donde las aguas se
acumulan en un gran r~1ll:\11S0 o lagulletn, apoya-
das contra el rehol'lle del Peñon. Por ulla singu-
laridad llotahle este reborde ~e halla pcrforado a
cierta nltura por tres agujeros superpuestos, de los
cuales d inferior mide :> v~ras de diámetro, i por
él se precipita una herlllosa columna de ngua, ín-
tegra i lijuramente arqn 'nda por espacio de 200
'Varas, yéndose a perdcr con estruendo ('11 el espeso
bosque i entre los arb\l~t()s i enreda']..ras que
ocultan con su lujoso follaj\~ el pilo elel Pl ñon. Du-
rante el invierno, aCl'eeent1.clu l'l crltllhl (lt:! ria-
ehuelo colma el recil'i, lite, i el ag1la s'de por lo~
tres a~lIjeros 11 un tiempo, eOIl íllqlt!tu propon·jo-
nal a 1<1 presioll de1lí'luido, brillando n s,llande-
cien tes tres arcos al principio tl' la (':\~('ad:l, 108
cuales en breve se unen i confulch n ('n el ponclc-
roso chorro qne atruena i conmueve el ha que in-
ferior. Todo en derredor está desiC'rlo : los ji<:{nn-
teseos robles mueren allí de \'ejez alIado del Ca-
riame que ofrecc inútilmente su madera amarilla
con listone~ rojos i negros, i del ~I:lri]loSO que pre-
~enta los mismos colores caprieho,,:lu1l'llte n'par-
tidos en forma de lunares. Aves infinitas i monos
retozones pueblan el ramaje, i en la espcsura se
oye a ratos la rárjela carrera de alglln \'.'n:ulo. o
el rumor sordo de los cerdos silvestres quc en nu-
merosas manadas huyen a Jos brtrl'lUH'OS impene-
t¡'able , en tanto quc ' la vozu" la cascnrla domina
todos estos ruidos i hace aun mas sensible la ~,rres­
te soledad de aquellos lugares rara vez Yisit~1dos
!),or el hombre. El que ha pasado largos días apri-
SIOnado en las paredes i c:lllcs de las ei udatles,

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6R PE REO RI~ Aelo~

nl.lrlir O c. pcetador ele lag pasiones iracundas que


allí Cl1VellCn~n la vida, de las miserias de la am-
biciou i de las hajezas de la eOlTosiva envidia,
siente impresiones indefillihles cuando reposa el
espíritu en el seno de las magni!lcencias de la na-
ttlral 'za, aspirnndo el aroma de los hosques i ol-
vidando en prcEelleia de la creacion las pc~adum­
ures soeial~s. Déjanse con un suspiro estos luga-
r"~ de palll, como el fatigntlo navegante se aparta
de' la,; rresca~ i hospitnlariaq riberas para tornar a
hs tcmpc,tndes i los padecimientos, cnecrTfldo en
la estrechez del barco j i al dcjnrlos se pr 'gunta
uno invo1111ltnrialllentc si 1:1 vida civil \'Idc bien
tantos sacrificios como CUt'St'l !
En cl resto ele esta p:nt:: rlrl canton e' iC¡lIinql1i-
r~, al S-O. de h c:lbczera ¡hasta log li!Hlcros de
Mariquita i n'1got;.í, 110 hn i mas rlistritos parro-
quiales r¡l1C el de Paillll', (,llyO~ habitantes ~\' di ;-
tingncn por Sll color hlrtlleo pálido, el cabello ri-
zado <]ue usan largo, h cOllstitncion débil i las
habituclcs sedentarias; i el de Itoeo, dividido hoi
el1 las tres capillas o ycciudnrios de Ibama, (~l1í­
pama i lIallen, habiéndose destnlido casi del todo
el antigul" l'lIeblo (10 Itoco. Estos distritos son
Ilohl'e~ en bienes industrirtle9, pero ricos en mina~
dI' sal, cobre, plomo i hierro, ('11 maderas oc toda
c~p('cie i CIl terrenos fértiles favoreci,los por tel11-
rcntmas muí variadas t1l·~(le 18° a 29° dd ccntÍ-
gl'r:Uo. La pohlacion tic entrámbos distritos no pa-
Sil de ::).100 habitantes, que esparcidos cn un vas-
to territorio apénas marcan la hlH'~l1a de una in-
dnst"ia insignificante. La naturaleza casi cspon-
tállcmnentc se encarga de satisfacerles sus necesi-
dades i los dispen~a del trahajo: viven feJizes, sin
que ningun cuidado en cuanto al dia de mañana

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DE ALPllA. 69
perturbe la soñolicnta quietud de sus cnsns. En
tal situacion i \,cr qué afanarse? El trabajo requie-
re csfucnws i todo esfurrzo rs para ellos ulla pella
que no tiene para qué imponersc.
De Canipauna parte al E. el camino tiue con-
duce a Chiquinquirá por cnt'Íma de la elevada Sl:-
rr~mía i por cntre lo(lazales permancntrs, a cansa
de no haber una sola zallja que dcsyíe del c(1I1¡ino
las aguas lIoyedizas. Tre~ h'gUllb i Illedia h:li de
l'lIesta arriba hasla el punto llamado I"as Vueltas,
en que se da ,ista a lo~ despt'jndos ,,¡¡!les i limpias
lomns (It: la l'l'jioll slll,eranu.ina, u.l'jando atras las
selvas illterminablcs, lo~ et'lTOS {'olus:llcs cubiertos
de 1l0S(jllCS :,iellll're vcnlt,s, i los tUlllUltuOSOS to-
rrentes 'lile descil'lHlclI a saltos hasta lo!! profundos
i ardientes "alles fertilizados por el rio ~lillero i
sus ocho tribul:\rios. La J'l'pcntin,~ tramicion de
una rrjion a otra hacc Illlli Ilot::hles tillS contrastes,
tanto CIl la eouficrlll',a'ion del suelo i Ul la vejeta-
cion natural, eon~o eH ]ns llilbil::ciolll'S, lo~ vetili-
dos i las sementeras. En la n'jioll ",uh:lIldinu lO ..
do es jigantesco, esccpto el hOIll bn,: los de~iertos
se 8ueet!en apénas interrumpidos 1 (r aIgll1l ]lUe-
bleóIlo, i las scmcn tl:ras vi~.ihl('s se n:duel'1l a b
caña, r:l lIIaíz i el plátano, sem bl'<lclos a trechos i
rodearlos del bosquc :11 eual parct'('1I disputar el
terreno. En la rcjion alta se t'sliCIl(]cll los alllenos
valles elltapi:-.ados de mcnlllla yerba () cui.ladosa-
mente divididos ell pequeñas heredades selll bra-
das de todo linaje de :t'rutos l1lcnon's i animadas
por la humilde casita i la robusta familia uel fe-
liz propietario: ningun boslluC interrumpe la vis-
ta del país, ni se alldan muchas cuadras sin hallar
habitaciones i ventas ele chicha. Allí los vestidos
son lijeros, desa pareciendo casi enteramente la rua-

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70 PEREGRJ~ACION

na, el llabIar es voluble i en nlt,l HJ:t, los movi-


mientos sueltos ilas fisonomín~ dl,spabiladas. Aquí
los vestidos dc b:\ycta, la eterna n¡,,'¡\a, el hablar
pausado con insistencia sobre algunas COll.30nan-
tes que suprilllcll lo~ calen/al/0o, i lns fisonomías
inlllóvil e5 i reservadas de Ia raza indíj na. Final-
mente, a los ~ellderos quebrados, sinuosos i fati-
gauores ele 1.\ rl'jion baja, se succ(kn los caminos
anrho~, nivelados i naturalmente firmes de la l' '-
jion alta, por lo~ cuales las jOl"lladas se acortan, ha-
ciéndoslJ ~ill mol-!stia del jinete ni cansancio dc la
bestia. Paisajc, industria, pohlal,ion, clima, todo
es diferellte, todo l1a variado en el brevc cspacio
de tre' hows de marcha. Dos sit(Jos mas, i la rea-
lidad de los hechos sobrepujará a cllanto la im¡¡ji-
nacíon en sus fecundas cOIllbillaciones invente
acerca ele la opulencia que Dios tiene rcsernlda a
estas cOlllarcas singulares, \"~sl() n:cipi nte de ri-
quezas infinitas que sr' ,¡culllulan cn silencio es-
perando a sus futuros ~eiíorcs. Tierra eomo ('sta
]10 ha sido crl'ach sin gralldes designios; i los de-
signios de la Providencia no son instablcs como
los proyectos, ni efímeros como las jf!neraciones
del hombre.
Poco lJl:1S Lle dos leguas al N. de Chic¡uinquirii
sc halla situado Saboyá, calleza dd distrito de
este nombre, i último del canton, con 3,500 haLi-
tan tes sanos, rohll~tos i vividores, pero harto de-
,idiosos, pues morando sobre el suelo fértil de la
planicie i en fácil COlllulIicacíon con los demas
pueblos, viven sumerjiUos en pobreza. La elegan-
te iglesia i hermosa casa cural es lo único que hai
notable en Saboyá : el reducido pueblo duerme el
sueño de la inercia, i cuando pasamos por él, ni el
Cura, ni el Alcalde, lIi el Juez se encontraban allí:

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DE ALPllA . 71
tan solo el mae~tro de escuela estaba en tllla bu-
milde easila rodeado de 20 niños pobremente ves-
tidos, i sentados en tablas colocadas sobre monto-
lle~ de adobe, sin útiles para el aprendizaje i
acaso sin esperanzas de aprender r..ada en fuerza de
semejante abandono.
Cerca del pueblo i ácia el ~ . cxiste un monu-
mento indíjena, bien raro i curioso por cierto, que
hoi llaman" Piedra-pintada." Consiste en unagrnn
roca de gres de seis varas de altura, sietc de largo
i cuatro de espesor desde el frente a la espalda,
de figura irregular, esceplo el frente o ellldo que
mira al N-E. 1 cual presenta un plano vertical
talla <lo por mano de hombre, Este plano está cu-
bierto de jeroglíficos pint:Hlos como a pinccl COIl
tinta morada indelt-blc que desde el principio pe-
netró i llen() los poros ele la roca. Parte de estos
jeroglíficos ha desnparecido bajo manchones de
musgo menudo i mui tenaz; parte a causa de la.
bal'bDl'ie de jentes neciamen te codiciosas que han
juzgado ~er aquE'llo un'\ señal (\[' tesoros ocultos,
i arrastrados por la sed brutal de riquezas, han de~­
pedazuelo lo alto ele la rOCa haciendo volar con
pólvora algllno~ frngnll'ntos que yacen regados en
derredor . L(ls figuras ,'isiblcs forman dos gl'llpOS
distintos: el de la derecha del espectador es un
conjunto de rayas verticales angulosas interrum-
pidas por losanjes aislados o en contacto uno~ de-
h¡ljO ele otros, siempre manifestando el número ele
trt~S, núnll'ro que se repite con afeetacion encima
i delHljo ¡lel g1'l1pO, mediante rayitas pintadas de
tres en tres, ora verticales, ora dingonales : el bTl'U-
po rle la izquierda, 111:1S copioso que el anterior,
ke c0111]1one de escaleras con seis escalones, grecas
con seis lados verticnle , muchas rnyitas })illtadas

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72 PEREGRIN ACIO:;

de seis en seis, la figura de una mallo derecha abier~


ta, i marcada la valma con seis líneas verticales, i
otras tantas horizontales, i la figura imperfecta de
una rana con rabo, emblema de que se valian los
Chihchas para n'presentar las aguas abundantes.
Debajo de todo esto se ve una línea ondulante
horizontal, cuyos senos repiten clnúmero seis ca-
racterístico de este grupo de jeroglí.ficos. La roca
reposa sobre otra mayor soterrada, visihle por ha-
ber escavado en torno los codiciosos una zanja, sin
duda para buscar la entrada de alguna elleva imaji-
naria, que no puede haberla en terreno como aquel,
formado de sisto nrcilloso mezclarlo con arena i
greda. Que estas fl:~nras sean jcroglíficos con sirr-
llificacion hi ~tól'iea, me lo han hecho creer dos ci~­
cunstancins bien notables: la primcra ('8 la certe-
za tradicional que se tiCllC de haber siJo !r1ui es-
tensa la laguna de Fúc¡ucne, certl'za enrollustecicla
por observucicmes jcolójicas bien obvias 80hre la
constitucion cleI suelo de la llanura i la confign-
racioll i ~e cit1el1tcs de las serranías lateralrs, que
¿¡11Il Con H("rvan evidentes señale~ de haber servido
de barreras a un va~to 1;lg0: la otra circunstancia,
en mi concepto drcisivn, es la de hallarse orienta-
da la roca mirnndo ácia la violenta rotura de la
scn-anífl que corre E-O, término N. de la gran
planicie, por la cunl rotnra se precipitan las aguas
del hasta allí silencioso rio dI' ~imi.ia('a, corriendo
con el nombre de Suárc'z ácia Puente-nacional.
La ?lltigücdad de la Piedr:l-pintada i de sus je-
roghficos es bastante para .Juzgar que aquel mo-
numento es obra de los Chibchas, testigos de la
terrible pero beneficiosa revolucion que cl(,hió pro-
ducir la repentina salida de las aguas de Fúquene.
Por otra parte, Saboyá está situado a 2,801 me-

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DE ALPUA, 73
tros de altura sohre el nivel del mar, i la Piedra-
pintada a 2,8-15 metros; i como el boqucron de
Tierra-negra, límite i barrera del antiguo gran lago
por la parle S, mide 2,868,6 metro.'; de altura, es
evidente que Saboyá i sus ccr~allías llUllca estn-
Tieron sumerjidas, i quc sus moradores putlieron
prcsenci:lr el catacli~mo conmemorado por la Pie-
dra-pintada, tan súhito i espantoso que debió im-
presionarles de una manera cstrnordinaria, La le-
yenda contenida en lo~ jeroglíficos nadie podrá
descifrarla: el llJOllUII1ClltO es lÍnieo en su especie,
i la devastadora cOllq \lista cnyohió cn la ruina
jelleral tradiciones, anales, lcngu:.je, cscritura i
cuanto nos serviria en ('sl(l~ til'lllpnS pnra restable-
cer las perdidas erónic!\s ,h, In;; Chibehas; a cuyo
propósito, i para d'Il' una id"a elel e8lólido ('spÍri-
tu de d~struccion q'lc prulominnba en los conquis-
tadores, 110 1l1}edo ménos ele rccol'(lar que en 111';(
historia de la Orden de Santo Domingo, illljlrr~a a
fines dc1siglo XYIJ, mcnciolla el histori:Hlor <'01110
mérito grande de uno de los misionero .. (,1 haber
dc~cl1hinto varios dcpósil()1 ocultos de ídulog,
ll1itntns pintadas i .. otros ohjetos apropiados al
culto dd Diablo" i gllcllládolo tocIo, anliclIun en
],t 110gllcra J1\1l1titu(1 dc cargas de "embelecos i
hcchizt'rías," dice el fraile, cuando cran sin duda
preciosidades inocentes o por \'C'lItura los arel.ivu:;
históricos de los Chibchas . El bllCll0, el ilustrado,
el b(;l1éfico fraile 13artolol11l' al' La~ C:IS:¡S redujo
talllbie-11 a ccni:t.¡)s los 11l"IlIlDlL'nlos i (TÍlnicas de
Chiapa, con intenciOll de ]l~rjudjcar al Diablo, sien-
do así que solo a las Ciencins i a la Historia anti-
gua de América peljudicó , To,:os eran iguales en
este punto: tocIos llutrit10s con las ideas 112"h rn~
i tlsoladoras de la Inquisicion; i por cierto que si

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74 PEREGRINACroN

el Diablo los vió alguna vez en el afan de quemar


lo; anales i monumentos :¡mericanos, léjos de eno-
jarse hubo de apl:1udir a los ('j(,clltOl'e~, puesto que
trabajaban en beneficio de la ignorancia, verdadero
i acaso único Diahlo, causa de los crímenes que
deshonran i degradan el linaje humano .

Contiene el canton Chiquinqllirá 2(i,GOO habi-


tantC's irn'''nlnrn1C'nt . ' distribuidos sohre un te-
rrito"io de ~2,l J¡.gllns ~>Tnn:l(linas cuadradas, de
las cuale. 110 son !le"itl"lns <'"lItil1l1os, la mayor
parte baldíos. Las 8-1 leguas cundradas restantes
quc se dan p()r habitadas, no lo están en propor-
cion a su fertilidad ni al tamaño de los distritos,
pues el de Chiquinr¡uirá cuenta 8,000 habitantes,
el de C,llli¡ 'tllia 5.000, el de Saboyá 3,700, el
de Cáldas 3,500, el de Bu('navista 1,600, el de Ito-
co 1,200, los de Coper, .:\T uso i !)aimc ~)OO cada
uuo, i cl dI' í\Iaripí 700. 1':1l l,l ónlen C11 que van
lIomlnados, lo~ seiB último" son (le mayor ten'ito-
rio, (le manera que irnpropinmt'l1te pueden llamar-
se poblados . La poblacioll am ,cnta en los cuatro
~ limeros i disminuye e:l ]o~ rl'stante~, sobre todo
en ;\ruso, Bucn:Jvisla i ;,Iaril'í, nD porque sus cli-
mas sean nl:lI~;¡110S, sino ]H r ¡,dta tIc quienes ani-
men la inrlustria i corrijau la ('oslumbreF. nI.! las
H1 leguas qUl' ~l> dicen !wblad;,s, apénas la déci-
ma parle se ha \la oeu pada por ~ell1enteras j ganados:
laq restantes son bO'lJucs i Ll'.:iia~, propiedad 110-
minal de algunos t\ntiguosn'l11atadoreB de baldíos.
Húllnnsp minas de hierro, carhon, sal, cobre, plo-
mo, oro dc aluvion, cal, yeso i abundancia de ¡tzu-
t're en varias eombina<:ioncs. En punto a allilJ1al('~
i reptiles 110 pa\,(;ce sino que allí se han eongr ga-
do los de toda la América, encontrando cada cual

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..
DE ALPJI A. 75
5U elima i alimentos apropiados, desde las alturas
en que el termómetro centígrado marea 12° basta
las ardientes máljenes del Minero j las fértiles ve-
gas del Otro-1Iundo bañuda~ por un sol de fuego.
La industria fundamental de esto~ pueblos es la
agricultura i la ceba de ganadoR, e'lm biúndose entre
~í los productos peculiares (le sus respectivos cli-
mas . 1.. (\ base de lo~ CUlIll)io' son Jos tejidos, al-
pargatas, sOllllJ\'cros, hules i monturas que eS¡Jo)'üI
el distrito de Chic¡uinquirá, con algun ganado en
pié i sal de trúnsito, i tal cualre1l1l'¡¡a de papas,
arroz i otros gnll10s que los distrito~ de tierra fria
(Saboyií., Chiqllinql1irú i Cáldus) haccn a los dc
ti"rra {'alicnte, de dOIHle rr'cihl:n mieles i pallela,
i rara \'ez ca!'é i cacao, 110 obstantE' C¡1It' Re pro(llI-
cen casi eSI'0nt(lI1Callll:n(e i de e:tlidnd sllpL'ritlr,
sobrc todo en Muso, cuyo café de grano grall<1e i cn-
sortijndo encierra un ;¡rOIll<l esqui ito. El r~\ln hio
de estos frutos se vcrifica cn fIIc¡,earlos q \le S~ tie-
nen en cada pueblo 1111 clia CIl la Sl'Ji1:ln:l, por Jo
regular el domingo, i el trnsporte lo hacen u lomo
de buei, Ílnico H)('dio practicable en aquellos t'a-
minos fragr)~os i abanc]Ol:n<!os. El pacielltc animal,
enjalmado i con un hlr~o cabestro, atado al agu-
jero que le ubren en In ternilla de la nariz, mar-
cha del:.1l1te del conductor con dos grandes mochi-
las encima, i a yczes llna 11\11jer o un muchacho
por añadidura. Un grito, o un movimiento del
cabestro le hacen Upn'Slll'ill" o ddcner el paso, di-
rijirse a derecha o izquierda, o RuJ.¡irsc a los ba-
rrancos pam dar pa~o al viandante qne se eneUlll-
tra con las cargas en los estrechos c:illcjones por
donde no es posible pasar sino en fila. De regreso
del mercado, el bLlci sin carga se convierte en ca-
balgadura del :uno, i contra touas sus habitudes

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7ü PEl1.EGl1.INACION

trota o galopa de una manera grotesca que hace


n·jr ill que por prinH'ra vez presencia el inusitado
aullar de aquellos caballos con enernos, obedien-
tes i llIan~os sohre toda ponderacion, cOllJpañeros
inscparablC's del indio i del labriego, j ausiliares
que Ilingun otro reemplazaria en las faenas del
Cillll]>O i del trúfieo.
Heri:l fastidiosa la ClllllllCrncioll de las riquezas
naturales que gllflnlull en bU seno los intermina-
hles bosques de' ('ste e:tlltoll C'n Jos distritos de
Ir'l1lperntur¡¡ cálida . '\!¡¡c!l'j';ISj,J"cl'i¡¡sas, resinasaro-
lnúíicas, báls:l111oS i plalltas IlleclÍ<,inales de sor-
l.rcndcnte efieazi.t se en<:ucntran él cada paso, i a
melludo al Jlenetrar CIl la umhrosa espesura se
aspiran ráf:Ig'<ls de hl'isa l':lrgada:-; dd arOllla dc la
yainilla i cailaristo!.l, o du un cOllljJuesto de olores
a'terllaliYnlnCllle ~\la\'t-s i l.cnctrantes, cntre los
('Ilales se siente a V(·zcs (1 de la canda, pero cuyo
oríj('!l nadie Rabe indicar. Allí el l('on, ¡J ti',-re
d oso, enervados por la atmóRfern. de pcrrÍt~lC~
('n que vi \'<'ll, ~aciados 5icmpre con1a fácil i abun-
lbute eaZ:l de cil'l'vos, vellado:; i IlllH!hedulll bre de
otros allilllale~ (le carnes suculentas, olvidan 'u
lCl'(Jzidad i huyen delante dd hombre, al ellal solo
:,('üsaüos i !lit "rtifil'nrlos haCC'!l ü·cntp . Por c()n~i­
glli"ll tc, cl untur.dista 1'1Il'(~e rl'c?fl'cl' sin peligro
al~llno las 110 esplol'allns sf'has, 1 de regmo que
el pl'iml'ro <¡ut.: lo.haga llleontr.ll'á tesoros illago-
tahlcs i de conocHlos; tesoros que, c:omll le oí
clccir a nuestro sal¡jo, moele, lo i llJalogrado COIl1-
patriota C{'spcdcs hablan(lo de las sdl'as elel Ca-
rar!", "son una exajcracioll de l:t nalurah:za en ri-
clm'za i ('11 variedades il1fil1jta~."
Ahora, si del úrdell físieo pn, amos al ún.lcn mo-
ral dd canton CI1 jl.:llcral, comenzando por la esta-

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DE ALl'lI.\. 77
dística de los delitos, comprensiva desde 1.0 de se-
tiembre de 1818 hasta 1.0 ele agoslo de 18'19, ha-
llamos que los actos justiciables comprobados i
.iuzg:\do~ fneron los siguientes:

~1:s·I~Jr.IlES. ~~~I
:1 8 Hurto..... ...... 10
() Riñ1............. 1
1 IHomiCidiO.. . . .. .. 1
1: 2 Fuga............. 6
6 2 Herid:!s.. . . . . . . . . 8
[(J Rc'ponsabilidad . • 10

l:bfa....... ""\+
1 \ E.:ropcos... . . . • . . 1
'l.: 1._')_ _

Lo, atentados contra la propiedad dan la cifra


ma)'or, i ellos consistieron en hnrtos de menor
C\lantí:l, 'lile no indican perversidad deliberada.
Los atentac1.os contra las personas se redujeron a
tr"s: un homicidio por zclos, i dos riñas, efecto de
la bebida, C¡UC es el vicio predominante, particu-
larmente cn las grandes reuniones de los merca-
dos i ferias. 8010 Rcis presos fugaron de la prision,
no obstante que las cárceles carecen ele seguridad
i son easrlS comunes de paja con paredes de tierra.
Las causas ele responsabilidad de funcionarios por
mal dcscmpeuo de sus deberes llegaron a 27, bien
que dicz uo mas prestaron mérito para proc<!der.
Este hecho es conelatiyo a la earcneia de instrue-
eion qne hace del Alcalde una verdadera víctima,
cuando no es instrumento pasivo de los gamonflZes
del pueblo i ele nlgun tinterillo necio i enredador;
de donde procede el odio con que nuestros cam-
pesinos miran ese cargo por mil respectos onero-
So. Aun cuando se tome en eonsideracíon lo im-

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78 PEREGRINACION

IJcrfecto de la administracion ele justicia en los dis-


tritos, todavía es cierto que la tabla de delitos arriba
espreados para una poblacion de 26,000 habitan-
t(·s, es el lllcjor testimonio de la huena índole de
los vecinos dcl cantan Chiquinquil'á. La l'elajation
ele costumbrcs, manifiesta en la suma de nacimien-
tos ilt.jítimos, comparada con los lcjítimos, suma
que en algunos distritos llega a la mitad, i el1 otros
a160 por lOO, no proviene en realidad de corrup-
cion inveterada, sino dc causas accidentales que
una YCZ removidas pondrian ti:'rmino al mal. Las
principales son dos: las grandes distancias a que
se encuentran algunos vecindarios respecto de la
resirlcncia del Cura, ue cuya intcrvcncion sc pres-
cinde entónce' para formar lns familias; i el pre-
cio, exhorbitante para aquellos infelizes, a que se
'ende e[ Sacramento del1l1atl'imonio . ])onde quie-
ra que he hallado un Cura jPllcroso i de nobles
ideas acerca de ~n ministerio, los rejistros parro-
quiales pre entaban muchos matrimonios i POCOg
nacimientos ilcjítimos: donde, J or el contrario, el
Oura metalizado, esppcularlo!' o avaro degrada sus
antas funciones convirtiéndolas e11 vergollzoso
comercio de regateos i campen aciones usurarias,
los matrimonios son raros i las f:lJlIilias ilejitill.as
forman la mayoría de aquellas mal rejidas asoc:ia-
dones. De estas familias salen los jó\'enes licen-
ciosos, que apénas púberes se juzgan emancipados
de la dudosa autoridad ]Jlltl'l'na, i las mujeres dI.'
vida suelta i aventurera, que tienen por tliscul pa i
modelo la conducta de su propia madre. La pro-
gresíon del daño social es rapidísima: un mal Cura
puede decirse que prostituye la mit:1d (le sus fdi_
greses i trastorna la base fundamental de toda so-
ciedad cristiana i civilizada, L.\ l' \MILIA LEGAL;

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DE ALPIIA.

es decir, la cuna de las creencias í de las cos-


tumbres .
, En punto a instruecion pública, nada tiene d('
lisonjero el estado en que se encuentra en el C¡lll-
ton. De los 26 600 habitantes 177 niño" i 56 ni-
ñas reciben imt'rllccion primaria , i ü2 jú\'cne~ COI1-
curren al Colcjio de Chiquinquirá a "iciarse el
entendimiento ~()J1 el eotuilio del lntin, metafí 'jca
i algo de leyes. Por tanto, la instruccion buena o
mala es a la hasajeneral de la io'núrancia como 1 }
es a 100 . nc los :395 educandos de úmbos sexos,
188 pertenecen a la ,i!la de Chiq uinquirú i 10 al
distrito de Cáldas, el mejor librado cn materia de
escuela. ¿ QUl' n'sta ]Jara los dem as distritos? Ho-
to, .Ial'ipí, P:¡illle i Canipauna 110 tienen una so-
la eseuela primaria. Las de Buena\'ista i Copel',
lluso i Saboyá ,1 .. n pe. a<lumbre por la carencia de
útiles, 10 desaliñ,Hlo del local i la falta absoluta de
un método racional de enseñanza, en lo cual i1,-
fluye decisivamente h carcncia de útiles, contra la
cual solo un jC'nio pedagójico podria luchar con
buen é.-ito . (luéj:wse los vecinos notables de que
hai repugnancia por parte de los padres de fami-
lia a mandar a sus hijos a la escuela, i achacan a
tsto el culpable abandono en que yace la instl'uc-
don elemental. Tienen mil vezcs razon los pa-
dres dc familia: la e -periencia les ha hecho \'er que
sus hijos cnyejezen en las llamadas escuelas sin
acabar de apn !Hler, i no quieren verlo;; perdiendo
t'empo en esta vagancia 7wurad'l, cnando pueden i
deben ayudarlES en las faenas del campo. Tienen
ll1Íl vezes rOZOI1, porque en semejantes e~cuelas ja-
mas se aprenderá nada con solidez i prontitud; i
los notables i las autoridades de cada uno de esos
pUeblos nunca hallarán disculpa a los ojos del pa-

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80 PEREGRINACION

triota, ni clcjurán de ser m(jr¡¡lmente responsables


de todas las consecuenCIas que nacen de la igno-
rancia.
VIII
Cinco leguas casi al N. de Saboyá demora el
"Valle de Jeslls," distrito panoquial del canton
ue V élez, cuya visita emprendimos terminada la
del de Chiquillquirá. Trepa el camino hasta la
CUIll bre de la al ta serranía llamada Peña de 8abo-
yá, dcsde la cual se domina completamente la ho-
ya de 10& rios G\::¡yabal, Delvalle i Guache, que
reunirlos bajo el nombre de Popoa, eel'ea del Puen-
te-nacional, aumcntan el caudal del Suárez, ántes
Simijaca o Balsa, i s(' descn! re lmu sucesion de
ce1'ros i colinas que se inclinan ácia el lejano
IIIagdalena, perdiénrlose entre la niebla del hori-
zonte. 1'01' una hajada rápida en estremo, i ~o­
hrado rcsl)alosn ruando llueve, se llega al peque-
ño vecindario del Chuscal, donde se encuentran
posalla. i alojamiento regulares, i abundancia de
cierLos animalillos "de cuyo nombre no quiero
acordarme," los cuales hacen al viajero forzosa e
inevitable compañía durante unajornada o mas si
se descuida. En laR vezes que por di\'erso~ cami-
nos baja:llos desd0la planicie chibcha a las comar-
cas de clima tcmplado o cálido i volvimos a ella,
habia notado que el camhio sensible de tempera-
tura j del cal'úctcr de la vejetaeion, coincidía con
la desaparicion dc las flores de achicoria en la ba-
jada, i su rcapmicion en la subida. Desde luego,
supuse que aquella planta tenia en los Andes un
límitc inft:rior, el cual podóa tomarse COlllO de-
marcacion sensible de las rejiones subandina i su-
perandina . Tres observaciones hechas, la Ulla eer-

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DE ALPHA. 81
ca de Cálclas, la otra pasado el alto Dos-caminos,
, :ntre Canipuunu i Chiquinquirá, i la tercera, poes
antes de llegar al Chuscal, todas ellas en cllugar
en que la~ Ilon~s dc achicoria cesaban de matizar
las praderas, elieron por resultado 19 0 del centígra-
do como temperatura media, i de 2,520 a 2,470
metros de altura bobre el nivel del mar. Este re-
sultado es ¿¡"'no dc anotarse i com'icla a repetir
b . 1
l as observaciones .
ha,tu llegar a una !D( UCClOn ca-
tegórica, pues de esa manera qu edaria establecida
Ulla señal hicn yisible de 10$ límites de las dos
grandes rejío11l's en que nuestro territorio se divi-
de, i 1/or tOIl~igllil'nte los de las zOlla s ngrícolas,
en que el ('ultivo de ciertos frutos se halla prede-
tenuinado 1,01' la Ilaturaleza, i que hoi, por un JIlal
entendido dC"lo de lucro, confunden l'll algunas
partes, sin concL'hir que la Providencia ha queri-
do fijar en e~te suelo, por la reunio!l de climas
variados en corlos espacios, el fecundo principio
de la di\'isioll del trabajo agrícola; principio alta-
1~lCnte progresista, que la razon humana en estos
ultilllOS tiempos aplicara al trab'ljo fabril con he-
Ilefieio palpable de todos i en todo.
Desue que se pisan los linderos elel Valle de JL'-
sus, se llota lo nllllH:ruso de su pnhlacion i la ín-
dole industriosa de los moradores. Por dOJl(le quie-
ra se ven ea~itas rodeadas de sementeras i caña-
verales, jontes laorando los campos o coseehundo
frutos: de trecho 1.'11 trecho resuenfL el tltirrido de
los pc~aclos trupiehes i se alza en blancos pen~­
ehos el hUlIlo de la ~asas en que se confecciona
la. miel de caña. Allí todos son propietarios, nin-
guno indijcllte ; i esta igualdad de metlios de ha.
cer fortuna escita la aetividacl industrial de cada
Uno, e imprime en su alma cierto sentimiento do

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82 PEltEGltINActoN
inclependencin, que cuanelo sea vivificado por la
luz de la instl'llccion, formará la hase de sólidas
virtudes civiles. El centro ch') distrito es un j)'Je-
blo d('l mislllO nomhre, fundado sobre 1111a ladera
ondulante CJUC termina en In márjt'll izquierda del
claro i pintoresco rio Delvalle. Las enlles princi-
pales están (lll]1rdrnclas: las casas cómodas i cs-
paciosas, 1Illlt'has ele ellas de teja i alp;unas ele dos
piSOR: el ólHp 'do de los habitantes, rohusto i de
jellte~ hicll halladaR con su suerte, atentos i oh-
fiel'] uio~os con I(J~ forasteros, respetuosos a las au-
torid:ulcs i ve<:inos notables. Ilospeelónos en su
easn el 8r. Juan Npp0ll)uccno Téllez 1\1elo, jefe
de una familia tan ll111llerOSa C01110 una tribu, hom-
bre llano, fraileo i rC'bosando en ideas patrióticas
nada com\1J1~s. Datos, noticias, esploraeioncs,
todo lo fncilil:lb:l C01l el C'mpeño i hu Il:l voluntad
que un egoista habria puesto en tosas de su pri-
vado il1t~n:<. El inJlujo ele que goza, justamente
merecido, lo (,/lll)l a ~n bien del pueblo i guiado
por las maH sanas intenciones. El Cura uel Va-
lle, Dr. Murií'ío, es digno tambien de menciOIl e~­
pt:cial, como ruhnllcro i como sacerdote ilustrado,
protcctor d" h escnda de niños que cuenta 3i)
alu¡,1tlos, i prol1lOvedor í director de la hcrlllosa
fálllica de la iglesia, cuya conclusion acelera el
activo párroco ,in eHcasear los c5ful'l"ZOS persona-
les i con ellllcnor gravúmcn posible de su~ feli-
greses. El Valle de J(>sus deja recuerdos gratos al
viajero, tanto por la índole honrada i carácter ob-
sequioso de "US moradores, como por el aspecto de
IIUS campos cultivauos i de sus caminos cuidados
con eamero, signos de la prosperidad creciento de
aquel distrito.
Dos caminos llevan del Valle al Pucnte-nacio-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'I1A. 83
nal: el que parto ácia el N - E. atravesando el
rifl U (,(che, i el que tomando l~ dir eeion S-E.
pa a por el rio Guayabal, i torCiendo al E. enfila
01 .. Pncnt de piedras," formado por lol naturale-
Z:\ sobro el raudal precipitado dL'l SlIárcz. EI,'ji-
roo. el e"(\1ulo, porquc conduce direetalllell~ !\ I,l
brecha dc la s('I'l"lnía pOI' d01Hle en otro tl cmpo
rompieron la~ a"u,¡s tlel gran lago de Fúcl"cno para
caer sohn' la tj('rras bajas de Vé ll'z; hecho que
elcs"áh:1I1108 comprobar como cOlllplelllcnto i con-
nrlllLleilln de las observa cion es ,ntcriorcs acerca
de la fi)[lll'lcion sec1illlent<lsa ele la grall lI :l11ura
que principi:t al pié (J¡ 1Vol dor de FÚ'luc ntl, i co-
rrielldu de S. a .... con lIn dCl'li\'c sen ible, termi-
lIa ell lo~ ('erro de In Pcíi 1 de Sahoy.í. En efel'to,
alldadas dos l('gu s i l11edh esen :15, s ('ntn en la.
ruinn de la 'crrnnín por un camino estrecho i pc-
drego 'o q uc costea los resto del cerro de la dcrc-
cha, dlj :\ntlo a la izquierda una hondonada irregu-
lar, ts e. v, da por el choque de gramil s 11 a 'a~ de
agua, COI\lO lo 1Ilanifiestan lo utorllll:ntado del suc-
Io, los grnndes sulcos de los cerro. ady.lc~ntcs,
c<I·j dCllpoj \(10. de tierra por esta ]1' rte, i las enor-
mes rOt::tH de ('¡¡Icáreo siliceo 0, t1c~l'arnl1t1<ls pero
no movidas de su antiguo asiento. i\Ifls adelante
las señales de destrut'cion se aUll1entan: la cim
de h serranía se presenta cercenada i en parte,¡
~ortada por caucc~ profundos, a los cuale corres-
ponden socabollcl; en lo bajo, señal tic que allí ca-
yeron los primeros torrente. de las aguas libres de
barrera: despues, i cn la dircccioll del cur'o uctual
del Suárez, yaeen desparramados ptñascos pon-
d~ro_os, lanzados a lo léjos pOf la potente irrup_
Clon del lago cuando se hubo desgarrado hasta su
base l'l alto ceno. La inundacion debió ser e~-

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81 PEREGRIN ACION

pantos~, puesto que teniendo el tlg0 pnnlltlvo


40,000 metro~ de 1011jitucl i 15,000 elt' latitud me-
dia, Ja ser,anÍa perdió de l'epc'ntc 1,100 l11t'tros
de altura d('~de la cima hasta el f"ndo de la 1m'-
cha, violentamente abierta lJor ti (,Illpuje dc las
nguas del Yastn l'cc:picnte . Así !lO hni cerrcJ en de-
rredor 'lue no haya sido cercenado en lB mitad por
10 mél10s ele ~u rohímen orijínario, i sus de~l'ojos
11an ido a [orInar por largo u'ccho vulles j laderas
lIe terreno l'l'vuC'lto i configuracion l'Brliculal'. EL
pllcnt· de pil'c1ras J es una ngiUlllt ra~inn confl1s L
de rocas jig'Jlllt'scas, rocIadas ullas sobre otraS por
eSPllcio de :100 nietros en el sUlticl" del cll'só1güe
del lngo, amontonadas, encluvadas i perforadas,
ele manera CJ ne coustituyen unu hÓ\'eda por debajo
de la cual cCJrr' bramando el Suárl'z, l'l'apar cien-
do dC~plH'S a :30 mctros de profull(lielólcl. En tiem-
po ele fuel'(c'R Ilu\'ias, drío se halla t,~trl'cho en el
socabon i ele horda por encima ele lo. llcí'íascos,
formnncl0 ~,¡jt()S ruidosos, que ¡¡in t'llIhargn no dcs-
qui~ian :1']tlella fábrica estupenda, V :sta desue el
e&treJllO N. dOllde forma un plallo pnr el Cl! d pusa
el camino, presenta un paisaje de "cllllÍr.lhlc grall-
aezn: Hila riea vejetaeion cuhre ií!llbas orillas, in-
clinállc10 ,c lo ¡irhCllcs sobre IOb }lf'finscos rojos i
pardllZCo~, lo nnll'f. ~11ben CllcaralllLldos 11110S so-
bre otrns )¡ ,stn j.cn]pl'se entrc el distante cortinaje
de vcrduo'll i fI(¡rcs sil\'ebtres, rasgaclo a trecho~ por
toncntcs de • 'un espumosa que de. de ltwgo de-
saparecen t"yetHlo a la caverna: óyesc c1c.:hnjo l'l
sorrIo tronar del río quebrantado )lor hs rucas, i
l'ncin.a tnrlo es qllitlud, amcnidad i frt'st:o\,: un
simple lecho de piedras separa lo helio de Jo te-
rrihl(', tanto lilas tcrrible cuanto BP sientc i no se
ve; las flor s encima, el abismo deb~jo! Allí se

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DE ALPlIA. 85
medita involuntariamente, i el hombre csperimen-
tado recuerda Jos contrastes de la vida, i eabila en
Dios.
Como una legua Illas adelante del Puente de
piedras se llega ,L lo alto de un recuesto, (h'stle el
cual se descubren las \'C:'ga~ angostas por donde
corre el t:luárez, que los illdíjella llamaban t:lara-
bita, avistándo. e tUllluien d .. Puente-nacional,"
linda j aseada villa recostada en la falda de la se-
rranía fronteriza. Tornó su nombre de un antiguo
pllente cehado por los españoles sobre -1 Sllárez,
en tiempos en que una obra de estas cm CO ' ;\ rara
i fonl1aba época en los mezquinos aJlales del Vi-
l'cinato. Sementeras de caña, lllai7., plátano, trigo,
ccbada, añil, caf'{, i gran variedad de ~ran()s i l~!.\'ulll­
bros demuestran la fertilidad del terreno, la ~ua­
vidau e1el clima i los hábitos laboriosos de los
moradores en el distrito, qli'~ hoi cu cnbl 1:3,000
vecinos , la mayor parte propietarios de [lecJueños
predio i , todos bien acomodado:;, activos e indus-
triosos, de co~t1l1l1bres sencillas, i f~íeilcs de entu-
siasmar en nombre de la Lihntau j de la Repú-
blicn . Allí l'l'~irle el Dr. J. A. Chávez, Obispo de
Caledonia, patrio!a vClll'rablc, que señda con un
beneficio cada dia de su vida, s:\c..,rdote ilustrado,
tolerante, llcno el · mansedumhre i m()(lestia, de
cuyos lahios salen solamcntt' palabras de bondad i
de ]>az. IJ onréme con su tr,lto i comprendí cuánta
raZOll tienen aq lIellos vecillos para respltarle i
amarle, i cuánto acel'tari:tll en sl'guir Si~1l1 pre sus
consejos, dictados por ,1 'l'rebrlero patriotismo i el
injenuo deseo del bi..,n público . La iglesia del
Puente, cnsanchalla i mejorada por el Sr. Chá-
~ez, seria digna de la villa, si no abundasen las
llnájenes de bulto deformes i mal ataviadas. Sant~

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86 PEREGnIN ACION

hai allí que ostenta un sombrero blanco a la Bo-


lívar, encasquetado hasta la nuca, lo cual forma
eon las vestiduras talares i el semblante distraído
de la imájcn, un todo realmentc ridículo . Lo I'eor
es que no le faltan compañeros del mismo pelaje;
por manera que no un templo cristiano sino acla-
ratorio del paganismo parece aquello, sin mérito
en las obrns de escultura, sin belleza ni decoro en
el conjunto. El abuso de las imájenes no es so-
lamente atentndo contra el buen gusto, sino una
degr!l(beio!1 del culto. Relijion eminentemente
espíritu,,¡ i severa, el cristianismo no admite en
sus llJanife~tacíones esternas adornos que no sean
obras maestrag, C01110 tributo de la intelij cllcia i
de la civilizlIcion cristiana; en clt'Íecto de ellas, va-
liera mas pOller sobre los altares una simple crlll':,
símbolo de lo. rejencracion clellinaje humano i ob-
jeto material que jamas estraviará las itleas dd
pueblo, como Ruceue con la>; imájcllcs qtI(> adora
i contempla, cual si fueran olros tantos dio:lCs;
habiendo llc'gaclo a tal estremo la abeJ;l'acion reli-
jiosa entre las jcntcs de nuestro pueblo ilitcrato,
que cuando les faltan imá.iene~ se apresuran a in-
Tentarlas, deificando picdras i cortezas con el nom-
bre de santos aparecidos; pam estos hombres cán-
didos i mal doctrinados 110 hai creencias fuera de
la superslicioll; no hai culto si 110 lleva las forll1(lS
del )loliteiHmo. Todos estos errores caerán luc"'o
que la ilustracion penetre hasta el fondo de la S~)­
cieJad, pero caerán sin tener qué sustituirles, si
ntlcstro clero no se apresura a variar de sistema
en la instruccioll relijiosa dada por medio del culto
j del público, i com prendiendo el csplritu de estos
tiempos, no solo prescinde ele las prácticas supers-
ticiosas, sino las ataca vigorosamente para ineuI-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPnA. 87
car i difundir el conocimiento de las doctrinas so-
ciales del Evanjclio. De lo contrario, vendrá una
época de irrelijion terrible i azarosa cuanto inmi-
nente ya, i de los males que traiga, nadie, cscepto
el clero, será rcsponsable porque él habrá sido
causante de ellos a sabiendas, o causan tes por ig-
norancia voluntaria de los hcehos actuales i de sus
próximas circunstancias. No cx¡¡jero ni dr e!amo:
Cspreso aquí reflexiones que la observacíon in-
mediata del estado moral del pueblo jornalero su-
jeriria a cualquiera que visitara los lugares que
llevo recorridos; i no se necesita mucha perspi-
cazia para notar que el peor cnemigo que hoí tie-
nen las creencias relijiosHs es el culto tal como se
practica en 109 pueblos, abu,ivo, desnatllralizad(),
sin objeto ni rcsu l tados sociales, sal vo el error i
las preocupaciones que enjendra en los ánimos
sencillos.
Del Puente-nacional a Vélez hai cuatro lcguns
(,scasas, ora sc tome el camino que pasa por Gua-
vatá, ora el que demora al E. dc dicho pueblo.
Entrámbos atraviesan la serranía llalllada Alto de
Tnyamuca, muro contra el cual se estrellaron las
liguas del roto lago de l~úqu(,llc, obligándolas a
tomur la direccioll N-K-E. que conserva el to-
frentoso Sarabita con varias inflexiones acciden-
tales hasta perder su 110m bre al unirse en las J nl1-
tas con el Sogamoso.
Vélez, capital de In provincia, fué fundada de-
finitivamente a fines de 1539 por el copitan Mar ..
tin Galiano, en tierms del Cacique Chipatá, i a la
banda meridional de UII alto cerro, con el doble
objeto de sujetar los indios comm'canos i de esta-
blect'r una escala de comunieacion á cia el MaO'da-
lena por la vía del Cara re, pues la del Opon, t~aJl-

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88 PEREGRINACION

~itada desde la invasion del Conquist:1clor Quesa-


da, era sumamente qu~brad:t, diJícil i áspera, en
términos que hoi 110 se concibe eómo pasaron por
tales riscos i desiertos cuhiertos de ('speso bosque
los de en bri,lorcs del pnís de los Chihchas. Tiene
Véi~z 11,500 vecinos aposentados en cnsas dc
con~lrlleci o n pesada i alltigufI, ell la~ cl1ale. pOC:18
mejoras ha illtroducido el trascll1'~o del tiempo.
Las calles son irregulares a causa de las quiehras
del tcrreno, i cSlán el11l)('dradas dl' 'lTandes guija-
rros negros i I IIstrosos, en Ins q ne a bu ndan las im-
prcsioncs fá,iles, csp('ci;¡lll1elltc tic all11l10njtas da
monstruoso grandor, mui el:J1I1U1WS en los alrc>de-
dores de la ciudad, particularmente ('11 la serranía
de Tuya11luea, cnhiertn por lechos de piedras ro-
dadas. fuertementc impregnrtclas ele óxiclo dc hierro.
lIai dos plazas, i en cac1a clIal una pila ele pit!clra
comun mal labrada. En malcria ele ornato públi-
co, V élc¿ no ha clado un paso, aunque sí ('11 ma-
teria de asco el • tl~ calles i de lo csterior de las
casas. El Hospital, el Co)¡-jio i la Escuela normal,
únicos establecimientos público., yacen tristemcn-
te abandonados, i ('11 hreve el loeal de los dos pri.
mcros será un monton de ruinas. Lit iglesia ......
¿ para qué reproducir cuadros C.lyO trazado causa
pena? Así, pues, VéL'z, c:1pital de una provincia
riquísima vn minas, ('11 ngricultura, en maderas,
bálsamos í l'('~inas de toda I'sll('cie, poblada de
jcntes industriosns, honradas i p-.zíficas, tiene el
aspecto elc una ciudacl dccadpn tc i aletnrgada, cs-
trnña e indifercnte al pro:.:resCl jeneral de lit Repú-
blica. La caUsa principal de e~t:\ parálisis es la
falta de un hurn e:1mino que ponga en comunica-
cion el centro de la provincia con el ?Iagdalt'na.
Renucicla a producir lo (\lle ella mi~ma consume,

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DE ALPIU. 89
proporciona medios de existencia a los innumem-
bIes propietarios elel suelo i a los que se ocupan
en el compl"cio interior j lllas no puede slIlllillistrar
a la capital el calor i el movimienlo (le una indus-
tria próspera, cn:ciente j activa, C\I:1\ lo seria el
comercio l'sterj(,r, alimentado por el labon'o de las
minas i cl cultivo de frutos csporlablcs valiosos,
como los produciria V élerl si contara con salidas.
No lo i~noran sus vecinos; pero tal vez no se ha-
lJan sufieienlcnll'nt(~ persuadidos dc que sin ('se ca-
mino Il1ercalltil, jallla~; bal(lrán dL' ab.ltimiento
económico en que sc ellcucutran, sicJl(1o, por tanto,
obra en la que todos d· b 'rian lO!1l;lI' parle, por el
bit'll de sns hijos i por honN de ~n provincia .
No ohsl:11l1e la riqm'z" nalural dL,1 Hwlo, i por
una cOllscclIencia del "islnlllit'nto l'1I qne la cnl,ital
se encuentra, "la clase pol,re, dice un do~ull1"ntu
oficial, es Il11H:ho mas nlllnerOSil que la acomodada:
por cada uno de los individuos de esta, puede ha-
ber doscientos de aquella." Así se edn de ver ('11
el desaseo personal i vestidos llli~,'r.lhilísilllOS de
gran nÍlmero de proldarios; así lo dt'lllllestra tam-
bien la illcalifieablc cifra de ] 17 lla~ilJ¡jclJtos ile-
jíLimos en ;31G, tol:11 ele ellos ('11 el lrasell1'so del
último año; la miseri;t i la corrupeioll van siempre
a un niv el. Entre las personas afortull:l(las i las;
que la SUIl;a nlÍ.;,'ria degrada, hai, pVl'mÍtascllll' la
frase, una cla:;e l¡l('dia, compuesta de lI,nj,~res la-
boriosas ocul',Hlas en el comercio i f.¡J,ricaeíon dl'
artículos de inlJlt'eliato conSUI1lO, 1m; ('u'des son un
ejemplo palmario de que en esLa tierra el trabajo j
la economía tracn consigo in!"lihlelllente el bie-
nestar. Distínguense por el limpio vC8tido COIll-
puesto de camisa profusamente bordada de rolores,
enaguas de bayeta fina, alpargate nuevo, i GOIll-

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90 PEREGRINACION

breTo de jipijapa con ancl1a cinta negra, el cual


sujeta la mantellina de paño que llevan llotante
para luzir la camisa i el rosario de oro. Mandan
~obre los proletarios no con imperio, sino tratán-
dolos con dulz\II'il como a igna]"s, i frcclllllt 'mente
se las ve dar ele eomer de balde a los mui infdizes :
en (·1 eoraZOll de est!1S escclentes hijas del pueblo,
no tiene eabiela el orgullo ni In. dureza. que en
otros menguados produce la posesion de ¡ariqueza.
Tal ('S el fondo el 1 carácter ('n los habitantes de
la Cordillera granaclina: bondadosos, desprendi-
dos, ho~pitillari()s, di'puef,tos al bien por in~tinto :
tanto mas vitllper:¡blc ('s el abandono en que sue-
len dp'" nr a (' te lll\{']¡]) sus condu:.tores civiles i
sus institntores rclijiosos. Nada se hace para mc-
jorar su situacion material: nada para contener las
Jic('neias de las costumbres.
L()~ mártcs j súbados haj mercado en Vélcz: el
primero C~ peqUt'ño i COlllO preparatorio del otro,
que (>5 mui concurrido i abundante. Desde el alba
rmpiezun a ll('gar lo~ campcsjno~, unos arreando
sus bueyes enjalmados i cargados de comestibles,
i otros cargados ellos mismos con fardos que traen
n ('spald:(s, L'IS dos cuestns doncle desembocnn los
caminos que van a los distritos i labranzas del
opupsto Indo de álllbus serrallías, se cubren de
hombre.;, mujeres, llmchacllos i bueyes conducto_
res ele los variu<tos frutos con que la fecunda tierra
premia sus tareas, o dc jaujas i sartas ele aves do-
mésticas, o de marranas acompañadas de su 11U-
meroRa prole, caela anill1al con su cabestro, yendo :\
parar los cabos juntos a la mano izquierda del pro-
pietario, quien blundiendo en la derecha una ruma,
obliga a marchar por dclante i en buen órden las
futuras víctimas, e~actamcnte como pintan a Apolo

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DE ALPIIA. 91
rijicndo los erlballos del Sol; salvo que los gruñi-
dores cerdos no siempre se muestran dóciles al erl-
hestro, i que el representante de Apolo uacla tiene
ele bello i &í mucho de indíjena, pobremente ata-
viado i de~calzo de pié i pierna: ni faltan indiesitas
que vienell dc léjos ensnyanclo sus fuerzas ~on u.n
pequeño haz dc leITa, encorvado el cuerpo 1 OprI-
mida la frente por la faja de donde pende la carga,
la cllal valdríL un enartillo a lo sumo: un enart.iIlo
hasta para satisfacer todas lus necesidades de una
(le estas criaturas durante el di'l; ménos de Ull
cuartillo, si til'ncn la desgraciade 110 vender ]rlleña.
j Pobres aprendizes en la escuela del sufrimiento,
tan larga i tan severa! Desde.: cIue clllpiezrl el
mercado h~lsta las 3 de la tarde, estún los vende-
dores fijos en sus puestos, clasificad()s por I'rupos,
~eglln el ji'nero que venden, i atentos a cle~pa­
charlo, si es al peso en balanzas formadas de dos
canastillos pendientes de un madero que haee el
oficio de bl'l\zo~, fahricadas por los vended )feS i
de cuya fidelidad no duda el comprador, como
tampoco de la esaetitnd de las pcsns, que s()n tro-
7.itos de madera o piedrns de diversos tamaños; i
~i es por medida, en canastillos de cuya eapa;r,idacl
tampoco se duda: sistema que hnee recordar la
sencillez de costumbres del tiempo de.: Homero.
cuando las princpsas bvaban la ropa de b familia
en los arroyos, i los banquetes rejios se e.:omponian
de un buei asado. Desde las 3 en adelante eo-
lllienza el lIlovilniento de retirada de los espende-
dores i el arreglo de sus cuentas por préstamos
recíprocos que se han hecho, el ellal arreglo suele
P:lrar en dc~arreglo de palabras i obras, segtlll la
corllplicaeion de las cuentrlS o la cantidad de chi-
chu que los cOlltabilistas Ileyan dentro . Al caer

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92 PEUEGRIX.\CION

de la t:m}e vuelve a quedar la ciudad sumeljida


cm la inlTcia: hs tiendas óe.: cierran, las calles se
desocupan de jCl1te, i ;¡Igun tiple tocado por la ya
trélJlllla !llallO de \ln galan qllc ohsL'quia a su dama
en la desprOVista chiclH'ría, a la 111~ el.: t!o~ o tres
callos ele vcJ:lq de sebo, Iwgado.' de !f\S tablas, es lo
(lIlico que nun intClTUlllpe el silencio donde poco
ántcsreillahnn el hulliri,) ¡la anillluejol1(¡" illllullle-
rabl('~ pcrs()na~, todas hablando en YO:6 alta i cada
cual ele su peculiar nego(;io; (le lllilnCra que el que
recoja al neaso las palabras ~{'gull SUCllt'n, no podrá
111(>nos de n~irse de los di'par"tl:' i qllid-pro-quos
lllui orijinaJ<.H que lle ('¡]o rcsultan, COII la noche
mueren los últimos millos, j la;; till ieblas se en-
cargan de cobijar al laln'i('go CJ ue no pudo atinar
con clea¡nillo de SIL casa , i ·ingl1na l¡clldcllcia {'or-
Illal, ningun dr.sónlcn serio li( IIe I ligar cntre tanta
jente congrL'gatln. J,a vi:t" ele \Ina vara de Alcal-
de, (l dd haston horlado dl'l Jdc lJolíliL'o, bastan
para poner término a !aH di,pUI,IS, ~olllctiélldolas
a la dccision de la autoridad, de la cllal nadie se
queja ni apela, 110 por tillliucz sen'il, sino por Sill-
Cl'ro respeto a ]a" a1llo¡idatles I'npulal'l:s, que 1)or
lo regular corre~pollden con decisioncs equitativas .

IX
Lo~ indíjenns hahilaclorL's d (; 1:18 snranías que
demoran ni N . de Yélez, cOlllunicahan cOlllos de
las tiL'lTas hnjas áeia d J\bgdalcnn, por ulla sen-
da csc:lbrosa cuyo término eran las aguas del rio
Carare, trihutario de aquel, nan'gable i caudaloso;
ruü sin duda preferible a la del Opon, tr:lzarla
por los primeros conquistadores, pucsto gIl e cn
1512 determinaron estos al'rov('ch¡¡r:;c de la meu-

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DE ALPIIA. 93
~ionar1a scnda para sus comunicaciones i comcrcio
posterior con Cartajcna i Santamllrta, sirvi{mdose
de los indios como de lH:sti:Js de carga. Consér-
vas e hoi dia cnsanchada i lDljorada la misma ruta,
que principia al O. dc la ciudad, suhe a la cumbre
de la. Peña de V élcz, i de allí coutinúa en la di-
reccion S-N, lllidi 'mIo 19 leguas hm.ta cl actual
puerto de Carare, i del puerto al Magtlalcna 14
leguas granadinas. Como la prosPl'ridad i b elleS-
tar de !II provincia depenclen para lo futuro cnte-
ramente de su fú ,·i¡ cOlllunicaeion con el l\l¡'g'dale-
na, resolvimos exal1linareste camino,a fill de juzgar
con conocimiento de las cosas si él satis[¡ICe la ne-
cesidad urjentísillla que de una via mere.lIltil tiClll~
Vélcz.
Asciéudese, como llevo dicho, hnsta la cima de
la Peña dc Vélez por rápidos cortes practicados
en una cuchilla :lllgosta que en (;~tl! lado d"'>pide
la serranía, siguiéndose luego una Illesda de te-
treno l!ompacto, despllcs de la cual se baja a h
planicie irregllLlr i estrecha dondl' tienc sus cabe-
:Et'ras el rio Guache; breve cspacio cerrado al
N. por las cumbres del Roble i de Las Brujas i
poblado de multitud de casitas rod('adas de la-
branzas. Traspm'sto el Alto del Rob'e, comienza
Una estensa seric dc cerros formado , !,ur grue. ,18
estratas calcáreas, estribos de los alto: ramales d¡>l
E. i 0, pOl" medio de 108 cuales ¡; (,~l'': el Orta.
Coronan estbs cerros árboles frondoso s que hacl:ft
Un bello contraste con las descarnadas rocas, ve-
ladas en partes por arbustos j enredaderas lIíem-
prc "crdes, mediante el riego de ocultos manantia-
les a1imé'n t:Hlc S ]lor las copiosas lluvias, cuya fil-
~acion lenta i pcrlllan<.>nte ha eseavado en las pe-
na. cavernas prolongadas que perforan los cenos

®Biblioteca Nacional de Colombia


94 PEREGltINACIO:-f

i laderas, como ~e echa de ver por las aberturas


que de trecho en trecho se perciben i por lo sono-
ro del piso del camino . A esta particnlaridad de-
be su nomhre el vecindario de Las Cuevas, situado
sobre los estribos de la serranía del O. cuntro le-
guas al N. de V élez, j compuesto ele crecido nú-
mero de casas c('n labranzas despnrmlllarlns por
las altura~ vecinas i los profundos valll'citos que
separan cada estriho, cada colina. Salvo la cum-
bre de las serrnnías principales, todo aquel espa-
cio ha sirIo rnodificóldo por hunclirnÍl.mtos repenti-
nos, ora forl1lando planos inclinados sembrados de
grueso~ fl';¡gllJento~ ele I'OC:\6, ora hoyos eHpacio-
sos en figura de embudos, que son otl'O~ tnntos su-
mideros por donde las aguas van a perderse en co-
rrientes subterráneas. Por mas de una legua ele
estension sorprenden la vista innumerahles peñas-
cos desnudos, labrados por la intem perie en mil
formas capri<,;hosas : murallas eolosnlcs, torres al-
menadas, ruinas de cdifieio~; no ha¡ ohjeto ele ar-
quitectura que la imajinaciulI no se represente ell
estas masas inmóviles i blanquecinas, que' inte-
rrumpen con sus mol08 el fondo de verUUl'a sobre
que se alzan, i a cuyo lado aparecen llllmildemente
arrimadas las mezq uina<¡ habitaciones del hombre;
no hai ruido que 110 sen devuelto por ecos multi-
plicados; !la Imi recodo del call1ino q1lu no guarde
una sorpresa al cntretcniuo viajero entre los sú-
bitos repliegues del terreno.
En esta cumarca moraban numerosas tribus de
indios laburiosos que Martin Galiano, fundador ele
V élez, halló rejidos por los U saques, Agatá i eo-
carné. Hízolcs guerra de esterminio, cruel i trai-
dora, como la acostumbraban los conquistadores,
sin necesidad ni provocacion, movido únicamente

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPHA. 95
por el deseo de cautivados i venderlos a los nue-
vos encomenderos. Los indios se defendieron basta
que la esperiencia les demostró la jneficazi:~ de
sus armas comparadas con los arcabuzrs i perros
de prúsa de los españoles, i entónces, cesespera-
dos, mas no abatidos, se retiraron a lo profundo
de las cavernas, i tapiando las entrarlas.se dieron
la muerte: pocos prefirieron la esclavitud. Re-
cientemente comenzaron a deseu brirse las entra-
das de estas cavernas, ricas en nitro, i al destapar-
las para buscar el valioso mineral, se hallaron mOll-
tones de esqueletos envasados Ul10S sobre otros en
altas ele madera endurezidas, fij '\s en el suelo: la
horrible historia del suicidio de dos naciones apa-
reció allí manifiesta i espantable con su infiuita
variedad de suplicios volulltarios; pero los des-
cendientes Je los conquistadores, léjos de respetar
la última morada de la raza oprimida; se han apre-
surado a quebrantar i revolver los huesos de las
Yíetimas para quitarles la joyuelas de uro i esea-
var las nitrerías naturales sobre que reposaban.
¡Triste destino de esta raza desventurada! pensé
al contemplar la dl'svastaciorl de aquellos osarios:
nuestros antepasados la saqneaban i atormenta-
ban en vida; nosotros la perseguimos en los se-
pulcros para saquearla despUéS de muerta!
Dos leguas mas adelante se encuentra el pue-
blo de }'lóres, cen tro del distrito, a la altura de
1,039 metros sobre el nivel del mar, rodeado de
bosques l'icns en diversas maderas de C"onstruc-
c~on i en quinas rojas i naranjada, de que los ve-
cmos de Las Cuevas espartan muchas cargas anual-
mente, i abundantes en heledlOS arboreeentes de
8 n 9 varns de elevaeion, coronados por un copioso
penacho de hojas grandes i lozanas, a guisa de pal-

®Biblioteca Nacional de Colombia


PEREGRINACION

meras. Entre los infinitos tesoros vt'jetales conte-


nidos (>n estos bosques, que tanto admiraron i en-
tretuvieron a nr:estro hotánico Cé 'Iwdcs, se elis-
tingllen el Acuápar i el :-Ianzanillo, ,írholcs de
traidora fi'ondosi.hd, pues al que se ponga bajo RU
som]¡rr¡ le hinchan monstruosamente todo el cuer-
po; el Albataq ne, mui eficaz p~ra toda hinehazon;
el bej ueo de cruz, cuyas hojas machacadas resta-
ñan la s¡\I1grc de las heridas; i finalmcnte, el Al'i-
8ft, hermoso árbol recto, cnrg:lclo de manojos de
f10rrs encarnadas, i de tant;¡ virtucl p:ml eontcncr
111. hCl1lorrajia por lns nnriz s, <)1\e aplicado sobre
la frente un pcd:1Z0 el. :írbol de' ]1ojndo de la cor-
tez:,. tt;l'lIlÍna en ti acto la salida ele 1" sangre, por
copios'l que fuere: )lrrciodo ['spccífico desconoci-
do d n la jCller:llid¡ rl i ¡¡ere]; io con otros ¡mIChos
no ménos prccio os que penn:llH'c'n intactos en
aqurll:n selvas perfumadas i s{)lit,ria~. El clima
de FliíI'CS, fresen i :lgradahlc (:20" d~l centígrado)
es lIlui sano i el m{'jor remcdio para el coto, pues
con solo ptl'llHollce'Cl' poco tiemjlo 1'11 el lugar, de-
saparece completnll1cnte. El (listrito cuenta 1,000
H'cinos; pero ya se eoncilll' que van en aumento,
e'c 'plo e11 la parte montuosa i ardiente desde el
paso ad Orta <leía el ~Iagclal(,lla. Así, Flórcs i Las
Cuev:l.', con 700 vecinos, clan un movimiento de
pol,hl'ion de 5i nacimientos. 26 Uct'c os i 11 ma-
trimonios, en ('1 ('"¡][leio ele 12 mesc.:s, siendo eo-
mUllc.:s los <ojemplares de lonjcvidad 110table.
Goza c t" (lj.,trito el beneficio deíposeer un Cura,
modelo del :lccrdotC' cristiallo, dl~sinteresado, hu-
mano, llC110 de hOlHlarl, que se dcs\'cla pOl'mejorar la
sucrte de sur, f'cligl'l',~s, así en lo moral como en lo
material, severo consigo mismo, tolerante para con
Jos demas, enteramente consagrado al dcsempcfío

®Biblioteca Nacional de Colombia


.DE ALPHA. !)7
de su alto ministerio; jóven sin ambicion mundana,
que 11<t sabido restaurnr i adornar la humilde igle-
sia del pueblo, convirtiendo un rancho de paja en
templo, cuyo interior resplandece de blancura, i
cuyos adornos sencillos inspiran mas respeto i son
mas apropiados al culto "crdndcro que las osten-
tosas ridiculezcs de muchns iglesias de las ciuda-
des. Llámase este ilustrado i modesto sacerdote
'WENcr;sLAo DÍAz; í al cscribir su nombre de una
manera particlllru-, en mi gratitud como granadino
i como cristiano, quisiem distinguirlo del eomun
<le los }J[¡rrocos, q\W tantos motivos dan de pena
i desabrimiento al granadino i al cristiano, por su
incapazidad como hombrcs de (;ivili:::aciol1, i por su
indigni¡lad como ministros de caridad i de buena
(;ostmuhrcs. Ellos (1esconoccn rOl' ignorancia, o
abaten -a sabiendas la noblc misioll de quc están
encargaaos, especialmente cn este país nuevo que
ensaya la libertad i donde la democracia podria
convertirse en objeto de amor para cl pueblo, arro-
pándola con una l'elijion que ticnc por bases la
caridau i la igualdad, i que en cierta manera san-
tifica la República.
Es Flórcs cllílllite de Jo habitado ácia esta par-
te del canton Y élcz: pasado el pu"blo cmpje:::~\ la
soledad: pasado el Orta, los bosques altivos, en
donde, segun la cspresion del profeta, "los ¡mi-
males montarnzes reposan con seguridad, porqnc
110 hui quien los espante." El camino cesa ele
ser una vía transitable, i comicnzan cn continua
suresion las subidas i bajadas por CCHOS abruptos,
gredosos i constantemente empapados cn lo alto
por las lluvias, i en lo bajo lJor manantiales que
aflojan el terreno, form¡muo pantanos pegajosos (OH
que las bestias se hunden i fatigan, i pierden has-

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OH l'EHEGRINACION

b l'\ instinto ue cléjir lo ménos peligroso. Nín ..


~nllo el ' l1osotro~ se escapó ele caer WCLIUrlO con 13
cab;d~;¡clllra por la, r<'sbalosas CUl'Nt I~, o én ho-
yos Ln que era mellcstcr ausilio de lereL'lO pam
salir de entre el cspeso [0(10: hasta los I'conl'S, con
11' a pi,\ pagaron allí su tributo de porraz()s, "Con-
si,t , 110' decia el práclico, que tambien SI' C;¡yÍl
vario s vezes, c(lllsi~tc en que su~ 11lercc¡J(~ 110 SOl
b!lr¡llial/os dC! lus "O!/us. "-Esta frase lo die!' todo'
en lIt¡nd c¡ullino c< nccl:sario uprender cuáles son
lo, ]¡oy'¡S me'Il0S peligrosos, jllll':lla cl"ccioll nun-
ca liell(' por ohjeto lo bueno i Jo 11Ialo, 'lino IC) peor
i lo I é"ílllO: cleccioll entr!) hoyos ¡hoyo", enya
profundidud no e~ posible adil'Ínar al trav's del
anwrillo 1:lllgO dc que e~tán lleno .. Cuatro legllas
se anclan de ('~ta lI1all1:rn, i en ,t.'guida (:onJic11zall
los pasos uel rio GU'lyahito, qlle en Sil tortuo~o
cur n corta ·1!) Vl'zeS la línea de tráll~it(l I¡-¡,ta lle-
gar al C<I"l'l'ío Jlól1I1a¡]o La Cill'¡unT,,: d ~de aquí
al purto del C"rare es llano el terr '110, j d cami-
no parece bueno nI IjUC Ita pasado lo de alras. 1'01'
tanto es un delirio creer Cjue cs!,\ ¡lIIeua S('r b vÍ:l
mercantil en Cjl1e VélclI funda sus l'~pcr lizas: e~
ocioso pensar ell n.cjorarh sin variar ele rula. La
rara 1>"1' c\'('r:tilcin, la activid:ld i el empeño uel
Sr. \f. .H. ~al(llía. encargado elc la cOll\lOsicioll
de este camino, nada podrán jamfis eontr:l oust;í-
culo. invI'I1l'ibles pam qUivll 110 tienc a la mallo
sendos miles de pesos, I orCjue sin una lTran suma
de industria i de r ' cursos, los cerros gredosos i Jos
minndores IlHll1:,llt:.¡' ; se burlllrún de cuanto;
csfUl'rzos se hn'4"ln para dominarlos permanente·
mente .
Las selvas uel Carnre no ceden en riquezas de
todo jénero a las de la hoya dellllincro, i las so·

®Biblioteca Nacional de Colombia


fJ!)
repujan en lIwj,st:td. DL'~de q lIe SI' cutra en el
laberinto el\! colinas qn~ eilí 11 lo.> t(Jrtuosos plie-
gues del rio GU:lyabilo, He vi:,j , Jlor ,'11 IIIl'lIio del
alto ]¡o.quc qUI' a tlCl'eChil e iZljllilrcl.l tilllÍla la
hngoq t lílll'a del c:lIl1iuo, .. icm!'l'l' bajo;] :;olllbra,
.lÍClIl[JT<; b(lIilc,lo ¡ti '11 o el 3111hil lite, <'11 términos
(}llG di I ar:do UIl tiro de eS(;()]lcta, pér,l.a.lu:c quie-
to el hUli10 de la I'ó \'01'1 lur.;o nLo, sin :ls(;clldel' ni
disil':ll·.,e. El ("lucIJO, d ,tllllt;!l1t1roll i el cciho, CO-
10:;09 de Yl'j ·tadoll, ¡rgll '11 dll> C l[la, por elleimil
tic los ,h:mas úrhole , (!olJij:índolo, con sus jigan-
tcscag ralllas, l1iíéntr¡\s el lroll(:o l'cd(Judo j rrcto,
ellya circallf.!I'L'lH:i:t OClIp:\ un grande espacio, sos-
ticn.' i alillcnt l profu ion (le árhol,'> 'lienDres, e11-
l'c(.!.Hk,·;1~ Sl'llwjantc tl grue~"s cables, i trihus ell-
tom~ de I'ar.í ilaH sl'llIbr:uja'l ell todas las axila:.;
d~ lIS ¡'¡llllas. Cuundo uno do eslos colosos cae
desarrllig¡l(lo por l'l hUl'acan o lIlill:\(lo por la vc-
jez, abre en el bosque una ancha cnlk, tronchan-
do i sC¡1ll1tando hajo SU!) ruinas cuanto :¡]tallZ:l, i
cntóncc el OSl!uro tronco forlll'J una eminencia
[I\olc)I'gad,l 'ltlc S~ cubrc dc :lrl>lI los c illlcrrum-
'P.! 1.\ lI:tllur l con lL U[lilriUllCi;¡ de una largl coli-
Ila; tal es la graullcu de tstas ruinas vejetalcs,
iln ponentes a n¡lC1 \lC postr:lclas.
Enull1erar b" miríadas de allimales que pueblan
la s<:lvil, seria imposible. Encima es un intermi-
nlLble ruielo de aves, que ora sacuden hs ramas al
Volar pes:ld:~lJlcntc, como las pavas i palljícs, ora
alegran el oldo i la vista \JOIllO los jilgm'ros, las
~lilllinutas quinchas (colibrí) o el_sol_i_luna, pá-
Jaro (le silencioso vuelo, brillautc en al mariposa,
llevando en las alas la figura del sol i de la luuiI
1::reciclIte, de donde le \'iene su nombre. Al rede-
dor l'elllUcven el ramaje multitud de cuadrúpedos,

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100 t'En.EG¡¡I~AC!ON

i los inquietos zambos corren saltnndo de árbol


cn árbol a atisbar cou curiosidac[ al transeunte,
las hembras con los hijuelos cargados a la I'spalda,
i todos juntes en familia chillando i arrojando ra-
mas secas j 1l1iéntrns mas a lo léjos los araguatos,
selltados gravemente en torno del mas viejo, en-
tonan una cspecie de letanía en que c1jefc gruñe
primero i los demas le contestan en coro. Bajo los
piés i por entre la yerba i hojarascas se deslizall
culchraH de mil I11rltizcs, haciéndosc llotnr la ca-
zadora por su corpuh neia i timidez, i 111 lomo-
de-machete, de Índole ficm, cuerpo vigoroso, co-
ronada dc cresta i armada de una sierra que eriza
sobre el lomo al avistar al hombrc, lo que nfortu-
nadnmc:nte sucede 1'n]'U8 v('zes: en oensiones snl-
tan de repente lagartos enormes, parecidos a las
iguanas, i h1ly(n re\ol \"icndo la basura del suelo:
en otras nada se '"e, !,cro ~e oye un sordo roznar
ell la cHpcsura, i el ruido de 11ll andar ]Pnlo nllra-
ves de la maleza; ele continuo i por todas llartell
la animacilJlluu la nnturaleza, en el esplendor ue
6ll nualldono; i a raros intervalos, n orillas de1eu-
mino i escondida, se cncucntra la choza miserable
elc algun vecino de Guayabito, pálido i nfermizo,
o cubierto cl cútis conlns feas manchas del cm"ate:
el hombre csul <lemas en medio de aquellas selvas,
i sucumbe sin enerjía, rOll1o abrumado llar el mUll-
do físico.
Regresamos a Vélez pasnndo por Bolívar, cen-
tro de la nueva parroquia de este 110m bre, la CUD 1
cucnt:l. 3,600 habitantes comagrarlos activamente
a la agricultura, que es allí 110rccientc. Queda el
pueblo trea leguas al S-O . de Vélez, situado en
la falda oriental de una elevada serranía, que es
continuacíon de la de Cuevas, i en consecuencia

®Biblioteca Nacional de Colombia


VE ALI'IJA . 101
presenta los mismos accidentes de forlllaeion, con
la desventaja de escasear las aguas vivas, pues to-
dos los manantiales 8e picrden i desaparecen por
las cavernas que perforan las serranías i sus es-
tribos . Abunda el trrrcllo en minas de cobre, hie-
rro, plomo, cuarzo, azufre i curbon! i cerca del
pueblo, en una quiebru de la s(' rra11l::1, se hallan
copiosas muestras de llIina de amatista. Son fre-
cuentes las igniciones de piritas de hierro, que
ealc.:in::lltclo las rocas proclllec!1 derrul11hes consi-
derables en las tierras faltas de apoyo . Aetual-
U1Cllt~ arde uno de esto ,~ volcanes inofensivos en
el sitio llamado Real de Turc, exhalando torbelli-
nos de hUlllo ell tiempo de llnvias. La eombns-
tion tiene lugar en lo ínfuíor de un cerro abnn-
dante en pizarra pulveriz(ula i lllannajas, i formado
por eaplls de calcáreo consumido ya en mucha
pllrte. De los pequeuos crátercs se levanta un
vnpor fuertemente azufrado, i el termómetro in-
trouueülo a meuia vllra tle profundidad, marcó una
temperatura ~\lpcrior al término llHíximo de la es-
cala. Fucra del radio dc la ignicion, el tel'l'CIIO
n1antienc su frescor i asp cto nallll'31es, i la vejeta-
cion se COnSer1'l1 inalterada .
Pura ser Bolívar un pueblo llue no cuenta diez
alías (le flmdndo, es bastante grande i no carece de
buenas casas, entre ellas b de la es enela con vC'in-
te niños, mui ordenada i bien surtida de útilcs para
la enseñanza. La iglesia es grande, IÍlrlpia i un
lnodclo de sencillez i buen gusto en sus adornos.
Lcv:lntóla el.actua l curn. DOCTOR CA~TAÑ EDA, cos-
teándolo todo de su peculio. Bien mercce este
digno sacerdote el di:!tado de benelilcto!' del pue-
blo por su ejemplar iiesprendimiento de las l'ique-
z as, por la dispensacion jenerosa de los sacramcn •

,
®Biblioteca Nacional .
de Colombia
102 I'J;R.cG1UNA( ION"

tos i por ~1! infatigable Pl1lp~ñ() (:11 rJifundir snIHU'


idcas de cultura i cil'i.irlad ('litre Sil fdi~l'eses,
apoy~íllrl()laq en un fOIl(]o de CJ'N'ncias cris.iannR
puririci\e]-¡s (le] haRtarelo f.lllatisl1Io COII qUl otros
suelen ar<!:\l'1a~ , La il·l. tral'ion, la hondad i h 10-
lcranch cv:,"jéJicil ele las fhr¡Ul'zl1s ;',lt1liiS, ~in ue-
jar por r,o ele corrl'jirhs, ('O!lClllTen a formar el
cnrác!l'l' d,1 Prl'shít(')'o Cas¡,¡1: ·tln, sacerdote por
vocacion, '·~cel('n'lt· párrc,co ]101' lo llIi~mo que C~;
llUell ciudad.lIlo,
Al ~r, ,To' él L',nrlázmi, !Jolll'a(lo H'cino de L:¡.s
Cucvas i ];0111 bre ,h, u na lllJOri"sitl ti 1l.1da eOlnUIl,
ruin os d¡'lHI"rps ell' lJJlle' o, el \tos i111('res:IT',l~'s res-
pecto (h·: e 11'.11'0, Sll~ 1>0"111('8 i ll.()ntaií::~. En p;¡r-
te de lllH'~lm CSClll's;on nos aCllIrp.líió. allan:índo-
110S las (Ijfi~l"tadeq i al1 ¡tiá dono con suq rono-
t'irnil'nlO~ pní ·ti('o· 110 Illlll< ,'ariado que' sólidos.
lTahliihal1()~ SiPIlll'l'l' el, I pní COII (] íl'I'I'CJr de un
in.icllufl p"tllOla, lIlO. 'rando d"c:idi(.o int('1'l'g por
I'l hÍl'n pÍJh,ieo, Sllfi('icnl • 1111'11 te eOlllf'I'oba.lo con
h('chos ell ]11S divl'r,a~ i mui Jl IIOS .. S ('sploraciolles
que 11'1 v¡'rificado ó¡] lra\' dI' selvps j riRcos casi
illlPPIll'tlllbl,'s, rle ('o, n ele l'lIcontral' In mejor línea
de COllllltli(1lCion de V(,I.,z rOIl d ~11'~d!llena, 'c-
cinos como e! Sr, L7l11rl'zmi, 11 C\'(','(II el nuOJ' i T(,S-
pelo <1'1 ]Jllchlo en t'l1yo 11 n (ieio lra l),. 'an c]csill-
tCl'eNa<l.llllcntc; bu 11" il,h re ;¡<!alllChll', quclJi nun
con la ~ratitnd ,1..: los COlltl'llljlol':íncos pl.ct!el1 con-
tar, Eso titilen de 1Il; s Illcri rFi()~ qlll' utro$ los
~crvici,js del ci'ldar1 'lO cn 1:1 me de t.t \ ida ci"jl:
no los presta COll ruido ni los lJl'oc'allJa: los je-
cutn sin ser p(.rcibido.¡ ni glorificado rOl' IlfJII 1I0~
r\ <jnicnrs /;1\,01'1:-((', j sin alcanzar olI'O prelllio (1'[('

la Hati,/';¡('cioll de haher hecho el hien,


Las dcmas parro<jui:lsdcl C(lI1(OIl ,le V élez 110C0l1-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'IlA. 103
tienen particularidades nol;¡hlcs. IIahitn<las por
jentcs Inhorios;¡s, hospitahrins i de Índole inme-
jorahle, fOIIllan la bn~c de IIna pohlntoioll lnnto mar,
feliz C\li(lltO sr COlTIlH'llt' de pequeños propil'lnrios
csenlos del influjo frecucntellll'nLe opresor Óe lo~
graneles cnpit;¡]igtns. Estn ci¡,cunstancia fcli7., eo·
!Uun a la provincin, í 1;1 ocnpncioJ1 de todos en la
nohle (area de la ngriclIllllra, cscuela práctica elr
virtud,.· civiles, los pn'dj~pollell a ser COll el tiem-
po i¡.(llal anle la sociedad, como ya lo ~OI1 ante
la fortuna; es decir, repuhlicanos ta1l (listollltcs (1"
la altanrría del podnoso ]l:lrn CO'1 el c]cstitnido,
r01l1O ele la propcl\sion al d('sónlcll i lihcrtin;¡je
r¡uc cnjt Ilclr;¡ J;¡ ociofi:lll1iserin. Bajo cfite n'spect n
puede dt'('ir~e f]lll' ('n "\ Glt'z ha ('chado SU~ cimicll-
tos la vercbeleJ";¡ dClIlocracin, Illtdial\{l' la igual rc-
)Hll"ticion (lel ~\ldo !)l1C los h~:cc a t .Hlos }lmpida-
J'ios, a todos (h fe11sorcs de la pro) Í\:d~cl de cuyos
hClldleios participan, j por consigui '11tc de las
anlori(jadc~ i le~'cs quc les l'flaw1.al1 l'l pu;.;Íflco ;;0-
:l.e clc b t1 ltn lll'\"es.
TicHc (1 c:tntoll (i;3,300 hahitalltl'~, IJl'cs{'nlnJlc o
un n1111\('nto ,le R,(j~2 ~'(Jhrl' el cc.1I~o )p\"nntado en
1816, i boí cscc'clcn Itl~ nneílos a )0. muertos, du-
rante un año, (11 1.200 inc1i,·íd1Jos, ele Jo., clln:cs
la mitad 110 n'conoccn padre. L:l in trllt"cion pú-
ltlicn ~c h;¡Jb ell 11Il c&tado lamenlable; pnrsto
tlllc solo -lOO niños concl1rr~n a las cs('\!('las. en In
C11:11 idltt)'c' eic'nnmcnte lo d('~pnlf"lil nrlo ele i:ljlO-
hlaeion sobn' 1111 territorio elos n·:I.('s lt1:1S (S\('1I o
que el dI'! cnntOI1 'ChiqlliIlCJlIiní. Jhmtlltc ('1 año
ndministrati,·o (le HHfl,fuercm jt,zgaclos i ~enlcll­
('indos 101' los .jlWZC., Ictl':alrjf. rjO iulj'j(]¡:os, de
(lJos ;; l.c,JlIi(·iclns i:!-1 Jaclrollc"; ¡'Úl, no q\IC (:e,111-
Jl,~rado con la ¡.ohl¡¡cioll lotal c1rl c.,r,ton, ]¡arc 1'1

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101 l'EltEOIUNACION

mejor elojio de aquellos pueblos. No lIAI UN SU-


f.O ESCLAVO E!'< V{;LE?; frase consoladoril que bien
quisiera poder escribir cuando hable de las pro-
viucias restantes.
La riqueza mineral del territorio e~ illcompara-
lJle en todo linaje dc metales j fósiles de apliearion
industrial. Los fenómenos jeolójicos abundan, ofre-
cieudo al viajero estudioso un campo de observa-
cíon siempre variado, siempre nuevo. Uno (le los
mas raro~ cs el llamado Hoyo del Aire, cuatro le-
guas al N-N-E. de la capital, i 1 ~ al S-E. de
La Paz . Consiste en el hundimiento completo de
un peuil?o del suelo en la falda de la sCl'I'anía, ha-
hiendo quedado un gmn pozo de figura elíptica
que mide 300 metros de circunferencia, 118 oe pro-
fundid:ul ácil la parte superior de! (llano inclinado
de la falda, i 75 ácia la inferior; el díiínll:'tro ma-
yor 112 mctro~, j clmcnor 87. Las paredes del
hoyo, vel'ti"ales i forllladas de cstrataH de calcáreo
como el cerro Cll q ne cd(\, se hallan cubiertas de
vejetacion i habitaclas ~us grietas por gran núme-
ro de guacamayas, euyos brillantes colores lu?ell
en lo profundo al eortnr ('n su vuelo espiral los
oblicuos rayos del sol. Hnl'O fenómeno, por cierto,
el do esto hundimiento parcial i perfecto [lor to-
do~ lados j P 1'0 no único, pLlOS adellln~ ele otl'O~
análogos (¡tiC olJscrva1ll0~ en Las Cuevas, hui en
las cercanías <le 1,1. l'aíl varios de estos hoyos
producidos por la (lc3coll1posicion del calcáreo, con
la diferencia de que no descubren par(!dl"s verti-
cales como el tld Aire, o lall descubren por un
lado, quedando a la parte opuesta una rambla que
so confundo con el resto del telTeno ea lo bajo do
la ladera, i con la ventaja, para lo pintoresco, de
hallarse eultivado i a vczes habltado el fondo.

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DE ALPlIA. 105
X
Rara persona uc las que bajan al Carare se li-
bertan ue fiebres intermitentes . No bastan pre-
cauciones: necesítase una constitucion privilcjiada
para salir sano de entre aquellos bosq lles i loda-
zales eternos, hirvienuo en putrefllccioll vejetal
bajo una temperatura de :17° a 32° deleentígrado,
en medio (le una atmósfera cargada de olores pe-
netrantes i ca~i nunca renovada CI1 ws capas infe-
riores por corrientes de aire libre. l>ngml1os noso-
tros el tributo de salud al Cm'are ; pero, gracias a
la. bondad elel Sr. José Goolling,gue puso a nues-
tra disposicion Sll ' cas:~ cn V élcz, i a las delicadas
atenciones de los Sres . Díaz i Silva, lus sufrimientos
se hicicrollllevaderos, i al cabo ue 20 di.ls puuilllo~
emprendcl' marcha para l\loni'luirá, cabczera de
cantan, situada 5 leguas S-S-E. de Y élez.
El camillo es bueno en toda estacioll i atl';~­
viesa una comarca scmbrada de cas os i labranzas de
caila i de toda especic de frutos \llenores, lo cual,
visto dcsde las alturas repentinas del terrcno, pre-
Senta paisajes :¡I!'gl't's i vllriado~ que espaneen el
ánimo i lo ensanchan por la contclllplacion de un
pueblo escnto tlu miseria, feliz en su abundante
medianía. l'oco ántcs de llegar al río Suárez (Sa-
rabita) desde In cumbre de Ja Rcrranía que Jo en-
cajona d,; esta han da, se de~cl1brc el pueblo de Site,
fundado en mitad de la falda oriental de este pe-
queilo ramal de In cordillera, i oslent\Jjdo su blan-
ca iglesia i su caserío de teja en medio de la per-
petua verdura de los catrlpos. Caminaba yo dis-
traido i despacio contemplando aquel inmenso
jardin, ceñido en lo bajo por la plateada cinta del
Sarabita, que c1espues de multiplicados jiras se es-
conde entre los cerros del N, cuando me alcanzó

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loa rEllLGflll'ACION

1m inoio "irjo j forllido, c;]rgad:l~ lns espnldns con


Ulla YOllllllil1lls;1 male!;] de cOlllf'sLih]¡.s. Saludóme
('on b ('orle. í" jC'l1ial de l1lH'strns cnll'l){'~illos, qni-
tándoS<' ('1 gn\l'~" sOlllhrrro raspnn i dt'~cllhri(')1(lo
su cahc:!.a prOll!illPlltc licia los !{Idos, puhlada de
cnh 1l0],( hlcÍp¡¡te i ¡¡egro, a ]le nI' dr Jos años <]lIe
Jlcinnha ~1l dlH,ño.
_ce Ya que sumcreé mirn tanto a Sitp, dijo, a
'lile no adi\'ilLI qué cosa tiene de mas, o qué cosa
tienc cle IIl(JlO~. "
nctll\'p (·l ]l;¡~O nl oirle, i cll'tíl\'O~C (·1 tnmllÍcn
tijñndol1t(· la vi In, a]l()ynf~a~ IIIS callosas 1I10no:;
en el IVlrelc>!l. dilatada la hoca (;(,n HIlIl sonrisa
dc tIÍ1lIj'o. a til'IIl!)() CJlIC los nji'¡o jo\ialrs, ,i\'a-
l'a('ho~ i sn!tallores, dahan ,1 su ,:ncho j cohrizo
rostro una rara ('s]lresioll de Í!ol1¡}aclosn m;¡]jf'ia.
Ife aqní un hOlllhl'l' que, sin :;llhrrlo, ('stá hncien-
do la ó('g Ul1cl:! ('c1i"i,m (J..l (IIPl1to c]l' Edipo j la
g<finj". I'f 11S<.... ri"lIflollll' cOllttlji .. rlo por la fisono-
mía hurlona dC' mi ('(jl1ciudadllllfl ('hib('ha.
_" En Vl'l'rlad, 1(' nspolldí, que JlO [teierlo ('on
Jo qne' tetlgn de ma, Sitc, si no ('S :t!gun (; ,l'riha~Hl,
llÍ con lo quc lvng:1 ele 1l.~1I0S, ~i no es 1111 huen
CUl'll. JO

_" SllllJercé npulI\(" P(,l'O no ntinó. Tienc (lc


mas t'l 51'1' P<'ITO(lllia, i tielll' el" 1l1(11()~ el 11() tc-
ner jU(·:!.(·S. "
- " i ('i¡mo. i'ite no tic'lIt' Al""ldc Ji Juez?"
_ce]\Yo I j i '11110, El alío ¡;\sndo III jllllt:lwn lo~
1)ot(,rcs l'1l Y(o!tZ (In C¡ím;¡ra de pro~ JI(:ia) i JIOS
quitaron !()~ juc:!.cs, fl(jánc!o\'Cls ('1 Cm.. i Jos r.li-
cioS 1I1IoIilirll;OS (s('l'vil' () ~.lIhsi(1i;¡ri(l ) i I,vora tLlle-
lllOS qne ir 1.:o~ta Y c:,('z ! or (,lI:,l qn iLI' p1<:itccito de
dinero uel 1I11 l'cI.r1o, A'nsl::l,!1o n.:t~ ('11 d vi::,i<' quc
Jo (llie \';;le el plcito. "

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llE ALI'IIA . 107
_" ¿ 1 por Cjué raZOIl hicieron eso <:on una pa-
l'l'oqnin tan honita i jlohla(l;¡ '! "
_" Ahí ha dc nI" Sill1lcl'cé . Cosas (le los Do-
tores, qut' ('omo 110 \'in;J\ d()1)<!c uno vin:, gohier-
nUn ('011 ¡)(·rjucins.'·
- " Tiene rnzon, :llllir;o. ,'o !'ÍL'en donde '11110
vive: con ('. to hl di('ho n,no que otros COI1 lar~o3
(liscur.,o" i 110 ~Ol1 uslelks solos los !wl'jllrlic; t!os
por ig\lal motinl; ]'('1'0 ya ulnlclldaráll t'l daño
cuando \ \1(·1\'1111 n ,imltól!' e."
l'rol'11111}lió ti h\l('11 ',it'jo cn lInól intnj('ct:io:'! de
¡ncl'e(l ulirlad, i segllilllos (J¡'pnniellrlo ('01110 óm t iguos
conocido. , hast·, Sl'p:I,'¡¡rnr)~ el!'ea del IIIlCIJt<', En
este call1l','sillO yi Il'rSOIl i fi('ado ( I pc'r¡ Ill'í'io ¡gTi,'ul-
tor,~r:nH1dinorleln~ti('rrasall,'" Slltl':lj('C'on i t eH
cnlzoll rll' Illnnta gruesa, cfmisa dc ¡jellzo fu 'J'te i
tupido, rUóluilln I ,lJ'(1a (lt·lana, somhl'C'ro (1I.I'p0)1, im-
permeable i dL' iílUpli'ls djllll'l1sione~, i al¡':ll'l- ntc
uohJe, sujeto al pié 101' 1111 silllpl" cordo!l de fiq le.
,'obl'io cl1'l1 ni! g'l '1 ()lrn, pi es !;,(' ~1l5tulltn dr vc-
jctalcs i de ('hi~1 ,g'l t'1lldo c'n l 110 llllClio rel ,lia-
rio clIf,nrlo JI ,15: (h ,(¡j~I¡I[', hllol iOSI) i hO'I,n<ln,
eqá fwgul'O ,lt', «f, ('(1' sus po" S Ill'C'(' idr di s ('011
lo~ productos (·itr'os (le la illdustria (lomé,til'a. i
ni codicia 10 ".¡ ,'no, ~ nrr¡u\: I () lo k\ mCllustl r, ni
C'lwidia los g07.', d,,1 rico, porquc ('stando l'S c nto
<Id hall bre i h rle, ll11 rlez, !lO lllil'a con enojo la
nlJlll1r1ancia de hielJ( en otra, m¡¡JlO~: e 1111('rci~nt(}
]101' instinto, \ injn (le lIlt rcndo un ¡nI ¡'C, (J" ll11a
¡larte cld nñn, ll('"apdo n los (' Pl.lela lns l'nIlOS
que c~J1lbi;, (n su, lUI11tillicaclus ('ontrutocio!lcf>,
Jlasta que la cstac'ion ele la. siclIIhrus lo lla1l1a de
1111C\'0 a 1n rstfllltifl, prol jedad suya, donde le es-
Jl~rnJl la mn.)' rilas hijas constó1ntOllcntC' ocupa-
das en hilar i ((·jer. Allí fe ]'('coje c-n un l'(:qucí'ío

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108 PEREGRIl'ACION'

r l!lcho ele pn.j~, adornado con im{¡jenes i estampas,


fo1'l11an(lo altar en la parte lU:\S visible de una de
las paredes, i con los mui cOllt:ulos rústicos lllUC-
ble~ illdi;pcnsables para las horas de descanso.
Labra su eampo i cuida las nuevas scmelltcras
sin apartarsc de ellas bino el elia del mercado se-
manal en el vecino pueblo, al cual COllcurre COIl
toda b fumilia, d¡;jando la casa cerrada con un
Cllf'rO en vez de puerta i un l1Ullo en vez (le llavl),
bien cierto de que no habrá quien violo estas f1'á-
jile.' gllrmlas de su po1>r0 hOl-{ar, vijilatlo por algun
perro tan bullicio;o como inof'ensivo . Ahorra pa-
ci(;ntem~nte UlI real sobre otro para adquirir un
buci tic carga, o p:\ra invertir el dinero sin empa-
cho en cumplir promesas relijiosas, ° en hacerlo
lIna fiestecilla al Santo favorito, quc rcgularmente
es In VÍ1:jell b:tjo alguna de las innumerables ad-
\'ocneioncs que en estas comarcas la dan. Tales
son la índole, costumbrc, i situncioll de la pobla-
cion fnndamcntal de las provincias granadinas que
por un favor especial del ciclo, no por la inleneion
de nnl'stros antepasados, han creado i sostenido la
illdu~tri:\ rural, sin apelar al funesto cuanto cri-
minal recLll'SO de la esclavitud; poblarion predis-
puesta al fácil ejercicio de todas las virtudes so-
ciales si es biell dirijidn, pero tambien espuesta
ti no progresar cual pudi!.'!'", si mnnos inhábiles o
avarientas toman las rienuas i encaminan las cosas
al provccho personal de los pocos, o las descami-
llan i traEtornall, C01110 por desgracia suele acon-
tecer.
~Ioniquirá, erijida en parroquiCl en 1778, es
una bonita villa C011 90 ca~as de teja espaciosas i
57 dc p¡,ja, conteniendo cerca de 2,000 vecinos i
situada en un estrecho "alle, centro de cinco ca-

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DE ALI'IlA. lO!}
minos ql1e enlazan este cantan con los de V élez,
Oiba i I,eivn. No ha mucho que el desa.co de lns
calles era iusoportable i la l1lansion en esta villa
Una "crdadera pcnitencia para el forastero 110 ncos-
tum brado a respirar el aire de los muladares per-
manentes . Irní no es así: los lugares de uso pú-
blico se mantienen limpios, lns cosas blanqueadas
110r defl1cra, i algo se yijila sobre las mnlas habitu-
des de lajclltu inculta. Si esto es debido al temor,
aun subsistente, dc la nparicíon del cólera morbo,
o al propósito deenmendarel imperdonahle descui-
do pasado, no lo sé a punto lijo; pero lo cierto e~
que bastarian un poco <1e xc·lo i de amor propio
en las alltoridades locales para borrar la fea llota
con ql1e los "iajeros sl1elen aenmpauar clnomhre
de Moniqllir,í. Tiene f:n mercndo los miércoles,
mui concurrido i abl111clantc111cntc provisto de fru-
tos l:acionalcs i cstrnlljcros, i hace un vasto co-
mercio de mieles, producto de los bien culti\·ados
campos i de 80 trapiehcs movidos por mul;¡s. Casi
todos los habitantes del cantan son propietarios, es-
tando distribuida 1.1 riqueza inmueble en t "rminos
que ninglll10 cscnpitalista fnerte, peron:uUc se halla
tampoco destituido de medios de cxistenci;¡. ReÍl-
l1ensc los vecinos con frecuencia en bailes i en una
soei.dnd patriótica, en que tratnn de negocios pú-
blicos i de comun utilidad, con la ventaja de no
hallarse divididos por rencillas lli odios políticos.
Su carácter es sociable i hospitalario, los modales
cu Itos, i en las damns se 110ta cierta elegancia na-
tural i buen gusto en la sellcillcz del trajc, aun
para los bailes a que cOllcurren vestidas de 15lanco
i sin mas tocado que sus abundnntes cabellos,
adornados con algun ramito de fiares menudas.
No es de estrañarse tanta cultura, cuando se

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110 PE RE(: [l[:\.\GIO:-¡

aho que so.,ticl1cn una ('sclI('I,~ de lIiíias Cúll 5G


,tl"l de nilío; COil l~O, á,"Las 011 muí
:¡]ltllllJ.IS, i
bu 'n estado i !o¡'m;¡"do ('ontrll8te (',>11 (·1 abandono
vituperahl!' Lll que la jll ;trlll'('j{)1l JlítlJli~a se halla
en Vélt,7" G" 'lIta el üi,t¡i () 7,0()O hahitlnles,
habielldo l": ccliclu el :Ilío últilllo los llilcinlÍolltos
a los dLC~SOS en 1-l2 indid,[uos i wrinc¡í,losJ 'lS
matrimoni IS, Gun todo esto, loo; lllcillli"lIlns ilc-
jítinws j'"rlllnn la terc,'ra !J,l)'t;: ti.:! [otal, lo qtl.;
elebe il1lpllt~rse elll'arte a la ningull:t illtervcllcion
del GUl"l en los ne;¡;ll.:i():; tcm!,"r,,1 .l i al dcscuiuo
de los "'piritu'.! 's, eOJl1o lo <lt'lllllcst l"l la dcc:\(lcn-
te i lllaltruGrut i,(lesh. Un p'lrrOl'O ae,i,o, jóven
cn illl'u3 i (1' jenio rc10rlll ,do., hítri.t graneles hClIe-
th:iQ. a ~Ioniqllirá, [lrinci,)ah.H:llte lolejorao,lo las
CO~[lllJl hr~s dc lo; jornaleros, jl'ntl'~ dócile~ i dis-
pl1e~tlls a rc<.!ibil' la Í1I1Jlll iun del consejo i del
l'jemplo.
Ent:Íena e~te canton loq c!istritos ele lloniqniní,
Togüí, Pure, ChiLaraqllc i ::-lantana, to¡Jo~ a torta.;
distal1(':as i comunicarlos !Jol' hu,mos call1illo~,
contenienclo juntos 18,800 llabitante~ C]Ul' aumen-
tan rápitlum lItl', nH:rcecl a la salubridal.! del "clima
i a la prcJ1'u ion de medios de ,'xi~tencia, eJe donde
l)!'ocedtJll la robusll'Z i lonjcvidad de lluC di~lhltall
los 1'1Oradores. Solo en el di trito de ~IOJliqllirií.
C~ lisonjero el c~tad(l oe la ín8Lrucdoll primaria: en
los demos 110 alcanzan a GO los edu(':IndOSi por ma-
nera quc la ignorancia cuenta con una mayoría de
98 individuos sobre cada 100 i i aun h~i que añadir
muchos de los que han COllcurrido a las escuelas,
por cuanto salCll mui mal <'l1S 'll:.u]ns, i en breve
olvidan la. inuijcsta. instrnccion que reci',:, :'(J;l sin
método i sin hacerles conocer cómo habrían de
aplicarla a los negocios. Jenernlmente, por lo que

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DI: ALPII \. 111
he vi to ell la pro"incia, la t,¡[ en eíianza se re-
Uuce a f.ttiglr la 11IL'lllOria ti", lo" Jliñu~ ton pngun-
tas i l'c:;puestas flue snbrc rL'lljiotl, gramática i
arÜluétiea aprenden al pié de L! lt'lra, j ú la lec-
tura i l'scritura, en cuyo apn:lllliwje gastall tres o
CUatro añus. He presenciado los l'xlímcnes de
varia, escudas, i en todas 1", 110tlldo que a lo~
niño; se les pregllt.lt por una espe¡;ie de catecismo
rutiuero (1 uc (h.!l\oluinan pro.l}l'ama, fuera dlll cual
110 su pu"de pr,;.{ Intar 111d,l, JlUeS liD aciertan a
respolltl<!l'j prueha de que la instrllccioll propia-
Illcllk dicha, que cOllsi 'te en el ejercicio del l'nten-
dillliclIto, no exi,te, rcduciéndo~e a un estí'rilre-
cargo (!c la Il\ mori:. con palabras 'lile para el
alu 111 no cart!cen de significaciou líen entendida.
Du ¡¡(luí proct.!t1e que ell salil'lldo de h escuda
olvidan clnecio catecismo i con él toda la ciencÍ:L
postiza quo sacaron j i el padro de familia que ~c
ha privado de los servicios ele su hijo durante cua-
tro alios, mal teniéndolo en apl"endillnje, se en-
CU(;l\tra con tlll mozeton que no acierta a sacarle
UUíl ('uenta cn el mercado ni a le"rle una carla,
Yi~to lo cua 1 forma el propósito do no manr1ar lo~
otros muchachos a la llamada escuela, oríjen de
gastos inútiles i de habitudes elc haraganería. Tal
es h sltnacion de la pretendida enseñanza prima-
ria, con l11ui raras escepciones: talla hase de e pc-
rauzas con que contamos para realizar el sistema
de elecciones por medio d~l sufrajio universal
dirct;to, único verdadcro, siempre que se apoye, 110
en ht I'ent', sino en la iJ/strucl'iull, &iquiCl'a primaria,
de los sufragan tes . 1 lo peol' cs c¡ ue lus Escuelas
Normales 110 han dado hasta ahom los frutos que
de ellas se aguardaban: la rutina i el empirisJlJo
antiguos se perpetúan de unos en otros: la ciencia

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112 PERECllINACION

de enseñar no ha penetrado todavía en llucstro


país, i al paso que vamos no penetrará en mucho
tiem po.
La provincia de Vélez cuenta lOD,OOO habitan-
tes en 300 lceruas C\ladradas de territorio, próxi-
mamentp, de l~s cunlcs In mitad pcnnanceCll inocu-
padas i cubiertas de bosques VÍlj lles. En el trn.scur-
00 de 184D hubo 695mairimonios, nacieron 3,888,
i 1l1urieron I,GOO, q1ledando un balance de 3,288
individuos en fa\' 1) l' de la poblac-ion, lo cual, combi-
nado con la elt1r~cion meclia ele Jo. yj¡b, que es de
cincuenta años, la superabundancia elc Jos alimen-
tos i la estr 'ma salubridad del dim .• indiea que,
no habiendo peste o mortandad lSiraordinaria, la
polJlacion puede duplicarse cada 25 años. Si com-
paramos c. la cifra con las quc estnbleeen la última.
estadística de los Estados U nidos anglo-americanos
i los p~lI1Cr¡¡l!os cálculos de Delllonferrand, d'An-
g('villc i Lean Lalannc respecto ele Francia, pare-
cerá esce~ivmnellte corta de pronto; pero dete-
niéndonos n valuar las mil circunstn ncias especiales
que en nuestro país concurren a ponerlo fuera de las
reglns comunes del movimiento i propagacion de la
raza hnmnl1a,como respecto de Y élez se ha manifes-
tado cn el cur~o de estos apuntamiento, ', cesa todo
moti va de incredulidad, i aun me ;,trc\"o a :\scg-urar,
que cuando puedan C(llllpar.use períodos estadísti-
cos de 10 ¡¡haS arriba, la cifra de 25 años que he
fijado por unn induceion mni meditada, quedará
reducida a Illénos. Reservo la. comprobaeíon de este
aserto para. cuando haya reunido copiosas obser-
vaciones respecto de toda la Itepública, i pueda
comparar la suma. total de su poblacion cntónces
con la que tCllÍa el Vireínato n fines del siglo
pasado . Finalmente, en Vélez se hallan los varo~

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DE .ALPIlA. 113
nes i las hembras en la relucion de 27 a 28, i los
nacimientos en la proporcion de 51 ilejítimos por ·
cada 100. i Gravísimo cargo pste último contra el
clero, al cual están encomendadas la custodia i
fomento de las buenas eostumbrcs !
Los mor:ldores de la provincia son todos blan-
cos, de raza española pur~, crll~ac1a ,ca? la ~ndíjc­
na, e illdíjcn:t puro.: la pnmera ¡la ultllna forman
e]mC'llor ilíllllerO j i cuando la absorcion de la raza
indíjen:1. por la curo pea se haya complctado, lo
que no dilatará mucho, quedará tilla poblacion ho-
moj(;nl'a, yigorosa i bien cOllfnrmada, cuyo cilrúe-
ter será medianero entre lo imJletuoso del co pañol
i lo e¡¡lmudo i pucil'Jlte del indio chibch~ ; pobla-
eion fcliíllnente adaptable u las tareas de la agrieul-
tura i minería, fu JItes de gran loiqllC7.a para V é-
le7. , i a la fabricacion de t('jiclos j wmbrros para
el consumo propio, en la cual se emplean hoí ll'¡ '.
lIlo con gusto, aunque sin gran provecho, las mu-
jeres.
La relijion tiene poderoso inflllj en el ánimo
de estos moradores, como en todos 103 dr ¡'!ls cor-
<HIlera:, priJ1ci pales ue nuestro país; pero esta di-
chosa disposicion no ha sido cultivada conforme al
espiritualismo de los dogmas cristianos, sino in-
clinándola a. las prácticas materiales elcl culto 1'0-
nJano de la edad media, a que son lI1uí dados los
indíjenas por las ana.lojías que eslablcc\;l\ cntre
aqu\;llas prácticas i las del politeísmo ue S\1~ ma-
yores. Semejante sistema de cuueadon rdijiosa
pudo ser bueno en los primeros tiempo. de b con ~
quista. i cí vilizacion de estas comarcas, cuando la.
gran mayoría. de los habitadores era de raza india
pura, cuyas creencias idolátricas con venia COI1-
Vertit insensiblemente ácin Ins del cristiaui~m(j

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114 PEREGRINACION

para realizar la un ion de los conquistadores i con-


quistados mediante el vínculo de comunidad rcli-
jiosa, siquiera en las formas estemas del culto ro-
mano aceptadas de buen grado por el paganismo
chibeha; mas hoj que a la raza indíjena se susti-
tuye la granadina, diversa de la primera en índo-
le, en intelijencia i necesidades morales, i ademBs
galvanizada por las instituciones democráticas i
modificada en sn manera de existir por la liber-
tad de indu5tria i de movimiento; hoi el sistema
antiguo carece de 1'azon i de objeto, 110 cs social lli
civilizador, i la lwrsistcllcia en él puede compro-
meter gravulIwllte 1,1 causa de la relijion por cuau-
to llt>gará el dia cn que las meras ceremonias, las
procesioncs i símbol.Js materiales no satisfagan los
en tenclimientos que petlirún doctrinas elevadils i
sustancioc,as, mas dogma i méllos representacioll.
Ya lo he dicbo i 110 l11e cansaré de repetirlo: si
nuestro clero 110 comprende la crítica situacion ac-
tual de las cosas j ele los hom uros e insiste en que-
darse detras del movimiento social en vez dc en-
cabezarlo, provoca una tormenta desastrosa en
que por lo pronto sucumbirá el sentimiento reli-
jioso del pueblo. Renacerá, sin duda, porque la
l"rlijion es un elemento de vida indispensable para
las naciones; pero renacerá duspucs de mil e:llás-
trofes i estravÍos bárbnro~, los cuales pueden evi-
tarse i scriu. un crÍmell no prevenirlos. Yeo cami-
nar mi patria a esta crí~i > Supl"Cma, resultado del
tránsito del órden social :'lltign :11 nue,'o : el cle-
ro tiene e11 sus mallOS la salud pública i i el clero
permanece inerte i dormido!
Las habitudes i trajes de los veleños, varia de
cantan a cantan como la temperatura atmosférica.
Así en la parte alta del de Chicluinquirá (tempe-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA. 115
ratura 15 0 centígr.) permanecen los vestidos de
bayeta i el embozo de la mantellina en las muje-
res, i las ruanas de lana i ropa gruesa en los hom-
bres. Las casas son bajas de techo, con ventanas
reducidas abiertas a un metro de altura sobre el
piso de l~s habitaciones, las cuales se hallan dis-
pueslas de manera que 110 jas bañe corricn te al-
guna de aire: el pavimento esterado, los grandes
eanapes henchidos de lana i ostentando en sus fo-
rros todas las zaruzas imajinablcs, las mamparas
\le tela trnslucida o de vidrieras en In s puertas de
los balconls, anuncian en el interior d" las casas las
}JI' cauciones contra el Irio i el vivir retraido de las
jcntes. En la ciudatl de Y é!ez (temper. 21° ccn-
tígr.) ~(! I'uprodncen los miolllos uoo~, mas por con-
servacioll rutinera de los que los prillH:ros pobla-
dores llevaron allí sacados de Bogotá, que por re-
querirlo el clima j de dondc nace el aspecto desa-
seado de los que subsisten del trabajo cotidiano,
los cuale~ viven en cuartos bajos qU(! en l'l:dllcido
espacio contienen la üllllilia, las múcuras dI,) ehi-
eha, el tru1I del amasijo, los penos i gatos, i mu-
chedumbre de trastos mas o n.é110$ inamovibles
que impiden el aseo; jénero de habitaciull~d cuyo
influjo en la salud ue los que las ocupall i en la
salubridau del poblado es p\:l'llicioso en 0'1 .. 10 gra-
do . 1Iulliquirá, con temperdtura igual a la dI! \'é-
lez, .tic 1(: II os djferentes, a:go p¡¡r..:ci(!os ya a los
de tlt!l'ra ca.knte : I()~ vcs,illos SJll11l1li lijerus, 1.1s
Casas lJlas ventiladas, 10$ IIlVdales lllas suel tos i
~omullicativos. Esta gradado;l de co.,llllnl..res, tra-
Jes, alimentos i motLtles, desde el n:cojülliento .;i-
¡encioso de los que moran (;n la r.-jioll alta de IOJ
Andes hasta la abierta franltUeZll i cal':í.ctel' ac-
eesible ele los habitauores de las calurosas lla11u-

®Biblioteca Nacional de Colombia


116 PEREGRINACION

ras de Cúcuta, es tan insensihle a primera vista


como es paulatino el ascenso del termómetro: con
dificultad se determina cuándo cm pieza el tránsito
del uno al otro cstreUlo; bien así como al reco-
rrer las provincias w encuentran la .-ejetaeion i
producciones de los climas fria, templado i calien-
te, (n cl cspaeio de pocas legu:ls sin poderse dar
cucnta del punto en que comcnzó este admirablc
cambio de decoraciones, fuente de las infinitas be-
llezfls de paisaje, regarlas }lar el CrcaJor con pro-
fusa mano sohre cste RUelO, asirnto de constante
venlul'a ele fiOJ"e~ i frutos perpetuamente repro-
ducjrlo~.
I)rcclomina en los velcños el apego a ~us hoga-
res, en términos de repugnar los viajes fuera de
su provincia i ansiar el regreso cualluo de ella
.se ansentan. Un nniero, un peon cunlquiera,
al fialir de su puehlo vllClve a mir;lrlo d~sde la
iiltilllil etl1nhre de clond" Re dcscuhn', j ('xlwla una
esclil1l1ncioll de ruC'go al Santo preferido, no para
quo le amparo en el viaje sino para que le haga
tomar pronto; n clifh'c!1cia do su vecillo el soeo-
l'r~r,(), que cn proponiéndole un viajl' ('ualquiera, su
lev[,nta IH'<:511ro o, tercia la ruana, (oma el bordon,
j ~ill cuidal'oe dI' hacer provisiones ni I ,nlptrl, mar-
cJm re~lIelt:llnentc ha-!a el caho de la R pública,
o nI "tcri"r si SI.! lc of'n cen go.rantíns (pntndoras.
J"05 de Vl:'ez se contentan con el tráfico interno
rcrorrienclo los lllcrc:1dos semanales PHI a cambjnl'
de uno s cn otros divcrsos frutos que cada cllal
cnl1clucc . E~ta. 1 cqucíias fcrins no solo contribu-
'\:l'll a ~ali lilen'las nccesidades materiales rcunicn-
;10 ell Ull IIlcrt:ado las producciones de distintos
lt!g"rl~ i climas, sino adcl11:1s propel1c1cn a estable-
cer úliles relaciones dc conocimiento j .¡mistad en-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlLL 117
tre los moradores de la provincia, labrándose vÍn-
culos cuyas consecucncias morales son inestima-
bles para un país cortado en todos sentidos por al-
tas serranías que di vide n i :separan los pueblos como
pudieran las (frandes di tancÍas. La faz 80cbl de
lluestros l\1er~ldos sell1anaks i su influjo en la uni-
dad i nacionalidad on'anatlillus, son temas que cier-
tamente merecen 1.'1 estudiosa atencioll del pa-
triota; i en mi concepto esa costnlll ore es una de
las qUe debieran fomcntarse cuidadosamente, como
quc ella producirá, anclando el til'mpo, la estin-
eion ele las necias rivnlid1dcs i antipatías que aun
prevalecen entre varios pu,~blos pequeños, con no-
table menoscabo de los intere,cs de la comunidad.

XI
Tomando el camino que de lIIoniquirá condu-
ce a Togüí i Chitaraque nos dirijimos a Gálll hita,
prilllct' distrito del C¡luton Oiba al S . de esta "i-
lla. Alld,\llaR 7 leguas por ticnils bastante clue-
¡nadas, cubiertas de Sl'I11CntcJ'a~, i hailadas por
lllultilllll ele arroyos claros i buIJieiosos, llegamos
al rio Porqueras, línea divi aria dc entrámbos can-
tones i desde el cual Cll adclnnte comicnza por
este lado la provincia dd Socorro. Legua i me-
dia dcspuc~ de pasado el rio se encuentra el ¡lUe-
blo de Gúmbitn, pcqucilo i en su mayor partc pa-
jizo, asentado en un I'ullet'ito angosto CI1 quc ter-
minan las pellclkntl'S l"cJl'nlS de dos pcqucilas
scrranías paralelas ('ompuestas dc estratos calizos
i esqnisto arcilloso, formacion predominante des-
cle las ccrconÍ;¡s de Chitaraq ur, constituyendo un
tcneno casi unitario i por consiguiente ingrato.
Los ríos Gámbitai Porqueras, que unidos al lIuer-

®Biblioteca Nacional de Colombia


118 PEREGRlNACION

ta van a formar el Linguarucho, tributario del Sa-


rabita, riegan parte del distrito i contribuyen a la
descomposicion lenta de las rocas i esquistos, de
donde proceden algunos vallecitos de aluvion, fér-
tiles i cubiertos de jugosos pastos que a trechos
interrumpen la esterilidad jeneral del suelo, contra
la cual luchan sin descanso los laboriosos l1gricul-
tores dellngar, estableciendo sementeras de caña
i menestras donde quiera que hallan un rincon de
tierra capaz de soportarlas.
En Gámbita 110 encontramos Alcalde, Juez, ni
funcionario alguno a quien dirijirno~, escepto el
Cura Dr. Manuel Ccron, jóven al1luble i fino que
110S llOSpcc1ó i proporcionó todos los ausilios j noti-
cias que l1eccsitábamos i no habriamos podido con-
seguir sin la intervencion dc este bondadoso i pa-
u'iola eclesiástico. Poco tiempo tenia de estar en-
earp;ado del curato, i sin embargo habia comenzado
a rcfaecÍonar la casi destruida iglesia, i solo, sin
recursos, sin mas ayudnnte que un niño de 9 años,
tenia fundada una pequeña escuela primaria que
él mismo cuidaba i dil'ijia; prueba evidente de 10
quc alcanza la firme voluntad ne hacer el bien.
Numéranse 3,000 vecinos en la parroquia, todos
ellos blancos, ele constitucion vigurosa i costllm-
l)Tes sencillas amparadas por In hahitud nel traba-
jo constante, i ncaso tambic1\ por la mansion de las
familias en estancias de labor (1iseminac1ns en los
campos. Averiguado el movimiento ele la pobla-
cion en el último año, segun los libros parroqnialcs,
11alJáronse 104 llacimicl1tos, de los enolcs 40 ile-
jítimos, 60 defunciones i 20 matrimonios; cifras
que no guardan proporcion con el total ele habi-
tantes i que acusarian por sí solas la. incuria del
párroco antecesor del actual, si no hubiera estado

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlIA. 119
manifiesta en el abandono i desgreño en que dejó
las cosas de su ministerio, patentes a los ojos de
cualquiera, por mas que el caritativo Dr. Ceron se
empeñaba en disimularlos.
No obstante la pobreza del suelo para la agri-
cu 1tura los alrededores de Gám bita no carecen de
belleza' por la agradable variedad que comunican
al paisaje los cerros eireun.vecino~, a vezes redon-
dcados i con laderas tendIdas CUIdadosamente la-
bradas, a vezes áridos i escarpados, de cuyas ci-
mas trastornadas se precipitan con ruido varios
¡¡rroyos formando cascadas, entre las cuales se IH1-
een notar la de Santafé, grueso chorro de agua
reluciente quc despr('ndiéndose de los estratos su-
periores de la serranía, visihle a la izquierda desde
el camino de Chitaraque, salta por encima el" los
árboles i arbustos un espacio de 40 varas, perdién-
dose despues en la espesura; i la. elel Palmar, ca-
mino ele Paipa, oculta en parte por nna vejetacioll
lozana, pero que examinada de cerca presenta una
columna de mas de 100 varas de caida limpia.
Ilai otra quehrada caprichosa que desdeñando el
correr por las sinuosidades del terr¡'no, ha ido a
perforar una colina cerca i al S-O. elel pueblo,
abrientlo la cueva que llaman del Chocó, tle 1 cua-
dras de largo i enriquezida. en lo profundo con es-
talácticas numerosas que han r1isminuielo la altura
primit.iva del socabon, grande i desembarazada, si
se ha de juzg:\r por la elevada puerta que da en-
trada al arroyo: curioso fl'llómeno por cierto, i
ejemplar notable de lo que puede la nccion dc las
aguas sohre las rocas de formacion caliza, como
tam bien lo demuestran los hl1ndimientos cónicos
de J.as-Cuevas i el afamado Hoyo-deI-aire en el
canton y élez.

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120 PEP.r::ORINAc.:ION

Seis leguas al N-N-E. de Uámbita queda Cu-


nacua, corta¡ do el cnmino los rios Huerta i Tolo-
tú, el primero con bucn puente, el s guudo con
malísimo v: do, i enlr{L1l1bos llevando precipitada-
mente al Lingnantcho BUS aguas t<:iíidas Jior la
zarzaparrilla, que en abundante di~ulllCjoU con-
tienen. El tt'l'n'IlO en todo este espacio permoue-
ce calizo i gredoso con algunos llHillC]¡Ollt'. de pi-
zarra, poco apropiado para la ngricnlturn, que allí
es pobre, cOllsi~lielldo principnlllll'l1tc en yUCIl,
maíz i pltítuno, ba es dIO la subsistencia do los
llloradol'l;s. I"o~ cerros altos, (lescaruados i de con-
tornos abruptos el1vían a lo hajo las n'(lH\H llove-
dizos con UIla rapidez perjudicial para lw; sunCl1-
tcras i para el terreno que lavan i dosgal'rau. Así
es que muchos labradores han ell1i::lTildo dirij:én-
dosc a las fértiles \'('g;l~ del S'lIlita, dOllcle ('llcucn-
tran tie1'l'a~, protcecioll jau, ilios para est:\ hlccerse;
i <le aquí !lroccd~ la clifl-rcllC'ia entre la pohlacioll
que hoi cuenta el distrito de CUllaeua (2,000 ha-
bitantes) i la que: le dió el ceJIlla de 184ü (2,17(J)
disminuirla en vez ele aumcntada, COlllO lo ~starja
si la salubridad cll·l clima fuese acompaíia(la de la
fertilidad dd suelo. La situarion ele h cahclIa del
distrito es mala, quedando el puehlo al pif' ele una
~crraHía 1ll0ntuo~a ('UII desicrtos al E. hasta el
callton Charal:í, i al O. separada dú lus I rOOllcti-
YOS \'allcs ele Ulladalupe i Suaita por nItos ecnos
intransit:iblcs; siendo así que UII poco lllas ade-
lante hui htrmosas llanuras bi('n )'C'g'flclns en quo el
)111u1,10 ha1))';1I. Cftl(.·dndo Yc:t1tnjnHUJIlt;J1tc> uhi('u(]o.
Cupricll(H' de \1n Hnljguo Ctl1"a dct(onllilluron )a
fundacion cn el lugar que ocupa, desde el cual,
ácia el N, se alC'anznn a ver las techumhres ente-
jadas del estellso cUBerío de Oiba, i la bonita i blan-
ca igll!sia que 10 c1om.ina.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIlA . 121
DCSIlllCS dc una fatigos;}. ma\"ch~ de dil'z horas
llr~alllo8 u Cunacua, tarde i con largo ayuno.
Xadic nos indicaba dónt18 p()c1riall1o~ al()jarno~:
preguntáballlos, i lo~ \"ecinos papamosC'ls se quc-
dab,m ealiado$ mirálldúllo:) de hito en hilO . Por
fin a\"el'i~ll'lmos que ;111nquc no habi:t Alcalde CIl
cl puehlo an:lah¡t ]>O\" allí el JtH'Z, en cuya solici-
tud proseguimos hasta ¡¡UO en la plaza ¡cerca d:l
la c¡írcel CllCill1ll'allH)3 un hombre rú~tico i mil] per-
jcñado l'on un,l Yar.! ne;(ru en las Illanos: era el
.fuell. DijílllO 1, l!lIié:lCS éramos i (1\1':' moti~'o nos
habia lleval!o hasta al[ lid lineon de I:t patria. El
digno funcioll rio se balanceaha sohre una pata i
lSobr,) otra, Il()~ Illir"h.1 i se r·í I COIllO Ull oso: im-
1'0 ¡iblc lIlel~rle en In ll1aciZ'l cabCZ'1 una i¡lea: im-
posible que leycra na(h 11\Il'~ ignorah,l el alf:lhcto.
Por último, interpelado con 1,1 cnerjía del hamurc
i del cansancio qu~ llevúballlo:;, suspcnuió la ris:l,
rompió el silencio, i no~ ofreció socarronamente
por alojnl,licntu ... , ..... Ia t'árctd!
-" ¿ Cómo He llama este fClIómcno? prcgunlé
a tUI curioso [1\lC 111<: qtllJIlah 1 cnca .
- " Don (lregorio NC'irn," me contc:.tú, " í es
la n\ltorirlad."
- " Señor Autoridad," dije nI amable Don 01'1'-
gol'Ío" ¿ tendrá usted a bicn'llc"ill'l1os donde aqucl
vc'cínolltw desde 1I1la c~pecie dI) tiendn, buclla poll'a
alojarse, nos eSL:í mirando? P¡trN'c persona de-
cente, i él acaso nos cOlllprenderá ."
- " Oh sí! Es Don Cayetallo, muí pCI'sollnje ¡
1l1ui llot:lull' (101 J1tg"hl-."
1 lk'g;ltlos fL la ca :\, )on (h"l'g'ol'io fl,alllc1ú a. I)OIl
Cayctano i reasumió su risila de ll1 ánas sin afía-
di r pnlabrn . Signitiljué al nuevo iuterlocutor nues-
tra necesidad, el objeto del viaje, lo qut' nos SU ce-

®Biblioteca Nacional de Colombia


122 PEREGRINACION

dia i ]a voluntad en que estábamos de pagar cuan-


to pirlicse pOl" alojarnos durante la noche i pro-
porcionarnos cualquier alimento.
Silencio sepulcral de part: de Don Cayetano,
insensible como una roca a 1111S plegarias i ofertas.
Ninl.!"unrL mediacion de parte del Juez.
En este punto, perditla toda esperanza, dime
por vencido ante la inhospitalaria inercia de aque-
llas jcntes, i declaré a mi compañero rotas las ne-
gociaciones.
- " Voi n convencerlos," dijo, i desmontándo-
Re i desensillando, en un pestnñear se abrió paso
por entre la Autoridad i el Notable, entró en el
cuarto i ~e prorlnmó instalado i alojado por derc-
cho de conquist'l. ApoyeJo haciendo irrupcion con
asistentes, instrumentos i petacas, j me scnté a
examinar una mcsa de pino que mIda tenia que
l'xaminnr. El Juez desapnreeió: Don Cayctano
gruñó i evacnó In plnzn : la fnnilia se alborotó i
comenzó a cerrar de firme tOllas las puertns de co-
municneion jloni6nuonos en riguroso bloqlll'O, con
negativa no solo de nlimento sino hasta del agua
i del fuego, a usanza de los ::In tiguos Romanos
euanc10 c¡ llcrian descartarse dc algull ciudadano
e~torhoso. En resolucion habriamos carecido de
todo, nh olutnmente de todo, a no ser por el Cura,
}>rcshítcro F':,lix l\feléndez, qne nos ampnró i fa-
voreci6, en términos dc poder seguir marcha al dia
siguiente.
Cunacua, ]1or lo visto, es purblo al cual no pue-
ele ir ningun viajero sin llevar ticnda de campaña
paTa alojarse, bastimentos rara él i pasto p::tra sus
bl'~tias. SeV'l'C'gndo cll'l tl'áfico activo con los otros
pUl,hlns, sin mercado, sin roze de jentes, cierra
sus puertas al foratitcl'o en quien mira un intruso, i

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DE ALPIIA. 123
desconoce las ventajas que se derivan de ser hos-
pitalarios i sociables. La rusticidad no tiene allí
contrapeso, i la cultura moral corre parejas con la
del suelo, pobre i sin lozanía por la ingratitud del
terreno. En cuanto al Juez Neira, no se crea que
es un tipo escepl'Íonal; iguales a él, poco mas o
ruénos, en intelijcncia i rcspctauilidad, son casi to-
nos los Jl1czes i Alcaldes de distrito. Los veci-
nos de instruccion i comodidades aborrecen este
empleo i se valen de su influjo para que no recai-
ga ell ellos el nomhramiento, echándolo sobre al-
glln labri ego ignorante que arrancan de su estan-
cia i del seno de su rústica familia para trasplan .
tarlo mal de su grado al Plleblo i dejarlo allí perdi-
do en ellaherinto de un oficio que es incapaz de en-
tender, o ]0 mueven cual dócil instrumento, ya pa-
ra hacerse supcriorcs a la justicia, ya para vestir
con ('1 aparato de esta sus ven ganzas personales.
El triste Alcalde que por una parte contempla su
estancia i Jabranzns abandonadas, i por otra sllfre
las reprimendas i aun multas de los superiores a
causn de los dispamtcs que comete o le hacen co-
meter, pone todos sus conatos en soltar In carga
cuanto ¡ÍIItes, i se establece un torbellino de re-
nuncias i nuevos nombrmllicntos que de llecho
equivalen a la vacante permanente ¡Iel pmplco.
Ahora, si se considera la importancia políticn i ad-
ministrativa del Alcalde, a ct1y a~ manos vnn a pa-
ra\' todas lal< leycs i disposiciones guhernativas
pnra su ejecncioll, que forzosamente ha ele comen-
zar en PI distrito, se vendrá en conocimiento del
profundo desórden que en e~ta situncion se intro-
duce en todo nuestro sistema legal i político. La
República existe en la Constitllcion cscl'itn, en las
teorías del Congreso i en la intenrion de los alto~

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121 PERr:GRr~ACION

funcionarios: la procl¡¡man i defienden los ]1erio-


<lislas: la sostienen moralmente lo" h'lmhres ilus-
trados; pero en la realid;ld, en la base del edifi-
eio, que es el dititrito PlllToCjuial, \JO I'xiste sino
una mon. truosa mezcla de las hahiludl's dell'é-
jilllen colonilll, disfr,lzadas eOIl I[\~ fórn, ulas r\![lu-
blÍl;nnns sin vigor, sin la vi<la de las ichls que solo
la cumplida ejecucion de las leyes plJdl'áll infun-
dirles.
~Iiéntra~ In. adlllinistl':H'ioll de In panoquirL no
l'eeaijO'a e1l h()l111m~s illtelij"llt 's que pennnnezcan
largo lien,po en su en'1,1('0, no ecs~Lr;'¡1l 10,l mules
inclie' dos; lllilles n nlndernmcnte serios, IJlU'S de
ello~ nace el deseClntento de bs jloblatiolles agrí-
cola~ i Ull m~le,>tnr íntimo q\l~ a la l11enor oeasion
se eXII"pera i p;-ecli~pC)ne los ánill1o~ a rcsistcnciaY
i re\'ucltn~ en que e511<.:r.:11 hallar el re11ledio. Tal
·cz sea ('s te el oríjen de la fneiliclad ton que en
nuestro p"ís se trn111ó\1l j (stallan lu'i revoluciones
J,or c,uscahcihdM q lle parezcan. Los cleScCl11tclllOS
de la parroquia se cl'j 11 alucinnr ('on promesas de
Illcjol'Jr su estado ~i aymhll a !JCJ!lel' un nuevo je-
fe ('!l el Gobierno suprelilo: ellos, que clCRCOIlOCl'1l
la Índole i práctic., tI ,1 ti tell1.\ l'I'public;¡no, cl'een
que el l'rcsi,1cl1te eEl (l di "pcI1H:!dnr de los bicnes i
la l':LUS'l dc los mil!t s, C01110 10 <'ra c I1 otro tiempo
el ¡rei, cClllfuud 'H toda\'íad (;obierno con el in-
dividuo i ju:tgnn que 11l1lcliludo las !wr ... onns todo
tnmbiarií. IJlIs revollll'iones son cOl/tra natura,
porque el hombre mnn !a paz i la segnritlacl; de
donde se infiere que la freelleueia (le las que han
dcstrOZil¡]o nUtBtro paí~, revela un paclt'cil11icnto
moral que en mi couccpto ticne su asicuto en el
desf;obicrno del <listrito. Aforlunadll1l1Cllte el re-
medio es fácil, i la observacion inmediata de las

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DE ALPlIA .

COsas mc autoriza para añadir que seria eficaz:


PONElt SUELDO A 1.05 ALCA r,DES . lIai en las capi-
tales de provincia i en I1lUC]¡:lS cabezerus cantona-
les jóvenes de instruecioll que por laudable ambi-
cian política dc~ean darse a conocer; mas son po-
bres, i la pobreza los encadena en un lugar fijo en
que vljetnn ost:nros i anulado~. Un pCCjllelio suel-
do qne les ;¡Hilllznmla suh isV'neia les ltnria bus-
car las alcaldías, Jll'illln cscalon elc la vida públi-
ca, i la nccesidad de recomendarse bastaria como
estímulo para el lJ1'en ürsclJ1!)(,ño dd empleo. A
poco andar tcndl'inlllü. establecido el réjil\l(,Jl cons-
titucional cn los di tritos, i 10. hcncfü:ios de J:.¡
Rcpúhlic" RC insinul1'ian cn el ánimo de los cam-
pesinos i1iterat{}~, Cjl1C aprcncl¡;rian por la f\lerza
ele los hechos a S()~tcller i UTIl:lr el únlcn legl1, ¡ti
distinguir el illllxr' abstracto de la lei ;lI,ll',rac1o-
1':1, de la autoridad Il1cramente ~jecutora ti 1 fun-
cionario .
Oiba demora 31cgurts al N. de Cunacua. El ea-
n1ino es buello i ('sprtcilJso, i nlravics:t el rio de
Oiha por un puent.e cuhicrto, súlido i hien conser-
vado, obras en que obl'esalc la provincia del So-
corro i la hacen una de las mas transitahles de In.
Repúblicn. La "illa, cabezcra del canton, cuenta
2,500 vecino. alojados cn huenas i espaciosas ca-
sas de t ~.irt. Tipl)(! el clistrito 8,000 habitantes,
danclo por lno\'imi nto rtnual de la poblarion 207
nacimientos, 1 iO decesos i 30 matrimonios. El
aUlllento de: :37 illdi\ iunos es illSicrllificantc l'cspec-
:'0 del total de la 1 oblacioll, i so;'prcnde su pcqne-
I\~Z cuando se (.ont~l11pla el :lspceto robusto de los
hahitantes, sn ,cti-.a laboriosidad i la fertilidad
elel tcncno que cultivan cuidadosamente, de ma-
llera que la subsistencia es barata, segura i abun-

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126 PEREGRI!<ACION

dante. r.. uego vercmos que en la cercana capital


ele la provincia escedcn las defunciones a los naci-
mientos segun resulta de los libros parroquiales;
hec1lO singu!ar que indica la intervcl.cion de algu-
J1a Cll llsa no conlun i digna de iuvcs,igarse. Oiba
(tal \ez la Poima de los aboríjenes) figura como
parroquia en la estadística del Vireinato desde
1727. Situada en medio de laderas abiertas i ale-
gres, a 1395 metros de altura i con una tempera-
tura de 22° centígrados, es el nudo de sitte ca-
minos principales que al traves de algunas poula-
cion,·s próspcras la relacionan con los cantones
Vélcz, Moniquirá, Tunj'l, Leivn, Charalá i Soco-
rro sus colindantes. Debiera, por tallto, prospe-
rar con rapidez; mas le falta para ello una ba'e
mercantil :I[ 8. i al E. en que la poblacioll es po-
ca e indifCl'(;I¡te al ,jumento de r,¡pmodidades que 011-
tendrÍL ¡,or d comercio con el N . de la provincia.
A pste 1'Illlll;0 queda la capital respecto do OiLa,
dt:l dondc l'uJ'tell }lara ella tres caminos: el que se
dirije al E, jl~lsa cerca de Confines (antiguo Cu-
latas) i mide .:J~ leguas: el del N, de 5} leguas
siguiendo tI filo de una larga colina j i el que to-
ma al O. en demanda de Gllapotá i Chima, corta
el río Sn:írez o SUl'auita, por cuya máljen izquier-
da continúa hasta Sinwcota, i de aquÍ ácia el :E.
vuelve a cortar el Sarabita i termina en el Soco-
rro l11edic1"s 8 IC'guas granadinas: es el mas fati-
goso i quebrado de los tres i el que mayor ticmpo
consume, tan to por su lonjitud, Jos recuestos i pe-
dregales, como pOI' las dificultades i dilaciones en
los pasos del rio, calldaloso i sin pucntes en aque-
llos parajes. :Emprendimos marcha por el del me-
dio, deseobos de examinar nnas lajas que decian
marcadas con huellas de animales, partícularmen-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA. 127
te la llamada" Piedra de la pezuña," objeto de
una tradicion disparatada. Cuentan que cierto ca-
zador ue venados, mas atento a su oficio aventu-
rero que a cumplir con las obligaciones uel culto
relijioso, llevó su impieuad ha~ta entregarse a la
Caz ería un viérnes santo. El uiablo, que eutón-
ces 1I0dormia, le esperaba, tr.lsl'clfmad.o. ~n c' crvo,
uentro de un bosquecillo donde los ch]¡Jentcs pe-
rros conuujel'on al cazador, comenzando desde allí
una serie de carreras desesperadas al traves ue
moutes i vallados que el pseudo-animal sal 1'0.1)'\
con diabólica prcsteza, dirijiénuose a la mitad ue
un cerro peinado Cll barranco vertical sobre elrio
~uárez. Alegre el cazaelor al ver aquella falsa
evolucion que le aseguraba la presa, se apresuró a
cortarle la l'etil'llda animalillo a los perros con gri-
tos e interjecciollei¡ que hucÍan ruborizar al ciervo
mismo, el cual cuando hubo llegado a la orilla del
precipicio afirmó las patas en Ulla laja grande i dió
un salto de seis leguas por encima del río Suárez
i vegas adyacelll~s, yendo a perderse entre los
barzales de la bcrrnnía del Oesto i dejando <letras
de sí al absorLo cazador, envuelto en un torbelli-
110 de humo de azufre, segun la costumbre inme-
morial i caracterí~tica de los diablos. Despejada
la ... tmóhfera viósl: la laja marcada con la impre-
sion profunda de las patas del cx-cje;l'vo, como to-
davía puede verlo quit!1lquiem Cll la famosa" Pie-
dra .ele la pezuña;" la cual, hablundoen prosa, 110
es SlIlO Ulla ancha piedra caliza en cuya superfi-
cie ha labrado la intemperie pequeñas depresiones
que la imajinacion supersticiosa convirtió en hue-
llas sobrenaturales. Cerca de allí corre un arro-
~uelo sobre un lecho de lajas análogas a la ante-
rIor, marcadas profundamente con depresioneli se-

®Biblioteca Nacional de Colombia


128 l'EREGRINACION

mejantes, sin órden ni alternaríon alguna, de modo


que ni representan pasos de animales, ni tienen la
menor illlportallcin para el je6Io~0 .
Dos i medía leguas iíntes du lIegnr al Socorro,
hicimos alto l'n una venta que llaman Agua-uuena,
por la 11" un límpido i fresco manantial el'l'cano,
ele donde se sl1I'te la casa, edificio modesto i asea-
do, ron su porlal ácin el camino, a la izquierrla una
puerta que drjah:t ver el grueso mostrador <le ado-
hes, rorOllaclo de (rltllmas, n1llleios de estar cerca
la hin'icntc ('llicha, i ostel1tundo por ('scc~o de lujo
dos fraRcos de ap:uardientl', clctl'ils ele 11n enrejado
de ma(lera, j a la (]creckl otra puerta pan1. lo que
lInmnr(' ~nla de I'eeihilniento, ('l! defecto (le nOl1lhrc
mas apropiado, Por SU]111CS'O que no ütltnban p3-
rroCJuinl1os en la chichcría, cuiilr~ apurando la to-
tuma dl.'sde cl1eil\l:\ dul en.inlm:~do huci, que mién-
tras tanto Tlfminha i dormitaba, cuáles fO\'lllanuo
eorro en el pOl'ü,1 i dentro (le la tien(la, hahlando a
UlI tiempo i ('11 voz alta <le la' negociaciones i pre-
cios <lC'1 mercado, i dejándose obseqlliar por la"
atléticas hija-: de Eva que les acomp.1ñaban; todos
ellos jente ngri<:ullora, ájiles, vi~':orosnlll(,llte COIt-
formad(l~, de Illirar intclijcntc i aire l'esn lto, ves-
tidos a la lijcr;l con telas nacionales, ruanas dimi-
nutas j amplio f;oll1lJrCl'C) de trcllz:" la nerviosa
pierna dl!~nllc1a (ksde la rodilla, i el l'i0 resguar-
dado con alpargates gruesos, ya 0:aslaclos i empol-
vados en largo Sl rvicio . Acomodadas las cabalga-
c1urns fuera del portal, entramos a In ~¡.Ja, donde
nos recibió la ventera con mil rsc\I:",s por los
tercios <le ynca que nos cmbarazahnn el camino,
accidentnlmC'l1te depositados allí, segun tuvo cui-
dado de informarnos, como temerosa de incurrir
en mala nota. 11 nebles no habia, salvo Una mesa

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE Al PilA. 120
}1csadamente labrada i arraigada en un állgulo de
la ~a la, cerca de el os poyos cubiertos de estera;
pero en compcnsacio:\ brillaban las p:lleues con
pint1trrls en que el injenios? autor. h¡~b~a hecho
heroicos esfuerzos para combInar (le lllflllltas ma-
neras el ocre i bermellon, únicas til1t~s de su rús-
tica paletn .
JA~ fig.II"nS mas notables eran dos lll.atrona~
sentadas en el aire, de rostros borrochos 1 mofle-
tudos, con Jos ojos a la raíz del cabdlo,i por tanto
sin frente . La primE'ra jemia bajo el peso ue unn
corona jigantesca, sin esperanza de ali\"io, puesto
qne la mano izc¡nicnh Ja tenia ocup:1da con 11I:a
tiara, i la dcree:}:! con un barreton, a gui a d,~ (,C'-
tro. Dch:jo cFcrihié. este llUCYO ],eOllr,l'do de
Yinci:
L:, <Jlunta pa¡[c del mundo
Evr0l'a ~oi nomLrada,
Tengola liara, j las llabc ,
Yo zoi blllas ilntrada.
. Frente a frente, mirando a su C'olrga con ojos
tIesos i espantado" (·"taha Jr¡ segunda fi'~I1r:1, co-
ronada de plumas. al jlnl"cccl", ('O)l :1I"CO i flechas
cn una mano, i 1111i1 grannua lJ111i nl1.ollaule ('1\ la
otra., Volaba por 10 alto U11 letrLro clLle clcc'ia
AMERICA, i ch;hajo:
Quizo mi Dios piadoso
Dnr.lwEu caridad.
S"i ln S nIcrit"a liure
"iba la l¡lJCIlad.
pJ'oll1ediaha entre las dos matron::t~ un militar
colorado, cabalgando cn un euadrllJh:do mnarillo,
detJ'as del cual iba \\na mujer nmarilJa en \In ca-
ballo colorado . El militar se abria l,aso con la
espada, ll1as grande que él mismo, i le rodC'alla
tal profusion de yersos belicosos, que no me atreví

®Biblioteca Nacional de Colombia


130 PERJ::GRINACIOli'

a copiarlos. El Asia i el Afi'iea se quedaron en


bosquejo, probablemente por ha uerse agotado el
ocre i uermellou en horrajear sobre la testera de
la sala dos Vírjcncs rojas con sus correspondien-
tes Jcsuses, ~acando ánimas del purgatorio, mién-
tras 8an J o~é se estaba a un lado mir ándolas, i
por ventura devanándose los seso~ para csplicarse
aquella dualidad inn~itada, que celebraban dos
anjclotcs tccando violín i guitarra, i rodeados de
una aureola ele guacamayas enormes, en cuyos
cuerpos acabó el pintor dc limpiar su~ brochas.
Pedir dl! comer habria sido anticiparse a la épo-
en prcscllte, por cuanto no está en uso todavía
guisar en nuestras ventas-posadas, escepto lo que
llam:m (1jí, espp.cie de potaje de papas, del cual
regalan una cscudilb a los transeulltes de al par-
~ata, eOIl tal de que beban i pagucn un cuartillo
de chicha. Inventamos un sellcillo almuerzo, quc
no q sirvieron sin Illas nditanll'l1to quo el salero,
dentro dcl cunl pusieron dos palitos de saucc con
SIL corteza, para suplir la falta de ellbiertos, que
en realidacl no la hacen cuando se aprende a mane-
jar aquellos instrumentos, cuya principal iecomell-
dacion es el aseo, lll1esto que para cada servicio
los fahrican nuevos. Con esto, i dos vasos de agua,
que ('11 10 cristalina i lijera pudicra brillar al lado
de la deliciosa de Torca, proseguimos nuestro ca-
mino cn demanda del Hocorro .
XII
A p¡;ncipios de lMO entraron los españoles por
primera vez en el territorio de los Guanes, hoi
]lrovillcia del Socorro, capitaneados por el funda-
dor de Vélez, Martín Galiano. Llenáronse de ad-
miracion, i de algun tcmor tambien, al encontrar

®Biblioteca Nacional de Colombia


Df: ALl'IlA. 131
la tierra densamente poblada de indios ngriculto-
res, activo~ i con vestiduras de teh, fin:ls de nlgo-
don, a usanza de 105 Chibch;l';. Así fué que, cau-
telosos i con palahras de p~z, pcnetr !roa por la
dcmarcal:ion del C;¡ci(ptc Corbaraquc, cuyas ca, :\S
demoraban al ::)-B. dI) Oiba i tomando por el Va-
lk dc Poj\ll~, se dirijicnll1:\ Chalal~ (hui Charalá)
donde loo, rl!cihicroll con arm ..s, cerrandoles el paso;
costulllbre que no b:ll1 perdido a(lu{'lIo~ morado-
res, COI\\O lo delllostnl'on cn 1810, pretendiendo,
pocos i mal armados. l'ce]w,::I\' al f'roz realista
GOllzález, <jIlC conducia por nllí un cuerpo de
tropa Ycteml1J, resto del t'jl"rcilo de Barl'\~it'o, tle-
lTot;¡ 1) en n,)yneá. Elltr':;ll1\¡a~ oca. ionps les salió
mall. cuenta, put's llUhi('roll ue S\\C\lillhir :1 h l. :l-
• yo!' lll'l'ich la primera, i ]a 8l gll1\(l:t :tI mayor nú-
o

mero d0 los in\'nsorc~. Continuó <ialia1\o su c~­


ploracioa ácia el N, cncontr;\lvlo en todas partes
numerosas poblaciolles, j de. I¡u ... ~ de un rodeo
hasta celea dcl actual g'lnjil, d01\d' tuvo que COlll-
hatir <brccio al vnlil'lIte l\Tncnr,"u:I, marchó nI
N-O. por lbrkLara, i dc al1í retro '"dió Jlor tie-
l'l'as del Cn.cir¡uc Chi;ll;chon, <¡\le t¡n ,bkn Jc dió
guerra, i tamhien fué vencido i ]1ri iOl\! ro en la3
lomas ft'onteriz:1s del Socorro. De lata 11 ::¡n~rn
quedó preparada la sujccion de llll"l comarca t, n
pop1l1()~il Cl)1110 la planicie Chihclta, e :,rTIIrtlmcnte
civili7.a,b. Eran los Guanes de a\·,·nt:".j°\(la c~ta­
tura, ]lav.ííieo~ e inc1ustl':ooios: las 1 l~(,I'l'o', segun
escribil; Frai Pedro 8i11lO11 "d,' muí lna n parecer,
blancas i bien di~pn~st[\s,' j mas amoro.,.,'; ele lo
(ll1e [una menester:" la tierra limpia, hbradr. i
abierta, con sementera!; i c.1S(lrío, l'or lodas partes.
Sin embargo. los conquistadores b \ll Eno. preci.-
ron, pOTll'le 110 hallaron los monte <1.: oro que \l

®Biblioteca Nacional de Colombia


132 rJ::lu:c.p.L \clON

coiljci:l buscaba. Ni describieron las costunllncs,


ni habhron del gohil'rno i h'j;slfleion ele los Gna-
nes, cií'í¿,ndo9c a calcnbr b poblarion para reparo
tírsela en cneomiunda,; lltt'go que l'l'r;rc .. aron a
Vi'-lcz.
j,a yilla de ITllI:~tra ~~í'í{)ra <Id Rocol'l'o faÍ> eri.
jida en 1¡:11Toquia por lus dios de (,fn. "El lIus-
trísi¡¡.o S,,!íor J)olll'rallciJco Co ío," (Iieu una es-
tallísli~;¡ 111 blienela en l'i!)J., "j,,, ILindo C de 1'rc-
s'dente la di" 'lOnor i 11010hre d Ci¡'dacl; ')ero 8¡¡
1 /:¡je,tlHl 11010 nprol){í, i la eon,cclio 'título de
Villa con fecLa 25 du oetuhl"u (le: liil.' lIoi día
<'" cPl'it¡,1 ele la provinein de su 1101,1 n, <1esgra
Cind'llnChlc Sllstituido:¡] nnti '10 dI,) ('1 ¡me, (,1;1\-
tro de 1111 netivo cOl1'l:reio don é ti. J, (1\IC en todu
el eantüll pOlle en 1I1ovimiento cen h tic (¡{)(),OOO •
peso!; anllnl,,~, vÚlif:c:índ()se lns 1 rireipnk contra-
t;j("iollc~ ell c.l mere:.cl" de la eapit ' los jll¡:\"(~s j
11omillgo~, con gron cr,!1('urrc.ncia de. • ¡("luetores i
lllcrc;Ic1{'rrs' nacionales. Sit\ '!eh la ~iudllcl ('1\ 1111
plnno inclinnclo cerca ele-! rÍtpi(1o i pliinsrow ¡-jo
Rnúrez (Rnra'hila) :l 1.2.íü 11 dro~ l. [ltllm sobre
Cllli\'cldcl mar i por tC1ll1'crllur:1. ID día 21° CCI\-
tígmc1o, , l,arece que l1ntnralmcnte dcbcrin g07.:ir
de clima ~al1o; mas no l'~ así 1'01' raZOll de la con-
Ilgnraciol1 jCl1c,'nl ch'l ~II lo. La I sl'lH'dn irrl'gu1::r
asiC'nto del ::;OCOlTO, ~c hnlJa cort;lCla nI O. por la
profunda i ancha quic hra cn (\l~ o [on110 eOlTC el
Snrnbítn, GIO 111etrO" n:"l, bajo qllE' In ciudad, i en
seguirla donlinncla por el al tn seTl'fi].;:¡ <\II(! se man-
tiene cn la dircc('ion ~. N, Íntl'gra i ~in l'DmiJicarsc
¡Jurante 10 l{'gua~, t1c5de los HllIitc~ll Oilmbsta
el centro ele Zajlaloc:1 ; ¡¡J E. la dcn '11:1n Inmbicll
los "erros <¡lle ~rp:¡rr.ll las agua:; t.ilnltnl'ins del
Sara bita i del Cl,:.ral<Í. :Ellf:Jl'C'cido el nire por U1.:l

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'lI,\ .

le:.)¡ -:1'. tura dI,) 30' eJl el rondo ,]n la gran corta-
<lira qu ril·,.1 el Hlr ~hita, SJ cletel"lflin~Jl corricll-
lt!s ti· \'¡etlto, orijilhltl.s llor lo reglll,w en h~ lllon-
t.l\i,,~ i ho~qlles T\hIVioso:i (lel r·' I,al(jo dC' Oib:l,
S() c"c.,.ionnn i ¡¡lqui r~n 1'l1erZ'1 en~re las. dos sc-
lT.1llí"" h"lí llt ,le 1'l']1 lltc la c81'll11:1l1:\ J alteran
h tCIllIJf'l'<.tnra lo~;t.l {'on oLiln(·iUl1t'~ d-: ti a 10
grado' el! las hon , el" III ,cliotlia (*)C;¡mbios tan
"úhito; en U'! !t'''',r en (Iue lIS habiLnciolws i los
\'\:~tiut)s linll COllHl 1 1'1 tierr.l C'llicnte, P;OclUCCIl
1){J1" I'l'e~isioa (:11 "cnncd,ldl'S fl'<'GUcntes i ,1¡jUU:1S que
abr "i:m la dl'r,lc¡(l!. ('In u:¡ de la yi.h ll'tre las
persoaas llrglijultc<; o f,litns ti' l'lcur~os: lo <:ual,
COlllbinac1o con la r bjacioll ,l, co tll111hl'c', que
de .. cle el I,ril'e:l'io ue la guer;;l de inlle;le nr!ellcb
introtlujo en el !,uchhjorll'~1cro la P rIl'all'neh dl!
glla1'l1iciol1es \'ctcl'.lIIa~, no ~o~() S~ O¡lIlIlC al au-
melito progre. jyO ¡le l'0lJLcion que L'ra de t;spe-
rarde, atcndid,; las ei'rcullstanc:ias f:tvo:'ahlc~ ele
~lbul!(lanl'il ¡J. IMI:'tCllintiCII(lS i hon;] t1 t1~ las
tivrr .. s ue laho1', bi,l" 'lUl' dUl'::ntc ('1 afio de 1819
llllbo un délldc lIotabl,' : nnd"I"1I11DO illdi\'i(lllo~,
de los CUa'l'B ID l ilejítimos. i f:dlccir .. "n tiOD, c]i¡;-
lllinuycnclo la j1oLl.einn en :l1H indi\'i'll1o. . TO
vLstantc d ronocin; _'11'0 de la cllsasjcl1 raJes de
ins¡¡lt¡hridacl, 1:1 di! 'ru'ciú ca (;0l\tm C~ (aa cuan-
tiosa, que inda/ué ~j habria e:!us:ls ('qpccir&les i
<.cci,I(,llvtll's n,í 1.11SP'10 act"crS:IS; i:lp ~nas tres,
bastante débile" ludicron señalarse: b t;oncu-
l'l'l'lIcia de fUl'a.,t,·ros, :11" UllOS ele los cuales falle-
, 1 ... t>
cetan en (! ,",ocorro, la 1kgada Jc enfermos al hos-
pital pl'oYi¡¡chl, i el des~~ido con que se han !le-
(") Ob.crvaciol1cs ¡\CeltaR a las (j, ti, i 12 ¡Je la 111aiíana i
.~, ;¡ i D <le In brrlc i llOC]¡P, por espacio ele 1 ~ !lías-TermÓ-
JlJetro i Bar6mdro intach:lhle •.

®Biblioteca Nacional de Colombia


1:;1 l'EI~r.r,nl 'ACIü~

\'ado hasta hace poco ticmpo Jos libros parroquiales,


confiándo10s a personas que, segun Re me dijo,
dejaron de asentar mucha partidas ele bautismo
para I]llcdarse con el p~'ecio f1jndo a 'ste sacra-
mento. Con to(10 esto, sIempre resulta que la po-
bJacion de la ciudad va en dL'cadencia, en 10 cual
influye decididamcnte cl ab:llldollo con C]llC se ha
mirado la situnf'iol1 de las jentes pobres, t'n cspt'-
cinlla de las mujeres.
Oran ¡l(¡mero de elhs no enC\lentran r1entro de
la ('i\ubel l JI qUl' ganar \llljornnl lJuo alcanzc a sa-
tisfacer ln~ precisa!; Ilcl'('sielarks de ,xistcncia, por-
que ignornll muchos oficios lucrativos que ('11 otros
pucblos de la provincia en (Juc los rieos han cos-
tendo c~c,:l)las de mtes para enseí'ían¡r,a de las jó-
vcnes,. aSl'glll'Un a cstas los l1le(lio~ de vivir hon-
radnm~llte. Así ahallclonndas aqucllas in[elizcs a
los azare., <le la 611(,1'tl', sin l'jOll,! los hutllOS que
imitar, sin COIlS(·.i0 ni C'stín1l.l1o para el hien, se en-
lrC'g,\1l a los de órdencs, por cuya cscala dr'scicnt!cn
rápidamente hasta parar C}l una muerte prematura.
\"arias vezes se ha intentado someterlu., a una po-
licía ]>cf'l'guidor:l, i por dcccnas se hs Ira enviado
a morir de miseria i fiebres a las selvas del Chu-
curí, sin quc por esto hubiesen l11C'jorado las cosas.
1hlar 1,1) l'S IIlOralizn\'; ¡¡dl'maS de q\le 110 eonci-
uo con qué derceho pucela ulla sociedad cualquicra
castigar los t!esórcl~Jl('s de que ella misma por su
indiferencia es causante. Si los vreinos pudientes
del Socorro huhiesen trlnrado intercs cn la educa-
cion ind\lstrial de las mujeres pohrcs, ahriéndoles
ta Ilercs de ofieios i t'nscí'íúndo!,ll d camino de la
vida. homa(la, cntónces tenddan derccho para pe~
dir a. los :llltoridaclcs la persccuciOll de las holga-
zanas i viciosas, como una protecciOIl a las buenas

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlIA. 135
-costumbres de la portian sana del pllCblo, i como
Un remedio que a\ujara I:t propngncioll del mal
hasta sus propias fanlilias j de otra manera el cas-
tigo es iniquidad, i las persecuciones de l~ policía,
perllJaneeiendo vijente la causa de las aCClOlles ])\1-
llibles, li<'garian a convertirse en ímica i constantc
regla de gohierno, es del'ir, en la 1l1:lS intolerable
de las tiranías. Por n'ntura no faltarún rutineros
ap:ítieos que calificJllcn de leoría irrealizable la
1ll0raJi:tncion de las clases po bres, median te la aper-
tura de escuelas gratuitas de mtes i ofi(·ios; pero a
estos leseontestaria yo con el ejemplo de Zapatoea,
donde no hai una mujer ociosa, no lwi sicluicra un
nií'ío que no tc>nga cIllJil¡·adus todaH las horas del
dia en tejer som bn>ros (Jlle venden provechosamente
los domillgoll ('n c1mercado: les ('ontcstnria tmn-
bien con el <:'jt'll1plo de varios patriotas de llari-
ehara, que establecieron a su costa llueve maes-
tranzas de SOlll breros, en que un crecido nl1111erO
de jóvenes eran enseñadas de "aIde, i hallaron ase-
gurada la subsistencia l'nJa práetic:1 de una ¡nclu -
tria fácil, couforme con el vivir sedentario de l~
mujer, i que las pone a eulJic>rto ele la triste alter-
nativa de perecer en la miseria () entn'gal'sc a lo
vicios para ]1rolongar UI1 poco la e:xi tCl1eia física
sourc las ruinas de la moral. La ciudad del Soco-
rro, grande i popu lo~a, eomerciantei manufacturera
por inclinaciol1 jcnial dc Sl1S hijos, situada en un
lugar ele tráfico bien activo, no deberia tCl1er mi-
~cria ni mujeres envilecidas: no lns tcmlria, si las
personas illlstrndaf: se In·opusieran IJcsnlTaígnr la
ignorancia indlhtl'ial de las fnmiliasjornalt>tao, cu-
ya índole natnrnJmcn(c huel13 i b borioS:l solo llC'cc-
sita de 1111 poco de il1strlJC('ion i un ]loco ele consejo
para eonsel"vnr i a proyechar sus lauda bIes ins tintos.

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13($ I'EILE(.HIN.\CIOX

El aspecto m.\tel'i.al lid [lub\;H]O (lrc"ien0 en S1I


fUl'or por lo cstenso del c1serío, todo de tcja, i la
solidez de las casas, mucha. de las cuales son de
al to, habiendo comcn;~aclo a introtlucil'sc el buen
gusto en la di,tribucion i adornos interiores. Hai
d03 jglc i:t principalcf, dI) fúbrica pl'sada i sin ]lr~­
temían ¡\ ningllll ónlcl1 de anl uilcctura- En la
parle mas elevada de la eind:u] está el anliguo C011-
\'cJlto, con su ca ¡¡ilb, de frai les ca ¡JUehinos, oen patIo
('11 1\ actualidad por ('1 l'olrjio d~ nilírts ; edificio

('a raZ, bien COI1 ;ervaao, i (\I)Stl0 el cu:t! se goza de


bcllisim,,'¡ ,í. tag s(,ure lo~ pinl()rl:~('os cerros del
O, sulcados por arroyo~ triuularios ele! tUl hulcnto
.'nr:lhita. La plaza I'rillci pal es grande j despeja-
da, en euyo ecntro se alz:! un:! Losn fuente do
piedra eOtnllll, ccí'¡ido vi pilar con una inscripcioll,
caraeterÍ"tiea de la i!ll~lracion de Jos mandatarios
l' paií(ll!s, (PIC tcstllalmcnte dice:

:;YENDO J)O~ Al'TO .. ' LO FV:\I-


IN.\.IUA GOUElt~,UJ)OR SEI-
SO ESTE. EL A~() DE llllüo
En torno Ul! esta pil:1, i cubriendo toda la esten-
sion dú la ph¡Z'I,SC congregan loo campesinos con-
currentes al mcrc:1uo, poniendo en nlanlc sus jé-
lleras i fruto.; admirablemente Yarilldo~. mui a1'111-
daMes i j¡,aatoso A Ilí se Co (¡ilJ l\ sol descubierto,
desde la maí'íana hasta el caer de la tarde, haciendo
<.le carrera i so bre el suelo sus frugales comidas:
los hombres en pié, Hicmpre en movimiento de
aquí para allí, hablando i jesLieul:tndo con calor,
i (lcmostrando su actividad l~asla en ('1 despojarse
de la ruana para tratnr de sus nl'~ocios: las mu-
jeres con la mantellina sujeta por el sombrero de
trenza i ech:H.la soure la espalda, las en:1guas cor··

®Biblioteca Nacional de Colombia


137
las i el at1cm:m l'~s\lelto, justific:\t10 parlas robus-
tas muñeca lila cndur~cüb mano, clllíles pascando
vijilantes de cstroma a estrCl110 el tendido de ropa
i eahivaches, qUJ ¡lontro dc sus COlTc:spontlicntcs
linderos cnbrl.! el empedrado, cuáles scntadas en
el sucio i sorteando con el sOlllbrcrn los quelllantes
l".'yos del sol. PUl' elllrlJ esta Babilonia de trajes i
labriegos inquielos, circulan lo~ sombrerillos de
11,'ICltl/lfl de l.LI cl\asi-dam:l~, cnvlwltas en pañuc-
lonl:,~ de tO(In~ las j'rarquhs po~ibles, desde el
algodon a la scdn, wstiuo entero dc zaraza i za-
p~t0 sin meclhs, o alpargate blanco i diminuto,
finamcnte lahmuo j 1) bien sabres;tlen, jirando so-
bre su cje, las sombrillas de las ¡]amasjóYCllcs ¡los
(ll;it:¡solc~ de lo,l mayores en edacl i gobiel'llo, sin
[titar uno que otro chal sctloso i delgado, muí ntle-
cu'uln p1t'a InJlir el huen t'llle, pero sobrado insu-
fici0ntc para prce:l'.'cl' del ~ol la:; espaldas tic su
tluei'íl), LleWlcll h t'mle i concluirlas las ventas i
eOlllpra , qlwth la plaza entregada al escrupuloso
cx:iimcl1 qlll~ ele el\:¡ liac.!ll los gallin:lzos, tan COI1-
fLltlo; en Sil inviolabilidad personal, C¡UC discurren
por tnda~ parte' sin ll'lecr caso ele lajente, i abso-
llltament..: elllb~bet:idos en apropi¡\r:,c los desperdi-
cios del mercado, Con la )UJI dd dia se acaban In.
njitacion i el Jl1orimicnto, i empieza la quietud ele
la soledad, intcrJ'Ulllpiendo el sil.mcio ele las tinic-
°
blls el ruido de lo; chorros ele la pila, la clara i
vibrante voz de alguna cargadora de agua, que en-
tona cantares rr¡plllarc~ miéntras llena SIl múcura,
° mi.Jntrns un illarmónico tic los de tiple remen-
dado i l'uana Í1Hlcfinible llegue a interrumpirla,
que es lo que a la postre acontece .
. Debimos al Sr. Ramoll Mntells, Gobcrnodor
lnterino, las delicad as atenciones <le un cah:tIlero,

®Biblioteca Nacional de Colombia


] 38 PEItEGRI::<AClON

tan llano en su trato particular, como zeloso i es-


merado en el servicio púhlico: él, los dcmas em-
pleados ci,"ile s i los vecinos notables, )lOS sumi-
lJistraron con dilijcntc bondad cuantas noti<:ins les
pedimos accrC'a de la provincia. l~lI el trato de la~
señoras hailal110s la cordial aInubilitlarl, que es el
fondo del carácter de las damas sur-americanas,
unida a sentimientos IWlrióticos, tanto IllIIS supe-
riores a los elel eOll1un de los hombres, cuanto son
dcsintcre [lelos c injenuos. Poca~ familias de rc-
presentaeion contiene (·1 Socorro; pcro se hacen
notables por la práctica ele las, irtudcs domésti-
cas sin ostcntacion, i acaso sin echar de ver cllas
mismas fU propio mérito: si la suerte del Socorro
estuviera en manos de las damas, es srguro que el
viajero no tcndrin que compadec(>r hoi la decaden-
(·ia mornl ele nqlll'lla importante ciudad, que eorre
mucho riesgo dc quedar pronto anulada, si 110 se
hacen esfuerzos Jlositi\'o~ para morijcrar la poreion
jornalera ele sus hahitantes.
En punto a rstal¡lecimicntos públicos i al asco
del pobludo, ticnc d Socorro hastante que agrade-
cer al Sr. Urhano Prndilla, llohC'rnac1or que fué
.le la provincia. Ut'faccionó i pliSO en ónlcn el
Hospital de caridurl, que sostiene 50 C[¡llJas bien
asistiuas: cOlllplctú el hermoso cdifh·jo de la es-
cuela primarh de niños, a In cunl eoncunell ccrra
de cicnto: promovió la funtlacion del eolejio dc
niñas, rc-faeciollltnclo pam ello c·l antiguo convento
de Capuchinos i (>stnblcciendo (lllincc ramo~ de
eusri'ianza (le C]l1e se npl'ovcchnbnn treinta edu-
canrbs internas: atendió a la mejoro 1llaterial de
la cárcel i nI sostenillliento de la esencIa de niñas:
cstirpÍl del poblado los acnsos platanares que au-
mentaban la insaJubridnd i enusaban tul yez la

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA. 130
propngacion alurmante de la funesta ('nfermcdacl
del coto: en S\lma, trabajó con empcuo en bene-
ficio de la lHovilleia, i supo dejar su memoria in s-
üita en lllU ha~ obm:; de utilidad pública i cn los
rcc\lerdos dc los buellos ,,('einos. Ellos le }laccn
justicia, echando a un lado !as opiniones políticas:
i en il!litarlos sr complacerú bin uuda todo patriota,
lJl1CS dcsgl'aeiada11l('ntc ¡;Oll raros Jos flll1l'ionarios
provinciales CJuc lomen empcfío en mcjorar la 10-
enlielncl <¡uc administran.
])os leguas al S-O. del Socorro quec1a c1limJlio
i bonito puehlo de ~illltlcota. cuyo caserío reluciell-
te de 1Jlnncur:l i eu1JiCl'to de teja c~tá situ:l(lO en
un pcqueño valle del otro'l::do del SlIál'(z, alnbri-
p;o de las colinas i altos cerro:; CJlIe lo circllmlan
como el engaste de 1I1W joya. Trat¡íbn e de esplo-
rar un montecillo anliclltl', que slIponi:m ter 1m
"olean próximo a rcyenbr i trastornar la comnrca,
i resolví aeom¡'ai'íar nl Sr. Gobernador .\];¡tClIS en
('sta correría. A1lllada legua i mcdia cuesta abajo
}lO1' camillO a trt'ch()~ llllli p('Jl(1ÍLnte, pedregoso i
majo, llcg'am{)~ a la orill.L uerecha rIel rin. For-
man ~11 le¡;]¡o gnlldcs l'icdra~ rudo clns i 1'1'<1 'men-
tas inm.)vili-s dc rocas pr('cipitflc1a~ ac"c1e lo alto
<lc las sCl'l";:¡nÍ,n¡ i mesl'tas laternlc!':, cuyos fl~nco
c1c5trozac1os i ]¡lInclido8 atestiguan que II profundo
cauce del Sllán'7. lo esravaron grandes aguas ,"e-
nidas desdC' las tic'rrns alta~ con rei'elltil1~\ i I,odc~
rosa irrupcion ; i en efl'eto. IJor allí se ah rieron pa-
so las del antiguo i \'a"to 1:mo dc FÚ'llll'JlC quc',
s('gun rcfll'í tn 'otro :nlícl1lo:quehralll:lron las ha-
rreras quc:11 K. de Chiqllinquiri¡ las contenian
aprisionadas ('11 In (,SÍ! nsa C1I('I1('a que hui eonsti-
tllyc las planicies elc aquel ('anton i del ele U'Lat('.
El tClTcno :\ uno i otro 1~t10, j hasla la altul':\ de

®Biblioteca Nacional de Colombia


110 PEREc:mNACIO~

::;00 metro:;, está cO:l1jlucsto <1l: hlllc'n hrcchifor-


mes, scmhrad.os de tI'O~O~ de rocas arcll:í'.;cas j CII-
¡¡;,:a~, idénli¡:us a la. que prc(]ominan en la crestn
úe la serranía del 0, i ahllnd:llltes en iInprcsioll%
fósiles ele amonitas, tcr.Jmítn1a:; i tal cual espon-
jiaria, cubierta por lI11merosas capas concéntricas
(le calcarbonat¡da, rn.'cllcntt'lllentc impregnadas de
óxido ele ldorro, J,c:de ;¡OO llldro~ arriba ha,la
la CULl hre ell: las mc~ctn~ (200 metros) i el "ér-
tic.:: de la, scrran ía~ !.1tcrales, <j He ell pUl't:1l lllidell
2,100 llll'lroR de altura sobr!.! el nivel dd lllar, o
sean 1,·1,í J soure bs aguas del riu, I'rclIolIlin¡¡1l las
estrlltiíl'l\cionl.<; pO~.IS ,'(,7,C8 con orr];¡lltes, altcr-
Bando el calizo, el gres i la crctd, Cll~ os desJlojo~
r('etJjido~ en ¡as quiebras i escalones de los cerros
o!rcccn al a!~riwllor un ~Il ,jo fértil i hílllletlo, par-
ticlll:mncJltc del ladl) dI'! O, en q IIC prosperan ri-
ca " .ncntprns de lililíz, arrO;l, caih, miz.::!! de Ya-
rias l'lusc i ve-riles (;~lll1pUS de níiil.
1\licl..: el rio Suán'z ( ) ·11 Cll'l~O para Sil11acota
mas ti.' 100 ,'arn~ de ;¡w ¡.,} , corriendo illlpl't\lo'lO
i hralll'l(]or por enci\la dl' lo,: pei'íascos Sl' llhrado,;
ell S\1 lecho, .~o Itai puenle j pero h in(hutria ila-
tiva vcllciú la d¡f]cultacl, cst¡¡]¡lecicJldo, COI!lO en
otrCJ~ p.80,1 an.ílogos, cierta lilanJllla (lIlC llaman
l'I/{¡U,I/fl, Elíjesc e¡¡ la múr.i"n 1111 úrllOl rohuRto que
al opucs'o ¡,ulo ten",:I otro ']\;" lo corresronda, o
en SlI defecto plantan grlll:sos horco11es en la h,-
(.) En 1.¡:l7, C\l,l~;O la inv,ls1úIl tlel país de l0" Chiucltns
p'''. (Jon7.1 " ,J illléuez d~ {¡ucs,ul", en la lIlare la d,.~<le ehi-
p3lit 1'1r:1 ¡"ui'luirí, hn"ieroll dcntr;¡,·~ nI' lJsrópitlas nguas
dcllio Sllr.t1ril,'. El l' unllo ,lel ('s-pitan GOllzalo :-;n5rct eo·
1
tuvo a uulo el. vh0:l'er<e; i de ''1uf provino 'lile designaran
el S,'''" ,;(, t'l1 el 110In"rl' d~ rio de Stlúrt'z, '1ue 11"8 clllPciía-
~no., en "Ollscrnrle &in embargo oc lo ridículo de SIl oríjtl1,
1 ¡¡ pesar del he1}o ltonlbll: inJijcna,

®Biblioteca Nacional de Colombia


nI; ALPllA. 1-11
l'l'nncn a 20 o lilas vnrng de altura sohre las aguas
del rio, ro{lc:1ndolos de una plataforma cubierta
por un Jijero techo de paja: estos iírholl'~ ovigns
del'cchM llC\';lll elllomhre de II/orones, nc moron u.
moron, atravesando cIrio, tiendell un grueso cahle
compllc, to de 21 n'jos o Cllcn1. s dC' clICro retorci-
do, l·1 cualllatur.llIlH:nte forma 111l:l cun'a, cuyo
8CI10 qULlb dist:l1ltl' do la ('(jrrjellL~ ocho o di,:r.
Yaras i COJ1,titIlVo Illlínca de (r,¡yedo, Por cllci-
lna c1~1 cahlo Re 'pOl1rll dos ahm7,~dc¡T~ de' m:\'lcra
rcdn, o ~lIrrnchas cahalgautl'l ' poy:ula, en la ro-
<la';:1. Del apéntliec inferior d ("llh abl'n::adcrn.
haj'11 dcu cnenln~ qllC (crmill '1 \Jjtando COIl
fuertes nlld(J~ tÍn,hns t "tr'm • c]l' nna ('s[l('riú de
eamilla c0l1q1llt'5la ¡J(. lIwn'o do ¡¡:dos fibrusos. :\
los ellal Ya cr,~ido ('1 cllnclrlldo asi('~ to de cuero;
¡a r' te :'1 "i';'tp, ,¡lIe hace 1:1 l¡"'ura de' n canasto
chato C01~:1I1110, le ll:Jm:m 71i/crt... Amarran n las
:,}ste.¡,s de la puerta dos larga' ero \l\\yas o pro!oll-
ga~ dc~tin~,(t., a tirar de la mÍLqnill'l ]1"r:l l,acerla
lJc.gn1' ele hal~t1a a h:lllc1a dt'll'io, dcsliz<.tlldo por el
cahJt' l:ts nhrnzntleras o ¡,prruC'hs de don{l, cur.lp-a
la pucrt::¡, la cual, cuando ril,d .1 \;, jc h'sta cerca
del moran, queda (rabada i suj ta por llil 'rancho,
sin cuya prccancion rodaria o r z ha tn ,.] cen-
tro del rio, 11UC~, C0ll10 llevo dicho, el enble forma
lln lleno cuya mi lall ofrece r:tpido drscemo, i la
otra n,il:..cl ulla ~u1ida re~haladiz ... Dentro ue
la
pl:('rta pueden colocarsc cuatro 1 asajcros sentados,
dán(losc b espalda i con laR pieruas al aire áeÍa
afuera, (;uarc1:mclo equilibrio, () I,icn UlI pasajero
con dos petacas de equipaje i Sth arreos dc mOll-
tar, Lista i ascgnracla la c:\l'ga, :0" cabuycros de
acá nvisJ.Jl a los de allá con un ¡lbido: z:lfnn el
gnr:cho (1'le contiene la pllcrt:l, i esta \,01' su p1'o-

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1<12 l'EREGItINACION

pío peso arranca yclozl11:!nte para abajo i llega en


hrevc a lo hondo de la Cl1n"a q \le hace cl cable, en
cuyo momento los cabuycroq de allá empiezan a
tirar de la prolonga par,l !Ievar cuchtarriba la pUer-
ta hasta h"lccrla atr.ICal' 1 al/cle¿¡' contra clmoron,
i allí descargan i desembarcan los pasajeros. Cuan-
do es peo!1 el que pas~, o nll deatcro que quiere
ahonar el peaje, no ¡lida puerta ~in() gal/cho. Esto
del gaucho ('s invcncion todavía mas ilHlíjcll:l que
la puerta. Figurélllosnos un gnrahato de guayabo
tcrrnintHl0 por muescas o entalles en cl cstremo de
cnda brazo: de la IlI11C"Ca 1\"1 hrazll mayor pell-
den cuatro aros de cuerda, largos, ¡otro cotto des-
tinado a trabar~e en la muesca del brazo menor.
E! prójimo (lue pide ,r¡ul/cho torna el que lllejor le
:lcornoda, trepa por el mom!1 hnst:l alcanzar el ca-
ble, 10 cngancha cou el g;lrah.tto cuya' puntas li-
ga con el sus()(lieho aro corto de cuerda, lllete las
pieruas cn dos du Jos aros lal'g()~ ¡los hrnzos en
los otros dOi, de 1J';tuera que qlll'c1a colgando del
cable, a guil(\ de araíl:1, con la cllbeza pnrn la ori-
lla fronteriza del rio: ellclijllse bien ('1 sombrero,
suelta bs manos, i :.lIá VII caheza ahnjo como co-
hete, oscilando sohre el :J bismo de roca/< batidas
por el turhull'llto rio. Pero el impulso in\'olullta-
rio se le acaba pas;Hl:! la nlÍtacl del cahle, i cntón-
ces comiellza \lna Reric de 111' l1iobras grotescas con
brazos i picrnlls oar 1 ~uhil' hasta el alto moron
·
lo qne rea1lznn brc\"C'tnentc los veteranos i 110 sin'
sudar gl'\ICSlS gotn~ los reclutas i llo\'icios.
No es (:05:1 hnposiblc que los rejos del cable,
humcdceirlns por un a~U(lcero, revi"ntcn al timpa
de r cihil' la intensa frotacion de Jos ganchos o
garrllchos de la pl1l'rta; i ya puede consiuerarsc
cuál scrá la uel'te de los pas~jer()s que caignn prc-

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DE ALPlfA. 143
cipitados al rio . A'í es que las Cámaras de pro-
Yincia han. dictado orclenanzas especiales, dcter-
l11inando el n úlllrro de rejos ele que haya de COI11-
.ponerse el cable, que nunca son ménos de 2·1, i
especificando las precauciones de sC'guridad que
ucbel1 observarse respecto ele la puerta i aparatos
adyacentes . Supuestas las cosas en (·1 mejor esLado
posiblr, siempre resulta gran pérdida de tiempo
en el paso dc la!) c/\buyas, puesto qlle en cada via-
je de ida i vuelta de la puerta se gast; 11 diez mi-
hUto., no llevalHlo m~s de una carga, i las hestias
tienen que pasar::l. naúo, guiadas por nadadores, con
evidente peligro de perecer cllando drio ya cau-
daloso, pues son arrastrarlas n lo lójos i tra torna-
das por lo. gol es que rc'ciben control los pcíbs~os.
El conocimiento al! estos males i la mavor suma
de luzes que y:l se tiene repceto a la COI!~truC­
cían de puentes suspensos, hacen esperar que den-
tro de poco las cabu!/as quedarún relegadas al ar-
~hivo de los n:cucl'llos de nuestro antiguo atraso
Indll~trial i social.
No desdice el interior de Símneota do 10 c¡ no su
vista lejana pro 111 etc. Es ejemplar claseo de las ca-
lles i casas, i entre lo~ moradores no se encuentra
'Un solo yago: todos están consagrados al cnllÍl'o
de los campos, dc donde procede que los a!rede-
dores del pueblo se hallen cubiertos de semente-
ras hasta la ei , a de los cerros i formen pai 'njcs
t~n hel'~10S0S como frescos i ym-iados . El tejido de
hanzos 1 manla , la fahricncioll del jaboIl, yelas
de sebo, alpargatas, sogas de fique i otros objeto~
de industria domé~tiea, proporcionan ocupaciOll
Ventajosa a la~ mujeres i no POCOq homhres ; siendo
tanta la sencillez i hondad de las costumbres, que
eu el espacio de un año tan ~olo 7 individuos dc-

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111 l'EkEGRDI.1.CION

linquieron i fu~ron j lIzgados, 3 por hll-tos meno-


res í 1 por injurias, lo cllal nach significa en un
poblado de 8,000 habitantes . Existen a~lí algunos
vecinos de 71wlde O/lIi,q1l0, benéficos i honrados,
que ()fr~eell choeolnte i ngna en vasijas de plata
maciza, i tratnn a sus subordinados como amigos:
ellos dan el tOIJO n los demas (;n ("llanto a Illodales
i comportamiento, i hacl'lllos oficios de lIH'diauo-
res j [l~lzjfieadorl's de disputas: ell05 protejell la
ensciiall~a primaria de nilías i nií'íos en uos escue-
las con que I;e honra el puehlo, i eon su hospitali-
dau oh cCllliosa "rahan en la l11ClllOria del viajero
reclIcnlos Illtl i agr:l!la hlc~ de ::;inlllt'oul.
Para llegar al vo]ea11, objeto del viaje, fué III -
nester caminar a pié COIllO un cnarto de I<'gll:!, ta-
lando el monte, i en alf.!;ullas partes dl'jáuclonos
rodar, acostados o sentados, por lad('ra~ jan \"cr-
tieak~ quc no cOllsnti:lll otro ji: nora de )oeomo-
cion. Finah,l('nte, )]cgnllll"; nl horde alto i c·s("arpn-
do de una t¡urbracla pcí'ínscosa, que ;¡travc¡¡:,],a un
ancho filon ele terrono ca rbonífero perfcctamente
negro i sin consí [encia. El método de urj·¡r'c ro-
dar no era prncticalJlC', porque la balT:lllcn er.,
}·ecla i ah,jo cspl'rauan pietll'as i agua para l'cci-
lJirn os. Hesol vimos por tan to, imitar a los mine-
ros de Muso, lJlljando ¡,or ~[.(\I.ieros :d,ier(os en la
pared ,·on J:. ¡,unta de un m:lchdc, i haci<':lluo cqui-
librios tanto mas aventurados, ('uanto la tierra se
l1esJlloronaba al meter la punta (lel pié dentro dc
los agujeros. Así alcanzamos, l¡arto fatigados, el
lecho de la qnebradn, ('11 cuya mÚI:jcll se nos pre-
sentó un delIulJio de tierra i piedras calcinadas
por cuyas grietas brotaba lmlllo, sintí{·ndose in-
tenso calor cunndo se caminaba por encima. La
presencia de piritas hlan(;as ( hierro sulfurado) 01

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'lIA. 145
aquel banco esquistoso i earbOJlífero, esplieó des-
de luego la causa í Jlatmaleza ud fenómeno: era
la ignicioll espontánea de las piritas, comunicada
al carbon mineral soterrado. Por consiguiente na-
da tenían que temer Jos yeeinos de Simaeota, pues lo
que este linaje ue com llllstion es tranquilo, Jos ga-
ses se escapaban con Incilidad por las grietas abier-
tas, í a poco trecho cesaba el manchan Ce ulla
que daba p.íbulo al incendio.

XIII
El camino mas directo del SOCOl'l'O a Barichara
es el que toma )lara el 1\', atravicsa el rio Sanjil
en el paso llamarlo ::;ardinas, i mide:> leguas de
lonjitud de puchlo a pueblo. Eh'jímoslo, i duran-
te las dos pri1l1Crn~ leguas t1'<111sitamos par tcne-
110 quebrado, descendiendo siempre ácia el men-
cionado rio, en ll1t'dio de labranzas i casitas que a
derecha e izquienla cubren el sucIo totalm 'nte,
ora siguiendo ~ns olHlulaciones en incesante alter-
nativa de eolin~s i l. íladas profundas, ora di, \les-
tas en anfiteatro. fCl ostadas sobre la falda ( ( los
Cerros mayores i iélluolos desde el pié, ci-
rna . La luz del s( clara i brillante en u n ielo
sin nubes, refl ejad 01' aquella serie ue p]¡ no:; in-
c:linados e jnt~rnlJl ido. con fuertes son r, en
las ango tas ql ieLr, del terreno, proch1< ia una
Suaye gradaeioll ,1(' t 1 tes, desde el colorido . tO-
I'oso de Jos maiz¡dc óximos, hasta d verde nma-
rillento de los l~i lln(j ('aropos de enña ccílido por
vnllados ue arbll > e oscuro follaje sal}ll ado
de flores. Todo L 10 • nlzaclo por el brillo d las
aguas vivas i anil el ton la presencia de los cul-
tivadores, fonnaL., I conjunto vcrdadcranlc Ite
JO

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146 PEREO ¡UN' ACION

bello i h:tcia benuecir desde el fondo del eorazon


los beneficios de la paz i envidiar la tranquila in-
depemleucia de la vida campestre, Cerca del rio
el camino se hunde por cuestas rápi(hs de terre-
no arcilloso, incrustado de fragmentos de rocus i
piedras rodadas, sustituyéndose a las anteriores
(;scenas de cultivo i ferazidacl un paisaje agreste
cubierto de mntorrales, que gradualmente dismi-
nuyen hasta fallar del touo sobre los bancos lle
hrechas desnudas que cifíen el rio, c1 cual lleva tu-
lllultuOlSatllcllte sus aguas al ~arabita, corriendo a
altos por entre gruesoil pellascos de arenisca mi-
cacea compacta i fina,
Orillas del rio i en un lugar donde estrechan su
e'mee poc1oro,;n rocas i donde ya cs tierra calien-
te (28" ccntí,,'1'ados), se encuentran las casas del
Sr. Philips, i a continuacion el herllloso pllente de
mndC'J'(1 que c~tc háhil constructor ha echado sobre
01 do i:'\nnjil. La obra (lcscflnsa en dos altos mu-
ros o e~tt'iboR de calicanto i un f;I'UCSO pilar levan-
tado cerca de la ribera izquierda, fucra dc la accíon
ele la cOl'l'iente principa1. 'fiellc el puente 45 vara~
de lonjitud, i el piso lo COIl tituye una trabazoll de
madcros cuyo largo no pasa de 3 varas, afirmados
en tirantes que bajan de do grondes semi-exágo-
110. , los cu¡tles al mislJlo tiempo que suspenden el
pi 0, sostienen ellijl:l'{) tedIO de zinc que cubre la
f-íbricll, elegante i m'rca, sin perjuicioue una estre-
mada solidez, Como la dificultad con que se trope-
zaba para establecer pucntes en el Barahitn era la
escasez üe vigas tan enormes cual el an tiguo siste-
ma de constnwcion exijia que fuesen, ahora que se
ha u mostrado cuánto mas firmes i dmaderos que-
dan no empleando en ellos sino trozos cortos de
madera rúciltnente escojiun, es lnobablc que vea-

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DE ALl'IlA. 117
mas desaparecer el bárbaro recurso ele las cabuyas,
disimulable solo cuando se dc~conocjall los baratos
puentes de suspcnsion semejantes ~,l d~ G.\L L",
nombre que llc\'a el recien eonstl'Lllllo pOl' el 'lo
l)llillips . .
Delante del puente se alza un c~rro contllJ un
tallauo en escalones, que dejan al de 'cubierto ell
anchas fajas los eslraLo~ calizos de (jue está for-
mudo. GOIllO hai que subir este cerro para lle-
gar:1 la es planada de Harichara, naturalmente se
pregllllta uno por dóndc irá el camino, pucs dI!
prOlltv no se concibe que la estrceha YCl'I.!da ljLW
serpentea en cortos jiros, via recta i por entre lo~
estratos o cilLc/¡o~, S<;!L el tal camino. ::;1Il em burgo,
1\0 hai otro; ni hui cOlllparacioll (iue pueda pintnr
d contraste del hermo,o puente de Galan con el
rastro de cabras ([UI! continúa la ruta; economías
mal entendida>, pues por no gastar una suma l'iI-
lIonublc para trazar t,ll camillo tendido i duradero,
n lo q tle se presta SÜl di tlcultad el CelTO, se ha
hosquejado ulla senda en el filo ue los despeñ,t-
de ros, lu cuallJlui luego sení borrada por las llll-
vias, interrumpiendo la COILlllllicacioll entre dus
cantones importantes i ricus. Salvados los preci-
picios, gracias a la ciencia i munseuumbre de las
lllUlas, llegamos a la esten~a meseta cn cuyo cen-
tro a1_ -Ji:. se encuentra Bariehara, 1,320 metro,
sobre elllivelll lmar. Eo Ulla linda villa de 10UO
vcein03, siLuada ell el bol'tlll occidental de la 'IIlC-
sct:t formad:1.
. por una In 1 a continua de mar"as ~
arenosas Impregnadas en parte de óxido tle lIicItu
h.asta el PUlltO ele aproximarse al ocre fOjO, peru
s:ernpre deleznables, abiertas por las aguas i solo
cont.enida,¡ por la IMse de estratos calizos que la
sO.lIenen i lcy,Ultan s obre las ruinn' del resto (le

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148 PEREGRINACrON

la mcseta que, hundida i re\'olcada, constituye ácia


cl O. un pequeño i profundo valle ribcreño del
Surahita.
Barieham es de reci\)Jlle fundaeion, i debe su
oríjen a un pedazo de piedra i a la su persticion
de algun labriego. A principios del siglo pasado,
fecundo en santos aparecido" hubo de hnllarse áI-
guien por allí una pietlrn en que sus ojos se em-
peí'íaTon en yer la imújcn elo la Vírjen j i no solo
se persuadió de que la vcia, sino que persuadió a
otros de lo mismo, en t~rminos que paTa 1705 se
promovieron dilijencias sohre el caso, . e comprohó
el hecho con el tcstimonio de los inlt'resados, i
mandóse colocar la piedra por el Cura de anjil
en una ermita que, tomando el nombre de la co-
maren, Han aron de Barichara. Por de eontado que
no faltaron milagros, a la üuna de los cuales con-
currió jente, edificnron casas i qt1f'c1ó establecido
un Sitio i Capilln dc~'('ntc, ~f'gllll refiere' el libro de
cofradíns abierto por los dcvotos en 173:3, i con-
servado en el pueblo como monumcnto dc familia.
Diez años despucs fué un Visitador especial a eXa-
minar la picura milagrosa, declaró quc no con tenia
imájcll alguna sino una som bm imperfecta, cuyo
culto era idolatría pura, i a fin dc contcntar a los
ménos fan:íticos, erijió el :'litio en Yiccparroquia.
Alborotiírollse los vecinos, trntaron de ciego al
Visitador i sigllieron ndornndo su picdra con mas
fervor quc nunca,. p.or lo mismo que se lo querían
prohibir. Tanto 111c1cron, quc en 1751 ohtuvieron
título de parroquia independiente de Sanjll, i en-
tusiasmados por el Cura :Jfartin Prndilla, determi-
llnron levantar un costoso templo donde colocar su
ídolo; i en efecto, al cnoo dc vcinte años de tra-
bajo sc concluyó la igksia que' llOi es ornamento

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DE ALl'lIA. 140
dc la plaza principa1. árden de arquitectura no hai
que buscar en el edificio, mas sí la espresion de
las ideas menn-uadas i cspíritu paciente de aque-
llos tiempos, binscrita en las minuciosas labores
que cubren cada piedra i en la profusion d? co-
hunnitas sin capitel ni base que recargan la facha-
da cn medio de mascarones i arabescos regados
por el constructor con mano larga. Disfrutó la
piedra de los honores i pompa del culto hasta el
año de 18;30, en que el actual Arzobispo, con es-
cándalo i horror de las beatas, la hizo romper a
martillazos, dando desastrado punto a las glorias
<lcl ídolo, al cual no puedtl negársele el mérito de
haber orijillado la fundacion i fomento de una vi-
lla bien trazada i alegre, residencia de muchas
persouas recumendables por Sll carácter benévolo,
su ilustracioll i republicanismo.
Las calles de Barichara son anchas, limpias i
ácia el centro del poblado empedradas. Las casas
bien construidas, en lo jeneral, i algLlna~ con cierto
lujo de :\lllplitutl i de ventanas rasgadas que re-
cuerdan el estilo de las tierras caliente', adecuado
al clima clcllugar, donde el termómetro centígrado
lllarca 2JU por término medio. Cuatro fuentes !lÚ-
blieas, de las cuales la de la plaza mayor, eurio-
~alt1ente labrada, surten al vecindario de limpia
1 abundante agua; i el pobre o el anciano desva-
lido encuentran cama i asistencia en la pequeña
pero aseada casa que sirve de Hospital de Caridad.
Mas, no se han contentado los baricharas con mi-
rar por la suerte de los enfermos indijclltes, ni con
atender a la instrueeion de sus hij os fundando es-
Cuelas en que 180 niños i ;30 niñas reciben ins-
truccion primaria i educaeíon relijiosa, sino que
han tendido una mano protectora a las mujeres

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1.íO PEREORJX ACIO:-r

pohres, auriénrlnlcs lns puertas de ocho talleres


n-ratllito,>, donde lOOióvel1es aprenden a tejer S0ll1-
IU'eros de nncuma (iipijapa) cnya venta semanal
Je aspgur;¡ la subsistencia independiente i bon-
rArln. llni aoemas otra maí'stranza de sombreros,
(.stahlecida por un particular como empresa fabril
¡como eSt'llelo, puesto que no solo concurren obre-
ras ya instruidas en la preparacíon i tejillo de );¡.
n;Wlll11a, sino aprendizes qne ensnyan las fuerzas
ue <\1 injenio al amparo de la tolernncia elel e111-
jlrcsario. Ciertamente intereRnhn el espectáculo (le
jalifas jóvenes sustraidns a In miserin i a la <1r-
.,;rllllacion, reunidas en torno de la maestra, incli-
lIa(las obre el bla11CO manojo (le nn('umn en que
u dc·dos ájiles se ocultn han i reaparecían il1(,c-
san!, Illentc, dirijiéndose aquellas medins-palahra
(ll1e la imnjinacion viva de las 111\1jcres trnsfol"1l ó(
en COlwNsncion scgllir1~, las unas Ilerins i recojid;ls
clH'cl1(li(.ndosc como la grana cuando SI' las p,·(lia
que dejaran ver Sil 1nbor, ]n~ o!rns lntl1iciosó's,
comprimiendo la risa en sus inflr:dos caehetcs,llas-
ta que la mas animosa disp!lralJt\ sohre el d~ita­
dor algun epígrama e11 V07. ha,in, que circulaba por
el taller como chispa eléctrica iproducía]a tsplo-
sion de la ántes aprisionnda ri~a; todas ellas COIl-
tenta. con estar oeUfin(1as i tenielldo delante de
los ojos la esperanza ele tina gnnancia segura, sin
las amarguras de la servidumhre ni las zozobras
de un jornnl insuficiente i precario. j Pohrcs }¡jjns
dd pueblo, tan dóciles i ~ufridn. , tan fáciles de
conducir por el buen camino, i sin c\ll bnrgo dr~am­
pamdas en medio de la socirdad, CjllC por lo pronto
~ 'llcarga de estraviarlas para rlcspurs imponerlos
. 'castigos por esos mismos estrnvíos t·n que las RU-
mel"jen a sabiendas los que dcbienlll protcjerlas!

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DE ALPllA. l.il
La esplanaua de Barichará. concluye al O. in-
mediatamente despues tic las últimas casas, con
tina cortadura repentina í vertical de aoo metros
de profundidad, a la cual siguc, como dije ¡íntes,
el valle onduloso en que se hallan los pueblo
Cabrera i Guane, el primero al S. i el S?gU11tlO al
N. de este valle, limitado e11 lo ll:as bnJo }l(Jl' el
Sarabita. Frente a frente de Banchara, dd otro
lado del rio i a distancia de 21 leguas en línea
recta, queda el último distrito del cantan, ;cnclu
su cabeza el pueblo La Rohada, situado <:11 lo nIto
de otra meseta. que en rcaJillacl es un fragmento
de la gran mcsa destrozada por la il'l'upeion el Ü~'
aguas de Fúquclle, i dividida en <los 7.011aS p. terl-
tcs en una estension de 1;3 leguas, de de la t'Jl1-
Illlencia del Oiba i el Sarabita hasta el límit ~.
del cantan Zapaloca. Las desnudas rocas d" UllO
i otro lado, la serie <le capas sedimentosns que, 1-
hen hasta el borde de la meseta cuyo plano Cull-
cluye al pié de la altiva serranía i en las eu' le d
jcólogo sorprende, por decirlo a_ í, los secr ,tos ti
las diferentes formaciones inorgánicas, con,lit11 '1
Un horizollte jeolójico tan I'nro como vasto, i ('1)1 -
IHuehan, por la idelltidad de llaturalL'7.'I, q '"
tiempos no muí remotos no existía la ('or adl t 1
colosal que hoí di"ide el terreno i ('11 1)(\ 'le impI-
de la comunicacíon directa entre varios puelJI •
El país penlió en contillUidad, pero gan(¡ ell lo pm·
torasco, pues la vigorosa vejetaeion equin0'(i' J
upresuró a cubrir aquellas ruinas con el llljl\ 1Ptl-
gotable de sus flores i follaje, i las co~rien e ¡f,
agua se encargaron de dar "ida al pai~a,;" Cull ]lÜ·
111(,1'OSa5 cascadas, algunas de las cuales SUillllnc -
te bellas, como la Parnmosa, cerca de Barichart,
que tiene2.30 metros de caida, dividida en dos jto~

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152 PEREGRINACION

i protojitla ]lor una cavidad semicircular que se


prolonga hastn. el fondo del estanque labrado por
las aguas al pié del terrible precipicio.
Para llegar al pueblo de Guane, saliendo de la
cabezera del canton, hai que bajar al valle infe-
rior por un camino en estremo pendiente i rodea-
do de harrancos profundos. Parece que los primi-
tivos constructures de caminos en el Socorro, im-
buidos en el axioma de que ]a línea recta es la
mas corta de un punto a otro, se propusieron rea-
lizarlo sobre el terreno, sin hacer caso de las se-
rranías que atra\"cs:lban, j en consecuencia se des-
colgaron por precipicios i treparon derechamente
por encima de altos picachos, trazando camino;;
tan ásperos a vezes, que en realidad la línea recta
es en ellos mas larga q ne cualquiera curva desa-
rrollada, de fácil tránsito i andadera en menor
tiempo. La bajada de Barichara a Guane es uno
ele esos caminos rectilíneos eapazes de desensillar
las bestias por la cabeza, i de ningun modo ade-
cuados al tráfico activo que el aumento de pobla-
cion e industria van estableciendo en la provincia.
Es Guane un pueblo antiguo de indíjenas que el
trascurso del tiempo i el haberse avecindado en él
algunas familias blancas lo han mejorado mucho.
Tiene 1,000 vecillos, hucna iglcsi:d escuela de pri-
meras letras, a la que asisten, a pesar de los padres,
20 niños; i no hai que estrañar esta oposicion,
pues lo cierto es que el método de enseñanza ob-
sCl'\'ado en las escuelas es tan dispendioso de tiem-
1)0, que un muchacho gasta sus mejores años en
aprender a gritar, 110 a leer, i adquiere algunos vi-
cios adicionales, en lo cual tienen !"azon de no
convenir los padres, particularmente Jos agricul-
tores, que tanto necesitan del ausilio de sus hijos.

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DE ALPIlA. 153
Los pocos indios puros que aun hai en Guane, son
de regular estatura, cuadrados de espalda i mui
fornidos de pierna, ef~eto do Sil continuo subir i
bajar cerros cargando pesadas maletas: la fisono-
mía maliciosa i los rodeos que em plean pam res-
ponder cualquier pregunta, indican la desconfian-
za con que miran a los blancos, escarmentados
corno están de salir ~ietnprc mal en sus tratos i
relaciones . Visten ancho calzan de lienzo, cami-
sa de lo mismo, cubierta con la indispensable rua-
nito. de lana: ellos i sus mujeres, que conservan
el chi1'cate nacional en vrz de enaguas, gastan
sombreros de paja grandes i gruesos a prueba de
agua i aun de tiempo. Durante la semana están
metidos en los ranchos de sus estancias de labor,
í los domingos i (Has festivos los pasan en el pue-
blo andando por las calles a 8011 de tiples, tambo-
riles i una especie de gaitas que llaman clarines,
desquitándose de las tareas i dieta de la semana
con interminables trago de chicha; de donde les
resulta una confusion de ideas tal, que si las mu-
jeres, mas prudentes i sobrias que ellos, no los lle-
'Varan a sus casas, ni acertarían con el camino, ni
dejarian de quedarse regados por los campos, dis-
frutando del rocío de la noche. Toda la instruc-
cion que reciben se reduce a un cúmulo de nocio-
nes supersticiosas, que con el nombre de relijion
cristiana les inculcan: de ahí para adelante 110 hai
que buscar nada: su alma se encuentra sumerjida
en las tinieblas: su existencia puramente material
los entorpece i degrada. Nada se ha heeho ni se
hace para sacarlos de e~ta miseria moral i levan-
tarlos a la altura del hombre civilizado, el cual se
COntenta con cruzar los "brazos i decir sentencio-
'~mente desde lo alto de su cabeza: "esta raza es

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154 PEREG RIN ACJQN

incapaz de civilizacíon i tIe progreso;" i en con-


fiecuencia menosprecian al indio i se prenlen de
su ignorancia i sus vicios para quitarle COll inicuos
contratos l::I. triste porcion de la tierra de sus pa-
dres que los conquistadores le permitian poseer
bajo el nombre de ResglJ:mlo!
El can ion Barichara se compone de 4 distritos
p rroquiales, i ahraza 1Gleguas cuadradas de terri-
torio, con una poblaeion total de casi 28,000 ha-
hitantes blanco~, robllsio~ i laboriosos, consagra-
dos al comercio interíor i a la agl'Íuultura, cuyos
principales TUmos son maíz, yuca. papa, frisoles,
varicrlad de Ipgumbres, tabaco, algodon i caña dul-
ce de que sacan panela cn 40 trapiches movidos
Jlor caballos o bueyes, i a las manufacturas de al-
godon, fique i sombreros do tres calidades por ra-
zon cle la paja que emplean .. Calcuhndo aproxi-
m:¡damente la eanticlLul que ele aqucllos productos
qneda Robranto para 01 t'omcrcio de, rueadc satis-
fccho el consumo dOllléstico, i apreciados en el va-
lor <]110 les dan allí, resulta un"movimiento 'anual
dc 113,000 pesos en las ventas i cambios con otros
rantones j provincias. Ilai millas de cobJ;C, hierro,
azufrc í carhon de tierra, nitrerías naturales i aca-
so tnmbien saljcma, ~j se ha dc juzgar por algu-
11as fuentes salolJl'cR i Jlor la proximidnu del tcrreno
secundario, quc frccuell "mcnte sc halla descubier-
to hasta sus capas inferíon's ; pero nadie labra estas
!11inas, ni lo harán en muchos años, pues In. agri-
cultura i el reqUeDO comercio ab or\'cn todos los
capitales i brazos disponibles, dando ganancias qtlCl
no son cventuales como las de In. industria minera.
En 1R49 sc rrjistraron ('n el canton 750 nacimien-
to~, 111 matrimonios i 451 deccsos: hubo, pues,
llll baI:mcc de 200 individuos a favor de la pobla-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'HA. 135
CiOll. Con r spccto a la moral, r('~nlta que los lla-
cinJiclltos ill'j Ílimos son a los lej Ítill103 como Ui
es a 100, cuundu C11 el cantan I-iocorl'o csl¡ín en
l'aZO!l dll .l(j a 100, consecuencia ele la diferl'lIte
SilllilCioll de las 1Il1ljCl'L'S llobres. Lo delitos juz-
g[\(lo~ j sentenciados e1l el trascurso (!l' un alío
cOllsistieron e11 al¡.(unos hnrtos de IlltI1O), cuantía,
riñas ~jll rrravc(lad ¡; iujurius comunes, de manera
(lUU ni po~ su Húlllero 'lli por su ca:it1ad 111CreCCn
l:spccific.. rsc : la scguridud ele las personas, du la
hUllra i los hilmes, no ha ~ido pert urhada, porq ne
la cOllsagracioll de todos al f rabajo i la abundan-
cia ele medios de yi 'ir, alejan de aquello hahit:1I1-
tes las do~ causas IlWS f'ecnllllas el 1 crímcll, que
sun la oci(l~iuad i la l!liscria de '(' 1 eratl \.
Cuntro i mcui:J.le:guas al • '. d (;n:l11<' (Jueda
%apatoca, villa cabczc:r(l dr! cantOl1 de su nomhre.
La primer legua del cmllino es de bajada fácil
llasta llegar al rio Snl'abitn, que se pasa I or 1l1l:1 ca-
buya de 101 varas de lonjitud, con las mismas de-
tenCiOllC'S i cahriolas que indiq llt al hablar de 11.
de Sillluc:ota, ~ígucsc ulla suhida de uus 1l'~1Il\3,
[¡] cabo de las cuales se llega a la esplnnnda de
Zapatoen, mui semejante a la lit- Barirlwra i de
la misma naturaleza jeolójica. Entre II fin de la
CUesta i el paso del rio hai ulla diferencia de 1,257
Inctros de altura sobre el mar, pa ;'inclusc repenti-
Ilamen.te de ;JO" cent ígradoR ele cU.or a solo H)O;
de la tlOr1'a de los tnnos i cardones, a la ticTra uc
las rosas silvestres i las llalluritas n' ,tillas uc me-
nuda gramn; del t:alor que eyapom tuu" humedad
apénas nace el sol, a la frcscma del ambiente que
deja brillar intactas HObrc la yCl'kl las dif.fanas go-
tas del rocío de la noc]¡e, durante las 111'imcras
p erfumnda8 horas de la maltana. La legua i rnc-

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156 pI:rU:ORINACION

dia restante ~c camina teniendo a mano izquierda


bs serranías 11l0ntuosa~ que van a perderse en la
hoya del Opon i sus afluentes, i a mano derecha
la cadena de cerros que concluyen a cercen sobre
el desgarrado j profunuo cauce por donde llevan
bramando sus aguas los rios Sarabita i Chicamo-
cha, que reunidos allí mismo forman el Sogamo-
so, tributario principal del ancho Magdalena .
Cuenta Zapatoea cerca de 2,000 vecinos hien
aposentados en casas de teja ventiladas i limpias,
distribuidas en manzanas cuya~ calles empedradas
se cortan cn ángulos rcelOH . Sitnada cn terreno
abierto i cultivado :lo 1,723 metros de altura ~obre
el mar, goza de una temperatura. constante de 19
a 20 grados del centígrado, de aires puros bien
lnüiclos i, por consiguiente, de clima 8:1110, como
lo testifican la larga vida de los viejos i la robus-
tf'Z i elevada estatura dc I()~ natllrales. Tiene una
huena iglesia ue pieura labrada i do~ ea pillas me-
nares: cinco escuelas primarias, de las cuales una
pública gratuita con 120 al umnos, mal surtida de
útiles i no mui bien dirijida : la~ euatro escuelas
privadas apénas merecen este nombre, pues en to-
das ellas no se numeran mas de yetnto párvulos
ele ámhos sex"s . El viajero qne llegue a Zapato-
ca un dia de trabajo, jllzgar(\ <lcsierto el pueblo,
pues ni en las ventanas ni en las c;¡llrs se vejente,
sal va tal cual criada q L1e va pro urosa a su man-
dado, i algun hombre que atraviesa las calles, aten-
to a ~us negocios: todos los demas no están visi-
bles. Los hombres pas;¡n la semana en las estan-
cias cuidando i mejorando Sl1S labr;¡nzas, o andan
en viajes de comercio por las ardientes soledades
del Opon o por los pueblos inmediatos. Las mu-
jeres viven encerradas en sus casas tejiendo som-

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DE ALl'll \. 157
breros de naCUilla, en cuya industria son tan hábi-
les, que no hai labor qUl! 110 imiten, ni forma de
gorra estranjera que las arrcdre: todo lo inten-
tan i en todo salen hien. E s admirable la perseve-
rancia de estas mujeres ~Il el trabajo, pues no lo
dejan de la mano dI.' de el amanecer hasta la noche,
i llegada esta se reunen (li z o doce en casa de una
amiga, costean a escote un hu en candil ele aceite, i
sentada3 en derredor sobre esteras puestas en el
Suelo, siguen t('jil!nelo llarte de la nochc. Si por
vcntura llega \ i,ita, le procuran asiento i sostie-
nen la convcrsm·jon, 1 era sin alzar las manos ni
los ojos del naeiclltc omlncro, que indispensable-
mente debe srr n:n.;ltado j blunqueado el sábado
en la noche p:l1"a Yl'II(lerlo el uOlllingo en 8, 12 o
32 reales, segun la fl! ura de la obra. Llega el es-
perado dia, i dc(le (~lJ1prallO se lus ve salir a misa
vestidas de (rn' (lnt cro ae zaraza fina, pañuelon
decente, somh ro de l'cducidu5 dimensiones, flno
i blanquísinH', nd ,mado con ancha cinta de lujo, i
~.l breve pié cetid.) por el alpargate nuevo i cru-
Jldor . Ni un Vt" ddo sucio, ni 11n hampa ele miseria
mancha el cua(ho animado CJI,e ucspues de misa
forman cn la p1.. z 1 del mcrcado estas mujeres ejem-
plarcs i la con('urrcl1cia de hombres vestidos dc
bhll ca, casi to(l" s sin rUUlla, descollando los tos-
tados rostros pe r encima de los fora tcros, ningu-
no de los euale le, iguala en la talla, i pocos en el
despcjo del SClll LIallte i d~l adClTlall. A las tres de
la tarde cesa el eOlllcrt'io d~ sombreros, cuyo valor
anual se calcula en 31,:!OOpesos, las mlljeres vtlel-
"en a sus C1~[iS con manojos de naeuma (.) i des-
(.) La Nnellma es una planta yjV3Z que crece espollta-
neamentc ~ll los ('limas templados, en forma de palmera.in
trollCO. Sus hlljas abal1ic:ld3~ i compuestas se desarrollan i

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J58 PEREGRIS .\CJO\""

de entóllees c01lliellzan el sombrero que habón


dl' vender el otro domin!!;o. Pura ellas no hai ocir¡-
sidml, no ]¡ai paseos, i nra vez en el año alcallll111
la di"crsiol1 del baile l')I la noche de un día de
ficst'l: sus costumbres, como ya deja inferir e,
son hUCllas i por estro1l10 sencillas: su trato ama-
hle i lHlural; í en el scm Illante llevan la esprcsion
de ~l'renidad que nace (le! sentimiento de Sil qtlcr
i de la salisfaccion de l10 necesitar ajeno amilio
paL1 cubrir lo,.; gastos de la familia,
~()hrc este puehlo afortunado i tranquilo ayó
de repente ,1 allutl' d' lo, tinterillos. UIII) ,le ellos
preparó el campo i regó la sill\it:nte de mil cnre<1os,
que su 8llcesor, mas espcrto i audaz, ha hcchr¡ fruc-
tificar copiosamente; i ora tramando lar su pru-
pin. cncnta, ora elllpll':mdo su infernal j,¡tbilitlall
en fOll1entar las ren('iIJas que no falt.m l:nt fe veci-
nos, ha creado tal cúmulo de .:au as criminah's,
que la mitad de cllr¡s se hallan eOlllJll'Olllctitlos
como reo, de ilnajinnrios delitos, i h otn ,litvl
cotila testigos, a quicnes de intento ha hecho p~rju­
mr para sumari,u·los, si no le rindl'n obcclicllci:.
Por últilllo, no teniendo a quién elleam:ar, de de
el Cura pam abnjo, habia levanudo sumarios a
San Joaquín i a la Yírjen, por contra ¡:tndistas de
tabaco, valiéndose para ello de 'lIle ('1\ tierras de
la jglc~ia descubrió algunas l1lat'\s <le aquella pl:m-
tao Por mn.nera que cuando cslu\' ÍIl10S en Z:lpatoca
se hallabau dividitlo3 los moradores en dos bó.llltl(ls
encll1i~os: los seCUazcs del tinterillo, i sus opo,i-
abrell !\ 10' Indos <le un l'ceiolo fllCI·tc i libro$o, que vertli\"~­
",mellte es el tall" Illultiplicnd(\ de la plalll:l, P.ml I<H sonl
hrcro elijcn las hojas ccutralcs o en' olio lIun no ahiclt,), ,in
o~ra prcparueioll 'Iuc njarlus IllClI\IILullcntc a lo largo i her-
Vlrla CII agua pan q\le las petpll iiil:IS cintas $0 enrrollen
sobre sí misluas i t¡u ,_len CUIno e"p:lltn, ~ cg nn sO \' c: en lo~
sombreros,

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DE AL1'UA. 150
tores o víctimas. El ha sabido insinuarse en log
negocios cantonalcs i ha introducido una especie
u~ policía chicanera, sin cnya intcrvencion i licen-
CIa no puede dar~e U11 paso, nadie puedc reunirse
ni aun para la di vel'sioll lilas inocentc. ConHeso
que el influjo i predominio de esta polilla sobre un
vecindario entero me parecieron 'straordinarios i
pero cuando mas adulante tU\"C ocas10n de contelJl-
plar la ruina de dos pueblos que fueron prósperos,
Mogotes i El l',íralllo, conv(;'rtidos en campos el(:
di~l!ordia i desolaüon por otros malvados dclll1is-
mo oficio, cesó mi ac\llliracion i comprendí h~L~ta
dónde pueden llegar la candidez de nuestros llUe-
blos ngricultore~ i la rnal(!:Hl de algunos hombres,
e11 cuyas manos las leyes ucstinadas a l¡rotejer la
sociedau sc trasfoXlualL en armas venenosas cIue la
hieren por toJas partes i la Ulutan.

No 11'1Ce mucho tiClIlPO CIne la fundacíon (le Be-


tnlh, :2~ ¡·guas al ~. de 2apatoca, interrumpió
COn ~u Illodestu caserío, la continuiu,H! del desierto
<¡He por c~te laJo, COIl1<J a la banda del 0, se esten-
dia inddini( UIllelLte. La cxistellCílt dc aquel pue-
blo, cabeza du distrito, que hoi eu nta 1,800 habi-
~¡mlcs, se dclJC al presbítero Guurin, su uctual Cura
\ ~enl fadOl¿ s;¡('crdote anciano i yil'tuoso, cuya útil
\'lela iOl'lllól contraste con la indolente j vulgar
de otros ¡¡{¡rroeos, i es una elocuente censura ue la
m¡,la conduct,t '1 ne la mayor parte de ellos obser-
va en esta provincia. lletulia está situada en la
lU(!~eta rle un grupo de granucs cerros, u 1819 me-
tros de altum sobre el mar, con UlO centígrados de
telllperatura, suelo enjuto i uil'(;s puros. La pobla-

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160 PEREGRIN ACION

don es blanca, vigorosa, de costumbres patriarca-


les i enteramente cOllsagrada a las tareas agríco-
las, atenta con los forasteros, llena de respetuoso
cariño úcia su buen Cura, quien sostiene una es-
cuela en qlle ] O niños aprenden las primeras letras
con mejor éxito que en otras, mas llenas de vano
aparato que del verdadero espíritu de enseñanza.
Para graduar la bondad moral de los betulianos,
bastará saber que en los últimos doce meses ( de
mayo de 1810 a mayo de 1850) hubo 16 matri-
monios i G3 nacimientos, de lo cuales solo 5 ile-
jítimos, es decir, el 7,3 por 100; cifra mínima
que ningun otro pueblo del Socorro presenta. La
poblacion tuvo en dicho tiempo un aumento de 45
individuos, que es ci 2,5 por 100 respecto del nú-
mero total de habitantes, el cual siguiendo esta
progresion, como la seguirá en aquella comarca
sobl'cmanem sana i abundante, quedará duplica-
do dentro de 2:; añoH, puesto que los fallccimien-
tos de púrvulos i adultos son rnros.
Nada de particular ofrece Betulia a los ojos del
viajero, salvo llll grupo de sepulturas antiguas,
cuyas señales se ven allí cerca, prueba de que en
tiempos remotos c.'istió algun pueblo de lndios,
1 pereció t::nnbien i~I1orado en aquel apartado rin-
con del país de los Guancs. De, ele la eminencia
de la meseta, postrera de las que por este lado
presenta la serranía, se descubren al N.los térmi-
nos del eanton de Jiroll, i las revueltas colinas i
s olitarias montañas que promedian entre Betulia
i la cortadura profundn por donde lleva el Soga-
maso su atormentada corriente. Al O. se hunde
la tierra i oculta sus profundidades bajo las copa¡;
en tretejidas de un cOlltinl1o bosquc, de cuyo seno,
dos leguas mas alIó, surje a 2,530 metros de ele-

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DE ALPlIA. 161
"¡¡cion la ponderosa mole .le los cerros llamados
Piedra-blanca o Cruz-de-macana. Cuando se llc-
ga a esta cumbre, mirando al Poni"nt~ j al Norte,
)10 hai términos ]Jara la vista, que ]urg rato dint-
ga por el áll,bito de un horizonte sin lílllitcs. En-
frente e dcsarrollan los vastos pahcs regados por
los rios Chucurí, 0poll"ito i Opon; lIHl~ allú bri-
llan como cSjlC'jos la;; grandes ciénagas, i mas allú
todavía h platL'ada zon:1. del Uagdalena recostada
contra las indecisas serranías de Antioc¡uia, que
Ne confundcn i l'ierrlcn en la ni"hla del cspacio.
Las sehas :;ceularcs, los silenciosos rios, los cc-
tras con sus elevados escarpes i sus coronas de
rocns eternas, todo d .. scle tan alto parece pcqueoo,
deprimido, sin ¡'tlido ni njitacion; i sin embargo,
allí hicl'\"(l un lIlUlldo entero dl! ::llimalcs lllonta-
l'azes, de reptiles enormes, de aves que rreccn i
mueren sin scr vistas por el hombrc: allí todo es
colosal i cxhubcrante, i Ilncyos seres se sueedell
i aeumnlan sobre las minas de úrboles jiganteseos
fllle el CUl' o de los ~igl(,s ha derrihado; UlI prl'cÍ-
picio trclllelJdo separa estas rC'j iollt'S dd eerro de
Piedra-hlanca: fugas de viento pasan por encima
del oh. nador, doblando i haciendo crujir los :ír-
Loles que le rodean, i de repente cll'U1110r cesa;
el Yiento se ha precipitado al abisl11o, donde ar é-
ll;¡S se Yen rl,mo!inC'ar las eO]la~ del bosque mas
cercano, i desllllCS nada, silencio, qnil:tud i som-
bras. A 111ono <ll.!r('c]¡n en la clireccioll N. se do-
Tnin:m los ramales en que se divide la cordillera,
~·~tos, irregulares i como luchando por no sumcr-
Jlrse en los montuosos pantanos del 0, ]>('1'0 al fin
reYolcudos por el Sogamoso que los encuentra de
traves i los corta con su irresistible ClU'SO despe-
dazando el cerro de La Paz, última barrera desde
11
®Biblioteca Nacional de Colombia
1(¡2 PEREGRIXAClO!ol'

donde 8igue manso i majestuoso hasta perderse en


el Magdalena. Casi al "-E, por llIla ancha deprc-
<ion que sufren las serranías, se columbra Bucara-
manga, distante 7 leguas . .v ia recta, i en ~eguida,
semejante a una cinta rOJIza, el camino que de
aquella villa conduce a Pamplona . Detras i a la
izquierda, cerros intrulISitables, montañas tupida"
innumerables cascadas, desiertos donde nadie ha
encendido todavía el fuego de UlI hogar.
En mitad ele estas soledades, ~eis leguas al N-O.
de Zapa tora, se halla el pueblo ele San Vicente,
con ';O(l vecinos scgr\!gados de la vida civil, sin
artes, sin comercio i S\lhRi~licl1do de lo~ dones ina-
gotables i casi espontáneos de la tierra calentada
por un sol abrumador. Prcténdese que hai cami-
no entre Zapatoca i San Yiccnte, i que puede con-
tinl1ar~e d"sde este punto hasta el 1 Ingdalcna. por
el Opon; mas tcn~o para mí que una senda traza-
da pUl' t'llcima de á ]leras scnaníai i 'lile en In ba-
jada de la Cuchilla-uel-H.:ulJo desdendc sin inte-
1'l'll]lCioll 1,500 metros por cscnlcras de piedra i
barrizales pegajosos, 110 es camino, ni ménos pue-
de S('1' la via mercantil que haya de relacional' la
provincia dd Socorro con el Magdalena; i esto sin
contar con que la ruta del Opon no sine en el in-
"iemo, porque todas las tierras hajas c~tán anega-
das, ni eH verano sirve, porque no hai agua para
nnvegar cl rio desde donde ('s menester . Júzguese,
pues, de lo acertaclo que habrá sido el gastar su-
mas gruesas, como se han gastado, en abril' tal
camino i en colonizar el Chueurí.
J"os golpes de "ista gl'andiosos, los paisajes en-
teramente nuevos, jamas represcntados sobre lien-
zo algnno, son frecuentes en nuestros Andes; pero
los que se disfrutan desde Jos paraj es en que co-

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DE ALPllA. 1G3
lindan las dos r ejiones que llamaré superal1dina i
subandina, cuaudo uno se halla ell la cumbre de
la cordillera, es decir, tU tierra fria, teniendo a los
piés repentinamente lus selvas, rios i llallur;ls UC
la tierra caliellte, no ~()n comparables con nadn ele
lo que cstmnos acoslll1llbrado~ a ver, )]i hai aCllW
pincel que pueda re¡ln:scntal' este conjunto ~ubli ­
lne i tUlllultuo o de dos llatllralel:us tan diYersa~,
que solo en la pujan7.u i \'aried~d de las CorlJ)!l~ !:e
asem':jan . El ob,errn;lor se encuentra oprin,ülo, i
cuando puesto en pié sobre el horc1e de la in Oll-
dable cima penetl"illl la~ miradas en el espacio in-
ferior, sulcado calladilnJcntc por el tnnlo vuelo (le
los buitr~s, un cstrclll cimiento involuntario se di-
funde por el cuel"l'o, i casi pudiera deeir~e que se
siente allí la presencia de ])ios.
Ticmpo vendrá en que todo esto se halle ulili-
)lado i viyific:ulo pUl' la poderosa civilizacion dc
pueblos libres. Entónces las miras del Creador n1
haher puc to aquí en escalones todos los clilllr:s 1
lodas las riquczas dd ,oundo, serán cumplida!; ; j
la Amé¡it;;t cscribir;í tn su hi~toria }Ilíjillas (jue
l1~da tcndrán de CIll1íU!l COll los ~lIfrill1icntos d~i
viejo hemisferio, ni con las ruines crónicas de sus
Reyes.
i>ero \"01\-a1l1Os a Zapaloca, donde nos esperan
la modC'sla posa¿b (lel pueblo, i un baile en (jLle
Ine prollll'lia ,"el' reunido 10 selecto del yecinc1ai"Ío.
Una cas".u3ja, 1'C";en hlanqucada IJor dCI1(,o i
por fner,1, SlI1 ltll¡C.stra ni número, es la )losndu.
L, pucrta de la cnlle (3 tambien la de la sala, sen-
cillez adoptada en casi todas las ("asas de Jos pue-
blos Socorran o, : el z;]~u:m está lle mas donde la
hospitnlidnd se ofrece popularmente, i en conse-
Cuencia la ~a1a se nhl"i! obre la ca 1Ie, como p:ua

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1C1 PlO:R EG J11 N.\Cro"

invitar al transeunte. Sin'e :iQUClla. de pa:laJizo


para lo interior, de comedo!' tambien, i hasta de
all¡·;¡c:en ]Jara las ('arg'as i llIontllras del viajero:
en la pieza inmediata residen la tinaja del :1gua, las
Scliorlls ele h casa i 1\n C~¡J1 r~spctabl(', de los de
pdo raido, carnes ausentes i orejas avcri¡l(las. El
n,i nar de la casa consiste en Cl1atro ]'obu. tas si-
lhs de roble, aforradas ('11 enero que fllú pintado,
1\n1t pesan te mesa sitllada ~ohre dos poy 8 en r\
;ingnlo méllos visible elc5de la calle', i un escaño
('ch:siátilicn ¡¡!Tiblaclo a la pnr~el, r11 la cu¡¡l suclen
cbvar cstampils divinas i prol'-tn<ls dunda la Sl eríe
les elepara lugar. Dc las clignas patronas, la tilia e
clncí'ío de un caráctcr gubernativo i pC'rentorio,
justificado por el revercndo coto quc le mantiene
.1.\ cn bcza crguida i le proporciona el Ilietal ele ycn
grave j ca\'crno~o, peculiar tl~ las personas favore-
cicla •. con aqucl apéndico.! l1a('jonal: la otra pazífiC't!,
ollcclicnte i hacendosa, siempre de la 1J1isma opinion
que su hermana: en Íl';Ím ba~ de edad provee-tri, e'ni-
clndo',nR del asco j buen '(,l'ricio de la ea~a i lle-
nas de llOndacl para con los huéspedes (l11e reciben.
Senc10s rntos pasé admirando respetuosamente los
tab:¡cos de a palillO i medio que se fUlllabnn. i ob-
tenicnelo ele ellas I1lllchas lloticias ncere.:a de.: 1,,8 co-
~as loca les, pero ~iJ1 1 odcrle~ sacar una opinion
decidida contra las fechorías lId tintcrillo dd lJUe-
blo j tal es el miedo que infundc. Por 10 demas,
Pon csta po~ada encuentra el "iajero cuantas como-
¡liebdcs pucdc ofrecer el 1 nís en l11l;dio de la fru-
galilla(l i Foe11eillez de cost11l11hre;; de sus moradores.
Era la no ehe eJe un dOlj}iJ,go, i se :1nunciaba CJue
ltnhria baile, al cual me hicieron el favor de Í1ni-
tal' 111 C , A hora competente la música tocó llamada
de concurrcncia desde la cSqUÍlHl de la J11uza. No

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'H .... 165
tUYe necesidad de preguntar cuúl era hl casa del
haile, pues el pelololl de curio~os ago1patlo~ a la~
V.:!llt:: l<iS i pllerta Jo itldic:tba SlI !ieielll(!llll'n le,
Como quien rompe cllllollte por entre ;¡}ll'lta(10~
lllalorralcs, me abrí 1',.50 hasta g¡tnnr el tle~callljlado
de la sala, i del eX:lmen [lottJgriíflco qlle de ella
hice rc~ultó : qu.! a Ull l' .. tl' ¡llO estaba la onl~(~h
compuesta de tal1J1Jllra, /"1 doblall/e, pander:!ta 1 dOJ
violines, todu ello lo ·,;do cun vigoroso eilt\l~iasll1o;
'lUJ en"illla t(;llia un:llIr ·íll de hoja de 1at:t clIlgatb
con \. ·1·ls de ~ebo; i que al otro (,~LUll(J eU)jll'l1-
zaba el estrado. TLJIll(; po;,iciulI ('l\!n! dos jóvenes
foras t:::l'OS , que con decir (llle eran jcnle de e;,lU-
dio.~, quedan establ~cidas,lI :\1llal,iild,lll i corlesa-
nía, i de JUl'go a IULgo tr.lb:IlIlOs '"' n 'crs,¡cilJ!l.
-" Ucpnro, le; (.ijc, que prc,¡-indi;Jdu d" las
lUnm:í~ (lUC t! tán ftllll,llIdo, hai sei'í'Jritas ('un SOIll-
bren> puesto ¿Por vcntm,l b:,ihll con ese adorno
tIe llae1ll11:t? "
- " Xo tal, me respondió rImas cRpcrilllcntatlo:
el s01111>rero ¡JIlestu significa que la sei'íorila nu
baih: lo Jni~nJc) que la ruana l'oll'I.!J"I'ada por "<¡lle-
llos galanes significa qlJe ellos Lllllj>OCO bai an."
- " Ah í ti~nc usted una cs('e1cnlc in \'l'nc'iol1 1 ara
e"ilar cIJa eos i para lt1;¡lltcncrsc IIclIlra1."
-"1 !r.nto m:1. nece aria, rcpmo el otro jón'll,
ruanll) sé por cspcriencia ¡]o1ol'.)sn que aqní no es
bien I'Cl'ibido in\"itur a una uaJl1a ele pues dI.! ha-
ber e J\eg,,(!u a bailar otra por hallarse sI/carla.
l::iucediónte una \"(!z (lllC rog'ut a Ulla linda niña
tne concediese el !tonor de y.;I'¡ar con ella, pero ya
tenia cOlr.paiícros ('scritur~"los p:ll"a c:uilulas piezas
Se b.1ilarnn; i COIJlU yo no deseahn estar quieto,
Ine dirijí a 1a vecinita sin sombrero, solicitantlo
aquel f¡¡I'or. " Caballero, me contestó con mncha

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lGG I'EltEGUI • \nO~

~racia, yo 110 soi sl1ple-falt¡, 'o" o.lIed~lJle estático,


i sin el consuelo de enojar1l1 ,pues 1l1e advirtieron
qne hobin cometido ulla descortesía; yo 110 debí
diriji~'m" tan c(':-ca, ,~il1o a quien 110 hubiese oído
la pmller nc'gatlVa.
- " ~iel1do así, le ohsen'~, están usted,'s mal,
pues creo que no IIcgrlll a cinco lns seiloritas pre-
sentes i Será que no gustan del baile las ue esto
puelllo? "
- " 1 T O scrian grnn1lelillus, replicó ¡ni interlocu-
tor. Lo f]ue hn sucetlido, i que !lO queria portiti-
l'árselo, es qne el clur:lío de la casa tuvo In incon-
cebible nud<lzia de nnuneinr este hnilc i convidar
sefíor:1s sin el previopcrmiso del tinterillo del pue-
blo, quien ha corrido la voz de que 1JO~ llevnrá a la
cárcel, músicos i danzantes; i como Ctie mnlvnuo
es C,1jWZ de Lodo j monda cn jefe, las spfíoras ate-
1l10riz'H1ns ~c han ah [cnielo de concurrir, i en rea-
li(hd no halmí hailc,"
- " i Licencia pnra bailar!- j Liccll('ia p:mt que
cstns jÓ\'cncs, modelos de virtud i lahorj()~iclad, so
diyicrlnn un rato clcspucs de largas semanas de
trabajo! "
- " Como usted lo oye: i 110 ~é C¡\l~ es lo que
mas me indigno, si el ver 'llIe tales cosns se sufren
cn un canton ele b altivn Socorro, o 1n '¡lea dc
r¡uc l'] tiralllH.!]O illlrodll<'itlll en Znpatoca es una
fiel copia del Jaimc Forran quc pinta Eujenio
'uc, "
Traz:ls tcniall10s de no concluir la clwrlo, cunndo
l'inieron a notificar a mis dos COl!1 pafíel'Os que ~c
contnha con ellos para la illll~edinta cOl1tradnnza,
Dh'idílllosnos, i eOIl alguna di!1cullad logr{' romper
cljentío agolpado hasta l'l saln i verme en In calje,
La tibia hl:¿ de la luna bailaba las casas i los dcs-

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DE ALPlIA. 16'7
nudos cerros del alrededor, con la intensa claridad
(lue despiden los astros sobre las rejiones altas de
nuestras cordilleras. Graclualmente me f'uí alejando
del ruido del baile: ti cierta distancia sOllaha como
un eco débil, apéna suficiente para interrumpir
el silencio que cobijaba el pueblo, en que el sol
siguiente no dehía encontrarme. Dije un odios
cordial a Zapatoea, i desde el fondo del alma hice
Votos porque no le cupiera la suerte quo a ::Vlogotes
i El Páramo.
N o tiene el canton Zapatoea mas distritos pa-
l'roquiales que BetuJia i San-Vicente: de modo
que en un territorio de 51leguus cuadradas cuenta
solo 9,300 habitantes o sean 182 ]101' cutla unu; bien
que lo habitado se reduce a 25 leguas euaelradas,i en
realidad, suponicndo la pobl:lcion igullltll~lltc elise-
minada sobre ellas, que no lo está, toc~l1'ian 3~7
habitantes a cada legua, mínimo que llingun otro
canton del Socorro presenta. Pueden c¡,lcularsc
1,100 niños en cdad de recibir la instruceion pri-
lnaria, i de ellos 150 solamente participan de este
?cneficio; por manera que el 87 1'01' 100 de la
Jcncmcion nueva i el 98 por 100 del lotal de habi-
t~ntcs yacen slIll1erjiclos en absoluta ignorancia
h teraria. Este lllal es irrcmedia ble llIi{,n t ras la
Poblacion no alcanzc otra eil'ra mas rroporciouada
a la estcnsion del territorio, i multiplicadas las
escuelas sc hallen cerc:!. de las falllilia3 cam¡-csinas,
cuy~s in~lividllOS, desde el jefe hasta el mas 'pe-
queno, tlCuen señalaela. ocup(1eion en lns cstaucJas.
l'rodúcesc anuallllente en el canton por "alo1" de
l!J.J,OOO pesos, estimando los artíclllos al precio
Corriente en el lugar. La agricultura suministra 16
ramos do produccion, entre ello;; <10,000 pesos en
tabaco, 75,000 en maíz i 6,300 en aZÚCar i panela,

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Hit! PE!l.EGRIN.\CIO:<

contándosf' 22 trapiches movidos por animal~s.


l,as lllrlT1ufaetura:; consisten en tejidos de algodon
i lana sllficÍt!ntcs para el consumo do ¡éstico, al~
pargatas i olHajes de fieplC, i sombreros de llaCllllla,
euya Ycnta (kja t'n manos de las mujeres:31 ,:WO
pesos :Llllla)t1s. Si pues rebajamos del total de ha-
hitantes 2,300 individuos inútiles por estar cn lo"
(lus c:;tremos de la vida, la masa de prouuccioJl
repllt'tida entre los 7,000 restantes, da por cada
persona 221 real e, ,cuota de. II tl'ah.ljo producti\'o,
lihre de los ga to~ ele e' istcneio, prescntando el
lisonjU'o espccltíC:1l1o de UIl ]>nchlo JaborinsísililO,
ll1oral, en el (jue no se conocen los crímenes ni la
miseria. Porqu'.! ha de tenerse en eu~nta (jlle en
Zapatoca IlO e.,(¡í Illonopolizada la tierra en Jloca~
mallOS, sillo distribuida cntre todo., ¡todos COI1-
cunen a la prodllcciol1 de la riqueza ca.;i con ignal-
dad ele llledios i de rcsultauos· i Feliz el paí' del
que jluc.la decirse otro tanto! n IUlIar, 1I110 '010,
alUHJUC leqw'uo, nlilncha este bello cuadro: Zapa-
toca lielle 30 esclil\'os.
No llléllOS rhuci'io es el porv(,l1ir ele e. ta il11]lor-
i:l1lte villil. La caoualidad la situó en el único
punto el suc ¡[oll(Ie puede ahrir~l' 1111 ul1en camillo
par;¡ jl,.jal' al Hog'llllosO i ele ahí al llllgdalcnn,
('vitanclo los csrar¡Jado;4 (;;;tribo. de la ('orclillcra,
que t'n cllal(lllit'l'a otra parte cOl't:ll'ia ];\ línca ticl
camilla (~on clllillt'nci:l:1 i I'<,eci I'kioH sJlce i \'0', C01110
:lconteee ell las adual 's scnda~ dc Him~tcota i Chu-
¡;urí. Con efecto, poro mas acá <ll.! Bctlllia se
CIlCllellll'a In Cmhilla-rlc-It.\lllos, como un puente
echado por la naturaleza ]lara unir la ('~Jllall:\(la
de Zapatoett con la (bstnlltú serrallía de Ln-l'az.
Por la ütlda occidc:ntal de c,ta cllchilla es f(¡cil
llegar con el 8 por 100 de descenso hasta cerca

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DE ALPIL\. 160
de la desembocadura del rio Chucurí al So"amoso,
dirijirse dcspucs ácia lIn:! deprc~íon (lue JclillIIlC¡1tC
abate los Cc'lTOS de L~,-Paz i permite alrav~sarlo
bajando hielllprc el camino con el 7 por 100, i
finahncntu, cOlllinuar ílanqlJ'~anllo por el O. dichos
cerros ha~ta \lt';~ar, con la inl'lill,leioll de 5 por lIJO,
a la, agll~ls ti.:! H Jg:1IlIOS0, prllúlndlls i lIlansas en
aquel pUllto, 'l'ra7..1c!o e~le call1illo con las curvas
lilultiplieadafi '[llule jlllpontlrianlos cerros, mcdiri'l
13 ll·glla. g'1'.llla¡Jinalj t1istancia que andarianla.
recuas cn do."; días por UII plano SU'l\'elll\.!ntc inl'li-
nat1o, sin ¡¡aiar at.lsc'Hh'w,¡ ni pant:lllOs insaluurcs,
El de cn brillli.:nto d~ est'l ruta se debe al Sr, Co-
¡hzlIi, <[ni 'n tr,llIu·ii. i ni\'e!.lrá en Un.1\·l' h línt'a
dclnucvo eamino en ('IIY .. t'jecllcionl' 'lá \'í \·:tmen!e
il1tc:rbada la 11l'()\'illCill, .A~l·glll"a(¡a de csh Ill:mera
llll:l salida CÍllllO(h i h:nala, el t:>ocorro aUl11entará
la producciol1 de tautos i tall n1'i: dos nrtÍl;uloJ
esportahlt:s ton <jUJ cllcnla, sus 11lOr.tc!O\'CS halla-
r{lll lllulli t llicado3 modos de utllpkar con pro\"l'eho
el aeti\"o espíritu de Clllprl'sa que h'li lL-s ímuele
:1 e1uigr;lr, por hall.irse estrechos (1.-1111"0 dI) los
l"l·<lucido.; límites dd tráfieo inll'l'inr, i ar¡udla IJl'o-
vincia, singular por la índole i valor ¡le sus ltabi-
tantcR, subirá eon rapidez a un grado de pl"Ospcríd.td
que ellos lniSIllO~ 110 pueden c'deuhr hoi. 'fnllrla-
lIla i 'l'llllj:l, enclavadas en mitad de Jlucst1'O~ AII-
rlC$, fértiles, IJobl:n!as tIc p:1Cientl's agricu!torc." i
(:ll la 11 'ecsidad de conlcrcinr o .I1CUlllbir, pueden
c111:1zar~e al Socorro con bu 'no:> call1ill,)S j aprcJ-
Vedl~r:ie del de Zal'atocn pnm tuda cSl'l!cil.! ¡k irn-
pOl'tnciOll i espo1'taciOl\, Por lauto, Z'lpat.oca 8';1';1
l111C!"lo de depósito, lugar de escuJa de un VURto
C0l11Ctcio, i mercado sin rival, donde ~e aba~tcctrán
las tres provincias mas poblrtuas del Norle j sus

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170 PEREORINACION

vecinos en masa deberian concurrir a la apertura


del camino cuyas llaves tendrán en sus mallOS por
la p08icion que ocupnIl.
Vl~lez, Socorro, Soto, Tunduma i Tunjfl, desean
i necesitan hacer ror sí mismas su comercio este-
rior: pueden hacerlo aprovechando los aceidcntes
del terreno para establecer eseclentes caminos que
las relacionen con el .Jlagdalena. Así, pues, no
está distante el cija en que Hor,-otá cese de mandar
al T arte júneros e~tral1.icros, í de recihir de allí
dinero i earganl<."n tos: e I antiguo comercio del Sur
se le ha escaparlo, Cll ti"nninos que hoi bastaria un
solo ncgociantc para C"'\S contrataciones i Qué le
resta a Bogotá! sus propios recursos, granacs sin
duda, pero que nadie los hace valer. Si esta pro-
vincia no toma empcllo decidido en la cOIlstruecion
de un camino carrelero úcia el illngdalena i otro
inm(jorablc de hcrr:lelum ácia el 1Ilcta, cacr:1 de
S11 cstado, sin CJuc estériles dcclam:leiollCS ni es-
fuerzos tardíos puedan atnjar la ruina. II ubo un
tiempo en que nucstra~ ciudades vivian apoyadas
en el monopolio del comercio, al amparo de los
conventos i nutridas con los sueldos que percibían
los empleadoR coloni:lles. Vivian, ma~ no progrc-
sab:lll, como lo pTllcba Snntnfé, capital del Virci-
nato, que n los :W:> mIos de fUT:chda no lenia mas
de 17,82;") )¡,lbitalltes ele todas clases. Estableeic.la
la Uepúhlica, ~csaron las condiciones de aquella
exi'ltcncia artificial dc algunas localidades a e~Jlel1-
~ns i con perjuicio ele las demas, i el país se sintió
conmovido por la lihertad de industria i de comer-
cio que debia trasformarlo i hacerlo mal'char con-
forme a las 'niras de la Providencia. Ill~ensible,
pero positivamente, adelanta cn su nuevo modo de
scr: la industri:l i el comercio se cmancipan de los

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DE ALl'IlA. 171
antiguos centros de monopolio: l::s provincias mi-
ran por sí mismas: las ciudndcs mal situadas se
estcnúan i perecerán. Desgraciada la eiudad o pro-
vincia Cine permanezca soñolienta i perezosa, cuan-
do todo en dcrn·dor se njita, rotas las vil'jas liga-
uaras, i qlle tcniL'nt!o lllcdios rara salir a snlvo do
csta crísis no los pOl1n'u en uso des!1ú ][I('go!
De Zapatoca retl'~ct'(ljmos al S, dirijié!ldollos
segunda YeZ ¡¡ 1 Socorro por la miírjen jz(pticn.Ja
del ~al'abila. A las 5 leguas de camino se encuell-
tra La-Rohadn, pueblo de 1,aOO vecinos, situado
al pié de un pcíion, que se alza 700 lllt'tro. , tajudo
Como cl mnro de uua fortalezn, e interrumpe con
su rlcsllu¡]('Z los recuestos de la serranía de que
es parte. nel alta cumbre coronada de arbolillos
se desprC'ndt'I1 dos chorros de ngna, <:n)'cllClo sin
tropezar por espacio de 200 metros, al cabo de los
cuales se rOlllpen contra las rocas salif!ntrs, saltan
~onverLidos en penachos de e~puma, i forlllan aba.
JO un torrente tributario del próximo río. Hiete
Illanantialcs mas Halen del pcilon, pcrl'ol'Ctndolo a
uivcrsas :1ltllra~, i van a cngros:lI' el (or1'cnt(', i en
ocasiones a ohstruirlo COI! derrubios (lue lo trus-
fortnan en lIna masa moviente de lodo ¡piedras.
De csta maner.l, minada la serranía por abundan-
tes fillracionc , ha perdido su revestimiento, i sus
despojos, 01':\ hllndidos, ora ac¡¡rrcarlog, han for-
¡nado el plallo inferior, irregular e inclinado Pi! que,
¡'ollendo de \'enles arbustos i al. gres selllenteras,
sc.hnlb el pu(;blo, contrast:mdo Sil (luic(u<] con t'1
rmdo de las cascadas i el rUlllor cid mmnje sacu-
dido por las perenl1es lJrisas qlle se ul'l'CmOlin,1n cn
h cuenca murada del peñnn. Enfrente lJueda la
cr;l'tOldura desmedida por CllyO fondo va el Snra -
bita: dcspues los peludos estratos de la quchran-

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171 rEl1.EGIlINACION

tada meseta qu" finali7.a en las crestas lejanas de


la otra serranía; i en el pro1l1cdio dcscansa la "isla
~obrc los campos labrados de G unne i La-C:dll'l'nl,
recostados contra un alto barranco, luciendo en el
cstro'110 izquierdo dc su cncumbrada cornisa las
torres i parerlb bluncas de Bariehara.
Do, i media leguas al S. llel lllo.·IICiollUdo pue-
blo está el del Palmar, con 500 vccinlls, todos
a'<l'ieultores, buena escuela eOIlcurrida por 18 ni-
iíos, i c1serío pobre pero e~p:t(;io o. B'íjase una
}¡'gult para lleg.lr al !'io (lile :;e pasa por cubuya, i
en sc<ruida t'IllP;C7.·l la cuesta de k~u:l i media cn
cuyo t0nllino Sl' h:t11a de repellte el Yi".i m C"11 la"
lh'imcra' casas de h cindad cnpit,tl, a1llu:-blil(hs
(];! tcla:'\,.s cOl11j1u estos de maderos toscos i caña~

amnrrau¡\s, i habitadas por illfatig'lIhlt·s tl:jcdores


de álllhos ¡; 'xos, lJue a fllerza (Ir industr:a i pt'r~l'­
ycralll:ia fahrican telas i ruanas (le rech i visl' :la
cOlltestUl'd.
xv
Entre hs noticias j parti(;ulnl'irhclcs relativas al
SO<:O!TO, qne (;01\ patriótica solicitud lile cr)Il11111il'Ú
el Hl'. Fra.!cisco Vega, ~l! bIilak\ una s(,lltellt:i~
pronunciada cn 1 iH:! por ]:\ ]teal Auditr.cia ele
~alltnlé, t:olld '1\:\1ldo a .Jos': Anto1lio Galall. Pe-
,1m '\[ulina, LO\'l'l1;(o AJCillltl1S j Xlallllel Ortiz, a
diversas pCIHl' atrozes, por tr ... idorcs al Reí, 11.111-
IlCc]¡orc, f,lmo30s i n .03 de crímenes talll'X Ijl'rndoJ,
que chr'llnCllte se eolumhran cosa. políljr<ls llchajo
(le nrjuc! f¡irra';() de nen .. leiol1(!' rOl'CIl~c~. I,a tra-
dicio!) popular 1\0 lh csplh:aci[)lIc~ salbfaclorins
de este succ~o; j'('euérclase que el alzamiento, cn-
pitanc:ulo en parte por U:¡]all, era cncnminatl,) a
obteuer por fuerza dl! r.l'llns la ~tlp\'esiDll UD hU

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DE Al.rlfA. 173
impnc;;to recientemente cebado, con el nombre da
"Arl1,nel:\ ue Jhrlov1'nlo," i quc en In plaza del
'~o1'orro s' juntaron mas de diez mi! homl)J'cs :.1110~
hnados; pero lit' ahí en aüelante se 'Pierde el rastro
u;! los Ucollt~cimientos hasta encontrar con el saJl~
griCllto c1,'sen!uze que les d:t h s~n(encin ya Jllcn~
cion:l(ln. P¡¡rcciónH' que h;ll.lria C'11l'~to un precio-
so antccC'dl'nte I'¡';túrjeo, !)\1 's bien pudiera suce-
der que la suhlenlcion de (Jahn demostrara una
¡]ispo. il:i0l1 de (mimos i;¡\'o:'ublc a la incleJwnden-
cia, CI1 ('t:yo caso 110 se diría que la reyolueion de
~810 flll' !lija de los sucesos de ESJaña 1'!l esta
epoca, i t:n cicrl:t manera Ílnpro\'i rula. Con este
l,Cl. amiento !lO ccs[. ele hacer c1ilijcncias, hasta
quC' mi hurna SllC'l'te IlJI' dcp:n<í un manu nito fe-
chado CH 17 SI, que l'l'"cisal1lcn(t· tr~.la de le" nI bo-
rot01 clel Socorro. pilltando, sin quererJo. el estado
dc la li¡;rra, COIl tnl illjel1uiclnd, Cjue llO he podido
resistir la tcntacion de trascribir lo sustancial del
relato. Espero C]11C se me perclonar:í 1'stc episodio,
en gr,wia del inLcres que bajo muchos rc~pecto~
ofrece.
".A principio; clr nhril del presente afio de 1781,
UllJanecieron fij:ulos en di~tilltos par,ljes de esta
c:I¡Jitrl varios pasr¡uillcs, los mas ('n n:l'SO, en quc
tcrrohahan i r,c opOl~ia11 a las pr,Jvidencias dadas
1'01' d señor Rrjpntc Yisitaclor jcnC'ral, i como clicta-
~:¡s por D. Fr:mcisco Antonio }[orcllo, Fiscal de
a Audiencia de Santnfé, i proví lo a la de IJimll;
Sobre los cualcs, í aunque pam indagar ~u autor
se ]li7.o la mas CS:1Cta indagacion. practiciíndose
la~ Tna~ vivas dilijellcias, no surtieron el efecto que
Se apetecía .
. "En el entrctanto fueron llegando avisos de va-
nos pueblos, especialmente de la~ villas de Sanjil

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17<1: l'EItI:ORI, ACIO="
T

i SOCOl'1'O, ciudad de Tunja, i Sogallloso, lJUéblos


i parroq \Iia~ de sus demarcaciol1es, comunicados
por lo. Cabilelos, Justicins i Rejimientos, Admi-
Jlislr.1tlores i Recnlldadores de rebtas R<:ales, en
qne d¡ han partc de ];¡ llovcc!nll ocurrida sllcC'siva-
mente, de que unos pocos hombres que se erfÍan
ser d e las citadas villas i sus parroquias, se iban
apoderando de los labacos i aguardientes que eran
de f1. i\I, qllcmando los primeros i c1crramando 108
segunllos: lanzando los Administradorcs i G uar-
das, rCll1ovj{'ndolos dc su custodia i mnnejo; i jlll-
blic~ndo handos contra el mal Gobierno, provi-
dCIll'ias i n'glaml'ntos de Vi"ita, sin que L\l estos
moviJllientos hubiesen inferido el mas levo daño
n pr.r.,ona alguua, respecto a 110 haber encontrado
°l10sicion .
"Estos desórdenes se fueron progresivamente es-
tendiendo; de suerte ql1C' los mas días se recibían
cllosgnis con noticias ell' los Cjncbrontos que sufría
la U"al Hacienda cn sus r"mos; lo Cj\lC "hlj",ó al
Señor Rcjente Visili,dor a dar parte al Real Acuer-
do, para acordar con los señores Ministros las c1i-
líjcnci:ts que debería l,meticar para sostener su
('omi~ion .
"Nombró el SeDar R :jente "Visitador al SeDor
Oidor D . José Osario. a quien fiC allsiliú con 50
solelados de la cOlllpaílí" de "\labanll'ros, de los 75
de quc sc cOlll¡:onin, (lcjando lJnra custodia de la
cnpital los 25 rc~tantcs, j a que des pues se agregó
la compañía ce Corazas, que recibió con este 1110-
tivo, compuesta de un05 ,10 vecinos, eOll1o tambien
la de Milicias, en que Re incluyen de todas clases
i estados, creando nuevos empleos para la díreccion
i manejo, inclu:cndo en su formaeíon 111crt'aderes,
relatores, .. bogados, i empleados en los demas tri-

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DE ALPUA. 175
bunales j i para soldados toda clase de artesanos,
ya fuesen españoles o naturales, aunque el ntllllero
Completo de todas Ja~ compañías, con las de los
voluntarios, no cscedia de 200, i entre tocIos se hu-
llahan JIlui pocas armas de que poder usar en el
caso de defensa.
"Salió el Sr. Oidor Osorio de la capital de 8:1n-
tafé para las "illas de Sanj il i Socorro el dio. 1G de
abril, llevando Jos 50 soldados que iban al mando
del Ca¡,itan que fué de la guardia del Vireí, D .
.Jonquin de la Barrera, i por Ayudante a D . Fran-
cisco POllce, Teniente i Ayudante que habia sido
de la misma compañía, i que e taua separado, al
cual s(' convidó para ir a dicha especliciol1, i el SI'.
Rcjentc Visitador adl'litiú gustoso, porquc confia-
lla de su valor el bucn éxito de la empresa j para
ausiliar esta espcdicion iba tambien D. Antonio
A.rjona, Administmdorde tabacos de la capital, con
22 guardas, empleados los mas en los pucblos ele
<l1'l1cra. de donde los removieron los mismos l'cb('~
l~doíl,'j a quc se ngt'cgaron unos cuatro volunta-
l'los, que por tocIos COllllJOlliau unos 80 hom bl'cS j
~c les anticiparon sus pagas i se les t:ntregaron
basta unos 20,000 cartuchos con bala, segun se
ilccia; llevando a prevencion algunos quintales dt:
pólvora i balas, i un fucrte acopio de bastimentos
1 equipaje, con su~ ti~ ndns de campañ:\ i 80,000
pesos en plata para lo que pudiera ocurrir, con
lnas, cien fusi!cs pora los que qui~ieran alistarse.
"La espedicion llegó el 2:?, i el 2ó de abril al
Puente neal de Yélez, distancia cuatro jornadas
(le Santafé, (10nc1e se mantuvo por las continuas
U,:vias, i habicndo ocupado 103 soldados con el
senor Oidor i sus criados i algunos de Jos volun-
tarios, una casa grande de tapia I}eja que está a
. .¡

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lIG pr.r.I:CR1NACIO~

la cai(la del pueblo, contigua a la iglesia, inmediata


a esta 1101' un costado, OClljlÓ otra d Administra-
dor Aljona con sus gnan1a, para eu~todial' los
caudales ¡pólvora, i ohrar de COll1un acuerdo .
.< En este estado i Jlara emplear l(ls rien fusiles

que ihan n prcvcl1cion, mandó el Sr. Oidor que


salirra rl Ayudante ])011ce con m.os arito soldados
para V i!lc;. con el fin de aliRtar jrntp; rOl1lisio-
nando otros ,,¡¡rios qUí.: ~ dirijirron a 'l'unja ¡otros
]JUcblos, con el mislllO objcto. El Ayudante Pome
"o]Vió accleradamuJte con mui Jl(ll'~ jente, tO(1:\
de d"$ccho, i los otros encontraron igu~les dificul-
tadeR, de modo que ~c ,'¡nitron a qlll'c!ar los mi,;-
mas íJue salieron de 8untafé, pues ni aun del
Puente Real se le quisieron unir.
"Con este motiYo, i dCscoflfian"a ya de (otlos Jos
pueblos, resolvieron no pasar tle rtllí, por tener
noticia que los sublevados venian a buscarlos; i
así acordaron atrincherarse, como lo hicieron, po-
niendo parapetos i e~tacadas, i colocando la trop.t
en RUS respectivos lugares.
"En esta situacíon se mantenian el dja G de mayo
por h mañnna, en que ~e eOmeJ1Znl'On n descubrir
algunos pelotones de jonte por los cerros, de los
cuales se dcsprendi;¡n cn cuadrillas para el pueblo
con el fin de insultarles i ver ~i por este llH'dio se
les ohligaba a salir del pamje donc1c estaban ah·jn-
cherados, que era la die]¡n casa tle teja que tenia
comunicacion con la iglesia, la que miraban con
respeto, i por lo tanto 110 querían que cn ella hu-
biese efusion de snngre.
"Al siguiente dia 7 de mayo, en aquella tartle,
8e acercó UllO, en calidad de cm bajador de los su-
blevados, los cuales, segun se dijo, no pnsaban de
200 hombres, sin otras armas que las de tres o

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bE ALPlIA. 177
natro escopetas, algunas lanzas, palos i hondas,
el cual manifestó al Sr. Oidor que el objcto de lo:;
lmeblos i la venida de aquellas jentos se dirijia a
9ue se les aliviase de lo~ )lechos i contribuciones
llUpue tos por el Sr. Rejentc Visitador, respecto
a no poder soportarlos, segun la miseria del eo-
Inun, que eran los mas recargados i que si ~\1 Se-
ñoría se hallaba con facultades, pasase al cam-
po con él i oiria sus jentes sin riesgo de mayor
Insulto.
"El Rr. Oiclor pasó en aquella tarde, a~ocjado tlel
citado emh:¡jador, del Cura i otro eclcsi,ístico ; i
habiendo oicIo los clamores de aquellas jeutes, que
decian querian mas bicn )'10rir que ver perecer de
hambre a sus mujeres e hijos; les significó que
para acccder a sus rucgos i acomodar las provi-
dencias, era forzoso acordarlo con el Sr. llejente
Visitador, porque para ello se hallaba sin las pre-
cisas facultades.
. "Con este razonamiento se despidió el Sr. Oidor
1 se volvió al pueblo, confiarlo en el e. fuerzo de su
tropa ausiliativa, que se mantenia atrinehel'llda i
llena de sobresaltos por los insultos que sufrian
de los sublc\'ados.
"Amaneció el día 8, i como a las siete de la ma-
~ana les despacharon los sublevados otro emba-
Jador, como de unos 74 o 78 allos, andrajoso i de
Pobre traje, para que le dijera al Sr. Oidor i al
Comandante Barrera que sí no entregaban la& ar-
Illas, en breve redueirian la casa a cenizas; i por
tener su mediacion a la iglesia, previnieron al Cura
eonsumiesc las especies sncramcllta.les, removiera
las alhajas i reliquias, i que de no, de cualquier
falta de veneracion se hiciese responsable.
"Elite embajador repitió por dos o tres vez es su
J2

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178 PEREGRINAClON

elllbajada, i en la última, sin que se hubiese hecho


la menor demostrar ion de defensa, se le rindieron
las armas eon tanta prceipitacion i terror, que por
el baleon de la casa sc le arrojaban atropellada-
mcnte los fusiles cargados; i a este mismo tiempo
el A(lmini~trador Arjona con sus guardas i los vo-
IlU tarios abandonuron el puesto, 01 viclándose de
los trahucos i pistolas, i poniéndose en fuga, se
{'ueron acojicnclo cn las casas do los vecinos, espe-
cialmente de eclesiásticos, que conociendo su ti-
midez i de caridad quisieron alojarlos: el Capitan
llarrera se llJantuvo en el cuarto del SI'. Oidor,
viendo entregar ignominiosamente la~ armas, i eOIl
(;ste moti vo pusieron guardia de los mbmos suble-
vados al citado Sr. Oidor, a fin de que no se le in-
sultase. El Ayudante Ponce saltó las tapias do la
iglesia, donde se introdujo hasta la habitacion del
Curn, llorando como Ulllliiío, quien le tapó (segun
se dijo) eDil Ullas mantas o frazauas, i así se mall-
tUYO toua la noche ha&ta el siguiellte ¡lill, que se
ocultó en el camarín de la Vírjell, por mas segu-
ridad .
"En esto estado, como los sublevados se hubiesen
apoderado ele todas las armas, póh'ora, dinero i
equipaje, al abril' uno de los cajones, pareciénuoles
era pólvora, reconocieron ser plata de los 80,000
pesos que conducian para g(\stos estraonlinnrios,
i aunque algunos de la plebe baja solicitaron to-
mar algo, i de hecho lo tomaron, lo volvieron eli-
liendo: que ellos 110 habían venido 11. robar ni a
ofender a nadie; sí solo a destruir los estancos,
por considerar ser providencias gravosus i csta-
hlccidas pOl' el Rajente Visitador.
".Finalmente, apoderados los sublevados de las
:trmas, que se componían de los 50 fusiles de los

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DE ALPUA. 179
soltlados, 22 trabucos de los guardas i los 100
fusiles que llevaban demas para habilitar ()tro~ en
ul!silio dc In. especlicion, recojiendo tambien lo~
20,000 c' rtuchos con bala, las dos carg,ls de pól-
vora, balrts sueltas, pistolas, s:~blcs, cspadil1(:~,
dhero i equil'aje, i entregando únicamente d, di-
nero al Sr. Oidor Osario para q lle lo custodIase
dejándole ,.,"'ual'dj[l de ellos, fueron dnnelo licencia
,
a los soldaLl()~ para que regresasen 11. la capital de
Snntaf'G o a donde quisieran j i miéntras estas dis-
Posicioncs, el Ayudante Ponce, quc estaba oculto,
pudo escapar con el silencio de la noche ausiliado
de Un vecino, j se regresó a ::luntafé cn el tr:lje de
fraile J'r,lIld,eano a dar las primeras noticia' de lo
actuado .
"Entró en t:sta ciudad el 12 de mayo a la· dos
de la tarde, utravesando las culles en el mismo
traje hasta llegar a su casu, donde fué desconocido
aUn c1e su propia lllujer, quien inllledültamente le
pasó noticia al Sr . Rejente Visitador,9ue le envió
¡\ llamar, i habiéndose mudado de traJe le inf"Jrllló
a boca tudo lo hasta aquí relacionado i mucho lOas
que se omite, dándole a entender que los suble-
Vados por él i por su director D . Francisco Mo-
reno, i que el número de tropas que se les iba
aUmentando por instantes se hallaria ya cerca oc
esta capital con el objeto de saquearla i de pUbar
tal vez a otras ideus i a mayores insultos.
"Con esta novedad no esperada, 1IC:110 de pa\'or
e~ Sr. H.cjcnte Visitador, convocó a junta de )'l.i-
ll¡stros i Tribunales i habiéndose presenlado en
ella el mismo D. Fr~ncisco Ponco, informó ti boca
segunda vez de lo acaecido. Con CllyU noticia i
tcniendo el mismo Sr. Rejente anticipada desde
aqUella t:lrtlc su salida, la verificó en aquella no-

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180 pr:neGllJNAcroN

elle dcspucs de eoncluicla la junta j abandonando


su comi ion, con~ic1eralltlo ya de~truiclas 1'01' todns
partcs las rentas i bot, (los Jos cnwlnlc:; del nei, i
acordando ('Il dla únte, de Sil partida i ron el co-
1lI1111 [10\1('1'(10 <le todos los yocaJes, el r¡uc con Tes-
pcdo a Cjlle en la eaJ1ita~ !:olo hal,ia :15 hombres,
resto ele los 50 que se Frdieron e1l la es]Jt'di('ion,
i qne los sublevados s(' hallah,¡JJ tan inmediatos,
le~ saliera al cncuentro 1\1 o dc lo,; señores; [jniq-
tros con pI Alcalde Ortlinnrin n1(l6 nnligno; ¡(¡U
rí'sj'lCctu a C[\1u el llmtrí'lilllo Señor Ar;wJ¡isjlo se
nfreria, [¡COnlaBC el modo de impedir la cntr,¡(!:l,
]l0l' CUPU(IJS medios dich',en la prudencia, n fin (le
cl'1b~razal' Jos insultos i eontcll( l' aUlla llUmCrOSrI
plc:hc tumultuaria .
"Con esta rcsolncion, qHC' quedó ncorclndn en la
('itada noche del día J 2 dl' lIIayo, como ;1 las 12
,le ('l1u, a poco rato sa1ilí el Sr: H(·j. nte Visitador
prt'cipitnrlaliJl'nlc, con uJo (los eriatlos, ]lara la yi-
Ila de Honda, garganta del r;o de la Jllngc1alcna,
i pasnje proporcionado. e11 el que pudiese lihcrlnr
la "ida cntreg'i1uo a s IS rápidas corrientes, a la
menor non:dacl, i como clespul's lo hizo, cuando
~c \'ió ohligntlo .
"En la citada jun ta fllé~ acordallo que salicm el
Sr, Oidor don Joaquin Yasco j {i¡rg[\~, j el Alcol-
(le Ordinario mas nllti.!!UO, Dr . D. Eustaquio Ga-
lnviz, los que salieron de la capital de Santnfé en
la siguientc mañana (lPl dia 13, en cOl11j1ni'í ía elel
Ilustrísimo Sr. Arzobispo D. Antonio Cahnllero
i Gúngora, quienes lll';;aron en f1l¡uclla noche a la
parroquia de Zipaquirá. distante ll11ajorna(~a cort,
elc la capital de Santart':, a doncle los suhlevados
venian 11 rC'unir sus fuerzas pam entrar C11 dicha ca-
pital; Jos cuales, COTllO se tuyil'SC noticia de hallarse

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lJE ALP lIA. 181
Jnas distalltC$ de Jo que se erei;!, i q ue vClliall di-
vir1itlu~ cn trozos por d.istinto· parajc8, al siguien-
te di 1, 11 de mayu, resolvieroll lo~ dichus seDares
comi,ionados despachar \'arios ehasquis eDil cartas
mi ibles a lo' principalc Jefes o C:lpit:llles de los
(;OlllUUC~, dúnd.oles a entender su cOl1lision, i que
los uirian gratos luego qut! 1m; avisarUll el parajw de
la reullion.
"Ma. COlJlO la principal fermentación estaba
(len tru de la ca pita], t!onclt: se cree q \le fOJ'lllal'onl"s
ptlo(luines, i 'C COlllUlli"auall frecucntelllcl.te los
avisos al eucrpo ll,~ los ~uhlevado~, sin (¡lie esto
pudiera illl[lcdit·sc por 1.1S pocas fuerza .." para c..I-
!llar en parle i ,H!uictar ;os ,ínimos de 10J morado-
fl's (le S: lnt;¡fi\ en un:l Junta de lus T ribllun1c:;
c¡tl\: ~e cdebr() t'll ella, el dia 15 de ll11l) <J, despl\l. .
J

de la sali(lr, dI! los scÍÍorc; cúmisioll:\t1os, i aun sin


Ilotieia de estos, fUe! aconlado por prudente mcdio,
egllll se con:-;itl()ró, la rebaja de los Rall1o ~: i
cfecto~ tic la }teal lIaci¡;ntl¡l, e3tinL:ioll de la Ar . .
llJada tic Barlol'lJJlto, guías i tornaguías l:slablet:i . .
das por cl Sr. Jt jcllk 'hitado!', Il"e St' p ublicó
}lor bando inlllediatalllente cn la cap ital tic ::;nntafi,
cspÍllien<!o únlcll para (1llC lus sl:ÍiureH cOllli¡;iona-
do> lo I¡irieran tambien Jlublicar en la parroquia de
Zipa![uirá i 511 juris(l¡cci'Jll, c.;OtllO lo hicieron prac-
tica.: l'1l c1lll1plillJiento de cIJa .
1< D ,ele el dia 10 hasta el:!j de lllU) () se lIlantu-
vicl'Illllos seíiores comi:;iollados en Zipaq uirú,tlando
otras disposiciones, allll(llw sinnotiei,l lid paradero
du las tropas tle los sllul<.:\'adus, hasta (tUI! el citado
20 se l'~cibió carta dl) 1>. JU:1ll Francis<.:u DLl'bco,
CUlllandante en Jefe) de los COlllulles, eli (lLle daba
Iioticitt de la reunion de ~us tropas en los c.lIn pus
de J\ CIllOCOl1, por donde salieron dichos St'llOrC:i

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PERl:C RU ACIO¡"

eOlllisiOl1rtdos al siguiente dia 26; i hahiendo 11e


gado eOlllo a 10.5 11 oel llia, i 110S¡Jcc1ados en la
casa del Administrador de salinas, <]!le tiene varias
"entanas con vista a la plaza, contigua a In iglesia,
se oejaron venir a ella como unos 500 hombres ar-
maclo" mandados por sus Capitanes; i estando for-
mados, el gue hacia de Jefe, habiéndose dl'sll1ontado
del cnballo i llcehojel1uilexion n ln igll'sin, en voz
nlta i perceptible dijo: ¡Viva nuestra santa fe ca-
tólica, viva llllCstro católico !Ilonare(l, el Sr. D.
CArlos tercero, viva el Ilustrísimo Sr. Arzobispo,
\'i\"on toduslos señores Juezes i l Iinistros de S.]\f,
i ll1uern el mal Gobierno!; i conclnido, se fueron
d('sfilalldo para el campo. En nguC'lh (:mle se le
fueron reuniendo varias tropas (le afuera, i en In
1l¡¡ti111a entró D. Juan Franci,co ncrheo, con un
gl'uc. () trozo de las suyas; i ha biellclo lrnslndado
su acampnmento nI Murtilla, paraje mas illmcdin(o
a 7.ipaquiríl, lOH s\'ñores comisionados re regresn-
ron a dkho pueblo, para embarazar que se fuera
ncercando, i observarle su movimiento.
"Desde c126 hasta 31 de mayo, S(lcÍll\'Ínon los
eDores eom;sionac1os, en con~orci() del Ilmtrísill10
Sr. Arzobispo, el numeroso ejérl'ito ele los suble-
vados, que se componía de mns d(' 1;),000 hombres
arUlados, metidos en unos ]1a11tanr,", por Jn~ ('on-
tilmas lluviOlS ¡mala Gituacion del paroje, sin dor
lugar n que se ndeJanlnscn; cOll(cnié'lldolos con
solo su prndencin i las repelidas sesiunes que se
tu\"icron al efecto, i finalmente, en el citado día 31
pidieron los sublevndos, el qne pnra ncr¡\Ilot1:r sus
cnpítulncioncs vinirfU a Zipaquirá el C,¡hiltlo sc-
l'nlar (le f;antnfé, C011 cu~lro su.icto~ c1istilJlTuidos, ;¡
quien\:R nomhrnron e hicieron C.1)1itanes, ror con-
siderarse ellos (segun se decía) qlle les COll\'cllin in-
cluir a la capital e11 lo. sul¡lG\'nc;oll.

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DE ALPIJA. 183
"Ullimamenle llegó el dia 5 ne junio, en el que
rrmitió D . Juan nerbeo, Comandante en Jefe que
se decia ser de los Comunes, sus capitulaciones
es ten si vas a 3.3 capítulos, hablando todos con el
Real Acuerdo." Teni:l1l resabios de lJolítica, i ma-
nifestaban la disposicion de los ánimos, pues en
l.;11a5, que orijinales con la firma de nCl'beo me co-
lnunicó el Sr. DI'. E. Vergara, se lee:
"El Capitnn jeneral Comandante de las Ciu-
dades, Villas, Parroquias i Pueblos que por Co-
munidades componen la mayor parte de cstc Hei-
no, i en 110m bre de los demas restantes, por los
cualcs presto voz i raucion, mediante la intelijen-
cja el1 que me hallo de su concurrencia ..... .
17 n- " Que el Comun del Socorro pide que en
nquellas "mas haya un Corrcjirlor Justicia Mnyor,
al cual se le ponga el sueldo tic 11n mil pesos en
cada año, i que en este 110 hayn ele habrr jurisrlic-
eion la capital de Tunja ; con tal que quienes ejer-
7.an este empleo deban ser criollos nacidos en este
Reino ......... "
22 3 - " Quc en los empleos de primera, segun-
da i tcrcera piana hayan de ser antepuestos i jll'i-
"ilejindos los Nacionales de csta América a los
europeos, por cuanto diariamente manifiestan la
antipatía que contra la jente ue acá conse1'\'an,
sin que basten conciliarles corrcspondida volllnad ;
pues están creyendo ignorantemente que ellos son
los amos, i los americanos todos sin di .. tincion sus
inferiores i criados. 1 para que no se \,erpetÍlc este
ciego diselll'so, solo en caso de nccesiuad segun
su habilidad, buena fr, inclinacion i adherencia a
los americnnos podrán ser igualmente ocupauos,
e0l110 t()do~ los que estamos sujetos a un mi smo
ll¡:i i Seí'íor debemos vi\'Ír hermanablemente; i

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184 PEltEGltlNAcroN
el que intentare señorearse i adelantarse a Illas de
10 (lue corresponda a la igualdad, por el mismo
hecho sea separado ue nuestra sociabilidad, "
"Los señores comisionados recibieron las capi-
tulaciones a las 10 de la noche; ¡no ob.,tante que
sobro ellas tenia n hechns varias reflexiones en las
muchas jllnt~s i sesiones que mantuvieron con los
capitanes, que les proponían de palabra i aun <m
un mal for11l:tuo horrado!' r¡ue pocos dirls ántes
pasaron; conociendo (Iue la idea de los sllhlevados
era el que se re1l1iti~r[\1l a Salltaf'é para que 1a~
aproh:trn el Real Acuerdo, con quien hahbb:\ll, i
por 110 teller en aquclla hora con <[uien contestar,
resolvicl'on el dirijirlas COI1 lln chaMlui, quu prac-
ticÍl artjl'ameute la (]ilijencia, el cual las condujo
en el G i al si~ujcnte (ia 7 las vol vió a regresar
con oficio, para qnc be aceptaran por los señore ...
('oll1isioll::lClo8, haciendo ántcs sobre cada una las
refl('xio11(,8. Lo~ scfíures comisionados convocaron
en la ltlaí'ían:l (1('1 mi 1110 7 a todos los Capitanes,
que pasaban de 200, i a D, .Juan Berbeo, Coman-
dante en J d,¿, para tratar del asunto.
"l::ie v;nieron lo mas i se juntaron eu la hahita-
cion rld Ilustrísimo señor Arzohispo, i con la
no\'edad se jnntúla mayor parte del Acnmpamento,
i se \,¡ó en pocos minutos ocupada rle jentc armu-
tia la plaza de diclta Zipac¡uirú, El J1ustrÍ'imo
scñr¡l' Arzobispo «'nia su hahitacion en la casa elel
Cura, que est;, en lino ue los ángulos de la pluzn,
en salas I¡¡¡jas, i con ventanas a cIJa , COlllcnzósc
la sesion como (\ las OtlCC del dia, porque no pudo
_el" iintcs; i hahiendo los señorl:~ comi$ionados
darlo prilll'i pío a las reflexiones que an tcrionncn t0.
tenian hechas, capitnlaci on por eapitulacion, al
llegar a la 1·1 viéndose los Comunes convencidos,

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18G PERECJIlIXAClON

a escepcion de unos pocos que quedaron


ll)(1(1:I,
con D. Juan Bel'heo .
"]] dia siguiente se rC~l'l'saron el Ilustrísimo
~k Arzobispo i scuores cOll1i,iollado~ a la capital,
la qlle les s:dió al cncuentro de todas clases, en
sl'fíal de reconocimiento i aplaudiéndolos como
\"enladeros libertadores (le la patria i el Reino.
En eslas demostraciones se seihhron ¡as comuni-
dades relijiosas, cspecinlmcntc lo~ cuatro cOlln;n-
tos de monjas, que eon su yirtnd supieron mas
lJiCll guardar d pcli~ro en (jue se vicron inmedia-
tas. El Ilustrísimo Sr . AI'7o],ispo, a los ocho dias
(lp, haher llegado, volvió a cmprcllc]"r su marcha
pnra el Rocorro, cli~tnntc docC'jornaclas de Rantafé,
cn ]lrosccllcion dc' su Pastoral visita, donde se
hn11a tranquilizando los ánimos de i1r]uellasjentes,
i dt· tnelos los ]1uehlos dl'l tránsito. •
" IInstn aq\1í el derrotero <¡ue Sl' hi7.O en In.
pól?ificólCion de los puehlos, l11aR porque ~e Jmc-
d:< hucpr conc('pio del oríj('ll de (>st()~ modmion-
tos, dd grau trastorno quc amcna7.rtba al Reino
1 C]" las simnlndns ideas con qne se 1"J1C'amina-
ban algunas jentes, promoviC'n¡]o pueb10:¡ cnte-
ros í aleganclo causa comun para sacudir el peso
de las citadas contribueiolll's, i la poca s<'guridad
q'lO "on ('ste pr<,tf'sto se po¡]í:¡ ('11er, n1111 de nqllc-
110 ele qUiellCH se esperaba; se e~presarán sucin-
t:"Ill(,llte \'znios pasajes que acacci ron en el in-
tcnllcdio.
"EI 12 de mayo como i1 la llledi:ll1oche, como se
ha dicho, salió el Sr. ]lcjel1tc Yisitn¡]or pr('('ipita-
el, ;)lClltc ele la, capital, i llcgó a la "i11n de Jloncln,
g'lr;.;antn del rio de la Magdalena. El 1G elel mismo
CllCOl1trú t'n ella 11l10~ 200 fnsiles j 2 cnfíont's de
hatir, que con anticipacion ¡,alija remitido el Sr.

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DE ALPIL\. H;i
Yirei; habilitó con dIos i con otras an~l: , , hnsta
el l¡Úmero de unos ,100 homhres, para su (mtoc1ia,
i dispuso él que Jos cañones se rn\'ia~(.'ll a la ca-
pital, a donde se persuadió podrían se1' 1ll:,r íttiles.
Con esta noticia se dcstacnron de la capital ~:¡
holllur(;s de a caballo, :lI'lllaclos de lllcdias-lull:\S,
puestas en un palo, al mando dc un vecino honrac1o
i algunos otros, en quielll's se tenia al~!llll;¡ ('on{lrlll-
Za. Los suhlevado:.;, (¡ne venian mnJ'(,llnn(lo para
1\emocon, tUYicrOll cstn mi,ll1a noticia i :)llL'lnn-
laron Hnos 1 G hombres, Hl'lllntlos de lanzas i algu-
llas pistolas, jlnl':l el mismo paraje, :nlllr!llC totlos
n pié: encontl'iíronsc lo;; unos i los otros e11 h
~ncdinllla del enlllino i a c1osjorllnclns ell' 101 ('nJ¡ita1,
1 sin haberse causado ,,1 mayor daño ele lllla, a otra
parle, tlcSal'llHUOn los 1 (j j\(lllllm:,s lh'l ~'()COlT() '1
los 25 de Santafé, clcspojánuolc8 de cuatro pares
ele pi tolas, c10s ('spaclincs, un sa1l1r, lictl' (s!¡r1rhs
ele t'stoquc, i (le nintidos tnrclins-lllllns o dlsgr1-
;I'a¿¡cras, las que pusirron C'n ckpósito ('11 (,I¡Hlllllo
llllllceliato, manll'nicndo prisioneros a lu prinei-
pales; i nI ~jgllil'l1tc rlh (h'jal'on a todos ('11 Ijhcrt~d
1 sin ofenderles, tl:tllclnlcs pasnportl'~ 1':lr,. Sal hfé,
ue clolHle StO ele tinaron otros 50 !tOlll!J1'( S, 'lile [Úl'-
rOn rcchn7.ac1os por los mismos, <:i 11 la !llenor c1c--
~l'acia. Estas dos flllleiollcs YCrgcll7.(\';:~ 11{'~, r'lll
lllllltcliatnlll('nte a oidos del Sr. Hrj::nt" Visitr'llor,
que se hallaba a uos jornadas cOl'las clcl ¡,arajr
dol1 de acaecieron ('stos dos sucesos, ron eq]lC'r'iali-
(h¿¡ el ]>rillH'l'O, por su mayor rcrc·:l .. ía :t la vilh
de Honda, i !lena tic ndor' escribi" qurj:ínll( se
del poco espíritu ele la capital, i fjllf1 ell cierto
lnodo cc1chrill'Í'\ que lus del Socorro ',c ac:ercaral.
a,la villi\ ,lc Honda, sin aconlarse ya de quc poco,
<l1~IS ántcs salió huyendo prccipita(h:wnt¡) ( (' h
callital.

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188 l'EREGIUNACLO:\

"I~os 1G homlncs del Socorro se fneron lenta-


mente ¡lc¡;xcando, i (11 paso suhlevaron los trl~S
puehlos inlllNliatos de Guácluus, Piedras i ri!lcta,
i avisaron a Hondn. el di:! ¡Je la eutraua: con este
1llotil'o i conociendo el scí'i.or llrjclltr.: que los 'lOO
homhres (llle tenia armarlos para su dd'cns:t serian
del partido (le los sublevado,i, a c~(:epcion .le Hnos
poco~ Clll'Opco:, vecinos del Jlu/~bJo, le. mandó re-
cojex calltclosallH'nte las armas, i con la mayor
pn:cipitaeioll Se echó rio a]¡"jo en IInl\ UCrrll!cta de
a ¡J/JCl', g'ubll'lI, lb ]'01' tres /) ('u:Üro bogas, cun
Solo (los <:riado~, llan:r:ando clia i l\O¡:[¡C sin hacel
Ill::msion, de su-!rte 'lite (;1\ Illénns de till(,!) c1i'ls ~c
pnso en C.ll'tajl na, Sicndo lo lilas c~tr¡¡ííl) (lhe
hubicllll'J ('lIcontl'aclo al p:1S0 parte del dL'stal'a-
Il)cn(o de .'iOO hombr.;s que lTInndaha el ~~ii()l' Vi-
l'ti desde ae¡ lIclla plaza, eOlllplll'slo en h mayor
1';lrt,. el ·1 J'(·jil.li"lIto fijo, no se eonsideró M'gurO t'n
d }>araj" donde le (;11-=0l1t1'<;; i a~í siguió r;íl'lda-
11l~1~1l; c!'(!ycnclo qne aUIl lo; (,dimanc i jl.)zes del
rh se Ii<!hhn vl1<'llo SOCul'l'l ¡¡O~, e'J11 lo cJlle acre-
dLó su Yalo!' C]tll! solo tuvo en apariencia llIiéntras
tUI'O el mando a la sOltlbra dtJ taula aduladon que
h'l . idl) h C;lwa ele (oua Sil desrrr;¡ein,
./ Los po('os l~dnosllOlll'aclos de la ';¡Ila dl' Honda,
(;OlIlPll(~l;1 en la. lI1:tylll' p:nlc dc C'UropC03, ql'(! :,or
tod,)s 110 lkg:lI'íLll [l :lO 010, segun las nOlicias
<¡ti!.! diLl'On a la capilal, luego 'lllC I'Ícron la ¡m:-
l'il'itad" sali 1.1. del seiíol' ltl'jel1tl', que la cj('cutó
(1 11 ti.! jUllio, procuraron [Jolle1' l;1l dc!"llo:t sU
j) 'rWlla i bi,'jJ('s, tellliéTl'lose alguJ1 in"ulto tl0 lus
su ¡lcI'ado:; que 68 hallaban ccrca: (;"tos ¡ínte,. t1e
,'lltrar en ella rC'iolvieron COllll1()\~l' la plehe i ha-
l'Cl'h re Sil partido, COIllO lo cOJ)siguiE'l'Ol1, nombran-
do de elJo~ dos eapitancs par" Sil direcc~ioll . A los

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lJE ALrllA, 180
dos o tres dias los su Llevados encaminaron sus
ideas ala ciudad ele ;'\lnriCJuita, inllluliata a IJon(h,
por ser puel,lo de minas i algunos eaucbles qne
lntelltaron roLar. ;,\[iénlras ta1lto la plebc de lIon-
da impaciente de l:~ l'ctanlacion, acometieron la
nodlc del ],3 a la casa l](·j Alc;:ldc Ordinario i dc
otros vccinos pura (11IC se lt'~ fwn'lllf'ast'J\ las llavl'S
de la Adl.lini,tl'aeioll de ~gll~ll"llicntc i tabaco p:ll'<l
repartir entre ellos j disponer de los citados efectos
:) su ;n'bitrin, Esto lo rju:ularon la JlUche del eitaLlo
di~ como a lao, oeho de ella, cn <]ue los pocos CIlrO-
]lco~ i algunos otros vecino~ honradr)5,los rccibir-
1'0n clIn algunas descargas; de lI1oJo q \le con la
eonfllsioll i o euricllld ue la 11ocll(' e inll1ediacion
altio, no lluclo ¡¡abenc a punto [¡jo el nÍlnll'rD ele
lnul'l'tos, JlUl, sujo se cncontl'<lrOll tre' por la
1l1aí'íana i ocho !terido~, l'l'lirún<looc los c!e 111 <1 S pró-
fllgO~ a los lJlOn~e~; i sobre que recae ln l'eflcxion
de: (IUC si en el Puente lle31 se huhiera hceho la
111<18 leve cle1lloslr::cion de defcn."a, a las prÍmcr:ls
des(;argas de los SO hombres COIl 20,000 cartuchos
?on hula, no hubiera quedado ni aun el mns leve
lnuicio de los suhlc\'aoos, i eomo escarmentados
~n ~~l tCll1crida(l, huhieran desistido de hacel' la
¡:;UClTa con las mj~m:\s armas, pólvora i dinero de
(llle se apoderaron,
" J\liéntrns tanto <1caecieron estas de~grilcias en
la "illa <.le II Ol,da, (lc los 1G hOIl1 b1'1::s del Socorro
que se halbb:m en Gnádnas, pnsal'OIl unos S o lO
de ellos a la eilld::a1 de l\lariquitn gobcrna<.los por
u~ calJO l!:tm:vlo Ualnn: rstos se dirijit.ron in11lc-
th::ttamente a la casa i 111 ¡na de un vecino rico
de la villa de Honda, que por hnllnrse con los
dC1n'l~ cOlltcn~cndo b plebe 110 pudo pasar a de-
fender su hacienda ni cnudales, de que le despo-

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100 l' Eltr:OIt[!'l" ACIO~

jaroll, lle;viilldosc el dinero i alhajas que tenia de


mucho valor, como tmnhit.:n los papeles de su co-
rre. pondt.:ntia, que des pues le; devolvieron los mis-
lnos sublevados, aunque 110 el todo de los dectos
q lle I! lnbinn robarlo.
'·I~l1c.¡ll1ináronsc estos pocos a A!ll balcl1lll i dis-
jJlls icrun igualmente (le los tabacos del Rei, COll-
tillll¡¡ndo en dar otras disposiciones i arbitrando a
bU modo de los bielH's de partielllares, h'lsta que
poeo a poco se fueron disipando i sepantnclosc
de b plebe que se les agregó, cargados de riquezas,
ele: alhajas i dinero que tenian 1"Oba(10 i sj"lliendu
su caminu para el Socorro, segun hs noticias que
fueron llegando.
"Como la f\.!nnentacioll se habia hecho jenc1'Il1, i
los pueblos se yeian propensos, en l 'eiva mataron
al Gobernadol', porque quiso impedirla; lo mis-
mo ~jecutaron en la provincia de Pasto con el Te-
nicllLe de Pop~yan, Auditor de Guerra que filé de
la plaza de Cartajcnn, D. Josí~ Ign::wio Peredo,
por h :¡]lCl'SO opuesto uno i otro a la resolucion dt!
los sublevndos, intentanclo sostener !a~ providen-
cias dd RcjentL~ Visitador.
"En la parroquia CJ.ue lbmnn el Pié de la Cll('sln,
encontraron los de! Bocorro alguna resistencia por
los de Jiron, que est:í contiguo a elh, donde ma-
taron dos de los tllJ11nlluados, i con cuya noticia
de 'pacharon del :Socorro i sus parroquias unos 500
hom bres, que cuando llegaron a In ciuc]nd de San
Juan de Jiron a vindicar el agravio que suponian
les habian inferido, no tu vieron con q lIien contes-
tJr, por hJllarla desierta.
"En la provincia de los Llanos, compuesta dc
muchas pobhciones contigna~ a los indios bravo~.
i cuyos parajes por lo montuoso i dilatado se ha-

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DL ALPllA, ]01
ceo de difícil penetracion, se sublevaron l,or órden
de un vecino de los mas caudalosos, no solo los
indios ya civilizados sino tam bien los de la parte de
afuera que se Je~ reunían j suponiendo Órd(!llCS de!
rebelde Tapall1aro (Tupae-Amaro) * i q ucriéndo les
dar a entend\:r que todos se hallaban e~entos de tri-
bllto~ i que llabi,\Il cesado las contribuciones de
diezmo3 í obligacioll de cumplir con los preceptos
cclc~iástieos; para esto, i como el principal motor
i cabeza fué Ull veeiuo llamado D, Francisco Ja-
vier' de ~Ient1oza, este por particulares resellti-
lnientos con el Gobernador, s(! apoderó de totlo~
SU4 caudales, le embargó sus haciendas publicando
(IUD 10$ esclavos de ellas habian quedndo libres, i
Inanteniendo como en depósito las mujeres tic ,tl-
guno~ vucinos, haciélldosl! absoluto i dando otra.
providlncias rdativas a negar el debido homenaje,
"Es [ucal. di! toda exajeraeioll el tcrror pánico
(llle se infundió en todas aquellas jcntes que no
7ran del p;ll'tülo de los sublevados, i el tlesenf1do
1 vulclltía comunicado a estos, a quienes miraban
COn la lllayOl' veneracion i respeto; de modo (FlU
\\110 solo que entrase en un pueblo, manifestando
~el' del oo(;orl'o, ba taba para que se le reuniesen
todos, i los Administradores i Rctaudac1orc:s pú-
blicos de Reutas ltcalcs pusieran a su c1isposicioll
los efectos,
"Ultimamente, aunque tambien se han tenido
I\,oticias de variO$ pueblos distantes, que aun suh-
s:sten algunos alborotos, con especial ic1arl en la
CIUdad de Pamplonai Cúeuta, valle muí dilatado,
no se sabe haya sucedido desgracia j ¡habiendo
llcgudo a esta el Destacamento de los 500 hombres
, .. De estl rtbelion hablarG cuando describa h provin-
CIa \le Cnsanare-ALl'Il.\,

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102 PER!;GHI :ACION

1 día 15 de ago to al lJ1ando del Coronel D . José


lkl'beo, se \'C la plebe ll1~S contenida . "
Cuarenta i tres ('!llrlad¡s i lllleblos del Norte,
adctlw, de la del Socorro i Salljil. se adhirieron al
movimiento, alzando tOllos por "Comandante ,Jc-
1H'ral de lns Comunidades" a D . .1 uan Frunci.co
Boruco, natur,Ll i hl!ino de la villa del Socorro,
L:L conducta de estos comuneros i los Sllccsiyos
1,rol'UlH:iaruien!os de • {'iva i Casnllnre, c1cl1lo\tra-
ron sobrada c1í!lposil.'ioll a "nC'gar el debido )¡o-
1l1CIWjc," como dice nuestro narrador. Faltúlcs Ull
buen Jcl~. i klsta el ¡¡rl·testo para mantenerse ar-
mados desde que el gohierr;o sllscrihió las ;l.í UI-
pitulacioucs ele Buhl'o, i este disolvió sU cjlreilo
rctiníndose. De lo contr"rÍo, el incendio habria
tomado cuerpo i consistellcia, pucs no em un hom-
hre COIllUll ti canelillo OCOlTnno, como lo prueba
1:1 conducta posterior de h Real Audiencia, que
Hin l!lJlhar~o de \'cr,(' :tpoynda por las trop:~s de
línea que mandó d Virci de~de C:trtajena, no se
atrevió a c:¡s[i~al' ~jllo a los subalternos G:tlan, j\J 0-
lina, Alcantus j Ortiz.
Ahora vamos a COlloc'l'r la patria de Galan, Ch:¡-
ral,í, cuyo.' hijo:; ha11 dado muestras de su car<Íc-
ter helicuso desde l.í 11 en que pretendieron re-
c!laz:¡r la 11t1c~tc de 'l:'rtin (;aliano, corno ya &e
dijo en otra parte.

XVI

A neladas tres leguas de camino bueno, en parte


llano i en parle por rerros pequeños, en dlrcceion
al S. del Socorro, llegamos allJUcblo de Confines,
llamado por los primeros pohlador{'s "Culatas,"
crijido en parroquia el año de 1773. En 1761,

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DE ALl'ITA. 103
segun Oviedo, en su obra inédita sobre curatos,
era una capilla casi solitaria, administrarla por el
panoeo de Oiba: hoj es UBa bonita vill¡¡, eabe7.a
de distrito, con caserío de tria bien ordenado, i
comprende en sus términos 4,000 habitantes labo-
riosos i activos. Desde e~le pueblo tmrce el cami-
no al H-O, trepando una serranía por donde sua-
vemente se sube a la altura de 2,060 metros, por
tierras cargadas de alegre vejetacion, hasta la cum-
bre tajada en callejon. Llegados allí se da vista
repentina a una gran cucnca rodeada de serranías
i páramos, que mide 30 leguas cuadradas: es el
eanton Charalá . ucesivamente, i conforme se baja
~a rápida cuesta, se ven los pueblos de Ocamonte
1 Cincelada en medio ele masas de verdura, i en el
Centro del pajsnje Charalá, sentada sobre alegres
vegas en la confluencia de los rios Pientn i 'ráqui-
Sa, i ostentando ele frcnte su blanca iglcsia, al es-
tremo derecho de la plaza. "Son sus habitantes,
dice Ovieclo, agrestes, incultos, soberhios, inq uie-
tos i pendencicros : pelean con machetes 1 burdo-
nes, i se matan C01110 brutos." Rccordaha yo este
sartal dc calificativos, i se mc hacia largo el tiltigoso
camino deseando comparar los moradores de h01
Con los de ahora 8D años, tan zarandeados por el
arnable cronista. Llegamos por fin, i en la casa
del Cura, Dr. Tcllo, cncontramos franco i jeneroso
recibimiento, con inapreciahle ausilio de noticias
Ptocuradasi suministradas de mui hucna voluntad.
. En 1761 la iglesia de Charalá era" de maderos
¡ tablazon, mui lóbrega é imperfecta i sin adorno
algllno . Tenia el lugar 2,000 feligreses, que paga-
b un a su pánoco dos reales cada año en bilo de al-
godon gnleso, i quinientos pesos de primicias." *
I • Oviedo, Pe7lSa7nientos i Noticias escojitlas. Sant(ljé, año
(. 1760. Obra inédita dedicada al Vil'ei :Mcssia de In Zer-
13

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UN l'EREGRINAClON

" La jClIte es pobre, añade el avinagrado his~


tor¡ador, i adenl:1s inquicta i atrevida i montaraz,
burd a, to ca i palurd,l, El temperamcnto es sano
i el país mil; rlIlH:110, ¡¡('ro mui lluvioso i su admi-
nistracion mui trabnjosa. Produce muchísimo
i\l got1on i maíz i tur\lla~, de que se proveen los lu-
gare~ Colllareal10S, i Ill\lchas yucas, plátanos, ahu~
yamas 1 frutas vari;ls: tiene montañas de diversas
mad eras i en pnrtü;lIlar e_clros ." En el dill Charulá
ti ene igksia de lllalllllOstC'rín, sólida i espaciosa,
con luj",o alt.¡r mayor i hllf'nOH ornamentos. L;l
villa CI\('I1[il '1,000 yccilloS i el distrito parroquial
10,100, blancos, vigoro os i 1)jell confurmados,
L n$ l!:tSaS del pueblo son por 10 jcneral húmc(b"
i bajas, l' cepto un1S loca,; de b¡ leon, nada ele~
gantcs por cierto. CUl'lIl:lIlse alguna» fll1li!ias dc
repn;$l:ntncion 1I1uí atl:ntas i corte. l'~, í bellas da-
mas de ;Ilnable i o]¡see!uilJso trato: el J'c~to l'sjentc
pobn.. i mal vcstidn, lo (pie IInido a la mala dispo-
~i(,ion ele las ("lsa~ ¡ cal le:;, ela al lugar el aspecto
triste de \lB pueblo decadcnte, cOl1flrmado por el
h echo, al parecer trivi:d, de verse animales pastan~
do ra~ífiennlcllte en la l·nYl.'rlJada pla7.a, sefínl de
}loco tr(lflco i m('llos policía; lo Gua, comparado
con el asco i animacioll dI' Barichara ¡ Znpatoca,
forma un contraste üesf'avol'¡¡hl(, para Charalá.
En dIo influye mucho la l!lIaeio1\ del pueblo, ro-
deado de 1I101lt:10"IS l's.:abrosas ljUC diflcultan toda
comnnic,J('inn ¡con n; O; bien (;5 verdad que parll
un yeeindario atti\'O 110 scrian estos obstáculos
insuperables, m'ly()l'nll'nt~ cuando la serranía del
S. orreee la po"ibilillnd de abrir un buen camino
da Fué Cura ele Charalá, donde le dehió ir mui mal, seg u -
el enojo COIl 'luC e,.cl'ihc, lllles no dC"I\JllOvcd~a la menor c~­
yUllturu. }Hll'tI. 'l.lllTiH lu" ncnn,HlO~, cncanllzándose pal tt-
cu1arlllcntc coutra 10. ue tha¡alá i Oí!>a,

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DE ALPlIA. 195
para comerciar COI1 Tundama, en vez de las dos
~alísit1las vías actuales que al lravcs de páramos
1 agrias cuestas van a Serin za i 13e1< 11.
Las tierras del canton son fértiles, abiertas i hien
regadas, id clillla tan suave, que el l11<lxil11o de ca-
lor 110 pasa de 2.3° del centígrado. Prodúcense los
misl1l0ij frntos que en ticmvo de Ollioc1o, eOIl la
diferencia ele que el ramo de algodones ha decaido
en térmillos de no cosecharse sino 3,200 cargas i
ser hoi el canton importador de este jénero, en yez
de esportador, como antaño lo era. En compcnsa-
cion se lJan e;tablet:ido 115 trapiches, que dan al
año 18,400 cargas de pancla, i comienzan a culti-
Var café dc (,\1\ huena calidad, que puesto en lo!
luercados del .'\lagdalena obtendrin. precios venta-
josos. La falta (le- vías mercantiles mantiene para-
lizados (;stos jérmellcs de riqueza, en tul manera
que las henllosas vegas de los rios vecinos perma-
necen inc1Iltas i casi abandonadas, i la agricultura
Sc reduce. a produl!ir lo necesario para el consumo
(~omésti("o, salvo en el nuno de paneias, que es el
'.'nico obj.'to ut: comercio con los cantones limítro-
tes. Con todo esto, como la poblacion ha crecido
cOllsülcrablclllcnte por la grande abundancia de
lnantenillli~ntos, se han descuajado los bosquc:s lo
bastante pura disminuir el continuo llover ue que
habla el manuscrito arriba citado, alternando aho-
r~ las llu\"ias i el verano que se compart<:n el año,
81n perjuicio de las labranzas ni de la salud de los
habitantes.
. La IglLsia cristiana, con la prt' ision que la
dlstipgue, ha ennoblecido b. agricultura, personi-
ficándola en San Isidro Labrador, cuya fiesta ce-
lebra en la época en que los culti vadores empiezan
a recojer el fruto de su perseverante trabajo. Ama-

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IDO PEREORINACION

llcció este dia cn C]¡rtralií, i desde temprano co~


menzaron a congreg'lrse en la plaza las jClltcs del
campo, con los tnjes limpios i sellcillos que sus
propias f:'lmiliaR tcjcn i arreglan. Las campanas
anunciaban jn¡iltigables las pró.·ünns ceremonias
del culto, i a ~u llamado concurrían suc ivamente
grupos de señ ora vestidas de s3ya i mantellinas
llegms, a usanza eSJlañola, las llIu.icrc,~ pobres de
la villa eOll enaguas do zaraza o bayeta, mantclli~
lla tosca i el indispensable sombrero de palma, i las
eompc inas con llll·II(). ulií'ío pero mejor contincnte
qne ~\lS rivalc". hlciendo los amplios sombreros
de tr,'l1za ]lcl.!uliares de los ~{)corral1Os. Llena la
iglesia i prineipj¡l(la la funcion, sc posesiouó del
altozano un respctahle labriego de gruesa perso-
na, nH'I1la nueva i pañuelo de colores vivos, atado
llcglijentelllcnte a la cabeza para mayor putoridad ,
aCOl'lpuilaclo ele s~is u ocho gauanes bien muscu -
lado. mostrando ron orgullo sobrc el brazo iz-
quierdo hazes de ~ohetcs regalados nI Sa I1to por
el espléndido prrsonaje ele la ruana nueva. Ero.
de ver la nnsiosa so1icitlld con que, soplando un
tizon, esperahan que el sacristal1 les h;cicm desde
adentro la seilnl de <Jisparar; momculo supremo
que al fin llegó, estallnndo los eoheles con el de~
sónl(,!1 cunvenicnte, f1istribni(106 con Jarl'ucza i
profuncla sati [accion por el jefe (le In cuadrilla. De
allí 11 po\:o (,1 vuelo <1(! las campanas i la salida de
las jClltes allllllciaron la proce~ion. Ln cruz i los
ciri'alcs asomaron primeramente indicando la ca-
rrera al rededor de la plaza . Siguiérollsc unaS an~
das vistosamente cargadas de frutas i flores, rot1ea~
<la.;; de cañas de maíz eon sus mazorcas i espigas
cn pleno desarrullo, j llcvatlas en hom br09 por seis
agricultores atléticos, vestirl os de blanco lienzo de

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DE ALPlIA. 197
3.1godon, Deh'as de ellas, a corta distancia, venia
la e~tatuita de San Isidro, en actitud de arar la tie-
rra, dirijicntlo el ~U'ado de que tiraban do cuadrú-
pedos con cuernos, piadosamente reput.fdos i teni-
dos sin eontradiccion por bueyes, i ataviado con
camisa i calzan de lienzo i Sil correspondiente
sOlllbrero de paja,scmcjante :\ lo,; usados en el país,
Acompañaban al Santo cl Cura i tres o cuatro I1lÚ-
sicoa cntonando los cúnticos del caso, cerrandc. la
nlarcha un denso pcloton de campesinos, descu-
biertas las cabezas, i los bronceados rostro llenos
de seriedad i vencl'aciol1 úcia el labrador beatifi-
cado , En el centro de la plaza estaban otros gru-
pos de agricultores cuidando los bultos de comes-
tibles que habiau de espcnderse cn el mercado,
cual si hubieran querido prescntar al Santo un
testimonio d.e la fidelidad con qu habian seguido
su ejemplo piU'a sacar del seno de la tierra la. mo-
desta ri'l ueza. que encerraban los sacos i 1l10-:hilas
ro cien duscnrgadas, Las proc(':iiol1cs son cntw no-
S?tros rarS't:> grotescas i aun idolátricas que el cris-
tlano pensador cluisiem ver sllprimidas por ho-
nor de la l'c1ijion tan rüliculiz;;da con esas re-
presentlcioncs materiales i frJcIH'ntemente absur-
da~, digna del semi-pagani,lllo de la Edad media;
pero con1i~so que la de San Isidro Labrador tiene
~lilra llJ í cierta significacioll Roed q uc la distingue
I lejit~ma: es, COIllO si Uijér.lUIOS, el apoteosis de
l~ atil:lcultura, la santificacioll del tr,lbajo produc-
tiVO, 1 una kecicJIl práctica que ela la Iglesia de la
homa que merecen las tarcas eiyilizadoras de los
!lue se consagran al cultivo dI.! In. tierra, En cuanto
a tstos, milan a San Isidro como a uno ele los su-
YOs, i ¡ti tributarle culto, mas bien parece que enal-
tecen su propio oficio i le cobran amor, i ¡;e cnva-

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198 PEREGRIN ACION

necen dc tencrlo; de forma quc resultan vcntajas


efectivas para la sociedad, cuyos cardinales intere-
ses, tanto morales como materiales, pucden decirse
vinculados en el gremio de agricultores, particu-
larmente en los pueblos nacicntes.
Esta fiesta fué una oportunidall que se me pre-
Rentó para rcparar si los moradores merecian toda-
vía lo~ calificativos del tiempo de (hiedo, i me
convcncí de que si cste escritor hubiera vivido i
escrito en la época pre~;ente, habria jnzgado de
otra manera los hombres i las cosas. Frccllcnte-
mente me ha sucedido tener gue comparar lo que
los escritores particulares i dOl!l1mentos oficiales
del siglo último dicen de la Nueva Granada, con
lo que es boí el país, i cada vez encuentro moti-
vos de congratlllacion; pues no solo en el número
de habitantes i en la suma de riqueza jClleral hai
adelantos lisonjcro~ i rápidos, sino en la cultura i
civilidad de las jel1tes j en l desarrollo del carác-
ter varonil i homado que van dcspl('gando los ha-
bitantes del campo, rcsultado del diferentr> modo
con quc se les trata desde la nbolicion del depre-
sivo réjimen colonial. Los nativos de Chara]¡í. son
de injenio vivo i despejado, modales abiertos i je-
nio soeiahlr. De allí han salido varios hombres'
prominentes en la poJítica i en las ciencias pues-
tas a su alcanze por nuestro rutinero sistema ele
instruccion pública. IIoi se atiende con solicitud
a la enseñanza primaria, sosteniéndose en la villa
una escuela gratuita con 70 nií'íos, i r.natro escue-
las privadas en que se cducan 40 niñas. Crímenes
no sc cometen, pues no merecen estc llombre al-
gunns riñas sin consecuencias graves i tal cual
hurto miserahle.
Ha desaparecido totalmcnte la raza indíjena

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DE ALPHA. 199
pura, absorvi,la por la blnnen, quedando en el can-
ton poca~ familias de sangre mezclada en que toda-
vía se descubren algunos rasgos del indio. Los
primitivos habitantes, belicosos i dctcrminnd08,
no debieron ser de mezquina cstalura,como los que
llloraban en lo alto de los Andes, pues los hueso€
encontrados en cuevas recientemt'nte dl·scl.lbi('rta~
cerCa de eoromoro, son de proporciones avcll taja-
das: los cráneos altos i las curiosas vasijas de ha-
rro coci:lo que welen hallarse en t'stos antiguos
Osarios, manifiestan la intclijcncia i lnboriosirlad de
los ahoríjencs, de cuyas eost\llllbr"s i réjimen eivil
no han dejado noticias particulares los cronistas
de la conquista . *
Contiene el canton 26,r.00 habitnnt('s consagrn-
dos al cultivo de la tierra i a la fi¡bricacion de lien-
zos, sobrecamas, hamacas, bayetns i mantas de
varins pintas finamente labrauas. Súbesc la cxis-
" "APl'NTAl\fIENTO!'i DE r,QS nEf'1!OS ocunnlDOR r.1.·1 )JR AGOS.TO
b,: 1,819 J~S CUARALÁ."-"POT J(J::. datoR 'lile tuvo 1¡~ llunclad de ~u·
l(lntNlrar el Sr. nal1lon S{¡nto1i. Cinc en dil'ho Ih.'l1IIJO cjcnia la~ fun-
c. one~ de Atraille Ortlinnrin (In cst:\ villa. i llUT lU:i tt"l! dieron 101
~re •. I1defonso Hurtado, Ag:l1stin F~ril1o. Nicolag ('harol1 i ntro. (Ille
están de nCllcnlocon el prillH.'ro, rt'8ultn: que es SllhU'Imenl e incsal'to
~U(! la!) fuerzaN 'tue tOl11aron a Charnlú l'l 1 de llg'nHtn flt! I fiU), fnemn
us Tcslo9 dd ejercito de llarrciro, vt!IH'illo~ en Boynrtl l'} siete ue
'l~Oslo del mismo ano, }10r ltlS fuerzas c.:olomlli¿lnr...1i f¡lIe C'lIlnhatieTun
l\ahien(lo
n aqul'l ('al11IlO a las 6rtlcnes de) .klll'T<d LiuerUHluL Ob~ü\"csc que
Bídn llo"\trriur In derrota o pérdida lIe Uarrdru a 3tl.t-si·
ltlS
nalo~ i I\aqlwn de Chnrnlá, no flUiln I'tuc{'(lcr 'lUC los ,-eneiüos Ilcrro·
tallott, l)ul1il'ran invadir c;te mismo }Iuchlo, ruan(\{) cllo:- no fucTtm
"en~idoll en Boynl'á sino tres dias dct:¡mcs ¡luego c;, illdudahlc que
los 1n\"itJOTCS nu fueron ]01-) derrot.1\loli.
"~; l,8s ~¡¡. m3H tradicio]H'.s o Jatos, up:u(.'cc: que e) Jenrr~l r~Úci.l"
Gonz,tlcz, Gobernador tle la llroyinda. lid ~nC'nrrn, JlM ti (.:rUhll·tuO
espai'lol, tUYO noUt'ia de que hahil'ndo vcncido 1ns {nenas «id l.ihtr-
tador a ln¡;¡ de los espaflOll:s, en los Llanos de C::.ttaun.rt', cst~ ill1strt'
i di tinguido caudillo de la libertad anlt.'riC:lll:l, marchaba para. Bo-
gotá en IHlsf'a tic las otras fllerzU!'l que quedaban por combatir, de las
de lOIi t:nel11iJ~oR sitllados <:11 ehtllS provincias.
IIGon2út~1. resolvió por su llarle levantar un cFrcito en e:-;ta pro-
\'tnt'ia, i l'on poco m(¡nos de tri:lscicnto:o. hom hrt's flue alc;mz6 a Teunir
~~du\'o él1lluulnnte recorriendo la provincia, hasta que hahiendo re:
• ido 6rdcn del Vírei, se ¡JUso en marcha )'ara BoyacÍI en au,itio de

®Biblioteca Nacional de Colombia


200 PEREGRINACION

tencia de minas de escelente cobre en el distrito de


Coro moro, de plomo i galena (alcohol) en varios
puntos, i de sal jema en el cerro de Menempa.
Indudablemente las hai tambien de ca1'bon, hierro
i azufre, segun se infiere de la naturaleza del te-
rreno i de algunas muestras que aparecen con fre-
cuencia en la superficie; riquezas perdidas para
la industria, que duerme todavÍlt por falta ele ca-
millos I\wrccedoJ'es de este nombre, i porque aún
no ha penetrado en Charalá el espíritu (le empresa
qu\: asoma ya en otro~ llUlltO.' dc la provincia. Oca-
lUonte, Cincelncla, Riachuelo, Corollloro i Encino,
cabezas de distr~to en este cantan, no presentan
materia para descripciones especiales; son pueblos

lJarreÍl'O. Entre lanto el Coronel Antonio ~[or"le' (hoi Joneral) hnl1h


lJcgndo a l'slc lJU(>hlo, eOlitO ('omitdonado por el Lihertadur para for ...
mur i di'i.ciplilllll' rucTll(Hi militare I que ayudaran a In'l cspedicionelli
<J1W s IH'l'1'8rúllnn.
'Il':stanrlo Kitu;ltlo c:n OilJa el .Teucra1 éspal!ol GOllzálcz, en su mur·
('ha para lJoyl.l.C'lÍ, SIlI'V In lh'¡tRda í l:~lnc:i()n (IlU! ilahin hCl'ho c1 Sr.
llorlílc en l' te I'tlt'bJo, el JIHIIIUIH:ln1l1ICnlu de tnu,'VccinUll eDlltra la
dmnina('joll e~prtilola,j lna fucrzfl.!l que ~e preparaban por l-t i tuoti\'os
11\\(' Hili Iluda. 1!J ol)}igarnn n ahnnllnnnr el camino qlW llcnl.ba para
Uoyarií, pf('íiricndo CCJrl;lr las m3qllinndollc8 del Sr. Morflles i pazi-
ticar" los h"hilante' ue (,hural", ron un dcgii"lIo de 200 a 300 j1cr¡;o-
n33, i un a(lucu (le tres dia::c, cuyo lhmillo t'né lo lJ:tstnntc para que
los n\'arh'l1lo~ so1dado~ no dl'jaml1 c~taca. en parecl, romo ~e dice.
E~ta terrible i espanto. a catáslrot"c. llió oríjcn a la. pobreza que es
Cl.usa (il-} atru:-;o en que ('st(' l'l1t:hlo :-;0 cnC'ucnh'a, Charalá con 8US ri-
tltlCZM l'rimit¡\"a~, con :Sus hom1lrC's n()taull~s, Rcria hoi uno de 10$
puchlo:l1ll3 dj~tint."1.tid()8 llo 1.1. Nuevil Granada. no ueJnndo, a l'{:tia.r
de tln~ de"Rrut'Írt , de ¡.;cr de lUi; prilllcros ,lú la.lIrO'\' ¡neia.
"Tal "el. }lU(.'tl~ d:u t'uril),ltl.~d tic sall!.:r por que· no hizo tcntath'a
de dcfcn!'la Ch,II',1.Hi lHlrn ~vit.i\r la entrada de las fuerzas de Olmzale:l
i las tri!';t('s con"t;'cUi'nl'ii\~ que ·C ¡,.i:;uieron, i de los Il1ÜUllU¡': illfQrme~
se dene en UH\llc:mknto: (IUi': nn faltó pahiothiDlO ni \'alor 3 los
hahitantc:i de a lurl ticmptl; i 11tH: nI efecto m~L"i ¡Jc dos mil homlJr(~s
c,tahan diSpUt'slu para~~l..'er ~·L ..def:l1sa de SLl puchl0, nunque a la.
yenh4. sil1 ninguna. }len 'IJ. 'JHUl~ar 1 mal armadus, pero resucltos a
morir tkfcndiéndose aUIH¡ue rll~ra a l)iL':lra, palo 0pc·'l'uzones. Este
sentimÍCnto era. tanto W,b ClltU!oil:lsta. en lo:; vccino~. cuantu que CS~
tah.1.l1 l'lICalJl'ZIHlo/\ Jlor un Jofl.! tIc conll.mzfl., ('U:lJ cm el Sr Coronel
MOl'ftlp~ ; pern n. m,tl: J (-fe, segun "\! a rgura, le f¡~Uaroll el valor j d
lW.1 rioti :wn; le fallÓ v;1loT, 110fllUC fj(' jntilnidt; n. la vista do las flll'r·
zas de (ionz:dc:l. que a 1.\ vf,!rda,t ~c ('ompouilln de ~,onthr~'s tiiscil¡li~
o{lllos i unuado!S, Uliéntras qUé lmi Ch;:\ralt:I~O!l, aunque numt:roso'i 1

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DE ALPHA. 201
naciente, enclavados cntrc cerros, privados de
COlncl'cio, sal va las pequc11as ferias dominicales
en que se hacen cam bias insignificantes, pues cada
lugar produce lo que necesita para satisfacer sus
poco numcrosas neccsidaues.
XVII
El rio de Charalá corre por espacio de 7 horas
ácia el S, entre cerros despedazados, qne muestran
al descubierto largas hilt'ras de rocas estratificadas,
en que predominan las areniscas, divididas natu-
ralmente en troz@ cuadrados 110 cimentados, que
ell la parte superior dc h rotura del cerro mucstran
SUs úllgulo~ salielltes, remedando una prolongada
re!lucltos, e tahun mal ornlD.Uo!t j pero no h:'> f.lltnban cerca de cien
~usilc:.i i una guerriltn algo lli C'iplinada, vnrius lal\za~, palos i otro~
lnstnllll nto5 que Sil entubiasmo les habia hecho in'"t!11tnr, aparte do
la fUt;:rtc e inebpUJ'lldlJlc defcn"n do ~us tios i trinchcra~ que habían
~ont;tnlidoJ sin mas puntos tIc cl\trqda (jUC sus puentes, ¡cuyos pun-
~05 se han lloc1ido dufcndcr ll1ui bu'n, con UH pcqucno número de
\QDlhrc.;:,." como !'1e yeri!icú en 1\1.; 1, que la guardia que custodiaba el
f~tentc del rin Picnta, fué lo b~tnntc ]Hlra rl.!CllnZar i dLTrotar mas de
S Ohombres, que {h.! (hdl"l\ ud Onhicl'110, i cncabezndol por el finado
,r, Jo, Ó 1\Jaria Tu\ ('rOl, vt.'oian n det,lruir la g1lerrilla que cnpitlllle!lba
t~ nUlaóUQ gu~rrillt.:rn:;r. ~lj~tll'J j)i¡1cei. Le faltó l'otriutislllo,llorque,
It,ICen, lH'diri(J 6 dvar a:m 'llll.'lidll, dejalldo en tanto peligru la t>alvh-
~lon de un ]lueLlo, 'l\le pocos mOUl('lItas dC!oI}lllC::I ue t;.U fug-a, i tIc hD~
Jl.!r sncriflcndo unos pOCOti valientos, (lllU sin óru.~n ni al.l~ilio de su
~l;rt! ntac:tllan llCllO<l.lQanlcnte, ilupidicJlflo tI ]laso de lU:i fu('rz:ls de
r¡nzft1e~, fué lh.:..:itroznllo inÍCu:\1llcntt!. Tal1\w la. fero7.idau de ~us
voraz!..: e cmi~os, qUl' se Il$cgul'.l ron ,?r.rd~11l (lUC en el rll!s.l~lO lt!n ..
j

J',lo, fueron degnIladas vnri.... :o::: l' :rson.:l.S, entre utras, la bella 1 nrtuosa.
J"Vl'n .P.1~na RánttlH, a quitn dt:Hlltlt'sdc su muerte estupró un soldatlo.
l. En '1Il, ('h .. ta á ha siuo te trO no solamente de los uL'Si\stros do la
gUcrra Jo li\ Ind lIclld nr:ia oino fluC l,tmbicn lo ha ~ido ue lnJt lOlO!;ai
ucenaa J.e la p;~\crra ('j" iL . .En 13. 1)jJ.1"Iada. lu(,l¡ll. del aj,\o th.! 10, que lo.
TluelJ]o,!i f.O tll\"1t!rlll1 ('ontra In domiu3cion de los doce nllos) ChaT~ll.1.
'.:: ",iú comprometill,l. i nJttr·h JS de u", hijos So. tu\'ieron guerrillas
f' l
lltru.las f~! ,r~as de 1 s do 'tnaut del pai~t :\ costa tic, Jo:; llUdicnte~
¡le los t>iJC11ltClOS de )'):i ,pul¡l'( .{, que Oi!lo}lu,,¡icron sus \ ¡da~ \ dlcrosa·
lI;l!~lt('-, Anb S que COn! nttr que una nUC\'1\. tiranía les tloBlmaraj ptTO
, . itn,\.ertlifla toda csperanZ.l i rd'urso., le pan'ció prudente al c. be
hllI~,~h ud Dulcei hacer una 1Ion1"O:;;1 r~tira~ ~ ~Lol\'er su jcnte,
t¡ah"'na"le el J"ncr~l ~ro.qu"ra d.ulo ruGun aus.ho • ofrerid ¡¡:lían
cs~· A i Oc lerruinó uua lucha de partidos, que acalJ6 de arruinar ~
tcPUelJln,'/

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202 PEREGItINACrOl<

j ancha cornisa dentada, sobre la cual se balanzea


una faja continua de arbolillos perpetuamente
verdes, a trechos interrumpida por las quiebras de
los arroyos quc desde el borde se despeñan i desa-
parecen entre las ruinas i matorrales inferiores. La
tierra que ha debido cubrir los flallcos de la serra-
nía en tiempos remolos, falta de base dcspucs del
trustorno i hundimiento de las rocas, ha rodado i
aCUTm¡J¡ídose en planos inclinados irregnlares, a
cntrámbos lados del rio . Donde qnicrft que estos
planos pUN1en soportar el eul tivo, se han estable-
cido estancias de labor i laR humildes habitaciones
del hbriego, feliz en su indepcndencia i en el ais-
' lmniento ele su hogar. Los albores de 1ft mañana
le ellcuentran con el azaelon en las mnnos, atento
a sus sementeras, i en torno suyo resuena, devuel-
ta 1'01' el eco de las peñns, la voz arjentina de los
pequeoos hijos, que ensayan sus cantares. i las
fuerzas, trepando por los csearp('~ del cerro inme-
diato, para llevar a la c1ilijente madre el agua pura
del arroyo, o la pacienzudll. vaca que ha de sumi-
nistrarles parte dcl desayuno. El ruido de los to-
rrentes, como otros tantos arrullos ele la natu-
raleza que agnsajan al viajero, la soledad de ]05
nItos celTOS, la visLa lej ftll a óe las casitas del estnn-
eicro, sombreadas por algun iÍrbol a euy:\ amparo
duermen los perros, i coronacla~ por ráfagas de
humo, que indican los quehaceres de la madre de
familia; todo esto, unido al sentimiento de la in-
violabl e seguridad con que el tl'an$cunte cuenta en
cualesquier lugar i hora, infunde cierto reposo
mental, cierta elispo~icion benevolente, que si no
llamamos paz del alma, no tiene nombre: tal pa-
ree" que la fecunda natnrnleza se empeoa en disi-
mular la falta de poblaciones numerosas, con el

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DE ALPllA . 203
atractivo ue sombras pel'fnmada~, quieta soledad i
aguas vivas, corriendo infatigables en todas direc-
ciones ácia el turbulento rio, que en Jo llluS hondo
del paisaje les espera .
Tres le"uas mas atldnnte de El Valle, se opone
al Chnl'all' un nuuo de serranías, llamado Alto-tlc-
palo-Llallco, qlle le hace ,'ariar de r('pente su Cur-
so, cch¡inuolo para el O . En el vértice de esta vio-
lcnh inflexion, sobre la llIárjen drrecha, se halla
la villa de Hanjil, la cual impone al rio su nombre,
qUe conserva hasla des:lguar 41 leguas mas Dllá,
en el Sarabitn. Por los años de 1620, segun Ovic-
do, varios españolus, tOlllando indios de Guane,
Poblaron a ,sanjil, bien Cjue hasta lG90 no se ha-
lló fundamento p:ll"a conc~derle el tíllllo de P,m'o-
quia. "Hon su~ vecinos, añade el mismo cscritor,
jente honrado. i dó eil, dado que af~ctan dema,iada
nobleza, por solo hnb,.r sus antepasados fUJ'lJlarJo
el pueblo." En 1761 se le computaban, entre fe-
lig reses i neófitos, cerca de 2,000 Yecillos, 1'eco-
l1lCndados por ~us hurnns costumbres i absoluta
COnsagracion al trall:ljo: no ha bia escuela ni l'sta-
~ .,
blecinli(:uto altruno público . Han tra<:currido Sfl
anos, i Snnjil, villa cal){'zcra de canton, cuenta en
Sl! recinto 7,000 JHl,bitantcs, un hermoso i bien
lnal1ljado Hospital ue Cllritlad, con 2,255 pesos
de renta fija, tres escuelas, una gratuita de niños,
ue
?Oll 72 alumnos, idos niñas con 26 cducnndas,
~ un eolejio con 1] 8 estudiantes, de los cuales 25
lnternos, todos ellos de apuesta presencia, 1I1Otl.,lcs
finos j claro injcllio, COIllO tl1\·C oen8ion de obser-
varlo en los certámenes que de Litcralurn, Filosofía
especulativa, Matemáticas e idiumas inglés i fran-
ces presentaron, frutos de los c,fllerzos del llpctor,
Presbítero Félix Jiron, sujeto ilustrado, patriota

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204 PEREGRINACION

verdadero i de virtudes nada comunes, lligno de


dirijir aqucl interesante plantel, que es el mejor
ornamento de la villa.
La situacion <le esta se hallaen una estrecha vega.
ribereña del rio, a 1, 100 l1letro~ de altura sobre el
nivel del mar, i temperatura media 22", 6 del ter-
mómetro centígrado. El caserío se halla en parte
aRentado sobre el plano tle la vega, i en parte so-
bre la pendiente ladera lld próximo ceno, que a
considerable altura forma una es planada en que se
alza el edificio del Hospital rodeado de ensitas de
polJre apariencia . Las casas del centro de la vi-
lla son de teja, espaciosas i altas j i tanto en el
interior de ellas como en las calles, se nota un aseo
estremado, signo de la cultura de los moradores i
del singular cuidado que ponen las a.utoridades en
mantener el ónlen i limpieza en los lugares pú-
blicos. Entre las jentes ]labres 110 se ven trajes
sucio~ ni los harapos miserables tan comunes en
las poblaciones de la Cordillera, sino cierta pulcri-
tud i preferencia por los vestidos ¡ijeros cn armo-
nía con el clima, sobrado caluroso ::1 vezes. IIai
razonable número de fanlilias acomodadas, de dis-
tinguido i amable trato, donde el forastero en-
cuentra el solaz de m ui. agradables tertulias que
se tienen de noche, no sicndo raras lus hulliciosas
1"enn i011l'S al fresco fuera de las puertas i al res-
plandor de las vívidas estrellas. Alcanzé la fiesta
del Córpus, en quc accidentalmente fUl:cionaba el
l'espetahle i liberal Obispo de Antioquia Dr. Gó-
mez Plata; i por cierto que los adornos dc la be-
lb iglesia parroquial eran intachables en punto a
sencillez i buen gusto. Los campesinos de las cer-
canías se encargaron de levantar en torno de la
plaza cuatro filas de arcOS dc palmas i flures que

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPllA. 205
?legraban notablemente la can'cra de la proccsion,
1 en cada bocacalle se plantó el altnr acostumbra-
do en que, segun la~ reglas constantes de nuestra.
loable n13jndcría, brillaban los espejos i cuadros
profanos al lado de ~antos mas o ménos aflijidoB,
así como no faltaron "entanas que cn vez de cor-
tinaje ostentab:>n pañolones, desesperados sin du-
da por volver a los hombros de sus dueños, para
cubrir los cuales i no para cortinas habian nacido:
bien es verdad que la capital de la República co-
mete en esta materia disparates mayores, como a
su tiempo será menester referirlo.
En el di~trito de Ranjil se cuentan 12,000 habi-
tantes; con que ya se inferirá cuál setia la concu-
rrencia de lahrn(lores i estancieros a la mas solemne
de las fiestas católico-romanas, presentando todos
los matizes de los trajes de tierra caliente i tierra
fria, puesto que inmediatamente despues de la vi-
lla siguen los altos cerros coronados por esplana-
das fértiles en que residen numerosas familias de
agricultores hlancos, cuyas mejillas llevan impreso
el colorido europeo, i los rohustos i aventajados
cuerpos manifiestan la salud de que gozan estos
, nfortunados hijos del campo. Junto a la masa de
~Iombres sólidos, como los habria llamado Larra,
Iban i venian grupos de clamas delicadas, ataviadas
Con las primorosas torturas quc ha inventado el
lUjo de las ciudades, niíias vestidas de blanco i
U.ellas uc la .gravedad cómica de que en semejantes
CircunstancIas se hallan poseidas por el influjo de
~~s galas sobre sus nacientes instintos de mujer,
Jovenes decentemente pucstos i alegres con la ale-
gría de estU(liantcs en asueto, i finalmente los ciu-
~adanos ele mCllor cuantía satisfechos de sus tra-
Jes nUevos que sonreidos comparaban conla8 ruanas

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206 PEREGRINACION

toscas i mal trazadas enaguas de bayeta de los


honrados labriegos concurrentes. Cuadro animado
de la (xi tcncia humana con todas sus I'asioncitas
cotidianas, todns ~ns pretensiones v¡,nidos:ls, i las
fisonomías revc.:lamlo, sin I[uerel'lo i distrnielas, lo
que abrigaban <:n aquel momento los corazones;
comedia ele la vida social que en escenarios diver-
sos, pero ~ohr(' clmismo argumento, re] resentamos
toc1o~. persuadidos frecuentemente de que hacemos
grandes l" sas.
T.leva ~anjil entre los socorronos la tucha de
pueblo ;'l'istócruta i ('goi~ta; !lno el observador
impare',l no la confirllla, i ticnc qllc alrihuirla a
las tOllta~ rivalidades qlle l)~jo el r('jimen colonial
hervian tlc lugar a lugar, [lll1l{'nt¡¡tlns por la ocio-
sidad forr.:¡rla de los ,ínimo., que a falta de pCI'-
miso para oCllrarse en cosas ele suslnncia, ton,uban
a pechos las rcncilla~ i zclos pueriles, así C0l110 las
jent('~ letradas se devanahan grav('llIente lo~ s('~os
i gritn!>an ¡se aborrccinn con motivo de alguna
sutileza teolójicn, cuyo único frllto era alhorotar
los clalHtros de los conventos. "Afectan dema-
sinua nohIt-za," decia Oviedo de lus antiguos san-
jilleí'ío~, i sus nietos han heredac]o la fama de este
pecado rancio, aunque ya no tengrlll la ridiculez
e1c COll'<:tl'rlO ; mas en el n'sto dc la provincia no
pueclen ver con huenos ojos el desnivel que se
llota {'ntn' la rir¡neza ele varios vecinos de • anjil
i la pohrn;;r,a relativa de los gremios l:tborio,05, que
110 se componen, como en los otros C'"lnton s, dc
pequeños propietarios indcl'endi"ntes <le la auto-
ridad inmediata de Jos tiue lInman ricos. Lns san-
jileños acomodados tienen el llllen juicio de em-
plear su influjo cn el mejoramiento \I1oral i mate-
rial del can ton, como lo demuestran el estado

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DE ALI'IIA. 207
próspcro de las rentas públicas i los cstablecimien-
tos de instruccion i beneficencia que cuidan i sos-
tienen con csmero para comun provecho: tienen
tambien una predileccioll decidida por la localidad
en que han nacido, i l~e aquí proviene la tacha de
egoistas ; pcro esto, léjos de ser defecto, lo reputo
C01110 una virtud de consecnencias felizes, conside-
rada la índole del sistema republicano, segun el
Cual cada localidad debe cuidar de sí misma, crear
recursos propios i concentrarlos en su seno para
no mendigar de los vecinOs los medios de exi~ten­
cia, i para establecer desde el distrito parroquial
las bases de la descentralizacion administrativa,
Únicas en c¡ ue racionalmente puede fundarse la
federacion política de hs gr:,ndes secciones, ver-
dadera i jenuina forma de la Repúblicu. Por tanto,
los hombres ricos de Sanjil usan, pero no ahu an
de su poder domé h ti~o, empleándolo en efectivo
bien de la comunidad; i si alguna \'ez llegaran a
perder el tilla i convertirse en opresores del pobre,
111111ecJiatamrntü recibirían una severa leceíon para
n~vertirles quu en Cl:ltos tiempos no hai bi'!ncstar
111 autoridad dnrubles, i no se fundan sobre bene-
ficios dispensados COIl largueza i amor a la porcion
desvalida del pueblo.
En el distrito sr' cos"c}lan con abundancia los
frutos i legumbres de tierra templada i caliente, i
para el cOl1lercio de espartacíon se producen 40,000
~arga~ de pnnela, contándose 70 trapiches buenos
1 medIanos, 1,5UO cántaras de aguardiente de caña,
8,000 arrobas <le algodon, parte del cual venden
bajo la forma de lienzos imantas, ¡en 16 herrerías
fabrican herramientas de agricultura, machetes,
clavazon, frenos i obras de cerrajería en que em-
plean al año cerca de 2,000 quintales de hierro

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208 PEREGRl~ACIO~

llevado de las minas de P"cho. Recuerdo haber


leido en un economista in~lés que las l11~nufactu­
ras de hierro Ron el llIl'jOI' índice pnra juzgar el
adelanto de un pueblo; i si esto es cierto, el can-
ton 8anjil se lleva la palma entre los de la pro-
vincia, pues en lIingun otro he visto forjas tan ac-
tivas ni herreros tan intelijcntcs en su importante
oneio, que ojnlá fuera mejor protejido con ausilios
i ens~üanza c- peeia1 pam levantarlo hasta el grado
de una verdadera fuente ele comercio i riqueza,
capaz por sí sola de 1'o111.ar la prosperidad de la
Villa .
Desrlc esta, i en torln~ direcciones, )1:.lrten siete
caminos que, ramificdlos mas adelante, la enlazan
con los o('ho pueblos c¡¡hezas de distrito conteni-
dos en el canton, i con los limítrofes de Ch:ll'alá,
Socorro, ]hrich1r~, Piedec'lestn, Máhga, Soatá
i Sant:nosa ; de manera que tanto por la posicion
que ocupa, como por sus rccllrsos propios i los de
sus numerosos vecinos, la vilb de thnjil ticne use-
gurado un progreso natural, sólido i de creces per-
manentes, puesto que en el jenio de les moradores
predomina la inquietud inrlmtrinl, característica
de los socorran os, ,iérmen visihle de la futura gran-
deza de aqu;!lla provincia, cuyo porvenir no se
sabe apreciar por la jcncrali(l:ld de los gr;¡nailinos.
Tomando el camino dd N-E , por encima de ce-
rrania8 sohmdo escar]l:lfl'IS, a un poco mas (1e dos
leguas de distancia j 1,1(j0 metros sobre el nivel
del mar, se encuentra el bE'llo pueblo de Cmití,
asentado en una ladera limpia i alegre, rodeado
de estancias de labor perfectamente cultivadas, j
convidando al viajero con los hospit:llados techos
de sus casas dislJ1lestas en manzanas cortadas por
calles rectas i desembarazadas, Es cabeza de dis-

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DE ALl'IlA. 209
t:-ito, com prendiendo en sus términos, que se es-
henden hasta los de Aratoea, 5,000 habitantes
blancos robustos i mui consagrados n la an-riei.ll-
, L' o
tura, manufa(.turas domésticas ¡comercio. Aratoca
s~ halla ~ ~ leguas adelante, Cllgastac~a ".como nn
mela de ¡Í " uib" entre los picachos lJlr~nlldales de
la sermní~ cortada en bU respaldo por el rio Sube.
A 1,806 metros de altura sobre el mar i batido
por los vientos libres de la cordillera, disfruta este
Pueblo de una temperatura media de 20° centígra-
dos i de eseclente clima: beneficios que, uni-
~los a la sencillez de costumbres, les afianza la lon-
Jcvidatl, así como encucntran Ulla fuente de salud
en la vida que llevan, neeesariamcnte laborio~a
pues no habitan un suelo tan fértil que les dis-
pense de a~iduas tareas para sacar de su sellO las
cosechas con que se alimentan, i ademas de ellas,
nñil, panda i algodon, por valor de $ 15,700 U1lUa-
les, euya cireulacion anima el tráfico interior. Hai
\lna E'sellela pública con ti 7 niños, lo quc es bicn
poco para 5,500 habitantcs que cl1cntacl distrito.
~aecn al año 170 i fallecen 6·1, quedando por con-
Siguiente un aumcnto de 106 indi"iduos, de los
Cuales 30 son hijos natural<,s ; mal de que adole-
Cen todos nuestros pueblos por las grandcs distan-
cias que de la pnrroquia dividen a los moradores,
por el alto precio para. ellos a que se vende el sa-
cramento del matrimonio, i por un resto de las
Costumbres sueltas de los indios, trasmitidas a lo
lnas pobre de la poblacion ngríeola .
Acia el N. ele Sanjil no lHÜ mas distritos que
los dos ya nombrados, por lo cual hubimos de re-
troceder en demanda de :J.[ogotcs, primero de los
qUe se hallan al S. del cantono El tel'l'itorio que se
recorre presenta una serie de ramblas i recuestos
H

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210 PEREGIUNACION

altel'lludos, que sin perjudicar la bondad del ca-


mino lo hacen entretenido por la variedad de los
paisajes, ora enriquecidos con prósperas sementeras
de todo linaje de fmtos, ora solitarios i agr<,stes,
pcro sicmpre verdes, llenos de fre~cllm i alllcnidad.
Pasados los ríos Tubuga, Cnchicllira i l\logotico, en
el punto en que se juntan para. formar el )'10nas,
se entra de repente en una llanura perfectamente
plana, que en la direccion N-E. S-E. se prolonga
casi tres leguas, midiendo en lo mas ancho una
¡('gua. Cíñenla, como el óvnlo de un medallon, elos
rama1e~ desprc'ndidos de la serrnnÍ'l principal, com-
puestos de cerro, lavados i de~g;\stado~ Íteia eL
llano, mostrando cn lo alto las crestas desiguales
i aristas afiladas del núcleo descubierto, no ya for-
mado de estratos 1llas o mél10s concordantcs, comO
el grueso de la sen'anta, sino de masas esquistosas
en que abundan escamas brillantes de talco; al
paso quo en lo bajo con tan de una nglol11cracioll
confusa de margas abigarradas que 1'\1<:11an hasta
las máljenes deL río lIIogotico, cana1 labrado por
las aguas primitivas aposentaclas allí como en una
gran taza, de ]a cual sc deslizr¡ron eayendo sobre
el mismo río Monas i dejando en seco la bella
planicie en cuyo centro se halla el pueblo de Mo-
gotes. Consta este de un caserío e.tenso, interum'
pido a trechos por ruina~ recientes de habita-
ciones, donde ántes moraban familias acomodadas,
intlllstriosas i pnzíficas, que en número de 700
individuos hubieron de abnnclonar sus hogares i
cmigmr perseguidas i a,rruinaclas por los malvados
tinterillos, que cual hmtres cayeron sobre el pue:
blo, sembraron la discordia i el abol'l'ecimiento, 1
mataron en flor la prosperidad de un lugar, que
sin ellos j sin los malos Curas, sus cómplices en

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DE ALPITA . 211
l~ obra de la destruccion, seria la joya mas pre-
eluda del cantan Snnjil. El Cura reeil'mtemente
l1?mbrado, llIui superior a su; antecesores por sus
Vlrtuu' s evanjélicas, ha hecho esfuerzos lanclables
Con el fin de sosegal' los ánimos i restablecer la
concordia entre Sl1S feligreses; pero uesgmclada-
mente serán infructuosas sus prédicas, porque tro-
pieza con las rasiones envenenadas de los v{'cinos i
el influjo i mall.!\'olencia de los tinterillos, contra
los cuales, i en el estado a que han llegado las
casas, 110 habrá otro remedio que una bucna paliza
diaria decl'ctnda por los sensatos del lugar, cons-
tItuidos en junrl0, hasta hacerlos salir del pueblo,
Como se prrsiglle i csplllsnn los animales dañinos.
La mansedumbre i necedad de lo moradores se
oponen a l'ste acto eficaz de justicia de L!JIlC/¡,
único practicable con aquellos salteadores atrin-
cherados detras de las tortuosas fórmulas dI.! nues-
tra embrollada lejislacion . Crece la pena que causa
el espeet;Ícnlo (le! tanta ruina cuando se contem-
pla la buclla Índule ele las jentes de Mogotes, hon-
radas por temperamento i prefiriendo abandonnr
SUs deudos i heredades a cometer los I.echos de
descspcl'adn \'CIJ¡.taJl1i\ que provocan sus intolera-
bles perseguidores. En yana se pretenderá ol:urrir
;¡J remedio de csta calumidad, efectiva en las po -
b.lueiones rurales, dictando disposiciones contra 10$
tinterillos; tanto valdrá esto como poner medica-
menLos .c5tr:rnos para curar una lcsíon en la. ar-
n~azon Interior del cuerpo. :ilJiéntras subsista el
!\lstema de enjuidr.ll1iento que 110S legaron nues-
tros abuelos, de todo punto incompatible con el
réjimen civil nacido en la República, los picaplei-
tos brot'1l'án entre los tenebrosos laberintos de la.
vieja lejiilaeion, como brotan los hongos en la os-

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2 12 PEltEGRIXACION

omi(1ad de las selvas, alinlcnUtclos por las baeuras


corrompidas. E~ IIrjl:nt(' p<,nl\:rle el I1liedo " la
del110cracia i en{'nr~~r al j>u'blo la administracion
de 11 jll litia por .iurado~, c(Jllf'mne se le ha <:nC'1r -
gaclo la confeccion de Ia~ leyes por del('goldos espe-
ciales; en un .l palabra, ('S ilJ(li'pcn~(Jhle (lesarro-
llar las instilucinnr-s re'puhlicanas, aplicándolas a
to(los los actos de la vida s()l'ial, i olvi(lar aql1ella
frasE' sacrnmcntal; "El pm-hlo no stá di~j>I1l'~to
para eso," con la que prl'lendemos di -imlllarnllcs-
tI"\ falta ele valor C'l] Inntprias pnlític.\s . Derríbese
la l'nmaraí'hda sch'a; ,]{·.Jt'lIS'· penetrar hasta d
sucIo ahierlo los claros rayos (le! sol, i <:lItónccs, i
no de otra manera, los hongos desaparecerán.
Supérfluo seria (h (rnerse a prohar que la gue-
rra de' pluma !lO deja tiempo a los de '\logotes para
ocupar,~e en las cosns de in tere~ pú hlieo. Baste
deeir que en un !1Ístrito con 7,000 habitantes solo
5 1 niü()~ i llniñati concurren a las dos incalifica-
hles pscucbs quc se toleran ('\1 el l,lH:blo . Vívese
allí ele prisa j con susto; i 110 pude ménos de reírme
tristemente al notar que aun Jos S:\Iltos de la des -
cuiclad:¡ igle~ia pn rL'ccn participar del terror co-
n\Un, pues cncontré dos im5j 'nes metidas en un
nicho, eunl ~i fu"rm trallseuntcs ~in hogar propio
ni sl'gnric]¡lIl pan estar sol{)~J rcnniaoR por el temor
j no por rl amo!", puesto que mirahan en c1ireccion
opuesta, como cnfadados de hallarse juntos en su
Precario apo~ento.
,
Lo dcmas ele la i"lesia
o
estalla
en armonIa con este grupo todo en desagradable
desórdcn i desaseo, añadicndo motivos de desalien-
to al nuevo párroco .
El país comarcano es hellísimo, rÍ'rtil i abun-
dante en frutos. El grandor ele muchas casas del
pueblo, i un sólido puente de malllpostería echado

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPllA. 213
sabre ell\Ionns para comu!licnrsc con el distrito
de El Valle, manifipstall quc en IlIt'jorcs tiell1p03
:t.¡ogotes era la 1l1ilnsÍon ele "eeinos ricos i euida-
<lo~os del bien público. Casi una ll'gua al 0- '-O .
del pueblo está el Hoyo-dc-Ios-pájaros, hundi-
miento eirculnr de 18t' l\1('tros de profundidad i
11 do diánletro, t~niendo a los 32 metros un es-
calan clesde el eua 1 la Cl! vidad llel pozo sigue rc-
dllcid:.\ husta el fonelo. Tanto la boca como las pa-
r(;tI~s, miéntras reciben la luz (lel tlia, se baIlan
revestidas de arholil los j plantas TlIcnol'l'S, forman-
do 1111 \'erde cortin.¡je a cuyo amparo YÍven 'ell lo
p.rofundo nu JlH'l'OSOS pájaros nocturnos de la ('spe-
eH' p'lrticulllJ' que Y ('lll Ol; ell el Pu('nte de J eollonzo,
i Sl: encuentran tilll1hilll Vil el Ü,·Í('lItc de V('lIe-
zuda dentro de la espléllclül.l GU"\'a-tlc-los- 'uá-
charos, nOlllbrp f]llC clan allí a este raro i lllclall-
cúl ieo pájaro. Por la disposicion i naturaleza del
tCI'J\'1l0, i por las señales evidentes ele que la pla-
llkic de ]\fogotes, lli\'~I[lda i sedilllclltosn, rs la
cuellca de uu antiguo lago, crco qllO ,1 JIoyo-de-
lOs-pájaros [n'o\'Ít'nc de la aecÍoJJ tle un remolino
qlle hacían las aguas en aCJlJl'l pUlltO, i que des-
PUes del pozo H'rlic:tl existe alg-lIlla galería o cue-
\'a por donde se \'('rif1cab,¡ un ¡j(·s gü par(ial. Ello
e~ que meroc(, \.j ilar(' COIllO CllllOSi(btl natural, a
la (Jlle solo el IIoyo-(h,j-ailc de élez pUtlll' éotn-
Par,~rl:>elc .. l:lt:~¡1J1I dije' ántes, el talc:o predomina ea
h\ iOrmaCH1l\ d.., 1:18 roca, I'ecinas, de tal lIHll.crn
CjUe cn un sÍlio llall.aclo V égas, e( rC.1 del lHH.:blo,
S¡: lJl"~senta en lálllÍi1:.s gr:.lldes que podrían ser
ol~jeto apreciahle de cOIl,ncio. El suelo es rico en
Illll\'l~ ele hierro, !larticl1brJl1cnte tld Indo dc On-
Zaga, i los bosques eucierran copiosa cantidad de
'll\llla~, tintes vejctnles, resinas i gomas útiles para

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214 PEREGRr:-<ACloN

la medicina i las artes, pero no reeojidas ni aun


al)reciadas en el grado que sc merecen.
Al ponientc de :Mogotes queda Pt:tnquero, dis-
tante 3~ leguas de buen camino 'lue atraviesa por
tierras feraz es, limpias i bien regadas, con las cua-
les hacen un triste contraste las casitas abandona-
das Í los restos de cercados en que úntes de la dís-
cOl'dÍa introducida por los tinterillos se aposenta-
ban familias enteras de agri.'ultorcs, cuyas mujeres
e hijas tejían las afamadas mantas de Mogotes.
IIoi 111 emigrnciolJ ha dejado de~;iertas las estancias
i cahañas; i se conoce la pesadumbre con que sus
dueños las abandonaron i In e~peralJza de vol-
ver al hogar qurrido, por el cuidado con que amon-
tonaron ramas de espino en el hueco de la puerta
para impedir el daño ele los animales; inútil pre-
caucion, pues los matorrales invadian i desquicia-
ban las humildes parctlcA, i los fuerte3 vientos
arrancaban pedazos del techo desamparado. La
imprcsion que causa la vista ele estas ruinas, imújen
de la resignacion del dcsvalitlo, es indecible; ma-
yormente si ~c comparan con la infame riqueza j
las cómodas 11abitacioncs elel tillterillo que se ha
dejado tranquilo i salid'echo rl'llOs:1ndo en las me-
jores casas del pueblo. Pas:¡do el Alto-ele-Peta-
quero, se avista el lugar de este nombrJ, que ocupo.
un estrecho valle al pié de la cm.sta, rodeado de
cerros grallitoid:s, re\'cstidos de profusa vejetacion,
i regado por seIs quebradas abundantes, quc reu-
nidas al fin, llevan su caudal crj~taljl1o al río de
Onzaga, tributario del ClIicamoc11a. Para el que
viaja por nuestras provincias es un hábito i una
necesidad buscar con los ojos el campanario del
pueblo donde ha de rendir la trabajosa jornada;
a la blanca pirámide en que por lo regular termina,

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DE ALPIIA. 115
~n snluuamos como a un ami~o que nos espera e
lnvita al ckscanso . Tanta es la fuerza de esta co~­
tumbre, que sentí una especie de pcsnl' euondo me
cOI1YCncí de que Pelaquero no tH'ne campanario,
cual si leycra la intimocíon de no haber hospitali-
dad para 'el "iandante, por lllClsitaclo que 1Jega~e
al reducido cnserío. "1,as iglL'sias comunican a
nuestras aldeas 1In cnrácter singularmente moral.
Lus miro(las del vinjt:ro se dl tienen i fijan sobre la
l'ruz del campanario, cuyo aspecto suscita mullí-
tud de nfectos i de recuerdos. Aquel campanario
.es el tÍtm1l10 en tomo del cunl duerm en los abue-
los i deudos de los moradorl's; i es al mismo tiempo
Un monumenLo dl' alc'gl'ía que con sus bulliciosas
campanas anunl:ia 1" e_'btent'Ía de 10$ fh·Jcs . Allí
se unen los espo~os con n·Jijio~o YÍnculo: allí se
prostema el eristiallC' ante lo~ altarc's sugrados ; el
Iléhil pam illVOC¡¡ r al Dios fue¡-tc, l'i culpable para
implorar al Dios miserJcordioso, el inocente I am
Cantar al Dios de bondad. Por )lc'qneuo i solitario
<}\le sea un lu~ar, se llena de "i(b i de mist('rios
desde que en él s(·levnnta UII cnllll'anario r(¡stito:
las plácidas ideas d(' pasto!" i rebaiío, ele nsilo para
el pcrcgrinantr, de limosna p., r:l clI11ellestl'rO~o, el"
110S p italidad i fraternidad eristialW~, 1rotal1 COllSO-
ladoras a la sombra del campanario, emblema dt!
los Liempo~ de gra cin i ele cariclnd." '"
i Cuán noble i l'cnreneiado ~cria el oficio de loa
párrocos, si CO\JlprcnJieran la sallticlad de su carác-
ter j la granrkza moral de HIS fUllcioncs, qnl' 110
~on de lucro ruin ni de intrigas opresoras, ~ino de
llt'oteecion i civilizaeion, de amor i beneficencia!
. Dejando a Petaq uero, sus casas pajizas j 5tH
hndas mujeres, prosigue al S . el camino para On-
• CIl.\Tr:AunRI.\~D-ilfélallges.

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216 PEREGRINACION

zaga, al tl'avcs de serranías i estribos mel\ores tras-


tornados por algun terremoto que pmo al descu-
bierto su esqueleto granitoide, cobijado en parte
por terreno dc formaeion int.ermediaria, i en parte
por el secundario inferior . Las quiebras i ll:.lnuritas
contienen gruesos lechos de acarreo, escclentes para
cualquier jéncro de cultivo, los cuales cesan a las
3lcgll<tS de camino, por la intcrposicion ele un ramal
de la cordillera, que di vidida en dos, ciñe la hoya
de Onzaga. U na cuesta rápida nos condujo al Alto-
del-:'lanco, 2,106 metros sobre el nin'l del mar,
dejando atras 21 0 de tcm peratnra, para llegar a
la de 17° (Iel centígrado . .En la CUI11 brc sc hallan
dos ranchos ll1í~erables, ocupados por una familia
tan pobre como Humerosa. Los vestidos de bayeta
i cl hablar con los dientes apretados, sonando ¡lIU-
cho la s, inúicaban scrjentc I"eillosa, nomhreque los
habitantes de las tierras bajas dan a los de las cordí-
] leras: eran los primeros que yo, hijo tambkn ele los
Andes, encontraba desJlucs [le largHs correrías por
][\3 tierras calientes; a~í COIlIO en Ilanurilas que
coronilban h altura se me l'l"I.:sen taran de nuevo las
flores <le aellieoria, peculiares de la rejiotl andina,
recordándome las prader(as verde-esmeralda, tacho-
nada:; de estrellas amarillas, CJne en guisa ele alfom-
bras tendidas a los piés (lo Bogotá, CUbrl'll i ah>grnn
sus alre'l~tlores. Mis Ill·ns:lmi<!l1tos volaron l[.jos,
i COIl los ojos ela,"ad,,~ en las humiltks f1or\;ciJlas
permanecÍ abstraido de cuanto me rodeaba-¡, ;';eriÍ
una rlebiliclad,será una virtud (' te al110r profundo,
indeliberado, que los nntl1rales de la cordillera
profes:lll nI lugar nativo, haciendo palpitar el eora-
zon lo mismo bajo la l"U,lna del inuio agricultor
que bajo la casaca del hombre blanco de las ciud -
ucs? Sacóme de mi distraccion la voz clara i tínüda

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPllA. 217
de, una muchachita, que C01l acento p('rf;;<:tnmcnte
l'Clnoso contesta ha: .. Mi mama está allii abajo
m~tilal/do tilla oH·ja." Yo]yíme, j encontré tiietc
Cl'lutUl'aS, qu~ ¡Ipiñadns unas con otras roul!ahan a
n~i compañero, n,ira1Hlo con ojos dilatados los ba-
l'Olllctl'OS que nrlllaba delante del rancho. La ma-
Yor, autor 1 de la respuesta citada, no tendria nueve
años; i cr,t de ver la solicilud j gran·dad con que
llJ'ocur..lha llInntencr en órtlen a b1lS hermanitos e
!lllpedirles que se aproximaran demasiado a lo~
Instrumento,;, acerca de los curdes daba en I'OZ haja
~~[l]ic'tcion{;s ]H;rl'grinas ti sus curiosos subol'llina-
d?s. Una mOllc"la tirada elt l11cuio del grupo lo
hIZO retirar alb"rotado i p\'lJSlIl'OSlJ, i liS rLa~, dis-
p\ltas i proycet(¡~ ti" COlll]>!':tS de aquellos pobres
rcleg;;llos a la solilaria rnolll;IÍia, ~in olro gu,ml.,dor
fillc h Provid~llci:J. de })io~, reSOllaban toda vía
cllundo empezamos a bnjar la cuesta dcllado de
Ül)znga.
ESl e puehlo p.e h:tllu situado a la márjen derecha
dul rio de su nombre, entre las quiebras de los
cerros que lo {'slrr'chan por todas partes. Es de
regular cst~nsion, i los viC>rnC's lo animan lo~ lra-
t 'Iltcs de Soalá qu" traen al lJ....>!'c:~do los r,hundo-
~os frutos de (tc]lIclla C01l1'\),C:l f:1 tilí"iIllH. A :Z,OOO
;net),o, de altura ~ohre el \I,ar, Ünzaga pertenece a
¿l rl'jjoll alldin', por su tcm]lrr;¡tul' I (:::0 0 ccntígr:l-
dos), SUs pr"dlleci()ne~ i l()~ col '1',,:> lifll1l's j trnjcs
ele u,lycta de IO~ habitantes, No falt,'llll11CIlOS cotos,
ni tampoco el el" 'asco jencJ'nl, dc <jl1L' es munu-
lJICI:tO elocuente la iglusin, dcscnladrillar1:t ell parte,
ngllJcreado el techo, i los altar"s mutilado;;, pazí-
fieal1lcnte p08eidos por los Illurciélagos,
d,.',:,EI t~ml~lo al'l.noniza ~on lo de afUrl';l," me
-eh; a UlJ Hllsmo, 1 no tanle en con vencerme de lo

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218 PEREGRINACJON

completo oc esta armonía, pues reparé en pI altar


mayor una santa con su eompc:tente coto, home-
naje oportullí,il110 a los usos del país .
- " He aquí una dclicn<1a galantería oel Cura,"
dije ti mí cOlllpañero, indicándole la escuálida i mal
ataviada santa."
- " Sí, por cierto, pero no comprendo qué alu-
sion contendrá este otro grupo iuteresante," Jlle
contestó 1l10striínc1ome mui serio un altar en que
se hallaha Ran Antonio con la vista al techo, i a su
jZ'llllerda un judío de roos feotrs i amenazadores
qlle sacan en las procesiones de Hemana Santa: tal
parecia que el ciudadano de la J uelca insultaba ira-
cundo al taumatnrgo vecino, el cual lo desdeñaba
soberanamente, o imploraha el ausilio de lo alto
para r¡ue lo libertaran del terrible invasor (le su al-
tar. Vease qué dignidad, qué decoro traen al culto
eri~tiano las estÍttllas ridículas, espccü¡]mentc cuan-
do la cnsualirlacl o las proce -iollcs las juntan en
grnros por el cstilo elc este!
Encierra el C'lnton Sanjil ocho dislritos parro-
quiales, numeníndose 'l3, 700 habitantes esparcidos
ell uO leguas cuadradas de territorio, de las cuales
15 permanecen )'erm·ls i dC3pobladas. Nacieron
cn el último año 1,3:35 niños, csecclicnc10 los ,·a1"O-
nes en 65. J1ara la instruecion de csta~ oleadas
de lluevas jClleraciones no bai sino 7 escuelas pú-
blicas eoncl1lTida~ por 281 niños, i 3 privadas a
que asisten 37 niñas. Pinchotc, pueblo conside-
rahle, cuyo Cura blasona de patriota, tiene Urla
escuela con cinco niños! El Valle, cahezora de un
distrito con 4,300 habitantes, no ticne ni rastrO
de cscuela ; de manera que solo el 6 por 100 de
los niños en edad de educarse aprenden a lcer i Do
escribir lenta i malamente j ab~ndono tanto l11a~

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIlA. 219
deplorable, rU'ulto los nativos de este C:lllton m3-
~ifiestan viveza de intelijencia, i son d~ tan buena
Indoll', que ('11 el trascurso de 12 meses no hubo
ma~ de 22 delil1cucntcsjuzgatlos por heritl'ls i hur-
tos I1Ji,t'r¡¡\¡Il's, uúmero insignific:tl\te cOIlIparado
COn el totnl de la poblacian .
Al E. de O lZ l~,\ se encu<:.ntr:\ el camin~ que
condnce a Roalil, distante 5;} lt'gn IS. COllllenza
llano, atraH~s,\1l(lo ti,'nas fértiles n'~adas por un
arroyo claro i hullit:ioso, d01l!le a poco :llichI' se
toma la Cllesta eh; una serranía cubieItJ (le alegre
bosque . :!Iras de dos ll'gua3 mide del pié a la cum-
bre, i conforme se va subiendo clisllliulIvell lo~ rni-
d,¡s d~ las "gllas, ,'il!utos i a \'"S h. a ~'ltral' en un
silencio toLJ! cnalhlo se piS~l el lerr,'no dI' los arhus-
tos l'csinoso',de los musgos i gr l1IíU".l . El airc
leve i perfUln'l(lú se re~pira fácilmente, 1, eircula-
cion de la slngr,' se anima, i s~ si 'n te e indefinible
bienestilr físi~o que espcrimenta el y¡.'j"l'O al entrar
en las rejionc5 andinas, i le hace vo vel' los ojos
COtnplacitlo ácia los países ea1i~llt~s 1) m' :ob l11elona .
Llégasc a la c\llllbr..: estrecha i breve, i de repelJte
~e descubre la "Tande abra de ccrrO'1 que tumul-
tuosamente se "hunden hasta lo p:'ofundo de la
cOl'luunra por dondc corre el Chicalllocha (ncnjo-
llado entre potlcrosos estratos calizo, 111lS allá de
los cuales tornan a levantarse los ccrros unos trlls
Otros, rcco.tándose finalrIlcnte contra las cimas
l1~vada~ ue~ C(J~uí, que brillan a clipz kg-uas de
Ulstancla dIrecta. En \'ez de las CTrall1íneas, los
helechos i arbustos aromáticos que "cubren la mi-
tad superior de la falda occidental d~ esta serranía,
somhrean el opuesto lado innumerables robles de
abundante follaje, a cuyos piés ninguna planta
crece, hallándose entapizado el suelo por una a1-

®Biblioteca Nacional de Colombia


220 PEREGRINACION

fombra. de hojas sccas quc dl'ja libre n la vista lo


interior del bosque, formando paisaj<!s notable-
mente bellos en disposicion i coloriuo. Así so
canlina durallte legua i media, i se llega a los lla-
nitos i laderas inferioreti que desde arriba se veian
en miniatura, revestidos de labrallz IS i fertilizados
por aguas vi vas que ell tudas djrec~iones corren
b uscando el ChiclIlllocha . Sígl1ese una seric de
colinas en qm; los ~allCCS, las sementeras i las
e¡¡sitas de ~¿,lI1r') presentan cuadros de illlponde-
rilble lWll'nidad i ü·",cura: son los alrededores de
Soatá . La il1lajillacioI1 se COlJ1plnCl) en l"l'pres('ll-
tarse t'sta villa digna de los pais,~j"s que la cir-
cundan; i 1\I1'a v~z la realidad destruye tan COITI-
pld:\Il1ente lo illH,jilla<!o , Casas de tt'ja i pnjizas
interl'oladas, mal con.truida,; i anullclando en lo
esteriar UII desaseo ,in 1 i val en lo interior: jentes
cnruilnaclas i cllIb"Yl'tadas, cuyos cUl'rpos hun cn-
ta blado di \'orcÍo perpetuo COll lo, h:lll"': hombres
que se 'Ifcit:.ll por trill,cstrcs: ninguna policía i
méllos hospitaliuatl; tal ('~ Soatá para el f01'Hstcro,
que \'l(>ll(\ose allí, vuelve invol\ ntari:un(;nte los
ojos a los verde::: base¡ Ue'S i a los ealll pos risneños
que La dej Ido, p:ml cntrar en un prJblatlo en que
la lll()cll'rna cultura no ha hecho lllella, i en que
si no f\ll'ra por el clo~t()r Caldcl'Oll, horn ore Sll-
pelior a los que le r Olleall, s~rja UllO tl'atnclo cumo
illv'lsor enculÍgo i no hallaria un tceho que Jo
abr'gnse ni un fogon quc para él se encendiera .
Situada Soatá al e tre\flf\ tld último reCllPsto
elc la serranía que demora al O(;cidt'ntc i JlO léjCJs
dc'] río Chic11Illochn, goza de I11ll1 tl"ll]le ratura de
20° c('ntí~l'acl()s, hallándose a 2,015 metros soure
el ni\'el (h·llllar , Ya en 1038 era el asiento de 11n
Us¡:cll1e distinguido en la guena de la couquist:t,

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DE ALl'lIA. 221
Como principal ausiliador del Y:lleros" Tunc1ama,
lo clIal le trajo la muerte i la dl'vólstacion de sus
t'st1dos, en términos que h'lsta 1 i 'j7 11J pndo ad-
Iluirir la imporlnncia de parroquia. lIoi es cahez ra
del cantOIl de sn nombre. i cahc~a de un distrito
que cm-nta 0,000 h:lbilantcs, rico en ganaelo~ i en
agricultura, favorecido con un clima sano i jene-
talmente templado i con la produccio~ espontál!Ca
de csqllisjto~¡ eltitiles que los soataes tIenen el tlllO
de echar a pereh-r, creyendo que los adoban pam
el cOmercio_ lIállanse minas abundante:, ele hulla,
l,iel'l'o, cobrc, plol11o, galen:J, alumbre, yeso i sal
Con111n, C011l0 que cn las quiebras colosales del
terreno cstrUl 11l:Jnifiest:Js las formaciones de tran-
sicion i secundaria, i las cuencas contienen grande:!
~le]lótiitos ele acarreo. Téjcnsc muí btll'nos li"I1Z0S
1 mantas de algodon, ruanas i bayetas de lana,
C\Jy08 artículos con el trigo, añil, aniz, panela,
lnid de caña i otros frutos alimenticios sumirtis-
trados largamente por la agriculturn, son materia
ele Un comercio activo con Sanjil, Socorro, Santa-
t~sa, Sognmoso i Cocuí, i en parte con las pro-
"¡ncias ele Soto i Santander; elementos mas que
~.ufieientes para :1segurar la prosperidad i la civi-
~lzacion de la villa, cuyo atraso es por lo mismo
1I11pertlonahle i solo imputable al carácter trabajoso
de Su~ moradores.
Los del distrito son fornitlos i ele :wentajada
~,tatura, blHllCOS en la mayor 1Jnrtc mestizos e
1llel-lOS (e
l '¡ndole dó<:il, costumbres sClll-illas,
' - :lJe-
llos ele crímenes i tanto mas bonuadosoR, cuanto
~nas se alejan de la pretensiosa riqlleza i semi-
llnsttacion de los gamonales de pueblo_ Visten el
tl'nje 7'eincso, en que preuominan la bayela i las
pesadas ruanas, cubriéndose los campesinos con

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222 PEltEGRINACION

granucs ~ombr<Jros de trenza, nJlli illclíjenas por


cierto, Viven felizes hbrnnuo un suplo que les
remunera sus fatiga: con prodigalidad j cscepto en
las ladtras ¡ít'ia el rio, que son ('(JI 'puestas ele
margnssllslt'ntadas porulI lecllo delllj. s inclinadas,
sobre b~ ell. 'es sude re, halar l:t ('apa ele tierra
cuando las nguas la empapan, rodando a trechos
áeia abajo 1 sepultando las casas i Jahranz'ls qnll
halla P')I' ddatl Le: fenómeno 1\ que (11.11 t'l cspresivo
nOlllbre de caminar {rI tierra, i que sin embargo
de r pctirse eon frecuencia, no CSc.1l'lIIiel1ta a los
que todavía persisten cn eulLi,';ll' i polJlHr ac!uellos
recuestos movedizos,
Cuanclo llegamos a Soatá, se pr('p·~rnh.,ll a cele-
hrar la Octava de CÓl'pUS, eOtl1CIlzaJi tlo por tI' ~
dias de peIlitencia para entrar luego a I s fiesl: s
con el saco de la conciencia vacío, IHle,lo que IIll-
hrian de presentarse lltlll1CrOSas ocasiones de hcn-
chn-Io llUc.V:llllente hasta mas 110 poder, Aguardé
a que concluyeran de blanquear i ador l~r la i"lc-
sia para visitarla, i cuando dieron pun lo a la n~1g­
na obm me encaminé para allá, En lo esierio\'
habían conservado esmeradamente lo descasruruc!o
i sucio de In fachada; pero dos palos rcvestitlos de
al'rayan i amarillo, que hacian en la puerta el ofi-
cio de pilastras, indicaban que los ornatos esta-
ban dentro, 1 en efecto, todo aquello cm arcos (h'
cañas cubiertas dcjéncro blanco i salpicndos de
espejito~ i lámín~s de grisetas parisienses, cuya
proverblUl modestla las haría ruborizarse al verse
adoradas tan en público con los trajes suficiente-
mente profanos que las puso el valiente litógrnl,)
su autor- ¿Qué harán aquí estas ciudadanas? iba
a preguntarme, poro me cerraron la boca dos alta-
res fronterizos, donde por entre un bosque de re-

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DE ALPIIA. 223
tazos colorauos i blancos sacaban la eabez:1., como
quien pide socorro, unos santos de bulto cscuáli.
dos i '"cstidos a usanza Je Ilinguna nacion delmun-
do: rodeáb,lnlos varios espejos, i mas abajo unos
~uadros rcprescntalldo escellns de Atala i Cháetns
1 la exhumacion i funerales de los restos de Na-
polcon . Ante la valentía de esta i:ll1onlcioll no
~uedaba otro rccmso que cllll1udccer, en lo cual
Imité a dos rctratos de Pío IX i del ciudadano Ar-
Zobispo, que estaban en otro altar vi~ndo a las gri-
Setas i a Napoleon sin conmoverse, o acaso dis-
~raidos por la ramazon que llenaba el resto de la
Iglesin, mas semejante a un adoratorio de indios
~~e a un templo erislinuo . Si así estaba la iglesia,
f:tcilmcntc so colije cómo estaria la proc<;sion.
}.Iáscaras monstruosas, cuadrillas de matachines,
rei Dayid bailando i diablos alcgres delante del
Santísi.mo, c1~puesto el antagoni mo necesario: un
cercado de c:tñas reprcsentando el Paraiso con co-
tndos i fabricantes de ollas: esploradorcs hebreos
de ~a tierra de promision haciendo parte de la pro-
ceslon, sin d::írselcs un bledo del anacronislllo que
estaban cometiendo; todo esto, rodeado de un con-
c~rso que presenciaba la fiesta como un espec-
taculo teatral i 110 como la TIlOS solemne i severa de
las del culto católieo- ¿ Qué fin ele enseñanza mo-
ral, ni qué reclÍcrdos del dogma p11 ede teller tal i
ta~ ~rotcsea pantollima? la perversion ele las ideas
:tlstumas, ~ell¡]ll"allt1o en su lugar otras idolátrica~
1 disparatadas: este es el único fruto' he dicho mal,
e s uno d e Ios 'frutos a cnal peores, ' que producen
aqUellas incalificables funciones, que tienden a
perpetuar en las eostum bres los estra víos del pa-
ganismo .
Animado por el carácter franco del Cura, me per-

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22t PER.EGR.INACION

mití el hacerle algunas obsC'1'\'aciones sobre los


ador!los han ,Sl'o>o~ ele la iglesi:l.
-" Con veni 1l10S en todo. con lr'stó : eso no es
mui c'llóli~(). jl"ro es lo que olpetece clllleblo, que
si no ve ranlo,ZOlJeS desde la pila de agua beJl(litn,
dice 'lIJe 1:( fit?:;ta no yale nad;¡."
- " Autos elllPi fo)yof, doctor: qllicr~ decir que
las ideas del VC'rdadero culto e'terno se hallan pe1'-
"crtidas, i por tanto es Uljl'llte correjirlas, so pe-
na de que clrsaparczca h,'sla el dogmn, C01110 ya
lo llHtlIifil'sta esa penitcnl'ia lÍnles de las fiestas
para llll'~o pecar libremente ."
- " Ohm de rOmall[)S, seíior mio, es la tal co-
rrcccion. Yo no he po(li¡lo introducirla, ni alln en
las cosas de la Semana Santa. Sépr¡se que hai la
costumhre de presentarse cn la igl .. ~ia unos que
lluman penitentes, que SOl1 hombres \"('stidos de
enaguas hlancas; las enall's forzosamente deben
ser alquilarlas. j una vez adentro, comienzan a zu-
rrarse el pellejo, COl1lpilil>ndo a quién se da JI1:lS
azotcs hasta sacarse sangrc: pues lIO he ha;Jado
medio de desterrar esta barbaridad, j a vczes por
110 vl'rla me he jdo a otro pueblo."
- " Mrjor deberia llamarse profallacion del
templo i agravio ¡le Cristo, que jamas ha pedido
ofrendas de sangre, como los ídolos <lel Ganjes o
del antiguo Méjico, a los eualrs sentaba bien un
culto de c:ruc]clad i dolores físicos."
- " Pues ahí no es todo: vienen despues los
rrll:ificados, gañanes que se ecban a cucstas una
cruz grande, i se ponen a representar los pasos i
caidas del Salvudor, con la particularidad de que ('ll
vez de Cirineo les acompaña una moza con un C/l-
labazo dc chicha, de ]a cual dan un trago al pení:
ten te en cada caida para fortalecerlo i animarlo; 1

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlIA . 225
~~cede que las eaidas menudean:' los tragos tam-
bIen, hasta que a la postre mulan Jos pscnllo-Cris-
~os tan l!orrac]¡os que no dej'll1 naela que <lesenr,
l.acaban por familiurizarse demasiado con Jos Ci-
rIncos-He comhati(lo este abuso por tollas los
Inedias que están a mi alcanzo, i espero que den-
tro de poco llesa parecerá."
- " Quiéralo Dios, para decoro de la relijion i
honra de nuestro país, que a esle paso no sé cuá-
les creencias le quedarán luego que la mayor ilus-
tracion proscriba semejantes farsas."
Que en las poblaciones de indios retiradas i pe-
queñas suhsistan estas prácticas de los siglos bár-
haros, fuentes de lucro pora los malos saccnlotes,
Se concibe aunqnc sc lamcnte; !le;!"o <¡ne se vean
todavíl\ en Soalá, es lo que no tiene [>0)"(1011. La
tnoral popular no se funca ni conserva con fraudes
i supersticiones de aparato puramente material.
Cuenta el cantan 3'1,000 habitantes sobre un
territorio de 38 leguas cuadradas, distribuidos en
R di~tritos parroq uiale~, que, tlcterminada su 8i-
tuucion respecto de Hoatá, son los siguientes: Co-
varachía, 5~ leguas al N, pueblo pcquelío i des-
provisto, edificado dondo vista al Chicamoeha sobre
el ramal occidental de la cordillera, no habiendo
P.or esta banda otra poblacíon, sal va algunos vc-
cIndarios de estancieros: al E, pasado el Chica-
tnoc~la, Boahita i Ubita, di "tan tes 3 leguas ppr
Cammo de serranía; ,Terieó, H~> l('guas al S-E, en-
Caramado en la serranía dondc- la rompcn por tres
lados los rios Canoas, Chitano i Chieamocha, i por
Consiguiente espuesto a recibir los fuertes vientos
qUe Se arremolinan contra el Alto de Mausa: Susa-
~on, 3 l{'guas al S; i finalmente las dos Sátiva, Gi 7
eguas al mismo rumbo. No podiamos, pues, hacer
15

®Biblioteca Nacional de Colombia


226 PEREGRINACION

una cOlTería metódica por todos los distritos, sino


visitarlos el1 las salidas desde la eabcz~l'(\ del can-
ton <Ícia los de Snlltarosa i Cocuí.
En las eCIe ,11 ía~ de tloatá fué donde primero
cncontrtllllOS fó,j,cs de' ~¡aslodont(', soterrados bajo
un h:cho calizo de terrclJo de acarreo, del cual se
encuentran ahundantes depósitos en las cuencaii
formadas 1'01' los innulJ1rrables e~tribos i colinas que
¡Jan un relieve sumamente desigual al teITitorio .
Estos huesos llevan señales de haber sido rodados
i rotos por corrientes i rell1olinos de aguas podero-
sas, en l{~rllliIl03 que apénas las grandes muelas
se hallan enteras, gracias a la resistencia metúlic¡¡.
de su esmalte. Restos de la misma especie suelen
descubrirse al pié de Covnrachía, depositados tran-
quilamente entre la greda i arella de los antiguos
estuarios del Chicamocha . Cómo hayan remanc -
cido por allí, si arrastrado. desde los altos pára-
mos por aguas diluvi,ul!ls, o sorprendidos i sepul-
tados pOl' dlas en su ll1ansion habitual, 110 podre -
mos determinarlo sino dcspues oc examinar los
fósiles análogos que se dice hui en las riberas del
Magdalena; r'ero se ignora si manifiestan señales
de haber sido rodados o 110, haciendo en seguida
la comparacion necesaria con la edad de las eleva-
das cumbres del Cocuí, donde tamh¡cn lo~ halla-
mos, tan colosales, que 1111 colmillo midió nueve
palmos de largo: a ménos que los fósiles dell\Iag-
dalena sean de Megaterio, puesto que, segun Buc-
kland, se han elleontrado abundantemente en el
Paraguai, dejando rastros continuados hu::.ta los
Estados U nidos, i COllcun-en bastan tes razones pa-
ra creer que habitaron en gran número la América
meridional .
Lleva el rio Chicamocha en sus máljcnes hun-

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DE ALPITA . 227
didas i rc\"olcadas ('1 lcslilllOllio d() hn ber ncarrendo
en época remota una tcrrilJle inunclacion pro\·c-
nicute dc las planicies de TlInja i Tundnl1ln . Las
aguas violentas rompieron los estriho~ de la cor-
dillera que se opusieron a su curso, socavaron el
antigno slIclo i causaron hundimientos laterales en
que al pié de los estratos desnudos i quebrantados
de la. scrrnnín se aCllmulnron confusamentc las
tierras por cspacio de media legua de lado i lado,
permaneciendo sin la consistencia necc~aria para
no ser minada~ i arrastradas por las lluvias, i en
Un estado de aride~ que hacc completo contraste
Con la fertilidad de las mesetas superiorc~. El rio,
tnrbulcll to como un tonente, corre por entrc roca;;
trasportadas de otros lugar.:!.,. Atraviúsase por ca-
buya, i una cuadrilla de nadadores se encarga de
hacer pasar las bestias, guiándolas i al:imándolas
con gritos, Ejercicio en que están todo el dia, i en el
Cual adquieren notable fuerza i (lesarrollo de mus-
eulaturn: sirven lealmente al pa::;ajero, i agradecen
Cll alquicra demosLraeion de cariño, con cierta fran-
queza varonil que parece comunicada por el oficio;
I:\les ya se La observado que las profesiones aeti-
\"a~ i rO'1ea,lns de riesgos de la vida, ennoblecen el
?lllla del hombre, illlplalltnudo en ella sentimientos
Jcnerosos que 110 siempre acompnñan n los de ocu-
Ilaciones sedentnrias. Del otro lado del rio se en-
~:le.ntran ;por largo trecho del camino que llaman
"l~JO, granclt>s barrancas de esquistos carburados,
lnlnados por fi Itraeiones snl ¡trosas, j en varias par-
tes atraves:ldas por yctas de ulla que inútilmen-
te ofrecen su rique~a. ~Ias adelante comien~an a
lcv:¡,ntnrsc los cerros con mesetas l¡icn cultivadas
~.cumbres montañosas, flanqueados ele estratos ca-
lZOS tan discordantes, que a vezes se replegan 50-

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228 PEREGRINACION

lJrc sí mismos, formando grandes óvalos, resultauo


de hundimientos pnrcialcs verdaderamente raros.
En mit:¡d de los (,Cl'l'O~, que siguen levantándose
]01' esplanadas eorLas i sucesivas hasta el púramo
del Eseobal, se halla Boabita con su ca~crío pajizo
i reducido, i media legua adelante Ubita, entrám-
bos ca heza de distrito, fundados como en competen-
cia, i ~cg\ln se 110S dijo, por cercenar a un Cura codi-
cioso la mitad de la estensa parroquia de que disfru-
taba, quien tenia pucsta la mira preferentemente en
los bicnes ttrrenales. Acertamos a llegar a Ubita en
día !le mercado. La plaza estaba casi llena de bue-
yes enjalmados i cargados, i muchedlllllhre de cam-
pesinos ofrecienuo en pintoresca eonfusion varie-
dad de frutos i artefactos en venta. Por escepcioll
se notaba el rostro C!obrizo de algul1 indio entre la
lllultitud dc jcntes blallcas (lue formaban casi el
total de los vecinos, bacil:ndose notables las muje-
res por e1 cCll'llIin de sus mejillas i la pequeñez del
pié, calzado con la alpargatt\ sujctaua pOI" una tren-
za de colores. Para d que se trasporta con el pen-
samiellto al porvenir de este país "lastrado de
oro," como dice OYÍcdo, es un espectúculo inte-
resante el que pr sen tan las reuniones numerosas
de los mercados, donde se ve la Jloblacion C01n-
pue~ta de ngricultorcs blancos i robustos, osten-
tando los firmes colores (le la salud i la alegría
bulJiciGsa del bienestar, todos bien vestidos i abri-
gados, todos teniendo de qué vivir con indepen-
dcncia, i algunos manifestando en el aseo del traje
i gravedad de la persona que son hombres de cau-
dal, ennoblecidos por el trabajo i la economía. La
fecunda tierra, cuyos límites se estienden mas allá
de 10 que pueue ambicionar tín pueblo naciente,
les afianza los medios de holgada existencia, i les

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DE ALPUA. 2:30
alfja del alma la pasion de la endelia, hija ele la
miseria sin esperanza: las familias se multiplican
sin temor de que les falte el pan cotidiano: los
motivos para delinquir contra las personas i la
propiedad no se conocen, si no es en las ruidosas
~ucrcllas que nacen del amOl" i los zelos, compa-
neros inevitables del corazon lnlTll .. no. Un pueblo
que así comknz:\ i que halmí de crecer bajo el
amparo de la vivifi.eante democracia, sin trabas
para la industria, sin oprcsion para el espíritu,
calUina nee ariamente a la grauucza.

XVIII
Los recuestos i csplanadns ascendentes de noa-
bita i Ubita concluyen al T. i N.-E. con el terri-
torio de ~oatá, por las elevadas cumbres de una
serranía estratiforme i anchurosa, que es un ral1'1al
de la coruillera oriental ue los Andes granadinos.
Media entre Ubita i la villa del CncuÍ la distancia
de G lcgua~, ora sc tomo el camino que atravesando
el Alto de Bclcn pasa por La Capilla, ora '11 pa-
ralelo que a Dlano derecha salva el Alto de! COCHí
por junto al tempestuoso páramo ddEscobal, don-
de la serranía se manifiesta uestl'ozada i cubierta
de sus propias ruinas colosales. Como e11 e! ramal
fronterizo que divide los cantones de Sanjil i Soatá,
encontramos por primera vez fragmentos visibles
de rocas g:an ítieas, las cuales jcncl'almcn te están
Ocn! tas baJO estratos poderosos de tr:l11sicion i sc-
cundarios en nuestros Alllles del N, resolvimos
tomar el segundo ele los indicados caminos, ('~pe­
ranzados de hallar patcnte la fonnacion granítica
en las grandes roturas i dcrrulJl bes del páramo,
Puesto que guarda con el ramal de Onzaga 11ota-

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230 rE REGRIN ACION

bl"s analojías de constitucÍon i direccion o Con todo


eso, i a pesar de haher subido <1,218 l11etro~, que
es la altura del Eseobal, solo encontramos rocas
de seuimiento en e~tratos violentamente suulc\"a-
dos, o en trozos qu' algun terremoto esparció por
las faldas i precil icios, con los caract~rcs del te-
rreno péneo de la formacion secundaria. El sis-
tema ele levantamiento es allí por líneas rectas de
S. a N, sin deticuhrirse el eje mineralójico de la
serranía, sino estratos poderosos de calizas mag-
nesíferas i arl'nisc:.s rojizas, remate (;r. ]08 esquis-
tos i terrellOS carbOll íferos que ha biamos dejado
pn In. rejion illferior cortnua ]lor el Chicnlllocha.
Conforme íbamos acercándonos al Alto de Co-
cuí (3,860 metros: temperatura, 9° cent. a las 8~),
la wjett\cion ,igol'osa des:1Jlarccin, quedando en
~u lugar los arlJUstos enanos resinosos, las gramí-
ncas j los 1l1U, <TOS, hasta que Jlor fin, corolladn. la
altura, t'u(mlllUSe!1 la rejion t:sclusiva dclfrail.'jon,
que en aquellos lll":lre~ mee' sU triste I'arnguas
de hojas alrlarillelltas sobre HU tronco de 5 a 8
metros, chorreado i cllllrgrtcido por la abundante
trclJ1cntiua que destila ('sta planta, tan fea para la
vista COlllO útil pma escita! el calor de la piel, pa-
reciendo que 1:\ l'royitlencia la colocó en nuestros
páramus con el fln de animar al hUIll [¡re ti transi-
tarlos. Camin:íhallluS por una seulla pcuregosa,
llc"ando a la t1('f~(!ha los desnudos pic:lch03 del
EscobaJ, i a la izquierda los jigantescos paredones
de una cortadura irregular por cuyo fonuo se oía
correr n saltos un riachuelo . Fugas de viento he-
lado se ,'rccipitaban silbando l,or d ancho calle-
jon, trayéndonus remolinos de espesa llíehlaen qu~
largo rato 1'(:I'l1J[]l1t"ciamos envl1t'llos . La soledad 1
profundo silencio del lugar : lns t'normes rocas des·

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2:32 PEREGRINACION

venturada? Lo preguntamos, i se reian de nues-


tra pregunta, como si la sensibilidad i el pensa-
miento no existieran tamuien uajo los harapos de
la miseria. 'ndio sabia la historia u'! est:t mujer,
ni lOA motivos de su confinamiento cn lugares in-
habitados: cra infeliz i oscurn, i para las jcntes
acomodadas tales seres uo tienen historia: apén3.s
tienen alma racional.
Traspuesta la cumure sigue una bajada rápida
por la cual se andan UDS leguas para llegar a la
eabezera del eanton. Situada en la eonfluonci3. de
tres estribos que se desprenden de la serranía prin-
eipal, In villa del CocuÍ ocupa un valle reuuciuo
e inclinado, i recibo de lleno los vientos uestempla-
dos del vecino páramo. Su temperatura media es
1:3° centígrados, i su altura sobre el nivel del mar
2,757 metros. Cuenta un nÚlllero considerable de
casas ue h'ja, i sus calles se ven frecuentemente
animarlas por la COlll:ulTcncia de tratantes que de
Soatá, Socorro, .Tiron, .Málaga, Ocaiia, Sant:mder,
Casanare i Bogotá concurren a cambiar los frutos
esporto bIes de sus re"pcctivas provincias, por las
auundantes producciones agrícolas, los ganados i
las Jllanufaclura~ uel Cocuí, entre las cuales se
bacen not;1r por su buena calidad las bayetas i u·a-
zadas. ·La fertilidad del suelo es admirable; i no
obstante que b telllpl?ratura 1n<\s alta en el cantoll
es la ue Espino (~(),.), se produce el maíz de gra-
no tan grande como las habas comunes, i prospe-
ran la caña de azúcar i c:l plátano. Rodeado Jc
altas cadenas de cerros fragosos. carece de hueno s
caminos para el comercio activo que sostcndrin.
con sus cuantiosos frutos despues de mantener el1
la abundancia los 32,8·1D habitantes contenidoS
en ,17 leguas cuadradas de territorio, de las cuales

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DE ALPHA. 233
15 permanecen inocupauas, por ser de lHiramos.
Así los años fclizes los rcputa el agricultor C0l110
un:¡ calamidad, por el abatilIliento de preeio quc
sufren los frutos aglomerados sin salida. L()~ ha-
bitantes son de raza blanca c india, esttllldo csta
en minoría por la r.í.pjeJa absorcion que hace de
ella la primel'<l, h \hiendo rcs\\1t~do Ull tipo lllislo,
(¡ue no por carecer de la belleza del cállenso, deja
de ser bien conformado i vigoro<o; i como el ~Ilelo
del canto n se compone de continuados cerros eor-
tauos por caminos desiguales i fragosos quc los na-
tUralcs transitan a pié, adquieren en este ejercicio
~OnstaIltc desde la niñez, un drsarrollo muscular
1 Una ajil ¡dad ~ing\llaTes, haciendo sin fatigas 1arg<1s
Ularchas, cargados con maletas do trcs i cuatro arro-
bas ele pe 'o, al mi~mo andar cuesta arriba o cuesta
abajo, de tal modo acostUll1 brauos a las serrranías,
que cuanuo han caminado largo rato por llanuras,
~uspiran por una subida i una bnjadn "para des-
cansar," como nos decia un peon eocuyano .
Donde hoi está la villa que da nombre al canton,
Se hallaba la morada ele un c;¡c:iquc principal de
los Lnchc~, nacíon indeprndiente de los ChibclHIS.
"Los Laches, dice Picdrnhita, a quienes divide el
rio Sop:amoso de Jos Estados i liclT<ls del Tllndamn
en las provincin~ de I1unsuhúa (Tunja) i corren
por llúramos i tierras cálidas hasta confinar con
los TiIllllllCS (Tunchos ) i provincia ele los Chit;¡-
teros ( l'amplonu) son ue nntmal harh •• rí,;i!1lo, i
de su. burlas 110 salen con 1ll"1l0S dalíos que de la
~as cruel;¡ guerra. Su juego mas celebrado era sa-
h rse ti los campos por parcialidades o capitanías
~ pdear unas con otras, arreadas de varias plumas
1 gala~, i sin mas armas que las manos, con que
a puño cerrado i sin llegar a luchar br,tallílban

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PEREGRINACIO:'

hasta caer o c:msarse despues de bien lastimados.


A estas fiestas llamaban Mommas, en que hui ti-
ros i golpes de mucha destreza i dignos de ver; i
permanecen hasta el tiempo presente (1084) con
tanto aplauso, que los españoles no se tleRtleñan
dc caminar diez o doce legu:ls por llegar al tiem.
po de su celebridad. Viven herlll:mados con lo!
[puyes i Achagllas; i tenian por lei quc &i la mu-
jer paria cinco varones eontinu:lllos, pudiesen ha-
cer hembra a uno Je los hijos a las doce lunas de
edad, esto es, e1l cuanto a criarlo e imponerlo en
quehacercB de mujer;"¡ COIllO lo criaban de aquella
manera, salian tan perfectas hembras en d talle i
¡¡c]emanes elel cuerpo, que cualquiera que los viese
110 los diferenciaría ele las otrus mujeres: a estos
llamaban Cnsmos. Adoraban por dioses a todas la5
piedras, porque decian que toda~ habian sido pri-
mero hombres, i que todoB los homhres en mu-
rienuo se con"crtian en piedras, i habia de llegar
el dia en (j ue l:Js piedras resucitasen con vertidas
en 110m bres. Adora bnn tam bíen a su misma som-
bra, de suerte que siempre Ilc,·:.l¡all a su Dios COll-
~igo ; i aunque conocían qne la sombra se causaba
de la luz i cuerpo interpuesto, respondian que
aquello lo hacia el sol para darh,s dioses; i &i pam
convencerlos les lllostrabnll las ~OIllbras de los 51"-
uolt-s i de las l'icdrns, 1\;\(1:1 h:l~taba, porque a las
primeras tenían ]lar dioses de los árboles, i a las
segundas por dioses de sus dioses; hnta cm su
estolidez i desdicha." Para mí tengo que mas Lien
eran insign<,s teólogos, pues desataban todas las
dificultades &in pararse: en pelillos.
El pasaje citado revela la candidez oe estos in-
dios i lo impresionable de su ánimo; ilcfectos que
los predispusieron a recibir el yugo de los españo~

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DE ALPIIA. 23.3
les sin hacer resi~tencia, no obstante el ser valero-
sos, cediendo al asombro que les cnu,aba la yista
de jentcs barbadas, i particularmente la de los ca-
ballos.
Ka hai en el Cocuí posada para los viajeros,
PUes estando reducida la concurrencia de foraste-
ros a los tratnntes en frutos, ellos ellcuentran al-
bergue cn las el1ichi'rías o en cas~ de sus compa-
dres i relacionarlos. Las casas donde acudimos a
peuír nlojnmiento, inclusa la t:eJ Jefe político, nos
ceITaron su, J"l"..,;·tas, (le Jo cual casi nos alc!4rába-
~os, porque ci dcsaseo intt'riol' cra imponderable
1 de antemano quitaba el npelito i el sueí'ío. Sin
Ctnl1argo, forzosamente hahíamos de detcrl10s nlli
pnra re('ojer datos i hacer obscl'vttcioncs, i en con-
teencncia resolvimos hacer uso de una enrta de re-
comendacion que en Soatú nos dió el bondadoso
1)r. Cnlderon para el Sr. Rlliz, quien nos recibió
COn t~l frnnqneza i conlilllidn<1, CJue olvidnmos nl
punto los c1csngrados :ll1teriores. Este honrndo w-
Jeto C'S jefe de una íillnilia unmcroStl i trabnjadorn,
q.ue mantiene la ca a no solo con asco, sino con
Clerto primor, adorl1nu(10 1:1 suh un estante de ii-
\'ros i varias mesas cargadas de curiosidades, flo-
res i frutas fragantes. Ac1c111as del trato amistoso
~1.1e le merecimos, nos faroreció con noticias i c1i-
~IJcncias que facilitaron la cjecucion de los traha-
.)os que llevábamos entre manos, i {;l supo aprccinr
lT C' •
~ 11l.ltamcnte.111!'jor que las autoridnclcs de la pro-
v¡!lCIa, de C]lllcncs si recihimos i¡lglln nusilio rogn-
(lo, cra daelo con una t ihil'7.a q He rnyn ha en IlW la
Il:nna, i nrrancaha a mi íi!osóllco compniícro la frc-
0licnte eadamacion: "Perdóna]os, Seí'íor, CJue no
Srthen lo que hacen."
Dejando el grueso del equipaje en el Cocní,

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23G PEREGRIXACION

man:hamos el G de julio en demanda de Chiscas,


pueblo que demora 51egllas al N .-N.-O. del pri-
mero, situado al pié ele la majc~tuosa cadena de
cerros, cuyns cumbres principales brillan con nie-
ves perpetuas . El enmino pasa por Pan'lueba i
Espino, cabezas (le distrito, Con tal dcsigualdnd
del terreno, que Illl:clianclo entre el Cocuí i Pan-
qucha In. distancia de Ulla legua, hai 500 metros
de diferencia en altura, i cerca dc ;JO cen tígrados
cn tr:nperatura: Espino, que está 1} leguas !l1(lS
adeluule, se halla 7ü3 lllétros ménos alto que la
cabczera del can ton, marcando el termómetro 7°
mas de temperatura media . COllcíbese cuánto fa-
vorecerún estos desniveles la variedad dc produc-
ciones :'¡ grÍcolas, en un suelo fertilísimo i bien rC -
gado como aquel; pero almisIl10 tiempo la dispo-
sieíon de los terrenos, todos en laderas i cumbres,
manticne diseminada la pohlaeion agrícola e influ-
ye , por tanto, en la pequeñez ele los pueblos . 1.as
cercanías de Chiscas ofreccn a la vista paisajes
lllui bellos, cn Ulla su cesio n de laderas pendientes,
cubiertas de bosqueeillos que clr trecho en trecho
interrumpen con sus grupos (le verde oscuro i fia -
res, los cuadros matizados de las diferentes semen-
teras estclldidas del pié n la cumbre, a vc!zes tan
descolgadas sobre el lecho del do, que admira có-
mo pucdtm mantenerse allí, sin rodar, los que la-
bran la tierra. El reducido caserío de Chiscas se
levanta al estremo N . de 1ll1a esplanatla pequeña
i alegre, cortada en trozos lonjitudinalcs por ba-
rrancas profundas i entapizada de ricos pastos,
Jos cuales se continúan sohre la próxima sierra,
tan suculentos, quc a los dos meses de residencia
da una re~ <1 arrobas de sebo, i llls mulas se enfer-
man el gordura. El terrellO de la esplallada es dc

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DE ALPlIA. 237
acarreo asentado 110r capas, las mas Yezcs hrcchi-
formes, en cuyos fragmentos calizos i arcllaecos
~e Yen numerosas illlpresiones de conchas bivalvas,
1 trozos de silex en figura de peras, que SOn tal
yez Siphonias llctriJlcaclas, puesto que las cO~lc~a~
Impresas son marinas. Por tanto, la scrrama lll-
mediata, que suministró estos despojos, pertcnece
a la formacian secundaria, i Jo confirma la presen-
cia de esquistos embutidos ele ríñones de hierro
carbonatado lito:clco, que se encuentran en lo bajo
de las grandes grietas, abiertas en la falda de la
serranía, indicando la existencia del terreno carbo-
nífero .
. I~l Coronel Toscano, soldado ele la Independen-
CIa, nos recihió en su casa con la franqueza de un
'Viejo militar. Rode:íhalo una familia luzida i ama-
ble, cuyo esmero en las cosas domé ticas lo reye-
laban el jardin de flon's que alegraba el pntio i la
cuidaclosa limpieza de la casa; i en ratos de con-
'Versacíon agradable nos suministró Jos informes
necc arios sobre ganadería i agricultura, los cuales
~onstituycn su ocupacion pn:fcrentc, bit-n que In
Ingrata i enojosa política interior suele calentarle
en horas la cabeza, mas de lo que a su tranquilidad
cOnviniera; aunque siempre me ha parecido que el
ardimiento cn las opiniones sienta bien a los hom-
b!es de la Guerra Magna, quienes para mí tienen
Cierto privihjio que les afianza la tolerancia de sus
SUceso:es en el manejo de los negocios públicos.
t:l antiguo pueblo, reducido a un corto vecinda-
rio de agricultores i trajineros, queda cerca del mo-
dcrno, i se COIl1 pone de algunas casitas iranchos de
;ara on ticrra, habitados por indios llldinos i por
Unebos semi-civilizados, sin mas traje que largas
rUanas. El nuevo, erijido en parroquia el año de

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238 PEREG RIN ACION

1772, no ha progresauo cuanto debieron espU"lll'


5US fundadores, pues conservan lodada en la igle-
sia imú.ienes 111CJIlSlruosns con hrnzo:; de Orangu-
tan j manos llIas grandes que las cah('~(ls, sohre-
saliellte elllre todas un santo de ¡:s]Jcc:to jU([UelOJI,
yestido COIl camisa blanca, ]Jor debajo ue la eual
i;C salen unas hotas r¡ lIC [a] Vl'Z le prestó el Cura,
i en la cabeza uu sonJhrcl'o clIDa, rayado en líneas
espirales i ¡Jllc,to al de:;gaire sobrc la' oreja iZllllÍer-
da; seí'íalcs de t.bandono i atraso, que ~i bien de-
ponen inmcdiatamcllte contra el Cura que las man-
tiene en su templo, haubn tamuien contra el puehlo
(jlle las tolera como cosas del Cielo.
Regrcsamos al Cocuí, con el objeto de visitar a
Güican j esploral' la sierra Ilcvada, que tkll10ral
lc.'guas al N.-N-E, distantia directa de la villa. i ü~
por l'l camino del mencionado pueblo. Las anterio-
res correrías, ll'llllsitanclo lugares fragosos, habían
fatigado sobre manera lluestras bl!stiati, de modo
que nos vimos obligados a solicitor otras de alquiler
jl~ra la esclll'sion a la sierra, j ademas un guia.
Consiguiérollse por el máximo de prc¡;jo acostum-
hrado en el país, i de calidad tal, que prometian
un viaje canonieal. Cuando nos pusimos en mnr-
cha, sigllicllclo la calle principal de la villa, i )lO-
tamos la figura cIuC hacilllllos, nos saludamos recí-
procamente con ulIa cordial descarga de risa, eJl
que 110S acompañaron algunas hijas de Eva, c¡u~
asomaban por las ventanas. Enhorquetaba yo 1111<1
mula venerable, tan ancha como larga, quc habi¡¡
relegado toda su antigua viveza al rabo, con el
cual me a;¡¡,otaba cada vcz que le arrimaba los ta-
lones para sacarla de su andar pacicn:mdo, en tanto
que l levaba la cabeza junto al suelo, como si pr<!-
tendiera examinar la naturaleza de las 1 icdras que

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DE ALPlIA. 239
lo sembraban . Mi compañero se hallaba cntroni-
Zado sobrc un caballo rucio, largo i cnjuto,rípido
dc cllcrpo, las orcjas tiezas i ácia ~tras, los ojos
l~cdio-cCITildos, i la cabeza t~ ergUlua ct~allto {JO-
dl a : andaba despacio, ade:antando maJcstuosa-
lUentc !:is p(jta~. eual si estuviera pl:ofund~I~J1Cnte
penetrado de la honra que se le hacl['. p011lcndole
silh i freno. En vono se le apuraba: a cada golpe
de espuela correspondla con una mueca destleñosa,
levantando el labio superior, i continuaba impasi-
ble su marcha triunfal. C:1I1sados ue lnchar contra
l~ auvcrsidad, abdicamos la voluntad en las bes-
tlas, i nos dejamos llevar segun su antojo. El guia
nos contemplaba de cuando en cuando, con aire
pnternal, i trataba de consolarnos, repitiendo siem-
\n"e la misma frase: "En saliendo allá arriba vc-
rán sllmcrcccks eómo caminan mejor;" allá arriba
~nigll1iitieo quc nunCa lo alcanzamos. Era hombre
<le cincuenta afios, alto, vigoroso, ele fisonomía
honrada i abierta: vestia pantalon de manta raya-
da, camisa de lienzo, alpargatas i ancho sombrero
de ramo: la ruana plegada i a la espalda: el anclar
PaUsado i constante, :lun por los recuestos mas
escarpnilos: gran vaquiano i disertador, de nom-
bro Luis Réycs, antiguo correo i grave persona,
Un tanto sortlo a ratos, i con todo csto buen com-
Pañero dc viaje, i liberal consejero hasta en las co-
tas científicas.
h En esta disposic:on, i con uoa velozidad de dos
Oras por legua, pa samos el Al to cle In Vega, i
¡ai.rnos a las máljenes del rio de la Cueva, donde
lal una fuente termal ferrujinosn, 24° sobre la
~elUpel'atura elel aire ambiente, i junto al camino,
~l. opUesto lado del vallecito, otra fuente su tfurosa
na, que uacia a la raíz de un cerro pedregoso.

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2·10 PEREGRI~ACroN

Desde este punto comienza la subida de Güican,


por medio de grandes cerros de~trozados, CllyoS
fragmentos yacen esparcidos por las lad.:!ras sem-
bradas de peña~eos ajigantados, i coronadas por es-
tratos calizos en qne se ven la perforacion de nu-
merosas cavernas i la estampa de conchas bival-
vas, que es difícil earacteril<:ar, por 110 hallarse la
imprcsion de las charnelas. El puehlo queda si-
tuado en una Ineseta elevada, 2,900 metros sobre
c1 mar, con la temperatura media de 11 0 centígra-
dos: su poblacíon, e11 parte indíjcna j en parte
blanca, de hellas formas i enlores hermosos, IlOta-
hlemente en las !TI ljorcs . Tiene ulla iglesia bo-
nita i adornada con sencillez, escuela pública j
varias casas de bllena cOllstruccion 'muí aseadas.
Diónos alojamiento en la suya el Sr. Juan Quin-
tero, jóve11 de modales caballerosos e intclijcncia
despC'jnda, i jefe de una bella i simpática familia.
Por tercera VOl<: debíamos o. la henl!,-oleneia de los
particulares el hospedaje que las autoridades ID-
eales no quisieron procurar, o 110 se curaron dc
ello, sin em burgo de presentarlcs ¡¡Ita!> recomenda-
ciones ofieialeR, cuyas pala bms no hacian mella en
su ánimo; efecto de la ignorancia, que siendo cn-
tre nosotros pecado involuntario, l1lcreee absolt!-
(jan pleno. en sí mismo i en sus rudos efectos.

XIX
Eh-io de la Nieyc boja precipitado desde la eUln-
bre de la Sierra, i ántes de confundirse con el de
• "El pueblo do los inilios cstlí abajo del Coeu!, poco
distante, con su huella iglesia omumcllt,ula. Tenia Ogl-Cga-
do; UllOS i Ililio~, catcq uizados UIIOS, otros haulizado~. Llá-
manles Tuncl>os, i el puehlo donde asisten Güicanf : salen
allí muchos.ienti)es, i son muí d6ciles" - OVIEDo-Pens¡"
micntos i Noticias.

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DE ALPllA . 241
la Ctlent, una leglla al Oriente de Güican, rode1.
la b:ts0 de un pelíon deslll:!snr,Hlo tI nc por esa parte
se le\":l11ta casi 390 metros \'~rti\!almcntc , al paso
qUe por la opuesta sc confunde COll las colinas i
\ faldas de la serraní¡L principal, mediante una cspa-
cios'l rambla, que ascendiendo suavemente, con.
cluye de pronto en clmurado ahismo, tan limpio
de árboles, que desde la cornisa. sc ycn claras la
distante vcrrao i la cinta eSlmmosa, del riachuelo, i
tun alto que 110 se Jlercibe el nudo de las aguas
(lile pasan velozes rompiénuose contra las l"Ocas,
Lleva este pcíion por 1l0ml)J\) " Gloria de los Tu-
Ilcbos," i la tradicion local lo esvlica, diciendo que
llna vez sojuzg-¡dos los illdio:" lilas p0r el terror
quc les infundieron los ('aballos i b rhas de los
eJ'lpaííules, que por fuerza de urmas, COlllcnzaron a
esperimcntar el pcso de los tribatos i el intolcn:ble
despotismo dc los encomcndcro~ con tal rigor, que,
~esesperados i no putliendo recuperar la usach
hbcl'Lacl de las s lvas, se juramcn tmoll a morir, i
cOllcurriClldo por grupos de f,¡mili, s a la r::llllbla
Ya descrita, cchaban a correr áda la cOl'llisa i se
deSpcíí:1ban con sus mujerc i nillos. En compro-
b~cion de este rebtOllluestran ni pié del pOllon gr. 11
ll.l¡lncro de huesos humano; esparcidos a todo vicn-
to, carcomidos por el tiempo i si\;mpre rotos como
Por. violento ('hoq ne, señ, les dtl no haber perte.
lleCldo a cuer[lo~ tranquilamente depositados en
8epul er03; ¡' como los'lT> e l ' S111
!flS, · SCCpClOll
'1 ( e tri'b US,
¡e han distillguido por el rdijil)so esmcro cn se·
Pultar los muertos dentro de l'~\·el'nas o enjugares
apartados del tráfico, el c$lado do aquellas osa-
~~el,ltas parece corrohor. r 10 que h t:-:1.dicion refiere,
d 1Hendo el apoyo (le hecho· semejantes lllelldona-
Os por 108 cronistns ele la. conq lIista : a tal pun to
16

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242 PEREGRINACJON

de uesesperaeion reuujeroll lo~ eonq nistalloJ'cs a


los indios indefensos, oprimiéndoles con vejámenes
i exhorbitunlcs tributos, que no les dejaban maS
refujio que la In uerte, callo se vió en los Ag:ltncs
i Cocomcs de Y élcz, los cuales de un dia para otra
se suicidaron toelos.
Por la esplnnuc1a de este príioll p:lsamos en vía
para la Sierra-nevada, guiándonos el intcl'jcnte i
bondadoso Sr. (~uilllero. El ramino se ecm[lolle
ele \lna multit1Hl ele veredas traJ1~ítarlas por los in-
dios Ttlnebos al traves de paisaje~ t:ln v;1riaclos
como ngrcstes. Los C('ITOS yccinos llevan en sus
cumhres rolas i rodadas lns seiínJes d· h:.hcr su-
frielo sacudimientos podero"os, que tnl V'z los reba-
jaron a la mitacl de su elevarion primitiva: la vc-
jetacion se modifira, IlUciéndose rasi llniforme j
perdiendo gm(11lrt1111cllte en al tlll'a , a medido que se
entm en h l"('jion de los páramos silencioso; i por
momentos, nI lI~gnr a bs mesetas limpias (le ar-
bustos, se nos prC',l'nlaban delanto, i a 111< no dere-
cha cerrando el horizonte, Il's rcsplan(lcc1cntcs
masas ele nieve amontonadas por los siglos sobre
las altivas cumbres ele la Sierra. Andndus dos ]c-
guns J1egamo~ enfrente de los restos de 1111 largo
cerro interpuesto romo el muro de Ull~ fortaleza
jigantesca, CJue es preciso e~calar trc]lnntlo por en-
tre 'Pcibs('os dcsqujci:\Clos ácja una brecha ql1 C
hie)1de el de'carnado espinazo, última barreraqu O
nos separaba del objeto de nuestro viaje. Desda
aquella brecha se domina el Llano-redondo, lér-
mino de In rejíon habitable, circuido de paredoll~S
i grupos discordantes de calisa tosca i arenisca 11W
cacea, cuyos estratos irregularmente sublevadoS
por un estremo se levantan verticales forman clO
crestas puntiagudas i lisas, contra las cuales se

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'HA. 2·13
rompe el viento con un sonido particular e impo-
llente: abajo se hace un llanito cubicrlo de yerba
l1lenuda i entretejida que pastan algulJlls ovcjas
cargadas ele bnn, e interrumpidos por basqueeillos
de ~rbustos lustrosos, a cuyo abrigo perl1lallCCe el
ganado mayor, peludo i de aspecto semejante a los
bisontes. En un estrelllO del llano, a 3,H8,) me-
tros sobre el niyel del mar, está la casa en que
:ivell los que cuidan del ganado, soportando con
Indiferencia la tCl1lperatlll'a de 6° centígrados, i
frecuentemente las nevadns que manda la Sierra i
cubren el sucio por espacio de tres a cuatro dios
sin derretirse. El condol' i el buitre &Oll los ene-
I1Ügos que han de eom batir, yijilando los rehaños
de 0' ejas, tras de los cuales andall aquellas avcs
altando de l)ieaeho en picacho para aprovechar el
menor uescuido i lanzarse sobre la presa, hahiemlo
condal' tan pujante, que levanta cn las garras un
ronlcro mediano, i hace rem olinear los m'hustos
al hatir sus fuertcs alas. Desde la casa hasta el
pié de la Sierra mide el llano una legua, en que
C'] suelo negro, apretado i cubierto de gramíneas i
P~ql1Cños frailejoncs blancos, sc halla in terrulll-
llIdo por colinitas de esquistos arcillosos, i cortado
))01' arroyuelos angostos, límpidos como el cristal
l,corriendo sin el menor ruido, segun se ,les ve
~¡elllpl'e en las cimas tendidas de nuestros Andes,
Hnto a la Sierra el frailejon se multiplica, se :lJlO-
dcra eselusivamente del terreno i adquiere pro-
lJorciones de árbol, levantando su inmóvil COpa
sohre largos i embetunados troncos. El suelo se
encuentra l'emovido i sembrado de fragmentos Ji-
SQ~ de rocas, que revueltos con arenas i margas
~orrnan una especie de cercas paralrlas a la base
e los cerros, de cuyos costados abiertos han sido

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244 PEREGRISACION

arrancadas i arrastradas por una fuerza lenta í


pcrseverante : estas son las mOl'enas * que aeom-
paíhn a los neveros i quedall, despues que las
nie\'cs han desaparecido, atestiguando a lo aueho
de los valles que alli existieron yelos eternos, co-
mo sucede cn algunos puntos de los Pirinco~ i
Alpes, que hoi no son nevados. Nos hallábamos
a 1,aOO metros de altura i [jO centígrados de tem-
peratura : el frailejelll había quedado atras : los lí-
qnenes aparecian a Lrechoij al abrigo de las ]H'íias,
i rara vez salían de las hellllcduras las cortas i re-
torcidas ramas de algtln arhustico sólido i l\lstro~o,
como el acero pulimentado: el aire es allí quieto,
insuficiente para la respiracion ajitada por el ejer-
cicio, de donde procede d desf-tllccimiento que
sufren las pl'l'W!l:lS i las he~ti~s, llamado chaclltÍ,
perdiendo el tino i el equilibrio: la atmósfera tan
diMuna, flne las distancias se equivocan, juzgando
muí dc cerca los objetos l{'janos: ni un ave, ui uu
ruido de vida perturba la solemne soledad j i la
voz humana se trasmite clara i ,;in rival por el es-
pacio. Tocábamos ya con la, manos el biselo lí-
mite inferior de un inmenso nevero que se d{,~c\lelga
por un plnllorápido desde lo alto de la Sierra, lle-
vando a los lados i al frente muros de roca revol-
cados entre arena, g-rcda i cascajo, arrancados del
suelo por el cortante filo dd l)('vero, i presentando
el aspecto de sulcos de -lO a 60 metros de altum.
El del costado derecho se prolonga cerro aróba
• lIforaines llamun los je6logos franceses laH masas i frag'-
melitos dc rocas que los noveros (glcrcil'l's) m'rastran n SU'
costados i frcnte, como los 6\1IC05 laterales que le\'anta el
arado, Ningun diccionario español trae el cqui\'alente de
aquel término técnico, por lo cual, en vez de ponemlc n in-
ventar otro, he IJl'cfcri do COnservar el frances, dándole apa-
riencía espufiola, que así lo cntcnderúu todos.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlIA. 215
durante m~uia legua hasta el borde de las nieves
permanentes, i determinamo> aprovecharlo para
anuar a c'luallo todavía, bien quc el pi~o desirrual
i fofo dificultaba la marcha de las mul:1s, las ~na­
les se detcnian frecuentemente i volvían las cah,:,-
Zas :teja el distante llano habitado, como allle-
cll'cntac1as por las moles de nieve q~lt: nos rodeaban.
POl" fin hicimos alto para contll1unr escalando
a pié la masa des] um bradora de la cum hre nevada,
i para examinar despacio la porlt:ntosa confusion
de pinílllitlcs i cerros r1iviclidos por fosos profun-
do (¡ne ostenta el nevero, sobre cuyo naeimiento
110s h liábamos a 4,(;70 metro., ¡k altura, viéndolo
tcudido a nuestros pié. , d ",nroll[n(lose hasta aoo
llletro~ lOa; abajo. Cáusa]o la eontir:urncion del
suelo l n csla parle de h Sierra, 1'1\ que r<'l'cntina-
mente forma un plano muí inclinado, de poco 1IIé-
nos ele meelia leg\l~ de caiela i una milla de ancho.
La nievc aglomcr.üh en lo alto, eOIl un espesor de
25 a 30 metros, resbala pOI' la rambla removiendo
b tiern i laR roca', Itendiénduse en grandes trozos,
por la falta de b:lsc plana en qué l'epO~al': vienen
luego h$ llllvia~ 11 llel1ar bs grkta~ del nc\'t.!!'o,
dentro de 1 s cuales inmediatamente su cOl1jela el
agua, que ocupando entónees tres vczes mas es-
}la,jo que eUl\lHlo e~taba líquida, hace el oficio (10
cuila i empuja para abajo la masa de nieve, con
fue!'za irresistihle; i COIllO en cada una de esta.
grietas inr.umerables se establece una poderosa
eni'ín, resulta que la totalidad '!Iel nevero se muevc
lenta i constantemente, levantando alfn'llte i a los
costados ellOrlI1eS sulcos de rOcas i tierras, que
cllal un poderoso arado, arranca de la superficie
del cerro i trasporta h:lstn. el valle inferior, donde
fOl'lnan las morenas o mnros de rocas, paralelos a

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24.6 PEll.EGRIN ACtoN

la. base de la Sierra. Medido en las grietas el espe-


sor del hielo, resultaron 4 metros en el bisel o
punta del nevero, a 4,150 metros de altura sobre
el nivel del mar, i de ahí para arriba, hasta 4,676
metros, altura elel borde de las nieves sedentarias
eternas, cl espesor aumentaba gradualmente, al-
canzando por fin el grueso de 30 metros. La. luz,
descompuesta en las hendeduras, daba a. las pare-
des un color azul celeste, que mas ahajo se oseu-
recia, tomaba algunos reflejos del íris, i concluía
perdiéndose cn la~ tillieblas del fonclo. Era un poco
peligro~o d pararse en el borde de estos precipi-
cios movibles, por lo cual no pudimos determinar
C011 fije za la escala de temperaturas dentro de las
grietas, pero sí es cierto que aUlllenta con rnpidez
ácia el foudo, dOllcle el calor es suficiente para li-
quidar la nieve; .i ele aquí procede que la masa
cOlljdada disminuya. por la base i no por la supcr-
!ido estaríor, i nazcall los arroyos n la raíz de la
nie,"c, ele' ~e oneima ele la cual suele oirse en lo pro-
fundo el rumor de las oeultas corrientes. El as-
pecto de la parte supC'rior del nevero cra como el
de un torrente de lIubcs vistas por arriba, es dccir,
una confusa mezcla de pirámides ¡promontorios,
(Jll por un lado reflcjaban vi ·amente la luz, i por
el otro lJl'uycctaban 801111>ras CilJlrichosas, nI paso
quo en 1 cuerpo llevaban emhutidos pedazos de
rOC!l~, que asomaU;¡1l sus ángulos enllegrecidos por
entre el albo material que las con(eni,¡.
DescosoS de aprovechar el di a, que era feliz-
mente claro i sin viento, dimos algunos pasos mas,
i nos cncontramos sobre la grande es planada que
furma el 101110 de la Sierra. La reverbeme:on de
la lu? era tan intensa, que por un rato nos quitó
la vista, i hubimos de hacer alto hasta habituarnos

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DE ALP IlA. 247
a mirar sobre la vasta superficie tersa i b lanquísi-
!na que se estendia indefinidame~1te . Seguimos la
lUarcha: n uestros piés cran los pnmeros que holla-
bau aquel pavimento de cristal, q ue. cr\lj~a bajo la
presion, hundiénclose hasta el tobillo, 1 a vezes
hllsta la rodilla . El Sr. Quintero traia unos perros
cazadores, quc nunca habian visto s.u elo <.le aque-
¡la edpecic, i era de notar las p recaucJOlles con que
asentaban Jas patas i las retiraban al romperse los
primero:; cristales, exhalando ahulli<.los prolonga-
(103 i h:lciendo morisrlueta> quc nos hicieron reir
d.e bUl'na gana: solo tl~~pllcs de un rato de cspe-
nlnE ,!los s:\gazcs, i animados por nucstras vozes,
se d~tcrl11inaron a ea1l1in~r de s<'guic1a, pero siemprc
alz Indo las pClt'lS ~l"Otcscalllentc, como ~i el hielo
se hs quemara . CI>lltinu lmo~ :icia el . anclando
111,IS (It.: nn cuarto de Icgtn en delllanua de una
eminencia, en 1 t clnl no, cstablecimo!l, i tomadas
h altura i te.n pentur,l, rCciult'no,l 1,783 metros
sobre el nivel del mar, 0° en el sLlclo i 12° a do~
VU1W¡ (le dist-tncia, Jo que n()~ e'¡rlicó el calor qutJ
S~nti:tmos en b cara, efecto de la poderosa 1'0-
fil!xion de la In7., que nos hizo peder el cútis i
1lorar:1. ratos. Fl,i~os de gran rcputacion habian
h'lh],Ll!O (le'l ¡¡di;,;ro r1 • esforz'u la voz en tales al-
lIl1'a" i del t'ol()r cHi negro ele la bóveda celeste.
~ro 'otms grita\J11H b~\5tant~ sin la menor novedad,
I vilO()~ el cielo constantemente de color azul ¡ni -
lido: m:ll'c~h:tm("
. a 1>"\,0 11.1'.1)
b ,
i aun Jan 7. a \TI )S b'¡-
l as (e1 nwve, sin sl.!utir la pCHtracion de fuer7.as
que, pur,l mcnore,; alturas, inrlica el Sr. B >u~sin­
g'llllt: sol) sí notamos que la voz 110 lle;:pba a
111ucha Lli·,taneia, ni era devuJlta por eco alguno,
sin emhar¡,So de 1l'l1,'r cere \ pieacho rle roe \s des-
llulas . L·\ eSjJlanu(b de hielo se prolonga N. N-O,

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®Biblioteca Nacional de Colombia
DE ALPIlA .

llatural~za se a ¡11m: la;; gramíneas, los arlJOlillos,


los árbo!cs,l'parcccll gradual i sucesivamente: ano-
yo bullicíoEOS COTrell el1 todas clin'ceiolle" para
formar torrentc; i despues ríos cristalinos : el airo
adqllcre densidad i aromas: el pais:tje dCHple"1\ los
Vr. i. dos tesoros de la vejetaciOll cquino.-i:t!: las
\"ivic1Jdas del hombre se nvecínan : la~ muestra'
do Sil inllustri:\ He Illultiplican: crecen numcro.os
108 l'lhafios: Int'joran i se ensanchan lo~ caminos:
i por último, !lb~"ll sus te¡;]llIn1hrcs los aldeas, i
los pueblus i las villas, circundadas de alegres
t',an1!JOS c:n fllle 01 dean las mieses, o de verdes co-
hllus en biertas dI! prados i ;;rholcdas, cerrando el
CU;¡rlro la ,Cllm hn ~ lC'janas íLue se levantan cn an-
fiteatro, ,lesl. cadn_ sobrc Pl nzul del ciolo, i ccoi-
dns por f.¡jas de nuh(,3 (1m) reposan contra las pen-
dientes laderas." *
Al 1,,"plt10 de la, ierra nevada, i en la direccion
E. úci:1 lo~ llanos de Casannre, se con~crvalJ inuc-
pendiente, i aislado' lo" restn3 rle la belicosa tribu
UCllolllinful.l Tamme? por Picclrahila i hoi Tune-
ho~, ocupando Jos euatro pu(!hlo~ Hoyat:í, Sinsig-a,
COYnl'ía i Ritambria, que lo~ indios no dejan visi-
tar por los bl¡¡lltOS, a f]uicncs miran i llaman tG.
uavía espaiíoles. Un indio vir-jo, animado por el
cspíritil cvan'élico. Se' hilO cricitiuno i comcnzó 11
catec! uizar lH~isalll) , eri jiéndosc en una especie de
cura misiollero, con tan hu en Sl1l"e~o, que no poco::!
Tune ho se hnlhll reducidos i liueen el cOll1¡orcio
ue gomas, r 'Si.1C8, CHC'no i otr:¡q meJludencin~, ad-
quirí 'neJo ~n caJllhio sal tlc CI,ita i llcrrnmiclIta!l
que van a buscar basta el Sc,corro . Eslos hablan
el castellano mui mal, i se dicen raGÍonalcs para
di ferenciarse de 'us compatriotas paganos , Son
... C OllAZZI, JeograJiu (inédita).

"
®Biblioteca Nacional de Colombia
~50 PEREGRIN ACION

todos grandes de cuerpo j vigoroso~, j trafican Ul~


camino que atraviesa la Sierra por donde no hal
nieve, el cual t('nnina ~ úbitnmente intcrrumpid o
por un ramal inaccesible i fragoso que,arrllncando
dCRde las cumbres nr'vada~, se prolonga sobre los
Llanos i forma la harrera de separacioll entre los
'rllncuos j sus tradicionales encmigos los hlancos.
Enfwntr' de] punto .'n c¡ne parree coneluir el ca-
mino II:Ji un muro t'l>tratilimne, casi vertical, de mag
de :!OO metros de t'levaeioll i apénas adornado por
algunos arbnstos :1c1h"ri<los a las divisi(¡nes hori-
zontales dc la p ñu, <;nh'o CI1 una faja o ra~tl'O en quc
desde la clIllIhrc nI pil' se not;l nsad:t i trajinu(la 1.1
muralla j perforada con lIna serie dC' pe(]lICfíos agu-
jeros alternados, lahrnclos dc j'ropósito. Cosa in-
cl'eihlc! c~tc ( s el ('alllino t1~ los 'rullchos. El in-
(lio lleva C'arg:l'hs I;H c~palclas con tres i nun l'lI~­
tro arrobas dt' pt'~O, tO!ll'l resuello nI pié del pe-
líon, mi,1e con la ,'ista la (lireccion elel rnslro, i "in
"<lci!.l!' un ¡J1lllto, ('ol1li"nza n tre'par :t gl1i~a <le r:l-
na, ll1r.ticndo la ¡JIlnl:, (le los piés i cl1atJ'l) dedos
(le h; mano,; en 11~ corre, :)()nlli~n t( s ngllj ro~, t1
izándose de sCf;lli h ha, ta la ClH'UllIhl"ldil cornisa.
~)'ll"l baji\l' clllplC'tn tl1l lIlétoclo aún mas ]leli:.!;roso:
ll("~arlo~ al lJorclc <1['1 ahislllo toman ('11 ('ada ma-
llo \in largo horclon de Ul'lC,llIa i los ndelrtlltan co-
mo sn!lrl.l hasta encontrar dos de los ngll.i~ro" en
el llluro, nlbnzan lr)s hrwc!onpg, adclnnt'ln un po-
co el cllerpo sohre 1'1 precipicio i se dl'jan C'orrcl'
por la~ macanas Jlasta 11(',.;al' con los talol1L's a l(pl
rtgllj{'l'~s: afirmaclos :\l1í, vuelven a adelantar loS
Lurctfllles i a d ~li)\11";~ 1111S '\hajo, i así descien-
den lil1ce,inlllrnte al pie (Irl pcñllll. No hai ('[1-
znc!ol' cle ycn:)(lo;:, ni hombre alguno del campo c¡llC
se atreva a imitarlos. J~l Sr. Quintero nos rcf~rj;¡

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALI'lIA. 251
que una vez, invitado por los Tunchos, cuya vo-
hlntad trata siempre de captarse, determinó se-
guirlos i visitar el primero de sus pueblos, no lle-
vando mas C'quipaje ni eTllbarazo que una lijera
c~co[leta. tl cs jÓVCll, robusto i acostumbrado a
la \"enaterÍa, i Cllll todo nos confesó que hahiendo
trepado la tercera parle del peñon, faligados los
brazos i los lJÍés, le ocurrió mirar ácia abajo, i fué
tal el \'6rligo que se apoderó de su cabeza, q lle
huho de rctrocl!der u toda prisa i renunciar su pro-
pósito de viaje, por mas que la curiosidad le agui-
Jaba. De esta manera los Tunebos hau inventado
~llll()do de pl!rmanecer aislados de los blancos, sin
~star en gucrra con ellos; i segnn parece, si no es por
la parle dc los Llanos, ntravesrlndo veinte leguas
de desiertos, !lO hai entrada posiblo a los puehlos
(iue ocupan. En una de nuestras escursiones por
aquellos alrededores nos encontramos con dos Tu-
nebos que iban al mercado de GÜican. Era el UI10
Ya viejo, pero derecho i fuerte, o&cum la color,
cahello lacio cortado sobre la frente en línea rect.
i Illui largo SI) brc los hOIll bros i espalda, nariz aJi-
1. dn, hiJato pobre i un mechan al estre\TIO de la
harba. El otro rcpreócntaba poco mas de veinte
alio.;, Sil fisonomía despejada i clara, su conlinente
Un ~í es no es altivo, pero agraciado con el sello de la
ptljanZ'11l1UScnL r: entrúmbos de estatura mediana
1 hLn l"~lnrtidl, e:tlzados con sandahas dc cuero
~l'utlo, i por toda vestidura 1.,rO'as ruanas de ba-
Yeta. C:tminahnn hablando rcci; en Sil idioma gu-
tUral i sonoro; i como nos encontrásemos de re-
pente al vol ver un recodo, se qnitnron los sombreros
de trenza i el viejo empezó a s'\luo.al'nos en tunebo,
n;as luego trocó su habla por la castellana, i no
Sln dificultad dijo :

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252 .I'EREG lU~ACIO:-;

-" Buenos (lias, taita i hermano. Dios manc1a


dar limosna a 'runcbo;" i estcndin la mano sin
humillacion, cual si cohrara un tributo debido.
-¿ "Cómo 'runebo, le contestó mi compañero,
pagándole el tributo, i habla" ca~t~l1nno '! "
- " Sí, yo Tuncbo: Tnncbo rncional por tronco
i herllluno~, i agua cn la cabrza."
- " Ah! le interrumpí, i cntónces ¿ cómo uo
sales con tus hermanos a vi vil' ac¡í cntrc nosotros?"
- " :IX o, hermano: acá no ticrra pnra Tunebo :
allá tierra bastante. Cuando Dios crió Sol i Luna
crió Tuncho i tierra libr'," añ;.¡tlió con cierto mo-
vimiento de orgullo, i poniéndose el sombrero di-
rijió una mirada al taciturno compaí'íero que sc
habia mantenido ácia un lado; elijéronnos ndios i
sc marcharon sin admitir mas convcrsacioll. como
jentes quc no vcian pro\'ccho en seguir charlando.
Nos quedamos un rato mimnelo el andar r:ipid o
ele aquellos hijos u.; la. sel VIIS j lL'\cientlo reflex io-
ncs sohre su despejo i manera de esprcsar ~, de
las cuales resultó que mi compañero terminara el
diálogo eliciendo :
- " E$ preciso visitar a esta jente, invadiéndo-
lo~ por Casallare."
xx
lTllhlál'OllnOS mudlO UI Cocuí ue 11'1:1 1~l1nrl
llamada Verde, sitll:llla sohre la serranía de He-
chíniga, 2 leguas al S -E, de la villa, la cual bgll-
na suponian labrad:l por los indios para ocultal'
tesoros en tiempo de la conquista. Con la espe-
ranza de ü't1contmrlo,.. la h· bian clesa"uaclo, i ha-
llaron cn el fondo enormes J,ucso~ el" anilll"ll sin
semejante, cubiertos Jlor una capa de cicrta sus-
tancia negra i elástica que suponian metálica. De

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPilA. 253
los hl\e~o; nos mostraron muelas tuberculosas, de
tres a é' :ltro decímetros de diúmetro, en estrem o
pesailas, hrillantes i perfectamente conservadas, en
la ]lwte HU" oriol', i e to bastó l)ara det(rminarnos
a c~plorar lo lUJares. ::\Iarc}¡a1nos desde Giliean,
Por Ye!"e(]as al t,uvrs de púrnmo tendidos, rega-
uos por infinitos arro) nelos que fertilizan muchas
lJanuras pequcDa., cubiertas de lozanas semente-
ras de papas, relnua, habas i :l1"vejas, en medio de
I?s cuales se levantab:lll las casitas pajizas del fe-
lIZ e t!lIlciero. 1 3,6':;0 metros de altura, i en la
(;~l\flucncia de las principales faldas de las serra-
lllas ]~scoh.t1, P.lIltallo-grande i Rcchíniga, halla-
rnos tina la tina ele 100 metros de largo i 70 de an-
dIO próximamente, poblada d.., patos iderramando
un hilo cle aJua clarísima sobrc la qllehrada del
Hato; ocupa upa dI.! las muchas cuencas formadas
a1!í por la onclularion de las colinas, i mantiene el
:l;';Uá 4" mas f:ia que In. temperatura del aire am-
bIente (W" e Tití<{l'atlos) reposando sohre un 1e-
l'ho 1ll,llgOSO d' vario, colores, inclinado del N-O.
nI ~-p., como todas las cuenca';' los vallceitos de
<lqnrlh .. e tCIISUS laderas. Poco maS adelante, a
:3,518 metros de clc"acion, está la pozeta que l1e-
n~ba l:t Laguna-vcrde, con la misma inclinacíon i
lhs pn 'la cn:ig lal fo;ma qlle el asiento dc las de-
lnas la 'unctus del páramo, de donde inferimos
de Ile ]Ul"O que no hahía sido artificialmente la-
hr,ut\, como suponian. El fondo dc la cueuca es
Una cOllfllsa mezcla de margas i tierrn~ detríticas,
1)toblamcnte traidas de lo alto de la serranía por
l~s ngnas impetuosas de algull diluvio que tmn-
bIen layÓ, trastornó i rerlo11deó las innumerablcs
~olinas que hajan por escalones llasta la hoya pro-
fUnda del rio Panto-errande.
1;)
Sobre este asiento

®Biblioteca Nacional de Colombia


254 PEREGllINACION
habían depositado las agua~ estacionadas varias
capas de arcilla, separadas por otras de carbonnto
de cal, formando todas un espesor de dos metros,
i presentando en el corte vertical una curiosa i fiel
imájen de los estratos de la serranÍ1, con la mis-
ma variedad de colores i grosor en las diferentes
capas: este sedimento elástico era la pretendida
masa metálica fIue nos recomendaron. Dentro de
las tierras detríticas i las margas aparecieron los
huesos de Mastodonte, cuya situacion no pudieron
determinar los uescubridores, porque las aguas, al
romper el dique, I'rodujeron un uerrubio qne arras-
tró de repente Cl\[ nto habia cn d fondo cerca del
desaguadero. De entre las ruinas sacamos todavía
una vértebra de tres decímetros de diámetro por
uno ele grueso, i una scápula de cerca de ocho dc-
címetros de largo i seis de anchura máxima, per-
fectamente conservadas. Humboldt vió hucsr¡s S(J-
mejantcs cn Soacha (planicie bogotana, 2,728 me-
tros sobre el mar) i los atribuyó a la especie de
clcüantes carnívoros de África: nosotros los hemos
hallado en Covarachía, 050 metros sohrc el nivel
del mar, en Soatá, 1,325 metros de altura, i en
esta Laguna-verde, dentro de cuencas escavadas
en terreno secundario, car:lCterizaclo por estratos
dominantes de caliza i arenisca, qn.., reposan sobre
grandes masas de margas casi irisadas mui per-
meables,llabiendo encontrado muelas rtrandes con
las protuberancias gastadas por la m;sticacion, i
junto a ellas otras mas pCQllCñtlS, sin desgaste nl-
guno, conservando toda la tersura de un esmaltc
azuloso, como si hubiesen pertenecido a indivi-
duos jóvenes; prueba de que en tiempos remotoS
existía i se propagaba en estas rejiones aquella raZ Il
de mamíferos jigantescos, estinguida i sin repr e-
lentantes en nuestra fauna moderna.

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DE A Ll'J[ \,

Quedaban por "j.,itaf en (;ste cantan el pueblu


ele Chita, situado G hguas al S. del Cocuí, camino
de cnanía, ¡la Sali;,a, del mismo nomhre, escoll-
dida al S-E, delra. de la cl~Yada sierra de Tccu-
qUita, i orillas del rio C: sunarr, s~parán.dola de la
cabezera del cantan casI 12 lcg nas de tierras fra-
gO.as i en su m~yor partw despobladas. Chita es
el pueblo Illas alto del Cocuí, pues se halla 2,D7G
Illetros sobre el nivel del Ill"r, lo r¡ne ngrcgado a
tener al respaldo el páramo de Tccuquit'l, conti-
1l11aeion de la Sierra Ileva(la por la handa del S, le
pro]lorciona una temperntnra medi:. de 11 0 centÍ-
gradoB, i a vcz~ nC\'a¡bs formales, perdiéndose
l¡¡~ st'll1cnteras al risor del intenso frio. El distrito
Cntd"O cuenta poco lTlas de 7,000 veeinos hl:mcoo,
robustos i de lllejillns firmemente iluminadas, con-
ngrados a la ngricultura en pequeño i a la crj~ de
OVl'jas, que suministran la escelentc lana de que
los lIaturales ü\brican bayetas i ruanas mui dura-
bles i de unen tt·jido. El pueblo, como todos los
antiguos q lle fueroll de indios, se resicnte de su
oríjen, i lo manifiesta en el dl'sarrcglo de las ca-
llos i pésima disposicion de las casas; pero en cnm-
b!o las jentcs SOI1 de indole sana i trato sencillo,
Vutudes que, unidas al amor al trabajo, constitu-
yen una poblarion moralmellte inmejorablc, aun-
C¡ue ajena de las superficialidades ele la ponder:Hla
C\Lltura de otras naciones. Mide la cumbre del
\'~ciIlO páramo 3,G61 metros de altura, i lo haí'ínn
\"lent03 tan fríjidos, q \le el termómetro centígrado
110s marcó 7° a las Ulleve de la mañana; por con-
siguiente, la vejetacion es enana i rastrera en la
falua occidental i cn la cumbre irregular, peña _
COsa i desolada ue esta serranía, traspuesta la cual,
vnría de repente el paisaje por influjo de los vien-

®Biblioteca Nacional de Colombia


25 P1UI.16Ji1.lNA,CION
. . iffimedol ¡tibios, .llviados pot los arclientel
llanol 4a C....nare. La viata de esto" que se CO""
lmnbran sobre el reClOto hOritollte, como un
eJe asa! i Jliew., cortado a treehOl por las
n. . . . . . ~e prolongado que oüie las
_'i dé 108 rios, es sin dis,. arandiosa, i
IOrpm:ldent.e por el contraste de ~uel1& JBD'I~11IJ,
superficie "plana con las tumultuOlI,M ..rraníae
que el obRen.dor se JIlllUllntra, i que tambien
pierden en 101 eapliliol delsetAmmon. i del
. "ta • Salinatl4!

recostado c. . . . el que el est4r_I,'~lel~"


DO v. por junto al de ... ._"UN''''
hajá"~ al pueDIo poco m_a '\1e DllDea_
cbl..........
~CJI riceparroqma. La--:Salina »0 fíeJl,

hati . . . :ai eoBlQ,cetro4o .f.,....,.


.......... por el ~ JÜ por.t \i.eaeetal JI.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIl.'..• 257
de clahoracion de sal comun, superior en calidad a la
de Zipaquirá, no obstante que l'rovenga del mismo
gran banco, ~egun la opinion del Sr. Codazzi, cu-
yas palabr,ls copiaré por la ~ingularidad del hecho
que esplican : ., En las fahla~ J1lcritlionale de L
Cordillera oriental de lo, Antles gr'lllaellllos, dic!',
i bajo la dircccilln jellcral del ::;-0. al N-E. se
encuentra un ,istcnllL ele ¡¡lilJas j fuentes salada.,
quc forma una ZOlla ¡;ontinlla de cstremo a estremo
de la pro\'incia de TUllja, relacionada sin duda con
el poderoso banco de sal jl!Jl1tt que domiua los te-
trenos de Zipaq,lirá i NenlUcon. Casi a la misma
latitud ele estos dos pueblos, a dislanci,\ de 8 le-
gUas, brotan llIanantiales s.'¡ado3 en las orillas del
rio SOlUondoco, cnUt! Tiribita i \['m(a, i aun 3
leguas llIas abajo dt! esto~ lu¡¡;,lrc· . Tomando la di-
reeeion desde Zipaquirá al N-E, se enwel1tra a las
19 leguas en línea recla sobre el rio Lcngupá, otrol
fuente salada boljo el mi,nlo rU111 bo que la prilJ1Cr,l
de SOl1londoeo, i a 2,1, leguas mas allá la salina de
Si~bacá !'obre el U 1 ia~ Pocos gtado$ desviadas del
N-E, a distancia d" a l"gu.ls de Sisbaeá, se ha-
llan las salinas de Cncll \CItÓ j Guulil'ito, i algo
rnas léjos las de P,lj:l1ito i lteector, entrando ya en
Casanare. 1 es üe advertirse que en 1.1 misma di-
l'~ccion N-E, s ¡¡He una línea paralela al eje prin-
clJlal de la COl' Iilkr,l, c,t:ln la~ salín, s de l:iirguasa,
Chi.a i Chind¡.lq Uf, en territorio de Tundama;
hceh.o~ lIigno, el" llotarsC, pues manifiestan la exis-
tenela de un e tlll [Il\ u IMneo dI' . ,¡J j,ml¿l, cabalmente
en la dil'eceiotl jener.t1 de lo, valles postdilu\'iallos,
el cual en Zipaquirá perfon. los terr nos sU]lerio-
l'cs,rnostrándose a flor de liNril a 2,605 metros de
altura sobre el nivel Jel mar, iadelantándose al N-
:B. se le encuentra en los lugares ya indie"dos a
17

®Biblioteca Nacional de Colombia


!!58 PEREGRINACION

1,600 i 1.400 metros, decreciendo en a Hurn i como


hllndi6nelosc gradualmente hasta la salinade Chita,
cuvo asiento se halla a 1,600 metros ~obre d mar;
pe~o las fnentps saladas brotan de mui profundo,
por ('uanto el a~ua sale con un calor de 50° ceD-
tí~rn(los, cuando al aire libre marca SOlO 200 el
mismo termómetro;" !1! observaciones eOrJ'oho-
J'arla~ durante nue~trn eselll'sion por las provincias
del Norte, pues fuern de ¡¡quelIa zona ¡¡alífera nO
hai muestras apreciables de sal a ninguna profun-
c1idnrl.
l'rorluce al año esta sa1inn :37,000 quintales que
se vClIClclI a 26 rea I('s . Los gastos de l']'o(luceion,
ela llOracíon i administracjon ascienden a 296,000
reales anuales, quedando al Gobierno 666,000 rea-
les de utilidad neta, resultado del monopolio oel
ramo . La sal se obtiene pOI' 1<1 eyaporneion del
agua ele las fucntes, principalmente de la de 50°
ele ca lo!', que marcó 5 de dl'l1siclacl en el aeróme-
tro . El a~ua saturt'lCln se vierte en unas vasijas
cónicas de balTO ascntadas por hileras sobre un
plano inclinado que recibe por debajo el intenso
fmgo de una grnnele 1101'na11a cebada con rajas de
lefía fucrte : horno llaman a este aparato i moyas
a los panes ele sal que sacan de las vasijas que~
hrant:índolas . El uso de la leña es elispendioso, i
adcJ11as trae por consecuencia el malestar de la
jen te pobre, (l, la cual HO le ll1'ohibe cultivar la tie -
rra "para que 'llC'lva a dar monte!" De aquí
proviene el aspecto de mi~eria en los moradores i
de salvajismo en la comarca inculta cubierta de
barbechos, a pesar de la l'rivilejiada fel'tilidael del
suelo: el jornalero \'('jeta mal vestido con harapos ,
encorvado bnjo el pelio de los llazes de leña, úni-
• J cografía inédito.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE AI,FHA . 259
eo trabajo permitido, i por la noche descansa cn
U.na mala choza, donde no puede encendcr fuego
¡¡lno con tasa i medida, porque el proveerse de
l~fía abundante se estima como indicio de elabo-
racion clandestina de sal. Tales, i aun peores que
e~tos, son los maldecidos frutosin1l1cdiatos del InO-
Ilopnlio de un artículo indispensable para la vida,
semhrado profusamente por la Providencia cn las
entrafías de Ilucstro pa ís, i escaseado artifieialrnen te
por los hombres a título de medida de buen Go-
]¡ierno j como si el buen Gobicrno consistiera en
COntrariar lns miras de la Proviclencia i en ata1' las
~lanos al indu.trioso, erijiendo en delito el trabajo
Inocente j el aproveeh¡¡miento de los clones de la
tierra. El hullazgo dd earbon mineral seria \111
gran beneficio para la jente pobre, por cmll1to ce-
saria la prollibicion de cultivar el suelo para eOll-
~crvar los montes i barzales. Créese que el cal'bon
110 se presenta sino en Socotá, 7 ]('guas distante
de la Salina, i en la falda meridional de la serranía
(jUe limita la hoya del Ca5anare por 511 márjen de-
reClla. Con todo, parécemc que si removieran la
tierra de las cercanías ácia Chinihaque, hallarían
huenas minas de u 11a j i me fundo en que en estos
parajes el terrellO kéuprieo reposa inme.1iatamentc
sobre areniscas ferrujinosas o sobre esquistos ma~
o ménos carburados, que indican el trán ita de
~qucl terreno al earbonífrro sin promediar otro ;
1 como las discordancias i dislocaciones son mui
1l0taLles, bien pudiera suceder talllhicu que en a1-
gun punto no esplorado ]wyan salido a la super-
ficie los bancos de ulla. Supuesto este hallazgo,
la produecioD de sal de Chita podria llegar sin mn-
cho esfuerzo a 300,000 arrobas anuales, segun cal-
ctl1a el actual Administrador, DI'. Romualclo J.;ié-

®Biblioteca Nacional de Colombia


260 PEREGRIN ACION

vano, i abarata rse mucho en ventaja dc los con-


sumidores. Las ideas de este intclijell te i bondadoso
empleado rechazan el opresivo monopolio de la
sal, i nadie compadece mas que él la suerte del
jornalero esclavo de las salinas . En nuestras con-
versaciones me decia que la observacion de los
hechos le habia convencido ue que el único modo
de atenuar los efectos perniciosos del monopolio
seria el laboreo popular de las salinas, abandonan-
do cl actnal sistcma de emprcsas administrati vas,
i establ(;ciclldo uno srmejilllte al que l'ejia entre
los cultivadores de tabaco durante el estanco dc
e~te ramo . l\] uchas v<'jncioncs dl'saparcceri,ln dc
csa manera, i las ganancias que hoi pasan a ma-
llOS de los contratistas de ebboracion qu darían
Cll las de los colonos, asegurándoles una existen-
cia cómoda i uejando a su propio interes la con-
servacion tic los montl's, sin perjuicio uel cultivo
de buenas sementeras; por manera qne el campe-
sil10 hallada e11 la fubricacion de la ~al i en la
agricultura libre, dos fU"ntes de riqueza que hoí
se le obstruyen cruelmente, sin que por eso de-
jara de hacl~r el Fi~co ganancias iguales o mayorcs
que las presenteR o Sin embargo, ('n materias fis-
cales es tal la fuerZA del hábito rutinero i tan ab-
soluto el imperio ele las tradiciones, que las ideas
del Sr. LiéYano permaneceráll largo ticmpo sill
cnsayo alguno <1(, nplicacion .
Las fuent('s saladas brotan muí a la orilla del río
easanare, en términos que algl1na~ quedan sumcr-
ji<las baj,) la 111" n 01' cr<:ciente : son todas termales
con igual grado de saturaciun, poco mas o ménos,
A la raíz tic los cerro~ i en detcnninauos lng,lres
filtra lentamente un agua cristalina, insípida i li-
jera ( 11° uc! aerómetro) que por donde corrc deja

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPllA . 261
Una especie de limo verde-amarillento, i forma unas
concreciones litoideas, porosas, de te~ lura fibrosa
compacta fractura áspera i color a yczcs rojizo i
a Vezes lJ!:lnquecino: llál11anlas piedra blÍchica,
lUuí solicitada por los indios Tunebos, que jamas
dejan de proveerse de ella cuando van por sa~, i
personas respetables nos han asegurado haber VIsto
curar admirl blcmente las fracturas de huesos, re-
lajacion i úlceras envejecidas, con solo tomar pol-
Vos de la piedra, disuel tos en agL1anlicn te cn los
dos primeros casos, i aplicarlos secos cn el último.
No lle'mos tenido ocasion de hncer el esperi11lcnto
lJara salir garantes de las virtudes de esta piedra,
que eiert,uncute mcrece analizarfie, Con tal objeto
en\'iamos un pcdazo al laboratorio químico d ' Bo-
gotá, donde se ha tenido por conyenienlegllardar
profundo silencio,
Atesora el canton Cocui, en una estension de ·17
leguas clladradas, todas las producciones vcjctales,
tanto cultivadas como silvestres, de un suelo sin-
gu]¡u'l1lcnte fértil, cuyas sinuosidades lo levantan
por grado~, desde la temperatura en que prosperan
la cana d(.! azucari el plátano, hasta la de las nieves
eternas dond> ningull ser orgánico sllb~istc, Por
tanto, no hai fruto ele los conocidos en ámuos he-
misferi'Js que una agricu1tma ilustrada i cuidadosa
no pueda obtener para sustento i regalo del hom-
bre: !lO hai lJ1aderas, plantas preciosas ni flores pa-
ra,las cl~:t!es no ~e halle un lu~ar apl'OpÍ!vlo ; i al
I1nsmo tlempo 1 reino mineral ofrece con abulldan-
cia el 1lierro, el carh011 i la sal, bases dc toda ci-
vilizacion, acompañailos de ricas minas de cobre,
galcna (plomo sulfurado,) cinabrio, alumbre, azu-
fr~ i óxido~ ,1iversos, entre ellos el de cromo, tan
aprf'ciildo por los pintores. Prcténdcse qUf; hui

®Biblioteca Nacional de Colombia


262 PEREGRINACION

ademas oro i plata, i es verosímil que así suceda,


puesto que 110 son raras las secciones de ten'C-
no de alllvion o diluviano i que la galena sue-
le tomar el color gris claro indicativo de plata en
combinacion. Las quiebras repentinas de las se-
rranías i las direcciones diversas que toman, de-
terminan una mullilucl de accidentes i variedades
favorables en el clima i por consiguiente en la ve-
jetacion; de tal manera que suelen verse grnpos
de frailcjon creciendo al lado de sementeras loza-
nas, i las papas, ccbada i habas prosperando Il
3,()(¡!J metros de altnra sobre el mar, " merced a
las cuencas abrigadas que el dilijt.nte agricultor sa-
be aprovech~lr en m itad de páramos al parecer im-
llroductivos. El temperamcnto por estremo benig-
lJO, laB aguas crislalÍl)(lS que eopiosamentc bajan
de todos los cerros batiendo a saltos las peñas, i
}Jor úllimo, la Pl'OfUHion i baratura de los manteni-
mien los, coneurrun a sostener una poblacion fucrte
i salla, que aumenta con rapidez i deriva del trabajo
conLÍnuo de los campos, la moralidad que la dis-
tingue i hace tan raros allí los delitos. Lástima es
que la instruccion pública sea todavía tan escasa
que cue~le trabajo encontrar vestijios de clla e11
medio ¡le la ignoranl!ia jeneral.
Eran los primeros dia'i del mes de julio cuando
regresalllos a nuestra pcnitclll'iarÍa de Sontá, i bre-
vemente, dandI) el último adios a esta inhospita-
laria villa, emprendimos marcha para el canton
Santa Ro,a .
• Ihlláronse junto a la Laguna-vede, al respaldo de un~
colina. Segun C.ÜDc\S, ellfmite de la vejetacioh de las rnp~s
en la'i provincias del Sur es de 2,t! 13 metros. La diferencl~
de 8:1l metros tlue hemos Cllcontr'ulo en el Cocui, no puede
alriLui"c únicamente 11 la qtlc hai entre la latitud de los lu-
gares, sino adclllas n la, lllodificAciones accidentalco del ciill1ll
por las 5íntlosidades del suelo i la direccíon de las serranías.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPllA . 263
XXI
l'ara ir de Soati al canton Santa-Rosa se pre-
entan do camino. en la dir~ccion S: '1 que tras-
1nonta el páramo de Guantil'a, sin en~ontl"ilr pue:
bl o por espacio de 11 legua', lJasta bajar a Tutasa
o a llelcn de 'erinza, i el que tomando por SUS:l-
Con atravies3 el alto du Ocavita, pas1. por úlllbos
Sátivas, i salvando el alto J\Iortiñal cae a La-Paz,
andadas 8,1, leguas, poblado i con recursos para las
r
personas cabalg 1t111ras. Tomamos este último,
l. a la~ a leguas de subida continua i suave, ]lor
tierras fértil~'s de pasto i Clllivo, entramos en u-
sacon, pueblo de corto VcCillllal'iu i moradores be-
nfl'olos i atuntos con el f"urastl'ro, cn lo quc imi-
tan a su Clll!t, presbítero Réyes, a cuya cabeza
totalmente bhnqueada por los años, caracterizan
los rasgos de candoro a bondad, tan comunes en-
tre los patriarcas de la jeneracion pasada. De este
lugar a 'útiva-dd-Nürte va el camilla por ellcima
de: los altos tic Ocavitu i Mortilíal, apéndice del
P a l"i:\1no de Gunntil-a, i al tmves de laderas alegres,
CUltivadas ]lor IlUlllUl'OSOS e~tancieros i sombrea-
das COII a Itas sa necs, alineados para nwrenr los tér-
lllinos de las hered:ldes, recordando los frescos pai-
sajes de las rejiones interiores de los Andes, que
Illas adelante Sil lmcuentran con todas las g tlas de
Su ~rilnav('ra Jll'rp tua, en las planicies de Duita-
ll~a 1 Sllgallluxi. Entre Sútiva-1 Tortc, pueblo lIlC-
<hallO, de [lcrradable nspcdu i rollizas mujeres, i
Sñliva-Sur,~lue se reduce a una docena <le hUl1Iil-
des casas, reaparecen los pequeños prados de achi-
Coria, pecl1liares de cierta zona barométrica en h
COrdillera oriental; i siguiendo Iluestro propósito
de determinar el límite inferior tle esta ZOlla, to-

®Biblioteca Nacional de Colombia


264 PEREGIUNACIOS

mamas la altura, que resultó ser de 2,510 metros,


i la temperatura 19° a las ocho de la maña-
na, cifras bnstante análogas a las que nos habían
dado las observaciones hechas, COIl igual motivo,
en tI camino de Canipauna a ChiquiJH]lliní (altt1r~
2,525 metros: tcmprratnra 20° a las 11. A. :J.I.), J
en la venta del Chascal, cerca del Valle de JcSU!,
(altura 2,4,'58 ll1etros: temperatura 18° a las 5. p.
U.); de modo qne recibía una tercera confirmacion
positiva nuestra sospecha de que dichos prados
marran esactamcnlc una zona ngrícoln, medianera
entrú la Tejion de los I¡iíramos i la de las tierras
c[lli~ntes, ]Illdicnclo servir de indicadores fieles, o
como si dijésemos, de letreros puestos por la natu-
rtllcza. para advertir al campesino eljénero de cul-
tivo que allí deberia intrntnr, de conformidad con
el dima. A Sátin\ Sur, último distrito del cantan
Soat:í ]lO!' este lado, i La-Pnz, primero dp[ cantan
Santn-Rosa, los separa una serranía de 3,38.:í
metros de elevacion sobre el mnr, i a pesar de esa,
cuhierta de sementeras de maiz, cebada i trigo has-
ta. la cumhre, advirtiéndose quc la falda setentrío-
nal se adorna con ulla vl:jt'Lacion crecida i vnriada,
i en la meridional aparece de rrprnte el frailcjon.
al lado de pequeí'íos sembrados de maíz i Cl1 medio
de grulos de arbustos dcsmedrndos; ('jemplo nota-
hle de las modificaciones que la configuracíon el l
~llelo i predominio de ciertos vientos causan en l~
temperatura de lll'l;ares contiguos e i"ualmente :.d-
tos, diversificando de todo punto la fisonomía del
'país i las producciones locales espol1tán('as.
La-Pnz, situado en una meseta fértil, a 2,72 1
metros sobre el nivel del mar, disfruta de aires
PUl'OS i lijeros, j de una telllperatura cnyo má:xi¡nO
de calo!' 110 pasa de IDO centígrados. Son los m O-

®Biblioteca Nacional de Colombia


De .\Ll'lIA. 265
rnd(,rcs lJi\!1l dispuestos de cuerpo, casi todos de
.o
raza eu ropea, td n cruzada q uc 110 e (eha de ver
lo indio: las l1lujerc s, bonitas i sin prct('l1sioncs: Jos
~iño" verdad r;tlllcntc lindos, con ('ahello~ rubio~
ltnejillas le carmin, ah'gres iso 'j, bIes. Este p le-
hl\) 'fué fundado en lH;J;¡, COI\ \'l'cinos bien acolllo-
d,a do , quienes de de luc~o le di 'r()l~ la imp0rtan-
tIa (le c'lheza de un di trilo, (lue hm cue Ita ccrca
de:3 000 habitantc', La igle'ia es nueva, capaz,
S~nli'-asl':J(la, con lehrillos ~Il lugar dc pilas hau-
t¡ IOnl i lustral, pero ~in figurones de hulto, .1 jOl'
pudi r<l cstar, a tencr <¡ni '11 la cnidara; mas 111
('rónica local asegura quc los párrocos Inn ido
allí pa~to\'c" a lIlC'di'IS, l' el eir, qll han e quilllla-
do el rcbaiíu, sin cnidor"' dl! nI> le ntarlo ni 1Ill'.iO-
¡'arlo; co~a f¡Í('il dc cr('cr para el (j\1' haya ,i ti> de
Cerca h degradacjolll11oral (le h mayoría del el ro
cn Tun<lallla i Tnnja, Los traje, de lanrl, las ill-
flexionC's ele la voz en el Il'lhlar, las co~tlt lIhres
a ncillas, los nrr¡)~'lI los cOlrienuo a 10 largo dc
!as nlles, las ticnd.ls surtidw; d.: cspumosa chich~1
I asi tidas con n~i!luidarl pOI" lo ('[¡mp sinos COll-
currentes al mercado, indic'llI hi 'n claro 'lite se
han pi ¡(lo los Illllbl'ales tl ,1 anti"\lo puí de lo
( hillchas; i n, í cs la " enl (1, l!He lo que no mui
I"jo , al Occidente, moraba el y,liente eU'\llto
e
de dichado Tundama, zaque poderoso i poco n,p-
110 qnc il~<1l'pcJl(1ient(' dd Zaque de IIull. (¡búa,
soherano tItular, en 1538, de toda la eOIl an;'l (jlle
Sc l'stiellde dc Ile lo cerro (e Guallti \Il ha tn
Chocontá,
}) La-Paz a Belcn-!1e-S, rinza nlÍclcll 5 l('rt n
de camino, las dOR primeras de Sl rmuías mui ¡li-
t re alltc~, por ser la muestra lllas hermosa que de
ln forl aeion krupriea se halla en I¡ls provincins

®Biblioteca Nacional de Colombia


2GG PEREGRINACION

del Norte. Coronan los cerros capas de arenisca


nrdc i a vezcs roj iza, que reposando sobre
gralldes masas de margas irisadas (kél/pe,.) abier-
tas en barrancas derecbas, cuyo término es ]a
cortrHlura estrecha por donde corre el Suapaga,
dan al paisaje un aspecto raro. La vista uescanS:l
con placer en aquellos promontorios deleznables.
de tierras listadas con los colores del íris, que sua-
vizan la luz del dia j o alzando los ojos, cncuentl't\
en las cUlllbres los árboles i arbu tos de follaje de
eSllleralda, nUllca marchil:1!10 por los ardores del
sol, ni cmpaD:Hlo ['or el jlolvo, que allí no 10 con-
siente la tkrra; i como si los autores del caminO
hubieran tenido la inlencion (le abrir una vía pin-
toresca, mas bien que mercanlil, lo echaron por
encima de los cerros, dejando el rio a los piés del
viajero, i a su mallo ck'rl'cha la mole margosa de
flancos sin v('jetncioll, <]lte casi l',taria de mas don-
ele silTe de adorno suficiente c,j caprie]¡oso colorido
del suelo lllismo. Dl'spues de esto comiéllzutic (l
ver l:t planici,: de Serinza, que corre <1 leguas de
Oriente a Occidente, circundacla de colinas redon-
lbs, cnyos peinados recuestos mueren suavemente
sohre la venle llanura de alll vion: ti allí a poco
se sigile una bajada lortuosa i esearJ1<1da, hasta to-
car el rio, i al camino (le montaD, ~e susLituye el
ele !lólno, 1',I<1,'an(1" l(\~ t'l'no, i llevando n la i1.-
quicru'l polrcJ'()-; i CShlWi:1S ele labor, di\'iditln por
t::l]Jias bajas, a usanz'! (lel Reino, Andadas tres le-
gnas se llega a un ~ortjnnje de sauces, detras del
('ual está Belen-de-Scrinza, honito pueblo, ediO-
eatlo al desemhocar los caminos que vienen del
pliramo de GU:lntiva i del canton Chal':llá, por
encitlla de los picachos piramidales ele 'fure, cit'-
cunst-lllcias que lo han hecho prosperar mucho

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ,\ LPIIA. 26'7
111as que su predecesor Serinza, fundado media
legna adelante, i crijido en parroquia desde 17'7'7.
Terlllina este valle lacustre al S - O, cabt, una ralll-
bl a tendiua, depresion de la cade,na de lom:ls que
por allí corre de Poni\!nte a NacLCnte, por la cual
se sllb~, lIev¡tnuo a izqnierda i der~cha limpias
sementeras de cebada trigo, ]¡,¡j):lS, avena, papas,
lnaiz, arvejas i frisol~s, dispuestas cn pequeños
CUadros JI,lsta la onm bre, repitiéntlos{! al opnesto
1:ldo el misllIo fenómeno de vt-j ctaeiol1 que en el
alto de La Paz, es dccil',grllpos ele fwilejoll alter-
nando con la cel' ales cultivadas en cuya eonfor-
lnidad cone1llye
í\ . ..
la cue~ta 'in sirrll~ un fl'c~eo valle,
• Sknto de la capital de la [lrovineh que lleva el
llOlnbl'c dI! Tnndama, su anti"l1o soberano i dc-
f~n~or empecinado. '"
L ciudad ele 8anta-Rosa-dc-Vitcrbo, que bien
lllltliera trocar esta letanía de palabras por la sim-
Ille i sonora de Tunelama, cuenta hoi 2,000 habi-
t¡¡nle~, i se compone de do ' entidades o naturale-
ZUs en p\!ogua ll1anifi"sta: la de vil'jo poblachon,
qlte fué parl'oquin desde 1600, i se ljll(!(lú t'stacill-
llario con 'U& rUllchos de puja, i la de ciudad capi-
tal irnprovisada, que pretende mCI'í.!Cl'r su título
I1lejoranelo de aspecto; cntrámbas entidades I'epre-
aentu{l¡¡s por las casuchas indíjenas i por las nuc-
"43 casas con Lalcol1adul'a de hierro colado, l evan-
t'ldasjullt\l a $U~ hUllIildes predeccso¡,,\s, que IHlrI'-
CCn cseantl,¡] izadas de aq llella no\ edad, i dispuestas
¡~ no dCSllll1p: rllr el 511clo a que están adheridas,
QOIllO el !í<luCIl al peñasco nuliyo. L;t plaza es
u\!Spcjaela j alegre, COIl vista ti las colinas verdes
~ltc por un lado eircuyen la ciudad, i cún una
°
~ll.enle pih (estilo c~paiíol) en el centro, rod .:l-
n de úrbolcs. En este holgado espacio se eongre-

®Biblioteca Nacional de Colombia


268 rEREG!1.IN"ACIO~

g;¡ los lúnes muchedumbre de jcntes que traen al


mercado copiosa variedad de frulos i las manu-
facturas nacionales dc algotlon, lana i fique, con las
cuales se abrigan i engalanan nuestros campesinos
sin necesitar de las estranjeras, i aun desdcñánc1o -
las por su poca c1uracion. El cuadro que se pre-
senta difierc poco de los análogos cn bs otras pro-
vincias andinas: los mismos indios dc foruJas re-
chonchas, color cobrizo i fisonumÍa wcarrona OC
suyo i humildc cuanelo saben que los miran, lo~
mestizos atléticos i los blancos de tez despejada J
f~lccjoncs tan cspaíiolas que paTI'Ct'n rceien traS-
plantados de Andalucía o Castilla; tipos de pO-
blacion que, con lpves desinencias, se hallnn repeti-
dos en Vélez, Tunja i Tundama, i hasta cierto
punto en Pamplona. Las úllicns peculiaridadeS
que en Santa Rom encontré fueron los sombreroS
colosales de 13na (fieltro endurecido) con que loS
c:l1npcsinos oprimen sus cabe'zas, llevando en J:I
copa un almacen ele tabacos, paíiuelos ¡otras ztl-
randajas de uso personal; i los burros en sen ido
activo cargando vÍ "cres al mercado i viaj:mclo eJl
reClItIS, de lo cua 1 están esentos en la~ otras provin-
cias, donde los hueyc~ sufren el peso de lo~quc ha-
ecres como bestias de t'njalma i carga, i los asno;
se cstán quietos refocilándose en los potreros . j\sJ
es que hahituado el Cj'le ha d:lllo la vuclta por
lez i pI Socorro a 110 ver en los comillos ni luga-
"é-
res públicos los pacientes i siempre apaleados bn-
ITOS, los saluda risueño cuando los encuentra de
repente en Santa llosa i Sogamoso, lIe"ando S~l
carga cahizb¡¡jos i tomúndose de propia autol'l'
dad lo mejor del camino i las aceras de las c:¡I]c5,
conforme lo han por costumbre i malicia en tod¡lS
partes.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA . 269
lIai en esta ciudaJ nn eolejio particular, fun-
dado i Jirijido por el Dr . Jnan N. Solano i su hel'-
lllano, jóyenes de ilustracion i modestia, que han
consarrrado sus dias a la enseñanza, con l11a~ pa-
ttiolis~no que lucro pecuniario. Cuenta el e~ta­
~lecil11iento c(~rto l?ÚmerO de alu11ln~s internos,
.ase de S\l eXIstencIa, los cuales recIben educa-
c~on cristinna e instruccion en varios ramos de filo-
¡la i lilcratlll'a, en idiomas "ivos i matemáticas,
~rocllrándnselcs al1l1isI110 .tiempo la snlu(~ i ~u.en
..eSarrollo eld cuerpo, mediante algunos eJercIcIOs
J1tnl1á3lieos; ramo enteramente descuidado entre
~OSolro~, de donde resulta que salen ele lo' eole-
Jlo s jóvenes aptO'i para los quehaceres s,'dentarios,
I)~r() ineapa~c,¡ de soportar las fatiga; físicas, o
1~l¡Il~Hlo. desde lc:lll prano por el jérll1cn de las en-
i~tlllcdad es quc abrevian los djas alas hombres de
Jurete. Desatender la educacion del cuerpo en
fJUís cs como estos dc vivir inquieto es un error
~11.~ i:npcrclonable como el de cnseñ~r lalín i mc-
~1[¡~I(; ·t en los eo!cjios de provincias mineras i ma-
,Uf1cturcras, segun clc~graciadamente acont ce pa-
~.l jlel'pduacioll de nuestra ignorancia i atraso
ll¡dU~trialcs .
L~ al"rólita de que Boussingault i Rivero hacen
Itncl IClon
.
en una de sus 1Icmonas .
re latlvas
' a C0-
~Olllhia, se conserva todavíaen Santa-Rosn, puesta
r11 Un rincon del palio dc la casa ocupada por la
~Illitia elel sellor ¡':;olano, donde la vimos . lIallá-
rOnla el año de 1810 sobre la colina de Tocavita,
:~ las cercanías de la ciudad : es enteramente mc-
k~l~ca, compuesta de hier ro i níkel, pesando 700
)~Io;;ramos (15 qq .• gr."), i fué comprada para el
; . llSeo nacional; pero las di ficu ltndes del traspor-
e In. tienen rclegnda j menospreciada, habiendu

®Biblioteca Nacional de Colombia


2iO PEREGRINACION

sen'ido mucho tiempo de ayllnque en una 11Crrería.


JJien hubiéramos querido haber enviado all\rns co
esta hermosa joya quc le pertenece por muchos
títulos j mas, el tiempo, el dinero j el nroyo nece-
:;arios nos f!lltaban, como faltó a~í mismo herrero
para cortar un pedazo quc pudiéramos llevar de
muestra, ya que l'] oJ'ijina] ha dc perderse ~n e101-
vido, o cn la fundicion de algun codicioso que se
ria de las ciencias i de los muscos. lIai rar.on cs ,
que luego ~c verón, para creer que la colina dí; To-
cavita estuvo sumerjida en el gran lago ele Sog~­
maso, hasta cien años ántcs de la conquista, prÓXI-
mamente. Compóllese ele arcillas i arenas re·... esti-
das de cantos rodados i pcqueílos fragmentos d~
cuarzo empañado, formando un suelo resistente J
firme, sobre el cual, i en pnrte descubierta, t'sfab tl
la acrólitaj cuya situacíoll autoriza para inferir que
la caida de esta masa metálica dd1ió verificarse dU-
rante el siglo XV, o en el primer tercio del siguicn-
te; porque si hubiera úclo ántcs, se hnbria encO Il -
trado sumerjida en el sedimento lacustre que con S'
tituye todos aquellos terrenos, i si hubiera sido
despucs, los cronistas de la conquista no habría ll
pasado en silemio un acontecimiento tan ruidoSO
como el velozísiltlO descenso de I1n cuerpo qlJe
necesariamente vendria tronando, encendillo i rCs-
plandeciente.
Escasas dos leguas al poniente de Santa RoSII,
queda Duitama, teatro de importantes sucesos,
que dentro de las cnllcs del pueblo i en los lllr e-
dedores tuvieron lugar cuando la conquista i cuaP'
do la independencia de C&tos l,aíse~.
Conía el mes de ¡¡gosto de 1537, j el Cnpi t81\
Juan de San Martin, que con ao hom br<.'s, por ór-
den de Quesada, habia marchado de Somondoco :1

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DE ALPlJA. 271
reconocer unos llano cstenditlos que vieron al
S-E, se encontraba en Iza reparúndose de los
qtlebr:mtos de esta desastrosa spedieion, cuando
7le presentó un indio anciano, de buena presen-
CIa, cnsnncrrentarla la caUlislta, a ('anRa d" llevar
e b .
~rti\tla la mano izquierda i las o l'C'P S, que se ma-
1l1-C'stahan pendi('nt('~ del cabello . Puesto delante
u~l. Capitnll, con voz tr6111uJa por el dolor, la de-
UI]¡dad j el enojo, lc significó hallarse en aquel
estado por la crueldad de Tundama, Uzaquc so -
berano de Duilama, quien sahiendo la entrada i
Proezas de los estralljcros en la tierra de los Chib-
chas , reunió sus curacas o llotables para con\'('nir
~Il lo que ckhieran hacer, j siendo ~te nnciano el
Ilnieo que le ncollsejó la par. obtenida por re'galos
O tributos, airaelo lo lJlutiló con sus propins ma-
~()s, i ""e, le dijo, ve a los Ochíes de pnrte mja, i
1: (liles, que de t'sta calidad son los tributos que
II yo pago a cstrnnjcros, i que lo mismo que hago

le Cll ti por cobnrcle, prcvt'ngo hacer en ellos cuando


II !h'guen a mis tierras, i que me pes::mí lo dilaten,

1\ 1 parn que no lo hagan, tú les ~(,l'vil'á8 de¡:(t1ía . " *


. l. mismo tiempo que San Mnrtin recibía esta
I¡rlmer noticia elel pr.ís de los Duitamas, reeibia
QUesada en Baganiquc (Viracachá), cerca de Cié-
~aga, la de la existencia del populoso reino de
t'~lnsahúa, hoi Tunja, dada por otro indio resen-
1 o. A San 1\f artín lo engañaron los guias, i des-
¡lhlles ue ll1ucho~ roucos lo lle"aron a Toca Sin-
e . C'" ,
aque 1 ICnaga, temerosos de que los Oehíes
PUsieran los pi6s en el valle sagrado de lraca, i
~tofallara1\ el santuario de Sngamuxi: Quesada,
eon mejor fortuna, penetró hasta la Corte del Za-
'lIle Quimuincllatecha, el 19 de agosto, i el 20 lo
• 1'IEDRAIl1TA, Conquista de la Nueva Granada.

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272 PEREGRIN ACION

apri~iolló i saqueó ... Reunido San ~fartin a Qu:-


sad~, le habló de Tundama i su mensaje, notICia
cOllfirmada por el traidor que Yendió al Zaque,
añ~\dicndo la que ningun indio se habia atrevido a
dar torlada, i rra la de la existencia de Sug a:
muxi, U zaque de 1raea, Pontífice de lo~ ChibchaS, 1
guardador clü los archivos i -::m<1ales del templo
máximo; de qUl' resultó la marcha de todos i en-
tr:Hla cn el t¡;rrilorio (le Tundama, (luien les man-
dó un corto IJn.:s, nte, rogándoles que se dduvicr:: l1
en tanto que l·l en persona les reunia i llcvab ll
oeho carf.('lS de nro. 11 id6ron 10 así los españoles,
i mi6ntras tanto el astuto indio sacó i escondió las
joyas e ídolos dc los adoratorios, apareciendo en
seguida COIl jentc bien armada, j con"Vidando a loS
Ochícs a que fueran a 1'eC1 bir el oro ~o lHe sus ca-
bezaH, porque a ménos costa no poc1l'ian ganarlo.
Corridos ue la burla, lo atacaron hasta entrarse en
Dnitama, pero salieron de la ciudad sin fruto al-
guno, i lllal tratados de las piedras i fllChilS, end~­
rezando para Traca. Al regreso de aq udla espcd 1;
cion, pasaron por Paipa, i el TUlldama lc~ mando
un llensnjero, advirtiéndoles qnc allá iba a bUS-
carlos, como en efecto ~c nparrciú con lltl\\\cro,n
jellte de ~u('rrn, TlIuí engalanad" ele ¡Hotos i coronAS
de oro, di"linguiéndo,e lit,,. 1lH'dio de hallc!('raS J(~
tercios de Onzagn, Serinz:J, Sátiva, Susa, Son tll ,
• Doscientos ochelll!l i dos aJio~ despues dia por di~,
Bolíl'ar i Sal\t~nder derrotaban a los espllliolcs ~l I!! de agostO
tre" leguas al S. de Tunja, i el 20, ul'rbionado el J de caste-
llano i saqueado su campo, se djrijian las hucslts libt·!t.1<¡O-
ras a Tunja, ciudad al' hidalgo" dcsccnclicntes de Enc ow
menderos, llevando en el penSlllliellto la manumisioll de lo'
e~cbvos i la cllllncipacioll de los restos degradado, de In n~:
11011 .Chibcha CJ.uc no comprendia ni aun comprende Sll 1
denclOn.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALrUA. 273
Chitagoto i otros curacas súbditos del zaque al-
tanero . El encuentro tUYO lugar en la llanura de
Bonza , i la victoria quedó por los españoles, retirún-
do se Tunduma con su ejl:rcito, mas amedrentado
par los caballos i arcabuzes, que realmente derro_
t~do. Quesada e.tuvo a punto de perder allí la
VIda derribado del caballo a macanazos, con lo
quc determinaron no el tenerse cn esta conquista
JlOr entónces, i sioruicron en demanda de Nl'Í\'a,
el 'pues de haber nselltado pnzt's con Tundalll:J.
POr interccsion del zaque de Paipa.
Finalmente, repartidos elcspue. en divcr os fen.
do Jos indios d Iraca i Duita1lla, tocaron esto~
con ~ujenero. o Jt>fe al Capitnn Baltasar ~Ialdona­
do, en calidad de siervo, trihntarios . .:\farchó .:\Ial-
clollado en l;¡ 10 a sujetarlos, i C:01110 por en a~ o
h~eho, al pa ar arrasó i , aqul'ó las poblacionc. de
Ir ca ( o"amo 'o ) dirijiéndose lu ego a Bouza,
~ol.de lo e reraba Tundama fortificado en una
~~la rod ada ele pantanos. A traicion lo vencieron,
1 en otros combates fucra de lo~ pantanos a aha-
rOn de postrarlo de tal llloclo que hubo de pedir 1.1
~laz: Otorgó~l!la :'IIahlon,ldo i le illlPll'O tributo
¡¡rbltrario, que la codIcia del ruin Encomcnd ro
nUll1cntaba hin tao a, dificultando mas i ma el
~~~'o. Heconvinicndo una vcz a TUlldama, Tl'SpOn-
dIO Con de abrimiento, i ménos sufrido JIaldona-
O de 10 que debiera, le dió en la cabeza con el
lllartil10 con que estaba machacando las joyas de
Ilro tributadas, i lo lllató vil i alcvosamcntl, IlIl .
el noble indio no (: peraba semejante agrc ion t _
tando tn la casa del espaiiol b~j() el guro d ~.
p'n z ,. i el gollle 10 tomó dc prevenido . .. A U '0 -
" h nno i uce or, que l'u tcriormcnte recibi ó I
bautismo de man o del Obi po D. Frai .lU:. IJ <.le
18

®Biblioteca Nacional de Colombia


274 PEREGRINACION

"los Barrios, le cupo un fin 110 ménos tníji.c~.


"Aprcmiado con tormentos por el cruel i honJlCl~
"da Oidor ::\Icsa, a fin de que le contribuyera con
"crecidas cantidades de 01'0, i hallándole in co n-
"trastable, 10 hizo pasear desnudo i maniatado
"como un malhechor por las callcs de DujtaJll~'
"No sobrevivió el sensible cacique a esta afrcn t3 :
" vllcl to a la prisioll se suicidó, ahorcándose de
"una dc las vigas de la cárcel.'·;¡;
Duitama decayó mucho de su l)rimitiva grande-
za, oprimida i despoblada por el bárbaro réjimen de
la Encomiendas. De diez años a esta parte ha co-
mellzudo a mejorar en casas de teja, ónlcTl materi[\]
i asco, resultados de la mayor civilidad de las ja n-
tes, j la riqueza i pohlacion tam bicn mayores-Bon-
za, lugar de recuerdos históricos, queda llIénos de
una legua al S, no ya en tierra cubierta por 1:IS
aguas, ni panlanos:\ como ell tiempo del Tllndal11 a ,
sino elljuta i de lubor, esecpto en la del'rcioll cen~
tral de la llanura, qlle aun eonselTa los juncoS 1
plantas acuáticas i hace laguna durante las grnll'
des lluvias, Por la planicie al Occidente se Jlcg¡l
n. Paipa, orillando clrio de su nOlll hru con 2llrg l105
de eseelente camino que ah':lvie~a eallll'iñas ::unc-
nas, huertas en que se producen eti<]uisitas man-
zanas, ciruelas, duraznos,membrjllo~ i otras frut~S
mui regaladas, i pasando por entre rebaños luZ¡-
dos de ovejas cargadas de la fina lana que tribut~[1
a los telares nacionales. Alllcgal' a Ilaipa tu"¡-
mas la fortuna de ser alojados en casa de los s~'
ñores Prieto, caballeros de distinguida cortesan~:l
que, penetrados de lo importante del servicio pu-
blico que llevábamos a nuestro cargo, se apre'
sumrOl1 a suministrarnos datos, proporcionarnOs
.TOAQUI:N ACOSTA, Compendio histórico.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIl.\ ,

eab algac1un. i acompañrm:os en las e cur iones


POr los alrededores co la bon l \d i c l j 'I1CJ'OSO
clnpeño de patriota iIu 'trac1o , linaje bicn ~ caso
en la provincia que recorriamos.

l>uipn cs cIpo trcr pueblo d 1 c:mton Santa-Ro-


a (lor In h lI\(la delO~cidcntc, --itull(lo en ) punto
de el ' las planicies lacu~trc~ de 'l'uujll i TUIl-
¡¡lliOIl
da1ua, orill del rio que rcpr enta el erlnal de
de ~giic ele ('stos bgos antiguo i l( m,1 anto' nom-
bre como lngarcd ric"il, ql1 dún lo e al fin ron lo
~ (;hicalllOchn i Sogallloso, \SCllt do en campi-
Ita nh i 1"1 lB, pní de 15° e 'ntr 'rados dc tempera-
tUra media, por hallarse a :1, lüO 111 'tros de altura
8r¡lll'e el ni\'el del mar, goza de la el licia ele una
Prilllavcra continua, como todo. Jos puehlos de
a(luel!ns phnicies andina" i en h dispo icion i
~l\,CIlO colol':s ele lo~ l~abit'lnt . demuestra la salu-
n(};¡<t d l chilla, eOllfofmc se Jllfi"re elo lo Ilumc-
t? o de h pohlJeioll, la IJ'lr,ttllt/\ ell' la uhs¡"tell-
Cl~ j b llt'fleio "incnlado cn este suelo americano,
d H(le el h llihre jamas bC sufr , ni se eOlloce sino
e~ lJ01' ln r laciol1c quc se 11<) hacen de !as mi 'c-
~a del proletario europeo , l~n las inmec iaciones
e }>,dpn cumenzaron lo movimientos i eseara-
~Uz de 1. tro)', rcpuhlicann~ que en 1810 "i-
l\¡erf)1\ de (lc Cnsanare n huscnr el ejército e pnñol
a~ampado allí mui de antemano: las Illi¡ ,el' s "e-
~¡nn diezmnd,\ por el ri~or de In. marcha al (rayes
~l páramo ele l)hha, dcspl'ovi.tns i cnsi desorga_
~I?ada ; el e~und~ eOllstab'\ de In, fior de los sol-
de do~ espcdicJOnar:os que se, dcclan, vencedor~s
• apoleon, vestlan con lUJO, teman obcrblO

®Biblioteca Nacional de Colombia


276 PEREGRINActoN
armamento i recibian su crecida paga en OfO .de
Bogotá i Popayan: dos hombres e~traordinar10S
eran jefes de los pocos ecntenares oe patriotas que
traian la prctension de redimir la }; lleva Granada:
el uno audaz, impetuoso, inspirado i creyendo e~
su buena cstrella: el otro r~posado, mcditador 1
crc'ycndo en las combinacioncs i golpes de mano
calculados; BOLÍVAR, que buscaba en el suelo
grulladino la centella de la libertad paxa tornar a
cncender su apagado fuego en Venezuela; SM'-
TANllJ::R, quc deseaba saludm- al país nativo, ema n-
cipar!o definitivamente o sucumbir de una veZ,
porquc ya 110 habia otrn espertlllza para los buenOS
americanos: el ejército realisla obeclecia al nrj~
gauirl" Barreiro, militar uc la c~cuela galante 1
prescntlJosa de Riego i Qlliroga, sCYero en la paZ
de las guarnieion'ls, vacilallte cn campaña; unos
i otros, aborreciéndose de toda voluntad: los aOl e'
ricanos a los españoles, porque veian en ellos 105
crueles verdugos dc sus deudos i cOlllpatriotas mas
ilustres, los violadores do promesas i tratados, loS
eoncucionarios escalldalo~os i ladrones públicos;
los realistus a los rcpubli~:'ll1os, ponlue los reputa-
ban como siervos rebeldes que yenian a pertur-
barlos en el goze ele su lucrativa i omnímoda do-
minacion; pero el americano llevaba en sus ba ll -
deras una paJnbra del Evanjclio i defendia la caUs:J.
del progreso de un mundo rntcro; era fuerte por
la fe i la mision, no por el número ni la calidad dc
las armas.
Bonza, Paipa, cl Salitre, vieron renovados loS
rieplos de otro tiempo, los comhates de uno a unO,
de cinco a cinco, de diez a diez, en que el jine~e
llanero salia siempre victorioso i provisto de di-
nero, vestidos i armamento con los despojos de

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DE A LJ>JIA. 27i
~u adversario. El 7 de agosto, dia providencial,
3e acercaba: Boyacá estaba allí esperando los
gritos del victorioso i las maldiciones (lel vencido.
En el Pantano-de-V árrras fué el preludio de la
gran batalla, cabicndo (~ leal Rondon la gloria de
esta jornada. Sirrllióse la de Boyaeá ....... " i el
Lihertador hubi~ra sucumbido en Boyaeá, la in-
~epcndcncia de la Nueva Granaua se habria hecho
Irnposiblc por elltónccs, la de Venczuela no se ha-
bria verificado, l1i hu biera visto el Perú arrojados
SUs dominadores por hs hueste, colombianas: esa
h~tana, pues, fué la que clió vida a cinco Repú-
?hcas i cOll~i. tencia a bs ele Chile, Buenos-Aires
I Centro-América, porque el triunfo de Boyaeá
preparó el de Carahoho, este Jos de Piehineha i
Ayacueho i todos ellos vigorizaron la causa repu-
blicana en lIr-América."
Tantos recuerdos agrupados produ~ian en mi
cabeza un cúmulo de reflexiones siempre renova-
das, i me hacian pisar con cierta v"ncracion el
teatro de suce os en que no Re di~puso del interes
de Reyes o de ciudades, sino directamente del por-
\'enir de la mitad del mundo, e indirectamente de
la SUerte futnra de ámbos hemisferios, puesto que
se trataba del triunfo de 10. democracia, única doc-
trina univers:1.l i faro de salud que para todos los
PUeblos debi1. encen(lcr en América.
Rehechos los repnblical1o~ con los ausilios je-
lIeros05 de B -len i Rerinza i con los voluntarios
que de toda~ partes les acudian, idearon aprove-
charse de las indecisiones de Barreiro, i marcharon
aCeleradamente sobre Tunja. Al efecto pasaron
el rio Paipa frente a non~a, e intern:índose en el
reCodo que forma la planicie donde llaman Pan.
tano_de_ V árgas, determinaron sal val' los celf ,5 del

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278 PEREGRINA ION

O. i caer sohrc Tula, ocultos ]lor otros cerros ~l~­


yo res que les clOllOrahtlll a mano uc!'eeha, dIVI-
diéndoloS" del ~Illitre i Paipa oCllpauos por 10 9
realistas; pero estos, que no se dl.:scuidahan, co-
lumhraron en las alturas una descuhierta del pe-
'luello ejército patriota, i comprendiendo lo que
sucedia, se rncl\'ieron con yclollidad i lograrl'lD cu-
1nir a Tut,. J~ra el I)antano-de- Y.í.rgas una ense-
nada del un iguo lago de Duitama, que en 1819
se cOllservab; todavía ccnngosa, fl.Co~tálldo<e las
aguas dormidas contr,llos cerros que amurallan a
lo largo la enselH,c1a por el N, j 110 d"j:tndo en seca
sino las fal<las de otros ccrros front -rizos que for-
man la barrera d,1 S; de manera que el espacio
transitable qur daba estrecho, ceñido en lo bajo
por varias colinas i una cerca de piedras que mar-
caba el1íl1litc ue la tierra firme, i dominado por lo-
mas que e levantan en I'scalollcs d 'rechos, pcd re -
grosos j sin mOllle. ~rarchi\]¡an lo. republicnnOs
ácia el O. ¡'lltlcando ln~ 10maH i al ahrigo de ln s
últimas colinas por 10 lilas llano d 1 camino, cuan-
do sohrevinieronlos cspniíolcs cn dil'ccl:ion opuesta,
coronando 1, illf;11Itería, romo UIl torrente, la crcst~
de las lomas ¡ cchuliClo b cahnllcría por la ori1~tI
del pantano, <on cuyos movimientos se prometJ:I
Barrciro el1 \'01 \'Cr n sus enellligos j aniquilarlos 1.'/1
la cstl'eelmra dC') Í11~rnlo cmn] o; j así aconteció,
pues la infantería patrint.\ se ,ió cIJjida en un ca-
l1ejon,recibicndo de anilla sobre su f1;mco izquierda
una lluvia mortífera de balas, i oyrndo por el flan-
co derecho los clat·jncs <1" la ""hallcría cspuñ o1n
que tocaban n la carga. Desde una eminencia que
nos mostró el Sr. La-Hola, guia nuestro j testigo
del supremo conflicto, presenciaba el Libertador
Bolívar aquel desastrc i la ruina de la santa causa,

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DE ALl'1l • 2iO
" amos

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2 O PEREGRI~ACrO:>
corri'> con 10 suyos a cubrir la capital por el L'

ue aquella ciudad, dirijiéndose a Boyaeá, donue la


ju~ticia (le Dios esperaba a los sostenedores de la
tiranía para quitarles con un soplo ue ~ohre la haZ
de esta tierra.
Tal rué la fuucion de armas del Pantano-de-Y:ír-
eras, en la cual los patriotas adquirieron tanta sa-
perior dad moral eunnto fué grande la impresio n
de terror que en el ánimo de los realistas dejaroIl
la., la!lll:\S cnsanarcñas i la serena intrepidez del
heróico Rondon.
Do< lerdo'! ele legua al S. de Pnipa queda la
hacienda del o~litre, fundada por un español rum-
boso que en la fábrica de la casa imitó los clauS-
tros i arqueríasclc los conventos, complotando es tll
semejall7.a con una ca pill¡:, espaciosa edificada fren-
te a la casa de halJitaeion, i encerrán(lolo todo
dentro de altas tapias. Yace aqucllo aban!lonac1 o
i solitario: la yerba crece librcmente en los patioS
j corrcdorcs: el vienlo sucn:lcn los claustros col11 0
un murmullo de VOllCS comprimidns, i la hoja de
una ventana que batia contra el marco i hacia re-
tumhar las cerradas sulas, completaba la impresi ol1
de desal'rparo producida por aquclla casa, centrO
quizas de festines ruidosos, reeien levantada, hoS-
pital luego dc herülos, ocupado por las tropas de
B:llT¡oiro, j finalmente mansion del silencio i de loS
alimllñn~ que huyell dcl hombre. "El Salitre" se
nom bra <:ste lugar por el hirviente laboratorio na-
tural de sulfato dc sosa (sal de OIaubero) ql~e
pOl'cspacio de mas de una legua se estiencle a oW
llas de un riachuelo tributario del Paipa, i parece
esconderse debajo de los ccrros arcillosos i cali~oS
ele las inmediaciones. Brotan a flor de tierra ¡n-
numerables manantiales de agua cuya temperatura

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DE ALPIIA. 2 1
llega a 700 centígraLlos, exhalando un fuerte olor
de azufre entre remolinos de vapor de agua, que
conrlensados prontamente por el frio del aire (16°)
dejan donde quiera eflorescencias cOpiOS'lS, al paso
cIUe las aO'uas depositan la sal en montone de
1>.olvo i en agnjas concrecionadas CO!l una prof~­
slon inagotable. El suelo ardoroso. 1 como calCI-
narlo está cubierto de arena blanca 1 fina que pro-
viene de las fuentes, las cuales varian frecuente-
I1ICllle de lugar, cual si la costra de la tierra fuese
In. tapa de ulla caldera inmensa con respiraderos
1>01' todas partes, hasta en el lecho del riachuelo i
debajo de sus aguas con'jentes. Presenciamos la
desapal'icion de Ullas fuentes qlle cesaban de ma-
llar, i la aparie'ion de otras, anullciiindose por su-
blevar el suelo en un punto, humedecerlo, arrojar
~l casquete de tierra, brotar arena blanca mui fina
1 cada vez mas empapada, i por último salir los
borbollolle de agua mui caliente en la primera
cl11ision, que e levanta i corre por encima de las
"'?rclol:lgas sin marchitarlas. En los cerros inme-
d1atOg no e ven eyccciones volcánicas de ninguna
especie, aunque los hervideros pun'zcall npéll{liee
de la cadcn~ de colinas peladns que se desarrolla
de N. a S. i ~e enlnzu con el macizo de la serranía
(ue corre levantándose al S-E. hasta formar los
~elados páramos dc Tibaná i Las-Cruzcs, enfrente
I () los CU¡tl~, al E. i cerca de Issa, encontramos
echos a pwdra póme~ al rededor de fuentes sul-
forosas i ft'l'fujinosas calientes. La ~I\l de GlanlH'ro
es uno de los artículos del comercio activo de Pai-
})n., vendiéndola por cargas j a Ínfimo precio den-
tro i fuera ele la provincia: por supuesto que el
desperdicio de ella e8 cuantioso i el modo de 1'e-
COjerla no puede ser peor. La riqueza de esta mi.

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282 I'EREGRIN.\CIO~

na, como de las adyacentes de cal'bon, azufre j


hierro nativo , esperan tod:\Yía el aprecio i apro \·e-
eLamiell lo de la ind LIS tria calculadora i eienl ífica
que 110S traerán las edades venideras con la mayor
poblaeion i ereeidas necesidades.
Del Salitre tomamos para el S-E. por encima
de los cerros, a salir sobre el alto de Tiha~osa, des-
de 01 cual vimos a mlestros piés la hermosa plani-
cie de Sogamoso, cargada de prados i mieses, de-
sarrollada i tendida COIllO 'lila rica alfombra cuyoS
diversos matizes se dl'svnnecian en los recodos de
la estremitlad oricutal. Era la mañana, i el sol res -
plandeciente hañab:l con su luz la campiña, ester.-
djendo al pié de los sauces su moviente 6ombru,
e iluminando las torres i ca::;as de Tibasosa i l ' obsa,
pl1Cstas a uno i otnl lado de la plal1idc, COIllO si
defendieran las avenida, del antiguo santuario d~
Iraea. A 10 largo del vcrde llano corrc manso ¡.
tortuuso el río de Paipa marcado <,n .... arios repJi~­
gILes ]Jor el vivo refleju del sol hasta lo último del
paifiaj<', donde se le mira lorCL'r i oCll11arse al N-E ·
pnra 'I'ól'ngn con elnomhre de Sogallloso . Nume-
rosos grupos de reses Illayorcs i 111t'llores animall
los prados, i ele vez ell cuando se levantan Jn S
capas de casupo, las ~ClllL'nteras i las nrbo!c(b.
frutales, ora en lo llano, ora recostad, s a la .. rcdon-
dnll coJinns del circuito, clmHlo a lodo nqucllo el
aire tranquilizaüoI de un:l comarca polllatla, abuw
u:1nte ¡hospitalaria . ])os lcg\ws :illcl¡n imos por
esta llanura, bella sohre cualquítr cllcarecimiento,
i al rodear un montecillo ai lado ntramos Cll I~S
uyenidas de s:\Uccs (l11C conducell a la villa de Bo-
gamoso .
J~a ciudad sagrada de Irnea, patrimonio del U za-
que Sugamuxi, que era lamoien 1-i1l1110 Sacerdote

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIlA.

de los hibehn~, ellc:Hg~clo del famo o templo all í


fundado por el Leji lmlor ~lIHllletcba, se h~llaba
Un poca mn al • -J:. de la dI! actll,lI de Soga-
llloso, en un p qucíio ,'alle ceiíido de l' no i enl-
bracIo pol'arholedas imHric'ls. De pU' d I aqu o
de 11 unsahún e dirijió Qu ada con \Cinte caba-
llos i lo mejores infan s de !raea. S li 'ronle al
encuentro las Iropas el>. 'up-:llnu i, c. pCl'líndolo en
e~ dC&c:l1l1p do de !.lllanura' )', nele, donrle acome-
tido por Jo., cahallos rueDn de !teeh . Ir , ycze
los esclladrones de indios, quc u 01 I hrado i llenos
de terror huv ron lo llIont vecino ,ab I donan-
do la ci d,1;1 i el t I pl0 . 1 ,1 prim ra ac!lron
loa esp. ¡jol s grnn lima elo oro, II gando a eua-
r uta mil ca 1 \Imo el \ alar el J plmchns :lrrnn-
ea(1 .. d nlo In f: ehada d J a c¡ 1 oeupalJ.
Sugamllxi . Bien ,'eian lo couio~o in\a 01' el
brillo de IOR plato9 i lunas de oro con que r plnn-
d cía lo e I ri r elel tCIlI lo, eiticio .ii~nntrsco us-
tentado por pilar dE.' mad ra corpul nlo j 11 ro
el tlia se I n ',Ihó nfln:1l1o (11 wbar I ,iuund, i
~cardaroll dj~ rir Jlnr el sol i ui, lile l nqu o (lo
o dcmas, :lenl pando cerca (1 l t , ¡tlo, EII el si-
I licio el 1 lIoehc sonaban la .. luna de oro, <lando
gOlpes njiluc1 s por J vi nto, i aqucl ruido ele \'cló
a Iigu l Sáncll ~ i .Juan Roclrí!!1lcz l'aml, I 0-
11 8 "lIJg 1'0 ¡TU 1,1>, i lilas que todo e tr' ;l\nri Il-
tos, quien s no Jludiendo refrenol' 11 impaci licia
• fu ro~ f'urth'am nte al t mplo, 1'0101 ieran }I
Pnertns J con un haz de ¡mj clweJldic!o CUIIlCllza-
r~n a r parar gran cOllia de riqu z. i primor s
d,SpUE'. tos por las pared ~ i lecho, i do~ filn de
~omia lujosamente atavío (,as; d qu deslul11-
taclo~ pu ieron el hachan ('n el cst rado ~u lo i
CI}¡Pczaron a derribar joyns con tal an~ia, que no

®Biblioteca Nacional de Colombia


284. PEREGRINACION

echaron de vei" que arc1ian las esteras hasta que,


prendiendo en lag paredes cubiertas de telas finas,
se levantó un torbellino de llamas tan furioso, qu~
hubieron ue salir apresurados i con las manoS caSI
vacía. "Xingun volean se mostró mas ardiente
" en el arrebatado curso de sus llama~ que este
" edificiu avivado de los soplos del viento, siendo
« lastiuloSO c~pectác\llo de aquellos tiempos, eo n-
" sidcrada la majestad de su fábrica, la grandez~
" de sus tesoros i la curiosidad de sus arrcos j j SI
" a los ojos de los bárbaros fué objeto de lágrimas
" por el \'iolcnto d('stl'OZO de lo n¡¡¡s sagrado que
" "cner:than, no fué 1l1énos lastimoso a los csp~­
" ñoles por la~ espcrnnzns que entre las ruinas dcl
" fracaso dcjtLron sepultadas," * I .. a séric de Su-
mos Sacerdotes, desde el sucesor dc Bochica, con-
servada en las momias, los anales dc la nacio Jl
Chibcha, las crónicas de su civilizacion, lo mas
hien labrarlo dc sus manufactura" en muebles, te-
las i metales preciosos, todo pereció reducido 11
pavl zas: el breve espacio de una noche i la eRtóJi-
da brutalidad de los soldados fueron suficienteS
para aniquilar la obra de muchas jeneraciones i 511'
mcrjir en la oscuridad -la historia primitiva de uJl
pueblo interesante bajo muchos respectos, CinCO
años i medio despues lI~rnan Pérez de Ques adll
c1nba lIluerte violentn ialevosa al último Zaque tic
IIm:sahÍla (Tunja) i a todos los U zaques i Capita-
nes viejos congregados en Tunja con motivo del
mntrimonio de su desventurado Señor, matando Cl1
ellos de una vez Jos recuerdos i tradiciones qUe
hahrian podido suplir en parte la pérdida dc loS
archivos de haca; tanto así eran bárbaros i [e rO -
ze~ los que se decían enviados por un Rei cristiano
para civilizar estas rejioncs !
.. PIT.DRAIlITA, Conquista de la Nueva Granalla,

®Biblioteca Nacional de Colombia


PE ALPllA. 285
A.un quedan indios puros en Sogamoso; pero
es inútil preguntarles nada. relativo a la conquista;
la esclavitud los deO'radó basta. el punto de perder
la Ulemoria de sí n~smos. Nadie supo indicarme
con s guridlld ellugal' que ocupó el templo afama-
do. Por conjeturas creen algunos que sea un solar
g,rande, notable por dos eruillencias que hace la
~lel'ra en los cstrcmos, del cual han solido sacar
JOYuelas i figuritas de oro. El solar es propiedad
de Una familia de indios a título de resguardo, i
cUando 10 visité se hallaba sembrado de cebada,
CUyas espigas ofu~caban el miserahle rancho en
qUe se albergan los últimos Iraeas envilecidos, ig-
norando <lne reposan quizas sobre las cenizas de
SUs sacerdote~, ele sus lejis.l1tdores i de sus an ti-
guas dioses.

XXIII
La villa tle Sogamoso es el centro ne un cantan
~ue en 121lcguas cuadradas de territorio, sustenta
3
Ü ,{OO hahitantes agricultores i manufüctureros,

rara lo cual tienen singuln.r disposicion. La tierra


¡es produc' diez calidades de frutos 'propios para
Os cambios de la feria. semanal, ademas de la mu-
ch euu1l1 bre de artículos menores adecuados al COll-
sUmo inmediato, i que por razon de su naturaleza
Paco durable no se introducen al comercio: las
tnanufacturas surten los mercados con loza vidria-
da, JU
. b on, pIe
' 1es curtidas lienzos bavetas, ruanas,
8 b ,. J
o recamas, tohallas, pellones de cerda, sombre-
:os de ramo i lana, zapatos, alpargatas, zamarras,
1 algunos productos de herrería: :finalmente, la
ganadería se encarga. de engordar las reses impor-
tallas de easanare, i ofrece a los tejedores el abun-

®Biblioteca Nacional de Colombia


286 PEREGRINACION

uante vdlon de las ovejas, parte de las cuales SOIl


merinas . E~te solo canton sostiene con su indus~
tria interior un comercio activo con las provincias
de Casannre, V éJez, Socorro, Tunja, Soto, PalIl-
pIona, Santander, Bogotá i las dell\Iagdalena, nO
obstante que lo fragoso de los cnminos duplica las
distancias i acrecienta las dificultades i gastos ele
trasporle; así como loimpcrfecto de las máquinas,
si máquinas pueden llamar.e unos aparatos suma-
mente toscos, les hace consumir 011 In fabricacion
de los artl'faetos diez vczes mas tiempo del que
emplearían si una lIlallO patriótica i protectora les
diese inslrumentos que les facilitaran la prepara'
cion de las primcras matcrias siquiera, ramo dd
trabnjo cn que estos pueblos permanecen tan atrn-
sados como no os fácil crl'erlo, sin merccer u!1~
sola mirada de las Cámaras provinciales ni de aU-
toridad al('ul1a, ya que la muí cscasa ilustraciail
de los moradores los pone todavía bajo la tutel~
de los gobernantes locaJc~. La \"illa es alegre 1
abierta, si bien sc compone en su mayor parte d.
humildes casas el c paja, contrastando COIl las de
teja modernamente fabricadas cn tomo de la plaZ~
principal. lIai una iglesia pcqucfia, deteriorada J
no limpia, poblada de figurones ridículos, entre
los cuales sc llevan la palma un San Isidro cuyo
talnnte anuncia que el santo padeció una gr(lYl'
e incurable cnfcrmednu incompatible con las tO-
reas d0 la agricultura, i un San Agatoll, del color,
hechura i fisonomía de los indios puro~, vestida
como para decir misa i encaramado en un J¡jcho
sin título ni credenciales para ello, pues jamas hO-
bo tal santo Chibcha. Bueno es que cl culto ultr a-
romano, contemporizador i acomodaticio aun a
costa de la verdad, haya encontrado snutos hnst~

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA. 28i
en la raza etiópi :1, sin embargo de que los teó-
logoS dicen que es la descendencia maldita del mal-
decido Caín, canonizándolos en aquellos tiempos
bonancibles en que la libre crítica no existia; pero
qUe ahora nos vengan asomando un santo de con-
t~uha11tlo espresamente fabricado pam s~ca)'les el
dInerillo a los cánuidos inuios de la cordlllcra, no
Pasa, por sensible que sea el haber de renunciar
a la fecunda idea de dotar a nuestros indíjenas con
Un patrono de su jcute i familiG .
Tres leguas al Oriente de Sogamoso i en medio
de cerro cortados por torrentes, país solitario i
u:acste, se levanta un convento edificado por la
PIedad de los antiguos para guardar un cuadro de
la "irjen que pintó el Emperador Cárlos V, segun
Piedrahita, o Felipe Il, como quiere Oviedo, i lo
regaló al pueblo de lIonguí, a causa de haber sido
el primero que se puso como feudo en la Corona
de España. Lo mismo fué llegar el cuadro a su
ueStino, que empezó a obrar 1l1ilarrros i atraer la
Peregrinacion de los fieles, con cuyns limosnas se
~?lnplctarol1 los adornos interiores del templo. La
abriea cs de calicanto curiosamente labrada i re-
partida en tres naves reunidas por una media-
ll.arauja. En la fachada sembró el arquitecto mul-
titud de estatuitas i relieves que 110 carecen de
gUsto i finura, particularmente lacabeza de sera fin
qUe sin e de clave al arco de la puerta, i los es-
cll.dos de armas de Aragon i Castilla esculpidos en
~s dos torres, llc"nndo el primero la inseriJlcion :
~M:PEZOSE ESTE TORIU~O~T-A 11 DE JU-
~IO-DE1699Al\OS, i el segundo' ACABOSE
, TA TORRE-EL A~O DE 17l.3-En lo in-
terior las paredes están totalmente cubiertas por
altares al gusto antiguo, sobrecargados de cuadros

®Biblioteca Nacional de Colombia


288 PEREGRIN' ACION

malos en 10 jeneral i algunos mui regulares, ,en


que se distinguen toques de quien sabia manejar
los pinceles: uno que otro es verdaderamente bue-
no, i lo atribuyen a nuestro Vázquez, sin que por
esto, ni por ,su mérito, se hayan libertado del
mas bárbaro trato i abandono, en términos de
hallarse casi borrados. Pero nada es comparable
al disparate que, desde mui atras, han cometido
con el cuadro de la Vírjen, hermoso retablo en q~~e,
de tamaño natural, están representados el Nm o
Dios, su Santa 'Madre, i detras, e11 media luz bieIl
manejada, San J usé contell1 "Jándolos, formando
los tres un grupo de mucho mérito ~rtístico. pues
han tenido valor de inventar ves/idos para las figu-
ras del lienzo, i coserles encima telas i clavarleS
joyas, encasquetándoles por añadidura sombrerOS
de tres picos, con que la pintura se ha descascara-
do, i el bello cuadro se ha con vertido en una Cosa
parecida a los cartones en que los mcrcadercs po-
nen las muestras de sus jéneros i de las prendas
que venden; hecho que, añadido al de descolglll'
los otros cuadros i sustituirles ramazon i hojarasC!l s
para adornar la iglesia en las fiestas, revela suj)-
cientemente en qué manos han caido aquellas co-
~as, Los mejores lienzos de Yázquez han desap¿l-
recido ya, i concluirán todos, sin que en el MuseO
nacional nos quede una muestra siquiera, para re-
cordar a los venideros lo que pudo el jenio de uJl
compatriota, a quien llamarian el Cúldns de 1a5
bellas artes, si el nom brc de Cáldas no estuviera
santificado por el martirio: la iglesia sufre las con-
secuencias de un abandono completo: el con\~eJltO
anexo, de elegante i sólida construccion, carnina
prestamente a su ruina como el triste conjunto de
ranchos pajizos que s~bsiste al rededor del altivo

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPHA . 2 {)
e~~ficio, anuncia la estincioll de un pueblo que uc-
bl O ser considerable i acomodado.
El preebítero José Manuel l'rieto es el actual
Cura de 1Ionguí, por de~1ll'1lcia ~e su, ~ntece 01',
qUe anda por aquellos sillas roto 1 a pl~" can an-
do compa~ion . AnuIlciámos1e nuestra "l~lta Ul' ,d.
e! día anterior COIl ánimo de hacer una csploraclOll
deteniaa en l~s alrededores, dondc nsegman Cjue
hai bancos de snljema, i contnndo conlahospitalí-
dad del único quc en el pC([lwlío pueblo pOllia (l.ír-
nosla; pero casualmente tuvo el Cura que nu n-
tarse poco dcspues d~ l'l'cibirnuestro nyi,o,i e. SI .1-
lllcnlc las criada nos tomaron por mala jent i
corrian n cerrarnos las entradas, 11 gúndonos ha ta
el agua, i no contestando a nuestros l'U go <lino
Con el ruido de las trancas que arrimaban a llS
Pucrta~, bien que esto tambicn pudo sc]' cn u. li-
dad. En I'csolucion, era mns de I1Jcuio día i e t:í-
bamos sin desnyunnrnos, por 10 cual (le(<;I111'I1:1-
lnos re~rl'sar a Sognmoso; i 111 habriamos hl' -ho 11
i)l,ucl est'¡do de penitencia, a no habemos depanlll J
lOs un vecino que sabiendo lo que pnsaba, nos
ofreció cordialmente algunas In Izorcas de 1\ Íz
COcidas; <;r;L cuanto tcnia, i el l1Iodo de hac(']' d
oh equio,la necesidad que rcmcdiaba, i el C01ltla -
te que formaba la injeuua hospitalithd dc su pobr..!
~a.ncho con los sucesos de la ClIsa cUl'al, no llene 1'0
e, agrad cimiento ácia el buen camp inu, 1
qlllen nos de3pedimos, dejanclo a e cond'da uu -
tt'a ofrenda, en el nicho de un :an \nto io.
VohiL'1Hlo por el camino alto. que llaman,
gOza de un admirable golpe de vista al JlC! C\l'
Ogamoso, Queda esta villa, en primcr t{rm' 10,
: l?s pi(s del espectador, Tihasosa enfrente, 1 T ob-
"1 llolen a la derecha, nentro de un radio de le-
lO

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290 PERECRlN ACION

gua i media, con la llanura, el río j las IagnnitpS


delante ele los ojos, C01110 pudiera estarlo un pliego
de papel sobre una mesa, notálldose claros los
vallados, 105 sauces, los sulcos de las sementeras
i los animales domésticos alrededor de las pró)(~­
nllls casas, en las estancias i huertas: es una ull-
niatura de llanos i cerros, comprendida dentro de
un breve cuadro, con illfinitas bell.7.1I8 dc colorido,
luz, sombras i paisnj('~, de una fn'~eUl'a incompn-
rabIe. Si desde léjos parecen hellas las huert:1~,
ron sus busque de Ílrboles elt' verdor i follaje al-
""rsos en cada cupa, de CI'l"cn eneantnn con la fra-
gancia de sus prin 0l"OS:lS IlQl"e.~ i el profuso lllj(~
de frutas europeas i amerl('flnas, nllí reunidas 1
cultivada, , ('on un saher j c~nll'ro dignos de todo
elojio; tales, por lo lIlénos, son las huertas de loS
señores J. l\I. í Francisco Lasprilh, especialmente
h del segundo, enlr;ílllhos cahnll"'r(J~ n ui allla-
bIes, hospitalarios i (]¡> ll1odalc,; distinguidos, qu C
gravan su recnerdo ('n la nH;1l1urin del tr:mseun tC
que los conozca i trate.
Hablábamos un dia dc la pi eclrrt pintnda de Sa-
hoyií, sus signoti, ori('ntacio!1 itcia la rotura tIc ItI
serranía por donde s;']irrnn im¡ ('tnosas las agua:
que antiguamcnte oCllpah:il1 bs planj('ies de Uun tl'
j Chiquinquirá, i significado l isl úrico de aquel
monumento ll!v:ll1tado el" propú,i o por los o- au
l'íjcncs bien hahrá CillCO ~i(Tl()s; cuando unO de
los SéJíores que se hallahan presentes eselaul~:
"Quién sabe si no ('s lo 11 ismo la piedra de Oll-
mC7.a, que tamhicll tirllo figura. puestas por Jos
inelios, Sf'g'un (licen lns c¡ue h hrl11 visto? "_Estfl
esclamncion rué la )1rimera noticia que tuvimoS de
un hecho a q ne no da ball importancia, pero qUe
para 11Osolr05 era capital, por cuanto confirmaba,

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DE ALPDA . 291
quizas de un macla no esperado, las inducciones
qUe desde Serinza veniamos haciendo respecto del
o:íjen manifiestamente lacustre de aquellas plani-
CIes, i la época i direceioll del desagüe tan útil
para los habitantes de lo alto de los Anues, como
destructor para los de las tierras bajas . Las nive-
laciones tomadas, la inclinaeion de las capas sedi-
l'llentosas i la alteracion de formas en los cerros
intnediatos, nos indicaban la salida de las aguas
Por Tópaga, al N-E. ue Sogamoso; i precisamente
d?s leguas mas allá de los molinos, en la confluen-
cI.a de los rios Sognmoso i Gámeza, situaban la
plcura con figuras, distando 4~ leguas del primero
1 Una legua del segundo ue los respectivos pueblos.
Scndos chascos 110S habiamos llevado ya en otras
partes emprendiendo, fundados en notICias i avisos,
esploraciones perfectamente infructosas j pero como
ese era nuestro oficio por en tónces, i su poniendo un
nUevo chasco, el mal quedaria reducido a caminar
llUeve leguas i ayunar un dia, salimos a la jornada.
lIai descubrimientos singulares por el cúmulo
de pruebas diversas que suelen surjir como a porfia
para sancionar la primcra induccion de! observador,
1 al referirlos creeriamos defr;:,udar a su antor, si
no siguiéramos paso a paso el hilo de sus ideas.
De esta naturaleza cs e1fdc la situacion relativa,
~stcnsion i accidentes fi{¡ales de Jos espléndido
agos ~ne en otro tiempo cubrian ~ran partc de Jo
que hOI !lu.mamos provincias de Tllnja i Tundama;
descubnnuento que reeibió su eonfinnacion última
Can la piedra monumental de Gámczn, i que na.
traré conforme se halla en una obra que indudable_
rente i l~or muchos motivos esci.ta;·á el in,teres de
Os estudIOSOS cuando pase aldom1l110 del publico. *
.1\.. J eografín. física i política de b N u~va Granalla, por
. COI)AZZI. (IllédUa.)

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294 PEREGltTNACION

trigo i los sonoros maizales, i mecen las altas pirá-


mides de los sauces que adornan entrámbas orillas
del tortuoso i apacible Sogamoso. El hombre i los
animales útiles ocupan el suelo desecado i labrado,
i el sol de nuestros dias alumbra paisajes que por
llevar el sello de la industria humana 110 son mé-
110S 11l'l'mosos i sí mas ricos que los que iluminó
en los pasados siglos . "
"1.. a historia del desagüe de este I~go i de las
catástrofes que hubo de causar, e~tá, lJOr decirlo
así, escrita en los cerros vecinos con caracteres
inequivocables . EckLlluo una ojeada a la provin-
cia limítrofe de Tunja, se viene en conocimiento
de que cn ella, como cn la de Tumlama, existia
un sistema de bgos a mayor altura, contenidos
por barreras que en cierta época fucron sucesiva-
mente rompiéndose hasta derramar el último 50-
br~ el de Sogamoso por Paip:l . Cerca de esle pl1e-
bl0 hai un alto relieve llrunado LOl11a- bonito, donde
en 1810 cstu \' 0 acampado el tj ército español que
ucspucs sucumbió en Boyacá : forllJa Ull estribo
chato, casi separado de la serranía, compuesto de
copos horizontales de tierra desprendida de los
cerros veeino~, acarreada por las aguas pluviales i
asentada por alguna corriente jir, toria del lago
en aquel recodo . Sobre esta loma sc l!nCl1entra.
una larga fnja de cantos rodadoR, in cimiento ni
analojía eOIl el resto de la estructura j cantos ev:i-
dClltrmente acarreados i arrojados allí por las agllas
oel lago superior dc Tunja cuando cayeron :\ la
cuenca del de Sogamoso. IIállanse a 2,530 Dl • 3.
de altura sobre el nivel del mar, siendo la de la
plaza de Paipa 2,450"' . 7, lo qllC significa qu,c
encima del asiento de este pueblo hubo 71 metroS
de agua. Mas no rué solomentc de Tunja de donde

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DE ALl'IIA . 295
vino la irrupcion de aguas eSlruñas, sino tambien
del próximo laO'o de Santa-Rosa; porque cerca
de Duitamn, 50 "metros a la izquierda del camino
que de este pueblo conduce a Santa-Ro~a, se ve
patente el derrame de aqucllngo sobre el inferior.
La plnzn de la mencionada ciudad tiene 2,501 111 •
O. de altl11'n, i cn el lugar elel derrame hai, n 2,656 '11 •
1. de elevaeion, unlccho de cantos rodados, mnni-
festando que las ¡¡guas tenian 70 metros de pro-
fundidad en Santa-nasa, miéntras la altura de la
planicie triangular de Duitama solo alcanza a
2,510 metros."
" Cuando esa masa de aguas adventicias cayó
sobre el lago de Sog'nll0Sr¡, tu vo este un enorme i
repentino aUllIento dl! c'llul"I, sohrepujando slIS an-
tiguas bóureras, <]lIe llll'lulns en la cima i empuja-
das a la parte de Tópaga COll la inmcnsa fuerza de
presioll horizont. 1 de todas las aguas reunida, ce-
dieron al fin, i abrieron pa30 al tumultuoso diluvio
que llc\'ó la ruin'l a las COlllarcas de Gáll1eza i Chi-
camocha. L~s serranías de 'fópuga se ven dc~tro­
zadas i hendi las en la dircceion • '-1 '-E, i bancos
do guijarro> redondos se enCllentran a :t,56fJ me-
tro~ de altura en pal'lljes por donde j~mas corrie-
ron rios, j en la línea de tránsito de las grand¡>s
aguas dl!sencad~uadas qu~ labraron la profunda
cortadura por donde se despeña el Sogamoso. Sus
tributarios J\[onguÍ i GÚllIeza, represados )101' la.
inundacion que tropezó de frente en un poderoso
111ulo de cerros cercanos al actual Inll~blo dlJ Gá-
lneza, hallaron despncs un salto en la descmboca-
dura sobre el hundido Sogamoso, í por la natura-
leza deleznable del suelo derribaron el parcelan
del salto i sitTuieron dcrrib,1l1do los que sucesiva-
lnente iban"q neuando ácia las cabczeras, hasta

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2'16 PEREGRI~ACION

011TIar e un nuevo cau'e rápido i mui inf"rior al


antiguo. Así lo demuestran los restos del lecho
primitivo que se yen a muchos metros sobre el
nuevo, los gl'andes <1el'l'ubios que cercenaron los
celTaS ribel'L'oas, i los estraños peñascos sembra-
dos a 10 largo i dentro ele dichos ríos."
"Colocado el observador cn la confluencia de
los rios Gámeza i Rogamoso, ve al ~·O . patente
la rotura del estell~O lago cuya configuracion i ac-
cidentes acaba de e8tudiar en medio ele las plani-
ei ; contempla la ruina espantosa Je u n ramal
cntcru (1 0 In. clll'uillerai traza los límjtes i el yolú-
lllCll de la tCl'J'ible inun<1aeioll; i le ]J(trece asi~tjr
al snblime espect¡ículo del diluvio parcial que arras-
trll 1'10lltaíias enteras i tal vez arrancó de sus ba-
~lS l:¡ comarca llamada Chiramocha por los aborí-
jC'lI s, de la ellal solo queda el nombre impuesto
COIllO un recllenlo a una seeeion de bs ruinas por
('l\Yo fundo va el rio ~ocr:1moso . Al Oricnte le que-
clan las scrranÍ:1s colatcrales revueltas i dcstroza-
(ln~, cuyos cscombros yacen esparcidos a uno i otro
e
hilo dcl .J!l1cza: a la espalda se alza la mutilada
mole de los cerros que rcc:ibieroll el primer choque
del c1ihl\'io e hicieron desviar su torrente a cntrám-
hol l.ldos ...... .. . .
oO . . . . . . . . . oo . . . . . . . . . . . oo oO . . . . . . . . . .

"¡ Por ventura ningnll ser humano presenció esta


ent(¡~trorl', nillgull pueblo rué víctima de Ja fUl·j:¡
el.: Jas :.lguas!"
"En la confluencia del Gámeza i el Sogamos?,
mui cerca ele la rotura del último dique, en 11Ic(1)O
de una muchedumbre de rocas desprendidas i pre-
cipitadas desde lo alto de un ccrro c~trutiforlllC
sobre la vega setentrional del rio, a 2,176 IJ1ctr.o s
de altura , es decir, 93 mctros mas abnjo dellítmtc

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DE Al,PIlA. 207
oecidcntnl de la inundacioll, se encuentra u .. " roca
dI! arenisca micnccn, de 8 metros de largo i G de
ancho, en forllla ele pirámiele, con una de las caras
prinei pales oricn talla áeiala rotura antedicha . K u-
merosos c:l1'actel'CS i jeroglíficos esculpidos a ein-
cella cubren . Allí está repetida muchas vezes la
runa pcrfL'cta, símbolo de abundant~s aguas, segun
la esplic:lCion CIue ul erudito granadino Duquesne
hace lid calcndario Chibeha: allí }¡ai figuras de
homhres con los brazos levantados en actitud de
huir; allí, en fin, signos cuya significacion se ig-
llora, p~ro CJuc sin duda relataban las circunstan-
cias del memorable suceso . Existia, lme " un puc-
blo testigo de aqucllos acontecimientos, i bastante
eidlizudo pura Il)\'alltUl' IIll monumento que eter-
nizara su roe u 'relo, i que siglo~ dcspues ha ~cn'ido
de ineontestnble confirmacion a las dL'duccioncti a
que el estudio jcolójico del país conduce al viajero.
La relacion de la turbulenta muerte de los pueblos
barridos ClltÓllcCS de la haz de la tic'na, pereció
pam RielUll'') cn la destruccion ele los archivos i
trndiriollcs Uhibehas, quemados conl'l tC'mplo de
Sllg:UlIllXi por los conquistadores castellanos; la
piedra de G.1111eZa es un monumento IllUUO pUl'a
la histfJl'ia indíjena, pero espresivo para el obser-
vador i elocuente para el jeólogo."
D spues ele la clescripcion i medida de los otros
lagos, que uenolllina de Busbansá, Herinza i Gua-
tavita, concluye;
" l' a1 era e '1'
sIstema (1e lagos an d'!llOS, q lle sus-
pensos e11 lo nIto de las sernlllías, hermoseaban
de una manera particular aquellas rejiones. Todos
desaguaron por la cortadura que abrió el de Soga-
moso, i el xio heredero de su nombre lleva en Jos
escarpes desnudos que lo encajonan las señales cld

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298 PEREGRINACION

suceso hasta caer al Sarahita. El lago de Tota es


el único subsistente por su peculiar situacion, que
lo pone fuera elel sistcma jcncral, i por el desaho-
go que le proporciona el cauce del U pía."
" Con lo dicho se "ielle cn conocimiento de que
el gran desHgüe tuvo lugar en una ~poca bien an-
terior a la conquista de estos países, puesto que
los españoles hallaron poblaciones numerosas don-
de fué m[,nsion de las aguas. En el camino que
oe Nobsa conduce a Dnitama, pasado el dc Santa-
Rosa cerca elel rio Chiticuí, se ve una zanja de
trcs metros de profundidall recientemente abierta
para desecar en parte el suelo pantanoso, la cual
deja visibles las capa~ componentes, siendo las úl-
timas idénticas a las del fondo de la l'ccien de a-
guada Laguna-verde elel Cocuí : luego podria elc-
cirse que estas fueron tambien las del fonuo del
gran lago, i que los trcs metros de tierras s01)rc-
puestas eran resultado de los acarreos aluviales
posleriorcs al dcsagüe que al rcspecto de G a 7 mi-
límctros de cspesor en la tieLra depositada caela
año, representaría el trascurso de 430 a 500 años
déSpUCS del desagüe; de modo que la ocupacíon j
poblacion de lns planicies pudieron vcrificarse 100
años ántes de la conquista, cuya suposieion parcce
cn armonía con la edad aparcnte de la picara gra-
bada de Gámcza, i con el csLndo de cultura en que sc
hallaron estos pueblos a mediados del siglo XVI."
Qucdábanos por visitar la famosa Laguna de
Tota, objeto de maravillosas fábulas dcsde tiern-
pos anliguos, j hoi dominada por los pobladores
de sus márjcnes, ménos crédulos que las cándidas
jentes de antaño.

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DE ALPlIA. 299
XXIV

De ogamoso a Is,a l\1eiliall . 19o mas de 4 le-


guas dc camino llano, alegru i despeja/lo al traves
del lindo i vede valle OCUlludo por 1a hacienda
llamada" La Compaiíía, " cn t'ullmemoracion de
los Jcsuita~, pri¡¡lÍtivos dt" líos de ~lquelln valiosa
finca, única que CII d Cllntun IlIantlene concentra-
da en una sola Ül111ilía la egtcnsion considcrable
de tierras cOllll'rendi(bs ell l'~lc \'o11le, pues lo res-
tante del Sllclo se h.t 1Ja fd;z lIente dividido en pe-
queñas porciones, patri¡,,(illin ele otros ta~tos pro-
pietarios. "La COI tp·,fíía 'o es simplcmente un
potrero pam cllgordar :-':111. do, de modo que las
semcnteras de los (;010;10:' (¡UC la rodean se ven
como rcfujiadas sohre 1", ....>carpes i laderas ele las
serr:mÍas laterales, i 11.1. rje;l planicie poscitla por
rebaños dc ovrjas i l'l'SC lT.ayOI'L' , i por llarticlas
numcrosas dc lllllln ; Sif,IlO int'outestable de la
infancia de un país, ('slt! de In llgricultura desalo-
jada dc sus lL'jílillJos ltrrl'J1os \¡or la ganadería.
Dejando a Fira vi oh.1 a lllu.no derccha, signese
orillando el rio Tota por UBa oc las í;tjas en que
la planicie se bifur('a de ~., aS. i se llega nI recodo
final, donde, rod( aelo dl 5al1(,('8 i labranzas, permu-
necc, como cn cl c~lItro dc un vcrde nido, hsa, pue-
blo qne fué de los inrlios i habitan llOi familias
blancas de agrndabll' pres('Jlcia i costtlmbr~ pa-
triarcales. Rccillié'l'0111l0S muí cortesmcnte, i uno
de los vecinos puso a Illie,tra (lispnsicion su casa,
cuyo aspecto, lo ll,ismo quc el ,le otras muchas del
lugar, nos llamó l.l atelH:ion. _\ la parte dc la ca-
lle hai una parecl \ estida con los flexibles sar-
ll1ientos de "arias mat;¡~ de gr:madilla, cuajadas en-
tónces de hermosas fiares. Abierto un anchol)orton,

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300 PEREGlUNACION

sc entra en el patio sombreado por dos árboles


copados, barrido i lim pio con esmcro, i al frente
aparecen las habitaciones: las de la derecha des-
tinadas al servicio doméstico, i las de lfl izquierda
conteniendo los aposentos de la familia; todas ellas
de allobe i paja, pero esta recortada en los bordes,
i las llaredes blancas i lisas, como jencralmentc na
las acostumbramos. El menaje de la snlaconsistia
en poyos al contorno cubiertos enteramente de es-
tera, i sobre el asiento cstcndiclos tapetes de fábrica
i dibujosindíjcnas,i zalcas de abundlmt(·lann blan-
ca. IlIlIi escarmenada: una mesa i cuatro sillas dc
cuero completaban el ajuar realzado ('on ti adorno
de muchas láillinas jito::-rafiadas, representando
mujeres ideales, i con cst¡;rn lllomposinas clava-
das como para sen ir de l'Sva]d:lr a los inmóviles
canapés: por un Tefinamknto de gusto no COlDUll,
pendian de eOl'llis;¡s de cedro dos cortinillas bla11-
cas tle algudun en las jluertas de ln~ IJlcohas ud-
yao('11 tes a h sala. COII tieso eplO mc sorprendieron
estos primores clom ésticos i tan cSJneratlo asco en
la casa de un estanciero, i en un pueblo de agri-
eultorc~ situado l¿;jos dd tráfico mcrcantil i c;¡~!
cseonllido dentro de sus bosr¡uceillos de sauces l
iírholes lhaalcs; con la eirt'llnstancb de no ser
aql1clla easa la única de esta mancra t1¡~pucsta,
}lUl!~ otras que VilllO~ i la en que nos servian de
eOlll~', eran modelos do limpieza i órdcn, de que
parlidpaban hasta los niiíos rohustos i bulliciosos
quc salian a encontrarnos a las puertas C011 la lla-
neza de antiguos amigos. Por J::¡ noche recibíamos
la "isita ¡lc varios "eeinos, de quienes oh teníamoS
l1oticia~ jlliciosas n·lativas nI distrito, a los pro-
pó ¡los de m('joras lllateriale~ CjllC ellos hal¡inll For-
mado,' i aun a las tradicionc3 locales (Iue allahza-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA. 301
ban fundándose en la historia del país, i no como
quiera, sino citando hasta la modernísima obra de
nuestro <listing\lido compatriota Joaquín Acosta;
todo l' to sentt.<lo< en torno de la mesa sobre que
apoyah:m sus m:lllOS encal1ecidas por ~l trabajo,
Vestidos de lll:mtai lienzo comunes, abngados con
las rllanas raync1:!s en cuya fabricacion se distin-
gUC1l los tejedores <le la1lU de aquella provincia, i
las cab zas, ('aracteriz~c1as por la franqueza ele la
fisonomía, cubiertas con sombreros de trenza o
Cun pauul'los neglijelltemente atados por detras, a
Usanza cspafíola : hombres sin pretensiones, pa-
triotas ;1 jcnuo~, l¡¡jl ,-ezes superiores nI mayor nú-
moro el las notabilitlades de casaca, que yoziferall
Sll patriotismo en las calles de nuestras ciudades,
que IW(,l'1l millo en torno de sus estiradas personas
par:t di simular 1::Is resen-as mcntales de su egois-
mo,i.q ue en su vanidosa pequeñez apellidan necia-
mente plcbe a los que visten ruana i labran In. tie-
n-a: es decir, a la yercladera base i cS11errmza de
la RC[lllhlica.
En la c:1l1en~ de cerros que sc dcsprenden del
pár~lJlo de Ochillii para el N. i separan las hoyas
de los dos Tata i Pesca, se ven a trcchos señales
de üntiguas erupciones volcánicas, como son los
regueros de picdra rómes pocas cuadras al Occi-
dcnte de Issn, i orillas de fuentes mui sulfurosas,
flyC hacen subir el termómetro centígrado a 50°,
~lendo la tempC'ratura del ambiente }!)o. Refieren
los vecinos que h~ po o tiempo huho una esplo-
~ion que Ic\'ant6 el suelo i una columna de barro
1 picdras donde allOra está un pozo de agua caliente
Vctdosa, bastante profundo, del cuol se exhalan
-CO nst:1l1tcmcnte burbujas de ácido hidro-sulfúrico
gaseoso, que hace caer aturdidas las aves, si por

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:)02 PEREGRI'<ACIO"

casualidad se aproximan h:\sta respirarlo. Mas al


S, en el paraje Ilalilado ll,t 1 n, hui tres fuentes de
10 a 43°, simplemC'lltt' ¡;'rr\l~inosas , de las cuales
se aprovechnn lll~ t ·.i,·(ior·~ de hayetas i frazadas
pam abatmlarlas, 11 aePrál\( ohs con los piés . Estas
fuente se sienten \'enir lJujo de tierra por la falda
de una colina, cuya eirwn taneia sujirió al propie-
tario del suelo b idn de {'~lablecer una huerta
sobre n¡¡lIdlas tstufas nat\ll",IL'S, prosperando allí
las naranj s, hs pií'ín i alr s frutas de tierra ca-
liente, ro,!t'ac1as d~ la \'(,.j~ la"jOtl i paisaje de la re-
jion andil1;\ s'¡p .. rior, ]>IlR h altura del Batan es
2,50 lmctros solH'c clllhel rld m:1r. Estos fenó-
menos csUin, a mi ver, énln7.adosconlos del Salitre
i Paipa, pues dependen, h jo ('iL'rto respecto topo-
gráfico, de] ram'll (J('('i<lc]ltal de 1:1, cordillera que
los domina i distribuye segun las sinllosidadf$ de
su eje: un cxúl1le!\ de 1(J~ lugares, hecho por per-
sona intc1ijt·nte i {'!!]l("rillH'lllacla l'n jeolojía, no
careceria de Ínt('rCR, i ~(':\ 1> de utilidad. pam al-
gunos ramos de Ínclu. tria Jo al.
Camínanst; trrs legua, al" E. de Issa, pasan·
do por el JlclIUeiio i tri tl' I 1I hlo de ClIítiva, i se
llega a coronar una nltllfll tl :3,200 metros, desde
la cual se dominan in1l1ccli'l' J11tnte el llano Alar- .
con i el rio del lInto a la /1· " cha, i mas de la mi-
tad del Jn~o de Toh al fn ntc i a la izquierda,
quedando tam hien frontero a tres legnas, línea
recta, el tormentoso p;Íramo!le Toquilla . Eran las
siete de la malíana de UlIO le los últimos dias de
julio, cuanrlo llt'gamos a este punto, admirando
las sementerns de pnpas, maíz, trigo, cebada i ar-
vejas, que cubren la fillda nccic.lental de lo. serra-
nía, desde ,,1 pié a la cUlllhl'e: de pronto, i comO
si nos hlll,iér, lllOS trasport do instantáneamente

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DE ALPlIA. 303
a otras rejiones, recibimos un baño de nicbla i
viento furioso, que nos llcjó ateridos. El páramo
encubria sus cimas cntre un torbellino de nubes
Oscuras, que oscilaban i se revolvian con singnlar
violencia, sin desprenderse de la tenebrosa cum-
bre, lanzando a rntos sobre el lago mangas de nie-
bla i viento impetuoso: los termómetros m:ucaban
7° ccntín-rados, nI ahrigo del viento, í 5° a campo
abierto :"Jas manos entumecidas no podian desem-
peñar oficio alguno: las mulas volvian grupa, i
rehusaban seguir adelante. Al cabo de largo rato
i por un capricho frecuente en los páramos, el
viento calmó, se <lL;<;¡wj6 de nieblas 1 país, i un
golpe dcl sol (k los lrópicos inundó ele luz la mag-
nífica cllenca del lago, sus penínsnlas ¡las re1110-
tas playas de allende, cuyo espectáculo dnró corto
tiempo, tornando las nieblas a Osclll'ccerlo todo.
Aprovechando la 110nallza bajamos una cncsta rá-
pida, de mal piso, hasta llegar al nivel del lago,
2,983 metros sohre el del mar, j desde qne estuvi-
mos rcs11aldados por los cerros cesó lle molestar el
viento helado, ]'(':l]lilr"cicrol1 las S('mentcra8 de
trigo ¡papas, i COnlCIlZalllO~ a cncontrar las dise-
minadas chozas de los cultivadores. Como adelan-
taba el día filé aclaránllose el lago, hasta quedar
visible su esplénJida I ,asa de agua, interrumpida
Por dos penínsulas i vari:t~ ¡.,las pequeñas, i ba-
tiendo la& riberas con tiU olcaje, C1111 si pretendiera
remedar al Océano. Las costns se presentnn, ora
llanas, entrántlose en el lngo COlllO parte de su
lecho, que sin duda fueron; ora esc:arpadns i pe-
ñascosas, terminando a "ico sobre 1:1s ondas nji-
tadas i azules que l)aten el muro; accidentes
aprovcchados por el camino para c1iversion del
Viajero que, de SCJI:presa en sorpresa, llega sin fa-

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301 rEREGRINACION

tign n Pueblo-viejo, habiendo andado 4legut\s por


las pin toresras riberas.
Juan de San Martin fué el primer español que
avistó el lago de Tota, en 1537, guiado Jlor indios
de lssa, anhelosos por desorientarlo del valle de
Sugamuxi, a donde queria qne 10 llcvar;¡n. "Dcsta
"laguna refieren, dice Piedrahita, que a tiempos
"descubre un pez JIC'gro, con la cabeza :1 manera
"de buci, mayor que una ballena. QlIr~ada dice
"que en su tiempo lo afirmaban persona: de gran
"crédito, i los indios aecian que cra el dt'lTlonio;
"i por el año de seiscicntos eincuenticlos. l'stando
"yo en aquel sitio, me refirió haberlo \'i~() Doña
" Andrea de V árgas, señora de aqur! pnís." Tan
autorizada quedó esta patraña del demunio ele ngua
dulce, que nadie sc hallaba con valor pnra esplorar
el lago, del cual i de sus islas contnh:1Il lindezas
peores que las dc Piedrahitn, lwsta q\le reciente-
mente llegó por allí un inglé~ poco tClllrroso del
diablo, i fabricando una balsa dejunens, abordó a
la isla mayor, donde sostuvo una snllgricnta batn-
na con ..... .los tímidos vcnados, que p<l:líficmncnte
la poseian. A ejrmplo del inglés cntraron otro.
navegantes, en balsas i canoas, ocnp' ron las islas
i desencantaron cl lago, C]l1C hoi no ticlle otros
peligros sino los causados por 1a~ borrnscas del pá-
famo do Toquilla, cuando njitan las tres leguas
cuadradas de superficie que ofrecen lns aguas a 1:1
accian de los velltnrrones. Frcute n Puehlo-viejo se
ha estendido, por rons de media legnn de ancho,
una llanura forrunda por Jos aluviones del rio To-
bal i tres grnndes arroyos afluentes al lago i a cs-
pensas de este, que en otro tiempo debió subir 25
metros mas :llTiba de su actual nivel, como lo in-
dican los lechos horizontales de guijarros i are-

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DE ALPJlA. 305
nas, visibles en algunos derrubios de las próxünas
colinas. Al estremo S. tiene un dcsa~üe natural,
oríjen dcl U pía, suscept hk de ser ahondado con
poco trabajo, para dejar en seco mucha parte d(;
las márjcncs, dc que podrian aprovecharse los es-
tancieros ya situados en contorno. }lroyectos des-
cabellado~ sc han tenino ~obre csto, sin hacerse
car'To de los nivelaciones neee~arias, ni de lo inser-
vible del fondo dlJ la laguna, que del. jo de los 80
mctros de ugua contiene por Jo lllénos 8 de cieno
incap:lZ de adquirir consistcncia en Illuchas dece-
Ilas de alíos. Los desagües parciales, ahondando
periódieamcll tc el cauce dd V pía, es lo único prar-
ticablc i que prOlI1cte buen é.'ito a los que busquen
ticrra pam trah;ljar, no tesoro, (111' ;¡ lIí son tan
ciertos COIllO el diablo-ballclla de l'icdrabita.
Pueblo-\'iejo figura como pnrroquia desde J i7G,
por esfucrzos de su primer Cura Francisco .Iavil'r
Arias, quien snpo perpetuar su nombre con bucnas
obras, cntre ellas una iglesia sólida i grande. Siguió
estacionario es le pueblo hasta 1!:l1O ell que fué Cura
Un presbítero Pcí'ía i lo llll'jorÓ bastante: <le en-
tónces para at'll mas bien ha c!';ellido qUl' prospe-
rado por ¡¡\Ita ¡le un h0111b1;C de illflujo i ('lItt'ndi-
l11iento que se consagre a la b(,llefie(:m:ia pública;
por falta du Cura, un una palabra, pues aquellos
están lmérfanos de pa~tor propiamente <1i<:110, quc
es el alma de nuestros di~tritos l('jallos. Sucias las
Casas, enyerhadas las calles, toscos i mal vestidos
los habitantes, i (an eUl"iosos, que cuaJl,lo llega un
forastero se entr,,1l en grllJl( hasta su cuarto a exa-
minarle la figura despacio i en silellC'in. l,'orma
este lwrnr un contraste imponderable con hsn
o
C\lya pulcritud no po d"lamos mellos (e 1 recordar ti'
cada rato; i si esto sucede respecto a lo material
20

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306 PEREGRINACIO~

i npnl"Ícncia del poblado, no es menor el atraso en


punto a in,truccion, que allí se desconoce i aun se
tiene por calamiclad, pues al (Jue sabe leer i escri~
bir lo abruman n carp;as e011c<.'jile8 i lo arruinan a
multas, como le estaba sucediendo a un honrado
vecino que nos hospedó, el cual era Alcalde, ma-
yordomo de fábrica, elector i no recuerdo qué otra
cosa, i lo traían saq uendo con multns inconsidera-
das i renegando del sistema de gobi<.'mo, puesto
queno Jo conoeia sino por lo~ vejámencs i quebran-
tos que los RU[lcrjore~ le proporcionaban. Esta es,
con algunas variantes i pocas cscepciones, la suerte
de todos los Alcaldes i Juczcs parroquiales, YÍcli-
mas de la entonada ociosillad i Ílmplios cnprichos
¡le esotros empleados inútiles i con sueldo, que
llaman Jefes políticos.
Yendo de Pueolo-yit'jo para el ele Tota se pasa
el Desaguadero del lago, que, como únteA (lije, lo
forma un ('annlnaturnl proporcionado por el terre-
1I\0to que de singular modo hendió el podero. o ra~
mal de la cordillera el1 el Alto de las Crnzes al S.
del lago, 110 solo facilitan(lo la descarga de sus
aguas sobrantes, sino ll<.'v,índose para los J41anos
las del rio Olarte qne le trilmtalla, como lo mani-
fiesta su decidida infle'don Íl<:Ía el Norte. Salrn
por el desaguadero 308 metros cú hicüs ele agl1:l
ca,la minuto; cantidad que con ser respetahle DO
iguala todavía la mitad de la que vierten a la cuen-
ca dos rios, 11 arroyos i 15 leguas cuaclradns de
tierras adyacentes inclinadas a esta lngunn, sobre
las cllnles caen anualmente GO plllgndns cúbicas de
agua llovediza. Dcs,le luego sc colije que la des-
carga del Upía, eombinnda tnl vez con lade otroS
canales invisibles, sosth'ne sin desbordar ellngo ,
que de otra suerte habria colmado una estells ioll

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DE ALPUA. 307
ue país muí cOllsítlerable ; i que la existencia oel
Desaguadero cuenta larga fecha, lo denluestran los
sepulcros anti"llos encontrados en clllCCjucfío va-
lle ribereño del Olarte con momias, loza i frac-
mentos ue lienzo labrado, iguales a Jos tIlle se ues-
cubren con frecuencia en los curiosos panteones
ue Gámeza.
Tota UÍ:lt,\ aela orilla del lago unn.legua por lí-
!lea recta, mcdiando cerros i colinas de páramos
poco habitados. El pueblo es pequeño, pues entre
Casas i ranchos no llega a tener doscientos, arre-
molinados en desónlen al rededor de ulIa iglesia
nueva. La mayor parte ele los ,'ecillos son indios
toaavía puros, humildes i olvielados ele su antigua
granueza; porclue Tota, se¡¡;un 10R cronistas de la
conquista, cm una ciudad tan populosa como 3\1
homónima elel canton Tunja, lJam¡¡¡la despul's To-
ca, para distinguirla ele aquella, que es la última
poblacion Chibcha por este lado áci:l el S-E, ~i­
gui~nc1ose los Teguas i otras parcialic1:ules ele 111-
bias diversas, que dieron belico~o entret!'nimiC'nto
n Juan de San ¡,rarLin cuando su espcdicíon f1. los
Llanos. Entre Tota i Pesen media el alto estribo
divisorio ele las hoyas de los rios apellidados de
igual modo. Desde la cumhre, mirando al Oriente,
se ve una ancha faja reluciente, cual espejo que a
manera de diadema cií'íe Id. eminencin de unos cerros
lejanos i nebulosos: es el lago de Totn que por
última vez i bnjo un (l, pecto fantástico ;c n03
presentaba, teniendo delras uc ~í, en guisa de solio,
las negras i tumultuosas nubes dC'l p:íl'alllO ele To-
quilla, i coronando con tiUS aguas f'ríjiebs una re-
jian helada, triste i desapacihlc, como lo son todas
las serranías desprendidas elel semicírculo de pá-
ramos casi nevados que se esticndcll nI S, desde

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308 PERllGRINACION

Cuspaquirá hasta las confusas crestas de Tibaná


sobre un arco de catorce leguas . Traspuesto el alto
se baja sin interrupcion a Pesca, pueblo de indí-
jenas i mestizos, con algunas familias de aparien-
cia j colores europeos, compuesto, poco mas o mé-
110', de trescientas c~sas mal distribuidas, de las
cnales apénas seis serán de teja, pero bellamente
sitnado a las múrjencs del tlaro rio, j en el estrc-
mo de la planicie que se prolonga recta i a un ni-
vel hasta Sogamoso. Tiene por Cura este pueblo
al Dr. Parra , anciano benúvolo i amable, e11 cuya
compañía pasamos ratos agl'adahJcs e instructivos
dI) las cosas de antaño: vive solo, en una cn&:\ mui
aseada i hnjo su t('eho se halb con seguridad ho~­
redaje franco i 311listosÍsimo trato: es hombre de
idens caballerosas, patriota incc:ro i de aqucllos
que no deb('rj¡m envejecer 1ll1l1ea para estar sicm-
pre ele servicio en la l¡recha de las refor11las, de
que tanto j "11 tan copio·o I1l11n('ro ncc:csita nu s-
trn. infante Rt'púhlicn.
Por c~tc lado pisühamos ya la línea divisoria de
Tnnja i Tundama, marcada por el ramal de la cor-
dillera en quc tienen su a<icnto los páramos Las-
Cruzcs i Tilwná, sobre el Illagnífico ])i'vo/"tio ar¡¡¡a~
nun que caracteri7.:t el tcrritorio tunjano. Tunda-
D1n, en un tcrritorio útil (Jt. :!15 leguas c\ladra-
das, coontipl1C 4:3 I'ucblos cauezeras de distrito con
163,000 habitantes, d· Jos cuales el mayor númerO
es de blancos j bien conforml1r!os, i el resto de indios
pacientes, vigorosos, en quienes la rutina parece
hacer los oficios dd alma, i la humildad ser el
cOIl pendio de todas sus virtudes. 1.a tierra fértil
i apénas rcmovirln por un cultivo &in arte ni ade ~
Jan tamientos, c1e\'Uc1ve con prodigalidad el grano
que se le eonfia, i en la variedad de las tempera-

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DE ALPHA. 309
turas, que dentro de breve espacio recorren la es-
caja termométrica dc 0° a 24° del centígrado,afian-
za la riqueza i multiplicidad de sus productos, i
establece la abundancia sugllra para todos sus mo-
radores. 'us entraí'ías guardan ricas minas de car-
bo n hierro plomo i nZUrr\) en toda la provincia;
¡¡lUt~ bree:l los c:tntones SOl.trl i Coeui: asfalto
en Santa Ro"lL i ~03'amoso ; yeso un Sogamoso i
[:;o¡¡tlí; sal (le (1laubero en Sogamoso i Santa Ro-
sa; alcohol (galena) i sal C0\l1111l en Cocui, So, tú i
tal vcz en 80gall1oso; probablemente plata en
Hanta Rosa i Ctll!ui ; oro, ó.'ülo de cromo, fosfato
de hierro i einab¡;o en Cocui ; cristal (le roca (cuar-
zo i hialino [luro) en cl cerro de Tibe cerca de
Santa l{osa; piu,lras du chispa Clbi por todas par-
tes; i en uua ¡¡¡¡Libra, por donde qnÍl'ra jndicío~
de minerales preciosos que yacen escondidos bajo
la, série visible dc las capas que constituycn el
terreno sec;undario, i mm de algunas del de tran-
sicion, manifiestas en las gl'andé~ quiebras i levan-
tamientos lineaks del ~llclo.
Luego qlle lIllcstl'O l'éjillltll administrativo se
rdorme de manura que los Gobernadores sean
lnajistr:Juos de oríJcn popnlar, csclmivamente con-
sagrados al cnillado i progreso de los intereses de
su provincia, i no subalternos amovibles del Poder
Ejecutivo, casi csclusimmentc encargados de ajcn-
ciar elecciones, la suerte de las provincias será
mui otra de la qne al present..! soportan; j en
lJ;1rticular Tundallla gozaní lo., bClIcficios de una
trasformaclon económica, para la cual reune cuan_
tas cirelln~tallcjas i elcmentos pudiPIan apeteccrse.
Caminos le faltau hoi para llevar los frutos fuera
de su territorio; pero le faltan, no porque la na-
turaleza se los haya negado de todo p_unto, sino

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310 PEREGRINAClON

porque los 110mbres no se han tomado el trahajo


do buscarlos o de llH'jorarlos. Al N. de Santa Rosa
va el camino que pasando por junto a los picachos
piramidalcs de 'furc sale a Charalá por Sincelada,
trepando adrde las eminencias mas peligrosas
que pueden fácilmente desecharse, i quedaría tra-
l':ado un buen camino de hcrradura, por el cual
TUlldama podría enviar al Socorro sus frutos do
tierra fria i sus ganados, i p:ua sus importaciones
aprovecharse del nuevo camino de esta provincia
que la enlaza por el SO~¡\lnoso al Magdalena. El
cantun Cocui, cclíidu al E. por las asperezas de
la. Sierra-nevada, parece condenado a no tener co-
municacion eOIl los Llanos de Casan are ; pero una
esploraeion de las abras del . no seria infructuosa:
la anhelada cOlll\luicacion quedaria establecida tal
vez mas pronto de lo quc se piensa, i los frutos
copiosos del eanton hallarian salida i mercados, sin
los cuales abruman al a~ricllltor COIl su propia ri-
queza i le arruinan por el abatimiento de los pre-
cios. Finalmente, para la importacion de ganados
casanareí'íos, que engordados en los inmejorables
potreros del canton Rogamoso, formarían un ralJ10
precioso <.le comercio interinr, ha indicado la natu-
raleza la hoya del rio Saza, cuyas cabezcras sul)en
hasta la dcprcsion de la cordillera en la cuchilla
Cara-dc-perro, i cuyo curso termina en el rio Mou-
gua cerca del pueblu de cste nombre; o bien las
faldas por donde eonen los riachuclos Boche i
Chiniscuá de Sacha en demanda de la nlisma cu-
chilla, desde la c1Jal a Pisba el ca1J1ino se halla tra-
zado. Mas todo csto cncalla en el únimo inerte de
los unos, Cilla ignorancia presuntuosa de los otroS,
i en la humilrlc rcsignaciol1 de los restantes para
vivir con el dia, sin aspirar a mayor suma de go-

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DE ALPIIA . 311
zes, sin comprender la satisfüecion de dar cima a
las empresas que traen el pan, i el bienestar, i la
civilizacion a millares de nuestros conciuuadanos.
xxv
Los Pontífices sucesores de Nemqueteha, por
otro nombre Idacan,,~s, padre i lcjislador de los
Chibchao, deseosos de que los jefes soberanos re-
sillentes al rededor del sagrado \'ulle de haca (80-
gamoso) no se hiciesen guerra, les persuadieron a
que en asamblea. de todos cllos levantaran por Se-
ñor almas autorizado i le jurar:m obediencia, de-
clarando hcreditaria esta dif!;nidad en los dcscen-
tlicntc.:s de las hermanas. Aeí lo hi~i<)ron, i r<)sultó
eleetu llullzahÍta, do quien tomó nombre la COIl-
fedcrncion, lImnánc1osc: Ilunza In. capitaJ.-A}lelli-
dáronle Zaque, es decir, Señor-grande, lo mismu
que significaba Zippa entre los bogotanos; epítetos
tan estimados, que los principales capitanes Chib-
ehas los usaban ant~pllc:stos o po<pU~stOH a sus
llombres, 6t'gun se halló en los tunjunos í',(jquen-
ZiPPll i I"ollg'uzaqllc, i en Zipp,ujuirú i Gachell-
zipp:í, jefes bogotanos. "El valle ue 1I unza, hoi
" Tunja, dice Pieclrahita, cone _~ arte Sur Illui poeo
1, trecho i con llH::nos travesía: es falto de agna i
" leña i por cau a de la eleyacion de la tierra mui
" [rio i seco, i por los aires sutiles i Iloei\'os que la
" bañun se padecen espaslllo i dcsúcacion ue ce-
"rebro, de que resulta estar mui sujetos a perder
" eljuicio sus habitadorc~; pero eornó era este valle
"el centro de los E,tado:; dc IIUllz:l]¡ún, puso en
" 61 su illa. Cíñen1a dos colinas rasas; una a la
" parte de Oriente, donde hahitan ';; los Chibataes,
"Soraeaes i otras parcialidades que se estiendcn
. • Escribia esto en 1656, recorriendo el territorio de TUllja
1 l'ota.
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312 PEREGRINACION

"hasta la cord11lera que divide los lIallos de San


"Juan de lo que al presente se llama Nuevo-Rei-
" no; i la otra al Occidente, 11 11.111 ada por los es-
"paí'íoles "Loma de los ahorcados," u causa de
"haher hallado allí muchos justieiados de esta
"mancra cuando cutrarOIJ, la eLlal ti ne a las es-
"paldas tlll valle de tierras llanas i fértiles de
" carne i semilln~, clonde hní un gran lago'" i en
" que h:.bitnn los Cucaitas, Horas ...... &11 "
Día :!O de . gasta de 1;':37 llegaron los españo-
les a los JlriIl1('ro~ burgos de TlullL:a i avistnron el
cerc:!clo tlcl Zaque a tiempo que (,1 sol c:aminaba
para. u ocaso i ~l\ (IPsOlayada IUL: heria lo. edificios
principales i los ilumillab.'l con los resplandores
de la láminas i pieílas de oro qne teni:m pendien-
tes, ha juntas, que roz;ínc!ose ullas COIl otras mo-
\'ida~ por el vicnto, formahan bal'monÍa mns delei-
tos:\ para los in"llsurcs, quienes sin mas esperar
e entraron arrehnt:Hlallll'l1te por las ('alles de la
ciudad con grall turhaeion de la 1ll1\(;hcrlulllbre de
indios congi'egadosj unto al cercado, cuya grita ies-
pa11to fuerOll tales por raílon ele los cahallos i fiereza
ele los estranjel'os, qnc confusos 110 C01l1 batian aun-
que ¡;c hallnbnn con las armas en las manos. Quí-
ll1uil\( hltCl'h:\, imposihilitado de salvar la persona
Jlor su piés ni por lo aj('no .• a cllusa ch' su mucha
COl'¡>ull'nc:h j eclacl do setenta afios, mandó a sus
o'uardias crrrascll las pnertas del doble cercado
que ceilia las ensas, i arrojasen ocultamente por
encima unas petacas en que había hecho recojer
sns joyas i riquezns, i eran recibidas por los indios
de afuem i traspuestas de unos en otros hasta don-
• lIoi no existe el lago, tICSUf'¡U;l(lo Jlor el C3uce del. río
Churrera, 'Iue precisamente ea uquel paraje lo denomlnan
el Desaguauero. "

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DE ALPIIA. 313
ue no se habia tenido mas noticia ele ellas, sin
advertirlo los españoles, por babel' ocurrido todos
juntos a O"anar las puertas con el fin de hacerse
uuei'iosa; lo interior, donde tenian noticias de que
estaban los tesoros que buscaban. J.legados, el
Alrér~z Antol\ de OlaIla rompió con la e:,pada la¡¡
cerraduras i ahrió paso n Q.uesada, que de<mon-
tado i con ftuardia de infautes penetró hast:. una
sala gral1(le~ en la cual le esperaba el Zaque inmó-
vil i SlJYero, sin dar muestra de sobresalto, sentado
en una silla baja i rodeado de copioso número de
cortesanos, todos con patenas de oro en el pecho,
I\wdias-Iunas tic lo mismo i rosas de plulIltls ceñi-
rlas por dia(lema~, de manera q1le les l'ccojinn i suje-
t.aban las cabellera" tentli,las su bre la e~pal,la i
hombros; ¡ralns (ltlC no decian mal ('on las túnicas
de lienzo de algodon caielas hasta las rodillas, i
las lllantas cuadradas pendientes elel hombro dere-
cho sobre cl lndo i7.quierdo, ostcntnndo en ellas
los dibujos i labores que indicaban el rango i
nobleza de los que las lleva1ltm. Quesada sin yaei-
lar sc dirijió al Soht:r:lno e intl'lllÓ ahl"azfnlo amo-
rOsamente; pero los Uzaques 10 n'tiraron ]lonién-
<luje las Illnl10S en el pecho, j C011 gritos manifes-
taron su indignacion por senll'jaute llnneza: el
eSlJaí'íO! gritó m'lS, hablándole& del Papa i del Reí
de EspaDa i ll:lciéndoles protestas de los daños i
violencias que sobre, inieran : nlhorotáronse todos:
creció la gritería: el Alférf'z OIalla i el Capilnn
Carlloso, ellltrámbos Illui esforzados, pusieron ma-
llos sobre Quimuinchate('ha i lo a]ll"isiollaron; de
qUeresulló trrbnrse un desonlenado combate den-
tro i fuera de las casas hasta.-quo la OSCll rielad de
!a 110che no permitió continuarlo, retrayéndose los
lndios harto escarmentados por los caballos i lan.

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314 PEREGRJN ACION

zas de G011zalo Suárez Rondoll.l~uesta!l centiuelas


i guardias comenzaron los españoles el saqueo i
devastacion, no dcjando casa ni templo que no
despojaran h~sta reunir mas de closcientas cargas
de oro j esmeraldas; i como hallasen caida i olvi-
duela fuera del cercado una de las petacas que los
indios sacaron, encontrando cn ella ocho mil cas-
tellanos de oro i una urna cid mismo metal que en-
cerraba los huesos de un cadáver í pe~ó seis mil
castellanos, comprendieron que la mayor parte de
las riquezas las habi:1.Il traspuesto; pero Ilada pu-
dieron dl:SClll>rir, all1HJUC aprellliaron con ruegos i
amenazas a Q.uimuinchatecha, quien ]> rm lleeió
silencioso, menospreciando igualmell te los halagos
(lue los 1'il:'01"cs.
Dcspncs de estos sucesos, i con la muerte su b-
siguiente c1c1 anciano príncipe, abatido por .}l pe-
sadumhro de su deshonra, <.le hecho qnedó cJi uelta
la COllf·dcr3l:ion <.le JIullzahú~, plles d ílltill10
jefe Unillluinzaquc-, no soja f11é despojado de su
capital el G de agosto de ] 5:HJ para fundar allí
mi lllO la actual ciudad de Tunja, sino 1lli~crable­
mente a e inado por IIcrnan Püez de Quesada
con los principales U zaques, a los cuatro años de
un reinado aparente i o. curo. La multitud de in-
dios que ]){Jblaban el tl'rritorio llluch"ls leguas a
la rdOlld,1 ue TUllja, f'ué presa ele los conquistado-
res, que hajo el título de Encomiendas los feduje-
ron a: la esclavitud, sacándoles tributos arbitrarios
en que hacia n consistir la renta de sus casas. Al
ccbo <.le esta vida regalnda i ociosa, cual cOl1Yenia
a hidalgos españoles, acudieron los Jlrincipalc~
compañeros de Quesada, Fredemanll i Benalcázar,
i seavecindaroll cn Tnnjn, labrando casas costosas,
en ·as portadas sembraron de escuclos de :ll'lllaS

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DE .lLPIIA. 31.3
"para eternizar su fama eu la posteridad," SCgUll
cándidamente lo afirmaba Juan de Castllllanos,
primer Cura i cronista de la encopetada ciudad j
la cual, no obstantc todo aquello, progresó tan
poco, que ciento cincuenta afios ~espues d~ fun-
dada no contaba Illas de .300 VCCIllOS espalloles:
Como ~i la btlI1"re inoccnte de Qnimuinzaquc i sus
deudos, rcgnd~ en los rccien abiertos eimienlos de
la villa espaiíola, hubiese traido sobre ella la este-
rilidad i scmhraelo el jénncn ele su dccadencia i
ruina inevituulcs.
Vi\-jó i creció Tunja nutrida con la sustancia
de los indios, que nípidalllcntc se fueron acabando,
sucelliéndll!cs en la idea de muntencr la ciudad
los numcrosos COlHcntos qUl! se levantaron, enri-
quecidos por las donaciones ll('~adas de todas par-
tes, 1ps 11l011OpO]ius i sueldos de los emph!:\dos
bajo el réjilllcn colonial, i las pequeñas industrias
desdeÍÍadas )lor lus hiJalgos. De repente vino la
teyoluciün de 1810, que trajo por ncccsidad la
ltcpúhlica, i esta un órtl()!l dc cosu~ político i eco-
nómico totalmcntl! contrario al rC'jincn antiguo.
La existencia de una arbtocracia cspaDola cimen-
tada cn la o]lrc~ion i despojo de los indios, se hizo
iruposiule i 'l1lrdó abo1id:t: la existcncia de los
Con\'entos continuó tolerada, mas no favoreciJa,
por cuan lo ello~ fueron desde aquella fecha un
anacronismo: la exi tetlcia dl' los monopolios cesó
ta1lluienoo . o.o¿ Qué le ha quedado, pues, a Tunja,
ciudad ~in artes, sin agricultura, sin comercio
propiamente dichos 01
Yendo por el camino que traspone la colina del
Oriente i deja a mano derecha el pueblo de Clü-
butá i a la izquierda el de Soracá, se llega alpunto
en que desde lo alto se ve la ciudad media legua

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316 Pll REO RIN ACION

distante, i en el promedio el valle margoso, árido


i desgarrado, cual si ac.\bara de ser lavado por
torrentes impetuosos que lo hubiesen roto en grie-
tas llevándose la vejetacion i el suelo cultivable.
Arrimada a los cerros de Occidente alza Tunja las
torres de sus numerosos templos i los ennegrecidos
tejados de sus casas. Contcmporánea de V élez,
tercera dc laq ciudadcs ca tellanas fundad.¡s cn el
país de los Chihchas, los años han pasado silen-
ciosos por cncima de ella, han encl),ntrado jcnera-
cioncs sucesivas en la misma inmovilitlnd de hábi-
tos i costumbres i han añadido marcas de vejez
sobre las marcas que pusicrall los sigl09 ya 01 vi-
dados, i que intactas atestigllauan cómo los tiem-
pos moderllos no h:lhian ll evado por allí su inno-
vaciolles. 'l'unja e~ para el granadino un ohjeto
de respeto, 11l0lJllJllCnto de la conquista i Sl1~ ('011-
secuencias, c¡ ue es la ed el-media de n ucstru po ís,
i una especie de osario de las antiguas ideas de
Castilla esculpidas i conmemoradas en la hí.piclas
de complicados hlason es jJuestas sobre Ins portadas
de las ("as;'\s, o vivil'ndo todavía den tro de los con-
• ventos, es decir, fuera del sj~lo i e traiías a todo
comercio humano con el cnal han cesado de armo-
nizar: man~ion de hidalgos a quienes la rcvolucion
republicana cojió de improviso, i la aplaudicron
sin echar de v 'r que les traia el final )lcJlítieo de
los pri dlejios, i el término social de las C'jceutorias,
El aspecto material ele la ciudad cs silclJcioso j
húmedo: las calles torcidas, mal cmpcelradas ¡por
lojencral cubiertas con la pequcñaycrbaque'anu n -
cia falta de tráfico i movimiento, como el no ha-
ber pucntcs ni camino bien transitable para entrar
al poblado indica la total auscncia de policía i buen
gobierno. Las mujeres pobres visten saya i man-

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DE ALl'JIA . 317
t!:lIina de bayeta oscura, ]Jevan sombrero i andan
enlboz~(l:ts, I~ que las da el aire de frailes francis-
cano,,: los artesanos i jornaleros 110 abandonan las
pesadas runnas que les embarazan los movimien_
tos, ni han dejado ¡¡(jtlel csterior abatitlo que en
lo~ tiempos coloniales re\'Cbba el menosprecio en
(111e ('r:tn telli<los. En compensaeion las jClltcs aco-
lllodadas dcn1t1cstran gusto j a~co en el vcstitlo i
las hahitaciol1es, porliculannclItc las damas, que
SOn lH' llas, ngraciaclas j de Ulla elegancia señoril
sin afcclaríon ni (lllijotnÍa, candorosas i e1l cstrclllO
sellsiblt,s para las afecciones dom¿;sticas.
1'01' los ICstos de la antigua riqueza conserva-
dos ell las iglesias, se COIIOCC que los tunjanos amn-
)¡~l\ las artes liherah-. i tcninn tacto para juzgnr i
aprcciar sus bucnas obras. Lo primero que en esta
¡nateria repara el tran, cunte e: la por lada de la
igle ia loayor, esquísitnmente labrada en picura,
h<er!TIosa i nohle ('11 el conjunto. Compón ese de dos
cOIUl,lllas istriadas con prillloroso. capiteles dóri-
C'ls sustentando ulla cnr!1isn de Inhor acabn(1:1, i
nnllql1C<lclas por du~ pilas! ras que terminan el re-
.VCslinlicnto ele piedras $i11ares i resguardan las
lnscripeiollt's latillas, e:lsi indescifrables 110r las
~lnllrol1at1¡¡s abn'viatnr:.l3 <lel estilo pastrano en que
fUeron esr.ritns: coronan 1 obra tres perfectas es-
t¡¡tuas de mármol C0l1111l1 oscuro, que cn cierta ma-
~lcra templan con su severidad el lujo de tallados
1 altos rcli~\'Cs del resto; flor espl.:!nclicla que ha
brotado en llll "iejo p:lreclon rústico, parece esta
Portada sobrepoe. la al muro de la fachada del tem-
Illo, junto a la bárbara i pesada torre, no siendo
lllell(!ster trndueir las inscripciones para compren_
der quc ~quella joya dc arquitectura vino ue paises
rilas cultos, pue~to que no asertaron a rodearla de

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:ns PEREGRI:\'ACION

construcciones que armonizaran con ella, o la hu-


biesen dejado aislada, sin el ruin yecindario de
masas de ladrillo toscas i desmafíadas. En lo in-
terior es la iglesia sólida, espaciosa i levantada en
arquerías ojivas. Ocupa la testera un vasto altar
mayor recargado de cstútuas de estuco bastante
huena~, espcciall1Jt'nte las de los camarines late-
rales: en lo delllas no hai una sola cosa de mérito,
sino figuroncs ridículos, o grupos tan absurdos
como el ele un altar en que un fiero i colosal sol-
dado de Judea rccibe directamente el incienso del
sacerdote, miéntr'lR Je Ilcristo yace postrado i
eclipsado 11 los piés de su verdugo; disparate repug-
nante i mentira de bulto, filbricada para perpetuar
el odio a los judíos cuando el fanatismo i la into-
lerancia eran las únicas virtudes que se pedían al
pueblo .
Guarda el convento de Santo Domingo dos pren-
das de que se envaneoe: la una es la estátl1a de
uno de los judios que hubieron de intervenir en la
eruzifixion, i la otra es la capilla del Rosario. So-
bre la primera no me atrevo a decir cosa alguna,
por cuanto pertenece al gremio ue las reputaciones
tradicionales en que todos se ponen de acuerdo
por rutina o P"'l' bien parecer, i el que se atrevíer: t
a disentir, padecería bajo el poder de tanto amor
l)ropio lastimado como contra él se levantaría para
anonadarlo : acerca de la capilla <liré que es unll
obra maestra, en cuya contemplacion he pasado en-
teras las horas, admirando lo que pueden la fe i
la devocion sincera, i la vida con que son cnpaze8
de animar la inerte materia. Como se entra en la
iglesia i a mano izquierda, se hace un recodo de
maH de doce pasos de largo i seis de ancho, tan alto
cual la nave lateral e iluminado en el fondo pOl

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DE ALl'lIA.

do~ ventanillas con vidrios de colores. Desde la


raíz de la~ paredes llastl\ la cornisa del techo se-
micilíndrico j cuajado dc estrellas i arabescos de
esmalte,se estienden tableros de madera esculpidos
i dorados ricamente, los cuales sirven de marco a
muchos cuauros representativos de la pasion del
Salvauor, tallados a medio relie~e, pintados como
los per~onajes i lugares lo rcquenan, segun el gusto
de la escuela florentina i observando las reglas ele
perspectiva; ('uadros ejecutados con admirable pa-
ciencia i mucho esmero, lo mismo que el altar elel
frente, admirablemente cincelado i dorado. Lo
demas de esta igle. ia 110 merece mellcio/J.
Como en Tunja 110 hui cosas notahles que yer
sino las iglesias, me hallaba en la de Santa Bár-
bara examinando infructuosamente sus innumera-
bles retablos, cuando se m~ acercó un sacerdote
lleno de cortesanía, i adivinando mi propension
curiosa, o acaso conociéndome, ofreció mo~trarme
la imájen de la patrona que, salvo en las ocasio-
nes solemnes, permanece invisihle cn su camarin
dctras de un triple velo. Acepté con el agradeci-
miento que es de suponerse, i tl sacerdote, Cura
de aquella parroquia, levantó los velos i me puso
lnanifil'sta la santa.
- " Doctor, le dije, temo ml1cho que mi pohre opi-
nion desngrade a los admiradore' de esta illlájen.
Yo no veo sino u na carita e eOllllida en tre cabellos
postizos i afeada con una inmensa corona de paja
dc avena, i un cuerpo sin forma racional, o ente-
ramente ofuscado bajo los pli<:gnesde esa ropa de
musolina i zaraza: allí no hai bellcza ni clegancia."
- " Queria que usteclla viese primero tal como
(,1 capricho de algunas mujeres la pone disfrazada,
para enseñársela despues tal como la inspirada
mente del artista la produjo."

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820 PEREGRINACION

1 llevándome a la sacristía me hizo entrar al


camarín por detras. La estátua es de la estatura
que llaman 11eróica, es decir, como vez i media la
taU:t ordinaria. El benévolo doctor comenzó a
quitarle adornos postizos con ademanes que reve-
laban una alma de artista encolerizado contra lo~
dcspropósitos ele la ignorancia, i al acabar:
_" ¿ Qué dice usted ahora?" me preguntó son-
reiJo i con nire de triunfo.
Yo estaba absorto . Era una magnífica illlájcn
COIl 10$ brazos en cruz, la cara mirando al cielo,
el cuerpo illdinado ácia atl'as i casi al caer ele ro-
dillas. De la cintura para abajo pendían en plie-
gue ondulantes las ricas vestiduras como abatidas
por la violenta mano del verdugo: de la cintura
para arriba la vestían su c(,bcllera de oro, las mar-
cas IIt'l tormento .i el carmín de la sangre que bro-
taban unas heridas al parecer paJI itantes; la \'.:s-
tía no ~é qué de virjinal esparcido por (¡que! cllcrpo
pcrfectí~j¡no, j la santificaha la espresion de dolor
i resignacion pintada en el rostro: imposihle mi-
rarla sÍn conmoverse, sin maldecir a sus venlngo',
¿ (luién fué el injcnio buperior que supo mode-
lar e11 estuco hasta los sentimientos Illa' dclic;:dos
del espirítu? B11Squé i en el reverso dc Ull plie-
gue del ropaje leí" 1(;05," prro el 110111 brc del
autor estaba borrado- j Cuán efímera es la gloria
civil! Dos siglos í meúio habian pasado: la está-
tua se conservaba desfigurada con enaguas j cn-
misa de zal'nza por el pecaminoso rubor de una~
beatas: el nombre del artista habia billa nlyado i
su rccordacion aniquilada por la estólida mano dr
algun aprendiz de saerÍ tan!
Tiene Tunja 5,000 habitantes, i de c1l0s 231
1110ran ell los cuatro conventos, siendo 162 la~

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE AI,PilA. 321
mujeres así encerradas. Calculando que sean 13
los sacerdotes seculares, resultan 250 personas, o
el 5 por 100 de la poblacíon, viviendo del culto,
lo que en ninO'una otra ciudad de la República
sucede, i de d~nde se colije lo difícil que será ga-
nar allí la suhsistencia, puesto que la vida con-
Ventual es 1111 oficio, i el sesgo quc hahrán tomado
las ideas en materia de relijion para hacerlas pro-
ductivas, mundanamente hablando. AscgUl'an que
el Ohigl'o electo de Boyacá es persona de claro en-
tendimiento e ideas sanas, en cuyo caso hallará
muchos retoños i ramas chupadoras que podar en
el árbol del cristianismo dentro de la nueva dió-
cesis, i al mismo tiempo muchas producciones que
salvar de necia destruccion en pintura i escultul'ól:
afortunadamente la jente es dócil, i una perwna
de autoridad e ilustracion puede hacer grandcs i
es tensas reformas en la moral popular, en el culto
estemo i en los encargados de mantenerlo puro i
desinteresado.
Entre los munumentos antiguos es digno de
lUencionarse un edificio frontero a las eaH:lS que
fueron del Ayuntamiento, notable por la torrecilla
quc se levanta sohre la esquina. Es la casa qne
labró Gómcz de Cifuent('s, conquistador señalado
i Encomendero de Paipa, quien mereció por sus
Servicios que Felipe II le permitiera poner sus ar-
lUns enfrente de las Reales que adornaban el Ayun-
tamiento ; sobre 10 cual hubo pleito reñido en '1\ e
el buen hidalgo despendió sendos ducados estrai-
dos de la sangre i sudor de los indios de Paipa, pero
se salió con la suya ..... i hoi la orgllllosa torrccil1a
~stá desmantelada, los lI}JosE'ntos i el estrado vacíos
¡ ruinosos, la estirpe concluida: tan solo ha queda(;o
la vanidad petrifieada en el escudo de armas.
21

®Biblioteca Nacional de Colombia


322 PEREGRINACION

En clase de rarezas naturales se numeran tres


a los alrededores de la ciudad: el pozo de Donato,
los cojin~s i la fuente perenne que suministra co-
pioso caudal ele ¡¡gua tibia. Era el primero una
cavidad cilíndrica de gran diámctro, muí profunda
í llena en parte de agua. "Los II un zas tenian una
" tradicion ridícula a la par que vulgar respecto ele
" la formacíon de eote pozo. J,a madre de Ilun-
" sahúa, decian, irritada cOlltrn ~u hija por una
" grave falta de honestidlld, le tiró con la sana,
" que es el mango de madera que sirve para re-
" vol ver la chicha, i hahiéndose escondido la jó-
" ven (letras de la gacha ( tinajoll ) recibió esta el
" golpe, con lo que se quebró, formánclo~e de la
" chicha derramada en la tierra un pozo, nunque
" desgraciadamente para los aficionados el líquido
" se comirtió en agua." ,. Despucs se rujió que
cuando 1 saqueo (le lIunl':a hallian los indios nrro-
.indo en este pozo los tesoros del Zaquc ; i no faltá
un cándido, llamado Donato, que creyera la con~
~ eja al pié de la letra i cOllSumirl'a su haber es-
er.rlló neJo el pozo, sin otro fruto que contribuir a
cegarlo i Llejarlc impuesto su glorioso nombre.
Dan el de "Cojines" a unos círculos tallados
en relieve sobre la viva lnja desnuda de tierra en
la colina del Occidente. Son daR, jllntos, de ocho
deC!ÍmcLro$ de diámetro, i cuatro de altura, per-
fectamente trnzados i labrados al parecer con ins-
trumento metálico. J.Ja superficie cst¡í. dividida por
un diámetro tirado de T. a '-, i la mitad occiden-
tal cortada en plano inclin:ldodel centro ácia afuera,
como si hubieran qucrido fa(.ilitar el arrodillarse

JOAOlOI ACOST.\. Conquista i coloni1.acion de la Nuc-


..,'jl GnUlada ..

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DE ALPHA. 3:?3
allí mirando al Oriente, En lo restante de la gran
baldosa natural, que es de arenisca f'elTnjinosa, no
Se halla señal de otra obra, tle Itlodo que Jos cojines
solos están en aquel par:lje desafiantlo las conje-
turas de nuestros anticuarios, sin arbitrio ue ser
ausiliados por tr~dicion algllll'l, pues no hai memo-
ria del oríjen ni uso el,e estas piedras, El Sr. :JI:~­
nuel Vélez, dilijente JI1dagador de nuestras al1tl-
gücdndes ¡poseedor tIe un precioso IllUSCO d~ ellas,
juzga que los cojines son restos tIc un adoratorio j
opinion que parece confirmarla por los trabajos
jcogl'áficos recientes, de los cuales resulta que una
persona puesta de rodillas sobre el plano inclinado
ele dit'has picdra~, queda pcrf,'ctarnente orientada
ll1ir:m,!o ácia Sogal1lo~o, asiento del 1'cl1'plo máxi-
mo i 1110r:1c1:\ ele lo~ Pontífices sucesores de Nem-
queteba, a quienes debían los ZJques la fundacion
de su imperio. Con este nuevo dato dejaremos el
asunto a la consideracion de investigadores com-
petentes.
Dentro de un solar comprcndido en los últimos
de la cindafl !lace eOIl fut'l'za 1In chorro de ligua
que sale a 21° centígrndos de temperatura cons-
tante, sientIo la media de la atmósfera 18° i la :11-
tura sobre el nivel del mar 2,79:1 metros. En toda
estacion brota una miSl11il cantidad de agua, siem-
pre clara, lo que haria inferir desde luego que vie-
~e del0l'rofunclo, si no se presentaran ti ratos hojas
1 frutas de roble pnra inrlicar que el oríjen se ha-
lla no solamente a la sup('rfieíe, sino en alturas
de páramo, put'sto que en otroi lugares no hai ro-
bles cerca de Tunjn. Tal vez provicne del desa_
gÜe subterráneo del lago de Tola, mezclado en
Su tránsito con aguas hirvientes: o acaso llace de la.
grande i semi-volcánic(\ serranía del Oriente, quc,

®Biblioteca Nacional de Colombia


324 PEREGRINACION

cn mi concepto, es la hornilla de los jigantescos


laboratorios de Paipa i sus correspondientes de
Issa. Lo cierto es que suministran agua para ba-
ños deliciosos construidos a propósito i a disposi-
cion del público, pagándose una pequcñez por el
llSO de los estanques primeros, seguiuos de otro
grande a disposicion de los que no quieran o no
puedan pagar nada.
Dejaré para mejor oportunidad el hablar de los
establecimientos públicos de educacion i benefi-
cencia con que se huma Tunja. Pésame decirlo,
porque 110 quisiera encontrar en mi país sino mo-
ti,'os de clojio: tales establecimientos dan materia
para rigurosa i merecida censura: en la voluntad
de los hombres ha estado el hacerlos buenos j pero
han preferido, o han tolerado 10 contrario.

X .. 'VI
Al Occiclen te de Tunja i dentro de un óvalo irre-
gular formnuo por dos largos ramales que se des-
}lTenuen uel alto páramo de Gachaneque, se com-
JJl'cnde un espacio de 35 leguas cuadradas de país
árido, sin bosques, cortado en toda su lonjitutl
por el río Sutamarchan i sembrado de cerros en~
teramcnte compuestos de margas pardas i grises
de esquisto arcillosos que envuelven nódulos ca~
lizos j de hierro carbonau.do, constituyendo untt
masa de tierras ingratas i unitarias regadas profll~
samente de amonitas. Al pié de los cerros i en ji-
ros muí irregulares se estienue una planicie for-
mada por los sedimentos de un lago que debió
medir mas de 5 leguas en lonjitud con 2 de an·
chura máxima , i hubo de desaguarse cerca del lugar
en que hoi se benefician las minas de cobre, impro·

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DE ALPIIA. 325
piamente llamadas de Moniquirá, cayendo sobre el
Sarabita, como lo testifican las riberas revolcadas
del rio Moniquirá. "No obstante que sen. idéntico
" el oríjen de las planicies de Tunja i Lciva, la
" composicion del suelo i la acrion de las aguas
" llovedizas los han diversificado totalmente. Las
" llanuras de 'l'unja conservan por lo jeneral la
" costra de tierra vejetal distribuida en planos re-
e¡ vestidos de pastos jugosos i aptos para el enl-

" tivo de los cereales i legumbres que alimcn tan


e¡ una poblacion numerosa i sustentan lucirlos g<l-

" nados; las de Leiva, compuestr.s de margas poco


e¡ resistentes al lado de las lluvias i demasiado

" permeables, aparecen áridas i empohrecirlas con


" los acarrreos de los cerros vecinos, q lIe han q ue-
" dado limpios de vejetacion, formando masas com-
e¡ pletamente estériles. En Tunja, salvo los aIre-

e¡ dedores de la ciudad, todo es verdura i prado~

" suavemente inclinados; en Leiva, todo, eseepto


" algunas hOlldonauas i peq lleíios valles, presen ta
" la. aglomeracion de tierras rojizas, cuya super-
II flcie cubren guijarros en vez dI} plantas. l~a
" porcion cultivable no es suficiente para mante-
" ner los habitantes cada vez mas numerosos, a
" quienes no queda otro recurso que la. ellligracioll
" a lugares ménos ingratos, como lo son la mOll-
" taña dc Orillas i cercanías del páramo de !Ir ar-
" ehan, donde el país cambia de aspecto, se cubre
" de bosques i ofrece una fcrtilidacl que contr;lsta
" con la desnudez de los demas cerros del ('anton."·
Tal es el a.speeto del canton Lciva, colindante al
S. con el de Chocontá, al O. con los de Ubaté, Chi-
qll.inquirá i Vélez, i al N. . con. el de Moniquil'á , co-
ll1areas fértiles, frescas 1 coplOsamcnte regadas de
• Jeografí¡¡ física de la provincia de Tunja-(IIIí:dílll.)

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32G PEREGlll:-1ACIO:-1

aguas vivas, como si de propó~ito se las hubiese


puesto allí para contrastarlas con lo árido j raído
del tt'rritorio leivano. Sin emb:lI'go, antiguamen-
te suministraba este copiosas cosecha~ de trigo,
"hasta el año de 1600, dice Alcedo, que un eclip-
se de sol e terilizó la tíel'l'a j" o r.'cionalmente
hablando, hasta que los de¡;montes i quemas bár-
haramente llevados, privaroll el suelo de la tenue
capa tIe abOllO que cubría los cerros, dl'jando tIt's-
cubierta la masa esql1ista, que absoJ'\'e las lluvias,
sin ¡!t'jar en la superficie b humedad llecesaria pa-
ra la vejetaeiOll de p]¡llIta alguna. Los fes lO, de
tierra cultintble han sido al'l'astrados a las últimas
depresiones de las llanuras lacustrcE, cloudc SlIS-
tentan sementeras de trigo, maíz, papas, air:lca-
ehas, cebada, garbanzos, haba~, lelltt'ja~, anejas,
frisoles i :lI1is, COIl cuyos frlltos se sostiene una po-
bJaeion de 24,000 hahitantes, quedando poca cosa
par,\ el cOInl'reio, quu ell otro til'llIpo em considera-
ble en el !'amo de harinas. Por tanto, Leh-a es el
canton mas pobre de la provincia dc Tllnjn, C01110
lo dcmu('stra la poblacíon específica (656 lw bitan-
tes por ]eglla cuadrada) mellor que la de los olros,
esccplo el desierto de }'liraflol'l's j pobreza de que
l)odrian remediarse los lt·ivanos, si C¡lIi~i('ntll :;er
ltlC:lIO' ruti11t,l'os, cOllsag-rálldosc al t'Hltivo de los
olivos i viñedos, que allí pl'osJ!(;rnll C:lsí cSJlontá-
llean¡('nte, i al cuidado i ml'jora de la cochinilla
(Itle cubre lo nopales sil vc~trl's, h:l!'ta en las ori-
llas de los caminos: con todo eso, I't'l'sistcn en sem-
brar loelavía trigo, no ohstautc que la e.-],allsta
til'lTa no les dentel \'(~ sino pocas espigas al remute
de los J'alo~ i CI¡fl'l'Il,i:ws talJos ele una planta que
ya no encuentra jugos pnm ntltrir~t·.
:Francisco JiltléllcZ Villalobos i Juan Otá!ora

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®Biblioteca Nacional de Colombia
PEREGRINACION

El canton, no ob,tante su decadcncia, sostiene


un regular comercio domé<tico, euyas contratacio-
nes se hacen 01110s mercados ~emanales. Dl! Tunja
i Tumbma recihe f{anado vacuno, cehada, trigo,
habas, arvcjas, papas i tejidos abatanados, de la-
1Ia, dando en cambio garbanzos, lentejas, aceitu-
nas Illuí mal preparadas, pudiendo ~er e~quisitas
por NU tamaño ¡calidad, ¡algunos jéncms ele trán-
sito traic10s de otrlls provincias. Del Socorro i
Yúlez recibe mantas i lienzos de algo(Jon, sombre-
ro (le trenza, puneln, ar.úcar, a)pargal::i~, algodon
en rama i cigarros, dando en cambio gunado, earlle$
aladas, bayetas tic frisa, cueros, ae~itnnas, i mo-
chilas ele fi(llle. Finallllente, de Bogotá recibe ga-
nado VnCltliO, sal i c{·l!ctos cstranjeros, dando en
cambio aeeitllnas, carnes saladas, cneros ele res i
ele ovejas. El movimien to de valores que dcter-
H1ina c 'te Jlcqueí10 cOl\1ercio no pasa ele 90,000
pecos anuales, i lIIantiplle ('n acti,.. id¡ul algunos
telares de ruanas, b:,yetas i lienzos, i 10 herrerías
fIue suministran instrumentos de agricultura, fre-
nos i clavnzoll, queman(!o carbon de pil'{lra saca-
do de las bncnas lIIinaR qnc asomall por todas p:u'-
tes cn la superficie del sucIo, i SOI1 las únicas
que se labran con jeneralidad, ¡,ues las hai tam-
Ilien ele cohre, plomo, hierro, azufre i nitro, i aun
st' n~eglll'a que los cerros al occidente de la Villa
g:;ardan criaderos abundantes de plata; riquezas
latentes de que nadie se aprovecha por falta de
medios i de estímulos illdustriales.
La pohlarion se compone de hlnncos e indios,
110r mitaf1, robustos, sencillos i trabajadores, ,llar-
ticulnnncnte los que moran en los C:ll11p05; Jente
de ta1\ huena índole, que en el trascurSO de un
nfío (!lB!)) 110 hubo mas de 1 reo de homicidio, 4

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'IIA. 329
de heridas i 27 de hurtos desmaña<los i miserables
en el conjunto dc 2'1,000 habitantes, por cuya me-
jora intelectual i moral nada, absolutamente nada,
han hecho las Corporaciones ni el Gobierno local.
A los funcionarios civiles que pretendieran recha_
Aar este cargo j ustísimo, les con testaria desde lue-
go con una obscrvacion, que me releva de muchas
otras, a saber: que en todo el cantan no aprendell
a leer sino 11 O niños, en 5 malísimas escuelas. A
los curas, maestros prcsuntos de buenas costum-
bres, les contestaría diciéndoles que de 712 naci-
mientos que hu bo en el año citado, 443 fueron le-
jítimos i :?GO ilejítimos, es decir, que pesa sobre
su conciencia sacerdotal el :W, 5 por 100 de naci-
mienlos bastardos, a los cuales los mismos curas,
con señaladas l scepciones, contribuyeron i con-
tribuyen escandalosamente, vivien<lo <le manera
que los desautoriza para repl'cno.cl' a sus feligreses
la liccJíeia en el vivir; tul ve;" en gran parte imi-
tada ele los llumados Minislros de la moral, <[uc
suelen introuucir la corrupcioll a cara descubierta
en los pueblos pequeños, donde ántcs no ~e COIlO-
cia, o por lo ménos se disimulaba, por temor a la
ccnsnra pública.
Tres leguas i meilia casi al N-O. de la villa de
Leiva quedan las minas de cobre, cuyo laboreo
formal ha emprendido 11M compañía de capilalis-
tas granadinos, fundando un eS(¡lblccimieulo digno
de ser visitado. I>ara ir a ellas hai que trasponer
el Alto de las Minas, bella montaña de 2,:3UO me-
tros de elevacion sobre el 111:11', ricamente dotada
de árboles, que se contemplan con placer despues
de haber viajado por los cerros pelauos dell'esto
del cantono Poco ánles de llegar a la cuesta se ha-
lla elnuciente pueblo Las-Quebradas, que es una

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330 PEREG R1NACION

fraccion del antiguo Gachanti\'á, cuyos restos, con


pocos vecinos i un Cura tesbrudo, permanecen a
orillas del río Cane, sobre los bancos de arcilla
im prodllcti V:1. Los disidentes de Las-Quebradas
han comenzado a e<lificar sus casas de palma en las
faldas de la fértil serr:mía, dejándose al párroco
en sus pel:1dero', <le donde lo sacará pronto el irre-
sistible n'clamo de los derechos de estola. A juz-
gar por lo que vim()~ en una espaciosa tienda, la
emigracinn de Gachantivá comenzó dl'! modo mas
premioso para los ciuda<1anos dcllu~ar, l'S decir,
emigrando las Illujpres jó\'clles, que, s('glln se ma-
nifestaba en las siete gallanlas moradoras de la
tienda, son a propósito )Jara no dljar en torno rlcl
Cura sino los viejos ya sin pretension es i los des-
venturados a quienes npri'iol1(' allí nl¡!Ull cargo
pnrroqllial; pOI' nWllCl'a qlle la des;¡paricinn de Ga-
chanti v;Í pu ede considerarse irrevocahlc, como ue-
el'ctacla porjllezes hien obedecidos, ¡sin H¡)(·laeion.
Fuilllos en derechura a la ca.a elel Director de
las mina', Sr. 13crnabé Villafrndc, ]lorcJ11C las no-
ticias que teníamos de e~te ca hall('ro, i los amis-
tOSélS s~r\'icios que habiamos recihido de un her-
l11ano suyo, en nuestra cscllr~ion por Ch,¡r;¡]á, no~
hacíaJl CI'C('1' que en a(¡llella frunilin se hallaba vin-
culada la lJlas finn cortesanía; id" ninguna manera
nos equivocamos, pues el bre\'c tiempo ue IlIlestm
mallsioll en Las ~1 jnas nos ue.ió ell la memoria re-
cuerdos gratísimos por el amahle trato de las se-
ñoras, i nociones com pletas d· las )1linn~, por la
franqueza i huena voluntad con que el Sr. YilIa-
rrade satisfizo nuestras preguntas i nos hi:l.o yer el
interior clc los socaboncs i las CtlSólS 1 labores del
cH"bleeillliellto, relatúlll)ollOS su historia e inslru-
yéndOllOs sin rcserva en el estado ue la empresa.

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DE ALPlIA. 331
El descubrimiento de estas minas se debió a la
casualidad, pues se refiere quc corll~ndo unos ca-
zadores ddras de un guardatinajo, allá por los años
de• 1750 ' tlle'raron
"I a la orilla iUjuierda_ del río )[0-
1l1quirá, i perdida la presa cntre los penascos amu-
rallados de la ribera, repararon que las rocas fron-
terizas sudaban una sllstancia vcrde, que llamaron
"humo de esmeraldas," de la cual rccojieron cierta
canlidad i la llevaron a V élez, donde examinada
por pníctieos, declararon ser 111 uestras de criaderos
de cobre llluí rico '. Juntáronse varios, d~Ilunciuroll
la mina, q1le lomó nOlllbrc del inmediato rio, i co-
niellz.lrCln a trab;¡j~trla, calcinando la roca a flll'l'za
(le grandes hogueras, para facilitar d trabajo de las
bunas, [HltS ell UCjUl1l1os tiempos ,'ti que, sCgllll la
tradieion, gobcl'llaba el Ar7.ohisJlo- "irL'Í UÓllgora
(liS:?), valia una libra de pólvora -1 pesos, i 110
poclia pensarse en laladro." lhjo esle si 'L('1I1a
hárbaro continuaron lahrallclo la milla con lUucho
prol echo, hasta (J llC la gucrm ele la ln(kpl:lIcknci:1
"¡IIO a IHtrótli7.:1r la elllpl'Csn.t'l1 lérl1linos <jlW cuan-
do los s"ílon-'s )Iolltoya i COlllp"llía de Bogotá, i
t Ore!l7.nna i Compnílía de Anlioc¡uia, sc unieron
prtl'a tornarla el aíiode 181:?,schallahall ccgadoslos
(¡IlLiguos socauones, i perdido cll'aslro du lns \'t!tus
principales. Desde luego contrajeron sus esfuerzos
a or;..(ilnizal' las ofieillaN i a lilllpiar, ensanchar i
'(Coualar o (/(lelllQr la$ gall!l'Ías, c1irijiémlolas áeia
l?s pnntos CJl1l! Illejores señales de mineral d:,han,
Sln curarse por cntónces ele atacar las vetas. Por
talllo, Jos trabnjos ele e~ta lIlina St' llacen incdLa-
blc1lll'lltc por el sj~tellla cle po:tos i galerías al tra-
v¡'s <le las al'cni 'eas CU:lrzosas que marcan los lí-
lnites de los ~crrenos seculldario inferior i ele trull-
sicio ll , i cxijl:1) In precamioJl de ademar as (acada-

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332 PEREGRINACION

ZarZas J, penetrando a vezes mas abajo del lccho


del rio, que corre al pié del cerro, de donde se
orijinan filtracioncs COpiON:\S, i la necesidad de es-
tahlecer varios aparato~ <le tlesagiie.
Tres galerías encontramos ahjcrta~ i corrientes.
La principal de cUas perf¡¡fll el cerro por su base
i la portada se halla a ocho metros sobrl! cl lecho
del rio dunde hace un salto: a poco andar comien-
zan las tinieblas que por lo pronto, i hasta que
los ojos se acostumbran a ellas, impidell ver mas
allá del reducidu círculo alumhrado por la vela
que se Lleva en una mallO, miéntras la otr,\ se
adelanta instintiyamenle por los novicios en este
jéncro de viajes para palpar obstáculos que no
existen, pues el estrecho camino sigue desemba-
razado por entre los órdenes de maderos gruesos
que sostienen con un techo de vigas el peso del
cerro. A los 180 metros de galería se nos anunció
un pozo de 1(; metros de profundidad, al cabo del
cual cOl\tinuaba el tramo inferior de la galería.
Los gol pes de pico i b3rra manifestaron que allí
He trab3jaba: varios puntos luminoso, i sombras
indeterminadas en Jo profundo me indicaban los
lugares ocupados por los mineros, pue!l mis ojos
todavía no distinguían los objetos algo distantes.
El Sr. Villafrade, con la soltura dc un minero ve-
terano, comenzó a bajar la cscalerita de palos rc-
dondos i mojados, de la qlle solo el principio se
yeia, advirtiendo que a la mitad del pozo cesaba
esta. i hahiamos de tomar aticlItas otra colocada a
la izquierda. Ya se concibe cuan lenta i desaira-
damente bajaría yo, ciego i recluta en el oficio, a
presencia de lo mineros, que suspendieron su la-
bor para mirarme, acordándome en aquel trance,
i con referencia a mis espectadores, del menospre-

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DE ALl'lIA. 333
cio en que el llanero tuvo a cierto letrado que vi-
sitaba los llanos i convidado a Jjdiar toros confesó
COIl humildad que no entendia de aquello: "vean!
decia el llanero, no sabe torear, no sabe enlazar,
no sabe coleM'-¿ qué aprendió entónees en sus co-
lejios:?" el menor de los peones mineros debió
reirse de mi jtrl10raneia en materia de bajar por es-
caleras OSCU~IS i resbaJosas. Por fin llegué n]
sucIo, i ya mas habituado a las tinieblas paseábn-
11l0s la galería inferior que se prolonga cerca de
30 metros, atravesando una multitud de vetas del
mineral, apénas bosquejadas las mas i nlgllnas ata-
cadas por el pico de los mineros con la destreza i
el vigor que estos desterrados de la luz del cielo
adquieren, a cau a de la uniformidad de sus tareas
i de la persistencia con que trabajan.
La ganga del mineral ea el cuarzo, que se pre-
senta en filones nlll11erosos, i de tal manera varja-
do desde el hialino cristalizado en bellos prismas
hexaedros, hasta. el arenoso cargado de arcilla i
llJica, que bien lmuiera decirse que en aquellas
profundidades se le ~orprcncle en todos los perío-
dos de su formacion: a estas masns cuarzosas
acompañan granos i aun nidos de pírita. de cobre
(cobre i hierro proto-sulfurados). indicando eon su
abundancia o escasez !ns del cobre sulfurado i co-
bre carbonatado (malaquita concrecionada), que es
el mineral encerrado en los filones. De estos los
francamente determinados miden 7 piés de ancho,
dirijiéndose nI S-S-O, C011 una inclinacion jeneral
de 480, es decir, en el sentido de las hoyas latera-
les ele los ríos Moniquirá í Pómeea, que cortan i
aislan en cierta manera el asiento de las minas
situado a 1,852 metros sobre el nivel del mar. L~
riqueza del mineral sacado de las vetas comunes

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:\31 PEItEGItI~ACION

vnria dcsde 45 hasta lG por ciento, (landa un pro-


metido de 25 por 100 de un hermoso cobre amarillo;
pero un filan muí bien nutrido, recientemente de~­
cubierto a contilluucion del pozo ánlcs menciona-
tlo, promete rendimientos ellanlioso~; corta'.1o un
trozo (le (3 piés de lonjituc1, (J de alto i 2á de ancho,
ha dado 610 arroh\s de mineral su1furado, que
por su [l~pecto partee tan rieo como el que se cs-
trae de las minas de c.:ornuailles i f'ibcria, el cual,
segun Salacl'oux, rinde 80 por 100 de metal ama-
rillo. C0ll10 la cabcz:l de este filon está 8 metros
111aS abcljo del lecho lid rio inlllediato, hahrán de
establecerse aparntos formales de clesagiif'. pues se
halla. anegado, cuy;t operaeioll facilitará felizmente
una ~alería de ventilacion que hai desde este pnnto
hasta la orilla del rio, distante 192 metros por el
trayecto su btarránco.
Uai otra galería de esplotacion en lo alto del
cerro, que prolongada uno& l:W metros, solo ha
ofrecido vetas tle malaquita eOllerecionacla i a Ye-
zes cristalizada, mineral pobre en comparacion con
el otro, i que sin eluda desatenderál! los empresa-
rio~ dcspues del descubrimiento del nuevo filan.
Tiénese por averiguado en estas minas que los
manchones i ,·etas de carbonato ele cal en que bri-
llan algunas píritas, ¡11,uncian con seguridad la
presencia próxima del cobre, bicn fuere al princi-
pio de la vrt¡¡, bien cuando esta" se ha declarado
en pobreza o sufrimiento" (despinte, llaman los
peones en su lenguuje tan espresivo siempre) sir-
viendo aquella indicacíon para continuar o aban-
donar el laboreo. lIallado un filon bueno lo ata-
can con picos, cuñas o taladros, segun su resisten 4

cia,estrayendo todo lo comprendido entre las dos


g¡,arll'ls: de esta manel"a adelantan las galerí[l~, que

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DE ALPUA. 333
miuen, como los filollcs, 7 pié s de ancho i G o mas
de alto, i las sostienen con aeodalamien tos, que
frecuentemente revisten por entero el techo i las
paredes del socabon. Escuso el hablar ue las upe-
raciones a que sometcn el mineral e5traido de los
filolles para sacarle el cobre pur.o, porque las SII-
POllO'O demasiado conocidas en nuestro país. '010
añadiré por conclnsion que el director espcraba
un surtido completo de máquinas j aparatos para
perfeccionar la planta del establecimiento, COI1-
tnudo con abundantes minas de carbon de piedra,
con el ausilio de buenos mineros ingleses i con
Un ponenir halagüeño.
Llenos dc agradecimiento por los informes <Id
~r. Villalbde i por los delicados ubseq nias de su
interesante familia, d¡jamos aquel oasis i continua-
mos nuestra forzosa Illarcha dirijiéndonos a GUJ-
(oq uc.

XXVII
])t·l asiento de Las Minas, tomando al Occidente
se atrayicsa el riachuelo de Leiva, llamado mas
¡¡bajo )'loniquirá, segun la cm brollosa costumbre
!le imponer a cada uno de nuestros rios tantos
nombres como lugares riega, i se emprende una
larga (mesta para tomar el camino de Gnatoquc, al
traves de terrenos fértiles i cultivados, en que aso-
Ilwn grucsos estratos calizos i masas de arenisca.
A. las 2 leguas, atravcsanuo para el S, se encuen-
tra el pueblo de G uatoq ue, el cual demuestra en
~u mezquino aspecto i ranchería pajiza la humilde
eOnuicion de sus moradores, casi todos indios i
lncstizos consagrados a labrar los yccinos campos.
Llevábanos por allí, aucmas de la obligacion de

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336 PEREGRINACION

completar la recorrida del Cantan Leiva, la curio-


sidad de examinar lns "ruinas del Inficrnito",
cuyo descubrimiento i primera descripcion se de-
ben a las esmeradas inve~tigaciones de nuestro an-
ticuario ~Ianuel Vélez nurrientos, quien con un
zelo digno de elo.iio no desperdicia la ' o~a~iones
de recojrr i sal var los preciosos restos que aun sue-
len encontrarse de las artes i mOIlUJ1lentos Chib-
chas. Al efecto nos dirijimos a :Jloniquirú, distante
trcs leguas al S. de GUiltoque, dejando a mano de-
recha las Capillas Ecce-lIomo i Yuca, buclla la pri-
mera para pcnitenciaria por la solidez de la igle-
sia i convento, que hoi con la decadencia de las
órdenes monacales, ninguna utilidad ni objeto
tienen.
A mediados del siglo pasado la piedad de un
vecino rle Leí va dotó al rcsguardo de Moniquirú,
compuesto de ochcnta indios, segun refierc Oviec1o,
con una iglesia i casa de tapia i teja, de pobre apa-
riencia i contados ornamentos, obteniendo su erec-
cion en curato. El trascurso del tiempo ha hecho
desaparecer los indios juntamente con la antigua
ferazidau del terrcno, clojiado por las buenas co-
sechas de trigo que rendia. Seis u ocho casitas es-
parcidas en torno de la desmantelada i solitaria
iglesia i rodeadas de campos ingratos, es lo que
hoi subsiste; i la Ílnica señal de comercio humano
se reduce a una ft!mentida chíchería puesta en las
piezas bajas de lo que fué casa cural, a donde
concurren i hacen largas libaciones los labriegos
que por allí regresan dcl mercado de la Villa, se
cuentan su buena o mala venta, i entre totuma i
totuma del amarillo brcvaje contratan con sus ve-
cinos los restos de lo que llevaron a la feria, inje-
niándo~e de manera que vuelven a sus casas con

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DE ALPIIA . 337
el juicio ménos desembarazado que los bolsillos.
Encima de e ta chiche ría nos alojamos, tomando
del uelo todo el espacio que q llisimos convertÍ!
en camas, i a la maliana siguicnte salimos a visi-
tar el Valle del Inficrníto j las ponderadas minas.
El valle está limitado por los riachuelos de Huta-
tnarchan i Cáchirn, i es una fraccion de la antigua
i trastornada planicie lacustre que comienza en
Ráqnira i se prolonga por espacio de 7 leguas ácia
el N . hasta encontrar el rio Cane, donde hace un
recodo al S-E. i constituye el asiento de la Yilla
de Leiva i pueblo de Sá~hica. El primitiyo . edi-
mento lncu~t r e ha desaparecido, en pnl'te arrastra-
do por los rios que cortaron la l)lanicie, i en partl'
cubierto por las denudacion s de los cerros adya-
centes, totalmente compuestos de esquisto arci-
llosos, áridos í abiertos, que inutilizan el suelo.
Abundan esparcidas muchas piednls oblongas i es-
féricas formadas por eapas concéntricas de carbo-
nato calizo lijeramente coloreadas por el óxido de
hierro, i con un núcleo a vezes de arena fina, a
\'ezes de una sustancia que parece reslos del tejido
i peI íCllla de alguna gran semilla monocotilcdonu,
o 'frecuentemente vacío, como si hubiese de~apa­
reoido el molde: lo cierto es que habiendo roto
gran número de estos riñones, en ninguno encon-
tré impresiones ni restos de amonitas, cual pare-
cian indicado la configuracion de las picdrns i la.
muí notable circunstancia de hallarse entre Sácbi.
ca i Moniquirá un estcnso banco en que yacen
profusamente amontonadas ilifinidnd de amonitas
pcrfcctísimas, que miden desde un decímetro hasta
!!las de un metro de diámetro. A poco andar di-
!!los en las ruinas, si tales pueden llamarse unos
vestijios a flor de tierra, que a primera vista pare-
22 '

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338 PEREG RINACION

con marcar las fosas de un cementerio . Oigamos


]0 que sobre estos vestijios ha dicho \111 hombre
competente por su bUln criterio i su no comun
caudal de ciencia. 'líO
"Veinte 1cguos 01 T • ele Bogotá, j como 61e-
Á

gua al O. de 1\mja, antigua corte tle los Zoques,


e.·i Ir un valle a la altura de 1,082 metros sobre
el mar, i por cOllsigui¡'¡lle 811 mdros mas ahajo
que la planicie fria dOllcle cst:í situada TlInja. Ric-
gr.n el nllc \'arias quehradas i tres rios cristoli-
1109, C\l:vn~ orillas apar~cen sombreadas por sauces
i por r.!llclles ( Echirws lJIolle), pero el tlecli"io de
los C~)TOS es árido i cubi~rto de cactus, que in-
"ad n c:nanto es impropio }lara otra cultura. Las
roc"s pertcnecen a la misma formacíon cretácea,
que ha~c tan estériles las llanuras de Chnmpagne
i Provenza, prcdomin:JIldo estensamente en In. co-
marca de que ahora trato. N o obstante ]0 ingrati-
tud lId s1Ielo, los lmtiguos sabinn aprovccharlo
para di vcrsns lauo1'(,8, i la cochinilla cosechada so-
bre e tos cactus hoi abandonados, daba la púrpura
con quc teílian i adornaban las vestiduras de lujo
••To.\(jUII'i ACOSTA. E,tracto <le ulIn nota descriptivll de
¡as ruinas <le Leiva, t'll\i,,,1a a :Mr. JOlllard, Pre ¡dente • la
Socird,,,l de J eop:nlía de Pari , i prohablemente puhlicada
desde el año de :;0 en el Boletin de dicha Sociedad. El Sr.
Acost:1 acompañó a U nota un discilo eld edificio,l segun las
medida de lo. m;¡tcriales i terreno i la di 'I'0sicion de laR ci-
mientos, le hicieroll juzgar 'lue debió de hauer sido, puesto
(jue nUllca fue con truido en su totalidad, como 10 demuestra
el no haber llegado n 'u destino la mayor parte de las pie-
dra~. Qllizas la obra rué interrumpida por la ¡uvasion de los
espaiíoleg. Es de sentirse que nadie tcn"a por acá el men-
cionado Boletín, por cuanto las obsc!\'aeioues ue.Mr. Jomard.
lnui vcr:;atlo en antigüedades americanas, aiiadirian el peso
de su autoridatl respetable a las razonadas conjduras del Sr.
ACClsta cOllcordantes con las que anlcriorOlcntc habia hecho
el Sr. Manuel V élcz.

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DE ALPHA. 339
ue los Jefes i Uzaques de dos millones dcalmas que
se numeraban en esta ;;ran scceion de la familia
Chibcha,
" En la partc mas llana del valle sc ye un cam-
po cultivado, como de ¡,OO ml'tros oe largo i 300
de ancho, llamado por los habitantes "El .Infier-
nito", i cn él clavadnti algunas columnas sm cor-
nisas ni pedcstales, probablementc por los indíje-
nas poco ántes de la conquista. lIai dos JilaR de
columnas paralelas, de diámetro igual i ori('ntadas
en la dircccion E. 0, COIllO si mirasen ácia el tem-
plo principal de Sugamux.i: toclas cstán mutila-
ladas, el mayor 11lllnoro a medio merto sohre el
suelo. Aunque las dos filas distan entre sí diez
lUctros en la basc, como 110 están clavadas verti-
calmente sino con 25 0 de inclinacion áeia lo inte-
rior, lo alto de las columnas debia acercarse bas-
tante para recibir en forma ue techo plano las otras
pieuras que lucgo mencionaré. Se encucntran to-
davía 31 columnas, todas de cuatro decímetros de
diámetro, en la fila del S, i solo 12 cn la del N.
fijadn,o; n lns mismas distnncias, ('8 dccir, con un
intercolumnio igual a los diámetros. A pocos pasos
al N-E. ~c YC una columna <]ue parece entcra,
tendida sobre el terrcllo, midiendo cinco metros i
medio de largo, que bien pudicr:l haber sido el
tamaño orijinal de las dema ,cuyo fnstes muti-
lados auoman los edificios de las inmediaciones,
talcs como el convento del Eece-llomo edificado a
dos leguas al occidente de las ruinas, contándose
en el claustro 32 de estas columnas i la casa de
capellanías fabricada en Illl)lnza principal de Leiva
i adornada con 12 columnas: otras 2 se hallan en
el pueblo de Sntamarchan, conducidas no ha mu-
chos años desde las ruinas, que han sido la cantera
de los lugares vecinos. .

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340 PEREGRINACION

"Ademas, en el nlle, al occidente del Infiernito,


yacen esparcidas l11uc1Jas piedras de dos a cuatro
metros ue lonjitud, cinco a ocho decímetros ue
anchura i cuatro o seis de espesor, cortadas con
un entalle o muesca cerca de la estremidml dirijida
al oriente, labrada evidentemente para atar las
sogas con que arrastraban las picdrds a fuerza de
brazos. Est<\s piedras, que han conservado el nom-
bre de 'oigas entre los indíjenas de aquellos campos,
parcce que estaban destinauas a cubrir el templo,
las mas largas colocadas horizontalmente i las otras
pilla cubrir el techo o ático. HccorriClHlo con la
mayor atencion la planicie eJe Lciv.l, he podido
contar hasta ciento de estas piedras: la mas distante
la encontre seis leguas al N, ccrea del rio Vbasa,
de donde parecía sacada, con u entnlle para arras-
trarla como todas las otras, i encaminada tamoien
ácia el templo o palacio.
" La mayor parte de las inrlicadas piedra per-
tellcce a los estratos de a' nise.l \'cl'de, que aquí
alternan en los lechos superiorE;s del t rrcno neo-
comiano, predominante en estos contornos: son d
color rojo, bastante dums para corlar; i como los
instrumentos de los inuíjenas er n 1¡ bricados de
sílex o piedra lidia, no les seria flíci 1 cortar In
rocas en su propio asiento, i por tanto hubieron de
buscar por donde quiera las piedras tl lns dimen-
siones requeridas, nislndaq por la de trucdon de
los estratos orijinari08. Recia dd¡ió ser la faena
del trasporte, pues cada trozo pes.l muchos quin-
les, i no habia otros medios de acarreo que In
fuerza de los brazos, con la lentitucl i consumO de
tiempo que son de considerarse, a que se agregaba.
1 ímproba tarea de labrar lo. fu tes cilíndncos,
guiados sin duda por un anillo ut! madera para

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DE ALPDA. 341
obtener la uniforme redondez de la superficie tn-
lIada a pico; trabajo ciertamente injenioso, que
vadlariamos en atribuir a los Chibch:u,si otros re~­
tos incontestables de sus artes no nos demostraran
que ellos eran mui capaz es de ejecutar este jénero
do obras.
"Nada mas natural que la suposicion de que
soberanos despóticos, como lo eran los Zaques de
Tunja, disponiendo de millares de súbeJitos ciega-
mente sumisos a sus mandatos, quisieran levantar
un templo eJe piedra, o tal vez un palacio, en co-
marca de suave clima, distante pocas leguas de la
capital de SUB dominios,situada en una planicie de
temple frio i espuesta a los páramos. Los Zipas
de Bogotá teni,an calas de recreo cnlos valles tem-
plados de la cordillera para residir en cIJas durante
los meses en que la tE'mpcratura de la planicie su-
perior es desapacible: por tanto la idea no era
nueva, ni a los Zaques faltaban copiosas riquezas
para realizarla. Aun la eleccíon dcllugar está jus-
tificada con las pruebas suministradas por la his-
toría, i las demas que hoi tenemos, de haber sido
mui poblada la planicie que se csticnde desde Rá-
quira hasta los linderos de Moniquirá. Todavía
lo atestiguan las muchas guacas o sepulturas de
indios que a cada paso deseuhr(!\1 las aguas, ma-
nifestanuo tambien piezas de cobre labrado en se-
ñal del adelanto inuustrial de los primitivos mora-
dores."
Sentado en uno de loa trozos ele piedra i eOIl
esta descripcion en las manos contemplaba aque-
llos restos mudos de los trabajos sociales de un
pueblo ya estinguido; mudos por la bárbara ues-
truccion que de los archivos Chihchas hicieron los
Conquistadores. El terreno hahia sido arado, i al.

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342 PEREGRINACION
gunas canas de trigr) ajitadas por el viento gol-
peahan con la espiga las 1I1utilad3S columnas, como
indicán<101a al viajero. :Si las rela iones históri-
cas nos l:.ltal1, me dcci¡¡ yo i por qué no se hahrán
buscado indicios claros escnvanc10 ('stas ruinas I
La tierra (l.:be guardarlos, puesto que el (lucño de
la estancü 1I1e aseguJ'ahOl que se hahían encontra-
do argol1ita~ de oro i chuchería~ de b~rro cocido.
¿ Heria UIl cementerio ele los indius priucipalt:s,
como el que se descuure en una isla de la ln!!;una
de FÚ'l \lenc!·- Procuré estimular la curiosidad del
estanciero, esplicúntlole lo que se l'()lljclnraba de
Jasl'llÍlu\ti i anilllándole a practicar una csca\'neioll-
" Quién sabe, síior, lo que será: yo 110 ten,.;o ba-
rra, i eso está mui dUl'Il," COl1t('stó seiíalando el
suelo. Era inÍttil jnsi,tir, i huhe de p'lrtirme de
allí ~in adelantar )1¡lIla. },os Yenid ros re olverún
el prol¡lelllaj i al c~}ll'esal' esto flplal.al11iento 110
puedo 111 '\lOS el,' T<,conl:11' lo que I.le oh crv:lb~
una "ez cit'rtn mni"o yal kc"': "su hellu jl~ís til.-
ne Jllllcha~ co~a~ que iure. tignr; pe'ro sohre cada
una de ellns hni siclllI re un maldito letn'1'o q\l~
dice: '·.i\faí'í.llln!" i en hoca el .. C:ISÍ todos los natu-
rales, está Ull~ frase tocl:wÍa 111as m:tldita: ., o.'.lÍéll
sabe! "
T()llJamo~ el ealT' ino ácÍ'l "El Desierto," pasan-
do po)' SutanJ:lrcll:l1l, Tí1l,h(';í i n!i( uirn, pllcblos
per¡llciíos, tranquilos como una casa c1<! campo, i
h"lbitac1os por a~ricl1lt()rl' i tralJ'ljndoTcs de loza
ordinuria (le oarro. l . Pn hlos ele los ollero., los
llamaron los conq li~taclor('s, porque, dice J'itura-
hita, en toda~ las "ilIns i lucral'l:s dd t'ontOl:no de
1'injacá hahía p1'illl(¡J'()so~ artlficl' de VDSOS 1 figu-
ras de lnlTo, tnn atl'nto~ al of;eio. qlh! Ili la entra-
da de Jos e paíiolcs pudo ditracrlos de sus ocupa~

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344 PEREGRlNACION

\'cnio de "\gustinos errnitaíios descalzos, sepa-


rándose de los otros, Tiene una muí hermosa imá-
jen de ~ucstla ,'eñora que llaman de In. Candelaria,
i es muí visitada de los fieles, porquc esperimentan
mucho favor (;11 sus milc,gms " - En estos ingratos
tiempos que alcanzamos, los susodichos milagros
e hall puesto el1 receso; pero en eam bio el "De-
sierto" ~e ha vuelto un poblado mui amellO en don-
cle los Padres pasan la viela con razonable regalo,
segun col(;jí de haberlos l¡:.¡lIado entregados a la
'abrosa siesta, cel'l'adas las puertas, i sin otra señal
de pnturbacion en los nfucrns del amplio cdificio
que algunos sirvientes tertuliando, i Ulla ni pare-
cer ermitalíita de tiernos alíos, que al ruido de
nuestra lll'gada Illal1ifc~tó el curioso rostro por
una ,entana. Pasaban las horas del medio dia:
pI ayuno nos apremiaba, puesto que nuestra ,0-
cacion era cnlerall\('lltc contraria Jlor entónces a la
de uo comer: llamaTllos a las puertas, deletreamos
nuestros nombres, invoealllus a la c:wlitafíita que
se habia eclipsado; pero en vano pugnamos COll-
tra la siesta de los I)adrcs i la advcrsidad dc la
licIte: hubimos de sl'gnir adelante i ayunamos
por aquellos cenos en demanda de Samacá, dis-
tante todavía cuatro largas leguas!
Las tres primerns se andan por lo estribos i re-
euestos de la prolongacion del púramo de Gachn-
llcque, masas cOl11pactas de arcilla, cuya reuaccion
durante el verano la divide constantemente en
pentLÍgonos, dando al suelo la apariencia de un
rm ladrillado marcado en algunos lugares por filetes
de pizarra oscura. Despues de esto se avista In
planieie limpia e igual en que ticnen su asiento
~amacá, Cueaita i Sora, pueblos pertenecientes.
al canton uc Tunjn, rodeados de ricas sementel'a s

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DE ALl'llA. 345
ele trigo, cebada i maíz, alternando con bellos "'ru-
pos de sauces que dan al paisaje la apal'ienci~ de
Un jardin, confirmada por la fragancia de los ro-
sales puestos a orillas del camino. Como de cos-
tumbre en los pueblos de la cordillera, su aspecto
i disposicion material de ninguna manera corres-
pondcn a la rara hermosura de Jos campos inme-
diatos: el jenio indíjcna, tal como lo abatió i ami-
lanó la tiranía de las Encomiendas, no procura
ni concibe la comodidad cn las habitaciones,
ciñéndose a edificar ranchos o casas desabrigadas
i lTlal compartidas, que apénas sin'cn para gua-
recer dc la iutemperic a sus moradores: tiencn
sobrantes el espacio i la luz, i uno i otra faltan
sicm pre ele puertas adentro, di vic1icntlo el e~trccho
reciuto con los animales domésticos que todo lo _
invaden, asicntos, mesa i cama, si merecen tales
nombres los toscos muebles i los cañizos que cons-
tituyen el ruin menaje; pero en compensacíon de
Cste dcsaliño hana. el viajcro hospitalidad franca
i bondadosa ell los habitantes, llOnrndcz a to(b
prueba j scrvicioH desinteresados, que prestan sen-
cillmnente, pidiendo pcrdoll por lJO haberlos po-
dido proporcional' mejores. Tan poblada de indios
era orijinariamcntc esta pequeña planicie circuida
de nltos cerros, que todavía se COIll':ervnn vestijios
i memoria dc tres puehlos florecicntes que allí es-
taban : el de Sachiquisa, del cual solo quedan los
sepulcros; el de Chansa, situado en la cabezera
del llano Patngüi, donde se ven restos ele una lar-
ga calzada, quc probablemente conducia de la casa
del U zaque al templo, segun el uso constante de
los Chibchns, descrito i esplicado con vivos colo-
res por el crouista Castellanos; i por último el
de J uacá, mui cerca de Samacá sobre el camino

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3lG P¡;TlEGRl~ACION

de Cucaita: eran asiento ¡propiedad dc In tribu


Chibataes,que ha de~n parcci¡lo como los demas de
la populosa Confcclel'aeion ele lIulIsahúa,
Tr\!s i media leguas al ~-E, de ~,lInacá, por el
camino que costea la ~eTl'allía en que derrama sus
hielos el páramo (l\! P 'iianegra, queda el llcmu-
rablc campo de Boyacá, L,)~ vientos i lluvi:ls del
mes de agosto batian el desapa.:ihlc tTánsito: d
sucIo gredoso i unirlo ca. i, no pcnniti¡t el andar
a las hestias, segun )'e~halilban i su arrorlillaban a
cada paso: una tll'nsa ni,'hln velalJ'l el triste l'ni-
s!lje de los ti,>Iitar¡o~ ,'crt"os, ¡los arhllstoB enanos i
ríjillos sO~Jal)an como petrificadus por U1\ Jri0 ele
[,0 centíé(l'¡¡dos, En los púramos la tempcsta-l no
cs majestuosa, tron[t(lol'a i d pida conlo en los
valles ardientes de nuestros grnll(lc. ríos: es c¡¡ILHb
i persistente cnal /'1 Illlwrtl', j como ella t:\Il1uiell,
ycrta i lóhrr¡.~a, sin las lllaglliHecn~ias dd rayo,
¡¡in la terrible tlllimat:Íol\ del humean 'lllC tI' porta
\'eluz ¡arroja sourc 1:1 tierra ()('(mlO~ de a~lHL;
morir cn medio de estus graneles ruidos i conmo-
('iones de la natnrnlC'z.\ debe se!' pnra el yhjrTo
nn aeciclcnle súbito, casi 110 ,'('l\tido: en Io~ p:í-
ralllOS sc muere siltnciosulI1c.ntc, miembro por
micll1bro, oyendo cómo su c. tin filen por ""'\(¡O:~
las pU!s-lcioncs del (;ora~()\1; I ')1' C~() e. terrihle.
¡terrible IiÜ: ht'llezn, una t 'lI1pestll!l en la ('j <1 dJ
los Andes: el ánimo se uh:tte, i la "11 rjí~l r¡u<.'da
reuucicla a los térn,ino. l'asi ro~ de la rp i~ll~cion,
Cuando avi~té la Ca~a-de-t('j:\ (le lloYl't'á, me
pareei6 q ne rcnat'ja para el lllundo: detras de mí
uejaba los torbellinos de Iliubla i el el ~nllllnl'.) (1 I
páramo: Ull golpe de sol ilull1ina ll¡\ d t~ntro del
acontecimiento que abrió a In .'lleva Grana(!a el
porvenir ele nacj<)ll libre, i 1.]1; verdes praderas <.'11

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DE ALPllA. 3-í7
que 3,000 veteranos españoles doblaroll la rodilla
unte los pendones colombianos, brillaban mati-
zauas de menudas f!orü8 . J~a casa (;11 (¡lIC :31 aí'ío5
ántcs habían rc~onado la' presurosas vozcs de
Bolívar, de Santander, de .Allzu;ítegni, d ,'Ol\-
hlcttc, el estruendo de la b;ltalla ¡las aclamacio-
lles de los repuh'icanos vidoriosos, ahora silen-
cio. a i envejecida, ofrece al viajero ucscanso í
po uda cieJ'talllcnte modesta, \IHI~ dc lo que con-
viniera, pero llella de recuerdos intcrc,antcs, j, por
dC(·jrlo así, santificada desde el 7 de agosto de
lSl!). Ninglln mOllulllcJllo. ni una ]>1,·,1111 ~i­
quiera COlllllClllora csta grande i henélit:a úUlcjO!l
de armas: el alltigllo pllente, centro el 1 Cflllllicto,
ha dcsap ,rl'cido; i el llllevo, Cll Clly:lS pilastra,;
se tellia la i<lerl de inscrihir lu. numbres cJn los
libcrLulore , permanece rn~o i tiin coru.:luir; tal
~s el torbe llino d.~ acontecimie!\tos que llenan los
dia. ¡le HU 'stra ltcpÍLh\ica, que no dan tiempo
para levantar en dla ni aUIJ los lrofcCls de aql1e-
lla~ victorias, llllil'as c1iglla~ de perpétll:\ n:eo!-
datiol1 .
Dul campo al Pllehlo ele BO~'lleá no lmi <lo, le-
guas comp1et:to. COllsta el puehlo de al¡;UnaS tn'Ínta
cas:\s de p, ja í dc:,]mrramaclils .~lJhre alic>:ltlo, tOlllO
la pro ecto!" d~ ac¡u 11:\ humilde f,llllilin, \lila buena
í~lesi.1 de calicanto. TO hai posada püblh·.I; pero
el transvllnte !lO echa de \'('¡- esta fa ta por In
provNbi:¡1 i franea Losl'italidud del Cura poctor
}o'rancisco (3lltiérrcz, [\ 'luie \ f\limo. el 1lc1(,rd; de
lnil ut('!\einllcs oCrcddus con la lIlltllr;¡li<larl i lIancz:1.
(Iue rcalzan su amable t'··ltO. Rien '¡tIC' la raza
indíjena s haya nHHliltcaüo ~LCJuí ]101' SIL Cl'U7.:'-
llliento cml la ( urope:!, toLl,1\ ía subsititcll r02stos do
las co,tumbr0s chibch:ls entre los (Ille lila, S'~ (lee!'-

®Biblioteca Nacional de Colombia


3-18 PE ll.F.Gll.I)o!ACIO)o!

can al tipo de esta 'nacian cosi cstingllida: así en


las mujel'essucle verse el rhirc(lte, e 'pecie de manta
de lana puesta al rededor ele la cintura en guisa de
enaguas i atada con una faja encarnada que llaman
mall/'e, cuyo atavío e01l1pletaban las indias con
otra manta pcndiente a la e5palda j ~lljcta por un
grueso alfiler que les adornaba el pech9: líquirade-
cian a la primera i topo nI s"l~uI1<lo, Ambas cosas
han caido en desuso, sustituyélldolas la dcsairada
mantclliun de hayeta i el tOSCD sOlllhrcro de trenza,
que frpcucntelllc;llc ocultnn i <ll' figm:ll1 las formas
.... igorosa" i bien propor('ionacl.l.. tan cumunes en
las campesinas de IlliestraR cord:lleras.
COIllO noticia fin, 1 de BOHIt':í no estará de mas
copiar lo que dice (hicdo" de este pueblo, refi.
ri('udo;e al afío 173G, i su juil:io I:rítico acerca de
Bochica, lcjislador i lllae tl'O de los ChibcllllS .
•• Tiene Boyaeá de 70 a HO indios, i cosa de veinte
vC'cinos blanco~ , !'rodncl' tl'j~o. lllníz, muchas ar-
vcja~ i otros frutos, i con abundancia manzanas,
de cuyos árboles eslá lIcno el pueblo. LIai muí
buella casa de Cura, i en ella ulla cuadra de árboles
de manzanas i durazlIos, El principal trato de los
indios de e~te pu blu C' IllUcllÍsima cal que fabri-
Cilll, ('on que prOVI!{'n no solo a Tllllja, mas tam-
bil'll h conducen a 1;0 ciud. ti de Saul"f(',"
.. Por no ser ingo .... t" a e te pueblo de que fuí
Cu!'a en 1l:l30, referir"; una memoria honorífica
que hai de él i la. traen los historiadores de este
reino, i es: que aun entre las somhras de su jen-
tilidacl crejan que hni un Dios, Autor Soberano de
la naturaleza, i que era trino eu personas juno e11
esenciu, como se lo habia enseñado a sus muyores
el nochica (otros decian el Zuhé que fué su maes-
• Oura cita(\a.

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DE ALPIIA. 319
tro. 1 este se cree que fué uno de los santos Após-
toles: unos sientell que fué mi Padre San Ba1'tolo-
mé: ot1'09 que filé Santo Tomas; i aun otros que
San Simon. En lo que 110 hai disputa es, que en el
pueblo de Boyac:L de quc hablamos, adoraban los
lndios un ídolo de un eucrpo hum:mo con tres Cll-
bezas, o tres rostros en una misma cabeza, que lo
hallo allí cl Padre Frai Juan de Sotoma)"or, pri-
mero que ¡('S prl'!licó la leí cyanjélica : dado que
tambiell el l"\ll,'c Frai Pedro Simon afirllla, que
!os indios pijaos, i otros de la jurisdiccion de Tun-
la, tenia n en ~u, a or' torio, ídolos en figura dc
hombres COIl trc cahezas o tres ro tro en una
cabeza, i que deci.. n ser tres pcr~oJl s COIl un solo
CoraZOll i una \ oluntad .. ,

XXVIII

A mcc1inc'o tIc 15!37 regresaba el Capitan San


Martín de su llIfnzctuo a espedicion a los Llanos,
quc hahi vi to ti de la. alrul'¡¡" de !'.iolllonuoco,
no pudiendo Pl'll tr::1rlos, i des pues do \'ag.u· a llies-
tro i siniestro dió en .J pohlado i rico valll: tie Ba-
g3niquo sobre el caserío d Ci{na o ¡¡. ,. Alborota-
do lo indio de \erlnnucvajclltc", ~e opusieron
armados al cnCllentro, con vana presl\\lcíon rle que
poelrian cojorlos a malOS para s 'r ele ellos víctima
horrorosas a BUS ídolos; i a causa de ser el día pro-
celoso de lluyia i ,·ientos, i los caminos delezna-
b1es i an~o tos, dcsfilaban tan separados i desa-
percibidos lo españoles, que llevaban sin sillas
los caballos, guiando cada cual el suyo, i las sillas
en hombros de cargueros; con que embestidos los
.. PIDDR.\IIlT.\. Historia jeneral de la Conquis, .:Jel
Nuevo Reillo de Granada.

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:150 PLRLGnINACION

primcros que llegaron abajo, se vieron apretados


tie los bárbarM, hasta que el Alf~rez :\Iartin Ga-
liana, pUEsto a caballo en un l'eventon que hacia
la tiernt i hlandiendo la lanza, dctuvo el ímpetu
tic aquella uadon cobarde: aunque para sosegar
el acomclimirllto, ménos oln'ó con el esfucrzo, que
ton el espanto que cOl1cihicron los indios de ver
¡((Jllel mónstruo fonnado, en su idea, de hombre,
caballo i lanza. Mas, esta aceion duró poco, por-
que luego que resonó la guazabara en los oídos
de los cOll1pnñcros, lo socorrieron (an presto, que
tuvieron los indios por Ilms cguro dejnrles el lu-
gar cspuesto al saco con la fuga, que.> perder las
vidas miscrablemente con la resistencia." Hicie-
ron lo~ vencedores copio, o hotin de bastimento,
ropa i oro en el puehlo, i diercm cuenta del suceso
:\1 Júneral Quesada, ([He a la 'azon se eneontraha
en U bcitá, (¿ U ID bita '( ) i con las noticias marchó
(l Ciénaga. Allí recihieron informes, por un indio
fujitivo i agr:lYiatlo, del territorio j l'icJuezns del
U zaque TUlldama; poco desplles, haLicndo ~a1i·
do Fel'l1:m Yenégas en demanda de alguna pobla-
eion ahnsteci¡\a i cnpaz de que en ella e mudase
el campo, llegó al asicnto de Baganir¡uc, ¡entre
las casas ahanuonadns encontró un templo del
cual sacó seis mil cast lIallo, el!' oro fino i otraS
}lrcseas de cstima, i CJlCCll1tl'Ó n í rni,mo el pri-
mer traidor que mancilló por iateres el noml)re
Chibcha.
Gobernaba en Ba!;anic¡uc, hoi Rnmiriquí,·'
por delegacíon del Zaque, un illdio noble, quien
• O\'U:DO, Pcn8nmiel1to~ i Noticias-U n,miriqnf er~
a dondl' teniall los Z.\ques de TUlIjlL sus ballos i adorato-
rio$ j('lIlílicos, i donue era la 0pl¡]cJlcilL ue Baganiclue."
Páj, !lS. M. $.

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352 PEREGRINACION

niños balbucientes, de dos en dos, armados de


palos i sentados sobre el césped, cuidando afa-
1l0SOS que el pequeño rebaño no traspasara los lí-
mites reducidos del erial: polJremente vestidos de
bayeta, ro~adas las mejillas i de3pavilados los
semblantes, se levantaban al acercarnos, corrian a
su ganado gritando "i usa, usa! " para que no
se desbandara, i asegurados ele ello volvian a
mirarnos, ijuntando las manecitas prorumpian en
la frase trunca" Sacramento l'altaar!" entonada
en agu(1as notas como salutacion respetuosa. Así
pasan la infancia, i crecen, i se hacen grandes para
mayores faenas estos hijos del pueblo lnborioso,
ignorando felizmente qué cosa es el mundo, e ig-
norando al mismo tiempo que hai una vida inte-
lectual a cuyos beneficios no son llamados, porque
nadie entre nosotros se acuerda de que ellos tam-
bien tienen intelijeneia que pide doctrina, puesto
que" el hombre fué creado para alimentarse no
solamente ele pan, sino de ,'cnIad."
Hasta el año de 50 que la cabezcra del canton
se trasladó a Turmequé, lo era Ramiriquí, villa si-
tuada en una hermosa meseta en que se cruzan los
caminos de Boyacá, Roracá, Sinchoque, Viraca-
chá, Ci(naga, Zetnquirá, Garagoa i .renesano, u
2,271 metros de altura sobre el mar, i 15° centí-
grados de temperntma media; lugar ventilado j
tan sano, que en medio de un e traonlinario desa-
seo, comparable solo al de oatá, di frutan de en-
vidiable salud i larga vida los moradore , blancos
todos i de estaturas aventajadas. Lo del desaseo
no es ponderacíon ; i en prueba de ello diré, que
habiéndonos alojado nada ménos que en una cnsa
de balcon, nos sirvieron al cabo de largo tiempo
una comida tal, que nI npremio del hambre hubi-

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DE Ar.T'IlA. ".,
3 Jo)
~)ms de añadir la oscuridad, cerrando las ventanflS
para cOllsumirla sin rellaral' en las sustancias in-
trusas, que abundaban sobre los eX-jJlato~ i den-
tro de los inimitnbles guisos: bien es verdad quP
esto quedó compensado eDil klber nmaneciclo al
día siguiente nuestros cuerpos llenos de ronchu".
caustldas por animnle~ que se me permitirá dejar
anónimos, Sin embargo, hai esperanzas de que
a.u llello mejore, pues nu fidtnn sujetos de reprc-
sentacion cuyas casas tienen aire racional por den-
tro, limpias i abrigndas, en :nlllonÍ<l con la cul-
hll'a de sus duenos; entre los cuales debo mencio-
llar especialmente al bondadoso ~r, Tumas ::\Jiir-
<¡nez, sin euya inlcrnnciun lo habriaulOs pasau()
peor en pI dCSCllJpCllO de nuc'strn c/)Jllj~jon que ('1'
el refrijerio de nuestras pcrsonas, pUl'S la primer:t
autoridad de la villa no s:tl.Jh let:!" siquiera.
El pueblo ménos a propósito para cabezerr: del
cantan es Turme(lué, situndo en nn Ctitremo i so-
bre las vertientes del canton TUlJja, fuera de las
vías tic comercio i comunicacÍon de que l'S centro
RanJÍli~l',í, supcrior hajo todus rc'pccto. 11 los de-
lnns lu~ares, Cuando los conquL tadurc~ a~Tiba­
ron a Turmequé (en L>3i) hallaron un Jlll(.blo de
cuatro mil vecinos, que se rindieron sin resistell-
cia i sahnmaroll eon incienso a los innsnres j)N
miedo a los caballos i terror que les causó el so-
nido de cuatro trompetas que hizo f,¡bricar Qut,;-
sada de unas pailas viejas, de donde vino el nom-
bre de Trompetas, impuesto al pueblo por los
aventureros ca~tellanos. Ciento i tr~inta aiíos
despues describe Oviedo esta villa, diciendo que
era cabeza de eorrejimiento, con seiscientos indios,
dos caciques i mil vecinos pobres, sustentándolos
la agricultura. De la deslloblacion sufrida no ha-
23

®Biblioteca Nacional de Colombia


354 PEREGRIN ACION

bla, sino de haberse edificado "una mui huena


iglesia i bien ornamentada, i una capilla de Nues-
tra Señora de Chiquinquirá, que puede ser iglesia
en cualquier lugar;" rasgos que pintan al vivo la
índole de nuestros auuclos peninsulares, i el mo-
do como cntcnclian el adelanto de los pueblos con-
quistados. IIoi se numeran 6,150 11abitantes en
el poblado i radio del dj~trjtoj lo que demuestra,
como en touas las lll'ovincias del Norte, que, a pe-
sar de la guerra magna i de la~ contiendas civiles,
el país ha progresado con bastante rapidez, por
cuan lo es sllbidu quc la )lablal'iun no puede aumen-
tar hasta triplicarse en DO ailos, C0l110 01 Turme-
qué, sin haber crccido proporcionalmente las sub-
sistencias i la riqueza ciotial.
.Entre Ramiricluí i Garagoa media el espacio dc
once leguas,caminllndo [,1 S. i llevando constante-
mente a mano derecha un rio cada vez mayor: es
cl que nace lllllllilde en cl páralllo de Gaehaneque,
canton Tunja, con el nombre de Tiatino, corre al
.E. durante seis leguas llamándose Boyacá, i de
repente deja su rumbo i nombres primeros para
dirijirse al S, apellidándose a trechos Jenesano,
Tibaná, Batá i Garagoa, con cuya denomina-
cíon termina su larga carrera engrosando el Dpía,
tributario del lejano i caudaloso Meta: marca en
sus cabezeras situadas a 3,127 metros sobre el
mar, i en las de sus afluentes superiores, el eje de
uos grandes planos que de un modo raro dividen
las aguas vertientes, distribuyéndolas por mil
complicados canales ácia el S-O. S-N. ¡ N-E.
sobre Bogotá, San Martin , V élez i el Sogamopo ;
fenómeno hidráulico por el cual puede imajinarse
cuán benéfico es el sistema de relieves i ondula·
ciones qúe un exámen detenido hace encontrar e11

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALI'IIA. 355
las moles, ul parccer caprichosa~, ue Iluestras cor-
dilleras setentrionalcs. e in ellas aquel territorio,
admirnhlclllentc rc~:\{lo por agll,;s rccun~antcs, se-
ria un desierto árido, íntr.ll1sJtah\c, mÍltil para
mansion dd hombre; por manl'ra que los que se
lamentan dé! lo> And"s granadinos mirándolos co-
mo un ohstáculo a la civilizacioll del país, hablan
prcocllpaclo~ i pr"cis:lIl1Cntc al rcvcs dc la realidad
dc las cosas. En las cordilleras j montañas no se
manifiesta Ull hecho casual i sin designio: leyes
cuyo descubrimiento no' faltn, presitlc'll a la fo1'-
lllucion i di lribllcion de estos rclie\'cs sobre la
superflcie de la ticrra, a los cuales d~belllos la va-
riedad (Ic produ··tos ycjetall's i de climas agrupa-
dos cn c p. cios pequeños, la Íltil 1'e1'arli{'ion de
las aguas i \'ientos en que S'~ fUlIdan la posibili-
dad i riquez.'t de la agricultura, i finalmente, la
aeccsion f¡í~il a los productos minerales, alzudos
en hancos i masas desde lo profundo de nuestro
planeta, dllnde sin estos leyantamilntos habrinll
})crrnanecido ignorados i sin conclll'ril' como allsi-
liares poderosos al progreso d<: la enl tu r11. i como-
didad de lIS ll11.ejoncs.
Comienza el camino arriha i11(1icn<10 costeando
un \'alle singularmente bd lo, cultivarlo p~lmo a
palillO. llellO de cn,it:1s de C' 1111,0, tuyas techum-
bres pnjizas se deseubren al ondular de los sauces
puestos por todas partes para marcar los linderos
o contener lns avcnich'; del csp!ayarlo rio. Fron-
tero al camino, i cn L'] final elel re(!llc~to que hace
tln.'\ vcrde scrraní:l, s.:! V<J el pueblo ele Jcnesano,
rodeando la blanc:l ii,;lesia de rúbrica sólida i es-
pueiosa, cOl1f')!'lllc lo son todas las de esta comarca.
Poco despucs, i al avistarse a Tibaná,tambien a
la mano c1~reeha, CCS(\ el yane i comienzan los cc-

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3;36 PERRGRlNActoN
nos, que desde el Alto oc Chigua en auelante se
ues:1nollan en l11asas de estratos calizos cargados
de vejctaeion 8icrnpre verde i f1oriua. G~ll1a el ca-
mino en Jo pintoresco por la varied¡;ul de ri UCñ03
paü~jes ClllC van descubriéndose a cada vueltrt, pe-
ro pierde en comodidad, pues los resbaladeros i
barrizale se multiplican i fatigan sobremanera en
la cstacion dc las lluvias, poniendo a vezes en
riesgo inminente las cargas i personas.
A las llllc"e leguas se encuentra eJ pueblo de
Chillnyit~, primero dd canton .(j¡lr;¡go;¡ por este.
lado. J,]¡'gal11os quebralltados de cfllI,an('io, i no
pusimos a buscar posada con la uilij~ncia que es
de suponerse; pero en vano, porque en todas las
tielldas 1I0S la llegaron, escusándo~e (le \'rll'i:1s ma-
lleras, e indicándonos siempre In C1IS:1 dd Cura.
Allá fllimos, precisados por Ja nccl'sic1acl. i encon-
tramos en ti eorredor a 1111 anciano de formas atlt:-
tica~, que en voz alta COl1ycrsah:l con otro ecle-
siástico transeunte, a quien acompañaban en su
"iaje dos damas, así mismo 11I3nifil'stas en el ('0-
rredor de la casa, toclos en pié, mils o ml-llOS em-
barrados, eual lo estábam09 nosotros, i en traje de
caminante)! rccíen llegados. El Cura nstia zama-
rras no cumplidos de enero de peno, ruana rayarla.
i chaql1cton de manta, Ilevanc1u <:11 la c"hl'za, co-
mo por tolerancia, un desdichado sombrero con
funda de hule, que de tanto mOH.rlo 110 habia po-
dido tomar fOfma c1cfinili \'a. 111 "i túnos a des-
montarnos i a' í lo hicimos, aunque desalentados
por el aspecto decadente i anánllliL'o de la casa, i
referimos al robusto párraeo nuestra larga jornada,
l11\Cstras cuitas por falta de alojall1iento, i a ma-
nera de incidente mencionamos la dicta de nuc"C
horas que nos eSllo\caba. Una significativa g\iÍ-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPUA. 3,i7
ihtla de ojos de la dama de mayor u¡hd me dió a.
entoneler q lle nuestros esfuerzos oratorios eran
perdiuos ; i en cf~eto, el buen scíi.or siguió su rui-
uo:a con vcrsacioll,sin darse por llolifi 'cHln Ul! nues-
tras solicitudes directas e indirectas, salpicando la.
plá tica con in tCljceciollcs tan bie~l (lCén tllad:\s i celi-
neantes, que sin poderlo rcmedlar nos echamos l\
reir de bucna gana por la novellad de aquel estilo
llad:l teolójico. Entre tanto vcníasc la noche i se
ihan lJucstras esperanzas de refectorio i dl!scanso.
!tesoldllle a esplorar el terreno, i suponiendo que
una dé las selloras deseaba reposar cn h sala, pedí •
permiso, la dí el br'lzo, i abriendo 1:1 lllilmpara
dc la puerta me hallé dentro dc la estalH:ia ménos
Illallquc:\lla i mas desconsoladura (liJe hahia ,'isto
en mi yida. Arrimada al úngl¡]o de la (IPrccha es-
taha ll1la larga mesa junto a Ull canapé de cncro,
i contra la pared fronteriza otro mucbl~ dcl mismo
linaje, p~ro ele diversa hechura, eOl1vclliclltL'l1lente
¡¡¡lornadas l:ts patas con telarafías autiguas, lo
mismo que varios cuadros al óleo q ile colgaban
bien torcidus i a diferentcs altur;¡s: 011 el re lo de
la sala campeaban dos o tres sillas dc hrailos, all-
chas i fornidas, que por luengo s años habian de-
safiado las injurias del tiempo. Cayó,cllle la últi-
ma ilmion, e informado mi eompaiícl'o salimos a
rcjistr.ll' todo el pueblo, i allin dimos COI1 los cucr-
pos i el hum hre cn una vcnta Ilclla de fanlos i
cnjalmas, donde juntando los re~~gos de nuestras
provisiones dc páramo les hicimos álllJllia jmticia
sobre un cuero algo Illas oloroso de lo que conve-
nia para su oficio de entónces.
Cuando hubimos acabado la improvisada co-
mida, i tambien cena, nos acordamo~ de las des-
venturadas viajeras que habíamos dejado 1.'11 casa

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358 PEREGRI~ACro!\

del tronante Cura, i determinamos obsequiarlas


con una lata de sanlintls. Fuimos: ya tenian luz
eIlla Rala, j e~tahall sentados al 1'('(I,,;lo¡- de la me-
sa ...... ]lel'o val'Ía i sin muestras de hahe}' tenido
ni ha b('r de tCIIl',' cn<:Íma cosa de pro\'tcho: exhi-
bimos nue~lra lata, de la cual se resohió a tomar
algo la mas jón'n d~ las pen·grinantcfi.
-"Q,ué es e~o, canario!" gritó el jovial due-
ño de las slls(¡dichns telarníins; hien entendido
que no era esla ,u intcrjcccion fa\'ori!a.
-" Sardinas, dijo mi eompaiícl'O, q ne ~olemos
llevar para rl'llIcdiarnos ('11 Jos dcsi"l'loS, o en los
lugares en que no hallamos quien no ofrczca un
vaso de agnn, como ycrbigracia."
_" i SardinaR? A ver ¡canario! (111(' debe ser
cosa particular en estos ponjcs."
1 funcionó herÍlicanll'nle ¡;obre la lata, sin Cll-
rarse de los (lemas. J\ I cabo de un mlo,
-"' ~ngrario ! ,. esc1aI11t1, l1HulH1Hlo a una (·Idea
de quiJlce nílo~, que nsoJ1\aha la cah'za I¡or entre
un biombo del illJlledinlo aposento i se ocultó en
vez de snlir: ¡¡ \' ('11, Sngrnl'io, pnwha esto i c:\nn-
rio! que csl:í. lJl\ no. A n, í lile lince c]:llio el conar,
poro tomaré peco i Jo dt:IIl:ls Jo guanlaré para
mañana. Coma \l~tcd, niíia, qllc d( lle tellcr :lpe-
tito i viaja en g-nl:ípngo fl':lJJCC3, C011 los inconye-
nientes i ril'~g s (le (·S:I . 1I:011tllJ"aH ¡canario! que
son gran¡]e~: lll:lS seguro C viajar en silloll como
N ucslra Seílol'a, i es mas d ecellte;" observacion
a que no cOI.lesló la jnt ~ rpelada sino tosiendo
por bjl'J1 parecer i cubriéndose la cara con el
pañuelo.
Conforme lo ]¡abia dicllO, de~lJ11cs de snli. fncer
el primer ímpetu clel apc'lilO, gnanl(¡ lL1s saI'Clinas
l'emallclltes i siguió la oOllnrSnclOlJ, Líen rondí-

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l>B .U.PR.&.. 359
mentada de anécdotas que n08 dejaban lelos, i a
las damas aquellas estupefact~s .. ~l jenio pronto,
el vivir secuestrado uel trato CIVIll, maa que todo,
la grande ancianidad, siempre divorciada con los
Usos actuales, habian convertido a este sacerdote
en una especie de orijinal que con dificult:ld ten-
drá semejante.
De las damas la una era alta, pálida, de nariz
dominante i boca pertinaz cerrada por unos labios
de treinta años i delgadod, pero no siempre calla-
da: la otra contaria unos veinte aniversarios a 10
8umo, usaba grandes ojos negros i parecia sufrir
con mas timidez que resignacion la dictadura de
su compañera. El Cura viajero que las llevaba, o
era llevado por ellaa, llamaba her1llana a la pri-
mera, siendo él trigueño, pequeñito i de tipo to-
talmente diverso en lo fí~ico i en lo moral, pues
tenia dcntro del cuerpo, ya envejecido, 1111 espí-
ritu manso i gobernable sin oposicion: a la se-
gunda nombraba cQTlladl'ita, palahra elástica, tor-
nasolada i de valor convencional en la feria de los
ruectos. Tengo para mí que la mujer es rndical-
mente contajillble, por cuanto he observado que
se impregna, por decirlo así, de las ideas i llabi-
tudes de aquellos con quicllcs vive en intimidad,
en términos que para adivinarlo basta dejarla
hablar, que ella sin echarlo de ver descubre la
categoría social i doméatica a que pertenece. Las
damas de que trato, hablaban constantemente uc
clérigos i curas, deseribian "cstiduras de santos i
accidentes ocurridos en fit'stas de iglesia: de lo
profano i 10 eclesiástico hacian callastillo de cos -
tura, segun lo reyolvian, pero sin mezclar nn át o-
rno de cosas ni persoll as seclllnres, qne no le~
merecian sino los pensamientos sobrantes j dc mé-

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360 PEREGRI:s'ACION

IIIIS valor. Con todo esto, no eran una escepcion,


~illo las jenuinas representantes de un jénero, o si
l' quiere tipo, harto esparcido en nuestro país,
fácil de conocer i c¡ue bien merece monógrafo e
1¡istoriador especial.
Por curioso de observar que fuora este grupo
de caractéres que la casualidad me presentaba
reuuidos i manifestándose tal cual los habían
formado la nattm.]cza i la educacioll; romo se
a(lelantasen las horas de la noche, quedándome
l'ocas de descanso, hube dI! retirarme a la posada
do las enjalmas, de donde 01 aclarar el dio si-
guiente partimos para Garagoa.
A corta distancia voltea el camino a la izquier-
da para tomar una bajada larga i pendiente ácia
]¡¡s márjcnes del Tibaná, que raudo i espumoso se
ele liza por el pié de las serranías laterales. El
golpe dc vista es magníJico, abrazando el óvalo
espacioso formado por la separacion de las serra-
lIías. Lu de la izquierda mostraba sus retiradas
cumbres coronadas de nubes que rcsplandecian
illlJllinac1as por el sol de la mnñ:llla, i desde ellas
ha. ta el rio una serie de es tendidos planos per-
loanecia en la sombra, s:argados de scmentcras i
animados por la presencia de muchas casas repar-
Cdas dentro de los cercados de plantas vivas: en
lo alto ondulaban las mieses de tierra fria resguar-
<ladas del páramo por una zona de árboles apénas
pcrceptiblc3: en lo bajo brillaban las hojas lamas
i luzientes de los cañaverales, ihumeaban las h~r-
1 ¡!las de los trapiches: abajo era tierra caliente,
arriba fria, i entre estos dos estremos se hallaban
las temperaturas medianeras representadas por las
plantas i frutos que en ellas se producen. Los
c.:rros de la derecha, mi!nos suaves que los de

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DE ALPIIA. 361
enfrente, dejaban ver el pueblo de Paehavita en-
caramado en una meseta i rodeado de pequeños
campos de cereales, a cuyo respaldo queda la e8-
tensa i desocupada mole de púramos que prolon-
gan sus vertientes occidentales hallta la planicie
de Chocontá. Descendimos, i &zotauos por la
lluvia i hundiéndonos en el barro del detestable
camino, alcanzamos por fin la cuesta, en seguida
de la cual so halla la cabczera del cantono

XXIX
Garagoa existía desue úntes de la conquista,
pues lo mencionan las crónicas como "lugar de
casas gmndes i hien proveid:ls de bastimen tos",
en el cual hizo alto Quesada cuando marchaba ni
descubrimiento ele Tens~ i esploradon de las mi-
nas de esmeraldas de Somoncloco. La dOIll inl1-
cion española despobló este lugar, reduciéndolo a
dependencia del corr<)jimiento de Tensa, con cien
indios i doseientos vecinos" de los qne se 1I:1l11:m
blancos," dice maliciosamente Oviedo; ¡llegó n
tal punto la decadencia del pueblo, que estuvo
decretada su estinciou i apénas pudo sostenl'rse
como parroquia íllfima en 1778. Emancipado el
país i abolido el sistema de opresion i desden quc
pesaba sobre los indios i labriegos blancos, Gara-
goa renació de entre ws ruinas i ha llegado a la
importaneia de villa eabezera de canton, contán-
dose en ella i su distrito 7,300 habitantes, quienes
disfrutan de clima suave i templado i de los pro-
ductos tan variada.9 como seguros en un suelo
fértil por estremo. En el Bolar del rancho pajizo
que antiguamente servia de igle~ia se levanta hoi
un aóliclo templo cuyaclcvada torre descubre desdo

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362 PEREGltINACION

léjos el viajero coronada por la cruz, signo de


esperanza i civilizacion, <l ne parece invitarlo a des-
cansar entre sus hermanos. Varias casas de teja
demuestran el aumento de riqueza i comodidade8
no fundadas en la opresion del proletario sino ren
la libertad i bienestar ue todos, mediante la bien
fraccionada reparticion de la tierra i los beueficioll
de un comcrcio dométitico quc diariamcnte ad-
quicre proporciones mayores. La casa del Sr. Ca-
milo Gutiérrez nos abrió sus puertas en el acto
que llegamos, i fuimos recibidos i tratados por su
amable familia con el cariño que tanto realza la
hospitalidad en nucstro país, donde quiera que al
tímido encojimiento de las costumbres coloniales
se van wstituyendo los modales abiertos i francos
que el trato d~ jelltes i el sentimiento de la igual-
dad producen.
Tcnsa es ahora dependicntc de Garagoa como
distrito parroquial situado tn ulla planicie bellí-
sima, impropiamente llama(b. valle, a la derecha
delrio Tibnná, tan ri ca i abundante, que en mui
reducido espacio contiene cerca de 7,000 habitan-
tes, casi todos agricultores i propietarios. Los con-
quistadorcs llamaron a Tensa ciudad de San Juan,
por haher llegado el dia de cst~ Santo, i por la
muchedumbre de indio que la pohlllhan. Está,
como Garagon, n 1,.íOO lllclros (le altura sohrc el
mar: su temperatura, ~1° centíg rados, i sus pro-
ducciones agrícolas en armonÍ'L C01l la benignidad
del clima, tan rallO, que los fallecimientos en el
alío de 1850 501(, alean:'.arol1 a 110 es decir, n 1
individuo por cada G;J, 70, r s\lltalldo ('1 :nnllcnto
de 1 por cada' 55, 15 habitantes; cifras que, con
la de 70 matrimonios al1l1ales, compruebnn lo me-
recido de la buena fama (lue desde tiempo remoto

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DE ALPIlA. 363
tiene aaquiriaa este llislrito. Uniuo al de la cabe-
, zera i ]o~ ue Capilla, l)at1Hlvita, Chinl\\'ita i Ma-
canal, forman el canlon Garagoa con 26,700 mo-
radores cn un área de 3G le!!;uas cuauraclas, de las
cuales 18 compl'emIiclas en ~l csll'CI1lO S. del terri_
torio permanecen toda\'ía solitarias i agrestes, ha-
ciéndose notar entre ellas Uilll grande {$]llanada
sobre las montnñas dc ,;\ orCllO llamada ";\Iundo
Nuevo," aparente por ,u clim'l, riqueza de uos-
ques i abundancia de aguas vivas para ulla colonia
cstensa.
Al oriente queda el lluevo cantan Miraflól'es,
"asto desierto de 7·1 leguas cuadr:¡das, regado por
l'ios caudalosos i euhierto dc selvas vÍl:jencs que
llegan hasta lns llanuras d 8:tlllllartin i Ca.aua-
re. Nada es COll1l'oIl'Clble n lo frngoso i deslImpa-
rada de los call1in(¡s dc t'stc canton, los cuales se
eOllvierlen durante el in, iemo (;11 cauce de torren-
tes il1lpeluo al> (jlll: alTastrall piedras tiucltas e im-
piden la marc].a de 1:1S l\lU Ins Illas vigOJ'osns. Mi-
l"aflórcs. Campo-Jlcrn 0<0, Zl t:.quid, Fragua i Cbá-
meza, son llldi!To('lltos de pudJI s en <Ille! el hom-
bre nparecc al.rulI:ldo j COIJIO n:llci<lo pOl' la pu-
jante naturaleza físi('a, lar los iUllUlnerahlcs ani-
l11ales posesionados del eSI neio (n el aire, ell los
Vejetales, en la ticrITa i ('n las nguas, por el calor
abrasador de los .... :l1]cs, i por el rápirlo l'recimiento
,de las ¡¡Jautas silv -trc , que apénas cortadas re-
toñan con ímJletu, i tom:m a cuhrir con sus y¡ís-
tagos i ramas lo cam] o. recicn }lJ'cpnnulos pnra
sementeras, i los caminos ¡,en o mr.l'l1tc abiertos nI
traves de bO~r¡U"S dCllso>; e intl·I'1lJill:lblc .. Por es-
tos desiertos I,cnctl'ú .1u:11I dI' ~alllnartill con trein-
ta compañeros en busca dc los Llancs: arribaron
a Tégun~, hoi H'Cilldario situado ¡;c:rca clell'io Len-

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l'E aEG al!' ACIO!'

gupá, i notaron qlle allí terminaban el idioma i


traje; de los CJ¡ihchas. Ell'io les atajaba el paso,
" a CallSI\ del 1l1ovimicnto impl'tuo¡¡o que lleva por
el dcspeÍÍo ele Ullas rue¡I~, i tal, <¡Ile aun el ngtw
110 se veía por la IHueha es IJtllnn que de los golpes
formaban. '" B,'jarun mus ahajo cinco soldados por
'/er si hallaban t', guaso, i a poca distancia encon-
traron un indio dl'scuicL,do, Cjnil'n a la, prill1eras
vislns se halli:í con (,1 Sl! to que el call1inllnle sal -
teado de repentina lic:ra, El bárbaro, vi,'n¡[e»e l'<J-
de:u!o de los cinco inI. ntcH, i hallándose con uu
tronco nudoso en 11l~ llHlllOH, se les opuso tan fe-
roz, que pudo dar leecioncs de vulil'ntc> al mas
un 'st.1do lIJon tcro; porque jugando el ha ton n
todas part,,-;, acometiendo ullas vczes, i retiníndo-
se otras, hi~o tan dudo () el combate que ya se
hallaban ]/1 tilllados 103 cuatro, í con dudas ele po-
derlo ]'cnelir vivo para que les sirviese de guia. Pe-
ro recohraelos:\ 1l acost.\\I11hrat1o valo!', be dieron
m;¡iía para dúrribarlo en tierra,nullquc era tan for-
zudo el bárbaro, que se los llevaba arrastrando a
todos cinco por la cuesta que dcclina al rio, f()rzc~
jeando para precipitarlo, con manos, pié', puña-
das i mordiscos repartido~ con gran daño ele los
cinco soldados." Aprisionado el indio, 10$ llevó a
un pucllt" de bejucos tendido de ribera a ribel':J.
J~¡;de los :írboles, primcra llláquina de e~te jénero
que vieron los cSl'lIlíolcs, i no se atrevieron a pa-
sar por ella sino des pues de muchos ensayos ate-
morizadus por los raivenes que hacino Cl\a~'enta
dias anduvieron errantes por aquellas aspcrezas,
si n haber podido vaclear el Upía, que dr."dende a
sal tos desde el lago de Tota, i al fin desalentados
rcgl'rsaron a Garagoa en busca de (~ue,ada; pruc-
!'I .. DIHIII'U. IIi~torja jCllcml ue la conquibta.

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DE ALPIlA. 365
l,a de lo qucbrado del tcrreno i de la fiereza deIol
primitivos habitantes, }Jues, hombres del f{-rreo
temple de los conquistadores, i aguijoneados por
el deseo de llegar a la imajinad~ opulencia de los
Llanos, desistieron de proscglllr l'n la empresa.
Lo que ellos anduvieron cntúllces. 110 ha vueltu l\
~('r csplorado, i las sch"ns i trllTL'II1cs perl11~necen
vírjellcs conforme salieron del .'ello de la tlerra.
i';lltr~ la~ rarcza~ de esta vejd¡,cioll inculta i
lujosa merece llotarsc UIl pii'ial silvtl!lrC de mas de
tres lt'g uas de c, t e nsion qn e se e ll c11l'nlra yendo
ele M iraflores a Campo-herllloso, 1'01110 a la mitad
del camino. Las plantas desarro'lan desmc·dida-
Jllel,tc ~l1S hojas dura., defelldicllls ]'or do, órdenes
de g:,rfios, i 11\'\'u.ian del eentl'<J la piña ingrata i
úspcra, rl'tluti<1a~n tamnño co1l1¡ arad! con las que
se jlro rlueE'n por d cultiyo en llL C. tr:, s huertas,
pero afecUllHlo forma. j color ig uales . El interior
de e ~ tc piñal enorme ~irye de (l'¡n(' lltcrio, por la
dificlIltad que los vecinos til'l1l'1l (le ocurrir a la
distante pa\'l'oquia en busca (le la última morada
}Jara sus deudos: algunas crUzts formadas de llri-
sa con dos ralllas indican las sc¡,ulluras ; hreve se-
ñal, por cierto, pero que en a(luella soledad ins-
pira mas respeto i habla JUpjor al corazon qUé los
rebuscados epitafios en que la vanidad de los ri-
cos i el dolor declamatorio se o. tentan sobre la
nada de ll's que fueron. Sea un desierto en medio
de las selvas, triste i uniforme como el piñal del
Lcngupá : basta una cruz clavada en tI Sllclo para
que cl drsicrto ndquicra voz i la solednd se pue-
ble de ideas: allí la relijion i la Vi dad se malli-
ficsLan : por allí pasó el hombre de la ci\'ilizacion,
puesto que era cristiano; i al fijar en la tierra el
símbolo de los tiempos nuevos, sin duda murmuró

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3GG PEREGRDTACION

una oracion i se unió por el espíritu a sus herma-


nos al traves del solitario espacio que lo dividia ...
Median entre Garagoa i Ouate'lut'! algo mas de
cinco leguas de eamillo, co,tando los e()frOS i ¡la-
sálHlosc el río de aqud nombre por un puente an-
gosto, sin baranda~, cnbiclto ele barro i piedras i
revestido de arbll~t()S qu" en sus bordes crecen co-
mo un janlin suspendido encima de sus aguas.
Tensa i su pintoresca i poblad;t llanura se dejan a
mano derecha, i al caer a la vertiente occidental
ue la serranía de SOlllondoco, se descubre la pro-
fun(h ),oyn. de SlI río, ].¡s alegres rupIJs de (;usas
de cste pueblo i el de GlIayatá, sjluado~ allende
el rio, i los dI! Sutatcllsa i Guatcq ne al opuesto
lado. Ent¡-¡ím bas laderas aparecen esmeradamellte
cultivadas del pié a la clllllhre, divitlido (·1 terreno
en pcqueños cuadros en que oro. ondulan los flexi-
bles tallos del tri[.io i la cebada, ora levantan sus
espigas los erguidos lllai7.alc~, o lOH sonoros pla-
tanares ocultan (;on sus tOJ1(li(las hOj.1S l()~ cercado~
de las cnsitns de campo inll1ediatas i humildes, ro-
deadas por manchones de m·vejas, garbanzos i ha-
bas que al venIe-esmeralda de su foll;ljC interpo-
lan sus mazetas de vivísimas fiares. Signen <les-
pues las pef]ueñas cumbres i quiebras t¡ue suce-
sivamente sc levantan unas tras otras i se alejan
hnsta d remllte do las serraní,\{, to!lns labradas i
sembradas, semejando \Ina alfombra salpicada de
varios matizas en quc la luz del sol brilla o se os-
curece por intervalos, segun las ondulaciones i
pliegues repentinos del suelo.
Celebraba Sutatensa la fiesta de su patrono, i
así lo anunciaban los voladores, lns campanas i
tamboriles que sc oian desde léjos alborotando los
ecos de las serranías. Numcroso concurso de cam-

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DE ALPIIA. 367
pesinos ycslidos de gala, es decir, con ruanas i
sombrero$ nuevos los jayanes, i somhreros rccien
encintados, enaguas, mantellina de bayeta oscura
i alpar<1ate blanco, las mujeres de rostrOl! llenos e
ilull1ill~dos, henchia la c:.lle principal, tiendas i
lllaza dcl puc1Jlo cstcnditlo por los altos i bajos de
un terreno que npénas ofrece un palmo de llanura.
La casa del Cura, hombre de cdad madura, grave
aspecto i modalcs cortcsanos, puesta encima de
una c~planada artificial sostenida }Jor murallas,
ofrecia posada franca i mcsa percunc a los concu-
rrentes de tono i representacion en los pueblos Ye-
cinos : allí dí conmigo a título de forastero i pa-
trocinado por el Sr. Luis Orrlóñe7., vecino de Gl1a-
tl'que, a quicn constantcmcntc merecilllos mui
finos scrvicios, i una vez instalauo sal í a mczclar-
me cntre los alegres estancieros. Dedicaron estos
la milad de la noche, i algo mas, a vagar de una
parte pnr,l otra visitando las tiúndas estantes i
ambulantes, acompañándose dc guitarras, tambo-
riles i flautas, cllos marchando a vanguardia,
mui satisfecl10s ue sí mismos, i ellas siguiéndolos
detras C0l110 cuerpo de reserva para funcionar en
las chichcrÍas i honrar todo~ los bríndis, que por el
menor motivo prodigaban los amartelados galanes
a la rústica. Difícil i mui largo seria referir las
convcrsaciones i sazonados diálogos que sostenian
en cada estacion, remojándolos con el licor indíje-
na: aquel trastornar las palabras con cercenes i
añadiduras de sílabas que las disfrazaban pere-
grinamcnte : los conceptos i sentencias que los mas
autorizados dejaban caer dc sus labios con inme-
jorable inoportunidad, siempre bien acojidas pOI'
el benévolo i vacilante auditorio: los apartes de
algunas parejas, confiándose en público sus roa

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368 PERl>OlUNACION

reservado! pensamientos i i en suma, el conjunto


de ademanes, movimientos, cantinelas interrum-
. bailes no acabados i efusioneB alborotoBa..

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m PB"

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372 PEREGRINACION

cerca de Lieja por M. Omalio de Hnlloy, llnmac10


.. IIalloisita" en honor de aquel jeólogo. Ignó-
l'anse las aplicaciones usuales que pueda tener
este raro mineral: su novedad, i el no haberse
déscublerto en otro paraje sino en LjC'ja i So-
mondoco, lo hacen digno <le recordacíon especial.
En punto a minerales el eanton Guateque pue-
de competir con la provincia de Vélcz, tan favo-
recida en ese ramo por la naturaleza. En decto,
adema s de las minas de 01'0, esmeral(lns, halloi-
sita, eurbon i antracita, se conoeeu otras de hierro,
a]cnparr()su, cal, yeso, bal eomun, i las de cobre
rlc Tibirita i Manta, que, sC'gun dice Ovicc1o, eran
copiosas i daban material para fabricar allí mismo
campanas, muchas paibs i estribos orejones. Pre-
ténd se que hai tam Lien minas de plata, pero na-
da yí que lo indicara, i el bllscarbs seria perder
un tiempo Ul:ielltemente reelalllado por empresas
de mayor utilidad: la verdadera riqul'zn mineral
de Guateque reside en sus bancos de cnrbon i sus
criaderos de hierro, bases positivas de la indus-
tria, que no tardará mucho en manife tarse ple-
namente, si es verdad que se piensa en libertarnos
de la injustificable opre~ion de las aduanas.
En eomJlTobacion de lo que puede la voluntad
de \111 homhre benéfico, mcncionaré la Jlarroquia
de Guayntá, fuudada cn 1821 i sostenida eu su
visible adelanto por el Cura Dr. Pablo Agustin
Calclcron, protector de la educaeion i las artes.
Cuenta hoi el distrito cerca de 5,300 moradores,
en quienes la sana moral i el amor al trabajo tie-
nen su asiento. El lugar es limpio i alegre, i la
iglesia elegante, paramentada con lujo i adornada
con bellos altares de estuco sin los despropósitos
de bulto que solemos llamar imájenes de santo~;

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DE A LPllA. 378
novedades que sorprenden asr~clablemente,lo mis-
mo que la hien ejecutada mUSlCa de coro, yocal e
instrumental, desempeñada por jóvenes del pue-
blo. La reforma de las habitudes i del interior de
las casas nace no solamente de los consejos del
~r. Calderon, sino del !'jclIlplo que a todos pre-
senta su distingni<la familia, culta i amable sin
afectacion, realizándose en Gu:tyatá lo que no
puede ménos de desear para nuestros pueblos
quien los recorra i penetre la bondad de su índole,
a saber: un Cura ilustrado, jefe de una familia
modelo.
L:\ provincia de Tunja, situada en el centro de
nuestros Ancles setcnlrionalcs, mide 26 leguas de
lonjitud máxima. N-S, desde el páramo de Chon-
tales hasla las orillas del Uuavio, i H leguas de
anchura E-O. de~tle U pía hasta el Alto-de-Manta.
Dentro de sus límites contiene páramos elevados,
de los cuales la mayor parte con habitantes, i cl
resto desiertos, planicies aniveladas por las ~gl1a3
que en tiemp()s relllotos las cubrieron ,eerrus <1('$car-
llados i estériles, otros r"vestidos de bosqlle~ pri-
mitivos, i no pocos entapizados con pastos ricog i
aromáticos. El área consta de 1-I71eguas cuadra-
das, permaneciendo todavía ' 80~ desocupadas i
apénas conocid,¡s cn la direccion de las pocas scn-
das que la. atraviesan, p .. incipalmente en las sole-
dades del eanton ;\Iir.tflurcs: tI' ,inta i seis ríos i dos-
eienta$ cuarenta i siete "rand.:s quebradas b.¡ii m el
$uelo en todu seutidu j ~niman el paisaje cou el rui-
do de sus rápidas conielltcs i caidas. Segun el censo
oficial de 18iG, habia 1-17,268 habitantes cn el te-
ttltorio que hoi tiene la provincia: las noticias eu i-
dadosamente rccojidas en 1850 dieron 170, 738 ha~
hitan tes, resnltando un aumento de 23,470, o sea

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314 prRr(;IUNACIO~

1 por cada ü, dos en d ('spaci" de cuatro tli'iOS, lo


que es tDn es", sivo, que d('sdl' lllego resalta contra
el CCIISO de 46 la tacha lIl' el fici,'ntl', C0l110 tera de
espcrnrse por las circulI trlncia' dcsti,vorables en
que filé Icvant;ldo, i por, er la primera tentativa
del G,lbierno l'11 este importante ¡amo de estadís-
tica. Ateniéndonos a los datos attua ll's, vcmos que,
compal'atlD el nl\llll;:ro (h' hahilant"s con el territo-
rio total, l t ¡in cn rt!luC'(lll (It üO:! por legua cua-
drada; ppro ,kseartánt!oll()s tlt' l:1s 80~ haldías, ten-
dremo,' 1.OI!) ha]¡it;,ntt-~ ,'Il cada l<'glla superficial,
verdad"J":! IlIlhlacioll c'p l.diea tic la provincia, que
cuento! ulla cIudad p;incipal. 5 villas i 1:! pueblos,
algunos de dios bi.·ll iln portantes. En doce me-
les, lOl11¡(tlos entre' lo~ allos tl(' 49 ¡50, hubo 6,592
nacimiLl1l0S i 2,5:"(j r, lit cil! i 'ntns, qUl!dando un
rcsitlno positi\'o <!.- .1,()(j(j il1c1!vicluos, que corres-
pondl'l1 al aumento dl' 1110 por cada 12 habitan-
t('~; (!11 t'lly! Jll'lIp,lTC'Oll, ,'lI!1rH,ií'ndola sustenida,
para lo ('1111 nada s· 01;0Ilt', TUllja verá duplicada
ti pohla¡;ioll dtlllro de :W ailos, término sin igual
en otws 'Iaeion t s.
Los tl:lt(l~ ofi<.:i \Ls r c()jirlo, para d nuevo cen-
'o dan ti número tI(· 711. l¡;:.! nlii!Js dt'sde la infan-
cia hast,\ 15 año . , h;,llándose .í2.IlOO ('n edad de
recihir in~tl't1c('ion primaria; i C0l110 110 til'J1(' la pro-
vincia 'll:lS de 18 l' cllI·l.. púhlicas i J>rivada~, a
que asisten l:.!:?U nili,,~, s tleduc' que apénas el
2, :3 I,or 100 el ' la nU t' va jl'neracion aprende a leer
i escrihir; i quP suponiendo e ta l'elaciolJ constan-
te mi~I1 tras sc formó 1,1 jellcJ\lcion actual, Tunja
cuenta l,jfi,008 illtli"irluos que no saben leer si-
quiera, ¡solo 1:J,8:}O, n pos sioll de los rudimen-
tos del saber. Las mu' 'res, sohrc todo, la siempre
olvidadas mujeres, forl11an UIlU gran masa de ig-

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DE ALPlIA. 375
norantf'~, puesto que no pas:l11 .de 100 las que van
a la escuela cuando en la casIlla de "jóvenes i
párvulos" figuran con la suma de 38,73'4! Acaso
me equivocaré; pero el exámcn de los hechos i de
la incuria de las administraciones municipales en
materia de instruceion, me ha conducido a juzgar
que ellllejor medio, i acaso el único eficaz, de dar
calor a la instrueeion popular es llamar en su au-
silio lus fervores de partido, declarando elector a
todo mayor de 21 años que sepa leer i escribir, es-
tablccirlo q uc sea el sistema de eleccion directa,
único leal i casi \·cruadero. Cada Ilartido político,
deser)so de obtener mayoría elcrcionaria i temeroso
de morir por d"rrotas perpduas, formaria sus elee-
tore~ en cseu '!as c()tidialla~ i dUlllini('alc!!, emplean-
uo en esto las sumas que s\1cl,'n gastarsc ¡,n cohe-
chos bastardos; i si :l'luello ftH'se blln bien cohecho,
seria digno de bendicion por sus resultados en fa-
vor del pueblo, cuya illdel'endemia lllor::ll ereceria
proporcionalmente a su ill~truction.
Ilai un Colejio en TUllja. Lo. fecundidad del
sucio, su partieion cn PC(lu"ñas hcn:dades i los
variados climas que ofrecen las serranías colosales
de esta provinciot, la predestinaron a ser agricul_
tora: guardan los cerro' tocios los metal es, la sal i
el earbon, elemcntos dI.! la vida i In riqueza, pre-
ciosas piedras de ornato i joyería, pero nadie sabe
conocer dónde sc ocultan, ni sahe la manera de
aprovecharlos: oprimida la agrieltltllra rutinera en
los breves términos de cada di,u'itu parro(l uial,
tropieza con los el'nos que la impiden llevar afuera
los frutos permutables, i no hai (JllÍ,'n sepa vencer
estos leves obstáculos i trazar un camino mercan-
til: las cordilleras quc parecen aislar la provincia,
la abundancia de materias primt'ra~ i ele tintcs fir-

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:376 PEREGRUIACION

mes i bellos, han hecho nacer el jenio manufactu-


rero entre los tunjanos, i se les ve gastar las horas
i talento industrial atlheridos a mácluinas misera-
bles i toscas, con las cuales no pueden producir
sino artd'acLos lentamente fabricados, tOhCOS en
labor, miserables en el precio. Ahora bien-¿ensé-
í'íasc en el Colejio de Tunja, que gasta sobre tres
mil pesos anuales, la ngricultnra, la jeolojía i mi-
llcralojía, la injeniatura civil, la química, la me-
cánica? No: allí se enseña latín, metafísica i ju-
risprudenc:ia! Noventa jóvencs aprenden a consu-
mir sin producir, i, por valerme de 10.1 palabras de
,\ríctor IIugo, "al cabo de algunos años de Cole-
" jio recibirán diplomas littrarios, es decir, libran-
" zas jiradns por em pIcos contra el Gobierno, que
" si 110 las paga al veneimiento le traerán litijios
11 en forma de revoluciones."

x~ x.
El turbulento Chicamocha, en el final de su
largo curso i deBde once leguas ántes de confull-
dj¡'se con el :arabita, divide las provincins del
Socorro i Hoto ('11 la dil'''ceion E-O. Se le pasa
dOllllc llaman Sub!', cortadura colosal de 830 me-
tros de profllndirlacl, flnnC¡llcaua por paredonc'
compuesto. ele enormes cal,as de calizas j areniscas
en euyos bordes se han la brado zigs-zags rápidos
p:ll'a el descenso i el ascellso; tarea enojosa en
que se gasta media jOl'Jlnrla sufriendo un sol de
fuego, si es en el ver¡¡IlO, i si en el invierno, pade-
ciendo las zuzobras que causa el riesgo de prcei-
pital'se a cnda vuelta de la espiral empujados por
los tl1l'hiones de agua i viento qtlC allí baten con
furia, o descalabrados por las piedras que la lluvia

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DE ALPUA. 377
desquicia, i bajan rodando a saltos desde las en-
hiestas cumbres de los murallones. El paso del
no se verifica pOI' cabuya, máquina que solo sirve
para las personas i cquipaje, teniendo que echar
a nado las cabalgaduras bajo la protC'ecion de na-
dadores educad s en el oficio desde la infancia,
iempre dispuestos a s('rvir al pasajero, activos i
poco interesados. El eontínuo tráfico por este
IUrTal' i la bOlldad del temperamento, afamado para
"~olllllr sudor.!s," como diria el satírico Ccrván-
tes, han contribuido a que se fortnc cn Sube un
vecindario gue hoi cuenta una decente ca pilla i
,cinte casitas habitadas por jentes ele pobre :lpa-
riellcia i por v,lIetudinarios q ne de diversas partes
concurren tl evaporar el fruto de las malas mañas,
o a convalecer de largas Cnfel'l1lcclacles mediante
los bailas en el rio exijidos por los 32° a que lle-
g;~ el termómetro centígrauo en nrluell:t sima pe-
drcgosa i desolada. Atravesado el rio comienza
una subida que a rato no es camino sillo escalera
de e.trarol, al fin de la cual, i a 1,295 metros d
altura ~ohre el nivel del mar, Se hallan la gran
Mesa de Jcridas, que los indios llamaban Jcrira,
i el pueblo de Los-Santos, perteneciente a la pro-
viucia de Soto, CI yo tcnitorio pisábamos.
Al J1l'~al' a 1<1 plaza nos apcamos en una tienda
que se ha murpado el 110m hre de posada, i fuimos
introducido, el1 un apospnto de seis varas cuadra-
das, sin l11('sa ni asientos, acaso para mayor desa-
hogo de los COIH'Ill'I'Cntc's, pero con un torno de
lnolljns PUL sto en ¡., pared cubriendo lo que pare-
cía cOlnl11licac:on con el interior de la casa j i así
Cra en ci~cto, pucs por mcdio de aquella beatífica
invencion iban las demandas a la cocina i \'c-
nian ...... los platos queria decir, mas me contuvo

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378 PEl\.EGRI:\AcrO;'l;'

el recuerdo de que parn. nosotros nunca vinieron,


sinembargo de habernos avcnturado a pedirlos no
sabiendo todavía dó¡:c!e los pondriamos, si en el
sucIo o sobre nuestras rodilIaH. Sea que ell el con-
vento soplaran borróJscas I'ntóllecs, o que las pre-
suntas monjas Se hubiesen amostazado por nues-
tros elojios al torno i menaje, lo ciL'rto es que
habiendo perdido un par [Ir. hora' en vann. cspec-
tativa tuvimos que all'lHlI' .• 1'1l0 · en la casa inme-
diata do UIHl "seelente lIllljer furastera que nos
recibi,í i trató perf'l'dnl'll'lIle sin turnos lIi escrú-
pulos 11l0njilcs. Como lit giih~II¡')s annndos de ins-
trumentos, i principall11~t1te :l c~,usa de los baró-
metros enfunclaflos, IIOS tu\'i"ron i reputaron por
guardas zeladores del contrabando i las salinas,
de donde procedió la concurrencia de algunos cu-
riosos i cXillllinildores Cjll' II!); hicieron forzo'l1
compañía. Uno lle ello", lctndo en veredas i cur-
sado en "iajes, al,~() ~()Cftrron i sl'ncíllote hasta
dejarlo de sobra, uo~ habló muí sérit> de la Lagu-
na uel monte, situada cinco leguas distante del
pueblo, a la estrcmj¡]arl N. (le I.l :.\Iesa, el1 mitad
de los hosques frondosos que por este lado la cu-
bren toda\"Ín.
-E~ lástimo, dijo, qnc no 1I'\yan pOlliclo eOI1-
jurar esa laguna, porque iria UIlO in rico go i de-
rccllito a la Florid,1,
- ¿ Cómo cOI/jurar, le pregunté: anclan por
allí los diablos 1
-Quién sabe, se í'í 01' ! pero sí hui cosas que le
hacen a uno dentmr l'n bit úlllen. La laguna e ·tú
cncuntncla.
-Cáspita, nnda mPllos 'lue encantada! Lo
mismo estaba la tic TOln, hastiL (Jite un inglés la
uesencuntó por caZl\l' "elHlflos. ¿ 1 qué encanto
tienc su laguna, mi amigo!

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-Pun fig6rese V1t8t~ que se pot sobre del
'gua una8 calaHzas mui blanca. i bitas:
I »to. me libn de cojerlss t Aqllt hom-
bre fora.tero que no couocia la. eos8'8 de . . . ,
i- eammando pat"8 la Florida eolllmbró CIIiIüIa-
za8, eoji6 dos de la8 chiquita.., las ech6 e1f la
na i siguió Sil vf~. poeo empuaron • WIIir
nubes i nu_~'81 monte, i de ahí. HOTer.
i delp1l88 l1'011ar i ventear i cser rAyOS que daba
miedo. et'a que la laguna se habia puesto brava.
El forastero segnin, pero no podia rejender por el
barro, porque las calabazas le pesaban mucho en
demasiado. Como ya lIe le e8cureda i se cansaba
Cft el 1*0,
.
Jt6 tu peta8 ele la ......... , . .

eayeron .lme. ; lmW calaba....


,
:cntDa tierpes
amarillas. tamañota8. que echaron a correr para
la ltgunn, que entónces se nquietó.
-Vea qllé cosas! - l No tiene por ahí semilla
de aque1lat1 calabaza. que me veneJa ?
IUllillrci .. cita.,.. • kJ l. ndio
e8 la p ...-eIWad, ct............ tJMIlN• ....,
t!01ljure l. laguna llame se nrrilna i tod.. pasamos
callado nue!!tro camino.
r el buen hombre paret'ia creer de véras en el
enento, lo que no me admiró, pues son mui fre-
C!Uétltes tale8 historias de encantamientos entre b
eam~os de la. cordilleras, no babientlo la....
~11II. . i IOIttaria que no tenga 8\18 ~ .-
C!ados. como al di:J uaa.
de eso se mete, lIIrh-o iItfm'á' ~ 'hombres
interesados en propR~r P1t'Ieja"rm! eotiaejl8. Otra
muí valida en Los- antos e.-ta de mAjenea i le-
beros miateriosos que apareciéTon pintados en lo
lnttriOl' de una roC11 desplles de un derruMo, a

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®Biblioteca Nacional de Colombia
DE ALPHA. 381
repentina que padeció, tal vez por hundimiento
parcial, i trajo sobre la superficie los remates de
alrrunos estratos de rocas tiernas, calizas i arenis-
ca~, que descompuestas han modificado el lecho
arcilloso mezcláudose con él, i han favorecido el
crecimiento de un bello bosque posesionado de
aquella zona fertilizada. No hai mas pueblo que
el pequeí'io i desmedrado de Los-Santos, sin em-
bargo de cOlltar3C 2,000 vccinos en el distrito, los
tuales viven de parramados cn estancias de Jn.bor
mantenidas a fuerza de abonos en las quiebras del
terreno.
Veinte dias corrian del mes de enero de 15-10,
cuando, bien prevenido de arlllas j jente, salió de
la ciudad de V élcz el campo español, gobernado
]lar el capitan Martin Galiana, en demnnda de
Guane, de que tenia bastantes noticias. Hnllaron
la tierra pobJadísima, fértil i bien cultivada, i
como eran ]Joco~, dl!terminaron asombrar a los in-
dios atacando i sojnzgando a sus prindpales jefes;
j así lo hicieron ('011 buen éxito en la correría Jlor
Oiba. i CharaJá, hasta que Ill'garc'll a la corte de
Macan'gua, frolltero a la espaciosa Mesa de Jerira,
donde 10 recibieron los indio~ con tan buena ga-
na dc pelear, q llC solo clespues de una. larga re-
friega en que p<.!reció Pedro Vázqucz, jóvcn acc-
lerado i valiente, i salió m allleric10 el eabo Pedro
de Salal':ar, pudieron vencerlo, i dispersarlos-.
El ardor del eomhate llevó a Gali:lllo i 108 suyos
hasta la cortadura que hoi llamllmos Sube, en
cuya posicion, no creyéndose a salvo por lo ás-
pero i peligroso dellugar, determinó subir de no-
che a la vecina altura, lo que orijinó el descu-
brimiento ue la Mesa de J eriTa. Moraba en ella
Guanentá, titulado rei por los conquistadores al

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382 PEREGl1. ' .\CIO,

"el' la grandeza de sus casas i la muchedumbre de


indios i caciques que le obedecian. Vestian los
naturales telas i lil'lll!:oS ele algouoll de diferentes
colon's, dice Picdr''¡litll, i tcuian dos eu,tlidades
que ill"ulanllentc los difl:rcnci,lball de las otras
naciones tIel Nuevo Rvi no: [a primera, esecdcr
las mujeres en b ' IILza, hlancura i clispo',icion a
las dl'lllas que se hahian visto; j la segunda aco-
modal'se con tanta facilidad al idioma español,
qUf: fueron las que lIlUS clara i perfectamente 10
hablaroll, en que las illlitan los varones, l'ntúoces
mas die tros eUlllllnej Ir las IIrmas de qne US3ban,
como ~()n dardos, Janza~, hondas i macan¡¡s. Die-
ron los españoles sobre la corte de Gunnentá, i
aUllqut! era IllUcha la jt'ntc que la habitaha, m -
drosa de vcr la forastera desalllparó el puesto con
vergonzosa fuga, i a pocos lanzc$ quedó ,njeta,
sin formal combate, toda la comarca. Tan buellas
trazab se dieron los Encomenderos para despohlar-
la, que en 1750 aquella famosa corte estaba I'edu_
cida, segun Ovicdo, a un pueblo pajizo con trein-
ta o cuarenta vecinos pobres i una ermita do
palma "en que tal vez Be decia misa." Así prin-
cipió el pueblo de Los-Santos, que hoi, aunque
pequeño, ticne mui r guIares casas dc h'ja, igle:sia
no e:ntcr¡¡¡ncnle mala, escuela pública ele niños
con 26 alutnuos, i dos de lliiías con cuatro edu-
candas, prueba de lo bien I'cjidas que andarall.
A Jos cinco legua de lhal'chn, saliendo de Los-
antos en dircccion al K-E, se ayi tan a una pro-
fundidad de 290 metro i desde el borde de la l\Iesa
las espléndidas llanuras de Pierlecucsta i Florida.
Domínanse a mano dcrecha los estribos margosos
quc arroja el páramo de las Ollas i vienen a jun-
tarlle con los de la Mesa, desparramándose al oc-

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384 PEUEGltlNACION

do en el trascurso de un año sino 41 casos de de-


lincuencia, de los cuales 6 en asuntos administra-
tivos, 7 contra las personas, 22 contra las propie-
dades i el resto por actos de mcnorgravcdad. Estas
cifra'. recojidas en el Tribunal del circuito, hablan
por sí solas en recomendacion de aq Ilellas afortu-
nada!i jcntes.
El asiento de Picdcctlcsta se levanta 1,009 me-
tros sobre el nivel del mar, i su clima es tan igual,
que en treinta observaciones verificadas por series
de horas en diversos días. la oscilaeion del termó.
ro tro centígrado se redujo a los térmiJlos mínimo
24° i máximo 26", i la del barómetro nunca pasó
a 2, 5 de milímetro. Esto esplica la salubridad del
lugar, constantemente bañado por vientos del I '.
i N-O. que vienen de las serranías lejanas. En
1850 fallecieron 181 personas j es decir, una por
cada 80, 3 de la poblarion total, i nacieron 333,
que corresponden a una porcacla 13, üinclividuos:
así la poblneion aumenta con rapiclez, particular.
mente cnlas bellas estancias de Gualiguará, don-
de todos son inmediatos parientes, todos propieta-
rios i por rareza se hallará un débil o contrahecho.
La ciudad es limpia i bien trazada, COIl abun.
dancia de agua cristalina: las casas grandes, casi
todas bajas i mui aseada~, bien que sin e¡¡lerado
108 suelos i simplemente blauljueadas las paredes.
En el pueblo no se ven ruanas: los hombres an-
dan en cuerpo, como dicen los de tiena fria, con
pantalon de manta, camisa blanca, sombrero de 111\-
cuma o de palma, i alpargatas, haciéndose nota-
bles por el color pálido i 10 cnjuto i dCbcoyuntado
de las per:;onas, acciJentes comunes a los mora-
dores de la zona comprendida cntre el Magdalena
i las grandes serranías orientales, i a los de la

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DE ALPlIA. 385
nUeva provincia de Santander. Las mujeres e:lI-
zan alpargata o zapato, i visten camisa ¡..rcnsada i
adornada con farfalás, ámplias enaguas de zaraza,
Hu pañuelo abierto anudado por las dos puntas a
la garganta i el rebto flotante sob~~ la espalda o
el lado izquierdo, i el cabello reco.Jlt1o en trenzas
bajo un sombrero de paja cuyas dimensiones i
figura varian segun la coquetería de la portadora:
Son por lo jenerul de aspecto jentil i despejado,
blancas algunas i la mayor parte mc~tizas de indio
i africano, grandes fumadoras desde la infancia, en
loque, si es posible, les ganan los homures, dcjcnjo
independiente i alegre, i naturalmcnte filálltl'O-
pas como lo requiere el clima. Los domingos,
rlia ele mercado, sacan a lucir lo mcjor parado de
sus galas, anuneiando slIlJIurcha dcsde léjos con el
crujir del almidon que suelen prodigar cn las ro-
pas: venden el sombrero ele nacuma o palma, teji-
do despaciosamente en b. semana, i con el producto
de esta industria, que en el canton alcanza nada
lUéno~ que a 13,000 pesos anuales * hacen su!'
t'ompra8, i despues de haberse mostrado en pú-
blico entablon, al caer de la tarde, frallca tertulia
~entadas junto u la puerta i del lado de la calle.
Cierm la noche tibia i perfumada por las hrj~as
que vienen de los cacao tales i arholedas inmediatas,
i resuena, ya cerea, ya léjos, el tiple de los trova-
dores ambulantes, que ora repiten versificllndo a
poma, ora cantan uniendo sus vozes, frecuente-
• Los datos recojidos en la Jefetura política, i entre los
comerciantes, dieron en e.te jéncro de indu tria, peculi"r a
las mujeres, 2,000 sombleros de ramo que vendUl a ,~ reales,
2,000 de CUlia a 2 reales, 2,000 de cll¿a " G real(s, i 10,000
de nrrcuma Uil1ijapa) que unos con otros se apreciarcn 11 8
real e•. Total 104,000 rc~les o 13,000.pesos; produccion que
cada dia se hace mayor J afianza el blcmstr.r de las mnjcfoo..
25

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386 PEREGRINACION

mente bien timbradas, i encaminándolas a loS"


oidos de alguna beldad mas o ,ménos difícil de las
que pasearon la plaza del mercado. Endechas
cantan a vezes que Jludieran andar en letra de
molde, como las que recuerdo disfruté por equi-
vocacion a la mitad de una clara i silenciosa no-
che, pesálldome no haber apuntado mas que la es-
trofa siguiente, que servirá de mue tra:
" Deja, dlja tu~ enojos,
Vuelve a la tu risa, Inés;
Que I.umilde Jlondré los ojos
Dondc tú ponés los piés.
::;i!sí!sÍ. ..... !
Donde tú ponés los piés
]J Ulllilde pOlldré los ojos"
E 'to entonado Jlor tres voz "s muí acordes, so-
br' un andante de prolongadas notas i con acom-
pañamiento feliz de guitarra i tiple; conjunto de
armonías capaz de rendir, no digo los corazones
dc aquellas prójimas influidas directamente por el
Dios de los tabardilios, e 'ento de nu bes que amor-
tigürn sus rayos, sino basta de las que nacen i
crecen para estar arropadas en bayeta bajo las
heladas escarchas do Pamplona.
Notables contra.tes !--El Jlucblo llano de Pie-
decllesta es músico ¡pacta; i el pueblo encum-
brado, nntigtlllmente llamado clase alta, no es
poet<'l ni músico: entre el pueblo llano hai tertu-
lias i serenatas; entre las familias de rumbo, que
l)or fortuna son pocas, ü¡ltan lo uno i 10 otro con
tal esceso, qne "jn'n ai 'ladas, reducidas a fumar
solas sus ta baco, i cn tregadas ti. tristes rivalidades
que les imposibilitan cualquier diversion, pues al
punto que alguna se proyecta, comienzan a averi-
guar si se han convidado señoras de primera o de

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388 PERl:GIlIN ACION

-Bonita mula lleva don Casimiro, dice uno de


los tatitul'l1Os.
-Sí, rcpliea otro, pero tropieza de l:is manos.
-1 todavía la debe, añade un lerct'l"Q dcspere-
Z{llHln 'c.
-Hombre! yo no sabia tanto; aunqu' es ver-
cJad que, segun (¡firmaban esta mañana, Casimiro
e tú para quebrar.
1 ~iglle ];\ corredera por este ónlcn, ee '¡ando a
la plaza cosas quc si perjudican al pohre Don Ca-
~ imjrn, de oficio coml'rci::mtc, no hacen mcnore~
daños a los i las que le Si¡;llCll en la dcs:lJliadada
rcvi<ta.
Qué prueba esto? -(,¿uc el hombre atareado,
como lo son los de Picclecuesta, cuya laborio ¡dad
cs pro"crbial, necesita de alguno' 11l0lJ1Cntos de
descanso, l1l'cesita del ajeno trato para trocar sus
ideas con otro; i cuando falta la cordial i cotidiana
COllltlllic[\¡;iOIl COl1 la mitad civilizadora (le la so-
ciedad, hai que echar mallo de cualquier ]la atiem-
po, del billar, del Palo, (le e~as distracciones que
paulatinamente van mermando las idea i empo-
breciendo la intrlijcllCia, en términos que al salir
despu('s para otros Jugares ménos ingratos no~
asombramos de nuestro in _cnsible, irreparable re-
trocrso moral.
pjeueeuesta, por la naturaleza de las cosas, de-
be sulJir Ilmcho en l a c~('ala de nuestra s ciudades
cultas; i subirá pronto si los vecinos de illlstracion
con que ya cuenta, en vez de dejarse arrollar por
1:1. corriente de las eostuml¡res añejas, toman a pe-
chos hs reformas, borran las distinciones necias
entrl.' hijos de una madre comun, fomentan la mú-
sica i las buenas reuniones, i crean fenorosamente
casas de edueacion, como lo ha querido la Cámara

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DE ALPJlA. 389
de provincia, puesto que nada significan en una
poblacioll de casi 15,000 habitantC's 8'7 niños i
14 niñas aprendiendo a leer i escribir en 7 Jlobres
escuelas únicas COIl que se honra el distrito' ni
el nacic¡;t > Coll'jio ell! FloriJablanca producirú'los
frutos qu·. tle él pueden cspC:'rarsc, no (Ib~tantl·los
esfuer:óos (Iel Gobernador Marco A. Estrada, jó-
ven de raro patriotismo, ~i lo dejan abantlolJado i
no segundan mejor que hasta hoi su noble elllpe-
ño por 1;\ ctlucacioJ) pública.

XXXI
lA ;'lcsa de Juan Rodríguez, punto culminante
de la st'rranía que al Oriente del cunton Pil'de-
cuesta le ~in'e de límite con el territorio de 1)alll-
pIona, mide 3,050 metros de altura salir.: clnivel
del mar, formando Ulla cortadura hatida por los
vientos hcLldos del piíramo ele Tona, que le de-
mora I{-jos al Norte. Atra\·iésala un cnrnino fra-
goso i c1e~a1llpl\rndo, el mns hreve para il' ele Pie-
uecucsta .lPumplona, pero cImas solitario de todos
durante las 19 leguas que hai desde aquella ciudad
hasta :\[utíseull . Era el mes de febrero cuando,
andadas 1~ Icgu~s, IIt'gamos a la cima de la mesa.
Por el lado del N-E. se hunden los quebrantados
estratos lle la serranía dccreciente {¡cia Vallegran-
de, lleno ('ntónccs de remolinos de niebla (llIl' ora
subinn, ora se precipitaban a impulso del vicntCJ
sobre la n'jioTl inferior, ofreciendo la im:íj!!n del
infinito tUlllultuoso j oscuro, eOl110 tal vez la pre-
sentaba el cáos cn el I rincipio de los tiempos al
ajitarlo el Espíritu creador. Por el lado del N.
nos muraba el c.~paci() la mole dc rOcas que van a
rodear el próximo páramo de Iliofrio : al S. t~nia-

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:l90 PEREGRINAClON"

mas las húmedas crestas del de Las-Ollas: al O.


dominábamos por largo trecho los innumerables
cerros que bajan escalonados i revueltos hasta Pie-
dccucst3, ocultando en sus profundos repliegues
¡liS corrientes presurosas de los rios Hato i del Oro,
cuyas rabl'u'T3S estaban a nuestros piés; i mas
abaJo cOl11l'nzabn, recostado contra la serranía i
cstendiéndose ha ta )lerderRc en el horizonte, un
mar de Iluues densns, erizado de picnchos sobre
lo~ cuales se refiljaban los T3YOS del sol, esplen-
dente pnra nosotros, velado para lo~ ll1oraclores de
lit remota planicie cobijada por aquel oe(oano de
vapores inmóviles. En el centro de este hermoso
panorama, cual nn tímido C'nsuyo de la domina-
cion ele·1 hombre, se alza un runcho denegrido por
el hunto i colmado de Ullimulcs, mm hnehos mal
trnidos i ruinas de trastos que en absoluto elesór-
elen representaban el menaje. El int~nsl) frio, i so-
bre todo, la disposicion de la cnSll, quitan cunl.
quiera idea de perlllnnpcer o alojarse allí, por Jo
cunl retrocedimos ~in delcllcion a Piccltcuesta.
Conforme descendiamos se n03 ac( n-aba el velo de
nubes interpue lo entre los valles i lo - páramos:
pronto nos sumerjilllOs en él i nos hal ¡amos ro-
deados ele n¡(-hla tranquilamente nl'oyada en el
bosque, de cUvo 5(0110 hrotahan mil ¡1TOlllaS aCllso
escitados por el contacto de 1115 nuhes que lo ba-
ilahan con una ténuc llovizna. Al caho de rato
dejamos el toldo nebuloso, rasgado en algunas
partes rOl' la luz del !;o] que en rayos di\'crjentes
cnia sohre las tierras bajas todavía clistnntes, pero
visihles por entero dese/e las cumbres H7.llles de
Guaclalupe en que parece respaldarse la mesa de
J erira, hasta las SOlll hrías montañas ele Rio!1egro,
Piedccuesta, .Florida, Bucnrnmanga i Jiron, con

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H _ _...

. ~...........
, "~~
.4ItII!. . .- -....'. . . .~ i~_..':'

",_",,'-1J8
JM_MM diu tn tlut! los aelo. 1 08
blijo Ja'abUDd ute ri4ueza de.
.
~ en esta comarca privilejiada para la
~ultura, 14 UÚDefta. las JIlaDufactu.ras vaJio...
i • activo .,.naer~.
de ,...",.
la eon~idaa la _üciad.

~ioa. Be.,.... eoMt


al>undaDtea en grano. de
~""_wgas mm
4e ...
Cual'ZO micáceo, i acoi-
c1entalmente .obre eatratoade p1ldinguanajéuicas,
coao te l ~ ~'1iU' la bajada de la lile.. 4e
J' . W e,n lJ 4el »I8il~~
'.¡:~~~==~::~.
nita lflt~.;;ÜI!ItIl~_~,~IIt!!~I
da 101 .o~ _ u-Baja
i. .... A "pea... del tildo en
tPacle. remota. eoe el.aoqU4 d~....dea aguas, se
ÍDnDado el valle tendido por e.pacio de cuatro
~Q la direccion S-E. N-O. desde el rio dtl

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P EREGRIN ACrON

Oro hasta el ue Suratá; valle diluviano compuesto


do enorllles lechos de cantos rodado~ i de arenas
que hlYadas producen abundantes granos de oro
de ~3 quilatl's, Los principales lavaderos están al
redeuor de Bncaralllanga i Jiron, de donde en
] 830 sacnron 2,)0 libras de (t 100 castellanos, con
d co,;to de :3 reales castellano, vendido despucs a
~~ reales, lo que r¡>presenta un producto de 68,750
{ll'SOS, i la ganancia neta de 59,375 pesos para los
cmpresarios; resultados 'lile podrian srr mucho
Illayores con sol" aumentar Ia~ corrientes de agua
para los lavaderos, hoi mezquinas por estremo,
llevando acequias de cualqllicra de )os rius ,"cd-
1I0 S,Cl1} O~ oríjenes dOlninan completamente el
valle. La sabanll propiamente aurífera mide cerea
de tres leguas cuadradas, j la trauicion, de acuer-
do con 111, crónicas allti~llas de I)amplona, fija el
(Iríjell de las mant:1S de oro en lo.> criaderos del
1>' alllo Hic.:o situarlo ('11tH' TOlla i Y das, di~tri­
trito lel e Illton Bn:.:araman¡;a, sobre el cual vierte
aquel pámmo la mitad dc las aguas recojidas eH
'US cl1lllh!"cs ¡bosques.
L:l inva ion ele Pe{~ro de Ursúa en el tl'rritorio
de los Chitareros el año de 1518 para fllndar a
P:llllplona, lkgó ksta ::luratá, 8 ]egu,ls al iíf. de
BUCllraIlHlJ1ga, arrollando ú('ia las serrallías Jos
lllut'llO. pero tílllÍllos illdios que ocupahan aque-
llos tl'rritorio~. Tal vez a l:stos fujitivos se deben
los 1':1 tros de pob]acion Yisibl~s todu\ía en las
c.,b ZCI':1:> del rio el el Hato, clItre los púramos de
.Il1ral1 HodrÍgul:z i RifJfrío. J~as H!l'ticntcs rúpidas
ele) cstriho medianero contienen algunos escaloncs
artifici:!les, labrado~ de propó~ito para fOl'mar el
at,icnlo de habitaciones, d~scuhil'rtos reciente-
JIlentc al descuajar los interminables bosques que

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DE ALPUA. 393
hoi cubren lo alto del gran ramal i de todos sus
apéndices. A los escalone~ llaman ahora "Las
Antiguas," i en ellos sitúan sus casas los moder-
nos agricultores, quienes han encontrado allí frag-
mentos de loza vidriada i sepulcros en forma de
pozos tapados con greda, hallándose en el fondo
i entre lajas dispnestas a manera de urna los es-
queletos hUlllallOS. Reparando con atencion los
bosques vecinos se nota su crecillliento moderno;
pucs ni contienen ruinas de grandes vejctales co-
mo las sel vas del nlagda1euu, ni el espesor del
mantillo pasa de media vara; circunstancias que
parecen confirmar las relacione' que los cronistas
nos han dejado acerca de la~ tribus i naciones h,l-
lIadas en estoN lugares por los conqllistadores, sin
duela, bien numerosas I'uestp qu' en las scrranÍlls
})crlllanecen las evidcntes seialco; de la industria
i morada de lo~ hom brcR, donde !toi C~ solednd i
~clvas aún no tocadas, Corona h cumbre del nH' ll-
c:ionado estribo una laguna el III:írjl'lIcs p.l1ltano-
sas, f]ue lleva el lIlisterio o lIolllhre de La En-
cantada; i en yerdad que lo dl'~alllparado del
lugar, el sil('lIcio i lohn"ucz de los 11I()IJtllO,O~
páramos, i el jClllir de lo~ vientos cortados por los
ángulos de las roca~, justifican en cierta llIanera
la especie de pa VOl' que dd)ió sentir el primero
que llegó hasta las dormidas ondas de la ignorada
laguna. Vivc por allí cerca un anciano que h l
empleado SIIS floridos alías en abatir 1.1S árboles
i labrar la tierra, pcro a qllipn la rllin codicia de
un ,1;rIllIOllal, usurpador de haldíos, ha ido despú-
j·tIi<!o de SIIS conl1CO~ i arrojándolo cada vez
lilas i llIaS áci,\ la cumhre de la sen.\nía, preva-
lit10 de ,sencillez i dl'svalililicnto d('1 pobre la-
hriego. En cl rancho de este buen hombre cstu \'(1

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394: PEREGRINACJO!-r

alojado nuestro compañero el botánico, i con oea-


sion de haber ido a esplorar los alrrededores dd
páramo,
-¿ Qué motivo han tenido, preguntó al viejo,
para llamar" Encantada" esta inofensiva laguna!
-Cosas de la jente, señor. Unos dícen que por
razon de ser el preferido baño de la Manearita,
pero yo no creo en eso: otros que por los anima-
les mui estrnños que andan en estos montes.
-No llai paraje solitario i montuo~o en que
no supongan la presencia de vivientes sobrenatu-
rales. Ha nombrado U. uno de ellos, mencionado
pOI" torlos los call1pesinos de las scrrnníns ¿ Qué
es la Mrl1lca/"ila ?
-Dicen que es un salvaje que imita la voz del
homhre, los gritos de la Illujl'r i el llanto de los
niños para engañar i atrner a la jenle, i lIl'vársel¡~
uonde nadie puede sabl'rlo, porque I"r!-(ularmenle
anda de noche i 1:11 la cspesnr:J de lo bosques j
pero yo he vi vido (,Jl estos llll)ntcs desde mno i
los he trajinndo mucho sin haherme topado nunca
eon la tal Mancarita, ni haber oido 'liS vozcs : ast
es que no creo 1'1\ ella, i me río ut!
los que afir-
m:1Il qne ar¡)e a bañarse en e ta laguna.
-Estamos de acuerdo, pero tlll\n\'Í" ü('seo su-
bel' qué animales de conoeiclos 11,. visto U. por
aquí.
-En primer lugar, srilol", yo he cnminado va-
rias vezes por e~tas soledades, i de 1"0]1('ll[0 los pe-
rros se hnn puesto a ladrar corriendo para In la-
guna. Los he seguirlo, i be vi~to que perseguian
unos an ¡male lnr~os como zorro, lllU¡ lijcl"os, que
:11 llegar a los rnnt~nos se con;umen dl-jnndo los
perros ale·lados sin hallar rastro. Otro dia vi en
el monte pisadas ue animal de cuatro pata~J lllar-

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39G PEREGRINACION

qneoa Bucaramangn, paqándose por Florida, pue-


blo pequeño funclauo ti la som hra de árboll's cor-
pulentos, refrescado por multitud ue arroyuelos
i émbellrzido con la próxima corriente del cris-
talino Riofrio en cuyas márjcnes ~e respira un
!lmbiente embalsamado por la rica yejrtacion que
las ameniza. En 17iS cOlllcnzó a figurar Bucnra-
manga como parroquia: veintitrcs años ántes era
un sitio miserable compuesto de cuatro ranchos
ele indios al rededor de una I:¡guna, cuya cuenca
existe sembrada de guinea: hoi es una hermosa
yilla con mas de (lOO casas, dos iglesias i 4,200
1Il0rarlores, contándose 11,300 en el corto radio
del distrito. Ningun clojio seria esc.:esivo al ha-
blar del a~co de las calles i casas, 110 por esfuerzos
de la policía ofici'¡l, sino por virtud de los natu-
rales, en quienes la lilJ,!lil'za de los trajes compite
con el despejo i vinzidad !le las personas. A 030
metros de altura sohre el nivel del Illar queua el
asiento de esta villa d1 un llano seco, desprovi 'to
eJc uguas corrieJ1tes, por ausol'l'cr]ns todas el te-
rreno poroso descansando inmediatamente sobre
las capas de pie(lras rodadas ¡arenas aurífera5
que forH1:\1l el valle. El termómetro centígrado
marca 2.1 0 en su l\Jínimo, suhiendo hasta 2(i° a la
mitad de los días mas calurosos: la oscilaeiol1 del
llurómctro no llega a un milímetro en 8US marcas
periódicas; hien que de este he 'ho J1:\da puede
c,)I1cluirse respecto a lns variaciones higrométri-
cns de la atmósfera, ante las cuales lwrm:mcce
impasible el b1rómetw en la 7.011a intertropical,
C01110 ya lo b:¡bia notnu.o un observador il1tc 1ijcntc
í laborioso ... La mnyoría de la pobhcion es bla11-
• T. C. In: ~IOSQUEI\A. ~remorin 6O],rc varias obselvncio-
nel! 'lllcteorolójiC33, publicad" en el Neo .. Grnuadino de:JO

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398 PEREGRH.-ACION

calidades diversas en solo el canton Rucaramanga,


los cuales vendidos les dejan 59,000 pesos de uti-
lidad neta, deducidos 20,000 Pl'SOS, yalor de los
cogollos de nacuma i palllla onlin,t1'h, La mayor
parte de ('sta cantidad la ganan las tl'jcc\oras dc la
villa, habiendo mujer que realiza una renta de
200 pesos anuales, suficientes para tU brir los gas-
tos de l'xi,tenein, i algnnos de plaetr i regalo, en
un país en que la Illanutenl'ion abundante no
cuesta mn~ de U2 pesos al año, Así es que en este
gremio, interesante hajo muchos respectos, se ha-
cen lIot',hleR el esmero en el vestir de telas finas,
i eiert'l di¡!llidad en el porte i modales, sujl'rida por
el sentimiento de la independencia i el laudable
orgullo del propio mérito, modesto, illofcn,i,'o i
callado, no ese orgullo petulante de las l1lerliocri-
dades v'lllidosas que se ¡¡jitan, i se pregonan, i
oprimen a Jos delIlas eon su enfad()~o individua-
lismo, 1,:\ te,ieuora permanece toda h s('m~na E:n
su eu~n, ora sentada en la sala barrida i pulcra, so-
brc una esterilla momposina, eabc la cual está una
taza de agua para remojar la pajo l1Iiéntras con-
fecciona la copa del fllturo &0111 hrero, om i",'i-
sible terminándolo a puerta canalla, jll'ro anun-
ciando SIL nf:m i ,u espcranza con alegres cantares
interrumpidos i variados cada ralo, COtllO quicn
tiene la ntencion puesta cn otra eo -a, LIl'r1'a el sá-
bado: el sombrero se ha terminado CII mitad de la
110che anterior ti la In..: de un candil: la jÓ~'tm te-
jedora p ¡na desde temprano su cabclll!ra de éba-
no,dívidiénclola en uos trenzas magníficas que deja
caer n la espalda: eíñl!se a la breve cintura las
enaguas vrofusas ue musolina o zaraza fina, no
tan largas que al andnr no ueseu brnn el arqueado
piececito_meticlo al descuido en un alpargate blan-

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DE ALFHA. 399
ca i diminuto: cúbrele el firme busto una camisa
de tela blanca, cutre opaca i lmsparcnte, ribeteada
con flores i calados, obra de sus illcan~ables dedos ;
i pu~sto al desgaire un pafíolon bien matizado, sale
dedpejadll i risueña, ladeando en la cabeza el som-
brero que para sí ha tejido poco a pueo los do-
mintl'os con todo el primor d~ su arte, teniendo es-
cojida de antemano la brillante cinta que lo adorna ,
i se ,l1camina para la plaza en busca de los com-
pradores de sombreros, quienes la esperan se nta-
do con aparente indiferencia en la esquill:1 de la
ticl1l1a, i junto al taburete la rolliza mochilla de
real(!s, elol:uente aunque IllUUO reclamo. El sáb:1-
do (!s dia de pocas Yentas, porqlle las tcjcuoras van,
mas bicn quc a negociar, a esplornr el campo del
mercado, c¡¡lcular la cstension ue la delllanua,i con-
traminar la conlilbulacion de los mercaderes para
no pasar de cierto precio mínimo. T,a tejedora no
~e deja engañar por la indiferencia postiza de sus
contrario : sabe que ellos deben completar con
urjencia. las partidas de sombreros exijidas porlos
comerciantes de Cúcuta, i opone los incalculables
ardides mujcriles al cómico estoicismo de los mo-
chileros. Estos, que de cierta hora en ¡¡delante
comienzan a sobresaltarse, llaman, se sonrien, di-
cen cariños, i cuando llega el domingo acaban por
sucumbir, olYidando sus pactos de oferta i toman-
uo cuantos sombreros alcanzan, ánte~ que sus
rivales s' los lleven. Triunfantes las hijas de Eva,
como lo usan i acostumbran en materias que les
interc an, vuelven a sus casas con los manojos de
l1acuma para la tarca signiente, arman sus corri-
llos alegres, pasean un poco, i al empezar la no-
che empiez¡¡n tambien el sombrero de la otra se-
mana, sin perjuicio de ....... pero respetemos los

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100 PEltEGRINACION

asuntos de aquellos injcnuos corazones. Sin el


amor, sin el aura divina de los intimas afectos
i qué seria Ju vida?
])os solemnidades, a cual mas digna de nuestro
~iglo, tuve el placer de presenciar: la m:mumi-
sion (le 40 esclavos, i la instalaLion del eolejio
de Ploridabl, nen, entrúlllbas proll1o'vidas i enca-
hczauas por el Gobernador, cou el zdo que pone
aquel patriota en el rcalze de la provincia. La
primera se \"Criticó en la~ plnzas el l' nucaramanga
i Piedecucstn, concurriendo gran número de veci-
nos a la fcstÍ\'jdad, pues tal eril para sus corazo-
nes el ren'lcirniento civil de linos seres que, sin
emhargo de haber recihido al vcnir al mundo el
cnsma con que la Iglesia cristiana marca a Jos
hijos del Padre Universal, las leyes españolas no
los habian inscrito en el censo de los hombres si-
no en el in,' ntario de las cosas junto con lag ani-
males doméstic(J~. Desde el estrado en (Iue esla-
ban el Gohel'llador, el Cura i utros empleauos
municipales, se iban leyendo una por una las car-
tas de libertad, que reeibian los lllUnulllitido~
puestos al frente i vestidos de nuevo, como si
hubiesen querido dejnr otra" hasta las ropas que
les cubrian en In servidumbre. i Cuántos pensa-
mientos vagarian por sus frentes ahora rguida.,
:íntes humilladas! Oyeron con rl'cojimiento b
breve felizitacion acompaíbda ele sanos consejos
que les dil'ijió el Cura, i miéntras el plJcblo lo~
victoreaba con estrépito, ellos pennanecian gra-
"es, silenciosos: alguna lágrima rodó por las me-
jillas de los ya viejos, a quienes la libertad, su
caro ensueño de> lnrgos años, les venia de impro-
viso al fin de Sl1S dias. Despues de esto fueron
llevados con música. i acompañamiento a una co-

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DE ALPIIA. 401
miela campestre, terminada con bailes popu]arrs a
campo raso. :JIiraban las manumüas la diversion
sin atrever~e a participar de ella, por respeto a los
que fueron sus señores, allí presentes, o por inde-
ci ion dl su espíritu aco~tul11brado a no tener vo-
luntad. Notólo el nobernador, i a impulso de UIlO
de aquellos pensamientos jenerosos difíciles de
esplicar, se dirijió a la mas tímida i ]a sacó a
bailar. J.. u esplosion de aplausos le manifestó que
todos habian comprendido súbitamente su idea, i
me demostró que a todos eran comune los mis-
mos sentimientos, igual jenerosidad de ánimo.
Existe la República! Ella será efectiva i grandr
apoyada en almas como estas.
Los defectos, los vicios que aún sobrenadan en
las costumbres contemporáneas cual fragmentos
lanzados por la so('iedad de otro tiempo al hun-
dirse i desaparecer para siempre, quedan bien dis-
culpados con eSCCllas semejantes a la descrita,
destellos de la era nueva, luz vi va de espcran7.a
que he visto brillar mas ue una oeasion en nues-
tros pueblos.
El O de febrero fué instalado el eolejio pro-
vincial con 16 jóvenes que tuvieron el honor de
comf:llzar las matrícula. El bondadoso Cura
Presbítero Mantilla, los vecinos dellugnr i ·varias
personas de fuera, concurrieron a solemnizar el pri-
mer paso de la provincia de Soto en la carrera ue
la instruccioll superior: resta que ellos se esfuer-
zen en mantener bien i nutrida esta fuente rccirn
abierta para fertilizar el campo de la intelijeneia,
sin cuyos frutos el completo progreso no es po.
~ible.

26

®Biblioteca Nacional de Colombia


402 PEREGRINACION

XXXII.
Don Sancho Jiron, de borrascosa memoria, to-
mó el mando de este Nuevo Reino en febrero de
Hi30, bujo el título usado entónees de Presidente,
i gastó los ocho años que le duró el gobierno en
querellas i contrapunteas con el clero, j aun con
las monjas, pues arrasó el monasterio de Carme-
lilas de Leivu para manifestar que era hombre
capaz de habérselas con todo linaje de e~torbos.
'ada hizo de provecho, ~al"o la fundaeion de una
cillllml en tierras confinantl" con los indios Chi-
tal'ero~,'511eguas distancia directa casi al N-N-E.
de Salltafé, dando comi~ion para ello en 1631 a
Francisco Mantilla de los Rios, quien la desem-
peñó bastante mal, pues la ciudad anduvo mu-
dando de asiento, pero sin mudar el nombre de
Jiron, impuesto en honra del Presidente, hasta
que el alío de 1653 Don Juan Fernández de
Córdova mandó fundarla definitivamente donde
hoi está, llamándola San Juan de Jiron, por el
Santo del un padrino i el apellido del otro. Queda
sobre la márjen izquielda del t'io que de Piede-
cuesta viene denominado del Oro, i en adelante
Lebrija para concluir áeia el N. su carrera por
territorio de Ocaña, cayenrlo bien caudaloso al
Magdalena. Situada esta ciudad en la estremidad
S-O. del valle aurífero de Huearamanga, la rodean
grandes barrancas de arena i cantos rodados, i la
oprimen los áridos declivios de la serranía inme-
diata, que irradian el calor del sol, cn términ08 de
marcar 2Do el termómetro centígrado a las once
del dia, siendo la altura sobre el nivel del mar
707 metros. Un pensamiento ele minería, no de
agricultura ni comercio, determinó la eleceion del

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DE ALPIIA. 403
lugar: a~i dcsde que surjieron a su rededor pue-
blos rivales en aquella industria, Jiron se para-
lizó, COl\lO Jo demuestra su caserío decadente i
antiguo, 11\1e, léjos de agrandarse por eOl1struc_
cione3 lllodernas, pierde cada dia lo que le arre-
batan, por una parte el rio no contenido en ~us
irrupciones sobre la estrecha vega, i por otra el
tiempo que marca su tránsito COII deterioros i
ruina pocas \"Czes reparadas.
Pero esta decadencia no pasa del casco ue ln.
ciudad, siendo en cierta. manera efecto ue su des-
\·entajo a situacion: el canton prosp 'ra en po-
blacion i riqul!zas. En el censo de 1813 re:lt1 llO
Con 10,460 habitantes, i en el de 1850 con U,;¡iU,
de modo que en siete años hubo un aumento de
2,110 residentes, no obstante las emigraeiollcs ac-
cidentales que alcanzaron a 1,211 individuos. Lo
datos de riqueza suministraron en el últilJlO año
citado los siguientes valores para la esportacion :
oro 27,500 pesos: tabaco 120,000: cacao 21,000:
sombreros llrlCUma 112,000: paneJa, sagú i algo-
don 4,620: total, 288,620. La agricultura produ-
jo ell nueve especies de frutos menores ucsLinnuos
nI con umo interior í apreciados a los Ínj· mos pre-
cios de 10 mercados locales, * '13,900 peso~. Hu-
bo, pues, en aquel año un moyimiento de valores
por 332,520 pesos, que suponiénuolos reprlJ'tido~
con igualllad entre los adultos numerados en el
censo de lR50, como eoncurrcnt~s a la pr()(luc-
cion, a cada uno le correspondcrian 3b, 5. 1 110
Por rjc npl0, el maíz, base del alimento por lnr en C,"o
las rr'jioncs, Y~lc S 2 la cargn, o 2 reales la anoha: d fIjo
sul 6 reales rane¡ra: el arroz 5 reales arroba; d plátano ,1
real el rncimo: la carne de 6 a 8 reales arrO~Ja; i en esta i
aun mellor l'roporcion los demas frutos de imporl1nci:\('o
cundorh.

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401 PEREGRINACION

es enteramente hipotéticn esta rellarlicion, pues


aUí la !Jropiedad territorial se halla sobre manera.
fracciollnda, i por consiguiente el bienestar es je-
neral i los m0radores gastan cierto lujo cn los ali-
mentus que no es cOlllun en nuestro' jornaleros.
"La ciudad de San-J uan-de-Jiron-del-rio-
del-Oro, resonante por cste eco, escribia Oviedo
en 17 :i0, es corta pero con buenas casas de teja,
buena iglesia'" i dos capillas. Tiene su Goberna-
dor i su Concejo pleno de Alcaldes, i bastantes sa-
cerdotes clérigos . Su temperamento mui cálido,
pOI' estar en un arenal, a la ribera del rio i arri-
mada a un cerro. Padece de continuo el mal fran-
ces i calenturas. Sus Ilutnrales, a 'í hombres como
mujeres, son bien apersonados. de jenios vivos,
cortesanos i piadosos j pero tambicn son injcnios
litijiosos i temistas UIlOS con otros, i aunque liga-
dos con parentescos, siempre se están compitien-
do con discordias que fomentan por rualquier
cosa "-¿ Cómo no ver en estos rasgos él retrato
fiel de ulla ciudad española? Cien alías trascurri-
dos no han bastado para modificar las costUIll bres
tanlo como la época nueva lo requiere. Ni el
"Concejo pleno de Alcaldes," ni los "bastantes
saccrdotc~ clérigos," ni la factoría de tabacos, ra-
dicada en aquel Jugar por IllUcllO tiempo, lo han
sacado de la inercia que lo mata desde hace mas
de dos siglos. Pit!decuesta i Bucaramanga, naci-
dos ayer, se engrandecen por el activo trabajo i
el comercio: San-Juan-de-Jiron, semejante a las
familias antiguas, que léjos dc hacer valer su pa-
trimonio lo cerce{lan para vivir hoi, no pensando
en mañana, soporta con admirable quietud los
• La cual reeilific6 i agrand6 en 1795 el inmejorable Cu-
ra Dr. Folipe Salgar, cuya memoria debe ser eterna en Jiron.

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DE AL1'IlA. 405
embates del rio sin oponerle diques pam salvar
las casas, i dormido en las ideas i recuerdos esté-
riles de lo pasado, camina insensiblemente a la
nada.
El territorio de este canton se estiende ácia el
~ . por espacio de 18 legu:ls, a manera de manga
cerrada al principio por los ríos Lebrija i Sogamo-
so, i mas adelante por aquel i el :'Iagdalena, ter-
minando en el caño del Chocó, límite comun a
Soto i Ocaña. U na parte dc dicha manga está
llena de cerros i picachos eminentes: la otra se
de~arrolla en planicies pantanosas sobre la ribera
derecha del Magrhlcna; i entrámba permanecen
<le~iertas desde poco mas allá de Jiron. Las fie-
hres reill:lntes bajo la somhra de los apiñados bos-
ques i en las vegas cenagosas de los ríos, ahuyen-
tan de allí al hombre blanco, cuya rnza parece
proscrita para siempre de esas rejiones. Igual-
mente desierta i solitaria es la vasta porcion de
tlcrras montuosas que pertenecen al canton Buca-
ramanga dt>sde t'sta "i!la para el N. hasta el es-
pinazo de Las-Jurisdicciones; país reg"do por
multitud de torrentes i catorce rios que hajan de
las serranías colosales del Oriente, despeñándose
al Lcbrija. Entre los complicados estribos de es-
ta serranía quedan Rionegro, ceñido i como ais-
lado por sel vas de nujestuosa belleza. Matanza i
Suratá, situados ~obre la hoya del rio nsí llnmado,
Tona, bañ3do por los hielos del vecino páramo, j
finalmente, Baja i V das, solares de las antiguas
minas ele oro llativo que en tiempos no ffil,i remo-
tos dieron enormes cantidades del codiciado metal.
Uai entre Bncaramanga i :Matanza casi oche,
leguas de fragoso c.lmino, yendo siempre por 11b
riberas del Slll'atá, que rompe sus aguas contra las

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PEREGRINACIO:-;

l)eí'í:'ts i ensordece con el perenl e ruido. Al prin-


cipio es la marcha por el llalla d" Bucaralllanga,
t~rrellO de trasporte ]lcrfcctnlllclll cantCtcrizado
hasta la cortadura del Rio Tona, des,]e la cual en
adelante avanza el camino por la hoya dd Suratá,
e~trcchada entre cerros esquistosos f,!vulcauos por
las avenidas de este rio que recoje las aguas vertien-
tes de los páramos Rico, Santurhall, Angostura i
Botijn, formando en el invierno crccicJltcs desas-
trosas por su volúmen i la vc10zitlad que traen.
A trechos se anda bajo la sombra de caracolíc~ i
arbu~to· cargados de olorosas flor ,entre frescor
i ycrclura: a trechos por descampado anli.:ntes,
'in vejetacion ni abrigo, cmpolm:cida la tíen..
por el irracional sistema de iJlccntlinr los matorra-
les para limpiarlas . Dos legua~ al oecillcmte del
páramo Rico se desparraman las st:rrallÍas for-
Illando un seno en que ,·iCIWll a confluir cuatro
ríos, cuyos aluviones ucumulados han tLldo oríjen
a una estensa vega i proporcionado cómodo asiell-
to para los pueblos Matanza i Suratá, distantes
t1l10 de olro legua i media, hahitados por agricul-
tores i reducidos a sus propios recur 0,, por no lle-
gar hasta ellos el movimiento vivificador rIel eo-
lIlercio. El primero de estos pueblus tu va la for-
tuna de poseer un buell Cura en el presbítero
.\gustin Parra, <¡ uicn a principios lh'l corriente si-
glo edificó la bella Iglesia parroquial, i habiendo
'omprado buena cantidad de tienas de labor, dis-
puso al morir que se repartiesen por lotes peque-
ños entre los vecinos ]lobres i honrados; r.:solu-
cion verdaderamente piadosa, que bien ejecutada
desde el principio habria cambiado la faz de la
parroquia, desterrando la pobreza i remeiliando
el abatiruiento de muchos; IDéIS, por desgracia so-

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_""reaa.....
........._ . . . . ..,..... Hidelu
. .n. 1, eabeza .w
I1jen.des~

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108 PE REGRI!< ACION

de audaz mirada i libres movimientos, niñas con


el rostro marchito por los precozes desórdenes,
hombres i mucbachos tirando con desden pesos
fuertes sobre la arena del juego de bolos i atrave-
sando apuestas en un lenguaje desnudo de toda
fórmula dccente; i cuando es la noche, riñas, bo-
rracheras i malcliciones ...... t:il es el cua(ho que
preseuta este desdicJ¡mlo pueblo, tan opuesto al
de los lugares agrícolas, en que moran la sobrie-
dad, la qllictud i la inocencia, compañeras del
lSencillo estanciero. Detestadas smn las riquezlls
q lle a. í corrompen, i pluguiese a Diog que Ia~ en-
trañas de los cerros negaran el Juero adqui ido en
las tinieblas, para que el hombre buscase las co-
modidades de la vida labrando los eam[ o. en pre-
sencia del cielo, purificándose al respirar el am-
l¡iente dI' la mañana, i acordándose de su Creador,
en las ~olcmnes horlls del anochecer!
L~s minas de La Baja tuvieron su época flore-
ciente hnjo el dominio españul, ejecutándose en
ellas grandes trabajos de que todavía se conser-
van rt'stos, i mereciendo e. pociales providencias
de fOl1lrnto dictadas por el Yirei Caballero, a me-
diados del siglo pas:ldo . l)cjúronlas crgar des-
]Jlll'S; pero la fama de los tesoros estrairlos de un
~()('nbon llamado Pie-(k-·I.(~llo, atrajo en tiempo
ele Colombia lIna compañía inglesa que tomó a su
0111";':'0 labrarlas de mJevo. Consumió prótligaml'll-
te muchos milbres de pesos en gastos desordena-
dos i aun ridículos, como fut'ron la remesa de
tarnil"rros con gran sueldo i de cargamentos de
cahos ele madera para las palas i azadones, finali-
zando por abandonar la t'nlpresa en manos de otros
eSI)('cnlaelo1"e~ que llevaron lns cosas al estrcmo
('ontral"io. Las máqtlinas se abandonaron a la in-

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DE ALPlIA. 409
temperie: los trabajos siguieron flojamente i al
aeaso: dejóse de remunerar con puntllalidml a los
peoneq, i estos se dcsc]uitaron robando los filones
i niúos de oro, uno de los cuales, rCCil'lltemcnte
dcscubi 'rto, se crec lJuc eontenia 25,000 pesos de
mineral puro . La empresa, pues, desfallece i ame-
naza ruina en fuerza de su desgobierno, i la nuli-
dad en que ha eaido no la deja figurar entre los
estahlecimientos producti \' O~. Otro tanto sucede
COIl el osiento de Vetas, puesto a 31l'gnas al S-E.
de La-Bajn, en un escalan reducido que bace la
vertiente occidental del páramo San turban , bela-
do por las escarchas de este i por un frio de 12°
eentít{rnclos que le proporciona su situacion a
a,:3i8 nH'tros sobre el ni vd dd mar. 1)oec rfll1-
ellOS pa;izos en torno de una mala iglt'sJll i 61 G
habit:mtes en el pueblo i campos inmcdiatos, dan
idea de lo que será esta dependencia minera de
La-Bllja.
Retrocerlimos a Suratá i segc.illlos al . atra-
vesan<1o el no PeraluJ1so para continuar en de-
manda de la fundacioJ1 de e l~hirí por la vé'rticnte
oriental del pammillo dc Rntijag, largo estribo
arrojado ácia atras por el rnll1;ll dl' Santuruan, qn
se prolo11ga de S. a ~. sin c:!mhÜlrde rnmbo hasta
. empatarse con la serranía de Ln JnriscliccÍoJ1cS,
;Íntt!s ele la cual forma el temido pámmo de Ca-
chirÍ. Comil'Jlzan por este Itulo los UOSC]tlC$ de ro-
bles, derechos los tron os i lilllpios como pjlarc~,
sosteniendo una br,vccla vcr.!c-oscura q\le som-
brea el suelo alfombrado de hoja, sc-cas, sin ma-
torrales quc impiclan \'erlo con todas las sinllo_
sirladcs de las colinas i ladl'r:ts: !¡cUOS árbol r s que
alcanzan sucompl"to dest1rrollo dc~(.ll, qUl' ar ,.jlTan
a 2,000 metros de altura sobre el mar, i tOl'!la~l a

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410 PEREG RIN ACION

perderlo cuando llegan a la rejion de los páramos.


El país cubierto de esquistos arcillosos-talcosos
que asoman fn:mcamente en las eminencias,dejml-
do ver en las profllntlidades capas ele micaesquisto
metamórfico subyacente, ofrece una muestra clara
del terreno de tr:msicion, primera i única que se
me presentó de esta manera en nuestra escur,ion
por las provincia dd Norte: de allí en a(lclante
desaparece bnj0 los estratos de calizav i areniscas
pertenecientes a la formacion corbon ífera manifiesta
en las serranía:; el\! Escatalá i Santiago: la frondo-
sidad (Je la njct:t('jon aumenta, i al Illismo tiem-
po los torrentes de aguas cristalinas 'lile alegran i
fertilizan la tierra; naCl:n los pastos llutritiyos al
abatir el bosque, i donde quiera que el agricultor
hinca el arado, halla remunerado su tra1ajo con
abundantes cosechas.
Traspuesto el l¡¡¡ramillo de Botija descendimos
a las pl'tln'gosas riueras del Caehirí, pasauo el
cual se CJJetH.lHtra la caHa de la 11l1lducÍ"1I así lla-
mada. Treinta i cuatro años iillte~, por el 111('5 de
febrero, fueron los alrededores de aquella casa tea-
tro ele advenidlldcs pam los granadinos rl'publica-
nos . El Coronel español Calzada, que tlesc1e Sil
alida de BarÍnns,en octubre de 1815, h;¡l,ia sufrido
recios eontratinnpos durante \\11[\ marclla de dos
meses por lo. llanos de Casanare i al trayes de Jos
Audes hasta )]l'gar a Pamplona, logró rehacerse
en esta ciudad i organizar un cuerpo de 2,200 hom-
bres, con los cuales emprendió nlarcha soure O('a-
ña, pasando el páramo Santnrhan para caer a Su-
ratá. Los republicanos, en nÍlmero de 2,.100 re-
clutas, que 110 tmieron tiempo de disciplinar en
Piedecuesta el Jellcral Rovirn. j el Coronel San-
tander, que los ll1nndab:w, se dirijicronnl enC\1entro

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DE ALPHA. 411
de los realistas con la esperanza de desbaratarlos
álltes de que fueran allsiliac10s por los espedicio-
narios españoles, dueños del ~lagda)ena i la Costa.
No esperó Calzada el ataque, sino que levantando
el campo atrave~ó el páramo de CaehirÍ i se situó
en Ramírez. El jefe granadino, desvanecido con
la derrota de un cuerpo de observacioJl que el ene-
mi"o lJabia d¡>jntlo en cllláramo, debilitó sus fuer-
za; enviando el slnC'lmelJtos a Pamplona i Cúcuta,
en términos de qued, rse con poco mas de mil hom-
bres, cll~lldo h de su contrario acababan de re-
cibir eonsidcl'ahlr. allm<,nto : eontramarcharOJ! estas,
i sorpl'cndi{'llclo a Hovira en la~ c[(sas de Cachirí,
doude vanamente intentó defenderse IIpo)'ado en
el cerro de Botija, lo derrotarclIl tan de "eras, que
allcnas 30 hom ores reunirlos lIegaroll prófugos a
Matauza. "La: consecueucias de la pérdida ele
esta batalla fueron fune ,tí~itnas para b Nueva
Granada. Hasta 8antafé no hahia tropas algunas,
i en esta eal'it,¡J solo existian pequcños cuerpos,
Tampoco tenia el Gobierno fusiles eon qué poder
armar nuevos soldr.los. Esto, añadido n la pro-
funda impr('sion (1110 hizo en las l'rovincin~- Unidns
la toma de Cartnjcna, que se llilbia sahido con
certeza poco :íntcs de aquella época, lleuó de eons-
ternacion a los republicanos, que ya no veian es-
peranza de resistir a los españ oJes, o de salvarse
por la fuga ch> su bárbaro furor." ..
Ahora reinaban el silencio i la paz cn aquellos
lugares; i al abrigo ele la casa, llena de fardos i
frutos que varios trajineros conduchn a las pro-
vincias del interior, oíamos de ooca del canoso
dueño la relaeion de esta catástrofe, presenciada
• JosÉ MANUEL ResTnEPo. Historia de la Revolucion
de la N ueva Granada.

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412 l'EREGTIl~ ACIO~

por él, la dispcrsion desastrosa, i el encarniza~


miento con que fueron perseguidos i alanzeados
los il1felizes fujitivos. La tierra granadina recibió
con gratitud la sangre ele esto5 sus buenos hijos:
desde cntónees se hizo imposible quc la tiranía la
hollase por largo tiempo.
En la casa dc Cachil'Í se apartan tres caminos:
uno se dirije a las riberas del rin Eseatalá para
continuar el1 busca de sus eahczeras, costeando las
vertientes oel!idl'ntales del páramo, euyo~ e tribos
frngos(l~ corta SlICCgivrlllH'nte: ot,·o se abre a mano
izquierda i conducto ,,1 Ritio de Yagaloma para que-
brar ue repente al H. hasta Rioncgro i llucurn_
manga por cerros, soledades j asperezas contínuas:
el tercero toma la !llano dert!cha, trepa el páramo
de Cachirí, siguiéndolo Jlor espacio de cinco leJlIas,
i se tlne al primero cerca de! sitio llamado Carre-
ra; camino desierto, enfadoso, batido por v enta-
rrone~ gheiales que en la cslacion ue lus lIudas
son ins0l'ortab!es, peligr:lIlClo la vida de los tran-
"cuntes i de las recuas. Elejimos el de E~catalá
pnra determinar la hoya de este rio, i desde luego
Cn1!lClu:.IIllOS a subir i bajar por cuestas rápidas
los alto$ estribos cubiertos de robles majestuosos,
claros debajo, entrelazados encima, resonante" con
el ceo de nuestra~ voz es, el ruiuo lIIultiplicauo de
los torrcntes j Jos confusos trinos de innumcrables
pájaros nnnca c~palltados por el cazaelor. Tan
lenta hubo de ser Iluestra marcha, sin poderlo
remediar, q l1e al declinar el sol no teniamos an-
. darlas mas de tres leguas. La t "n"de nos SOl"pren-
dió junto a un ranchitn a cuya puerta estaba sen-
talla una mujer en afanosa convcrsacion Con el
lna~ pequeño de sus hijos acostado en el reguzo,
en tanto que los dos mayores corrían por el cé~~

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DEA Ll'IIA. 41:l
ped alborotados reprenuieIHlo a un marrano que
les habia hurtado la mazor~a de lnaíz, dc~tinada
tal vez a su merienda, i brinealla burlándolos con
la presa en el hocico. Nuestra llegada perturbó
aq lleJla escena de paz doméstica: el marrano hu-
vó a "'oz'!r lid di~putado botin : los chicos se am-
parar~Il de la lllm!rc, los ojos dilatados, el pccho
jadeante i 1:1s bpcas entreabiertas con !a espresion
de la risa paralizada al punto que nos ,,¡ero n apa-
rreN en medio de sus ju('gos. Casa, fogon i agua
de la fuente, era todo lo que la mujer podia pro-
porcionamos, ofrcduo con la llH'jor "oluntad del
mundo, i n'petidoti perdones q uc nos pedia por no
tener mas que dar. Su Luen coruzon DO se acor-
d:1ba elo la propia cstl'cchcz de recursos sino eur:m-
uo le impedia obsc(!uiarnns, no con la mira de re-
cibir paga, pues la rechazaba, sino porel placer de
la hos¡úalidnd, virtud tan nrraigada el1 los estnn-
cieros pobres, como vacilante o unulaua en los
gamonales j aristócratas de 111011 terilla.
La falta de pasto para las bestias i aposento para
nosotro~ nos compelió a caminar media legua mas
adelante hasta la cumbre que llaman Yarumal,don-
de a 2,533 metro de altura hai una abanetares-
guardada eu torno por el monte. Allí determina-
mos sentar nuestros reales i pasar la noche. Cor-
tamos varas i hojas de palmiche con las cuales fa-
bricamos una barraca para resguardar los instru-
ment08 iJibros. Dc~pues cada cual se proporcionó
dos horquetas pcqucñas,que clavadas a corta dis-
tancia recibieron una vara, sobre la cual se tendió
el caucho de modo que cubriera el espacio de suelo
necesario para cama del propietario, terminando
con esto la eODstruccion de las casas, que a deeir
verdad nos inspiraban mezquina confianza, pues

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414 PEREGRINACION

el inmediato páramo enviaba ráfagas de viento


alarmantes que amenazaban llevarse los techos.
Una magnífica hoguera templaba el fria de 100
con que vino la noche, i los sordos truenos retum-
bando al occidente en la inconmensurable profun-
didad de la hoya del Magdalena, nos advertían que
nos hallábamos sobre la rejion de las tempestades,
pero tambien cercanos a la de los hielos i huraca-
nes enjendrados en la cima de los Audes. Las nu-
bes pasaban rápidas velándonos las c~trellas, cuyo
brillo esplendcnte solia lIegan:o por las momen-
táneas roturas del ilJlportullo yelo: todo callaba,
eseepto las chicharras deI monte i el fullaje de los
árboles sacudidos a intervalos; i tal (:s la majes-
tad elel silencio en estas serranías agrestes cuando
la noche las sumerje en su dr.nsa oscuridad, que
la voz dell,ombre se deprime hast,l d tono bajo
al conversar, cual sí por instinto se respetara el
solemne "C1'0SO de In naturaleza. L.L hora el!'] sue-
ño nos encontró sentados Boh!..: el cé 'ped a la ro-
jiza luz de la hogll~ra i habbnuo de nuestra "ir-
jen América, tan sol:J.lloi, tan bella, cuya grandE'za
futura bosqueja la imajinacion sin hallarle límites.
Cuatro leguas se anduvieron nI día siguiente
para llegar al sitio de La-Carrera, ,iempre por la
somlJra de bosques en que nhul!(llll los helecho
arbóreos j las orquidcas de eSlraiia" i perfumadas
flores. Otro día de marcha 110 llcvó a la hacienda
de Ramírez, fin del territorio (le Soto i principio
del de Oraña desde la inmediata cumbre ele Juris-
dicciones. Diónos hospedaje franco el dueño de
la hacienda, Sr. Ign cio Glltiérrez, anciano de 72
años, que la fundó ¡la yivía COl! su respetahle com-
pañera. Ocupan las casas las tl'~S lados de un cua-
drilongo: a In derecha, la espacio a cocina i cunr-

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DE ALrHA. 415
tos para las herramientas i peones que son tratados
patriarcalmente como miembros de la familia: a la
izquierda, la bien provista pero poco variada des-
pensa, i los almacenes de granos: al frente el cuer-
po principal resguardado por largos corredores, i
compuesto de sala i dormitorio nada mas, grandes
cual naves de iglesia. La sala recibe luz i buen
golpc de viento por dos puertas fronteras, i en ella,
recostado a la pared, campea del suelo al techo un
labrado altar de la Dolorosa, cuajado de c1aveles
Mancos i rojos, con florones de relumbrante mica:
varíos cueros sin curtir i montones de maíz com-
pletaban el ajuar. El del dormitorio nunca lo ví,
pues la noche la pasamos en la sala, tendidos so-
bre el ~anto suelo a pr~scncia de la Dolorosa, que
hubo de dispensarnos esta llaneza. Diez i seis
años de recio trabajo personal hahia empleado el
Sr. Gutíérrez en descuajar estensos bosques i fun-
dar aquella eseelentc hacienda poblada de ganado
mayor. Hombre todo de fibras i huesos, sc man-
tenia derecho a pesar del tiempo, i conservaba to-
davía el pobre i derrotado traje de peon con que
arribó a la soledad de los montes domados por el
constante trabajo. Dotólo Dios do clm'o entendi.
miento para no envaneCCrJe con su actual riqueza,
ni olvidar la honrada humildad de su condicion
anterior; i esta misma filosofía jenialle acompa-
ñaba en sus juicios sobre el mundo i los aconteci-
micntos, mirándolos bajo su aspecto positivo. !\le
habló con interes do la reciente provincia de Oca-
ña, que íbamos a visitar, i recuerdo que resumió
sus observaciones en una comparacion no mui dis-
tante de la verdad: "Ocaña, dijo, sc me parece a
un matrimonio de jente moza quc ha gastad'O en
muebles de lujo su corto haber, i sigue contrayen-

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I'EREG Rl:> ACION

do empeños para sostencr rl ap:nato, quedándose


yacía la despensa: digo e:.to, porque veo mucho
tren de empleados, mucha contribucion alJUraua, i
ningunos caminos, qlH' son la despensa de los
pueblos. Ellos aprenderán, añadió, porque 110 hui
mejor escuela que la de un hombre pobre gober-
nándose a sí mismo."
Tiene la provincia de oto un área de 219 le-
guas cuadradas, de el:as 113 desiertas. Los rios
'oganloso i Lebrija le dan fácil acceso ul Magda-
lena, contra el cual se recuestan (H leguas cuadra-
das de tierrns inmejorahles para eria de ganados
i plantaciones de café, cuña, cacao i añil, pero aún
no deslllontadas ni utilizadas. El oro, los sombre-
ros jipijnpa, el tauaco i el cacao, que reunidos for-
man un vulor prilllitivo de 365,000 pesos e11 la
produecion auual, son la riqueza esportable de la
provincia i la medida de sus cambios con el es-
tranjcro. Como se ve, la agricultura no concurre
sino con dos ramos, pudiendo suministrar cinco
mui valiosos en el comercio esterior: ella está en
la infancia, lo mismo que la minería, cuyos rendi-
mientos en el valle aurífero de Bucaramanga i
Jiron serian centuplicados si surtieran de abun-
dante ngua los lavaderos, lo que obtendrían con
ménos de 30,000 pesos de gasto: no hoi espíritu
de a~ociacion entre los empresarios, iesto los anula.
En las 136 leguas dc territorio ocupado viven
M,758 individuos, resultando 402 habitantes por
legua cuadrada, o bien, 220 respecto del territo-
rio total j relucion que manifiesta la causa de ha-
llarse todavía en embrion la agricultura, i aún
por nacer lns nrtes que de ella se derivan; pero
tambicn se infiere a priori que los medios de exis-
tencia deben s11perabundar. Si para comprobar

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPBA.. 417
esto consultamos las t:¡blall del movimiento de po-
blacion en 1850, hallamos que en efecto las su-
pervivencias eseedieron a la~ def~mciones en 957
individuos. Nacieron 1774, es decJr, uno por cada
30 8: fallecieron 817, o sea uno por cada 17 habi-
ta~tes· de manera que la mortalidad c~tá Con la
fecundidad en la relacion de 1 a 2,5, duplicándose
los casos favorables al aumento de la poblacion.
Que será rápido lo demuestra un solo hecho, i es
que]a relacion entre nacidos i muertos varió en el
espacio de un año, aumentando los primeros i
disminuyendo los segundos, * resultado de la ma-
yor suma de comodidades que el trascurso del tiem-
po acumula dia por día en la provincia.
Hai en ella 11,900 niños en edad de asistir a la
escuela, i reciben este beneficio 525, permane-
ciendo en absoluta ignorancia 11,375. Solo 42
niñas se educan, i hai 5,766 de&de 7 hasta 14 años!
La pluma se resiste a .:ontinuar este análisis
desconsolador. He aquí los frutos de 20 años de
centralismo en un solo ramo, i el que parccia mé-
nos descuidado, de la ac1ministracion pública. Sin
embargo, e peremos! Las ideas marchan, los pue-
blos se ajitan i piden ya la jestion de sus propios
negocios: las viejas barreras crujen por todaa par-
tes, i caerán: ESPEREMOS!

xxxm
La serrania de Las JurisdiccionC'!', cuya cumblf;
transitada sube a 2,'766 metros soh¡'C' el nivel del
lOar, es una de las subdivisiones inegulares en qlH
• En 1851 nacieron 1,996, i murieron 79~, quedando un
resíduo favorable de 1,202, la mayor parle var01les, La po-
blacion aument6 en razon de 1 por cada 43, o sea el 2,37
por 100. 27

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418 PEREGRIN ACION

so fracciona el ramal (le Sallturban al UC!gar al nuuo


llamado Páramo de Guerrero, comenzando el siste-
ma central do las sel'l'anÍas do Oeaña, raro por su'
repentinas intel'rupcion s, el trasto1'll0 de lo. ejes i la
iUlllersioll aparente do los escarpes dentro de una
masa elo teneno anómalo, revolcado i estéril, IpI se
e~ticnde 10 leguas de S. a N. i 5 de E. a O. o de-
bieron 1< 'r l'l\tas la forma i constitucion primera. del
país que teuiamos a b vi~ta: o la aguas eopio a'
Ilue hoi se de¡.;lizaIl por d c.ltatumbo ctuvi ron en
Irjaua época rCl're~a las i dCl<morouaron con su em-
bate los \'I.,liel'cs lid !ilH'lo, l'eJllovióndolo profunda-
mente; o el s:\cUflimicllto que levantó no hace mu-
chos siglos nuestras costas desde la Goajira hasta el
golfo de rabá, LunJió tumuien la cúpulas de la
cordillera eu Ocaiia, i I que ahora vemos Ron las
ruiua.'; prominentes, 110 tragadas por el abllimo i d s-
figuradas tl,'sl)U(>s p(lr las corrí ntc8 de agua que largo
tiempo va(~ilaroll t'n tomar.cauces fi.io~. Ambas hipó-
tehÍ>! puedl'lI sostl'lH'fSU eou datos j,·()lójiuos; l~ro lo
cielto es que las 3:37leguail cuaclra,las comprendidas
en la hoya del Catatumbo no son físicamente lo que
fueron al salir del SOllO de los mares, i dan a est.~
parte de la provincia un aspecto particular, diré me-
jor, singular, que la distingue del resto del territorio.
Las diez leguas de camino que hai de la cumbre
de Las Jurisdicciollcs a La-Cruz, I)]'imor pueblo que
so encullutra, sou duslertas, desprovistas de pasto i
bastimentos, i apénas se haUa tal cual casita donde
reposar en las horas ardorosas del medio Jia. Tran-
sita e al principio por callejones profumlos, rápidos i
<l1lO'05tos, i despues por entre colinas i esplanadus de
o
margas •
al'enáCCUR, interrumpIdas con barrancas 1a-
brudas en todo sentido por las uQ'uas. Los muros do
<:!'tas cortaduras descubren una °masa de arenas silí-

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DE ALPJlA. 419
cens 1'0jl\~,
vcrdes i amarillas, distribuidas en man-
chon!ls s"parados por ban ·os verticales de yeso, que
al c~cnrrir la~ lluvias los han taJl:mo cn agujas j pór-
ticos n. lUanera <le ruinas tan varIadas como pintQre@-
ca~. Brilla la mica diseminada en los filones diago-
llales de euarzo granujiento que atraviesan las mar-
ga;\, llls euales rumian a lo bajo formando quie1ras i
lllesetas dL'~o)'dena¡las, colinas i montecillos instables
sin cailad!l~, ~iu vej¡~t.'lcion firme, asentándose por es-
ealolw;; en pt'r¡neños valles de dcnudaeion perpetua-
mellt> trasportados ácia el cauce de los rio ; paisaje
monótono, i n. p '~ar do eRto bello, pero con la fatiga-
uora belleza (le la dcsolacion.
El hombre se ha Jlamauo, henchido de orgullo.
41ominn,!or dd mundo físico, Ill'l·t'·lldit·ndo abatirlo
a sus l'ié~, como a un i'\iel'vo que na,l:t ¡Hll'de contra
la natUl'akza do su señor; pero no es así. Domina
1a materia, mas no por imperio absoluto, sino por in-
corpo1'llcíon a ella, por una esp 'cie de alianza en que
el hombre amolda ~u alma i su cuerpo a lo quo le
rorlea, i b materia le obeuece (lespucll tle haberlo
wjuz<fa,lo en parte. El hahitant<\ ,hl las Cordilll'ras
crece"'ll1u~euloso i ríjiuo eOlllo h~ aristas de los cerros
<¡1Ie se opouen a su librc movimiento: ('~ grave i lento,
porque '<us caminos atraviesan precipicios sobre los
('uales h carrera le {'"tú vedada: es taciturno, porque
deseJe la infancia encuentra su voz sobrepujada por
el ruido bramador de los torrent.8, o ameurentada
por el ~olemne silencio de los dcsicrtoB páramos: la
gTnnU~Z¡L ue! teatro le hace allullz i al miRmo tiempo
)'cflexivo: domina el C>\pacio, i es uominatlo por la,;
cosas: su vida, como el ensu<'iio de Jacob, es una lu-
('ha permanente, de la cual sal: victorioso con la
frente bailada en suJor, pero modificado segun lo qu ..
le rodea. El habitante de nuestras llanuras i tjerra~

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420 PEREGRINACION

cálidns se mueve con facilidad de una parto par/l


otra: el frio no lo acobarda, i la n()(·he no le retrae
dentro rl 1 hognr para r 'sguardm~(j del pUlljente hie-
lo j (¡ntes le llama al cumpo con '\Ul calladas brisas i
con In C'spléndida ilumilllH·ion del cielo: canta i se
hace locuaz l)¡na formarse un ruido viviente donde
lodo, llastn las aguas, murmuran apénusj su jenio es
coufia(lo, impr·\.j;;ivo: bU cnrúcü:r incollstante: sus
hal)itUfle~ muelle i prrczot\llll. ¿Para qué afanarse,
ni meditar en el dia de mañana, cuando Jos árboJe8
lé brindan i eon . obra frutos et'pontánco., los rioR
le ofrCN!n fú<,i] pesca i ln C:llicllt<) tiena le abruma
con su COSCt has ¡
PaMlmos de las serranía~ al llano, dd clima cálido
111 frio: do. horas d' march, nos bastan para ello
en las provincia d·l Norte. Las co~tumbrc son di-
VE'r~a., los U~Of;, l traje, el ac\'nto diferentes, otro el
em·ác·ter de los morallol'('s i (·1 ademan de jas perso-
na~: ('8 que la íllf I(,le Ile las co"a. s ha cmnbiado,
i ha grabado u sdJo en d hombre ti~i(·o i moral:
el pretendido señor no es sino el aliado i socio de la
naturaleza.
Al pi¡¡ar el suelo oe Oeaña, uajando oe las altura!!
de Pamplona, hai una repelltillit lllutaeioll de esce-
na, una (,'pocie de ~orprc~a del ('llÍ!'mlimit>l1to mién-
tras se descarta oc las j(k'as qUí' trae para cIar cabida
do súl,ito a las lJUC\'H~. Llegamos al ~itio llamado
,uayabito, {'S dl'eir, aUlla }1t'11ueña casa de palma
puesta en ell'euuciJo plano tille forman vari s cerros
de arena i piedras con raros arl.nu;!; s crecicndo sin
flores entre amarillento~ pajonale.. La. ca~a, la espla-
nada fronteriza i el diátano ranchito que servia de
cocina, csta.ban barridas con smero: )lj una yerba,
ni un puño de barro. Las gallinas rcpo~aban a la
sombra de las malvas: el sol deblumbraba i adorme-

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DE ALPllA. 421
~ia. Una mujer, toda coyunturas i goznes flojos, ves-
tida con camÍson de zaraza, sueltos los cordones del
traje, arrastrando lo,; alpargates convertidos en chi-
nelas i fumando un tabaco decad 'lIte con la candela
entre la boca, salió >1 recillirnos trayendo eu la.~ m>1-
nos el comenzado sombrero de cuba.
-Buenos dia.Q, palrollcita, le dije, a estilo de los
serranos ¡,'fü:ne algllu pollo que uos venua pam al-
morzar1
-Jo, señol! rC:'pondió escupiendo el tabaco: lo
que" poyo no hai, porque con el verano están redi-
jíos i no rinden; pero si gustan apial'se vcremo qué
daile.
-Bueno está: con cualquier cosa no~ couforma-
remOR, pues tonemos que s"guir viaje.
-Mu.~tcdes vienen del reino, segun las bestias que
tren. l Pa onde van ~
-A Ocaña, patrona.
-Ajá! ora sí se pueue dir a Ocaña, porque hai
mucha jento, i lla venío uua inmundisia de forasteros
a comereial, i se ha,e hUCIl halanse.
-Pase lo de imlluurlicia pur la parte (lue ptw,]n
tocarnos i 1 el camino es tau malo como lo que ue-
jamos atra~ ?
-O, no señol! De aquí paJante no soi laucha,
pero bí es ellmill0 muí am no.
Jlizguese cuál será la e -trañeza del que pOI' prime-
I'a vez llegue R Ocuña viniendo de la CO)l'dillel'a~, j
oiga. este lengua};, r~l'are en el traje, 1..., modalL"" i
la entOllaciou del hahla del pueLlo lIuuo. La~ haLi-
t.'lciones abiertas a todu viento, con e.~teriJllIs sir-
viendo de muebl·s: lu!! paredes sill el indispensable
a.lt.w rl'carO'ado de arrayllll i fiores en fIUl: el reinoso
coloca lh.lvgtaml'ute uua imájeu de la Vil'jen, rotleada
de viñetas ¡mancadas a las piezas de ur.;taña i jabo-

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422 PEREGRIl'!.ACION

nes de olor, i acompañada por alguna ";(3a lítograií:


~uficicnt('mente profana: el a~ o de las casita con-
trastando con la humedad i de~ic1ia de los ranchos de
la tierra fria; i en SIWl1\, la, sangre africana mani-
festando aquí su actividad ruidosa i parlante, allí la
parsimonia i pacieneia del ilHlio reconcentrado i al
parecer inertc, pero que ama con tellazidad i aporrea
a su cOlllpafiera, i él mismo :0 aporrea sin hablar
palabra cuando lo exalüw los zclo8: dos linaj 'S, dos
castas difereuciadas acaso por el oríjeu, i f'ulldamen-
tahuento diversas por t'\ iuflllJo dd país sobre el
hombre.
La-Cruz, cabeza de un dilitrito que cuenta 2,682
habitantes, figura como parroquia de~ac 1808. Há-
llase fundado cerca de la rilJ{'r3 izquil'r(la del rio
Guayabal, que mas adelaul' llaman Algodonal, de¡;-
pues Cm'ate i al fin Calalulllbo, con cuyo nombro cae
poderoso al lago de 'Maracaibo, i ocupa la estrcmidad
. do un lindo ,·alll· de aluvion a 1,405 metros de
altura Rouro el mar, gozando de SU1L\'C lcmpcl'lltura,
'cñalada en el termómetro centígrado con 21°, tél-
mino m dio. El di:;i.rlto es ri('(J en gana¡]('ría, mer ,-
ci('ndo la fama ue uello' los polro' t¡tlO ~alt'n de su:
dehc~as. En su calidad de ptl ·110 gmwuo!'o adelanta
COIl knlitud reRpecto a lo material, })(']'o al cllbo ade-
lanta, i en las tres bien n'jídll (', UeJlIS (·011 quo so
honrn, tiene los jémlcllcs de ~1I lucjom YClúd 1'1\. La
, aluuridad d·l clima e~tá d 'm(J~trada (-TI 01 movi-
mienlo de poblacion durante el año do 1850: na-
cieron 122 indÍ\;duos, o UIlO po!' cada 21 hauitan-
tes, i murieron 27, que corr~:;l'ol1dcn a rulO por cada
90, 3. La moralidad la e~lJl'e",ml tres eürm. 80brado
ignificlltivas: hai 742 individuos ('nFado~, i 620 wl-
lelOS: en el trascllJ'so del afio bolu hubo dos delin-
cuentes por mal\"er~aeil>n de d"l'ósito. ¿ Qué seria u;te

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA. 423
pueblo si cambiara la. vidn pastoril, un tanto aventu-
rera, por la homada i sanu .d~l af,.,.i~u.ltl)r!
Francisco li rnández recüJló comlSIOll de Don An-
dres Diez Venero de Leiva, primer Pl"csid.mtc del
N nevo Heino, para flllll la.r una ciudad en tierras tIc
1 s antiguo~ PautagoJ"Ol! i ~hitareros,. t 'uieudo por
objeto asegurar la rlOnlmllClOll de la rIvera derecha
dei Magrlall'mt frente a. l\Iompos. Esplorad\ls los lu-
gares elijió liernández el valle de liaead (hoi _.d/ml-
de) once kgllas al Oriénte de donde el rio !ll('lltiOlla-
do . e parte en dos brazos para formar la grande itila
de l\Ioráles, i en 1572 trazó la lllH'Va ciuaad nom-
brándola uSauta-Ana-d,·-IIlIcarÍ.» Cuatro años de~,
pues la mudaron, f'in sabl'r por 1]1\6, al lugar que
ahotlt Q(:Ujla, peor que pI antl'rior, i In lIamarun jlll-
pICllll'nt' aOcaña.» .&tú ,;iluaolajullto ti UII riathu ·10
tributario d 1 Catatumhn, en un peqllt'ño llallo arc-
llO¡';O rolle¡ulo de cerros áridos i ,le!inucl()~, a 1,lG5
metros sobre el lIil'el del mar, scpal'úmloln, del }lag-
¡!alena el raIllal que divifle la hoya de c."te I'io i 1.1.
del OntatuJllLo. La Ít'llll'l!ratUl'll o~cil¡t entre 20 i ~30
(,l!lltí~rml(\s: los aiTí'~ ~()n l,uros i (·1 e1ima !'HllO i
ulIifol'llw. Bajo el réjimcll C"olollial nada COl lc;U n i:\
l:'JI e:ita ('intllul para hacerla l'ro~pNar: j'or sil ~itlla­
cion dcLia l¡¡¡star la vÍ(!;t en el cllIIH'rl:io, i <:f;t' 1,)
0!taLa prohibillo a cOlls\'euelleia dclmou0l'olio Jij:lIlo
C!l Cart:ljcna. Colombia, que era un eUlu'tel di,fr:.-
zado COIl las esteriol'ida(k,,, de HéplÍ],lit:l, 11') ,'Íc, .11
O"aña "ino un punto (.stra(('jico unido a ::IfUll1l''':-, i
la hizo dCI,,-,udi 'llte,ll'l!"ta »l'IJYÍJl('in, a ¡,,",nr Ikl ~Iag­
<1a]"I](\' <'¡UI! la~ di,-idl', i HO O¡'"tllutc (·1 1Il':1u<1,)I10 ad-
llJilliHtrati\"o en fIue hubo de quedar. Yinil'1'I\J\ pUl'
fin mejores ti,?mpo.:. ~as j(~I'W' J2Iilita~'I'il t01!ic~(Oll d
CfU11IJO a las ldeas Cl\'l]e~! I Ocana fue l'l'o\"lllf'm ( 1
18-19, comenzando a. Jl1l'Jorar de . licIte (k~l,ues d,!

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424 l'EREGRINÁCION

274 año de olviJo, durante los cuales permaneció


poco méuos que estacionaria. Tiene la ciudad cinco
t.emplos cutre capilla.,> e iglesias, i otro mas en cons-
truc 'ion, al pa.-;o quo carece de hospital i de casas
n'll't'ua(la~ para escuelas plÍblica: . Su pobla"ion lle~a
próximamente a 4,000 hnbitante, , pue to que el dis-
trito cuenta en su~ l'('(lucidos términos 5,046. Las
(;alle8 irn.'l,rtllal'l'., lllal empcdradas, i a trechos con
ácuras enla(lrillatlas Re¡','1lU la voluntnd de 1 II dueños
de casas. :&itas son por lo jcmeral bajas, de construc-
<:ion a la "~pañola, con palurdas velltanas salientes
¡;oh¡,c pilastras o l'l·lievt'ij a propótrito para romperso
lu caheza: el mcnaj(' en ·illo i mod to: el as'o es-
h',·lIUldo. La raza ' Manca i africana i la ca. ta inter-
media eompon'll la p blacion, habiéndoRe confun-
di,lo con (·llas i d"sapal','cirlo 1 tipo inJíj 'na, del
cita! IlS0m<l1l algUl]('s r 'stos culos l,ueLIO:l de las se-
rranías, donde predomina la familia europea. La
I lalla, I'~te IIllit;,I'I1lt' nacional ti \"t'Zl'S limpio i ele-
~'\Ilt(', a Yl'ZI'S min, p,'saJo i éncu],ritlor ue malas
('{ ,~a~, ha pl'l',lido 'H Ocaña u carta do natmaleza:
el trajo ¡j,·l jOl'Dalel'o se rednco a punlalon j cam.isa,
i oh1" el h:lI1tisllIo un sombrero ra, pon momIo j dc.'-
~ lamido CUIl10 ~alió de nUlllos do la ü~e¡]ora. Tam-
[¡i~1l las IIl\1i('re~ han descrhndo la malltdlina, susti-
lll)"{'nnole un largo l'et.1ZO de znl'aza rJscura con piu-
ta~ hlanl'as en que so envueh'cn, dejando Ebr' la
l'ab\'za para cargar en ella la tinaja de agua, el ca-
m 11> ,le cOl1w~tiLle: i ha 'ta la botella vacía que
mHl\tielll'lllflnilibrada,~inembal'go de caminar lijerag,
h: ti 'ndo ,.[ HUelO con las tll'saimdas chinela" pu(:s
jamas'u cakañar ha sufrido la prision del calzado
prupi:mwnte dicho. Todas son entre sí comadre.; i
~i dn~ do ella~ se encuentran en sus idas i Yenjda~,
~ .. rletipllell, traban UIl:\ especio de cOln'ersacion gu-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPBÁ. 425
tura! indescifrable a causa do llevar tabacos con la
eandela dentro de la boca, i jesticulan como tdégrafos,
no curándose del mueblo puesto en la cabeza, que pa-
!'ece arraigado allí, ¡,egun l*J menea con la pel'8Ona sin
trastornarse ni perder su precario asiento. Uuando
por casualidad no llevan tabaco, el hahlar es ft\pido,
la voz un tanto nasal, i la pronunciaeion incorrecta
por suprimir la s, tan silbadt, en las Cordilleras, i por
el trueque de ]utras peculiar a los moradores Jellito-
fal; acciJente:; al parecer triviales, pl'I'O que en rea-
lidad indican una modificacion profunda '11 el orga-
ni~mo por virtud d ,1 clima: lo' dialecto son fuertes
i comprimidos en los país s frios, abi 'rtos i morosos
domle la atmósfera e: calient\l; asl como el cabello
es nl'gro bajo los trópicos, i de ellos para los polos
sombrea con gnedej:L'; rubias la.~ ro~adas frent 's de
otra raza ménos impetuosa pero mas pensallo1'3.
Llls tlamas de Ocaiia Sil'Dlpr' tmiel'on fama de
bellas, i en realidacllo son a la par de amabl(J.'I in-
tdijt'ntc~. Viven con mucho rccojimicnto, dejándose
ver poeas veze en la ventalla o en las <:alll'R, i IlUlle ..
en reuniOlll's l1Ul1lero~a~, p(lrque la vaniJad du cla~i­
fieaci01w~, touavía Ulas ex:tjpmda.~ que las de Pi 'dc-
CUl'Hta, las mantiene dirítlidaH en <:ategoría tJm l'Í\lí-
cuJas como formalmente sostenida~, Una señora de
lJi'iulera no asiste a los bai1e~ de la de segunda: la!
de tercera 110 }ltH:clcu .'uuir de ,u s 'aJon, i e ercerian
degradalla;¡ mezclándose con las Je cuarta, i Curio.<Q
fcnóml'lItJ! La fiu;tol'Ín. ,le tal,aco sLUllinistr6 al[uí tam-
hien su~ c'lasifil'a,·inlll'~ a la sociedad, j 's lástiul!\ (1ne
no las Imbil'l'!m adoptado pnr entero, c'üü,leeientlo
divisiolw~ jenéricas Ile ~eñuras en plancha i . eñor,
en andullo. Con singular resignacíon cnmjélica ha-
blan de aquella.' cZtt~es, í cada cual arepta la qll le
han dado; pero aún es mas singular que lo jefes de

®Biblioteca Nacional de Colombia


426 PEHEGRIN' ACION

c"tas wmilias estén enrolados 'n la ociedad demo-


crática de Ocaña, JOlllle hacm proti RiolH's Je fe re-
publicana con los manoseados adiLmn 'utos Je igual-
dad i fraternidad, i sin "mbargo se abstengan de dar
muestra,; prácticas de la sinceridad de ~u credo po-
lítico, destruyendo, como ICl:i seria fáeil, esas distin-
ciones per grillas que s paran su barrio, su 'alle, su.>;
casas de las demas. Comunes son las "irtudes i l.Hlt;'1l
comportamiento a toda . las familia, COillUUé'S la cul-
tura en los modalt~ i el amor al suelo nativo: no obil-
tante, la divisioll pCJ1llaIlC('(', i (,1 l'l'trMiamieuto rpcí-
},roeo lU!luti 'ne comprimido el jenio sociahln d.·. ln~
ocaiicras, pe ,¡\Ud sobre la ciudad un yerto Ril'ncio
que por lo iucsperado sorprende al fora~tero.
XXXIV
Corria el me.~ de aLril, i aproximúba.;e la R\.'ruaU,\
en quo lo~ católicos (··onUH'moran l'Illuh t r~ario de l:t
Pasion. Las yt'IIt.auaA de las casas apal'Pcil'rolt ador-
nndas con Cl'uzeS de flor 'S, i '11 las igkRias se haeiall
preparatiyos para las Jim¡;íolles teatralt's (¡UC d mak-
riali~lllo romano llama culto í'~tern(). Eran la,; fie~tas
¡J,·la "Cruz-Je-mayo," ank"('dcnt('s a la~ ('('rt'mollía,
de SClUana-, _auta: eH ILtluclla~:c baila. in eseníl'ulos
!l(J eoncil·llcia; en e~tw; ~" reza, ('ulutadas la, 1'CI'~II­
na,;, i ti únimu lli~pul'i:!to :t recibir absolucioll de las
('lllpas liberalmente aCullllllatlas para el (.f ,(;to: "ll-
trítl11bas manifiestan esa. Jll 'zela de 10 protimo con lo
di\ino, introducida el! la~ costumlm'S rdijio:llS ,lt I
pucblo por la iJljenio~a doctrina do las iuduljelLciaiJ,
HUI lUC'ratin~ i acomodaticia; ('seeh'nle invl'ucinn <j\II'
hubo do poner mohiuo al diablo, l'tH'~ It' (JlIita do
Ctltrtl la~ lllanos el fruto <le sus (;olUl'l¡('lldas telltacio-
Jl&l, i lo n'duce a la Jum coll/li<:ion de trabajar CIl
}ll'ovecho ajeno.

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428 PEREGRINACION

fte~-ibilid[l!l en los cuerpos i la confianza cu el mag-


netismo animal de qu' e'tán saturadas. El val e i las
enredadas contradanzas que algun enemigo ciego de
la armonía de lo~ movimientos nos trajo, hacen el
yasto de 'sto - bailes, cn que se echan de rnónos las
(bnzas na -iauales, tan nUCiltras que hn.sta lo malo de
elllll' pan~c(' bueno. Pasa la noche sin cImas leve
•1t.~ 'rd, -Jl; i el ptll'ulo llano, ltt cla8e cuarta, que en
sus di\'('r~i Iles ofn'cn a la primera rasgos de corte-
~anía i circull,-;pec 'ion, dignos ue ser imitados, le pre-
," 'uta, hw!.!;o (PI{' "iellU (,1 ~ol, l~emJ>lo" dú laboriOllidad
i de virtudes civilt's, las cuale:; ('OU.~i~tCll en concurrir,
. !1;Ull la 'apazidaJ del individuo, al pro re o de la
prO\ iw.:ia, no en 'ontrariarlo i eslorba!'lo con el ruido
de un patrj()ti~lIl() sin lastre, ni hechos que dennu:s-
tren 1m realitlall.
Despnes de los solazes d • la Cruz-de-mayo, comien-
zan la" ]lroee~iolles, de las cuales de,;cl'ilJil'6 para
lJlUf' tra la lilas sol"lllue, pa'''''[ula 1'1 vi()\'JWS de Dolo-
I'es; i lo' IJr,·v(·s ra"!1; . 'Iu a ella consagro se disi-
mularán, t -uic]j(lo eH cuenta 11ue ya tocan a su tér-
lllillO (·~o~ ¡]e~n1.'at'iad()s '~P(' ·túcul ~, tan peljuc1iales
ti la rl'rdad 'ra l' -lijioll, COIllO ilJ(;ompatible' con la
gra\ el la.l de la Igl'sia cristiana, i (¡ue no 'sU por de-
lilas el guardar un )'(·r.ucnlo de lo (Iue cutro nosotros
han :-;¡.¡o a'j1ll'I\;l~ l'ráetieas vanas, introducidas }Jor 1
e'l'iritl1 s"\,l'rstiei,I'o J .. la -uau meuia, i p 'rpetuadas
mas allá de los tórmillos üe lllliol<'rable auacronismo.*
• Describiendo PRESCOTT el culto romano tal como existia
en E'pmia durante el ~iglo XV, dice: "cnseiíaban (los sa-
" ccrdo!c,) a dar 'In valor c~cl\lsivo ¡dos ritos csternos, a lns
" formus tanjihles mas bien que al espíritu del Cri.tianismo;
.. e..tinlRnrlo la piedad de las jentes por sus opiniolle' espe •
.. c111ativas i UD por su cOllflucta en la práctica de 111. moral."
JIi.¡úry (JI ¡/ir reign o/ Ferdili{wd al/ti. Isabel/a.
Precisamente fueron e.tas las ideas reJijiosas que nos tra-

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DE ALPUA 429
Daban las ~ide de la noche cuando aROmó por un
(:~tremo ue
la calle principal una l'fUZ de palwl ilu-
minada por dentro, acolllPallándola multitud de fa-
roles, tambien do papel, Icvantauos al (·!;tJ·emo de
vara que concluian abajo con un muchacho muí se-
rio, pero marchando a di;,cl'p('ion, de donde resultaba
el illl}ui(·to ~ubil' i hnjnr d .. las luz<:~ entl'rmnente sa-
tisfactorio para lu~ }>Ul'tador .,.. Dl'lr:\s Ro'guia un 811-
damio hrl'l\ndc con la <:statua (ilol Nnaréno agobiada
bajo eI'ih!SO de la cruz, 'uyo e"tremo pan'cia Hostener
un Cirin '0 de fi~onomía homada, bien qu· raquítico
i sobrado CJlclclJollHl pam e],)fi(·io : do~ fieros jndiazos,
cOlllargos bigute. , gOl1'OS griego., levitas tic ji'nero ra-
yado, pautaloll dt' mauta j hotUR ll1o¡]1'1'Ila", ()('upaban
la te-lkrA d.·llUulamio ('11 M,titllo! de hablar jll pueblo.
jesticuhlmlo como 110 lo U;.II 1¡¡\11 lus romallos: despues
de c~to, un par tle clarilldc~ i U1\ par de (':1l1t01'o:
anexos. A poeo rato >'c mnllitc~taron por el estrcmo
contrario de la callo olra cruz i Üll'olL-s tle papel COlDO
IOR anteriol'e~, i 11 ,yatla t'n uno las ulla bella estatua de
la Doloro~a, l·jc:UlH~ntc Vl'stiola. ~elltad:1 al pió de la
cruz i cOlltellll'lamlo eon :tllg\l"tiu~o J·tJ~h·o los ills-
trwncntos de la Cruzitlxioll ; iJnújell cspr<'siya, noble i
npropiada }Jara repn'scntar d imllenso dolor de una
Madre que ha pn'RcJlciado la" tortmas ('~l,iatorias .}PI
Hijo. Pero como cs co~a cierta que lodo símbolo e, -
piritual, todo pensamiento (·levado se picnIc i deje-
II ra bajo el influjo de 11Jl culto lllateriali~ta, ~l1ccdjó
jcron i han permanecido aquí en toda la integ'l'iobd de sur
fU)le.tos errores, miéntras que en Europa el clefo ilustrado
subordina hoí el aparato de las formas materiales a la ense-
fianza de las doctrinas espiritualb!as i sociules del Evan_
jelio. Nuestro clero permanece inmóvil en el siglo XV, in-
sensible a la marcha de los sucesos, i como csponiéntlose,
illerte i dormido, a que las ruedas de nuestra revolucion mo-
ral i 80cialle pasen por encima, pues lo encontrarán atrave-
sado en el camino; i las revoluciones no hacen alto jamas.

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430 l'EREGRINACION

que junto a la. hermosa imájr'n acertaron a poner dos


figurillas de mujl'rrs labrarla,.; en ángulos agudos, frí,
i tlistraida~, sin embarg"o de ¡¡ue tCIIÍan delante a San
Juan, que rUili les Illeti-a las 1llano~ en la cara, amos-
tamrlo oill duda por ~u culpable illdit"fl'llcia, de lo
CUUlllO HP mo~tmlJaIl ellas sabedoras ni ent 'wlidas :
una llIúsica fÚl1elJ1'e i fUIl('~ta cerraha la marcha, Eu-
eontrúronsl' he; do;; proC(:siOllCS ti'cnte It la r'upilla de
1'OI'COI'OII1:\, i pararon haeiéndose l-eW~rel)(;ia lus ern-
zes de papl'¡, '$:tCt.:.UlJl'llte lo mi"mo r[11(> 'an Fran-
"isco i Santo Domingo, vet:inns le Bogotá, hacen 1'1
arlelll:1ll ,1,· I'mllt'slil"" )HJf I'ort('sía ell plpll:t calle,
euaw[() los sacan a Ii"stas, llc\[uu]o el uno el estan-
dartro Cié la Illrlui,i('iOll pn . -ñal J o uelll'volencia, i el
otru cincuenta pP. o:; f'l1r'rtr's d 'l1tl'O do la manga, en
dell1ostl'aeirlll dI' ~el'úH('a pohreza. Plll'~t1l8 las do,
allr!H~ l'11fr('nt' de un püll'it'l I.'vantl\r!n 1'11 la cSfl111na
tic la eal!ll, i pl'l'vi:t la flhirJ11 do lo~ titl'Oles 1'11 CUl'111o
di' familia, ~u¡'ió 1111 I'r"di,'¡u[ol' qUl', l'n'valirlo de ha-
blar ~ill r('I,IÍl'a, st' (','!tú a ('VllIp;\1'fll' IIllll'arrÚllica-
mente d dolor dc María eOIl el clilut'io wt¿ucl'sal!
Po]' Jo llléJlo~ Ja orijinalidarl tlt' b c'o1l11'!ll'aeion nadie
podrá di'putúri\eln,
-" 1 01' qué está tan tri·M In Vílj"l1, mmna? pl'l'-
gunt6 con ahineo un ('11Í1lllito, i al pU1Ito a'lué mi
lápiz para rccojer la n·~lm('st;¡. 'I\tl' ,I.·hia ('olltelll'l' las
1I0eiones ti" a'luelln lJ1ujl'l' a""\'I'a IleI "n!.>lilllc rlrnma
(le la l{cuenl:iull,
_" POftll1e "u hij Illuriú, niño,
_" 1 por cJl1Ó murió 1
_" Por nosotros, C¡lW rlizque éramos muí feo co-
mo IOR judíus, i e8clll'iall1o~ a lo~ Ulmlns ! "
1 elniiiu se Jió p l' snti ...feclJo, quedando S(,~brarlo
en su COTa7.01l el odio a ¡o~ judíos, primer RCffillla de
intulerancia quo otras mano.;. inte¡'("!Idll;< en hncprb

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DE ALPDA 431
jerminar, cultivarún con esmero, i Cuán cierto es que
ulla madre ignorante ellt~rbi~, con, er,rores pel'<.lurahJ~g
las pUl'as fuentes de la mtchJencHl 1 el aUlor de lo~
lJiiío~ !
N om bró ánt.es la capilla de TOl'coroma, i es preci-
so decir 'luién la OCUP,l, pur ser una de las glorias
locales .le Ol'aña, ~uceJió ulla vez, i 110 hai que pre-
,"unt,l], cuúndo, pues ya se sa be que esta.~ cosas suce-
dian siempre cn el si"lo pasado, 'lue ci ItO campesino
u.:
1Il0ra<!,II' de !w, serranía al Sur la capital, se puso
a derrihar un árbol granue iJlmcui~lto al arroyo nom-
brado TOl'col'oma, tl'ibllLiu'io del rio an Alberto, Ca-
yó el tronco, i al di\""illirlo salt'" la COl'tez!\ mostrando
en su parte interior la imájf'1l de Maria en lit',lio re-
lieve: (') ),l],l'i"go se 'luelló absorto, i mas cuando d
l'elTo 'luC le acullIpallllba tomó a HU cm'go conveu-
(:erlo ,le que ¡l(¡ul'Jla 1'[\ la Vírjl,n real i veruauora-
meult"~ apareciua, lo cual no le rué difícil, i en conse-
(Jul'ncia la llevó a Oeaña, pr gonando el maravillo,o
aconteómiento, Hubo milagroR, como cm regular, i
hubo talllbien quil>n c,lificara una capilla para mnll-
~ion U" la llueva \' Irjo'lI, ,[ue por d lugar l'n 'IUé Sl'
Illallit,,~tóla llallltlrun .. .N uf'stra Sl'líOI';L do '1'orcoro-
lila," o .. ~Iisiá TOl'col'oma," como dicl<ll en abrevia-
tUl'a JOR call1lwsinos i j 'nt llana, Entre 108 prodijio.~
'Jue ohm '¡;ta imájen para demo;;trar su oríjPIl divino,
"O cita j >lIernlmcllte el de hacer brotnr mauanti1l1c
du agua viva tlomle quiera que 'C siembre UI1 poco Uf'
In que mana la fu.mtl' dc su nomhre, En}>arW nin-
guna la viJl1o~, snh-o NI 1 paraje lIalllltdo Batatal,
camino de Ocaña para 8antullder, dOlllle hnbial1sem-
bl'arlo arrua con la lleLida solemnidad, hacia cinco
lllcse~, I~ro aun I~O daba seil~¡c~ de ~ellir, Obtenido el
Lem'plácíto uc! Capdbn,. \llIIDÚS, I1n compañero i yo
n 'lue nos mostrara la VlrJen pm"adamente. Hízolo

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432 PEREGRlNACION

con muchas ceremonias, tohalla sobre los hombro"


rezo continuo i velas enC<~IHliuaB, notificándonos que
al bajarla ue la especÍ<~ de tabornáculo eu que la te-
nian oculta entre joyas i veloB, hnLiamos de recibirla
puestos ue rodillas. Es un pedazo de cQrtpza, grande
como la muno, engastado en plata, con el imperfectí-
sima relieve de una figma en hábito talar, i las ma·
nos juntas Robre el pecho, como pintan la Vírj n de
la Concep 'iou: no tiene faC'C'lones, i el oficio tle bra-
zos lo hacen dos filamentos que me pn.J"ccieroD talla-
dos con illStmlUento enrlante. Ello es que habiendo
venido u,·) Cil"lo, uo da mui Lucua idea del estado en
que la es 'ultuJ"a se halla ('n ,1 otro mundo; aWlque
tambí 'n e~ verdad que no todos la v '11 del mismo mo-
do, dep"ndicndo esto de cansas sobrenaturales.
En la plaza denominada de la Gral! Convencion,
existe una pequeña igbia que prtcncció a los frai-
les franciscanos,.cuyo cOllvento se estaba r('edificando
par:\ Colejio provincial. La iglp$ia, pequeña i pobre
en su construccion i a{lorno~, no mereceria uu re-
cuerdo cspecínl, si no ¡muiera sido el Jugar en que
vinieron a desenlazar.<e Jos multiplicados e infaustos
sucesos que desde 1820, i con motivo <le la Constitu-
cion boliviana, que Bolívar llamaba " ~u delirio lej' -
lativo," empezaron a conmover el cuerpo colo. al de
Colombia ton los síntomas (le ~\l próxima w!\OlnciOIl.
Páez en Venezuela habia promovido la ti>rmacion el
un F..stado indcpcndi!'ut.·, dl'~plles de haber convidado
al LiLertador a que ciñera Ulla corona que aquel re-
chazó con menoRprecio. La Nue\'a Granada hervia
en actas í pronunciamientos militare~ contra la vij.ente
Con&titucion de 1821, a la cual no sabian qué susti-
tuir. Quito pedia Ullas vezes la Dictadura provisoria,
otras la convocatoria de ulla Convencion colombiana,
en lo que estaban de acuerdo la mayor parte de JalO

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DE ALPRA 433
municipalidades, i era la única salida rle e~e laberinto
de cOlluadiccione,¡ i de~aciertos. Bolivar tenia lUla
opinion decidida, formulatla p~relltOJ"iaJlI"l1te t'H la
carta que dirijió a PÍlez d,'sde L~~lla el 8 d,", ag''!~to :
« Yo desearía ,¡ue con algllna.~ llJl'ras lIIo,lJti"¡¡"IOll"s
e se acomodara el Código uoli"ial1o a Estados l'eC¡Ui'-
u ño: Cllchll'ados II ulla vasta C'OI¡/¡,c! 'raeio/l, :l1'li-
« cando la part· (ltle p 'r((:net'1' al Ej '<.:uti\·o, al 00-
a. biel'no jeueral, i d !Joder eledoral a Jos Estados
« particuhlrt's.» EII)l'~o de esta opilJioll i el calor cml
qu' la so,-tuvo su autor, iuflu)'l'ron de mm lll:l1I"m
funesta eH los )Josh·riorcs ¡;UC 'sos dl' O('aiia. ] '01' fin
el COllgrt'so reunido cllliio de ] 827 espidió la I"i d"
3 do u"osto C')llroralldo una CO/l\'('II"iU1I l'oll"titu-
yente, 7¡1IO rl ..l,ia iJl~tal:u','O ('n ¡l/¡Ut·lla ('iwlad l'l 2 d"
mayo de 182l:l, lo (¡ue ~c vcriticó el!J tI,· abril, en 111<'-
dio de mil borrascas i alt '1' -:teiones, ('oH la eOnr'L1l'1'ell-
cia el' IH Diputados d' los 108 que C()fI'('spolldian ti
la República, i bajo la }ll'l'sí(lencia ,]¡.l Ínll'gro patrio-
ta Fl'aIlI'isco Soto, elijie!lflu jlnfa lugar de >'lIS ~e~io­
nes la pe'lu .. ña igl..~ia UC I-iall Fralll.'i~(·o. La disl'or-
dia se introdujo eu a~¡ueUa tOJ'I'0raeioll 'lUt· ¡j"uia sal-
\'ar a Colombia, id, ella ~aliú a. selllbral' :1l1im""i<1¡¡-
des por toda la llepüblj,'a, cuya t'~]lernllza de ~alud
quedó perdida. Di('zinuc\'(~ Diputados ólilit,i(l/tO~ dc-
~ertal'Oll en junio, huyeudo de la CI mencíon, ~o pl'e-
testo de ,¡ue la mayoría los oprimía j no ~l' hallabilll
dil-'puestos a ~an -iollar con su lH'csPlIf'ia "la ohm de
las ,PMiuu,>" enlifiCIll\do :L.. í UlI ]>I'o}'l'do de ('VJl~ti­
tUClon easl-f 'ucJ'al ,¡U • ~c discutía cuu aplauso de lo~
sa¡¡,landerú;[as. roco dcsl'ucs auan¡]olló t'1 puesto
otro Diputado, perma?eci 'lIdo -Ola~lle!lle 54., mí.llICHI
insuficiente para COlltmuar la' be.~JOnes, pues sIendo
d total de Diputados 108, ~ )' "lucria la prest'ncb
de 55 por lo ménos, para formar AsarnLlea. Disol-
28

®Biblioteca Nacional de Colombia


434 PEREGRI~ACION

yiÚSI! la ConYel1cion: a(h'ino la Dictadum .... ¿Cómo


era },oiLle fjUO CCJufíullara la exist¡'IlI'ia do Colombia ~
La yerLa cj'.:cia dllo~ u; 'n!onl' de la lUode~ta igle-
~jll. l'i.wlo8 '('lntido:; afiOH atm,; pOI' los hOlllln'cs d '
1 lU. El mido dI' lo~ a1'lli~ntc, d(;hakH en 'lllC pug-
Ilahlll cull')'íl';\.) la~ ideas civiles i las iclellR militurc8,
hal,i;t pa~a,l,) Sl'llll·j:lllto a UIIll ráfaga (le hul'a 'un al
tm\' de 1. ti ~c[nl~; flIH;c1a],;l la 'oz pan,iUda i grílYO
dd ('rnlotl' ('C']ehranclo Illisa t')lbs las lJIafillnu~, (;on
h~ lui.lIlas pahbrns i en ,[ mi, mo tollO que ('~to u-
{'e,Ea, iglo» aIras cksdú la l'I'I'CCiOIl c],,1 tl'I1I1'lo, i con-
tinu'lI'ú ~ll""dil'll'¡" llliélllra" l;uJ.sista In ('a'a de la
01'«0i n, Lo~ ]¡Olll "1'" , la" naciollc Im-au como I'OlU-
1>1':1 del:lIIte d(· Dios: la I'elijioll bi"up RU CUl'~O im-
1'('Jtu!'l!.lJle ltlll'a 1'01' h('la, sig-lo por ,i~lo, ('U1110 un
1'c11Jj <¡HU 111:11 C,;¡ la I]ur;¡('ioll (!l,1 lJI111lC]O.
~ o lwi l'U Ocaiw lllul'('ado sl'JIlalJal, a d ifL'!'tnti3.
d(~ las utrn:; l'J'O\illl'ia~ del ... orif', '1\1e UUllltil'lICll ,-ti)
!IJoIl,!,"ustlllllbn', litil 1'3.1'11 11)~ ('Olltillllli,lUrl!!\ 'IUi) ficl-
'luil'!' 11 dl' I'l'iUH;ra IIJ11110 i ell hu '11 'lado ~11~ co-
1I1t ,il,]t:', Yellt:~iuRa pam los pllC'blf)~, por'luo los pOlio'
l'¡ 'Oll"t:\llte trato i cOll1ullil':tl'jl)ll <le id"HH e int('l'l.'-
" . ('I"'llu,lo afectos que ti ncleu a hol'l':\!' h" tlntil,a-
tía h,g:un'"lL, i bUl( /1,';' l'ara In illdll tria dllmésti-
e'l, I'll}"~ ,c1..Ial1to\ C'OTren I)W'I~jlt. "011 lo,.. lI,· la fO-
cit.'l d f'lltU:1, J"JJ' ,,1 cOldal'lo illllWdiu(.) i tJ"'('IIl'IIl"
,1(· 1.. "('lllprat!ur(:s i lu» l,wc!lletlll'¡'" de ,1(1wle JlI1I'
,1, (,nOt'imientu '1\10 ,,~t,,~ adrluiel' II de las llt'(',·,-j,la-
<le,. ¡Jo i!<llwllos, i S1111n, t('za tU o lJ!Tir 11 ,':1(i,I'I(:('I'-
°
la,; Cllll llUe\'O~ producto~, eOIl la llWj')Ja dI' ]o~ nro;;-
tUlIlbratlu;.. La falla de lJ1<'rl'ado l s un mal qu(' pi.le
l'l:ITI,·¡Jio; i fal yez Iladie 1)"drÍt pro¡lorciollurJo ('on
n1: )01' dicazia que el a ·tual Gobl'rn:vl,)J', Dudor A.
N úfiez, H quien la ciudad l'~ tll'wlúra 11" nutabks ade-
lanto!! en lo material, i de uIl1i~únjl:J'o pro pecto para

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPllA. 435
la in~huceion püblicn, P')I' la lll~~()ra tI· Ins eSl:uelas i
la próxima apertura. (In }¡¡~ COJ..JlO' l,le jóvellcb i seño-
ritas en localc~ l,ropiu:; casi ya ternlluados.

xxxv
La po],lacion ,h, la l'l'iAiul'i;1 de Ocaña e halla to-
da, con f ><'{Ol",im] dI.' uno 'Iue otro vCl'illtlal'io iusigui-
ficalltl o, ,]..lltl") ¡Jo..: l!Jl I'ilfl' o d· cinco llogua-, di:-taul:ia
directll, tOIl1:tJII!o 1'01' ('('1Ilm la (,lIpilal: ~ill IJllIbaro'o,
el tcrl'Ílol'i" (,OIl1pl' nd J 5;j7Iegu~~~ euadralla'; i esto
bll¡;tll para da)' ¡d,oa dI' la:- gl'alllk~ ~oJe¡I¡tdl" 'jue por
torlas po rtfos s ('11"11 ntl';tu. \, í l11 el l'ua¡}l'ilul ' do
Norl(' a Ol'i,ouÍl', 1'11)" la 1,) may"r t')(':I eH las d,o,it'l'-
t:1I:! f'rollf.-I'.¡,., de Ve n 7.llJ'b ~,)f.r .. ltiO-f!c-Ol'O, í 1'] lIW-
/lor I]I'g-a hasta l'] ~.lI'']ill;¡ta, límite di' . 'al1talltkr frcn-
te al plH'rtn d,· L(h-C;l('!I¡¡, , no ~e llallan lnas puclllos
qno A'pasi(';!, Ln Palnla i ~all Ca listo. Los rius Bu-
rra, '1'al'),:1, ,'ardinata, Tilni ¡parLo dd Catatum bo,
('JlUllalnsos i ,It' II<lyas al':\]'tarlao~ por grandes ,'nm-
llía..., 11 I uu f'JI " ¡ 'Jllio "11 l:IIlTi('lItfl ni tral"s de lal!
..dva~ (¡l1Q s,' ngrHl'tlll illlí c:ll'g'm)¡¡S do llV ~ i JllOIIO~,
tr:l!lljuiIIlS p(J~""d () r"8 ,Id alto I'!llllaj<l; i ,1 jaguar,
él f'IHlH!.!'IIfIJ'(¡ í <] ]iUI'C .]11 \'111111 ,1, s 'l1i'];\Clos en la
rih(·r:t. EH \ ;,11,) Jl1'I !tolldc 1.\ lista l'l'jistral' UIlud l'''jl:l-
cio lllllW;t tr:msita l]o: lo árl,oks Se ~ul:el.ku 11 lus
árhoJ ..,,: las gnl ';';;1S lilllta~ 'llW los ('s('alan llevan
éllri:dadns mtl Itítud do l,lantas r¡Ull tiC fll'Ullt'll como
una Ntl'till:l '·Jltri,.1 "'l'lvT<!.]or ¡los lIli"t.criu' oc la
~elnt: OY{'lJdoF;<' (,:tidas dll ;l'rll3 sordll~ i t'lJllst¡llltt1',
paM!; elo' allimalu;, al te" ,lepúja\'lO~, mi dos 1'1l1lt'U,OS
ll1ultipli,'aolo J'o!' el ('<.:0; P,'l'O Ili e lO Illa~ allá de
unn ('(lrta di"tul1"in, 111 "t I pUl'lk· rUlUIIJ'('IHlvr sí hai
"t'gmi¡l;t(! o l¡(·li¡;ru eJ~ l~lJ '¡rur atldante. Al pió Jo
aquellos árhoks la ilguJ'u uel hombro desaparece

®Biblioteca Nacional de Colombia


436 PEREGRINACION

ri\l~c:ula por una sola de UR raízes, tendida i fucl'-


trs como estribos que rodca'i\!l1 un torrcon; i frecucu-
telllcntll la~ r:1lnfl.~ trOJl('hfllla~ i el ra.~tro do las fie-
ra~, cuya guarida quizá no ('Rtá JéjOR, (Ulvj"ltcn que
Ee pis¡\ Il'1'1'('I10 Y('llado i SI' afrontall Tie~gos imperio-
res a la humana fuerza, déhil por cierto en ruetlio de
UlIa ('['('111';011 de~\l['opol·(;ioJla(la, a ratos silen,'iosa, j
l'ntúIH'l'S lllas mUl'l1azlH10l'a. Quien si\!Jllprc haya yj-
"id" (,lItr lo~ hombro '~, 0Jl'JlIJO la voz du ¡us ciuda-
d·,' j mil'a1\l1o cun dl'sIlell clmundo tlHico Illllllillado
1'''1' la il\llu--tria de Ia~ l\Iultit\lllc.~. (lititillllellte com-
prelld,·,·¡' las "lJl(>('io/l('~ i t'I anOJladllllJil'nto riel qU('
tl'l1"pas:Uldo lus lindero' de lo habitado, entra en lll~
bo~qll's aIU('ri('anos sin límite., ~iu sul, sin enda ni
am p:tl'O, i siclüe removerse a su red ·do!' i sobre !<u
cabeza ~c!'c~ (le otra cS)J('(·ilJ que pareccn congrcgal-s
pam espllL~ar1o d.. ;';lIS dOIll inios 01110 ell 'migo intru-
1<0. Dio,; en (,1 Uil·lo, la ~oll,da(l por todas l'urtel\, los
hOUlJ)\'(~S J¡"jo,; léjos tarnbil'n sus IJll.~iolll'''. i la imá-
jen UI,I Illuwlo pritllitiHJ uelante i majestlto.'a! Tales
~itmwioll ..s no se d\'scriben: S' sienten, se admira la
g-l'an¡}rza de la l'~eena, pero r~punta. El hombro na-
dó para la t'\O<'ipt!ad ; i así lo dcmuestra el gozo qUé
Cl\pCl;UlPnta cuando sale (1 .. e.'tos bosqm's i cncuen-
tra el pl'ilUl'r ram'ho habitado por ~elllejanl<'s suro~:
llega ('I'I'Ca de ellos con el corazon ahit-rfc> i el !lélll-
bIante hel1ll\ 010: 110 KúJl e.~frui'io8 para él: son SU"
hermauos.
La~ yermas :;olcdatlcR se encuentran, como ya lo
dij", a lM('t\dilitancia dc 'la capital, ~.-a cual fuere el
nlllll,,¡ l¡lle se tome, pU's d.· las 557 legua,; cuadra-
da'! (¡Ul' mirle la proviucia, solo en 207 hai hnbitan-
tcs; }>p!'o tan diseminadoR, quc aun suponiendo igual-
mente distribui,los en c<oto cspacio los 23,450, núm~­
ro total, llO l'eBultan mas de 113 sobre cada legua

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlIA. 437
cuadrada, o lo que es lo mismo, un indiv-iuuo en
221,239 llletl'O~ cuadrado~, A ésta porcion del terri-
torio así poblado la rodean 350 ~e~uas ('um]radas de
llanUl'[l,~ i bo~ques inocupalll)~, vl1Jt.!Jles todavía, oh;-
tl'uiLloH por el liJllontonami"llto de Y,~c,taJt'8 soh/'t. \'c-
jptale~, el .. troll('OS ~()l 'J'l~ tJ'onco~, cJ'I't'H'ndo ('011 una
fUI']'z/\ pl'odijjo~a, j l'Rtnllando por la dilataeion de la
sávin, ('xhub 'rante 'lne bajo UI1 solllbra"n"lor hiel've i
circula sin &I'no, N O son, llilc!", mm;; hl8 'Sl.:énaS en-
terauwute !'ilvcstl'é , ni puede transitarse mas de la
t rC'ra parte dl'l teI'l'itQl'io : 1a~ fieUl'eR, la' inundacio-
nes i los arumalrs ('al'llicel'o.~ tll'fil'l1Ilen el resto,
A~pasil.:a f<tl halitL ll(,is legn:!;; al N-E. de Ocaña,
dentro d,' los lílllitl'" <1.. la l,,'jion alta i mUl'go.-.a que
constituye el Cl'lltl'O (](' la Jlrov]Jl(·ia. CamÍulLqC por
en me<lio de colinas i P"'ltll'r10S "aUI's do delludacion
cortados pOl' ln\l'l'an(,H~ l'uill()sa~, que los (:('1' 'cuan
cada Yl'Z que las lluvias se pl'ecipitan por a'lucllo~
in~taulcs cau('e~, i trHsportan lilas aLajo la tierra"
flojas para formal' llU"\'O vnlll'8 Je fi]'1'11:t cuar7.Os."l .. in
fe1'tilitlad ni cunsistellt'ia. Ltwg'o que ~, aw1an trrq
leguas H' enCtWntl'lL Ulla casita, dl'SPUCS de la cual 110
hai refi.ljio cómodo hll~ta llegar al pul'l)lo. Ilabítala
una mujer anciana, bondadosa i amign dc ~ab '1' lo
que pll a en cllllUll<lo, COllodéwlolo a su mo,lo pOl'
las relaciones (k arrieros que allí haceu posada, i por
algun viaje a la capital '11 días de ficRtns i pl'oce~io­
ne~. SilTiónos el brel'Ísímo alnl1wl'7.o en plat s de
barro ~ohrú un;l LUl'bw'uíta de eaña~, <lue alteruati-
vmllcllte era Ilwsa, e~tnldo i l'ama, pu('s no haLia
otra cosa; i miéntras lo ,lt''''pa<:h'Lhmll s, ~l'llta~lo,.; ell
sacos de café, con el a 'ompaií:tlllil'nto tle dos pelTO~
nada tímidos para. pedir i aun co} '1' lu que tardáha-
mos en darles :
-¿ Cómo no ha ido a. Ocuña, le preguntó, a "t!l'
la Semana-Sa.nta i las procesiones 1

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438 PEIlEGJlINACIOlC'

-No voi, seftor, porque ya no está como en otro


tiempo. Ahora hai mucha jente vocabularia que no
piensa sino en hacer daño a la relijion, como dicen
que lo han hecho en Bogotá.
-De véras' yo no he sabido nada.
-Si selior, dijo la patrona con aire despreciativo:
si han hecho. Dizque han quitado las frocosionee
para no ver a Dios en la calle, i van a qmta los cu-
ras, i van a poner una leí para quo 108 hombres pue-
dan mudar de mujer cada cinco años. (Aludía a la
proyectada leí de matrimonio civil! )
-ft:14 p1a I Quién lé ha contado 810'
-Puuúl Aunque una viva por acá sembrando
reptiles i cuidando sus animalitos, una sabe lo que
pasa en este Gobierno que hai ora. Pero mejor es DO
hablar.
1 como para indicarme la fuente de donde babia
tomado tan estupendas noticias, se a:partó i COll la
punta 00 la mantellina pÚlOlle a limpw ua papel
JDan1l!Cl'ito ~o en)a puerta del a~ Le-
"antéme i lel :
OUCJON CO TRA LA PESTE.
Jesus Msría i josE Iivranoa del mili limen
ten piedad de Nosotros for bueatra madre
Mar1a i J olld li vranol de mal colera moabo
esto lenifica la orasion que aH el SeAol'
en la Cruz en que pedia pel'don a 1\lB
-'¡_
por BOJ' ¡M e_riego B8cristan de OcañL
Tate I dije para mi : aqui está la fuente, i no
Cada cu1 defieJlde ~I~'td,i~_

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®Biblioteca Nacional de Colombia
440 l'EREGRINACION'

ligreses le e. tán confiadoR, vivicllllo a lal'ga8 distan·


das en paiH rnontMlOso, i ele hecho privados de lo'
(;onS('jo8 i au~ilios morales quo ~l)lu 1Ul párroco aetin
poclría suministrarles. Quisi~ra ·1 Cura retirarse de.
puestD, pero la Huma pobreza so lo impide, i la ho
niLl· lJlis('ria le fim 'naza en HUS postreros diru, pue!
car.'ce del p('culio radicaclo que llaman c6uO'rua sus
tentacíon ...¡, Na,la ma~ justo ([tIA proveer a la sub
Si¡;teIH·ia do estos inválidoH mereco/lores del descfillso
pue.:to '1m) lllH'At 1'0 Oobierno lwrs¡',to en darles e
l,n,·.to d.. flllleional'ios p\íblir'l)s: el ~a(;erdote <¡tll
baya I'a¡;a;l" los >'<'Sl"nta anos Rirdl'll,lo curatos remc·
lus i iwa 1I0to)"iamente }>olm', <1,·]¡i .. cOlltar con 81
pensioll (lú r ·tiro, tanto por utilidad de los fcligrese,
tomO por recompen~a del párroco fi(·I, enn'jrcido er-
tre las pri\'at:iuni's de un de~i 'ltO por introducir en ,1
la (·idlizllc·ion.
El t 'l'lllómC'tro N'ntígrado man'a en La P¡llma 2,0
dl' fl'mp('rat1ll'a llH'dia, indicando c¡ue ya se dl'seim-
do a la I"·.iioll ,lo las ~1·I\'as: In \·(·j<·tw·iou (." Lolla i
fl'oUtlusa: la altura del liUculo ~ohl'e eIlIivcl del llm
07:) III ·tro!>; i el iUllH'diato rio Horra sigue aeeleralO
:JI N -K para cOllfl1Jldil'~" cinco l('guas mas 11 bajo cm
ti Tana, cntl'ülHlo en tierras calil'l1[é~, deRpoblada. i
IIIIJIllU(I. a~. Frolltt'ro a La Palma i Aspasicl\, miranlo
para d Oriente, Sil levanta HoLl'fi cnanto 11I1'o<1en lIll\
gnm mul!.! terminada I'n plano a ~,98G metros, or-
talla verticallllPlIto n 11 l'sl'altla pUl' el prufundo cm-
ce del Tarra: es la M,·s:I-ric;a, (lue mide tres k·glll.'I
de largo i una i media de aueho, sust 'ntada por es-
1ralos podoro~o de menisca, desierta hui, pen en
otro tiempo mansion de indius reunidOti en un pUlulo
agricultor que la opre¡.;ion de los blanco dest.ny6,
• O como no~ dijo una notabilidad femenina del lt.ta r,
cÓlIgula s/lstel./ljtiva !

®Biblioteca Nacional de Colombia


D:E ALPlIA. 441
dispersando sus mOl'adore~, a quienes fatigaron con
incUl'~iones l'n busca de uo¡\ soña,la mina de oro.
Los matorrale han invad!tlo el ("'pacio mltiguHmente
ocupado por st'TJ1entcra~, 1 un grueso chorro d\l agua
r¡ue 1'e precipita maj"sluosO de lo alt? p~lrece reuuir
en su mili" las aira, la~ YOZCfl dp los mdJOR d!.~~posei­
,los; tal eH el ímpetu <le u caida Latiendo lo~ ároo-
leH i la~ roca~, perdido en las breñas su caudal que
ántes utiliz¡¡ha el inrlíjelllL lahurioso. N o le dejaron
lus inI'IL~Ore~ ni aCJud r\'fujío: persigLúóronlos do
asiento en tL~ieuto, i laR han compelido a bu.'('ar asilo
en las distalltt'8 soledades ,¡ne riega la quehrada Orú,
enlre dos serranías llelllls dl' Ilspl>rezas, reducido: al
númr!'o tic \'eilltl' farnilia~, i quitálldoles hasta ,:u
nombre nac·ional, 1'111':> ll'~ dan d apodo UI1 l'ataja-
nwños. Los mísel'os indios ~oliaJ1 vcuir a las l'~tall­
cin~ do los blallcos a of!' 'Cl'r su trabajo en cam Lio ,le
horramiellta~, i habi ']l,lo II 'g-ado UHn. vez a la ca a
do 1< s llamados Flól'cs, vetlno:; de Aguablanca, los
l'ccibicl'on de paíl, les hícil'ron creer que lts dnrian
hCl'I'ami(·nta. i Iliuditag (rnlljt'rt's) i lml convidaron a
corner I'n la co('iua. Ooulia,los lo>! iTIllio~, trl')'éIlJooo
b¡~iO el R"gUI'O du la hO~l'italit!a,l, sagrada para ello!<,
IlL'jal'on la~ arma.'l i fueron a Rcntarse al relktlol' dd
tOgoll. InTlmliatanwnt lc-. eayeroll cncima !:oU' pér-
lirIos con\'idarlol'('~, i a maclldazos los ahuyentaron
~allgricl1tos i de~l'avol'idos. Un indio quedó postraLlo,
i juzgállllolo muerto lo arrujaron por la uanam'u <1"
la queora/la como a \ il animal. A la mañana sig'llicn-
te dos de IOR agn'soTeR entraron ell la (·I)(·i11n. i halla-
ron al indio aelll'l'u('aclu en el hogar eal",ntúlHlose las
herí/las «No mata, herlllauo,~ ese!amó el infeliz arro-
dillándose .. ,. i lo hicieron pedazos! Un hombre
viejo i de seyerO a~pecto me refirió en La Palma e8ta
infame trajeJia como recientemente sucedida, i lu

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®Biblioteca Nacional de Colombia
444 PEREGRINACION

pueblos mas atrasad s de la provincia. Para llt'glll' a


Teol'ama se caminan 5 leguas hcia el N, al traves de
tierras deleznables, CDrtada~ con fosos ]Irofuudos, en
que los bancos de yeso i al' 'illa, pertorados llol'las fil-
tracionefl, repiten a cada paso el remedo de murallas,
almenas i torrec'iJJas ~óticas singularmente agrupa.-
das. En oc¡¡siolle~ dl'jall \'('1' las paredes de estos fo-
80S muchas Iliedl'lls ro¡Jada~, ora ~in órdr-l1, ora dis-
puestas en le('ho~ prulonga<los con ioeJilla¡;ioll cons-
taute i vária direccion, a 13 i aun a 30 metros de
altura sobro lo. :v;tuale~ ('ancp~, como Ri por allí hu-
bies(·n corrido grall<l,'s (lu"¡>nl<ll1~, PUI'S haj hi]i'J'Us de
piedl'lls gI'Ul'~as encima de las l11éllllllus. La hipóte-
sis del lmn limiC'uto del suelo vuelvo a In' '~entarse
aquí: de atril mmwl'll 110 Re cOlltiue eómo ]¡\Ioi('l'an
divagado e"08 rio~ (lue ya no e)(istrn, ckjando én lo
alto el tt'stilllouio de "U antiguo CUJ'liO, uien caracte-
rizado por la iuclillacion i posicioll ju ta de los guí-
jal'l'o¡;.
La flllHlllcion ,le Tcornma comenzó en 1808, i lrc6
años despues mereció el título de parroquia, Bien si-
tuado eu una llW8l'ta dominada por CClTOS, a ] ,053
metro: sobro el nivel dol mar, lo rodean tt'rl'cno. vír-
jcl\e~ r 'CiPD <le, montado;! i cumbres cubierta de uos-
queR muí b(·llos, cuajados dt! plantas arolUáti(~a" en-
Tl·,lader,~'l siempw floridas i b('jueos elltl'l:lazlvl,)s, que
sullen 1\:\>;1... ln. copn. de los ál'uolcs i se cstienclCll co-
mo eaules por t/)<.la~ partes. Do en mctlio de e.~ta
masa de vcjctacion brillante i oJorORa Re levantan,
ous('ando sol i aire libl'r, las palmas de ma<'ana..de-
r(>(,}¡as i altivas, coronadas por un penacho c¡ue SUliU-
na hlalHlanwnte ajitado pOI' la 11'1.a. El palmiche,
<lel tl'Ollt'O ut'lga,lo i nrg'l'o como varilla do hierro,
('rN',· mus humilde al amparo de In ('.~péHIIl'a, j a RUS
pié:; se aLr"n los almnicos de la YCl'Ü0 nacuma) fuento

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlIA. 445
de bienestar para las mujeres de la provincia de Soto,
inútil aqui donde llO Se aprecian sus finos cogollos.
La fertilidad del sudo es grande, i en pocos lugares
tan favuraLle par~\ plantaciones de café, como en toda
esta cOJll!m'a, l'Stendida por (:'¡.pacio de muchas leguas
entre la orilla iz'¡uil'J'lla Ile! UatatllmLo i la serranía
que terJ1lina s()hre las a[l(:ha~ IIlÍLrjpnes del Magda-
lena: l'I:jioll de dillla 8:\no, templado i 1\ propósito
pllrn colunizar eUfop"OS, 'lltÍcncs se Imllariull situados
cercn 11,: lo" llll'jOJ'(''; pueblos de la pro\1Ilcia, inme-
diatos al llUevo puerto de ValpaJ'ai~o, desde (:'1 cual
es na\"'gablc el Uatatumbo hasta el Lago de Mura-
(~aiLu, i a la vista dpl Mng,lalelllL I'Imstantcmentu tra-
jinado ]lOI' IlU'»Itros l'lll\lII pnnes i hotel! de vapor. Sa-
luLri(IIl.J, inllHjorahk.s ti/!rrllR, Lien regadas por arro-
yo~ cristalino", l¡uehrwbs euudaloAuH i el rio Tiradora,
tacil ac ' ,'S1 a do'i rio,; nuvl'gablt,g i frecuelltt's comu-
niclleio,I"" con 01 lOar Atlántieo; ta!.'s son las cir-
ctUlstarwias (lue en aquel vasto i desierto tel1'itorio
COl}(!UI'rPII pam ofreeerlo nI agrieultor europeo, cuyo~
hijo~ po,lrian ('ontar eon tle¡.,>'Urll riqueza fundada en
lo~ frutos de l'spol'ta('jQIl, adquiridos !Iin fatiga i afian-
¡¡atlos ell la bondad Ik una »l'illlllVem perpetua.
Uomelleioll e~ o!r'o pueblo establecido el año de
23, dos ]¡'guils al H-O, de Teorama, en el re(~uesto de
unos (:('I'l'OS lJloutno,os pOI' los cuales viene el camino,
si pucd,! 1111'1'1'(:1'1' este Ilomuru la lUala scmla llena de
atascad('I'''~ i l'1H'stal:i l'esbal()sa~ (lue ulle los~O!I pue-
Llos, i apéllt1,'i ~il'v .. para (,1 perezoso tránsito dI! bue-
yes eujahlla,¡o;<, EIII"'p,~eto de Convencion entristece:
t(:[I'; casas, l'l'ore~ tall.·~, 1'01' igl.",ja llil3 de las ca..,as
con su hOI'(':1 en la esquillt\, dou<lll a guisa de ajusti-
ciados eUl'lgall las e:llllpilnil.-;, i la imájen de la desi-
dia ('n cada \',', ! ilh), Allí reapal'cC'cn los cUlniílOneR
de~atudos, las Ill!glijeutcs chinelas que tanto aJean el

®Biblioteca Nacional de Colombia


44.G rEREGRINACION

andar de las l1111j"I'(,", i la eno11l1irlarl al! fumar taLa-


co al rev 'S con la cauelela m(·ti';'1 "11 la 1>01'11: cou-
tra~talL la poLreza d,- ln~ .i"Ili"~ i la 1'r"fu, a t' 'rtili,latl
de In til'ITa, ofh·,·jél\il()J¡.~ en Vt!1W S1l ¡'''l'ulldo "'110,
8U;¡ pulmab JI' i marfil '\iet:d, .tl~ muestra '
nllCIIlIl<l
vjg()r()~H~ dI' ('ufé i nUla. d!lb', i tud .." lo~ CJ<.:JllCllt()::;
n.o pro.¡wl idad, C(llIlO ~i ]a 1l:ltlll'all'za huhi"rit f¡,nn:¡-
<.lo ('ll'rop(¡~itll (](' !lO (1"jH1' alltolll],rp ,.] 111('111)1' prc-
tCbto dI) di,; 'nlp:I por flU lllalp"tal'. El (-j"1ll1,10 ,1"
otra raza intelij>.:nte, pl'l" is"ra i hl],O!,j, a le" La""
faluL.
))psl'uo'l! do CUllvf'lI.. i"n, I'i 'JllI'J" ;lJ 8-0, ¡;,. halla
d Cárll1Pll, hp[]'j j)\l(·IJlo ,.(,]} tH:;;I~ de t. ju, igbia
UN'Plllé i D1omdo!', 11aJll'(J~, tr:.1':ljat!un" i dl' ¡'U(>ll
tlllaIlL!', (',oll~agrac1u~ a la ;l~TiC:ll]:lII'n, d,· '¡UlI o¡'n'l'en
vt'utaj'):us J1l1lt'"tJ'a~ los ":11111''''' v. ·ill"~ "l1],j"1'IO' dl'
e:liian·raJ¡·· i S(:m"Jlt(-!"a~ ]¡j"lI (·Ui,lnd:l". TaJl!" ]'01'
l·:;tO (;01110 1'01" el a 'u ,1" l;1~ ('¡¡!lI''', 'lit>' !I, \:IJ\ en el
In ·.Jio .1(' I'tI :lce'lllia de n~lIl1, i 1'''1' .,1 ,'u i f'1l'q'ante
\"()~til" ti· l:~q Jll\lj,·1' ,ocupa t,· I'u, },I" ,·1])] iTIJI.!l' lu-
¡;ar eutre las tal)<'íms u,~ di~tJ'ito. t:llh dos ,"cu"la d"
Iljfi()~ i lJiiia~ I'UI'U"1l SI'l'\·j ,. d .. modelo, i ¡Jau ( .·.·lclitl·
j,I(,a !Id r('jillll'l1 pmTo'luial i rl"l patl"i"tj~lIIo del ('a-
LUelo, El as¡,·¡ltl) 1.,1 Cúnll '11 's ulla mes 'la (",·¡ji.Ia
al0I"j"Jllt> 1'01' la eÚl'i'!Sft '1ul'ln'ud:\ d.,. f.11 urnnt.n·, ¡:tI
Oel'j.J,·ntc murada pOI" lllJ ('en () \'1' tido 01,' úrL,,1
f1"011<1".oll (·ui<la.]"":IJlll·J1!" ('''Il'Pl"v;¡d()~, que cOlltri-
buyen a·t'·llIl'lal' el <"alol' d . 21° (·,mtjgTado., j a ('n¡-
bl'll"('''r clpaisaje, !'obre ü"la l'Ollll·l':tl"ioo, pintor. -('O
i alegn'. Hdrocl·Jil:lldo treo,; J, .• rnas para I.J ... se :I\'l!1-
tan juntos Urotm'ú i ¡';an AlIl()jJiú, en '¡o:~ cerro di\'i.
,liJo:l pOI" mm ]ll'oflllnla '11H'¡'rudn, i llHl,; ad.·!anL
LOllla-t1I'-inuíj .. naR, ~eIllUl<:r" r1.; doude ha "aJi,l" t,.da
la }lnhlar·jon Llallea í agTí('llltora ¡J,! la 1'1'0\ iucía,
pueblo tan a~earlu i htLol'ill50 como el Cánlll!n, UÓ

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPllA. 447
linLlas mucll1whas i vecinos ~()nrndos i hospitalarios.
Tienen por Uura tUl hom ure ilu~tratlo, uené\-olo i pa-
triota, que no solo !'uÍua con mn~r .su igJt.~ia i ee-
lIH-Illt:l'io, ~í!lO atí"l\Ile a la compOS1CJOll de los cami-
llOS YCCjlllll,'~, yijilúndo]a 'n p('r~(1na i cliJ'ijiélluola
con a('í .. r!o: l'ál';'O('(I w'l'uath:J'o t3n distante de la
hipo('I'L',b con (IIlI' otl'OS pI' 'u'udt'n Cllll1n~Carar sus
\'ieio~, ('III1JO de la (wil!si,]a,l Yl'rg'olJzosa en que vi"'n
siu minp'l'Ol' la Dlf'j')ra mat"rÍal dI' BUS parroquias,
"]1 las Ul'lIL'S son s:LIl"·uijn.. lns imí.tiles mas bien qu

pa¡.;tol'l:s ~I'gtlll el e~píritll dl·l (,I'i ·ti¡mismo,


Do llUl'VU l'1'g'I'esmnoH a O('¡ma, (¿U(',!úuallnos por
recorrel' la" pl:1l1il"i· riu(,J't I,a' <ll,1 Ma:.;<1al"lltl, país
do fi"l\l"'~, 01" I'la!.('a!<, d,' illtelhU <,alor: lIanurn,¡ soli-
tarín" <.:11 'lile' ,·1 Inl '!lo rl'lllJllba P(>tIl'l'flSaIlH'uü', lO!!
árboll's tillkn ;t desafiarlo It:\ la la, llubes, i djagullr
~l' papa Slll opQ"itor, tt'tTÍhle i Irnieioul'J'o ('n el [L'lalto,
lijíl ('11 la eal'lwit amo el ' rpul'>Jlto Yl'Dudo que suele
atl':lvei':tr \,doZJll(:lltlJ las ahaua~,

XXXYI

En1r(' Ia~ tirrras '[Il(·]'l'a.1as i moutuo~as que cons-


tltu)'('lIla In',; ,'uartas I':ll'¡"s 01,·1 télTitorio el· Ocaña,
i lail g'r"lldps lIallllras ril 'l'l'l'lia: del )'lap;dall'na que
rlcmol'all a la ¡,au la Ilteidl'lltal ,le lit provincia, corro
de ~, 1I ]I¡, 1111 !lunal de Ir), All/les, (,tul lnmo qno 8(\-
para l' fa" dos r,ji"IJ'" ])/'rl;',:1:1Il1 'nk din'J'!\:\s en el
a,'pe,'!o i (J\ la .. <lnd, A,·ja (·1 Ol'i 1U' s, ll'vtllltnn i
1':lmine¡tIJ Inl\ ",'nauÍa;' dI! li,nu'lI'ioll :'ndina, L:uyos
de~poj()s han (·"Ima.],) lo,;; l""JlH!rlO: "aUt's tIo dcnu-
tlncloll ültl'l'I11l'dial'ios: ;1('i,1 1.1 jw)'a lid Mag lalena
baja el tprI'Clln Utl \.:seaIolI n'!'!Itiuo de 1,500 metr08
i se (lL'~,Il'l'()lla en plano de:<de l'i ramal de Ocaña
hasta la tIi~tant(J cordillera de .Al1tioquia, pl'olong{m-

®Biblioteca Nacional de Colombia


PEREGRINACION

1000 indefinidamente por todo el curso de aquel rio,


que }lt\t'l'ce haber recopilado en su cauce mil otros
primitivamente separados. Las llanuras del Magda-
lena son bit'u modernas: una grando irl'upcion de
nguas las fimnó acarl'ennuo impetuosamente las rui-
nas dI' muchas serranías (lesll1oronada.Q , i ascntándo-
lll~ pOI' cnpas todu\'Ía monJ(lizas de arena i C~lIltos
l'OdaduH, al traycs de las cuales lleva el río su inde-
ci~o CUI'HO, i ora las corta eu i"laq, ora las iuunda es-
tal>k'cicJldo ci6nagas en quo dcpo. ita el limo que ha
de f"rtilizar IOIl arl'nal,·s i contribuye a levantar el
":lIclu i tratar las futura~ peJ'manentes ril;l'ras ,lel rio.
Pertenecen a Ocaí1a cC'rca Je 1-10 leguas cuadradas
de (' 'tas Ilauuras, en cura vasta cRtensioll ~olo hai
~iete plll'hlo~ i alglUloH \'eeindarios pC(]Ul'ñoS "epara-
dos pOI' largas distan('ia~. El ('amino (1UO de la eapi-
t.al ('o1l<1uco a ellos tra~p()ne ·1 ramal di\'i~orio ánte
mem·i,m(L¡]o, éllcumhrúlUlo~r a l,8GO metros de al-
tum rt"pedo chJ mar para ,1('~/'cn(]er a 130, ~lue él>
la dcll'u ·rto-nacional. Andadas tre leguas i cuarto
se llega al ~itjo de Santamaría, puesto en la vertiente
occidentalll1irando al Magualcna, sin estorbarlo nada
por delante, }lue~ deslle allí se ülclina la ~l'rrania
lIara tl'!'ltliaar en rápidos e~('arp'~ ~obre la llanura;
de tal manera (¡tH' al caminar un poco mas, queda
esta pah-nt<· pore~}laci() de I11w'nw; leguas a lo largo
i a lo IlJJ/'hn.
Estábamos en d 1U 's de mayo, i el ci ·10 fa"orable
habia interrumpido ¡;US aguaccJ'o~, euvian]o rauda-
les de 1uz al tl'aws de la atm6~fcm clara i pUI;ncada
por las recíen pal':lllas lluvias. Las diez de la maña-
na serian cmUldo flvi:-;tullloS la llalllU'a dt'sde lo alto de
lI.n re()ue~to en que todavía se l'espirauu cl aura frps-
ca 01\ In. corcullel'll. CeJTos c~r¡ui~to"os se huuden a
izqlúerda i dereeha, presentando desliudas las ari8t:ls

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE AU'nA. 44!l
(~() SUS dl'Squiciru.los e::.1ratos : abajo con("]uyen en co-
lmas que van a cl!Conderse t'lltre las COpas de los pri-
lDeros árbolt·s del llano, enlónces iluminado por el
sol que nos quedaba a la éSpalJa. Zonas de bosque;;
interrumpidas por saUanetns se <'8ticnden ácia el ho-
I izontc cada. vez mas pálidas e indecisas, brillando en
lontallallZR las anchas c-iénagas tenninadas por la
plateru.la taja dd Magdalena, "isible a tn·e!w..., seguu
las ámplias l!inuosidlU.lc;; de IIU cUrso: dei'pUe8 lIUOOS
~uspenJiJl1S i quiews tomo ('UPOS de algodoll pro-
yectando su ublielm sOlu1,ra : despucslns bnllll3S (]c.1
llOrizuutl', i pu/' último la líllP:L tIc 1I1ul1'8 opacas de b
pordillera antioqueña que parecian suspensas l'Jlcima
de un ruar do humo: ni un Illvll ruido, ni un movi-
miento lijero parcibiamos en la estension de aquel
espacio, que la distancia nos prOliCJltaba como UI1
lienzo illlll(wil; i sin embargo allí I't)l!idll elllrdorosu
clima de los trópicos, i allí es la vida animal tan su-
perablllulunte como la \'iaa wjetal, Illh' t'n :!I!uellus
LosI1Ul1.~ desl'lt'~a un lujo cn,i t1I'Seufl'ellatI".
A las dos l{'guas de bajada pisábamos el lindero
~uperior del llano i DOS abrumaba un calor de 32
('{lutígrados a la sombra de árboles corpul.mtos. La v~­
jetaciou enr{'dada i espinosa, las yerbas de aroma uuta-
dOllO, el chirrido continuo de las chicharras ¡las canc-
ras de los ¡,rruesos lagarto~ verdt,'\l (Iue erguian lacabezll
i parándo:;c a mirarnos d"¡;,pl"gaban en el pt~'iCuezo un:;.
membrana cliCII.I'lata como selial de guerra, que SOlo
joo~ tle II08tcller; todo hncia cOlltrru,te completo
con aa rejionll8 que dejábamUl! detras dll la SIlrraiílJ1;
todo mostraba el carácter con que los viajllr08 n08 rt.:-
prestlntnn 1111:1 ardienUls rejio11e8 del Mica.
Dejamo;; a mano derecha el camino del PlIertf>-
~aciollal, i tomamos a la izquierda, el que se dirijt: a
Loe-Anjelc;;, pueblo que lleva también el e¡;trafalariG
29

®Biblioteca Nacional de Colombia


450 PEREGRl~ ACION

nomhre ele Crece-noche, dllitante casi tres leguas i


media el ,1 punto en que Re apartan lus caminos. No
pudimos alcanzarlo 1'11 a(lue! dia, hicimos alto en el
sitio lIamallo ,_ iillanca~, illallsion de una familia do
ganaelcl'Os, o ag"ri(,lllto)'e~, o cazarlo!"c", o todo junto,
pUI'~ allí ,oJu hai l'uclimento:; dé profesioucs, como
COll\'il'lW all'::.tado intlt'l'i,o entl'o la ci\ilizacion i el
sah'aji, mI). Un rancho de pnja con pared!', de pa-
lo" r1~I\,,'Ij[)s !'n f;mna dt, jaula 'l'a la habitacion prin-
cipal, !I,lnlllilda ('on l,ilolll'R de madt'l'a i ra('imos tIc
pl:í.tuun, e,,,I,!!ados ,ld techo. Enfrente '1\1 ,Jaha ol1'u
rane,JH'" 'lll'W illlllliwulo por el ¡;'g'on u IWg'lll'Ta en
eu) u r "\.-.}"I' s'l ~olaznban ¡Jos mue}¡adlO,' el, 'lIU11o~ i
una llllIj 'J' acm'ÍolHula, I]UI' por lo visto d('uian teu<:r
n:1ttlrall'za tIc 'HlmlJalldra~, 1'11<:8 uuscauan ,1 calor
dd fu gil l'tlalulo el aire ud campo t"uia ,¡,. por ~i la
tCllIperatlll'a rle hul'llo t'J]c('lHlido. En \;'1 iJ1I('j'JJJeflio
yacían a('el~tacl,,~ 1lI1l1'11OS ma\'rallO~, por cutre lu:; cua-
je., l'u,¡¡J.:m í l'l'T,a,;al.tm las val'a. i ¡"l'lH'I'OS huyel1el0
,JI) In, j>ra,¡,'l':I )"1' "'Ylli,¡o, por jo, ('ll(¡rJII"" túhano,'
(lu" 1'1If'I,lall (.J aire al C:ier e] bol i cau~:m UlI dolor
(cnil,le nI tala(ll':ll' con Rll ~!!,'ujjon 1'] C1\l'l'pO eJe lo~
uClmhl'l" i el" lo, HlIilll:II(·s, })!les I'Il ('ste limpio i ulo-
m'l! Cl'tl'ado hi,'iJllog la tI'J,tuli" i {'Olllitla ,'I'lltaelo' flO-
ore trozos elemallel.il.l.allado:; ]'o\' r{¡fag':ls ,le niTO
l'alul'O" '1\1<' fl mto" llO ('lIriaba l'] ílllllt,c1iatll uoselu('
i tillí¡:('ado. ]"'1' JI), 1ll0"'luit,,,., j '';(,1\1 i luziérnllgas que
~e DII ('lItmb/m junl() eull el desabrido Hlilllento, El
sol "habia ilt'Ulttlllo 1'11 l,1 oca~o: iUllulIlcraules eR-
trella" 1'I'spl~lldl,t'ian ('11 lo alto col,íjutl(lo l'I ~ilcneio
de la solitaria ('(111 HII'C:l , i al Orienh' Me veían las nc-
,!;'fas HII,I" '¡p la s!'l'l'nllía (jlle haloiflllloh ],:tjad(), dl~an­
uo (m ,'Il~ cumures jl)~ risul'ños paisaj"s i el fresco
aml)j('uj", <¡ue ahora recordaua yo COJlIO l'] cakntu-
I'icnto (jU Re imajina reclinado a la sombra de verdes

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA , 451
árboles Robre la w{u:ieu de una clara i lmlliciosa
{uentl>, En vano 1,l1scúballlo~ refrijerio wnJiémlono~
l'n ('1 ;.m,l" a ri('~go de oprimir alguna cll1'oscada
culelml, c> dI' illU'lTwlIl'ir la tarda marcha del vene-
no~" l'sl'url'ioll : la tierra de~pe,lin un \"Hpor caliente
il1~uti,j¡'J(~, i fué 1lI1')H'st.'r ocurri,' al J'efujio de las ha-
macas i <le· dOl1(le úntc~ de lll'llll'ar el día nos trasla-
dalllus a lati ea\¡:tl!.(lldul'il,'; i ('ontiuulllllOS la penosa
mal'dlll, con la c~l- 'l'auza de hallar lilas calol' i llJa~
plagu~ ell en'I'l'-lIOI: he.
La llauut'a se cUlllpune d\.! sauanas i (:pjas de bo.,,"
que 1l11"l'llali\';l\ll"Ill<.': ¿Uludl¡¡s ('uuiert;l~ de esparto i
algull"~ arl,ulito~ dll {¡sI' 'ro f"l1aj,' alwndo ~n llJlllJ-
guaJo trolH;O "uru un suplo blall'jll.'cino i ('usenjoso.
lec'h" ti,' lIHtigtll18 eii-Iluga,,: d bosquo f,mnado por
ceil>:L~ i ottos árl,o"'", de rápido erecimiento arrniga-
do~ eu Ia~ d"pr"~iDnc,, pUl' Jond,' ('orrull Ieuhunenk
CIlIWS de Ilg'U:t tiI,Ífl i a veZCll corrompiua. IJ,ljO la
1l0l1l],1'<l d,·l 'l\ll't'Íl-jido ramajc lleno tle }llallta~ trep:.-
dora. i pa/'¡'¡sit a~ IJm' s lill'jilll grnlH!('s matas de piña,
crl~Cl'll la II/'(,l'i""a l •. dlll:l llamada tagua, cuyo fruto,
l'ar(,(·i,¡., a la ¡;ulIltilmlla, ('unti.,)w I(~"l duri!<illlOl! cu{'l!-
.'oS di' lJIadi! "''.idal ~r.licitallos pur el COII}(,r<.:Ío es-
tr:ltIj '1'0, i ,,1 n ,,'to ('(·.11'011 CDn su ('orona d,,: pC'lueñr..~
J'llInas "lItI'!' las clIaJt.~ :nl'oja b ahllt:udra tan amarga
i t:1ll di"az l':lra ('01'1;'1' las ti bn's illknnitcntcs, i aUlJ
para cura l' la hi'¡J'ot~lbin i las lllonkdl1l'as de cu].:;-
lml~, ~('g'\ln )1:11"'1' '11 (,('llJ}ll'Oual'lo algunos csl'urimen-
t08 mod MI ,j¡;. "\tmye';'tbaltlu~ ulla tll~ l~l:IS (,.~ns 010
bosque cuando 8" nos r.'tlIlió el Aleal,l" dl' Loo-An-
j ..lc q , qu,' en ('IIll1I'ltflía de un pÚOIl ibu ¡)¡Ira su lJUeblo,
Era de mediana ('st:ltUl'tl, delgado i fibroso, tostado
por el ~ol j l'ndurel'ido en la "ida ~il'mpre activa,
\'estia pmltnlon de dril ordinario, . . cmni~a de lino,
.
sombrero ra!'pon con zonas rOJas) negras, ) alparga-

®Biblioteca Nacional de Colombia


45:2 PEREOnINACJO:<

t, 'i rnya.]os, ,lescansHnt!o (>11 ,'strilH's ,le aro de hil'l'l'O,


He" ~ellia cahall,·ro ell Uua yl'~lIa ('lIjuta i ,'ahizLaja
IWI'O HIl<1aJllra, ('I1"illa<l" a la lij '!'a, "1111 Il<llg-1 dll j<'l-
(¡uema ,]p ('('r.]II, i ~olJl't· la ~illa la l,aJIHu'a "1) gl1i~a
I,l ]'"IIIll1. Ll 'Iaha ~1I eseol,da dl,hajo el" la l'ierna
izrlui, 1'<1[\, i P'l1,liéllfl' dI' un tahalí .,'olorado el corvo
m ,,],( te a'¡orllado eOIJ 1"'I\:1<'lltls 1 trl'llzns dl' CUero
,.;ntndo: hlllllh1'e de ¡¡'Illll mía rt'~l1 .. lta, Illirada fija i
aLl 11l:n1l'~ ll1ultil'li"ad,,¡s, hablaha 1l1'{Jllto i 1'11 alt,)
foil (llIde aznt:wdo In }<'gu:t "011 ulla taUla, 11m CllUU-
tQ no u"aba l~]l!l!·la,.; ni C()~a '111<' I ,'mlmt:lzara d
,., rl'"r a pil', ('111110 (">IIvi('i1c ,'1\ pl\is dI' ti¡..,"', si mu-
Jrlllll ,s sil\'t',ll'l": tip" eutr,· inrli" i árahe, !lluoldndo
,,' ('lima i sell;vlo ':'111 la ind..!l'hlc marca dt'la illt 'Jll-
rJl'rie ,¡lIU dl"preciaha, ponpH' 110 hacia mella cn .. u
JI 'l\'uda pl'r,ona,
Ll"\'Ú1l{lS a la m'joT ('a. a ,1,,1 plldllo, qw' ('ont:t1¡¡1
~ic,t(' al r"II"¡]or dI' UIl pantano, i UIl !'audIO mayor
, 111' los d.'Il1:~~ glorili('ado con (.] lloIll1,l'l' d,· i.!!;lt'~i;¡,
rn la ('ual "~uele ¡(c,';r e 11Ii~a," ('liando P"f I'asuali-
, ,Id ~" apar('('c rl Cura; i til.'IlC l'nZOll pam 110 apm'c-
{"'r, PIll" ¡Jifieillllcllle Jlnlmí, otl'll luglll' tan dt·sapa-
(~i]'h·, ch'~i"l'tO i (·¡Jt'l'rmiw. Naclj" (·11111j11.· allí ('inC11en-
ta añ{1, : l'0em; hai r¡1H' no (';;t( n jas}l('adus de earate
() nf,"ujcf\'a¡]os por llwlc's ('orr()si,,(¡~, i solo 1 (ji ltaLi-
t, nl,'s h:m podido }'1'''"al''(,l'r eJl l·1 llamado di,trito
llllrT.o,!lIial, \'ivi'~lHlo lIi'l'1IIiIl:1I1,,;; por las ~a¡'anas i lL
lns orillal'! de los ealln~, ~i..t(· i 11I(·t1ia ]"g1ws al N-O,
~(l\¡r(' UJlil i~1a que' turma el L,·J,rija al d<:sl'muo(':¡r
cn el Magdalena, queda p11>lwlJJo ell· Con 'uor t'ntr<,
l':\ntnnoR, ciénagas j plnYOJl(", sin tUlcr nada 'll1P
"nI idiar a Cn'c(~-n()chc "n lo d(~ t('1llpl:'rallH'lIto i nu-
lid:1I1 social: mueren tantos ('OTIlO ntlcrn, i en Lo~­
Anjc:les nadie nace de matrimonio. En el ?no i el
(,tro distrito no so lleva cuellta de los d~htos, por

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'llA , 453
tll}O ~éllCil1,) arl,itl'io a]>:lI'(:<:L'I1, iO!ll;L"lllauo:; \.'ll 1:
l'stadísl iea jlllli(:ial'ia dI! la 1'1'()VIII('la; (Ji"H ,¡U\! "'1Ia
!,dla d,' IIIl dato r<:al la "/lIlII't.!II""lI "uU " 1'1"'~aJ' ulr(J
illl<ljinll]'io ('U 1"" ,'lIadr.)" d.., edlll'aciulI, Pl! 'j1l0 a~il'll­
tan C"l! l:l\ldal>I,' ":L1l1li,kz (llW (:11 {ll¡jllo~ /lllcbi"" , .
educa l'1111i~;lllo I1Úlllt'l'O du Iliúo~, t;itll~O
prt'l'i:-,aIU(lllt.(..
,aI'OIJl'" '¡ U"'S ]¡"llIbl':ls. ]>:I],;! lIlal'char di: :IeU ,r¡Jo i
,[ue 110 haya z"I .." III!.\':II'('¡]US, Z:UlIIJ.:S, i IIl'!-!I'II,'. SOH
<:;¡"i t"d"" los lIlUl'ilLlur.'¡;; llllUi'llos alh.,tJ('os l alüYo-;
('stos l'inlados de aznll'ill' el ('arate, todlls \ésti,!vs
I;UIl ~ll pdlL'jo, pe\'llIitiL'lldu~e alguna Yez el lujo Je
UI! ]10<:0 de li"lIzo de la ('intura para abajo. ,LT o l':;
mCIlc:.,tl'l' de~(,l'iIJir];¡s lt:ll)ita"iolll's illpn'!.;lladas <le
uu flwrtc (¡Ior ¡l 1)('~("Hlo, i de O(I'OS iwldini}¡l"s 'JUl'
JIIaI'C:Ul al 'l'll' 11<) ha Ila"itlo CSl'l'l'slUW:llle I,an~ Sll-
ti'idos.
Hetn)(·L·,liJllo~ pUl' fill. La casa ele ~illl:lIlcas m"
parcció un parai~(j de [l,-!.:') 1 cOlllodiLlarlC~, í los pláta-
IIOS qm' asamus UII b[luquc-te ¡k ,il,:nÍtas. Hil'1l1JllcdlJ
Rl~r lwlJu d IJllisaj(' eu :I!luclla r..:jíull Í1lllld:ld:t por el
Lehrija; ]>el'o los tál';UII' 'lile I!oS " ...." truian i ul;"'-
z"a],all, i ,.. 1 flll'g'o ,'u\'iallu l:lJll l'l'lI'¡ig'alid;lIl d . lll.! el
eie10 }H>l' pi Padrc ele la luz, lh' Ille ik~a1'UIl \ 1.'1' lIaJa,
salyo pI <':tlllillO l'l'l' ¡J"IH1,· trolaba llli h:ullbrienta
IJlula, tan tlloS""s:! comu yo de :;alir a lIl('j()rl~ til'lT¿1.'i,
l'ue~ pcore" no hahi;Ul de i>el' h~ 'lue (lelllOrabull
al NOJ't(~.
El tdlll~ito ¡J J , imaJwas al Tut1l11lal, (':llIliw, .Id
pllerto d" ()('Hiia .. "l'!'e d hla~,b¡]('ll:l, Illid(· .. i"eo le-
guas llo l'ullIpl,·tas, j;;'J ha,·,· al l,rÍlIl'i!Jiu!"" cnL_
los l'l'lllatL's <l' la s,·rt¡ll'Ía, rlliJl:.~ dl' t' 'rros 'tUl! l",l un
tj('mpo fueron a"STl'tlltlas por d Ímpetu (le b~ agU:l\
dl'FclIcadeu:ulas sol)\'e lu que aJwra sou lIanmus J'i be-
r('TIlL'i do lUlucl río. Higuell altematirllllleute sllballa~
limpia;;, pedregusas i mandlOnes de IJosques }'or <:uyo

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454 PEREGRINAClON

centro deprimido corl'I'n rtlTOyos 8il"lll'íObO~ pohl:H]o


de sardilH1H 1)(''1ueiiíta~, Los árunJc.s ~t' alzan apil1a-
dos i eorl'ulcn(,~ en ¡'urlJla de gJ'ul'sas e"lmUltaH re-
vestida~ de liana~ i L('jue()~, 'llle ~u1 wll a ('lU'edHl'se
en la nlta copa, i lornan a ('Ul'1' eJlyolrit'lIdu ('ll<lnto
~C halla clll'l'dcdol'. ~\. vez,'s tl'(>cen a'luo>llos cnloso:>
"\!llei ~llllo los oustá!'u ln~, i la la, harH 10 la <"I'''S\l1':1, sus-
tentado~ cn raizes VOllllllillo,.;ns 'lile la ti"ITa IJO puede
r.ubril': a v z,>s uo [(,!li"u,lo I!'l'¡[('i" ]Iara lel'antal'?\!
Iibrellll'nte df'st1(: (,1 ~u"lf) ('S('0111],r:l1l" tOll ár}¡lJle~
d¡>rrihad"s }Ior <JI llllr:wall, I'NII \-i\"t)~ i rl'lotlallllo
en todas dir Tl'ion"", alTatll'an ('11 timlla d,~ lll"IUI.'rías
confusas por <:ntiula d.. lus e,tO! ],"" i a dos lll<'tros
de altmll ('ollli"lJza 1-1 (~vlJ('" tll",d,' 1: t'úpub i higlll'
robusto i alti\o basta ~11l"'l'al' ell':1l1laj" dI' sus riva-
l Il: allí ROIl (lvs árbul,'>! que ~() ]j:lll ('Il('Olltl'W]O al
creCer i ,e .-uros '¡tu i CJ"ti"l1<'u ('OIIlO l1u'ha,loJres el,!
iguaks fU('l'zas: a'lllí un:. l,alllla .. I" II r(),Il':Hla i aprL'-
taJa pvr I..~ Hlil orazo. .1,1 111 t"!,,,lo, "Iu h ,1ohla j
abrulJla ,1, "l'legan,]CJ tl'illlltimt\' ~U C"l'tl l'utr > ,J pe-
nacho pc:turuuc1o de la "í(;lima: por (ollas partes la
Tagua lit' tallo "l1Lt"l'l'úm>o buza ,,[ todll'lJiU'J du ~u,
gran,les hojas cu figura ¡J" plullJas, i brota Ul l'Íl'clllo
al pió la~ 1, cabeza"-¡!l'-llI'gro," <:11) a lllllpa "<'''orau
lo>; zahinos d\'jalHlo liJtll'io~ lo:, duri-illlOS ('W',('fjS del
marfil vljdal, i[11' l'e('().i'~ ,in tra]¡,ljo 1·1 iJllI')!<-llt\: si-
tiero, i n'aliza ~ll urp\'e ]¡ora~ uu jomal tiujJd'iol' a
sus TI cesiJatles: tigl'o.~, ~ .. rl'il!utf'· cl'nlos lllolltnra-
z,>s, "enados iDlIUicl()~, d,> pie1 :unarill"llta, i 111lll:he-
dUIllur de uves, tienen allí, 1I hauitaei'll in",pllb,rna-
ble, lóun'ga en las huras de la tm,]o i la llla,lrugada,
mnbl'osa i fre~c:ldurall(e (,]lllt'']io(li;¡>majc,luo~;lI'uan­
tIo las telllpestade~ ir0J,ic:dc~ d '"C<ll'g':lll su furia i SllS
;rayos sobre estas masas de v 'jetaciolllllUll'a domada,
El Totumal, vecindario depelldielltu do Agl1:lchica,

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®Biblioteca Nacional de Colombia
456
1!"Z(:a: 1'1 Cura, "cIlH·jant· a ]a,q pahnaq ahogarla por
d ~fatapalo, ce,l,~ a Jo 'tUI' le rr,tlca, ~p harbariza, se
°
h:lt", t. ,mpl't'i:mtc ]o~rL'!'II. i Ilwlm por ulvidar ¡.;us
\"oto~ i ff,IZlIloiía c,luc!ll'ion J\' ~1'll1iIHli;(l; CQJnO ci"rto
l';lt'roco ti .. Ca~:Hlal'L', '1111' 11 1 '-í7 ~aliú a cat .. ,[uizar
lus indiu, (-;'uahi"IJ", i cll08 lo catel]lIizarun ]¡aciéll-
d,,],' .dJillltlOJlal' ,,1 h;sti,ltl, tatll:ll',e (·1 (·lIt·rpo i pro-
dalll1lt"l'trmliahnl'lltesall'aj'·. ':, Lofw'rlc au~úl'l'c SÜ)
n:m,·,lio a lo dél,iJ.
Ag-nachie(l f1(' halla cor!() tn'l!llO:tcl"]¡mte en un Ilauo
dI.' I'(·jado, a 1 tLj Il\dro~ ;;o],!,,· .. 1 lila!', i,po)" una '';C('p-
ci .. 1J mm, "~l¡'~ 1i1!1'c d,' zan"IHloR j j'j"U<''', all,a. () 'jue
1'11 el puerto alH11l11::m mas dc lo n'gular. E, pUl'lJlo 110
de! to'¡o lllal o, eOIl jgle~ia de(,('llte auuIluO d ·,.;cuidada.
1Lli lUllli!ia~ 1,!:t1lt'a.;. dI' blU'll p"d,' i costulllbrl'sso-
eiaL!, ,i d !'t·,to ¡JI' I()~ llIol'atlol'P IJIp,tizos rle agra-
da],1 . l'n'~"l!ti¡[, i alg'IIIl(l'; IU""I'I)." 'ltH· p"l'lllalleCl'1l
t!1'lllrr, ,l· ~tlti cnsitns ll'.. all,lo ('1 llllifUl'lIlU <1.. [ parai'o
i cntl'·t ·uidos"1I 110 11!1<"'f liad:!, ('lIflwl" s,, ;u·u I'dall
que al,!.::" 1,,,, ¡itlt:I, 'al.·u :tI lIIonto a J'l'"ojl'r marfil
""}'!al }lo)' CIlI'llta de1l"'opi"(;\l'ill, i ganan sl'i~ I'ca!E':-;
1'01' l·Jjh','gat· \lIJa I'm¡p', ('un Jo cllal'IIH'dall I'I'Jll,·(lia-
dÜfI ¡,ara, al ios dia.;. VI' aqllí provi"lw que l'll Agua-
t']¡i,';¡ ualli,· ¡;t, ~l1j"¡a al sel'l'icio ,100Ill'hlico, i tuda
cllal . e ,'e tí,/'z"tlo a tl"'I'Il1I"'IHlI'It)~ m"lIl'sli'n:s ti la
"a .1, illl~llIs() (·1 ti,· ('ar!.(':ll' :1.~lIa, n'vi, ¡elido 1,,~ Sl'llt'iIJo
li"IIIPO ,h·lfOlll.'r". "11 'lllc las l'riJl""":ls iban id atTo-
yn a Jalar rUl,;L "in ,I{". ·I ..s 1I1l ardite !,o!' 1'110. El
clillla rle est .. hlgar I'S ~allr) i toler:tI,If', la 1',>l,laeioll
.• ' allllll'llta i la l',luettt'illlJ dl' los ni ¡¡o. s.. aticlIdlj
JlII'jo!' Illl ' \:11 otrns parte.;, 1 h:billlllS al Sr. Si"'", S(,-
"unan" iuh·lijt·nt" i III'th'o, llIt1i /ilJa ¡ franc!t lHJs¡JÍ-
t:tlidUtI i lIolj('ia~ l'HZUuatlas ~oJ¡re (·1 \:uILivo'¡..! 1:11)11(;0,
• lJ ¡,tórico. Exi,tc la rc1acion de l'sto en el archivo de
una de bs Secretarías de EstOldo.

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®Biblioteca Nacional de Colombia
458 PEREGRINACIO::1"

do licores i comestil)lefl, los ahnaeeu 's Ik'nos de fan]og


ícajone con letrel'OlS que manit"'stHball ~u l'ro~ .. ckn-
da ultramarina, hongo~ "!trUllos ('11 la rilJi'ra, canoa:;
pasando a lo )('jo:; impulsarla; por la ]J:llallca del ro-
busto i ueSlllHlo bog-a; to,),) () In turTllaba U11 C'llatlro
".special i demostraba la vida i ('ostumhrps de una
lXlbla<.:Íon traficant", alegre 1 confiarla eli 1,,: próui-
gos dom's de la tierra i dd illluc',)íato río.
" La C'oll(,ppcioll de P\H'rt(}-Rl'al " Il[\e'ió del por , ¡
3 virtud ud Jlcq udio conu'reí" 'JUl! hae·ia O('aIlll COll
los pueblo,; del Ma~,luleua, i }Jara 1700 l'~ia¡'a ins-
crito en la libta ,le los curato ,1" te)'I"'\' (,1'11"11. La
emant:iparion drl Vil'cinato j la ca '1 lih"rtad llh'r-
cantil que jlrodujo, e'amu¡aro!l el Jloml)]'l! a l! la pa-
rroquia ell el que hui lJ('\ ti j IIl Pjuraroll Sil ('tlwliciolJ,
tl térmillo~ de habl'l' ale¡¡llZ:lf[e) la illlport lu;ia d'
pueblo considcra1)!.) ('on 420 mor1l11on's i .';;e~Ul,la
rutill ra PII ljll' ~e aLUJ'I't'll 20 lJillo~. El clima .
:;ano, como lo pru ha ellJlI)\"illlil'llfo dI! 1',,1.1a '¡OH en
1851, eOJllÍlllcl"sIl 'n él G7 lI:1eilllil'lJl";-; i ",]1) ti de-
f'Ulltioll "~o lIai 143 párvulos i jÚ"I'n 's lIH.:llol'I 'S <1~
C).uillC!c aJlos, i 1!J~ lllujl'I'I'S, dt' la,;; cU:11c~;20 ('asa. la",
lo que dl'llota ulla rara ¡;·... ulUlit.lad, gra"ia~ al abun-
dante COllsmno de pt'~,'a\ll).
NI) qUf'da d jlucblo ilrlllt'di:rfalllt'lll<' .' II)m' t'l ~Ia~­
eJalena, sino a I,UOO \'ara d.- lo '[11' J1aJll'lll Hrazo-
dtr<>Cañn, )!\ll'S en a'lud pUllt" ¡Ji- id· ,,[ rio la grall-
de isla de ~l()rál,· . ll{d[a~c illlnt:,liata la e:iénnlra ,lo.!
.Muíií, que en la~ el't'"il'lIt ':-1 ek,hoJ',la \ l'rtjl'l~lo \ 1
ese' o d su pl'{'¡;tado (';ulCJal pOI' un ctUlo cuyo ill-
cierto cmw' pwporeioua el ingre 0 ,le las cmbaJ'('l1-
ciolles pel ¡upiias hasta"¡ l'0hlll,lo, uo ~in (,'sl'lay:.tr:
en los al)'c!lceloreH i hat:er pantano!': ,le donde proco-
d"1l las fit:Ll'l's }w!'iódica.<¡ (¡uP' clan filma de illsalubre
al l'ucrto. Por t:nh'c el lab<:rinto de árboles medio

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DE .\LPliA. 459
SUID(']jidus ml)l'ZnD10S n nan'gar en una bal'(]Uctll,
'lue Ol'a obc,h,cia :-in tl'Opi 'zo al lernlJUj" (I(~ la palan-
ca, ora rozalm COI1 kuhtw 1 las, gran<le~ y"rba~ ple-
gámlola. i haeidl,lo brutal' lml LllI'bu¡a.~ ue aire al
rCllluv,-r el Cil'llU ,Id Ji \HIn, Las r¡[ll1lL~ (1, UIlO i utro
lado Re i!H'liltaualJ l'n arco ha~tn lllojar ~u c~tJ'l'mu
en el ('auttl, i era lJ1('UC, t.,1' pa-al' agachatl05 d ·bajo
<le ellas i llllli certa de los C'olgant.'s ariSpCl'M, cuyo
alboroto es ulla rcnlad.'m (,llt(l~irOJ(; pam 1'1 ll'llll-
Sl;untl', ('olocado elltúu,'(~~ eutre el aguijlJl1 n~lIellP~O
•.le las arisl'as i la tl'lJlllpa rornz J ,[ ~a1ll'jano que
.\\)cha:m l,rl'. a lmju la callua, t'alilllu:s pUl' fin alrio,
pl"llO, majo' tu"", alllarilll'lItn, lI"V¿llltlo I'n l'alllla sUÑ
donnidas "l"lns '¡1l<'¡,at"1l como ,,11 ti, mpo de la COIt-
'lui~t;~ el alto i "Iitario 1)"~'Jlle d,' la~ ri¡','ra~, o rie-
lan ('uallt1o Jn,¡ l;(,I'la n Iu ]l0os d "iji/ante t:ailnull
dil'ijiénclo, l' a la playa,
'aI"'gadas l~ kgua: áeia el iJ, ~. enCUtutm la
boca de Ull ,-,afio ('elW~O") Ilue los ]¡ugas , uluc/au1'i-
SUt'ÜO\ dil'i~lldo all'a~ajc'l'o eOIl eiel'to ail'tl de sati:>·
fu(,,'jull: «Tamalallle,!ue!»
La l'rilll,'m \ ,'z '111" Ul':t1W'" l'~tc l10wbrc ,'11 1HIl'~­
Ira hidOl'ia I'S d allO Ih: 15:30, al J'(,ferir la illYu~ioll
tllle dI ,le Coro lIiw c!s:tu<"uillario alelllall ~\llILl'!lsio
do 4\lfillgl'l', el tll:!] t:(J!ubati"llIlo t:Olltm llll c:tllll'a-
m nto de illlljos cn la t:iél:aga Zapatu;:a, lumó pl'lliio-
11I'1'U al j<·fe ll.llllado Talllalallll'\lu\!, lH.:rsolJajo lIlui
1 '~p"tt!< lo ('JI H'jU ,llas t:Oll1arca~, i a <juiell 11"ciall M!-
ñ"l' J,' Ull !JU\'bl" gral!fl\', ~ituad(J alguua,., I,'gua~ rio
arriba; lJlll'b/o 'jll<' Vil di-d., halló j :;:t'[llC'Ó urutal-
mente i'. IJing"l'. S"i" :llH'S ue>ipu 's desulIls¿lba 'u 1
llIi."'lllO ltwar (;Ol1za/o Jiméuez de Qm'sada, COIl la
mente llel~'l dc id .. tls ele cOIl'llÚst:J, i la firmc resolu-
cíon de lle\'al'las a cabo subieudo el Magdalclla sin
abur dónde lo lloraria la. iortuna o la-au\'ersi~lad,

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PEHEGIUXAClO:

Uaj paraj"s 11l'(~,lh1jllarl(¡.· a "nfrir la d('\':1~t~t<:ion de


1,1 g:ul'lTa, ColOO si 1'01" UWl 1itlal all'a('eí"n llamaran
",l,n' sí la furia ,1,· las "(JJllielHla~: tal fu6 Tamub-
11Il"JIlC, <'ntl'wlo a S¡l('O i b:tl"¡¡¡,]o l'l'prtid,L' Yl'ZS i:n la
~allgrlJ el.' "us Ilaturales hasta <¡\lellar :I")III1.¡-al1o;; i
di"p'~1 ")';, Pcro a'!uel JLo1ll1Jl'I' llu tld)ia l'l'!' 'Cl'r, j los
"l>wlui"tm]o]'cs lo pt'l'l'l'lultrulI flllldaw]u ]0 que cn-
tóne!.:s lIalllaban ei\llla,l, (lile ni aun pUl" !.:", pudo <:8-
tarso t¡\lil't.a t'll Pi a~il'llto 'jllU la daball. (t()('l!1'ó trt:t!
.-iljps diicl'l'l!t"S: el prilllt'l't! ;¡ orillas del río (l!'allfl<:, '
frollh']'(J .J.) la yilla d" ~lolll])'''' cj¡.jido ,'1\ 1545 por
el ,,:tl'ilall 1.OI','IIZ" Martill: ,,1 b<'''tlndo \111 l",t'.) ma
arriba ('H las sahallas (111" IlIJi se llaman ¡le Tamala-
1!1t'<Ju" viejo, a ,IOlJrl!- (,1 ¡¡¡io de !JO la trasl:¡¡ló 1.'er-
Wllldo ,\lvarl'z <le A('e\'(~do; i el t.·]'I·el'!) l'Il la~ saba-
JJ;lS (1,' Chingalé, tumada para ell,) e11 11i80. La ru-
"fin (]I' ar¡udJa~ JlJut;lI'iolll'~ la t!abaJl lo: ",·tilloS
Hl1tit;l1eJ~; i 1'116 que Ieni,tIl 1'''1' ('ura al Lit'ell¡;iado
Bar1u]"1!l6 lhIze'm, ¡Jo llatllraI illtr{'l'ido, i "1I:11lc.10 H.J
t'J!'d,t!'lI t'OI1 lo, ]tejido!'..,-; pOr(jlle)lti le daklll gu,to,
1l1l('ia t:lrgal' las imúj<'IH's (k~ la l'mTollllin i la~ l'am-
p:llIlls, kvanlaha altar 1'IJrt{Llil¡Hlra ('l·],·I,r(lr, ('o1gabn
la!; (·:tlJlpall;l~ de ¡¡lguJl árbo] i ll1;1Il¡]a],:¡ r,)'il'ar la
vi p 'l':l ¡]" Ji"'las, i IC).~ n:¡;illl)~ ~t' wiall (j1,ligar1vs a
1ra lnrJar 'lh "i"il·\ltlas 1,ara ~llJlll'lil' ('011 1·1 1'1'(:<: 1'to.
COIllO I!.l. l'araJllI'lltos de l:t r~I,·~ia t'l'all ""!'lO,, e .. la
i 1;1~ l', as e[' los Yt'l·ilH.s, ¡J,. pa.ia, f;e' 1"'!'IIja 1'0<:0 01
h intrel'icll'z <Id Cura i t·U la cort('rlwl 111' l.,s vt.:t·i-
11(,.,1[111' r:OIJ bl(·üidad ¡¡" morian por 110 (;I)lltellll l' ¡;on
u l'Úl'!'Ul'O ni de~agl·a'¡:II·II).» '.':
J 'e'J\étr'I~I' pUl' l'll'alio al'l'iba ll\ew·iull:\llo, i al sn"
¡,ir dos lllilla~ <l1':lI'I'I' .. n los Oll!llll:llItes ¡",na!.']I,)!> del
cotal 'IU\l amuwia el 1'1l.~1-,lo, situado ~ul,ru la llanura

.. N ¡COl,AS DE LA ROSA. Floresta de S!lutalllartn.

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4GZ PEREGnr~ACIOX

La sl\l'J'le futura de arpld]os }J\1<·Llo~ lqwn¡}e de la


11 ·tivj,];¡,l (jUI' d romen·jo j la IHlYP!!.·acioll :¡,1'luie¡'aJl
(·n "lrio, pnns CaT('p"U d.. (·I"m'·lIto. propills para sa-
lir ¡J" la s"llIi-l,arharj(' r¡lIP l. 's paraliza: ~ ':id:m pero
!lO vil"'n: n:1fla los llwjorn lli lus e"tiJl1ul:t, ¡las llUC-
vas .i"II .. rnt'jolle~ ~()1J ulla 111'1 ('opia <l,·la~ pastillas, en
húJ,iI<J", imprf'I,jsioll i JlI·~lij"I)('¡a.
L:l l'J'()Villf·ja ¡J(I (k:ula !'t'UIW lIlllchas !,jn'unslan-
('ia~ tilyoralll(·s, i par",'p rlhtilladn H flor .. ('('1' por la
a,,,,i"ldtnnl i el ('(lllI I',.(.jl), jllI"~ (·1 Mag,Ja]"llu (m <:l
oe('j,ll'lIt, ¡,,] Catatlllll¡''' t'll ,·1 1'''lltm la Ill',·~"nl'1ll
~\ls (·a\\.··s llH\'q.,nhl(·~ I'HJ':l COllltlJltPut' ('nl1 lluestrú
lIlar jl~lIl"ii() j ('Cm t·lln!.(" i glllli, dI' ~Iara<·aíl",. "('om-
i'J'elldl tn/1os lfl~ elillJw i Ja~ t(,lTespol1di"n'I:s (lifc-
J'(,!leÍn' d,' --alulll'idad. ,\sÍ ('11 las l'ITilnÍas, l('rada',
(,ne a \ Z"S ¡¡]('allzan la ¿ ltnra dio. pára1l1o • ('1 t 'l1I-
}, '1':1111 'l1to l' t¡'il) i ~al1'" {'OlllO sllI"''¡'' 1'11 1'] ralllal '111!'
roT]'(' l"¡raJ,'I" al Magd,df'nll. (,fl·(·(·i,'ndu IlIgar!'s fl'r-
til(>s i I .,·'·]'·11Ü ... para ('{']Ollíz' .. íOIlI'S "111', l' ·a~. En
lll~ 1l1l1l1l1':J ,"'t.-I\,li,la" al I'i(' de' i< 1"11111:11 i )ílllita-
ill1~ 1'('1'/'] "mil rio, el fl-llIPPrtlllll'lIlo I.·S (·álid .., i lo.
mÍflslJlll qlll' ~(' JI'\'H1l1t111 dp las ('iln:Ig':1 j ]lantanos
l,ro,lu,' '11 li,'I,n'~ intpl'Illil,·nk". Jl,'lj~rosll pam el i.'~­
tmnjl')'ll, <¡uj,· 1 ad"ma'l t"1II1ri:l que SllJ'ril' el tonnNl-
tI) di' 1, Z:tIlIWlus i j '.i"IW 'tlll' Illl'l,Jau 11 aire e1l
11l~ tif'lTas jJt'riú,li'·Hllll'lIt,· 1l1llI'r:ji¡Ja : "1111 e11raspur~u
11.·1 ti"mi> i la mayor Jlol,la, i"lI, a!,nlído .') !JI)SfjUe i
d. saguatÍo 1.. 1'1I1l'I:lW , dp 111':11' 'l'er1l11 1'1 s incoll-
n~nit'nt.· , i la,; m"lli'i,'lladll ll, 11ll1':lS ~el'¡lII el Cl;U-
dero (1, 1ll1lIlI'l'OSOS !'eLmiu', qu· allPrnarún <,un 1Ia-
ci<:n<la d" ('flfí' i caoa fundadas "11 la' titllla" de la
serranía. Las ríl)('ra!-l del Carat,' i (·l CntatUlnho, 01;-
cure i.l:h ('un "ch'as dundo los 11" l'(.jl)~ ",-jl'lJlle~ fcr-
mentan hajo un sol a¡'J'a~a,l()r, ¡{IJIl 1lJ,tlsallHs i h~me­
clM en c8t.reruo, por no circular librcllH·utc el aIre al

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'TIA . 463
traves del e.'lws i tnlTl'tejido follaje que sobrecar-
ga (,1 Rudo: ellu8 SUJlJinistI'¡\I~n ~ la industria pre-
eiosas m:t< 1"1'3~ ~ le cow,truC{'lOn 1 adorno, rlJ~inag i
bíLl,..alllOs li'aga\lll'~, cu)"a~ virtuues apóna~ comienzan
a ~el' r'Oll~)('j~las." ':,
Lo~ mOl'auun'~ on t1ócilc~, lluua fanáli 'o , b 'névo-
lus i IWJJr:ulo-, i to,lo' con alglUla oGupa<.:Íon <lue le.'
(la para \'i\'ir l!"~:lhl)rrada~llelltc, C?mprueuan aqne-
Ilas dotes las bta' ,Ill dehlos couwtldos cl1 el aüo d~
1!:l50, lllllinistracla< por lus al'chil'Os de los tribunales:
1 1I';~' ¡nato, () riüas, 4, hUl'to,"" 7 faltas menoreS i 6
(',IROS (l.· abllóCls de lLntol'iJ:llI, nada significan para
ulla p¡¡IJ!aei(¡n ~I ' 2~,500 illlli, idl1o~, J'('jitlos mas bien
por ~u hul'u.1 ílldol" ~lllU pur Ju,s pI' 'cepto" I('gall''', 'uyo
illlpNíl! !lO llega }¡a,ta lus "~'l'illdaJ'i/)s situauos en las
('sll'elllidad~ d ,1 va lo ll·l'l·itol'io. Elllll\S fl'ecu~nte
d,'lit.¡ ¡ora "¡¡·¡¡lIt le a la rl'Bla tI('! UÜ¡;\GO," es Jecir, la
{'()Ii~i<lll ilulll'1lhajo i1llpecab!.· i del odios monopolio
fJlle lo l' I',~ 'g'uia como adu i!ejítimo. Treinbl a'srrra-
('iado , l;ntl'l' ,,11,,>1 bidl' lJ1ujereh, fl1~ron !>t'natlü>; en el
últilllo allo u' rijiel'Ou la:! tiráuicas leyes del ('"tnuco,
abolida )':1 por turtuna pam la llJural i la iwlu tria
el(·la cl¡u 'jtJl'llnk-ra. La in~t.J·ll('ci{l1J popular ~ •. j -nura-
liza col! ('Ill 1"-1111, hi.·u que [{¡dada no l'~ tan cBtellsa
('ODIO eOllyiuier'l. Eu e te ralllo bU lleva la hunra el
prim('r lu~al' ,lc la capital j ;.u distl-ito, dOlld· contán-
do~ 178tluiüus .le álllbos sexos, s· edutau 2()O varo-
Hes i 200 nifi,., (1 ~L'a la cnárta parte de la jenerll!'ion
nueva. Eu lo.b la ¡Irovin(·ia Se cUClltlllJ, sl'¡.{un el tU-
timo c '11 'o, 1O,!!g! IliÍr\'ul'ls i menOTl'S de <¡uillccaño: :
do estos a~¡. ["H 1:>87, que es III duouéeima parte, n 37
(' cucla~, ]>l'l'InaJII:,·iendo en 111 ignorancia D,4D7; nú-
lllero ~ohntdo gl'ilnd." a cuya t'urmacio\l contribuyen
lo hijos de joml\J.:ros con casi todas las cifras. N a-
• COD.o\ZZI. Jeograffa ffsica (inédita.)

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®Biblioteca Nacional de Colombia
466 PEREGRINACION

toll seis u ocllO varas de profumlidad i dos o tres de


ancho, donde apénas cabe el jinete, i la. mula no en-
cuentra. espacio para las pata~, d > 'sI){~rándu, e por
!<aJí!' de a'luellos fo~!)s, llenus d.e c::\caloll\.'s i ángulo ..
Ralicnt '. para cODll'ldm' Jo fatigador del tránsito,
LI\wauos a la cumur' (2,G50 metr s 80urc el niyel
',J mal') üomin{tLamos al Ul'icllte la hoya del Sar-
dillata que se dil'ijc nJ N, i por ~u ah¡>¡tUl'a descu-
bl'iIllO~, cn un 1ll001lClItO ('11 que >.e desgarraron lo~
edajes iuf'pl'iOl' '~, el brillc> d,' las ciéuagas Orupe i
Motilollü~, f()l'm:l(j;¡~ 1'0r ,1 Zulia ,OUI" Lj¡'l'ra de Ve-
II 'zul'lll, i distante'" ~;¡ I 'guas. nuulJU d.irt'<'tl> al N-E.
<Id punto uOl1<le no: hallául1l11o: i gol]' dll vi::\ta
>

m:t~nífi '0 i e~tcllso que jamas podrú l't'preRentar el


l,'nccl, como SUCCJB ('11 la mayur parte d' lo:> l'ai~a­
j 'lull ofrecen nue~tl'O Ande. ' euando ~e aproximan
as ll::mul'!\'1 subyacent':ti,
N o, habian asegul'Uclo que en la continuacion th·
e te Ah,) para cll:l. i \.'llllliL ,1 del páraillo de Potrero-
/, .\lId " L' hnllab:1ll ma-a do ro('a~ )lrismática~, SOIlO-
f ,alrededor de cavidade profulld.r qu par 'cian
crútcres antiguoR, Desde lm'go ~o~pueLamo~ que fue-
ra. 1 rcstosne un yoleau apagltllo, }lU .!'. la rle:eripciotl
de las l'oea~ coincidía COIl la natural\'za Jo las fODoli-
, , i KU ,li~posicion en torno do sUlllj,lel'o.' corroboraba
6 la llÍpótesis, que si resultaba wl'd:.ulem nos daria la
( \ u dd le\'alltamiellto de :ulul'lJa~ l'l'rr,Ulíus, parti-
cular " por hU furllla<;ion cual'ZIJ,a i Jisconlante, Era
Jn(ouester examinado, i en COllsl'l:uencil1 despachmnos
las (,Ul'~!\.~ j peOlle" ácia "HIl Pedro 1'01' los eallejonc,
tl loi,~dm "jya que ('()llstÍl I) JI d camino, i en colll-
J ñía d(·1 ~eiior Lui Sehlitll, hábil uatlU'ali"ta. belga
¡cumplido eahallero, de cuya inolvidahle SoCiedad
¡f'8fJ1It:unos por alg11110s dia~, no, illtl'J'IlllJJ10S en el
Ilártllllo. POI' de contado quu no baLia camino: las

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA. 467
III las se f'l~cargah:lll ~e h~ ernos uajar en un solo
nsullloJl a las ('mIadas 1 SUUII'UOS lu('go a las cumbres
pur cntre la ramazoll UC .los ál'uole~ (¡lle ellas m('nos-
prel iat>an, I'CI'O yue pon Jan en p~hgro UlIchtros ojos i
l'cSCUl'z,->s i IIOS obligabau a m<llllour<u' COlIJO teJ(''¡'>Tu-
fU8 para s-:pararlú>l, }\lIe8 odel1cr las caualgadura~ ell
lu~ af;¡s";lllt~I'(ll:l i las rilmulas g)'eJu;.a~,no era prudente
ni 1)o~il ,le, Al cabo ~alüuo::; a la l'~l)l!llJllda superior.
Ni:){I? HlI "j.ruo
,:o
dI' tern'Jlú ,-olcállieo: ]Ji ulla. úla rúca
<le "I';S(: liz.lt.ion, La~ jlrdclldidas fUllolitas emu gru-
}Jv. lIe : J\).ia~ caliza" talladas por la intemperie en <:1
tilu de j.,;, •• tratu!', que halJian tomado Ulla posieion
ve¡ Licill a vil ud de paJ'cialvs hUllilimielltus del sucIo
},<.;I'fu .. ·.,lo pul' iUlIIlll':lS (·;t\'(,rlla,,: los ('rátu'l'::! (jUC-
dMOfl l',dlH'idu~ a la (,olJoi,·ioll prosnil'a de l'l'sl'iradc-
ru~ o 'uJt'lHlo:i 1. ¡'1'H'¡o~ por la:; nguas al ('ae1' a la"
(~,LV"i'\l:I~, 1::iin elll bargo, ('Ivai"nje lllajestuoso, erizado
d., t.lauc.ls l·irálUúles agruVatlus cumo los caiioll"~
.te Ól'g'llllUS di.·sllllstmttlo~, quitto en la superficie i
resún:tllt" bajtl la tierra ('4.111 millos dc ocultos l'ttuun-
1m, i1: /¡'ulOi/"' h, liltiga ' dl!! ,'iajl'. Entre Jos nieho'
i ¡¡Iwha~ <j\l;' 1'I',IS tle la,; l'O('a~ 1'0 hallmi eSllU(·leto:;
¡llIt.i¡,tlu~, l'",tús 0<: los illllio" .Motilonc . Los CI'á.llW"
de !¡OJllhl...1 p; ...·sl'lltan la Ji'cnLe comprimida i plana,
pl'e.lu[)1 inaudo la,; pl'umíucn 'ias corrc.'l'ondicntes a
los órlf¡U1os Jc la iJldu~tria, (·l orgullo i las pasione~
lí~;iG," ~ cm lU'luifi "to que lw Lia ~ido achatada por
medios lIll'e1mil'ús, pUt'~ la'! sutura .. lateral\::' ~c \'eiall
lra.,turna<la..~ ell part .. , La custulllLl'e de achauu.l'
!\>;i la ,·¡lo,·l.a, earad"I'izaha }Jcculiarmeute a lu~ i\lllio"
Caribes, llloradoTt,s <Id Oriuoco en las ccr<::Luías del
°
m'.T, ¡,La recihirían 11· ellos por raza por ll'adicion
lo::! Mutilone:::, trilJu pu"ilúllline awtillllada en lo in-
u'l'ior de los A1Hles graml,linos? Un ídolo de barrll
cocídu, hallado cn estos sepulcros, reprcsenta el tipo

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4G8 PEREGRI.' ACroN

de la lH'lll'za i,lea] mot il"mL: fr 'llte pl¡¡lW, ('r.·da i


I1wll lfuada: ojos ~:dt"I\I'~: ~rall nariz r,;]>u~aJlJ(l <:11
la l'(lca de pl'ú,li'YRS dillll'll,j"IH'~ e intal'lwhle ¡,rr<lW-
dad; i (,1 cu()rp(~ I'll :lt'litllll lk llIl1lo\'iJidacl ,'~lltadu
~(.I'Te los tl\lo\lI.'''' <'OUIO IlIlw(":ll tudmía ]", indio" ,1;
la cordillera: nada de YCl'ti,lma-, ~allO lIlla mitra
,'uadrada de la ('lla] dL'''('iewl 'JI hasta ll's h )]111)1"0' du~
grw·,a" lJorla~, ~íI1l1JLIJt) de autoridad i nubl"za 'IHe
JI,.\ ahan tmnlJi"1l !t,~ ('flt:Íf11H'" de primcra (·a1l'g'oria.
~l'guimos (¡rlm·l mi. llll) (li:L para ~I\lI P,·drll por
U11 camino diabúli,·o.lH·)'() r",l,'atlo ,le IJla~'llíI1l'(¡S l'V-
1.1,·,. Iindori m'bus! si "rnIH1\·. lIJa a~ <le alti\as C'(-
ñas-1iraYII::; 111 1.01'11 .. i "11 d ¡(JIl,lo ,11' lo: }>1'l· .. il.i,·iu',
por entre las ('u::¡[,~~ ~III'H han a (n·dl'" sus ]'izadas pal-
mas ]O!-\ hele('ho~ ar],"'r"(I'; ((1(10 (Isto ]'(" l~ tillo ('ull
un lujo aumil'al.].' ¡Jl' JI,Ij'{" tan 11l'iJJ:1llt"H "PIllO r;1I,~g
i "lor(),a~, cuya cOllt"liIl'l:\('jllll un daLa tiel11po para
)ltJIHI' l"s ]'i{'s!-(u~ J,' la ruta, Ya de llO .. ]U· a],·all;r.;ill1.
la l'"sllda, ¡J(tude J'j·111lidu. 1.1 l'l st" d,' Ja ,. l'"tlil'i"l1
lIü" di pusiuw,s a ",.,tui!' ,¡ajo' ~1tl"rr~l,l. eH J,. ('1111..:-
jon,'~, !'miando llor t!r,Jan!p ulla cmHb illa .le 1'1.:('11 ,..
¡,alTetonel'OS para d,·stal.lIT h ClWl'a, (·u qll1' l!aliia-
JIloS lJ" ('!ltrar, hl" ('uall!!:\ d,· un mOllif'llto a otro "()
(¡l.~truy,·n con la e!liJa d,· la~ parl·,l,·" ,¡lit· por SI'!'
de· :lfj'ua ('uarZf)~a j l·~tat' iIJClilladas ~ol>l'l.: la (;~(,!l\'a­
('¡(,11. no perm:llH'('¡'ll 111Ut·!tO ti"llll''' ~in :¡batir, P. Ca-
lh'i\)l1l'~ lulÍ (¡lW micli'll ,1i.,;o; llldr\)s ,]"l'rnt'ullllidatl,
('(-]Tados arriha liol' la ll11i .. 1I dI' las ¡>aH'd" ¡¡popllla,;
Ul raíles i tron('o,.; atr:l\"'ados, tan lúbreg'os '1ue 1cn-
tro revolot\:'an l1IUl'ciéh¡rr,,~, i tan l'('lldil'lltl" ,¡ue 1n
JllUlas )1\/ ('[(minan ~jllo nl<,dan ~\;,ll(a<las, obr ' él ':01-
dlllll dl' an'na (;, t,'wli.l\l al jI]'(¡jlÚ8(O 'Il d fi ,11110 por
hlS J.alTetOJltfUS. La llJ1ll'cllll (S ll1ui lelltll ('lIl1wlo ~p
lk'-HIl 'arga~, pm's fl' 'C\II'lltcn]('lltl' l'l' atura la UlUla
contra ll1s parl'dCR, i hai '1'[(; racrlas 11aJ'a '1ue salga de

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPllA. 460
la estrúehul"<1.; bn~tú sabcr que en pa.~ar un caUejoll
,1" IllL'Jia k~ua <le largo entre Laurel i St:pultnra~,
g,lst:l1n0,; dos horas, embutida en aquella Illal\~'a h
pl'\)l,)l\~¡lila fila dI' jillútl'~ i eargas. De CURJIII,) el!
cuantlo ~e at!'a\'t'salntll troncw; a h altura de los hom-
hro." mm:!,; l'.'pinO'i,IS, i Ill'jlll'o' traidores: los esealo-
ll"~ alternaban con Il)s l'ud¡l,leru~, i los raSpllll'!S eH
la, pierlla...; con 1", p:olp", en la planta ele los pil's al
saltar las hestias, Po,lrá ~l~r ,¡ue los nativos sllfr:m
mí'lIt1s ~\H ·1 pa-;o dI' ,,¡-tos ti) ..;os j peru dio signifi...;a-
ria qu' alli, \:IlJllO 'H lo: atolladeros riel Carar', es
l'rcr.iso ser I)l/I!N ;(1 11 r; para uo matarse, lo cual no PS
Hit dlljill!'<"'P"'l') ,Id ('amine), l'ortin alos~ietedü"
If'·g¡1.Il1()S :. :-<ahz:L1' h"janilo una eS!'lllera de RO:! mu-
t!'l)~ ,1' larg<l, '[lié a"~l],Ú d,. l110krllllS In" hu 'sus,
Alonso E,tévan Han}·l fllml.., el! 158:1, pUl' úrcl"IL
(I.·l (}ohel'Wlllor ([" Pamplona Franci~co ,le Cá(~el'c~,
Ll eiw!a,l (It: Sala~.al'-,I('-lils-l'alllla~, en la veu;a .1"
un rjo ('ul¡ierio de palmidlitlr's, ])l1sióronla b¡ljO pi
¡:;1!],i"Tlu) d" HIJ AI.'al,] .. maylll', :llL~iliildo por dl)~
IInlill'lI'j"s i do~ de la S:ll\tn-h.. rllullI.la<l, los (,uiLI.,~,
11ll1l;lIHlo mal >;:tno ,'! prillll'r ¡L~it'1\to del pobladu, lo
lJ1udaron lIla~ arriba i úbri('ill'on \lila capilla tle ta-
pias i i p jl1. CUl! ,léll ical;iol\ a N nesLm Señora dé Be-
]"11 j pero ni ellos ni lus Hlll','S,»)'cs cuidaron ele esta-
bleeer es,'uclas i méno.; de ahrir caminos, puesto 'jlll'
la l:ill<htl se halh 1'1111" JllOlltp~ i lÍerras fragos;.~, ,l.,
d"n,],· 1'l'C)\,illl) <¡tII· nt!,'lalllam mui poco en !Lg'rieul-
tUl':l i p"hladoll, Pa~ado .., J 77 :lñ()~ la vi~itó el Cura
0\'i,·.lo ellall,I.) eS('l'iJ.ia "lh .. Xuti,'ia" eurio,¡ns," i ha-
UÚ 'lile teuia cluüro¡:i ,¡Ü"., vecinos pubres, euya O<:ll-
paeion cm sembrar I·aña ¡lul .. " i etlcao, "i )'¡!Z:tl' Sll~
c!('\'o,:iolll's en ulta ]llll'lIll igksia Je calicanto," En
1831 1l,',O)'{¡ 11. Salazal', en calitb,1 do párroco, el Pn·,-
hitero n~lll()rÚ, i Cúll el ejelllplo, las oxortaciúlle:> i

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470 PEREGlllNACIO!O

Pl'uitl'llf'ins impuesta!! cn el ~'()I&~onnrio, log'l'ó que


los weillos plantaran árlH)lt>~ de caf6, rl'll' nlIí 1,I'O~­
pomn adlllil'iLbI~l1H'uÍl!, vi('ll<lo.'1' dp cuntiul\o 111'" ma-
tas cal'gatla~ de flor, fm!o \ ertle i Cf'l'I'Z:L ma<lll1'a, dI'!
modo que jaUla.' t 'J'lllill:lla poscrha. Tanto hizo, a:vu-
,lado por el spñol' Fnt~l'l', v,'tera!!o dt' la jll(.!eptnuen-
cia, f'[lH' en 1851 contl'iulI)'ó el ('allt, ,n ~ahzar lL la (-s-
portacio/l rle frutos (jc Ranlamlül' ('011 0,000 qllilltnll'~
do Mfó, l'cl'njioudo Ccrcn de 80,000 P(""S el! (':tlulJio
ñe e te pl'('l'io~o grano, ](,,, cllalrs ~,~ listl'i¡'ll~'rrllll
eutre IllI\](itllCl de ('(I'l,('ll<')'(>" 1"'']11 o,~, t¡IlP ]¡oj 1,,\1-
,licrll la I1\I'IlHIl·ilL ¡J •. su "tI"H l'ún"'·p, :t t¡lli('1l rl'al-
mente· !'on dUlHlnl'CS di'] pl'og'I'I·"i\ o hi,llt'''!al' qtl!' <.li~­
fmtan. Si illCIos b, Curas (1l('IHlieran ~lIS ,1, 1,('I'('s d.,
lwnrfir:cuál i ciyiliza"irJl! ('OIllO • I }>rc'shítcrll Sal!-{ar
(:11 .Jil'on, i d l'I'{'~j¡í(el'o Hom, 1'() "H SalazHl', la ~lIf'1'te
de 1l1lt"~tl'O~ ln1t'¡'lo~ I'llrah'R i la dl,l ('J¡.I'O mi~lI1o ~I'­
ri:m IIlIIi (1in'r~as dl' lo ,]1111 SOIl: ('11 \'I'Z de aC"'I'¡'a~
'11l('jn..~ (,Il/ltm los ('lérif.("~ (1l1'hul lito i ~1I~ rl1illP~ ,i-
lllonía~ que matan la~ CI'l~t!ILI'ja, r"li.ii')~n~, oirian Yo-
tos de amor i l'c'}ll'Lo, id sacerflo('in ]Jodri¡¡ llall1al'~
I·ppre~cnjant(! de la PI'0\1ct..llr·ia ('11 la ti"ITa; pero la
ignorall('ia i la se,l de lUf']'o tit'lWIl degmdado el1tm
no~otl'OS aijll·1 llo1)!u mini"t'l'io, dd ('ual SI' La rdi-
rauo d ('~]>Ír"itu de Cristo i 1!:1Il ("ma,lo jlos,.-cinn las
T,c'oTe, l'a,ilJlll'R Il1Uu<lallH.', ('úll'l'll," a Pll<l8 propios
la im,l'itable crí~i:; 'lUf' los alllt,uuz:¡, j el iUlIIinente
nallf!' a,iio a {JtI • ll\;'llos .],. ('f'.!.\11''¡arl t":lmilJ11lJ, tan di-
vorciados de la wrtla¡],om I'(']ijioll, «ne aUlI la fe lCR
{alta para no ~U1nerjil'''r,
Situarlo Ralazar ('1\ la ril'('m iZ'luirr(la r1p] rio de
AU nomhl'e, trihlltal'io (]¡·l Zulia, qno le c]¡.mura hes
leguas al oriente, ¡:!;(IZlt rle te1l1p('rumrllto ]IC'nigno i
clima ~aIJO, pucs el tel'lnówe(ro centíg'l'l1do marca 1
mínimo de 20° i el máximo de 2;¡0, i el asiento de la

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DE ALPHA. 4'71
villa está respecto delllivel del mar a 852 metros Je
altura. El distrito cuenta 4,031 ha1itallu,.; posesiona-
dos de una comaren fértil i aleg]'C', mui tavora1le a
la agricultura, que e VIIriada, pero no tan rica en sus
productos como lo Iwrmite el BUclo. LOfi 1ll0raJor\c./>
son 1Ian'·08 i mll>ltizo~, jl'IJte sana, de índole illnwjo-
rabie. Dt'Sde Salazar comellzamos a reeibir en a'luc-
lIa provillC'ia mil ateut'iolH.'H j"llerot'as i decidida pro-
teccion a las tarea." que llevá1mnos (·ncomemlaela:s.
~oUlbrar todas Ia.~ pel'~oua>l que así no~ favorl.lcier, ,::,
I'6ria reproducir el c:cn~o de la poblauion illtdijeI!w
de catIa Iu~ar notal.lc. Allí el fora.... tcro encnentra fá-
til hospitaliJ1UI, i el honA,]'\) laLul'io~o lucrativa oCU-
pa<·ion. El comercio i el roze d.· jClltetl 111m jelleruli-
".aJo la cultura, II.·yánuula ,lcsd'J la ('asa úd rico hatltn
la caLaña del l'0lm', particularu1t:1l1o en lus canton .
~an Jo.~ó i Hns:nio.
El de HaIal'-<'1I':;e rom pone cid Ji 'trito d¡~ la cahe-
7.0ra i los de Arbuleda, Santiago i Rau Cayetano, lo.'
cuale!! OC'upan nomillalnwnlu 1.3() li'guas cuadrad, s,
i realmente 49, pues hai 110 det<pobladlls, c..ontáml""'H
('n a(¡uellas 8,300 hal.itantes, o S('II11 170 ('n l"gua
(·uadrada. Lit part(~ alt. . . tI,,1 N-O. al S. es lIIui salla,
i sin eJl1bar~o permanece del:!iorta, Inl<" ¡;olo eert:a do
los límites de l'amplona I'{' eneueutra el pueblo da
Arboleda: c~ta parte fuó objeto de nue~tra prim('ra
escurllion.
" Contemplando el territorio dI sclc (·1 punto oceÍ·
dental mas el~\'ado, se w·la estellsiou no interrumpida
de párnmOf! atraVtlHadOf! por ulla ¡¡('nda <lile mide
llueve I,>guas tl1'S41o Arboleda hasta LL'l ('umbn,s de
Cachirí. La 801,,dad elil eompleta en a'luella.:; frias ro-
jione.~. llonoroM~ precipieios formadus por cúmulos
~le rocas aJllontOllada.~ confUAAllwnte, raida.~ o aguje-
readas, envueltas en nubes que las bañan desatnJ:u

®Biblioteca Nacional de Colombia


472 PEREGRINAClON

en aguaceros, u oculta,; eutre una tI >l1l"a cortina (1,'


ni Ua~, llt<llan el paisaje; i ~i alguna ,'ez las ráfaga
uc vientu ,¡ue allí sup1all COIl furia dC~"oJ1'un el klon
ue vapores i permiten ca '1' ~uLr . la escena lus rayos
del sol, (¡w'üa lllauUie,;to uu conjuuto Üll ahnella~,
pal'c¡}olH' i colo,.:al,·s 1l1<l-as tie caliza (¡ue, 'J1wjall
g'l'lInd ':i ruillas i restus d· fortiJkaeiOlw;,; lt,\ <tntada;;
hnl'ta doudtJ la y -j ·t:l<'ioll 110 ha l'u,li,lo HuLil'. A ~us
pi '.~ s,~ e.lidluenllallUl'itas üwliu:ulas ~ielllpre veril,·:;:
U1¡I:; al,ajo hai utras, i oLras iJúcrioJ'es 11 eslas, (lis-
1'1I" t~ I'1l l.,caloué! . llll1J1C 1 '('en d suelu multitud
de lag-ulla~, 'iue ura l'el'lIl,IIlCCCll conteuida.>; ~Il 1'I,(,j-
piellt..:s (11· 11 'lla vinl, ora 1'11 el centro d Ü' 'Ul ·dales
pc:ligTo~os para (~l "'anarlo '1ue 101\ pi,'c, las cuale' \'it,l'-
t 'Il de una.~ en otra~ (·lliubI'lUltc ,le ~u 'audal, o lo
cn\'iUIJ a lus vallcti l!l'ot'ulld():1 por c1u)lT')~ ([\1(1 a wzes
t'altau ]Jl'c('il';lad()~ en un vacíu ¡J .. 11l: ' de mil ml!ÍI'()<;
i, pit.rd'u ,liyi,li.]os"lI111cnu.]allu\'ia, i a Y"Zes ruc-
.bu de. ('''''lIhm (~ll t'SI'U10Il por lo. ¡;"t..alos 'luC cOUs-
tit.uyeu las tra.tufllaolas ¡¡¡Idus de los eCI'l'IIS,
" El Illlljir dI! Jos vi('llto~, fl'ccucntem 'Ill ~npeJ'jol'
!l lo(los los midos, el de la" ca ":ldru ([ue ~'d<:sv:lIlI'C
(> alllllt-ula H'gUIl las l'0,it·i()u(·s (111' (lt:lll'a d '''1'ce-
taJo!', Iv Y"rJlIO i Ut.;1' 'stl' de a'luplla comarca <11.::;0-
lada. in duda 1'01' 1"1'1'1 llJ(¡t()~ ('uya huull,( ([ll<·¡Jó es-
I:lllll'ada C'l tauto esc:oIll bro, todo ('stu i IIll'rillle al
IUt.;lIl' U11 ..,·11,) d,· gralld,'zfl IIlt·lalwúli·o 'tu'" gl'alm
C·U la ItH'lllOria eDIL cll'e"ll<'!'tlu de 108 ]wligl'o>\ a {lue
~u ha ,istu ('''I¡U("to d ('''I,Joradol' de (::4a. fmg' .'a"
Illullt¡¡ua,. 'uusiste U1tfl de elle , i 1I0-1I111'Jl01' 'uan-
,1,) .. call1ina por la orilla ,le los l'J'ecil'i ,io~, JI la
fll<'J'za ('Oll ([UI,: sO ,!au II)~ rit;uto:;, J" Ia!'f.\·o ti,· 1<J.~
dt'stilfl,il'l'l s i gargllltt,¡.,. l'l'ut.lu 'eH est.e !"UúllIeno la
"UJlti~urat,i()!l tle la s l'l'altía, Ilue anoj,\ dtl'iuus easi
p:ual ·los áeia los val1l;8 ue ()úeutn, al ol'ieutc i [Leia

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlIA. 473
la hoya uel Lebrija al poniente, i la diferencia ti ..
tC'mperatul'a {Ilie hai entre lo alto de In R"rranía (10'"
I'cntíg-rlUlus en UaeLtiri) i el final de los eKtrih()~ ;'0-
],re las ti 'rras bajas (27 a 30° en Jos vaIl\'~, i en )¡\~
ribcl'aR ,le, Lobl'ija,) Enrarecido el aire de la~ r('jiul1"~
illt'erioJ'e,; I'0r UIl sul arduroso, se difunde i ocupa la~
g'ilrgalltas de la Hcrranía, dotermulan,lo la rápida iTl-
IllC~,il)ll lle las capa~ cunuensadas pur el frio 1']) la c,i-
111:\ du los p~lI'aUlos; i la Ü!)treehez (lu las 11l1ieG)'lh
tunLribuye a dar el Ímpetu del humean a rtite aire
,1c~ijlli('i<lllo i comprimido al de'curl\;;r por los prolun-
gados uor¡uerollt':;," *
] )j,;tn dú Salazilr Arboleda tres legulI~ i fieis dt'eillll ,,:
Pi'" un (':lllliuil apúnll'; tmzatlo, p"ro nlrm'e>l¿lIld" l'O-
IlHLJ'l'¡~~ 1,\·1Ií~jlllilS a lu largo de la Iluí.rjen izqui"rda
tI,.1 ZLllia, c\lpio~ameute r'gada>; i \'t'~tida" ,lo Lt'l'll Ii 1""
bosque mui variado. El pueLlo e~ antiguo, ¡"'m p"-
'Jucllo ¡pajizo, i llltJrece 01 nombre que lleva, pUl' t·,;t;ll'
(·,lificallo eH illl'llio de grupo~ de lÍrlloles fl'ul1<lo,-;os,
J 'ito,tIc eel'ca su río, quebrándose con 'slrépito "()lJf ra
101> ]> ·,íasl''':; semLnvlod cn el caue", i adornalo 1111
puelltl' crll~ant . ,JI' hejucus pam facilitar la CUlllllUi-
(';Lei lL d,l ·'t· tlistrii.O i el de Cuentilla, Gipo 'l\\(' ~l)lo
~il'vtJ l'llr;t el trúusito) de peones, t '!lit'lulo que arri ... ~-
1.:':\r las b 'slias en la tumultuoo:\ CCll'l'il'lltl', halmIa~ rOl!
(,:tbles cl ..sue la l'ibera opuesta. Cuando lo atravcsa-
mos 110S ayud'lJ'oll a remolcar las mulas i cowhH'il
h sill.ts por (·1 pll 'lIte ocho lalll'it'g'()~ \'ig'()l'osu~, ,·nt)'..
1.." eual s ·ltauia Hotar uno d,· grall cal' haza i rni"ll1-
hl'oS re,'ojidos, aiIHliadu i reehOI~'hf): ('1'11 llllda llIén()~
cIlle el Presiclcllt,· <Id Cabildo de Al'b"hla, í por VCII-
t11r:1 los tlemas serian sus hOllora],h'>l cul"g-a", Estl'
ras"'u cIr. filo,;onco desden por la~ 1'0IJl]las ei~iles, basta
}lam eumpl'cut!'r euáu llanas son la" costumbre:; 11,·1
• Couazzi. J eograffa física ( iJ/C,dita.)

®Biblioteca Nacional de Colombia


474 PEll.EGRINACION

lugar. Fuera del Cura i un eRcr¡h¡PlItr, antorcha del


puelllo, tocios llevan en el f'IJtpl)¡]imil'llto ~1I <'olllpetente
rlósis de tilliebla.q, incll1~o el ~\ 1.. nI. 11', q'H' no COllOÓ,L
'01 alfabeto. AfortulIadallll'llte ,,1 'ura es hOll,bre lim-
l,io ele eorazon i ~in n'''aoio!; de maUllarin, (¡ue dI'
otra Illanera no tcndria olJ"túeuloR para a\w]'~e (;Ull el
~f)¡'í 'rllO i lo!> llo!t.,illo¡.; clp SUR cándidos f(·ligrc~es, ('0-
l!lO lo Lizo un su y cino, dI' 'Iuipll algo diró cu¡uHl.)
flH're oport.ullo. El pl\('l,Jo i¡IIPtla m llIl Ilallo n 912
metr08,le altllI'a ~()hr' el mar, i ('huí Ptlifi"ado sin ór-
den,oKtl'ntalldo ('n su~ ("all,'~ gnw a ).,,<.¡t~ ~alit'lltes, i
fIn RUS c'H~U!O; Ull rnzonablo dlls.~t'(\ÜO j dt'~a.s.~q. N () u¡..Í
la ¡,rlc.,ia, 'Ille es ba~taDte eajla" ~e hallaba bien lJa-
!Tida ¡adornada (;on ~"ll(las ro"l'1n,.; i lÚl11in:ts de bl i-
]llm!<' mi('a, de 'jne h:ti alnmd:lllt .. p\"ll\,j~i()n e1l las
,·creanía!;. Exi,tcn, SI'/",'UlI 1'1 último ("(' IN), 5:30 ¡ÚÜO'
Ile álllh(j~ Sl"XO' en edad de ir a, In l' 'PUt')a, i ~(l\o 15
mronCR Hl'renJl'll a gritar la ,'artilla i ~aJ'HLatpar ¡,¡-
zarras, jo que no ('~ 1lJ1ti Ji-<llIj, ro plll'a (.) l"lI'\""llir
intcl"dual d.. n'luellos eilltladalln~ (on ('jl·rJll'. La ~aln­
bridad del (·limil, cuya t(,TIlj'l'mlma e~ 21 0 cPIlLÍgra-
dos, ~,~ m:Ulifir~ta en (,1 lI](¡Villli, JIto du Jloblaeiun du-
raute 1,1 ano dp 50. Na(';proll 80 individuo!', () ~l:a 1
por ('n¡la 17, i tilllf'('l"l'Oll G:!, (1'11' ("ornspollllell a 1
por ('HIla 27, 5, I'cf'lIltando pI ~ }l0r 100 dI' allJlWuto
parn. tI totnl de 1,43:3 lJabítl\ll!"'. En 1 ,'iü 1 "li(·"
O,i (10 (' PI"a "curl!to rlodrill"rt1 d... la J"('\ijiull ll,
I '1m Fr ! . ,( o ('I)lJ Jg-1l"~i:.t. dI' tHpía~ i ra.iH, pol!l'c i
~in 011 ,1 11 ,1. '('l' indi(), i ~,'tt'nla \'(,(·iulIs ,1Lo poca
utilid . • ;!l Cura dll,('i <: 1tttl~ I'e.',,~ NI jéIll'ro~
de lrr ¡,el ('~ muí ,ll'htlir·hafla i fl"!ll.(tlsa Ul.l
pl'fia. (. 'os ('011 1nlt'lltl'H de bcju('o~." ¡":e ve,
]'UI.'S, fjlll' l,a ]. (\gr('~atl¡) ('U tn¡]o, r:1I1,0 en ItI~ l'uentc.<:
i el I'rr,~I"(,~O ("'lltinuará rúpido, lHll'H St' nfiamlll pum
lo "eni.¡, 1"t) ('n la" ]llaut:wiones de c.afé, cuya lozanía
no tiene igual en otras partes.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALrUA. 475
Tres legua); i mrdia al N-E. de Salazar e~tá San-
tia~(), a Úl'íllas del rio 1\'ra)'Jllso. i treH ¡"guas mas
allá ~()hre el lulia queda I'an Caydauo, pLÍeLh; d)
t<:mpcrmuento anlit:lüt" JiCZllUlilos por]¡tJo\ fiebres i
amenazados de ruiua por los ell,)/'llleR l'raj!': 'Ine el
Cnbil,lo dt·1 ~t'guudo ha illlpm"to a 'mUlhlll cargas
pa.q n por allí, pI' 'vali,los JI' 'tU' no habia otro cami·
no para cOJlllluicar COIl ::;an JlJ~é, Pi"lI~au qur de esa
mall<' m '0 crcan rl'ul11.Q lt)l'a)p~ ('Halltil)'as a eosta tI '
IIl~ fiml~!t·l'o." i 110 Y '11 'jlle 11O~liliZ;¡Jl(ln ,[ tráfico lo
ahuJ"lltan, se pril"an de ~us h¡;lldkio~, i :1Í~[ándos'
.le lo;; t!('mas !H1t'IJlos dcArn!"'l1 ~n )tropío hienestal',
flll\l.Ia.lo 'lh'l fúcil i fl'l'cU<'lIt.' c'<llllhio de sus Ili\)I hll'tol',
que c' an Jo.! 8"1' ¡'us'.'ad ,s i pil'rtll'll l'nr "()IJ~igllÍt'I1tc
~\l \ a lo!" fl,Jat i \ ' .>. La ig-uOJ':lIH'ia i ,,1 1!l.('Oi~1I10 t!c~­
p[l'g'¡l(l,,~ por'¡ C;¡l,ildo·¡j· ~an C'ay"üUlo le hall r,~II­
(liJo Hlllar;.{dS úntll', Lus J>]'o,ln 'tol'e~ d· ~alnzm' i
Sttutiag-v l'l'solyi¡;['(m ~a c u'¡jl' el ytlg") i no pasar [1('\'
la codic'in:'H parroquia: traZ¡ITon un llIIC\'O camino
('crea d..1 Zulia i c<:hartlll IHll'lIte Rol,l't! el río para 111,-
Yal' las 1'1I1';.{a5 ]i]¡r('s ,]p p .. ajo· :t ~all JlIS¿'. Han Cay\'-
tano, Jlu,'blo /¡ue uo ,'/ml> 'P lo l[tH' S"!I Ulla e.euela dI'
priuwra' letra", l'ufi" ya la pt'n<l de cstrafiamiúntn
r0~p.)(.'to Je los (l"Jlli\.~, i 11') :-prá 1lI11('110 ,¡ue terlllim'
Mll o"cnm exÍtitencia d~al':1.l'eeicn'¡o de l'utre los diH·
b'ito"
Al ¡;alir de 8alaz1ll' para la capiLaI ,le la provincia
enc'ontratllns al (;obel'wl(lol' 'ltH) anduba Yi~itan(10 ¡,;U~
¡mehlu , Nombrarlo f'~ d"ig-nar el tipo J.' la IlOma-
dl'Z i dd patriotisllIo illj¿'IlIItl, intittig'aLle. Hombre de
e,lmi pron~da, el ~,'fior bi lro VillUlnizar cuenta sus
tlia' por I"s ¡;l't'VÍt~i()s (fU" ha ht'eho a 111 Rp!,úblicu
1)(',;(11' el oríj('n de esta, i ~in duda ltl~ finnlizará.legantlc)
ntll'\'08 be~eticios ti bU~ <:ÜJl('iudnl!anos, porque tal es
su carácter, leal, sencillo i londado~o, Tomamos por

®Biblioteca Nacional de Colombia


PEREGRINACION

el ('amino Ull()\'O con e) o],j.·lo de in~p"'c{'iolla)' la olJra


del pUl'ulc. En la ¡Wllosa t~lmla do pa al' el rio HO>:> ~()­
)¡I'ccnjiú la noche, ¡ hubillH'S de ¡tlojal'uo:-; ,,]\ un \'aU-
eh,> r".]f'¡(']o ,le mOllt" i ál'oules di' {'a('au U('si'ui,laJus,
que enlri"tt'eian el {¡lIilllU ('un el "l'l"wtÚl'ltlo de la
1'uina i tb'oluc'irm dnll<le ¡'tUL 1, fuó uua llnrt'\;h:l1t' lJa-
('¡ 'nela: all()l':L p{'l'telH'c·ia a lit'; 11l0Ilj;¡~ de Palllplona,
"s d,·,'ir, a III((¡W,~ ,,¿I/I r(¡l~ '111<J mal'dülal'uli la~ lalJu-
,1 ..1 UlILil!;110 1'I'ol'i,~ral'i,).
l'IlS

dé )03 J-l..,('os i J.,alT¡lIl(·¡L~ d,') Jlla] traza,lo


1)1"1'\11''';
('amiuo, del peli~."o~o 1m 'o ,h-l I'io ¡ .le la estrecha
l'",ada (-11 ,,1 h ,~rl" -, ;,i~ui"'I'(¡n las )!all'lr:h i l'0ll'\:l'Us
SOlllbl'l'arlo.' poI' Clliít.,~ dI' ¡lUdia i aplallada topa 'lue
illlullciahan la ]il'lJxillli,lad d,~ lv~ \alb; C1H:uLf'11 ,~.
1'0]' últill1o, al subil' l'] iSl,illazo ol(· lIlla l'e'[Ur·jh ~('­
l'l'anía SI' \'i,) al ol'i 'ut(; (.J ¡<o]al' de San .JO.,l' cul,il'lto
d,· árl¡úl(·.', i en el fimdu Ja~ ('i1~a~ LlatHjw,tLwlo al aOl'i-
I.!;') del multiplicarlo l'allltljl'.

XXXIX

H:tliJr):;ó, capital d,' la IH'ú\'inc'ia 11,· Sallllllldé1', tl1\'O


,.;u uríj"n a pl'i'l('ipio~ 11,1 Higlo 1'a:l.10 ('n UlJ\)~ rall-
(,111), aJll-X"~ :t la CI'J'(';IIlH l,anu/juia do 'úr'ula, Por
los allo~ /ll' 17:3! ¡i'I'IIIÓ euratrJ S"IHU'¡ld" e/llll'luolll-
],n' dI' ~aH José-<i,,)-( ;uH,illl:tl, i (,n 1 'i!)~ L' Ita])" tm,
I'I'('~I'''I'O f¡lI<- ,,),tUI u l') tilul" de Yilla, t!"j;llt,h (·1
iljll'lnlil'O Uuasill1:l1l'ol' ,,1 de Uúuüa, eH JllI'lIIuJ'ia /1"
,11 oríjen, FillaIIllPllt.·, la Ll'ji~latura dI) 1 ' 50 cJ'I'Ú
c:-<ta 1'l'ovinria, i ,11·~i!.(llú la Villa do San Jo~ó para
c" litro tI.. la Ool>cl'1la 'ioll. Encuénl\'il'f' a ~D! mp-
11'0, d altura COIl 1'('''1' -do al ui"cl,h,l 111111', '-olm' la
rílll'ra il<¡uil'l'lla del J l:lIllplollita i 1']) 1111 JIU)!) aJ'ellOso
¡"HII'IUlo pOI' ('olillas -stél'ill.'~. La ¡<'JIl)" !'aurra o~('ila
\'Illr' 21 o e'!Iltígra.I"~J 'jlle e.~ la ,lu nuvicmbre a 1',-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA . 4....
l .

1>1"(;1"0, j :12" CU,lIlc!o la "st:1<'illll <'alu ... "n, de jlllio a


"dlll,r,': fu,,)'t,~ I'i 'Iltos ¡J,:I ~-E, ]lr<)(luciJoA pOl' I'l
cnrnl'"cÜlJÜmt() dI'] aire ,'11 la g-raIl CU '1)<':\ d,'l Lau:"
<le :'ú aracai¡'o, ajit:lIl la atlllí¡,ti'l'a durante lo,.; ot ru,.;
m".';,,.; i hae"'lI ¡';lj'll' :¡ ;¿¡j0 la te·Uli' ratllra, IJUI' k¡-
],j"11I1o ('ulm" snL;e a 31 f, lIIiélltras d índice dellli-
_~Túllletl'lJ d., ~:IU'l1l'!'~" 11111\'\'" d,·sll,' O" lta~ta 10°.
PUl' 1:llIto, ,'l I'lillla es loie'lJ lU'elieutt>, i ,'ería lIlaJ~allo
~in dü:llo~ \ ii'lllO~ '1ue nI 'Jan 1.., mia mas lenlllta,]""
l'1l1:ts 1I1Úlj ' 11", TllOlltUIiS:¡s el 1"" ríos Tú ·hira i Zuli;¡,
lllg;lf'" llH,rtili'l'll"; aun para las jVllteH ¿li'lilll:1tat!H-.
1.:., do la Villa }lill1 t.:ni,lo d ]1\11.'11 jllil'io do CUI1-
~l!1 \ fll' ,-JI h pIIlZlH+IS i l",ti IS l\'''1Jdu~cJ~ <'lIjíe'" i lllll-
1IlIJlH:~ jiU::llIt¡; ('(j~, '-IIY" 1" Ilé!i"u l'nJl1l1j. n'" "\larda
la. I':I-W d,,1 ímI' ,tu dI' [os, i"H!n", 11Iitiu:a ["S ardor,·,
'¡pl . 01 e illll'i<lv la 1'!,\t'!,]¡'-l'iI"iOJí <Id ~\ll,lo, 'tne sill
a'[\I' lb ,,"JlI],I':1 cstaria <'<'IIYi'rtitln ,'n ar,'uaJ ilJslIli'i-
lo]", pu~s la j'¡,nnHcic1ll tIl' J"s valll':> ," ti ,t,· al a(,:1-
l'I'e'O 1lmial, i Ja~ l'}alli(:ie'~ ~('t('1I1I'i"llak", cubi('l'ta:
ole ~"h a. 'lul' }1:1("'ll hllrizollt,· lllirúlld"l;¡s des,l,· ..1
"1'1'1'0 ,/,,, ;¡j '1';', l·,tuvieron c1olllilla,1:t~ 1'(,1' un mar
tlulel', aho)';t l'l'dw,ido ni Ln!{(, UI' ~fHral'lIil",: a~í 'os
' lile la ti .. ra n·jl'tlll TI'l".,'a iIl111t'diatulIH'utl' ~ol.Jré 1.,-
!'he" ele arl!1H1 i ,guijal'J'o,; l,rúximo: a manilestm" I
,l,,,de fIue a la (;Ol'Lm slIl'l'riul" Ic lidta el abri, ...) del
]¡(lSf[\1("
E: :-;all José. plaza dl' cOlllp]'(,io i ('1'11(1'0 d' un Jll()-
\ imi, lito uH'l'I'autil qu • en el año C't'ülIíIlUico d,' 1.0
de ~<,tiI'JlIhrl' de l8,jO a :n 110.' ag·(,~to dI' 1 H,'j 1, nIean-
zó a lO , 'j~O,G~7 n'a tes C'l! l"'portll"ilOlll'S (' iltlporta-
I'iolle,; r"jj,.,tradas por la a,luall;\. :-\UIIlÓ la e~pforta 'iuu
;;..iO-l,(J(¡ 7 J'l't.le;:, ,al"r de artí('ulos sumillistl'i\flos por
trel'r raJllO~ (h· itrrrieultul'a i rli .. z de mallUf:letlll'H~
lIuI·iou:\1 ,~. Entre los prill1C'l'OS figuran 551,~lG li-
Lrns ue cacao, 4.302,750 libras de café, 4ü7,~04 de

®Biblioteca Nacional de Colombia


478 PE R.EGRIN ACION

panda, 48,0 5 de azúcar Llaneo, 281,580 de quillas,


i 318/WO de tabaco: eutre los st'g'uudos 1.080,540
l'l'II\I'~, valor mwúfeslndo de wmln'Cl'OS jíJ!ijnpa,
32,4t-:21'eak 'n artículo. dc fiqm" i Gl,828 rcalt.!:-,
(·u li,·uzos i ltJauta. d.' l'aí.. La impIJI'tllcion fu>Ct:ll-
(lió a 4.515,DGD reales en lllow.:clas de oro i plata, i
1:'00,000 I'l'ale~ eu lllereanl'Íns 'mopeil::; i sal \enezó-
lana, segun couti' i u tímida de v:trios cúlll.'rciank~1
il..~j~tiéllduml\ la Pt'l" uasiol1 tlu Ijlle JI 'gó por lo mé-
nos a tr('~ lllillolles de l'eale~ ':, con el C()lT' 1 Illlllicntu
• Subiendo lo que ~on j ser.1n 1", Aduun,., a posar de h
~C"C) ¡dad dc los l'l11ph'Hlloli j III vijilduda problemrí:tica de
los guardas, rccojr cuidadosamente en cada callton, i ulIsilia-
do pOI' los vecinos mn Yel'azes i notublc~, los biguientts
dntos;
°
Hui en el can(on lo; \11 .Tosé +.()()O lJroldnl ios jornaleros,
que unos cun otros f{a. . . tan ;"' 11) en ropas e~:-
tranjcras: son leales ...... . ............ . :)20,000
2,000 illuios con mediunas cOUlodidadeb, quegns-
tan a ¡·O ......... o...................... 610,000
¡OO rico" <¡\I< ¡ras!an n S 200........ . ....... 1.120,000
lIní en el can Ol! Hosllrio 2,000 Jornaleros, que
ga taU a. S.... o • • • O" o, . , , . , • • • • , • • • • • • 128,000
150 individnos con melli¡¡na~ ('omodiuadcb, que
gastaJ) a S 25 . . ................. . ..... . !IO,OOO
I ,jO ricos, qne ga,tan a S 100 ..... , ......... . 120,000
Hni en el ('"n ton Sala zar ,',,500 jornnleros, que
ga,t-tll 11 S l· •• , ••• , ••••.•••••••••••••••• liO,OOO
2,000 indi\'iduos COIl mediana cotllodidaues, que
",ostaH "S 10 .... . ............ . . . .. . . . . ]60,000
[jOO ricos_ CJue [<'lIstan a $ lOO .. . . , . .•.......• 100,000

Suma el consumo anual de ropns es ranjeras, rs. . 3.1 H,OOO

En cuyos cálculos se ha e"itado toda exajeracion, como


" conocerá comparando la masa de riquezas circulantes en
la provillcia con su pohlacion total. Risible cosa serian la~
Acluanas si no fueran destructoras de la prosperidad püblica,
en cuanto se oponen a la estcnsion natutal ue los cambios,
de la pl'oducclOn nacional i de los consumoS baratos. Tengo

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPUA. 479
aumentD en artículos (:~portados sin conocerlo la
Aduanll. El tráfico entro t::lan Josó i puerto de Los-
Clleho8, fi)l'mó un total de 30,500 tar ras de a diéz
al'rol)a~, (ll 1<' trasportadas a ] O rea~el:! carga, dejaroll
3D5 000 J'cale~ en mauos de los arnerOR. Agr<'ganuo
a e~;o lus g-tlllallf·ias '¡" los llogas i el movillliento dt·
(·a1'!.('a~ i ,~t10I'C~ en ,·1 C0I11('I'C10 ¡Iltcmo re 'jJll'Ol:O dI!
los ('allln!lt's ¡ CllU la~ pl'oviuci:uol limítl'o¡e.~, se llUede
<,¡¡lelllar la SlllUtt (le l'itlUCZ'LS (¡lle eir 'uJan en Santan-
der, euya pohlaci,m 110 pn~a {le 21,282 habitautes, 1
~(' l'<J!wihe cuán holgalla será la vida en lucrares tau
tiJJizes por la . itnacioll mercantil i la incansable fe-
Cllndi!lnd d la mayUJ' part.. de las til'l'ra,.¡.
La {·iu,l:ul, tiLvorecitla ('011 la cOJJcurl'l'ncía i VI!-
'i",larj" do mtl<'h.)~ "stran.il'l'o~ laborio""", cuenta
:;,000 1lt'}I·ad"rl· ... al'o'~(,I1t.a lo" ('11 huellas ea.~a.:l de
f ..j¡t ~itllwJas '11 (·1 centro, i IUllltiLnd d > casjta.~
'llW !'lI'llllln los alTallalt's, e;:pareidas sin demíLrca-
{·iOH de C'aUc~, 'n á1l1plio~ cspa<:Íos como plazll ,las, i
$omllread,vi por ln~ prote 'tore" cujíc.... Vago uo hai,
ni bl'atH~, ni ,,1 uc-a~t'o E'U I:\~ P{'J'SOllUS i haLitacío-
u!':! 'Iu ' llIullcha i degl'acb la ';l'llerlllítla,l de nue~tr{lb
)llJIl.Jos uc la Cordillera. En Sall Josó toJo~ "on nc-
g'ociallt.'~, lIlereudere~ o agricllliDre.~, i UC'[LqO pudiera
(,JlI'{I~trál'st'le~ la c~ce~jYll cOlIsagracion a los inWl'e-
Res ma(crin!es al n:1' la poLreza j p 'lluefi 'Z de la úni-
('30 i~1 >sia, i el d"smúdo con que luirau la educacion
(l., las "ifias, para la~ eual!" liO hai ('scuela púLlicn,
pnes <'ulu e.:xiKk Ulla de nlJ'ullCl:! a c¡ue COll!'urrcll 147,
t¡ll'd:uJlJo:iC V] 4 llirll~~ i 7!lB niüo>!, 8ill la 1'I'ccÍo.q a
luz de la in"tJ:UCCiOli }>l·uual'ia. La }>ouluciou se com-
IR esperanza de verJas tan dcs.creditada~ tambien como ins-
trumentos fiscalc~, que al fin se persuadan nuestros estadis_
tas de la. conveniencia de abolirlas, sustituyendo algo mas
honroso para ello. i benéfico para el par!!.

®Biblioteca Nacional de Colombia


480 PEREGRINACJON

pc)Jl el 1 33 por 100 de bl:mco~, 11 I]uj~n~~ re"iJo


la ilustrtH;iOIl i cultura, el 27 por 100 el.. nwstizo"
clU(' j(¡rJUan csmlon intermediario, i él 40 pOI' 100
de africanos, cuyo lolo es el traLajn físico, i su patri-
mOllio la inaltel'[.ble ~alud en llvr]j,) lll' las ('il'naga~
i rio, , se~m cuales fuerclllas intcJl1¡wl'i,'s, [\le ~lLli-an, El
tipo masculillo ch, los priuwfus e~ ~l jÓI'I'Jl voluhle',
V\'stirlo a la lijera eon chupetin o cha'llll.ta ele IÍl.;llzo
j casaca IUi:! elomingos, dedicado al cfIlUt'l'eio, akllt ,
(le~pej(lflo, bailador i PO('O in. truido, sal\'O ('JI rceluie-
],ros i gal:mtcos: d t'elDc.mino es la elamita dI' propor-
ciones delgll(la~, asp('cto (}('!.il, ll1e"lalv~ l,ull'l'u~, talle
Ilexible j prUrll~a tauellcra, ('n (·1 \'l'stír muí m'l'ada j
elegante siglli('nclo las modas frall('c'a~, c'n ·l 1ratu
lIt'na de :tmnhiliclad f' injenio, . Obl'l.'1ll:1llCm s<ltiablu
i e'al'iñC\~a, jll'ro sic'mpre rpcatada. La llJ tÍ-ic'a i l:l
klill' ~on Sil vocn(:ioll; i rar: es la ('a a dolltl(· al c, <:r
la nochc no ~lIelle un piano /'011 las IllaJ'('adas C:Il-
dl'l1c'ias del "nI,,·, () ulJa ]Utl'lJ:L lIIHJ'l\paih('r:l, O por
\'('11(111'(1 ¡los \'ow ele timlm' jU\'l'nil m.ida para cau-
tal' t1'01'a8 de amor, En los Jlll'~t i7.lls ~e m:tnifie:,ta l'l
(ipo l cal, compl('ülmentc ('rinllo ,bcle I'l tmjt' haH(¡~
el alma: Il)s hombrcs d, m 'diana l'~talllJ'a, SlIt·lto" i
ájilc:~, viRtil'ndo p:mtalon dI' dril i ('mtli~a Llallca,
sombrel'o d' na('mna cscc'si\ 1I1111'lItu l'l'(lUl'fío i nad.t
de ruana.; zapa('ador('s, til'k'rns i l'Jl:tJl1(Jl'ado~, Ull
tallto afectos ti la botl'lla i al juc'l!O, pero trahajaelo-
J'l'R i de índolo IJtil'na, ,ill llllJlhlks Jli ]c'nguajc (lés-
COllllme to~, como lo~ del hoga 'lile tripula los hong ,
I-lJ el Zulia: las lllujere, pl''lul'iias, :;al,iellllo 'l1\e son
l,onÍla i pl'ol'lIrando luzir i .jl'l'('itar l':;t • dOll de j,'n-
t!·~, el cucrpo bien l'('partirlo, Jiml,io i ondulauit', ale-
gres i lista: para c'ualquir]' Janz' ir. pue tn. Entre
dla~, como entre los hOlll hres, hai ],a"tnlltl'ti de piel
llalJca en que a primera ,i"ta no ~e l'~n;iue la mezcla

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlIA. 4 1
Utj i'an"'re africaua: coustituyen la pon'ion ~,·le ·ta ll,
su trib~, i gastan lujo por vHuidau i col'te~31úa 1'01'
instinto.
Todos los ~áb3do8 i ,10111in!.:"os ]¡ai hailes pUl'll1;u' .~.
a campo l'H~O, eu la plazuela ud. Clljí, o eH el t::;tcu~..,
patio UC Ulla wutll do 11l:OI' .~, atalllada pUl' (·",ta~ r\!u-
Iliou('s daLlzalltl'~. a Ja~ cual ..", cnll 'UJTP tlesdl' la ora-
('ion la jelltl' Ilanll, i al SUll tic 10,; tiples i maraetl,s
}Iasa la mayol' parto d, la ltlH'he l'lllÍ':l1H'() ~,)Iaz 1I111l-
l'1\ pl'l'tur],¡vlo pOI' )'iña~ ui gl'o~cl'ías, lllui di,(¡tlJl",;
,[PI carÍlctl'l' IJcll<JYulo j suay' ,h! :trillel pUlJhlo con-
tClltO t'on:;\I liLerl:ul i su ('l1\'idiablil mi',liall Ía. La
fh~sta 110 8ltn .Juan la ce! .. hral'\)ll 1'(¡JI ("HTL'rHS d" ":(-
hallPH,l'tlsalHlu I'0r dehajo ,lo al\'O~ ad,n'lIado ". rfi-
lllaznu i frut;I~, i PI! (·1 centro UIl de'''t'lItur:trl" 1'"11,,
l' udienle dc' Ull:~ ('U"l'lla (I!1O l'l'coji;lIl al pacar l. 's
jillet s, cuyo anlll·lo era pillarlo' la cahl'za i llcyúl <:lo,
con gran "f>IILollt:ulliellto de los nlUt:h:.Il'I\tl~, di~pell­
~adol'e~ de ~ill,id()~ o aplausos, srogun la ~uerte del ([U'
:u:ometia la difíeil l'!lll'l' "a. l'or la llOc!W pu~il:l'ull
baile (!~traor,lilla)'il) en la plazll·la ya 1l0l111",:tdll.
frl'lItc !L UIl ("Ido bieu :ml'tid" <1(> li"flr,·~ i dul"l'R, 1")-
l.ijado »01' hts tl'l\(li~las ralllas ~c los eujíl'~. Cuatro
p1llos u"l'el'hus con faroles de Vl~lga eran los rllll(le-
labl'o~, i almlsmu tiempo demarcaban el espacio des-
tinado albai le. La orquesta se hallaba en un 'st1'C1l10,
tiple i LalltloJa filmlauos gravelllente, i en pió a su
redodol' ".. i" l'e\'oJreuOl'es le lllara 'a~, que :iUIl ('ala-
bazos ti· div,')'''us tamaños con mangu atra"esadu i
granos o l'iedrc('itllS dentro, lus cuales ajitall al 'U111-
pas de los tipl " om glJlp 'álldolus contra la man.) i
los muslos, ora zllralldeántlulos en mil dircccioue'
con admimblo elltu"iaSlllo i deleite filarmónico, A "'re-
gando a ,do el continuo rascur de una caña )¡ue~a i
rayada, que Damall carraca, manejada entre las picl'-
31

®Biblioteca Nacional de Colombia


482 PEllEGRlNACION

HZ ~ macarrónicamentc pOI' otro nnísico de airado


I .:tro hañado en sU/lor, qu('da eOJll},Il'ta la of1luC tll.
que suena como aguacero fu\:l'u.', ml)nótona i ~ieIl1-
1r·> en la 1lli mil CHI]'1l ·ia. Reunida en loml) la jente
i situllda.~ en primera línea las uaila¡]oruH de bu:tto i
1\:1I01l11.l1'(" "iene al 111 (>1] io de Ja ruerla un galall en
I aligas de cami~a, cruzados a la eSl'al,la lo~ brazos,
i comipnza a zapakar ~olo, exhibiendu HU l'el'~ona i
h:tlJilidad, en tauto que las llIae~tras del arte le mi-
1'311 i juzgflll. Si lo llace ¡¡jPJI, una tle ella~ s a"ll·lan-
l . lu aluda, i eTlJjll'('J1(ln jil'08 ('il'c'ull\l'l'>! l'ltl'illos sin
~ [1M"""\' el muvimÍl'ntu ,le log pi('s, ahí,·/tu con ám-
las IlHlllOR ·1 am·lIl) fu~taJ\ dI' z;\I':tza pam lIlustmf d
n\l'¡]o ]¡tlJ'(laelo ele las enagua.'l ulanea~. A poeo rato
~. 1.. otm i se Ilirije al homhre : In que bailaha da tUla
"n,lta de. Ikñ{J~a i aoandonn él rampo: la otra 1m
('"fuerza por d¡'~lu('iI' a. lt pn'(lPcc~"ra, i el hombro
ln~ d ja penal' i ~ig;ue mui satisfi·dlO sil'vienuo de cen-
tro ¡J .. atraccioll h:wtn que lo l'(~I(:vall tlP] oficio. He
n1luí 1:. MarOllW\';L, l:~ l'n,rmm o la H(·lílDlpugo que
n"nan el eRpaf'io con sus profusos fustancs i jiran al
r,,(Il'd l' tIc:! galan, inmóv:iJefl al parec'c!', i tomo si el
!ó'lll'lu que pi,:;an las traspOl'tara VI:'IU7.111ente. ¿ Quién
porld\- ompetir con aqu!'lJas YettmlJla~ reoautiznan..,
}>ol'U~ admiradores? Unl. Re }II'e¡¡cnta: es la b~lla
en moda, la que f\l1scil.a murmullos tic em;dia por su
t1orí(la juventud, i maR aun 1'01' la Of\t.l:lltllcioll tic ¡;UH
rrala-. Trac cami"a de tela tina ('OH bordarlos i enca-
fe¡¡, mui escotnr\., (>n las e'-'palda. i algo ménos por
'delantr, prensada i e,tiradn por la jareta dd fustan
tle Ol'glll1clí, ceíiirlísimo a Ja. clelg;ula cintura i cayendo
en pliegues sobre las movirnt<>s curvas del CUCJ1W :
calza p\:qu ños zapatos (le jénpI'o, i adorua su cabe7.3.
un s mbl'el'ito nacuma con cinta lujo~a, dejando ver
por doh'a.~ el abundante cabello l'ecojido i suj~to por

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ltLPlU. 483
un grue. o alfiler mallado: largos zarcillos de Ol'O
L¡ú,f>u ~onHndo Su C11 lIo tlescu hr 'lto, pues el pafillélo
tricolor du seda, pu 'sto cun l:llidado~o descuido cn Io~
hombros, no tapa lo Lorda~los ~Ie I~I tra~parentó call1i-
sao Entra a uailal' casi tíuJlda 1 nllrando al soSlayo a
los circunstantes, quienes la palmot 'an i diceu toro:!
de no dmluso perfuJJ1e, que ella reciue con inditeren-
cia j poro 110 así los ob~l'(lUios lilas lSustan iosos qU.<3
uo
desptl<';; la ofl'('cen a porfia en el toldo los come ti-
Lle~, teatro do galantoos tmiver'al's continuados por
grupus quo toman a 'icuto bajo la discreta oscuridad
de los l'ují0:=;.
ro ü¡]tall por allí nwsitas d'l juego ,lo azar, alunl-
LnvlaH "un velaR tI", ~ebo dt>lltl'O de cartuchus do pa-
pel, i l'ro~i,lidas por el garitero impa~1.bl. como la
!:Iuerte, ~ \1 re {CIlor ~o eongl' 'ga i e~trccha una ttipk
fila <1(, juga,lol' 's mirando an 'i()~o~ la DWS!\, en tunto
qu.> la;; luzes tI'l e 'otro ilumÍnan par 'ialmente las
'abcza~ IIlas a(l",lanta<1as i d!.'jau en la sOlnbra do 1:1-
noche el l' 'sto de las l)(,J'sona~ j contra -te vig-ol'o o de
claro-oscuru 'Iue acrecicuta la es]>r sion do lll.~ pasio-
n<:~ piutadas "in rebogo en la tostarla fL~on()mía del
homurc inculto, i furma it,tel'esalJü'~euadros, en cuya
contcJl1l'lac:ion pasó largos ratos, Do vez en cuando
asom:1La ·1 ro~tro de alguna mujer ya im\til para el
baile, dc!\ecllO ele otra edad mas alpgre i feliz, ¡con
la boca comprimida adelanu¡La la rugosa mano AD-
bl'o la easilla roja o negra, depo::!itanJo una monoda
quo si hablara contllrí:. e eándalos: sordas impreca-
ciones seguían a la pérdida do KU esperanza, i ontón-
ces un brazo torneado, ,1 de la hija quizas, la tomaba
por los vestido i la sacaba de n luel ¡ug.'ar de tormento,
donde nadie repara en las angustia.., dd vecino ni
e!:!ommienta por el ejemplo de su de~gl'a ia. '
_c. Véanlo atisbando la. junte: para de pues contar

®Biblioteca Nacional de Colombia


484 PEREGRINAOION

lo que hacemos ", prorrumpió cerca ,le mí una voz de


mujt'r cutre burlona i SI'J'ia. Volvíml! i (·n 'ontré ¡Jo:>
majns de lmlZete, liue paspaballhaci'~lHlopre(:i.'muente '
mi oficio.
- " ¿ (¿uión te ha dicho, sa1"ro, (Iue yo cuento lo
lJ.ue veo!"
_ l . Ei ! no 1'010 rll~JI(a, ~illO ('scribe; !wro aquí se

llevará clw. e" 1'01'11113 ya l1(1~ lielle Ildn~J'tidl\H 1m


hcñor IjU' L,'hió clot'lI1'o, 1)f'II~all'¡l) (lue cm hWllui, en
la 1l10ntaiia (jUO Uqtó S¡¡]¡~."
-" Ah maldi((,! (·S,·I:II11b [\C"ll'llún,Jom" del Lo-
rr[\sr,o~o individuo '[lI(' ,'11 1111:\ ""'lIrsion 01,· mi com-
paflNo por la~ "f!h as ,1,,1 Zlllia, dllude ·1 g-uia los C~­
tr:n;ó, al'T('mi¡lilo por l'llwIl11n'c i la F,·d, la seguuda
noehe cojió a ti"nl,!' (·i,·rta lJOt(·l1a i SI' llh'ajó Ult
bueu trn~o .... de c!OI'Urt 'Iu,' lo hizo ]¡1'ITeal' I'unmlo
l,

('¡'('}'ÍI I'ct'u"ilar';é con lmlwli-" )j',) '·I'.·lh t;ll cu~a,


llitin: ;;on hi,tlJl'i:~" di' llIIUl'! Ilol11Lrc 'lUl' d""('n vell-
qar"l' por no JI1.t1"'1:;,,"i'¡o oH:lto, • iJl !'IJI [¡argo dc usar
railOllI11,le,~ 1I:\1'IZI'';.
_" QUt· si ('r('o ~ llPl'O a bi(,1l qut' n,)s(lÍrns no te-
IWlllOR ('oto, i Itlllhmos romo J)ifl~ mallda," )'e]JlN)
'luitúlldose í l'0lli¿·llIl",tH·l l'atiuclo d,· los 111>11101'08.
_" Ni) mi' pan'cl' 'lUl' Dios to· haya lJlHlJIlauo ha-
e,'r (',';1 I'\'oluc:ioll, llUíta, SillO H!llil' eOllllligo :l r .fn'~­
cal' 1'11 el t(,ldo."
" Eso ya! pnl'n l!;W(')'llOS hablar, no? ~I in', vÍlya,;¡~
a su casa, (1111' (.} ~('rCllu I"s hal'lJ u,II10 a los foras-
tpro, ."
1 lijo, i hacicudo 11M l'il1.H'tn fallfanona Re alojó
útia el baile: yo ~('guí ~u ~aluJ!ll,1 • COI1~('j, , bien d('-
cilli,lo a referir e~tns esccnlls, aUIH]Ue pe:;úllLlomc ue
110 podel' hacerlo dn lllflllcra que rdratnran las co~­
tumbres, el iujenio i la elegaueia natural do un pue-
blo tan jovial como sociable i venturuso.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPUA. 485
Al N. de an José i hasta el rio de la Grita, cuya
l·ibcra uer >clta pertenece a V('1H'zuda uesde la con-
Ihwncia ud Guarumito, se 'stit'IHle el tCJ'ritol'io del
(·~tJltOIl por espacio Ile 50 leguas rw\(lradas cubiertas
de selya~ peligrosas para la ,:tlwl, ~('nsus i desierta8,
J!Uf>S solo hui dos pueblu.,: LllllOllcltO, a orillas de!
Zulia ell e! occidente, ('.un!allllo 3GS habjtantc.~ su
diRtritn, i :;an Faustino,el'rcn. d·l Túchil'l\ en el oriente,
CUl1 5[.1 l!1ol'll<!ol'es, UPSt Echarlo resto de la ciudad
'(un fundó d :UJO de 16ü2 Antonio de los Ríos Jime-
IlO, de~pol)hl'la por las fi"brp~, i arruinadas sus ricas
plantarÍolll'!! de cacao. f;i el conlPl'cio de In. provin-
cia, (' eanlll'utarl" )101' la., ;n','rias 'lue sufre dumnte
/,1 invicrllo tlll vi llIalísilllO (';\!nillf) al l'tWl'to do Los-
C,l('ho" i Ip.'; l' >t"rdQ~ (k la pCllusa 11111'cgaeion del
Zulin r/ps!lo S:lIl HUf'lJ:lrcllllll'a p,mt arrilo¡¡, se re~ud­
ye n. construir ,,1 JI tll'\"O ealll ino pl'l)l'u~sto (le Sau José,
dcrechu a la eOlllltWlIl'ia de lo,; I'i,.ls Zulia i Táehira,
"ran partlJ de los desi,'l'tos ,Id ~-. f;e poblarán, i la
~ l'i'lut.'z:t ¡le todt)~ ltUIl1('lltal'Ú lllueho con 'sto i la
mayo!' f:t<'ilidarl i rHl'i']C"z dl,1 (¡'Mieo. Ron iucalcu-
JaLJ,·,; III!; h 'Ildidos 'IIII~ t.: ¡J"i'i\ :trian r1" a'lti(·lht ell1-
prcsa, pam la cual sobran allí r('('ur~os i 110 ¡;lltan
]¡OIllGI'C~ adi\"oi\ e int ..Jijl'lltl's 'Jne la darian cima en
poco lit'mpo. Al R. d" la c:l"iLtl 'llll',lan Jos distritu
Bochall'lIJ;L i UhiulÍcl) a, ú !timo, dd canton, en tie-
l'rn.f\ lOa,~lIílleas i clima ddieioso. Dit\~rimos el visi-
tarlo,; p;lr:t ('¡lau,lu rl'g'l'esúrall1os del cantun Ro,;urio,
'lile ,j"mora al O"icJI(c, lillllantl" e011 Venezuda por
ltle,lío ,11.'1 Túchim.
Nlwsu-a m:lllsiull eu San J()~é, eou ser mui uet.e-
nida, nos pal'e¡:ió un 111011WlltO. Ausilios prontos i
oportllllOH en Jos trabajos ,jp J1u,,~tra comision, 01,e-
quios repetidos ton hidalguía i franqueza, fino i caJ'j.
ñoso trato, cuanto lUlOS amigos antiguos huLienm

®Biblioteca Nacional de Colombia


l'EREG Re' A TON

¡lecho, todo ~gto hacian pOI' no otros diariamente los


priuripaJe vrrinos i 1'1 SI'. hi{ll'o Villmnizar, cmpe·
ña.ndo pa1'a "iempre nuestra gratitllJ. i d('jálJ/ louo en
\11 nU'rtlorifl, recuel'do~ (ltH' jaIlH\~ se horrarán. ¡Feliz
pl'Ovil1('ia, ('olm:ull1 de l'i(!lleZI\S, habitada pOI' jl'llt
lir inuata ('ultma i puesta lt:Jjo el g'o]'icl'l\o <.le un
;"omltre ,il'tuo!lQ! Aeuél'dolllc 11\10 el dia dc' Ran Juan
pa~aha el Sr. Villmnizal' }lo\' ulIa cuadra, a til'mpo
,¡HO d(\~hal'fltahHIl uno (le los :u','os rri.iidn~ para la
fio.~tll i tiralmll frutas, ramas i C()ltl'!l'~ sobre la 1Il uche·
<lumbre d" rmiu:;os, (JUl' il"lIl ,le 1111 l,u1o para otl'O
hllJl·Jltlo el11 la grl'sl'a: "i'iI'IlOI'l'S, .~l'itú 1·1 Ilu('iano
Gob('rnaclor: tcngml juión i IlO lIll' dl'~c'alalll'(>l\ !" i
al inslante ersó la hulln i ln~ mas cen'ano,; ~e quita.
ron r('spetuo anwute los ~OJnbrel'os. « Di('}I<>~o el ma·
.ii~trn,lo que )'(·ribe talc·s (kllJo~trati(J]I('s el" amor," 1
rlije. "Mui dithoso, me ('onl.¡ostú, cuando tiene 1:\ foro
t.UIlfl, de goh<.!l'I1ar un pUl: blo tomo este!"

XL.

DIl 108 prim(1['os indios Motilones lJue los COl](]uis"


üulol'('s plI,1i"roll !'Olnd"I', }I(lt'O }mtc's de' lllllllar a Han
Faustillo, ~l' fllrlll6 d llUuh}q do ('tí('uta, (?c'l'ca del
l'io J'nlllp}OJlila i TOo rI,· 1,'gWl al Oric'nt,\ (le San ,Tosó.
"Tirnr lIlui l>lH'lIlt igle,ia, l,j,·u alh:1.ilula, di('(\ Ovie-
<lo, * i I,m'ml clI~a (,1II'al d,' 1(·ja, C1UP jilbrit·(, c·lmfwB-
lro Zajlata, Cura ¡}(' allí 1ll1l1·!tOS aiio~. f'n tempera.-
mento es muí ddiuo, }WI'O ,ano. Es tierra c]p mUtho
comercio, por la grande aUulJllal1(·ia de Cilf'UO cjlle
proLlucf', i :wudl'n de to(1a~ part(·s 11 comprad .., cm-
h:l1'c{1lI1Io10 tamhien para Mal'fl<'ail,o por pI Zulia.
T\'nrlní ellHll'11o Jlla'! 11" tic'Jl illllioR l'iC'flS ('JI ,11 cs-
tora, p01'que ~on dl1eños do c!wllgnall"; i aUIlIFI(j no
" Pensamientos j noticias eseojic1as-1701.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPRA.

t~mga vecinos blancos este curato, le bast.a con ló~


indÍO!l por ser compdl'nte i haher cofradías ricas ql ()
rentan mas de 700 pesos. lIai mucha!' culebras, ga-
rrapatas i otras sahandijas." En el dia cuenta la pa-
rroquia 8GO JI1oraQores bl8pCOs i Illcstizos, }¡abi<-u<!o)
¡)('!\a}larecido el tipo indíjenaj e igual Buerte han ('0)-
rrido las producti\'lIs plalltac'iones de cacao ll1cnci,)-
nnd:lS por O\'iedo: la tit·w\ fatigada con una sola ('s-
pecie de cultivo m·~ú a los árholes eljugo neCl.·~ari \
i la Inallcha de!\truyb constanh'uwnte las CO~l'CJ¡:l~,
tanto a'luí como eJl San Jo~ó i el Uosario: ('('~ó el
C'-?Jllcrcio: cOllrluy(·ron las cofl'lHlias, i de la antigua
nque7.a del 1'U(·hlo no ha 'llH'(la,lo lllas f;ufíal 'lue la
grande i Hólida iglesia, de la cual paree('n huir 1011
mi.wrabllJ! ranchos 00 paja esparcidos llOr la est{'ril
llanura..
Cerca de Cúcuta ¡;e hallan manantia)¡·g calienl<:s
de agua fi'l'l'ujinOM, cuya tCllll'eratura marcó el t<:,l'-
mómetro centígrado ell 47°, sieIHlo la dd aire lilm)
25°, 5, i el pel'O del agua 12°, 5. Brota en clllauo.)
p"rforando la gruesa capa de sediuwnto Ill.Cu>\tre '111<3
cubro el telTeno secundario. U na I('gua casi ni Orien-
te de e~toR manantialCl'l, al }lió del cerro d,·1 MOlh),
Jlsi pequeñ:L'\ ('avida,les t'n fonlla de eUlLudos, '1\1t,!
varian de Ingar i alTojan horl¡oUolle;¡!lc greda ama· I

)'íJII\ mui dilnida, f,'ía e iu(xlnra, Tal vez corr('~pon­


.!l'll con la" ftWllks de a¡'.!,'lUl hil'\'it')Hlo que al otro la-
do del Táchira arrojan h" tiddas o('ciclelltales ,In J.»I
cerros venezolanos ell los ¡.;itios llamados La VÍlj"1l i
Boton, no obstante que resultaron saturadas de hi-
sulfato de Msa, con 61 d grados de temperutura, si,'n.
(lo la del aíre calentado p<lr n'luell:lS hornallas ;32°, i
(·1 })('80 d,'l agua 1:30. Los ('('rros, COlllPIW¡;tos de m"-
ni'K~ caliza, ¡;y mallifie-tall ped]'('g()~oS i derrui,lo :
1M piedras iJUl'regnad¡¡.~ de llzufl'll su blimndo; i •

®Biblioteca Nacional de Colombia


488 PEREGRIN.ACION

fama que el temhlor ti 18l!), que a1'l'uinó a Loba-


tera j ,acudió al Ro. Itrio i San Jo,é, mudó tmllbiplI
el asiputo de los llHlIl:tl1tial(·~, ahora situados a ·171
Jlwt\'O~ de altura sobro el nil'{;[ d·1 mar, i 140 lIletrc~-;
"ul'('rior a la lhulllnL de ClÍ<.:uta.
EJltl'e ftrluell'uehlo j la cabezera del canton, situa-
da ,los l«guas 110 cOll1l'l('ta~ l'lJ (lin'('eíon al S, pru-
lII(',lian \'e~a,; pOtO fértiJt.~ i ulIa ea<!PlUl de cerro..;
'Inl' ~on al'l'1lI1il:c:; .1,·1 ramalllalllt\(lo 'l'a<;ajIJI'a. no-
d(,w h ]lor al'l)()kcla.; ti'ol1closa~ a curo amparo crecen
Iu.' ]lI'rt'ulllad",; c:1I'aotalp,-, ti"IHI!! la Yilla del Ho~a-
1'io ,lis I'Hlt.- n'da~, lilJlpias i bi"ll '·l1lpl·tlr'Hlas, i ll'-
\ anta Rlb ('a~a ' dI.' (¡·ja i ~ll 'sIHl("í'N, ig·lt'~ia baj()
l!lllc;hu~ l' "IJl'dlJ~ 111 '111'lraLle. X () es poblaeion I'ni-
" . a i njitada (·oml). 'all Jo,,(:" ~ino (lllida i con al!!.,
.1" ""I('lIl1l!' 'llH! ~i(,1Jta bil'll a la cuua dl~ Uolollll,ia.
La~ 1'. l¡la..; l>líldieH p:wan la 1'lIs"ñallza primaria ,k
:J:! Hino,' ¡ j I ) Iliria, C'onCUI'l'I'nÍt'" a dus ('seuel:l',
('uyos I,ell ¡i .. i"" 1I10I'al,·s >i(\ COl1ll'l¡·tall en ¡Jos ca"a,
de l·dlll·;(('i'JII S('('1lI1daria, la dI' jÓ\'I'IlI'S, ,]jrijida por
l·l (·still1:.Ll,I,' >cllor J'<'(]m Josú lJiégul'z, a cIue asisl"lI
2U alllllllH),;,i la (le llili,l~ 1'01' la H,'llOI'il ~[alJuela ~flÍti~,
llla"'''Il:l vir[ un. a, fl11(> ('OH sU l'j"llll'lo i la cn".. iianza
I',.rt'l·(·ciou<\ d alm" d .. ) 7 júwlI!' , I'ln mu(](·,t:ls eo-
lito 1'1Ikll,lirla . ~i J:t ·Oll<.:1l1T('IH·ia u,,1 eomel'eio ha
d; do a :-;:\u ,Jo é la sUJlI·cma,·ía (lo las ri'lll,~za", d
e"lIl 'nI 1'01' 111 ill tI'll('eioll Illíl,lic;\ i I,ri\ ada aliauzar¡'L
la fllI'IVUHWí;¡ illt"/¡'etual ¡1"l n()~al'io, lllas nlJul' i
dUl'ad(·]"¡l ¡tUl h ("m.
El ¡lia (j ,le maro d .. 1821 ~e '!1[':llllinarnn a la
i~-lcsia del 1~u"a1'il";)7 Diputados por Cllurlillamarca i
Y'·I1<'7.lICl:t, pre,idi611.]nlos el Jl'lwral de Divi~ion <\.n-
tIJl1i!) :-;.lrilio, i oi,la la misa del Espíritu Santo jla-
~a!,()1I a la al"l'istín, eOl1\'clIil'ntl'mell!<\ Im'pnTada. El
.1clll!l'al ocupó un billon dchajo del lSulio puesto en

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'lIA . 4S0
mitad ,le la par'<llaleral e 'tr mn: «leyó uu di~cUl'~(\
propio d,'] aroto, i concluido, ]~U(,8tO en pié, preguntó:
¿son dI; opiniulll(l~ 8pñore,; Diputados ,¡ue pu,:dc pro-
¡,,'dl'rse a la illst<llacion del Congreso ~ i habiólluose
\'o(ndo l1uÍ1uinwmcntl' (¡UO ~í, dijo el Pr<,~idcnte : El
COll~'n"() j"!l<'ral de Culombia queda h~jílimam('nw
ill~I:;hdn: l'n él l"p,it!e la, oueranía ll:tciulla].») * «El
-1 de jUili""k,pu.·s de prufundas e impan:iall!s ¡lisCll-
~innf", In., Jt"l'I\'~I'lItal1tI'S de lo que ántes ~p llamó
Cal'ilaní;1 jCIII'rnl tic YCIlPzllela i Yin'walo de la
l'\Il YH U rau:l,1a, ,:lI1(:inuarou la uuioll t1u entrámbo~
P

jlu!,1)[,) ('11 1111 CIlt'1'pO de Natioll. E~üt solemne ,h,-


('¡¡¡¡wion hac.' aparen'r la Hl!públirn. ¡]r> Culomhia
so]>rU 1111 t,'rrittlri., illlllt:n,;n, ('nri'llll'¡'i, lo enll los mas
pr",'i'N's '¡n1'C' ,1(\ la ueuéliea l'rú\;<ll!lll'ia, ,~alllifil'a­
do ,'01\ d lIlartiri,) ti,; sus sabios, i IUllIr:lIlo COII la
~angl'" dI' ~1I'; J¡{'rlll:~.)) '::':: Efíllll'l'a gr:m,ll'za filie ~olo
111l"I"l' :LÍios dmú! Todo entrc nosotros pasa \'cloz-
l1l 'nk, i apl'"a~ 'llwdan rastros ¡le lo (IUl' fué cr¡;-
oc
)'l'1l,1nlll ctl'l'llU. CII perno hierro, tl:lYit,}) ('U la pi-
las! ra ¡1011' le SI' :11)(lyallll (,1 ~olio, I'~ cuanto ¡ luetla pal':l
n·('lIC'nl .. d,,1 ('''IIS' illl\"l'nte ll' Colo!llbia l'lI la histú-
rie'a sllt'l'isl Ll. ~r'll'liO~ ej., los 'lllu allí ¡;ulI¡:lIrriert>n,
llllll bajado al ,;"pulcru: los (IUt' aún Vi\,(~ll Bl! :l'"m-
l,rarún a ratos llll'di!a!lllo ('11 10 rplP PlltÚll('()~ illlaji-
lIarlln fundar i lo 'J11O ahora VPlI: lo 'lllO pC'llsaron
c]Jn>,\ i lo '11\1' }¡nn ¡'j"(,lItadu 8U~ hijos.
l'as¿llI.]o pUl' la ,,:wristía se n"ga al patin inlt'l'ior
d,' In igll',ia, "JI "\I\,O ":4tn:mo iUlIll't1iato al (,l'lIl.l'W
dI) las 1"11' '''. hai UJ'1 l't"!lwiio 1J101l11Jlll'ut, piramidal
con HU lápi,la ¡le mfLnllul, (!Uc dice:
• Acta de in. talncion ele! primer Congre.o jeneral <le la
República de ColO1ubia .
.. AloCllCioll del Congreso 1105 plleblo~. Junio 6 de 1821.

®Biblioteca Nacional de Colombia


PERIlGRlN ACION
Aquf descansan los resto.
del eiudadullo Je"era! Pedro Fortou!.
N nci6 eu el Rosario ,le Cúcuta
el 28 de Jll1lyo de 1780.
En el año de 10
empnñ6 la e'pada en defensa de Sil patria.
Siempre fiel a la. instituciones liberalc;.
Buen e"poso i exelcnle padre.
:Muri6 en San Jo é ele Cúeuta
e15 de enero de 1837 .
.A !o\u memoria
~u c,po~a e hijos dedie~n este mOllumento.
El eun] es mu. quP UlOUl1JllPllto primdo, pl1es con-
la l'at"ia i la ..dml .1 ' UIII) ,1,· IItll·-tros pró-
l11\'ll1l)1'U
t: ·n.~, soldado ue la lnul'pendcllI'ia i RU fil·1 ~"I'\'i,!oJ',
Cl1)'O nmnure ha }wrpetuado I\unplona imponién-
dolo a I1n I1UC\'O cantono Sumu!; tan olvicl;H.lizos eOI1
n'''pceto a lo.' hombres ,le 1810, 'llie al hallar J'C(,U '1'-
eto,; tlu estu j6m'ro qui,icra lJue lo.]",; lo!'! ,-i"sl'u, por-
'1\[(' illsl'ir:m el deseo 11(' reji~trar la historiu rll' lo pa-
~Rd(), i ()('a~ionun dI' ('~a millWri'L la J'<.'ctificílcion de
J1l1wllOS jui('ios:w 'llturullOR !jUl' fJ'('ClH'IIt"lIl"IlÜ' UMOS
1'1'011111lÓar ~il1 plt'110 cOlloeimicnto de ealL'a.
A la ('~(l'rmidad de la villa, rmnino para I-\nn JORé
i fin ,],. la ra!1t', s' ye la tapia (¡UC por estc hulo sirv,}
dI' lindero aUlla pluub\l:ioll (le eaeao. Al en],o de la
}laJ\ ,1 Ré n],r' la pu(']'(a que da iJlgn:,so nI t'Ull ..joIl .le
cntr;vla, i I'U RtI remat', suln" la mallO d"recha, P~t<í.
tilla ('a a ell' ta¡Iia i h·ja ('un ,,!aJ'l\s ~l'jj:\le>; d.' auti-
gi.iPdau l'n su eOlhtn;".·ion 1II1'z'luin:t i d t'ulor del
tl'"h<l, 1'a~a'¡o l'l COl'r(>llol' donde concluye la l'~f'alpra
.](' UII ('uarto alto, se ('nÍ1'a eu la ~ala, cuadrada i hú-
Jl1pc.!a, ~ig\li&lJdoSIJ el cRI,acio~o dormitorio ']U ' "ielle
a lj\lI·dar dl'hajo dd cuarto alto. En l'~te l1urmito1;o
se oyó a principios de aLril de 1792 el 111mt" de un
'\!CiPll n:wido, al cual bautizó el preshíkl'O don Ma-
llucl.Francisco deLata, ponil'lluole por llOllll)J'(; FRAN-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALl'UA. 491
CISCO 118 PAULA, i ya cristiano lo entregó 11..tI pa-
dre don Juan Agn~till Santander, du.'fjo el,.. la plan-
tacin!l .J¡, (,:1e:1O, !]uiell tal \'f'Z alimentó la idea de
'luC a'lud nifjo le sl]('{·dl·l'ia t'1l lmi pazifi.'a" Jabon'
rll' :1!.('l'i,·ultlll'll; P"I"O Hio;; le habia m¡lr(,¡¡du COIl el
",,110 d" ~Il 1~le('('ioll para lJl!lyon>s cosas. La Tt.!\'olu-
eion 1" "Ileontró ~"tUtliandu lep:~, lo arrastró a los
c¡¡mpo~ ele hatnlb, l., tiñó laureles (~Il nO} at"lt, i lo
~pntÍ), jUllto a BolívllI',bajo el solio !lel I'oel.~r SUlm~­
IIlO. L'a (':Isa ('n .[UC jtlgaLm cuando inüllltl', l'l8 ár-
h()le~ 'lw' le \'¡eron el'ctcl' i eusayar sus fm'rzas, per-
trJI<:een hoi aUlla Reiiora llana i amable que In vive
(")JI Sil ¡iuniJiH, 1'1'Opidaria de b ]¡aeil'IHla, i tan aje-

1m ¡JI' darle imp0l'tan"in ('01110 Iup;al' histórico, 'lile 110


~;¡bia pou C'l'rt"za "11 (·U¡U dI' l()~ ,los "uartu~, d alto o
el h¡¡jo, hahia nal'ido R;iIItulHl.,l'.
Po l' los afío~ d'l 17fiO Itauia un corto mínwro de
hUJ1liltl.,~ rasas donde ahorll t,~tád U ... snrío (le Ctít'uta.
A:,een~ion Hodrígnr'7., homhre' acomudado, hizo dona-
cion ele til'll'H~ para etliJ1l':!l' i ayudó a sus convecinos
r.4Jlilfíolc~ 1'11 la R"lieitlld (h~1 título de ¡'aITo'luía, pre-
via uot;lI'ion ,lt·1 ('uml.> "on 1 HO p~~w, 2 n'al,,~. Ob-
ttll'iúrolllo dl'SjlllPH d" largos litiji"s en 1773. Cinco
años a\1dant(' .¡j.tó 1·1 Visitarlor :Mofeno ":trias pro-
"i,l"]J('ia:; p:lm el al'l',,!!,'lo d .. calles i fÍLurica ..le la igle-
sia, en '¡tH' I'is \'I'('inos pusieron lllHlllJ taJl ..le véras,
lo miSil)!) '1 11 e> ('n la l'l'prl'sioll d' Jos ill!lit)~ Motilones
('onfi.ll:lI1Í\" i ]¡ostik's, 'lll!' por commlta tI'l la ('úlllara
de ll1dia, t'~I,ídió ¡.] l't'i ~1I cé,llIla en 1 tl dI' lila)'"
ue 17 tia, ('Oll",,¡Ji.'lIdo a la l'¡lITo'lui,t (,1 título de llO-
1)1t, Ji..:! i ,;tI,,!,os:! \' illa, ron .\yulltallli'·IJto i _\ kalde
ordinario; co,:¡¡S t]lH' 1'11 ¡l!lllello~ 11l'lHlitns til'IIl]H'R se
tl'ni¡Ull'J! mu('hn i producian la ('onfc"óOl1 tle SPlHlo;;
r<\<;t(;OJjP'; h,)I'lJaclo", l't'l1lnte i C()J'OJ1alJlil'n(o de la po-
ure ambicion de lltle~tros abuclo~. La Villa ~e ellélwn-

®Biblioteca Nacional de Colombia


402 PEREGRINACIO~

ira junto alrio Táchiru, ('n una H'ga estrecha poLla-


da <le árl,()I('~(Jl1C l'l'sgu:lnlaulas 1'Iantaeiuw'", Ull ('<!P¿¡O
c:;tclldidas hasta l1lcler~(' en ]u~ patio,. Til'lll! 2,000
veduu~, j su distrito 4,380: l'] t lll]If'I'aIll('J\to l'~ ~a1l0,
lnílrcmllLIi el t"l"lllúllll'll'o el'utigrado ,h: 2,3 a 2!)o: la
altura sobre ,·1 nin'] .1,.] Jl1al' ;.J.tS llll·troS, La 1'01la-
{'iOH se t'Oll1pliliU ,le l,lance,s, m,·,..tiws i afl'i"an(¡~,
j,'utc l,u,ma i lu,.. lila' ,lo.: l,llu~ a~ril'nlture;-;, ~U"('JiL'Jl­
'du que llJl!('lloS tieJl('1l sus "¡l'~~~ ('JI th'rra gr;¡lJ:ldill<l
jllllto a la orilla iZ'lui"r,la ,ll,l rlYwhim, i su,; la]J)';l!lz3í1
al otro Ja,]o do' h frontera, 1'''1' dllnd.> VlL'Il('Il a H,'r
neutru" ,'JI llwl\'l'ia d,' Il"douaij,l:ul: ¡.;i eH la XUL'\a
(!I'HlHHla hai re<:l11tallli\'llto, 1Ii11l\·1I"s H"mm" pllsan
al 'J'fttlJjm, se alojan ,'u, l ('Olllh:il i s' (lici'1l H:lll'ZO-
jallO: : si ,·1 1ll'I'!'JlJio "jL'II<' de Y"Il('ZlIl']¡I, : • ('stán l'11
la CH!';;) lllui tI'; 1I<1uil",.. i l' ,wl':¡'all su ,,~t1i Iwl d' gra-
nadinoB, 111' ll!:llt,'m '111' 1111 pn. s lall a,.. idl·!'II jlO!' I,ill-
g'ult lado, Al l'l'rllltlllili"uto ,'" a lo 'Iup liJa; lu t"l\lUU,
i 1,) 'Iuo\ a "'Z"~ pro,IUt·(· '\1 ,·llti,~I'I1i'i\'1I I,ur (:1'I1I"l1a-
J"'~, 1'011 ll1t l'l"¡lH-lll' ¡"'¡jui 'io'¡ ,Il'ai lIaLi\'II, ']lH~ l,i '11
l'udil'nL ,vitar'l"!"l'!aI'Úll,]o]n, \'N'lItos Jo.: s('I'Vi"io lUi-
lilar, i\St:gll¡'ú],alllu \lWJ dl' l']]"", y¡,,.ill!> dl'l Cl'ITito,
<¡tll' I"i tallll!.. di,la Sl' di,· :.",1' 'ri,lIilllS Jlu!.laola ioda la
lib"m ,!.!l'allarlilla .] ,1 T{u·j¡il'a, i c'ldtiywlas ~lIS Y('ga~,
'IUl' hui ¡... nualll·"I·1l "I;al(':; "11 ¡.!'l'lllll'arfl': así lo ("l"l'U;
i lus 1"¡"II!'S do' tOr!Ujl'II!'1'1) 'IU\! I'I'"rll1!;il'i;I,·~ta J1\,.',li,h
c'(>lIIjJ"lJSariall sol.ll·adallll'utc la ¡,tita d,> unus po-
('0'; solda,]o,: hai <:;'50' I'n qu,' un l'l'ivihojiu ('S uu fa-

vur I'LÍbli"I),
I';utilll"s (J¡.] I:usal'io iUII1t>lidllS pUl' lI11estl'OS ,1, ],.!-
]'(';0;; '¡lI' sill dIos habriamus 1"'wI:lII(·(·irlo 11111 tielll-
]lO, callti\'a,l"s pOI' I.t lJe¡le\'"Il'Ill'ia i j"IIl']'lIsa hO"l'ita-
lidad ,le los ¡¡IItal,I,'s i ,·1 Cura, 'lllil'llcS ('1,11 la I)Ja~-or
jillunL preYl'uiall tOllas IJ\lC·"tr;LS )J('('o.:s¡dml"", colmán-
(¡UlIU!< de till"OI'e:s i oLsl"luios a (.'aeb Í1"taJlLc, i COlll-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPllA. 493
plutaudo la IDPai..l:t de IllH:.,tm .1,0\H]a del coruzon ácia
lOH muradores dll la l1l~S culta de hL~ pro\'incias del
Norte.
Con!ill'1ue 1I11l1'(°luíh:Ulln~ a la estr¡>mirlad K del
cantoll i-ian .10,6, ~'; alzal.,,\ (,1 !'°l'l'llllO il1~('lIsi1JI(>n¡ente
j so ]J1r>.ji!i('llba b kllll'eratma : las llauuras de alu-
V1')II .pwllal>;lU aIras: 11Is "'lTaní:L' ~() lenllltal¡an de-
lante lllo~traudo I'>n funnaci,)I\ ('aliz<I. su~ jlc!(lueños
valles ('uhic'!"!( •.' d" g;::uLlill 0:1', sus lIJ:lJH:hones ~e
]¡cPlue \ i~<)l'u'o i rl',oll:tHté ,'un las caidas de agua
yiya, 'Illl' lu"go ("liTen ('l';stalilla~ i apn:suradas a pa-
gar Sil tI ibuto al j)amplonita, Cuundo tel'millulJa el
,tia lIl'gallHJS a ulla meSeta IIllll lH:lIa, I'ü,l.oat!a de al-
tos ('eros 'Ill'; :I11l1lwian lal! ¡j ITas frag(J~as de Pmn-
pIona. i 111 ",on olui!" la p~'qllefla (O('ja .1(, lllonte 'lIle
alnn'il's:l PI e:lI11il!<l de;'cu¡'l'illlU5 a Uhinál'lJta,
E~t(' ]Hlpblu ¡'liÓ .1., Chita!', 'ro!', pucsto bajo la doc-
trina fr;tÍll.'s {lumínicos d"'lHlc's de Rojuzgada la co-
(['o
m;Jl'(::l por lus RU("',{Jre~ de L'r~lÍa i Velazeo, prime-
1'00 con, luis(:ulores ,le l'amp1oua, El l'éjilUell de Eu-
Cllll1iellda' dC'sll'u}", la l'"l.I;1l'ilJlI iudij,'ua, '[UI'llalldo
~olll trl'inta iIl\li,~~ I'!l 1701 ,'(}n utl"OS tautus v( ÓllO:<
lJIanco" !,o],res i t!erl'!)tado·. lIoi cueuta 2,012 el
tlistritQ ellftoro, i el pueblo no l'a,ará de 200, aloja-
do" ell casas ti, paja biell ,I("aliílaclas. La lUeseta
ofrece t 'rrCUl)S t~'r(ilbi1llo~, }':\rticulanllentn para el
('afé, plWS !'e ltalla,\Il'spcel,ll dd mar, a 1,92:3 metro.'l
de allma, ('011 20° centígrados.le temperatura media.
Dos l('guas al N-O. le dl'llIllra la aldea de Boclll1-
lema, tlUC .[..,dll 17n5 ,u]'luirió el título Je parw,[uia,
se~rt'gún,l,,,l' de Chináeilta, !o'ill mas fruto que ha-
bel'~e intnlllu¡;i,lu por allá UIla imftjen mcjicana que
llaman "Viljml J.l~ la UUt'va-,',anta," infinitamente
mas }lrovecho~a para el Cura que para loo t'digl'eses.
N u a.~í la iutrouuccion de las siem uras de café, ue-

®Biblioteca Nacional de Colombia


PEREGRINAClON

lri la a la pel' H:rH1lCia ur;] 'r. Gonzált·z, "ceino liU1


tl intdijente, ('uyo buen ,~eml;l,) hau ~('g\1ido l11uehoo
l'stalleit'J'()s plantando mas .h· ;30,000 lllat:L", (¡ue en
é1r¡udl()~ inll1l'júrabl 'o tcrrdW:; l'rOclucell 8,000 arro-
ba~ de (',1)0 'cha R"gura, proutHIIll'nto ven.lidas a 12
[J\'''So,. En p, t . u'uto i ,'11 las si('lJlbras de caeao, toda-
vía no :u·(Jl1l.Jtirlas, Re cifra el futuro bielll's(ur <le {tlU-
bo~ 1'\l<'blog. Yario~ cHl,i(ali"la~ de San ,Jo~ó i l'all1-
plalla lo han comprcndido ¡¡"í en visla de ensayos fe-
lize~, i l'lIll'i¡'zan a fuudar haei-ndmi (¡ue Jt.s l'l'tril.mi-
ráll ('on 1a1'g'tW7.f\ I()~ g'n.~toH de cstaLlccilllil'nto.
Ya .p ¡lijo (¡ue la pohlacioTl du Santander Ilcgó,
Kegull el {¡ItinlO cellso, a ~1,:l82 haLitantes. El área
de la pl'o\'incia midu 2U3 leguas cuadrada.... , de las
cual,,:;; 1G4c pel'lllan"(,l'n iIlO(,ll])llua~. POl' COul:\igujellte
la .IlOJ¡!aeion t·~J,..zífita. es de 211 individuos JIOI' 1 ,-
gua cuadrnJa, ~ill hace!' ('u -nta dlj los de~il-rtoH: ad-
mite, l'u '~, "ómudalllellte treinta vezes rua.., poLla ·ion.
El aum¡'llto du !'sta, pOI' HUS ])I'opio~ el 'lllellt!)~, no
pu"a d('] 3 por 100 tlllual, compurulJuo el mll11l'ro de
naeimiento, 'on el de las defunciones dmante el afio
de 1850 j i ti' e¡;ta miRilla comparacion ru~ulta qu
el cantan. 'ulazur (J~ el mas sano de toUi)S i -1 del
Ro 'ano el méllos. Uai en la J>J'o"jnci,~ 3,480 niños
i 3,328 lliña!l de "iutIJ a I:atol'ce año'. De los prime-
ros ~, ·rln<:alJ 208, pel'malleeiendo en ab~oluta igno-
rancia 3,101: de las segUTH}¡lti GO, i 3,26t1 tie '1uedan
hin a¡TenUer a leer si lluÍl:ra. Contra la moralidad
legal de este pueLlo nada se pueue concluí,', puesto
que ('n todo el CÜ'Ctúto judicial ue Cúcut.a, i dmanto
el ültimo año, solo hubo 73 delincuentes (mujeres 18)
1 ue hOlllicitlio, lü tle hc)':ida~, 12 dtl resistencia i
desobedien ia a las autoriJadc8, i el resto por t1\llito~
menol'\~~ flue no intli 'an pel'vel'~ion ue ánimo. Donue
la s\lL~ist(!Ilcja es fácil i barata i abundan las ocasio-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPHA.. 49.>
n de ganar elin ro, los delitos son raros; i Bi algu-
llOS se COIl1f!ten hai que ccharle la culpa a la igno-
rancia fJ.uc u 'ja sin freno i en la integridall ud~iJ\"­
tinto hrutal lo,; movimientos uel amor prupio, qu\/.
ora ~8ta.lIaJl en loti zelo~ i proUuccll ri ña.<; i heridas.
ora in~llrrec ·ionan contra 10.<; mandatos dc los 'll-
pl.'riOl·p, i Jnn oríjlm a lo~ procesos por rcsiswllcia i
dc~()l>I·dil·J1I·ia a hL" autul'jdadl'~. Tal sU"lJ,le en ~all­
taIHlel', l'll cuya "stwllstieujmlicial f;(' adivinan ..1 ca-
J'áC(N <'llórji '0 d,: los 1Il0radoT"s i :m JcejJida iucli-
°
llal,io]l a la galantería, lllas méno li 'euciosa i de-
s .mboznrla, ~egull sea practicalla por el hoga o po¡
d hombre culto.

XLI
La !lerranÍa del Fíenl, cortl:\(la en el alto de te
nombre por el río I)amplonita, divide las provincias
de antand '1' i Pamplona, i 1'\ tramonta el camino
que ele Uhinácot..'l. conduce a Chop ,distante poco
ll1(·uo. ue "l.'i8 I..guas ni f', primer pueblo que en e!l'ta
dire 'cjOl\ Re CUt U 'uLra. Fuá ulltiguamontc de indios,
pohre j O~cUl'O, uc tal manera que el año uo 1761 solo
t('nia 50 "ecinos iuuíjenas i 40 blanco;" comerciant
J9 repolloR, que era su principal granjería, por e tar
a dos leguas i cuarto de Pamplona. Lo suave del
c:lima (22 0 centígrados) i la rara fi:rtiliJad del suelo
h:m favorecido el aumento de poblllcion, cOlltándooo
hoi 1,047 hahitant," en el dÍl;trito i cerca de 300 tm
el pueblo, cuyo a~pccto matcrial poco tu D1<!jorado,
pues se compon'b de casas pajiza& mal amuebladas i
peor barridas. Pr domina de~de aquí en add,ult la
raza india, si !lOO el centro del antiguo país de los
Chitar ros, i varian tambien los trajes i costumbre!'!
que caracterizan la pl'o,'incia de Santander. Ya no

®Biblioteca Nacional de Colombia


496 PEREGRINACION

¡;.e ven los vestiuoí> lijeros de tda e~tral1jera, sino las


mantellinas i enagua~ do bayda nacional, i d SOIll-
brerito jipijapa de las Cllcuh·ñas hu cedido su lugar al
pesado ~olJll)J'('ro de ramo, allorna(lo CUl! ancha cinta
dl' (,{·r(·iop,'lo J1l'gro. Lo~ hOlllbr'~ ga~tall ru' na tle
lana i puntaluIl de uumta o ealwll corto, que deja
desl'lll,j .. rla dPo la l'o(liJla para ab,~jn la ¡;l'l\e~a i llel'-
vwla l'j,'rIUl. Las fisollomÍas 1ll:\';U! el ~ .. lIo illrlíj"na,
<) IIImlifiútan los COJ1tornos rt'!!,l1lan's i el fil'1l1l' "010-

ri(lo de la raza blanca de Jos Amlt's: el a"('llto, el


a,lI'JIlan, (·1 ~aJ\lIJ() respetuosu i pI tratamiento J,! su-
mel'Cé dado n Im~ personas nota"l('~, IlI:1nifi .. tHU lllll'
se ha entrado Pll ti 'na del )'( ¡no, como la jl'llte t!l1 lo,;
ralles subanllillos llama las('01llare<ls dp.h ~ernIllÍa.
En lií30 ~alió de COl'O ulla ,'spetli ·i()n l11alll]atla
por el aleman Ambrosio Alting"pr, i atra\'~H:ll!llo l'l
Ja¡.(o (h~ Mal'lH'aiho i Ricrra ,le ltotu~, ('ayó ,'obre d
valle (le Upari, matando i robanuo a los J1atural~, ql1U
ni se tll'f"n¡]üUl, ni lo habillll ngravillflo. Corrió por
el C<,"are ahajo, talnndo el pní~ de los I'Ot'lIhu~('s i
Aleolado~, (!t'l'rotó al belicoso Tamulnmeqm', i conti-
nuó su m,ucha por el Magdall'lla i el Lr'oriju, salien-
do a los término!; (le la actual j>l'ovincia dI' ¡';uto. Si
}lUbiera. srglliclu rumbo al :4. llllbrj(t ,lc~eubierlo ,,1
reino de los Guane;, i acaso tmnbÍl~ la~ ritas i po-
bl:¿dll~ planil·ip!i en (lUC llloraL,\fl los Chibcha~, ~­
jU7.gadu sidu años deRpucs ]lnl' lUí! c¡,;pediciollllrios de
antmnm1a; l"'TO torció al N. precedido por la fama
de RUS crueldades, que ahuyentaba delante du sí a ¡..,;
atemorizadt)~ ClJitareros, i llegó al valle de ChilJá-
cota, donde pag-ó SUR crím('n('~ con ia vida, que ItI
quitaron los indios el año de 1532 en un feliz mo-
mento de rabia. '¡'pultáronlo su: compañeros, d<ll1l10
al valle el nombre de Misar Ambrosio, i con mas
hambre que botín regresaron a Maracaibo. Esta irrup-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA. 49'7
cion devastadora quebrantó el brio de los Chitareros
i los llispuso a recibir hunúldes el }l1g0 de otros do-
minadores. Así fué que no mol taran a Ilernan Pé-
rez (le Quesada cuando en 15-10 pa;;ó por las froJ\-
ttmlS de aquella naeion en busca del Dorauo o Ca~,l
uol Sol, ni opusieron gran l'\.!i;isteIlcia uu afío des-
pues a Jerónimo tl\.! Aguayo, 'ltrien por Ól'lleO (le Gon-
zalo Suárez UOlluon marchó de TUllja i penetró hasta
el a 'il!nto de Terluia para. echar allí lo~ <:Ímicutos de
la ciudad de M~tlarra, primera flUHlaeion ('~l'aii()la e;n
el tcn'itol'io de los Clütareros. En esla e~p 'dieion ,"'-
tronaron los conquistadores el ",istema indlj"na Je la~
cabuya8 que aún se COUSl'rva para el paso de muchos
rios impetuosoR. uIIa1i 'filIo arribado al rio Soga-
moso por la. part· que llaman Chit'aJJIi)cha. ,li e '
Piedrallita * i e~ por donde lilas acanalado 'utre pe-
ñas corro furio 'o a eneontral'Re con laR aguas ti I
Magdalena, i reconocida b dificultad ue pasar los
caballos, porclue el ílllI etu del raudal i cncUt.'ll ro de
la piedras no uan lugar al esguazo, üeron qm' l'am
d tránsito los nutul't\I'~~:i ndian JI.' una maroma,
que alijada sobre Jos grande!; troncos de la UIlIl i de
la otra lmndn, ministrnba turma parn qu , l'u "to en
ella un cal'gaJol' de f!~as, pendiente dl' U1Ul tarabilla
que COl'l'ie.'ie por toda la maroma halándolo con 00-
gas, pu,liesen, ligado~ los cuerpo en el cnrgadol',
conduciJ e a boira parte. Uu lJieron d ' conformal ' e
con la costmnhr del país, i anilltlll'ado!l priml'l'o pOI
agua cinco areabuzcroil de los mas fuertes i Ji ':;tru'i
lJara que en la otra ribera u~egurasen eJ pa~u de lu
restante del campo, lo l'jecutawn eOIl .li,'h;l, i 'OIlSl-
guientcmente la ,ilispo~icio~ de la maroma i tl'állsit(j
por ella de la mItad ele la )t'lIte ¡mm que ayuda ·-al
de los caballoR, que así mil'mo se colllilguió con ba-
• Conquista del Nuevo Reino de Granada.
32

®Biblioteca Nacional de Colombia


408 PEREGRINACIOX

laueras i sin de~gracia, j últimamente el de todo el


campo: cosa bien singular i no Yista hasta entónces
por los nuestros, por no haber s<'guido ¡¡lplCI rumbo
Reman Pórez cuando fuó en démanda d la Casa
del Sol, sino el ele la otra banda Jel rio, e~b"uazándolo
por el mdo dI' Rocha.»
Trescientos nueve año" despu" pa~amos por esto
mi"mo lugar, colgado" tambi('n do la cabuya. como
la jellte lk Jerónimo de.· Agunyo, a presl'nl·ia Je la.-;
peÍla~ i por en(!Íllla d·l fUl'i(l~o raudal que vieron
aquello;; a\'cntuTeros: la ci\'ilizn('ion <'Ul'opea nu ha
mOllificado aún la in\"<'II(·ioll <1,,1 in,lio americano,
Corril'ndo el año dI' 15·H) g'ouerua],a lo descubierto
del Num'o Reino, el Lic 'neiado Annendál'iz, quien
de~('os()
de hacer algo qtlC' atl Ulla~e 1m; cargos en re
sillcncia que ~c le ¡>J'epal'ah::m, determinó <,n"ial' illla
c,~p (li¡·ion a nu('va. eonrf1ti,ta.~. Orgnnizóla en Santafú
i Tunja, i nombró por Cabo Rllp~riol' a Pedro do Ur-
stÍn, ¡«)brino suyo, i por Ma se rl ... enmp0 a Ortun
Vplazl'o, VI teruno ('~p('rto en ~lJI'rra~ i dl'Sc'uLrimiell -
tos, ortkllándoles acabar 1:1. comenzada l' duC(·ioll de
los Chitarel'os i a,,<'gurarla COIl I]üjal' poblado (l1l el
interior d ¡eu" ticlT:tq. Partie\' n por el camino qu •
Aguayo 1 s habia trazado, i lIf'garoll a Málaga, don-
dc' l'dilrZaU08 de jC'tüC' ~iguier011 por Rdvitá i Caeotú,
)ugam¡ popnlo"og, ha~ta dar en un h 'rmo~o llano ce
ñitlo tic ~il'l'ras. Allí l(lR espera¡'a mu(·hl'dullIbre un
¡uIlios :u¡uatlo,;, pero tan corto,; d,' ánimo, qu ' al pri-
m(lf (lncucntro " r¡ui~ieroll mas padec l' la infamia de
cobm'des que el dolor de atr0péllatlos, i volyicndo las
espaldn~ dC'jal'on el poblndo al arbitrio de los \'Ullce-
dore~, 'luirnes sin mas demostraeion 'Iue la referida,
en poco dias lo dominaron todo." * L o!U<'tiJa la
tierra pu;;o U r:;úa los fundamentos de tilla Villa, quo
• PIEDRAIIITA.

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPUA, 499
llamó Pamplona, en recuerdo de la patria, i a la cual
8e le (lió titulo de ciudad, p:1"ados i:lei" años,
El camino de Chopo a I'amplona va por entre ~­
rro grande;;, formaciou carbonífera, con laderas mui
alecrres, cultivadas a trechos i pobladas de casjul~ pa-
jiza~ '11 (jlle hal!ita el humilde lahrador de las cordi-
llera.., A las UOq }"lTuru, 110 complct.'lS, j C01l10 se yol-
tea el recodo de un cerro, aparece de repente i ('U lo
bajo la Ulli,la ~nperficie el ,1 valle de Pamplona, lecho
de un lago ,{ue desaguó, hendida la serranía, por la
parte del N orle. El golpe de Vi8Ül es de lo mas pin-
turesco, dominúlHlo~ completamente las rectas calles
de la tiu,latl teD(uda. en el va.lle junto al perezoso rio
que lo atrm'i('~:l, los alineados t(:dlO~ robro lo~ cuak"K
alznn ~us torre" i ¡¡l('hudas ",ietc iglesias, lus grandL'8
patio' elHU.tn'au()~, ltU; hu..:rtas lwm brarlas d' m:1ll-
zanas i ,]uraztli)s, de pobro fullaje i pequeña. estatura,
en contra~tc cun los cbbeltos SIl.U<':'·S; i tinalmente, lO<!
cerros del contorno con .. us cauúnos i ver da cor-
tando el alfombrado de wamínells siempre verde: te-
das la:' bellezas del paj~aje i cal'crío agrupadas en es-
pacio breve; nin[(uuIL de las deformidades visihle a
tanta. distancia. D ·ci6nuese i la ingrata realidau
hiere los oj s con las masas dcnl'grh1as, lus trajes de
bayet,t, las call1's in policía, ,1 silen<.:io de la. inercia
por donde fluicra, la sol dad en todos los lugares pú-
blicos. AlIti¡;flWmeute habia hidalgos que vestian de
tÍl!ú i grana i formaban ruido con sus pleitos de linaje
i pUllti1lo~l\S di!<l'utas de precedencia; fuegos fátuos qne
desaparee'ieton al brilLlf la luz de la libertad llura el
pueblo, quedalldo vacía do oruIltJlL'S la escona, pero
tambien ~ill ador .~. ramplona perdió su preRt.ado
lustr', pC'rcli6 llasta ~l1S ricas minns, e IDO í'i la llatu-
raleZ:L ~e hubi"m puesto ue acuerdo con el espíritu
del f\i"'lo para nivelar las condicion ~ sUlll'imieudu
aqueJ\~ fl1ente de desigualdad en las fortunas.

®Biblioteca Nacional de Colombia


500 PEREGRINACION

" Ocupaba Ortull Velazeo mucha oca~iouc, en la


caza de vcn!ldO-~, i ('U una de ellas, laLic'l1do Mlido
en compañía de otros cauallel'OS i ell'ji,lo para su di-
vertimiento las CUllllliñas de un páramo alto, que
llaman Rico, lograron glL~tosalllente la raza, ]I1ISta
que los ardores de IIIcelio dia los obligaron a ql\(', jun-
tándos<" bajaran a S('S!P!U' al abrigo de un arroyuelo
de los muchos (¡lle cruzan al[ud !elT(~nO, dondu entre
las per~()na.'l dpl COll(;Ur 'o ctitrañul'oll la de un JOl'as-
tf'l'O recien ll(',fTado, l[lltJ ton I'US alfOljilla~ i a pió los
hauia s()~l1il!o rlesd!' 'iue salieron de la ciwlad. Quc-
riendo div('rtir elli<'Su'l) le prl'guntllroll du dÓlll!O era
i a cluÚ habia J,/\.-a,]o a h~ IlldiH~, a rlUi' n'~pOll(lió
que era de Estl'cmadura,donde tenia ¡¡ijos i D1uj¡)1' mui
polH'eR, i em VPUil!O, pOl'que Re decia qu' Pll Indias
habia tanta ealltida,¡ ele oro, liU' eOIl 1Jl't·""dad vol-
"(lria con el 1):u,luntc para r.. nlCrlim' ,;UR )\I'(,,'si,lacles;
i peD. anclo que talltos caballero~ ('omo salíau do la
ciudad iban por oro, los lmuía ~t'guillo }lar:\. saber 01
P[lfI~j,-· ¡Jo dondi! lú NII·abnn. Villta pOlI' uu .. ti.., elloK la
scncillpz de h~ palaura' dI' I\'lucl 10111111'\', lo dijo
Ji:>iJnulaclamente, i con aplauso de ,us compañeros,
qu nú hal,ia ~ido en balde su trnhajo, i sc:fialando
cún la mano prosiguió: Vaya Yup~am(on'("l a In. cum-
br(l do arluplla colilla ra~a, i a la l'al7. (le la piedra
grande que ,p descu],rt', care la ¡j('na ('011 las lllallOS
i sacará t.odo el oro CIliO "j"J1(, a bURcar.
"ObcIleció al punu) el ¡';"tremcfiOl, i llljéntras Io.q
• cazador s burlahan tie"tRancIo dij ver cuán Jjlijente
caminaba a la colina, llegó a cIJa i l'el' cbando hasta
la pierlra que le hauian mo~tmdo arrancó las yoruas
que tenia al pié, i reeollocicntlo algUJUlS punta,\! de oro
que ¡¡allaron con In mizl"',cavó con las manos cuanto
pudo, ha~t'l. quc sati~fe(·ho con el }"'SO del oro que
depositara en las alfOljilla1\, volvió a regraciar el be-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPHA. 501
neticio de quien le mostró la pieura. Los caballeros
que lo vrian Y(Jllir con pa~o acelerado, cong-ratulábanse
de la lnll'1a que pretcndió hacBr la malicia humana
a (lllien f[worecia la Ilrm;uenr,ia di\;lla; pero en oyén-
dole la e plicaciun de su venladero agradecimiento i
n'conocidas las alforjillas, se miraban como pasmados
los un()~ a los otros, atribuY('ndo a la confianza i cnn-
ditl('z dp[ E~trcllleño el succso milagroso (¡ue admira-
ball. Ma--, cumo para el exúlDcn de 1'1'upios inlere~ .
siempre se halla pronta la clU'io~icllld ha"üt <¡ne la
desespcrrn la,:; ültima dilijl'ueia , cOJ'l'ieron juntos a
la r:olilla a saLer si el milagl'o era de participante'; i
de~cllg:üllltlus do quc si (,1 c!pscubrimipllto I'I'a ll1ila-
gro~o (,loro tamhit Il lo era ~,)hl'c ser parto de la ua-
turalt'za, ~acó cada cual lo '1ue pwlo para dar V1H,lta
a la eiurJa'! eon tan O'll. to~a Ilotic'ia, i ""parci,b cntre
los V<'cinos dit'ron parte a la Peal Audiencia para
(lne ]lUllipsf'll !abrar la milla COIl inJioR.
"Torla la colina en un palillo de ]>l'ofUIHlitla<1 tenia
derrmn:ltlas las puntas de oro: por . ta (':lu,;a, i pOI'
la 1\1'",a 'IUC ~e di"I'OIl 108 mineros t'un illUlll1H'rables
Ílll!io~, ,lllI'ó el trabajo sohlllcn(u un año; i rué lw
gl'lllHlo la suma ch; 01'0 f)110 sc ~a('ó, (1l1(! por la l'i'Jueza
(jlw ad'lllil'il'rlJlllos de l)amplona en afIue! cortu tiem-
po i lo~ ere('iclo~ gil~t()~ i yanidade ('n (Ine la cnIiSU-
miernn, i¡lH.',lú la eimlntl con el renombre do Pam-
},Jonilh-Ia-lot::t." *
IIi'¡al~n hul H) que, f.. tujallllo ;m~ hDt!a;;¡, ~ir\'ió en
el Lal1']\1I'1' ae"it\lJHl~ lle 01'0 m:wizo; i Hcm!tl'ció qua
a1'rn1110,]0 pOI' eljlll'go 1 lo>! de>1I1fJ'ulla.]os dt'YaJlcos
a liue t,,,]us ~() entregaban, Jo~ Hllligos J. daban des-
• PIf:DRAIIIT .\, citando la rdncion de ancianos, n quienes
consultó en 1680 el " Compendio Historinl" ele QUESADA i
la "Escelencia del Espnfiol" dc Pc!iALOSA. El descubri-
miento dc la manta de oro sucedió a principios de 1551 ~

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502 PEllEOltINACION

puos como limosna de aquellas Dlj¡;ma~ acritunas.


Tantas fueron las riquezas rC\:lljidas en el pál'lllllO,
"que Aiendo escesivameute mayol'l's los gasto\; que
costea el vicio en proti\1li,lacle~, ,¡ue los 'iue aplican
los podero~os a líl1lo~na~," purlo alcanzar con ruegos
frai Benito de PcñalO!'a que le (Iierall tlo,'(' libras tic
01'0 de veilllitlo. quilates i dO~lllil 'l\1i\Jil'llt:t~ (,~Jlleral­
das finísimas para labrar uua corona a la Víl'jl'll de
Monserrati', la cual joya i'Llú aprceia la ell CínCIH'nta-
mil Jucados, i el' su pamrll'I'O IlO ~o ,.la hoi raZOll al-
guna. Por ,,1 hallnzg"> de la lIlaula ,ll' O!'O 1'1) 1:1 001'-
dill'm rjlJ ~antur],all, i la 'xi~tt'lIeia .hl l1lina~ anti-
guamente muí l'fI)(lndivas (>11 la" faldas fleeidelllale"
don(le llamall Vdas i MOlltuo~:l liUja i alta, R(' viene
n cOllocilllil·uto dI' lo~ (PRO rus r¡lll' ocnltall los cerros
dl>Jlde Sautlll'lWll ha,ta la~ caO"Z!'I':lH <Id rio Frío, ma-
nifi 'sta en la phmitie aurít\'ra ,1,· Buear:lllllLlI!!;l1 for-
mada eon los frng"m,~ntos arl'allta,],,, de la l'or<1ill"ra
por fll<'rza <1,' lIh'1.1-a~, i "u )a K J\l:l. aH COIllP:U·t". blt'llJa
de e6n) '(1 i sienita granítica 'lul' ('ollslituyl'1l la mole
de aquellos va~tos pÍll'mnoR. Silll'llJlJargo, ]>Illlljllonn.
no '\lenta ulla liola lJJiua en labor, i du i'1l dímera
opulelJeia no 1.. (lU(·d:11l HillO l't"'\lel'llos e(¡lJfil<l~, i el
hábito d.(, la inereia (¡Uf~ la empobrece ¡anilina (,IJ
¡ll(·dio tic las im'sl'lorarl a,; ri, 1\1, ·za, ,lel ~\I(,lu.
La cill,1ad ticue l'l aSl'cI'tu ti .. lo~ ]>ue¡'],,~ "~I"l1lok;;
de otro ti'·IJl]"'. (';¡:<ItR üestlirarl,¡,; i l'l:8ad:lIlH'llh' I'on~­
tmidas con gnH.'SOK ba]eollL:s ~ill ól'(lt-n ni a~t'O l'slcrior:
iglesias por todas partc~, cul"jio de ci 'JI(·ills en nin-
guna, ni monumentos de artes, sah'o algl1J1os ('uadros
alJtiuuob (Iue adnman ]:¡" 1'arl'(1<·;;; dc lu 1111I1'lo¡.;: 110
hai fábric:t~, i S'lI1lllui (;nnt¡¡,lo~ lus talll'l'<'H <1(, otieios:
el proletario Yl'jda lIlrlllU ~tJLrc mallO, r;ufrit'Ilt!1) l'htói-
caru('tlte la rniM'ria i Ia~ eTlll'1'llH:dadeR que lJilC('l1 (le
ella i lo dil'zruan de~puctl de 1auerlo d 'grndado Lnsta

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIU 503
la humillacion Je la mendicidad. Para la,,'\ familia'
acomodadas no Lai gozes sociales ni exi. tcncia patrió-
tica: propóD~ascles cualquier elU))r'~ d!gna de SIl
pl'lJvincia i contestarán lo~ homures subIéndose la
ruana h1L~t;t la 1al'ba: .. Aquí no l:'e puede h¡wer lJa-
da!" Las dama", bcJla.~, !\lot1e~t:ls,:; 'Iltidoras, mal-
ga,~tan las prpciosa,¡ dot\·~ dd al Ulil, en p(,l'pdUO rezo
i vi~itaB ¡Je iglesias, P0I"1U0 no hallan otro medio ti .
emplear la jt'nÍal aeti~ idad de ~u c'piritu. A~í vin:u
2,lJUU illdiviJur,. ([uecontielle el recinto de P:nllploIlH,
i así pasau ('slél'iles sus di<L<; w¡\\,car!os por la deea-
dl'lH:ia lH'()~I'C 'iva de lo que fuó ciud¡«(! importante.
\T(·inticillclI cl('rig;os, ¡Ji zj{)t'lw ll10lJjas i un ()[¡j"po, de
cUYu ('oraZO!l al) ha 1)/'ol<l,10 liBa ~"la ,,11/'lt (le b '1lI'U'
(;";lcia l'rint,Lt Ili 1't'¡]1Iica, ('ulllpldllll eJ {'u¡1I1ro. ¡Cuán
diverso del 'llw la c!-1[!léll<1iJa Ilallll'all.'zu. t1si¡;<! presenta
i'lI los rbll"i1u~ valle,; i altivos celTaS de la ¡;UllHu'ca,
~rjale:; cnsi touos!
La tXunara prorincial cn tiU reuníon de 1850 01'-
(1, nÍ> (·1 est,lbb:imj"ntu de ulla ~I:v"tranza de al'tLo~ i
oti,·io~ l'1l '[Uf' Lalllhi"ll S" r('\'oji':l':l1l J"" pordjo~l'rus, i
.] Sl.'llul' l)OlllÍII~<) GuZm<lll, 1l0U\'ruar!"r iuterillo,
fU\1Iló i regl:lllll'utú el instituto con un z.,lo digno ,1.\
<l'jUi'J filuJllrópi('ü jwus:lllli"llto, a cuya "jeclI¡;ioll C:OIl-
tribuyó pI O[¡í"po daJlilo en al(luil,·}' una casa P"l'
mayur preeÍo (¡no ,,1 usual i baju ('ondicioue,; bil'JI
Ill.'l'osas. Nin¡;ull<t nm.]¡t(;i<Jll mlls piadosa i bCfilÚ'"
tora (lile esta; JlingllH;t móuos apoyada 1'01' lo., \'('vi-
nos, lJl) "b~t'lutt' ,[ue (·1 lJ"Jlu!' d(:! la ]'/'O\ illcia, ti wl.~­
lanto en arte¡; i la llHJj(Jl'lt lllumlolc Ja das .. <!,,""alida
pidl'n para el e.,tabll)(;illJiCIJ o 1'1 ti'l'vol'oS" amparo ti.·
Iodo,; los que Í<.'ngal1 coraZOll dt' t'l'i,tiullOS i ue patrio-
ta". No me ut]'(;\'O aducir (lUU la Maestrallza qUl:,lú
\'stablccicJa para :siempl't', porque pl'olülJlemellte llle
{"1ui\'ocariuí ni CSpl't;:~o los motiyos que me asi '!e1l

®Biblioteca Nacional de Colombia


504 PEREGRINACION

pilra pert~ar!le esta manera, porque soi gr¡madino i" •


-oi gT<lnmlilJo, en fill,
UHi una 'n~a de eclut"fleioll ~(,('lIllL1al"ia, en que ~e •
illt..:nta l'nl-lpiiar latin i mdafísica, tnl vez para instruir
jr'lr 'nl.'s I!1W en lo 3(!t·I:mte de.~I·\Ilmll1 i hagan ~'al~r
Ja~ ritas lllilla~ dI' la provincia, o eoutl'il'lIyan a l~r-
f ('ciouflr la ugricullura, o a trazar (·1 ('amillo mercantil
úcia Casllllan', ya e¡;plol"Ullo, del cual dI'Pl'D!]" en Wall
parLe la futul'a l'J"o"lwl'idad dI' lo~ pHlllp[011P",'S, Para
lus 2,·l.50 niñl>s de siele a catorce años (1ue ('uenta el
distrito,hai Ilos (,scul']as lníbli"lIs en 'jth' 1I]>I'NI11('ul'1'i-
l!\t·l'a.~ let.ras Ofj \'tlrOJll'S i (j!) J1itias, \·illÍf·ndo a ""r el
;'i, ií pOI' 100 de la jt'l1eJ'a<:ion ml!'va; 11l'OJHJI'(,ioll 'Iue
l1lillui'a to(laría CilIos d"mas di. h'iLos i ofr~I'(, al de-
I ilúl'uLta J¡il1l dl'SCOIl"o!adora ¡]nllw<:iol1C:". ]{ tlU'S .-
n., fhlt:tn ('11 Pamplona rou (JlIÓ (lislIlilluir ¡o[ mÍm ro
.10 ingnOl'lLlltl's: lo c¡u' fnltf\ e¡; YOlllllbHl. E.'1 lnnta la
ill"rt·ia de los Ítnitl1o~, ([Ile tcui('wl,) I'ClJta~ para esta-
101 e l' d ITI> pilal dr caridall no 1.. 11tH'I'n, i III~ <I,-<,-a-
lid" ,\I"1Itll'" II ahatul"lIatl",.; ~ill h' llar ,1"lld" 1'I'l'linar
fi ll (:akza ('n la última llOra rld dolol'. i De ([liÓ l-lirven
l!l~ Ul'fL('¡"J1I'S nnll'mUl'llIlas dilll'iallwlIt" l'1I la" i,!!.·J,·.~i:l.'
por los, IU" /l(' llaman ¡J""o(o. , UU '11\6 !a~ j"lIld!,'xi,m,"
ostentosa." i las ri('as H'sti,lurail donada" a la" imáj"-
JI('S, cuando se rl,·ja morir en hs tall!'~ al lH.'rmllno
<l",alllllil\'aclo 1 Ueñirb' a las llll'l'í\s 1'I'úclj¡-,~" ,1,,1 ('nlto,
('IIlI'Il,Li"nrlo 'lu,' l'H es') <,OIlSÍ:.,tl· 1:& r, lijillll. ("lllivallJ
a nlla apo tasia, pm ~c apartan ,11'1 "'l'iritu d ·1 ('ris-
tiallj"mo i lo n·Uncen lmnentablemcutc a "un rui.lo
de c'\1I11'mHl.~ en el :tir ,"

XLII.
Desde Pamplona para el occidente, i N-O. haqta
"us limites con las provincias Soto i antander. se es-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlIA . 505
tioUlle una SPCÓOIl ue país lksierto, montañOtlQ i re-
gauo por tOl'rcntl's que un.ian prt'cipitlluos con e!!tré-
pito tle lu allo del mmal tuyas ul'lmlosAA cumbres SOn
los }láramo~ Ang\)!>tnnl i Sumaliua. Las aguas ~ re-
eojl'l1 (1"lItro de do;; pl'(\fuwl(\~ 1'Ii(.'gtws, ('au(;(' de los
rios Sllla.~'lllilh i ClIcut illa, que unido,; Si<'lIClll'ara d
N. CoJl él nombre de Zulia, ~ei!\ sitio~ dI' bbol' O (,~­
tanelas ~it\l:ldl)" 1'11 las m¡'lI:i,'ups ue aqu·llo,; rios i el
pueblo d,' Ulltutilla ('n su tlll1lhlf'llcia, con 2,100 habi-
tautes (lj~,'mina,lo" a Ial'~as (Iistaul'ia~, P~ tOllo lo ,¡ue
por allí ,~ .. enctil'ntra, O(:lllHl el plll'l,lo el e, tremo (le
uIlP'r-a¡'p"l'ilH'l'cño a 1,:)54 nwtl'ossobl'e el nivel del
mm', !n';11l1álltl"",. al )'('dl'dm' l. s cerm, carg-lu]o: dl'
fl'ow]o-I" ¡">.IIU", i pOI' I'1I..:illIl1 .1., la 1<','JIIlJlI1>re ,le
pahui\ la 1,hu 11':1 I'aeltada ¡J., la i!!I,'sin pu<:sta junto a
ulla colilla ,'H t()J')1la d.. ('UtlO truncado, (,!ll'on:m,lo
. ti e~pl¡¡lla,1a el eCllll'ut.-rin ('l'lli(lo eOIl ulla enea de
madero" El i:4ula" luilla l'OI'ta wrtit,almcntc la caida
OI'iclI1:¡1 lit! e~1a ('01 ina i le da <.'l R pedo de un fortin
semi-¡;in:ulal' I'¡/I[pa.lo pUl' ('1 tmlml('nto rio; ('om,. ~i
la "IL~uali'¡ad huhi,'sc 'IU 'rillo r"II\e.lar IIl! inl'l'lI('io-
I\I'~ d,) la gil ')'I'a "1} •• / ":11111") dI; paz ('{:¡'l'Il1l, d"lld,·
J:\:-¡ pa~iftnt' dU P l'UIc'll, i la ~'l'LI/., igllo d ... HlanS4¿(llnn-
"1'''' l,re ¡d" al J't'I"}.<tJ i In ig-ualdad ,lo todll~, La igk~ia
C~ d,' ]' 'g'l1lal' fi'dll'icl\, sPIH:illa L'n lo interiur, pero .Ie-
"aliñada i sllt:ia, l)tJS (',NI" lile n'velal'On al punto d
CHl'údN ,lel Ul/m: un ~jiio·Di{)~ nuanJonado COIJ Jc~­
dl'll i ""'lIta.10 "11 ,,1 ~u¡,lo H.(,iiL d I'ÍncolI ma~ ('mpol-
vado .1t:1nieh,. ¡h',nUtln C¡ll'~ 10 prestaron, h:wiélllloh,
cumpañí¡t "arill,. g'tll"llIh'illIlS como Jlara ('UIJSOI;II' su
Ll1',amparo i <Iiwrtirlo con inec~antes rütozo~; i 111\
plil:'[{o de p;tpp[ clavadu e11 la pared eontt'nienuo
la li~ta do lvs herllwl/os (¡UC de1eriall cargar IO~l)(Ii;(¡.~
de semana-Sallta, no ménos de DIEZISEI , con la
aüadiJura de porta-cruzcs i apó toles, eu touo c~rca

®Biblioteca Nacional de Colombia


506 PEREGRINACION

do novenk'l. individuos ('oJ1\'oca,lOt:l, "Por calla pCl'bOll:J.


'lue falte do las nom L1'a.ja,~, )) eh'da el Cura en el ar-
tículo Mal de su iujelli sa i caritativa 80cnlifia, "pa-
gará media libra de stra-l'uilllundo Rico," No s'
crea que ltaimulldo Rico, sicudo sacristall, pa~,~ba,
segun lo inuica el anlil.ulúji<.:o c tilo de l:J. pruclama,
sino los 8 'llcillotes labril'gos, t¡U ' (!U bU calid:l.d 110 in-
dios debian ser bj¡~1l (!<;'luilmados a cuatro manos,
¡ l'ol,ro (Jri~to, me dij : tú arrinconado alli reclinando
tu cabeza Robre las dura.~ pi 'dras; tu p~cwlo-ltIillistro
n'luí org:lIliz:lnrlo multns para "i"ir eH rl'galada hol-
gura i cuuteutar a sus 8uul'ina,;!" 1 ,í las t"nia, pOI'-
,¡Ut' la ca~a cural, piutada i conJllI'lal¡lL., anuJlcialm el
dilijellte cuidado del gouicl'llo felJum,ino, 'llll' de"pllcs
~llpe constllua de d08 prójimas tlore('ielltcs, allnque
distintas en raza i apartada,; en par 'nt~'~co ll'jitililo,
sul\'o el <ju' h~s viniera ue Adau,
Como naua qucuum por visitar al op,·j,lcHfe d
l'umplollll, rual'ChlUlloA al orit'nt" <1irijiéwlOlHl' l\ la..
l'a\'ro'iuia~ Lauat~, 'a i Tulc,10, '[ue disuw uc la ('api-
tal 1 'guas la primera i lb s<'gullda, IHJ[' e~tar jn-
lllcrJiat.'lR,s<'parállJobs \'1 caucc de un ruidoso rlae!Jul)-
In. lIai dos cllminos (!ue atmvicsall páramos d.:~iertos
j fi'ugos{Js, Fuimos l,or el litIO i l'l'~r(,,,,"unt)s por el
otro, álllbos tan malos que ell el trúllsito perdiuwi\ el
llH'j\J!' dc' lluestros l):lróm 'tro~, '1lw1.ratlo a (;all ;t 1(,
lo:; \'i,)J¡.nto~ :a('udimil'utos al subir i bajar los es('a-
10l1l's i cuestas n's!.al:lfl izal', La ruta mas toll'rable es
la qlte pas:mdu por la bclla phmicic Iacu~tre J,. FUIl-
tibo!l, a 2,007 1l1e:tl'OR,]e altura 1'0Spl:cto uel mar, ~i!.;'ue
orillando el Chitagá. i fllldc:l.ndo Cerro:; l)odl:l'O~oS du
fornHu,joll cn:tácca, en cstrclllO trasLol'llwll,s jlll,to a
la \,jOk'llt:L rotura (!lle d illlp 'tUOH) rio labró al lw\ C~
de la serranía, Era notable UlIO d,' los cet'J'o~ po)' ~u
ll'•.mte cercenada i h\ludiw.l en lo l'l!J)Jat·~ inti:riorcs,

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPUA. 507
de llllUl<'r:t C¡lI0 los <,,,tratQ~ dl'~t:nrntld~ tomaron la
ngUrtL <le una eoll)sal selllielips(', l'ollll,uf'sta de ""pas
l:ollc6l1tri('us en 'llle las rocas Se) bailaban afianzada"
con rarn. simdt'ía, (~ayt'll<lo it el1tr{~tJll,()s lados los tl'a~­
mcnt(,~ dI' la graa ruina, 1)lO"II\I(·" ,le la rotura, 'lu",
faeilit¡¡ ('01111) dI' Pt'upó"it,) el ealllÍlJO, (,~tá (,1 valle de
Labatf"'a, llalll~do asi a ]lt'"ar dI' 110 ser "alle sino la-
dera, i 1'11 lo m'l~ plallo pI p;~jiz<> i l'I;"lu 'ñn pu 'hlo a
1,400 m,'tros s'jurel .. 1 Ilin~l ,lel 111M, ,'ou J 7 0 c· ntí-
grudus dI' tclllp"I'ILlura, tles:lpacible ,lnnmle la l10che
1)01' ell'ot:ío 'lue,towlcn.;a,lo en los bo,tjul'S superiores,
hUIll0,] ,'('f' el ain' i hafl'~ h ti"ITa copio';<ll1wtlLc, Sin
('mhar~<J, JI) ~illuoso ,lA su ·10 <¡lit' d,)s('i"n,(cJ úeia las
rilJI)rus ,le 1"" rios p"r e 'Ilknares d,' llJétros, propor-
ciona dill1:h di"I'rso" d .. lllm rj¡, tlr, ve espa 'iu, i V;t-
riada. I H'od 1I('(' i1)11 ele fl'uto<, tll!<d<J d algolloll i la caña
dI' azúe':1r h¡lSl¡t 1<1 ccbada ,{lit.) soporta J08 helados
vi('ntos el.,] ¡¡,'traillo.
A pl'ine'ipillS d"l "iglo pasado cxi.tia en la~ orillas
d ..1 rio Ba,'Itagá, ('crca el.' (lOlldl\ fuudaroll dcspue,'l
:t 1'01 ..,10,1111 corto \"'('Ílldario Ilalllatlu PuclJlv-vi"jo,
i 1'11 (o] \lila llIujer :tlH.:iall:t de II'JIUhrn lJatl,,'a, india
srg'ull IJan'p,·, 11 lIui"lI ,ldJia illlllorlalizar la travesura
de Ci(lrto IllUL'lUlC'11O c¡ue por eutów'..s li,·\'\'ia en el
eOllVf~llto el" 'an J Il¡lII ,1.. l>i"s cn Palllplona, S ':\
1'01' h:lllt'l' pel'lH'trildo aJl{ulIll t"ehoría ue las gúnlas,
o por hulol" alldltl'il'l.;'n. i ,lisipada, el lllue]¡adlu d~ió
qU d:lII lll'!l, IJl'o·;istu ek I,a.tillltllto""ell'ntro .le un lil'lI-
zo 'ltHl 1mb" di' l"U'eCér}.· a pl'Uc b:L d,' a~uat'el'lJ", i
ec'h6 a emninar á,'in l 'lIl·I,lo-\'il~f), T"l'I11iuado el jla~eo
~(' fl'stc:jú eOIl el l'e,.dduu de SU dc'sl"'1Jsa en la 1'r 'Sl'a
playa cid rio, (l<'jaudo allí vi wault-I, que !lO ('ra t'ino
el .:ll"o,lidlO Jicuzo, Ac 'rt6 a pOJlerse a bl'l.il' ropa en
el mi.~lllo lugal' In. india yil'ja: notó d lit.mzu, lilll-
piólo, i ~lJ\lecojil.'llJo las cnagua' corrió a mostrarlo

®Biblioteca Nacional de Colombia


508 PEREGRINACION

por el pueblo llena Jo alborozo, pue~ ,e habia mrull-


fest.1(10 claramente piutada una imiljCll dI' la Yirjcn.
Todo~ clamaron milagro : Iladit,lt'~ cOIJll'adijlJ; i que-
dó ~ancionado por lfL nlz del pueblo <¡lit' la pintura
venia del Cielo, no oh~tante He)' mala i (ellO' ~"lldos
raRg'uños ('auslu1o~ pOl' ]¡", hastimclltus de múrraH.
He ¡l/luí Jlue~t)'a vieja cOll\'cliida en p"I'~Ullajo' ¡le im-
portaucia, i t'Jl1peiiada l'll prodmllar que la Yírjen
le Jmbin dec]¡u'IHIf) Sil v(¡ltm(¡lI1 de Ü'uel' ulla Capilla
en el ,'a11e uc lu~ Lo(',)", ('('}'('a di' In coutllH'll(;ia de los
rios Cuhlgá i Chitaglt. 'I'IInto hizo, '11Ie los ,1(',-oto"
pusieron mallO;; a la oj¡1'II ,·,)11 al)f('~ur:l<10 ti'nur,
i para 1738 (Amo (,()11(']¡¡jlla h\ Capilla, dondo
en un camaríu dorarlo i ell1'i'luecido ('olt platos de
P0l'('(.];lllil illC1'U~ttHl()s (>Iltl't' lo~ (~nltlll,,~ (1e! (¡'ello
pusieron la illláj('ll, dílll,I(,la I,,)J' nOllllll'e "Las ;\ngus-
tias" i ('!lmbimlllo pn ¡.J de La ] ¡¡¡["CH ,,1 prÍlniti\"() dd
valle. Como el j¿IIJlO~()('IHldl'n <1" CllÍ,¡ui11íllliríl (lt'ri-
vaha su pl'l ... /'ridlld d,. hal,,·!' ~idol'l'n(J\ ¡¡da la pintura
por, irtud di\'illa,IHu',·('i'·1 (coll\"'llipuk ¡¡pli,'al' 1" mis-
ma lú~toria al do La~ J\l1guslia~, i Ilsí lo l'l'liere Ovie-
ao, apoyarlo ('11 tratli('i()l1l'~ Jo¡·ah·~, ('lIando l'0wl"l'a la
riqueza i lllilagJ'()s ,le [1'111<·1 Sillltuilrio, Funlló~1! un
enrato, illstitllyl'l'oJl (' fil'stas, jlil,ilt'o i f ·da ('OJl in-
dulj"llcia plenaria ('(JIlI'"d ida 1'0]' (;ro'go!'Ío XV 1, co-
1lH'llz:m¡]o el 2 i finali1.:mdo 1'1 l!) ¡J,. fi-,hl'ero, con
11111J1l'ro--a rOIlH'ría ,],. flll'Hstt']'os i alllplio "OW'llIno ,1 ~
chic·lta; J)(,I'/) ¡]('~gra('iadallwll(" hall ('~(,<L'('ado lo~
mil:t!:\,I'(I~ i disminui,lo las 110IHl<·jUJlt·s <1(. los d"\'(ltos,
i d <:11I'ato no c;; tan productivo como PIl llH-jorell
til' ll1 l'0s.
Fl'l'nto a u'pute de La llal{'(';t ~(' l][llla ToJ¡.,lo, Ritua-
do 1'11 Hila bella espluuada mui fórtil, ,L ] ,(j:.!G mdros
de altura so)¡ro cIl1lar. En 17sií tl'l'min¿tl'Ol1 los ycci-
1l0~ la fábrica !le . ti grande i limpia igbia, quedando

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPllA. 509
desde entónces constihúdo el pueblo; porque en el
sistema colonial español la iglesia reprcsentaLa el
arraigo <le v 'CiIlO~ i era la base <.Id gobierno civil,
que l'o1U('llzaba ell la pa1'l'oquia o reLai\o eclesiástico;
herl1los,~ idea, Hi no hubiera ,ido t'lll c,~dlliiiva, esta de
recolJocer PI uaeimicutu lle un pueblo pUl' la creecion
111! altar.." pernwll(,llle~ don,le b comuuj¡lad de lo>!
ve(·i\l{)~ coulesara la lt:i ¡}'J Cristo, a~í romo alllacer
caJa in,livilluo dohia prot¡·~arla. en el Lalltismo. La
reliji'JIl eS el fuudamento Ilu toda soci<'lhlll, pero la
iustrtH:cioll púLlicit es el inuispcnsable resorte de su
lllcjora; i ~in embargo, llUllca be p¡'ocmó e tablecer
e~cuelas, ,¡¡ko In dd púlpito, que a fuer de única. se
hizo abusi\a i 8cmbró la fllne~(a semilla dé la too-
cT!\eÍII, cau!'3. principal dc lluestrU.8 miserias políticas.
rruletlo tiene utra para pt'l'maneccr estacionado en la
pubn'za, i <:sta e" la mala rcparticion do las tierras
labrautías, acumuladas en pocos propietarios quo
no pueden culti\'al'lu~ ni <¡nieren colonizadas bajo
cOullióolles c(juitativas. El trabajo de los jornaleros
no ti "!le rI"lIl:m.]u, i ".' vcn precisad08 a bu~ear la
snb"ish'll<'ia C'1llig-l'lludu a lllljores comarcas <,on grave
detrimento del pueblo lIati\-o. Chopo i 130chalema
ron en el mislllo ,'aso: "u poblacion se<.Icl¡buia no
aumenta: la de TolI:do ha perdido 330 indi\"iduos
en los últimos cin o año", precisamente al crecer d
monopolio dul suelo cultÍ\'able cerca de los mercados.
Lo. moradUl'e son blanco~, sanos de cuerpo i espí-
ritu, IJev:mdn e~cl'ita la hOlU'adez i franqueza en sus
fisonomias varOlúl s. Aman el trabajo i son natural-
mente imlu:;trioso~, do lo cual es notable ejemplo un
"cciuo que.guiado por su llljenio i sin mas iu::;trumen-
tos que lUla mala n:mlja, fabrica estatuitas de santos
a imitacion ele los retablos antiguos. El j¡ tinto de
artista se manifestaba en su casita esmeradament

®Biblioteca Nacional de Colombia


510 rEREGRINACION
1lanquca(la i pintwla, ('n la~ cortillas de las puertas i
el a~clldo m(maje: mulie lu babia en~cñad() aquel mo-
do de vidr ('OIltrario n lo~ n('gli.i¡·lI(¡·~ 1I.O~ dd "U 1ge):
1'1 artista 11) adiYin6, lo inn:nlú, ('(,mo ual,ía illvcnta-
<10 la escultura. ('0]1 ~Il"; dias a('al,arú tmnJ.i¡·n FU
tuller, jlurqlll' l" jenio el' 'aJor !lO ~(. trn~llljlc a los hi-
jos, i el tah'1I10 mUere bin ruirlu en Illu·¡;tra¡; ~olcJadt:~,
('olnl'letanwllte ue,,:nll]larado, llWIlOS}/I'I·eü¡llo.
De Tokdo para el ol'i 'I!te ~igLH' 1l m.~lo" desiertos
}·(·gados por rio~ !lw,;nro"os f¡"e al juntan;" í(ll'man el
, ararl', nllve¡{able le~dp que ~e apartn de la~ cordi-
llt:rw- p:lm ""guir por I()~ lIan ..~ {tcia ,.\ "iIlgular De,,-
parramall¡'fI), donde (listrihu)' sil ratl/1a1 ('lltre el
Amura i el Apurr. Uabitan n. oril1n~ de lo. rjos Ya-
ria.c; parcialidadrs de indios TuncllOs, indep"IHlientes
i en (;,.;tremo límiJos, (1ue TI'chazan el cli"ti:mi-mo
"po)'(lu<" dicen, cri~tiano si Ilace paga, ~i vÍl".· pnga,
..i muere paga, i TUlH'bo libre n o paga," lo cual es
una triste wrdad. Cuando lOi\ ~l.:ñoJ'(·g \.onzál z i
Mendoza, ('U la 1.:I'1'1oraeiron quP. I'm],T('llIli .. ron (·~te
ailo de~de Toledo ha~ta los 1111105 de CaRanar!', lle-
gaban a una rnnche'rÍ<l, C'rnll rocíLido ('Oll jrl1('ral
desaul'imicoto, i "anda a tu parroquia!" Il'R gritn.bnn
10B indios coléricos, I>()ro sin aconwterles; i toumo los
halag'ast'll, concluian por darleS po~ada i alim ntos,
mostrándose humanos i j T\('ro~OR COII los dl'sl' udien-
tes de sus Jl!'j~t'hru.irl()r ~. Tal I'S la índole dt· l.:1'\tOI' hi-
jos de 1:1>1 st·IV:lS: la dulzura i la justicia los habrian
reducido fúcilnU'llte : la opresion h..'!'\ hizo aborrecible
la Ilnmada cidlizarion de los e pnfio],', : la codicia
de los mi. iOl1('jo 110 les dejó ver ('Jl el rristianismo
~ino un sistema de trihutos int()lerabk~, ningnno de
. us bencfieiol'. Viven quietos en el RPllO de los lJOO-
que¡; : duermen al ruido de los toncntes en que al na-
cer 108 bañaron sus madres: adoran ni sol como en-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPlIA. 511
viaJo i representant de Dio~, que les otorrra luz para
contRmplar la~ grandezas del desierto, calor para qne
jermiuen l'lUS labranzas. i Con qué rlcrecho los arran-
caríamos <le ,",u hogar querido i cercenariamos bU ab-
soluta li bel·tad 1
Cuatro i media It"f.,ruas al S-O. oe ramplona está
" Iutis(·t1l\, parro'lu¡a ,le reciente fUlluacion, puesta en
lntll'ra~ fértil es i de abuudante ri,,;.;o, sobre el camino
que n.lnw ~;U1!lO ,1 pál'amo Sall.tlil:ban co~duc~ a los
princIpales puehlos de la p1'01'lIlCla de Soto, 1 a las
lnin:~'\ ue oro i plata que demoran al Orcidl'llte, pa-
Sfluas las cumbres rocallo~ del páramo. El paisaje
de Mutiscua ofrece toda las b lIeza que un t 'rreno
compuesto de altos relieves i amcnísimos "allt!l
pueul' n'uuir, c. n la quave ll'mp<'ratura eo.. rc.~pOll­
,1i 'nt' a 2,010 m(·tros de I('vacion reSjlCcto del mar:
fresco~ prados siempre verdes, rohlares majestuosos,
torn'nks crj~talinos que llenan el l'!<pacio con el rumor
de su caida quebrándo~e contra las peñE.s, j en mewo
de la escena el grupo de casas protrjidas por la iglesia
i habitadas por ngrieultores hll\ueoíl, robu!<tos i bien
JHdlaüoH con ~u abunrlante medianía, perpetuada en
la iml~olahlc fecundidad del cuelo.
Ca~i a. igual distancia de la capital, pero tomando
pam 1,1 S, be halla Cácota, pueLlo antiguo de Chita-
l'crOS ¡dominio oe un jefe Cjue acpptó in r 'ist ncia
el yugo de la COn(luista. RaJiendo dd valle lacustre
d. Palllplona, formado a _,304 metros !'obr> el nivel
del mar, comien7.a la "ubida del páramo Zumbador.
qne se Im'anta mil metros encima del vallo i adorna
sus lad 'ras con profu~a variedad de flores, arbu~tos i
plantls aromática.~. Def.dé lo alto se descubre la pe-
quena ('iudad como acostada {,Il un lecho do e me-
raldH!\: 1\1 N acjente, por entre Jos abiertos cerros, la
planicie horizontal de Fontibon con su alfombra de

®Biblioteca Nacional de Colombia


512 PEREGRINACION

grama i 8U escarpado engaste de serranías, en que las


manchas ,d frailejon amarillento altemall ton el um-
uro~o mOllte de roules i helechos aruór' 5, " 'alouauo
hasta las rlistantes cmnur s: ma.'1 adebute, para el
Sur, la quieta laguna de Cácotíl, que duerme sin pe-
z s ni aves retl.'jando el azul del cielo i aprisiollltda
1J1l re lucida cuenca, de donde muna un ,'ilpll 'ioso
arruyuelo CSCOllruUO ellÍl' la yerba: al rcuellor pe-
ñascos (le mellisca firmes i compacto, , m:l,as de g"l'ü-
da o~cura i barrancas de arena cuanMem eu qu ' bri-
llan inll1Ulleraul " pajillas de mÍ!,a: ,1 ni!', lev • i diá-
fimo, ,1 silencio l'l'OfUIIUO, la sok·da<l COll1l'll'ta convi-
dan a detener el paso i contemplar allud panorama
csten~o, a vezes l'efuljel1te de luz, a ,'e208 Cl! bierto de
niebla. o uatido por recio' vientos (IUO arrojan tontra
el suelo ltl 11m-in glacial l'epentill1\Ulentll c()llden~ada
en el páramo, Tra"puesta. la cumure ~j~ll.l una ba-
jada), 'shaladiza para llegar HI remate do las ¡ltldas
meridionalp~, a.~iento (Id caserío de CÚe!)!'I, Bin órden
i euyerbad hw fa ],,>; t ,dlO~, qll"l'ur"l'l'L1 f'l'Ugm"utos
del prado. llspen\liüo sobre paredes d, bHlTO i esta-
cas, Los mormlol'e~ Aon LJancos i enrLI:tlHldos como
lo e,:üjo elli'io d' 15 o centígrados, 110 taut por h al-
tura del Iligar (2,217 metro) cuanto por la proxi-
midad del páramo, cuyos aires r 'ciu' dil'(·ctamente.
Cultivan maíz, ee1.Jada, papas i las I('gulllbrcs do tie-
n'a fria en los roeu/,,,tos rápido:! do Jo~ ceITO~, Stlme-
jaudo cstos un l'auo torna~(¡lado por el col r rojizo
del su -lo d '~cuuicrlo eulos relie.- ,i lo, di\' 'rsos ma-
tizes de la vordura gradualmeute mnR tupida, confor-
me desei nilo a entapizar él seno de las suaYl!S de-
rr(,~jone., Llovia siu trerrua; i el Cura, hombre esen-
cialmentc personal, andaua cuidadoso por la, calles,
intCl'villiellllo no en obras de piedad i ueneficencia,
sino en el remato de los diezmos, que al fin lo vel'i-

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE A LPIIA. 513
ficó haciéndo~c mayor licitarlor i clegrntlando 1"11 altO
millil<terio ha~ta el oficio de llUt.licano : en \"cz oe <:011-
f'udo;; lll'I'aria despul's J't'f]lll'l'imicutos ole J1f1go i ('je-
CUÓOll a la cabaiia dd angmitiado ngrieultor, hosti-
litlad \;11 H'Z ne paz, j en lugar de laR dulCes palaln'as
e\'anji.lir:ls, el odioso debate ¡;obre ,UI11:\S de dinero,
P\\(,"(l~~ por el pál'rOl'O mismo como cosa prd' 'rcut .
cntre el santuario i el fl'ligl'l's!
D('jamos a(ln.~l ll'i,.,l,~ plll'blo í s('gt¡jmo~ cuatro
1C'gnas :Hlelantc ha;;ta. Chitagú, por ngraclaLlc cami-
llO abierto en lag falda.~ de los celTOS, próximo al to-
rrentoso río (IU b]'(lma estrellándose contra las pejjn~
de RU augosto C:l\I<'l', :mligua.l1H'utt' mas (·lc·\·auo,colUo
1,) dPllHll,,.,trnn las (';¡pas de' guijarros t"lHlidns ('n lo
alto dI' las barnll\clls ribl'r('lias. EH las dl'prl'siOllt'fI
del suelo upar -('('11 trozos de IUlIIllrjllPIa i ballcos Jo
caliza ~O!l'luít('ra, debajo d!' 10s c\lall's asoma 11 ('s'J\li~­
tos rarl.mraJos anuni"íando las mina/l Ut'] l're"i()so
comLustiLle, tan abuudaute como desul'ña<lo en tocio
el Norte de la Repü]¡lira. A la mitwl del cnmillo,
dpwe una haj:l(la para tomar el s6lido puente> '[tH'
atraYi.e~a el riu, "'c lllanifil'sta la 1¡¡'l'1IlOsa mlll hla dl'l
Chitagá. e,·tendida Je N. a R. por ('::;pa(·io de clos
leguas, dentro de un cuadrilongo Jo pál'llllJo:; j Jil;-
diJa en ¡Jos zouas por el río ([ue la hiPDtlc a lo largo.
Esta rambla se compone de. !\diuJCl1tos i aeaneos
voluminosos qnc indican, o la manRion de agua~ repre-
sadas dentro Jel gml1 J'cripil'J1te murado de };prranÍns
en touo su contorno ÚJlll'. uc cortar drío la bflrrera
oriental frente a Cáeotn,o el \ 3<:i 1:111 t.· Pur~o dd Chita-
gá, miénlras dicha barrera lWí"lnallCció formando IDl
Rallo el· doseiclllo8ll1CU'0fI soun·la ('..,planada que pre-
cede inmediatamente al \"alle Labalera.
COBrorme e¡; alegrc j bella cs[¡t spceion rlf'l país
rutll!ada de cerro,; Jllaje~llloso~ 'lu' proll-j\.'ll el llallo

®Biblioteca Nacional de Colombia


l'EREGRINACION

i lo envian lI1\lltit\Hl de arroyos saltando 1'11 t 1'\, peiias


i SUslll'raule arl,ule'cIa, es mal traza/lo i IUl'z'Illillo d
pUeulo ue
Chilngá, l'u !'to ('11 ,·1 1'<'l11all' lllel'il.li"ual
del ralle a 2,:);30 J1lelJ'o~ s,,],/'(> el lIiH'1 del llIar, i lJO-
taLle po\' la numia de disclial' i c'sel'iLil' de (IlIe ~,. ¡;lell-
tell pUilci'¡<JK I,)~ h,ibitalll<.'~ i pw ajé'ros, ~('gllJ1 lo 111:t-
nifil'stllll las pan'u" ras,gunadas \'n pl'u: a j YCl'Su
C'JU lJIaglláuiJU()~ di'¡Janttc~, bl'illanuo \"utrc (ollas
una pUl' el illl1l1ito lIl'lIll\'I'O do ,~ilndH~, ni pnl'cee!'
hUlIl<llIW", 'luO la culJriali ('''p,'"i:dll1cllte eon su l1a-
l'ize~: Jll'JlO ¡Je (Jrglllll),a liH),I(·~tia 1'1 arli la 1', ,'I'jbió
,'11 lIIil:1I1 de . u t nl'l,ult'lIlt> c\1:lIll'o: "La t'l'Ítka (!!!
f:l,i l-1'1 !de ,lili il!'
1'01' J¡~ Ji. 'tilid' .. l de la ¡¡"na i la 8illl.:illll' 1" nclncl
cid dillla (17 ¡L 1,1° el'lJtilfrado.) ¡Iucli,'l'a !oCI'r Cltit ,sá
HU \li Il'ilo agricultor ri(,o i pró'Jwru; 1l1HS ~1I 1'(IJ,la-
cilln un pa 'a de 1,~20 1111l,itantj!, ,[ue apélla~ eulti-
Yau 1I1gllTlOS recodus dI'! l!:ltI'IiSO ll'J'l'it"rio, (,¡lpa~ (le
cOlltew'r JIlllehm; IJlll'lJlú~, El di,tl'ito do Silo~, (llIe le
d('ll\ora al (>('l'i,It'Il(U i ""llll'l'I'ndu la,~ huya" du 1"" rius
Angostma, JlrJatapel'l'o, Agullelam i Cáraba, lIU es
llIénos pl'il'il"jiudo, i ot'n'co >l,l(,)l\a~ e\'i'¡"lIt,,:; ll11leH-
tra,; (1 .. niad"ru, (In I'hla i 01'0, eOlltiIlU:l"iUIl do la,;
,'das d.. SallturLan, tuyas roens Illl·!:Llíft'l'a. 8\\ }lro-
¡oIiO'tln bajo lo" n·lit:I'L'S Pilill('la i ZUllIJ.ador: mií lo
lIIrJllili,' tan )C)~ a('alT(o('~ ele! Cúrnl'iI i lo~ ('ong).,Ill'·-
ra,I()~ I'lll'criul'l , idéll!i,'()S a lo, 'lIlL' SI- Jlallan ('11 la"
lrlilla~ ti" La Baja, orilla ¡J, I rio, i UJ las dl'lTUi,las
lilida" dc la t.:lI/;lllll],l'ada !:iCIT:tUía.
XLIII
EI/trc ('Jlita,,',i i Ct.:I'J'ito, (, tlilillO del calitoll j ';¡IU-
,,1 lila al d,' COl1l'l'jltion, mcdia pI ¡,'traillO \ 11lItll'z:t-
,lc-I'Il, al 1';[\ (,~, do ,1, E. a 0, ('OIUO ulli ",,]n 1", do~
1'1\)lal" I"lnt!c·!"", 1<; la l ' ,r.Iíllua 1" illl:i¡d, J<1¡'arlc

®Biblioteca Nacional de Colombia


DI: ALI'II.\. 51.')
de la binuosa radl'Wl de [lltos rclj~\,l's qw' d~s.Je San-
turhan CIlJ'1'f'n N-E. s-o. hasta d púramo Riofrío,
don,J .. 'lllidIJ':\n para el Oriente, se e\ll'ouall .le lli('\ ('
cn Mesa-rulura"n, i t !j'mÍlHlIl ('outra pI l'o~Ia,Jo dd
!'alllal di! ~('n'¡t{l, tonn:ulIl.) el gr:Ul lJil'(¡l'/io IIfj'/II-
J'1Ii1~ '[ue 1>rt·~I'IIÜI. ('uatl'O ~i. t 'nl:('~ .le YCl'ti('lItt'S, i t'~­
tal,b:e la .li\'j,ion eld tel'l;tol'i" de la pl'O\iucja en
otras t.llltas ('(~ei()n' hi'¡l'I),gl'úf1~a.", •
L:¡ ~h's:t-C'l}lora<1.t es ulla mole do 4,400 mdl"Os d.~
elr\ :l(,jon 'obre el mar, i SU,U.'ll!:L tn e~('ulolll'~ tfljas
l,riIlHllt"s <1..: llit!\'e cuyn li('UilI'ioll C:!ll!,.:'rl)~a el calldal
del río Jara/lo, tl'il)lltarío !Id Chícalllor]¡n con pI
nUlIlbre lh~ T"'luia. Tiene por apúndi,'(' h ,1'1'I'allía
el!'1 AIIIIOl'Zfl,Jl'ro, :107 11I!,1ru, lIln~ baja, l' '\'o,,"ada i
allcha dow!c la <,orta d (:~\lllilln, l'll\'w,lLa ,'n Illll,..~ i
rl'<'/'!H'nll'lI1!'lIle azolada pOI'!\'¡lll'csi:u!es funesta 'para
(,1 \'i:lj,'ro i h~ ('abalg'adura~, 'lIlC l'ulóm'<:s jl<.'rt·(,(,1I
IIl'I:J.do:'\ elJ H'Jul'1 frag'uso d<:~iel'to. N () oLt't:lIJt..' la
alllll'a ,10 '~í;iR ¡;crr:lJlias i la :lIllJllitUtl de Ell!; ('tÍpula:,
!lO hni en rlla~ 1:1 1IH'lIlJl'1I1U¡'Stl':l de l'orrt~ primitiva,;:
fodasoll d,' cdillumto i t: ,rlllun ,'tratos ]>'" h'rl)~o¡;
<1e~rle las ('llltlvn's J¡:L~tll ,,1 j'"wh, de l..s prt'"il'i";l)s
<¡\I<J las "i .. ud"I!. Lo JlIi~jJlo ,'l' .. 11'('I'VII ('11 la Si 1T!l-
lI,,\wla d,·l 'ot'uí, P"j'¡;'rIllHlo ,'1 eas(lude .1,. hi,·lo a
5,08;¡ metro,.: 10,' lUus (h~ c' trato~ qne al ~llbh'\'al'~('
quedaroll ca, i \'utieal",;; i ~i l'll d l':tlllal dI.' 8:111tur-
lHll1 SI' JI:tllan l'Oeas Illet:llnúrfier~, l'S a flor (11' los \'!l-
IIt'S jl!t~·ri"l'(·l', "11 (,J ('OfaZOll di! la mole, donde la~ SOI'-
111... 11.](' Cl111ill<:1'II ahril'ndo l'i'Ololl,L:;arlas gakl'hs, J)n
c~tos hCrllO, l"'J!dit!os '11 la ('st~'lI,i"n de nUl','! 1'(\";
Ancl· ';<:lt'nll'jC>l!;dc~, pllIli.'ra inli'I'il'5C /jUl' ¡'I!os SUll
(!c form:lcio!l ¡'¡"Il lIlot!o.:!l'ua, ]'11'" Ul1¡L I'apa lall 1'1101'-
11H' de I'o('as ~ dilllf:lltn.;as IlI'''~\lp()nc ~1I ill¡]"Hnitl:t ill-
Illl'rsiflll en el S('IIO de lo:=! mares, hallÍcwlo ~i'¡l) lev;llI-
ladas ('11 (']>II(':t I'l,(·i .. nl 'l'.lnt ('()lI,;tituil' \~l;h I'!'jinli(",

®Biblioteca Nacional de Colombia


:JLG PE REGRIXACION

JIlUthu tle~lme" ele apal'eci<lo el utru h('mi~ferio. Aca~()


tutlo el l,;OlllÍuente SU1'-llJlle!'i¡;¿lI10 lI1aniJi"sta igualts
datos por los cuall''; ~e conjeture su corta celad; i cn
tal :mpuesto !lO u<.:uelllos oU~l.:al' el oríjeIl de ~u ]>oola-
l,;iOll Cll los ti 'mpo,; bíblico ', &'glUl ::;e ha ]>l'delldido,
ni cslmñul' [.t niücz U\l los pll '0[0 ' IJWl lo habitaban
ahora trc,; ;;jglv.~. '1< Todavía tielJlbla el ~ll('lo bajo
Jluc~,tros pió,;, \lomo ::;i hlt'lc¡U'a SUti <[uieios definitivos,
i arroja torl'clltcs de fu 'go por los multíplicado~ l' 's-
piradcro,; "llle braman del Ecuador alPolo alltúrt ieo, "'-i"
:\lgulLit" coslas 'llurítiJlUlS lll!van, COIllO la ele Carta-
jeuH, evideutes "eJial\!~ d . su model'llo alzull1il'lllo; ¡los
Au(lcsmi, lllos ~e yen auiertos i hundidos en \"aria,' par-
tes donde la vejelaciún uo ha porlül0 disimular aLÍn la
rceiente milla. 'folio es lluevo uCluí; casi tUllo igno-
nulo; el español, cUllsagraclo a. p"'lekll' i durmiJ', llO
íllt<:uió examinar ~u conrluista con los ojos de la cien-
cia; nC)solJ'U~, arrastrados sin tregua por el turbellino
<lo I¡\~ \lO ClJlh\lIl1!l,l:!-; cO\l"ec\I{'lleias rle.: la clll:\Ilci-
pueioJl, aUI'LllllaUOS por la tarea ele ncarlo tuU') j noso-
tros pa~arcll1os tambien como SOmUl'fiS, legando a
lllle~lros uidog pl'obl 'mas i 'OlljelllJ'llS.

• Sírvanme de apoyo las palabras de HUMBOLDT, que en


su" Cuadro físico de las r~jioncs ecuatoriales" dice; "Uno
de losfeh61llcnos mas ,ingubrcs C~, ,i" duda, la inmensa al-
tura. a <ptC ~c elevan las rocas pusteriores al grJ.uíto, i lo nla-
cbo lle las forlliacioncs. En Europa las cumbres de las Ulon-
tafias son ele granito, pues el C'"lui.,to micÍlceo no ~c observa
))las arriln de :l,100 metros. En cll\1o"tL~B1anco el granito
se ele.,cubre a },75 1, metros de allura. Bn la cordillera ele los
Andeti Ctita misma rocase oculta bajo formaciones posteriores,
elc SUCltCqllC pOlhia viajal'sc por 111l1chosaños en ellteino de
(-!uit,) i en parte del Perú sin "prender a conocer el grtlllito."
•• .. ~ingl1na parte dd ~lubll ha sido tan ¡¡jitada por el
fllcIJo subterráueo como la Cn ...lillera de los Ande" Desde el
Cab" de Hornos ha"t" cllllonte Snll-Elías .0 halla" mas de
ciucucuta volcanes illHamado"." lIu,rnuL1H, obra citada.

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DE .\LPlIA. 517
El párnmo (ld AlmorzaclcJ'o c~ una "l'lIn ml\"a
c::arbouifera eo!'ona,la por Illl pi¡'acho Ü·ccUl·nWll1 ... Uw
ceiíido enn un allillo de lIi(·\'c j el punto lllas allu ,le
htdepre"ion 'Iue atrav1,·"a el camino, miele 3,!J75 llle-
tros sobre el ma!', i d termómetro señaló 14 0 ¡L me-
diu,lia. ])c~de la e~carp¡lda subida ..le Chitagá, i a
lus ~,OOO llletro", CUll1iCllZ~Ul a lUal1Ífl·,tmsc ll1s ca-
bczl1s de uaueos tie carbou (:n capru; al t~l"JJallJo con
CS_llli~tos areill()~os, las cualcs su reproducen al utru
hilo d· la primera eminencia, cumo ~i atJ.·¡wesaran el
cerro de N. a. S: "igUC'll csqlliRtO~, cnliza' i areniscas
sohrepue~tas a IOti Ict'¡IÜ~ caruoníbos ha.ta. la ma-
yu\' altura del camillo. La.... el~valltls eumbrt's eircull-
veeilltls llluc~lmll claras ;;elia]c8 <le dcstn,cciull ell los
eslrat()s rotos i r 'vol<.:atlo" fUl"luautlo ercstas aglluas i
aberturas vcrticall;~ jigautcs<.:tl$, 'Iue desganan las
eill1<lS i (l('jau Y~r Illas allá e 'coll1bro~ rodados coufu-
~allleJlle ál:ia: lu~ profulluoS valle~. En Cumagu..1.te,
pe'llwiío rancho puesto a la mitad del páramo, se
pr<:;,eJlta uan. ·ascada henno:<a 'Iuo d ·~ci nde de los
e~lmtos eUl"ta,I/)H a pico, cuya jJJ"()lollg"atla cornisa
cI!l;ierra lUla ]¡lp;una. eircuhlr <':011 abras i euscnarlas
que van ,11 intel"Íu!' de las pelarlas cumbres. Cuentan
que en Olru ticUl po existió allí un halo, el cual Se hun-
dió por encantamiento, 'lue(laudo en tiU lugar la lagu-
1111, i apareciendo un ¡FWSO Jlotante cada vez flue se
alu/)J'()tall la,; aguas para nevar. La cOllfigurat:ioll
d,,] htuu1ímit'¡üo, pues realmente lo hubo, lmee pensar
que. ".u ,-[ t'tll'l1to maravillo 'o del vulgo be uC;llta la
trathewll el· un stleCSO vertla' le ro, i (llle 110 fu6 un
hato el hIUHli<lo, ~illo un alto, es decir, la cúpula de
la tierra levantada ha.sta las nieves perpetuas. Corro-
boran eHta idea los poJ.cro~o~ banco~ de pieuras, cas-
cajo i grda pllestl)~ al S-E. (Id relieve pl"iueipal, en el
~enlido (le su ha~e 1 atmvc~ada~ ~o1Jre el valle interior:

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518 PEltEGltI!"ACION

liOll [ll\tíglln~ 'IWf·CI1l/.~ emllllj~l1a~ por los nI'V\!l'os <1('~­


pl"lltlidos de las ('iIlla,~ {' tratiform('s, (Iue 1141 pudiell!lo
J'e.~i, til' la,; filtraciol1(,~ JlO!' la hlalHllll'lI i di\isioll na-
t.ural d,] la. J'()(':l. :tui maron bajo l'[ pc'so ¡lrl y<:lo.
COllfl)1'nll' se camilla ¡mm d S. ('!l dircl·{·iun ,!L·I río
.TUlado i úe:a d plll,Llo ¡[el Uerrito, millH:lltall la,;
sdial s d.· milla i 801'/11'('11(1"11 la~ ¡h-~"lH'ajall¡t:; m:1stLs
de l'O'·.a~ <:Il f¡\le e h:,ll l'artiJo las ullul,r '5 ,le la Sl:-
lTllnía QI:tÍ'!.'II(al. Todo 1'[ ""tl'e.'!1O \'a!I,· nw¡Jiall(']'o

"l'
entl'e d pió d ..·! púramo i "lpiral'lllJ de l",rrÍtú, }lOI'
I':wio dns Irgua:;, se halla (""oll1l,]'wlo dl'piedras
rotas, :mg'1I10 ns i IIU 'im"lltada, que lu (' wl'ilizan
eOlllpletUlIllJlÜ! i tlbSl'l~an la~('abalg':lIll1ras: ¡¡arel' u co-
lilO ~i Ull teníIJ!e ~3t:wlíl!lí 'uta hul,ie:,'n triturado los
Cl:lTO~ i regado ~u~ fl'ag111,'ntl soLrl! J:¡, jl(l)'H ¡Jl'! rio
Jllnulo, (¡JI" ~i~ll() >il1 llHUdl'l embarazada al tl':I\'\:S
di! log oh túclIlo", I'('cihi !lIlo ¡¡lToyl)~ ellli('g'l'",idus
pOI' 1'1 :tC:llT('() de (·s/Iuiste). carburados d 'sl'r~lIdi']()s
,It.lo~ dr>1T1I bio, 1I1'¡llili('~o~ I'H ]» alto .le h~ eal'l'Zera>l
d(J~oladH8, bin ¡'1J~fllll: ni su ·10 e~laLl."
El CI'I'J'ito l'::; un ]'ello pueblo ¡Jl) llla de cieJ) (';¡SllS,
la m:tYM par! clo kja, sil liado 1;1\ 1111 plano a]l'~r' i
JCl'til, a 2,180 metro' (lo altura "ol,re l'l ni~(·1 dellllfir,
con 10" tl'mígl'llrlos ell temperatura ll)l·<lia. 11ai ou('-
lla jl".'ada, regldar billar i lIlaltt e.:('uula, i I'IH'illl:t de
llIla ,·"Iin:! /'lJl't:\c1a ('11 ,!!:I'adn" se I 'yal¡ta la i~ll'sia de
litror! ¡,Uní ~'l i mili a.-.eadn. La l'"hlacioll ·s blanca,
()¡'~I''lnio¡;a i <l1'li"a, "",jl'lli"IH]" 11ll'l'C';l lo s 'malla] (1e
J,;¡,lalltt\ anilll:l('i')1l p"r ];¡ (,()lLt:Ii1'1'IJII(·ia ¡Ji) agri¡'lllto-
I'll:! '111.' Vielll'll .],·srle los "HII(UIll'S i l'll<'I,]"s illln"tliatos,
El a] 'I'Orl,·II:unil'llto elp la tierra, <:111 ,i,'rta de 11l'I¡Ul'll:t;;
RCIllI'llkms i di,j l'ibui¡];¡ (>11 I'stmil'ias I]l' labor, Illlllti-
1'li"fula a Illi~djrla 'lU(l ~o m'anza para d • T, ill,li(',;,L un
paí~ I,jell \,ol,la"o: a (·ada \,a."o l¡¡lj vl·c·ilJ.l:u'i,,~: tl,:S-
.1" ,;; (1:\
clIlllur,· t:;C ari t:m torres de if!1 'Ohl". ,Apé-

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DE "LPlIA. 5HJ
lla' SI' d,~j;\n h~ úlliJl1a.- l!J1B:1S dd Cl!nito, (;11:1Il,1" til'
"CII las de ¡";cn ílá n'~nda' en la l'ellJit'lde (] .. un l' ,-
!T') IIlIlUill:llltlo "LIS tech;; l,ajízos al pié de 11l¡;t (")r-
jllllenta i,!:le"ia, (;el1t1'o Jl: l'1Ir:,to '1110 fué ~ralldl' i
IJl'u' 1m:l iv(i. l)"u All)l\~o ()lIrIl. jI', ,i<- "oso du f('mt:ll-
tarlll, ~acó Ul 1700 lu,' iudiu que moraball.iUlltu a
la hUl'itllda d.. B.¡},·grú, del utro lado do lo, l'¡trtlllJo,
uril'ntal,'", i pohló un barrio 'l'ltI t dmÍ:t CUll~enH d
llUlllLre tl,~ J:alC'gra ..~, !'iu alcallzar el J'('''ultatlo (IUl! RIl
prllpu-" pul' e le violento lUedio, pur h mayur parte
d,' los iUllligra(los ahallllolló el lugar eH hu' 'a de ht
liberta,! (pIe ~' lo IH'{(,ll,a.
~ig'uil'lUlu I'! aLra d.·l río, al lr:t\<J;: de (·ampo. Ia-
lll'adqs, ~u eol'olUl lo altu du l1Ba ]¡1;'1'JItllS' i Ilbi,'rla
t'l'planada, eu ('11)"1) t:'ln'lll" apareco La ('on"l'I't'ioll,
Yil1a de G00 \'(·<:illq", 1illl!lada eu 1772 "]'C'a del riu
que ha !ro¡;aJ,) su l'l'imel' 110mbrl' dI' ,TlII'ado l'lil' ('!
(le ¡";erl'itá, i lll:\ nddante e lI:ulla 'l'e'lui'! ]I:\[':1 eal')'
al Uhicamocha. El centro del poulatlo, a 10:i8 1I1e-
tros de altura l't'~peclo del mar, se compOlll' de CH,a~
gl'llude:'\ i :l..~t:ndag llIiratl'lo a la. 'l.tlciosa I'la'l.l\ ( It eu-
va mitad ¡;I'cee Ult {nLol 1Jt. olil'!), üuieo adillll\(HI!U
;tllí. l'r".lllllliw\ la raza ,·ul'OjI(·a. ~¡¡lItl i l'oL\t,tll, lIwr-
¡;, ..1 al illlllejill'nl,le ,·lima i a los tra¡':ljlJ~ d,,1 C:llllP'),
que furlllall el nficio }.rillC'ipal (le 1... haLitallt ~, Ú¿'ll-
do·c tlpl'O\'cduulo }.al!lllJ a l·alm" el lelT'>llu P!l los
ah'(·Ile""r,,;;. Ti 'IJCIl ¡nerca,lo ~ '!llallal a W;¡lIZ,l d· las
iicl'm~ fri.~, J ~I'U ..!< dd ellal S!! (:ollgr 'gall !.l. l. bl1e-
g()~ al I'l'('\¡1I110 LlI' uu ti¡,Jo JIla! ra "ad .. 1'11 al~ulla
ti('!lIla, Jonde laR hOllllll'" 1, ,1 ..;11 (hil'hfl i ('~illt:11I in-
sul as ¡;()]>I;L~ de alIJo!", miélltms la. ll1uj 'r~s, (11 \ 11 .[-
hIt! en la~ ln;llltcllilla-, perlJl¡¡)lI'("H at'lI('r:l silf>!l,'iu-
amente ~t'ntaü: ~, o elltrall í salElJ trop<,zan b C.... II 8li~
~I'alld,>s sOU1hrNos tIt' 1J'ellza : t¡tlt,t "I.i,·lli,) t ~p,!II~in}
i fui,lu. o de l()~ C(({¡'/t(¡lilUl$, peru r~~altall la LI,udad

®Biblioteca Nacional de Colombia


PERLGIUl\ACJON

1Jlan~ ·,lumbre tan jdlialt- en lo" jOl'1lalC'l'()~ '¡lIe


trara alg-o d" la Sll1lgre il. lia "JI las V(!lla~, ~ati"rl'!']lOs
(;llando ]IU,·rlen ~'l tllr 'Hln' mlligo~ las lll{¡'¡i"fl~ ga-
Ilmwia, d,,1 mCl'l'~.df): ri, n,e.tlllan i ellaruoran 'Tl paz; j
al dia. i"'ui lit· \"\1\.1\ ~11 11 ~1l 'labra mm, pell~ando "11 d
1,rel 'd,~ ,'alb) del inmediato d!llllillg'O, I'cnladl'l'a 11e,;-
ta p. ni (jl1i'>lleH ,iw'n tml,aj:ludo l'olltiJlUmncnte,
FUll'a de la 1ll~lf('iOll:J(h Iíll a d,'] eal!liuo, rle~tl" r.l
hato de .J nra,1!) lJa~ta la c.a1)('7.l'J'a de·] (,;111.1.011, !lO Imi
]lUf·hlos, Ili hal¡itallk~ ca:i, La }lol¡]¡wir)l1, en lllínlPl'o
,le (j,~OO inrli\'iduos, se ha rOI]('(>ntl'lIdo al n-dNI"r
del Cl'rrito, S,'I'\'it¡'i i COIll"'!II,jOJ1, ¡]"jallllo ¡\p~il'r1a
34 ]I'~rnn, cuadm.]as ('lllll]'1'!·ndi.]a ~nll'l\ la riL"I'H jz-
(lllj"nla dl'] rio i las ~(>I'rallíns dl\ fo;"I'\'itú i Uar!'a~í al
Ol'i"llll', dlm.]e hai ping;i'H s tielTas ,le labor. 1)..] Ja.l,)
dd S-E, {teia ]0' Iímit(·1' !11~ lo:'! I':lllt!)]\,· fo;ontá i CI)('ui,
pro\'illei<L du TUIH1alllfl, ,·~t{¡1l los disll'ito~ Can'a,<;í, En-
ci~n, San Mif,1'\ll'l, Macal'l\\ ila, i Uapilalll:jo,'[llejlllltos
til'llI'n ('('rca d .. l:3,2üOaIJ1las i 1'<'l'rl's"nüul ,ns I'alllllt'/i
l;il.'1l (;ulti\ :\ll,,~, eOUllO pocas ~"Jla ti»; ,1/' illtln"lria 11la-
IlllfiLet\ll'CJ'U C11 innumeraules tnll0J'cs dOlllél'licos.
"'\1 occidellte de la UO!1cepcioll, ddl'a~ (le una (':1-
(1 ..11:1. d., alto:; 1'1'ITO~, '1Ul.'¡)¡t 1'] eanton };'ol'toul, eOlll-
p11l' lo dI' la Villa de ~all Anlll'(, i l'l Ji,trit!) de (iua~
ea, i eort,.jl) a lo ]¡lrgo por el rio de c Ü> llomlll'l',
I'\]) a 11l{ujl'!1rS i l'ccue.~t(¡S J'io"J'cf¡os b01l un Yerda,I.,J'ú
jardín cn '¡Ile 61' ven oUllcar lw 1'~l'igiL~ dell1'igo jUllto
a I:t~ briJlantus flor .~ d" varias Il'gulllinoi'ai', j t'n lo
1, Jo II/s somurío:; plntanan!s, l(¡~ "mIes taLlon('" Jc
C¡¡lm dlll('c, i los maitalcs de 1allo éllhil'sto i 11(,ja~
mllarill 'lltas cobijall.]o la b(>n66('[1 lllfl7.nl'('a ]>l'ünt:l.-
lTIéllt.. 'lzIInada para cl.Jiario alilll\:nlo LId agricnlt"r.
GlIa('a,'~ punlo ,le reunion cn 1111:1 .gnm feriace1¡·hl'.vla
todo" In, ilflns ('11 ('lln,'s 11(, agll..:tn, II In {'1Htl ,'<.nl'lIITI'1\
llllllleroslJslmtallt(·,; ,le ~()lo, ::-iu"'l1TI) i Tuwl:una, 'Illl!

®Biblioteca Nacional de Colombia


DE ALPIIA. 5~1

:tl cambiar u~ fruLo;¡ i fl.!'teíllctos jl0Uen (:n JnIJ-


\ imiento gnm ~U111a de ri'lu('z, . 2:m l\Jldn'B .'0 d' -
tü¡gue por tillS UlI rad('r('~ ltOmado i Inll(,l'i(l~os, i PO)'
1m rt..:tabJo de la Vhj,'n que llaman del Socorro d..
Pancolt', la cual diC:Cll que atrajo ~oure ¡;í las "lmeJ. .'
,lurnll({' la pe.<;te du 1841 (:1m la mat<'mal intencioll
..1e liul'rta.r de <'lbs a lo~ fid('s dcllugar no mas; í 1,)
bueno es r¡uc hacen \~,'r en el lí('lIZO las ma.rcail de h~
enfermedad para confusion de médit'oil i j¡l;ioloji~U1s;
tanta P:; la crédula confianza de a'luellus jentl's, mUll-
tenirlas en errores sup(~r.tic:iosos, que ciertas peri'ona"
cuya (·aiegoria DO quiero ('spl'csar, fomentan como r¡ )
manantial Je cOJl,-;t:lIlle lue!'o.
La ,'iud:u] ,In Mál1lga, fUlldrula ollúio de 1541 l.l
/.J :ll'i. nto (1(, T(,(\uia, se Ü'asJau6 }loco t1t'~PU('s a 1Il
h 1Il( l Ilallo mas al N-O, donde ]1PlmalH'Cc ('OH'
rabi z 'ra dI' (.':l1ltnn, ccntl'O de UIIIL cOlJlan'a el;)'
t 'lIl€nl ' H[!rÍ<'ultora i la '¡S l'0l;lada de 1'a 111'1.l1a,
pm'~ no ticne baldío~ i cu lita G3S hahitantes C!l t:l1da
legua c'Ull<lralla. E~t()s 11 n(llabl!·~ PO¡ la ,igOl'l <..
IIllLSCUlatUfa do los 1101111.1'(', i la Lell"za dI' h llIHj -
TI's t'11J1ll'\:,inas, cn lo ('11:11 110 son iutcrlorcs la" ele la
\'iIl3, uniendo al colm. frt'sco de la reino 'a,~ 1,
r:\T.ll:ia i donaire qu<! lns ViHj 1'OS at:ilmyell :l I:ts m,,-
lagudías UC E~pafi.a, Las tierras todas e,tán r.propia-
das i cultiralbs en hprv(l:1ue.s cortas que diriden ,¡¡-
Ilados de plantas vivas j gTllpO~ de ~auccs h 'nnmú li-
tio!',' pilJlur('C;:lIll('lJtI' COIl las ~emcJ1leras ]'ropia:, ,lu
clima. friu~. C:u'(,ce de iatIn.,trias t!OUléstiem, la Yilb
pa 'u c6moda ~ub. i~l.:nc;ia de las Illuj<:re~, l"ly~ ~UI'J't,;
naJa (iene de ]l1'6\;p,'m, 110 ol,'tallÍl3 la !latlllall'Í'lllL-
/:1 del paí~; pl'ro Hl ('íl11l1.io haÍ l!TIa VÍJjell .le ],1 ] j.,-
drn delineada ('U UIl pedazo de p;:quisto mnmiUo j¡a-
ilado t:1l el arroyo del 1m!: r, habrá (;o:a de llO\'(,II~~
añu~, i puesto f'in ma~ j;üul'llluciollt:S (;ll l'OS(';ioll d.,
culto público, Tan mal se manej6 el cielo al tJlIlmr J:,
Si
®Biblioteca Nacional de Colombia
PEREGltL'AClON

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DE ALPlIA. 523
l'itada.q de 10 alto de Tuuja i Sogamoso. La lJ¡ldUl'¡t
(j" (.~apitan,~o es t:Ullbj~n 1'c"lIlla,lo ti?
arJuella inUIl-
,laCIOIJ (oura dl·~tl'1ldora Iltll'lIa queJo ~slalllpaJa en
lo~ t.e!';',,,, ;¡¡l\"ar:cntes euhiertos d.· piedras SUl'lUL~ qlle
Jl(,1,>., l'l'rtc'¡{l'eéll, i I'l'ivadoR ele ""~ antiguas laderas,
(·"U ('uyos dl'SjJOljOS su ha eollllwlo la llanura, El pueblo
..stá ~itll:ulo ('n la m:ÍIjt'l\ tll'l'('(;La dd rio, a 1,172 me-
tros ele l'll'\'w'ion 1'l'~pl'('to dc1ll1ar, Lus al'(lllales que lo
lOcl"an le\':tntall la t(ml)!CmtUI'a cId HlIlbi(~llte El 26°
('('nt Igradoseulas homs de sol flkl'Ít!j i como almislllo
tie\lJpo ~e halla ~ollwticlo al repcntino illflnjo Jc vien-
tos f{lal:iales (lile bajan eJ1cajouacloH d.. ~,le la Sil'rra-
¡H,'\'ada el ..1(;'J<'Ui,8ituaola al U!ielltl',sufl'l) ol!eilncion/!':-\
¡;üJ,itas du "t¡]or i frio,a !jW' alglJll<>S atrilmyeulosgrllll-
cI.'s (·"tns allí l'udi('ados i 1" rp('(1I:vlo::l hasta (;aU~¡[r el
i<lioti.lllO e(\)l!p¡"I,) de la tel "ra jCIll'IW'inll,
Fe1H.·ri:~ ,·1 JT1t'S .J" julio ,1, I~,j l t.1I<1il11u p:I'~:nnOll
(.] hl'!'mo~o 1'11ellt·· 'lu 1I0S tJ'~]acl{¡ d·] tel'l'itoIiv .1"
>

!'1l1l1plol\it al de Tuwlam:1, t.'nuinanclo nuestra ('0-


noria }lo\' Ia~ 0l'11O ro\'in:. e ,1Jlprc'lHlida;< ('llla !' ('-
"j n Norte <lo la H '1'IIl,li(m; s,'ccion ]'ella quo r<'l1ll8
IlIü,),; lo <.:lilJlas, t"da," la lIlagniliUl'lI'.:ias .1(, la C'r(>¡¡-
"ion intcrtr0l'i. al ,'!>t¡'udidasa los piusd.! \0' AIJI h·s In',-
j., t'\C>SO~. lIal,it'ltl .. elL-;i en towl ]l0l' la I'nza 1.1:10(':"
i¡,t"lij.·lltC> i tl':lhajaJora, pl'é>l'k-taria ,1,,1 . licIo feliz
I1lPute r\ivirli.jn 1'11 ]1"'llIcl1')3 pl'eJilJ.~ Ipl(, Mianz:m la
i,"It'l'l'J].Il'Il\'h d,.. It,;; Illora,¡.)l'l~, Ee :¡ÍJ[: • h~ l'OIlIJ>Iü-
(; 1f,,, mimdas c1lll'atri¡ltn, 'pe' dc' ",,¡[,rl) allí el u,:,it'lIlo
dc h \','nla(]'ra '¡ ..mOerfl(·Íll (·illwntn<lll ''u la i'fll:ddn.l
,lt '!I~ rll¡:1I1a~, El p' 0,0 i la iU11'01'tau(·ia !'I,Utiea d.
l',t:l,; prcwiw'ias 1'('$:lllaU 1,1 COI.,;,Lrarllb I'n su ('011-
j\\íit como ("i'U]!" .1.. PúV¡I(·:r'11 h... n jln~a, que au-
'1Il' 11tH uIl r;'l'i<le7. pI,,· el d•• a.rrollo (!c- I<U~ llJ'CJl,j08 ele-
111 !>l. " Na(i:tlD,. t1lll1 'l_t· '1 lú!<y,.lm"roselll: tn
llwtl'!'ia : pnmítao;mc. pu~q. ~c;:¡(:, ir ('011 ellos la }'l ¡,
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®Biblioteca Nacional de Colombia


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Santlnder .. San José... . . 3 lO 33 26;; Ha 2J ,282:!1l ~O
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