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Las garantías constitucionales de los derechos de los contribuyentes

A) División de Poderes

División de atribuciones entre los órganos que componen el gobierno del Estado.
Sistema de pesos y contrapesos: es necesario, y así también resulta de la Constitución, que los actos de un poder puedan
ser controlados por otro. Así, los actos del Legislativo y del Ejecutivo pueden ser controlados por el Poder Judicial,
siempre que se viole algún principio constitucional o se lesione algún derecho. En otro orden, y aunque no medie lesión
de derechos individuales, los actos del Poder Ejecutivo pueden ser materia de control por parte del Congreso quien,
mediante la función coadministradora, especialmente en materia financiera, tiene a su cargo el control de la cuenta de
inversión. Asimismo, cada Cámara del Congreso tiene facultad de pedir a los ministros del Poder Ejecutivo las
explicaciones e informes convenientes (art. 63), y hasta formar juicio político al Presidente y a los ministros (arts. 45, 51),
como a su vez puede ejercer dicha jurisdicción sobre los jueces de la Corte Suprema y demás jueces nacionales.
Los actos dictados por el Poder Judicial, pasados en autoridad de cosa juzgada, son irrevisibles y quedan fuera de todo
control. Los derechos reconocidos jurídicamente adquieren un valor igual que la propia ley (valor material de la cosa
juzgada). Ni siquiera una ley posterior puede privar ese derecho reconocido, porque forma parte de su propiedad y el
Estado no puede violar la propiedad (art. 17) salvo expropiación por causa de utilidad pública y previa indemnización.
En materia financiera, al Poder Legislativo le corresponde imponer las contribuciones (art. 17) y fijar los gastos
(art. 67, inc. 7). El Poder Ejecutivo tiene a su cargo la “recaudación de las rentas” y “decreta su inversión” (art. 86, inc.
13). Por último, el Poder Ejecutivo debe presentar anualmente al Congreso, la “cuenta de inversión” y éste aprobarla o
desecharla (arts. 86, inc. 13 y 67, irte. 7", respectivamente). Ninguno puede delegar ni renunciar a estas funciones.
Al imponer contribuciones y recaudar rentas, tanto el acto del Congreso, como el del Poder Ejecutivo, respectivamente,
pueden lesionar alguna garantía constitucional o de algún derecho del contribuyente consagrado en la ley; en ambos
casos, aunque con distintos recursos, puede el agraviado ocurrir ante los jueces.
En cuanto a los actos del Poder Ejecutivo, en la recaudación, puede también originar el “caso” judicial cuando: a) viola
alguna garantía constitucional; b) se aparta de las determinaciones de la ley y c) crea una contribución sin ley.
Los Poderes Ejecutivo y Legislativo son poderes “políticos”, o sea que, hasta tanto sus actos no lesionen derechos
individuales (de los contribuyentes), el Poder Judicial no puede interferir en la actividad que estos cumplen.

B) Legalidad

Según el art. 17, sólo el Congreso impone las contribuciones del art. 4. La causa fuente de la obligación (tributos) es la
ley, en sentido formal y también material. Es decir, aquella dictada por el Congreso según el procedimiento de los arts.
68 a 73. En el caso especial de las leyes de “contribución”, la Cámara de origen es la de diputados (art. 44). Por lo tanto,
la Cámara de diputados debe ser la cámara de origen y usar la prerrogativa en la formación de las leyes (art. 71).
La obligación tributaria nace por la sola voluntad del Estado, porque posee el “imperium” para someter la voluntad
particular con la imposición tributaria. Pero para ser válida la imposición, debe respetar algunos principios: a) ajustar la
sanción de la ley al procedimiento constitucional antes referido; b) respetar las garantías constitucionales de: igualdad,
proporcionalidad y equidad; y c) dictarse dentro de la competencia del Congreso en razón de la materia y del territorio.
La reglamentación de las leyes es una atribución del Poder Ejecutivo (art. 86, inc. 2); se limita a establecer los modos,
formas y procedimientos necesarios para ejecutar las leyes, pero sin alterar su espíritu con excepciones reglamentarias.
Para que el principio de legalidad quede satisfecho, es necesario que la ley contenga los elementos esenciales para crear
de manera cierta la obligación: a) el hecho imponible, definido de manera cierta; b) los presupuestos de hecho a los que
se atribuirá la producción del hecho imponible; c) los sujetos obligados; d) el método o sistema para determinar la base
imponible; e) las alícuotas para fijar el monto; f ) exenciones; g ) infracciones; h) sanciones; i) el órgano administrativo
con competencia para recibir el pago y j ) el tiempo por el que se paga el tributo.
Este principio tiende a que el contribuyente sepa de manera cierta por qué paga el tributo, cómo y a quién debe pagarlo
y hasta dónde alcanza el poder del Estado para exigir el monto que le reclama.
Retroactividad: la CN no dice nada respecto a ella. La jurisprudencia es uniforme, las leyes tributarias pueden ser
retroactivas, no así las sanciones que ellas contienen. El principio civil de irretroactividad de las leyes, no rige para la
materia tributaria, porque las leyes tributarias, son de derecho público, no son de orden público. Del texto de la
Constitución sólo resulta la irretroactividad en materia penal.
C) Igualdad

Es una garantía que hace a la forma republicana de gobierno, verdadera autolimitación del poder del Estado frente al
individuo. Es una norma de cumplimiento obligatorio para los tres órganos de gobierno, y, por aplicación de los arts. 31
y 100 CN, se confiere al Poder Judicial la atribución de declarar inconstitucional la ley, el decreto o el acto administrativo
que viole esa garantía.
La igualdad, deja de reposar simplemente en la capacidad económica o de prestación, es decir, en la riqueza considerada
en sí misma (objetiva o subjetivamente), para tener también en cuenta la función que el Estado asigna en cada caso a las
riquezas teniendo en vista fines políticos, sociales o económicos. La capacidad contributiva es una forma de valorar, la
capacidad económica o de prestación en función de los referidos fines.
Art. 16 CN: “La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas”. Se relaciona aquí a la capacidad contributiva.
No se trata de igualdad entre contribuyentes sino de sus riquezas; “base” para determinar la igualdad tributaria.

D) Proporcionalidad

Se relaciona con la capacidad contributiva. Está consagrada implícitamente en el art. 17, de las garantías del derecho de
propiedad. Es un elemento necesario, en ciertos tributos, para hacer real y efectiva, la garantía de la igualdad tributaria.
Significa que la carga tributaria sobre la riqueza (capacidad contributiva) debe ser adecuada y razonable.
La excepción al principio de la proporcionalidad se encuentra en los derechos aduaneros.
La igualdad tributaria, en igualdad de capacidades contributivas, admite que la proporcionalidad, a través de tasas
progresivas, no busque solamente igualar las capacidades económicas, sino lograr que los tributos entren a “funcionar”,
con otros medios financieros y económicos, para alcanzar fines políticos, económicos y sociales.
La proporcionalidad aparece implícita en el art. 17 CN: a) inviolabilidad de la propiedad; b) nadie puede ser privado de
ella sino por sentencia fundada en ley; c) expropiación debe ser declarada por ley, previa declaración de utilidad pública
e indemnización, y d) la confiscación queda abolida del Código Penal.

E) Equidad

La equidad en el art. 4 CN se vincula con la generalidad y la igualdad con que deben aplicarse los tributos en la república.
El individuo tiene derecho a que el Estado le imponga contribuciones equitativas, no arbitrarias.
Todos los habitantes del país deben concurrir con sus tributos a satisfacer los gastos del Estado; esa contribución debe
ser igual para todos los que se encuentren en igualdad de capacidades contributivas.

F) Uniformidad

La Constitución reserva el término “uniformidad” para los derechos aduaneros. La uniformidad de los derechos
aduaneros constituye una especie de "garantía” de naturaleza federal en favor de las economías provinciales.
Volviendo a la “uniformidad” de los derechos de aduana, la excepción consiste en el otorgamiento de las “concesiones
temporales de privilegios”. Por tales medios se rompe el principio de “igualdad espacial” que importa la “uniformidad”.

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