TEXTO DESCRIPTIVO Consiste en la exposición ordenada y objetiva de los
rasgos significativos que conlleva el objeto o concepto en el que nos fijemos. Tras una observación minuciosa y una reflexión adecuada, puede llevarse a la exposición ordenada y más o menos objetiva de esos rasgos. El léxico utilizado será siempre connotativo más que denotativo. TEXTO NARRATIVO Es aquel que describe cronológicamente la sucesión de hechos y acciones que se va produciendo en una historia contada. A cada acción señalada le sucede inevitablemente otra y así se van encadenando según el principio de la casualidad, es decir, que cada hecho que ocurre viene determinado por el hecho anterior relatado. TEXTO EXPOSITIVO Consiste en la ordenación clara y significativa de un asunto o tema concreto de manera que se desarrolle lo más científicamente posible. Los recursos más corrientes de los que se dispone en este tipo de textos son: La planificación esquemática y gráfica del escrito. El adelanto de conclusiones para la orientación del lector. La orientación lógica y coherente de párrafos y texto entero. La numeración de conceptos La inclusión de ejemplos o casos analógicos. El uso de razonamientos del tipo causa/efecto, o problema/solución. El uso de tecnicismos de la materia tratada. El recurso de incisos aclaratorios, o cifras, o de referencias bibliográficas. TEXTO ARGUMENTATIVO Trata de convencer de una opinión (sea falsa o cierta). Para convencer a un lector es necesario ir aportando argumentos a favor de la opinión defendida. Estos argumentos pueden ser reales, exactos o ficticios. Ejemplo: Los experimentos y hechos constatables que se aporten han de ser lo más exactos posible; pero en texto humanístico, no forzosamente han de ser ciertos y verídicos los datos aportados, ya que cualquier tema humanístico es, de por sí, opinable y, por tanto, contrastable, no constatable. Bibliografía Guzmán, J. P. (2005). Gramática gráfica al juampedrino modo. Barcelona: Carena.