psicológicos, y no está más lejos de ser verdad. Por lo que yo he ido descubriendo es que la adolescencia puede ser muy mala. Nos cuestionamos cada pensamiento y somos vulnerables a las críticas, nos dejamos llevar por lo que dicen los demás y tenemos la constante necesidad de ser aceptados, de encajar. Pero también tiene su lado bueno. Tenemos la oportunidad de crear recuerdos, de hacer amigos y de enamorarse, aunque muchos no lo crean así. En fin, es un momento para equivocarnos cuantas veces queramos y levantarnos tratando de aprender de nuestros errores. Es un momento para reflexionar lo que queremos entregarle a la vida y que queremos lograr en ella. Es un momento para conocernos y en el trayecto conocer gente que te haga ver el mundo con otros ojos.