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ECONOMIA

Crecimiento económico

Con frecuencia leemos que el Perú tiene las tasas de crecimiento económico más altas

de América Latina. ¿Qué significa el crecimiento y de qué manera está vinculado con el

bienestar de la población? El crecimiento económico significa producir más y se suele

medir a partir de la tasa de variación porcentual con respecto del año previo; por

ejemplo, en 2015 la economía peruana creció 3.3%, lo que quiere decir que se produjo

3.3% más que el año 2014.

El crecimiento se mide por el aumento en el Producto Bruto Interno (PBI) ; el PBI es el

valor de mercado de todos los bienes y servicios finales producidos en una economía

durante un período de tiempo; entonces, cuando el PBI aumenta significa que se

produce más. Sin embargo, el aumento en el PBI es solo un medio y no un fin en sí

mismo. El fin de cualquier estrategia es el desarrollo, es decir, el aumento en la calidad

de vida de los habitantes de un país. Crecer es producir más, desarrollar es mejorar la

calidad de vida.

Veamos el detalle. El PBI no es un indicador de bienestar por una serie de razones,

aunque sí puede estar conectado con el bienestar. Por ejemplo, en la medida que el PBI

mide cuánto se produce, incluye la producción de cosas negativas (males) para el ser

humano y para el medio ambiente; por ejemplo, producir más drogas o productos

hechos por industrias contaminantes; ambos aumentan el PBI, pues se produce más. En

términos más simples, el PBI mide cuánto se produce, no cómo se produce ni qué

efectos tiene, ni tampoco quién ni cómo lo produce. De ahí que el crecimiento

económico sea solo un medio, pero no un objetivo último de un país.


¿Cómo se conectan el crecimiento con el aumento en la calidad de vida? En general a

través de dos canales. En primer lugar, si se produce más, podría pensarse

que siempre aumenta el empleo. Se sigue que más empleo lleva a mayor ingreso y por

ende a mayor demanda por bienes y servicios que elevan el bienestar; pero, ¿es así? No

necesariamente; por un lado, el avance tecnológico está originando que la mayor

producción se logre con un uso más intensivo de máquinas y tecnología, pero no de

personas; la consecuencia es que aumenta el PBI, pero no el empleo. Por otro lado, si

los niveles de educación y salud son de baja calidad, no todas las personas son

“empleables”. Quieren trabajar, pero no tienen las competencias educativas ni el estado

de salud para acceder al empleo, es decir, no están preparadas para tomar los empleos.

De ahí que las reformas en los sectores de educación y salud sean fundamentales para

tener un capital humano que pueda sostener el crecimiento futuro.

En segundo lugar, como el crecimiento significa producir más, entonces lleva a un

aumento de la recaudación tributaria y por ende de la capacidad de gasto del gobierno.

¿Qué ocurre si el gobierno no sabe cómo gastar los recursos que le “entrega” el

crecimiento económico? ¿Y el sector informal que no paga impuestos? La consecuencia

es que los aumentos en el PBI no se reflejan en el bienestar.

Las dos razones descritas explican por qué hay muchas economías con excelentes

resultados económicos, pero pobres resultados sociales.

Además, el aumento en el PBI está acompañado de un aumento en la población. Por ello

se suele usar el PBI por habitante como un indicador alternativo, que mide cuántos

bienes y/o servicios podría comprar una persona en un año si los ingresos se dividieran

en partes iguales. El uso del PBI por habitante tampoco es un indicador de bienestar

pues no es verdad que el ingreso de un país se divida en partes iguales. La distribución

del ingreso importa. Cuánto más desigual sean los ingresos en una economía, menor
impacto del crecimiento económico sobre el bienestar. Y América Latina es la región

más desigual del mundo, incluso que África.

El mensaje es el siguiente: El PBI es un indicador del avance productivo de un país,

pero no uno de bienestar; para medir este último se necesitan otros indicadores, la tasa

de pobreza (medida por diversos métodos), la tasa de mortalidad infantil, la proporción

de hogares con acceso a agua potable y desagüe, la desigualdad de ingresos, el acceso a

una educación de calidad, etc. El tema está en que los resultados económicos no son

iguales a los sociales. Los primeros son una condición necesaria, pero no suficiente para

lograr los segundos (Parodi, 2016).

Nivel de vida

El nivel de vida, en esencia, es el bienestar que un individuo, como integrante de un

grupo, aspira o puede llegar a aspirar. Para ello no solamente nos centramos en los

bienes materiales que dicho individuo acapara a lo largo de su vida, sino también en los

bienes y servicios públicos que provee el estado, como gestor de la circunscripción

administrativa dónde este resida.

El Estado en su objetivo de persecución de un buen nivel de vida para sus

conciudadanos, al menos en teoría, debería velar por la calidad de vida, las

oportunidades, así como el bienestar de los habitantes de un territorio aumente con el

paso del tiempo. Cuidando que las diferencias de renta no se acrecienten, es decir,

evitando que los ricos sean cada vez más ricos, y que aquéllos poseen menos recursos

sean cada vez más pobres.

El nivel de vida se ha ido desarrollando en la medida que el Estado de Bienestar se

ha ido implementando en los distintos países. Y en este proceso se han ido cubriendo
necesidades personales que tienen los habitantes de un país por parte del Estado, que se

convirtió en un ‘padre’ protector de sus conciudadanos.

En este orden de cosas, surgió desde muy antiguo la defensa nacional, posteriormente la

provisión de infraestructuras, la sanidad, la educación, etcétera. Constituyendo todos

estos elementos, medios materiales y/o intangibles que posibilitan una mejora de la

calidad de vida y el pleno desarrollo humano.

Por ejemplo, pensemos en la importancia de un sistema educativo público. Si este existe

en un país, sus ciudadanos tendrán la opción de formarse y acceder al mercado laboral

con unos conocimientos y una formación que le permitirán, en teoría, acceder a un

mejor puesto de trabajo y a una mayor remuneración. Además de los beneficios en

términos de competitividad para el propio país, que realimentará el proceso anterior.

El Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD), establece

diversas métricas para evaluar el nivel de vida de los habitantes de un territorio, las

más importantes son:

 Índice de desarrollo humano: es un indicador social y estadístico que se basa en el

análisis de tres parámetros:

i) Una vida larga y saludable, midiendo la esperanza de vida al nacer

ii) Nivel educativo, estudiando la tasa de alfabetización de los adultos, y la tasa

de matriculación en las distintas etapas del sistema educativo (primaria, secundaria y

educación superior)
iii) Cuantificación de un nivel de vida digno, medido a través del Producto

Interior Bruto (PIB), o en términos de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA), en

dólares estadounidenses, para así poder establecer comparaciones

 Índice de pobreza multidimensional (IPM o MPI, Multidimensional Poverty

Index): que desde este año sustituye al índice de pobreza humana, y que analiza la

ponderación de 10 aspectos que envuelven a tres importantes facetas del ser

humano, como son: la educación, la asistencia sanitaria, y la calidad de vida

 La disponibilidad de servicios médicos por habitante, como aproximación de qué

nivel de acceso tiene la población a este tipo de servicios ‘básicos’

 Abastecimiento de agua y calidad del medio ambiente, medido como la

disponibilidad de estos recursos en calidad y cantidad suficientes

 Coeficiente de Gini para medir las diferencias en el reparto de la riqueza dentro de

un país

 Producto Interior Bruto (PIB), algunos consideran a la producción nacional como

una de las métricas más importantes, aunque si analizamos las anteriores podemos

entender que tiene muchas carencias (Lucero, 2010).


Productividad

La productividad se define como la cantidad de producción de una unidad de

producto o servicio por insumo de cada factor utilizado por unidad de tiempo.

Mide la eficiencia de producción por factor utilizado, que es por unidad de trabajo o

capital utilizado.

La forma más simple de calcularlo es establecer la productividad del empleo, tomando

el PIB, en términos reales, dividido por el total de horas trabajadas.

El objetivo es establecer la mezcla idónea de maquinaria, de trabajadores y de otros

recursos para maximizar la producción total de productos y servicios.

La forma más visible de incrementar la productividad es que el empresario invierta en

una unidad de capital para hacer el trabajo más eficiente, manteniendo el mismo nivel

de empleo o, incluso, reduciendo el empleo. Es decir, una máquina más produce más de

un producto o servicio con el mismo o menos empleo.

Esta forma es la más visible y la más criticada, ya que los trabajadores, y sus

representantes, critican estos incrementos de productividad porque dicen que ponen en

peligro sus puestos de trabajo.

Es verdad que hay algunos empresarios (aunque no todos) que buscan precisamente

esto, más producción y menos trabajadores.

En el sector de servicios también se ve el efecto de una máquina más, por ejemplo, con

la inversión en informática, que hace que el trabajo de cada trabajador es mucho más

eficiente y cada trabajador puede producir mucho más que antes.


La productividad es mucho más compleja que tener una máquina más en tu lugar de

trabajo, y se determina y es impactado por muchos factores, incluyendo los siguientes:

 la calidad y disponibilidad de los recursos naturales, que impacta la producción de

productos y servicios que necesita de estos recursos.

 la estructura de la industria y los cambios de los sectores, incluyendo si permite

entradas de nuevos competidores o no, ampliando la competitividad e incentivando

la mejora de la forma de trabajar.

 el nivel de capital total y su incremento, que impacta su nivel y su coste y que

facilita o no el nivel de inversión futuro.

 el ritmo de progreso tecnológico, más y mejor tecnología mejora el nivel y la

calidad de tecnología utilizada en la producción.

 la calidad de los recursos humanos (la educación), que impacta los resultados de la

aportación humana.

 el entorno macroeconómico, que puede facilitar o entorpecer la participación en la

economía de los distintos actores, que son los empresarios y los trabajadores.

 el entorno microeconómico, que puede facilitar o entorpecer la forma de trabajar

diaria los distintos actores, por ejemplo, que el gobierno imponga muchas

regulaciones al funcionamiento de la economía impacta la productividad

negativamente.

Mejorar la productividad es clave para mejorar el nivel de vida de la sociedad, ya

que repercute en más potencial de incrementar los sueldos y más rentabilidad para el
capital invertido, que incentiva cada vez más la inversión, el crecimiento de empleo y el

crecimiento de la economía.

El incremento de la productividad impulsa el crecimiento de la economía.

Por todas estas razones hablamos tanto en estas páginas sobre la importancia de la

productividad y de la necesidad de ver medidas que la mejore (Moro, 2009).

Referencias
Lucero. (13 de 10 de 2010). El Blog Salmón. Obtenido de El Blog Salmón:
https://www.elblogsalmon.com/conceptos-de-economia/que-es-el-nivel-de-vida-y-
como-se-mide#comments

Moro, O. A. (20 de 08 de 2009). El Blog Salmón. Obtenido de El Blog Salmón:


https://www.elblogsalmon.com/conceptos-de-economia/que-es-la-productividad

Parodi, C. (15 de 07 de 2016). Gestión. Obtenido de Gestión:


https://gestion.pe/blog/economiaparatodos/2016/07/que-es-y-para-que-sirve-el-
crecimiento-economico.html?ref=gesr

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