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Frontera Norte Gilberto Giménez PDF
Frontera Norte Gilberto Giménez PDF
Abstract: This article is about the concept of Résumé: Il s’agit d’analyser les concepts de frontière
border-line and border-areas as part of a theory et de frange frontalière en tant que faisant partie
of territory, focusing from the perspective of social d’une théorie du territoire, principalement sous
representations. The Mexican North Frontier has l’angle des représentations sociales. La frontière
particularly been subject to opposite representations nord du Mexique avec les Etats-Unis, a fait et
if we consider, on one hand, the Mexican people continue de faire l’objet de représentations opposées
and, on the other, the anglo-americans. Finally, the de la part des mexicains, d’un côté, et des anglo-
paper analyses some issues of an empirical inves- américains de l’autre. Finalement, le travail analyse
tigation about the representation of the northern les premiers résultats d’une recherche portant sur la
borderline among Mexican students from various représentation de la frontière nord chez les étudiants
parts of the country through the “mental maps” de différentes régions culturelles du Mexique. En
method. This investigation reveals the perception of s’appuyant sur la technique des « cartes mentales »
the border as a closed, tragic and conflictive space, cette recherche révèle, d’une part, la perception de la
but also reveals the strange fascination, sometimes frontière comme étant fermée, tragique et conflictuelle
called “northern tropism”, that the border-areas et, d’autre part, ce que certains auteurs appellent le
exert upon the imagination and dreams of young « tropisme du nord », c’est-à-dire une étrange fasci-
Mexicans. nation sur l’imagination et les rêves de la jeunesse
mexicaine.
Territorio y frontera
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Algunos autores han estudiado la génesis histórica del largo proceso de apropia-
ción del espacio, siguiendo el lento movimiento del hombre de la comunidad
tradicional a la ciudad-Estado, y de ésta a los modernos estados-naciones (Fre-
mont, 1976; Fossaert, 1983: 93).
El concepto de frontera
Pero, ¿qué es una frontera? Desde el punto de vista geopolítico
puede definirse inicialmente como “línea de separación y de con-
tacto entre dos o más Estados” (Lacoste, 1995: Préambule). Debe
advertirse, sin embargo, que para hablar propiamente de frontera
tienen que existir una discontinuidad, una ruptura o una cesura
entre dos espacios. Lo que frecuentemente significa también una
ruptura o cesura entre dos modos de organización del espacio, entre
dos sistemas de redes de comunicación, entre dos o más sociedades
diferentes y, a veces, antagonistas (Baud et al., 1997: 141). Por eso
no son “fronteras”, sino límites, las divisiones y subdivisiones po-
lítico-administrativas en el interior de un territorio nacional, como
son los límites de los estados dentro del sistema federal mexicano, o
los límites de los departamentos en Francia. La discontinuidad que
caracteriza a una frontera puede ser no sólo territorial, sino también
económica, lingüística, cultural y hasta religiosa. Por eso hablamos
de fronteras económicas, de fronteras lingüísticas y de fronteras cul-
turales, que pueden coincidir o no con las fronteras geográficas.
Se ha afirmado con frecuencia que la génesis de las fronteras
está ligada con la emergencia del nacionalismo. En efecto, son los
valores asociados a la representación geopolítica de nación los que
se proyectan sobre la frontera, que de este modo queda sacralizada
como un umbral intransgredible e inviolable, salvo previo someti-
miento, de uno y otro lado, a controles rígidos y a ritos político-ad-
ministrativos de tránsito.
Pasemos por alto una serie de distinciones, como las que se
dan entre fronteras marítimas (las famosas 200 millas) y fronteras
terrestres, o entre fronteras internacionales y fronteras interiores.
Pasemos también por alto la tipología de las fronteras internaciona-
les en razón de su génesis: fronteras históricas (Europa), fronteras
coloniales (generalmente rectilíneas e irrespetuosas de las fronteras
lingüísticas, culturales y religiosas preexistentes), y “fronteras natu-
rales” (tan popular en la época de la Revolución francesa y, más
recientemente, en la época del nazismo alemán so pretexto de la
necesidad de un “espacio vital”).
Cultura y representaciones sociales
20 Cultura y representaciones sociales
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Un geosímbolo se define como “un lugar, una extensión o un accidente geográ-
fico que por razones políticas, religiosas o culturales revisten a los ojos de cier-
tos pueblos o grupos sociales una dimensión simbólica que alimenta y conforta
su identidad” (Bonnemaison, 1981: 256).
La frontera norte
Históricamente hablando, la mayor parte de las fronteras resultan de
sus relaciones de fuerza en cierto momento de su historia, lo que ha
sido precisamente el caso de los 3.000 kilómetros de frontera que
nos separan de los EE.UU., a propósito de los cuales todavía no se
han extinguido del todo las rivalidades y los rencores históricos.3
Y es precisamente aquí, en esta frontera, donde se revela con gran
nitidez el carácter dual de toda frontera como línea de separación y
a la vez de contacto. En efecto, por un lado la separación territorial
se ve reforzada del lado americano por una drástica política de stop
destinada a regular la movilidad y a controlar por todos los medios,
incluido el electrónico, el flujo de migrantes hacia el territorio de la
Unión Americana; y por otro se trata de una frontera fuertemente
integrada desde el punto de vista económico y comercial, no sólo por
efecto del Tratado de Libre Comercio, sino sobre todo a través del
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Así lo demuestran, por ejemplo, las medidas de militarización de la frontera
por parte del gobierno norteamericano y el proyecto de construir un muro a
lo largo de la misma. Ya en 1994 el Estado de California había aprobado la
famosa ley 187, que limita drásticamente los derechos de los trabajadores inmi-
grados en ese Estado. Estas y otras medidas, cada vez más drásticas, por parte
del gobierno norteamericano han provocado una gran reacción de repudio no
sólo entre los mexicanos de este lado, sino también entre los del otro lado de la
frontera, como lo demuestran las gigantescas manifestaciones realizadas por los
trabajadores emigrados en meses recientes.
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Esta tendencia a la “diasporización” de las migraciones internacionales puede
observarse tanto entre los migrantes mexicanos o hispanos en los Estados
Unidos, como entre los árabes maghrebíes en Francia, y entre los polacos y
turcos en Alemania. Refiriéndose al caso de alemania, Albrecht cita una encues-
ta de 1991 cuyos resultados podrían extrapolarse con toda verosimilitud a la
situación que presentan nuestros propios trabajadores emigrados a los Estados
Unidos: “Mientras aproximadamente la mitad de los inmigrantes entre los 18 y
los 24 años expresan el deseo de establecerse definitivamente en Alemania, la
gran mayoría de ellos (73 %) se siente ligada a la cultura de su país de origen y
rechaza una “identidad alemana” (Siefert, 1991: 40, en Albrecht, 1997:56). Por
eso en la sociología de las migraciones la problemática se ha desplazado de la
asimilación, que era todavía el tema dominante hasta hace muy poco, a la trans-
nacionalización o diasporización de las culturas y de las identidades locales.
Según Jonathan Friedman (2003), la diasporización debe entenderse como “el
conjunto de prácticas por las que la identificación con una madre patria consti-
tuye la base para la organización de actividades culturales, económicas y sociales
que transgreden las fronteras nacionales” (p. 9).
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Los norteamericanos dicen irónicamente que Los Ángeles, además de ser la
mayor ciudad de California, es también la segunda ciudad mexicana después de
la ciudad de México.
Colofón: la representación de la
frontera norte en la literatura
Resulta tentador concluir esta comunicación con una breve alusión
a la representación de la frontera norte en la literatura. En efecto, la