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Helena Calsamiglia Blancafort Amparo Tus6n Valls Las cosas del decir Manual de anilisis del discurso Editorial Ariel {NDICE Presentacion PRIMERA PARTE, CCaniruuo 1. Elandlisis del discurso La naclon de discurso 12. Gas unidades del an UR Diferomes dsc picadas en ela is del diseurso CCaniruco 2. discurso oral ZI. La siacién ee enunciacion 22) 1 conversacioa espontinea 23. Oras practicas dscursvas oraes 24 La adguiscion de competencia oral 25. Aspectospsieosocales dela actividad orat 2.6. Blemicntos no verbales de la oralidad. 261. Los elementos prosemicos 2.62: Las elementos sincsicas 27. Elementos paraverbales dela oraided 271. Lavoe 2721 Las vocalieaciones 28, Caractersticas linguinientextuales del discurso ral ZI. Elnivel fonica, 282) El nivel mociosinetico 2R2 Einieltenice 284 Laorgantaacion textual ydiscursha Cartroio 3. El discurso escrito Bo. La swacion de cnunciacion 32 Las prieticasdisearsivasescritas 33, Laadguisicion de In competenciaescrita 214 Aspcctospsiclogicos ela actividad eseita 34.1 Elproceso de esesiura 3.42! El proceso de lecture 45, Elementos no verbales dea excitura 36, Caractersicaslingistco-textades del discurvo eserio Bo. Elnivel grea 362. El nivel morfesimactico 363. Elnive loxico 36a. La organizacion txtualydiscursva 15 15 a 9 ” 30 2 ” 2 4 ae ” 51 5s 5 56 50 58 st m 5 n *% at a 86 o oF 92 95 8 pice [SEGUNDA PARTE, Cartto 4, Et contexto discursive 111. Aigunas aproximaciones al cancepto de -contentoe 4.TL Elscontextos desde la antropologia 412. Elseontextor desde [a Tingutatica 4.2, El scontentos em la progmnticay en ol anliss del discus 4211." La denis tiposy funciones 43. Las dimensiones del contesto CCaetruto 5, Las personas del diseurso Si. Cainscrpetén dele persona en el texto SILT. La petsons ausente 2. a lnsecipeion del YO 3. Cainsenpeign del TO “4. La referencia lexica de persona: Uno mismo y ef Oo 5. Los papeles de Emisor y Recepior 52. La polifonta voces y dscurso reersdo Carimuto 6. Las relaciones interpersonales, la cortesia y la modaliza: ‘clin 61." Bl contrato comunicaivey los ejes de I relacion inespersonal 6.2, La persona social: necian de imagen 63. Caconesta 64. Laexpresidn dela subjetividad a través de ia modalizacion 641. La modal logics 6:42, La modalidad on el uso linguistico 6413. La expresionlingustica de lt modalidad CxPirut07. Los fines discursives y los procesos dle interpretacién TH. Las finalidades : TLL. Las metas y los productos T2! Was inalidades globales las particulars 72. Los contericos implicits ys interpretacion 12.1 Las presuposicionesy el conocimiento compartido 122. Gainteretonalidad eh los actos de habla 1.23. prineipia de cooperacion y las implicaturas no conven ionsles 7.24, El principio de relevancia 9 pertinencia 73, Latrasgreson de as norras TBE Loe delitos discursives 73.2. (as incomprensiones, los malenterdidasy el humor ‘TERCERA PARTE CCaptTot0 § La textura diseursiva Bil. Lacoherencis SL. “La coherencia pragmatica 8.12. La coherencia de contenid ‘82. La cohesion y suis mecaniamos 82.1 “El mantentnienta del referee: pracedimientos xicos nr Ri no 2a 20 250 8.22. EI mantenimiento del referente: procedimientos gramati- cals 82.3 La progresion iematica 824. Losmarcadoces y los conectores. Cret1010 9, Los xéneros discursivos y las secuencias textuales 9.1. El concept de =género« BALL La tories yf eoria dela Hiteratura 9.12. Las péneros en la teorta bajtniana 9.13. Los estudios de falklorey la etnogratfa dela coosunicacion 8.1. Una propuesia intgradoca para el andiss de los aéneros 9.2. Los tipas de textos 9.2.1.” La linguistica de texto las ipoiogias textuales 92.2. Eleoncepio de secuencla Curteto 10. Los modes de organizacién del discurso Tot. Lararracion 102. La descripetn 103. Laargumentacion 104. La explcacion 105. Eldisloge Caviruto 11. Deer el discurso: los registros y los procedimientos reté ‘cos Tht Beesisvo TLL Ehcanpo’ LLLL2.Eltenor: pessonal, interpersonal y funcional HR, Ebmodo 11.2. Los procedimientos retsricos ITDIT Las figuras de palabras 1122. Las figuras de constrvecion 1123. Las figuras de persammiento 1124. 13s figuras de sentido (eropos) APENDICE. La obtencon y el tratamiento de los datos 1 kos datos orales UL La grabacion 12. La transenpelon 2, Los datos escrton, 3. Elvsatamiento de los datos 4 Elestablecmientode un corms Referencias bibliogratieas 236 240 24s 251 232 252 257 259 260 283 263 265 269 269 29 23 307 318 225 325 a8 na 330 a vit 343 a 3S ast 355 355, 357 366 367 367 a PRESENTACION El interés por el andlisis del discurso no ha hecho mas que crecer en las tiltimas décadas. Bajo este nombre o bajo atras exiquetas como La co municacion orl escrita, Pragnidtica o Lingtifstica del texto, la ateneién al uso linguistico contextualizado se esta implantando de pleno derecho no sélo en los ambitos académicos (escolares y universitarios) sino también fen muchos otros émbjios profesionales en los que el trato personal, la iscusion, la negociacidn © a cortespondencia ocupan un lugar principal. Se emplera a abordar la preparacion seria de profesionales de muchas es- feras de actividad en unas habiidades ~-como hablar y eseribir— de las ‘que en multiples ocasiones depende el éxito o el fracaso de un proyecto, ela transmision de informacion relevante o de las tareas cotidianas pro- pias del ambito en cuestion, Con el deserrollo de los medios de difusién ela palabra, la comunicacién interpersonal se implanta cada vez. mas en tun mundo diverso y desigual. Los riesgos de malentendido, de incom- prensién o de demagogia crecen en la misma medida en que aumenian las posibilidades de contacto entre gentes y grupos que pertenecen a cul- turas 0 subculluras diferentes. Con este libro pretendemos aportar un ins- trumento Gti] para quienes se interesen por descubrir los complejos me- ccanismos que subyacen al uso de la palabra, a los proceses de elabora- con e interpretacion se los enunciados, Creemos que puede servir tanto para quienes cursan estudios universitarios como para el profesarado 0 ppara otros profesionales que tienen en el habla y la eseritura sus instr entos de trabajo y sus vehiculos de expresion. ‘Los manuales hasta ahora existentes dentro del ambito que nos ocupa, co bien se restringen a una perspectiva (andlisis de la conversacion, pragmé: tica, lingoisttea del texto, por ejemplo) o bien recogen slo las aportaciones de un Ambilo geogréfico (Estados Unidos o Europa, principalmente). Este manual supone un esfuerzo por presentar de forma integrada diferentes perspectivas procedentes de diversas escuelas y lugares. Hemos intentado “poner a conversar personas que representan corrientes diferentes pero 2 Ias que les une el empero por lograr un mismo objetivo: explicar el uso lin- guistico contextualizado. Por supuesto, nuestro trabajo tiene unos limites ¥ = seguro— unas limitaciones. Posiblemente, no todas las personas que lo lean estaran de acuerdo con las opciones que hemos tomado; pero como 2 PRESENTACION ‘cualquier obra de este tipo, queda abierta a la critica y a la superacién. La conversacién puede y debe continuar. EI libro esta cngattieady en (res pares, Lat primera const dhe wes Gt pitulos; en cl primero de ellos se presenta de forma somera la nocion de analisis del discurso de la que partimos, las unidades de anélisis, las dis- Ciplinas en que nos hemos basado principalmente asf como el aleance del antdlisis del discurso aplicado a la vida social (capitulo 1). Los otros dos capitulo estan dedicados a la caracterizacién de las dos modalidades de realizacion del discurso: oral (capitulo 2) y escrito (capitulo 3). La segun- da parte est4 estructurada en cuatro capitulos que abordan aspectos fun- damentales del estudio discursive: el contexto feapitulo 4), las personas discursivas y sus relaciones (capttilos $ » 6) y los procesos de manifesta cion de intenciones y de interpretacion (capitulo 7). En la tercera parte se plantean los mecanismos de organizacion discursiva y textual. Asi, en el capitulo 8 se atiende a los procedimientos lingulstico-pragmaticos que faseguran la elaboracion de discursas coherentes y su interpretacidn: el capitulo 9 esti dedicado a la reflexion sobre los conceptos de género, tipo y secuencia; el capitulo 10 pluntea los principales modos de organizacion, del discurso a partir de la estructura secuencial y la funcién sockal de los textos; por uitimo, el capitulo 11 presenta una discusion sobre el concep- {0 de registvo y una revision de los procedimientos reiéricos aplicados al discurso comin. La obra se complementa con un Apéndice en el que se plantea el problema de Ja obiencion de los datos discursivos orales y es- ios y se presentan algunas sugerencis pars observer, recoger ytrtar “Ha sido nuestio empefto que la explicacién tedrica esté, por una parte, avalada por cilas de autores representativos de lo que se expone y, por otra, ‘jemplificada por textos variados en cuanto a procedencia, modalidad y re- bistro. Asi, se verd que aparecen piezas discursivas orales y escritas sobre temas muy diversos. Desde la conversacion esponténea hasta el arviculo de biologia, Ja prensa escrita o la television; el debate politico o el anuncio; el tratado de plantas medicinales 0 el chiste; el relato oral o la gula turistica, ‘Creemos gue la presentacion y la reflexion sobre diferentes manifestaciones discursivas es abso utamente primordial en una obra que se ocupa precisa- mente dol andlisis él discurso. ‘Todas las citas estan en castellano. Si el original estaba eserito en otra lengua pero existia traduccion, hemos recurride a ella; en caso contrario, la traduccion es nues:ra. En las referencias bibliograticas que aparecen al fi nal del volumen se citan Jas obras, como es habitual, consignando la fecha de la primera edicién, pero siempre se pone el titulo y la ediciGn consultada (sea le isin 0 10). Deseamos que esta obra recupere para sf la dignidad sencilla del ma: ual, el libro que ext a mano para iniciar, presentar una panordmica y pro: poreionar un estimulo a quien pretenda una formacién linguistica que Aborde aspecios comnplementarios a Ja descripcion de la lengua que se pue de obtener en las gramaticas. Y también desearos que su lectura afine la pereepcion de los hechos linguisticos, que acentde la curiosidad por la ob- servacién de los usos comunicativos, que favorezca la adquisicion de la PRESENTACION B conciencia de las posibilidades de entendimiento ode desentendimiento in- hherentes ala actuactén linguistics, Para terminar. queremos manifestar que esias piginas no solamente son rato de nuestros destelos. Son herenciny lenen coos de nests ear dante, de niestraspreferenciaslectorss, de colezes, de protesores, de Per Sonas ella bien lo saben-~ que nos han seguido, acompatiado, ayudado, aquerido y «soportador en las jornadas de elaboracion de ese bro. Y ests pginas son también, muy particularmente, muesira del linerario compar. tido de Tas autoras, que, al terminar este trabajo, no saben encontrar men ‘lexicon en fa stan fa calldad y la calde exacta de exa expresion ret roca, laudatora y agradccia, que desearian halle PRIMERA PARTE CapiruLo 1 EL ANALISIS DEL DISCURSO Desrsir el discuso como pric social implica una vlan dain tivevinto ducursvo partie yi stucin, a nsotain ya extocare figura. Ba relactn illic x una elacion ca. Jos deci onesie Instaciones y ie estnicuras sites dan forma a vente dca, poo lambin el etcnto les da forma ela. Dico de tr ‘manera’ el dace es sctlnente consti a como ea sacalmente cone TTtdo contin suetone,objees de conocinseno, denidadersocle y ‘elasiones ene potas y grupos de personas Es consti fano en leh tio de ge ayuda a maniener'y a reprodscir stam quo sca, coro en Sendo de gic comity s ranatormare(Faloughy Woda, 1957238) 1. La nocién de diseurso Hablar de discurso es, ante todo, hablar de 1ma préctica social, de tuna forma de eccién entre las personas que se articula a partir del uso linguistico contextualizado, ya sea oral o escrito, Fl discurso es parte de la vida social y a la ver un instrumento que crea la vida social. Desde el pun- to de vista discursivo, hablar o escribir no es otra cosa que construir pie 2as textuales orientadas a unos fines y que se dan en interdependencia ‘con el contexto (lingiistico, local, coghitive y sociocultural). Nos referi- mos, pues, a cémo las formas lingifsticas se ponen en funcionamiento, para construir formas de comunicacién y de representacién del mundo real o imaginatio—. Ahora bien, los usos lingufsticos son variados. Las personas tienen a su disposicién un repertorio comunicativo, que puede estar formado por una o més lenguas, por diferentes variedades linguisti- ‘cas y por otros instrumentos de comunicacién, La lengua, como materia primera del discurso, ofrece a quienes la usan una serie de opciones (F6- Alcas, grafieas, morfosintécticas y Iéxiees) de entre las cuales hay que cle- gir en el momento de (inter)actuar discursivariente, Esa eleccidn, sujeta ‘9 no a un control consciente, se realiza de acuerdo con unos parémetros, contextuales que incluyen la situacién, los propésitos de quien la realiza y Jas caracteristicas de los destinatarios, entre otros, Estos parametros son de tipo cognitivo y sociocultural, son dinémicos y pueden estar sujetos a revision, negociacién y cambio. 16 Las cOsAs DEL DECIR Como practica social que es, el discurso es complejo y heterogéneo, pero no eabtico, Complejo, en cuanto a los diversos modos de organizacion en que puede manifestarse; también, en cuanto a los diversos niveles que fehtiat Gn su constiuceicn —desde han forinas Tig hasta los elementos contextuales extralinguisticos o histérico-culturales—; complejo, asimismo, en cuanto a las modalidades en que se concreta —oral, eserita 0 iconoverbal— La heterogeneidad Iinguistico-discursiva no sélo no es caética, sino que esté regulada, més alls del plano gramatieal, por una serie de normas, reglas, principies 0 maxinns de caracter textual y sociocultural que orienta alas personas en la tarea de construir piezas discursivas coherentes y apro- piadas a cada ocasion de somunicacién, Comunicacién que se entiende, no tanto como un simple y meciinico proceso de transmision de informacion entre dos polos, sino como un proceso interactivo mucho més complejo que incluye la continua intergretacion de intenciones expresadas verbal y no verbalmente, de forma directa 0 velada, Esto implica tomar en consideracién a las personas que usan esas for- mas, y que tienen una ideologia, una visién del mundo, asf como unas in- tenciones, metas o finalidades concretas en cada situacion; unas personas ‘que despliegan estraiegins encaminadas a la consecucidn de e308 fives Como miembros de grupos socioculturales, los usuarios de las lenguas for man parce de la compleje red de relaciones de poder y de solidaridad, de dominacion y de resistencia, que configuran las estructuras sociales, siem pre en tensién entre Ja igualdad y la desigualdad, Ja identidad y la diferen: ‘ia. Las identidades sociakes de las personas —complejas, variadas e incluso contradictorias— se consiruyen, se mantienen y se cambian a través de los usos discursivos. Porque es en ellos donde se activan y se materializan esas caras que se eligen para ceda ocasién. “Todos los ambltos de la vida social, tanto los pablicos como los priva dos, generan précticas discursivas que, a la vez, los hacen posible. La vida académica, la sanidad, las relaciones laborales, los medios de comunica ion de masas, la vida familiar, la justicia, el comercio, la administracion, por poner sdlo algunos eemplas, son ambitas que dilicilmente se pueden Imaginar sin el uso de la palabra: la conversacién, el libro, la instancia, la receta, el prospecto, la entrevista, las negociaciones, la conlerencia, el exa- men, dl juicio, las facturas, las transacciones comerciales. ‘Asi pues, abordar un tema como el discurso significa adentrarse en el entramado de las relaciores sociales, de las identidades y de los conflicts, intentar entender como so expresan los diferentes grupos culturales en un. ‘momento histrico, con unas caracteristicas socioculturales determinadas. Entender, en fin, esa conversacion que arranca desde los inicios de la hu- manidad y que va desarrcllandose a través de los tiempos, dejando huellas de dialogicidad en todas las manifestaciones discursivas, desde las mas es: pontineas y menos elaboradas hasta las formas monologales, monogestio~ nnadas y mas elaboradas El material linguistic se pone pues al servicio de la construceién de la vida social, de forma variada y compleja, en combinacién con otros Cactores ‘coma los gestos, en el discurso oral, o los elementos iconogréficos en la es EL ANALISIS DEL ISCURSO 7 critura; los elementos cognitives, sociales y linglisticos se articulan en la formacion del discurso. Las lenguas viven en el discurso y a través de él. Y el discurso —los discursos— nos convierten en seres sociales y nos caracte Fizan como tales, 1.2. Las unidades de andlisis Uno de los aspectos que caracterizan los estudios discursivos es que se toman como objeto de anilisis datos empiricos, ya que se parte del princi- pio de que el uso linguistico se da en un contexlo, es parte del contexto y trea contexto, Por ello es fundamental obtener los datos que se van a anal zar en su entorno «naturale de aparicin: un editorial, en un periédico de Una orientacién determinada; un informe clinico, en un hospital; una exph cacién, en un libro de texto; una clase expositiva, en un aula; un interroga- torio, en un juicio; un articulo, en una revista de unas caracteristicas con: ‘Tener en cuenta el contexto exige observar el marco en el que se elabo- ran y se manifiestan las piezas discursivas. De entre los métodos, técnicas y procedimientos de observacion para recoger, describir y analizar el discur- So destacan los gue proporcionan disciplinas como la antropologia o las di ferentes orientaciones que se pueden asociar con la socialogia de la interac- ‘ion (la ebservacién participante, las historias de vida, las grabaciones, fos diarios de campo, las entrevistas, las discusiones de grupo, entre otros): dis, ciplinas, todas ellas, implicadas en entender las practicas socioculturales ‘como conglomerados complejos de clementos de diversa indole pero que se presentan estrechamente interrelacionados. Fl detalle del andlisis estricta: mente linguistico se pone ast al servicio de la comiprensién de fenémenos ‘en Jos que los uses lingulsticos se imbrican y entrelazan con otras activida- des de las que también hay que dar cuenta, En lo que se refiere a los aspectos mas conctetos de! estudio discursivo, cs evidente que para abordarlo es necesario establecer unas unidades que permitan ordenar el andlisis, La unidad basiea es el enuiciado entendido coma el producto conereto y tangible de un proceso de enunciacidn realizado por un Enuiciador y destinado a un Enunciatario. Este enunciado puede te- rer 6 no la forma de una oracion. Un intercambio posible en el que wna per- sona dice a otra: «¢Quieres comer conmigo’ vla otra responde: «Si, pero més tardes, nos permite comprender que la expresion formada por la se ‘cuencia de cuatro elementos linguisticos, «si» + «pero» + «mds» + stardes, que no responde al modelo oracional, tesponde al modelo de enunciado como unidad minima de comunicacion. También nos permite comprender que el enunciado emitido no es posible entenderlo si no tenemos en cuenta el -contexto en que se emite, que en este caso viene determinado por el enuncia- ‘do anterior y por el escenario en que este intercamblo tiene lugar. Los enunciados se combinan entre s{ para formar textos, orales 0 escri- tos. Fl texto, asf, esta constituido por elementos verbales combinados, que forman una unidad comunicativa, intencional y completa, La particulari ‘dad del andlisis discursivo reside en un principio general que asigna sentido 8 LAS cosas DEL DECIR al texto teniendo en cuenta los Factores del contexto cognitive y social que, sin gue esién necesariamente verbalizades, orientan, sitian y determinan su significacion. Los textes pueden ser muy breves o muy extensos: cons! deramos texto tanto «Se vende piso», como una caria personal, una conver sicién amistosa, un articulo de periédico, una sentencia judicial 0 un trata do de geologia Todo texto debe ser entendide como un hecho (acontecimiento o even fo) comunicarivo que se da en el transcurso de un devenir espacio-temporal Por eso partimos de considerar que la unidad fundamental del andlisis se hra de basar en la deseripei6n del hecho comunicativo, como un tipo de in teraccién que integra lo verbal y lo no verbal en una situacién sociocultu- ralmente definida. El conjunto de elementos que intervienen en cualquier acontecimiento o evento comunicativ lo organizs Hymes (1972) en lo que se conoce como el modelo SPEAKING, haciendo alusin al acréstico que se forma con las iniciales de los ocho componentes en inglés: Situation, Parti- cipants, Ends, Act sequences, Key, Insirumentalities, Norms y Genre (situa: con, participantes, finalidades, secuencia de actos, clave, instrumentos, normas y género). Lo que define al evento es que es imprescindible el uso de la palabra para que se realice y, también, que se suele asociar a un tiempo y a un espa: ‘io apropiados o que se pueden constituir como tales al celebrarse en ellos tal acontecimiento. Ademas, para cada hecho comunicativo quienes partic pan en él se supone que lo hacen a partir de unos estatus y papeles caracte- Fisticos, utilizan istramentos verbales y no verbales apropiados y actdan en el tono o clave también apropiados para los fines que pretenden, respe- tan unas nonnas de interaccion que regulan como se toma la palabra, si se puede interrumpir o no, etc., y unas nornas de interpreiacién que les gulan ‘la hora de dar sentido a lo que se dice aunque sea de forma indirect2 0 implicita, normas que, desde luego, se pueden transgredir 0 aplicar de for- ma equivecada, dando lugar 2 malentendidos o a equivocos ~-deseados 0 1no—. Este conjunto de componenties no se dispone arbitrariamente en cada ‘ocasin sino que 2 través de las précticas sociales se va constituyendo en gé rneros idemtificables por unas pautas y unas convenciones que les hablantes siguen segin el evento comunicativo de que se trate. Bjemplos de géneros son la conferencia, el sermén, la entrevista radiof6nica o el debate televisivo (Gobre los componentes del hecho, acontecimiento 0 evento comunicativo, puede consuliarse Tusén, 1991, 1995). ‘Si bien un texto proporciona un material valioso para la interpretacion el significado en la comunicacién, ese material, para ser interpretado cabal mente necesita la contribucion de los elementos aportados por el contexto, Los elementos gramaticales se contemplan como marcadores « indicadores ‘que, en su presencia o en su ausencia, orientan el discurso en sus maltiples facetas, de modo que, en su conjunto, el texto se puede considerar como un hhaz de insirucciones dadas por e) Enuineiador a su Destinatario, Los elemen- tos del contexto, tanto si pertenecen a otros cédiges semiticos como si per lenecen a sobreentendidos « impltcitos, constituyen el fondo de interpreta- cin de los elementos verbales, a travis de las pisias ¢ indicios aportados por los propios hablantes y que contribujen a consttuir el contexto adecuado. EL ANALISIS BEL. DISCURSO 19 Dada la complefidad de un texto, se puede abordar desde el punto de vista global o local. La perspectiva global tiene en cuenta la unidad comuni- Cativa et su cor junto, su exacts, su contenidy general, su anclaje pray matico. La persgectiva local tiene en cuenta los elementos linguisticos que To constituyen, la forma de los enunciados, las relaciones establecidas entre ellos para formar secuencias. Tanto las unidades macrotextuales como las ‘microtextuales son interdependientes EI recorrido del andlisis que proponemos se inicia en la vision de la uunidad discursiva en su globalidad, Esta unidad se organiza en diferentes niveles, planos 0 médulos, fundamentalmente los del contenido tematico, los del tipo de estructuracién, los derivados de la posicion de los interlocu- {ores ante si mismos y ante los enunciados que se intercambian, En defini- tiva, la complejidad que presenta cualquier pieza discursiva tiene que abor- darse descubriendo en ella las unidades que constituyen sus diversas di- mensiones (mndcios para Roule, planos para Adam y niveles para Viehwe- ger, por ejemple) que permiten su descripeién y su posterior andlisis de for- ‘ma ordenada y sistematica. 13 is del discurso ferentes disciplinas implicadas en el anil EI hecho lingtistico se ha convertido en un tema de gran interés para muchas disciplinas que se sitdan dentro del ambito de las llamadas ciencias Ihumanas y sociales. Crystal (1987; 412), por ejemplo, ofrece una lista de ‘quince «campos interdisciplinaress en los que los saberes linguisticos se Uiculan con los de otras disciplinas. En las paginas que siguen presentare- mos de forma b:eve aquellas perpectivas que, de forma mas clara, orientan los enfoques adoptados en esta obra (para una presentacion mds detallada, véase Tusén, 19966). Desde prinsipios del siglo xx, la antropologia lingitistica (Durant, 1997) se ha interesacio muy especialmente por la relacién entre lengua, pen samiento y cultura. Lo que desde esta posicion se plantea es que existe una cestrecha interdependencia entre las lenguas y los miembros de los grupos cculturales que las hablan. Asi, por ejemplo, lo demuestran los recientes es- tudios sobre las estrategias discursivas de cortesfa utilizadas, al parecer, en todas las culturas pero de manera especifica en cada una. Podriamos det {que la antropolegia pone el acento en la diferencia, en la diversidad, mien- tras que hay otras disciplinas que ponen el acento en lo comdin y universal La etmogratia de la comunicacién —corriente antropologica que empieea a desarrollarse : mediados de los aftos sesenta— (Gumperz y Hymes, 1964, 1972) plantea que la competencia linguistica 2c he de entender come una parte del conjunto de conocimientos y habilidades que componen la compe: Tencia comunicativa, a su vez parte de la competencia cultural. Esta perspectiva exige plantearse la diversidad, la heterogeneidad in- twinseca de las comunidades de habla, tanto en lo que se refiere a aspectos sociales como a aspectas linguistico-comunicatives. Descubrir las normas de carscter sociolinguistic que subyacen a esa diversidad es una de las {areas de esta disciplina. Ast pues, lo que caracteriza, o cohesiona, a un gru 20 LAs cOSAS DEL DECIR po humano es el hecho de compartir un repertorio verbal y comunicativo y Lunot pairones o hbitor de uso de ete repertorio, que ox variado y hetoroge- neo. La cohesion existe cuando se establecen redes de comunicacian telat vamente estables y estrechas entre las personas. Esta visién de la sociedad Centra su atencién en la interaccion comunicativa entendida como el lugar ‘2 partir del cual se puede entender la realidad sociocultural de los erupos humanos, organizacion que se puede observar a través de los eventos 0 ‘acontecimientos connuricativos (véase 1.2) en torno a jos cuales se estructu ray se desarvolla la vida social de la comunidad Ta sociologia, a partir la década de los cincuenta, se interesa por com- render la realidad social desde una perspectiva micro» a partir de la ob- servacién, la descripcién yel andlisis de las acciones que llevan a cabo las personas en sus quehaceres cotidianos, El interaccionismo simbélico es tuna de las corrientes de la «microsociologia» que situa en primer plano el papel que desemponan las interacciones en la vida social. Goffman (1971) plantea que hasta las conversaciones més informales pueden verse como ri- luales a través de los cuales nos presentamos a nosotros mismos, negocia ‘mos nuestra imagen y Ia de las personas con quienes interaccionamos, asi ‘como negociamos el sentido y el propésito de nuestras palabras y acciones. Propone tin dable nivel de analisis: el primer nivel o nivel sistemico se act paria del estudio de Ia organizacién, que se lleva a cabo, basicamente, a tra vés dela gestion de los turnos de palabra; el segundo nivel se refiere espect- Ficamente a los ros de la interaccion que son un refiejo de las relaciones so- ciales. Las aportaciones de Goftman sobre la interaccion —y, especialmente las nociones de simagens, «negociaciéns, «movimiento>, «rituals, entre otras han tenido un grar aicance y estan en la base de muchas de las ac- tuales propuestas del andlisis del discurso. La etnometodologia parte de la constatacion de que los seres huma: nos participan de forma regular en maltiples circunstancias que poseen tuna estructura compleja y slaborada que requicre toda una serie de conoct- :mientos previos y que pone en funcionamiento «un bagaje de expectativas como un esquema para la interpretacione de lo obvio, de lo que «se ve pero no se nota» (Garfinkel, 1954: 2). Las personas participan utlizando mezo- dos que dan sentido a las diferentes acuvidades que realizan. Desde esta perspectiva se plantea quc la realidad social se construye, se (re}crea, se ‘manticne y se cambia a través de las interacciones en que las personas se Jnvolucran en el dia a dia. €l insirumento privilegiado que las personas ut lian para dar sentido a una situacién es, precisamente, el lenguaje y suis lusos en la interaccién, De esta manera, los einometodsiogos iniciardm un fructifero estudio de las intracciones que se producen en hospitales, juzga- dos, etc, para acabar dandose cuenta de que cualquier conversacion, por inocua que parezca, resulta un objeto de andlisis interesantisimo para des- ccubrir la construceidn social del sentido. El anallisis de Ia conversacién es el nombre con el que se conoce la propuests, claramente derivada de la etnometodologia, que ha centrado st atencign en } estudio de la conversacién cotidiana, no planificada, ni forientada a un fin establecido y negociado previamente por sus participan- tes. El objetivo fundamental del andlisis de Ja conversacion consiste en des- EL ANALIIS DEL DiscURSO a ccubrir Ja estructura del habla en funcionamlento, entendida como una ac- cidn social que se construye de forma coordinada entre quienes participan en ella. Si algo aparece como una constante en el estudio de las conversa- clones es el hecho de que hay alternancia de turnos de palabra, Los ana- listas de la conversacion (Sacks, Schegloff y Jefferson, 1974; Sinclair y Coulthard, 1975; Roulet, 1985; Kerbrat-Orecchioni, 1990, 1992, 1994) se plantean como un objetivo fundamental descubrir de qué manera los tur- nos de palabra se constituyen y se articulan como la base organizativa de Jas conversaciones. Una de las ventajas que presenta el estudio de los tur- ros de palabra resulta ser el hecho de que el sistema de tumos no depende del contexto puesto que se da siempre pero, a a ver, resulta extraordinaria~ mente sensible a él, por lo que, al mismo Uempo, es un hecho de carscter abstracto —précticamente un universal— y permite un alto nivel de par ‘cularizacion en su estudio local, situado, 1a sociolingtifstica interaceional recoge las aportaciones de Ia etno- grafia de la comunicacion y procura integrar en una misma propuesta otras portaciones pracedentes de las perspectivas microsociolégicas a las que hos acabamos de referir (interaccionismo simbélico, etnometodologia y anlisis de la conversacion) junto a los interesantes hallagos tealizados en fl campo de la pragmatica filosofica, la psicologia social o la ciencia cogni tiva. Al mismo tiempo, se propone la farea de relacionar Jos andlisis de upo cualitativo e intensivo con una teorfa social dentro de la cual esos micro- anilisis obtengan una dimension de mayor alcance. Para ello se recurre a las aporiaciones de pensadores como Bourdieu 0 Foucault, por ejemplo. Del primero adopia sus concepciones sobre la diferencia, el mercado linguts- 1ico (Bourdieu, 1982) 0 el concepto de habitus (Bourdieu, 1990); del segun- do interesan, sobre todo, sus ideas sobre poder y dominacién (Foucaule, 1984) y su particular manera de acercarse a la reconstruccién del pensa~ miemto y de las creencias de una época a través de los diseursos que los han creado (Foucault, 1968). ‘Asi como los analisas de la conversacién se interesan bdsicamente por deseribir la mecénica interlocutiva de cualquier interaccién, quienes pai cipan del proyecto de la sociolingafstica interaccional utilizan los ins ‘mentos de las diferentes corrientes ya citadas para realizar un andl profundidad que les permita trascender los propios datos para contribuir a Ia elaboracién de una teoria social basada en ese tipo de analisis empirico y situado, pero que pueda explicar, desde un punto de vista social, los com. portamientos comunicativos, los valores, los supuestos y los conflicios que se producen entre quienes participan en una interaccion. ‘Conceptos clave de la sociolingutstica interaccional son los de inferen- cia conversacional, ast como los de indicias y conventciones contextualizado- ras (Gumperz, 1982). En general, este enfogue se ha utilizado para analizar Jas interacciones que se producen en todos aquellos ambitos de la vide so- cial en que quienes participan en los encuentros interactivos mantienen en- tre si una relacién desigual, ya sea porque pertenecen claramente a dos cul- {uras o porque, aun participando de lo que en términos globales puede con- siderarse una misma cultura, pertenecen a diferentes grupos sociocultura- les y, por lo tanto, tienen sistemas (0, si se quiere, subsistemas) de valores y 2 LAScosas DEL DECIR dd visiones del mundo que les hace comportarse de forma diferente a la hora de realizar procesos de inferencia para la interpretacién de todo lo que sucede en las interacciones en las que participan, En el Ambito de la psicolingtistica, a partir de los anos ochenta, el reciente conocimiento de autores como Luria y Vigotsky pone el acento en el papel de la interaceion comunicativa enire los individuos como el motor principal de la adquisicion y el desarrollo de la lengua. Esia vision sobre la Importancia de la participacién activa en intercambios comunicativos va rados para el desarrollo de las capacidades linguisticas conecta claramente con las perspectivas sociolinguisticas, etnograficas y pragmaticas de las que fratamos en este capftulo, Parece claro que, aun aceptando la realidad inna ‘a del lenguaje, esa capacidad propia de la especie humana no se decarrolla sing se vive en sociedad. En efecio, es ya una obviedad decir que Is compe Lencia lingastica no screce solas, sino que necesita de las relaciones inter- personales para crecer, Asi pues, asistimos hay a un mayor «dialogox entre las corrientes més interactivistas y aquellas que ponen mas el acento en los aspectos cognitives, La ciencia cognitiva ha aportado conceptos muy pro~ ductivos como los de marcos, guiones, esquemas o planes. que permiten en lender y analizar cémo articula la mente el conocimiento y lo pone en fun- ionamiento para Ia actuacién y la comprensién de jos eventos en que las personas se desenvuelven. Desde sus origenes, el pensamiento filoséfico se ha preocupado del lenguaje y del papel que esta capacidad o mecanismo ocupa y desempena cen la vida de los Seres humanos. El origen ded lengua, su relacién con el ppensamiento, la manera en que las palabras yermiten o dificultan el acceso las ideas ya su expresion son alguncs de los temas que, de forma recu- rete, han io aareciendo a oreo def historia del pensanento Gos fico occidental Witigenstein (1953) argument6 sobre la importancia del uso pablico- dl lenguaje para la constitucién de! significado. Para él, no existe siznilica- ddo fuera de ese uso verbal pablice, cotidiano v ordinario. No existe, pues, ‘un «espacio interior» donde el significado se crea para ser luego «material ‘ador a través de Jas palabras; toda significacidn se constmuye a través de Jas enuinciaciones producidas con y a través del lenguaje en los espacios po- blicos de la expresion. «El lenguaje ordinario esta complecamente 21 orden, afirmard este autor contt2 aquellos que proclaman la falta de interés que presenta el estudio de los usos lingllsticos cotidianos porque consideran Que son caéticas y, con Lrecuencia sin sentido, Wittgenstein mantiene que Thablar una lengua consiste en participar activamente de una serie de for- mas de vida quc existen gracias al uso del lenguaje. ‘Mas 0 menos por la misma época Austin (1962) formularé su teoria de los actos de habla — posteriormente desarrollada por Searle (véanse, a ‘modo de ejemplo, sus trabajos de 1964, 1969 y 1975). Los plantcamientos de Austin son uno de los fundamentos principales de lo que hoy se conoce ‘como pragmatica, Desde esta teoria se considera que hablar es hacer y que cada enunciado emivido pose un significado literal 0 proposicional, una di- ‘mension intencional y una dimension que repercute en la audiencla. Esta distincidn entre lo que se dice, la intencién con que se dice, y et efecto que EL aNAUSIS DEL DISCURSO 23 to que se dice con ess intencién causa en quien rece el enunciado sera crucial, ya que sitds el proceso de interpretacién de intenciones en el marco de la conversacion y, como consecuencia, se incorporan factores sociales ¥ ‘cognitivos al estudio de los enunciados, que pueden adoptar formas mas 0 menos ditcctasy més o menos convencionales para expresar un determina Soccontenide. La teoria del prineipio de cooperacién (Grice 1975) pretende ofrecer una explicacin ala manera en que se producen cieto tipo de inferencias “las implicaruras— basadas en formas de enunciados corencionales 0 no quette iba a ena po eniane bat pcan sbpicaalo Vey inege el domingo pase estaba ah yr dijo nad ly hg el doing e digo iin y digo que: qua dio la yay ls Rosa dao qu ana poner Mer! {goevar a pone un auiesellp rtd come ih bomen jumin((@1«. > 4m eS yaice padre and Minos WV fo? esi fae? he mario ue e dice Ver bueno sumo de > fue i aro tu rao elque emp fe 272) tu mara que die al papa fa y dice jose Povuoth yy asda de ira rma a9 8a cic hore me ha “ich queso dsj ral het eno va tuya dice TANBA pla mista dicho Slomihmo que sino wase.>r oats V— plas a queso nol dee que ne deah 16 aa sya ins ae Suhiron an cae lads Vi L(( Ams ene ena ste: ¥ noo qué ny no exes} Mas tienen en ia enenengans> anda ite dicen que yo no dejor A yluegoe no como fue gue igo que Barns! que fama Toeineo da a nasi (esas) Ma toata sul ice jay porque cmperd a dct puc cuir dias vas aiealglasio esay yom iba Yn Caro yo no queria deste pastel pero lla na: m= que atrnils ¥ ston Ma ay yo ms mirsbam Vi ec quttaley gut hae 1 a Sef Ty que vale y que Ile que ha iy hay inal vay die pu hue ‘maa he ps de to 022) ye eueh? ye ena tes mi noe Yice! POZUELO! Visas [Monel sv mario ota vee! Pru at ha: enters ques Vote enerao?- que van cinco daly gue pagan ir mil movecientn:? Vo Sfai tyes nea sl nein’ Unsaclo Mun uals tenems com un mohqueallyentne_poes como se maqueaon do tng por ualao ate por oto wey yle digo a Gala digo Gali le que al eregalan a peanca IM eitoncs waa Gala ya yedic: oye Pozulo yu go ue’ ala pstanea? 1 — pa gory user sh Somes na "yo juego lok dorings yaa elite sce eso entra! que juga: uate se fra) Vo fe) do a peseas cada da) Toca Jy! y cents das vais gras? FL DISCURSO ORAL 39 60. Ha dos ami peseas cade dia G1, V sane bueno sol mel bade y nie domingo &. ouuntosuma alm RP (sss) sepa padre wi lo queet_un caientbraguetas oe sesh 5. Vesa] Cah ye oc a moray no eos ue maque ahi ya sas) $6) M—toer Hun catenabrapicta~ gue none ma mse que calenat yl ovo anda que oo GF. tambien! hquelsh hombe Taunus no engams raze enemo que elender no 8 G8 hte BV ean cue: 30. Mo uno ae estaba all en 7 pabnoe!pasonodelae Imari dela de la= que venta queria aerguae cudnt ns tba asin 2B. gle itenansh mgs el 74, V" fo'yo magena le doy oto tage mafana como vy refungando a eso gue 1S, tedigayeracnode mica ce ranale ign O™) low coma yoweaya 2o. donde ae ra donde tengo yo ae endo is vergen 78. Heo! huey exam apantes 3. Viana (corpus CAD, recogido por J. Pajueloy J. Franco, 1997) 23. Otras pricticas discursivas orales ‘Ademés de la conversacién esponténea, la modalidad oral de la lengua ‘es el material bésico con que se construyen otras muchas précticas discur- Sivas que permiten el funcionamiento de la vida soctal sas otras précticas, de las que proponemos a continuaclén un listado a modo de ejemplo, pueden caracterizarse por la utlizacién de registros di- ferentes (véase el capitulo 11) que producen desde un discurso oral infor- ‘mal hasta un discurso oral formal. Asimismo, las relaciones que se crean a través de esas pricticas discursivas orales pueden ser simétricas 0 asiméu ‘cas, distantes o fntimas, improvisadlas 0 elaboradas, con apoyo de otros c nales (el escrito, por ejemplo), ete de person entrevista conterencia ‘consulta (médica, ah oh feaneareln eameceial Wanda, ats elaee ui, tax.) debate itn teria Sermo mesa redonda presentaciéa (ponencia, comunicacién) coloauio Seclaracion ‘examen oral aiscurso 40 as costs DEL DECIR En las llamadas sociedades democriticas, un debate politico, por iomplo teloviendo y emitigo en directo, entre los candidates que repre Sentan las diferentes opciones ante unas elecciones suele (ener unas »r2- tas del juego» bastante rigidas, lo cual no quiere decir que, como en cualquier otro juego, alguies actiie mal o intente —y tal vez consiga— ha- cer trampa. Habituaimente antes de que se produzca el debate en si, se negocia una serie de circurstancias: la distribueién en el espacio (dénde estara cada persona, incluica quien modera, dénde estardn las camaras y qué movimientos haran, ete), la organizacion del tempo (quien comien- 2a y quién termina, cuanto liempo tiene cada persona para hablar), el or den de los turnos, los temas sobre los que se discutirs, la actuacién del ‘moderador (euéndo y por qué podré interrumpir, cuando y como cambia- ra de tema), las indicaciones «fuera de camara» que se haré a los partici panies para indicar aspectos diversos (corte para publicidad, necesidad de cambiar de tone o de tema, por ejemplo); a veces, incluso se negocia cl color de los vestidos que llevara cada representante, etc, tc ‘Ahora bien, una ver él debate esta en antena, lo imprevisto siempre puede suceder, como en cualquier otro intercambio «plurigestionad (recordemos que la imprevisibilidad es una de las earacteristicas fun rmentales de la modalidad oral): risas 0 muecas mientras otro habla, inte- rrupciones, intentos de ocupar el espacio y el tiempo discursivo mas allt de lo pactado, insultos, provacaciones de todo tipo, efectos sorpresa... En principio, se Supone que a quien modera se le reconoce la autoridad de ‘organizar los aspectos interlocutivos del debate y que se espera que los candidatos se comporten de un modo respetuoso respecte a sus contrin- cantes en la arena piiblica; sin embargo, existe un margen de creatividad mucho mayor de Io que se podria Imaginar, ya que cada persona de las que participan en el debate debe consiruir su imagen y su mensaje par- ticular discursivamente, a través del uso que hace de los recursos verba- les y no verbales que tiene a su aleance, seleccionando formas lexicas Construcciones sintdeticas, creando, en fin, un estilo que corresponda a lo ue desea transmitir a sus posibles electores, un estilo mas 0 menos agre- Sivo, mas 0 menos populista, mis 6 menos respetuoso con unos W oteos, Y por muy preparado que cada contrincante lleve su mensaje y la forma en Que quiere presentarlo, Ia propia dinamica del debate puede provocar ‘cambios en la actitud, en el tono, en el grado de respeto alas areglas» y al ‘marco en general que se ha pactado previamente. Es interesante observar {que esos debates suelen ser, posteriormente, objeto de comentarios y eri- ticas en términos bélicos o pugilisticos: X ha asestado wn duro golpe a Y, Z tno pudo resisit ef araque de W, etc. En definitiva, si bien este tipo de inte- raccidn «de persona a persona» esta bastante alejado de la conversacién espontinea desde muchos funtos de vista, no deja de compartir con ella esos aspectos de creacicn sobre la marcha, de improvisacion, de malen tendilo, de transgresion de las normas, de negociacién 0 de provecacicn de conflicto a que estan sujetos, casi indefectiblemente, los inlercambios frales cara a cara, En cuanto a las practicas discursivas orales en las que una sola per sona abla ante una audiencia, las cosas son, on parte al menos, bastante EL DISCURSO ORAL, 4 diferentes. Nos encontramos ante eventos comunicativos basicamente smonogestionadose, en los que la persona que habla tiene, en principi tun mayor contiol sobre lo gue dice y sobre vémo lo dice. En una conte rencia, por ejemplo, la unica persona que tiene el derecho —y el deber— de hablar es quien pronuncia Ia conferencia. Ha preparado el tema con tiempo, se supone que lo conoce bien, ha podido organizar la exposicién de forma planificada y teniendo en cuenta el tiempo de que dispone y el tipo de espacio donde el evento se va a producir, ha podido seleccionar la manera de plantear aquello de lo gue va a hablar teniendo en cuenta a la audiencia a quisn ests destinado, puede apoyarse en un texto escrito para seguirlo mas o menos fielmente, etc. Aun asf, no por el hecho de que se trate de un evento monogestionado, una conferencia deja de ser interaci- va. La audiencia maniliesta con gestos, miradas u otros procedimientos que van del eplauso al pitido, de la sonrisa al bostezo, de expresiones de admiracién al pataleo— sus reacciones ante lo que va oyendo, y esas ‘manifestaciones afectan, sin duda, al conferenclante. Una persona exper- ta en estas lides sabe que debe permanecer atenta a las minimas reaccio. rnes de su audiexcia y tener la capacidad y la flexibilidad de dat un giro, si lo considera nezesario, a su discurso: aportar ejemplos si ve que no se le entiende, camb ar hacia un tono mas coloquial si ve que aburre, extender se en algiin aspecto si nota que ha despertado un interés especial, etc, et- cetera, Lo que resulta evidente es que los grupos humanos se articulan en tor- no a una serie de stextos» que se producen en los diferentes imbitos de la vida social y que existen gracias, precisamente, a esas practicas discursivas ‘Veames el siguience cuadro a modo de ejemplo: ‘Pesci dicurias ‘administrative Interacciones en las ventanilias Jirica Inerrogatorios,juleios religioso seemones,rezoscoletivos, c€nlicos, confesiin palitico rallies, arengas, dees, reuniones, congresos periodietica nolicarios, reportajes,enievisine tera. Fepresentaciones teatrales, canciones, cuentos entice comunicacidn, ponenci, confersnela medica Visita médica, reunion cinies seadémico teudmenes orales, clases, defensa de esis instituciones y organizaciones _reuniones, cursos de formacion publicitario ‘esloganes, anuncios Como veremos en el capitulo 3, también la escritura esté presente en 6505 dmbitos er las culturas que utilizan el eédigo escrito, 42 Las cosas DEL DECIR 24. La adquisici6n de la competencia oral A diferencia de lo que ocurre con el cédigo escrito, el habla no requiere: de un aprendizaje formal, se «aprende» a hablar como parte del proceso de socializacién. Las personas, desde la infancia, estan expuesias a situaciones de comunicacién diferentes, participan de forma mas 0 menos activa en di- Ferentes eventos y van recihiende snormase explicitas por parte de los adul- tos que las rodean, ‘Witigenstein (1953) mantiene que hablar una lengua consiste en participar activamente de una serie de formas de vida que exisien gra cias al uso del lenguaje, Para él, como consecuencia, aprender una len: gua no es otra cosa que apropiarse de una serie de conjuntos de reglas {que nos permiten llevar s cabo diferentes juegos de lenguaje. Aprende- ‘mos como se compra y se vende, cémo se regatta, como se pide perdén, cémo se ofrece, cémo se rechaza, cémo se halaga, cémo se muestra me: destia, lc La expresion «juego de lenguaje» debe poner de relieve aqul gue hablar el Jenguaje frzna parte de una actividad o de una forma de vids. “Ten sla visa Ia wulipicidad de juegos de Tengu en estos ejemplos y ‘Dar ordcnes y actar sigulendo érdenes— escribir un obicl» por su aparincia © por sus medidas— Talc un alee de acuerdo con un descrip ibjoy— Relatar un suceso— Hacer conjeturas sobre el suceso— Formar y comprobar una hipotsis— Presentar ls resilados de un experimento mediante tablas y diagramas— Inventar una historia y leerla— ‘Actuar en teatto— Cantera coro ‘Adivinar seers Hacer un ehise:eontarlo— Resolver un problema de aitmetica apicada— ‘Traducir de un lerguaje 2 o1ro— Suplicar, agradecer, maldecr, saludar, rear tr ‘rdeoar, pregunar, relaar, charlar pertenceon a nuesiea historia natural tanto como andar, come, beber, jugar (Wittgenstein, 1953: 39-0 y 3). YY como mejor se aprenden los juegos es, precisamente, jugando, parti ctpando en ellos de forma activa, Hablar, usar una lengua, es aqueilo que ros permite participar en la vida social y, a la ve2, construirla. El concepto de competencia comunicativa, nacido en el seno de Ia et- nograffa de la comunicacién, intenta, precisamente, dar cuenta de todos los elementos verbales no verbales que requiere la comunicacién humana, as ‘como la forma apropiada de usarios en situaciones diversas. Veamos algu- nas definiciones de este cencepto. Para Gumperz y Hymes (1972), Ia xeom- petencia comunicativas es EL DISCURSO ORAL 3 aquillo que un hablante necesita saber para comunicarse de manera elicaz en ontexios socialmente signifiantes.Aligual quo el termino de Chomsky que se toma camo made, Ia cempeteneia camunicaton xe refine a Basia para actuar, Se preende distinguit entte lo que el hablante conoce ~casles son sus Capacidades-y emo acta en inslancias particulares, Sin embargo, mientras fos estudiosos dela competencialingUistcaintentan explicar aquellos aspectos de Ts gramétia que se cteen comunes a todos les seres humans indepencien temente de ly determinantes soctales, ls esudisos de Ia competencia com ficativa {ratan alos hablantes como rmiembros de unas comunidades, que de Sempetian cletos roles, y tratan de expliar su uso linguistio para autoidentif arse y para gular sus actividades (Gumpere y Hymes, 1972: Anos mas tarde y a la luz de los avances realizados por discipinas, ‘como la sociolinguistica de la interaccién © la pragmatica, Gumperz relor- ‘mularia sus primeras concepefones: Desde el punto de vista dela interac, la competenci comiicativa se puede delinir como vel conocimionto de ls convencioneslingisticas y comu hicatvas en general que los hablantes deben pesser pata crear y mantener la ‘ooperacion conversacionals; incluye, asf pues, tanto la gramatica como la ‘ontextuaizacion. Mientras que la habiidad para product oraciones gram ales es comin a todos los hablantes de una Tengua o un dialecto, el conoct- tmiento de lav comenciones contextualizadoras varia en relacisn con otros fac- tores (Gurnper2 1982: 205) Savillo-Troike detalla de la siguiente manera todo aquello que incluye Ja competencia comunicativa Implica conocer no scl cl cédigo linguistic, sine también qué decic ‘quien, yeéme decirio de manera apropiada en cualquier situacion dada, Tiene {Que ver con el eanocimiento social y cultural que se les supone alas hablantes 4 que les permite usar e interpretar las Formas linguistcas [ia] La competencia comunicativa inchiye tanto el conacimiento come las expecttias respecto 2 quien puede ono puede hablar en detcrminados contents, cuando hay que hablar ¥ cuindo hay que guardar silencio, a quien {ee pitede habae,edmo se puode hablar a personas de esferentes exit roles, cuales son les comportamientos no verbales adocuados en diferentes contex tos, cules son las rutinas para tomar la palabra en una conversacion, cémo Dreguntary Froveer informacion, como pedir, ome ofrecer o decinar ayuda 0 Cooperacién, emo dar didenes, cémo imponce disciplina le-En pocas pala bras, todo agiello que implica cl uso linguistico en un context social determi nado (Savile-Troike, 1989 [19821 20), Como se puede apreciar, es evidente al papel Fundamental que desem- pea el entorno sociocultural en Ja adquisicion y el desarrollo de la compe- tencia discursiva oral. El hecho de que en las sociedades existan diferencias y desigualdades se refleja tambien y de forma muy clara en el diferente y ‘esigual acceso de las personas a los sbieness linguisticos y comunicativos (Bourdieu, 1982). Si bien en lo que se refiere a la adquisicién del nucleo ‘pramatical parece que todas las personas somos iguales, no es ése el caso 44 as cosas bet vec cen Jo que respecta a la adquisicion y el desarrollo de la competencia comu- nicativa (Tusén, 1991). Una persona puede crecer moviéndose s6lo en en tomos familiares mas © menos restringidos, mientras otra puede que, ade ims, tenga acceso a entornos publicos, variados, més formales, que impli ‘quett Ia interaccidn con genes diversas (en edad, sexo, estatus, bagaje cul tural, etc.). Bs logico pensar que en el primer caso, los recursos linguistico- comunicativos a los que esa persona tendré acceso serim aquelios asociados con la conversacién y con el registro cologuial, mientras que en el segundo ‘caso tenclra acceso a recursos mas variados, a registros mas formales y ten. dra un scapital linghistico» (Bourdieu, 1982) que le ira preparando mejor para la vida social adulta Bernstein (1964, 1971) se ha referido a las diferencias entre los cédigos cen relacién a la divisiGn social en clases como =cédigo restringldo-, mas de- pendiente de la situacion de enunciacién, con mas implicites y con cons: Irucciones sintécticas mas simples y =cédigo elaborados, més autonome respecto al contexto, més explicito y'con una sintaxis més compleja. El pri ‘mero seria el propio de las clases bajasy el segundo el utilizado por las cla- ses alias. Estas diferencias explicarian, en parte, el fracaso escolar de los ni- Ros provenientes de las clases bajas, ya que la escuela exige el uso de unas formas comunicativas ms cercanas a las del cédigo elaborado. Desde lue- 0, esta relacion no puede encenderse de una forma mecanica, ni tampoco implica que una forma de hablar sea mejor» que otra (véase la eritica que ya hizo Labov en su trabajo de 1969 a esta posible interpretacién de la pro- puesta de Bernstein) Lo que resulta claro es que, si bien las formas mas familiares de comu- nicacién oral forman parte del proceso de socializacién —las personas ha- blan porque estan rodeadas de otras personas que hablan—, no todas las formas de hablar, como ya hemos comentado, son «naturales». Por ello, en el desarrollo de la competencia comunicativa oral desempefta Un papel fur damental la institucién escola, ya que en ella se pueden programar y pla ficar —de forma adecuada al alumnado concrelo— formas de acceso a practicas discursivas menos comunes y que aumentaran el «capital» comu- nicativo de Ia futura ciudadaria, de manera que en el futuro esos hombres y esas mujeres puedan desemvoiverse lo mejor posible en el entorno més amplio que la vida adulta les puede deparar. De hecho, en las sociedades de tipo democratico, hoy en dia, asistimos a la prolileracién de publicaciones y de centros para adultos dedicados a vensefiar a hablar en poblicos, a comportarse con éxito en una entrevista para buscar trabajo», ete Por otto lado, no debemas olvidar el papel —positivo y negativo, segsin los casos— que desempenan los medios de comunicacion audiovisuales (cine, radio y television — especialmente la publicidad) en la formacisn de comportamientos comunicativos (verbales y no verbales), es decir, com portamientos saciales, de ninos y adolescentes. Este terreno, desde hace al= ‘aunos afios, se empieza a investigar de forma sistematica por el impacto {que ejerce entre las capas mas jévenes de la poblacion e incluso se incluye siresindio en los curricula escolares (Lomas, 1996) ‘De tode lo que venimos esponiend se puede deducir facilmente que la adquisicién y el desarrollo dela competencia comunicativa oral esta en es- EL DISCURSO ORAL, 45 trecha relacién, no s6lo con Ta diversidad intracultural, de la que ya. hemos hablado, sino con la diversidad intercultural. Las formas de tomar la pala- bra, los temas apropiados para hablar segtin los diferentes pardmetros co- :municativos, las maneras de dirigrse a los demds, lo que se considera pi- blico © privado son aspectos, entre otros, que pueden diferir mucho de una cultura a otra (Romaine, 1984, 1994; Schielfelin y Ochs, eds., 1986; Perera, 1984; Saville-Troike, 1986). Evidentemente, el acceso a dilerentes y variadas situaciones de comu- nicacién que hazan posible la ampliacién y el desarrollo de la competencia ccomunicativa de las personas es algo que esta en Sima relacidn con las es- tructuras de poder y con las relaciones de domtinacién. No es por casval dad que los grupos marginades en una sociedad —ya sea por su origen én co, de clase, de sexo, 0 por una combinacién de varios factores— poseen ‘menos «capital» verbal y comunicativo y, ademés, el que tienen, que puede ser amplio, variado y rico, vale menos ea el mercado de los valores comuni- cativos. De tal manera que parte de la discriminacién que suften determi rnados grupos se consiruye también a través de los usos discursivos dom nantes, Por ello, la creacién de un discurso de resistencia es en muchas oca- siones un instrumento indispensable para la defensa de los intereses de esos grupos. 25. Aspectos psicosociales de Ia actividad oral En los intercambios orales confluyen muchos elementos de caracter diverso que pueden influir, a veces de manera decisiva, en el buen o mal Funcionamiento de la interaccién. Una buena parte de esos elementos tie ren que ver con las caracteristicas psicosociales de quienes participan en la §nteracctén, con la forma en que esas caracteristicas se seleccionan, se actir van y se interpretan en el curso concreto del intercambio en cuestién. La ‘manera como las personas se «ponen» a interactuar, los roles © papeles que cligen de entre sus posibilidades, qué posicién adoptan respecto a la situa ‘fon en que se encuentran, de qué manera van manifestando sus cualidades —y cuales manifiestan— y como van interpretando las posiciones de los de- ‘ms son aspectes muchas veces cruciales para el inicio y desarrollo de las Interacciones orales cara a cara (véase el capitulo 5). Goflman (1956, 1967, 1971, 1981) ha estudiado con gran minuciosidad los «rituales» que configu: fan Fos encuenitsoraes, desde los més esponténeos hasta fs mas insti cionalizadas, ‘Cuando un individvo se presenta ante otros, éstos normalmente tatan de jobtencejnfermacion sobre éI'q sacar a eolacin informacion que ya poscen ‘cerca de él Estorin inloresads en su estaussacioecanomice en genera, en Su conceptode i mismo, en su actitad hacia ellos, su honrade?, ete. Aunque la fbtencion de parte de esa informacion pucde constituir easi un fin en st mis- ‘mo, habitualmente ensien razones bastante prctieas para conseguir, Lai formacion sobre el individuo ayuda a delinir Ia stuacion, permitiendo a los dems saber con anterioridad que esperara de ellos y qué pueden esperar de 46 Las cosis DEL {1 Con esas informaciones, los otros sabe mejor cémo actu para provocar ‘en eluna respuesta deseada (Goffman, 1981) Para entender la complejidad de la presentacién de la persona Goll- ‘man propane conceptas como los de wimagen» (face), sterriterio» © =posi lonamiento» (footing). De acuerdo con qué imagen se activa y se acepta, ‘cudles son las iimices de distancia o intimided que se establecen y se permai len y qué posielén se adopta respecto a los demas y respecio a los temas ‘que se iraten, sera necesario desarrallar 0 £0 un tipo u otro de estrategias de cortesia —positiva, negativa o encubieria— que hagan posible un desa rrollo aceptable de la interaccidn (estos temas se desarrollan con detalle en los capitulos 5 y 6) En muchas ocasiones hay elementos del entorno que orientan © gufan respecto a cuales son las formas apropiadas de comportamiento {(véase el capitulo 4). No es lo mismo encortrarnos en un entorno conoci do, familiar, en el que resulta extremadamente importante el hecho de {que compartimos mucho conocimiento de efondos (background), que en: Conirarnos en un entorno publica en el que lo que adquiere mas relieve o importancia son los aspectos mis aparentcs, que se presentan en primer plano (foreground). No-es lo mistno «maverse» en situaciones conocidas que en situaciones que nos resultan nuevas (deniro de nuestra propia cul lura 6 en oire entorne cultural) o cuando esiablecemos relaciones nucvas, y én este Ultimo caso no es lo mismo si se trata de relaciones entre iguales {amistosas, por ejemple), que si se trata de relaciones jerarquicas (en el am: bito laboral, por ejemplo. Ademés' del entorno, hay otras factores cuya presencia nos puede orientar —o desorientar— 0 que podemos utilizar para (des)orientar a nuestros interlocutores; nos referimos, por ejemplo, a elementos tales como los vestids, el peinado, los adornos que las personas pucden usar tan- to para presentar una imagen de entrada, sin necesidad de palabras, como para confundie o «épaters a los interlocutores 0 a la audiencia ereando unas expectativas confusas o falsas (Poyatos, 1994a y B). En las interacciones cara a cara hay que controlar toda una serie de aspectos que tienen que ver especialmente con el contenido inlormativo de lo que se esté hablando y con la situacién misma. En cuanto al conte nido informative, es preciso tener en cuen'a gue oralmente y en mayor ‘grado cuanto mas espontinea es la situacién— el proceso y el producto se ddan (al menos en parte) ala vez. La prueba mis clara de ello ¢s que, si ha- blando nos equivocamos, decimos algo inconveniente, pronunciamos una palabra de forma incomprensible, decimos una cosa por otra, elc., no po- demos sborrar» 0 tachar las palabras diches, la unica manera de corregir ‘es seguir hablando y tratar de estin, que fest pasando, que se espera de ellos y que pueden esperar de los demas. Eso afecta al conocimiento de las normas o los habites de comporiamiento verbal y no verbal que se consideran apropiados para un evento dado. Para poder controlar l situacién es muy importante el grado de autodominio de las personas, su Seguridad o inseguridad respecto as! mismas o respecto a los demas. ‘Tanto en lo que se refiere al contenido informativo como en lo que se refiere a la situacion es esencial haber desarvollado una adecuada compe- tenciaestratégiea (Canale, 1983; Canale y Swain, 1980) que permit, prec samente, reparar los posibes errores,evitar conflictos que no se desean, solucionar los problemas que leva consigo la inmediatez de la interaceion oral, como son boqueos de la memoria, distracciones,lapsus otros. E ine Clase aprender a ser «incompetentemente competentes» y saber conseguir ayuda por parte de nuestros interlocutores, por ejemplo, como senala Sa ville‘Trojke (1983 [1982]. cuando se relieve al comportamiento comunica- tivo en el uso de una lengua extranjera No hay que alvidar que, como se ha observado en los estudios sobre la cortesa (véase el capftulo 6) la interaccion cara a cara comporta casi siem- [re unos riesgos v, muy especialmente, cuando se trata de eventos que Nos Fesultan nuevos 9 para los que no estamos especialmente xentrenados» 0 ‘cuando se trata ce ese tipo de eventos especiales poraue se dan muy pocas ‘veces 0 nunce— en la vida de una persona y por ello resulta mas facil co- meter errores 0 aciuar con poca «naturalidads; nos relerimos a eventos como una boda (para quien se casa, un juicio (para quien declare), lade fenna de una tess (para quien defiende la tess), una profesion religions (Gara quien prolesa), eventos en los que, si bien estan altamente ritualiza- dos —¢ incluso se pueden sensayare—, la inmediatex puede sjugar malas pasadase y, por lo tanto, el riesgo siempre existe. En cualquier caso, resulta -evidente que en cada evento se ha de ganar la autoridad, Ia legitimidad, la ‘eredibilidad a wavés, tundamentalmente, dei comporamiento discursivo ‘verbal yno verb) ‘Los slesgos se agravan cuando se tala de encuentros adesiguales», es decir, situaciones en las que existe una relacion jerarquica entre los partici pantes. En esos casos 5 ide comprender que quien ocupa Ia posicion “altaysuele tener mas dominio de lasituacién que quien ocupa la pasion “ibajaoéste tended que caleular mucho més sus acctones verbals y no ver bales porque sabe que. en gran medida, se le evaluaré por lo que dice y por Ia. El fragmento transerito recoge el momento en que los portavoces de los 6 LAS COSAS DEL DECIR {grupos exponen al conjunto de la clase el resultado de sus diseusiones. La profesora (P) se va acercando a los diferentes grupos con la grabadora en la ‘mano (la inicial «Es y el ntimero detrés corresponde a los y las diferentes estudiantes que intervienen), 1. P—eme quieres explicarde que watala aol de: aes de naney? 2 Inst) 3. EI —yote pues hay un personaje central > que se Hama nancy na? 4. Piste espera un momen! 5 la prelesore apogee grabadoray hace calla) ©. El —buenel pues libro nos presenta un personae principal ques Hama nancy 3. Jeon ier a hacer una sid vax espa fo? 8 yr hace su esi seve lenguje que utlzan los tno 9 ntonees ldo To gut lev ocuriendol eseloerrbe 34 aniga betsy 02? 10, Sntonces evo no-nos cuenta ods as avenuivasque ve nancy cna? Honest gentel que eeramors de un gtanol que: buena 12 alate: vuelve a supa: ead de ao ho? hae es 13 Yyaesal may en general 4. Pho qe epliqus ee argument! la historia ques expat 15 guese mera quesevelata cen nova de sender 16 €2— pues esuna chica vtrangera que ha veio: a apa hacer una tess cn? 17. deunos estado y ences pes conoce 33 un iano se eramora del 18) uenoysiguen no? yu ys empleo con ena [sas] I. bueno se hej Uanen aries aly ea eneaetiaeosss muy eri. 20. porque al compararar con las cays pcs ay coxa que de angus 21, holasemiende costae hore de utara as confunde 22 pegmada que hace abajo y luego final puss a 2, yaecaraconsv antigo novo. 998 eas 26 [oss] 25, P—avertw quero que meexpiquesa ver sabes cemeledecrns todos 26. cuilerel TEMA dela tens de marcy nos han expiua hasta abr largmnenvol Pr, Eedequeva la histor ecieraly ahora yo te preguntas emalen el onde gh? 28. OUE slo questa ratandt 29, 3 —puesestitando de averguar as costumes de pa! 5D. ylogeely de um pate de una za en cone ens cxtudiance as gitsnor eno? 31, P— enol aa eno te ier ltr de a ei eh? sno 50S 32. alvema dee novela ch? ue hay der de ese histori! eon ee 33. Bs -puess puede ser os problemas que tiene wl la hora de Benenden palabras con dole stand 0? yol mo 3S. Tmeha hecho mucha gracicuando por wer le dicen pirops yell sila coge 536 na parte gn? ea mong va etree vel sea 31. oct fo que le quieren desi lla slo cope una parte 38 P—tepon un epmiplo ae deneson de bos propos! » 2." Yelln die’ pues que ends ls espariols que ve preocupan pra sa <0? 4. [rss] 48 y e dicen a? ess buena exo ate le deben dec Jno? 4858 ubvenos a9 ts buena o algo eso 2 [aad

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