Gobierno absolutista. El trienio liberal. La década ominosa.
La derrota francesa permitió a Fernando recuperar el trono. Nada mas
llegar abolió todas las reformas de Cádiz , incluida la constitución de 1812, restableció el gobierno absolutista que duraría hasta 1820 y persiguió a los liberales, acusándolos de afrancesados. La explicación a esta actitud hay que buscarla en: su carácter desconfiado y cobarde, enturbió la confianza de su pueblo que le había llamado el deseado; la situación económica pésima por la pérdida de las colonias Americanas, el descontento de la burguesía de negocios; descontento de los militares después de la guerra; ausencia de las minorías liberales que tuvieron que desaparecer. Estas minorías prohibidas se rehicieron provocando una serie de levantamientos, el primero desembocaría en el trienio liberal. En 1820 las tropas destinadas en el levantamiento de las colonias americanas, se sublevaron obligando al rey a restablecer la constitución Cádiz de 1812 y aceptar el régimen de monarquía constitucional. Los liberales gobernaron durante tres años pero pronto se dividieron en partidos que querían una reforma de la constitución (doceañistas) y otros que querían su aplicación tal cual estaba.(veinteañistas)
En el trienio Liberal pueden distinguirse tres etapas: 1) continuar las
reformas aplicadas por las Cortes de Cádiz 2) enfrentamientos doceañistas y veinteañistas liberales y realistas, Gobierno e Iglesia 3) guerrillas dispuestas a acabar con el régimen constitucional. Fernando solicitó ayuda al extranjero y siguiendo una política internacional de restauración enviaron a los llamados “ los cien hijos de san Luis” que acabo con la segunda experiencia liberal de gobierno de España. En 1923 empieza la denominada década ominosa, diez años de gobierno absolutista. Fernando VII creó el Banco de Comercio, la Bolsa de Madrid, y promulgó el Código Civil, eran años de desordenes. En España las mujeres no podían gobernar, así pues y teniendo el rey una sola hija , Isabel, apareció el problema sucesorio. Fernando promulgó una Pragmática Sanción derogando la ley Sálica vigente desde Felipe V. Los seguidores de su hermano Carlos eran partidarios del poder absoluto y los mas liberales partidarios de la monarquía constitucional apoyaban a Isabel. Durante la enfermedad de Fernando los absolutistas lograron que derogase la Pragmática Sanción pero a su muerte no se encontró el documento y paso el trono a su hija de 3 años, Isabel, hasta su mayoría de edad estaría regido por terceros.