La última acepción citada persistió durante mucho más tiempo que las anteriores y de ella
procede el sentido que se da al Comentario, como interpretación de una obra difícil de
comprender y las notas y observaciones con que parece útil enriquecerla para desvanecer dudas, aclarar conceptos oscuros, explicar lo que no es bastante inteligible, que por la antigüedad de la obra, el lector no pueda comprender en todas sus partes y conceptos místicos o alusiones de difícil comprensión que velando bajo sentido aparente, encierran un sentido oculto que es preciso descubrir (como ejemplo, la Biblia, poemas de Homero, obras hindus como Medas, Edda, la Divina Comedia de Dante, etc.