Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
España también en estos años, específicamente en 1793, mantenía una serie de ficciones políticas con Francia,
entra en guerra contra la convención revolucionaria. Es el momento donde España se tiene que poner frente a
España e Inglaterra, teniendo que firmar en 1805 la Paz de Basilea, poniéndose al lado de Francia. Con lo que
hay toda una serie de acontecimientos en los que España se irá poniendo cada vez más en frente de Inglaterra.
Y eso provocará una guerra contra Inglaterra en 1806, con la ocupación de Menorca, la pérdida de algunas
colonias extranjeras (Isla de Trinidad), o el conocido Desastre de Trafalgar. Por tanto, el enemigo de España
durante todos estos años no era Francia, sino Inglaterra. Por tanto, desde el punto de vista político, nadie podía
imaginarse el final de las relaciones políticas entre Francia y España.
-Realmente se ha intentado comprender la guerra de Francia contra España por dos razones: una estratégica
con el objetivo de afianzar el bloqueo continental, y otra política, Napoleón quiere acabar con los Borbones,
llegando a ser obsesivo, y que le costará cara, pues considera que tiene que anular a los Borbones del trono de
España, con el objetivo de que la sombra de los Borbones no se proyecte sobre Europa. Con lo cual, aquí entra
una premisa fundamental para entender esta guerra: la premisa psicológica, que es el temor a que los Borbones
en su amplia dinastía se opusieran a Francia. Es una grave error de manual político, que llevará a Napoleón a
no medir las consecuencias de lo que significaba destronar a los borbones españoles, y que posteriormente
reconocerá. Y otro erros de Napoleón fue subestimar a los españoles. El desprecio que siente por Carlos IV,
Maria Luisa de Parma y FVIII piensa que puede extenderse por todo el pueblo español. Sí que es cierto, tal y
como dicen algunos historiadores, de que le asesoraron que el pueblo español no era una “chusma”, como el
decía. Pero surgen dos elementos contradictorios al mismo tiempo: y es que no se lo cree (sigue despreciando
al pueblo español); y es que otro de sus generales, como Murat, le engaña y le dice que en Madrid no pasa
nada y que está totalmente controlado. Con lo cual, se van sucediendo todos esos acontecimientos que no
coinciden con su realidad. Además, Napoleón en ese momento tiene más batallas en Europa: todo ello hace
que no se tome en serio lo que podía suceder en España.
Otro elemento que no se entiende de la actitud de Napoleón es que España en 1807 había firmado el tratado
de Fuentebleau, en el que España permitía el paso a las tropas napoleónicas en su marcha hacia Portugal, cuya
consecuencia entrarán por España 24 mil soldados franceses, que llegaron a Madrid y cuyo segundo destino
era Cádiz. Son soldados que vienen de la mano de Murat. Y una semana antes de que entren, había sucedido
ya el Motín de Aranjuez, que pone de manifiesto la fuerte crisis política que sufría nuestra monarquía. Una
crisis cuya consecuencia más importante es la abdicación de Carlos IV, el favor de su hijo Fernando VII, quien
entra en la corte como nuevo rey días después de que entre Murat en Madrid. Y además, el enfrentamiento
fundamental entre padre e hijo, que será aprovechado por Napoleón para ofrecer a Fernando VII el reino de
Etrubia.
Todos estos acontecimientos políticos va a hacer que el pueblo español se levante contra los franceses. Y
sucederá los acontecimientos del 2 y del 3 de Mayo.
El 2 de Mayo será la primera consecuencia de esa entrada de las tropas francesas, imágenes recogidas por el
gran fotógrafo del momento: Goya. 82 grabados de los desastres de la guerra.
Napoleón, siendo un gran estratega, se da cuenta que tiene que ganarse al pueblo español, pero es obvio que
sus palabras no son creíbles por nadie. Y en el Manifiesto de Bayona sus palabras fueron: “vuestra Monarquía
es vieja, mi misión se dirige a renovarla. Mejoré vuestras instituciones y os haré gozar de unos beneficios de
reforma si me secundais…” La idea de Napoleón era clara en ese manifiesto: quería ser el regenerador de la
Patria. Frente a todo ello, el pueblo no se lo cree y comienza todo lo que van a ser las insurrecciones a través
de una serie de movimientos.
Según Napoleón, en todos aquellos donde había frailes era fácil de sujetar. Infravaloraba la religión.
Hay autores que afirman que la guerra de la independiente fue una ocasión para mostrar el concepto de unidad
nacional. Una guerra de extraordinaria violencia, en la que también intervienen mujeres y niños. Otros
historiadores hablan de la ciega ira del pueblo español. Cuando la guerra comienza en España había 3000
soldados del ejército francés… un número bastante importante, pero como se mostró con posterioridad, no fue
suficiente. Hay que destacar sobre todo varios elementos:
en primer lugar, la táctica. Una táctica militar novedosa: la organización partidaria de Guerrillas. Unas
guerrillas que toman como gran escenario el espacio geográfico. Organizadas aproximadamente en
torno a unas 100 personas, con armamento ligero, con suficiente caballería y con algunas carencias,
especialmente de intendencia de sanidad. Con esta estrategia se consigue máxima movilidad, que es
una de las características tácticas más importantes de las guerrillas; y sobre todo el atacar por sorpresa.
Se consigue con la guerrilla contrarrestar la falta de un ejército mejor organizado inexistente. Pero lo
que es obvio es que si la guerrilla fue importante, su sola acción tampoco explica la victoria de las
tropas españolas. Es decir, España sin un ejército regular, no hubiera ganado la guerra?¿.
Welinton, que jugó un papel decisivo en la derrota final de Napoleón, motivo por el cual luego se le
conceden una serie de privilegios en España, sin todo ello es cierto que la guerra tampoco se hubiera
ganado. Lo que sí es importante poner de manifiesto es que sin la cooperación de la guerrilla nadie
hubiese sido como fue, y especialmente algunas ciudades manifestaron una gran resistencia, las
grandes victorias de Bailén, etc… todo ello va a hacer que la guerra de la independencia no dure mucho
más tiempo, que es lo que quería Napoleón. Y sobre todo, la guerrilla si vivió especialmente para
combatir la moral del enemigo, elemento importante, y sobre todo para que los franceses empezaran a
comprender que España era un “infierno” y no un “paseo por el Mediterráneo”.
Hay otro elemento desde el punto de vista militar: las operaciones marítimas como valor fundamental
de la guerra de la Independencia. España era superior, igual que Inglaterra, desde el punto de vista
marítima. Con lo cual contribuye militarmente a restablecer ese equilibrio de fuerzas, especialmente
cuando los franceses son superiores en tierra. Sobre todo la superioridad naval española se pone de
manifiesto en algunas bases, como Lisboa o Cádiz. En Cádiz, fue fundamental.
Impedir a los franceses el transporte marítimo, impedirlo sobre todo a la zona de Cataluña.
Obligar a los franceses a fijar grandes contingentes de hombres en la defensa del litoral, como por
ejemplo toda la zona del Cantábrico.
Y las operaciones marítimas de la escuadra inglesa, especialmente en toda la zona de Valencia, va a
suponer un desgaste fundamental para los franceses.
Una de las batallas más importantes fue Bailén, una batalla en la que el general Castaños es capaz de envolver
al ejército francés. Y sus consecuencias: por primera vez el ejército francés se rendía en campo abierto a los
españoles. Otra consecuencia es que los franceses se tienen que replegar hacia la línea del Ebro, y esto para
unas tropas como las españolas supondrá un gran éxito, a pesar de que la guerra dura seis años más.
Napoleón, en esa primera fase de la guerra, la denominaba el “Asunto de España”. A partir de este momento,
se da cuenta que la guerra es algo más que un asunto, y se da cuenta que tiene que reforzar a sus propias tropas.
Y mandará después de la Batalla de Bailén a 25 mil hombres y a sus mejores mariscales. De tal forma que,
después de Bailén, la zona norte de España se encuentra sometida al invasor. Y es ese momento cuando
reaccionan las guerrillas.
Hay otras batallas que van dando aire al ejército francés, y a finales del 1812 los franceses ocuparán una parte
importante de la Península, excepto Andalucía. También es cierto que Napoleón en ese momento tiene una
campaña abierta en Rusia, que le obligan a mandar parte del ejército que tiene en España a allí. Y en el 1813,
las tropas españolas-inglesas obligan a retirarse a los franceses hacia Victoria, suponiendo para España la
reconquista de Pamplona. Sí que es cierto que en el año 1814 España estaba devastada, prácticamente había
pocas cosechas. La mayoría de los bosques deforestados, el ganado prácticamente había desaparecido para
dar de comer al ejército. Y España se sometía al saqueo del ejército francés.
También en esta época empieza a surgir una nueva figura: los viajeros. Algunos de ellos han escrito relatos
que nos cuentas sobre esos años, especialmente un inglés, Robert Sawthi?¿ que publicó la historia de la
Península de la guerra
Para concluir la guerra de la Independencia debemos de decir que fue la primera de las tres guerras
nacionales de liberación, en la que el gran ejército de Napoleón será derrotado. Y también es cierto que la
guerra que mantiene con España fue la más larga y costosa que tuvo Napoleón.
¿Qué consigue España, a parte del avance militar? A partir de este momento empieza a posicionarse en
Europa. Con lo cual, España casi vuelve a tener el esplendor que había tenido con el Imperio de los Austrias.
Pero lo más importante de la guerra de la Independencia es la revolución política que trajo a España, es
decir, la agitación que trajo al mundo español. Por primera vez, después de muchos años, hay una conciencia
pública; también una crisis de poder muy importante, que va desde las Juntas Provinciales hasta las Cortes de
Cádiz, y que dará como resultado la Constitución del 12.
2.3. Consecuencias políticas de la Guerra de la Independencia
En primer lugar, una crisis de instituciones. Es decir, el pueblo español había estado por encima de los reyes,
y había dado una lección a los políticos. Ese vacío que produce la guerra sobre todo se constata desde dos
lados, desde el lado francés, y desde el lado español. Sobre todo porque es el hundimiento del Antiguo
Régimen, ahora sí que lo es.
Y desde Francia, o desde los políticos franceses, quienes intentan dar una solución al tema, que es la
Constitución de Bayona y el gobierno de José I, para tener contento al pueblo español, o por el simple hecho
propagandístico de las ideas liberales, por tener una continuidad monárquica también después de las
renuncias al trono de Carlos IV y Fernando VIII, y esa continuidad monárquica la quiere dar en José
Bonaparte. También Napoleón quiere presentare a España como el gran reformador, y habla a los españoles
en un Manifiesto “vuestra monarquía es vieja, mi misión es renovarla” “vuestras instituciones son obsoletas,
yo os las reformaré”.
El papel fundamental era a quién ponía Napoleón en el trono de España, para conseguir ser ese regenerador
de la Patria, como el quería. Posiblemente no hizo una buena elección con José I, pero no tan mala como nos
la han querido contar. José I llegó con 40 años, abogado, nunca quiso ser rey, y su problema fundamental era
que con Napoleón mantenía una relación tirante, pues José quería contarle a Napoleón cuál era la realidad del
pueblo español, pero Napoleón quiere negar esa evidencia y no escucha a su hermano. José I se enfrenta con
una situación complicadísima, primer porque los mariscales no le hacían ni caso, el pueblo español le
despreciaban (lo veían como un intruso y usurpador). Sí que es cierto que quiere cambiar Madrid
urbanísticamente, que fue lo único que le dejaron hacer en sus decisiones. Y él cuando llega a España
rápidamente escribe a Napoleón diciéndole “tengo por enemiga una nación de 12 millones de habitantes.
Bravos y exasperados hasta el extremo, cuyo único objetivo es matarme” y le dice a Napoleón “Estáis en un
error, vuestra gloria se hundirá en España”. Entonces, a partir de ese momento, Napoleón no quiere hablar de
los comentarios de José Bonaparte.
Bonaparte José es proclamado rey de España, además en una fecha muy simbólica, el día de Santiago. Su
reinado se fija entre el 7 de julio, de 1808 (aunque la proclamación se hace el 25 julio) y el 27 de junio, 1813.
Se instala en el Palacio Real de Madrid. Y es a partir de este momento cuando empieza, o intenta, resolver esa
crisis institucional, que por una parte desde el lado español se intenta resolver con las Juntas; mientras que,
por otra parte, también había dado comienzo unos meses antes la Asamblea de Bayona. Sí que es cierto que
había un grupo de ilustrados que sí que aceptaban a José Bonaparte, como algunos ministros de Carlos IV, su
confesor, es decir, que algo de apoyo en la camarilla de Palacio tenía. Otros ilustrados también estaban en su
contra, como Jovellanos, que había sido nombrado ministro por José Bonaparte, rechazando así el cargo.
Jovellanos da la clave de lo que va a ser esa política ilustrada “España tiene que defender sus costumbres, su
constituciones. En una palabra: su libertad” y pone de manifiesto una frase fundamental “España no necesita
del auxilio extranjero, pues hay personas capaces de dar una respuesta a los problemas políticos.
A partir de este momento, se redacta todo lo que fue el texto de la Constitución de Bayona, que fue más que
una Constitución, una carta otorgada. Sus elementos más importantes fueron: una monarquía hereditaria, la
religión católica como única del reino, Cortes estamentales, la aparición del Senado, la igualdad de derechos
civiles. Sí que es cierto que esta carta otorgada jamás se aplicó, aunque sí que se publica en la Gaceta de
Madrid, que era una especia de BOE, en el 1808-09.
Pero ni el propio Napoleón la quiere poner en práctica, pues cuando llega a Madrid lo que hace es cambiar los
decretos, pues Napoleón quería gobernar más a golpe de decreto: con la reducción de conventos, suprimir los
privilegios del Santo Oficio, suprime las almohadas internas y los derechos feudales. Todo eso lo hace sin
contar con su hermano José. Después de estas medidas, José Bonaparte escribe a su mujer una carta muy
pensante diciendo “qué quiere Napoleón de mí? Una cosa es lo que parece que soy, y otra cosa es lo que soy.
Pone los tributos que se le antoja, manda a los mariscales y a mí ni me escucha”. En el año 1812, es la primera
ocasión donde José Bonaparte quiere marcharse de España, y le dice a su hermano “vivo en un teatro, y soy
tu marioneta” y le pide volver a Nápoles, pero Napoleón se niega a ello.
Por otra parte, el pueblo español quiere dar una respuesta a todo esto, que será la Convocatoria a Cortes.
Y la pregunta que se hacían en Europa era “¿cómo un país en el que ha primado muchos años el absolutismo,
es capaz de convertirse en modelo liberal? Posiblemente, fue menos liberal de lo que se quiso vender a Europa
y una idea un poco exagerada. Por eso hay como una especie de pugna entre dos corrientes historiográficas:
una que opina que la Constitución del 12 sí que fue el proceso y evolución política, social del pensamiento
español; y otros opinan que fue más una improvisación. Posiblemente fue un equilibrio entre las dos
tendencias, pero una Constitución como lo fue la de Cádiz nunca se tendría que haber redactado sin tener en
la recamara legislativa antiguas leyes españolas, es decir, que la constitución también se inspiro en antiguas
leyes españolas, es decir, que esto no surge de la nada. El objetivo fundamental de Cádiz era la reforma
estructural-político constitucional-económica y social- de España. Lo que los españoles no querían es que José
Bonaparte fuera el abanderado de las reformas en España, por lo que detrás de la Constitución hay unos
grandes planteamientos ideológicos y sociológicos. A través de esta constitución lo que se quiere cambiar en
España es la mentalidad, y la educación también, y ser heredera de las ideas de la Ilustración.
¿Quiénes son estos constitucionalistas? En un primer lugar, tendríamos que decir que fueron muchos
miembros de las Juntas Provinciales: Había eclesiásticos, abogados, funcionarios públicos, catedráticos
universitarios, escritores, médicos, militares nobles, comerciantes…es decir, representantes de todos los
sectores sociales. Y sobre todo representantes de las clases medias y de las clases instruidas. Nobles hubo muy
pocos, solo 8, pero eclesiásticos muchos, 97; 60 abogados; y sobre todo la importancia de los militares. Sí que
es cierto que era un clero instruido. Con esto lo que queremos poner en relevancia que para hacer una
constitución es que estén todos los estamentos representados, pues es la única forma de que una constitución
vaya funcionando. Por ello, vemos como Cádiz funcionó. Con esta base social, y sobre todo con esas clases
medias instruidas, es con lo que se consigue cambiar el momento político. Cada uno intenta defender los
derechos y privilegios de su clase, en un momento donde la crisis económica era muy importante (funcionarios
mal pagados, los mejor ubicados eran los militares). La nobleza llama mucho la atención porque adopta unas
ideas muy liberales , defendiendo obviamente sus privilegios, pero dentro de unas pautas muy concretas. Los
que menos participan, peor también significativos, es esa burguesía económica (industriales, comerciantes).
El objetivo es redactar una Constitución para todo el pueblo español.
Una constitución larga, sobre todo porque pone las bases para un nuevo estado, y porque significo la
adaptación de España a la modernidad. Resaltar que sobre todo es la destrucción del vasallaje, y con el
desaparecía los vestigios de la Edad Media todavía existentes en España.
Cuestiones fundamentales de la Constitución del 12: Una la representación nacional, no estamental;
representación de poderes; soberanía nacional. Pero con una cuestión importante: mantuvo el sistema
monárquico.
Otra idea fundamental de este artículo también es la división de poderes. Legislativo, Ejecutivo y
Judicial.
Las Cortes tenían el poder Legislativo,
pero al Rey se le reconocía la prerrogativa de promulgar leyes. Y además el rey podía proponer
leyes a las Cortes. Con lo cual el poder Ejecutivo ejercía en el rey. Su persona es sujeta e
inviolable y no está dispuesta a ningún tipo de sujeción. Capacidad para nombrar a los
ministros, a los magistrados de los tribunales, nombra también ciertas reglas, manda a las
Fuerzas Armadas, dirige las relaciones internacionales y tiene la potestad de declarar la guerra.
Se le concede mucho poder al rey. Es verdad que ya no tiene ese poder absoluto anterior, pero
conserva una gran autoridad, en dos estamentos fundamentales: como jefe del estado y como
jefe de gobierno. Por tanto, el monarca, como jefe de gobierno y primer magistrado de la
nación, tiene que estar revestido de una autoridad, y tiene además un fondo de poder totalmente
indeterminado, de tal forma que el rey en la Constitución del 12 aparece más con la idea de un
monarca presidencialista. ¿y que hace la constitución del 12 para equilibrar el poder del rey?
Establece la Diputación Permanente de las Cortes: porque como las cortes desconfiaban a veces
de los monarcas, esa diputación lo que hacía era frenar el poder del rey. Éste puede nombrar a
los ministros (Secretarios de Despacho). Por eso, en esa Diputación Permanente también se
ejercía un control sobre esos Secretarios de Despacho -podían acusar a los ministros si
cometían regularidades, etc. Estaban mirados con cierta lupa-.
El poder judicial si que residía en los Tribunales.
Se declara la igualdad de los ciudadanos ante la Ley, aunque por una salvedad el fuero eclesiástico
y militar. Los militares y clérigos eran aforados.
Cada diputado tiene un mandato representativo universal: porque no solo representa únicamente a
la provincia que lo elige, sino que además ostenta esa representación nacional.
Constitución muy extensa, de mucho trabajo detrás, que viene a llenar algunos espacios antes no
legislados, pero también hay temas que se dejan al lado de la Constitución. Y para complementar esa
parte que se queda fuera, las Cortes elaboran toda una serie de leyes, que significará una verdadera
revolución política y una revolución social.
Otro elemento fundamental es el Papel que juega la Iglesia en la Constitución, como los militares.
Las Cortes legislan en materia eclesiásticas, y a loe eclesiásticos no les gusta mucho esa legislación,
con lo que hubo una especie de ruptura entre Iglesia y Estado.
Napoleón sí fue visto como el “anticristo”, ya que había suprimido la Inquisición, la reducción del
número de conventos, y la desamortización de tierras. Con lo cual que Cádiz legislara sobre temas
religiosas levanto una gran ampolla sobre la Iglesia. Cádiz no se metió con la fe y con el dogma,
cosa contraria al poder económico que tiene la Iglesia. Es más, los constituyentes habían hecho
aptos públicos de devoción, y la Constitución en el art. 12 reconoce la religión de la nación española
como la católica apostólica y romana. Eso era una cosa, y otra lo que Cádiz quería plantear en
reformas eclesiásticas (políticas y económicas).
Era necesaria esa reforma eclesiástica porque la Iglesia había heredado también todas las
estructuras del Antiguo Régimen, y había que cambiarlas (número de eclesiástico, poder
económico, las desigualdades de las diócesis, la reforma conventual, el número excesivo de
eclesiástico. Por tanto, las grandes órdenes religiosas del momento, una de ellas los Jesuitas,
estuvieron de acuerdo con algunas de estas reformas eclesiásticas. Pero hay que tener en cuenta
que a los legisladores de Cádiz no les faltaba fe ni devoción, cosa muy distinta con las reformas
legisladoras en materia política y económica.
Por tanto, una Constitución obra de creyentes católicos -muchos de ellos clérigos-, y obviamente
no todas las medidas de Cádiz gustan. Pero en nuncio de su santidad, prácticamente las acepta
todas.
En Cádiz los problemas religiosos quedan bastante dormidos. El problema más importante que
tuvo la Iglesia surge en el Trienio Liberal, en 1820.
Después de esta constitución el prestigio de España aumenta. Pero a pesar de tener esa posición tan destacada,
España no formará parte del Congreso de Viena. Un congreso en el que estará Rusia, Austria e Inglaterra,
y sin embargo la diplomacia española no está representada. ¿por qué es tan importante el Congreso de Viena?
Porque representaba a aquellos países tan importantes que habían vencido a Napoleón, y porque estaba
representada por el Directorio Europeo. ¿ por qué España no está?
Porque nuestro diplomático, Pedro Gómez Labrador, era un diplomático mediocre incapaz de estar a la altura
de las circunstancias y trabajar para que España estuviera representada. Frente a Rusia e Inglaterra que jugaron
sus cartas muchísimo mejor. Y además, lo que se estaba jugando en Viena era la reorganización europea.
Lo importante es estar dentro de esas convenciones, donde realmente se está jugando el papel de nuestro país.
España pierde su primera gran oportunidad de estar representada en Europa.
Otra causa importante de porqué no estuvo es porque hay un fallo de criterio político, de oportunidad. Es decir,
le damos un repaso a Napoleón y sin embargo no somos capaces de explicárselo al mundo, y sobre todo no
somos capaces de reafirmar nuestras alianzas con Inglaterra.
Por tanto, perdemos una gran oportunidad económica. Rusia, que ya apuntaba maneras en el XIX,
rápidamente ve que España es una potencia marítima fundamental, y ya comienzan nuestras relaciones
hispano-rusas (con la nobleza). Lo primero que se pretende es el matrimonio de Fernando VI con la duquesa
Anna, hermana del Zar. Era la gran alianza económica que se pretendía. Pero había un problema importante
en aquel momento: el problema canónico. Dos religiones que no podían unirse en una boda. Y, por otra parte,
España intenta bascular entre aliarse con Inglaterra o aliarse con Rusia. En un momento en que nuestra política
exterior no estaba muy definida, sobre todo también por nuestras colonias extranjeras, España hace que pierda
la oportunidad de conseguir las grandes indemnizaciones de la guerra con Francia. Y España se limita única
y exclusivamente a reivindicar Nápoles y Parma. España al no estar en el Congreso de Viena no firma tampoco
su acta final, y queda descolocada del bloque europeo.
Primera oportunidad perdida de España en Europa. Europa en este momento es fundamental para entender el
siglo XIX.
o una es la propia psicología del monarca. El rey se aferra al absolutismo. Era un persona con
poca personalidad que consideraba que el Absolutismo, como régimen político, le daba una
coartada de credibilidad, pero sobre todo de autoritas que él no tenía. Además consideraba que
el absolutismo era capaz de aunar a todos los españoles sin un programa político, sin una
Constitución. Con lo cual, en vez de aprovechar la oportunidad ese 1814 para remodelar
realmente España de su propia mano, consigue todo lo contrario. Además, la figura de
Fernando VII ha sido muy denostada por la historia, con muy mala prensa, que produce cierto
rechazo.
Fernando VII tuvo una infancia muy dura. Tenía una madre que le dejó un gran trauma
psicológico durante toda su vida. María de Parma, una mujer despótica, con carácter, ,…, que
formaba parte de todas las habladurías cortesanas. Con un padre que ignoraba la política
española. Fernando VII intenta reaccionar a ese protocolo duro de la familia, y se convierte en
un rey campechano duro con un cierto rasgo de sensibilidad, pero convirtiéndose en un rey
tremendamente desconfiado. Hay quien le define como un rey amable y bondadoso; pero otros
biógrafos dicen que las sospechas y las incertidumbres hicieron que Fernando VII no se fiara
de nadie de su alrededor. También era un rey piadoso, pero también de religión poco ilustrada.
Quiso siempre proteger a la Iglesia en esa alianza existente entre el Altar y el Trono. ¿Qué
quiere decir que era un rey de religión poco ilustrada? Un rey con muy poca formación cristiana
o Era un hombre muy poco preparado y poco capaz para el gobierno. Pero con un problema que
no tuvo su padre: no quería desentenderse del Gobierno, al contrario que su padre. Es el típico
monarca que aunque sabe que no sabe nada, impone su criterio político llevándole así a grandes
contradicciones. Era un hombre que quería resolver los problemas, y sin razonar desviaba lo
que le molestaba. Era un hombre sin política firme y durante sus años como rey y gobernante
se limita más a administrar España que gobernarla. Quien gobernaba España realmente era la
camarilla de palacio
o La camarilla de palacio surge con tanta fuerza por la debilidad del monarca. Lo único que
querían conseguir del monarca era poder político y afanes económicos. El rey se basa en
amigos, en sectas con pretextos políticos.
Son años en los que la política española tiene como tres grandes focos de atención:
1. De 1814 al 20, la depuración de los afrancesados y liberales. Había que quitarlos de en medio. Se
les considera colaboracionistas del invasor extranjero. Muchos de ellos no tenían tanto una idea
política, sino que a veces les pilló en un momento y en un lugar que tuvieron que adherirse a la causa
sin más, de manera fortuita. De tal manera que el 30 de mayo de 1814 se da un Decreto en el que se
impone el castigo del destierro a quienes hubiesen sido consejeros de los ministros del rey de José I.
también hay una depuración de funcionarios, y muchos de ellos se tienen que marchar fuera de España
al exilio, a otros se les condena a penas de prisión, a otros se les multa, y a otros se les confina en
conventos, etc. Y a otros se les concede una serie de amnistías e indultos personales.
2. Otro problema era la Hacienda Pública: Uno de los problemas más importantes que tenía España en
ese momento era el tema de la Hacienda. España sufre un déficit crónico desde el XVIII agudizado en
tiempos de Carlos IV y la guerra de la Independencia. Dos hechos agudizan la situación : la pérdida
del dinero procedente de las américas y el caos administrativo. Todo ello propicia una serie de
reformas, cuya solución es la emisión de deuda pública y una subida importante de tributos. El ministro
de Hacienda, Martín de Garay, que pone en marcha 3 ideas claves: Una es la reducción del gasto
público; dos, la recaudación de ingresos, con lo que es necesario una reforma fiscal; y tres, intentar
conseguir toda una serie de rentas. Con lo cual surge la contribución directa, fundamentalmente sobre
las tierras rústicas. Surgen problemas con la deuda y con esa venta de títulos de venta. Lo que sí que
tienen claro los ministros de Hacienda del momento es que para que haya una política, o para que se
pueda hacer política, hay que tener una hacienda saneada.
Todo ese escenario político va a ir haciendo que la situación en España sea muy complicada, y que no todo el
mundo esté de acuerdo con lo que está sucediendo. Estamos ya en el año 1820. Hay un clima de desconfianza
muy distinto al de 1814, motivado también por tres grandes elementos:
La crisis política
Las conspiraciones militares
El problema económico y hacendístico que no se resuelve
Con lo cual tenemos a un Fernando VII que pasa de ser deseado a la indiferencia. Así, todas estas
características de estos años va a ir haciendo que el pueblo reclame un pronunciamiento. La revolución en
estos años va a ser obra del Ejército y de los liberales, contando con el apoyo de algunos nobles y de algún
que otro profesional. Y esto va a dar lugar a los grandes pronunciamientos como el de Mina en Pamplona, en
1814, Griego y Cabezas de San Juan…
Con lo cual la revolución de 1820 es totalmente ya un hecho. Y hecha, además, por fases: pues el rey recibe
el mensaje claro y nítido, es decir, o acepta las normas del pueblo o se marcha de España. Por lo que el 7 de
marzo juraría la Constitución. Lo que estaba claro es que el monarca contaba cada vez con menos apoyo. Y
la revolución de 1820 no había sido como la de 1808, de las clases más humildes y pobres, sino que ahora era
de las clases medias, siendo una situación mucho más complicada para el monarca.
Así comienza con una etapa muy importante, el trienio liberal. De 1820 a 1823.
1.3.3.TRIENIO LIBERAL
Un gobierno en el que se pretenden realizar toda una serie de medidas, en donde el rey tiene un papel
complicado por los papeles que le otorga la Constitución del 12. Es decir, el tener que formar gobierno. El
primer gobierno lo llama Gobierno de los Presidiarios, en los que muchos de ellos habían sido condenados
por afrancesados. El rey obviamente no mantiene una buena relación con esos ministros, porque según la
Constitución podía nombrarlos libremente pero tiene mucha presión para nombrarlos. Y el rey como no quiere
seguir implicándose en la tarea gubernamental, intenta que las Cortes designen a los gobiernos, pero éstas se
niegan porque esa es responsabilidad del monarca.
Ese primer gobierno dimite por falta de confianza del rey. Y el 1 de mayo se vuelve a nombrar otro gobierno.
Gobiernos que, generalmente, van marcando cada vez más un giro hacia la izquierda, y que marcan un
objetivo claro, que es la marcha del monarca. En estos años se hace una serie de reformas importantes, como
la de la Iglesia.
Los cambios que se producen en el trienio son:
en primer lugar, desaparecen un gran número de diócesis. Algo que molestó muchísimo a la Iglesia.
La expulsión de los jesuitas
Otra idea fundamental y muy dura para la Iglesia: la supresión de 290 monasterios
La incorporación de los bienes eclesiásticos al Estado
Y las consecuencias políticas de todas estas medidas: los conflictos con Roma y la Ruptura entre Iglesia y
Estado. Las dos consecuencias muy importantes. Pero también se produce una escisión dentro de la Iglesia,
muy importante. Todo ello provoca revueltas civiles, y sobre todo una exaltación de los ánimos. Todas estas
medidas tan radicales contra la Iglesia no trajeron unas buenas consecuencias políticas. Y han ido demostrando
que hay que jugar, es decir, no hay que llevar a cabo reformas rápidas. Así fue como termino el Trienio Liberal.
También se llevó a cabo reformas de Hacienda: con la supresión de los diezmos, la devaluación monetaria.
Se tuvo que contratar ayuda exterior, sobre todo de las bancas francesas. Se produce un gran endeudamiento
exterior, falta de crédito público. Y los resultados de esta política hacendística fueron: el descontento social -
especialmente en el campo, y una liquidez económica. Además de ver pocas consecuencias positivas para la
economía, porque se produjeron malas cosechas que llevaron a España a un descalabro fundamental, teniendo
en cuenta que era un país básicamente agricultor.
Con lo cual, muchas de esas ideas que se habían esperado de ese Trienio Liberal se desvanecen en el camino.
Se producirán revoluciones…