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Cuenta la leyenda que Medusa era una mujer mortal, hermosa y tentadora como

el más dulce de los pecados. Tanta era su belleza que Poseidón, dios del mar,
queda prendado de ella y no descansa hasta conseguir satisfacer su deseo, contra
voluntad de la muchacha, en el templo de Atenea.
Atenea, diosa de la pureza y castidad entre otras cosas, se ve terriblemente
ofendida y castiga a Medusa pues simbolizaba todo lo contrario a
ella...deseo...carnalidad...voluptuosidad.
Los cabellos de la joven se vuelven siseantes serpientes, sus ojos de una
intensidad tal que si los miras fijamente, te vuelves de piedra. Medusa se había
transformado en un monstruo pero aún se hacía valer por su andar provocador y
sensual que hipnotizaba casi tanto como su mirada.
Atenea, viendo que su castigo no había tomado los tintes que ella esperaba, envió
al valeroso Perseo a que cortara esa inmunda cabeza. Éste, muy
inteligentemente, usó su escudo a modo de espejo para que Medusa se reflejara
en él y de este modo pudiera vencerla y entregarla a la diosa.
Desde entonces la cabeza de Medusa fue imágen del escudo de la casta Atenea
como instrumento para atemorizar al enemigo. En ello se unía la perversión y la
virtud...porque nunca nada es tan bueno, ni a la vez tan malo.

La Maltos

Una de las leyendas clásicas más apasionantes de México, es sin duda éstas
cuyos hechos se desarrollaron en la muy leal, noble y aurífera ciudad de San Luis
Potosí.

Desde su fundación ha sido un lugar de población numerosa, porque a raíz del


descubrimiento de las minas de San Pedro muchos buscadores de oro llegaron
atraídos por tal acontecimiento. La ciudad potosina fue fundada por el Capitán
Miguel Caldera, Don Juan de Oñate y Fray Diego de la Magdalena, quienes le
pusieron por nombre San Luis en homenaje al Santo Rey de Francia. Ellos
trazaron los primeros lineamientos de la Ciudad, la casa de Gobierno y sitios
destinados a parques y mercados. Poco a poco fue creciendo hasta llegar a ser,
hacia 1700, la importante ciudad en cuyos años transcurrieron los acontecimientos
de esta leyenda.

La mayoría de los habitantes era gente sencilla, vestían indumentaria típica; faldas
largas de manta, sayales, rebozos, cobijas, pantalón de manta o de cuero, según
las posibilidades de cada quién; asimismo, había señores de casaca y chambergo,
en casos especiales usaban sombrero tricornio. Era una abigarrada población en
la que había personas de todas clases socioeconómicas, pero se distinguían
básicamente dos: los patrones de hacienda u los peones, servidores que a veces
llegaban a ser esclavos.
En el sitio que hoy ocupa el magnífico edificio Ipiña, había un pequeño manantial;
como el agua ha sido en San Luis un líquido preciado, alrededor de dicho
manantial germinó una enorme huerta, donde se erigieron diversas construcciones
coloniales; cuartos amplios, alta techumbre, corredores, soportales de
arquerías. Una de esas casas precisamente se destinó para recluir, aunque de
manera provisional, a las personas que tenían la desventura de caer en manos de
los inquisidores donde eran interrogados, torturados y por fin recibían la sentencia
que les aplicaban por herejía, lectura de libros prohibidos, prácticas de sectas
religiosas y hechicería.

Una mujer de muchas agallas, conocida como la Maltos, tuvo su residencia oficial
en la casa que acabamos de referir. Se decía que dicha mujer practicaba la
brujería, espiritismo, magia negra, y otras costumbres que hoy no son
perseguidas; inclusive a muchas personas cultas les ha dado por investigar.

Por paradójico que parezca, La Maltos llegó a obtener mando de inquisidora que
en aquellos tiempos significaba tener mucho poder, tanto, que a cualquier persona
que esta mujer quisiera perjudicar, bastaba que la acusara de alguno de esos
delitos tan perseguidos para hundirla, ya que sin más investigación, se le aplicaba
tormento y muchas veces era deportada o se le mataba en las mazmorras de
dicho edificio.

El sólo nombre de La Maltos infundía pavor, pues interrogaba a los reos con lujo
de crueldad y gustaba de sacrificar personalmente a sus víctimas. Como además
sabía malas artes, decían que tenía pacto con Satanás; en fin, era una mujer
diabólica. Por todo eso la gente le temía, aún los políticos y personas de
renombre, quienes preferían tener amistad con ella en lugar de tenerla como
enemiga, porque ya fuera en forma de acusación o por sus brujerías, estaba en
condiciones de perjudicar a quienes ella quisiera.

Se dice que hacía aparecer en el interior de sus aposentos caballos negros, perros
descomunales y hasta lobos, así como carretelas tiradas por caballos. Se cuenta
que solía salir por las calles de la ciudad a horas altas de la noche en un carro
tirado por briosos caballos, lo cual hacía de la siguiente manera: en el muro de su
habitación dibujaba un coche tirado por dos enormes caballos, se colocaba en el
supuesto asiento delantero empuñando simuladamente las riendas, pronunciaba
unas palabras cabalísticas y ordenaba a los caballos arrancar; entonces cobraban
vida, carruaje y corceles, mismos que en forma estrepitosa salían a rodar por las
empedradas calles de la ciudad, sacando enormes chispas de fuego: recorría los
caminos envuelta en llamas y la gente decía santiguándose: “ Allí va La Maltos, la
mujer infernal, la bruja “.

Sus fechorías no tenían freno, a tal grado que se complacía en destruir altas
personalidades. Al fin La Maltos cometió un error grave de funestas
consecuencias; ocurrió que se extralimitó en una ocasión al sacrificar a dos
personas de mucha influencia política y económica.
Entonces el alto mando inquisidor dio orden de arrestarla y enviarla a la Ciudad de
México. La policía rodeó la casa donde vivía La Maltos, las autoridades entraron a
capturarla, nada podía hacer que escapara de aquella sentencia; entonces se
refugió en el último reducto que era su amplia habitación; pero hasta allí llegó un
jefe de la policía acompañado de dos subalternos; la inquisidora destronada no
tuvo mas remedio que entregarse humildemente diciendo:

- Ha llegado la hora de perder, no puedo resistirme ante la fatalidad, aunque mis


poderes no se han menguado, pues cuento con facultades que me han otorgado
los dioses y está en mi mano destruirlos en este momento, si así fuesen mis
deseos; no obstante debo obedecer los mandatos de fuerzas superiores y me
entrego a vosotros. ¿Puedo pedirles un favor, una gracia?

Al ver la tranquilidad de la reo, quedaron asombrados los hombres que iban con la
misión de aprehenderla y el Jefe de la Policía le contestó:

- No es culpa nuestra, nosotros sólo obedecemos órdenes superiores y créame


que en este momento quisiera ser yo el que ejecutarse esta orden: mas me ha
tocado en suerte venir a realizar algo que no quisiera, presentarla ante la justicia
mayor, para que sin duda se cumpla la sentencia a la que habéis sido acreedoras.

- Nada temáis y no os preocupéis por mí; no cobraré venganza contra vosotros,


pero ¡ay del que haya sido causante de mi mal! tendrá que arrepentirse mil veces;
en fin, llevad a cabo vuestra tarea; el tiempo apremia. Mas cumplidme sólo este
último deseo: quiero dejar aquí, en este salón, un recuerdo imperecedero; haré un
hermoso dibujo.

La hechicera, con el dedo índice de la mano derecha, trazó en la pared primero los
contornos de una carroza, luego las ruedas, las portezuela y dos grifos
gigantescos que la jalaban; al conjuro de unas palabras cabalísticas, la carroza
parecía moverse. Sonriendo la Maltos volteó hacia sus aprehensores diciéndoles:
“Os invito a que viajéis conmigo por lo ancho y largo de los continentes
conocidos“. Ante la mirada estupefacta de los hombres armados, que
permanecían como clavados en el piso, subió ágilmente y la carroza se fue
perdiendo en un horizonte sin límites.

Salieron despavoridos el jefe policíaco y sus ayudantes a narrar lo acontecido


pero, por supuesto, nadie les creyó. Lo cierto es que nunca más se volvió a saber
de la Maltos
Hace poco salió la noticia de que se podría resucitar al mamut gracias a los
avances en la genética, y también se dijo que incluso se podría hacerlo con
losneandertales. Y es que de ambas especies se ha conseguido secuenciar
el genoma completo. Ahora han ido más lejos, y en un artículo de New Scientistse
nombran a los 10 animales extintos que se podrían revivir en cuestión de pocos
años.
Todo lo que se necesita es algún espécimen bien preservado del cual se pueda
extraer una muestra de ADN, y así recabar la información genética que podría
ayudar a completar el genoma de estos animales extintos.
O sea que sólo se podría hacer con algunos animales que se hayan extinguido
hace relativamente poco, por ejemplo de los dinosaurios es muy difícil que se
pueda conseguir material genético suficiente como para poder completar un
genoma. El ADN en los huesos no puede sobrevivir más de un millón de años.
Así que los científicos ya están secuenciando el genoma de
diversos animalesextintos para algún día poder traerlos nuevamente a la vida.
Para ello deberán conseguir una especie viva en la actualidad que sea parecida,
para que puede hacer crecer el embrión.
New Scientist ha realizado la selección de los 10 animales que habría que traer a
la vida nuevamente. Para ello se han basado no sólo en la posibilidad de que se
pueda realizar, sino también en el carisma que tienen esos animalesextintos.
Obviamente que traer nuevamente a la vida animales que se han extinguido por
alguna razón que nada tenga que ver con el hombre, sería un problema, porque
deberíamos pensar donde vivirían, etc. Pero no arruinemos la diversión, y sigamos
con el juego, veamos la lista:
1 – Homo neanderthalensis. Extinguidos hace unos 30 mil años
En el primer lugar tenemos al Hombre de Neandertal, sin duda uno de los seres
extintos más carismáticos, y la última especie humana que convivió con nosotros
los humanos modernos. Ya se viene trabajando en la búsqueda delGenoma
Neandertal desde hace años, y se ha logrado completar un borrador del
mismo. Se cree que para fines de 2009 se tendrá el genoma completo.

2- Tigre Dientes de Sable (Smilodon fatalis) Extinguido hace 11 mil años


Hay muchos especímenes de tigre dientes da sable completos, y los leones son
suficientemente parecidos como para hacer de madre de alquiler.
3- Oso de cara corta gigante (Arctodus simus). Extinguido hace 10 mil años
Estos inmensos osos que en cuatro patas tenían la altura de un hombre son la
versión gigante de los osos actuales. Hay muchos especímenes descubiertos
congelados, como en el caso de los mamuts.
4- Tigre de Tasmania o Tilacino (Thylacinus cynocephalus). Extinguido en 1936.
El último de su clase murió en el Zoológico Hobart en 1936, así que tienen tejidos
sin contaminar suficientes para conseguir un ADN de buena calidad.
5- Gliptodonte (Glyptodon clavipes). Extinguido hace 10 mil años.
Este armadillo supergigante sería muy interesante de ver con vida, si sus restos
óseos ya son colosales. (la lista sigue luego de la imagen)

6- El Dodo (Raphus cucullatus). Extinguido en 1690


Esta ave tan famosa y tan interesante de las islas Mauricio tiene un espécimen
muy bien conservado, y en 2002 genetistas del la Universidad de Oxford y están
trabajando con su genoma.
7- Rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis). Extinguido hace unos 10 mil años.
Al igual que los mamut, este rinoceronte gigante y peludo que llegaba a los dos
metros de altura se ha podido conservar en muchos especímenes congelados.

8- Perezoso gigante o megaterio(Megatherium). Extinguido hace 8000 años


Cuando se alzaba en sus dos patas podía llegar a medir 6 metros de altura. Hay
muchos restos de los cuales poder conseguir ADN, y no ha pasado tanto tiempo
desde su extinción.

9- Ciervo gigante o alce irlandes (Megaloceros giganteus). Extinguido hace 7700


años.
Este ciervo gigante podía llegar a los dos metros de altura, con una cornamenta
que podían medir hasta 4 metros de ancho. Hay especímenes suficientes para
recabar ADN y es muy parecido a los ciervos actuales, sólo que gigante.

10- El Moa (Dinornithidae). Extinguido hacia el año 1500.


Esta ave similar a las avestruces podía llegar a medir tres metros de altura, y vivía
en Nueva Zelanda, hay huesos suficientes e incluso huevos, a partir de los cuales
conseguir material genético.

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