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Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

Instituto de ciencias de la salud


Área académica de medicina
Microbiología y parasitología
Jesús Chavarría López 3°3 294796

Antibióticos que dañan la membrana citoplásmica:


Numerosos agentes catiónicos y aniónicos pueden causar la desorganización de la membrana.
Dentro de los antibióticos que actúan a este nivel, está la polimixina B y la colistina (polimixina E),
inhibidores de bacterias gramnegativas que tienen lípidos de carga negativa en su superficie. Su
acción es desorganizar la permeabilidad de la membrana ocasionando la salida de cationes de la
célula bacteriana. Las polimixinas no son de uso sistémico, pues pueden unirse a varios ligandos de
células del tejido corporal y son tóxicas para aparato renal y sistema nervioso. Otro antibiótico que
actúa en la membrana es la gramicidina, la cual produce desacoplamiento de la fosforilación
oxidativa y la formación de poros por donde puede haber pérdida del contenido citoplasmático de la
bacteria.

Polimixina: Son una familia de péptidos poco difusibles y con efectos tóxicos cuando se suministran
por vía sistémica. Se designan con letras A, B, C, D y E, pero sólo la polimixina B y la polimixina E (o
colistina) están disponibles para uso clínico. Actúan a nivel de las membranas celulares causando su
disrupción por un efecto surfactante.

Nistatina: La nistatina se usa para tratar las infecciones fúngicas en la piel, boca, vagina e intestinos.
Los medicamentos fúngicos no tienen ningún efecto sobre los resfríos, la gripe u otras infecciones
virales.

Anfotericina B: es un medicamento antimicótico usado para el tratamiento de varios tipos de


infecciones micóticas (causadas por hongos), como la histoplasmosis (también conocida
como infección por Histoplasma capsulatum) y la criptococosis. También ha sido aprobado para
tratar dos tipos de leishmaniasis, que es una infección causada por parásitos protozoarios.

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