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SUPLEMENTO ESPECIAL

Contratos

Rubén S. Stiglitz
Director

FEBRERO 2015
Sumario

CONTRATOS

Doctrina

Nuevos temas incorporados a la teoría general del contrato en el Código Civil y Comercial de la Nación
Por Rubén S. Stiglitz.......................................................................................................................................... 1

Formación del consentimiento


Por Rubén S. Stiglitz.......................................................................................................................................... 33

El contrato por adhesión en el Código Civil y Comercial de la Nación


Por Carlos A. Hernández.................................................................................................................................. 51

La regulación de las tratativas contractuales en el Código Civil y Comercial de la Nación


Por Gustavo Caramelo...................................................................................................................................... 63

Pacto de preferencia y contrato sujeto a conformidad


Por Miguel Piedecasas...................................................................................................................................... 77

La formación del consentimiento contractual. La oferta y aceptación


Por Fulvio G. Santarelli..................................................................................................................................... 83

Incapacidad e inhabilidad para contratar


Por Mariano Acevedo........................................................................................................................................ 95

El objeto del contrato en el Código Civil y Comercial de la Nación


Por María Isabel Benavente............................................................................................................................. 103

La causa de los actos jurídicos


Por Abel E. Marino............................................................................................................................................ 115

Forma y prueba de los contratos en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación


Por Carlos G. Vallespinos y Luciano J. Martini.............................................................................................. 123

El fenómeno de la incorporación de terceros al contrato


Por Gonzalo Sozzo............................................................................................................................................. 131

La obligación de saneamiento y la responsabilidad por evicción en el nuevo Código Civil y Comercial


de la Nación
Por Noemí L. Nicolau........................................................................................................................................ 145

La garantía por vicios redhibitorios en el Código Civil y Comercial de la Nación. Comparación con el
Código Civil, el Código de Comercio y la Ley de Defensa del Consumidor
Por Fernando A. Sagarna................................................................................................................................. 159

La seña en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación


Por María Fabiana Compiani.......................................................................................................................... 183
IV | Suplemento especial cONTRATOS

La interpretación de los contratos


Por Ricardo L. Lorenzetti................................................................................................................................. 191

Contratos conexos
Por Cristina N. Armella..................................................................................................................................... 203

La extinción, modificación y adecuación de los contratos


Por Lidia M. R. Garrido Cordobera................................................................................................................. 213

El contrato de consumo en el Código Civil y Comercial de la Nación


Por Fulvio G. Santarelli..................................................................................................................................... 223

Prácticas abusivas en los contratos de consumo


Por Aída Kemelmajer de Carlucci.................................................................................................................. 237

Contratos celebrados fuera de los establecimientos comerciales y contratos a distancia


Por Rubén S. Stiglitz.......................................................................................................................................... 255

La teoría de la imprevisión en el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación


Por Ramón D. Pizarro....................................................................................................................................... 273

La frustración de la causa fin del contrato en el Código Civil y Comercial de la Nación


Por Luis F. P. Leiva Fernández......................................................................................................................... 283
Nuevos temas incorporados
a la teoría general del contrato
en el Código Civil y Comercial
de la Nación
Por Rubén S. Stiglitz

SUMARIO: I. El contrato por adhesión en el Código Civil y Comercial.— II. Directivas de interpreta-
ción de los contratos por adhesión.— III. Cláusulas abusivas en los contratos por adhesión. Cláusulas
abiertas.— IV. Sujetos de la relación y del contrato de consumo en el Código Civil y Comercial. Noción
de consumidor.— V. Directivas de interpretación de los contratos de consumo. La interpretación restric-
tiva.— VI. Cláusulas abusivas en los contratos de consumo. La noción que suministra el Código civil y co-
mercial.— VII. Cuándo una cláusula no es abusiva.— VIII. Control judicial sobre las cláusulas abusivas.—
IX. Control judicial sobre las cláusulas abusivas (Cont.). La nulidad parcial.— X. Temas sobre Derechos
del Consumidor ajenos a la Teoría general del contrato.

I. El contrato por adhesión en el Código Civil Contratos celebrados por adhesión a cláusulas
y Comercial generales predispuestas.

1. Definición de “contratos por adhesión” “Artícu­lo 984. Definición. El contrato por adhe-
y requisitos de las “cláusulas generales sión es aquél mediante el cual uno de los contra-
predispuestas”. Quid de las “cláusulas tantes adhiere a cláusulas generales predispuestas
particulares” unilateralmente, por la otra parte o por un tercero,
sin que el adherente haya participado en su redac-
Cabe señalar, como lo haremos en su momento ción”. Como resulta de la lectura de la precedente
con relación al contrato de consumo, que el Có- disposición, al referirse a esta categoría, el Código
digo introduce las tres categorías de contratos alude a “contrato”, por lo que suprime todo debate
existentes: el contrato discrecional o paritario, el en torno a la naturaleza jurídica de su contenido, o
contrato por adhesión a cláusulas predispuestas sea, de las cláusulas predispuestas.
y el contrato de consumo. Hasta su presentación,
normativamente no existía una definición del con- En segundo lugar, se desprende de la definición,
trato por adhesión. Obviamente no se halla en el la existencia de dos partes: por un lado el predis-
Código civil ni tampoco en la Ley de Defensa del ponente que es quien redacta el documento con-
Consumidor. En esta última, se lo menciona en tractual o se sirve de la redacción efectuada por un
el artícu­lo 38 sin definirlo. Sólo se hace una refe- tercero. Por otro lado, la contraparte del predispo-
rencia al control de incorporación, establecién- nente es el adherente que no sólo no ha partici-
dose que la autoridad de aplicación deberá vigilar pado en la creación del texto contractual sino que,
que en los contratos por adhesión no contengan tampoco, ha influido en su contenido.
cláusulas abusivas. En el Código, se ha incluido
una sección que contiene seis artícu­los, del 984 al Y ello se explica en que uno de los caracteres sa-
989, que tratan el tema con carácter general. Los lientes de la noción del contrato por adhesión se
habremos de reproducir y añadir un breve comen- halla constituido por el hecho que el adherente
tario a cada disposición. carece de poder negociación a tal punto que no
2| Suplemento especial cONTRATOS

puede redactar ni influir en la redacción de la de su inoponibilidad al adherente/consumidor. Lo


cláusula. Dicho de otro modo, las cláusulas se pre- expresado constituye el efecto que apareja asumir
sentan al adherente ya redactadas por el predispo- la responsabilidad de redactar unilateralmente el
nerte. documento contractual: la obligación de redactar
claro constituye la fuente de la responsabilidad
2. Requisitos de los contratos por adhesión civil en que incurre quien efectúa una defectuosa
declaración.
El Código enuncia una serie de recaudos que
deberán contener las cláusulas predispuestas, a El objeto de la referida obligación tiene por con-
saber: tenido redactar cláusulas claras, serias e inequí-
vocas, idóneas para ser entendidas por sí por el
Artícu­lo 985. “Requisitos. Las cláusulas gene- adherente. Y llena este requisito, el texto redac-
rales predispuestas deben ser comprensibles y tado con palabras cuyo sentido objetivo puede ser
autosuficientes. La redacción deberá ser clara, establecido sin lugar a dudas según el uso idiomá-
completa y fácilmente legible. Se tendrán por no tico común o del comercio (1).
convenidas aquéllas que efectúen un reenvío a
textos o documentos que no se faciliten a la con- Por lo demás, se ha enfatizado en la necesidad
traparte del predisponente, previa o simultánea- de un conocimiento pleno y cabal del texto con-
mente a la conclusión del contrato. tractual, al punto que se declara como no con-
venidas las cláusulas que contengan reenvíos a
La presente disposición es aplicable a la contra- textos que no se faciliten previamente al adhe-
tación telefónica o electrónica, o similares”. rente.
Cabe indicar, que el Código, hace prevalecer Con relación a la contratación telefónica o elec-
la importancia de la inteligibilidad y la completi- trónica, la fuente ha sido el artícu­lo 80 inc. b), 2da
vidad de la cláusula de modo que para la compren- parte del decreto-ley 1/2007 vigente en España por
sión de su lectura se haga innecesario un reenvío a el que se aprueba el texto refundido de la Ley de
otra cláusula. Sobre el particular, cabe señalar que Defensa de los Consumidores y Usuarios (2).
a la claridad debe unírsele la legibilidad para que
las cláusulas predispuestas que contienen restric- El Código le asigna suma trascendencia a las
ciones dirigidas al adherente no pasen desaperci- cláusulas particulares no sólo por disciplinarlas
bidas y, para ello, deben aparecer destacadas del en una disposición específica sino porque, el con-
resto del documento contractual. tenido de la misma no sólo constituye una defini-
ción sobre lo qué son sino, por lo demás, porque
Justamente, los contratos impresos en formu- se reconoce en dicha disposición una directiva de
larios se destacan por su inusitada extensión, tra- interpretación que les atañe.
ducida en un inagotable y profuso clausulado, en
ocasiones ininteligible, por lo que para favorecer Artícu­lo 986. Cláusulas particulares. Las cláu-
su edición se emplean textos redactados en pe- sulas particulares son aquéllas que, negociadas
queños caracteres. Pero, considerando que no individualmente, amplían, limitan, suprimen o
todo el articulado se halla constituido por cláu- interpretan una cláusula general. En caso de in-
sulas potencialmente lesivas, concluimos en que
sólo ellas deben ser redactadas en caracteres no-
torios, ostensibles, lo suficiente como para llamar  (1) Von Tuhr A., “Derecho civil. Teoría general del
la atención del adherente/consumidor. Deben Derecho civil alemán”, Desalma, Bs. As. 1947, Vol. II-22,
aparecer patentes, ostensibles, visibles, aparentes, pág. 93; Salandra V., “Il contratto di adesione”, Revista di
palmarias, evidentes en el contexto total, fácil- Diritto Commerciales”, 1928-I-, nº 16, pág. 527.
mente advertibles, lo que requiere una impresión  (2) “...En los casos de contratación telefónica o elec-
en caracteres más considerables y de apariencia trónica con condiciones generales será necesario que
conste, en los términos en que reglamentariamente se
más visible que el resto del texto, con una tinta
establezcan, la aceptación de todas y cada una de las
destacada o subrayadas, aisladas o enmarcadas.
cláusulas del contrato, sin necesidad de firma conven-
Es ineludible que se noten. cional. En este supuesto, se enviará inmediatamente
al consumidor y usuario justificación de la contrata-
Y ello debe ser así, al punto que la consecuencia ción efectuada por escrito o, salvo oposición expresa del
que, como directiva de interpretación, debe apa- consumidor o usuario, en cualquier soporte de natura-
rejar el defecto de legibilidad de una cláusula res- leza duradera adecuado a la técnica de comunicación a
trictiva, leonina, gravosa o abusiva es la de tenerla distancia utilizada, donde constarán los términos de la
por no escrita, lo que significa “no convenida” o, el misma...”.
Rubén S. Stiglitz | 3

compatibilidad entre cláusulas generales y parti- En efecto, en la discrepancia entre una cláu-
culares, prevalecen éstas últimas”. sula general y otra particular, habrá de estarse a
ésta última, en razón no sólo de que apunta a al-
En primer lugar, cabe señalar, que en la dispo- terar, suprimir o aclarar el contenido de la pri-
sición precedente se incorpora una frase con la mera, suministrándole un contenido más conclu-
que, modernamente, se denomina al clásico con- yente y concretamente adaptado al caso de que se
trato discrecional: el negociado individualmente. trata, sino que, es tarea relevante del intérprete, no
Creemos que la denominación es la más acer- perder de vista que la cláusula manuscrita o meca-
tada porque refiere a uno de los caracteres más nografiada, se estipula al tiempo de la conclusión
salientes de la negociación tradicional que es la del contrato, mientras que la cláusula predispuesta
que hoy ocupa una función residual en la contra- general viene formulada (redactada) previamente
tación. En efecto, hoy prevalecen los contratos por por el predisponerte sin consideración al negocio
adhesión y los contratos de consumo que, predo- concreto, por lo cual cabe concluir que la regla de
minantemente se forman por adhesión y, excep- autonomía particularmente concertada, revela la
cionalmente, se negocian individualmente. La auténtica y real intención de las partes de derogar,
disposición, además de definir el significado de la en el caso singular, la cláusula general redactada
“cláusula particular”, incorpora una regla de inter- por el profesional uniformemente para sus futuros
pretación proficua en su aplicación por los Tribu- contratos (4).
nales y que tiene su fundamento en la preferencia
que se otorga a la cláusula negociada en tanto II. Directivas de interpretación de los
constituye el resultado de la libre contratación por contratos por adhesión
sobre la cláusula general que constituye el resul-
tado de la predisposición contractual. 1. Las cláusulas ambiguas

En segundo lugar, añadimos que las cláusulas A la ya expresada, precedentemente, la de preva-


particulares que tienen por fin sustituir, ampliar, lencia de las cláusulas particulares sobre las cláu-
suprimir o modificar una cláusula general, pre- sulas generales predispuestas, se añade la previ-
dominantemente traducen una expresión de vo- sión contenida específicamente en el artícu­lo 987.
luntad que atiende al mecanismo tradicional en
la formación del contrato. En ese caso, prevalecen Artícu­lo 987. “Interpretación. Las cláusulas am-
por sobre la condición general que deviene dero- biguas predispuestas por una de las partes se in-
gada. terpretan en sentido contrario a la parte predispo-
nerte”.
Pero sucede frecuentemente que las fórmulas
empleadas, manuscritas o mecanografiadas, Se hace preciso un comentario preliminar.
omiten expresar que el propósito tenido en miras
al incluirlas consiste en suprimir o modificar la La categoría de los contratos por adhesión a
cláusula predispuesta o condición general con la cláusulas predispuestas, porta sus propias direc-
que se halla en estado de incompatibilidad. tivas de interpretación que el Código las ha re-
ceptado y que se hallan incluidas en el artícu­lo 37
De tal manera que, al momento del conflicto, el apartado 4 de la Ley de Defensa del Consumidor.
intérprete se encuentra en presencia de una cláu-
sula predispuesta y, por tanto, impresa (desde su
J., La Contratación Privada, Montecorvo, Madrid, 1966,
origen) y con una cláusula particular que la con-
nro. 19, pág. 227; STIGLITZ, R. S., “Reglas de interpreta-
tradice o altera su alcance.
ción de los contratos predispuestos”, L.L., 1987-D-1078;
CNCiv., Sala C, 24-XI-1976, “Ramírez de Critrelli c/La-
Para este supuesto, la directiva de interpreta-
petina, E.”, L.L., 1977-D-253; CNCiv., Sala B, 29-IV-1980,
ción contractual que impera consiste en que las
“Solo Tapia de Rojas c/Vinelli, J.”, L.L., 1981-C-659 (35-
cláusulas particulares deben considerarse como 940-S); CNCiv., Sala C, 28-II-1985, “Feldman, M. c/Me-
una deliberada modificación o supresión, según tropolitana S.A.”, D.J., 1985-2-486.
el caso, de la cláusula predispuesta general. Y el  (4) ROYO MARTÍNEZ, M., “Contrato de adhesión”,
fundamento está dado en que la primera refleja, A.D.C., Madrid, 1949, pág. 69; LÓPEZ SANTA MARÍA,
de ordinario, el acuerdo que fue objeto de nego- J., Sistemas de Interpretación de los Contratos, Univer-
ciación (3). sitaria de Valparaíso, 1971, nro. 50, pág. 147. Las condi-
ciones particulares revelan la verdadera voluntad de los
contratantes, quienes necesariamente han entendido
 (3) BROSETA PONT, M., Manual de Derecho Mer- que al introducirlas al texto, lo hacían para hacerlas pre-
cantil, Tecnos, Madrid, 1971, pág. 322; SANTOS BRIZ, valecer sobre las condiciones generales.
4| Suplemento especial cONTRATOS

En efecto, en esta última se establece que “cuando ciso, redactado genéricamente. Lo expresado en el
existan dudas sobre el alcance de su obligación, texto, puede traducirse en la necesidad que todo
se estará a la que sea menos gravosa”. Por nuestra sistema de interpretación requiera de un principio
parte, entendemos que la regla que transcribimos que satisfaga la equidad y preserve la relación de
a continuación, es consistente con los criterios ac- equivalencia (8).
tuales referidos a los efectos de la ambigüedad.
La regla contra proferentem, importa una aplica-
Cabe señalar, una vez más, que la modalidad ción del principio de buena fe que conduce a san-
que adopta la formación del contrato predis- cionar a quien ha infringido el deber de expresar
puesto —la predisposición unilateral del conte- su declaración comprensiblemente (9).
nido—, impide acudir a criterios subjetivos, como
podría ser la indagación de la intención común de Acontece que las palabras usadas deben auto-
los contratantes mediante la reconstrucción del abastecerse. Ello significa que deben ser idóneas,
pensamiento y de los propósitos de los autores de suficientes, claras, aptas por sí para ser recono-
la regla contractual. cidas por el destinatario (10).

De allí la necesidad de que la directiva en aná- Las declaraciones deben ser comprendidas y
lisis sea examinada a través de criterios predomi- llenan este requisito las expresadas con palabras
nantemente objetivos y con extremado rigor, ya cuyo sentido objetivo puede ser establecido, sin
que en razón de que el predisponente reserva para lugar a dudas, según el uso idiomático común o
sí la creación del texto (documento) contractual, del comercio (11).
lo debe hacer de forma tal que el destinatario (ad-
herente) comprenda su significado utilizando es- Todo ello justifica trasladar al predisponente, las
fuerzos comunes, con extensión proporcionada al consecuencias que derivan de la imprecisión o va-
alcance del negocio (5). guedad en la redacción de las cláusulas (12).

Es el predisponente quien debe asumir los Y las consecuencias no son otras que la elimina-
riesgos de una defectuosa declaración. Para al- ción de la cláusula dudosa u oscura o —lo que es
canzar esta conclusión, debemos señalar que su lo mismo—, su interpretación contraria a los inte-
fundamento está dado en que es él quien dispone reses del predisponerte (13).
de los medios a su alcance para evitar toda duda
por no haberse expresado con claridad (6).
 (8)  DONISI, C., “Il tema d’interpretazione delle con-
Esta no se refiere sólo a facilitar la legibilidad de dizioni generali di polizza”, Assic., marzo-abril, 1979, año
la lectura sino, además, a la claridad sustancial, la XLVI, fasc. 2, pág. 52.
referida a la significación relevante, desde los as-  (9)  CNCom., Sala B, 25-XI-1991, “Albert, A. M. c/La
pectos fácticos, económicos y jurídicos (7). Austral Cía. de Seg”., L.L., 1992-E-575 (38.235); D.J., 1992-
2-697.
La claridad o precisión en el lenguaje son acep-  (10)  DANZ, E., La Interpretación de los Negocios Jurí-
ciones que se contraponen a la ambigüedad, y dicos, R.D.P., Madrid, 1955, pág. 55; STIGLITZ, R. S., “De-
la cláusula ambigua deberá entendérsela como claración emitida sin seriedad en etapa de ejecución de
aquélla susceptible de varios sentidos o expresada contrato (Pronunciamiento del asegurador acerca del
sin precisión, equívocamente, confusamente, con derecho del asegurado)”, L.L., 1981-A-12.
oscuridad. A veces, la ambigüedad se predica de  (11)  VON TUHR, A., “Teoría general del derecho Civil
alemán”, Deplma, Bs. As., 1948, Vol. II-2 pág. 93; MUÑOZ,
la insuficiencia misma de un texto vago e impre-
L., “Teoría general del contrato”, Cárdenas, México, 1973,
nro. 119, pág. 176, especialmente cuando señala que la
 (5) CNCom., Sala B, 15-IV-1993, “Odriozola, B. c/ exteriorización de la voluntad ha de hacerse en forma
Optar S.A.”, J.A., 1994-II-375. adecuada, o sea idónea, en relación sobre todo con el
 (6)  CNCom., Sala C, 18-10-1982, “Parodi, A. c/Ruta contenido del contrato de que se trata, de suerte que el
Coop. de Seg”., J.A., 1984-I-499; Cám. Apel Civ. y Com., lenguaje deberá expresar con claridad el pensamiento
Mercedes, Sala I, 19-III-1987, “García, C. c/Chapartegui del autor de la declaración conforme al significado obje-
Hnos”., D.J., 987-2-276. tivo que tenga en la vida de relación.
 (7) CNCom., Sala E, 11-IV-1983, “García, A. c/La  (12) CNCiv., Sala G, 24-XI-1983, “Gadea, J. c/Coop.
Buenos Aires Cía. de Seg”., E.D., 105-270; Cám. Apel Familiar de Vivienda”, J.A., 1984-IV-330; CNCom., Sala E,
Mercedes, Sala I, 19-III-1987, “García, C. c/Chapartegui 4-III-1986, “Wattman S.A. c/Exim S.R.L.”, J.A., 1987-I-118.
Hnos”., D.J., 987-2-276; CNCom., Sala B, 25-XI-1991, “Al-  (13)  CNCiv., Sala D, 18-VIII-1978, “González de Cueva
bert, A. c/La Austral Cía. de Seg”., L.L., 1992-E-575; D.J., c/Acepa S.C.A.”, L.L., 1979-A-250; CNCom., Sala C, 29-V-
1992-2-697. 1981, “De Atucha c/Terrabusi de Reyes de Roa E.”, E.D.,
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Ocurre que, al hallarse el contratante débil apar- tratante que redactó e impuso las condiciones del
tado de los mecanismos de configuración interna convenio” (16).
del contrato (14), obtiene una ventaja que se instala,
como control judicial indirecto, y que consiste en III. Cláusulas abusivas en los contratos por
que el riesgo contractual lo asume el predispo- adhesión. Cláusulas abiertas
nente, lo que implica atribuirle responsabilidad
por las consecuencias que derivan de la falta de 1. El texto legal
diligencia en la creación del esquema negocial,
cuando adolece de ambigüedad, falta de claridad Cabe reconocer que el Código intenta y logra
u oscuridad (15). suministrar al contrato por adhesión un trata-
miento pleno, ingresando a la regulación de todos
Entre nosotros, se tenía expresado antes de la los temas que le son inherentes y diferenciando
sanción de la Ley de Defensa del Consumidor que, con rigor, la disciplina de esta categoría con la del
“aun cuando no se encuentre prevista en nuestra contrato de consumo con la que, en ocasiones,
legislación la regulación de los contratos por ad- se identifica y que no es otro que, cuando el con-
hesión, nada impide que las cláusulas oscuras trato de consumo se perfecciona por adhesión a
sean interpretadas en favor del adherente, por cláusulas predispuestas. Veremos a continuación
aplicación de la regla contenida en el artícu­lo 1198 cómo en una misma norma se enuncian dos cláu-
o, desde la perspectiva inversa, en contra del con- sulas abiertas previstas en los incisos a) y b) y una
referencia a una subcategoría de cláusulas abu-
sivas que, no son otras, que las cláusulas sorpre-
sivas.

Artícu­lo 988. “Cláusulas abusivas. En los con-


94-775; CNCiv., Sala D, 2-IV-1981, “Pizzolo S.A. c/So-
tratos previstos en esta sección, se deben tener por
mogy M.”, E.D., 93-495; CNCom., Sala B, 25-XI-1991, “Al-
bert, A.M. c/La Austral Cía. de Seg”., L.L., 1992-E-575
no escritas:
(38.235-S). En la dirección indicada, se tiene expresado
que el empleo de contratos tipo, redactados por el em-
a) las cláusulas que desnaturalicen las obliga-
presario e impuestos a la contraparte, exige una cuida- ciones del predisponente.
dosa redacción, de clara comprensión para el hombre
corriente de negocios, que no puede ser sorprendido en
b) las que importen renuncia o restricción a los
la ejecución, por aplicaciones resultantes de complejas derechos del adherente, o amplíen derechos del
interpretaciones que no resultan de una secuencia na- predisponente que resulten de normas supleto-
tural de las cláusulas insertas en el contrato (CNCom., rias.
Sala B, 19-III-1965, “Sigal, A. c/Establecimientos Indus-
triales”, E.D., 70-142; CNCiv., Sala C, 8-VI-1976, “Salgayi, c) las que por su contenido, redacción o presen-
A. c/Defilippo S.C.A.”, L.L., 1977-A-169; CNCiv., Sala D, tación, no fuesen razonablemente previsibles”.
17-X-1979, “Torre c/Kanmar S.A.”, E.D., 85-703; CNCiv.,
Sala G, 22-X-1981, “Durán, R. c/Amsa S.A.”, E.D., 96-687; En primer lugar, la definición de cláusulas abu-
CNCom., Sala E, 11-IV-1983, “García, A. c/La Buenos sivas, fue incorporada por el Código al Título III,
Aires Cía. Arg. de Seguros”, E.D., 105-271; CNCiv., Sala G, que regula los contratos de consumo, concreta-
24-XI-1983, “Gadea, J. c/Cooperativa Familiar de la Vi- mente al artícu­lo 1119 que establece lo que sigue:
vienda”, E.D., 107-685). “Sin perjuicio de lo dispuesto en las leyes espe-
 (14) CASSOTANA, M., “Il problema dell’inter­pre­ta­ ciales, es abusiva la cláusula que, habiendo sido o
zione delle condizioni generali di contratto”, en Le Con- no negociada individualmente, tiene por objeto o
dizioni di Contratto, T. I, a cura di Massimo Bianca, por efecto provocar un desequilibrio significativo
Giuffré, Milano, 1979, págs. 126 y sigs.
 (15)  BETTI, E., “Teoría general del negocio jurídico”,
R.D.P., nro. 45, pág. 266, para quien la directiva impone
un criterio de autorresponsabilidad fundado en el deber  (16)  CNCom., Sala D, 19-X-1987, “Banco Liniers S.A.
de hablar en forma abierta e inequívoca que recae en c/Chirón, J.”, J.A., 1989-I-665; CNCiv., Sala G, 22-X-1981,
quien asume la iniciativa de una declaración contrac- “Durán R. c/A.M.S.A.”, J.A., 1983-I-242; CNCiv. y Com.
tual. Cfr., CNCom., Sala B, 22-VII-1970, “Fyma c/Co- Fed., Sala 3ª, 15-V-1987, “Sucesión de Natale c/Caja Nac.
lumbia S.A.”, E.D., 39-7776, donde con relación al con- de Ahorro y Seguro”, J.A., 1988-II-123; CNCom., Sala C,
trato de seguro se señala que, si alguna duda plantea la 28-V-1985, “Diner’s Club Argentina c/Guido Finkel-
póliza, corresponde estar por la obligación del asegu- berg”, J.A., 1985-III-533; Cám. 2ª Civ. y Com., Córdoba,
rador, ya que éste redactó el contrato y estuvo, además, 2-VI-1987, “Zabala, J.”, J.A., 1987-IV-688; Cám. Civ. y Com.
en condiciones de señalar con precisión el límite de sus Junín, 26-X-1988, “Zabaleta, D. c/Panteprino de Ra-
obligaciones. gozzini, N.”, J.A., 1989-I-51.
6| Suplemento especial cONTRATOS

entre los derechos y las obligaciones de las partes, Operan como una red de protección en tanto
en perjuicio del consumidor”. impiden que se evadan de dicha calificación
aquellas hipótesis no incluidas en los elencos de
En segundo lugar, el análisis de la definición lo cláusulas calificadas como abusivas. Y dada su
haremos más adelante cuando analicemos el con- amplitud, presupone que las listas de cláusulas —
trato de consumo. negras o grises— sean meramente indicativas.

En tercer lugar, cabe señalar que el artícu­lo 988 Vale señalar como punto de referencia, que el
del Código al establecer dos supuestos en que las Código Civil de Alemania contiene una cláusula
cláusulas se tendrán por no escritas, alude a dos abierta como la descripta (parág. 307); un elenco
cláusulas abiertas en las que el Código opta por re- de ocho categorías de cláusulas prohibidas previa
producir el texto del art. 37 incisos a) y b) de la Ley apreciación judicial (parág. 308) y otro elenco de
de Defensa del Consumidor. trece categorías de cláusulas prohibidas sin nece-
sidad de apreciación judicial (parág. 309). Desde
Ello significa, que el Código a través de la dispo- un punto de vista sistemático, el sistema imple-
sición examinada ingresó de lleno al control judi- mentado por los parágrafos 308 y 309 del Código
cial de las cláusulas abusivas. civil alemán tiene la ventaja de agrupar las cláu-
sulas abusivas por temas.
Sobre el particular, cabe señalar que si bien es
cierto que existen diversos sistemas de control 2. Cláusulas abiertas en el Código Civil y
sobre las cláusulas abusivas, el que mejor satis- Comercial de la Nación
face, por su plenitud, un sistema de control judi-
cial es aquél que (a) incluye una cláusula abierta, En cuanto a las dos cláusulas abiertas a las que
(b) un elenco de cláusulas nulas de pleno derecho se alude en el artícu­lo 988 del Código, cabe compu­
y (c) otro de cláusulas presumiblemente nulas tarlo como una mejora ostensible al texto del art.
o factibles de ser declaradas nulas luego de una 37 incisos a) y b) de la Ley de Defensa del Con-
apreciación judicial. Las dos últimas deberán ser sumidor. En efecto, tal como está redactado este
contenido de listas que deberán incluirse en la ley último, cabe formular una objeción conceptual
especial. Como quiera que sea, la decisión de que ya que aludir a las “cláusulas que desnaturalizan
ambos elencos de cláusulas se hallen incluidos las obligaciones” y a las “cláusulas por las que se
en un Código o en una ley especial conforma una amplían los derechos del predisponerte o se res-
cuestión de política legislativa. En la actualidad trinjan las del consumidor” parecieran expresar
predomina el hecho que los referidos elencos lo mismo ya que no hay modo de desnaturalizar
constituyan contenido de Códigos del consumidor las obligaciones o la relación obligacional que no
o de leyes especiales, tendencia a la que se sumó sea ampliando significativamente los derechos del
en su momento, la Comisión de Reformas. predisponerte o suprimiendo sus obligaciones o
restringiendo los derechos del consumidor o am-
En cuanto a la cláusula abierta o cláusula ge- pliando sus obligaciones. En pocas palabras, pro-
neral, se caracteriza por tratarse de una disposi- vocando un desequilibrio contractual.
ción legal de carácter imperativo, que tiene por
objeto o por efecto el control de legitimidad di- Tal como se halla redactado el Código (artícu­lo
recto de los preceptos de autonomía que integran 988 inciso a), se advierte que se reproduce parcial-
los contratos. mente lo que dispone el art. 37 inciso a) de la Ley
24.240 ya que se alude expresamente como cláu-
Su contenido halla fundamento en la preserva- sulas abusivas a aquéllas que “desnaturalicen las
ción de la equidad y en el principio de buena fe, en obligaciones del predisponente”. Como se ad-
el equilibrio del sinalagma, en las reglas esenciales vierte, la Ley de Defensa del Consumidor refiere
que gobiernan el derecho dispositivo, en la intan- a “las cláusulas que desnaturalicen las obliga-
gibilidad de los derechos de los consumidores en ciones...” sin indicar a quién hacen referencia. En
tanto débiles jurídicos, y en la finalidad misma del cambio, el Código con un criterio más realista y
contrato tal como las partes lo han tenido en vista con una redacción más clara, indica inequívoca-
al concluirlo. Es aplicable a todas las hipótesis que mente que son cláusulas abusivas aquéllas “que
se le subsuman, pero específicamente a los su- desnaturalicen las obligaciones del predispo-
puestos no incluidos en el elenco de cláusulas in- nente”.
eficaces de pleno derecho o en el enunciado de
cláusulas presumiblemente nulas o factibles de Como quiera que sea, “las cláusulas que des-
ser declaradas nulas judicialmente. naturalizan las obligaciones” son aquéllas que al-
Rubén S. Stiglitz | 7

teran o desfiguran el víncu­lo obligacional en tanto a) Cláusulas por las que se amplíen los derechos
presupone dos centros de interés. del predisponente, como por ejemplo, la cláusula
que sólo a él lo faculta para rescindir unilateral e
El artícu­lo 988 inciso b) del Código establece incausadamente el contrato (art. 1341, Cód. Civ.
que constituyen cláusulas abusivas: “b) las que italiano; art. 33, inciso 2, letra g, “Codice del con-
importen renuncia o restricción a los derechos del sumo” de Italia); o suspender su ejecución (art.
adherente, o amplíen derechos del predisponerte 1398, Cód. Civ. de Perú); o hacer constar la adhe-
que resulten de normas supletorias”. Una vez más, sión del consumidor a cláusulas que no ha tenido
el Código ha mejorado significativamente el texto oportunidad de tomar conocimiento real antes
del art. 37 inciso b), tomando como fuente la pre- de la celebración del contrato (art. 132-1, decreto
visión contenida en el artícu­lo 968 inciso d) del 2009-302, Francia); o conferirle el derecho exclu-
Anteproyecto de 1998. sivo de interpretar cualquiera de las cláusulas.
La expresión desnaturalización de la relación a
la que se halla obligado el predisponerte refiere a b) Cláusulas por las que se reserve el predispo-
tres hipótesis: nente el derecho de modificar, en algún sentido, la
obligación a la que se ha comprometido como, por
(a) ampliando los derechos del proveedor/pro- ejemplo, la relativa a las características del pro-
fesional con daño al consumidor. ducto o el contenido del contrato (inciso k, Anexo,
Direc. 93-13- C.E.E.; art. 132-1 inciso 3, decreto
(b) modificando, en su favor y en algún sentido, 2009-302, Francia).
la obligación a la que se ha comprometido en su
carácter de proveedor/profesional. c) Cláusulas por las que se reduzcan o supriman
obligaciones comprometidas por el predispo-
(c) ampliando las obligaciones del consumidor nente como, por ejemplo, la cláusula exonerativa
o restringiendo o suprimiendo sus derechos. de responsabilidad o limitativa de reparación (art.
37 inciso a), ley 24.240; art. 132-1, inciso 6, decreto
Y de todo ello, resulte un desequilibrio significa-
2009-302, Francia) en caso de muerte o daño en
tivo de los derechos y las obligaciones recíprocas
la persona del consumidor (art. 33 inciso 2 ap. 1,
de tal entidad (manifiesto), que quede compro-
metido el principio de la máxima reciprocidad de “Codice del consumo”, Italia).
intereses, al afectarse la relación de equivalencia.
d) Cláusulas por las que se amplíen (agraven)
Cuando la cláusula observada no se halle enun- inequitativamente las cargas u obligaciones del
ciada en un elenco de reglas nulas de pleno de de- adherente, como, por ejemplo, la cláusula por la
recho o en un enunciado de cláusulas presumi- que se modifique las normas sobre prórroga de ju-
blemente nulas, el examen de los caracteres que risdicción (art. 1341, Cód. Civ. italiano; artícu­lo 85
perfilan el abuso presupone en el intérprete un inciso 2, decreto-ley 1/2007, España); o una cláu-
amplio poder discrecional en punto a la evalua- sula por la cual se consagre la inversión de la carga
ción del desequilibrio significativo (17). de la prueba (art. 37, Ley de Defensa del consu-
midor 24.240; art. 88 inciso 2, decreto-ley 1/2007,
En cuanto a las cláusulas que amplíen los dere- España).
chos del predisponerte/proveedor o restrinjan los
derechos del adherente/consumidor que resulten e) Cláusulas por las que se supriman o reduzcan
de normas supletorias, no requieren de mayores los derechos del adherente, como, por ejemplo,
explicaciones añadidas a las ya expuestas. Bas- la cláusula que limite la facultad de oponer ex-
taría con afirmar de ellas que constituyen el fun- cepciones (art. 1341, Cód. Civ. italiano; art. 1398,
damento del desequilibrio contractual. Cód. Civ. de Perú); o la cláusula por la que se su-
prima u obstaculice “el ejercicio de acciones judi-
Una sistematización de ellas y que, a su vez,
ciales o de recursos por parte del consumidor, en
como venimos sosteniendo, desnaturalizan las
obligaciones podría ser la que ensayamos a con- particular obligándole a dirigirse exclusivamente
tinuación: a una jurisdicción de arbitraje no prevista por las
disposiciones jurídicas, limitándole indebida-
mente los medios de prueba a su disposición o im-
poniéndole una carga de la prueba que, conforme
a la legislación aplicable, debería corresponder a
 (17)  Romagnoli G., “Clausole vessatorie e contratto la otra parte contratante” (anexo sobre cláusulas
d´impresa”, Cedam, Roma, 1977. abusivas correspondiente a la Directiva 93/13 de
8| Suplemento especial cONTRATOS

la C.E.E.; art. 132-1 inciso 12, decreto 2009-302, vincula al adherente, por no integrar el contenido
Francia). usual o previsible del contrato (19).

3. Cláusulas sorpresivas. El texto en el Código Se trata de cláusulas tan insólitas que el adhe-
Civil y Comercial. Noción rente no imagina que integrarían el contenido del
contrato.
En cuarto lugar, el último párrafo del artícu­lo Avanzando en estos desarrollos, pareciera que
988 del Código, el identificado con la letra c), cons- contribuye a perfilar más nítidamente el concepto
tituye una novedad en nuestra legislación pues de cláusula sorpresiva, el cotejo que se efectúe
hace referencia a las cláusulas sorpresivas al aludir entre la materia (objeto) del contrato y su conte-
en la disposición al carácter más saliente y defini- nido o marco regulatorio, con la configuración in-
torio de las mismas: la imprevisibilidad. Dice así: terna de la cláusula cuestionada.
“... c) las que por su contenido, redacción o presen-
tación, no fuesen razonablemente previsibles”. Estimamos que la calificación de insólita, de in-
esperada, o inaudita de la referida cláusula, debe
Sobre el particular, cabe señalar que las cláu- ser una conclusión natural del antedicho examen
sulas sorpresivas constituyen una subcategoría o, comparativo, del que resulte que su incorporación
si se prefiere, un desprendimiento de las cláusulas al contrato importa inequidad e irrazonabilidad.
abusivas.
No es suficiente que la cláusula sorpresiva sea
De allí que su examen requiera, con carácter inesperada. Es preciso que se trate de una situa-
previo, una consideraciones generales y el ensayo ción de acentuada inequidad (desequilibrio) y
de una noción. de subrayada anormalidad. Debe tratarse de una
cláusula que no es normal incluir entre las cláu-
Las cláusulas sorpresivas participan del género sulas predispuestas con las que se opera; no se
de las cláusulas abusivas. cuenta razonablemente con su inclusión. De allí
que, apriorísticamente, no pueda formularse una
Los contratos por adhesión pueden llegar a lista de “cláusulas sorprendentes”. A lo sumo po-
contener cláusulas excepcionales, imprevisibles drán enunciarse algunas conocidas. Y a medida
según las circunstancias y la materia objeto del que sean incluidas repetidamente, dejarán de
contrato (18). constituir una sorpresa.

En consecuencia de lo hasta aquí expuesto, po-


La cláusula se habrá de calificar de sorpresiva demos sistematizar el criterio para considerar sor-
cuando su uso no sea habitual al contratar sobre presiva una cláusula predispuesta:
la base de cláusulas predispuestas. En ese caso, no
a) En primer lugar se debe realizar un análisis
total del “iter negocial” desde el comienzo de las
negociaciones hasta la etapa formativa, lo que in-
 (18) La reforma al Código Civil alemán (BGB) que cluye la publicidad y, por ende, las expectativas
entró en vigencia el 1 de enero del 2002 establece en su (representación mental) normales generadas en el
parágrafo 305 c: “No se considerarán incluidas en el con- adherente de acuerdo con la materia introducida
trato aquellas cláusulas de las condiciones generales de al “campo” contractual (20).
la contratación que, según las circunstancias, en parti-
cular según la apariencia externa del contrato, sean tan b) La cláusula sorpresiva es aquella que se con-
excepcionales que la contraparte del predisponente no tradice (se halla en contraste) de modo trascen-
hubiera podido contar con ellas” (parág. 3). En España, dente con las expectativas legítimas y normales
en el año 1984 se elaboró en la Comisión General de Co-
dificación, el “Anteproyecto de ley sobre condiciones ge-
nerales de la contratación”. Aunque referida la disposi-  (19)  GARCÍA AMIGO, M., “Ley alemana occidental
ción (art. 5º) sólo a las relaciones entre comerciantes o sobre condiciones generales”, R.D.P., mayo 1978, págs.
empresarios, se estableció que: “...no se considerarán in- 384 y sigs.
cluidas en los contratos... aquellas cláusulas de las con-  (20)  En ese análisis adquiere una especialísima re-
diciones generales de la contratación que, de acuerdo levancia el principio de onerosidad. Debe considerarse
con las circunstancias y, en especial, con la naturaleza ineludiblemente la relación ventajas-sacrificios, pues
del contrato, resulten tan insólitas que el contratante las cláusulas “sorprendentes” tienden a menoscabar el
no hubiera podido contar razonablemente con su exis- principio de la máxima reciprocidad. De allí que tam-
tencia”. bién sean abusivas.
Rubén S. Stiglitz | 9

(razonables) que genera en el adherente un con- Las cláusulas sorpresivas no forman parte de las
trato de la naturaleza del concluido y que aparece reglas de autonomía propias del contrato en cues-
insólitamente en el contenido del negocio, pro- tión. No se cuenta con ellas. Aparecen subrepticia-
vocando una desnaturalización de la relación de mente. Se trata de cláusulas que ingresan clandes-
equivalencia (21). tinamente. Su inclusión en el contrato, justamente,
presupone que el predisponente cuenta con que el
En Alemania, por ejemplo, a instancia de la ju- adherente no las espera, por lo que su expectativa
risprudencia, se ha estimulado a los predispo- consiste en tomarlo desprevenido. Es una cláusula
nentes para que las cláusulas de contenido inhabi- que exhibe una desmesurada deslealtad.
tual, susceptibles de sorprender, queden recogidas
en los impresos de manera visible o que se haga Si ello es así, la cláusula sorpresiva contiene una
una referencia a las mismas de manera expresa (22). alta dosis de inmoralidad, más allá de que, por
abusiva, alcance categoría de regla, formal o ma-
La Ley sobre Cláusulas Generales Contractuales terialmente ilícita.
de Austria (C.P.A., Consumer Protection Act de
1979) otorgaba protección al consumidor desde De allí que el ordenamiento jurídico reaccione
la formación del contrato, suministrándole el de- en su contra, de la misma manera que lo hace con
recho a requerir la cancelación de aquellas cláu- las cláusulas abusivas, teniéndolas por no escritas,
sulas que tomen al consumidor por sorpresa. Res- como no formando parte del contrato.
pecto de las cláusulas “inesperadas” se establece
que las estipulaciones inusuales en las condi- Para contrarrestar este efecto se ha intentado,
ciones generales de los contratos no forman parte doctrinariamente, ir más allá, por ejemplo, de las
del contrato si son desventajosas para la otra parte formas seudo legitimantes del artícu­lo 1341 del
y no hay razones que justifiquen su existencia en di- Código Civil italiano. Ya no basta, para que ad-
chas circunstancias (art. 864 a, Cód. Civ.) (23). quieran eficacia, con la firma específica de cada
cláusula leonina. Ahora se afirma que se hace ne-
4. Caracteres y control sobre las cláusulas cesario llamar la atención del adherente sobre su
sorpresivas inclusión en el texto, luego hacerlas suscribir y, fi-
nalmente, tenerlas por incorporadas por la cir-
Las razones por las que el ordenamiento ju- cunstancia que el cliente haya tenido razonable
rídico reacciona contra esta categoría de cláu- noticia de las mismas (24).
sulas es porque constituyen un plus por sobre la
generalidad de las cláusulas abusivas. En efecto, La solución propuesta no difiere, básicamente,
estas últimas se caracterizan por desnaturalizar de la concepción legitimadora que procede del
el víncu­lo contractual con daño al consumidor y artícu­lo 1341 del Código Civil italiano. El abuso
que no siempre, pero de ordinario, aparecen en los contractual en el marco de los contratos por adhe-
textos contractuales. En cambio, las cláusulas sor- sión no es factible legitimarlo con la adopción de
presivas, además de lo expuesto, son inusuales, in- formas solemnes (la firma de la cláusula), ni con
sólitas. Debutan, se inauguran en la hipótesis con- ficciones de conocimiento, ni con presunciones
creta, aun cuando se demuestren precedentes en de consentimiento. Lo real es que no existen fór-
textos contractuales que instrumentan otros tipos mulas que excluyan el control judicial (de legiti-
contractuales. midad o equidad) sobre las cláusulas abusivas en
cualquiera de sus variantes.

La solución propiciada, por ejemplo, por el art.


1341 del Código civil italiano del que, en su mo-
 (21)  Se las define como aquellas que “se hallan en
contraste con las expectativas legítimas y razonables del
mento, se hizo eco el artícu­lo 969 del Proyecto del
cliente fundadas en los acuerdos individuales, por lo que 98, ha sido, afortunadamente, dejada de lado por
no tiene porqué contar con que lo sean de otro modo, el Código Civil y Comercial de la Nación, ya que se
atípico o insólito (Cf. PAGADOR LÓPEZ J., Condiciones consideró que no era factible legitimar una cláu-
generales y cláusulas contractuales predispuestas, Mar- sula abusiva por ningún medio, ni aparentando
cial Pons, Madrid-Barcelona, 1999, págs. 456, 462 y 463). una negociación individual, ni simulando una
 (22) ULMER, P., “Diez años de la Ley alemana de aprobación por parte del adherente/consumidor,
Condiciones Generales de los Contratos: retrospectiva tan fácil de lograr en una categoría contractual
y perspectivas”, A.D.C., t. XLI, fasc. III, Madrid, 1988,
pág. 765.
 (23)  En Austria, la C.P.A. ha sido incorporada al Có-  (24) ALFARO ÁGUILA REAL, J., Las Condiciones...,
digo Civil. cit., págs. 251 y sigs.
10 | Suplemento especial cONTRATOS

donde aparece nítidamente conformada la des- la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios
igualdad en el poder de negociación. por parte de los consumidores o usuarios, para su
uso privado, familiar o social”.
En efecto el artícu­lo 1118 del Código establece
que “las cláusulas incorporadas a un contrato de Sobre la base de lo transcripto, valen las si-
consumo pueden ser declaradas abusivas aún guientes consideraciones sobre lo que resulta del
cuando sean negociadas individualmente o apro- Código.
badas expresamente por el consumidor”. En esta
última disposición se advierte el rigor protec- (a) Lo esencial es que se ha robustecido con el
torio del sistema consagrado en el Código. Por lo tiempo la decisión de adoptar una noción estricta
demás, el artícu­lo anterior, el 1117, establece que de consumidor, en el sentido de precisa y sustan-
el régimen de las cláusulas abusivas en los con- cial, cuyo eje central lo constituye la finalidad que
tratos de consumo, se aplica a los contratos por persigue quien concluye un contrato para un uso
adhesión, por lo que el sistema protectorio se lo que debe ser considerado extraño a su actividad
ha extendido a todos los supuestos imaginables. profesional (25).

IV. Sujetos de la relación y del contrato (b) El expuesto, es el criterio que domina en Eu-
de consumo en el Código Civil y Comercial. ropa luego del dictado de la Directiva 85/577 de
Noción de consumidor la C.E.E. concerniente a los contratos negociados
fuera de los establecimientos comerciales y de la
1. Categorías de contratos Directiva del 11 de mayo del 2005 de la U.E. sobre
“Prácticas comerciales desleales” (artícu­lo 2ª). El
El Código incluye la regulación de los contratos Código ha optado por un concepto objetivamente
por adhesión a cláusulas predispuestas y disci- finalista.
plina los contratos de consumo, por lo que se ha-
llar integrado por las tres categorías de contratos (c) Se repite la definición vigente de relación de
que exhibe la realidad. consumo existente en la ley 24.240 (art. 3).

Cabe destacar que el Código ha mejorado sig- (d) Se reproduce en el texto, que la noción de
nificativamente los textos de la Ley 24.240, espe- consumidor se extiende a la persona jurídica.
cialmente los de la reforma introducida por la ley
26.361. Y lo ha hecho del siguiente modo: (e) Lo propio acontece con la circunstancia que
la adquisición o utilización de bienes lo debe ser
Relación de consumo. como destinatario final, en beneficio propio o de
su grupo familiar.
Artícu­lo 1092. “Relación de consumo. Consu-
midor. Hasta la observación del Poder Ejecutivo Na-
cional, se incluía, como novedad, una razonable
limitación al concepto legal de consumidor de
Relación de consumo es el víncu­lo jurídico entre
modo tal que la adquisición o utilización de
un proveedor y un consumidor. Se considera con-
bienes como destinatario final no debía hallarse
sumidor a la persona física o jurídica que adquiere
vinculada con su actividad comercial, industrial,
o utiliza en forma gratuita u onerosa bienes o ser-
artesanal o profesional. Si por el contrario lo es-
vicios como destinatario final, en beneficio propio
taba, el acto no era de consumo y, por tanto, quien
o de su grupo familiar o social. Queda equiparado
se procurara bienes o servicios en el ámbito de su
al consumidor quien, sin ser parte de una relación
actividad profesional, no se hallaba amparado por
de consumo como consecuencia o en ocasión de
las normas de protección.
ella, adquiere o utiliza bienes o servicios en forma
gratuita u onerosa como destinatario final, en be- (f ) Se reproduce la equiparación del consu-
neficio propio o de su grupo familiar o social, midor con quien sin ser parte de una relación de
siempre que no tenga víncu­lo con su actividad co- consumo como consecuencia o en ocasión de ella,
mercial, industrial, artesanal o profesional”. adquiere o utiliza bienes o servicios en forma gra-
Artícu­lo 1093. Contrato de consumo. “Contrato
de consumo es el celebrado entre un consumidor  (25)  Fornage Anne-Christine, “La mise en oeuvre des
o usuario final con una persona física o jurídica droits du consommateur contractant”, Stampfli Editions
que actúe profesional u ocasionalmente o con una SA Berne, LGDJ, París, 2011, pág. 47; Picod Ives-Davo
empresa productora de bienes o prestadora de Hèléne, “Droit de la consommation”, Dalloz, París, 2010,
servicios, pública o privada, que tenga por objeto nº 32, pág. 23
Rubén S. Stiglitz | 11

tuita u onerosa como destinatario final, en bene- cacia y de competencia. Es de esta superioridad
ficio propio o de su grupo familiar o social. tanto material como intelectual de donde surgen
los derechos específicos para su contraparte (el
(g) Se ha suprimido el último párrafo del art. 1 de consumidor) que constituyen obligaciones para
la ley 24.240, modificado por ley 26.361 referida”... el profesional. La actividad del profesional puede
a quien de cualquier manera está expuesto a una ser la principal o una accesoria. Se ha planteado si
relación de consumo”, con fundamento que la re- las personas de derecho público podrían ser asi-
dacción de la ley 26.361, carece de restricciones miladas a profesionales, adquiriendo el usuario la
por lo que, su texto, interpretado literalmente, ha calidad de consumidor. La respuesta es afirmativa
logrado una protección carente de sustancialidad en lo que concierne a los servicios públicos con
y de límites dada su amplitud. Se confunde al con- carácter industrial o comercial, tradicionalmente
sumidor con el ciudadano lo que torna imposible sometidos en sus relaciones con los usuarios a la
conformarse con una definición tan genérica (26), competencia judicial (27).
tan imprecisa. La referida frase, ha pasado, ahora,
a ser contenido del artícu­lo 1096 que establece lo Acabamos de sostener que proveedor o profe-
siguiente: sional puede serlo una persona jurídica. Ello ha
sido receptado en los artícu­los 1092 y 1093 del Có-
Prácticas abusivas. digo.
Artícu­lo 1096. Ámbito de aplicación. Vale añadir que las disposiciones son aplicables
a las grandes y pequeñas empresas, sin que im-
“Las normas de esta Sección son aplicables a porte que el abuso de la posición de poder norma-
todas las personas expuestas a las prácticas co- tivo gravite en todos los casos, aunque siempre se
merciales, determinables o no, sean consumidores halle presente (28). Ello significa que no deben existir
o sujetos equiparados conforme lo dispuesto en el distinciones ya que la aplicación de la noción de
artícu­lo 1092”. proveedor o profesional se extiende —enunciati-
vamente—, a los comerciantes y a las sociedades
h) La contraparte del consumidor —a quien comerciales, artesanos, profesionales liberales,
podemos identificar como profesional o pro- agricultores, productores y distribuidores, vende-
veedor—, puede serlo “una persona física o jurí- dores de bienes muebles e inmuebles, prestata-
dica que actúe profesional u ocasionalmente o con rios de servicios de toda naturaleza, constructores,
una empresa productora de bienes o prestadora empresas encargadas de reparaciones, garajistas,
de servicios, pública o privada...” (artícu­lo 1093). banqueros, aseguradores. Todos ellos, en la me-
2. La noción de “proveedor” o “profesional” dida que la relación de consumo tenga por objeto
la adquisición o uso de bienes por parte del con-
El profesional, es la contraparte del consumidor sumidor para su uso personal, familiar o social.
en la relación de consumo. La frase “actividad profesional”, a nuestro juicio,
atrapa a todas las actividades profesionales en el
Puede ser definido como una persona física o sentido que ya hemos expuesto.
jurídica que actúa en el marco de una actividad
habitual, interesada (lucrativa) y organizada de 3. Algo más sobre el porqué de la supresión de
producción y de distribución de bienes o de pres- la categoría del “consumidor expuesto”
tación de servicios.
Cabe reiterar que la definición del Código su-
Se trata de un concepto multidireccional: el pro- prime el párrafo final: “...y a quien de cualquier
fesional es generalmente un comerciante, puede
también serlo un industrial, un artesano o un pro-
fesional liberal. Puede ser una persona física o ju-  (27) Picod Y. Davo Hélène, “Droit de la consom-
rídica. mation”, Daloz Sirey Université, París, 2011, nº 39,
pág. 29.
El criterio decisivo de esta cualidad reside sin  (28)  Calay-Auloy y Steinmetz F., “Droit de la consom-
duda en el carácter habitual y lucrativo de la ac- mation”, Dalloz, París, 2006, pág. 4, para quienes es po-
tividad ejercida en el marco de una organización sible extender la noción de profesional a quienes si bien
gracias a la cual suministra una apariencia de efi- realizan una actividad habitual y organizada, no es lucra-
tiva. Se refieren a las cooperativas y mutuales que tienen
relaciones con sus clientes consumidores “desde una
 (26)  Picod Ives-Davo Hèléne, “Droit de la consom- posición de poder que justifica aplicarles el Derecho del
mation”, Dalloz, París, 2010, nº 31, pág. 22. Consumidor”.
12 | Suplemento especial cONTRATOS

manera está expuesto a una relación de consumo”. textos exacerbados para un (su) firme desenvolvi-
El fundamento que ha considerado la Comisión de miento y desarrollo.
Reformas ha sido el que prevalece en la doctrina
nacional, así desarrollado: “La permanencia obs- 4. Los elementos de la definición
tinada en la figura del consumidor lleva a creci- de consumidor
mientos deformados en la disciplina. Por ejemplo,
se la pretende ampliar mediante la figura del con- (a) Primer elemento: la persona física o jurídica
sumidor “fáctico”, con lo cual ya no se sabrá quién que adquiere o utiliza bienes o servicios como
es consumidor y quién no, y se corre el riesgo de ba- destinatario final.
nalización de la protección” (29). Por nuestra parte,
antes de ahora hemos señalado que la frase “ex- En una primera aproximación, podríamos
puesto a una relación de consumo” tiene su fuente afirmar que el Código consagra dos categorías de
en el artícu­lo 29 del “Código Brasileño de Defensa consumidores.
del Consumidor” en tanto establece en el capítulo
En primer lugar, aquél que adquiere o utiliza
dedicado a “Prácticas comerciales” lo siguiente:
bienes o servicios como destinatario final, para sí,
“para los fines de este capítulo y del siguiente
siempre y cuando la adquisición o la utilización lo
(“Contratos abusivos”), equipáranse a los consu-
sea para aplicarla fuera de su ámbito de compe-
midores, todas las personas determinadas o no,
tencia profesional.
expuestas a las prácticas aquí previstas”. Como se
advierte, si bien la fuente amplía la noción de con- Este consumidor, se procura los bienes o servi-
sumidor, la limita sólo a quien se halla expuesto a cios suministrados por una persona física o jurí-
prácticas abusivas lo que aparece como absoluta- dica que actúa profesional u ocasionalmente o de
mente razonable. En cambio, la redacción de la ley una empresa productora de bienes o prestadora
26.361, carece de restricciones por lo que su texto, de servicios, pública o privada, con quien celebra
interpretado literalmente, se ha vulgarizado, ha un “contrato de consumo”, de naturaleza absoluta-
logrado una protección insustancial, carente de lí- mente variable.
mites por su “extrema laxitud” (30), amplitud, gene-
ralidad e imprecisión. Un ejemplo de lo expuesto En segundo lugar, se reconoce la figura del con-
lo constituye el hecho que alguna opinión y algún sumidor que adquiere o utiliza los bienes o servi-
fallo que lo recepta, en base a la frase “expuestas a cios que no necesariamente lo sean para sí, sino
una relación de consumo”, ha considerado consu- que pueden serlo para su familia. Por nuestra
midor al peatón víctima de un accidente de trán- parte agregamos: siempre y cuando los bienes o
sito con relación al contrato de seguro celebrado productos que se procura sean ajenos a su ámbito
entre el responsable civil y su asegurador por lo de competencia profesional. Obviamente, al alu-
que, de ser así, a la consideración precedente se dirse a que los bienes o servicios que se adquieren
le suma la de reconocer a los damnificados de un “como destinatario final” (art. 1092 C.C.C.N.)
accidente de tránsito una acción directa contra el queda claro que la adquisición o el uso de los
asegurador del responsable civil. De todos modos, bienes o servicios no deben tener víncu­lo con la
y felizmente, tomando como fuente el artícu­lo 29 actividad comercial, industrial, artesanal o profe-
del Código de Defensa del Consumidor de Brasil, sional del adquirente o usuario.
el Código al reproducir el párrafo suprimido, lo ha
incluido al regular las “Prácticas abusivas”. De allí que el texto hace referencia a que la ad-
En efecto, el texto que el Código ha propuesto quisición o utilización lo sea en beneficio propio o
derogado, ha sido el resultado legislativo (ley de su grupo familiar o social.
26.361) de un acto tan impulsivo como enajenado,
producto de una visión tan desordenada como (b) Segundo elemento: la referencia a los bienes
exaltada y que tanto daño causa a la diafanidad o servicios.
del Derecho del Consumidor que no necesita de
La sola referencia indeterminada a bienes o ser-
vicios, pone de manifiesto que la noción de consu-
midor, en ese sentido, es suficientemente amplia y
 (29) Lorenzetti R., “Consumidores”, Rubinzal-Cul- se aplica a variadas situaciones.
zoni, Santa Fe, 2003, pág. 73). En sentido coincidente, Pi-
zarro R. D. Stiglitz R.S., “Reformas a la Ley de Defensa del En primer lugar, todos los bienes pueden ser
Consumidor”, La Ley: 2009-B-954, letra e). objeto de consumo siempre que lo sean para un
 (30)  CN Com. sala D, 9/4/2012, “Castañón A. c/Caja fin no profesional. No es necesario limitar el con-
de Seguros”“, publicado en JA, ejemplar del 25/7/2012. sumo a cosas consumibles en el sentido de des-
Rubén S. Stiglitz | 13

truidas luego del primer uso. Lo expresado, debe carácter profesional, o sea, para a su vez comer-
ser articulado con la adquisición de “derechos en cializarlo tal como lo obtuvo, o trasformado. Todo
tiempos compartidos, clubes de campo, cemen- ello es incompatible con la noción de consumidor.
terios privados y figuras afines” (art. 1, ley 24.240
modificado por ley 26.361). En consecuencia de De allí que constituía un acierto que la defini-
lo expuesto, pueden ser objeto de consumo los ción de consumidor contuviera una frase por la
bienes muebles durables y los inmuebles. Incluso que se estableciera que la adquisición o utiliza-
pueden serlo ciertos bienes inmateriales, lo que ción del bien o del servicio debía ser ajena a la ac-
la doctrina francesa enuncia como “les oeuvres de tividad profesional de quien contrata con un pro-
l´esprit”. veedor. Por lo demás, el criterio adoptado por lo
que entonces era el Anteproyecto, era y es el vi-
En segundo lugar, el consumo se extiende tam- gente en todo el mundo (33).
bién a los servicios, noción que alcanza a todas las
prestaciones apreciables en dinero. Existen servi- Como quiera que sea, si bien es cierto que hu-
cios de naturaleza material como las reparaciones biera sido preferible mantener el referido párrafo,
o la limpieza, otras de naturaleza financiera como la circunstancia que ya no esté no ha modificado
el crédito, el seguro; otras de naturaleza intelec- —en lo sustancial—, la noción de consumidor.
tual, como los servicios de salud o los servicios de
asistencia jurídica.

(c) Tercer elemento: fin ajeno al ámbito de com-


 (33) Así, solo a título de ejemplos, Portugal en su
petencia profesional.
“Ley de Defensa de los consumidores” del 31 de julio de
1996: “Considérase consumidor a todo aquél a quien le
En la definición de consumidor que suminis-
hayan suministrado bienes, prestado servicios o trans-
traba el art. 1093 del Proyecto sobre contrato de
mitido cualquier derecho destinado a un uso no profe-
consumo, se establecía —hasta la observación sional.....” (art. 1); España, art. 3 de la Ley de Consumi-
del Poder Ejecutivo Nacional— que es aquél “que dores y Usuarios: “...quienes actúan en un ámbito ajeno a
tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los una actividad empresarial o profesional”; Francia, quien
bienes o servicios por parte de los consumidores en virtud de lo dispuesto por el art. L 132-1 por el que
o usuarios, para su uso privado, familiar o social, asimila la figura del consumidor con el “no-profesional”;
siempre que no tenga víncu­lo con su actividad co- Alemania, quien en el art. 13 del Código civil, limita la
mercial, industrial, artesanal o profesional” (31). De noción de consumidor a quien “celebra un negocio ju-
lo transcripto, surgía evidente que el consumidor rídico con una finalidad que no guarda relación con su
es aquél que se procura bienes o servicios para ser actividad profesional, empresarial o autónoma”. Tal vez,
aplicados a un uso no profesional. O expresado de un precedente esencial es el constituido por la Directiva
otro modo, consumidor era quien se procuraba 93-13 de la por entonces C.E.E. Nos referimos al art. 2.
los bienes o servicios para su uso personal (para En su inciso b) define al consumidor como “toda per-
sí), familiar o social. Esto significaba que no podía sona física que.... actúe con un propósito ajeno a su ac-
prevalerse del régimen protectorio quien se pro- tividad profesional”. Y, simétricamente, define al profe-
curaba bienes o servicios a través de un víncu­lo sional como “toda persona física o jurídica...que actúe
que tiene una relación directa con su actividad dentro del marco de su actividad profesional...”. Esta so-
profesional (32), entendiéndose por tal, la comer- lución también es aceptada por la “Unfair contract terms
act 1977”, vigente en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte,
cial, industrial, artesanal o profesional, la que se
desde el 12/2/78, y que establece que”... una parte actúa
ejerce con carácter remunerativo y habitual.
en calidad de consumidor en sus relaciones con la otra
si: a) la primera no actúa según el contrato en el ejer-
La explicación estaba dada en la circunstancia
cicio de una actividad de empresa, ni se hace aparecer
que, al referirnos al consumo, uso o utilización de
como tal; b) la otra parte actúa, según el contrato, en el
bienes o servicios, es relevante que el propósito ejercicio de una empresa...” (art. 12.1) Lo propio acon-
final no sea disponer del bien o del servicio con tece en la región. En efecto, Colombia es portadora de
la legislación más moderna sobre el tema pues fue dic-
tada en el año 2011. Nos referimos a la ley 1480 del 12
 (31) Graziuso Emilio, “La tutela del consumatore de octubre del 2011. En su art. 5 inciso 3 define al consu-
contro le clausole abusive”, Giuffrè, 2010, págs. 119 y 135. midor o usuario como “toda persona natural o jurídica
 (32) Terré F.Simler Ph.Lequette Y., “Droit civil. Les que, como destinatario final, adquiera, disfrute o utilice
obligations”, Dalloz, 2009, nº 322, pág. 337, quienes sos- un determinado producto, de cualquier naturaleza para
tienen que la relación directa con la actividad profe- la satisfacción de una necesidad propia, privada, familiar
sional refiere a los contratos que no escapan a la esfera o doméstica y empresarial, cuando no esté ligada intrín-
de la competencia habitual. secamente a su actividad económica”.
14 | Suplemento especial cONTRATOS

Y ello en razón que en la definición de consu- el hecho decidido en una reciente sentencia en el
midor que suministra el Código, se hace una re- sentido “de que la maquinaria en cuestión pre-
ferencia inequívoca a que los bienes o servicios tendía ser adquirida para ser utilizada en un pro-
deben ser adquiridos o usados como “destinatario ceso de producción —para lucrar—, insertándola
final”, indicación que los mismos no pueden ser en el mercado específico en que se desempeña la
objeto de negociación ulterior. empresa accionante, y por ello debe excluirse del
marco tuitivo de la ley 24.240...” (36). En síntesis, el
Con relación a la expresión “profesionales”, vale consumidor que requiere protección es aquel que
dejar expuesto que la jurisprudencia francesa asi- carece de intenciones que apunten a que el bien
mila los servicios públicos industriales y comer- o el servicio continúen su vida económica en ac-
ciales a los profesionales, y a los usuarios de di- tividades de fabricación, producción, distribución
chos servicios a los consumidores (34). o prestación.
De lo expuesto, surge que una misma persona (b) En segundo lugar, el Derecho del Consu-
adopta para ciertos actos la calidad de profesional midor no ha sido pensado, concebido, ni diseñado
o proveedor y, para otros, la de consumidor. Así, para la protección jurídica de los empresarios. Por
por ejemplo, un comerciante se transforma en el contrario, la protección al consumidor se fun-
consumidor cuando adquiere sustentos para sí damenta en la circunstancia de la triple debilidad
o su familia. Lo que aparenta ser una dicotomía, que lo caracteriza: la económica, la técnica o in-
sólo lo es en apariencia ya que la misma persona formativa y la jurídica, todo lo cual los hace vulne-
puede, según el acto, ser quien negocia dotado de rables. Y precisamente, no es característica defini-
poder en situación de proveedor y, en otro, como toria de los empresarios su debilidad económica,
consumidor, exhibir su debilidad o vulnerabilidad. su ignorancia técnica o la desinformación.
5. El alcance de la protección Quien actúa dentro del ámbito de competencia
profesional se halla, como mínimo informado,
Las razones de por qué el acto de consumo por lo que el amparo que requiere se halla fuera
no puede alcanzar  ni tutelar los negocios que del ámbito de la protección de las normas sobre
guardan relación con la actividad profesional del consumo y dentro de los dispositivos que exhibe
consumidor son las siguientes: la teoría general del contrato: la buena fe, el abuso
del derecho, la lesión, etc.
(a) En primer lugar, consumidor es la persona
individual o jurídica ubicada al concluir el cir- (c) En tercer lugar, el consumidor que requiere
cuito económico, ya que pone fin a la vida eco- de una acentuada protección, es el consumidor
nómica del bien o servicio. Lo que significa que final común, descripto como aquél que dispone
quedan excluidos del concepto, el consumidor co- de ingresos relativamente modestos, carente de
merciante, artesano, profesional, industrial o re- suficiente discernimiento y perspicacia en cues-
vendedor, ya que se hallan en el mercado en un tiones jurídicas y económicas y que actúa sin sufi-
nivel similar o próximo al del fabricante, y com- ciente diligencia y atención, y que por ello es fácil
piten entre sí (35). En este sentido, se tiene decidido víctima de engaño o influenciable de manera no
que “el eje central del concepto de consumidor objetiva. Ese no es el caso de los comerciantes, ni
es ser “destinatario final” y en tal lineamiento...es de los industriales, ni de los artesanos, ni de los
destinatario final...quien adquiere bienes o ser- profesionales. Esto no significa que si a los citados
vicios, no para renegociarlos, sino para quedarse empresarios no se les aplica la protección que
con ellos; es decir quien lo adquiere no lo hace deriva del sistema previsto por el Código a favor
con la idea de volver a insertarlos en el mercado, de los consumidores, carezcan de protección. La
de transformarlos, ni de lucrar con su venta. En tal tienen pero sobre la base de otra normativa y de
entendimiento deviene incuestionable y evidente otros principios. Así, podrán invocar la infracción
al principio de buena fe previsto en los artícu­los
 (34) Terré F.Simler Ph. Lequette Y, ob. cit. nº 322, 9 y 961 del Código; podrán alegar que la contra-
pág. 338 parte ejerció abusivamente sus derechos infrin-
 (35)  Picod Ives-Davo Hélène, “Droit de la consom- giendo la buena fe, la moral y las buenas costum-
mation”, 2010, ob. cit., nº 35, pág. 24; Raymond Guy, bres (artícu­lo 10); podrán acreditar, si se dan las
“Droit de la consommation”, Litec, París, 2011, nº 34,
pág. 22; Acedo Penco Angel, “Derecho del consumo”,
Dykinson, Madrid, 2012, pág. 26; Lasarte Carlos, “Ma-  (36) JCivy Com. nº 5, San Nicolás, 16/2/2012, “Las
nual sobre protección de consumidores y usuarios”, Dy- Diagonales c/Patricio Palmero S.A.”, edición de La ley del
kinson, Madrid, 2010, pág. 62. 1 de junio del 2012
Rubén S. Stiglitz | 15

circunstancias, que la contraparte abusó de una rancia de una persona para hacerle suscribir, por
posición dominante en el mercado (artícu­lo 11); medio de visitas a domicilio, obligaciones de pago
podrá demandar la nulidad relativa de un contrato al contado o a crédito. Las personas visitadas no
celebrado por adhesión a cláusulas predispuestas están en condiciones de apreciar la medida de
(artícu­los 988, 1117), etc. aquellas “obligaciones”. Lo propio acontece con
las ventas telefónicas, la solicitud personalizada
Entonces debe quedar claro que al referirnos al para encontrarse propiamente en un lugar de
consumo, uso o utilización de bienes o servicios, venta, o la efectuada a domicilio y que tenga una
es relevante, como queda dicho, que el propósito oferta de ventajas particulares; reuniones o excur-
final no sea disponer del bien o del servicio con siones organizadas por el autor de la infracción o
carácter profesional, o sea para, a su vez comer- en su provecho, transacciones realizadas fuera de
cializarlo tal como lo obtuvo, o trasformado. Esto los lugares de venta o en el marco de ferias o de
último es incompatible con la noción de consu- salones y transacciones concluidas en situaciones
midor. De allí que sea ineludible que el alcance de urgencia que hayan puesto a la víctima en la
conceptual tanto de relación de consumo como de imposibilidad de elegir libremente (38). El ejemplo
consumidor se limite a la adquisición o utilización es útil como tema de política legislativa que ten-
del bien o del servicio ajena a la actividad profe- dría como objetivo afianzar la protección de los
sional de quien contrata con un proveedor. débiles.
6. ¿Es necesario acordar la misma protección El Código prohíbe, como práctica abusiva, que
a todos los consumidores? el proveedor subordine “la provisión de productos
o servicios a la adquisición simultánea de otros,
Anticipamos nuestra respuesta afirmativa. y otras similares que persigan el mismo objetivo”
Acontece que existe una gran diversidad de con- (artícu­lo 1099). La frase “el mismo objetivo” está
sumidores, desde los que son suficientemente referida a prácticas que estimulen ilícitamente el
agudos, perspicaces, conocedores, informados, consumismo.
astutos y avispados para defenderse eficazmente,
hasta los que, contrariamente, son particular- 7. Situaciones en las cuales se diluye la
mente confiados, incautos, crédulos y vulnerables. distinción entre profesionales/proveedores
La respuesta es, en principio, positiva, lo que sig- y consumidores
nifica que se debe suministrar a todos la misma
protección. El Derecho del Consumidor pro- Puede ocurrir que una persona se encuentre en
tege, indistintamente, a todos los consumidores. una situación híbrida que suponga, por un lado, la
La presunción de debilidad es irrefragable. Tener de un profesional y, del otro, la de un consumidor.
en cuenta aptitudes particulares de cada consu- Es necesario, entonces, elegir una calificación. Si
midor, suscitaría litigios sin fin y restaría eficacia al la persona es un consumidor, aprovechará de las
Derecho de los consumidores. reglas reservadas a éstos y no lo hará si es un pro-
fesional. La dificultad aparece en tres situaciones
Por lo demás, fuera de nuestras fronteras, existe diferentes:
lo que se ha dado en denominarla “situación ju-
rídica abusiva”. Tomamos el ejemplo de Francia (a) Por empezar, en el caso en que una persona
donde el Derecho del Consumo ha alcanzado un realiza un acto necesario para su futura profesión,
extraordinario desarrollo y donde bajo la denomi- ya que, en ese caso, para la jurisprudencia fran-
nación de “abuso de debilidad” se tipifica un de- cesa la finalidad profesional es suficiente para des-
lito previsto por el artícu­lo L 122-8 del “Code”. El cartar la aplicación del Derecho del Consumidor,
delito de abuso de debilidad aporta una protec- aún si el autor del acto no ejerce todavía su pro-
ción suplementaria a los consumidores en estado fesión (39).
de particular debilidad o ignorancia (37). Para que el
abuso de debilidad constituya delito es necesario, (b) Otra dificultad aparece en el caso en que
por empezar, que sea cometido, mediante ardides una persona se procura un bien o un servicio para
o artificios, en ocasión de una de las circunstan- un uso mixto o promiscuo como lo denomina la
cias enumeradas por los artícu­los 122-8 y 9 del doctrina italiana (40), a la vez profesional y no pro-
“Code”. En este sentido, la ley francesa impu­ta el
delito a quienes abusan de la debilidad o igno-
 (38)  Calais-Auloy, ob. cit. nº 160, pág. 184 y ss.
 (39)  RTD Civ., 2001, pág. 873.
 (37)  En Francia, bajo tal denominación, configura un  (40)  Graziuso Emilio, ob. cit., nº 8, pág. 147 quien su-
delito. ministra el ejemplo del adquirente persona física de un
16 | Suplemento especial cONTRATOS

fesional. Por ejemplo, un agente inmobiliario, como consumidores pero que uno tiende a “asi-
compra un auto que le servirá no sólo para sus re- milar” a los consumidores. De allí la importancia
corridas profesionales, sino también para trans- que el Código regule la “relación de consumo”
portar a su familia. Sin duda, es necesario aplicar (artícu­lo 1092-1) y discipline lo relativo al consu-
a esta hipótesis la regla en virtud de la cual lo prin- midor equiparado (1092-2) a quien “sin ser parte
cipal se impone sobre lo accesorio. Y se nos ocurre de una relación de consumo como consecuencia
que lo principal, en la especie, consiste en el des- o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o
tino profesional del rodado. De todos modos, no servicios, en forma gratuita u onerosa, como des-
se nos oculta y percibimos las dificultades prác- tinatario final, en beneficio propio o de su grupo
ticas que trae la aplicación de la regla. Pareciera, familiar o social”. En el caso, también constituyen
en la especie, que es justo proponer rehusar la ca- verdaderas extensiones de la noción de consu-
lidad de consumidor al que actúa, aún parcial- midor la quienes, en ocasiones, son propuestas
mente, para satisfacer las necesidades de su pro- para aplicar a diversas categorías de personas: los
fesión (41). Se impone la aplicación de la definición profesionales actuando fuera de su especialidad
estricta de consumidor. como, por ejemplo, el agricultor que contrata un
seguro, los ahorristas haciendo actos de coloca-
(c) La tercera situación es la de una persona ción de sus fondos, los vendedores o prestatarios
que se procura un bien o un servicio para las ne- no profesionales.
cesidades de su profesión pero fuera de su espe-
cialidad profesional. Por ejemplo, un agricultor 9. Los profesionales actuando fuera de su
que contrata un seguro para su explotación. En especialidad
este ejemplo, actuando fuera de su especialidad
el agricultor es profano y afronta el riesgo de en- Vale suministrar algunos ejemplos en un in-
frentarse a su co-contratante profesional, en una tento de favorecer la comprensión del tema: un
situación de inferioridad comparable a la de un agricultor que contrata un seguro para su explota-
consumidor. De allí que, decididamente optemos, ción, un comerciante que hace instalar un sistema
en el caso, por atribuirle carácter de consumidor. de alarma en su negocio, un abogado que compra
Distinta sería la situación si el conflicto se genera material informático para su oficina. Se trata de
con motivo de que lo que adquiere el agricultor es actos que tienen una finalidad profesional. Las
pesticida pues, en ese caso, se trataría de un con- personas que los cumplen no entran en la defini-
trato celebrado por un profesional en el ámbito de ción estricta de consumidor. Sin embargo, el agri-
su especialidad. cultor, el comerciante y el abogado en los ejemplos
citados, actúan fuera de su especialidad. Son pro-
8. Extensiones posibles a la noción de
fanos y se enfrentan —vale repetirlo—, con su co-
consumidor
contratante profesional exhibiendo una situación
Las personas que responden a la definición que de inferioridad comparable a la de un consumidor.
viene de ser desarrollada, son los consumidores. El Desde el 24 de enero de 1995 la Corte de Casación
tema, sumamente reciente en el país, ha sido tra- de Francia utiliza una nueva fórmula: no es consu-
tado en países que, como Francia o Italia, pueden midor y no se beneficia con las reglas protectoras,
invocar décadas de creativos pronunciamientos aquél que concluye un contrato que presenta “una
judiciales que incluyen a la Corte de Casación de relación directa con su actividad profesional”. Se
esos países. En ellos, las divergencias aparecen sostiene que es preferible la concepción estricta
en doctrina y en jurisprudencia, cuando se in- fundada en que no es seguro que el profesional
daga sobre si es necesario extender la definición a que actúa fuera de su especialidad esté tan des-
otras personas con el propósito de permitirles be- armado como el simple consumidor. Parece que,
neficiarse con las reglas protectoras del Derecho de manera general, el que actúa por necesidades
del Consumo. Se puede extender el beneficio de de su profesión pone sobre sus actos una atención
las reglas protectoras a personas que no califican más grande que el que actúa por un fin privado.
Luego, la concepción amplia vuelve imprecisas las
fronteras del Derecho del Consumo. Para la Corte
automóvil para destinarlo a taxi (finalidad profesional) y de Casación de Francia, saber si un profesional
como medio de transporte de su familia (finalidad fami- actúa o no en su esfera de competencia, provoca
liar). Para el autor debe estarse, en el caso, a la finalidad la necesidad de indagar si su acto está “en relación
que prevalece en el contrato que no es otro que la fina- directa o indirecta” con su actividad profesional.
lidad profesional. Para ello habrá que proceder caso por caso a una
 (41)  Paisant G., “Essai sur la notion de consummateur búsqueda cuyo resultado es siempre aleatorio. Y
en droi positif”, JCP, ed. G 1993, nº 1, 3 I 3655. ello en razón que los contratantes tienen nece-
Rubén S. Stiglitz | 17

sidad de conocer por adelantado el derecho que le V. Directivas de interpretación de los


será aplicable a su relación. La concepción estricta contratos de consumo. La interpretación
de consumidor, relativamente precisa, aporta una restrictiva
seguridad jurídica que no provee la concepción
amplia demasiado imprecisa. 1. La interpretación restrictiva en los
contratos de consumo
Finalmente, si se considera como consumidores
a los profesionales que actúan fuera de su especia- Especialmente relacionado con el tema que nos
lidad sería necesario, simétricamente, asimilar a ocupa, se ha disciplinado una directiva que acude
esos profesionales con los consumidores que ac- a una hermenéutica literal y que, por tanto, no to-
túan dentro de su esfera de competencia. Un abo- lera interpretaciones extensivas o por analogía.
gado, por ejemplo, podría ser juzgado bastante La disposición legal que a continuación trans-
competente para comprender, sin el auxilio de las cribimos, refiere a la interpretación restrictiva
leyes protectoras, las piezas jurídicas de los con- cuando así ha sido dispuesta por ley o convencio-
tratos que firma para un uso no profesional. nalmente. La importancia de la cuestión radica en
que dicha directiva no es aplicable a las obliga-
En síntesis: si bien la jurisprudencia nacida en ciones asumidas por el predisponerte y por el pro-
la Corte de Casación francesa el día 24 de enero de veedor en los contratos por adhesión y en los de
1995 sobre el criterio de la “relación directa” hoy consumo, respectivamente. Y dice así:
se halla vigente, cabe aclarar, sin embargo, que el
alto Tribunal nunca ha definido o precisado su no- Artícu­lo 1062. Interpretación restrictiva.
ción. Por el contrario, ha venido sosteniendo que “Cuando por disposición legal o convencional se
la cuestión compete a los jueces del fondo como establece expresamente una interpretación res-
cuestión de hecho. Consecuentemente, en este trictiva, debe estarse a la literalidad de los tér-
tipo de litigios, prevalece la inseguridad jurídica ya minos utilizados al manifestar la voluntad. Este
que, en la práctica judicial, existen dos interpreta- artícu­lo no es aplicable a las obligaciones del pre-
ciones opuestas: disponente y del proveedor en los contratos por
adhesión y en los de consumo, respectivamente”.
(a) En una primera interpretación, los jueces de-
ciden, por ejemplo, que el médico que contrató la El propósito protector de la norma, que consti-
instalación de un sistema de alarma en su consul- tuye una novedad trascendente en materia legis-
torio, actuó fuera del marco de su actividad profe- lativa hecha la compulsa con lo que exhibe el De-
sional porque dicha actividad consiste en asistir a recho Comparado, se justifica con relación a los
sus enfermos y que no puede hacerlo con un sis- adherentes y/o consumidores en aquellos con-
tema de alarma. Además, añaden algunos jueces, tratos en los cuáles, al tiempo de conclusión, no se
aquel médico resulta profano respecto a la técnica incluyeron la totalidad de las obligaciones del pre-
de los sistemas de alarma ya que se trata de un disponerte/proveedor, atendiendo a la naturaleza
tema ajeno y extraño a la Medicina. Por tanto, se le del víncu­lo. La directiva es especialmente apli-
asigna carácter de consumidor. cable al contrato de medicina prepaga en los que
se juzgó que las obligaciones del proveedor de-
(b) En una segunda interpretación, otros pro- bían ampliarse hasta alcanzar el piso mínimo que
nunciamientos consideran que tal operación con- resulta del P.M.O. (Programa médico obligatorio,
tractual presenta una relación directa con la acti- Ley 24.455) (42). La disposición a la que estamos ha-
vidad profesional en la medida en que el sistema ciendo referencia establece lo que sigue:
de alarma se destina a proteger el lugar del ejer-
cicio de dicha actividad. El médico contrató la ad-  (42)  CCiv. y Com. Santa Fe, sala I, 26/5/2009, “Vaca
quisición de un sistema de alarma como profe- H. H. c/Asociación Mutual Personal Jerárquico Banco
sional por razones profesionales y no familiares. Nación”, LLLitoral, 2009-924. Sobre el particular, se tiene
Por lo tanto, no es consumidor. decidido que: En el marco de la ley 24.754 y de la resolu-
ción 301/99 del Ministerio de Salud y Acción Social no
Como se advierte, son lógicas ambas interpre- se encuentran motivos para exceptuar a una entidad de
taciones. medicina prepaga de la obligación de efectuar las pres-
taciones contempladas en el Programa Nacional de Dia-
Según nuestro punto de vista debe prevalecer betes (PRONADIA) Mayoría: Petracchi, Highton de No-
la segunda pues es la que contribuye a establecer lasco, Zaffaroni, Lorenzetti, Argibay.Voto: Disidencia:
una noción estricta de “consumidor” y cuanto más Fayt, Maqueda. S. 1078. XL.; “Sartori, Karina Mabel
estricta resulta la definición, más importante pa- c/ Cemic Empresa de Medicina Prepaga s/ amparo”
rece la protección. 27/12/2005, T. 328, P. 4747; N. 289. XLIII; REX, “Núñez de
18 | Suplemento especial cONTRATOS

2. Otras directivas de interpretación. Favor VI. Cláusulas abusivas en los contratos de


“debilis” y los efectos de la cláusula dudosa consumo. La noción que suministra el Código
Civil y Comercial
En rigor, se reproducen los criterios de interpre-
tación del artícu­lo 3 de la ley 24.240: “...En caso de 1. Aplicación extensiva a los contratos
duda sobre la interpretación de los principios que por adhesión
establece esta ley, prevalecerá la más favorable al
consumidor”. Lo propio acontece con el artícu­lo 37 El Código regula la cuestión en seis disposi-
in fine del mismo cuerpo legal: “La interpretación ciones cuyo examen iremos desenvolviendo gra-
del contrato se hará en el sentido más favorable dualmente, a continuación de cada una de las dis-
para el consumidor. Cuando existan dudas sobre posiciones transcriptas.
los alcances de su obligación, se estará a la que sea
menos gravosa”. Las directivas a las que hacemos Artícu­lo. 1117. Normas aplicables. “Se aplican
referencia han sido disciplinadas así: en este Capítulo lo dispuesto por las leyes espe-
ciales y los artícu­los 985, 986, 987 y 988, existan o
Artícu­lo 1094. Interpretación y prelación nor- no cláusulas generales predispuestas por una de
mativa. Las normas que regulan las relaciones de las partes”.
consumo deben ser aplicadas e interpretadas con-
forme con el principio de protección del consu- Una primera reflexión, nos conduce a esclarecer
midor y el de acceso al consumo sustentable. En que, si bien es cierto que las disposiciones se ha-
caso de duda sobre la interpretación de este Có- llan ubicadas en el Capítulo IV sobre “Cláusulas
digo o las leyes especiales, prevalece la más favo- abusivas” referidas a los contratos de consumo, el
rable al consumidor. artícu­lo 1117 del Código dispone su aplicación a
los contratos por adhesión. A ello se refiere la remi-
Artícu­lo 1095. Interpretación del contrato de sión efectuada, por un lado a las leyes especiales y,
consumo. El contrato se interpreta en el sentido por otra, a los artícu­los 985 a 988. La remisión a las
más favorable para el consumidor. Cuando existen leyes especiales, refiere, indudablemente, como
dudas sobre los alcances de su obligación, se mínimo, a la Ley de Defensa del Consumidor y
adopta la que sea menos gravosa. las disposiciones aludidas precedentemente a los
contratos por adhesión a cláusulas predispuestas.
El último párrafo referido a “existan o no cláusulas
generales predispuestas por una de las partes”, re-
fiere a dos posibilidades: una a que los contratos
por adhesión lo sean a cláusulas predispuestas,
Zanetti, Mónica Viviana c/Famyl S.A. Salud para la Fa- no por una de las partes, sino por un tercero. Otra
milia s/reclamo contra actos de particular” donde se es- a que las cláusulas hayan sido acordadas (nego-
tableció que por imperio del art. 1 de la ley 24.754, las ciadas) por ambas partes, en cuyo caso, como lo
empresas o entidades que presten servicios de medicina veremos a continuación, también pueden ser de-
prepaga deben cubrir, como mínimo, las mismas presta- claradas abusivas. Artícu­lo 1118. “Control de in-
ciones que resulten obligatorias para las obras sociales. corporación. Las cláusulas incorporadas a un con-
Esto último comprende las prestaciones que, con dicho trato de consumo pueden ser declaradas abusivas
carácter obligatorio, establezca y actualice periódica- aun cuando sean negociadas individualmente o
mente la autoridad de aplicación en ejercicio de la fa- aprobadas expresamente por el consumidor”.
cultad que le confiere el art. 28 de la ley 23.661. Y tam-
bién, en lo que atañe a las personas con discapacidad, La disposición precedente, importa un control
todas las que requiera su rehabilitación (art. 28 cit.), así de incorporación al contrato y, tal vez, constituya
como, en la medida que conciernan al campo médico un logro sin precedentes desde la perspectiva de
asistencial, las demás previstas en la ley 24.901, E.D. 10- las normas de protección al consumidor. No se
1-08. J.A. 25-6-08; C. 595. XLI; RHE, “Cambiaso Péres
nos oculta, la influencia que tuvo en el Código, la
de Nealón, Celia María Ana y otros c/Centro de Educa-
redacción dotada al artícu­lo 3 de la Directiva 13-93
ción Médica e Investigaciones Médicas”, 28/08/2007, T.
330, P. 372, donde se sostuvo que la adhesión a cláusulas
de la C.E.E. (hoy Unión Europea) y que fuera re-
predispuestas de una empresa y la existencia de un ser- cogida por los veintisiete países miembros. En
vicio prestado para un consumidor final indica que debe efecto, si bien es cierto que el criterio legal comu-
darse tanto a la ley 24.754 como al contrato que vincula nitario consiste en “que una cláusula no se ha ne-
a las partes, entre todos los sentidos posibles, el que fa- gociado individualmente cuando haya sido redac-
vorezca al consumidor de conformidad con el art. 42 de tada previamente y el consumidor no haya podido
la Constitución Nacional y los arts. 3 y 37 de la ley 24.240 influir sobre su contenido, en particular en los
de Defensa del Consumidor, E.D. 10-1-08.; J.A. 25-6-08. casos del contrato de adhesión”, lo cierto es que,
Rubén S. Stiglitz | 19

por el contrario, se sostiene que “el hecho de que (a) Francia dispuso la transposición a su de-
ciertos elementos de una cláusula o que una cláu- recho nacional de la Directiva 93-13 de la Unión
sula aislada se haya negociado individualmente Europea, a través de la ley 95-96 del 1º de febrero
no excluirá la aplicación del presente artícu­lo al de 1995 que pasó a integrar el capítulo II del “Code
resto del contrato si la apreciación global lleva a de la consommation”, el que define en el art. 132-1
la conclusión de que se trata, no obstante, de un a la cláusula abusiva: “en los contratos concluidos
contrato de adhesión”. Tal vez sea más lograda la entre profesionales y no profesionales o consumi-
fórmula empleada en España a tenor de lo dis- dores, son abusivas las cláusulas que tienen por
puesto por el artícu­lo 82, inciso 2 del decreto ley objeto o por efecto crear, en detrimento del no
1/2007 (Texto refundido de la Ley de defensa de profesional o del consumidor, un desequilibrio
los Consumidores y Usuarios), por el que se esta- significativo entre los derechos y las obligaciones
blece: “El hecho de que ciertos elementos de una de las partes contratantes”.
cláusula o que una cláusula aislada se hayan ne-
gociado individualmente, no excluirá la aplicación (b) En España el tema se halla regulado por el
de las normas sobre cláusulas abusivas al resto del decreto legislativo 1/2007, del 16 de noviembre del
contrato”. 2007, por el que se aprueba el texto refundido de
la ley general para la defensa de los consumidores
A pesar de haber identificado la fuente, creemos y usuarios. En su art. 82 se establece: “se conside-
que el Código ha ido más allá de la misma a través rarán cláusulas abusivas todas aquellas estipu-
de una disposición muy clara, contundente y laciones no negociadas individualmente y todas
más breve, sin remitir a la necesidad de efectuar aquellas prácticas no consentidas expresamente
ningún tipo de apreciación global que induzca al que, en contra de las exigencias de la buena fe
intérprete a suponer que se halla frente a un con- causen, en perjuicio del consumidor y usuario, un
trato por adhesión. En efecto, el artícu­lo 1118 se desequilibrio importante de los derechos y obliga-
aplica a los contratos de consumo y, también, a los ciones de las partes que se deriven del contrato...”.
contratos por adhesión por referencia expresa del
artícu­lo 1117. (c) En Italia, la definición fue incorporada en el
art. 33 inciso 1 del “Codice del consumo”: “En el
Finalmente, el Código consagra un principio contrato concluido entre el consumidor y el profe-
que concluye sobre el que pareciera ser un inter- sional, se consideran vejatorias las que, malgrado
minable debate en torno a si la aprobación ex- la buena fe, determinan a cargo del consumidor
presa del consumidor mediante la firma indivi- un significativo desequilibrio de los derechos y de
dual de una cláusula abusiva, importa legitimar las obligaciones derivadas del contrato”.
el abuso y suprime la posibilidad de un control
judicial previo. El Código opta decididamente La conclusión a la que cabe arribar, es que nin-
por la mejor y más equitativa de las soluciones: guna de las disposiciones de los diferentes países
la cláusula “puede ser declarada abusiva”, ya que a los que acabamos de hacer referencia, prevén la
la firma específica del consumidor o una cláusula posibilidad de que una cláusula sea abusiva aún
redactada de modo de “aparentar” una negocia- cuando haya sido negociada individualmente por
ción individual, tan fácil de hacerlo para un pro- las partes. Y esa cuestión marca una diferencia con
fesional avezado, no puede desafectarla de su ile- el Código Civil y Comercial que se sostiene en los
gitimidad. criterios que emanan de los artícu­los 1118 y 1119,
concretamente en la circunstancia, extendida por
2. Noción de cláusula abusiva. Una visión cierto y fácilmente franqueable, en que el predis-
comparatista y una conclusión ponerte/proveedor incluya en el contrato —pre-
dominantemente en el encabezamiento o pró-
El Código define la cláusula abusiva de un modo logo donde se indica la materia introductoria o
tal que la noción adoptada en una única disposi- las consideraciones iniciales, especialmente las
ción, contiene los tres elementos esenciales que referidas a los móviles individuales o comunes—,
componen la definición pero con un agregado una o más frases de donde podría ser deducido
que, a nuestro criterio, la identifica como plena- un “consenso”, por cierto inexistente. Otra hipó-
mente protectora del Derecho de los Consumi- tesis, prevista en el Código regula la inclusión de
dores. Para comprender cabalmente lo que aca- cláusulas que prevean la aprobación expresa de
bamos de expresar se hace indispensable realizar algunas cláusulas de superlativo interés para el
un breve paneo sobre algunas definiciones —tal único creador del contenido. En efecto, basta con
vez las principales— que exhibe el Derecho Com- una breve exposición inicial que aparente con-
parado. senso para deducir de ello que ha mediado “nego-
20 | Suplemento especial cONTRATOS

ciación individual”. Simplemente, acudiendo a ese abusiva sólo cuando determina un desequilibrio
recurso, no existiría la posibilidad de calificar una significativo que se halle en contradicción con el
cláusula como abusiva. De allí que el Código ha principio de buena fe, de suerte tal que pareciera
optado por una solución más exigente y que mejor que la referida Directiva, a “contrario sensu”, ad-
preserva, con mucho mayor rigor, los derechos del mite la existencia de que una cláusula que con-
consumidor a través de la siguiente definición: sagre un desequilibrio como el referido, pero que
no infrinja la buena fe, podría no constituir una
Artícu­lo 1119. Regla general. “Sin perjuicio de cláusula abusiva (43).
lo dispuesto en las leyes especiales, es abusiva la
cláusula que habiendo sido o no negociada indivi- Por nuestra parte sostenemos, que el abuso que
dualmente, tiene por objeto o por efecto provocar por sí implica una cláusula que fractura significa-
un desequilibrio significativo entre los derechos y tivamente el principio de la máxima reciprocidad
las obligaciones de las partes, en perjuicio del con- de intereses no requiere que, a su vez, importe una
sumidor”. infracción al principio de buena fe.

3. ¿La cláusula abusiva presupone una De ser correcto nuestro diagnóstico estimamos
infracción a las exigencias de la buena fe? que, precisamente, la cláusula que importe en per-
juicio del consumidor un desequilibrio manifiesto
La importancia de la cuestión radica en deter- entre los derechos y las obligaciones que derivan
minar si la cláusula abusiva requiere desde un del contrato presupone irrefragablemente mala
punto de vista caracterológico, que constituya una fe del proveedor/predisponente. Por lo demás, así
infracción a la buena fe o si, por el contrario, no surge de su propia definición ya que si “la cláusula
se hace necesario imponer al adherente que deba abusiva es aquella que tiene por objeto provocar un
acreditar en juicio que el predisponente ha incu- desequilibrio...”, no habrá de perderse de vista que
rrido en mala fe al redactar una cláusula abusiva. la expresión “objeto” ha sido empleada como “fin
De ser ello así, se constituiría en una prueba de del acto”, “móvil” o “intento a que se dirige o enca-
imposible producción ya que, la intención (dolo), mina una acción”. Si ello es así, la cláusula abusiva
constituye “un estado interno del ánimo no sus- —como ya lo hemos expresado—, siempre es do-
ceptible de pruebas directas” y, por tanto, no ve- losa dado que la finalidad que le es inherente, la de
rificable. provocar un desequilibrio significativo, presupone
una acción intencional.
Conceptualmente sostenemos que, a los fines
de la identificación de una cláusula abusiva basta Lo hasta aquí expresado pone de manifiesto que
con que cause, en detrimento del adherente/con- si bien la cláusula abusiva no es un mecanismo
sumidor o en beneficio exclusivo del predispo- propio y exclusivo del contrato por adhesión, pues
nente, un desequilibrio significativo entre los de- es factible hallarlo, en ocasiones, en la contrata-
rechos y obligaciones de las partes, que se derivan ción discrecional, lo cierto es que halla en el pri-
del contrato. mero, dada su especial técnica de formación, te-
rreno apto para su existencia y multiplicación,
La tesis contraria es la que surge de lo dispuesto circunstancia que el predisponente no desapro-
por la Directiva 93/13 de la C.E.E. (hoy Unión Eu- vecha. Y en esos casos, la inclusión de cláusulas
ropea), en tanto establece con carácter definitorio abusivas implica de por sí, tal como lo hemos ex-
que: “Las cláusulas contractuales se considerarán puesto, la deliberada intención de dañar los inte-
abusivas si, pese a las exigencias de la buena fe, reses económicos del adherente/consumidor, lo
causan en detrimento del consumidor un desequi- que presupone mala fe.
librio significativo entre los derechos y las obliga-
ciones de las partes que se derivan del contrato”. Como se advierte, el Código acertadamente
ha omitido incluir toda referencia al principio de
Como se advierte, la Directiva comunitaria de- buena fe, como recaudo necesario para la configu-
fine la cláusula abusiva mediante la inclusión de ración de una situación de abuso.
dos presupuestos o elementos escindibles y, sin
embargo, errónea e innecesariamente articulados
entre sí: (a) infracción a la buena fe a través de una
cláusula que consagre un (b) desequilibrio signifi-
cativo en detrimento del consumidor.  (43)  ROPPO, V., “La nuova disciplina delle clausole
abusiva nei contratti fra imprese e consumatori”, en Di-
Tal como ha quedado redactada, motivó que se ritto ed Economia del’Assicurazione, Giuffrè, Milano,
la interpretara en el sentido de que la cláusula es 1994, Nº 12, pág. 47.
Rubén S. Stiglitz | 21

4. Caracteres de la cláusula abusiva. En cuarto lugar, el carácter más saliente de la


El desequilibrio significativo cláusula abusiva consiste en que importa un des-
equilibrio significativo entre los derechos y obliga-
El examen de los caracteres más salientes de las ciones contenidos en las cláusulas predispuestas
cláusulas abusivas nos conduce a las siguientes del contrato y debe serlo en detrimento del con-
conclusiones: sumidor y apreciado al momento de la conclusión
del contrato (44). El desequilibrio significativo es el
(a) Puede ser contenido de los contratos cual- que procura al profesional una ventaja excesiva.
quiera sea su clasificación, como ser, discrecio-
nales o predispuestos; de derecho privado o pú- El desequilibrio que resulta de una cláusula
blico; de libre configuración interna o vigilados abusiva debe ser relevante o manifiesto, ya que el
por el Estado. Pero en razón de las características equilibrio contractual, conceptualmente no im-
que adopta la formación de los contratos por ad- plica una simetría a rajatabla.
hesión a cláusulas predispuestas, especialmente
A manera de síntesis, es característica defini-
la circunstancia que la creación de su contenido
toria de la cláusula abusiva que importe un des-
es obra exclusiva y excluyente del profesional/pre-
equilibrio significativo entre los derechos del con-
disponente (por ej. los contratos bancarios, de se-
sumidor y las obligaciones y cargas del profesional
guros, de medicina prepaga, de ahorro y préstamo
derivadas del contrato en perjuicio del primero. El
cualquiera sea su objeto, de tarjetas de crédito, de
desequilibrio significativo o manifiesto se explica
telefonía móvil, de tiempo compartido, etc.), ha- en los hechos, en el abuso del poder de negocia-
llan en el contrato predispuesto campo fértil para ción que ostenta el profesional sustentado en su
su inclusión. poder técnico, en la información y en el conoci-
miento que dispone sobre el alcance, en ocasiones
(b) De la circunstancia que la cláusula abusiva enigmático, del contenido contractual propuesto
sea, predominantemente, contenido de los con- o, en la mayor parte de las ocasiones, predispuesto
tratos predispuestos, a su vez, resultan algunos al consumidor.
otros caracteres como, por ejemplo en primer
lugar, que no haya sido negociada individual- En síntesis, el profesionales quien porta infor-
mente. Esta característica es la que predomina en mación, aptitudes técnicas y conocimiento del
los veintisiete países que integran la Unión Eu- contenido del contrato que, predominantemente,
ropea que han incorporado literalmente la Direc- ha creado de forma unilateral; es quien concentra
tiva 93-13. Recordemos que el Código hace suyo en sí propio y frente al co-contratante, un margen
sólo parcialmente ese carácter dado que establece de autoridad o superioridad del que se halla sus-
que puede ser abusiva una cláusula que haya sido traído el consumidor y que lo posiciona en el con-
negociada por las partes. trato en situación de predominio.

Sobre el particular, cabe señalar que de la ne- Con ese poder de negociación supone hallarse
gociación individual deriva la circunstancia que habilitado para consolidar su posición dominante
el consumidor ha participado o influido sobre el y lo estimula a incluir cláusulas que, al cabo, pro-
contenido de la cláusula y no de un examen con- vocan un desequilibrio significativo entre los de-
junto (genérico) del contenido de la cláusula, ni de rechos y las obligaciones que derivan del contrato,
una declaración firmada por el consumidor donde en perjuicio del consumidor.
se afirme que su consentimiento ha sido prestado A nuestro juicio, la noción de desequilibrio sig-
luego de efectuadas las tratativas. nificativo, como elemento caracterizante de la
cláusula abusiva, debe centrarse en su incidencia
En segundo lugar, la carga de la prueba sobre la sobre el principio de onerosidad o de máxima re-
existencia de una “negociación individual”, recae ciprocidad de intereses.
sobre el profesional/proveedor quien deberá acre-
ditar la participación o la influencia del consu- En efecto, el principio de onerosidad se traduce
midor en la creación del contenido del contrato. en términos de comparación entre provecho y
sacrificio al punto que, desde la génesis del con-
En tercer lugar, que le haya sido presentada al trato, las partes confían legítima y recíprocamente
consumidor o al usuario ya redactada. Es indife-
rente que la redacción se atribuya al predisponerte
o que, por tratarse de textos uniformes, haya sido  
(44) Raymond Guy, “Droit de la consommation”,
copiada de otro/s contrato. Litec, París, 1996, nº 417, pág. 207.
22 | Suplemento especial cONTRATOS

en el cumplimiento de las obligaciones asumidas a) Por aplicación de la cláusula, queda limitada


“según un criterio de equivalencia y recipro­ o suprimida la obligación a cargo del predispo-
cidad” (45). nente, alterándose la relación de equivalencia.

Acontece que es precisamente la desventaja b) La aplicación de la cláusula favorece excesiva


exagerada lo que desnaturaliza la relación de o desproporcionadamente la posición contractual
equivalencia en perjuicio del consumidor, pues del predisponente y perjudica inequitativa y daño-
presupone inexistencia de contrapartida o de fun- samente la del adherente/consumidor (47).
damento suficiente que justifique el desequilibrio
en que desemboca. O dicho con otras palabras, la c) De la aplicación de una cláusula resulte la in-
inequivalencia (desigualdad) presupone amplia- compatibilidad de ésta con los principios esen-
ción de las ventajas o provechos del profesional, ciales de la regulación legal de la cual aquélla se
o aligeramiento o supresión de sus obligaciones aparta (48).
y, correlativamente, agravamiento de las cargas y
obligaciones del consumidor, sin que de la corre- El tema ha sido regulado en la reforma introdu-
lación de los polos provecho-sacrificio surja una cida al Código Civil alemán en su parágrafo 307, al
contrapartida en beneficio del consumidor o sea introducirse una cláusula general que, al comenzar
un fundamento legítimo, con el que quedaría pre- expresando la ineficacia de las condiciones gene-
servado el principio de la máxima reciprocidad de rales que perjudican al adherente, en oposición al
intereses. principio de buena fe, se aclara que, en la duda,
se presume tal perjuicio cuando la cláusula no es
Por lo demás, —ya quedó expresado—, el des- compatible con las ideas fundamentales de la re-
equilibrio significativo o manifiesto no podrá re- gulación legal de la cual se aparta, en obvia refe-
sultar de la falta de adecuación del precio o re- rencia a las normas dispositivas (49).
muneración afrontado por el consumidor con
relación al bien adquirido o servicio suministrado d) La aplicación de la cláusula limita de tal
por el profesional (art. 1121 inc. a), ni a la defini- forma los derechos y deberes derivados de la na-
ción o determinación del objeto sobre el que se turaleza del contrato que se pone en peligro la ob-
contrata pues, indiscutiblemente, ésas son cues- tención de la finalidad de éste.
tiones negociables o factibles de ser negociadas
individualmente (46). Lo hasta aquí expresado, pone de manifiesto
distintas hipótesis que caracterizan o definen la
5. Caracteres de la cláusula abusiva (Cont.). cláusula abusiva.
La cláusula abierta (Cont.)
Todos y cada uno de los caracteres definito-
Aparece como conspicuo que el carácter defini- rios expuestos conforman un “totum”, constituyen
torio de la cláusula abusiva consiste en que desna- una unidad que, a su vez, se enuncia como cláu-
turaliza el víncu­lo obligacional. sula abierta que, así expuesta, intenta, a través de

Y ello acontece cuando:


 (47)  Lo expresado en el texto parece evocar el presu-
puesto objetivo de la lesión (“ventaja patrimonial evi-
dentemente desproporcionada”, art. 954, Cód. Civ.), o el
 (45) Betti E., “Teoría general del negocio jurídico”, de la teoría de la imprevisión (“cuando la prestación a
R.D.P., Madrid, 1959, t. I, nro. 39, pág. 56; Stiglitz R.S., cargo de una de las partes se tornara excesivamente one-
“Autonomía de la voluntad y revisión del contrato”, De- rosa”, art. 1198, Cód. Civ.).
palma, Bs. As., 1992, pág. 56, donde sostenemos que  (48)  Es que se hace ineludible reformular la función
los beneficios que obtienen las partes se hallan en rela- de las normas dispositivas y reparar en ellas como fór-
ción de causalidado de equivalencia con los perjuicios mulas no siempre factibles de ser sorteadas por reglas de
que sufren, así como que esa equivalencia es subjetiva, autonomía, como aquellas que, por su función en la eco-
en razón de que esta noción expulsa toda referencia a la nomía del contrato, por la lógica interior que las anima
igualdad objetiva de los valores. Cf. Cariota Ferrara L., y por la finalidad del negocio, carecen de eficacia suple-
“El negocio jurídico”, Aguilar, Madrid, 1956, t. I, nro. 61, toria, y se suman, por su trascendencia, en punto al equi-
pág. 189; Pino A., “La excesiva onerosidad de la presta- librio procurado por las partes, al derecho necesario.
ción”, Bosch, Barcelona, 1959, pág. 56.  (49)  MIKLITZ, H., “La loi allemande relative au ré-
 (46)  Appiano E.M., “Clausole vessatorie: una svolta gime juridique des conditions générales des contrats du
storica (ma si attuano così le direttive comunitarie?)”, en 9 decembre 1976. Une résumé aprés 11 ans”, Actas del
“Contrato e impresa”, Cedam, Roma, 1996, nro. 2, anno Primer Congreso Europeo sobre Cláusulas Generales
primo, pág. 438. Abusivas, Coimbra, Portugal, 19/21-V-1988, ponencia.
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una fórmula breve, clara y flexible, complementar (e) Por lo demás, la apreciación del carácter
todo enunciado taxativo de cláusulas abusivas que abusivo de una cláusula no podrá resultar de la
no es razonable ni materialmente posible que sea definición del objeto principal del contrato (52) o,
completo. En ese caso, las cláusulas abusivas que dicho de otro modo, no alcanzará a las presta-
no integran el elenco legal quedarán atrapadas ciones que sean objeto principal del contrato (53) ni
igualmente por la cláusula general, dada su am- a la adecuación existente entre los dos polos co-
plitud y flexibilidad (50). rrespectivos: el precio o retribución pagados por
los bienes o servicios que se habrán de brindar o
VII. Cuándo una cláusula no es abusiva que hayan sido brindados. Los fundamentos están
dados en que: (a) a los fines del juicio de vejato-
El tema ha sido regulado en el Código bajo la de- riedad de una cláusula, cuenta lo que se ha dado
nominación de “límites” y del siguiente modo: en denominar “el desequilibrio normativo y no el
económico”, (b) así como que el objeto del con-
Artícu­lo 1121. Límites. No pueden ser decla- trato y la adecuación de la correlación precio/ser-
radas abusivas: vicio son temas factibles de ser negociados indivi-
a) las cláusulas relativas a la relación entre el dualmente.
precio y el bien o el servicio procurado; VIII. Control judicial sobre las cláusulas
b) las que reflejan disposiciones vigentes en tra- abusivas
tados internacionales o en normas legales impe- 1. Pertinencia
rativas.
Por esencia, el contrato por adhesión a cláusulas
1. Cláusulas excluidas de la calificación predispuestas pone de manifiesto la existencia de
de abusivas una desigualdad formal cuya génesis la hallamos
De lo hasta aquí expuesto, cabe afirmar que no en el predominio contractual (poder de negocia-
revisten carácter de abusivas aquellas cláusulas ción), concentrado en el profesional.
que de la lectura de su objeto o efecto resulten: Si a ello se añade la circunstancia de que, a la
(a) Ventajas y sacrificios análogos, como lo cons- configuración interna del contrato confluyen y pe-
tituiría, a título de ejemplo, que ambas partes —y netran cláusulas abusivas, cabe concluir en que el
no sólo el profesional— se reserven el derecho de contrato de masa, estándar o uniforme, alcanza a
rescindir unilateral e incausadamente el contrato. asumir categoría de instrumento de opresión (54).

(b) Perjuicios sólo para el predisponente, ya que La contratación predispuesta presupone des-
siendo el profesional —por lo menos en el marco igualdad formal.
de la contratación predispuesta— autor exclusivo Ambas suprimen la posibilidad de que el ad-
y excluyente del contenido del contrato, no podría herente controle los excesos, las injusticias y los
invocar como abusiva una cláusula de la que es su
autor.(c) Desequilibrio insignificante.

(d) La reproducción literal del contenido de estarán sometidas a las disposiciones de la presente Di-
normas imperativas o relativamente imperati­ rectiva”.
vas (51) o las vigentes en tratados internacionales.  (52)  Sí lo sería, en cambio, lo relativo a la determi-
nación del objeto. Vale como ejemplo, en el contrato de
seguro, la determinación del riesgo, que precisamente
 (50)  De suerte tal que la cláusula abierta se apodera, constituye el objeto del contrato (individualización y
tal como es formulada, no sólo de las condiciones abu- delimitación), y que se realiza en base no sólo en con-
sivas con las que de ordinario se opera en el mercado sideración a una afirmación genérica (individualiza-
contractual, sino también de aquellas que no resultan fa- ción) sino a exclusiones de cobertura (delimitación del
miliares al tráfico actual —se las conoce sólo por hallarse riesgo), tema donde se concentran y acumulan las cláu-
incorporadas a otras legislaciones—, pero que importan sulas abusivas.
una desnaturalización de la esencia misma del víncu­lo  (53)  En el mismo sentido que el expuesto en el texto,
contractual y que pueden llegar a ser introducidas en el lo decide el artícu­lo 1262 inciso 2 de la “Propuesta para
futuro, vía predisposición. la modernización del derecho de las Obligaciones y con-
 (51)  El art. 1 inc. 2 de la Directiva 93/13 de la C.E.E. tratos”, España, 2009.
dispone que: “Las cláusulas contractuales que reflejen  (54) Puig BRUTAU, J., Fundamentos del derecho
disposiciones legales o reglamentarias imperativas...no Civil”, Barcelona, 1978, t. II, p. 43.
24 | Suplemento especial cONTRATOS

abusos introducidos en un texto cuyo contenido pliado el elenco de cláusulas formalmente ilícitas,
ha sido predeterminado. pues ahora lo constituyen la limitativa de respon-
sabilidad y la que consagra la inversión de la carga
Eliminada (por naturaleza) la etapa de los con- probatoria.
troles particulares recíprocos, se hace ineludible
acudir a controles externos al contrato y a las Este criterio —el constitutivo de la ilicitud
partes, y que son indispensables a los fines de res- formal—, ha sido calificado de insuficiente, pues
tablecer el equilibrio, y que se logra mediante la se agota con un enunciado o elenco de “tipos” de
supresión (cancelación) de la/s cláusula/s a las ilícitos imaginados por el legislador, pero holgada-
que se atribuya ese objeto o efecto (desnaturalizar mente superados por la realidad. Especialmente
la relación contractual) (55). cuando se comprende que la equiparación entre
Derecho y legalidad es sólo parcialmente exacta,
Cuando se examina el grado de asimilación o re- pues el ordenamiento jurídico es un “plus” por
chazo, por el ordenamiento jurídico, de una cláu- sobre la norma legal. De allí en más se afirma que
sula abusiva, en el fondo lo que se está analizando el plexo normativo se halla integrado por otras
es si nos hallamos frente a un ilícito. “fuentes”.
De lo que no cabe duda es de la ilicitud de toda Es entonces cuando se señala que lo ilícito,
estipulación por la que se contraríe una prohibi- “debe ser algo más que la violación de lo prohibido
ción expresa de la ley (art. 1066, Cód. Civ.), como legalmente”, dado que “el Derecho son los princi-
por ejemplo lo será la cláusula limitativa de res- pios antes que la ley escrita”, y ésta no es sino una
ponsabilidad por incumplimiento doloso de las de las formas técnicas de lo justo.
obligaciones (art. 507, Cód. Civ.). Este supuesto es
el que halla encuadramiento en lo que se ha dado Y ese “algo más”, se halla constituido por pautas
en denominar la ilicitud o antijuridicidad formal, jurígenas, distintas a la ley, como ser el orden pú-
comprensiva del acto voluntario, reprobado o des- blico, el derecho necesario, la moral, la equidad, la
calificado por la ley, lo que debe entenderse como buena fe, el ejercicio regular de los derechos, la re-
prohibido. La antijuridicidad formal se sostiene lación de equivalencia o reciprocidad del víncu­lo
argumentalmente en la tipicidad del ilícito y de la contractual, etcétera, cuya violación, a través de la
sanción, lo que implica equiparar ilicitud con ile- incorporación de cláusulas abusivas, importa un
galidad. quebrantamiento intolerable del equilibrio con-
tractual, y adopta la denominación de ilicitud ma-
El legislador prevé normativamente el compor- terial o antijuridicidad material (56).
tamiento contrario y su efecto sancionatorio. Ello
garantiza —para sus sostenedores— la seguridad, Sobre el particular, se ha señalado que la anti-
pues la ilicitud sólo emerge de una disposición normatividad es una suerte de precipitado, cuyos
expresa de la ley, de donde la interpretación ad- ingredientes son factores de distinta índole —
misible sólo es la literal. Con la sanción de la ley moral, social, económica— que deben ser tenidos
24.240, Ley de Defensa del Consumidor, se ha am- en cuenta por el juez al aplicar la ley. Es que acon-
tece que “el sistema legal no puede dejar sin re-
pudio toda una serie de conductas que no se ha-
 (55)  Señala Ghestin que la eliminación de las cláu- llan expresamente vedadas, pero cuya prohibición
sulas abusivas no tiende a investir al juez de la misión surge de la consideración armónica del sistema ju-
de restablecer y hacer reinar una equivalencia rigurosa rídico como plexo normativo”.
en las relaciones contractuales, sino a corregir los abusos
engendrados por el desequilibrio de fuerzas en la nego- En suma, la caracterización de la antijuridi-
ciación del contrato (GHESTIN, J., “Les clauses abusives cidad, de lo antinormativo, excede la ilegalidad,
dans les contrats types en France et en Europe”, ps. 54 y
ss.). Pareciera como que la fórmula propuesta por el ad-
mirable profesor de la Universidad de París, consistiera  (56)  CN Com. sala A, 14/12/2007, “Tommasi Auto-
en que, dando por supuesto el desequilibrio, la justicia motores c/CIADEA SA”, LL: 2008-B-695, donde luego de
se alcanzaría con un pronunciamiento que disminuya el reproducirlas categorías expuestas en el texto, se afirmó
abuso sin necesidad de suprimirlo. Más allá de que, por que “cuando el móvil perseguido por la concedente al
las razones expuestas hasta aquí, no compartimos la so- ejercer sus atribuciones contractuales no guarda ar-
lución, no imaginamos de qué manera es posible, en la monía con la buena fe, surge la norma del art. 1071 del
práctica, “corregir los abusos” y no eliminarlos, cuando Código civil para poner en su quicio las prerrogativas in-
el efecto de la nulidad de la/s cláusula/s abusiva/s, con- dividuales, y restablecer en el conflicto concreto el equi-
siste en tenerlas por no convenidas o no escritas y susti- librio de las fuerzas a favor de la concesionaria, parte
tuidas por la norma legal aplicable. eminentemente débil de la relación”.
Rubén S. Stiglitz | 25

de suerte tal que también lo materialmente antiju- (c) En cuanto a la categoría que distingue entre
rídico se halla prohibido (57). la nulidad total de la parcial, es aquella susten-
tada según que la misma se extienda al acto como
2. El control judicial de las cláusulas unidad o a una o más cláusulas que integran su
abusivas en el Código Civil y Comercial contenido. La nulidad es total cuando afecta todo
el negocio y parcial cuando se refiere sólo a una
Artícu­lo 1122. Control judicial. El control judi- cláusula o a varias o a uno de varios negocios co-
cial de las cláusulas abusivas se rige, sin perjuicio nexos entre sí.
de lo dispuesto en la ley especial, por las siguientes
reglas: En efecto, la nulidad puede afectar a la totalidad
del contenido del contrato o limitarse a una o a va-
a) la aprobación administrativa de los contratos rios de sus preceptos.
o de sus cláusulas no obsta al control.
En este último caso, se puede sostener la validez
b) las cláusulas abusivas se tienen por no con- del resto del contrato, en la medida que se alcance
venidas. la función económico-jurídica perseguida por las
partes (58). En este supuesto, en sustancia, lo que
c) si el juez declara la nulidad parcial del con- debe decidirse es la reconstrucción del contrato
trato, simultáneamente lo debe integrar, si no sobre la base de la voluntad que habrían mani-
puede subsistir sin comprometer su finalidad. festado, esto es si habrían formalizado el contrato
d) cuando se prueba una situación jurídica abu- mutilado por la nulidad parcial (59).
siva derivada de contratos conexos, el juez debe En efecto, para ello deberá indagarse la voluntad
aplicar lo dispuesto en el artícu­lo 1075. real o presunta de las partes y de allí deducir si hu-
(a) El presente inciso remite a los contratos vi- bieran querido el contrato sin la parte nula. Si la
gilados, que son aquellos cuyo contenido se halla respuesta es afirmativa, el resto del contrato con-
regulado por el Estado. El Código decide bien: la serva su validez pese a la nulidad parcial.
aprobación administrativa del contrato o de sus Si por el contrario, la indagación en torno a la
cláusulas no obsta a un ulterior control judicial. voluntad de las partes conduce a una solución
(b) La disposición del Código enuncia el efecto contraria, habrá de estar a la nulidad total del con-
que sigue a la decisión por la que se declara que trato.
una cláusula es abusiva. Se la tiene por no conve- La distinción aparece prevista en el art. 1039 del
nida, circunstancia que, eventualmente, puede re- Código civil en cuanto dispone que “la nulidad
querir que el juez integre el contrato. parcial de una disposición del acto, no perjudica
a las otras disposiciones válidas, siempre que sean
separables...”. Sobre el particular se tiene expre-
 (57)  El criterio expuesto en el texto ha sido admitido sado que la viabilidad de la nulidad parcial se halla
jurisprudencialmente. Con motivo de la ruptura de un condicionada a que el contenido del acto sea sus-
contrato de concesión que calificara de intempestivo, el ceptible de división. Y ello sólo es posible si es que
concesionario promovió demanda contra el fabricante no se destruye la esencia del conjunto (60).
(Industrias Mecánicas del Estado), quien al contestarla
invocó haber “preavisado” al actor, en función de un Re- Aplicación de lo expuesto lo constituye el pro-
glamento de concesionarios que le otorga el derecho de nunciamiento donde se decidió que “la nulidad
cesar la producción sin previo aviso, rescindir el contrato parcial de las cláusulas de un contrato es proce-
sin causa y excluir su responsabilidad por los perjuicios
derivados del cese de la concesión. El pronunciamiento
dictado sostuvo que “deben considerarse nulas las cláu-  (58)  Díez-Picazo L., “Fundamentos del Derecho civil
sulas predispuestas que sean abusivas (tales como las Patrimonial”, Thomson-Civitas, Madrid, 2007, pág. 586.
que eximen de preaviso, consagran un tiempo irrisorio  (59) Stolfi G., “Teoría general del negocio jurídico”,
para ello y eximen de responsabilidad), como conse- R.D.P., Madrid, 1959, nº 22, pág. 82.
cuencia necesaria de su ilicitud (art. 18, Cód. Civ.), que  (60)  Llambías, J. J., Tratado de derecho Civil. Obliga-
surge, en sentido material, del quebrantamiento intole- ciones, Perrot, Bs. As., 1987, Parte General, cit., t. II, nº
rable del equilibrio contractual, vulnerando el orden pú- 1894, pág. 579; CN Civ sala A, 21/10/2002, “F.G. c/K.E.”,
blico, la equidad, la buena fe y el ejercicio regular del de- DJ: 2003-I-311, donde se resolvió la nulidad parcial de
recho (CNCom., sala B, 18-11-1992, “Dahm Automotores un acuerdo sobre honorarios, con fundamento en que el
c/I. M. E.”, D.J., 1993-1-775, del fallo de 1a Instancia, del contenido del mismo era susceptible de división, sin que
Dr. Favier Dubois). se destruyera la esencia del conjunto.
26 | Suplemento especial cONTRATOS

dente cuando cada contratante pueda considerar como podría ser, la identificación de una o más
que quedan resguardados sus intereses con la cláusulas abusivas en uno de ellos. La ineficacia
parte válida del negocio, pese a los intereses afec- de la/s cláusula abusiva en uno de los contratos
tados por la parte nula” (61). importará la nulidad parcial de la/s misma y su in-
tegración inmediata si es posible que subsista sin
La nulidad parcial nos conduce a la integración sacrificar la finalidad tenida en cuenta. Y en ese
de la/s cláusula del contrato declarada nula. En caso, no quedará afectada la vinculación funcional
ese caso, en primer lugar (a) habrá de estarse a lo entre contratos distintos.
que las partes hayan previsto. Si no lo han hecho,
(b) cobran operatividad las normas supletorias IX. Control judicial sobre las cláusulas
aplicables y, finalmente, si éstas no existen (c) abusivas (Cont.). La nulidad parcial
habrá de estarse a los principios fundamentales
en materia de integración contractual. 1. El tema en el Código Civil y Comercial
de la Nación
(d) La importancia que porta la conexión fun-
cional de los contratos conexos o coligados, queda El Código lo ha regulado del siguiente modo:
expuesta en los efectos, de los cuales rescatamos
la comunicabilidad de la ineficacia (nulidad, anu- Artícu­lo 989. “Control judicial de las cláusulas
labilidad, resolución, rescisión, situación abusiva) abusivas. Cuando el juez declare la nulidad parcial
de uno sobre otro u otros vinculados (ineficacia en del contrato, simultáneamente lo integrará, si no
cadena o propagada). puede subsistir sin comprometer su finalidad. La
aprobación administrativa de las cláusulas gene-
En este caso, y para resolver sobre cuándo la in- rales no obsta a su control judicial”.
eficacia de un contrato habrá de extenderse a otro,
cabe indagar en torno a la finalidad de la conexión. Anticipamos que el Código ha recogido la mejor
de las soluciones, la de la conservación del con-
Sobre el particular señalamos que, cuando con- trato en la medida que aún con la integración si-
curren contratos coligados a la consecución de multánea del contrato, no se halle en riesgo su fi-
un propósito práctico programado por las partes, nalidad.
la ineficacia de uno de los contratos se propaga al
conjunto, cuando el resultado del proyecto con- El tema es el siguiente. Frente a la existencia de
tractual sólo pueda alcanzarse mediante la sobre- una cláusula abusiva, se discute el alcance mate-
vida del conjunto de los contratos (62). Como se re- rial de la nulidad. Y los términos de la misma pen-
para, es la solución prevista para la nulidad parcial dulan entre circunscribir la nulidad a la cláusula
(art. 1039, Código civil): “...La nulidad parcial de viciada, subsistiendo el contrato incólume en todo
una disposición en el acto, no perjudica a las otras lo demás, lo que se enuncia como nulidad parcial,
disposiciones válidas, siempre que sean separa- o someterla disciplina de la invalidez también a
bles”. Como se advierte, volvemos sobre la causa o la parte sana del negocio, que viene así a resultar
finalidad común incorporada al contrato o al pro- atrapada por la suerte de la cláusula viciada, con-
pósito práctico perseguidos por las partes de los figurándose la nulidad total del acto.
dos o más contratos celebrados. De modo que la
La respuesta que suministran los sistemas jurí-
propagación de la ineficacia de un contrato coli-
dicos se halla condicionada a la indagación sobre
gado a otro será pertinente si tras la desaparición
la posibilidad de escindir y considerar indepen-
del primero, el segundo pierde su razón de ser y se
dientes entre sí las cláusulas que integran el con-
hace imposible alcanzar el propósito que conecta
tenido negocial del contrato, de modo que la inva-
a ambos contratos (63).
lidez de alguna de ellas no influya sobre las otras.
Es lo que acontece frente a una situación abu-
El Código Civil argentino adopta (art. 1039),
siva instalada en uno de los contratos conexados
como pauta para deslindar los supuestos de apli-
cación de la nulidad “completa” o de la nulidad
parcial, el de la separabilidad entre las distintas
 (61)  ST Misiones, 24/3/99, “I. F. A. I. c/Yerba Alem disposiciones del acto, aun cuando no suministra
S.A.”, LL Litoral, 2000-979 criterio alguno que sirva a ese propósito (64).
 (62) Díez-Picazo L., “Fundamentos del Derecho
Civil Patrimonial. Introducción. Teoría del contrato”,
Thomson-Civitas, Madrid, 2007, nº 15, pág. 574.
 (63)  LÓPEZ FRÍASA., “Los contratos conexos”, ob.cit.  (64)  DE GÁSPERI, L. - MORELLO, A. M., “Tratado de
pág. 299. derecho Civil”, TEA, Bs. As., 1964, T. I, pág. 581.
Rubén S. Stiglitz | 27

En primer lugar, se hace necesario afirmar que En síntesis, tal como se halla redactado el
no existe ninguna necesidad conceptual ni de po- artícu­lo 1039 del Código Civil: “La nulidad de un
lítica jurídica para que, en virtud de la parte nula acto jurídico puede ser completa o sólo parcial. La
del contrato, quede sometida igualmente a la nu- nulidad parcial de una disposición en el acto, no
lidad el tramo no alcanzado por aquélla (65). perjudica a las otras disposiciones válidas, siempre
que sean separables”, conduce inexorablemente a
Ello hace necesario acudir a ciertas directivas de una tarea interpretativa de complementación, y
interpretación, que se enuncian como la de rele- ateniéndose a la intención práctica perseguida por
vancia de la finalidad práctica perseguida por las quien o quienes declaran su voluntad libremente
partes, y la de prevalencia del principio de con- en el acto jurídico, una cláusula habrá de aprehen-
servación del acto. La finalidad práctica apunta a derse como “separable” dentro del cuadro nego-
la obtención o satisfacción de los intereses de las cial cuando el contrato hubiera de todos modos
partes, o sea, de los bienes o prestaciones idóneas advenido pese a la invalidez de alguna de sus
(útiles) en función de lo acordado en miras a los partes. Y, por el contrario, será considerada “inse-
fines perseguidos (66). parable” cuando por mediar una íntima conexión
entre la parte nula y el resto del negocio, éste no
Sobre la base de lo expuesto, cabe concluir que puede repu­tarse querido sin aquélla (69).
cuando el negocio puede existir aun —desde un
punto de vista lógico y objetivo—, sin el elemento 2. Efectos: la nulidad parcial del contrato. Lo
viciado, habrá que atenerse a la particular fina- dispuesto por la ley 24.240 y la que resulta del
lidad perseguida por las partes, afirmando la va- Código Civil y Comercial de la Nación
lidez de las restantes cláusulas no afectadas de nu-
lidad en la medida en que constituyan el mínimo La consecuencia que trae aparejada la declara-
contenido deseable con relación a todo el acto, así ción de nulidad parcial de un contrato consiste en
como estaba proyectado. la sustitución automática de la regla de autonomía
por la norma legal aplicable, ya sea ésta impera-
En estas consideraciones descansa el acierto de tiva (70), o ya sea dispositiva pero sin eficacia suple-
la regla de la “incomunicabilidad de la nulidad”, toria (71).
que se corresponde con el principio de conserva-
ción del negocio (67). Sancionada la ley 24.240, “Ley de Defensa del
Consumidor” y su modificatoria, la ley 26.361,
Cabe destacar que la tendencia a mantener la queda resuelta la cuestión relativa al alcance de la
existencia del contrato y sus efectos, aunque al- nulidad. Lo decide el artícu­lo 37 al establecer que
guna de sus cláusulas sea ineficaz, es la que con- “Sin perjuicio de la validez del contrato, se tendrán
duce a la regla de la nulidad parcial, de tal suerte por no convenidas...”, y a continuación enuncia
que una vez separada la parte nula, “se justifica dos supuestos de cláusulas de nulidad manifiesta
la subsistencia del negocio con los elementos y dos hipótesis de cláusulas abiertas que intro-
válidos, dotados de interés práctico para las ducen la posibilidad de que la sentencia de mérito
partes” (68). aprecie (de donde la nulidad no aparece mani-
fiesta) si las cláusulas cuestionadas en su eficacia
(anulables) se hallan atrapadas en su formulación
 (65)  Por los mismos fundamentos, la regla utile per por las mencionadas cláusulas abiertas (art. 37,
inutile non vitiatur es de aplicación también a otro tipo
de imperfecciones que hagan inútil una parte del ne-
gocio motivando, por ejemplo, la anulabilidad parcial viles. Nuevas Perspectivas, Comares, Granada, 1992,
(GÓMEZ-MARTINHO, F., “La nulidad parcial de los ne- pág. 197.
gocios jurídicos”, en Estudios de Derecho Privado, Ma-  (69) DE RUGGIERO, R., Instituciones de Derecho
drid, 1962, pág. 358; CNCom., Sala E, 11/4/1983, “García, civil”, Reus, Barcelona, 1955..., cit., T. I, pág. 311; SPOTA,
A. c. La Buenos Aires Cía. Arg. de Seguros”, ED, 105-271). A. G., Instituciones..., cit., Vol. 8, págs. 748 y sigs.;
 (66)  RUIZ MUÑOZ, M., La Nulidad Parcial del Con- CASTÁN TOBEÑAS, J., Derecho civil español, común y
trato y la Defensa de los Consumidores, Lex Nova, Valla- foral”, Reus, Madrid, 1978, T. I, Vol. II, pág. 815.
dolid, 1993, pág. 111.  (70) MESSINEO, F., Manual de Derecho civil y co-
 (67)  VON TUHR, A., Derecho..., cit., T. IV, págs. 314 y mercial”, Ejea, Bs. As. 1971, T. II, pág. 491; CARIOTA FE-
sigs.; SANTORO PASSARELLI, F., Doctrinas ..., cit., pág. RRARA, L., El Negocio jurídico”, Aguilar, Madrid, 1954, T.
301; SPOTA, A. G., “Instituciones de derecho civil. Con- II, Nº 88, pág. 303.
tratos” Depalma, Bs. As., 1982, Vol. 8, pág. 752.  (71) STIGLITZ, R. S., “Contenido del contrato”, en
 (68)  SANTOS BRIZ, J., La Contratación privada”, Mon- Contratos. Teoría General (STIGLITZ, R. S., director), cit.,
tecorvo, Madrid, 1966, pág. 244; ídem, Los Contratos Ci- T. I, Nº 16, pág. 365.
28 | Suplemento especial cONTRATOS

incs. a] y b]), pues, en ese caso, el juez las declarará parte, no existe norma alguna que prohíba a los
nulas. La frase empleada en la ley: “Sin perjuicio magistrados pronunciarse en cuestiones de este
de la validez del contrato...” presupone una pre- tipo. Además, las experiencias recogidas de la vida
sunción de conservación del acto lo que nos con- diaria nos demuestran que es conveniente llevar a
duce, inexorablemente, a los efectos de la nulidad cabo este control en las causas en que la situación
parcial y a cuándo la misma es posible. se plantea, ya que las normas de carácter genérico,
en ciertas ocasiones, deben ser adecuadas con-
Por su parte, el Código contiene una disposición forme al criterio de equidad para que realmente
que da por concluidas las dudas y los debates so- resulten justas en los casos concretos (72).
brevinientes. En efecto, el artícu­lo 389 establece:
“Principio. Integración. Nulidad total es la que se X. Temas sobre Derechos del Consumidor
extiende a todo el acto. Nulidad parcial es la que ajenos a la Teoría general del contrato
afecta a una o varias de sus disposiciones. La nu-
1. Contratos bancarios con consumidores
lidad de una disposición no afecta a las otras dis-
y usuarios
posiciones, si son separables. Si no son separables
porque el acto no puede subsistir sin cumplir su fi- Artícu­lo 1384. Aplicación. Las disposiciones re-
nalidad, se declara la nulidad total. En la nulidad lativas a los contratos de consumo son aplicables a
parcial, en caso de ser necesario, el juez integrará los contratos bancarios de conformidad con lo dis-
el acto de acuerdo a su naturaleza y los intereses puesto en el artícu­lo 1093.
que razonablemente puedan considerarse perse-
guidos por las partes”. La disposición en análisis, al formular un re-
envío a lo que dispone el artícu­lo 1093, en tanto
Como se advierte, el texto propuesto alude a la define el contrato de consumo, lo que pretende
separabilidad del acto como condición a la que significar es que cuando el contrato bancario sea
se subordina su conservación. Y, finalmente, se un contrato de consumo se aplican las normas es-
menciona al cumplimiento de la finalidad del acto pecíficas destinadas a este último.
como obstácu­lo para la nulidad total, para con-
cluir afirmándose la posibilidad de integrar el acto Artícu­
lo 1385. Publicidad. Los anuncios del
como opción facultativa a la que podrá acudir el banco deben contener en forma clara, concisa y
juez, a cuyo efecto, deberá tener en cuenta “...los con un ejemplo representativo, información sobre
intereses que razonablemente puedan conside- las operaciones que se proponen. En particular
rarse perseguidos por las partes”. A esos fines, de- deben especificar:
berá considerarse que la expresión “intereses”
está referido a la causa final del acto y a los mó- a) los montos mínimos y máximos de las opera-
viles incorporados al “campo” contractual. ciones individualmente consideradas.

Finalmente, con relación a la posibilidad del b) la tasa de interés y si es fija o variable.


control judicial sobre cláusulas que han sido
aprobadas previamente, cabe señalar que, espe- c) las tarifas por gastos y comisiones, con indica-
cialmente en materia mercantil, hay contratos ción de los supuestos y la periodicidad de su apli-
que requieren una aprobación previa como, por cación.
ejemplo, contratos de ahorro previo, medicina d) el costo financiero total en las operaciones de
prepaga (art. 5 inciso f ), Ley 26.682), seguros (arts. crédito.
23 y 24, ley 20091), etc. Con relación a este último
contrato, ya hemos afirmado que el control admi- e) la existencia de eventuales servicios acceso-
nistrativo previo sobre el texto de las propuestas rios para el otorgamiento del crédito o la acepta-
y pólizas no obsta a la potestad jurisdiccional de ción de la inversión y los costos relativos a tales
control sobre el contenido de los instrumentos servicios.
contractuales. En ese sentido se tiene decidido
que el Poder Judicial tiene la potestad de revisar f ) la duración propuesta del contrato.
las pólizas aprobadas por la autoridad adminis-
trativa, pues la Superintendencia de Seguros de Se trata de una disposición ineludible en un sis-
la Nación, que posee facultades suficientes para tema de protección de los intereses económicos
dictar la normativa genérica en relación con los
contratos de seguros y para aprobar pólizas (arts.
24, 25 y 67, inc. b], ley 20.091), realiza una revisión  (72)  NCom., Sala B, 25/10/1995, “Bascher, J. c. Omega
que no limita el accionar de la justicia y, por otra Coop. de Seg”., inédito.
Rubén S. Stiglitz | 29

de los consumidores ya que se incluye un enun- dito “existentes en el sistema” y publicadas por el
ciado mínimo y simplemente indicativo que debe Banco Central, de modo que el consumidor pueda
contener la publicidad efectuada por los bancos compararlas con la que le fue suministrada por el
que incluye un ejemplo representativo sobre cada banco.
de las operaciones que se proponen. Sobre el par-
ticular, cabe señalar que el contenido de la publi- Una vez emitida la oferta por el consumidor, ob-
cidad constituye información por lo que el artícu­lo viamente el banco tiene derecho a rechazarla, en
examinado debe ser correlacionado con lo que consideración a “la información negativa regis-
dispone el artícu­lo 1100. Este último establece trada en una base de datos”. A esos fines, se esta-
que la información debe ser “cierta y detallada, blece que ante esa situación, el banco deberá in-
respecto de todo lo relacionado con los... servi- formar “el resultado de la consulta y la fuente de
cios que provee, las condiciones de su comercia- donde obtuvo” la misma.
lización y toda otra circunstancia relevante para
el contrato...”. A su turno, el artícu­lo 1385 establece Artícu­lo 1388. Contenido. Sin perjuicio de las
que los anuncios deben contener en forma clara condiciones establecidas para los contratos ban-
(y) concisa... información sobre las operaciones carios en general, ninguna suma puede ser exigida
que se proponen”. Como se advierte, hay un ele- al consumidor si no se encuentra expresamente
mento común en ambas disposiciones: el requeri- prevista en el contrato.
miento en torno a la claridad del mensaje.
En ningún caso pueden cargarse comisiones o
Artícu­lo 1386. Forma. El contrato debe ser re- costos por servicios no prestados efectivamente.
dactado por escrito en instrumentos que permitan
Las cláusulas relativas a costos a cargo del con-
al consumidor:
sumidor que no están incluidas o que están in-
a) obtener una copia. cluidas incorrectamente en el costo financiero
total publicitado o incorporado al documento
b) conservar la información que le sea entre- contractual, se tienen por no escritas.
gada por el banco.
Artícu­lo 1389. Información en contratos de cré-
c) acceder a la información por un período de dito. Son nulos los contratos de crédito que no
tiempo adecuado a la naturaleza del contrato. contienen información relativa al tipo y partes del
contrato, el importe total del financiamiento, el
d) reproducir la información archivada. costo financiero total y las condiciones de desem-
bolso y reembolso.
Se adopta la forma escrita y sin expresarlo así, se
alude a la copia de un ejemplar a favor del consu- 2. Jurisdicción y derecho aplicable en el
midor que le permita conservar una copia del con- Código Civil y Comercial de la Nación
trato y, en lo esencial, la información suministrada
por el banco. Contratos de consumo.

Artícu­
lo 1387. Obligaciones precontractuales. Artícu­lo 2654. Jurisdicción. Las demandas que
Antes de vincular contractualmente al consu- versen sobre relaciones de consumo pueden inter-
midor, el banco debe proveer información sufi- ponerse, a elección del consumidor, ante los jueces
ciente para que el cliente pueda confrontar las dis- del lugar de celebración del contrato, del cumpli-
tintas ofertas de crédito existentes en el sistema, miento de la prestación del servicio, de la entrega
publicadas por el Banco Central de la República de bienes, del cumplimiento de la obligación de
Argentina. garantía, del domicilio del demandado o del lugar
donde el consumidor realiza actos necesarios para
Si el banco rechaza una solicitud de crédito por la celebración del contrato. También son compe-
la información negativa registrada en una base de tentes los jueces del Estado donde el demandado
datos, debe informar al consumidor en forma in- tiene sucursal, agencia o cualquier forma de re-
mediata y gratuita el resultado de la consulta y la presentación comercial, cuando éstas hayan inter-
fuente de donde la obtuvo. venido en la celebración del contrato o cuando el
demandado las haya mencionado a los efectos del
Se establece un deber de información específico cumplimiento de una garantía contractual.
aunque interrelacionado con el deber general que
surge de lo dispuesto por el artícu­lo 1100 del Pro- La acción entablada contra el consumidor por
yecto. En el caso, relacionado con ofertas de cré- la otra parte contratante sólo puede interponerse
30 | Suplemento especial cONTRATOS

ante los jueces del Estado del domicilio del consu- c) si el consumidor fue inducido por su pro-
midor. En esta materia no se admite el acuerdo de veedor a desplazarse a un Estado extranjero a los
elección de foro. fines de efectuar en él su pedido;

La norma aludida y la que habremos de examinar d) si los contratos de viaje, por un precio global,
brevemente, constituyen una novedad en nuestro comprenden prestaciones combinadas de trans-
derecho positivo. porte y alojamiento.

Consideramos que la disposición en análisis i) La cuestión en el Código Civil actual. El con-


contiene soluciones atinentes a conflictos en las trato internacional y las normas de fuente interna.
relaciones de consumo que deben dirimirse en el
país y, a continuación, se disciplina la situación Sobre el particular, sostenemos que, al principio
cuando el proveedor y el consumidor tienen do- de autonomía de la voluntad, cabe añadir que los
micilio en países distintos. contratos internacionales, hoy (2014) están re-
gidos por los artícu­los 1205 y siguientes del Có-
La norma en su primera parte, es suficiente- digo Civil, en tanto constituyen las normas legales
mente abarcativa de una pluralidad de opciones aplicables.
(no imaginamos otras)que, definitivamente, nos
obliga a afirmar que se trata de una norma plena- a) Sobre la base de lo expuesto cabe señalar
mente protectoria de los derechos del consumidor. que, en punto a contratos internacionales, se
En efecto, empecemos por señalar que todas las halla admitida la prórroga de competencia “aun
alternativas se aplican en función de la elección a favor de jueces extranjeros o de árbitros que ac-
del consumidor, quien puede demandar ante los túen fuera de la República, salvo en los casos en
jueces del lugar de celebración del contrato, del que los tribunales argentinos tienen la jurisdic-
cumplimiento de la prestación del servicio, de la ción exclusiva o cuando la prórroga está prohi-
entrega de bienes, del cumplimiento de la obliga- bida por ley” (art. 1º, Código Procesal Civil y Co-
ción de garantía, del domicilio del demandado o mercial de la Nación).
del lugar donde el consumidor realiza actos nece-
sarios para la celebración del contrato. Predomi- En consecuencia, en lo que a competencia se re-
nantemente, el lugar de cumplimiento de la pres- fiere, domina el principio de autonomía de la vo-
tación del servicio o de la entrega de bienes, habrá luntad, salvo la zona de reserva legal.
de coincidir con el domicilio del consumidor.
b) Si las partes no acuden a la autonomía de la
Con relación a la jurisdicción que corresponde voluntad a los fines de disciplinar lo relativo al De-
en operaciones en que el consumidor y el pro- recho aplicable, el Código Civil suministra una
veedor poseen domicilio en países distintos, se serie de principios subsidiarios:
abre la opción a favor del primero de demandar
ante los jueces del Estado donde el demandado (a) Contratos celebrados para ser ejecutados
tiene sucursal, agencia o cualquier forma de re- fuera del territorio de la República Argentina, se
presentación comercial, cuando éstas hayan inter- rigen por la ley del lugar de celebración (art. 1205,
venido en la celebración del contrato o cuando el Cód. Civ.). Se trata de contratos que carecen de
demandado las haya mencionado a los efectos del contacto con la República Argentina.
cumplimiento de una garantía contractual.
(b) Contratos con punto de contacto con la Re-
pública Argentina, ya sea porque hayan sido cele-
Artícu­lo 2655. Derecho aplicable. Los contratos brados en el país o en el extranjero para ser eje-
de consumo se rigen por el derecho del Estado cutados en nuestro país o que, por el contrario,
del domicilio del consumidor en los siguientes hayan sido celebrados en el país para ser ejecu-
casos: tados en el extranjero, rige la ley aplicable al lugar
de cumplimiento (arts. 1209 y 1210, Cód. Civ.).
a) si la conclusión del contrato fue precedida de
una oferta o de una publicidad o actividad reali- (c) Otra hipótesis está constituida por los con-
zada en el Estado del domicilio del consumidor y tratos celebrados mediante instrumentos privados
éste ha cumplido en él los actos necesarios para la entre personas distantes (ausentes), firmado en
conclusión del contrato; lugares distintos, no habiendo lugar designado
para su cumplimiento, será juzgado respecto de
b) si el proveedor ha recibido el pedido en el Es- cada una de las partes, por las leyes de su domi-
tado del domicilio del consumidor; cilio (art. 1214, Cód. Civ.).
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ii) El tema en el Código Civil y Comercial la publicidad se realizaron en el domicilio del con-
de la Nación sumidor y éste ha cumplido en él los actos nece-
sarios para la conclusión del contrato como po-
Por razones atinentes a la formación del con- dría serlo, aceptar la propuesta. Otro ejemplo: si
trato de consumo, predominantemente, formados el proveedor de otro país, ha recibido el pedido
por adhesión, no es aplicable el principio de au- (rectius: la oferta) en el Estado donde se domicilia
el consumidor. Otra alternativa, está dada por el
tonomía de la voluntad. En consideración a lo ex-
consumidor que haya sido inducido por el pro-
puesto, se ha disciplinado la cuestión de modo de
veedor a desplazarse a un Estado extranjero a los
no entorpecer la ya debilitada posición contrac- fines de efectuar en él su pedido (rectius: oferta).
tual del consumidor. Y, finalmente, el derecho aplicable es el del Es-
tado donde se domicilia el consumidor en el caso
Así, en cuanto al derecho aplicable, la disposi- de los contratos de viaje, por un precio global, que
ción establece un principio general: rigen las dis- comprenden prestaciones combinadas de trans-
posiciones vigentes en el país del domicilio del porte y alojamiento. Curiosamente no figuran en
consumidor. Ello es así, en tanto y en cuanto se el elenco de opciones, expresamente establecidas
cumplan una serie de recaudos que se enuncian la del lugar de celebración del contrato o el de su
en la norma. Así, a título de ejemplo, si la oferta o cumplimiento.u
Formación del consentimiento
POR Rubén S. Stiglitz

SUMARIO: I. Manifestación de la voluntad negocial. Finalidad y modos. El carácter recepticio. La rele-


vancia del acto voluntario objetivamente reconocible.— II. La declaración como acto reconocible exte-
riormente. Lo esencial de la declaración: la claridad del contenido.— III. Manifestaciones de voluntad.—
IV. Declaración presumida por la ley. Noción. Ejemplos.— V. Relaciones contractuales de hecho o
“conducta social típica”. Antecedentes.— VI. El silencio como manifestación de voluntad. Ausencia de
manifestación.— VII. El consentimiento. Voluntad real y voluntad declarada. Importancia de la cues-
tión.— VIII. Formación del consentimiento.— IX. Formación del consentimiento. La situación en el Có-
digo civil. Regulación del Código civil y comercial de la Nación.— X. La oferta en el Código Civil y su tra-
tamiento en el Código Civil y Comercial.— XI. Invitación a ofertar.— XII. Una aclaración previa. Oferta
a persona indeterminada. Régimen anterior del Código Civil y del de Comercio. Efectos.— XIII. Invita-
ción a ofertar. La formación del consentimiento en los contratos por adhesión.— XIV. Obligatoriedad de
la oferta.— XV. Retractación de la aceptación. — XVI. Muerte o incapacidad de las partes.— XVII. Ca-
ducidad por muerte o incapacidad de las partes. Estado de situación actual.— XVIII. Contrato plurila-
teral.— XIX. Aceptación y perfeccionamiento del contrato.— XX. Aceptación. Concepto. Requisitos. Mo-
dalidades: expresa o tácita. Contraoferta. La situación en el Código Civil.— XXI. Modos de aceptación:
una novedad.— XXII. El perfeccionamiento del contrato.— XXIII.— Retractación.— XXIV. El acuerdo
parcial. Otra novedad.— XXV. El acuerdo parcial.— XXVI. Los elementos esenciales de los contratos: enu-
meración. Importancia de la cuestión. Vinculación del tema con la clasificación de las fuentes de la re-
glamentación contractual.— XXVIII. Elementos esenciales de los contratos (continuación). Precedentes
en el derecho comparado: Francia, España e Italia.— XXVIII. Elementos esenciales de los contratos (con-
tinuación). Conclusiones.— XXIX. Recepción de la manifestación de la voluntad. Una modificación fun-
damental.

I. Manifestación de la voluntad negocial. Para ello se requiere que la voluntad del agente
Finalidad y modos. El carácter recepticio. no se agote como fenómeno interno (psíquico) y
La relevancia del acto voluntario objetivamente adopte una modalidad exterior (3), pues mientras
reconocible permanezca oculta carece de trascendencia jurí-
dica, está desprovista de valor (4).
Hace a la estructura del negocio jurídico, cómo
se presenta en la vida de relación o en el mundo Al Derecho le resulta relevante la voluntad del
exterior, a los fines de ser reconocible por los sujeto, en la medida que se traduzca en actos
demás (1) . Y no lo es sino a través de la forma, que
viene a constituir el elemento externo del acto jurí-
dico por el que se manifiesta la voluntad, el modo  (3) SANTORO PASSARELLI, F., Doctrinas Generales
como se presenta, su figura exterior (2). del Derecho Civil, R.D.P., Madrid, 1964, nro. 29, pág. 158;
BARBERO, D., “Sistema de derecho privado”, Ejea, bs. As.,
1967, T. I, nro. 219, pág. 456; C1ª Civ., Com. y Minería de
 (1) CARIOTA FERRARA, L., Aguilar, Madrid, 1956, T. San Juan, 3-XII-1986, “Gramajo, D. c. Zapata, E.”, JA, 1987-
II, nro. 95, pág. 327; BETTI, E., “teoría general del negocio IV-430; CNFed. Civ. y Com., Sala III, 17-IX-1996, “Orga-
jurídico”, R.D.P., Madrid, 1959, T. I, nro. 10, pág. 99. nización Coordinadora c. Secretaría de Inteligencia”, DJ,
 (2) STOLFI, G., Teoría del Negocio Jurídico, R.D.P., 1997-2-758.
Madrid, 1959, parág. 49, pág. 201; CARIOTA FERRARA,  (4) CARIOTA FERRARA, L., ob. cit., T. II, nro. 95,
L., ob. cit., T. II, nro. 95, pág. 331. pág. 328.
34 | Suplemento especial cONTRATOS

—conductas o comportamientos— externos (so- Aceptado que la forma del acto apunta a la re-
ciales), objetivamente reconocibles, productores conocibilidad objetiva de la voluntad del agente,
de efectos jurídicos. la manifestación constituye un “plus” de la forma
ya que la noción misma de declaración presupone
Lo expresado significa que los actos volunta- la necesidad de su lanzamiento o proyección a la
rios exteriorizados (emitidos), sólo son factibles vida de relación. O, dicho con otras palabras, a los
de ser socialmente identificados como tales por su fines de la eventual producción de efectos jurí-
forma. dicos, se hace preciso que la manifestación o de-
claración de voluntad sea recepticia, trascienda,
Acontece que la manifestación (5) de la voluntad llegue a los terceros.
negocial hace a la forma o al aspecto externo en
que se expresa la autonomía. El sentido indicado Y así ha sido recibido por nuestro derecho po-
precedentemente atiende a la “actitud exterior” sitivo. A esos fines será menester articular lo dis-
por la que se expresa la voluntad. Así, el negocio puesto por los artícu­los 260 y 262 del Código civil
jurídico puede exteriorizarse objetivamente bajo y comercial de la Nación, de suerte tal que, si bien
la forma de una declaración o de un comporta- es cierto que los hechos se juzgan voluntarios, si
miento (6). son ejecutados con discernimiento, intención y li-
bertad, ningún hecho tendrá el carácter de volun-
Lo expresado precedentemente significa que el tario, sin un hecho exterior por el cual la voluntad
acto voluntario requiere de una forma exterior que se manifieste (8). De allí que el último artícu­lo al
permita ser socialmente identificado, aun cuando que hemos hecho referencia, establezca que “Los
se trate de un negocio correspondiente a la cate- actos pueden exteriorizarse oralmente, por es-
goría de los “no formales”. crito, por signos inequívocos o por la ejecución de
un hecho material”.
En efecto, no existe una categoría de actos en
los que sea factible prescindir de la forma, cual- II. La declaración como acto reconocible
quiera que ésta sea, ya que todo acto requiere de exteriormente. Lo esencial de la declaración:
una forma exterior que lo haga reconocible en la la claridad del contenido
vida de relación.
Podemos afirmar que, así como el elemento
El acto “no formal” sólo significa que el orde- sustancial del hecho voluntario para ser calificado
namiento jurídico, por prescindir, para esa hipó- como tal, reside en su exteriorización a través de
tesis, de una regulación imperativa que imponga una manifestación (9), el elemento sustancial de
una forma determinada para que el acto se re- ésta requiere de su proyección a otros sujetos y
vele como eficaz, tolera que las partes de la rela- sólo bajo tales circunstancias es productora de
ción sustancial sean, en función del principio de la efectos jurídicos.
“autonomía de la voluntad”, quienes seleccionen
libremente el medio jurídicamente apto (idóneo) En consecuencia, hace a la esencia de la decla-
para hacer del acto un fenómeno exteriormente ración: (a) que sea emitida con el propósito de que
reconocible (7). el contenido específico del que se halla dotada, “lo
que es el negocio” (10), sea conocido por los demás,
así como (b) que el mismo sea expresado con cla-
ridad y que (c) quien infringe el deber de “hablar
 (5) De ahora en más, emplearemos como expresiones
claro” afronte las consecuencias de su obrar.
intercambiables “manifestación o declaración” de vo-
De este último carácter se predica la necesidad
luntad (cfr., CARIOTA FERRARA, L., ob. cit., T. II, nro. 95,
pág. 331).
de que la declaración debe portar aptitud o ido-
 (6) BETTI, E., ob. cit., T. I, nro. 34 bis, pág. 200.
 (7) STOLFI, G., “Teoría del negocio jurídico” R.D.P.,
Madrid, 1959, parág. 49, pág. 201, quien si bien reconoce  (8) SPOTA, A. G., “Instituciones de Derecho civil. Con-
que la declaración no formal constituye el principio ge- tratos”, Depalma, Bs. As., 1982., Ts. I-II, nro. 170, pág. 254.
neral, le atribuye notables inconvenientes en punto a la  (9) Afirma Betti que “el fenómeno que se nos ofrece en
prueba del acuerdo efectuado, no sólo porque (a) sus- la declaración es el de un trascender el pensamiento de
cita la duda sobre el alcance exacto de lo pactado, sino sí mismo y volverse expresión objetiva, dotada de vida
porque con frecuencia origina la discusión sobre (b) si se propia, perceptible y apreciable en el mundo social”
trata de simples tratos previos o del acto completo que- (BETTI, E., ob. cit., T. I, nro. 11, pág. 99).
rido o sobre (c) si las declaraciones del agente se hicieron  (10) CARIOTA FERRARA, L., ob. cit., T. II, nro. 95,
o no en serio. pág. 331.
Rubén S. Stiglitz | 35

neidad suficiente para ser inmediatamente reco- tible consentir, enuncia “...toda declaración o acto
nocida por aquellos a quienes va dirigida. del destinatario que revela conformidad con la
ofertas...”. No se reproduce lo relativo a la forma ex-
A su vez, la aptitud suficiente de la que debe ha- presa y de ellas la manifestación verbal, por escrito
llarse dotada la declaración para ser reconocida, o por signos inequívocos (13) . Se la reemplaza por
requiere de quien la emite el deber de seleccionar la expresión omnicomprensiva de “toda declara-
adecuadamente las expresiones atinentes al con- ción”.
tenido esencial del acto cuya formación se pre-
tende iniciar. Recordamos que los signos inequívocos deben
tratarse de gestos equivalentes al lenguaje (14).
La claridad de la declaración, en tanto presu-
pone sinceridad en el contenido, se opone a la fal- Hace a la naturaleza de la manifestación expresa
sedad, a la disimulación de lo verdadero, al arti- o directa, que los medios sensibles o signos a los
ficio, a la astucia, a la exageración, a la oscuridad, que se recurre hayan sido aceptados por los usos
a la ambigüedad, así como a la reticencia definida del tráfico negocial o admitidos convencional-
como la verdad deliberadamente ocultada. mente por las partes, como mecanismos útiles a
los fines de hacer conocible (transmisible) el con-
La falta de claridad compromete la validez del tenido de la declaración o querer interno (15).
acto (11).
A su vez, la manifestación tácita es aquella que
En cambio, no hace a la esencia de la declara- se realiza a través de un comportamiento o acto
ción que (a) vaya dirigida a persona determinada concluyente, o hasta de declaraciones negociales
ya que puede ser dirigida a personas indetermi- de voluntad con diverso contenido, de los que
nadas (12), ni que (b) el conocimiento de su conte- sea factible deducir la voluntad del interesado (16).
nido deba necesariamente ser inmediato, en razón El artícu­lo 264 del Código civil y comercial, de-
de que una manifestación puede prolongarse en el fine a la manifestación tácita de la voluntad como
tiempo, lo que supone que puede revelarse trans- aquella que “resulta de los actos por los cuales se
currido un lapso desde su emisión. la puede conocer con certidumbre”.
III. Manifestaciones de voluntad: (a) expresa, Los caracteres más salientes de la declaración
positiva o directa y (b) tácita, indirecta o tácita de voluntad consisten en que (a) debe tra-
concluyente. Concepto. La categoría de tarse de un acto o comportamiento del que uní-
los comportamientos declarativos y no vocamente se deduzca la voluntad del emitente
declarativos y, por tanto, incompatible con una voluntad con-
traria (17) y (b) del que se deduzca “una toma de
La manifestación es expresa, positiva o directa,
cuando es realizada por medios (formas) que, por
su naturaleza, están destinados a exteriorizar la  (13) En un reciente fallo se decidió que importa un
voluntad como, por ejemplo, la palabra o el docu- signo inequívoco y, por ende, una declaración positiva
mento. de voluntad que, a la rescisión del contrato de la explo-
tación de una estación de servicio que una de las partes
Habrá de tenerse presente que la formación propuso a la otra (Y.P.F.), ésta retire los surtidores de su
del consentimiento no sólo es factible alcanzarla propiedad (CNFed. Civ. y Com., Sala I, 3-IV-1997, “Y.P.F.
con la recepción de la aceptación de una oferta c. De Carlo Hnos”., DJ, 1997-3-541).
sino, además, “por una conducta de las partes que  (14) CARIOTA FERRARA, L., ob. cit., T. II, nro. 97, pág.
sea suficiente para demostrar la existencia de un 337. Spota suministra el ejemplo de una subasta donde
acuerdo (art. 971, CCCN). uno de los asistentes expresa su voluntad positiva me-
diante una inclinación de cabeza, con la cual —en rela-
Por lo demás, el artícu­lo 979 del Código civil ción con una indicación del rematador incitando para
y comercial, al regular los modos en que es fac- que se eleve la postura anterior— se manifiesta la vo-
luntad de mejorarla (SPOTA, A. G., ob. cit., Ts. I-II, nro.
170, pág. 255).
 (11) BETTI, E., ob. cit., T. I, nro. 12, pág. 103.  (15) STOLFI, G., ob. cit., pág. 204.
 (12) No deja de ser recepticia la declaración dirigida a  (16) C1ª Civ. y Com., Sala I, Bahía Blanca, 25-IX-1980,
personas indeterminadas, ya que aun en este último su- “Coop. Agrícola Ltda. La Victoria”, JA, 1981-II-síntesis.
puesto aquélla tiene como propósito el de ser recibida  (17) CARIOTA FERRARA, L., ob. cit., T. II, nro. 97, pág.
por otros sujetos (SANTORO PASSARELLI, F., “Doctrinas 338; CNCom., Sala E, 26 VIII 1987, “Gordovil, J. c. Ame-
generales del derecho civil”, R.D.P., Madrid, 1964, nro. 29, rican Express”, JA, 1987-IV-479, donde se afirmó que el
pág. 158). fundamento de la presunción de consentimiento tácito
36 | Suplemento especial cONTRATOS

posición vinculante respecto a ciertos intereses recíprocas y convergentes declaraciones de vo-


ajenos” (18). luntad.

En síntesis, la declaración tácita, indirecta o El tema se inicia con un precedente jurispru-


emergente de la conducta concluyente, es aquella dencial publicado en Alemania, donde se fundó
por la cual el acto del agente no tiene como fina- en la existencia de un “contrato tácito” la hipótesis
lidad anoticiar un contenido determinado y sin de un aviador deportivo que debió afrontar el pago
embargo posee aptitud suficiente como declara- por el uso de una pista de aterrizaje. Sobre el par-
ción, en tanto comporta inequívocamente un acto ticular se sostuvo que “quien tiene necesidad de
finalísticamente dirigido a afectar la esfera jurídica aterrizar ni acepta supuestas ofertas ni se detiene
ajena. a hacerlas: se limita a aterrizar, y por ese hecho
está obligado a pagar el precio correspondiente”.
Su idoneidad como medio expresivo deberá ser La tesis del “contrato tácito” fue criticada, en razón
evaluada en consideración a lo acordado por las de que importaba una ficción insuficiente para
partes, o a los usos y costumbres sociales al tiempo fundar una obligación contractual, especialmente
de ser emitida. cuando se trataba de un contrato ineficaz. Por el
contrario, sostenía Haupt, cabía admitir relaciones
De todos modos, la manifestación tácita, “ca- jurídicas nacidas de conductas de hecho y contrac-
rece de eficacia cuando la ley o la convención tuales por sus efectos, en cuyo caso proponía como
eligen una manifestación expresa (art. 264 CCCN). denominación la de relaciones contractuales fác-
ticas (19).
IV. Declaración presumida por la ley. Noción.
Ejemplos Parcialmente Larenz participa del criterio al
sostener que el moderno tráfico en masa trae con-
Existen manifestaciones de voluntad presuntas sigo que, en algunos casos, nazcan obligaciones
que son aquellas en que el texto legal asigna un sin que se emitan declaraciones de voluntad ten-
efecto determinado al comportamiento. dientes a ello. En lugar de las declaraciones de vo-
Existen (a) declaraciones presuntas iuris tantum luntad, prosigue, existen —de hecho— ofertas pú-
en tanto el legislador establece que determinado blicas y aceptaciones de hecho que no suponen
comportamiento importa una manifestación de declaraciones de voluntad, pero sí implican con-
voluntad, salvo prueba en contrario. ductas que por su significado social típico tienen
los mismos efectos jurídicos que la actuación jurí-
Así, por ejemplo, en materia de remisión de dica negocial. Y suministra el ejemplo de la utiliza-
deuda si el documento original de donde resulte ción de vehícu­los de autotransporte de pasajeros,
la misma se halla en poder del deudor, se presume donde considera que es una ficción suponer que
que el acreedor se lo entregó, salvo el derecho de la marcha de un autobús presuponga una oferta
éste a probar lo contrario (art. 950, Cód. civil y co- para concluir contratos de transporte y que tomar
mercial). ese medio de transporte implique aceptación de
un contrato. Sobre el particular, señala que el que
Otra categoría corresponde al de las (b) decla- utiliza el autobús sabe, según el criterio del tráfico,
raciones presuntas iuris et de iure, que son aque- que se halla obligado a pagar el precio del trayecto
llas manifestaciones legalmente tipificadas en que según la tarifa, sin que deba tenerse en cuenta si
el legislador califica el efecto y no admite prueba su intención consistía en emitir una declaración
en contrario. de voluntad de tal contenido, si tiene o no capa-
cidad negocial e incluso si conoce o no la tarifa (20).
V. Relaciones contractuales de hecho o Señala Larenz que el obstácu­lo a suponer que en
“conducta social típica”. Antecedentes el caso media la celebración de un contrato, con-
siste en que quien utiliza el medio de transporte
Hay situaciones en la vida diaria, en las que las público, no se halla en la misma situación de aquel
relaciones contractuales no son el resultado de a quien se le ha hecho llegar una oferta y que dis-
pone de la posibilidad de reflexionar si ha de acep-
tarla, rechazarla o realizar una contrapropuesta.
del art. 1146 del Cód. Civil está en el principio de no con-
tradicción: la aceptación se presume porque el disenso  (19) MOYANO, I., “Las relaciones contractuales fác-
entraría en contradicción con lo actuado por el mismo ticas”, JA, 1961-IV-29.
sujeto.  (20) LARENZ, K., “Derecho de las Obligaciones”,
 (18) BETTI, E., ob. cit., T. I, nro. 14, pág. 109. R.D.P., Madrid, 1958, T. I, pág. 58.
Rubén S. Stiglitz | 37

Por el contrario, se encuentra en la situación ge- VI. El silencio como manifestación de


neral de toda persona que toma parte en el tráfico voluntad. Ausencia de manifestación
y que ha de hacer uso de un medio que está al ser-
vicio de todos. Si lo hace ha nacido una relación Como principio general, es factible afirmar que
jurídica, un contrato de transporte y no porque el silencio o el comportamiento omisivo implican
esa consecuencia jurídica se haya querido o de- ausencia de manifestación (24).
clarado, sino porque su conducta está indudable-
mente unida a esa consecuencia que es el signi- Ello de ninguna manera significa que el silencio
ficado de una conducta social típica. A todas esas en ningún caso conforma una declaración vincu-
hipótesis —concluye— a las que cabe añadir las lante.
relaciones que nacen con las empresas que sumi-
nistran servicios como ferrocarriles, correo, lim- En efecto, partamos de la base de que, así como
pieza, agua, habrán de aplicarse directamente y (a) las partes pueden acordar atribuir al posterior
no por vía de analogía las normas de derecho pri- silencio valor de declaración expresa, también (b)
vado relativas a contratos, ya que se trata de rela- el legislador puede asignarle carácter de manifes-
ciones de obligación derivadas de conducta social tación de voluntad, cuando exista “una obliga-
típica a las que intrínsecamente debe considerarse ción de explicarse por la ley... o a causa de una re-
según el derecho de las obligaciones (21). lación entre el silencio actual y las declaraciones
precedentes” (art. 261, Cód. civil y comercial de la
Díez-Picazo coincide con Larenz en relación a Nación) (25).
los supuestos que la doctrina alemana enuncia
como “prestaciones del tráfico en masa” consti- Constituye aplicación de lo expresado —”obli-
tuidas por aquellas hipótesis en que determinadas gación de explicarse por la ley”— por ejemplo,
obligaciones como, por ejemplo, pagar un precio, en el contrato de seguro, la carga del asegurador
surgen del hecho de la realización de determi- de pronunciarse acerca de los derechos del ase-
nados comportamientos sin previa declaración
de voluntad, tomando como ejemplo el estaciona-  (24) En el sentido indicado en el texto se tiene expre-
miento de un vehícu­lo en una playa destinada a sado que “la voluntad no manifestada no tiene relevancia
esos fines. En ese caso, la inexistencia de una de- jurídica, siendo imposible fundar en ella una acción de
claración de voluntad motiva que la obligación cumplimiento o nulidad de contrato. De lo contrario —
nazca de una fuente obligacional —conducta so- se agregó— toda idea de seriedad y seguridad jurídica
cial típica—, distinta al negocio jurídico (22). estaría perdida. Es que los hombres deben poder confiar
en lo que ven escrito y firmado, y no es posible que a su
Según nuestro punto de vista, no es necesario conducta legítima y de buena fe se le oponga más tarde
acudir a la idea de conducta de hecho ni de con- una supuesta voluntad o intención distinta (CNCiv., Sala
ducta social típica para explicar el fundamento de K, 4-III-1991, “Marchese, O. c. Marchese, S.”, JA, 1991-IV-
la relación obligatoria. Es la propia conducta del síntesis).
sujeto obligado la que exterioriza su aceptación,  (25) CNCom., Sala E, 26-VIII-1987, “Gordovil, J. c.
especialmente cuando en los casos concretos con American Express Arg”., JA, 1987-IV-479, donde se hizo
aplicación de lo dispuesto por los arts. 918 y 919 del Cód.
que se ejemplificaron las concepciones, son los
Civil, en un supuesto donde se discutía la aplicación de
usos del tráfico los que no requieren declaraciones
una cláusula contenida en el documento contractual que
de voluntad expresas pues, para el perfecciona- vinculaba a las partes por el que se establece que Ame-
miento del contrato, basta con una declaración rican Express tiene derecho a “modificar en cualquier
de voluntad tácita, indirecta o concluyente o, si se momento el presente convenio” y que “cualquier modifi-
prefiere, un comportamiento no declarativo (23). cación le será notificada (al usuario). Consideramos que
las modificaciones han sido aceptadas en caso de con-
servar o utilizar la tarjeta después de recibida nuestra
notificación. En caso de no aceptar nuestras modifica-
ciones usted puede dar por terminado el presente con-
 (21) LARENZ, K., ob. cit., T. I, pág. 60. venio partiendo la tarjeta por la mitad y devolviéndonos
 (22) DÍEZ-PICAZO, L., “Fundamentos del derecho la misma”. Se sostuvo que, en la especie, el silencio cons-
civil patrimonial”, T. I (Introducción. Teoría del contrato), tituye una manifestación tácita de voluntad (arts. 918 y
pág. 135. 919, Cód. Civil) ya que si la intención del interesado con-
 (23) SANTOS BRIZ, J., “La contratación privada”, Mon- sistía en no consentir, no hizo lo que debía hacer (partir
tecorvo, Madrid, 1966,, pág. 130, quien señala que el la tarjeta y devolverla) o no se opuso a lo que estaba ocu-
principio de buena fe impide negar el cumplimiento del rriendo, cuando debía oponerse. Añadió el tribunal que
contrato y que éste se justifica para evitar un enriqueci- no fue objeto del proceso la pretensión de nulidad de al-
miento injusto. guna de las cláusulas.
38 | Suplemento especial cONTRATOS

gurado en un plazo perentorio (de caducidad) de digo Civil de Portugal ubicado en la Sección IV que
treinta días compu­tado desde la denuncia del si- se inicia bajo el título de “Interpretación e integra-
niestro o desde la recepción de información com- ción del contrato”.
plementaria, si es que la requirió. La omisión del
asegurador en pronunciarse en el plazo antedicho, La solución legal propone proteger al destina-
“importa aceptación” sobre la existencia del si- tario confiriendo a la declaración el sentido que
niestro denunciado (art. 56, ley 17.418). En este sería razonable presumir en base al comporta-
caso, el silencio opera como manifestación. miento del declarante, y no en el sentido que éste
pretenda atribuir.
Pero, salvo las excepciones previstas por el
artícu­lo 919 del Código Civil y las aplicaciones que Esta doctrina objetiva se explica en la legítima
de él derivan, el silencio no constituye una mani- expectativa del destinatario y en la necesidad de
festación de voluntad. no ver perturbada la seguridad del tráfico (28).

VII. El consentimiento. Voluntad real y Entre nosotros deben armonizarse distintas dis-
voluntad declarada. Importancia de la cuestión posiciones que, al cabo, desembocan en un prin-
cipio general, cual es el contenido en el artícu­lo
El acto jurídico, por definición, es voluntario 218, inciso 1º del Código de Comercio ya que
(art. 259, Cód. civil y comercial) y lo que interesa acude más a la intención de las partes que al sen-
saber es si es suficiente que la voluntad real o psi- tido literal de los términos. Si la directiva fracasa,
cológica quede retenida en el sujeto o si es preciso pues con ella no es factible identificar un elemento
que esa voluntad se exteriorice, lo que constituye interno no declarado como lo constituye la inten-
una voluntad declarada. ción, habrá de estarse —como criterios de inter-
pretación— a lo que disponen los artícu­los 1198-1
La importancia de la cuestión radica en la even- del Código Civil en cuanto nos remite a lo que ve-
tual discordancia entre la voluntad real o interna y rosímilmente las partes entendieron o pudieron
la declarada, pues en ese caso el intérprete debe de- entender, obrando con cuidado y previsión, y a las
cidir si atenerse a lo querido o a lo manifestado (26), reglas objetivas vinculadas a “los términos claros y
cuestión que interesa a las partes de la relación sus- precisos empleados en otra parte” del mismo do-
tancial y a los terceros a quienes les sean oponibles cumento (art. 218, inc. 2º, Cód. de Comercio), a los
o se prevalezcan de los efectos del contrato. hechos de los contrayentes, subsiguientes al con-
trato y que tengan relación con lo que se discute
La teoría subjetiva o clásica de la voluntad real o (art. 218, inc. 4º, Cód. de Comercio), a los usos y
interna, sostiene que habrá de estarse a lo autén- prácticas generalmente observados en el comercio
ticamente querido por el otorgante, pues ella tra- en casos de igual naturaleza, y a la costumbre del
duce auténticamente su intención. lugar donde debe ejecutarse el contrato (art. 218,
inc. 6º, Cód. de Comercio).
La teoría objetiva o de la voluntad declarada,
afirma que lo que debe tenerse en cuenta es lo que VIII. Formación del consentimiento
se manifestó.
Se halla regulado en el capítulo III de la Teoría
Actualmente prevalece el criterio sustentado en general del contrato aunque, como ha quedado
que, en principio, prevalece la voluntad real si es demostrado no es factible ningún desarrollo de la
que ella ha sido conocida o conocible por el desti- formación del contrato si no se alude preliminar-
natario, salvo que (a) la discordancia sea atribuible mente a las disposiciones generales de los actos
a quien culposa o dolosamente ha emitido la de- jurídicos (artícu­los 257 a 264 del CCCN).
claración, o (b) que el destinatario haya obrado
de buena fe en cuyo caso debe ser protegida, con La norma que lo regula dice así:
fundamento en la seguridad del comercio y la con-
fianza en la apariencia (27). De lo contrario habrá de Artícu­lo 971. Formación del consentimiento.
estarse a lo declarado, integrando su análisis con Los contratos se concluyen con la recepción de
el comportamiento del declarante, salvo que ra- la aceptación de una oferta o por una conducta
zonablemente no pueda contarse con él. Es el cri- de las partes que sea suficiente para demostrar la
terio legal sustentado por el artícu­lo 236 del Có- existencia de un acuerdo.

 (26) SPOTA, A. G., ob. cit., Ts. I-II, nro. 160, pág. 238.
 (27) MOSSET ITURRASPE, J., “Contratos”, Rubinzal-  (28) PIRES DE LIMA - ANTÚNES VARELA, J., Código
Culzoni, Santa Fe. Civil Anotado, Coimbra, 1987, Vol. I, pág. 223.
Rubén S. Stiglitz | 39

IX. Formación del consentimiento. La exteriorización” (31). Una aplicación de lo expuesto


situación en el Código civil. Regulación del lo constituye el fallo donde se decidió que “la falta
Código civil y comercial de la Nación de instrumentación por escrito de un contrato de
representación celebrado con una editorial a los
Recordemos que el artícu­lo 1144 del Código efectos de comercializar sus productos no obsta
Civil, disponía que “el consentimiento debe ma- a su existencia, habida cuenta que no se requiere
nifestarse por ofertas o propuestas de una de las formalidad alguna para su validez y que de los ele-
partes...” y ser aceptadas por la otra. Como se ad- mentos probatorios aportados por la accionante,
vierte, el Código civil y comercial fija la oportu- surge que, efectivamente, ésta última realizó ac-
nidad del consentimiento identificándolo con la ciones de promoción con potenciales compra-
recepción de la aceptación de la oferta, por lo que dores que permiten inferir la relación contractual
decididamente opta por la teoría de la recepción. que unió a las partes” (32).
Y va más allá, pues admite la existencia de acep-
tación y, por ende, de consentimiento a través de Incluso existen ofertas que, a pedido del propo-
“una conducta de las partes” cuya manifestación nente o por la naturaleza del negocio, o según los
sea “suficiente” para demostrar la existencia de un usos, no requieren para su aceptación de una de-
acuerdo. Todo lo cual se hallaba establecido en los claración de voluntad. En tales casos se entiende
artícu­los 1145 y 1146 del Código civil en cuanto concluido el contrato desde que la oferta fue reci-
enunciaban hipótesis que hacían presumir la exis- bida por el destinatario y en tanto no la rechace en
tencia de consentimiento tácito. Así, hacían refe- un término prudencial; o bien, desde que el des-
rencia a “hechos o actos que lo presupongan o que tinatario dio comienzo de ejecución al contrato,
autoricen a presumirlo” (1145) o “cuando una de dando aviso de ello al oferente (33).
las partes entregare y la otra recibiere la cosa ofre-
cida o pedida” (1146). Entendemos que el Código El consentimiento en los contratos por adhe-
civil y comercial al utilizar una única frase: “con- sión requiere de tres etapas. (a) El predisponerte
ducta de las partes...suficiente para demostrar la formula una invitación a oír ofertas, a cuyo efecto,
existencia de un acuerdo” ha logrado sintetizar redacta previamente el texto/formulario que con-
los enunciados indicativos que resultaban de los tiene las cláusulas o condiciones generales sobre
artícu­los 1145 y 1146 del Código civil. la base de las cuales habrá de contratarse; (b) el
adherente, predominantemente consumidor, ad-
En efecto, lo expresado viene a cuento de que hiere a dicho contenido pues no tiene otra opción
toda declaración de voluntad, puede ser expresa o y al suscribir el formulario lo que en rigor formula
tácita (29), salvo que por la voluntad del oferente o la es una oferta destinada al predisponerte/pro-
ley, se exijan determinadas modalidades o una de- veedor y (c) éste se reserva el derecho de aceptarla
claración formal (30). o no. Si la acepta, queda perfeccionado el contrato.

El consentimiento contractual presupone la ex- X. La oferta en el Código Civil y su


presión de la voluntad por los diversos medios que tratamiento en el Código Civil y Comercial
la ley establece para tener por válida su exteriori-
zación, “los cuales no radican necesariamente en El Código civil y comercial de la nación define a
su formalización por escrito, sino que puede surgir la oferta del siguiente modo:
de otros medios o actitudes, dentro de los cuales
los hechos, actos o actuaciones de las partes re- Artícu­lo 972. Oferta. La oferta es la manifesta-
visten una especial gravitación para considerar su ción dirigida a persona determinada o determi-
nable, con la intención de obligarse y con las pre-
cisiones necesarias para establecer los efectos que
debe producir de ser aceptada.

Como se advierte, el Código civil y comercial


 (29) CNCom., Sala E, 26-VIII-1987, “Gordovil, J. c/
mejora la redacción del artícu­lo 1148 del Código
American Express Argentina”, J.A., 1987-IV-479, donde
se sostuvo que el fundamento de la presunción de con-
sentimiento tácito del art. 1146 del Cód. Civ. está en el
principio de no contradicción: la aceptación se presume  (31) CCiv. Com. y Minería, San Juan, sala II, 8/8/2006,
porque el disenso entraría en contradicción con lo ac- “Salud Oeste S.A. c/Asociación Trabajadores del Estado”,
tuado por el mismo sujeto. LLGran Cuyo, 2007-133
 (30) BORDA, G., “Tratado de Derecho civil argentino.  (32) CN Com. sala C, 7/6/2005, “Racana M. c/Sainte
Obligaciones”, Perrot, bs. As., 1989, T. II, nro. 1213, pág. Claire Editora”, JA: 2005-IV-440
156; MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág. 123.  (33) MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág. 123.
40 | Suplemento especial cONTRATOS

civil pues identifica a la oferta como manifesta- Ha sido caracterizada como una declaración de
ción; añade que puede ser dirigida a persona “in- voluntad unilateral, recepticia y que tiene por fina-
determinada” y culmina con la necesidad que la lidad la formación del contrato (38).
misma lo sea “con la intención de obligarse”.
El efecto principal de la oferta es permitir el ac-
Vale recordar, que oferta o propuesta es la pri- ceso a la formación del contrato mediante la acep-
mera manifestación de voluntad directamente di- tación de aquel a quien va destinada, de tal ma-
rigida a gestar el consentimiento, que contiene el nera que el destinatario es quien dispone del
proceso de formación del contrato. poder jurídico de que el contrato nazca a la vida
jurídica (39).
Por nuestra parte, sostenemos que la oferta es La disposición que venimos comentando, esta-
una proposición unilateral que una persona dirige blece que la oferta es “la manifestación dirigida a
a otra —determinada o determinable—, para ce- persona determinada o determinable”. Como ad-
lebrar un contrato. Hay oferta cuando el contrato vertimos y con relación a la “persona determi-
puede quedar perfeccionado con la sola acepta- nada”, el Código civil y comercial reproduce el re-
ción de la otra parte, sin necesidad de una nueva quisito que, en el mismo sentido, requerían los
manifestación del primero (34). artícu­los 1148 del Código Civil y 454 del Código de
Comercio. Esto equivale a decir que debe tener un
Se trata concretamente de la primera de las de- (“destinatario”) concreto: una o más personas de-
claraciones contractuales, y no ya de un mero acto terminadas que, en su caso, asumirán la condición
preparatorio del contrato. En los contratos discre- de aceptantes (40). En definitiva, el recaudo no im-
cionales, predominantemente precedidos de tra- plica sino exigir, también con relación al elemento
tativas previas, la oferta supone la culminación de “sujeto” del contrato, que él también esté incor-
esos tratos preliminares, y sirve de referencia para porado a la oferta, como uno de los antecedentes
separar esa etapa de la que le sucede cronológica- constitutivos del negocio.
mente que es la instancia precontractual a la cual
la oferta da comienzo (35). La oferta al público, o a persona indeterminada
—por lo mismo—, carece en nuestro Derecho de
No configura tampoco, por sí, un acto o negocio fuerza vinculante, sin embargo, no por ello cabe
jurídico, sino una exteriorización (declaración) aseverar, en términos absolutos, que la persona
unilateral de voluntad (36) emitida por el “propo- del destinatario deba estar individualizada, deter-
nente”, “oferente” u “ofertante”, destinada a otro minada subjetivamente. A los fines de la norma,
sujeto, que va a recibirla (37). equivale a personas determinadas, las determi-
nables mediante un procedimiento claro estable-
cido en la oferta. Precisamente, por esa razón, por
incluir como destinatario de la oferta a “personas
determinables”, consideramos que el Código civil y
comercial mejora la regulación de los Códigos civil
 (34) ENNECCERUS, L. - NIPPERDEY, H. C., Tratado
de Derecho Civil, T. I (Parte General), Bosch, Barcelona,
y comercial.
1981, vol. 2, primera parte, parág. 161, pág. 253; LEH-
XI. Invitación a ofertar
MANN, H., Tratado de Derecho Civil, Vol. I (Parte Ge-
neral), R.D.P., Madrid, 1956, parág. 33, pág. 338; VON
El Código civil y comercial de la Nación, la ha re-
TUHR, A., Teoría General del Derecho Civil Alemán.
gulado con el siguiente texto:
Obligaciones, T. I, Depalma, Buenos Aires, 1948, pág.
134; BORDA, G., Tratado..., cit., T. II, nro. 1201, pág. 157;
Artícu­lo 973. Invitación a ofertar. La oferta di-
MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág. 114; CNCiv.,
rigida a personas indeterminadas es considerada
Sala E, 6-IX-1985, “Becerra Ferrer, M. c/Cabjolsky, H.”,
J.A., 1986-III-518.
como invitación para que hagan ofertas, excepto
 (35) MORENO QUESADA, B., La Oferta de Contrato,
Nereo, Barcelona, 1963, pág. 59.
 (36) CCiv., Com., Trab y Familia, Bell Ville, 26/11/2002,  (38) LLAMBÍAS, J. J. - ALTERINI, A., “Código civil
“Bid Coop. Ltdo. c/Uez S.”, LLC, 2003-1164. anotado”, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1985 T. III-A, pág. 44;
 (37) SPOTA, A. G., ob. cit., T. I, pág. 261. La oferta es MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág. 114.
un acto prenegocial, que conforma la base sobre la cual  (39) CCiv. y Com., Bahía Blanca, Sala 1ª, 15-III-1994,
se podrá construir un contrato, pero no constituye en sí “Bronzetti, M. c/Richert, H.”, J.A., 1996-I-109.
un negocio jurídico autónomo (MOSSET ITURRASPE, J.,  (40) SPOTA, A. G., ob. cit., T. I, nro. 178, pág. 266;
Contratos, cit., pág. 115, nota 47). MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág. 115.
Rubén S. Stiglitz | 41

que de sus términos o de las circunstancias de su En la actualidad, el Código civil y comercial esta-
emisión resulte la intención de contratar del ofe- blece que “la oferta dirigida a personas indeter-
rente. En este caso, se la entiende emitida por el minadas es considerada como invitación para que
tiempo y en las condiciones admitidas por los usos. hagan ofertas...”, por lo que normativamente se ha
mejorado la cuestión.
XII. Una aclaración previa. Oferta a persona
indeterminada. Régimen anterior del Código XIII. Invitación a ofertar. La formación del
Civil y del de Comercio. Efectos consentimiento en los contratos por adhesión
Cabe señalar que lo que en rigor disciplina el La situación descripta precedentemente, es dis-
artícu­lo 973, es la “invitación a persona indetermi- tinta al instituto de la “invitación a ofertar” que es
nada”. La situación anterior a la sanción del Código tema doctrinario y no legislativo.
civil y comercial, era la que sigue.
Desde un punto de vista de su esencia, participa
Sosteníamos que las ofertas a personas inde- de la naturaleza jurídica de una declaración unila-
terminadas o al público en general emitidas por teral de voluntad del agente, dirigida a un número
medio de circulares, prospectos, catálogos, listas de personas, o a personas indeterminadas, o al pú-
de precios, envíos de tarifas o avisos análogos, pu- blico en general, invitándose a los destinatarios a
blicidad comercial u otros medios, carecían de va- iniciar tratativas o a formular una oferta dirigida al
lidez en nuestro Derecho (artícu­los 1148, Código primero a contratar. En efecto, la invitación tiene
Civil y 454, Código Comercial) como propuesta por finalidad que le propongan u ofrezcan al emi-
de contrato, ya que se exige que sean dirigidas a tente un futuro contrato.
persona o personas determinadas. La doctrina ad-
mitía que, a los fines del artícu­lo 1148 del Código En los casos de predisposición de condiciones
Civil, equivalían a personas determinadas, las de- generales o cláusulas predispuestas, el predispo-
terminables mediante un procedimiento claro es- nente -así operan, entre otros, los bancos y las ase-
tablecido en la oferta (41). guradoras-, dirige indeterminadamente a futuros
clientes, una invitación a ofertar. Entonces, a la fi-
El artícu­lo 454 del Código de Comercio suminis-
nalidad de propender a que se le efectúen ofertas,
traba una solución análoga al del Código Civil (art.
se añade la configuración previa y unilateral del
1148), ya que establecía que “las ofertas indeter-
contenido del futuro contrato por adhesión, que
minadas, contenidas en un prospecto o en una cir-
habrá de perfeccionarse con la oferta efectuada
cular, no obligan al que las ha hecho”.
por el adherente, sobre la base de las cláusulas
Sobre la base de la interpretación estricta de di- predispuestas por el predisponente, y la ulterior
chas normas tradicionales, en nuestro régimen aceptación de éste, pero con una reserva.
general, en principio, señalábamos que no cons-
tituían propuestas las llamadas ofertas al público Cuando quien emite la invitación a ofertar pre-
o invitación a contratar, pues requerían una oferta dispone el documento (en los contratos bancarios
concreta del interesado y luego, a continuación, la y de seguro se denomina solicitud o formulario),
aceptación de quien hizo la invitación o la oferta deja espacios en blanco que debe llenar el oferente
al público en general. Y ello en razón de que la (cliente) como, por ejemplo, en el contrato bancario
invitación tenía y tiene por finalidad que le pro- de préstamo (artícu­lo 1408, Proyecto) el importe
pongan, a quien la formuló, un futuro contrato (42). del crédito solicitado, el plazo de amortización, el
monto de sus ingresos, los bienes de que dispone
en garantía de la restitución del crédito, identificar
 (41) BORDA, G., Tratado... Obligaciones, cit., T. II, nro. al fiador y los bienes de que dispone, etc.).
1202, pág. 150, quien suministra el ejemplo de la oferta
dirigida a quien gane una competencia deportiva. Cfr.
OERTMAN, P., Introducción al Derecho Civil, Labor,
Al  firmar la solicitud, la misma se transforma
Buenos Aires, 1933, nro. 46, pág. 261, quien da el ejemplo técnicamente  en oferta. Pero, obviamente, el
de oferta hecha al primero que se halle en determinada banco se reserva el derecho de aceptar o no dicha
situación u obre en forma determinada. Cfr., SPOTA, A. propuesta en consideración al riesgo empresarial
G., ob. cit., Ts. I-II, pág. 266, quien ejemplifica con oferta como, por ejemplo, que los ingresos del oferente o
realizada mediante aparatos mecánicos, a quien pri- del fiador sean magros con relación a la suma so-
mero introduce la moneda. licitada en préstamo. En ese caso, el emitente de
 (42) MUÑOZ, L., “La teoría general del contrato”, Cár- la invitación a ofertar, adopta la denominación de
denas, México, 1973, nro. 165, pág. 241; BORDA, G., ob. aceptante. En consecuencia, el invitante a ofertar
cit., T. II, nro. 1201, págs. 147 y sigs. no puede ser oferente sino aceptante.
42 | Suplemento especial cONTRATOS

A los sujetos intervinientes en la invitación a oír Cuando se hace a una persona que no está pre-
ofertas  se les denomina: (a) emitente/predispo- sente, sin fijación de plazo para la aceptación, el
nerte/proveedor a quien formula la invitación a proponente queda obligado hasta el momento en
ofertar; (b) destinatario/adherente/consumidor a que puede razonablemente esperarse la recepción
quien va dirigida, quien si decide negociar adop- de la respuesta, expedida por los medios usuales
tará el nombre de ofertante; (c) emitente/ pro- de comunicación.
veedor/predisponerte, quien si acepta la oferta
pasa a ser aceptante. Los plazos de vigencia de la oferta comienzan a
correr desde la fecha de su recepción, excepto que
En el contrato de seguro acontece exactamente contenga una previsión diferente.
lo mismo.
El oferente, y en su caso sus herederos, están
obligados a mantener la oferta durante el tiempo
La práctica comercial argentina y la circuns- de su vigencia, a menos que, siendo revocable, la
tancia de que el contrato de seguro sea típica- retracten.
mente un contrato por adhesión, impuso que
la oferta adopte la forma de una solicitud o pro- XIV. Obligatoriedad de la oferta
puesta impresa que provee el asegurador y en las
que sólo resta llenar claros referentes a las con- El problema de la obligatoriedad de la oferta
diciones particulares del contrato específico de atañe a determinar si ella crea, para quien la for-
que se trata, y que son aquellas a que se hace refe- mula, el deber de mantenerla o si, por el contrario,
rencia en el art. 11-2, Ley de Seguros. puede ser retractada en cualquier momento, antes
de ser aceptada por el destinatario (43).
El hecho de que, tradicionalmente, los formula-
rios impresos de propuestas los provea el asegu- Recordamos que el Código Civil había seguido
rador no implica que la oferta parta de él y que con la regla general de los sistemas tradicionales en
la firma del asegurado se perfeccione el contrato. torno de la no obligatoriedad de la oferta (44), en
Importa, lisa y llanamente, por parte del asegu- el sentido de que mientras no haya aceptación,
rador, una invitación a proponer, dirigida indeter- la oferta no era vinculante, no obligaba a quien
minadamente a los asegurandos, hecha para faci- la emitía, quien podía, por ende, retractarla li-
litarles la redacción de la propuesta y que alcanza bremente (45): “Las ofertas pueden ser retractadas
relevancia jurídica como elemento de interpreta- mientras no hayan sido aceptadas” (art. 1150) (46).
ción del contrato definitivo.
Pues bien, el Código civil y comercial regula la
cuestión de un modo tal que se hace preciso vin-
Lo contrario, —suponer que la propuesta parte cular el artícu­lo que comentamos con el siguiente
del asegurador— importaría afirmar que la asegu- (975), de modo que la solución que ahora se sumi-
radora se halla en estado de oferta permanente y nistra normativamente es análoga a la del Código
que bastaría con que el asegurando acepte para civil, aunque a nuestro juicio, mejor desenvuelta
que el contrato quede perfeccionado. metodológicamente. De resultas de la cual po-
demos afirmar que la oferta obliga al proponente
En síntesis, la importancia del tema radica en la
formación del consentimiento y en la oportunidad
de la conclusión del contrato: éste se perfecciona  (43) MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág. 118.
en el momento en que el emitente de la invitación  (44) Es la solución del Derecho Romano y del Código
acepta la oferta —predominantemente consu- vigente en Francia, que se apoya en la idea de bilatera-
midor/adherente— efectuada sobre la base de las lidad del consentimiento como sustento de la obliga-
cláusulas predispuestas por el primero. ción. Si la oferta fuera obligatoria, el oferente quedaría
sometido a la discreción del destinatario, que pasaría a
dominar por su sola voluntad la decisión sobre la forma-
Artícu­lo 974. Fuerza obligatoria de la oferta. La ción del contrato (FONTANARROSA, R., ob. cit., pág. 62;
oferta obliga al proponente, a no ser que lo con- MOSSET ITURRASPE, ob. cit., pág. 118).
trario resulte de sus términos, de la naturaleza del  (45) Ello sin perjuicio de la responsabilidad precon-
negocio o de las circunstancias del caso. tractual que excepcionalmente pese sobre quien, efec-
tuando abusivamente dicha retractación, provoca la
La oferta hecha a una persona presente o la for- frustración intempestiva del perfeccionamiento del con-
mulada por un medio de comunicación instan- trato.
táneo, sin fijación de plazo, sólo puede ser acep-  (46) CNCiv., Sala G, 14-III-1985, “Arabadjian de Saru,
tada inmediatamente. A. c/Voskian, M.”, J.A., 1986-II-527.
Rubén S. Stiglitz | 43

(artícu­lo 974), salvo que se la retire (retracte) antes Una vez expedida la aceptación por parte del
de ser recibida por el destinatario o al mismo destinatario de la oferta, el contrato queda per-
tiempo que la oferta” (artícu­lo 975). feccionado (art. 978, Cód. civil y comercial), y la
retractación enviada con posterioridad es inidó­
En cuanto a la cuestión relativa al momento lí- nea (47).
mite en que se debe emitir la aceptación, el Có-
digo civil y comercial, reproduce la solución que Excepcionalmente, la oferta obliga por sí a quien
había previsto el artícu­lo 1151 del Código civil, de la emite, cuando hubiera renunciado a la facultad
modo tal que la oferta hecha a una persona pre- de retirarla, o se hubiese obligado, al formularla, a
sente o la formulada por un medio de comunica- permanecer en ella hasta una época determinada.
ción instantáneo, sin fijación de plazo, sólo puede
En ambos supuestos, la oferta es emitida con ca-
ser aceptada inmediatamente. Habrá que reco-
rácter irrevocable, constituyendo una declaración
nocer que se ha mejorado el contenido de la dis-
unilateral de voluntad que por sí obliga al propo-
posición ya que la versión anterior sólo hacía refe-
nente, sea por tiempo indeterminado, o bien du-
rencia a “la oferta... hecha verbalmente...”. Ahora
rante un término (48).
se alude a que, en el caso, debe tratarse de una
propuesta efectuada “sin fijación de plazo”. Ello Sin embargo, en el primero de los casos, la re-
significa que se prevé la posibilidad de una oferta nuncia a la retractación efectuada por tiempo
hecha verbalmente, pero con indicación de plazo, indeterminado, en cuanto importa una severa
lo que significa que se extiende el ámbito de apli- restricción a la libertad de no contratar del propo-
cación de la oferta entre presentes. nente, ha sido interpretada restrictivamente por la
doctrina.
Otra novedad consiste en que el Código civil
y comercial, prevé la hipótesis de la oferta a una Mientras algunos autores sostienen lisa y lla-
persona que no está presente. En ese caso, si no namente que tal renuncia carece de valor, pues
medió fijación de plazo para la aceptación, el pro- es inconcebible privar de toda limitación tem-
ponente queda obligado hasta el momento en que poral a una relación creditoria y, por ende, se ha
puede razonablemente esperarse la recepción de de admitir la retractación de conformidad con el
la respuesta, expedida por los medios usuales de artícu­lo 947 del Código Civil (49), otra postura ad-
comunicación. mite su validez, pero señala que es viable la fi-
jación judicial de un plazo (art. 871 inciso d) de
El Código civil y comercial, introduce dos vigencia de la oferta y que, en todo caso, su exi-
nuevos temas: (a) el cómpu­to de los plazos de vi- gibilidad como obligación nacida de la voluntad
gencia de la oferta se compu­ta desde la fecha de unilateral, está siempre sometida a la prescrip-
su recepción, salvo que las partes hayan conve- ción liberatoria (50). Sin perjuicio de las mencio-
nido lo contrario; (b) el oferente, y en su caso sus nadas hipótesis de irrevocabilidad, en las que por
herederos, están obligados a mantener la oferta su propia voluntad el oferente renuncia (ilimitada
durante el tiempo de su vigencia, a menos que, o temporariamente) al derecho de retractación, la
siendo revocable, la retracten. doctrina moderna plantea la necesidad, impuesta
por la regla de la buena fe (art. 961, Cód. civil y
XV. Retractación comercial), de sostener, como principio, que la

El principio general, y sólo con relación a la re-


tractación, reproduce conceptualmente lo que se  (47) LLAMBÍAS, J. J. - ALTERINI, A. A., ob. cit., T. III-A,
expresaba en el artícu­lo 1150 del Código civil a pág. 50.
través de la siguiente disposición:  (48) La concesión de un término al destinatario de la
oferta, se explica por el interés del mismo oferente, de
Artícu­lo 975. Retractación de la oferta. La oferta hacer más probable la aceptación (RESCIGNO, P., ob.
dirigida a una persona determinada puede ser re- cit., pág. 93).
tractada si la comunicación de su retiro es recibida  (49) DE GÁSPERI, L. MORELLO, A. M., Tratado de De-
por el destinatario antes o al mismo tiempo que la recho Civil, Tea, Buenos Aires, 1964, pág. 264; LLAMBÍAS,
oferta. J. J., Tratado de Derecho Civil. Obligaciones, T. IV-B, Pe-
rrot, Buenos Aires, 1987, nros. 2973 y sigs.; MOSSET ITU-
En consecuencia, y sólo con relación a la retrac- RRASPE, J., ob. cit., pág. 120.
tación de la oferta valen las consideraciones que  (50) SPOTA, A. G., ob. cit., Ts. I-II, nro. 184, pág. 278;
expresáramos, vigente el Código civil, como las BORDA, ob. cit., T. II, nro. 1207, pág. 153; LLAMBÍAS, J. J.
que siguen: - ALTERINI, A. A., ob. cit., T. III-A, pág. 52.
44 | Suplemento especial cONTRATOS

oferta deba mantenerse por un tiempo razonable guno si una de las partes falleciere, o perdiere su
de conformidad con los usos negociales (51), a fin capacidad para contratar: el proponente, antes
de que el destinatario pueda considerarla y estu- de haber sabido la aceptación, y la otra, antes de
diarla, y que ha de variar según la complejidad del haber aceptado”.
objeto contractual, debiendo ser fijado por el juez
en caso de conflicto (52). La caducidad de la oferta complementa en-
tonces las reglas sobre revocabilidad, como figuras
De adoptarse este principio, la solución ya no que excluyen la obligatoriedad de la propuesta
consistiría simplemente en la responsabilidad del contractual.
oferente por la retractación (53), sino en la conclu-
sión misma del contrato a pesar de la retractación, El fundamento de la caducidad consiste en que
en tanto la aceptación se emita dentro del lapso el fallecimiento o la incapacidad hacen imposible
“razonable”. un acuerdo de voluntades en el cual la coinci-
dencia se opera en un instante en que ambas per-
En síntesis, podemos reseñar sinópticamente sonas estén en aptitud legal para obligarse (55).
el régimen de obligatoriedad de la oferta de la si-
guiente manera: Las causales consisten en la muerte o incapa-
cidad, sea del oferente o del destinatario. Si dichas
XVI. Muerte o incapacidad de las partes contingencias atañen al proponente, opera la ca-
ducidad si han ocurrido antes de que conociera
El Código civil y comercial de la Nación prevé la la aceptación. Si atañen al destinatario, en tanto
hipótesis, conforme el siguiente texto: hayan acaecido antes de que hubiera aceptado.
Artícu­lo 976. Muerte o incapacidad de las partes. De modo que la caducidad, que opera de pleno
La oferta caduca cuando el proponente o el desti- derecho, sólo tiene incidencia en los contratos que
natario de ella fallecen o se incapacitan, antes de no se perfeccionan instantáneamente (56).
la recepción de su aceptación.
Finalmente, también opera la caducidad de
El que aceptó la oferta ignorando la muerte o in- la oferta, por el mero transcurso del plazo que
capacidad del oferente, y que a consecuencia de para la vigencia de ella hubiera sido fijado. En
su aceptación ha hecho gastos o sufrido pérdidas, caso de omitirse plazo de vigencia (oferta “pura y
tiene derecho a reclamar su reparación. simple”), a pesar del silencio legal, en principio no
se entiende mantenida “sine die”, sino durante un
XVII. Caducidad por muerte o incapacidad de “plazo razonable”, conforme al criterio de buena fe
las partes. Estado de situación actual y a los usos del tráfico (artícu­lo 974-3, Código civil
y comercial) (57).
El artícu­lo 1149 del Código Civil, establecía las
reglas a partir de las cuales la oferta, como acto ne- XVIII. Contrato plurilateral
gocial, llega a sufrir las contingencias que afectan
al proponente (54): “La oferta quedará sin efecto al- El Código civil y comercial de la Nación ha regu-
lado el contrato plurilateral a través de la siguiente
disposición:
 (51) HAUSER, J., Les Contrats, Presses Universitaires
de France, Paris, 1977, págs. 22/23. En el mismo sentido, Artícu­lo 977. Contrato plurilateral. Si el contrato
De Gásperi y Morello afirman que “nada puede ser más ha de ser celebrado por varias partes, y la oferta
peligroso que querer obligarse y no quererlo enseguida. emana de distintas personas, o es dirigida a va-
Sería el reinado del capricho y la arbitrariedad” (ob. cit., rios destinatarios, no hay contrato sin el consen-
pág. 262). timiento de todos los interesados, excepto que la
 (52) MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág. 121. convención o la ley autoricen a la mayoría de ellos
 (53) En cuyo caso sería de índole precontractual, in- para celebrarlo en nombre de todos o permitan su
cluyendo la hipótesis del art. 1156 del Cód. Civ.: “La parte conclusión sólo entre quienes lo han consentido.
que hubiere aceptado la oferta ignorando la retractación
del proponente... y que a consecuencia de su aceptación
hubiese hecho gastos o sufrido pérdidas, tendrá derecho
a reclamar pérdidas e intereses”.  (55) BORDA, G., ob. cit., nro. 1204, pág. 162.
 (54) MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág.  (56) LLAMBÍAS, J. J. - ALTERINI, A. A., ob. cit., T. III-A,
122. La excepción está prevista en materia de donación, pág. 49.
ya que el donatario puede aceptar la oferta luego de la  (57) C1a. Civ. Com. La Plata, J.A., 1961-IV-12; LLAM-
muerte del donante (art. 1795, Cód. Civ.). BÍAS, J. J. - ALTERINI, A. A., ob. cit., T. III-A, págs. 49-50.
Rubén S. Stiglitz | 45

La fuente de esta norma ha sido el artícu­lo oferente o la ley, se exijan determinadas modali-
919 del proyecto del 98, por lo que contiene los dades o una declaración formal (60).
mismos defectos como la referencia a “personas”,
perdiéndose de vista que los sujetos del contrato El consentimiento contractual presupone la
plurilateral sólo son las “partes”. formación de la voluntad de los respectivos su-
jetos de derecho y luego la expresión de ella por
En rigor, la finalidad de la disposición apunta a los diversos medios que la ley establece para tener
la formación del consentimiento en esta categoría por válida su exteriorización, “los cuales no ra-
contractual, que se logra a través del acuerdo entre dican necesariamente en su formalización por
distintas partes ofertantes, cuando las hubiere, y escrito, sino que puede surgir de otros medios o
distintas partes destinatarias. En ese caso, el prin- actitudes, dentro de los cuales los hechos, actos
cipio que rige consiste en la exigencia de un “con- o actuaciones de las partes revisten una especial
sentimiento de todos los interesados”. La excep- gravitación para considerar su exteriorización” (61).
ción viene dada para cuando la convención o la ley Una aplicación de lo expuesto lo constituye el fallo
“autoricen a la mayoría de ellos (ofertantes y des- donde se decidió que “la falta de instrumentación
tinatarios) para celebrarlo en nombre de todos o por escrito de un contrato de representación ce-
permitan su conclusión sólo entre quienes lo han lebrado con una editorial a los efectos de comer-
consentido”. cializar sus productos no obsta a su existencia, ha-
bida cuenta que no se requiere formalidad alguna
XIX. Aceptación y perfeccionamiento del para su validez y que de los elementos probatorios
contrato aportados por la accionante, surge que, efectiva-
mente, esta última realizó acciones de promoción
El contrato queda perfeccionado (concluido) con potenciales compradores que permiten inferir
con la aceptación, siempre y cuando la misma ma- la relación contractual que unió a las partes” (62).
nifieste expresamente su acuerdo con la oferta en
todo su contenido esencial. Ha sido regulada del Incluso existen ofertas que, a pedido del propo-
siguiente modo: nente o por la naturaleza del negocio, o según los
usos, no requieren para su aceptación de una de-
Artícu­lo 978. Aceptación. Para que el contrato claración de voluntad. En tales casos se entiende
se concluya, la aceptación debe expresar la plena concluido el contrato desde que la oferta fue reci-
conformidad con la oferta. Cualquier modifica- bida por el destinatario y en tanto no la rechace en
ción a la oferta que su destinatario hace al mani- un término prudencial; o bien, desde que el des-
festar su aceptación, no vale como tal, sino que tinatario dio comienzo de ejecución al contrato,
importa la propuesta de un nuevo contrato, pero dando aviso de ello al oferente (63).
las modificaciones pueden ser admitidas por el
oferente si lo comunica de inmediato al aceptante. La aceptación debe ser oportuna (dentro del
plazo de vigencia, o el razonable, si la oferta es
XX. Aceptación. Concepto. Requisitos. “pura y simple”), y referirse a todos y cada uno de
Modalidades: expresa o tácita. Contraoferta. La los puntos o elementos de la propuesta, para que
situación en el Código Civil se produzca el perfeccionamiento del contrato (64).
El artícu­lo 978 del Código civil y comercial alude
La aceptación es una declaración unilateral de
a la plena conformidad con la oferta, frase que no
voluntad (58) emitida por el destinatario de la oferta,
recepticia, dirigida al proponente con la finalidad
de perfeccionar el contrato.

Como toda declaración de voluntad, puede ser  (60) BORDA, G., ob. cit., T. II, nro. 1213, pág. 156;
MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág. 123.
expresa o tácita (59), salvo que por la voluntad del
 (61) CCiv. Com. y Minería, San Juan, sala II, 8/8/2006,
“Salud Oeste S.A. c/Asociación Trabajadores del Estado”,
 (58) CNCiv., Sala B, 6-XI-1986, “Gelves, U. c/Spirito, G.”, LLGran Cuyo, 2007-133
J.A., 1987-IV-262.  (62) CN Com sala C, 7/6/2005, “Racana M. c/Sainte
 (59) CNCom., Sala E, 26-VIII-1987, “Gordovil, J. c/ Claire Editora”, JA: 2005-IV-440.
American Express Argentina”, J.A., 1987-IV-479, donde  (63) MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág. 123.
se sostuvo que el fundamento de la presunción de con-  (64) La formación del contrato exige una concor-
sentimiento tácito del art. 1146 del Cód. Civ. está en el dancia exacta entre la oferta y su aceptación (GHESTIN,
principio de no contradicción: la aceptación se presume J., ob. cit., nro. 224, pág. 241; CNFed. Civ. y Com., Sala
porque el disenso entraría en contradicción con lo ac- I, 24-V-1985, “Gas del Estado c/Richco S.A.”, J.A., 1985-
tuado por el mismo sujeto. IV-112).
46 | Suplemento especial cONTRATOS

se hallaba incluida en el artícu­lo 1152 del Código Artícu­lo 979. Modos de aceptación. Toda decla-
civil. ración o acto del destinatario que revela confor-
midad con la oferta constituye aceptación. El si-
Es suficiente la ausencia de acuerdo sobre uno lencio importa aceptación sólo cuando existe el
solo de ellos, para que quede frustrado el consen- deber de expedirse, el que puede resultar de la vo-
timiento (65). De allí que, bajo la vigencia del Código luntad de las partes, de los usos o de las prácticas
civil se tuviera expresado que “la aceptación ins- que las partes hayan establecido entre ellas, o de
trumentada en una orden de compra que modi- una relación entre el silencio actual y las declara-
fica la oferta original debe interpretarse como una ciones precedentes.
contraoferta en los términos del artícu­lo 1152 del
Código civil y no como una mera aceptación con Se trata de un tema que no fue regulado por
modificaciones” (66). el Código civil, pero sí ahora con la nueva regu-
lación. Sobre el particular son de aplicación los
La aceptación debe ser “lisa y llana”. Recor-
artícu­los 262 a 264 del nuevo Código civil y comer-
demos que sobre la regulación contenida en el
cial. Esto significa, en lo que atañe al tema que nos
Código civil, sosteníamos que cualquier modifica-
ocupa que la aceptación puede provenir de una
ción importaba la propuesta de un nuevo contrato
(artícu­
lo 1152, Código Civil.) o contraoferta (67), manifestación exteriorizada oralmente o por es-
afirmación que, sancionado el nuevo Código civil crito, por signos inequívocos o por la ejecución de
y comercial la repetimos aunque con un añadido: un hecho material. En cuanto al silencio (artícu­lo
las modificaciones pueden ser admitidas por el 263), el Código civil y comercial reproduce lo que
oferente si lo comunica de inmediato al aceptante. disponía el artícu­lo 919 del Código civil, de modo
En ese caso, queda perfeccionado el contrato que el mismo importa aceptación cuando existe
(ART. 978, CCCN). obligación de expedirse la que puede resultar de la
voluntad de las partes, o de los usos o de las prác-
XXI. Modos de aceptación: una novedad ticas que las partes hayan establecido entre ellas, o
de una relación entre el silencio actual y las decla-
El Código civil y comercial de la Nación intro- raciones precedentes. Finalmente, la aceptación
duce una novedad: los modos de aceptación y lo puede ser tácita, la que resulta de los actos por los
hace así: cuales se la puede conocer con certidumbre, salvo
que la ley o la convención exijan una manifesta-
ción expresa.

 (65) Incluso, si la oferta contiene elementos secunda- XXII. El perfeccionamiento del contrato
rios, el desacuerdo sobre ellos también impide el perfec-
cionamiento (Borda, G., ob. cit., T. II, nro. 1213, pág. 156). El contenido de la regulación del perfecciona-
Cfr. CCiv. y Com., Sala I, Bahía Blanca, “Bronzzetti, Ma-
miento del contrato, debe entendérselo referido a
rino I. c/Richert, H.”, 1996-I-109, donde se afirmó que en
las dos categorías clásicas:
nuestro Derecho, el desacuerdo —aun respecto de cues-
tiones accidentales—, obsta al perfeccionamiento del
contrato. El acuerdo —se agregó— debe ser completo, y Artícu­lo 980. Perfeccionamiento. La aceptación
la conformidad sobre puntos aislados, aun cuando com- perfecciona el contrato:
prenda a los elementos esenciales del contrato, no es
vinculante, en la medida en que la regulación supletoria a) entre presentes, cuando es manifestada;
prevista para el tipo contractual en cuestión no puede
superar —por su propia naturaleza— el desacuerdo ex- b) entre ausentes, si es recibida por el propo-
preso de las partes. nente durante el plazo de vigencia de la oferta.
 (66) CN Com sala C, 28/4/2006, “Interservices Mana-
gement Lt. c/Provincia ART”, JA: 2006-III-152
La presente disposición debe entendérsela ar-
 (67) En el sentido indicado, se tiene expresado que
ticulada con lo dispuesto por el artícu­lo 974, de
“la contestación de la propuesta originaria no produce
el perfeccionamiento del contrato, cuando no importa modo que la aceptación perfecciona el contrato
aceptación de dicho ofrecimiento sino contraoferta por entre presentes, cuando es manifestada inmedia-
la que se mutan aspectos sustanciales del régimen ori- tamente. A su vez, la aceptación perfecciona el
ginal —regalías, porcentajes de ganancias, local donde contrato entre ausentes, si es recibida por el ofer-
debía funcionar el negocio franquiciado—, sin que tales tante durante el plazo de vigencia de la oferta. Si
modificaciones hayan sido aceptadas por el ofertante, no ha mediado plazo, debe entenderse que la
pues aquella importa la proposición de un nuevo con- aceptación perfecciona el contrato si es recibida
trato (artícu­lo 1052, Código civil). en un plazo razonable (arg. artícu­lo 974-3).
Rubén S. Stiglitz | 47

XXIII. Retractación de la aceptación teoría de la recepción. En efecto, la disposición en


análisis establece que la aceptación puede ser re-
La cuestión se halla disciplinada a través del si- tractada, si la comunicación de su retiro es reci-
guiente texto: bida por el destinatario antes o al mismo tiempo
que ella. La expresión “destinatario” está referida
Artícu­lo 981. Retractación de la aceptación. La al oferente.
aceptación puede ser retractada si la comunica-
ción de su retiro es recibida por el destinatario XXIV. El acuerdo parcial. Otra novedad
antes o al mismo tiempo que ella.
El acuerdo parcial constituye otra de las tantas
El problema de la obligatoriedad de la acepta-
novedades que introduce la teoría general del
ción se presenta únicamente en los casos de con-
contrato. Lo hace a través de un texto como el que
tratos perfeccionados entre ausentes, en los cuales
sigue:
las partes se hallan imposibilitadas de intercam-
biar declaraciones sin solución de continuidad y, Artícu­lo 982. Acuerdo parcial. Los acuerdos par-
por ende, media un lapso entre la emisión de la ciales de las partes concluyen el contrato si todas
aceptación y la recepción de esa declaración. Ello ellas, con la formalidad que en su caso corres-
es así porque en los contratos entre presentes, al ponda, expresan su consentimiento sobre los ele-
contrario, una vez emitida la aceptación, ella es mentos esenciales particulares. En tal situación, el
recibida simultáneamente, y automáticamente contrato queda integrado conforme a las reglas del
queda perfeccionado el contrato, de modo que no Capítulo 1. En la duda, el contrato se tiene por no
queda margen temporal para revocar esa declara- concluido. No se considera acuerdo parcial la ex-
ción de aceptación. tensión de una minuta o de un borrador respecto
En cambio, en los contratos entre ausentes, con- de alguno de los elementos o de todos ellos.
forme lo disponía el artícu­lo 1155-1 del Código
XXV. El acuerdo parcial
Civil, el aceptante podía retractar su declaración
antes de que ésta llegue a conocimiento del ofe-
rente, lo que significaba que era suficiente con que El acuerdo parcial constituye una novedad con
la retractación de la aceptación se expida (68). No relación a lo que establecía el Código civil que,
era necesario que llegara con anterioridad a que la como se recordará, requería incluir en la oferta
aceptación hubiera sido conocida por el oferente, “todos los elementos constitutivos” de la misma.
bastando con que la retractación haya sido emi-
tida antes. En ese caso, la aceptación como mani- La fuente del artícu­lo 982 podría hallarse cons-
festación de voluntad no lo vincula u obliga. tituida por lo dispuesto por el artícu­lo 1242 de la
“Propuesta de la modernización del derecho de
Al contrario, una vez recibida por el oferente la las obligaciones y contratos” para España del 2010
declaración de aceptación, toda retractación ul- en tanto establece que: “No impedirá la perfec-
terior a la aceptación recibida no valdría como ción de un contrato, si las partes están de acuerdo
tal, careciendo de eficacia a tales efectos, pues el en sus elementos esenciales y quieren vincularse
contrato ya estaría perfeccionado, y el incumpli- ya, el que hayan dejado algún punto pendiente
miento de las obligaciones asumidas por el acep- de negociaciones ulteriores”. Lo propio acontece
tante le haría incurrir en responsabilidad civil con- con el artícu­lo 1388 del Código civil de Québec,
tractual (69). en cuanto dispone que “Es una oferta de contratar,
la propuesta que contiene todos los elementos
Ahora, sancionado el Código civil y comercial esenciales del contrato previsto y que indica la vo-
la situación ha variado pues se ha optado por la luntad de su autor de hallarse ligado en caso de
aceptación”.
 (68) LLAMBÍAS, J. J. - ALTERINI, A. A., ob. cit., T. III-A,
XXVI. Los elementos esenciales de los
pág. 55.
contratos: enumeración. Importancia
 (69) MOSSET ITURRASPE, J., Contratos, cit., pág. 126,
de la cuestión. Vinculación del tema
quien interpreta de ese modo —en postura que com-
partimos— el texto —por cierto oscuro— del citado art.
con la clasificación de las fuentes de la
1155-2, en cuanto dispone que “si la retractare después reglamentación contractual
de haber llegado al conocimiento de la otra parte, debe
satisfacer a ésta las pérdidas e intereses que la retracta- El Código Civil no enunciaba los elementos del
ción le causare, si el contrato no pudiese cumplirse de contrato ni tampoco lo ha hecho el nuevo Código
otra manera, estando ya aceptada la oferta”. civil y comercial, cuestión que sí ha sido prevista
48 | Suplemento especial cONTRATOS

en el derecho comparado y elaborada por la doc- En Francia, cuando Colin y Capitant examinan
trina nacional. el tema, afirman que el artícu­lo 1108 confunde en
su enumeración las condiciones de existencia y de
Se coincide en la trascendencia del tema y en su formación del contrato y sus condiciones de va-
íntima vinculación con la validez (y no con la efi- lidez (75).
cacia) del contrato, pues el examen sobre la exis-
tencia y legitimidad de los elementos esenciales Ripert y Boulanger señalan que la disposición
se refiere al período de estructuración (formativo) legal ha tratado “en conjunto” las condiciones de
del acto. existencia y las condiciones de validez del con-
trato y lo que califican de confusión, lo explican en
Los elementos constitutivos o estructurales del la circunstancia de “que no siempre es fácil hacer
contrato, tradicionalmente se han denominado o la separación entre unas y otras” (76).
se les asignó tratamiento de esenciales, entendido
ello en el sentido de que la falta de o la infracción Por su parte, Josserand observa que la incapa-
a cualquiera de ellos afecta su existencia o su va- cidad funciona como un vicio del consentimiento
lidez, según el caso (70). y no como una condición autónoma (77).

Al punto que es valor entendido, que todas las Carbonnier llama elementos constitutivos o es-
cuestiones inherentes a la estructura esencial del tructurales o requisitos de existencia a las condi-
contrato, se hallan contenidas en normas impe- ciones enunciadas en el artícu­lo 1108 del Código
rativas como fuente de la reglamentación o con- Civil que, de no concurrir, anulan el contrato (78).
tenido del contrato, lo que las torna indisponibles
por las partes de la relación jurídica sustancial. En Italia, ocurre lo propio.

XXVII. Elementos esenciales de los contratos Así Messineo denomina elementos constitu-
(continuación). Precedentes en el derecho tivos a las partes y al consentimiento. Y presu-
comparado: Francia, España e Italia puestos de validez del contrato, a la capacidad de
obrar y el poder de disponer (79).
La cuestión ha sido regulada, por ejemplo, en
el Código Civil francés (71), por el Código Civil ita- Años más tarde, a los requisitos los denominó
liano (72) y por el Código Civil español (73) y, como se componentes del contrato, como expresión equi-
advierte, no existe coincidencia en la denomina- valente a elementos constitutivos o legales, recor-
ción ni en el enunciado (74). dando que en alguna otra disposición (art. 1336-
1), por ejemplo la referida a oferta al público, se
emplea la expresión extremos.
 (70)  RIPERT, G. - BOULANGER, J., Tratado de Derecho
Civil, T. IV, La Ley, Buenos Aires, 1964, nro. 129, pág. 97.
 (71) Artícu­ lo 1108: “Cuatro condiciones son esen-
ciales para la validez de una convención: “— El consen- rraspe, no sólo en lo relativo al alcance o significado de
timiento de la parte que se obliga;”— Su capacidad de los vocablos sino, además, al conocimiento sobre cuáles
contratar;”— Un objeto cierto que forma la materia de la son los elementos que integran el contrato en punto a
obligación;”— Una causa lícita de la obligación”. su formación y validez (MOSSET ITURRASPE, J., ob. cit.,
 (72)  Artícu­lo 1325: “Indicación de los requisitos. Son pág. 54).
requisitos del contrato: “1) el acuerdo de las partes; “2) la  (75)  Para los citados autores, son condiciones de exis-
causa;”3) el objeto;”4) la forma, cuando resultara pres- tencia y formación del contrato, el consentimiento de las
cripta por la ley bajo pena de nulidad (arts. 1350-1352)”. partes, el objeto y la causa, al punto que la ausencia de
 (73) Artícu­ lo 1261: “No hay contrato sino cuando alguna de ellas produce la nulidad absoluta del acto. A
concurren los requisitos siguientes:”1) Consentimiento su turno, —prosiguen— son condiciones de validez del
de los contratantes;”2) Objeto cierto que sea materia del acto, la capacidad de las partes y la inexistencia de vicios
contrato;”3) Causa de la obligación que se establezca”. de la voluntad, de suerte tal que si faltan algunas de estas
 (74)  Basta para demostrarlo, los ejemplos a los que dos últimas condiciones, el contrato es anulable (COLIN,
ya nos hemos referido. Con el nombre de condiciones, el A. - CAPITANT, H., ob. cit., T. III, pág. 609).
Código Civil francés incluye también la capacidad. Y con  (76) RIPERT, G. - BOULANGER, J., ob. cit., T. IV, nro.
el nombre de requisitos el Código Civil italiano también 129, pág. 97.
menciona la forma. Esto pone en evidencia el uso de de-  (77) JOSSERAND, L., ob. cit., T. II, vol. 1, nro. 39,
nominaciones tan genéricas como vagas a las que hace pág. 38.
referencia Castán Tobeñas (CASTÁN TOBEÑAS, J., De-  (78) CARBONNIER, J., Derecho Civil, T. II, Bosch,
recho Civil Español, Común y Foral, T. III, Reus, Madrid, Barcelona, 1960, vol. II, nro. 95, págs. 153 y sigs.
1978, pág. 478) y la anarquía a que alude Mosset Itu-  (79)  MESSINEO, F., Manual..., cit., T. IV, pág. 436.
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Afirma que los matices terminológicos “com- La forma, cuando es exigida por la ley, es acep-
plican inútilmente las cosas”, pero que lo que tada como elementos constitutivo particular, o
se debe tener en claro es que el enunciado del sea, referido a los contratos de forma constitutiva,
artícu­lo 1325 del Código Civil italiano, debe enten- pero no como elemento estructural de carácter ge-
derse en el sentido de que el contrato que no con- nérico que atrape en su formulación a todos los
tenga los elementos componentes no se perfec- contratos.
ciona, pues la ley atribuye a los mismos carácter
necesario y que ello surge del artícu­lo 1418 del Genéricamente, la forma como expresión o ex-
mismo Código en cuanto se estatuye como causa teriorización de la voluntad es un presupuesto del
de nulidad del contrato “la falta de uno de los re- consentimiento (84).
quisitos indicados por el artícu­lo 1325...” (80).
En cambio, más allá del consentimiento y de la
En suma, la corriente doctrinaria dominante forma, se ha afirmado que la causa y el objeto son
equipara requisitos con elementos, en el sentido construcciones dogmáticas que han constituido
de “entidades” cuya presencia es requerida para —y siguen siéndolo— materias de ásperas e in-
que un acto tenga existencia (81). conclusas controversias doctrinales, sea en orden
a su autonomía, como a su significado, cuyo perfil
Prevalece el criterio de que el artícu­lo 1325 del no corresponde al de un elemento o requisito (85).
Código Civil italiano carece de alcance normativo,
pues no porta carácter imperativo (prohibitivo o XXVIII. Elementos esenciales de los contratos
permisivo), o sea no implica un mandato del le- (continuación). Conclusiones
gislador. Parece ser, se afirma, un enunciado más
propio de la doctrina que de la ley, un “índice su- Como quiera denominárseles: elementos, con-
mario” de nociones fundamentales que luego se diciones, requisitos, componentes, extremos, pre-
desenvuelve en normas y que “son reagrupadas supuestos, etcétera, no pensamos que sea rele-
en relación con la numeración de este artícu­lo” (82). vante la falta de coincidencia en la denominación,
si la acepción y los efectos que se pretende atribuir
Uno de los requisitos exigidos por el artícu­lo a todas y cada una de las expresiones utilizadas,
1325 del Código Civil es el de la forma, cuando re- es la misma.
sultara prescripta por la ley bajo pena de nulidad,
cuya inclusión ha sido objeto de generalizada Debemos comenzar admitiendo con relación
aceptación (83). al enunciado identificado como clásico: consen-
timiento, objeto y causa, que no es pacífica la
doctrina de los países cuyas legislaciones le han
servido de fuente, en el sentido de que los tres
 (80) MESSINEO, F., “Il contrato...”, en Trattato ..., cit., constituyan elementos esenciales. Por nuestra
T. I, XXI, pág. 97, de donde deduce que a los elementos parte, decididamente nos inclinamos por afirmar
del artícu­lo 1325 cabe aplicarles la calificación de cons- que lo son, al punto que los tres países que hemos
titutivos o esenciales, pues mediante ellos el contrato se tomado como ejemplo, aunque lo hayan hecho
perfecciona y viene a existir. Agrega este autor que las ex- con otras denominaciones o hayan añadido algún
presiones “constitutivos o esenciales” equivalen a “ne- otro, incluyen el consentimiento, el objeto y la
cesarios” en el sentido de que la presencia de ellos está causa.
ligada al perfeccionamiento del contrato y sin ellos, el
contrato es nulo.
 (81) MIRABELLI, G., Dei Contratti in Generale, Utet,
Torino, 1987, págs. 42 y sigs.
 (82) SCOGNAMIGLIO, R., ob. cit., Libro IV, págs. 65 y
sigs., quien afirma que la enumeración sólo tiene impor-
tancia descriptiva y sistemática; MIRABELLI, G., ob. cit.,  (84) BARBERO, D., Sistema del Derecho Privado, T. I,
pág. 43. Ejea, Buenos Aires, 1967, nro. 217, págs. 453 y sigs., quien
 (83) BIANCA, M., ob. cit., pág. 284, quien lo funda en apartándose del sistema tradicional enuncia la estruc-
intereses superiores “responsabilización del consen- tura del negocio como integrada por: (a) la manifesta-
timiento”, como ser que impone en ocasiones, la carga ción negocial, que incluye la “forma” de la manifestación
del acto público consistente en declarar el propio con- y, por ende, el consentimiento (págs. 472 y sigs.); (b) la
sentimiento ante un oficial público; en menor medida voluntariedad de la manifestación (pág. 516), integrada
la carga de otorgar por escritura pública con el designio por los vicios del consentimiento; (c) la intención nego-
de reclamar la atención de la parte sobre la declaración cial, a la que identifica con la causa y distingue del mo-
hecha suya mediante la firma; obtener la certeza del tivo (pág. 533).
acto, etcétera.  (85)  SCOGNAMIGLIO, R., ob. cit., Libro IV, pág. 67.
50 | Suplemento especial cONTRATOS

XXIX. Recepción de la manifestación de la parcialmente aceptada por el Código Civil (arg.


voluntad. Una modificación fundamental artícu­lo 1149 y 1154) y se inclina por la teoría de
El texto constituye una novedad: la recepción. En efecto, la disposición exami-
nada lo establece “a los fines de este Capítulo”,
Artícu­lo 983. Recepción de la manifestación de lo que significa que cualquiera sea la manifes-
la voluntad. A los fines de este Capítulo se con- tación de voluntad, la del oferente o la del acep-
sidera que la manifestación de voluntad de una tante, es recibida cuando la conoce o debió co-
parte es recibida por la otra cuando ésta la co- nocerla. Cuando se alude a la declaración de
noce o debió conocerla, trátese de comunicación voluntad, la norma dispone que la comunica-
verbal, de recepción en su domicilio de un instru-
ción que la contiene puede ser verbal, a través
mento pertinente, o de otro modo útil.
del instrumento pertinente o de otro modo
Definitivamente, el Código civil y comercial útil. La recepción debe serlo en el domicilio del
de la Nación, abandona la teoría de la emisión destinatario.u
El contrato por adhesión
en el Código Civil y Comercial
de la Nación
POR Carlos A. Hernández

SUMARIO: I. Introducción.— II. La tipificación del contrato por adhesión en el contexto de las moda-
lidades contractuales.— III. El contrato por adhesión como expresión de la quiebra conceptual de la ca-
tegoría contractual. Consolidación de tendencias preexistentes a la reciente reforma.— IV. La interpreta-
ción del contrato en su relación con el fraccionamiento de la categoría: la hermenéutica de los contratos
por adhesión.— V. Sobre los mecanismos de inclusión de las cláusulas predispuestas en los contratos
por adhesión.— VI. Instrumentos para el control de contenido del contrato por adhesión: los criterios de
desestimación de cláusulas abusivas.— VII. Diálogo entre las normas del contrato por adhesión y las del
contrato de consumo: el acierto del nuevo régimen legal.

I. Introducción predisposición contractual, la que puede verifi-


carse aisladamente, esto es, respecto de un con-
Adentrarse en el tema del “contrato por adhe- trato en particular celebrado por el predispo-
sión”, supone hacerlo a una problemática que ha nente, o de modo masivo como requerimiento
devenido clásica para la teoría del contrato (1), pero de las grandes empresas comerciales, que exigen
que a la vez, sigue presentando aristas de marcado la estandarización no sólo de las relaciones con-
interés, en gran medida a consecuencia de sus im- tractuales que celebran con los usuarios y consu-
plicancias prácticas. midores, sino también de las que conciertan con
las empresas con las cuales suscriben acuerdos
Inicialmente recordamos que el “contrato por de colaboración para conformar redes de co-
adhesión” se inscribe dentro del fenómeno de la mercialización de sus productos y servicios (2).
En sí misma, la predisposición no constituye
 (1)  Sólo en la doctrina argentina pueden consultarse una práctica disvaliosa (3), sin perjuicio de lo cual
desde hace décadas, múltiples estudios sobre la materia, la adhesión del no predisponente requiere de
entre los que recordamos a los siguientes: ALTERINI, una mirada más atenta para discernir adecua-
Atilio A., Contratos Civiles-Comerciales-De Consumo. damente el consentimiento así formado, y evitar
Teoría General, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1998, págs. 125 se la utilice como mecanismo de traslación de
y sgts.; MOSSET ITURRASPE, Jorge “El contrato por ad- riesgos por quienes detentan un mayor poder
hesión en la doctrina, legislación y jurisprudencia”, Re- negocial (4).
vista de Ciencias Jurídicas y Sociales, U.N.L., Año XXI (3ª
Epoca), Nº 98 a 99, Santa Fe, 1959, págs. 511 y sgts. y Con-
tratos, Ediar, Bs. As., 1981, págs. 125 y sgts.; REZZÓNICO,
Juan C., Contratos con cláusulas predispuestas, Astrea,  (2) MAGGIOLO, Marcelo, Il contrato predisposto,
Bs. As., 1987; STIGLITZ, Rubén S. y STIGLITZ, Gabriel A., Cedam, Padova, 1996.
Contratos por adhesión, cláusulas abusivas y protección  (3)  LORENZETTI, Ricardo Luis, Tratado de los Con-
al consumidor, Depalma, Bs. As., 1985; VALLESPINOS, tratos, Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fe, 1999, T. I,
Carlos G., El contrato por adhesión a condiciones gene- pág. 139.
rales, Universidad, Bs. As., 1984 y VIDELA ESCALADA,  (4)  STIGLITZ, Rubén S., “Un nuevo orden contrac-
Federico, “Contratos por adhesión”, en Homenaje a tual en el Código Civil y Comercial de la Nación”, LA LEY
Héctor Lafaille, Depalma, Bs. As., 1968, págs. 717 y sgts. 2014-E, pág. 1332 y ss.
52 | Suplemento especial cONTRATOS

En esta ocasión nos proponemos abordarlo (5) tual (7), por lo cual estamos convencidos que no
desde la perspectiva que aporta el Código Civil y habrán de presentar dificultades a la hora de su
Comercial de la Nación (6), que no sólo se ocupa aplicación, salvo las que derivan de las habituales
de tipificarlo, sino de disciplinar sus principales resistencias a admitir —por algunos sectores— li-
efectos, en especial la consagración de reglas her- mitaciones razonables a la autonomía de la vo-
menéuticas especiales (arts. 986 y 987), junto a luntad.
mecanismos de inclusión (art. 985) y de control
sustancial de las cláusulas predispuestas (art. 988). II. La tipificación del contrato por adhesión
No habremos de soslayar que el nuevo régimen lo en el contexto de las modalidades contractuales
hace en el marco de un adecuado diálogo con la
categoría de los contratos de consumo, aunque El nuevo Código regula muchas de las modali-
consciente de que su principal aporte se da fuera dades de contratación reconocidas en la vida ne-
del ámbito de aplicación de estos últimos. Sobre gocial (contratos preliminares —arts. 994 a 996—;
todos estos tópicos habremos de pasar breve re- contrato por persona a designar —art. 1029—;
vista, destacando inicialmente que las normas in- contrato por cuenta de quien corresponda —art.
corporadas a nuestro sistema jurídico suponen 1030—; subcontrato —art. 1069 a 1072—) supe-
una consolidación y avance en torno a la protec- rando las lagunas que tradicionalmente existieron
ción de la debilidad jurídica en el plano contrac- sobre la materia. Lo hace a medida que se abordan
los diferentes temas de la teoría general del con-
trato con los cuales se relacionan. De tal modo, su
tratamiento privilegia la respectiva pertenencia
 (5)  Sobre esta problemática y sus efectos nos hemos conceptual, y el sentido que resulta de los fines
ocupado en varios estudios previos, entre otros: FRES- prácticos a los que está llamada a cumplir cada fi-
NEDA SAIEG, Mónica L. - ESBORRAZ, David F. - HER- gura.
NÁNDEZ, Carlos A., “Las cláusulas abusivas en el con-
trato de seguro”, en Jurisprudencia Argentina, t. 1994-III, Dentro de ese elenco de modalidades cabe si-
pág. 944 y ss. HERNÁNDEZ, Carlos Alfredo - ESBO- tuar al “contrato por adhesión a cláusulas gene-
RRAZ, David Fabio, “La problemática de las cláusulas rales predispuestas”, disciplinado en los arts. 984
abusivas en el Estatuto argentino de defensa del con- a 989 del Código unificado. Esa pertenencia ha
sumidor”, en Anuario de la Facultad de Ciencias Econó- sido puesta de manifiesto en los propios “Funda-
micas del Rosario (P.U.C.A.), Rosario, 1997, vol. I, pág. mentos” que acompañaron al Anteproyecto de
90 y ss. NICOLAU, Noemí L. - HERNÁNDEZ, Carlos A. Reformas —antecedente directo de aquél— en
- FRUSTAGLI, Sandra A. - FRESNEDA SAIEG, Mónica, cuanto allí se dijo que “El supuesto que se regula
“Reflexiones sobre el Proyecto de Código Civil de 1998 no es un tipo general del contrato, sino una moda-
en materia contractual”, RCyS, 2000, pág. 239 y ss. HER- lidad del consentimiento” (8).
NÁNDEZ, Carlos Alfredo - ESBORRAZ, David Fabio,
“Cláusulas abusivas en la contratación inmobiliaria”, en La definición que brinda el art. 984 es elocuente
AA.VV, Abuso de derecho, Buenos Aires, 2006, pág. 29 en tal sentido, al afirmar que “El contrato por ad-
y ss. hesión es aquel mediante el cual uno de los contra-
 (6)  Sobre el Proyecto de 2012 pueden verse valiosos tantes adhiere a cláusulas generales predispuestas
aportes: GASTALDI, José María - GASTALDI, José Ma- unilateralmente, por la otra parte o por un tercero,
riano, “Los contratos en general” en Comentarios al Pro- sin que el adherente haya participado en su redac-
yecto de Código Civil y Comercial de la Nación 2012, ción”. El dato relevante se sitúa así en el modo o
AAVV, dirigido por Julio César RIVERA y coordinado por forma de arribar al consentimiento, problemá-
Graciela MEDINA, pág. 592 y ss. MÁRQUEZ, José Fer- tica típica de las modalidades contractuales. Rea-
nando - CALDERON, Maximiliano Rafael, “Contratos
firmando esta idea, la Comisión Reformadora ha
por adhesión a condiciones generales en el Proyecto de
dicho en sus fundamentos que “El contrato se ce-
Código Civil y Comercial de 2012”, DPyC, 2014-1, pág.
267 y ss. ESBORRAZ, David Fabio, “Los contratos cele-
lebra por adhesión cuando las partes no negocian
brados por adhesión a cláusulas generales predispuestas sus cláusulas, ya que una de ellas, fundada en su
en el Proyecto de Código civil y comercial (algunas re- mayor poder de negociación, predispone el conte-
flexiones comparativas con el derecho italiano)”, RCyS nido y la otra adhiere” (9).
2014-VII, pág. 15 y ss. y CRACOGNA, Dante, “Contratos
por adhesión”, RDCCE 2012, Año III, Nº 5, pág. 232 y ss.
Más recientemente puede consultarse a CILIBERTO,  (7)  NICOLAU, Noemí L., “Fundamentos de Derecho
Leonel Javier, “Los contratos celebrados por adhesión Contractual”, La Ley, Buenos Aires, 2009, T. I, pág. 231.
a cláusulas generales predispuestas y su aparición en  (8)  Proyecto de Código Civil y Comercial de la Na-
el nuevo Código Civil y Comercial”, publicado en DJ del ción, Infojus, Buenos Aires, 2012, pág. 626.
31/12/2014, pág. 9.  (9)  Ídem.
Carlos A. Hernández | 53

Todo lo dicho se refleja en el método empleado por adhesión, entendido como el “...contrato pre-
por el reformador, que sitúa a la Sección 2ª relativa dispuesto en que la parte no predisponente ha es-
a los “Contratos celebrados por adhesión a cláu- tado precisada a declarar su aceptación” (art. 899,
sulas generales predispuestas” dentro del Capí- inc. e).
tulo 3 sobre “Formación del consentimiento”. Lo
hace empleando un criterio lineal —de sencilla III. El contrato por adhesión como expresión
comprensión para los operadores jurídicos— (10), de la quiebra conceptual de la categoría
que prescinde de las distinciones tradicional- contractual. Consolidación de tendencias
mente trazadas por un sector de nuestra doc- preexistentes a la reciente reforma
trina entre “contratos predispuestos” y “contratos
por adhesión” (11). El camino elegido supone apar- La recepción expresa del “contrato por adhe-
tarse de la postura adoptada por el Proyecto de sión” importa además, aceptar una categoría jurí-
1998 (12), que en sintonía con los proyectos prece- dica, que al igual que ocurre con el “contrato de
dentes (13) y algunas soluciones del Derecho Com- consumo”, implica un quiebre en la noción única
parado (14), diferenciaba entre el “contrato predis- de contrato, y marca la apertura hacia una con-
puesto”, visto como “...aquel cuyas estipulaciones cepción más objetivada (16). Sobre el particular,
han sido determinadas unilateralmente por alguna los “Fundamentos” que acompañaron al Ante-
de las partes...” (art. 899, inc. c) (15), del celebrado proyecto expresaron con claridad que “El sistema
queda ordenado entonces de la siguiente manera:
a.— Contratos discrecionales: en ellos hay plena
 (10) En los citados “Fundamentos” se dijo que “... autonomía privada. b.— Contratos celebrados por
hemos preferido una solución que parece más simple, adhesión: cuando se demuestra que hay una adhe-
regulando el contrato celebrado por adhesión a cláu- sión a cláusulas generales redactadas previamente
sulas generales y, dentro de la Sección, fijando algunas por una de las partes, hay una tutela basada en la
reglas para la redacción de cláusulas predispuestas”, aplicación de este régimen. c.— Contratos de con-
ibídem. sumo: cuando se prueba que hay un contrato de
 (11)  En un interesante trabajo sobre la materia, el Dr. consumo, se aplica el Título III, sea o no celebrado
Roberto H. Brebbia propugnaba diferenciar los “con- por adhesión, ya que este último es un elemento no
tratos predispuestos” de aquellos celebrados “por adhe- tipificante”.
sión”, de conformidad al rol que a cada uno de ellos le
correspondía en el “período precontractual”, en “Nuevas Lo dicho nos llevan a coincidir con quienes en-
modalidades del consentimiento ante el Código Civil”, tienden que “...la modalidad de los ‘contratos cele-
Revista del Colegio de Abogados de Rosario, Nº XII, págs. brados por adhesión a cláusulas generales predis-
941 y sgts.; este trabajo puede vérselo asimismo en “Ins- puestas’ constituiría un ‘tercer género de contrato’...
tituciones de Derecho Civil”, Juris, 1997, T. I., págs. 195 que se ubicaría a mitad de camino entre la ‘regla ge-
y sgts.
neral’, identificada con los ‘contratos discrecionales’,
 (12)  V. “Proyecto de Código Civil de la República Ar- ‘paritarios’ o ‘negociados’ .... y la otra ‘categoría
gentina”, Antecedentes Parlamentarios, La Ley, Bs. As.,
especial’ de los negocios contractuales constituida
1999. No debe olvidarse que el mismo ha sido tomado
por los ‘contratos de consumo’“ (17). La cuestión no
como punto de partida para los trabajos de la última Co-
misión Reformadora.
resulta desprovista de importantes consecuencias
 (13)  Tanto el Proyecto de Código Civil de 1987 (art.
técnicas y prácticas (18), que en lo que conciernen
1157, primera parte), cuanto el Proyecto de Código Civil
elaborado por la Comisión designada por el P.E.N me-
diante decreto 468/92 (art. 870, primera parte) y el Pro- puestas por alguna de las partes, con alcance general y
yecto de Código Civil elaborado por la denominada para ser utilizadas en futuros contratos particulares, sea
Comisión Federal (art. 1157 primera parte) aludían ex- que estén incluidas en el instrumento del contrato, o en
presamente a la categoría de los “contratos con cláusulas otro separado” (art. 899, inc. d).
predispuestas”.  (16) Así, encuentra recepción una importante co-
 (14)  El primer párrafo del art. 1379 del moderno Có- rriente de opinión dentro de la doctrina nacional con-
digo de Quebec establece expresamente que “el contrato temporánea, p. v. NICOLAU, Noemí L., Fundamentos de
es por adhesión cuando las estipulaciones esenciales en Derecho Contractual, ob. cit., pág. 195.
él contenidas han sido impuestas por una de las partes  (17) ESBORRAZ, David Fabio, “Los contratos cele-
o redactadas por ella, por su cuenta o siguiendo sus ins- brados por adhesión a cláusulas generales predispuestas
trucciones, y que no pudieron ser libremente discutidas”. en el Proyecto de Código civil y comercial (algunas re-
 (15)  Además, el Proyecto de 1998 colocaba en una flexiones comparativas con el derecho italiano)”, ob. cit.
relación de género a especie a los “contratos predis-  (18)  Tradicionalmente se reconoce que “Es menester
puestos” respecto de las “condiciones generales de con- distinguir conceptualmente el contrato tradicional del
tratación”, al definir a éstas como “...las cláusulas predis- negocio jurídico masificado. En tanto el sistema clásico
54 | Suplemento especial cONTRATOS

al “contrato por adhesión”, abordaremos somera- En tal sentido, el art. 1061, al expresar que “El con-
mente en este trabajo, en ocasión del racconto de trato debe interpretarse conforme... al principio de
sus principales efectos, ostensiblemente asimé- la buena fe”, cumple la función de fijar los hori-
tricos con los que se reconocen respecto de los zontes generales que ha de gobernar la tarea inter-
discrecionales o paritarios. pretativa. El texto guarda directa relación con el art.
961 que dispone “Los contratos deben celebrarse,
Por esta vía, se consolida una importante ten- interpretarse y ejecutarse de buena fe. Obligan no
dencia encaminada a imponer límites al poder de sólo a lo que está formalmente expresado, sino a
configuración unilateral del contenido del con- todas las consecuencias que puedan considerarse
trato, con sustento en los principios informadores comprendidas en ellos, con los alcances en que ra-
del Derecho Privado (vg. buena fe; abuso de de- zonablemente se habría obligado un contratante
recho, etc.), y en un número significativo de leyes cuidadoso y previsor”. Como bien se ha dicho en
especiales, que dan cuenta de un “orden público nuestra doctrina anterior a la reforma, “Aplicado a
económico de protección”, que morigera, el rigo- la interpretación, el principio de la buena fe signi-
rismo del “pacta sunt servanda”. fica que en un caso concreto el hombre debe y confía
que una declaración de voluntad surtirá sus efectos
IV. La interpretación del contrato en su usuales, los mismos efectos que se han producido,
relación con el fraccionamiento de la categoría: por lo general, en casos similares” (19). Allí aparece el
la hermenéutica de los contratos por adhesión nexo entre buena fe y razonabilidad —que ahora
señala la última parte del art. 961—, en tanto ésta
Como hemos visto en el punto precedente, la última reenvía a la realidad, exigiendo obrar de
teoría del contrato se encuentra signada en el acuerdo a lo que resulta usual en el mercado (20)  (21).
nuevo Código por su fragmentación, dado que
De este modo, no puede dudarse que la razonabi-
junto a la categoría general del contrato (art. 957),
lidad obra como una determinación más precisa
se reconocen los “contratos por adhesión a condi-
de la buena fe, dado que para reconstruir aquello
ciones generales de contratación” (art. 984) y los
que las partes entendieron, habitualmente será
contratos de consumo (art. 1093). Un efecto cen-
necesario partir de los criterios derivados de la
tral que deriva del distingo, reside en la cuestión
aceptación general con un sentido humano de va-
hermenéutica.
loración, tomando en cuenta el tipo de contrato
De ello resulta que las normas del Capítulo 10 perfeccionado y la realidad económico—social
de la teoría general —sobre “Interpretación”—, no circundante (22), de todo lo cual parecería no poder
desconocen la supremacía —en lo pertinente— de sustraerse el “contrato por adhesión”.
las reglas especiales previstas para los “contratos
por adhesión a cláusulas generales predispuestas”
en los arts. 986 y 987, y en el art. 1095 del Código
unificado y en el art. 37 de Ley 24.240, en lo que  (19)  NICOLAU, Noemí L., Fundamentos de Derecho
respecta a los de consumo. Contractual, ob. cit., pág. 290; HERNÁNDEZ, Carlos A.,
“El principio de razonabilidad como manifestación del
Sin embargo, dichas reglas particulares, exigen Derecho Contractual de la Postmodernidad”, Revista de
algunas precisiones, a saber: la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales del Rosario
“La contratación en el siglo XXI”, Colección de Derecho
1) Su admisión no puede soslayar la trascen- Privado, El Derecho, Buenos Aires, 2008, pág. 31 y sgtes.
dencia que revisten las directivas generales del  (20)  HERNÁNDEZ, Carlos A., “El principio de razo-
nuevo Código. Ello ocurre con la buena fe y la razo- nabilidad como manifestación del Derecho Contractual
nabilidad como habremos de verlo seguidamente. de la Postmodernidad”, ob. cit. En sentido concordante
ARIZA sostiene que “Entendemos que por vía del cri-
terio interpretativo de la buena fe...puede admitirse que
atiende fundamentalmente a la intención común de las los tribunales le otorguen a una cláusula contractual el
partes, y provee normas generalmente supletorias y de sentido que personas razonables le hubiesen conferido
carácter abstracto, el régimen estatutario moderno debe a esa declaración en las mismas circunstancias”, en In-
subrayar la noción de equivalencia, ser de carácter impe- terpretación de los contratos, Hammurabi, Buenos Aires,
rativo -orden público económico- y atender la situación 2005, pág. 138 y ss.
particular de las partes (despacho II.3)”; ver despacho de  (21) REZZÓNICO, Juan C., Los principios funda-
la Comisión Nº 8 de las XII Jornadas Nacionales de De- mentales de los contratos, Astrea, Buenos Aires, 1999,
recho Civil (Bariloche 1989) -a propuesta de la ponencia pág. 536.
de la Dra. Noemí L. NICOLAU-, en Congresos y Jornadas  (22) En una posición concordante, Giovanni CRIS-
Nacionales de Derecho Civil, La Ley, Buenos Aires, 2005, CUOLI propone que “... la lectura de las normas relativas
pág. 105. a la buena fe se concrete en clave de razonabilidad...”,
Carlos A. Hernández | 55

2) En cuanto al contenido de las reglas propias negociados— y tanto en las cláusulas claras como
de los “contratos por adhesión a cláusulas gene- en las contradictorias.
rales predispuestas”, cabe ponderar diferentes
cuestiones. Así: Pese a ello, no puede negarse, que fuera del ám-
bito de los contratos de consumo, la regla clásica
A) El art. 986 establece que “Las cláusulas par- “favor debitoris” —históricamente reconocida en
ticulares son aquellas que, negociadas individual- el art. 218 inc. 7 del Código de Comercio dero-
mente, amplían, limitan, suprimen o interpretan gado—, asume el ropaje de la directiva “‘contra
una cláusula general. En caso de incompatibilidad proferentem’ o ‘contra stipulatorem’ cuando es
entre cláusulas generales y particulares, prevalecen vista desde la perspectiva del predisponente (24).
estas últimas”. Para justificar la regla convergen Sobre la misma, sabemos que nuestra doctrina co-
múltiples razones. En primer lugar, desde la teoría lectiva, en ocasión de las X Jornadas Nacionales
jurídica, el contrato es una categoría afín a la idea de Derecho Civil propuso que “I. La regla favor
de norma individual —no general como la ley—, debitoris es un precepto residual, que debe ser en-
lo que hace comprensible el sentido de la pauta tendido en el sentido de protección de la parte más
que aquí consideramos. En segundo término, en débil en un contrato. II. En caso de que en el con-
un contexto de predisposición, parece lógico dar trato no exista una parte notoriamente más débil,
prevalencia a las cláusulas particulares sobre las la interpretación debe favorecer la mayor equiva-
generales, desde que presumen un mayor grado lencia de las contraprestaciones”. Coherente con
de ajuste al negocio concreto en el cual fueron vol- ello, el nuevo Código, contiene en el art. 1068 una
cadas. Finalmente, el particularismo de la cláusula norma residual de clausura, por la cual se dis-
denota la existencia de negociación —al menos en pone que “Cuando a pesar de las reglas contenidas
algún nivel o grado—, lo que aleja a dicha cláusula en los artículos anteriores persisten las dudas, si
del esquema de prerredacción por parte del pre- el contrato es a título gratuito se debe interpretar
disponente. en el sentido menos gravoso para el obligado y, si
es a título oneroso, en el sentido que produzca un
B) El art. 987 dispone que “Las cláusulas am- ajuste equitativo de los intereses de las partes”. Si-
biguas predispuestas por una de las partes se in- guiendo los criterios doctrinarios prevalecientes,
terpretan en sentido contrario a la parte predis- traza diferencias entre los contratos onerosos y los
ponente”. Sobre ella se ha dicho que “Se trata de gratuitos (25). Se ratifica la regla hermenéutica de
la traducción legal de una vieja regla, creada con equidad prevista en el art. 218 inc. 3 del Código de
la teoría misma de la predisposición contractual: Comercio derogado, que escaso interés despertó
quien redacta la cláusula es quien está en condi- en nuestra doctrina y jurisprudencia, y que llevaba
ciones de hacerlo de manera clara y sin ambages. a entender las cláusulas del contrato en atención
Si, a pesar de su posición prevaleciente al poder a los intereses de ambas partes, según una razo-
confeccionar la cláusula, quien redacta lo hace de nable y equilibrada distribución, atendiendo a la
un modo no comprensible, entonces debe interpre- existencia de un plan de prestaciones recíprocas.
tarse del modo más protectorio para la parte que
adhiere al contrato” (23). V. Sobre los mecanismos de inclusión de las
cláusulas predispuestas en los contratos por
La solución no debe confundirse con el último adhesión
párrafo del artícu­lo 3º de la Ley 24.240 ni con el art.
1095 del Código Civil y Comercial de la Nación, en El art. 985, bajo el título “Requisitos”, se ocupa
tanto establecen que en caso de duda, se estará del llamado “control de inclusión o incorpora-
siempre a la interpretación más favorable para ción” de las cláusulas predispuestas (26). En él se
el consumidor, toda vez que esta última —’favor
consumidor’— constituye una versión más avan-
zada y protectoria que la primera —’contra pro-  (24)  STIGLITZ, Rubén S., Contratos civiles y comer-
ferentem’—, toda vez que, beneficia a los consu- ciales. Parte General, La Ley, Buenos Aires, 2010., T. I,
midores, en todos los contratos —predispuestos o pág. 533.
 (25)  Ídem.
 (26)  La cuestión no es nueva. Sobre el régimen ante-
“Buona fede e ragionevolezza”, Rivista di Diritto Civile, rior recordaba Juan Carlos REZZÓNICO que “Doctrina
1984, Parte I, pág. 754. y legislación han procurado, pues, superar el irracional
 (23)  MÁRQUEZ, José Fernando - CALDERÓN, Maxi- deber formal y, colocándose del lado de los deberes ne-
miliano Rafael, “Contratos por adhesión a condiciones gociales del estipulante o predisponente, han cargado a
generales en el Proyecto de Código Civil y Comercial de éste con la obligación de hacer expresa referencia a las
2012”, ob. cit., pág. 273. condiciones por él establecidas. La AGB-Gesetz ha de-
56 | Suplemento especial cONTRATOS

afirma que “Las cláusulas generales predispuestas propugna que las cláusulas contractuales predis-
deben ser comprensibles y autosuficientes. La re- puestas, sean sometidas a priori, a un severo “con-
dacción debe ser clara, completa y fácilmente le- trol de inclusión”, determinándose si fueron sufi-
gible. Se tienen por no convenidas aquellas que cientemente “conocidas” por el adherente (30).
efectúan un reenvío a textos o documentos que
no se facilitan a la contraparte del predisponente, De esta manera, el régimen general evidencia
previa o simultáneamente a la conclusión del con- un nuevo punto de contacto con el subsistema de
trato. La presente disposición es aplicable a la defensa del consumidor, en donde el control de
contratación telefónica, electrónica o similares”. incorporación, además de encontrarse receptado,
La fórmula es similar a la empleada por la Ley de ha sido provechosamente aplicado —desde hace
defensa del consumidor (27), y por algunas regula- tiempo— por nuestra jurisprudencia. Así, en la
ciones comparadas relativas a condiciones gene- causa “Finvercon S.A. c/ Pierro, Claudia A.” (31), ori-
rales de contratación (28). ginada con motivo del cobro de una deuda resul-
tante de la utilización de una tarjeta de crédito, en
Desde una mirada sistémica, debe vérselo como la cual se reclamaba no sólo el capital, sino tam-
una manifestación del “deber de información” bién los intereses compensatorios equivalentes a
que actúa en la etapa “precontractual”, toda vez una tasa del 82,46 % anual y los intereses morato-
que atiende a garantizar que el adherente resulte rios del 0,113 % diario, la demandada peticionó la
informado de las condiciones jurídicas de adqui- no aplicación de la cláusula sobre intereses, con
sición del producto o contratación del servicio, sustento en la conducta del demandante, que al
y a emitir un consentimiento esclarecido, y por tiempo de la “formación del contrato” no había
tanto plenamente eficaz (29). En definitiva, por él se explicitado el método utilizado para su cálcu­lo.
La sentencia de primera instancia hizo lugar a la
defensa articulada, considerando nula la cláusula
dicado parte de un parágrafo a determinar la obligación en cuestión, sobre la base del incumplimiento de
que pesa sobre el estipulante a este respecto. Aunque se la obligación de informar que pesaba sobre el ac-
trata de un cuerpo legal que no tiene su correspondiente cionante. Posteriormente, la Cámara Nacional
en Argentina, lo que allí se dispone no es más que una Comercial, sala B, confirmó la referida sentencia,
reglamentación -diríamos- de elementales deberes de afirmando que “...dado que la emisora no anotició
buena fe, y por tanto, vigentes para nosotros a través de la leal y correctamente el alcance de la obligaciones
norma abierta del art. 1198, párrafo 1º del Código Civil” del adherente, a pesar de ejercer profesionalmente
Contratos con cláusulas predispuestas, ob. cit., pág. 417.
la prestación de un servicio oneroso de alcance tí-
 (27)  El segundo párrafo del art. 10 dispone que “La picamente masivo, incumplió obligaciones a su
redacción debe ser hecha en idioma castellano, en forma
cargo al no informar sobre el cálculo de las tasas
completa, clara y fácilmente legible, sin reenvíos a textos
o documentos que no se entreguen previa o simultá-
de interés, razón por la cual es improcedente su
neamente. Cuando se incluyan cláusulas adicionales a pretensión de cobrar los intereses predispuestos en
las aquí indicadas o exigibles en virtud de lo previsto en el contrato de modo confuso e impreciso”. En sin-
esta ley, aquellas deberán ser escritas en letra destacada tonía con el párrafo tercero del art. 37 de la Ley
y suscritas por ambas partes. Deben redactarse tantos 24.240 (32), la cláusula fue considerada ineficaz, ha-
ejemplares como partes integren la relación contractual
y suscribirse a un solo efecto. Un ejemplar original debe
ser entregado al consumidor. La reglamentación estable- recho español puede verse a LLOBET I AGUADO, Josep,
cerá modalidades más simples cuando la índole del bien “El deber de información en la formación de los con-
objeto de la contratación así lo determine, siempre que tratos”, Marcial Pons, Madrid, 1996, pág. 34 y sgts.
asegure la finalidad perseguida en esta ley”.  (30)  LORENZETTI, Ricardo, “Comentarios críticos de
 (28) En el Derecho Comparado, la ley española jurisprudencia. Contratos”, Revista de Derecho Privado y
7/1998 sobre “Condiciones Generales de Contratación”, Comunitario (Seguros-II), Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
del 13 de abril de 1998, establece una solución similar en 1999, t. 20, pág. 302 y sgts. En el derecho español puede
su art. 5.1., párrafo segundo, el cual expresamente dis- verse a ÁGUILA REAL, Jesús Alfaro, “Las condiciones ge-
pone que “no podrá entenderse que ha habido acepta- nerales de contratación”, Civitas, Madrid, 1991, pág. 203
ción de la incorporación de las condiciones generales al y sgts.
contrato cuando el predisponente no haya informado  (31) CNCom, sala B, abril 28-998, LA LEY 1998-C,
expresamente al adherente acerca de su existencia y no pág. 623 y sgts.
le haya facilitado un ejemplar de las mismas”.  (32)  Expresamente dispone que “en caso que el ofe-
 (29)  CASIELLO, Juan José, “El deber de información rente viole el deber de buena fe en la etapa previa a la
precontractual”, en Homenaje a Dalmacio Vélez Sárs- conclusión del contrato o en su celebración o transgreda
field, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales el deber de información o la legislación de defensa de
de Córdoba, Córdoba, 2000, t. II, pág. 39 y sgts. En el de- la competencia o de lealtad comercial, el consumidor
Carlos A. Hernández | 57

bida cuenta que no sólo había sido confusamente se trata de una tendencia universal. A título me-
predispuesta, sino que además no se había otor- ramente enunciativo —dado el carácter de este
gado coetáneamente la información necesaria aporte— recordamos que constituye un ejemplo
para que el usuario desentrañara el sentido y al- paradigmático de lo dicho, la Directiva de la Co-
cance de la misma. Más recientemente la Cámara munidad Europea 93/13, del 5 de abril de 1993,
de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Mar del cuyo artícu­lo 3 establece que “Las cláusulas con-
Plata, sala II, en autos “Argañaraz, Hugo E. c/ Al- tractuales que no se hayan negociado individual-
varengo, José Daniel s/daños y perjuicios” (33), sos- mente se considerarán abusivas si, pese a las exi-
tuvo que “La invocación de una exclusión de cober- gencias de la buena fe, causan en detrimento del
tura es improcedente, si la aseguradora no entregó consumidor un desequilibrio importante entre
al tomador del seguro la póliza que incluyera las los derechos y obligaciones de las partes que se
condiciones generales ni acompañó dicho instru- derivan del contrato”, agregando el artícu­ lo si-
mento al expediente, pues ello implica un incum- guiente que “La apreciación del carácter abusivo
plimiento del deber de información previsto en el de las cláusulas no se referirá a la definición del ob-
art. 11 de la Ley 11.418”, y que “La entrega de las jeto principal del contrato ni a la adecuación entre
condiciones generales que ordena el art. 11 de la precio y retribución, por una parte, ni a los servicios
Ley de Seguros debe interpretarse como el cumpli- o bienes que hayan de proporcionarse como contra-
miento del deber esencial de información al consu- partida, por otra, siempre que dichas cláusulas se
midor contenido en el art. 42 de la Constitución Na- redacten de manera clara y comprensible” (36). Del
cional y en el art. 4 de la Ley 24.240”. mismo modo, la experiencia latinoamericana es
concordante; Brasil aporta un modelo que en-
VI. Instrumentos para el control de contenido cuentra importantes puntos de conexión con la le-
del contrato por adhesión: los criterios de gislación europea (37), en cuanto el parágrafo IV del
desestimación de cláusulas abusivas artícu­lo 51 del Código de Defensa del Consumidor
consagra una regla general que califica como abu-
El Código unificado no detiene la protección del siva a las cláusulas contractuales que “establezcan
adherente al “control de inclusión o incorpora- obligaciones consideradas inicuas, abusivas, que
ción” —que vimos en el punto anterior—, sino que coloquen al consumidor en desventaja exage-
se articula —en concordancia con las legislaciones rada, o sean incompatibles con la buena fe o la
más avanzadas del Derecho Comparado— con un equidad” (38).
sistema de “control sustancial o de contenido” de
cláusulas abusivas (34). A tales fines el art. 988 esta- En orden a la consideración particular del art.
blece que “En los contratos previstos en esta sec- 988, señalamos los aspectos que juzgamos sobre-
ción, se deben tener por no escritas: a) las cláusulas salientes, a saber:
que desnaturalizan las obligaciones del predispo-
nente; b) las que importan renuncia o restricción a
los derechos del adherente, o amplían derechos del
predisponente que resultan de normas supletorias; sión”, RCyS 2009-X, pág. 3 y ss.; STIGLITZ, Gabriel, “La
c) las que por su contenido, redacción o presenta- defensa del consumidor en el Código Civil y Comercial
ción, no son razonablemente previsibles”. de la Nación”, en Código Civil y Comercial de la Nación,
Suplemento La Ley, Noviembre 2014 pág. 138; HER-
De este modo, se otorga especial relevancia al NÁNDEZ, Carlos A. “El desequilibrio en los contratos
equilibrio contractual en los contratos por adhe- paritarios, predispuestos y de consumo”, Revista de De-
sión (35), lo que no sorprende, habida cuenta que recho Privado y Comunitario, Nº 2007-1 “Desequilibrio
contractual”, Editorial Rubinzal-Culzoni, pág. 250 y ss.
 (36)  La idea está presente en el art. 1121 del Código
tendrá derecho a demandar la nulidad del contrato o la Civil y Comercial de la Nación en cuanto dispone que
de una o más cláusulas...”. “No pueden ser declaradas abusivas: a) las cláusulas re-
 (33)  25/04/2013, RCyS 2013-IX, pág. 275. lativas a la relación entre el precio y el bien o el servicio
 (34)  Es evidente que ha sido una decisión del legis- procurado...”.
lador tipificar ambos mecanismos de control. En los  (37)  La legislación brasileña ha sido influenciada por
“Fundamentos” del Anteproyecto se afirma que “De la legislación alemana sobre la materia, que a su vez, ha
conformidad con las pautas señaladas por la doctrina ar- constituido un valioso antecedente de la Directiva ci-
gentina, se definen criterios para el control judicial tanto tada.
en la incorporación de la cláusula como en el contenido”.  (38)  LIMA MÁRQUEZ en Comentarios ao Código de
 (35)  STIGLITZ, Rubén S., Contratos civiles y comer- Defesa do Consumidor, en coautoría con Antonio H. V.
ciales. Parte General, T. I, ob. cit., pág. 533; STIGLITZ, BENJAMÍN y MIRAGEM B., Editora Revista Dos Tribu-
Rubén S., “Cláusulas abusivas en los contratos por adhe- nais, San Pablo, 2006, pág. 701.
58 | Suplemento especial cONTRATOS

1) Se recurre a un “lacónico” diseño general, pensa anticipada del dolo del deudor al contraerse
que resulta particularmente acertado (39). Aunque la obligación” (art. 507 del Cód. Civ.), o la del art.
el texto podría hacer pensar en su insuficiencia, 2232 que admite que “El posadero no se exime de
siempre hemos creído que “La utilidad de un ré- la responsabilidad que se le impone por las leyes
gimen legal relativo a ‘cláusulas abusivas’ se mide de este Capítulo, por avisos que ponga anunciando
no tanto por la incorporación de un extenso catá- que no responde de los efectos introducidos por los
logo de cláusulas desestimables de pleno derecho, viajeros; y cualquier pacto que sobre la materia hi-
sino más bien por la recepción de ‘normas abiertas’ ciese con ellos para limitar su responsabilidad, será
o ‘estándares’ que puedan adaptarse a las cam- de ningún valor”. En la misma dirección, no puede
biantes, y a veces sutiles formas bajo las cuales los negarse la importante contribución de la reforma
predisponentes suelen ofrecer sus condiciones. No introducida por la ley 17.711, al incorporar están-
pasa inadvertido que interesantes modelos legis- dares generales, en particular el de buena fe —re-
lativos sobre la materia... además de establecer lis- cepcionado en el art. 1198 primer párrafo— que
tados de cláusulas susceptibles de desestimación, facilitó el control judicial de cláusulas abusivas,
recurren a ‘estándares’ o ‘principios válvulas’ a fin violatorias de aquella regla (42). Sin embargo, el ré-
de evitar la rápida obsolescencia del herramental gimen era incompleto e insuficiente, por lo cual el
legislativo creado” (40). En el mismo sentido Mosset aporte del nuevo Código Civil y Comercial de la
Iturraspe —citando a Dereux— ha dicho que “...re- Nación al tiempo que afianza la justicia contrac-
solver la cuestión, en base a leyes prohibitivas de tual hace lo propio con la seguridad jurídica.
determinadas cláusulas, valdría tanto como ar-
marse de un fusil para alejar las avispas que cubren 3) El control de contenido se estructura sobre la
una torta de miel; el plomo mataría sólo a algunas base de estándares o normas abiertas, que tienen
avispas pero, sin dudas, arruinaría la torta” (41). una larga prosapia entre nosotros (43). En este
punto, la simetría entre el art. 988 del nuevo Có-
2) Se persigue integrar la laguna existente hasta digo y la ley 24.240 es notoria, en especial en lo que
la fecha, dado que los Códigos Civil y Comercial concierne a las nociones de “desnaturalización de
derogados, carecían de disposiciones específicas las obligaciones del predisponente” y “renuncia o
para los contratos predispuestos y por adhesión, restricción a los derechos del adherente”, que pro-
en gran medida porque la problemática que ve- vienen del Proyecto de Código Civil de 1987 (44), de
nimos analizando se intensificó a partir de la úl-
tima postguerra. Lo dicho no desconoce algunas
normas particulares del Código de Vélez, que im-  (42)  Sobre la relevancia de la buena fe como norma
pusieron límites a la “autonomía de la voluntad”, de clausura ver a WIEACKER, Franz, EL principio ge-
neral de la buena fe, trad. cast. y Prólogo de Diez Picazo,
tales como, la relativa a la prohibición de la “dis-
Luis, Ed. Civitas, Madrid, 1986.
 (43)  Acerca del alcance de los estándares puede verse
 (39) Los “Fundamentos” del Anteproyecto reflejan a LORENZETTI, Ricardo L., “Principios generales de ca-
claramente el criterio del legislador, en cuanto re- lificación de la cláusula abusiva en la ley 24.240, en LA
cuerdan que “Los autores opinan que un listado de este LEY 1994-C, pág. 918 y ESBORRAZ, David F. y HER-
tipo es útil, pero que debería estar en la legislación espe- NÁNDEZ, Carlos A., “La problemática de las cláusulas
cial, como de hecho ocurre. Una primera razón es que abusivas ...”, ob. cit. pág. 96 y sgts.
pierden actualidad de modo muy rápido y, en tal caso,  (44)  El art. 1157 de dicho Proyecto disponía que “En
surge la necesidad de actualizar el listado, lo cual es sen- los contratos con cláusulas predispuestas por una de las
cillo en una ley especial pero muy difícil en un código. partes o que hagan referencia a condiciones generales,
Una segunda cuestión es que el abuso de las cláusulas es que la otra parte estuvo precisada a celebrar, se tendrán
un fenómeno sectorial, y son distintas las que se pueden por no convenidas: 1) Las cláusulas que desnaturalicen
observar en la medicina privada, en el turismo, en el cré- las obligaciones, limiten la responsabilidad del predis-
dito al consumo o la venta de automotores. Ello hace que ponerte por daños corporales, o la limiten por daños
la sede natural sea la legislación especial. Por ello es que materiales sin una adecuada equivalencia económica; 2)
hemos preferido un criterio general amplio, que sirva Las cláusulas que importen renuncia o restricción a sus
para cubrir situaciones no previstas en la legislación es- derechos, o amplíen derechos del presdiponente que re-
pecial”. sulten de normas supletorias, salvo, en ambos casos, que
 (40)  HERNÁNDEZ, Carlos A., en NICOLAU, Noemí conforme a las circunstancias haya conocido o usando
L. - HERNÁNDEZ, Carlos A. - FRUSTAGLI, Sandra A. - la debida diligencia haya debido conocer estas cláusulas
FRESNEDA SAIEG, Mónica, “Reflexiones sobre el Pro- antes de concluir el contrato, y las haya aprobado ex-
yecto de Código Civil de 1998 en materia contractual”, presa y especialmente por escrito”; en Proyecto de Có-
ob. cit., pág. 243 y ss. digo Civil, Buenos Aires, Astrea, 1987, pág. 90. Más allá
 (41)  “El contrato por adhesión en la doctrina, legisla- de la filiación reconocible de los estándares enunciados
ción y jurisprudencia”, ob. cit., pág. 533. en el texto, la simple lectura del artícu­lo transcripto de-
Carlos A. Hernández | 59

donde pasaron luego a la ley de “Defensa del con- o restricción a los derechos del adherente, o am-
sumidor” y a varios de los Proyectos de reforma. plían derechos del predisponente que resultan de
normas supletorias”, también ha venido afianzán-
Sobre el contenido o alcance del enunciado en dose en la jurisprudencia en el ámbito de las re-
primer lugar, los fundamentos del Proyecto de laciones de consumo, en donde se lo ha tomado
1998 lo describen con elocuencia, en cuanto allí se con frecuencia (49). Como bien se ha destacado, la
decía que “...los tribunales están habilitados para referencia al derecho supletorio es muy signifi-
intervenir en los contratos predispuestos y en los cativo, desde que “...el Derecho positivo no impe-
contratos celebrados por adhesión, principalmente rativo constituye, en los contratos por adhesión, el
para evitar su desnaturalización, la cual constituye mínimo no derogable; los derechos y facultades re-
un estándar de gran amplitud, que permite abarcar conocidos por las normas generales a favor del ad-
un extenso universo de situaciones...y que se rela- herente no pueden ser restringidos, y los derechos
ciona con la causa final entendida como el propó- que esas normas reconocen al predisponente no
sito común de las partes de alcanzar un resultado pueden ser ampliados. El Derecho supletorio es el
económico y jurídico” (45). En sentido concordante modelo de comparación para delimitar la abusi-
la jurisprudencia ha hecho una rica aplicación del vidad de la cláusula predispuesta” (50).
mismo en pluralidad de situaciones. Así, en un
conflicto entre una automotriz y la empresa que Finalmente, el Código unificado admite la abu-
había actuado como representante de aquélla en sividad de aquellas cláusulas que “por su conte-
la comercialización de planes de ahorro, se afirmó nido, redacción o presentación, no son razonable-
que la predisposición contractual no puede des- mente previsibles”. El texto supone una apertura
naturalizar “...los principios esenciales del ordena- a la categoría jurídica de la “sorpresa”, con fuerte
miento, las razones económicas y sustentantes del raigambre en el Derecho Comparado (51), en es-
acuerdo y lo que las partes razonablemente progra- pecial, con institutos vinculados con los están-
maron como finalidad del contrato celebrado...” (46). dares jurídicos. Su recepción en el nuevo sistema
En otro caso, en donde se juzgaba el alcance de de Derecho Privado es plausible en un doble sen-
una cobertura asegurativa se dijo que “Las cláu- tido: a) Es la culminación de un proceso con dife-
sulas claims made resultan abusivas, aun cuando rentes antecedentes nacionales (52). Así, el Proyecto
hubieran sido autorizadas por la Superintendencia de 1998 la mencionaba en su artícu­lo 327 como
de Seguros de Salud, puesto que desnaturalizan las uno de los estados subjetivos del lesionante (53).
obligaciones relativas al objeto del contrato de se-
guro de responsabilidad civil y amplían inequita-  (49)  Así, se dijo que “Debe tenerse por no convenida
tivamente los derechos del asegurador” (47). El es- la cláusula inserta en una póliza de seguro de vida, que
tándar también ha tenido reciente aplicación en establece la falta de pago de la prima y produce la cadu-
un contrato de medicina prepaga (48). Allí se afirmó cidad automática del seguro sin previo aviso al tomador
que “La cláusula que excluye la cobertura de acci- o a los beneficiarios, desde que la apuntada disposición
dentes de tránsito en el contrato de medicina pre- contiene una forma de renuncia o restricción de los de-
paga es abusiva, pues desnaturaliza las obliga- rechos de aquéllos que conduce a desequilibrar la eco-
ciones y el equilibrio del contrato”. nomía propia del contrato”, en “Gualco, Alba Clara y otro
c/ Provincia Seguros S.A.”, CNCom., sala C 06/08/2010,
Por su parte, el estándar que tiene por no con- La Ley 2011-A, pág. 23.
venida a las cláusulas “...que importan renuncia  (50)  MÁRQUEZ, José Fernando - CALDERÓN, Maxi-
miliano Rafael, “Contratos por adhesión a condiciones
generales en el Proyecto de Código Civil y Comercial de
muestra los avances y cambios operados en nuestro ré- 2012”, ob. cit., pág. 277.
gimen legal.  (51)  SACCO, Rodolfo y DE NOVA, Giorgio, en Trattato
 (45)  V. “Proyecto de Código Civil....”, ob. cit., pág. 49. di Diritto Civile. Il Contrato, Utet, Turín, 1993, Tomo 1,
 (46)  “P. Campanario S.A. c/ Plan Ovalo S.A. de Ahorro págs. 482 y sgts.
para Fines Determinados”, CNCom., Sala B., 24/09/98,  (52)  ROCCA, Ival, Teoría de la ‘sorpresa’ para la revi-
LA LEY 1999-II, pág. 22. sión del contrato, Bias Editora, Buenos Aires, 1982.
 (47)  “F. R., C. c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos  (53) Textualmente establecía que “la explotación
Aires y otros”, CNCiv., sala F, 03/03/2011, LA LEY 2011-B, se presume cuando el demandante pruebe algunos de
pág. 406 y ss., con nota de Rubén S. STIGLITZ y María Fa- estos extremos o que fue sorprendido por la otra parte
biana COMPIANI. ...”. Ver HERNÁNDEZ, Carlos A., en NICOLAU, Noemí L. -
 (48)  Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial HERNÁNDEZ, Carlos A. - FRUSTAGLI, Sandra A. - FRES-
de Junín, en autos “F. S. S. P. l. F. c/ L., P. A. y otros s/ cobro NEDA SAIEG, Mónica, “Reflexiones sobre el Proyecto de
sumario sumas de dinero”, del 10/07/2014, publicado en: Código Civil de 1998 en materia contractual”, ob. cit., pág.
LLBA 2014 (septiembre), pág. 907. 243 y ss.
60 | Suplemento especial cONTRATOS

Del mismo modo, en los contratos de consumo la las cláusulas que “limitan la responsabilidad por
apertura a la “sorpresa” es aún más intensa, desde daños” y que invierten “la carga de la prueba en
que las prácticas “sorpresivas” resultan expresa- perjuicio del consumidor”, además de establecer
mente tipificadas y combatidas (arts. 32, 33 y 34, como estándares de descalificación a la “desna-
Ley 24.240), lo que se ha visto también consoli- turalización de las obligaciones de las partes” y
dado en el Código Civil y Comercial de la Nación a la “renuncia o restricción de los derechos del
(arts. 1104 y ss.); b) Constituye una pauta de des- consumidor o ampliación de los derechos de la
calificación éticamente irreprochable, desde que contraparte” (56)  (57).
no se comprende de qué modo podría integrar el
contrato una cláusula inesperada (54). Por lo demás, Como lo hemos expresado en estudios pre-
para su apreciación, el art. 988 emplea el recurso cedentes (58), esta decisión de política legislativa
a la “razonabilidad”, a la que hemos tratado en el
punto IV precedente, al que remitimos.
 (56)  STIGLITZ, Gabriel A. y STIGLITZ, Rubén S., De-
rechos y defensa de los consumidores, Ediciones La
4) “La aprobación administrativa de las cláu-
Rocca, Bs. As., 1994, pág. 232 y sigts.; FARINA, Juan Ma-
sulas generales no obsta a su control judicial. nuel, Defensa del consumidor y del usuario. Comentario
Cuando el juez declara la nulidad parcial del con- exegético de la ley 24.240 y del decreto reglamentario
trato, simultáneamente lo debe integrar, si no 1798/94, ob. cit., pág. 283 y sitgs.; LORENZETTI, Ricardo
puede subsistir sin comprometer su finalidad” (art. L, “Tratamiento de las cláusulas abusivas en la ley de de-
989). Se trata de una cuestión que se encuentra fensa del consumidor”, en Revista de Derecho Privado y
consolidada entre nosotros, pero que no deja de Comunitario, Santa Fe, 1994, t. 5 (consumidores), pág.
presentar interés por su repercusión en áreas sen- 171 y sigts.; y BERGEL, Salvador D. y PAOLANTONIO,
sibles como la de los contratos de seguros, banca- Martin E., “La Directiva de la Comunidad Económica
rios, de ahorro previo, etc. (55). Europea sobre cláusulas abusivas en los contratos cele-
brados con consumidores”, en Revista de Derecho Pri-
VII. Diálogo entre las normas del contrato vado y Comunitario, t. 5, ob. cit., pág. 191 y sigts.
por adhesión y las del contrato de consumo:  (57) Ver HERNÁNDEZ, Carlos A. “El desequilibrio
el acierto del nuevo régimen legal en los contratos paritarios, predispuestos y de con-
sumo”, ob. cit., pág. 256 y ss. En igual sentido puede
Para concluir no podemos dejar de expresar verse a MOGGIA DE SAMITIER, Catalina; PITA, Enrique
nuestro beneplácito con la decisión del refor- Máximo, y SOZZO, Gonzalo, “Cláusulas abusivas en los
mador de consagrar un régimen de cláusulas abu- contratos de consumo”, ponencia presentada a la Comi-
sivas, con lazos marcados entre los “contratos por sión Nº 3 “Protección del consumidor en el ámbito con-
adhesión”, y los “contratos de consumo”. tractual” de las XV Jornadas Nacionales de Derecho Civil
(Mar del Plata, 1995). Un criterio similar se observa en
El legislador no ha querido dejar dudas al res- un agudo trabajo de Ramón D. PIZARRO y Andrés VA-
pecto, desde que metodológicamente, la tipifi- RIZAT en “La desnaturalización de las obligaciones
cación de las cláusulas abusivas en los primeros, como instrumento de control de cláusulas abusivas en
resulta aplicable a los segundos, conforme lo pre- los contratos de consumo (Una interesante doctrina ar-
visto en el art. 1117, el que dispone que “Se aplican gentina)”, LLC 2006, pág. 10 y ss.
en este Capítulo (contratos de consumo) lo dis-  (58) HERNÁNDEZ, Carlos A., “Hacia la generaliza-
puesto por las leyes especiales y los artículos 985, ción de algunas soluciones del régimen de defensa del
986, 987 y 988, existan o no cláusulas generales pre- consumidor? (El diálogo entre el Derecho Común y el
dispuestas por una de las partes”. A ello ha contri- Derecho del Consumidor)”, en Edición homenaje Dr.
buido —como ya se sostuvo— el hecho que los lí- Jorge MOSSET ITURRASPE, Universidad Nacional del
Litoral, 2005, pág. 197; HERNÁNDEZ, Carlos A. “El des-
mites expresados por el nuevo Código —en gran
equilibrio en los contratos paritarios, predispuestos y
medida— ya estaban expuestos en la ley Defensa
de consumo”, ob. cit., pág. 256 y ss. MÁRQUEZ, José Fer-
del Consumidor, que tiene por no convenidas a nando - CALDERÓN, Maximiliano Rafael, comparten la
preocupación, afirmando que “La regulación proyectada
en materia de contratos celebrados por adhesión es po-
 (54) LORENZETTI, Ricardo L., Consumidores, Ru- sitiva por múltiples razones, entre ellas: 1. El hecho de
binzal-Culzoni, Santa Fe, 2009, pág. 289 y ss. REZZÓ- no circunscribir el problema de la contratación por ad-
NICO, Juan C., Contratos con cláusulas predispuestas, hesión al Derecho del Consumo, ampliando la visión, y
ob. cit., pág. 480 y STIGLITZ, Rubén S., Contratos civiles y con ella, los horizontes de tutela a contratantes débiles
comerciales. Parte General, La Ley, Buenos Aires, 2010., no protegidos en el Derecho vigente, por no ser consu-
T. II, pág. 48. midores”, en “Contratos por adhesión a condiciones ge-
 (55) CRACOGNA, Dante, “Contratos por adhesión”, nerales en el Proyecto de Código Civil y Comercial de
ob. cit., pág. 238. 2012”, ob. cit., pág. 282.
Carlos A. Hernández | 61

no resulta sorpresiva ni inadecuada, dado que al jurídica” (60). No se trata además de un fenómeno


tiempo que venía construyéndose en la jurispru- local, sino de una problemática que se reconoce
dencia sobre los contratos por adhesión entre em- en otros ordenamientos (61) .u
presas (59), se arraigada en la doctrina al amparo
del principio de protección de toda “debilidad
 (60)  Ver entre otros a ALTERINI, Atilio A., Contratos
Civiles-Comerciales-De Consumo. Teoría General, ob.
cit., pág. 36 y ss. MOSSET ITURRASPE, Jorge, “Las cláu-
 (59)  Así, “P. Campanario SA C/ Plan Óvalo S.A.”, ob. sulas abusivas en la contratación (Informe del Derecho
cit.; ”To talk S.A. c/ Minifon S.A.”, CNCom., sala D, Se- argentino)”, en Cláusulas Abusivas, Revista de Derecho
tiembre 11-2002, E.D. 202, pág. 480 y ss.; “Rivas, Rosa Comparado, Nº 1, Santa Fe, 1999, 19 y ss. En la doctrina
c/ Grimoldi S.A.”, CNCiv., sala C, Octubre 10/2003, RCyS colectiva puede verse las conclusiones de las Decimo-
2004-674 y ss. En igual dirección ver “Tommassi Automo- segundas Jornadas Nacionales de Derecho Civil orga-
tores S.A. c/ CIADEA S.A.”, CNCom., Sala A, 14/12/07, LA nizadas por la Universidad Nacional del Comahue y
LEY 17/04/2008. Allí la Cámara sostuvo que “Si bien la realizadas en San Carlos de Bariloche en 1989, recomen-
ilicitud de las cláusulas abusivas es formal cuando con- daron que “...la protección debería atender a la debi-
trarían prohibiciones expresas de la ley, existe también lidad...”, cualquiera que ella fuere, independientemente
la ilicitud o antijuridicidad material, que se halla cons- de su rol de persona física o jurídica, consumidor o ad-
tituido por pautas jurígenas, distintas de la ley, como ser quirente o usuario no consumidor (V. despacho II. Es-
el ejercicio regular de los derechos, el orden público, la pecial Nº 2). Justamente en el marco de esas Jornadas la
buena fe, la regla moral, la equidad y las buenas costum- Dra. Noemí L. NICOLAU reclamaba mediante una inte-
bres, cuya violación a través de la incorporación de di- resante ponencia, que se atendiera a la diferente capa-
chas cláusulas importa un quebrantamiento intolerable cidad negocial de los contratantes; la misma puede verse
del equilibrio contractual”, y que “El contrato de conce- en “Tecnología y masificación en el derecho contractual”,
sión firmado por adhesión es susceptible de corrección LA LEY 1992-B-767 y sgts.
o morigeración por los Tribunales, ya que si bien se trata  (61)  La doctrina alemana ha valorado de modo espe-
de una vinculación entre empresas, las cláusulas im- cial la trascendencia que adquiere para la transparencia
puestas por el productor o fabricante pueden resultar de la contratación mercantil la generalización de algunas
excesivamente gravosas para el concesionario, o bien normas propias de los contratos de consumo. Al respecto
producir una injustificada e inequitativa traslación de puede verse a ALBIEZ DOHRMANN, Klaus J., “Un nuevo
riesgos hacia éste último”. No se nos escapa que también Derecho de obligaciones. La reforma 2002 del BGB”,
existen opiniones más restrictivas, como la emergente de Anuario de Derecho Civil, Tomo LV, Fascícu­lo III (Julio-
la causa “Grupo Rox S.A. c/ Día Argentina S.A. s/ ordi- septiembre 2002), pág. 1150. Los debates habidos en Es-
nario”, CNCom., sala C, 10/10/2013, La Ley Online, AR/ paña sobre el tema pueden verse en BLANCO GÓMEZ,
JUR/85048/2013, en donde se dijo que “El mayor poder Juan José, Algunas reflexiones sobre los artícu­los 8.1 y 9.1
del franquiciante ni el hecho de que el contrato de fran- de la ley de Condiciones Generales de la contratación; la
quicia comercial haya sido canalizado por vía de cláu- ausencia de control de contenido específico de las con-
sulas predispuestas que sólo dejaron al franquiciado la diciones generales de los contratos entre profesionales
posibilidad de adherir o rechazar la oferta, son insufi- o empresarios y la clase de nulidad de las condiciones
cientes para concluir que cuando adhirió al sistema de generales contempladas en dichas normas, en Estudios
comercialización, éste se hubiera visto privado de su li- jurídicos en Homenaje al Profesor Luis Díez-Picazo,
bertad o su consentimiento se halló viciado”. Thomson-Civitas, Madrid, 2003, pág. 1471 y ss.
La regulación de las tratativas
contractuales en el Código Civil
y Comercial de la Nación
POR Gustavo Caramelo

SUMARIO: I. Introducción.— II. Concepto de tratativas contractuales.— III. Tipo de relaciones con-
tractuales en los que se suelen dar.— IV. Tiempo, espacio y vehículo en el que se trasladan.— V. Tratativas
contractuales y libertad de negociación.— VI. El deber de actuar de buena fe.— VII. El deber de confiden-
cialidad.— VIII. Las cartas de intención.— IX. Importancia del adecuado asesoramiento profesional en la
etapa precontractual.— X. Proyección de las tratativas.— XI. Conclusión.

I. Introducción II. Concepto de tratativas contractuales

Cuando las partes contratan, lo hacen con una Las tratativas contractuales o precontractuales
finalidad, que generalmente les depara una uti- constituyen diálogos, intercambios de informa-
lidad patrimonial y cuya naturaleza varía según la ción y evaluaciones de factibilidad preliminares
función económica y social de la relación jurídica que preceden a la asunción de obligaciones con-
establecida. tractuales y permiten a los negociantes establecer
los términos del contrato que procuran celebrar.
En los “pequeños contratos”, como los que ha-
bitualmente se celebran para cubrir las necesi- Siguiendo la denominación que les asignó la
dades cotidianas, no suele haber entre las partes doctrina francesa, nuestros autores se han refe-
tratativas previas; pero, cuando ya la complejidad rido a menudo a ellas como pourparlers, seña-
del negocio o su incidencia en el patrimonio de las lando que deben considerarse tales todas las exte-
personas lo requieren, los negociantes diligentes riorizaciones inidóneas para concluir un contrato
suelen establecer tratativas previas a la celebra- y que, sin embargo, tienen por fin llegar a concre-
ción, que les permiten barruntar si el negocio ju- tarlo. Inidóneas, porque si fueran idóneas, se es-
rídico que consideran realizar puede ser idóneo taría ya frente a la oferta y la aceptación; cuando
para satisfacer la utilidad que persiguen, eva- lo que por ellas buscan quienes las desarrollan es
luando su conveniencia con la libertad de decidir, elaborar un proyecto de contrato, de modo tal que,
de buena fe, concretarlo o no hacerlo. recogiéndolo uno de ellos en una oferta, pueda ser
aceptado por el otro (1).
A diferencia de lo que ocurría con sus antece-
sores, los códigos Civil y de Comercio, que care- A menudo se materializan e integran por un
cían de regulación específica en este aspecto de conjunto de actividades desarrolladas con una fi-
la materia, el nuevo Código Civil y Comercial de nalidad coherente, que suelen partir de sondeos
la Nación regula las “tratativas contractuales” en básicos entre las partes y se despliegan luego en
intercambios de información acerca de propósitos
los artículos 990 a 993, ambos inclusive (Libro Ter-
o necesidades, inspecciones, evaluaciones de ca-
cero, de los Derechos Personales; Título II, de los
Contratos en General; Capítulo 3, Formación del
Consentimiento; Sección 3), normas que analiza-  (1)  López de Zavalía, Fernando J., “Teoría de los con-
remos, tras efectuar algunas consideraciones de tratos”, Zavalía Editor, 3ª edición. Buenos Aires, 1991, p.
carácter general. 101.
64 | Suplemento especial cONTRATOS

lidad, presentaciones, etc.; actividades todas des- Por ello, pueden darse en cualquier contrato ne-
tinadas a avanzar, en un clima de confianza, hacia gociado, al tiempo que su virtualidad, su razón de
el perfeccionamiento de un negocio jurídico. ser, se verá notoriamente limitada, hasta su prác-
tica supresión hipotética, en el caso de los con-
El contenido de las tratativas varía según la fun- tratos celebrados por adhesión a cláusulas gene-
ción económico-social de la operación jurídico- rales predispuestas (arts. 984 a 989 del CCCN).
económica en gestación (2); pero, en la generalidad
de los casos, el intercambio de información cons- Tal como se afirmó en el punto 3.3. de los Fun-
tituye su actividad vertebral. Su finalidad es la con- damentos del Anteproyecto de Código Civil y Co-
creción de un contrato y es por ello que, como lo mercial de la Nación, enviados por los integrantes
veremos, se considera antijurídica toda conducta de la Comisión Redactora al Poder Ejecutivo Na-
que, de un modo injustificado, frustre la posibi- cional, las normas contenidas en esta Sección del
lidad de concretarlo. código no resultan de aplicación primaria a los
contratos de consumo, cuyo régimen de forma-
Se discuten en ellas tanto aspectos jurídicos ción del consentimiento se encuentra regulado en
como metajurídicos de la que podría ser una re- el Título III del Libro Tercero del código, que opera
lación funcional entre las partes, procurando al- sobre una lógica jurídica distinta de la de una re-
canzar una regulación satisfactoria para ellas, ge- lación que se presume igualitaria, propia de los ar-
neralmente sobre la base de renuncias recíprocas tículos que consideramos, como es la de tutela del
que permiten alcanzar el equilibrio deseado (3). consumidor (6).
III. Tipo de relaciones contractuales en los IV. Tiempo, espacio y vehículo en el que se
que se suelen dar trasladan
Las tratativas contractuales se dan en cualquier Las tratativas contractuales transcurren desde
tipo de contrato negociado entre quienes a tales que las partes entran en contacto con miras al
efectos son considerado iguales (4), en el que todas perfeccionamiento de un contrato, hasta que al-
o algunas de las partes requieran desarrollar un canzan un contrato preliminar (art. 994 CCCN);
proceso de discernimiento y evaluación que les concretan un contrato definitivo (arts. 957, 971 y
permita reunir la información para expresar ade- conc. CCCN) o alcanzan un acuerdo parcial con-
cuadamente su voluntad, tanto para que ella con- clusivo (art. 982 CCCN). No hay en la materia lí-
curra a la formación del consentimiento como mites temporales ni plazos de caducidad legal-
para que exprese su decisión de cejar en su bús- mente establecidos, aunque nada obsta a que las
queda. partes los establezcan como parte de su proceso
de negociación. Las tratativas pueden desarro-
No están sólo reservadas a contratos de gran llarse por el tiempo que las partes lo deseen, en
complejidad o envergadura económica, sino que tanto lo hagan de buena fe y con fundamento en
se dan en todos los casos en los que el intercambio un interés legítimo.
de información puede incidir tanto en la celebra-
ción del contrato como en la determinación de su Las tratativas previas presuponen en el derecho
contenido y en las que los sujetos se encuentran moderno el plano temporal de una etapa en la que
en una situación de paridad hipotética en el pro- los negociadores exhiben sus intenciones tratando
ceso de formación del consentimiento (5). de obtener un beneficio en consonancia con la
pretensión de la otra. La enorme importancia de
 (2)  Stiglitz, Rubén, “Contratos Civiles y Comerciales, este lapso radica en que dichas tratativas pueden
Parte General”, 2ª ed. Actualizada y ampliada. Buenos llegar a convertirse en un instrumento de coor-
Aires, La Ley, 2010, T. I, p. 156. dinación para satisfacer intereses basados en la
 (3)  Stiglitz, Rubén, “Contratos...”, op. cit., p. 157. buena fe y la lealtad de las partes (7).
 (4)  La igualdad formal entre negociantes en los con-
tratos bilaterales es un presupuesto de nuestro sistema
jurídico, una derivación del individualismo liberal que
entendía que lo acordado entre iguales y libres era de
suyo justo. Ella opera como una presunción que admite  (6)  El código regula la provisión de información a los
prueba en contrario. consumidores (art. 1100); el régimen de la publicidad
 (5)  No hay tal igualdad, por ejemplo, cuando una de (arts. 1101, 1103 y conc.), etc.
las partes realiza un ejercicio abusivo de posición domi-  (7) López Fidanza, Alberto J., “La responsabilidad
nante en el mercado (conf. art. 11 del CCCN) o cuando en las tratativas precontractuales”, La Ley Online AR/
media lesión (art. 332 CCCN). DOC/2616/2009.
Gustavo Caramelo | 65

Es probable que si se presenta un relevante in- cional para la Unificación del Derecho Privado,
terés para las partes, se extiendan en el tiempo y soft law tenido en consideración en la elabora-
en intensidad. Si no es así, suelen ser innecesarias ción del Código—, que establece que “Las partes
o de breve duración (8). tienen plena libertad para negociar los términos
de un contrato y no son responsables por el fra-
Tampoco existen límites en cuanto al ámbito te- caso en alcanzar un acuerdo”, salvo que ello ocurra
rritorial en el que pueden desarrollarse ni respecto por mediar mala fe.
de los medios empleados para su despliegue; pues
negociadores distantes entre sí miles de kilóme- El Draft Common Frame of Reference europeo
tros pueden vehiculizarlas tanto por comunica- establece, en la Sección 3 del Capítulo 3 del Libro
ciones de respuesta diferida como por otras, en II, el principio por el que toda persona es libre de
tiempo real y por cualquier medio tecnológico que entrar en negociaciones y no es responsable por el
posibilite unas y otras. fracaso del acuerdo (II.3:301 ap. 19. Se trata de un
criterio prevalente en las regulaciones legales de
Pueden ser llevadas adelante por equipos de las economías de mercado.
negociadores y analistas, aunque es claro que su
efectividad requiere de unidad de dirección; la Es claro que la libertad real de negociación se
que hace a una conducción diligente de las ne- ve limitada en situaciones de oferta monopólica
gociaciones por cada una de las partes. La disper- de un bien o servicio necesario, en las que el ofe-
sión, la confusión, los retrocesos derivados de la rente presenta una posición dominante que debe
pluralidad de criterios que por una misma parte ser tenida en consideración al tiempo de evaluar
pueden darse en la toma de decisiones, pueden los términos del acuerdo que pudieran alcanzar
generar la frustración dañosa de las expectativas las partes.
depositadas de buena fe en el proceso por otra u
otras partes contratantes. Pero no son pocas las ocasiones, en especial en
el mundo empresarial, en las que las partes nego-
V. Tratativas contractuales y libertad de cian en situación de mayor paridad, mucho más
negociación cerca del desiderátum igualitario con el que fue
concebido entre nosotros el contrato y, entonces,
V. 1. La naturaleza constitucional de la el proceso de negociación les permite arribar a de-
libertad de negociación cisiones más robustas, mucho más ajustadas a sus
intereses y con mayores posibilidades de permi-
Nuestro sistema constitucional se basa en la tirles obtener la finalidad perseguida.
idea de la libertad; promueve la iniciativa indivi-
dual y protege sus frutos, en tanto no perjudiquen En nuestra tradición jurídica, que el nuevo có-
a otros. Lo hace con una visión social, claramente digo continúa ajustándola a los requerimientos
establecida en el artículo 14 bis y en muchas de las de la época, se ha concebido a la autonomía de
normas contenidas en los tratados de Derechos la voluntad como un poder jurígeno reconocido
Humanos incorporados a nuestro bloque de cons- a los particulares, tutelado en el orden constitu-
titucionalidad federal y es por ello que establece cional básicamente por el artículo 19 de la Cons-
regulaciones destinadas a evitar que desde deter- titución Nacional —norma complementada en la
minadas posiciones contractuales prevalentes se materia por otras, como los artículos 14, 16 y 17
puedan afectar los derechos de quien en la rela- de la norma máxima, así como por diversas dis-
ción aparece como en situación de mayor debi- posiciones de los Tratados Internacionales de De-
lidad jurídica, económica o social, sin posibilidad rechos Humanos, que el código establece como
real de negociar los términos de muchos de los fuente, sin limitación a los de jerarquía constitu-
contratos que debe o desea celebrar. cional—, y en el orden infraconstitucional por el
artículo 958 del Código Civil y Comercial de la Na-
Se establece en el artículo 990 del CCCN: “Li- ción, que establece que “Las partes son libres para
bertad de negociación. Las partes son libres para celebrar un contrato y determinar su contenido,
promover tratativas dirigidas a la formación del dentro de los límites impuestos por la ley, el orden
contrato, y para abandonarlas en cualquier mo- público, la moral y las buenas costumbres”.
mento”.
La libertad negocial es presupuesto básico para
La norma sigue la línea del artículo 2.1. 15 -1) la existencia de libertad contractual. Ella permite
de los Principios de Unidroit —Instituto Interna- a las partes evaluar si habrán o no de contratar y
cuál será el contenido de las estipulaciones que
 (8)  Stiglitz, Rubén, “Contratos...”, op. cit., p. 156. podrán vincularlos.
66 | Suplemento especial cONTRATOS

Cualquier sujeto de derecho puede instar a A menudo habrá de servir, también, para una
otro u otros a establecer tratativas destinadas a adecuada evaluación de las calidades requeridas
formar un contrato. Ello puede darse tanto para en una de las partes, posibilitando determinar si
la compra de un bien, la provisión de un servicio, se encuentra en condiciones de asumir la posición
la formación de una sociedad o de un club de ba- contractual que anhela.
rrio; siempre que se requiera un proceso de inter-
cambio de ideas, información y alternativas ne- Ese proceso suele darse a partir de la iniciativa
gociales, necesarios para la construcción de un de alguna de las partes interesadas, y desarro-
consentimiento robusto que permita acuerdos llarse ya desde lo muy básico, el tanteo de posibi-
tanto eficientes en su implementación como efi- lidades o ya desde la propuesta de consideración
caces en la obtención de la finalidad considerada de un proyecto negocial mucho más delineado,
por las partes. elaborado por alguna de ellas y generalmente pro-
gresa por vía del intercambio de ofertas y contrao-
La autonomía privada ha sido reiteradamente fertas que van perfilando el contenido final de un
invocada en la doctrina nacional y extranjera acuerdo, hasta que los interesados acuerdan con
como fundamento de la libertad de contratar (9). relación al que todos consideran satisfactorio para
Las tratativas contractuales permiten a cada parte sus intereses y expectativas. Es allí cuando se al-
interesada elaborar el contenido de su declaración canza el consentimiento, referido a una determi-
de voluntad, en búsqueda de la coincidencia entre nada integración subjetiva del emprendimiento
oferta y aceptación que permite la formación del común, y a unas también determinadas operación
consentimiento (art. 971 CCCN). jurídica considerada y causa, y es cuando usan las
tratativas para dar paso al contrato.
V. 2. El despliegue práctico de tal libertad
Una vez que existe una declaración bilateral,
Al igual que ocurre en otros ámbitos de la vida, ella es obligatoria para las partes, pues como
la igualdad real no suele darse en el mercado. El existe la libertad para obligarse, existe el deber de
propósito del derecho, cuando la considera, es el respetar y cumplir los términos del acuerdo (11). Un
de tratar como iguales a quienes se encuentran en acuerdo alcanzado por medio de negociaciones
circunstancias semejantes, en las que la admisión serias, en las que las partes han evaluado los dis-
de un trato diferente respecto de alguno de los su- tintos aspectos de sus necesidades e intereses,
jetos involucrados en una determinada relación, conviniendo entre ellas al respecto, tiene mayor
podría ser considerada un ejercicio discrimina- posibilidad de transitar el período funcional sin
torio. conflictos; aún cuando el procedimiento de nego-
ciación no puede dar ninguna seguridad respecto
A menudo la libertad de los sujetos se encuentra a su inexistencia futura, pues en contratos de larga
condicionada por sus circunstancias económicas duración, son muchas las situaciones que las
y sociales y ante ello, lo que el sistema jurídico partes no podrán prever al tiempo de la celebra-
exige es que quien contrata con alguien en tales ción. El derecho de los contratos, como cualquier
circunstancias no se aproveche de tal situación y otra institución social, no es una ciencia exacta.
posibilite al más débil un adecuado acceso a la in-
formación y un precio y un trato justos (10). Desde el Análisis Económico del Derecho se ha
dicho que la función fundamental del derecho de
Un proceso de tratativas debe posibilitar el los contratos es disuadir a los individuos de com-
traslado de información destinada a fortalecer la portarse en forma oportunista con sus contra-
igualdad de las partes contratantes, la morigera- partes, a fin de alentar la coordinación óptima de
ción de las asimetrías relevantes existentes entre la actividad y evitar costosas medidas de autopro-
ellas. tección (12) y una mejor elaboración de los términos
del acuerdo de voluntades puede contribuir noto-
riamente a que aquélla se satisfaga.
 (9)  La autonomía de la voluntad en el campo contrac-
tual era /y es) ante todo libertad de contratación, ver Sti-
glitz, Rubén S. “Un nuevo orden contractual en el Pro-
yecto de Código Civil y Comercial de la Nación”, La Ley  (11) Lorenzetti, Ricardo Luis, “Tratado de los Con-
Online AR/DOC/4416/2012. tratos, Parte General”. Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
 (10) El abuso de posición dominante (art. 11 del 2004, p. 124.
CCCN) y la lesión (art. 332 CCCN) son, entre otros ins-  (12)  Posner, Richard A., “El análisis económico del
titutos, expresiones de tal orientación axiológica del de- derecho”, Ed. Fondo de Cultura Económica, México D.F.,
recho argentino. 1998, p. 91.
Gustavo Caramelo | 67

V. 3. ¿Tienen las tratativas contractuales rios de conducta y como elemento correctivo del
efecto vinculante? ejercicio de los derechos (15).

Las tratativas no tienen efecto vinculante, al El de buena fe es un principio general del nuevo
menos no en los términos del artículo 969 del código, establecido en el artículo 9 de su Título
CCCN, que se refiere a los contratos ya concluidos; Preliminar y reiterado en numerosos artículos,
pero sí tienen la ligazón generada por la buena fe, como el 961, que lo reitera específicamente para
respaldada por la función coercitiva de las conse- los contratos, tanto en etapa gestacional como
cuencias derivadas de su inobservancia (13). funcional, con amplia proyección, pues establece
que los términos establecidos por las partes en un
Cuando los contratantes negocian tienen la li- contrato obligan no sólo a lo que formalmente está
bertad de celebrar el contrato o de no hacerlo, en él expresado, sino a todas las consecuencias
pero cuando realizan una oferta o crean una ex- que pueden considerarse comprendidas, con los
pectativa razonable en la otra parte, pueden tener alcances en que razonablemente se habría obli-
responsabilidad precontractual. Prevalece en tal gado un contratante cuidadoso y previsor.
caso la libertad de no obligarse, pero acompañada
de la obligación de indemnizar a la otra parte por Con relación específica a la etapa contractual,
la confianza generada (14). se establece en el artículo 991 del CCCN “Deber
de buena fe. Durante las tratativas preliminares, y
La libertad de contratación a la que alude la aunque no se haya formulado una oferta, las partes
norma es sustrato básico, coherente con lo pre- deben obrar de buena fe para no frustrarlas injus-
visto en el artículo 958 del código, que establece tificadamente. El incumplimiento de este deber
que “Las partes son libres para celebrar un con- genera la responsabilidad de resarcir el daño que
trato y determinar su contenido, dentro de los lí- sufra el afectado por haber confiado, sin su culpa,
mites impuestos por la ley, el orden público, la en la celebración del contrato”.
moral y las buenas costumbres.
Encontramos un antecedente directo de esta es-
La libertad de desvinculación de las negocia- tipulación en el Proyecto de 1998, tan tenido en
ciones prevalece sobre la de obligarse, lo que cuenta por los integrantes de la Comisión, en cuyo
queda de manifiesto por lo establecido en el artí- artículo 920 se establecía: “Deber de buena fe. Las
culo 993 del CCCN, al que más adelante haremos partes deben comportarse de buena fe para no
referencia, cuando determina que los instru- frustrar injustamente las tratativas contractuales,
mentos mediante los cuales se expresa el consen- aunque todavía no haya sido emitida una oferta.
timiento para negociar son de interpretación res- El incumplimiento de este deber genera responsa-
trictiva y sólo habrán de tener la fuerza obligatoria bilidad por daño al interés negativo”.
de la oferta si cumplen sus requisitos.
En el artículo 2.1.15 - 2) de los Principios Uni-
VI. El deber de actuar de buena fe droit se establece que si bien las partes nego-
ciantes no son responsables por el fracaso en al-
VI. 1. La buena fe como principio vertebral canzar un acuerdo, la que “...negocia o interrumpe
del derecho privado las negociaciones de mala fe es responsable por
los daños y perjuicios causados a la otra parte”;
El principio de buena fe, establecido como aclarándose luego 3) que “...se considera mala fe
deber en materia contractual y de tratativas nego- que una parte entre en o continúe negociaciones
ciales, es utilizado en materia de interpretación y cuando al mismo tiempo tiene la intención de no
de integración, como fuente de deberes secunda- llegar a un acuerdo”.

Según el Draft Common Frame of Reference eu-


ropeo, toda persona involucrada en negociaciones
preparatorias de un contrato tiene el deber de
 (13)  La doctrina de la apariencia, la fuerza jurígena conducirlas en consonancia con las exigencias de
de los usos y la interpretación conforme a la buena fe- la buena fe y la transparencia y, por tanto, de no
probidad son, entre otros, principios incorporados al
Derecho común a partir del proceso de expansión de la
lex mercatoria, como lo explicó Atilio Aníbal Alterini en  (15)  Lorenzetti, Ricardo Luis, en “Código Civil y Co-
“Los principios sobre los contratos de Unidroit y las solu- mercial de la Nación, Comentado”, Ricardo Luis Loren-
ciones del derecho común”, DJ 1997-2,1055. zetti, director. Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fe, 2014,
 (14)  Lorenzetti, “Tratado...”, op. cit., p. 125. Tomo I, pág. 51.
68 | Suplemento especial cONTRATOS

generar la ruptura de las mismas infringiendo este VI. 2. Los perfiles de la buena fe
principio (II.3:301 ap. 2).
Nuestra doctrina ha distinguido dos modali-
Es claro, entonces, que nos encontramos ante dades o subconceptos de la “buena fe”, la buena fe
otro principio general uniforme de las reglas de en sentido subjetivo, que se manifiesta como una
contratación propias de los sistemas jurídicos de convicción, un estado subjetivo de la conciencia
las economías de mercado. Se trata de un prin- del sujeto, quien considera que actúa conforme
cipio vertebral del derecho privado, en el que la a derecho, ignorando la posible lesión a los dere-
buena fe debe ser presumida, hasta tanto se no chos de otro o como buena fe objetiva, en la que la
pruebe la existencia de un obrar del sujeto, con- evaluación del contenido de la conducta desple-
trario a ella. gada por el sujeto se hace por comparación con un
estándar.
El principio de buena fe introduce un factor de
moralización de las relaciones intersubjetivas, es En la buena fe como apariencia, el juez debe
uno de los pilares sobre los que se asienta la her- considerar la intención del sujeto, su estado psi-
menéutica negocial, y exige que la conducta de las cológico o íntima convicción en relación a la situa-
partes se ajuste a un comportamiento correcto y ción dada; permite considerar válida una creencia
leal, de conformidad con principios éticos (16). del sujeto que no sería admisible si se apreciara la
diligencia común exigible para garantizar la segu-
No obstante, el límite a la valoración de la buena ridad en el tráfico; su mayor campo de aplicación
fe está dado por la propia conducta de las partes, se da en las transmisiones dominiales, en las que
por lo que han efectivamente considerado; ella el adquirente confía en la apariencia de una situa-
conduce a una interpretación razonable de los ción jurídica determinada (20).
vínculos negociales, lo que excluye que por vía in-
terpretativa pueda imponerse a ellas una voluntad En la buena fe como lealtad, se considera un
que no han manifestado (17). comportamiento leal y honesto en el tráfico, no
la creencia que un sujeto tiene respecto de las cir-
Se trata de un principio, un concepto jurídico cunstancias o de la posición del otro; es un modelo
indeterminado, extendido en el Derecho Com- estándar de conducta (21).
parado, que se entiende como la corrección en el
comportamiento en los negocios. En nuestro Có- Se entiende que en el ámbito de las relaciones
digo es un principio general, constituye un man- nacidas de negocios jurídicos rige el concepto de
dato de optimización que impone reglas de com- buena fe objetiva, que impone el deber de actuar
portamiento cooperativo en la mayor medida con lealtad y rectitud, tanto en las tratativas ante-
posible (18). riores al negocio como en su celebración, inter-
pretación y ejecución. Así entendida, la buena fe
La buena fe implica un deber de coherencia del cumple una función correctiva del ejercicio de los
comportamiento, que consiste en la necesidad de derechos. El comportamiento correcto, definido
observar en el futuro la conducta que los actos an- conforme a un estándar objetivo, señala un “deber
teriores hacían prever, regla que gobierna tanto el ser” respecto de cómo deberían actuar las partes
ejercicio de los derechos como la ejecución de los y, por su origen legal e imperativo, constituye un
contratos y es aplicable por igual en el campo del control, un límite (22).
derecho privado y en el del derecho administra-
tivo (19). La norma del nuevo código opera con un con-
cepto de buena fe objetivo, que se expresa en el
La buena fe exige hablar claro, no ocultar infor- deber del sujeto de abstenerse de desplegar con-
mación necesaria para la deliberación, requerir ductas que puedan frustrar injustificadamente las
también la información que se considere nece- negociaciones.
saria para el propio discernimiento.

 (16)  Compagnucci de Caso, Rubén, “El negocio jurí-  (20)  Lorenzetti, “Código...”, op. cit., p. 54 y sus citas.
dico”. Ed. Astrea. Buenos Aires, 1992, pág. 369.  (21)  Lorenzetti, “Código...”, op. cit., ps. 54 y 56 y sus
 (17)  Mayo, Jorge, “La buena fe en la interpretación de citas.
los negocios jurídicos”, RCyS 2004, 279.  (22) Rivera, Julio César, “Instituciones de Derecho
 (18)  Lorenzetti, “Código...”, op. cit., p. 53. Civil, Parte General”. Ed. Abeledo Perrot, 2ª edición.
 (19)  CSJN, Fallos 323:3035, 19/10/2000. Buenos Aires, 2000, t. II, p. 565.
Gustavo Caramelo | 69

VII. El deber de confidencialidad quien la recibe el deber de abstenerse de usarla y


de revelarla sin causa justificada o sin consenti-
En el artículo 992 del CCCN se establece: “Deber miento de la persona que guarda dicha informa-
de confidencialidad. Si durante las negociaciones, ción o de su usuario autorizado (art. 3º).
una de las partes facilita a la otra una información
con carácter confidencial, el que la recibió tiene el Es claro que en un época en la que los grandes
deber de no revelarla y de no usarla inapropiada- números de la economía mundial se han trasla-
mente en su propio interés. La parte que incumple dado al terreno de los intangibles, de la informa-
este deber queda obligada a reparar el daño su- ción, de los derechos sobre procesos industriales
frido por la otra y, si ha obtenido una ventaja inde- y de provisión de bienes y servicios, al conoci-
bida de la información confidencial, queda obli- miento, al know how industrial o comercial que
gada a indemnizar a la otra parte en la medida de posibilita el desarrollo de un determinado ne-
su propio enriquecimiento”. gocio, la información confidencial relativa a un
determinado proceso industrial o diseño de ne-
En el artículo 2.1.16 de los Principios Unidroit, gocio constituye un valor económico relevante,
referido al “deber de confidencialidad” se esta- protegido por el sistema jurídico en todas las so-
blece que “Si una de las partes proporciona infor- ciedades de mercado.
mación como confidencial durante el curso de las
negociaciones, la otra tiene el deber de no reve- En casos como el del know how, es en su secreto
larla ni utilizarla injustificadamente en provecho donde finca gran parte de su valor económico, por
propio, independientemente de que con poste- lo que goza de protección, entre otras normas, en
rioridad se perfeccione o no el contrato. Cuando la Ley de Patentes de Invención y Modelos de Uti-
fuere apropiado, la responsabilidad derivada del lidad, 24.481.
incumplimiento de esta obligación podrá incluir
una compensación basada en el beneficio reci- Es común que cuando dos partes se encuentran
bido por la otra parte”. en la negociación de, por ejemplo, un contrato
de franquicia, el franquiciante deba compartir
Informar no siempre es inofensivo frente a la con quien aspira a ser un franquiciado, informa-
competencia. Puede resultar peligroso o gra- ción confidencial sobre el modelo de negocio y de
voso. Informar es revelar secretos, fórmulas, di- producción de los que se vale y, dada tal circuns-
seños, modelos, armados, técnicas o estrategias; tancia, constituye una necesidad razonable del
en ocasiones, poner en descubierto vicios o debi- proceso de negociación que quien recibe la in-
lidades (23). formación básicamente secreta deba abstenerse
de transmitirla a terceros o de utilizarla en su pro-
La ley 24.766, de Confidencialidad, establece en vecho, en caso de no alcanzarse luego un acuerdo
su artículo 1º que las personas físicas o jurídicas contractual entre las partes.
podrán impedir que la información que esté legí-
timamente bajo su control se divulgue a terceros o Esa información confidencial suele ser el ac-
sea adquirida o utilizada por terceros sin su con- tivo principal de muchas empresas y sistemas y es
sentimiento, de manera contraria a los usos co- por ello que quien habrá de proporcionarla suele
merciales honestos, mientras dicha información exigir que quien habrá de recibirla acepte un pacto
sea secreta, tenga por ello un valor comercial y o acuerdo de confidencialidad, en el que pueden
haya sido objeto de medidas razonables para la preverse penalidades para el caso de incumpli-
preservación de su carácter secreto. miento.
La ley se aplica a la información que conste en Pero si la información es proporcionada con
documentos, medios electrónicos o magnéticos, prevención acerca de su carácter confidencial,
discos, ópticos, microfilmes, películas u otros ele- aún cuando no haya mediado acuerdo, el artículo
mentos similares (art. 2º) y para que la informa- 992 del CCCN impone el deber de reserva.
ción deba considerarse confidencial, basta la pre-
vención en tal sentido, la que de por sí impone a Por otra parte, dados los valores en juego, los in-
tereses potencialmente afectados y el sentido de la
norma, resulta claro que, en caso de duda acerca
 (23)  Mosset Iturraspe, Jorge, “El ámbito de la respon- del carácter confidencial o no confidencial de una
sabilidad contractual: lo extra, lo pre y lo poscontractual”, determinada información, quien la recibió debe
en Revista de Derecho Privado y Comunitario, Nro. 17, considerarla secreta, no sólo para evitar incurrir
Responsabilidad Contractual - I. Editorial Rubinzal-Cul- en responsabilidad sino también para honrar la
zoni, Santa Fe, 1998, p. 205. confianza en él depositada.
70 | Suplemento especial cONTRATOS

VIII. Las cartas de intención d) Determinadora de la identidad de las partes


y representantes: lo que es de gran importancia en
Se establece en el artículo 993 del CCCN: las negociaciones de contratos complejos, en los
“Cartas de intención. Los instrumentos mediante que interviene una pluralidad de sujetos, asesores
los cuales una parte, o todas ellas, expresan un y técnicos, por cada parte y es necesario tener en
consentimiento para negociar sobre ciertas bases, claro quién, entre todos ellos, cuenta con el poder
limitado a cuestiones relativas a un futuro con- legal de decisión por el interés por el que se ne-
trato, son de interpretación restrictiva. Sólo tienen gocia.
la fuerza obligatoria de la oferta si cumplen sus re-
quisitos”. Entre los distintos deberes y obligaciones que
suelen pautarse en estos documentos, pueden
El Proyecto de 1998, en su artículo 921 esta- mencionarse: el deber de confidencialidad; el de
blecía: “Cartas de intención. Los instrumentos lealtad; el de información, todos subsumidos en el
mediante los cuales una parte, o todas ellas, ex- genérico de obrar con sujeción al principio verte-
presan asentimiento para negociar sobre ciertas bral de buena fe, aunque algunas especificaciones
bases, limitado a cuestiones relativas a un futuro suelen ser beneficiosas, por aportar claridad al
contrato, son de interpretación restrictiva. Sólo contenido de las conductas debidas. También se
tienen la fuerza obligatoria de la oferta si cumplen estipulan habitualmente cláusulas de mediación;
sus requisitos; en caso contrario es aplicable el ar- de colaboración en la investigación de algún tema
tículo anterior” —ya transcripto en esta exposi- (ej. disponibilidad de inversiones; estudios de
ción—. suelo o de impacto ambiental, etc.) y de limitación
de responsabilidad entre negociantes.
La norma se refiere a un instrumento particular,
entre los que pueden darse en una etapa de nego- Se ha decidido que la ruptura de las negocia-
ciación previa a la concreción de un vínculo con- ciones impulsadas por una carta de intención
tractual (24). La carta de intención es una forma de puede dar lugar a responsabilidad precontrac-
documentar el avance de las negociaciones; su ob- tual, y son válidas las cláusulas de irresponsabi-
jeto es la negociación en sí misma y no necesaria- lidad pactadas para el caso de que cualquiera de
mente el contrato futuro (25). Puede ella tener dis- las partes se retire de la negociación, salvo que se
tintas finalidades: trate de una relación de consumo, hipótesis en la
cual cobraría relevancia lo dispuesto por el art. 37
a) Declarativa y probatoria: registrando puntos inc. a de la ley 24.240 (26).
sobre los que los negociantes arribaron a un
acuerdo y otros, sobre los que se mantiene el di- A menudo, en procesos de negociación ex-
senso; lo que permite mantener orden y claridad tensos, las partes establecen acuerdos parciales,
sobre la marcha de las negociaciones, cuestión de que no constituyen un contrato concluido; pero
especial utilidad cuando ellas con son de carácter evitan volver atrás sobre cuestiones ya confor-
complejo. Carecen de obligatoriedad jurídica y madas.
cumplen una función ordenatoria y probatoria.
Rige en la materia el principio de libertad de
b) Obligatoria: cuando se adiciona una obliga- formas establecido en el artículo 1015 del CCCN,
ción de negociar, que generalmente consiste en un aun cuando lo negociado sea un contrato de los
deber de diligencia específico de carácter procedi- mencionados en el artículo 1017 del CCCN, pues
mental o sustancial. no debe confundirse proceso de negociación con
contrato.
c) Determinadora de objetivos: cuando las
partes establecen los objetivos que procuran al- IX. Importancia del adecuado asesoramiento
canzar en las negociaciones. En este tipo de cartas profesional en la etapa precontractual
de intención es habitual encontrar un preámbulo
en el que se enuncian los motivos que alientan la El contrato no puede trasgredir ninguno de los
realización de las negociaciones. límites establecidos por el orden público, la moral
y las buenas costumbres. Las tratativas contrac-
tuales son un terreno apto para evaluarlos, preci-
 (24)  Es habitual que con alcances obligatorios am-
plios, las partes instrumenten un “due diligence”, conf.
López Fidanza, Alberto, op. cit., loc. cit.  (26)  CNCom. Sala D, 17/02/2010, “Neptan S.A. c. In-
 (25)  Stiglitz, Rubén, “Contratos...”, op. cit., ps. 289 y ternational Container Terminal Services y otros”, La Ley
290. Online AR/JUR/211/2010.
Gustavo Caramelo | 71

samente para que ello no ocurra. Es que a menudo X. 1) Responsabilidad


los negociantes procuran alcanzar un acuerdo por
una vía técnicamente inadmisible, lo que puede X. 1. a) Sobre el fundamento de esta
ser establecido, con el debido asesoramiento pro- responsabilidad
fesional —jurídico, tributario, etc.—, en esa etapa
negocial previa. Como hemos visto, la norma sancionada no li-
mita la responsabilidad al daño al interés nega-
En otras ocasiones, un adecuado asesoramiento tivo, como lo hacía expresamente la del Proyecto
técnico en esta etapa de acercamiento y explora- de 1998.
ción de opciones puede permitir a las partes aho-
rrar tiempo y dinero, por vía de la elaboración de Si bien podría considerarse que, dado el prin-
alguna alternativa de ingeniería jurídico-finan- cipio de libertad para contratar o no hacerlo, la
ciera de menor costo en términos de erogaciones frustración de la posibilidad de concretar el con-
y esfuerzos. sentimiento en un caso determinado no podría
dar lugar a responsabilidad, desde la publicación,
El código deja en claro que gozan de plena li- en 1860, de la primera edición de la obra de VON
bertad para explorar sus alternativas negociales, IHERING, Rudolf “La culpa ‘in contrahendo’...” (28),
para ponderar su conveniencia; para avanzar en la se ha venido consagrando una responsabilidad
concreción de un acuerdo o para apartarse de su precontractual; labor en la que constituyó un hito
búsqueda y seguir cada parte su camino, ello con la publicación , en 1906, en Italia, de la Obra de
el único límite de no haber burlado la buena fe de- Faggella, “Dei periodi precontratualli e della loro
positada por la otra o las otras partes negociantes. vera ed exata costruzione scientifica” (29). Tal res-
ponsabilidad se verifica, como una consecuencia
En el proceso de negociación las partes gozan de la buena fe negocial que debe orientar las trata-
de la libertad de determinación del contenido tivas, cuando la conducta de una de las partes ge-
del posible contrato. Es claro que las tratativas nera expectativas que luego se ven frustradas por
pueden ser de suma importancia para alcanzar un apartamiento intempestivo, violento, abrupto.
formulaciones eficientes en lo funcional y jurídi-
camente eficaces, pues uno de los factores que los Ihering puso de manifiesto que alguien puede
interesados podrán ponderar es el de la legalidad incurrir en culpa en el momento de contratar, y
de las distintas alternativas de diseño del negocio situó el deber de diligencia a partir del momento
que consideren, desde los distintos aspectos que de la oferta. El mérito de Fagella es el haber lla-
pueden tener incidencia en la cuestión y que ex- mado la atención sobre la necesidad de inves-
ceden los límites de las normas imperativas que tigar el período de formación del contrato ante-
operan en el derecho privado, para transitar a me- rior a la emisión de la oferta. En su pensamiento,
nudo por los territorios del derecho administra- el proceso de formación del contrato puede di-
tivo o del derecho tributario. vidirse en dos etapas, la primera de ellas consti-
tuida por todas las conversaciones, intercambio
Durante las tratativas contractuales, las partes de ideas, tratos y discusiones desarrolladas hasta
gozan de libertad de formas, sin perjuicio de la que el momento de la oferta; la segunda, iniciada por
deban observar en caso de encontrarse alguna im- la oferta y cerrada con la conclusión del contrato.
puesta para la instrumentación del contrato al que En la primera etapa pueden distinguirse dos pe-
puedan arribar. ríodos, el primero, de ideación y de elaboración;
el segundo, de perfeccionamiento o concretiza-
X. Proyección de las tratativas ción de la propuesta. La segunda etapa constituye
el tercero de los períodos precontractuales, el ope-
La importancia de las tratativas se manifiesta en rativo, en el que la oferta es puesta en movimiento.
dos aspectos relevantes: a) el referido a los efectos
que se derivan de la frustración dañosa para una
de las partes y b) el relieve que alcanzan para la in-
 (28)  La primera edición se realizó en 1860 en idioma
terpretación del contrato luego perfeccionado, en
alemán, la edición francesa data de 1893; como Vélez
caso de conflicto (27). Sarsfield no leía en idioma alemán, López de Zavalía
afirma que no pudo tener en consideración la teoría de
von Ihering, ver su obra “Teoría...”, op. cit., p. 183, nota 13.
 (29)  Mosset Iturraspe, Jorge, “El ámbito...” op. cit., p.
202. La obra de Faggella fue publicada en “Studi Giuri-
dichi in onore de Carlo Fadda”, Milano, 1906, t. III, p. 271
 (27)  Stiglitz, Rubén, “Contratos...”, op. cit., p. 157. y sigs.
72 | Suplemento especial cONTRATOS

Este autor consideró que podía existir responsabi- las circunstancias; en abstenerse de realizar actos
lidad aún antes de la emisión de la oferta, la que antifuncionales como los que no son idóneos para
podrá darse a partir del momento en que uno de avanzar en las negociaciones o los que pueden
los tratantes, ya en forma expresa, ya tácita, con- causar perjuicios al otro precontratante. Quien
siente que el otro realice un trabajo preparatorio, sufre tales conductas de su contraparte en las
generando confianza en el otro, por lo que el retiro negociaciones encuentra una justificación para
intempestivo de las tratativas genera la responsa- apartarse de ellas (32).
bilidad del resarcimiento de los gastos y del costo
efectivo de la obra de la obra parte (30). La ruptura de las tratativas contractuales no
podrá ser considerada injustificada cuando se
Dichos autores operaron sobre la idea de una halle sujeta a una causa que legitime el ejercicio
responsabilidad de base contractual; mientras que de la libertad de no contratar, como lo seria buscar
para una parte sustantiva de la doctrina y la juris- una mejor ocasión, mejores condiciones res-
prudencia nacionales, al no haberse alcanzado un pecto del precio o la financiación, mejor calidad
contrato, la responsabilidad en esta etapa debe ser en la cosa o servicios considerados o cuando en el
evaluado según las reglas propias de los vínculos transcurso de las negociaciones sobrevienen cir-
extracontractuales, ya con base en la culpa aqui- cunstancias ajenas a las partes que alteran sustan-
liana, ya por aplicación de la teoría de la respon- cialmente la relación de equilibrio que hasta en-
sabilidad legal, ya por la del abuso en el derecho a tonces tenían; situaciones ante las que la parte que
no contratar (31). decide apartarse de las tratativas tiene el deber de
informárselo a la otra, para evitarle incurrir en
Pero las implicancias que en nuestro derecho gastos inútiles o la pérdida de otras ocasiones ne-
tenía el encuadre de un supuesto de responsabi- gociales (33).
lidad como contractual o extracontractual ha per-
dido relevancia práctica con la sanción del nuevo Genera sí responsabilidad el que una parte
Código Civil y Comercial de la Nación; ello por avance en las negociaciones ocultando a la otra la
la práctica homogeneidad de régimen de ambos existencia de una causa de invalidez del contrato,
tipos de responsabilidad, a excepción de lo esta- que conoce; aún cuando ello ocurra por negli-
blecido en el artículo 1728. gencia y no por dolo.

X. 1. b) Supuestos de responsabilidad El inicio de tratativas sin seriedad, sabiendo por


precontractual anticipado que no se tiene la intención de com-
prometerse; la actitud reticente en proporcionar
1) Violación del principio de buena fe: información relevante; el falseamiento de la rea-
lidad; la disimulación de lo verdadero; la prolon-
En el artículo 991, como ya hemos visto, se esta- gación de las tratativas, cuando se ha tomado ya
blece que el incumplimiento en el deber de obrar la decisión de contratar con un tercero, consti-
de buena fe genera la responsabilidad de resarcir tuyen supuestos de falta al deber de buena fe y,
el daño que sufra el afectado por haber confiado, por ello, potencialmente generadores de respon-
sin su culpa, en la celebración del contrato. sabilidad (34).
En razón de ello, habrá obligación de resarcir Quien, actuando en forma voluntaria, entra en
siempre que se verifique: negociaciones enderezadas a perfeccionar un
contrato, debe asumir las consecuencias del libre
a) Una conducta antijurídica, consistente en ejercicio de su voluntad, porque la solución con-
la violación del deber de obrar con buena fe. Es traria permitiría que se burlase la expectativa le-
deber de los precontratantes observar conductas gítima que tal actitud negociadora pudo haber ge-
diligentes, que se traduzcan en el deber de, por nerado en terceros (35).
ejemplo, conservar y custodiar los bienes que se
hubiesen desplazado con motivo de las tratativas
previas; en obrar con la diligencia que impongan
 (32)  Stiglitz, “Contratos...”, op. cit., p. 159.
 (30)  López de Zavalía, “Teoría....”, op. cit., ps. 179 a  (33)  Stiglitz, “Contratos...”, op. cit., p. 160.
182.  (34)  Stiglitz, “Contratos...”, op. cit., ps. 160 a 163.
 (31)  Stiglitz, “Contratos...”, op. cit. P. 177 y sus citas.  (35) Cuiñas Rodríguez, Manuel, “Responsabilidad
Los primeros enunciados en tal sentido fueron plan- precontractual”, en “Tratado de Derecho Comercial,
teados por Lafaille, Colmo, Busso y Bustamante Alsina, Contratos Comerciales Modernos”, Ernesto Martorella,
según lo explica López Fidanza en el trabajo ya citado. Director. Buenos Aires, La Ley, 2010, t. II, p. 191.
Gustavo Caramelo | 73

La buena fe exige un comportamiento vigilante y una real intención de alcanzar un acuerdo con la
atento, que impone a cada negociante abstenerse otra parte (II.e:301 ap. 4).
de conductas lesivas de los intereses del otro. Re-
quiere adecuada comunicación, advertencia leal, En el Common Law los acuerdos precontrac-
aviso razonable, para evitar que en la contraparte tuales se plasman en lo que para nosotros consti-
se genere una expectativa aún no realmente fun- tuyen las “cartas” o “pactos de intenciones” (letters
dada, que pueda llevarlo a incurrir en gastos o a of intents). Bajo esta denominación se incluyen los
desestimar otras propuestas negociales en pos de acuerdos precontractuales (precontractual agree-
la que se está tramitando. ments) y los pactos de intenciones, en los cuales
se va determinando el desarrollo de las negocia-
La mera realización de gastos en procura de la ciones a través de distintos instrumentos, lo cual
concreción de un contrato no habilita a exigir re- será la base del futuro contrato. Dentro de esa te-
paración en caso de interrupción de las tratativas, mática, el principio de buena fe tiene una impli-
porque el que entra en ellas sabe que pueden fra- cancia esencial, pues los tratantes están obligados
casar y hace sus cálculos. Lo que habilita a re- a actuar fielmente de acuerdo a lo que en común
clamar tales gastos y otros daños que pueda haber se propusieron alcanzar. Las letters of intents
sufrido quien los realizó, es la violación del deber pueden confundirse en la práctica con acuerdos
de buena fe por el otro contratante. que contienen una oferta, pero en sí son instru-
mentos escritos que configuran el desarrollo de
Se ha dicho que puede derivarse responsabi- las conversaciones mantenidas en la negociación
lidad precontractual de la violación de tres de- precontractual, no existiendo en los mismos un
beres básicos, que se dan en las tratativas: a) de contenido negocial (38).
comunicación: cada parte debe comunicar a la
otra lo que tiene relevancia para el negocio y que La buena fe es también eximente de responsabi-
aquélla no se encuentre en condiciones de co- lidad, porque si hay buena fe no hay culpabilidad
nocer por sí (ej. vicios ocultos); b) de preservación en el obrar (39).
de los secretos confiados, de la información con-
fidencial, útil para las tratativas, proporcionada b) La atribución de tal conducta a uno de los ne-
por uno de los negociantes y c) de custodia de los gociantes, en quien razonablemente el afectado
efectos confiados durante las tratativas (36). depositó su confianza sin que mediara culpa de
su parte en su deber de diligencia en la búsqueda
Se ha considerado que resulta improcedente la de información útil y relevante para la evaluación
indemnización por falta de preaviso reclamada en a realizar. Tal atribución podrá realizarse a título
virtud de la ruptura de las negociaciones iniciadas de culpa (art. 1721, última parte, del CCCN); pero
a raíz de la suscripción de una “carta de intención”, en la mayoría de los supuestos de abuso de con-
si en la misma se pactó que la falta de acuerdo de fianza, responderá al concepto de dolo estable-
voluntades en cuanto a la celebración del contrato cido en el artículo 1724, valorada la conducta del
definitivo no generaría derecho a reclamo alguno agente con sujeción a lo establecido en el art. 1725
por ningún concepto, máxime cuando la obliga- de ese subsistema normativo. Obviamente, tam-
ción de preavisar había sido sugerida como un as- bién podrá darse un supuesto de responsabilidad
pecto a ser incluido en el contrato definitivo (37). objetiva, establecida en los términos del artículo
1753 del CCCN; supuesto en el que el principal y
Según el Draft Common Frame of Reference eu- el dependiente responderán en los términos pre-
ropeo, quien incumple el deber de obrar con buena vistos en los artículos 850 a 852 del CCCN.
fe y transparencia en las negociaciones preparato-
rias de un contrato, es responsable de las pérdidas Se ha decidido que es improcedente atribuir
causadas a la otra parte (II.3:301 ap. 3), conside- culpa precontractual a una empresa, en tanto
rándose un particular comportamiento desleal el quien la demandó no demostró que hubiera exis-
de emprender o continuar las negociaciones sin tido un grado de avance importante en las conver-
saciones celebradas con relación a un proyecto
que pretendía desarrollar, ni que con motivo de
 (36)  López de Zavalía, “Teoría...”, op. cit., ps. 190 y 191, una conducta imputable a la demandada se frus-
en las que el autor sigue el desarrollo conceptual de Be-
natti, Francisco, “La Responsabilitá Precontrattuale”. A.
Giuffré, Editor. Milán, 1963.
 (37)  CNCom., Sala D, 17/02/2010, “Neptan S.A. c. In-
ternational Container Terminal Services y otros”, ya ci-  (38)  López Fidanza, Alberto J., op. cit., loc. cit.
tado.  (39)  Lorenzetti, “Código...”, op. cit., p. 56.
74 | Suplemento especial cONTRATOS

trasen las expectativas ciertas de celebrar el con- tijuridicidad, pues ha sido también especialmente
trato (40). regulado en el subsistema normativo que integran
los artículos evaluados en este trabajo.
c) Daño generado por tal conducta, entendido el
concepto en sentido amplio, pues la nueva norma Para que se verifique este supuesto de respon-
no contiene la limitación al generado en el interés sabilidad en etapa precontractual se requiere que
negativo, como ocurría en el Proyecto de 1998, te- uno de los sujetos negociantes haya provisto infor-
nido en consideración por la Comisión elabora- mación al otro u otro sujetos, previniéndolos sobre
dora, lo que lleva considerar que fue intención de su carácter confidencial.
sus integrantes, y del legislador, no establecer “a
priori” tal limitación, aún cuando ella pueda darse Obviamente, como ya se explicó, lo ideal es que
naturalmente en la mayoría de los casos. Deberá, se establezca un compromiso claro de confiden-
pues, procurarse la reparación plena del afectado, cialidad; el que puede acreditarse por cualquier
de toda lesión a un derecho o a un interés no re- medio de prueba. A menudo la naturaleza confi-
probado por el ordenamiento jurídico (art. 1737 dencial de la información proporcionada será evi-
CCCN), con un criterio indemnizatorio amplio dente y su divulgación constituirá una violación al
(art. 1738 CCCN), comprensivo de las consecuen- deber de obrar con buena fe y lealtad por parte de
cias no patrimoniales derivadas de la frustración quien la recibió.
de la confianza padecida por el afectado. Será la
evaluación de la relación de causalidad la que li- El deber de secreto se encuentra establecido por
mitará ese resarcimiento a lo que sea adecuado y el código con relación a toda información confi-
razonable. dencial; por lo que ante la duda sobre el carácter
de tal, quien la divulga puede incurrir en respon-
Es posible que la ruptura de las tratativas vaya sabilidad. Se trata de una norma de carácter su-
acompañada de conductas que generen otros pletorio, por lo que nada obsta a que el titular de
daños, como la formulación de una falsa denuncia los derechos sobre la información confidencial
o de afirmaciones agraviantes para su destinatario, autorice su difusión total o parcial, ya al público
las que habilitarán reclamos resarcitorios que en general, ya a personas determinadas. Siempre
pueden considerarse vinculados causalmente con el titular de los derechos sobre la información
lo que fueron las negociaciones pero que guardan confidencial puede exigir una “cadena de confi-
autonomía con relación al objeto de lo conside- dencialidad” entre quienes habrán de compartir
rado en este análisis. sucesivamente información secreta, con respon-
sabilidad para todo quienes integren esa línea de
d) Una relación de causalidad adecuada entre circulación de información y la compartan.
la conducta desplegada por el agente que violó el
deber de sujeción a la buena fe y los perjuicios ge- Pero la regulación protectoria existente en la
nerados a quien padeció los efectos de tal viola- materia no se limita al código, pues en caso de
ción. violación del deber de mantenimiento de la con-
fidencialidad de la información proporcionada
De acuerdo a lo establecido en los artículos 1726 por un negociante a otro, con prevención de su ca-
y 1727 del CCCN, se resarcirán los daños que re- rácter secreto, el afectado puede solicitar la adop-
sulten consecuencia inmediata o mediata previ- ción de medidas cautelares destinadas a hacer
sible de la conducta lesiva. cesar las conductas ilícitas y ejercer las acciones
civiles destinadas a prohibir el uso de la informa-
2) Responsabilidad por la violación del deber de ción y a obtener la reparación económica del per-
confidencialidad: juicio sufrido (art. 11 de la ley 24.766, de Confiden-
cialidad).
Los requisitos a evaluar para la configuración de
un supuesto de responsabilidad serán los ya enun- Ese aspecto cautelar, previsto en la norma men-
ciados con relación a la ruptura de la buena fe; cionada, es vital en la materia, pues puede evitar la
pero desarrollamos por separado éste, por consi- profundización y propagación del daño generado
derar que se trata de un supuesto especifico de an- por la divulgación de la información confidencial,
en sintonía con lo regulado en el artículo 1710, y
 (40) CNCom. Sala F, 11-08-2011, “Mancinelli, Juan disposiciones concordantes, del CCCN.
Carlos c. Siemens Solutions and Services S.A. s. ordi-
nario”, publicado con comentario de Arduino, Augusto Sin perjuicio de ello, cabe señalar que quien
H. L. “Culpa precontractual: Condiciones para la genera- incurre en infracción de lo dispuesto en la ley en
ción de responsabilidad”, La Ley 2012-B, 365. materia de confidencialidad, queda sujeto a la res-
Gustavo Caramelo | 75

ponsabilidad penal correspondiente (art. 12 de la zado; porque ninguno de ellos puede pretender
ley mencionada). asignar luego a un término un sentido distinto al
que antes aceptó.
X. 2) El contenido de las tratativas como
pauta de interpretación futura La documentación generada durante un pro-
ceso de negociación puede ser abundante y orien-
Uno de los efectos relevantes de las tratativas tadora para el intérprete y también lo puede ser el
contractuales es que ellas pueden servir a la inter- intercambio de información habido entre las partes;
pretación del contrato que por ellas alcancen las pues es claro, por ejemplo, que si alguna de ellas
partes negociantes. proporcionó a la otra información confidencial lo
fue porque buscaba un resultado vinculado con ella.
Ello surge expresamente de lo establecido en el
artículo 1065 del CCCN, referido a las fuentes de XI. Conclusión
interpretación de los contratos, que dice: “Cuando
el significado de las palabras interpretado contex- En los Fundamentos que acompañaron al Pro-
tualmente no es suficiente, se deben tomar en con- yecto remitido por la Comisión a la Sra. Presidenta
sideración: a. las circunstancias en que se celebró, de la Nación, al referirse a este subsistema norma-
incluyendo las negociaciones preliminares...”. tivo, relativo a las Tratativas Contractuales, sus in-
tegrantes dijeron: “Puede parecer una regulación
Claro está, tales circunstancias no siempre ha- demasiado austera, pero hay que tener en cuenta
brán de surgir de una carta de intención u otro do- que es un área muy dinámica, con un amplio de-
cumento escrito; ellas pueden probarse por dife- sarrollo jurisprudencial y doctrinario, y en tales
rentes medios como, por ejemplo, el intercambio condiciones es conveniente sentar principios ge-
de correspondencia y de comunicaciones habido nerales que permitan esa labor”, lo que resulta a
entre los negociantes en el transcurso de las tra- todas luces razonable, dada la cantidad de tipos
tativas. contractuales regulados y la amplia posibilidad de
las partes de generar nuevos vínculos de tal natu-
Como las tratativas deben basarse en la buena fe raleza, muchos aún no previstos por el legislador;
de las partes y ella está directamente asociada con ello dada la libertad de creación, en tanto no se
la generación de confianza y de la apariencia de transpongan los límites fijados en la materia.
un determinado sentido y compromiso en las ne-
gociaciones, cobran importancia los propios actos Las tratativas contractuales son, como lo hemos
de cada uno de los tratantes, especialmente consi- visto, de gran utilidad, pues permiten mayor de-
derados en el código cuando en su artículo 1067 se liberación y elaboración del discernimiento ne-
establece que “La interpretación debe proteger la cesario para la celebración de acuerdos eficaces;
confianza y la lealtad que las partes se deben recí- permitiendo una mayor economía de esfuerzos
procamente, siendo inadmisible la contradicción y una optimización de los recursos de las partes.
con una conducta jurídicamente relevante, previa Bien planteadas y llevadas adelante, son una in-
y propia del mismo sujeto”. De allí que el código versión, que puede llevar también a que los ne-
haya incorporado expresamente en la materia la gociantes eviten celebrar un contrato que, al cabo
doctrina de los propios actos, tempranamente in- de las deliberaciones, se advierte como no conve-
corporada a la jurisprudencia de nuestra Corte Su- niente para la maximización de los intereses de
prema (41). todas las partes contratantes.
Es que la buena fe implica un deber de cohe- No siempre son necesarias ni tampoco razona-
rencia del comportamiento que consiste en la ne- bles emplear tiempo y esfuerzos en ellas; pero a
cesidad de observar en el futuro la conducta que menudo resultan de gran provecho; cuando son
los actos anteriores hacían prever (42). De allí la re- empleadas negociadores diligentes, preocupados
levancia de la conducta observada por las partes por el desarrollo de un trabajo serio de construc-
durante la negociación, del sentido de sus decla- ción de vínculos contractuales eficientes, cuando
raciones, del dado a los términos considerados y la entidad de las cuestiones a considerar lo hace
luego trasladados al contenido del contrato alcan- razonable. Dan mayores posibilidades de previ-
sión y de construcción de diseños jurídicos ro-
bustos.
 (41) CSJN., “Arigós c. Villanueva”, Fallos 7-138, de
1869. El nuevo código ha ampliado el criterio de valo-
 (42)  Diez Picazo Ponce de León, Luis, “La doctrina de ración de los daños que doctrina y jurisprudencia
los propios actos”. Bosch, Barcelona, 1963, p. 245. preveían como admisibles en este tipo de casos,
76 | Suplemento especial cONTRATOS

en los que el criterio de asignación de responsa- Es claro que al incorporar esta regulación, que
bilidad por ruptura de las tratativas debe ser res- carecía de previsiones normativas concretas en los
trictivo, pues lo contrario conspiraría contra una códigos hasta ahora vigentes, se ha mejorado en
efectiva vigencia del principio de libertad que rige calidad y claridad nuestro orden normativo, como
en la materia y lo han hecho siguiendo los linea- ha ocurrido en general con todo lo que ha sido
mientos establecidos en los esfuerzos internacio- materia de tratamiento por el nuevo Código Civil
nales desarrollados en materia de contratos. y Comercial de la Nación.u
Pacto de preferencia y contrato
sujeto a conformidad
POR Miguel Piedecasas

SUMARIO: I. Introducción.— II. Concepto. La opinión de la doctrina.— III. Análisis de las normas le-
gales.— IV. El pacto de preferencia y otras normas del Código Civil y Comercial.— V. El pacto de prefe-
rencia en la compraventa.— VI. El pacto de preferencia y la subasta pública.— VII. El pacto de preferencia
y el contrato de suministro.— VIII. Contrato sujeto a conformidad.

I. Introducción zarse en lo relativo a su eventual concordancia in-


terna.
El Código Civil y Comercial regula el pacto de
preferencia en los artícu­los 997 y 998 y el contrato Junto a estos pactos de preferencia se legisla
sujeto a conformidad en el artícu­lo 999. sobre los contratos sujetos a conformidad, que re-
quieren de una apreciación diferenciada.
En los fundamentos de la comisión de juristas
no se exponen mayores comentarios sobre las ra- II. Concepto. La opinión de la doctrina
zones y fuentes de esta clase de instituciones.
En la doctrina se lo ha considerado de diversas
La primera cuestión sobre la que debe llamarse maneras, y así se lo ubica como un contrato autó-
la atención es que las normas señaladas se ubican nomo y se lo define como “aquel mediante el cual
en el ámbito de la “Teoría general del Contrato”, una de las partes se obliga frente a la otra, para el
dentro del capítulo III sobre la “formación del con- caso de que llegara a decidirse a celebrar un con-
sentimiento”, sección 5ª. trato futuro, a preferirla respecto de otros even-
tuales interesados en la contratación” (1). “En la
Esto nos permite afirmar que son pautas o re- prelación contractual, también llamada pacto de
glas generales aplicables a todos los contratos re- preferencia, las cosas suceden de otra manera;
gulados en el Código, en principio y supletoria- aquí las partes acuerdan que una de ellas se obliga
mente a todos aquellos a los que se les puedan ante la otra a que para el caso de que esta decida
efectuar el negocio, deberá dar preferencia a la pri-
aplicar estas normas.
mera respecto de otros eventuales interesados en
Asimismo, no se debe dejar de advertir que este negocio. Es decir que el titular del derecho de
luego el Código regula los pactos en forma parti- prelación no está facultado a exigir la realización
del contrato que se ha tenido en vista, sino solo si
cular según sea el contrato de que se trate y esta-
la otra parte resuelve realizarlo tiene la prelación o
blece reglas especiales.
el derecho para que, en iguales condiciones a las
Así puede verse en el transcurrir normativo del que oferte el promitente, sea preferido a cualquier
Código, que se enuncian normas específicas para otro contratante.
la compraventa en el artícu­lo 1165 y también para Comunicada la voluntad de realizar el negocio,
el suministro en el artícu­lo 1182. Todo ello sin especificando las condiciones de la contrata-
perjuicio de que el legislador ha utilizado el tér-
mino “preferencia” con diversas acepciones y en
distintas partes del Código (Contratos; Derechos  (1)  Mosset Iturraspe, Jorge “Contratos”; Ed. Rubinzal-
reales: Sucesión; Privilegios), que deben anali- Culzoni Editores, pág. 140, Santa Fe, Argentina, 2005.
78 | Suplemento especial cONTRATOS

ción, el titular de la prelación puede aceptar o no En base a esta normativa se lo podría concep-
la oferta, pues no está obligado a ello, pero si re- tualizar como “el acuerdo; autónomo o accesorio
suelve ejercer su derecho, es preferida ante otro de otro contrato; por el cual las partes se obligan;
interesado. una; ambas o todas recíprocamente o no; a que
en el supuesto de realizar un contrato futuro;
Habida cuenta de lo expresado, podemos con- otorgan respecto de la otra u otras un derecho de
cluir que en ambos casos estamos frente a un con- preferencia para concluir con ellas el contrato, en
trato autónomo, que permite la realización de otro iguales condiciones a las ofertadas por terceros
contrato ulterior” (2). o establecidas por las partes y asumen la obliga-
ción de hacer, consistente en comunicar a la otra u
“Mediante él, el promitente no se obliga a cele- otras esta decisión de llevar adelante ese contrato
brar ningún contrato. Simplemente se obliga, para futuro”.
el supuesto de que eventualmente decidiera ce-
lebrarlo, a dar la preferencia al otro pactante o a III. Análisis de las normas legales
un tercero previsto en el acuerdo. De esta manera,
el promitente queda en libertad de concluir o no El Código Civil y Comercial, nos permite el aná-
el contrato definitivo, sin que la otra parte pueda lisis de estos artícu­los, los que brindan elementos
obligarlo a su celebración; pero si resuelve rea- generales aplicables a todos los “acuerdos; conve-
lizar el contrato previsto, surgirá su obligación de nios o pactos de preferencia”; sin perjuicio de las
conceder la preferencia al beneficiario de este de- normas especiales existentes para determinadas
recho. De esta obligación asumida por el promi- situaciones como la compraventa; el suministro o
tente surge como consecuencia el deber de comu- los acuerdos societarios; entre otros.
nicar al beneficiario o destinatario de la prelación
su decisión de concluir el contrato definitivo, Al referirse a la noción de “pacto de prefe-
así como la especificación de los detalles de las rencia”; está determinando su naturaleza conven-
ofertas hechas a los terceros o recibidas de estos, a cional; ya que la ley establece en ciertos supuestos,
fin de que el beneficiario pueda ejercer su derecho preferencias a favor de personas que detentan ca-
de preferencia en paridad de condiciones con las lidades especiales, ya sea para la atribución de in-
de los terceros interesados. Comunicadas tales muebles; u otros bienes, como se puede ver de la
condiciones, el beneficiario queda, a su vez, en li- lectura propia del Código.
bertad de resolver si acepta o no la oferta hecha
por el promitente, esto es, si ejercita o no su de- De manera tal que estas normas que estamos
recho de preferencia. analizando, delimitan su campo de aplicación a
supuestos convencionales.
Así pues debemos concebir el pacto de prelación
como un contrato autónomo, con objeto, sujetos y La norma legal no establece que se otorga un
causa propios y distintos de los otros contratos” (3). “derecho” a favor de alguna de las partes involu-
cradas, sino por el contrario, lo que sí consagra
En el Código Civil y Comercial, se lo establece es la obligación de hacer, que tiene la parte “obli-
como una categoría general, pudiendo ser autó- gada” a celebrar el contrato con el “preferido” o los
nomo o accesorio de otro contrato y luego de for- “preferidos”.
mular los conceptos generales, en los artícu­los
997/8, se dejan las pautas especiales, de los También consagra la obligación de “comunicar”
acuerdos de preferencia en ámbitos determinados a los beneficiarios, a través de una declaración
como los del contrato de compraventa; suministro completa, precisa, cierta, objetiva, completa, con
o societarios, para ser regulados por pautas parti- los requisitos de la oferta; donde le comunica su
culares o especiales. decisión de celebrar el contrato.

Los beneficiarios pueden o no aceptar la misma.


Si la aceptan, queda concluido el contrato.

 (2) Fernández, Raymundo - Gómez Leo, Osvaldo Nada se dice en estos artícu­los sobre las conse-
R. “Tratado Teórico Práctico de Derecho Comercial” T. cuencias del incumplimiento de estos acuerdos
III-A; Ed. Depalma; página Nº 51; Buenos Aires; Argen- de preferencia y como veremos en los casos tra-
tina; 1986. tados especialmente (compraventa; suministro;
 (3)  Fontanarrosa, Rodolfo O. Derecho Comercial Ar- societarios) las consecuencias se estipulan ya sea
gentino, Contratos Comerciales” Ed. Víctor P. de Zavalía; como condición resolutoria u otros efectos deter-
pág. 83; Buenos Aires; Argentina 1973. minados.
Miguel Piedecasas | 79

Queda claro que esta norma es de carácter ge- Los artícu­los 1882; 1886, establece la prefe-
neral, ya que refiere a participaciones sociales; rencia legal como facultad derivada del poder ju-
condominio o contratos asociativos. rídico que implica el derecho real y por ende no
está comprendido dentro de los “pactos de prefe-
En estos supuestos permite la reciprocidad. Ello rencia”.
hace deducir que en los demás contratos posibles
o futuros, el carácter recíproco de la preferencia El artícu­lo 2085 regula un “pacto de preferencia”
(siempre que fuere posible) no se encuentra per- especial, en relación a los denominados “con-
mitido. juntos inmobiliarios” y señala que el reglamento
de propiedad horizontal puede establecer un de-
Establece la transmisibilidad de los efectos a ter- recho de preferencia para la adquisición de uni-
ceros, sin distinguir los modos ni las calidades de dades funcionales a favor del consorcio de propie-
estos terceros, por lo que corresponde una inter- tarios o del resto de propietarios de las unidades
pretación amplia; la que cederá ante restricciones privativas. Estamos en presencia de un pacto de
específicas y se afecta de esta manera la tradi- preferencia.
cional interpretación de que estas preferencias
eran atendiendo a la persona del preferido. Los artícu­los 2197 y 2203 y 2205, referidos a
los derechos reales de garantía y a la hipoteca re-
IV. El pacto de preferencia y otras normas del fieren a una preferencia de origen legal, a los fines
Código Civil y Comercial del logro de la satisfacción de los créditos garan-
tizados.
Es interesante realizar un ejercicio de interac-
ción con otras normas del Código, donde se en- Los artícu­los 2316; 2322; 2377; 2380; 2381; y
cuentra incluida la noción de preferencia, a los 2382, establecen preferencias de origen legal en
fines de determinar su incidencia y relación con materia sucesoria, a favor de determinados acree-
estos “pactos de preferencia”. dores o de determinados herederos y por ende no
están comprendidos en los “pactos de preferencia”.
El artícu­lo 743 al establecer los bienes que cons-
tituyen la garantía de los acreedores y el derecho Los artícu­los 2573 y 2574, establecen las prefe-
de estos a ejecutarlos, hace la salvedad de que rencias en materia de privilegios, es de origen legal
todos pueden ejecutar estos bienes; excepto que y por ende no comprendidos en los “pactos de pre-
exista una causa legal de preferencia. En nuestro ferencia”.
caso es de base convencional y no legal y la norma
se está refiriendo a privilegios o preferencias que De esta manera el Código Civil y Comercial
tienen origen en normas sustanciales o procesales además de las pautas generales sobre esta clase
y a favor de determinados acreedores. de acuerdos, consagra normas particulares en ma-
teria de compraventa; suministro y conjuntos in-
Los artícu­los 1165/9, hacen referencia a una es- mobiliarios; y sin perjuicio de lo que pueda esta-
pecie de estos pactos de preferencia, que trata- blecerse en materia societaria.
remos en un punto siguiente; pero guardan rela-
ción de género/especie. V. El pacto de preferencia en la compraventa

El artícu­lo 1182, también establece otra mo- El “Pacto de Preferencia” en la compraventa se


dalidad de pacto de preferencia en el suministro encuentra reglado en el Código Civil y Comer-
y guarda relación de género/especie, que trata- cial en el artícu­lo 1165 y luego diversos aspectos
remos también por separado. están contemplados en los artícu­los 1166/7/8/9 y
en el Código Civil derogado en el artícu­lo 1368 y
El artícu­lo 1283 referido al transporte contiene artícu­los 1392 a 1396.
una preferencia de origen legal, pero que incide en
el contrato principal, pero no se trata de un con- Se lo ha conceptualizado como “una manifesta-
trato autónomo y referido a un contrato futuro. ción de voluntad en los términos de la prelación,
mediante la cual el promitente se obliga a ofre-
El artícu­lo 1622 también trata de una prefe- cerle al otro contratante la cosa objeto del con-
rencia de origen legal en caso de concurrencia de trato, si decidiera venderla, prefiriéndolo, siempre
cesionarios, y por ende no está comprendida en y cuando éste ofreciere las mismas condiciones
los supuestos de “pactos de preferencia”. y expresare su voluntad en el plazo convenido, el
80 | Suplemento especial cONTRATOS

vendedor no tiene obligación alguna, sólo el de- Según la normativa del artícu­lo 1165 del Código
recho de recomprar la cosa en cuestión” (4). Civil y Comercial, se trata de un derecho personal
del vendedor que no puede cederse ni pasa a los
El artícu­lo 1368 del Código Civil derogado, esta- herederos, o sea se lo ha convenido en virtud de la
blecía en su artícu­lo 1368, que: “es la estipulación persona del vendedor. Se mantiene el criterio de
de poder el vendedor recuperar la cosa vendida, que se otorga este derecho a una persona en virtud
entregada al comprador, prefiriéndolo a cualquier de sus cualidades o sea es un instituto fundado en
otro por el tanto, en caso de querer el comprador los rasgos “intuitu personae”. Aquí existe una dife-
venderla”. rencia sustancial con la regla general del artícu­lo
997, que establece la libre transmisibilidad a ter-
El artícu­lo 1165 del Código Civil y Comercial, ceros.
mejorando la redacción y con mayor precisión
técnica, establece que “es aquel por el cual el ven- El comprador deberá comunicar oportuna-
dedor tiene derecho a recuperar la cosa con prela- mente al vendedor su decisión de enajenar la cosa
ción a cualquier otro adquirente si el comprador y todas las particularidades de la operación pro-
decide enajenarla”. yectada o, en su caso, el lugar y tiempo en que
debe celebrarse la subasta. Aquí queda claro que
Es un derecho del vendedor, de origen conven-
también resulta válido en caso de subasta, cues-
cional y tendrá los efectos de una compraventa
tión que se encontraba controvertida en la legis-
bajo condición resolutoria.
lación anterior.
La SCBA ha señalado que: “El pacto de prefe-
El plazo de ejercicio es de diez días desde la re-
rencia constituye una estipulación conforme a
cepción de la comunicación, salvo pacto en con-
la cual el comprador se compromete, para el su-
trario; o que surja otro plazo de los usos o las
puesto eventual de que quisiere vender el bien, a
circunstancias del caso. Este sería un plazo de ca-
avisarle al vendedor de las condiciones de la oferta
ducidad.
para que éste sea preferido en la enajenación en
caso de que por lo menos igualare todas las ven- Además se establece la autonomía o acce-
tajas comprendidas en ella (cf. arts. 1368, 1392, soriedad de esta clase de pacto, lo que surge de la
1393/1396, Código Civil)” (5). letra del art. 1166.
Se lo ha pretendido encuadrar de distintas ma- La oponibilidad a terceros será en base a la pu-
neras; así dentro de las promesas de venta; pro- blicidad registral que se logre de los documentos
mesas de venta bajo condición suspensiva; con-
que los instrumenten y su registración respectiva;
trato autónomo o accesorio de la compraventa.
salvo que se probare que el tercero tenía conoci-
El Código Civil y Comercial, lo ubica como un miento del mismo.
contrato de compraventa bajo condición resolu-
Si las cosas vendidas son muebles no registra-
toria, y lo regula dentro de las normas de la com-
bles, el pacto no es oponible al tercero adquirente
praventa, por lo que se podría sostener, con esta
de buena fe y a título oneroso.
base normativa, es un acuerdo especial que queda
contenido en el contrato de compraventa y que Existe un plazo de vigencia que será de cinco
asume la modalidad de condición resolutoria. años en los supuestos de inmuebles y de dos años
en los casos de muebles. Este plazo es perentorio
Carece de forma determinada y puede estable-
cerse tanto respecto de inmuebles como de mue- e improrrogable y se cuenta desde la celebración
bles y es indivisible. del contrato.

Se señala con claridad que esta situación en-


cuadra en las compraventas bajo condición re-
solutoria. De manera tal que ejercido el derecho
 (4)  Zago, Jorge Alberto - Resalís, Marcelo julio “Pactos por el vendedor, las partes están obligadas a entre-
en la Compraventa” Ed. Rubinzal-Culzoni Editores; garse las prestaciones convenidas, siempre dentro
Santa Fe, Argentina; 212, con cita de Gustavo A. Bono; del ámbito del contrato de compraventa (conf. Art.
página 74. 348 del CCC).
 (5)  SCBA LP C 96918 S 25/02/2009 Juez SORIA (SD)
Carátula: Dalul, Amadeo Erardo c/Sucesores de Cag- En el régimen del Código Civil derogado se sos-
nones, Juan Oscar s/Nulidad Magistrados Votantes: Soria tenía respecto de los efectos del incumplimiento
- de Lázzari - Negr i -Kogan Tribunal Origen: CC0001SM. que “Si el comprador no cumple con la notifica-
Miguel Piedecasas | 81

ción, y vende la cosa a un tercero, la venta es válida ofertas en la misma. No tiene un derecho de pre-
porque la preferencia es inoponible a los terceros, lación frente a los otros postores (art. 1395), pero
pero el comprador debe indemnizar al titular del si no se lo notifica, debe ser indemnizado (art.
derecho por los daños causados (art. 1395, Cód. 1395)”(7).
Civ.).
La normativa actual, solo señala que el com-
La indemnización generalmente se establece en prador debe comunicar al vendedor el lugar y
el pacto mediante una cláusula penal, pero si no tiempo en que deba celebrarse la subasta. De ma-
lo hubiere, la indemnización puede consistir en el nera tal que se le aplica la secuencia de efectos
daño patrimonial que haya probado y en el daño establecidas para la situación de compraventa
moral” (6). normal y ordinaria.

El sistema que establece el Código Civil y Co- Cabe hacer una distinción, cuando la subasta
mercial recorre un camino particular. sea por orden judicial, o sea una subasta pública
judicial.
El artícu­lo 1169 es clave en el entendimiento de
este pacto, ya que la compraventa bajo condición El criterio jurisprudencial que se ha manifes-
resolutoria, produce los efectos propios del con- tado señala que no tendría validez este pacto de
trato, pero la tradición, o en su caso, la inscripción preferencia en supuestos de subastas judiciales.
registral, sólo transmite el dominio revocable. Esta
norma tiene efectos de importancia, cuando se “Cuando se produce la subasta pública el poder
determina el incumplimiento del comprador, a lo del juez es de distinta naturaleza del que le corres-
que se le sumará el resarcimiento de los daños que ponde al deudor. En efecto, si el deudor está afec-
corresponda al caso. tado por la inhibición general de vender o gravar
sus bienes o si una cosa de propiedad del deudor,
El dominio revocable está regulado en los se encuentra embargada, éste no puede disponer
artícu­los 1964 y siguientes del Código Civil y Co- (arts. 228 y 214 C.P.C.); o, por lo menos el acto de
mercial, donde se nos señala que estamos en pre- disposición es inoponible al acreedor si sufre per-
sencia de un dominio imperfecto, en este caso so- juicio (art. 1174 Cód. Civil). En las ventas forzadas
metido a condición resolutoria, donde en caso de hechas por la autoridad de la justicia, dice el art.
acaecimiento de la condición el dueño debe res- 2122 del Código Civil, el vendedor —debe leerse el
tituir la cosa a quien se la transmitió. Tiene un enajenante— no está obligado por evicción. Tam-
plazo límite de diez años, donde transcurrido el poco responde por vicios redhibitorios (arts. 2171
mismo sin que ocurra la condición, el dominio y 2190 Cód. Civil). El pacto de preferencia desapa-
queda consolidado. El comprador/dueño tiene rece o pierde su virtualidad cuando se realiza la
las mismas facultades del dueño perfecto, pero los pública subasta (art. 1395 C.C)”(8).
actos jurídicos que realiza están sujetos a las con-
secuencias de la extinción de su derecho. Tiene Esta postura se apoya en que en las subastas por
efectos retroactivos, en principio y salvo los casos orden judicial, no es el propietario el que decide
que la ley establece como excepción. vender, sino el Juez, y por ende los pactos entre las
partes resultarían inoponibles a los terceros.
VI. El pacto de preferencia y la subasta
pública En realidad con la normativa actual, esta conclu-
sión no resulta tan precisa, desde nuestra perspec-
Se señalaba que “La prelación no rige cuando tiva; ya que la orden judicial de venta debe serlo
la cosa se vende en subasta pública (art. 1395). En en los límites del derecho que tiene el ejecutado, y
este supuesto, y si se tratase de bienes inmuebles, este derecho se encuentra afectado por una condi-
el titular de la prelación debe ser notificado de la ción resolutoria que está vigente y por ende man-
subasta, a fin de que pueda comparecer a realizar tiene su validez. Claro está que el vendedor origi-
nario que tiene este derecho de preferencia debe
 (6) Lorenzetti, Ricardo Luis “Tratado de Los Con- ser notificado y presentarse a ejercer el mismo en
tratos” Tomo I, pág. 330; Ed. Rubinzal-Culzoni SA, Santa el procedimiento judicial respectivo, dentro del
Fe, Argentina 2004. plazo legal y luego asistir al acto de remate y plan-
(7)  Lorenzetti, ob. cit., pág. 331. tear su postura al inicio de la puja y si la misma es
(8) CC0001 LZ 66991 RSD-102-9 S 04/06/2009 Juez superada, se desarrollará la subasta con todos los
TABERNERO (SD) Carátula: Cocciolo Miguel c/Ramos participantes y el preferente será uno más. Debe
Oscar Enrique s/Cobro Ejecutivo de Alquileres Magis- advertirse sin embargo que existen diversas mo-
trados Votantes: Tabernero-Basile. dalidades de subastas judiciales (algunas por eje-
82 | Suplemento especial cONTRATOS

cución de derechos; otras por acuerdo de partes a “La parte que desee contratar con terceros el re-
los fines de poner fin a determinadas situaciones emplazo total o parcial del suministro cuyo plazo
jurídicas) y asimismo la modalidad del acto de re- ha expirado o expirará en fecha próxima, debe dar
mate puede serlo con base o sin base y ello deberá aviso a la otra de las condiciones en que proyecta
articularse debidamente con este derecho de pre- contratar con terceros, en la forma y condiciones
ferencia que tiene el vendedor originario. pactadas en el contrato. La otra parte debe hacer
uso de la preferencia, haciéndolo saber según lo
VII. El pacto de preferencia y el contrato de acordado. A falta de estipulación en el contrato, se
suministro aplican la forma y condiciones de uso. En su de-
fecto, una parte debe notificar por medio feha-
El contrato de suministro está definido por el
ciente las condiciones del nuevo contrato con una
Código Civil y Comercial en el artícu­lo 1176 y allí
antelación de treinta días a su terminación y la
se señala que “es el contrato por el cual el suminis-
otra debe hacer saber por igual medio si utilizará
trante se obliga a entregar bienes, incluso servicios
el pacto de preferencia dentro de los quince días
sin relación de dependencia, en forma periódica
de recibida la notificación. En caso de silencio de
o continuada y el suministrado a pagar un precio
ésta, expira su derecho de preferencia”.
por cada entrega o grupo de ellas”.
VIII. Contrato sujeto a conformidad
Este contrato, según su modalidad puede tener
una duración máxima legal de 10 o 20 años.
El artícu­lo 999 del Código Civil y Comercial esta-
El artícu­lo 1182 establece la posibilidad de ce- blece una regla para aquellos contratos cuyo per-
lebrar un “pacto de preferencia”, en virtud del cual feccionamiento dependen de una conformidad o
una parte se obliga a dar a la otra la preferencia en de una autorización.
la celebración de un contrato sucesivo a la culmi-
nación de este, relativo al mismo o similar objeto. No se aclara si es una conformidad o autoriza-
Lo que sucede es que a renglón seguido establece ción de alguna de las partes involucradas; de ter-
que este pacto será válido siempre que la duración ceros o de autoridades administrativas.
de la obligación (¿cuál?) no exceda de tres años y
no señala desde cuando se compu­ta y a qué obli- Lo que sí se deja en claro es que estamos en pre-
gación se refiere. sencia de una condición suspensiva y por ende
aplicables los efectos de los artícu­los 343 a 349 del
¿Puede darse que a partir del uso de esta fa- Código.
cultad, el plazo del suministro supere los plazos
máximos? Entendemos que no, ya que de lo con- En particular interesa el artícu­lo 349 que esta-
trario no tiene sentido el establecimiento de estos blece que si el acto se ejecuta antes del cumpli-
límites imperativos. miento de la condición y ésta no se cumple, debe
restituirse el objeto con sus accesorios pero no los
De manera tal que la duración de la obligación frutos percibidos (en el supuesto que los hubiere).
está referida a la obligación de mantener esa pre-
ferencia y siempre que este contrato sucesivo pre- Esta modalidad de contratos sujetos a autori-
ferente no lleve a exceder del plazo máximo. zación, particularmente, suelen ser usuales y la
norma los está validando, y calificando la condi-
Realizada esta aclaración, el resto del texto del ción como suspensiva, lo que deberá ser aplicado
artícu­lo citado establece las condiciones de ejer- en casos concretos y atendiendo a las particulari-
cicio. dades del caso.u
La formación del consentimiento
contractual. la oferta y aceptación
POR Fulvio G. Santarelli

SUMARIO: I. El consentimiento.— II. La formación del consentimiento.— III. El perfeccionamiento del


contrato.— IV. La formación progresiva del contrato.

I. El consentimiento modo de contacto social, el derecho lo sistematiza


bajo la dinámica de la oferta y aceptación.
El quehacer negocial se nutre de las necesi-
dades de los individuos, las que dan cuerpo a los Tanto la oferta como la aceptación son consi-
intereses y finalidades más variadas; así el con- deradas por la mayoría de las opiniones autorales
sentimiento, que no implica igualdad de intereses, como actos “prenegociales” (3), es decir, actividades
sino cierta concordancia de modo de fijar un es- sin carácter negocial pleno, ahora bien, cabe in-
tatuto (1) que describe comportamientos útiles para dagar cómo es que de la conjunción de ellos aflora
los protagonistas del entendimiento; ordenados un acto jurídico. Así, puede verse al contrato como
a que cada uno obtenga sus finalidades. Así, todo una mera yuxtaposición de dos negocios unilate-
contrato constituye un programa prestacional que rales, o bien como un acto bilateral (4), pero es evi-
se plasma en el consentimiento, en los términos dente que existen dos planos de actos: el de cada
del art. 957 del cód. civil (2), la cual no es más que uno de los contratantes por su lado; y el plano de
la coincidencia en la utilidad de las prestaciones la declaración común (5). Así surge la necesidad de
mutuas. investigar cuál es dentro de la pluralidad de las de-
claraciones necesarias para la estipulación de un
La negociación contractual, consiste, en oca- contrato el elemento que permite la combinación
siones, en encontrar intereses lo suficientemente de ellas y —luego— su consiguiente reducción (6).
contrapuestos (vgr. la compraventa) que reclamen
la complementariedad de las prestaciones que Enfocando la cuestión del consentimiento en
justifiquen la edificación de aquel estatuto; en el desarrollo genético de la convención, para que
otros habrá un interés preponderante de sólo una haya contrato debe mediar el concurso de vo-
de las partes (lo unilaterales) y en otros habrá una luntades correspondiente a 2 o más personas (7),
mayor dosis de coincidencia en los fines (los aso-
ciativos); pero como quiera que sea la pesquisa de
 (3)  Cabe remitir infra II.b. “Naturaleza jurídica de la
los intereses requiere de una cierta relación inter- oferta y aceptación: acto jurídico o acto prenegocial”.
subjetiva a partir de la cual se van descubriendo
 (4)  Ver síntesis de las posturas en ALTERINI, Atilio
para dar forma al estatuto final. Ese particular A. “Contratos. Civiles - comerciales - de consumo”; pág.
264, nº 4. Abeledo Perrot. Buenos Aires, 1998.
 (1)  Con el término se pretende aludir al contenido  (5)  SCHLESINGER, Piero “Complessitá del procedi-
del contrato conformado por “las reglas de conducta o mento di formazione del consenso ed unitá del negozio
normas privadas o preceptos privados formulados por contrattuale”, Riv. Trim. Di Diritto e Procedura Civile, año
las partes” conf. BUERES, Alberto J. en “Objeto del ne- XVIII, pág. 1345, nº 1. Milán. 1964. 258
gocio jurídico” 2º edición, parágrafo 11, pág. 76. Ham-  (6)  SCHLESINGER, Piero, ob. cit. nº 2.
murabi, Buenos Aires, 1998.  (7) Corresponde utilizar el concepto de “parte” ya
 (2)  El art. 1137 del Código de Vélez refería a la “decla- que varias personas puede reagruparse bajo un único
ración de la voluntad común”. centro de intereses que conforman a “la parte”. (Conf.
84 | Suplemento especial cONTRATOS

en forma simultánea o sucesiva, con la finalidad bastante a la manifestación tácita de la voluntad,


común de reglar sus derechos de índole patri- la cual, tal como surge del art. 264 citado, y de con-
monial (8). Empero si el consentimiento es concu- formidad a su naturaleza, requiere siempre de una
rrencia de voluntades, es menester precisar antes inferencia interpretativa de un comportamiento o
la forma de manifestación de cada una de ellas. conducta.

Es que no se constituye un acto jurídico con pro- En efecto, el concepto de la declaración tácita de
cesos psicológicos internos, ni tampoco con meras la voluntad se explica en razón de que no es ne-
exteriorizaciones de conducta que se producen in- cesario que la declaración de voluntad se realice
consciente o involuntariamente (9); sino que se re- siempre mediante una actitud o conductas que
quiere de una coordinación de ambos elementos, tiendan directamente a la declaración de tal vo-
en tanto la consecuencia jurídica se halla en rela- luntad; sino que puede declararse indirectamente,
ción de dependencia esencial con el contenido de esto es, con palabras y actos que tengan otro fin
la declaración. Por ello la voluntad —para el orde- próximo pero de los cuales pueda inferirse el sen-
namiento— es un hecho que adquiere relevancia tido de la voluntad negocial (11).
al ser exteriorizado (arts. 260, 262 ccyc.) y tal ex-
teriorización se obtiene por la conducta desple- Así es que toda la cuestión de la manifestación
gada por el sujeto, o bien por la expresión positiva de la voluntad se reduce a un problema interpre-
o tácita de la voluntad (arts. 262, 263, 264 ccyc). En tativo de actitudes humanas, sólo que en la exte-
ciertas ocasiones, la manifestación de tal voluntad riorización expresa la contundencia del gesto, de
debe ceñirse a determinados requerimientos que la palabra, la escritura, eximen de mayores espe-
no constituyen sino recaudos formales que exigen culaciones; empero en la declaración tácita, el ca-
que la voluntad se exprese de determinada ma- rácter indirecto de aquella —en los términos ex-
nera (art. 285 ccyc.). presados— requiere de valoración, tarea ésta que
en ocasiones se asigna el legislador (12), otorgando
I.a. La declaración expresa y tácita de la determinada valía a determinadas actitudes o
voluntad comportamientos (es lo que prevé el art. 263 ccyc).
De este modo, el silencio, puede —en ocasiones—
La “expresión positiva” es aquella que se exterio- ser considerado como una expresión positiva de
riza “oralmente, por escrito, por signos inequívocos la voluntad, y en otras, tácita; dependiendo de las
o por la ejecución de un hecho material” (art. 262 circunstancias que rodean a hecho de la exterio-
ccyc.); y la tácita “resulta de los actos por los cuales rización (13).
se puede conocer con certidumbre. Carece de efi-
cacia cuando la ley o la convención exigen una ma-
nifestación expresa” (264 ccyc). el documento original en el que aquella constara.
 (11)  ENNECCERUS LUDWIG, NIPPERDEY “Derecho
La expresión positiva oral o escrita, no presenta Civil” nº 144 a) II; pág. 111; trad. González - Alguer. Barce-
mayores dificultades; pero se ha controvertido el lona, 1935. SALVAT, recoge la idea al punto de proponer
carácter de manifestación de la voluntad que se el reemplazo del concepto expreso por “manifestación
infiere de los “signos inequívocos”, o bien de todas directa” y tácita por “manifestación indirecta”, preconi-
aquellas situaciones de las cuales la ley deriva la zando que de este modo se tiene en cuenta “antes que
los medios de exteriorización de la voluntad: palabra —
existencia de una voluntad (10); ya que se asemejan
hablada o escrita— o signos, el fin inmediato perseguido
con la declaración” ver su Tratado de Derecho Civil Ar-
gentino. Fuentes de las Obligaciones” 2º ed. Actualizada
TRABUCCHI, Alberto “Instituzioni di Diritto Civile”, nº por Acuña Anzorena, t. I; nº 42a, pág. 53. Buenos Aires,
278, pág. 647. 39º edizione. Milán 1999). 1950. La terminología de los arts. 260, 262 y 264 es tan
 (8)  En rigor puede discutirse si el concepto de con- precisa como práctica para regular lo concerniente a la
trato abraza a todo acuerdo destinados a regular dere- materia.
chos; o bien si sólo se refiere al grupo de derechos pa-  (12)  Algunos autores distinguen a “la manifestación
trimoniales; o aún más acotadamente, si sólo involucra de la voluntad presumida por la ley”, la cual no debe ser
los acuerdos que tengan por fin crear obligaciones, cues- confundida con la expresión tácita de la voluntad, en
tiones estas vinculadas al concepto de contrato, a cuyo aquella, en verdad, no hay signo alguno de la voluntad;
tratamiento cabe remitir. sino que es sustituida por la ley. Ver CIFUENTES, Santos
 (9)  VON THUR, Andreas, en “Derecho civil” párrafo “Negocio Jurídico” párrafo 43, pág. 82. Buenos Aires.
104, pág. 117, traducción Tito Ravá, Depalma. Buenos 1994.; LÓPEZ de ZAVALÍA, Fernando J. “Teoría de los
Aires 1947. Contratos” pág. 95. Buenos Aires, 1971.
 (10)  Verbigracia, el art. 950 ccyc considera remitida la  (13) CIFUENTES, Santos, obra citada, párrafo 32,
deuda si el acreedor entrega voluntariamente al deudor pág. 66.
Fulvio G. Santarelli | 85

I.b. El silencio como manifestación de la rigida al destinatario para que la reciba o bien re-
voluntad caer bajo su esfera de control (18). Este tipo de de-
claraciones, obtendrá eficacia tan pronto arriben
La actitud silente no debe ser limitada a la idea al conocimiento del destinatario, o bien dentro de
del mutismo; sino que, cobija también a todo tipo su ámbito de acción de modo de ser cognoscible,
de inacción, abstención u omisión. Se ha definido de conformidad a las reglas de la buena fe (19).
que existe silencio cuando una persona en rela-
ción a un acto jurídico, no efectúa ninguna exte- Así las cosas, en la declaración recepticia lo tras-
riorización de la voluntad, ya sea mediante la rea- cendente es que sus efectos dependen de su cog-
lización de un acto expreso, ni ningún acto del noscibilidad por parte del destinatario; por lo que
cual se pueda inferir su voluntad (14). Y en ello se el problema se traslada a determinar en qué mo-
diferencia precisamente, de la manifestación tá- mento alcanza eficacia si el receptor no acusa re-
cita, en el cual media una actitud, en tanto en el si- cibo de ella (20); se puede determinar que ha llegado
lencio no hay ninguna exteriorización (15). a su conocimiento o esfera de cognoscibilidad
cuando se halla con aquél en tal relación de lugar
El principio es que el silencio no es válido como que de acuerdo con el punto de vista común y en
manifestación de voluntad, aún cuando se oponga condiciones normales depende del destinatario
a un acto o una interrogación. Es decir no vale ni tomar conocimiento de su contenido; (21) es que no
como asentimiento ni rechazo. Salvo, “en los casos se puede consentir que el propio destinatario —
en que haya un deber de expedirse que puede re- tal vez no interesado en la declaración— retarde
sultar de la ley, de la voluntad de las partes, de los o impida el conocimiento del contenido de la ma-
usos y prácticas, o de una relación entre el silencio nifestación de voluntad basado en sus propias cir-
actual las declaraciones precedentes” (art. 263 cunstancias.
ccyc.).
En este sentido el art. 983 ccyc. Dispone: “Re-
Las excepciones a la regla establecida contra- cepción de la manifestación de la voluntad. A los
ponen el silencio al “ambiente” en el cual éste se fines de este capítulo se considera que la manifes-
desarrolla, apareciendo como un silencio “cir- tación de la voluntad de una parte es recibida por
cunstanciado” el cual contribuye a componer una la otra cuando esta la conoce o debió conocerla,
situación que “designa una actitud susceptible de trátese de comunicación verbal, de recepción en
interpretación” (16). Y este miraje permite concluir su domicilio de un instrumento pertinente, o de
que el silencio —en ciertas circunstancias— será otro modo útil” (22).
interpretado en términos de manifestación de vo-
luntad; en tanto aparezca “calificado” por la ley o
por la convención (17).  (18)  TRABUCCHI, ob. cit. nº 72 pág. 163.
 (19) Conf. BUSSO, Eduardo, “Código civil comen-
I.c. Las denominadas declaraciones tado”, comentario al art. 509, pág. 259.
recepticias  (20)  En un fallo muy ilustrativo se ha precisado: “La
noción de la característica recepticia que tienen tanto la
Si bien toda declaración requiere de cierta po- oferta como la aceptación, y en el caso también la op-
sibilidad de reconocimiento por parte de los ter- ción, cabe centrarla en que la declaración unilateral de
ceros, de lo contrario serían irrelevantes; algunas voluntad —que es cada una de ellas— está destinada a
de ellas necesitan que el comportamiento del de- otra persona que es la que va a “recibirla”, pero con res-
clarante deba ser dirigido en la específica direc- pecto a la aceptación o a la opción, la calidad de recep-
ticia no significa que se perfeccione el acuerdo de volun-
ción del tercero, de modo tal que sea conocida
tades cuando es recibida por el ofertante, porque según
por éste sin necesidad de que el destinatario la
el art. 1154 el contrato queda perfeccionado desde que la
busque; de este modo se sostiene que debe ser di- aceptación se hubiese mandado al proponente”. (CNCiv.
Sala C. 03/12/1992. “Arlan S.C.A. c. Revestimientos La
Europea S.A. “ en: LA LEY 1993-D, 417).
 (14)  DEMOGUE, René “Traite des Obligations en ge-  (21)  VON THUR, ob cit. Tomo 4, nº 433, pág. 110.
neral”, T Iº, nº 185, pág. 299. Paris, 1923. Quien se hace  (22)  Los proyectos de reforma habían avanzado en
eco del debate de la doctrina italiana, siguiendo particu- esta dirección: el Proyecto de Código Único de 1987 y
larmente a Giorgi. el Proyecto de la Cámara de Dipu­tados de 1993, propo-
 (15) CARBONNIER; Jean “Droit Civil”, nº 947, pág. nían que la manifestación se considera recibida cuando
1975. Paris, 2004. la otra parte la conoce, o hubo de haberla conocido si hu-
 (16)  CARBONNIER; Jean, obra citada, lugar citado. biera actuado con la diligencia apropiada en las circuns-
 (17) FERREYRA, Edgardo A. en “Formación de los tancias del caso (conf. art. 1146 de ambos proyectos). El
contratos” en LL 1975 - A, 1215. Proyecto de 1998, no remite a la cláusula general de la
86 | Suplemento especial cONTRATOS

II. La formación del consentimiento contactos entre los interesados; así, las tratativas
previas comprenden comunicaciones entre su-
Sin una norma de tipo introductoria como el art. jetos que encaminadas a concertar un contrato
1144 del código de Vélez —tal vez hoy superflua— carecen aún de los elementos para ser conside-
que explicaba “El consentimiento debe manifes- rados con el carácter de oferta; es decir se carac-
tarse por ofertas o propuestas de una de las partes terizan por su inidoneidad para concluir por sí el
y aceptación por la otra”. El art. 971 dispone: “For- contrato, pero sin embargo, se encaminan hacia su
mación del consentimiento. Los contratos se con- concreción (23). No son una instancia necesaria, se
cluyen con la aceptación de una oferta o por una presentan en general en todos aquellos supuestos
conducta de las partes que sea suficiente para de- en que las partes se aproximan para construir lo
mostrar la existencia de un acuerdo”. que será la oferta contractual, verdadera espina
dorsal en la construcción de la regulación contrac-
Ante todo debe precisarse que el modo de for- tual. Los sujetos intentan determinar la oportu-
mación del consentimiento constituye un cri- nidad o conveniencia de celebrar un contrato: no
terio de distinción entre los denominados con- hay ánimo sino de discutir, averiguar, discernir (24);
tratos “discrecionales” de aquellos de consumo, y cuando no media aún una determinación clara
por adhesión a cláusulas predispuestas; constitu- ni siquiera de la intención de contratar las trata-
yendo tres regímenes con trascendentes diferen- tivas previas aparecen como instancia necesaria
cias. de construcción de un umbral básico de entendi-
miento de los sujetos que sirva de plataforma para
Luego, debe connotarse que además del juego la negociación futura.
de oferta y aceptación, también se recibe el con-
cepto del “comportamiento concluyente”, lo que Con las tratativas comienza un especial con-
en rigor suministra una pauta de interpretación tacto social entre distintas partes; el acercamiento
de ciertos actos con virtualidad expresiva de una que suponen, si bien por lo antedicho no entraña
actitud de asunción de un compromiso en parti- víncu­lo jurídico alguno; ciertos deberes generales
cular. En el particular, le resultan aplicables las di- van tomando cuerpo a medida que la relación se
rectivas de los ya tratados arts. 262 y 264 ccyc. va estrechando. Al par del crecimiento de la faz so-
cial de la relación se van tejiendo lazos con visos
El art. 972 otorga precisiones de la Oferta, a la de juridicidad que merece una doble atención: un
cual se refiere con rasgos diferenciales respecto punto en donde sostener la mira es la libertad de
del régimen previsto por el art. 1148, del código no contratar, lo que se explica por la posibilidad de
de Vélez; cuya comparación se justifica: i.) Mien- poner fin a las tratativas; el otro impone observar
tras que el código civil la refiere como “promesa”, la conducta de los involucrados y su capacidad de
lo que atañe a su carácter vinculante; el nuevo có- no generar expectativas excesivas respecto del ca-
digo civil y comercial la caracteriza como una ma- rácter de la propia relación en curso. El punto de
nifestación “con la intención de obligarse” ii.) en el observación de ambas miradas se sitúa en la pers-
código de Vélez, debe dirigirse a personas deter- pectiva de la buena fe (25).
minadas, el nuevo sistema ordena “dirigida a per-
sona determinada o determinable”; iii.) en cuanto De lo explicado surge que —en ocasiones—
al contenido: en Vélez: debe referirse a “todos los oferta y aceptación constituyen actos que de-
antecedentes constitutivos de los contratos”; mien- mandan negociaciones y tratativas que han de
tras que el nuevo régimen exige: “las precisiones madurar conforme a los elementos esenciales que
necesarias para establecer los efectos que debe pro- el contrato en vistas requiere; en otras, teniendo
ducir de ser aceptada”. ya en claro lo que pretenden recurren a ofertar
y/o contraofertar directamente. Frente a la oferta,
II.a. La gestación del contrato

Para edificar un contrato es menester formar la


 (23)  LÓPEZ DE ZAVALÍA, obra citada, pág. 93.
oferta, y en ocasiones la consolidación de estos
 (24) GAMARRA, Jorge, “Tratado de Derecho Civil
peldaños hacia el consentimiento requieren de
Uruguayo”, Tº XI, vol. 4; págs. 16/17. Cuarta edición.
Montevideo, 2006.
buena fe, en su art. 917 propone: “...se considera que la  (25)  El período de tratativas adquiere relevancia ju-
manifestación de la voluntad de una parte es recibida rídica en dos circunstancias: i.) ante la transgresión del
por la otra cuando ésta la conoce, o hubo de haberla co- deber de comportarse de buena fe, en tanto genera res-
nocido, trátese de comunicación verbal, de recepción ponsabilidad precontractual; ii.) en el supuesto de cele-
en su domicilio de un instrumento pertinente, o de otro bración del contrato, las tratativas previas adquieren re-
modo útil”. levancia para la tarea de hermenéutica contractual.
Fulvio G. Santarelli | 87

cabe la aceptación, o su rechazo; en el primer caso, por la ley; (30) esta concepción como simples actos
se ha formado el consentimiento; en el segundo, si lícitos —art. 899 del código civil— es la que mejor
no contiene una reformulación —contraoferta— describe la realidad de la oferta, máxime cuando
el proceso prenegocial concluye; si media contra- el ordenamiento legal en ninguna de sus disposi-
oferta, la dinámica vuelve a recrearse (26). ciones prevé carácter vinculante alguno obligando
a las partes a mantener las negociaciones (31), en
Estos principios son ahora expresamente es- tanto no medie aceptación (32). En apoyo de esta
tablecidos en los arts. 990, el cual reivindica la li- última tesitura se colacionaba el art. 1149 c.civ.
bertad de negociación: “Las partes son libres para en cuanto la oferta presentaba una pendencia del
promover tratativas dirigidas a la formación del proponente y sus vicisitudes —tales como el fa-
contrato, y para abandonarlas en cualquier mo- llecimiento o la pérdida de capacidad para con-
mento”, y seguidamente, el refuerzo de la regla de tratar— si es que no ha sido aceptada; en la misma
la buena fe: “Durante las tratativas preliminares, y dirección el art. 1150 c.civ., al establecer el prin-
aunque no se haya formulado una oferta, las partes cipio de retractación de la oferta no aceptada;
deben obrar de buena fe para no frustrarlas injus- ambos sustentaban la consideración de la oferta
tificadamente. El incumplimiento de este deber ge- como mero acto lícito de carácter prenegocial.
nera la responsabilidad de resarcir el daño que Aún dentro de aquel régimen, debía hacerse la sal-
sufra el afectado por haber confiado, sin su culpa, vedad del citado art. 1150, en el supuesto en que
en la celebración del contrato” (art. 991). el ofertante “hubiese renunciado a la facultad de
retirarlas, o se hubiese obligado al hacerlas, a per-
II.b. Naturaleza jurídica de la oferta y manecer en ellas hasta una época determinada”. Se
aceptación: acto jurídico o acto prenegocial trata de una manifestación del carácter vinculante
de la voluntad unilateral (33), la cual ha ganado te-
En el régimen del código de Vélez, a la oferta
rreno en la necesidad de resguardar la buena fe
se la ha considerado un acto jurídico de confor- y el interés de los terceros frente a la oferta irres-
midad a lo establecido por el art. 944 del código ponsable. En efecto, profetizaba Lafaille: “pasó la
civil; desde que constituye un acto voluntario, lí- época en que se desconocía toda trascendencia a
cito que tiene por fin inmediato acordar al des- la “pollicitatio” (34) y es el derecho del consumidor
tinatario la mentada potestad de acordar; asi-
que le otorga razón a la predicción; así el art. 7º de
mismo, como todo acto, puede estar subordinado
la ley 24.240 establece como punto de partida el
a un plazo o condición (27). Sin embargo, se sostiene
carácter vinculante de la oferta dirigida a persona
que la oferta como manifestación unilateral de vo- indeterminada, revirtiendo el principio estable-
luntad encaminada a la celebración de un con- cido por los arts. 1148 del c. civ. y 454 del c. com. (35).
trato no puede surtir efectos sin el concurso de la
aceptación del destinatario, por tanto no puede En el nuevo código aún, con las diferencias exis-
aspirar a revestir el carácter de negocio jurídico (28); tentes, el carácter preconizado supra, puede man-
lo expuesto alcanza también a la aceptación; de
modo tal que no revisten la naturaleza de actos ju-
rídicos unilaterales distintos; sino que son carac-  (30)  APARICIO, obra citada, tomo I, nº 243, pág. 264.
terizados como actos prenegociales (29). Desde este  (31)  BREBBIA, Roberto H. “Responsabilidad Precon-
último miraje la oferta es un simple acto volun- tractual”, pág. 98, Buenos Aires, 1987.
tario susceptible de producir los efectos previstos  (32) GAMARRA, obra citada, lugar citado, pág. 15;
SCHLESINGER, Piero, ob. cit. Nº 1, quien se interroga,
luego de coincidir con el carácter prenegocial de la
oferta y aceptación cómo puede ser que de dos actos de
 (26)  LÓPEZ DE ZAVALÍA, describe a la oferta como tal naturaleza se forme otro de naturaleza negocial, en
una expresión que se postula como penúltima, en el sen- rigor, explica se trata de dos planos de análisis distintos,
tido que tiene vocación a su aceptación, como última ex- en donde las manifestaciones de voluntad de las partes
presión de la voluntad de la otra parte. Ver obra citada, orientadas a concertar el negocio no deben ser confun-
pág. 103. didas con la regulación concordada en el precepto con-
 (27)  LÓPEZ DE ZAVALÍA, pág. 103. tractual.
 (28) FERREYRA, en trabajo ya citado, afirma: “La  (33) ALTERINI - AMEAL - LÓPEZ CABANA, “De-
oferta de contrato no reúne las calidades de nuestro acto recho de Obligaciones”, nº 1682, 694.
jurídico porque y si bien es cierto, tiene por fin inmediato  (34)  LAFAILLE, Héctor “Derecho civil” T. VIII, Con-
alguna adquisición, modificación o extinción de dere- tratos, vol. I, nº 61, pág. 73. Buenos Aires, 1953.
chos, sucede que no lo consigue por si misma” pág. 1216.  (35) Cuyo texto reza: “Las ofertas indeterminadas,
 (29)  APARICIO, Juan Manuel “Contratos”, tomo I, nº contenidas en un prospecto o en una circular, no obligan
242, pág. 263. Buenos Aires, 1997. al que las ha hecho”.
88 | Suplemento especial cONTRATOS

tenerse ya que, naturalmente, la oferta, reconoce El imperativo de interpretación de la oferta, en


su vocación a la aceptación y sus virtualidades son orden a su completitud, es la tendencia a la auto-
de relativo vigor más allá de esta finalidad. Así, el suficiencia, de modo tal que sólo baste la acepta-
art. 974 dispone que “la oferta obliga a proponente ción para que el contrato quede perfeccionado; y
a no ser que lo contrario resulte de sus términos, de ello se satisface conteniendo definiciones acerca
la naturaleza del negocio o de las circunstancias del de todos aquellos elementos esenciales del con-
caso” (36). Y más elocuente, es el tercer párrafo de la trato de que se trate. Toda promesa incompleta,
norma en estudio que para el supuesto de la oferta no sería más que una invitación a ofertar; es decir
realizada a persona que no está presente y sin fija- convocar a la otra parte a “completar” la pro-
ción de plazo para su aceptación “el proponente puesta, de modo que muten los roles originarios.
queda obligado hasta el momento en que puede Esta lectura encuentra asidero en la previsión del
razonablemente esperarse la recepción de la res- art. 993 cuando refiere a las cartas de intención, el
puesta...”. Por su parte, la pendencia de la oferta se cual preconiza una visión restrictiva respecto de
manifiesta en los efectos que el art. 976 le otorga su obligatoriedad, y expresa “sólo tienen la fuerza
a la muerte o incapacidad del oferente, la cual ca- obligatoria de la oferta si cumplen sus requisitos”.
duca cuando ello ocurra antes de la recepción de
su aceptación. II.c.3. Ofertas plurales

II.c. La oferta contractual II.c.3.1. Ofertas de objeto compuesto

II.c.1. Concepto Se denomina de tal modo a las ofertas que se


presentan:
Analizar los extremos requeridos para la con-
formación de la oferta, importa entrar en el aná- i) de modo que contenga una propuesta com-
lisis en la fase conclusiva del contrato; desde que puesta, con soluciones disyuntas (39), es decir se
la etapa prenegocial requiere de determinada ma- trata de un supuesto de oferta plural, divisible (40) y
durez como para conformar la oferta; la cual es simultánea que da opción al destinatario para es-
definida como una manifestación unilateral de la coger una de ellas (41), en este supuesto, es la acep-
voluntad, encaminada a la celebración de un de- tación recaída sobre una de las ofertas, lo que de-
terminado contrato, de modo tal que la conclusión fine el contrato. En efecto, “para que el contrato se
de éste sólo depende de la aceptación del destina- concluya la aceptación debe expresar la plena con-
tario (37). formidad con la oferta” (art. 978 ccyc); y para que
la aceptación surta sus efectos debe ser recibida
II.c.2. Recaudos de la oferta por el oferente (art. 971).

El art. 972 ccyc exige que la oferta contenga las ii) El nuevo código no contempla una solución
precisiones necesarias “para establecer los efectos expresa para el supuesto de la oferta compuesta
que debe producir para ser aceptada” expresión e indivisible, que se presenta en el caso de que
que es explicable desde el sentido común de la las cosas no admitan la separación, el código de
mejor doctrina, como que comprende “a todos los Vélez, previó que la aceptación de una sola de las
elementos de la información que son de práctica en alternativas será juzgada como una nueva oferta
las transacciones diarias, las cuales son indispen- (1153 in fine), por lo que la aceptación debía ser
sables a la persona a quien ella se dirige, a fin de del conjunto. El proyecto del 1998, rescataba en el
poder apreciar el negocio que se le ofrece y decidir art. 932 la siguiente solución “Si la oferta es indi-
su aceptación o rechazo” (38). visible, sólo procede su aceptación íntegra; la acep-
tación parcial importa su rechazo”. La omisión no
parece relevante, en todo caso, las soluciones re-
 (36)  La referencia del artícu­lo a modo de excepción
señadas podrían haber pecado de superfluas; en
de la obligatoriedad de la oferta, de la naturaleza del ne- efecto, es menester remitirse al régimen de las obli-
gocio, circunstancias del caso y la posibilidad de que los gaciones indivisibles, las cuales, son definidas por
propios términos de la oferta limiten su obligatoriedad el art. 813 ccyc como aquellas “no susceptibles de
fueron criticados, por ofrecer al oferente una vía de es-
cape a la misma oferta. Ver RIVERA Julio C, comentario
al art. 974, en RIVERA - MEDINA, T III, p. 442.  (39)  LAFAILLE, obra citada, nº 66, pág. 79.
 (37)  APARICIO, obra citada, tomo I nº 204, pág. 233.  (40) ALTERINI, Atilio A. “Contratos civiles, comer-
 (38) SALVAT, Raymundo M. “Tratado de Derecho ciales, de consumo. Teoría General” pág. 274, nº 19.
Civil Argentino. Fuentes de las Obligaciones. I. Con- Buenos Aires, 1998.
tratos” nº 51, pág. 63. Buenos Aires, 1950.  (41)  APARICIO, obra citada, nº 210, pág. 236.
Fulvio G. Santarelli | 89

cumplimiento parcial”; este concepto es sustan- II.c.4.2. Supuestos de caducidad de la oferta


cial en tanto refiere a la integralidad de los efectos y
sobre tal partitura van a marchar las vicisitudes de Media caducidad de la oferta cuando por cir-
la obligación, coordinando ello con que la “acep- cunstancias atingentes a la persona del oferente
tación debe expresar la plena conformidad con la o bien frente a la actitud del destinatario, pierde
oferta” (art. 978), se llega a idéntica solución. toda virtualidad. Ello ocurre cuando:

II.c.3.2. Oferta emanada o dirigida a varias a. Es rechazada: El destinatario no la acepta, re-


personas chazándola de plano, o bien realizando una nueva
propuesta, en cuyo caso muta en nueva oferta.
Sea que la oferta emane de distintas personas o
que se dirija a varios destinatarios, el principio es b. Vencimiento del plazo fijado por el propo-
que “no hay contrato sin el consentimiento de todos nente: en ocasiones el oferente fija un término
los interesados”; salvo “que la convención o la ley demarcando el plazo dentro del cual debe pro-
autoricen a la mayoría de ellos para celebrarlo en ducirse la aceptación; el transcurso de éste sin la
nombre de todos o permitan su conclusión sólo correspondiente aceptación determina la esteri-
entre quienes lo han consentido” art. 977 ccyc. lidad de efectos de la propuesta (conf. Art. 974).
La norma citada también precisa que “los plazos
II.c.4. Vida útil de la oferta no aceptada: de vigencia de la oferta comienzan a correr desde
revocación y caducidad de la oferta la fecha de su recepción, excepto que contenga una
previsión diferente”.
II.c.4.1. La actitud del Código Civil frente a la
oferta c. Oferta sin plazo: cuadra preguntarse cuál es
el plazo que tiene el aceptante para manifestar
La naturaleza propia de la oferta, encuadrada su aquiescencia con la oferta, o bien, frente a su
como acto prenegocial, le determina un carácter silencio, cuál es el momento en que el oferente
de cierta fragilidad, que en rigor debe entenderse puede dar por rechazada la propuesta. La moda-
como que el ordenamiento acota la vida autó- lidad del plazo, si bien en situaciones como estas
noma de la declaración de voluntad que contiene otorga a la relación entre las partes una porción
la oferta, para el mejor cumplimiento de su co- importante de seguridad, no es un elemento na-
metido, que es que el de asegurar que el contrato tural de este tipo de actos prenegociales (como
quede configurado con el contenido deseado por de ningún otro). Por tanto, con buen criterio el
los participantes. Así, exige que se dirija a per- nuevo código hace aplicación del principio gene-
sona determinada o determinable; luego, requiere ralmente aceptado en la materia una oferta debe
ciertos contenidos a aquella expresión de la vo- ser aceptada “tan pronto como lo consienta la ín-
luntad (ver art. 972 ccyc.); que si son cambiados, dole de la oferta” (43). En el particular, el nuevo ré-
carece de valor la primera manifestación (art. 975 gimen (art. 974) distingue, apropiadamente, el
ccyc); y finalmente, la oferta no termina de in- régimen de la oferta entre presentes y entre au-
dependizarse de su emisor, habida cuenta que sentes, en estos términos: “la oferta hecha a una
ciertas vicisitudes la siguen alcanzando: desde su persona presente o la formulada por un medio de
retractación hasta el fallecimiento del proponente comunicación instantáneo, sin fijación de plazo,
(art. 976 ccyc). sólo puede ser aceptada inmediatamente”. Mien-
tras que “cuando se hace a una persona que no está
Este sistema, “de la fragilidad de la oferta” (42) presente, sin fijación del plazo para la aceptación,
se contrapone a un sistema de oferta vinculante, el proponente queda obligado hasta el momento en
propio de los contratos predispuestos y de con- que puede razonablemente esperarse la recepción
sumo, que bien justifican en el nuevo código, una de la respuesta, expedida por los medios usuales de
clasificación diversa, en orden, precisamente, comunicación”.
al modo de formación del consentimiento. Sólo
a guisa de ejemplo, y para reforzar el concepto, En pos de otorgar una pauta para la determina-
véase el art. 1103 que refiere a la obligatoriedad ción de cuál es el tiempo prudente por el cual el
de las precisiones contractuales contenidas en un proponente debe aguardar la aceptación, la pre-
anuncio publicitario, aun anterior a la oferta.

 (43)  LLAMBÍAS, Jorge J. “Tratado de Derecho Civil”


Obligaciones, T Iº, nº 103 bis 4, pág. 131; para las obli-

(42) Consultar APARICIO, obra citada, nº 222, gaciones sin plazo establece que “son exigibles en la pri-
pág. 248. mera oportunidad que su índole consiente...”.
90 | Suplemento especial cONTRATOS

misa sentada que propugna la mayor inmediatez El uso de estas modalidades acarrea la cuestión
posible —en la medida que las circunstancias de de determinar cuál es la consecuencia de la trans-
la oferta lo aconsejen— entre el oferente y desti- gresión del oferente a su compromiso de man-
natario es la regla que mejor se adecua a las exi- tener la oferta: debe sólo indemnizar, o la eventual
gencias de la agilidad del tráfico y al principio de revocación o desconocimiento de su compromiso
buena fe rector en la materia. Finalmente, cabe debe ser ignorado, quedando el contrato perfec-
aduna que una oferta sin plazo no puede ser asi- cionado frente a la aceptación del destinatario. Pa-
milada a una oferta perpetua, sino por el contrario rece ser esta la solución correcta, y ello por la con-
impone la determinación razonable de su vigencia junción de dos reglas, por un lado, la contenida en
adecuada a las circunstancias del negocio pro- el art. 974 del ccyc., que sienta el principio de la
puesto (44). obligatoriedad de la oferta, y por el otro la expre-
sada por el art. 1800 ccyc., que reconoce a la vo-
d. Fallecimiento o incapacidad del oferente: La luntad unilateral como fuente de las obligaciones,
propuesta pierde eficacia si el oferente fallece o que no consiste sino en reconocer un deber jurí-
pierde su capacidad de contratar “...antes de la re- dico en cabeza del emisor sin mediar el consenti-
cepción de su aceptación”. Quien “aceptó la oferta miento de la otra parte (46).
ignorando la muerte o incapacidad del oferente
y que a consecuencia de su aceptación ha hecho II.c.4.4. La invitación a ofertar
gastos o sufrido pérdidas tiene derecho a reclamar
su reparación” (conf. Art. 976 ccyc). Entendida como la solicitud hecha a una o va-
rias personas para que se hagan oferentes de un
II.c.4.3. La oferta irrevocable contrato, se diferencia de la oferta, ante todo, en
que no requiere ser completa, es decir no debe re-
Quedó sentado que la oferta es por naturaleza ferenciar todos los elementos esenciales del con-
revocable, en tanto la comunicación de la retrac- trato en miras, aún cuando quien formula la in-
tación “es recibida por el destinatario antes o al vitación establezca los parámetros dentro de los
mismo tiempo que la oferta” (art. 975 ccyc.). Em- cuales debe ofertarse; en éste sentido, no debe su-
pero este carácter puede ser sujeto a modalidad, gerir la intención de obligarse del solicitante; es
bien estableciendo el oferente un término dentro que se trata de un convocatoria, más que de una
del cual se compromete a mantener la oferta (conf. proposición; luego, tal invitación carece de ca-
Art. 974 ccyc.), o renunciando a la facultad de re- rácter vinculante para quien la efectúa, reserván-
vocarla dentro de determinado plazo, o aún sin dose el derecho a rechazarlas; de lo que se sigue
fijar término para ello. Se trata de un compromiso que para que haya contrato quien formula la invi-
que asume el oferente, constituyendo una ventaja tación a ofertar, debe aceptar alguna de las ofertas
para el aceptante que en nada cambia ni limita su realizadas de conformidad a su convocatoria; en
autonomía para rechazar la propuesta (45). definitiva quien invita a ofertar se reserva el ca-
rácter de aceptante. Ejemplificando con Spota (47)
cuando se consigna “se alquila” no es otra cosa
 (44)  APARICIO, obra citada, nº 229, pág. 252.
que una invitación a escuchar ofertas; de hecho
 (45)  La Corte Suprema de Justicia ha caracterizado a
en la práctica inmobiliaria, se suele “reservar la
la oferta irrevocable y precisado sus efectos en éstos tér-
oferta” como mecanismo para que —a la vez que
minos: “...se trata de una oferta irrevocable por un tér-
mino de tres años de venta de acciones, supuesto no
se le da seriedad al ofrecimiento— se le otorga un
contemplado por el Decreto 214/02. En efecto, en cuanto plazo para su aceptación al convocante (48).
interesa a los fines de este dictamen, esta norma esta-
blece la pesificación de obligaciones de dar sumas de
Se ha advertido que “cuando la invitación a
dinero de cualquier clase u origen, expresadas en mo- oír ofertas sobreviene en remate, licitación o pú-
neda extranjera, derivadas de relaciones jurídicas con- blica subasta, perfecciona el contrato la oferta más
tractuales concluidas. La oferta de venta en cuestión, en
su condición de acto jurídico unilateral recepticio, no re-
sulta subsumible, por lo tanto, en la referida categoría
legal (art. 1144 del Código Civil). Es claro que la acepta-
ción, para ser considerada como constitutiva de un con- Procurador que la Corte hace suyo. “Koldobsky, Liliana
trato, debió ser pura y simple, requisito al que eviden- E. c. Koldobsky, Carlos” fallo del 09/10/2007.
temente no se ajustó la manifestación de voluntad del  (46)  ALTERINI, AMEAL, LÓPEZ CABANA, “Derecho
demandado (v. fotocopia de carta documento a fs. 37), de Obligaciones” nº 1682, pág. 694; 2º edición.
quien pretendió modificar la moneda de pago, altera-  (47)  SPOTA, obra citada, nº 181, pág. 272.
ción que importó una nueva propuesta no admitida por  (48)  Ver LORENZETTI, Ricardo, “Tratado de los con-
la actora (art. 1152 del Código Civil)”. Conf. dictamen del tratos. Parte general”. Pág. 292. Santa Fe 2004.
Fulvio G. Santarelli | 91

conveniente” (49). Esta tesitura importa considerar caso de no ser aceptada esta variante, deja firme la
que más que una invitación a ofertar ha mediado condición de venta ofrecida originalmente (53). Esta
una verdadera oferta, en tanto se verifica una in- situación también está prevista en el artícu­lo men-
tención seria de contratar que contiene los ele- cionado: “Cualquier modificación a la oferta que
mentos esenciales del contrato —en el caso de la su destinatario hace al manifestar su aceptación,
compraventa, si media fijación de precio y desig- no vale como tal, sino que importa la propuesta de
nación de la cosa, mediante la fijación de la base— un nuevo contrato, pero las modificaciones pueden
corresponde considerar que existe una verda- ser admitidas por el oferente si lo comunica de in-
dera oferta, de modo tal que las posturas de los mediato al aceptante”.
licitantes constituyen verdaderas aceptaciones
de aquella oferta, subordinadas a la condición de Modalidad de la aceptación.
que no se ofrezcan condiciones más convenientes
al oferente (50). Al respecto, bien se ha observado La modalidad de la aceptación —en principio—
que esta última consideración tropieza con la exi- es dependiente de la de la oferta, adaptándose a la
gencia de que la oferta debe dirigirse a persona de- dinámica que le imprime aquella. Así, los distintos
terminada o determinable (51). supuestos son:

En este contexto práctico permite poner en a.) Oferta realizada entre presentes: perfecciona
valor el texto del art. 973 ccyc que dispone “La el contrato cuando es puesta de manifiesto (art.
oferta dirigida a personas indeterminadas es con- 980, inc. a) ccyc).
siderada como incitación para que hagan ofertas,
excepto que de sus términos o de las circunstancias b.) Entre ausentes: perfecciona el contrato al ser
de su emisión resulte la intención de contratar del recibida por el proponente durante el plazo de vi-
oferente. En este caso, se la entiende emitida por el gencia de la oferta.
tiempo y en las condiciones admitidas por los usos”. II.e. La aceptación como manifestación de la
II.d. La aceptación de la oferta voluntad

La aceptación es la manifestación de voluntad La aceptación, como un modo de expresión de


que emite el destinatario de una oferta contractual la voluntad, puede ser efectuada en forma expresa
en sentido aprobatorio de todos sus términos; con o tácita, siendo aplicables las reglas generales de
cuya recepción se conforma el consentimiento aquélla con arreglo a las siguientes precisiones:
contractual en los términos del art. 971 del ccyc. “Toda declaración o acto del destinatario que re-
De modo tal que la aceptación debe ser lisa y llana, vela conformidad con la oferta constituye acepta-
además de circunstanciada a la oferta, en parti- ción. El silencio importa aceptación sólo cuando
cular a sus condiciones de tiempo y forma (52) im- existe el deber de expedirse, el que puede resultar de
la voluntad de las partes, de los usos o de las prác-
puestos en aquella; este criterio es ratificado por el
ticas que las partes hayan establecido entre ellas, o
art. 978 que exige que la aceptación “debe expresar
de una relación entre el silencio actual y las decla-
la plena conformidad con la oferta...”. No obstante,
raciones precedentes” (979 ccyc.).
la aceptación, puede contener una oferta alter-
nativa, sin que implique rechazo de la oferta ori- Empero, aunque no es dominio exclusivo de la
ginaria; en efecto, al aceptar, puede hacerse una aceptación, dentro de ella toma mayor relevancia
contraoferta y si ésta es rechazada, quedar firme lo relativo a los llamados “facta concludentia” es
el contrato en los términos de la oferta primigenia; decir, “comportamientos concluyentes” de las
es el caso de quien acepta los términos ofertados, partes que dan cuenta de su manifestación de la
pero, verbigracia, en cambio del pago al contado, voluntad en el sentido de obligarse; tal como se
ofrece financiación con mayor precio, pero para el consignara en su oportunidad, esta clase de actos
requiere de la puesta en su debido marco de una
conducta de modo de permitir concluir en el sen-
 (49)  SPOTA, quien precisa que excluye del análisis a
tido apuntado (54). Esta afirmación encuentra asi-
la subasta como proceso de ejecución judicial; ob. cit.,
nº 181, pág. 273.
 (50)  APARICIO, obra citada, nº 219, pág. 244.
 (51)  ALTERINI, “Contratos ...” pág. 280, nº 29.  (53)  ALTERINI, pág. 281 - nº 31, quien recuerda al art.
 (52) Debe responder a las exigencias de tempora- 26 inc. a) del Conctract Code.
lidad impuestas en la oferta, como asimismo, cuando  (54) Ver SANTARELLI, Fulvio G. “El perfecciona-
aquella indica la forma en que debe emitirse, debe suje- miento del contrato y su calificación. Contratos, pre-
tarse a ello. Conf. Alterini, “Contratos... “ pág. 282 nº 32. contratos, acuerdos marco” comentario al fallo “Olivera,
92 | Suplemento especial cONTRATOS

dero en las disposiciones de los arts. 264, 1065, ción jurídica típica (56). Ya se han analizado la oferta
1067 y concordantes del ccyc. y aceptación como actos prenegociales típicos,
empero pueden producirse verdaderos actos ne-
II.f. La retractación de la aceptación gociales anteriores al contrato que se pretende
formar.
El art. 981 ccyc., dispone: “La aceptación puede
ser retractada si la comunicación de su retiro es re- En efecto, el consentimiento puede avanzar paso
cibida por el destinatario antes o al mismo tiempo a paso, logrando entendimientos en cuestiones
que ella”. puntuales del acuerdo general y tales avances van
produciendo sus manifestaciones; esta progresi-
Con ello se superan las inconsecuencias que vidad en la formación del consenso suscita básica-
presentaban los arts. 1154 y 1155 del código de mente dos órdenes de cuestiones: por un lado, la
Vélez. calificación del producido de tales acuerdos par-
ciales; por otro, la determinación del momento a
Cuadra reiterar, la definición del art. 983 ccyc., partir del cual existe contrato, cuestionándose si
que considera que la manifestación de la voluntad debe mediar acuerdo total sobre todos los puntos
de una de las partes (sea oferente o aceptante) se del contrato en miras, aún cuando sólo resten la
considera recibida por la otra “cuando esta la co- consideración de cuestiones secundarias.
noce o debió conocerla, trátese de comunicación
verbal, de recepción en su domicilio de un instru- En este sentido, el art. 982 ccyc., le reconoce
mento pertinente, o de otro modo útil”. virtualidad a los acuerdos parciales, si es que “...
todas ellas, con la formalidad que en su caso co-
III. El perfeccionamiento del contrato rresponda, expresan su consentimiento sobre los
III.a. Sistema general elementos esenciales particulares...”.

Como se aprecia de la exposición de las normas Finalmente, para aventar buena parte de las
involucradas, el sistema utilizado para la toma de dudas expuestas, los negociantes sabedores de an-
vigor tanto de la oferta como de la aceptación es el temano de la complejidad del iter negocial suelen
de la recepción de las respectivas manifestaciones, recurrir a reglas convencionales que tienen por
en rigor, puede decirse que las distinciones reali- objeto organizar el proceso de formación progre-
zadas obedecen a contratos de “celebración instan- siva del consentimiento. A estas cuestiones da-
tánea” y de “celebración continuada”, tal como la remos tratamiento seguidamente.
doctrina lo venia propiciando (55). En los primeros IV.a. La formación progresiva del contrato:
oferta y aceptación fluyen en forma directa entre las minutas, borradores, cartas de intención
los protagonistas sin solución de continuidad; en
los de celebración continuada el intercambio se Las negociaciones suelen producir “papeles de
ve interrumpido por espacios temporales; con lo trabajo” cuyo contenido y finalidad resulta de va-
cual se hace necesario recurrir a los criterios ya ex- riada índole. En general puede decirse que suelen
puestos. testimoniar los avances obtenidos en aspectos
parciales de la negociación; es que para la conti-
IV. La formación progresiva del contrato nuidad del procedimiento consensual los protago-
La conclusión del contrato suele ir precedida nistas necesitan sentar ciertas bases para avanzar
de dos momentos que puede diferenciarse con al- hacia otras etapas; definir los puntos de discusión
guna nitidez en los contratos de mayor comple- que restan; o aquellos que expresan ciertos con-
jidad, primeramente se verifican tratativas desti- dicionamientos básicos que presidirán la negocia-
nadas a dilucidar la existencia de intereses afines ción; v gr., autorizar a cierta persona para avanzar
en la contratación, mediante actos sin relevancia en las tratativas pero reservar el consentimiento
jurídica autónoma, sólo trasuntan cierto con- en otra; o adelantar la imposición de ciertas for-
tacto social; una vez fijada la posibilidad mínima malidades, etc.; la nota característica es la provi-
de consensos aquella relación va madurando y soriedad de sus determinaciones, habida cuenta
produciendo actos susceptibles de cierta califica- que las premisas aparecen supeditadas a diversas
condiciones a resolver en el avance de la negocia-
ción; por ello, no tiene valor en sí mismo como

Héctor M. c. ICI Argentina S.A.I.C. (Ex Duperial S.A.I.C.)”


de la CNCom. Sala D del 16/11/2004. LA LEY 2005-B, 855.  (56) STELLA RICHTER, Giorgio, “La responsabilita
 (55)  Conf. ALTERINI, pág. 289, nº 43. precontratuale” nº 5, pág. 6. Torino 2001.
Fulvio G. Santarelli | 93

acuerdo, lo que descarta su carácter vinculante; li- de los elementos esenciales del convenio de que
mitando su reconocimiento a otorgar a tales ins- se trate (59). La determinación de lo esencial, se ad-
trumentos valor probatorio (57) del grado de avance mite, puede ser definido por los negociantes: su-
de las tratativas, como asimismo trascendencia en bordinar el perfeccionamiento a acordar cierta
la hora de la interpretación del alcance del conte- modalidad de pago, al otorgamiento de garan-
nido contractual (58). tías, o cualquier otro condicionamiento. Por ello
que si bien es cierto que el principio es que se per-
Esta tesitura es corroborada en el nuevo orde- feccionará el contrato tan pronto como haya re-
namiento; en efecto, el ya citado artícu­lo 982, no caído acuerdo sobre los elementos esenciales de
sólo condiciona la validez de los acuerdos par- aquel, a menos que las partes hayan entendido re-
ciales; sino que los distingue de las minutas y bo- tardar la formación del contrato hasta la fijación
rradores en cuanto a su significación jurídica. So- de ciertas modalidades.
lución que debe ser concordada con lo previsto
por el art. 993 el cual refiere a las cartas de inten- Solución diversa contiene el art. 154 del BGB en
ción, nominación que comprende: a “Los instru- tanto requiere el más completo consentimiento
mentos mediante los cuales una parte, o todas ellas, sobre la totalidad de los elementos del contrato (60).
expresan un consentimiento para negociar sobre Por su parte, el código suizo de las obligaciones, en
ciertas bases, limitado a cuestiones relativas a un su art. 2º establece que el acuerdo sobre los puntos
futuro contrato” a los cuales le asigna un carácter esenciales de un contrato obliga definitivamente
limitado a partir de aconsejar una interpretación a las partes, y hace presumir que también existe
restrictiva a la hora de asignar efectos vinculantes; sobre los secundarios, remitiendo al juez la inte-
y finaliza: “sólo tienen la fuerza obligatoria de la gración de los elementos secundarios de confor-
oferta, si cumplen sus requisitos”. midad a la naturaleza del víncu­lo (61).

La solución es del todo coherente con el prin- La cuestión en el ordenamiento nacional no pre-
cipio que rige la materia, que es el que surge de los sentaba interpretaciones uniformes. Una postura
arts. 990/991 libertad de negociación, sin frustrar sostiene que no basta que medie acuerdo sobre los
injustificadamente las tratativas. elementos esenciales del contrato de que se trate,
sino que es menester un acuerdo total sobre todos
IV.b. Momento del perfeccionamiento del los puntos puestos en negociación, criterio que se
contrato en la formación progresiva sustenta en el art. 1152 del cód. civil en cuanto or-
dena que “cualquier modificación que se hiciere en
Durante la negociación contractual, entendida la oferta al aceptarla, importará la propuesta de
como el periodo de exploración durante el cual los un nuevo contrato”, consecuentemente, la iden-
futuros contratantes intercambian sus puntos de tidad de las voluntades sobre la materia del con-
vista, formulan y discuten las proposiciones mu- trato debe ser completa (62). Para otra postura basta
tuas a fin de determinar el contenido del contrato, que medie acuerdo respecto de los elementos
lo característico es que las partes no están seguros esenciales (63) para que se tenga por configurado
de la conclusión del contrato; en proceso que va el contrato, pudiendo completarse el contrato re-
avanzando hacia su perfeccionamiento. Es así que curriendo a las normas supletorias, los usos y cos-
es menester determinar cuándo se perfecciona el tumbres, o bien recurrir las partes a la acción inte-
contrato de modo de determinar los efectos de los gradora del juez para la eventualidad de que sea
significativos acuerdos que a los que se va arri- menester completar el contenido del contrato (64).
bando. En Francia, fue la jurisprudencia la encar-
gada de determinar el criterio a seguir al respecto,
la cual ha mantenido el esquema de inspiración  (59)  TERRE, Francois; SIMLER, Philippe; LEQUETTE,
voluntarista de su código civil, siguiendo en par- Yves, “Droit civil. Les obligations”, nº 180; 6º edición,
ticular el texto del art. 1583 que, relativo a la com- París 1996.
praventa, indica que se perfeccionará dicho con-  (60)  VON THUR, Andreas “Derecho civil. Teoría ge-
trato tan pronto como haya acuerdo respecto del neral del derecho civil alemán”, vol. II 2, nº 481, pág. 161.
precio y de la cosa objeto de aquel contrato. De allí  (61)  Ver APARICIO, obra citada, nº 255 pág. 273.
el principio que habrá contrato a partir del mo-  (62) MAYO, Jorge A. “Sobre el acuerdo contractual
mento en que las partes lograron acordar respecto ¿Total o parcial?” LA LEY 2005-B, 1233. APARICIO, obra
citada, nº 255 pág. 273.
 (63)  SPOTA, Alberto G., “Instituciones de Derecho
 (57)  ALTERINI “Contratos ...” pág. 326 nº 4; LOREN- civil. Contratos”, t. I, p. 307, Depalma, Buenos Aires, 1975.
ZETTI, obra citada, pág. 288, nº 1.  (64) NICOLAU, Noemí, “Una solución adecuada a
 (58)  ALTERINI, “Contratos ...” pág. 326, nº 4. una complicada cuestión: el momento perfectivo del
94 | Suplemento especial cONTRATOS

Y esta última es la solución del nuevo código, cuenta del avance de ellas, rescatando los puntos
que sigue la dirección del proyecto de 1998; el con- respecto de los cuales existe acuerdo —acuerdos
trato se considerará perfeccionado si las partes han parciales, cuyo régimen ahora es regulado como
arribado a un acuerdo respecto de los “elementos ya se analizó—, e individualizando aquellos que
esenciales particulares” (art. 982 ccyc.) (65); esos ele- aún requieren de la continuidad de las negocia-
mentos, tal como se anticipó, o bien surgen de la ciones.
reglamentación típica de cada figura; o bien de la
convención que las partes efectúen al encarar las Debe distinguirse entre los contratos prepara-
negociaciones. Es que como bien se ha puntuali- torios y los contratos preliminares: Los primeros
zado “cuando más complejo es el negocio más di- son aquellos que establecen un marco regulatorio
fícil será identificarlos” (66). general para una serie de contratos que las partes
prevén negociar en el futuro, no obligando —natu-
IV.c. La organización convencional del ralmente— a celebrarlos.
contrato
En cuanto a los contratos preliminares, se trata
La formación progresiva del contrato, es habi- de acuerdos que obligan a cerrar acuerdos futuros,
tual que sea formalizada mediante acuerdos de y hoy reciben regulación en los arts. 994 a 996, en
diversa naturaleza que intentan otorgar previsibi- los siguientes términos:
lidad al período de negociación. No debe perderse
de vista que la exploración de una posibilidad a) Deben contener el acuerdo sobre los ele-
contractual puede involucrar gastos, inversiones, mentos esenciales particulares que identifiquen al
tiempo, en fin, riesgos de negociación que debe contrato futuro definitivo (art. 994).
ser distribuidos entre los negociantes, lo que jus-
tifica la redacción de estos acuerdos previos. Se b) Se le otorga una vigencia máxima a las pro-
trata de compromisos más formales que los vistos mesas emanadas de los contratos preliminares de
anteriormente con las analizadas minutas o borra- un año. Las partes pueden pactar un plazo menor;
dores que sólo dan cuenta de los avances parciales pero no mayor. Aunque a su vencimiento puede
de las conversaciones. Mediante estas prácticas renovarlo (994, 2º párrafo).
las partes pueden acordar desde quiénes serán
sus representantes, las facultades y el poder de c) Es válida la promesa de otorgar un contrato,
obligarlas que ellos representan, la enumeración obligación que se ajustará al régimen de las obli-
de las cuestiones a tratar, su jerarquización u orga- gaciones de hacer (995).
nización temporal, su carácter esencial, para con-
siderar celebrado el acuerdo, etc. d) Está vedado, bajo pena de nulidad, formular
promesas de celebrar contratos formales (995) Se
Estos acuerdos, además, pueden recaer en trata de una limitación destinada a evitar el fraude
medio del lapso de negociación, como forma de a la ley.
ordenar las conversaciones mantenidas, dando
e) Regula el contrato de opción otorgado por el
promitente, que consiste en concederle al acep-
contrato en el proceso de su formación progresiva” LA tante el derecho irrevocable a aceptarlo (996).
LEY 2005-A, 479.
 (65)  RIVERA, Julio C., en “Código Civil y Comercial de f ) El contrato de opción puede ser gratuito u
la Nación comentado” Dir. RIVERA - MEDINA; com. Art. oneroso; debe guardar la misma formalidad que la
982, Tº III, p. 453. exigida para el definitivo; salvo pacto en contrario,
 (66)  RIVERA, Julio C, ob. cit. loc. cit. no es transmisible a terceros (996).u
Incapacidad e inhabilidad
para contratar
POR Mariano Acevedo

El Código Civil de la República Argentina san- fundamentos del entonces Proyecto de Código
cionado por la ley 340 (1) que entró en vigor en el Civil y Comercial (4), ni de los fundamentos de su
año 1871, en adelante Código Civil de 1871, en un antecedente, el Proyecto de Código Civil de la Re-
lugar de similar ubicación metodológica al del re- pública unificado con el Código de Comercio (5), en
ciente Código Civil y Comercial de la Nación san- adelante, proyecto del año 1998. La denominación
cionado por la ley 26.994 (2), en adelante Código elegida para el Capítulo 4 que aquí comentamos,
Civil y Comercial, al tratar los contratos en general es “Incapacidad e inhabilidad para contratar” in-
incorporó el Capítulo II, artícu­los 1160 a 1166, que dicando de manera inequívoca entonces que las
denominó “De los que pueden contratar”. normas que allí se establecen lo son para regular
los supuestos acerca de quienes tienen limita-
Se ha señalado (3) que la denominación de este ciones a la capacidad para contratar, que todos te-
capítulo por tener una enunciación afirmativa pa- nemos per se, por el solo hecho de ser capaces.
reciera querer decir que las normas allí contenidas
indicarían “quienes”, del universo de las personas, El referido capítulo 4 consta de tres artícu­los
son los habilitados a contratar, dando una idea (1000 a 1002) que abordan los siguientes temas:
de la existencia de una supuesta “capacidad para El artícu­lo 1000, regula los Efectos de la nulidad
contratar” distinta a la capacidad general, una es- del contrato, el artícu­lo 1001, se refiere a las Inha-
pecie de subcategoría de las facultades que tienen bilidades para contratar, mientras que el artícu­lo
quienes son, genéricamente capaces. En contra 1002, como continuación de la temática del
de ello, la doctrina ha dicho que la expresión “ca- artícu­lo precedente, se refiere a ciertas Inhabili-
pacidad para contratar” además de ser una tau- dades especiales. A continuación nos referiremos a
tología porque todas las personas capaces tienen cada uno ellos comparándolos con el régimen es-
capacidad para celebrar contratos, resulta innece- tablecido por el Código Civil de 1871, para poder
saria. señalar cuáles son los cambios que en estos as-
pectos trae el nuevo Código Civil y Comercial.
En el nuevo Código Civil y Comercial pareciera
haberse tomado en cuenta este aspecto termino- Artículo 1000 - Efectos de la nulidad del contrato.
lógico aunque no surja así expresamente de los Declarada la nulidad del contrato celebrado por la
persona incapaz o con capacidad restringida, la
parte capaz no tiene derecho para exigir la restitu-
 (1)  La ley 340 fue sancionada el 25 de septiembre de ción o el reembolso de lo que ha pagado o gastado,
1869, promulgada el 29 de septiembre del mismo año, excepto si el contrato enriqueció a la parte incapaz
pero indicaba que la entrada en vigencia del Código Civil
lo sería a partir del 1º de enero de 1871.
 (2)  La ley 26.994 fue publicada en el Boletín Oficial
del 10 de septiembre de 2014, estableciéndose que el Có-  (4) Proyecto de Código Civil y Comercial, Funda-
digo Civil y Comercial de la Nación entrará en vigencia el mentos del Proyecto de Código Civil y Comercial de la
01 de agosto de 2016 según disposición de la ley 27.077. Nación. Ed. Zavalía, Buenos Aires, 2012.
 (3)  Alterini Atilio A., Contratos civiles - comerciales  (5)  Proyecto de Código Civil de la República unifi-
- de consumo, Teoría General, Ed. Abeledo Perrot, BA. cado con el Código de Comercio, Ed. Abeledo-Perrot,
1998, pág. 206. Buenos Aires, 1999.
96 | Suplemento especial cONTRATOS

o con capacidad restringida y en cuanto se haya en- Si bien no estrictamente abordado en el artícu­lo
riquecido. que comentamos, también se advierte una dife-
rencia con el Código Civil de 1871, en lo que hace
El artícu­ lo recién transcripto establece los a la legitimación activa para solicitar la nulidad, en
efectos de la nulidad del contrato, pero no de cual- los casos en los cuales la causa de la misma fuese
quier contrato y no de un contrato afectado por que uno de los contratantes era incapaz o con ca-
cualquier vicio nulificante, sino que se refiere al pacidad restringida. Ello así, porque el artícu­lo 388
especial supuesto que el mismo se encuentre vi- del nuevo Código Civil y Comercial le da legitima-
ciado por haber sido celebrado por persona in- ción activa para solicitar la nulidad a la parte capaz
capaz o con capacidad restringida. si es de buena fe y ha experimentado un perjuicio
importante, a diferencia de los artícu­los 1049 y
Para la generalidad de los actos jurídicos, y el 1164 del Código Civil de 1871 que no abren esa
contrato lo es, el nuevo Código Civil y Comercial posibilidad. Ambos códigos niegan legitimidad al
dispone en la Sección 4º (Efectos de la nulidad) del contratante incapaz o con capacidad restringida
Capítulo 9 (Ineficacia de los actos jurídicos), del si hubieses obrado con dolo, artícu­los 388 y 1166
Título IV (Hechos y actos jurídicos), del Libro Pri- respectivamente, con matices, dado que la última
mero (Parte General), una norma, general, regu- norma citada, exige que el dolo haya consistido en
ladora de los efectos de la nulidad para todo acto el ocultamiento de la incapacidad, requisito que
jurídico, el artícu­lo 390. La solución allí adoptada no trae el nuevo artícu­lo 388.
es diferente a la que establece el artícu­lo que es-
tamos comentando, toda vez que se dispone que, El antecedente de la norma que estamos co-
pronunciada la nulidad por los jueces, las partes mentando, tal como lo manifiesta expresamente el
quedan obligadas a restituirse mutuamente lo que Proyecto de Código Civil y Comercial, es el artícu­lo
han recibido, restituciones que se regirán por las 941 del proyecto del año 1998, con algún matiz di-
disposiciones relativas a la buena o mala fe según ferencial de terminología pero con idéntica solu-
sea el caso. Contrariamente, en el supuesto con- ción conceptual y en lo que hace a la nulidad de
templado en este artícu­lo, se establece que la parte los actos jurídicos los artícu­los 385 y 387 del citado
capaz del contrato nulo tiene derecho a este re- proyecto. En los fundamentos de ambos proyectos
clamo o reembolso solo si el contrato enriqueció a no se hace mención a la motivación que llevó a la
la parte incapaz o de capacidad restringida y hasta redacción de la norma en análisis.
el monto que se haya enriquecido, jugando esto
Artículo 1001 - Inhabilidades para contratar. No
como tope máximo. pueden contratar, en interés propio o ajeno, según
Conceptualmente no se trata de un cambio sea el caso, los que están impedidos para hacerlo
conforme a disposiciones especiales. Los contratos
de régimen toda vez que el nuevo Código Civil y
cuya celebración está prohibida a determinados su-
Comercial repite el esquema del Código Civil de
jetos tampoco pueden ser otorgados por interpósita
1871 que establece, en el artícu­lo 1052, una regla
persona.
general similar al artícu­lo 390 del Código Civil y
Comercial y en su artícu­lo 1165 una disposición El presente artícu­lo es una versión simplificado
específica referida a las nulidades derivadas de del artícu­lo 1160 del Código Civil de 1871, pues
un contrato celebrado por un incapaz, similar al al utilizar la fórmula genérica de que no pueden
artícu­lo 1000 que estamos comentando. Sin em- contratar los que están impedidos de hacerlo con-
bargo existen matices. En efecto, en el Código Civil forme a disposiciones especiales omite la enuncia-
de 1871 el contratante capaz además de la acción ción no taxativa que trae el citado artícu­lo ya que
de enriquecimiento sin causa, tenía a su disposi- la forma utilizada “disposiciones especiales” re-
ción la posibilidad de reclamar la restitución o el sulta ampliamente abarcativa. El artícu­lo 1001 del
reembolso de todo lo que había entregado y sin el nuevo Código Civil y Comercial dándole énfasis a
límite del enriquecimiento, si probaba que existe la prohibición, establece que los que se encuen-
lo que dio, opción que no se le otorga en el nuevo tran impedidos, tampoco podrán hacerlo aunque
Código Civil y Comercial en el cual el quantum del el interés de la contratación sea ajeno, y que tam-
enriquecimiento sin causa será la medida y el tope poco podrá eludirse la limitación celebrando el
máximo de lo que está legitimado a solicitar como contrato por interpósita persona. El antecedente
restitución. Ambos regímenes jurídicos protegen de esta norma, tal como se expresa en el Proyecto
al incapaz, pero el nuevo código con esta mayor de Código Civil y Comercial, es el artícu­lo 942 del
intensidad que describimos. proyecto del año 1998, cuyo texto es idéntico.
Mariano Acevedo | 97

En el artícu­lo siguiente, el nuevo Código Civil y gestión de intereses privados ajenos o propios en
Comercial se refiere a ciertas inhabilidades espe- el extranjero, Defensoría del Pueblo ley 24.284 s/
ciales para contratar, que trataremos al comentar ley 24.379 establece que el cargo de Defensor del
esa norma. Ahora bien, fuera de esos casos par- Pueblo es incompatible con el desempeño cual-
ticulares que son motivo de expresa regulación, quier actividad comercial, profesional a excepción
existen numerosas disposiciones especiales que de la docencia, Concursos ley 24.522, artículo 107
incluyen limitaciones para contratar y que por dispone que el desapoderamiento del fallido im-
ende estarían alcanzadas por este artícu­lo. pide que ejercite los derechos de disposición y ad-
ministración, Empleo Público Nacional, ley 25.164,
En el mismo nuevo Código Civil y Comercial, artículo 24 establece una extensa lista de incom-
el artícu­lo 689 establece que los progenitores no patibilidades que implican prohibiciones de rea-
pueden hacer contrato alguno con el hijo que está lizar contratos, Ética Pública, ley 25.188, artículo
bajo su responsabilidad salvo las donaciones sin 13 enumera también una extensa lista de inhabi-
cargo del artícu­lo 1549 que sí las permite. Esta pro- lidades de contratar en distintos supuestos, Pro-
hibición genérica de contratar con los hijos es más curación Penitenciaria, ley 25.875, artículo 7, dis-
amplia que las disposiciones del Código Civil de pone que el cargo de Procurador Penitenciario es
1871 que refería solamente al contrato de compra- incompatible con contratos que tengan que ver
venta. Así prohibía vender a los hijos en el artícu­lo con cualquier actividad pública o privada excepto
1359, comprar bienes de los hijos en el artícu­lo la docencia, Organización de la Justicia Nacional
1361 inc. 1, y luego la prohibición se hacía exten- Decreto Ley 1285/58, artículo 9 s/ley 21.341, esta-
sible a la cesión de derechos en el artícu­lo 1441 y a blece que la magistratura judicial es incompatible
la permuta en el artícu­lo 1490. con el ejercicio del comercio y por ende de todo
contrato a celebrar en esa órbita, prohibición ex-
Tal prohibición total de contratar del artícu­lo
tensible a los funcionarios y los empleados del mi-
689 del nuevo Código Civil y Comercial (no solo
nisterio público.
limitada a la compraventa) también alcanza a los
tutores en orden a lo dispuesto en el artícu­lo 120 Artículo 1002 - Inhabilidades especiales. No
que los hace asimilables a la situación de los pa- pueden contratar en interés propio:
dres. Estas disposiciones del nuevo Código Civil
y Comercial tampoco implican un cambio de ré- a) los funcionarios públicos, respecto de bienes de
gimen, ya que está establecido, del mismo modo, cuya administración o enajenación están o han es-
en los artícu­los 450 inc. 3 y 1361 inc. 2 del Código tado encargados.
Civil de 1871.
b) los jueces, funcionarios y auxiliares de la jus-
En lo que es el universo de las disposiciones es- ticia, los árbitros y mediadores, y sus auxiliares, res-
peciales que impiden contratar, una nómina no ta- pecto de bienes relacionados con procesos en los
xativa de las mismas y de las cuales surgen limi- que intervienen o han intervenido;
taciones genéricas y particulares que derivan en
inhabilidades para contratar es la siguiente (6), a c) los abogados y procuradores, respecto de
saber: Código Penal, artículo 12, establece que la bienes litigiosos en procesos en los que intervienen
reclusión y la prisión por más de tres años hace o han intervenido.
que el penado quede sujeto a la curatela estable-
cida por el código civil para los incapaces, Nota- d) los cónyuges, bajo el régimen de comunidad,
riado, ley 12.990 s/ley 14.054, artículo 7 establece entre sí.
que el notariado es incompatible con el ejercicio
del comercio por cuenta propia o ajena, al igual Los albaceas que no son herederos no pueden ce-
que Notariado ley 404 de la Ciudad Autónoma de lebrar contrato de compraventa sobre los bienes de
Buenos Aires, artículo 17 en similares términos, las testamentarias que estén a su cargo.
Contrato de Trabajo, ley 20.744, artículo 189 es-
tablece prohibiciones de contratar a menores de Respecto al análisis de este artícu­ lo resulta
catorce años, Servicio Exterior de la Nación, Ley apropiado dividirlo en dos partes. La primera que
20.957, artículo 23 prohíbe a sus funcionarios incluiría los incisos “a”, “b” y “c”, y una segunda que
ejercer actividades comerciales profesionales o de incluiría el inciso “d” y la disposición referida a los
albaceas, pues el origen es distinto. En tanto que la
primera parte del artícu­lo reconoce como antece-
 (6)  Detalle de estas normas concordantes en Alterini, dente el artícu­lo 943 del proyecto del año 1998, la
Atilio A., Código Civil Sistematizado, Ed. La Ley, BA, año segunda parte fue un agregado que hiciera en su
2010. dictamen final, la Comisión Bicameral para la Re-
98 | Suplemento especial cONTRATOS

forma, Actualización y Unificación de los Códigos puestas del proyecto del año 1998, y éste fijaba el
Civil y Comercial de la Nación creada por sendas plazo de dos años.
Resoluciones de la Honorable Cámara de Dipu­
tados y el Honorable Senado de la Nación (7), en Yendo a los incisos “a”, “b” y “c” que incluye esta
adelante Comisión Bicameral. primera parte del artícu­lo, los mismos se refieren
a supuestos que se encuentran también regulados
Entrando a analizar la primera parte de este y en forma similar en el Código Civil de 1871, solo
artícu­lo y tal como dijéramos al comentar el ante- que allí están previstos no como inhabilidad gené-
rior, la norma se refiere a inhabilidades concretas rica de contratar sino como imposibilidad de ce-
para contratar a diferencia de la mención a inhabi- lebrar contratos de compraventa, con las exten-
lidad genérica del artícu­lo 1001. Asimismo se ad- siones de su aplicación a la cesión de derechos y
vierte otra diferencia y es que aquí la inhabilidad a la permuta ya citadas, artícu­los 1441 y 1490 res-
se limita a contratar en interés propio, pero no li- pectivamente.
mita el contratar en interés ajeno, como sí lo hace
el artícu­lo precedente recién citado. Desgranando cada inciso en particular, vemos
que el “a”, establece que no podrán contratar en in-
El antecedente de esta norma es el artícu­lo 943 terés propio los funcionarios públicos respecto de
del proyecto del año 1998 y el texto de los tres pri- los bienes de cuya administración o enajenación
meros incisos es idéntico. Por el contrario, a dife- están o han estado encargados. Recordando la li-
rencia de su antecedente, el nuevo Código Civil y mitación de su aplicación solo al contrato de com-
Comercial no hace mención alguna a la duración praventa y afines que explicáramos en el párrafo
de estas inhabilidades especiales que en el pro- anterior, cabe mencionar que en el Código Civil de
yecto del año 1998 era de dos años desde que cesa 1871, artícu­lo 1361, incisos 5 y 7, existe una regu-
el impedimento. La inexistencia de plazo de du- lación similar con una descripción de cargos más
ración será susceptible de dos posibles interpre- detallada y no tan general como la amplia califi-
taciones, la primera, que tal limitación no se ex- cación de “funcionario público” del nuevo Código
tingue por el mero paso del tiempo y la segunda Civil y Comercial.
que el sólo hecho de no fijar un plazo la norma
no implica per se que la inhabilidad lo será por Por su parte, el inciso “b” dispone que no po-
siempre, pudiendo interpretarse que deberá fi- drán contratar en interés propio los jueces, fun-
jarse el plazo de acuerdo a las circunstancias del cionarios y auxiliares de la justicia, los árbitros y
caso, establecer la jurisprudencia un plazo razo- mediadores, y sus auxiliares, respecto de bienes
nable de aplicación general o aplicar directamente relacionados con procesos en los que intervienen
el de dos años basados en que, en el Proyecto de o han intervenido. Repitiendo la apreciación de
Código Civil y Comercial, expresamente se afirma ámbito de aplicación más reducida indicada para
que en lo referido a este capítulo, se siguen las pro- el inciso “a”, aquí también el Código Civil de 1871
trae una norma similar, el artícu­lo 1361, inciso 6to.
El nuevo Código Civil y Comercial agrega a árbi-
 (7)  Con fecha 4 de julio de 2012, se dispuso por el tros y mediadores lo que va de la mano del mo-
artícu­lo 1º la creación de una Comisión Bicameral con la derno e importante crecimiento de estas dos fun-
finalidad de preservar la unidad, integridad y coherencia ciones como medios alternativos de resolución de
que implica el dictado de un único Código Civil y Comer- dispu­tas.
cial. A su vez; una medida de similar objeto recibió apro-
bación del Honorable Senado de la Nación, en la misma Por último el inciso “c” extiende la limitación
fecha, mediante lo actuado en el Expediente S-1941/12. para contratar en interés propio a los abogados y
Por el artícu­lo 2º se estableció el objeto de la comisión
procuradores, respecto de bienes litigiosos en pro-
creada, consistente en el análisis del referido proyecto
cesos en los que intervienen o han intervenido,
de Código Civil y Comercial de la Nación, la redacción
del proyecto de ley correspondiente y la elaboración
los que en el Código Civil de 1871 estaban agre-
del despacho previo a su tratamiento legislativo. En el gados conjuntamente en el mismo apartado de
artícu­lo 3º se fijó un plazo de 30 días para la constitución los jueces, el inciso 6to. del artícu­lo 1361 de dicho
de la comisión y por el artícu­lo 4º se dispuso lo nece- cuerpo legal.
sario para su integración y la designación de sus miem-
bros. La Comisión Bicameral, se encuentra integrada por Yendo a la segunda parte de este artícu­lo, como
30 miembros, observando la siguiente composición: 15 ya dijéramos supra, existen dos agregados res-
senadoras/es nacionales y 15 dipu­tadas/os nacionales, pecto a lo que establecía el Proyecto de Código
designados por los presidentes de cada Cámara, respe- Civil y Comercial, los que fueron incorporados por
tando la proporción de las representaciones políticas en la Comisión Bicameral. El primero, y seguramente
cada una de las Cámaras. polémico, es el inciso “d” que establece que no
Mariano Acevedo | 99

pueden contratar en interés propio los cónyuges, encuentra el basamento en mantener inalterado el
bajo el régimen de comunidad, entre sí. El segundo régimen patrimonial del matrimonio que podría
agregado en cambio, es una inhabilidad concreta violarse de permitirse la transferencia de bienes
para los albaceas de un determinado carácter, de un patrimonio a otro (9). La segunda, pone el
para un determinado contrato y referido a ciertos acento en la prohibición de efectuar donaciones
bienes, es decir, una modificación de menor im- entre cónyuges que dispone el artícu­lo 1807, y de
portancia. allí la posibilidad que esta disposición sea burlada
a través de compraventas simuladas (10). La tercera,
La incorporación de una norma inhabilitante sostiene que la particular relación matrimonial y
como el inciso “d”, más severa e impeditiva aún los sentimientos que unen a los cónyuges, los hace
que el régimen del Código Civil de 1871 que se ha- vulnerables a no utilizar las defensas apropiadas a
llaba en retirada, atento que mayoritariamente la cuestiones contractuales negociales (11). La cuarta,
doctrina y los proyectos codificadores lo conside- encuentra el argumento de esta prohibición en la
raban anacrónico, y todo ello inmerso dentro del necesidad de evitar posibles fraudes a herederos y
contexto de un código permeable a formas flexi- acreedores, a los primeros en lo que hace a la por-
bles de convivencia y regímenes patrimoniales va- ción legítima de los forzosos y a los últimos, ya que
riados y optativos, sumado a que la incorporación por esta vía se podría eludir la responsabilidad de
del inciso de marras tiene un más que escueto fun- alguno de los cónyuges con el “fácil” artilugio de
damento de escasos dos renglones resulta, por lo traspasar el bien al otro cónyuge (12). Adelantamos
menos, polémica. Desarrollaremos a continua- desde ahora, que ésta última teoría es la que se
ción la descripción del régimen del Código Civil utiliza como fundamento la Comisión Bicameral
de 1871, la interpretación y alcance que en doc- para justificar la incorporación de la incapacidad
trina se le asigna, a fin que se pueda visualizar que estamos comentando.
apropiadamente la entidad del cambio que este
agregado de la Comisión Bicameral genera. Hasta aquí los análisis de lege lata respecto de
la incapacidad para contratar, ahora, de lege fe-
El Código Civil de 1871 no posee una regla de renda (13), una importante y mayoritaria línea de
carácter general que prohíba la posibilidad de pensamiento sostiene que ninguna de las cuatro
contratación entre cónyuges, sin embargo en el teorías mencionadas, ni la conjunción o suma de
artícu­lo 1358 se les impide celebrar entre ellos el ellas, justifica mantener un evidente anacronismo
contrato de compraventa, mientras que el artícu­lo como es mantener la incapacidad del artícu­ lo
1807 inciso 1 hace lo propio respecto de las dona- 1358, norma razonable quizás en otro momento
ciones. Esta limitación ha hecho que mucho se es- histórico por no en el actual.
criba acerca del alcance de la prohibición con cri-
terios que, mayoritariamente, se inclinaban a una Un poco influenciado por el predominio de esta
posición restrictiva de la incapacidad y a reducirla última visión doctrinaria y otro poco por el hecho
a la mínima expresión. Asimismo se han ensayado que toda limitación a la capacidad debe analizarse
diversas teorías acerca del fundamento de la pro-
hibición y mayoritariamente también se ha soste-
nido que se trataba de una actitud hoy anacrónica,  (9)  Méndez Costa, María J., Derecho de Familia. Ed.
propiciando en consecuencia directamente la eli- Rubinzal-Culzoni, pág. 76, mencionada por Medina Gra-
minación de esta inhabilidad. Una muestra de ello ciela y Paz Berousse, en ob. citada en la nota 8. y Borda,
es que tanto el proyecto del año 1998 como el Pro- Guillermo A., Manual de Contratos, Ed. Perrot, BA, año
yecto del nuevo Código Civil y Comercial elimi- 1980.
naban toda imposibilidad de contratar entre cón-  (10) Gatti, Hugo, Contratación entre cónyuges. BA,
yuges. 1960, pág. 82, mencionado por Medina Graciela y Paz
Berousse, en ob. citada en la nota 8.
Entre las diferentes teorías acerca de cuál es el  (11) Mosset Iturraspe, Jorge, Compraventa Inmobi-
fundamento de la existencia de esta limitación liaria, BA. Pág. 257, mencionado por Medina Graciela y
en el Código Civil de 1871, reiteramos, específica Paz Berousse, en ob. citada en la nota 8.
para el contrato de compraventa y afines, se dis-  (12)  Borda, Guillermo A., Manual de Contratos, Ed.
tinguen cuatro líneas argumentales (8). La primera, Perrot, BA, año 1980. Lorenzetti, Ricardo L., Tratado de
los Contratos, Ed. Rubinzal-Culzoni, Tº I, BA, año 2007,
pág. 235/6.
 (8)  Ver esta clasificación de teorías en Medina Gra-  (13)  Medina Graciela y Paz Berousse, Ob. Citada en
ciela y Paz Berousse, Compraventa entre cónyuges. Ré- nota 8, quien a su vez menciona allí en esta misma línea
gimen actual, proyectos de reforma y derecho compa- a Guaglianone, Régimen patrimonial del matrimonio,
rado, Revista Jurídica UCES, 21/04/06, págs. 39 a 56. BA, año 1968.
100 | Suplemento especial cONTRATOS

con criterio restrictivo, la doctrina ha circuns- ciones menores del Código Civil de 1871, la Comi-
cripto el ámbito de aplicación del artícu­lo 1358, sión Bicameral del nuevo Código Civil y Comercial
señalando situaciones en las cuales no regiría. Así se basa solamente en la postura que ve un riesgo
es como se ha sostenido que era válida adquisi- de posibles maniobras defraudatorias de los
ción de un bien por parte de otro cónyuge en el su- acreedores (no se menciona a los herederos). Re-
puesto de venta por disolución de la sociedad con- sulta a nuestro parecer una medida aislada y exa-
yugal, pues sería más bien la adjudicación de una gerada dado que los derechos de los acreedores se
partición que la compraventa de un bien ganan- encuentran debidamente protegidos por la nor-
cial (14), También se la admitido la no aplicación de mativa que regula el fraude y la simulación.
la prohibición en el supuesto de adquisición del
bien por parte del cónyuge en la ejecución judicial También puede resultar inapropiada la limita-
seguida al otro, dado la naturaleza de jurídica de la ción incorporada, si se la analiza en el contexto
subasta y las garantías que ella contiene (15). Tam- del Código Civil y Comercial como un todo, ya
bién se la admite en la subasta ordenada en un que este cuerpo legal prevé regímenes patrimo-
juicio sucesorio a efectos de poner fin a una indi- niales alternativos al régimen de comunidad, en
visión pos comunitaria en la que ambos cónyuges los cuales los acreedores no tendrían ni siquiera
participan. las seguridades que el agregado de este inciso pre-
tende solucionar.
En definitiva, la situación previa a la sanción del
nuevo Código, era un régimen que impedía la po- Respecto al alcance de la prohibición incorpo-
sibilidad de contratar entre cónyuges, pero limi- rada como inciso “d”, debemos señalar que queda
tado a la donación y a la compraventa y en éste úl- limitada a los cónyuges que se encuentran bajo
timo contrato con una visión restrictiva. Además, el régimen de comunidad, por lo que quedarían
se propiciaba doctrinariamente su eliminación. fuera de la prohibición los que optaren por los re-
Esa propuesta se vio plasmada no solo en el Pro- gímenes patrimoniales alternativos que prevé el
yecto del nuevo Código Civil y Comercial, sino Código Civil y Comercial. Cabe resaltar, que en
también en su antecedente más directo como es el orden a lo dispuesto por el artícu­lo 7 la prohibi-
proyecto del año 1998 y hasta en proyectos unifi- ción que estamos comentando se aplicaría desde
cadores anteriores como el del año 1993 (16) su entrada en vigencia a los cónyuges que hu-
bieran celebrado matrimonio con anterioridad a
Frente a esta situación, la Comisión Bicameral la sanción de este código, toda vez que su régimen
decide introducir el inciso “d” (17) que establece que patrimonial es el de comunidad.
No pueden contratar en interés propio... d) los cón-
yuges, bajo el régimen de comunidad, entre sí. El Respecto al alcance de la norma en análisis, en
fundamento volcado al dictamen de la Comisión los fundamentos de la Comisión Bicameral se dice
Bicameral es muy escueto ya que allí solo se dice: que el Proyecto del nuevo Código Civil y Comer-
“La eliminación de la prohibición de contratar cial, antes de la evaluación de la Comisión, elimi-
entre cónyuges propicia conductas fraudulentas. El naba la prohibición de contratar (la existente en
fin principal de la prohibición es tratar de evitar los el Código Civil de 1871), y por eso proponen in-
fraudes a los acreedores de alguno de los cónyuges, cluirla, pero, como dijéramos antes, la prohibición
por lo que se sugiere su inclusión” (18). Es decir, de de Código Civil de 1871 se limitaba al contrato
las cuatro teorías que fundamentaban las limita- de compraventa, sus afines cesión de derechos y
permuta y al contrato de donación, mientras que
 (14) Belluscio, César A., Manual de derecho de fa- la formula aquí adoptada por la Comisión Bica-
milia, Ed. Depalma, BA., año 1995, Tº II, mencionado meral es mucho más amplia ya que directa y tajan-
por Medina Graciela y Paz Berousse, en ob. citada en la temente impide contratar, lo que implica que im-
nota 8. pide celebrar entre los cónyuges contrato alguno.
 (15)  Lorenzetti, Ricardo L., Ob. citada en la nota 12,
pág. 236, Mosset Iturraspe, Jorge, ob. citada en nota 11, Esta modificación de régimen es importante ya
Fassi - Bossert, Sociedad conyugal, Ed. Astrea BA, año que en el régimen del Código Civil de 1871 estaban
1978, 2 ts. Estos dos últimos mencionados por Medina inhabilitados de realizar algunos concretos con-
Graciela y Paz Berousse, en ob. citada en la nota 8. tratos de cambio, mientras que una prohibición
 (16)  Proyecto elaborado por la Comisión designada total como la de la norma en análisis al incluir ab-
por el Poder Ejecutivo mediante Resolución 468/92. solutamente a todo tipo de contratos elimina la po-
  ( 17)  http://www.cabb.org.ar/noticias/proye.pdf, sibilidad de contratos de colaboración y muy utili-
punto 89 pág. 64. zados dentro del matrimonio como por ejemplo el
 (18)  Ídem nota 17. mandato. Analizando teleológicamente la norma,
Mariano Acevedo | 101

se advierte un divorcio entre el fin buscado que, una inhabilitación de contratar a los albaceas,
como expresamente se ha afirmado, era no admitir pero concretamente referida al contrato de com-
la eliminación del sistema del Código Civil de 1871 praventa sobre los bienes de las testamentarias
y por eso reimplantarlo, mientras que con la redac- que estén a su cargo, y en el supuesto que no sean
ción final adoptada, se establece una prohibición herederos. Es una modificación menor al sistema
de mucha mayor magnitud que la existente. del Código Civil de 1871, ya que éste establecía en
el artícu­lo 1361, inciso 3, la misma disposición a
Por último, la Comisión Bicameral agregó tam- los albaceas en general, solo que sin distinguir si
bién a este artícu­lo, no ya bajo el formato de inciso, fueran o no herederos.u
El objeto del contrato
en el Código Civil y Comercial
de la Nación
POR María Isabel Benavente

SUMARIO: I. Introducción.— II. Elementos del contrato en el Código de Vélez.— III. El objeto de los
contratos en el CCC. Metodología. Influencia de los Tratados Internacionales.— IV. Bienes futuros como
objeto del acto. Solución en cuanto a los pactos sobre herencias futuras.— V. Pacto de herencia futura. La
explotación de la empresa familiar.— VI. Bienes existentes y futuros.— VII. Bienes ajenos.— VIII. Bienes
litigiosos, gravados o sujetos a medidas cautelares.— IX. Hechos como objeto de los contratos.— X. El
cuerpo humano como objeto de los contratos.— XI. Conclusión.

I. Introducción II. Elementos del contrato en el Código


de Vélez
De los elementos del contrato, el que ofreció
un debate complejo y dio lugar a múltiples defi- En primer lugar cabe distinguir los elementos
niciones ha sido, por cierto, el objeto. Sin duda, a de los presupuestos del contrato y de éstos con sus
ello contribuía la redacción de los artículos 1167 efectos y circunstancias.
a 1179, cuyas directivas debían ser complemen-
tadas con el artículo 953 referido al objeto de los Los presupuestos se tienen por incorporados
actos jurídicos. naturalmente al contrato como prerrequisitos sin
los cuales cualquiera de sus elementos podría
Pese a su innegable importancia, la posición estar viciado y tornar inválido o ineficaz el ne-
de la doctrina fue tradicionalmente confusa. In- gocio. Esos presupuestos son: a) la capacidad de
cluso, se ha sostenido que el contrato no tiene obrar en los sujetos intervinientes; b) la llamada
objeto sino efectos. Así, Colin-Capitant afirman legitimación en cuanto al acto, esto es, el poder de
que el contrato es un acto jurídico que produce el disponer del derecho de un tercero según la índole
efecto de crear obligaciones ya sea a cargo de las de la cuestión de que se trate. Si se está frente a
dos partes o de una de ellas (1). En otros casos se un acto de administración, será preciso que el que
lo ha confundido con la causa —el elemento más administra por otro tenga poder suficiente al res-
conflictivo de definir— con la que guarda, por pecto y si se trata de un acto de disposición que
cierto, una relación estrecha aunque no se con- tenga un mandato que lo habilite para ese fin.
fundan. También se lo ha asimilado a la presta-
ción. Por eso, luego de realizar una muy breve re- Hay quienes incluyen como presupuesto del
seña de los aspectos tradicionales del problema, contrato a la idoneidad del objeto, que vinculan
veremos de qué modo el Código Civil y Comercial con la licitud (2). Se trata de una característica que
de la Nación aborda su tratamiento y si ha logrado inexorablemente aquél debe ser reunir, ya que la
superar o no las controversias históricas sobre este falta de licitud no siempre desemboca en nulidad
punto. insanable pues en algunos casos puede resultar de

 (2)  Lorenzetti, Ricardo L., “Tratado de los contratos.


 (1)  Cit. Diez-Picazo, Luis, “Fundamentos del Derecho Parte General”, ed. Rubinzal Culzoni, 2º ed. actualizada,
Civil Patrimonial”, t. I, 5º ed. Civitas, Madrid 1996, p. 201. Bs. As. 2010, p. 211.
104 | Suplemento especial cONTRATOS

aplicación del principio de conservación, en sus II.1.a. Para algunos, el objeto son las cosas y los
dos vertientes, como son los principios de sanea- servicios que se prestan. Responde a la pregunta
miento o conversión del negocio jurídico de que qué se contrata (quid) y se diferencia de la causa
se trata. en que se refiere a la pregunta por qué se contrata.
Para esta teoría, en la locación el objeto sería la
Por otra parte, de manera muy sintética y sim- cosa locada o los servicios contratados. Esta pos-
plificando el problema, los elementos del con- tura guarda relación con el art. 953 Código Civil,
trato, son: i) sujetos; ii) objeto y iii) causa. pero fue considerada insuficiente por un sector de
opinión por cuanto no explica cuál es el objeto en
II.1. Distinción entre el objeto del contrato y el aquellos contratos que fijan conductas o terminan
objeto de las obligaciones y con las prestaciones un conflicto, como el contrato de arbitraje o aque-
llos que tienen por objeto negociaciones (5). Para
Los criterios para definir el objeto e incluso para quienes se hacen esas preguntas, la respuesta es
sistematizar las múltiples definiciones que se han que el contrato podría estar constituido por las re-
dado no es tarea sencilla (3). laciones jurídicas que crea, modifica o extingue.
En nuestro derecho, la confusión partió desde el Vale decir, no habría un objeto real sino jurídico,
propio texto legal porque se legisló sobre las obli- pues lo que importa es el lenguaje normativo, es
gaciones nacidas del contrato, al igual que ocurrió decir, la definición que las partes dieron a la cosa
en el Code, que ha sido la fuente. En efecto, el art. mediante las cláusulas y no la cosa en sí misma (6).
1167 del Código Civil sustituido dispone: “Lo dis- II.1.b. Para otra postura, el objeto es la presta-
puesto sobre los objetos de los actos jurídicos y de ción (7). Es una interpretación errónea que conduce
las obligaciones que se contrajeren rige respecto a equívocos y confusión a tal punto que impide
a los contratos, y las prestaciones que no pueden llegar a un concepto coherente (8). La prestación
ser el objeto de los actos jurídicos, no pueden serlo es el objeto de la obligación; es el plan o proyecto
de los contratos”. A su vez, el art. 1168, establece de una conducta futura. Consiste en la conducta
que “toda especie de prestación puede ser objeto del deudor como medio instrumental para el logro
de un contrato, sea que consista en la obligación de la satisfacción del interés del acreedor (9). No
de hacer, sea que consista en la obligación de dar se puede confundir el objeto del contrato con el
alguna cosa; y en este último caso, sea que se trate objeto de las obligaciones, es decir, con las pres-
de una cosa presente, o de una cosa futura, o bien taciones. La prestación puede ser objeto de una
de la propiedad, el uso, o de la posesión de la cosa”. obligación contractual, pero también puede serlo
El art. 1169, en tanto, prevé que “la prestación, ob- de una obligación extracontractual o de una de-
jeto de un contrato, puede consistir en la entrega claración unilateral de voluntad. No es exclusiva
de una cosa, o en el cumplimiento de un hecho del contrato (10). Repárese que cuando los arts. 1168
positivo o negativo susceptible de una aprecia-
y 1169 mencionan las prestaciones de hacer o de
ción pecuniaria”. Al legislar sobre el objeto de las
dar, se trate de una cosa presente o futura, hacen
obligaciones nacidas del contrato, el problema del
referencia al objeto de las obligaciones y no del
objeto ha pasado a un segundo plano, razón por
contrato (11). Por otra parte, puede existir ilicitud en
la cual se ha dicho que el contrato no tiene objeto
el contrato y no en el objeto de la obligación. Es
sino efectos, postura que surge de una interpreta-
lo que ocurre con el pacto de herencia futura. En
ción literal, aunque sesgada e incompleta, de los
ese caso, existe ilicitud en el objeto del contrato,
textos transcriptos (4).

La imprecisión que se desprende de los textos  (5)  Diez-Picazo, Fundamentos..., cit., p. 201.
legales —que exhibe idéntica confusión que su  (6)  Lorenzetti, ob. cit., p. 387.
fuente, es decir, los arts. 1126 a 1128 del Código  (7)  Messineo, Francesco, Manual de Derecho Civil y
Civil francés— dio lugar a la proliferación de una comercial, Trad. Sentís Melendo, ed. Jurídicas Europa.
serie de teorías para explicar en qué consiste el ob- America, Bs. As. 1996, t. IV, p. 443.
jeto.  (8)  Compagnucci de Caso, Rubén, “El objeto del ne-
gocio jurídico”, en LA LEY 1991-A, p. 924.
 (9)  Cazeaux-Trigo Represas, “Derecho de las obliga-
 (3)  Para un trabajo completo sobre el tema v. Bueres, ciones”, T. I, p. 69.
Alberto J., “Objeto del negocio jurídico”, ed. Hammurabi,  (10)  Lorenzetti, ob. cit., p. 390.
Buenos Aires, 1986.  (11)  Stiglitz, ob. cit. 384; Lavalle Cobo en Belluscio-
 (4)  Ripert, George - Boulanger, Jean, “Tratado de De- Zannoni, “Código Civil y leyes complementarias. Co-
recho Civil. Según el Tratado de Planiol”. Trad. García mentado. Anotado y Concordado”. Ed. Astrea, Bs. As.
Daireaux, ed. la Ley, t. IV, Bs. As. 1965, p. 163. 1984, T. 5, p. 794.
María Isabel Benavente | 105

pero la obligación que asume el heredero —trans- recto consiste en el doble dare (las prestaciones) y
misión de derechos— no es ilícita (12). Finalmente, el indirecto en el dinero y la cosa.
el objeto del contrato es más amplio que el de la
obligación (13). Mosset Iturraspe sostiene que el objeto es el
contenido concreto del contrato o bien la opera-
Para Lorenzetti (14) la determinación del objeto ción jurídica considerada con su finalidad econó-
del contrato surge de una serie de procesos lógicos mica y jurídica. Se trataría de una referencia a la
de especificación. Por un lado, el objeto es un con- razón de ser del acto objetivada (17). Esta postura ha
junto de reglas convencionales específicas que es- sido duramente controvertida por Bueres (18) para
tablecen las partes para llevar a cabo una opera- quien al conectarse el fin abstracto con el acto
ción económica. El objeto, entonces, no está en las del negocio, se reduce y confunde el ámbito de la
cosas sino en el mundo jurídico. Por otro, la espe- causa móvil.
cificidad de las reglas del objeto está dada porque
se refieren a lo que quieren hacer las partes, esto En nuestro país, Compagnucci de Caso (19) y
es, el fin perseguido en concreto o interés prác- Bueres (20) entienden que el objeto del negocio está
tico que se expresa normativamente creando obli- determinado por los bienes o hechos (positivos
gaciones nucleares, deberes secundarios de con- o negativos) y los bienes (cosas y derechos, arts.
ducta, obligaciones accesorias, garantías, reparto 2311 y 2312 Cód. Civil) que son, en definitiva, el
de riesgos. sustrato material u objetivo. Bueres sostiene que
aquellos que incluyen en el objeto el fin abstracto
También se ha sostenido que el objeto son los y el fin concreto, suprimen el elemento causa al
intereses que regulan las partes pero en tanto y que fusionan con el objeto.
en cuanto la organización social consienta en
que sean regulados directamente por obra de los Lo expuesto en los párrafos anteriores ha sido
mismos interesados en sus relaciones recíprocas —en apretada síntesis— el cuadro de situación
y no haya puesto límites a la autonomía privada. existente en la doctrina que acompañó durante
años al Código Civil. De todos esos planteos pre-
Zannoni, por su parte, afirma que el objeto del valeció aquel que sostenía que el objeto eran los
negocio es un quid; son bienes —cosas, derechos, bienes y cosas concretos implicados en la relación
etc.— que sirven a intereses de los sujetos del ne- jurídica.
gocio (15).
II.2. Requisitos del objeto
López de Zavalía, en tanto, afirma que el objeto Tradicionalmente, los requisitos de idoneidad
inmediato sería las relaciones jurídicas los dere- del objeto son: a) que sea posible; b) lícito; c) de-
chos sobre los que éste incide, creándolos, trans- terminado o determinable.
firiéndolos, extinguiéndolos (16). Esas relaciones,
dice este autor, tienen un objeto, que constituye a) Posible
el objeto mediato del contrato que está consti-
tuido por las prestaciones. Y —agrega— al exa- Significa que no debe ser contrario a las leyes
minar el objeto de dichas relaciones, se puede dis- físicas o naturales. La imposibilidad no debe ser
tinguir entre un objeto directo y otro indirecto. Y subjetiva o relativa ni debe consistir en una mera
—agrega— al examinar el objeto de dichas rela- dificultad aunque se trate de una mayor onero-
ciones es posible distinguir entre un objeto directo sidad sobreviniente. El impedimento se vincula
y otro indirecto. En la compraventa —dice— el con la imposibilidad material, absoluta y total y
objeto inmediato está constituido por las obliga- debe ser originaria y no sobreviniente. En este úl-
ciones que contempla (pagar el precio por el com- timo caso —si fuera sobreviniente— el acto será
prador, dar la cosa para el vendedor), y el mediato, válido pero podrá tornarse ineficaz ya sea por im-
por el objeto de estas obligaciones, donde el di- posibilidad de cumplimiento inculpable o bien

 (12)  Stiglitz, ob. cit., p. 384.  (17) Mosset Iturraspe, en Bueres-Highton, Código


 (13)  Lorenzetti, ob. cit., p. 390. Civil, t. 3-B, p. 621 ss.
 (14)  Lorenzetti, R., ob. cit., p. 391.  (18)  Bueres, en Bueres-Highton, Código Civil, t. 3-B,
 (15)  Zannoni, Eduardo A., Ineficacia y nulidad de los y del mismo autor, com. art. 953, t. 2 B de la misma obra.
actos jurídicos, ed. Astrea, Bs. As. 1986, p. 89.  (19)  Compagnucci de Caso, Rubén H., ob. cit., p. 444.
 (16)  López de Zavalía, Fernando, “Teoría de los con-  (20)  Bueres, Alberto J., Objeto del Negocio Jurídico,
tratos”, ed. Zavalía, Bs. As. 2006, p. 237 ss. ed. Hammurabi, cit., p. 55.
106 | Suplemento especial cONTRATOS

por culpa de alguna de las partes (21). Se ha asi- b.2. Objeto ilegal


mismo que en este recaudo queda comprendida
la posibilidad jurídica del objeto, interpretación Los hechos ilícitos no pueden ser objeto de los
que se realiza a partir de lo dispuesto en el art. actos jurídicos. La licitud, por definición, forma
953 (22). Sin embargo, con mayor rigor, otros autores parte de la esencia de este tipo de actos, porque el
afirman que la única imposibilidad de que se trata ordenamiento legal no puede tutelar aquellos que
en esta parte, es la material, porque la jurídica está son contrarios a sus disposiciones o principios.
comprendida en la ilicitud (23). La licitud del acto es, entonces, una exigencia pri-
maria. Por tanto, el objeto de un acto jurídico no
b) Lícito puede consistir en la formación de una sociedad
para cometer delitos o para vender influencias,  (24)
Según el art. 953 del Código velezano, si el ob- ni para solicitar rendición de cuentas por el resul-
jeto del acto son cosas no deben estar fuera del tado económico de una sociedad formada para
comercio y si son hechos, no deben ser ilícitos, o efectuar préstamos a quienes asisten al casino
contrarios a las buenas costumbres o prohibidos fuera de la línea de cajas, en infracción a la resolu-
por las leyes, o que opongan a la libertad de las ac- ción 138/94 de Lotería Nacional (25) como así tam-
ciones, o de la conciencia, o que perjudiquen los poco en la celebración de un contrato de servicios
derechos de terceros”. De lo expuesto se infieren profesionales con un sujeto que carece de título
varios supuestos: habilitante.
b.1. Objeto prohibido b.3. Objeto inmoral
El objeto de los actos jurídicos no deben ser En este punto, el Código establece la directiva
bienes que la ley hubiere prohibido que lo fuera moral como regla de oro del objeto de los actos ju-
por algún motivo especial. El término “bienes” rídicos y sobre la cual la jurisprudencia ha elabo-
comprende tanto las cosas materiales como a las rado una importante casuística que, por suficien-
inmateriales. temente conocida, es innecesario reproducir aquí.
Esta exigencia se refiere a las disposiciones que c) Determinación o determinabilidad
prevén que determinadas cosas no pueden ser ob-
jeto de algunos actos por razones de política legis- Este recaudo se vincula con lo cierto o incierto
lativa. Así, las cosas muebles no pueden ser objeto del objeto. Debe ser conocido o determinado al
de las hipotecas (art. 2205); las cosas no fungibles momento de la celebración del contrato, aunque
no pueden ser objeto del mutuo (art. 1525); el de- puede existir cierta indeterminación temporal
recho de habitación no puede recaer sobre bienes que debe despejarse al tiempo del cumplimiento.
muebles (art. 2158). Tampoco es posible una falta absoluta de certeza
sobre el negocio. Por ejemplo, en la compraventa
En ciertos casos la prohibición se extiende a al- el precio puede ser deferido a la determinación de
gunos derechos o hacia determinados actos. Las un tercero, pero si falta cualquier referencia o el
cosas ajenas no pueden venderse (art. 1329), las tercero indicado para la determinación no se hace
cosas futuras no se pueden donar (art. 1800); las cargo, el contrato será nulo.
cosas fungibles o consumibles que no pueden in-
tegrar el contrato de depósito irregular ni el como- d) Que sea susceptible de apreciación
dato; los inmuebles no pueden darse en prenda económica. Patrimonialidad
(art. 3204); o a los muebles no es posible hipote-
carlos (art. 3108). Este requisito surge claramente de la vincula-
ción de los arts. 1137 y 1169. Según esta disposi-
ción “la prestación (sic), objeto de un contrato,
puede consistir en la entrega de una cosa, o en
el cumplimiento de un hecho positivo o negativo
 (21) Diez-Picazo, Fundamentos..., cit., p. 134 ss.; susceptible de una apreciación pecuniaria”. A Sica-
Bueres, Alberto, en Bueres-Highton, “Código Civil....”, t.º
2B, com.art. 953, p. 575.
 (22)  López de Zavalía, F. “Teoría...”, cit., p. 239; Llam-  (24)  CNCiv., Sala M, del 7-8-92, “Durante, Lilia y otros
bías, Jorge J., “Tratado de Derecho Civil. Parte General”., c. Cía. Standard Electric Argentina SAIC y otro s/ ordi-
ed. Abeledo Perrot, 24º ed. actualizada por Raffo Be- nario”.
negas, Bs. As. 2012, t. II, p. 256.  (25)  CNCom., sala A, “Dato Robinson, Oscar c/ Ca-
 (23)  Bueres, “Código Civil...”, cit., t. 2B, p. 577, com. sino de Buenos Aires SA y otros”, del 30-8-2007, diario La
art. 953 Ley del 16 de enero de 2008, p. 4.
María Isabel Benavente | 107

loja le debemos haber aportado la distinción entre nera más directa otras, se refleja la constitucio-
el valor económico del objeto del contrato y de la nalización del derecho privado, que es el eje que
prestación como así también del interés que guía a resume o sintetiza básicamente los aspectos so-
la persona a realizar el acto. El primero ha de tener bresalientes de este nuevo ordenamiento.
inexcusablemente valor económico, aunque el in-
terés pueda ser extrapatrimonial. Esta es la solu- En cuanto al objeto, el art. 1003 no sólo realiza
ción del Código Civil italiano de 1942 y es la que una suerte de reenvío al art. 279 —que regula el
la mayoría de los autores considera aplicable en objeto de los actos jurídicos que es similar al art.
nuestro Derecho (26). 953 hoy aún vigente— sino que también propor-
ciona las características que ha de tener el objeto al
III. El objeto de los contratos en el CCC. señalar que “debe ser lícito, posible, determinado
Metodología. Influencia de los Tratados o determinable, susceptible de valoración econó-
Internacionales mica y corresponder a un interés de las partes, aun
cuando éste no sea patrimonial”. De esta forma se
En el Libro III, Título II, Capítulo 5, el CCC trata reitera el esquema del Código Civil en tanto, por
el objeto de los contratos, con una expresa remi- un lado, no define el objeto de los contratos y, por
sión a la Sección 1º, Capítulo 5, Título IV del Libro otro, indica que los arts. 1003 y 1004 deben com-
Primero, esto es, al objeto de los actos jurídicos. plementarse con lo dispuesto en el art. 279, al igual
De ahí la relación más que obligada entre los arts. que los arts. 1167 y 1179 debían hacerlo con el art.
1003, 279 y concordantes del código actual. 953, aun cuando no existía norma expresa.
De esta forma se mejora de la metodología y la La novedad, importante por cierto, es que se su-
redacción del Código Civil, ya que se vincula ex- prime la referencia a la prestación, de manera que
presamente al objeto del contrato con el objeto de se terminan por fin las discusiones y se entiende
los actos jurídicos. Por otra parte, al eliminar las que el objeto del contrato está constituido por
referencias a la prestación que se reiteraban en bienes o hechos, posición que en nuestra doctrina
distintos preceptos, el Código Civil y Comercial sostenían, entre otros, Compagnucci de Caso, Vi-
de la Nación pone fin a las diferencias de la doc- dela Escalada y Bueres y en el derecho comparado
trina sobre el particular, esto es, a la confusión a Albadalejo, Lacruz Berdejo y Rivero Hernández,
que daba lugar la referencia a la prestación que se conforme se ha resumido en párrafos anteriores.
realiza en el Código Civil y que llevó a los autores a Queda absolutamente clara entonces la imposi-
formular una serie de elaboraciones bastante con- bilidad de confundir el objeto del contrato con la
fusas, conforme se indicó anteriormente, de ma- prestación, es decir, con la conducta exigible a uno
nera sintética. Actualmente, al igual que ocurre de los sujetos para satisfacer el interés de los otros.
en el caso del objeto del acto jurídico, el objeto de
los contratos puede consistir en bienes o hechos Tampoco se confunden las nociones de objeto y
siempre que no se encuentren comprendidos o de causa, con lo cual también se pone punto final
afectados por alguna de las prohibiciones que a una larga controversia, conforme se dijo al tratar
menciona la ley. las distintas teorías que procuran explicar el ob-
jeto.
Otra de las características del Código Civil y Co-
mercial de la Nación es que, a lo largo del articu- Por tanto, el objeto del contrato está constituido
lado, hace referencia directa o indirectamente a por bienes y hechos.
los Tratados Internacionales, práctica que revela
que la comisión redactora siempre estuvo atenta III.1. Recaudos del objeto según el Código
a descubrir aquellas directivas o disposiciones en Civil y Comercial de la Nación
las que debían filtrarse necesariamente los prin-
cipios establecidos en ellos, sobre todo los vincu- Como se dijo, al igual que el art. 953 del código
lados a los derechos humanos, que forman parte sustituido, el actual establece los requisitos del ob-
del bloque de constitucionalidad (art. 75 inc. 22). jeto de manera negativa, de lo cual se infiere que
De este modo sutilmente algunas veces y de ma- el principio general es la libertad o autonomía que
tienen las partes para escoger el objeto que les
convenga, siempre que satisfaga determinados re-
 (26)  Bueres, en Bueres-Highton, “Código...”, t. 2B, p. quisitos (arts. 279, 1003, 1004 y concs.).
589 ss.; Sstiglitz, Rubén, “Contratos civiles y comerciales”,
cit., p. 386; Lavalle Cobo, en Belluscio-Zannoni, “Código Así, el objeto de los contratos no podrá ser he-
Civil..., cit., t. 5, p. 793; López de Zavalía, F., “Teoría de los chos ilícitos o cuando la ley hubiese prohibido
contratos”, T. I cit., p. 240. que lo sean o cuando están fuera del comercio.
108 | Suplemento especial cONTRATOS

Asimismo, el objeto tiene que ser posible, enten- Esta disposición tenía antecedentes en el código
diendo por tal recaudo tanto la posibilidad mate- de Vélez, ya que los arts. 1349 a 1352 regulaban la
rial como jurídica. Así, el contrato de tocar el cielo determinación por tercero del precio de la com-
con las manos formaría parte del primer supuesto praventa, hipótesis que actualmente está contem-
—imposibilidad material— en cambio la consti- plada en el art. 1134.
tución de hipoteca sobre cosa mueble, formaría
parte del segundo. IV. Bienes futuros como objeto del acto.
Solución en cuanto a los pactos sobre herencias
Los bienes objeto de los actos jurídicos tienen futuras
que ser determinados o determinables. Al res-
pecto, el art. 1005 dispone que “cuando el objeto Según el art. 1007, “Los bienes futuros pueden
se refiere a bienes, éstos deben estar determinados ser objeto de los contratos. La promesa de trans-
en su especie o género, según sea el caso, aunque mitirlos está subordinada a la condición de que
no lo estén en su cantidad, si ésta puede ser deter- lleguen a existir, excepto que se trate de contratos
minada”. Su antecedente son los arts. 1170 y 1171 aleatorios”. Como se advierte, con relación a los
del código anterior. bienes futuros, también se mantiene el principio
de la libertad de las partes para elegir el objeto de
El objeto de un contrato se encuentra deter- sus contratos. Sin embargo, existen excepciones a
minado cuando está precisado con exactitud al la regla.
tiempo de la celebración del contrato. Así, el in-
mueble prometido en venta en la calle Paraná nº En efecto, al igual que ocurría en el código an-
200, piso 1, departamento X. Será determinable tiguo —art. 1175 Cód. Civil— como principio ge-
cuando está identificado en su especie aunque no neral el Código Civil y Comercial de la Nación pro-
se haya realizado su individualización o cuando híbe el pacto sobre herencias futuras, que trata en
no se hubiera especificado la cantidad. Así, si se el art. 1010.
prometió en venta un caballo pura sangre. Al-
gunas veces, puede no estar determinada su can- En el Código Civil, la prohibición de pactos
tidad pero sí el género. Tal cosa ocurre cuando se sobre herencias futuras forma parte del elenco
prometió en venta trigo. de normas de orden público que contiene el de-
recho de sucesiones. Así, los actos que importan
Para lograr la individualización, en el caso de los la aceptación o renuncia a una herencia futura, ya
contratos de objeto determinado sólo por el gé- sea por contrato o acto unilateral, son nulos (arts.
nero, será preciso aplicar las reglas previstas para 3311) de nulidad absoluta e insanable (art. 1042).
este tipo de obligaciones. Así, la primera de ellas, Tampoco eran válidos los pactos hechos por tes-
es que exista convención entre partes. La segunda, tamento por dos o más personas, ya sea a favor
si nada se dice, cuando la elección recae sobre el de terceros o a título de disposición recíproca y
deudor debe hacerse sobre una cosa de calidad mutua (art. 3618).
media (art. 762). Cuando, en cambio, se trata de
una obligación de género limitado (art. 785), por El fundamento de la prohibición es, ante todo,
aplicación de lo dispuesto por el art. 779, el deudor de índole moral ya que se procura evitar especu-
puede elegir cualquiera de ellas. laciones con la muerte de una persona, como así
también que no forma parte de nuestra idiosin-
III.2. Determinación por un tercero crasia la existencia de actos jurídicos de estas ca-
racterísticas.
El art. 1006 dispone que “las partes pueden
pactar que la determinación del objeto sea efec- Como se dijo, el Código Civil y Comercial de la
tuada por un tercero. En caso de que el tercero no Nación mantiene la línea del código de Vélez pero
realice la elección, sea imposible o no haya obser- introduce una excepción muy importante, que no
vado los criterios expresamente establecidos por tiene precedentes en los proyectos de reforma. En
las partes o por los usos y costumbres, puede re- efecto, el art. 1010 CCC luego de establecer que “la
currirse a la determinación judicial, petición que herencia futura no puede ser objeto de los con-
debe tramitar por el procedimiento más breve que tratos ni tampoco pueden serlo los derechos he-
prevea la legislación procesal”. reditarios eventuales sobre objetos particulares,
deja a salvo “...lo dispuesto en el párrafo siguiente
El bien o cosa puede no estar determinado al u otra disposición legal expresa”. Dicha salvedad
comienzo de la relación pero esta falencia no pro- no es cerrada sino que es una cláusula abierta que
duce —sin más— la ausencia del objeto si los inte- deja la posibilidad de introducir por ley otras ex-
resados delegaron en un tercero la determinación. cepciones en el futuro.
María Isabel Benavente | 109

V. Pacto de herencia futura. La explotación de temporal de 10 años, plazo que puede extenderse
la empresa familiar o excepcionarse frente a circunstancias especiales.
Otra alternativa es la mejora —también efectuada
En nuestro país, no obstante el valor y el reco- por testamento—, que emerge de los artícu­los
nocimiento social que siempre tuvo la empresa fa- 1805, 3524 y 3604 del Código Civil. En otros casos,
miliar nunca fue reconocida por el Derecho como los interesados acuden al fideicomiso, al man-
una unidad económica diferenciada del resto de dato irrevocable (art. 1977); a la renta vitalicia (art.
los emprendimientos. Por tanto, resultan de apli- 3794). Todos ellos constituyen mecanismos indi-
cación a su respecto las normas comunes en ma- rectos de planificación que permiten eludir las
teria de derecho de familia, derecho de suce- prohibiciones que impone el orden sucesorio y la
siones, sociedades y contratos, colocándola de protección de la legítima hereditaria (28).
esta forma en una situación de mucha exposición
y riesgo (27). Por otra parte, los enormes esfuerzos Frente a esta realidad, el Código Civil y Comer-
del grupo familiar que suelen acompañar este tipo cial de la Nación, hace más flexible la prohibición
de empresas tropiezan en el tiempo con disposi- del pacto de herencia futura. En efecto, la segunda
ciones de orden público —cuya violación lleva a la parte del art. 1010 CCC se refiere a la validez de
nulidad de los actos— que interfieren en la aplica- “los pactos relativos a una explotación productiva
ción de las normas propias del Derecho societario. o a participaciones societarias de cualquier tipo,
Las organizaciones familiares pueden perdurar con miras a la conservación de la unidad de la ges-
muchos años en el mercado y en ese lapso se van tión empresaria o a la prevención o solución de
fragmentando. Esta realidad hace que se fraccione conflicto, que pueden incluir disposiciones refe-
tanto el capital originariamente invertido como ridas a futuros derechos hereditarios y establecer
sus frutos en muchos miembros, algunos total- compensaciones en favor de otros legitimarios...”.
mente ajenos a la familia y otros que tal vez están De esta forma se procuró proteger la continuidad
ligados entre sí por un parentesco muy lejano, sin de la explotación de la empresa familiar, se trate o
incidencia en el orden sucesorio. El Código Civil no de una explotación productiva o una participa-
expresamente prohíbe los “pactos sobre heren- ción societaria, supuesto este último que, por su
cias futuras”(arts. 1175 y 1176 del Código Civil), de generalidad, amplía veladamente el supuesto en
los que no están exceptuados la planificación en que expresamente se admite el pacto de herencia
la empresa familiar ni el régimen patrimonial del futura. La condición para que esos pactos resulten
matrimonio (arts. 1315, 1316 bis. etc. del código válidos es que tengan por fin “la conservación de
civil). la unidad de la gestión empresarial o a la preven-
ción o solución de conflicto” vinculado directa-
Muchas empresas familiares han alcanzado im- mente con las emprendimientos familiares, por un
ponerse en el mercado y perdurar en el tiempo, a lado y, por otro, que estos acuerdos no afecten la
la par que han logrado un giro comercial muy im- legítima hereditaria, ni los derechos del cónyuge
portante con clara incidencia en el aspecto social. ni de terceros. En este último caso, la eventual
Pero la falta de una regulación que armonice el afectación de los derechos de otros legitimarios,
derecho sucesorio con esta realidad impide mu- puede dar lugar a compensaciones, a fin de no
chas veces realizar planificaciones a largo plazo tornar estéril la previsión legal de manera tal que
por los conflictos personales que muchas veces impida la validez de lo acordado. El artícu­lo nada
acompañan a las cuestiones hereditarias, entre dice sobre la participación del futuro causante y de
otros factores propios de las relaciones humanas. su cónyuge en este tipo de pactos, de modo que su
Por cierto, existen distintos mecanismos cuya viabilidad o no deberá examinarse según sean las
aplicación satisface en parte —y de manera indi- decisiones concretas que se adopten.
recta— la necesidad de una regulación especial.
Así, los interesados suelen acudir a la aplicación VI. Bienes existentes y futuros
del artícu­lo 3514 del Código Civil, que da cuenta
de la partición por ascendiente, ya sea por dona- El art. 1007 establece que “los bienes futuros
ción o por vía testamentaria. En este último sen- pueden ser objeto de los contratos. La promesa de
tido, el art. 51 de la ley 14.394 autoriza al causante transmitirlos está subordinada a la condición de
a imponer una indivisión hereditaria con el límite que lleguen a existir, excepto que se traten de con-
tratos aleatorios”.

 (27)  Favier Dubois, Eduardo M. (h.) Spagnolo, Lucía,


“Las empresas familiares en Argentina: Su distancia cul-  (28)  Iglesias, Mariana B. Hernández, Carlos A.; “La
tural y legal respecto del modelo español y los cambios planificación sucesoria: Diálogo entre el Derecho Con-
en curso”, DFyP 2013 (junio), 19/07/2013, 48. tractual y el Derecho Sucesorio”, LA LEY 2011-B, 1051.
110 | Suplemento especial cONTRATOS

Como se advierte, la solución de la disposición sobre bien ajeno como tal, quien comprometió su
citada es la misma que la que establece el 1173 CC. entrega asume una obligación de medios, pues
Vale decir, como principio general, se puede con- está obligado a “emplear los medios necesarios
tratar sobre bienes futuros. Sin embargo, al igual para que la prestación se realice” y responde por
que el código velezano, en el actual se tratan en los daños y perjuicios si por su culpa el bien no se
particular distintos supuestos. llega a transmitir. El contrato sobre cosa ajena es
inoponible al dueño de la cosa o bien.
Uno de ellos, es la prohibición de los pactos
sobre herencia futura, anteriormente examinado, Por tanto, para generar responsabilidad deberá
aunque con la excepción a que se hizo referencia probarse que el promitente no empleó los medios
la cual flexibiliza sensiblemente la restricción. necesarios para que la prestación se concrete. Un
ejemplo específico de este caso es la compraventa
El otro supuesto analizado especialmente, es el de cosa ajena (art. 1132 CCC).
de la compraventa de cosa futura que el actual có-
digo trata en el art. 1131. En tal caso, se impone al VIII. Bienes litigiosos, gravados o sujetos a
vendedor la obligación de realizar las tareas y es- medidas cautelares
fuerzos que resulten del contrato o de las circuns-
tancia, para que la cosa llegue a existir en las con- El Código Civil trataba el supuesto de contratos
diciones y tiempo convenidos. sobre cosas litigiosas, dadas en prenda, anticresis
o hipoteca, en su art. 1174. El art. 1009 Código Civil
El siguiente caso especialmente tratado, es el y Comercial dispone “Los bienes litigiosos, gra-
de la donación. El art. 1551 CCC mantiene el prin- vados o sujetos a medidas cautelares, pueden ser
cipio del art. 1800 CC que establece la nulidad de objeto de los contratos, sin perjuicio de los dere-
la donación que se realice sobre bienes futuros. chos de terceros. Quien de mala fe contrata sobre
El art. 1551 CCC establece que “la donación no esos bienes como si estuviesen libres deben re-
puede tener por objeto la totalidad del patrimonio parar los daños causados a la otra parte si ésta ha
del donante, ni una alícuota de él, ni cosas deter- obrado de buena fe”.
minadas de las que no tenga el dominio al tiempo
de contratar. Si comprende cosas que forman todo De acuerdo al texto legal, el contrato que tiene
el patrimonio del donante o una parte sustancial por objeto bienes litigiosos, gravados o sujetos a
de éste, sólo es válida si el donante se reserva su medidas cautelares, es válido, pero el embargo o
usufructo, o si cuenta con otros medios suficientes gravamen sigue existiendo y recae sobre el adqui-
para su subsistencia”. rente del bien.

VII. Bienes ajenos El nuevo código consolida también la solu-


ción mayoritaria respecto de la viabilidad de dis-
El principio general es que los bienes ajenos poner de bienes afectados por medidas cautelares
pueden ser objeto de los contratos. Así lo dispone —embargos, inhibiciones— permitiendo que éstos
el art. 1008: “los bienes ajenos pueden ser objeto de puedan ser objeto de los contratos siempre que no
los contratos. Si el que promete transmitirlos no ha se generen perjuicios a terceros.
garantizado el éxito de la promesa, sólo está obli-
gado a emplear los medios necesarios para que la IX. Hechos como objeto de los contratos
prestación se realice y, si por su culpa, el bien no se
transmite, debe reparar los daños causados. Debe IX.1. Requisitos que deben reunir los hechos
también indemnizarlos cuando ha garantizado la que son objeto del contrato.
promesa y ésta no se cumple. El que ha contratado
sobre bienes ajenos como propios es responsable Al igual que ocurre en el Código Civil, para que
de los daños si no hace entrega de ellos”. el objeto del contrato sea idóneo debe ser: a) po-
sible; b) lícito; c) determinado o determinable;
Como se advierte, el Código Civil y Comercial de d) susceptible de apreciación económica y res-
la Nación mantiene el principio del código susti- ponder a un interés de las partes, aun cuando éste
tuido. Este trataba el punto en los arts. 1777 y 1778 no sea patrimonial; e) que no sea contrario a la dig-
Cód. Civil. Tal como señalaba la doctrina, el código nidad humana; ni a la moral, al orden público, que
actual distingue según se haya contratado sobre no lesione derechos de terceros. En todas estas ca-
bienes ajenos “como ajenos” o como propios. En el racterísticas sigue siendo de aplicación la jurispru-
primer caso, asume la obligación de adquirirlo, de dencia elaborada a lo largo de los daño en torno
manera que si no cumple, responde por los daños al art. 953, por supuesto con las adecuaciones que
y perjuicios consiguientes. En cambio, si contrató se producen naturalmente a lo largo del tiempo
María Isabel Benavente | 111

en determinados conceptos, cuyo contenido lo tener como objeto derechos sobre el cuerpo hu-
marca el sentido común de los miembros de una mano y, en su caso, cuáles y en qué condiciones. El
sociedad en un momento determinado. Un solo art. 17 establece que “los derechos sobre el cuerpo
ejemplo, entre muchos, basta para explicar este humano o sus partes no tiene valor comercial, sino
punto. Repárese que durante años el concubinato afectivo, terapéutico, científico, humanitario o so-
era considerado una situación de hecho inmoral y cial y sólo pueden ser disponibles por su titular
actualmente el Código Civil y Comercial regula las siempre que se respete alguno de sus valores y
uniones convivenciales como parte del régimen ju- según lo dispongan las leyes especiales”.
rídico, a las cuales les asigna derechos y deberes.
Tradicionalmente se ha sostenido que el de-
Vale en este punto una acotación vinculada con recho al cuerpo es un derecho personalísimo y,
el carácter patrimonial del objeto y su diferencia como tal, está fuera del comercio. La vida coti-
con el interés. Al respecto, los autores sostenían diana nos muestra que existen algunos derechos
que el objeto de los actos jurídicos —y de los con- personalísimos sobre los cuales sus titulares rea-
tratos— tenía que ser susceptible de apreciación lizan actos de disposición. Para ciertas personas,
pecuniaria, aunque los intereses no lo fueran. ventilar su intimidad sólo se registra como un
modo de afianzase en algún área mediática a
Al referirse a los “hechos contrarios a la dignidad través —por ejemplo— de la televisión o de otro
de la persona humana”, el Código Civil y Comer- medio de difusión general. Ocurre con los lla-
cial no sólo utiliza un lenguaje convencional sino mados reality show o con las imágenes que auto-
que logró una fórmula más amplia que la que em- rizan expresamente a publicar en alguna revista.
pleaba el art. 953 según el cual no pueden ser ob- La imagen, la intimidad y algunos otros derechos
jeto de los actos jurídicos —y, por ende, de los con- no sólo están en jaque en la sociedad moderna
tratos— aquellos que “se opongan a la libertad de
por las invasiones y embates que sufren desde el
las acciones o de la conciencia...”, entre los cuales
mundo externo sino que muchas veces la propia
se hallaban las conductas que no podían ser ob-
persona suele levantar voluntariamente las ba-
jeto de las condiciones, como habitar siempre en
rreras de su intimidad y exponerse de manera ex-
un lugar determinado, o sujetar la elección del do-
cesiva e innecesaria —pero en forma voluntaria—
micilio a la voluntad de un tercero, mudar o no
a la crítica despiadada de terceros.
mudar de religión, casarse con persona determi-
nada o no casarse, vivir célibe, etc. La fórmula am- También cabe preguntarse si es posible vender
plia utilizada por el Código Civil y Comercial auto- un órgano o disponer sobre las células madre. Las
riza a incluir en la prohibición cualquier acto que respuestas siempre generaron polémicas porque
importe menoscabar o someter a la persona. Es estos problemas forman parte de una categoría
oportuno recordar que el art. 17 establece que el
de derechos que, más allá de las opciones legis-
cuerpo humano no tiene valor comercial, en tanto
lativas que una comunidad determinada pudiera
que el art. 56 referido a los actos de disposición del
adoptar, integran un elenco muy caro a las per-
cuerpo los autoriza, siempre que no produzcan
sonas que, generalmente, tienen sus convicciones
una disminución definitiva, a menos que se per-
sobre el tema o, aunque más no sea, una somera
siga el mejoramiento de la salud propia o en bene-
idea de lo que quieren para sí o como estándar de
ficio de terceros.
vida.
Tampoco pueden ser objeto de los actos las ac-
ciones privadas que perjudiquen los derechos de Es difícil sostener la indisponibilidad abso-
terceros. luta de los derechos fundamentales cuando —en
rigor— es el propio ordenamiento jurídico el que
X. El cuerpo humano como objeto de los requiere el consentimiento informado —art. 2
contratos inc. e) de la Ley sobre Derechos del Paciente ley
nº 26.529 y su modificatoria— para la realización
El art. 1004 CCC al enunciar los objetos prohi- de determinados actos o prácticas médicas y au-
bidos, en su párrafo final deja a salvo lo siguiente: toriza también a resistirlas. Asimismo, autoriza a
“... cuando tengan por objeto derechos sobre el formular directivas anticipadas para después de la
cuerpo humano se aplican los arts. 17 y 56”. La muerte (art. 11). La intervención quirúrgica conve-
norma no dice que dichos derechos no puedan ser nida con un profesional de la medicina importa la
objeto de los contratos sino que se remite a las dis- contratación de servicios profesionales en donde
posiciones mencionadas. De tal modo, habrá que el consentimiento prestado para trabajar sobre el
analizar si, de conformidad con las directivas que cuerpo de otro es la única posibilidad de cumpli-
establecen dichos artícu­los, los contratos pueden miento. La colocación de implantes, piercing, ta-
112 | Suplemento especial cONTRATOS

tuajes, constituyen la prueba más fehaciente de —por ejemplo— en materia de trasplantes de ór-
la posibilidad —lícita— de disponer de determi- ganos.
nadas acciones sobre el cuerpo y de celebrar de-
terminados contratos. Todos estos actos, en la me- A su vez, el art. 56 del Código Civil y Comercial
dida que la ley exige que sean consentidos por su de la Nación prohíbe terminantemente “los actos
titular, es porque reconoce en éste la potestad de de disposición del propio cuerpo que ocasionen
disposición. De todos modos, la renuncia total una disminución permanente de su integridad y
o disponibilidad íntegra de los derechos funda- resulten contrarios a la ley, la moral o las buenas
mentales es jurídicamente inviable, porque no se costumbres, excepto que sean requeridos para el
puede disponer de la dignidad personal que, en mejoramiento de la salud de la persona, y excep-
rigor, es la de la naturaleza humana que ingresó cionalmente de otra persona, de conformidad a
a nuestro ordenamiento jurídico por conducto de lo dispuesto en el ordenamiento jurídico. La abla-
los tratados internacionales con jerarquía cons- ción de órganos para ser implantados en otras
titucional, muchos de ellos vinculados a los De- personas se rige por la legislación especial. El con-
rechos Humanos (29). Precisamente, con la mira sentimiento para los actos no comprendidos en la
puesta en estos factores, el art. 17 del Código Civil prohibición establecida en el primer párrafo no
y Comercial distingue por un lado, la puesta en el puede ser suplido y es libremente revocable”.
comercio de los derechos sobre el cuerpo humano
y, definitivamente, los excluye. Pero admite, al Como se indicó anteriormente, el Código Civil
propio tiempo la disponibilidad de esos derechos y Comercial admite la disposición de los derechos
personalísimos por parte del titular, en sintonía sobre el cuerpo bajo ciertas condiciones. Es lo que
con lo que disponen los arts. 55 y ss. del mismo or- Cifuentes (30) denomina “indisponibilidad relativa”
denamiento. Se consideran disponibles los dere- de los derechos personalísimos que, según dicho
chos personalísimos cuando el acto respectivo no autor, supone como regla la indisponibilidad y
es contrario a la ley, la moral o las buenas costum- como excepción la renuncia o disposición de esos
bres. El art. 17, a su vez, remite a lo que dispongan derechos en algún caso concreto. El ejemplo más
las leyes especiales y siempre que se respeten los común y corriente es el del consentimiento infor-
valores que enuncia la referida disposición. Vale mado que, en el caso de las cirugías embellece-
decir, distingue entre disponibilidad de los dere- doras, encuentra en la potestad de disponer del ti-
chos sobre el cuerpo y puesta en el comercio. En tular su única justificación.
el primer caso, admite la disponibilidad por parte
del titular —no por otro, siempre que se respeten XI. Conclusión
las directivas impuestas por los arts. 17, 56, 279, En materia de objeto de los contratos, el Có-
1004 y concs. y se cumplan con aquellos otros que digo Civil y Comercial de la Nación pone fin a mu-
pudieren exigir las leyes—. Cuando son admisi- chos años de controversia sobre la propia noción.
bles, tales actos sólo pueden tener móviles afec- También simplifica varias normas y hace más sen-
tivos, terapéuticos, científicos y humanitarios o cilla la redacción, característica que es, en general,
sociales. Lorenzetti, Presidente de la Comisión de propia de todo el texto.
Reforma del Código (decreto nº 191/2011), explica
que este artícu­lo crea una categoría nueva de dere- Se mantienen a grandes rasgos los caracteres del
chos que no tienen valor económico sino afectivo, objeto que enuncia el Código Civil y se adoptan va-
terapéutico, científico, humanitario o social. De rias de las críticas que formulaba la doctrina. Las
esta forma se rompe con la tradición de enunciar modificaciones que introduce son pocas pero muy
en forma negativa los requisitos de idoneidad del importantes. Por un lado, se vincula expresamente
objeto pero con la finalidad de proporcionar direc- el objeto del contrato con el del acto jurídico y se
tivas más precisas al problema de la disposición de flexibiliza la prohibición del pacto sobre herencias
derechos sobre el propio cuerpo o sus partes sepa- futuras en orden al mejor aprovechamiento de las
radas, como la venta de semen, la disposición de empresas familiares y a la posibilidad de permitir
células madre, los trasplantes de órganos, tejidos una planificación a largo plazo de estos emprendi-
y piezas anatómicas, para mencionar algunos as- mientos que, en general, suelen generar dispu­tas
pectos. Muchos de ellos están regulados en leyes entre los herederos una vez muertos los funda-
especiales y el Código Civil y Comercial remite a dores. En rigor, aunque esa parece ser la única fi-
la solución que éstas pudieran establecer, como

 (29)  De Lorenzo, Federico, “Contratos, derechos fun-


damentales y dignidad de la persona humana”, LA LEY  
(30) Cifuentes, Santos, “Derechos personalísimos”,
2011-E, 1258. Astrea, 3º ed. Bs. As. 2008.
María Isabel Benavente | 113

nalidad de la norma (31) el segundo párrafo del art. vean compensaciones a favor de los legitimarios
1110, permite vislumbrar que se establecerán más que pudieran resultar perjudicados.
excepciones que la mencionada, incluso fuera del
marco de las sociedades familiares, siempre con la Otro de los aspectos novedosos es que se adopta
condición que se respete la legítima hereditaria, expresamente la distinción de patrimonialidad del
los derechos del cónyuge y los de terceros y se pre- objeto y del interés implicado en la relación. En
general, se admite que este último pueda ser ex-
trapatrimonial. Muy ligado a este aspecto, se crea
una nueva categoría de derechos —los derechos
 (31)  Se infiere el carácter de empresa familiar de la sobre el cuerpo— que tienen un régimen espe-
redacción del artícu­lo que menciona a la prevención de cial, propio de la índole de los bienes involucrados
futuros derechos hereditarios y compensación de otros y que, bajo ciertas condiciones, pueden ser objeto
“legitimarios”. de los contratos-actos jurídicos.u
La causa de los actos jurídicos
POR Abel E. Marino

SUMARIO: I. La causa en el Código Civil y en el nuevo Código Civil y Comercial.— II. Concepto y ca-
racterísticas centrales de la figura.— III. Funciones.— IV. Fundamentos.— V. Consecuencias de la falta de
causa fin.— VI. Régimen de los actos abstractos.

I. La causa en el Código Civil y en el nuevo de fuente legítima mientras no se acredite lo con-


Código Civil y Comercial trario”.

La palabra “causa” es utilizada por el Cód. Civil Volviendo al Código de Vélez el uso de la palabra
en la Parte General de las Obligaciones en los “causa” y su localización en la sección general de
arts. 499, 500, 501 y 502, para más tarde retomar Obligaciones, ha dado lugar a profundas discre-
la cuestión cuando define al acto jurídico en el pancias doctrinarias sobre la verdadera interpre-
art. 944, enumerando los que denomina como sus tación que debe asignarse al vocablo. El art. 500
“fines inmediatos”. incluye el denominado principio de Presunción
de la existencia de causa, al disponer que “Aunque
En cuanto a la primera de las normas, el art. la causa no esté expresada en la obligación, se pre-
499 del Cód. Civil dice textualmente “No hay obli- sume que existe, mientras el deudor no pruebe lo
gación sin causa, sin que sea derivada de uno de contrario”.
los hechos, o de uno de los actos lícitos o ilícitos, de
las relaciones de familia o de las relaciones civiles” El art. 501 regula lo relativo a la causa real y apa-
—redacción que rescata, con algunas modifica- rente, establecimiento que “La obligación será vá-
ciones el art. 726 del nuevo Código Civil y Comer- lida aunque la causa expresada en ella sea falsa, si se
cial— es pacífico el criterio en la doctrina nacional funda en otra causa verdadera”. Finalmente el art.
en cuanto a que se refiere a la denominada causa 502 prescribe que “La obligación fundada en una
fuente o simplemente fuentes de las obligaciones (1). causa ilícita, es de ningún efecto. La causa es ilícita,
En efecto, dicho art. 726 dice “Causa: No hay obli- cuando es contraria a las leyes o al orden público”.
gación sin causa, es decir, sin que derive de algún
hecho idóneo para producirla, de conformidad con Sentado ello, debemos afirmar inicialmente que
el ordenamiento jurídico”. Seguidamente, el art. la causa fin o finalidad debe emplazarse en su ca-
727, expresamente se refiere a la Fuente, y señala: rácter de elemento de los actos o negocios jurí-
Prueba de la existencia de la obligación. Presun- dicos —no de las Obligaciones— y así lo prevé ex-
ción de fuente legítima. La existencia de la obliga- presamente el nuevo Código Civil y Comercial.
ción no se presume. La interpretación respecto de Su actual localización metodológica en el Código
la existencia y extensión de la obligación es restric- de Vélez es incorrecta, no obstante lo cual existen
tiva. Probada la obligación, se presume que nace múltiples aspectos abordados por la doctrina ge-
nerada a partir del texto vigente, que nos serán
útiles al tiempo de interpretar las normas que en-
trarán en vigencia en pocos meses. En tal sentido,
 (1)  Ver al respecto BUERES, Alberto J., MAYO, Jorge
debemos manifestar desde el vamos nuestra ad-
A. Su aporte en Código Civil y normas complementarias.
Análisis doctrinal y jurisprudencial. BUERES, Alberto J.
hesión a Bueres (2) para quien resulta un injusti-
(dirección); HIGHTON, Elena I. (coordinación). Tomo
2 A, artícu­los 495/723, Parte General. Obligaciones. Ed.
Hammurabi. 3ª reimpresión, Buenos Aires, agosto de  (2)  BUERES, Alberto J. El objeto del negocio jurídico.
2008, pg. 14. Editorial Hammurabi. 1986, p. 35.
116 | Suplemento especial cONTRATOS

ficado desacierto el desubicar a la causa final de tora carece de derecho a invocarlo frente a la otra
su verdadero sitial, esto es, como un elemento del parte pero la inocente puede reclamar lo que ha
negocio jurídico y no de la obligación. Es que se dado, sin obligación de cumplir lo que ha ofrecido
trata de un elemento complejo, “que nace en la vo- (art. 1014) (4).
luntad (entidad vinculada al negocio jurídico y no
al derecho creditorio)”. Ninguna duda cabe, pues, que el nuevo Có-
digo sigue la tendencia doctrinaria que emplaza
El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, la cuestión de la causa fin o finalidad en la Teoría
aprobado por Ley 26.994, trata la cuestión de la General de los Actos Jurídicos y no en la deno-
causa del acto jurídico en la Sección Segunda del minada Parte General de las Obligaciones; de tal
Capítulo 5 del Título IV del Libro Primero —en la suerte modifica y corrige el actual tratamiento en
Parte General—. El art. 281 la define como “el fin los artícu­los 500 a 502 del actual Código Civil (5).
inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico
que ha sido determinante de la voluntad. Tam- II. Concepto y características centrales de la
bién integran la causa los motivos exteriorizados figura
cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al
acto en forma expresa o tácitamente si son esen- Busso ha dicho que, en nuestro sistema jurí-
ciales para ambas partes”. dico, la “causa de los actos jurídicos puede definirse
como el conjunto de razones determinantes parti-
Luego, en el art. 282, la norma introduce el prin- culares a cada contratante en su origen, y hechas
cipio de presunción de causa fin, según el cual el comunes en el acto, bien por declaración expresa,
acto es válido aunque la causa —final— no esté ex- bien mediante aceptación tácita. Estas razones de-
presada o si la expresada es falsa si se funda en otra terminantes pueden referirse a resultados futuros
verdadera. Finalmente, en el art. 283, se refiere a la o a hechos presupuestos. La causa es algo subje-
cuestión del denominado acto abstracto, estable- tivo y psicológico porque se refiere a la representa-
ciendo que “la inexistencia, falsedad o ilicitud de
la causa no son discutibles” en dichos actos mien-
tras no se hayan cumplido, salvo que la ley lo au-
torice (3).
 (4)  En los citados Fundamentos los autores del An-
De manera concordante, en la Parte General de teproyecto de Código unificado explican que tal trata-
los Contratos, el nuevo Código formula una ex- miento implica una reproducción del Proyecto de 1998,
presa remisión a las normas citadas en el párrafo que a su vez, siguió el de 1993 y la posición de la doctrina
anterior, en el artícu­lo 1012. Inmediatamente, en mayoritaria, debiendo tenerse en cuenta los textos exis-
los artícu­los 1013 y 1014 reafirma los principios tentes en los pasajes relativos a los hechos y actos jurí-
de necesidad de causa —que debe existir en la for- dicos y las obligaciones.
mación, subsistir durante su celebración y mante-  (5)  Para un desarrollo doctrinario in extenso sobre el
nerse durante la ejecución del contrato—, deter- texto del Código Civil actualmente vigente, puede con-
minando que la falta de causa implicará la nulidad, sultarse a VIDELA ESCALADA, Federico. La causa final
adecuación o extinción del contrato y de licitud de en el derecho civil. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1968;
causa, sancionando con la nulidad a todo contrato GASTALDI, José María. Causa final (una aproximación
con causa contraria a la moral, al orden público o al tema de la causa). Aporte incluido en la obra colec-
tiva titulada Derecho Privado. Libro homenaje al Dr. AL-
a las buenas costumbres, sanción que extiende al
BERTO J. BUERES, dirigida por el Dr. Oscar J. AMEAL y
supuesto en que ambas partes lo hubieran con-
coordinada por la Dra. Dora Mariana GESUALDI, Ed.
cluido por un motivo ilícito o inmoral, dejando a Hammurabi, Buenos Aires, septiembre de 2001, pg. 533.
salvo el caso en que una sola hubiera obrado por El análisis del histórico debate doctrinario sobre la cues-
tal motivo ilícito, supuesto en el que la infrac- tión, puede consultarse en. PIZARRO, Ramón D., VA-
LLESPINOS, Carlos G. Instituciones de Derecho Privado.
Obligaciones, cit., t. 1, p. 181 y ss. BUSSO, EDUARDO B.
 (3)  En los Fundamentos del Anteproyecto de Código Código Civil Argentino. Comentado, anotado y concor-
Civil y Comercial, los autores destacan que la fuente de dado. t. III, p. 115 a 204, Ediar, Buenos Aires. 1958. Tam-
las normas ahora aprobadas es el art. 953 bis del Pro- bién cabe citar a SILVESTRE, Norma O. “La frustración
yecto elaborado en 1993 por la Comisión Federal de la del fin del Contrato” JA, 1991-III p. 848; de la misma au-
Cámara de Dipu­tados de la Nación y admiten que, si tora, “Una interesante aplicación de la teoría de la frus-
bien la labor jurisprudencial no ha sido copiosa sobre el tración del fin del contrato” LA LEY 1992-E, 119 y “Frus-
tema, “la acepción subjetiva de la causa ha sido admitida tración del fin del contrato” en Derecho Privado, Libro
en muchas sentencias, mientras que en otras se alude a Homenaje a Alberto J. Bueres. Cit. p. 561, entre muchos
la causa como finalidad abstracta del negocio”. otros.
Abel E. Marino | 117

ción mental que el agente ha tenido de esos datos extinguir relaciones jurídicas obligacionales” (9).
objetivos” (6). Desde esta óptica, la causa final es entendida
como “el móvil o propósito práctico por el que con-
Dentro de la voluntad como elemento del acto trata cada parte o como la finalidad contractual
jurídico, podemos situar la finalidad como íntima- común a las partes” (10).
mente vinculada a la intención con la que los su-
jetos concurren a la celebración de un negocio ju- Todos los actos jurídicos tienen causa fin, sea
rídico, por lo que, aunque parezca obvio decirlo, que se dirija a crear obligaciones, modificarlas, ex-
la causa final resulta una noción completamente tinguirlas, a constituir o transferir derechos reales,
extraña a las obligaciones que emanan de los he- a adoptar disposiciones de última voluntad, etc.
chos ilícitos —o de cualquier otra fuente extraña En los actos unilaterales, hay una causa única y
a los actos jurídicos— (7). Por lo tanto, corresponde en los bi o multilaterales, habrá tantas como vo-
afirmar que la causa fin no es un elemento esen- luntades constitutivas; en los actos de fin común
cial de las obligaciones, aunque sí de los actos o —como los negocios asociativos— hay una fina-
negocios jurídicos. lidad coincidente, pero tantas causas subjetivas
como actos de adhesión al fin común se hayan
Todo acto o negocio jurídico tiene una causa otorgado (11).
final, que es su razón de ser (8). El vocablo ha sido
expresamente incluido por Vélez en el actual art. En todos los casos, hay una causa fin primaria,
944 del Cód. Civil “Son actos jurídicos los actos vo- inmediata que es el propósito de que se con-
luntarios lícitos, que tengan por fin inmediato es- creten los efectos del acto jurídico celebrado, pero
tablecer entre las personas relaciones jurídicas, además pueden existir razones más o menos per-
crear, modificar, transferir o aniquilar derechos”. El sonales, que pueden tener trascendencia sobre el
nuevo Código Civil y Comercial lo define en el art. régimen del acto, siempre y cuando hayan sido
259 como “el acto voluntario lícito que tiene por fin decisivas para uno de los otorgantes y que el inte-
inmediato la adquisición, modificación o extinción resado las haya enunciado como integrativas del
de relaciones o situaciones jurídicas”. resultado que se esperaba obtener con la conven-
ción, de forma tal que le permitiera a la otra parte
La causa final del acto jurídico es una noción se- que, al expresar su consentimiento para el acto,
parada claramente del objeto de la obligación, al se comprometía a cooperar con la obtención de
que hemos definido como conducta o prestación dicha finalidad. Todo otro motivo, aún cuando
destinada a satisfacer un interés lícito. Atañe a los subjetivamente hubiera estado dentro de los pro-
propósitos perseguidos por cada una de las partes pósitos del agente, no posee relevancia (12).
—y las dos en conjunto— al realizar el acto, ex-
tremos bien distintos de la noción de objeto pues III. Funciones
no tiene que ver con la prestación o conducta pro-
metida, sino con las razones que determinaron a Las funciones causa fin son variadas: por un
las partes a celebrar el acto. lado, contiene las razones por las cuales el acto se
justifica, de modo tal que la ausencia de ellas con-
También debe distinguirse del objeto del con- duce a dejarlo sin efecto —o, agregamos, modi-
trato, entendido como “la operación jurídico-eco- ficar algunas de sus consecuencias—. Por el otro,
nómica que las partes pretenden realizar, con el contiene los elementos para apreciar si el acto es
propósito ya sea de crear, modificar, transmitir o lícito, auténtico y responde a los propósitos que
tuvieron las partes al celebrarlo.
 (6)  BUSSO, Eduardo B. Código..., cit., t. III, pg. 159,
Su admisión como elemento del acto jurídico
n. 356.
permite, por ende, establecer si dichos propósitos
 (7)  En efecto, quien comete un hecho ilícito, aún con
han sido verdaderos o simulados, morales o inmo-
intención de provocarlo (dolo delictual), en todo caso
dirige sus actos hacia la producción del ilícito, quiere
dañar, pero no debemos incluir en esa intención la de
obligarse a reparar el daño.  (9)  STIGLITZ, Rubén S. Un nuevo orden contractual
 (8)  PIZARRO - VALLESPINOS, Instituciones... cit., t. en el Código Civil y Comercial de la Nación. Diario de la
1, p. 170 quien formula el distingo entre las preguntas Revista Jurídica La Ley, miércoles 15 de octubre de 2014,
que uno se hace cuando analiza el objeto de acto jurí- pg. 2.
dico (qué se debe) afirmando que la causa final indaga  (10)  STIGLITZ, Rubén S. Un nuevo orden...cit.
por qué se debe. Por nuestra parte, preferimos decir que  (11)  BUSSO, Eduardo B. Código..., cit., t. III, p. 160.
la pregunta a formularse sería para qué se ha concurrido  (12)  BUSSO, Eduardo B. Código..., cit., t. III, p. 160, n.
a formar el acto jurídico. 357 a 360.
118 | Suplemento especial cONTRATOS

rales, lícitos o ilícitos o si han servido como con- acto del vendedor y la obtención de la cosa “causa”
traprestación por una actividad ilícita, etc. y, en los del acto del comprador, sino que el intercambio del
casos en que tales propósitos —ocultos o repro- precio por la cosa (contenido del acto) fue querido
chables— fueran constatados, permite al juzgador por el vendedor en razón de las ventajas que en-
intervenir activamente en el acto jurídico y dejarlo tendía obtener y fue asimismo querido por el com-
sin efecto o descubrir el velo del acto simulado, prador, en razón de tales otros beneficios (causa
permitiendo la visualización del verdadero. Asi- de su voluntad de asumir las obligaciones de cada
mismo, la falta de causa final provoca la nulidad parte);
del acto jurídico porque no hubo obrar voluntario
y por ende no existió el acto, o porque la voluntad c) Debe haber sido incorporada al acto por
ha estado viciada y el acto jurídico es inválido (13). mención expresa en su título o surgir inequívoca-
mente de las circunstancias que lo rodearon, por
Al mismo tiempo, al admitir su existencia e in- la intención común de ambas partes, por ejemplo,
dagar sobre la intención de las partes al concurrir en la contratación de una orquesta para ejecutar
al negocio jurídico, podemos investigar acerca de en un festival la obligación del músico —prestar
la visión prospectiva que cada una de ellas tenía al el servicio artístico comprometido en el acto— se
momento de celebrarlo, partiendo del conjunto de encuentra calificada en función del fin que la otra
acontecimientos del mundo jurídico, económico y parte ha mencionado y se hará imposible la pres-
social en el que se desarrolló dicho negocio para tación —amenizar el festival— si éste se cancela.
proyectarse a lo que previsiblemente sucedería en
el futuro. Tratándose de actos de contenido patri- En otras palabras, gracias a esta noción po-
monial, la finalidad guarda conexión con el con- demos indagar cómo las partes esperaban que
junto de razones por las cuales cada uno de los el negocio jurídico las afectaría y, por ejemplo, si
contratantes consideró que era de su conveniencia resultaba previsible que impusiera cargas más o
el intercambio de valores en qué consistía el acto menos parejas o equilibradas para ambas (nego-
y, reconstruyendo los hechos, qué esperaban ob- cios sinalagmáticos como lo sería la compraventa
tener en el futuro. de un inmueble), la admisión de la categoría po-
sibilita que el poder estatal intervenga durante la
Busso (14) realiza un examen minucioso de las etapa de ejecución de dicho contrato cuando, por
distintas posturas, estableciendo tres elementos razones externas no impu­tables a las partes, dicho
lógicos que integran la noción de causa: equilibrio se viera seriamente perturbado (15). El
criterio a aplicar en el examen de los negocios ju-
a) la “razón determinante”, esto es, el conjunto rídicos de riesgo —por ejemplo inversiones finan-
de elementos y circunstancias vinculados a la re- cieras especulativas— la posición sería diferente
presentación mental del agente, lo que es más am-
plio que el “fin” o “resultado futuro”, pues las de-
terminaciones voluntarias no sólo se explican por  (15)  Según el art. 1198 segunda parte del Cód. Civil,
fines futuros, sino también por el efecto de hechos reproducido en lo esencial por el art. 1091 del Código
pasados, por ejemplo, el citado por Vélez en la Civil y Comercial de la Nación, los acontecimientos ex-
nota al art. 3832 del Cód. Civil, pasaje en que opina traordinarios e imprevisibles, que exceden el riesgo
que habría falta de causa en el otorgamiento de un propio del contrato, no atribuibles a culpa o mora de
segundo testamento, si hubiera sido otorgado bajo alguna de las partes, que lo tornan excesivamente one-
rosos para una de las partes, generan la posibilidad para
a falsa creencia de haber fallecido el beneficiario
el perjudicado de solicitar —y accionar judicialmente—
del testamento anterior;
la rescisión del contrato, otorgando a la parte benefi-
ciada la posibilidad de proponer un reajuste equitativo
b) la indagación sobre la voluntad debe efec-
de las prestaciones. La Teoría de la Imprevisión es, jus-
tuarse en su convergencia hacia la realización del
tamente una de las aplicaciones del concepto de causa
acto en su totalidad. En efecto, en la venta no debe final, incluyendo en el análisis del operador jurídico la
decirse que la obtención del precio es “causa” del noción de bases del negocio, es decir, los presupuestos
fácticos y jurídicos tenidos en miras al momento de ce-
lebrar el acto. Ha resultado de aplicación, en nuestro
 (13)  PIZARRO-VALLESPINOS, Instituciones, cit. T. 1, medio, ante los casos de devaluación abrupta del signo
p. 188, que remite a los arts. 944 y 1045 del Cód. Civil y monetario argentino, frente a las obligaciones asumidas
establecen que la falta de causa final sólo puede ser adu- en moneda extranjera, permitiendo a los obligados a
cida por la parte afectada por la falta de razón determi- plantear la rescisión de los contratos de ejecución dife-
nante del acto jurídico. rida o continuada, cuando por efecto de dicha devalua-
 (14)  BUSSO, Eduardo B. Código..., cit., t. III, p. 133 y ción, sus prestaciones habían experimentado un pro-
134 n. 144. fundo desequilibrio.
Abel E. Marino | 119

y el juicio sobre la expectativa del deudor y sus IV. Fundamentos


eventuales incumplimientos mucho más riguroso
y apegado al texto del acto celebrado. En homenaje a la brevedad, omitiremos en
estas líneas la referencia a la discusión histórica
Finalmente, la noción se ha utilizado con pro- entre causalismo clásico y anticausalismo, para
vecho para considerar extinguidos ciertos nego- centrarnos en las teorías más modernas, más es-
cios jurídicos cuando se produce la frustración pecíficamente a la denominada teoría sincrética
del fin perseguido por las partes al celebrarlo, por o dualista de la causa final, que aglutina los as-
circunstancias anormales, extraordinarias, sobre- pectos objetivos y subjetivos estudiados por la
vinientes a su celebración, ajenas a la voluntad o doctrina. En tal sentido, el significado de la causa
la actuación de los contrayentes, no provocadas final aparece, por un lado, como la armonización
por éstos y no derivadas del riesgo propio que de los fines que el ordenamiento jurídico ha pre-
cada una de ellas hubieran asumido convencio- visto para cada categoría de negocio jurídico y, pa-
nalmente (16) debiendo considerarse agregados los ralelamente, por los móviles subjetivos de cada
casos en que ello inequívocamente surgiera del parte, cuando estos últimos están debidamente
contexto en que los negocios fueron celebrados (17), casualizados, es decir, salieron de la esfera íntima
utilizando durante la vigencia del Cód. Civil, las de la parte y fueron comunicados expresamente
normas de los arts. 953, 1198 y 1071. a la otra —o surgen inequívocamente de la situa-
ción que las relaciona—, de modo tal que dichos
En este sentido, el nuevo Código Civil y Comer- motivos forman parte de la psique de ambos ce-
cial de la Nación echa luz definitiva sobre el tema, lebrantes.
incorporando al texto de la norma escrita el art.
1090 que bajo el rótulo Frustración de la finalidad En efecto, dicho significado es doble:
dispone que “La frustración definitiva de la fina-
lidad del contrato autoriza a la parte perjudicada a. En el aspecto objetivo, se evidencia como el
a declarar su rescisión, si tiene su causa en una alte- propósito recíproco y común de ambas partes de
ración de carácter extraordinario de las circunstan- intercambiar mutuamente las atribuciones pa-
cias existentes al tiempo de su celebración, ajena trimoniales. La finalidad es objetiva, abstracta y
a las partes y que supera el riesgo asumido por la emerge de cada categoría negocial. Aparece en
que es afectada. La rescisión es operativa cuando todos los negocios jurídicos desde su origen —na-
esta parte comunica su declaración extintiva a la cimiento, etapa genética— y se extiende durante
otra. Si la frustración de la finalidad es temporaria, toda la vida del mismo —etapa funcional— hasta
hay derecho a rescisión sólo si se impide el cumpli- su total extinción. Así concebida, cada categoría
miento oportuno de una obligación cuyo tiempo de de negocio jurídico tendrá sus propios contornos y
ejecución de esencial”. perfiles económico-sociales. Por ejemplo, la com-
praventa de bienes inmuebles —cuyo régimen ju-
rídico se encuentra establecido por el propio con-
trato y por las normas imperativas y supletorias
que provee el ordenamiento jurídico— presupone
 (16)  PIZARRO - VALLESPINOS, Instituciones..., cit. T. para las partes el intercambio más o menos parejo
1, p. 189
de una cosa por el precio en dinero que esa cosa
 (17)  La doctrina explica que tal situación impide la posee en el momento del negocio. La situación es
finalidad perseguida por las partes y frustra el interés
distinta de la compraventa especulativa de títulos
del acreedor en el cumplimiento de las prestaciones,
que cotizan en bolsa, en los que el riesgo de perder
aunque éstas puedan ser material y jurídicamente posi-
bles de realización. Suele citarse como ejemplo el deno-
las inversiones realizadas se encuentra ínsito en la
minado “Casos de la Coronación”, resueltos por los tri- actividad y tiene una normativa propia. La idea de
bunales ingleses a comienzos del siglo XX, cuando con una correlatividad entre las obligaciones de las
motivo del desfile en celebración de la asunción al trono partes que hace al intercambio, tanto en lo gené-
del Rey Eduardo VII, fueron celebrados varios contratos tico como en lo funcional, se materializa en im-
de uso de balcones y ventanas que daban a la calle por portantes instituciones (18).
la que, según estaba previsto, el Rey iba a desfilar, pero
luego la ceremonia fue cancelada por enfermedad del
monarca. Las soluciones tuvieron diversos matices, pero  (18) Como la excepción —defensa— de incumpli-
en uno de esos casos “Krell v. Henry” el arrendatario fue miento del art. 1201 Cód. Civil, contemplada con al-
liberado de pagar el precio, entendiéndose que el paso gunas modificaciones por el art. 1031 —Suspensión del
del desfile real fue considerado por ambas partes como cumplimiento— del nuevo Código Civil y Comercial de
fundamento esencial del contrato. PIZARRO - VALLE- la Nación, el pacto comisorio del art. 1204 Cód. Civil —
SPINOS, Instituciones..., cit., t. 1, p. 189. retomado con modificaciones por el art. 1088 y cc del
120 | Suplemento especial cONTRATOS

b. En el aspecto subjetivo, visualizamos la fina- el caso queda comprendido en el art. 1045, que re-
lidad concreta, individual, específica de cada una fiere al vicio de error o, en el caso de falsa causa,
de las partes. Se trata de los móviles o motivos de- presupone error o simulación, vicios ambos tam-
terminantes de la voluntad jurídica, siempre que bién mencionados en el art. 1045 (20).
sean debidamente exteriorizados y causalizados,
esto quiere decir, que sean comunes a ambas Como hemos visto anteriormente, el nuevo Có-
partes si el negocio es bilateral. Los actos volun- digo Civil y Comercial contempla sanciones de
tarios son producto de las razones que los deter- nulidad para los supuestos de falta de causa de un
minan, esto es, el conjunto de elementos y circuns- contrato o cuando es contraria a la moral, al orden
tancias vinculados a la representación mental que público o a las buenas costumbres (art. 1014), es-
el agente tuvo respecto del acto y que sirvieron de tableciendo que en el primer caso (cuando se de-
soporte a su acto de volución (19). terminara la falta de causa durante su formación,
celebración o ejecución) ello puede determinar la
Como hemos visto antes, la expresa definición nulidad o la adecuación o la extinción del contrato
que se incluye en el art. 281 del nuevo Código (art. 1013) (21).
Civil y Comercial de la Nación que dispone que
la causa es el fin inmediato autorizado por el or- VI. Régimen de los actos abstractos
denamiento jurídico que ha sido determinante de
la voluntad, permite considerar que el legislador En algunos casos la validez de determinadas re-
ha reservado este pasaje para la faz o aspecto obje- laciones jurídicas es independiente del cumpli-
tivo que hemos descripto. A ello cabe agregar que miento o defecto de las finalidades o propósitos
también integran la noción los motivos exteriori- tenidos en cuenta por sus otorgantes. Bajo tales
zados cuando son lícitos y fueron incorporados al supuestos surge la teoría de los actos abstractos
acto en forma expresa o tácitamente, siempre que que ha tenido amplio desarrollo en la doctrina
sean esenciales para ambas partes (aspecto o faz germánica (22) y que aceptada también para casos
subjetiva). determinados en las legislaciones de tipo latino.

V. Consecuencias de la falta de causa fin


 (20)  BUSSO, Eduardo B. Código, cit. T. III, p. 154, n.
Sin perjuicio de lo ya expuesto sobre lo dis- 313, afirmando que se trataría de un acto nulo de nu-
puesto en los arts. 500 a 502, el Cód. Civil no ha lidad relativa, por lo que sólo podría invocarla la parte
mencionado la falta o falsedad de causa fin como cuya prestación no tenga causa; si ésta quisiera man-
vicio determinante de la nulidad de los actos (arts. tener la vigencia del acto, no habría razón alguna para
1040 y ss.), pero esa omisión no puede desvirtuar impedirlo.
el carácter esencial del elemento causa fin en los  (21)  En los Fundamentos se advierte el acento puesto
negocios jurídicos, por lo que el otorgamiento de en la finalidad, estableciendo que la causa debe existir
un acto sin causa-fin real indica, o bien que faltó en la formación del contrato y durante su celebración y
voluntad real de otorgar el acto, en cuyo caso éste subsistir durante su ejecución, así como que la inexis-
no ha llegado a existir, o bien que se incurrió en tencia de la causa o su insubsistencia, da lugar, según los
error al apreciar la causa determinante y entonces casos, a la nulidad, a la adecuación o a la extinción del
contrato o a la ineficacia de sus estipulaciones. Se pre-
sume que el contrato tiene causa, aunque no esté expre-
nuevo Código— y la teoría de la imprevisión del art. 1198 sada y que ella es lícita. Se prevé que, si el contrato en el
segunda parte de Cód. Civil —que será regulado por el cual la causa expresada resulta falsa, vale igualmente si
nuevo 1091 del Código unificado—. En el sistema actual, el interesado prueba que se funda en otra causa verda-
ver CNCiv., Sala F, 25/04/1996 Turay S.R.L. c. Nahuel S.A. dera, siempre que ésta sea lícita.
LA LEY, 1997-D, 342, con nota de María L. CASAS DE  (22)  En este sistema, se favorece el tráfico de bienes,
CHAMORRO VANASCO. En el caso se aplicó doctrina de otorgando mayor potencia a la noción de apariencia:
la frustración del fin del contrato a la demanda iniciada la mera existencia de un título lo hace exigible, sin dis-
por incumplimiento del contrato de aparcería celebrado cusiones previas. En sistemas con estas características,
entre las partes, si se encuentra acreditado que la falta de se reconoce con amplitud la acción por enriqueci-
agua en el campo objeto del contrato impidió su explo- miento sin causa, de modo tal que se facilite al deudor
tación agropecuaria. Para arribar a tal solución es indife- que cumple en base a un título abstracto con defecto de
rente que la falta de agua no se haya prolongado durante causa-fin, la posibilidad de obtener la restitución de lo
toda la vigencia del contrato, pues la explotación gana- pagado, si demuestra que hubo una traslación de bienes
dera exige continuidad y regularidad en la provisión de desprovista de razón. Conf. ALTERINI, Atilio Aníbal -
agua para la subsistencia de los animales. AMEAL, Oscar J. - LÓPEZ CABANA, Roberto M. Derecho
 (19)  PIZARRO - VALLESPINOS, Instituciones, ...cit., t. de Obligaciones, Abeledo Perrot. 1996, p. 71, con cita del
1, p. 179. numeral 812 del Código Alemán.
Abel E. Marino | 121

Debe advertirse que admitir la existencia de un acreedor fundado en un título suficiente, lo que
acto abstracto no tiene un alcance absoluto puesto será debatido con posterioridad e independiente-
que ningún acto existe en el que para todos sus mente de aquel reclamo (23).
efectos deba ser tratado como abstracto, sino que
se admite sólo con carácter provisional a efectos Se cita como ejemplo, el caso del firmante de
de defender la seguridad jurídica de terceros de un título circulatorio comercial como un cheque,
buena fe que se hallan vinculados a una relación pagaré o una acción de sociedad anónima, es-
no constituida por ellos. pecialmente cuando son al portador, cuya nego-
ciación se efectúa en instrumentos en los que no
En efecto, en los actos causados la carencia, ili- consta la causa y su circulación va a tener eficacia
citud o falsedad de causa determina su invalidez; con prescindencia de la causa. También lo son las
en los abstractos esas circunstancias no juegan ini- denominadas garantías a primer requerimiento o
cialmente cuando el acreedor pretende el cumpli- demanda, que el nuevo Código Civil y Comercial
miento —es decir, el deudor no podría invocarlas de la Nación incluye como novedad en la Sección
como defensas frente a la acción del acreedor— 4ª del Capítulo 5 del Título V, denominado Otras
pero una vez que ha pagado lo que se le recla- fuentes de las obligaciones.u
maba, puede accionar contra el acreedor para ob-
tener la restitución de lo pagado. Se señala que no
se trata de que el acto abstracto carezca de causa
fin —elemento de todo acto jurídico— sino que lo  (23) ALTERINI - AMEAL - LÓPEZ CABANA, De-
relativo a ella no obsta al éxito de un reclamo del recho..., cit., p. 70.
Forma y prueba de los contratos
en el nuevo Código Civil
y Comercial de la Nación
POR Carlos G. Vallespinos y Luciano J. Martini

SUMARIO: I. Forma y prueba en la teoría jurídica del nuevo Código.— II. Los principios generales de
la forma en el negocio jurídico.— III. La forma y la prueba del acto jurídico.— IV. La forma y la prueba en
la teoría general del contrato.

I. Forma y prueba en la teoría jurídica del ciente se plantee como meta la obtención de resul-
nuevo Código tados justos, equitativos, dignos y que favorezcan
la paz social y la mejor distribución de la riqueza.
El 1 de octubre del año 2014 se sancionó el Có-
digo Civil y Comercial para la República Argen- Si bien es cierto que ese intervencionismo en los
tina. Quedó atrás entonces el lustre de la codifica- contratos no es del todo una novedad, sí lo son las
ción velezana que durante casi ciento cuarenta y fuentes que lo motivan y los objetivos perseguidos
cinco años, con aciertos y desaciertos, rigió buena de allí que en los próximos años este será uno de
parte de la vida de los argentinos. los grandes desafíos con que nos enfrentaremos
todos los operadores del Derecho.
Una de las características más salientes de la
nueva legislación, amén de la unificación de lo El éxito de esta cuestión dependerá, en buena
civil con lo comercial, es el espíritu que la anima, medida, del cambio de mentalidad de toda la co-
los valores incorporados a ella y una remozada munidad jurídica. De quienes predicamos en las
cosmovisión del Estado de Derecho. Cátedras Universitarias; de quienes transitamos
a diario los pasillos de Tribunales y lógicamente
En efecto, en la materia contractual el nuevo también de la apertura de nuestros jueces.
Código es fruto de una concepción solidarista del
derecho, expresión de un aggiornado realismo ju- Como se advierte la tarea no será menor. Se trata
rídico y búsqueda de un activismo judicial sin pre- nada más ni nada menos de considerar a la inter-
cedente. pretación del Estado de Derecho ya no como una
pirámide en la que su cúspide sea básicamente la
Así por ejemplo se autoriza al magistrado a que ley y su base el caso. Pretendemos ahora que esa
ingrese en el contrato cuando una de las partes valoración tenga forma de cono invertido a fin de
hubiere empleado cláusulas abusivas y que lo in- ubicar al caso en justicia y equidad como norte y
tegre con nuevos contenidos o que atienda a la que su análisis no esté integrado solamente por la
función social que debe tener todo acuerdo de vo- ley sino también por una serie de consideraciones
luntades o que atienda los casos en que haya me- que mayoritariamente vendrán de otras disci-
diado abuso de la posición dominante. plinas.

Es más aún, pensamos que la nueva legislación Este desafío y también esta búsqueda se po-
pregona que el Estado abandone aquel rol pasivo tencia si tenemos en cuenta que los negocios
y espectador que mostró a partir de la vigencia del contractuales de nuestros días están alcanzados
modelo jurídico liberal y que sus funcionarios ju- básicamente por uno de los fenómenos más sig-
diciales busquen que esa intervención para ser efi- nificativos de nuestro siglo: están insertos en una
124 | Suplemento especial cONTRATOS

economía de mercado avasallante que nos obliga La pretensión es mayor pues no se trata de una
a considerar ya no solo la ley sino también dis- cuestión meramente de técnica legislativa. Hay
tintos principios y reglas devenidos de otros cono- algo más de fondo y por ello trascendente. Aunque
cimientos. aún no se advierta del todo lo que se busca es una
herramienta capaz de superar la consideración
A modo de ejemplo señalamos que todo lo que puramente individual y exegética de la norma,
hace a la publicidad o al deber de información como sucedía en el Código de Vélez, de fuerte ins-
deberá ser analizado por el juez no solo desde lo piración individualista, y que posibilite un examen
que dispone estrictamente la norma sino también de la situación negocial considerada como un todo
desde las distintas indicaciones que emanan de la final y en el marco de una perspectiva ampliada
psicología social, el marketing, el análisis econó- que incluya, como dijimos, aspectos de economía,
mico, etc. filosofía, psicología, sociológica, etc.
En nuestro concepto esta orientación resul- Por ello ahora la igualdad y libertad contrac-
tará esencial para el buen funcionamiento del tual deberán ser calibradas por la medida de la
moderno derecho de los contratos máxime si te- voluntad del contratante y por el tipo de contrato
nemos en cuenta que el desequilibrio de las partes que las partes celebraron (paritario, de adhesión a
vinculadas en el constituye un hecho normal y cláusulas generales o de consumo). No entender
ampliamente mayoritario. esta premisa o no admitirla será equivalente a no
buscar la superación de un contrato que de en-
Cualquier análisis social que realicemos termi- cuentro de voluntades solo le queda el nombre.
nará indicando que el contrato de consumo o ce-
lebrado por adhesión a cláusulas generales es la Así las cosas, la estructura normativa del con-
norma (que es donde se encuentra el débil jurí- trato que acabamos de exponer expresa, en lo
dico “tomado” por la economía de mercado) y la que hace a nuestro tema: la forma y prueba, im-
excepción el contrato paritario. portantes cambios que se advierten cuando se re-
gulan estas dos cuestiones para los actos jurídicos.
Estas directrices fueron advertidas por la doc- De allí que recalaremos en estas cuestiones para
trina que trabajó en el nuevo Código de allí que abordar luego específicamente el tema en la ma-
tomó la lucha de los débiles jurídicos como uno de teria contractual.
los grandes desafíos que debía afrontar el nuevo
Código y auspició que se cristalizara normativa- II. Los principios generales de la forma en el
mente, con realismo jurídico, esta cuestión con la negocio jurídico
idea de que poner un fin importa un nacimiento
a lo nuevo. Antes de ingresar al estudio del régimen legal de
la forma en el Código Civil y Comercial Argentino
Como lo advierte el célebre autor de Fausto: consideramos importante recordar algunos de
“Todo lo que nace debe volver a la nada”. los aspectos históricos que nutren esta cuestión.
También será oportuno recordar que por la mul-
En esta dirección se advierte que en el nuevo tiplicidad de enfoques que tiene el tema, los cam-
Código las principales directivas contractuales biantes planteos teóricos que se han formulado en
ponen fin a la superada fórmula que durante años torno al mismo y las distintas soluciones prácticas
nos enseñaba que quien dice contrato expresa li- que se han formulado, el tema de la forma de los
bertad e igualdad pues al lado de esta posibilidad, actos jurídico siempre ha sido una cuestión mul-
reiteramos en franca retirada, se han diseñado es- tiforme.
tructuras y principios que atienden básicamente a
la voluntad del más débil expresada no solo ante el En efecto, esta zona quebradiza la encontramos
contratante sino también frente a la ley. desde el mismo inicio pues la palabra forma tiene
distintas aserciones tal como lo podemos corro-
Esta cosmovisión es sin duda el primer acierto borar en las diversas definiciones que la Real Aca-
en la búsqueda de ese cono invertido que debe ser demia Española ha realizado sobre este vocablo.
el Estado de Derecho pues el nuevo Código colocó
al lado de los contratos paritarios a los celebrados Desde esa fuente se la indica como: 1) conjunto
en base a cláusulas generales y a los de consumo, de requisitos externos o aspectos de expresión en
aunque calificada doctrina haya considerado pri- los actos jurídicos; 2) configuración externa de
mariamente que esta incorporación resultaba im- algo; 2) modo de proceder en algo; 3) molde en
propia para un Código. que se vacía y forma algo; 4) estilo o modo de ex-
Carlos G. Vallespinos y Luciano J. Martini | 125

presar las ideas, a diferencia de lo que constituye “¿Cuál es la forma del acto testamento ológrafo
el contenido de la obra literaria; 5) principio activo que se perfecciona con la suscripción? ¿La habi-
que determina la materia para que sea algo con- tación es la forma? No. ¿La ventana? No. ¿La luna?
creto; 6) principio activo que da a algo su entidad, No. ¿La silla o la mesa? Tampoco. ¿La birome es la
ya sustancial, ya accidental, entre otras. forma del testamento? No. Todas tienen su propia
forma y no se la prestan al testamento. ¿El papel?
En lo estrictamente jurídico señalamos que en No, el papel es A 4. ¿El papel escrito? Tampoco. No
el derecho romano clásico la forma de los con- queda nada... Sí queda, la acción de escribir es la
tratos aparece estructurada en torno a un con- forma. Y el papel escrito es la prueba (documento)
junto de ritualidades de carácter absoluto y rígido de que la acción de escribir ocurrió, tuvo su lugar
de modo tal que si las partes no cumplían con la en el tiempo y el espacio”.
solemnidad impuesta el acto jurídico no producía
sus efectos. De nuestra parte consideramos que la forma
“es el modo cómo es el negocio, cómo se presenta
La consecuencia dogmática de aquella ideali- ante los demás en la vida de relación: su figura ex-
zación es que el consentimiento fue suplido por terior. Contenido es lo que el negocio es, intrínse-
un formalismo rústico y primitivo que si bien traía camente considerado, su supuesto de hecho in-
aparejado una fuerte seguridad jurídica, no per- terior, que representa conjuntamente, fórmula e
mitía indagar la pureza del voluntarismo, los mó- idea, palabra y significado, términos estos cuya co-
viles subjetivos ni la finalidad que las partes perse- nexión es tarea de interpretación” (De los Mozos).
guían con la celebración del acto.
Es importante destacar, como elemento con-
Cuán lejos estamos de aquella concepción. Hoy ducente a estos efectos, la distinción que cierto
la ecuación se ha invertido y los contratos se for- sector de la doctrina formula entre forma y forma-
malizan en base al consentimiento y no por el lidad, pues si bien parecen nociones similares el
formulismo ni por ritos sacramentales. Tan solo formalismo jurídico se presenta como “el conjunto
existen excepcionalmente ciertos y determinados de normas legales destinadas a organizar la mani-
resabios de esa formalidad absoluta y rígida del festación exterior en los actos jurídicos” (Guasta-
derecho romano. vino). Tal es lo que sucede, por ejemplo, en el de-
recho notarial donde se regulan las formalidades
La regla en la actualidad es la libertad de forma para dar forma sustantiva a los contratos cele-
y la excepción el rito. brados.
En efecto, solo en casos particulares el legislador En otro orden advertimos con Mosset Iturraspe
se ha preocupado de asegurar que las partes po- que la forma cuando es impuesta por la ley de
sean un conocimiento efectivo del objeto del ne- manera necesaria para producir un determinado
gocio jurídico que celebran. Para ello consagra efecto jurídico se vuelve formalidad con lo cual en
una solemnidad absoluta bajo pena de nulidad, el derecho moderno se habla ahora de forma libre
efecto que se propaga inclusive a los requisitos for- o vinculada, de contratos formales y no formales.
males extrínsecos del propio instrumento donde
se exterioriza y asienta la existencia del contrato. De esta manera, cuando el molde sobre el cual
la voluntad sustancial se vacía (Llambías) es de-
En consecuencia, resulta claro que la forma del terminado por la ley, la forma se convierte en so-
contrato se identificó en los Códigos decimonó- lemnidad cuyos efectos y alcances estarán supe-
nicos con el consentimiento por lo que muchos ditados al grado de eficacia que el ordenamiento
de los planteamientos que emergen de esta clara jurídico le asigne.
posición han tenido como principal razón el des-
encuentro terminológico acerca de lo que se en- De lo expuesto se infiere que la forma no es in-
tiende por forma de los contratos. dependiente del consentimiento que le sirve de
base porque la exteriorización de la voluntad re-
Desde otra perspectiva podemos señalar que quiere de un aliento vivificante que le dé vida, de
la forma es un principio activo que determina la lo contrario, sería la nada misma.
materia para que algo posea su entidad sustancial
de lo que debe ser. Como bien ejemplifica Zinny Por otra parte, consideramos fundamental para
cuando aborda la forma del testamento ilustrando el tratamiento del tema admitir que la problemática
la escena de una persona en su habitación a punto de la forma requiere de respuestas integrales desde
de redactar el documento, el jurista se pregunta: el plano sustancial, constitucional y procesal.
126 | Suplemento especial cONTRATOS

Por esta razón, pondremos de resalto los aspectos tinción en torno a la forma en que se podría exte-
que a nuestro juicio constituyen los más trascen- riorizar la voluntad, nos permite afirmar que por
dentes para el tema que estamos desarrollando. forma del acto jurídico debe entenderse a todos
los medios de declaración de la voluntad por los
En efecto, un importante avance que hemos ad- cuales ésta se exterioriza.
vertido en el nuevo Código es la depurada técnica
metodológica adoptada por el codificador pues El viejo art. 973 del C.C. hablaba de las solem-
la forma y la prueba se encuentran reguladas en nidades que debían observarse al tiempo de la
la parte general del acto jurídico (Capítulo 5 del formación del acto jurídico tales como la escri-
Título IV) y en la parte general del contrato (Ca- tura del acto, la presencia de testigos, que el acto
pítulo 7 y 8 del Título II), sin perjuicio de las dis- sea hecho por escribano público, o por un ofi-
posiciones especiales que regulan de manera cial público, o con el concurso del juez del lugar,
particular la forma de cada uno de los contratos tí- sin hacer referencia expresa a la voluntad. Ahora
picos, eliminándose de esta manera el antiguo art. aquellos desencuentros entre forma intrínseca y
1182 del C.C. que en esta materia efectuaba una extrínseca han quedado despejados.
remisión al art. 974 C.C. cuyo régimen resultaba
aplicable a los contratos. III.A.1. El criterio de distinción entre forma
libre e impuesta
III. La forma y la prueba del acto jurídico
El legislador del año 2012 introdujo un cambio
Consideramos pertinente comenzar con el aná- muy positivo en cuanto al régimen de la forma
lisis de la forma de los actos jurídicos en el nuevo pues el criterio de clasificación que ahora se toma
ordenamiento pues ello facilitara el estudio espe- es el de la obligatoriedad, distinguiendo los actos
cífico de esta cuestión en el contrato. jurídicos con formas libres y formas impuestas y
dentro de esta última categoría formas impuestas
En este sentido señalamos que el Código Civil y relativas y absolutas.
Comercial Argentino (C.C.C.A.) introdujo con una
adecuada técnica legislativa y de manera precisa Es interesante señalar que de esta manera
la posibilidad de que las partes de un acto jurídico pueden existir casos en donde la propia ley pres-
puedan pactar libremente la forma en que exterio- cribe una determinada forma para la celebración
rizarán su voluntad siempre y cuando la ley no de- del acto jurídico, sin perjuicio de las formalidades
signe una forma determinada a tal fin. que el propio instrumento donde se vacía la vo-
luntad pueda requerir como sucede con las for-
La nueva regulación es plausible y producirá malidades de la escritura pública.
frutos positivos al despejar cualquier duda exis-
tente entre formas y formalidades. En este sentido En este sentido dispone el nuevo art. 285 del
dispone el art. 284 del C.C.C.A. “...que si la ley no C.C.C.A.: “El acto que no se otorga en la forma exi-
designa una forma determinada para la exteriori- gida por la ley no queda concluido como tal mien-
zación de la voluntad, las partes pueden utilizar la tras no se haya otorgado el instrumento previsto,
que estimen conveniente. Las partes pueden con- pero vale como acto en el que las partes se han obli-
venir una forma más exigente que la impuesta por gado a cumplir con la expresada formalidad, ex-
la ley”. cepto que ella se exija bajo sanción de nulidad”.

Se advierte con facilidad que el nuevo Código es- El nuevo régimen sienta un principio general en
tablece el principio de libertad de forma para ex- materia de forma que es el de libertad de forma
teriorizar la voluntad del sujeto. Además resulta bajo solemnidad relativa. Este principio tiene ex-
convincente que ese criterio difiere de las pres- cepciones: aquellos supuestos en los que, por dis-
cripciones que la ley pueda establecer como for- posición de la ley, se determina que es menester
malidades para la instrumentación del acto jurí- una forma específica para la validez del acto jurí-
dico. De tal modo no puede incluirse dentro del dico bajo pena de nulidad.
concepto de forma a los requisitos formales del
instrumento que es una cuestión distinta de la ex- De la interpretación razonable de la normativa
presión de voluntad. vigente se puede inferir que ella guarda cierta si-
militud con el antiguo art. 1185 del C.C. que con-
En consecuencia, una interpretación ajustada sagraba los llamados actos solemnes de solem-
a la normativa vigente, que formula una clara dis- nidad relativa. Sin embargo, la nueva disposición
Carlos G. Vallespinos y Luciano J. Martini | 127

clarifica con adecuada perfección técnica los lla- Asimismo, el artícu­lo incluye dentro de la ca-
mados actos jurídicos de solemnidad relativa tegoría de instrumento particular propiamente
donde la forma no reviste el carácter de rígida y dicho lo que la doctrina ha definido como “docu-
absoluta sino atenuada pues su omisión, si bien mento”, entendido este como aquel instrumento
hace perder el efecto propio del acto, genera como representativo no de una declaración de voluntad
contrapartida una obligación de hacer que con- sino de hechos o cosas.
siste en el cumplimiento de la forma estipulada
por la ley. Sin embargo, el dispositivo mencionado pre-
senta cierta vaguedad, sobre todo cuando la norma
III.A.2. El instrumento y la firma utiliza de manera demasiado amplia el vocablo
“palabra” que a nuestro entender engloba cual-
III.A.2.1. El concepto de instrumento en el nuevo quier registro de la expresión oral o escrita del ser
régimen legal humano distinta de aquella plasmada en formato
papel como por ejemplo los CD, DVD o las mo-
El Código Civil y Comercial Argentino introduce dernas formas de comunicación a través de redes
una regulación mucho más orgánica y depurada sociales como Facebook, Twitter o Whatsapp.
de los instrumentos públicos y privados. Sin em-
bargo algunas de sus modificaciones son pasibles Es importante destacar que los registros de la
de crítica. palabra a los que se refiere el art. 287 del C.C.C.A.
tienen que reflejar la expresión de la voluntad hu-
Básicamente la novedad trasunta por la con- mana pues, de lo contrario, si receptan hechos o
sagración de los instrumentos particulares que cosas distintas, este supuesto resultaría encua-
reemplaza a la vieja categoría del C.C. denomi- drado en la figura de registro visuales o auditivos
nada instrumento privado. Además, esta reforma de cosas o hechos que son supuestos distintos.
trasladó a la parte general del acto jurídico un as-
pecto que formaba parte solamente del contrato, Por su parte, el vocablo “información” desde
tal como sucedía en el Código Civil en su art. 1190 nuestra mirada posee un significado mucho más
cuando regulaba —a los fines probatorios— el ins- restringido que el vocablo “palabra” supra referen-
trumento particular sin firmar, lo cual nos parece ciado pues significa el acto de entregar o dar no-
correcto desde el punto de vista metodológico, ticia de algo plasmado en un formato distinto del
con todo lo que ello implica. papel tal como puede suceder con los portales o
sitios web.
Ahora, en materia de instrumentos la ley dis-
tingue entre públicos y particulares. A su vez dentro Adviértase que la enumeración que realiza la
de esta segunda categoría el art. 287 C.C.C.A. con- norma de los instrumentos particulares es mera-
sagra dos subespecies: el privado que es aquel que mente enunciativa pues luego de conceptualizar
se encuentra firmado y el particular propiamente la figura, la propia ley acto seguido se encarga de
dicho que es aquel que carece de firma y vale como dejar en claro que los supuestos allí contemplados
tal solamente a los fines probatorios. son algunos de otros tantos que pueden presen-
tarse en la práctica.
En este sentido el art. 287 dispone que: “Los ins-
trumentos particulares pueden estar firmados o no. III.A.2.2. La firma
Si lo están, se llaman instrumentos privados.
El nuevo Código Civil y Comercial introdujo
Si no lo están, se los denomina instrumentos par- una importante modificación en el régimen de la
ticulares no firmados; esta categoría comprende firma, incorporando al “signo” como un elemento
todo escrito no firmado, entre otros, los impresos, de expresión de la voluntad e impu­tación de au-
los registros visuales o auditivos de cosas o hechos toría del documento. Dispone el art. 288 C.C.C.A.:
y, cualquiera que sea el medio empleado, los regis- “La firma prueba la autoría de la declaración de
tros de la palabra y de información”. voluntad expresada en el texto al cual corresponde.
Debe consistir en el nombre del firmante o en un
En nuestra opinión esta norma es amplia en ex- signo.
ceso pues engloba dentro de la categoría de ins-
trumento particular no solamente los escritos im- En los instrumentos generados por medios elec-
presos carentes de firma, que por lo general son trónicos, el requisito de la firma de una persona
los casos que suelen darse con mayor frecuencia queda satisfecho si se utiliza una firma digital, que
en la práctica, sino también cualquier registro de asegure indubitablemente la autoría e integridad
la palabra y de información. del instrumento”.
128 | Suplemento especial cONTRATOS

Es importante remarcar que el nuevo régimen En efecto, el análisis del juez deberá tener en
legal contradice lo que el antiguo art. 1012 del C.C. cuenta, entre otros elementos, las pautas cualita-
establecía respecto de la imposibilidad de utilizar tivas que el artícu­lo supra referenciado establece,
el signo como firma, sin perjuicio de que la doc- que no hacen más que corroborar nuestras afir-
trina prácticamente de manera unánime acep- maciones vertidas anteriormente en lo que se re-
taba en aquel entonces su utilización apoyada en fiere al principio de integración que consagra el
la nota al art. 3969 donde Vélez Sarsfield conside- nuevo Código.
raba como elemento determinante de la validez de
la firma la habitualidad del trazo ológrafo. De allí entonces que para alcanzarse esta meta
se deberán tomar en cuenta, entre otros aspectos,
Queda por considerar, finalmente, la función la congruencia entre lo sucedido y narrado, la pre-
que cumple la firma. Este elemento se inserta cisión y claridad técnica del texto, los usos y prác-
dentro de una temática relacionada con la prueba ticas del tráfico, las relaciones precedentes, la
de la existencia de la declaración de voluntad e confiabilidad de los soportes utilizados y de los
impu­tación de autoría del documento al firmante. procedimientos técnicos que se apliquen, etc.
Como puede advertirse entonces, la firma no es
concebida como un requisito de perfecciona- Calibrada de tal modo la cuestión, va de suyo
miento del acto jurídico, tal como sucede en el de- que la norma en comentario se relaciona con las
recho francés, sino más bien como una formalidad facultades de apreciación de los hechos —pri-
a los fines probatorios. vativa de los jueces— donde la falta de explicita-
ción y cumplimiento de las pautas cualitativas
III.A.3. La prueba del acto jurídico referidas a la interpretación del instrumento par-
ticular no firmado no constituye actualmente un
Al igual que lo señalado para la forma esti- error in procedendo sino una cuestión que hace a
mamos necesario que el análisis de la prueba de la fundamentación y motivación suficiente del de-
los contratos esté precedido de las principales cisorio que lo descalifica como acto jurisdiccional
connotaciones que encontramos de esta cuestión válido.
en el acto jurídico.
IV. La forma y la prueba en la teoría general
Desde esta perspectiva debemos tener en del contrato
cuenta que el Código Civil y Comercial Argentino
introduce en el art. 319 una novedad interesante IV.A.1. La forma del contrato
de destacar. En efecto la norma instaura, con-
forme una perspectiva sustancial, un cúmulo de Los principales aspectos vinculados a la forma
directivas y principios de índole procesal encami- del contrato se encuentran previstos en los arts.
nadas a lograr una adecuada tarea de valoración, 969, 1015 y 1016 del C.C.C.A. Las connotaciones
interpretación y fundamentación por parte del más importantes son:
juez acerca de la eficacia probatoria de los instru-
mentos particulares no firmados. a) El nuevo régimen desarrolla una teoría ge-
neral elaborada en base a los mismos principios
En efecto dispone el art. 319 C.C.C.A.: “El que rigen para la forma del acto jurídico, con la
valor probatorio de los instrumentos particulares salvedad de algunas cuestiones introducidas es-
debe ser apreciado por el juez ponderando, entre pecíficamente.
otras pautas, la congruencia entre lo sucedido y
narrado, la precisión y calidad técnica del texto, b) El Código Civil y Comercial Argentino,
los usos y prácticas del tráfico, las relaciones pre- dentro de la clasificación de los contratos intro-
cedentes y la confiabilidad de los soportes uti- duce los denominados “contratos formales”. Así
lizados y de los procedimientos técnicos que se lo dispone el art. 969 C.C.C.A.: “Los contratos
apliquen”. para los cuales la ley exige una forma para su va-
lidez, son nulos, si la solemnidad no ha sido satis-
El fundamento de esta norma anida en deter- fecha. Cuando la forma requerida para los con-
minados intereses superiores de índole constitu- tratos, lo es sólo para que éstos produzcan sus
cional, donde las proyecciones del principio repu- efectos propios, sin sanción de nulidad, no quedan
blicano de razonabilidad y fundamentación lógica concluidos como tales mientras no se ha otorgado
y legal de las sentencias se debe calibrar, en este el instrumento previsto, pero valen como contratos
caso, en torno a la forma y el modo con que el ma- en los que las partes se obligaron a cumplir con la
gistrado valoró la eficacia probatoria de los instru- expresada formalidad. Cuando la ley o las partes
mentos particulares no firmados. no imponen una forma determinada, ésta debe
Carlos G. Vallespinos y Luciano J. Martini | 129

constituir solo un medio de prueba de la celebra- ponen las leyes procesales, excepto disposición legal
ción del contrato”. que establezca un medio especial.

Si se comparan las directivas de esta norma con Los contratos que sean de uso instrumentar no
las del derogado Código Civil, advertimos con fa- pueden ser probados exclusivamente por testigos”.
cilidad una clara diferencia entre ambos cuerpos
normativos: el nuevo régimen, mediante la intro- A partir de este precepto resulta indubitable que
ducción expresa de la categoría de contratos for- como principio general la prueba de los contratos
males, elimina la regulación tácita que sobre la se rige por las reglas de la sana crítica y se admite
materia efectuaba el Código Civil en sus arts. 1184, por ello cualquier elemento probatorio.
1185 y 1187, entre otros, que aludían, por ejemplo,
a la ineficacia de la compraventa si no se cumplía Sin embargo, también se implementa un ré-
con la formalidad estipulada. gimen probatorio del contrato basado en las “re-
glas” probatorias que se desprenden del razona-
c) El nuevo código, cuando consagra la obligato- miento judicial construido sobre la base de la sana
riedad de la forma lo hace distinguiendo la forma crítica racional.
solemne absoluta de la relativa.
De este modo, los medios probatorios del con-
Así entonces cuando la solemnidad es impuesta trato producidos en la causa deberán ser ponde-
por la ley de manera insalvable, su omisión en- rados por el juez atendiendo a lo que la jurispru-
gendra en el contrato un vicio de ineficacia estruc- dencia y doctrina opinen sobre su idoneidad.
tural originaria que conspira su validez.
Este razonamiento comulga con la opinión de
Por su parte, tratándose de contratos investidos Peyrano quien de manera reciente ha sostenido
de una solemnidad relativa, el nuevo régimen es- esta distinción efectuada entre la sana crítica y las
tablece una consecuencia distinta y menos drás- reglas que derivan de ella.
tica que la dispuesta para los contratos solemnes
de solemnidad absoluta. En efecto, en los casos Cuando se invoca la sana crítica, sostiene el dis-
de contratos bajo solemnidad relativa, la inobser- tinguido jurista, “...habitualmente ello obedece a
vancia de la forma si bien no trae aparejado per se que se procura justificar una valoración atípica o
su nulidad produce, como principal consecuencia una interpretación heterodoxa del derecho proba-
jurídica, la generación de una obligación de hacer torio. Cuando se repiten soluciones similares ins-
que recae sobre la parte obligada a cumplir la for- piradas en la sana crítica se consolida una regla de
malidad estipulada porque de lo contrario, el con- la sana crítica”.
trato no producirá sus efectos propios.
Concebida de tal modo la cuestión, la imple-
d) Finalmente advertimos que el principio de mentación de este sistema de valoración proba-
libertad de formas aparece nuevamente en ma- torio significará un desafío importante para cons-
teria de contratos en el art. 1015 C.C.C.A. con la truir las reglas sobre las cuales se podrá ponderar
novedad de que el art. 1016 C.C.C.A. dispone la la eficacia probatoria.
extensión de los efectos de la forma del contrato a
las modificaciones ulteriores que las partes le in- Por otra parte cabe destacar que la norma eli-
troduzcan, con excepción de aquellas meramente mina el antiguo art. 1190 del C.C. que establecía
accesorias o secundarias, expresión que a nuestro los diversos medios probatorios del contrato. Lo
entender debe ser calibrada en la medida que ellas que se consagra ahora es una regla de carácter ge-
no modifiquen elementos esenciales del contrato. neral cuya finalidad es uniformar las bases sobre
las que se funda la prueba del contrato, delegando
IV.A.2. La prueba del contrato a las normas procesales las pautas para su produc-
ción.
En materia de prueba del contrato encontramos
en el nuevo ordenamiento la clara consagra- Finalmente, es importante señalar que dentro
ción del sistema de valoración judicial basado en de esa tendencia a la libertad de pruebas que
las reglas de la sana crítica. Así lo dispone el art. adopta el Código Civil y Comercial Argentino, se
1019 C.C.C.A. en cuanto dispone: “Los contratos establece una nueva cuestión: la posibilidad de
pueden ser probados por todos los medios aptos probar la existencia del contrato a través de tes-
para llegar a una razonable convicción según las tigos, sin la limitación que contenía el Código de
reglas de la sana crítica, y con arreglo a lo que dis- Vélez Sarsfield.
130 | Suplemento especial cONTRATOS

Sin embargo, esta posibilidad no es absoluta querida a los fines probatorios pueden ser pro-
pues se encuentra limitada a los usos del lugar, de bados por otros medios, inclusive por testigos, si
allí que cuando se acostumbre instrumentar el ne- hay imposibilidad de obtener la prueba de haber
gocio por escrito la prueba testimonial será insu- sido cumplida la formalidad o si existiese prin-
ficiente. cipio de prueba instrumental, o comienzo de
ejecución.
Deberemos ponderar entonces los usos y cos-
tumbres del lugar para poder determinar si a los Se considera principio de prueba instrumental
fines probatorios la omisión de instrumentación cualquier instrumento que emane de la otra parte,
escrita del contrato puede ser suplida por testigos. de su causante o de parte interesada en el asunto,
que haga verosímil la existencia del contrato”.
Una cuestión distinta sucede con la prueba de
los contratos formales estipulada en el art. 1020 En base a ello el punto de partida debe ser ubi-
C.C.C.A. El tema asume un relieve particular si lo cado en derredor de los siguientes criterios: la im-
comparamos con el régimen actual comparado posibilidad de obtener la prueba, el principio de
con el anterior, pues ahora en caso de incumpli- prueba instrumental o el comienzo de ejecución
miento de la forma prescripta para el contrato, las del contrato.
partes podrán acreditar su existencia por otros
medios inclusive por testigos, extremo este último Se trata de tres presupuestos que habilitan a
que no estaba comprendido en el C.C. de Vélez las partes poder acreditar la existencia del con-
Sarsfield. trato por otros medios, incluida la testimonial,
cuando la prueba del mismo es imposible de
Para ello el presupuesto de hecho que actual- obtener. Este supuesto no debe ser confundido
mente consagra la norma es la acreditación de la con el del art. 1019 C.C.C.A. pues aquí el ante-
imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cedente fáctico necesario para la procedencia
cumplida la formalidad o si existiese principio de de la prueba testimonial anida en la imposibi-
prueba instrumental o comienzo de ejecución del lidad de obtener la prueba, extremo que deberá
contrato. ser ponderado caso por caso pues el antiguo
art. 1192 del C.C. que especificaba los supuestos
En este sentido dispone el art. 1020 C.C.C.A.: de imposibilidad fue eliminado del régimen
“Los contratos en los cuales la formalidad es re- actual.u
El fenómeno de la incorporación
de terceros al contrato
POR Gonzalo Sozzo

SUMARIO: I. Introducción.— II. Primera parte. El nuevo contexto de análisis de los efectos del con-
trato.— III. Segunda parte. Incorporación de terceros al contrato: la expansión excepcional de los efectos
directos a terceros.

I. Introducción que la categoría “incorporación de terceros al con-


trato” ha sido incluida en el nuevo Código, que re-
El Código Civil de Vélez Sarsfield se ocupó ex- gulado adecuadamente las ideas consolidadas en
plosivamente de regular la idea de efecto relativo la doctrina y jurisprudencia, sin embargo, en otro
del contrato y sus consecuencias. Por el contrario plano, puede también sostenerse que el mismo
no se encargó sistemáticamente de la problemá- Código da cabida a una mirada en la cual la incor-
tica de los efectos del contrato sino solo de fi- poración de terceros al contrato aparece como un
guras aisladas tales como el contrato a favor de fenómeno más complejo, amplio y aún en cons-
terceros; diversos mecanismos técnicos que per- trucción.
miten transmitir o expandir efectos hacia sujetos
que no son partes; tampoco delimitó con claridad II. Primera parte. El nuevo contexto de
los conceptos de partes, terceros, terceros intere- análisis de los efectos del contrato
sados, etc.
El fenómeno de la incorporación de terceros
El Código Civil y Comercial 2014 en la línea del al contrato
Proyecto de Código Civil y Comercial de 1998 se
ocupa de regular los efectos el contrato de manera Desde una perspectiva sociológica puede seña-
sistemática previendo la situación de los efectos larse que el fenómeno socio jurídico de la incor-
así en el Capítulo 9, Sección 1º (arts. 1021 a 1024 poración de terceros al contrato es muchísimo
inclusive) se ocupa de definir el “efecto relativo” más amplio y variado que lo que se ha regulado en
(art. 1021); la “ situación de los terceros (art. 1022); la mencionada Sección 2º y que el nuevo Código
define quienes son parte de un contrato (art. 1023) Civil y Comercial de la Nación da cuenta de ello en
y la expansión de los efectos a los sucesores y sus otras reglas situadas en otras partes del articulado.
límites (art. 1024). y luego en la sección 2º (arts.
1025 a 1030) desarrolla la regulación las figuras Existen diferentes fenómenos producto de las
específicas que tradicionalmente la dogmática ha exigencias contemporáneas de los mercados que
vinculado a la “incorporación de terceros al con- han generado técnicas jurídicas que para darles
trato” recogiendo las observaciones que la doc- respuesta ensayan diferente mecanismos me-
trina civilista y la experiencia jurisprudencial ve- diante los cuales terceros resultan vinculados al
nían marcando para cada una de estas figuras. contrato.

En este artícu­lo se desarrollan los aspectos téc- Así por ejemplo, el fenómeno de la “terciariza-
nicos de la nueva regulación en la Sección 2º del ción” se ha traducido de diversas maneras en el
Capítulo 9 (arts. 1025 a 1030) que se ocupan del las campo jurídico, una de las cuales es el subcon-
figuras que permiten la “incorporación de terceros trato o el simple expediente de adquirir materiales
al contrato”. La idea central que se desarrolla es o “servicios” para una obra ajena por parte del lo-
132 | Suplemento especial cONTRATOS

cador de obra, situación que ya visualizaba el an- Finalmente el “ingreso de terceros” puede pro-
tiguo artícu­lo 1645 del Código Civil de 1869 (1). ducirse —no a nivel del ingreso formal como parte
a posteriori del perfeccionamiento ni para la eje-
Otra situación vecina a la anterior es la de la in- cución— sino para solicitar la no ejecución o la
corporación por parte del deudor de terceros en la cesación de la ejecución o la responsabilidad por
ejecución de diferentes tramos de su prestación, daños por la ejecución. Son los casos que permiten
vgr., el productor de una mercadería que la vende hoy los “derechos de incidencia colectiva” como
y para entregarla contrata a una empresa trans- los denomina el Código Civil y Comercial de la
portista o que organiza un “servicio post venta” Nación apropiándose del lenguaje constitucional
para sus productos con empresas que se ocupan (art. 14) y las acciones que para la defensa de los
del mantenimiento y la reparación (2). mimos existen, en la Constitución Nacional, al am-
paro colectivo; en la ley General del Ambiente (Ley
Todos estos casos ingresan de una u otra ma- Nº 25675), el denominado “amparo ambiental”, en
nera en una teoría de la conexidad contractual. la ley de defensa del consumidor (Ley Nº 24.240)
la “acción de clase”, en el Código Civil y Comer-
Los ejemplos anteriores no agotan la lista: hay cial 2014 la acción general de prevención del daño
que considerar además (a) las situaciones en las (art. 1710).
que los terceros forman parte de un fenómeno
“agregativo”: por ejemplo, cuando se sede una La consideración de estos fenómenos en con-
deuda “sin liberación” se produce un fenómeno junto es útil para comprender el nuevo contexto
de agregación de un tercero con función de ga- en el que se encuentra la cuestión de los efectos
rantía (3); o (b) cuando en los “contratos abiertos” del contrato, producto de nuevos problemas a los
—comúnmente los contratos asociativos— (4) a que es necesario dar respuesta. El problema cen-
posteriori del perfeccionamiento se permite el in- tral del s. xix era diseñar el aislamiento del con-
greso de nuevas partes. (c) merece también una trato; blindarlo respecto de las demás relaciones,
breve mención aquí la cuestión de la necesidad incluso las otras relaciones contractuales de los
de “sustituir” partes permitiendo el ingreso de ter- mismos sujetos, el objeto fue construir el para-
ceros, un fenómeno no antojadizo sino necesario digma del contrato “discontinuo” (5). El problema
en los contratos de larga duración de consumo, central hoy es el inverso: revincular el contrato
vgr., cuando se autoriza en los contratos de medi- permitiendo un nivel de apertura razonable en
cina prepaga la sustitución de un prestador o por situaciones que así lo requieren, por ello el prin-
otro. cipio del efecto relativo aparece junto a sus “ex-
cepciones” y en el contexto de un Código que re-
 (1)  La doctrina y la jurisprudencia en Argentina que
conoce los contratos conexos (art. 1073 a 1075) los
trataron este problema lo objetivaron como una cuestión contratos de larga duración (art. 1011), los dere-
de “acción directa” y procuraron establecer reglas deri- chos de incidencia colectiva, etc.
vadas que contemplaran la compleja situación que se
genera en estos casos en los cuales suele haber incluso
un concurso preventivo o quiebra del empresario. Desde La incorporación de terceros en la ejecución
una perspectiva teórica contemporánea el caso puede del contrato
ser tratado a partir de la teoría de la conexidad contrac-
tual. Fuera de la sección que el Código civil y comer-
 (2)  Este problema ha sido focalizado por la doctrina y cial de la Nación 2014 dedica a la incorporación
jurisprudencia como un problema de “ responsabilidad de los terceros al contrato (arts. 1025 a 1030), en
por el hecho del tercero” pero en la órbita contractual; se la regulación de las obligaciones de actividad (6), se
lo ha desarrollado bajo la idea de la “teoría de la estruc-
tura de la obligación”. Contemporáneamente, como en
el caso anterior, la teoría del contrato ofrece otro marco  (5) Porto Macedo, Ronaldo, “Contratos relacionais”,
para pensar la cuestión: la teoría de los contratos co- Ed. Renovar, Brazil, 1998.
nexos.  (6)  Se lee en los fundamentos del proyecto de 1998:
 (3)  Ahora la situación aparece regulada en el artícu­lo “Además, se prevé que las partes pueden servirse de ter-
1632 del Código Civil y Comercial 2014 2º párr.: “Si el ceros para el cumplimiento de las obligaciones objeto
acreedor no presta conformidad para la liberación del del contrato, si ellas no requieren su prestación per-
deudor, el tercero queda como codeudor subsidiario”. sonal. El Proyecto de Código Único de 1987 propuso in-
 (4)  La existencia de esta categoría de contratos es am- corporar este texto como artícu­lo 521 del Código Civil:
pliamente reconocida por la doctrina, entre otros, vgr., “El obligado responde por los terceros que haya intro-
Fontanarrosa, Rodolfo, “Derecho comercial Argentino”, ducido en la ejecución de la obligación”; el mismo cri-
T. II, Ed.: Zavalía, Bs. As., 1979, pág. 97. terio resulta del Anteproyecto de 1954 (artícu­lo 859), y
Gonzalo Sozzo | 133

introduce una regla de enorme relevancia teórica La “posición” del tercero que se incorpora al
y práctica, es el artícu­lo 776 que dice: “Incorpora- negocio
ción de terceros. La prestación puede ser ejecutada
por persona distinta del deudor, a no ser que de la Clásicamente la dogmática ha diferenciado los
convención, de la naturaleza de la obligación o de efectos desde el punto de vista subjetivo y obje-
las circunstancias resulte que éste fue elegido por tivo (7). Como se sabe la idea de efectos desde el
sus cualidades para realizarla personalmente. Esta punto de vista subjetivo responde a la pregunta
elección se presume en los contratos que suponen de a quién se obliga —que resulta ser por ende,
una confianza especial”. “parte” del contrato—; luego el análisis de los
efectos del contrato desde el punto de vista obje-
La regla se inspira en el artícu­lo 727 del proyecto tivo exige plantearse la cuestión acerca de cuál es
de 1998 que señalaba: “Incorporación de terceros. la “materia” regulada por el contrato (8).
El deudor de la obligación de hacer tiene derecho a
valerse de terceros para realizar la actividad com- La cuestión de los efectos desde la perspec-
prometida. Sin embargo, no puede delegar la acti- tiva objetiva tiene sus problemas. En una primera
vidad principal si de lo estipulado, o de la índole de aproximación suele decirse que efecto del contrato
la obligación, resulta que fue elegido por sus cuali- es aquello que dimana del contrato, lo que tras-
dades para realizarla personalmente. Esta elección luce la dificultad para delimitar la idea. El primer
se presume en los contratos que suponen una con- problema es que clásicamente se ha limitado la
fianza especial”. noción de efectos del contrato a la de la creación,
modificación, transmisión o extinción de obliga-
ciones. Sin embargo hoy se sabe que el contrato
A esta situación hice referencia en el título an- no produce solo obligaciones sino también liber-
terior. La norma responde estrictamente a las tades, competencias y derechos subjetivos credi-
necesidades que devienen de las prácticas con- torios, esto es, obligaciones, deberes anexos, y su
temporáneas caracterizadas por la presencia de virtualidad como título para adquirir un derecho
organizaciones empresariales que ejecutan las real, son efectos del contrato. El segundo pro-
prestaciones de hacer (empresas de seguridad, blema es el relativo a la fuente de los efectos. Clá-
empresas de medicina prepaga, empresa de ser- sicamente se entendía por efectos aquello que se
vicios de internet y cable) y de consumidores que
eligen la empresa pero no los prestadores concre-
tasen su zona o ciudad y ven cómo terceros son in-  (7)  Explica García Amigo que la eficacia contractual
troducidos por la organización principal para eje- puede manifestarse “en un plano constitutivo —crear,
cutar tramos de sus prestaciones que pueden ser modificar o extinguir las relaciones contractuales jurí-
inherentes al foco de la actividad misma o perifé- dicas— o en un plano normativo —regulación de aque-
ricos. llas relaciones—, los efectos del contrato se concretan en
la creación de relaciones jurídicas contractuales y/o en
En definitiva la disposición del Código ensaya la creación de parte —más o menos amplia, por que no
una respuesta que intenta establecer ciertos lí- permita más la ley o por que no lo hacen más amplia-
mites basados en el carácter intuito personae de la mente las partes— de la norma reguladora de las rela-
obligación, el nivel de expertise y cualidades per- ciones jurídicas creadas por el propio contrato, o por otro
sonales y en la confianza en la persona del pres- contrato; por tanto, el contrato puede tener una eficacia
tador. constitutiva —o subjetiva: constitución de relaciones ju-
rídicas contractuales— y una eficacia normativa— u ob-
jetiva: creación de parte de la norma reguladora de la re-
lación jurídica concreta” (García Amigo, Manuel, ob. cit.,
ob. cit., pág. 323).
 (8)  En la doctrina española se le da el nombre de “efi-
fue apoyado por las IV Jornadas Bonaerenses de De- cacia reglamentaria” (Luis Diez Picazo) o eficacia nor-
recho Civil (Junín, 1990) y por las Jornadas de respon- mativa. Lo cual significa que se realiza “una instaura-
sabilidad por daños en homenaje al doctor Jorge Busta- ción de la reglamentación de intereses contenida en
mante Alsina (Buenos Aires, 1990). El texto del Proyecto el contrato y la elevación de dicha reglamentación a la
de Código Único fue repetido a la letra por el Proyecto categoría de precepto jurídico. Por ello de manera in-
de la Comisión Federal de la Cámara de Dipu­tados de mediata, el efecto del contrato conste en la necesidad
1993 (artícu­lo 521). El Proyecto del Poder Ejecutivo de de que las partes ajusten su conducta ulterior a esta
1993 sigue la misma idea, al establecer la responsabi- reglamentación”(Diez Picazo, Luis, ob. cit. pág. 417). En
lidad refleja del deudor por “las personas de las cuales una palabra: se crea una norma reguladora de la relación
se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones” contractual que es un verdadero precepto para las partes
(artícu­lo 1584)”. (“...obliga como la ley misma”, Art. 1197 C.C.).
134 | Suplemento especial cONTRATOS

crea por la voluntad de las partes contratantes. En de consumo de lay (vgr. art. 5 L. 24.240, del que de-
otras palabras el efecto de un contrato consistía en riva el deber de seguridad y art. 4 Ley 24.240 que
volcar a la realidad lo querido por las partes. Esta sienta el deber de información) (11).
idea ha sido superada, hoy se sabe que los efectos
del contrato dimanan tanto de la voluntad de las Tradicionalmente se sostuvo que efectos del
partes como de otras fuentes como la ley o los usos contrato son las obligaciones. Modernamente se
y costumbres en ciertos casos (9). Diez Picazo deno- piensa que el derivado del contrato es más amplio.
mina a estos últimos efectos necesarios, a los que Incluye no solo obligaciones sino también liber-
divide a su vez en “eficacia legal imperativa” y “efi- tades y facultades o competencias. Manuel García
cacia legal dispositiva o supletoria” (10) . En defini- Amigo recuerda que: “Dicha relación contractual
tiva, el contenido de la ley contractual viene dado es distinta de la simple relación obligatoria, consti-
por: (a) lo que las partes han pactado (artícu­lo tuida ésta por el derecho de crédito de una persona
1197 C. C. 1869); (b) lo que la ley impone impera- (acreedor) frente a otra (deudor). La relación obli-
tivamente; (c) lo que la ley recomienda a través de gatoria simple viene a ser parte —la más impor-
normas dispositivas; (d) y por los usos y costum- tante y, en algunos casos, la totalidad— del conte-
bres (art. 17 C.C. 1869). nido de la relación contractual, como un elemento
integrante de la misma. Por eso calificamos a la re-
Recuerda bien Luis Diez Picazo que el contrato lación contractual de compleja, compuesta la más
no crea (modifica, transmite, etc.) solamente de- de las veces de relaciones obligatorias compren-
rechos subjetivos, como se decía clásicamente; didas en aquella, las cuales gozan de sustantividad
sino que “En virtud del contrato se crean o se mo- aunque no siempre de autonomía plena” (12).
difican otros contenidos jurídicos (a más de los de-
rechos subjetivos, el paréntesis es nuestro) Se crean Desde otro ángulo la eficacia del contrato puede
o se modifican deberes jurídicos y obligaciones, así observarse atendiendo a cómo incide ésta en los
como facultades, titularidades o poderes que no sujetos que intervienen en su celebración o res-
son técnicamente derechos subjetivos. Tratando de pecto de los cuales produce a posteriori algún
buscar una fórmula más precisa, se ha dicho que el efecto. A esta óptica se la denomina eficacia subje-
contrato se mueve en torno a relaciones jurídicas. tiva del contrato y también tiene sus propios pro-
La eficacia del contrato consiste en crear, modificar blemas algunos de los cuales enuncié más arriba,
o extinguir relaciones jurídicas. Aún sin negar que sin embargo esta digresión en torno a los efectos
esta fórmula sea para la mayor parte de los casos sa- objetivos del contrato sirve para tomar nota de
tisfactoria, el ámbito del contrato puede ser mayor que cuando un tercero se incorpora al contrato
aún: afecta incluso a situaciones jurídicas que no ello significa simplemente que queda obligado,
son auténticas relaciones jurídicas” (Pág. 418). En sino que goza también de las facultades que prevé
la misma línea García Amigo explica que el con- el negocio así como de las libertades que el con-
trato produce efectos subjetivos creando una re- trato crea y ve restringidas sus competencias en la
lación jurídica contractual. Ahora bien, cabe pre- medida que el contrato así lo establezca.
guntarse: ¿cuál es el contenido de dicha relación?
En primer lugar los deberes y créditos de presta- La necesidad de diferenciar los tipos de
ción, es decir los que encierran cada una de las efectos para apreciar la posición de los terceros
obligaciones nucleares del contrato, por ejemplo, en relación al contrato
en la compraventa, el derecho a la cosa cierta y el
deber de entregarla. En segundo lugar las facul- El principio del efecto relativo del contrato tuvo
tades contractuales, como por ejemplo, la de re- una función histórica que no mantiene más. En el
solver el contrato, de rescindirlo, de solicitar su re- marco de la teoría contractual liberal del s. XIX fue
visión, de peticionar para que se declare la nulidad el elemento técnico que permitió “discontinuar”
del mismo, etc. En tercer lugar, encontramos en el las relaciones contractuales entre sí, contempo-
contenido de todo contrato deberes accesorios ráneamente la dogmática ius privatista entiende
que en los contratos paritarios dimanan del prin- que este principio no puede llevar a considerar a
cipio de la buena fe (Art. 1198 C.C. 1869) y en los cada contrato como un fenómeno aislado y dis-
continuo. Por el contrario, sostiene que se ha pro-
ducido una cierta flexibilización del principio del
 (9)  Diez Picazo, Luis, “Fundamentos del derecho civil
patrimonial. Introducción a la teoría del contrato”, Tomo
I, Ed.: “Civitas”, Madrid, España, 1996, pág. 415 y 416.  (11) García Amigo, Manuel, “Teoría general de las
 (10) Diez Picazo, Luis, “Fundamentos del derecho obligaciones y contratos”, Ed.: Mc Graw Hill, España,
civil patrimonial. Introducción a la teoría del contrato”, 1995, pág. 370 a 372.
Tomo I, Ed.: “Civitas”, Madrid, España, 1996., Pág. 416.  (12)  García Amigo, Manuel ob. cit., pág. 369.
Gonzalo Sozzo | 135

efecto relativo de los contratos (13); ello es así pues Por ello, es importante contextualizar la regla ge-
el contrato es una realidad social incontrastable neral partiendo de la base de una clasificación
y en ese sentido oponible y además pues si todo dogmática de los efectos del contrato.
negocio produce efectos indirectos existe cone-
xidad de todo contrato con la trama contractual Ello es así pues clasificar a los efectos del con-
universal preexistente. En efecto, todo contrato en trato lo que nos permitirá aclarar el verdadero
tanto hecho social viene a insertarse en una red significado de la relatividad de los efectos y de-
contractual universal que ya existe y en la que, in- terminar cuáles alcanzan a las partes y, principal-
defectiblemente, incide produciendo efectos in- mente, cuáles a los terceros en:
directos sobre esos negocios anteriores. En fin, el
contrato no se encuentra asilado, sino que todo 1) Efectos directos: “consisten fundamental-
contrato se vincula con una trama contractual uni- mente en la creación del deber de observancia de
versal preexistente de gran amplitud y carácter di- la regla contractual”. La regla es que estos efectos
fuso a la que se agrega y con la cual, por tanto, se solo alcanzan a las partes y, excepcionalmente, a
conecta. terceros, por ejemplo, en los casos de contratos a
favor de terceros (17);
La temática de la conexidad contractual —se
suele decir— ha puesto en crisis el principio del 2) efectos indirectos: “es aquel que se desarrolla
efecto relativo de los contratos (arts. 503, 1195 y a través de las situaciones creadas o modificadas
1199 Cód. Civ.) que, siendo la base sobre la cual en por el contrato” (18);
los códigos decimonónicos se diseñaron las dife-
rentes esferas de efectos del contrato en relación a 2) A. (indirectos) reflejos: cuando el contrato re-
los sujetos, aparece como el principal obstácu­lo (14) percute en otra relación contractual conexa, vgr.
para la aceptación de la teoría de la conexidad o lo que ocurre en la relación afianzada influye en
vinculación contractual, fundamentalmente en el contrato de fianza (arts. 523 y 525 C.C. 1869), lo
relación a la expansión de efectos (15). Lo dicho me- mismo en el contrato derivado.
rece una breve explicación. 2) B. (indirectos) provocados: cuando el con-
Como señalé el Código Civil de 1869 establecía trato es el fundamento de una pretensión de las
con firmeza el “principio del efecto e relativo de partes hacia los terceros o viceversa (19). La regla
los contratos” lo que significa que el contrato pro- es que estos efectos se producen frente a terceros;
duce efectos solo entre partes y no puede benefi- son ejemplos de este tipo de incidencia: los casos
ciar ni perjudicar a terceros. En la fórmula actual de oponibilidad y de utilizabilidad (20), vgr. “El
el principio se dice que se trata de una “regla ge- acreedor, por ejemplo, se sirve del negocio de ad-
neral” por el cual “El contrato sólo tiene efecto quisición celebrado por su deudor con otra per-
entre las partes contratantes; no lo tiene con res- sona a fin de proceder a ejecutar su crédito sobre los
pecto a terceros, excepto en los casos previstos por bienes adquiridos” (21). Vinculado con éstas subespe-
la ley (art. 1021). cies de efectos se ha dicho también que: “Por lo que
respecta a la existencia del contrato en sí, es decir,
Ahora bien, cuando se dice que el contrato pro- como hecho, es siempre oponible a terceros; si bien
duce efectos solo entre partes debe considerarse como tal hecho de relevancia jurídica debe ser pro-
que se esta haciendo referencia solo a los efectos bado por quien lo alegue, incluso por presunciones.
directos y significa que el contrato solo regula la re- Incluso el hecho de la inejecución del contrato es
lación de las partes (16). El principio delimita la es- igualmente oponible a los terceros. Igualmente es
fera de vinculaciones y regulación del contrato. oponible siempre a los terceros la eficacia contrac-
tual en cuanto se concreta en la creación de un de-
recho real: hipoteca, prenda, etc.” (22).
 (13)  Trata este tema Noemí Nicolau, “Negocios jurí-
dicos conexos” en “Trabajos del Centro Nº 2”, Pto. 3, Ed.:
El principio nec prodest nec nocet complementa
U.N.R., Facultad de Derecho, Centro de Investigaciones el anterior: los contratos no pueden por un lado
de Derecho Civil, pág. 10.
 (14)  López Frías, Ana, ob. cit., pág. 256 y sgtes.
 (15)  También se relaciona estrechamente con la te-  (17)  Diez Picazo, Luis, ob. cit., pág. 426.
mática de la tipicidad contractual y, especialmente, con  (18)  Diez Picazo, Luis, ob. cit., pág. 426.
el problema de los contratos atípicos mixtos.  (19)  Diez Picazo, Luis, ob. cit., 425 —426.
 (16) Diez Picazo, Luis, “Fundamentos del derecho  (20)  Diez Picazo, Luis, ob. cit., pág. 429.
civil patrimonial”, T. II, Ed.: Civitas, Madrid, 1993, pág.  (21)  Diez Picazo, Luis, ob. cit., pág. 419.
426.  (22)  García Amigo, ob. cit., pág. 373.
136 | Suplemento especial cONTRATOS

perjudicar a terceros (Art. 1195 C.C.) ni oponér- que en nuestro país ya tiene veinte años—, obliga
seles (art. 1199 C.C.) y, por otro, no pueden ser in- a abrir el círcu­lo del contrato, pretendidamente li-
vocados por ellos (Art. 1199 C.C.). “Que el contrato mitado a las partes, a una especie de dimensión
no pueda oponerse a terceros significa que los otor- colectiva.
gantes no pueden en sus preceptos de autonomía
crear obligaciones en cabeza de terceros. Y que el La dimensión colectiva del contrato implica re-
contrato no puedes por invocado por los terceros conocer que por un lado hay problemas comunes
implica que éstos no pueden aducir derechos contra a diferentes contratantes que actúan sobre la base
las partes otorgantes” (23). No obstante como vimos de negocios homogéneos y que lo que en u con-
en el punto anterior, en ocasiones las partes del trato se haga cuando tiene impactos hacia bienes
contrato pueden invocar y oponer el contrato a los comunes no puede quedar atenido al círcu­lo de
terceros, no solo en el sentido de una oponibilidad las partes.
como realidad tangible que es, sino además en si-
tuaciones concretas, vgr., cuando el contrato es Lo que la teoría del contrato moderna identificó
inscripto en los registros de la propiedad inmueble como una parte subjetiva individual o plurindivi-
o de muebles registrables (24). Paralelamente el con- dual aquí se redimensiona pues comienza a visibi-
trato puede ser invocado por terceros, vgr., cuando lizarse que ese contratante forma al mismo tiempo
se ejerce la acción subrogatoria. parte de un colectivo social: integra un grupo de
consumidores que tienen un mismo interés ju-
El impacto de la dimensión grupal del rídico afectado por una cláusula o el ejercicio de
derecho privado sobre los efectos del contrato una facultad o derecho otorgado por el contrato a
los proveedores o la ejecución de un contrato ene
En otras oportunidades he explicado qué es lo afecta o pone en riesgo un bien común como el
que ocurre cuando la teoría del contrato enfrenta ambiente.
los intereses supra individuales que versan sobre
bienes comunes (25), pero hay un aspecto que es III. Segunda parte. Incorporación de terceros
muy importante: ¿qué transformación implican al contrato: la expansión excepcional de los
los “intereses individuales homogéneos” y los in- efectos directos a terceros
tereses “colectivos y difusos” en la teoría del con-
trato, y en particular sobre los efectos de los con- Las diferentes hipótesis tratadas aquí son casos
tratos en relación a terceros? en donde excepcionalmente el contrato produce
efectos directos, resultando obligados ciertos ter-
Mi respuesta es que el mayor imanto pasa por ceros.
el descubrimiento de la homogeneidad, que es
lo mismo que decir el descubrimiento de la regu- 1) Contrato por tercero sin representación
laridad y la incidencia de las legitimaciones ac-
El contrato a nombre de un tercero en el Código
tivas basadas en intereses sobre bienes comunes
Civil de 1869.
que altera la idea de efectos del contrato que his-
tóricamente hemos analizado bajo la perspec- Un primer instrumento técnico para incorporar
tiva partes/terceros. En otros términos: mientras a un tercero al contrato es el “contrato a nombre
la teoría contractual moderna aislaba cada ne- de un tercero sin su representación”. Aquí el sujeto
gocio a través de la discontinuidad y desconexión contratante actúa en nombre ajeno.
de un contrato respecto del otro y de los idearios
comunes, el reconocimiento constitucional de los Estos contratos estaban regulados por los
intereses individuales homogéneos y colectivos — artícu­los 1161 y 1162 del Código Civil de 1869.

Conforme la regla del artícu­lo 1161 se trata de un


 (23)  Stiglitz, Rubén, pág. 511. contrato nulo (es de ningún valor, art. 1161) (26) que,
 (24)  Alterini, Atilio A., ob. cit., pág. 429. por tanto, no obliga al falso representante (“y no
 (25) GONZALO SOZZO, “Pasado, presente y futuro obliga ni al que lo hizo”, art. 1161 C.C.); esta regla
del principio de orden público referido a los bienes co-
lectivos (del orden público al principio cosmopolita en el
derecho privado), en Revista de Derecho Privado y Co-  (26)  La doctrina agudamente había remarcado que
munitario, Nº 2007-3. Ed.: Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, “en ese caso media, con mayor precisión conceptual, un
Arg., págs. 349 a 417. Sozzo, Gonzalo, “Riesgos ambien- supuesto de ineficacia (no de nulidad) o de eficacia su-
tales (contratos creadores de riesgos y principio de pre- bordinada (condición suspensiva) a ratificación”, Stiglitz,
caución”. Revista de Derecho Privado y Comunitario Nº Rubén, “Contratos civiles y comerciales”, Ed.: Abeledo
2008-2- Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa, Argentina, 2008. Perrot, Bs. As., pág. 513.
Gonzalo Sozzo | 137

fue corregida dogmáticamente: en efecto, la doc- sado en un acto instituyente de la representación.


trina ha sostenido que el falso procurador deberá En una palabra, se trata de hacer funcionar aquí
responder precontractualmente por los daños y las reglas generales que rigen la representación
perjuicios que ocasionó al otro contratante (art. que ahora es regulada sistemáticamente por el Có-
1056 C.C.), con lo cual según las reglas de al res- digo Civil y Comercial (arts. 358 a 381) lo cual, con-
ponsabilidad precontractual debía indemnizar el viene señalarlo, constituye un gran avance.
“ daño al interés negativo”. Por supuesto, que este
contrato tampoco obliga al tercero (supuesto re- Luego la norma trae una segunda regla: si media
presentado). una “ratificación” por parte del tercero, lo actuado
por el sujeto que celebró el contrato en nombre de
La regla se complementa con la establecida en el ese tercero, obliga al tercero (29); es decir, opera el
artícu­lo siguiente: el tercero queda “incorporado “efecto directo” de la representación pues esta pre-
al contrato” es decir queda obligado (27), en el su- sente una de las causa fuentes posibles del efecto
puesto —excepcional—, que ratifique lo actuado representativo: la ratificación (30). La norma aclara
por el falsus procurator, en cuyo caso se convierte que la ratificación puede ser expresa o tácita y que
en una gestión de negocios ajenos (Art. 1162 C.C.). es tácita cuando el tercero ejecuta las conductas
prestacionales de las obligaciones a su cargo ori-
El contrato a nombre de un tercero en el Código ginadas en el contrato (31) pues de ello surge la vo-
Civil y Comercial 2014 luntad de “aprobar” lo actuado por el sujeto que
manifestó la voluntad contractual (32).
El Código Civil y Comercial 2014 lo regula en el
artícu­lo 1025 bajo el titulo “contratación a nombre Esta regla sustituye la del artícu­lo 1162 que esta-
de tercero”. Según la nueva regla legal “Quien con- blecía un reenvío: habiendo mediado ratificación,
trata a nombre de un tercero sólo lo obliga si ejerce la posición del falso procurador quedaba regida
su representación. A falta de representación sufi- por las reglas de la gestión de negocios ajenos.
ciente el contrato es ineficaz. La ratificación ex- En el sistema actual es claro que la ratificación
presa o tácita del tercero suple la falta de represen- hace aplicables a las relaciones entre el “tercero”
tación; la ejecución implica ratificación tácita”. y quien manifestó la voluntad contractual en su
nombre en lo sucesivo, las reglas que rigen la re-
Lo que intenta regular el Código es el orden presentación (33).
de efectos hacia el “tercero”; he aquí un primer
avance en relación al Código de 1869: se coloca En materia de ratificación el Código Civil y Co-
el problema en el plano de la ineficacia y no de mercial tare una norma que es importante en el
la nulidad. Para ello lo que hace el Código es su- caso: es el artícu­lo 370 que refiere al “Tiempo de
jetar este negocio a las reglas generales de la re-
presentación: si existe representación, el contrato
a nombre de un tercero es perfectamente válido  (29)  La regla concuerda con el artícu­lo que establece
y eficaz respecto del tercero. Para ello se requiere que “La ratificación suple el defecto de representación.
Luego de la ratificación, la actuación se da por autori-
que la representación no solo exista sino que sea
zada, con efecto retroactivo al día del acto, pero es ino-
“suficiente” como condición de operatividad del
ponible a terceros que hayan adquirido derechos con
“efecto directo” (28) —que es lo que caracteriza a anterioridad” (artícu­lo 369).
la representación—. Si quien celebra el negocio a
 (30) El Código establece con claridad las posibles
nombre de un tercero no tiene la representación fuentes de la representación (art. 358 2º párr.).
de este último, el negocio no obliga al tercero, pues  (31)  Se reformula así con mayor precisión la idea que
para que el “efecto directo” en el patrimonio y per- se encuentra escuetamente señalada en la última frase
sona del tercero opere, es necesario que esté cau- del artícu­lo 1161 del Código de 1869.
 (32)  La regla concuerda con la del artícu­lo 371: “Ma-
nifestación de la ratificación. La ratificación resulta de
 (27)  Paradojalmente el artícu­lo 1162 no dice que el cualquier manifestación expresa o de cualquier acto o
tercero era “alcanzado” por el contrato en cuanto obli- comportamiento concluyente que necesariamente im-
gado sino que “le da derecho para exigir el cumplimiento porte una aprobación de lo que haya hecho el que invoca
del contrato”. la representación”.
 (28)  Ahora el Código conceptualiza el efecto directo  (33)  Lo dice el Código Civil y Comercial 2014: “La ra-
y lo regula: “Los actos celebrados por el representante tificación suple el defecto de representación. Luego de
en nombre del representado y en los límites de las fa- la ratificación, la actuación se da por autorizada, con
cultades conferidas por la ley o por el acto de apodera- efecto retroactivo al día del acto, pero es inoponible a
miento, producen efecto directamente para el represen- terceros que hayan adquirido derechos con anterioridad
tado” (artícu­lo 359). (artícu­lo 369)
138 | Suplemento especial cONTRATOS

la ratificación”: “La ratificación puede hacerse en regulado es el del representante que desconoce
cualquier tiempo, pero los interesados pueden re- que carece de poder de representación, obligán-
querirla, fijando un plazo para ello que no podrá dolo a responder por daños al interés negativo (37).
exceder de quince días; el silencio se debe inter- En el primero, el del procurador que conocía la au-
pretar como negativa. Si la ratificación depende de sencia de poder, quedando obligado a indemnizar
la autoridad administrativa o judicial, el término daños de cumplimiento. Es una posición ecléctica.
se extiende a tres meses. El tercero que no haya re-
querido la ratificación puede revocar su consen- En la dogmática argentina deferentes autores se
timiento sin esperar el vencimiento de estos tér- han ocupado de este tema señalando que se trata
minos”. Es decir que en la línea de los proyectos de de un caso de responsabilidad precontractual (38).
reforma anteriores (34) el Código establece que es
una facultad de una persona interesada en el con- Mas allá de las reglas de los artícu­lo 1161 y 1162
trato requerir la ratificación del tercero dándole un relativas al falso representante, la regulación ge-
plazo para hacerlo de quince días. neral es establecida en el Código Civil de 1869 en
los artícu­los 1930 y 1946 en el contrato de mandato
La responsabilidad del falso procurador y en relación al exceso del representante (39) . Estas
disposiciones establecen el siguiente esquema:
El Derecho trata de amparar la situación patri- si el representante actúa dentro de los limites del
monial en que queda la parte que creyendo que encargo, obliga “directamente” al representado;
había realizado un contrato con una persona de- esto se denomina técnicamente “efecto directo”.
terminada a través de un representante de este En cambio, si el representante se extralimita en
último, se encuentra, de un momento a otro, con sus funciones al negociar un contrato, existiendo
que ello no es así en virtud de que el representante exceso respecto del encargo, el representado no
ha actuado si haber —en realidad— sido procu- queda obligado pues el cocontratante ha sido ne-
rador (sin autorización) —o excediéndose de los gligente en exigir que el representante le exhiba
poderes concedidos—. el instrumento en el que constó el encargo (conf.
art. 1938 C.C. 1869). Aquí quien manifestó la vo-
En general, los derechos que tratan la hipótesis luntad contractual excediéndose debe responder
procuran en estos supuestos hacer responsable por daños y perjuicios precontractuales respecto
al falsus procurator, “pero hay diferencias sustan- del cocontratante (art. 1933 C.C. 1869).
ciales en cuanto a las distintas regulaciones” (35).
El Código 2014 tiene una norma expresa que
En Italia la situación se encuentra disciplinada prevé la hipótesis, lo que constituye un impor-
en el art. 1398 del Códice Civile. En esta norma sin tante avance en la dirección correcta: “Responsa-
establecer distinciones según el conocimiento o bilidad por inexistencia o exceso en la representa-
desconocimiento de la ausencia de poder por el ción. Si alguien actúa como representante de otro
representante, se obliga en todo caso a indemnizar sin serlo, o en exceso de las facultades conferidas
los daños al interés negativo. La hipótesis es reco- por el representado, es responsable del daño que
nocida por la doctrina como un supuesto de res- la otra parte sufra por haber confiado, sin culpa
ponsabilidad precontractual. suya, en la validez del acto; si hace saber al tercero
En España el caso está reglado en el art. 1725 del
C.C. Establece la responsabilidad del mandatario  (37)  La doctrina alemana, hoy día considera que el
cuando actúa más allá de su poder. La norma legal supuesto no responde al esquema de la culpa in contra-
hendo, sino que se trata de un caso de responsabilidad
no establece cuál es el tipo de sanción, de ahí que
legal por garantía, Asúa González, pág. 150.
la doctrina se debata por establecer si deben in-
 (38)  Entre otros Roberto Brebbia, quien dedicó un ca-
demnizarse los daños positivos o los negativos, o
pitulo de su obra sobre Responsabilidad Precontractual
si se opta por una posición transaccional como la
a este tema (cap. XI, páginas 191 y sgtes.). También se ex-
del BGB (36). Asúa González se inclina por la pos- presaron en este mismo sentido las V Jornadas Bonae-
tura del interés negativo. renses de derecho civil, Junín, 1992, conf. Alterini, Atilio,
A., “Contratos”; Ed.: Abeledo Perrot, BS. As., pág. 460.
En Alemania esta cuestión está prevista en el pa-
 (39)  Producto de la ausencia de una sistemática de
rágrafo 179 del BGB. En el segundo párrafo el caso
la teoría de la representación en el Código Civil de 1869,
lo cual había generado en la doctrina una uniforme co-
rriente de pensamiento a favor de su sistematización y
 (34)  Alterini, Atilio A., ob. cit., pág. 461. así como de la “depuración” del mandato respecto de la
 (35)  Asúa González, ob. cit. Pág. 274. teoría de la representación. El Código civil y Comercial
 (36)  Asúa González, ob. cit. Pág. 275. 2014 es un avance importante en este sentido.
Gonzalo Sozzo | 139

la falta o deficiencia de su poder, está exento de (b) podía haberse obligado garantizando que
dicha responsabilidad” (art. 376). La norma con- el tercero iba a aceptar realizar el hecho; aquí el
templa claramente las dos hipótesis: el exceso y la contenido de su deuda se asemeja al de una “obli-
falta de representación; en ambos casos el resul- gación de resultado”, por tanto, si el fin de la obli-
tado es el mismo: (a) si hubo daños al cocontra- gación nos e alcanza —es decir, si el tercero no de-
tante que, (b) actuando diligentemente, negoció cide incorporarse al contrato ejecutando el hecho
con el falso representante o con quien se estaba comprometido por el promitente—, habrá in-
excediendo de sus facultades, (c) habiéndose ge- cumplimiento. En el primer caso el promitente se
nerado en él justificadamente una cuota de con- obliga a poner sus “buenos oficios” para obtener la
fianza respecto del perfeccionamiento y posterior aceptación del tercero, en el segundo caso, el pro-
eficacia del negocio, el falsus procurador o el re- mitente “garantiza” la aceptación (41).
presentante que se excede debe responder.
(c) En ninguna de ambas hipótesis —buenos
El nuevo Código regula la responsabilidad pre- oficios para que acepte o garantía de aceptación—
contractual (arts. 990 a 993) pero no adopta la ca- el promitente se obliga a garantizar el “resultado”
tegoría del daño al interés negativo, ni su par, el de la prestación del tercero; esta es una tercera po-
daño al interés positivo. sibilidad en la cual, el promitente responde por la
no ejecución y se entiende también por calidad o
2) Promesa del hecho de un tercero modo de ejecución de la prestación. Esta tercera
hipótesis (donde se garantiza que el tercero va a
La regulación de la promesa del hecho de un ejecutar el contrato) es la que parece estar con-
tercero en el Código Civil de 1869 y la doctrina templada en la regla del artícu­lo 1163 pues refiere
a la hipótesis de la no ejecución de la prestación
Esta hipótesis consiste en que uno de los contra- y a la responsabilidad que cabe al promitente en
tantes al manifestar su voluntad contractual pro- este caso (42).
mete que un tercero ajeno al contrato va a ejecutar
un hecho; obviamente se tarta de un hecho o ac- En definitiva: en la primera hipótesis (a) el pro-
tividad en la cual tienen interés los contratantes. mitente responde si actuó negligentemente; en
Estos contratos interesan aquí pues si el tercero la segunda (b) si no se cumple el resultado de la
cuyo hecho se promete acepta, habrá una produc- aceptación por parte del tercero; y en el tercero (c)
ción de efectos para sujetos que no fueron partes si el tercero no ejecuto o ejecutó defectuosamente
originariamente del contrato. su prestación.
El Código Civil de 1869 preveía esta posibilidad Por otro lado, la posibilidad de demandar al pro-
en el artícu­lo 1163 prescribiendo que el promi- mitente el cumplimiento in natura depende, tra-
tente “debe satisfacer pérdidas e intereses, si el ter- tándose de obligaciones de hacer, de su carácter
cero se negare a cumplir el contrato” (40). intuito personae; en el Código de Comercio (art.
230) esta posibilidad parece estar prevista y en el
La doctrina había trabajado sobre esta regla Código Civil no (43), aunque siempre, como dije,
legal estableciendo una diferenciación de base debe quedar sujeta, por el juego de las reglas ge-
que refinaba el funcionamiento de la norma legal. nerales de las obligaciones de actividad, a que no
La diferencia que se había fijado dogmáticamente fuera esencial la persona del tercero a la hora del
de manera uniforme consistía en distinguir según hacer.
el tipo de obligación que contrajo el promitente
con el otro contratante: Obviamente el tercero (cuyo hecho se pro-
mete) si no acepta no queda obligado, por lo que
(a) podía eventualmente haberse obligado solo
a gestionar la aceptación del tercero; en cuyo caso
el contenido de su obligación equivalía a una es-
pecie de “obligación de medios” en la cual el único  (41) Por lo que no se libera acreditando que hizo
todo lo necesario que estaba a su alcance para obtener la
contenido es colocar las diligencias debidas de
aceptación del tercero; en otras palabras, no es suficiente
acuerdo al nivel de expertise con que cuenta; o
con probar su “no culpa”.
bien.
 (42)  “Una aplicación de lo expuesto se halla consti-
tuida por la promesa de entrega de cosas ajenas”, regu-
 (40)  En la misma dirección el artícu­lo 230 del Código lada en el artícu­lo 1177 del Código Civil de 1869, Stiglitz,
de Comercio preveía una regla similar según la cual el Rubén, ob. cit., pág. 515.
comerciante promitente: “se obliga a ejecutarlo perso-  (43)  En la norma del artícu­lo 1163 se hace referencia
nalmente, o a pagar la indemnización correspondiente”. directamente a “pérdidas e intereses”.
140 | Suplemento especial cONTRATOS

no puede demandársele la ejecución forzada de rías cuando el destinatario no es quien las remite,
ningún tipo. Por el contrario, si acepta el contrato, etc. Y por otro, la jurisprudencia ha empleado la
quedará obligado “como si con él hubiera contra- figura de la estipulación a favor de tercero para
tado” (art. 231 Código de Comercio). calificar algunas relaciones contractuales proble-
máticas, a saber (a) los contratos que unen a los
La regulación de la promesa del hecho de un médicos con las clínicas y sanatorios; (b) el “...con-
tercero en el Código Civil y Comercial 2014 trato por el cual el jefe incorpora un profesional al
equipo médico” (44).
El Código Civil y Comercial 2014 regula esta hi-
pótesis en los siguientes términos: “Promesa del Vélez Sarsfield reguló esta figura en el artícu­lo
hecho de tercero. Quien promete el hecho de un 504 lo cual fue unánimemente criticado por la
tercero queda obligado a hacer lo razonablemente doctrina (45) pues la norma se encuentra ubicada
necesario para que el tercero acepte la promesa. en la regulación de las obligaciones, siendo que la
Si ha garantizado que la promesa sea aceptada, estipulación a favor de terceros es un contrato (46);
queda obligado a obtenerla y responde personal- o mejor dicho es una estructura contractual par-
mente en caso de negativa” (artícu­lo 1026). ticular (47), que explica lo que ocurre en diversas
situaciones contractuales, como veremos ense-
1. Se regula la situación del promitente del guida (48).
hecho de un tercero de manera diferenciada,
sobre la base de las distinciones antes explicadas Existe un consenso dogmático absoluto res-
que había construido la doctrina, perfeccionando pecto de que la estructura subjetiva particular
así las reglas del Código de 1869, lo que satisface del contrato cuando es hecho a favor de un ter-
mejor las necesidades y las prácticas de la contra- cero está dada por a concurrencia de tres sujetos
tación contemporáneas en la cual se ha difundido (a) el estipulante, que es quien tiene la iniciativa
muchísimo en los últimos tiempos la cláusula de de beneficiar al tercero; (b) el promitente, la otra
“buenos oficios” o “best efforts”. parte del contrato de “base” que es quien se obliga
frente al estipulante a ejecutar las prestaciones ob-
2. Una primera hipótesis es que el promitente
no garantice la aceptación sino que se obligue
solo a “hacer lo razonablemente necesario para  (44)  Alterini, Atilio, A., ob. cit., pág. 464.
que el tercero acepte la promesa”; la formula em-  (45) Jornadas Nacionales de Derecho civil, Buenos
pleada es importante pues persigue evitar que ac- Aires 1979 Recomendación Nº 1: “1. Debe regularse sis-
tuar diligentemente para obtener la aceptación se temática y específicamente la estipulación a favor de ter-
transforme en una exigencia de desarrollar me- ceros dentro de la teoría general del contrato y al tratar
canismos de presión excesivos sobre el tercero; de sus efectos”.
en otras palabras, según la fórmula del Código  (46) Aquí conviene señalar que lo que se trata de
diligencia equivale aquí a desarrollar una acti- hacer con esta afirmación es precisar su naturaleza ju-
rídica contractual, pero no significa que se trata de un
vidad razonable para “convencer” al tercero a que
“tipo contractual” más. Por el contrario, algunos de los
acepte.
tipos contractuales conocidos y regulados legalmente
pueden en determinados casos, adquirir la estructura
3) La estipulación a favor de terceros
de un contrato a favor de terceros. Indudablemente el
nombre de “estipulación” da más la pauta de que se trata
La estipulación a favor de terceros es otro de los
de una sola cláusula pero, como dije, ello no es necesa-
instrumentos técnicos a partir de los cuales puede
riamente así.
incorporarse un tercero al contrato. Del conjunto
 (47) La presencia de lo que yo aquí llamo “estruc-
de las figuras que tradicionalmente la dogmática
tura contractual particular” quizá sea lo que llevó a la
ha identificado en relación a este fenómeno de la doctrina en las VII Nacionales de Derecho Civil de 1979
incorporación de terceros, ésta es sin dudas la más antes citadas a concluir que “Constituye una figura téc-
importante y la que más implicancias en las prác- nica de naturaleza contractual...”, obsérvese como no se
ticas y problemas jurídicos ha tenido. dice que “es un contrato”, posiblemente con la intensión
de no caer en el equivoco que explico en la nota anterior.
En este sentido quizá convenga recordar aquí  (48)  Vinculado con esto se discute en la doctrina si se
que por un lado, existen figuras clásicas que trata de una cláusula o de un contrato. En realidad puede
pueden ser remitidas a la estructura de la estipu- ser ambas cosas, puede consistir en una cláusula de un
lación a favor de tercero, vgr., el contrato oneroso contrato, vgr., de donación, “pero puede también ocupar
de renta vitalicia, el seguro de vida, las donaciones íntegramente el acto básico”, Conclusiones de las VIII
con cargo cuando los beneficiarios de los cargos Jornadas Nacionales de Derecho Civil, UBA, 1979, Reco-
son terceros, el contrato de transporte de mercade- mendación Nº 1, pto. 3.
Gonzalo Sozzo | 141

jeto de su obligación contractual en favor del ter- contrato contiene una estipulación a favor de un
cero; (c) el beneficiario, que es un tercero ajeno del tercero beneficiario, determinado o determinable,
contrato “base”, es decir no participa del perfeccio- el promitente le confiere los derechos o facultades
namiento del negocio en el cual se pacta la estipu- resultantes de lo que ha convenido con el estipu-
lación, pero va a ser el acreedor de las prestaciones lante”.
del promitente.
¿Quien es el tercero beneficiario? El tercero be-
Desde mi perspectiva —sea que se plasme en neficiario de la estipulación no deber ser el re-
una sola cláusula, en varias o a través de todo el presentante del estipulante. Como bien explica
texto del contrato—, lo importante es retener que Diez Picazo, la existencia de la figura requiere al
se trata de una estructura subjetiva contractual ausencia de representación: “La separación entre
que puede revestir muy diversos tipos —compra- una y otra categoría puede hacerse diciendo que
venta, seguro, donación, etc. al cual se lo dota de el contrato a favor de tercero es aquel contrato por
esa particular estructura; por ello se ha afirmado virtud del cual se atribuye directamente un derecho
que si bien no se trata de un contrato plurilateral, a un tercero, que no aparece ligado con ninguno de
si es un negocio triangular, en el sentido de que in- los contratantes o por los vínculos propios de una
volucra no solo a las partes del contrato que puede relación representativa” (51).
llamarse “base”, sino también a un sujeto que re-
sultará beneficiario de lo que una de las partes del El “interés ajeno” considerado con la estipula-
contrato “base” realizará en cumplimiento de sus ción puede ser el de la sociedad en general. Ello
obligaciones (49). Así, si en el caso de la promesa del no implica que el destinatario de la promesa sea
hecho de un tercero era el tercero el que ejecutaba absolutamente indeterminado; normalmente en
prestaciones del contrato a favor de alguno de los estos casos se lo determinará en la persona del Es-
contratantes, aquí es al revés: es un tercero el que tado o de una organización no gubernamental que
recibe los beneficios de la ejecución de las presta- tenga por objeto la defensa de ese interés determi-
ciones del contrato efectuada por una de las partes nado de la sociedad, vgr., la tutela desambiente, la
porque así lo ha querido el otro contratante. educación pública, etc. La estipulación debe ser
aceptada por el tercero —como veremos— por ello
Una idea caracterizante de la figura es que el es indispensable que esté determinado ab inicio o
fin del contrato que celebran estipulante y promi- que sea determinable (art. 1027 Código civil y Co-
tente es beneficiar al “tercero”, de modo que el ne- mercial de la Nación 2014) estableciéndose los
gocio no se hace en interés de las partes sino de parámetros necesarios para ello. Es que como se
un tercero —y ello sin mediar, como expliqué re- sostiene unánimemente en el derecho de obliga-
presentación— y en virtud de lo que en ese tercero ciones: el deudor debe estar determino siempre b
adquiere de manera directa (50) un derecho credi- inicio, el acreedor puede estar inicialmente inde-
torio al cumplimiento de las prestaciones obliga- terminado siempre que sea determinable luego, al
cionales por parte del promitente en su favor y, tiempo del comienzo de la ejecución (52).
por consecuencia, ante el incumplimiento detenta
todos los medios que el derecho de obligaciones La dinámica de la figura de la estipulación a
concede a cualquier acreedor para hacer valer su favor de tercero, exige que este último acepte ser
derecho de crédito. beneficiario de la estipulación. La aceptación se
rige por las reglas que rigen la aceptación de los
El Código civil y Comercial 2014 reguló esta fi- contratos en tanto no se establezca otra cosa en el
gura (arts. 1027 y 1028) en la dirección que indican pacto de la estipulación.
los consensos de la doctrina y jurisprudencia acu-
mulado a lo largo de los años y siguiendo la regla En cuanto al tiempo para efectuarla, puede es-
del artícu­lo 982 del proyecto de 1998 con correc- tablecerse en el negocio en el cual se pacta la es-
ciones. Así ahora entre los efectos del contrato, en tipulación que debe hacerse dentro de un plazo
la sección dedicada a la incorporación de los ter-
ceros el artícu­lo 1027 comienza diciendo que “Si el
 (51)  Diez Picazo, Luis, ob. cit., pág. 431.
 (52) En esta dirección las Conclusiones de las VIII
 (49)  “...la estipulación es bilateral por su formación y Jornadas Nacionales de Derecho Civil, UBA, 1979, Reco-
triangular por sus efectos”, Stiglitz, Rubén, ob. cit., pág. mendación Nº 1, pto. 5: “El beneficio estipulado en favor
517. En el sentido de que se trata de un negocio con es- de una persona o conjunto de personas indeterminadas
tructura triangular también, Diez Picazo, Luis, ob. cit., es válido siempre que sea posible su ulterior determina-
pág. 433. ción. Pueden también ser beneficiarias las personas por
 (50)  Diez Picazo, Luis, ob. cit., pág. 430. nacer, las personas futuras y las aún no concebidas”.
142 | Suplemento especial cONTRATOS

que normalmente será determinad expreso cierto, El Código civil y comercial 2014 establece que
sino se establece un plazo, por aplicación de las re- “El estipulante puede revocar la estipulación mien-
glas generales debe aceptarse inmediatamente en tras no reciba la aceptación del tercero beneficiario;
la primera oportunidad que autoriza la naturaleza pero no puede hacerlo sin la conformidad del pro-
de la obligación considerando su complejidad. mitente si éste tiene interés en que sea mantenida”.
El derecho a la revocación “mientras no haya sido
Como señalé, los derechos para el beneficiario aceptada” ya figuraba en el artícu­lo 504 del Có-
que surgen del contrato en el que se efectúa la esti- digo de 1869. Las ya citadas Jornadas Nacionales
pulación, nacen de manera directa en su cabeza (53), de derecho civil de 1979 recomendaron que “La
sin necesidad de que medie transmisión o alguna facultad de revocar el beneficio solo pertenece al
del promitente hacia el tercero beneficiario. Esta estipulante” (Recomendación Nº 1, punto 6) y este
idea que había sido sostenida por al doctrina uni- derecho lo conserva “mientras el beneficio no haya
formemente ahora es señalada de manera expresa sido aceptado” y “aunque no se hubiera reservado
por el Código “El tercero aceptante obtiene directa- esa facultad” (Recomendación Nº 1, punto 7). Es la
mente los derechos y las facultades resultantes de la regla que tenía el Código de Vélez Sarsfield en ma-
estipulación a su favor” (art. 1027). teria de oferta (art. 1148 y siguientes): en principio
se la puede revocar mientras no haya sido acep-
En otras palabras los derechos del beneficiario tada. En efecto en el sistema de Código Civil de
existen desde el pacto entre estipulante y promi- 1869 la oferta es revocable. Se la denomina “oferta
tente pero quedan sujetos a la condición resolu- simple”. En principio pues, la oferta puede ser re-
toria de que no lo acepte el beneficiario en el plazo tractada sin generar responsabilidad mientras
establecido (54). Para aceptar puede hacerlo mani- que no haya sido aceptada (art. 1156 C.C.) esto es,
festando su voluntad de modo expreso o tácito. siempre que no haya sido enviada. Esta es la regla.
Mucho se ha debatido sobre el efecto que produce
la aceptación por parte del tercero. La posición Este “sistema de la revocabilidad” otorgaba a
consolidada en la doctrina es que la aceptación no la oferta una “fuerza vinculante relativa” pues la
hace al tercero parte del contrato sino que le da es- hacía dependiente de la voluntad del emisor. Por
tabilidad a los derechos que tiene, los confirma (55). imperio de la aplicación supletoria de las reglas
generales de la oferta es que también se puede
El nuevo Código civil y comercial 2014 establece afirmar que la aceptación se rige por la teoría del
ahora una regla según la cual en principio el de- envío (Art. 1154 C.C. 1969).
recho de aceptar que posee el beneficiario no se
transmite a sus herederos lo que se condice con la El nuevo Código acertadamente prefirió man-
naturaleza del acto del estipulante: “Las facultades tener para el contrato a favor de tercero el sistema
del tercero beneficiario de aceptar la estipulación, de la revocabilidad con un importante atenuante:
y de prevalerse de ella luego de haberla aceptado, “no puede hacerlo sin la conformidad del promi-
no se transmiten a sus herederos, excepto que haya tente si éste tiene interés en que sea mantenida”.
cláusula expresa que lo autorice” (artícu­lo 1027).
Las Jornadas nacionales de Derecho Civil de
1979 habían señalado además en relación a la re-
vocación que “Cuando el derecho de revocar el be-
 (53)  En este sentido las Conclusiones de las VIII Jor-
nadas Nacionales de Derecho Civil, UBA, 1979, Reco-
neficio se hubiera reservado, se transmite a los he-
mendación Nº 1, pto. 4. rederos” (Recomendación Nº 1 Punto 8) y que “El
 (54)  Si bien naturalmente es una condición resolu- derecho de revocar el beneficio no es ejercitable
toria: “... puede asumir la calidad de condición suspen- por los acreedores del estipulante” (Recomenda-
siva —naciendo recién con ella el derecho— cuando así ción Nº 1 Punto 9).
expresamente lo convinieron las partes o cuando el be-
neficiario no exista al momento del contrato”, Conclu- En el ámbito de las relaciones entre el tercero y
siones de las VIII Jornadas Nacionales de Derecho Civil, el promitente se despliegan una serie de efectos
UBA, 1979, Recomendación Nº 1, pto. 4. que corresponde distinguir: (a) antes de la acepta-
 (55)  “... es un mero derecho en expectativa (...) que ción, el tercero puede iniciar contra el promitente
queda jurídicamente consolidado recién con la acepta- deudor de la prestación una acción directa (56), que
ción”, Stilgitz, Rubén, ob. cit., pág. 518. Para Diez Picazo antes no tenía un régimen legal general aplicable
la aceptación “ No constituye, de acuerdo con la tesis
aquí mantenida, condición de la adquisición por el ter-
cero del derecho a la prestación del promitente, aunque  (56)  En idéntico sentido las Conclusiones de las VIII
puede admitirse que en virtud de la aceptación la adqui- Jornadas Nacionales de Derecho Civil, Buenos Aires,
sición experimentad una consolidación”, ob. cit., pág. 437 UBA, 1979, Recomendación Nº 1, pto. 11. Para una pro-
Gonzalo Sozzo | 143

pero con el Código 2014 sí (arts. 736 a 738) (b) decirse por ello, gráficamente que es un contrato en
luego de aceptado el beneficio puede demandarlo el cual una de las partes aparece determinada en
por cumplimiento. forma alternativa: o el estipulante o el tercero que
éste designe” (59).
Frente a esta acción por cumplimiento el “El
promitente puede oponer al tercero las defensas En el derecho argentino la figura no estaba regu-
derivadas del contrato básico y las fundadas en lada aunque sí en otros códigos como el de Italia
otras relaciones con él” (artícu­lo 1028 1º párr., Có- de 1942 con la cual la nueva norma argentina tiene
digo Civil y Comercial 2014) que reitera lo reco- muchos puntos de contacto (60).
mendado por las Jornadas Nacionales de Derecho
civil de 1979 punto 13. Ahora el nuevo Código Civil y Comercial de la
Nación lo prevé expresamente: “Cualquier parte
Se producen efectos asimismo efectos entre las puede reservarse la facultad de designar ulterior-
partes a partir del acuerdo de voluntades que son mente a un tercero para que asuma su posición
objeto de regulación en el Código 2014 que esta- contractual, excepto si el contrato no puede ser ce-
blece en este punto que “El estipulante puede: a) lebrado por medio de representante, o la determi-
exigir al promitente el cumplimiento de la presta- nación de los sujetos es indispensable” (artícu­lo
ción, sea a favor del tercer beneficiario aceptante, 1029) (61).
sea a su favor si el tercero no la aceptó o el estipu-
lante la revocó; b) resolver el contrato en caso de in- Puede ocurrir que el contratante que se reserva
cumplimiento, sin perjuicio de los derechos del ter- la facultad de designar al tercero lo haga porque
cero beneficiario”. existe un contrato de mandato entre ambos u otra
clase de representación y que por alguna otra
Ambos aspectos habían dado lugar a debate en razón la identidad del comprador debe mante-
la doctrina (57). La posibilidad de que e estipulante
pueda accionar por resolución había sido objeto
de importantes críticas en la doctrina nacional (58),
no obstante lo cual el nuevo Código le otorgó al es-  (59)  Diez, Picazo, Luis, ob. cit., pág. 442- 443.
tipulante legitimación activa expresa para iniciar  (60)  Fontanarrosa, Rodolfo, ob.c it., pág. 100. Son los
esa acción. Artícu­los 1401 a 1405 del Codice Italiano de 1942.
 (61)  La disposición legal se corresponde con la del
4) Contrato para persona a designar Proyecto de reformas de 1998 que al respecto en sus
fundamentos señalaba algunas fuentes de la regla: “En
Es un caso de incorporación de terceros al con- cuanto al contrato por persona a designar, se proyecta
trato que tiene larga tradición en el campo de los que cualquier parte puede reservarse la facultad de ha-
contratos que se hacían entre comerciantes. cerlo ulteriormente para que un tercero asuma su posi-
ción contractual, salvo cuando el contrato no puede ser
En este contrato una de las partes de un con- celebrado por medio de representante (conf. Código
trato que habitualmente es un contrato de com- Civil italiano de 1942, artícu­lo 1401; Código Civil por-
praventa entre empresarios—, llamado estipu- tugués de 1967, artícu­lo 452; Código Civil boliviano de
lante, “se reserva al facultad o la posibilidad de 1975, artícu­lo 466; Código Civil peruano de 1984, artícu­lo
designar en un momento posterior y dentro de un 1473; Anteproyecto de Código Europeo de Contratos,
plazo al efecto prefijado a una tercera persona, que artícu­lo 70, inc. 1º), o la determinación de los sujetos
en el momento de la celebración del contrato es des- es indispensable (conf. Código Civil peruano de 1984,
conocida o ha quedado indeterminada, la cual artícu­lo 1473; Anteproyecto de Código Europeo de Con-
ocupará en la relación contractual el lugar del es- tratos, artícu­lo 70, inc. 1º); y que la asunción de la po-
tipulante, desligándose éste de la misma”(...) Puede sición contractual se produce, con efectos retroactivos
a la fecha del contrato, cuando el tercero acepta la no-
minación y su aceptación es comunicada a la parte que
funda crítica el otorgamiento de acción directa al benefi- no hizo la reserva. Esta comunicación debe revestir la
ciario, vid., Stiglitz, Rubén, ob. cit., pág. 526 y 527. misma forma que el contrato, y ser efectuada dentro del
 (57)  Sobre la facultad del estipulante para exigir el plazo estipulado o, en su defecto, dentro de los quince
cumplimiento, Stiglitz, Rubén, ob. cit., pág. 529. días desde su celebración. Mientras no haya una acep-
 (58)  La crítica se apoya en una razón teórica: que el tación útil del tercero el contrato produce efectos entre
estipulante no es el interesado en el cumplimiento; y en las partes (conf. Código Civil italiano de 1942, artícu­lo
una razón práctica: la contradicción de sentido que sig- 1402; Código Civil portugués de 1967, artícu­lo 453; Có-
nifica otorgar al estipulante derecho a revocar por in- digo Civil boliviano de 1975, artícu­lo 472; Código Civil
cumplimiento y al beneficiario a exigir su cumplimiento, peruano de 1984, artícu­lo 1474; Anteproyecto de Código
Stiglitz, Rubén, ob. cit., pág. 528. Europeo de Contratos, artícu­lo 70, inc. 3º)”.
144 | Suplemento especial cONTRATOS

nerse en secreto en un primer momento (62). La otra aplicando el principio de accesoriedad formal se


función económica del contrato puede ser la inter- exige idéntica forma que para el contrato cedido.
mediación en un cierto mercado; es decir, “el esti- También se prevé que prevalece en principio el
pulante actúa por cuenta propia y no se encuentra plazo estipulado por las partes (artícu­lo 1029) para
ligado con nadie. Es un intermediario que encon- la aceptación y que “... en su defecto, dentro de los
trar en un momento posterior una persona a quien quince días desde su celebración” (artícu­lo 1029).
ceder el contrato o los bienes adquiridos” (63).
5) Contrato por cuenta de quien corresponda
En este contrato su dinámica está signada por
dos actos jurídicos: en primer lugar, el del contra- El último artícu­lo de la sección referida a la in-
tante estipulante quien debe elegir al tercero, “de- corporación de terceros al contrato del nuevo Có-
signarlo” para ejecutar las prestaciones obliga- digo se ocupa de regular la técnica que consiste en
cionales y en segundo lugar una declaración de contratar “por cuenta de quien corresponda” que
voluntad del tercero designado que acepta la de- tiene larga tradición en el campo del derecho co-
signación. Ambos actos jurídicos, de ocurrir, tiene mercial y lo hace sobre la base de la norma que
como efecto hacer pasar el negocio a una segunda traía el Proyecto de reforma de 1998 (67).
etapa de su dinámica en la cual: el contratante esti-
pulante se desliga del contrato “como si nunca hu- La contratación por cuenta de quien corres-
biera estipulado” (64) y el tercero designado para a ponda s da en los casos en que el contratante se
ocupar el lugar de aquel en el contrato. En la pri- encuentra en la necesidad de tener que realizar
mera etapa, el contratante estipulante es el único un contrato sobre cosas ajenas que generalmente
obligado y debe, en su caso, cumplir las presta- ha recibido en virtud de una relación contractual
ciones obligacionales como si el pacto de designa- pero a título de tenedor.
ción de un tercero no existiese (65). Por estas razones
lo establecido en el segundo párrafo del artícu­lo La norma seña que esta contratación “queda
1029 es correcto: “La asunción de la posición con- sujeto a las reglas de la condición suspensiva”, es
tractual se produce con efectos retroactivos a la decir realiza un reenvío al régimen de la condición
fecha del contrato, cuando el tercero acepta la no- (artícu­los 343 y sgtes. Código Civil y Comercial de
minación y su aceptación es comunicada a la parte la Nación 2014).
que no hizo la reserva”. En otras palabras: los dos Luego de celebrado el contrato, los hechos poste-
actos jurídicos antes referidos operan la cesión de riores permiten identificar al dueño de las cosas que
la posición contractual (66) con efecto retroactivo. pasa a ser entonces parte del contrato (68). Por ello la
Como surge expresamente del párrafo anterior disposición legal bajo comentario trae una segunda
del artícu­lo 1029 la aceptación produce efectos regla: “El tercero asume la posición contractual
desde que es comunicada y para ello se requiere cuando se produce el hecho que lo determina como
una cierta forma: “Esta comunicación debe re- beneficiario del contrato” (artícu­lo 1030).u
vestir la misma forma que el contrato”, es decir que

 (67)  Se lee en los fundamentos del proyecto 1998: “Se


 (62)  Diez, Picazo, Luis, ob. cit., pág. 443. proyecta la regulación del contrato celebrado por cuenta
 (63)  Diez, Picazo, Luis, ob. cit., pág. 443. de quien corresponda —que, por ejemplo, está previsto
 (64)  Diez, Picazo, Luis, ob. cit., pág. 444. por el artícu­lo 21 de la Ley de seguros 17.418—, sujetán-
 (65)  “Mientras no haya una aceptación del tercero, el dolo a las reglas de la condición suspensiva; el tercero
contrato produce efectos entre las partes”. (Artícu­lo 1029 asume la posición contractual cuando se produce el
ultimo párrafo). hecho que lo determina como beneficiario del contrato”.
 (66)  Que ahora está regulada, art. 1636.  (68)  Fontanarrosa, Rodolfo, ob. cit., pág.
La obligación de saneamiento
y la responsabilidad por evicción
en el nuevo Código Civil
y Comercial de la Nación
POR Noemí L. Nicolau

SUMARIO: I. Consideraciones generales. Fuentes. Metodología.— II. Obligación de saneamiento.—


III. Responsabilidad por evicción.

I. Consideraciones generales. Fuentes. puede verse en la lectura de los artícu­los 2091,


Metodología 2092 y 2096, lo que exigió una interpretación cui-
dadosa de la doctrina.
El texto del nuevo Código civil y Comercial de la
Nación que vamos a analizar relativo a la respon- Por otra parte, la metodología también supera,
sabilidad por saneamiento y por evicción (arts. aunque en forma parcial, la deficiencia del Có-
1033 a 1050) proviene del Proyecto de Código Civil digo de Vélez que ubica el tema en medio de los
y comercial de la Nación, redactado por la Comi- contratos particulares, al finalizar el tratamiento
sión de Reformas designada por Decreto 191/2011 del contrato oneroso renta vitalicia y antes de los
y no ha recibido absolutamente ninguna modifi- contratos reales, entre los artícu­los 2089 y 2181.
cación en su tránsito por el Poder Ejecutivo antes Decimos que el problema metodológico se su-
de su presentación al Congreso nacional, ni tam- pera parcialmente porque, si bien ahora se ubica
poco en el tratamiento legislativo. A su vez, el texto el tema en la teoría general del contrato, en es-
de la Comisión tiene su fuente inmediata en el tricto sentido técnico jurídico hubiera sido prefe-
Proyecto de Código Civil de 1998, del cual se ha to- rible ubicarlo en una Parte general, en el régimen
mado la regulación del instituto introduciéndose de los actos jurídicos porque el instituto refiere a
algunas mínimas modificaciones o quitas. cualquier transmisión de derechos o división de
bienes. Aunque ha quedado inmersa en la materia
El nuevo Código trata el tema que estamos abor- contractual los redactores del texto emplean la pa-
dando en el Libro III Derechos personales, Titulo II labra contrato solo en un artícu­lo de los diecisiete
Capítulo 9. En la Sección 4ª, bajo la denominación que comprende, se alude siempre a la transmi-
genérica de Obligación de saneamiento, incluye sión de bienes, que puede ser realizada por cual-
las Disposiciones generales, en el Parágrafo 1º, en quier acto jurídico, no solo por un contrato. De ese
el Parágrafo 2º la Responsabilidad por evicción y modo se hubiera seguido la metodología más co-
en el 3º la Responsabilidad por vicios ocultos. rrecta empleada por Freitas en su Esboço que re-
gula la evicción y la redhibición bajo la denomi-
En esta Sección se puede apreciar el gran mé- nación de Obligaciones derivadas de hechos que
rito de la reforma que, no solo sintetiza la regla- no son actos en el título cuarto del Libro II, De los
mentación, sino que mejora de manera sustan- derechos personales en general, Sección III. De
cial la redacción favoreciendo la comprensión del los derechos personales en las relaciones civiles.
tema. En el Código velezano las normas relativas En el título primero, Freitas trata los Contratos; en
a la evicción eran singularmente complejas como el segundo, De las obligaciones derivadas de actos
146 | Suplemento especial cONTRATOS

lícitos que no son contratos; en el tercero, De las que, por lo general, será la norma especial de pro-
obligaciones derivadas de los actos involuntarios tección al consumidor (3).
y en el cuarto, como se dijo, evicción y redhibición.
II. Obligación de saneamiento
Siguiendo la exacta metodología de su fuente
inmediata el Proyecto de Código Civil de 1998 se 1. Consideraciones generales
incluyen Disposiciones generales relativas a la
obligación de saneamiento y, luego, normas espe- El nuevo Código al tratar el género Obligación
cíficas para la responsabilidad por evicción y por de saneamiento regula los aspectos comunes de
vicios ocultos. Asimismo, respondiendo al tenor los dos supuestos de hecho que incluye: ámbito de
del Proyecto de 1998, y a diferencia del Código de aplicación, naturaleza jurídica y efectos. Luego, en
Vélez en esta Sección no hay normas relativas a la la evicción trata los requisitos para que proceda la
evicción en los contratos particulares. Ellas han acción por evicción, defensa en juicio, cesación de
sido incorporadas en los diferentes supuestos, así, la responsabilidad y prescripción. Por último, en
dación en pago (art. 943), permuta (art. 1174), lo- el Parágrafo 3º sobre vicios ocultos trata el ámbito
cación (art. 1220), donación (arts. 1556/7), fianza de aplicación, la modificación de la garantía, la ca-
(art. 1598), cesión (art. 1628/31 y 1639/40), cesión ducidad y las acciones a que da lugar la responsa-
de herencia (art. 2305), partición (art. 2404/06), bilidad.
evicción donatarios (art. 2419), partición por tes-
tamento (art. 2423) y evicción en los legados (art. El legislador no conceptualiza el saneamiento
2503). por lo que hay que reconstruir cuál es la noción
que tiene del mismo. Según el Diccionario de la
Con esta metodología se deja en claro que el le- lengua española, en sentido amplio, sanear es
gislador ha considerado como género la obliga- “Afianzar o asegurar la reparación o satisfacción
ción de saneamiento y como especies la respon- del daño que puede sobrevenir”. En acepción jurí-
sabilidad por evicción y por vicios ocultos (1). Se dica, el mismo diccionario dice que es “Indemnizar
supera, legalmente al menos, la discordancia que al comprador por la evicción o por el vicio oculto
alguna vez se apuntaron en torno a la relación de la cosa vendida”. Empleando el criterio amplio
entre saneamiento y evicción (2). de la palabra sanear la obligación de saneamiento
sería la obligación que tiene el transmitente de re-
El régimen especial de responsabilidad deri- parar el daño que sufre el adquirente si es vencido
vado del saneamiento previsto en el Código Civil y en el derecho por un tercero (evicción) o si la cosa
Comercial contradice en algunos aspectos la nor- transmitida tiene un vicio en su materialidad (re-
mativa de protección al consumidor (ley 24.240 dhibición). Desde esa perspectiva no puede com-
y art. 42 de la Constitución Nacional) por lo que prenderse la obligación que tiene el adquirente de
habrá que tener en cuenta en el caso concreto que, citar a juicio al transmitente para su defensa. A esa
ante la duda, prevalece la norma más protectoria noción responde, por ejemplo, el Código peruano:
“En virtud del saneamiento el transferente está obli-
gado a responder frente al adquirente por la evic-
ción, por los vicios ocultos del bien o por sus hechos
propios, que no permitan destinar el bien transfe-
rido a la finalidad para la cual fue adquirido o que
 (1)  Es el criterio adoptado por ALTERINI, ATILIO A., disminuyan su valor” (art. 1485).
Contratos civiles, comerciales, de consumo. Teoría Ge-
neral, Abeledo Perrot, Bs. As., 1998, pág. 544; LÓPEZ DE Dado que la fuente inmediata de la Sección que
ZAVALÍA, FERNANDO, Teoría de los Contratos. Parte estamos analizando es, como se dijo, el Proyecto
general, Zavalía, Bs. As., 1984, pág. 484; CALVO COSTA,
de Código Civil de 2012 que traduce, en gran me-
CARLOS ALBERTO, Análisis del instituto de la evicción,
dida, el pensamiento de Alterini reflejado en su
en Código Civil y normas complementarias. Análisis
doctrinarios y jurisprudencial, Alberto Bueres, dirección
obra de Contratos, para conocer de dónde parte
y Elena I. Highton, coordinación, Hammurabi, 2003, el nuevo ordenamiento hay que recurrir al pensa-
tomo 4D, pág. 611; SPOTA, ALBERTO G., LEIVA FER- miento del autor. Dice Alterini que saneamiento
NÁNDEZ, LUIS, actualizador, Contratos. Instituciones de es un término más abarcativo que comprende
Derecho civil, La Ley, Bs. As., 2009, Tomo VII, Parte Espe-
cial, 2ª edic. actualizada y ampliada, pág. 901.
 (2)  SOZZO, GONZALO, Comentario Título XIII De la  (3) LOVECE, GRACIELA, La obligación de sanea-
evicción, en Código civil comentado. Contratos. Parte miento. Responsabilidad por evicción y vicios redhibito-
especial. Tomo III, Rubinzal-Culzoni, Sta. Fe, 2006, rios o vicios ocultos, en Revista de Derecho Privado y Co-
pág. 112. munitario, 2014-1, pág. 250.
Noemí L. Nicolau | 147

evicción y redhibición. Puede incluirse bajo la no- Parágrafos diferentes porque, es obvio, que al-
ción de saneamiento: a) la citación para defensa gunas peculiaridades merecen ser contempladas,
en juicio; b) la acción para que se baje el precio pero, antes establece los principios generales en el
en caso de redhibición, c) la acción para pedir parágrafo de la Obligación de saneamiento.
cumplimiento. El nuevo Código toma el con-
cepto amplio, pero omite la citación para defensa 3. Naturaleza jurídica de la obligación de
en juicio que la remite al parágrafo de la Evicción saneamiento
(art. 1046).
Para conocer la naturaleza jurídica de este ins-
tituto hay que determinar: a) cuál es la ubicación
El término saneamiento se emplea también en
que le corresponde en el sistema, si se trata de una
el Derecho procesal en relación a un instituto es-
garantía o de una responsabilidad y, b) qué lugar
pecífico, la citación de saneamiento, que faculta a
ocupa como elemento del acto jurídico.
cualquiera de las partes en un pleito para llamar a
un tercero a juicio a fin de que comparezca a sa- a) la doctrina y legislación clásicas ubican al sa-
near derechos (art. 309 al 314 del Código Procesal neamiento, la evicción y la redhibición como ga-
Civil y Comercial de la Provincia de Santa Fe). Al- rantías. El Código de Vélez en el artícu­lo 2091 re-
gunos Códigos procesales emplean la expresión fiere expresamente a la garantía de evicción, pero
citación de evicción (art. 105 del Código Procesal en otras muchas normas alude también a la res-
Civil y Comercial de la Nación y el art. 105 a 110 ponsabilidad (artícu­ los 2089, 2090, 2097, 2099,
del Código Procesal Civil y Comercial de la Pcia. 2102, 2105) (4).
de Buenos Aires).
El Proyecto de 1998 empleaba el término ga-
La fuente de la obligación de sanear los vicios rantía en los títulos, pero en el interior de las
existentes en el derecho o en la cosa transferida a normas usó la palabra responsabilidad, es decir,
título oneroso es el acto jurídico de la transmisión, se hizo un uso indistinto (5). El nuevo Código Civil
aunque el vicio, en ambos casos, debe ser anterior y Comercial abandona la denominación garantía
o contemporáneo con la celebración del acto. El y adopta la expresión Responsabilidad por evic-
derecho o la cosa transmitida tenían un vicio, pero ción en el Parágrafo 2º y Responsabilidad por vi-
la obligación de sanear no nace de él sino de ha- cios ocultos en el Parágrafo 3º. No obstante, em-
berlos transmitido. plea la palabra garantía o sus derivados, garante o
garantizar, en diez oportunidades en los escasos
2. Supuestos contemplados en la regulación diecisiete artícu­los que refieren al saneamiento y
de la obligación de saneamiento la evicción (artícu­los 1034, 1046, 1047 y 1048).

Por nuestra parte hemos sostenido que, desde


En el nuevo ordenamiento positivo se tratan un punto de vista técnico, la evicción y la redhi-
los dos institutos: evicción y redhibición. Ambos bición responden más a la naturaleza de verda-
tienen en común su naturaleza, pues, ambos se deras garantías. En la garantía de evicción el trans-
fundan en vicios que afectan a la transmisión one- mitente garantiza que el derecho transmitido no
rosa de derechos. Además, son la fuente de la obli- tiene vicios de modo tal que, si un tercero discute
gación de garantía implícita para el adquirente, a su derecho garantiza, prioritariamente, que asu-
quien el enajenante garantiza y debe responder, mirá su defensa en juicio, cuestión que nada tiene
aun cuando sea de buena fe, es decir, aun cuando que ver con la responsabilidad civil, ni siquiera
no conozca el vicio que afecta el derecho o la cosa paga daños y perjuicios. Solo por excepción,
transmitida. La diferencia entre ambos supuestos cuando es de mala fe, asume esa responsabilidad.
radica en su estructura fáctica. En la garantía de
evicción se responde por la existencia de un vicio Receptada por la ley la categoría de responsabi-
en el derecho transmitido, por ejemplo, el trans- lidad por evicción y redhibición, aunque no se la
mitente no era titular del derecho que transmitió
como propio o no tenía un derecho pleno porque
 (4)  Desde tiempo atrás, Mosset Iturraspe, siguiendo a
sobre el pesaba un gravamen. En el caso de los vi- Barbero, entendía en su clásico libro de Contratos que no
cios redhibitorios el defecto afecta la materialidad se trata de garantías, porque no se sabe qué se garantiza
de la cosa transmitida, haciéndola impropia para ni cómo se garantiza, v. MOSSET ITURRASPE, JORGE,
su destino. Contratos, Ediar, Bs. As., 1981, pág. 396.
 (5) ALTERINI, ATILIO A., ob. cit. trata la evicción
El nuevo Código, continuando con la metodo- como garantía pero también indistintamente como res-
logía tradicional, reglamenta estos institutos en ponsabilidad.
148 | Suplemento especial cONTRATOS

califique es evidente que se trata de una responsa- mita correctamente el ámbito objetivo de aplica-
bilidad civil objetiva (6). ción de la responsabilidad por saneamiento (8).

b) Las garantía de evicción y redhibición han Se aplica, en primer lugar a las transmisiones
sido consideradas tradicionalmente como ele- de bienes a título oneroso. Como se dijo, se trata
mento o efecto natural de los actos onerosos pu- de un elemento natural en los actos onerosos, aun
diendo incorporarse como elemento o efecto ac- cuando, por excepción, pueda responderse en los
cidental en cualquier acto. Se ha dicho con acierto actos a título gratuito. Las excepciones se con-
que esto constituye el último estadio del proceso signan en los artícu­los 1556/7 relativos a la dona-
de expansión experimentado por estos instru- ción, tal como lo hace el Código de Vélez en los
mentos específicos de tutela del crédito (7). artícu­los 2146 a 2154.

Por tanto siendo un elemento o efecto natural El adquirente a título oneroso puede reclamar
es disponible por las partes, de modo que puede por saneamiento a su transmitente inmediato que
ser excluida, aumentada o disminuida. Este es el responde ante él, como es lógico y así lo dice el
criterio que se ha adoptado en el nuevo sistema, artícu­lo 1033 inc. a), pero, en el inc. c) agrega que
según se infiere de los artícu­los 1033, 1035 y 1036 también son responsables cualquiera de los res-
y ss. El artícu­lo 1033, en su primer inciso, dis- pectivos antecesores si han efectuado las transfe-
pone que están obligados al saneamiento quienes rencias a título oneroso. Es decir que, si el adqui-
transmiten bienes a título oneroso, mientras que rente es a título gratuito y no tiene acción contra
el 1035 incorpora un régimen especial para los ad- su transmitente inmediato, goza de acción contra
quirentes de bienes a título gratuito que, si bien no cualquiera de los antecesores de su transmitente.
tienen acción contra su transmitente inmediato, Se puede accionar en la cadena de los antece-
pueden reclamar a quien resulte obligado por ser sores, hasta llegar a quien era el titular del derecho
transmitente anterior de aquél. Los artícu­los 1036 al tiempo de la aparición del vicio en el derecho
y siguientes refuerzan la naturaleza jurídica de ele- o en la materialidad de la cosa. Con esta solución
mento o efecto natural de las transmisiones a tí- que es justa se reconoce la vigencia de la cone-
tulo oneroso cuando facultan a los otorgantes del xidad negocial, que pone en crisis el efecto rela-
acto a modificar o suprimir la obligación del trans- tivo del contrato y que está admitida en el nuevo
mitente. ordenamiento normativo (art. 1073 a 1075). Esti-
mamos que esta respuesta es acertada porque, de
4. Análisis de la obligación de saneamiento lo contrario, la existencia de una transmisión a tí-
tulo gratuito liberaría de responsabilidad a quien
En el artícu­lo 1034 el nuevo ordenamiento ju- transmitió originariamente el derecho viciado. Por
rídico consigna en forma expresa el contenido de supuesto, no cabe legitimación para retroceder
la obligación de saneamiento. Bajo el título “Ga- más atrás, dado que los anteriores en la cadena
rantías comprendidas en la obligación de sanea- transmitieron el derecho o la cosa sin vicio que de
miento” dispone que el obligado garantice por lugar a la evicción o redhibición.
evicción y por vicios ocultos y, luego, remite a la
aplicación de las normas de la respectiva sección y La disposición citada sólo dice quien responde,
a las disposiciones especiales. Estas se encuentran pero no ante quién. Esta omisión permite afirmar
dispersas en la regulación de diferentes actos jurí- que en el futuro no habrá acción directa del adqui-
dicos, que enunciamos más arriba. rente a título gratuito contra los antecesores de su
transmitente (9), de modo que deberá transitar por
a) Ámbito de aplicación de la responsabilidad la cadena empleando la acción subrogatoria. Es
que el artícu­lo 736 del Código Civil y Comercial ra-
El artícu­lo 1033, cuando hace referencia a los
tifica el carácter excepcional de la acción directa,
sujetos responsables, de manera indirecta deli-
de modo que si la norma no es expresa los antece-
sores responden cada uno frente a su propio ad-
quirente, y, por tanto, el adquirente a título gra-
tuito tiene que ir colocándose como subrogante
 (6)  LOVECE, GRACIELA, ob. cit., pág. 244.
 (7) HERNÁNDEZ, CARLOS, FRUSTAGLI, SANDRA,
Comentario artícu­los 1033 y siguientes, Código Civil y  (8) HERNÁNDEZ, CARLOS, FRUSTAGLI, SANDRA,
Comercial de la Nación Comentado, Dir. Ricardo Luis ob. cit.
Lorenzetti, Coord. Miguel Federico De Lorenzo — Pablo  (9)  Consideran que el nuevo Código confiere acción
Lorenzetti, Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fe, en directa, HERNÁNDEZ, CARLOS, FRUSTAGLI, SANDRA,
prensa. ob. cit.
Noemí L. Nicolau | 149

en cada caso. Esta solución es criticable porque re- tiende por qué deberían responder todos los co-
trasa en la protección al adquirente, ya que el Có- muneros frente a él (11).
digo Civil en su artícu­lo 2096, con una redacción
muy confusa, que la doctrina argentina explicó El artícu­lo 2695 del Código velezano establece
de manera correcta, reconoce la acción directa, que la partición es declarativa y no traslativa de la
cuando dice “Habrá lugar a los derechos que da propiedad y el nuevo Código replica el mismo ré-
la evicción, sea que el vencido fuere el mismo po- gimen en el artícu­lo 2403 “La partición es declara-
seedor de la cosa (hace alusión al transmitente del tiva y no traslativa de derechos. En razón de ella, se
derecho), o que la evicción tuviere lugar respecto de juzga que cada heredero sucede solo e inmediata-
un tercero, al cual él hubiese transmitido el derecho mente al causante en los bienes comprendidos en
por un título oneroso (refiere al adquirente a título su hijuela y en los que se le atribuyen por licitación,
oneroso ratificando el principio general), o por un y que no tuvo derecho alguno en los que corres-
título lucrativo (refiere al adquirente a título gra- ponden a sus coherederos....”. Si el dividente sucede
tuito que equivale a lucrativo). El tercero (adqui- al Causante no puede reclamarse a si mismo por
rente) puede en su propio nombre, ejercer contra el evicción, pero a renglón seguido el artícu­lo 2404
primer enajenante, los derechos que da la evicción, dispone que “En caso de evicción de los bienes ad-
aunque él no pudiese hacerlo contra el que le trans- judicados, o de sufrir el adjudicatario alguna tur-
mitió el derecho”. bación del derecho en el goce pacífico de aquéllos, o
de las servidumbres en razón de causa anterior a la
El artícu­lo 1042 es preciso al tratar la existencia partición, cada uno de los herederos responde por
de pluralidad de responsables. La pluralidad la correspondiente indemnización en proporción a
puede derivar de que varios copropietarios hayan su parte, soportando el heredero vencido o perju-
transmitido su derecho, en cuyo caso el Código dicado la parte que le toque. Si alguno de los he-
dispone que la responsabilidad es simplemente rederos resulta insolvente, su contribución debe ser
mancomunada, salvo que se haya pactado la soli- cubierta por todos los demás...”.
daridad. En cambio, si la pluralidad de responsa-
bles surge del reclamo a una cadena de transmi- Debió aprovecharse para resolver la contradic-
siones, porque ha habido enajenaciones sucesivas, ción que en el derecho nacional se había señalado
los obligados asumen obligaciones concurrentes aclarándose que se trata de una verdadera excep-
(art. 850 y ss. del Código Civil y Comercial) (10). ción fundada en la equidad.

El régimen del saneamiento se aplica asimismo Las transmisiones a título gratuito, por excep-
a la división de bienes de acuerdo al artícu­lo 1033 ción, caen también en el ámbito de aplicación de
inc. b). El sujeto que dividió bienes con otros res- la responsabilidad por saneamiento.
ponde por saneamiento. Es una norma similar al
artícu­lo 2089 del Código civil, al que la doctrina En primer lugar, hay que considerar el modo pe-
señaló como incoherente con el conjunto del sis- culiar que el adquirente a título gratuito tiene para
tema, incoherencia que aun hoy con la reforma poner en juego la garantía de su derecho. Como
subsiste. se señaló más arriba, si bien no puede reclamar
a quien le transmitió el derecho viciado puede
Se trata de una cuestión técnica derivada del ca- ejercer en su provecho las acciones de responsabi-
rácter que la ley atribuya a la división de bienes, si lidad por saneamiento correspondientes a sus an-
es traslativa o declarativa del dominio de los divi- tecesores (art. 1035).
dentes. Si el acto de división de los bienes es tras-
lativo de derecho está claro que cada uno de los Además, el transmitente a título gratuito res-
dividentes adquiere por el acto su propio derecho ponde en los casos incluidos en el título de la do-
y éste debe recibirse sin vicios. Pero si la división nación. El artícu­lo 1556 reproduce con pocas va-
es solo declarativa de derechos, quien recibe la riantes el régimen del Código Civil en el artícu­lo
porción dividida ya era propietario al tiempo en 2146. El enajenante que es donante responde por
que nació el vicio y podría reclamar al resto de los evicción si expresamente asumió esa obligación; si
dividentes. Diría Salas que si cada propietario lo la donación se ha hecho de mala fe, sabiendo el
es desde el comienzo de la comunidad, no se en- donante que la cosa donada no era suya e igno-
rándolo el donatario; si la evicción se produce por

 (10)  Al respecto p.v. Cámara de Apelaciones en lo Civil


y Comercial de Azul, sala II, Bedascarrasbure, Eduardo  (11)  SALAS, Acdeel, Garantía contra la evicción: con-
H. c. SVG S.R.L., 14/03/2006, LLBA 2006 (agosto), 915, cepto y requisitos, en Obligaciones, contratos y otros en-
AR/JUR/893/2006 sayos, Depalma, 1982, pág. 255.
150 | Suplemento especial cONTRATOS

causa del donante y cuando las donaciones son Según el último párrafo del artícu­lo 1039 la reso-
mutuas, remuneratorias o con cargo. lución puede pedirse salvo que se hubiera produ-
cido la prescripción o el vicio oculto fuera subsa-
b) Acciones que acuerda la responsabilidad por nable y el transmitente ofreciera esa subsanación.
saneamiento Respecto al último supuesto el art. 1057 dispone
que el adquirente no tenga derecho a resolver el
El Código Civil y Comercial en el artícu­lo 1039 contrato si el defecto es subsanable, el garante
concede al acreedor por saneamiento tres op- ofrece subsanarlo y él no lo acepta.
ciones que no existen en el Código de Vélez y su-
ponen un interesante adelanto, pues éste sólo El nuevo ordenamiento emplea el término reso-
permite en materia de evicción extinguir el acto lución en todos los casos de extinción del acto de
y pedir restitución del precio y, en algunos su- transmisión del derecho. Como es sabido, la reso-
puestos, el pago de daños y perjuicios. lución es el medio de extinción del acto por causa
sobrevenida. En nuestra opinión, se trata de un
Se ha destacado que la dirección seguida por el error técnico que debiera subsanarse sobre todo
legislador nacional es, a su vez, concordante con en materia de evicción. La existencia del vicio en
la tendencia que muestran distintos modelos ju- el derecho al momento de la transmisión implica
rídicos en el Derecho comparado, entre los cuales que el acto tiene un vicio originario y, en conse-
cabe mencionar al Código Civil alemán reformado cuencia, es pasible de nulidad relativa, que puede,
(parágrafos 434, 435, 437 y 439 para la regulación o no, ser alegada por el adquirente porque solo a
del saneamiento en el contrato de compraventa), el beneficia.
la Directiva 99/44/CE sobre “Determinados as-
pectos de la venta y las garantías de los bienes de c) Indemnización de daños y perjuicios
consumo” (art. 3), y los Principios Europeos de los
contratos (vg. reglas 8.101, 8.102, y las contenidas El Código Civil y Comercial aventaja al Código
en el Capítulo IX de los PECL), entre otros (12). Civil en cuanto hace expresa mención a la obliga-
ción de pagar daños y perjuicios en algunos casos.
El adquirente perjudicado puede en el nuevo or- El artícu­lo 1040 aclara que el acreedor de la obli-
denamiento elegir, según su conveniencia, entre la gación de saneamiento puede reclamar los daños
opción que parece más simple, como es mantener y perjuicios derivados del negocio alterado por la
la vigencia del acto exigiendo el saneamiento del existencia de vicios, además de concederle otras
título en caso de evicción o la subsanación del opciones. Por supuesto todo daño que se reclame
vicio oculto, en caso de su existencia y, la más gra- debe ser acreditado aplicándose los presupuestos
vosa, que es declarar la extinción del acto. La op- de la responsabilidad civil. No obstante se con-
ción intermedia es mantener la vigencia del acto signan varias excepciones.
reclamando la sustitución del bien si fuera fun-
gible. En primer lugar, no pueden reclamarse cuando
la adquisición resulta de una subasta judicial o
El Proyecto de 1998 acordaba otra opción al ad- administrativa (art. 1040 inc. d). Esta solución re-
quirente perjudicado que no consta en el nuevo sulta coherente con lo dispuesto finalmente en los
Código. Se contemplaba el supuesto en que el artícu­los 1764 y siguientes, en cuanto a la respon-
vicio en el derecho o en la cosa no los afectaran en sabilidad del Estado, sin que ello signifique que
su totalidad, en cuyo caso se podía pedir la resolu- sea lógico ni justo. En algunos casos judiciales
ción parcial del acto. Disponía para el caso la re- se ha aceptado esa solución (13), que no parece la
ducción proporcional del precio pagado o que se
obligó a pagar. El nuevo sistema admite en varios
artícu­los la extinción parcial de los actos jurídicos  (13)  Es admisible que la responsabilidad del Estado
(por ejemplo arts. 389, 989 y 1122) e inclusive re- por los daños ocasionados en su función jurisdiccional
es de carácter excepcional, como dijo la CSJ de Santa
gula la evicción parcial en materia de donaciones
Fe en autos Aragón, Víctor G. c. Provincia de Santa Fe,
(art. 1557), por lo cual nos parece debe interpre-
25/04/2007, LLLitoral 2007 (agosto), 739, Cita online:
tarse que es admisible solicitar la extinción parcial AR/JUR/1907/2007. La Corte Provincial asume palabras
del acto, aun cuando no haya norma especial ex- del Tribunal Supremo argentino en el sentido que “si no
presa. ha mediado una prestación irregular o anormal del ser-
vicio, los daños que pudieran sufrir los particulares no
pueden merecer indemnización de ninguna especie,
pues “son el costo inevitable de una adecuada adminis-
 (12)  HERNÁNDEZ, CARLOS, FRUSTAGLI, SANDRA, tración de justicia” (Fallos: 318:1990; 321:1717)”. Este no
ob. cit. es el caso que resuelve el inciso d) del artícu­lo 1749.
Noemí L. Nicolau | 151

más acertada si se ha producido la evicción por cimiento del vicio por la profesionalidad que lo ca-
un vicio en el derecho transmitido por el Tribunal. racteriza.
Es correcto admitir que los ciudadanos debemos
soportar el resultado de la prestación regular del Esta solución ha sido criticada por entenderse
servicio de justicia o de los actos administrativos, que subjetiviza la responsabilidad por daños en
pero no cuando ha mediado una prestación irre- el marco del saneamiento (15). Por nuestra parte
gular, como se da en caso de evicción en la subasta creemos que no es justo que un transmitente de
judicial. buena fe, que puede ser el débil jurídico de la re-
lación, deba daños y perjuicios además de la res-
Tampoco se deben daños en algunos supuestos titución del precio si se prueba que no conoció ni
derivados de la situación del adquirente, a saber: pudo conocer la existencia del vicio.

a) Si el adquirente conoció, o pudo conocer el Acerca de quién debe probar la buena o mala fe
peligro de la evicción o la existencia de vicios. En del transmitente, en el Código velezano al tratar
este caso la diligencia imponía que efectuara las los vicios redhibitorios el artícu­lo 2176 impone la
gestiones para tomar debida nota del estado del prueba al adquirente, en cambio, el Código Civil y
derecho o de la cosa. Se presume que ha sido dili- Comercial solo dice que el transmitente no paga
gente y conociendo el vicio ha paliado la situación daños cuando no conoció, ni pudo conocer el pe-
con una negociación en el precio. Si no lo hizo ligro de la evicción o la existencia de vicios. Se in-
debe soportar el daño derivado de su propia con- terpreta por tanto que los mencionados extremos
ducta (art. 1040 inc. a). dejan de actuar como presupuestos de la acción
de daños, para pasar a constituirse en eximentes
b) Cuando el adquirente asume el riesgo de la de las que puede valerse —y deberá probar— el
transmisión. Si expresamente se pacta en un con- transmitente (16).
trato paritario que el negocio es a riesgo del ad-
quirente, porque se supone que los cálcu­los de 5. Modificación convencional de la garantía
riesgos han sido contemplados en el precio (art.
1040 inc. c). Como se dijo, la responsabilidad por sanea-
miento está implícita en los actos a título oneroso
Por supuesto, esta excepción no puede ser ale- y, por tratarse entonces de un efecto o elemento
gada cuando se trata de una relación de consumo natural de esos actos, las partes tienen, como
o el acto ha sido celebrado por adhesión (art. 084 regla, el derecho de aumentarla, disminuirla o su-
y ss.), pues, como es sabido en esos casos la auto- primirla (art. 1036 CCyCom.).
nomía privada se encuentra restringida por la im-
posición de la parte fuerte (14). Al respecto, el Código velezano contempla va-
rios supuestos especiales. Uno importante es dis-
c) Cuando el adquirente actúa en forma profe- poner la nulidad de la cláusula de renuncia a la ga-
sional en la actividad a la que corresponde la ena- rantía cuando el transmitente conoce la causa de
jenación, porque no podrá alegar que no conoció la evicción (art. 2099), es decir que se prohíbe la
ni puedo conocer el vicio origen del saneamiento. dispensa convencional del dolo, como sanción a la
La profesionalidad lo obligaba a realizar todas las mala fe, en concordancia con el artícu­lo 507. El ad-
gestiones para advertir el vicio y si aun así no lo co- quirente que consintió una cláusula de este tenor,
noció su actividad profesional lo hace cargar con puede alegar su nulidad, pero para que se confi-
las desventajas (último párrafo art. 1740). gure el dolo debe probar que el enajenante sabía el
vicio existente en el derecho e incluyó la cláusula
Desde el punto de vista de la situación del trans- exonerativa de la garantía.
mitente cuando es de buena fe no responde por
daños y perjuicios. Su buena fe consiste en que El nuevo Código sienta un principio rígido y
no conocía ni pudo conocer el vicio ya existente claro cuando dispone que las cláusulas de supre-
al momento de la transmisión en el derecho o en sión y disminución de la responsabilidad por sa-
la cosa aunque se manifiesta con posterioridad a
ese momento (art. 1040 inc. b). No obstante, si es  (15)  LOVECE, GRACIELA, ob. cit., pág. 253; BORDA,
profesional en la actividad que corresponde al ne- ALEJANDRO, Breves apuntes a los elementos naturales
gocio celebrado no puede alegar la falta de cono- del contrato (Las garantías de evicción de vicios redhibi-
torios), en Revista Jurídica de Mar del Plata, 2005/2006,
Nº 4, pág. 59.
 (14)  HERNÁNDEZ, CARLOS, FRUSTAGLI, SANDRA,  (16)  HERNÁNDEZ, CARLOS, FRUSTAGLI, SANDRA,
ob. cit.; LOVECE, GRACIELA, ob. cit., pág. 247. ob. cit.
152 | Suplemento especial cONTRATOS

neamiento sean de interpretación restrictiva (art. cuenta para excluir al régimen general de daños y no
1037). De inmediato, en el artícu­lo 1038, tiene a el específico del saneamiento (17).
esas cláusulas por no convenidas en dos casos:
En el contexto del artícu­lo 2100 del Código de
a) El primero de ellos es análogo al 2099 del Có- Vélez, muy criticado por alguna doctrina (18), se in-
digo Civil recién citado: la cláusula no será válida terpretó hasta el presente que cabe la restitución
si el enajenante conoció, o debió conocer el pe- del precio porque las partes han pactado excluir
ligro de evicción, o la existencia de vicios. El Pro- sólo la responsabilidad por daños del enajenante.
yecto de 1998 comprendía en este esquema a los De modo que el enajenante, aun siendo de mala
defectos parciales: “Si el enajenante solo conoció fe, no responde por daños pero sí debe la restitu-
hubo de haber conocido, la existencia de algunos ción del precio, pues, de lo contrario, habría de su
defectos, la disminución o la supresión de la res- parte un enriquecimiento sin causa. Esta interpre-
ponsabilidad solo se tiene por no convenida en tación se ratifica en el artícu­lo 2101 que libera al
cuanto a ellos”. enajenante de responder también por el precio,
cuando expresamente excluyó su responsabilidad
b) El legislador actual contempla la situación en de restituirlo; cuando el adquirente renunció tam-
la que el enajenante actúa profesionalmente en bién de modo expreso al derecho de repetirlo;
la actividad a la que corresponde la enajenación, cuando la enajenación fue a riesgo del adquirente
en cuyo caso la inclusión de la cláusula exonera- y cuando al momento de la adquisición, sabía el
tiva o limitativa no será válida, a menos que el ad- adquirente, o debía saber, el peligro de que suce-
quirente también se desempeñe de manera profe- diese la evicción, y sin embargo renunció a la res-
sional en esa actividad. ponsabilidad del enajenante, o consintió en que
ella se excluyese.
Se condice esta solución con la tendencia a
exigir un alto grado de lealtad negocial a los pro- Lamentamos la omisión del nuevo Código,
fesionales en la actividad empresarial, pues su- porque la exclusión de responsabilidad genérica
pone una grave deslealtad ampararse en una cláu- es una cláusula que puede emplearse, inclusive de
sula exonerativa de responsabilidad aun cuando mala fe, para no aludir de manera expresa a la ga-
el profesional ignorara la existencia del vicio en rantía de evicción. Decimos que hubiera sido pre-
el derecho transmitido por su falta de diligencia ferible regular con claridad el supuesto porque es
previa a la enajenación. una herramienta útil para algunos casos de redac-
ción confusa o malintencionada de los contratos.
El Código Civil y Comercial no incorporó el úl- Por tanto, entendemos que frente a la cláusula
timo inciso que el Proyecto de 1998 consignaba genérica que libera de responsabilidad no pueden
en relación con la norma análoga. En el inc. aplicarse lisa y llanamente los artícu­los 1037 y
c) establecía que no hay garantía “si el bien es 1038 porque ellos contemplan el caso expreso
evicto por causa atribuible a la responsabilidad de la exclusión de responsabilidad por el sanea-
del deudor de la obligación de saneamiento”. Es-
miento. Creemos que podría aplicarse en algún
timamos que la exclusión ha sido acertada por
caso, pero no en todos, el artícu­lo 1743 que refiere
la oscuridad de esa norma un tanto incompren-
a la dispensa anticipada de la responsabilidad. Si
sible.
las partes dijeron que el transmitente no asume
El nuevo Código tampoco proporciona una in-
terpretación legal para la denominada “cláusula  (17)  Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial,
de exclusión concebida en términos generales” que Laboral y Minería de Neuquén Sala III, 18/06/2009, Pu-
rran Beroiza, José F. c. Llambi, Luis Ángel, LLPatagonia
Vélez regula en el artícu­lo 2100: “La exclusión o re-
2010 (junio), 227. Procede admitir la acción de evicción
nuncia de cualquiera responsabilidad, no exime de
deducida por el comprador de un automóvil gravado con
la responsabilidad por la evicción”. No se encuentra una prenda, en virtud del secuestro del vehícu­lo, pues en
una norma similar, porque, si bien se consigna una el contrato de compraventa expresamente se estipuló la
regla de interpretación restrictiva en el artícu­lo 1037, garantía de evicción y el mero conocimiento por parte
ella refiere a las cláusulas que excluyen la responsa- del actor sobre la existencia de la garantía que pesaba
bilidad por saneamiento, no a una cláusula gené- sobre el bien adquirido, no implica el carácter aleatorio
rica, como sería por ejemplo, aquella según la cual del contrato, por cuanto el vendedor se había compro-
el enajenante no asume responsabilidad alguna por metido a pagarla.
el contrato. En este texto no se alude a la evicción, lo  (18) CALVO COSTA, CARLOS ALBERTO, OP. CIT.
cual hace suponer que las partes sólo han tenido en PÁG. 642.
Noemí L. Nicolau | 153

responsabilidad alguna puede decirse que son in- librio de las prestaciones que debe existir, como
válidas las cláusulas que eximen o limitan la obli- regla, en todo acto mediante el cual se adquiere un
gación de indemnizar cuando afectan derechos in- derecho por el pago de un precio. El patrimonio
disponibles, atentan contra la buena fe, las buenas del adquirente disminuye por el pago del precio
costumbres o leyes imperativas, o son abusivas. Son pero se equilibra por el ingreso del equivalente
también inválidas si liberan anticipadamente, en en el derecho adquirido, mas, si ese derecho se ve
forma total o parcial, del daño sufrido por dolo del afectado por un vicio que ya existía aunque no era
deudor o de las personas por las cuales debe res- conocido, en virtud del cual un tercero lo priva o
ponder. lo turba en su ejercicio, debe restablecerse el equi-
librio haciendo operativa la responsabilidad del
En consecuencia, si existió dolo del enajenante transmitente.
se aplica la solución de la norma, es nula la cláu-
sula, debe restituir el precio y pagar daños porque En el derecho clásico se trata de una figura trian-
siendo de mala fe pacto su liberación. Pero si nin- gular, en el sentido que hay tres centros de interés:
guna de las partes conoce la existencia del vicio, el transmitente, el adquirente y el tercero que
el contrato es paritario, y por tanto negociando se alega un mejor derecho frente al adquirente. El
incluye la cláusula genérica sin ningún abuso la régimen legal de la evicción, está construido con-
solución es compleja. Producida la evicción si se templando la existencia de esos tres centros de
interpreta que la cláusula es amplia y libera de la interés, y ofrece una serie de instrumentos para
responsabilidad por saneamiento y también por evitar la connivencia fraudulenta entre dos de esos
daños se haría, en nuestra opinión, una interpre- centros contra el otro. En el Código Civil y Comer-
tación injusta porque el adquirente de buena fe cial el instituto de la evicción se presenta con per-
pudo interpretar que la expresión “responsabi- files bien diferentes.
lidad alguna” refería a los daños, pero que tendría
derecho a la restitución del precio. En este caso se El sistema legal, siguiendo los orígenes del ins-
hace patente la carencia normativa. En cambio, no tituto e, inclusive, haciendo honor al propio tér-
existe problema si se interpreta que la cláusula es mino empleado para denominarlo evicción (que
nula porque producida la evicción el adquirente proviene del latín evicto (evictionis), derivado a su
tiene el derecho de exigir el precio más daños, vez del verbo evinco, que significa, triunfar, vencer
es decir que el transmitente de buena fe debería a alguien), exige para considerar producida la
pagar daños, pero según el artícu­lo 1040 se libe- evicción requisitos estructurales que el nuevo or-
raría de ellos por su buena fe. denamiento no contempla:

III. Responsabilidad por evicción a) Que sea un tercero quien produce la priva-
ción o turbación de derecho. En la nueva regula-
1. Concepto ción se aplica el régimen de la evicción aunque
la turbación no provenga de un tercero sino del
La evicción, como garantía, ha sido definida por
propio causante. Como consecuencia en ningún
Salas de manera minuciosa y comprensiva como
momento se exige que exista proceso ni sentencia,
la obligación, que pesa sobre quien ha transmi-
ni se menciona la obligación que pesa sobre el
tido un derecho a título oneroso, de asistir o sus-
enajenante de defender el derecho que transmitió
tituir en un proceso judicial al adquirente, ya sea
frente a los terceros, porque es evidente que no
éste actor o demandado, en razón de toda excep- podría demandarse a sí mismo. Al contrario, en el
ción, defensa o pretensión de un tercero que, de artícu­lo 1048 se expresa “En los casos en que se pro-
prosperar, lo privarían total o parcialmente del de- mueve el proceso judicial...”, y en el 1046 “Si un ter-
recho adquirido, y, en forma subsidiaria, indem- cero demanda al adquirente en un proceso..”, por lo
nizarlo en caso de incumplimiento de esa obliga- que, está implícito que se admite la existencia de
ción, o de que la asistencia o sustitución procesal, supuestos en que no se promueven acciones judi-
hubiese sido infructuosa, siempre que la preten- ciales.
sión, excepción o defensa del tercero se funde en
una causa jurídica anterior o contemporánea al b) Que la causa que dio origen a la evicción
acto de transmisión (19). sea desconocida por el adquirente. Se entiende
en ese contexto que si el adquirente conocía o
El fundamento de la obligación que asume el debía conocer el riesgo de la evicción computó
transmitente de responder por evicción es el equi- ese riesgo al perfeccionar el acto oneroso nego-
ciando los costos. En el nuevo Código sólo se tiene
 (19)  SALAS, ACDEEL, ob. cit. pág. 252. en cuenta esta circunstancia para excluir la in-
154 | Suplemento especial cONTRATOS

demnización de daños, por lo que el adquirente, concretada, ya que el solo temor faculta a accionar.
aun conociendo el vicio, puede ejercer todas las En consecuencia tampoco se exige que exista sen-
acciones derivadas del saneamiento y de la evic- tencia firme que declare el mejor derecho del ter-
ción. En nuestra opinión no es esta una buena so- cero.
lución, dado que, si bien otorga certeza a los nego-
cios jurídicos perfeccionados, puede desproteger En el derecho clásico, desde sus orígenes en
a transmitentes de buena fe frente a adquirentes Roma, la garantía de evicción se estructuró a partir
especuladores de mala fe, que conociendo el vicio de una lógica premisa: si una sentencia firme de-
perfeccionen igual negocios, especulando a que clara que el adquirente del derecho ha sido pri-
si se produce la evicción gozan de la facultad de vado del mismo, porque el tribunal ha declarado
extinguir el acto transmisivo, pudiendo causar que un tercero es su verdadero titular, no hay
graves perjuicios al transmitente. otra posibilidad de discusión y puede, entonces,
exigir al transmitente que le restituya el precio pa-
Entendemos que, como se trata de un elemento gado y, en su caso, le indemnice los daños y per-
natural en los actos onerosos, será muy prove- juicios. Aún así se admitieron excepciones. Por
choso pactar siempre que el adquirente renuncia ejemplo, el artícu­lo 2092 del Código Civil, admite
a la facultad de reclamar por saneamiento y evic- que “Aunque no haya decisión judicial que declare
ción cuya causa se pruebe que era conocida por él. la evicción, la indemnización que por ella se con-
cede al que fuese vencido, tendrá lugar cuando se
c) Que el adquirente, defendido por el enaje- hubiese adquirido el derecho transmitido por un tí-
nante, fuera vencido por el tercero en juicio, es tulo independiente de la enajenación que se hizo”.
decir que la evicción se hubiera concretado. En el El supuesto de hecho previsto es que el derecho en
nuevo régimen para que opere la responsabilidad discusión (que fuera adquirido a título oneroso del
no es necesario que sea un tercero quien turbe o primitivo transmitente), ha sido readquirido por el
prive del derecho al adquirente, que se trate de adquirente “por otro título”, quiere decir, por otro
una privación o turbación fundada en derecho y negocio jurídico, a fin de conservarlo, frente a la
tampoco que se haya concretado. evidencia de que el derecho del tercero era irrefu-
table.
Asimismo se incorpora en el artícu­lo 1049 una
medida preventiva que habilita al adquirente para En general, la doctrina nacional reconoce el de-
accionar antes de concretarse la evicción, si llegan recho del adquirente aunque no haya sentencia
a su conocimiento antecedentes de la transmi- judicial en aquellos casos en que ha realizado un
sión que le fuera efectuada que pudieran permitir “sacrificio suplementario” para conservar su de-
al enajenante o a terceros para ejercer en el fu- recho. Puede reclamar directo al transmitente si
turo actos que signifiquen turbación o privación prueba que el derecho del tercero es irrefutable
de su derecho. Podría en ese supuesto promover y que no hay defensas que oponerle, porque el
acciones, según la norma citada, para el sanea- transmitente le enajenó un derecho que no tenía,
miento del derecho o la extinción del acto viciado o que tenía gravámenes que lo limitaban (20).
porque le concede el derecho a declarar la resolu-
ción del acto si los defectos en el título afectan el En el nuevo ordenamiento normativo se ha plas-
valor del bien a tal extremo que, de haberlos co- mado, aunque sea parcialmente, la doctrina elabo-
nocido, el adquirente no lo habría adquirido, o su rada hasta el presente. Si bien ninguna norma dice
contraprestación habría sido significativamente que el adquirente para responsabilizar al transmi-
menor. tente debe probar que el derecho que reconoció al
tercero era irrefutable, entendemos que en estos
2. Requisitos para que nazca la obligación de
casos puede aplicarse, por analogía, el artícu­lo
responder
1048 que regula la cesación de la responsabilidad
Teniendo en cuenta cuáles son los requisitos por evicción. La norma contempla determinadas
que ya no se exigen para que nazca en cabeza del conductas procesales del adquirente que llevan
transmitente la obligación de responder, conside- a la pérdida de su responsabilidad, pero en el úl-
ramos a continuación las exigencias generales que timo párrafo, la deja subsistente si “el adquirente
se enuncian en la obligación de saneamiento (art. prueba que, por no haber existido oposición justa
1033 inc. a y b) y las específicas de la evicción (art.
1044).  (20)  CNCom., sala D, 1999/09/15, Tamboes del Co-
mahue S. A. c. Expreso Becher Hnos. S. H. y otro, LA LEY
Decíamos en el parágrafo anterior que en el 2000-F, 74; SC Mendoza, sala 1ª; 18/08/1992, Juan Mi-
nuevo Código no se exige ni siquiera la evicción netti S.A. v. Berrios S.R.L., JA 1992-IV-76.
Noemí L. Nicolau | 155

que hacer al derecho del vencedor, la citación opor- de incumplimiento, sin necesidad de tener que re-
tuna del garante por evicción, o la interposición o currir al instituto del saneamiento.
sustanciación de los recursos, eran inútiles; o que
el allanamiento o el laudo desfavorable son ajus- Las excepciones propiamente tales están con-
tados a derecho”. signadas en el artícu­lo 1045. En el inciso a) se
aclara como corresponde que las turbaciones de
Por tanto, el adquirente que no tiene sentencia hecho de terceros no están incluidas en el insti-
firme en su contra, a fin de reclamar judicialmente tuto. Luego, en el inc. b, se excepciona al enaje-
al enajenante por evicción debe probar que el de- nante de responder por las turbaciones de de-
recho del tercero era irrefutable. Debe ser diligente recho provenientes de una disposición legal. Es
en la defensa del derecho, sin embargo, debe ser una lógica consecuencia de haber dispuesto que la
cuidadoso ante la evidencia del derecho invocado ignorancia de la ley no es excusable (art. 8 CC y C).
por el tercero, a fin de no agravar su situación ni la Si existe una norma en el ordenamiento positivo
del enajenante incrementado los gastos (21). que acuerda derechos a un tercero el adquirente
la conocía o debía haberla conocido. Por ejemplo,
En consecuencia, en el nuevo régimen los si adquirido el dominio de un inmueble alguien
únicos requisitos exigibles para que proceda la reclama una servidumbre de tránsito a favor de
responsabilidad se consignan en los artícu­los 1033 otro inmueble sin comunicación suficiente con
y 1044, y se admiten en cada caso excepciones: la vía pública, que es servidumbre forzosa, según
el nuevo artícu­lo 2166, no podrá el adquirente del
a) Que se trate de un acto oneroso de transmi- inmueble sirviente reclamar por evicción al ena-
sión de derechos o división de bienes con otros jenante.
(art. 1033 inc. a y b), como ya se ha visto.
c) Que la causa de la evicción sea anterior o con-
b) Que exista turbación de derecho que recae temporánea a la adquisición (art. 1044 inc. a). Se
sobre el bien (art. 1044 inc. a). En este inciso se reproduce aquí el requisito exigido por el Código
dice con claridad que la turbación debe estar fun- de Vélez. Este principio general es de toda lógica,
dada en derecho, en razón de que quien turba o el transmitente sólo debe responder por el vicio
priva del derecho al adquirente lo hace alegando existente al momento de la transmisión del de-
tener un mejor derecho. recho, si es posterior debe hacerse cargo el adqui-
rente.
Aunque el acápite del artícu­lo dice que la res-
ponsabilidad por evicción asegura la existencia y Sin embargo, los Códigos consignan una excep-
la legitimidad del derecho transmitido, dando a en- ción, el de Vélez en el artícu­lo 2095: “Cuando el de-
tender que se trata de proteger contra quienes ale- recho que ha causado la evicción es adquirido pos-
guen un mejor derecho que afecte su existencia o teriormente a la trasmisión de la cosa, pero cuyo
su legitimidad, a renglón seguido, se reconoce que origen era anterior, los jueces están autorizados
también asegura frente a turbaciones de hecho del para apreciar todas las circunstancias, y resolver
transmitente. la cuestión”, y el nuevo Código en el artícu­lo 1045
inc. c), según el cual, no se responde por “la evic-
Entendemos que se trata de una incoherencia ción resultante de un derecho de origen anterior a
que desnaturaliza el instituto del saneamiento. la transferencia, y consolidado posteriormente. Sin
Esta norma a nuestro entender no tiene más expli- embargo, el tribunal puede apartarse de esta dis-
cación que la finalidad de proteger al adquirente posición si hay un desequilibrio económico despro-
acordándole los efectos importantes derivados porcionado”.
de la evicción cuando el transmitente incumple
el contrato por el que transmitió el derecho tur- Interpretando la vieja norma a partir de la nota
bando al adquirente en el ejercicio del mismo. No del Codificador, la doctrina entendió que se alude
parece una solución adecuada desde un punto de a un supuesto de prescripción adquisitiva, en el
vista técnico. Frente a situaciones de hecho que que el tercero que reclama contra el adquirente,
deba afrontar el adquirente goza de todas las he- con posterioridad a la adquisición de éste, conso-
rramientas jurídicas que se proveen para el caso lidó por prescripción el mejor derecho que alega,
con lo cual no habría lugar a la evicción porque la
 (21)  CASAS DE CHAMORRO VANASCO, MARÍA L., causa no es anterior ni contemporánea. Sin em-
“Un curioso caso de evicción”, LA LEY 1994-E, 512, Obli- bargo, el caso se complica, porque el curso de esa
gaciones y Contratos Doctrinas Esenciales Tomo IV, prescripción ha comenzado con anterioridad, es
1221. decir, que el vicio estaba en germen aunque no se
156 | Suplemento especial cONTRATOS

hubiera consolidado, antes de la enajenación que Se establece que el garante citado a juicio debe
se le hizo al adquirente. Considerando el estado comparecer en los términos de la ley de proce-
de la doctrina francesa que cita en su nota, Vélez dimientos y que el adquirente puede seguir ac-
Sarsfield dispuso que los jueces deben resolver tuando en el proceso. No se impone al adquirente
según las circunstancias del caso. El Código Civil una obligación de citar a juicio al enajenante, sino
y Comercial da una solución diferente. No deja li- una carga procesal, que, como tal no tiene sanción
brado el caso al criterio judicial según las circuns- por medios compulsivos. El adquirente debe saber
tancias, limita la consideración al análisis del des- que si no lo cita, o lo cita fuera de término, como
equilibrio económico desproporcionado que debe regla, no podrá luego reclamar al enajenante. La
darse para que se aplique la excepción. Por tanto citación puede también ser solicitada por el ter-
habrá que considerar cómo puede producirse ese cero que reclama. Si bien no lo dice el nuevo Có-
desequilibrio, por ejemplo, la falta de diligencia digo, como tampoco lo consignaba el de Vélez, esa
que debió tener el enajenante o el adquirente en facultad está admitida en algunos códigos proce-
orden a la interrupción de la prescripción, dado sales, razón por la que se entiende que el tercero
que no puede negarse que la culpa sigue erigién- puede traer a juicio al enajenante (24).
dose en la norma de clausura de la responsabi-
lidad civil (art. 1721) (22). De modo que si el negocio Frente a la citación el enajenante puede compa-
se desquicia desproporcionadamente en su as- recer, o no, al juicio. A su vez, si comparece puede
pecto económico el tribunal puede apreciar todas asumir, o no, la defensa de la parte demandada.
las circunstancias que lo rodean. Si comparece y asume la defensa, el adquirente
puede continuar en el pleito como tercero intere-
3. Defensa en juicio. Citación de evicción. sado o retirarse del juicio, en cuyo caso, el enaje-
Gastos judiciales nante debe hacerse cargo del proceso. Si el com-
pareciente abandona la defensa puede retomarla
El transmitente debe defender la legitimidad el adquirente en cualquier momento. La sentencia
del derecho que ha transmitido por aplicación del siempre les será oponible a ambos. Si el transmi-
principio de buena fe y de cooperación en el cum- tente comparece, pero no asume la defensa, o no
plimiento de la obligación. Obrando de buena fe, comparece, el adquirente continúa en su propia
debe socorrer a aquel que se encuentra en dificul- defensa. Pero el enajenante puede tomarla en
tades, como consecuencia de haber celebrado con cualquier momento. También en este caso la sen-
él un negocio. Pero, además, debe hacerlo porque, tencia que se dicte es oponible a ambos (25).
es evidente, no hay nadie mejor que él para la de-
fensa del derecho transmitido, porque es quien Spota aclara que el adquirente no está obli-
conoce o debe conocer cuáles son las defensas y gado a proseguir interviniendo en el juicio cuando
argumentos que pueden oponerse al tercero (23). asume la defensa el enajenante, pero puede tener
interés en ello, con el fin de coadyuvar a la defensa
El enajenante está obligado a defender al ad-
quirente frente a la promoción de un juicio, según
el artícu­lo 1046 que prevé la citación de evicción  (24)  WAYAR, ERNESTO, Evicción y vicios redhibito-
para el caso en que el adquirente sea demandado rios, Astrea, Bs. As. 1989.
en un proceso. Cuando la norma refiere a la evic-  (25)  Así lo regula el Código procesal civil de la Na-
ción de la cosa, desliza un error porque, como es ción en el artícu­lo 108, con criterios seguidos por casi
todos los códigos provinciales: “Si el citado no compa-
sabido, se trata de un vicio en el derecho no en la
reciere o habiendo comparecido se resistiere a asumir la
cosa. Aunque se contempla el caso de demanda
defensa, el juicio proseguirá con quien pidió la citación,
judicial, teniendo en cuenta los fundamentos de salvo los derechos de éste contra aquél. Durante la sus-
la obligación de defensa que tiene el transmitente tanciación del juicio, las dos partes podrán proseguir las
frente al adquirente, entendemos que asume la diligencias para obtener la comparecencia del citado. Si
misma obligación en aquellos casos en que los re- éste se presentare, tomará la causa en el estado en que
clamos se orienten por la vía extrajudicial. se encuentre. En la contestación podrá invocar las ex-
cepciones que no hubiesen sido opuestas como previas”.
En el artícu­lo 109 aclara, que “Si el citado asumiere la
defensa podrá obrar conjunta o separadamente con la
parte que solicitó la citación, en el carácter de litiscon-
 (22)  HERNÁNDEZ, CARLOS, FRUSTAGLI, SANDRA, sorte”. Código procesal civil de Buenos Aires, Citación
ob. cit. de evicción, artícu­los 105 a 110; Código procesal civil de
 (23)  NICOLAU, NOEMÍ LIDIA, Fundamentos de De- Córdoba, Citación de evicción, artícu­los 442 a 447; Có-
recho contractual, La Ley, Buenos Aires, 2009, Tomo I, digo procesal civil de Santa Fe, Citación de saneamiento,
pág. 386. artícu­los 309 a 314.
Noemí L. Nicolau | 157

y para evitar toda connivencia entre el citado de Hemos planteado esta cuestión como un dilema (27)
evicción y el tercero demandante. porque es difícil encontrar un fundamento válido
por el cual el adquirente de buena fe y a título one-
Cuando la turbación o privación proviene de un roso deba soportar el pago de los gastos causídicos
tercero, el sistema debe impedir la connivencia que tienen su fuente en un pleito cuya defensa
fraudulenta entre dos para perjudicar a un tercero. debió estar a cargo del enajenante. Para suplir la
Debe evitarse la connivencia entre el tercero y el injusticia del artícu­lo 2117 se ha tratado de en-
enajenante para perjudicar al adquirente, y tam- contrar una solución intermedia distinguiendo
bién el concierto fraudulento entre el tercero y el las diferentes situaciones que pueden darse. Si el
adquirente para perjudicar al transmitente. Por tal adquirente citó al enajenante y éste compareció
razón, si no se ha citado en tiempo al enajenante la y asumió la defensa, se aplica estrictamente esa
sentencia que se dicte en el juicio promovido por norma. Pero, si citado el enajenante no compa-
el tercero no le será oponible a aquel. Ello significa rece, o comparece pero no asume la defensa, por
que en el juicio de regreso que deberá promover lo cual el adquirente debe continuar sólo en su de-
el adquirente para recuperar el precio pagado y, fensa contra el tercero y triunfa tiene derecho a co-
en su caso, los daños y perjuicios, podrán discu- brar los gastos judiciales (28). El nuevo Código no
tirse de nuevo todos los extremos necesarios para hace distingos y carga en cualquier caso los gastos
determinar si opera, o no, la responsabilidad por al transmitente.
evicción.
4. Cesación de la responsabilidad. Análisis de
Si el adquirente es vencido por el tercero, nace las diversas causas
para el enajenante la obligación de devolver el
precio recibido que es subsidiaria de la obligación El artícu­lo 1048 del nuevo ordenamiento civil y
principal de defensa en juicio que se ha visto fra- comercial regula la denominada “cesación de la
casada (26). Si es de mala fe debe, además, indem- responsabilidad” (o de la garantía, en el derecho
nizar todos los perjuicios, entre ellos, las mejoras clásico). Con igual precisión, ese Código como el
y el pago de las costas del juicio devengadas por de Vélez, denominan a esta vicisitud como “cesa-
su defensa. ción”, vocablo que expresa con claridad que algo
que existía se acaba. Es decir, un adquirente que
Los gastos de defensa en juicio, que pueden ser gozaba de la garantía o responsabilidad la pierde
incluidos entre los daños que se irrogan al adqui- como sanción a alguna conducta suya. No cabe
rente tienen regulación especial en el Código ve- duda que la sanción es grave y conviene que así
lezano (art. 2117) con diferencias sustanciales en sea porque el sistema trata otra vez de evitar la
el nuevo. El artícu­lo 1047 del nuevo ordenamiento connivencia entre adquirente y tercero recla-
obliga al garante al pago de los gastos que el ad- mante en perjuicio del transmitente.
quirente ha afrontado para la defensa de sus de-
rechos. Entendemos que esta es la regla justa El nuevo Código enumera las causales que se
porque no diferencia las resultas del pleito, si el encuentran en los artícu­los 2110 al 2113 del Có-
adquirente venció o fue vencido. Solo se niega el digo civil, agregando un supuesto que se había
derecho al cobro como sanción ante la falta de ci- omitido cual es la del allanamiento del adquirente
tación al garante o cuando el garante comparece al a la demanda del tercero sin el consentimiento del
juicio y se allana pero el adquirente continúa con transmitente. Se dispone en el artícu­lo 1048: a) si
la defensa y es vencido. el adquirente no cita al garante, o lo hace después
de vencido el plazo que establece la ley procesal;
De esta manera se da mejor respuesta al pro- b) si el garante no comparece al proceso judicial,
blema que plantea el artícu­lo 2117 del Código de y el adquirente, actuando de mala fe, no opone las
Vélez cuando dispone que nada le deba el trans- defensas pertinentes, no las sostiene, o no inter-
mitente al adquirente si se gana el juicio contra pone o no prosigue los recursos ordinarios de que
el tercero, porque en ese caso se ha reconocido dispone contra el fallo desfavorable; c) si el adqui-
que el derecho por él transmitido no tenía vicios. rente se allana a la demanda sin la conformidad
del garante; o somete la cuestión a arbitraje y el
laudo le es desfavorable.
 (26)  En la doctrina se insiste en señalar que la pri-
mera y principal obligación del enajenante es la defensa
en juicio del adquirente y la responsabilidad por la evic-
ción concretada es subsidiaria de aquella, v. SALAS, AC-
DEEL, ob. cit., pág. 253; CALVO COSTA, CARLOS AL-  (27)  NICOLAU, NOEMÍ LIDIA, ob. cit., pág. 389.
BERTO, ob. cit., pág. 606.  (28)  WAYAR, ERNESTO, ob. cit.
158 | Suplemento especial cONTRATOS

El mismo artícu­lo prevé una excepción funda- la carga que asume el adquirente cuando aban-
mental a las causales de cesación: el adquirente dona la defensa frente al tercero.
conserva las acciones de regreso fundadas en la
responsabilidad del transmitente si prueba que, 5. Prescripción
por no haber existido oposición justa que hacer al
derecho del vencedor, la citación oportuna del ga- Con acertado criterio el nuevo Código prevé en
rante por evicción, o la interposición o sustancia- el artícu­lo 1050 que se extingue la responsabilidad
ción de los recursos, eran inútiles; o que el alla- del transmitente cuando el derecho del adquirente
namiento o el laudo desfavorable son ajustados a se sanea por el transcurso del plazo de la prescrip-
derecho. Es decir que el adquirente debe probar en ción adquisitiva. Es lógico que así sea porque se
el juicio de regreso que el derecho del tercero que ha extinguido el derecho de cualquier tercero a re-
el no cuestionó válidamente era irrefutable. Esa es clamar un mejor derecho sobre el mismo bien.u
La garantía por vicios
redhibitorios en el Código Civil
y Comercial de la Nación.
Comparación con el Código Civil,
el Código de Comercio y la Ley
de Defensa del Consumidor
POR Fernando A. Sagarna

SUMARIO: I. Introito.— II. Metodología del Código Civil, del Código de Comercio y del Código Civil
y Comercial de la Nación. La metodología empleada por la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor.—
III. Regímenes existentes para la protección por vicios.— IV. Nomenclatura del Código Civil, del Có-
digo de Comercio y de la Ley 24.240. La nomenclatura prevista en el Código Civil y Comercial de la Na-
ción.— V. Concepto de “vicio redhibitorio”. Extensión del concepto.— VI. Requisitos de los vicios redhi-
bitorios.— VII. Contratos a los que se aplica la responsabilidad por vicios ocultos.— VIII. Disponibilidad
de la obligación de saneamiento.— IX. Ampliación convencional de la garantía.— X. Defectos ocultos no
comprendidos en la garantía. Prueba: carga y contenido.— XI. Ejercicio de la responsabilidad por de-
fectos ocultos: carga de la denuncia del defecto oculto. Caducidad de la garantía. Prescripción de las ac-
ciones.— XII. Régimen de las acciones.— XIII. La acción de daños y perjuicios.— XIV. Defecto subsanable
y defecto no subsanable.— XV. Pérdida o deterioro de la cosa.— XVI. Pluralidad de bienes.— XVII. Plura-
lidad de sujetos.— XVIII. Ignorancia o error del responsable.— XIX. A tal punto es la mejora.

I. Introito dolo con el régimen del Código Civil de Vélez Sars-


field y el del Código de Comercio, sin perjuicio de
Si bien la responsabilidad por saneamiento hacer algunas alusiones a las facultades del con-
abarca la acción por cumplimiento ante el defecto, sumidor otorgadas por el art. 10 bis y el régimen
la garantía por evicción y la garantía por vicios red- específico de la garantía legal establecido en los
hibitorios (1), destinaremos este breve ensayo a este arts. 11 a 18 de la Ley 24.240 de Defensa del Consu-
último régimen tuitivo, es decir a la protección del midor, aunque más restringido pues sólo se refiere
contratante por los defectos de la cosa en el Có- a las “cosas muebles no consumibles”. Como se ex-
digo Civil y Comercial de la Nación, comparán- presaba ya en el Proyecto de Código Civil de 1998
“Tanto la garantía por evicción como la garantía
por vicios redhibitorios son consideradas cláusulas
 (1) Lorenzetti entiende que la garantía de sanea- naturales de los contratos onerosos, incluyendo a
miento es un género conceptual que abarca: 1) la ga- las donaciones con cargo y remuneratorias...” (2).
rantía de evicción; 2) los vicios redhibitorios; 3) la acción
por cumplimiento, solicitando que el garante perfec-
cione el título o subsane los defectos o que le indemnice  (2)  LORENZETTI, Ricardo Luis, “Tratado de los Con-
los daños (LORENZETTI, Ricardo Luis, “Tratado de los tratos”, “Parte General”, p. 672; Fundamentos del Pro-
Contratos”, “Parte General”, Bs. As. Santa Fe, Rubinzal- yecto de Código Civil de la República Argentina, Bs. As.,
Culzoni, 2004, p. 672). La Ley, 1999, ps. 59 y 60; ACQUARONE, María T., en STI-
160 | Suplemento especial cONTRATOS

II. Metodología del Código Civil, del Código un Título para los contratos en general, y en él una
de Comercio y del Código Civil y Comercial de Sección referida a la “obligación de saneamiento”
la Nación. La metodología empleada por la Ley con disposiciones generales (arts. 997 a 1022, con
24.240 de Defensa del Consumidor un total igual de 26 artícu­los que el CCyCN), un
acápite para la garantía por evicción y otro para
La responsabilidad por saneamiento fue tratada los defectos ocultos. El Proyecto del PEN de 1992
por Vélez Sarsfield imprecisamente entre el con- no contiene un apartado para la obligación de sa-
trato oneroso de renta vitalicia y el contrato de de- neamiento en general, sino que destinaba todo un
pósito, en el Título XIII destinado a la “evicción” Título a los efectos de los contratos onerosos (arts.
(arts. 2089 a 2163) y el Título XIV dedicado a los 906 a 929, con 24 artícu­los), dividido en la garantía
“vicios redhibitorios” (arts. 2164 a 2181), es decir por evicción y la garantía por vicios redhibitorios.
que no fue incluida en la parte general de la teoría En los Fundamentos del Proyecto de 1998, basado
del contrato, aunque reunió ambas protecciones en los Códigos Civiles chileno y peruano de 1984,
del adquirente en reglas generales, lo hizo entre se lee que se proponía “... una nueva regulación,
dos contratos civiles especiales, dejando para otra más breve y concreta que la contenida en el Código
parte del Código Civil la acción por cumplimiento Civil y en el Código de Comercio, para los vicios re-
(art. 505, Cód. Civil), la que también se comprende dhibitorios y para la garantía de evicción, bajo el
en la obligación de saneamiento. denominador de obligación de saneamiento” (3).
A su vez se añade en esos Fundamentos que: “El
El Código de Comercio trata los vicios internos saneamiento, pues, abarca las garantías por evic-
de la cosa en los arts. 473 y 476 pero refiriéndose ción y por vicios redhibitorios; ... El saneamiento...
a la “compraventa” comercial, sin dedicar normas va más allá, porque también da lugar a que el ad-
genéricas o específicas con más precisiones que quirente ejerza las acciones de cumplimiento del
las pocas que se encuentran en esas normas. contrato; por lo tanto, aquél tiene asimismo de-
recho a requerir al garante que perfeccione el título,
En este sentido, el Código Civil y Comercial de o subsane los defectos (artículo 505, inc. 1º, Código
la Nación —en adelante el CCyCN— mejoró la es- Civil), o que le indemnice los daños que ha sufrido
tructura de la teoría general de los contratos y des- (artículo 505, inc. 3º, Código Civil)” (4).
tina en el Libro Tercero “Derechos Personales”, el
Título II referido a los “Contratos en General”, y Es así que el art. 1034 del CCyCN prescribe que:
aquí en este Título en el Capítulo 9º “Efectos” de “El obligado al saneamiento garantiza por evicción
los contratos, la Sección 4ª se dedica a la “Obliga- y por vicios redhibitorios...”, esto es que la obliga-
ción de Saneamiento” (arts. 1033 a 1058, un total ción de saneamiento comprende además la ga-
de 26 artícu­los), dividida a su vez en tres partes, rantía por evicción según la extensión dispuesta
una que engloba las “Disposiciones Generales” por el art. 1044 y la garantía por determinados de-
—Parágrafo 1º— (arts. 1033 a 1043), referida a as- fectos ocultos que se enumeran en el art. 1051.
pectos genéricos y a los derechos del adquirente,
otra a la “Responsabilidad por Evicción —Pa- Por regla general se establece en el art. 1039 del
rágrafo 2º— (arts. 1044 a 1050) y una última a la CCyCN la “responsabilidad por saneamiento” y en
“Responsabilidad por Vicios Ocultos” —Parágrafo lo que la misma consiste, así el acreedor tiene de-
3º— (arts. 1051 a 1058). recho a optar entre:
Debe observarse que esta misma línea siguió su a) reclamar el saneamiento del título o la subsa-
antecesor, el Proyecto de 1998, el que destinaba nación de los vicios (art. 1039, inc. a);

b) reclamar un bien equivalente, si es fungible


GLITZ, Rubén S. (Director), “Contratos Civiles y Comer-
(art. 1039, inc. b);
ciales”, 2ª edición actualizada y ampliada, Bs. As., La Ley,
2010, t. II, p. 368; CIFUENTES, Santos, en BELLUSCIO,
c) declarar la resolución del contrato, excepto en
Augusto César (Director), ZANNONI, Eduardo A. (Coor-
los casos previstos en los artícu­los 1050 —derecho
dinador)”, “Código Civil y leyes complementarias”, Bs.
As., Astrea, 2004, t. 9, p. 785; WAYAR, Ernesto C., “Evic-
del adquirente que se sanea por prescripción ad-
ción y vicios redhibitorios”, Bs. As., Astrea, 1992, t. 2, p. quisitiva, en donde se extingue la responsabilidad
128; GASTALDI, José María y GASTALDI, José Mariano,
“Los contratos en general”, en RIVERA, Julio César (Di-
rector) y MEDINA, Graciela (Coordinadora), “Comenta-  (3)  Proyecto de Código Civil de la República Argen-
rios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación tina, p. 59.
2012”, Bs. As., Abeledo Perrot, 2012, p. 611, sobre el ac-  (4)  Proyecto de Código Civil de la República Argen-
tual art. 1036. tina, p. 59.
Fernando A. Sagarna | 161

por evicción— y 1057 —cuando el defecto es sub- los defectos, no se estaría reclamando el reemplazo
sanable, el garante ofrece subsanarlo y él no lo por otro bien si fuera fungible o la resolución del
acepta— (art. 1039, inc. c). Pero el acreedor de la contrato. Lo mismo si el acreedor opta porque se
responsabilidad por evicción puede reclamar la le reemplace el bien fungible por otro para asegu-
resolución: 1) si los defectos en el título afectan el rarse la existencia y legitimidad del derecho que
valor del bien a tal extremo que, de haberlos co- le fue transmitido o por uno que no contenga de-
nocido, el adquirente no lo habría adquirido, o su fectos, el adquirente no podrá acumular la acción
contraprestación habría sido significativamente de (saneamiento del título) subsanación de los de-
menor o 2) si una sentencia o laudo produce la fectos o la resolución del contrato. La opción por
evicción (art. 1049) y el acreedor de la garantía por una hace caer a las otras. Entendemos que dicha
vicios ocultos puede solicitar la resolución: 1) si se selección podrá realizarse hasta que el deman-
trata de un vicio redhibitorio o 2) si medió una am- dado obligado al saneamiento sea notificado ju-
pliación convencional de las partes (art. 1056). dicialmente (7). El cambio de una acción por otra
podrá hacerse antes de dicha notificación, aun ha-
d) reclamar daños y perjuicios en todos estos su- biendo notificaciones extrajudiciales, durante el
puestos —en a), b) o c)—, salvo que: 1) el adqui- proceso de mediación obligatoria o habiendo éste
rente conocía o pudo haber conocido la existencia concluido. Ninguno de estos supuestos impedirá
de los vicios, 2) si el enajenante no conocía, ni el cambio de la acción, obviamente respetándose
pudo haber conocido la existencia de los vicios, 3) las reglas procesales que así lo regulan en los dis-
si la transmisión había sido hecha a riesgo del ad- tintos ordenamientos jurisdiccionales. Insistimos,
quirente, o 4) si la adquisición resultaba de una su- la acción por daños es acumulable a cualquiera
basta judicial o administrativa (art. 1040, 1ª parte). de las tres opciones referidas. Obsérvese que en
La exención de responsabilidad por daños de los el régimen del Código Civil la acción por daños
supuestos encuadrados en 1) y 2) de este apartado está proscripta por regla, salvo cuando el trans-
no puede invocarse por el enajenante que actúa mitente actuó con mala fe o dolo, es decir que el
profesionalmente en la actividad que corresponde acreedor puede probar que conocía o debía co-
a la enajenación, a menos que el adquirente tam- nocer por su profesión la existencia de los vicios
bién se desempeñe profesionalmente en esa acti- ocultos y siempre que ejerciera la acción redhibi-
vidad (art. 1040, 2ª parte). toria, puesto que si ante vicios ocultos optaba por
la acción estimatoria o quanti minoris, no podía
Todas las acciones previstas en los puntos a), reclamar por daños y perjuicios en virtud del art.
b) y c), son opcionales, y habiendo ejercido el 2176. Así, el Código Civil de Vélez Sarsfield dis-
acreedor de la obligación de saneamiento una de pone en esa norma que si el vendedor conoce o
esas acciones señaladas, ya no podrá ejercer la debía conocer, por razón de su oficio o arte, los vi-
otra, es decir que una vez realizada la opción no cios o defectos ocultos de la cosa vendida, y no los
se puede volver atrás, tampoco son acumulables, manifestó al comprador, éste tiene además el de-
pero la acción por los daños sufridos sí puede adi- recho a ser indemnizado de los daños y perjuicios
cionarse a la acción elegida (volveremos más ade- siempre que optase por la rescisión del contrato (8).
lante sobre esta última acción). El CCyCN sigue a la Ley 24.240 de Defensa del
Consumidor en la línea de la posibilidad de acu-
Se ha sostenido que la regulación del art. 1039
mular el reclamo por daños a la acción elegida be-
sigue los parámetros del art. 10 bis de la Ley
neficiando así al adquirente que con el régimen de
24.240 (5) y los del art. 17 de la misma (6).
Vélez Sarsfield esta indemnización queda siempre
La regla es de toda lógica toda vez que si se soli- sujeta a que se haya ejercido la acción redhibi-
cita (el saneamiento del título) o la subsanación de toria y el transmitente haya actuado con mala fe
o dolo y no en otras circunstancias. Aunque tam-
bién remarcamos que en el CCyCN por el art. 1040
 (5) GASTALDI, José María y GASTALDI, José Ma-
riano, “Los contratos en general”, en RIVERA, Julio César  (7)  En el mismo sentido: CALVO COSTA, Carlos A., en
(Director) y MEDINA, Graciela (Coordinadora), “Co- BUERES, Alberto J. (Dirección), Elena I. Highton (Coor-
mentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la dinación), “Código Civil y normas complementarias.
Nación 2012”, p. 611. Análisis doctrinario y jurisprudencial”, Bs. As., Hammu-
 (6) LOVECE, Graciela, “La obligación de sanea- rabi, 2003, t. 4D, p. 758.
miento. Responsabilidad por evicción y vicios redhibito-  (8)  Se entendía que la presunción del art. 2176 era
rios o vicios ocultos”, en “Revista de Derecho Privado y iuris et de iure (BORDA, Guillermo A., BORDA, Ale-
Comunitario”, 2014-I, Bs. As. Santa Fe, Rubinzal-Culzoni, jandro (Actualizador), “Tratado de Derecho Civil - Con-
2014, p. 251. tratos”, 10ª edición, Bs. As., La Ley, 2012, t. I, p. 184).
162 | Suplemento especial cONTRATOS

el reclamo por daños y perjuicios se podrá efec- del art. 10 bis, más la respectiva acumulación del
tuar salvo que: 1) el adquirente haya conocido o reclamo por daños y perjuicios, o la acción pre-
podido conocer la existencia de los vicios, 2) si el vista en el art. 11, es decir la garantía mínima legal
enajenante no conocía, ni podía conocer la exis- por reparación de la cosa, la que por no ser repa-
tencia de los vicios, 3) si la transmisión había sido rada satisfactoriamente provocará las distintas
hecha a riesgo del adquirente, o 4) si la adquisición facultades que el art. 17 le otorga al consumidor,
resultaba de una subasta judicial o administrativa más el reclamo por daños. Aunque en esa ley la ac-
(art. 1040, 1ª parte; asimismo la exención de res- ción por daños no requiere de condiciones especí-
ponsabilidad por daños de los supuestos encua- ficas como las que señala el art. 1040 del CCyCN.
drados en 1) y 2) no puede invocarse por el enaje-
nante que actúa profesionalmente en la actividad III. Regímenes existentes para la protección
que corresponde a la enajenación, a menos que el por vicios
adquirente también se desempeñe profesional-
mente en esa actividad —art. 1040, 2ª parte—). Antes de la vigencia del CCyCN se encuentran
tres regímenes específicos sobre los vicios redhibi-
Pero ante todo debemos subrayar que si el fabri- torios, el que trae el Código Civil para los contratos
cante o quien interviene en la cadena de comercia- civiles (arts. 2164 a 2181) con su régimen de pres-
lización del bien otorgó garantías convencionales cripción específico (arts. 4023, 4030, 1º párrafo —
especiales por los vicios ocultos y el adquirente del acción de nulidad por error—, 4040, 4041), el del
bien opta por ejercer los derechos de estas protec- Código de Comercio para la compraventa comer-
ciones, las que pueden suprimir, disminuir o in- cial (arts. 473 y 476), con sus normas sobre el plazo
crementar las dispuestas por el régimen general de prescripción de la acción (arts. 846, 847, inc. 3º
de la obligación por saneamiento, siempre que no —acción de nulidad por error—) y el que trae la
violen la manda del art. 1038, las acciones del art. Ley 24.240 de Defensa del Consumidor como regla
1039 se tendrán por renunciadas, como también la ante el incumplimiento del proveedor (art. 10, ley
acción de daños del art. 1040, con la salvedad que citada) y el específico régimen de garantía mínima
trae esta norma, según así lo dispone el art. 1052, legal para las “cosas muebles no consumibles”
inc. c) in fine, salvo estipulación en contrario. (arts. 11 a 18, ley citada).

La Ley 24.240 de Defensa del Consumidor esta- Es decir que el régimen del Código Civil de Vélez
blece una regla general en su art. 10 bis, pues ante Sarsfield para los vicios redhibitorios comprende
el incumplimiento de la obligación por el pro- la protección para los contratos onerosos civiles
veedor, salvo caso fortuito o fuerza mayor, el con- (compraventa y los referidos en el art. 2180: dación
sumidor podrá optar por: en pago, contratos innominados, por remates o
adjudicaciones, permutas, donaciones con cargo,
a) exigir el cumplimiento forzado de la obligación, sociedad). El régimen previsto en el Código de Co-
siempre que ello fuera posible (art. 10 bis, inc. a); mercio abarca la compraventa comercial. Y el le-
gislado en la Ley de Defensa del Consumidor es-
b) aceptar otro producto o prestación de ser- tablece un régimen tuitivo para toda relación de
vicio equivalente (art. 10 bis, inc. b); consumo prevista en los arts. 1 y 2 de la Ley 24.240,
con la específica regulación protectoria para el
c) rescindir el contrato con derecho a la restitu- consumo de “cosas muebles no consumibles”.
ción de lo pagado, sin perjuicio de los efectos pro-
ducidos, considerando la integridad del contrato A partir de la vigencia del CCyCN hay solamente
(art. 10 bis, inc. c). dos regímenes en lugar de los tres existentes:
Además, el consumidor podrá acumular a cual- 1) el de esta normativa —la del CCyCN— que
quiera de estas acciones elegida el reclamo por los unifica los efectos de los contratos civiles y comer-
daños y perjuicios padecidos (art. 10 bis, 2º párrafo). ciales y trae la obligación de saneamiento, com-
prensiva además de las garantía de evicción y por
Para las “cosas no consumibles”, la Ley 24.240 vicios ocultos; y,
establece en los arts. 11 a 18 un régimen especial
de garantía mínima legal (9), es decir que el consu- 2) el sistema protectorio que dimana de la Ley
midor podrá optar por cualquiera de las acciones 24.240 para todos los bienes y servicios en general,

 (9)  Tratamos la cuestión comentando los arts. 11 a 18


de la Ley 24.240 en SAGARNA, Fernando Alfredo, en PI- “Ley de Defensa del Consumidor Comentada y Anotada”,
CASSO, Sebastián y VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto A., Bs. As., La Ley, 2009, t. 1, ps. 165 y ss.
Fernando A. Sagarna | 163

pero adicionándose además un régimen tuitivo “vicios o defectos ocultos de la cosa vendida” (art.
especial para las “cosas muebles no consumibles” 2176).
(la garantía mínima legal).
El Código de Comercio los tilda de “vicios in-
Así, con el CCyCN se simplifican las diferen- ternos de la cosa” (art. 473) y de “vicios o defectos
cias existentes entre los vicios redhibitorios en los que se atribuyan a la cosa vendida” (art. 476).
contratos civiles y los contratos comerciales, entre
ellos, por ejemplo, el dies a quo del plazo de pres- El CCyCN los menciona genéricamente “vicios
cripción de la acción por defectos ocultos en ambos ocultos” en el Título que los nuclea (en el Pará-
contratos, toda vez que para los primeros si bien la grafo 3º de la Sección 4ª del Título II del Libro Ter-
norma del art. 4041 del Cód. Civil no establecía a cero citado), aunque como “vicios redhibitorios”
partir de cuándo se comenzaba a contar el inicio (en los arts. 943, 1051, 1052, 1056 1220, 2564), “vi-
del plazo de la acción redhibitoria o estimatoria, cios ocultos” (art. 1034, en el título del Parágrafo
la doctrina afirmaba que éste se contaba a partir citado, arts. 1051, 1272, 1558) o “defectos ocultos”
desde que el vicio se había hecho manifiesto para (arts. 1051, 1053, 1054, 1055, 2407). En otras
el adquirente de la cosa o éste lo podía conocer (10),
normas los llama directamente como “defectos”
mientras que para los segundos, los contratos co-
(arts. 748, 1052, 1057, 1058, 1158, 1271, 1272, 1483,
merciales, en el art. 473 del Cód. de Comercio se
establecía un plazo de caducidad de la acción que 1521).
no podía exceder de seis meses a contarse desde la
Este Código en diversas normas también se re-
entrega de la cosa por el vendedor al comprador,
fiere a los “vicios aparentes” (arts. 747, 748, 1272,
es decir que en los contratos civiles la garantía per-
dura sine die, aunque si el vicio oculto se hace ma- 1306).
nifiesto, el acreedor tiene tres meses para accionar
La ley 24.240 de Defensa del Consumidor los
desde ese conocimiento, mientras que en la com-
cita genéricamente como “defectos o vicios de
praventa comercial el comprador tiene seis meses
de plazo de caducidad como máximo para re- cualquier índole” (art. 11), comprendiéndose aquí
clamar por el vicio oculto a partir de que recibe la no solamente a los “ocultos” sino también a los
cosa, plazo que a pesar de ser fijado por el Código “ostensibles” o “manifiestos”, es decir a los “apa-
de Comercio puede ser disminuido según arbitrio rentes”. Sin embargo, también se refiere a los “vi-
judicial, lo que conllevaba la injusticia del desco- cios redhibitorios” en relación a normas del Có-
nocimiento del comprador de su plazo máximo digo Civil de Vélez Sarsfield (art. 18, que une a los
para accionar. Volveremos sobre la cuestión al arts. 2170 y 2716 de ese Código).
tratar la carga de denunciar el vicio, la caducidad
del derecho y la prescripción de la acción. El Proyecto de 1998 los mencionaba como “de-
fectos ocultos” en el Título que los englobaba (asi-
Por lo que si el víncu­lo es encuadrado por la re- mismo en los arts. 1015, 1017, 1018, 1019), aunque
lación de consumo, será aplicable el art. 10 bis de también los señalaba indistintamente como “vi-
la Ley 24.240 o, en su caso, los arts. 11 a 18 de la cios redhibitorios” (arts. 1015, 1016, 1020). El Pro-
misma norma. Si no se trata de una relación de
yecto de 1992 los reunía bajo el título “De los vi-
consumo, se mecanizará el régimen de sanea-
cios redhibitorios” (comprendía las normas del
miento previsto específicamente en el CCyCN de
los arts. 1033 a 1058, con sus reglas determinadas. art. 918 a 929), y así los llamaba a lo largo de ese
régimen (arts. 918 a 920, 922 a 925, 929) o simple-
IV. Nomenclatura del Código Civil, del mente “vicio” (art. 921, 923, 926).
Código de Comercio y de la Ley 24.240. La
nomenclatura prevista en el Código Civil y V. Concepto de “vicio redhibitorio”. Extensión
Comercial de la Nación del concepto

El Código de Vélez Sarsfield denomina a los de- El art. 2164 del Cód. Civil de Vélez Sarsfield los
fectos ocultos cubiertos por la garantía “vicios re- conceptúa como “los defectos ocultos de la cosa,
dhibitorios” (arts. 2164 a 2166, 2167, 2169 a 2174, cuyo dominio, uso o goce se transmitió por título
2177 a 2180), simplemente “vicios” (arts. 2168) o oneroso, existentes al tiempo de la adquisición, que
la hagan impropia para su destino, si de tal modo
 (10)  CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Alberto disminuyen el uso de ella, que a haberlos cono-
J. (Dirección), Elena I. Highton (Coordinación), “Código cido el adquirente, no la habría adquirido o habría
Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y dado menos por ella”. El Código de Comercio los
jurisprudencial”, t. 4D, p. 753. menciona pero no los define (arts. 473 y 476).
164 | Suplemento especial cONTRATOS

El Proyecto de 1998 (art. 1015, inc. b (11)) da su de- cionales”, es decir comprendiéndose los vicios de
finición de “vicios redhibitorios” basada en la del estructura, de formación, de conformación, de pro-
Proyecto del PEN de 1992 (art. 918 (12)). ducción, como los que afectan las funciones, activi-
dades, utilidades, dinamismo, esencial de la cosa.
El CCyCN conceptúa a los “vicios redhibitorios” También podrá entenderse como vicio a aquél que
en su art. 1051, inc. b), como “... los defectos que no hace al dinamismo por ser la cosa estática pero
hacen a la cosa impropia para su destino por ra- inútil para su función (banco de madera con una
zones estructurales o funcionales, o disminuyen su de sus patas en mal estado). No se comprende-
utilidad a tal extremo que, de haberlos conocido, rían los vicios leves o defectos de estructura o de
el adquirente no lo habría adquirido, o su contra- funciones que no hacen a la esencia de la cosa, es
prestación hubiese sido significativamente menor”. decir aquellos que son secundarios o que de tan
La redacción del CCyCN mejora la definición dada pequeños no devalúan a la cosa en su sustancia,
por el Código Civil. Veamos en qué sentido. pues por lo que afectan no fue precisamente ad-
quirida.
En primer término, si bien de la definición de
Vélez Sarsfield se quita el calificativo de “ocultos” El acreedor de la garantía por vicios ocultos
para los defectos, se enmienda en la regla del art. tendrá a su favor la acción del art. 1039, inc. a) in
1051 al entenderse que la responsabilidad por fine, para reclamar la subsanación del vicio grave
defectos ocultos se extiende a: 1) “los defectos no pero que no hace a la esencia de la cosa. Consi-
comprendidos en las exclusiones del artículo 1053” deramos que por estos vicios no podrá ejercer las
(art. 1051, inc. a) y 2) a “los vicios redhibitorios” acciones de reclamo de un bien equivalente si era
(art. 1051, inc. b), además de referirse todo el Pará- fungible (art. 1039, inc. b) o la resolución del con-
grafo 3º de la Sección 4ª de “Obligación de Sanea- trato (art. 1039, inc. c), acciones solamente dispo-
miento” a la “Responsabilidad por vicios ocultos”. nibles para cuando el vicio la hace impropia para
Además, en la propia definición se aclara que de su destino, aunque el acreedor también podrá
haber conocido los vicios el adquirente no habría ejercer la acción de daños y perjuicios (art. 1040)
adquirido la cosa o su contraprestación hubiese con las reservas especiales que se indican, acu-
sido significativamente menor, por lo que se trata mulable a la de subsanación de los vicios, pero los
de vicios no conocidos u ocultos. nocimientos a indemnizar seguramente serán de
poco monto o muchos rubros serán de difícil acre-
Se anexa a la definición de “vicios redhibitorios” ditación (por ejemplo la compleja prueba para de-
que los defectos pueden hacer la cosa impropia mostrar el lucro cesante sufrido por vicios ocultos
para su destino (13) por “razones estructurales o fun- no esenciales a la cosa, es decir que no hacen a la
cosa impropia para su destino).
 (11)  El Proyecto de 1998 los menciona como “... los Por último, se corrige en el CCyCN con mejor
hay si los defectos son de tal importancia que hacen a la
precisión terminológica el final del concepto del
cosa impropia para su destino por razones estructurales
art. 2164 del Cód. Civil al cambiarse la expresión:
o funcionales, o disminuyen su utilidad a tal extremo
que, de haberlos conocido, el adquirente no la habría
“...que a haberlos conocido el adquirente, no la ha-
adquirido, o su contraprestación habría sido significati- bría adquirido o habría dado menos por ella”, por
vamente menor” (art. 1015, inc. b). la siguiente frase: “...el adquirente no lo habría ad-
 (12)  El Proyecto de 1992 los caracteriza como “... los quirido, o su contraprestación hubiese sido signifi-
defectos ocultos de la cosa, cuyo dominio, uso, goce o cativamente menor”, no bastando que se hubiera
posesión, se transmitió por título oneroso, existentes al pagado menos, sino mucho menos. Como diría
tiempo de la adquisición, que la hicieren impropia para Vélez Sarsfield en la nota al art. 2164 del Cód. Civil:
su destino por razones estructurales o funcionales, si de “Los defectos pequeños no son vicios redhibitorios”,
tal modo disminuyeren el uso de ella que, de haberlos
conocido, el adquirente no la habría adquirido o habría
dado menos por ella” (art. 918). de la cosa está expresado en el convenio, a éste deberá
 (13) Debiéndose entender por tal (“su destino”), recurrirse (aut., ob. y loc., cit.). Si la cosa es impropia
cuando no está expresado en el contrato, “... al normal para su destino, aunque el adquirente le haya dado otro
o habitual que suele asignársele con un criterio obje- distinto, igualmente corre la garantía (ídem anterior).
tivo y no individual, recurriendo a las costumbres, de las El Código Civil de Perú en su art. 1486 regla: “Si no se
que surgen las cualidades que se tienen en cuenta gene- indica expresa o tácitamente la finalidad de la adquisi-
ralmente cuando se compran y reciben las cosas” (CI- ción, se presume que la voluntad de las partes es dar al
FUENTES, Santos, en BELLUSCIO, Augusto César (Di- bien el destino normal de acuerdo con sus caracterís-
rector), ZANNONI, Eduardo A. (Coordinador)”, “Código ticas, la oportunidad de la adquisición y las costumbres
Civil y leyes complementarias”, t. 9, p. 780). Si el destino del lugar”.
Fernando A. Sagarna | 165

porque no hacen a la cosa impropia para su des- razones estructurales o funcionales, o disminuyen
tino, si así lo hicieran del bien, no serían vicios su utilidad a tal extremo que, de haberlos conocido,
pequeños, sino graves, y por estos surge expresa- el adquirente no lo habría adquirido, o su contra-
mente la obligación de saneamiento del deudor. prestación hubiese sido significativamente menor”
Pero que existan vicios que sean pequeños no (art. 1051, inc. b).
obsta a que el acreedor también pueda accionar
contra el deudor mediante la acción de cumpli- Es decir que debemos señalar que la responsa-
miento (14), la que prescribe en un plazo mayor, a bilidad por vicios ocultos se extiende además de a
los diez años en el Código Civil (conf. art. 4023) (15) los vicios redhibitorios señalados (inc. b), a los de-
y a los cinco años en el CCyCN (art. 2560), plazo fectos no comprendidos en las exclusiones del art.
común para la acción de cumplimiento en la rela- 1053, es decir a:
ción de consumo a partir de la entrada en vigencia 1) los defectos ocultos del bien que el adquirente
de la Ley 26.994. no conoció o no debió haber conocido mediante un
En el comentario al art. 1051 del CCyCN se ha examen adecuado a las circunstancias del caso al
expresado que el concepto de “vicio oculto” es un momento de la adquisición (interpretación a con-
concepto muy relativo librado a la apreciación ju- trario sensu del inc. a) del art. 1053);
dicial (16). 2) los defectos ocultos del bien se haya hecho re-
La Ley 24.240 de Defensa del Consumidor men- serva expresa (inc. a) in fine del art. 1053); y,
ciona a los “vicios redhibitorios” (art. 18) pero no 3) los defectos ocultos del bien que existían al
los define, y se refiere también a los defectos os- tiempo de la adquisición (interpretación a con-
tensibles o manifiestos, es decir a los vicios apa- trario sensu del inc. b) del art. 1053).
rentes (art. 11).
Asimismo, será considerado que un defecto es
La responsabilidad por defectos ocultos com- un vicio redhibitorio, si las partes amplían con-
prende, según el art. 1051 del CCyCN: vencionalmente la garantía, esto es:
1) “los defectos no comprendidos en las exclu- 4) si las partes lo estipulan con respecto a ciertos
siones del artículo 1053”, norma que en dos in- defectos específicos, aunque el adquirente debiera
cisos (a y b) establece los defectos que no se com- haberlos conocido (inc. a) del art. 1052);
prenden dentro de la garantía es decir: a) los
defectos del bien que el adquirente conoció o 5) si el enajenante garantiza la inexistencia de
debió haber conocido mediante un examen ade- defectos o cierta calidad de la cosa transmitida,
cuado a las circunstancias del caso al momento aunque el adquirente debiera haber conocido el de-
de la adquisición y b) los defectos del bien que fecto o la falta de calidad (inc. b) del art. 1052);
no existían al tiempo de la adquisición; por lo que 6) si el que interviene en la fabricación o en la co-
a contrario sensu, estarían abarcados por la ga- mercialización de la cosa otorgan garantías espe-
rantía: a) los defectos del bien que el adquirente ciales (inc. a) del art. 1052).
conocía o debió haber conocido mediante dicho
examen al momento de la adquisición, es decir de VI. Requisitos de los vicios redhibitorios
la tradición de la cosa y b) los defectos del bien que
existían al tiempo de la adquisición (art. 1051, inc. Para la mecanización de la responsabilidad por
a), que como viéramos e; y, vicios redhibitorios en el Código Civil se exige una
serie de condiciones, entre ellas:
2) “los vicios redhibitorios”, es decir “los defectos
que hacen a la cosa impropia para su destino por 1) que el vicio sea oculto
2) que sea grave
 (14)  ALTERINI, Atilio Aníbal, “Contratos civiles —co- 3) que su causa esté al tiempo de la entrega del
merciales— de consumo”, Bs. As., Abeledo-Perrot, 2005, bien, aunque se haga visible con posterioridad (17)
ps. 553 y 555. o se exteriorice después de la entrega de la cosa (18)
 (15)  ALTERINI, Atilio Aníbal, “Contratos civiles —co-
merciales— de consumo”, p. 554.
 (16) CROVI, Luis Daniel, en RIVERA, Julio César y  (17) Comentando el art. 1053 del CCyCN: CROVI,
MEDINA, Graciela (Directores), ESPER, Mariano (Coor- Luis Daniel, en RIVERA, Julio César y MEDINA, Graciela
dinador), “Código Civil y Comercial de la Nación Co- (Directores), ESPER, Mariano (Coordinador), “Código
mentado”, Bs. As., La Ley, 2014, t. III, p. 592; sobre el ré- Civil y Comercial de la Nación Comentado”, t. III, p. 595.
gimen del Código Civil: ARGERI, Saúl A., “Compraventa  (18) SALERNO, Marcelo Urbano, “Vicios redhibito-
mercantil y vicios redhibitorios”, LA LEY, 1979-B, 1139. rios: tres notas fundamentales”, LA LEY, 1994-E, 651.
166 | Suplemento especial cONTRATOS

4) que sea desconocido por el adquirente (19) de la garantía por defectos ocultos (25). No se re-
quiere que el vicio sea eliminable o no (26).
5) que se trate de una transmisión a título one-
roso (20)  (21) Estos mismos requisitos son necesarios para
la responsabilidad del obligado frente a los de-
Se puede tratar de cosas muebles como de in- fectos ocultos en el CCyCN, es decir que para que
muebles (22), extendiéndose a la energía y a las se mecanice la garantía para los defectos no com-
fuerzas naturales susceptibles de apropiación (23). prendidos en las exclusiones del art. 1053 (conf.
Los bienes inmateriales no estarían incluidos (24). art. 1051, inc. a), el adquirente no conocía los de-
Los derechos intelectuales no pueden ser objeto fectos o no debía haberlos conocido mediante un
examen adecuado a las circunstancias del caso al
momento de la adquisición y no deben existir al
tiempo de la adquisición, mismos requisitos que
 (19)  WAYAR, Ernesto C., “Evicción y vicios redhibito- se exigen para considerar a un vicio redhibitorio
rios”, t. 2, p. 137. como abarcado por la garantía, a lo que se le debe
 (20) Como aclara Borda, en los contratos gratuitos añadir que los defectos deben hacer la cosa im-
“... el beneficiario de la liberalidad no tendría en verdad propia para su destino por razones estructurales o
de qué quejarse” (BORDA, Guillermo A., BORDA, Ale- funcionales o disminuir su utilidad a tal extremo
jandro (Actualizador), “Tratado de Derecho Civil - Con- que de haberlos conocido no habría adquirido el
tratos”, t. I, p. 167). Calvo Costa es claro al decir: “... quien bien o hubiera pagado mucho menos. También
recibe en forma gratuita una cosa que le ha sido trans- debemos iterar que se pueden hacer vicios redhi-
mitida, aun cuando ella fuera viciosa, no se le provoca bitorios de los que no lo son por ampliación con-
ningún menoscabo patrimonial; por el contrario, aun vencional de la garantía (art. 1052).
defectuosa, la cosa se incorpora a su patrimonio, pro-
vocando un acrecentamiento del mismo. Nunca puede VII. Contratos a los que se aplica la
una liberalidad —v.gr., en la donación— puramente gra- responsabilidad por vicios ocultos
tuita ocasionar un perjuicio al destinatario de la misma”
(CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Alberto J. (Direc- Si bien las normas de los arts. 1051 a 1058 del
ción), Elena I. Highton (Coordinación), “Código Civil y CCyCN no establecen a qué contratos se protege,
normas complementarias. Análisis doctrinario y juris- el art. 1033 en reglas generales dispone que están
prudencial”, t. 4D, p. 737). obligados al saneamiento “a) el transmitente de
 (21) NICOLAU, Noemí Lidia, ARIZA, Ariel, FRUS- bienes a título oneroso”, disponiendo a la vez el art.
TAGLI, Sandra y HERNÁNDEZ, Carlos A., “Funda- 1035 que: “El adquirente a título gratuito puede
mentos de Derecho Contractual”, Bs. As., La Ley, 2009, ejercer en su provecho las acciones de responsabi-
t. I, p. 395. Ver por todos los requisitos, además de estos lidad por saneamiento correspondientes a sus an-
autores: MOSSET ITURRASPE, Jorge, “Contratos”, edi- tecesores”.
ción actualizada, Santa Fe-Bs. As., Rubinzal Culzoni,
1995, ps. 487 y ss.; CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Es decir, que la garantía rige en los contratos que
Alberto J. (Dirección), Elena I. Highton (Coordinación), son a título oneroso, siendo tales “cuando las ven-
“Código Civil y normas complementarias. Análisis doc- tajas que procuran a una de las partes les son con-
trinario y jurisprudencial”, t. 4D, ps. 730 y ss.; LAFAILLE,
cedidas por una prestación que ella ha hecho o se
Héctor, BUERES, Alberto J. y MAYO, Jorge A., “Derecho
obliga a hacer a la otra” (conf. art. 967, 1ª parte,
Civil - Contratos”, Bs. As., La Ley - Ediar, 2009, t. II, ps. 342
y ss.; Ver SPOTA, Alberto G. - LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F.
CCyCN).
P. (Actualizador), “Contratos - Instituciones de Derecho
Sin embargo, los subadquirentes a título gra-
Civil”, 2ª edición actualizada y ampliada, Bs. As., La Ley,
2009, t. VII, p. 971; BORDA, Guillermo A., BORDA, Ale-
tuito que hubieren obtenido el bien del adquirente
jandro (Actualizador), “Tratado de Derecho Civil - Con- a título oneroso podrán disponer de esa garantía.
tratos”, t. I, ps. 168 y ss.; LÓPEZ DE ZAVALÍA, Fernando J., Esos subadquirentes podrán hacer uso de la ga-
“Teoría de los Contratos”, t. 1, “Parte General”, Bs. As., Za- rantía contra el transmitente originario siempre y
valía, 1991, ps. 504 y ss.; ARGERI, Saúl A., “Compraventa
mercantil y vicios redhibitorios”, LA LEY, 1979-B, 1139.
 (22)  LAFAILLE, Héctor, BUERES, Alberto J. y MAYO,  (25) NICOLAU, Noemí Lidia, ARIZA, Ariel, FRUS-
Jorge A., “Derecho Civil - Contratos”, t. II, p. 348. TAGLI, Sandra y HERNÁNDEZ, Carlos A., “Funda-
 (23) NICOLAU, Noemí Lidia, ARIZA, Ariel, FRUS- mentos de Derecho Contractual”, t. I, p. 400.
TAGLI, Sandra y HERNÁNDEZ, Carlos A., “Funda-  (26)  CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Alberto
mentos de Derecho Contractual”, t. I, p. 400. J. (Dirección), Elena I. Highton (Coordinación), “Código
 (24)  LAFAILLE, Héctor, BUERES, Alberto J. y MAYO, Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y
Jorge A., “Derecho Civil - Contratos”, t. II, p. 347. jurisprudencial”, t. 4D, p. 735.
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cuando ya no se hubiera hecho uso de ella por el vicios redhibitorios o disminuyendo el tipo de vi-
adquirente oneroso o el defecto no hubiera des- cios ocultos por los que se responde, etc. En fin las
aparecido. En este mismo sentido el Proyecto de normas de la obligación de saneamiento son dis-
1998 (art. 999). La protección a los subadquirentes, ponibles por las partes, pero siempre y cuando no
aunque con otra redacción, también se daba en el se afecte la ley, el orden público, principios rec-
Proyecto del PEN de 1992 (art. 919). tores en materia contractual que dimanan del art.
958 del CCyCN.
En el régimen del Código Civil también se apli-
caba la garantía a los contratos onerosos, dispo- El CCyCN dispone en su art. 1038 que la supre-
niéndose en el art. 2165 que: “Las acciones que en sión o disminución de la obligación por sanea-
este Título se dan por los vicios redhibitorios de las miento se tiene por no convenida:
cosas adquiridas, no comprenden a los adquirentes
a título gratuito”, es decir que se protegen sola- 1) si el enajenante conoció o debió conocer la
mente a los adquirentes a título oneroso por los vi- existencia de vicios (art. 1038, inc. a).
cios ocultos en la transmisión de la cosa, aunque
en la doctrina se amplió también dicha tutela a los 2) si el enajenante actúa profesionalmente en
subadquirentes a título gratuito, como lo hace en la actividad a la que corresponde la enajenación,
el mismo sentido el CCyCN. a menos que el adquirente también se desem-
peñe profesionalmente en esa actividad (art. 1038,
Es decir que no se varió la regla del Código Civil, inc. b).
aunque se mejoró su regulación para los subad-
quirentes a título gratuito que ya la doctrina bre- El Código Civil también trae normas en este sen-
gaba por su tutela ante los vicios ocultos. tido. Así, las partes pueden restringir, renunciar o
ampliar su responsabilidad por vicios redhibito-
VIII. Disponibilidad de la obligación de rios, siempre que no haya dolo en el enajenante
saneamiento (conf. art. 2166), pudiendo hacerse vicios redhibi-
torios de los que naturalmente no lo son, cuando
Si las partes no previeron nada sobre la obliga- el enajenante garantizase la inexistencia de aqué-
ción de saneamiento, se entiende por existente en llos, o la calidad de la cosa supuesta por el adqui-
la relación contractual en los términos de los arts. rente (art. 2167). En voz reiterativa en similar sen-
1033 a 1058 (conf. art. 1036) (27). Si bien es dispo- tido que el art. 2166, el art. 2169 de dicho Código
nible, el silencio de los contratantes la otorga. enuncia que la estipulación en términos generales
de que el enajenante no responde por vicios red-
Pero por el principio de autonomía de las partes hibitorios, no lo exime de responder del que tenía
en los contratos (conf. art. 958 —libertad para fijar conocimiento y que no se lo declaró al adquirente,
el contenido contractual, pero con los límites que así el declarado se convertiría en un vicio cono-
esa norma impone—), la obligación de sanea- cido por éste que aceptó igualmente la cosa objeto
miento puede disponerse, es decir que el transmi- del contrato.
tente puede modificar la garantía incrementán-
dola, disminuyéndola o suprimiéndola (conf. art. En ambos Códigos, en el Civil y el CCyCN, se
1036 in fine), aunque las cláusulas de supresión puede disponer de la garantía por saneamiento,
y disminución de la responsabilidad por sanea- pero se tendrá por dispuesta si las partes nada
miento tienen los límites legales (art. 1038) y serán dicen al respecto, a pesar de que este último punto
interpretadas en forma restrictiva por el juzgador no es aclarado por el Código Civil de Vélez Sars-
(art. 1037) (28), por ejemplo se daría estas cláusulas field, pero sí en el CCyCN, como también lo hacían
cuando el transmitente de un bien que conocía o los Proyectos de 1992 y 1998.
debía conocer por su profesión los vicios ocultos
de la cosa y la transmite eliminando la garantía por En el CCyCN se agrega que la disponibilidad de
la garantía por las partes será de interpretación
restrictiva como lo venía entendiendo la doctrina
 (27)  El Proyecto del PEN de 1992 establecía en su art. y jurisprudencia. Asimismo, con mejor precisión,
924, 1ª parte: “La garantía por vicios redhibitorios fun- el CCyCN añade que se tiene por no convenida la
cionará sin necesidad de ser mencionada en el contrato” supresión o disminución de la garantía si el ena-
(“Reformas al Código Civil. Proyecto y notas de la Comi- jenante conoció o debió conocer la existencia de
sión designada por decreto 468/92”, Bs. As., Astrea, 1993, los vicios (art. 1038, inc. a), mientras que el Có-
p. 188). digo Civil dispone genéricamente que se responde
 (28) LORENZETTI, Ricardo Luis, “Tratado de los por vicios redhibitorios cuando hay dolo del ena-
Contratos”, “Parte General”, p. 672. jenante (art. 2169). En este sentido se elimina en
168 | Suplemento especial cONTRATOS

el CCyCN la necesidad de dolo (o mala fe) del Có- ley no puede ser dispuesta por las partes, es decir
digo Civil por la demostración por el adquirente que en esta hipótesis tuitiva consumeril se trata de
del conocimiento o el deber de conocer el defecto un piso mínimo de obligaciones a cargo del enaje-
del enajenante. nante que podrá ampliar, pero nunca suprimir o
disminuir, pues se protege al consumidor que se
Como novedad el CCyCN introduce la elimi- lo reconoce como la parte más débil de la relación.
nación de la supresión o disminución de la ga- Obviamente, el art. 10 bis de la Ley 24.240 que dis-
rantía si el enajenante actúa profesionalmente pone acciones en caso de incumplimiento de la
en la actividad a la que corresponde la enajena- obligación por el proveedor tampoco resulta dis-
ción, a menos que el adquirente también se des- ponible. El art. 65 de esa norma es enfático al dis-
empeñe profesionalmente en esa actividad (por poner que la ley es de orden público.
ejemplo sería el supuesto de un contrato entre un
vendedor y un comprador, ambos profesionales Resulta menester dejar aclarado y reiteramos
del producto objeto del mismo y que el víncu­lo que si bien las partes que contratan tienen a su
no esté amparado por el régimen de la relación favor el principio de libertad de contratación pu-
de consumo de la Ley 24.240: dos arquitectos en diendo celebrar o no un contrato, salvo la hipó-
la compraventa de un inmueble), toda vez que tesis de contratación forzosa, y determinar su con-
ambos profesionales en la actividad que corres- tenido según la mejor conveniencia del negocio y
ponde a la transmisión del bien, deben conocer las contraprestaciones contempladas en función
sus defectos que para ellos no son ocultos, aunque del principio de la autonomía de las partes, los
sí para el resto de los enajenantes y adquirentes. contratantes lo deben hacer dentro de los límites
Ante la transmisión de un bien en la que se haya impuestos por la ley, el orden público, la moral y
suprimido o disminuido convencionalmente la las buenas costumbres (conf. art. 958, CCyCN). En
garantía, entre un enajenante profesional y un ad- el supuesto de la obligación de saneamiento dis-
quirente que no lo es, está amparado este último; puesta por el CCyCN el límite para suprimir o dis-
entre enajenante y adquirente ambos profesio- minuir dicha obligación está dado por el art. 1038.
nales, la garantía se tiene por suprimida o dismi-
nuida; y entre un transmitente no profesional y IX. Ampliación convencional de la garantía
un adquirente que sí es profesional en la actividad Entonces si las partes nada resolvieron sobre la
de la enajenación, también la eliminación o re- obligación de saneamiento, se tiene por existente
ducción de la garantía se la tendrá por válida. El (art. 1036, CCyCN).
dolo del enajenante que el Código Civil exige para
frenar la restricción o renuncia de la responsabi- Las partes pueden suprimir o disminuir dicha
lidad por vicios redhibitorios según el art. 2166, obligación (art. 1036, in fine), pero con los límites
no comprendería este supuesto contemplado en del art. 1038 del CCyCN.
el CCyCN. Además en ese artícu­lo 2166 del Có-
digo de Vélez Sarsfield se agrega imprecisamente También pueden aumentar o incrementar las
el vocablo “ampliar” la responsabilidad del enaje- obligaciones a su cargo: “Éstas pueden aumen-
nante por los vicios redhibitorios junto a la nece- tarla...” (conf. art. 1036, in fine, CCyCN), es decir
sidad de su dolo para no tener por suprimida esta pueden hacer vicios ocultos de los que no lo
obligación, puesto que si se amplió la obligación son (29), fijando vicios convencionalmente.
por defectos ocultos, el adquirente se hallaría pro-
tegido aun mediando dolo del transmitente. En el Para los vicios redhibitorios se dispone espe-
art. 2170 de ese Código se contempla la liberación cialmente en dos normas la posibilidad de am-
del enajenante por responsabilidad por vicios red- pliar convencionalmente la garantía por defectos
hibitorios si el adquirente los conocía o debía co- ocultos. El art. 1052 prescribe: “...Se considera que
nocerlos por su profesión u oficio, como en el inc. un defecto es vicio redhibitorio:
b) del art. 1038 del CCyCN.
a) si lo estipulan las partes con referencia a
En fin, en este aspecto el CCyCN mejora lo dis- ciertos defectos específicos, aunque el adquirente
puesto en el Código Civil, como asimismo intro- debiera haberlos conocido.
duce propuestas que la doctrina interpretaba res-
pecto a la ampliación convencional de la garantía.
Si comparamos el CCyCN con la Ley 24.240 de  (29)  CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Alberto
Defensa del Consumidor, debemos señalar que J. (Dirección), Elena I. Highton (Coordinación), “Código
la garantía mínima legal para las “cosas muebles Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y
no consumibles” que fijan los arts. 11 a 18 de esta jurisprudencial”, t. 4D, p. 739.
Fernando A. Sagarna | 169

b) si el enajenante garantiza la inexistencia de estaba exenta de defectos o que tenía ciertas cali-
defectos, o cierta calidad de la cosa transmitida, dades, aunque el adquirente le fuese fácil conocer
aunque el adquirente debiera haber conocido el de- el defecto o la falta de calidad (art. 2167, in fine).
fecto o la falta de calidad. En este mismo sentido pero con otra redacción el
art. 1052, inc. b) del CCyCN.
c) si el que interviene en la fabricación o en la co-
mercialización de la cosa otorga garantías espe- La garantía mínima legal de los arts. 11 a 18 de
ciales. Sin embargo, excepto estipulación en con- la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor para las
trario, el adquirente puede optar por ejercer los “cosas muebles no consumibles” es ampliable, no
derechos resultantes de la garantía conforme a los suprimible, ni tampoco puede disminuirse.
términos en que fue otorgada”.
X. Defectos ocultos no comprendidos en la
Esto es que las partes pueden convenir que un garantía. Prueba: carga y contenido
defecto que no reúna los caracteres del vicio re-
dhibitorio esté garantizado y protegido por las En el art. 1053 del CCyCN se dispone que: “La
normas tuitivas del saneamiento como si así lo responsabilidad por defectos ocultos no comprende:
fuera por: 1) considerarlo como tal aunque no
reúna los caracteres del vicio redhibitorio (por a) los defectos del bien que el adquirente conoció,
ejemplo, convertir por acuerdo convencional que o debió haber conocido mediante un examen ade-
un defecto pequeño o no grave en uno garanti- cuado a las circunstancias del caso al momento de
zado, tenerse por defecto a aquél cuya causa de la adquisición, excepto que haya hecho reserva ex-
aparición se haya originado mucho tiempo des- presa respecto de aquéllos. Si reviste características
pués de la adquisición del bien por el adquirente, especiales de complejidad, y la posibilidad de co-
etc.), 2) estimarlo como tal aunque el adquirente nocer el defecto requiere cierta preparación cientí-
lo debía haber conocido (por ejemplo, en la com- fica o técnica, para determinar esa posibilidad se
praventa de un inmueble con humedad visible en aplican los usos del lugar de entrega;
la que cualquier adquirente debe conocer que la
misma puede afectar la pintura, revoques, etc., en b) los defectos del bien que no existían al tiempo
la compra de un campo inundado, de una quinta de la adquisición. La prueba de su existencia in-
para sembrar y cultivar con terreno de tosca), o cumbe al adquirente, excepto si el transmitente
3) por otorgarse garantías especiales convencio- actúa profesionalmente en la actividad a la que co-
nales por el fabricante o en la comercialización del rresponde la transmisión”.
bien (por ejemplo, las garantías convencionales
de los que intervienen en la comercialización de Es decir que no serán “defectos ocultos”:
un bien). Debe destacarse, como lo enfatiza el art.
1052, inc. c) in fine, que si el adquirente opta por
ejercer los derechos de esta garantía, no podrá 1) los defectos aparentes, ostensibles o mani-
ejercer las acciones previstas en el art. 1039, como fiestos, porque el adquirente los conoció o los
tampoco el reclamo por daños del art. 1040, salvo debió haber conocido con el examen ordinario
estipulación en contrario. según las circunstancias del caso (por ejemplo, si
se compra una casa sin ser arquitecto no se podrá
Además, las partes pueden ampliar el plazo de alegar como vicio oculto los defectos padecidos en
caducidad de la garantía por defectos ocultos, una habitación que no era de fácil acceso al mo-
según así lo dispone el art. 1055, 2º párrafo, del mento de la adquisición, los defectos visibles por
CCyCN: “Estos plazos pueden ser aumentados con- oxidación en la pintura que tenía un automotor,
vencionalmente”. Pero en cuanto a la prescripción etc.); aunque la norma contempla que si se re-
de la acción, deberá recordarse que el art. 2533 im- quiere una preparación científica o técnica se apli-
pone la proscripción de modificar por convención carán los usos del lugar de entrega para meritar si
las normas relativas a este instituto. se debían considerar los defectos como ocultos
o no (v.gr., el comprador de hacienda no podrá
El Código Civil permite en el art. 2167 hacer vi- alegar como defecto oculto el estado del cuero
cios redhibitorios de los que no lo son, cuando el de la misma, de su estado en general, salvo en-
enajenante garantizase la inexistencia de aqué- fermedades ocultas, el comprador de un campo
llos o la calidad de la cosa supuesta por el adqui- para cultivarlo no podrá alegar que el mismo no
rente. Esa norma dispone que esa garantía tiene era idóneo para la siembra, etc.; pues en estos su-
lugar aunque no se exprese, cuando el enajenante puestos se entiende que quien compra hacienda o
afirmó positivamente en el contrato que la cosa un campo para cultivarlo, conoce de esa actividad,
170 | Suplemento especial cONTRATOS

sino deberá asesorarse (30)). También se considera actividad en la que corresponde la transmisión,


aparente el vicio oculto conocido (31). es decir que el enajenante profesional corre con
la carga de la acreditación inversa, es decir que el
2) los defectos que al momento de la adquisición vicio no estaba presente en su causa al tiempo de
no existían y sobrevienen después del momento de la transmisión de la cosa. Esta regla es lógica y ra-
la adquisición de la cosa, se entiende que se trata zonable que así sea, pues ante un víncu­lo en que
de aquellos defectos que ocultos ni siquiera su el enajenante es profesional y el adquirente no lo
germen estuvo presente al momento de la entrega es, sobre aquél debe pesar la carga de dicha pro-
del bien, porque si el defecto fuera aparente que- banza en protección de este último sujeto. Es decir
daría excluido de la responsabilidad por sanea- que el CCyCN trasluce la protección de los más dé-
miento por el inciso anterior y si fuera oculto en su biles para equilibrar la balanza de las disparidades
germen al momento de la adquisición estaría pro- que se presentan en la sociedad (por ejemplo, un
tegido por la garantía del inc. a) del art. 1051, con arquitecto que vende una casa a otra persona, de-
remisión al art. 1053, inc. b). berá cargar con la prueba de que el vicio no estaba
presente en su germen al tiempo de la entrega del
Si bien la norma hace expresa indicación que los inmueble). Insistimos en que la norma del art.
defectos no comprendidos son los que eran apa- 1053 inc. a) remarca que si se requiere cierta pre-
rentes al “momento de la adquisición” o los que no
paración científica o técnica para la adquisición
existían al “tiempo de la adquisición”, se entiende
del bien, se juzgará la situación según los usos del
que se refiere al momento de la tradición o entrega
lugar de entrega (volviendo con nuestro ejemplo
del bien. Puede ocurrir que antes del contrato, el
anterior, comprar hacienda requiere en los usos
adquirente analice el bien y no lo encuentre con
de nuestro país cierto grado de conocimiento, por
defecto alguno, celebre el contrato y con poste-
lo que el juzgador será más cauteloso a la hora de
rioridad reciba la cosa, por lo que es en este mo-
meritar si un defecto en la misma estaba al tiempo
mento de la recepción del bien el que se tendrá en
de la entrega de la misma, pues quien compra
cuenta a los fines de considerarlo al defecto oculto
hacienda la examina, la estudia, analiza, etc., lo
o aparente, bastando que en este tiempo de la en-
que no significa que el transmitente no deba res-
trega del bien se halle el vicio oculto en su germen,
ponder por los vicios ocultos de esa hacienda, es
para aniquilar la exclusión del art. 1053 que obsta
la garantía por vicios ocultos cuando los defectos decir, por ejemplo, de una enfermedad que pa-
no existían al “tiempo de la adquisición” (art. dezca el ganado adquirido que traerá daños para
1053, inc. b). sí y podrá por rebote contagiar a otra hacienda del
comprador o del campo vecino).
Quien quiera hacer valer la garantía por sanea-
miento por vicios redhibitorios deberá probar que Deberá observarse que la aplicación de los usos
se trata de un vicio oculto, grave, existente al mo- y prácticas del lugar a tener en cuenta son los
mento de la adquisición del bien, etc., es decir los de la “entrega” del bien, que coincide con que el
requisitos sine qua non para la viabilidad de la ac- vicio será considerado defecto oculto protegido
ción, sean los adquirentes a título oneroso (art. por la garantía si estaba, al menos en su germen,
1033, inc. a) o sus subadquirentes aún a título gra- en el momento de la tradición. Y destacamos este
tuito (art. 1035). En el art. 1053, inc. b) se enuncia punto porque en el art. 964, inc. c), a los fines de
que la prueba de la existencia del defecto al tiempo integrar el contenido del contrato, se tendrán en
de la adquisición incumbe al adquirente, salvo cuenta, además de las normas indisponibles que
que el transmitente actúe profesionalmente en la se aplican en sustitución de las cláusulas incom-
patibles con ellas y las normas supletorias, los
usos y prácticas pero del “lugar de celebración”,
en cuanto sean aplicables porque hayan sido de-
 (30)  Lo que no significa que uno deba asesorase en
clarados obligatorios por las partes o porque sean
todo contrato que realiza por un bien, pero sí por aque-
llos que requieren de cierto conocimiento específico
ampliamente conocidos y regularmente obser-
o técnico. De lo contrario padece de las consecuencias vados en el ámbito en que se celebra el contrato,
de su error. En el ámbito del consumidor, a éste se lo excepto que su aplicación sea irrazonable. Es así
entiende con razón y justicia como débil, y por lo tanto que mientras los usos y prácticas del lugar de ce-
también el art. 11 al contratarse sobre “cosas muebles no lebración del contrato integrarán su contenido, no
consumibles” lo protege con una garantía mínima legal serán tenidos en cuenta para caracterizar la ac-
hasta por los vicios ostensibles, manifiestos o aparentes. tividad desplegada por el adquirente del bien, la
 (31) NICOLAU, Noemí Lidia, ARIZA, Ariel, FRUS- que será evaluada conforme a los usos del lugar de
TAGLI, Sandra y HERNÁNDEZ, Carlos A., “Fundamentos entrega de la cosa que ahora se ve afectada por un
de Derecho Contractual”, Bs. As., La Ley, 2009, t. I, p. 394. defecto que se alega oculto para que se cubra éste
Fernando A. Sagarna | 171

con la garantía en estudio. El Proyecto de 1992 re- Sección destinada a la “dación en pago”, se regla
mitía a los “usos del lugar de celebración del con- que: “El deudor responde por la evicción y lo vicios
trato” (art. 926, in fine). Consideramos una mejora redhibitorios de lo entregado; estos efectos no hacen
en este sentido lo traído por el Proyecto de 1998 y renacer la obligación primitiva, excepto pacto ex-
el CCyCN, refiriéndose a los “usos del lugar de en- preso y sin perjuicio de terceros”. En fin, el transmi-
trega”, pues la celebración del contrato puede estar tente responde por los vicios redhibitorios, tam-
separada en el tiempo de la entrega de la cosa y lo bién por evicción, de lo dado en pago, aunque si
que vale a fin de incluir o excluir de la garantía es debe responder, no nacerá la obligación primi-
el momento de la tradición del bien. genia, pues al aceptar voluntariamente en pago el
acreedor una prestación diversa de la adeudada
El contenido de la prueba si bien será amplio, (art. 942), se extingue la obligación originaria, re-
pues en este punto el CCyCN no coloca límite al- naciendo las garantías señaladas, con la salvedad
guno, versará sobre las “características especiales de que las partes pueden disponer lo contrario
de complejidad” del examen adecuado de la cosa (es decir, por ejemplo, dejar a salvo en la dación
y sobre si la “posibilidad de conocer el defecto re- en pago la obligación primitiva si surgieran vi-
quiere cierta preparación científica o técnica”, y no cios), pero sin afectar derechos de terceros que no
cabe duda alguna que la prueba pericial corres- tienen porqué cargar con las consecuencias de lo
pondiente será la más indicada (32). pactado en contrario por los contratantes.
En el Código Civil el art. 2168 recepta la carga La remisión que el Proyecto de 1998 hacía al
probatoria en contra del adquirente quien debía final del art. 1017 a las reglas de la dación en pago
probar que el vicio existía al tiempo de la adquisi- para los supuestos comprendidos en esa norma y
ción, y si no lo hace se juzga que el vicio sobrevino
que ahora no efectúa el art. 1053 del CCyCN para
con posterioridad, por ende se le rechazaba la ac-
esas mismas hipótesis, implica que no se aplican
ción entablada, sea la redhibitoria o la estimatoria
dichas normas de la dación en pago. Es decir, que
o por reducción de precio.
si el adquirente conoció o debió haber conocido
El Código de Comercio en su art. 476 determina los defectos mediante un examen adecuado a las
que los vicios o defectos que se atribuyan a las circunstancias del caso al momento de la adqui-
cosas vendidas, así como la diferencia en las ca- sición, salvo reserva expresa respecto de aquéllos
lidades, serán siempre determinadas por peritos al aceptar la entrega de la cosa o los defectos del
arbitradores, no mediando estipulación contraria. bien no existían al tiempo de la adquisición, se en-
tiende que acepta voluntariamente la cosa, pero se
El art. 1053 del CCyCN está basado en el art. mantiene la obligación originaria, mientras que si
1017 del Proyecto de 1998, pero el que en su última se tratara de una dación en pago, se extinguiría la
parte establecía que “En los casos de exclusión de obligación originaria (como lo estipulaba el Pro-
la responsabilidad previstos en los dos incisos an- yecto de 1998). En este punto el CCyCN mejora la
teriores se aplican las reglas de la dación en pago”. derivación que efectuaba el Proyecto de 1998, pues
En la dación en pago se preveía especialmente la dación en pago, insistimos, extinguía la obliga-
en el art. 882, 2º párrafo, de ese Proyecto, que: ción por la aceptación voluntaria del acreedor de
“El deudor responde por saneamiento. Pero ni la una prestación diversa a la adeudada, y que el ad-
evicción, ni los vicios redhibitorios, hacen renacer quirente no conozca o deba conocer la existencia
la obligación extinguida, salvo pacto expreso”, es de vicios al momento de la recepción de la cosa o
decir que ante vicios aparentes o inexistentes al que los defectos no existieran al tiempo de la ad-
tiempo de la adquisición, desaparecía el régimen quisición, no implica que se extinga la obligación
protectorio de los vicios redhibitorios, como la ga- originaria. En la dación en pago los vicios redhibi-
rantía por evicción. torios o la evicción no hacen renacer la obligación
primitiva, salvo pacto expreso y sin perjuicio de los
En el CCyCN, si bien no se hizo esa referencia a derechos de terceros.
la dación en pago, en el art. 943, 2º párrafo, de la
XI. Ejercicio de la responsabilidad por
defectos ocultos: carga de la denuncia del
 (32)  BORDA, Guillermo A., BORDA, Alejandro (Ac- defecto oculto. Caducidad de la garantía.
tualizador), “Tratado de Derecho Civil - Contratos”, t. I, Prescripción de las acciones
p. 177; ver CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Alberto
J. (Dirección), Elena I. Highton (Coordinación), “Código En el art. 1054 del CCyCN se prevé que: “El ad-
Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y quirente tiene la carga de denunciar expresamente
jurisprudencial”, t. 4D, p. 743. la existencia del defecto oculto al garante dentro de
172 | Suplemento especial cONTRATOS

los sesenta días de haberse manifestado. Si el de- se cuenta desde que el adquirente pudo advertir
fecto se manifiesta gradualmente, el plazo se cuenta por primera vez el vicio.
desde que el adquirente pudo advertirlo. El incum-
plimiento de esta carga extingue la responsabilidad La norma permite que convencionalmente
por defectos ocultos, excepto que el enajenante puedan ampliarse, nunca reducirse, los plazos de
haya conocido o debido conocer, la existencia de los caducidad de la garantía por defectos ocultos de
defectos”. 3 años para los inmuebles y de 6 meses para los
muebles. Si a cambio del bien que padece el vicio
Y en consonancia con esta norma se establece se entrega otra cosa ya sea por voluntad del trans-
en el art. 1055 que: “La responsabilidad por de- mitente o porque éste fue condenado judicial-
fectos ocultos caduca: mente por haberse ejercido contra él la acción de
reclamo de un bien equivalente (art. 1039, inc. b),
a) si la cosa es inmueble, cuando transcurren tres se contará un nuevo plazo de caducidad de la ga-
años desde que la recibió. rantía. Si aparecen dos defectos distintos, no rela-
cionados uno con otro, es decir que uno no es con-
b) si la cosa es mueble, cuando transcurren seis secuencia del otro, los plazos de caducidad de la
meses desde que la recibió o puso en funciona- garantía correrán por separado. En la caducidad
no juegan la suspensión y la interrupción que son
miento.
viables sólo en la prescripción de la acción, ex-
Estos plazos pueden ser aumentados convencio- cepto disposición en contrario (art. 2567). La ca-
nalmente. ducidad puede ser declarada de oficio cuando es
establecida por ley y no es disponible por la partes
La prescripción de la acción está sujeta a lo dis- (art. 2572), como es el caso en estudio. La cadu-
puesto en el Libro Sexto”. cidad no puede ser renunciada ni alterada (art.
2571, 1ª parte), aunque las partes pueden ampliar
Es decir que en estas normas se dispone de una los plazos legales por convencionales (art. 1055, 2º
“carga de denunciar la manifestación del vicio párrafo), como lo prevé en este sentido la ley con-
oculto” que ahora resulta descubierto (aparente, sumeril para la garantía legal mínima para “cosas
ostensible o manifiesto, por razones estructurales muebles no consumibles” (art. 11, 2º párrafo). En-
o funcionales provocando que la cosa sea im- tendemos que ante sucesivos transmitentes y ad-
propia para su destino) con un plazo de extinción quirentes, el plazo de caducidad comenzará a con-
y además se regula la “caducidad de la garantía tarse a partir de cada momento de tradición del
por defectos ocultos”, a lo que sumaremos luego el bien (33).
instituto de la “prescripción de la acción”.
Ahora bien, qué rol juega la prescripción del
El mecanismo de funcionamiento de estas dos plazo de las acciones previsto en el art. 2564 del
normas sería el siguiente. CCyCN, inc. a), que determina que el reclamo por
vicios redhibitorios prescribe al año.
Si se trata de un vicio oculto que hace a la cosa
A la carga de la denuncia del defecto del adqui-
impropia para su destino por razones estruc-
rente al transmitente siempre que no haya cadu-
turales o funcionales, que el adquirente no co- cado la garantía por el transcurso del plazo, se le
noció o no debió haber conocido mediante un suma el plazo anual de prescripción de la acción
examen adecuado a las circunstancias del caso al por vicios redhibitorios. Es decir que si se trata de
momento de la adquisición, y que el mismo de- la manifestación del vicio de un inmueble, para
fecto existía al menos en su germen al tiempo de que pueda ejercerse la acción por la garantía por
la entrega del bien, el adquirente debe denun- defectos ocultos, aquél debe hacerse ostensible
ciarlo dentro de los 60 días de haberse manifes- dentro de los 3 años desde que el adquirente lo
tado, plazo idéntico si se trata de un inmueble o recibió, teniendo un año para accionar por la ga-
un mueble, pero ante la caducidad de la garantía rantía desde que se conoció el defecto. Es decir
por los defectos ocultos impuesta por la norma, que desde la recepción de un inmueble el ad-
esa denuncia podrá hacerse, aún en el último día,
siempre que no hayan transcurrido 3 años desde
que se recibió el inmueble o 6 meses desde que la  (33)  Es la solución que trae el Código Civil de Perú,
cosa mueble se recepcionó o se puso en funciona- art. 1488, 2º párrafo: “Los plazos de caducidad de las ac-
miento. La norma destaca que si el defecto se ma- ciones de saneamiento contra los transferentes ante-
nifiesta gradualmente, sea incrementándose o dis- riores al inmediato se cuentan a partir de la celebración
minuyéndose, el plazo de la carga de la denuncia de sus respectivos contratos”.
Fernando A. Sagarna | 173

quirente oneroso tiene 3 años de garantía por (art. 4030, 1º párrafo, Cód. Civil) (35) y a los 4 años si
defectos ocultos, periodo que una vez transcu- es un contrato comercial (art. 847, inc. 3), Cód. de
rrido hace cesar ese régimen tuitivo, y dentro de Comercio). Se sostiene que si faltan las cualidades
ese tiempo, no después, repetimos porque la ga- de la cosa se violaría el principio de identidad del
rantía ya estaría extinguida, manifestado el vicio pago, por ende se habilitaría la acción por cumpli-
el adquirente debe hacérselo conocer al transmi- miento (36) o resolución, con un plazo de prescrip-
tente dentro de los 60 días de conocido, sea in- ción de 10 años (art. 4023, Cód. cit.) (37).
mueble o mueble la cosa que padece el defecto,
teniendo también a partir de esa fecha liberada El Código de Comercio establece en su art. 473
la acción por vicios. Puede ocurrir, y a veces su- un plazo de caducidad de garantía (38) por vicios
cede así en la práctica, que por más que se haya ocultos de 6 meses como máximo a contar desde
realizado la comunicación, no pueda llegar a co- la entrega de la cosa (39), permitiéndose al juzgador
nocimiento del transmitente por ausencia, enfer- reducirlo, con la consiguiente inseguridad jurí-
medad, porque no quiera notificarse, etc., de la dica que puede acarrear la fijación de esos plazos
denuncia del adquirente de la existencia del vicio judicialmente sin que previamente lo conozca el
oculto en el bien objeto del contrato. Valdrá para adquirente, aunque sólo se reconoce un antece-
esta instancia el domicilio constituido por las dente, al menos publicado, que disminuyó ese pe-
partes en el contrato para tenerlo por notificado al riodo (40). Al fijar el Código de Comercio un plazo de
transmitente. caducidad de la garantía mejoraba el plazo eterno
de prescripción de la acción del Código Civil que
En el Código Civil se prescribe por 3 meses la quedaba pendiente su inicio al conocimiento por
acción redhibitoria y también en ese plazo la ac- el adquirente del vicio oculto por más que luego
ción para que se baje del precio el menor valor por se le otorgasen tan solo 3 meses para accionar. Por
el vicio redhibitorio (conf. art. 4041), es decir que otro lado, permitiéndose la fijación judicial de un
una vez descubierto el vicio oculto el adquirente plazo menor de caducidad de la garantía por vi-
tiene 3 meses para accionar por resolución o por cios ocultos en el Código de Comercio no se logra
reducción de precio (34). Se entendía que al no esta- la seguridad jurídica que se debe buscar (41). En la
blecerse un plazo de caducidad de la garantía por doctrina se habían criticado estos regímenes al ex-
vicios ocultos se perjudicaba al transmitente, pero presarse que “...en el Código Civil no se establece
al otorgarse tan solo 3 meses al adquirente para
accionar una vez manifestado el vicio, se favorecía
a aquél en detrimento de éste por el corto tiempo  (35) Ver el tema en NICOLAU, Noemí L., HER-
para entablar su pretensión. La acción resarcitoria NÁNDEZ, Carlos A. y FRUSTAGLI, Sandra A., en LA-
sólo permitida cuando se ejerce la acción redhi- FAILLE, Héctor, BUERES, Alberto J. y MAYO, Jorge A.,
bitoria o resolutoria (conf. art. 2176), por ser acu- “Derecho Civil - Contratos”, Bs. As., La Ley - Ediar, 2009,
mulable sigue el mismo plazo de prescripción que t. II, ps. 345 y 346; GIANFELICI, Mario César, “Incumpli-
esa acción redhibitoria y corre en paralelo. En este miento contractual, vicios redhibitorios e invalidez por
cuerpo normativo la acción por cumplimiento y la error en la compraventa”, LA LEY, 1985-E, 938.
resolución prescriben a los 10 años (art. 4023, Cód.  (36)  A los fines de reparar la cosa: LORENZETTI, Ri-
Civil). La acción por error por entrega de una cosa cardo Luis, “Tratado de los Contratos”, “Parte General”, p.
con una calidad distinta a la contratada se pres- 677.
cribe a los 2 años desde que el error fue conocido  (37)  NICOLAU, Noemí L., HERNÁNDEZ, Carlos A. y
FRUSTAGLI, Sandra A., en LAFAILLE, Héctor, BUERES,
Alberto J. y MAYO, Jorge A., “Derecho Civil - Contratos”,
t. II, p. 346.
 (34)  WAYAR, Ernesto C., “Evicción y vicios redhibito-  (38) SALERNO, Marcelo Urbano, “Vicios redhibito-
rios”, t. 2, p. 182. Con criterio este autor apunta que “... rios: tres notas fundamentales”, LA LEY, 1994-E, 651.
la prescripción corre desde que los vicios se tornan apa-  (39)  Agregando un autor “... y en ciertos casos desde
rentes, aunque el comprador no tome efectivo conoci- el momento en que la misma pudo ser puesta en movi-
miento de ellos. Es que se presume que un adquirente miento o se advierten los signos visibles del vicio impu­
medianamente diligente, descubrirá o advertirá los vi- tado” (ARGERI, Saúl A., “Compraventa mercantil y vicios
cios aparentes; lógico es, por tanto, que la prescripción redhibitorios”, LA LEY, 1979-B, 1139).
corra desde la apariencia de los vicios” (p. 183). Todo  (40)  Ver CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Al-
ello quedará sometido a prueba. Ver también ALTE- berto J. (Dirección), Elena I. Highton (Coordinación),
RINI, Atilio Aníbal, “Contratos civiles - comerciales - de “Código Civil y normas complementarias. Análisis doc-
consumo”, p. 554; ACQUARONE, María T., en STIGLITZ, trinario y jurisprudencial”, t. 4D, p. 730.
Rubén S. (Director), “Contratos Civiles y Comerciales”, t.  (41)  En este sentido WAYAR, Ernesto C., “Evicción y
II, ps. 375 y 376. vicios redhibitorios”, t. 2, ps. 183 y 184.
174 | Suplemento especial cONTRATOS

desde cuándo corre el término; en segundo lugar, bido éste. Si se devuelve la cosa y se entrega otra,
ambos Códigos sólo determinar los plazos expresos ese plazo comienza a compu­tarse de nuevo. Estos
para la compraventa, y nada dicen para el ejer- plazos de 3 y 6 meses pueden ser ampliados por
cicio de las acciones en el caso de otros contratos; en las partes (art. 11, 2º párrafo).
tercer lugar, es discutible que ambos preceptos re-
gulen el mismo supuesto de hecho” (42). Asimismo, Así, en síntesis, ni el Código Civil, ni el Código de
en la doctrina existían dudas acerca de cuál ré- Comercio y ni la Ley 24.240 de Defensa del Consu-
gimen de prescripción aplicar para aquellos con- midor, traen la “carga de denunciar la existencia
tratos ajenos a la compraventa, si los 3 meses del del defecto oculto” expresamente al transmitente
art. 4041 del Cód. Civil, los 6 meses del art. 473 del como lo hace el CCyCN —en un plazo de 60 días
Cód. de Comercio o los 10 años del art. 4023 del de haberse manifestado tal vicio— (art. 1054) (44). El
Cód. Civil (43). Código Civil no trae la “caducidad de la garantía
por defectos ocultos”, como sí la contienen el Có-
Por su parte, la Ley 24.240 de Defensa del Con- digo de Comercio (art. 473), la Ley 24.240 de De-
sumidor otorga después de la reforma de la Ley fensa del Consumidor sólo para la garantía legal
26.361 de 2008 un plazo de 3 años para accionar de las “cosas muebles no consumibles” (art. 11) y
judicialmente (art. 50) cuando por otras normas el CCyCN (art. 1055).
se den plazos menores a los consumidores, por
lo que si no hay menores, el plazo general de la Por último, señalamos que la acción por cum-
acción de los consumidores contra los respon- plimiento y la resolución en el CCyCN prescriben
sables es de 10 años (conf. arts. 4023, Cód. Civil a los 5 años (art. 2560), en lugar de 10 años como
y 846, Cód. de Comercio). A partir de la vigencia el Código Civil (art. 4023). La acción por error por
del CCyCN, con la Ley 26.994, Anexo II, también entrega de una calidad distinta se prescribe a los 2
se quita el plazo de prescripción de la acción ju- años desde que el error se conoció o pudo ser co-
dicial del art. 50 de la Ley 24.240 que fuera refor- nocido (art. 2563, inc. a), plazo idéntico al del Có-
mado en su oportunidad por la Ley 26.361 como digo Civil (art. 4030, 1º párrafo), pero en la nueva
señaláramos, por lo que dicho plazo para la rela- norma se agrega que dicho plazo correrá también
ción de consumo se regirá por el plazo anual del si el error pudo ser conocido, entendiéndose que
art. 2564, inc. a), para la acción por vicios redhi- aplicándose la diligencia del hombre medio (45). En
bitorios. Las otras acciones que dimanan de esta el Código de Comercio la acción de nulidad por
ley se regularán por el plazo quinquenal genérico error se prescribe a los 4 años (art. 847, inc. 3).
de prescripción de la acción establecido en el Có-
digo unificado (art. 2560, CCyCN), salvo las ac- XII. Régimen de las acciones
ciones derivadas de la responsabilidad civil que
serán de tres años (art. 2561, 2º párrafo, CCyCN). Como analizáramos más arriba, el CCyCN en
Ello además deberá tenerse en cuenta por las dis- el art. 1039 prevé un régimen general por sanea-
posiciones transitorias en cuanto a los plazos de miento otorgando acciones incompatibles entre sí
prescripción de la acción (conf. art. 2537, CCyCN). al adquirente de un bien (acción para reclamar el
Por su lado, la ley consumeril para las “cosas mue- saneamiento del título o la subsanación de los vi-
bles no consumibles” que trae una garantía legal cios redhibitorios, acción para reclamar un bien
mínima establece un plazo de caducidad de la ga- equivalente siempre que sea fungible y acción por
rantía por defectos ocultos y aparentes de 3 meses resolución del contrato, salvo que el defecto del bien
cuando se trata de bienes muebles usados y de 6 sea subsanable), a la que elegida se le puede sumar
meses para los bienes nuevos a contarse el plazo la acción por daños prevista en el art. 1040, con sus
a partir de la entrega de la cosa —término a quo— salvedades.
(art. 11, Ley 24.240). Aparecido el vicio oculto o Pero en el art. 1056 para los vicios ocultos se dis-
habiendo sido alertado el defecto aparente dentro pone que el acreedor de la garantía tiene el de-
del plazo de caducidad, el consumidor tiene el recho a declarar la resolución del contrato siempre
plazo genérico de la acción judicial, el que se con-
tará desde la manifestación de aquél o de perci-
 (44) SALERNO, Marcelo Urbano, “Vicios redhibito-
 (42) NICOLAU, Noemí Lidia, ARIZA, Ariel, FRUS- rios: tres notas fundamentales”, LA LEY, 1994-E, 651, re-
TAGLI, Sandra y HERNÁNDEZ, Carlos A., “Fundamentos comendaba el establecimiento de un plazo de caducidad
de Derecho Contractual”, t. I, ps. 402 y 403. para la garantía legal de los vicios redhibitorios como en
 (43) NICOLAU, Noemí Lidia, ARIZA, Ariel, FRUS- la Ley de Defensa del Consumidor.
TAGLI, Sandra y HERNÁNDEZ, Carlos A., “Funda-  (45) LORENZETTI, Ricardo Luis, “Tratado de los
mentos de Derecho Contractual”, t. I, p. 404. Contratos”, “Parte General”, p. 676.
Fernando A. Sagarna | 175

que el vicio sea redhibitorio o que haya mediado c) resolver el contrato (arts. 1039, inc. c) y 1057,
una ampliación convencional de la garantía con- 1ª parte), siempre que el garante no haya ofrecido
forme al art. 1052 —incisos a) a c)—. No podrá en- subsanar el bien, aunque no acepte la reparación.
tenderse que la opción de la resolución del con-
trato podrá invocarse por ampliación del plazo de d) sumar a cualquiera de estas acciones elegida
caducidad de la garantía por defectos ocultos que el reclamo por daños y perjuicios, que resulta acu-
se dispone en el art. 1055, 2º párrafo, toda vez que mulable en los términos redactados supra para el
la resolución del contrato es el último remedio que supuesto de “defectos no subsanables” (art. 1040),
se busca, tratándose en principio de mantenerse con las salvedades indicadas en esta norma y que
vivo el contrato. La solución extrema es la resolu- hemos venido haciendo referencia.
ción del contrato que se da por la existencia del
vicio redhibitorio o por los supuestos de amplia- Entendemos que estas acciones pueden ejer-
ción convencional de la garantía del art. 1052. cerse en subsidio, es decir que el actor puede ini-
ciar la acción por subsanación del vicio, en sub-
Ahora bien, cómo juegan todas estas acciones, sidio la del reclamo por un bien equivalente si el
las otorgadas en el art. 1039, la acción de daños es- mismo es fungible y la de resolución del contrato,
pecífica del art. 1040 y la resolutoria del art. 1056, o bien la primera y en subsidio la última, porque
ante un vicio redhibitorio o ante la ampliación puede suceder que el transmitente no ofrezca la
convencional de la garantía. reparación del bien. Si bien ante el defecto sub-
sanable la norma del art. 1057 proscribe la reso-
La cuestión debe dividirse según si se trata de un lución a los fines de mantener vivo el contrato,
defecto oculto subsanable y uno que no lo es. máxime ante un vicio que puede repararse, el juz-
gador deberá evaluar las pruebas aportadas.
1) Defecto oculto no subsanable:
En cambio, en el Código Civil de Vélez Sarsfield
El acreedor de la garantía por “defectos ocultos se prevén dos acciones, la redhibitoria que tiene
no subsanables” puede: como fin rescindir el contrato con efectos ex nunc
hacia el futuro, devolviendo el adquirente la cosa
a) reclamar un bien equivalente, si es fungible al transmitente y éste retornando lo pagado (art.
(art. 1039, inc. b); 2174) y la estimatoria también llamada quanti mi-
noris que tiene como objeto mantener el contrato
b) resolver el contrato (arts. 1039, inc. c) y 1056), pero solicitando del transmitente una reducción
siempre que se trate de un vicio redhibitorio del del precio pagado por menor valor de la cosa (art.
art. 1051, inc. b), o que haya mediado una amplia- 2174, in fine). Ambas acciones son alternativas, si
ción convencional de la garantía conforme al art. se ejerce la redhibitoria o resolutoria no podrá ac-
1052; cionarse por la estimatoria y viceversa (conf. art.
2175, Cód. Civil). Sólo en el supuesto de mala fe
c) sumar a cualquiera de estas acciones elegida del transmitente, el adquirente podrá accionar
el reclamo por daños y perjuicios, que resulta acu- contra éste por los daños y perjuicios sufridos
mulable, siempre que él —el adquirente— no haya siempre que hubiere optado por la acción redhi-
conocido o podido conocer la existencia de vicios, bitoria (conf. art. 2716, que entiende por mala fe
siempre que el enajenante haya conocido o po- que el vendedor haya conocido o debía haber co-
dido conocer la existencia de vicios, que la trans- nocido por razón de su oficio o arte los vicios o
misión no haya sido hecha a riesgo del adquirente defectos ocultos de la cosa vendida y no los haya
o que la adquisición no resultase de subasta judi- manifestado al comprador); es decir que a la ac-
cial o administrativa (art. 1040). ción estimatoria no podrá acumularse la de daños
y perjuicios. El Codificador sólo permitía específi-
2) Defecto oculto subsanable: camente la acción de daños ante la acción resolu-
toria y siempre que el transmitente haya actuado
El acreedor de la garantía por “defectos ocultos con mala fe, considerando que con la acción esti-
subsanables” está facultado para: matoria la reducción del precio se cubrían todos
los daños, aunque haya habido mala fe del enaje-
a) reclamar la subsanación del vicio —subsa- nante, lo que devenía injusto. La acción de daños,
nable— (arts. 1039, inc. a) y 1057, 1ª parte). como hemos analizado y estudiaremos con mayor
detenimiento en el punto siguiente, debe ser
b) reclamar un bien equivalente, si es fungible viable por acumulación a la responsabilidad gené-
(art. 1039, inc. b). rica por saneamiento y a la garantía por vicios re-
176 | Suplemento especial cONTRATOS

dhibitorios, aun ante el defecto oculto subsanable, para la acción redhibitoria y la acción quanti mi-
lo que receptó correctamente el nuevo Codifi- noris, se aplica a la compraventa, pero no a la pre-
cador. Fuera de la compraventa, a diferencia del visión del art. 2180 (49), sin embargo una minoría se
régimen del CCyCN, Vélez Sarsfield sólo permite manifestó en contra (50).
la acción redhibitoria y no la estimatoria (conf. art.
2172), dando a entender que la acción de daños En cambio, el CCyCN permite siempre la ac-
tampoco estaba permitida en otros contratos, toda ción por daños, ya que se establece por regla que
vez que el art. 2176 que la facultaba se refería al el acreedor de la obligación de saneamiento tam-
“vendedor” y al “comprador”. bién tiene derecho a la reparación de los perjuicios
si reclama la subsanación de los vicios, un bien
XIII. La acción de daños y perjuicios equivalente si es fungible o la resolución del con-
trato (conf. art. 1040 que remite al art. 1039). Asi-
El Código de Vélez Sarsfield, como hemos seña- mismo, la acción por daños está prevista aunque
lado, sólo permite la acción por daños y perjuicios el defecto oculto de la cosa sea subsanable, haya o
si el adquirente ejerce la acción redhibitoria pero no ofrecido el garante subsanarlo.
no cuando accionaba por reducción de precio
(conf. art. 2176). Habiéndose elegido la acción es- Pero en el CCyCN la acción de daños resulta
timatoria queda descartada la posibilidad de re- viable (art. 1040, 1º párrafo), excepto:
clamar por daños y perjuicios, aunque un sector
minoritario entendía que también procedía la in- a) si el adquirente conoció o pudo conocer el
demnización ante la reducción de precio (46). En- peligro de la existencia de vicios.
tonces, la acción de daños resulta solamente acu-
mulable a la acción resolutoria y depende de esta, b) si el enajenante no conoció, ni pudo conocer
por lo que se entiende que el plazo de prescripción el peligro de la existencia de vicios.
de la acción indemnizatoria es el mismo de la re-
solutoria, es decir de 3 meses (conf. art. 4041) (47). c) si la transmisión fue hecha a riesgo del adqui-
Para que prospere la acción de daños es menester rente (51).
que el enajenante haya actuado de mala fe (48). d) si la adquisición resulta de una subasta judi-
Cabe destacar que para la mayoría de la doctrina cial o administrativa.
el plazo de 3 meses del art. 4041 del Cód. Civil,
En el art. 1041, 2º párrafo, se especifica que la
exención de responsabilidad por daños prevista
 (46)  NICOLAU, Noemí L., HERNÁNDEZ, Carlos A. y
FRUSTAGLI, Sandra A., en LAFAILLE, Héctor, BUERES,
en los incisos a) y b) referidos en el párrafo an-
Alberto J. y MAYO, Jorge A., “Derecho Civil - Contratos”,
t. II, p. 354, y el propio LAFAILLE, en ese mismo lugar.
 (47) LÓPEZ DE ZAVALÍA, Fernando J., “Teoría de  (49)  SPOTA, Alberto G. - LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F.
los Contratos”, t. 1, “Parte General”, p. 515. En el mismo P. (Actualizador), “Contratos - Instituciones de Derecho
sentido: ACQUARONE, María T., en STIGLITZ, Rubén Civil”, t. VII, p. 1014.
S. (Director), “Contratos Civiles y Comerciales”, t. II, p.  (50)  LÓPEZ DE ZAVALÍA, Fernando J., “Teoría de los
375 (la caracteriza “accesoria de la redhibitoria”); AR- Contratos”, t. 1, “Parte General”, p. 515.
GERI, Saúl A., “Compraventa mercantil y vicios redhibi-  (51)  Lovece refiere que esta posibilidad debe ser ana-
torios”, LA LEY, 1979-B, 1139 (señala que resulta “acce- lizada en forma restrictiva pues que el adquirente asuma
soria de la acción por resolución”); CIFUENTES, Santos, el riesgo significa la supresión o disminución de la ga-
en BELLUSCIO, Augusto César (Director), ZANNONI, rantía, a lo que agrega que “Esta transferencia del riesgo
Eduardo A. (Coordinador)”, “Código Civil y leyes com- económico no sería válida, como tampoco en aquellos
plementarias”, t. 9, p. 795 (la define como “complemen- contratos en los cuales no existiese igual poder de ne-
taria” —p. 795— o como “accesoria o complementaria” gociación entre las partes (adhesión a cláusulas predis-
—p. 800—). Aunque en la doctrina se entendió que si se puestas o de consumo)” (LOVECE, Graciela, “La obli-
trata de un incumplimiento defectuoso (entrega de un gación de saneamiento. Responsabilidad por evicción
auto de un modelo distinto al adquirido) la acción de y vicios redhibitorios o vicios ocultos”, en “Revista de
daños no sigue el plazo del art. 4041 del Cód. Civil, sino Derecho Privado y Comunitario”, 2014-I, p. 253). Coin-
el decenal del art. 4023 del Cód. cit. (TRIGO REPRESAS, cidimos en la interpretación restrictiva que hace la au-
Félix A., “Vicios redhibitorios y diferencia de calidad sus- tora de la norma, la que deberá aplicarse con mayor
tancial”, LA LEY, 1982-C, 367, ver también las dos senten- rigor cuando el enajenante es profesional en la actividad
cias que anota en sentido contrario). a la que corresponde el contrato. Entendemos que si se
 (48) NICOLAU, Noemí Lidia, ARIZA, Ariel, FRUS- trata de una relación de consumo no se aplicarían estas
TAGLI, Sandra y HERNÁNDEZ, Carlos A., “Funda- normas, sino las previstas especialmente en la Ley de
mentos de Derecho Contractual”, t. I, p. 404. Defensa del Consumidor (arts. 10 bis, 11 a 18, etc.).
Fernando A. Sagarna | 177

terior, no puede invocarse por el enajenante que XIV. Defecto subsanable y defecto no
actúa profesionalmente en la actividad a la que co- subsanable
rresponde la enajenación, a menos que el adqui-
rente también se desempeñe profesionalmente en El defecto oculto puede ser “subsanable” o “no
dicha actividad. subsanable”.

En cuanto a la subasta judicial o administrativa Si el vicio es subsanable, el CCyCN en su art.


deberá entenderse que se trata de la forzosa como 1057, 1ª parte, obsta al adquirente a que ejerza la
también se lo interpretaba del Código Civil (art. acción resolutoria, siempre que el garante ofrezca
2171), es decir que no estarían comprendidos los subsanarlo y aquél acepte, porque puede ocurrir
remates judiciales no forzosos (52). que no preste asentimiento a la subsanación ofre-
cida por el garante por no cumplir con las con-
diciones mínimas, caso en que no procederá la
En el Código de Comercio no se proscribe la ac- acción resolutoria. Cuando el defecto es “subsa-
ción por daños ante el supuesto del art. 473, pero nable”, el adquirente puede ejercer la acción de
por remisión supletoria al Código Civil, la acción subsanación del vicio (art. 1039, inc. a) o, en última
resarcitoria resulta sólo viable ante el ejercicio de instancia, el reclamo de un bien equivalente si es
la acción redhibitoria y siempre que el vendedor fungible (art. 1039, inc. b). La acción por daños y
haya conocido o debía haber conocido por razón perjuicios se mantiene a salvo (art. 1057, 2ª parte).
de su oficio o arte los vicios o defectos ocultos de
la cosa vendida y no los haya manifestado al com- Si el defecto no es subsanable o el garante no
prador (conf. art. 2176). ofrece reparar el subsanable, el CCyCN faculta al
adquirente, a contrario sensu de lo expresado en
Por su parte, con un régimen más saludable que el art. 1057, 1ª parte, a resolver el contrato, claro
el Código velezano y el del Código de Comercio, está que podrá ejercer cualquiera de las acciones
la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor viabiliza del art. 1039 del Cód. Civil.
la acción por daños y perjuicios junto a cualquiera
de las acciones previstas en el art. 10 bis (art. 10 En todos estas hipótesis el adquirente podrá
bis, 2º párrafo), como así también a la responsabi- ejercer la acción por daños (art. 1040, con sus sal-
lidad que surge de la garantía mínima legal por las vedades), sea el defecto subsanable, aunque el ga-
“cosas muebles no consumibles”. rante haya o no ofrecido repararlo o el vicio no sea
subsanable (conf. art. 1057, 2ª parte).
En suma, el CCyCN con buena lógica y justicia
permite la acción por daños que en el régimen ve- El Código Civil no trae una solución distinta
lezano se encuentra sumamente restringida pues ante la subsanación o no del vicio, siendo para
es sometida a la acción redhibitoria y siempre que esta norma indiferente que se pueda reparar el de-
haya habido mala fe en el transmitente, de lo con- fecto como que no sea posible, aunque la doctrina
trario éste no respondía, ni aun cuando tenía mala entendía que no podía hacerse lugar a la acción
fe habiendo el adquirente ejercido la acción esti- redhibitoria si el defecto era subsanable porque
matoria o de reducción de precio. se debía continuar con la subsistencia del con-
trato (53).

El Cód. de Comercio calla en este sentido.

La Ley 24.240 de Defensa del Consumidor en


 (52)  BORDA, Guillermo A., BORDA, Alejandro (Ac- el art. 10 bis permite la acción de cumplimiento
tualizador), “Tratado de Derecho Civil - Contratos”, t. I, ps. siempre que ello fuera posible y para las “cosas
189 y 190; CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Alberto muebles no consumibles” prevé que si la repara-
J. (Dirección), Elena I. Highton (Coordinación), “Código ción efectuada al producto no resulta satisfactoria
Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y por no reunir la cosa reparada las condiciones óp-
jurisprudencial”, t. 4D, p. 747; ACQUARONE, María T., en timas para cumplir con el uso al que está desti-
STIGLITZ, Rubén S. (Director), “Contratos Civiles y Co- nada, el consumidor tiene las siguientes posibili-
merciales”, t. II, p. 370; WAYAR, Ernesto C., “Evicción y dades conforme al art. 17, 1º párrafo:
vicios redhibitorios”, t. 2, ps. 131 y ss.; NICOLAU, Noemí
Lidia, ARIZA, Ariel, FRUSTAGLI, Sandra y HERNÁNDEZ,
Carlos A., “Fundamentos de Derecho Contractual”, t. I, p.
400; CIFUENTES, Santos, en BELLUSCIO, Augusto César  (53)  BORDA, Guillermo A., BORDA, Alejandro (Ac-
(Director), ZANNONI, Eduardo A. (Coordinador)”, “Có- tualizador), “Tratado de Derecho Civil - Contratos”, t. I,
digo Civil y leyes complementarias”, t. 9, p. 792. p. 167.
178 | Suplemento especial cONTRATOS

a) pedir la sustitución de la cosa adquirida por El CCyCN dispone que si la cosa perece total o
otra de idénticas características. En tal caso el parcialmente a causa de sus defectos, la pérdida la
plazo de la garantía legal se compu­ta a partir de la soporta el garante de los vicios, en el mismo sen-
fecha de la entrega de la nueva cosa. tido que lo hacía el Proyecto de 1998. El Código
no hace alusión al supuesto de pérdida de la cosa,
b) devolver la cosa en el estado en que se en- total o parcialmente, por caso fortuito o culpa del
cuentre a cambio de recibir el importe equivalente adquirente, como el Código Civil.
a las sumas pagadas, conforme el precio actual en
plaza de la cosa, al momento de abonarse dicha En definitiva, el CCyCN hace soportar la pérdida
suma o parte proporcional, si hubiere efectuado de la cosa al transmitente a causa de sus defectos
pagos parciales. como lo hace el Código Civil, pero mientras este
Código carga las consecuencias en el garante si la
c) obtener una quita proporcional del precio. cosa se pierde por caso fortuito o por culpa del ad-
quirente, aquél sólo las hace pesar si se pierde por
En todos estos casos, el consumidor puede re- defectos de la cosa (55). Es decir que en el CCyCN
clamar los daños y perjuicios irrogados (conf. art. para que el garante soporte la pérdida de la cosa,
17, 2º párrafo). esta pérdida debe ser a causa de sus defectos y no
por causas extrañas, como tampoco el garante se
En fin, el CCyCN se asemeja en este sentido a la hará cargo si el bien se pierde por culpa del ad-
solución que pregonaba la doctrina para el caso quirente, quien deberá sufrir las consecuencias
del defecto subsanable y a la Ley de Defensa del de este destino fatal. Una vez más, el CCyCN re-
Consumidor. El CCyCN es más contundente que media una situación injusta que se daba en el Có-
esta norma y promueve la continuación del con- digo Civil para el garante de la cosa que aún debía
trato, siendo la resolución del mismo la última responder por caso fortuito o por culpa del ad-
vía y facultando también el reclamo de los daños quirente (56). El garante en el CCyCN responde por
como lo hace la ley consumeril, aunque con res-
la pérdida del bien debida a sus defectos, no por
tricciones según lo marca el art. 1040, incs. a) a d).
causas ajenas, no por la conducta de un tercero,
XV. Pérdida o deterioro de la cosa aunque sea el propio adquirente que contrató
con él quien por culpa dejó que la cosa se pierda,
El Código Civil prevé en el art. 2178 que si la menos aún si la pérdida se debe a su dolo. Como
cosa se pierde por los vicios redhibitorios, es el se sostiene si la cosa se pierde por sus defectos
vendedor quien sufre la pérdida y debe restituir el “no se aplica el principio general que la cosa perece
precio del bien. Para el supuesto de pérdida par- para su dueño, pues es el vendedor quien debe so-
cial, se regula que el comprador debe retornarla portar las pérdidas...” (57).
al vendedor en el estado en que se encuentre para
que se le reintegre el precio que dio. En el art. 2179 Puede suceder que los defectos de la cosa hayan
se dispone que ante la pérdida del bien por caso provocado daños en esta que la hagan perder en
fortuito o por culpa del adquirente, éste tiene la
posibilidad de solicitar el menor valor de la cosa
por el vicio redhibitorio. Un sector de la doctrina  (55)  Ya Borda criticaba la solución del Código Civil
afirma que el adquirente puede reclamar los inte- ante la pérdida de la cosa por caso fortuito o por culpa
reses que deberán compu­tarse desde la fecha de la del adquirente porque entendía que la cosa igualmente
adquisición del bien y los gastos que haya cubierto se perdía para el comprador (BORDA, Guillermo A.,
el comprador para celebrar el contrato de compra- BORDA, Alejandro (Actualizador), “Tratado de Derecho
venta (54). Civil - Contratos”, t. I, p. 189).
 (56)  El Código Civil peruano en su art. 1517 prevé:
El Código de Comercio no estipula una cláusula “El transferente queda libre de responsabilidad si el
en este sentido, pues como sabemos se refirió al vicio que causó la pérdida del bien tuvo este efecto ex-
vicio interno sólo en dos normas (arts. 473 y 476). clusivamente por culpa del adquirente, aunque hubiera
La Ley de Defensa del Consumidor no prevé, al ya existido en el momento de la transferencia”, pues ob-
igual que el Código de Comercio, norma alguna viamente el garante no tiene porqué cargar con la pér-
dida de la cosa que se debió a culpa del adquirente. En el
sobre esta temática que abordamos.
mismo sentido la solución en ese Código para la pérdida
por caso fortuito (art. 1518).
 (54)  CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Alberto  (57) CROVI, Luis Daniel, en RIVERA, Julio César y
J. (Dirección), Elena I. Highton (Coordinación), “Código MEDINA, Graciela (Directores), ESPER, Mariano (Coor-
Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y dinador), “Código Civil y Comercial de la Nación Co-
jurisprudencial”, t. 4D, ps. 763 y 764. mentado”, t. III, p. 599.
Fernando A. Sagarna | 179

concausa con la culpa del adquirente que no conjunto, no interesándole un bien sin el todo (58).
mantuvo la cosa en buen estado. Sólo si fueron El Código Civil le permite al comprador ejercer la
los defectos del bien los que la hicieron perder acción redhibitoria por el conjunto. Reiteramos
total o parcialmente, el garante será quien deberá que habiendo mala fe del enajenante, el adqui-
cargar con las consecuencias de la pérdida del rente podrá accionar también por daños y perjui-
mismo. cios por esa conducta del transmitente y porque
interpone la acción redhibitoria y no la estima-
Con el CCyCN el adquirente de una cosa per- toria. Se entiende que esta disposición puede ser
dida por sus defectos tiene el respaldo del art. 1058 dejada de lado por convención en contrario (conf.
y, en consecuencia, podrá accionar optando por: art. 1197) (59).
a) reclamar un bien equivalente, si es fungible El CCyCN regula el supuesto en las disposi-
(art. 1039, inc. b). ciones generales de la obligación de saneamiento
y así dispone en el art. 1041, 1º párrafo, que ante
c) resolver el contrato (arts. 1039, inc. c) y 1057). la enajenación de varios bienes, se entenderá que:
d) sumar a cualquiera de esas dos acciones ele- a) si los bienes fueron enajenados como con-
gida el reclamo por daños y perjuicios, con las sal- junto, la obligación es indivisible.
vedades indicadas (art. 1040).
b) si fueron enajenados separadamente, es divi-
En el Código Civil, ante la pérdida total de la sible, aunque haya habido contraprestación única.
cosa, el art. 2178 prevé que el vendedor debe rein-
tegrar el precio, por lo que la acción a interponer Como se interpretaba el art. 2177 del Código
sería la redhibitoria, mientras que si la pérdida Civil (60), consideramos que esta disposición del art.
del bien es parcial, el comprador puede optar por 1041 del CCyCN también es disponible.
la acción estimatoria para que se rebaje el precio
o por la resolutoria para que se le reintegre lo pa- Y en el art. 1041, 2º párrafo, deriva la aplicación
gado, debiendo en este supuesto devolver la cosa supletoria del régimen de las obligaciones acceso-
al transmitente en el estado en que se encuentre. rias a este supuesto.
Si interpone la redhibitoria también tiene la ac-
ción de daños si prueba la mala fe del enajenante. Aquí debemos dividir las aguas según se trate de
Ante la pérdida por caso fortuito o por culpa del una pluralidad de bienes indivisible o divisible.
adquirente, éste puede solicitar el menor valor
de la cosa por el vicio redhibitorio, siempre, claro 1) Pluralidad de bienes “indivisible”:
está, que la pérdida sea parcial. La pérdida total
El acreedor de la garantía puede:
por estas causas le otorga al comprador la ac-
ción redhibitoria más la de daños siempre que a) reclamar la subsanación de los vicios del bien
haya mala fe del transmitente. En todos los su- que los padece, siempre que el defecto sea subsa-
puestos, a pesar de que en el título destinado a nable (art. 1039, inc. a).
los vicios redhibitorios en el Código Civil no se
lo señale, se puede accionar por cumplimiento b) reclamar todos los bienes equivalentes, si son
(art. 505). fungibles (art. 1039, inc. b).

XVI. Pluralidad de bienes c) reclamar sólo el bien equivalente, si es fun-


gible (art. 1039, inc. b).
Ante la pluralidad de bienes en el contrato, el
Código Civil prescribe en el art. 2177 que si se
venden dos o más cosas, sea en precio conjunto o  (58)  BORDA, Guillermo A., BORDA, Alejandro (Ac-
por separado para cada una de ellas, el vicio redhi- tualizador), “Tratado de Derecho Civil - Contratos”, t. I,
bitorio de una, da lugar a la acción redhibitoria por p. 188.
la cosa que tiene el vicio y no por el resto, salvo que  (59)  CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Alberto
el comprador pruebe que no habría comprado las J. (Dirección), Elena I. Highton (Coordinación), “Código
sanas sin la que tenga el vicio o si la venta fuese de Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y
un rebaño y el vicio de uno de los individuos fuere jurisprudencial”, t. 4D, p. 762.
contagioso. Aquí la doctrina ilustra con el ejemplo  (60)  CALVO COSTA, Carlos A., en BUERES, Alberto
de la compra de un juego de comedor, mesa y si- J. (Dirección), Elena I. Highton (Coordinación), “Código
llas, y la mesa tiene un defecto oculto, obviamente Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y
que compra fue efectuada por el adquirente por el jurisprudencial”, Bs. As., Hammurabi, 2003, t. 4D, p. 762.
180 | Suplemento especial cONTRATOS

d) resolver el contrato (arts. 1039, inc. c) y 1056). copropietarios, éstos sólo responden en propor-
ción a su cuota parte indivisa, salvo que se haya
e) sumar a cualquiera de estas acciones elegida pactado la solidaridad, en donde cada uno podrá
el reclamo por daños y perjuicios, que resulta acu- responder por el total. Es decir que no se establece
mulable, siempre que él —el adquirente— no haya la solidaridad legal, sino que la misma debe ser
conocido o podido conocer la existencia de vicios, pactada para que sea viable a favor del adquirente
siempre que el enajenante haya conocido o po- damnificado.
dido conocer la existencia de vicios, siempre que
la transmisión no haya sido hecha a riesgo del ad- Esta norma se funda en el Proyecto de 1998 (art.
quirente o siempre que la adquisición no resultase 1006).
de subasta judicial o administrativa (art. 1040).
En la Ley 24.240 de Defensa del Consumidor se
2) Pluralidad de bienes “divisible”: prevé la responsabilidad solidaria de los que inter-
vienen en la cadena de comercialización (art. 13
a) reclamar la subsanación de los vicios del bien para las “cosas muebles no consumibles”) en lugar
que los padece, siempre que el defecto sea subsa- de una responsabilidad concurrente, beneficián-
nable (art. 1039, inc. a). dose así al consumidor (62).
b) reclamar el bien equivalente, si es fungibles XVIII. Ignorancia o error del responsable
(art. 1039, inc. b).
El CCyCN prevé que el obligado por sanea-
c) resolver el contrato (arts. 1039, inc. c) y 1056), miento no puede invocar su ignorancia o error,
siempre que se trate de un vicio redhibitorio del salvo que así se haya pactado (art. 1043), pues ló-
art. 1051, inc. b), o que haya mediado una am- gicamente se protege al adquirente de la cosa cuyo
pliación convencional de la garantía conforme al vicio o defecto tampoco era conocido por el trans-
art. 1052. Debe recordarse que no podrá resolver mitente.
el contrato si el defecto es subsanable y el garante
ofrece subsanarlo, aunque no acepte la reparación Con algunas diferencias esta norma se había
(art. 1057). redactado en el Proyecto de 1998 (art. 1007), que
disponía que la ignorancia o error era invocable
d) sumar a cualquiera de estas acciones elegida cuando estaba autorizado para ello.
el reclamo por daños y perjuicios, con las salve-
dades señaladas arriba (art. 1040). El art. 1043 es criticado pues si se trata de un
enajenante profesional, su mayor conocimiento
Este sistema está basado en el Proyecto de 1998 le impide alegar su error o ignorancia, siendo
(art. 1005). nula una cláusula que dispusiera que pudiera in-
vocarlos, lo que coincide con el art. 1038 que no
XVII. Pluralidad de sujetos permite cláusulas de disminución o supresión de
las garantías, siendo el transmitente profesional o
Ante la pluralidad de sujetos, el Código Civil es- cuando conoció o debió conocer la existencia de
tablece que la acción redhibitoria es indivisible vicios (63). Consideramos en contra de esta crítica
y que ninguno de los herederos del adquirente
que la aceptación por la otra parte de la tradición
puede ejercerla por sólo su parte, aunque puede
de la cosa habiendo celebrado un contrato en el
demandarse a cada uno de los herederos del ena-
que se había pactado que el transmitente podía in-
jenante (art. 2181). La acción estimatoria resulta
vocar su ignorancia o error, implicará renuncia del
divisible. “La garantía por vicios redhibitorios
adquirente a la garantía por vicios ocultos y nada
surge entre las partes y se extiende a todos los he-
impide que así se convenga entre las partes, salvo,
rederos activa y pasivamente (arts. 1195 y 3471).
claro está, como bien lo expresa la autora que glo-
También se extiende a los sucesores singulares del
samos, que se den las condiciones de proscripción
adquirente...” (61).

El CCyCN en su art. 1042 prevé que ante varias  (62)  Ver LOVECE, Graciela, “La obligación de sanea-
enajenaciones sucesivas los obligados por sanea- miento. Responsabilidad por evicción y vicios redhibito-
miento sean obligados concurrentes, y si el bien rios o vicios ocultos”, en “Revista de Derecho Privado y
ha sido enajenado simultáneamente por varios Comunitario”, 2014-I, p. 254.
 (63) LOVECE, Graciela, “La obligación de sanea-
miento. Responsabilidad por evicción y vicios redhibito-
 (61)  ACQUARONE, María T., en STIGLITZ, Rubén S. rios o vicios ocultos”, en “Revista de Derecho Privado y
(Director), “Contratos Civiles y Comerciales”, t. II, p. 370. Comunitario”, 2014-I, p. 255.
Fernando A. Sagarna | 181

de supresión o disminución de la responsabilidad XIX. A tal punto es la mejora


por saneamiento previstas en el art. 1038, incs. a)
y b), cláusula que será de interpretación restric- A tal punto es la mejora del régimen que se pro-
tiva (64) (que el enajenante haya conocido o debido tege aun más al adquirente (66). Si bien no se igualan
conocer la existencia de vicios —inc. a— o que las normas al régimen establecido muy específica-
actúe profesionalmente en la actividad a la que mente en la ley 24.240 de Defensa del Consumidor
corresponde la enajenación, salvo que el adqui- para las “cosas muebles no consumibles” porque
rente también se desempeñe profesionalmente — en este núcleo se protege la relación de consumo,
inc. b—). Así, por ejemplo, el transmitente no pro- se llega a un sistema similar a éste. En la actua-
fesional que no haya conocido o debido conocer la lidad la relación entre proveedor y consumidor se-
existencia del vicio podrá suprimir o disminuir la guirá rigiéndose por esa ley específica, aunque el
garantía por ignorancia o error ante un adquirente nuevo marco abarcará a aquellos contratos que no
no profesional, y más aún ante uno que es profe- se rigen por esa norma.u
sional en la actividad.

El Código Civil regla que el vendedor debe sa-


near al comprador los vicios o defectos ocultos berto J. y MAYO, Jorge A., “Derecho Civil - Contratos”, t.
aunque los ignore, aunque no está obligado a res- II, p. 351.
ponder por los aparentes (art. 2173) (65). El error  (66)  Se ha afirmado que “... las normas proyectadas
tampoco puede ser invocado por el transmitente. implican una ampliación de su garantía y una simplifi-
cación normativa” (se referían al CCyCN en su estado de
Proyecto) (GASTALDI, José María y GASTALDI, José Ma-
 (64) LORENZETTI, Ricardo Luis, “Tratado de los riano, “Los contratos en general”, en RIVERA, Julio César
Contratos”, “Parte General”, p. 672. (Director) y MEDINA, Graciela (Coordinadora), “Co-
 (65)  Se ha calificado al art. 2173 del Cód. Civil como mentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la
“perfectamente inútil”: LAFAILLE, Héctor, BUERES, Al- Nación 2012”, p. 613).
La seña en el nuevo Código Civil
y Comercial de la Nación
POR María Fabiana Compiani

SUMARIO: I. La seña en los Proyectos de Reforma del Código Civil argentino.— II. Su regulación en el
nuevo Código Civil y Comercial de la Nación.— III. Concepto.— IV. Su comparación con figuras afines.—
V. Objeto.— VI. La presunción del carácter confirmatorio de la seña.— VII. La convención de la seña pe-
nitencial.— VIII. La fijación anticipada de la indemnización en caso de desistimiento.— IX. Las cláusulas
“como seña y a cuenta de precio” y “como seña, a cuenta de precio y como principio de ejecución”.—
X. Colofón.

I. La seña en los Proyectos de Reforma del Ahora bien, en dichos regímenes tanto la facultad
Código Civil de arrepentimiento como el carácter confirma-
torio pueden ser dejados de lado por la voluntad
La primera decisión que debían tomar los au- de las partes. En consecuencia, en el régimen vi-
tores de la reforma, en el Código Civil y comercial gente resulta imprescindible establecer la natura-
unificado, era decidir el carácter principal que le leza del contrato para poder determinar los efectos
darían a una Institución que posee en la actua- de la seña como penitencial o confirmatoria (3).
lidad distintos efectos según la legislación apli-
cable sea la civil o la mercantil. Los últimos cuatro proyectos de reforma del
Código Civil habían abordado la misma cuestión
En efecto, es bien sabido que la seña en el ám- en sentido diverso. El Proyecto de 1998 regulaba
bito civil posee efecto penitencial (1), permitiendo la Institución en tres artícu­los (971/973), presu-
a las partes el arrepentimiento, mientras que en el miendo el derecho al arrepentimiento sólo en
ámbito comercial su carácter es confirmatorio (2). el boleto de compraventa de inmuebles (4), pero

 (1) El artícu­ lo 1202 del Código de Vélez Sarsfield prador convengan en que, mediante la pérdida de las
prevé: “Si se hubiere dado una señal para asegurar el arras o cantidad anticipada, les sea lícito arrepentirse y
contrato o su cumplimiento, quien la dio puede arrepen- dejar de cumplir lo contratado, deberán expresarlo así
tirse del contrato, o puede dejar de cumplirlo perdiendo por cláusula especial del contrato”.
la señal. Puede también arrepentirse el que la recibió; y  (3)  LAVALLE COBO, Jorge E., en la obra BELLUSCIO,
en tal caso debe devolver la señal con otro tanto de su Augusto C. (Dir.)-ZANNONI, Eduardo A., Código Civil y
valor. Si el contrato se cumpliere, la señal debe devol- leyes complementarias. Comentado, anotado y concor-
verse en el estado que se encuentre. Si ella fuere de la dado, tomo 5, 2da. reimp., Astrea, Buenos Aires, 1994, su
misma especie que lo que por el contrato debía darse, la comentario al art. 1202, pág. 957.
señal se tendrá como parte de la prestación; pero no si  (4) Art. 971. Disposiciones generales. Las partes
ella fuere de diferente especie, o si la obligación fuese de pueden pactar libremente el derecho de arrepentirse del
hacer o de no hacer”. contrato así como las circunstancias de su ejercicio. Ese
 (2)  El art. 475 del Código de Comercio dispone: “Las derecho no se presume, aunque haya sido entregada una
cantidades que con el nombre de señal o arras se suelen seña, salvo a menos que se trate de un boleto de com-
entregar en las ventas, se entiende siempre que lo han praventa de inmuebles; en este caso, salvo estipulación
sido por cuenta del precio y en signo de ratificación del en contrario, el derecho de arrepentirse corresponde a
contrato, sin que pueda ninguna de las partes retrac- ambas partes. Las disposiciones de los dos artícu­los si-
tarse, perdiendo las arras. Cuando el vendedor y el com- guientes sólo rigen en defecto de estipulación en con-
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dando preferencia con carácter general al efecto 8 de junio de 2012; tampoco le introdujo reformas
confirmatorio de la seña, propio del Código de Co- la Comisión bilateral designada por el Honorable
mercio (5). Congreso de la Nación que celebró numerosas
audiencias públicas en buena parte del territorio
Los Proyectos de 1987 y el de la Cámara de Dipu­ nacional, alcanzando la aprobación por el Se-
tados de 1993 no introducían modificación a la re- nado con esas nuevas modificaciones el 28 de no-
dacción del art. 1202 del Código Civil por lo que viembre del 2013. Por último, la Cámara de Dipu­
el carácter de la seña se presumía penitencial. En tados aprobó aquél proyecto con media sanción,
cambio, el Proyecto del Poder Ejecutivo de 1993 sin modificaciones. Esto es, los textos en estudio
escogía el criterio contrario, consagrando la pre- resultan los originales del Anteproyecto.
sunción del carácter confirmatorio, salvo pacto en
contrario (6). El nuevo Código le dedica dos artícu­los a la se-
ñera Institución. El artícu­lo 1059 señala su ca-
II. Su regulación en el nuevo Código Civil y rácter confirmatorio y, sólo ante el convenio de
Comercial de la Nación partes, la facultad que permite el arrepentimiento
de las partes, incluyendo en ese caso sus efectos:
El nuevo Código Civil y Comercial de la Nación si se arrepiente quien la entregó la pierde, en
regula la seña en la sección 5ta. del Capítulo 9 de cambio, si lo hace quien la recibió, debe devolverla
los Efectos, dentro del título II de los Contratos en doblada (7).
General perteneciente al Libro Tercero de los De-
rechos Personales. En el artícu­lo siguiente (1060), el nuevo Código
dispone sobre el objeto de la seña, indicando que
Los textos promulgados resultan idénticos a los puede consistir en cualquier cosa mueble o di-
que fueran presentados al Poder Ejecutivo Na- nero. Si su especie coincide con la que será objeto
cional por la Comisión de Reformas de los Có- de la prestación contractual, la seña se tiene como
digos Civil y Comercial de la República Argentina parte de ella si el contrato se cumple. En cambio,
integrada por los Doctores Ricardo Luis Loren- si la seña es de diferente especie o la prestación
zetti (como Presidente), Elena Highton de Nolasco principal consiste en un hacer o dar, deberá devol-
y Aída Kemelmajer de Carlucci (designada por el verse. Esta última norma resulta sustancialmente
decreto presidencial 191/2011), el 27 de marzo de similar a la parte final del 1202 del Código Civil (8).
2012, a través del “Anteproyecto de Código Civil y
Comercial de la Nación”. La normativa bajo aná- En síntesis, el nuevo Código unifica los regí-
lisis no mereció modificaciones del Poder Ejecu- menes civil y comercial consagrando como regla
tivo Nacional que presentó su versión corregida el el carácter confirmatorio de la seña, si bien deja a
salvo la facultad de las partes de disponer en con-
trario.
trario. Artícu­lo 972. Arrepentimiento. Si se ha pactado el
derecho de arrepentirse, y se entrega una seña: a) Puede III. Concepto
ser ejercido en tanto no haya principio de ejecución, por
la parte que no ha incurrido en mora. b) Si se arrepiente La seña, señal o arras consiste en la entrega de
la parte que dio la seña, la pierde en beneficio de la otra; una cosa por uno de los contrayentes al otro a fin
y si se arrepiente la parte que la recibió, debe restituirla de establecer el derecho de arrepentimiento o de
con otro tanto de su valor. Artícu­lo 973. Cumplimiento. comprometer el cumplimiento de la prestación
En caso de ser cumplido el contrato la seña es parte de la (señas penitencial y confirmatoria, respectiva-
prestación debida por el que la dio, si su obligación es de
mente).
dar la misma especie de la seña.
 (5)  Proyecto de Código Civil de la República Argen-
tina unificado con el Código de Comercio. Nota de eleva-  (7)  ARTÍCULO 1059. “Disposiciones generales. La en-
ción, fundamentos y legislación comparada, AbeledoPe- trega de señal o arras se interpreta como confirmatoria
rrot, Buenos Aires, 1999, nro. 173, pág. 65. Ver ALTERINI, del acto, excepto que las partes convengan la facultad de
Atilio A., Contratos. Civiles. Comerciales. De consumo. arrepentirse; en tal caso, quien entregó la señal la pierde
Teoría General, AbeledoPerrot, Bs. As., 1998, nro. 9, en beneficio de la otra, y quien la recibió, debe restituirla
pág. 407. doblada”.
 (6)  ALTERINI, Atilio A. AMEAL, Oscar J. LÓPEZ CA-  (8)  ARTÍCULO 1060. “Modalidad. Como señal o arras
BANA, Roberto M., Derecho de Obligaciones Civiles y pueden entregarse dinero o cosas muebles. Si es de la
Comerciales, 4ta. Ed. Act., AbeledoPerrot, Bs. As., 2008, misma especie que lo que debe darse por el contrato, la
nro. 589, pág. 288. STIGLITZ, Rubén S. STIGLITZ, Ga- señal se tiene como parte de la prestación si el contrato
briel A., Reformas al Código Civil. Contratos. Parte Ge- se cumple; pero no si ella es de diferente especie o si la
neral, AbeledoPerrot, Bs. As., 1993, Cap. XVIII, pág. 243. obligación es de hacer o no hacer”.
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Algunos autores han subclasificado las señas rácter excepcional al resultar una cláusula acci-
confirmatorias: las probatorias cuya finalidad dental. Sin embargo, a la vez, se ha alegado que
es servir de prueba de la existencia del contrato fijada una seña en forma inequívoca, nada debe
cuando éste no se ha instrumentado; a cuenta de hacer presumir la pérdida de esa facultad, ya que
precio, en las que la indemnización en caso de la renuncia no se presume (13).
incumplimiento no queda limitada al valor de la
seña, sino que procede según las reglas generales Su carácter no formal faculta incluso a estable-
de la extensión resarcitoria que correspondan al cerla en forma verbal, pero requiere la efectiva en-
caso; y las arras confirmatorias penales, las que trega de la cosa, por lo que resulta de naturaleza
prevén que en caso de incumplimiento impu­table real (14).
a quien las dio, la otra parte puede quedarse con la
seña como valor predeterminado derivado del in- Si bien la nueva regulación fija su carácter con-
cumplimiento o demandar la ejecución; si el que firmatorio, reiteramos que, como las normas que
incumple es quien las recibió, la otra parte puede la rigen resultan de carácter supletorio, las partes
a su arbitrio optar por el cumplimiento o la resolu- pueden pactar que tenga efecto penitencial (15). En
ción y la devolución de la seña con otro tanto de su este último caso, pueden convenir, asimismo, que
valor. En ambos casos, la indemnización queda li- la facultad de arrepentimiento se encuentre en ca-
mitada al valor de la seña (9). beza de una, de la otra o de las dos partes.

Cualquiera sea su modalidad, es una cláusula Como el nuevo Código señala los efectos en
accidental del contrato (10), que incluso puede pre- caso de arrepentimiento tanto de una como de la
cederlo o resultar posterior a su celebración, ob- otra parte, parece lógico presumir que si nada se
viamente, en este último caso, siempre antes del estipula es establecida en favor de ambas partes.
comienzo de ejecución. Debe ser convenida en
forma clara e inequívoca pues no puede presu- IV. Su comparación con figuras afines
mirse por no resultar necesaria. Para establecerla, El nuevo Código no altera la definición de la
si bien no son necesarias fórmulas sacramentales, cláusula penal (16). Se asemeja a la seña en cuanto
es dable emplear la palabra seña u otra equiva- ambas constituyen cláusulas accesorias y acciden-
lente que permita suponer el ejercicio del derecho tales que fijan convencional y anticipadamente la
al arrepentimiento o el carácter confirmatorio de indemnización del daño, independientemente de
lo entregado. la cuantía del perjuicio efectivamente sufrido.
Minoritariamente, se ha puesto en duda su ca- Las diferencias entre ambas figuras son muchas:
rácter de cláusula accidental del contrato, se- a) la seña puede autorizar el arrepentimiento de
ñalando como su verdadera naturaleza es la de las partes (seña penitencial), mientras la cláusula
una obligación facultativa, que permitiría al con- penal no lo permite; b) en caso de resultar una
tratante no cumplir la prestación, entregando la seña penitencial, la facultad de arrepentimiento
seña (11).

Si bien la mayor parte de la doctrina señala su  (13)  CAZEAUX, Pedro N. TRIGO REPRESAS, Félix A.,
aplicación sólo a los contratos bilaterales, lo cierto Derecho de las Obligaciones, 4ta. ed. aument. y act. por
es que alguna doctrina nacional concluyó que no Cazeaux, José M., tomo I, La Ley, Bs. As., 2010, nro. 353,
existe razón alguna para vedar su aplicación a los pág. 462.
contratos unilaterales (12).  (14) MOSSET ITURRASPE, Jorge, Contratos, Ru-
binzal-Culzoni, Santa Fe, 1995, pág. 386.
También resultó debatido si debía ser interpre-  (15)  “La solución extintiva del negocio de partes, en
tada restrictivamente, con fundamento en su ca- el supuesto de arrepentimiento de alguna de éstas, con
restitución de la seña percibida acrecida en otro tanto,
es ciertamente una institución del Código Civil. Pero ello
 (9) RAMELLA, Anteo E., Arras confirmatorias pe- no la excluye de los negocios mercantiles, en los cuales
nales y cláusulas penales, LL 1987-C, 676. su vigencia derivará de pacto de las partes y no de la ley”
 (10)  BORDA, Guillermo A., Tratado de Derecho Civil. (CNComercial, sala D, “Martínez, Daniel N. c. González,
Contratos, 9na. ed., act. por Borda, Alejandro, tomo I, La Jorge L. S. A.”, 26/03/1997, LA LEY 1997-D, 353, DJ 1997-3,
Ley, Bs. As., 2008, nro. 313, pág. 259. 755, AR/JUR/547/1997).
 (11)  SCJ Bs. As., 15.05.51, LL 64-103.  (16)  ARTÍCULO 790. Concepto. La cláusula penal es
 (12) LAVALLE COBO, Jorge E., ob. cit., pág. 958. aquella por la cual una persona, para asegurar el cumpli-
LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría de los Contratos. Parte Ge- miento de una obligación, se sujeta a una pena o multa
neral, Zavalía, Bs. As., 1975, pág. 384 en caso de retardar o de no ejecutar la obligación.
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puede estar prevista en favor de ambas partes, en cumplimiento (19); b) el ejercicio del pacto comi-
cambio, la cláusula penal funciona sólo en favor sorio requiere el incumplimiento, mientras la seña
del acreedor obligacional; c) si se ha previsto una debe ser ejercitada con anterioridad a recaer en
seña penitencial, el acreedor puede rechazar la él; c) el principio de ejecución impide invocar la
prestación devolviendo el importe de la seña do- facultad de arrepentimiento, mientras que no in-
blada, en cambio, el acreedor de una obligación fluye a la hora de pretender ejercer el pacto co-
con cláusula penal no podría rechazar el cum- misorio; d) La seña funciona en favor de ambas
plimiento de lo debido pretendiendo percibir la partes, en cambio, el pacto comisorio sólo fa-
pena; d) la seña está prevista para el caso de arre- culta a la parte no culpable del incumplimiento;
pentimiento de las partes, mientras que la cláu- e) mientras la seña implica la tarifación del daño
sula penal se fija para el caso de retardo o incum- irrogado en caso de ejercicio de la facultad de arre-
plimiento definitivo de la obligación; e) la cláusula pentimiento, el pacto comisorio autoriza al peti-
penal en caso de incumplimiento limita el resar- cionante a reclamar la indemnización plena (20).
cimiento a la cuantía de la pena, mientras que la
existencia de una seña confirmatoria no perju- En cuanto a la relación entre la seña y el denomi-
dica el derecho del acreedor a reclamar el resarci- nado pacto de displicencia por el cual el vendedor
miento de los mayores daños. o el comprador, o ambas partes, se reservan el de-
recho de dejar sin efecto el contrato restituyén-
En definitiva, como bien lo señala Llambías, dose recíprocamente lo que hubiera recibido (art.
la seña y la cláusula penal poseen un signo con- 1373 del Código de Vélez, artícu­los 1163 y 1164 del
trario, mientras la primera en su versión peni- nuevo Código), la comparación exhibe que mien-
tencial enerva la eficacia del contrato, la cláusula tras la seña es un contrato real que requiere la en-
penal robustece la eficacia del víncu­ lo obliga- trega de su objeto, la cláusula de arrepentimiento
cional merced a su función compulsiva (17). es consensual y no necesita la referida entrega. A
ello se agrega que la seña caduca cuando existe
Con relación a su comparación con el pacto co- principio de ejecución del contrato, en cambio, el
misorio, cabe precisar que este último consiste pacto de displicencia perdura aun cuando hubiera
en la facultad de resolver las obligaciones que se comenzado a ejecutarse lo convenido (21).
derivan de los contratos con prestaciones recí-
procas, en caso que una de las partes incumpliera V. Objeto
la prestación a su cargo. Se encuentra previsto en
el nuevo Código, tanto en su forma expresa como El Código que comenzará a regir el 1º de agosto
tácita (18). de este año establece expresamente que puede
ser entregado como seña una suma de dinero o
Se asemejan en cuanto ambas cláusulas pueden cualquier cosa mueble. La práctica negocial ha
acarrear la extinción del contrato, sin embargo, las impuesto la entrega de sumas de dinero, pero la
diferencias son importantes en cuanto: a) por el norma permite que cualquier otra cosa mueble
pacto comisorio no se pierde ni se reintegra nada, sea entregada como seña.
sino que asiste al peticionario el derecho de re-
clamar los daños y perjuicios resultantes del in-

 (19) “Es improcedente la restitución duplicada de


la seña entregada por la venta no concretada de un in-
 (17)  LLAMBÍAS, Jorge J., Tratado de Derecho Civil. mueble —en el caso, el corredor inmobiliario se compro-
Obligaciones, tomo I, 7ma. Ed. act. por RAFFO BE- metió a que el propietario del bien firmaría el boleto, lo
NEGAS, Patricio, AbeledoPerrot, Bs. As., 2012, nro. que no sucedió—, si no medió arrepentimiento que sir-
326.d), pág. 318. viera de dispositivo a los efectos previstos en el art. 1202
 (18)  ARTÍCULO 1083. Resolución total o parcial. Una del Cód. Civil y esa consecuencia no fue prevista a modo
parte tiene la facultad de resolver total o parcialmente el de cláusula penal y frente a la frustración de la venta por
contrato si la otra parte lo incumple. Pero los derechos de circunstancias impu­tables al vendedor” (CNCivil, sala A,
declarar la resolución total o la resolución parcial son ex- “Ojeda, Luciano D. c. Inmobiliaria Futuro Propiedades
cluyentes, por lo cual, habiendo optado por uno de ellos, y otros”, 30/05/1995, Colección de Análisis Jurispruden-
no puede ejercer luego el otro. Si el deudor ha ejecutado cial Contratos Civiles y Comerciales - Director: Luis F. P.
una prestación parcial, el acreedor sólo puede resolver Leiva Fernández - Editorial LA LEY, 2002, 208 con nota
íntegramente el contrato si no tiene ningún interés en la de AA. VV., AR/JUR/4243/1995)
prestación parcial. Los artícu­los siguientes se señalan los  (20)  ALTERINI, Atilio A., ob. cit., nro. 6, pág. 403.
efectos de la extinción autorizada expresamente o implí-  (21) ALTERINI, Atilio A., ob. cit., nros. 10 y sgtes.,
citamente en los contratos bilaterales (art. 1087). pág. 407.
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Las cosas muebles son definidas en el artícu­lo VI. La presunción del carácter confirmatorio
227 del nuevo Código como “las que pueden des- de la seña
plazarse por sí mismas o por una fuerza externa”.
Las cosas, por su parte, son bienes materiales sus- Señala Alterini que la primitiva función de las
ceptibles de valor económico (art. 16 del nuevo arras en el Derecho Romano fue confirmatoria, su
Código) (22). entrega constituía señal de la voluntad de cumplir
el contrato (25).
Por suma de dinero debe entenderse cierta can-
tidad de moneda determinada o determinable al El carácter confirmatorio, por otra parte, es el vi-
momento de constituirse la seña y si se entregó gente en el Derecho Alemán y en el Código Suizo
moneda que no sea de curso legal en la República, de las Obligaciones (26).
la parte que la recibió y ejerza la facultad de arre-
pentimiento deberá considerarse como obligado El nuevo Código sigue esta línea y prevé que
a dar cantidades de cosas (23), pudiendo liberarse ante el silencio de las partes, la seña que se pacte
dando el equivalente en moneda de curso legal tendrá efecto confirmatorio, lo que significa el
(art. 765 del nuevo Código) (24). deseo de las partes de contratar en firme, de sa-
tisfacer la propia prestación y recibir en cumpli-
Cuando se conviene la entrega de una cosa fu- miento la de la otra parte. Ante el eventual incum-
tura debe entenderse que nos encontramos ante plimiento, la existencia de la seña no enerva el
una “promesa” de seña, esto es, un contrato pre- derecho del acreedor a exigir el cumplimiento de
liminar. Cuando la cosa entregada no es fungible, la prestación debida y sólo ante el fracaso de la ac-
nos encontramos frente al tenedor de una cosa ción de cumplimiento, la tarifación anticipada del
ajena, a quien le caben las obligaciones y facul- daño provocado por el incumplimiento.
tades de éste.
En definitiva, la existencia de la seña confirma-
En cuanto a su cuantía, se encuentra sobreen- toria fortifica el víncu­lo jurídico impidiendo su di-
tendido que la misma debe ser inferior al de la solución por la voluntad unilateral del co-contra-
prestación principal, rigiendo para ella los límites tante.
impuestos en materia de la cláusula penal exce-
siva. En cuanto a sus efectos, corresponde distinguir
si el contrato se cumple, en cuyo caso lo entregado
Es usual que se convenga el refuerzo de la seña en concepto de seña se impu­ta a cuenta del precio
con los mismos efectos que la original, que si en total del contrato, si lo entregado como seña fuera
el caso es penitencial, obligará a quien la recibió de la misma especie de la prestación debida o,
a devolverla doblada por el total de la seña refor- en caso, contrato, deberá devolverse en el estado
zada y no por su monto original. que se encuentre (27); en cambio, si el contrato no
se cumple, la parte cumplidora podrá optar entre
reclamar la ejecución del contrato más los daños
y perjuicios, o solicitar su resolución, con más los
daños y perjuicios (28).
 (22)  El nuevo Código extiende el concepto de cosas
a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de ser
puestas al servicio del hombre (art. 16, in fine).
 (23)  Sobre la perplejidad que ocasiona esta remisión,  (25) ALTERINI, Atilio A., “Seña, pacto comisorio y
ya que el nuevo Código no regula las obligaciones de compraventa de muebles”, RcyS 2002, 1198.
cantidad, ver COMPAGNUCCI DE CASO, Rubén H., en  (26)  BORDA, Guillermo A., ob. cit. Nro. 352, pág. 461.
la obra RIVERA, Julio C. MEDINA, Graciela, Código Civil En cambio, el Código Civil Español prevé el efecto peni-
y Comercial de la Nación Comentado, tomo III, La Ley, tencial de la seña (art. 1454).
Bs. As., 2014, pág. 92.  (27)  “Mientras que la señal o arras de carácter pe-
 (24) Ello generará la dispu­ta similar a la existente nitencial mantiene incólume el derecho o facultad de
en vigencia del Código de Vélez en el sentido de la exis- arrepentimiento a una o ambas partes, la señal o arras
tencia de importantes excepciones que obligarían a de- confirmatoria no les otorga el derecho o la facultad
volver la moneda extranjera pactada cuando ésta actúe de arrepentirse, sino la posibilidad de optar entre de-
como “cosa” u “objeto” específicamente debido, único e mandar el cumplimiento del contrato o retener para sí la
insustituible, o se trate de la moneda esencial del con- seña recibida o perder la segunda entregada, según fuere
trato (ver la pormenorizada descripción de estas posi- el caso” (CNCivil, sala F, “Fretes, Lucrecia M. c. S., R. D.”,
ciones en PIZARRO, Ramón D. VALLESPINOS, Carlos G., 20/12/2006, LA LEY 2007-C, 84, DJ 2007-III, 667 con nota
Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones, tomo 1, de Marcelo Hersalis, AR/JUR/9091/2006).
Hammurabi, Bs. As., 1999, pág. 390).  (28)  MOSSET ITURRASPE, Jorge, ob. cit., pág. 392.
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VII. La convención de la seña penitencial al contrato, ya que tanto la facultad de arrepen-


timiento como el deber de cumplir la obligación
La segunda parte del artícu­lo 1059 faculta a tienen la misma entidad (33). Si el derecho de arre-
las partes a convenir el carácter penitencial de la pentimiento es una circunstancia normal del con-
seña. Esto es, las partes pueden pactar la facultad trato, lo que se debe interpretar restrictivamente
de arrepentimiento, basadas en el principio de la es el principio de ejecución (34).
autonomía de la voluntad, con la finalidad de de-
sistir del contrato, pero tal voluntad deberá ser ex- Principio de ejecución existirá en caso de de-
presada claramente. manda de cumplimiento, pagos a cuenta, cobro de
intereses, reconocimiento de la mora, etc. (35).
En el nuevo Código, la seña penitencial que se
pacte implica la facultad de ambas partes para de- Si se tratara de obligaciones de sujeto plural,
sistir del negocio —salvo que dispongan en con- habrá que distinguir según su prestación admita
trario— y puede ser ejercida sin invocar el motivo la divisibilidad o resulte indivisible, por una parte,
por el cual se aparta del negocio (29). y por la otra, si el víncu­lo que une a los sujetos plu-
rales resulta solidario o simplemente mancomu-
En cuanto al ejercicio de la facultad de arrepen- nado. Si la prestación admite el fraccionamiento,
timiento, la Cámara Civil Capitalina, en pleno, el derecho de arrepentimiento podrá ser ejercido
ante el texto del Código Velezano, fijó que el ejer- por una parte y la prestación cumplida por otra
cicio del derecho de arrepentimiento debe ser parte. En cambio, si la obligación es indivisible
oportuno, cierto e inequívoco (30). Ello así además o solidaria, se requiere la voluntad de todos para
de liso y llano, no condicionado (31), y fijó el término ejercer el derecho de arrepentimiento (36).
para ejercitar el derecho otorgado mediante la
seña penitencial, hasta dos momentos: a) el prin-
cipio de ejecución del contrato, y b) hasta la cons-
titución en mora extrajudicial o judicialmente,
hasta el vencimiento del plazo para la contesta-  (33)  CAZEAUX, Pedro N. TRIGO REPRESAS, Félix A.,
ción de demanda por cumplimiento. ob. cit. Nro. 360, pág. 466.
 (34)  “Es improcedente la demanda por la que se re-
Se entiende por principio de ejecución a todo quirió del vendedor demandado el otorgamiento de la
acto que demuestre inequívocamente la voluntad escritura traslativa de dominio y entrega de la posesión
de cumplir las obligaciones contraídas, lo que del inmueble, toda vez que no se corresponde con la na-
equivale a una renuncia tácita a la facultad de turaleza del víncu­lo existente entre las partes, puesto
arrepentirse. Qué actos constituyen principio de que nunca se llegó a perfeccionar el contrato de com-
ejecución es una cuestión de hecho, que depende praventa, ni la promesa en los términos del art. 1185 del
fundamentalmente de las circunstancias del caso, Cód. Civil, ya que la presentación judicial en la que el
sin que resulte posible establecer principios gene- demandado denunció en la ejecución hipotecaria que
rales. había vendido el inmueble a la actora no puede ser con-
siderada principio de ejecución del contrato sino un acto
Imperan dos criterios contrapuestos, uno am- preparatorio en vistas a la futura transmisión del do-
plio que considera como principio de ejecución minio dado que en él no participó la actora, quien hasta
todos aquellos que fueren preparatorios o ne- ese entonces sólo había pagado la seña” (CNCivil, sala
cesarios para el cumplimiento del contrato, aún F, “Fretes, Lucrecia M. c. S., R. D., 20/12/2006, LA LEY
cuando fueran accesorios o secundarios (32). 2007-C, 84, DJ 2007-III, 667 con nota de Marcelo Her-
salis, AR/JUR/9091/2006).
Mientras que la tesis restrictiva, sólo admite que  (35)  “El vendedor que no concurrió a escriturar debe
existe principio de ejecución cuando se verifica devolver el doble de la suma que le fue entregada por el
el cumplimiento de las obligaciones inherentes comprador como seña y a cuenta de precio, pues no se
trata del mero arrepentimiento que legisla el art. 1202
del Código Civil, al haber incurrido en una conducta
impu­table y reprochable, porque primero entregó la do-
 (29)  CROVI, Luis Daniel, “Señal” en la obra RIVERA, cumentación pertinente al escribano designado y luego
Julio C. MEDINA, Graciela (Dir.), ESPER, Mariano incumplió la obligación de devolver lo recibido, pese
(Coord-), Código Civil y Comercial de la Nación Comen- a que fue debidamente intimado en tal sentido” (CN-
tado, tomo III, Ed. La Ley, 2014, pág. 603. Civil, sala G, “Argañaraz, María del Carmen c. Alfaro, Ro-
 (30)  CNCiv., en pleno, 29.12.51, LL 65-719. dolfo Javier s/ cobro de sumas de dinero”, 11/03/2013, LA
 (31)  BORDA, Guillermo A., ob. cit., nro. 317, pág. 262. LEY 2013-D, 304, DJ 28/08/2013, 91, LA LEY online AR/
 (32)  LAVALLE COBO, Jorge E., ob. cit., nro. 11, pág. JUR/4213/2013).
966 y sgtes.  (36)  LAVALLE COBO, Jorge E., ob. cit., nro. 9, pág. 964.
María Fabiana Compiani | 189

VIII. La fijación convencional y anticipada de Mayores desvelos continúa produciendo la se-


la indemnización en caso de desistimiento gunda cláusula que literalmente interpretada pa-
reciera ratificar el carácter confirmatorio de la
La seña penitencial, asimismo, implica una fija- seña, sin embargo, justamente, la reiteración de
ción anticipada y convencional de la indemniza- los términos a cuenta de precio y como principio
ción de los daños y perjuicios derivados del arre- de ejecución, a continuación de su fijación como
pentimiento y puede acumularse a una cláusula seña, exigen salvar la contradicción interna permi-
penal pactada. Asimismo, el carácter supletorio de tiendo el arrepentimiento (39).
la disposición autoriza a que las partes fijen su de-
volución simple. Sin embargo, cuando comience a regir el nuevo
Código, como la seña tendrá en principio carácter
En la compraventa, la devolución de la seña en confirmatorio, salvo convención en contrario,
el caso que se arrepienta el vendedor debe ser ex- consideramos que la cláusula no permitirá más
presa, porque debe ir acompañada de la efectiva que la ratificación del carácter confirmatorio que
entrega de la seña doblada. le asigna el nuevo Código a la Institución. Ello así,
obviamente, salvo que se convenga su carácter pe-
En el nuevo Código, en la interpretación de nitencial, en cuyo supuesto renacerán las inter-
algún autor, la referencia a la devolución doblada pretaciones apuntadas más arriba.
de la seña, en caso que se arrepintiera la parte que
la recibió, constituye una novedad respecto del X. Colofón
régimen del Código Velezano, ello así por cuanto
mientras en éste debía reintegrar otro tanto, en el La divergencia de regímenes entre la seña
nuevo Código el doble se sumaría al reintegro de propia del Derecho Civil (penitencial) y la corres-
lo dado en seña (si fuera $ 1, debería devolver ese pondiente al Derecho Comercial (confirmatoria),
importe más el doble, lo que arroja $ 3) (37). hacía necesario la unificación del sistema. El legis-
lador eligió darle preferencia al sistema propio del
Si la facultad de arrepentimiento no es ejer- derecho comercial, aunque admitiendo que por
cida, el art. 1060 prevé la impu­tación de la seña convención en contrario las partes dispongan el
como parte de prestación principal, si resulta de carácter penitencial de la seña.
la misma especie, o su devolución si fuere de una
especie distinta. Alterini había advertido la discordancia en el
Código de Vélez entre un sistema que fortalecía el
IX. Las cláusulas “como seña y a cuenta de víncu­lo entre las partes al no permitir la disolución
precio” y “como seña, a cuenta de precio y del contrato por incumplimiento, a menos que
como principio de ejecución” existiera un pacto comisorio expreso (siguiendo
el Esboço de Freitas), mientras que en materia de
En el primer caso, desde hace mucho había arras (influido por el Código Civil francés), previó
cesado la polémica con relación a la cláusula en su función resolutoria (que lo debilita), por la cual
cuestión, ya que se habían impuesto las exigen- quien la dio puede arrepentirse, perdiéndola, o
cias de la realidad, flexibilizando su contenido puede arrepentirse quien la recibió, liberándose
y haciéndola funcionar en forma sucesiva: “...la con la devolución de ella y otro tanto de su valor (40).
suma entregada mantendrá sus características
de señal si el arrepentimiento se produce; si no se Ello había sido superado por la Ley 17.711 a
produce, incorpórase, lisa y llanamente, al precio partir de la introducción del pacto comisorio tá-
estipulado” (38). cito (art. 1204), que cohesionó el sistema que de-
bilitaba el víncu­lo contractual.
El carácter contradictorio que al efecto peniten-
cial de la seña le asigna el Código Civil de Vélez se- Resulta cierto que a partir de la vigencia del
guido de la fórmula típica del carácter confirma- nuevo Código retornará la alternancia entre el
torio (a cuenta de precio), había quedado resuelta efecto fortalecedor del arras confirmatoria y el
por esta aplicación sucesiva de uno y otro carácter. opuesto en materia de pacto comisorio. Su pre-
sunción tácita en los contratos bilaterales facilita
 (37) HERSALIS, Marcelo, “Las arras en el Pro-
yecto de Código”, LL 2013-A, 604. Cita online AR/
DOC/6067<72012.  (39)  ALTERINI, Atilio A. AMEAL, Oscar J. LÓPEZ CA-
 (38) COLOMBO, Leonardo A., “La cláusula ´como BANA, Roberto M., ob. cit., nro. 589, pág. 288.
seña y a cuenta de precio´”, LL 40-841; cita online: AR/  (40) ALTERINI, Atilio A., Contratos, ob. cit., nro. 8,
DOC/ 518/2012. pág. 406.
190 | Suplemento especial cONTRATOS

el efecto resolutorio (41). Sin embargo, también lo es inclina por la economía de tiempo, de costos y la
que la regulación así prevista privilegia el impera- eliminación del alea que permite la resolución sin
tivo de eficacia económica del derecho, en tanto se intervención judicial (42).u

 (41)  ARTÍCULO 1087. Cláusula resolutoria implícita.


En los contratos bilaterales la cláusula resolutoria es im-  
(42) MAZEAUD, Denis, “Las reformas al derecho
plícita y queda sujeta a lo dispuesto en los artícu­los 1088 francés de los contratos”, LL 17.03.14, pág. 1, La Ley on-
y 1089. line AR/DOC/781/2014.
La interpretación de los contratos
POR Ricardo L. Lorenzetti

SUMARIO: I. Introducción.— II. Primera parte. Fractura del tipo general del contrato.— III. Segunda
parte. El concepto de interpretación del contrato.— IV. Tercera parte. Las fuentes y el objetivo de la in-
terpretación.— V. Cuarta parte. Las reglas de interpretación.— VI. Quinta parte. Contratos conexos.—
VII. Sexta parte. Contratos celebrados por adhesión y contratos de consumo.

I. Introducción II. Primera parte. Fractura del tipo general


del contrato
La interpretación de los contratos en el Nuevo
Código Civil y Comercial de la Nación, ha seguido Uno de los aspectos más innovadores del Có-
criterios generales que ya estaban en el anterior digo es la fractura del tipo general del contrato,
Código y en la evolución doctrinaria y jurispru- dedicando un título al contrato en general y otro
dencial. No obstante, es muy importante con- título a los contratos de consumo. Es un método
signar que el Nuevo Código tiene un campo de único en el derecho comparado y tiene un im-
regulación mucho más amplio y por eso, hay que pacto directo en materia de interpretación.
hacer algunas distinciones iniciales.
Para una breve explicación reproducimos al-
En el título introductorio se regula el ejercicio de gunos aspectos explicados en los fundamentos del
los derechos introduciendo la regla de la buena fe anteproyecto, que ha tenido escasa difusión pú-
(art. 9). blica.
En materia de Contratos, se regulan separada- En el derecho comparado hay distintos mo-
mente los que son celebrados entre partes iguales delos.
y los de consumo. Asimismo, se distinguen los ce-
lebrados por adhesión y los conexos. Una opción es mantener separadas ambas re-
gulaciones. Es el criterio del Código de Consumo
Por lo tanto, el esquema en materia de interpre- italiano (Decreto Legislativo nº 206 del 6 de se-
tación es el siguiente: tiembre de 2005), del texto refundido de la Ley Ge-
neral para la Defensa de los Consumidores y Usua-
* Los contratos en general deben interpretarse rios y otras leyes complementarias española (Real
de buena fe (art. 961). Decreto Legislativo 1/2007 del 16 de noviembre
de 2007) y del Anteproyecto de Reforma al Có-
* Los contratos celebrados por adhesión a cláu-
digo Civil francés en el Derecho de obligaciones y
sulas generales predispuestas tienen un régimen
el Derecho de la prescripción, dirigido por el pro-
especial (art. 987).
fesor Pierre Catalá y presentado al Ministerio de
* Los contratos paritarios tienen las reglas gene- Justicia en el año 2005, que tampoco incorpora la
rales de interpretación (arts. 1061 y ss.). regulación de los contratos de consumo al Código
Civil. Todos los Estados Partes del Mercosur (Ar-
* Los contratos conexos tienen una regla espe- gentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela)
cial (art. 1074). así como todos los Estados Asociados (Bolivia,
Chile, Perú, Ecuador y Colombia) tienen leyes del
* Los contratos de consumo tienen sus propias consumidor separadas del Código Civil. El comen-
normas (art. 1094 y ss.). tario 2º al Preámbulo de los Principios de Unidroit
192 | Suplemento especial cONTRATOS

señala el “propósito de excluir del ámbito de los presas para la construcción de un puente o el de-
Principios las llamadas operaciones de consumo”. sarrollo de tecnología, o el aprovisionamiento, o
cualquier otro víncu­lo semejante. En todos estos
Con otro criterio, la reforma del año 2002 al Có- casos subsiste la necesidad de preservar la auto-
digo Civil alemán incorporó algunas normas apli- nomía privada, como es consenso mayoritario en
cables específicamente al derecho del consumidor el país y en todo el derecho comparado. Tampoco
(definición de consumidores y profesionales, con- puede seguirse un criterio cuantitativo que lleve
tratos celebrados fuera de los establecimientos a la conclusión de que, si se celebran más con-
mercantiles y a distancia, garantías en la venta tratos de consumo, estos constituyen la regla ge-
de bienes de consumo) junto con otras propias neral, porque ello no es así en ningún sistema de
del Código (condiciones generales de la contrata- derecho comparado ni podría serlo. La diferen-
ción, morosidad en las operaciones comerciales, ciación es argumentativa, valorativa y basada en
comercio electrónico). El Código Civil quebequés principios, pero no en cantidades que pueden va-
de 1991 incluyó disposiciones atinentes a los con- riar sensiblemente.
tratos de consumo y a los celebrados por adhesión
(artícu­los 1432, 1437, 1438) así como a la respon- En la jurisprudencia, el principal problema es
sabilidad de los intervinientes en el proceso de fa- que se terminan aplicando principios protec-
bricación y comercialización de cosas muebles torios propios de la tutela del consumidor a los
(artícu­los 1468 y 1469). El Código Civil holandés contratos de empresas, con deterioro de la se-
de 1992 reguló las condiciones generales de con- guridad jurídica. En la doctrina, hay muchos de-
tratación (Libro 6, artícu­los 231 a 247), la respon- bates derivados de la falta de una división clara
sabilidad por productos (Libro 6, artícu­los 185 en la legislación. Los autores más proclives al
a 193) y las exigencias en cuanto a la publicidad principio protectorio hacen críticas teniendo en
(Libro 6, artícu­los 194 a 196). mente al contrato de consumo que pretenden
En el ordenamiento jurídico argentino hay que generalizar, mientras que aquéllos inclinados a
considerar el rango constitucional de los dere- la autonomía de la voluntad, principalmente en
chos del consumidor, la amplia aplicación de estas materia comercial, ven una afectación de la segu-
normas en los casos judiciales y la opinión de la ridad jurídica. El problema es que hablan de ob-
mayoría de la doctrina. Siguiendo estos linea- jetos diferentes.
mientos, es necesario no sólo avanzar en cuanto
a la unificación de los contratos civiles y comer- En virtud de todo ello, corresponde regular los
ciales, sino también incorporar a los contratos de contratos de consumo atendiendo a que no son un
consumo. tipo especial más (ejemplo: la compraventa), sino
una fragmentación del tipo general de contratos,
La extensión del objeto regulatorio plantea pro- que influye sobre los tipos especiales (ejemplo:
blemas en cuanto a las distinciones y al modo en compraventa de consumo), y de allí la necesidad
que se presentan. de incorporar su regulación en la parte general.
Esta solución es consistente con la Constitución
Una posibilidad consiste en regular el contrato Nacional que considera al consumidor como un
discrecional y dedicar algunos artícu­los relativos sujeto de derechos fundamentales, así como con
a los efectos que consideren la temática de los la legislación especial y la voluminosa jurispru-
víncu­los de consumo. Esta perspectiva fue adop- dencia y doctrina existentes en la materia.
tada en el Proyecto de 1998, pero la evolución que
ha experimentado la materia desde entonces im- Es necesario, entonces, regular tanto los con-
pide este abordaje, ya que la amplitud de la defini- tratos civiles, como los comerciales y de consumo,
ción de la relación de consumo existente hace que distinguiendo el tipo general del contrato de con-
los contratos de consumo constituyan un ejemplo sumo.
de la fragmentación del tipo general.
Dentro del Libro Tercero (De los derechos per-
La alternativa contraria consiste en establecer sonales) y luego del Título I (de las obligaciones en
una regla que aplique el principio protectorio de general), se distinguen tres Títulos: el primero de-
modo general, como si todos los contratos sean de dicado a los contratos en general, el segundo a los
consumo. contratos de consumo y el tercero a los contratos
en particular.
También es inconveniente, porque se distor-
siona gravemente el sistema y sería inadecuado En este contexto es que se debe analizar la in-
aplicar este régimen a la contratación entre em- terpretación.
Ricardo L. Lorenzetti | 193

III. Segunda parte. El concepto de 2) Interpretación del contrato y de la ley


interpretación del contrato
Relacionado con esto cabe decir unas pala-
1) Interpretación, calificación e integración bras en cuanto a la interpretación de la ley. En
una época se basó en la intención del legislador,
En materia de interpretación del contrato es ne- pero más actualmente se acepta que debe apli-
cesario distinguir las fuentes, es decir el texto al carse un criterio general y evolutivo, que es la fi-
cual se aplica, de las reglas, es decir, los criterios nalidad de la ley, y no del legislador, ya que de
con los cuales se interpreta (1), y ello es recibido por ese modo la interpretación se basa en el texto y su
el Código nuevo, como veremos. contexto, adaptándolo a las mudanzas del tiempo.
Esto motivó varias discusiones en el trámite par-
Previamente, corresponde precisar el concepto lamentario del Código, ya que había legisladores
de interpretación del contrato. que sostenían que la ley debía interpretarse con-
forme a la intención del legislador. En realidad
La interpretación consiste en adjudicar un sen- se trataba de una cuestión de poder, de realzar la
tido a la regla contractual (2). función del redactor de la norma. Sin embargo, los
Las partes son las que interpretan el contrato, efectos de esta posición son profundamente per-
pero cuando hay desacuerdo es que se necesita la niciosos, ya que fija el sentido de la norma en el
intervención de un tercero (Arbitro, Juez) para de- momento en que fue sancionada. En esto consiste
cidir sobre cuál es el sentido correcto. el originalismo, es decir, que la norma se inter-
preta conforme a su origen, a las ideas del legis-
El Código introduce la regulación del contrato lador que la sancionó, impidiendo toda interpre-
de arbitraje (art. 1649) lo que permite la solución tación adaptativa. La consecuencia de esto es el
de diferencias de interpretación a través de un ter- conservadorismo, contrario a los criterios que uti-
cero, excepto que sean contratos celebrados por liza la doctrina y jurisprudencia argentina, que
adhesión o de consumo (art. 1651). han adaptado el sentido de las leyes a la evolución
de las costumbres y de la economía con gran uti-
El Código distingue claramente la interpreta- lidad para los ciudadanos. Los ejemplos son múl-
ción de la integración. tiples, y van desde la decisión de declarar la in-
constitucionalidad de la prohibición del divorcio
Si se trata de determinar los derechos y las obli- hasta la indexación de las deudas en contextos in-
gaciones de las partes el problema es la interpre- flacionarios; nada de esto hubiera sido posible en
tación; en cambio, si la disidencia es sobre el tipo un sistema originalista. Por eso es que, luego de
de víncu­lo, se trata de “calificación”, y si se vincula ese debate, se consiguió que el Código mantuviera
con la extensión de obligaciones no previstas, es la expresión “la finalidad de la norma” (Art. 1) y no
“integración”. la intención del legislador.

La interpretación es una reflexión sobre un texto En la interpretación del contrato, por el con-
previo, para determinar su sentido, y por ello es trario, se trata de reglas particulares y no evo-
una mirada hacia el pasado, intentando recons- lutivas, razón por la cual, normalmente, no se
truir lo originariamente pactado. En cambio, la in- aplican los criterios usados para la ley. El Juez
tegración mira hacia el futuro y la calificación se debe hacer una hermenéutica individual (3), y no
enfoque en el presente. está autorizado a adaptar las reglas a nuevas cir-
cunstancias, salvo que exista una pretensión de-
ducida con ese objetivo (4).

3) Interpretación de las reglas claras


 (1)  Lorenzetti, Contratos, Parte General. Ed. Rubinzal
y Culzoni. Habitualmente se sostiene que la interpretación
 (2)  Stiglitz, Rubén, “Contratos civiles y comerciales”, sólo es posible cuando hay:
Abeledo Perrot, Bs. As. 1998; Alterini, Atilio A., Contratos
(civiles, comerciales, de consumo), Teoría General, Abe- * Ambigüedad: porque el texto permite varios
ledo-Perrot, Buenos Aires, 1998, p. 411; Mosset Iturraspe, significados posibles.
Jorge, Contratos, Ediar, Buenos Aires, 1978, p. 259.
LANDO, O. y BEALE, H.: Principles of European Contract
Law, The Hague-London-Boston, 2000; MCGREGOR, H.:  (3)  No puede usar la analogía, como es común en la
Contract Code, trad. y nota prel. por J. M. de la Cuesta legislación.
Sáenz y C. Vattier Fuenzalida, Barcelona, 1997.  (4)  Por ejemplo, si se solicita la revisión del contrato.
194 | Suplemento especial cONTRATOS

* Vaguedad: el texto no tiene precisión, y no se Hay casos en que la interpretación llega a las
puede saber con exactitud cuál es la obligación fronteras y se independiza del texto estrictamente
asumida. fijado por las partes, integrándolo. En este límite
hay un espacio común, en que se interpreta y se
Si no hay ambigüedad o vaguedad, se trata sim- integra.
plemente de aplicar lo pactado. Esta es una an-
tigua regla de derecho (“in claris non fit inter- Prevalece la buena fe como regla de interpreta-
pretatio”), recibida por los tribunales en forma ción e integración.
reiterada (5), y cuya función es brindar seguridad: si
el texto es claro, sólo hay que aplicarlo y no apar- IV. Tercera parte. Las fuentes y el objetivo de
tarse del mismo. la interpretación

Esta cuestión requiere precisiones. 1) El texto escrito y otras fuentes.


Interpretación restrictiva
Aplicar implica, previamente, interpretar:
¿cómo se logra establecer que el texto es ambiguo, El Código contiene dos normas que se rela-
oscuro o claro?. Se requiere atribuirle un sentido cionan. Por una parte, el Art. 1065 dice: “Fuentes
y ello significa interpretar. Por lo tanto, la claridad de interpretación. Cuando el significado de las pa-
no es un presupuesto, sino el resultado de la inter- labras interpretado contextualmente no es sufi-
pretación. ciente, se deben tomar en consideración:

La discusión se refiere, en rigor de verdad, a si a) las circunstancias en que se celebró, inclu-


la interpretación debe basarse solamente al texto yendo las negociaciones preliminares; b) la con-
escrito o bien puede incluir elementos externos al ducta de las partes, incluso la posterior a su cele-
instrumento (6). bración;

La primera opción, referida al contrato escrito, c) la naturaleza y finalidad del contrato. Por
tiene su raíz en la exégesis y por ello presupone un otra parte, dice (Art. 1062) “Interpretación res-
texto escrito y claro. trictiva. Cuando por disposición legal o conven-
cional se establece expresamente una interpreta-
La segunda, se hace cargo de la existencia de ción restrictiva, debe estarse a la literalidad de los
contratos verbales, de prácticas sociales, de com- términos utilizados al manifestar la voluntad. Este
portamientos que causan obligación y que lo es- artícu­lo no es aplicable a las obligaciones del pre-
crito, aún en los contratos entre empresas, es el disponente y del proveedor en los contratos por
elemento central, pero no el único. adhesión y en los de consumo, respectivamente”.

Esta es la tesis que ha recogido el Código en el El problema que se intenta resolver en estos
citado Art. 961. textos es si la interpretación sólo debe tener en
cuenta lo escrito por las partes o, por el contrario,
Ello puede dar lugar a una interpretación inte- puede basarse en otros factores, como las negocia-
gradora. ciones, la conducta de las partes y la finalidad.

El Código se inclina por establecer que la fuente


de interpretación es el significado de las palabras,
 (5)  La Corte Suprema ha dicho que “cuando los tér- subsidiariamente puede recurrirse a las circuns-
minos o expresiones empleados en un contrato son tancias, conductas y finalidad del contrato, ex-
claros y terminantes, solo cabe limitarse a su aplicación cepto que las partes hayan pactado expresamente
sin que resulte necesaria una labor hermenéutica (Fa- que la única fuente es la literalidad de sus pala-
llos: 307-2216; 314: 363). bras. Ello obviamente en relación a los contratos
 (6)  Tales como el análisis del comportamiento ante- paritarios.
rior o posterior a la instrumentación, las negociaciones
previas, los borradores, las cartas de intención. Sobre En la doctrina (7) se ha estudiado este problema
este tema ver el importante trabajo de DE LORENZO, Fe- de colisión de fuentes de interpretación (escrito vs.
derico, “La interpretación de los términos claros del con- otras fuentes), frente a lo cual las posiciones son
trato (in claris non fit interpretatio: un principio carente las siguientes:
de utilidad)”, en Obligaciones y Contratos en los Albores
del Siglo XXI, Dirigido por Oscar Ameal, y coordinado
por Silvia Tanzi, en homenaje al Profesor Doctor Roberto
M. López Cabana, Abeledo Perrot, Bs.As., 2001, pág. 623.  (7)  LORENZETTI, Contratos, cit.
Ricardo L. Lorenzetti | 195

- Regla de la prioridad absoluta: debe interpre- teresadas en reforzar ese aspecto pacten sobre la
tarse solamente lo escrito. La “parol evidence rule”, restricción probatoria diciendo que sólo lo escrito
desarrollada en el derecho anglosajón se inclina será válidamente tenido en cuenta (Art. 1062).
por esta tesis y no se admiten otras evidencias para
variar el sentido de lo escrito, salvo que sea par- Existen situaciones en que lo escrito es insufi-
cial o totalmente incompleto en el punto que se ciente. Ello puede ocurrir en contratos largamente
desea dilucidar (8). No se puede aportar evidencia negociados, complejos, en que hay escritos que
en contra de lo escrito. reflejan aspectos diferentes y en ese caso cabe de-
limitar dos supuestos:
- Regla de subsidiariedad: debe interpretarse lo
escrito y, si hay duda (sólo en este caso), puede re- * Lo escrito en las negociaciones no coincide
currirse a otros elementos, principalmente la con- con lo escrito en el acuerdo final, y debe darse
ducta de las partes; (esta es la regla adoptada en prioridad a este último documento. No hay aquí
el art. 1065). colisión de fuentes sino un caso de sucesión y por
ello, se supone que lo redactado en último tér-
- Regla de igualdad: El texto de las reglas deriva mino modifica lo anterior.
tanto de lo escrito como de la conducta, haya o no
duda; * Lo escrito es contradicho por otras fuentes
(comportamientos, etc.). Debe darse prioridad
- Regla de subsidiariedad inversa: En este sen- a lo escrito. Sobre este aspecto el proyecto de
tido, el Proyecto de Código Civil Argentino de 1998 1998 daba amplitud al Juez (12), con lo cual se deja
(Art. 1023, inc. a) se afirma que el contrato debe abierta la posibilidad de considerar que esa in-
ser interpretado asignando especial relevancia a lo tención común se deduzca de materiales dife-
que ha sido común intención de las partes, antes rentes (13). No hay argumentos claros que expliquen
que la literalidad de lo manifestado. En este caso por qué sería mejor que el Juez tenga libertad para
se opta por invertir la regla subsidiaria normal- interpretar, ni hay evidencias de que el resultado
mente admitida. El intérprete no se encuentra li- sea superior (14).
mitado por el tenor literal del texto para la com-
probación del significado del contrato (9), sino que Queda claro entonces que la fuente es el con-
puede recurrir a otros elementos para determinar trato escrito, y subsidiariamente los otros ele-
el alcance de una cláusula cuestionada (10). mentos designados.
La primera posición es la tradicionalmente
adoptada (11), pero hay muchos casos en los que
las leyes y los tribunales se han apartado de ella,
adoptando la segunda y en situaciones especiales
la tercera.
 (12)  Por ejemplo Principios Unidroit, art. 4.1.
El Código adoptó la regla de la subsidiariedad.  (13)  En el art. 2.17 se regula el tema de las “merger
clause”, o sea, de cláusulas expresamente contempladas
El texto a interpretar está constituido por lo es- por las partes en el sentido de que el documento con-
crito, por razones de seguridad jurídica, porque tractual es completo y autosuficiente. Al respecto, el
es claro que utilizando este medio se intentó fijar principio establece que frente a dichas cláusulas el ins-
de un modo indubitable el plexo obligatorio (Art. trumento no puede ser contradicho o integrado a través
1065). Incluso puede suceder que las partes, in- de la prueba de declaraciones o acuerdos precedentes.
Sin embargo, tales declaraciones o acuerdos pueden ser
usados para “interpretar” el texto escrito.
 (14) La interpretación requiere de precisiones jurí-
 (8)  FARNSWORTH, E. Allan, “Contracts”, 3a. ed., New dicas, ya que de lo contrario es posible conectar hechos
York, 1999, ps. 432. de cualquier modo. Es muy probable que ante igualdad
 (9)  BIANCA, Massimo C., Diritto Civile. Il Contratto, de fuentes, y ausencia de reglas claras, no se encuen-
Milano, 1998, p. 391. tren dos jueces que asignen el mismo sentido a un texto.
 (10)  ALTERINI, Atilio A., Contratos, cit., pág. 414. Existe una cierta ingenuidad en adjudicar un efecto be-
 (11) El Anteproyecto Gandolfi, favorece claramente néfico a la intervención judicial interpretativa, cuando
el texto literal del contrato (art. 39.1), incluso el lenguaje no hay ninguna evidencia de que ello sea así. La acti-
propio de los contratantes (art. 39.2), y se muestra res- vidad interpretativa, como todas, debe estar sometida a
trictivo respecto al valor hermenéutico de los elementos reglas previsibles para las partes, ya que de lo contrario
extratextuales (art. 39.3). huirán hacia sistemas más seguros.
196 | Suplemento especial cONTRATOS

2) Extensión de la obligación contractual V. Cuarta parte. Las reglas de interpretación

La fuente de interpretación permite desentrañar 1) Intención común


el contenido de la regla contractual, que puede ser
extendida por la buena fe. “El contrato debe interpretarse conforme a la
intención común de las partes y al principio de la
En este sentido, el Código dispone (Art. 961) buena fe” (Art. 1061).
que “Los contratos deben celebrarse, interpre-
tarse y ejecutarse de buena fe. Obligan no sólo a La primera regla manda establecer la intención
lo que está formalmente expresado, sino a todas común de los contratantes.
las consecuencias que puedan considerarse com-
prendidas en ellos, con los alcances en que razo- En Código anterior se disponía: “debe buscarse
nablemente se habría obligado un contratante más bien la intención común de las partes que el
cuidadoso y previsor”. Esta norma se corresponde sentido literal de los términos” (art. 218, inc. 1º,
con la que existía en el Código derogado, (Art. Cód. Com.) (17), lo que ha sido confirmado por la
1198) que decía “los contratos deben... interpre- jurisprudencia al decir que “la literalidad del texto
tarse de buena fe y de acuerdo con lo que verosí- contractual no descarta la investigación de la vo-
milmente las partes entendieron o pudieron en- luntad real de las partes, siendo relevantes para
tender, obrando con cuidado y previsión” (15). ello la intención y la finalidad de los contratantes;
es decir, debe tenerse en cuenta la clara intención
Es decir que el acto interpretativo se refiere a la de ellos, más allá de la literalidad (18).
intención común de las partes conforme a la buena
fe y a lo que razonablemente se habría obligado un En los casos en que no es posible determinar la
contratante cuidadoso y previsor. La buena fe, el voluntad común, hay que recurrir a fuentes alter-
modelo del contratante son auxilios del intérprete nativas, siendo la tendencia más generalizada la
en caso de duda y su significado surge de las prác- de utilizar un estándar, que es el de la buena fe.
ticas y usos contractuales en el tipo de contrato de
que se trate. 2) Significado de las palabras

El intérprete puede aplicar esta cláusula general El Código dispone (Art. 1063). “Significado de
incorporando un elemento objetivo de carácter las palabras. Las palabras empleadas en el con-
normativo, ya que es un deber ser (16). trato deben entenderse en el sentido que les da
el uso general, excepto que tengan un significado
En los celebrados por adhesión, no se refiere a la específico que surja de la ley, del acuerdo de las
intención común, porque hay una parte que pre- partes o de los usos y prácticas del lugar de cele-
dispone. bración conforme con los criterios dispuestos para
la integración del contrato. Se aplican iguales re-
glas a las conductas, signos y expresiones no ver-
bales con los que el consentimiento se manifiesta”.
 (15)  C. Civil Peruano (Art. 1362): “los contratos deben En materia de integración del contrato se dice (Art.
negociarse, celebrarse y ejecutarse según la buena fe y 964) que “El contenido del contrato se integra con:
común intención de las partes”. a) las normas indisponibles, que se aplican en sus-
 (16)  CNCiv., Sala E, “Saporiti, Marcelo G. c. Bertani de titución de las cláusulas incompatibles con ellas;
Roma, S”, LA LEY, 21 de agosto de 2002, pág. 9. “El cri-
terio para la interpretación del contrato entre el profe-
sional arquitecto y los propietarios de la obra, a fin de  (17)  Regla 1º de POTHIER, recogida por el artícu­lo
poder desentrañar lo que los contratantes entendieron 1156 del Código Civil francés. POTHIER ejemplifica
verosímilmente realizar, es el de la buena fe —art. 1198, así: si alguien alquila una habitación de mi casa, y en
Cód. Civil—, ya que las tratativas y preliminares son re- el nuevo contrato le doy en alquiler mi casa por tantos
veladoras de una costumbre que muestra relaciones años, por el precio del anterior arriendo, aunque grama-
entre unos y otros plagadas de hechos que sustituyen o ticalmente mi casa significa la totalidad y no una sola ha-
rebasan el contenido de los términos en que fue conce- bitación, es obvio que la intención “no ha sido otra que
bida la convención”. “Toda vez que el locador de la obra la de renovar el arriendo de un cuarto que ya había alqui-
es quien tiene a su alcance los precios de los materiales y lado”. La Regla 8ª de POTHIER establece que, aunque se
los de los trabajos que se mencionan en el presupuesto, haya convenido en términos generales, el contrato “no
cabe interpretar que si éstos superan en un 100% los va- comprende más que las cosas por las cuales las partes
lores de mercado existe un accionar abusivo que torna contratantes han entendido contratar, y no aquellas en
procedente la atribución de responsabilidad a su parte las que no han pensado”.
en el distracto producido”.  (18)  (C.S.J.N., Fallos 311:1556).
Ricardo L. Lorenzetti | 197

b) las normas supletorias; c) los usos y prácticas ción del contrato, o las prácticas establecidas entre
del lugar de celebración, en cuanto sean aplica- las partes, asignan a las palabras un significado
bles porque hayan sido declarados obligatorios propio; 3)- cuando se trata de palabras científicas,
por las partes o porque sean ampliamente cono- técnicas, o del arte, aplicables a una actividad es-
cidos y regularmente observados en el ámbito en pecífica de la que participan ambas partes.
que se celebra el contrato, excepto que su aplica-
ción sea irrazonable”. Soporte escrito, verbal o electrónico Las partes
pueden usar el lenguaje en distintos soportes: es-
Esta norma tiene una extensa tradición en el de- crito, verbal o electrónico.
recho argentino y ha sido muy elaborada durante
muchos años, que resumiremos seguidamente.
3) Interpretación contextual
El problema del lenguaje y del significado que se
El Código dispone (Art. 1064) que “Las cláusulas
debe dar a las palabras es tan importante que mu-
del contrato se interpretan las unas por medio de
chos contratos se redactan con un preámbulo o un
las otras, y atribuyéndoles el sentido apropiado al
“diccionario” en los que se mencionan una serie
conjunto del acto”.
de vocablos y su significado.

La comunicación entre los contratantes se rea- Las distintas cláusulas deben ser interpretadas
liza en base al lenguaje, lo cual puede plantear di- armónicamente porque constituyen un sistema
ferentes tipos de problemas: indivisible, lo que ya estaba previsto en el Código
derogado (art. 218, inc. 2º, Cód. Com.).
Lenguas diferentes: en los contratos internacio-
nales es habitual que se utilicen diferentes lenguas Es un criterio tradicional, que ya estaba en la
y ello puede plantear problemas de interpretación. Regla 6ª de Pothier, “se debe interpretar una cláu-
sula por las otras cláusulas contenidas en el acto,
Las partes pueden establecer que un idioma ya precedan o sigan a dicha cláusula”, en el Código
tiene prioridad sobre otro, de modo similar al Civil Francés (Art. 1161), en el Código Civil Italiano
“uso oficial”, y si no hay estipulación al respecto, (Art. 709) y en las reglas de Unidroit (Art. 4.4).
suele utilizarse una presunción de que las partes
quieren ser leídas en el idioma en que se hizo la
primer redacción (19) -Lenguaje verbal o gestual: 4) El principio de conservación
es posible utilizar el lenguaje gestual: expresiones
corporales, signos, símbolos. Ello es habitual en El Código establece (Art. 1066) “Principio de
las contrataciones de consumo (20). conservación. Si hay duda sobre la eficacia del
contrato, o de alguna de sus cláusulas, debe inter-
Lenguaje electrónico: las partes pueden usar el pretarse en el sentido de darles efecto. Si esto re-
lenguaje binario típico en la informática. sulta de varias interpretaciones posibles, corres-
ponde entenderlos con el alcance más adecuado
Lenguaje común o profesional: la regla general al objeto del contrato”.
en el código derogado era la primacía del sen-
tido que las palabras tienen en el lenguaje común En el régimen anterior se decía: “Las cláu-
(Art. 217, Cód. Com.) que ahora se reitera. Natu- sulas susceptibles de dos sentidos, del uno de los
ralmente no es así cuando las partes son profesio- cuales resultaría la validez, y del otro la nulidad
nales y usan un lenguaje específico, o cuando son del acto, deben entenderse en el primero” (art.
comerciantes, o agricultores y utilizan expresiones 218, inc. 3º, Cód. Com.). También aquí se puede
que corresponden a los usos de ese sector. Por eso rastrear el origen en la Regla 2ª de Pothier que ex-
puede ocurrir que tengan un sentido diferente al presa: “Cuando una cláusula es susceptible de dos
común, como ocurre en los siguientes casos: 1)- sentidos, se debe más bien entenderla conforme al
cuando las partes pactaron sobre el tema y de- que ha podido tener efecto, y no según aquel sen-
cidieron atribuirles un sentido específico; 2). tido que daría por resultado no ser posible estipu-
cuando los usos y costumbres del lugar de celebra- lación alguna”; por ejemplo, si al partir bienes se
dice que ha sido convenido entre Pedro y Pablo,
 (19)  Principios de UNIDROIT, art. 4.7. que Pablo podrá pasar por sus heredades, aunque
 (20)  Por ejemplo en la compra en un supermercado la expresión sus heredades pueda significar tanto
puede suceder que no se hable, aún existiendo personas las de Pedro como las de Pablo, “no es dudoso que
(comprador y cajero), y ambos se entienden mediante se trata de las de Pedro, pues de otro modo la cláu-
gestos. sula no tendría efecto alguno, puesto que Pablo no
198 | Suplemento especial cONTRATOS

tiene necesidad de estipular que podrá pasar por respetar la libertad, siendo la obligación una ex-
sus propias heredades”. cepción. Por esta razón, en el régimen anterior se
decía que en caso de duda “las cláusulas ambiguas
La disposición tiene como presupuesto la exis- deben interpretarse siempre en favor del deudor,
tencia de duda, es decir que la regla contractual o sea en el sentido de liberación” (art. 218, inc. 7º,
permite ser interpretada en, al menos, dos sen- Cód. Com.) (22), lo que ha sido entendido como pro-
tidos. En este caso, se fija un criterio obligatorio tección de la parte débil.
para el intérprete, que es inclinarse por conserva-
ción. En la actual norma, se hace una distinción entre
los contratos a título gratuito y los onerosos. En los
Si la duda recae sobre todo el contrato, se debe primeros, es claro que debe buscarse el sentido
procurar su eficacia, si es por una de sus cláusulas, menos gravoso al obligado, y de la menor trans-
hay que darles efecto, y siempre con el sentido más misión de derechos. En cambio, en los onerosos,
favorable al cumplimiento del objeto, según lo de- debe buscarse el mantenimiento de la equiva-
finido por las partes y lo dispuesto por los artícu­los lencia, el logro de la mayor reciprocidad y no la li-
1003 y siguientes. beración simple (23).

5) La Protección de la confianza VI. Quinta parte. Contratos conexos

El Código dispone (Art. 1067) que “La interpre- El Código incorpora una regulación de los con-
tación debe proteger la confianza y la lealtad que tratos conexos que es novedosa en el derecho
las partes se deben recíprocamente, siendo inad- comparado codificado. Si bien hay leyes espe-
misible la contradicción con una conducta jurí- ciales no hay una disposición de este tipo en los
dicamente relevante, previa y propia del mismo códigos vigentes.
sujeto”. Brevemente diremos que (Art. 1073) “Hay co-
nexidad cuando dos o más contratos autónomos
Esta norma es muy importante y su análisis ex- se hallan vinculados entre sí por una finalidad
cede este breve trabajo, pero es claro que se trata económica común previamente establecida, de
de una aplicación del principio general de buena modo que uno de ellos ha sido determinante del
fe, contemplado en el título introductorio. La otro para el logro del resultado perseguido. Esta
buena fe en el sentido de protección de la apa- finalidad puede ser establecida por la ley, expre-
riencia creada (21), la buena fe lealtad en el sen- samente pactada, o derivada de la interpretación,
tido del cumplimiento de lo acordado, y la prohi- conforme con lo que se dispone en el artícu­lo
bición de actuar contra los propios actos. 1074”.

6) El principio “favor debitoris” y la equidad La definición no está basada en una fuente pre-
cisa, sino que se ha elaborado teniendo en cuenta
El Código dispone (Art. 1068) “Cuando a pesar
de las reglas contenidas en los artícu­los anteriores
persisten las dudas, si el contrato es a título gra-
tuito se debe interpretar en el sentido menos gra-
voso para el obligado y, si es a título oneroso, en el  (22) La Regla 8ª, según la cual, por generales que
sentido que produzca un ajuste equitativo de los sean los términos del contrato, “no comprende más que
intereses de las partes”. las cosas por las cuales las partes contratantes han en-
tendido contratar” - Un caso de aplicación, sugerido por
Tradicionalmente se ha interpretado que POTHIER, resulta del Código Civil en materia de tran-
cuando hay duda, se debe interpretar que una sacción: ésta sólo abarca “la diferencias respecto de las
persona no ha querido obligarse, porque hay que cuales los contratantes han tenido en realidad intención
de transigir” (art. 835).
 (23)  Código Civil italiano de 1942 dispone que el con-

(21) Sobre la importancia de la apariencia, am- trato a título oneroso sea interpretado “en el sentido que
pliamos en Lorenzetti, “La oferta como apariencia y la realice al armonización equitativa de los intereses de las
aceptación basada en la confianza”, L.L., T. 2000-D, Sec. partes” (art. 1371; Cód. Civ. portugués de 1967 (art. 237);
Doctrina, noviembre de 2000, Buenos Aires, páginas Las III Jornadas Bonaerenses de Derecho Civil (Junín,
1155 a 1174. También en “Consumidores”, y en Tratado 1988) declararon que “la interpretación debe tender a
de los Contratos, Parte General. resguardar la relación de cambio propia del negocio”.
Ricardo L. Lorenzetti | 199

los elementos que se han trabajado en la doctrina Estas disposiciones contempladas en los Arts.
argentina (24) durante los últimos años (25). 1073, 1074 y 1075 tienen una gran utilidad prác-
tica.
Básicamente se requiere que sean contratos au-
tónomos entre sí, como por ejemplo, una compra- Existen casos en los que varios contratos apa-
venta y un mutuo. El nexo es la finalidad econó- recen frente a la otra parte unidos por una opera-
mica, lo que ocurre cuando para vender se hace un ción económica: la venta de bienes informáticos
préstamo, es decir, el contrato es un instrumento incluye un contrato sobre el hardware, otro sobre
de una estrategia económica más amplia. Esta de- el software, otro de asistencia; la de bienes a cré-
cisión debe estar previamente determinada y no a dito consiste en una compraventa más un mutuo;
posteriori, porque esto último daría lugar a inter- la de inmuebles en un condominio puede incluir
pretaciones demasiado amplias. La relación entre una compraventa, un mutuo, la constitución de un
ambos no puede ser de cualquier tipo, sino deter- fideicomiso y la participación en una sociedad; un
minante, es decir, uno explica al otro. préstamo bancario puede tratarse de un mutuo,
una garantía hipotecaria, un seguro de vida; una
Cuando existe conexidad, una de las conse- tarjeta de crédito puede incluir una apertura de
cuencias es la interpretación y en tal sentido se cuenta corriente.
dice (Art. 1074) “Los contratos conexos deben ser
interpretados los unos por medio de los otros, atri- La doctrina ha utilizado distintos nombres: con-
buyéndoles el sentido apropiado que surge del tratos conexos, grupos de contratos, negocios coli-
grupo de contratos, su función económica y el re- gados, redes, networks, etc. Lo que sucede en estos
sultado perseguido”. supuestos, es que el negocio excede al contrato, se
hace con varios de ellos, y entonces es necesario
vincularlos en sus efectos, consagrando una ex-
cepción al efecto relativo (Art. 959).
 (24)  Particularmente comencé a trabajar este tema en
los años noventa en numerosos trabajos. Ver Lorenzetti, VII. Sexta parte. Contratos celebrados por
“Cuál es el cemento que une las redes de consumidores, adhesión y contratos de consumo
de distribuidores o de paquetes de negocios- (aproxi-
mación a la conexidad contractual como fundamento 1) El principio protectorio
impu­tativo)”, L.L., T. 1995-E, Sec. Doctrina, Buenos Aires,
15 de noviembre de 1995, páginas 593 a 603. “Nuevas El Código regula los contratos paritarios y,
fronteras del abuso de derecho (situaciones jurídicas le- dentro de ellos, establece un nivel de protección
sivas de libertades-tutela del mercado y amparo)”, L.L., para aquellos celebrados por adhesión. En otro
T. 1995-E, Sec. Doctrina, Buenos Aires, 17 de octubre de título, fija reglas para los contratos de consumo.
1995, páginas 1013 a 1025. “Contratos modernos: con- Ambas decisiones tienen una extensa tradición
ceptos modernos. Nuevos aspectos de la teoría del tipo basada en el principio protectorio, que conviene
contractuales mínimo. Problemas contractuales típicos. presentar, aunque sea de modo breve.
Finalidad supra contractual y conexidad”, L.L., T. 1996-E,
Sec. Doctrina, Buenos Aires, 25 de octubre de 1996, pá- En el Código de Luisiana se estableció la regla
ginas 851 a 867. “Redes contractuales, contratos conexos de interpretación contra el estipulante en caso de
y responsabilidad”, Revista de Derecho Privado y Co- duda (art. 1953); en el Código de Prusia se dispuso
munitario, Nº 17, Sección Doctrina, Editorial Rubinzal y que se interpretará en “perjuicio del que ha hecho
Culzoni, Santa Fe, mayo de 1998, páginas 207 a 261. “Tra- insertar en él términos ambiguos” (art. 266). La
tado de los Contratos”. Parte especial, cap II, Tratado de
regla fue admitida en el derecho hispánico y en las
los contratos. Parte General, cap. XXII;
codificaciones latinoamericanas. Vélez Sarsfield la
 (25) En la doctrina argentina se ha trabajado este
incluyó en el Código de Comercio al indicar que
tema. Ver DE LORENZO, Miguel F. y TOBÍAS, José W.,
Complejo de negocios unidos por un nexo (El ligamen
en casos dudosos las cláusulas ambiguas deben
negocial), L.L. t. 1996-D, 1387; NICOLAU, Noemí, Los interpretarse siempre en favor del deudor, en el
negocios jurídicos conexos, en “Trabajos del Centro”, sentido de la liberación (art. 218 inc. 7 Cód. Co-
Revista del Centro de Investigaciones de Derecho Civil, mercio).
Facultad de Derecho, Universidad Nacional de Rosario,
Rosario, 1997, Nº 2, pág. 9 y ss.; ESBORRAZ, David y La regla de la interpretación “contra stipula-
HERNÁNDEZ, Carlos A., Alcances y proyecciones del fe- torem” surge en el derecho romano, ya que existía
nómeno de la vinculación negocial en el ámbito de los la estipulatio como forma adhesiva. En el Digesto
contratos, ídem anterior, págs. 29 y ss; MOSSET ITU- se encuentra el principio al referirse al caso de
RRASPE, Jorge, Contratos conexos. Grupos y redes de duda: “verba contra stipulatorem interpretanda
contratos, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 1999. sunt” (Digesto, libro 45, tít. 1, ley 38, párr. 19). En
200 | Suplemento especial cONTRATOS

las Partidas encontramos normas similares, que Durante el periodo de vigencia exclusiva de los
establecen que se debe interpretar la duda contra principios “favor debitoris” y “favor debilis”, la pro-
aquel que “dixo la palabra” y en “pro de la otra tección se basó en la noción de obligación, ya que
parte” (Partida VII, Título XXXIII, ley 2). Desde ese tanto el acreedor, como el deudor, son sujetos ac-
estadio llegamos a la codificación decimonónica tivo y pasivo de la relación obligatoria. Posterior-
en la que el tema era ya conocido (26). mente, en la legislación protectoria de mediados
del siglo veinte, se dirigió a categorías amplias de
El Código Civil Argentino, en su redacción ori- sujetos: trabajadores, locatarios, tomadores de
ginaria no consagró regla alguna en materia de in- préstamos destinados a vivienda, adquirentes de
terpretación contractual, remitiéndose en ello a lotes, etc.
lo que ya se había regulado en el Código de Co-
mercio (27). Este último cuerpo legislativo dispone La protección dejó de ser individualizada y ca-
en el artícu­lo 218, inc. 7 que en casos dudosos las suística, ya que se abarca a toda una clase de su-
cláusulas ambiguas deben interpretarse siempre jetos independientemente de las particularidades
en favor del deudor, en el sentido de la libera- del caso.
ción, lo que permitió interpretar que hay un prin-
cipio “favor debitoris”. Normas similares regían en El elemento que se toma en cuenta es la tipi-
la sede civil como en el contrato de transacción cidad contractual: los trabajadores en el contrato
(art. 854 CC) en la renuncia (art. 874), o en el caso de trabajo, los locatarios en la locación, los toma-
de duda sobre la cantidad que ha sido legada, en dores de préstamos en el mutuo, etc.
que se debe juzgar que ha sido el menor valor (art.
3765 CC). En los últimos treinta años del siglo XX, se de-
cidió dar un paso más amplio en la protección: no
Durante este extenso periodo histórico, el sujeto sólo la posición en la relación obligatoria, no sólo
protegido era el deudor. la posición en un contrato típico.
En la sociedad moderna se advirtió que muchos Surgió la noción de consumidor que se rela-
deudores son fuertes y otros acreedores débiles. ciona con el acto de consumo, y no específica-
mente con la calidad de acreedor o deudor en una
La mudanza subjetiva comenzó con los obreros-
obligación o con un contrato en particular.
acreedores-débiles y sus empleadores-deudores-
fuertes, en relación al salario, pero luego se ex- Por estas razones, el Código actual contempla
tendió a numerosos acreedores hiposuficientes. dos tipos de tutelas contractuales, la referida a la
Podemos señalar que ya no se trata de un “favor adhesión, y la del consumidor.
debitoris”, sino de un “favor debilis”, ajustando el
2) Contratos celebrados por adhesión
principio a las nuevas demandas que presenta la
sociedad (28). El Código lo define (art. 984) diciendo “El con-
trato por adhesión es aquel mediante el cual uno
 (26)  El Código de Luisiana establece la regla de in-
de los contratantes adhiere a cláusulas generales
terpretación contra el estipulante en caso de duda (art. predispuestas unilateralmente, por la otra parte o
1953); el Código de Prusia dispone que se interpretará por un tercero, sin que el adherente haya partici-
“en perjuicio del que ha hecho insertar en él términos pado en su redacción”.
ambiguos” (art. 266). Esta regla permaneció en el de-
recho hispánico, al punto que en el Código Civil Español En materia de interpretación dice (Art. 987)
actual se establece que “la interpretación de las cláu- “Las cláusulas ambiguas predispuestas por una de
sulas oscuras de un contrato no deberá favorecer a la las partes se interpretan en sentido contrario a la
parte que hubiese ocasionado la oscuridad” (art. 1288). parte predisponente”.
 (27)  MASNATTA, “Interpretación de los contratos en
la ley y en la jurisprudencia argentina”, Bol Inst. Der. civ. Esta norma ha sido muy estudiada y aplicada
Santa Fe, núm. 1, pág. 17, año 1959. por la jurisprudencia y no es necesario dar ma-
 (28)  Por esta razón en las X Jornadas Nacionales de yores explicaciones. Sólo cabe señalar que se
Derecho Civil se aprobó un despacho de mayoría que aplica a todo tipo de contratos.
decía recomendar: “la incorporación al Código civil
como principio de protección a la parte más débil sin 3) Contratos de consumo
distinguir si se trata de un deudor o de un acreedor”. Es
decir que la doctrina preparó el camino de esta decisión El Código contiene un título III dedicado a los
legislativa. contratos de consumo, que desarrolla toda una
Ricardo L. Lorenzetti | 201

parte general. Se lo define (Art. 1093) diciendo que La primera disposición se refiere a los conflictos
“es el celebrado entre un consumidor o usuario aplicación o de interpretación de la ley, estable-
final con una persona humana o jurídica que ciendo la prioridad de aplicación de principios
actúe profesional u ocasionalmente o con una em- constitucionales como la protección del consu-
presa productora de bienes o prestadora de servi- midor y del ambiente.
cios, pública o privada, que tenga por objeto la ad-
quisición, uso o goce de los bienes o servicios por En los contratos celebrados por adhesión, la in-
parte de los consumidores o usuarios, para su uso terpretación es contra el predisponente y requiere
privado, familiar o social”. como presupuesto la existencia de ambigüedad.
En materia de interpretación se dice (Art. 1094) En cambio, en los contratos de consumo, es a favor
que “Las normas que regulan las relaciones de del consumidor, haya o no predisposición de cláu-
consumo deben ser aplicadas e interpretadas con- sulas generales. Por otra parte, en caso de duda, se
forme con el principio de protección del consu- aplica el principio “favor libertatis”, es decir, la op-
midor y el de acceso al consumo sustentable. En ción menos gravosa.
caso de duda sobre la interpretación de este Có-
digo o las leyes especiales, prevalece la más favo- Estimamos que esta breve exposición de la ma-
rable al consumidor” y luego que (Art. 1095) “El teria interpretativa debe ser completada con otros
contrato se interpreta en el sentido más favorable estudios más amplios del resto de la normativa
para el consumidor. Cuando existen dudas sobre contractual y del resto del Código, que segura-
los alcances de su obligación, se adopta la que sea mente será bien efectuada por los demás autores
menos gravosa”. convocados por el director de la obra.u
Contratos conexos
POR Cristina N. Armella

SUMARIO: I. Palabras preliminares. II. Antecedentes.— III. Regulación legal.— IV. Definición.—
V. Fuentes de la finalidad económica.— VI. Interpretación.— VII. Efectos.— VIII. Aplicación de la figura
en el tráfico negocial inmobiliario.— IX. Conclusiones.

I. Palabras preliminares derecho positivo. Destacamos la importancia de


su normativización, pero se impone realizar una
Shopping centers, sistemas turísticos de tiempo mirada crítica (2).
compartidos, medicina prepaga, tarjetas de cré-
dito, fondos comunes de inversión, son algunos de
los ejemplos que la doctrina utiliza para demos-
trar que existen en el tráfico negocial moderno, Esper. Coordinador. Tomo III, pág. 627. Ed. La Ley. Bs. As.
comportamientos humanos que exceden el marco 2014. Hernández, Carlos, “Acerca del principio de relati-
vidad de los efectos del contrato y sus tensiones sociales”.
regulatorio del derecho de los contratos como
RDPyC 2007-2; Ciuro Caldani, Miguel Ángel, “Los con-
fuera concebido a fines del siglo XIX.
tratos conexos”. Fundación para las investigaciones ju-
rídicas, Rosario, 1999; Farina, J. “Contratos comerciales
Si le preguntáramos a un simple observador
modernos”, pág. 303 y ss. Ed. Astrea. Bs. As. 1994. Farina,
qué distingue las figuras jurídicas mencionadas,
J. “Unión de contratos”, Ed. Zeus. Lorenzetti, Ricardo.
por ejemplo, de la compraventa o de la locación, “Las normas fundamentales de derecho privado”, pág.
la respuesta aparecería rápidamente. Estos úl- 151 y ss. Ed. Rubinzal-Culzoni. Santa Fe. 1995. Loren-
timos, por su propia esencia, son actos jurídicos zetti, Ricardo. “Redes contractuales, contratos conexos y
aislados que ostentan una finalidad específica responsabilidad”, en Rev. de Derecho Privado y Comuni-
y que al tiempo de su celebración no presentan tario. Ed. Rubinzal-Culzoni, número 17, pág. 207 y ss. Lo-
ningún tipo de vinculación con otros contratos. renzetti, Ricardo. “Tratado de los contratos”. Ed. Rubinzal
Por el contrario, aquellos, son negocios jurídicos Culzoni. Tomo I. Ed. Rubinzal Culzoni. 1999. Márquez,
creados para coligarse entre sí, formando un en- José Fernando “Conexidad Contractual. Nulidad de los
cadenamiento, red contractual u operación global contratos y del programa”. RDPyC 2007-2; Mosset Itu-
para el logro de una finalidad común, que se han rraspe, Jorge. “Contratos conexos. Grupos y redes”, Ru-
presentado como realidades incontestables a me- binzal Culzoni, Santa Fe, 1999. Rinessi, Antonio Juan,
diados del siglo XX y continúan en el presente. “Conexidad y tarjetas de crédito” RCPyC 2007-2. Tobías,
J y De Lorenzo, M. “Complejo de negocios unidos por un
De esta manera, nuestro aporte está destinado nexo (El ligamen negocial)”. L.L. 1996-D, pág. 1387. To-
al estudio de la regulación de los contratos co- bías, José W. “Los contratos conexos y el crédito de con-
nexos en el Código Civil y Comercial de la Nación. sumo” L.L. 1999-D, pág. 992. Uguet, Ricardo. “Aportes
Partimos del bagaje conceptual construido por la para una teoría general de los contratos conexos”. J. A.
doctrina nacional (1) que finalmente recaló en el 2003-IV-1098 y en Armella, Cristina N. (Directora) y
Esper, Mariano (Investigador) “Summa de Contratos
Doctrina - Legislación - Jurisprudencia”. Tomo I, pág.
 (1)  BIBLIOGRAFÍA VINCULADA: Acquarone, María 575. Ed. Abeledo Perrot. Bs. As. 2012. Weingarten, C. y
T. “Los emprendimientos inmobiliarios. Marco Jurídico Ghersi, C. Los contratos conexados. L.L. 1997-E-1350.
y normativo. Modelos”, pág. 33 y ss. Ed. Ad Hoc. Bs. As.  (2)  Advertimos al lector que, más allá de nuestro ha-
2007. Albano, Carlos Alberto. Contratos conexos. En bitual estilo autoral, le ofrecemos en las notas ciertas
“Código Civil y Comercial de La Nación. Comentado. transcripciones para evitar acudir a otras fuentes de in-
Julio César Rivera, Graciela Medina Directores. Mariano formación.
204 | Suplemento especial cONTRATOS

II. Antecedentes

Nuestro Código Civil decimonónico no preveía tifica un equilibrio del sistema que permite el funciona-
norma alguna que tratase el tema de los contratos miento de las uniones de contratos; b) las obligaciones y
conexos. Si atendemos a los distintos intentos de deberes colaterales sistemáticos, en virtud de los cuales
unificación del derecho privado en la República los integrantes tienen deberes y obligaciones respecto de
Argentina, el primer proyecto que se ocupó del los demás miembros o de terceros, que tienen su origen
tema fue el Proyecto de Código Civil de la Repú- en el sistema. 2. De lege lata. 2.1. Interpretación Los con-
blica Argentina unificado con el Código de Co- tratos conexos deben ser interpretados en función de la
mercio, del año 1998, en su artícu­lo 1030 (3). Esta operación económica que persiguen. 2.2. Efectos en las
novedad legislativa motivó que fuese tema de las relaciones internas. En las relaciones internas, las redes
XVII Jornadas Nacionales de Derecho Civil, rea- presentan un nexo que está vinculado a la colaboración
lizadas en Santa Fe en 1999, por la Universidad asociativa o gestoría entre las partes que la integran, las
Nacional del Litoral (4), cuyas conclusiones (5) fun- que son susceptibles de control judicial en los casos en
que se produce un desequilibrio del sistema por abuso
del derecho o de la posición dominante del organizador.
 (3)  Ver Proyecto de Código Civil de la República Ar- 2.3. Efectos frente a los terceros. Es aplicable el art. 40 Ley
gentina unificado con el Código de Comercio, Nota de 24240 a las relaciones derivadas de contratos conexos.
elevación, Fundamentos y Legislación comparada. Re- También resultan aplicables en las relaciones frente a ter-
dactado por la Comisión designada por el Decreto ceros no consumidores la responsabilidad por el hecho
685/95 e integrada por quienes resultaron finalmente de dependientes, a través de una interpretación laxa; la
firmantes los Dres. Héctor Alegría, Atilio Aníbal Alterini, responsabilidad por control sobre la prestación, y la res-
Jorge Horacio Alterini, María Josefa Méndez Costa, Julio ponsabilidad por la apariencia. En el ámbito contractual
César Rivera y Horacio Roitman. Ed. Abeledo Perrot. Bs. puede basarse en la existencia de un víncu­lo asociativo
As. 1999. “Art. 1030. Grupos de contratos. Los contratos entre las partes, en el contrato a favor de terceros, y en
que están vinculados entre sí por haber sido celebrados la estructura del víncu­lo obligatorio. La conexidad rele-
en cumplimiento del programa de una operación econó- vante tiene por efecto que la ineficacia o vicisitudes pa-
mica global son interpretados los unos por medio de los decidas por uno de los contratos, pueda propagarse a los
otros, y atribuyéndoles el sentido apropiado al conjunto restantes contratos determinantes del negocio único. La
de la operación”. conexidad relevante debe ser demostrada por quien la
 (4)  Antes, en las XVI Jornadas Nacionales de Derecho alega. La conexidad dentro de un negocio único consti-
Civil, realizadas en Buenos Aires, en el año 1997, algunas tuye una excepción al principio de los efectos relativos
conclusiones de la Comisión 3º de Contratos, hicieron del contrato y posibilita la oponibilidad a los terceros,
menciones a las uniones de contratos y su vinculación otorgando acciones directas, aún en ausencia de pre-
con la conexidad. visión expresa. 3. Casos especiales 1. Shopping center:
 (5)  “Contratos conexos. 1. Dogmática jurídica 1.1. Im- Entre los integrantes de un “shopping center” existen re-
portancia del fenómeno. La conexidad es un fenómeno laciones contractuales conexas vinculadas por un ele-
diverso que comprende el estudio de todas aquellas rela- mento asociativo, que si bien no permite impu­tar a cada
ciones en las que los contratos son instrumentos para la una de las partes por los incumplimientos contractuales
realización de una operación económica y que incluye: de la otra, autoriza a aplicar el instituto de la frustración
a) Relaciones de consumo entre grupos de prestadores del fin en las relaciones internas. Frente a los terceros la
y grupos de consumidores (contratos de turismo, de tar- empresa organizadora puede ser impu­tada por la apa-
jetas de crédito, de financiación para el consumo, de lea- riencia jurídica creada, por la publicidad inductiva o,
sing, de tiempo compartido). b) Relaciones inter-empre- por el control determinante de las prestaciones que uno
sarias, que incluyen las redes asociativas y las cadenas de los integrantes debe a terceros. 2. Sistemas de tar-
contractuales, y la tercerización. 1.2. Concepto. Habrá jetas de crédito: La Ley 25065 es relevante para la temá-
contratos conexos cuando para la realización de un ne- tica de los contratos conexos en cuanto en su art. 1 dis-
gocio único se celebra, entre las mismas partes o partes pone que “se entiende por sistema de tarjeta de crédito
diferentes, una pluralidad de contratos autónomos, vin- al conjunto complejo y sistematizado de contratos indi-
culados entre sí, a través de una finalidad económica viduales”. Son reglas aplicables a los contratos conexos:
supra-contractual. Dicha finalidad puede verificarse ju- la nulidad de las cláusulas abusivas que establezcan ad-
rídicamente, en la causa subjetiva u objetiva, en el con- hesiones tácitas a sistemas anexos al sistema de tarjeta
sentimiento, en el objeto, o en las bases del negocio. 1.3. de crédito (art. 14 inc. j); la regulación de los paquetes
Enfoque teórico. El estudio de este tema debe partir de: 1) de servicios financieros (art. 55), la responsabilidad del
La distinción entre la estrategia negocial y los contratos emisor cuando promoviere productos o servicios ofre-
que se utilizan para llevarla a cabo; 2) La distinción entre ciendo una garantía al respecto (art. 43). 3. Transporte
contrato y sistema. El sistema es un grupo de contratos multimodal: El transporte multimodal, regulado en la
individuales conectados por una operación económica Ley 24921, es un caso en el que resultan aplicable las re-
diferente de cada uno de los víncu­los individuales. Son glas sobre conexidad contractual. 4. De lege ferenda. El
elementos del sistema: a) la causa sistemática, que jus- texto del art. 1030 del proyecto de reformas de 1998 es
Cristina N. Armella | 205

dadas en la doctrina allí vertida, dieron lugar a una título del Capítulo 12 de Contratos conexos, la de-
mejor y más acabada regulación de esta figura ju- finición, más precisamente determinando qué se
rídica en el Libro tercero, Derechos personales, Tí- entiende por conexidad, en una narración des-
tulo 2, Contratos en general, Capítulo 12 Contratos criptiva, que refiere los dos recaudos normativos
conexos, del Código Civil y Comercial de la Nación destinados a concretar el entendimiento de que,
(ley 26.994 modificada por la ley 27.077 con res- si se configuran ambos en el plano fáctico, el re-
pecto a su entrada en vigencia el 1º de agosto de sultado inmediato será tal conexidad contractual.
2015) (6). La bondad de esta metodología normativa se pre-
senta ante un fenómeno económico más o menos
III. Regulación legal actual, que no cuenta, legislativamente hablando,
Si bien durante años se expuso que “las defini- con antecedentes nacionales y pocos en el de-
ciones no son propias de un código de leyes” (7) ad- recho comparado (8). Por su parte, completan la re-
vertimos que la técnica legislativa implementada gulación legal, dos artícu­los más (1074 y 1075 del
en la redacción del nuevo Código al abordar una C.C. y C.) destinados a normar la interpretación y
determinada figura jurídica comienza, por lo ge- los efectos de esta pluralidad de contratos, unidos
neral, con el vocablo “definición” en el título del por una finalidad económica común, como ve-
artícu­lo de que se trate. Se esté o no de acuerdo remos.
con tal técnica legislativa, lo real es que otorga al IV. Definición
intérprete un concepto acabado de la decisión del
legislador frente a la institución. Además se esté Como afirmamos, la definición descriptiva que
o no de acuerdo con la solución definidamente plasma el art. 1073 del C.C. y C. se integra con dos
planteada, no puede dudarse de lo allí plasmado. elementos configurantes, a saber: la pluralidad
contractual y la finalidad económica común (9).
Un ejemplo de este comentario lo encontramos
en el art. 1073 del C.C. y C. que incorpora bajo el
 (8)  Al respecto consultar, López Frías, Ana. “Los con-
acertado en cuanto apertura al tema en lo relativo a la in- tratos conexos”. Ed. Bosch. Barcelona. 1994. También
terpretación de los contratos, y dispone: “Los contratos Uguet, Ricardo. ob. cit., pág. 576 y antecedentes citados
que están vinculados entre sí por haber sido celebrados en notas.
en cumplimiento del programa de una operación econó-  (9) En los fundamentos del Código Civil y Comer-
mica global son interpretados los unos por medio de los cial de la Nación se lee: “Se ha incorporado una regula-
otros, y atribuyéndoles el sentido apropiado al conjunto ción amplia de los contratos conexos, ampliamente in-
de la operación” (art. 1030 proyecto). Proponemos una vestigados por la doctrina. Esta labor es descriptiva, pero
regulación más completa del fenómeno en orden a los escasean los conceptos normativos y hay pocos antece-
efectos y consecuencias de los contratos conexos”. dentes en el derecho comparado. Por esta razón no es
 (6) Libro tercero. Derechos personales. Título 2. sencillo delimitar con precisión los elementos constitu-
Contratos en general. Capítulo 12. Contratos conexos. tivos del concepto, así como sus fronteras. Por otra parte,
“Artícu­lo 1073. Definición. Hay conexidad cuando dos o siendo una excepción al principio del efecto relativo de
más contratos autónomos se hallan vinculados entre sí los contratos, no pueden admitirse criterios laxos que
por una finalidad económica común previamente esta- afecten la noción y funcionamiento del contrato. Estas
blecida, de modo que uno de ellos ha sido determinante razones hacen que sea imprescindible una definición
del otro para el logro del resultado perseguido. Esta fi- normativa, que consta de los siguientes elementos: a)
nalidad puede ser establecida por la ley, expresamente Hay conexidad cuando dos o más contratos autónomos
pactada, o derivada de la interpretación, conforme con se hallan vinculados entre sí. El primer elemento es que
lo que se dispone en el artícu­lo 1074. Artícu­lo 1074. In- existan dos o más contratos, es decir, no se trata de un
terpretación. Los contratos conexos deben ser interpre- fenómeno que ocurre dentro de cada contrato, sino que
tados los unos por medio de los otros, atribuyéndoles el es exterior e involucra a varios. b) Una finalidad econó-
sentido apropiado que surge del grupo de contratos, su mica común. La idea de negocio económico hace que se
función económica y el resultado perseguido. Artícu­lo utilicen varios contratos para concretarlo o para hacerlo
1075. Efectos. Según las circunstancias, probada la cone- más eficaz. Es una finalidad supracontractual. c) Pre-
xidad, un contratante puede oponer las excepciones de viamente establecida. No se trata de cualquier finalidad
incumplimiento total, parcial o defectuoso, aun frente a económica común, sino de un diseño previo. Es muy ha-
la inejecución de obligaciones ajenas a su contrato. Aten- bitual que los víncu­los queden conectados de múltiples
diendo al principio de la conservación, la misma regla se maneras, pero lo que se toma en cuenta es una finalidad
aplica cuando la extinción de uno de los contratos pro- previa. d) De modo que uno de ellos ha sido determi-
duce la frustración de la finalidad económica común”. nante del otro para el logro del resultado perseguido. La
 (7)  Nota al art. 495 del Código Civil velezano de 1871, decisión de vincular contratos es decisiva para el logro
que amerita siempre su relectura. del resultado; lo importante es el negocio económico y
206 | Suplemento especial cONTRATOS

1. Pluralidad contractual. “Hay conexidad cuando se trata de contratos de consumo (Título 3,


cuando dos o más contratos autónomos se hallan Capítulo 1, del Libro tercero del C.C. y C.).
vinculados entre sí”. Para poder interpretar que
existen contratos conexos es fundamental contar Por otra parte, se trata de una modalidad ha-
con la existencia de dos o más contratos. Ello es un bitual, que algunos de ellos se celebren en base a
rasgo elemental de esta figura jurídica, que exige la contratos por adhesión a cláusulas generales pre-
celebración de una pluralidad de contratos. Cada dispuestas (art. 984 y ss. C.C. y C.).
uno de ellos deberá integrarse con sus elementos
configurantes, ser válido y tener la virtualidad jurí- 2. La finalidad económica común. Continúa
dica de generar su eficacia plena. la definición descriptiva del art. 1073 con el con-
cepto de finalidad. Dice el artícu­lo en estudio: “...
La norma no distingue qué clases de contratos por una finalidad económica común previamente
pueden coligarse por la conexidad, por lo que el establecida”. Esto es lo que las partes han tenido
intérprete tampoco puede distinguir, lo que nos en mira al contratar, no en cada contrato en par-
persuade a deducir que cualquier tipo de contrato ticular que quedarán alcanzados por la cone-
que cumpla definitivamente con la finalidad úl- xidad, sino por el resultado económico que mo-
tima, puede integrar esta pluralidad (ej. principal, tiva a las partes a comportarse de esta forma en el
accesorio, contrato, subcontrato - arts. 1069 a 1072 más pleno convencimiento de que si no integran
del C.C. y C.). un sistema o una red, se verán impedidos de al-
canzar el objetivo. La doctrina en general habla
Pero tal pluralidad contractual no podrá enmar- de una “finalidad económica supracontractual”
carse jurídicamente en el artícu­lo 1073 del C.C. y que se puede distinguirse de la causa fuente y de
C. si todos ellos no se encuentran vinculados entre la causa fin de cada uno de los contratos que os-
sí. Así se han definido las operaciones económicas tentan conexidad (12).
globales o redes contractuales (10). Esta vincula-
ción se produce porque todos los contratos que se Cabe destacar que la norma califica a la fina-
celebran responden a un resultado distinto de la lidad como “previamente establecida” lo que des-
propia finalidad individual. Todos coadyuvan al peja toda duda con respecto a la preexistencia de
logro de un resultado económico que no se puede un negocio global para cuya realización las partes
alcanzar si no es por la interacción de cada uno de se sirven de vehícu­los diferentes cuales son en de-
ellos en particular (11). finitiva los distintos contratos que celebran. Se en-
tiende entonces que esta etapa precontractual va
No dudamos en afirmar que mientras esta fina- pergeñando una realidad distinta a la que existe
lidad común exista, los contratos que se celebren en la celebración de cualquier contrato en par-
coligados, sean típicos o no, no requieren ni iden- ticular, pues deben todos responder a un interés
tidad de partes (que se celebren entre los mismos común más allá del de cada uno en especial. Tal
sujetos), ni simultaneidad temporal, ni instru- afirmación no implica que todos los contratos
mentación única, lo que deja entender la dimen- deben celebrarse simultáneamente.
sión cuantitativa que pueden abarcar, en especial
Por ello la expresión utilizada para cerrar la de-
finición descriptiva del artícu­lo de “resultado per-
el contrato es un instrumento. De esta manera quedan
comprendidas las redes contractuales que constituyen  (12)  “Así como hay una finalidad perseguida a través
un importante sector de la actividad económica”. (Có- de un contrato, y ello motivó una categorización muy útil
digo Civil y Comercial. Fundamentos. Pág. 707. Ed. Za- para el Derecho, hay una finalidad supracontractual. En
valía. Bs. As. 2014). ella, las finalidades económico-sociales son distintas o
 (10)  “Varios contratos pueden estar vinculados entre más amplias que las que existen en los contratos sociales
sí por haber sido celebrados en cumplimiento del pro- o legalmente típicos, de modo tal que éstos últimos son
grama de una operación económica global”. Conf. Alte- usados instrumentalmente para lograr aquellas. Esta fi-
rini, Atilio Aníbal, en “Contratos civiles, comerciales y de nalidad supracontractual sustenta la conexidad entre
consumo. Teoría General,” pág. 194. Ed. Abeledo Perrot. los contratos”. Conf. Lorenzetti, Ricardo. “Contratos mo-
Bs. As. 1998. dernos ¿conceptos modernos?. L.L. 1996 - E. Sección
 (11)  “Es posible considerar que los contratos conexos Doctrina., pág. 851. Estos conceptos fueron plasmados
no constituyen una categoría contractual autónoma sino finalmente en el artícu­lo 1073 por el autor que además
un modo especial de celebrar un negocio único, ligado ha sido el Presidente de la Comisión designada por el
por una finalidad supracontractual, a través de contratos Decreto 191/2011 del Poder Ejecutivo Nacional, com-
individuales”. Conf. Andino Dorato, Jimena. “Contratos partiendo su tarea con las Dras. Elena Highton de No-
conexos”. L.L. 2000 - F. Sección Doctrina. Pág. 1081. lasco y Aida Kemelmajer de Carlucci.
Cristina N. Armella | 207

seguido” enfatiza lo realmente trascendente, por esperados. Comprendemos que nada obsta a que,
lo cual la celebración de uno de los contratos es frente a una experiencia conflictiva que deba diri-
“determinante” de la celebración del otro o de los mirse judicialmente la realidad económica impe-
otros, con los que adquirirá conexidad. rante que intervincula a varios sujetos negociales
le permita al juez interpretar la conexidad contrac-
No podemos dejar de considerar que la nueva tual, más allá de una definición legal o de la propia
codificación ha dado a la causa contractual un voluntad de las partes.
protagonismo especial, vinculándola como co-
rresponde, con la causa de los actos jurídicos. El VI. Interpretación
artícu­lo 281, expresa: “La causa es el fin inme-
diato autorizado por el ordenamiento jurídico que El Capítulo 10, del Título 2. Contratos en general
ha sido determinante de la voluntad” y cuando el del Libro tercero, Derechos personales, integrado
tema se reedita con relación a los contratos, luego por los artícu­los 1061 a 1068, regula la interpre-
de que el art. 1012 remite al régimen de la causa tación de los contratos en general. Se ha avan-
en los actos jurídicos, marca con claridad en el si- zado en la normativa al respecto, lo que otorga
guiente artícu­lo 1013 que “la causa debe existir en un marco más acabado de cómo deben inter-
la formación del contrato y durante su celebración pretarse los contratos, que abreva tanto del ám-
y subsistir durante su ejecución”. Se asoma así la bito civil (arts. 1197 y 1198 de Código Civil) como
causa fin en la configuración del acto jurídico, que del comercial (art. 218, inc. 1º del Código de Co-
se mantiene en la celebración contractual y que mercio). Distingue la interpretación común de la
está también presente en la finalidad económica restrictiva y determina un principio fundamental
que motiva a los sujetos contractuales a vincularse en la interpretación contextual que exige analizar
individualmente en pos de un resultado perse- el acto en su conjunto por lo que sus cláusulas
guido (13). deben ser comprendidas las unas por medio de las
otras. Remata el sistema el principio de conserva-
V. Fuentes de la finalidad económica ción como rector de la voluntad de las partes, de
la misma forma que el principio de confianza que
El último párrafo del art. 1073 del C.CyC se plasma legalmente además la “doctrina de los pro-
ocupa de las fuentes de la finalidad económica re- pios actos” (Art. 1067 in fine: “... siendo inadmisible
gulada como el rasgo que caracteriza a esta figura la contradicción con una conducta jurídicamente
jurídica. Así se lee: “Esta finalidad puede ser esta- relevante, previa y propia del mismo sujeto”).
blecida por la ley, expresamente pactada, o deri- Todo el régimen legal acerca de la interpretación
vada de la interpretación, conforme con lo que se de los contratos en general puede ser suficiente-
dispone en el artícu­lo 1074”. La nueva regulación mente aplicado al tema de los contratos conexos.
marca dos fuentes distintas: la ley y la autonomía No obstante, el legislador dice en el artícu­lo 1074,
de la voluntad. Ciertamente en este último su- ubicado dentro de la temática que se analiza: “In-
puesto la misma puede plasmarse expresamente, terpretación. Los contratos conexos deben ser in-
cuando al tiempo de la celebración de cada uno terpretados los unos por medio de los otros, atri-
de los contratos, las partes manifiestan, en sus ins- buyéndoles el sentido apropiado que surge del
trumentos constitutivos, la decisión de que estén grupo de contratos, su función económica y el re-
todos ellos abarcados por la conexidad de un sis- sultado perseguido”.
tema o red supracontractual o que las mismas
partes, aunque involucradas por idéntica deci- Tal como se consolida la interpretación con-
sión no lo expresen, pero que ello pueda ser inter- textual con respecto a las cláusulas de un mismo
pretado (en este caso aplicando las reglas del art. contrato con respecto al todo, igual principio se
1074 del C.CyC), deducido o inferido del análisis plasma en los contratos conexos, en los cuales uno
global de la eficacia o eficiencia en los resultados debe ser interpretado por medio de los otros (14)
respondiendo a los elementos fundamentales de
su existencia, la pluralidad contractual, la función
 (13)  “Por nuestra parte, preferimos emplazar el nexo económica y el resultado perseguido, esto es en el
de conexión negocial dentro de la causa fin subjetiva... O marco global.
para decirlo en otros términos: se trata de un supuesto
en el cual, un negocio jurídico determinado, por virtud
de un interés común a las partes, se proyecta en el otro  (14)  Así se expidió Alterini, Atilio Aníbal, en “Con-
negocio, como un móvil casualizado”. Conf. Tobías, José tratos civiles, comerciales y de consumo. Teoría General,”
W y De Lorenzo, Miguel Federico. “Complejo de nego- pág. 421. Ed. Abeledo Perrot. Bs. As. 1998, pensamiento
cios unidos por un nexo (El ligamen negocial) en L.L. plasmado en el art. 1030 del Proyecto de unificación de
1996 - D, Sección Doctrina, pág. 1387. 1998.
208 | Suplemento especial cONTRATOS

VII. Efectos trato (art. 1090 del C.C. y C.) y la imprevisión (art.
1091 del C.CyC). Lo que sucede es que mientras
1. Sujetos vinculados. El artícu­lo 1075 al abordar en un contrato en particular tales vicisitudes im-
el tema de los efectos de los contratos conexos, in- pactan entre las partes que han contratado, sus
troduce una excepción más al principio de que los sucesores singulares o universales (art. 1024 del
contratos no producen efectos hacia terceros ex- C.C.yC) y excepcionalmente hacia terceros (art.
traños. Claramente la regla general del efecto re- 1027 del C.C. y C.), si se trata de contratos conexos,
lativo de los contratos, plasmado en los códigos esas mismas vicisitudes pueden impactar en los
decimonónicos, tanto civil como comercial, que otros contratantes de los contratos que ostentan
atiende a los contratos en su individualidad, conexidad.
propio de la época en que fueron sancionados,
presenta aquí una solución distinta al derecho 2. Legitimación activa. Así, la posible expan-
positivo en nuestro país. Desde fines del siglo pa- sión de los efectos de un contrato como de sus vi-
sado y principios de éste, el observador puede cisitudes al resto del sistema, es fundamento de
aprehender con facilidad las calidades de un mer- la legitimación activa que reconoce la norma en
cado negocial inmerso en realidades socio econó- cabeza del sujeto negocial de cualquiera de los
micas diferentes que muestran cómo los particu- contratos conexos, para que incoe las excepciones
lares y aun los particulares con el mismo Estado, de incumplimiento total, parcial o defectuoso aun
despliegan conductas destinadas al logro de re- por la inejecución de las obligaciones ajenas a su
sultados económicos que individualmente no po- contrato o frente a la extinción de uno de los con-
drían alcanzar y que para ello es imprescindible tratos que pueda frustrar la finalidad económica
interactuar. que caracteriza al nuevo régimen.

El artícu­
lo bajo análisis determina que pro- No obstante lo hasta aquí argumentado de-
bada la conexidad, esto es, en los casos en que la bemos atender a la expresión utilizada en el
conexidad reconoce fuente legal, convencional o artícu­lo de “según las circunstancias”. Ello evi-
la misma es interpretada, las vicisitudes que pa- dencia que no en todos los supuestos de con-
dezca uno de los contratos puede extenderse a tratos conexos, es viable la oposición de las ex-
los sujetos que integran el sistema. Entendemos cepciones previstas. Será entonces materia de
así que el efecto relativo de los contratos, del cual prueba no solo la existencia de la conexidad —
surge que la eficacia contractual impacta en el pa- lo que podrá facilitarse enormemente en los su-
trimonio de los sujetos negociales y excepcional- puestos de conexidad legalmente impuesta o en
mente en los terceros no contratantes (art. 1021 aquellos casos que ella deviene de la autonomía
del C.C. y C.), en este caso puede expandirse a de la voluntad de las partes contratantes, mani-
todos los sujetos vinculados por el sistema, más festada expresamente en los instrumentos pú-
allá de que no sean parte contratante de alguno blicos o privados que sean suscriptos en cum-
de los demás contratos que integran la pluralidad plimiento de la forma contractual impuesta o
negocial necesaria para que este régimen jurídico convenida (arts. 1015 a 1018 del C.C. y C.)— sino
sea de aplicación. también la existencia de las circunstancias que
rodearon la planificación del logro de un resul-
Por tanto, considerando la conexidad contrac- tado perseguido a través de una finalidad econó-
tual, podemos distinguir sujetos que no van a mica que se presenta como causa fin de la crea-
estar ligados por el víncu­lo contractual individual, ción de sistema o red contractual.
pero que sí van a estar ligados por el sistema o red
global, por cumplir algún rol subjetivo, cuya con- Abrigamos el convencimiento de que esta le-
ducta se entrelaza con la de otros, en razón de una gitimación activa que la norma reconoce al con-
finalidad económica y el logro de un resultado te- tratante de alguno de los contratos que integran
nido en mira al tiempo de contratar, no ya indivi- la pluralidad negocial, no es suficiente “per se”
dualmente, sino en conjunto. para oponer las excepciones previstas. En el ám-
bito judicial deberá probar acabadamente la exis-
Son múltiples los ejemplos que podemos citar tencia de los recaudos configurantes que lo posi-
más allá del cumplimiento normal del contrato, cionarán, en principio, en el status de peticionante
para identificar los casos de ineficacia contractual. ganancioso si justifica no solo la existencia de la
Podemos atender a la nulidad o invalidez, a espe- conexidad contractual sino también las circuns-
cies de ineficacia como la rescisión (art. 1076 y ss tancias que el incumplimiento de uno o algunos
del C.C. y C.), resolución (arts. 1083 y ss y 1091, del de los sujetos obligados ataca el logro del resul-
C.C. y C.), revocación, frustración del fin del con- tado esperado.
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El último párrafo del artícu­lo que atiende a los Consecuencia de ello es que podía aplicarse el
efectos de los contratos conexos aplica igual regla régimen de la responsabilidad contractual entre
a los supuestos de la extinción de uno de esos con- sujetos no vinculados contractualmente, que de-
tratos (arts. 1076 a 1091 del C.C. y C.) —rescisión, berían regirse por el responsabilidad extracon-
resolución, frustración del fin o imprevisión— tractual. Estas diferencias ceden frente al nuevo
cuando ello es obstácu­lo para alcanzar la finalidad derecho privado unificado.
económica proyectada.
El artícu­lo 1075 del C.C. y C. establece la posi-
3. La problemática del ejercicio de la acción di- bilidad de oponer las excepciones de incumpli-
recta. En el tema de los contratos de consumo, miento, pero nada dice con respecto a la acción
que en muchas ocasiones son ejemplos válidos de directa. Si aplicamos un principio integrador a
contratos conexos, el consumidor dada esa cone- la nueva legislación, advertimos que esta acción
xidad, está legitimado para accionar por la pres- ahora está plasmada, también en forma gené-
tación debida o por el resarcimiento frente al rica, en los artícu­los 736 a 738 del C.C. y C., al re-
incumplimiento, aun con relación a un sujeto con- gularse en el Capítulo 2, las acciones y garantías
tractual no vinculado inicialmente con él, el que de los acreedores. Pero si atendemos al último pá-
se verá obligado a cumplir o resarcir por integrar rrafo del art. 736, allí se lee: “...Tiene carácter ex-
el sistema o red (15). Es el caso del art. 40, ley 24.240 cepcional, es de interpretación restrictiva, y solo
de Defensa del Consumidor que regula la acción procede en los casos expresamente previstos por
directa, aunque no se trate de un supuesto de co- a ley”. Ergo, parece imponerse la interpretación
nexidad contractual. legal de que en caso de los contratos conexos, tal
acción no podrá ejercerse pues no está expresa-
mente prevista en la ley, en razón de que no surge
Se impone aquí comentar qué suerte puede
de la regulación legal estatuida en los arts. 1073 a
tener la acción directa en una pretensión ju-
1075 del C.C. y C.
dicial incoada en un supuesto de contratos co-
nexos, tema que ocupó a la doctrina nacional, la
que ya antes de la nueva regulación, estaba divi- 4. Excepción al principio de la eficacia relativa
dida (16). Mientras una corriente entendía que la de los contratos. Como corolario afirmamos que
acción directa no podía aplicarse en el caso de la regulación de los efectos de los contratos co-
los contratos conexados pues la acción es de in- nexos plasmada en el último artícu­lo (art. 1075 del
terpretación restrictiva y debe estar prevista le- C.CyC) que integra la tríada que normativiza por
galmente para ser aplicable, como sucede en los primera vez en el derecho positivo argentino esta
casos del sublocación (art. 1591 del Cód. Civil) figura jurídica (de manera genérica, ya que la ley
y de sustitución del mandato (art. 1926 del Cód. 25.065 de Tarjetas de Crédito ya lo regulaba espe-
Civil), otra corriente, por el contrario, legiti- cíficamente, según la doctrina de los arts. 1 y 44),
maba a cualquier sujeto negocial para que re- es una excepción más al principio general de la
clame la prestación debida o la responsabilidad eficacia relativa de los contratos, que debe inter-
por incumplimiento a otro sujeto negocial, que pretarse restrictivamente.
integraba la red supra contractual, con inde-
pendencia de que hayan contratado entre sí (17). Por tanto la expansión de los efectos de un con-
trato de los que integran la pluralidad de contratos
conexos no es automática por el propio hecho de
 (15)  En las XV Jornadas de Derecho Civil realizadas estar vinculados, sino que deberán analizarse por-
en Mar del Plata en 1995 se ha concluido que: “en los
menorizadamente, en primer lugar, que se trata de
supuesto de conexidad contractual, la responsabilidad
un supuesto de conexidad contractual y luego que
puede extenderse más allá de los límites de un único
contrato otorgando al consumidor una acción directa el incumplimiento o la extinción de alguno de los
contra el que formalmente no ha contratado con él, pero contratos conexazos, produjo la no obtención del
ha participado en el acuerdo conexo a fin de reclamar resultado económico perseguido.
la prestación debida o la responsabilidad por incumpli-
miento” Citado por Weingarten, Celia y Ghersi, Carlos, Podría darse el supuesto de que el incumpli-
en “Los contratos conexazos. Autofinanciamiento y com- miento o extinción de uno de esos contratos no
praventa”, en L. L. 1997-F Sección Doctrina, pág. 1348. sea definitorio en la obtención última de esa fina-
 (16)  Conf. Mosset. Iturraspe, Jorge. ob. cit. “Contratos lidad, que quizás pueda ser alcanzada por el cum-
conexos. Grupos y redes contractuales”, pág. 55 y ss. plimiento que de buena fe realicen el resto de los
 (17)  En esta corriente se enrola Uguet, Ricardo en ob. sujetos obligados en los términos de los contratos
cit. pág. 582. individuales que los vinculan.
210 | Suplemento especial cONTRATOS

VIII. Aplicación de la figura en el tráfico surge aquella del inc. a) que el bien que se dará en
negocial inmobiliario leasing puede comprarse por el dador a persona
indicada por el tomador, el inc. b) norma una si-
La doctrina en general señala como supuestos tuación similar, pues el dador deberá comprar el
de contratos conexos a contratos que surgieron bien según especificaciones del tomador o según
en el tráfico negocial como atípicos y que luego catálogos, folletos o descripciones identificadas
devinieron en típicos como el contrato de tarjeta por aquel y por último el inc. c) delimita la última
de crédito o el contrato de leasing, las cadenas de opción con estas características normando que el
concesionarios y las franquicias. dador puede comprar la cosa, sustituyendo al to-
mador, en un contrato de compraventa que éste
Contestes con lo que expusimos debemos dejar haya celebrado.
en claro que para que exista conexidad contrac-
tual de acuerdo a la actual legislación debe existir En los tres casos precedentes, que corresponden
dos o más contratos, esto es pluralidad contractual al texto de la Ley 25.248, advertimos con claridad
y finalidad económica común. que el contrato de leasing a celebrarse reconoce la
existencia de otro contrato de compraventa que,
Por tanto si un contrato reconoce la existencia como tal, tiene su propia entidad negocial, ajena
de múltiples prestaciones o características simi- a la del propio contrato de leasing, por lo que en
lares a otros contratos que se van cumplimen- el caso existe pluralidad contractual. Además,
tando a lo largo de su tracto sucesivo, tales ejem- ambos contratos están unidos, coligados, cone-
plos no son alcanzados por la normativa de los xados por una finalidad económica común, cual
arts. 1073 a 1075 del C.C. y C. es el financiamiento o tan solo el suministro.
Analicemos algunos casos en particular para Concordante con esta pluralidad contractual, el
ejemplificar distintos supuestos en los cuales va- art. 1232 del C.C. y C., al regular las responsabili-
rían la cantidad de contratos conexados. dades, acciones y garantías en la adquisición del
bien, dice: “En los casos de los incisos a), b) y c) del
1. Leasing. El contrato de leasing existió como art. 1231, el dador cumple el contrato adquiriendo
contrato atípico, luego legislado por la Ley 24.441 los bienes indicados por el tomador. El tomador
de Financiamiento de la Vivienda y la Construc- puede reclamar del vendedor, sin necesidad de ce-
ción (18), prontamente reformada por la Ley 25.248 sión, todos los derechos que emergen del contrato
y actualmente regulado por los arts. 1227 y ss. del de compraventa. El dador puede liberarse conven-
Código Civil y Comercial de la Nación (19). cionalmente de las responsabilidades de entrega y
En el caso estamos en presencia de un contrato de la obligación de saneamiento”.
típico, tanto el leasing financiero, como el opera- Es dable advertir que en los tres casos prece-
tivo y sus modalidades, cuya propia naturaleza dentes, que si bien el dador cumple el contrato
impone interpretar que se trata de un contrato adquiriendo el bien indicado por el tomador, es
único, que durante su vigencia comparte una pri- esencial para la configuración del leasing que la
mera etapa con normas análogas de aplicación su- tenencia de la cosa adquirida sea entregada por
pletoria del contrato de locación de cosas y luego el dador al tomador, con independencia de quién
de la opción de compra, con el propio contrato viabilice la entrega material de la cosa. Parte de la
de compraventa (art. 1250 del CCyC), pero que doctrina critica la omisión, no obstante la obliga-
siempre sostuvimos tiene una naturaleza jurídica ción de la transmisión de la tenencia de la cosa, es
propia a pesar de sus similitudes con otras figuras el rasgo que caracteriza el contrato de leasing.
jurídicas.
Planteamos estos casos pues son ejemplos vá-
No obstante entre las modalidades de la elección lidos de la convivencia de un contrato de com-
del bien, establecidas en el art. 1231 del C.C. y C., praventa vinculado al contrato de leasing, que
muestra la existencia de contratos conexos, vin-
 (18)  Al respecto consultar Armella, Cristina, Orelle, culados por la finalidad económica común del fi-
José María R. y Causse, Jorge R. en “Financiamiento de la nanciamiento o del suministro (20). No obstante, re-
Vivienda y de la Construcción. Ley 24.441. Ed. Ad. Hoc.
Bs. As. 1995.
 (19)  Aclaramos que a lo largo de este aporte citamos  (20)  “ ...se trata de una hipótesis de reconocimiento
las normas con su numeración correspondiente al de- legal de la conexidad contractual existente en el contrato
recho histórico y no hacemos la conversión al Digesto de leasing financiero”. Expresión de Ricardo Lorenzetti
Jurídico Argentino, conforme la Ley 26.939. citada por Arias Cáu, Esteban Javier, en Leasing, en ob.
Cristina N. Armella | 211

marcamos, para mayor claridad que el contrato de perado. Por tanto, aun en el supuesto de que las
leasing en sí mismo, si no está coligado a otro con- partes al contratar no hayan manifestado expre-
trato distinto, no ostentará por si solo la calidad de samente, a partir de la autonomía de la voluntad
la conexidad contractual. que despliegan, que celebran contratos conexos,
tal realidad podrá ser aprehendida por el intér-
2. Emprendimientos inmobiliarios. No que- prete del análisis de la base fáctica y de los ele-
remos dejar de mencionar otro de los ejemplos mentos configurantes de cada contrato en parti-
típicos de contratos conexos que se dan en el cular, que se encuentra coligado con los demás.
mercado inmobiliario a partir de los llamados em- Esta interpretación es ajena a la cantidad de su-
prendimientos inmobiliarios destinados a la pro- jetos involucrados (puede tratarse de la cons-
secución de la obtención de un logro económico trucción de un edificio que terminará integrado
potenciado por la propia existencia de la cone- por dos unidades funcionales o de un mega - em-
xidad contractual que integrará una red global. prendimiento en el que en uno o varios edificios
se integrarán definitivamente por espacios desti-
Con independencia de las reglas de la economía nados a viviendas, paseos de compras, condoho-
actual, consecuencia de las decisiones tomadas teles, oficinas, esparcimiento, entre otros). Tam-
por las autoridades nacionales con respecto a la bién esta interpretación es extraña a su tiempo de
moneda extranjera (en particular el dólar esta- duración y a la simultaneidad o no de la celebra-
dounidense, que ha repercutido disvaliosamente ción de todos los contratos vinculados, los cuales
en el mercado inmobiliario especialmente “do- pueden ostentar distintos tipos y modalidades,
larizado”), existen, aunque en menor medida, ser discrecionales o por adhesión, estar o no al-
grupos, en particular de inversores, que se unen a canzados por el derecho de consumo.
los efectos de desarrollar la construcción de com-
plejos edilicios, los que luego integrarán inmue- Ante casos de incumplimientos o de extinciones
bles afectados a propiedad horizontal o a otros contractuales que atenten contra la obtención del
conjuntos inmobiliarios (art. 1887 y concordantes fin común y del resultado esperado, se dispararán
del C.C. y C.). las acciones previstas en el art. 1075 del C.C. y C.
No obstante, reiteramos aquí, lo ya manifestado
El logro de la finalidad común a la que alude como conclusión. Quien ejerza la o las acciones,
el actual art. 1073 del C.CyC) implicará la nece- deberá probar la conexidad y la real frustración
sidad de la celebración de los siguientes con- del fin común, todo ello en un ámbito de ejercicio
tratos, sin que nuestra enunciación sea taxativa, restrictivo, especialmente para que tal derecho no
a saber: constitución de sociedades, compraventa empeore la situación del grupo en su conjunto.
de inmuebles, fideicomisos, locaciones, en todos
sus subtipos, venta de unidades en construc-
IX. Conclusiones
ción, constitución de garantías, seguros, financia-
miento, leasing, corretaje, entre algunos otros (21). Luego de poco más de treinta años de tratar de
unificar el derecho privado en nuestro país, final-
Todos estos contratos quedarán claramente mente el 1º de agosto de 2015, entrará en vigencia
alcanzados por el nuevo régimen legal, por lo el Código Civil y Comercial de la República Argen-
que en el futuro, su calificación de contratos co- tina. Como toda obra humana es perfectible. Sa-
nexos no abrigará duda alguna. De allí que la in- bemos del enorme esfuerzo que significa reformar,
terpretación de cada uno de ellos deberá reali- actualizar y unificar normas jurídicas vigentes, en
zarse a partir del contrato que lo reconoce como especial en un marco en el que han intervenido
causa, por lo que, fuera de los efectos propios in- juristas enrolados en distintas corrientes doctri-
dividuales, especiales y específicos, existirá una narias, con audiencias públicas de consulta y la
eficacia global cual es la consecución de la fi- final intervención de los cuerpos legislativos cole-
nalidad común identificada como resultado es- giados, comprometidos todos en una especial co-
rrida contra el tiempo.
cit. “Código Civil y Comercial de La Nación. Comentado.
Julio César Rivera, Graciela Medina Directores. Mariano Independientemente de las críticas o halagos,
Esper. Coordinador. Tomo III, pág. 1027. Ed. La Ley. Bs. estamos frente a una realidad que implica una es-
As. 2014. pecial dedicación por parte toda la comunidad ju-
 (21) Al respecto recomendamos la obra de Acqua- rídica de nuestro país, al estudio del derecho que
rone, María T. Los emprendimientos inmobiliarios. nos regirá prontamente, lo que significa un de-
Marco jurídico y normativo. Modelos. Pág. 33 y ss. Ed. Ad safío trascendente para su enseñanza, un trabajo
Hoc. Bs. As. 2007. arduo para la doctrina y una expectativa especial
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hacia las decisiones que tomen quienes integran pormenorizada, especialmente con respecto a la
el poder judicial, en una futura labor integrativa plenitud de sus efectos.
que se dará, seguramente, frente al conflicto inter-
pretativo. Queda en manos de los profesionales del de-
recho el debido asesoramiento a las partes con-
En lo que toca al tema que nos convoca, la forta- tratantes, que debe plasmarse finalmente en los
leza es la regulación de los contratos conexos en sí textos contractuales que resultarán conexados.
misma, por ser la primera vez que son abordados Sea que impere la autonomía de la voluntad o las
en términos generales por el derecho positivo, lo cláusulas predispuestas en los contratos de ad-
que no es menor si lo vinculamos al desarrollo hesión, es fundamental prevenir el conflicto des-
que ha alcanzado esta modalidad contractual en pejando dudas interpretativas. No obstante, en
el tráfico negocial moderno. La flaqueza, es haber última instancia, la justicia dará a cada uno lo
perdido la ocasión de atender a una regulación suyo.u
La extinción, modificación
y adecuación de los contratos
POR Lidia M. R. Garrido Cordobera

SUMARIO: I. Consideraciones previas.— II. Causales propias de extinción de los contratos.—


III. La modificación del contenido contractual y la adecuación contractual.

I. Consideraciones previas caso, como veremos enseguida, estaremos frente


al cumplimiento del acuerdo y no ante su antici-
Celebrado el contrato, razonablemente es ad- pada extinción.
misible entender que el mismo se extinguirá por
el cumplimiento de las prestaciones convenidas I.1. Cumplimiento normal
por las partes al momento de prestar el consenti-
miento. En una expresión gráfica, el contrato deja Es evidente que conforme al presupuesto conte-
de existir por muerte natural, o por la realización nido en el art. 957 y 959 del Código la autonomía
de las diferentes obligaciones asumidas por los de la voluntad preside la relación contractual,
contratantes. y las partes crean una regla que regirá sus rela-
ciones privadas nacidas del consentimiento dado
Si esto no puede ser concretado, la extinción del sin ninguno de los vicios o defectos que pudieran
contrato se produce por otras razones, esto es, por anularlo.
acuerdo de las partes (mutuo distracto), por la fa-
El contrato cuyo plano genético se ha producido
cultad de una de ellas (revocación causada o no) o
con toda normalidad engendra obligaciones cuyo
por el incumplimiento de una de ellas o un hecho
cumplimiento será obligatorio para las partes
sobreviniente que afecta al contrato (resolución).
y a las cuales además le serán de aplicación las
En estos casos, si bien no hay imposibilidad de
normas de pago Art. 865 y ss. y de extinción de
cumplimiento, existen causas que impiden a las las obligaciones, agotando las prestaciones pre-
partes poder dar estricto cumplimiento a lo opor- vistas como principales pero dejando vivas ciertas
tunamente acordado. obligaciones que dimanan de la buena fe y que
pueden generar responsabilidad.
Estamos frente a situaciones que ponen fin a
la vida del contrato cuando aún no se han ago- Recordemos que para que exista cumplimiento
tado las diferentes prestaciones convenidas al han de darse los recaudos de los principios de
momento de su celebración. La denominación identidad, integridad y los atinentes a las moda-
que hemos utilizado en algunos trabajos de vici- lidades en cuanto al lugar, tiempo y modo (1), pu-
situdes contractuales recuerda a López de Zavalía diendo originarse en una divergencia en el cum-
quien manifiesta que las razones por las cuales no plimiento de la prestación a cargo de una de las
se producen, dejan de producirse, o se alteran los partes la aplicación de la excepción total o la ex-
efectos contractuales son variados.

Estudiaremos sucesivamente las disposiciones


legales contenidas en el Código Civil Comercial,
reiteramos que cuando hablamos de extinción  
(1) Ver por ej. Cazeaux- Trigo Represas, Alterini
de los contratos nos apartamos del supuesto del - Ameal - López Cabana, Pizarro - Vallespinos, Boffi
cumplimiento de las prestaciones, porque en ese Boggero, Ghersi.
214 | Suplemento especial cONTRATOS

ceptio parcial (2) dilatándose en las obligaciones re- deriva de algo que no se relaciona con la presta-
ciprocas válidamente el cumplimiento por parte ción por quien se obligó a ello. Es decir, luego de la
de la otra co-contratante pero sin afectarse el celebración del contrato y pendiente aún la pres-
víncu­lo contractual. tación convenida, se ha producido un hecho ajeno
a las partes que ha provocado que no se puedan
En consecuencia, si no existe imposibilidad fí- realizar las prestaciones aún pendientes.
sica, caso fortuito o fuerza mayor (Art. 1730 y
conc.) las partes deben realizar las prestaciones I.3. Ineficacia y nulidad
a que se han obligado, esto es, deben dar cumpli-
miento normal del contrato. Coincidimos con Lorenzetti de que el termino
ineficacia es un concepto jurídico amplio y con-
El cumplimiento del contrato que no es otra trovertido (3), que en la doctrina no encuentra una
cosa que la ejecución de las diferentes presta- terminología única (4) y creemos que por lo tanto
ciones a las que las partes se han obligado, y con- debe ser abordado especialmente en profundidad
forme a la buena fe (Art. 9 y 961) concuerda con en un trabajo separado, si podemos comenzar
el presupuesto que informa todo y es la simple diciendo que se contrapone con el de eficacia.
consecuencia de la validez del acuerdo a que se Cuando un contrato será pues eficaz? En principio
ha llegado mediante el consentimiento prestado cuando esta apto para cumplir con sus efectos
sin ninguno de los vicios que pueden afectar a los propios o sea el de crear obligaciones válidas (5) que
actos jurídicos, ni constituirlo en ineficaz (Arts. puedan ser cumplidas aplicándosele lo dispuesto
382 y ss.). en el del CCC. En el Art. 382 se alude a las catego-
rías de nulidad y de inoponibilidad del acto frente
I.2. Imposibilidad de cumplimiento a terceros (Art. 396).
Debemos diferenciar la extinción del contrato Siempre se definió a la nulidad como la sanción
en razón de la rescisión, revocación o resolución, legal que priva de los efectos propios o normales a
consecuencias que nada tienen que ver con la via- un acto jurídico como consecuencia de una causa
bilidad originaria del acuerdo, con la nulidad ge- que debe existir al momento de la celebración
nerada por un vicio existente al momento de la en este caso de un contrato, es una situación pa-
celebración, y también con la imposibilidad de tológica existente al momento del acuerdo, la ley
cumplimiento, que deriva de causas no sólo ajenas sanciona ese hacer que no esta de acuerdo con la
al consentimiento sino también temporalmente norma vigente y por ello impide que el contrato
posteriores al nacimiento del víncu­lo contractual. ejerza sus efectos normales.
La imposibilidad de cumplimiento resulta de Como consecuencia de ello podemos indicar
causas ajenas a las partes y no genera para ellas como notas que la particularizan a las siguientes:
responsabilidad de orden civil ni penal (Art. 1732). a) debe estar establecida en la ley; b) debe privar
Pero el caso fortuito o la fuerza mayor, debe pro- de los efectos normales al acto jurídico de que se
ducirse sin que ninguna de las partes haya incu- trate, y c) la causa de la sanción tiene que ser con-
rrido en mora en el cumplimiento de sus presta- temporánea o preexistente al momento de la cele-
ciones, pues, en caso contrario, la parte culpable bración del acto.
deberá soportar la responsabilidad civil, indepen-
dientemente de la existencia de causa eximente El acto se celebra pero tiene un vicio congénito,
del cumplimiento efectivo del contrato, como esto es, una norma que lo prohíbe, lo cual está
también responderá en los otros supuestos del sancionado con la nulidad. Es una situación pato-
Art. 1733. lógica existente al momento del acuerdo. Por ello,

La imposibilidad de cumplimiento debe ser


posterior a la celebración del acuerdo, ya que si las
 (3)  Lorenzetti, Ricardo, Tratado de los Contratos Pte.
partes sabían que la prestación era de imposible
General. Ed. Rubinzal-Culzoni.
cumplimiento, el acuerdo no hubiese generado
 (4) Zannoni, Eduardo, Ineficacia y Nulidad de los
una relación contractual válida. Aquí el hecho o actos jurídicos, Ed. Lloveras de Resk, Maria Emilia- Nuli-
circunstancia que hace imposible el cumplimiento dades Ed. López de Zavalía, Fernando, Teoría de los con-
tratos, Ed. Zavalía; Mosset Iturraspe, Jorge, Contratos.
Ed. Rubinzal-Culzoni.
 (2) Ver Garrido, Roque F,- Zago Jorge A. - Garrido  (5)  En su acepción más restringida. Recordemos lo
Cordobera, Lidia M. R. Contratos Civiles y Comerciales, que discute en torno a las nociones amplia, intermedia
Parte General T. 1, Ed. Hammurabi. y restrictiva del término contrato.
Lidia M. R. Garrido Cordobera | 215

existiendo un vicio que desnaturaliza el acuerdo, particular, por lo cual resulta inapropiado confun-
éste no produce sus efectos previstos, pues la nu- dirlos en cuanto a sus efectos y condiciones.
lidad es la consecuencia lógica de la existencia
de una prohibición para que se efectivice válida- Coincidimos con el resto de la doctrina en
mente el acuerdo. Dicha Nulidad puede ser total afirmar que el método elegido por Vélez Sarsfield
o parcial (Arts. 389 y ss.) y absoluta o relativa (Art. no ha sido bueno para el tratamiento de la extin-
386 y ss.). ción de los contratos antes de producido el cum-
plimiento, y que había confusión terminológica
II. Causales propias de extinción de los que complica la interpretación de los diferentes
contratos artícu­los.
II.1. Terminología y método del Código Civil y La Reforma del CCCN resulta más apropiada es-
Valoración de la Reforma tableciendo en el Cap. 13 todo lo atinente al tema
que trata en varios artícu­los desde el 1076 a 1091,
Nuestro legislador adoleció de cierta impreci- diferenciando en su contenido diferentes figuras
sión terminológica como lo demuestra el texto del como la frustración del fin, la imprevisión y el
Artícu­lo 1200 del CC y la utilización indistinta que pacto comisorio aunque no lo denomina de esta
hacía de los términos. No ha sido feliz el método ni manera sino resolución por incumplimiento y
la terminología empleada por Vélez Sarsfield en el conteniendo normas particulares en los contratos
tratamiento específico de los supuestos de extin- específicos.
ción de los contratos aún no cumplidas las respec-
tivas prestaciones. II.2. Rescisión
Esta postura respecto a la equivalencia o inter- Con lo dicho marcamos que la rescisión es una
cambiabilidad de estos términos por ejemplo manera de extinguir los efectos del contrato, des-
fue sostenida en nuestro derecho por Alberto G. haciendo un víncu­lo contractual que es existente,
Spota, quien considera que resulta inconveniente válido y exigible, y se produce por la decisión de
atribuir “un distinto campo de aplicación sobre ambas partes, en cuyo supuesto se la denomina
la equivocada base de que presuntivamente son mutuo disenso o distracto, o de una de ellas en los
diversas” (6). casos en que la ley lo permite, en razón de una vo-
luntad en tal sentido, nacida luego de la celebra-
La rescisión necesita, en el momento de su con- ción.
creción, la voluntad coincidente de ambas partes
contratantes. En la revocación, por lo contrario, En nuestra posición vemos que mientras que la
existe sólo en el momento de producirse la exte- resolución requiere siempre para su existencia un
riorización de una sola voluntad, que, amparada acontecimiento posterior al contrato, y que ha po-
en una norma legal que la posibilite, hace proce- dido ser previsto por las partes o por la ley, cómo
dente la revocación en función y con soporte en condición para que puedan operarse sus efectos,
una disposición legal preexistente. la rescisión no depende de un hecho posterior
sino del consenso de ambas partes o de una sola
El art. 1200 del Cód. Civil, en que el codificador
de ellas cuando la ley así lo admite.
trató la rescisión y la revocación, no resulta con-
gruente con la nota, en la cual se confunde la re- El verbo latín rescindere deriva de re y scindere,
vocación con la nulidad, ya que el contrato ce- que significa rasgar, por lo que, etimológicamente,
lebrado por un incapaz genera la sanción que lo rescindir significa deshacer un contrato como
invalida retroactivamente. consecuencia de la común voluntad de las partes.
La rescisión, la revocación y la resolución ac- La situación fáctica a analizar es la que nace del
túan como causa propia de extinción del contrato presupuesto de que es la voluntad válida de las
lo que significa que estamos ante la presencia de
partes la que dejará sin efecto lo acordado, por
un víncu­lo contractual existente y válido.
mutuo consentimiento (rescisión), o bien será la
Sostenemos que los términos rescisión, resolu- voluntad unilateral de una de ellas cuando la ley
ción y revocación tienen un sentido y significado así lo faculta, pero siempre en el plano funcional y
no genético del mismo, la que producirá la extin-
ción del contrato.

 (6)  Spota, Alberto G., Instituciones de Derecho Pri- Aquellos que lo celebraron, conforme al pre-
vado, Contratos vol. III, pág. 512, Ed. Depalma. supuesto del Art. 957, están perfectamente facul-
216 | Suplemento especial cONTRATOS

tados para establecer que su voluntad se ha modi- ñalábamos los siguientes: las locaciones (obra,
ficado y que en consecuencia dejan sin efecto las servicios y con una terminología equivocada loca-
obligaciones aún no cumplidas por ellas y que re- ciones urbanas, sociedad civil sin término, depó-
sultaban del contrato (plano funcional). sito civil sin plazo, comodato precario).

El CCCN en su Art. 1076 recepciona expresa- En virtud de la autonomía se podía pactar dicha
mente la re-escisión bilateral y fija sus efectos para posibilidad a favor de una o ambas partes, y esto
el futuro salvo pacto en contrario y con el límite de había generado una serie de situaciones conflic-
no poder afectar a terceros. tivas en materia de contratos comerciales como el
de Concesión. El CCCN establece en el Art. 1077
La voluntad deberá cumplimentarse para la va- la posibilidad de su ejercicio basado en la ley o el
lidez del distracto con la misma legitimidad que contrato (aunque el texto hace referencia a todas
era necesaria para la celebración del acuerdo. Es las figuras unilaterales, rescisión unilateral, revo-
simplemente, una nueva voluntad de las partes, cación y resolución unilateral) y en los artícu­los si-
que reuniendo todos los requisitos necesarios guientes se ajustan las reglas generales (Arts. 1078,
para la celebración de un contrato resuelven por 1080,1081 y 1082).
mutuo acuerdo extinguir las prestaciones aún
pendientes. Habíamos y defendido en los Congresos el su-
puesto especial en los contratos de larga duración
Respecto del alcance de la rescisión, ya decía de establecer una norma en la legislación. Hoy ob-
Machado (7) que ella no tiene efecto respecto de servamos que el Art. 1011 in fine regula la vincu-
terceros que hayan adquirido derechos en virtud lación de este tema con la facultad de renegocia-
de la existencia del contrato de que se trate, siendo ción y con el ejercicio de buena fe y sin incurrir en
facultad de los acreedores oponerse al posible de- abuso de derecho.
sistimiento de un contrato que su deudor tenga
con, un tercero. Encontramos supuestos previstos con la utiliza-
ción de este término en los contratos de locución
En doctrina se admite la posibilidad de que este de cosas Art. 1203 (tenemos dudas que este caso
distracto se realice en forma tácita. Farina da como sea verdaderamente una rescisión), Art. 1383 con-
ejemplo de rescisión tácita el caso de que el com- tratos bancarios, Art. 1432 inc. b y Art. 1441 inc. b
prador se niegue a recibir la mercadería que le ha contrato de cuenta corriente, Art. 1508 concesión.
sido enviada por encontrarse en mal estado y el
vendedor proceda con posterioridad a retirarla, Creemos que es rescisión, sin mencionarlo los
este comportamiento de ambas partes permite casos del Art. 1218 locación de cosas, Art. 1261 lo-
presuponer que ellas han consentido la rescisión cación de obra, Art. 1279 locación de servicio por
del contrato. tiempo indeterminado, Art. 1541 inc. b Comodato,
Art. 1522 franquicia.
La carga de la prueba corresponde a quien alega
la existencia de una rescisión, cuando es deman- II.2.2 Efectos de la rescisión
dado por el cumplimiento del contrato oportuna-
mente celebrado. Deberá probar o la existencia de La rescisión produce efectos ex nunc, es decir,
una rescisión convenida de mutuo acuerdo con la desde el momento que ella es acordada por los
otra parte o bien que ha cumplido con las obliga- contratantes y, como se rige por los principios
ciones a su cargo. generales que informa la autonomía, las partes
pueden establecer las consecuencias que la res-
II.2.1. El problema de la rescisión unilateral cisión tendrá entre ellos, aunque deberá respetar
Como hemos dicho, la rescisión es la conse- los derechos que en el ínterin pudieran haber ob-
cuencia del acuerdo de las partes que han cele- tenido terceros (Art. 1076).
brado el contrato, y únicamente podernos hablar
Los efectos del distracto por mutuo consenti-
de rescisión unilateral cuando la ley específica-
miento estriban en la extinción de las obligaciones
mente así lo ha establecido o por el contrato se ha
y de los derechos reales que nacieron del contrato
facultado en una cláusula a tal fin.
respetando los posibles derechos adquiridos por
Como casos de rescisión unilateral determi- terceros de buena fe.
nados por el legislador en el código anterior se-
Cuando estamos frente a un contrato de ejecu-
ción diferida o continuada, la rescisión no modi-
 (7)  Machado, Código Civil argentino, t. III, pág. 531. fica lo que ya ha sido ejecutado por las partes.
Lidia M. R. Garrido Cordobera | 217

La rescisión unilateral conforme lo dispuesto derecho lo ejerce revocando un acto válido por él
por el Art. 1079 opera para el futuro excepto dis- acordado y no resolviendo su obligación en fun-
posición en contrario pero hay que tener presente ción de un incumplimiento derivado de presta-
lo establecido en los Arts. 1080 en cuanto a la resti- ciones recíprocas.
tución en la medida que corresponda de las cosas
que han recibido en razón del contrato o su valor Discrepamos con Salvat en cuanto afirma que la
(conforme al Art. 1081 si es un contrato bilateral) revocación destruye la existencia misma del con-
y cuando proceda la reparación del daño (Art. trato como si no hubiera existido, porque parti-
1082). cipamos de la opinión de Llambías para quien la
diferencia existente entre la revocación y la res-
II.3. Revocación cisión, y la resolución es que las dos primeras ac-
túan ex nunc desde ahora, mientras que la resolu-
Otra figura a tener en cuenta para ser concep- ción actúa ex tunc desde entonces.
tualizado y ver sus efectos es la revocación, ella
es en realidad la facultad de una de las partes de Tanto la rescisión como la revocación dejan
dejar sin efecto un acto en las circunstancias pre- subsistentes los efectos ocurridos en el período
vistas y sancionadas por el legislador, no es exclu- transcurrido desde la existencia del contrato hasta
siva del ámbito contractual pues aparece en ma- su cesación como consecuencia de la revocación
teria de Testamentos y legados. o rescisión.
En el campo contractual siempre se sostuvo su II.3.1. Casos de revocación previstos por la ley en
presencia o aplicación en la formación del con- materia contractual
sentimiento (en la oferta y la aceptación) y espe-
cíficamente en materia de los contratos de Man- Tradicionalmente nuestra doctrina apuntaba
dato (ya sea bajo la forma de revocación expresa o como supuestos además de los actos jurídicos de
tacita) y en la donación (en la donación con cargo ultima voluntad y atendiendo al ámbito contrac-
por inejecución del mismo, por cuestiones de in- tual los que ya mencionamos ut supra a), el man-
gratitud en todas las donaciones y ante la exis- dato (pudiendo revocarse expresa o tácitamente,
tencia de la cláusula de súper nacencia de hijos). aun el denominado mandato irrevocable cuando
mediaba los extremos de la Ley).
Llambías opinaba que la revocación es un modo
de disolución de los actos jurídicos mediante b) Las donaciones: con cargo puede ser revo-
el cual el autor o una de las partes, retrae su vo- cada cuando el donatario ha sido puesto en mora
luntad, dejando sin efecto el contenido del acto o respecto a la ejecución de los mismos o de las con-
la transmisión de algún derecho. diciones impuestas a la donación, todas por ingra-
titud del donatario en los supuestos establecidos.
Pensamos que la revocación es sólo facultad de
una de las partes, no siendo necesario el acuerdo c) Si existe la cláusula de súper nacencia de hijos
recíproco, sino las circunstancias previstas y san- de donante después de la donación y se da esta si-
cionadas por el legislador. tuación.
Para Spota, “la revocación es una declaración d) En los términos de la formación del consenti-
unilateral de la voluntad incausada que tiene por miento tanto la oferta como la aceptación podían
fin inmediato extinguir una relación jurídica, o ser retractados (recordemos también el Art. 7 de la
sea, un acto negocial, tratándose de las conven- ley 24.440 y el consentimiento in ralenti).
ciones, por el cual se deja sin efecto un contrato,
en virtud de que la ley así lo autoriza, o la conven- El CCCN establece esta figura (a veces se deno-
ción en su caso”. mina retractación) en los Art. 975 de la oferta, Art.
981 de la Aceptación, Art. 1110 en los contratos de
Garrido y Zago disentían con la opinión del des- consumo, Art. 1329 inc. c y Art. 1331 en el contrato
tacado tratadista, quien estimaba necesaria la vo- de Mandato, Art. 1569 en el contrato de Donación,
luntad unilateral incausada para que se pueda ha- Art. 1697 inc. b en el Contrato de Fideicomiso.
blar de revocación, por cuanto si la misma fuera
causada se trataría de la resolución y no de la revo- II.3.2. Efectos de la revocación
cación. Opinamos que es más apropiado hablar de
revocación, aunque ella sea motivada por los pre- La revocación actúa para lo futuro, conforme al
supuestos que establecen la ley y lo hacemos fun- Art. 1079, el efecto que una revocación va a tener
damentando nuestra posición en que el titular del será que a partir de que ella ha sido expresada el
218 | Suplemento especial cONTRATOS

víncu­lo se extinguiría, pero deja a salvo los actos nunca y se hubiese desvanecido con todas sus
ya producidos y los efectos ya causados, no pu- consecuencias pero siempre dejando a salvo los
diendo afectar a terceros de buena fe. derechos adquiridos por terceros de buena fe a tí-
tulo oneroso.
Hay que tener presente lo establecido en los
Arts. 1080 en cuanto a la restitución en la medida d) la resolución presupone un consentimiento
que corresponda de las cosas que han recibido anticipado de las partes en el sentido de que, pro-
en razón del contrato o su valor (conforme al Art. ducida la eventualidad determinada, el contrato
1081 si es un contrato bilateral) y cuando proceda dejará de existir, es decir, ha habido un consenti-
la reparación del daño (Art. 1082). miento condicional en el que ambas partes han
acordado la posibilidad de la resolución.
II.4. Resolución
4.1. La resolución legal y la resolución judicial
Finalmente la resolución es la extinción del con- por incumplimiento
trato, también en la etapa de cumplimiento como
consecuencia de causas sobrevinientes y que ex- Se puede diferenciar el método o sistema por el
tinguiría en principio retroactivamente los efectos cual se llega a la conclusión anticipada del con-
del contrato aunque veremos que presenta varias trato, estos supuestos son los llamados de resolu-
excepciones. ción legal, mientras que los de resolución judicial
son aquellos en que es necesario que la ruptura
Para diferenciarlo de la nulidad se recalca que el del víncu­lo se produzca mediante la intervención
hecho resolutorio es posterior a la celebración del del órgano jurisdiccional pertinente. Es decir, no
contrato, no se da en el nacimiento del contrato. hay resolución sin previo pronunciamiento de la
justicia, a la que las partes deben recurrir en de-
Hay que tener presente varios ítems: el hecho
manda precisamente de la disposición que es-
resolutorio pudo ser previsto por las partes o por
tablezca la ruptura del víncu­lo contractual y las
la ley Art. 1089, ser expreso Art. 1086 o surgir táci-
pertinentes reparaciones que el hacer culposo
tamente Art. 1087 y 1088, y ser la resolución total o
del incumpliente ha generado en favor de la otra
parcial conforme al Art. 1083.
parte.
Los institutos resolutorios actúan ex tunc, es
Pero, será necesaria la intervención judicial
decir, con efecto retroactivo Art. 1079 inc. b), y sólo
para determinar la resolución del contrato, cuya
en supuestos muy especiales puede hablarse de
vigencia hasta ese momento, a pesar del incum-
que sus efectos son ex nunc (para lo futuro), su-
plimiento, seguía existiendo.
puesto de los contratos de ejecución o cumpli-
miento continuado o en casos de condición re- Difiere, pues, la resolución legal de la judicial
solutoria (Art. 346) y plazo resolutorio (Leiva en cuanto para la primera no es necesaria la inter-
Fernández) o por la naturaleza de la prestación. vención de la justicia y se opera siguiendo los li-
neamientos previstos en la respectiva norma legal,
Presenta los siguientes caracteres.
mientras que para la segunda la resolución es la
a) La resolución depende de la previsión legal consecuencia de una sentencia judicial, como
o del acuerdo de las partes formulado en el mo- ocurre cuando el posibilita que el locador pida la
mento de su celebración, constituyendo una cláu- resolución del contrato de locación si el locatario
sula explícita o implícita en él. Aquí la voluntad está atrasado en el pago de dos períodos conse-
de las partes para incluir la cláusula resolutoria se cutivos de alquiler. Se deberá demandar judicial-
produce en el momento de la celebración del con- mente que se disponga la resolución del contrato y
trato y no con posterioridad a él, como ocurre en el resarcimiento por pérdidas e intereses.
la rescisión;
Si el método o sistema surge exclusivamente de
b) las partes, conforme a su autonomía, pueden la ley y no resulta necesario acudir a la justicia para
convenir a su libre arbitrio la cláusula resolutoria lograr la desvinculación de las partes, podemos
que entiendan conveniente, la cual, de figurar en considerar que estamos frente a la llamada resolu-
el contrato, tendrá plena validez; ción legal, y con el cumplimiento de lo ordenado o
indicado por el texto legal se produce la extinción
c) la resolución produce efectos respecto de las del contrato con derecho para el acreedor a de-
partes y también respecto de terceros, ya que el mandar los daños y perjuicios que se han irrogado
contrato aparece como que no hubiese existido como simple consecuencia del incumplimiento.
Lidia M. R. Garrido Cordobera | 219

4.2. Tratamiento en el del Código Civil y la 1221 para la resolución anticipada (creemos que
Reforma es rescisión) y en los Art. 1219 y 1220.

Se señalaba que la resolución podía asumir tres 4.3. Efectos de la resolución


formas, la de una condición y se le aplicaría lo dis-
puesto para las condiciones resolutorias, ser facul- Los institutos resolutorios actúan ex tunc, es
tativa cuando una de las partes se reserva el de- decir, con efecto retroactivo Art. 1079 inc. b), pero
recho de disolver el acto si la otra parte no cumplía siempre dejando a salvo los derechos adquiridos
las prestaciones, o también podría ser opcional por terceros de buena fe a titulo oneroso y sólo en
cuando se autorizaba a cualquiera de las partes a supuestos muy especiales puede hablarse de que
disolver el acto pendiente de ejecución. sus efectos son ex nunc (para lo futuro), supuesto
de los contratos de ejecución o cumplimiento con-
Eran causa de resolución de los contratos: tinuado o en casos de condición resolutoria (Art.
346) y plazo resolutorio, o por la naturaleza de la
a) la condición resolutoria, prestación. Las partes deben reintegrarse lo que se
hubiesen entregado.
b) el plazo resolutorio.
Como en los otros supuestos anteriores hay que
c) en compraventa los pacto de retroventa; de tener presente lo establecido en los Arts. 1080 en
mejor comprador. cuanto a la restitución en la medida que corres-
ponda de las cosas que han recibido en razón del
d) el pacto comisorio expreso y tácito. contrato o su valor (conforme al Art. 1081 si es un
contrato bilateral) y cuando proceda la reparación
e) la señal o arras con carácter de pena. del daño (Art. 1082).
f ) la excesiva onerosidad sobreviniente. III. La modificación del contenido
contractual y la adecuación contractual
g) la frustración del fin del contrato.
Podemos decir con Garrido y Zago que cele-
El CCCN regula como ya lo hemos dicho en va- brado el contrato es razonable entender que el
rios artícu­los de modo conjunto las extinciones mismo se extinguirá por el cumplimiento de las
unilaterales con gran detalle a partir del Art. 1077 prestaciones convenidas por las partes al mo-
pero expresamente a partir del 1083 y por varios mento de prestar el consentimiento (8), pero si bien
artícu­los se centrara en la resolución por incum- esto sucede en la mayoría de los casos y llevan a
plimiento, tratando no solo el incumplimiento lo que estos autores llaman la muerte natural del
total sino el parcial, estableciendo que se entiende contrato, hay ciertas situaciones que suelen aca-
que el incumplimiento debe ser esencial para dar rrear la intervención judicial y otras que confi-
lugar a la resolución (Art. 1084) salvo pacto ex- guran supuestos especiales (9) como la resolución,
preso (Art. 1086) y regula con otro nombre lo que la revocación o la resolución que ya vimos.
hemos conocido como pacto Comisorio Tácito
(1087 y 1088) el Ius variandi, (Art. 1085) y la reso- Pero lo más importante de señalar es, que no
lución por imperio de La Ley (Art. 1089). siempre el contrato se extinguirá, sino que habrá
cabida para una revisión contractual, enten-
Mención aparte merece la recepción de la Frus- diendo por tal actividad ese volver a ver las cir-
tración del fin del Contrato en el Art. 1090 para cunstancias que puedan permitir que no se pro-
poner fin definitivamente a la discusión de su ope- duzca esa ruptura abrupta no querida por las
ratividad en materia contractual y que aplaudimos partes al contratar y el contrato sobreviva frente a
y la diferencia con el otro instituto de la Imprevi- estas contingencias.
sión que se trata en el Art. siguiente.

Además encontramos aplicaciones de la resolu-


ción en los Art. 1163, Art. 1164, Art. 1165, Art. 1168
y Art. 1169 en contrato de compraventa, Art. 1184
en el contrato de suministro, Art. 1492 y 1994 en  (8)  Garrido, Roque F. - Zago, Jorge A., Contratos Ci-
el contrato de Agencia, Art. 1509 en el contrato de viles y comerciales T. 1, Ed. Universidad.
concesión, Art. 1607 y 1608 en el contrato de renta  (9)  Garrido Cordobera, Lidia M. Rosa, Las causales de
vitalicia. En materia de locaciones de cosas se uti- extinción de los contratos, la modificación y adecuación,
liza dicha terminología en los Art. 1217 inc. b y Homenaje a Roberto López Cabana, Ed. Abeledo Perrot.
220 | Suplemento especial cONTRATOS

III.1. El contrato como programa de Pero también actúa cuando se afecta la base o
prestaciones fundamento del negocio y hay que encontrar una
solución paralela a los intereses de las partes, de
El contrato, si lo tomamos cuantitativamente modo que el derecho contractual tiene la tarea de
es la fuente primordial de obligaciones patrimo- reconstrucción del contrato perfecto impu­tando
niales, pero su concepto y alcances no ha perma- consecuencias a través de normas supletorias al
necido inmóvil en el tiempo (10), ha ido receptando contrato o de principios generales.
las diferentes corrientes filosóficas e históricas.
Esa reconstrucción del contrato nos lleva a los
Recordemos a modo de ejemplo que para Mac institutos correctores que cada derecho recepta,
Neil el contrato es un instrumento de previsión de en el caso argentino tenemos al abuso del de-
futuro que utiliza de manera accesoria la voluntad recho, la lesión y a la imprevisión, pero sobre todo
de las partes siendo sensible a los cambios de la también a la celebración, interpretación y ejecu-
realidad social ya que existe una relación entre el ción de los contratos conforme a la buena fe.
contrato y las circunstancias que lo rodean y que
para Posner sería un instrumento de coordinación Es en tales situaciones de cambio y ajuste
eficiente que debe utilizarse por las partes de ma- donde es importantísimo el tema de la interpreta-
nera no oportunista a fin de evitar costosas me- ción de los contratos o el de su integración, es ne-
didas de autoprotección. cesario que recordemos que son las partes las pri-
meras facultadas a través de una interpretación
Modernamente se habla en la teoría de los con- auténtica a arribar a una modificación del primi-
tratos del denominado “contrato perfecto”, es- tivo contrato.
tamos ante el cuando las partes contratantes antes
de concluir el contrato, se han puesto de acuerdo También hemos de tener presente la revisión e
sobre la impu­tación de todos los riesgos asociados interpretación realizada por terceros pactados —
a su ejecución (11). árbitros o amigables componedores— o por vía
judicial, debe haber conciliación y armonía en los
Para Shafer y Ott el derecho contractual es el fines individuales y los fines sociales ya que el con-
intento de reconstruir el contrato perfecto y de trato persigue ambos.
impu­tar los riesgos sobre lo que las partes no se
han puesto de acuerdo expresa o tácitamente de Si bien no es el objeto de este trabajo creemos
tal forma que se maximicen las ventajas del con- necesario dejar asentada nuestra posición de que
trato en la situación ex ante a su conclusión (12). la autonomía de la voluntad y la libertad son la
En la línea del análisis económico del derecho base necesaria de ese acuerdo de voluntades y por
la tarea de la legislación y la jurisprudencia ante ello consideramos que el Art. 959 tiene plena vi-
un contrato alterado en el cual esa alteración no gencia para lograr la modificación del contenido
haya sido prevista en el contrato será la de maxi- contractual de mutuo acuerdo o bien recurriendo
mizar racionalmente la utilidad que consistirá en a la figura de la transacción (Art. 1641) sosteniendo
impu­tar el riesgo a aquel que lo puede reducir o que nadie mejor que las partes para ajustar el con-
absorber al menor gasto. trato a las realidades cambiantes, respetando los
principios de la buena fe y los deberes que de este
Hemos dicho que el Derecho vendría a deter- principio emanan como el de colaboración.
minar a posteriori como sería el contrato perfecto
si se hubiera actuado de manera inteligente en la También de que lo que técnicamente denomi-
previsión (13). namos contrato, debe realizar en nuestra concep-
ción no solo un fin económico sino un fin ético y
social y esto se va a evidenciar en la adecuación
contractual del programa de prestaciones en caso
 (10)  Por ello hoy se habla de contratos de consumo, de afectación de la base del negocio jurídico como
contratos empresariales, contratos a condiciones gene- ocurre en los supuestos de excesiva onerosidad
rales, por adhesión, conexos. sobreviniente (Art. 1091) y en la lesión (Art. 332).
 (11)  Garrido Cordobera, Lidia M.R., Los contratos en
su dimensión actual. Generalmente aludimos a la adecuación en
 (12) Shafer, Hans y Ott, Claus, Manual del Análisis estos casos en los que se requiere un pedido, alla-
Económico del Derecho, Ed. Tecnos. namiento u ofrecimiento del reajuste equitativo de
 (13)  Garrido Cordobera, Lidia M. R., la negociación una parte para salvar la extinción del contrato, que
y el análisis económico, en Análisis Económico del de- se producirá si no media esta decisión por estar
recho, Ed. Heliasta. frente a casos en los que el Derecho habilita a dejar
Lidia M. R. Garrido Cordobera | 221

sin efecto el contrato por haberse afectado la de- vamente el equilibrio en las prestaciones, siga vi-
nominada base del negocio o sinalagma. gente el acuerdo originario modificando sólo el al-
cance de las obligaciones contraídas.
Aun en el supuesto de la lesión, la norma per-
mite la supervivencia del víncu­ lo contractual Veamos que se ha dispuesto en el CCC en esta
si aquel que, aprovechando la ligereza, inexpe- materia en la cual cabe distinguir que el Art. 332
riencia o necesidad de la contraria hubiera obte- referido a la Lesión establece su aplicación como
nido una ventaja patrimonial desproporcionada y acción, mientas que el Art. 1091 se habla de la po-
sin justificación, admite que se equilibren las pres- sibilidad de plantear extra o judicialmente, como
taciones en forma proporcionada y equitativa. Es acción o excepción la resolución total o parcial o
decir, en todos los supuestos en que se ha produ- su adecuación, guardando silencio sobre la ne-
cido una situación anormal, que no pudo ser pre- cesidad de allanarse a la pretensión u ofrecer el
vista en el momento de la celebración del con- ajuste equitativo, lo que habilitaría a que el Juez
trato, o que, como en el supuesto de la lesión, haya decida. En el Art. 322 se prevé con la transforma-
generado un desequilibrio potencial en el plano ción de la demanda de nulidad por la de reajuste si
funcional del acuerdo, la ley admite la posibilidad el demandado lo ofrece.
del reacomodamiento que permite la subsistencia
del víncu­lo generado con el consentimiento. IV. La razón de ser de la reforma

Decíamos respecto a la excesiva onerosidad que Creemos que el contrato está hecho por y para
la problemática no obedece a la actuación de las los hombres, debe ser un hábil instrumento en
partes, sino que, por lo contrario, deriva de situa- sus manos, pudiendo modificarse sin perder su
ciones ajenas a las mismas; las diferentes teorías, esencia, porque el hombre y la sociedad cambian,
pues, admiten la posibilidad de que si las partes pero debe siempre poder responder a su razón de
llegan a un nuevo acuerdo reacomodando las res- ser de trascendencia, de ir más allá del mero mate-
pectivas prestaciones, el contrato sigue teniendo rialismo, de adecuarse, de renegociarse pero con-
plena vigencia. forme a la ética y al principio de buena fe y aun en
el momento de su extinción o sobre todo allí esto
Sería el juez, en definitiva, quien, para el su- no se debe perder de vista (14).
puesto de que las partes no logren ponerse de
acuerdo respecto de las nuevas prestaciones, es- La reforma producida en la Legislación creemos
tablecerá, mediante una sentencia, cuáles serán y aspiramos nos brinda luz en ese camino a fin de
las nuevas obligaciones que deben incorporarse al lograr seguridad jurídica pero sin sacrificar la jus-
contrato originario. ticia contractual, incorporando institutos y reglas
para la extinción que era uno de los temas más os-
En consecuencia, las partes podrían acudir a curos y conflictivos del Código de Vélez.
la justicia para requerir la correspondiente reso-
lución judicial que fije las prestaciones para que Hemos intentado en este aporte brindar con-
subsista el víncu­lo contractual. Sea que lo solicite ceptos que creemos necesarios más que simple-
el actor y se avenga la parte demandada, sea que la mente glosar los institutos que serán tratados en
parte perjudicada solicite la resolución en función profundidad en otros trabajos.u
del y la otra pida que el juez fije las prestaciones
allanándose a la demanda en cuanto a la viabi-
lidad del reajuste, en ambos casos el contrato se-  (14)  Recordemos ciertos dichos que antes se oían a
guirá vigente con la lógica modificación en cuanto menudo nadie es bueno si no es un buen hijo, un buen
a las prestaciones. padre, un buen hermano, un buen amigo y un buen
cónyuge a lo que Santos Briz agregaba y un buen con-
Es decir que resultaba viable la oferta de mo- tratante y por otro lado está la Rerum Novarum de León
dificación del contenido contractual dirigida por XIII que conserva su validez y los últimos documentos
una de las partes para que, estableciéndose nue- de la iglesia.
El contrato de consumo
en el Código Civil y Comercial
de la Nación
POR Fulvio G. Santarelli

Sumario: I. Antecedentes.— II. El tratamiento de la estandarización en la Argentina, desde el Código


de Vélez hasta el dictado de la ley 24.240.— III. La impronta de la ley 24.240: el concepto de cláusula abu-
siva.— IV. Los contratos celebrados por adhesión a cláusulas generales predispuestas en el nuevo Código
Civil y Comercial.— V. El contrato de consumo.

I. Antecedentes puede seguir su ritmo; por lo cual, la práctica pro-


fesional, corporativa ha sustituido al legislador (1)
I.a. Del contrato negociado al adhesivo en la regulación de su particular necesidad, de tal
modo el plexo contractual adquiere una impronta
El recurso a matrices contractuales precon- reglamentaria, dado su carácter general y perma-
cebidas reconoce como fundamento una multi- nente (2).
plicidad de razones, algunas, provenientes de la
En estos supuestos la etapa de formación del
masificación de la demanda y la consecuente uni-
consentimiento contractual aparece monopoli-
formidad de la oferta; la creciente internaciona-
zada por la acción de una de las partes la cual pro-
lización de las compañías elaboradoras de pro-
pone el reglamento contractual para la aceptación
ductos de consumo masivo, y su búsqueda por
o no del otro contratante, en cuyo caso, solo le
asegurar similares condiciones más allá de las
cabe adherir, ya que no le es dado modificar, sino
fronteras; otras, originadas por la producción, y su
en opciones ya conferidas por el predisponente, o
marcada evolución, en cantidad y en calidad, que
en cuestiones no sustanciales (3).
obligan a poner foco en contratos como el de su-
ministros, o la amplia gama de subcontrataciones, Por comprensible que sea este proceso, no
o aquellos de locación de servicios que ciertas in- puede dejar de apreciarse una tendencia autista
dustrias necesitan, suelen celebrarse mediante en el manejo del aludido riesgo que se termina por
contratos pre redactados por aquel que define su despreciar al propio sinalagma; la obligatoriedad
necesidad o prestación de determinada manera; del contrato conjugada con esta modalidad da un
por su parte, la complejidad de avanzar sobre precipitado de contrato injusto que ha suscitado
todas “las geografías” y segmentos posibles, ha soluciones en salvaguarda de un reparto equi-
desarrollado contratos que organizan canales de
comercialización, adecuados a una estrategia de
penetración del predisponente; etc. Es que el con-  (1)  GHESTIN, Jaques “La formation du contrat”, nro,
trato se ha constituido en vital elemento de gestión 93, pág. 74. 3ª ed.
del riesgo de la empresa, ya que contribuye a orga-  (2) FLOUR - AUBERT - SAVAUX, “Les obligations.
nizar nada menos que la producción y su llegada l‘acte juridique”, nº 179, p. 139. 13º ed.
al mercado.  (3) El art. 28 del proyecto Scrivener —el antece-
dente francés de la regulación de la contratación predis-
La especialización y ejercicio habitual de cierta puesta— refiere a un contrato “modelo” y a la carencia
actividad industrial o comercial, van evolucio- del consumidor de posibilidades de modificación de la
nando de modo tal que el ordenamiento legal no propuesta.
224 | Suplemento especial cONTRATOS

tativo del riesgo intentando neutralizar aquella propia que el sistema de formación del consenso
“unilateralidad”. implica para el no predisponente, que no es otra
cosa que la ignorancia, o la incertidumbre acera
I.b. Predisposición o adhesión: los caminos de las obligaciones asumidas por una y otra parte,
del consentimiento lo que a la hora de la ejecución del contrato puede
frustrar expectativas mediante la puesta en fun-
El Proyecto de 1998, en su art. 899, distinguía al cionamiento de cláusulas que modelan el cumpli-
contrato discrecional como aquel que se carac- miento de ciertas prestaciones, limitan ciertas res-
terizaba en razón de que sus “estipulaciones han ponsabilidades, etc.
sido determinadas de común acuerdo por todas las
partes”; y al predispuesto, como a “aquel cuyas esti- I.d. Un precedente paradigmático
pulaciones han sido determinadas unilateralmente
por alguna de las partes”; como condiciones gene- El Código italiano de 1942, afrontó el fenómeno
rales, llamaba “a las cláusulas predispuestas por de las condiciones generales de contratación bajo
alguna de las partes con alcance general y para ser el perfil de la formación del contrato (arts. 1341 y
utilizadas en futuros contratos particulares”, y to- 1342), intentando evitar que integren el contrato
davía caracterizaba al contrato celebrado por ad- cláusulas que el adherente —ajeno a su elabora-
hesión como el “contrato predispuesto en que la ción— no ha podido conocer, o reflexionar (4). El
parte no predisponente ha estado precisada a de- primer párrafo del art. 1341 establece el principio
clarar su aceptación”. Más allá de la ponderación de que las condiciones generales del contrato son
práctica de tales distinciones, es demostrativa del eficaces respecto del contratante, si es que al mo-
rol que la negociación alcanza para configurar un mento de la conclusión del contrato el adherente
tipo de contrato discrecional, y su distinción de tuvo oportunidad de conocerlas, o debió haberlas
otras formas de construir el consenso. Por otro conocido usando la ordinaria diligencia. El se-
lado, en la descripción precedente se diferencia gundo párrafo avanza sobre un elenco de cláu-
la predisposición —como actitud de uno de los sulas gravosas (5), exigiéndose a su respecto no solo
contratantes— y la adhesión del otro, quedando la cognoscibilidad, sino la expresa aprobación por
configurados los elementos relevantes de la figura escrito del adherente. El sistema se completa con
en análisis. Hay otro componente relevante en la el art. 1370 que dispone el principio de interpreta-
configuración de la modalidad adhesiva, que apa- ción de las cláusulas contra el predisponente.
rece sugerido en cierta connotación terminológica
del contrato discrecional, cuando se lo denomina Respecto de la cognoscibilidad del régimen ci-
“paritario”, lo que alude a la equidistancia de las tado, se precisa que el conocimiento no sólo versa
partes, la que faltaría en el contrato de adhesión a respecto de la existencia de las condiciones gene-
cláusulas predispuestas. rales, sino de su contenido; de modo tal que el sen-
tido de la norma es establecer el límite dentro del
Para analizar el régimen del nuevo Código es cual el adherente puede considerarse vinculado a
menester partir del concepto de contrato suminis- una cláusula que no conoce (6). Traduciendo esta
trado en el art. 957, que en lo que en el particular regla en términos de obligaciones del predispo-
atañe, define al contrato como “el acto jurídico nente, este debe dar clara noticia de la existencia
mediante el cual dos o más partes manifiestan su de las condiciones generales, que estas sean acce-
consentimiento...”; sin desconocer las discusiones sibles para el adherente y además comprensibles
eternas respecto al consentimiento, vale entender, para un contratante medio, todo ello al momento
cabe insistir, a los efectos del presente, que se hace de la celebración del contrato (7).
referencia a las coincidencias de las voluntades
que alcanzaron cierto grado de expresión y cog-
noscibilidad mutua entre los otorgantes; a partir  (4)  SACCO, Rodolfo DE NOVA, Giorgio “Il contratto”,
de lo cual, en la forma adhesiva alcanza virtua- pág. 363, 3ª ed.
lidad para la distinción y categorización, el modo  (5)  Ellas son: i) cláusulas limitativas de la responsa-
en que se llega a tal “consentimiento”. bilidad en favor del predisponente, ii) las que facultan
a la rescisión del contrato por parte del predisponente,
I.c. El contrato “no negociado” y el elemento iii) aquellas que limitan la posibilidad de oponer excep-
“sorpresa” ciones al adherente. iv) la que reserva al predisponente
la tácita reconducción o renovación automática del con-
El tipo adhesivo involucra dos cuestiones a trato, v.) la cláusula compromisoria, la prórroga de juris-
atender: por un lado las menguadas o nulas po- dicción.
sibilidades del adherente de incidir en el regla-  (6)  ROPPO, Vincenzo “Il Contratto”, pág. 906.
mento contractual, y por el otro, la opacidad  (7)  ROPPO, ob. cit, loc cit.
Fulvio G. Santarelli | 225

I.e. Una construcción doctrinaria decisiva II. El tratamiento de la estandarización en


la Argentina, desde el Código de Vélez hasta el
Si Italia lo legisló, fue la doctrina francesa pio- dictado de la ley 24.240
nera en calificarlo, en la primera década del siglo
pasado, Saleilles describió el fenómeno en su obra Similar a la situación francesa, el Código de
“De la declaration de volonté”. Modernamente la Vélez, naturalmente, no contempló el contrato por
doctrina distingue los siguientes rasgos caracte- adhesión a cláusulas predispuestas, sin que ello
rísticos: 1) El primer elemento caracterizante es sea óbice a su recepción, ni tampoco a serle apli-
la modalidad de la oferta, la cual tiene carácter cables normas de aquel ordenamiento dirigidas a
general, en tanto dirigida al público, o a una ca- obturar los efectos perjudiciales para el adherente.
tegoría determinada de contratantes eventuales. Así, se consideró como “legítima” la modalidad de
Tales cláusulas tienen —además— una impronta “contrato de adhesión” en tanto media acuerdo de
de permanencia en los contratos tipos, con pre- voluntades, aún cuando este acuerdo se reduzca
tensión de completitud, en tanto previenen todas a la mera adhesión de una de las partes a la que
las vicisitudes del contrato (8). 2) el contrato de ad- otra preordenó como ley del contrato (16). No fal-
hesión supone una desigualdad económica, o so- taron disquisiciones respecto de la denomina-
cial o profesional (de conocimiento sobre el ne- ción (17), pero, cabe seguir el sendero de quien, con
gocio en cuestión), entre las partes (9); en definitiva, ajustada razón, entendió que todas las diferencia-
un poder económico que deriva en la posibilidad ciones o matices quedan irrelevantes ante el fenó-
de imponer las condiciones contractuales (10). Con meno de la estandarización de los contratos (18).
todo, los contrato de adhesión no tienen, en el país
galo, un régimen propio, sin embargo, a muchos A la hora de referir las normas que sirvieron para
de ellos les alcanza la normativa del consumidor, incidir en los efectos del contrato predispuesto, el
y el régimen de cláusulas abusivas (11). Respecto de cual, naturalmente, presenta un campo propicio
aquellos contratos no alcanzados por la norma- para las cláusulas abusivas, los tribunales echaron
tiva consumerista, la jurisprudencia ha ejercido el mano de los arts. 502 (causa ilícita), 953 (que veda
control de ciertas cláusulas, haciendo una inter- la ilicitud del objeto del acto jurídico, por con-
pretación del code que fue ajeno a la categoría (12), trario a la ley, moral o buenas costumbres); 954
verbigracia, respecto de las cláusulas limitativas (que reacciona frente a la grave desproporción de
de responsabilidad—, declarando su ineficacia las prestaciones, producida por la necesidad, inex-
sobre la base del art. 1645 del code (13); o bien am- periencia o ligereza de uno de los contratantes), el
parados en el concepto de causa tan fructífero en 1071 (en cuanto veda el ejercicio antifuncional de
aquel sistema jurídico (14). El proyecto de reformas los derechos) 1198 (en tanto exige que los con-
al Código Civil francés de las obligaciones, define tratos se celebren, interpreten y ejecuten de buena
al contrato de adhesión como aquel en el cual las fe) (19); convirtiéndose —estos dos últimos princi-
condiciones, sustraídas a la discusión, son acep- palmente— en verdaderas cláusulas generales en
tadas por una de las partes, tal como la otra las la materia.
ha unilateralmente determinado (art. 1102-5). De
donde surge, pues, que el aspecto decisivo de la
calificación es la no negociación (15). Así las cosas, el centro de atención se desplaza
hacia la interpretación del reglamento contrac-
tual unilateralmente redactado. En tal sentido,
 (8) FLOUR - AUBERT - SAVAUX, ob. cit., nº 178, 138. cabe recoger los siguientes ejemplos: la Corte Su-
 (9)  TERRE - SIMLER - LEQUETTE nº 188, p. 155 prema de Justicia de la Nación ha sostenido que en
 (10)  FLOUR - AUBERT - SAVAUX, ob. cit, 178, p. 138. el caso de cláusulas contractuales predispuestas
 (11)  MALAURIE - AYNES - STOFFEL MUNCK, “Les cuyo sentido es equivoco y ofrece dudas para de-
obligations” nº 426, p. 193. 2004.
 (12)  MALINVAUD, PHILIPPE nº 314, p. 223. 10º ed.
 (13) La norma establece el precepto de responsa-  (16)  SPOTA, Alberto G. - LEIVA FERNÁNDEZ, Luis
bilidad del vendedor: Si el vendedor conocía los vicios F.P. (actualizador) “Contratos” Tº I, p. 419. 2º ed.
de la cosa, está obligado, además que a la restitución  (17)  ALTERINI, Atilio A. “Contratos. Civiles - Comer-
del precio recibido, a afrontar los daños e intereses cau- ciales - De Consumo”, p. 128 y sgtes. WAYAR, Ernesto,
sados al acreedor. Esta norma es aplicable al vendedor “CONTRATOS”, p. 299. Zavalía.
profesional, respecto de quien se repu­ta que —por tal ca-  (18)  VALLESPINOS, Carlos G. “El contrato por adhe-
rácter— debe conocer los vicios y defectos de lo vendido. sión a condiciones generales”, p. 239.
 (14)  MALINVAUD, ob. cit., nº 306, p. 216.  (19)  WAYAR, ob. cit., p. 327. MULLER, Enrique C. “Las
 (15) FLOUR - AUBERT - SAVAUX, ob. cit., nº 178, cláusulas abusivas en el marco contractual de los dere-
p. 138 chos del consumidor” en RDPyC 2009 - 1, p. 195.
226 | Suplemento especial cONTRATOS

terminar el alcance de las obligaciones asumidas No sería completo este panorama de la legisla-
por el predisponente, debe prevalecer la interpre- ción nacional, sino se reseñan dos antecedentes,
tación que favorece a quien contrató con aquél o que relacionados con la problemática del acceso a
contra el autor de cláusulas uniformes (20). La des- la vivienda y crédito; ámbito en donde los “boletos
igualdad de las partes, ha jugado también su rol, al de compra y venta inmobiliaria a plazo” consti-
considerar que proteger a la parte más débil, sig- tuían una de las manifestaciones más usuales de
nifica presumir la ignorancia legítima por parte la estandarización contractual (24). Uno de ellos (la
del adherente (21). El sinalagma, que involucra la ley 14.005), alcanzó un grado relevante de apli-
idea de contraprestaciones recíprocas, es realzado cación práctica, y consecuente trascendencia so-
en la idea de que las limitaciones de responsabi- cial, el otro, tal vez con mayor virtuosismo jurí-
lidad en favor del predisponente son válidas, sólo dico, no alcanzó los fines propuestos (la referencia
en la medida en que hayan sido dinamizados los es a la ley 19.724). La primera de ellas estableció
derechos que de ella emergen, de conformidad a pautas para el ejercicio de la resolución del con-
los principios que vedan el abuso del derecho y re- trato de compra venta inmobiliaria por parte del
alzan la buena fe (22). vendedor, de modo tal que esta no resultara abu-
siva, ya que la modalidad habitual ante el incum-
Estas formulaciones fueron posibles gracias a plimiento del comprador, era que el vendedor re-
una verdadera evolución del concepto romano del cuperaba la posesión del lote —si es que la había
favor debitoris, hacia el favor debilis; lo que per- conferido—, además de apropiarse de los pagado,
mitió el recurso al art. 218, inc. 7º del Código de en concepto de cláusula penal, estableciendo, la
Comercio, que establece: “En los casos dudosos, ley que luego de abonado más del 25% del precio,
que no puedan resolverse según las bases estable- o bien si el comprador había realizado mejoras por
cidas, las cláusulas ambiguas deben interpretarse más del 50% del valor del lote se cercenaba aquella
siempre en favor del deudor, o sea en el sentido de facultad del vendedor. Por su parte la precitada
liberación”. Y ello así en mérito de que la doctrina ley de “prehorizontalidad” fue la expresión de
y jurisprudencia nacional fueron permeables a las la influencia directa del Código italiano de 1942,
doctrinas consumeristas que se desarrollaron en en donde revistió de formalidades al documento
el mundo y que encontraran consagración legis- de adquisición de una unidad funcional en el ré-
lativa en este medio en los tempranos años de la gimen de propiedad horizontal, de modo de cum-
década del 90, mediante la ley 24.240. Que si bien plir con la exigencia de cognoscibilidad antes ex-
absorbió gran parte de la problemática, en tanto puesta, pero no resolvió la cuestión (25).
el adherente pueda ser configurado como consu-
midor, en los términos de loas arts. 1 y 2 de la ley III. La impronta de la ley 24.240: el concepto
citada; deja aplicable el derecho común para los de cláusula abusiva
contratos por adhesión a cláusulas predispuestas,
en donde está fuera de aquel ámbito. En definitiva, No es el caso de explayarse acerca de la tras-
deudor, fue leído como débil: “sin duda el favor de- cendencia de esta ley que inauguró un capítulo
bitoris, debe ser tenido en cuenta por los jueces preponderante en lo concerniente a recrear me-
como principio orientador al interpretar la ley, canismos para la salvaguarda de la justicia o equi-
pero adviértase que el fundamento de esta regla librio contractual, sino de centrarse en su nota
es siempre una finalidad de justicia, ya que se pro-
pone restablecer el equilibrio entre las partes...” (23);
rescatado este principio, poco importa la posición  (24)  Vale subrayar que gran parte del desarrollo su-
concreta en el contrato, sino el acento en la debi- burbano fue mediante “el loteo”, es decir, el fracciona-
lidad. miento de extensiones de tierra en unidades de terreno
para la vivienda familiar. La oferta y venta de tales uni-
dades, en cómodas cuotas, se realizaban —habitual-
 (20)  CSJN, “R. V. de D. S. c/ Qualitas Médica S.A.”, del mente— en carpas en el lugar, y allí, en oferta que con-
15712/98. LA LEY 1999-B, 118. sistía en largos planes de cuotas, se accedía a la vivienda.
 (21)  CNFed.Cont.Adm. Sala II, in re “Ombú Automo- En cambio, la realidad urbana y la proliferación de la edi-
tores S.A. c/ Secretaría de Comercio e Inversiones”, del ficación en altura, propició la venta de unidades funcio-
04/03/99, LA LEY 2000-B, 318. nales desde que el constructor empezaba la obra (en la
 (22)  CNCom. Sala B, “Ravaglia, Clemente c/ Banco actualidad referiríamos al “desarrollador”), permitién-
Mercantil Argentino” del 30/12/98. LA LEY 1999-C, 359. dole, a la vez que financiarse, al comprador permitirle
 (23)  MOISSET DE ESPANÉS, Luis y TINTI, Guillermo facilidades crediticias para el acceso a la vivienda.
“El consumo, el derecho del consumidor y la regla favor  (25)  HERNÁNDEZ, Carlos A. “El desequilibrio en los
debitoris”, en “Defensa del consumidor”, LORENZETTI - contratos paritarios, predispuestos y de consumo”, en
SCHOTZ, Dir. P. 109. RDPyC 2007-I, p. 253.
Fulvio G. Santarelli | 227

distintiva, que es que hasta el dictado del nuevo Es momento de centrarse en el concepto de
Código Civil y Comercial, es el único ordena- “cláusula abusiva” y la imprecisión y vaguedad de
miento que caracterizó la cláusula abusiva; con- sus definiciones no parecen ser congruentes con
cepto que adquirió un dinamismo expansivo y la trascendencia del concepto, basta con remitirse
sintetizador de la compleja patología del desequi- a la revisión de la legislación comparada y la doc-
librio contractual. Hasta que sus términos se in- trina, como para sostener el aserto (27). Esta impre-
ternalizaron en la aplicación práctica, no sería cisión, acompaña al intérprete en todo momento
aventurado expresar que la cuestión del equilibrio del análisis, sea al teórico, que pretende asir la
contractual, fuera de los casos legislados, como la idea, sea al práctico que analiza cierto reglamento
lesión, la imprevisión, o la cuestión de los inte- contractual o a quien debe apreciar y juzgar una
reses excesivos o la cláusula penal excesiva, tenía impugnación de abusividad. Pero cabe hacer un
un marco de acción previsiblemente delimitado esfuerzo de, sino precisión, desmenuzamiento de
tanto por las normas que las concebían, como por sus elementos primordiales:
una fecunda labor jurisprudencial; fuera de estos
casos, en los contratos adhesivos, la norma de in- III.a. Desequilibrio significativo, afectación
terpretación en contra del predisponente traspasó al sinalagma, a la lógica contraprestacional,
la fronteras que le eran propias, convirtiéndose desnaturalización de las prestaciones, perjuicio
en un eufemismo, ya que debía ser aplicable, aún al consumidor
sin caso de duda, sino derechamente cuando apa-
recía abusiva. Todos estos términos recogen un aspecto sus-
tancial que es menester retener para su mejor
En este marco, la ley 24.240, en su capítulo IX, conceptualización; empero, es oportuno agregar
“De Los Términos Abusivos Y Clausulas Inefi- la única referencia legislativa conceptual que está
caces”, introdujo el Art. 37, que dispone: dada por el decreto reglamentario de la ley 24.240,
nro. 1798/94, en cuyo art. 37 dice “Se consideran
“Interpretación. Sin perjuicio de la validez del términos o cláusulas abusivas las que afecten in-
contrato, se tendrán por no convenidas: a) Las equitativamente al consumidor o usuario en el co-
cláusulas que desnaturalicen las obligaciones o li- tejo entre los derechos y obligaciones de ambas
miten la responsabilidad por daños; b) Las cláu- partes”. Para unir estos conceptos desperdigados
sulas que importen renuncia o restricción de los e intentar enhebrar una idea común, es menester
derechos del consumidor o amplíen los derechos partir de la idea más esencial del contrato, cuyo
de la otra parte; c) Las cláusulas que contengan modelo de negociación entraña la idea de inte-
cualquier precepto que imponga la inversión de reses opuestos, que realizando concesiones mu-
la carga de la prueba en perjuicio del consumidor. tuas persiguen un fin común que redunda en el
La interpretación del contrato se hará en el sen- reglamento contractual. El contrato negociado,
tido más favorable para el consumidor. Cuando pues, es aquel en donde las tratativas adquieren
existan dudas sobre los alcances de su obliga- este tenor tensional de los intereses que, aún en
ción, se estará a la que sea menos gravosa. En contraposición, buscan un cauce común. El con-
caso en que el oferente viole el deber de buena fe cepto subyacente, es que esa tensión es la que ga-
en la etapa previa a la conclusión del contrato rantiza el equilibrio de las prestaciones. Cierto es
o en su celebración o transgreda el deber de in- que en la contratación predispuesta, por defini-
formación o la legislación de defensa de la com- ción, esta lógica es sustituida por la adhesión, en
petencia o de lealtad comercial, el consumidor tales casos la normativa de protección reacciona
tendrá derecho a demandar la nulidad del con- otorgando esta protección, en ocasiones, el rol
trato o la de una o más cláusulas. Cuando el juez de contratante frente al predisponente, lo toma
declare la nulidad parcial, simultáneamente in-
tegrará el contrato, si ello fuera necesario”. El sis-
tema podría ser descripto como un control ju- La autoridad de aplicación vigilará que los contratos de
dicial sobre las cláusulas abusivas mediante la adhesión o similares, no contengan cláusulas de las pre-
herramienta de la ineficacia parcial de la cláusula vistas en el artícu­lo anterior. La misma atribución se ejer-
impugnada (26). cerá respecto de las cláusulas uniformes, generales o es-
tandarizadas de los contratos hechos en formularios,
reproducidos en serie y en general, cuando dichas cláu-
 (26)  Si bien, en rigor, no es el único modo de control, sulas hayan sido redactadas unilateralmente por el pro-
ya que el art. 38 prevé un sistema preventivo a cargo de la veedor de la cosa o servicio, sin que la contraparte tu-
autoridad de aplicación, lo cierto es que este recurso no viere posibilidades de discutir su contenido”.
ha sido mayormente explorado. El mencionado artícu­lo  (27)  Ver STIGLITZ, Rubén S. “Contratos civiles y co-
dice: “Contrato de Adhesión. Contratos en Formularios. merciales. Parte general”, nros. 569 y sgtes. p. 34 y sgtes.
228 | Suplemento especial cONTRATOS

la misma administración al realizar un control méritos explicativos, pero de índole científicos,


previo del reglamento contractual. sino prácticos: el problema central de la cláusula
abusiva, no es su conceptualización, ni su com-
El concepto de la falla contraprestacional, invo- prensión, sino su detección y calificación en la di-
lucra, pues, la idea de quien realizó un sacrificio, námica contractual real. En efecto, así como los
concesión, a cambio de no recibir nada, o bien clásicos vicios de la voluntad apelan a inconductas
algo, pero no equivalente a aquel sacrificio. Tal de alguno de las partes que repercuten en el con-
desequilibrio, en ocasiones, es evidente a la luz del sentimiento del otro, perjudicándolo, este con-
reglamento contractual, otras, se manifiesta en la cepto “genérico” de cláusulas abusivas, también
actuación de los efectos del contrato; por ello que se conecta con la omisión —o cumplimiento de-
la ineficacia que se deriva de la cláusulas abusiva fectuoso— de deberes de la etapa precontractual,
es distintiva de la nulidades emanadas de los vi- y el más asiduamente violado es el de informa-
cios del acto jurídico. Esta “abusividad funcional” ción, que, a su turno y como se decía en párrafos
aparece luego de dos operaciones: el predispo- anteriores, combinado, con interpretaciones inte-
nente hace su interpretación del contrato, luego resadas por el predisponente termina ejecutando
actúa (resuelve, intima, se excusa, etc.) es por esta el contrato de un modo tal que “verosímilmente la
razón que la materia de las cláusulas abusivas apa- generalidad de las personas bien intencionadas no
recen siempre envueltas en cuestiones de inter- lo hubiesen hecho”. Es decir que en este punto pre-
pretación. visibilidad y expectativa se dan la mano para ge-
nerar en el contratante la esperanza cierta del con-
Así, se aprecia el modo en que la inequidad de tenido prestacional de su crédito.
las prestaciones afecta a la expectativa del consu-
midor, quien, vgr., compra un electrodoméstico, y IV. Los contratos celebrados por adhesión a
accesoriamente, le ofrecen abonar extra una ga- cláusulas generales predispuestas en el nuevo
rantía por desperfectos, resulta defraudado en sus Código Civil y Comercial
legítimas expectativas cuando ocurrido el defecto,
se le achaca “uso indebido”, probablemente, la
cláusula en si no sea abusiva, sino que la presun- IV.a. Definición
ción de mal uso que en los hechos aplica el pro-
veedor determina una “situación abusiva”. El art. 984 del CCyC lo define como contrato
“mediante el cual uno de los contratantes adhiere a
cláusulas generales predispuestas unilateralmente,
Con más rigor técnico y con, tal vez, mayor abo-
por la otra parte o por un tercero, sin que el adhe-
lengo en nuestra cultura jurídica, valga referirse a
rente haya participado en su redacción”.
la desnaturalización de las obligaciones; giro que
involucra el sinsentido técnico del término obli-
gación; desde que el resultado práctico de la cláu- IV.b. Pautas de redacción
sulas abusivas es que el contratante sale indemne,
limita —a extremos intolerables— su prestación; Seguidamente, el art. 985 enumera los requi-
mengua la entidad de su prestación; en una visión sitos formales de redacción de las cláusulas; hace
casi metafórica: sólo aparece como obligado, pero referencia a la consecuencia por su incumpli-
se preocupa tanto de limitar su riesgo que termina miento y alude al ámbito de aplicación. En efecto,
por “desnaturalizar su obligación”. La mirada para la predisposición válida debe ser comprensible; y
este juicio, siempre es de contexto, es decir en el a este carácter contribuyen las notas de claridad,
cotejo de las obligaciones emanadas del con- completitud y legibilidad. La autosuficiencia re-
trato. La neutralización de este “vaciamiento pres- fiere fundamentalmente a la técnica expositiva
tacional” registra antecedentes en el Código de empleada en el reglamento contractual, es decir
Vélez, vgr., en el art. 507, en tanto veda la dispensa la concatenación y coordinación entre las cláu-
anticipada del dolo, y en prohibición de la condi- sulas, de modo tal que una excesiva dispersión o
ción puramente potestativa (art. 54) en tanto cons- desarticulación de aquellas facilita la contradic-
tituyen solo apariencias de compromisos obli- ción, el juego oscuro de reglas y excepciones, el
gacionales, cuya aceptación por parte del ficticio uso de terminología similar, pero técnicamente
acreedor, no revela más que su debilidad. con matices distintos autorizando una gama va-
riable, flexible de interpretaciones, remisiones
III.b. La cláusula sorpresiva complejas a distintos secciones del contrato que
no sólo conspiran contra su comprensión, sino
De ningún modo la cláusula sorpresiva es esen- derechamente contra su lectura. En definitiva, la
cialmente diferente a la abusiva, en rigor adquiere norma impone una directiva de técnica contrac-
Fulvio G. Santarelli | 229

tual, en cual la exposición de las reglas contrac- posiciones por sobre las preredactadas que in-
tuales pueda ser presentada y explicada; lo cual no forman el reglamento general. El segundo de los
es menor, existen complejos reglamentos contrac- artícu­los mencionados aporta la ya clásica regla de
tuales, de contratos sumamente usuales —como interpretación en contra del predisponente para el
la telefonía móvil— que no es que sean incom- supuesto de cláusulas ambiguas.
prensibles, sino imposibles de ser explicados, es
decir, el propio reglamento contractual impide el IV.f. Las cláusulas abusivas en los contratos
ejercicio del derecho de información por parte del predispuestos: concepto y ámbito de aplicación
proveedor.
El art. 988 CCyC., describe a las cláusulas abu-
Los atributos de la comprensibilidad, no son, sivas en estos términos:
sino, manifestaciones del mandato comporta-
miento leal, integrante de la directiva de la buena “En los contratos previstos en esta sección, se
fe de los arts. 9 y 961 CCyC. La redacción en len- deben tener por no escritas: a) las cláusulas que
guaje accesible, con construcciones gramaticales desnaturalicen las obligaciones del predisponente;
amigables, autosuficiente, que remite a un impe- b.) las que importen renuncia o restricción a los de-
rativo lógico de antecedente — consecuente; de rechos del adherente, o amplíen derechos del pre-
descripción de hipótesis y solución aplicable, está disponente que resulten de normas supletorias; c.)
asociada a lo esencial del contrato, que, natural- las que por su contenido, redacción o presentación,
mente, constituye un programa prestacional; lo no son razonablemente previsibles”.
que no es más que un programa de conductas mu-
tuas y su eventual consecuente. Como se aprecia de su sola lectura, la línea con-
ceptual es consecuente con la expuesta supra en el
sentido que el concepto rector finca en la ruptura
IV.c. Remisiones perjudiciales incompletas
de la lógica contraprestacional del contrato. Y a su
El segundo párrafo de la norma en comentario turno, cuando el Código, en el cap. 4º, de la sección
fulmina con la ineficacia a aquellas normas que XX, vuelve sobre la cláusulas abusivas, pero ya en
remitan o reenvíen a textos o documentos anexos el contexto específico de la relación de consumo,
al contrato que no fueron suministrados al adhe- remite no sólo a las leyes especiales (tal como la
rente en forma previa o simultáneamente a la con- ley 24.240), sino expresamente evoca al art. 988; es
clusión del contrato. Esta sanción, se suma a lo decir que existe una total coherencia en la regla-
que pueda merecer el contrato predispuesto por mentación que sin superponerse, se va enrique-
otros defectos u omisiones. ciendo con disposiciones específicas, tales como:
el control de incorporación del art. 1.118, o la de-
IV.d. Los soportes de la contratación finición de situación jurídica abusiva del arts. 1.120
predispuesta del CCyC.

La expresión final del art. 985 “la presente dis- Lo expuesto adquiere plena justificación si se
posición es aplicable a la contratación telefónica, repara en el ámbito de aplicación; en efecto la re-
electrónica o similares” admite ser interpretada en glamentación del contrato predispuesto y la de la
el sentido de la variedad de soportes en los cuales contratación de consumo, no se superponen; no
el contrato sea propuesto; de modo tal que el ám- todo contrato de consumo es adhesivo; y no todo
bito de aplicación está fijado por la modalidad: contrato de adhesión es de consumo. En efecto, el
siempre que medie una propuesta contractual propio art. 1.119 del CCyC en referencia a la cláu-
conformada por la predisposición unilateral, los sula abusiva en el contrato de consumo dice: “...es
que requiera sólo una respuesta de índole adhe- abusiva la cláusula que habiendo sido o no nego-
siva, con opciones, en todo caso, preordenadas, se ciada individualmente, tiene por objeto o por efecto
estará bajo las normas en comentario. provocar un equilibrio significativo entre los dere-
chos y las obligaciones de las partes, en perjuicio
IV.e. Reglas de interpretación del consumidor”. Es decir, hay contrato de con-
sumo sin preredacción. Y en el elenco de contratos
Los arts. 986 y 987, suministran dos pautas de entre profesionales, hay contratos predispuestos y
interpretación; para lo cual, el primero de ellos lógica adhesiva; especialmente —aunque no úni-
define a las cláusulas particulares, como aque- camente, ya que los ejemplos son inacabables—
llas que “negociadas individualmente, amplían, en aquellos que organizan canales de comer-
limitan, suprimen o interpretan una cláusula ge- cialización (franquicia, distribución, concesión,
neral”; otorgando primacía al sentido de estas dis- etcétera).
230 | Suplemento especial cONTRATOS

IV.g. ¿Supletoria imperatividad?: La regla de V.a. Vicisitudes normativas


la norma supletoria justa
La materia del consumo mereció una primera
En este sentido toma dimensión una connota- regulación que data del año 1994, ley 24.240, luego
ción de la cláusula abusiva en el contrato de adhe- su protección mereció tutela constitucional, en el
sión a la que se refiere el art. 988 que no está con- art. 42; más tarde, el nuevo Código Civil y Comer-
templada en las precisiones de la ley 24.240 y que cial reglamenta el contrato de consumo; esta “sin-
ahora el nuevo Código aporta, el inciso b del art. gularidad asistemática” (30) aun cuando parece con-
988 dispone que se deben tener por no escritas las tradecir la ideas de “estatuto” o “microsistema”, no
cláusulas “que importan renuncia o restricción a deben impedir la actuación de la tutela efectiva
los derechos del adherente o amplían derechos del al consumidor, y en este sentido cabe rescatar al
predisponente que resultan de normas supletorias”. art. 1094 del nuevo Código que en materia de in-
terpretación y prelación normativa dispone: “Las
Esta trascendente innovación; que reconoce su normas que regulan las relaciones de consumo
antecedente en la jurisprudencia alemana en in- deben ser aplicadas e interpretadas conforme con
terpretar el art. 242 del BGB que refiere al prin- el principio de protección del consumidor y el de ac-
cipio de la buena fe; lejos de convertir en impe- ceso al consumo sustentable. En caso de duda sobre
rativas a las normas supletorias, lo que propone la interpretación de este Código o las leyes espe-
en una “puesta en valor”, para el intérprete, de la ciales, prevalece la más favorable al consumidor”.
parte especial de los contratos. En efecto, la regla
de la “norma supletoria justa” requiere hacer una V.b. Ámbito y entorno del contrato de
distinción en la regulación de las figuras contrac- consumo
tuales típicas, y rescatar de entre ellas aquellas que
refieren a un reparto equitativo de los riesgos del Es compleja la comprensión del concepto de re-
contrato, de conformidad a su tipicidad (28), a su ló- lación de consumo, si se pretende atenerse sólo
gica negocial concreta (29). Estas reglas, desde el mi- a los términos del art. 1092 del CCyC. Tal vez sea
raje de la justicia contractual adquieren un valor aconsejable, comenzar por el concepto más es-
superlativo, pero no las vuelve imperativas, pero es tricto y técnico de contrato de consumo, el que es
natural que el intérprete deba encontrar en el re- definido por el art. 1093 en estos términos: “...es
glamento contractual adhesivo, una buena razón el celebrado entre un consumidor o usuario final
(en términos sinalagmáticos) como para que el con una persona humana o jurídica que actúe
predisponente se haya apartado de la solución del profesional u ocasionalmente con una empresa
legislador. Ejemplificativamente, pueden citarse, productora de bienes o prestadora de servicios,
el art. 1.221 CCyC., en cuanto dispone las conse- pública o privada, que tenga por objeto la ad-
cuencias de la resolución anticipada en el contrato quisición, uso o goce de los bienes o servicios por
de locación; o en el mandato, el supuesto de revo- parte de los consumidores o usuarios, para su uso
cación contemplado en el art. 1331 y sus efectos. privado, familiar o social”. La definición gana en
definición respecto de la laxitud de los términos
V. El contrato de consumo en que la ley 24.240 quedó redactada luego de la
reforma de la ley 26.361 (31). En efecto, además de
El Código regula lo medular del contrato de con- acentuar la idea de consumo final, refiere al pro-
sumo: i.) lo concerniente a su ámbito y entorno; ductor como “empresa”, lo cual no debe ser inter-
ii.) lo propio en cuanto a la formación del consen-
timiento; iii.) las reglas que imponen particulares
modalidades de contratación masiva; y iv.) el con-
 (30)  LORENZETTI, Ricardo, “Consumidores” p. 72.
trol de las cláusulas abusivas. Y este es el método
 (31)  Ya se advertía antes de la norma ciada que “La
que cuadra seguir. No sin antes intentar una pro-
permanencia obstinada en la figura del consumidor
posición en cuanto a la relación entre las normas lleva a crecimientos deformados en la disciplina. Por
consumeristas. ejemplo, se pretende ampliar mediante la figura del con-
sumidor “fáctico”, con lo cual ya no se sabrá quien es
consumidor y quien no, y se corre el riesgo de la bana-
lización de la protección. La protección del consumidor
 (28)  Esta función del tipo contractual, ya la había ad- no puede crecer seriamente si no se define adecuada-
vertido DE NOVA, GIORGIO; en “Il tipo contrattuale”, ver mente quien es el proveedor responsable o si se la li-
págs. 24 y sgtes. y en particular los ejemplos de págs. 30 y mita a los supuestos contractuales, o si no hay modos de
sgtes. Padova 1974. actuación colectiva que permitan reequilibrar la ecua-
 (29)  NORDMANN, Philippe, “Le contrat d adhesion. ción de poderes en la sociedad civil ...” LORENZETTI, Ri-
Abus et remedes” nº 77, p. 111. Fribourg, 1974. cardo. “Consumidores” p. 73.
Fulvio G. Santarelli | 231

pretado en sentido estricto, pero sí refiere a cierta abusivas”; la siguiente a la “información y publi-
organización, o vocación de oferta al público, o cidad dirigida a los consumidores”; y finalmente,
bien pretensión de actuación en el mercado, por la tercera destinada a tratar “modalidades espe-
parte del proveedor de bienes y servicios, permi- ciales” de este contrato.
tiendo, al menos una nota distintiva de la profe-
sionalidad (32). V.c.1. Las prácticas abusivas

Entendida la especie, puede irse hacia el gé- Las prácticas comerciales son aquél conjunto
nero: la relación de consumo, que incluye al con- de actos que los oferentes de productos y ser-
trato, naturalmente, empero que no se agota en vicios dirigen al mercado de modo tal de posi-
él: “queda equiparado al consumidor quien, sin cionar su producto, o su servicio, o constituirse
ser parte de una relación de consumo como con- como una opción preferente frente a los poten-
secuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza ciales consumidores; como se aprecia se trata de
bienes o servicios, en forma gratuita u onerosa, un conjunto de conductas anteriores al contrato,
como destinatario final, en beneficio propio o de su pero que tienen vital incidencia en su contorno, de
grupo familiar o social” (art. 1092, 2º párrafo) (33). Y modo de contribuir a la transparencia y al juego
un ejemplo se encuentra en el art. 1097 cuando re- leal de la oferta. Y es por esta razón que esta sec-
fiere al principio de trato digno: no se le debe sólo ción tiene una impronta principista. En efecto, las
al contratante, sino a todo potencial consumidor; premisas de trato digno que debe dispensarse al
entablándose a partir de la mera oferta y direccio- consumidor (art. 1097); la de trato equitativo y no
namiento hacia el potencial consumidor deberes discriminatorio (art. 1098); y el aseguramiento de
de conducta por los proveedores bajo el amparo la libertad de contratar (art. 1099), contienen una
del concepto de “relación de consumo”. fuerza fundante del sistema, y comparten el sen-
tido que Rodotá le imprime a los derechos fun-
Esta concepción se justifica desde el siguiente damentales: “expresan un doble límite que el de-
miraje: “el consumidor es un sujeto de derechos pero recho se impone a sí mismo, encarnan una causa
no el fundamento de la disciplina. El fundamento final, cuya realización deviene en condición de le-
es el principio protectorio constitucional aplicado gitimidad del sistema y, por lo tanto, en filtro nece-
a partir del acto de consumo, lo que da lugar a una sario para la realización de otros fines, restituyendo
relación jurídica de consumo” (34). En efecto, hoy se al derecho la capacidad para el gobierno de lo so-
asiste a un “derecho de consumo” más que a un cial y de las personas” (37).
“derecho del consumidor” y este juego de palabras
cabe entenderlo en términos de progreso de la fi- Estos conceptos ya presentes en el texto consti-
nalidad tuitiva no ya del sujeto, sino del ambiente tucional en su art. 42: “Los consumidores y usua-
en el cual se desarrolla su vida económica (35); de rios de bienes y servicios tienen derecho, en la re-
este modo la protección es una política de organi- lación de consumo, a la protección de su salud,
zación del mercado (36). seguridad e intereses económicos; a una informa-
ción adecuada y veraz; a la libertad de elección y
V.c. La formación del contrato a condiciones de trato equitativo y digno. Las au-
toridades proveerán a la protección de esos dere-
Dentro del capítulo 2 del Título IIIº dedicado a chos, a la educación para el consumo, a la defensa
los contratos de consumo se encuentran tres sec- de la competencia contra toda forma de distorsión
ciones: la primera concerniente a las “prácticas de los mercados, al control de los monopolios na-
turales y legales, al de la calidad y eficiencia de los
servicios públicos, y a la constitución de asocia-
 (32) Ver SANTARELLI, Fulvio G. comentarios a los ciones de consumidores y de usuarios...” fueron
arts. 1 y 2 de la ley 24.240, en “Ley de defensa del consu- también incorporados por la ley 26.361 al régimen
midor. anotada y comentada” PICASSO - VÁZQUEZ FE- de la ley 24.240 (38) encontrando ahora mejor ex-
RREYRA Dir., p. 44. posición y sistematización, ingresando al cuadro
 (33) La norma conduce hacia la confusión, ya que construido a partir de los antecedentes de derecho
debió haber dicho “... quien sin ser parte de un contrato
de consumo....”.
 (34)  LORENZETTI, Ricardo ob. cit., p. 73.
 (35)  SANTARELLI, Fulvio G. “De la debilidad, sistema  (37)  RODOTA, Stefano “La vida y las reglas” p. 53.
y paradigmas” en RCyS 2014-II. (tapa).  (38)  Ver KIPER, Claudio M. en “Ley de defensa del
 (36) SAUPHANOR BROUILLAUD, NATACHA, “Les consumidor comentada y anotada” PICASSO - VÁZ-
contrats de consommation regles communes”, p. 3. Paris, QUEZ FERREYRA, Dir.; comentario al art. 8 bis., p. 120
2011. y sgtes.
232 | Suplemento especial cONTRATOS

comparado (39) y la doctrina (40): 1.) Derechos Prima- amplio (43): pero, es en este marco en donde tuvo
rios fundamentales: a) Derecho de acceso al con- su desarrollo más significativo, con capacidad de
sumo (que involucra a la libertad de elección y la influir en las relaciones marginadas del ámbito
no discriminación ni arbitrariedad, trato equita- del consumidor. Así la finalidad de lograr niveles
tivo y digno en el acceso al consumo); b) Derecho adecuados de transparencia no se obtiene sólo
a la educación al consumo. 2.) Derechos sustan- con agudizar el deber de información en cabeza
ciales: a) derecho a la seguridad (derecho a la vida, del proveedor de bienes y servicios en la relación
salud, integridad, protección del medio ambiente singular para con el consumidor, sino que es ne-
y prevención de daños); b) Derecho a la informa- cesario implementar políticas que contribuyan a
ción; c) Derecho a la protección de los intereses incrementar los niveles de información del consu-
económicos (calidad de productos y servicios, jus- midor medio en general.
ticia contractual y reparación de daños). 3.) Dere-
chos instrumentales: a) Derecho a la organización; El régimen de contratación del consumidor
b) Derecho de participación (representación, con- tiene por finalidad la defensa de los intereses eco-
sulta y expresión (ser oído); c) Derecho de acceso nómicos del consumidor; de modo que éste no
a la solución de conflictos (asesoramiento y asis- se vea defraudado en su decisión de consumo; es
tencia; acceso a la justicia). decir que el precio que pague por una prestación
se ajuste a las expectativas que un consumidor ra-
El fin práctico de esta sección es que confirma zonable tenga de dicha operación negocial; de tal
la potencialidad de la figura del “expuesto a una modo el consumidor debe contar con información
relación de consumo”, quien cuenta con una ac- necesaria como para definir el producto o servicio
ción para el cese de las conductas que configuran que mejor se ajusta a sus necesidades y, luego para
una violación a estos principios, si bien ella carece poder comparar adecuadamente las ofertas simi-
de una norma expresa, como lo tiene la sección si- lares del mercado (44). Además, la otra arista del
guiente en el texto del art. 1102, ello no es óbice deber de información se refiere al reglamento con-
para aplicarlo análogamente, máxime que la ley tractual, es decir, debe tener claridad sobre el al-
24.240 mantiene toda su virtualidad y ya contenía cance de sus obligaciones, como de las que asume
este efecto (41). el proveedor de bienes y servicios; en este sentido,
el art. 988 del CCyC., en su inc. c) considera abu-
V.c.2. Información y publicidad: el remedio sivas a las cláusulas que “por su contenido, redac-
contra la publicidad engañosa ción o presentación, no son razonablemente pre-
visibles” (aplicable al contrato de consumo por
La obligación de informar es menester enten- remisión del 1117 CCyC.) (45).
derla dentro del principio de la transparencia que
debe regir en las relaciones patrimoniales inter- El Código aquí también desanda el sendero
subjetivas (42); ello lleva a admitir que esta obliga- constitucional, cuyo art. 42 de la CN ha consa-
ción no es territorio único del derecho de con- grado el deber de informar al consumidor como
sumo, sino que pertenece a un contexto más
 (43) En contra ABDALA, Martín, quien sin desco-
nocer la trascendencia del deber de información, sos-
tiene que debe “... mantener su carácter de obligación
excepcional, que no puede ser admitida como una regla
 (39)  Principalmente la Declaraciones y Directivas de general de conducta, sino que sólo puede ser aceptada
la Unión Europea que desde sus inicios ha enarbolado para aquellos casos en los que realmente se justifique su
la necesidad de la protección de los consumidores en reconocimiento”. En “El deber de información en la con-
el marco de un mercado común, lo que ha dado lugar a tratación”, LA LEY 2006-F, 1437.
un extraordinario desarrollo normativo al respecto. Asi-  (44)  SANTARELLI, Fulvio G. comentario al art. 4º ely
mismo el análisis de la normativa latinoamericana pro- 24.240, en “Ley de defensa del consumidor. Comentada
tectoria del consumidor. y anotada”, cit., p. 63.
 (40)  STIGLITZ, Rubén y STIGLITZ, Gabriel en “De-  (45)  Por otro lado, existe una relación directa entre
rechos y defensa del Consumidor”, pág. 40. Ediciones La información y seguridad: la interiorización al consu-
Rocca. Buenos Aires, 1994. midor de las condiciones de uso, materiales que com-
 (41) SANTARELLI, Fulvio G. “Novedades en el ré- ponen el producto, enumeración de riesgos habituales,
gimen de contratación con el consumidor”, en “Re- etc., alcanza la función preventiva de daños en el con-
formas a la ley de defensa del consumidor”, VÁZQUEZ sumidor por la indebida utilización del producto. Conf.
FERREYRA Dir.; p. 143. SANTARELLI, Fulvio G. comentario al art. 4º ley 24.240,
 (42)  CARBONNIER, Jean “Drot civil. Les biens. Les en “Ley de defensa del consumidor. Comentada y ano-
obligations” nº 997, pág. 2061. Paris 2004. tada”, cit., p. 63.
Fulvio G. Santarelli | 233

garantía explícita: “Los consumidores y usuarios de indicaciones falsas o de tal naturaleza que in-
bienes y servicios tienen derecho, en la relación de duzcan o puedan inducir a error al consumidor,
consumo... a una información adecuada y veraz”; cuando recaigan sobre elementos esenciales del
se ha enmarcado bien esta garantía propia de las producto o servicio” (49).
relaciones patrimoniales dentro del proceso de
decodificación a manos de la constitucionaliza- V.c.3. Información y publicidad: La publicidad
ción del derecho privado (46). comparativa

El deber de información pesa sobre el proveedor La comparación publicitaria no es de sencilla


de bienes y servicios desde que oferta sus pro- definición, la ley española (29/2009) refiere, de
ductos al mercado, y en cada oportunidad de con- modo general a “Actos de comparación” y pre-
tacto con sus potenciales compradores está la exi- cisa: “La comparación pública, incluida la publi-
gencia de información; la cual adquiere diversas cidad comparativa, mediante una alusión explí-
funciones; en efecto, en la etapa precontractual el cita o implícita a un competidor”. Este concepto es
objetivo es que el consumidor preste un consenti- suficiente para poder asentar el sinuoso camino
miento esclarecido, superada la etapa de elección, que ha recorrido la comparación publicitaria en
se requiere información para la ejecución del con- nuestro medio; en efecto, a la publicidad compa-
trato; si bien esta distinción dista de ser nítida (47) rativa se la ha combatido con los siguientes argu-
es útil para explicar los diferentes contenidos que mentos: i. La publicidad comparativa al valerse de
deben presidir al deber de información. El acto la mención de la marca competidora, se está apro-
publicitario es una oportunidad de contacto entre vechando del prestigio de esta última, permitiendo
el oferente de bienes y el consumidor, por tanto que se edifique el buen nombre de una sobre el ya
la publicidad puede ser vehícu­lo de información, ganado por otra, desde esta perspectiva se la con-
aunque no deba ser siempre así. En efecto, la pu- sidera parasitaria. Esta visión es congruente con el
blicidad que decide aludir a las descripciones del reconocimiento de cierto señorío a la marca ma-
producto ofrecido o sus condiciones de contra- yoritaria sobre su porción de mercado: derecho
tación se convierte en medio de información y le a la clientela (50). ii. El uso de la marca es exclu-
son aplicables todas sus reglas, en orden a la ob-
jetividad, claridad, precisión, etc. Y además, tales
precisiones se consideran contenidas en la oferta  (49)  Naturalmente que las normas del Código Civil
contractual, por lo tanto obligan al oferente en y Comercial se integran no sólo a la ley consumerista,
tales términos. Esta regla ya presente en el art. 8º sino que también a decretos y resoluciones que se dictan
de la ley 24.240, aparecen ahora ratificados como en relación al ordenamiento de consumo, Verbigracia,
efectos de la publicidad en el art. 1103. el art. 4º del decreto reglamentario de la ley 24.240, nº
1798/94, establece que el proveedor tiene la obligación
Ahora bien, es lícito que la publicidad se des- de informar en todo momento acerca de la peligro-
interese por informar y se remita a otro tipo de sidad que hubiese advertido o descubierto con posterio-
ridad a la introducción del producto en el mercado, aún
mensaje; en tanto persiga atraer, sugerir, motivar,
cuando ya los efectos de la relación con el consumidor
el consumo de un objeto, de una marca, etc. (48).
singular se hayan agotado; el que fue calificado como un
Aun en estos casos, la publicidad no puede atentar supuesto de un deber de información post contractual.
contra el principio de transparencia, es decir in- Conf. ARANCET, Alejandra en GHERSI - WEINGARTEN
ducir a confusión o a error respecto de los ele- “Tratado de Danos Reparables”, pág. 22.
mentos esenciales del producto o sus formas de  (50)  Es la doctrina que se expresa en el fallo “Rolex
comercialización; en este sentido, el inc. a.) del c. Orient”. Los autores, a su turno, acompañaban tal te-
art. 1101 prohíbe toda publicidad que “contenga situra: “La clientela es un bien susceptible de valor, una
propiedad que no puede a través de la publicidad com-
parativa, es decir atribuyendo al nuevo producto el favor
 (46)  SOZZO, Gonzalo “Antes del contrato” pág. 424. que el producto comparado había adquirido antes entre
Buenos Aires 2005. los consumidores, buscando desviar la clientela y apo-
 (47)  La distinción fue objeto de críticas, por su difi- derarse del magnetismo comercial de la marca ya adqui-
cultad, atento que la distinción entre la etapa contractual rida”, (ARACAMA ZORRAQUÍN, Ernesto, “Medios distin-
y precontractual no aparece siempre nítida, ver: TERRE - tivos y publicidad comparativa en el derecho argentino”,
SIMLER - LEQUETTE “Droit civil. Les obligations; nº 250; en LA LEY 1991-E, 1603) esta visión fue llevada también
6º ed. Paris 1996, asimismo, PIEDELIEVRE, Stéphane, nº al ámbito penal, al interpretar el art. 159 del Cód. Penal,
53; pág. 38. Paris, 2008. se ha dicho que el bien jurídico tutelado es la propiedad
 (48)  LÓPEZ CABANA, Roberto M. “La información al de la clientela y no el consumidor. (LÓPEZ, Claudia Ida
consumidor”, en Revista de Derecho Privado y Comuni- Mónica, “Propaganda comparativa: ¿información legal o
tario, Nº 7, pág. 253. denigración del rival?”; en LA LEY 1992-A, 566).
234 | Suplemento especial cONTRATOS

sivo de quien la ha registrado para sí. El uso de la propio de la concurrencia que la demanda oscile
marca ajena a los fines de la publicidad compa- libremente entre los competidores y que la per-
rativa, constituye un uso indebido de la marca (51). tenencia de la clientela a un oferente no perma-
iii. Toda comparación es denigratoria. Por ende ilí- nezca más tiempo que el que verdaderamente me-
cita (52). iv. La publicidad comparativa es incompleta rezca (58).
debido a la necesaria selección de los puntos de
comparación favorables a quien compara, lo que El argumento recién expresado rompe un
la torna —además de denigrante— engañosa (53). tandem otrora inescindible: oferente - marca -
En este mismo sentido se sostuvo que “es una sín- clientela; en donde la marca era la amalgama que
tesis parcializada y con fines persuasivos” (54). Sin otorgaba el denominado “derecho a la clientela” (59).
embargo, la paulatina evolución hacia la acepta- Puesto el derecho marcario en su sitio (60), no
ción de la publicidad comparativa en verdad es el queda sino hacerse cargo de lo relativo a la deni-
corolario de una concepción del derecho concu- gración o a la deformación de la información que
rrencial más amplia, abandonando una visión in- puede dar lugar la comparación publicitaria (ver-
dividualista de cada oferente, en donde el ilícito daderos puntos débiles de los actos de compara-
concurrencial estaba encuadrado como lesivo de ción); para lo cual es menester analizar las reglas
los derechos subjetivos del empresario, para ir bajo las cuales recibir este método promocional.
hacia una visión protectora que comprende a los Nuestro sistema normativo no ha prestado la aten-
consumidores y al interés público (55). ción que merece el fenómeno publicitario. Sólo tí-
midamente, los arts. 7 y 8 de la ley 24.240, dieron
Es que la protección de la iniciativa econó- atención a la publicidad engañosa; luego la incor-
mica privada como el régimen de la concurrencia poración del principio de “trato digno”, abrió otros
se justifican —cabe insistir— en tanto proveen al caminos de lealtad publicitaria, no debidamente
bienestar general, ínsito en el régimen de la com- recorridos, lo que justifica el reclamo por un sis-
petencia comercial, basada sobre el mejoramiento tema más completo de regulación de la materia (61).
cualitativo de los productos y servicios ofrecidos;
por lo cual se justifica el derecho de cada empre- La publicidad comparativa (62), ha merecido
sario de resaltar públicamente las carencias del —bajo ciertas reglas y condiciones— opiniones
producto ajeno, informando —al propio tiempo—
al consumidor y contribuyendo a la transparencia
del mercado (56); de este modo el prestigio de la
 (58) ZAPIOLA GUERRICO, Martín. “La publicidad
marca no guardará sino estricta relación con la ca- comparativa (aspectos jurídicos)”, en LA LEY 1988-
lidad del producto que identifica (57). C, 772.
 (59)  VÍTOLO, Alfredo M. “La publicidad comparativa.
Bajo este prisma, es fácil advertir que aún
La perspectiva constitucional”, en LA LEY 2005-A, 1046.
cuando quien busque compararse con otro pro-
 (60)  “La publicidad comparativa en cuanto nombra
ducto, sea un competidor minoritario, con quien
o muestra una marca competidora atribuyéndola al pro-
ostenta la porción más importante del mercado, ducto o servicio de su legítimo titular, para luego com-
tal comparación no resulta parasitaria, ya que es parar aquellos con el producto o servicio anunciado, no
incurre en uso de marca ajena en los términos de la ley
de marcas. Tal situación sólo se plantearía en el caso de
 (51)  O´FARREL, Miguel B.; ob. cit. que el anunciante se atribuyera o asociara la marca com-
 (52)  O´FARREL, Miguel B.; ob. cit., loc. cit. petidora al producto o servicio anunciado” ZAPIOLA
 (53)  O´FARREL, Miguel B.; ob. cit., loc. cit. En igual GERRICO, Martín, ob. cit., loc. cit. En igual sentido ver
sentido O´FARREL, Ernesto “La publicidad comparativa VÍTOLO, Alfredo M., ob. cit., loc. cit.
vista desde la publicidad”, en LA LEY 1995-C, 1065.  (61)  Ver SANTARELLI, Fulvio G. “La protección del
 (54) MERCURIALI, Carlos y GIAY, Gustavo “Publi- consumidor frente a la publicidad engañosa en la Re-
cidad comparativa. Un aporte al debate sobre su lega- pública Argentina”, en “Obligaciones y contratos en los
lidad o ilegalidad”, en Diario LA LEY, 2/3/2005, p. 1. albores del siglo XXI”. Homenaje a Roberto M. López
 (55)  ACEVEDO, Rafael A. “El modelo de la compe- Cabana - Ameal - Tanzi Directores; pág. 915. Abeledo-
tencia basada en la eficiencia de las propias prestaciones Perrot, Buenos Aires, 2001.
y la publicidad desleal”, en RDCO, 1998-495.  (62)  Para recorrer la evolución de su concepto y ar-
 (56)  GHIDINI, “Introduzione allo studio della pubbli- gumentos en pro y en contra de tal práctica ver KEMEL-
citá commerciale”, Milano 1968, citado por BERTI, Carlo, MAJER de CARLUCCI, Aída, “Publicidad y consumi-
“Pubblicitá scorretta e diritti dei terzi”, Milano, 2000. dores”, en Revista de Derecho Privado y Comunitario, nº
 (57) ALONSO, Fernando M., “Publicidad compa- 5 “Consumidores, en especial, pág. 103 y sgtes. Santa Fe,
rativa (análisis de un reciente fallo)”, en LA LEY 1991- 1994. SANTARELLI, Fulvio G. “Bases para la aceptación
C, 526. de la publicidad comparativa” en RCyS 2005, 487.
Fulvio G. Santarelli | 235

auspiciosas tanto a nivel doctrinario (63) como ju­ 5. Cuando hay mala fe la publicidad compara-
risprudencial (64). Ellas son (65): tiva no es legítima, pero para mostrar la mala fe
debe mostrarse alguna falsedad en esa publicidad.
1. Los consumidores tienen el derecho consti-
tucional a una información adecuada y veraz y a 6. Deben confrontarse productos y caracterís-
la protección de la libertad de elección y, por su ticas homogéneas.
parte las empresas que actúen en el mercado local
tienen derecho a concurrir conforme a las prác- 7. La confrontación debe ser leal y veraz, en con-
ticas leales y lícitas; como así también tienen de- diciones de equivalencia para todos los objetos
recho a acciones positivas de las autoridades ten- comparados.
dientes a evitar toda forma de distorsión indebida.
8. Debe comparar de modo objetivo una o más
2. La referencia a la marca ajena puede consti- características esenciales, pertinentes, verificables
tuir una actitud legítima cuando se reconoce que y representativas de esos bienes y servicios; no
otro es el titular y no se trata de desacreditarla o debe dar lugar a confusión en el mercado entre un
anunciante y un competidor, o entre las marcas,
denigrarla.
los nombres comerciales, otros signos distintivos
3. La publicidad comparativa es aquella en la o los bienes o servicios del anunciante y los de
que el anunciante compara su oferta con la de uno algún competidor. Además los productos deben
o varios competidores identificados o inequívoca- pertenecer a una misma categoría o satisfacer una
mente identificables, con el resultado directo o in- misma necesidad.
directo de resaltar las ventajas de los propios pro-
ductos o servicios frente a los ajenos. Sobre este panorama el art. 1101 del CCyC pro-
híbe “toda publicidad que efectúe comparaciones
4. La publicidad comparativa no se encuentra de bienes o servicios cuando sean de naturaleza tal
por si vedada en nuestro ordenamiento positivo. que conduzcan a error al consumidor”; la expre-
sión en tono de prohibición es observable, antes
que nada por redundante, resulta reiterativo ex-
 (63) ALONSO, Fernando M., ob. cit., en LA LEY
poner que la publicidad engañosa (que conduce
1991-C, 526. ZAPIOLA GUERRICO, Martín. “La pu-
a error) está prohibida. Luego, podría haberse
blicidad comparativa (aspectos jurídicos)”, en LA LEY
1988-C, 772.
condicionado más detalladamente la compara-
 (64)  Ver fallo “Cervecería y Maltería Quilmes c/ Casa
ción publicitaria permitida, en tanto constituye un
Isenbek”, en RCyS 2005, 487. instrumento que incrementa el nivel de informa-
 (65) El fallo en comentario, toma las premisas eu-
ción general del mercado, en tanto y en cuanto se
ropeas de admisión de la publicidad comparativa que tengan presentes las reglas de admisión antes re-
emanan de la Directiva del Consejo 84/450/CEE, del señadas. En efecto, la comparación objetiva y veri-
10/09/1984, modificada por la Directiva del Parlamento ficable coopera en la selección eficiente por parte
Europeo y del Consejo 97/55/CEE del 06/10/1997, y a del consumidor, a la vez que propone un límite
su turno modificada, pero no en lo sustancial que aquí al elemento persuasivo de todo mensaje publici-
se expone, por la Directiva 2006/114/CE, del 12 de di- tario, que pueda distorsionar el dato característico
ciembre de 2006. que rescata la comparación.u
Prácticas abusivas en los contratos
de consumo
POR Aída Kemelmajer de Carlucci

SUMARIO: 1. Preliminares.— 2. Razones de su regulación. Los Fundamentos que acompañaron al an-


teproyecto.— 3. Fuentes del artícu­lo.— 4. Ámbito subjetivo de aplicación de los cuatro artícu­los bajo
comentario.— 5. Una fórmula o tipo general y prohibiciones particulares.— 6. Tipo de obligación que
asume el proveedor a lo largo de toda la relación de consumo.— 7. El trato digno.— 8. La prohibición de
discriminar. Art. 1098.— 9. Libertad de contratar.— 10. Una breve conclusión.

Pobres sociedades las que adosan la dignidad humana a la tez, a la raza, a la creencia
religiosa o a cualquier otra cosa semejante entre tantas que atrofian —a veces hasta a los
jueces— el sentido de justicia (*).

1. Preliminares conducta o manifestación o comunicación comer-


cial, incluidas la publicidad y la comercialización,
Las prácticas comerciales han sido definidas procedente de un comerciante y directamente re-
como “procedimientos, mecanismos, métodos o lacionado con la promoción, la venta o el sumi-
técnicas utilizados por los proveedores para fo- nistro de un producto a los consumidores, con in-
mentar, mantener, desenvolver o garantizar la dependencia de que sea realizada antes, durante o
producción de bienes y servicios al destinatario después de una operación comercial”.
final” (1). Más sintéticamente, se dice que son
“todos los mecanismos, técnicas y métodos que Tales prácticas, normalmente lícitas, no siempre
sirven, directa o indirectamente para facilitar la son “sanas” (3).
salida de la producción” (2). El art. 19.2, 2º párrafo,
del Decreto legislativo 1/2007 del 16/11/2007 de Las que enferman el mercado, las abusivas, el
España, en seguimiento de la directiva europea derecho norteamericano las repu­ta “unfair” (4).
2005/29/CE dice que son “todo acto, omisión, Más aún, algunos autores argentinos las califican
de “la forma más perversa de actuación de las
empresas” (5).
(*)  BIDART CAMPOS, Germán, La discriminación ra-
cial en los intersticios familiares, ED 154-1055.
 (1)  LORENZETTI, Ricardo, Consumidores, 2º ed., Bs.
As., ed. Rubinzal, 2009, pág. 158. El autor se apoya en el  (3)  Se afirma que “el juez debe proteger al público
código de defensa del consumidor de Brasil. Conforme consumidor y amparar las prácticas comerciales sanas”
con la definición, JAPAZE, Belén, La publicidad comer- (Cám. Nac. Fed. Civ. y Com. sala III, 11/4/1995, LL 1996-
cial y las prácticas comerciales, en RUSCONI, Dante A-324; ídem 7/3/2000, LL 2000-D-631 y Doc. Jud. 2000-
(coordinador), Manual de derecho del consumidor, Bs. 3-180).
As., ed. A. Perrot, 2009, pág. 296.  (4)  HERMAN DE VASCONCELLOS e BENJAMÍN, An-
 (2) STIGLITZ, Rubén, Lealtad comercial, prácticas tônio, Das práticas comerciais, en AV, Código brasileiro
comerciales abusivas y publicidad en el código civil y de defensa do consumidor, 4º ed., Sao Paulo, ed. Forense
comercial de la Nación, en LORENZETTI, Ricardo (di- universitaria, 1996, pág. 237.
rector) Código civil y comercial de la Nación, Bs. As. Su-  (5)  GHERSI, Carlos y WEINGARTEN, Celia, Visión in-
plemento especial La Ley, 2014, pág. 103. tegral de la nueva ley del consumidor, en VÁZQUEZ FE-
238 | Suplemento especial cONTRATOS

Se vinculan a cuestiones muy diversas: la infor- El tema se incluye, como tantos otros, en uno
mación y publicidad  (6), las marcas, el overbooking más amplio, desde que son situaciones irregulares
o sobreventa, el acoso a clientes potenciales (7), etc. que pueden ser miradas bajo el prisma de la buena
En el comercio informático aparecen, entre otras, fe, el abuso del derecho, el orden público, las
el spamming (envío de mails no solicitados), el cy- buenas costumbres (11), etc. Por lo demás, en cada
bersquatting (asociación de páginas), etc. (8). Al- sector (bancos, agencias de turismo, seguro, etc.)
gunas de estas prácticas son posibles porque se se verifican prácticas abusivas diferentes, todo lo
realizan a través de grandes grupos económicos (9); cual da al tema una gran extensión (12).
otras son tan sutiles que en algunos países se dis-
crepa si son o no conductas ilícitas (por ej., enviar En definitiva, la lesión al interés del consumidor
tarjetas de créditos a los clientes de un banco sin puede surgir no sólo de cláusulas contractuales en
su solicitud expresa (10)), etc. sí mismas, sino de modos de aplicación de éstas
o, sencillamente, de conductas no descriptas en
el contrato, pero que constituyen una derivación
RREYRA, Roberto, Reforma a la ley de defensa del consu- de la imposición abusiva de ciertas prácticas (13).
midor, Bs. As. ed. La Ley, 2008, pág. 59. Es necesario, entonces, regularlas, pero las si-
 (6) Diversas leyes sobre publicidad, en el derecho tuaciones son tan variadas, que al legislador no
comparado (Brasil, México, etc.) declaran abusiva toda le queda otro remedio que usar conceptos jurí-
publicidad discriminatoria (Ver SOZZO, Gonzalo, De- dicos indeterminados y evitar enumeraciones que
recho a la dignidad en las relaciones de consumo, en nunca serán totalmente satisfactorias.
Rev. de Derecho privado y comunitario, 2009-1-578). En
la Argentina, se ha calificado como abusiva la conducta No me propongo analizar todas estas prác-
del banco que no informa el cambio de modalidad para ticas. Mi objetivo es mucho más limitado: explicar
el uso de los cajeros automáticos en el extranjero (Cám. cuatro artícu­los (1096, 1097, 1098 y 1099) del Có-
Nac. Fed. Contenciosoadministrativo, sala II, 4/11/2010, digo civil y comercial de 2014 (de ahora en ade-
Cita on line AR/JUR/74435/2010 y en Rev. Responsabi- lante CCyC) incorporados en una sección que
lidad civil y seguros, año XIII, nº 4, Abril 2011, pág. 140). tiene precisamente ese nombre (prácticas abu-
Como es sabido, la línea divisoria entre información y sivas), en el Libro III (derechos personales), títu­lo
publicidad no siempre está marcada con claridad. Con III (Contratos de consumo), capítulo II (Forma-
toda razonabilidad se ha decidido que “las estimaciones ción del consentimiento) Sección 1º.
e índices que elaboran las consultoras económicas no
trasuntan una relación de consumo y que los bienes ju-
rídicos protegidos por la ley 22.802 son la buena fe en el
comercio, la lealtad de las prácticas de esa actividad y
la tutela de los consumidores de modo que puedan ac-
ceder a una información adecuada y veraz” (Cám. Nac. 18/12/2012, Cita on line BR/JUR/1/2012, reseñado en
Fed. Contenciosoadministrativo sala II, 30/4/2013, cita LL 2013-E-311, con nota de RUSCONI, Dante, Prácticas
on line AR/JUR/12228/2013, y LL 2013-C-302, con nota comerciales ilícitas en Brasil. En la nota se mencionan
de STIGLITZ, Gabriel, Las estimaciones inflacionarias casos argentinos resueltos en el mismo sentido. El autor
privadas no constituyen publicidad comercial). aprovecha el comentario para insistir en sus críticas
 (7)  El tema del acoso de los turistas en el tiempo com- contra el por entonces proyecto de código unificado).
partido preocupó a la Comisión Europea desde los ini-  (11)  SZAFIR, Dora (directora), Tratado jurispruden-
cios de esta forma de comercialización. Ver respuesta de cial y doctrinario. Derecho del consumidor, Montevideo,
la Sra. Scrivener, en nombre de la comisión, 30/6/1993, ed. La Ley Uruguay, 2013, t. I, pág. 210.
en Anuario de Derecho civil, Madrid, t. XLVII, Enero-  (12)  Por ej., para las prácticas bancarias, ver AA.VV.,
Marzo 1994, pág. 249. Protección de particulares frente a las malas prácticas
 (8)  LORENZETTI, Ricardo, Consumidores, 2º ed., Bs. bancarias, Madrid, ed. Consejo General del Poder Ju-
As., ed. Rubinzal, 2009, pág. 174/178. dicial, 2005; específicamente para la tarjeta de crédito,
 (9)  La cuestión fue tratada, antes de la reforma de la LARRAÑAGA, Luis y otros, Prácticas abusivas en el con-
ley de protección de los consumidores, en diversos en- trato de tarjeta de crédito, en Anuario de Derecho civil
cuentros. Ver WEINGARTEN, Celia, Las prácticas empre- uruguayo, t. XXXIV, 2004 pág. 593 (aclaro, que el artícu­lo
sariales abusivas en las II Jornadas Rosarinas de derecho se refiere más directamente a las cláusulas abusivas te-
civil, JA 2001-I-1237; de la misma autora, La confianza en niendo pocas referencias a las prácticas abusivas propia-
el sistema jurídico, Mendoza, ed. jurídicas Cuyo, 2002, mente dichas).
pág. 112.  (13)  ARIZA, Ariel, Más que una reforma. Desplaza-
 (10)  El tema llegó al Superior Tribunal de Brasil que, mientos del derecho del consumidor en el derecho pri-
por mayoría, con la disidencia del Dr. Villas Boas Cuevas, vado, en VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto, Reforma a la
declaró que se trataba de una práctica contraria a las re- ley de defensa del consumidor, Bs. As. ed. La Ley, 2008,
glas del código de defensa del consumidor (STBrasil, pág. 55.
Aída Kemelmajer de Carlucci | 239

2. Razones de su regulación. 3. Fuentes del artículo


Los Fundamentos que acompañaron
al anteproyecto Como se recuerda en esos Fundamentos, el de-
recho del consumidor a condiciones de trato equi-
Se lee en los fundamentos que acompañaron al tativo y digno tiene base constitucional. En efecto,
Anteproyecto: el art. 42 de la CN dispone:

“Se propone la regulación de las prácticas abu- “Los consumidores y usuarios de bienes y servi-
sivas. Conforme con lo dicho en relación al mé- cios tienen derecho en la relación de consumo, a la
todo, debe comenzarse con la Constitución Na- protección de su salud seguridad e intereses econó-
cional que establece el trato digno, de manera que micos; a una información adecuada y veraz; a la
el Código es una implementación de esa norma, libertad de elección y a condiciones de trato equi-
efectuada con conceptos jurídicos indetermi- tativo y digno”.
nados y dejando lugar a la ley especial para que
desarrolle reglas precisas y adaptables a un sector Este derecho, aunque no era ajeno a la origi-
muy cambiante. En este aspecto se incorpora la naria ley de protección de los consumidores (de
equiparación de consumidores a personas ex- ahora en adelante LPC) nº 24.240, se incorporó en
puestas y se establecen normas generales. forma expresa, en el art. 8 bis, en 2008. La doctrina
nacional aplaudió el nuevo texto (14). Más aún, se lo
La ley actual contiene la siguiente norma: ha considerado uno de los aportes de mayor tras-
cendencia de la ley 26.361 (15).
‘“Trato digno. Prácticas abusivas. Los provee-
dores deberán garantizar condiciones de aten- El artícu­lo referido se inspiró en el Código de
ción y trato digno y equitativo a los consumidores defensa de consumidor de Brasil (art. 39 y concs.)
y usuarios. Deberán abstenerse de desplegar con- que establece un listado, no taxativo, de prácticas
ductas que coloquen a los consumidores en si- abusivas prohibidas a los proveedores. En la Expo-
tuaciones vergonzantes, vejatorias o intimidato- sición de Motivos de ese código se lee:
rias. No podrán ejercer sobre los consumidores
“El código prevé una serie de comportamientos,
extranjeros diferenciación alguna sobre precios, contractuales o no, que abusan de la buena fe del
calidades técnicas o comerciales o cualquier otro consumidor, así como de su situación de inferio-
aspecto relevante sobre los bienes y servicios que ridad económica o técnica. Es comprensible, por
comercialice. lo tanto, que tales prácticas sean consideradas ilí-
citas per se, independientemente de que causen
Cualquier excepción a lo señalado deberá ser
un daño o no. Para ellas rige la presunción abso-
autorizada por la autoridad de aplicación en ra-
luta de ilicitud. Son prácticas que aparecen tanto
zones de interés general debidamente fundadas.
en el ámbito de la contratación como también
En los reclamos extrajudiciales de deudas, de-
fuera de éstas, sea a través de almacenamiento de
berán abstenerse de utilizar cualquier medio que
información sobre el consumidor, sea mediante
le otorgue la apariencia de reclamo judicial. Tales la utilización de procedimientos vejatorios de co-
conductas, además de las sanciones previstas en branza de sus deudas”.
la presente ley, podrán ser pasibles de la multa
civil establecida en el artícu­lo 52 bis de la presente En definitiva, en ese ordenamiento latinoame-
norma, sin perjuicio de otros resarcimientos que ricano, a título enunciativo, se prohíben ciertas
correspondieren al consumidor, siendo ambas pe- prácticas del proveedor, como condicionar el su-
nalidades extensivas solidariamente a quien ac- ministro de producto o servicio a la provisión de
tuare en nombre del proveedor” (artícu­lo 8 bis in-
corporado por artícu­lo 6º de la ley 26.361).
 (14) Ver, entre otros, SUÁREZ, Enrique, Una salu-
dable y acertada “novedad” en la reforma: el trato equi-
Sin derogarla, aunque ajustando su redacción
tativo y digno, JA 2008-II-1239.
para adecuarla a la regulación contenida en el An-
 (15) FRUSTAGLI, Sandra y FRENEDA SAIEG, Mó-
teproyecto, se la amplía con base en principios
nica, Las prácticas abusivas en la ley de defensa de con-
claros: trato digno, trato equitativo, no discrimina- sumidor. Implicancias en orden a la responsabilidad
torio, protección de la dignidad de la persona, tu- profesional del abogado, en Rev. Responsabilidad civil y
tela de la libertad de contratar, con lo cual se al- seguros, año XI, Setiembre de 2009, pág. 16; CUAGLIA,
canza un espectro de situaciones amplio que la Marcelo C., Trato digno y prácticas abusivas. Análisis del
jurisprudencia, la doctrina o la legislación espe- art. 8 bis de la ley 24.240, en Rev. Responsabilidad civil y
cial pueden desarrollar”. seguros, año XIII, nº 3, marzo 2011 pág. 50.
240 | Suplemento especial cONTRATOS

otro producto o servicio, exigir al consumidor una Finalmente, el art. 1092 eliminó de la definición
ventaja notoriamente excesiva, transmitir infor- de consumidor a las personas “expuestas a la rela-
mación despreciativa referente a un acto practi- ción de consumo”, pero siguiendo su fuente, el có-
cado por el consumir en el ejercicio de sus dere- digo del Brasil, las incorporó en las secciones 1 y 2º
chos, entre otras (16). del capítulo bajo análisis.

4. Ámbito subjetivo de aplicación de los Las normas de esta sección se aplican, entonces,
cuatro artículos bajo comentario no solo al consumidor definido en el art. 1092, sino
al famoso “consumidor expuesto”.
La sección bajo comentario se abre con el art.
1096 que dispone: En definitiva, lo dispuesto sobre las prácticas
abusivas es aplicable a todas las “personas ex-
“Ámbito de aplicación. Las normas de esta Sec- puestas a las prácticas comerciales, determinables
ción y de la Sección 2a del presente Capítulo son o no, sean consumidores o sujetos equiparados”.
aplicables a todas las personas expuestas a las
prácticas comerciales, determinables o no, sean 5. Una fórmula o tipo general y prohibiciones
consumidores o sujetos equiparados conforme a particulares
lo dispuesto en el artícu­lo 1092”.
La doctrina nacional (19) que analiza el art. 8 bis
Uno de los temas más debatidos de la reforma de la LPC (20) reconoce en su contenido:
en el ámbito del Derecho del consumo fue el con-
cepto de consumidor (17). Los vaivenes de los dis- (a) Una fórmula general (que manda garantizar
tintos textos proyectados desde el año 2011 (que condiciones de atención y trato digno y equitativo
comenzó su tarea la Comisión) hasta la aproba- a los consumidores y usuarios).
ción del CCyC en noviembre de 2014 son muy co-
nocidos (18). (b) Prohibiciones específicas respecto a:

i) Prácticas vejatorias o vergonzantes.

ii) Prácticas discriminatorias.


 (16) WAJNTRAUB, Javier, Justicia del consumidor.
Nuevo régimen de la ley 26.993, Bs. As., ed. Rubinzal, El esquema se mantiene y completa en el CCyC:
2014, pág. 153; MOSSET ITURRASPE, Jorge y WAJN-
TRAUB, Javier, Ley de defensa del consumidor, Bs. As., A) Una fórmula general: art. 1097: “Los provee-
ed. Rubinzal, 2008, pág. 106; conf. LORENZETTI, Ri- dores deben garantizar condiciones de atención y
cardo, Consumidores, 2º ed., Bs. As., ed. Rubinzal, 2009, trato digno a los consumidores y usuarios”.
pág. 166; TINTI, Guillermo P. y CALDERÓN, Maximi-
liano, Derecho del consumidor, 3º ed., Córdoba, ed. Al- B) Prohibiciones específicas respecto a las:
veroni, 2011, pág. 63.
 (17)  “ARTÍCULO 1092. Relación de consumo. Consu- — Prácticas vejatorias o vergonzantes (art. 1097
midor. Relación de consumo es el víncu­lo jurídico entre última frase: “Los proveedores deben abstenerse
un proveedor y un consumidor. Se considera consu- de desplegar conductas que coloquen a los consu-
midor a la persona humana o jurídica que adquiere o uti- midores en situaciones vergonzantes, vejatorias o
liza, en forma gratuita u onerosa, bienes o servicios como intimidatorias”).
destinatario final, en beneficio propio o de su grupo fa-
miliar o social. Queda equiparado al consumidor quien, — Prácticas discriminatorias (art. 1098: Los pro-
sin ser parte de una relación de consumo como conse- veedores deben dar a los consumidores un trato
cuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o equitativo y no discriminatorio).
servicios, en forma gratuita u onerosa, como destinatario
final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social”.
 (18)  Es inútil mencionar todos los trabajos críticos.
Ver, por ej. VÍTOLO, Daniel, Las reformas al régimen de
defensa del consumidor en el proyecto de código civil y  (19) JAPAZE, Belén, La publicidad comercial y las
comercial de la Nación, Bs. As., ed. Ad-Hoc, 2012. Una prácticas comerciales, en RUSCONI, Dante (coordi-
explicación objetiva que justifica el cambio se encuentra nador), Manual de derecho del consumidor, Bs. As., ed.
en MORO, Emilio, Las sociedades comerciales frente a A. Perrot, 2009, pág. 300. Algunos autores hablan de una
derecho del consumidor, Paraná, ed. Delta, 2014, capí- verdadera clasificación (WAJNTRAUB, Javier, Justicia del
tulo I; también en STIGLITZ, Rubén, La teoría del con- consumidor. Nuevo régimen de la ley 26.993, Bs. As., ed.
trato en el proyecto de Código civil y comercial de la Na- Rubinzal, 2014, pág. 154).
ción, LL 2012-C-1299.  (20)  El texto ha sido transcripto supra §2.
Aída Kemelmajer de Carlucci | 241

— Prácticas limitativas a la libertad de contratar (a) Los proveedores deben garantizar condi-
(art. 1099: Están prohibidas las prácticas que li- ciones de atención y trato digno a los consumi-
mitan la libertad de contratar del consumidor). dores y usuarios.

Algunos autores entienden que el proveedor (b) La dignidad de la persona debe ser respe-
tiene dos deberes diferenciados, aunque vincu- tada conforme a los criterios generales que surgen
lados: (i) garantizar condiciones de atención y de los tratados de derechos humanos.
trato digno y equitativo, y (ii) no incurrir en la pro-
hibición de prácticas abusivas (21). En mi opinión (c) Los proveedores deben abstenerse de des-
existe una cláusula general (tratar digna y equita- plegar conductas que coloquen a los consumi-
tivamente), y prohibiciones específicas. Todas en- dores en situaciones vergonzantes, vejatorias o in-
marcan en las prácticas abusivas. Es lo que surge timidatorias.
del CCyC al incorporar todas estas normas en la
misma sección. Explico este artícu­lo en los párrafos siguientes:

6. Tipo de obligación que asume el proveedor 7.1. La dignidad


a lo largo de toda la relación de consumo
La dignidad humana está presente en el pensa-
Al igual que en el derecho brasileño (Ver supra miento filosófico, ético, socio-político y jurídico de
§ 3), el trato equitativo y digno debe configurarse nuestros días. De ella “se habla en la calle, se es-
a lo largo de todo el trayecto de la relación de con- cribe en la prensa y en los libros, se debate en los
sumo: comienzo, permanencia y egreso. En efecto, parlamentos, se juzga en los tribunales” (24); “ali-
aunque la norma se ubica en la etapa de la forma- menta el discurso de los periodistas, de los po-
ción del consentimiento, estas prácticas pueden líticos, de los asalariados, de las mujeres, de los
suceder en cualquiera de las etapas, tanto en la for- excluidos sociales” (25); “es una de las nociones
mación del contrato, como en el de la eje­cución (22). más invocadas; sus excelencias son cantadas con
acentos graves; defenderla constituye el gran reto
Se trata de una obligación de resultado, que ge- y la exigencia inaplazable de los sistemas políticos;
nera responsabilidad objetiva. La norma dice ex- vulnerarla supone la expresión del mal radical” (26);
presamente que los proveedores deben garantizar. “es moneda corriente presuponerla pero no se
Esto significa que para liberarse de las consecuen- sabe por qué: más aún, hay tendencia a usarla
cias del incumplimiento, el demandado debe para cualquier propósito banalizándola” (27). Tam-
acreditar el rompimiento del nexo causal bién se afirma que “la dignidad de la persona hu-
(arts. 1722 y 1723 del CCyC) (23). mana es el fin superior al que debe aspirar toda
legislación” (28).
7. El trato digno

El art. 1097, titulado trato digno, contiene tres  (24)  MARTÍNEZ MORÁN, Narciso, Persona, dignidad
frases: humana e investigaciones médicas, en Martínez Morán
(coord.), Biotecnología, derecho y dignidad humana,
Granada, Comares, 2003, pág. 20.
 (25)  PAVIA, M. L. et REVET, P. La dignité de la per-
sonne humaine, Paris, ed. Económica, 1999, Avant
 (21) CUAGLIA, Marcelo C., Trato digno y prácticas Propos.
abusivas. Análisis del art. 8 bis de la ley 24.240, en Rev.  (26)  DEL BARCO, José Luis, Bioética y dignidad hu-
Responsabilidad civil y seguros, año XIII, nº 3, marzo mana, en Löw, Reinhard y otros, Bioética, considera-
2011 pág. 43. ciones filosófico-teológicas sobre un tema actual, Ma-
 (22)  SZAFIR, Dora (directora), Tratado jurispruden- drid, ed. Rialp SA, 1992, pág. 11.
cial y doctrinario. Derecho del consumidor, Montevideo,  (27) PANEA, José Manuel, La imprescindible dig-
ed. La Ley Uruguay, 2013, t. I, pág. 210. nidad, en Ruiz de la Cuesta (coord.), Bioética y dere-
 (23) ARTÍCULO 1722. Factor objetivo. El factor de chos humanos. Implicaciones sociales y jurídicas, Se-
atribución es objetivo cuando la culpa del agente es irre- villa, ed. Universidad de Sevilla, 2005, pág. 17. El autor
levante a los efectos de atribuir responsabilidad. En tales afirma que es necesario saber por qué hablamos de ese
casos, el responsable se libera demostrando la causa modo, aun inconscientemente. Las preguntas son: ¿Por
ajena, excepto disposición legal en contrario. ARTÍCULO qué hablamos de dignidad? ¿Podemos prescindir de la
1723. Responsabilidad objetiva. Cuando de las circuns- dignidad?
tancias de la obligación, o de lo convenido por las partes,  (28)  TINTI, Guillermo P. y CALDERÓN, Maximiliano,
surge que el deudor debe obtener un resultado determi- Derecho del consumidor, 3º ed., Córdoba, ed. Alveroni,
nado, su responsabilidad es objetiva. 2011, pág. 63.
242 | Suplemento especial cONTRATOS

Consecuentemente, no puede ser ajena al de- ocupado largamente de los daños causados a la
recho de los consumidores. dignidad de la persona. Hay pues, suficiente apoyo
para tratar el tema, pese a la dificultad teórica que
7.2. La dignidad y los tratados de Derechos se atribuye al concepto.
Humanos
7.3. La dignidad en el Derecho del
¿Qué es la dignidad? Obviamente, no corres- consumidor
ponde en un trabajo de este tipo intentar definirla.
Como se recordó, en la Argentina, en el Derecho
Sólo cabe señalar que esta “cláusula general” (29) de los consumidores, el trato digno, aparece ex-
es el eje conductor de diversos documentos inter- presamente protegido con rango supra legal (art.
nacionales de Derechos Humanos (30). Así, por ej., 42 de la CN (34)).
el art. 11 de la Declaración Universal de Derechos
humanos de 1948 estableció que toda persona En el derecho comparado, la noción está conte-
tiene derecho al reconocimiento de su dignidad. nida en numerosas leyes (35).
Los arts. 1 y 22 del Pacto internacional de dere-
chos económicos, sociales y culturales se refieren 7.4. La obligación de garantizar “condiciones
a la “dignidad inherente a la persona humana” (31). de atención”
También mencionan la dignidad el preámbulo y el
art. XXXIII de la Declaración Americana de los De- La expresión genérica condiciones de atención se
rechos del Hombre; los arts. 5 y 11 del Pacto de San traduce en deberes concretos y circunstanciados.
José de Costa Rica, el art. 23 de la Convención In- Obviamente, estas condiciones de atención de-
ternacional sobre los derechos del niño, etc. penden, en cada caso, de las circunstancias del
mercado, condiciones del lugar, etc. (36). El cumpli-
Por eso, el art. 1097 afirma que la dignidad de miento de estas obligaciones específicas implica
la persona debe ser respetada conforme a los cri- tener personal capacitado para atender al público
terios generales que surgen de los tratados de Dere- de manera eficiente. Significa, además, tener que
chos humanos. organizarse previamente para, entre otras cosas,
evitar largas esperas; informar sobre de los plazos
Por lo demás, la doctrina (32) especializada en de espera y cómo conducirse con máquinas pre-
responsabilidad civil y la jurisprudencia (33), se han dispuestas para contratar o recibir pagos, res-
ponder adecuadamente a las necesidades de per-
sonas con discapacidad, etc. Así, el leading case
 (29)  Conf. SANTARELLI, Fulvio G., Novedades en el argentino en materia de daños punitivos por in-
régimen de contratación con el consumidor, en VÁZ- cumplimiento de la obligación de trato digno es
QUEZ FERREYRA, Roberto, Reforma a la ley de defensa la sentencia que condenó a una empresa que no
del consumidor, Bs. As. ed. La Ley, 2008, pág. 143. tomó las previsiones para que un consumidor con
 (30) Ver CASADO, María (coordinadora), Sobre la discapacidad, que está en silla de ruedas, pueda
dignidad y los principios. Análisis de la Declaración uni- acceder a la oficina, que se encuentra en un piso
versal sobre bioética y derechos humanos de la Unesco, superior, atendiéndolo en la calle (37).
Barcelona, ed. Civitas, 2009. En esa obra, pág. 217 y ss.
se incluye un artícu­lo que escribí en coautoría con Nora
Lloveras, Dignidad humana y consentimiento de per-  (34)  Para diversos conceptos relativos a la dignidad
sonas carentes de competencia, al que me remito en lo y el derecho del consumidor, RINESSI, Antonio, Protec-
sustancial. ción del consumidor. Dignidad, obligación de seguridad,
 (31)  Recordados por ALTERINI, Atilio, Las reformas riesgos, en Rev. de Derecho privado y comunitario, 2009-
a la ley de defensa del consumidor. Primera lectura, 20 1-311 y ss.
años después, en VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto, Re-  (35)  Ver SOZZO, Gonzalo, Derecho a la dignidad en
forma a la ley de defensa del consumidor, Bs. As. ed. La las relaciones de consumo, en Rev. de Derecho privado
Ley, 2008, pág. 10. y comunitario, 2009-1-578; SUÁREZ, Enrique, Una salu-
 (32) ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, Daños a la dable y acertada “novedad” en la reforma: el trato equi-
dignidad, Bs. As., ed. Astrea, 2011, t. 1, nº 38 y ss. y, espe- tativo y digno, JA 2008-II-1241.
cialmente, t. 2 nº 231 y ss.  (36)  MOLINA SANDOVAL, Carlos, Reformas sustan-
 (33) Ver la citada por FRUSTAGLI, Sandra y FRE- ciales, en VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto, Reforma a la
NEDA SAIEG, Mónica, Las prácticas abusivas en la ley de ley de defensa del consumidor, Bs. As. ed. La Ley, 2008,
defensa de consumidor. Implicancias en orden a la res- pág. 93.
ponsabilidad profesional del abogado, en Rev. Respon-  (37)  Cám. 1º CC Mar del Plata, 27/5/2009, La Ley Bs.
sabilidad civil y seguros, año XI, Setiembre de 2009, pág. As. 2009-557; las reseñas se publican en LL 2009-D-97
21, nota 21. y LL 2009-C-647. La decisión fue confirmada por la Su-
Aída Kemelmajer de Carlucci | 243

7.5. Prohibición de poner al consumidor electrónicas. La práctica, en sí misma, no es abu-


en situaciones vergonzantes, vejatorias o siva, pero puede serlo si va acompañada de otras
intimidatorias circunstancias: i) la detención del consumidor
durante 45 minutos para revisarlo, el resultado es
(a) La terminología negativo y la empresa se niega a pedir disculpas
públicas (39); ii) el cliente es llevado reciamente, a
Vergonzante es todo aquello que puede resultar empujones, hacia una habitación privada (40), etc.
deshonroso, humillante, perturbador. Se trata de En suma, el indiscutible derecho de vigilancia de
evitar situaciones que pongan al consumidor en la empresa no puede ejercerse en detrimento del
vergüenza, ridícu­lo, absurdo o incomodidad. honor, la integridad física o psíquica de las per-
sonas.
Vejatorio alude a conductas del proveedor re-
presentativas de maltratos, persecuciones, perjui- (c) Algunas prácticas intimidatorias. La gestión
cios o padecimientos. de cobro
Intimidatorio refiere a comportamientos que in- El art. 8 bis de la LPC dispone que “en los re-
funden temor. clamos extrajudiciales de deudas, los proveedores
deberán abstenerse de utilizar cualquier medio
(b) La variedad de comportamientos incluidos que le otorgue la apariencia de reclamo judicial”.
La amplitud terminológica permite subsumir La prohibición pretende poner fin a ciertas prác-
múltiples comportamientos que hoy se observan ticas relacionadas con métodos de cobranza de
en el mercado y otros que puedan ser diseñados morosos mediante las cuales se persigue el cobro
en el futuro (38). invistiendo al requerimiento con apariencia de re-
Claro está, la calificación de abusiva depende clamo judicial (41). Normalmente, quienes incurren
de las circunstancias del caso y de cómo se llevan en este tipo de conductas son abogados. Los pro-
adelante ciertas prácticas comerciales. fesionales, en general, están excluidos del ámbito
de la ley, pero ingresan por vía del art. 8 bis, que
Así, por ej., en los supermercados es común expresamente se refiere a quien actúa en nombre
ejercer control sobre los clientes para verificar del proveedor.
robos; muchas veces, incluso, se sirven de alarmas
El CCyC sigue el consejo de la doctrina (42); no
entra en el casuísmo y, como se dijo, establece que
prema Corte de Bs. As., el 6/11/2012 Ver LL 2013-A-423; “los proveedores deben abstenerse de desplegar
Derecho Comercial del Consumidor y de la empresa, conductas que coloquen a los consumidores en
año III, nº 6, diciembre 2012, pág. 89, con nota de STI- situaciones vergonzantes, vejatorias o intimidato-
GLITZ, Gabriel, Discriminación y sanción pecuniaria di-
suasiva, en Doc. Jud. Año XXIX, nº 22, 29/5/2013, pág.
3, con nota de BAROCELLI, Sergio S., Incumplimiento
del trato digno y equitativo a consumidores hiper vul-  (39)  Cám. Civ. y Com. de Rosario, sala II, 2/12/1999, La
nerables y daños punitivos: la Suprema Corte de Bs. As. Ley Litoral 2000-553, con nota de MOSSET ITURRASPE,
confirma su procedencia y en LL 2013-A-235, con nota Jorge, Las relaciones de consumo: el control vejatorio a
de BERSTEN, Horacio, Procedencia de la multa civil la salida del supermercado. Omisión de los deberes que
del art. 52 bis LPC. La decisión de la corte bonaerense impone la buena fe. Ver otros casos semejantes citados
también se reseña en Rev. Abeledo Perrot, Bs. As., nº 4, por CUAGLIA, Marcelo C., Trato digno y prácticas abu-
Abril 2013, pág. 474; Rev. Responsabilidad civil y seguros, sivas. Análisis del art. 8 bis de la ley 24.240, en Rev. Res-
año XV, nº 5, Mayo 2013, pág. 79, con nota de ÁLVAREZ ponsabilidad civil y seguros, año XIII, nº 3, marzo 2011
LARRONDO, Federico, “Machinandiarena”, cuando el pág. 49 nota nº 46 y por KIPER, Claudio, Comentario al
desdén dejó de ser negocio y en Doc. Jud. Año XXIX, nº art. 8 bis, en PICASSO - VÁZQUEZ FERREYRA (direc-
43, 23/10/2013, pág. 3, con nota de HITTERS, Juan M., y tores) Ley de defensa del consumidor comentada y ano-
FERREIRO, Andrés, Recurso extraordinario de inaplica- tada, Bs. As., ed. FEDYE, 2009, t. I, pág. 142.
bilidad de la ley (absurdo). La implicancia del derecho  (40)  Cám. Civ. y Com. de Lomas de Zamora, sala II,
del consumidor en el proceso. 15/7/2003, JA 2003-IV-257.
 (38)  FRUSTAGLI, Sandra y HERNÁNDEZ, Carlos, Pri-  (41)  VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto y AVALLE, Da-
meras consideraciones sobre los alcances de la reforma a mián, Reformas a la ley de defensa de los consumidores
la ley de defensa del consumidor, con especial referencia y usuarios, LL 2008-D-1068.
a la materia contractual, en JA 2008-II-1217; conf. RUS-  (42)  SOZZO, Gonzalo, Derecho a la dignidad en las
CONI, Dante, Prácticas comerciales ilícitas en Brasil, en relaciones de consumo, en Rev. de Derecho privado y co-
LL 2013-E-311. munitario, 2009-1-584.
244 | Suplemento especial cONTRATOS

rias”, fórmula en la que cabe la conducta descripta 8.1. La no discriminación en la Constitución


por el art. 8 bis. y en la ley

La jurisprudencia ha tenido ocasión de con- La República Argentina ha defendido la


denar al abogado apoderado de una entidad fi- igualdad de todos los habitantes desde los inicios
nanciera que envió a la deudora, a su domicilio, de su historia constitucional. Así surge claramente
una nota de carácter intimidatorio y amenazante, del Preámbulo y de los arts. 16 y 20 de la C.N. Más
y al colegio en el que trabajaba, un pedido de in- modernamente, en 1994, introdujo expresamente
formes y otras advertencias, todo con apariencia las nociones de igualdad real y acciones positivas
de cédula judicial, logrando que en el ámbito do- (art. 75 inc. 23).
cente en el que se desempeñaba se divulgara la
situación de morosa que se le atribuía. Bien dice La garantía de igualdad aparece en numerosos
quien comenta la sentencia que una cosa es inter- tratados internacionales, entre otros: Declaración
pelar (conducta conforme a derecho) y otra inti- Universal de Derechos Humanos (art. 1, 2, 7); Con-
midar (acto contrario a derecho) (43). vención Americana de Derechos Humanos (art. 1,
6,12); Pacto Internacional de Derechos civiles y
Las gestiones de cobro abusivas incluyen no políticos (art. 14) y diversas normas de la Conven-
solo la apariencia judicial de un reclamo que es ción Internacional sobre la eliminación de todas
extrajudicial, sino también la difusión de informa- las formas de discriminación racial; la Convención
ción despreciativa respecto del consumidor. Al- sobre la eliminación de todas las formas de discri-
gunos autores entienden que publicaciones como minación contra la mujer; el Pacto internacional
el llamado “Veraz” ingresan en estas prácticas de los derechos civil y políticos; el Pacto interna-
abusivas (44). No es el criterio de la jurisprudencia, cional de Derechos económicos, sociales y cultu-
que ha condenado a esa organización por otras ra- rales; la Convención Internacional de los Dere-
zones (información errónea, caduca, etc.) pero no chos del niño; la Convención Interamericana para
por el solo hecho de informar. la eliminación de todas las formas de discrimina-
ción a las personas con discapacidad, etcétera.
8. La prohibición de discriminar. Art. 1098
A nivel legislativo, en 1988, sancionó la ley
El artícu­lo 1098 impone al proveedor dar a los 23.592 (sobre actos discriminatorios, modificada
consumidores un trato equitativo y no discrimina- ulteriormente por las leyes 24.782 y 25.608). Ma-
torio, por lo que le prohíbe establecer diferencias yoritariamente, la doctrina sostiene que esa ley
basadas en pautas contrarias a la garantía consti- rige las relaciones del consumo (45). En efecto, la
tucional de igualdad, en especial, la nacionalidad fórmula es amplia, como surge del art. 1 que trans-
de los consumidores. cribo, señalando en cursivas su extenso ámbito de
aplicación:

“Quien arbitrariamente impida, obstruya, res-


trinja o de algún modo menoscabe el pleno ejer-
cicio sobre bases igualitarias de los derechos y
garantías fundamentales reconocidos en la Cons-
titución Nacional, será obligado, a pedido del
 (43)  Cám. Nac. Com. sala E, 10/2/2006, JA 2006-III- damnificado, a dejar sin efecto el acto discrimina-
39, con nota aprobatoria de VÁZQUEZ FERREYRA, Ro-
torio o cesar en su realización y a reparar el daño
berto, Responsabilidad civil por el envío de una carta
moral y material ocasionados.
documento. Interpelación o intimidación. Se condenó
al abogado, pero no al banco, estimando que son daños
A los efectos del presente artícu­lo se conside-
que no pueden ser atribuidos a la entidad bancaria, que
rarán particularmente los actos u omisiones dis-
no había dado instrucciones para actuar de este modo.
El autor rosarino considera que pudo condenarse al
criminatorios determinados por motivos tales
banco por aplicación del art. 1113 del CC. Para la respon- como raza, religión, nacionalidad, ideología, opi-
sabilidad del abogado y las prácticas abusivas, ver FRUS- nión política o gremial, sexo, posición económica,
TAGLI, Sandra y FRENEDA SAIEG, Mónica, Las prácticas condición social o caracteres físicos”.
abusivas en la ley de defensa de consumidor. Implican-
cias en orden a la responsabilidad profesional del abo-
gado, en Rev. Responsabilidad civil y seguros, año XI, Se-  (45) Conf. MOLINA SANDOVAL, Carlos, Reformas
tiembre de 2009, pág. 16. sustanciales, en VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto, Re-
 (44) FARINA, Juan, Defensa del consumidor y del forma a la ley de defensa del consumidor, Bs. As. ed. La
usuario, 4º ed., Bs. As., ed. Astrea, 2008, pág. 229. Ley, 2008, pág. 94.
Aída Kemelmajer de Carlucci | 245

En su versión original, la ley 24.240 también es- Corresponde analizar, pues algunas de esas
tableció expresamente el derecho al trato iguali- pautas constitucionales.
tario en el art. 26, aunque limitado al ámbito de los
prestadores de servicios públicos domiciliarios (46). 8.4. La raza (sin que la mención implique que
ese concepto exista)
8.2. La dificultad en la determinación de la
conducta discriminatoria Con inteligencia, Kiper (49) comienza el trata-
miento del tema con el emblemático caso de la
Determinar si una práctica comercial es discri- Corte de EE.UU. Plessy v. Ferguson, que finiquitó
minatoria no siempre es fácil. Criterios excesivos con la “legitimidad” del contrato de transporte
y absurdos podrían llevar a eliminar prácticas co- que se “cumplía” separando negros y blancos, bajo
munes, como son las liquidaciones. Así, por ej., se la justificación “separados pero iguales”, porque el
ha resuelto razonablemente que “el hecho de que servicio también se prestaba a los negros. Efecti-
el proveedor de un servicio realice promociones vamente, esa falsa igualdad violaba claramente la
que importen que los nuevos clientes abonen dignidad de toda persona en una clara relación de
una suma menor que los contratantes anteriores, consumo, como es el transporte.
no importa un trato discriminatorio respecto de
éstos, ni les genera el derecho a obtener el rein- 8.5. La religión
tegro de la parte pertinente del precio, pues tales
promociones no se encuentran vedadas por la La jurisprudencia argentina presenta algunos
ley, sino que constituyen prácticas habituales del casos interesantes.
comercio” (47).
Así, por ej.
De cualquier modo, los daños por violación al
principio de no discriminación han merecido la a) La Cámara Nacional Civil sala I, revocó e hizo
atención de numerosa doctrina, que ayuda en esa lugar a una acción de daños por discriminación
tarea descriptiva (48). en una relación de consumo (alquiler de una vi-
vienda negada a los pretensos inquilinos porque
8.3. Pautas discriminatorias eran judíos) (50). El juez de primera instancia había
rechazado la demanda con argumentos inconsis-
El art. 1098 prohíbe a los proveedores establecer tentes. Los transcribo y respondo como simple
diferencias basadas en pautas contrarias a la ga- muestra de que aún los jueces, como dice Germán
rantía constitucional de igualdad, en especial, la de Bidart Campos en la frase con la que empiezo este
la nacionalidad de los consumidores. trabajo, intentan ocultar su posición discrimina-
dora. Dijo el juez:

— Estos juicios presentan dificultad probatoria.


 (46)  SOZZO, Gonzalo, Derecho a la dignidad en las
relaciones de consumo, en Rev. de Derecho privado y co- El argumento, precisamente, debió inducir a ali-
munitario, 2009-1-585. viar la carga probatoria de los actores y no la in-
 (47)  Cám. Nac. Civ. sala I, 17/3/2011, cita On line AR/ versa. Por lo demás, no necesitaba razonar en
JUR/6993/2011, Rev. Resp. Civil y seguros, año XIII, nº 7, torno a este problema, desde que la prueba sobre
Julio 2011, pág. 187 y ED 246-179.
 (48)  KIPER, Claudio, Derecho de las minorías ante la
discriminación, Bs. As., ed. Hammurabi, 1998; MOSSET
ITURRASPE, Jorge, Derecho a la no discriminación.  (49)  KIPER, Claudio, Comentario al art. 8 bis, en PI-
Daño por discriminación, en Liber Amicorum en home- CASSO - VÁZQUEZ FERREYRA (directores) Ley de de-
naje al prof. Dr. Luis Moisset de Espanés, Córdoba, ed. fensa del consumidor comentada y anotada, Bs. As., ed.
Advocatus, 2010, t. II, pág. 521 y en Rev. Derecho Laboral FEDYE, 2009, t. I pág. 121.
2009-1-49; MOSSET ITURRASPE, Jorge, Prevención  (50)  11/10/2006, Doc. Judicial 2006-3-693, con nota
versus reparación. Daño a la persona. Derecho a la no de DOMÍNGUEZ, Osmar y FERNÁNDEZ, Marcos, La
discriminación. Daño por discriminación, en Rev. De- discriminación. Un daño que debe repararse pecunia-
recho de daños 2008-2-7; ZAVALA DE GONZÁLEZ, Ma- riamente, y en LL 2006-F-379, con nota de GIL DOMÍN-
tilde, Daños derivados de discriminaciones injustas, en GUEZ Andrés, Derecho a la no discriminación negativa
Kemelmajer de Carlucci y Parellada (coord.), Derecho de y alquileres: la fuerza normativa de la Constitución en
daños, 2º parte, Bs. As., ed. La Rocca, 1993, pág. 135; de la las relaciones horizontales, y en ED 220-266 con nota de
misma autora, Daños por discriminaciones arbitrarias, WETZLER MALBRÁN, Ricardo y Cecilia, La responsabi-
en Resarcimiento de daños, 2.c. Bs. As., ed. Hammurabi, lidad por discriminar y la libertad de elección en un in-
1994, pág. 87 y ss. teresante fallo.
246 | Suplemento especial cONTRATOS

los dichos de la propietaria del inmueble no era La sala C de la Cámara Nacional de Comercio (51)
dudosa. rechazó la demanda de daños interpuesta contra
un banco que se rehusó, según el actor, por mo-
— Las manifestaciones de la locadora al agente tivos religiosos (la sociedad se llama Leveinim, pa-
de la inmobiliaria fueron pronunciadas en la inti- labra que en hebreo quiere decir ladrillo) a abrir
midad, sin contenido racista, pues estaban rela- una cuenta corriente bancaria. El argumento cen-
cionados con el miedo por el atentado a las torres tral fue que quien se presentó en representación
gemelas, tal como surge de la pericia psicológica. de esa persona de existencia jurídica, tenía una
cuenta a título personal en la misma entidad y
No interesa si las palabras se expresaron en pú- pertenecía al mismo credo. Para el tribunal, “no
blico o en la intimidad; el testigo manifestó cla- habiéndose demostrado que la negativa de la en-
ramente que la propietaria del inmueble le dijo tidad a la apertura solicitada por la sociedad fuese
que no alquilaba porque se había enterado de la motivada por razones religiosas, corresponde re-
condición de judíos de los pretensos inquilinos. chazar la demanda con fundamento en el prin-
El miedo por el atentado a las torres gemelas era cipio de libertad de contratación”, aun cuando, en
una excusa pueril, desde que no se trataba de algo ningún momento, la entidad financiera dio expli-
que había ocurrido en el país, y no se atribuía a cación alguna de la no aceptación.
los judíos participación alguna en ese terrible
8.6. La discapacidad
hecho.
A veces, se denuncia discriminación respecto de
— Los actores reconocen que no tuvieron pro- personas especialmente protegidas por su situa-
blemas en el trato directo con la propietaria. ción de vulnerabilidad, como por ej., las personas
con discapacidad (52).
Ese reconocimiento es irrelevante; lo cierto es
que los sentimientos antisemitas se manifestaron a) Un caso dudoso decidió la sala H de la Cá-
a la persona que intervenía en la contratación y mara Nacional Civil el 29/03/2010 (53).
por eso la locación no se concretó.
El actor, una persona con discapacidad visual,
— No es discriminatorio que la demandada diga acompañado con un amigo, concurrió a un banco,
que la religión católica es la única verdadera. con la intención de obtener un crédito; la entidad
financiera le exigió, para celebrar el contrato, que
compareciera con dos testigos hábiles.
Obviamente, cada persona tiene derecho a
pensar que su religión es la única verdadera, pero Las dos partes invocaron el art. 42 de la CN, pero
eso no implica justificar que no se alquile a los que se apoyaron en distintas partes de esta norma:
pertenecen a otra.
El banco decía que el requisito exigido por su re-
— Los actores no fueron veraces en el beneficio glamento interno era coherente con su obligación
de litigar sin gastos.

El ocultamiento de algún bien cuando se peti-  (51)  15/2/2011, JA 2011-II-201, con nota de KAUFMAN,
ciona el beneficio de litigar sin gastos no tiene nin- Gustavo, Las meras alegaciones de discriminación.
guna vinculación con la conducta discriminadora  (52)  DÍAZ ALABART, Silvia, La responsabilidad civil
previa de la demandada. por discriminación de las personas por causa de su dis-
capacidad, en Moreno Martínez, JA (coord.), La res-
ponsabilidad civil y su problemática actual, Madrid, ed.
— No corresponde afectar el derecho de pro-
Dykinson, 2007; FERRANDO, Gilda, Soggetti deboli-dis-
piedad de la locadora. criminazione, en Dal Lago U. e Bordon, R., La nuova dis-
ciplina del danno non patrimoniale, Milano, ed. Giuffrè,
Este es el único argumento que tiene vincula- 2005, pág. 399.
ción con el tema a decidir. Sin embargo, olvida  (53)  Rev. Resp. Civil y seguros, año XII, nº 8 Agosto
completamente toda la normativa constitucional 2010, pág. 57, con notas de SAUX, Edgardo, Discapa-
y legal, aplicable también en las relaciones verti- cidad, discriminación y derecho del consumo. Contrata-
cales, como expresamente lo señala el art. 1 de la ción por un no vidente y GHERSI, Carlos Discriminación
ley 23.592, antes transcripto. y trato indigno. Las presunciones de la ley del consu-
midor. Las cargas probatorias dinámicas y en ED 238-381
b) Las circunstancia fácticas de otro caso, en con nota de PAGANO, Luz María, Separando las aguas de
cambio, son más dudosas. la discriminación.
Aída Kemelmajer de Carlucci | 247

de asegurar los intereses económicos del consu- chazar pasajeros con animales, debe facilitar, en lo
midor a través de una información adecuada y que le compete, poner en igualdad real de situa-
veraz, proveyéndose la entidad, al mismo tiempo, ciones a las personas con discapacidad visual.
de una prueba del cumplimiento de esa obliga-
ción. La persona con discapacidad, decía que no c) Un caso dudoso (55) fue el resuelto en la pro-
había recibido trato equitativo porque se le exigía vincia de Mendoza. El 10/10/2007, la Cámara 3º
un recaudo (presencia de dos testigos de su con- Civil y Comercial (56) rechazó la demanda inter-
fianza) que no se impone a las personas que no puesta por los progenitores de un adolescente
tienen discapacidad. que padece una perturbación psíquica (síndrome
de Asperger), contra el establecimiento educativo
El tribunal coincidió con la demandada. Fundó que no renovó el contrato para el ciclo lectivo si-
su decisión, entre otros, en los siguientes argu- guiente, porque la conducta asumida por la de-
mentos: mandada no aparecía discriminatoria, segrega-
tiva o abusiva, toda vez que existían motivos serios
— El art. 4 de la Convención sobre los derechos para actuar sí desde que: i) al momento de inscri-
de personas con discapacidad, aprobada por ley birlo, los padres ocultaron la enfermedad psiquiá-
26.378 dispone que no se consideran discrimina- trica que padecía; ii) frente a hechos graves ocu-
torias “las medidas específicas que sean necesa- rridos durante el curso del año escolar (acoso a
rias para acelerar o lograr la igualdad de hecho de una compañera, amenazas de suicidio, etc.) de-
las personas con discapacidad”. mostraron una total falta de colaboración; iii) el
establecimiento permitió al adolescente seguir
— Los testigos requeridos, de confianza del en las clases de apoyo y rendir los exámenes pen-
cliente, coadyuvan a alcanzar la igualdad pues dientes.
aseguran al consumidor con discapacidad que el
documento que firma respeta su voluntad. La decisión fue revocada por la Suprema Corte
de Mendoza, sala I, el 5/12/2008 (voto del Dr. Fer-
— La exigencia coincide con las prácticas nota- nando Romano y adhesión del Dr. Carlos Bohn)
riales. con un diferente análisis de los hechos; valoró,
entre otras circunstancias, que previo a la de-
Como dije, la solución, en principio correcta, manda de daños, había pasado en autoridad de
deja algunos interrogantes. cosa juzgada la sentencia que acogió el amparo
¿Cómo hubiese resuelto el tribunal si el consu- contra la decisión escolar que había suspendido al
midor hubiese invocado que su consentimiento adolescente con base en una carta que se le atri-
estaba suficientemente informado con la pre- buyó, en la que amenazaba matar a una compa-
sencia del amigo que lo acompañaba? ¿Hubiese ñera, y que finalmente resultó falsa.
considerado razonable la exigencia reglamentaria d) En la misma línea de lo resuelto por la sala I
de dos testigos? ¿A quién beneficia, entonces el re- de la Suprema Corte de Mendoza, un tribunal de la
quisito? ¿Al consumidor, al banco, a ambos? provincia de Bs. As. condenó a un colegio privado
b) El 28/8/2001, la Sala Constitucional de la por la negativa a re-matricular un niño autista,
Corte Suprema de Costa Rica decidió correcta- luego de haber cursado un primer año escolar en
mente que “La negativa del conductor del taxi a ese instituto (57).
prestar el servicio de transporte por estar acompa-
8.7. La condición social
ñado de un perro guía constituye una evidente vio-
lación de sus derechos fundamentales, por cuanto Se ha decidido con razón que “es discrimina-
fue discriminado por razón de su discapacidad. El torio y da lugar a resarcimiento el hecho de obsta-
perro con el cual él se hace acompañar no es una
simple mascota sino un animal destinado a cum-
plir la función de los ojos en las personas que no
ven y cuya ayuda resulta invaluable” (54).  (55)  No he tenido el expediente a la vista, por lo que
no he podido controlar el material probatorio.
Se trata de un típico caso de falta de aplicación  (56)  Resp. civil y seguros, año X, nº 6, Junio 2008, pág.
del art. 4 de la Convención, antes citado, pues si 50, con nota de HERSALIS, Marcelo, ¿Un supuesto de
bien el taxista, como regla, tiene derecho a re- discriminación en el ámbito educativo?
 (57)  3º Cám. Apel. CC Junín, 3/7/2007, cit. por RO-
SALES, Pablo Oscar, Daños y discriminación a personas
 (54)  Reseñado en Rev. Investigaciones 2002 nº 2/3, con discapacidad, en Rev. Derecho de Daños, 2011-3-
pág. 429. 425.
248 | Suplemento especial cONTRATOS

culizar a una familia el acceso a un supermercado, b) En el mismo sentido, un superior tribunal es-
siendo éste un lugar abierto al público en general, tadual de Canadá (62) confirmó una sentencia que
lo que hace presumir que la prohibición de in- hizo responsable a un médico que practica téc-
greso se debió a su condición social humilde y a nicas de reproducción humana asistida y se negó
sus rasgos étnicos, máxime cuando el demandado a atender a una pareja de mujeres lesbianas. Con-
no dio explicaciones que pudieran tornar legítima sideró insuficiente las dos razones dadas por el
o razonable la medida (58). médico: i) el Código de Ética autoriza al médico a
rechazar a un paciente si el caso no presenta ur-
Con criterio similar se condenó a pagar daño gencia; ii) él no quería quedar involucrado en un
moral a favor de quien fue expulsado de un local litigio si finalmente las mujeres se separaban.
comercial “en razón de su aspecto físico y de pre-
suntas actitudes sospechosas, como hablar en voz 8.9. La nacionalidad (a veces, disfrazada de
baja, ir con una mochila y ponerse las manos en domicilio)
los bolsillos” (59). Se reiteró que “si bien una em-
presa tiene derecho a tomar todas las medidas (a) Comparación de textos
para evitar hurtos de mercaderías, tales procedi-
mientos deben respetar límites de razonabilidad y El art. 1098 menciona esta pauta expresamente:
no pueden deshonrar a sus clientes (reales o po- “No pueden establecer diferencias basadas en
tenciales)”. pautas contrarias a la garantía constitucional de
igualdad, en especial, la de la nacionalidad de los
8.8. La orientación sexual consumidores”.

a) Un caso paradigmático fue decidido por la Su fuente, el art. 8 bis de la ley 26.361, dice: “No
Suprema Corte del Reino Unido el 27/11/2013 en podrán ejercer sobre los consumidores extranjeros
Bull and another (Appellants) v. Hall and another, diferenciación alguna sobre precios, calidades téc-
(Respondents) (60). nicas o comerciales o cualquier otro aspecto rele-
vante sobre los bienes y servicios que comercia-
La Corte comenzó preguntándose: lice. Cualquier excepción a lo señalado deberá ser
autorizada por la autoridad de aplicación en ra-
— ¿Es contrario a la ley que el propietario de un zones de interés general debidamente fundadas”.
hotel (61), que practica la religión cristiana y cree
sinceramente que las relaciones sexuales fuera de La comparación de ambos textos muestra dos
matrimonio son un pecado, rechace cumplir un diferencias: i) la ley especial enumera que la dife-
contrato, celebrado por internet, y rehúse albergar rencia no puede alcanzar el precio, las calidades
a una pareja del mismo sexo en una habitación técnicas, o cualquier otro aspecto relevante; ii)
matrimonial? permite excepcionar a la regla a través de una au-
torización fundada en razones de interés general.
— ¿La respuesta sería la misma si fuese una pa-
reja en unión civil? La primera no es significativa, pues se trata de
una simple ejemplificación, no taxativa.
Antes de contestar, dijo que estas preguntas ha-
brían sido impensables, dos décadas atrás, en los La segunda, en el CCyC es más protectora de los
tribunales británicos. derechos del consumidor, pues no permite que, a
través de una decisión administrativa, se distinga
Concluyó, después de un minucioso estudio a consumidores por el solo hecho de su naciona-
que la conducta del propietario era ilegal, pues si lidad.
presta un servicio al público no puede hacer pre-
dominar sus propias pautas religiosas. (b) La reacción de la doctrina

La norma originaria fue recibida de distinta ma-


nera por la doctrina.
 (58)  Cám. 3º CC Córdoba, 20/11/2006, Rev. Resp. civil
y seguros, 2009-III-marzo pág. 187.
 (59) Cám. Nac. Com. sala E, 12/3/2008, Rev. Resp.
civil y seguros 2008-VII-73.
  ( 60)  http://www.supremecourt.gov.uk/decided-  (62)  British Columbia Supreme Court, Canadá, Korn
cases/docs/UKSC_2012_0065_Judgment.pdf. Revisado v. Potter, con fecha del 2/4/1996, cit. por John R. Wi-
el 31/1/2016. lliams, en Journal International de Bioéthique, 1997,
 (61)  Se trataba de un “Bed and Breksfast. pág. 140.
Aída Kemelmajer de Carlucci | 249

Una posición minoritaria afirmó que la prohi- * La excepción (autorización por decisión ad-
bición de discriminar al extranjero “puede per- ministrativa) debilita, casi minimiza la censura de
judicar a los nacionales, sobre todo en lugares de estas prácticas discriminatorias (67).
turismo donde es común encontrar tarifas pre-
ferenciales para los nacionales que obviamente * No discuto que, en algunos casos, las diferen-
pagan con una moneda depreciada” (63) y conver- cias de precio pueden ser absolutamente necesa-
tirse, “si no se la aplica con verdadero criterio de rias para facilitar el ingreso de cierto grupo de na-
justicia social, en un elemento contrario al acceso cionales, que de otro modo, no podrían acceder
al consumo” (64). a ciertos lugares. Es lo que ocurre, por ej., con el
precio de la entrada al Machu Pichu, un día de la
No comparto esta posición. Por el contrario, ad- semana, para las personas que viven en la zona. En
hiero a la mayoría que se pronuncia a favor de la estos casos, absolutamente excepcionales, la jus-
regla (65). Más aún, algunos autores sostienen, con tificación está en la igualdad real, desde que ese
razón, que en determinadas circunstancias, hay patrimonio histórico de la humanidad tiene para
que diferenciar a favor del consumidor extranjero, esas personas, de escasa capacidad económica,
quien puede ser calificado de sub-consumidor o un valor cultural y religioso superior al de los tu-
consumidor particularmente frágil, por no co- ristas, razón suficiente para establecer en su favor
nocer la lengua ni las prácticas locales (66). un precio menor.

* Esa excepcionalidad encuentra solución en


Fundo mi afirmación en los siguientes razona- otras medidas razonables; no es necesario que se
mientos: establezca en la ley una especie de autorización
genérica a la administración para discriminar,
* Los derechos civiles de los extranjeros están aunque se la minimice con la exigencia de la fun-
constitucionalmente amparados (art. 20 CN). damentación.

* Las discriminaciones injustas contra los tu- (c) Algunos precedentes en la jurisprudencia
ristas extranjeros son de público y notorio, como extranjera
ocurre, por ej., con los pasajes aéreos de cabotaje.
El tema preocupa en el derecho comparado (68).
En la sentencia de 1/1/1985, recaída en el caso
Orphanos v. Queen Mary College, un tribunal in-
glés, en favor de un alumno chipriota, consideró
indirectamente discriminatoria la cláusula del re-
glamento del colegio que, para no pagar una cuota
 (63)  VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto y AVALLE, Da- más alta, exige que los postulantes hayan tenido
mián, Reformas a la ley de defensa de los consumidores residencia en Inglaterra, como mínimo, tres años
y usuarios, LL 2008-D-1068. antes.
 (64) PÉREZ BUSTAMENTE, Laura, La reforma de
la ley de defensa del consumidor, en VÁZQUEZ FE- (d) La cuestión en la jurisprudencia argentina
RREYRA, Roberto, Reforma a la ley de defensa del con-
sumidor, Bs. As. ed. La Ley, 2008, pág. 113. El tema ha tenido respuestas discordantes ante
 (65) Ver muy completo listado de la doctrina na- los jueces argentinos. Así, por ej.
cional que se pronunció a favor en cita nº 11 de PÉREZ
HAZAÑA, Alejandro, La discriminación a los consumi- —Se rechazó la demanda interpuesta por una
dores extranjeros en un caso colectivo, Rev. Derecho Co- asociación de consumidores para que se devol-
mercial del Consumidor y de la Empresa, año V, nº 6, Dic.
2014, pág. 97.
 (66) CUAGLIA, Marcelo C., Trato digno y prácticas  (67)  FRUSTAGLI, Sandra y HERNÁNDEZ, Carlos, Pri-
abusivas. Análisis del art. 8 bis de la ley 24.240, en Rev. meras consideraciones sobre los alcances de la reforma a
Responsabilidad civil y seguros, año XIII, nº 3, marzo la ley de defensa del consumidor, con especial referencia
2011 pág. 45. El autor recuerda que el art. 37 de la ley na- a la materia contractual, en JA 2008-II-1218; SOZZO,
cional de turismo 25.997 dispone que la autoridad de Gonzalo, Derecho a la dignidad en las relaciones de con-
aplicación debe instrumentar normativas de procedi- sumo, en Rev. de Derecho privado y comunitario, 2009-
miento eficaces tendientes a la protección de los dere- 1-581.
chos del turista. La ley también es citada por LOVECE,  (68)  Ver, por ej., MOROZZO DELLA ROCCA, Paolo,
Graciela, Una nueva base para seguir creciendo, en VÁZ- Atti discriminatori contro gli stranieri e le altre mino-
QUEZ FERREYRA, Roberto, Reforma a la ley de defensa ranze, en Cendon, Paolo, Trattato breve dei nuovi danni,
del consumidor, Bs. As. ed. La Ley, 2008, pág. 77. Padova, Cedam, 2001, t. II, pág. 1019.
250 | Suplemento especial cONTRATOS

viera a los usuarios extranjeros las diferencias de residencia precaria, documentación renovable
precio cobradas al venderles pasajes de un bus tu- cada 90 días que la autorizaba entre otras cosas, a
rístico. El tribunal argumentó que el cuadro tari- estudiar dentro del territorio argentino. Fue acep-
fario no se efectuó tomando en cuenta la nacio- tada como alumna con su documento paraguayo
nalidad sino el domicilio de los usuarios; sostuvo y el título de estudios secundarios certificado por
que el otorgamiento a los consumidores locales el Ministerio de Educación de la República de Pa-
del servicio de bus turístico de la ciudad de Bs. As. raguay, legalizado por el Ministerio de Relaciones
a una tarifa que resulta más atractiva que la otor- Exteriores y Culto. Cursó los tres años de la carrera
gada a los no residentes configura una acción po- y aprobó la totalidad de las materias correspon-
sitiva razonable, pues i) ellos son, los que con el dientes. Concluido sus estudios, su solicitud de
pago de sus impuestos, contribuyen al sustento tramitación del título fue rechazada por el esta-
de los atractivos más importantes de la ciudad; ii) blecimiento educativo por no contar con DNI ar-
las tarifas se inscribieron dentro de las políticas gentino, único documento que acredita identidad,
de acción social, en beneficio de los vecinos de exigible para otorgar título o certificado según la
la ciudad para alentar a quienes, por vivir allí, no ley 17. 671. La demandada también argumentó
portan el mismo interés en que la ciudad les sea que al solicitar la inscripción, la estudiante declaró
mostrada; iii) coadyuva a mantener la sustentabi- conocer y aceptar como requisito de ingreso y per-
lidad del servicio en tiempo de bajo ingreso turís- manencia en la institución: i) las condiciones esta-
tico (69). blecidas en los Estatutos y Reglamentación; ii) las
pautas fijadas en los planes de Estudio y Normas
Las argumentaciones no resultan convincentes. Académicas; iii) que su inscripción estaba condi-
cionada al cumplimiento de los requisitos de in-
* Como se vio en el caso inglés, el domicilio greso exigidos y que de no presentar la documen-
puede encerrar indirectamente una discrimina- tación requerida, podía cancelarse su matrícula;
ción fundada en la nacionalidad. en tal caso, los estudios cursados serían conside-
rados de carácter académico y sin derecho a cer-
* El pago de los impuestos por parte de los na- tificación.
cionales prueba demasiado; justificaría que en
todo supuesto se cobre más a un extranjero por el El tribunal rechazó estas defensas. Razonó del
solo hecho de ser tal en contradicción a la garantía siguiente modo: Si el extranjero ha ingresado le-
constitucional de igualdad. galmente al país obteniendo radicación temporal,
ha cursado y aprobado toda la currícula de la ca-
* El incentivo al turismo local no debe fundarse rrera, resulta irrazonable y contrario a los fines de
en la discriminación con el extranjero sino en un la ley condicionar la entrega del título al docu-
servicio de calidad. mento de identidad argentino. Si se le admitió el
* Las épocas de bajo turismo justifican tarifas derecho a estudiar durante tres años, cumpliendo
más reducidas para todos, nacionales y extran- con todas las cuotas pactadas, la actora se ha
jeros. hecho acreedora a la entrega del título obtenido,
máxime cuando no se trata en el caso de un cues-
—En cambio, en otro caso, se protegió ade- tionamiento sobre la ilegalidad de su residencia
cuadamente a un consumidor extranjero del ser- en el país ni sobre su identidad”.
vicio educativo (70). Los hechos, sintéticamente ex-
puestos, eran los siguientes: 9. Libertad de contratar

Al momento de inscribirse, una estudiante de (a) Preliminares


nacionalidad paraguaya presentó su permiso de El art. 1099 cierra la sección prohibiendo las
prácticas que “limitan la libertad de contratar del
 (69)  Cám. Nac. Com. sala C, 14/10/2014, Cita on line: consumidor, en especial, las que subordinan la
AR/JUR/53270/2014, Rev. Derecho Comercial del Con- provisión de productos o servicios a la adquisición
sumidor y de la Empresa, año V, nº 6, Dic. 2014, pág. simultánea de otros, y otras similares que persigan
89, con excelente nota crítica de PÉREZ HAZAÑA, Ale- el mismo objetivo”.
jandro, La discriminación a los consumidores extran-
jeros en un caso colectivo. Todo consumidor debería gozar de la efectiva li-
 (70) CNCIV, SALA K, 08/09/2010, elDial.com - bertad de elección mencionada en el art. 42 de la
AA6673 y en JA 2011-I-615, con nota de KAUFMAN, Gus- CN ya transcripto. Se ha sostenido con razón que
tavo, Las leyes de migraciones ante el derecho a aprender “la libre elección, basada en precios justos y va-
de los extranjeros. riedad de productos y servicios, supone un ade-
Aída Kemelmajer de Carlucci | 251

cuado funcionamiento de las reglas de libre com- de contratos conexos de manera tal que se limite
petencia y abastecimiento y, fundamentalmente, la libertad de elección del asegurado, imponer por
la eliminación de políticas económicas que ex- parte de empresas cuyo objeto social no es la ac-
cluyen a determinados sectores de la población al tividad aseguradora, la contratación de seguros
acceso al consumo” (71). sobre riesgos ajenos al contrato básico (72).

(b) Pluralidad de variantes (c) Un caso específico: los contratos o ventas


“atadas” (73)
Las maneras como el consumidor pierde o li-
mita su libertad de elección son muy variadas. Esta práctica coercitiva fue señalada como ilí-
cita hace ya mucho tiempo en las leyes que go-
Así, por ej., la directiva 2005/29 CE, distingue biernan las prácticas restrictivas de la compe-
entre prácticas engañosas y agresivas. tencia. De hecho, en la Argentina, el art. 2 inc. i) de
la ley de defensa de la competencia 25.516/1999
Las agresivas están definidas en el art. 8: “Se describe como prohibida la conducta que consiste
considerará agresiva toda práctica comercial que, en “Subordinar la venta de un bien a la adquisi-
en su contexto fáctico, teniendo en cuenta todas ción de otro o a la utilización de un servicio, o su-
sus características y circunstancias, merme o bordinar las prestación de un servicio a la utiliza-
pueda mermar de forma importante, mediante el ción de otro o a la adquisición de un bien”.
acoso, la coacción, incluido el uso de la fuerza, o la
influencia indebida, la libertad de elección o con- Por eso, la cuestión también se vincula a la te-
ducta del consumidor medio con respecto al pro- mática del abuso de posición dominante en el
ducto y, por consiguiente, le haga o pueda hacerle mercado, regulada en el art. 11 del CCyC.
tomar una decisión sobre una transacción que de
otra forma no hubiera tomado. Aunque la figura aparece en numerosas disposi-
ciones del derecho comparado (art. 17 H de la ley
El art. 9 completa el panorama con el siguiente chilena de protección de los consumidores; 56 de
texto: “Para determinar si una práctica comercial la ley peruana, 111 de Bolivia, etc.), la determina-
hace uso del acoso, la coacción, con inclusión del ción no siempre es fácil.
uso de la fuerza, o la influencia indebida se ten-
drán en cuenta: a) el momento y el lugar en que se Así, por ej., hay productos que, por nece-
produce, su naturaleza o su persistencia; b) el em- saria completividad funcional, deben comprarse
pleo de un lenguaje o un comportamiento amena- juntos: los dos guantes, las dos medias, el juego de
zador o insultante; c) la explotación por parte del sábanas, el juego de desayuno compuesto de taza
comerciante de cualquier infortunio o circuns- y plato, etc.
tancia específicos lo suficientemente graves como
para mermar la capacidad de discernimiento del En la práctica prohibida, en cambio, se trata de la
consumidor, de los que el comerciante tenga co- imposición de productos atados, que no guardan
nocimiento, para influir en la decisión del con- relación directa con la naturaleza de los productos
sumidor con respecto al producto; d) cuales- vinculantes y que, por eso, aparece como lesiva
quiera obstácu­ los no contractuales onerosos o para los derechos del consumidor desde que ge-
desproporcionados impuestos por el comerciante nera un desperdicio de recursos y una distorsión
cuando un consumidor desee ejercitar derechos en el consumo, en tanto obliga al cliente a adquirir
previstos en el contrato, incluidos el derecho de productos que no necesita.
poner fin al contrato o el de cambiar de producto
o de comerciante; e) la amenaza de ejercer cual- En el derecho norteamericano de la libre com-
quier acción que, legalmente, no pueda ejercerse”. petencia, esta modalidad se conoce con el nombre
de “tying contracts” o “full inforcing”. Se está frente
En la República Argentina, los términos amplios
de la norma también comprenden otras prácticas
 (72)  STIGLITZ, Rubén, Lealtad comercial, prácticas
vedadas en las leyes de libre competencia, como
comerciales abusivas y publicidad en el código civil y
rehusar a un consumidor la venta de un producto comercial de la Nación, en LORENZETTI, Ricardo (di-
o la prestación de un servicio, sin motivo legítimo; rector) Código civil y comercial de la Nación, Bs. As. Su-
predeterminar el nombre de aseguradoras a través plemento especial La Ley, 2014, pág. 104.
 (73)  El tema ha sido desarrollado con maestría por
JARAMILLO J., Carlos I., La compraventa en el derecho
 (71)  STIGLITZ, Gabriel y STIGLITZ, Rubén, Derechos y del consumo, Bogotá, ed. Universidad Javeriana y otros,
defensa del consumidor, Bs. As., ed. La Rocca, 1994, pág. 42. 2015, págs. 133/207, estudio al que cabe remitirse.
252 | Suplemento especial cONTRATOS

a un acuerdo o cláusula atada toda vez que el ven- producto. Ese poder es la consecuencia de la do-
dedor de un producto A (tying) condiciona o ata la minación que el vendedor posee sobre el pro-
venta al hecho de que el comprador también lleve ducto deseado; si este predominio no existiera, di-
el art. B (tied) (74). Comprende no sólo los bienes fícilmente el vendedor podría ejercer algún poder
materiales sino que puede incluir la prestación y el comprador sería libre de comprar a quien de-
de un servicio. En los primeros años de aplicación sease.
de este tipo de normas, en la jurisprudencia se vi-
sualizaron dos tendencias: la de la strict rule (pro- En definitiva, aún en el derecho de protección
hibición per se de la cláusula) y la rule of reason, de los consumidores, el hecho de que varios pro-
que exige la verificación de que, en definitiva, el ductos se vendan en forma conjunta no es sufi-
acuerdo o la maniobra resulte perjudicial (75). Hoy ciente, sin más, para que se concluya que media
estas cláusulas son juzgadas bajo la regla de la ra- una venta atada ilegal. Así, por ej., la venta de
zonabilidad (rule of reason); son válidas si existen “combos” en las casas de comidas rápidas, está
razones comerciales apropiadas; o sea, en cada permitida prácticamente en todos los países; el
caso, el tribunal debe mirar los hechos y deter- tema es que esos productos puedan ser adqui-
minar los efectos económicos —buenos y malos— ridos también por separado. Así, por ej., una casa
producidos con el contrato; en ese análisis, debe puede vender conjuntamente maquinas impre-
ir más allá del lenguaje del contrato, y tener en soras y cartuchos de tinta; zapatos y pomada para
cuenta, entre otras pautas: la fuerza relativa de las el calzado. Lo que se prohíbe es la obligada ad-
partes, el volumen proporcional del comercio en quisición de un bien como condición para la ad-
el área de mercado relevante, los efectos probables quisición de otro. Así, por ej., es válido que se
inmediatos y futuros que la captación de esa por- venda el shampoo y el acondicionador juntos,
ción del mercado pueda tener en la competencia pero no que se me obligue a comprar un acondi-
efectiva (76). Así, por ej., en el contrato de franchi- cionador que no quiero, para poder comprar el
sing es válida la cláusula que obliga a comprar los shampoo (77).
productos íntimamente unidos a la cosa vendida
(por ej., la carne de las hamburguesas) pero invá-
lida si no tiene esa vinculación (por ej., el deter- Un caso resuelto en la Argentina muestra la di-
gente para limpiar la cocina). ficultad. Ciertas cooperativas de electricidad, con
monopolio local en la prestación de ese servicio
público, exigían la incorporación de los usuarios
La prohibición implica: de ese servicio a un sistema de sepelios, cuyos
costos eran facturados conjuntamente con la elec-
— la existencia de productos diferentes. Sin em- tricidad suministrada; de esta manera, en la prác-
bargo, existen casos en que no es fácil determinar tica, se colocaba al servicio de sepelio en depen-
si hay un mismo producto o no. En el caso Time Pi- dencia respecto del de energía eléctrica. En razón
cayune se consideró que no había cláusula atada de ese efecto, se sancionó a las cooperativas por
al obligar a un avisador a publicar sus avisos en el imponer la adquisición de servicios fúnebres
diario de la mañana y en el de la tarde, puesto que sobre la base del control del mercado de la electri-
se trataba de un mismo producto (material de lec- cidad (78). En opinión de Otamendi, en cambio, en
tura, diarios), y de un mismo mercado. el caso no se trataba de cláusulas atadas, porque
el socio cooperativo no estaba obligado a con-
— un poder que el vendedor ejerce sobre el tratar el servicio de sepelio como condición de la
comprador para obligarlo a comprar un segundo venta de energía; en cambio, existía posición do-

 (74)  MANZINI, Pietro, L’esclusione della concorrenza  (77)  Ejemplos proporcionados por JARAMILLO
nel diritto antitrust comunitario, Milano, ed. Giuffrè, J., Carlos I., La compraventa en el derecho del con-
1994, pág. 48 y ss.; OTAMENDI, Jorge, Las relaciones co- sumo, Bogotá, ed. Universidad Javeriana y otros, 2015,
merciales y las restricciones a la competencia, Bs. A., A. pág. 169).
Perrot, 1978, pág. 11.  (78)  Cám. Fed. Bahía Blanca 8/3/1985, JA 1985-III-
 (75)  Para la “rule of reason” y su aplicación en el de- 509. El fallo mereció severa crítica de CRACOGNA,
recho de la competencia ver NAPOLETANO, Guido, Di- Dante, El mito del mercado y las consecuencias antiso-
ritto della concorrenza, Roma, ed. Lithos, 1996, pág. 5. ciales de su pretendida defensa en la aplicación de la
 (76) Cit. por OTAMENDI, Jorge, Las relaciones co- ley 22.262, RDCO año 16-157; del mismo autor, Ámbito
merciales y las restricciones a la competencia, Bs. As., A. de aplicación de la ley de defensa de la competencia, JA
Perrot, 1978, pág. 64. 1985-III-515.
Aída Kemelmajer de Carlucci | 253

minante, porque las cooperativas podían dar al 10. Una breve conclusión
cliente facilidades que no daban las pompas fúne-
bres; las cooperativas aprovechaban el poder que El proceso de constitucionalización del derecho
una concesión oficial les daba para competir con privado recogido en los arts. 1 y 2 del CCyC de la
quienes no poseían tal posición (79). República Argentina justifica plenamente la incor-
poración del llamado “núcleo duro” del derecho
de los consumidores, tal como se explica en los
fundamentos que acompañaron el anteproyecto.
La regulación legal de las prácticas abusivas es un
 (79)  OTAMENDI, Jorge, Criterios de la Comisión Na- ejemplo claro de cómo el legislador hoy mira en la
cional de Defensa de la competencia, LL 1982-D-561. misma dirección que la Constitución Nacional.u
Contratos celebrados fuera
de los establecimientos comerciales
y contratos a distancia
POR Rubén S. Stiglitz

SUMARIO: I. Estado anterior a la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación.—
II. El tema en el Código Civil y Comercial de la Nación.

I. Estado anterior a la entrada en vigencia del mente fundadas, conforme a los deseos y necesi-
Código Civil y Comercial de la Nación dades de cada quien (art. 3º, inc. c], Directrices de
las Naciones Unidas sobre protección del Consu-
1. Una técnica de comercialización: la venta midor).
domiciliaria
Por ello la regulación de estas técnicas de co-
Antes de ahora, hemos afirmado que la equidad mercialización, denominadas “no ortodoxas”,
en las relaciones de consumo suele quedar com- tiende a imponer una serie de recaudos rigurosos
prometida, habitualmente, en razón de las con- que condicionan la eficacia de los contratos cele-
notaciones abusivas o agresivas contra el con- brados en su consecuencia:
sumidor, de ciertos mecanismos o técnicas de
comercialización. a) Acentuación de la rigidez formal, exigiendo la
instrumentación escrita del negocio y una serie de
Se trata de prácticas mercantiles, propias de los contenidos imperativos;
sistemas de marketing, que restringen la libre es-
pontaneidad del público, presionando sobre su b) Reconocimiento del derecho del consumidor
decisión de contratar, o en la elección de la con- a revocar incausadamente su aceptación, lo que
traparte. los torna en contratos bajo condición resolutoria
ya que, en caso de devolución de la cosa se consi-
Es el caso de las ofertas efectuadas fuera de los dera que no hubo contrato (2);
locales comerciales. Su especie lo constituye el
contrato celebrado fuera del domicilio del ven- c) Imposición de un control administrativo es-
dedor. Se trata de la venta a domicilio. pecífico como, por ejemplo, el otorgado al Banco
Central sobre las operaciones de venta a crédito
En esta hipótesis, se restringe la posibilidad de (art. 36 in fine, Ley de Defensa del Consumidor,
que las elecciones de consumo, sobre bienes y ser- decreto 142.277/43 y leyes 22.315 y 22.370), o res-
vicios (1), que adopta el público, se hallen correcta-

 (1)  Unas u otras de aquellas técnicas de comerciali- presas proveedoras de tarjetas de crédito y de medicina
zación, son habituales en Argentina, y muchas veces, de prepaga; venta de bienes a domicilio o por correspon-
aplicación generalizada. Por ejemplo, las ofertas fuera dencia; ofertas con premios en el mercado de alimentos;
de los locales comerciales, de cursos privados de capa- ventas a plazos y ahorro previo en materia de automo-
citación (compu­tación, idiomas, etc.) efectuadas a do- tores, electrodomésticos, etcétera.
micilio, de viajes estudiantiles (en los establecimientos  (2)  PIZZIO, J. P., Code de la Consommation, Mont-
educacionales); ofertas por correo efectuadas por em- chrestien, Paris, 1996, pág. 145.
256 | Suplemento especial cONTRATOS

pecto de la Inspección General de Justicia para los imperativos que deben incorporarse entre las esti-
sistemas de ahorro previo. pulaciones del negocio (5).

Todo ello sin perjuicio de la integración al sis- 3. La venta fuera de los establecimientos
tema de protección jurídica del consumidor comerciales. La venta domiciliaria. Noción
(artícu­lo 3-2, ley 24.240), de los regímenes en ma-
teria de: La venta domiciliaria se halla regulada por el
artícu­lo 32 de la LDC.: “es la oferta o propuesta
a) Ahorro previo (decreto 142.277/43 y leyes de venta de un bien o prestación de servicio efec-
22.315 y 22.370); tuada al consumidor fuera del establecimiento del
proveedor. También se entenderá comprendida
b) Ofertas con premios (artícu­lo 10, ley 22.802 dentro de la venta domiciliaria o directa aquella
de Lealtad Comercial); contratación que resulte de una convocatoria del
consumidor o usuario al establecimiento del pro-
c) De aplicación, a las técnicas “no ortodoxas” veedor o a otro sitio, cuando el objetivo de dicha
de comercialización, de las normas y principios convocatoria sea total o parcialmente distinto a la
generales sobre justicia contractual del Código contratación, o se trate de un premio u obsequio...”.
Civil y Comercial de la Nación (3).
La noción anterior “...no es aplicable a la com-
2. Ofertas fuera de los establecimientos praventa de bienes perecederos recibidos por el
comerciales u oferta domiciliaria consumidor y abonados al contado”.

La norma incluye expresamente las ofertas en


La oferta fuera de los locales comerciales (a do- (a) el domicilio del consumidor; (b) en su lugar de
micilio) constituye una estrategia de comercializa- trabajo; (c) en la vía pública y (d) por medio de co-
ción, sustentada en la técnica de acecho o atisbo y rrespondencia.
en el efecto sorpresa, para lograr la representación
de aparentes ventajas al consumidor. Ello en razón También deben comprenderse por analogía,
de que se debilita su posición en el mercado al res- otras hipótesis de venta ambulante durante reu-
tringirse la facultad de reflexión del consumidor, niones, excursiones, etcétera.
impidiéndole comparar calidad y precio con otros
bienes o servicios del ramo ofrecidos por los com- Como primera medida, el artícu­lo 32 de la ley
petidores (4). 24.240, impone la instrumentación por escrito, y
la inclusión de los contenidos imperativos enun-
Para bloquear los efectos que se derivan de ciados en los artícu­los 10 y 34, salvo en los casos de
las referidas técnicas, que no son otras que esti- venta de bienes perecederos recibidos por el con-
mular una actuación precipitada del consumidor, sumidor y abonados al contado.
existen soluciones normativas por las que se
acentúa la rigidez formal del contrato, exigiendo 4. La venta fuera de los locales comerciales
una serie de (a) especificaciones informativas; (b) y la ley de defensa del consumidor
solemnidades impuestas para la instrumentación (continuación). Venta a la distancia: venta por
del contrato, bajo pena de nulidad y (c) contenidos correspondencia. Noción

Por otra parte, el artícu­lo 33 de la ley de Defensa


del Consumidor, define la venta por correspon-
dencia y otras: “Es aquella en que la propuesta se
 (3)  La aparición permanente de nuevas técnicas agre- efectúa por medio postal, telecomunicaciones,
sivas de comercialización, no reguladas por la ley 24.240 electrónico o similar y la respuesta a la misma se
(p. ej., las llamadas ventas encadenadas y piramidales, realiza por iguales medios”.
etc.), torna siempre ineludible la aplicación judicial de
aquellas cláusulas abiertas consagradas en el Código
Civil (preservación de la buena fe, del ejercicio regular  (5)  Además, las normativas extranjeras sobre la ma-
de los derechos, de la equidad, de la justicia conmutativa teria, conceden al consumidor un plazo de reflexión,
como justicia correctora, etc.). dentro del cual pueda manifestar su arrepentimiento,
 (4)  CAS, G., La Défense du Consommateur, Presses sin necesidad de expresión de causa, dejando sin efecto
Universitaires de France, Paris, 1980, pág. 29; ORIANA, el contrato sin responsabilidad alguna por el uso normal
F., “La legge francesa sulla vendita a domicilio e la pro- que se haya efectuado de los bienes durante dicho pe-
tezione del consumatore”, Rivista Trimestrale de Diritto e riodo (BAUMANN, D., Droit de la Consommation, Litec,
Procedura Civile, Giuffrè, Milano, 1975, nro. 4, pág. 1573. Paris, 1977, pág. 64; CALAIS-AULOY, J., ob. cit., pág. 193).
Rubén S. Stiglitz | 257

Como ya lo hemos sostenido, la venta a dis- formar por escrito al consumidor de esta facultad
tancia es aquella en que los medios utilizados de revocación en todo documento que, con mo-
pueden serlo sin la presencia simultánea de las tivo de la venta le sea presentado al consumidor.
partes contratantes. Tal información debe ser incluida en forma clara
y notoria” (art. 34-1-2 y 3, Ley de defensa del Con-
Se comprenden, por lo tanto, las ofertas: a) pos- sumidor).
tales; b) por teléfono y otras vías de telecomunica-
ción; c) por televisión, por radio, televisión, prensa En caso de ejercer el derecho de revocación,
u otros dispositivos electrónicos o telemáticos (6). “el consumidor debe poner la cosa a disposición
del vendedor y los gastos de devolución son por
Son características esenciales de la venta a dis- cuenta de este último” (artícu­lo 34-4).
tancia, como lo es la venta por correspondencia:
(a) en que comprador y vendedor no se hallan pre- Como anticipamos, el derecho de revocar la
sentes simultáneamente; (b) que la oferta se rea- aceptación, o facultad de arrepentimiento, es
lice por los medios enunciados en el artícu­lo 33 una solución uniforme en las legislaciones com-
de la Ley de Defensa del Consumidor; (c) que la paradas sobre ofertas fuera de los locales comer-
aceptación se emita por los mismos medios; (d) ciales. Es pieza esencial de una suerte de sistema
que con fundamento normativo, el consumidor de “reglamentación contra las tentaciones”. Desde
o usuario pueda ejercer el derecho de revocar su el punto de vista de la esencia de la figura, con-
aceptación. ceptualmente se ha graficado a la revocación de
la aceptación, o al arrepentimiento, dentro del
5. Régimen de la ley de defensa del plazo de reflexión, como que “el consentimiento
consumidor aplicable a todas las ventas es puesto en cámara lenta”, o bien, que “la acepta-
fuera de los locales comerciales. Derecho del ción es claudicante”.
consumidor a revocar la aceptación. Quid del
plazo De acuerdo al texto del artícu­lo 34, el régimen
de la revocación es el siguiente:
En relación a todas las ofertas fuera de los lo-
cales de comercio reguladas por la ley 24.240, mo- a) Ámbito de aplicación: La regulación se aplica
dificada por ley 26.361, el artícu­lo 34-1 de la Ley a todas las ofertas formuladas fuera de los locales
de Defensa del consumidor, se establece que “el comerciales.
consumidor tiene derecho a revocar la aceptación
durante el plazo de diez días corridos contados a b) Imperatividad: La facultad de revocación es
partir de la fecha en que se entregue la cosa o se irrenunciable, siendo nulo el pacto de dispensa
celebre el contrato, lo último que ocurra, sin res- que se conviniera.
ponsabilidad alguna. Esa facultad no puede ser
dispensada ni renunciada. El vendedor debe in- c) Información: El derecho a la revocación debe
constar, como contenido insoslayable, claro y no-
torio de los instrumentos del contrato que deben
 (6)  Calais-Auloy destaca la reacción del ordena- ser entregados, a efectos de ser informado el con-
miento jurídico francés contra el fenómeno de la “tele- sumidor (artícu­lo 34 L.D.C.).
compra”, ahora también en extraordinaria expansión en
Argentina. La ley francesa de 1988 reglamenta los pro- d) Plazo de reflexión: El plazo para decidir si
gramas de televisión en los que se ofrecen artícu­los o ser- se revoca la aceptación es de diez días corridos (7)
vicios que los espectadores pueden adquirir, aceptando (artícu­lo 34, L.D.C.).
la oferta por correo, teléfono u otros medios. Se fija un
máximo de noventa minutos de programas de “tele- e) Comienzo del cómpu­to: El referido plazo, se
compra” a la semana, que se deben diferenciar clara- inicia “a partir de la fecha en que se entregue el
mente de los mensajes publicitarios (con prohibición de bien o se celebre el contrato, lo último que ocurra,
mencionar la marca del artícu­lo) e informar con preci- sin responsabilidad alguna. Esta facultad no puede
sión al consumidor sobre las cualidades, precios y condi- ser dispensada ni renunciada”.
ciones de venta de los objetos ofrecidos. La ley francesa
de 1989 establece, respecto de las ofertas por teléfono o f ) Notificación al vendedor: aunque no surja de
dispositivos telemáticos, que deben ser confirmadas por la Ley de Defensa del Consumidor, el principio
escrito, y el consumidor no queda vinculado hasta que
ha firmado y devuelto la confirmación escrita (CALAIS-
AULOY, J., “La venta a domicilio y la venta por correo en  (7)  En Francia son siete días hábiles (art. L. 121-
el derecho francés”, en Estudios sobre Consumo, Tecnos, 16, Code de la Consommation) lo que deja un margen
Madrid, 1992, págs. 42 y sigs.). mayor de reflexión en favor del consumidor.
258 | Suplemento especial cONTRATOS

de buena fe impone que el ejercicio por el con- También el artícu­ lo 35 establece otra prohi-
sumidor del derecho de revocación, deba ser in- bición, respecto de prácticas habituales (10) en el
formado al vendedor sin que ello esté sometido a marco de las técnicas de oferta por correspon-
formalidad alguna. La información puede ser ex- dencia, aun cuando la norma se refiere amplia-
presa o inferida de la devolución de la cosa ya que mente a propuestas al consumidor por cualquier
esto último importa una declaración concluyente tipo de medio. Se trata del supuesto de bienes y
de voluntad (8). servicios que no son previamente requeridos por
el consumidor, y respecto de los cuales igualmente
g) Efectos del ejercicio del derecho de revoca- se efectúan envíos y débitos automáticos por la
ción: El consumidor debe únicamente poner la sola voluntad del oferente.
cosa a disposición del vendedor, que carga con los
gastos de devolución (9). Si el consumidor no lo acepta, no está obligado
a pagar el precio ni a tomar la iniciativa para res-
h) Gastos: En materia de gastos, el artícu­lo 34 in tituir el objeto: se considera que el empresario ha
fine de la Ley de defensa del consumidor establece obrado a su riesgo (11).
que “el consumidor debe poner el bien a disposi-
ción del vendedor y los gastos de devolución son 6. Contratos por sistemas informáticos
por cuenta de este último”.
Desde un punto de vista técnico, los ordena-
En materia de venta por correspondencia (y dores pueden conectarse por línea telefónica, ca-
otras), el artícu­lo 33-2 de la Ley de Defensa del bles de datos punto a punto o por una red de datos.
Consumidor, establece un recaudo adicional de Para el diálogo entre ordenadores se emplea un
protección del consumidor, que tiene como pro- software de comunicación, que consiste en un
pósito impedir que éste no pueda identificar al programa que indica a la compu­tadora cómo con-
empresario proponente: se prohíbe al oferente la vertir la información almacenada en ella, de tal
publicación del número postal como domicilio. manera que pueda ser transmitida por un modem
y, a su vez, cómo decodificar los datos recibidos de
un modem en información procesable y almace-
nable (12).

 (8)  CABALLERO LOZANO, J. M., “Una compraventa Cuando el proceso de comunicación se realiza
especial: la venta fuera de establecimiento”, R.D.P., di- a través de una línea telefónica, la compu­tadora
ciembre de 1994, pág. 1051. y el teléfono se conectan a un aparato llamado
 (9)  Parece una solución elemental, pues es dable su- modem, que se encarga de convertir las señales di-
poner que el nivel de “debilidad” que llevó al consu- gitales transmitidas por el ordenador, en señales
midor a aceptar una oferta antieconómica o inútil, sea técnicamente denominadas “analógicas”, trans-
la misma causa por la cual se resigne también a omitir misibles telefónicamente y éstas de nuevo en di-
manifestar su arrepentimiento. Jean Calais-Auloy ex- gitales para llegar, al cabo, a la compu­tadora que
plica hasta qué punto está en juego el problema de los recibe el mensaje (13).
consumidores débiles (ignorantes, vulnerables, niños,
ancianos, analfabetos, inmigrantes, etc.), en materia de
ventas a domicilio y ambulantes, que la ley francesa de
1972 incrimina como delito penal el abuso de la debi-
lidad o ignorancia del consumidor para conseguir que  (10)  Por ejemplo, en materia de seguros de vida, o re-
firme un contrato, hasta con pena de prisión de cinco vistas, ofrecidos por empresas de tarjetas de crédito, etc.,
años (CALAIS-AULOY, J., “La venta...”, cit., pág. 40).La prestaciones propuestas por empresas de medicina pre-
Corte de Apelación de Lyon, in re “Min. Publ. c/ Este- paga, etcétera.
venon et autres” del 19-IX-1990, considera culpables de  (11)  GLOUTEL, H., Le Contrat de Consommation,
ese delito penal, a los comerciantes que abusan del bajo Librairie Générale de Droit et de Jurisprudence, Paris,
nivel de instrucción y de la escasa aptitud de razona- 1974, pág. 102.
miento de sus víctimas (Recueil Dalloz-Sirey, Paris, 1991,  (12)  PRESSMAN, R. S., Software Engineering: a
Cahier 18e., págs. 250 y sigs.).El Código de Defensa del Practitioner’s Approach, Mc Graw-Hill, 1982, págs. 14 y
Consumidor de Brasil, aunque no con referencia espe- sigs.
cífica a las ofertas a domicilio, destaca genéricamente  (13)  En los hechos, el proponente que desea emitir
como prácticas comerciales abusivas, aquellas que im- una propuesta indica a su compu­tadora el número tele-
pliquen “prevalerse de la debilidad o ignorancia del con- fónico del destinatario y, por medio del modem, logra co-
sumidor, teniendo en cuenta su edad, salud, conoci- municarse con la compu­tadora de este último quien va a
mientos y condición social, para imponer sus productos recibir el mensaje (oferta) si tiene previamente cargado
o servicios” (art. 39, inc. IV). el software de comunicación.
Rubén S. Stiglitz | 259

Una vez establecida la comunicación, las partes A nuestro entender, el contrato queda perfeccio-
dialogan entre sí a través de las compu­tadoras, nado cuando el proponente pueda verificar —vía
que ejecutan automáticamente las órdenes im- decodificación— sensorialmente, que la acepta-
partidas mediante un programa previamente ción se ajusta a la oferta (14).
inserto.
8. Criterios de atribución de la declaración de
7. Contratos por sistemas informáticos voluntad. La prueba del contrato electrónico
(continuación). Atribución de la declaración
negocial. Momento del perfeccionamiento El requerimiento de la firma, por razones obvias,
debe ser sustituido por otros criterios de identifi-
La declaración de voluntad recibida será atri- cación de la autoría de la oferta y de la aceptación.
buida al sujeto que la emitió. El ordenador trans- En la actualidad se enuncian el “código o clave
mite en el momento la declaración negocial secreta”, la “huella digital”, el “procesamiento del
emitida, lo que significa que ejecuta en forma au- habla”, etcétera.
tomática las órdenes que impartió el agente por
medio de un programa insertado previamente y La “clave de acceso” o identificación (password)
que contiene instrucciones para la elaboración de es un conjunto de caracteres conocidos por el
la declaración, de manera tal que ella se formará usuario de un sistema compu­tarizado que le per-
conforme a la voluntad del declarante tal como ha mite ingresar o acceder a información específica
sido introducida en la programación. o a establecer comunicación con otro sistema o
compu­tadora (15).
El momento del perfeccionamiento del con-
trato dependerá del mecanismo de comunicación El “procesamiento del habla” es un método uti-
seleccionado por las partes y, por ende, adoptará lizado para la identificación de una persona, me-
según el caso, la modalidad de un contrato entre diante el análisis espectral de la señal del habla,
presentes o entre ausentes. con algoritmos y técnicas sofisticadas basadas en
el tratamiento de señales aleatorias y procesos
Como los ordenadores pueden dialogar entre sí estocásticos. La señal la capta un micrófono y se
en forma instantánea y conforme a una programa- convierte en pulsos digitales (por medio de un
ción previa, uno de ellos emite la oferta contenida conversor analógico/digital). Luego se la procesa
en la declaración unilateral de voluntad del pro- hasta su identificación (16).
ponente. Aceptada inmediatamente una vez reci-
bida, el contrato queda perfeccionado para pro- El “reconocimiento compu­tarizado de huellas
ducir sus efectos propios, lo que presupone un digitales”, es una técnica utilizada para la identifi-
contrato “entre presentes”. cación de un sujeto mediante el análisis compu­
tarizado de sus huellas digitales. La imagen de la
Si el destinatario de la oferta está ausente o su huella se digitaliza —es convertida en señales di-
aceptación requiere de un plazo de reflexión, la gitales—, y luego puede ser analizada para ser fi-
propuesta queda almacenada en la memoria de nalmente individualizada entre un conjunto de
su compu­tadora. En ese caso el intercambio de
declaraciones ya no es instantáneo. Cuando ulte-  (14)  El fundamento está dado en la circunstancia de
riormente se emita la aceptación, el contrato que- que, cuando el ordenador del ofertante recibe los pulsos
dará formado “entre ausentes” si la oferta se halla de aceptación, hasta tanto no lo decodifique, ignora su
vigente (artícu­los 1147 y 1151, Código Civil). contenido que, entre otras posibilidades, puede con-
tener una contrapropuesta (cfr., STIGLITZ, Rosana M.,
La declaración de voluntad mediante señales “Contratos celebrados por medio de compu­tadoras”, en
electromagnéticas (por pulsos eléctricos o regis- Contratos. Teoría General — STIGLITZ, R. S., dir.—, cit.,
tros magnéticos), queda visualizada en pantalla T. I, pág. 227).
o es reproducida en un texto impreso. Ello cons-  (15)  PERRY, T. S., “Can computer crime be stoped?”,
tituye una decodificación y reproducción en sím- IEEE Spectrum, vol. 21, nro. 5, mayo, 1984, págs. 34 y
bolos gráficos legibles de aquello registrado en sigs.; SCHULTZ, R. D. - CÁRDENAS, A. F., “An approach
forma electromagnética. and mechanism four auditable and testable advanced
transaction systems”, IEEE Trans. on Software Enginee-
La importancia de lo expuesto —recepción de ring, vol. 13, nro. 6, junio 1987, págs. 666-676.
pulsos o su decodificación—, radica en la deter-  (16)  ATAL, B. S., “Automatic recognition of speakers
minación del momento en que el contrato queda from their voices”, Proc. IEEE, vol. 64, abril 1976, págs.
perfeccionado. 460-475.
260 | Suplemento especial cONTRATOS

huellas (diccionario), identificando así al sujeto a II. El tema en el Código Civil y Comercial de
quien pertenece la huella reconocida (17). la Nación

En cuanto a la prueba del contrato, si no se exige Sobre el particular, cabe afirmar que la regula-
una forma especial para la celebración del con- ción de los contratos celebrados fuera de los esta-
trato, las partes pueden, en función del principio blecimientos mercantiles, contiene una única dis-
de libertad de formas, convenir celebrarlo por posición específica y otras disposiciones comunes
medio de ordenadores. con los contratos a distancia.

El contrato se hallará contenido en los pulsos Artícu­


lo 1104. Contratos celebrados fuera de
electromagnéticos y puede quedar almacenado los establecimientos comerciales. “Está compren-
en la memoria de la compu­tadora o en un disco o dido en la categoría de contrato celebrado fuera
cinta magnética, lo que se ha dado en denominar de los establecimientos comerciales del proveedor
“documento electrónico”, en tanto constituye la el que resulta de una oferta o propuesta sobre un
representación del acuerdo y se halla dotado de bien o servicio concluido en el domicilio o lugar
la corporalidad propia del pulso electromagné- de trabajo del consumidor, en la vía pública, o por
tico (18). El documento seguirá siendo electrónico medio de correspondencia, los que resultan de
mientras continúe en la memoria de la compu­ una convocatoria al consumidor o usuario al esta-
tadora, o magnético si está contenido en un disco blecimiento del proveedor o a otro sitio, cuando el
o cinta. objetivo de dicha convocatoria sea total o parcial-
mente distinto al de la contratación, o se trate de
Como la percepción directa del contenido del un premio u obsequio”.
documento se logrará con un dispositivo de salida
(output devices), como ser, la impresión en papel 1. Fuente. Definición
o su visualización en pantalla, el tema de la forma
a los fines probatorios abre capítulo a dos posibi- La fuente de esta disposición lo ha sido el pa-
lidades: rágrafo 312 -1- inciso 1 del Código civil alemán y
parcialmente el artícu­lo 32 de la ley 24.240 sus-
a) Si el legislador no exige una forma determi- tituido por el artícu­lo 13 de la ley 26.361. La de-
nada, el contrato podrá ser probado en su forma finición doctrinaria de la venta fuera de los esta-
electromagnética, en tanto forma convencional- blecimientos comerciales es aquélla que, con un
mente pactada; sentido amplio, afirma que consiste en “ir al en-
cuentro de la clientela para ofertarle bienes o
b) Si no es así, en la práctica el contrato podrá servicios” (20). Se trata de la técnica de venta de
ser probado mediante el escrito que emite la im- mayor antigüedad y la más expandida ya que es
presora que implica una reproducción, un so- utilizada por numerosos sectores de la economía
porte, ya que el contrato se halla contenido origi- de mercado a través, entre otros medios, de la de-
nariamente en los pulsos electromagnéticos. nominada venta “puerta a puerta”, del “home-par-
ties”, “face à face” o “ventes en reunion”. En ciertos
En ese caso nos hallaremos con un instrumento casos, la visita de un vendedor ha sido provocada
particular no firmado que representaría las volun- por el envío previo de correspondencia o por una
tades negociales. Sobre el documento electrónico comunicación telefónica, en ambos casos, (oferta
se tiene expresado que se trata de un “documento a distancia). De donde, si el diagnóstico es co-
escrito”, dado que es la “fijación sobre un soporte rrecto, la venta a distancia se inicia con una oferta
físico de un mensaje en un lenguaje destinado a a domicilio.
la comunicación y a mantenerse en el tiempo” (19).
La ventaja que ofrece al consumidor consiste
en que le evita desplazarse (21). La desventaja es la
agresividad con que se la ejerce dado que toma
 (17)  TOU, J. T. - GONZALES, R. C., Pattern Recogni- al consumidor por sorpresa en su domicilio o en
tion Principles, Addision-Wesley, Reading, Massachu- su lugar de trabajo, quien no siempre ofrece resis-
setts, 1974, págs. 5 y sigs.
 (18)  CLARIZIA, R., Informatica e Conclusione del
Contratto, Collana diretta da Guido Alpa, Giuffrè, Mi-
lano, 1985, págs. 99 y sigs.  (20)  Picod Ives-Davo Hèléne”, “Droit de la consom-
 (19)  GIANNANTONIO, E., El Valor Jurídico del Docu- mation”, Dalloz, 2010, nº 78, pág. 53
mento Electrónico, Vol. 1, Depalma, Buenos Aires, 1987,  (21)  Raymond Guy, “Droit de la consommation”,
págs. 108 y sigs. Litec, París, 2011, nº 360, pág. 183
Rubén S. Stiglitz | 261

tencia a la oferta y adquiere, sin reflexión previa, cular, es de estilo que el contrato se celebre por
objetos que no le resultan útiles. escrito en doble ejemplar. Dicho de otro modo, el
consumidor debe contar con un ejemplar del do-
Los contratos celebrados fuera del estableci- cumento contractual. De conformidad a lo dis-
miento comercial, se presumen sometidos a las puesto por el artícu­lo 1111, ineludiblemente, debe
normas de protección del Derecho del consumo, incorporarse al texto o a los textos, la facultad de
por lo que la prueba contraria incumbe al pro- retractación a que tiene derecho a ejercer el con-
veedor. sumidor.
2. Ámbito de aplicación y personas En orden al derecho de retractación es aplicable
involucradas. Contratos excluidos lo dispuesto por el artícu­lo 1110, a cuyo comen-
tario remitimos, sin perjuicio de lo cual, habrá de
Los contratos celebrados fuera del estableci- tenerse presente que el plazo otorgado al consu-
miento comercial son aquéllos concertados en el midor para desistir de la operación es de días co-
domicilio o en el lugar de trabajo del consumidor; rridos, lo que incluye los feriados y los días no la-
en ocasiones en la vía pública; usualmente por co- borables. Y si el plazo vence en día inhábil, se
rrespondencia o como premio u obsequio. Son prorroga hasta el inmediato hábil siguiente. El
todos lugares no destinados a la comercialización. cómpu­to debe iniciarse a partir de la aceptación
de la oferta oportunidad que, predominante-
Participan de la operación un “vendedor a do- mente coincide con la del pedido. Lo que signi-
micilio”, así como la persona jurídica que uti- fica que no se compu­ta el día de la celebración del
liza sus servicios. En este último caso, es respon- contrato. El plazo no podrá prorrogarse por la sola
sable de las infracciones que cometa el vendedor, solicitud del consumidor, pero podrá convenír-
aunque se trate de representante independiente. selo. El proveedor no se halla obligado a realizar la
En cuanto al “cliente/consumidor a domicilio”, entrega antes del vencimiento del plazo acordado.
en principio se trata de una persona física que si La retractación no puede ser confundida con un
contrata lo hace por necesidad. Ello no impide período de prueba ya que cuenta con un plazo de
una venta a domicilio a una persona jurídica. reflexión que lo habilita para leer el instrumento
Cualquiera sea el caso, contratan por necesidad del contrato y con tiempo suficiente como para re-
de consumo. En ambos casos, la protección de- querir consejo antes de tomar la decisión de re-
berá alcanzar a quien contrate fuera del ámbito de tractarse. De donde, la retractación participa de
su actividad profesional /habitual. Ello debe ser la naturaleza jurídica de una declaración de vo-
entendido en el sentido que se hallan excluidos luntad unilateral e incausada, de orden público
de la protección, los contratos que tienen relación e irrenunciable y su efecto es el aniquilamiento
directa con las actividades ejercidas dentro del del contrato lo que, en los hechos, significa que el
marco de la actividad profesional del adquirente. mismo no se ha celebrado (23).
También los contratos celebrados a distancia, es-
4. Contratos celebrados a distancia.
pecialmente los realizados a través de medios
Definición legal
electrónicos (22).
Artícu­lo 1105. Contratos celebrados a distancia.
En cuanto al objeto del contrato celebrado fuera “Contratos celebrados a distancia son aquéllos con-
de los establecimientos comerciales, la disposi- cluidos entre un proveedor y un consumidor con el
ción alude, genéricamente, a bien o servicio, lo uso exclusivo de medios de comunicación a dis-
que comprende muebles e inmuebles, a crédito o tancia, entendiéndose por tales los que pueden ser
al contado y los mencionados en el artícu­lo 1 de la utilizados sin la presencia física simultánea de las
ley 24.240 sustituido por la ley 26.361, o sea, “ad- partes contratantes. En especial, se consideran los
quisición de derechos en tiempos compartidos, medios postales, electrónicos, telecomunicaciones,
clubes de campo, cementerios privados y figuras así como servicios de radio, televisión o prensa”.
afines”.
1. Fuente
3. Forma y facultad de retractación
La fuente de este artícu­lo lo ha sido el parágrafo
Si bien es cierto que el texto del Código civil y 312b del Código civil de Alemania.
comercial de la Nación nada dice sobre el parti-

 (22)  Acedo Penco Ángel, “Derecho de consumo”,  (23)  Picod Ives-Davo Hèléne, ob. cit., nº 86, págs.
Dikynson, Madrid, 2012, pág. 154. 57/61
262 | Suplemento especial cONTRATOS

Argentina no ha previsto orgánicamente la venta Otra diferencia consiste en la intensidad del


a distancia en la Ley de Defensa del Consumidor uso del período de reflexión también aplicable a
24.240. Sólo contiene dos disposiciones. Una, re- los contratos celebrados fuera del establecimiento
ferida a la venta por correspondencia y otra, por comercial o del contrato a distancia. En efecto, en
la que se establece que “es aquella en que la pro- los primeros, el consumidor probablemente con-
puesta se efectúa por medio postal, telecomuni- trate sin reflexionar mayormente su decisión, ello
caciones, electrónico o similar y la respuesta a la sin perjuicio de su derecho a retractación. Pero la
misma se realiza por iguales medios. No se permi- práctica indica que permanece con su “impresión
tirá la publicación del número postal como domi- inicial”. En cambio en los contratos celebrados a
cilio” (artícu­lo 33). Otra, referida a la revocación distancia, dispone del plazo de reflexión que im-
de la aceptación sobre cuyo contenido nos referi- perativamente le atribuye el artícu­lo 1110, CCCN y
remos al comentar el artícu­lo 1110 (artícu­lo 34, ley cuyo propósito no es sólo el de examinar con sufi-
24.240 modificada por ley 26. 361). ciente tiempo si la decisión es acertada o no sino,
además, verificar ya recibido el bien o prestado el
2. Noción y caracteres servicio, si el mismo se corresponde con sus ex-
pectativas. Lo expresado presupone que el refe-
De la definición del Código civil y comercial de rido plazo de reflexión, en ocasiones, habrá de ser
la Nación, cabe señalar que el elemento esencial utilizado, también, a los fines de revocar la acep-
de los contratos celebrados a distancia lo consti- tación por falta de correspondencia en torno a las
tuye el mensaje transmitido a distancia como me- características del bien o del servicio contratado.
canismo de oferta de productos o servicios di-
rigidos a potenciales consumidores o usuarios 4. Técnicas o modos de contratación a distancia
futuros e indeterminados (24).
Genéricamente, podemos afirmar que las téc-
La oferta al consumidor se concreta mediante nicas de comunicación a distancia se definen
una técnica de comunicación a distancia. La dis- como todo medio que habilite la celebración del
posición menciona especialmente los medios contrato entre un consumidor y un proveedor,
postales, electrónicos, telecomunicaciones, así sin la presencia física simultánea de ninguno de
como servicios de radio, televisión o prensa. Todo ellos. O dicho de otro modo, sin la presencia fí-
ellos, presuponen la inexistencia de la presencia sica del vendedor. La utilización de una técnica
física simultánea de las partes contratantes, lo que de comunicación a distancia es lo que sustituye la
significa que no se ven ya que el consumidor em- presencia física de las partes. La enunciación que
plea cualquier medio de comunicación a distancia sigue es meramente indicativa.
para iniciar las tratativas. La oferta requiere de una
aceptación expresa pues es desestimable la acep- (a) El correo es un modo idóneo para la celebra-
tación tácita (25). ción de contratos a distancia. En este caso, el im-
preso consistente en un catálogo, en una circular o
3. Diferencias con los contratos celebrados fuera en un anuncio por la prensa escrita, constituye el
de los establecimientos comerciales soporte de la oferta. El impreso puede serlo con o
sin destinatario.
Lo expresado constituye una de las diferencias
entre los contratos celebrados fuera de los esta- (b) La contratación telefónica constituye un
blecimientos comerciales y los contratos a dis- medio de gran difusión, especialmente utilizado
tancia ya que, en los primeros el proveedor por sí por empresas de telefonía móvil y bancaria, en
o a través de un agente o representante toma con- este último caso predominantemente en la oferta
tacto personal con el consumidor. Y en esa ocasión de préstamos y de tarjetas de crédito. El teléfono
suministra la oferta. En cambio, en los contratos puede serlo con intervención humana o sin ella A
a distancia, como quedó expresado, el mensaje esta categoría pertenecen las ofertas por prensa,
es transmitido a distancia como mecanismo de televisión, radio y a través de mecanismos infor-
oferta de productos o servicios dirigidos. máticos.

5. El deber de información

El tema está resuelto en el artícu­lo 4 de la ley


 (24)  Lasarte Álvarez Carlos, “Manual sobre protección 24.240 sustituido por la ley 26.361 de Defensa del
de consumidores y usuarios”, Dykinson, Madrid, 2010, Consumidor en tanto establece que “el proveedor
pág. 209. está obligado a suministrar al consumidor en
 (25)  Acedo Penco Ángel, ob. cit., pág. 151. forma cierta, clara y detallada todo lo relacionado
Rubén S. Stiglitz | 263

con las características esenciales de los bienes y actúe profesional u ocasionalmente o una em-
servicios que provee, y las condiciones de su co- presa productora de bienes o prestadora de ser-
mercialización. La información debe ser siempre vicios, pública o privada...” (artícu­lo 1093). De lo
gratuita para el consumidor y proporcionada con hasta aquí expresado, lo esencial que habrá de re-
claridad necesaria que permita su comprensión”. tenerse es el propósito final que anima al consu-
Se trata de una disposición genérica pues la obli- midor: la contratación a distancia sobre bienes o
gación se inicia con la etapa de tratativas o sea con servicios, actuando con un propósito ajeno a su
la información previa a la celebración del contrato actividad profesional (habitual.) A su vez, el profe-
a distancia, la que deberá ser veraz y suficiente. sional es aquel que actúa en el ámbito de su com-
petencia profesional (comerciante, industrial, ar-
En un intento de sistematizar el contenido de tesanal o profesional).
la información, afirmamos que en la oferta reali-
zada por el proveedor, éste deberá identificarse, Particularmente, cabe señalar que la actuación
especificar las características esenciales o espe- de ambos sujetos se traduce en la celebración de
ciales del bien o del servicio, el precio, separado un contrato cuyo objeto lo sean bienes o servicios
de él, el costo del transporte, forma de pago, mo- que han sido ofertados (ofrecidos) en el ámbito de
dalidades que adoptará la entrega, el plazo de vi- un sistema de ventas de bienes o servicios a dis-
gencia de la oferta, duración del contrato (26), si tancia organizado por el proveedor quien para
procede, cuando se trate de contratos de duración dicho contrato utiliza exclusivamente una o más
y de ejecución permanente, la facultad de revocar, técnicas de comunicación a distancia hasta la con-
así como y especialmente, para los contratos ce- clusión del contrato (27).
lebrados por medios electrónicos, la informa-
ción debe contener los necesario para utilizar co- 7. Ámbito objetivo. Íter formativo: oferta y
rrectamente el medio elegido, para comprender aceptación
los riesgos derivados de su empleo, y para tener
absolutamente claro quién asume esos riesgos El ámbito objetivo, o sea la materia de que trata
(artícu­lo 1107, CCCN). el contrato al que estamos haciendo referencia, es
el celebrado entre el proveedor y el consumidor
6. Ámbito subjetivo de aplicación en el ámbito de un sistema de ventas o de pres-
tación de servicios a distancia organizado por el
Conforme la noción de consumidor que surge proveedor que, para dicha categoría de contratos,
del artícu­lo 1092 del Código civil y comercial de utiliza técnicas o mecanismos de comunicación a
la Nación, los contratos a distancias se aplican distancia hasta la conclusión del contrato.
al consumidor, y al proveedor, entendiéndose
por consumidor “a la persona humana o jurídica Es el proveedor quien, predominantemente,
que adquiere o utiliza, en forma gratuita u one- emite una oferta a distancia, mientras que el con-
rosa, bienes o servicios como destinatario final, sumidor es quien debe, o no, aceptarla a través del
en beneficio propio o de su grupo familiar o so- mismo u otro mecanismo siempre que lo sea a dis-
cial. Queda equiparado al consumidor quien, sin tancia, lo que presupone que el contrato se celebra
ser parte de una relación de consumo como con- sin la presencia física simultánea de las partes.
secuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza
bienes o servicios, en forma gratuita u onerosa, El artícu­lo 33 de la Ley de Defensa del Consu-
como destinatario final, en beneficio propio o de midor alude a la aceptación. Lo hace con el rótulo
su grupo familiar o social”. de “respuesta”, lo que denota un error de técnica
legislativa. En efecto, luego de enunciar —indicati-
La adquisición o uso final del bien o del ser- vamente— las técnicas de la oferta a distancia, es-
vicio, suprime de la definición de consumidor a tablece “que la respuesta a la misma se realiza por
quien actúa dentro de su ámbito profesional o sea iguales medios”. Los efectos derivados de la falta
a quien prosigue el ciclo económico de la cosa o de aceptación se hallan regulados en el artícu­lo
del bien. 979 del Código civil y comercial de la Nación: “...
El silencio importa aceptación sólo cuando existe
Y la definición de proveedor es aquella que lo el deber de expedirse, el que puede resultar de la
identifica como “una persona física o jurídica que

 (27)  Hemos tomado como punto de referencia la Di-


 (26)  Para el Proyecto de Código civil y comercial de la rectiva 7/97 del 20 de mayo de 1997, relativa a la protec-
Nación, se trata de un elemento esencial en los contratos ción de los consumidores en materia de contratos a dis-
de duración (artícu­lo 1011). tancia, vigente en la actualidad la Unión Europea.
264 | Suplemento especial cONTRATOS

voluntad de las partes, de los usos o de las prác- En el caso que la oferta se haya hecho llegar a
ticas que las partes hayan establecido entre ellas, través de catálogos, valdrá como tal en la medida
o de una relación entre el silencio actual y las de- que aquélla sea suficiente. Y será suficiente si con-
claraciones precedentes”. En los contratos a dis- tiene “las precisiones necesarias para establecer
tancia no existe “deber de expedirse” por lo que el los efectos que debe producir de ser aceptada”
silencio del consumidor es jurídicamente irrele- (artícu­lo 972, CCCN). Lo expuesto significa que la
vante, salvo que las partes hayan acordado lo con- aceptación valdrá como tal en la medida que im-
trario. En consecuencia, la aceptación requiere ser porte “plena conformidad con la oferta” (artícu­lo
expresa. 978, CCCN).

8. Formación del contrato. La oferta (cont.) En cuanto al silencio habrá de estarse a lo dis-
puesto por el artícu­lo 979 del CCCN, de modo que
Como en todos los contratos, la conclusión de importa aceptación sólo cuando existe el deber
los contratos celebrados a distancia requiere de de expedirse, el que puede resultar de la voluntad
una oferta y de una aceptación (artícu­lo 971 del de las partes, de los usos o de las prácticas que las
Proyecto). La oferta se traduce, en ocasiones, en partes hayan establecido entre ellas, o de una re-
el envío de un catálogo, de prospectos o de cual- lación entre el silencio actual y las declaraciones
quier método de promoción de ventas. El catá- precedentes.
logo constituye un soporte publicitario e incluyen
indicaciones que, a veces, inducen a error. De allí Si se trata de una oferta realizada entre pre-
que la contratación a distancia se halle sometida sentes o la formulada por un medio de comunica-
a los deberes de información que surge de la pre- ción instantáneo (teléfono o Internet), sin fijación
visión contenida en el artícu­lo 1100 del Código, lo de plazo, para que el contrato quede perfeccio-
que también presupone el sometimiento al prin- nado sólo puede ser aceptada inmediatamente
cipio de buena fe (artícu­lo 961). Si bien es cierto (artícu­lo 974-2, CCCN), aunque no se haya in-
que las técnicas de marketing empleadas en la co- gresado en etapa funcional, pues si el medio em-
mercialización a distancia son las mismas que en pleado es el teléfono, queda impedida la entrega
otros procedimientos de venta, vale señalar que de la cosa y el precio, lo que significa que la ejecu-
las técnicas de búsqueda de clientes se localizan ción queda diferida a la oportunidad acordada por
muy especialmente en las operaciones de venta a las partes. No es el caso de un mecanismo electró-
distancia. Existe una técnica denominada de pa- nico como es Internet que posibilita el pago inme-
trocinio o padrinazgo, consistente en incitar a los diato con tarjeta de crédito por lo que sólo queda
clientes a hacer conocer a otros lo que han com- diferida en el tiempo la entrega de la cosa.
prado en cuyo caso, si logran que adquieran, los
primeros reciben un regalo. Lo que significa que Cuando la oferta se hace a una persona que no
la obtención del regalo se halla subordinada a la está presente, sin fijación de plazo para la acepta-
compra por parte de un nuevo cliente (28). Hasta ción, el proponente queda obligado hasta el mo-
hace años, la venta por correspondencia ha sido la mento en que puede razonablemente esperarse la
única técnica utilizada. Hoy se han diversificado y recepción de la respuesta, expedida por los medios
son utilizados todos los medios de comunicación usuales de comunicación (artícu­lo 974-3, CCCN).
modernos, entre otras, el marketing telefónico y el
comercio electrónico.
Existe un supuesto, bastante común, en que
9. Aceptación de la oferta. El silencio la aceptación se halla subordinada a un examen
previo. Es el caso cuando en las negociaciones por
Como en todos los contratos, el concluido a dis- correspondencia se propone un bien mueble, pre-
tancia requiere la aceptación del destinatario de la dominantemente un libro/s. Como se advierte, se
oferta. Claro que habrá de estarse a las precisiones trata de una oferta de venta bajo condición sus-
que contenga el catálogo en el sentido si son sufi- pensiva ya que el objeto enviado se halla some-
cientes como para constituir una oferta. La acep- tido durante un plazo al examen del destinatario
tación puede adoptar la forma escrita en cuyo caso quien, si no le satisface, deberá reexpedirlo.
debe incorporarse la firma del consumidor.
10. Contratos excluidos

No constituyen contratos a distancia los cele-


brados mediante distribuidores automáticos o
 (28)  Raymond Guy, “Droit de la consommation”, locales comerciales automatizados, ni las ventas
Litec, París, 2011, nº 309, pág. 165. realizadas en subastas.
Rubén S. Stiglitz | 265

En los dos primeros, la razón no se halla en la cir- al consumidor artícu­los o mercancías no pedidos
cunstancia que las partes no se encuentran física y por él al comerciante cuando dichos suministros
simultáneamente una frente a la otra, como acon- incluyan una petición de pago. En caso de que así
tece en todos los contratos a distancia. En efecto, se haga, y sin perjuicio de la infracción que ello
en los locales automatizados, el consumidor actúa suponga, el receptor de tales artícu­los no estará
de conformidad con las instrucciones que le son obligado a su devolución, ni podrá reclamársele
dadas por el proveedor e inmediatamente el bien el precio”. Un ejemplo distinto al expresado es el
o la prestación le son suministrados al primero. Lo de las muestras comerciales pero única y exclusi-
expresado, los excluye como contratos celebrados vamente cuando tengan carácter gratuito. Como
a distancia. Esta situación, parece ser la misma efecto de lo aquí expresado, el texto establece que
que en la contratación telefónica cuando la acep- “...cuando el envío “incluya una petición de pago”,
tación es dada en forma inmediata y, por lo tanto, el destinatario no está obligado a pagar ni a reex-
se la considera un contrato entre presentes (29) y no pedir. Es decir, tiene derecho a hacer suya la mer-
concluido a distancia. cancía, sin cargo alguno”. Lo propio acontece en
Francia donde se sanciona esta práctica de venta
11. Incumplimiento del proveedor sin requerimiento previo. Se trata de una infrac-
ción que consiste (a) en el envío de un objeto no
El incumplimiento del proveedor, entre otras ra- solicitado por el destinatario, lo que presupone
zones, puede hallarse motivado en que, al tiempo que no habría infracción cuando el envío se halla
de ejecución, el bien o el servicio no se halle dis- precedido de una carta del destinatario solici-
ponible, en cuyo caso deberá informarse al consu- tando el examen del objeto; o (b) el envío por el
midor quien, salvo que se haya pactado un plazo proveedor de una correspondencia acompañando
para el reintegro, tiene derecho, de inmediato, a el objeto y dando a entender al consumidor que
recuperar las sumas que haya abonado. Otro mo- puede elegir entre reintegrarlo o pagar el precio.
tivo en que podría fundarse el incumplimiento es
que el bien o el servicio suministrado carezca de
13. Ejecución del contrato
las características esenciales a las que se hacía re-
ferencia en la oferta y que motivó la aceptación Si bien el pago puede efectuarse al tiempo en
de la misma. Todo ello, sin perjuicio que el con- que se requiere el envío del bien, existe el riesgo
sumidor acepte un bien o servicio de caracterís- que el proveedor no ejecute o no pueda ejecutar
ticas similares en punto a función, calidad y precio ulteriormente su obligación principal consistente
equivalente. En ese caso, el consumidor podrá en el envío del bien o el suministro del servicio.
ejercer nuevamente su derecho de retratación
como si se tratara del bien o del servicio inicial-
mente requerido. El pago del precio puede ser efectuado contra
reembolso del bien o del servicio requerido. En
12. Una práctica abusiva: el envío no solicitado ese caso, el contrato deberá ser analizado como
una venta la condición suspensiva de recepción
Constituye una práctica abusiva consistente en del bien o del servicio. La transferencia de la pro-
la remisión por el proveedor al consumidor, sin piedad del bien vendido acontece al tiempo en
que éste lo haya solicitado previamente y por el que el mismo es recibido por el consumidor.
que se le indica que, indistintamente, puede pagar
el precio o devolver el bien. En caso de defecto de la ejecución del contrato
por el proveedor con motivo de la indisponibilidad
La gravedad de esta práctica resulta de la cir- del bien o del servicio encomendado, el consu-
cunstancia que el proveedor aprovecha la falta midor debe ser informado de la indisponibilidad
de disposición, la falta de tiempo o la dejadez del y reembolsar, el pago que ya se hubiera realizado.
consumidor para reintegrar el bien, con la previ-
sible consecuencia que termina percibiendo el 14. Utilización de medios electrónicos
precio.
Fuente. Forma. Momento y lugar de cumpli-
Existe un antecedente en el Derecho Compa- miento.
rado. Nos referimos a la Ley de Ordenación del
Comercio Minorista de España (Ley 7/1996) por En la actualidad, cabe afirmar la expansión del
el que se establece que “queda prohibido enviar uso de medios electrónicos útiles para la comer-
cialización. El Código civil y comercial de la Na-
ción se refiere a ellos, específicamente con rela-
 (29)  Raymond Guy, ob. cit., nº 302, pág. 162. ción al medio probatorio:
266 | Suplemento especial cONTRATOS

Artícu­lo 1106. Utilización de medios electró- En orden a la denominación, creemos que la


nicos. “Siempre que en este Código o en leyes es- más precisa es la de “contratos celebrados me-
peciales se exija que el contrato conste por es- diante uso de instrumentos informáticos”.
crito, este requisito se debe entender satisfecho si
el contrato con el consumidor o usuario contiene 17. El comercio electrónico. Definición
un soporte electrónico u otra tecnología similar”.
El comercio electrónico constituye un meca-
La fuente del presente artícu­lo lo es el artícu­lo nismo específico de los contratos concluidos a dis-
1268 inciso 5 de la “Propuesta para la moderniza- tancia. También Francia lo ha regulado a partir de
ción del derecho de obligaciones y contratos” para la ley nº 2004-575 por el que se define al comercio
España, del año 2010. electrónico como “la actividad económica por la
cual una persona propone o asegura a distancia
La forma escrita es exigida a los fines proba­ y por visión electrónica el suministro de bienes y
torios. servicios”. Lo expresado presupone que también,
por esta vía, se suministra información en línea
Si la parte que realizó la oferta se halla en un que incluye comunicaciones comerciales.
lugar distante del que formuló la aceptación, se
entiende que hay consentimiento desde que el Se halla constituido por un intercambio de
proveedor conoce la aceptación o desde que, ha- datos por medios electrónicos relacionados con la
biéndosela remitido el aceptante, el proveedor actividad comercial habitual del proveedor, como
no pueda ignorarla sin infringir el principio de ser compraventa de bienes o prestación de servi-
buena fe. cios lo que incluye las tratativas (negociaciones)
precontractuales y la prosecución de las mismas
Se considera lugar de cumplimiento aquél en el lo que incluye la celebración del contrato y el pago
que el consumidor recibió o debió recibir la pres- electrónico.
tación. Ese lugar fija la jurisdicción aplicable a los
conflictos derivados del contrato (artícu­lo 1109, El tema ha sido especialmente considerado
CCCN). en los países que integran la Unión Europea,
muy especialmente a través de Directivas como
15. Información sobre los medios electrónicos la 2000/31 de la CE del Parlamento Europeo. Es-
paña hizo la transposición a su derecho nacional a
El Código Civil y Comercial de la Nación, ha re- través de la ley 34/2002 sobre ·”Comercio electró-
gulado la hipótesis en que las partes se valen de nico”, bajo la denominación de “servicios de la so-
técnicas de comunicación electrónica para la ce- ciedad de la información” que atrapa en su regu-
lebración de contratos de consumo a distancia, a lación no sólo la contratación de bienes y servicios
través de la siguiente disposición: por vía electrónica sino, además, el suministro de
información vía Internet (30).
Artícu­lo 1107. Información sobre los medios
electrónicos. “Si las partes se valen de técnicas de 18. El comercio electrónico en el Código Civil y
comunicación electrónica o similares para la cele- Comercial de la Nación. Fuente
bración de un contrato de consumo a distancia, el
proveedor debe informar al consumidor, además El Código civil y comercial de la Nación hace
del contenido mínimo del contrato y la facultad referencia a la utilización de esta técnica, a su vi-
de revocar, todos los datos necesarios para uti- gencia, a su subsistencia condicional y al mo-
lizar correctamente el medio elegido, para com- mento de la aceptación a través de la siguiente dis-
prender los riesgos derivados de su empleo, y posición:
para tener absolutamente claro quién asume esos
riesgos”. Artícu­lo 1108. Ofertas por medios electrónicos.
“Las ofertas de contratación por medios electró-
16. Fuente y denominación nicos o similares deben tener vigencia durante el
período que fije el oferente o, en su defecto, du-
España ha regulado exhaustivamente el conte- rante todo el tiempo que permanezcan accesibles
nido de la misma y la ha enunciado en el decreto- al destinatario. El oferente debe confirmar por vía
ley 1/2007 (“Texto refundido de la ley de defensa
de los consumidores y usuarios”) y donde se men-  (30)  Riefa Christine, “Contratos electrónicos con con-
ciona el (a) costo de la utilización de la técnica de sumidores: recientes problemas legales”, en “La protec-
comunicación a distancia, (b) las características ción jurídica de los consumidores como motor de desa-
esenciales del bien o servicio; (c) los gastos. rrollo económico”, Civitas, Madrid, 2011, pág. 323 y ss.
Rubén S. Stiglitz | 267

electrónica y sin demora la llegada de la acepta- vía electrónica. Los medios técnicos, ya quedó ex-
ción”. presado, son los ordenadores quienes pueden dia-
logar entre sí en forma instantánea y conforme a
La fuente del presente artícu­lo, lo es el artícu­lo una programación previa. De este modo, uno de
1268 incisos 2 y 3 de la “Propuesta para la moder- ellos emite la oferta contenida en la declaración
nización del derecho de las obligaciones y con- unilateral de voluntad del proponente. Si la misma
tratos” para España, del año 2010. es aceptada inmediatamente una vez recibida, el
contrato queda perfeccionado para producir sus
En este país, existe una restricción fundada en efectos propios, lo que presupone un contrato
la Directiva 2000/31 C.E. referida a la información “entre presentes”.
procedente de otros países, cuando exista daño
o peligro grave contra ciertos valores fundamen- Si el destinatario de la oferta está ausente o su
tales como el orden público, la salud pública o la aceptación requiere de un plazo de reflexión, la
protección de los menores. Pero la regulación se propuesta queda almacenada en la memoria de su
halla contenida, como ya lo hemos expresado, en compu­tadora. En ese caso el intercambio de de-
la ley 34/2002 donde a los fines de proteger los in- claraciones ya no es instantáneo. Cuando ulterior-
tereses de los destinatarios de la información, se mente se emita la aceptación, el contrato quedará
impone a los prestadores de servicios la obligación formado “entre ausentes”.
de facilitar el acceso a sus datos de identificación a
cuantos visiten su sitio de Internet. La declaración de voluntad mediante señales
electromagnéticas (por pulsos eléctricos o regis-
En ese caso, se destaca la obligación del pro- tros magnéticos), queda visualizada en pantalla
veedor de informar sobre los precios que apliquen o es reproducida en un texto impreso. Ello cons-
a sus servicios y la de permitir el acceso a las con- tituye una decodificación y reproducción en sím-
diciones generales a que se someta, e imprimir las bolos gráficos legibles de aquello registrado en
mismas. forma electromagnética.
19. La contratación con consumidores La importancia de lo expuesto —recepción de
pulsos o su decodificación—, radica en la deter-
Cuando la contratación se efectúe con consumi- minación del momento en que el contrato queda
dores, el proveedor deberá, además, auxiliarles en perfeccionado.
el proceso de contratación, indicándoles los pasos
que han de dar y ayudarles a corregir los errores A nuestro entender, el contrato queda perfeccio-
incurridos en la introducción de datos y confirmar nado cuando el proponente pueda verificar —vía
la aceptación realizada una vez recibida. Es lo que decodificación— sensorialmente, que la acepta-
establece la disposición que anotamos: “...todos ción se ajusta a la oferta.
los datos necesarios para utilizar correctamente el
medio elegido, para comprender los riesgos deri- 21. Lugar de cumplimiento. Jurisdicción
vados de su empleo, y para tener absolutamente aplicable. Cláusula de prórroga de jurisdicción
claro quién asume esos riesgos”.
Todos estos temas han sido regulados por el Có-
Obviamente, estamos haciendo referencia a la digo civil y comercial de la Nación del siguiente
obligación de información que el proveedor debe modo:
suministrar al cliente/consumidor: debe identifi-
carse, consignar su dirección postal y electrónica, Artícu­lo 1109. Lugar de cumplimiento. “En los
sus números de teléfono, todo lo cual le permitirá contratos celebrados fuera de los establecimientos
al consumidor “entrar en contacto”. Es de estilo in- comerciales, a distancia, y con utilización de me-
cluir la inscripción en el Registro Público de Co- dios electrónicos o similares, se considera lugar de
mercio y poner a disposición de quien lo requiera, cumplimiento aquél en el que el consumidor re-
las condiciones contractuales de una manera que cibió o debió recibir la prestación. Ese lugar fija la
permita su lectura y análisis. jurisdicción aplicable a los conflictos derivados
del contrato. La cláusula de prórroga de jurisdic-
20. Formación del contrato ción se tiene por no escrita”.

Como en la totalidad de los contratos, se perfec- La importancia en la determinación del “lugar


ciona por el encuentro coincidente de la oferta y de cumplimiento” reside, en los hechos, en que
la aceptación. La oferta debe contener las distintas ese lugar “fija la jurisdicción aplicable”. Y el lugar
etapas útiles a los fines de concluir el contrato por de cumplimiento lo fija el Código en aquél en el
268 | Suplemento especial cONTRATOS

cual el consumidor recibió o debió recibir la pres- recho las cláusulas que impongan al consumidor
tación. Predominantemente, el consumidor re- una penalización por el ejercicio de su derecho de
cibe el bien o el servicio en su domicilio particular desistimiento o la renuncia al mismo”.
o en el lugar de trabajo.
Otra fuente análoga se halla constituida por lo
Si el proveedor, incluyó en el/los documento dispuesto por el artícu­lo L. 121-25, “Code de la
contractual una cláusula de prórroga de jurisdic- consommation”, de Francia.
ción, por anticipado, se la declara abusiva y, por
tanto, se la tiene por no escrita. 24. Fundamento y ejercicio del derecho de
revocación
22. Revocación del contrato. Plazo. Derecho
irrenunciable Sobre el ejercicio del derecho de revocación nos
remitimos a lo ya expuesto supra en II, parágrafo
Todos los temas relativos a la revocación del 3. Sin perjuicio de lo cual, añadimos lo siguiente:
contrato, han sido materia de regulación en el Có-
digo civil y comercial de la Nación, empezando por El ejercicio por el consumidor de su derecho
el reconocimiento del derecho, de su carácter irre- de retractación importa la extinción de pleno de-
nunciable, de su ejercicio, del plazo, del cómpu­to y recho del contrato de crédito destinado a asegurar
del efecto de las cláusulas que aludan a la imposi- el financiamiento. No debe ser fundada. Basta con
bilidad del ejercicio del derecho. Y lo hace así: un simple desistimiento sin necesidad de justificar
las razones de su decisión. Como ya quedó expre-
Artícu­lo 1110. Revocación. “En los contratos sado antes de ahora, el consumidor que ejerce el
celebrados fuera de los establecimientos comer- derecho de retractación debe reintegrar el bien in-
ciales y a distancia, el consumidor tiene el derecho mediatamente y en buen estado.
irrenunciable de revocar la aceptación dentro de
los diez días compu­tados a partir de la celebra- El derecho de revocación no debe ser confun-
ción del contrato. Si la aceptación es posterior a dido con el arrepentimiento. En efecto, el contrato
la entrega del bien, el plazo debe comenzar a co- a distancia se concluye bajo la denominación de
rrer desde que esta última se produce. Si el plazo “bon de commande”, o sea con orden de pedido y
vence en día inhábil, se prorroga hasta el primer si el comprador acepta el bien, la operación se re-
día hábil siguiente. Las cláusulas, pactos o cual- trotrae al día de la conclusión del contrato. Y por
quier modalidad aceptada por el consumidor du- el contrario, el adquirente que no acepta el bien,
rante este período que tengan por resultado la im- hace que la venta jamás se haya concluido. Lo ex-
posibilidad de ejercer el derecho de revocación se presado significa que toda venta a distancia de-
tienen por no escritos”. viene una venta bajo condición de examen previo.
23. Fuente y consideraciones previas El plazo de reflexión de diez días al que alude la
disposición puede ser prolongado si existe confor-
La fuente de la presente disposición se halla en midad de partes, pero no puede ser limitado en el
el artícu­lo 159 incisos 1 y 5 del “Código Europeo de tiempo aunque medie acuerdo ya que se trata de
Contratos” (Grupo Pavía/Gandolfi), cuando hace un plazo irrenunciable establecido por una dispo-
referencia al derecho que le asiste “al consumidor sición indisponible.
insatisfecho o que ha cambiado de idea” y, parcial-
mente en el artícu­lo 34 de la ley 24.240 modificado El inconveniente que pone de manifiesto la con-
por la ley 26.361. tratación a distancia es la imposibilidad real del
consumidor de observar el bien, de contrastarlo,
Por nuestra parte, señalamos que la insatisfac- de verificar sus características, antes de la celebra-
ción o el cambio de idea se hallan implícitas en la ción del contrato. Ello fundamenta el derecho de
decisión del consumidor, por lo que consideramos revocación que se le concede.
que éste no se halla obligado a fundar su decisión.
De allí que se le denomine “retractación incau- Este derecho de retractación, de carácter discre-
sada” o “discrecional”. cional, debe ser ejercido sólo por el consumidor,
contrariamente a lo que acontece con el pro-
En aquél proyecto, se declara la nulidad de todo veedor quien no podría invocar tal derecho para
pacto contrario a la facultad de desistir como lo desvincularse de sus obligaciones. Debe ser ejer-
constituye la renuncia (artícu­lo 159 inciso 5). En cido en el plazo previsto en el artícu­lo 1112. La ex-
España, el decreto-ley 1/2007 en su artícu­lo 101 in- cepción a este principio está dada por la circuns-
ciso 2, se establece que “serán nulas de pleno de- tancia que el proveedor haya omitido informar
Rubén S. Stiglitz | 269

debidamente al consumidor su derecho a revocar 27. Contenido de la disposición


(artícu­lo 1111).
Debemos reconocer la riqueza de la disposi-
Puede acontecer que el bien objeto del con- ción proyectada, aunque en una apretada síntesis
trato haya llegado a poder del consumidor antes podamos afirmar que: (a) la información que el
de la aceptación. En ese caso, el plazo se compu­ta proveedor debe suministrar al consumidor, debe
desde la recepción de aquél. serlo en caracteres destacados, de modo que su in-
serción en el/los documento contractual, no pase
25. Deber de informar el derecho a la revocación desapercibida; (b) la referida información debe
ser suministrada en período de tratativas o en el
El Código civil y comercial de la Nación ha regu- documento con el que se instrumenta el contrato;
lado el deber al que se refiere el título. La disposi- y (c) en ambos casos, debe ser incluida en la dispo-
ción consagra al proveedor como titular del deber sición inmediatamente anterior a la firma del acto.
y la obligación de que la información se halle des-
tacada del resto de las restantes cláusulas conte- Se le asigna tal trascendencia a la información,
nidas en el documento así como su ubicación en al punto que la infracción a dicha obligación posee
el texto, así como el efecto derivado de la falta de un efecto sobre el plazo de reflexión: se lo tiene por
información. Lo hace a través de la siguiente dis- no extinguido mientras subsista la omisión.
posición:
28. Forma y plazo para notificar la revocación
Artícu­lo 1111. Deber de informar el derecho a la
revocación. “El proveedor debe informar al con- En este caso, la regulación apunta al deber del
sumidor sobre la facultad de revocación mediante consumidor consistente en notificar al proveedor
su inclusión en caracteres destacados en todo do- su decisión y los medios que puede utilizar para
cumento que presenta al consumidor en la etapa hacerlo. Se lo regula del siguiente modo:
de negociaciones o en el documento que instru-
menta el contrato concluido, ubicada como dispo- Artícu­lo 1112. Forma y plazo para notificar la
sición inmediatamente anterior a la firma del con- revocación. “La revocación debe ser notificada
sumidor o usuario. El derecho de revocación no se al proveedor por escrito o medios electrónicos
extingue si el consumidor no ha sido informado o similares, o mediante la devolución de la cosa
debidamente sobre su derecho”. dentro del plazo de diez días compu­tados con-
forme a lo previsto en el artícu­lo 1110”.
26. Fuentes
29. Fuentes y plazo de la revocación
Constituye fuente parcial de esta disposición, la
previsión contenida en el artícu­lo 34, apartado 2, El Proyecto Europeo de Contratos (Grupo Pavia/
ley 24.240 modificado por ley 26.361. Gandolfi) alude a la forma escrita del desisti-
miento (artícu­lo 159 inciso 1) “en la que se puede
La obligación del proveedor, consistente en in- limitar a expresar su intención de desistir del con-
formar al consumidor por escrito su facultad de trato o de su oferta”.
revocación, tiene como fuentes el artícu­lo 9 in-
ciso 1 del “Código Europeo de Contratos”, (Grupo Si el plazo vence en día inhábil, se prorroga
Pavía/Gandolfi), donde se alude al derecho del hasta el primer día hábil siguiente. En este sentido
consumidor a “desistir del contrato”. En igual sen- se decide el artícu­lo L. 121-16, “Code de la con-
tido, se lo redacta en el artícu­lo 1267 inciso 1 de sommation”, Francia.
la “Propuesta para la modernización del derecho
de las obligaciones y contratos” para España del 30. Form
año 2010. A su vez, en Francia, se lo enuncia como
“renunciar al pedido” (artícu­lo L. 121-25, “Code la Universalmente, la forma que adopta la in-
consommation”. Una vez más nos hallamos con formación sobre el derecho que asiste al consu-
un mismo fenómeno jurídico que adopta distintas midor a revocar su aceptación es la escrita. En
denominaciones. Entre nosotros, técnicamente no efecto, el artícu­lo 1111 establece su inclusión en
es de uso las frases “desistimiento del contrato”, ni caracteres destacados en todo documento que
la de “renuncia al pedido”. Por el contrario, exami- presenta al consumidor en la etapa de negocia-
namos la revocación como un medio de extinción ciones o en el documento que instrumenta el con-
del contrato. Lo propio acontece en el Código civil trato concluido, ubicada como disposición inme-
italiano, artícu­los 800 a 809 o en el Código civil es- diatamente anterior a la firma del consumidor o
pañol, artícu­los 644 y 1732. usuario. En países como España se prevé la en-
270 | Suplemento especial cONTRATOS

trega al comprador en el momento de ejecución brado entre el tercero y el proveedor, el contrato de


del contrato de un documento de desistimiento de crédito quedará resuelto sin penalización en caso
la compra, lo que facilita las cosas al consumidor/ de que el consumidor ejerza su derecho de revoca-
adquirente ya que la mayor parte de ellos carecen ción (artícu­lo 6.4 de la ley 47/2002 que transpuso
de conocimientos jurídicos suficientes, pudiendo la Directiva comunitaria 7/97 relativa a la protec-
resultarles la redacción de un documento de revo- ción de los consumidores en materia de contratos
cación, una dificultad insalvable para el ejercicio a distancia). Como se advierte, nos hallamos en
del derecho (31). La excepción, se halla constituida presencia de un contrato conexo, lo que significa
por una conducta tácita del consumidor consis- que a estar a lo dispuesto por el artícu­lo 1075 del
tente en la devolución de la cosa. Se trata de un Proyecto nos hallamos frente a un supuesto de
acto inequívoco que hace presumir la revocación frustración de la finalidad económica del contrato.
de pleno derecho.
34. Imposibilidad de devolución
31. Efectos de la revocación
El Código civil y comercial de la Nación ha re-
El Código civil y comercial de la Nación regula gulado la hipótesis consistente en que la devolu-
los efectos derivados de la revocación a través de ción por parte del consumidor, sea imposible. Lo
la siguiente disposición: ha hecho manteniendo subsistente el derecho a re-
vocar el contrato aun cuando la misma le sea impu­
Artícu­lo 1113. Efectos del ejercicio del derecho table en cuyo caso el consumidor debe afrontar el
de revocación. “Si el derecho de revocar es ejer- pago de la prestación a valor de mercado. Lo ha
cido en tiempo y forma por el consumidor, las hecho a través de la siguiente disposición:
partes quedan liberadas de sus obligaciones co-
rrespectivas y deben restituirse recíproca y simul- Artícu­lo 1114. Imposibilidad de devolución. “La
táneamente las prestaciones que han cumplido”. imposibilidad de devolver la prestación objeto del
contrato no priva al consumidor de su derecho a
32. Fuente y consideraciones previas revocar. Si la imposibilidad le es impu­table, debe
pagar al proveedor el valor de mercado que la
Fuente parcial de esta disposición lo constituye prestación tiene al momento del ejercicio del de-
el artícu­lo 159 incisos 3 y 4 del “Código europeo de recho a revocar, excepto que dicho valor sea supe-
contratos” (Grupo Pavia/Gandolfi). rior al precio de adquisición, en cuyo caso la obli-
Las obligaciones correspectivas refieren al rein- gación queda limitada a este último”.
tegro por el proveedor de las sumas recibidas, sin 35. Fuente, principio general y excepciones
retención de gastos (artícu­lo 1115), aunque sí, pa-
rece razonable, el costo de la devolución del bien. La fuente se halla constituida por el artícu­lo
La disposición no establece plazos, lo que presu- 1265 inciso 5 de la “Propuesta para la moderniza-
pone la necesidad de que lo sea “lo antes posible”. ción del derecho de los Contratos y Obligaciones”,
para España del 2010. El principio general consiste
De lo hasta aquí expuesto, surge evidente que,
en que la imposibilidad de devolver la prestación
anoticiado el proveedor de la revocación del con-
objeto del contrato por parte del consumidor o
trato, las partes se hallan habilitadas para exigir la
usuario, no privará a éste de ejercitar el derecho de
restitución de lo entregado.
revocación. Si la referida imposibilidad es impu­
33. Quid del contrato financiado table al consumidor, éste deberá afrontar el pago
a valor de mercado a favor del proveedor que la
La cuestión no ha sido regulada en el Código prestación hubiese tenido al tiempo del ejercicio
civil y comercial de la Nación. del derecho a retractación, salvo que dicho valor
fuera superior al precio de adquisición, en cuyo
Existen precedentes legislativos donde se esta- caso sólo deberá pagar este último.
blece que en caso de que el precio de un bien o de
un servicio haya sido total o parcialmente cubierto 36. Los gastos efectuados por la retractación
mediante un crédito concedido por el proveedor,
o en caso de que el precio haya sido total o parcial- En cuanto a los gastos del reintegro de la pres-
mente acordado mediante un crédito concedido tación el Código Civil y Comercial de la Nación ha
al consumidor por un tercero previo acuerdo cele- dispuesto:

Artícu­lo 1115. Gastos. “El ejercicio del derecho


 (31)  Lasarte Álvarez C., ob. cit., pág. 224. de revocación no debe implicar gasto alguno
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para el consumidor. En particular, el consumidor b) Los de suministro de grabaciones sonoras o


no tiene que reembolsar cantidad alguna por la de video, de discos y de programas informáticos
disminución del valor de la cosa que sea conse- que han sido decodificados por el consumidor, así
cuencia de su uso conforme a lo pactado o a su como de ficheros informáticos, suministrados por
propia naturaleza, y tiene derecho al reembolso de vía electrónica, susceptibles de ser descargados o
los gastos necesarios y útiles que realizó en ella”. reproducidos con carácter inmediato para su uso
permanente;
La disposición es clara en cuanto dispone que
el consumidor se halla exonerado de gastos con c) Los de suministro de prensa diaria, publica-
motivo de haber ejercido el derecho de retracta- ciones periódicas y revistas”.
ción. La referencia apunta, a continuación, a la
circunstancia regulada en el artícu­lo 1113, en el 38. Fuentes. Excepciones
sentido que, notificada la retractación las partes
deben reintegrarse recíprocamente las presta- La fuente de esta disposición, lo constituye la ley
ciones que hubieran recibido. Pues bien, en ese 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista de
caso, si el bien que, en su momento, recibió el con- España.
sumidor ha disminuido su valor siempre y cuando
Las tres excepciones al derecho de revocar a las
sea consecuencia de su uso “conforme lo pactado
que se alude en la disposición se fundan en un
o a su propia naturaleza”, nada debe reembolsar.
caso (a) en la improponibilidad de la revocación
En cambio, sí tiene derecho al reembolso de los
cuando el bien adquirido ha sido encomendado
“gastos necesarios y útiles” que realizó en ella. El
por el consumidor quien suministró al proveedor
reembolso puede ser efectuada por todo medio todas las especificaciones. Dicho de otro modo, el
de pago, ello sin perjuicio que el profesional/pro- bien o el servicio no fue ofrecido al consumidor
veedor puede proponer una modalidad de reem- sino, por el contrario, encargado por éste.
bolso que el consumidor puede aceptar o no (32).
La otra hipótesis, emparentada con la anterior,
37. Excepciones al derecho de revocar es la que está referida a un bien personalizado, en-
tendiéndose por tal, el que ha sido confeccionado
A través de una norma supletoria, el Código civil
sólo para la persona del consumidor de modo tal
y comercial de la Nación ha enunciado las dis-
que, por su naturaleza, no puede ser devuelto o
tintas hipótesis que constituyen excepción al de-
puede deteriorarse rápidamente.
recho de revocar:
Otra exclusión se halla constituida por los su-
Artícu­lo 1116. Excepciones al derecho de re- puestos previstos en (b) ya que la circunstancia
vocar. “Excepto pacto en contrario, el derecho de que haya sido el consumidor quien haya decodi-
revocar no es aplicable a los siguientes contratos: ficado las grabaciones sonoras, videos, programas
informáticos sitúa la hipótesis de una conducta
a) Los referidos a productos confeccionados
inequívoca y concluyente de aceptación por parte
conforme a las especificaciones suministradas
del consumidor siendo, por tanto, inadmisible la
por el consumidor o claramente personalizados o
retractación.
que, por su naturaleza, no pueden ser devueltos o
puedan deteriorarse con rapidez; Finalmente, la naturaleza del servicio diario o
periódico de suministro de prensa, publicaciones
 (32)  Picod Yves, “Code de la consommation”, Dalloz, o revistas, hace imposible el ejercicio del derecho
París, 2011, pág. 110. de revocar.u
La teoría de la imprevisión
en el nuevo Código Civil
y Comercial de la Nación
Por Ramón D. Pizarro

SUMARIO: 1. Caracterización de la figura.— 2. Breves antecedentes en el derecho argentino.— 3. De-


recho comparado.— 4. Comparación con otras figuras afines.— 5. La teoría de la imprevisión en el nuevo
código civil y comercial.— 6. Contratos a los que se aplica la teoría de la imprevisión.— 7. Contratos a los
que se no aplica la teoría de la imprevisión.— 8. Condiciones de ejercicio.— 9. Efectos.— 10. Cláusula de
renuncia.

1. Caracterización de la figura dado ajustar su conducta a lo formalmente conve-


nido, y cumplir con la prestación debida? ¿Debe el
Todo contrato nace pare ser cumplido. Es este ordenamiento jurídico legitimar la pretensión de
un imperativo lógico y jurídico que deriva de la au- cumplimiento de quien se beneficia por circuns-
tonomía de la voluntad. tancias fortuitas, y la correlativa expoliación de
su contraparte? Cumplir literalmente un contrato
Corolario de lo dicho es el principio de la pacta desnaturalizado en sus bases económicas por cir-
sunt servanda que impone a los contratantes cunstancias extraordinarias y sobrevinientes, que
ajustar su conducta a los términos de lo conve-
han tornado excesivamente onerosa la prestación
nido.
de un contratante ¿es cumplir con lo pactado por
Puede suceder, sin embargo, en los contratos las partes, con lo realmente querido por ellas?
que proyectan sus efectos en el tiempo, que al mo-
La teoría de la imprevisión, o doctrina de la ex-
mento de cumplimiento cambien radicalmente
cesiva onerosidad sobreviniente, da una respuesta
las circunstancias tenidas en cuenta, expresa o im-
justa y equilibrada a esta cuestión, protegiendo el
plícitamente, por las partes al contratar.
interés de quien, en tales circunstancias, resulta
Ordinariamente, esos cambios no inciden en los perjudicado, sin desentenderse, por cierto, de la
términos de lo pactado. Las ventajas o desventajas situación del beneficiado. Conforme a ella, rige el
que ellos puedan provocar forman parte del riesgo principio de la pacta sunt servanda, pero en tanto
negocial que soportan los contratantes. y en cuanto las cosas permanezcan de igual modo
(rebus sic stantibus) (1).
Sin embargo, no siempre es así. Ocurre, a veces,
que por una alteración sobreviniente, extraordi-  (1)  La bibliografía sobre la teoría de la imprevisión es
naria e imprevisible, la ecuación negocial resulta inagotable. Puede consultarse, con provecho: ALTERINI,
gravemente desquiciada durante el periodo de eje- Atilio A., Contratos civiles, comerciales y de consumo,
cución contractual. Como consecuencia de ello, la Abeledo-Perrot, Bs. As., 1998; ídem, La doctrina de la im-
prestación de uno de los contratantes deviene ex- previsión frente a la mora irrelevante, LA LEY, 1980-C-
cesivamente onerosa respecto de la del otro, con 1109; ídem, El reajuste del precio en la compraventa in-
grave ruptura del equilibrio real del contrato. mobiliaria: una adecuada aplicación del impedimento
para obrar abusivamente, en ALTERINI A. — LÓPEZ CA-
En tal caso, se plantean estos interrogantes: BANA, R.M., Cuestiones modernas de responsabilidad
¿debe el contratante cuya prestación se ha degra- civil, Bs. As., 1988, ed. La Ley, p. 93; ALTERINI, Atilio -
274 | Suplemento especial cONTRATOS

Advertimos un fuerte parentesco con la doctrina conforme el criterio amplio que sustentamos, su
del caso fortuito. Aquí también nos encontramos reajuste equitativo.
con un hecho sobreviniente, imprevisible y ex-
traordinario, que reúne todos los requisitos que Nos apresuramos a señalar que estamos dentro
caracterizan al casus. Sin embargo, el efecto que de un ámbito de excepción, que requiere de suma
produce es distinto: no impide el cumplimiento prudencia a la hora de su aplicación, pues no cual-
de lo debido, pues la obligación es material y jurí- quier alteración de las circunstancias fácticas te-
dicamente susceptible de ejecución: sólo degrada nidas en cuenta, o de la relación de onerosidad
la ecuación económica, a veces hasta extremos in- genética del contrato, habilita a invocarla (2). Una
sospechados, tornado excesivamente onerosa una solución semejante, sería gravemente perturba-
de las prestaciones. En tales circunstancias, el or- dora y conduciría inexorablemente a un completo
denamiento jurídico legitima al perjudicado a de- desquiciamiento del sistema.
mandar la resolución (rescisión) contractual o,
De allí la importancia de precisar claramente los
extremos de aplicación de la figura y sus efectos.
LÓPEZ CABANA, Roberto, La autonomía de la voluntad
en el contrato moderno, Abeledo-Perrot, Bs. As. 1989; 2. Breves antecedentes en el derecho
APARICIO, Juan M., Contratos. Parte general, Hammu- argentino
rabi, Bs. As., 2012, t. 3, p. 383 y ss.; ABELLEYRA, Rodolfo,
Una herejía jurídica. La desinterpretación del art. 1198 El Código Civil de Vélez Sarsfield no contempló
del Código Civil, LA LEY, 1983-C- 935; BORDA, Gui- expresamente la teoría de la imprevisión.
llermo A., El abuso del derecho; la lesión y la imprevi-
sión en el nuevo Código Civil paraguayo, LA LEY, 1986-E- La ausencia de una norma que de manera ex-
835; BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, La imprevisibilidad y presa regulara la cuestión, se erigió en un factor
el hecho sobreviniente en la teoría de la imprevisión, LA generador de perturbaciones, que se plasmaron
LEY, 1981-D -260; GHESTIN, Jacques - BILLIAU, Marc, El en una fuerte polémica doctrinaria anterior a la
precio en los contratos de larga duración, Zavalía, Bs. As., reforma de 1968 (3).
1990; LARENZ, Karl, Base del negocio jurídico y cumpli-
miento de los contratos, trad. de Fernández Rodríguez, La doctrina mayoritaria, con sólidos argu-
Revista de Derecho Privado, Madrid, 1958; LÓPEZ DE mentos, se expidió en sentido favorable a su vi-
ZAVALÍA, Fernando, Teoría de los contratos. Parte ge- gencia, con sustento en el art. 953 y concordantes.
neral, 3ª ed., Zavalía, Bs. As., 1984; MASNATTA, Héctor, Otros autores, en cambio, se mostraron contrarios
La excesiva onerosidad sobreviniente y el contrato, ED,
a tal conclusión, entendiendo que además de ca-
23-875; ídem, El cambio de circunstancias y el contrato,
recer de sustento normativo, la figura desquiciaba
JA, 1959-IV- 10; MORELLO, Augusto M. -TRÓCCOLI,
Antonio, La revisión del contrato. Onerosidad sobrevi-
la fuerza obligatoria del contrato y sembraba inse-
niente. Intereses. Indexación, Platense, La Plata, 1977; guridad jurídica. La polémica conserva hoy valor
MOSSET ITURRASPE, Jorge, Contratos, Rubinzal-Cul- solo histórico.
zoni, Santa Fe,1975; ídem, Justicia contractual, Ediar, Bs.
As., 1977; ídem, La frustración del contrato, Rubinzal- El Tercer Congreso Nacional de Derecho Civil,
Culzoni, Santa Fe, 1991; ORGAZ, Alfredo, El contrato y reunido en Córdoba (1961), aprobó una reco-
la doctrina de la imprevisión, LA LEY, 60-691; ídem, Re- mendación explícitamente favorable a la recep-
parto de la excesiva onerosidad sobreviniente con base ción normativa de la figura a nuestro código civil,
en la equidad, LA LEY, 1978-D-143; ídem, Contratos en siguiendo de cerca el modelo del código civil ita-
dólares, La Rocca, Bs. As., 1989; ÍDEM, Sobre una su- liano de 1942. Esa propuesta, con mínimas modi-
puesta “herejía” jurídica en torno a la acción por revisión ficaciones, fue recogida pocos años más tarde por
del art. 1198 (el derecho como religión, como ciencia y la ley 17.711, que incorporó la teoría de la impre-
como arte), LA LEY, 1983-D, 805; GRISOLÍA, Marco Au- visión a nuestro código actualmente vigente, en el
relio, Soberanía y crisis del contrato, Abeledo-Perrot, Bs. segundo párrafo del art. 1198:
As., 1958; STIGLITZ, Rubén (Dir.), Contratos civiles y co-
merciales, Parte General, 2ª ed., La Ley, Bs. As., 2010; “En los contratos bilaterales conmutativos de
SPOTA, Alberto G., La teoría de la imprevisión contrac- ejecución diferida o continuada, si la prestación a
tual y el abuso de los derechos, JA, 1953-IV- 30; ídem, cargo de una de las partes se tornase excesivamente
Teoría de la imprevisión contractual y cláusula dólar, ED,
103-690; PIZARRO, Ramón D. - VALLESPINOS, Carlos
G., Resolución y reajuste contractual por imprevisión,  (2)  APARICIO, Contratos. Parte general. T3, n. 1427,
en Estudios de derecho civil. Homenaje a Luis Moisset p. 395.
de Espanés, ed. Universidad, Bs. As., 1980; ídem, Institu-  (3)  Sobre el tema, ver LLAMBÍAS, Jorge J., Tratado de
ciones de Derecho Privado. Obligaciones, Hammurabi, Derecho Civil. Obligaciones, 2ª ed., Perrot, Bs. As., 1973,
Bs. As., 2013, t.3, n. 626 y ss. p. 307 y ss. t. I, n. 216, p. 261.
Ramón D. Pizarro | 275

onerosa por acontecimientos extraordinarios e im- tintas leyes dictadas con posterioridad, sin acep-
previsibles, la parte afectada podrá demandar la tarla expresamente, contemplan supuestos de
resolución del contrato. revisión del contrato por los jueces, a fin de pro-
mover su adecuación a las nuevas circunstancias.
El mismo principio se aplicará a los contratos
aleatorios, cuando la excesiva onerosidad se pro- La Corte de Casación ha sostenido reiterada-
duzca por causas extrañas al álea propia del con- mente que la imprevisión no es causa de revisión
trato. o resolución del contrato, pese a haber sido pre-
En los contratos de ejecución continuada la reso- cursora en su admisión a comienzos del siglo XIX.
lución no alcanzará a los efectos ya cumplidos.
En cambio, el Consejo de Estado de Francia, ha
No procederá la resolución si el afecto hubiese elaborado a partir de 1916 una teoría de la impre-
obrado con culpa o estuviese en mora. visión para los contratos administrativos, que ha
tenido fuerte desarrollo en dicho ámbito.
La otra parte podrá impedir la resolución ofre-
ciendo mejorar equitativamente los efectos del con- 4. Comparación con otras figuras afines
trato”.
La teoría de la imprevisión presenta algunas si-
Todos los proyectos de reforma al derecho pri- militudes con el caso fortuito (arts. 513 y 514 Cód.
vado, posteriores a la sanción de la ley 17.711 han Civ., art. 1730 Cód.Civ.Com) y la lesión subjetiva
mantenido la figura, aunque propiciando algunas (art. 954 Cód.Civ. y art. 332 Cód.Civ.Com). No obs-
modificaciones de importancia (Proyecto de Có- tante, las diferencias con ellas son notables.
digo Único de 1987 —art. 1198—; Proyecto de la
Cámara de Dipu­tados de 1993 —art. 1199—; Pro- a) Paralelo con el caso fortuito
yecto del Poder Ejecutivo de 1993 —art. 899—;
Proyecto de 1998 —art. 1060 y 1061—). El casus y la imprevisión tienen como nota
común varios de los caracteres que debe reunir el
El nuevo código civil y comercial de la Nación hecho generador apto para configurarlos: impre-
(ley 26.994) sigue decididamente esta orientación visibilidad, inevitabilidad, extraordinariedad, aje-
en su art. 1091. neidad, y carácter sobreviniente al nacimiento de
la obligación.
3. Derecho comparado
Las diferencias, empero, son significativas (4):
Regulan expresamente la teoría de la impre-
visión en el derecho comparado, entre otros, los 1) El hecho configurativo de caso fortuito impide
códigos de Polonia (Cód. de las obligaciones, art. el cumplimiento de la prestación, provocando la
269), Italia (art. 1467-1468), Suizo de las obliga- extinción obligacional, sin responsabilidad para
ciones, art. 373 (aunque en forma incidental), el deudor. En la imprevisión, en cambio, la presta-
Grecia (art. 388), Portugal (art. 437) y Holanda de
ción es material y jurídicamente posible de cum-
1992.
plimiento, y útil para el acreedor, sólo que deviene
excesivamente onerosa. Hay una grave dificultad
En el derecho alemán vigente se admite tam-
de cumplimiento, sin que medie, técnicamente,
bién la modificación judicial del contrato de de-
recho privado, cuando opere un cambio sustancial imposibilidad absoluta y objetiva de la prestación.
de ciertas circunstancias sobre la base de la cual se
2) El caso fortuito rige tanto en materia contrac-
constituyó la voluntad negocial, sobre la base del
principio de la buena fe (parágr. 242), aunque no tual como extracontractual; la teoría de la imprevi-
siempre es exigida la imprevisibilidad del hecho. sión únicamente se aplica en ciertos supuestos de
responsabilidad contractual.
En Inglaterra, la jurisprudencia ha admitido si-
3) Los efectos que producen uno y otro son dis-
tuaciones similares a la teoría de la imprevisión,
tintos. El casus, a diferencia de la imprevisión, es
reconociendo el derecho del acreedor a obtener la
revisión del contrato en base a la teoría de la frus- incompatible con la adecuación negocial.
tración del fin del negocio.

(4) ALTERINI, Contratos civiles, comerciales y de
El código civil francés, en cambio, rechaza la consumo, p. 449, n. 12.; LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría ge-
teoría de la imprevisión, no obstante lo cual dis- neral del contrato, p. 468.
276 | Suplemento especial cONTRATOS

b) Paralelo con la lesión subjetiva La norma sigue, en líneas generales, la orienta-


ción del art. 1198 Cód. Civil actual (t.o., ley 17.711),
Tienen en común el hecho de que en ambas fi- cuya evolución interpretativa consolida.
guras se advierte desproporción de las presta-
ciones y que las dos admiten, con distintos al- 6. Contratos a los que se aplica la teoría de la
cances, la posibilidad de un reajuste contractual imprevisión
en términos equitativos.
Conforme surge del art. 1091, sólo se aplica en
No obstante ello, las diferencias son también ciertos contratos a título oneroso:
muy perceptibles:
1. En los contratos conmutativos de ejecución
1) En la lesión subjetiva, la desproporción de diferida o permanente.
las prestaciones es originaria, pues se produce
cuando nace el acto jurídico. En la imprevisión 2. En los contratos aleatorios, también de eje-
(también llamada lesión sobreviniente), la degra- cución diferida o permanente, cuando la excesiva
dación de la ecuación económica del contrato onerosidad resulte de causas extrañas a su alea
opera con posterioridad a su gestación, en la etapa propia (5).
de ejecución contractual. Dicho de otro modo: el
contrato nace con un grado de onerosidad razo- Analicemos cada uno de estos supuestos.
nable, tolerable, y resulta desquiciado durante su
a) Debe tratarse de un contrato oneroso
ejecución.
La teoría de la imprevisión sólo se aplica en los
2) En la lesión, es requisito indispensable que
contratos onerosos (6), o sea en aquéllos que pro-
además de la desproporción genética de las pres-
porcionan una ventaja a uno de los contratantes,
taciones, medien dos elementos subjetivos: Situa-
ción de inferioridad de la víctima del acto lesivo a cambio del sacrificio que éste debe realizar para
(necesidad, ligereza o inexperiencia) y aprovecha- obtenerla.
miento por parte del lesionante de dicho estado. La relación de onerosidad que se formula entre
En la teoría de la imprevisión, en cambio, no se
ventaja y sacrificio, puede ser de distinta índole,
exigen tales elementos subjetivos.
mayor o menor, según los casos (7). Puede haber un
3) La lesión provoca la anulación del acto; la im- grado ideal de equivalencia entre ambas presta-
previsión se sitúa en el campo de los negocios in- ciones, o ser la ventaja mayor que el sacrificio, o el
eficaces y conduce a su resolución, lo cual deja al sacrificio mayor que la ventaja. Cuando la despro-
margen los efectos ya cumplidos. porción entre ventaja y sacrificio es excesiva y ori-
ginaria, nos situamos en el plano de la lesión sub-
5. La teoría de la imprevisión en el nuevo jetiva, siempre que se den los requisitos subjetivos
código civil y comercial que requiere la figura (situación de inferioridad
de la víctima y aprovechamiento). Si, en cambio,
es sobrevenida (v.g., el contrato nace con un grado
Está regulada en el capítulo 13, título II, del libro
Tercero, art. 1091:
 (5)  El art. 1091 Cód.Civ.Com. sólo exige que se trate de
“Imprevisión. Si en un contrato conmutativo, de un contrato de ejecución diferida o permanente cuando
ejecución diferida o permanente, la prestación a menciona a los contratos conmutativos. Omite hacerlo
en la última parte, al mencionar al contrato aleatorio en
cargo de una de las partes se torna excesivamente
el limitado ámbito en el cual admite la aplicación de la
onerosa, por una alteración extraordinaria de las
teoría de la imprevisión. Nosotros creemos que también
circunstancias existentes al tiempo de su celebra- en los contratos aleatorios es menester que el contrato
ción, sobrevenida por causas ajenas a las partes y sea de ejecución diferida o permanente.
al riesgo asumido por la que es afectada, ésta tiene  (6)  Dispone el art. 967: “Contratos a título oneroso y a
derecho a plantear extrajudicialmente, o pedir ante título gratuito. Los contratos son a título oneroso cuando
un juez, por acción o como excepción, la resolución las ventajas que procuran a una de las partes les son con-
total o parcial del contrato, o su adecuación. Igual cedidas por una prestación que ella ha hecho o se obliga
regla se aplica al tercero a quien le han sido con- a hacer a la otra. Son a título gratuito cuando aseguran
feridos derechos, o asignadas obligaciones, resul- a uno o a otro de los contratantes, alguna ventaja, inde-
tantes del contrato; y al contrato aleatorio si la pres- pendientemente de toda prestación a su cargo”.
tación se torna excesivamente onerosa por causas  (7) STIGLITZ, R., Contratos civiles y comerciales.
extrañas a su alea propia”. Parte general, t. II, n. 674, p. 224 y 225.
Ramón D. Pizarro | 277

de onerosidad, no necesariamente ideal, sino to- En los contratos de ejecución inmediata, no hay
lerable, razonable, y resulta degradado en la etapa interregno de tiempo a tal fin: el contrato debe
de ejecución contractual, que lógicamente pro- ejecutarse ya. En cambio, en los de ejecución di-
yecta sus efectos en el tiempo) y dicha alteración ferida, media un intervalo (v.g., un plazo suspen-
obedece a circunstancias sobrevinientes, impre- sivo), por lo que la respuesta será que su ejecución
visible y extraordinarias, no impu­tables al deudor, comenzará después.
nos encontraremos en el plano de la teoría de la
imprevisión, que aquí nos ocupa. 2) Contratos de ejecución instantánea o de eje-
cución permanente (o de duración).
b) El contrato oneroso puede ser conmutativo
o aleatorio Esta clasificación pondera el tiempo que debe
transcurrir desde que la prestación contractual
Los contratos onerosos se clasifican en conmu- empieza ejecutarse hasta que concluye.
tativos y aleatorios.
Si ella insume un solo momento, estamos ante
Es conmutativo cuando la existencia y entidad un contrato de ejecución instantánea.
de ventaja y sacrificio sean ciertas y no dependan
de ningún factor aleatorio o azaroso (v.g., contrato Si, en cambio, requiere de un cierto tiempo, es-
de compraventa). Las obligaciones que asumen taremos frente a un contrato de duración, sin que
las partes son apreciables en el acto mismo de ges- importe que se trate de un tiempo corrido o con-
tación del negocio. tinuado (ejecución continuada), o de varias frac-
ciones de tiempo escalonadas entre sí, por inter-
Es aleatorio cuando la relación entre ventaja y valos iguales (ejecución periódica) o desiguales
sacrificio depende de acontecimientos inciertos (ejecución escalonada) (9).
(art. 968 Cód.Civ.Com). Así, por ejemplo, el con-
trato oneroso de renta vitalicia, cuyo grado de one- 3) Posibilidad de combinar ambas
rosidad dependerá de la mayor o menor extensión clasificaciones
que tenga la vida del acreedor de la renta.
Las clasificaciones anteriormente señaladas,
Los contratos conmutativos constituyen el há- pueden ser combinadas entre sí.
bitat natural de la teoría de la imprevisión.
De modo que podremos encontrar un contrato
Los contratos aleatorios, en cambio, sólo ad- de ejecución inmediata y permanente (v.g. un
miten su aplicación cuando la prestación se torne contrato de locación que debe ser ejecutado ya,
excesivamente onerosa por causas extrañas a su cuya prestación durará todo el tiempo pactado a
propio alea. tal fin, en el cual el locador deberá asegurar el uso
y goce de la cosa arrendada (prestación de eje-
c) El contrato debe ser de ejecución diferida o
cución continuada) y el locatario deberá pagar el
permanente
precio mensualmente (ejecución periódica); o un
No cualquier contrato conmutativo o aleatorio, contrato de ejecución diferida e instantánea (v.g.,
permite la aplicación de la teoría de la imprevisión. contrato de compraventa, cuyo precio debe abo-
narse al cabo de 90 días).
Es necesario que proyecte sus efectos en el
tiempo. 7. Contratos a los que se no aplica la teoría de
la imprevisión
Debe tratarse, por ende, de un contrato de eje-
cución diferida o permanente (también llamado Que quedan al margen de la teoría de la impre-
de duración). visión:
Se trata de dos clasificaciones distintas, que no
a) Los contratos onerosos que no sean de ejecu-
deben ser confundidas (8).
ción diferida o de duración.
1) Contrato de ejecución inmediata y diferida
b) Los contratos aleatorios cuando la exce-
Esta clasificación toma en cuenta el momento siva onerosidad ingrese en el alea normal del
en el que debe comenzar la ejecución contractual. contrato.

 (8)  LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría general del contrato,  (9)  LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría general del contrato,
p. 453 y ss. p. 68 y ss. y p. 454 y ss.
278 | Suplemento especial cONTRATOS

La norma, dice Rubén Stiglitz, se asienta sobre 8. Condiciones de ejercicio


el principio del riesgo previsible, lo cual conduce
a definir “el alea normal como aquel riesgo que Para que proceda la teoría de la imprevisión, es
el contratante ha tenido en mira, asumiéndolo al menester la presencia de estos requisitos:
contratar” (10). En la renta vitalicia, por ejemplo, el
alea propia del contrato es la duración de la vida a) Alteración extraordinaria de las
del beneficiario, pero no lo es cualquier otra cir- circunstancias existentes al tiempo de su
cunstancia que pueda agravar en forma desme- celebración
dida la prestación a cargo del obligado (11).
El art. 1198 Cód. Civil (t.o. ley 17.711) hace re-
c) Los contratos gratuitos. ferencia a un hecho “imprevisible” y “extraordi-
nario” para conceptuar al acontecimiento des-
El art. 1091 Cód. Civ. Com. mantiene el criterio encadenante. El nuevo código utiliza la locución
del art. 1198 Cód. Civil vigente y excluye a esta ca- “alteración extraordinaria de las circunstancias
tegoría del ámbito de aplicación de la teoría de la existentes al tiempo de su celebración”.
imprevisión.
Una y otra fórmula ponen de relieve que no
Quienes participan de estas ideas, remarcan que cualquier circunstancia ulterior a la celebración
tal solución se justifica porque se trata de corregir del contrato permite invocar la aplicación de la
desequilibrios sobrevinientes entre las presta- teoría de la imprevisión.
ciones derivadas de un contrato, presupuesto fác-
tico que no puede darse en un contrato gratuito (12). Hay una nota común entre ambas, en lo que
aquí nos interesa: debe tratarse de una alteración
Nosotros pensamos que la exclusión es injusta, extraordinaria, lógicamente producida por un
pues se trata “con mayor rigor a quien hace una li- hecho extraordinario.
beralidad que a quien obtiene una contrapresta-
ción a cambio del cumplimiento de una presta- ¿Debe ese hecho generador ser, además, impre-
ción a su cargo” (13). Piénsese, por ejemplo, en un visible?
contrato de renta vitalicia gratuita que deviene ex-
El art. 1091 nada dice al respecto.
cesivamente oneroso para el deudor, en razón de
operar deflación monetaria (14). Coincidimos con Nosotros creemos que la respuesta es afirma-
Aparicio en que es necesario brindar al deudor tiva. El hecho generador de la alteración extraor-
protección en tal supuesto: “Si cuenta con ella dinaria debe ser imprevisible pues de lo contrario
quien celebra un contrato a título oneroso, con integraría el riesgo asumido por la parte afectada
mayor razón merece tal amparo el que asume un al tiempo de contratar.
compromiso sin contrapartida en favor de otro,
cuando la prestación que debe cumplir se torna En nuestra opinión, debe reunir todos los requi-
sumamente gravosa por un suceso excepcional sitos propios del casus, esto es ser imprevisible, ex-
que no pudo ser razonablemente previsto” (15). traordinario, inevitable, actual, sobreviniente al
nacimiento de la obligación y ajeno a las partes (16).

b) Carácter sobrevenido de dicha alteración


 (10) STIGLITZ, R., Contratos civiles y comerciales.
Parte general., t. II, p. 228. Tanto la alteración extraordinaria de las cir-
 (11)  MOSSET ITURRASPE, Contratos, p. 373/374. cunstancias existentes al tiempo de la celebración
 (12)  MOSSET ITURRASPE, Contratos, p. 373, b). del contrato, como el hecho que la desencadena,
 (13) STIGLITZ, R., Contratos civiles y comerciales. deben producirse con posterioridad al momento
Parte general., t. II, p. 226. de su celebración. O sea, en la etapa de ejecución
 (14) ALTERINI, Contratos civiles, comerciales y de contractual.
consumo, p. 451, 14, a). En contra: MOSSET ITURRASPE,
Contratos, p. 373, b).
 (15) APARICIO, Contratos, t. 3, p. 405, n. 1437. El
autor menciona la solución contenida por el art. 1468 del
código italiano, que completa el sistema al disponer que  (16) ALTERINI, Contratos civiles, comerciales y de
si se trata de un contrato gratuito, el deudor puede pedir consumo, p. 450; MOSSET ITURRASPE, Contratos, p.
una reducción de su prestación o una modificación en 375; STIGLITZ, R., Contratos civiles y comerciales. Parte
las modalidades de ejecución, suficientes para condu- general, t. II, p. 228/229; LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría ge-
cirla a la equidad. neral del contrato, p. 468
Ramón D. Pizarro | 279

Ésta es una de las grandes diferencias con la fi- instrumento de expoliación, ni justificar el abuso
gura de la lesión subjetiva. Se desencadena en del derecho que el moroso deba soportar de la
la etapa de ejecución negocial, desquiciando el contraparte, máxime cuando ello deriva en un en-
equilibrio genético que tenía el contrato. riquecimiento intolerable.

c) La alteración extraordinaria debe ser d) El hecho debe ser ajeno al riesgo asumido
ajena a la parte afectada por la afectada

Es preciso, además, que sea ajena, en el sentido El contrato paritario es un instrumento de dis-
de extraña o no impu­table, a la parte afectada (17). tribución de riesgos por vía convencional y suple-
toriamente legal. La teoría de la imprevisión es in-
Esto explica que quien se encuentra en mora an- compatible con la asunción de tales riesgos.
terior al hecho imprevisible y extraordinario que
degrada la base negocial, no pueda invocar la apli- Esto explica que nada impida, en principio,
cación de la teoría de la imprevisión. que en un contrato paritario alguna de las partes
asuma el riesgo de ciertos hechos que, conforme
El art. 1198 Cód. Civ. requiere que la parte que al curso normal y ordinario de las cosas, podrían
alegue la teoría de la imprevisión no se encuentre ser considerados imprevisibles y extraordinarios,
en mora, ni que la excesiva onerosidad le sea a los fines de la aplicación de la figura que nos
impu­table. ocupa. Y que tal convención impida la aplicación
de la teoría de la imprevisión por ser un riesgo ne-
El art. 1091 del nuevo código civil no contiene gocialmente asumido (ver infra, 10).
una previsión normativa expresa en tal sentido,
pero conduce a la misma solución, cuando exige e) Excesiva onerosidad sobreviniente
que el hecho extraordinario que torna excesiva-
mente onerosa la prestación sea ajeno a las partes. La alteración extraordinaria debe provocar, de
manera efectiva, la excesiva onerosidad sobrevi-
La mora de perjudicado obsta, de tal modo, a la niente de la prestación que debe cumplir una de
aplicación de la teoría de la imprevisión, lo cual las partes. Ello significa que tiene que haber inci-
se explica pues si hubiera cumplido en tiempo dencia causal entre el acontecimiento y el efecto
propio la obligación no tendría de qué quejarse. que produce.
Por cierto, hacemos referencia a un estado de
mora anterior a la producción del hecho impre- No basta con que medie cualquier alteración en
visible y extraordinario que torna excesivamente la relación de onerosidad genética del contrato.
onerosa la prestación, que es la única relevante a La ley exige que la onerosidad sobreviniente sea
los fines de la mayor onerosidad. excesiva, lo cual supone que la ventaja supere en
mucho al sacrificio o a la inversa (19).
Distinta es la situación de quien sin estar en
mora a ese momento se niega luego a cumplir, Se trata de una cuestión que debe ser valorada
aduciendo la configuración de la teoría de la im- prudencialmente, por el juez, atendiendo a las cir-
previsión. Hay aquí razones justificadas para no cunstancias del caso.
cumplir, que legitiman, precisamente, la invoca-
ción de la figura que nos ocupa. A tal fin, habrá que poner en relación los va-
lores originarios de ventaja y sacrificio, no en fun-
Cabe señalar, finalmente, que una presti- ción de un grado de onerosidad ideal, sino del que
giosa doctrina y jurisprudencia, con criterio más realmente tenía el negocio en términos de razona-
flexible, ha propiciado que aún en caso de faltar bilidad.
alguno de los recaudos anteriormente señalados
para la procedencia de la teoría de la imprevisión, La onerosidad excesiva, expresión que debe ser
puede intentarse remediar la inequidad negocial entendida como desmesurada, exorbitante, in-
por aplicación de la teoría del abuso del derecho tolerable, debe tener entidad suficiente para de-
(art. 1071) (18). Dentro de ese contexto se afirma, gradar la ecuación negocial, desnaturalizando
con razón, que la mora no puede erigirse en un como lógica consecuencia el querer contractual.
Ella puede darse ya porque aumente el valor del
sacrificio, permaneciendo inalterado el de la ven-
 (17)  LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría general del contrato,
p. 468.
 (18)  APARICIO, Contratos. Parte general, t. 3, n. 1450,  (19)  LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría general del contrato,
p. 415. p 462 /463.
280 | Suplemento especial cONTRATOS

taja; o porque no se modifique el valor del sacri- entre las contraprestaciones realizadas por cada
ficio y disminuya el de la ventaja; o porque ambos parte (23).
valores se alteren en sentido inverso; o porque aún
experimentando ambos alzas o bajas, la inten- 4) Suspensión de los efectos del contrato
sidad del fenómeno repercuta de manera distinta
en ellas, alterando el equilibrio y generando una La demanda de resolución contractual por im-
mayor onerosidad excesiva. previsión suspende los efectos del contrato (24). En
caso de ser declarada procedente, los efectos de la
sentencia se retrotraen a la fecha de su promoción.
9. Efectos
5) Revisión del contrato
a) La cuestión en el código vigente
El demandado (beneficiado) puede enervar la
1) Extinción del contrato acción de resolución, ofreciendo un reajuste en
términos equitativos. En tal caso, el juez tiene que
La parte perjudicada puede demandar la reso- recomponer el contrato. Su labor debe estar presi-
lución del contrato cuyo cumplimiento ha deve- dida por la prudencia: no se trata de llevar el con-
nido excesivamente oneroso (20). Dicha pretensión trato a un sinalagma perfecto, ideal, sino de eli-
puede ser articulada, también, como excepción minar los efectos injustos que han devenido del
frente a una acción de cumplimiento por parte del hecho imprevisible y extraordinario, evitando de
beneficiado (21). tal modo una situación ruinosa para el deudor. El
Si el hecho imprevisible se produce después juez debe tener presente que él no puede convertir
que el perjudicado ha cumplido con su presta- un mal negocio en uno bueno (25). Prudencia y rea-
ción, pero antes que el beneficiado haya ejecutado lismo son dos virtudes que deben estar presentes
la suya, la resolución produce como efecto que el siempre a la hora de acometer esta delicada tarea.
demandado deba restituir lo recibido y el actor ¿Puede el perjudicado demandar, no ya la reso-
quede liberado de cumplir. lución contractual, como expresamente se lo reco-
Si, en cambio, quien ha cumplido es el deman- noce el art. 1198, sino el reajuste?
dado, la resolución traerá como consecuencia que El tema ha dado lugar a fuertes discrepancias en
el actor deba restituir la prestación recibida y sea nuestra doctrina. El nuevo código, conforme ha-
liberado de ejecutar la suya (22). bremos de verlo más adelante, cierra definitiva-
mente esta polémica.
2) Restituciones
Conforme a una primera posición, minoritaria
En caso de proceder la resolución del contrato, en doctrina (26), la ley vedaría tal pretensión: el per-
las partes deben restituir lo que mutuamente hu- judicado dispone únicamente de la acción de reso-
biesen recibido en virtud del mismo (art. 1200 lución contractual, por lo que sólo el demandado
Cód. Civ.), quedando el demandado eximido de (beneficiado) puede articular la pretensión de re-
cumplir con su propia prestación. ajuste o revisión contractual.

3) Efectos para lo futuro La Corte Suprema de Justicia de la Nación se ha


inclinado por estas ideas al sostener que “...la pri-
La resolución del contrato produce efectos para mera regla de interpretación de las leyes es dar
lo futuro y no alcanza los efectos ya cumplidos. pleno efecto a la intención del legislador... la pri-
Tal fraccionamiento depende, esencialmente, de mera fuente para determinar esa voluntad es la
la divisibilidad de las prestaciones continuadas y
que en cada etapa se haya mantenido el equilibrio
 (23) ALTERINI, Contratos civiles, comerciales y de
consumo, p. 454.
 (24) STIGLITZ, R., Contratos civiles y comerciales.
 (20)  La parte demandada puede, a su vez, reconvenir Parte general., t. II, p 240.
por cumplimiento de contrato.  (25)  MOSSET ITURRASPE, Contratos, p. 378
 (21) ALTERINI, Contratos civiles, comerciales y de  (26)  LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría general del contrato,
consumo, p. 454.; LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría general p. 435; ABELLEYRA, Rodolfo, Una herejía jurídica. La
del contrato, p. 472. desinterpretación del art. 1198 del Código civil, LA LEY,
 (22)  LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría general del contrato, 1983-C, 935; MASNATTA, Héctor, La excesiva onerosidad
p. 474/474. sobreviniente, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1968, p. 61.
Ramón D. Pizarro | 281

letra de la ley y... los jueces no debe sustituir al le- (Punta del Este, Uruguay, 1977), I Jornadas Provin-
gislador. En tal sentido, conceder a uno de los con- ciales de Derecho Civil (Mercedes, 1981).
tratantes una acción que la ley no confiere, como
sería en el caso, la de revisión del contrato o modi- Es también el criterio que han propiciado el
ficación de sus cláusulas, implicaría una violación Proyecto de Código Único de 1987 (art. 1198), el
de esas reglas” (27). Proyecto de la Cámara de Dipu­tados de 1992 (art.
1199), el Proyecto del Poder Ejecutivo de 1993 (art.
Por nuestra parte, siguiendo a la doctrina ma- 899) y, más recientemente, el Proyecto de 1998
yoritaria, nos inclinamos por ideas distintas y en- (arts. 1060 y 1061).
tendemos que, de lege lata, una interpretación
finalista del art. 1198 conduce a admitir que el per-
b) La cuestión en el nuevo Código Civil
judicado pueda demandar, además de la rescisión
y Comercial
contractual, su reajuste en términos equitativos (28).
El art. 1091 del nuevo código civil y comercial no
Varias razones sustentan esta convicción:
introduce grandes modificaciones en el plano de
1. Quien puede lo más (resolución), puede lo los efectos de la acción, salvo en una cuestión: re-
menos (reajuste en términos equitativos del con- conoce en forma expresa la legitimación activa del
trato). Lo expresado asume mayor relieve si se perjudicado para demandar la resolución o el re-
tiene en cuenta que la ley no prohíbe dicha pre- ajuste contractual por imprevisión. Se enrola, de
tensión de reajuste, guardando silencio al res- tal modo, con excelente criterio, en la doctrina que
pecto. juzgamos correcta.

2. La solución que se propicia es la más armó- Reconoce igual prerrogativa a todo tercero a
nica con el principio de conservación del contrato, quien le hayan sido conferidos derechos o asig-
que debe presidir los remedios jurídicos en ma- nadas obligaciones resultantes del contrato.
teria de ineficacia negocial, tal como ocurre en el
caso que analizamos. Aprobamos la solución adoptada, que luce sen-
sata y realista y coherente con el principio de con-
3. La aplicación analógica del art. 954, en ma- servación del negocio jurídico.
teria de lesión subjetiva, conduce a un resultado
similar al propuesto (29). Nos parece, sin embargo, que debería haberse
reconocido el derecho del demandado por rea-
4. Negar la pretensión de reajuste conduciría en juste contractual a enervar dicha pretensión y re-
muchos supuestos al perjudicado a ejercer anti- convenir por resolución. Esto parece razonable,
funcionalmente su derecho, al compelerlo a de- dado que puede ocurrir que el beneficiado - de-
mandar la resolución, en casos en los cuales el mandado ya no tenga interés en mantener la rela-
perjuicio podría mitigarse por vías más razonables ción contractual en los nuevos términos que deri-
a través del reajuste. varán del reajuste o, lo que es todavía más grave,
La acción de reajuste ha sido reconocida por que el reajuste pueda devenir para él excesiva-
importantes congresos, entre los que mencio- mente oneroso, por ejemplo, al no haber evolu-
namos las IV Jornadas Sanrafaelinas de Derecho cionado su capacidad de pagos lo suficiente para
Civil (1976), II Jornadas Rioplatenses de Derecho adecuarse a la nueva realidad negocial que sobre-
vendría de aquél.

Tanto en el código civil vigente (art. 1198), como


 (27)  CS, 21.4.92, ED, 152-132. en el nuevo código civil y comercial (art. 1081, inc.
 (28) ALTERINI, Contratos civiles, comerciales y de b), operada la resolución contractual, las presta-
consumo, p. 455, g); MOSSET ITURRASPE, Contratos, ciones cumplidas quedan firmes y producen sus
p. 373/377; TOBÍAS, José, Apuntes sobre la acción autó- efectos en cuanto resulten equivalentes, si son di-
noma de reajuste en los términos del art. 1998 del Código visibles y han sido recibidas sin reserva respecto
Civil, L; 1995-B, 1265; LORENZETTI, Ricardo L., Tratado del efecto cancelatorio de la obligación.
de los contratos. Parte General, Rubinzal-Culzoni, 1999,
t. I, p. 527. En este sentido se pronunciaron las XIX Jor-
nadas Nacionales de Derecho Civil, RosArio, 2003, Des- 10. Cláusula de renuncia
pacho de la Comisión n. 3.
 (29) STIGLITZ, R., Contratos civiles y comerciales. ¿Es válida la renuncia anticipada a invocar la
Parte general, t. II, p. 239. aplicación de la teoría de la imprevisión?
282 | Suplemento especial cONTRATOS

El art. 1198 del cód. civil (t.o. ley 17.711) guarda 513 pues media en esta materia una cuestión en
silencio al respecto. También el nuevo art. 1091 del la que está comprometido el orden público econó-
nuevo código civil y comercial. mico, que la sustrae del ámbito de la autonomía
privada (31).
a) Tratándose de contratos paritarios, la cues-
tión ha generado controversia doctrinaria. Distinta es la respuesta cuando después de pro-
ducidos los efectos del hecho imprevisible y extraor-
Para algunos, en posición que compartimos, dinario, que torna excesivamente onerosa la pres-
dicha cláusula sería permitida, siendo la situación tación, la parte perjudicada renuncia a ejercer su
asimilable a la que se suscita cuando el deudor derecho. En tal caso, la renuncia es válida.
toma a su cargo las consecuencias del casus
(art. 513) (30). b) Tratándose de contratos por adhesión a con-
diciones generales, y en particular, de contratos
Otros, en cambio, se pronuncian por la invalidez de consumo, como regla, la cláusula no es vá-
de ese tipo de convenciones, por entender que la lida, cuando esté establecida a favor del predis-
situación no es equiparable a la prevista en el art. ponente y en su ámbito específico, del proveedor
profesional en la relación de consumo (art. 37, ley
24.240).u
 (30) LLAMBÍAS, Obligaciones, t. I, n. 229, p. 284;
LÓPEZ DE ZAVALÍA, Teoría de los contratos, p. 478.
Comp: STIGLTZ, R., Contratos civiles y comerciales,
Parte General, t. II, n. 683, p. 246.  (31)  MOSSET ITURRASPE, Contratos, p. 379.
La frustración de la causa fin
del contrato en el Código Civil
y Comercial de la Nación
Por Luis F. P. Leiva Fernández

SUMARIO: I. Recepción legal de un instituto conocido.— II. Alteración de las bases objetivas del con-
trato.— III. Origen del instituto.— IV. Los casos de la Coronación.— V. Otros casos en la jurisprudencia
inglesa.— VI. El instituto en la legislación comparada.— VII. La frustración de la causa fin del contrato en
la Argentina.— VIII. El instituto en la jurisprudencia argentina.— IX. Comparación con otros institutos.—
X. Requisitos de aplicación.— XI. Efectos de la aplicación del instituto.

I. Recepción legal de un instituto conocido lebración del contrato y para otorgarle plena efi-
cacia a la época de su cumplimiento.
Igual que sucedió en 1968 con la ley 17.711,
el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación La causa fin no solo deberá concurrir al inicio
otorga carácter normativo a algunos institutos ya del contrato sino que deberá mantenerse durante
investigados por la doctrina y aplicados por la ju- toda la relación contractual y hasta la producción
risprudencia. de sus efectos (1). Que tal requisito sea exigido en
ambos instancias resulta del artícu­lo 1013 que ex-
En particular, el artícu­lo 1090 pasa a regular lo presa: “Artícu­lo 1013. Necesidad. La causa debe
que según su epígrafe denomina “Frustración de
existir en la formación del contrato y durante su ce-
la finalidad”. La norma expresa: Art. 1090. Frustra-
lebración y subsistir durante su ejecución. La falta
ción de la finalidad. La frustración definitiva de
la finalidad del contrato autoriza a la parte perju- de causa da lugar, según los casos, a la nulidad,
dicada a declarar su resolución, si tiene su causa adecuación o extinción del contrato”. Si la causa
en una alteración de carácter extraordinario de fin se frustra antes del cumplimento de las presta-
las circunstancias existentes al tiempo de su cele- ciones se está en el último supuesto previsto en el
bración, ajena a las partes y que supera el riesgo art. 1013, la extinción del contrato.
asumido por la que es afectada. La resolución
es operativa cuando esta parte comunica su de- II. Alteración de las bases objetivas
claración extintiva a la otra. Si la frustración de del contrato
la finalidad es temporaria, hay derecho a resolu-
En algún caso cumplir a rajatabla lo acordado
ción sólo si se impide el cumplimiento oportuno
de una obligación cuyo tiempo de ejecución es en el marco de un contrato conduce a un resultado
esencial”. disvalioso por haberse quebrado las bases fácticas
que sustentan el contrato (2).
Más ajustado al instituto es denominarlo “Frus-
tración de la causa fin del contrato”, denomina-  (1)  V. LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. Comentario al
ción que lo conecta directamente con la existencia art. 1084, “Código Civil y Comercial de la Nación Co-
y exigencia de la causa fin del contrato sea en su mentado”, (Dir. Rivera- Medina) Bs. As. Ed. La Ley 2014.
origen, sea en su cumplimiento. A partir de la re- T. III p. 670.
cepción del precepto pasa a tener valor legal la  (2)  Para el análisis de ambos institutos en forma com-
exigencia de causa fin para otorgar validez a la ce- parativa V. RIVERA, Julio C. La relación entre la frustra-
284 | Suplemento especial cONTRATOS

Si ese cambio objetivo afecta solo el valor de las Pero antes de referirme a ellos, debo explicar el
prestaciones pactadas el contrato se corrige o se estado de la cuestión a esa época y para ello re-
resuelve por concurrir excesiva onerosidad sobre- montarme a varios siglos antes.
viniente. Es el caso de la teoría de la imprevisión
prevista por el artícu­lo 1198 del Código Civil y re- En el año 1647 en la causa Paradine v. Jane se re-
cibida con algún cambio por el art. 1091 del nuevo solvió que un locatario seguía obligado a pagar el
Código Civil y Comercial de la Nación. alquiler pese a haber sido privado de la tenencia
del inmueble que había quedado situado en terri-
La pérdida del valor adquisitivo de la moneda torio invadido por una potencia extranjera en el
producida y proporcionada por el Estado para fa- que el Rey carecía de poder fáctico.
vorecer el intercambio de bienes y servicios, cons-
tituye la fuente casi exclusiva de aplicación de este Se sostuvo que si la relación jurídica es de
instituto; sea que se produzca por una devalua- origen legal y no se puede cumplir por circunstan-
ción decretada por el Estado, sea por la inflación cias insuperables, es la propia ley la que exonera
que socava el valor de la moneda y cuyo respon- de responsabilidad al deudor de la prestación, en
sable último también es el Estado. cambio si el origen de la obligación es contractual
Pero el equilibrio del valor de las prestaciones el deudor siempre debía responder por no haber
no es la única base objetiva tenida en cuenta al previsto la cláusula de exoneración de responsa-
contratar ¿Que ocurre cuando la ruptura de la bilidad. Se reconoció el caso fortuito y la fuerza
base objetiva del contrato se produce en otro ele- mayor como supuestos que liberaban al deudor
mento ajeno a las partes que no sea el valor las del cumplimiento de la prestación debida, pero
prestaciones? esa exoneración de responsabilidad no se admitía
en el campo de las obligaciones de origen con­
La respuesta proviene del instituto conocido tractual (5).
como “frustración de la causa fin del contrato”, que
recibe su primera sanción legislativa en nuestro Puede concluirse como síntesis de lo entonces
medio en el art. 1090 del Código Civil y Comercial resuelto, la “inflexibilidad en punto al cumpli-
de la Nación (3) miento del contrato” (6), pues lo pactado debía
cumplirse indefectiblemente, “cualquiera sea el
III. Origen del instituto acontecimiento o situación” que pueda invocarse.

Ambos institutos referidos son de origen ajeno Recién en 1863 se resolvió la causa Taylor v.
al derecho romano y de creación posterior. La ex- Caldwell. Se trataba en el caso del alquiler de un
cesiva onerosidad sobreviniente es obra de cano- Music Hall para dar cuatro conciertos entre junio
nistas y postglosadores (4), en cambio, la frustración y agosto de 1861, sin embargo el teatro se incendió
de la causa fin del contrato no se vincula en forma por caso fortuito antes de comenzar las funciones.
alguna al derecho romano.

Nace en la jurisprudencia inglesa de principios Era claro que en tal caso no había previsión con-
del siglo XX, en los conocidos como Casos de la tractual alguna que hiciese recaer el perjuicio en
Coronación. ninguna de las partes contratantes. En ese con-
texto, el juez Lord Blackburn podía reiterar la con-
clusión de Paradine v. Jane en el sentido que los
contratos se deben cumplir a rajatabla, pero de-
cidió que el contrato podía considerarse sujeto a
ción del fin y la teoría de la imprevisión” en ED. 179-60. “una condición implícita” que supuestamente es-
 (3)  Art. 1090. Frustración de la finalidad. La frustra- tablecía que si la cosa arrendada se destruía sin
ción definitiva de la finalidad del contrato autoriza a la culpa de nadie, las partes quedaban liberadas del
parte perjudicada a declarar su resolución, si tiene su cumplimiento de sus obligaciones, sin responsa-
causa en una alteración de carácter extraordinario de las
circunstancias existentes al tiempo de su celebración,
ajena a las partes y que supera el riesgo asumido por la
que es afectada. La resolución es operativa cuando esta
parte comunica su declaración extintiva a la otra. Si la  (5) RAY, José Domingo p. 20; LEIVA FERNÁNDEZ,
frustración de la finalidad es temporaria, hay derecho a Luis F. P. La frustración de la causa fin del contrato LA LEY
resolución sólo si se impide el cumplimiento oportuno 24/02/2014, 1. LA LEY 2014-A, 856, LA LEY 24/02/2014, 1
de una obligación cuyo tiempo de ejecución es esencial.  (6)  STIGLITZ, Rubén S. Frustración del fin del con-
 (4)  LLAMBÍAS Jorge Joaquín. Ob. T I. Nº 214. trato, JA 1998-II-937.
Luis F. P. Leiva Fernández | 285

bilidad alguna. El locador no proporcionaría el Por su parte el locador exigió el pago del saldo. La
teatro ni el locatario pagaría el alquiler (7). Corte de Apelaciones de Londres desestimó la de-
manda e hizo lugar a la reconvención aclarando
Esa solución jurisprudencial constituyó un claro que la frustración no afectaba la validez del con-
acercamiento al instituto del caso fortuito en el de- trato sino que su efecto se limitaba a relevar a las
recho romano, aunque a través de incorporar la partes de prestaciones ulteriores.
ficción de la condición implícita.
En Krell v. Henry se debatió sobre el contrato
En enero de 1901 fallecida la Reina Victoria se de alquiler de una ventana desde donde se veía
preparó la asunción de su sucesor —Eduardo Pall Mall. Mientras que el locador exigió el pago
VII— cuya coronación se haría en Londres en del saldo consistente en 2/3 partes del alquiler
junio de 1902. En el marco de los festejos por tal que debió haberse pagado el mismo día en que
evento se programaron en particular el desfile real se anunció la suspensión del desfile, el locatario
y la revista de la flota de mar. Ambas situaciones reconvino por restitución del 1/3 ya pagado. La
dieron origen a los emblemáticos Casos de la Co- Corte de Apelaciones, rechazó la demanda del lo-
ronación. cador y acogió la reconvención del locatario.
IV. Los casos de la Coronación Concluyó que para llegar a establecer el sentido
del contrato debía considerarse que en el anuncio
Para el día del desfile se alquilaron balcones puesto por el locador en la ventana ofrecida en al-
y ventanas en Pall Mall por donde pasaría la co- quiler, surgía la finalidad del arriendo consistente
mitiva real, que no se utilizaron porque el futuro en observar el desfile real. Esa era su “considera-
rey se enfermó y debieron postergase los festejos. tion” —su causa en derecho continental— que for-
Cabe suponer que la mayoría de esas locaciones maba parte de “la base del contrato”, pues siendo
solo cambiaron de fecha, pero otros contratos común, quedó incorporada explícitamente para
desembocaron en conflictos que debieron ser re- ambas partes al contexto contractual, y la no reali-
sueltos por la Corte de Apelaciones de Londres, en zación del desfile la frustró (9).
el año 1903.
Otros casos se suscitaron en oportunidad de
Dos de tales pronunciamientos son significa- frustrarse la revista de la flota de mar. En particular
tivos para la doctrina de la frustración de la causa traigo a colación “Herne Bay Steamboat Co. v.
fin del contrato. Me refiero a “Chandler v. Webster”, Hutton” en el que se arribó a una solución opuesta
y a Krell v. Henry”. pues se hizo lugar al pedido de cobro del saldo de
precio por considerar que observar la revista de
En ambos casos la prestación debida es factible
la flota de mar no fue la “consideration” común
de cumplirse pero inútil, pues no proporciona a
del contrato, pues los pasajeros bien podrían rea-
una de las partes la satisfacción que buscaba al
lizar un crucero observando a la flota, aun sin pre-
contratar —ver el desfile de coronación— que
sencia del rey.
en cuanto conocida y aceptada por el otro con-
tratante, se erigió en la causa fin del contrato. El V. Otros casos en la jurisprudencia inglesa
evento frustrante privó al contrato de su causa y
quebró su base jurídica objetiva. Algunas aplicaciones del instituto se produjeron
en el marco de conflictos bélicos.
En “Chandler v. Webster” el locatario demandó
la restitución por falta de “consideration” (8) de la A los casos de los buques Tamplin y Quito du-
suma pagada que representaba los 2/3 del precio. rante la Primera Guerra Mundial vinculados al
derecho de la navegación, le sucedieron en la Se-
gunda Guerra Mundial el paradigmático caso “Fi-
 (7) Conf. STIGLITZ, Rubén S. Frustración del fin brosa Spolka” durante 1939 y otros a consecuencia
del contrato, JA 1998-II-937, con cit. de SMITH and
de la Guerra Civil Española, del conflicto del Canal
KEENAN’S, “English Law”, Pitman, London, 1996, p.
de Suez de 1956, y durante la guerra entre Irán e
691, cit. en LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. La frustra-
ción de la causa fin del contrato LA LEY 24/02/2014, 1.
Irak de 1982.
LA LEY 2014-A, 856, LA LEY 24/02/2014, 1 y LEIVA FER-
En el marco de esta última guerra se originó el
NÁNDEZ, Luis F. P. Comentario al art. 1090, “Código Civil
y Comercial de la Nación Comentado”, (Dir. Rivera- Me-
caso del buque Evia que había sido fletado para
dina) Bs. As. Ed. La Ley 2014. T. III p. 688 y ss. embarcar en Cuba un cargamento de cemento
 (8)  Institución que en el common law cumple fun-
ción análoga a la causa fin en el derecho continental.  (9)  V. STIGLITZ, op. y loc. cit.
286 | Suplemento especial cONTRATOS

para su traslado a Irak. Al llegar al puerto iraquí mercantiles y sobre prescripción y caducidad sólo
realizó la descarga en dos días pero durante seis se prevé la excesiva onerosidad sobreviniente (art.
meses se vio impedido de zarpar por causa del 61).En América debo citar a Puerto Rico cuyo Pro-
conflicto armado que se desencadenó el mismo yecto de Código Civil prevé el instituto en forma
día en que concluyo la descarga. Los armadores análoga a la que ahora se recibe en el Código Civil
demandaron por cobro del flete de los seis meses y Comercial de la Nación (12).
pero los fletadores resistieron la demanda soste-
niendo que el contrato se había frustrado. En la La importancia de Puerto Rico en este ítem re-
instancia arbitral, y en las judiciales que hubo, se side en que es un país de derecho mixto que re-
juzgó que hubo frustración de la causa fin del con- cibe un instituto de derecho anglosajón. El Estado
trato a los 12 días de terminar la descarga (10). Libre Asociado es una especie de laboratorio cien-
tífico al que pertenecen un muy reducido grupo de
VI. El instituto en la legislación comparada países con sistema jurídico mixto —19 en la opi-
nión de Vernon Palmer (13)— y es el único en Amé-
a) Legislaciones nacionales y sus proyectos de rica en el que confluye el common law con el sub-
reforma sistema continental español (14).

No son muchas las legislaciones que reciben el b) Proyectos de unificación europea


instituto, además de las normas británicas ya re-
feridas está el Código Civil de Portugal de 1966 (11). Por análogo motivo debo referir tres proyectos
europeos el Contract Code de Harvey Mc Gregor
En España, la Propuesta de Modernización del que como trabajo preparatorio de la unificación
Código Civil en materia de Obligaciones y Con- europea de los contratos recibe la frustración so-
tratos prevé el instituto en su proyectado art. 1213 brevenida en su regla 591 (15); y el artícu­lo 102 del
que propone: “Artículo 1213. De la alteración ex- Proyecto de Código Europeo de Contratos de la
traordinaria de las circunstancias básicas del con- Academia de Iusprivatistas Europeos, de Pavía,
trato. Si las circunstancias que sirvieron de base al que tengo el honor de integrar, y también su art.
contrato hubieren cambiado de forma extraordi- 97 relativo a la excesiva onerosidad sobreviniente.
naria e imprevisible durante su ejecución de ma-
nera que ésta se haya hecho excesivamente one-
rosa para una de las partes o se haya frustrado el
fin del contrato, el contratante al que, atendidas las
circunstancias del caso y especialmente la distribu-  (12)  Cuando el gobierno del Estado Libre Asociado
ción contractual o legal de riesgos, no le sea razo- de Puerto Rico, me distinguió encargándome elaborar
varios Títulos y Capítulos del Proyecto de Código Civil de
nablemente exigible que permanezca sujeto al con-
Puerto Rico, propuse a este respecto dos disposiciones
trato, podrá pretender su revisión, y si ésta no es
que expresan: Art. 224: “El acto jurídico debe tener causa
posible o no puede imponerse a una de las partes, lícita al momento de su celebración y conservarla hasta
podrá aquél pedir su resolución. su ejercicio. La alteración sustancial de las circunstan-
cias existentes al momento de la celebración, priva de
La pretensión de resolución sólo podrá ser esti- causa al acto otorgado en miras a la satisfacción de un
mada cuando no quepa obtener de la propuesta o interés que presupone ostensiblemente la subsistencia
propuestas de revisión ofrecidas por cada una de de esas circunstancias al momento del cumplimiento”.
las partes una solución que restaure la reciprocidad Art. 225: “La falta de causa lícita coetánea a la celebra-
de intereses del contrato”. ción, vicia de nulidad al acto jurídico. Si al momento del
cumplimiento del acto, la causa se frustra por razones no
Por el contrario en el ámbito del Borrador del impu­tables a las partes, el acto puede resolverse por de-
Anteproyecto de ley de Modificación del Código cisión del perjudicado, o adecuarse las prestaciones”. Tal
de Comercio en la Parte General sobre contratos Proyecto está a consideración de la Asamblea Legislativa
de Puerto Rico.
 (13)  PALMER Vernon V. “Mixed Jurisdictions world-
 (10)  RAY José D. Frustración del contrato. Bs. As. Abe- wide. The thrid legal family”. Ed. University of Cam-
ledo Perrot, 1996 p. 61 refiere otros casos de distintas bridge. Cambridge. 2001.
embarcaciones durante el mismo conflicto bélico, en los  (14)  V. LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F.P. “Tendencias Ac-
que se concluyó en distintas fechas de frustración de sus tuales en los Códigos Civiles americanos”. En Revista del
contratos respectivos. Colegio de Abogados de Puerto Rico. Vol. 64. Nº 4 oct-dic
 (11)  V. FREYTES, Alejandro E. La Frustración del fin 2003 pp.65 y ss.
del contrato. Córdoba. Academia Nacional de Derecho y  (15) MC GREGOR. Harvey. Contract Code. J. M.
Ciencias Sociales de Córdoba. 2010 p. 189 Bosch Ed. Barcelona 1997 p. 197.
Luis F. P. Leiva Fernández | 287

Finalmente los Principios del Derecho Europeo de Más recientemente se recibió el instituto en el
los Contratos en su art. 6111 (16). art. 259 del Proyecto de Código Civil de 1998 para
la República Argentina.
Todos ellos buscan sintetizar instituciones del
common law con las del derecho continental ro- Entre la doctrina de los autores hay múltiples
manista, y también la regla Nº 6.2.1. de UNIDROIT ensayos sobre el instituto (19).
relativa al hardship o excesiva onerosidad sobre-
viniente. VIII. El instituto en la jurisprudencia
argentina
Por el contrario cabe lamentar, que el Draft of
Common Frame of Reference (Borrador del Marco Como el funcionamiento del instituto estaba
común de referencia para el derecho europeo de avalado por el juego de los artícu­los del Código
los contratos), carezca de los dos institutos que re- Civil de Vélez Sarsfield referidos a la teoría de la
median el quiebre de la base objetiva del contrato. causa no hubo mayor inconveniente en aplicarla
Me refiero a la excesiva onerosidad sobreviniente en decisiones jurisprudenciales.
y a la frustración de la causa fin del contrato (17).
a) Entre los pronunciamientos más conocidos
VII. La frustración de la causa fin del contrato está el de la Cámara Nacional de Apelaciones
en la Argentina en lo Civil en octubre de 1997 recaído en la de-
manda promovida por Alerses SRL c. Carrefour
Cuando en 1991 se introdujo el tema de la frus- Argen­tina SA (20).
tración de la causa fin del contrato en la XIII edi-
ción de las Jornadas Nacionales de Derecho Civil, Alerses SRL organizó un shopping en cuyos lo-
el tema ya era conocido y valorado, habiéndose cales previó incorporar comercios que impulsaran
concluido que era compatible con la teoría de la a los visitantes a permanecer en el sitio, proporcio-
causa fin contenida en los arts. 500, 501, 502 y par- nándoles entretenimientos, salas de cine, restau-
ticularmente en el ámbito del contrato de locación
en los arts. 1522, 1604 inc. 4º y 1772, del Código  (19)  En el voto con que se fundó el pronunciamiento
Civil (18). de la CNCivil, sala F, “Turay S.R.L. c. Nahuel S.A”. del
25/04/1996, LA LEY 1997-D, 342, el Dr. POSSE SAGUIER
En dicho evento se propició la recepción legisla- cita abundante doctrina referida al instituto, que por su
tiva del instituto lo que se reflejó en el art. 943 del interés me permito transcribir “ ESPERT SANZ, V., “La
Proyecto de Reformas de 1987. frustración del fin del contrato”, p. 45/47; LLAMBÍAS -
ALTERINI “Código Civil Anotado”, t. III-A, coment. art.
En los dos proyectos de reforma del año 1993 se 1200, secc. doct. núm. 3, ps. 170/1; Busso, E., “Código
incorporó el instituto, en el art. 1204 del elaborado Civil Anotado”, t. III, coment. art. 500, p. 133, núm. 141;
por la Comisión creada por Dec. 468/92; y en el art. MOSSET ITURRASPE, J., “La frustración del contrato”, p.
1200 del de la Comisión Federal de la Cámara de 67; BREBBIA, R. H., “La frustración del fin del contrato”,
Dipu­tados de la Nación. pub. en LA LEY, 1991-B, 876; BORDA, A. “La frustración
del fin del contrato” pub. en LA LEY, 1991-E, 1450; SIL-
VESTRE-KING, “La frustración del fin del contrato”, pub.
 (16)  V. FREYTES, Alejandro E. La Frustración del fin en JA, 1991-III-848 y “Una interesante aplicación de la
del contrato. Córdoba. Academia Nacional de Derecho y teoría de la frustración del fin del contrato” pub. en LA
Ciencias Sociales de Córdoba. 2010 p. 199 LEY, 1992-E-119; MORELLO, A. M., “Ineficacia y frustra-
 (17)  V. VAQUER ALOY, Antoni, BOSCH CAPDEVILA, ción del contrato”, p. 67; STIGLITZ, R. “Objeto, causa y
Esteve, y SÁNCHEZ GONZÁLEZ, María Paz (Coordina- frustración del contrato”, p. 24/28; VIDELA ESCALADA,
dores). Derecho Europeo de Contratos. Libros II y IV F., “Teoría de la causa”, p. 47; LARENZ, K., “Base del ne-
del Marco Común de Referencia. Barcelona. Ed. Ate- gocio jurídico y cumplimento del contrato”, p. 149; NI-
lier, 2012. V. LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. Comentario COLAU, N. L. “La frustración del fin” pub. en LA LEY,
al art. 1090, “Código Civil y Comercial de la Nación Co- 1993-A, 882; VENINI, J. C., “La frustración del fin del
mentado”, (Dir. Rivera- Medina) Bs. As. Ed. La Ley 2014. contrato”, JA, 1991-III-764; RINESSI, A. J. “La frustración
T. III p. 693 del fin en los contratos de contenido predispuesto” pub.
 (18) Entre muchas más puede verse CNCom., sala en LA LEY, 1993-B, 853”. V. LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P.
D, José Morandeira S.A. c. Nobleza Piccardo S.A., Comentario al art. 1090, “Código Civil y Comercial de la
22/05/2001, LA LEY 2001-F, 423, RCyS 2001, 535 con nota Nación Comentado”, (Dir. Rivera- Medina) Bs. As. Ed. La
de Carlos Molina Sandoval, DJ 2002-1, 102 y en Colec- Ley 2014. T. III p. 688 y ss.
ción de Análisis Jurisprudencial Contratos Civiles y Co-  (20)  Sala M de la Cámara Nacional de Apelaciones en
merciales - Director: Ricardo Luis Lorenzetti, Editorial lo Civil en autos “Alerses SRL c. Carrefour Argentina SA”,
LA LEY 2005, 188 del 13-10-97, LA LEY, 1998-E, 566.
288 | Suplemento especial cONTRATOS

rantes etc., lo que motivaría la permanencia en el nuidad y regularidad en la provisión de agua para
shopping, promoviendo el consumo. la subsistencia de los animales” (22).

Interesado en ese conjunto de potenciales con- La aplicación del instituto se intentó en muchas
sumidores Carrefour Argentina alquiló un gran otras causas judiciales rechazándose en varias por
local dentro del shopping, pero el organizador no motivos diversos (23).
logró incorporar locales de entretenimientos y
gastronómicos, de modo que los clientes poten- IX. Comparación con otros institutos
ciales efectuaban sus compras específicas y luego
se retiraban, por lo que Carrefour concluyó que el Paso ahora a comparar la doctrina sobre la frus-
contexto comercial en el que tenía su supermer- tración de la causa fin del contrato, con el caso for-
cado no satisfacía la causa fin del contrato de loca- tuito, la excesiva onerosidad sobreviniente, la con-
ción del inmueble. Sostuvo que se malogró la fina- dición resolutoria y el incumplimiento del plazo
lidad económica perseguida, conocida y aceptada esencial.
por ambas partes, e incluso utilizada por el orga-
nizador del centro de compras (arrendador del a) Caso fortuito y fuerza mayor
local) como argumento para alquiler en el shop- La diferencia esencial, entre la frustración de la
ping. A consecuencia de la demanda la Cámara de causa fin del contrato y el caso fortuito reside en
Apelaciones resolvió el contrato invocando la doc- que en la frustración es posible el cumplimiento,
trina de la frustración de la causa fin del contrato. mientras que en el caso fortuito o en la fuerza
b) En 1987 se resolvió el caso Dominella, desa- mayor el cumplimento es materialmente impo-
fortunadamente inédito, es citado por Stiglitz. Un sible.
padre contrató con una confitería la prestación de En cambio, en la frustración de la causa fin
servicio de lunch para la fiesta de casamiento de del contrato, el hecho jurídico que altera el con-
su hija, y pagó la totalidad del precio, pero luego, texto contractual no genera un impedimento fác-
los novios desistieron de celebrar la boda, lo que tico sino que acarrea un quiebre en la volición. El
le fue comunicado a la confitería demandada con acreedor de la prestación debida deja de desear
una antelación de 15 días (21). el cumplimiento porque aun realizado, no satis-
face el interés buscado al contratar. La presta-
c) En otra oportunidad —en 1996— la Sala F de
ción es posible pero inútil. Es la concurrencia del
la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil in
hecho frustrante lo que obsta a que el acreedor de
re Turay S.R.L. c. Nahuel S.A. aplicó la doctrina al
la prestación satisfaga el interés tenido en mira al
contrato de aparcería de un campo en el que la
contratar. La utilidad que habría proporcionado el
falta de agua impidió su explotación agropecuaria,
contrato es lo que se pierde.
pues la explotación ganadera exige continuidad y
regularidad en la provisión de agua para la sub- Los balcones de Pall Mall, verbigracia, estaban
sistencia de los animales y aunque la sequía no se disponibles para el uso por el locatario, pero sen-
haya prolongado durante toda el período del con- tarse en ellos no proporcionaría el espectácu­lo.
trato porque “la explotación ganadera exige conti-

 (22)  CNCivil, sala F, “Turay S.R.L. c. Nahuel S.A”. del


 (21)  C. 1ª Civ. y Com. La Plata, sala 3ª, 30/7/87, “Do- 25/04/1996, LA LEY 1997-D, 342 con nota de CASAS DE
minella, Aníbal v. Panadería y Confitería La Argentina s/ CHAMORRO VANASCO “ una aplicación acertada de la
reintegro de gastos” Cit. por STIGLITZ, Rubén S. Frustra- teoría de la frustración del fin del contrato”. También en
ción del fin del contrato en JA 1998-II-937. También ha FREYTES, Alejandro E. La Frustración del fin del con-
sido APARICIO Juan Manuel. Contratos. Parte General. trato. Córdoba. Academia Nacional de Derecho y Cien-
Bs. As. Ed. Hammurabi 2001, T. II p. 368 nota 128. El de- cias Sociales de Córdoba, 2010 p. 150. V. LEIVA FER-
sarrollo más pormenorizado puede leerse en FREYTES, NÁNDEZ, Luis F. P. La frustración de la causa fin del
Alejandro E. La Frustración del fin del contrato. Córdoba. contrato LA LEY 24/02/2014, 1. LA LEY 2014-A, 856, LA
Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de LEY 24/02/2014, 1 y LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. Co-
Córdoba. 2010 p. 137 y ss. V. LEIVA FERNÁNDEZ, Luis mentario al art. 1090, “Código Civil y Comercial de la Na-
F. P. La frustración de la causa fin del contrato LA LEY ción Comentado”, (Dir. Rivera- Medina) Bs. As. Ed. La Ley
24/02/2014, 1. LA LEY 2014-A, 856, LA LEY 24/02/2014, 2014. T. III p. 688 y ss.
1, y LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. Comentario al art.  (23)  Puede verse un útil análisis crítico y pormeno-
1090, “Código Civil y Comercial de la Nación Comen- rizado en FREYTES, Alejandro E. La Frustración del fin
tado”, (Dir. Rivera- Medina) Bs. As. Ed. La Ley 2014. T. III del contrato. Córdoba. Academia Nacional de Derecho y
p. 688 y ss. Ciencias Sociales de Córdoba. 2010.
Luis F. P. Leiva Fernández | 289

Además, en la frustración de la causa fin del Salta a la vista que en la frustración se afecta la
contrato, no es necesario que concurran los seis causa, mientras que en la excesiva onerosidad so-
recaudos que se exigen para la procedencia del breviniente sólo se afecta la magnitud de la pres-
caso fortuito (24). Me refiero al carácter imprevi- tación. Se pierde la proporción entre el valor que
sible, inevitable, ajeno al deudor, actual, sobrevi- se esperaba pagar o recibir y el que se pretende re-
niente, que se erige como obstácu­lo insuperable cibir o pagar.
para el cumplimiento; bien que la ajenidad y el
recaudo de actualidad y el carácter sobreviniente Mientras en la frustración del fin la prestación
son comunes a ambos institutos. puede cumplirse sencillamente pero es inútil, en
la excesiva onerosidad sobreviniente la prestación
Pero la diferencia más importante es concep- es útil pero de cumplimiento excesivamente gra-
tual: la frustración de la causa fin del contrato no voso.
constituye una exoneración de responsabilidad
por incumplimiento, sino de resolución por ha- En síntesis, en la excesiva onerosidad sobrevi-
berse perdido la causa fin que es un elemento niente lo afectado es sólo la relación entre valores
esencial del contrato (25). económicos. Por eso es que puede inhibirse re-
adecuando los valores, lo que no es posible en la
En la causa Turay se expresó: “El acontecimiento frustración porque la causa concurre o no lo hace.
que da lugar a la frustración del fin, si bien es so- No sería posible —por ejemplo— adecuar el caso
breviniente e imprevisible, no ocasiona la impo- de Pall Mall proporcionando otro espectácu­lo que
sibilidad total y definitiva de la prestación, como no sea el desfile real. Ese es el yerro de la decisión
ocurre en el caso fortuito. Por el contrario, la misma recaída en “Herne Bay Steamboat Co. v. Hutton”.
es posible, pero el acreedor ha perdido interés en Si el paseo se contrató para ver la revista real de la
el cumplimiento porque para él se ha frustrado la flota de mar, es claro que no se satisface esa causa
causa fin o razón de ser del contrato, elemento esen- viendo únicamente a la flota de mar en amarras.
cial de éste”.
c) Condición resolutoria
Gastaldi, lo expresa así: “En el caso fortuito se
trata del incumplimiento de la obligación asu- Existe un parangón porque que una misma cir-
mida. En la frustración, en definitiva la obliga- cunstancia puede erigirse por las partes como
ción se puede cumplir, pero aun así el fin no se causa fin y pactarse como condición resolutoria.
cumplirá” (26).
Sin embargo, tienen diferente naturaleza ju-
b) Excesiva onerosidad sobreviniente
rídica, pues mientras la condición es una moda-
La analogía entre ambos institutos es fuerte lidad de las obligaciones de origen contractual
porque ambos surgen como remedio para situa- que puede —o no— pactarse en un contrato, la
ciones de quiebre de la base objetiva del con- causa fin es requisito inexcusable para la exis-
trato (27), lo que condujo a que algunos autores pro- tencia misma del contrato. Es que puede haber
piciasen la aplicación analógica de algunos de contratos con obligaciones puras y simples, pero
los recaudos, por ejemplo el carácter bilateral del no hay contrato sin causa fin.
contrato.
Además la condición, como modalidad de los
actos jurídicos, se expone en forma expresa, lo que
 (24)  V. LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. La frustración no ocurre con la causa fin, que muchas veces surge
de la causa fin del contrato LA LEY 24/02/2014, 1. LA
de las negociaciones precontractuales, como su-
LEY 2014-A, 856, LA LEY 24/02/2014, 1 y LEIVA FER-
cedió en Krell vs. Henry en la nota que el futuro
NÁNDEZ, Luis F. P. Comentario al art. 1090, “Código Civil
y Comercial de la Nación Comentado”, (Dir. Rivera- Me-
locador ofreció su ventana para ver el desfile real.
dina) Bs. As. Ed. La Ley 2014. T. III p. 688 y ss. Esa finalidad al ser aceptada por el locatario en el
 (25)  STIGLITZ op. y loc. cit.
acto de alquilar se erigió en la finalidad del con-
 (26)  GASTALDI, José M. “La teoría de la causa (fin) y
trato compartida por ambas partes.
su relación con la ‘frustración del fin del contrato’“, ED
149-801, cit. por la CNCom., sala D, in re José Morandeira Para concluir, la principal diferencia a mi cri-
S.A. c. Nobleza Piccardo S.A., 22/05/2001, LA LEY 2001-F, terio reside en que tienen efectos muy diferentes,
423, RCyS 2001, 535. pues la condición resolutoria cumplida extingue el
 (27)  Puede verse RIVERA, Julio C. La doctrina de las contrato como si nunca hubiese existido, mientras
bases en el proyecto de unificación legislativa, en RDCO que si se frustra la causa fin del contrato subsisten
1987-867. los efectos cumplidos.
290 | Suplemento especial cONTRATOS

d) Incumplimiento de un plazo esencial risprudencia argentina al término del período de


gran inflación que cesó a principios de 1991 actua-
También el plazo es una modalidad de la obliga- lizaba obligaciones dinerarias medie o no mora
ción de origen contractual por lo que puede existir del deudor.
lo que no sucede con la causa fin que debe concu-
rrir para que exista contrato. b) El instituto también se aplica a los
contratos unilaterales y a los aleatorios
El efecto del incumplimiento de un plazo esen-
cial, —a diferencia de la condición resolutoria— No veo inconveniente alguno en que la doctrina
otorga al acreedor el derecho a reclamar el resarci- sobre la frustración de la causa fin del contrato se
miento del daño sufrido, mientras que si se frustra aplique a un contrato unilateral, en el que la causa
o malogra la causa fin no nace el derecho a re- común, sea conocida y aceptada por el otro con-
sarcir (28), siempre, desde luego que se reúnan los tratante, porque no parece que tal causa merezca
restantes recaudos de la frustración de la finalidad menos consideración que la adjunta a un contrato
del contrato. bilateral. Máxime que no encuentro restricción al-
guna en la letra del art. 1090 del Código Civil y Co-
X. Requisitos de aplicación mercial.
a) Cabe relativizar la analogía con la Respecto a su aplicación a los contratos alea-
excesiva onerosidad sobreviniente torios, a propia letra del artícu­lo 1198 del Código
Civil de la República Argentina, y ahora la del art.
La doctrina ha trazado un paralelismo por ana- 1091 del Código Civil y Comercial de la Nación
logía con la excesiva onerosidad sobreviniente en referido a la excesiva onerosidad sobreviniente,
razón que ambos institutos afrontan el desequili- admiten aplicar la teoría de la imprevisión a los
brio o el quiebre de la base objetiva del contrato (29). contratos aleatorios en la medida que la despro-
Por ende suele sostenerse la exigencia de que el porción sea ajena al alea propia del contrato.
contrato sea bilateral, oneroso y conmutativo.
De modo que aun manteniendo la analogía con
Sin embargo corresponde realizar aquí un aná- el otro instituto referido a la protección de la base
lisis distinguiendo la solución en el Código de objetiva del contrato, no cabe sino admitir que la
Vélez y en el Código Civil y Comercial de la Nación. frustración de la causa también es aplicable a los
contratos aleatorios.
En todo caso la regla residual es que debe apli-
carse a todos los contratos porque todos tienen Más aun, es el propio art. 1090 del Código Civil
causa fin. y Comercial de la Nación que al regular el instituto
Por los mismos motivos no me parece proce-
dente exigir —a semejanza de lo requerido en ex-
de la imprevisión. Pero requiere que la causa de la alte-
cesiva onerosidad— que el invocante este exento
ración extraordinaria de las circunstancias existentes al
de mora (30). Debo destacar en este punto que la ju-
tiempo de la celebración sobrevenga “por causas ajenas
a las partes”. Esta expresión abarca el concepto de culpa.
La alteración extraordinaria no será ajena a la parte si
 (28)  WÜST, Graciela C. Obligaciones de plazo esen- está incursa en culpa. Pero la culpa —además de obstar
cial. En AMEAL Oscar J. (dir.) - TANZI Silvia Y. (coord.)- al carácter de “ajenidad” en la producción del evento
Obligaciones y contratos en los albores del siglo XXI. Bs. desequilibrante— también pone en cabeza de quien
As. Abeledo Perrot. 2001. actuó con culpa las consecuencias del caso fortuito. El
 (29)  V. DE LORENZO, Miguel Federico, La causa del que actuó con culpa responde por las consecuencias for-
negocio jurídico. Relevancia genética y funcional. La tuitas en los términos del art. 1733 inc. d).Por otro lado
frustración de la causa fin, en Colección de Análisis Ju- la mora hace al deudor responsable también del caso
risprudencial Derecho Civil - Parte General - Director: fortuito, que en la excesiva onerosidad sobreviniente es
José W. Tobías, Editorial LA LEY, 2003, 01/01/2003, 467; el evento imprevisto que altera gravemente la ecuación
FREYTES, Alejandro E. La frustración del fin del con- económica del contrato a no ser que esa mora “sea indi-
trato y el Proyecto de Código, LA LEY 2013-C, 951 y “La ferente para la producción del daño” (art. 1733 inc. c del
Frustración del fin del contrato”. Córdoba. Academia Na- Código Civil y Comercial). Es decir que sea irrelevante
cional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba. 2010.; Vg. por ser posterior a la producción del evento impre-
BAROCELLI, Sergio Sebastián, La frustración del fin del visible. LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. Comentario al art.
contrato, DJ 2004-2, 861. 1091, “Código Civil y Comercial de la Nación Comen-
 (30)  Debo destacar que el Código Civil y Comercial no tado”, (Dir. Rivera- Medina) Bs. As. Ed. La Ley 2014. T. III
incorporó esa regla en forma expresa al regular la teoría p. 704 y ss.
Luis F. P. Leiva Fernández | 291

de frustración de la causa fin del contrato requiere mente en la necesidad de distinguir la causa fin
que la frustración “tenga su causa en una altera- del objeto del contrato, para acabar irremedia-
ción de carácter extraordinario de las circunstan- blemente en dos posturas marcadamente dife-
cias existentes al tiempo de su celebración, ajena a renciadas: causalismo o anticausalismo, según se
las partes y que supera el riesgo asumido por la que admita o no, la existencia de la causa fin como re-
es afectada”, expresión que no puede sino enten- quisito esencial de los contratos (33).
derse referida a su aplicación a un contrato alea-
torio. Por “fin del contrato” debe entenderse —en opi-
nión de Díez Picazo— el propósito a que el contrato
c) Aplicación a los contratos gratuitos sirve dentro de la vida real, vale decir, el resultado
empírico o práctico que en orden a los propios y
Corresponde recordar que desde su recepción peculiares intereses se pretende alcanzar” (34).
legislativa en el año 1968 la doctrina nacional
viene señalando que no hay motivo alguno para Más sencillamente, yo tengo por cierta la expli-
excluir de la aplicación de la teoría de la imprevi- cación que efectuó Llambías al enseñar que en
sión a los contratos gratuitos (31), postura que apa- un contrato de locación de inmueble para prostí-
rece ahora recibida en el art 1091 del Proyecto de bulo —por ejemplo— la causa consiste en ejercer
Código Civil y Comercial de la Nación. la prostitución que es una causa fin ilícita e invali-
dante en la Argentina, y el objeto es el inmueble.
Aplicando la referida analogía entre la teoría de Sin embargo, reconozco que ese es un caso ex-
la imprevisión y la frustración de la causa fin, des- tremo y que en muchísimos otros supuestos la di-
taco que si ésta se frustra malogrando la base ob- ferencia es difícil de explicar (35).
jetiva del contrato, nada importa qué tipo de con-
trato sea, porque todos tienen causa fin. Una manera eficaz de soslayar la dificultad
es distinguir —como explica Brebbia (36)— entre
d) El contrato debe ser de cumplimiento causa fin inmediata y objetiva que es común a toda
diferido una misma categoría de contratos —de cambio, de
liberalidad etc. y una causa fin mediata y subjetiva
El contrato debe ser de cumplimiento dife- formada primero por los “motivos”— que se re-
rido (32), sea por tener un plazo suspensivo, sea por fieren al pasado y explican por qué se decide con-
ser de tracto sucesivo. tratar y con qué alcance y en segundo término por
En todo caso lo requerido es que exista una ven-
tana temporal necesaria para que el evento ajeno
a las partes pueda producirse y malogre la causa.  (33) Puede verse ACCIARRI, Hugo A. BONIFAZI,
Silvia Andrea. Apuntes en torno a la frustración del fin
e) El contrato debe tener una causa fin del contrato (Con especial referencia a la contratación
predispuesta. LA LEY 1992-C, 812.
La aplicación de esta doctrina asume que el  (34) DIEZ PICAZO, Luis, prefacio a la obra de ES-
contrato tiene una causa fin. El punto —la exis- PERT SANZ, Vicente; “La frustración del fin del contrato”,
tencia de una causa fin— que podía debatirse en Tecnos, Madrid, 1968, p. 11.
el Código Civil, se encuentra decidido definitiva-  (35)  La CN Civil, sala F, in re “Turay S.R.L. c. Nahuel
mente en los arts. 1012 a 1014 del Código Civil y S.A” del 25/04/1996, LA LEY 1997-D, 342 expresó que fin
Comercial de la Nación. Es este Código si el con- del contrato es el propósito básico de una de las partes,
trato no se celebra en concurrencia a una causa fin conocido y aceptado por la otra, de manera tal que se ob-
es inválido, e ineficaz si teniéndola la pierde en el jetiva y se convierte en fin para ambas partes. No es nece-
curso de la relación jurídica. sario que la finalidad en cuestión se haya convertido en
contenido del contrato por encontrarse mencionada ex-
Sin embargo explicar en qué consiste la causa presamente, pero sí que haya sido tenida en cuenta por
fin es muy complejo, porque derivaría invariable- ambas partes al determinar tal contenido y manifestarse,
al menos, mediatamente en el mismo.
 (36)  BREBBIA Roberto H. La frustración del fin del
 (31)  V. sobre su aplicación a contratos gratuitos y alea- contrato, LA LEY, 1991-B, 876. V. LEIVA FERNÁNDEZ,
torios: NICOLAU, Noemí L., “La frustración del fin” La Luis F. P. La frustración de la causa fin del contrato
Ley, 1993-A, 882, y KING, Juan Carlos SILVESTRE AIMO, LA LEY 24/02/2014, 1. LA LEY 2014-A, 856, LA LEY
Norma Olga “Una interesante aplicación de la teoría de 24/02/2014, 1, y LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. Comen-
la frustración del fin del contrato”. En LA LEY 1992-E, 119. tario al art. 1090, “Código Civil y Comercial de la Nación
 (32)  Puede verse BREBBIA, Roberto H. La frustración Comentado”, (Dir. Rivera- Medina) Bs. As. Ed. La Ley
del fin del contrato, LA LEY 1991-B, 876. 2014. T. III p. 688 y ss.
292 | Suplemento especial cONTRATOS

los móviles que se refieren al futuro en el deseo del tituido no ha llegado a su fin debido a la irrup-
contratante, es decir para que contrata. ción en su desarrollo de un hecho sobreviniente
que derivó en la imposibilidad relativa de cumpli-
Y, desde luego que, si dos o más contratos se en- miento...”.
cuentran vinculados por su causa que los consti-
tuye en conexos, la frustración de la causa en uno Debe entenderse que “imposibilidad relativa
de ellos afecta a la subsistencia de los demás (37). Es de cumplimiento” no significa imposibilidad fác-
lo que se infiere de la regla del art. 1075 del Código tica de realizar la prestación —porque en tal caso
Civil y Comercial de la Nación (38). se estaría en el ámbito del caso fortuito o fuerza
mayor— sino imposibilidad absoluta de obtener
f) La causa debe estar incorporada al contrato el fin buscado, aun cumpliéndose la prestación (42).
También se exige que la causa fin esté incorpo- h) La frustración debe provenir de un hecho
rada al contrato, que es la única manera de inte- ajeno a las partes
grarla a su base objetiva. Y para estar incorporada
a la base objetiva del contrato, obviamente, debe Debe concurrir “ajenidad” en la producción
ser conocida o resultar cognoscible por el otro del evento que malogra la base objetiva del con-
contratante (39). trato. Esa desnaturalización de la base objetiva no
puede ser impu­table a la actividad de ninguna de
No es necesario que esté incorporada en forma las partes (43).
expresa como cláusula contractual (40), aunque si
lo estuviese, es claro que no debe estar prevista En los casos en los que la finalidad sea propia
como condición resolutoria pues el efecto en caso de uno de los contratantes y aceptada por el
de cumplirse sería muy diferente. otro, si el evento frustrante es impu­table a la ac-
tividad del deudor de la prestación, el evento con-
g) La causa fin debe haberse malogrado figuraría incumplimiento; y si es impu­table a la
En expresión de Morello (41) frustración es el “su- propia actividad del sujeto que erigió su móvil
puesto en el cual el contrato válidamente cons- en la causa fin común del contrato, se aplicaría el
brocárdico “nemo auditur propriam turpitudinem
allegans”.
 (37)  DE LORENZO, Miguel Federico. TOBÍAS, JOSÉ En ninguno de ambos supuestos podría consi-
W. Complejo de negocios unidos por un nexo (El li- derarse frustrada de la causa fin en los términos
gamen negocial), LA LEY, 1996-D, 1387. del art. 1090 del Código Civil y Comercial, porque
 (38)  Art. 1075. Efectos. Según las circunstancias, pro- es inexcusable que la producción del evento no re-
bada la conexidad, un contratante puede oponer las ex- sulte impu­table a ninguno de los contratantes. Por
cepciones de incumplimiento total, parcial o defectuoso, eso, en el caso Dominella, el padre pudo invocar la
aún frente a la inejecución de obligaciones ajenas a su
doctrina al contrato sobre el servicio de lunch de
contrato. Atendiendo al principio de la conservación, la
la fiesta de casamiento de su hija, porque él era un
misma regla se aplica cuando la extinción de uno de los
contratos produce la frustración de la finalidad econó-
tercero en relación a la causa que obstaba al cum-
mica común.
 (39)  La CN Civil, sala F, in re “Turay S.R.L. c. Nahuel
S.A”. del 25/04/1996, LA LEY 1997-D, 342 sostuvo que fin
del contrato es el propósito básico de una de las partes,  (42)  En CN Civil, sala F, “Turay S.R.L. c. Nahuel S.A”.
conocido y aceptado por la otra, de manera tal que se ob- del 25/04/1996, LA LEY 1997-D, 342 se expresó que la
jetiva y se convierte en fin para ambas partes. No es nece- frustración del fin del contrato presupone la insubsis-
sario que la finalidad en cuestión se haya convertido en tencia del propósito impulsor inicialmente considerado
contenido del contrato por encontrarse mencionada ex- como la razón o el sentido para contratar. Así, las cir-
presamente, pero sí que haya sido tenida en cuenta por cunstancias sobrevinientes deben proyectarse sobre el
ambas partes al determinar tal contenido y manifestarse, resultado o finalidad, de manera que malogren el motivo
al menos, mediatamente en el mismo. que impulsó a contratar, al punto que desaparezca el in-
 (40)  LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. Comentario al art. terés en la subsistencia del contrato. También es requi-
1090, “Código Civil y Comercial de la Nación Comen- sito de procedencia de la doctrina de la frustración del
tado”, (Dir. Rivera- Medina) Bs. As. Ed. La Ley 2014. T. III fin del contrato que las circunstancias que inciden sobre
p. 688 y ss. la causa, conocida o conocible, no hayan sido provo-
 (41)  MORELLO, Augusto M.; “Ineficacia y frustración cadas por ninguna de las partes de la relación sustancial.
del contrato”, Bs As. Ed. Platense/Abeledo-Perrot, 1975,  (43)  CN Civil, sala F, “Turay S.R.L. c. Nahuel S.A”. del
t. 1, n. 1. 25/04/1996, LA LEY 1997-D, 342.
Luis F. P. Leiva Fernández | 293

plimiento (la decisión de no contraer matrimonio digo Civil y Comercial de la Nación en cuanto
por su hija) (44). considera que el cumplimiento extemporáneo
es incumplimiento significativo si el cumpli-
i) La frustración debe ser definitiva y no miento tempestivo de la prestación es requisito
meramente temporal. Excepción legal del mantenimiento del interés del acreedor, pues
el mantenimiento de interés del acreedor remite
Desde luego que la aplicación de la frustración a nuestro instituto de la frustración del fin del
de la causa fin del contrato solo debe operar ante contrato (47).
un evento definitivo e irreversible, sin perjuicio de
lo que más adelante referiré sobre la regulación j) No debe impedir el cumplimiento del
del instituto en el art. 1090. contrato
Por ello la frustración de la causa fin del con-
trato si solo tiene un efecto temporario no habilita El evento frustrante no debe impedir el cumpli-
la aplicación de la doctrina, salvo desde luego que miento material de la prestación debida, porque
ese retardo afecte un plazo esencial como lo pro- de lo contrario —si lo impidiese— sería un su-
pone el Restatement of Law. Contracts, del Ame- puesto de caso fortuito o de fuerza mayor (48).
rican Law Institute (45).
XI. Efectos de la aplicación del instituto
A esta altura del análisis cabría interrogarse
sobre si los casos de la Coronación cumplían este Paso a referirme ahora a los efectos, tanto a
recaudo, porque no cabe soslayar que poco tiempo los vinculados a la implementación del instituto,
después de la frustración se produjo al coronación como los atenientes a la eficacia del contrato, y la
con los festejos consiguientes, de suerte que, sin suerte de las prestaciones pendientes y cumplidas.
perjuicio de las peculiaridades de cada caso bien
podría inferirse que ambas partes estaban en con- a) Invocación por la parte afectada
diciones de mantener su interés y satisfacerlo en la
nueva oportunidad. Como no está afectado el orden público, la parte
Sin embargo, el art. 1090 in fine expresa “Si la afectada debe invocar la doctrina y no procede su
frustración de la finalidad es temporaria, hay de- aplicación de oficio por el juez.
recho a resolución sólo si se impide el cumplimiento
oportuno de una obligación cuyo tiempo de ejecu- Aunque en Gran Bretaña se resolvía de pleno
ción es esencial”. Es la recepción de la doctrina del derecho sin mediar voluntad de las partes (49) en
“Restatement of Law”. nuestro sistema jurídico debe ser invocada por las
partes que son las únicas que saben de la causa fin
Esta salvedad concuerda perfectamente con común. Ellas son los únicos jueces de la satisfac-
lo establecido en el art. 1084 inc. b) (46) del Có- ción de su interés.

 (44)  LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. Comentario al art.


1090, “Código Civil y Comercial de la Nación Comen- perar; d) el incumplimiento es intencional; e) el incum-
tado”, (Dir. Rivera- Medina) Bs. As. Ed. La Ley 2014. T. III plimiento ha sido anunciado por una manifestación
p. 688 y ss. seria y definitiva del deudor al acreedor.
 (45) AMERICAN LAW INSTITUTE. Restatement of  (47)  V. LEIVA FERNÁNDEZ, Luis F. P. Comentario al
Law. Contracts. St. Paul. Minn. Ed. American Law Publis- art. 1090, “Código Civil y Comercial de la Nación Comen-
hers. 1981. II Nº 269 y en general Nºs 265 y ss. LEIVA FER- tado”, (Dir. Rivera- Medina) Bs. As. Ed. La Ley 2014. T. III
NÁNDEZ, Luis F. P. Comentario al art. 1090, “Código Civil p. 666 y ss.
y Comercial de la Nación Comentado”, (Dir. Rivera- Me-  (48)  La Sala F de la CN Civil, in re, “Turay S.R.L. c. Na-
dina) Bs. As. Ed. La Ley 2014. T. III p. 688 y ss. huel S.A”. del 25/04/1996, LA LEY 1997-D, 342 expresó
 (46)  Art. 1084. Configuración del incumplimiento. A que el acontecimiento que da lugar a la frustración del
los fines de la resolución, el incumplimiento debe ser fin del contrato, si bien es sobreviniente e imprevisible,
esencial en atención a la finalidad del contrato. Se con- no ocasiona la imposibilidad total y definitiva de la pres-
sidera que es esencial cuando: a) el cumplimiento es- tación, como ocurre en el caso fortuito. Por el contrario,
tricto de la prestación es fundamental dentro del con- la prestación es posible, pero el acreedor ha perdido in-
texto del contrato; b) el cumplimiento tempestivo de la terés en su cumplimiento porque para él se ha frustrado
prestación es condición del mantenimiento del interés la causa fin o razón de ser del contrato, elemento esen-
del acreedor; c) el incumplimiento priva a la parte per- cial de éste.
judicada de lo que sustancialmente tiene derecho a es-  (49)  RAY, José D. ob. cit. p. 71.
294 | Suplemento especial cONTRATOS

b) Resolución del contrato base objetiva del contrato, cuya contraprestación


todavía se adeuda a la fecha de la frustración.
La resolución del contrato constituye la única
reacción posible. La adecuación parcial del con- Esta suerte, la de las prestaciones no equili-
trato que implique substituir aunque sea parcial- bradas arrastran los gastos realizados en cumpli-
mente la causa fin, importa, a mi entender, una miento del contrato que no podrá cumplirse. Debe
novación. restituirse lo gastado.

Que la resolución sea la única consecuencia Finalmente, si se entregó algún adelanto a


posible es lo que diferencia a la frustración de la cuenta de una prestación, su dador puede repe-
causa fin del contrato de la excesiva onerosidad tirla y quien lo haya recibido deberá restituirlo.
sobreviniente, en la que el reajuste de las presta- Es la regla aplicada en la causa Fibrosa Spolka en
ciones es la consecuencia primigenia, por aquello Gran Bretaña en el año 1939 que en 1943 dio origen
del principio de conservación de los actos jurí- a una ley recibiendo su doctrina. Ese año una em-
dicos. presa inglesa vendió a Fibrosa Spolka de Polonia
una máquina por la que recibió 1000 libras en con-
Por ese motivo puede objetarse la solución del cepto de adelanto. Pero el pago total y la entrega
art. 1213 de la Propuesta de Modernización del nunca pudieron realizarse, pues inmediatamente
Código Civil de España en materia de Obliga- se produjo el evento que fracturó la base obje-
ciones y Contratos, porque si bien trata en con- tiva del contrato que fue, nada más y nada menos,
junto a ambos institutos que protegen la base que el comienzo de la II Guerra Mundial a conse-
objetiva del contrato —excesiva onerosidad sobre- cuencia de la invasión de Polonia por las fuerzas
viniente y frustración de la causa fin del contrato— alemanas. En tal oportunidad los jueces ingleses
sólo el primero es susceptible de reajustarse ade- ordenaron que la empresa inglesa devolviese a Fi-
cuando el contrato. brosa Spolka las 1000 libras recibidas.

c) Sin resarcimiento e) Interpretación del instituto

La resolución por frustración de la causa fin del A los contratos les cabe el principio de conser-
contrato obsta a la pretensión de resarcimiento. vación de los actos jurídicos por lo que cualquier
Esta consecuencia se sigue de la “ajenidad” del incidencia tendiente a privarles de efecto, también
evento frustrante. Aunque no consiste en una debe ser de interpretación restrictiva.
mera causal de exoneración del incumplimiento
produce a este respecto el mismo efecto que el La frustración de la causa fin del contrato es
caso fortuito. No habrá resarcimiento. una medida protectiva que como tal corresponde
aplicar a la parte débil del contrato, tal como lo se-
d) Suerte de las prestaciones cumplidas y de ñaló la Corte Suprema de Justicia de la República
las pendientes Argentina (50) al negársela a una persona jurídica
que toma un préstamo de cuatrocientos cincuenta
Las prestaciones ya cumplidas, como la in- mil dólares (U$S 450.000).
eficacia carece de efecto retroactivo, quedarán
firmes. En cambio, las prestaciones pendientes Sin embargo, la interpretación sobre las catego-
no deben cumplirse ni pueden reclamarse. Al rías de contratos a las que cabe aplicar el instituto
menos las prestaciones equilibradas, aquellas que debe ser generosa, porque, como ya expresé, todos
cuentan con contraprestación, porque las presta- los contratos tienen causa fin.u
ciones huérfanas de contraprestación satisfecha
puede repetirse y deberá devolverse. Es el caso  (50)  CS in re “Longobardi v. Instituto de Educación
de la prestación cumplida antes del quiebre de la Integral San Patricio”. LA LEY 2008-B, 43.

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